Límites de La Interpretación Constitucional

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Límites de la Interpretación

Constitucional

ISAE UNIVERSIDAD
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS
POLITICAS
LICENCIATURA EN DERECHO Y
CIENCIAS POLÍTICAS

Dirigido por José A. Candanedo


Presentado por Yessica Santamaría

Fecha entrega

12 de octubre 2021
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 3
ALCANCE ............................................................................................................... 4
GLOSARIO ............................................................................................................. 5
INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL EN PANAMÁ ....................................... 10
SOBRE LA INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL EN PANAMÁ ................... 14
LAS PRIMERAS REFLEXIONES PANAMEÑAS SOBRE INTERPRETACIÓN
CONSTITUCIONAL. ............................................................................................. 16
PENSAMIENTO DE CARLOS BOLÍVAR PEDRESCHI. ...................................... 17
LA CORTE DE LUJO Y ARTURO HOYOS .......................................................... 18
PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS ................................................................... 19
PRINCIPIOS DE INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL” EN LA
JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: .......................... 22
CONTROL CONSTITUCIONAL ............................................................................ 24
NATURALEZA JURÍDICA .................................................................................... 26
REGULACIONES ................................................................................................. 27
CONCLUSIÓN ...................................................................................................... 32
APORTES PERSONALES ................................................................................ 32
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................... 33

2
INTRODUCCIÓN

La interpretación de las normas jurídicas implica otorgarles un sentido. En el caso


de la –Constitución, su interpretación adquiere especial importancia pues a través
de ella se busca dar un sentido a las normas fundamentales que organizan la
convivencia política de un país. Además, dada su peculiar característica de norma
suprema del ordenamiento jurídico, de su interpretación depende la vigencia de las
demás normas, las cuales pueden quedar expulsadas de aquel ordenamiento
debido a su inconstitucionalidad.

El Presente, busca aproximar al lector al tema de la interpretación constitucional,


así como de la labor hermenéutica desarrollada por los tribunales constitucionales
en defensa de los derechos fundamentales.

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ALCANCE

La interpretación constitucional representa una de las facultades más básicas de la


actividad jurisdiccional y se configura como la determinación del sentido de una
normal o una regla de derecho con respecto a un caso en concreto, así como
mantener la seguridad jurídica dentro del marco del Estado de Derecho.

La actividad interpretativa abarca muchos factores que han de ser tomados en


consideración por los operadores de justicia, en este sentido la interpretación ha de
realizar tomando en consideración el sentido propio de las palabras, el contexto en
el cual se está ejerciendo dicha labor, así como de ser el caso, el contexto histórico.

OBJETIVOS

OBJETIVOS GENERAL

Describir los límites de la interpretación Constitucional en Panamá.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

- Establece la importancia de la interpretación constitucional.


- Determinar la importancia de interpretar correctamente la constitución.
- Conceptualizar los aspectos más relevantes de la interpretación
constitucional.

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GLOSARIO

1. CAPACIDAD DE OBRAR: Capacidad de intervenir personalmente y sin


intermediarios en el mundo jurídico en general (y por ende también en todo
lo concerniente a sus derechos y libertades).
2. CAPACIDAD JURÍDICA: Capacidad de ser destinatario de los efectos
jurídicos previstos por la norma.
3. COINCIDENCIAS: Conviene alertar que muchas de esas "reglas de
preferencia" son explicadas por el Tribunal cuando habla de la interpretación
de las leyes, y otras veces cuando detalla la interpretación de la Constitución.
Ocasionalmente se ha señalado que las pautas sobre interpretación de las
leyes valen también para la interpretación de la Constitución.
4. CONSTITUCIÓN: Es la norma jurídica fundamental de un ordenamiento
jurídico. La Constitución formalmente es una norma que se diferencia de las
demás por el procedimiento de creación (proceso constituyente), y por el
procedimiento especial de reforma.
5. CONTROL CONCENTRADO DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY:
Es el tipo de control de constitucionalidad que existe en España, reservando
únicamente a un órgano específico, el Tribunal Constitucional, la facultad de
contrastar si una norma con rango de ley es o no conforme con la
Constitución.
6. CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD: Mecanismo de control
jurisdiccional a través del cual el ordenamiento jurídico reacciona frente a la
existencia de normas contrarias a la Constitución; constituye la garantía de
la primacía de la norma constitucional sobre el resto del ordenamiento, mas,
de forma primordial, sobre las leyes.
7. DECRETO LEGISLATIVO: Los decretos legislativos son normas con fuerza
de ley dictados por el Gobierno en virtud de una autorización expresa de las
Cortes, denominada delegación legislativa. Las Cortes atribuyen al Gobierno,
mediante una ley de delegación, la potestad de dictar un decreto legislativo

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en los términos previstos en dicha ley, y dentro de los límites y requisitos
expresamente contemplados en ella.
8. DECRETO LEY: Son normas con fuerza de ley dictadas por el Gobierno en
supuestos muy concretos y extraordinarios, siempre que exista una
extraordinaria o urgente necesidad.
9. DERECHO AL HONOR: El derecho al honor protege la valoración que de la
persona en cuestión se tenga en su ámbito personal o social.
10. DERECHO CONSTITUCIONAL: Denominamos así al derecho que recibe
regulación en la Constitución.
11. DERECHO DE ASILO: Protección que presta un Estado, dentro de su
territorio, a aquellas personas no nacionales suyas que son perseguidas por
motivos políticos o ideológicos por las autoridades de otro Estado.
12. DERECHO FUNDAMENTAL: En este contexto, denominamos así a un
grupo de derechos constitucionales a los que la Constitución ha otorgado
especiales garantías
13. DERECHO SUBJETIVO. - Es la prerrogativa, el poder o la facultad con que
cuenta una persona para reclamar el cumplimiento de las normas jurídicas y
que considera le favorecen y tutelan. El objetivo es la norma que da la
facultad y el subjetivo la facultad reconocida por la norma.
14. DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS. -Es una clasificación de los derechos
con un doble fundamento histórico y jurídico. Histórico, como reflejo de la
filosofía liberal del siglo XIX y, jurídico, como garantía de efectividad
normativa de la DUDH a través del PIDCP y sus instrumentos
complementarios.
15. DERECHOS DE PRIMERA, SEGUNDA Y TERCERA GENERACIÓN: Es
una categorización de derechos que identifica diversas oleadas de
reconocimiento histórico de los mismos, dependiendo de la filosofía política
que los introdujo en sus ordenamientos nacionales y de los bienes Jurídicos
que preserva cada colectivo generacional.
16. DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES: Es una
clasificación de los derechos con un doble fundamento histórico y jurídico.

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Histórico, como resultado de la evolución del Estado liberal del siglo XIX
hacia un Estado Social de Derecho, que reconoció nuevos derechos de
naturaleza socioeconómica y, jurídico, como garantía de efectividad
normativa de la DUDH a través del PIDESC y sus instrumentos
complementarios.
17. EXCEPTIO VERITATIS. - Excepción procesal usada como defensa ante las
demandas de intromisión ilegítima del derecho a la vida privada, destinada a
demostrar que los hechos que se conocieron y posteriormente se divulgaron
son verdaderas y ante ello se pretender la absolución Esta defensa es
rechazada por los tribunales, pues se considera que el exponer al
demandante a cualquier comprobación de esa verdad, que sigue siendo
elemento de su vida privada, solo expondría al quejoso a una doble lesión
dado que la demostración de la inexactitud de la alusión indiscreta solo
excepcionalmente tendrá idoneidad defensiva, pues ventilar cuál es la
realidad íntima implica reiterar y agravar la afectación a la reserva personal.
Aun en el caso de la falsedad de la afirmación no se podría borrar la realidad
ofensiva de la intromisión.
18. INTERPRETACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN: La interpretación
constitucional ha de orientarse a mantener la seguridad jurídica y la vigencia
del Estado de Derecho, pues las normas constitucionales constituyen la base
del resto del ordenamiento jurídico. De una determinada interpretación de la
Constitución, pueden ser expulsadas del sistema jurídico de un país algunas
leyes, debido precisamente a la imposibilidad de interpretarlas conforme a
los preceptos constitucionales. Esto puede originar asimismo la
inconstitucionalidad de otras normas que encuentren en conexión con tales
leyes.
19. INTERPRETACIÓN ORIGINARIA: Sostiene algunas ideas originales: La
primera es que la Constitución tiene un significado que descubrir para el cual
no cabe acudir a aspectos extra constitucionales; Segundo que el intérprete
carece de discrecionalidad para escoger entre diversa s interpretaciones
posibles, porque hay solamente una, que es la correcta.

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Lo que interesa verdaderamente al intérprete para esta posición es
determinar qué quisieron expresar los constituyentes originarios, no
pudiendo avanzarse un paso más allá de ello.
20. INTERPRETACIÓN EVOLUTIVA: Sostiene otras ideas totalmente distintas
a las anteriores: En primer lugar, sostiene que existen cláusulas abiertas que
dan al juez un margen de discrecionalidad legítima para optar entre varias
interpretaciones posibles de una determinada norma.
En segundo lugar, que pueden recurrirse a valores o fuentes no explícitas en
el texto constitucional como valoraciones sociales, culturales, políticas; se
trata de una jurisprudencia de valores, de una interpretación axiológica
receptiva, de una interpretación progresista. El juez constitucional en este
esquema, no puede jugar un rol de espectador pasivo. Por vía de una
interpretación dinámica inteligente, el juez puede extender el mandato
constitucional a hipótesis no previstas originalmente por el constituyente.
21. NORMA JURÍDICA: Es una proposición prescriptiva obligatoria. Frente a
otros tipos de normas, como las morales o las sociales, las normas jurídicas
se definen por su pertenencia a un ordenamiento jurídico, lo que conlleva su
carácter coactivo.
22. PACTA SUNT SERVANDA. - expresión que indica que todo tratado en vigor
obliga a las partes y debe ser cumplido por ellas de buena fe.
23. PACTO. - Acuerdo vinculante entre estados; usado como sinónimo de
Convención y Tratado. Los principales pactos sobre derechos humanos
internacionales, firmados en 1966, son el Pacto Internacional Sobre
Derechos Civiles Y Políticos (PIDCP) y el Pacto Internacional Sobre
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC).
24. PRINCIPIO DE LA UNIDAD DE LA CONSTITUCIÓN: se debe entender al
texto como una unidad, lo que implica que la interpretación de una
disposición debe considerar al resto.
25. PRINCIPIO DE LA EFICACIA INTEGRADORA: la Constitución también
debe observarse como un motor de formación y mantenimiento de la unidad

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política, por lo que su lectura debe dirigirse a encontrar soluciones que
refuercen esa unidad como norma política.
26. PRINCIPIO DE LA EFICACIA O EFECTIVIDAD: la interpretación hecha
tiene que dirigirse a la optimización y maximización de la eficacia de las
normas constitucionales sin perjudicar su contenido.
27. PRINCIPIO PRO–HOMINE: La interpretación debe ser en el desarrollo y
beneficio de los derechos fundamentales de los individuos.
28. RECURSO DE HABEAS CORPUS: Derecho de todo ciudadano, detenido o
preso, a comparecer inmediata y públicamente ante un juez o tribunal para
que, oyéndolo, resuelva si su arresto fue o no legal, y si debe alzarse o
mantenerse
29. VARIABLES: Otros Fallos indican que interpretar a la constitución no es
interpretar una ley ordinaria, dado que la primera sienta bases normativas
generales que fijan el marco de posibilidades del legislador y están destinada
a gobernar la vida de las generaciones futuras, mientras que un código, en
cambio, aspira a prever todas las contingencias posibles. En algunos
pronunciamientos la Corte subraya que al interpretar la Constitución deben
evitarse "distingos más menudos, surgidos de ramas del derecho ocupadas
centralmente en asuntos infra constitucionales cuando pueden producir a una
fragmentación de las cláusulas constitucionales que desnaturalice su
contenido o imponga diferenciaciones innecesarias, cuando, no
perturbadoras, de su comprensión".
30. VETO. - Facultad que las constituciones de algunos países conceden al jefe
del Ejecutivo para objetar una ley aprobada por el Congreso.

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INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL EN PANAMÁ

Ferdinand Lassalle pronunció una sentencia que a lo largo del tiempo ha sido
conocida y citada por prácticamente todos los teóricos constitucionales. En ese
momento, dijo el autor, "las cuestiones constitucionales no son principalmente
cuestiones de derecho, sino de poder", y agregó que "la verdadera constitución de
un país radica solo en los elementos reales y efectivos de poder que hay en este
país”.

Se podría expresar de manera diferente, pero no con tanta claridad y contundencia


como dice el autor; de hecho, de acuerdo con esta visión, en la interpretación y
aplicación de la Constitución, que a menudo se antepone a los intereses políticos
de quienes detentan temporalmente el poder político del Estado, por lo tanto,
quienquiera que domine o controle, el intérprete último de la Constitución dominará
o controlará no solo la dirección del derecho constitucional de un país, sino que
también tendrá poder decisivo en el ejercicio del poder político en el país.

Esto se ve así, porque cuando la Constitución establezca los valores y principios


fundamentales que subyacen al régimen político del Estado, estos aspectos estarán
sujetos a interpretación por parte de diversos ejecutivos políticos y legislativos.
órgano de gestión estatal. Ante interpretaciones tan diversas y variadas, en el caso
de que se vaya a resolver una disputa constitucional, alguien debe tener la última
palabra para determinar qué interpretación se considera más acorde con las normas
de la Constitución. Eso es lo que comprueba la constitucionalidad. De esta forma
es posible conocer y resolver disputas constitucionales en las que es necesario
establecer si le conviene una ley jerárquica inferior a la Constitución. Cuando este
no es el caso, los encargados de controlar la constitución pueden reclamarla,
haciendo prevalecer la constitución.

Quien declara la inconstitucionalidad de una ley o estatuto, ejerce un poder que,


además de la legitimidad, tiene trascendencia política. Sería ingenuo pensar lo
contrario, no probar el significado último de la revisión constitucional. Decimos esto
siempre que, en el caso de la ley, es producto de la voluntad política de la mayoría

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de los órganos legislativos de un país. Esta voluntad, convertida en ley, puede ser
revocada constitucionalmente por quienes tienen la facultad de declararla
inconstitucional, y no es una mera función jurídica. Por la misma razón, si una ley,
a pesar de sus evidentes fallas de inconstitucionalidad, no es tan promulgada,
afectará en última instancia la conducta política, amparada por los tribunales, el
procedimiento judicial, promulgado con el propósito expreso de dictar disposiciones
contrarias a la Constitución. No controlar un poder político que realiza actos
contrarios a la Constitución, es dar paso a un poder arbitrario y abusar de las reglas
establecidas en la Constitución.

Todo esto explica en última instancia la importancia política de la interpretación


constitucional. Por eso siempre se ha sostenido que quien se supone que tiene el
poder de declarar inconstitucional es independiente del poder político; es decir,
aquellos cuyo comportamiento estará controlado por la Constitución. Si los últimos
intérpretes de la Constitución obedecieran o respondieran a los intereses de quienes
ejercen temporalmente el poder político, la Constitución estaría subordinada a los
intereses del poder político, no al poder político. Cuando se presenta tal situación,
la Constitución dice que, a través de la interpretación egoísta de quienes controlan
la interpretación de la Constitución, lo que quieren, entienden y desean quienes
detentan el poder político del Estado. Se ha afirmado claramente toda la noción de
los límites del poder político que se pretendía establecer a través de la Constitución
falsificada y distorsionada.

Ahora bien, así como las cuestiones constitucionales son una cuestión de poder,
también es cierto que son una cuestión de valores. Predominan los valores
democráticos o prevalecen los contrarios a esta concepción política. ¿Qué hace que
prevalezcan los valores democráticos en la resolución de conflictos
constitucionales? Sin duda, el estado de ánimo y las creencias de quienes
interpretan la Constitución son, en definitiva, así de simples. La cuestión no es si
conocen sus derechos, sino la disposición y creencias que asumen en el
cumplimiento de sus deberes. Al tratar temas constitucionales que suscitan mucho
debate en la opinión pública, por su actualidad, hay que tener en cuenta el popular

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adagio inglés, que dice que 'los jueces deben ser rectos, equilibrados, razonables,
honestos y justos' -intencional y si sabes algo de derecho, mucho mejor. La
independencia de criterio no está prevista por la ley, sino por la posición que se
adopte en relación con los asuntos relevantes de la competencia del juez.

Esto es tanto más importante en los casos de interpretación constitucional, dado el


impacto político que tiene en la resolución de algunos conflictos, donde están en
juego los límites políticos impuestos por la Constitución, para quienes detentan
temporalmente el poder político del Estado. Es en estos grandes momentos que se
pone a prueba la honestidad, integridad e integridad de quienes se reconocen como
defensores de la integridad de la Constitución.

Existen diferentes formas de interpretar las normas jurídicas, destacando el


significado literal, lejano, histórico, sistemático, etc. Sin embargo, en materia de
interpretación constitucional hay un principio muy relevante, como es el principio de
unidad constitucional, donde la norma no puede interpretarse aisladamente, sino
que debe verse de manera coherente, en su conjunto, desde el orden constitucional.

Ahora que existe una posible confrontación de interpretación de la Constitución por


parte de la procuradora general de la Nación al designar a un procurador encargado,
con fundamento en el artículo 22, ante la evidente separación de su cargo por parte
de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), así como por parte del Ejecutivo ante la
intención de nombrar a un procurador suplente, conforme el artículo 200, numeral 2
de la Constitución, porque aún no se ha formalizado, cobra vigencia la ciencia de la
hermenéutica —interpretación— jurídica, por el hecho que posiblemente de
concretarse las sonadas figuras de procurador encargado y procurador suplente,
tendrá la Corte que resolver definitivamente el tema de la interpretación
constitucional, a fin de evitar una supuesta crisis institucional en la Administración
de Justicia, específicamente en el Ministerio Público.

No hay duda de que todo este problema que viene aconteciendo con la procuradora
general de la Nación desde su origen, es decir, a partir del fallo de la CSJ en materia
de inconstitucionalidad contra una resolución de la jefa del Ministerio Público por

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autorizar la intervención de comunicaciones privadas a un ex fiscal, señalando en
resumen que la procuradora no es “ autoridad judicial ” y, por tanto, violaba el debido
proceso, ha sido consecuencia de unas reformas constitucionales que se dieron con
mucha rapidez en 2004, denotando así la ambigüedad que tienen muchas de
nuestras normas constitucionales.

En este sentido, al analizar con objetividad el contenido de los artículos 224 y 200,
numeral 2 de la Constitución, podemos denotar, de manera superficial, que
posiblemente existe un choque de dos normas, porque ambas permiten la
designación o nombramiento de un reemplazo para los procuradores; sin embargo,
si se hace un estudio desde la técnica interpretativa constitucional, tendríamos que
buscar las actas de sesiones en la Asamblea Nacional para conocer cuál fue la
intención del legislador, además, pareciese que el espíritu de la norma, que se
reformó en el 2004, fue la de eliminar algunos cargos de elección popular como fue
el del segundo vicepresidente de la República, el segundo suplente a diputado y el
segundo suplente del alcalde, así como establecer que los suplentes de
magistrados de la CSJ sólo pueden ser funcionarios de Carrera Judicial del Órgano
Judicial, homologando en este mismo sentido que el reemplazo de los procuradores
solo puede ser un funcionario del Ministerio Público, como procurador encargado,
en las faltas temporales, conforme lo establece el artículo 224 de la Constitución.

Es así que el artículo 224 constitucional establece la nueva figura del procurador
encargado para cubrir las faltas temporales del procurador, que recaerá en un
funcionario del Ministerio Público, tal vez con el ánimo de asemejarlo con el cambio
que introdujo la reforma constitucional de 2004 para los suplentes de magistrados
de la Corte Suprema de Justicia (CSS), es decir, que los mismos deben ser
funcionarios de Carrera Judicial del Órgano Judicial.

No obstante lo anterior, para la interpretación de algunos abogados, el artículo 200,


numeral 2 constitucional, deja la puerta abierta para que los suplentes de
Procuradores sean nombrados por el Ejecutivo, porque dicho artículo establece que
son funciones del Consejo de Gabinete acordar con el presidente de la República
los nombramientos, no solo de los magistrados de la CSJ, sino también del

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procurador general de la Nación, del procurador de la Administración “ y de sus
respectivos suplentes ”, con sujeción a la aprobación de la Asamblea Nacional.
Preguntas, entonces incluyen: ¿Qué reemplaza el producto?

Para evitar problemas mayores en el futuro, cuando se redacten, deberá tener


mucho cuidado, especialmente porque una constitución está disponible para todos
los residentes de un país y no solo para un sector en particular como los abogados.

SOBRE LA INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL EN PANAMÁ

Sin embargo, uno de los problemas de la interpretación constitucional desde el


principio es si existe como tal, frente a la interpretación general del derecho, para lo
cual su modelo viene dado por la interpretación jurídica.

La naturaleza especial de las normas constitucionales se señala a menudo como


una razón para distinguir su interpretación de la de otros documentos legales, en
particular leyes específicas. Sin embargo, desde un punto de vista lógico, la
diferencia en los métodos de interpretación aplicados no se puede deducir de la
diferencia como tipo normativo. Un ejemplo de la diferencia entre ley y decreto
ejecutivo será suficiente para demostrar que en nuestro medio se desaconseja un
método diferente de interpretación jurídica de las normas comunes, ahora abogado
por leyes, a pesar de su considerable diferencia de forma y fondo. Por otro lado,
incluso a partir de este ejemplo, no podemos afirmar que no podemos afirmar que
una diferencia significativa (cuantitativa o cualitativa) requiera la aplicación de
diferentes métodos explicativos.

En este sentido, la doctrina predicaba elementos de la Constitución que algunos


consideraban suficientes para sustentar su interpretación, la necesidad de un
método de interpretación de la ley diferente al método tradicional.

Por ejemplo, se ha subrayado:

1. Su naturaleza de Derecho Público

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2. Su carácter “político”

3. Su carácter abierto

4. Su carácter incompleto

5. Su supremacía jerárquica

Sin embargo, ninguna de estas características parece suficiente para justificar un


método legal de interpretación independiente. En este sentido, no puede aceptarse
la pretensión de aplicar un método diferente al derecho constitucional, tal como se
transpone al derecho público.

Por otra parte, el carácter político de la Constitución equivale al carácter político de


muchos actos jurídicos, interpretado de la misma forma que la ley que no prescribe
la estructura y funcionamiento de los poderes públicos o los derechos
fundamentales. De hecho, la pretensión de regular legalmente la política es
difícilmente compatible con la pretensión de adoptar un enfoque diferente a la
interpretación del derecho político que a la interpretación del resto del derecho.

La apertura de las normas constitucionales, así como su incompletitud, es uno de


los argumentos más frecuentes y menos certeros para calificar la Constitución como
diferente de otras normas y buscar un método para explicar la diferencia. Incluso la
ley, anteriormente descrita como general y abstracta, tiene lagunas y disposiciones
"abiertas".

El carácter genérico o "abierto", en el sentido de que su implementación puede


tener diversas posibilidades, tampoco es característico de todas las disposiciones
constitucionales. Por un lado, podemos citar innumerables ejemplos de normas
constitucionales “cerradas”, como el artículo 177 que prevé un mandato presidencial
de cinco años, o el artículo 179 que establece que la condición para ser presidente
de la República era de treinta y cinco años.

Por otra parte, si bien es cierto que la Constitución parece un texto incompleto (ya
que en ella no se rigen ni regulan todas las materias), también es cierto que la

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necesidad de integrar la legislación no es exclusiva de la Constitución, sino que
también es presente en la interpretación de la ley. Por tanto, el carácter incompleto
de la disposición constitucional no es un factor que la distinga de otras normas.

La supremacía jerárquica de las normas constitucionales es el sello distintivo de


las normas constitucionales. En esta etapa, conviene enfatizar que el simple
reconocimiento de su superioridad no es suficiente, ya que la ley también puede
referirse a un reglamento, sino a su supremacía, que incluye a todo el sistema
estatal con su fuerza normativa. Esta posición no solo es superior, sino también
suprema, imponiendo toda la norma con una orientación que no puede crear otro
documento normativo del sistema.

LAS PRIMERAS REFLEXIONES PANAMEÑAS SOBRE INTERPRETACIÓN


CONSTITUCIONAL.

Los primeros juristas panameños especializados en el examen de la interpretación


constitucional: Morales, Moscote y De la Guardia, no dejaron una serie de
reflexiones aisladas, pero pueden considerarse representativas de la primera mitad
del siglo XX en Panamá.

Eusebio A. Morales abogó por una revisión de la constitucionalidad del poder


judicial y criticó los excesos del legislador en ese momento.

Para Morales, jurista influenciado principalmente por el derecho constitucional de


los Estados Unidos, verificar la constitucionalidad de los estatutos implica obtener
un documento de orden superior, en caso de conflicto entre este documento y la
ley. En el momento de redactar este informe, el apoyo activo a su posición era el
artículo 48 de la Constitución de 1904, que decía:

Artículo 8º: El Congreso tiene prohibido dictar leyes que reduzcan, limiten o
modifiquen los derechos individuales consagrados en este título sin una reforma
previa de la Constitución, con las excepciones previstas en ella.

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Este artículo, en principio, limita el ejercicio del poder legislativo a la formulación
de disposiciones constitucionales que reconozcan los derechos fundamentales, en
los casos en que dichas disposiciones lo permitan expresamente. En el caso de que
una actividad legislativa viole esta prohibición, se aplicará el artículo 12 del Código
Civil que prevé la aplicación ilícita de leyes inconstitucionales:

Artículo 12: Cuando exista incompatibilidad entre una disposición constitucional y


estatutaria, prevalecerá la primera.

Morales, sin embargo, va más allá del propio artículo 12, al comentarlo:

El uso del verbo tiene lugar en manos del juez el rol y la responsabilidad de estudiar
la naturaleza e intensidad del conflicto o incompatibilidad, y un deseo para defender
la constitución o la ley, como mejor les parezca.

Una reforma como la indicada se centraría en el tribunal superior. la máxima


autoridad del país para decidir definitivamente si una ley es inconstitucional o no y
servirá de punto de partida para ir construyendo paulatinamente una base sólida
principios que la constitución nacional presenta y solo consagra de manera casi
simbólica.

PENSAMIENTO DE CARLOS BOLÍVAR PEDRESCHI.

Pedreschi, en la principal obra panameña sobre control de la constitucionalidad, El


Control de la Constitucionalidad en Panamá, no se preocupa especialmente del
aspecto metodológico. Sin embargo, se ocupa de asuntos estrechamente
relacionados: del carácter de las sentencias de constitucionalidad (entendiendo por
tal su descripción constitucional como “finales, definitivas y obligatorias”) y sus
efectos (materiales, temporales y personales).

En lo que se refiere al carácter de las sentencias en materia de control de la


constitucionalidad, Pedreschi se pregunta:

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“... ¿significa el carácter final de las sentencias, o bien su carácter definitivo, que la
Corte no pueda, a propósito de otro acto distinto del que originó una determinada
tesis o una determinada interpretación constitucional, sostener una tesis o
interpretación distinta de la originalmente sostenida? ¿El carácter final o definitivo
de las sentencias debe entenderse en el sentido de que la interpretación dada una
vez a un artículo de la Constitución debe ser mantenido para todos los casos o
únicamente que tal interpretación es final para el caso que la motivó y que, por lo
mimo, éste no puede volver a ser objeto de una nueva calificación constitucional?”

Estas preguntas plantean un ejercicio muy relevante en Panamá en el momento en


que fueron formuladas, y todavía hasta nuestros días, como se verá al examinar el
uso que a esta disposición constitucional se le ha dado en la doctrina panameña
posterior (en particular, en Hoyos).

La reflexión de Pedreschi sigue teniendo actualidad. En un primer lugar, describe la


falta de concreción del alcance de las sentencias de constitucionalidad, tanto en la
Ley como en la propia jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia.

LA CORTE DE LUJO Y ARTURO HOYOS

La evolución de la explicación de la Constitución de Panamá tuvo lugar a principios


de la década de 1990, fue promovida principalmente por Arturo Hoyos, en la Corte
Suprema de Justicia después de la invasión de los Estados Unidos Panamá 1989.

Esto es un intencional y Cambio consciente, claramente comprobado el evento:

"En nuestro país, hay una tradición de la tendencia de los jueces constitucionales
contra los métodos gramaticales, es comprensible para la luz del progreso logrando
el progreso. El sentido legal en nuestro entorno.

Sin embargo, el cambio de interpretación constitucional señalado por Hoyos es


significativo. Consta de tres elementos principales:

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a. Lista propuesta de "principios de interpretación constitucional";

b. La introducción de una nueva teoría de los precedentes, y

c. Aceptación de la legislación por los jueces constitucionales. Todos estos factores


merecen ser considerados y todos pueden atribuirse al ingenio de Hoyos.

Sobre los principios, métodos o reglas de interpretación, Hoyos presenta un


panorama relativamente escéptico, a partir de esta actitud de Zagrebelsky. El mismo
método de interpretación jurídica da lugar a numerosas interpretaciones, y la
aplicación de "principios interpretativos", por definición abiertos al logro de los fines
de las normas, y no a la voluntad de la historia constitutiva, reflejada o no en el texto
de la Constitución.

Hoyos niega explícitamente el vínculo del juez constitucional con el método de


interpretación de la ley, previsto en el título preliminar del código civil. Sin embargo,
no está claro si los jueces constitucionales, en este contexto, incluyen a todos los
jueces que se ocupan de disputas constitucionales (objetivas o subjetivas), o si los
jueces de los tribunales públicos están excluidos de los jueces de la Corte Suprema
cuando no resuelven las disputas constitucionales (en cuyo caso estarán vinculados
al método de interpretación legal). Esta conclusión parece basarse en el hecho de
que la relación está determinada por la actividad y no constituye el privilegio de las
posiciones.

PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS

a) El sistema de justicia constitucional de la República de Panamá es uno de los


más amplios del mundo occidental. Baso mi declaración anterior en los siguientes
elementos:

1. La legitimidad procesal es muy amplia: existe una práctica común que requiere
la declaración de inconstitucionalidad de las leyes y actos de otras jurisdicciones
sujetas a revisión constitucional. En esto nuestro sistema es similar al de Colombia.

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2. La conducta de la autoridad está sujeta a revisión judicial por su
constitucionalidad: todos los actos de la autoridad pública están sujetos a la equidad
constitucional, es decir, las leyes, los actos administrativos y las decisiones.

Los actos privados no están sujetos a revisión constitucional.

3. Coexistencia del control constitucional abstracto con el concreto: en el sistema


de justicia constitucional panameño existe un control abstracto sobre la
constitucionalidad de la ley o actos prescritos, pero también concreto, ocurriendo en
el marco de un proceso cuando una de las partes advierte a un juez que la regla
que se aplicará para resolver una disputa de valor es inconstitucional. En este caso,
el juez debe enviar la advertencia, emitida para consulta, a la sala plenaria de la
Corte Suprema de Justicia, que tiene competencia para resolver la cuestión
constitucional. Cabe señalar que, además de las partes en el juicio, el juez
naturalmente puede plantear interrogantes sobre la constitucionalidad de la ley o de
la conducta que la rige.

Por lo anterior, se diferencia del sistema de los Estados Unidos de América, en el


que sólo existe una valoración específica de la constitucionalidad de los estatutos.

En el control de la constitucionalidad de los estatutos, existen controles


concurrentes y posteriores.

Control preventivo, la denominada excepción no aplicable (heredada del término


Colombia, país al que pertenecimos hasta 1903) de proyectos de ley, que sólo
puede ejercer el Presidente de la República, quien puede objetar el proyecto de ley
por inaplicable (inconstitucional) y remitirlo al Pleno de la Corte Suprema de Justicia
para que sea declarado, y la sanción es preceptiva.

La posterior revisión de la ley, como sabemos, puede ser motivada por cualquiera.

b) El sistema judicial constitucional está dotado de herramientas especializadas


para la revisión judicial de constitucionalidad. Estos actos procesales son los
siguientes:

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1. Los recursos inconstitucionales, como hemos visto, se dirigen contra diferentes
tipos de actos de poder. Esto también se formaliza ante la Corte Suprema de
Justicia, que tiene competencia exclusiva para conocerlo.

2. Advertencia de inconstitucionalidad, que como hemos visto corresponde a


controles específicos.

3. La defensa de las garantías constitucionales se hace contra la acción o no debida


de un funcionario contra una persona, lo cual va en detrimento de los derechos
fundamentales. En este sentido, el sistema panameño se diferencia del sistema
mexicano en que el amaro puede utilizarse como recurso de apelación,
inconstitucional o habeas corpus.

4. El texto del Habeas protege específicamente el derecho a la libertad corporal o a


la salud.

5. Habeas sobre datos para proteger su derecho fundamental de acceso a su


información personal.

c) La vigencia de las sentencias inconstitucionales es errónea y cuando se


fundamenta en leyes o reglamentos determina la nulidad de la propia constitución
futura (ex nunc). Sin embargo, dado que son admisibles los recursos contra actos
específicos como las sentencias, el efecto de las sentencias es declarativo. Cabe
señalar que este no siempre es el caso en el derecho comparado, como señaló el
abogado estadounidense Posner en un reciente trabajo, de las sentencias de otros
tribunales constitucionales, particularmente en países con gobierno parlamentario,
que declaran inconstitucional la ley. puede ser revocado por mayoría cualificada en
el Parlamento.

De hecho, Posner señala que, de los 7 países con tribunales constitucionales, el


79% tienen disposiciones que permiten a los parlamentos con dos tercios de
diputados votar para revocar un fallo que declara inconstitucional la ley.

21
En Panamá, el artículo 206 de la Constitución establece que las decisiones de la
Corte Suprema de Justicia sobre el ejercicio del control constitucional son
definitivas, definitivas y vinculantes.

d) El sistema judicial constitucional se concentra en el Pleno de la Corte Suprema


de Justicia, integrado por nueve jueces.

En el pasado he argumentado que la revisión es mixta porque los textos de amparo


y habeas son conocidos por los tribunales inferiores según el funcionario que emitió
la escritura, es decir, la emitió. pero los recursos de inconstitucionalidad de la ley
son exclusivos del Tribunal de Casación, en su sala de plenos (los jueces integran
las tres secciones para conocer de las controvertidas casaciones y recursos
administrativos).

En el caso de los magistrados son propuestos por el Ejecutivo y aprobados por la


Asamblea Nacional por un período de 10 años.

PRINCIPIOS DE INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL” EN LA


JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA:

1. Principio “favor libertatis”.


2. Principio de unidad de la Constitución.
3. Principio de continuidad de la jurisprudencia constitucional.
4. Principio de presunción de legitimidad de las leyes y de otros actos de
autoridad pública.
5. Principio de concordancia de las normas constitucionales.
6. Principio de divisibilidad de las normas impugnadas.
7. Principio de interpretación de todo el ordenamiento jurídico de
conformidad con la Constitución.
8. Principio de interpretación extensiva de la función de administrar justicia
del órgano judicial.

22
9. Principio de preferencia de la vía contenciosa en la impugnación de actos
administrativos.
10. Principio de la existencia de normas constitucionales extra-documentales.
11. Principio de validez del argumento de autoridad.
12. Principio de prudencia.

En lo que respecta a si la jurisprudencia constitucional es fuente de derecho, o lo


que es lo mismo, respecto a si la Corte Suprema de Justicia crea derecho, Hoyos
ha señalado:

“En Panamá la respuesta a la pregunta sobre si la jurisprudencia debe ser


considerada como una fuente de Derecho, no es, a nuestro juicio, uniforme. Existe
determinado tipo de decisiones de la Corte Suprema de justicia que tienen en
nuestra opinión el carácter de fuente de Derecho si se entiende por ésta la
vinculabilidad de esas decisiones para otros jueces o Magistrados en el futuro. Nos
referimos al caso previsto en el Artículo 206 de la Constitución Nacional en la cual
se señala que las decisiones de la Corte en ejercicio de las atribuciones señaladas
en esa norma (guarda de la integridad de la Constitución, del ejercicio de la
jurisdicción Contencioso-Administrativa y de juzgamiento de los diputados, según la
reforma constitucional de 2004) son “finales, definitivas, obligatorias” ... “y deben
publicarse en la Gaceta Oficial”. Las decisiones que tome la Corte en ejercicio de
estas atribuciones vinculan no sólo a los inferiores de los Magistrados de la Corte,
sino a la misma Corte Suprema de Justicia en el futuro confrontada con una decisión
sobre la misma materia jurídica sobre la cual versó la decisión anterior. Por lo tanto,
si se sigue el criterio de la vinculabilidad determinadas decisiones de la Corte, o
precedentes “serían fuente de Derecho”.

La tesis así formulada es claramente defectuosa, pese a su popularidad reciente


entre los juzgadores panameños. El aspecto que determina su incorrección, es la
operación que equipara la obligatoriedad del fallo a la obligatoriedad de los
precedentes.

23
El carácter de la sentencia de constitucionalidad es final, porque no admite un nuevo
juicio de constitucionalidad contra el acto atacado, es definitiva, porque no admite
recursos adicionales en la misma causa, y es obligatoria, porque debe ser acatada
por sus destinatarios (en caso contrario, se derivaría una violación del ordenamiento
jurídico). De esta descripción no puede derivarse que la jurisprudencia
constitucional sea fuente de derecho, ni que el texto de la Constitución Política haya
establecido una doctrina de precedentes obligatorios.

CONTROL CONSTITUCIONAL

Para comprender plenamente este lugar, conviene recordar que los procedimientos
y las competencias que se ejercen varían según el sistema en el que se aplique. Es
decir, no son iguales porque el modelo procesal sea asimétrico y no porque tengan
propósitos diferentes.

Esto implica partir de un punto de partida diferente, señalando que en Europa los
tribunales constitucionales nacieron en de "la desconfianza de los jueces
ordinarios"; y en América fue demandado por continuar una línea tortuosa alegando
"confiar en los jueces". Decimos "pretende” porque no existe un sistema en América;
ya que esta el precedente de madre de la modelo: “Marbury vs. Madison ", para la
técnica judicial de los Estados Unidos de América y más precisamente para el
common law, donde el valor del precedente facilita la labor interpretativa de los
jueces por cómo trazar de los cuales un camino inseparable. Por ello, el referido
sistema o prototipo es efectivamente una “revisión judicial” el cual que permite a
todas las autoridades (método difuso) verificar la supremacía de la constitución,
aunque el alcance de la acción está limitado por el procedimiento que se aplique.

Por otro lado, América Latina ha confundido el plano y por eso las inconsistencias
se repiten nuevamente. Se utilizó lo de la "confianza en los jueces" para argumentar
que el sistema americano es universal, cuando de hecho la práctica sigue el Código

24
Procesal Civil español, que es uno de los modelos más claros sobre la obligación
judicial de aplicar la ley sin ser capaz de explicarlo.

Para decirlo sin rodeos: el deber del juez es sólo aplicar la ley, nunca lo explica,
simplemente porque no confía.

Este principio elabora tras sí una idea común para los sistemas de control de
constitucionalidad. La Constitución es una Norma Fundamental, y contiene
fundamentos, principios y valores que se transmiten orientando al resto del
ordenamiento jurídico. Es una norma superior y por eso subordina jerárquicamente
la producción legislativa, inclusive, a las sentencias judiciales que deben acatar las
finalidades dispuestas por la Constitución.

Como rápidamente se advierte, se trata de una regla pensada hacia adentro; es


decir, entroniza la idea de la soberanía del Estado y se aísla del contexto externo
que la circunda.

No quiere decir esto que el Estado se encierre en un sistema propio dominado por
la idiosincrasia y el principio de legalidad; vale expresar, que quede mensurado en
los límites del modelo social y de las normas que se dicten bajo la tutela de la Norma
Fundamental.

En realidad, el principio de la supremacía responde a un tiempo histórico superado,


o al menos así lo creemos, porque anida en ese concepto un destino permanente
donde la ley se iguala con la certidumbre y la seguridad jurídica; y en la cual, la
Constitución es la ley de leyes, pero siempre rígida e invulnerable.

En realidad, el principio de la supremacía responde a un tiempo histórico superado,


o al menos así lo creemos, porque anida en ese concepto un destino permanente
donde la ley se iguala con la certidumbre y la seguridad jurídica; y en la cual, la
Constitución es la ley de leyes, pero siempre rígida e invulnerable.

Este entendimiento constituye un valuarte de cuatro siglos que han pergeñado la


noción del estatismo y la legalidad, en la cual el Poder administra y controla y los

25
ciudadanos gozan y disfrutan en la medida de los derechos disponibles; los que
están escritos y asentados en un orden cerrado al ser impermeable a otros valores.

Esta división entre la ley y los derechos supone traer un techo diferente al concepto
de supremacía, una suerte de super legalidad constitucional que obliga a quienes
concretan el control de constitucionalidad a mirar hacia esos principios y valores
antes que lo se ha concretado por escrito en el marco de la legalidad disciplinada.

NATURALEZA JURÍDICA

Antes de proseguir, hemos de reconocer el carácter de la Constitución como norma


jurídica. Esta afirmación, que hoy puede parecernos obvia, no está de más; puesto
que solamente si reconocemos que la Constitución tiene carácter jurídico, puede
ser objeto de un análisis de interpretación jurídica. Si la Constitución no es Derecho,
sino únicamente decisión, programa o ideal, ésta no es susceptible de judicializarse.
En este sentido, la justicia constitucional supone, necesariamente, la existencia y
aceptación de ésta como norma jurídica. Recordemos que en la Europa del siglo
XIX y de principios del XX se negó el carácter de auténtica norma jurídica, como
Lex Superior a la Constitución. Sus preceptos se consideraban simples principios
de valor político, que servían de orientación al ordenamiento jurídico y adquirían el
rango de auténticas normas jurídicas cuando eran desarrollados por la legislación
ordinaria (De Vega, Pedro, 184, pág. 215)

Afirmar que la Constitución es, ante todo, norma jurídica, no implica, como
expusimos en otra ocasión, eliminar del concepto Constitución su innegable carga
política o sociológica. Por el contrario, significa que con el advenimiento del
constitucionalismo se pretende, precisamente, que los problemas de poder se
disuelvan en una norma jurídica y se resuelvan a través del Derecho. Aspiración
ésta nunca alcanzada por completo, más nunca abandonada. Aún las prácticas o
costumbres contrarias a la Constitución escrita (que no a la positiva), tienen

26
significado jurídico y su problemática una resolución mediante la dogmática jurídico-
constitucional. (Orozco Henríquez, José de Jesús, pp. 303-330)

La Constitución escrita se convierte, en palabras de Kelsen, en el supuesto último,


el postulado formal del que depende la validez de todas las normas de un sistema
jurídico. Además de esta función jurídica de naturaleza lógico-formal, las
constituciones contemporáneas pretenden garantizar una serie de valores políticos
y sociales, así como los derechos fundamentales de los gobernados frente al poder
público, dotándolos de supremacía y rigidez.

En los orígenes del constitucionalismo moderno se consideró que la simple


consagración de los derechos fundamentales y de los límites a los titulares de los
órganos del Estado eran suficientes para garantizar su respeto. Desgraciadamente,
la experiencia histórica ha demostrado lo contrario. Es necesario, entonces,
establecer instrumentos que obliguen a los detentadores del poder público a ceñirse
a lo mandado por la Constitución. Sin hipérbole se ha dicho que, ante la ausencia
de dichas garantías controladores, una Constitución no es plenamente obligatoria
en su sentido técnico (Kelsen, Hans, 1974, p. 511).

REGULACIONES

La ley, específicamente el Código Judicial de Panamá, reglamenta las diferentes


acciones constitucionales que hemos enumerado anteriormente.

A continuación, los aspectos más sobresalientes de esta regulación legal.

a) Recurso de inconstitucionalidad. Esta acción está regulada en los artículos 2559


a 2562 del Código Judicial. El texto de estas normas es el siguiente:

Artículo 2559: Cualquier persona, por medio de apoderado legal, puede impugnar
ante la Corte Suprema de Justicia las leyes, decretos, acuerdos, resoluciones y
demás actos provenientes de autoridad que considere inconstitucionales, y pedir la
correspondiente declaración de inconstitucionalidad.

27
Artículo 2560: Además de los requisitos comunes a toda demanda, la de
inconstitucionalidad debe contener:

1. Transcripción literal de la disposición, norma o acto acusados de


inconstitucionales; y

2. Indicación de las disposiciones constitucionales que se estimen infringidas y el


concepto de la infracción.

Artículo 2561: La demanda se acompañará de copia debidamente autenticada de la


ley, decreto de gabinete, decreto ley, orden, acuerdo, resolución o acto que se
considere inconstitucional; si se trata de una ley u otro documento publicado en
Gaceta Oficial no habrá necesidad de acompañar la copia, bastando citar el número
y fecha de la respectiva Gaceta Oficial.

Cuando el recurrente no haya podido obtener dicha copia lo expondrá ante la Corte,
señalando las causas de la omisión y el tribunal ordenará de oficio a la corporación
o funcionario respectivo que compulse y envíe las copias correspondientes.

La inobservancia de los requisitos a los que se refieren los artículos anteriores


producirá la inadmisibilidad de la demanda.

Artículo 2562: En la acción de inconstitucionalidad no cabe desistimiento.

b) Advertencia de inconstitucionalidad. Corresponde al control concreto.

Las normas pertinentes son los artículos 2557 y 2558 del Código Judicial que tienen
el siguiente texto:

Artículo 2557: Cuando un servidor público al impartir justicia, advierta que la


disposición legal o reglamentaria aplicable al caso es inconstitucional, elevará
consulta a la Corte Suprema de Justicia y continuará el curso del negocio hasta
colocarlo en estado de decidir.

Artículo 2558: Cuando alguna de las partes en un proceso, advierta que la


disposición legal o reglamentaria es inconstitucional, hará la advertencia respectiva
a la autoridad correspondiente, quien, en el término de dos días, sin más trámite,

28
elevará la consulta a la Corte Suprema de Justicia, para los efectos del artículo
anterior.

c) Amparo de derechos fundamentales. Me he ocupado de este tema en una obra


colectiva dirigida por los maestros mexicanos Héctor FixZamudio y Eduardo Ferrer-
MacGregor.

En síntesis, los elementos principales del amparo panameño son los siguientes:

1. Procede contra órdenes de hacer o de no hacer expedidas por un servidor


público.

2. Al decir del constitucionalista panameño José Dolores Moscote, una orden para
nuestros efectos “es el mandato emanado de una voluntad arbitraria o la no
ejecución de un acto del cual resulte disminuido con el goce de algún derecho que
la Constitución reconoce y garantiza”.

3. La admisión de la demanda suspende los efectos del acto impugnado, aunque si


éste fuere una resolución judicial el magistrado ponente debe suspenderlo
expresamente.

4. Lo conocen diversos tribunales según la autoridad que expidió el acto. Si se trata


de autoridades con mando y jurisdicción en dos o más provincias será la Corte
Suprema la competente; si es sólo en una provincia será un Tribunal Superior,
aunque en estos casos la sentencia admite apelación ante la Corte Suprema; si son
funcionarios con mando en un distrito serán los juzgados de circuito los
competentes.

5. Son derechos tutelados los previstos en la Constitución salvo los que estén
tutelados por otro remedio procesal constitucional como el hábeas corpus o el
hábeas data.

6. Está legitimado para interponerlo el agraviado, aunque el texto constitucional


permite que lo haga otro actuando en interés de aquél, pero la jurisprudencia
constitucional de los últimos años parece limitarlo al agraviado.

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7. La sentencia anula el acto arbitrario y éste no puede ser reproducido por la
autoridad que lo expidió.

d) Hábeas corpus. Este recurso procede específicamente para tutelar la libertad


personal o ambulatoria. La regulación del mismo se encuentra en el Código Judicial
en los artículos 2574 a 2614.

Las notas características de este recurso son las siguientes:

1. Procede contra la privación de libertad de un individuo; la amenaza de tal


privación; otras medidas de restricción de la libertad como prohibición de abandonar
el país o una región del mismo, en confinamiento, la deportación y la expatriación
sin causa legal.

2. Puede interponerse por el apoderado judicial del agraviado, por éste o por
cualquier persona en favor de aquél.

3. Una vez presentada la demanda se libra el mandamiento de hábeas corpus, se


debe notificar en dos horas a la autoridad demandada la cual debe poner al detenido
a órdenes del tribunal competente y debe rendir un informe a este sobre el
fundamento de la detención. Si bien puede celebrarse una audiencia oral esto no
es la regla general y el procedimiento es fundamentalmente escrito.

4. Si el tribunal considera que la detención carece de fundamento legal (debe


acreditarse la existencia de un delito, orden de detención y una vinculación del
imputado a la conducta delictiva). Hay que recordar que no procede la detención
preventiva por delitos que tengan una pena mínima de prisión inferior a dos años.

5. Quien haya sido puesto en libertad en cumplimiento de un mandato de hábeas


corpus no puede ser detenido nuevamente por los mismos hechos o motivos, salvo
que se presenten nuevos elementos probatorios.

6. Las órdenes expedidas por el tribunal competente deben ser acatadas


inmediatamente. Si se declara que la detención es legal procede el recurso de
apelación. En estos procesos no caben incidentes de ninguna clase.

30
7. Son competentes para conocer de este recurso el Pleno de la Corte Suprema de
Justicia, los tribunales superiores y los juzgados inferiores según quién ha expedido
la orden de privación de libertad, según el mando y jurisdicción que tenga el último
bien sea el procurador general, fiscales o personeros municipales.

8. Para lograr el cumplimiento de las resoluciones judiciales en estos procesos los


jueces tienen potestades de imponer fuertes sanciones pecuniarias y exigir
responsabilidad por desacato.

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CONCLUSIÓN

La interpretación constitucional implica dar un sentido a los preceptos,


contenidos en toda ley fundamental.
El Derecho es Ley, pero antes que Ley es vida; debe surgir de la vida misma
y debe seguir las necesidades del Hombre.
La constitución debe ser más sagaz y previsora que el constituyente.
La interpretación evolutiva no significa dar cualquier contenido a las normas
constitucionales; la interpretación evolutiva faculta al intérprete a cubrir
aspectos no previstos, pero no contrarias las normas expresas o decisiones
fundamentales tomadas en otro tiempo.
La Ley no es un Gancho elástico capaz de tirar sobre su texto de tal modo
que se llegue siempre a solucionar los diferentes casos, el rendimiento de
una norma no siempre es ilimitado.
Los Jueces tienen el deber de ponderar las consecuencias sociales de sus
decisiones.

APORTES PERSONALES

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BIBLIOGRAFÍA

De la Guardia, Erasmo. La Casación: Un recurso incomprendido. Panamá, Imprenta

Nacional, 1947.

De la Guardia, Erasmo. La Constitución se inspira en el nuevo derecho y es motivo

de justo orgullo para Panamá. Revista Lotería, año 10, No. 124
(septiembre 1951), Panamá, 1951, p. 22-24. También se publicó, con
ligeras variantes, como Evolución Constitucional panameña y algunas
observaciones prácticas. Universidad, No. 29-30, primer semestre
(1951), Panamá, Universidad de Panamá, p. 67-74.

De Vega, Pedro: “De la Constitución y su Defensa: Algunas Peculiaridades de

Ordenamiento Constitucional Español”; en La Constitución y su


Defensa, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1984, p.
215.

García Máynez, Eduardo. Introducción al Estudio del Derecho, Edit. Porrúa, México,

1991, p. 325-327, citado por González Montenegro, Rigoberto. La


Constitución y su Interpretación. P. 250, en Anuario de Derecho. No.
29, p. 239-265.

Introduccion-al-Derecho-Procesal-Constitucional__27068__0. (s. f.). RUBILZAL-

CULZONI. Cita en el texto: (Introduccion-al-Derecho-Procesal-


Constitucional__27068__0, s. f., p. 274)

Kelsen, Hans: “La Garantía Jurisdiccional de la Constitución”; traducción de

Rolando Tamayo y Salmorán, en Anuario Jurídico I, Universidad


Nacional Autónoma de México, 1974, p. 511.

33
LIBRO-4-COD-JUDICIAL__27068__0. (s. f.). Cita en el texto: (LIBRO-4-COD-

JUDICIAL__27068__0, s. f., p. XXXX)

Moscote, José Dolores. El Derecho Constitucional Panameño, op. Cit., p. 467.

Orozco Henríquez, José de Jesús: El Derecho Constitucional Consuetudinario;

primera edición, Universidad Nacional Autónoma de México, México,


1983, pp. 303-330.

Revista Parlamentaria Debate, No. 15, diciembre de 2008.

Sánchez G., Salvador. Integración e Interpretación Judicial de la Ley en Panamá.

34

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