Linaje Genealogico de Algunas Ramas de Santo

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Linaje Genealógico de algunas ramas de Santo

Hecho un análisis a las distintas formas básicas de ciertos ritos hay que reconocer un gran
número de Iwóros que justifican su forma de practicar la religión con la expresión oral “Por
mi casa de Santo es así”. ¿Falta de homogeneidad litúrgica con su rama de santo? La raíz
original de la Regla de Osha es Matancera con sus rituales africanos y más tarde llega a La
Habana y Santiago de Cuba. Ahora hay conflicto entre lo africano y lo afrocubano porque
con el tiempo se han dado muchas modificaciones y la interpretación del Oddún: “Okana
Iroso” dice: “al país que fueres hacéis lo que vieres”, muchas cosas han cambiado de
acuerdo a la conveniencia del mayor, pero los “Obbaces” son los responsables y deben
preservar los “Tratados” de cada ceremonia.
Publicamos esta lista muy resumida de las pioneras en Cuba, hay muchas personas que
merecen un lugar aquí y especialmente en la memoria de generaciones por venir:
Lorenzo Samá “Obbadimeyi” y Timotea Albear “Ajayi Lewú Latuán” a principios del siglo
XX en el poblado de Regla unificaron los diferentes cultos yorubas en un solo Cuerpo
Litúrgico denominado “REGLA DE OSHA”.
Muchos otros Iwóros con jerarquía de Oriathé continuaron: Genaro Gómez (Ochún Gumí)
José Roche (Ochún Kayoddé) Fernando Cantero (Changó Larí) Guillermina Castell (Ochún
Laibó) Josefina Aguirre (Ochún Guere) Carmen Miró (Egüín Bi).
Las Ramas pioneras fueran “La EFUSHÉ” y “LA PIMIENTA”, después hay las llamadas
subramas: Las Tortilleras (Adoradores de Inle y Agbata), los Ewin Yimí, Los Culos Verdes
también denominada Aigoró, Los Trapitos, Los Chales y Pamelas, Los Montones y
Corales, Los Agbita, Los Ainá Yogbos, Los Efushé Atikeké, Los Efushé Warikondo, Los
Aigoró, Los Abogados (pagaban un derecho por no llevar el Chal).
*Ña Rosalía Gramosa “Efuché Warikondó”, fundadora de la rama Egbado (Matanzas).
Conocida como la “Reformadora de la Religión”
1.-Introduce la ceremonia “Adoshú Osha” que es la entrega de diversas deidades en la
ceremonia de iniciación.
2.-También es la que inicia la práctica de tirar el Dilogún dos veces para obtener el “odun
compuesto”.
3.-Se le acredita el origen del ritual “Pinaldo” que se realizó por primera vez a Octavio
Samar Rodríguez “Obadimeyi”.
4.- Respetuosa de las potestades de los Babalawos siempre el “Osún” tiene su carga por
Orúnmila.
*Ña Margarita Armenteros, fundador de la rama Ainá Yogbo
1.-En esta se entrega OYA al Iyawó hijo de Yemaya en la noche del río.
2.-Cuando se corona un Iyawó hijo de OYA, el Orisha Yemaya come carnero, pero Shango
come tres (3) akuko y así va a Itá, porque Shango come Carnero a los tres meses, en el
Ebbó Meta.
3.-En esta rama no raspan la cabeza, se hace corona.
4.-No van al Río
5.-La iniciación de un Ochún u Obbatalá sientan al Iyawó en silla.

*Susana Cantero “Omí Toké” de la subrama “Coral” descendiente de la rama Efushé. Se


relacionaba con senadores, gente de posición y con mulatas de la “vida alegre” que le
gustaban las prendas costosas y los corales.
*Fermina Gómez “Osha bí”, dahomeyana llegó a Matanzas Cuba en compañía de su madre,
como esclava, recibió el Orisha de cabecera Yemaya y a Eleggua, ahijada de Ma
Monserrate González “Apóto”. Recibió de “Obatero” sacerdote de origen Ebagdó el secreto
de Olokum, entregó los primeros fundamentos de ORISHAOKO y OLOKUM de santero.
Su Olokum está en 104 de Salamanca (Matanzas). Consagró su último ahijado a la edad de
86 años y falleció con más de cien (100) años.
En 1944 da comienzo a la tradición de dar de comer en Cuba a Olokun en alta mar.
*Aurora Lamar “Obbá Tolá”. Tenía hecho Shango con Oro a Aggayú, viajaba con sus
Santos metidos en bolsas de tela a lo largo y ancho de la isla con su grupo de Oloshas,
Oriathé y los Omó Aña con sus tambores de Fundamento. En esta línea los hijos de Changó
hacen Ochún y viceversa, dependiendo del signo de Itá de cada quién.
Nacida en Sabanilla-Matanzas el 13 de febrero de 1900, se inicia en la ciudad de La
Habana en 1928. Fallecida el 19 de septiembre de 1965.
Su Padrino fue José Urquiola “Eshu Bí” descendiente de la sub-rama Aigoró (rama La
Pimienta), en su tiempo siguió la tradición de “Los Trapitos”, respetando la costumbre de
los antiguos, en la parada del santo NO se pone el fundamento solamente los caracoles.
En la rama de la pimienta se utiliza la misma en el ituto.
También en la rama de la pimienta hay la tradición de dar “Cerdo” a Olokun en un bote
“fondeado” en el mar.
*Ño Blas Cárdenas “Obbá Nkolé” fue el último Capataz del Kabildo Lukumi “La Merced”
fundado en 1816 y en conjunto con el Sr. Mauricio en el año 1850 construyeron y fundaron
el primer juego de tambores Batá en Matanzas.
Las mujeres eran quien gobernaban los cabildos y eran las “Ayabbá Oriathé” hasta 1935:
Teresita Ariosa “Oshún Funké”, Guillermina Castel, Timotea Albear “Ajayi Lewú”
conocida por Latuán
Domingo Alberto Díaz Gómez “Shango Miguá” (fallecido en 1980) Religioso nacido en
Cuba y residente en Puerto Rico, con Santo coronado en New York, ahijado de Mercedes
Nobles y Carlos Arguelles, el Oriathé fue Orestes Blanco “Ochún Ewé”, el primero en
hacer un santo en Venezuela (19 de diciembre de 1970), el santo fue de “Iroso” con ética,
misticismo y amor a la Osha.
Si en tu familia religiosa se conserva alguna tradición específica sobre algún santo (Osha) o
costumbre como consecuencia de las diferentes naciones a las que pertenecían nuestros
ancestros africanos, por ejemplo los ritos de Agayú, Inle, Obá, Yewá, Asowano, Oduduwa
y Olokun, presentación del Iyawó al tambor Batá, entre otras, debes tratar de pasar estas
costumbres de la forma más auténtica posible y haciendo referencia a la procedencia étnica
que en los diferentes casos podrían ser de origen Iketu, Yegbu, Ewado, Mina Popó, Iyesa
Modo, Ara Itakua, Oyó entre otros muchos. En Cuba se han podido diferenciar
denominaciones étnicas distintas. De ahí lo específico en los detalles de cada Ilé-Osha.
Reglas de Ocha/Ifá: La Razón de Nuestra Gran Pelea Tumultuaria
La Regla Ocha/Ifá, conocida también como Regla Lucumí es aquella donde Olorishas y
Babalawos trabajan en conjunto. El Babalawo es considerado el Mayor de la Casa (Ilé) y se
rige por los procedimientos y liturgias que están avaladas por los Signos (Odus) de Ifá. En
nuestra religión no existen templos, no por lo menos como conoces las Iglesias. El Signo
(Odu) de Ifá Ogbe Iroso, prohíbe la institucionalización de Ifá en templos y sociedades y no
admite nada parecido a un culto, altar o medio de congregación, para que a través de la
adoración, se cree un medio de recaudación económica que le permita subsistir, ya que
invariablemente Echu formará la discordia. Tampoco tienes que pagar diezmos, ni nada
parecido, solo las obras o trabajos y ceremonias que se te hagan.
Por esto es que verás que existen “Casas” de Santo (Ilé Ocha), ya que cada Babalawo en
este caso El Mayor, mantiene una Casa que puede tener otros Babalawos menores que él.
Su posición como mayor de la “Casa” (Ilé), es en edad de consagración y no de edad
cronológica y por lo general tiene la Deidad llamada Olofin, que es con la cual ha
consagrado a sus ahijados Babalawos. También puede tener Olorishas que trabajen en la
misma, incluyendo a su esposa. El o la Olorisha Mayor de la Casa (Ilé), es el/la que se
encarga de todo lo relacionado con Ocha (Santo), lavado de collares de Santo, Diloggun
(Caracoles de Ocha), atender los Orishas, enseñar a los ahijados las cuestiones relacionadas
con Ocha y las ceremonias que sean competencia de ellos.
Las metodologías litúrgicas de estas “Casas” pueden variar en orden y van de acuerdo a las
tradiciones y costumbres de las “Ramas”. Por ejemplo, hay “Casas” donde el iniciado
recibe primero por parte del Babalawo, Guerreros, Mano de Orula (Awofakan en el
Hombre, Ikofá en la Mujer) y se le determina Ángel de la Guarda (Orisha Alagbatori), para
dejar de último la entrega de Collares (Elekes) de Ocha por parte del Olorisha Mayor de la
Casa (Ilé). En otras verás que se pueden recibir primero los collares y luego Guerreros,
Mano de Orula (Awofakan en el Hombre, Ikofá en la Mujer) y se le determina Ángel de la
Guarda (Orisha Alagbatori). De hecho, en muchas Casas (Ilé) también es permisible
determinar el Ángel de la Guarda (Orisha Alagbatori) de la persona y no importa mucho el
orden en que se reciban los primeros atributos. Son tradiciones, no hay nada escrito en
ellas, lo que sí es importante es que al Neófito (Aleyo) se le hayan hecho todas las
ceremonias mencionadas, antes de ser consagrado en Santo (Ocha).
Como te he dicho, no te preocupes mucho por la terminología que estás leyendo, me
encargaré de ponértela a todo lo largo del libro, cosa que cuando termines de leer, te sabrás
de memoria todas ellas. Es más, en su momento, hasta te cansarás de leerla tanto, pero no
negarás que las aprendiste. En otras palabras, voy a martillarte estos nombres hasta que
sueñes con ellos, pero eso no es todo, al final te pondré un Glosario, para que tengas que
verlas de nuevo. Voy a convertirme en tu peor pesadilla… y si crees que te vas a salvar de
las tareas… te equivocaste… te pondré a investigar tantas cosas, que sudarás santería por
cada uno de tus poros.
Las “Ramas”, determinan el abolengo religioso de la persona, o sea, quienes son sus
ancestros religiosos, todos los cuales se mencionan en su Rezo Heredado de invocación y
que se llama Moyugba (Ijugba), con el cual se pide la bendición de Dios, Orishas, Eggun,
Padre, madre, padrino, madrina, etc. Hay “Ramas” de Ocha y “Ramas” de Ifá, pero nos
limitaremos a ver tan solo parte de las ramas de Ocha.
Ahora bien, la pelea de la que te hablaré a lo largo de este libro, se debe a que dentro de
nuestras tradiciones, se sabe que históricamente la expansión y conservación del culto por
la parte Lucumí, se debió básicamente a tres mujeres, que con su conocimiento y
dedicación, hicieron gran parte de lo que conocemos hoy en día como nuestra religión, pero
en términos Lucumí. De estas tres Mujeres, dos eran aliadas y una era considerada enemiga
y se fue “Exiliada” a lo que es la provincia de Matanzas en Cuba. Estas tres grandes
Iyalochas protagonizaron lo que se conoció como: La División de La Habana, uno de los
Cismas Religiosos más grandes que se conocen en nuestra tradición.

Estas Iyalochas fueron Doña Timotea Albear, Ajayí Lewú, pero mejor conocida como
Latuán, quien se cree que era natural de Oyó, Ma Monserrate ‘‘Apóto’’ González (Obá
Tero) y Ña Rosalía Abreu (Efunshé Warikondó), de las cuales se dice que eran de la región
de Egbado de las tierras africanas. Estas tres mujeres fueron altamente estimadas y
respetadas por su posición dentro de la jerarquía religiosa y por el conocimiento que
poseyeron. Según el investigador Miguel W. Ramos, de las tres, solamente Latuán tiene
descendientes de sangre vivos e identificables.
Este cisma religioso es un poco largo de contar, pero te voy a remitir al excelente estudio de
este evento llamado: La División de la Habana: Conflicto Territorial y Hegemonía Cultural
en los seguidores de la Religión Lukumi de Oyó 1850s–1920s de Miguel W. Ramos. Sin
embargo, el resumen del asunto es que La Habana era un pueblo muy pequeño para Latuán
y Oba Tero y esta guerra por criterios religiosos entre las dos Iyalochas, originó una
división que terminó con el “exilio” de Oba Tero a Matanzas. En la Habana se quedaron
Latuán y Efunshé. Claro que para los tiempos de Latuán, Efunshé y Obatero, existían otras
prestigiosas Iyalochas, como Doña Teresita Ariosa Eni Ochún y Doña Guillermina Castell
y prestigiosos Olorishas como lo fueron Don José Roche y Don Fernando Cantero. Para
que estés claro, Ña Rosalía Abreú Efunshé, fue la que introdujo en la isla, la consagración
de otros Orishas, junto con el Ángel tutelar de la persona (Elegguá, Obbatalá, Yemayá,
Ochún y Changó), ya que antes de su llegada, se hacía Santo de otra forma que llamábamos
Pata y Cabeza, que luego te explicaré.
De esta forma, en Cuba se comienzan a expandir las Ramas genealógicas, las cuales no se
refieren directamente a las instituciones “oficiales” de organización y que en la antigüedad
eran llamadas “Cabildos”. Las Ramas se refieren de forma directa o indirecta, a los
fundadores de la misma, a menudo usando nombres africanos, signos sagrados,
sobrenombres, topónimos locales, nombres étnicos o por alusiones a eventos
idiosincráticos. Muchos nombres te parecerán graciosos, pero así se llaman y no es mucho
lo que se pueda hacer para cambiarlos. Lo cierto es que cuando rezamos, mencionamos a
todos los ancestros de nuestra rama e independientemente del nombre de su rama, cada
religioso se siente orgulloso de ella. Ahora agárrate bien, porque vas a entrar al gran enredo
de las Ramas y que son la causa de nuestro maravilloso mundo de peleas que no acabará
nunca, ya que no importan las evidencias históricas, solo importan los Status Quo. Te
advierto otra cosa: Este capítulo es Largo y Aburrido, pero no te lo puedes saltar.
Una rama que parece haber desaparecido o se fundió en otras casas era la que la
investigadora Doña Lydia Cabrera en su libro El Monte, nos enseña que era conocida como
Las Tortilleras y todos los 24 de Octubre, se reunían a darle tributo a Inle y Abbatá. Al
parecer en aquella época, por lo mal visto que era la homosexualidad, esta se mantenía más
como una sociedad secreta y al parecer desapareció, así que solo te doy la información para
tu conocimiento general,
Bien, por lo general se citan diecisiete nombres de Ramas Principales: Ma Monserrat,
Ferminita, Los Ibeyi, Efunshé, Ainá, Ña Margarita Armenteros, San José Ochenta, Igoró,
Apoto, Culo Verde, José Pata de Palo, Aurora Lamar, Pimienta, Trapito, Obadimeyi,
Palmira y Aratakuá. Otras Ramas son Monserrate Asiñabi y Tía Julia Samá Abonse,
también conocida como San Lorenzo de Samá. Adewá y Atikeke.
Cuando se hacen los análisis de traslapes entre ramas y solo basándose en los nombres de
los fundadores, vemos que el investigador Michael Mason los pudo trazar de la siguiente
forma: Efunshe (Ña Rosalía Abreu), Ainá (Doña Margarita Armenteros), Igoró (Doña
Caridad Argudín), Apotó (Doña Belén González), Ma Monserrate González (Oba Tero),
Francisca Entensa (Palmira), Obadimeyi (Octavio Samá), José “Pata de Palo” Urquiola
(Culos Verdes), Los Jimaguas del Palenque (Gumersindo y Perfecto), Monserrate, Asiñabi
y Tia Julia Samá Abonsé. Estos y sus ahijados, fueron los responsables de fundar y hacer
avanzar los principales linajes de Ocha en Cuba, que a la sazón se ha convertido en una
intrincada red de traslapes, fusiones, imposibles y en casos extremos, excusas para darse
prestigio y hasta para estafar ¿Crees que exagero?
Pues, por ejemplo, en Estados Unidos un Olorisha que es “Fundador” de (mírate este
nombre) “El Movimiento de Yorubas Negro Americanos” (a lo mejor pensó que se trataba
de los Panteras Negras), dice que es cuarta generación de ancestros Oyó y según cuenta su
linaje, dice que Obadimeyi consagró a Ferminita Gómez, Ferminita Gómez consagró a
Christopher Oliana y Christopher Oliana lo consagró a él. Realmente no sabemos en qué lo
consagraron, pero no fue en una tradición afrocubana. Para que tengas una idea del tamaño
de semejante exabrupto y porque tu rama es importante, Ferminita Gómez fue consagrada
en EGBADO y no en Oyó y encima la consagró OBA TERO, quien también era EGBADÓ.
Por su parte, a Obadimeyi lo consagraron las peores enemigas de Oba Tero: Latuán que sí
era Oyó y Efunshé, que era EGBADÓ. Doña Ferminita Gómez, JAMÁS tuvo nada que ver
con Obadimeyi, ya que eran dos polos totalmente opuestos, ni mucho menos era Oyó. De
hecho, Octavio Samá Obadimeyi, solo hizo Ori Atés hombres y de esta forma despojó del
cargo a lo que tradicionalmente hacían las mujeres, tal como lo muestra la historia.
Con semejante barbaridad, obviamente tenemos un abanico de opciones: 1) Christopher
Oliana no tenía idea de su linaje y ese fue el que se inventó; 2) Al “Fundador” le dieron ese
extraño linaje y así lo tiene aprendido; 3) El “Fundador” no tenía idea de su linaje y se lo
inventó en el aire para hacerse el bárbaro; 4) Saben su linaje, pero se inventaron ese para
darse prestigio, 5) Estafaron a Christopher Oliana; 6) Christopher Oliana se hace el
“Consagrado” sin serlo y 7) Al “Fundador” no lo consagró nadie, pero los muertos no
hablan. Es por ello que ves, porque es importante que en tu rezo de Invocación (Moyugba),
debas mencionar el nombre de tus ancestros, ya que con esto se puede tener una idea
bastante clara de si eres o no, un auténtico Santero.
Bueno… mejor seguimos. Hoy en día, muchas de estas ramas son redundantes o se
traslapan en un momento dado, ya sea viendo la genealogía o la práctica. Unas simplemente
colapsan dentro de otras. Claro que esto causa algunas de las tan legendarias peleas entre
los religiosos, pero trataremos de mantenernos al margen y apegados a lo que estrictamente
dicen las historias orales de nuestros viejos y diversos trabajos de campo.
Todas las ramas existentes en Cuba, partieron de lo que eran sociedades de ayuda que
fundaban los negros libertos, los cuales se llamaban Cabildos. Dentro de los que competen
a nuestra regla, los más prestigiosos se ramificaron al cierre de estos cabildos en 1888. El
más renombrado de su época fue el Cabildo Changó Tedun.
La mayoría de los Cabildos fueron fundados por mujeres que mandaban o compartían su
mandato con sus esposos Babalawos. Muchos etnólogos, incluida la prestigiosa estudiosa
Doña Natalia Bolívar Aróstegui, consideran que el Cabildo San José 80, era la continuación
del famoso Cabildo Changó Tedun fundado para los 1820’s. De cualquier manera, este
cabildo fue probablemente el más influyente en La Habana y posiblemente de Cuba.
El Cabildo Africano Lucumí Sociedad Santa Bárbara fue otro de los derivados del Changó
Tedun. Conectados a importantes Cabildos como Cabildo Yemayá de Regla de
Adeshina/Pepa Echu Bi y La Sociedad de Protección Mutua Santa Rita de Casia y San
Lázaro de Don Silvestre Erice, conocido como Cabildo de Papa Silvestre. Las Panderetas
Lucumí, fueron inventadas en este cabildo por Don Fernando Guerra, mano derecha y
sucesor de Don Silvestre Erice (Fernando Ortiz).
Este cabildo también está vinculado a las principales casas de Ifá: Don Tata Gaitán, Don
Esteban Quiñones, Don Bonifacio Valdés, Don Pedro Pérez y Don Bernabé Menocal. Este
fue un cabildo muy influyente y esto se debía a la presencia de doña Timotea Albear
LATUAN, de quien siempre se ha sospechado que estuvo casada con Bernabé Menocal. De
este mismo se desprendieron varias Ramas y Cabildos de gran importancia, tales como las
Casas de Doña Belén González (Apoto), Doña Caridad Argudín, Doña Margarita
Armenteros (Ainá) y todo apunta a que también los Jimaguas del Palenque, Don
Gumercindo y Don Perfecto.
El Cabildo Africano Lucumí San José 80, fue fundado por Doña Margarita Armenteros,
hija de Oyá (Aina) y el nombre del cabildo se debía a su dirección física en la Habana.
Algunos dicen que este es el tronco de donde Los Yimis, La Pimienta, Los Culos Verdes y
los Trapitos, originan. Doña Margarita, así como su ahijada Doña Tiburcia Sotolongo
(Ochún Miguá) y aun las ahijadas de Doña Tiburcia, Doña Hortencia “Chenchita” Ferrer
(Ochún Guere) y Margot Fundora Sotolongo (Ochún Letí) son veneradas en todo el Barrio
Príncipe de La Habana. De estos cabildos se desprendieron las más importantes Ramas
religiosas de La Habana.

Rama Los Jimaguas del Palenque


Perfecto y Gumersindo, quienes según la investigadora Doña Lydia Cabrera eran ricos y
gobernaban un “Barrio Africano” creado en 1880 en Marianao, llamado El Palenque, que
literalmente significaba comunidad de negros cimarrones y donde sus residentes eran todos
ahijados de los famosos Jimaguas. De este tronco se desprende la Rama Malaké La Chica y
en esta José “Pata de Palo” Urquiola (Echu Bi), (Creador de la rama llamada Culos
Verdes), también fungía como Ori Ate. Los Jimaguas del Palenque pudo desprenderse del
Cabildo Changó Tedun, cuando las leyes los prohibieron en 1888 y pudieron abrirse
nuevamente en la era republicana en 1900. A esta rama se le atribuye el haber mantenido el
culto de sus dos principales deidades: Baloggué Oggún y Orisha Oko.

Rama Aigoró
Doña Caridad Argudín - Omó Oshosi - fundó la subrama Aigoro o Igoró, y le "coronó
santo" a Doña Belén González - Ochún Alaigbó -. En los documentos del Cabildo Africano
Lucumí podemos ver que Doña Caridad Argudín (Aigoró) era la cabeza del Cabildo y Doña
Belén González (Apoto), era la segunda al mando. Doña Belén le hizo "santo" a Doña
Luisa La China - Ochún Miwá – quien luego se convirtió en la madrina de Don José “Pata
de Palo” Urquiola Eshú Bi. Don José, posteriormente, inició a Doña Aurora Lamar - Obbá
Tolá - a la que le decían "La China de Maximiliano", porque tenía tatuado su nombre en el
muslo.

Rama Los Apotó


No se sabe con certeza si Doña Belén González (Apoto) era hija de Ochún o de Yemayá,
pero la gran mayoría piensa que era hija de Ochún, ya que muchos aducen que se llamaba
Ochún Laibó u Ochún Alaigbó y se sabe que pertenecía al Cabildo Africano Lucumí. A su
vez, Doña Belén González consagró a Luisa la China - Ochún Miwá – quien luego
consagró Don José “Pata de Palo” Urquiola, cuya subrama fue conocida como Los Culos
Verdes. Don José “Pata de Palo” Urquiola, consagró a Doña Aurora Lamar, una de las
Iyalochas más prolíferas y dejó varias ramas que llegaron a extenderse hasta Santiago de
Cuba.

Los Culos Verdes


Los Culos Verdes, según William Mudro, viene a sustituir lo que antes se conocía como la
rama de Don José “Pata de Palo” Urquiola (Echu Bi), quien nació en Matanzas, Cuba y
emigró a La Habana a finales del siglo XVIII. A Don José “Pata de Palo” Urquiola (Echu
Bi), se le consideraba un guajiro, o simplemente un jibarito, alguien de tierra adentro y por
ello, se asociaba al campo y su verdor, y a los guajiros se les llamaba Culo Verde, lo cual
generó el nombre de la Rama. Esta es mi rama dicho sea de paso. Como ya se dijo, Don
José “Pata de Palo” Urquiola (Echu Bi), consagró a Doña Aurora Lamar Obbá Tolá
consagrada en Changó con Oró Aggayú (1), quien funda la subrama La Pimienta y la Rama
Malaké La Grande fundada por Don Fernando Cantero.

Rama Malaké La Grande


Fundada por Don Fernando Cantero - Changó Larí -, era ahijado de José Urquiola Eshu Bí
y de esta rama también surge María Towá cuyos ahijados eran de temperamento "algo
picante"). Las subramas de Malaké La Grande y Malaké La Chica, se desarrollaron en el
barrio de Jesús María, en La Habana Vieja.

Rama de Apolinar “Polo” González Ochún Weyé


Don Polo, era ahijado de Don José “Pata de Palo” Urquiola y tal como Don José, también
era originario de Matanzas y por consiguiente, también se le llamaba Culo Verde, por lo
cual se le considera como el seguidor de dicha rama.

Rama La Pimienta
Fue fundada por Doña Aurora Lamar (Obbá Tolá), o por lo menos así se ve y esta Rama se
desprende de Don José “Pata de Palo” Urquiola, Culos Verdes. El nombre La Pimienta, se
debía a que Doña Aurora Lamar, natal de Sabanillas, provincia de Matanzas, vivía en una
casona en el Barrio Ataré. Ataré significa Pimienta Guinea en Yoruba y de allí que se le
quedara el nombre de La Pimienta. De esta rama surgieron Los Trapitos y Las Pirañas, y se
especula que fue a raíz del divorcio de Doña Aurora Lamar del Babalawo Don José Ramón
Gutiérrez. La Rama La Pimienta entonces queda a cargo de Doña Mercedes Melo González
y Los Trapitos a cargo de Doña Aurora Lamar y a su muerte en manos de Doña Rosa
Quesada Folcade (Omí Tonaddé).

Los Trapitos
Fundada por Doña Aurora Lamar, quien fuera la que introdujo las primeras consagraciones
de Santo, junto con su esposo el Babalawo Don José Ramón Gutiérrez, entre los años 1920
y 1930, en la ciudad de Santiago de Cuba, ya que Doña Aurora, natal de Sabanillas,
provincia de Matanzas, era una Iyalocha Itinerante.
La historia nos cuenta tres versiones de como Doña Aurora “Fundó” la rama Los Trapitos,
la cual además se encargó de extender. Unos dicen que se desprendió de una innovación
ritual. La historia cuenta que durante una de las Ceremonias de Ocha, una sopera se rompió
y tuvieron que improvisar usando un trapo para contener los fundamentos del Orisha
durante el proceso de coronación. Por lo tanto, en una de las casas provenientes de la
Iyalosha Lamar, fundadora de La Pimienta, se comenzó a usar un Trapo (Paño) para
contener los fundamentos del Orisha y esto se convirtió en la norma y de allí el nombre Los
Trapitos o Pañuelitos. Otra historia nos cuenta que se le puso así, porque Doña Aurora para
viajar al interior, metía los fundamentos de los Orishas en bolsas de trapo y de esta forma
viajaba con ellos y de allí el nombre “Los Trapitos”. Otra versión dice que seguía las
enseñanzas de los mayores, como Ogdoró Sumí, Tawuaddé y otros más, que en sus inicios
así lo hacían. Esta tradición se ha ido olvidando en algunos de sus descendientes con el
transcurso de los años.
Entre una de las particularidades de esta subrama, está el poder hacer lo que para otras es
un Tabú imperdonable: Los hijos de Changó pueden consagrar hijos de Ochún y viceversa,
pero enfatizan que eso depende de lo que la persona tenga en su ceremonia de coronación y
si se lo prohíben o no. Otra de las cosas que fueron objeto de burlas por considerarse una
profanación, era que Doña Aurora Lamar, hacía las Ceremonias de Santo a crédito a sus
ahijados y les cobraba a plazos. Esto es considerado una profanación, ya que los dogmas
religiosos establecen que el dinero completo de una consagración debe ser entregado, para
hacer ciertas obras con él. Esto le ganó el sobrenombre de “La China de los Ten Cents” o
en español, La China de los Diez Centavos. Doña Aurora, solo entregaba los fundamentos a
estos ahijados, una vez que la deuda era saldada.
Otra particularidad de esta rama, es que a raíz del divorcio de Doña Aurora y Don José
Ramón, esta no quiso trabajar con Babalawo y prescindió de los servicios de estos. Sin
embargo, esto no fue a la ligera. Doña Aurora Lamar tenía una sólida amistad con Don
Lamberto Samá, hijo del controversial Olorisha Don Octavio Samá Obadimeyi. Según los
datos históricos, para la época, los únicos con derecho al sacrificio de Animales, incluyendo
los de Cuatro Patas, eran los Babalawos y los hijos de Oggún, los cuales se conocían como
Ashogun, asunto que también está sustentado en el Corpus de Ifá.
Don Lamberto Samá (Oggún Toyé), era hijo de Oggún y por consiguiente los sacrificios
animales sin contar con el Babalawo podían realizarse en La Rama de Los Trapitos, o sea
de Doña Aurora Lamar. Esto degeneró en que cualquier Olorisha que tuviese recibido el
“Caracol de Oggún” y el Cuchillo o “Pinaldo”, podía hacer sacrificios animales, lo cual es
falso. Don Lamberto, ejecutaba los sacrificios y ejecutaba los menesteres de los Babalawos
en el Cuarto de Santo. Como se puede observar, esta fue una de las primeras casas en crear
el cisma entre Olorishas y Santeros, tal como nos lo muestran los hechos históricos.
De la Rama Los Trapitos, quedaron sus exponentes y se derivaron otras subramas más: Las
Pirañas y los descendientes de Doña Amada Sánchez, esta última en Santiago de Cuba. Esta
genealogía, muchas veces encuentra discrepancias, pero la reconstrucción de la misma, ha
sido develada en parte, con muchos Estudios de Campo que nos permiten trazar con
bastante exactitud, donde comenzaron los cismas que han degenerado en la gran pelea
tumultuaria en la que se ha convertido nuestra religión. Muchos de estos cismas, ocurrieron
manteniendo los dogmas que eran exigidos para la época y han llegado hasta nuestros días,
pero utilizando “argucias” e interpretaciones personalizadas de muchos que han luchado
por separar la religión, solo para poder seguir oscuros intereses comerciales o simplemente
por soberbia y creerse que en nuestra religión se puede hacer lo que a ellos les da la gana.
Todavía nos falta mucho camino por recorrer en este asunto de los Cismas, así que ni creas
que hemos terminado, ya que apenas estamos comenzando. Pero para facilitarte un poco la
comprensión de estas Ramas y Subramas que se desprendieron de estos importantes
Olorishas, te lo pondré como un Mapa, cosa que quede un poco más claro.
La tercera división del Cabildo Changó Tedun, hemos querido analizarla de último, por ser
la más intrincada de todas.

Rama Los Millonarios


Es la Rama que se desprende de Doña Timotea Albear, Ajayí Lewú y Doña Rosalía Abreu
Efunshé Warikondo, siendo esta última la que introdujo la práctica de recibir más de un
Orisha (Elegguá, Obbatalá, Ochún, Yemayá y Changó) en las ceremonias de coronación, la
lectura doble del Diloggun y el Cuchillo de Santero o “Pinaldo”. La historia cuenta, que fue
Efunshé, la que entregó por primera vez el Cuchillo de Santero o “Pinaldo” a Octavio Samá
Obbadimeyi, como “Confirmación” de su Ceremonia de Santo, ya que se le había
Consagrado dos veces porque no se daba crédito a su primera consagración en Ochún.
Esta ceremonia de “Pinaldo” fue la que le dio el nombre de Obbadimeyi (Rey dos veces) a
Samá y el cuchillo o “Pinaldo” que se le entregó, era un símbolo de CONFIRMACIÓN que
decía que más nadie podía coronar esa cabeza. De allí, este atributo ha sufrido serias
“tergiversaciones convenientes” por quienes fueran miembros de esta rama a la muerte de
Latuán y Efunshé. De esta Rama, se desprende la sub-rama Los Mantones y Corales o
simplemente Corales, fundada por la Iyalocha Doña Susana Cantero (Omí Toké).
Los más respetados Babalawos de esta Rama, trabajaban en conjunto con estas prestigiosas
Iyalochas. Babalawos de la talla de Don Tata Gaitán, Don Esteban Quiñones, Don
Bonifacio Valdés, Don Pedro Pérez, Don Ramón Febles, Don Bernabé Menocal y Don
Bernardo Rojas, eran prominentes miembros de esta Rama.

Los Efushé Atikeké


Atikeké, era la hija de Doña Rosalía Abreu Efunshé. Tuvo su rama y de esta no se tiene
mucha información y se cree que fue absorbida por la rama que iniciara Octavio Samá
Rodríguez Obadimeyi, a la muerte de Latuán y Efunshé.

Los Efushé Warikondo


Otra de las hijas de Efunshé, que se cree fue hija de crianza. De esta rama se desprenden la
de dos ahijadas prominentes de la Iyalocha: Una es Doña Andrea Trujillo Iwin Yimí (Los
Ewin Yimí o los Yimi) y Doña Luisa Arango (Changó Lade). Doña Andrea Trujillo que
funda la rama de los Iwin Yimí, mejor conocidos como los Yimi, inicia a Doña Susana
Cantero quien Inicia la rama los Corales.

Los Mantones y Corales


Esta Rama, fundada por Susana Cantero, y conocida también como El Coral, descendiente
de la Rama La Efushé. Tenía muchas ahijadas mulatas bonitas y presumidas, que eran de la
"vida alegre". Se relacionaba con Senadores y gente de posición de la época. Estas mulatas
gustaban de las prendas costosas y de los corales, por ello bautizaron su línea como la
Rama del Coral.
Los Ainá Yogbos
Fundada por Doña Margarita Armenteros y Doña Tiburcia Sotolongo. Aun cuando las
ramas son distintas, hay razones socio-históricas para agrupar al cabildo San José 80 y la
Rama Efunshe, como una sola o como dos Reinas de esta rama, que desprendió múltiples
ramas que se entrelazan. Hay evidencias históricas que indican que tanto Efunshé y sus dos
hijas Ati Keke y Adewá (o Adewaró), trabajaban en conjunto con Doña Margarita en el
Cabildo San José. El Cabildo San José 80, sería la casa donde Obadimeyi, se convertiría en
el Ori Até.
Esta rama es bastante controversial dentro de nuestras tradiciones, por el hecho que cuando
coronan Ocha sacrifican un sólo carnero y no raspan la cabeza a sus iniciados, solo les
hacen una coronita. No van al río y en la iniciación Ochún u Obbatalá, sientan al Iyawó en
una silla y no en Pilón que es lo habitual. Ahora bien, queda entendido que la “coronita” es
válida para esta Rama, ya que son de ascendencia Anagó. El motivo por el cual los Anagó
no rapan la cabeza, se basa en el hecho de que para ellos esto es solo aplicado a los
delincuentes como castigo y por ello no rapaban la cabeza.

Rama de Octavio Samá Rodríguez Obadimeyi


Esta es quizá la más controversial de todas las ramas. Luego de la muerte de Doña Timotea
Albear, Latuán, fue cuando Octavio Samá Obadimeyi comenzó a ganar fuerza. Antes de
este controversial Ori Até, las mujeres sostenían el poder religioso en lo que se refería a la
Regla de Ocha. Tal como lo muestra la historia, los principales Cabildos y Ramas fueron
fundados y administrados, casi exclusivamente por mujeres hasta bien entrado el siglo XX.
Invariablemente, todas trabajaban con Babalawos, asunto que debe ser lógico, ya que por
ejemplo, las mujeres no pueden tirar coco a Eggun, no pueden, no pueden hacer Ñangareo y
sobre todo, no podían sacrificar animales. Todo esto cambió a la llegada de Obadimeyi al
cargo de Ori Até y su consiguiente asenso al poder religioso.
Obadimeyi, solo adiestró hombres para el cargo de Ori Ate. De Obadimeyi se tienen
referencias históricas que apadrinó y adiestró a cuatro Ori Ates: Su propio hijo, Lamberto
Samá, Don Pablo Liberato Valdés (Ewin Leti), Don Maximiliano Ordaz (Oba Yemi), Don
Tomás Romero (Ewin Letí) y el más controversial de todos, Don Nicolás Valentín
Angarica Obba Tolá. El Reinado de las mujeres en la religión, fue relegado a funciones
secundarias dentro del cuarto de Santo, levantando toda una clase de mitos y leyendas, que
nada tenían que ver con la realidad.

Don Nicolás Angarica, fue el autor de un libro llamado Manual del Orihate Religión
Lucumí y en el trataba de institucionalizar el cargo de Ori Ate y despojaba de los trabajos
que le correspondían a los Babalawos. Luego de la muerte de Obadimeyi, de quien fuera
discípulo por tan solo un período de cuatro años, Don Nicolás se encargó de dejar por
escrito la tergiversación completa de lo que realmente era el Cuchillo del Santero o Pinaldo,
alegando razones poco creíbles, de que al recibir el “Caracol de Oggún” y el cuchillo, el
Iworo quedaba facultado a la inmolación de animales. Esto le ganó, las duras críticas de
profanador e inventor por parte de sus propios “Hermanos de religión”, que no apadrinaban
que quisiera utilizar el nombre del difunto Obadimeyi, para la implantación de lo que a
todas luces, era su propia invención, sobre todo por parte del propio hijo del difunto
Obadimeyi, Lamberto Samá, quien como hijo de Oggún y por consiguiente Ashogún, si
estaba facultado a la inmolación de animales.
Para encubrir este exabrupto, muchos descendientes de la Rama de Don Nicolás, han
llegado a decir que fue el único ahijado de Don Octavio Samá, Obadimeyi, que hasta su
muerte en 1944, siguió trabajando en conjunto con los más prestigiosos Babalawos de la
época (Bernardo Rojas, por ejemplo), según cuentan las historias que han sido recogidas
por investigadores de campo.
De hecho, el estudio de Don William Bascom, Sixteen Cowries: Yoruba Divination from
Africa to the New World y que trata sobre la Religión en Cuba y Nigeria, establecía que
Oggún no tenía caracol, ya que fue vedado del uso del mismo por el propio Obbatalá. De
hecho, este pasaje del libro de Bascom, nos muestra que Oggún ni Eggun usan el caracol y
que solo algunos Orishas fueron los que aprendieron su uso, gracias a la intervención y
persistencia de Ochún. Hasta la fecha, no se ha dado una justificación razonable al atributo
que llaman “Caracol de Oggún”, ya que como se dijo, este fue inexistente en su lugar de
origen.
Más aún, un estudio realizado por el Dr. Joseph Murphy, ofrece una narrativa de las
transmisiones culturales, que reflejan mucho del pensar popular (y académico) sobre el
importante papel del Oráculo de Ifá y el Babalawo, en el establecimiento de la religión
Lucumí en Cuba. El conocimiento de la cultura yoruba y el culto a los Orisha, dependía del
depositario más centralizado y portátil de la historia y cultura yoruba: Los Odu de Ifá. Estos
Odu estaban arraigados en la memoria Babalawos que, junto con campesinos y realeza,
fueron llevados en las bodegas de los barcos negreros. La Santería fue generada de estos
Odu y el Sacerdocio de Orunmila asumió la autoridad en un sistema condensado de culto a
los Orishas. Es a partir de Ifá, donde la estructura ceremonial de la Santería descansa.
(Murphy, 1981).
Como se puede apreciar claramente, Don Nicolás Angarica, en su intentona de
institucionalizar al Ori Ate, justificó dos atributos: Uno inexistente y el otro que nada tenía
que ver con el sacrificio de animales. La verdadera razón de ser de este cuchillo, tal como
te lo he explicado en este capítulo, era la confirmación o el símbolo que mostraba a los
religiosos de La Habana, una prueba fehaciente de que había sido consagrado por las
nuevas normas que habían impuesto Doña Timotea Albear, Latuán y Doña Rosalía Abreu,
Efunshé. Por ello se le parte la punta hasta nuestros días, ya que desde siempre fue
concebido como símbolo y no como un instrumento para sacrificio. Por esto te puedes dar
cuenta porque en la Regla de Ocha Ifá, el Olorisha no inmola animales. Veamos el mapa
para que puedas comprenderlo mejor:
Claro que de estos tenemos muchos descendientes de prestigio, pero solo te pongo lo más
relevante, ya que un estudio de esta índole ocupa un solo libro por sí mismo y todavía nos
falta analizar a Doña Monserrate ‘‘Apóto’’ González (Obá Tero), la cual en realidad es
mucho más sencilla y fácil de trazar y con menos traslapes y fusiones dentro de la misma.

Rama Egbadó
Como te dije en un principio, esta rama se mantuvo a partir de un gran cisma religioso
protagonizado por las más influyentes Iyalochas que existían en la Isla de Cuba.
Básicamente se dividieron en tres ramas a partir de la prestigiosa Doña Monserrate
‘‘Apóto’’ González (Obá Tero), quien consagró a tres de las más prominentes impulsoras
de esta Rama.
Cabildo Yemayá Regla
Doña Josefa “Pepa” Herrera Echu Bí, hija del prestigioso Babalawo y gran impulsor de Ifá
en Cuba, Don Remigio Herrera Adeshiná y quien fuera además el que introdujera a la
comunidad religiosa de Matanzas a Obatero. Doña Pepa Herrera, estableció su Cabildo en
la Comunidad de Regla en la Habana y se llamó Cabildo Yemayá. Doña Pepa fue muy
famosa por su dirección de las procesiones a la virgen de Regla, todos los siete de
septiembre. Vale la pena aclarar que Doña Susana Cantero dirigía otro Cabildo, llamado de
la misma forma.
Rama de Felipa Calderón
Fue otra Ahijada que inició Doña Monserrate González Obatero y fue una de las más
prestigiosas Iyalochas que llegó a ser conocida como La Obispo de Matanzas.

Cabildo Ferminita Gómez


Finalmente Doña Monserrate consagró e hizo su protegida a la que quizás se la más
respetada y venerada Iyalocha de todos los tiempos: Doña Fermina Gómez Ocha Bí. Doña
Ferminita, como le llaman todos los religiosos con cariño, fundó un cabildo del mismo
nombre, el cual se convirtió en el gran centro de adoración de OLOKUN Aún hasta
nuestros días, en esa casa se conservan los tambores de OLOKUN. (Mira que escribo
Olokun y tenlo en mente, para cuando leas el capítulo de Olokun). Tan respetada fue, que
los Abakuá (Una secta considerada como la masonería africana), la eligieron su Madrina.
El juego de cuatro Tambores de Olokun, se mantiene como mudo testigo de los bailes
realizados por el Babalawo Don Tata Gaitán a la deidad. Hoy estos tambores
lamentablemente no tocan, ya que los hijos de los mismos, los hemos perdido y más nunca
han vuelto a tocar. No tenemos tocadores Egbadó en la Isla de Cuba.

Otras Ramas
Claro que existen otras Ramas prestigiosas dentro de nuestras tradiciones y nos falta tocar
algunas otras como los Iyesha, o los Ara Takua, cuyos cultos se establecieron en Matanzas
y Palmira en Cuba. También nos hace falta nombrar muchos Olorishas de grandes
conocimientos y que han dado inicio a ramas más modernas, pero nuevamente el espacio y
tu cantidad de aburrimiento limitan este trabajo. Ramas como la de Doña Francisca
Entensa, Aratakuá, de la sociedad San Roque o Doña Guadalupe Estables de la Sociedad El
Cristo o Doña Felicia Fernández de la Sociedad Santa Bárbara, son nombres que nos vienen
a la mente, pero no tenemos espacio.
Como has podido ver, todas las ramas desde sus inicios han trabajado en conjunto con los
Babalawos y en su mayoría han sido mujeres. Es por ello que desde esta evidencia
histórica, podemos observar la gran tergiversación de atributos religiosos solo para
mantener ciertos Estatus Quo y así quitar lo que justificadamente pertenece a Ifá, sino para
mantener a las mujeres relegadas del cargo que HISTÓRICAMENTE les pertenece, pero
que ellos quieren mantener a toda costa y dejar a las mujeres colocando paños. De hecho,
no quieren revertir a lo que en Ocha legítimamente les pertenece solo a los hijos de Oggún,
tal como es el caso de los sacrificios, en caso de que no quieran trabajar con Babalawos.
Hasta eso, se quiere negar, solo para seguir INFLANDO su ego.
Por todo esto y otras cosas más, que están identificadas en el Corpus de Ifá, es que en la
Regla Ocha/Ifá no se acepta, ni la determinación de Ángel de la Guarda por Caracol (Osa
Iroso), ni los sacrificios animales por parte de los Olorishas (Oggunda Keté y otros), aparte
de otras peleas como la consagración de Ochún por un hijo de Changó y viceversa (Obbara
Ogbe), ya que todo esto está prohibido en el Corpus de Ifá, que a la sazón, muchos de estos
irrespetuosos, que tienen el descaro de decir que “adoran” a Orunmila, sostienen que ha
sido falsificado, cuando realmente más falsos son ellos, que ejecutan por dinero y soberbia
o por simple creación de divisionismos para ocultar sus FRUSTRACIONES, algo que está
prohibido dentro de nuestros dogmas y peor aún, que estas prohibiciones tienen evidencias
históricas, etnológicas y antropológicas que las respaldan.
Creo que con esto, ya puedes ver la causa del conflicto. Cuando veas algo que no está
apegado a los dogmas establecidos en Ifá, simplemente da la vuelta y vete. Sin embargo, las
ramas que permiten ciertos tipos de consagraciones que a otros nos parecen extrañas, debes
verlas con una perspectiva más abierta, ya que si ves a alguien que viene de la Rama Los
Trapitos y es hija de Changó haciendo un Ochún, debes respetar sus procedimientos,
porque simplemente esa es su tradición. Si ves que alguien de la Rama los Millonarios,
quiere hacer lo mismo, entonces simplemente es un profanador de su propia tradición, que
obviamente no lo permitía, ni lo permite. Respeto es la clave, siempre y cuando sea una
tradición heredada y no un invento.
(1) Forma indirecta de consagración que se utiliza con ciertos Orishas, lo cual te explicaré
más adelante.
Nuestros ancestros se hacen presentes, para darle a nuestra revista el sentido verdadero.
honrarlos en gratitud, él es celebre babalosha apolinar gonzalez (osha weye) mejor
conocido como "polo " le consagro obbatala segun datos historicos que hemos podido
cotejar. una olosha que llamaban aida la suave en la habana cuba fue fundador de la rama
de los "culos verdes " y fue el padrino del famoso apwon y lazaro ross ( osha niwe)
kinkamshe a esta gloria de nuestra cultura que engalana con su presencia espiritual y
fotografica nuestra tribuna historica igbae baen tonu bogbo araonu ( Cortesia del Oba eni
oriate Javier Abreu (Ativa Odde) desde la Ciudad de Miami)

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