Modulo 1
Modulo 1
Modulo 1
orientación
educativa e
intervención
psicoeducativa
Carles Monereo Font
PID_00141764
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Índice
Introducción............................................................................................... 5
Objetivos....................................................................................................... 8
Ejercicios de autoevaluación.................................................................. 53
Solucionario................................................................................................ 55
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Bibliografía................................................................................................. 62
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Introducción
2) A la necesidad de identificar las causas por las cuales muchos alumnos te-
nían serias dificultades para progresar en sus estudios.
Objetivos
Así pues, cuando los estudiantes finalicen el estudio de este módulo, deben
ser capaces de:
Cuando con una finalidad formativa, como en este caso, hemos tratado de
establecer fronteras que ordenen la gran variedad de perspectivas que adopta
el OIP, nos hemos encontrado con serios problemas para identificar un con-
junto unívoco de criterios o coordenadas que clarifiquen de manera definiti-
va el panorama. De hecho, las dimensiones propuestas por los diferentes es-
pecialistas (por ejemplo Huguet, 1993; Fernández Sierra, 1995; Alonso Tapia,
1995; Bisquerra, 1998) presentan una variedad paralela a aquello que preten-
den clasificar.
• Interna: próxima a los entornos que han originado y que parecen mante-
ner y controlar estas dificultades. Es decir, dentro del aula, en el comedor,
en el patio, en el domicilio familiar, etc.
Sin negar la existencia de modelos explicativos que han combinado una con-
cepción del currículum como producto y una interpretación, si no contextual,
ambientalista de las dificultades de aprendizaje, próximas a un modelo socio-
conductual –por ejemplo, la aproximación que realiza Bandura (1977)– o que
han admitido una concepción del currículum como proceso con una visión
individual de las dificultades de aprendizaje –vinculadas a las teorías de signo
más psicodinámico como la psicología comunitaria (p. ej. Shoben, 1962)–, las
relaciones más usuales en el OIP se han producido entre las concepciones de
currículum como producto –causas individuales, encabezadas por las corrien-
tes conductistas y clínicas tradicionales, y las concepciones de currículum co-
mo proceso– causas contextuales, lideradas por las visiones constructivistas de
influencia social y cultural.
Aquí, el papel del asesor es claramente "de experto resolutor de problemas" que
domina un repertorio de técnicas especializadas que aplica cuando se requie-
ren sus servicios. Su relación con los agentes educativos consiste en atender
sus consultas, diagnosticar de manera precisa y objetiva el problema y explicar
a profesores y/o padres lo que "deben hacer".
Por otro lado, este posicionamiento del asesor tomando los casos bajo su au-
toridad, exime de responsabilidades y compromisos en el proceso de inter-
vención a padres o profesores que tienden a inhibirse ante un problema que
"ahora es del/la psicólogo/a educativo/a", respecto al cual, además, se generan
fuertes expectativas de resolución, difícilmente salvables.
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Desde esta concepción, la selección, actualización y relación entre los conte- Lectura recomendada
nidos pierde importancia; los contenidos son considerados estáticos e inamo-
J.�Gimeno�Sacristán (1982).
vibles, y no se plantea su valor histórico y provisional. Cada año los profesores, La pedagogía por objetivos: ob-
y cuando sea preciso el asesor, deben velar para que se aprendan los mismos sesión por la eficacia. Madrid:
Morata.
contenidos del ciclo educativo correspondiente, independientemente de las En el que critica el modelo
características de los alumnos que haya en clase. de intervención tecnicista,
revestido de un falso cienti-
ficismo y eficientismo, más
Por el contrario, desde la segunda concepción, cuando se parte de la base de preocupado por pontificar
sobre las jerarquías de obje-
que el currículum escolar se encuentra en un proceso permanente de cons- tivos y su definición formal
que sobre cuáles deben ser
trucción, gracias a la interacción de todos los agentes educativos, el asesor no los objetivos que la educa-
se plantea tanto la especificación de lo que debe producirse, sino la interpre- ción debería perseguir.
"Cada centro de enseñanza, cada aula, cada equipo de profesionales, cada grupo de alum-
nos y alumnas, etc. son tan singulares y cada ambiente y contexto tan diferentes que las
generalidades son poco útiles."
En este caso, el diagnóstico constituye una pieza clave para delimitar con pre-
cisión el problema o déficit y establecer una prescripción focalizada. De hecho,
la analogía con el modelo médico de enfermedad es evidente; a toda diagnosis
bien hecha debe corresponder un tratamiento, fármaco y/o terapia curativos.
objetivos a corto y medio plazo, así como los límites de las intervenciones de-
ban negociar y consensuarse con otros agentes educativos, compartiéndose los
significados y las responsabilidades de las actuaciones que hay que emprender.
Otro factor de variabilidad entre los diferentes modelos del OIP es el/los siste-
ma/s, segmento/s, grupo/s o agente/s dentro de la comunidad educativa que,
de manera prioritaria, reciben los servicios del asesor.
Tal como se observa en la figura anterior, los ámbitos de intervención del ase-
soramiento psicoeducativo son múltiples y pueden considerarse de forma más
aislada y parcial o, por el contrario, puede intervenirse sobre todo un ámbito
e, incluso, sobre las interacciones existentes entre diferentes ámbitos.
El tercer nivel de intervención puede tomar como eje una etapa educativa
completa, el centro educativo en su conjunto o, por ejemplo, el establecimien-
to de redes de comunicación entre el centro educativo y el escenario familiar
o entre los distintos centros educativos de un sector y distintos servicios edu-
cativos del mismo sector (p. ej. centros de recursos educativos o centros de
salud) y/o generales (p. ej. organizaciones no gubernamentales o programas
de informática educativa impulsados por la Administración local). En estos
supuestos, las interacciones entre distintos ámbitos se convierten en el centro
de interés del asesoramiento.
Conviene remarcar, como hemos hecho antes, que estas preferencias no pue-
den desvincularse de los modelos explicativos y las finalidades de interven-
ción presentados con anterioridad, de los que son tributarios. Así, los modelos
dirigidos más a una intervención en relación con elementos nucleares den-
tro de algún ámbito son más próximos a enfoques del tipo producto-indivi-
dual-remedial, mientras que los modelos interesados para las interacciones in-
tra o interámbitos suelen responder a constelaciones del tipo proceso-contex-
tual-preventivo.
La relación que se establece con los asesorados suele ser asimétrica en el sentido
de que el asesor no actúa como un miembro más de, por ejemplo, un claustro
de profesores, sino que sus orientaciones tienen el valor de prescripciones que
deben cumplirse, dado que provienen de un experto a quien se ha hecho una
demanda específica.
Pese a la libertad de acción que supone esta alternativa laboral, existen dos
restricciones que conviene considerar:
La relación asesor-asesorado es, en este caso, más simétrica por cuanto ambos,
aunque tengan funciones y tareas diferenciadas, poseen un estatus parecido,
deben acatar las directrices del mismo equipo de gobierno del centro y tratar
de llegar a acuerdos en las actividades que emprendan.
Alguien dijo que un asesor debe ser, sobre todo, un diplomático que combine con sabi-
duría sus dotes comunicativas y seductoras para establecer pactos. Sin llegar a reinvindi-
car tal extremo, sí que resulta imprescindible conseguir que todo el claustro entienda de
la manera más clara y explícita posible cuáles son las funciones y limitaciones del asesor
y en qué tipo de juegos no puede entrar sin perjuicio del rol que cumple.
Por otro lado, la relación también puede variar en función de "los poderes"
con que estos equipos sean investidos; podría afirmarse que, con frecuencia,
mantienen un grado de asimetría superior al de los asesores que forman parte
de la plantilla del centro.
Desde este modelo, el OIP adopta una doble finalidad; en primer lugar, y clara-
Los niños afectados por limitaciones motrices
pueden ser tratados en centros de educación
mente hegemónica, una finalidad correctiva preocupada por reeducar o reha- especial
Sin embargo, existe también una vertiente preventiva, mucho más reciente,
preocupada por la prevención y la reducción de la incidencia de patologías a
partir de la educación en higiene mental, del cambio de actitudes de la familia
y el profesorado y del diagnóstico precoz y la estimulación neuro-fisiológica
temprana.
Actividad
La noción de normalización de las situaciones vitales del alumno con necesidades edu-
cativas especiales (por ejemplo, debidas a un handicap), íntimamente emparentada con
el concepto de integración escolar y social, ha tenido diferentes interpretaciones que se
han asociado a distintas formas de intervención psicoeducativa. A continuación, os ofre-
cemos un compendio de definiciones sobre esta noción (extraídas de Monereo, 1985);
comparadlas y tratad de identificar el planteamiento psicoeducativo que se esconde en
éstas:
J.M.� Curtis: "El uso de etiquetas diagnósticas es el único camino para que los grupos
minoritarios puedan obtener un trato equitativo y normalizado, a través de la afirmación
de su propia identidad."
Sin embargo, quizás el principal riesgo de este enfoque del OIP es el expresado
por Fernández Sierra cuando escribe:
Desde esta perspectiva asistencial, el papel del asesor será contestado por un
enfoque, también de raíces clínicas pero de inspiración humanista, que revi-
saremos a continuación.
Carl Rogers formaliza su teoría sobre el consejo no-directivo por primera vez
en 1940, en una conferencia realizada en Minnesota (recogida en el capítulo
segundo de Rogers, 1981). Desde entonces, su obra resulta emblemática y su-
pone el inicio de una nueva forma de entender la orientación educativa deno-
minada genéricamente Counseling, que hemos traducido por aconsejamiento o
modelo de consulta.
"Se trata de que el psicólogo no dirige al paciente, no lo somete a una técnica u otra, sino
que se ofrece a él como persona [...] no sanciona, no aprueba, no censura, no juzga al
paciente ni actúa por él, no le indica caminos ni le cierra vías: vive con él sus conflictos."
Acto seguido, comprobamos si habéis entendido esta actitud del consejero. Ved también
Primera�conversación
Alumno: "Venía a hablarle de algo que me preocupa mucho. Es en relación con este
asunto que ha tenido al centro tan revolucionado y a la dirección tan sobresaltada."
Segunda�conversación
Alumno: "¿Es que ha estado usted espiándome? ¿Por qué piensa que soy el culpable de
lo que ha sucedido? Yo ya tengo bastantes dolores de cabeza..."
Consejero: "Siento que lo que te he dicho te haga pensar que te he estado espiando. En
realidad, no ha sido así. Algunos de tus compañeros han venido a mí y me han hecho
algunos comentarios, pero yo he preferido hablar contigo."
Tercera�conversación
Alumno: "No sé lo que me pasa, pero me produce una cierta inquietud venir a hablar
con usted. Tengo la impresión de que no me comprenderá o que me juzgará mal. No sé
por dónde empezar."
Consejero: "No tienes por qué preocuparte hombre, yo no me como a nadie. Además,
tengo mucha experiencia y nada de lo que puedas decirme me extrañará. Empieza expli-
cándome cuándo empezaron tus problemas."
Esta comprensión empática o rapport del asesor se expresa por medio de res-
puestas de acogida, clarificación y estimulación que tratan de mostrar que
existe una identificación intelectual con el asesorado. El asesor actúa como un
espejo donde el asesorado se mira. El proceso de aconsejamiento pasa por una
serie de fases que consisten en:
Por lo que respecta a los puntos críticos del modelo de aconsejamiento, sería Lectura complementaria
preciso destacar algunas condiciones que limitan su eficacia:
Como lectura complementa-
ria sobre el modelo de conse-
• Las habilidades comunicativas del consejero son determinantes en la bue- jo, la siguiente obra está pen-
sada para entrenar al futuro
na marcha de las relaciones terapéuticas con el alumno. consejero en técnicas de en-
trevista y diálogo psicotera-
péutico:
• Se limita a una franja de la población escolar, a partir de la adolescencia, H.�Jimenez;�F.�Pinzón
y a una tipología de problemas escorados hacia el ámbito afectivo, en de- (1983). Técnicas psicológicas
de asesoramiento y ayuda inter-
trimento del resto. personal (Counseling). Madrid:
Narcea.
Asimismo, pueden consultar-
• La atención directa y prolongada con los alumnos, cara a cara, sólo bene- se las obras clásicas de C. Ro-
gers:
ficia a un número muy limitado de ellos.
C.�Rogers (1981). Orientación
psicológica y psicoterapia. Ma-
• Al no contemplar la intervención y asesoramiento sobre otros agentes y drid: Narcea.
C.�Rogers;�G.M.�Kinger
variables del contexto –profesores, materias, compañeros, etc.–, los cam- (1967). Psicoterapia y relacio-
bios que se produzcan en el alumno pueden ser poco trascendentes. nes humanas. Madrid: Alfa-
guara.
1) Debe favorecerse el éxito continuo en las respuestas del alumno con el fin
de que le proporcionen refuerzo, evitando al máximo la producción de erro-
res, fuente de desmotivación y extinción de conductas pertinentes. Para con-
seguir este objetivo, se aconseja distribuir los contenidos en etapas cortas de
dificultad creciente que garanticen el progreso permanente del aprendiz.
El asesor ofrece un apoyo técnico a los profesores con una finalidad básica-
mente remedial, modificar la conducta desajustada o ineficaz del alumno a
partir de un conjunto de cambios en los estímulos que se le dirigen y en las
consecuencias que reciben sus respuestas que pueden concretarse en un pro-
grama individualizado. El ámbito de actuación puede ser el comportamiento
de un alumno, un grupo de alumnos o del propio profesor, pero siempre es
necesario que actúe alguien de forma activa e intencional sobre los sujetos de
la modificación, que reaccionan de manera pasiva y, por norma general, con
poca conciencia de la intervención recibida.
Actividad
Observad en la siguiente tabla el proceso consultivo que se establece y valorad los aspectos
positivos y negativos del asesoramiento que realiza el consultor (Riegel, citado en C.
Monereo, 1988; pág. 43).
a) Colocar al alumno con di- El alumno puede sentirse me- Buscar un lugar privado.
ficultades de lectura con un nospreciado. Elegir a un amigo del alumno.
compañero más adelantado. Es posible que el alumno ade- Ofrecer algún refuerzo a cam-
lantado no quiera colaborar. bio.
b) Reducir los estímulos que Es muy difícil, especialmente Acercar a los alumnos que
distraen la atención de los en las clases prácticas donde más se distraen a la pizarra.
alumnos. hay mucho movimiento. Estimular el orden y la limpie-
za de los pupitres.
Nombrar a responsables de
borrar la pizarra.
c) Leer en voz alta las pregun- Distraer al resto de la clase. Registrar el examen en un
tas del examen para el estu- magnetófono y proporcionar
diante con dificultades visua- al alumno unos auriculares.
les.
Sin poder obviar las aportaciones consistentes que realiza el modelo en rela-
ción con la medida de los conocimientos de entrada de los estudiantes, o en
la estructuración progresiva de los contenidos según su dificultad, o en la ela-
boración de programas de desarrollo individual –PDI–, el modelo consultivo
de OIP presenta varias lagunas que convendría resaltar.
Dejando al margen las sólidas críticas que se han realizado en las mismas bases Lecturas recomendadas
epistemológicas del modelo, nos interesa resaltar los efectos que puede provo-
Como obras "clásicas" sobre
car el tipo de enfoque revisado sobre la comunidad escolar. Como ya hemos este modelo de OIP se encon-
comentado en el apartado 1.1.1., la imagen de "resolutor de problemas" resul- trarían:
B.A.�Ashen;�E.G.�Poser,
ta arriesgada tanto por las expectativas que genera, como por la dependencia (1977). Modificación de con-
que crea en los profesores. El papel del maestro se asimila al del ATS que pone ducta en la infancia. Barcelo-
na: Fontanella.
las "inyecciones recetadas". Sin embargo, esta orientación para los profesores
R.�Ulrich;�T.�Stachnick;�J.
sin aquéllos (las connotaciones con el despostismo ilustrado resultan inevita- Mabry (1978). Control de la
conducta humana. Modifica-
bles) puede favorecer una carencia de implicación y de corresponsabilización ción de conducta aplicada al
personal que invierta la intervención al fracaso, de manera inevitable. campo de la Educación. Barce-
lona: Trillas.
M.�Kozloff (1980). El aprendi-
Para completar la lista de los modelos de OIP prevalentes nos falta un último zaje y la conducta en la infan-
cia. Barcelona: Fontanella.
enfoque, que es el que se ha respaldado en la mayoría de las reformas educati-
vas iniciadas en el área de países hispano-lusitanos. Debido a su importancia,
dedicaremos un apartado específico al desarrollo de sus características defini-
torias.
© FUOC • PID_00141764 29 Modelos de orientación educativa e intervención psicoeducativa
Hoy por hoy, el enfoque constructivista es el que aporta una explicación más
"verdadera" de lo que significa enseñar algo, para que unos, estudiándolo,
aprendan de forma satisfactoria y verdadera en el sentido de que lo entienden,
Guba y Lincoln:
Por tanto, mediante la interacción verbal los agentes más competentes tratan
de negociar y compartir los significados culturales prestando al niño o a la
niña el juego de claves maestras que posibiliten su entrada en sociedad. Estas
"coyunturas" están formadas por signos que permiten describir, categorizar y
operar sobre los objetos físicos, pero también sobre los objetos mentales, sobre
las propias ideas. Se trata de una doble función que realiza el lenguaje, tal
como lo formuló L.S. Vigotsky, y que permite al aprendiz regular el mundo
exterior, así como autorregular el propio pensamiento.
"[...] leer en la mente es, sin duda, uno de los rasgos más acentuados y profundos de
los miembros de nuestra especie. Los humanos somos individuos mentalistas, psicólogos
naturales notables, que no sólo interpretamos emociones (y, más aún, las revivimos)
cuando las vemos reflejadas en otros, sino que constantemente inferimos las creencias y
deseos de los demás, razonamos sobre sus estados mentales [...]."
Procedimientos de recuperación y
transferencia. ¿"Te acuerdas de lo que le pasaba
Buena parte de estos contextos de interacción se reproducen en la escuela in- a Pinocho cuando decía mentiras? Pues a este
muñeco le pasa lo mismo pero con las uñas"
fantil, si bien aquí el proceso de enseñanza-aprendizaje está planificado y es
mucho más intencional.
Asimismo, la función del profesor debe ser mediadora; sin embargo, a dife-
rencia de padres y familiares, esta mediación debe estar presidida por la con-
ciencia y la intencionalidad. El profesor debe planificar las actividades de en-
señanza-aprendizaje con la finalidad de propiciar un contexto que favorezca
la negociación de los significados del conjunto de contenidos que conforman
el currículum.
© FUOC • PID_00141764 32 Modelos de orientación educativa e intervención psicoeducativa
Esta aproximación que debe realizar el docente hacia los significados del niño,
este "abordaje constructivo", define la zona de desarrollo que postuló Vigotsky
(1979), en la que el aprendiz puede extender sus conocimientos de sus límites
actuales (nivel efectivo) a nuevos estadios de competencia (nivel potencial),
gracias a las ayudas facilitadas. En la escuela, estas ayudas son gestionadas por
el profesor en forma de preguntas, datos, sugerencias, problemas, metáforas,
ejercicios, imágenes, ejemplos, etc.
Bruner (Wood, Bruner y Ross, 1976) ha utilizado la metáfora del andamio pa-
ra explicar cómo un agente educativo puede promover grados superiores de
aprendizaje, situándose siempre unos pasos por delante del aprendiz, como
actuaría un andamio en la construcción de un edificio, hasta que éste controle
la actividad y alcance nuevos grados de autonomía.
Tal como indican diferentes estudios, cuando el aprendiz presenta una disca-
pacidad, especialmente cognitiva, los agentes educativos oponen una gran re-
sistencia a dejar el control de las actividades en sus manos. Esta actitud acen-
© FUOC • PID_00141764 33 Modelos de orientación educativa e intervención psicoeducativa
Podríamos decir lo mismo con respecto a las dificultades que puede encontrar
el centro para alcanzar sus objetivos, es preciso identificar los mecanismos que
regulan la organización y gestión de sus recursos para optimizar aquellos que
permiten cambios positivos. Éste es el centro de interés del siguiente apartado.
(p. ej. evita ser "el profe de los que no funcionan"), y aumenta la eficacia de
las intervenciones sobre los problemas de aprendizaje y comportamiento al
producirse en el seno del lugar donde usualmente se generan y mantienen, las
aulas, y no de forma artificiosa en despachos, laboratorios o consultas, espe-
rando una generalización en las aulas que difícilmente se producirá.
• Evaluar, de los alumnos por ver, el tipo e intensidad de las ayudas que ne-
cesitan para progresar. Siempre que sea posible propiciar los apoyos ordi-
narios por encima de los extraordinarios. Un orden en este sentido podría
ser: recursos internos del centro (horas de refuerzo, adaptación de libros de
texto, cambios en algunas áreas del currículum), recursos externos al cen-
tro, pero dentro del sector educativo (apoyo logopédico, uso de tecnología
o actividades de recreo) y recursos externos no-educativos (psicoterapia,
fisioterapia, etc.).
Los elementos clave de todo sistema educativo son alumno, contenido y do-
cente que conforman lo que C. Coll (1994) ha denominado acertadamente
triángulo interactivo. Partiendo de estos tres elementos, el autor ha descrito un
continuo de sistemas, de mayor a menor generalidad e inclusividad, las rela-
ciones entre los cuales pueden explicar, a diferentes niveles, las decisiones cu-
rriculares que se toman dentro de un centro educativo concreto y en el seno
de un aula específica.
Las relaciones entre estos sistemas marcados, como hemos mencionado, por
la interdependencia, plantean al asesor un triple desafío, de entrada deberá
prever los efectos, positivos y negativos, que toda intervención psicoeducativa
puede tener sobre el resto de los sistemas mencionados. Así, por ejemplo, variar
el tipo de pruebas y exámenes que se realizaban en el centro modificará, en un
sentido u otro, la manera en que estudian y aprenden los alumnos las materias
y, quizás en menor medida, la forma en que los profesores imparten el temario
en las clases.
"Todo apoyo adquiere una dimensión asesora cuando es capaz de establecer un espacio
en el que, gracias a la acción conjunta y complementaría de los profesores y del profe-
sional que lo ofrece, se opera un cambio cualitativo en la representación de determinada
situación y/o en su ejecución práctica."
Esto requiere un nivel de "complicidad" con los docentes que sólo puede con-
seguirse actuando dentro de la institución, sea como parte integrante del claus-
tro (p. ej. Departamento de Orientación) o en una situación que hemos de-
nominado dentro-fuera cuando el asesoramiento se produce desde un equipo
psicopedagógico de sector.
Sin embargo, pueden existir tareas que, si bien están previstas desde el princi-
pio de curso por la institución, su implementación se produce por vez primera
y no existe un claro acuerdo de cómo llevarla a cabo, ni una clara previsión
de cuáles serán sus efectos y resultados. En este caso, estaríamos hablando de
proyectos, como por ejemplo un proyecto de innovación para introducir al-
gún método de aprendizaje cooperativo, o para insertar un ordenador en al-
gunas aulas, o con el propósito de modificar la evaluación tradicional de al-
guna área curricular.
En un tercer supuesto, podría ocurrir que, si bien la tarea que hay que desarro-
llar tiene una clara especificación del procedimiento que se debe seguir para su
aplicación, su necesidad surgiría de manera imprevista e inesperada por par-
te de la institución educativa. Nos referimos a los programas –propuestas de
actividad preelaboradas y cerradas que inciden en algún tema o problemática
puntual– como por ejemplo: un programa "multimedia" para mejorar la escri-
tura de cartas y mensajes, uno audiovisual sobre educación vial, un programa
de fichas de progreso individual sobre problemas de álgebra o un programa
sobre habilidades sociales basado en narraciones biográficas.
Finalmente, el asesor se enfrenta a tareas que ni han sido previstas por el cen-
tro, ni existe una forma predefinida o comúnmente aceptada de abordarlas. Se
trata de las demandas, que pueden aparecer en cualquier momento del cur-
so, de manera inesperada y por parte de cualquier miembro de la comunidad
educativa. Un padre que realiza una demanda relativa a la agresividad que úl-
timamente muestra su hijo en casa, un profesor que pide ayuda para motivar
a un grupo de alumnos que se ha quedado retrasado, un jefe de estudios preo-
cupado por la poca eficacia de algunas reuniones, o un alumno que solicita
una entrevista porque quiere dejar sus estudios constituyen algunas de las si-
tuaciones que pueden producirse en el día a día del quehacer del asesor.
© FUOC • PID_00141764 40 Modelos de orientación educativa e intervención psicoeducativa
Ante estos cuatro tipos de tareas, el asesor debe adoptar formas de planifica-
ción, seguimiento y evaluación diferenciadas. Cuando se trata de un plan, re-
sulta fundamental la fase de seguimiento para garantizar su correcto desarrollo
y destacar aquellos "puntos débiles" sobre los que se deberá actuar en próximas
ediciones. En un programa, cobran importancia los criterios de selección del
programa en cuestión, atendiendo a los recursos, necesidades y características
del centro, y la evaluación de los resultados logrados con el fin de tomar deci-
siones sobre la continuidad de su aplicación. Por el contrario, en los proyectos
y frente a demandas específicas, la planificación adquiere especial relevancia
por cuanto el proceso que hay que seguir está "abierto" a la negociación con
los que participen en la intervención, y de esa negociación dependerá su éxito
relativo.
En el caso de las demandas, esto es aún más decisivo puesto que no se produce,
a priori, una iniciativa institucional, y tampoco suele existir una casuística que
oriente sobre la forma de actuar.
Actividad
Un colega vuestro de la facultad está en apuros y te pide, mediante una carta, que le eches
una mano. Analizad la siguiente demanda en calidad de contexto de asesoramiento con-
flictivo y escribid qué orientaciones le daríais a vuestro amigo para que su intervención
resultase fructífera.
Querido colega:
Como sabes, hace un par de meses que me he incorporado a las tareas de asesoramiento en
un IES del centro de Barcelona. Ya sabes, uno de aquellos "cementerios de elefantes" que nos
comentaban el la "facu", donde van a parar buena parte de los "profes" que, a fuerza de sexenios,
han logrado instalarse cerca de sus hogares, preparando su jubilación anticipadamente. Bueno,
soy algo injusto; también es cierto que existe algún recién licenciado que muestra las mismas
pocas ganas y/o habilidades para hacerse entender por los alumnos y, ¡afortunadamente! un
reducto de irreductibles y esforzados profesores, de toda edad y condición, que ejercen su profesión
con interés y profesionalidad; ávidos de colaborar en intentos de cambios e innovaciones.
Pero, vamos al grano. Hará un par de semanas me llamó el director del centro para plantearme
que estaba muy preocupado con lo que estaba pasando con algunos profesores en 2.° de ESO.
Concretamente con un docente de Ciencias Naturales, una de Historia y uno de Filosofía. El jefe
de estudios ha recibido numerosas quejas de alumnos y padres en el sentido de que las clases son
un desastre: aburridas, confusas, poco preparadas, incomprensibles, etc. Los profesores dicen que
ellos lo hacen lo mejor que pueden, que los alumnos esperan que se les trate como en párvulos,
trabajando "por rincones" y que, en todo caso, ellos dominan su materia, pero nadie les enseñó
cómo enseñarla.
Me ha pedido que, por favor, hable con ellos, asista a algunas de sus clases, y valore si efecti-
vamente las quejas son fundadas y, en su caso, qué tipo de cambios o propuesta de formación
podría hacerse para que esos profesores mejorasen sus clases.
Como comprenderás, estoy bastante angustiado. Hablé con los tres profesores y, excepto uno,
que ha tenido que aceptar a regañadientes, los otros dos se han mostrado abiertos a colaborar, a
explicarme cómo preparan las clases y a dejarme entrar en éstas cuando quiera. El problema es:
¿qué debo evaluar? Confío en que puedas echarme una mano gracias a que tú posees una mayor
experiencia en estos temas. A continuación, te explico alguna cosa más sobre los "protagonistas
" del asunto por si te sirve de algo:
• El "dire". En este momento, comienza su segundo año de mandato como director; es una
persona algo distante y autoritaria, aunque eficaz y comprometida con su trabajo. Los pro-
fesores le respetan y valoran sus dotes de gestión y liderazgo. En realidad, lo que más le
preocupa es que no se produzcan conflictos que puedan tener una repercusión externa, porque
está pensando en promocionarse, presentándose al cuerpo de inspectores de enseñanza.
El "profe" de Naturales hace muchos años que está en la docencia y, en gran medida, podríamos
decir que está algo "quemado". Curiosamente, antes de estar en este centro, estuvo en un instituto
de experimentación de la Reforma y participó activamente en una experiencia de "trabajo por
proyectos" con alumnos de segundo ciclo de ESO. Al llegar aquí, propuso hacer algo parecido;
sin embargo, ante las reticencias del claustro, desistió. En la actualidad, confiesa que su mayor
deseo es jubilarse cuanto antes y olvidarse de las aulas y los estudiantes. Como puedes deducir,
está algo "amargadillo" el hombre. Ha aceptado colaborar conmigo a regañadientes.
La de Historia terminó la carrera hace poco. Confiesa que ella hubiese preferido dedicarse a
otra cosa en lugar de dar clases, pero que le surgió esa posibilidad y como necesitaba trabajar,
la aceptó. Dice que le gustaría hacer mejor sus clases (entre otras cosas, porque lo pasa mal
cuando comprueba lo mucho que "pasan" de ella sus alumnos), pero afirma que nadie le enseñó
a enseñar historia. Su modelo son los profesores que más le gustaron en la Facultad de Historia.
El de Filosofía lleva bastantes años siendo profesor y disfruta con su materia (ha escrito, además,
algunos artículos sobre el existencialismo alemán). Por desgracia, sus alumnos no disfrutan
tanto. A pesar de que trata de transmitir a sus alumnos su amor por la Filosofía, no lo consigue
y se siente sumamente frustrado. Por otro lado, es poco receptivo a variar su forma de enseñar.
Piensa que lo mejor es acudir a las mismas fuentes del pensamiento filosófico y suele leer en
clase (eso dicen los alumnos) largos fragmentos de filósofos reconocidos. Desde hace años, está
intentando lograr una plaza en la universidad, sin demasiado éxito.
© FUOC • PID_00141764 44 Modelos de orientación educativa e intervención psicoeducativa
Ya ves cómo están las cosas. Dentro de dos semanas voy a venir por aquí y me gustaría que
quedásemos para que me orientes, porque estoy perdido.
3) ¿Qué pretendo lograr yo, como asesor, con los actores implicados en
el problema objeto de la demanda?
Aun cuando las funciones específicas que debe realizar un asesor sobre el papel
pueden variar bastante según la modalidad de intervención (en un equipo que
cubra un sector educativo, en el seno de un gabinete privado, en el Departa-
mento de Orientación de un instituto, etc.) y la normativa establecida por la
Administración educativa, tanto en el ámbito local como nacional, existen un
conjunto de áreas de intervención bastante comunes.
Lecturas recomendadas
En relación con las funciones del orientador, existe un excelente resumen, en forma de
breviario, realizado por G.�Sampascual;�L.�Navas;�J.L.�Castejón. (1999). Funciones del
orientador en Primaria y Secundaria. Madrid: Alianza editorial.
Asimismo, pueden encontrarse unos excelentes cuadros comparativos entre esas fun-
ciones, según se trate de un departamento o de un equipo sectorial en una artículo de
T.�Mauri (1999). "La intervención psicopedagógica en Cataluña". Infancia y aprendizaje
(núm. 87).
Ámbito�de�intervención: centro.
Ámbito�de�intervención: profesores.
Ámbito�de�intervención: alumnos.
Un procedimiento
Ámbito�de�intervención: familias. habitual en el extranjero
Actores�involucrados: padre o madre, tutores legales, hermanos, otros En algunos países el asesor,
después de una evaluación psi-
familiares. coeducativa individual a los
alumnos con necesidades edu-
cativas especiales, debe elabo-
Funciones�psicoeducativas (según orden de prioridad): rar un informe o dictamen re-
comendando a la autoridad
competente, por lo general el
Primero. Orientación en el seguimiento de alumnos en casa. inspector de zona, el centro
educativo más adecuado para
Segundo. Asesoramiento en situaciones conflictivas, complementario integrar a ese alumno.
Todas estas funciones generales del asesor pueden recibir el decidido apoyo
del centro y la comunidad educativa que atiende o, en ocasiones, pueden ver-
se frenadas por algunas preconcepciones y actitudes de algunos núcleos de
usuarios que, o no comprenden en toda su dimensión el trabajo del asesor,
o consideran que debe ser otro distinto. A continuación y para terminar este
primer bloque del libro, analizaremos algunas de estas actitudes.
© FUOC • PID_00141764 48 Modelos de orientación educativa e intervención psicoeducativa
Pese a eliminar los elementos más caricaturescos de la cita anterior, muchos El asesor y el colegio
profesores todavía ven en el asesor psicoeducativo un "apagafuegos" frente a
La imagen del asesor como al-
casos irresolubles, un "teórico" que predica la palabra de la Administración y guien ajeno a la escuela se ex-
la reforma de turno o un "juez" que sentencia sobre lo que está bien o mal, presa irónicamente con la eti-
queta con que algunos profe-
cuando no un "intruso", que trata de fiscalizarlos, o un "lujo" inútil, que cobra sores los denominan: Opnis,
objetos psicoeducativos no
lo mismo y trabaja menos. identificados o paquistaníes,
"para-qué-están-aquí".
Tal como ha afirmado de manera acertada I. Solé (1998), que los centros es-
peren más o menos del asesoramiento dependerá tanto de su representación
genérica sobre lo que significa "ser asesorados", a veces muy próxima a los es-
tereotipos mencionados, como de sus experiencias anteriores relativas a tareas
de asesoramiento. Ante esta perspectiva, lo primero que deberá hacer el asesor
es captar cuáles son las expectativas del centro sobre la tarea que deberá reali-
zar y, en su caso, modificar estos prejuicios e intentar transformarlos en trabas
de una colaboración franca y decidida.
Profesorado-1 • Los responsables son los tu- • Plan de trabajo anual bien
El asesor es el responsable de tores y, en último término, definido y delimitado.
los Alumnos-problema. los padres. • Agenda profesional con es-
• La colaboración resulta im- tablecimiento de priorida-
prescindible. des.
En relación con el equipo directivo del centro (director, jefe de estudios, jefe
de departamento, coordinadores de etapa) puede existir la impresión de que
sería preferible contar con un profesor a tiempo completo que con un asesor
psicoeducativo, un lujo prescindible. Esta actitud ignora la importancia que
puede tener para el equipo rector de la institución contar con la ayuda de un
profesional que ocupa una posición estratégica en el centro, puesto que conoce
el funcionamiento del profesorado, sin ser propiamente un profesor, y posee
información privilegiada de alumnos y familias, sin tener una implicación
directa en el desarrollo de la mayor parte de materias, clases y sesiones de
tutoría.
Por último, los padres a veces también tienen la sensación de que son inde-
fectiblemente culpabilizados por el asesor, acusados de no inculcar a sus hijos
determinados hábitos, o de ser excesivamente permisivos e indolentes, o de-
masiado autoritarios e inflexibles, etc. De nuevo, depende del propio asesor
manifestar, sin titubeos, que su labor no es ni sancionadora ni prescriptiva,
sino consultiva y orientadora. Su función consiste en proporcionar la infor-
mación más clara, completa y fidedigna a padres y familiares, de modo que
sean ellos los que toman las decisiones últimas sobre la manera de relacionarse
con su hijo y sobre su futuro.
Ejercicios de autoevaluación
1. Leed el texto extraído del libro de Fabricio Caivano (1988), El sacapuntas (Madrid: Minis-
terio de Educación y Ciencia, Comunidad Escolar, núm. 1, págs. 29-30), y contestad las pre-
guntas.
"Existe una variante de psicólogo, el niñólogo, especialista en niños, que ofrece un gran
interés por su vistosa y emocionante conducta.
Hace años, en una institución de cuyo nombre no consigo acordarme, estuve en una
reunión masiva de niñólogos. Casi todos eran niñólogas, o sea mujeres. Yo iba de joven
sociólogo, aprendiz de la vida misma y temeroso oyente de pontificiales voces. Un tema
en exclusiva: el niño. Era fascinante oír (y ver) la seguridad de los ademanes, la rotundidad
de los conceptos, la precisión de las opiniones... acerca del niño. Lo sabían todo aquellas
benditas mujeres, sabían todo (digo bien: todo) lo que 'el' niño hace, piensa, sueña, desea,
proyecta... Es más, aquel niño modelo –abstracción maravillosamente inútil– les servía
para cualquier situación práctica: la familia, la escuela o la primera comunión.
"[...] Yo me preguntaba de qué niño hablaban; qué sujeto concreto dotado de carne, uñas,
piel, era ese niño. Cuestión menor: 'El' niño es, por extensión, la niñez generalizando
aún más...
"[...] Pero lo que realmente me causó una intensa y continuada taquicardia fue el esquema
conceptual usado para rellenar el paradigma niño. Era, más o menos, así: el niño es un
ser encantador que se distingue por llevar dentro de sí (sin especificar lugar) un conjunto
de maravillosas virtudes. La educación sería el descorchador de esa botellita de esencias
que todo niño lleva en su interior.
a) ¿Cuál es la opinión del autor de este texto sobre la concepción de niño y niña que defien-
den las psicólogas que describe?
b) ¿Creéis que la concepción que defienden las "niñólogas" a las que se refiere el texto co-
rresponde a un enfoque constructivista de la enseñanza y el aprendizaje? ¿Por qué?
Profesor�(2): "Tú, que eres el asesor, dime qué he de hacer en este problema". Para contestar
después de cualquier respuesta: "Eso ya lo he probado y no me sirvió de nada; para decirme
eso, no hace falta que me asesoren".
"Es curioso que ahora que la atención médica, al menos en sus concepciones más avan-
zadas, tiende a 'educalizarse' (ved el interés por la atención integral, por las medicinas
de familia y comunitaria, por poner en marcha programas de educación de pacientes o
preventivos, etc.), la acción educativa corre el peligro de 'medicalizarse'." (pág. 61)
4. Rellenad las casillas correspondientes de la tabla resumen siguiente, según las caracterís-
ticas de cada modelo de orientación e intervención psicopedagógica y comentadlas breve-
mente por escrito:
© FUOC • PID_00141764 54 Modelos de orientación educativa e intervención psicoeducativa
Modelo
clínicoasis-
tencial
Modelo
de consejo
Modelo
consultivo
Modelo
constructi-
vista
© FUOC • PID_00141764 55 Modelos de orientación educativa e intervención psicoeducativa
Solucionario
Actividades
1. Las ideas generadas sobre las apreciaciones hechas por los autores elegidos en torno al
concepto de "normalización" se deberían acercar a las consideraciones siguientes:
Lo que hay que "normalizar" son las condiciones de vida que rodean a los alumnos con
necesidades educativas especiales y trabajar para que tengan los mismos derechos y deberes
que el resto de los alumnos.
Para A.�Fierro:
Para J.M.�Curtis:
Lo que se debe "normalizar" es la respuesta que se da a los alumnos con necesidades educa-
tivas especiales, y eso significa clasificarlos según su déficit. El autor defiende el "modelo de
enfermedad" que hemos explicado.
Para W.G.�Bronston:
Cada persona tiene derecho a su "normalidad" y debería ser tratada según sus peculiaridades
individuales.
Para G.�Dybward:
Conversación�1
Se crea una expectativa por parte del asesor que condiciona o presiona al estudiante para
que se ponga en guardia. No se trata de una estrategia de asesoramiento pertinente desde
el modelo de consejo.
Conversación�2
El asesor sí crea una relación favorable e intenta ejercer poca presión para favorecer la con-
fianza y la credibilidad del otro, tal como se plantea en esta modalidad de asesoramiento.
Conversación�3
El asesor actúa de manera directa y muestra una cierta prepotencia que dificultará el rapport
y que se contrapone claramente a lo que se espera del asesor.
• La concreción de las medidas que se ofrecen y que pueden ser percibidas como muy
"prácticas" e inmediatas.
• Se trata de prescripciones (recetas) más que de orientaciones; el papel del profesor parece
limitarse al de ejecutor de las órdenes dadas por el asesor. Con este tipo de actuaciones
se contribuye a crear relaciones de dependencia profesional más que de colaboración.
• Los problemas tratados son puntuales y directamente observables, pero se pueden olvidar
las causas que las generan, más relevantes y encubiertas: la aceptación de las diferencias
individuales, la falta de solidaridad entre los compañeros, el exceso de autoritarismo, la
funcionalidad y el interés de las clases, el dominio de enfoques metodológicos de ense-
ñanza alternativos, etc.
© FUOC • PID_00141764 56 Modelos de orientación educativa e intervención psicoeducativa
4.
Análisis�de�contextos�de�asesoramiento
Descripción: algunos padres y alumnos se han quejado a la Dirección de la baja calidad de las clases que imparten tres profesores del
centro; en concreto, se trata de los docentes de Ciencias Naturales, Historia y Filosofía de 2.° ciclo de educación secundaria (14-16
años).
Se pide al asesor que valore la situación y proponga medidas para paliarla.
Fase de planificación
Fase de planificación
Actor�3.
Profesora�de�Historia:
• Terminó la carrera de Historia hace
poco.
• Admite que dar clases ha sido sobre to-
do una solución económica, pero en
ningún caso una opción vocacional.
• En todo caso, le gustaría hacer mejor
sus clases, entre otras cosas porque lo
pasa mal cuando comprueba lo mu-
cho que "pasan" de ella sus alumnos.
• Dice que ella es historiadora y que na-
die le enseñó a enseñar historia. Trata
de copiar a los profesores que más le
gustaron en la Facultad.
© FUOC • PID_00141764 58 Modelos de orientación educativa e intervención psicoeducativa
Fase de planificación
Actor�4.
Profesor�de�Filosofía
• Lleva bastantes años siendo profesor
de Filosofía y le gusta mucho su mate-
ria.
• Es una persona que escribe artículos
especializados sobre el existencialis-
mo alemán.
• A pesar de que trata de transmitir a sus
alumnos su amor por la Filosofía no lo
consigue y se siente sumamente frus-
trado.
• Es poco receptivo a variar su forma de
enseñar. Piensa que lo mejor es acudir
a las mismas fuentes del pensamiento
filosófico y suele leer en clase (eso di-
cen los alumnos) largos fragmentos de
filósofos reconocidos.
• Desde hace años está intentando lo-
grar una plaza en la universidad.
Actor�5.
El�asesor�psicopedagógico:
• Acaba de "aterrizar" en el centro.
• Está muy motivado con su nuevo tra-
bajo y desea quedar bien con la Di-
rección en la primera demanda direc-
ta que recibe.
• Tiene una formación más clínica que
psicopedagógica y necesitaría tener
bastante claro y pautado lo que debe
evaluar y por qué debe hacerlo así.
Fase de ejecución
Modalidad�de�intervención Organización�de�las�actividadesde�intervención
(1) Reunión de asesores • Encuentro informal y cordial (es nuestro compañero de es-
• El asesor del centro (quien nos escribió) debe entender que tudios) con el asesor del centro en nuestra casa.
el tema (calidad docente) escapa, en parte, a sus atribuciones
y que, en cualquier caso, requiere el liderazgo y compromiso
de la Dirección.
• Asimismo, debe entender que la misma solución no puede
servir para los tres profesores, con características tan distin-
tas.
• Sería interesante aprovechar la situación para aumentar la
calidad didáctica del profesorado del centro y plantear la po-
sibilidad de un seminario de formación que desemboque en
la formación de equipos docentes.
© FUOC • PID_00141764 59 Modelos de orientación educativa e intervención psicoeducativa
Fase de ejecución
Modalidad�de�intervención Organización�de�las�actividadesde�intervención
(2) Reunión del asesor del centro con su director. • Entrevista en el despacho del director previa cita formalmen-
• Tratar de reducir su ansiedad dando muestras de que los pro- te acordada.
fesores implicados son los primeros interesados en colaborar,
aunque necesitan su comprensión y apoyo directo para "salir
a flote".
• Se propone una entrevista con cada uno de los profeso-
res afectados para explicitar ese apoyo, conviniendo que el
"mensaje" debe ser diferente en cada caso.
• Evidenciar que, asimismo, ésta puede ser una oportunidad
para optimizar la metodología didáctica de los profesores, en
general, por medio de la organización de un seminario de
formación interno que podría generar equipos docentes que
tengan como objetivo mejorar sus clases. Insistir en que una
propuesta de esta naturaleza no focalizaría la acción única-
mente sobre los tres profesores, evitando el peligro de "estig-
matizarlos". Sugerir, veladamente, que este proyecto podría
ser una excelente aportación al currículum del centro (y al
suyo propio, lo que puede resultar muy interesante para sus
aspiraciones).
(3) Reunión asesor, director y profesor de Ciencias Naturales. • Reunión en el despacho de dirección previa cita. Trato de
• Crear empatía planteando que probablemente se han des- "igual a igual" distendido pero formal.
aprovechado sus conocimientos y experiencia.
• Pedirle ayuda para organizar y coordinar, junto con el ase-
sor y la supervisión del director, el seminario de formación
apelando a su experiencia y vinculación, en el pasado, con
proyectos de innovación didáctica.
(4) Reunión asesor, director y profesora de Historia • Entrevista en el despacho del director previa cita formalmen-
• Admitir el rol docente y educativo que debe desempeñar y te acordada.
el hecho de que los alumnos no pretenden ser historiadores,
sino conocer la suficiente historia para llegar a convertirse
en ciudadanos de pleno derecho.
• Ofrecerle el apoyo que necesite y darle ciertas garantías de
que su relación con los alumnos mejorará, así como su inte-
rés por la materia siempre y cuando acepte:
(a) Que el asesor observe como planifica e imparte sus clases
para darle sugerencias.
(b) Participar en un seminario de formación y, con posterio-
ridad, formar parte de un equipo docente.
(5) Reunión asesor, director y profesor de Filosofía • Entrevista en el despacho del director previa cita formalmen-
• Revisar algunas concepciones sobre la utilidad de las Filosofía te acordada.
para alumnos de estas edades.
• Proponerle cambios en las lecturas y materiales de clase sobre
"conflictos filosóficos" que se aproximen a las inquietudes de
los alumnos (p. ej. el programa de Lipman sobre "Filosofía
para niños". Madrid: Editorial de la Torre).
• Ofrecerle la posibilidad de ayudarle en la preparación y desa-
rrollo de las clases con el requisito de que participe en el se-
minario interno de formación que se piensa realizar.
© FUOC • PID_00141764 60 Modelos de orientación educativa e intervención psicoeducativa
Fase de ejecución
Modalidad�de�intervención Organización�de�las�actividadesde�intervención
(6) Reunión del profesor de Ciencias Naturales (caso de aceptar la • Reunión en el despacho del asesor (Departamento de Orien-
propuesta) y el asesor del centro para perfilar el seminario de for- tación).
mación por lo que respecta a algunos principios como:
• Crear un clima de fair play entre los profesores participantes,
evitando la crítica y la censura y subrayando el carácter for-
mativo y constructivo de la propuesta.
• Presentar alguna muestra de alguna de sus clases (p. ej. gra-
bación en vídeo de alguna secuencia) para que pueda anali-
zarse abiertamente en las primeras sesiones y de ese modo
"romper el hielo".
• Durante las sesiones, partir siempre de prácticas reales de au-
la obtenidas por medio de observaciones y registros, mate-
riales elaborados en clase, transcripción de interacciones ver-
bales, pruebas y exámenes, material docente, etc.
• Con posterioridad, formar equipos docentes con dos o tres
profesores por equipo (mismo departamento) que progra-
men conjuntamente sus clases y después asistan a las clases
del compañero para revisar posteriormente lo ocurrido e in-
troducir cambios consensuados.
Ejercicios�de�autoevaluación
a) El autor critica la visión descontextualizada que expresan los psicólogos, que teorizan sobre
la figura de un niño o una niña que sólo existe en sus mentes.
Profesor (1): se trata, tal como la caracterizan los autores del artículo mencionado, de una
demanda-exigencia, en la que generalmente el demandante se encuentra presionado por la
situación o por otros y transmite esta angustia al asesor.
Profesor (2): los autores mencionados la denominan una demanda-juego, en la que el de-
mandante está más interesado en cuestionar la preparación o la eficacia del asesor que en
colaborar para intentar solucionar un problema.
Profesor (3): en este caso, los autores hablan de una demanda-delegación, que pretende,
fundamentalmente, desentenderse del caso y trasladar el problema al asesor.
Se debería entrar en una dinámica de diálogo con cada uno de los profesores que tratase de
aclarar la demanda e intentase comprender sus preocupaciones, puntos de vista e intereses,
con el objetivo de conseguir unas condiciones mínimas para empezar a elaborar conjunta-
mente un plan de intervención en el que cada parte se comprometa a participar activamente,
durante un periodo de tiempo y mediante unas acciones consensuadas. En el caso de que
esta coresponsabilidad no sea admitida, es preferible no aceptar la demanda.
• Interés por educar los hábitos y el comportamiento relativos a la salud con el fin de pre-
venir enfermedades y accidentes: uso y abuso de medicamentos, alimentación equilibra-
da, seguridad doméstica, etc.
• Conocimiento de las señales dadas por el propio cuerpo sobre el estado para aprender a
autorregular su funcionamiento óptimo y anticipar las necesidades.
• Importancia concedida a los factores contextuales para encarar con mejores expectativas
las intervenciones médicas y recuperarse más rápidamente.
• Promoción de las relaciones de colaboración entre el personal médico y los enfermos en
la aplicación de los tratamientos.
Obviamente, se pueden apuntar otras ideas bajo estas mismas directrices, igualmente válidas.
4. Respecto a la tabla resumen sobre las características de cada modelo de orientación e in-
tervención psicoeducativa:
© FUOC • PID_00141764 62 Modelos de orientación educativa e intervención psicoeducativa
Bibliografía
Referencias bibliográficas
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© FUOC • PID_00141764 63 Modelos de orientación educativa e intervención psicoeducativa
Lecturas recomendadas
Esta obra consta de cinco bloques que reúnen la incidencia del asesoramiento en los diferen-
tes ámbitos de funcionamiento de todo centro educativo. El primero se orienta a los aspectos
más institucionales: proyecto educativo y disposiciones organizativas para atender a todos
los alumnos; la segunda parte se dedica a los equipos de profesores y a la participación del
asesor en la elaboración del proyecto curricular, el Plan de acción tutorial y los servicios y
recursos de soporte. La tercera parte se centra en el asesoramiento en las áreas de contenido
específico. La cuarta sección del libro está dedicada a la evaluación, la intervención y el se-
guimiento de demandas concretas: el análisis inicial de la demanda, observación en el aula,
evaluación psicopedagógica, relaciones con la familia, etc. Por último, la quinta y última
parte plantea cuestiones de índole intraprofesional como son los contextos laborales, la au-
toformación del asesor o las dimensiones éticas y estéticas del trabajo. En cada uno de estos
bloques, se incluye un capítulo final en que se presenta y analiza un caso de asesoramiento
específico relacionado con el ámbito de intervención tratado.