El Hijo Dilecto Quinquela Martin Rumbo Sur
El Hijo Dilecto Quinquela Martin Rumbo Sur
El Hijo Dilecto Quinquela Martin Rumbo Sur
El hijo dilecto
MUNDO QUINQUELA / 1
El hijo dilecto
BENITO QUINQUELA MARTIN
primero en su tierra, luego en el mundo. Pero él vuelve. Siempre vuelve a su barrio, al encuentro los suyos. Y
cuando llega la bonanza económica ayuda a su padres y amigos, a propios y extraños. Para La Boca un derroche
solidario, para él una vida austera. Tan increíble y reconocido fue su arte, como su capacidad de reunir y congre-
gar. Un imán para las causas nobles de su barrio, en clave de encuentro, de fiesta.
Quinquela vivió con sofisticada simpleza.
Su vida ilumina.
Esa frase es la que supo decir reiteradas veces Benito y la que nos inspira desde siempre…
¿Qué otra verdad describe su vida, su persona y su entorno como esta?
Crecer bajo esa enseñanza vital y encarnar su legado nos llena de orgullo y, al mismo tiempo, nos obliga a trabajar responsable-
mente, a pensar en una ardua pero grata tarea y, fundamentalmente, a mirar al otro desde un lugar de conciencia y atención plenas.
Nada puede describir más a Benito que la capacidad de sentir y ver a los demás como un prójimo tan cercano como la propia piel...
Su sensibilidad le permitía ver en la necesidad de sus vecinos, de su entorno, la propia necesidad que él vivió y la que vivieron Justina
y Manuel, sus padres, que le enseñaron el arduo trabajo de sobrevivir, primero, y de vivir plenamente, después.
El gran mérito de Benito no fue su arte, que en realidad fue liberación de toda atadura, su gran mérito fue entender que formarse
en su deseo le podía poner el mundo a sus pies, y una vez rendido ante él, él pondría el mundo a los pies de los más necesitados.
Tener nada, luego tenerlo todo, y tenerlo para entregarlo a otros, sin miedo a no tener nada.
Más allá de todas las lecciones que Benito nos dió como familia, más allá de todo legado intelectual y moral, existe detrás un
aprendizaje más sorprendente aún... vivir sin miedo, como si quien nada tuvo y luego lo tuvo todo, pueda entender que ese todo de
nada vale si no se comparte, si no se vuelve a brindar…
El coraje, la valentía y los principios básicos para una vida sin miedos son parte de las enseñanzas que Benito nos dejó.
Tan poco tuvo, que aprendió a pintar con un carbón y un papel de carbonería... tanto tuvo luego, que pudo donar y construir
todo lo que hoy se conoce como el Complejo Quinqueleano...tan poco le importó tener, que cuando se casó con nuestra tía Marta, le
regalaron una casa porque no tenía dónde ir a vivir.
Y la locura se hizo
Al hombre le faltaban dos años para cumplir 60. y pintoresco que lo había rescatado de su orfandad se
Pero se le hacía cuento el paso del tiempo (el tiempo le había empezado a parecer bastante.
no pasaba en su espíritu), y acaso todavía tenía muy Ahora el hombre, solo en su habitación, ajus-
frescas las imágenes y sentimientos del día en que, ta los últimos detalles de su estrafalario atuendo: un
más de medio siglo atrás, había llegado (por fin) a un traje de almirante que había pertenecido a un militar
hogar, a una familia, a un barrio. Desde entonces, para retirado… El traje, no obstante su primera formal
él hogar, familia y barrio siempre iban a ser lo mismo. apariencia, tiene detalles que por sí solos bastarían
El hombre conservaba la mirada aguda y algo para entender a ese hombre, a su familia, a sus ami-
triste de aquel niño desprotegido que había transcu- gos, a su barrio, y tal vez al mundo.
rrido sus primeros años en la Casa de Niños Expó- Porque en tiempos difíciles, para ironizar con
sitos, y brillaba también en sus ojos el asombro y el los militares y sus cuestiones, ese uniforme de Almi-
deslumbramiento que a primera vista lo habían ena- rante es una sátira extensiva a todo el mundo cuerdo
morado de La Boca. y formal; lleva tornillos en lugar de botones, y pro-
Pero él ahora era una celebridad, que por sa- clama un elogio de la locura por sobre los extravíos
bio y buena gente frecuentaba y dispensaba el mismo de la razón.
trato a reyes y a malandras en el mundo y en el barrio. Hasta la habitación llegan los murmullos y la
Ya era emblema de su comunidad, y el arrabal mítico algarabía de la concurrencia que ya se congrega en la
sala principal de su casa/estudio/museo/aldea. Tam- De pronto interrumpe sus ensoñaciones la cre- Cocodrilo, con un banquete donde se prohibía rigu- Como en cada rincón boquense, habrá música y poe-
bién, desde la cocina, llegaba el aroma de la salsa que ciente algarabía que llega desde la sala. Y el hombre rosamente la entrada a los cuerdos. Igual que ahora, sía. El menú preferido tendrá aires italianos: fideos
acompañaría a los fideos de colores. recuerda esa misma estruendosa alegría en las glo- treinta años después, cuando ya sale al encuentro de rojos, blancos, verdes… el color (piensa) hace mejor
Los colores… pensaba; esos viejos amigos que riosas noches de carnaval boquense, o en la comuni- la gente que lo espera alrededor de la mesa. la vida de la gente y aquí, además, se podrá saborear.
desde el alma de la gente, desde los cascos de los bar- dad, celebrando alrededor de la Fogata de San Juan. Esta vez la tertulia es diferente, y es en su casa. Se asoma en la gran sala luciendo su carnava-
cos anclados en la Vuelta de Rocha, y desde los mu- También el ruido del trabajo en el puerto (ahí nomás, El creador de tantas cosas innovadoras e importantes lesco atavío, y los concurrentes (aún los más acos-
ros de las casas de chapa y zinc, se habían derramado debajo de su casa), y el ululante y desgarrador sonido para la sociedad y para el arte (es decir, para la vida), tumbrados a sus excentricidades) no pueden disimu-
sobre sus cuadros. Ahora, esos colores hacían un viaje de la tragedia cuando el agua o el fuego se llevaban sueña con que esta reunión sea el primer paso para lar su sorpresa. Estallan los aplausos y ahora sí… la
de vuelta, y desde sus cuadros se estaban extendiendo sueños y vidas. conformar una hermandad muy especial: la cofra- fiesta ha comenzado.
hacia cada detalle de su casa, y hacia muchas de las Porque su aldea era como un inmenso escenario día de los “locos luminosos” que, viviendo contra la Todos reconocen en el anfitrión a una especie
casas boquenses. A punto de salir a escena, segura- colorido y pintoresco. La celebración y la tragedia se corriente y desafiando un sentido común viciado de de mito viviente; pero difícilmente todos compren-
mente pensó en la curiosa amistad entre el color, y daban la mano a la vuelta de cualquier esquina, así materialismo, se empeña en florecer en obras desti- dan en su cabal dimensión hasta dónde esta nueva
la irreverente bohemia de sus vecinos, que siempre como el alma de nuestro hombre estaba tan templa- nadas al bien de los demás. ocurrencia suya sintetiza la historia cultural de un
le inspiraban nuevos y locos proyectos… ¿Y si el gris da por el esfuerzo y los sinsabores, como enriquecida Los cófrades compartirán con él la convicción barrio, y expresa buena parte de la identidad nacional.
plateado de los trolebuses le diera paso al color? ¿Y si por la bohemia y la locura. de no ser lo que se tiene sino lo que se da. Las reu- El hombre siempre sabe llenar de sentido la
pudiera donar un hospital odontológico para niños, Recordaba tantas otras tertulias... En Madrid, niones (sueña el hombre) serán alegres y muy festivas palabra comunidad y, ahora, mientras saluda a cada
con todos los consultorios pintados de vivos colores? en el café La Cosechera de Avenida de Mayo, en (el mejor modo de decir las cosas más serias). Como invitado, sabe además que ha nacido para hacer me-
¿Y si el desvío abandonado del ferrocarril se poblara la Peña del Tortoni, en París, en las reuniones de la en aquel banquete de 1918, mandará la locura. Como jor al mundo creando momentos como este. Dando
de colores y de arte? ¿Y si las calles de La Boca se República de La Boca… y se detuvo especialmente en la Peña del Tortoni, vendrán artistas y bohemios comienzo a la ceremonia sonríe, y nunca sabremos si
asfaltaran de colores?... Delirios, locuras luminosas, en un recuerdo: el de aquella noche de 1918, cuan- de todo el mundo a compartir sus vuelos. Como se es porque, acaso, está vislumbrando que el niño huér-
habrá pensado. Y por eso mismo habrá resuelto ha- do en ocasión de su primera muestra importante, sus estableció en la República de La Boca, se evitará fano asomado a sus ojos será eternamente acunado
cerlas, cueste lo que cueste. amigos locos y artistas quisieron homenajearlo en El hablar de política partidaria, de religión y de fútbol. por el alma de su gente.
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1890
Una flor bordada
Benito Quinquela Martín nació, probablemen- a la primera iglesia que encontré. Me entrevisté con
te, el 1º de marzo de 1890. El 21 de marzo de 1890 el Cura Párroco, a quien expresé los móviles de mi
fue depositado, con algunas semanas de vida, en el visita. Y luego de revisar detenidamente los libros, me
torno de la Casa de Expósitos. Encontraron junto aseguró que no existía ninguna constancia de haber
al bebé, envuelto en finas telas y pañales de seda, un sido bautizado allí”. 1
papel escrito en lápiz que decía: “Este niño ha sido Se crió en sus primeros años entre otros niños
bautizado y se llama Benito Juan Martín”. de la Casa de Expósitos: “Me veo entre un batallón
Además del papel, hallaron la mitad de un pa- de niños uniformados con guardapolvos grises, entre
ñuelo cortado diagonalmente, con una flor bordada. los que se destacaban los hábitos negros y las tocas
La otra mitad del pañuelo seguramente quedó en po- blancas de las hermanas de la Caridad”.2
sesión de quien dejó al niño, pero nunca más se tuvo De esa primera etapa de su vida, lo que más re-
noticias de esa persona como para poder identificarla. cuerda es: “Esa expresión de la calle, que me atraía
Ya de adulto, Quinquela averiguaría sobre su origen. con una fuerza extraña y se presentaba a mi imagina-
Iría a la Casa de Expósitos a hablar con el Director, ción como la imagen perfecta de la libertad”.
pero no encontraría mayor información, solo esa fe-
Casa de Expósitos.
cha aproximada de su nacimiento y las características
en que fue hallado: “Agradecí las indicaciones que 1 Taladrid, Eduardo, “Una confidencia de Quinquela”. (Texto dictado
por Quinquela Martín).
me hiciera el Director, y me dirigí inmediatamente 2 Muñoz, Andrés, Vida novelesca de Quinquela Martín, 1949.
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1897
Justina y Manuel
“Mosquito” fue el apodo que obtuvo Benito me sirvió un vaso de vino, y después de la comida me
Quinquela Martín entre los obreros carboneros en convidó con el primer cigarrillo. Era señal de que el
su primera juventud. El muchacho flaco y trabaja- niño ya empezaba a ser hombre”, recuerda él mismo.
dor, voluntarioso y ágil, un día comenzó a trabajar En esa época aún no soñaba con ser artista, pero
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TIEMPOS DE LUCHA
La Boca, barrio obrero
En aquella época, La Boca era el centro obre- grudo a aquel primer triunfo de mi amigo, el doctor
rista más agitado del país, donde todos estaban agre- Palacios”.
miados y se dividían por sociedades: estibadores, Quinquela comenzó a frecuentar las socieda-
carreros, carpinteros, etc. “Existían la Sociedad de des obreras y a comprender cada vez más a sus co-
Calafates, que eran muy amigos de las fiestas y de las terráneos de La Boca, a sus compañeros carbone-
huelgas, y la Sociedad de Caldereros, la más ruidosa ros, a la gente de su barrio: “Personalmente nunca
y levantisca. Todas las sociedades convergían en una fui partidario de la violencia, como el mejor medio
federación, donde sumaban sus esfuerzos para luchar para solucionar problemas personales o con-
por el mejoramiento social”, recuerda el artista bo- flictos gremiales. Pero me gustaba vivir
quense. en aquel clima de lucha [...] La Boca
La unión de estas agrupaciones de obreros, en y yo empezábamos a entendernos.
1904, logró el triunfo del primer diputado socialista Por lo demás, aquello era lo mío y
argentino, Alfredo Palacios; y Quinquela participó no tenía más remedio que aceptar-
en la campaña electoral pegando carteles del can- lo como era”.1
didato: “Esa diputación histórica se la debió el país
al barrio de La Boca. Yo no lo voté porque todavía
1 Muñoz, Andrés, Vida novelesca
no tenía edad; pero contribuí con la escalera y el en- de Quinquela Martín, 1949.
Vista del Riachuelo sobre Pedro de Mendoza, 1906.
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SU AMIGO DEL ALMA
Juan de Dios Filiberto
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Carta que Chinchella le envía a Stagnaro desde Córdoba, donde se instala seis meses para reponerse de una enfermadad. 1912.
Quinquela, 1915. En su taller, 1917. Quinquela por Fortunato Lacámera. Fragua Nº 1, 1923. Retratos seriados de Quinquela Martín. Colección MOSE.
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LIC. SABRINA DIAZ. Curadora MBQM
Bohemia, honorable…, así se titula el capítu- Ya en 1907, con carácter divertido y a la vez
lo de uno de los 52 biblioratos del archivo personal crítico, se había fundado la primera “República” de
de Benito Quinquela Martín, libros colmados de La Boca. Burlándose de las instituciones oficiales
anécdotas, notas periodísticas, fotos y demás ma- promulgaba curiosas leyes como la expulsión de
terial acopiado y perfectamente organizado que le “extranjeros” provenientes de barrios aledaños y el
permitía a Quinquela dejar documentada y escribir impuesto a los solteros, entre otras irónicas inicia-
de algún modo, su historia y la de su barrio. tivas.
La Boca del riachuelo de principios de siglo XX El día 4 de noviembre de 1918, Quinquela in-
se caracterizó por un fuerte carácter artístico y bohe- augura su primera exposición individual en la galería
mio. Carnavales, banquetes, conciertos, exposiciones Witcomb. Tan importante acontecimiento no pasa-
y delirantes celebraciones eran parte del paisaje co- ría inadvertido para los amigos del artista quienes le
tidiano del barrio donde los artistas desafiaban con organizarían un banquete. La invitación es un fiel
ironía los órdenes establecidos. La figura de Benito reflejo de aquel entorno. El manuscrito invita a una
Quinquela Martín, junto a otros colegas pintores y cena que celebraba el éxito de su exposición, en el
músicos como Juan de Dios Filiberto, fueron claves mismo se despachaban a gusto contra el mundo de
en este contexto. los “cuerdos”:
Ceremonia de coronación de Adolfo Ollavaca, 1918.
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“En línea ecepcional (sic) hemos con-
seguido que el director del manicomio esté
en continua y directa comunicación tele-
fónica con nosotros para poder internar en Victorica, entre otros. Organizaron grandes fiestas,
desfiles e importantes labores solidarias en el barrio.
el Open Door los malintencionados que se Durante la década del 20 Quinquela llevará su
aldea al mundo, expondrá sus obras en importantes
empeñan en ser cuerdos”
ciudades como Río de Janeiro, Madrid, París, Nue-
va York, La Habana y Roma. Esto no solo le traerá
Estos acontecimientos y celebraciones de la “lo- grandes éxitos sino que, también le permitirá viven-
cura” son algunos ejemplos que reflejan aquel parti- ciar y experimentar el espíritu bohemio que se vivía
cular ambiente. en aquellas capitales.
En 1923 Quinquela refunda la República de La En 1923, en Madrid y de la mano del pintor
Boca, de carácter popular, festivo y solidario esta se- Ernesto Riccio, quien trabajaba temporariamente
gunda república ostentaba irónicas designaciones, sus junto a él en el consulado, Benito comenzará a fre-
primeras autoridades fueron: Presidente-Dictador cuentar las peñas de los cafés madrileños. “Verda-
Jose Víctor Molina, Recontraalmirante y Marqués deras instituciones”, así las describía en su biografía
de la Barquearía Benito Quinquela Martín, Llavero Andrés Muñoz. Allí conoció infinidad de artistas e
oficial para abrir la fortaleza Quinqueliana: Antonio intelectuales, quienes lo acompañaron aquel año y le
V. Liberti, Príncipe de las Tabernas Miguel Carlos facilitaron un sinfín de conexiones, incluyendo, un
30 Manuscrito de texto homenaje a Benito Chinchella, 1918. 31
encuentro con la Infanta Isabel quien visitara luego
su exposición en el Círculo de Bellas Artes de Ma-
drid.
Ya en París, donde llegaría en noviembre de
1925, frecuentará las tertulias del café de la Rotonde,
en Montparnasse. Allí se reunía una peña de ar-
tistas futuristas con quienes Quinquela entablará
contacto. Se hará pasar por uno de ellos por cu-
riosidad y para divertirse, estrechando lazos con F.
T. Marinetti a quien luego acompañará en su futura
visita por Buenos Aires.
Todo esto, sumado a las experiencias en sus pri-
meros años como artista en el barrio de La Boca y
Buenos Aires, fue configurando lo que vendría luego.
Aquella bohemia, honorable como la citaba él, co-
menzaría a “institucionalizarse”.
A su regreso de París, Quinquela encabezaría
la creación de la Agrupación de Gente de Artes y
Letras “La Peña”. Entre sus propósitos y finalidades
se encontraban: proteger y fomentar las artes y las
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letras, contribuir a la vinculación de los artistas y al Los banquetes seguirían siendo moneda co- Museo donde también tenía su vivienda. Allí dio ori-
intercambio de sus obras así como también organizar rriente para celebrar importantes acontecimientos, gen, en 1948, a la “Orden del Tornillo”. Esta cofradía,
exposiciones, conferencias y conciertos propiciando Quinquela será homenajeado en diversas ocasiones, presidida por un Quinquela ataviado con un remedo
la difusión y el enaltecimiento de la cultura y el arte. tanto al regreso de sus importantes viajes por Euro- de uniforme de almirante, distinguía a las personas
Si bien años anteriores habían existido espacios de pa como antes de emprender algún otro. dotadas de un grado de locura capaz de fructificar en
reunión más informales como la peluquería de Nun- La Peña del Tortoni funcionó hasta el año obras a favor del bien común. De nuevo, la exaltación
cio Nuciforo o el café la Cosechera, La Peña se con- 1943 reuniendo a prominentes figuras de la cultura. de la locura será centro de celebración frente al mun-
vertiría en una de las más importantes tertulias de Entre ellas se encuentran escritores como Roberto do de los “cuerdos”.
Buenos Aires. Las mismas tenían lugar en el subsue- Arlt, Jorge Luis Borges, Alfonsina Storni, Juana de Todos los miembros de la Orden debían ser
lo del Café Tortoni, espacio cedido por su dueño, el Ibarbourou, Baldomero Fernández Moreno, José cultores de la Verdad, el Bien y la Belleza. Artistas,
francés Celestino Curutchet para tal fin. Ortega y Gasset, Federico García Lorca; políticos filósofos, investigadores, científicos, cineastas y veci-
Días antes de su apertura el 24 de mayo de como Lisandro de la Torre y Marcelo Torcuato de nos notables recibían, alrededor de una gran mesa con
1926, medios gráficos dejaron documentada la gran Alvear y otras notorias figuras como Carlos Gardel. mantel de papel blanco y en una jocosa ceremonia,
expectativa generada en el ambiente artístico e in- Obviamente estarían presentes los íntimos amigos aquella particular distinción: un artístico diploma y un
telectual de Buenos Aires, incluso luego del pri- de Quinquela, los pintores Miguel Carlos Victori- tornillo, símbolo del faltante en sus cabezas de “locos
mer encuentro se solicitaba “más humor y menos ca, Luis Menghi, Pedro Tenti, entre tantos otros, así luminosos”. Todos ellos recibían la advertencia: “Este
seriedad”1. como el músico Juan de Dios Filiberto. tornillo no los volverá cuerdos, muy por el contrario,
Al disolverse, sus actividades volvieron al ba- los preservará contra la pérdida de esa locura lumi-
rrio de La Boca, precisamente al taller de Benito nosa de la que se sienten orgullosos. A continuación,
1 “El primer ‘sábado’ de La Peña fue un éxito de música y poesía”. El
telégrafo, Buenos Aires, 30 de mayo de 1926. Quinquela Martín ubicado en el tercer piso del brindaban con vino y comían fideos de colores.”
Revista El Hogar hace eco de un homenaje a Quinquela en La Peña.
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Geraldine Chaplin recibe la Orden del Tornillo para su padre, 1966.
Vista de la casa.
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CADA REGRESO
En familia
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Medalla de la República de la Boca. Colección MOSE.
1923
La República de La Boca
Benito Quinquela Martín fue nombrado Almi- darios de nuestra actuación. [...]
rante de Tierra y Mar por el presidente dictador de la En nuestra República de La Boca
República de La Boca, Víctor José Molina. echamos por la borda ese prejui-
La República no contaba con un espacio físico cio de la seriedad adulta o precoz,
donde sus integrantes pudieran reunirse a deliberar, y conseguimos crear en nuestros
por eso a veces celebraban estas reuniones en el co- dominios un ambiente propicio a
rralón, donde el presidente fabricaba y guardaba los la alegría y la espiritualidad. Or-
carros, y cuando no podían reunirse allí, lo hacían en ganizábamos comidas, recepciones
la casa de Quinquela. y fiestas de disfraces que llegaron a
De intenciones altruistas, en contra de los pre- hacerse famosas. A ellas asistían hombres serios y
juicios y la seriedad, esta República tenía como prin- circunspectos, que por unas horas se olvidaban de la
cipal objetivo fomentar la alegría, el buen humor y la seriedad y la cirscunspección para pasar unos ratos
cordialidad de los ciudadanos. “El interés material y agradables”1.
el lucro personal no tenían cabida en nuestra repúbli- La República de La Boca comenzó a cobrar
Fiesta de carnaval, 1935.
ca. Cuando ingresaba en nuestras arcas algún dinero, fama y llegó a ser visitada por un Presidente de la
por cualquier concepto que fuere, se destinaba a fines
benéficos. Pero éstos no eran más que efectos secun- 1 Muñoz, Andrés, Vida novelesca de Quinquela Martín, 1949.
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Escudo heráldico de la República de La Boca.
Nación, además de otras perso- entorchados no podían ser más elásticas, pues según
Fiesta de Carnaval en la República de La Boca. Archivo MOSE. 3 Muñoz, Andrés, Vida novelesca de Quinquela Martín, 1949.
Benito Quinquela Martín, el Sr. Kamiashi y Víctor Molina. 13 de febrero de 1933. Archivo MOSE.
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EUGENIA CINCIONI *
El Ateneo Popular de La Boca se funda a fines la actividad de los jóvenes escritores. En el ámbito de
de la década del veinte y a través de sus múltiples las artes plásticas, el Ateneo también brinda apoyo a
actividades se transforma en uno de los ejes funda- artistas noveles, al mismo tiempo que contribuye a
mentales de la vida cultural, social y política del ba- consolidar el prestigio incipiente de muchos, consti-
rrio. A partir de la iniciativa de un grupo de jóvenes tuyéndose en un centro difusor de la cultura barrial.
nucleados en torno al periódico Ideas, liderados por Figuras consagradas en el ámbito cultural porteño
el historiador y periodista Antonio Bucich, la insti- no dudan en participar de estas actividades, generan-
tución se constituye en un espacio abierto a la co- do un rico intercambio de ideas.
munidad, con el objetivo de fomentar el desarrollo Dentro de un clima de plena actividad de las
de las artes, ciencias y letras, promover la educación instituciones en el barrio de La Boca, se torna im-
y el estímulo a las jóvenes vocaciones. Se consolida prescindible destacar la actuación de Benito Quin-
el perfil del Ateneo como un espacio abierto al quela Martín en el Ateneo Popular de La Boca desde
diálogo, donde se cultivan la memoria y el de- el momento de su fundación. Fue socio, miembro de
sarrollo de la identidad nacional. La actividad la Comisión Directiva y entrañable amigo de Anto-
literaria es próspera ya que además de las publi- nio Bucich, a quien le otorgó la “Orden del Tornillo”
caciones periódicas, se editan libros y se realizan en el año 1948. Quinquela participa como expositor
concursos literarios y periodísticos estimulando en numerosos concursos de artes plásticas organiza-
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* Artista plástica, operadora cultural y crítica de arte. Presidenta del Ateneo Popular de La Boca desde 2015.
Antonio Bucich recibe la Orden del Tornillo, 1948.
ta entre los expositores; tiempo después en 1943, En el año 1936 solicitando informes sobre el Museo de Arte de La
también forma parte de la muestra colectiva “Siete el Ateneo acuña una Boca que dirige el consocio Quinquela Martín. Con
pintores boquenses” junto a José Arcidiácono, Cata medalla conmemo- tal motivo le fueron suministrados amplios y satisfac-
Mórtola de Bianchi, Marcos Tiglio y Miguel C. rativa por la inaugu- torios informes, acompañándolo luego al Museo para
Victorica, organizada por el Ateneo en la galería del ración de la Escuela- asesorarlo acerca del valor de las obras expuestas y su
Banco Municipal de Préstamos en homenaje a San- Museo “Pedro de Mendoza” además de organizar un utilidad social. Más tarde el Sr. Quinquela agradeció
tiago Stagnaro y Andrés Stoppa. Años más tarde, la homenaje al artista, durante el cual diserta Antonio esta atención del Ateneo. Según el inspector, el Ate-
“Comisión de Premio y Estímulo a la Producción Bucich, y que tiene gran repercusión en el ambiente neo habría sido elegido como institución prestigiosa
Artística e Intelectual” de los ateneístas, distingue al artístico y la prensa escrita. En diciembre de ese mis- para dar esos datos necesarios a fin de informar un
socio activo Benito Quinquela Martín por el éxito mo año un grupo de socios del Ateneo compra una proyecto de subsidio a ese Museo de Arte.” 1
dos por el Ateneo, de los que luego fue jurado. Por conseguido tras la realización de su exposición de obra del escultor Juan B. Urbani para donar al Museo Continuando con este tema, el apoyo brindado
ejemplo, en mayo de 1929 presenta el óleo titulado aguafuertes y obras pictóricas en la Galería Witcomb. de Bellas Artes de La Boca, de cuya compra también para el crecimiento del Museo es expresado también
“Carga del horno” en el “Primer Salón de Artistas de Desde el inicio, la estrecha relación y colabora- participa Quinquela. Respecto a la estrecha relación en las actas del mes de abril de 1938 donde queda
La Boca”; que veinticinco años después recordará con ción entre artista e institución es permanente y recí- entre el Ateneo y la institución fundada por el artista, asentado que:
afecto en una nota escrita en el libro de visitas de la proca. Gran parte de esta actividad queda plasmada, es significativo el hecho mencionado en una de las “[...] el Ateneo se dirigió a la Cámara de Dipu-
institución. además de otros registros, en los libros de actas del actas del año 1937 donde se informa que: tados para solicitar la pronta sanción del proyecto de
En 1940 el Ateneo realiza el “Primer Salón de Ateneo que se constituyen en una importante fuente “[...] ha visitado esta institución un inspector
Grabadores Boquenses”, donde Quinquela se cuen- de consulta. de subsidios del Ministerio de Relaciones Exteriores, 1 Ateneo Popular de La Boca. Acta n°100, 24 de noviembre 1937.
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ley: ‘El noble gesto de Quinquela Martín, decíamos la y el Ateneo Popular de La Boca, que no se basa
en nuestro petitorio del mes de julio ppdo [sic] mere- solo en relaciones interpersonales, sino también en la
ce el apoyo del Estado. Él ofreció sus bienes y su arte idea de fortalecer el crecimiento de las instituciones
y ello hizo posible que frente al Riachuelo se levantara y proyectarlas más allá de los límites barriales. El ar-
la escuela Pedro de Mendoza. Pero también puso al tista apoya y participa en la mayoría de las gestiones
servicio de tal propósito su perseverancia de idealista, que realiza el Ateneo para promover la cultura y este
con la que pudo vencer escepticismo e indiferencia’. vínculo se mantiene inalterable a través del tiempo.
Esta presentación del Ateneo mereció la siguiente En este sentido, en 1972 Quinquela es nombrado
expresión de reconocimiento del artista: ‘Quinquela Socio Honorario. Luego del fallecimiento del artista,
Martín agradece al Ateneo la noble iniciativa de apo- en 1978 el Ateneo forma una comisión especial en-
yar a los diputados […], en sus gestiones para con- cargada de la organización de una serie de homenajes
seguir un subsidio para el Museo, al mismo tiempo realizados en La Boca y en diversos lugares de la Ciu-
los conceptos tan honrosos para el que les merece tan dad de Buenos Aires.
modesta obra’.” 2
Estas actividades que mencionamos son ejem-
plos de la reciprocidad y colaboración entre Quinque-
2 Ateneo Popular de La Boca. Acta n°104, 24 de abril 1938.
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1926-1943
La Peña. Amantes de las artes y las letras
“Mi adhesión al puerto de La Boca no me im- Curutchet les cedió el espacio en su cava de
pedía frecuentar las tertulias de los cafés de la Ave- vinos y les obsequió unos preceptos —en francés—
nida de Mayo, sobre todo aquella de ‘La Cosechera’, que quedarían como lema del grupo de artistas:
que el maestro Viñes bautizó con el madrileñísimo
nombre de ‘La Peña’, que se trasladó durante una Aquí se puede conversar, decir, beber con
noche de verano a la vereda de enfrente. De ‘La Co- mesura, y dar de su “savoir faire” la medida.
sechera’ pasamos al café Tortoni”1. Pero sólo el arte y el espíritu tienen el derecho
Aunque el Tortoni tenía su clientela abundante, de sin medida manifestarse aquí.
los peñeros siempre encontraban buenos lugares para
instalarse, ya sea dentro del salón o en las mesas de la Sus integrantes, además de arreglar el piso, te-
vereda; hasta que se decidieron a hablar con el due- cho y paredes, consiguieron bancos y mesas y cons-
ño del café, “monsieur” Curutchet —un viejo francés truyeron un tablado bajo que servía de escenario.
que usaba perilla francesa y gorro turco— para soli- Sobre él colgaron un telón de terciopelo rojo que al
citarle que les habilitara un espacio propio dentro del abrirse dejaba ver un piano de cola.
Tortoni, un espacio vital para “La Peña”. “La Peña” quedó inaugurada oficialmente en
1 Muñoz, Andrés, Vida novelesca de Quinquela Martín, 1949. mayo de 1926. Para Curutchet y los del Tortoni, el
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1929
objetivo y finalidad eran “la protección y fomento de
las artes y las letras; propiciar su difusión y enalte-
cimiento con un criterio ecléctico y con propósitos
exclusivamente artísticos y culturales, organizando
exposiciones, conferencias, conciertos y demás actos
similares; contribuir a la vinculación y acercamiento
de los artistas y al intercambio de sus obras; apoyar
toda iniciativa que armonice con las finalidades de la
entidad; defender los intereses espirituales y materia-
les de los asociados, y favorecer los de los artistas en
general” 2.
Esta agrupación de gente de arte y letras provo-
có un gran impacto en todo el país, diseminando la
iniciativa. Poco tiempo pasó para que otros comenza-
ran a imitarla en varios lugares del interior.
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Años después, Félix Cisillac en un artículo de Borovsky, entre muchos otros. Todos artistas que
La Prensa, rememoraba: “El pintor Quinquela Mar- compartían su obra por amor al arte, ante un público
tín, con la visión de reunir a todos los hijos del arte, que disfrutaba gratuitamente.
desafiando miles de obstáculos y secundado por un “La Peña organizó multitud de conciertos, ex-
grupo de artistas y amigos, lograron alquilar el sóta- posiciones, conferencias, audiciones poéticas, lecturas
no del Café Tortoni; esto fue en 1926. Fundó allí la y comentarios bibliográficos, concursos para editar
inolvidable peña que marcó en esos años una huella obras de autores inéditos, homenajes a personalida-
profunda. Rendíase culto al arte en todas sus mani- des contemporáneas y a grandes figuras desapareci-
festaciones, ya en la conferencia, en el recital poético, das. Patrocinó el estreno en Buenos Aires de obras
en el concierto o exposiciones pictóricas. Toda perso- teatrales de méritos excepcionales, como “Todo un
nalidad de prestigio en el mundo de lo artístico que hombre”, de Miguel de Unamuno, y “Bodas de san-
llegaba a esta ciudad, contribuía no se por qué ley gre”, de Federico García Lorca, que se dieron a co-
secreta, a dar su producción a aquel público selecto”. nocer aquí en las veladas teatrales realizadas por ‘La
“La Peña” del Tortoni se convirtió, sin duda, Peña’ para conmemorar dos de sus primeros aniver-
en una de las tertulias más importantes de Buenos sarios. [...] La Peña superó en la realidad los sueños
Aires. Por ella pasaron grandes poetas, artistas y mú- de quienes la fundamos, con don Pedro Curutchet a
sicos, como Alfonsina Storni, Juana de Irbarborou, la cabeza de los soñadores”.3
Pirandello, Josefina Baker, Ricardo Viñes, Alejandro
3 Muñoz, Andrés, Vida novelesca de Quinquela Martín, 1949.
60 61
En el Pescadito, 1927.
Comida en homenaje a Zuretti, 1920. En el Pescadito, 1927. Benito Quinquela Martín (centro) en el Corralón de Descours y Cabud. El segundo a su derecha, Juan de Dios Filiberto.
En la Rambla de Mar del Plata, de izquierda a derecha: Arato, Riganelli,Piagio, Quinquela Martín, Loudet y Juan de Dios Filiberto. 1927. Con Alió y Sturla, 1927.
64 65
Arato, Quinquela, Riganelli, Ankerman y Filiberto en Mar del Plata, 1927.
Por la antigua Rambla “La Perla” en Mar del Plata, con la linyera al hombro transportando el armonio portatil de Filiberto, para hacer una reunión musical
gratuita junto al mar. Juntos Filiberto, Riganelli, Arato, Ortiga Ankerman y yo. 1927.
66 67
68
1930. Retrato realizado por Villar, 1935. 1950. 1960.
70 71
Victorica Álvarez Gherisoli Vento Olivari Anganuzzi Ferrini D. Filiberto O. Stagnaro Latino Maresca
Fundada la tarde del sábado 23 de marzo de Cuenta José Pugliese en su libro Páginas de His-
1940, en el estudio de Fortunato Lacámera, junto a toria de La Boca del Riachuelo que el grupo de artistas
José Luis Menghi, Pascual Ragno, Mateo Scagliarini, fundadores donó veinte pinturas para pignorar en el
Antonio Carotenuto, Carlos Porteiro, Alejandro Fre- Banco Municipal de Préstamos para reunir el dinero
cero, Arturo Maresca y José Pugliese. Fue situada en necesario para poner en condiciones la sede de la calle
la Vuelta de Rocha, en el primer piso del famoso case- Lamadrid 355 —a metros de la avenida Brown y casi
rón Cichero, en Pedro de Mendoza 2087. debajo del Puente Nicolás Avellaneda—. Enterado
A la semana ya eran 30 socios, por lo que Quinquela que habían recibido del banco $ 440, fiel a
se decidió alquilar un local como sede so- su hábito de filántropo pero sobre todo por su acen-
cial para poder cumplir con los objetivos drado espíritu de solidaridad, se hizo socio y aportó
fijados en el acta fundacional: realizar ex- otro tanto que permitió desahogar la situación de la
posiciones y brindar conferencias cultura- novel institución y así asegurar la continuidad para
co, Antonio Sassone, José Luis Menghi, Aurelio V. en el acta fundacional –voluntad solidaria de unión
Cincioni, Marino Pérsico, Manuel Espinosa, Juan de los artistas, difusión del arte en el pueblo y clases
Battle Planas, Juan Del Prete, M. Giordano La gratuitas de dibujo, pintura y artes decorativas– son
Rosa, Rafael Muñoz, Demetrio Urruchúa, Horacio “herederos de la tradición asociacionista del barrio de
Butler, Vicente Vento, Luis A. Chareun, Enrique La Boca, en cuya base se encontraban las ideologías
Policastro, Ramón Columba, Alfredo Masera, Luis obreras de la época...”
Ferrini, Rodolfo Castagna, Juan A. Ballester Peña y Con motivo de la obtención de Miguel Victori-
MIraglia Victorica
Lacámera Horacio March, entre muchísimos otros. ca del Gran Premio de Honor del Salón Nacional de
Las actividades de Impulso estuvieron pro- Bellas Artes del año 1941, Impulso le realizó el 19 de
Vento
fundamente insertadas en la vida del barrio. Al final José L. Menghi, que incitaba al brindis. Luego, a los octubre de ese año un gran y memorable homenaje
de las exposiciones, y desde sus inicios, se reunían postres se entregaba al expositor y al conferencista de popular, único en los anales del arte argentino, en el
más cortas, con una duración de tres semanas, en las
los expositores, el conferenciante, los socios y ami- sendos ‘pergaminos’ (NDR. Idea de Lacámera) que que participó todo el barrio e instituciones y artistas
que expusieron notables artistas de todas las tenden-
gos en un ágape que se servía, principalmente, en el eran dos pequeños cuadritos pegados en un amplio nacionales. Se iluminó la Plazoleta de los Suspiros en
cias, como Benito Quinquela Martín, Miguel C. Vic-
bodegón de Don Ignacio Spadavecchia, que según passepartout firmado por todos los asistentes; junto la Vuelta de Rocha y el frente del Club Social “Júpi-
torica, Raúl Russo, Emilio Pettoruti, Alfredo Lázzari,
relata José Pugliese: “Se había hecho popular en la con la orden de la ‘Pipa Marinera’, distinción de la ter”, de cuyos balcones se transmitió música popular.
Fortunato Lacámera, José D. Rosso, Raquel Forner,
barra de Fortunato Lacámera, pues, la señora de entidad, ideada por el poeta Francisco J. Póliza. Aquel Una banda de música recorrió las calles de La Boca
Emilio Centurión, Raúl Soldi, Lucio Fontana, Lino
Don Ignacio cocinaba unas albóndigas de pescado ‘pergamino’ y la condecoración señalada eran blasones invitando a la gente a unirse en la caminata hacia la
Enea Spilimbergo, Teresio Fara, Onofrio Pacenza,
que eran un poema. Allí se colocaban los diarios del de honor muy apetecidos”. puerta del estudio del artista en Pedro de Mendo-
Juan Carlos Miraglia, Vicente Forte, Cesáreo B. de
día como mantel y se esperaban los platos, cantan- María Teresa Constantín en un trabajo dedi- za 2087. A las 20.30 hs., precedidos por un coche-
Quirós, Ramón Gómez Cornet, Juan Carlos Castag-
do barcarolas y haciendo eco al grito estentóreo de cado a la institución señala que los objetivos fijados bomba de los Bomberos Voluntarios de La Boca, un
nino, Marcos Tiglio, Orlando Stagnaro, Jorge Lar-
74 75
En el marco de los festejos por la muestra número 100 de Impulso, Quinquela le entrega la Orden del Tornillo a Miguel Carlos Victorica, 1949. Fachada original de Impulso en Lamadrid 355.
Tortoni, “La Peña” se trasladó al taller de Quinque- distinción un tornillo, símbolo del faltante en sus ca-
la Martín. Este cambio hizo que se consolidara una bezas de ‘locos luminosos’. La ceremonia de entrega
nueva institución bohemia, llamada por el artista la se hacía en tertulias presididas por un Quinquela car-
“Orden del Tornillo”, que tuvo su origen en 1948. navalescamente ataviado con un remedo de uniforme
Quinquela y los cófrades del Tornillo exalta- militar, tal como nos lo presenta el retrato realizado
ban las virtudes de la “locura” frente al mundo de los por Fidel Santamaría”1.
“cuerdos”, como lo refleja su manifiesto: Esta comunidad bohemia y solidaria conocía
“Para la gente esclava de las preocupaciones e muy bien la pobreza y la vida ajena a las comodidades
intereses materiales, los hombres de espíritu viven en económicas. Por eso no es casual su protagonismo en
estado de locura. Y creen burlarse de nosotros al lla- tantas reivindicaciones laborales y sociales. El mismo
marnos locos. Los artistas hemos aceptado con buen Quinquela Martín había experimentado en su juven-
humor esa calificación de locos [...] Caímos en la tud el esforzado trabajo del puerto y la vida de los
cuenta que también podíamos burlarnos nosotros de pobres de barrio, junto a sus compañeros y su familia,
la vanidad en boga entre los cuerdos”. por eso siempre estaría muy lejos de ser indiferente a
“La cofradía distinguía a las personas dotadas la realidad que ya había sufrido en carne propia.
de un grado de locura capaz de fructificar en obras
a favor del bien común. Artistas, científicos, investi- 1 Muñoz, Andrés, Vida novelesca de Quinquela Martín, 1949.
78 79
Luis Sandrini recibió elTornillo en 1949.
Caballeros de la Orden
Mainar, Manuel - Ministro de la Bernaldo de Quirós, Cesareo - Pintor
Gobernación de la Prov. de Buenos Aires Bradley, Eduardo - Aviador
Mariani, Cora - Pintora Caesar, Juan Hugo - Ingeniero,
Marone, Gerardo - Escritor Gobernador de la Provincia de Santa Fé
Martorell, José - Pintor Capurro, Roberto - Escultor
Mertens, Federico - Escritor Chavez, Carlos - Compositor
Battaglia, Guillermo - Actor Muiño, Enrique - Actor Chiesino, Bartolomé U. - Impresor
1948 Bonilla - Arqueólogo mexicano Muñoz, Andrés - Escritor Diaz, Patrocinio - Cantante
Amadori, Luis César - Director de cine Novoa, Germán - Pintor mexicano Fels, Teodoro - Aviador
Caillet-Bois, Horacio - Director del Museo
Bucich, Antonio J. - Escritor Ochoa, Arturo - Arquitecto Flora, Francisco - Filósofo
de Bellas Artes de Santa Fé
Burgas Freitas Pérez, Arturo - Escritor Palma, Athos - Músico y Compositor Flores Aguirre, Jesús - Poeta y Secretario
Cohen, Benjamín - Sec. Naciones Unidas
Casagrande, Adolfo - Poeta Palthey - Dr. de las Naciones Unidas Embajada México
Corvalán, Stella - Poetisa chilena
Cid, José - Escritor cubano Perlotti, Luis - Escultor Gallino Rivero, Julio - Locutor de Radio
Cozzolino, Santiago - Orfebre
Estrella Gutiérrez, Fermín - Poeta Porchia, Antonio - Escritor González Moreno, José A. - Emb. Paraguay
Descotte, Mario - Poeta
Gambino, Pascual - Pintor chileno Prilutzky Farny, Julia - Escritora Guerino, Yolanda - Escritora
Dumas, Vito - Navegante solitario
Ginastera, Alberto - Músico y Compositor Rosa de, Angel María - Escultor norteamericana Vergotini, Luis C. - Escultor Esteves, Clara - Cantante
España de, José - Escritor
Passianoff de, Emilia J. Rossi Magliano - Escultor uruguayo Isella Rusell, Dora - Poetisa uruguaya Verzura, Oscar B. - Capitán de Fragata Franco, Rodolfo - Pintor
Foppa, Tito Livio - Escritor
Karalis, Andreas - Pianista griego Samperio, José María - Escritor Ivanisevich, Oscar - Prof. Dr. Cirujano Zamacois, Eduardo - Escritor Gómez Bas, Joaquín - Poeta
Freire, José María - Ministro de Trabajo
Mariani, Hugo - Dir. Orquesta Costa Rica Sandrini, Luis - Actor Loudet, Enrique - Escritor y Diplomático Zuloaga, Angel M. González Carballo, José - Poeta
García Hernández, Manuel - Escritor
Martí de Cid, Dolores - Escritora cubana Santo Veña, E. - Historiador cubano Martínez Estrada, Ezequiel - Poeta Gramajo Gutiérrez, Alfredo - Pintor
Gerino, José A. - Director Espiritual del
Moreno, Zully - Actriz
Teatro “Liceo” Sofía, Pedro - Compositor y Músico Masferrer, Carmen - Pianista 1951 Grosso, Juan Bautista - Poeta
Pacheco Huergo, Maruja - Escritora Vacarezza, Alberto - Comediógrafo Medrano, Luis J. - Pintor Arata, Luis - Actor Insusi, Alejandro de - Poeta
Giuliano, Alfredo - Dr. Cirujano
Petinatto, Roberto - Dir. Penitenciaría Valmaggia, Juan - Periodista Obligado, Pedro Miguel - Poeta Arismendi, Elena - Cantante Korimblun, Carlos J. - Capitán
González Castro, Augusto - Poeta
Nacional Vazquez Málaga, Araceli - Pintora Olivari, Marcelo - Poeta Bazán de Cámara, Rosa - Escritora Marga, Iris - Actriz
González Moreno, A. - Pintor
Pittigrilli - Escritor italiano Victorica, Miguel Carlos - Pintor Ortiz Tirado, Alfonso - Cantante mexicano Beltrán Nuñez, Rosario - Escritora Martínez, Rosendo - Dir. Galería Witcomb
Granata, María - Poetisa
Romay, Francisco L. - Historiador Vignart, Uberto - Presidente del Jockey Pérez Pieroni, Tilde - Poetisa Benavento, Gaspar - Poeta Membrives, Lola - Actriz
Guastavino, Carlos - Músico y Compositor
Somosa - Escultor español Club de la Plata Panizza, Hector - Compositor y Director de Blomberg, Hector P. - Poeta Pagano, José León - Escritor
Helguera, Haydeé - Pianista
Valero, María Edilia - Escritora venezolana Zerpa, Domingo - Poeta Orquesta Bugliot, José A. - Escritor Pelele - Caricaturista
Lacámera, Fortunato - Pintor
Vergara Donoso, Germán - Emb. de Chile Zogbé, Bibi - Pintora Rodríguez, A - Escritor Canaro, Francisco - Compositor Pina Shaw, Hilda - Escritora
Lanari, Alfredo - Dr. Radiólogo
Landívar, Adolfo - Dr. Cirujano Zoiza Reilly, Juan José de - Escritor Rodríguez, J. Lucio - Poeta, (Ceramista) Carnaida, Enrique - Poeta Póliza, Francisco J. - Poeta
1949 Lanuza, José Luis - Escritor Ideó la Orden del Tornillo Castiñeira de Dios, Juan M. - Poeta Ponferrada, Juan O. - Poeta
Alvarez, Luis María - Escritor
Larrañaga de, Enrique - Pintor 1950 Ruiz Diaz, Hector - Pianista y Compositor Collina, Arnaldo - Pintor Rega Molina, Horacio - Poeta Recita
Areiza, José María - Emb. de España, Conde Amador, Fernan Felix de - Poeta Sirio, Alejandro - Ilustrador Cossio, Pedro - Dr. Cardiólogo Regoli Zambano, Dario - Abogado
López Buchardo de, Brígida - Cantante
de Motrico Avilés, Adolfo R. - Músico Tenti, Pedro - Escultor De Carolis, Victorino - Poeta Roberti, Lidia - Recitadora
82 83
Caeser, Gobernador de Santa Fe, 1960. Aníbal Cárrega, propulsor de Caminito, 1970.
Bustillo, Alejandro - Arquitecto
Gracia Lange, Castor E. - Pintor
1969
Bullrich, Silvina - Escritora
Larroca, Ramón - Dr. - Intendente de
Jarry, Gastón - Pintor
Concordia
Vega de la, Milagros - Actriz
Magnani, Guiffrido - Crítico de Arte de
Pergamino
Napolitano, Emilio - Violinista Teatro Colón
1970
Barón Reneé - Dr. - Benefactor
Prez Carreras, Oscar - Periodista y locutor
Cárrega, Aníbal - Propulsor del Pasaje
Rienda, Julia - Coleccionista Mar del Plata
Caminito
Tessone, Juan - Dr. - Director de Cerenil
Crespo Montes, Raúl M. - Dr. - Ex-
Venini, Enrique - Periodista de Pergamino
Presidente Consejo Nacional de Educación
La Prensa, 3 de marzo de 1970. Períodico Rumbos, 1970. La Razón, 1 de marzo de 1970. La Ciudad, Avellaneda. 1970.
88 89
Sus últimos años
Su cuarto. 1968. 1970. Junto a su esposa Alejandrina Marta Cerruti, con quien contrajo matrimonio en 1974.
90 91
28 de enero de 1977
Inmortalidad
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A Quinquela Mart ín
Tus manos pintoras, soñaron paisajes
Y la blanca tela fue un rayo de luz.
Vas a la ribera, bajo el sol temprano
Con atardeceres de color azul.
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W W W. R U M B O S U R . O R G
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Fortalecer la idea de barrio, recuperando desde la historia y el testimonio de los vecinos, el sentido de pertenencia que hace único La vida del gran artista y lider social que transformó su barrio para siempre. La Boca en un
BARRIOS Y VECINOS MUNDO QUINQUELA
a cada barrio porteño.Identidad y valores desde donde construir una mejor convivencia y propuestas de futuro. tiempo grandes artistas proletarios de la época. Ilustrado a partir de su vasto archivo personal.
BARRACAS LA BOCA SAAVEDRA SAN TELMO VILLA CRESPO EL HIJO DILECTO EL CARBONERO PINTOR SOÑAR LA BOCA DE ARTE Y LOCURA
ARMENIOS IRLANDESES GENTE DE TEATRO SEMILLERO MURGUERO GUIA DE SERES BOMBEROS DE LA BOCA
FANTÁSTICOS PORTEÑOS
Los textos manuscritos son anotaciones
Dirección de proyecto
de Benito Quinquela Martín,
Pablo José Rey tomadas de los biblioratos de su archivo personal.
Equipo de trabajo
Agradecimientos
Raquel Cané
Carlos Iglesias
Juan Manuel Lacalle
María Lucesole
Francisca Rey Cané
Fundación Benito Quinquela Martín, Colección MOSE,
Magdalena Siedlecki
Colaboradores Agrupación de Gente de Arte y Letras Impulso,
Cecilia Olza, Nicolás Purdía, Ateneo Popular de La Boca, Museo del Dibujo y la Ilustración.
Mariano Simone y otros. A Víctor Fernández, Sabrina Díaz Potenza, Walter Caporicci Miraglia,
Fotografía
Yamila Valeiras, Miguel Ángel Muñoz, Graciela Silvestri,
Archivo Museo Benito Quinquela Martín Gustavo López y Verónica Aftalión.
Archivo General de la Nación (AGN)
Agrupación de Gente de Arte y Letras Impulso Este trabajo se hizo posible gracias al vasto archivo del
Ateneo Popular de La Boca
Museo de Bellas Artes de La Boca
Colección MOSE
Colección MUDI de Artistas Argentinos Benito Quinquela Martín
y su tenaz vocación por compartir el legado de su fundador.
ISBN 978-987-4474-08-7