Mujeres Peruanas Situacion Nacional
Mujeres Peruanas Situacion Nacional
Mujeres Peruanas Situacion Nacional
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Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional
y línea de base siglo XXI
Aída García Naranjo Morales
Autora
Aída García Naranjo Morales
Responsable del Programa de Género
Centro de Asesoría Laboral del Perú - CEDAL
Teléfono: (511) 433 3207 / 433 3472 anexo 25
Fax: (511) 433 9593
Movil (511) 996820010
e-mail: [email protected]
[email protected]
web: www.cedal.org.pe
2 Editores
Periodistas
Raúl Wiener F., Maruja Muñoz
Director Ejecutivo:
Jorge Quezada Liñan
Impresión:
squemaediciones
Impreso en Perú
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2009-05357
Proyecto: Programa de Formación de Mujeres
Lideres - Locales y Regionales 2006 - 2009
Indice
5 Presentación
7 Introducción
226 Bibliografía
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
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Presentación
Saludamos esta publicación por su calidad, por su completitud, por su utilidad y pertinencia.
Empezaré por lo último. “Mujeres Peruanas: situación nacional y línea de base siglo XXI” viene
a llenar un vacío en un panorama donde las publicaciones de divulgación sobre la realidad
nacional y sus complejidades son cada vez menos. Abunda la producción de textos académicos,
de indudable calidad a y aporte teórico, pero poco se escribe y publica hoy teniendo en la mira
informar y dialogar con los sectores populares de nuestro país.
En el ámbito editorial parece estar ocurriendo en el Perú lo que en otros campos de la vida social:
el alejamiento creciente entre clases sociales. Los sectores de mayores ingresos consumiendo
cultura enlatada y leyendo, si leen, revistas sofisticadas a todo color para ponerse al día en los
patrones de consumo que los asimilan a sus pares de los países del norte, los intelectuales
escribiendo cada vez más para nosotros mismos, excelentes investigaciones con serio análisis
de la realidad y riguroso tratamiento conceptual pero con escasa posibilidad de llegar a los arriba
mencionados ni tampoco a los y las trabajadores, informales, campesinos y campesinas que
mal escriben y escasamente leen, en parte por la pésima calidad de nuestra educación publica y
en parte por la invasión de Tv. y los medios electrónicos en sus casas y en sus barrios, con sus
baratijas de dudosa calidad y ningún contenido que refiera a nuestra realidad.
En ese panorama desolador, este libro nos recuerda las décadas pre-fujimoristas y pre-
senderistas, cuando en el Perú había un dialogo entre obreros, campesinos, mujeres de barrios
e intelectuales, cuando soñábamos juntos con la construcción de una patria distinta donde todos
podríamos vivir bien.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
La autora no se ha limitado a buscar y consignar todas las cifras de fuentes confiables que
refieren a la situación actual, los significativos avances logrados en tiempos recientes y las
severas limitaciones que aun enfrentan las mujeres hoy en el Perú. Su larga trayectoria personal
acompañando a las organizaciones de mujeres que han luchado y hecho posibles esos avances
significativos, su aporte en la búsqueda de diálogo y encuentro entre éstas y las organizaciones
de trabajadores y campesinos que apenas tres décadas atrás convocaban a las mujeres tan
sólo para que se encargaran de la olla común en las huelgas, le brinda un privilegiado punto de
vista para reflexionar y comprender el sentido de los cambios y los estancamientos de los que
da cuenta en este libro, los que se pueden ilustrar con cifras pero no se pueden entender en su
6 sentido profundo sino conjugando, como hace Mocha, un trabajo riguroso de investigación con
la sabiduría que brinda el conocimiento experiencial.
Por todas esas cualidades y por que conocemos la trayectoria de Mocha, su incansable
compromiso con los derechos de las mujeres y de las poblaciones que sufren exclusión en el
Perú, y porque imaginamos el uso y valor agregado que le va a dar, saludamos con alegría la
aparición de esta publicación.
Marfil Francke
Lima, Marzo 2009
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
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Introducción
Uno de los grandes pasos dados por la humanidad en el siglo XX fue el reconocimiento del
rol protagónico de la mujer en la historia: desde su protagonismo en los hechos más heroicos,
hasta la sabiduría de sus prácticas cotidianas más rutinarias; en la lucha social, económica y
política, así como en la reivindicación de valores históricos, culturales, éticos y democráticos de
todos los pueblos, y muy en especial de los pueblos que luchan contra el flagelo de la pobreza
y el subdesarrollo.
El tránsito del siglo XX al XXI, nos encontró a las mujeres peruanas en plena etapa de cambios.
Se multiplicaban nuestras organizaciones, se afirmaban derechos por los que habían luchado
varias generaciones, y se fortalecía indudablemente la participación política de las mujeres, apo-
yadas en nuevas normas más equitativas, pero sobre todo en una actitud diferente que había
dejado de ser el gesto individual de algunas para convertirse en el grito de acción de muchísimas
y muchísimas mujeres, “la demanda de una, se convirtió en la demanda de todas”
Hijas de varias crisis y de una etapa de oscura y dolorosa violencia, las mujeres de hoy que no
olvidamos de donde estamos viniendo, ponemos los ojos en el presente
y apuntamos a alcanzar un futuro en el que primen la equidad y la solidaridad.
En el siglo XXI hemos superado la situación de décadas y siglos pasados, en que las mujeres
eran excluidas y se han incorporado, recuperando su memoria ancestral, combinando con sabi-
duría, tradición y modernidad.
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Aída García Naranjo Morales
En el siglo XX, el desarrollo de la ciencia y de la técnica hicieron dislumbrar un futuro mas feliz,
con logros notables para la humanidad se revirtieron notablemente las tasas de mortalidad infan-
til , materna, se prolongó la esperanza de vida se logró reducir el analfabetismo y el numero de
hijos por familias en beneficio de la calidad de vida todos, enfermedades que parecían incurables
fueron eficazmente combatidas; la educación de las mayorías se incremento notablemente, las
comunicaciones masivas dieron un salto tecnológico asombroso, los sueños de la modernidad,
con la ciencia, la técnica y la economía al servicio de una vida mas plena, parecía realizarse, al
menos para amplios sectores de la humanidad. En muy corto tiempo la luna dejo de ser una
figura poética, para ser el lugar de las caminatas espaciales, y de los rudimentarios telégrafos y
rayos X, pasamos al mundo de la cibernética y de la comunicación virtual.
Hoy día, en el mundo tiende a crecer la violencia estructural de genero, social y política, ante
la fragilidad del sistema económico vigente y la comprobación de que no está resuelto aún el
problema de la exclusión de pueblos y de la magnitud del drama de la pobreza que afecta a
amplios sectores de la población, y la existencia de pueblos olvidados en el actual proceso de
globalización excluyente.
En el Tercer Milenio, al lado de los grandes logros de la humanidad, surgen también grandes
interrogantes en esta perspectiva, algunos se preguntan si es posible futurizar, si tenemos aún la
capacidad de proyectamos utópicamente hacia el futuro y construir allí un proyecto social por el
que valga la pena luchar y comprometerse. Partiendo de nuestra experiencia de trabajo con los
varones y mujeres, que luchan a diario por el pan y por la dignidad, afirmamos nuestra capaci-
dad de proyección utópica hacia el futuro: creemos y apostamos por el futuro, porque el Perú es
promesa, pero sobre todo es posibilidad.
Es esta apuesta parte de la visión y de las energías creadoras de las mujeres del pueblo y la
nación peruana, que lucha y encuentra, en su vida diaria, en su cultura y en su historia, las armas
simbólicas y objetivas para hacer del Perú un país viable. Esta lucha cotidiana es el punto de
partida para nuestra opción. Opción que implica transformar la realidad, actitud que conlleva una
opción por la vida y por la equidad de género, y asume el futuro como tarea.
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En el Tercer Milenio, nos queda mucho que aprender, y el primer desafío que percibió la huma-
nidad sigue vigente: aprender a conocemos, varones y mujeres, diferentes, y buscando superar 9
la desigualdad.
Dice Rachel Mayanja asesora especial para temas de la mujer de las Naciones Unidas: “se han
logrado avances en la mayoría de las regiones, pero en algunas áreas críticas han sido desigua-
les y demasiado lentos, además de haber una profunda brecha entre teoría y práctica”. Podemos
creer que hemos avanzado enormemente de los tiempos de la mujer objeto, sujeto doméstico,
ser disminuido, sin voz ni voto, etc. Como podemos reconocer sin tapujos que faltan aún dema-
siadas brechas por cerrar. Ese es el reto mayor de nuestro tiempo: asegurar lo conquistado y
avanzar muchísimo más.
Este trabajo se propone abordar la situación de la mujer en todas sus dimensiones. Lo hemos
soñado y convertido en estas páginas escritas porque creemos profundamente que lo que está
apareciendo en el horizonte es la posibilidad de un nuevo orden sin dominación ni discrimina-
ciones en el que mujeres y hombres logremos conquistar la felicidad y convivencia más plenas.
Hacia allí dirigimos nuestras mayores esperanzas.
Eso no es sólo un dato, es la fotografía que vemos tratando de graficar a los excluidos y mal-
tratados de la tierra. Y todo ello tiene que ver con las menores oportunidades abiertas desde la
primera edad de cada uno, el déficit educativo en el que deben vivir frente a los varones, la carga
de la familia que limita su educación y capacidad de trabajo, los prejuicios sociales, etc.
La mayor parte de las personas analfabetas son mujeres. Y la abrumadora mayoría de niños
que no van a la escuela son en realidad niñas. Muchas mujeres mueren aún por causas relacio-
nadas al embarazo y al parto, que en una alta proporción podrían ser prevenibles. La mitad de
los seropositivos (VIH) son mujeres.
Los conflictos armados como el que sufriera el Perú en los años 80 y 90, han afectado dura-
mente a muchísimas mujeres, víctimas de agresiones de diverso tipo, entre ellas las sexuales.
Muchas mujeres han sufrido desplazamiento y migración forzosa.
Dice Amartya Sen, premio Nóbel de Economía 1998, que “las mujeres que han muerto por la
discriminación y la violencia, son personas que nos faltan porque no nos dimos cuenta que había
que hacer algo por ellas”. “Hay que terminar con la pobreza, la ignorancia, la enfermedad y la
desigualdad de oportunidades.”
Las mujeres tienen un menor acceso a recursos productivos, como la propiedad de la tierra
y de las empresas, capital monetario y crédito, lo que tiene que ver con el poder económico y la
riqueza que es ejercido mayoritariamente por los hombres. En el otro extremo, la mujer pobre y
sola, cargando con los hijos, es la más desposeída entre los desposeídos y la más pobre entre
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los muy pobres. Sobreviviente en trabajos precarios y marginales, apenas apoyada por las redes
sociales populares sistemáticamente saboteadas desde el poder central que no llega a compren-
derlas y comprometerse con ellas.
La información de base para este trabajo ha sido actualizada en base los resultados del último
Censo de 2007 y de una gran diversidad de fuentes de información estadística existente y de
gran actualidad.
Los cambios que nadie puede discutir que están ocurriendo en las relaciones de género no
han logrado revertir el esquema de desigualdad esencial ni impedir retrocesos y amenazas de
regresión. Todavía hay una larga lucha por la equidad que tomará tiempo y esfuerzos. El ejercicio
que propone este documento es ver como estamos al año 2009, entrando de lleno al siglo XXI,
cuando la sociedad patriarcal y machista aún no ha sido superada.
Hace medio siglo no había ni una sola mujer en posiciones de gobierno. Hasta 1955 no tenía-
mos derecho al voto. Y las primeras parlamentarias y alcaldesas eran vistas como una excepción
curiosa, y era casi lo mismo con aquellas que ocupaban cargos ejecutivos en el sector público y
privado. En general ser mujer era contar con un nivel educativo más bajo que los hombres, recibir
menores remuneraciones o simplemente no ser empleadas en trabajos donde se prefería a los
varones, llevar la carga doméstica como un hecho natural, sufrir distintas formas de violencia y
recibir maltratos de la justicia, etc.
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Pero, la mujer no está sola en esta larga marcha por la equidad: la construye y se construye a
sí misma en relación con los varones, en relación con los jóvenes y ancianos, en la muy especial
relación con los hijos, en relación con sus pares femeninas, sea cual fuera el grado de compro-
miso de sus interlocutores en la tarea de construir la equidad, para que el futuro sea sinónimo
de esperanza.
El futuro debe representar: calidad de vida, crecimiento económico, progreso, pero sobre
todo, realización personal, libertad social, derechos sexuales y reproductivos, creación, e iden-
tidad cultural .Esta tarea de construir el futuro ya se empezó, ayer; ahora nos toca a hombres y
mujeres, la generalización de una nueva realización: la equidad de género, que implica la auto-
rrealización de todos y todas.
En esta primera década de un nuevo siglo, estoy segura de superar los retos que el siglo XXI
nos plantea. Buscamos construir y aportar a un movimiento dinámico que apueste a superar las
dramáticas carencias y desigualdades que aún existen. La inversión política en esta tarea, nos
traerá gigantes dividendos y una alta rentabilidad: la sostenibilidad social, de energía y capaci-
dades humanas, cantera inagotable para superar la pobreza, e inequidad. El presente y el futuro
son posibles y el nuevo siglo nos asegura un tiempo nuevo.
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Años de luchas,
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conquistas y
frustraciones
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Este Perú inequitativo y cargado al machismo, era también una sociedad de antiguas injusti-
cias estructurales, brechas insalvables, minúscula oligarquía y masivas postergaciones. En este
escenario hubo luchas importantes, conquistas sociales y progresos colectivos. Pero ha sido
recién con los cambios mundiales que comienzan en los años 80 y los que suceden en el Perú
en la década siguiente, que los tiempos se aceleran, y que en medio de olas y contraolas, se va
construyendo la realidad del presente, en las que muchos sectores han abandonado una añeja
invisibilidad, en particular los movimientos de las mujeres.
El período de los cambios comienza asociado con un proceso radical de intervención del Esta-
do en la economía respondiendo al estancamiento del modelo primario exportador, liderado por
el general Juan Velasco Alvarado, que encabezó un gobierno de signo contradictorio, que llevó
adelante la reforma agraria, diversas nacionalizaciones y reformas, pero que al mismo tiempo se
enfrentó a la movilización y organización independiente de los trabajadores y sectores populares.
Paradójicamente se vivió la experiencia de una vasta irrupción de nuevos actores sobre la esce-
na política nacional, en pleno régimen autoritario y represivo. Las reformas escaparon muchas
veces de manos de sus creadores y se convirtieron en reivindicaciones populares que las levan-
taban para reclamar por mayores y más profundos cambios. Precisamente cuando se agota la
fase progresiva del régimen (1975) y se inicia el intento de contrarreforma de Morales Bermúdez,
el país estalla en una convulsión social, que fuerza al “retorno de la democracia”. Pero entonces
el Perú ya no era el mismo y todos los procesos posteriores vendrían marcados por los hechos
14 de esa década decisiva.
Entre 1990 y 2000 el péndulo político oscila hacia el lado más autoritario. En 1992 el presiden-
te Fujimori, elegido como “out sider” (externo al sistema político y a los partidos tradicionales),
tomó el control de todas las instituciones del poder a través de una acción de fuerza apoyada
por las fuerzas armadas. En esta etapa se aplican de manera vertical las recetas del consenso de
Washington: ajuste de precios, privatización, apertura de mercados, flexibilización laboral, etc.,
y se favorece el ingreso de la inversión extranjera en sectores claves de la economía como son
la minería, energía, telefonía, banca, etc. También este es un momento de contraofensiva anti-
subversiva que se termina transformando en agresión sistemática contra los derechos humanos,
justificada con el argumento de que cualquier método es valido para derrotar la insurgencia.
sas con tareas relacionadas con la supervivencia familiar y el desarrollo de demandas de salud,
educación, vivienda y otras. En los años finales del fujimorismo se reanima la lucha democrática
que finalmente contribuye decididamente a hacer caer al dictador y desnudar el grado de corrup-
ción en que se había sumido el gobierno.
A partir del año 2000 se inicia la cuarta etapa del período con el regreso nuevamente a la
democracia electoral pero sin desmontar los marcos económicos e institucionales del sistema
creado en la década anterior. Es una democracia coactada, en la que están presentes la misma
tecnocracia y los socios empresariales del régimen anterior, y en la que se pretende prolongar
el estado de relativa desorganización y repliegue de los movimientos sociales para que los tra-
tos del poder se sigan limitando a empresarios y autoridades. Es una etapa de post guerra con
focos de resistencia armada en la selva y la aparición de nuevas formas de violencia vinculadas
al narcotráfico.
En el 2008 año lo más destacado en esta materia ha sido el juicio contra Alberto Fujimori por
delitos contra los derechos humanos, en el que se han revelado algunos de los puntos más oscu- 15
ros del poder autoritario. Sin embargo, nadie puede asegurar como se resolverá finalmente este
caso por el juego de intereses políticos que lo rodea, dada la alianza entre el gobierno de García
y la organización del ex dictador.
La etapa ha sido de un crecimiento continuo de la economía y altos beneficios para las gran-
des empresas. Para la población trabajadora y para todos los que están fuera del circuito de las
grandes inversiones, la bonanza ha sido casi imperceptible y han tenido que contentarse con el
beneficio de la relativa estabilidad, que se fue rompiendo cuando sectores cada vez más amplios
se ingresaron en agudos conflictos por una mejor distribución del ingreso nacional.
El final de la primera década de los 2000, se está convirtiendo en el límite hacia una nueva
etapa en la que el elemento dominante parece que va a ser el impacto de la crisis económica
mundial sobre el país, en un contexto de desgaste político del régimen aprista e intenso conflicto
social. Ese es un fenómeno que este libro no está en condiciones de abordar pero que dejamos
señalado.
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Recuadro Nº 1
n El 70% de las personas que viven en la pobreza son mujeres.
n Sólo el 37% de la mujeres del mundo están económicamente activas, percibiendo las ¾
partes del salario medio masculino. Trabajando, en la mayoría de los casos, como mano
de obra barata.
n Las mujeres suelen tener remuneraciones menores que los hombres, en todos los países,
debido a que están concentradas en trabajos mal remunerados pero también a que reci-
ben ingresos menores por igual labor.(PNUD)
n Más de 2/3 de las 960 millones de personas analfabetas adultas de todo el mundo son
mujeres.
n De los 130 millones de niños que no asisten a la escuela, el 70% son mujeres
n Un tercio de los hogares tienen como jefe a una mujer. En América Central y en algunos
países africanos la cifra alcanza el 50%.
n Las mujeres dedican un 70% de su tiempo en el cuidado de sus familias. Contribución a
la economía mundial que sigue siendo invisible.
n Casi todos los conflictos armados recientes se han caracterizado por la violencia sexual
sistemática contra la mujer, la cual se utiliza como instrumento para aterrorizar y para la
“depuración étnica” (PNUD).
n De los 25 millones de personas refugiadas en el mundo, el 80% son mujeres, niños y
niñas.
n El 50% de las mujeres en el mundo sufrieron algún tipo de violencia de manos de sus
16 parejas.
n Sólo el 16% de los parlamentarios del mundo son mujeres. Con excepción de Rwan-
da y los países nórdicos, las mujeres están prácticamente ausentes de los parlamentos
(PNUD).
n Según la OMS cada año muere medio millón de mujeres por causas relacionadas con el
embarazo y el parto, el 99% de ellas pertenecen a los países en vías de desarrollo.
n Cada año, medio millón de mujeres pierden la vida y 18 millones más quedan crónica-
mente discapacitadas por complicaciones en el embarazo y el parto que podrían haberse
prevenido.
n Se calcula que en el 2009 habrá casi 14 millones de mujeres seropositivas (el 50% de la
población afectada), y aproximadamente, cuatro millones habrán muerto.
n Según Amartya Sen, “faltan en el mundo 100 millones de mujeres, porque han muerto
prematuramente como causa de la discriminación y violencia”.
n En el Perú se siguen librando batallas por alcanzar la igualdad de género, contra los
aspectos visibles e invisibles del poder y contra las prácticas que sostienen las desigual-
dades de género y de opresión hacia las mujeres.
Si bien, en los últimos años el Estado Peruano, en cumplimiento de los acuerdos y compro-
misos internacionales ha instaurado diversos mecanismos tendientes a garantizar el respeto a
los derechos humanos de las mujeres, en la práctica el proceso es sumamente lento y con más
retrocesos que avances.
Es verdad que uno puede referirse a la realidad femenina enfatizando los avances que son
muy importantes, o los tremendos déficits que permanecen. Este trabajo trata de ambas di-
mensiones. De lo mucho que falta para construir una sociedad equitativa y solidaria, en la que
hombres y mujeres se complementen sin dominación ni discriminaciones, y de lo que se está
consiguiendo día a día.
Inequidad y pobreza
La pobreza femenina es significativamente más acentuada que la de los hombres, lo que tra-
duce materialmente la diferencia de oportunidades para acceder a los recursos de vida y a las
decisiones políticas y sociales entre ambos géneros. La responsabilidad que la sociedad aún
asigna a las mujeres, aunque ya no se atreva a declararlo, es de complemento y apoyo del va-
rón, soporte de la familia, encargada de la reproducción social en todas sus etapas, y elemento
económico secundario, aún cuando, muchas veces, sea el único sostén de sus hijos el 28.5 %
de hogares monoparentales son dirigidos por mujeres (INEI 2007).
Cuadro Nº 1
PERÚ: MUJERES JEFE DE HOGAR CENSADAS DE 12 Y MÁS AÑOS,
SEGÚN ESTADO CIVIL O CONYUGAL, 1993 Y 2007
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2007
Estado civil o conyugal
Abs. %
Total 1922295 100,00
Conviviente 405803 21,10
Separada 288377 15,00
Casada 435006 22,60
Viuda 406241 21,10
Divorciada 41398 2,20
Soltera 345470 18,00
Todo esto crea una profunda inequidad en la base del sistema y se refleja en el desigual ejer-
cicio de diversos derechos.
Un artículo del diario “El Comercio” ilustra la desigualdad que se vive en la tan elogiada era
del crecimiento peruano:
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Recuadro Nº 2
Pese al crecimiento económico aumentó la desigualdad en el país
Riqueza se concentra en zonas urbanas según el Banco Mundial. Para los más pobres la
inflación en el 2007 se sintió tres veces más
Los últimos 90 meses de crecimiento del PBI se conocen generosamente en América Latina
como el ‘milagro peruano’. Sin embargo, existe un distrito que pone en perspectiva lo que
significaron estos últimos años de bonanza macroeconómica.
En el 2002, el Mapa Distrital de la Pobreza del MEF señaló que Anchonga (Huancavelica)
había alcanzado el título más disputado pero menos apetecido por los distritos abandonados
del país: el más pobre entre los pobres. De los 14,6 millones de pobres, 5.974 habitaban en
Anchonga. Según el MEF, sus pobladores vivían con S/.20 al mes (S/.0,60 al día y S/.240
al año). Su agricultura era de supervivencia. Sus parcelas se encontraban en parajes rese-
cos sin canales de regadío. Salvo por una carretera que los conectaba con el anexo más
cercano, Anchonga estaba al otro lado del mundo: las trochas que unen el lugar con otros
poblados eran transitables en el verano, y en los meses de frío los caminos se deshacían.
Desde que Anchonga se creó, en 1945, no existe agua ni desagüe. Ningún hombre de este
valle conoce una universidad.
Paradójicamente, en este distrito quedaba una de las cinco principales plantas de Minera
Buenaventura, en la que se procesaba el oro que salía de la mina Julcani, que operó más de
18 50 años. A pesar de que en ese departamento queda la Central Hidroeléctrica del Mantaro,
que alimenta de energía eléctrica al 30% del país, en Anchonga solo se conoce la luz del sol.
La tercera parte de Huancavelica no posee luz.
De acuerdo con el último reporte del 2007 del INEI, la pobreza en Huancavelica se ha incre-
mentado durante los mismos años de crecimiento. En el 2004, la pobreza era de 84,8%. En el
2007, alcanzó el 85,7%, a pesar de que los recursos por canon se multiplicaron por cuatro en los
últimos tres años y alcanzaron los S/.120 millones en el 2008.
Para Gustavo Yamada, profesor de la Universidad del Pacífico, el problema radica en la redis-
tribución. Según Yamada, se necesitarían más de 88 años de crecimiento constante, por encima
de los 5 puntos, sin índices de inflación superiores a los 2 puntos, para que distritos andinos y
rurales como Anchonga salgan de la pobreza. En valles como el del Mantaro, la palabra milagro
ha perdido su significado.
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Crecimiento desigual
El país ha crecido aceleradamente. En miles de millones, el PBI se incrementó en 32% desde
el 2002. En estos años, el excedente de explotación (utilidades) pasó de 58,7% a 65% en el PBI.
En el 2007, las 1.000 empresas más rentables del país, según un análisis de la consultora Ge-
rens, generaron valor económico por encima de los US$5.055 millones para sus accionistas. Sin
embargo, a pesar de que entre las 1.000 empresas existían solo 52 mineras y petroleras, estas
concentraron el 80% del valor generado por todas: más de US$4.044 millones.
Si revisamos el Perú Top 10.000, veremos que entre las primeras 20 compañías, 14 son mine-
ras y petroleras. Es decir, la riqueza se ha concentrado en sectores como la minería, agroindus-
tria, construcción y manufactura, en los que la inversión privada se hizo presente. Ello aceleró el
crecimiento de las zonas costeñas urbanas, empezando por Lima Metropolitana.
Sin embargo, las zonas rurales andinas, que concentran el 73% de pobres, quedaron al mar-
gen del ‘milagro peruano’, así como la selva urbana y rural. Incluyendo Anchonga.
Para el Banco Mundial (BM), debemos poner una lupa sobre los últimos datos de pobreza.
Este organismo opina que el crecimiento generó bienestar en las zonas urbanas; pero, en el 19
ande, donde viven 2 de cada 3 pobres extremos, la pobreza se redujo en algunos puntos deci-
males.
Gráfico Nº 1
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Desigualdad y capacidad
Si comparamos el gasto familiar del 10% de los peruanos más pobres con el 10% de los más
ricos, veremos que la distancia entre ambos se ha elevado dramáticamente.
Por otro lado, la inflación, como lo demostró en el 2007 la Universidad del Pacífico, depende
del segmento al que se pertenece. Para el sector E, la inflación del 2007 fue de 8,2%, tres veces
más que para el resto de peruanos.
Para los economistas consultados, se necesita integrar a los pobres a la economía moderna
a través de programas intensivos de generación de capacidades, y no de asistencialismo, como
Juntos, que reduce tímidamente algunos índices de pobreza. Ellos consideran que esta situación
no cambiará por efectos ‘milagrosos’ del crecimiento. Pero aún, en épocas de crisis e inflación
como las que se avecinan, podríamos retroceder lo ya avanzado. En mayo, cuando el INEI revele
las cifras de pobreza del 2009, recordemos a Anchonga. Ese distrito nos dirá lo que realmente
estamos avanzando.
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Gráfico Nº 2
El crecimiento no ha sido equitativo para todos los limeños. De acuerdo con Ipsos Apoyo, en
Lima Metropolitana, mientras que el ingreso de una familia (cinco personas) del sector A supera
los S/.12.000 al mes, una del sector E alcanza los S/.660.
En promedio, la clase media, formada por los sectores B y C (53% de limeños), ha mantenido
sus ingresos, así como sus gastos. Es decir, la mejora no se ha percibido. El porcentaje de lime-
ños que consideran que sus ingresos no alcanzan para cubrir sus gastos se mantiene superior
al 50%. Sin embargo, el nivel socioeconómico A elevó sus niveles de gasto por encima de todos
los demás sectores.
Según los números, el segmento A (5%) se llevó S/.1.332 millones, mientras que el NSE E
(40%) alcanzó S/.171 millones. En per cápita, significa que una persona del sector A gana 18
veces más que una del NSE E. Existen jefes de familia que vacacionan en Bahamas, Londres o
Nueva York; y por otro lado están aquellos que no completaron la primaria, lo que limita dramáti-
camente sus posibilidades para salir de la pobreza.
En teoría, 1 punto de crecimiento del PBI reduce 1 punto de pobreza. Sin embargo, según
el Banco Mundial (BM), el crecimiento del Perú no ha sido equitativo para todas sus regiones.
Mientras que la pobreza se redujo 2,6% en la costa urbana, en la selva rural se contrajo 0,7% y en
la sierra rural 0,3%. El cálculo del BM del coeficiente de Gini, que mide la desigualdad (en el que
1 es el mayor y 0 el menor), indica que entre el 2004 y el 2007, este se mantuvo en 0,41 (incluso
subió a 0,42 en el 2006). Es decir, en los años de crecimiento, la desigualdad se mantuvo firme
como una roca. Peor aún, el BM indicó que el crecimiento no benefició a los pobres rurales. En
esos años, el consumo aumentó para todos los niveles socioeconómicos, pero a tasas diferen-
tes. En el sector más pobre casi no se incrementó y en los más ricos, 6%.
Según el BM, la pobreza pudo reducirse 4 puntos más en ese período (30% más de lo que
disminuyó), pero la mala redistribución evitó que la pobreza se contrajera más agresivamente. En
poblados como los de Anchonga, la pobreza pudo bajar 11 puntos, sin embargo solo se redujo
5.
Cálculos de Raúl Mauro, investigador de Desco, indican que el Gini tampoco bajó. Sus cifras
por departamento señalan que la desigualdad creció en 17 de los 24 departamentos entre el
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2004 y el 2007. Por ejemplo, el análisis de Mauro señala que La Libertad, donde existe pleno em-
pleo, la inequidad se elevó, así como la delincuencia, lo que convirtió al departamento en el más
desigual del país. Para Javier Escobar, de Grade, y Pedro Francke, de Actualidad Económica, el
país, irónicamente, en la medida que crece, se hace más injusto.
Cuadro Nº 2
Índice de GINI departamentales
El GINI mide la desigualdad que existe entre los pobres y ricos.
En su escala 0=la menor y 1=la mayor
nacemos menos,
pero somos más
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La población peruana según el ultimo censo al 2007, asciende a 27 millones 419 mil 294 habi-
tantes, con una ligera ventaja en el número de mujeres (más o menos 157 mil mujeres más que
hombres o 0.6%).
Cuadro Nº 3
Población según géneros
Categorías Casos %
Hombre 13.626.717 49,94
Mujer 13.792.577 50,06
Total 27.419.294 100
Fuente INEI Censo XI Población y V Vivienda 2007
Gráfico Nº 3
Proporción poblacional entre géneros, 2007
24
Desde el lado de su distribución espacial se aprecia que, en el área urbana, las mujeres re-
presentan el 50.57% de la población, mientras que en la rural sólo el 48.57%. Esto quiere decir
que hay un poco más de mujeres que hombres viviendo en las ciudades y una situación inversa
en el campo.
Gráfico Nº 4
Distribución urbana y rural, de la población por géneros
Cuadro Nº 4
Distribución de la Población por sexo y departamentos
1993 y 2007
Distribución de la Población por sexo y departamentos 1993 y 2007
1993 2007
Total Femenino Masculino Total Femenino Masculino
Amazonas 100.0 48.7 51.3 100.0 48.7 51.3
Áncash 100.0 50.8 49.2 100.0 50.2 49.8
Apurímac 100.0 50.3 49.7 100.0 50.3 49.7
Arequipa 100.0 51.2 48.8 100.0 50.8 49.2
Ayacucho 100.0 50.2 49.8 100.0 50.3 49.7
Cajamarca 100.0 50.3 49.7 100.0 50.1 49.9
Callao 100.0 50.3 49.7 100.0 50.9 49.1
Cusco 100.0 49.7 50.3 100.0 50.1 49.9
Huancavelica 100.0 51.2 48.8 100.0 50.5 49.5
Huanuco 100.0 50.0 50.0 100.0 49.6 50.4
Ica 100.0 50.4 49.6 100.0 50.4 49.6
25
Junín 100.0 50.4 49.6 100.0 50.1 49.9
La Libertad 100.0 50.9 49.1 100.0 50.6 49.4
Lambayeque 100.0 51.2 49.8 100.0 51.3 49.7
Lima 100.0 51.0 49.0 100.0 51.0 49.9
Loreto 100.0 48.6 51.4 100.0 48.8 51.2
Madre de Dios 100.0 43.5 56.5 100.0 45.7 54.3
Moquegua 100.0 48.1 53.9 100.0 48.7 51.3
Pasco 100.0 49.4 51.6 100.0 48.6 51.4
Piura 100.0 50.1 49.9 100.0 50.2 49.8
Puno 100.0 50.4 49.6 100.0 50.1 49.9
San Martín 100.0 46.7 53.3 100.0 47.5 52.5
Tacna 100.0 49.8 51. 2 100.0 50.0 50.0
Tumbes 100.0 47.0 53,0 100.0 48.2 51.8
Ucayali 100.0 47.6 52.4 100.0 48.6 51.4
Lima provincias 100.0 49.6 51.4 100.0 51.1 49.9
Lima metrópoli 100.0 51.1 48.9 100.0 51.2 48.8
TOTAL 100.0 50.3 49.7 100.0 50.3 49.7
Fuente INEI Censo XI Población y V Vivienda 2007
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Los departamentos en los que se observó mayor proporción de población femenina respecto
a la masculina, fueron: Lambayeque (51,3%), Lima (51,0%), la Provincia Constitucional del Callao
(50,9%), Arequipa (50,8%), La Libertad (50,6%), Huancavelica (50,5%), Ica (50,4%), Junin(50.1%),
Ayacucho y Apurímac con 50,3%, Cusco y Puno con 50.1% y Áncash y Piura con 50,2%.
Cuadro Nº 5
Departamentos en los que se observa mayor proporción de
población femenina respecto a la masculina 1993 y 2007
Departamentos en los que se observa mayor proporción de población femenina
respecto a la masculina 1993 y 2007
1993 2007
Total Femenino Masculino Total Femenino Masculino
Lambayeque 100.0 51.2 49.8 100.0 51.3 49.7
Lima 100.0 51.0 49.0 100.0 51.0 49.9
Callao 100.0 50.3 49.7 100.0 50.9 49.1
Arequipa 100.0 51.2 48.8 100.0 50.8 49.2
La Libertad 100.0 50.9 49.1 100.0 50.6 49.4
26 Huancavelica 100.0 51.2 48.8 100.0 50.5 49.5
Ica 100.0 50.4 49.6 100.0 50.4 49.6
Junín 100.0 50.4 49.6 100.0 50.1 49.9
Ayacucho 100.0 50.2 49.8 100.0 50.3 49.7
Apurimac 100.0 50.3 49.7 100.0 50.3 49.7
Cajamarca 100.0 50.3 49.7 100.0 50.1 49.9
Puno 100.0 50.4 49.6 100.0 50.1 49.9
Cusco 100.0 49.7 50.3 100.0 50.1 49.9
Ancash 100.0 50.8 49.2 100.0 50.2 49.8
Piura 100.0 50.1 49.9 100.0 50.2 49.8
Fuente INEI Censo XI Población y V Vivienda 2007
Cuadro Nº 6
Departamentos en los que se observa paridad en la estructura por sexo entre 2003 y 2007
1993 2007
Total Femenino Masculino Total Femenino Masculino
Cuadro Nº 7
Departamentos en los que la población masculina superó
a la femenina 1993 y 2007
1993 2007
Total Femenino Masculino Total Femenino Masculino
Madre de Dios 100.0 43.5 56.5 100.0 45.7 54.3
San Martín 100.0 46.7 53.3 100.0 47.5 52.5
Tumbes 100.0 47.0 53,0 100.0 48.2 51.8
Ucayali 100.0 47.6 52.4 100.0 48.6 51.4
Pasco 100.0 49.4 51.6 100.0 48.6 51.4
Amazonas 100.0 48.7 51.3 100.0 48.7 51.3
Moquegua 100.0 48.1 53.9 100.0 48.7 51.3
Loreto 100.0 48.6 51.4 100.0 48.8 51.2 27
Huanuco 100.0 50.0 50.0 100.0 49.6 50.4
En cuanto a los grupos etáreos –por edad-, se observa que en los primeros tramos quinquena-
les: 0-4, 5-9, 10-14, 15-19, hay un número de hombres ligeramente superior al de mujeres.
Cuadro Nº 8
Departamentos en los que se observa en primeros tramos
quinquenales un número de hombres ligeramente superior al
de mujeres, año 2007
Edad en Sexo
grupos TOTAL %
quinquenales Hombre % Mujer %
0-4 1,297,911 9.52 1,279,951 9,28 2,577,862 9,40
Es a partir del rango 20-24, que se cambia la relación y las mujeres pasan a tener ventaja.
Cuadro Nº 9
Departamentos en los que se observa en los siguientes tramos
quinquenales un número de mujeres ligeramente superior al
de hombres, año 2007
Edad en Sexo
grupos TOTAL %
quinquenales Hombre % Mujer %
20-24 1 288 467 9,46 1 319 950 9,57 2 608 416 9,51
25-29 1 110 375 8,15 1 165 473 8,45 2 275 848 8,30
30-34 978 155 7,18 1 024 788 7,43 2 002 944 7,30
35-39 912 046 6,69 980 652 7,11 1 892 698 6,90
40-44 793 080 5,67 795 832 5,77 1 568 912 5,72
45-49 650 305 4,77 678 595 4,92 1 328 900 4,85
28 50-54 551 815 4,05 573 771 4,16 1 125 586 4,11
55-59 418 246 3,07 428 949 3,11 847 195 3,09
60-64 345 390 2,53 357 228 2,59 702 618 2,56
65-69 276 582 2,03 289 644 2,1 566 226 2,07
70-74 215 869 1,58 226 198 1,64 442 067 1,61
75-79 160 552 1,18 168 269 1,22 328 822 1,20
Eso se ratifica claramente desde los veinte años hasta los tramos de tercera edad, sobre los
65 años, que confirma el hecho de que las mujeres viven un mayor número de años promedio
que los hombres.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Gráfico Nº 5
Mujeres y Hombres, por grupos de edad
a) Tasa de crecimiento
Al comenzar la segunda mitad del Siglo XX el Perú tenía 7.6 millones de habitantes y crecía a
una tasa anual media de 2.6%. Esta velocidad de crecimiento demográfico se aceleró en la dé-
cada de los 50, llegando a 2.9% (la más alta de la historia) en 1961 y se mantuvo en un elevado
promedio l (2.7%) hasta el segundo quinquenio de la década del setenta.
29
Como consecuencia de este fenómeno conocido como “revolución demográfica”, la pobla-
ción peruana pasó rápidamente de cerca de 10 millones en 1960 a poco más de 17 millones en
1980.
Cuadro Nº 10
PERU: POBLACION HISTÓRICATOTAL Y TASA DE CRECIMIENTO 1950 – 2007
AÑOS HABITANTES TASA DE CRECIMIENTO MEDIO ANUAL (por cien)
1950 7 632 460 2,59
1955 8 671 541 2,75
1960 9 930 965 2,92
1965 11 467 225 2,84
1970 13 192 677 2,82
1975 15 161 146 2,70
1980 17 324 179 2,41
1985 19 515 785 2,19
1990 21 753 328 1,85
1995 23 836 867 1,70
2000 25 939 329 1,65
2007 27419294
Fuente Elaboración propia con datos de INEI
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
En el quinquenio 1950-1955, el Perú crecía en 208 mil habitantes por año; en el quinquenio
1970-1975, a razón de 393 mil anual; y entre 1990 y 1995 a 417 mil nuevas personas cada año.
Al concluir el Siglo XX, el Perú estaba creciendo a una tasa promedio de 1.6% al año y en el
comienzo de los 2000, esta tasa fluctúa sobre el 1.5%.
Cuadro Nº 11
PERU: NACIMIENTOS Y DEFUNCIONES ANUALES ESTIMADOS, 1950-2000
Promedio de casos (en miles) por quinquenio
b) Curva de edad
La evolución de la estructura por edad de la población para un siglo 1950-2050, muestra que
en la medida que la fecundidad desciende, el grupo de 0 a 4 años pierde parte de su importancia
relativa dentro de la población total, bajando de 16.8% en 1950 a 11.9% en el año 2000 y presu-
miéndose que será de 6.7% en el año 2050.
Cuadro Nº 12
Peru: Porcentaje De Poblacion Por Grupos Especiales De Edad,
Edad Mediana Y Porcentaje De Mujeres En Edad Reproductiva,
1950-2050
Hipótesis Media
Grupos de Edad Mujeres
Años Edad en edad
0-4 0-14 15-24 15-64 65 Y + reproductiva
Mediana
1950 16,8 41,56 18,77 54,99 3,45 19,13 46,08
1955 17,52 42,31 18,75 54,29 3,4 18,85 45,69
1960 17,71 43,33 18,22 53,24 3,43 18,45 44,88
1965 17,84 44,14 18,04 52,38 3,48 17,98 44,32
1970 17,13 43,99 18,67 52,54 3,47 17,91 44,77
31
1975 16,42 43,26 19,37 53,2 3,54 18,2 45,65
1980 15,72 41,92 19,99 54,46 3,62 18,7 46,86
1985 14,38 40,08 20,04 56,2 3,72 19,56 48,22
1990 13,63 38,21 20,34 57,86 3,93 20,52 49,57
1995 12,99 36,37 20,28 59,36 4,27 21,5 50,78
2000 11,89 34,54 19,84 60,75 4,71 22,73 51,76
2005 10,73 32,24 19,32 62,57 5,19 24,16 52,79
2010 9,89 29,72 19,14 64,58 5,7 25,67 53,68
2015 9,18 27,48 18,51 66,14 6,38 27,35 53,93
2020 8,56 25,7 17,3 67,01 7,29 29,07 53,55
2025 7,96 24,09 16,23 67,48 8,43 30,91 52,75
2030 7,71 22,87 15,39 67,36 9,77 32,6 51,39
2035 7,43 21,95 14,65 66,92 11,13 34,14 49,93
2040 7,13 21,29 13,93 66,1 12,61 35,5 48,17
2045 6,87 20,63 13,5 65,16 14,21 36,71 46,44
2050 6,67 20,00 13,31 64,31 15,69 37,76 45,00
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Recuadro Nº 3
Hoy por ti... ¿mañana por mí?
Las transferencias intergeneracionales y su efecto restrictivo sobre el ahorro provisional en
el Perú1, Verónica Frisancho y Eduardo Nakasone2
Desde la década del sesenta, el Perú ha experimentado grandes reducciones en las tasas de
mortalidad y de fecundidad. En un primer momento, esta transición demográfica se tradujo en
una reducción de la proporción de niños y en una mayor importancia relativa de la Población
en Edad de Trabajar (PET), (p En. Sin embargo, a medida que la transición avanzó, la menor
cantidad de nacimientos en las cohortes más jóvenes se fue reflejando en una reducción
de la participación de la PET y en una mayor importancia relativa de los adultos mayores.
Particularmente, hacia el año 2045, la población con más de 60 años llegará a representar el
20% de la población total, cuando en el año 2000 su participación era solo de 7% (ver gráfico
7). Estos cambios en la estructura etaria generarán una mayor carga social que deberá ser
asumida por generaciones jóvenes cada vez más pequeñas (ver gráfico 6).
32 Gráfico 6
Pirámides poblacionales 1960,200 y 2040
Gráfico 7
Ratio de dependencia 1950-2050
Por otro lado, los cambios en la estructura etaria también generan oportunidades para 33
aprovechar la mayor capacidad productiva de la economía y así elevar el ahorro nacional.
Durante la etapa en que la importancia relativa de la PET aumenta, es necesario favorecer
políticas que permitan aprovechar la creciente fuerza laboral. Asimismo, la reducción en la
proporción de niños abre temporalmente una ventana de oportunidad: más trabajadores
pueden generar mayores recursos que, a su vez, pueden destinarse a menos niños.
Actualmente, la población peruana envejece sin haber realizado aportes a los sistemas
formales de previsión social y con niveles de ahorro limitados. Existen indicios de que las
transferencias intergeneracionales de hijos a padres constituyen una fuente importante de
seguridad informal para los adultos mayores. ¿Qué sucederá entonces cuando la pirámide
poblacional experimente un engrosamiento en los grupos erarios más altos? ¿Será sostenible
este sistema informal?
A futuro, las crecientes presiones demográficas deberían desplazar a las redes informales
como mecanismo de protección del adulto mayor y dar paso a los sistemas formales de
previsión social. Sin embargo, la tasa afiliación a sistemas previsionales formales ha mostrado
una tendencia decreciente a lo largo del tiempo (ver gráfico 8). En las próximas décadas,
existirá una considerable masa de adultos mayores dependientes de una población joven
cada vez menor.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
A pesar de la importancia del fenómeno descrito, no existen políticas que permitan hacer
frente a las transformaciones previstas. Este trabajo busca llenar un vacío en la comprensión
del impacto de las tendencias poblacionales sobre el desarrollo económico y social y de las
urgentes acciones que deben emprenderse.
La pregunta que surge es hasta qué punto el que los hijos ayuden a mantener a sus padres
compromete su propia seguridad previsional y les resta recursos para garantizar su propia
supervivencia. Este documento explora el efecto de las transferencias intergeneracionales
sobre tres mecanismos: el ahorro monetario, la acumulación de activos y las contribuciones
a sistemas previsionales formales, La hipótesis propuesta es que dichas transferencias
lué estarían restringiendo estos tres mecanismos de previsión entre los jóvenes. Dada
la evolución creciente del ratio de dependencia de adultos mayores, este análisis es
sumamente importante pues los arreglos informales que han subsistido hasta el momento
podrían tornarse insostenibles.
“.., hacia el año 2045, la población con más de 60 aíios llegará a representar el 20% de la
población total, cuando en. el año 2000 su participación era solo de 7%. Estos cambios
en la estructura etaria generarán una mayor carga social que deberá ser asumida por
generaciones jóvenes cada vez más pequeñas”
Gráfico 8
Afiliación a sistemas previsionales en Lima
34 y en el Perú urbano ª/
El presente documento está organizado en cinco secciones, que incluyen esta introducción.
La segunda sección presenta una revisión de la literatura existente sobre arreglos familiares,
transferencias intergeneracionales y sostenimiento del adulto mayor en países en desarrollo.
La tercera sección discute la metodología, las bases de datos y las limitaciones de
información existentes. La cuarta presenta los principales resultados y las estimaciones. La
quinta concluye y esboza algunas implicancias de política.
35
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Gráfico Nº 9
1950
Pirámide Poblacional por grupos de edad
36
Gráfico Nº 10
2000
Pirámide Poblacional por grupos de edad
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Gráfico Nº 11
2025
Pirámide Poblacional por grupos de edad
37
Gráfico Nº 12
2050
Pirámide Poblacional por grupos de edad
Mujeres Peruanas
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Gráfico Comparado Nº 13
Por grupos de edad 1950, 2000, 2025, 2000
38
c) Población Femenina
Del total de mujeres peruanas, el 54,89% vive en estado de pobreza y el 24,4% en extrema
pobreza. Este índice es superior a la media nacional y por cierto a la situación de los hombres.
Este dato da base estadística al concepto de “feminización de la pobreza”, que expresa en la
mayoría de los casos la pobreza tiene rostro de mujer. Con una media de 3,2 hijos por mujer, que
es más alta en los estratos más pobres y con una mortalidad infantil de 33,4 por mil, la evidencia
es que esta injusticia fundamental no podrá corregirse sino con medidas dirigidas directamente
hacia las mujeres.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
En 1993 la tasa de fecundidad promedio se ubicaba en 2.2 hijos por cada mujer peruana, con
un rango entre 4,6 y 5, para las mujeres de más de 40 y 50 años, y de de 0,8 a 2,8 hijos, entre
los 20 y 25 años.
En el 2007, la tasa fue de 1,7 y entre edades superiores de 40 y 50 años, alcanzó 3,2 y 3,7;
mientras que entre 20 y 35, fluctuó de 0,7 a 2,0. O sea en clara tendencia al descenso para el
conjunto, y más acusadamente para las más jóvenes.
En el área urbana la tasa bajó de 1,9 en 1993 a 1,5 el 2007; y en la rural de 3,2 en 1993 a 2,5
en el año 2007.
Según la ENDES 2000, las mujeres peruanas que usan métodos anticonceptivos representan
el 48% del total. Un dato notable es que un porcentaje significativo se ha decidido por un método
definitivo porque ya no desean más hijos (19% de mujeres de 35 a 39 años y el 22% de las de
40 a 44 años ha optado por la esterilización femenina). Esta tendencia a una fecundidad más
controlada contrasta con el aumento de los embarazos adolescentes. En el lapso entre 1950 y
1965, el 9.48% de las personas que daban a luz tenían entre 14 y 19 años; en el tramo 1965-2000,
lo hacían el 12.91%.
Un gran porcentaje de mujeres rurales de la costa, la sierra y la selva del Perú pasan su vida
al margen del Estado y muchas veces dejan como herencia a sus hijas e hijos, la indocumenta-
ción.
De acuerdo al último censo nacional (INEI 2007), hay 552.084 peruanos sin DNI y 277.628 sin
partida de nacimiento. Sumadas estas cifras tenemos un total de 829,712 para quienes no existe
derecho alguno, empezando por el de la identidad, sobre todo si son mujeres pues constituyen
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
más del 10% de ese total (86,290). En el área urbana el 2.2% corresponde a los adultos varones
sin documentos y el 2.6% son mujeres, mientras que en el área rural el porcentaje de mujeres
adultas que no tiene documento asciende a 7.7% frente a 5.1 % de hombres.
La situación se agrava entre la población de las zonas cuya lengua materna es distinta al
castellano dominante (andina o amazónica): 16.6 % hombres y 20.4% mujeres carecen de algún
documento.
Gráfico Nº 14
Porcentaje de personas que carecen de DNI
40
“En un estudio focalizado en seis departamentos, encontramos que más de 50 por ciento de la
población femenina en zonas rurales carece de documentos de identidad”, sostiene Elena Villa-
nueva, coordinadora del Programa de Desarrollo Rural del Centro Flora Tristán, precisando que
las mujeres de las zonas rurales, indígenas y amazónicas se encuentran en situación de mayor
vulnerabilidad, por la discriminación de género.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Gráfico Nº 15
Indocumentados según lengua nativa y castellano
41
Fuente INEI Censo XI Población y V Vivienda 2007
Sin embargo, un estudio efectuado por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) revela que 300
mil niños y adolescentes (de 0 a 17 años) no tienen partida de nacimiento. La investigación fue
realizada por encargo del Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES).
El sondeo hecho por Ricardo Cuenca, investigador del instituto, detalla que la mayor cantidad
de menores indocumentados se ubica en la selva rural con 80,095 niños y en Lima Metropolitana
con 63,486 infantes.
Asimismo, la sierra rural registra 51,344 menores sin partida de nacimiento y la costa urbana
40,001, que no han sido registrados en las oficinas nacionales de inscripción ciudadana o muni-
cipalidades.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Del mismo modo, otros 32, 373 se ubican en la selva urbana; 21,798, en la sierra urbana; y
7,176, en la costa rural.
“Se ha roto el mito de que los mayores indocumentados estaban en la sierra. Existen más en la
selva y en Lima Metropolitana”, señaló Ricardo Cuenca, quien explicó también que la proporción
entre indocumentados hombres y mujeres era similar, por lo que descartó que las niñas lideren
estas cifras.
El investigador alertó respecto a los peligros a que están expuestos los niños sin documentos,
entre ellos el tráfico de menores.
Señaló también que el mayor impedimento para la inscripción era la lejanía de los poblados
hacia los centros de registro y los costos del documento, por lo que recomendó que el Estado
debiera programar campañas de documentación en Lima Metropolitana, especialmente en los
conos y periferias.
Para UNICEF, no darle a una niña o niño la posibilidad de saber quién es y de dónde viene
marcará por siempre el camino que le tocará transitar en la vida. Será un fantasma de carne y
hueso que no aparece en las estadísticas, pero que piensa, siente, razona y reclama.
Sin embargo, la psicóloga Tesania Velásquez de DEMUS, sostiene en un estudio que para
acceder al derecho a la identidad en el Perú se requiere acumular “una cadena de documentos”,
que se inicia con la inscripción en las Oficinas de Registro Civil al momento del nacimiento, hasta
la obtención del DNI al cumplir los 18 años de edad.
Pero la ruta de la documentación está llena de obstáculos para la población pobre y en extre-
ma pobreza, en particular para las mujeres rurales. Los costos para obtener el DNI oscilan entre
20 y 100 nuevos soles por el derecho a trámite, pago de fotografía y gastos de movilidad. Estos
costos resultan exorbitantes para pobladores de algunas comunidades donde los jornales fluc-
túan entre cinco y 10 nuevos soles diarios.
La indocumentación es como “vivir en la oscuridad”. “El DNI devuelve la luz, permite ver, de-
vela la existencia negada”.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
e) Responsabilidades familiares
La Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENCES INEI, 2000) encontró, para ese año, un
19.5% de mujeres a cargo del hogar, sin el acompañamiento de su pareja. La tendencia además
es a que este número se incremente con el tiempo. Hay detrás de esta nueva realidad una nueva
estructura de Familia además una raíz social: pobreza de la familia, evasión de responsabilidades
por muchos hombres, embarazo adolescente.
Recuadro Nº 4
CEPAL
Estructuras familiares, trabajo doméstico y bienestar en América Latina
Evolución por tipo de hogar y etapa del ciclo de vida familiar
Heterogeneidad asociada a tamaño y composición
n Aumento de los hogares monoparentales femeninos: Explicado por una perspectiva
demográfica (aumento de la soltería, separaciones, migraciones y esperanza de vida) y
económica (creciente participación económica de las mujeres traducida en independencia
económica y autonomía social).
n Aumento de hogares no familiares: Explicado por el aumento de hogares unipersonales
(adultos mayores o jóvenes con recursos económicos).
n Disminución de las familias nucleares (36%) y biparentales: Necesidad de elaborar nuevas
43
políticas.
La familia no es una institución aislada. Los hogares y las organizaciones familiares están liga-
dos al mercado de trabajo y a la organización de redes sociales, por lo que las tasas de fecundi-
dad y de divorcio o los procesos de envejecimiento son parte de procesos sociales, económicos
y culturales más amplios, que están también sujetos a las políticas públicas. Como institución
social básica, la familia no puede estar ajena a los valores culturales y a los procesos políticos de
cada momento o período histórico (Jelin, 2004).
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Pero también hay cambios económicos indudables, como mayor participación de las mujeres
en la economía e independencia en sus decisiones, por ejemplo en asuntos de su maternidad o
en su decisión de vivir sin pareja y encargarse sola de sus hijos.
La mayoría de las mujeres que encabezan sus hogares, deben compatibilizar el empleo con el
cuidado de sus hijos-as, lo que implica normalmente una mayor carga de trabajo y la organiza-
ción de estrategias de amparo a los niños pequeños durante las horas de trabajo y de incorpora-
ción progresiva de los más grandecitos a la ayuda del hogar.
El 68.7 de las mujeres jefas de hogar, conducen solas el hogar, es decir sin apoyo del cónyuge
o pareja. En estos hogares, el 73.3 % de sus integrantes son niños o adolescentes.
Gráfico Nº 16
Mujeres jefas de hogar según composición parental
y edad de dependientes
44
45
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Los patrones de morbi-mortalidad son nítidamente diferenciados para mujeres y varones. Esto
no sólo depende de las diferencias biológicas entre uno y otro sexo, sino también de los roles
sociales que están establecidos entre ambos géneros. Para muchas mujeres, el agotamiento
producido por la doble o triple jornada de trabajo, los trastornos alimentarios o los impactos de la
violencia en su vida y salud constituyen problemáticas asociadas a su condición social.
Una de las áreas de mayor preocupación en el Sector Salud, es la mortalidad materna (gestan-
tes y parturientas) que afecta principalmente a las mujeres en situación de pobreza.
Gráfico Nº 17
Tasa de Mortalidad materna por período.
46
La tasa de mortalidad materna (TMM) alcanzó las 185 defunciones por cada 100 mil nacidos
vivos en el año 2000 y actualmente es considerada como una de las más altas de Latinoaméri-
ca.(Instituto Nacional de Estadística e Informática, Encuesta de Demográfica de Salud Familiar
2000) Este indicador se asocia a las condiciones de vida de las mujeres y al cuadro social en
que se produce la gestación, al estado nutricional y a los cuidados durante el embarazo, parto y
puerperio, y a las barreras que impiden el acceso a los servicios de salud.
Gráfico Nº 18
Encuentro demografico de salud familiar
El ministerio de Salud señala que del total de muertes maternas, el 47% fallece por hemorra- 47
gias después del parto, el 12% por hipertensión arterial inducida por el embarazo, el 15% por
infecciones del parto y del post parto, el 5% por aborto y el 1% por parto obstruido (Dirección
General de Salud de las Personas, 2000).
Otra de las preocupaciones es el embarazo adolescente, cuya tasa es 13% del total de la
población femenina entre 15 y 19 años de edad y que en la selva peruana se eleva a 25.7% (da-
tos proporcionados por el ministerio de Salud). De esta población un 38% fue atendido en los
servicios del sector, mientras el resto lo hizo por su cuenta. En el 2003 se incrementó el índice
de embarazos de corta edad un 28% (15,334 partos adolescentes) y se supone que la tendencia
sigue ascendente. La tasa de atención, sin embargo, sigue siendo baja. (Balance PIO 2000-2005
(Fuente: MINSA-Dirección General de la Salud de las Personas).
Del mismo modo, los embarazos no deseados, producidos muchas veces como resultado de
violencia o coerción sexual, de la falta de información sobre métodos de anticoncepción y plani-
ficación familiar, del limitado acceso a servicios de salud que orienten a las mujeres y las parejas,
de la falta de la necesaria autonomía femenina para decidir sobre sexualidad y reproducción.
Frente a este panorama, basados en la Décimo Tercera Política del Acuerdo Nacional, se está
promoviendo la maternidad saludable y la oferta de servicios de planificación familiar libre e infor-
mada sobre la elección de los métodos y sin coerción.
Entre los avances, en esta área, al 1er semestre 2004, se tiene que el 69,3% de gestantes
ha tenido control prenatal, con 76% de atención de parto institucional. Se ha implementado un
número de 100 Casas de Espera, con gestión comunitaria y participación ciudadana, habiendo
disminuido en 1,5% el número de gestantes adolescentes y en 3% los partos de adolescentes.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Gráfico Nº 19
Brecha entre el control prenatal y la atención de parto
48
Otra área de atención por la salud de mujeres y varones es el que se refiere a las infecciones
de transmisión sexual, particularmente al contagio del VIH/ SIDA. Al 2004 se han reportado en el
país 31,000 casos diagnosticados de SIDA, de los cuales el 80% de afectados son varones y el
20% mujeres. Asimismo, se han registrado 655 casos de niños diagnosticados desde el inicio de
la epidemia en el Perú, de los cuales 393 se encuentran en etapa SIDA (Fuente: 1. Asociación Vía
Libre (Dr. Robinson Cabello; 2. Oficina General de Epidemiología (OGE) del ministerio de Salud.).
En el año 2001, el Perú fue el país del área andina con el mayor número de casos de VIH/SIDA,
con un total de 12,184 personas afectadas (datos de la Organización Panamericana de la Salud
2002).
De otro lado, si bien las mujeres reflejan una mayor esperanza de vida que los varones, o sea
se espera que vivan más años; muestran también, en la etapa de la adultez mayor, una mayor
morbilidad o variedad de enfermedades como se explicita en la Hoja Informativa del Programa
Mujer, Salud y Desarrollo de la Organización Panamericana de la Salud. Género y el Envejeci-
miento. Washington D.C. 2001.
Recuadro Nº 5
El aborto clandestino en el Perú:
UNA REALIDAD CRÍTICA EN LA SALUD DE LAS MUJERES
La última publicación de la antropóloga Delicia Ferrando (Centro de la Mujer Peruana Flora
Tristán), sobre la situación del aborto en el país, revela que la salud de la mujer es uno de los
problemas largamente ignorados por los gobiernos de turno, pese a que el Estado ha recibido
una recomendación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que revise su po-
lítica punitiva sobre aborto. El Estado tiene pendiente, además, la aprobación de un protocolo
para la atención del aborto terapéutico.
Gráfico Nº 20 49
PREVALENCIA ANTICONCEPTIVA, MUJERES ACTUALMENTE UNIDAS:
2000-2005
Ese balance, según la última ENDES, del total de mujeres sexualmente activas, el 30% o
sea 1’140 mil mujeres estarían insuficientemente protegidas y un 70% está suficientemente
protegida (véase gráfico 21).
Gráfico Nº 21
PERU: MUJERES EN EDAD FERTIL SEGUN ACTIVIDAD SEXUAL
(7´688.287)
50
La protección insuficiente incluye a un 20,8% que tiene relaciones sexuales pero no usa
métodos aunque no quiere tener más hijos, un 6,8% que tampoco los desea pero usa la abs-
tinencia periódica sin saber cómo se usa y un 2,5% que se encuentra embarazada por falla
de método (véase gráfico 22).
Otro indicador es la intención reproductiva de la mujer peruana que, en el año 2005, del 100%
de nacimientos, sólo el 43.5% manifestó que lo quería tener, el 27.3% no lo quería tener y
un 29,2 % restante, lo quería tener más tarde. Considerando que en los últimos cinco años
ocurrieron 3.1 millón de nacimientos, 1.8 millones niños nacieron sin que sus madres los hu-
bieran deseado.
Los mecanismos que utilizan las mujeres para poner término a embarazos que no desean, van
desde la introducción vaginal de medicamentos, sustancias u objetos, hasta procedimientos
riesgosos como la introducción vaginal de objetos sólidos (ramas, palitos de tejer, equipo de
venoclisis, alambres, entre otros) y de líquidos (agua jabonosa, agua oxigenada, lejía, etc.).
La capacidad económica juega un rol decisivo para la vida de las mujeres, pues, sólo el 17
% de las que recurren a un servicio de interrupción del embarazo, lo hace con un profesional
médico, el 39 % recurre a una obstetriz y el 44 %, a personas no calificadas. La situación se
agrava para las mujeres que viven en el ámbito rural ya que sólo un 3 % puede ir a un médico,
un 32 % a obstetrices y un 65 % a personal no calificado.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Aparte de la falta de accesibilidad geográfica a los servicios de salud o a las fuentes de abas-
tecimiento de métodos, diversos factores como actitudes personales, patrones culturales,
desinformación o insuficiente información sobre el uso correcto de los métodos y sus efectos
secundarios (mitos sobre el DIU del que se cree que puede ocasionar cáncer, por ejemplo)
determinan que el 55% de mujeres peruanas en edad fértil y el 29% de mujeres unidas no
usen métodos de planificación familiar o no lo hagan correctamente.
Gráfico Nº 22
MUJERES DE 15 A 49 AÑOS INSUFICIENTEMENTE PROTEGIDAS
DE UN EMBARAZO NO DESEADO, 2000
51
Según cifras del Ministerio de Salud (2004), se estima en 376 mil los abortos inducidos al año.
Desde las Direcciones de Salud, se reportaron 42,558 atenciones por aborto incompleto, a
las que incluye el ajuste de 10% para corregir omisión (46 810) y los casos atendidos en es-
tablecimientos de salud privados (15,606), asimismo excluye los abortos espontáneos, dando
un total de 53,060 casos.
Estos 53,060 casos son multiplicados por siete, dado que cada aborto hospitalizado repre-
senta otros siete que no se registran en las estadísticas debido a que se realizan en condicio-
nes seguras, sin complicaciones, con complicaciones leves, o tan graves que la mujer muere
sin recibir tratamiento, resultando así la cifra de 376 mil abortos. Cifra que sería mayor si no
fuera por la expansión del uso de la anticoncepción oral de emergencia – AOE que ha evitado
alrededor de 32 mil abortos.
El riesgo es más alto entre las mujeres pobres que viven en el área rural o en centros pobla-
dos carentes de asistencia médica. Se estima que de cien mujeres que se hacen un aborto,
44 se complicarían entre las pobres rurales, 27 entre las urbanas pobres, 24 entre las no po-
bres rurales y 5 entre las no pobres urbanas. El mayor riesgo de complicación de las mujeres
pobres se explica por su condición de salud previa al aborto: anemia, desnutrición y debilita-
miento por distintos intentos realizados buscando interrumpir su embarazo y porque, debido
a limitaciones económicas o urgencias por continuar con sus labores cotidianas, las mujeres
pobres no siguen las indicaciones de cuidados postprocedimiento y tampoco cumplen con la
medicación prescrita.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Gráfico Nº 23
¿QUIEN REALIZA EL ABORTO? POR NIVEL SOCIOECONÓMICO DE LA MUJER
52
53
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
FOTO
54 pacidad en el Perú, algunas informaciones sostienen que bordearían los tres millones, siendo
mujeres casi la mitad.
Cuadro Nº 13
PERU: POBLACION DISCAPACITADA POR SEXO, SEGUN
GRUPOS DE EDAD 1993
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------
SEXO
TOTAL -----------------------------------------------------
GRUPOS DE HOMBRES MUJERES
---------------------------------------------------------------------------
EDAD Abs. % Abs. % Abs. %
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------
TOTAL 288526 100.0 146392 50.7 142134 49.3
Cabe anotar que el último censo que –aunque con limitaciones- usó variables para determinar
cifras de las poblaciones vulnerables fue el de 1993. Los últimos censos excluyen las variantes
de población por etnia y personas con alguna discapacidad.
Gráfico Nº 24
PERU: POBLACION DISCAPACITADA SEGUN TIPO DE
DISCAPACIDAD Y SEXO; 1993
56
Lima, concentra la cuarta parte de las personas con discapacidad en el país (73,113). Le
siguen los departamentos de Puno con 23,084 personas con discapacidad, Cusco con
18,370, Piura con 17,543, La Libertad con 16,953, Cajamarca con 14,599, Junín con 13,802,
Áncash con 13,716 y Arequipa con 11,005.
Según sexo, en las ciudades de Talara, Moquegua, Tumbes, Moyobamba, Pucallpa, Tac-
na, Sullana, Chincha Alta, Puerto Maldonado y Chimbote, se encuentra la mayor proporción
de personas con discapacidad de sexo masculino, en tanto que en Ayacucho, Cajamarca, Cha-
chapoyas, Puno, Huancayo, Arequipa, Juliaca y Huanuco, es mayor la proporción de mujeres
con discapacidad.
De otro lado, el 62,4% de los hogares de personas con discapacidad, tienen alguna necesi-
dad básica insatisfecha de los cuales, 33,2% tienen sólo una necesidad básica insatisfecha y
29,2% a los que tienen dos o más necesidades básicas insatisfechas.
Según departamentos, los porcentajes más altos de hogares con al menos una necesidad
básica insatisfecha se ubican en: Huancavelica (93,4%), Ayacucho (87,6%), Apurímac (87,3%),
Cusco (83,2%) y Huanuco (81,8%).
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Gráficos Nº 25
PERU: HOGARES DE LA POBLACIÓN DISCAPACITADA CON
NECESIDADES BASICAS INSATISFECHAS,
SEGUN DEPARTAMENTOS: 1993
Departamentos
57
Gráficos Nº 26
PERÚ: POBLACIÓN DISCAPACITADA DE 5 AÑOS Y MAS SEGUN IDIOMA O
DIALECTO MATERNO APRENDIDO EN LA NIÑEZ
58
En lo que se refiere a niveles de educación las cifras son dramáticas en sí mismas pues,
siempre de acuerdo al INEI, censo de 1993, del total de personas discapacitadas de 15 años
y más, en condición de analfabetismo, es del 41.1% siendo mayor el analfabetismo femenino
(51.5%) que el masculino (30.7%). Las tasas más altas de analfabetismo de la se encuentran en
los departamentos de Apurímac (65,8%), Huancavelica (65,4%), Ayacucho (63,2%), Cajamarca
(60,9%), Cusco (57,5%), Puno (57,5%), Amazonas (55,6%), Ancash (53,5%) y Huanuco (52,1%).
(Ver gráfico N° 27)
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Gráfico Nº 27
PERU: TASA DE ANALFABETISMO DE LA POBLACION DISCAPACITADA
DE 15 Y MAS AÑOS POR SEXO, 1993
59
El cuadro siguiente del INEI, es de por sí una fotografía de lo ocurre en términos de educación,
particularmente para la población con discapacidad: solo el 15% de ellas asiste a una escuela, el
35.5% nunca recibió instrucción y el 51.4 declaró no asistir a ningún centro de educación.
Gráfico Nº 28
PERU: POBLACION DISCAPACITADA DE 5 Y MAS AÑOS POR CONDICION
DE ASISTENCIA A UN CENTRO DE ENSEÑANZA REGULAR, 1993
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Gráfico Nº 29
PERU: POBLACION DISCAPACITADA DE 15 Y MAS AÑOS POR SEXO
SEGUN CONDICION DE ACTIVIDAD
60
Un estudio efectuado por el Instituto Nacional de Rehabilitación- INR, en el 2007, señala que
sólo el 13 % de las personas con alguna discapacidad, recibe tratamiento de rehabilitación.
Según el director del INR esta realidad podría deberse a que porcentaje muy importante de
la población con discapacidad proviene de los estratos más pobres de la sociedad, a quienes se
les hace “prácticamente imposible” acceder a un paquete básico de rehabilitación. Más inacce-
sible aún les representa adquirir medicinas y acceder a ayudas biomecánicas, por su elevado
costo El Banco de Ayudas, creado resolución ministerial del año 2004, que permitiría resolver en
parte la problemática de esta población que, además de su discapacidad enfrenta una situación
de pobreza, aún no ha sido implementado, es otra de las normas de papel de las que abundan
en nuestro país.
62
Educación:
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
analfabetismo y
deserción escolar
63
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Al año 2007, el estimado de población que no sabía leer ni escribir ascendía a 1 millón 359 mil
personas. Esto representaba el 7.1% sobre el total. El 3,6 % de los hombres, 336 mil personas,
estaban en esa condición, mientras que el 10.6 % de las mujeres un millón 23 mil eran analfabe-
tas. Quiere decir que tres (75.3%) de cada cuatro analfabetos son mujeres.
Cuadro Nº 14
Analfabetismo por géneros
Sexo
Analfabetos Total Prom.
Hombre Prom. Mujer Prom.
Total 336.270 3,6 1.023.288 10,6 1,359.558 5.51
% 24.7 75,3 100.0
64
Gráfico Nº 30
Tasa de Analfabetismo por género: 1993-2007
Cuadro Nº 15
El analfabetismo rural en 1993 llegaba a 29,8% de la población y el urbano al 6,7%. Estas pro-
porciones se han modificado a 2007, a 19,7% de analfabetismo rural y 3,7% urbano.
En cuanto al tiempo (número de años) de asistencia escolar, también hay duros contrastes. Así
encontramos, para el año 2002, que el tiempo promedio de estudios alcanzados por las mujeres
en el área rural es de 4,5 años frente a 9,9 en las zonas urbanas.
Cuadro Nº 16
Población de 15 años o más, según sexo y nivel educativo
Sexo
Nivel Educativo que aprobó Total
Hombre % Mujer %
El cuadro sobre el nivel educativo por géneros muestra algunas evidencias importantes: (a)
los hombres sin nivel educativo representan el 3,9% del total, mientras que las mujeres llegan al
10,8%.; (b) en el otro extremo: los hombres con superior universitaria son el 17,2% de todos los
de su género, mientras las mujeres llegan al 14,9%; (c) el 14,8% de los hombres tienen un nivel
superior universitaria mientras que el 15,3% de las mujeres alcanzan esa condición, que parece
corresponder a la “tendencia de género” de ciertas profesiones.
No obstante son más las mujeres que egresan y obtienen títulos universitarios en el Perú ac-
tual.
Cuadro Nº 17
TOTAL DE GRADUADOS Y TITULADOS SEGÚN SEXO
Así lo revelan las estadísticas de la Asamblea Nacional de Rectores cuyas cifras más recientes
de egresados de las universidades privadas y estatales, informan de un total de 61,662 gradua-
dos, 48.13% varones (29,680) y 51.87% mujeres (31,982). También son mayoría las mujeres
que optaron título de grado profesional. De un total de 43,945 el 47.18% son varones (20,735) y
52.82% mujeres (23,210).
La conclusión es que hay más mujeres que hombres, excluidas totalmente del sistema edu-
cativo. Este es sin duda un indicador de pobreza y marginación. Las mujeres de nivel educativo
superior tienden a igualar superar a los hombres en el campo universitario y se imponen en la
educación superior no universitaria, que incluye profesiones de mando medio. Puede decirse en
síntesis que la educación no iguala a hombres y mujeres en el nivel escolar, porque las condicio-
nes de bases hacen que muchas no asistan a la escuela o la abandonen en corto tiempo.
E igualmente que hay un fuerte interés educativo y de calificación en las que sobrepasan la
secundaria, donde si bien todavía es fuerte la orientación a las profesiones cortas y de empleo
rápido, hay también una creciente tendencia a incorporarse a las profesiones que brinda la uni-
versidad.
Recuadro Nº 6
67
Cien años de la Ley 801
Aída García Naranjo M.
Más mujeres que hombres egresan y obtienen títulos universitarios en el Perú actual.
Así lo revelan las estadísticas de la Asamblea Nacional de Rectores cuyas cifras más recientes,
de egresados de las universidades privadas y estatales, informan de un total de 61,662
graduados, 48.13% varones (29,680) y 51.87% mujeres (31,982). También son mayoría las
mujeres que optaron título de grado profesional. De un total de 43,945 el 47.18% son varones
(20,735) y 52.82% mujeres (23,210) ¿Palmas para ellas?...
Sí, sobre todo para Trinidad María Enríquez Ladrón de Guevara, a quien todas las profesionales
de hoy, así como las “cachimbas” y futuras postulantes, le deben la posibilidad de optar un
título universitario.
Nacida en el Cusco, Trinidad tuvo el coraje de romper las barreras del oscurantismo e ingresar
a la Universidad de San Antonio Abad en 1875, año que marca el fin de una larga noche en la
lucha por la profesionalización de la mujer peruana.
La universidad no le abrió las puertas tan fácilmente. Recordemos que por la época, no se
permitía estudios superiores a mujeres, indios, ni negros. A las mujeres no les estaba permitida
ni la secundaria completa. El programa de estudios para ellas terminaba en el tercer año de
media. Para poder completar su instrucción, Trinidad fundó un colegio en su domicilio, con
docentes de primer nivel quienes enseñaban Matemática, Filosofía, Lógica, Derecho Civil,
Literatura, Historia, Música y Francés, este último curso dictado por un profesor apellidado
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Bougereau, quien había conocido en Venezuela a Simón Bolívar, fundador del Colegio
Educandas del Cusco, donde estudió la pequeña Trinidad María.
La fundación del Colegio Superior fue como una herejía para la pacata sociedad de entonces
pues, no era bien visto que las mujeres incursionaran en el campo de la ciencia y la cultura.
Fue tanta la presión que ejercieron, esgrimiendo calumnias y llegando incluso a apedrear el
local de enseñanza, que luego de tres años fue clausurado. Trinidad María Enríquez perdió
una batalla pero ya había concluido la secundaria. Su brillo intelectual y esfuerzos por mejorar
la condición de la mujer y de los trabajadores, trascendían ya las fronteras continentales,
especialmente en Sudamérica donde las mujeres se aprestaban a seguir sus pasos.
La dación de esta Ley no hubiera sido posible sin la persistencia de Trinidad quien gestionó
y obtuvo del gobierno de Pardo (1874), autorización para ingresar a la universidad, debiendo
68 rendir exámenes de revalidación. Así logró una hazaña sin precedentes en toda América:
ingresar a la Facultad de Jurisprudencia.
En 1878 Trinidad María, obtiene el Bachillerato en Jurisprudencia, más no el de Abogada, por
no estar permitido ese grado a las mujeres. El presidente Piérola le otorgó una autorización
especial para que se graduara de Abogada, pero Trinidad exigió que dicha autorización sea
para todas las mujeres. Hubo de esperar hasta el 7 de Noviembre de 1908, para que el
presidente Augusto B. Leguía promulgue la Ley 801. Para entonces, Trinidad estaba muy
enferma y no pudo optar el grado por el que tanto luchó.
Sirva de paradoja el hecho de que la Universidad más antigua de América, San Marcos, ha
cumplido 457 años de creación y el derecho de la mujer a realizar estudios universitarios,
solamente 100.
Pero hay un campo que trasciende ampliamente el marco interno del sistema educativo formal
y que explica porqué la doble condición de ser pobre y ser mujer son cómplices fundamentales
de la discriminación educativa femenina. A la difícil situación económica de la población se
suman elementos ideológico-culturales, cuya superación pasa por contrarrestar el mensaje
que porta la tradición, los medios de comunicación, la familia. Y esto no se transforma “desde
arriba” sino, muy paulatinamente, desde el nivel del barrio, de la comunidad, de la familia, de
las organizaciones de base.
Ante el trabajo,
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
tampoco somos
iguales
69
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
En el año 2005, la población en edad de trabajar ascendió a 19.8 millones, de las cuales el
53% eran mujeres y el 47% restante, hombres.
Gráfico Nº 31
Perú: Estructura Demográfica de la Población
en Edad de Trabajar, 2005
70
La población en edad de trabajar está compuesta por los que toman parte en el mercado de
trabajo y los que están fuera de la actividad económica (amas de casa, jubilados, estudiantes,
etc.) El primer grupo corresponde a la Población Económicamente Activa (PEA) que en el 2005
alcanzaba una cifra de 13, 807,894 personas. De este total se considera PEA ocupada al 95%
(13,119.725), incluyendo empleados y subempleados.
La sociedad peruana modificó su estructura ocupacional en las décadas de los 60 y 70, pa-
sando de una población predominantemente orientada a actividades agrícolas, a una en la que
crecían los sectores industriales y de servicios de naturaleza urbana. Esta tendencia duró hasta
los años 80, pero la crisis y el ajuste la contuvieron.
Cuadro Nº 18
Año Agricultura Industria Servicios y Otros
1995 31.4 15.8 52.8
2000 32.0 14.0 54.0
2005 37.5 13.4 49.1
Fuente: INEI
En el año 1991, se reputaba que el 52.7% de la población tenía ocupación informal contra un
47.3% de formales. Seis de cada diez informales funcionaban como independientes, tres como
parte de microempresas y uno en trabajo doméstico. Poco más de dos tercios de los trabajado-
res formales pertenecen al sector privado y el resto al público.
En el 2006, los informales son el 54.9% de la PEA ocupada con alguna disminución en los
grupos de independientes y doméstico, y un incremento de microempresas. El empleo formal
público bajó 4 puntos en 15 años y el privado subió poco menos de dos puntos.
Cuadro Nº 19
Informal Formal 71
Año Servicio Micro
Total Independientes Total Público Privado
Domestico empresas
Fuente: Organización Internacional del Trabajo (OIT), Oficina Regional para America
Latina, Panorama
El número de horas de trabajo promedio semanal pasó de 40.3, a 49.0 en la década de los 90,
mientras la duración del trabajador en su empleo se retrajo de 88 días promedio, a 65 (alrededor
de dos meses), lo que se ha denominado técnicamente una alta tasa de rotación. Los trabajado-
res con pensiones disminuyeron del 40% al 30% y los que gozan de seguridad social en salud de
40% a 36%. El fuerte contraste entre menor sindicalización y retroceso en beneficios laborales es
elocuente en esta información.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Gráfico Nº 32
Perú: Distribuición de la Población Femernina según
Condiciones de Actividad, 2005
72
Los niveles de desempleo de las mujeres, fluctúan entre 10 y 12 por ciento, mientras que el
de los hombres evoluciona de 7 a 9 por ciento. El momento de mayor desempleo masculino se
alcanzó el 2003 (8.3%) y el femenino el 2004 (12.0%) El grupo en edad de trabajar con mayor
desempleo es el de 18 a 24 años que en el 2004 registró un desempleo abierto de 18.8%
Cuadro Nº 20
Nivel de Desempleo
Sexo Grupos de Edad (años)
Año Total
Hombre Mujer 14 a 24 25 a 44 45 a mas
2001 9.3 8.2 10.7 14.6 7.6 7.3
2002 9.3 8.0 10.8 15.7 6.8 7.5
2003 10.1 9.2 11.2 16.0 7.8 8.9
2004 10.0 8.4 12.0 18.8 7.3 6.5 73
2005 8.9 7.4 10.7 15.2 6.9 6.3
2006 9.0 7.7 10.5 16.6 7.0 4.7
Fuente: Ministerio del Trabajo (2006)
Las mujeres realizan principalmente empleos de tipo familiar no remunerado, es decir como
titulares de sus propios negocios o tiendas y/o como ayudantes de los negocios de sus esposos
y familiares: 39.1%. Este concepto es significativamente abultado en el sector rural (64.9%), que
implica que la mujer del campo trabaja en las labores de siembra cuidado y cosecha, sin ingreso
propio.
Las mujeres con empleo independiente son un grupo importante: 15 % nacional, 15.7% en el
área urbana y 13.9% en la rural.
El grupo de trabajadores del hogar equivale al 8% del empleo de mujeres nacional, mientras
que sólo el 0.8% de los hombres participa de esta categoría, lo que la hace “típicamente” femeni-
na. Las mujeres empleadas y patronas sólo representan el 0.2% de la PEA ocupada.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Cuadro Nº 21
Población ocupada por sexo y categoría ocupacional
Un dato interesante que proporciona el INEI respecto de la PEA ocupada se refiere a los nive-
les de educación. Según el cuadro siguiente, son más las mujeres de la PEA ocupada con nivel
universitario, 42.7%, que los hombres, 33.6%, lo que estaría demostrando que a ellas se les exige
mayor preparación para el acceso a un puesto de trabajo y que, sin embargo, sus oportunidades
de trabajo son menores si solo tienen secundaria, 31.2%, frente a un 40% de hombres. Mientras
que entre quienes no tienen nivel de educación, son más las mujeres ocupadas 7.7% frente a un
3.5% de hombres.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Gráfico Nº 33
PErú Nivel de educación de la PEA ocupada, 2007
75
Vista la situación por ramas de actividad se aprecia que la mayor concentración de mujeres
se da en los sectores de:
Servicios 28.6%
Comercio 29.5%
Agricultura 24.9%
Estos tres sectores en conjunto suman 83 %.
Recuadro Nº 7
Se perdieron más de 50 mil empleos en los dos años del actual gobierno
Para producir más, las empresas en Lima solo aumentaron las horas de labor de sus
empleados, pero no crearon más puestos de trabajo.
José Carlos Reyes
“La República” 19-01-09
Si alguna vez se ha preguntado por qué –a pesar de que el actual gobierno se jacta de lograr
que el país mantenga grandes niveles de crecimiento económico– no se siente que se hayan
generado más puestos de trabajo, la respuesta la tienen las estadísticas oficiales. Y es que
estas refieren que en los dos años de gestión del presidente Alan García se han perdido, solo
en la capital, más de 50 mil puestos de trabajo.
Según el reciente informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), mientras
en el último trimestre del 2006 (octubre-noviembre-diciembre) el total de la Población
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Al respecto, el economista Farid Matuk (ex jefe del INEI) sostiene que ello se debe a que la
mayor productividad de las empresas se basa en dar mayor horas de trabajo a sus empleados,
pero no en generar nuevos puestos de trabajo, esto con el fin de ahorrar costos laborales.
“Las empresas sabían que era un boom de crecimiento transitorio, por eso no se arriesgaron a
contratar a más trabajadores. Y ahora, en una coyuntura de crisis, los despidos serán mayores
sobre todo en los sectores textil, agroexportador y minero”, apuntó Matuk.
Según el abogado laboralista Germán Lora, la falta de generación de empleos resulta
preocupante, por lo que pide mayor fiscalización al Ministerio de Trabajo para reforzar las
inspecciones laborales.
“Debe evitar las sobracargas de trabajo. Que, en lugar de hacer trabajar 10 a 12 horas a una
persona, la empresa se genere un nuevo puesto de trabajo”, refirió Lora.
Mal alimentados
Asimismo, Matuk refiere que en los últimos dos años no solo hubo un estancamiento en
la generación de empleo sino también en la mejora de la calidad de vida de la población,
pues el nivel de déficit calórico –que mide cuán bien alimentada se encuentra una persona–
76 prácticamente no ha retrocedido.
El experto reconoce que, si durante el 2007 hubo una mejora en la calidad de la alimentación
de las personas, la alta inflación de los alimentos reportada en el 2008 (10,6% a nivel nacional)
hizo retroceder este avance, por lo que ahora la población ya no puede acceder a comprar
mejores productos.
De los tres rubros que conforman la PEA Ocupada cabe mencionar el crecimiento constante
de la PEA adecuadamente empleada (cifra siempre destacada por el gobierno). Así, en
el último trimestre del 2008 la PEA adecuadamente empleada creció en 8.7% respecto a
similar trimestre del año anterior. En contraparte cayeron el subempleo por horas (-6%) y el
subempleo por tiempo (-8.4%).
Al respecto, Matuk refiere que estas cifras solo denotan el crecimiento de las brechas
económicas, pues mientras crece el empleo para los asalariados de las medianas y grandes
empresas (estos trabajadores poseen educación superior), el empleo se reduce para los
trabajadores de las pequeñas empresas (en su mayoría solo con educación secundaria).
Asimismo descartó que el poder adquisitivo de la población haya aumentado, pues subrayó que
el incremento en las remuneraciones que se han dado en algunos empleos fue contrarrestado
por la mayor inflación del 2008.
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Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Cuadro Nº 22
POBLACIÓN OCUPADA SEGÚN SEXO Y RAMA
b) Estructura de ingresos
Cuadro Nº 23
Porcentaje de ingresos por quintiles
Esto debe interpretarse como en el sentido que la brecha en el mundo urbano es más amplia
que en el rural.
La brecha de ingreso entre los hombres de más altos ingresos y los de ingreso más bajo es
de 65% en el área urbana y 36% para la rural. En el caso de las mujeres la brecha urbana es de
51.5% y la rural de 29.2%. Esto significa que hay mayor distancia entre los hombres que entre
las mujeres.
En 1997 la relación entre el salario promedio de las mujeres asalariadas urbanas con 35 horas
de trabajo semanal o más, en edades entre 20 y 49 años, y el de los hombres en iguales con-
diciones era de 83.5%. En el 2003 la relación era más desfavorable para las mujeres con una
proporción de 77.4%
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Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Cuadro Nº 24
RELACIÓN DE SALARIOS ENTRE LOS GENEROS, SEGÚN AÑOS
DE ESTUDIO APROBADOS
Año Total 0a5 6a9 10 a 12 13 a mas
1997 83.5 56.9 51.1 95.2 79.8
2003 77.4 82.3 80.3 82.8 70.8
Fuente: Ministerio de trabajo (2006)
En el 97 se estimaba que una mujer con baja educación tenía alrededor de la mitad del salario
de un hombre en la misma situación, y una mujer más educada se aproximaba más al sueldo
masculino. En el 2003 se apreció en cambio una tendencia a aproximar los salarios bajos e in-
termedios de mujeres (80% promedio respecto al de los hombres) y se abre la brecha en el nivel
más alto, donde se produce una regresión.
c) Estructura ocupacional
En 1997, las mujeres ejecutivas de empresas o gerentas representaban el 19% del total. En el
2003 se logró una ligera mejora, llegándose al 19.4%.
79
Entre los puestos principales de conducción de los negocios hay una mujer por cada cuatro
hombres.
Cuadro Nº 25
Porcentaje de Gerencias y Profesionales
1997 2003
Participación como
91.0 19.0 80.6 19.4
Ejecutivos y Gerentes
Participación como
58.9 41.1 52.4 47.6
profesionales y técnicos
Analizado por segmentos, las ocupaciones femeninas no han dejado de visualizarse en mu-
chos casos como “típicas de género”. Se aprecia por ejemplo, que en profesiones como Enfer-
meras y Obstetrices, la tasa de empleo femenino es muy alta, entre 90 y 100% de los puestos;
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las maestras y asistentes sociales, van sobre 60 al 89%; los traductores, químicos y laboralistas,
representan una participación media (40 a 59%), las economistas, contadores y médicos, están
en un nivel bajo (10 a 39%) y las profesiones de arquitectas, ingenieras, aviadoras en el muy bajo
(0 a 10%)
También entre las empleadas se ve una alta concentración entre secretarias y mecanógrafas
(90 a 100%), alta entre telefonistas y vendedoras (60 a 89%). Entre obreras o trabajadoras ma-
nuales la concentración se presenta en costura y textiles.
En servicios, finalmente, los trabajos donde las mujeres predominan totalmente son los de
empleadas del hogar, lavanderas y planchadoras.
Cuadro Nº 26
Segmentación Ocupacional Femenina
El ministerio de Trabajo utilizando otras categorías establece con más precisión una medición
de la informalidad que llega a un poco más de los dos millones de personas.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
La proporción entre hombres y mujeres en este grupo de trabajadores es, al año 2003, de
52.8% hombres y 47.2% mujeres.
Cuadro Nº 27
LIMA METROPOLITANA PEA OCUPADA EN EL SECTOR INFORMAL POR SEXO
2002 - 2003
2002 2003
Pea Ocupada Sector Informal 2 038 657 2 029 377
Unidades
Hombres 1 107 719 1 071 925
Mujeres 930 938 957 453
Porcentajes
Hombres 54.3 52.8
Mujeres 45.7 47.2
Fuente: Ministerio de Trabajo
En el actual contexto de crisis internacional el mayor impacto del desplome del empleo afecta-
rá con mayor fuerza en las mujeres puesto que, una de las inequidades de género esta presente
en el mercado de trabajo debido a las brechas existentes en las remuneraciones y en la cobertura
de seguridad social, entre otras.
Hasta 2.4 millones de trabajadores podrían perder sus empleos en América Latina en 2009,
elevando la tasa de desempleo de la región por primera vez en seis años, según informe de la
OIT, precisando que con un crecimiento del producto interno bruto (PIB) del 1.9 por ciento en
el presente año, la tasa de desempleo urbano aumentaría a entre 7.9 por ciento y 8.3 por ciento
como promedio anual. Tan marcada es la diferencia entre hombres y mujeres que un 61% de
éstas no alcanzará a acceder a la pensión mínima garantizada contra un 43% de varones. Ade-
más, está bastante feminizado un área del mercado de trabajo muy precario, donde es habitual
el empleo informal, el subempleo, el no pago de cotizaciones previsionales, etc.
Además, las mujeres permanecen desempleadas por períodos más prolongados que los
hombres y las tasas de desempleo suelen ser mayores para éstas, siendo especialmente la con-
dición socioeconómica un elemento que profundiza la diferencia. Así, la tasa de desempleo para
las mujeres del primer quintil era del 31.7 mientras que para las del quinto quintil era del 3.6%
(fuente PNUD-OIT).
82
Estructura del empleo
Grafico Nº 34
Lima Metropolitana: Empleo Informal y Empleo en el Sector
Informal por sexo y año, 2005/06 (En porcentaje)
Fuente: OIT-Panaroma Laboral 2007 América Latina y el Caribe sobre la base de Encuestas
Nacional de Hogares – 2005 y 2006 (enero-diciembre) Área urbana
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Según datos analizados por sexo, de la OIT, en el Perú las mujeres representan mayores
porcentajes de empleo informal (81,3%) que los hombres (71.7%), confirmando lo señalado por
diferentes estudios sobre la informalidad que señalan una mayor incidencia de este problema
entre las mujeres. Ello se explica, desde el ángulo de la oferta, por el incremento de la participa-
ción femenina en el mercado de trabajo, en un contexto en que la generación de empleos aún
es insuficiente, y por la disminución de los ingresos familiares, por la alta inflación de la canasta
familiar entre los mas pobres.
Por otro lado, se estima que el 80% de las mujeres económicamente activas en la región lati-
noamericana, no tienen protección alguna de las instituciones de seguridad pese a que, tienen
más necesidad que los hombres de la protección social, porque además de las contingencias
comunes a ambos sexos (vejez, invalidez, salud, desempleo, enfermedades y accidentes labora-
les), ellas necesitan una protección específica a su función reproductora.
El empleo informal, en el 2006, representó el 52,9% del total de ocupados (OIT). Los empleos
que se generan en estas unidades productivas tienen la más alta probabilidad de ser precarios
y estar desprotegidos por la seguridad social. Según la OIT, desde 1990, de cada diez empleos
tanto masculinos como femeninos generados en América Latina siete han sido informales.
En el 2006, sólo el 40,7% de la población ocupada urbana de Lima Metropolitana contaba con
protección en salud y/o pensiones y únicamente el 10.6% del total de trabajadores/as del sector
informal estaban amparados por alguna forma de protección en salud y/o pensiones.
Los trabajadores y trabajadoras de las micro y pequeñas empresas, de hasta cinco emplea-
dos, están en desventaja respecto a la cobertura de los trabajadores/as de establecimientos de
6 y más trabajadores. En el 2006, los primeros tenían una cobertura de 16.2%, frente al segundo
grupo cuya tasa llegó a 65.9%.
84
Por otro lado, el sector formal continúa siendo el ámbito de mayor cobertura de estos dos
riesgos: el 58,5% de trabajadores y trabajadoras formales contaban con protección en salud y
pensiones. La cobertura de salud y pensiones entre hombres y mujeres fue muy similar durante
el año 2006, 40,3% y 41.3 respectivamente, observando que en el sector formal la cobertura fue
mayor para las mujeres.
Dentro del sector informal, las trabajadoras del hogar ocupan un porcentaje significativo del
total de la mano de obra femenina, además, son las más desprotegidas por los sistemas de se-
guridad y previsión social, lo que determina el alto grado de vulnerabilidad en que se encuentran.
Sólo el 16,4% del total de este grupo tenía protección en salud y pensiones.
En el 2006, las mujeres eran prácticamente las únicas que trabajaban en el servicio doméstico
(11.5%) en tanto que los hombres sólo participan con el 0,5%.
Según el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), en el Perú existen 545 mil
trabajadoras del hogar de las cuales 228 mil laboran en Lima Metropolitana. Más del 50% son
menores de edad (el 35% de ellas son niñas y adolescentes de entre 12 y 18 años). Su jornada
laboral varía de 12 a 16 horas diarias.
Sin embargo, las organizaciones de trabajadoras del hogar aseguran que hay más de 700 mil
trabajadoras del hogar, 90% de ellas son jóvenes, indígenas y campesinas emigraron del campo
a la ciudad para salir de la pobreza. El sindicato de trabajadoras del hogar señala que ese por-
centaje representa el 95%
El sueldo promedio es de 300 nuevos soles según el MTPE, es decir la mayoría de las trabaja-
doras del hogar percibe un salario inferior a la remuneración mínima vital (S/. 550 nuevos soles)
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
pero algunos empleadores, pagan sus servicios a razón de 80 y 100 nuevos soles y se dan casos
en que no perciben remuneración alguna. Trabajan a cambio de casa, comida y, en muy pocos
casos, estudio.
Se calcula que el 90% de las trabajadoras del hogar de Lima Metropolitana proceden de las
regiones de Ayacucho. Cusco, Huancavelica, Arequipa. Puno y Áncash. Un significativo número
de ellas son quechua hablantes, con alto índice de analfabetismo o que sólo han cursado la edu-
cación primaria y si deciden estudiar, tienen que hacerlo fuera de sus horarios de trabajo.
En materia de salud, no cuentan con el apoyo o subsidio de los empleadores para asistir a
chequeos médicos ni con el permiso para hacerlo, producto de lo cual, se encuentran entre el
más alto índice de desnutrición y mortalidad materna, pero si se enferman, son despedidas.
Según el Panorama Laboral 2007 de la OIT, en el Perú, la población indígena registró una ma-
yor tasa de participación económica. Se observa una tasa promedio de 82,3% frente al 70,3% de
la población no indígena, debido a la alta tasa de actividad en el área rural y a la mayor necesi-
dad de estas personas de trabajar o buscar empleo, por la limitación en sus fuentes de ingresos
debido a las necesidades económicas de los hogares. 85
La tasa de participación de las mujeres indígenas, en 1986, representó el 86,6%, situación
que se podría explicar por la alta proporción de de las que trabajan por cuenta propia, y porque
muchas de ellas se dedican a actividades agrícolas o empleos del sector informal. El trabajo
independiente, que incluye el trabajo doméstico y familiares auxiliares, fue más frecuente entre
los/as trabajadores/as indígenas, alcanzando el 45,2%, a diferencia de los otros grupos étnicos.
La ocupación típica de las indígenas son trabajos no calificados. La población ocupada femenina
indígena se concentra en el grupo de trabajadores agrícolas, pecuarios y de pesca. De esta ma-
nera se evidencia la caracterización de una fuerte proletarización de las mujeres indígenas.
Sindicalización femenina
Los procesos de toma de decisiones, la ubicación de las mujeres en los espacios (físicos y
dentro de la estructura de la organización) y la construcción del discurso sindical hacen que la
organización sindical sea poco atractiva para las mujeres.
Esta afiliada a nivel internacional a la Federación Sindical Mundial (FSM). Cuenta con 71 fede-
raciones nacionales entre las que destacan:
La CUT tiene 19 federaciones y sindicatos afiliados, ya sea en el sector laboral formal e infor-
mal desde su fundación se utilizo un espacio para la secretaria de la mujer, ocupado por Betty
Cortez
Entre ellas:
Cabe destacar la creciente presencia de las PYMES y MYPES que se expresa con mayor visi-
bilidad desde el año 2009.
Las centrales sindicales no cuentan con un registro sindical actualizado y donde figure la varia-
ble "sexo". Se estima un promedio superior al 50% de mujeres. Destacan también los contrastes
de afiliación entre las centrales sindicales. El porcentaje de afiliación de las mujeres en la CATP
el 64%, en la CUT, el 60% en la CTP el 40%, la CGTP tiene como promedio el 59%.y en la CTP
el 40%
Desde la década del 90 destaca la creación de las Secretarías de la Mujer como aspecto esen-
cial de su labor organizadora, el desarrollo de actividades especificas para mujeres (congresos,
plataformas sindicales, talleres , encuentros sindicales, círculos de estudio etc.), con la finalidad
de despertar la conciencia o aumentar la visibilidad y los compromisos sindicales en el campo
de la igualdad de genero.
Según cifras del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, en el período enero-agosto
88 del 2007 se observa un crecimiento de 70% (de 74 a 126 sindicatos) respecto del mismo período
del año anterior (2006). Efectivamente la conformación de sindicatos en los últimos años registro
un repunte sin que ello represente un crecimiento sostenido.
Según las cifras del Mintra hasta el 2006 -2007 la mayor tasa de trabajadores se concentraba
en el sector minero, sin embargo en el último año observo que el mayor número de sindicatos se
concentro en el sector construcción.
El Ministerio de Trabajo ha señalado que "Al año 2007, el número de trabajadores asalariados
agremiados a nivel nacional ascendía a 100 mil 636 personas, siendo el nivel de sindicalización
del 7.1% de la Población Económicamente Activa (PEA) asalariada, indicador que muestra una
tendencia creciente desde el 2002".
Cuadro Nº 29
TRABAJADORES ASALARIADOS Y PORCENTAJE DE SINDICALIZADOS POR AÑOS, SEGÚN ACTIVIDAD ECONÓMICA
2002 - 07
2002 2003 2004 2005 2006 2007
ACTIVIDAD. ECONÓMICA T. T. T. T. T. T. %
% SIND. % SIND. % SIND. % SIND. % SIND.
ASAL. ASAL. ASAL. ASAL. ASAL. ASAL. SIND.
AGRIC., GAN., CAZA, SILVIC. 55,531 3.48 56,032 1.61 57,885 4.2 75,075 1.68 78,846 2.66 78,057 4.96
PESCA 8,021 5.45 7,983 2.66 9,476 5.21 10,807 1.91 11,751 5.44 13,657 0.14
EXPLOT. MINAS Y CANTERAS 39,755 20.92 43,974 22.57 50,296 23.49 48,353 22.99 53,270 19.5 66,722 20.08
INDUSTRIA MANUFACTURERA 211,194 6.89 219,469 7.97 226,017 8.47 228,703 7.1 257,116 6.95 301,990 4.07
ELECTRIC., GAS Y AGUA 13,295 32.84 14,426 40.36 13,837 43.6 12,801 44.94 15,247 42.7 12,668 44.72
CONSTRUCCIÓN 44,010 17.17 48,400 19.77 43,655 11.73 52,094 18.13 64,085 16.4 76,360 16.07
COMERCIO, REP.VEHIC. AUT.. 121,767 0.49 128,669 0.8 124,600 0.47 137,860 0.56 158,046 0.56 189,831 1.66
HOTELES Y RESTAURANTES 28,255 0.74 29,730 0.52 29,772 0.7 33,660 0.83 39,705 0.71 47,770 0.55
TRANSP. ALMACEN. COMUN. 59,880 7.88 61,037 8.86 66,961 7.34 67,615 9.52 78,146 7.21 80,994 5.08
INTERMED. FINANCIERA 39,355 1.80 40,520 1.64 42,374 7.77 44,275 11.26 60,257 10.15 77,437 2.49
Mujeres Peruanas:
ACTIV. INMOBILIARIAS 135,595 0.48 146,865 0.38 146,668 0.51 164,610 0.74 176,271 0.84 225,422 1.92
ADM. PÚBL., PLANES DE SEG. 32,620 17.50 35,010 23.71 39,282 29.95 42,383 30.22 57,166 40.55 48,324 33.62
ENSEÑANZA 73,127 4.88 74,305 5.18 77,441 5.69 81,807 5.15 91,698 4.81 100,884 3.38
SERV. SOC. Y DE SALUD 34,057 19.88 36,636 27.77 35,845 31.73 35,137 48.38 37,406 19.82 40,580 44.62
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
OTRAS ACT., SERV. COMPLEM. 35,258 5.03 38,418 4.86 41,944 2.85 46,245 3.41 51,524 4.17 64,809 2.43
ORG. Y ORG.
81 0 107 0 76 0 144 0 128 0 146 0.00
EXTRATERRITORIALES
TOTAL 931,801 6.64 981,581 7.73 1,006,129 8.3 1,081,549 8.63 1,230,662 8.09 1,425,651 7.06
Cuadro Nº 30
Trabajadores Asalariados Porcentaje de sindicalizados
2002 931,801 6.64
2003 981,581 7.73
2004 1,006,129 8.3
2005 1,081,549 8.63
2006 1,230,662 8.09
2007 1,425,651 7.06
Fuente Ministerio de trabajo 2007/PLADES Marzo 2009
En las 2 ultimas décadas(1990 – 2000 - 2009), en el Perú, las principales centrales sindicales
CGTP, CTP, CUT Y CATP, han dado atención especial al fortalecimiento de las secretarías y o de-
partamentos de la mujer, a las políticas orientadas a ampliar la participación femenina y destacar
las reivindicaciones específicas de las mujeres dentro de los programas de lucha por la equidad
de género, expresadas desde el año 1999 en plataformas de las mujeres de las diferentes cen-
trales y federaciones sindicales
Se requiere ciertamente mucha voluntad política y organizativa para forjar una democracia
incluyente, superar la discriminación y marginación en todas sus formas. La igualdad de oportu-
nidades y de trato, y la equidad salarial entre hombres y mujeres son esenciales para lograr un
país más justo y más humanamente viable. Urge, hoy día, que emprendemos la reconstrucción
democrática del país, luchemos por más poder para las mujeres, que también significa más po-
der sindical para las mujeres en todas las centrales sindicales.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Estos ejes prioritarios se materializan en objetivos que se desarrollan por medio de acciones.
Cabe indicar que se han considerado también objetivos y acción especificas para las mujeres
del sector informal, las trabajadoras del hogar, y las trabajadoras rurales. Continuando con esta
iniciativa, y a la luz de los nuevos cambios producidos en el Perú, se hizo necesaria la revisión
y actualización del Plan de sensibilización; para ello, durante el 2001 se realización diversas re-
uniones de trabajo con las mujeres sindicalistas con el fin de recoger aportes, consensos y com-
promisos. Dicho proceso concluyo con el desarrollo del Seminario nacional "Genero, liderazgo
femenino y sindicalismo. Diagnostico y Propuesta para el 2002", patrocinados conjuntamente por
el Equipo Técnico Multidisciplinado OIT Lima y la Oficina de Actividades para los Trabajadores
(ACTRAV) donde se socializaron y definieron los lineamientos del presente documento, con la
participación de las representantes de las centrales sindicales (pertenecientes a diferentes secto-
res productivos, empresas y zonas geográficas del Perú).
El primer Plan de Acción para la igualdad de oportunidades entre Mujeres y Hombres 2002-
2005 se enmarco en las políticas de las centrales sindicales de cara a su fortalecimiento institu-
cional, en la declaración de la OIT relativa a los Principios y derechos Fundamentales en el Traba-
jo, y en los Acuerdos Internacionales suscritos en las Conferencias y Convenios Internacionales
sobre Derechos Humanos, Población, Desarrollo y Mujeres y fue la base del II plan de acción
para el periodo 2006- 2010.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Si bien se han experimentado avances en materia de igualdad en la región Andina, tales como
la constitución de la Coordinadora de Mujeres Trabajadoras Andinas(COMUANDE),los planes
para la igualdad en algunos sindicatos, el establecimiento de cuotas mínimas para mujeres en
la dirección de algunas centrales sindicales, la presencia femenina en la presidencia de la CGTP
así como la transversalización del enfoque de genero; la reacción de los Comités Nacionales de
Mujeres de los Secretariados profesionales Internacionales, entre otras, faltan aun desarrollar es-
trategias y mecanismos organizativos efectivos tendientes a incorporar la igual de oportunidades
y trato entre mujeres y hombres, como una línea estratégica y permanente de la visión política
sindical.
En el Perú, pese a los avances logrados hasta ahora, las nuevas situaciones, problemas y
desafíos creados por la masiva incorporación de las mujeres en el mundo del trabajo no han sido
atendidos en toda su magnitud por las organizaciones sindicales. Muchas demandas y necesi-
dades de las mujeres trabajadoras han quedado sin la atención suficiente sea en las agendas
sindicales, sea en los procesos de negociación colectiva, o sea en la representación sindical. De
ahí que se hace necesario la implementación del II Plan de Acción para Igualdad de Oportunida-
des entre Mujeres y Hombres 2006- 2010 así como la concreción de sus demandas expresadas
en las plataformas sindicales femeninas y la recientemente aprobada Plataforma Nacional de la
Mujer Peruana.
92
La violencia que
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
93
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Ocho de cada diez casos de abuso sexual tienen como agresor a un miembro del entorno
familiar de la víctima, y seis de cada diez embarazos en niñas de 11 a 14 años de edad son
producto de incesto o violación dentro de círculos parentales (La Exclusión Social en el Perú.
UNICEF. Lima, Junio 2001).
a) Violencia familiar
Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar - ENDES 2003 del Instituto Nacional de
Estadística e Informática – INEI, se pueden advertir los siguientes hechos:
Del total de mujeres en edad reproductiva y alguna vez unidas, el 41.2% sufrió violencia física
alguna vez, por parte del esposo/compañero, y el 27.9% por parte de otras personas. Es decir,
cuatro de cada diez mujeres han sido víctimas de violencia física por parte de su esposo o com-
pañero, y una de cada cuatro de personas.
El 15.9 % de mujeres señala que frecuentemente ha sido objeto de maltrato físico por
parte del esposo y/o de otros.
El 19.4% de mujeres que ha sufrido violencia física por parte del esposo/compañero u
otras personas, acudió a alguna institución para solicitar ayuda.
94 Entre las formas de violencia sicológica más frecuentes sufridas por las mujeres alguna vez
unidas, por parte del esposo o compañero se encuentran: el grito 47.7%, la indiferencia
33.8% y expresiones como “no sirves para nada” 27.2%.
Gráfico Nº 35
Formas de violencia más frecuente
De las mujeres entrevistadas, el 41.2% señaló que el padre biológico de sus hijos los
castiga con golpes, y ellas mismas recurren a esta forma de castigo en un 40.8%.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Asimismo, según el estudio multicéntrico de la OMS sobre la salud de las mujeres y la vio-
lencia en pareja: violencia física y sexual realizado por Flora Tristán y la Universidad Cayetano
Heredia en Lima y Cusco, del 2001, está sucediendo lo siguiente:
El 51% de las mujeres entrevistadas en Lima y el 68.9% en Cusco sufrieron alguna vez
violencia física o sexual por parte de su pareja.
La violencia sexual perpetrada por la pareja, ha sido experimentada alguna vez por el
46.6% de las mujeres del departamento del Cusco y el 22.5% de las mujeres en Lima.
Con relación al abuso sexual infantil, el 19.6% de las entrevistadas de la ciudad de Lima
y el 23% de la ciudad del Cusco señaló violencia sexual antes de los 15 años.
Con respecto a la prevalencia actual de la violencia física o sexual (doce meses antes de
la encuesta): 19.1% en la ciudad de Lima, y 34.1% en el departamento del Cusco.
En consideración a que la violencia contra las mujeres que se produce en el ámbito familiar
constituye un problema social, de salud pública y de derechos humanos, se han realizado accio-
nes que promueven su erradicación, entre ellas:
En el Perú, durante el año 2000 se realizaron 69.179 reconocimientos clínicos por casos de
violencia familiar. De acuerdo a estas cifras se produjeron alrededor de 190 casos de violencia
doméstica al día, aproximadamente 8 casos de violencia por hora.
Los efectos de la violencia de género pueden ser devastadores y duraderos. Según datos pu-
blicados en la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar 2000, en el país, el 41% de las mujeres
ha sido empujada, golpeada o agredida físicamente por su esposo o compañero, la mayoría de
ellas, el 83%, a veces y un considerable 16% lo ha sido frecuentemente. La cifra siguió incremen-
tándose en el último lustro.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Otro dato importante con relación al tema de la violencia contra la mujer, es que una de cada
cinco mujeres con estudios primarios o menos ha sido agredida físicamente por su pareja, lo cual
evidencia una relación inversa de la violencia con el grado de educación de la mujer; conforme
es mayor el nivel educativo de las mujeres es menor el grado de agresión por parte de sus pa-
rejas.
En este sentido, la educación es un aspecto clave en el desarrollo de las sociedades que
afecta otras variables del desarrollo, como las posibilidades de empleo de la población y el com-
portamiento de algunas variables de crecimiento poblacional. Hay una estrecha relación entre los
niveles educativos y la tasa de fecundidad por ejemplo, encontrándose en la mayoría de casos
que los bajos niveles educativos en las mujeres están directamente relacionados con altas tasas
de natalidad y de manera opuesta encontramos que las mujeres y parejas con mayor nivel de
educación tienen mayores probabilidades de planificar su familia y de mejorar el cuidado de la
salud de sus niños y niñas.
El informe nacional sobre feminicidio de CLADEM-Perú, elaborado por CMP Flora Tristán y
Demus, arroja que entre enero 2004 y julio 2007, 403 mujeres fueron asesinadas en varias regio-
nes del país, con un promedio de 9 mujeres al mes. En el mismo período, 306 mujeres sufrieron
atentados que puso en riesgo sus vidas, 7 por mes. Sólo en el 2007 hubo 68 víctimas de las
96 cuales 30 se salvaron de morir.
El 82% de los agresores fueron personas cercanas al entorno social o afectivo de la víctima.
Del total de casos 84 mujeres tenían historial de violencia con el agresor, de esa cifra, el 24% pre-
sentó denuncia. El 54% de mujeres fueron asesinadas en un contexto de violencia familiar o de
pareja. Es de resaltar que un 10% fue víctima de su ex pareja debido al rechazo de la mujer para
reiniciar la relación, y un 18% lo fue de amistades o compañeros de trabajo.
El ámbito de agresión es el hogar (44%) por excelencia, seguido de la vía pública o lugar de-
solado (36%), el domicilio del agresor (6%), hotel (5%) y ambiente laboral (4%). Finalmente, un
4% hizo referencia a centros educativos, discotecas o fiestas.
Los medios y armas utilizados por el agresor para matar a su víctima fueron los golpes, tor-
tura, amenazas, drogas, secuestro, envenenamiento, armas de fuego, punzo cortantes, objetos
contundentes (cuchillo, palos, martillo, hachas), estrangulamiento. En menor proporción fueron
quemadas, atropelladas, decapitadas y descuartizadas.
Razones del agresor para asesinar: celos, infidelidad, negativa a iniciar o reiniciar la relación,
negativa a relaciones sexuales, como objeto de venganza y económicos. En menor porcentaje
manifiestan insultos, rechazo a cumplir pedido (aborto), defensa propia (forcejeo) Algunos mani-
fiestan arrepentimiento. El mayor número de los agresores está detenido o prófugo, muy pocos
son los sentenciados y muchos están libres.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
El 82% de los entrevistado/as piensa que existe discriminación contra la mujer en la sociedad
peruana.
La violencia cruza las edades, culturas y niveles económicos, pero de acuerdo a la informa-
ción, las que se encuentran en mayor riesgo son las mujeres en edad reproductiva y jóvenes.
Recuadro Nº 8
Perú: El amor no mata, el machismo si
Por Julia Vicuña Yacarine
Lima, febrero (Especial de SEMlac).- Feministas peruanas recorrieron los principales parques
de Lima, donde cientos de parejas y grupos de amigos celebraban el Día de San Valentín
(2009), del amor y la amistad, para recordarles que “el amor no mata, el machismo sí”. 97
Alarmadas por el alto índice de muertes de mujeres a manos de sus parejas, las integrantes de
las organizaciones feministas Demus, Flora Tristán y Cladem Perú entregaron a los hombres
volantes en los que podía leerse: “Controlar a tu pareja, celarla, gritarle, pegarle, matarla…
no es amor”.
A las mujeres se les entregó el mensaje: “Quien te ama no te controla, no te cela, no te grita,
no te pega, no te mata”.
Sólo en el mes de enero, 23 mujeres fueron asesinadas a manos de sus esposos, convivientes,
parejas o ex parejas afectivas, afirmó María Ysabel Cedano, directora de Demus.
“Y estos crímenes no fueron producto de celos, la causa de ellos fue la violencia machista,
que en su máxima expresión llega al feminicidio. Por eso es importante recordar a hombres y
mujeres que el machismo es incompatible con el amor”.
Durante la “intervención urbana”, las respuestas a los mensajes de las feministas fueron
diversas. Las que bordeaban los 30 años, reconocieron que estos estaban en lo cierto. Otras
solicitaron los teléfonos de las organizaciones participantes, “para pedir consejo”, mientras
que algunos hombres se negaron a recibir los volantes.
Las parejas jóvenes, en tanto, debatieron sobre los mensajes entregados por las feministas.
Machismo = violencia
Según encuestas realizadas tanto por la Universidad de Lima como por la Universidad
Católica, más de 70 por ciento considera que la sociedad peruana es machista.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
El machismo, lamentablemente, se expresa con violencia, señalan las feministas. “Por eso
decimos que la violencia machista no es un problema de comunicación entre la pareja, es un
problema de abuso de poder”, afirma María Ysabel Cedano.
Beatriz Ramírez, abogada del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, resaltó la importancia
de llamar a las cosas por su nombre “decir, como ha hecho el responsable del Instituto Gestalt
de Lima, que tanto hombres como mujeres matan por celos, invisibiliza el feminicidio, máxima
expresión de la violencia machista”.
Las cifras sobre feminicidio revelan que este problema está creciendo en el Perú. Una
investigación realizada por estos tres grupos feministas registró que nueve mujeres, en
promedio, fueron asesinadas por sus parejas en un mes, durante el período 2004-2007,
alcanzado el terrible número de 403 mujeres asesinadas. El 30 por ciento de ellas presentaba
gestación avanzada.
Flora Tristán actualizó las cifras en 2008, revelando que el número creció a 15 casos por mes
y este año, en el primer mes, se elevó en 53 por ciento, según el registro de DEMUS.
Al explicar las causas de estos asesinatos, Manuel Saravia, director del Instituto Gestalt de
Lima declaró, a un medio local, que “los celos se han convertido en el principal factor de riesgo
de los asesinatos por amor”.
Para la sicóloga, si la celotipia es un trastorno delirante que puede llevar a las personas a
cometer este tipo de crímenes, “cuál sería la razón por la que las cifras arrojan que, en un
mes, 23 mujeres fueron asesinadas por hombres y sólo cinco hombres fueron asesinados por
mujeres ¿hablaríamos de una distribución de este tipo de trastorno por sexo?”.
Recuadro Nº 9
Casos de Feminicidio en el Perú, mes de Enero 2009.
Realizado por Elizabeth Cabrel S. para DEMUS
El presente reporte brinda la información que sustenta y comprueba que estos casos de
asesinato señalados como neutrales por el Instituto Gestalt, realmente son casos de
Feminicidio, crímenes de odio disfrazados y/o mal interpretados como “crímenes por amor”,
para encubrir esto hasta se habla de una nueva anomalía “Celopatía”.
CIFRAS.-
Gráficos Nº 36
CASOS DE FEMINICIDIO COMETIDO POR PAREJAS HOMBRES,
REGISTRADOS EN 07 DIARIOS LIMEÑOS MES DE ENERO 2009
99
LIMA 9 39.13
EXTRANJERO 4 17.39
TOTAL 23 100.00
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Gráficos Nº 37
FORMA EN QUE CONSUMA FEMINICIDIO EN NOTICIA APARECIDA DE LOS 23
CASOS, POR PAREJAS HOMBRES
100
NÚMERO DE REPRESENTACIÓN
FORMA
CASOS %
BALEA/ACUCHILLA/GESTANTE 7 30.43
ESTRANGULA/ASFIXIA 2 8.70
VIOLA/GOLPEA/ASESINA 3 13.04
HACHAZOS/MACHETE/CUCHILLO 5 21.74
Gráficos Nº 38
APARICIÓN DE REGISTROS DE CASOS DE FEMINICIDIO EN LOS 7 DIARIOS
LIMEÑOS ENERO 2009
101
EL COMERCIO 7 6.09
EXPRESO 8 6.96
LA REPÚBLICA 11 9.57
OJO 24 20.87
PERU21 11 9.57
TROME 26 22.61
Gráficos Nº 39
HOMBRES ASESINADOS POR SUS PAREJAS MUJERES
EN EL MES DE ENERO 2009
En este caso se encontraron 5 registros en total, de los cuales el 60% fueron planeados por
la pareja y perpetrados por terceros, el 40% por la pareja, en varios de los casos el móvil fue
vengarse por el maltrato físico y psicológico recibido constantemente de su pareja masculi-
na.
102
LIMA 3 60.00
EXTRANJERO 0 -
TOTAL 5 100.00
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Gráfico Nº 40
FORMA EN QUE CONSUMA HOMICIDIO EN NOTICIA APARECIDA EN MEDIOS,
POR PAREJAS MUJERES
103
BALEA 1 20.00
PEPEA 1 20.00
Gráfico Nº 41
APARICIÓN DE REGISTROS DE CASOS DE HOMICIDIO EN LOS 7 DIARIOS
LIMEÑOS ENERO 2009
104
Durante el conflicto armado las mujeres víctimas de violencia sexual tenían como rasgo prin-
cipal ser quechua hablantes (75%), de origen rural (83%), campesinas (36%) y amas de casa
(30%); que son la parte de las mujeres peruanas más excluidas y desprotegidas.
d) Desplazamiento
La guerra interna trajo un desplazamiento masivo de familias afectadas por la violencia, mu-
chas de ellas encabezadas por mujeres viudas, huérfanas o abuelas que cargaron con los nie-
tos. Se calcula que hubo más de un millón de personas saliendo se áreas rurales a urbanas, de
pequeños poblados a ciudades, de la sierra a la costa, de las provincias hacia Lima. De ellos, sin
duda, un mayor porcentaje de mujeres sobre los hombres.
Los desplazados autodenominados, afectados por la violencia política, han tomado dos cami-
nos: unos que son las nuevas poblaciones en Lima, Ica, Huancayo, Ayacucho y otros lugares re-
ceptores que han visto incrementar significativamente sus índices demográficos y requerimientos
de servicios, por ejemplo en materia de vivienda, agua y desagüe, electricidad, centros de salud
y educación, etc., así como en la presión del mercado de trabajo que muchas veces sólo les da
la opción de autoemplearse de manera informal y con muy bajos ingresos.
Otros que son los retornantes que han decidido por volver a sus orígenes, enfrentando los
riesgos de la violencia subsistente, de los resentimientos, de los conflictos de propiedad creados
por la guerra, de los planes de repoblamiento que buscan reconcentrar a las personas para faci-
litar el acceso a servicios y fortalecer las medidas de seguridad.
Entre las demandas mas sentidas de las mujeres desplazadas están las reparaciones indivi-
duales y colectivas, además de la regularización de sus documentos de identidad y de sus hijos,
la revisión inmediata de los casos de detenidos inocentes que permanecen en las cárceles y de
las requisitorias, las facilidades para insertar a los niños y niñas en el sistema educativo sin las
cuales será imposible la reconciliación y; la pacificación definitiva de las zonas rurales.
Hace falta además evitar nuevas formas de abuso arm ado de parte de las Fuerzas Armadas,
Policías, comités de autodefensa, narcotráfico y otras.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Recuadro Nº 10
Plataforma de la Coordinadora Nacional de Desplazados y
Comunidades en Reconstrucion del Perú Condecorep
1. Exigir el reconocimiento a las mujeres afectadas por la violencia política y sexual, por
nuestro valioso aporte en la derrota de la violencia, quienes junto con los varones,
tuvimos fuerza y valor para defender la vida, la justicia social y los derechos humanos
y que ahora asumiendo nuevas tareas estamos al frente a la lucha cotidiana por la
sobrevivencia, la reconstrucción de nuestras comunidades en la atención integral a
nuestros problemas exigiendo igualdad de condiciones y equidad en nuestras familias,
organización y sociedad en general.
4. Que se respeten y difundan los derechos de las mujeres, asumiendo las consecuencias
de la guerra: atención a la población desplazada, de inocentes liberados, familiares de
desaparecidos/as, mujeres violentadas sexualmente y comunidades indígenas.
9. Que las víctimas de la violencia política estén representados/as con voz y voto en las
instancias del Estado como la Comisión Multisectorial de Alto Nivel CMAN y el Consejo
de Reparaciones CR.
10. Exigir al Estado la adecuación del Código Penal al Estatuto de Romade la Corte Penal
Internacional.
11. Que las mujeres y niñas, en particular las mujeres violentadas durante el conflicto
armado, tengamos acceso a la igualdad de oportunidades en la educación, cambiando
las actitudes de parte de la familia, comunidad y Estado que margina y condiciona a las
mujeres, mayormente en el campo.
12. Que se promueva y se potencie desde las organizaciones sociales, las instituciones
públicas y privadas, la capacitación, formación y desarrollo de las mujeres como líderes
y conductoras de nuestras organizaciones haciendo ejercicio de la democracia, la
autonomía y la autogestión, siendo protagonistas de la defensa de nuestros derechos,
participando en los gobiernos locales y en otros espacios a nivel regional y nacional.
Febrero 2009
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
108
El fenómeno
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Migratorio
109
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Recuadro Nº 11
Según informe de la CEPAL al 2004, tres de cada cuatro latinoamericanos vive en localidades
urbanas. Además los sistemas de ciudades tienden a ser primados (concentración poblacional
y económica).
Eric Hobsbawn, en su monumental Historia del siglo XX, señala que una tendencia propia de
los años finales del siglo XX es la extraordinaria movilidad de la población a escala mundial, que
ha repercutido en profundidad en la economía, la cultura y la política tanto de los países que pre-
sentan este fenómeno internamente, como en los de origen, los de tránsito y los de destino.
Se cuentan por millones las personas que se desplazan dentro de su país o encuentran refu-
gio en otros por causa de los conflictos armados o la violencia en el suyo propio. Es todavía más
numerosa y crece día por día la población que cambia de residencia por razones económicas
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
o por los llamados desastres naturales, que como ya es de sentido común no son tan naturales
como se dice, en la medida en que la naturaleza no tendría impactos tan destructores si no exis-
tieran relaciones sociales que aumentan la vulnerabilidad propia de los seres humanos.
Más de 30 millones de personas han migrado dentro y fuera de América Latina y el Caribe en
las últimas dos décadas, lo que constituye cerca del 5% del total de la población de esta parte del
continente. En algunos países como Bolivia, El Salvador, Haití y Nicaragua los y las emigrantes
superan el 20% del total de la población, mientras que en otros países como Ecuador, Guatema-
la, Honduras, Perú y Uruguay representan más del 10% del total de sus habitantes. Los migrantes
enviaron en 2007 más de 67 mil millones de dólares a los países de América Latina y el Caribe
111
Las dimensiones actuales de la migración laboral
En este siglo XXI, la migración laboral constituye uno de los principales desafíos para los for-
muladores de políticas migratorias. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que
hay entre 60 y 65 millones de personas económicamente activas en un país que no es el suyo, y
ello con o sin autorización.
Una de las características más notorias de las migraciones sigue siendo su feminización, te-
niendo en cuenta que más de la mitad de las personas que emigran hoy, son mujeres.
Las fuentes de información sobre migración internacional son heterogéneas y ninguna logra
captar la totalidad de las múltiples dimensiones del fenómeno, una de ellas la dimensión de
género.
Como construcción social que organiza las relaciones entre hombres y mujeres, el género
atraviesa y condiciona todos los aspectos de la vida social, configurando de manera diferente las
experiencias migratorias de cada sexo.
Mientras que hasta finales de la década de los setenta, el perfil típico del migrante era el de
un trabajador hombre y, por lo general, sostén de la familia, a principios de los años ochenta un
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
número creciente de mujeres, tanto solteras como casadas, y con un nivel de instrucción más
elevado que el de los hombres, comenzó a desplazarse por su cuenta para ocupar puestos de
trabajo en otros países.
En 1960 las mujeres representaban ya el 46.6% del total de migrantes internacionales, siendo
las cifras ese año para América Latina y el Caribe de 45.3 y 44.7%, respectivamente (Zlotnik,
2003).
A partir de 1990, las mujeres latinoamericanas pasaron a representar más de la mitad del to-
tal de migrantes internacionales procedentes de la región, alcanzando el 50.5% en el año 2000
(Ibid).
Cuadro Nº 31
Porcentaje de mujeres en el total de migrantes
internacionales, 1960-200
Regiones 1960 1970 1980 1990 2000
Total mundial 46.6 47.2 47.4 47.9 48.8
Regiones desarrolladas 47.9 48.2 49.4 50.8 50.9
Regiones menos desarrolladas 45.7 46.3 45.5 44.7 45.7
112 Europa 48.5 48.0 48.5 51.7 52.4
Norteamérica 49.8 51.1 52.6 51.0 51.0
Oceanía 44.4 46.5 47.9 49.1 50.5
Norte de África 49.5 47.7 45.8 44.9 42.8
África sub-sahariana 40.6 42.1 43.8 46.0 47.2
Asia Meridional 46.3 46.9 45.9 44.4 44.4
Este y sudeste asiático 46.1 47.6 47.0 48.5 50.1
Asia occidental 45.2 46.6 47.2 47.9 48.3
Caribe 45.3 46.1 46.5 47.7 48.9
América Latina 44.7 46.9 48.4 50.2 50.5
Fuente: Martínez Pizarro, 2003.
La excepción es América Latina, donde registra la mayor proporción de mujeres entre los mi-
grantes internacionales, con proporciones similares a la de los países desarrollados.
Fue la primera región del mundo en desarrollo en alcanzar una paridad entre los hombres y
las mujeres migrantes, para 1990 de los seis millones de migrantes latinoamericanos, la mitad
eran mujeres.
Este cambio implica un importante papel de las mujeres en la migración y desencadena fuer-
tes consecuencias dentro de las sociedades nacionales.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Cuadro Nº 32
Perú: Emigración internacional de peruanos,
por sexo, 1990 - 2007
A pesar de la importancia de su presencia dentro de los flujos migratorios, persiste una rela-
tiva invisibilidad de las mujeres migrantes, sobre todo en los estudios sobre remesas y entre los
hacedores de políticas públicas.
Los estudios que abordaron la época de las grandes migraciones intercontinentales (siglos
XVIII, XIX y parte del XX), visualizaron dos formas o “patrones” predominantes.
Calificaron de “autónomas” las migraciones masculinas, en tanto la de mujeres seguían el
patrón “asociativo”.
En el primer caso, ellos solían trasladarse solos; en el segundo aparecían mujeres, migrando
en tanto hijas, familiares o cónyuges de un migrante masculino principal.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
En esta época, los varones se dirigían al sector primario y secundario de la economía (tareas
agrícolas e industriales), mientras ellas se dirigían al sector servicios, particularmente el servicio
doméstico remunerado.
Estudios recientes sobre los movimientos migratorios dentro de América Latina también indi-
can cambios en estas tendencias tradicionales.
El hecho de que la mano de obra femenina de los países pobres sea la más barata de todas
ayuda a explicar tanto la feminización de las migraciones como la masiva integración laboral de
mujeres a las zonas francas y a las empresas transnacionales de servicios que se han instalado
en las últimas décadas en muchos países del Sur.
114
La causa del aumento de las migraciones laborales femeninas se inscribe dentro de las estra-
tegias de supervivencia de los hogares pobres del Sur que han surgido en las últimas décadas
en respuesta al aumento de la pobreza y el empeoramiento de las condiciones de vida.
Las teorías más influyentes hasta el decenio de 1970 hicieron escasa referencia a la migración
diferencial por sexos. Fue Wilbur Zelinsky (1971) el único que hizo referencia explícita al factor
género.
La feminización cuantitativa (Martínez Pizarro, 2003) es una faceta fundamental que tiene sig-
nificados profundos con componentes objetivos y subjetivos, ya que comprende las transfor-
maciones económicas mundiales y la consecuente reestructuración de los mercados laborales
como la consolidación de redes sociales y familiares, la potencial autonomía de las mujeres o
una definitiva subordinación a los patrones de desigualdad.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
El estudio de la feminización de las migraciones, es sólo el primer paso para entender nuevos
procesos.
La lucha por los derechos de las mujeres tiene por tanto un nuevo terreno de disputa.
Roles de Género
Se trata de trabajos precarios que se caracterizan por los bajos salarios, la falta de proteccio- 115
nes sociales y las malas condiciones laborales. Por lo general, los salarios de las mujeres mi-
grantes son los más bajos de todos, situándose por debajo de los trabajadores nativos de ambos
sexos y los de los hombres migrantes.
Las mujeres inmigrantes en el país de destino son demandadas para realizar los trabajos que
las mujeres locales no realizan, ya sea en el servicio doméstico o en el cuidado de niños y adultos
mayores.
En general mas de una cuarta parte de las mujeres migrantes (el 27%) están ocupadas en el
servicio doméstico.
Ciertas nacionalidades registran un porcentaje mayor que el promedio: es el caso de las co-
lombianas, guatemaltecas, nicaragüenses, paraguayas y peruanas.
Cada vez es mayor el número de mujeres que emigra de manera autónoma y que se convierte
en la principal proveedora del hogar. El copamiento del trabajo doméstico por las migrantes en
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
los países receptores es una muestra de que a pesar de los avances en la equidad de género, el
mercado va asignándoles trabajos que mantienen sus roles reproductivos.
El rasgo más sobresaliente es la inserción laboral segmentada, que en el caso de las mujeres
es notoria, excepto en lo que respecta a Cuba y la República Bolivariana de Venezuela.
Este colectivo asciende a más del 30% de las migrantes económicamente activas; lo que sig-
nifica que se está generando un flujo trasnacional de mano de obra constituido por redes de mu-
jeres que prestan servicio de trabajo doméstico y desempeñan otras ocupaciones que muestran
como el mercado de trabajo, para suplir su demanda de mano de obra flexible y barata, hace
uso de identidades laborales construidas a partir de las relaciones de género.
Por otro lado, es importante considerar el reposicionamiento que tiene lugar como consecuen-
cia de comenzar a enviar o a recibir dinero. Esto contribuye al cambio de rol que desemboca en
un nuevo relacionamiento social, cultural y político de éstas en sus respectivas sociedades; y por
tanto, una seria contribución a la equidad de las localidades de origen.
Las mujeres inmigrantes se encuentran ahora frente a una triple carga de trabajo: trabajan
fuera de sus hogares, cuidan a sus hijos (sin tener ninguna red familiar donde transferir momen-
táneamente la responsabilidad reproductiva) y/o sostienen económicamente un hogar en el país
116 de origen (que muchas veces depende únicamente de esta persona).
Las mujeres emigrantes envían dinero a sus hogares adquiriendo nuevas funciones sociales y
una nueva imagen frente a sus familias y su comunidad.
Por su parte, las que se quedan en la comunidad de origen, también modifican sus roles ya
que comienzan a administrar los dineros y tomar algunas decisiones, aunque la posibilidad de
autonomía y alteración del orden establecido es menor.
La migración puede suponer para las mujeres migrantes una apertura a la autonomía econó-
mica, nuevos espacios de participación social e incremento de poder a la hora de la toma de
decisiones, pero también existen muchos ejemplos de formas de control social que impiden esta
alteración.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Lo que es un hecho es que estas nuevas jefas de hogar amplían su participación en la vida
productiva. “Ingresan en espacios sociales hasta entonces proscritos por la división sexual del
trabajo…” (Ramírez, 2005).
La ausencia del varón las “obliga” a asumir una serie de actividades fuera del hogar: acudir
solas a eventos, al mercado, desplazarse por la ciudad, participar en asambleas u otras instan-
cias de toma de decisión, administrar dinero privado y público, todos aspectos que a largo plazo
contribuirán a la feminización de la vida pública.
Si bien no podemos afirmar que la migración en sí misma genera empoderamiento en las mu-
jeres migrantes, podemos aseverar que la decisión de emigrar implica la apertura de espacios,
posibilidades y probablemente independencia, al menos de las viejas estructuras conocidas.
La literatura que estudia los cambios en las relaciones de género que experimentan las mu-
jeres migrantes muestra que en este proceso de renegociación existe una gran diversidad de
realidades y posibilidades.
Las estrategias desarrolladas por mujeres migrantes para enfrentar la discriminación y la xeno- 117
fobia, se centra en la invisibilización y el silencio, lo cual contribuye al desempoderamiento tanto
público como privado.
Necesidades e intereses
Esto socava la primacía del varón como proveedor, al mismo tiempo que la experiencia migra-
toria confronta a la pareja con nuevas instituciones, normas sociales e ideologías de género que
tienden a restringir el poder masculino y a elevar el estatus femenino.
Todo lo anterior permite, por ejemplo, la renegociación del trabajo doméstico, dado que las
mujeres se sienten con más derecho a exigir -y los hombres más obligados a ofrecer- una mayor
participación masculina en las tareas del hogar.
La migración ha dejado de ser considerada como cuestión solo de hombres, por lo que ya
es hora de estudiar el impacto de las migraciones desde una perspectiva más inclusiva. Si bien
es cierto el estudio de genero es fundamental para entender mucho mejor el proceso de las
migraciones, pero a fin de entenderlo a cabalidad se necesita estudiar y comparar de manera
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
simultanea el impacto de genero, raza, etnicidad nacionalidad, clases sociales y el estatus legal
de los diferentes inmigrantes.
Por tanto esta llamada feminización de las migraciones, al igual que la feminización de otros
fenómenos, no ha significado, contrario a los avances en el ámbito de los derechos humanos,
mejoras para las mujeres, más allá de los beneficios individuales para algunas.
Si bien éstas pueden tener mayores niveles de autonomía, no varían las relaciones de género
desiguales; tanto en los países de origen como de destino, se reproducen los mismos esquemas
de subordinación y explotación femenina.
Los gobiernos deben asumir el tema migratorio en perspectiva de derechos, de tal manera
que la prevención de migraciones forzadas, así como la trata de personas y tráfico ilícito de mi-
grantes y de la migración irregular, sean incluidas en la formulación de políticas públicas.
Por todo esto proponemos la construcción de una ciudadanía universal basada en el respeto
irrestricto de los derechos humanos, donde las fronteras dejen de ser espacios que atentan con-
tra las personas.
118
Es fundamental superar la dicotomía ciudadanía-estado nación, donde todos los estados sean
responsables de garantizar los derechos de todas las personas, siendo esta la única forma de
que los países del llamado mundo desarrollado contribuyan al bienestar de los países expulso-
res.
Los impactos de la migración en las relaciones de género son diversos y complejos, pudiendo
variar en función del patrón migratorio, las ideologías culturales de género, la composición y ca-
racterísticas de la familia, y otros factores presentes en el contexto de origen y en el de llegada.
Estos impactos son muy diferentes dependiendo de si es el hombre o la mujer quien inicia la
migración o de si ambos emigran simultáneamente. En general, los estudios indican que los im-
pactos de género son mayores cuando las mujeres emigran solas y, dentro de éstas, los mayores
niveles de empoderamiento se observan en las separadas y en las solteras sin hijos.
El evento fenómeno migratorio también está moldeado por las formas previas existentes de
división sexual del trabajo tanto de los países de origen como de acogida, que siguen siendo
muy similares.
Por tanto, hay que entender que la migración femenina tiene lugar dentro de un marco estruc-
tural que utiliza y reproduce los roles y las desigualdades de género a nivel global.
Los sectores laborales en que se insertan mayoritariamente las migrantes en los diversos
destinos migratorios son actividades tradicionalmente “femeninas”, caracterizadas por la irregu-
laridad, la informalidad, la marginalidad, los bajos salarios y el poco prestigio social.
En este sentido se llega a afirmar que lo que frecuentemente refleja la oferta internacional de
mano de obra es la manipulación de las estructuras patriarcales por parte del mercado global
(King y Zontini, 2000).
Debido al papel central que el ordenamiento de género les asigna a las mujeres en las tareas
de reproducción social de los hogares, la migración femenina tiene impactos muy diferentes
de la masculina sobre la división sexual del trabajo en los hogares transnacionales. Mientras
el migrante laboral masculino continúa desempeñando a distancia el mismo rol de proveedor
establecido por los roles de género, la migración de las mujeres conduce a la reestructuración 119
de los hogares, tanto en términos de su composición como de su funcionamiento. En muchos
casos esta reestructuración se hace sin modificaciones importantes en las ideologías y los roles
de género, dando lugar a nuevas formas de reproducción de los patrones y desigualdades de
género al interior de los hogares transnacionales.
Cuando son las mujeres las que migran, por lo general ni los hombres ni las mujeres esperan
que éstos modifiquen sus roles y asuman más responsabilidad en la gestión del hogar y el cui-
dado de los hijos.
Los estudios muestran, por el contrario, que la respuesta habitual consiste en reestructurar el
hogar de forma tal que otras mujeres pasen a realizar las funciones de reproducción social de
las migrantes.
Por lo general quienes asumen este papel son las madres (o hermanas) de las migrantes,
quienes realizan este trabajo se hace en forma gratuita o a cambio de remuneraciones informales
de bajo monto (por ejemplo, se solventan sus costos de alimentación, reciben regalos, etc.).
Así se reproduce la noción cultural de que las tareas de reproducción social no son “trabajo”
y se perpetúa la explotación del trabajo familiar de las mujeres.
Contrario a lo que ocurre con la reestructuración de los hogares en base al trabajo no remune-
rado de las parientas, que no produce una alteración importante de la división sexual del trabajo,
la adopción del papel de proveedora por la mujer migrante sí constituye una ruptura importante
con los roles de género tradicionales.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Esto aplica aún cuando la mujer haya tenido una actividad laboral antes de migrar o cuando el
esposo de la migrante siga aportando al presupuesto familiar, ya que las remesas enviadas por
la migrante muchas veces pasan a constituir la principal fuente de ingresos del hogar.
El cambio del rol reproductivo de la mujer por el de proveedora supone una redefinición im-
portante de las relaciones de poder al interior del hogar que se puede manifestar de diversas for-
mas, como son la mayor participación de la mujer en las decisiones familiares, tanto económicas
como en relación con los hijos, y mayor poder en las decisiones migratorias del hogar.
Los efectos empoderadores que supone la asunción del rol de proveedora principal del hogar
no necesariamente implican una transformación sustantiva de las ideologías y roles de género en
las familias y comunidades de origen. Un ejemplo de esto, entre otros, es la culpabilización de la
mujer migrante por el supuesto “abandono familiar”
120 Cuando es el hombre el que migra, su partida se justifica en función de que está cumpliendo
con la responsabilidad paterna como proveedor familiar y su ausencia no se percibe como trau-
mática para los hijos.
Por el contrario, cuando es la mujer la que migra por las mismas razones, su ausencia se per-
cibe como un abandono familiar que conduce a la desintegración del hogar y que puede tener
efectos poco menos que catastróficos sobre los hijos.
Lo que sí es indudable es la gran culpabilización social que éstas sufren, una culpabilización
que se fundamente en el incumplimiento por parte de la migrante de las expectativas que las
normas tradicionales de género asignan al rol materno.
Las críticas en ese sentido provienen de sectores muy diversos, tanto dentro como fuera de
las comunidades de origen, incluyendo a autoridades gubernamentales y funcionarios religiosos
que promueven incesantemente el discurso familista que atribuye a la desintegración familiar el
origen de todos los males sociales.
Al mismo tiempo hay que tomar en cuenta las dimensiones muchas veces desempoderadoras
de la migración laboral femenina, particularmente las duras condiciones de vida y de trabajo que
enfrentan en los países receptores. El servicio doméstico, sobre todo en la modalidad de inter-
nas, somete a las mujeres a una condición servil, las aisla socialmente y las obliga a laborar sin
horarios y a sacrificar su privacidad personal.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Los impactos de género de la migración no deben verse como una progresión lineal hacia ma-
yores niveles de empoderamiento femenino, sino como ganancias relativas dentro de un sistema
de desigualdad que, frente a los cambios en los roles femeninos, se redefine y reconstituye para
seguir operando a múltiples niveles.
Tampoco debe asumirse de forma simplista y etnocéntrica que las sociedades desarrolladas
ofrecen a las mujeres de los países pobres grandes posibilidades para su “liberación” personal,
frente al atraso que les imponen sus sociedades de origen.
En este sentido basta recordar que el nicho laboral por excelencia reservado a las migrantes
en los países de llegada es el servicio doméstico -cuando no el trabajo sexual- con todo lo que
esto supone en términos de reproducción de roles de género y mantenimiento de la subordina-
ción social de las mujeres.
Gráfico Nº 42
Porcentaje de mujeres inmigrantes ocupadas en el servicio
doméstico en los países de América Latina, por país de
nacimiento, alrededor de 2000
a) Motivaciones migratorias
122 Entre las causas que impulsar a las mujeres a migrar se encuentran las siguientes:
Migración en función del hogar: Muchas migran para ser proveedoras del hogar. Sus
objetivos personales están fuertemente condicionados por la presión de sostener eco-
nómica y afectivamente al grupo familiar
Migración autónoma por estudios o empleos propios.
Migración dependiente del marido: las que salen acompañando a sus parejas.
b) Situación en el Perú
El año 2000 el Perú experimenta un salto en su tasa de emigraciones. De 70,909 emi-
grantes en 1999 se eleva más del doble veces hasta llegar a 183,811 personas en el
2000.
De enero del 2002 a septiembre del mismo año, el saldo migratorio creció aceleradamen-
te alcanzando a 220,406 personas con un promedio de 24,400 mensuales. Se estima que
para diciembre del año 2002 el saldo migratorio fue de 300,000 personas.
Se calcula que han salido del país cerca de 3’000,000 de peruanos mayoritariamente mujeres
y jóvenes, con un promedio sobre las 300 mil personas cada año.
Estados Unidos se sitúa claramente como el principal destinatario de esta inmigración, aun-
que se percibe un incremento de la migración peruana hacia países como España, Italia, Japón,
Chile y Argentina.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Sucesivas oleadas de inmigrantes europeos se producirían durante la segunda mitad del siglo
XIX, a inicios del XX; así como después de cada una de las dos guerras mundiales. Sumado a
ello, desde mediados del siglo XIX, se inició también un significativo proceso de migración de
población china; y, hacia fines del mismo siglo, de japoneses. En ambos casos, para cumplir
labores en la agricultura de la costa. Hasta fines de la década del 50, el Perú fue considerado un
país receptor de inmigrantes, aunque en ningún caso, la población extranjera hubiera excedido
más del tres por ciento del total de la población (BONFIGLIO Giovanni “MIGRACIONES INTER-
NACIONALES DURANTE EL PERIODO REPUBLICANO”Apoyo, Diciembre 2006).
“Hay que tener en cuenta que, desde el punto de vista de las migraciones internacionales, el
Perú republicano se divide en dos etapas muy marcadas. La primera, que va hasta 1970, en la
que han predominado las inmigraciones. La segunda, desde 1970 aproximadamente hasta hoy,
en la que priman las emigraciones. Alrededor de 1970 se ha dado un vuelco espectacular de
ser un país que atraía inmigrantes, el Perú se ha convertido en un país expulsor de emigrantes.
Este hecho ha estado relacionado con el rápido crecimiento demográfico que se ha dado en el
país desde la década de 1940 123
¿Cuántos y quienes llegaron?
En conclusión: podemos afirmar que el flujo inmigratorio ha sido positivo para el país en la
medida en que ha significado el ingreso de personas deseosas de superarse en lo personal y
ha introducido mecanismos de generación de riqueza muy considerables (empresas) Pero el
aporte mas importante de estos inmigrantes no es tanto el tangible sino el intangible , que esta
constituido por actitudes mentales y culturales altamente positivas. Este es el principal “motor
de desarrollo” que los inmigrantes han aportado al país(BONFIGLIO Giovanni “MIGRACIONES
INTERNACIONALES DURANTE EL PERIODO REPUBLICANO “ Apoyo , Diciembre 2006)
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Durante la segunda mitad del siglo XX y comienzos del XXI las migraciones internacionales
124 han aumentado significativamente. Así, en el 2005 el stock de inmigrantes fue de 191 millones
de personas, 2.5 veces el de 1960. Por otra parte, al 2005, Europa concentra la mayor población
inmigrante con 33.6% del total, seguido por Asia y América del Norte, con 28% y 23.4%, respec-
tivamente.
Gráfico Nº 43
Principales destinos de los peruanos según décadas
Cuadro Nº 33
Número de inmigrantes
País % del total mundial
residentes (en millones)
Estados Unidos 38,4 20,2
Rusia 12,1 6,4
Alemania 10,1 5,3
Ucrania 6,8 3,6
Francia 6,5 3,4
Arabia Saudita 6,4 3,3 125
Canadá 6,1 3,2
India 5,7 3,0
Reino Unido 5,4 2,8
España 4,8 2,5
Australia 4,1 2,2
Pakistán 3,3 1,7
Emiratos Árabes 3,2 1,7
Hong Kong 3 1,6
Israel 2,7 1,4
Italia 2,5 1,3
Kazajstán 2,5 1,3
Costa de Marfil 2,4 1,2
Jordania 2,2 1,2
Japón 2 1,1
Fuente: Naciones Unidas
Elaboración: APOYO Publicaciones
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Gráfico Nº 44
Principales destinos de los peruanos según país
2 [3] PELLEGRINO, Adela. “La migración internacional en América Latina y el Caribe: tendencias y perfiles de los
migrantes”. En POBLACIÓN Y DESARROLLO N° 35, Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELA-
DE) - División de Población Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Santiago de Chile, marzo de 2003.
3 LAS MIGRACIONES EN EL SIGLO XXI , Perú Económico, Apoyo Diciembre 2006
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
A partir de los años setenta, Venezuela pasó a constituir uno de los nuevos destinos preferidos
por los migrantes peruanos, debido, esencialmente, al boom petrolero y las ventajas económicas
ofrecidas a una mano de obra calificada con crecientes dificultades para insertarse en el mercado
local. Con posterioridad a ese año, y hasta 1992, la crisis económica y la violencia política se eri-
gieron en los principales impulsores de la migración peruana; sumando a los destinos habituales
de ésta otros países como Australia, Canadá, Italia, España y Japón. No serían los únicos, ya que
desde 1992 se agregarían otros destinos en el mismo ámbito regional, dadas las facilidades inhe-
rentes a su cercanía geográfica, el uso del mismo idioma y los menores costos en el transporte y
las comunicaciones requeridos para relacionarse con los nacionales peruanos ya asentados en
dichos países: Se trata de Argentina, Bolivia y Chile.
El ciclo de violencia política que sacudió al Perú entre 1980 y 1993, generó cerca de 70 mil
muertos, según el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), creada para
analizar el fenómeno de la violencia política en el Perú entre 1980 y el año 2000; así como el des-
plazamiento interno de alrededor de 600 mil personas provocado por ésta, según cálculos del
Programa de Apoyo al Repoblamiento (PAR), fueron ciertamente uno de los factores claves que
desencadenaría la eclosión de esta nueva fase del fenómeno migratorio en Perú.
Entre 1980 y el año 2000, el Perú vivió una situación de violencia política sin precedentes que
dejó un doloroso saldo de asesinatos, secuestros, desapariciones forzadas, torturas, detenciones
injustas, graves crímenes y violaciones a los derechos humanos. Las consecuencias del proceso 127
de violencia se tradujeron en cifras que alarman por su dramatismo. De conformidad con las ci-
fras elaboradas por la Defensoría del Pueblo, 4,236 personas fueron detenidas y posteriormente
desaparecidas, presumiblemente por elementos de las fuerzas del orden. Los casos de tortura y
maltrato crecieron geométricamente. Cerca de 600 mil personas fueron afectadas directamente
a tal punto que se vieron forzadas a abandonar sus hogares, generando un fenómeno de despla-
zamiento interno que afectó sensiblemente las redes sociales originarias así como los lugares de
recepción. Los daños materiales causados por el conflicto son igualmente enormes, aún cuando
sólo se tome en cuenta el impacto de la violencia en la infraestructura nacional, pública y privada.
Los cálculos conservadores consignan un monto similar a la deuda externa nacional: más de 26
mil millones de dólares.
El Gobierno Transitorio presidido por el Dr. Valentín Paniagua creó la Comisión de la Verdad el
4 de junio del 2001 mediante Decreto Supremo N° 065-2001-PCM, la misma que fue ratificada y
complementada por el Dr. Alejandro Toledo el 4 de septiembre del mismo año, denominándose
finalmente Comisión de la Verdad y Reconciliación (Decreto Supremo N°101-2001-PCM). La Co-
misión de la Verdad y Reconciliación tuvo como objeto esclarecer el proceso, los hechos ocurri-
dos y las responsabilidades correspondientes, no sólo de quienes los ejecutaron sino también de
quienes los ordenaron o toleraron, y a su vez proponer iniciativas que afirmen la paz y la recon-
ciliación entre todos los peruanos. Ver informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación
del Perú (en http://www.cverdad.org.pe/ifinal/index.php).
durante los últimos veinte años, alrededor del 51% de los peruanos (13.5 millones de personas);
y un desempleo abierto urbano que en 1990, a inicios del gobierno del Presidente Fujimori, fue
de 8,3 %; que ocho años después, en 1998, apenas cayó en 0,5 %, solo para ubicarse nueva-
mente por encima del 8 % el 2002 y el 9% en el 2007.
Cuadro Nº 34
Perú: Emigración Internacional de Peruanos,
por sexo. 1990-2007
Gráfico Nº 45
Perú Emigración internacional de peruanos según principal
país destino, 1990 - 2007 (%)
Gráfico Nº 46
Perú: Emigración Internacional de Peruanos,
según continente 1990-2007
Migración interna
Cuadro Nº 35
Migración Interna
Departamento % Departamento %
Tacna 37 La Libertad 13
Ucayali 32 Loreto 7
Arequipa 23 Ayacucho 5
Amazonas 21 Cajamarca 5
Ica 20 Huancavelica 5
Lambayerque 18 Apurímac 4
Tumbres 17 Piura 4
Pasco 16 Puno 2
Cuadro Nº 36
Perú: Emigración internacinal de peruanos, por sexo según
departamento de última residencia, 1994 - 2007
(distribuición porcentual)
Departamento Total % Mujer Hombre
Total Nacional 100,0 100,0 45,6 54,4
Gráfico Nº 47
Perú: Emigración Internacional de peruanos
según departamento de ultima residencia 1994-2007
Gráfico Nº 48
Perú: Emigración Internacional de peruanos, según principales
departamentos de última residencia, 1994-2007
Gráfico Nº 49
Perú: Emigración Internacional de peruanos,
según punto de control migratorio, 1994-2007
Gráfico Nº 50
Perú: Emigración Internacional de peruanos,
por sexo, 1994-2007
Gráfico Nº 51
Perú: Emigración Internacional de peruanos,
según ocupación, 1994-2007
134
Gráfico Nº 52
Perú: Emigración Internacional de peruanos,
según ocupación, 1994-2007 (mujeres)
Gráfico Nº 53
Los que se fueron y no regresaron: Saldo migratorio
1985-2002 (septiembre)*
135
La “herencia” del gobierno del Presidente Alan García en 1990, es de 75,000 emigrantes,
una cifra récord sin precedentes
El primer gobierno de Fujimori muestra una estabilidad en la emigración, con un ligero
decrecimiento hasta la captura del líder de SL (Sendero Luminoso) y una posterior esta-
bilización. Esta captura representó un alivio para los peruanos, en particular para aque-
llos que deseaban emigrar y aquellos que deseaban retornar.
A partir del año 1997, el panorama político, la corrupción en las esferas del gobierno y la
recesión con sus consecuencias en el empleo, contribuyen a elevar la emigración, hasta
que en 1999, esta asciende a 70,909 personas.
1999, es período de campaña electoral. A través de una serie de artificios ilegales, Fuji-
mori decide su candidatura para el tercer período presidencial; el panorama político se
torna inestable.
Entre julio del 2000 y julio del 2002, durante el período del ex Presidente Valentín Pania-
gua, se reduce la población emigrante a 121,183 personas, en parte debido a la transi-
ción política que mostró una relativa estabilidad a lo que algunos analistas políticos lla-
maron la etapa de la “inacción”. Las elecciones de junio del 2001, a pesar de su limpieza,
no son suficientes para reducir la tendencia creciente en la emigración.
De enero del 2002 a septiembre del mismo año, el saldo migratorio ha experimentado el
mayor crecimiento de toda la historia alcanzando a 220,406 personas con un promedio
de 24,400 mensuales. Se estima que para diciembre del año 2002 el saldo migratorio fue
de 300,000 personas.
Gráfico Nº 54
Proporción de la emigración internacional peruana;
por año de migración, 2006
(Distribución porcentual)
138
Fuente: INEI-Encuesta Nacional Continua 2006 (ENCO).
En comparación con las décadas pasadas, la emigración peruana generada a partir de los
años 80 presenta modificaciones sustanciales en cuanto a los destinos, número de emigrantes,
ocupaciones y motivos de salida de los mismos.
En primer lugar, Estados Unidos se sitúa claramente como el principal destinatario de esta
inmigración (ver Gráfico Nº 13), aunque se percibe, como se dijo previamente, también un incre-
mento de la migración peruana hacia países como España, Italia o Japón.
Cuadro Nº 37
TRANSFERENCIAS DE EJECUTIVOS Y PROFESIONALES DENTRO DE
COMPAÑIAS DESDE AMERICA DEL SUR HACIA EEUU 1996-2002
Después de su última crisis, en cambio, Argentina sufrió una reducción del número de inmi-
grantes arribados al país; y, en el caso peruano, un sostenido, aunque aún poco significativo
retorno de la migración peruana. Cabe mencionar, finalmente, a Canadá que recibió la década
pasada un fuerte contingente de peruanos, y se convirtió en uno de los nuevos destinos de
peruanos motivados por ubicarse en su sistema educativo y/o procurarse una oportunidad de
empleo en la administración pública de dicho país, particularmente en el campo de la salud.
140 Cuadro Nº 38
PERÚ: FASES DE LA EMIGRACIÓN Y PAÍSES DE DESTINO
Países de Estados Europa Europa
Destino América Canadá Australia Japón Otros
Fases Unidos. del Oeste del Este
Estados: New España
1920-1950 York New Inglaterra
Jersey Italia Francia
Décadas Idem más: Idem más:
Cincuenta lllinois Argentina
Bélgica
y Sesenta California, Venezuela
Alemania
Florida, etc
Idem más:
Idem más: URSS, Bulgaria, México
Década Idem más:
Connecticut Checoslovaquia, Costa Rica Este del Nor y
del Holanda
Washington Yugoslavia Este del Canadá Sureste
Setenta Suiza,etc.
DC, etc. Hungría Canadá Nor
y Sureste
El Caribe,
Corea,
Década Idem más: Idem subconti
Idem más:
del Todos los 50 Países más: Nor Todo nente
Países Idem
Ochenta a Estados de Centro Oeste del sureste del país asiático,
Escandinavos
1992 América Canadá países
árabes,
Israel
Todos los
1992 a la Todos los 50 Todos los países de Todas las Idem Todo el Idem
fecha Estados países América provincias país
Latina
Fuente: Teófilo Altamirano
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Los principales obstáculos que encuentran los peruanos que migran: ile-
gitimidad o indocumentación
Están referidos a las dificultades para asentarse en el país de destino, especialmente por su
condición de ilegalidad o indocumentación. Inalcanzables requerimientos para obtener un per-
miso de residencia o de trabajo, empero, no impiden que grandes cantidades de peruanos con-
tinúen saliendo anualmente del país en busca de nuevas oportunidades de vida, básicamente,
huyendo de la pobreza extrema, el desempleo abrumador, así como de la violencia producto de
la delincuencia común, el narcotráfico y los rezagos de la subversión.
Lo especifico de la situación de las mujeres que son migrantes ha sido reconocido por la
Plataforma de Acción de Beijing, en el párrafo 46 y en los términos que siguen: “ En la plataforma
de Acción se reconoce que las mujeres hacen frente a barreras que dificultan su plena igualdad
y su progreso por factores tales como su raza , edad, idioma, origen étnico, cultura, religión
o discapacidad, por ser mujeres que pertenecen a poblaciones indígenas o por otros factores.
Muchas mujeres se enfrentan con obstáculos específicos relacionados con su situación familiar
particularmente en familias monoparentales y con su situación socioeconómica , incluyendo
sus condiciones de viuda en zonas rurales, aisladas o empobrecidas. También existen otras
barreras en el caso de las mujeres refugiadas , de otras mujeres desplazadas, incluso en el
interior del país y de las mujeres inmigrantes y las mujeres migrantes, incluyendo las trabaja-
doras migrantes . Muchas mujeres se ven, además, particularmente afectadas por desastres 141
ambientales , enfermedades graves o infecciosas diversas formas de violencia contra la mujer
Recuadro Nº 12
El Plan nacional de Derechos Humanos y la Migración
Plan Nacional De Derechos Humanos una obligación de Derecho Internacional y Constitucional
cuyo objetivo específico garantiza los derechos de los Migrantes y que el Perú tiene la
obligación de Honrar.
Origen de la obligación:
de derechos humanos deben ser una tarea nacional y por lo tanto deben desarrollarse con
la participación y apoyo de todas las instancias del Estado, instituciones nacionales y deben
recibir apoyo político de alto nivel y también de la sociedad civil”.
Artículo 1°: “La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo
de la sociedad y del Estado”.
Artículo 44°: establece como uno de los deberes primordiales del Estado Peruano “Garantizar
142 la plena vigencia de los derechos humanos”.
Artículo 55°: “Los tratados celebrados por el Estado y en vigor forman parte del derecho
nacional”.
Cuarta Disposición Final y Transitoria:
“Las normas relativas a los derechos y libertades que la Constitución reconoce se interpretan
de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y con los tratados y
acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por el Perú”.
En el Acuerdo Nacional.-
28 Política de Estado: “...nos comprometemos a adoptar políticas que garanticen el goce y
la vigencia de los derechos fundamentales establecidos en la Constitución y en los tratados
internacionales sobre la materia”.
VISIÓN.-Hacer del Perú un país en el que el fomento y garantía del desarrollo integral de las
personas y las comunidades que lo integran, así como el respeto y defensa de su dignidad,
constituyen el fundamento de la legitimidad de sus instituciones y de todas sus formas de
convivencia social.
Principios rectores.-
Objetivo General.-
Reforzar los medios nacionales para promover y proteger los derechos humanos y garantizar
la conformidad de la legislación y prácticas nacionales con las obligaciones derivadas de las
normas internacionales de derechos humanos y derecho internacional humanitario.
Estructura.-
El PNDH (2006-2010) consta de una primera parte intitulada “Marco conceptual y jurídico
sobre las obligaciones del Estado peruano en materia de derechos humanos”. Luego se
presenta la sistematización y diagnóstico (partes dos y tres, respectivamente)
Finalmente en la parte cuarta se presentan cuatro Lineamientos Estratégicos (LE). Cada uno
de estos Lineamientos comprende Objetivos Específicos y metas particulares. Asimismo, se
indican los Resultados Esperados y Actividades Particulares que permitirán materializar cada
una de las metas.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Lineamiento Estratégico I:
Institucionalizar y transversalizar el enfoque de derechos humanos en todas las políticas pú-
blicas (cuenta con 3 Objetivos Específicos - OE)
Lineamiento Estratégico IV
Implementar políticas afirmativas en favor de los derechos de los sectores de la población en
condición de mayor vulnerabilidad (7 Objetivos Específicos – OE).
Recuadro Nº 13
Feminización de las migraciones
Aída García Naranjo Morales
Para la mayoría de mujeres, ese viaje que veían como una oportunidad para salir de la
pobreza, puede convertirse en algo muy distinto a lo que imaginaban.
El Fondo de Población de Naciones Unidas en su informe del 2000 señala que 4’000,000
de mujeres son vendidas cada año con tres fines: prostitución, esclavitud o matrimonio. La
Organización Internacional de Migraciones calcula que 500,000 mujeres entran cada año a
Europa como consecuencia del tráfico con fines de explotación sexual.
Uno de los rasgos que definen los flujos migratorios de las mujeres es su carácter laboral.
La feminización de las corrientes migratorias ha pasado a ser sinónimo de la creciente
precarización de la situación de las trabajadoras.
Las políticas migratorias europeas que solo tienen en cuenta el mercado de trabajo y la
migración legal con contratos en los países de origen, están legitimando el tráfico de personas,
al dejarlas como simples elementos productivos.
Está comprobado que cuando las leyes de inmigración son más restrictivas y discriminatorias,
las redes internacionales de tráfico adquieren protagonismo captando mujeres y menores
para prostituirlas y explotarlas en talleres ilegales
Enfoque de Género
146 La incorporación del enfoque de género en el estudio de las migraciones es reciente, pero
ha servido para avanzar en su real compresión. Así, se han elaborado diferentes propuestas
de tipologías para entender el fenómeno de la feminización de la migración, entre las que
podemos destacar:
Todas estas propuestas nos revelan como es necesario rescatar las relaciones entre la
construcción social del género femenino y el funcionamiento de los mercados de trabajo.
Hogares de
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
mujeres
147
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Perú es el sétimo país más poblado de América luego de Estados Unidos, Canadá, México,
Brasil, Argentina y Colombia. Asimismo, entre diez países de América del Sur, ocupa el quinto
lugar en densidad poblacional, precedido de Ecuador, Colombia, Venezuela y Brasil.
La mayor parte de la población peruana (8´445,211 millones, 50, 3% son mujeres y 49,7%
hombres) está concentrada en la capital, Lima (30%), y a lo largo de la costa norte (24.6%). Cerca
del 76% del total de la población vive en las zonas urbanas de10 de las 195 provincias que hay
en el país.
Cuadro Nº 39
Población peruana por regiones. 2007
Población %
Región
1940 2007 1940 2007
Costa 1´759,573 14´973,264 28.3% 54.6%
Sierra 4´033,952 8´770,738 64.9% 32.0%
Selva 414,452 3´675,292 6.8% 13.4%
Desde 1950, el Perú experimenta un rápido proceso de urbanización. En ese año, sólo el 30%
del total de la población peruana era considerada urbana. Actualmente más del 76% de perua-
nos vive en las ciudades. Entre los años 80 y la mayor parte de los años 90, el Perú vive grandes
procesos migratorios incrementados por la violencia política, principalmente desde la región de
los Andes hacia las áreas urbanas de la zona costera. Muchas de estas ciudades costeras se han
expandido muy rápido ocupando parte importante de las reservas agrícolas y hacia los desiertos
de los alrededores.
Las ciudades más pobladas, además de Lima, son Piura, Arequipa, Lambayeque, Callao y
Trujillo.
La intensidad del problema de centralización que enfrenta el Perú es casi único en el mundo
pues un tercio de sus habitantes reside en la gigantesca metrópoli, conformada por más de ocho
millones, la gran mayoría residentes en los 43 distritos de Lima Metropolitana.
Miles de hombres, mujeres y familias enteras migraron de la Costa, Sierra y Selva a la ciudad,
persiguiendo sueños de un mundo mejor, de oportunidades, escapando al eterno olvido en el
que vivían en sus localidades; olvido que persiste en el interior del país.
En los últimos 60 años Lima ha incrementado su población por 10, pasando de tener poco
más de medio millón de habitantes en 1940 a más de siete millones a comienzos del siglo XXI
(Fuente:IPES).
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
El fenómeno migratorio en el Perú, sobre todo en las últimas cinco décadas, ha motivado
diversas consecuencias:
El enorme crecimiento de las más importantes ciudades costeñas, entre ellas Lima.
El abaratamiento de la mano de obra.
Menor calidad en los servicios básicos.
Ocupación de los cerros para el establecimiento de viviendas y barrios.
Incremento de prejuicios raciales y discriminación.
El crecimiento explosivo de la informalidad, en tanto que la capital no ofrece las oportu-
nidades de trabajo deseadas.
Si bien la ciudad tiene más pobladores de los que idealmente puede sostener, ha continuado
creciendo, modernizándose y siendo el centro focal del Estado. Este proceso de urbanización y
modernización es aún inexistente en la gran mayoría de departamentos del país.
Mientras en Lima cada vez hay más colegios, hospitales, municipalidades, entre otros; en la
Sierra y Selva esta evolución ha quedado estancada. En esta gran ciudad los pobres constituyen
aproximadamente el 20% de la población, mientras que en el resto de departamentos del Perú
el número de pobres es mayor al 50%. (Fuente: INEI). Estos contrastes hacen que el hoyo negro
siga creciendo, agudizando aún más el atraso al interior del país y creando un Estado que no 149
logra organizarse más allá de las fronteras de la gran Lima.
Según las ultimas estadísticas presentadas por el Modulo Perú – Crecer hay distritos de Lima
y Callao en donde la pobreza supera el 50% .
Entre los 43 distritos que conforman Lima metropolitana, los de mayor concentración pobla-
cional son: San Juan de Lurigancho, San Martín de Porras, Comas y Ate Vitarte.
Cuadro Nº 40
LIMA: 10 DISTRITOS MAS POBLADOS
Distrito Población*
San Juan de Lurigancho 812,6
San Martín de Porres 525,2
Comas 464,8
Ate Vitarte 419,7
Callao 389,6
Villa el Salvador 367,5
Villa María del Triunfo 355,8
San Juan de Miraflores 335,2
Lima 289,9
Los Olivos 286,6
(*) Miles de Habitantes
Fuente:Censo de Población y Vivienda 2005 - INEI
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Aída García Naranjo Morales
De acuerdo a informaciones del Censo de Población y Vivienda 2007, el 46.7% de los perua-
nos cuentan con viviendas de ladrillo o bloque de cemento, llamados materiales nobles, que
representan un incremento de 44% respecto al censo de 1993. Un 34.8% tiene casa de adobe o
tapia, 9,7% de madera y el resto de diversos materiales.
El 54,8% de los peruanos se conecta a la red de agua pública al interior de su propia vivienda.
Un 8.9% lo hace al exterior de sus viviendas, en lo límites de un edificio común. Un 3.8% usa el
pilón de uso público; 5.2% las cisternas que distribuyen agua; 8,1% los pozos; y 16,0% toman
directamente del río o manantiales.
Las mujeres tienen una relación particular con el tema del agua y su utilización, tanto como
cabeza de hogar o como pareja. Por eso los problemas de deficiente acceso a este recurso la
afectan de manera directa, aumentando la carga de trabajo, y las preocupaciones por enferme-
dades que se derivan del mal uso.
Cuadro Nº 41
Tipo de abastecimiento de agua según viviendas
Tipo de Abastecimiento Número de Personas Porcentaje Variación Anual
Red dentro de la Vivienda 6,504,658 54,8 4,3
Red dentro del Edificio 568,800 8,9 9,4
150 Pilón Público 243,241 3,8 -4,5
Camión cisterna u otro 266,659 4,2 1,1
Pozo 515,589 8,1 0.0
Río, Manantial 1,024,654 16,0 -0,1
Otro 276,530 4,3 6,5
TOTAL 6,400,131 100,0 2,6
Fuente INEI Censo XI Población y V Vivienda 2007
En lo referente a los servicios higiénicos por hogares, se constata que un 48,0% de los perua-
nos tiene conexión a la red pública dentro de sus viviendas; un 6.1% lo tiene fuera de la vivienda,
pero dentro del edificio; un 4.9% usa pozo séptico y un 21.8% pozo ciego o letrina; finalmente un
1,8% recurre al aire libre. Las deficiencia en los servicios higiénicos, también impactan de manera
negativa en la vida de la mujer, en tanto responsable del hogar y de la crianza de los hijos.
En el 2007 habían 6’400,131 hogares en todo el Perú, de los cuales el 74% se encontraban
en el área urbana y el resto en la rural. El 71.5% de los hogares eran dirigidos por hombres y el
28,5% por mujeres. En el censo de 1993 se registraron 76,7% de hogares dirigidos por hombres
y 23,3% por mujeres. La tasa de incremento de los hogares que tienen como jefe del hogar a un
varón según el censo se incrementó a razón de 2.0% anual, mientras que la de los hogares bajo
jefatura de mujeres lo hizo en 3,9%, casi el doble de velocidad.
La tendencia que se puede inferir es que en el futuro habrá un mayor incremento de los hoga-
res con jefatura femenina y retrocederá el esquema tradicional encabezado por los varones.
País de todas
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
las sangres
151
Mujeres Peruanas
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Jorge Basadre afirmó que la toma de conciencia acerca del indio fue el fenómeno más impor-
tante en la cultura peruana del siglo XX. Sostuvo también que la cultura andina no era lo único
importante, pues importaban también los indios de la Selva y la diversidad de habitantes de la
Costa (afro descendientes). Lo expresó en 1958 cuando la definición de país plurinacional, mul-
tiétnico, pluricultural y multilingüe no existía para el Perú.
El largo proceso de invisibilización de las etnias que pueblan el territorio del país y que cons-
tituyen alrededor del 45% de la población, persiste hasta nuestros días.
Esta táctica de invisibilización, heredada de la época colonial, fue usada por la clase dominan-
te republicana, para desentenderse de quechuas, aymaras, ashanincas, shipibos, chachapoyas,
aguarunas, en fin, más de 74 etnias con cultura y lengua propias que enriquecen el territorio de
las regiones andina y amazónica. Pero si los pueblos originarios del país continuaban siendo la
“plebe”, útil sólo para el trabajo en las minas y el agro, el negro o afrodescendiente, a partir de la
abolición de la esclavitud, simplemente “desaparece” de las preocupaciones del Estado.
El estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre Metas del Milenio y la Brecha
152 Étnica en el Perú, precisa que “el tema étnico ha sido explícitamente omitido en los censos y en-
cuestas nacionales posteriores al censo de 1940” y cuestiona todos los censos posteriores que
sólo incluyen la variable lengua porque “hay indicios que este reporte cambia entre generaciones
de acuerdo a su historia migratoria. Cuando se define un hogar como indígena usando únicamen-
te la lengua del jefe de hogar o su pareja se encuentra sólo a un 17% de los hogares peruanos en
dicha categoría, de los cuales un 63% se concentran en áreas rurales. Por otro lado cuando se
incluye la lengua de los antepasados se identifican a un 48% de los hogares como indígenas, de
los cuales un 43% están en hogares rurales. Esto claramente muestra la complejidad de la medi-
ción de lo étnico en circunstancias de migración urbana y mestizajes”.
De allí la dificultad de contar con estadísticas precisas de la población por etnias y si el Estado
y el conjunto de la sociedad ignoran cuántos son y dónde están, establecer políticas que conlle-
ven a reducir las desigualdades y disminuir la pobreza es escasa. El trabajo del BID, sugiere que
la no inclusión de la variable étnica en los estudios demográficos y censales, serviría para ocultar
estadísticamente la desigualdad.
Aunque se reconoce la marginación que sufren las poblaciones de origen étnico andina, ama-
zónica y afroperuana no es mucho lo avanzado en el entendimiento de su naturaleza.
Recuadro 14
Pueblos sin atención
“Porque hablamos nuestra lengua y vivimos de acuerdo a nuestras 153
costumbres y no sabemos leer y escribir, vivimos en el mundo de la noche.
No tenemos ojos y somos desvalidos como los ciegos. En cambio, quienes
saben leer y escribir viven en el mundo del día, tienen ojos. No tiene
sentido quedarse en el mundo de la noche porque debemos progresar
para ser como los que van a la escuela y tienen ojos. Yendo a la escuela
abrimos los ojos, despertamos” (Rodrigo Montoya 1990)
En el mundo existen más de cien etnias la mayoría de ellas ubicadas en Brasil y Perú.
Un estudio del Centro de Culturas Indígenas del Perú Chirapaq, ratificó que el Perú es
uno de los países con mayor diversidad etnolingüística y cultural del continente americano.
“Sólo en la región amazónica que ocupa el 62% del territorio nacional, existen 42 grupos
etnolingüísticos contactados al margen de los grupos que se encuentran en situación de
auto aislamiento o de contacto esporádico (aproximadamente siete).
Sin embargo, la fundación Survival International, informa que debido a la tala ilegal de
árboles, las comunidades indígenas aisladas, al sentirse en peligro se ven obligadas a
cruzar la frontera, lo que podría originar un conflicto con los casi 500 indígenas que viven en
el lado brasileño.
Para Chirapaq, el panorama es preocupante, “ya que entre 1950 y 1997, se han ido
extinguiendo once grupos, y actualmente existen 18 poblaciones indígenas en proceso
de desaparición biológica y/o cultural, en buena parte por la falta de políticas orientadas
a asegurar su supervivencia, en un contexto de avance implacable de la colonización
cultural y económica que privilegia la extracción (legal e ilegal) de los recursos naturales y
la colonización de corto plazo, no planificada, que desconoce el manejo sostenible de los
ecosistemas, y avanza a costa de una rápida erosión y devastación del territorio”.
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Debemos añadir los siete grupos etnolingüísticos principales de la región andina cuyo origen
está en dos troncos generales: quechua y jaqi-aru (aymara, cauqui y jacarú, estos dos últimos en
vías de extinción). Mención especial merece la lengua mochica de la costa norte, aunque extin-
guida a inicios del siglo XX, aún perdura en 174 dicciones en el habla popular de la región.
En Lima -capital de reino y centro más importante de inmigración dentro del Perú- se ven los
rostros con los más variados rasgos biológicos posibles (en una canción de la tradición criolla
se habla de una “zamba china chola”, una mujer que sería fruto de una triple mezcla biológica:
de blancos y negros, por zamba; de asiáticos (japoneses, chinos o coreanos), por china; y de
blancos e indios” aimaras, quechuas por chola.), se oyen varias lenguas, se celebran casi todas
las fiestas patronales católicas e indígenas prehispánicas recreadas, así como de religiones
extranjeras (mesquitas islámicas, sinagogas judías) se ven decenas de los llamados vestidos
típicos, se encuentran casi todas las variedades musicales y gran parte de los platos de comidas
regionales y locales. Esta descripción elemental corresponde a lo que fotográficamente se llama
“ruralización de Lima” o también “conquista andina de Lima”. Los indígenas no aparecieron en
154 Lima sólo en los años cuarenta. Poblaron los valles de Lima antes de que llegaran los españo-
les. En el tablero urbano impuesto por Pizarro en 1535 se instalaron también caciques indígenas
con ciertos derechos y a los llamados indios se les permitió vivir en las áreas marginales. Su
presencia junto a los negros y a los españoles fue un elemento estructural de la nueva formación
urbana del valle del Rímac.
La migración existe desde el siglo XVI y a partir de 1940, sólo se multiplicó el número de mi-
grantes andinos. El fenómeno de la diversidad cultural, o multiculturalidad o pluriculturalidad en
Lima sólo es una muestra incompleta de la complejidad cultural del país. Las categorías diversi-
dad, multi y pluri describen una realidad donde hay más de dos culturas o más de dos lenguas
(en este libro y en mi libro Muticulturalidad y política (Montoya 1997) multiculturalidad es sinóni-
mo de diversidad cultural o de pluriculturalidad; lo mismo ocurre cuando se habla de la situación
lingüística: diversidad lingüística, multilingüismo o plurilingüismo).
¿Cuántas culturas hay y cuántas lenguas se hablan en el Perú? A fines del siglo XX los pe-
ruanos y peruanas comunes y corrientes no tenían ni la menor idea de cifras para responder a
ambas preguntas. Tampoco en el mundo académico había una respuesta más o menos clara y
aceptada.
Si las lectoras y lectores buscan en el libro “Perú en cifras” información sobre la población de
los pueblos indígenas en el Perú, sobre el número de lenguas que se hablan, sobre la cantidad
de Comunidades Campesinas y Nativas en nuestro territorio, podrán constatar que en sus cen-
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
tenares de cuadros y más de mil páginas, no hay simplemente nada (Ver, por ejemplo: Cuánto,
Webb y Fernández Baca, Perú en cifras 1991). Si por curiosidad leyeran el libro “La utopía
arcaica: José María Arguedas y las ficciones del indigenismo” del escritor Mario Vargas Llosa,
hallarían el párrafo siguiente:
“Sea positivo o negativo el juicio que merezca la informatización, lo innegable es que aquella
sociedad andina tradicional, comunitaria, mágico religiosa quechua hablante, conservadora de
los valores colectivistas y las costumbres atávicas ya no existe” (Vargas Llosa, 1996: 335)
Los dos ejemplos revelan la gravedad del conflicto cultural no resuelto en el Perú. En materia
de información y de los discursos que se elaboran sobre el país hay una sistemática exclusión
del componente indígena.
El Perú oficial tiene rostro blanco, habla castellano y una lengua extranjera, últimamente in-
glés. En la televisión los rostros morenos, canelas, café con leche o llamados también “de color
modesto” - que son la mayoría demográfica del Perú- aparecen para anunciar detergentes u
objetos que sirven para la limpieza de las casas o como objeto de burla en los llamados talkshow
y otros programas de la televisión basura. No son considerados como protagonistas sino cuando
aparecen en las páginas policiales. Sobre centenares de horas semanales lo andino y lo criollo
en la música solo disponen de muy pocas horas, en horarios sobre todo marginales (5 a 7de la
mañana). Para la clase política y los medios de comunicación, salvo escasísimas excepciones, el 155
Perú es confundido con Lima, como en tiempos coloniales, y la democracia sería sólo un conjun-
to de elecciones presidenciales, parlamentarias y municipales cada cierto tiempo.
La visión de conjunto del Perú -todo su territorio, toda su población, todas sus culturas y len-
guas- continúa siendo una deuda del mundo académico e intelectual con el país. Como Perú si-
gue escindido, también sus intelectuales y académicos se ocupan de algunos de los fragmentos
a los que pertenecen o a los que quieren pertenecer con un agregado muy importante: por razo-
nes de conocimiento la realidad es dividida en partes; de esa división nace una especialización,
y de ésta un mínimo interés por el resto o, simplemente, un no interés. Las múltiples invocaciones
para un trabajo interdisciplinario no resuelvan el problema. Hay antropólogos especializados en
la Amazonía que no conocen o se interesan muy poco por los Andes; otros sólo centran su aten-
ción en los Andes y no conocen la Amazonía ni lo que se escribe sobre ésta; otros buscan en lo
urbano lo nuevo e importante y pierden de vista los Andes y la Amazonía.
Si vamos más lejos, entre los especialistas en la Amazonía hay el interés en un sólo grupo
indígena o a lo sumo en una familia lingüística. En el campo de la Historia ocurre lo mismo: ade-
más de las especializaciones temáticas, cada quien toma un parte del pasado y se interesa por
el siglo tal o cual o el período tal o cual. Algo parecido acontece también en las otras disciplinas
sociales. Si observamos en los hechos lo que se estudia y la manera como se estudia, la realidad
es reconstruida sólo como una suma de fragmentos. Ninguna sociedad es o puede ser sólo un
collage de fragmentos dispersos, tampoco un laberinto; parece, pero no es. ¿Y el conjunto? ¿y
lo que une mínimamente al conjunto?.
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Una visión de conjunto supone una información global como punto de partida. Si no ha sido
reunida, tenemos la obligación de elaborarla, de dar todos los pasos que podamos en esa direc-
ción. Hasta 1997, no había un acuerdo sobre el número de culturas y lenguas en la Amazonía.
¿56?, ¿60?, ¿65? En varios de mis textos me incliné por la cantidad de 56, hasta que tuve la
oportunidad de ver y estudiar las cifras ofrecidas por Inés Pozzi Scott en su libro póstumo “El
multilingüismo en el Perú” (1998). En el último trabajo de su larga vida, Inés Pozzi Scott, Profeso-
ra Emérita de San Marcos, ofreció 62 fichas con informaciones de primera mano reunidas por los
antropólogos y lingüistas especialistas de cada uno de los pueblos indígenas de la Amazonía.
Ese fue el mejor camino utilizado hasta ahora para tener una visión de conjunto de todos los
grupos étnicos amazónicos. Inés Pozzi Scott presenta los datos y corresponde a cada lector o
lectora la tarea de sumar, restar y dividir para elaborar los cuadros que uno desee y reflexionar
sobre las tendencias que los datos revelan. En la página siguiente, presento un cuadro de un
“Mapa de lenguas del Perú en el año 2,000”.
Cuadro Nº 42
MAPA DE LENGUAS Y DIALECTOS DEL PERU EN EL AÑO DOS MIL
Población
Familias Numero de
Lenguas que habla la %
Linguisticas Dialectos
Lengua
1. castellano 1 3 20’619,000 78.40
156 2. Quechua 1 8 4’740,000 18.02
3. Aymara 1 2 526,000 2.00
4. 42 Lenguas en la Amazonía * 12 49 315,600 1.20
5. Lenguas de Colonias extranjeras 45,000
•. japoneses 15,000
• chinos 7,000
• italianos 7,000
• Arabes 25,400
• Otros 99,400 0.37
Subtotal 05
Total general de lenguas 50 62 26’ 300,000 99.99
FUENTES: Inés Pozzi Scott, “El multlinguismo en el Perú”. 1998; Naciones Unidas, GEF, PNUD,
Amazonía Peruana, Comunidades Indígenas, conocimientos y tierras tituladas, Censo de Población de
1981, 1993, Informaciones de Amelia Morimoto, Humberto Rodríguez Pastor, Giovani Bonfliglio, Juan
Abugatás, León Tratemberg, y cálculos tentativos de Rodrigo Montoya.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Más allá de esa polémica entre los Apristas y Toledistas, desde la perspectiva antropológica
debo señalar que el Censo Nacional de Población de 2005 es lamentable en materia de lenguas
y culturas del país. Si el censo de 1993 ofrece información deficiente sobre lenguas, el de 2005
es mucho peor porque no ofrece ninguna. A los sabios responsables como el Sr. Matuk no se les
ocurrió preguntar cuántas lenguas se hablan en el país. Para él y sus técnicos sólo cuentan las
cifras de habitantes individuos. No importa cuántas lenguas hablen. Ojala que el nuevo censo
de incluya preguntas sobre lenguas, monolingüismo, bilingüismo, trilingüismo, sobre números y
variedades de comunidades campesinas y nativas, que nunca fueron tomadas en cuenta hasta
ahora y que, aunque los técnicos internacionales y los gobernantes no lo crean, son útiles para
entender el país e indispensables para formular políticas serias para resolver sus problemas.
¿En qué situación se encuentran los 42 grupos étnicos pertenecientes a 16 familias lingüísticas
en la Amazonía? De una atenta lectura del libro ya citado de Inés Pozzi-Scott se obtienen algu-
nas cifras importantes para responder a las preguntas ¿Cuántas culturas y lenguas amazónicas
se extinguen? ¿Cuántas están en proceso de extinción? ¿Cuántas tienen relativa estabilidad?, y
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¿Cuántas tienen su reproducción asegurada? El punto de partida de esta reflexión es muy sen-
cillo: si se considera que los grupos humanos de menos de mil personas están en proceso de
extinción, 18 lenguas y pueblos indígenas estarían condenados a desaparecer; 7, cuyas lenguas
son habladas hasta por 3,000 personas, estarían en peligro de extinción; 7, habladas hasta por
10,000 personas pueden ser por el momento relativamente estables; y, 7, habladas por más de
10,000 y hasta por 40,000 personas, podrían contar con una reproducción asegurada. Las cifras
pueden cambiar si los criterios que se usan son modificados, naturalmente. Con otras fuentes,
Carlos Mora y Alberto Zarzar sostienen en el libro de Las naciones Unidas Amazonía peruana,
Comunidades indígenas, conocimientos y tierras tituladas, presentan un cuadro con información
puntual sobre 11 grupos étnicos ya desaparecidos entre 1950 y 1997, 18 en peligro de extinción,
7 en situación de aislamiento (“No contactados”) y 6 sobre los cuales no se tiene aún ninguna
información (Naciones Unidas, 1997: 3) (Martha Hildebrandt, dijo en el Congreso de la Repú-
blica, en setiembre 2007, que hay en la Amazonía entre 70 y 80 “lenguas” y que todas están
en proceso de extinción. Probablemente, no leyó el libro citado de Inés Pozzi-Scott y confunde
lenguas con dialectos).
En función de lo anterior, sugiero volver a mirar el “Mapa de lenguas del Perú en el año 2,000”
y preguntarnos: ¿cuál habría sido el panorama multicultural en 1532? y ¿cuál podría ser la situa-
ción en el 2,050? No disponemos de información precisa sobre lo primero y vale la pena correr
el riesgo de adelantar una opinión sobre lo que podría pasar a mediano plazo a partir de las
158 tendencias actuales. El pasado ayuda a explicar el presente y en el presente se decide lo que
será el futuro que todavía no es y podría no ser. Es pertinente no perder de vista que entre los
momentos del tiempo sólo el pasado y el presente fueron y son porque el futuro es sólo una ilu-
sión. Cada quien llena esa categoría vacía con sus esperanzas, deseos y temores.
Por las lenguas que se perdieron es fácil deducir que en 1532 hubo más culturas y lenguas
que ahora (Se perdieron en la costa las lenguas Moche, Chimú, Tallan; en los Andes el puquina
y el URO del lago Titicaca, y muchas en la Amazonia ) y como sabemos que por lo menos 18
están ahora en un proceso inevitable de desaparición, la tendencia de largo plazo indica que el
número de culturas será cada vez menor. ¿Se cumplirá el sueño de los ideólogos de los Estados
naciones de tener un estado, una nación, una cultura y una lengua? ¿Podrá la diversidad cultural
resistir y mantenerse? Desaparecieron ya en los andes peruanos el puquina, el uro; el tallán y el
moche -de la costa norte- son también ahora sólo parte del pasado. Los primeros testigos de lo
que ocurría en la Amazonía en el siglo XVI dan cuenta de muchos grupos étnicos más de los que
ahora quedan. Sin embargo, no hay modo de saber cuántos más con exactitud.
Si las tendencias actuales se mantienen, es posible que en el año 2,050 queden muy pocas
culturas y lenguas en el Perú. Como Cerrón Palomino, uno de los lingüistas que mejor conoce
el quechua que se habla en siete países de América del sur, creo que las lenguas indígenas se
encuentran en grave peligro si las tendencias actuales se mantienen. (conversación personal, en
1999). Los elementos nuevos del último tercio del siglo XX que contribuyen a fundar la hipótesis
de una sustantiva reducción de lenguas son: el aumento importante de la alfabetización sólo
en castellano; la revolución extraordinaria en los medios de comunicación, sobre todo, con la
imagen, luego del impacto de la radio; el deseo vehemente de los pueblos indígenas para enviar
a sus hijos a las escuelas con el explícito propósito de aprender a leer y a escribir en castellano
como un recurso para defenderse y como instrumento de aprendizaje. Salir del mundo de la
oscuridad y pasar al mundo de la luz, es la metáfora extraordinaria de la que se sirve el mito ci-
vilizatorio de la escuela. La hipótesis contraria -reproducción de las lenguas indígenas- se funda
de un lado, en la cantidad de la población y, de otro, en el interés creciente de las organizaciones
indígenas por la educación bilingüe intercultural, uno de cuyos propósitos es la defensa y desa-
rrollo de sus lenguas. Pero el combate es desigual porque desde la esfera política el gobierno
tiene un escaso interés en preservar la riqueza lingüística del país.
Si se asumiese que cada lengua supone una cultura, tendríamos 50. Esa cifra es altísima y nos 159
conduce a un error inevitable. Ocurre que las 42 lenguas de la Amazonía corresponden a dos es-
pacios geográficos y ecológicos distintos: la selva alta y la selva baja; entre 1,000 y 2,000 metros
de altura la primera y bordeando cero metros, la segunda; sin ríos navegables, la primera; con
ríos navegables, la segunda. Esta distinción es indispensable para pensar el tema de las culturas
en la medida en que hay una correlación muy estrecha entre los recursos que la naturaleza ofre-
ce para la vida humana y el aprovechamiento de esos recursos por parte de los grupos humanos
o pueblos. Cada espacio ecológico plantea problemas y desafíos para los grupos humanos que
deciden vivir en ellos.
Las culturas humanas ofrecen respuestas a esos problemas y asumen esos desafíos. Ca-
recería de sentido suponer que hayan 42 modos diferentes de resolver esos problemas en la
Amazonía. Distinguir dos gruesos bloques podría ser el camino adecuado. Lo mismo ocurre en
los Andes, donde las respuestas culturales son distintas si se toma en cuenta las tierras situadas
entre 3,800 y cinco mil metros de altura, donde los grupos viven principalmente del pastoreo de
llamas y alpacas, y las tierras bajas, entre 2,000 y 3,800 metros, donde el recurso principal es la
agricultura, principalmente sin riego.
las reformas agrarias del siglo XX. Hay un castellano andino directamente influido por las lenguas
quechua y aimara, como hay un castellano amazónico urbano influido por las lenguas indígenas
de la región.
Las versiones rural y urbana contemporáneas de la cultura occidental criolla poseen dife-
rencias propias derivadas del peso de lo señorial medieval en pequeños pueblos tributarios de
antiguas haciendas y al peso de los valores capitalistas en Lima y las grandes ciudades, sobre
todo después de 1990 con la privatización prácticamente generalizada de la sociedad peruana
gracias al notable impulso de la ideología neo liberal (Estado cero, mercado 100%; salvo el mer-
cado todo es ilusión).
En el altiplano peruano boliviano dos lenguas como el aimara y el quechua coexisten en las
tierras altas y bajas. ¿Se trata de culturas distintas como son diferentes las lenguas? El tema es
complejo y merece una atención mucho mayor.
Las colonias extranjeras en Perú, principalmente en Lima, (italiana, china, japonesa, árabes y
judía) privilegian la reproducción y aprendizaje de sus lenguas, más allá de los espacios geográ-
ficos y ecológicos de sus países de origen. Por ese brevísimo recuento, podría suponer que hay
en Perú 10 culturas: una occidental criolla, con subculturas amazónica, andina y costeña y una
limeña que manda sobre el conjunto del país; dos amazónicas, dos andinas quechua y aimara
160 y cinco culturas pertenecientes a las colonias extranjeras mas importantes. Se trata de una cifra
preliminar, tentativa, y hasta donde se esta seria la primera vez que un antropólogo se atreve a
ofrecer una cifra.
La complejidad del mundo indica que una misma gran cultura como la occidental puede ex-
presarse en varias lenguas como el inglés, francés, alemán, castellano, portugués como versio-
nes nacionales con numerosas variedades dialectales y que pueda hablarse de algunas culturas
que no tienen propiamente una lengua como en el caso de los gitanos.
¿Y la cultura negra?
No hay en el país una lengua propia hablada por los negros Las que hablaban los esclavos
traídos de diversas regiones de África se perdieron. El debate está abierto sobre la existencia o
no de una cultura negra y sobre la necesidad o no necesidad de una lengua para la existencia de
una cultura. Desde una perspectiva clásica, -la lengua es depositaria de la cultura, decía Zapir-
no tiene sentido hablar de una cultura sin lengua, aunque es posible que en una misma lengua
puedan expresarse diversas subculturas.
Lectoras y lectores se preguntarán ¿por qué considerar a las lenguas china, japonesa, italiana
judía y árabe en este panorama de las culturas en el Perú si en principio son extranjeras? La ra-
zón es muy sencilla, las hijas e hijos de estos migrantes venidos al Perú en momentos diversos,
nacidos en el Perú son simplemente peruanas y peruanos. En largos años de presencia, algunos
elementos importantes de sus culturas se han recreado aquí y forman parte del Perú. El chifa es
el nombre dado aquí a la comida china preparada con ingredientes nativos y que es parte del
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
saber culinario en todo el país. Un caso singular en todo el continente ha sido la elección de Al-
berto Fujimori, un ciudadano peruano y japonés, hijo de ciudadanos japoneses, como Presidente
del Perú.
Al comienzo de la colonia, mestizo era una palabra reservada para los hijos sólo de españoles
y de indios y para los cruces entre españoles, indios y negros se reservó el vocablo casta. En el
análisis que el historiador Juan Carlos Estenssoro hace de los 20 cuadros de pintura que el Virrey
Amat y Juniet encargó pintar sobre los diversos tipos de mestizos para obsequiarlos al rey Carlos
III, presenta el mosaico de 16 variaciones de mestizos:
Troncos:
Español
Negro
Indio
En esta cita aparece con toda claridad la diversidad del mestizaje biológico y, al mismo
tiempo, la riqueza lingüística del racismo, como ejercicio para menospreciar a los otros y
tener la conciencia tranquila al explotarlos. En la naturaleza y en la “voluntad de Dios” se en
contrarían las fuentes de las diferencias entre los seres humanos.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
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Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
163
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
La persecución de la iglesia española a los judíos en el siglo XVI y su desdén por los conversos
-judíos convertidos en católicos para no salir de España- fue el punto de partida para su racismo
contra los indios y negros a partir de la distinción entre la “sangre limpia” de los cristianos puros
y “sangre infecta” de los católicos nuevos (Manrique, 1999).
Han transcurrido 155 años de la abolición de la esclavitud en el Perú, sin embargo, se sigue
manteniendo en esencia los esquemas culturales de la colonia: encasillando, estereotipando y
pisoteando la dignidad como persona de las minorías étnicas y en concreto de los afro descen-
dientes, sin que ningún gobierno peruano los tome en cuenta dentro de sus políticas públicas.
Según estudio de M. Benavides y M. Torero, sólo el 27.9% de afro peruanos tiene acceso a la
educación secundaria completa y apenas 1.9% a la formación universitaria.
La salud es otro de los derechos conculcados del pueblo afro peruano, ningún gobierno ha
creado políticas de salud específicas para el tratamiento de enfermedades recurrentes en los afro
descendientes, como la anemia falciforme, la hipertensión arterial, la diabetes, el Glaucoma y
otras enfermedades relacionadas con la histórica situación de pobreza en que se encuentra este
pueblo.
El terremoto ocurrido en agosto del 2007, afectando con más fuerza al sur del país, donde se
concentra la mayor parte de la población afroperuana, puso en evidencia las deplorables condi-
ciones de vida en muchos centros poblados de Cañete, Chincha, Capote, San Regis, El Guaya-
bo, Ica, Pisco y otras ciudades, donde sus pobladores nunca contaron con los más elementales
servicios (alumbrado, agua, desagüe ni una posta con algún equipo de atención). Sólo algunos
de los residentes de estos poblados habían logrado acceder a ellos por su propio poder adquisi-
tivo y no por programas del Estado, es en esta situación en que los afro peruanos se ven aislados
en las zonas más pobres, en donde las industrias realizan sus actividades libremente emanando
gases tóxicos y violentando su derecho a vivir en un medio ambiente sano siendo evidente una
discriminación ambiental.
El artículo 2 inciso 19 de la Constitución Política del Perú de 1993 establece que:”Toda persona
tiene derecho: A su identidad étnica y cultural. El Estado reconoce y protege la pluralidad étnica y
cultural de la Nación”. No obstante la mayoría de afro peruanos no puede ejercer dicho derecho
porque no tiene acceso a conocer su historia, la cual no esta incluida dentro de la historia “oficial”
del Perú.
Durante la época de la esclavitud, las mujeres afro peruanas a parte de estar esclavizadas, 165
eran consideradas como mercaderías e instrumentos de poco valor, menor al dado al hombre
afro, a cualquier cosa u objeto.
En este período la mujer negra ni siquiera tenía derecho sobre su familia y descendencia, sien-
do objeto de una serie de estereotipos y prejuicios negativos que subsisten hasta hoy. La imagen
idealizada de la mujer Afroperuana se construyó históricamente sobre la base de sus atributos
físicos, en desmedro de sus capacidades intelectuales, sociales y económicas así como de sus
derechos ciudadanos, imagen que acentúa la discriminación de género que experimentan las
mujeres.
La mujer afroperuana enfrenta una triple discriminación por ser mujer, pobre y negra. La femi-
nización de la pobreza es un fenómeno generalizado en América Latina, y en el Perú sus efectos
en las mujeres negras es más dramático. En la sociedad peruana, la mujer negra experimenta
con mayor frecuencia la discriminación racial, la violencia doméstica, la falta de oportunidades
de empleo y a la desvaloración de su papel en la sociedad peruana.
Esta situación repercute en las afro peruanas quienes, desde niñas, desarrollan una débil iden-
tidad y problemas de autoestima, incidiendo en la percepción que tienen frente a sus derechos
ciudadanos. En general, la mayoría de las mujeres afro peruanas desconocen sus derechos.
La afroperuana enfrenta, además, temas comunes a todas las mujeres como es la inequidad
de género en la sociedad. Por ello, son muy pocas las mujeres líderes de ascendencia afro,
involucradas en política, aunque si se han desarrollado en los movimientos vecinales y sociales
(clubes de madres, vaso de leche, sindicatos y otras organizaciones).
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
En 1980, surge el Movimiento Francisco Congo con la finalidad de trabajar por los derechos
de los afro peruanos. Paulatinamente, el proceso de organización de los afro peruanos ha ido
en avance, existiendo ahora cuatro organizaciones que realizan un trabajo puntual orientado a
las mujeres y que son el Centro de Desarrollo de la Mujer Negra Peruana –CEDEMUNEP, Lundú
-Centro de Estudios y Promoción afro peruano, Grupo Negro MamáIné y Mujer Negra y Desa-
rrollo.
Sin embargo, también existen organizaciones mixtas que incluyen a la mujer como un eje
transversal de sus líneas de trabajo, tal es el caso de Asociación Pluriétnica Impulsora del Desa-
rrollo Comunal y Social -APEIDO, Mundo de Ébano, Asociación Negra de Defensa y Promoción
de los Derechos Humanos -ASONEDH, Asociación Negra Margarita, Asociación Perú Afro, Aso-
ciación Orgullo afro peruano y Cimarrones entre otras.
Mención aparte merece el Centro de Desarrollo Étnico –CEDET, organización que cuenta con
un espacio dirigido por y para las mujeres afroperuanas.
Recuadro Nº 15
Plataforma de las y los afroperuanos:
166 Para el reconocimiento y visibilización pública de los afro descendientes
Que se incorporen en los planes curriculares la acción de los afro descendientes como
parte constitutiva de la cultura nacional y la historia de África, como parte importante de la
cultura universal para el país.
Favorecer la creación de Programas Académicos Superiores de Estudios Afros, en las
universidades, institutos superiores y como especialización.
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Mujeres Peruanas
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168
Mujeres en
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Organizaciones
Sociales de Base
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Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Era casi inevitable que en un escenario así, las organizaciones sociales se debilitaran por la
disgregación de sus bases, la pérdida de claridad en los objetivos y la falta de eficacia de sus
reclamaciones. Sin embargo, a contracorriente histórica y cultural, las organizaciones de mujeres
170 se multiplican convirtiéndose en la voz de los pobres y excluidos y en un componente central de
la recuperación que se está viviendo actualmente.
Las organizaciones populares de mujeres, surgen con el objetivo de acceder a sus más ele-
mentales derechos: alimentos, generación de ingresos propios o autoempleo, recuperación de
sus conquistas y nuevos retos, como la cuota electoral femenina que devino luego en su ascen-
dente participación en los procesos electorales.
Asimismo lograron incidir en la alta dirigencia de los más importantes gremios que empezaron
a renovarse teniendo un eje en las secretarías de asuntos femeninos.
Sector codiciado
Según los datos de Cuánto, los hogares que reciben alimentos donados en los deciles 1, 2, 3
y 4, que son los más pobres fluctúa entre el 63% para el primero, y 52.7% para el cuarto.
Hay que tener en cuenta que un 42.5% de hogares recibe alimentos donados, y por ello, sin
lugar a dudas el sector mayoritario de mujeres está vinculado a las organizaciones de subsis-
tencia (léase vaso de leche, comedores populares y clubes de madres), cuyos beneficiarios
superarían los 13’000,000 de peruanos y peruanas, particularmente mujeres y niños mayorita-
riamente pobres y pobres extremos (estratos C y D). Solo el Vaso de Leche atiende 5’500,000
beneficiarios
La estrategia del programa social para combatir la extrema pobreza del último quinquenio,
puede caracterizarse como predominantemente asistencial y clientelista. Política que expresa
un modelo de compensación social, alejado y de naturaleza distinta a otro de carácter redistri-
butivo en lo económico y de desarrollo productivo con generación de ingresos y/o creación de
empleo. 171
El masivo empobrecimiento
Frente a la situación de empobrecimiento masivo, la necesidad de las mujeres por resolver sus
más urgentes problemas y paliar los efectos de la crisis, las llevó a organizarse.
Una aproximación a estas organizaciones populares femeninas, permite afirmar que éstas se
mantienen como espacios de participación activa y cotidiana de sus protagonistas: las mujeres
más pobres del Perú, que tienen como su principal valor el de la solidaridad, de allí su vigen-
cia.
“El Vaso de Leche fue una respuesta concreta al hambre y la oportunidad de compartir con
otras mujeres su situación de aislamiento, su ingreso a espacios públicos, el desarrollo de su au-
toestima, la identificación de problemas comunes y la realización de acciones de diversa índole
para atender todos estos problemas de manera colectiva” (Blondet y Montero 1995).
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Es así que en todas estas organizaciones mencionadas, sobre todo en las del ámbito rural, se
observa una mayor participación de las mujeres; se constató el diseño de planes vinculados a es-
pecialidades y expectativas de generar ingresos, promover micro emprendimientos económicos,
orientarse hacia mecanismos de acceso a la capacitación productiva, técnica y empresarial, con
énfasis en la búsqueda de nuevos instrumentos de desarrollo, tales como el crédito, los negocios
y el enfoque empresarial.
También se advierte espacios un marcado interés de reconversión hacia nuevos aspectos pro-
ductivos y económicos que demandarían modificaciones en la política social del Estado de cara
al empleo, al desarrollo productivo, que garanticen su inclusión en una economía competitiva.
Hoy son más las mujeres organizadas participando en los Comités del Vaso de Leche
y Comedores populares, con el consecuente incremento de su experiencia organizativa
local, regional y nacional.
Se ha incrementado el número de mujeres que ocupan puestos de representación en la
comunidad.
Hay mayor movilidad de las mujeres dentro y fuera de su localidad y un ascenso de los
indicadores relativos a mayor participación política en la sociedad.
Se ha incrementado la lucha por el acceso al crédito, a la generación de ingresos, a la
obtención de servicios de educación y salud.
Se ha fortalecido la conciencia por la defensa de los derechos de las mujeres y ha creci-
do el número de denuncias de violencia y de otros abusos de que es objeto la mujer.
Existe una comprobada mejora de posición de las mujeres, surgida de las experiencias
organizativas para ejercer el liderazgo público en particular en el gobierno local.
Ha crecido el porcentaje de mujeres en la PEA y en la fuerza de trabajo agrícola, indus-
trial y de servicios.
Se ha incrementado la lucha por la propiedad de la tierra, el acceso al crédito, a la gene-
ración de ingresos, a la obtención de servicios de alimentación, educación, salud.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Una política de reducción de la pobreza se debe expresar en el pago de la deuda social. Con-
donar la deuda externa representa una oportunidad para el Perú de hoy y el concierto mundial de
las naciones. Una propuesta que hace posible la “globalización de la solidaridad” para alcanzar,
al menos uno de los objetivos del milenio, sin deuda externa. Se debe superar la equivocada
política social actual que opera de forma independiente, de la política económica.
Hoy mas que nunca se requiere una integralidad y simultaneidad de políticas públicas de em-
pleo, de promoción de la mujer y equidad de género, políticas culturales, educativas, etc., y so-
bre todo voluntad política de descentralización, pues el centralismo en el manejo de los recursos
y poder político y económico representa la perpetuación de la pobreza de todas las regiones.
Las organizaciones de mujeres, son las actoras centrales para enfrentar los problemas más
urgentes frente a la crisis económica y social. Los actuales enfoques de «diseño desde arriba»
y de naturaleza asistencial deben de ser modificados concertando sinergias y asociaciones es-
tratégicas desde abajo pues la erradicación de la pobreza requiere del esfuerzo coordinado de
toda la sociedad.
Un diseño integral implicaría una intervención integrada, brindando servicios en forma coor-
dinada y conjunta; y ser más eficiente y efectiva con una ejecución descentralizada, además, de
concertada con otros socios en la lucha contra la pobreza.
Los programas de lucha contra la pobreza en el Perú, ponen énfasis en la ayuda compensa-
toria de emergencia a través de la donación de alimentos (no necesariamente con un adecuado
enfoque nutricional) y en infraestructura básica; si bien es cierto esos deben de mantenerse, para
atender el irresuelto problema del hambre; hay que recordar que hambre y desempleo van de
la mano, acelerando el paso de muerte. Por ello se requiere un plan nacional de lucha contra la
pobreza con crecimiento económico, política redistributiva y creación de empleo.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
La economía peruana experimenta a Marzo del 2009, 92 meses continuos de crecimiento eco-
nómico positivo y cuentas en azul; pero las cuentas de los pobres siguen en rojo y deficitarias.
La realidad cotidiana marcha en sentido contrario al de las cifras. Hambre y pobreza caminan
juntos a pesar de lo abundante de las evidencias.
Son más las mujeres y niños que piden limosna, los que limpian carros, los que espera que el
semáforo en rojo les brinde su oportunidad. Son más los niños cantores de micros que se ganan
junto al centavo una risa de mueca. Son más aquellos que esperan un gesto distinto de todos
nosotros.
El Perú posee activos intangibles en su capital humano. Activos crecientes en estas organi-
zaciones de mujeres que permiten crear condiciones favorables para la sostenibilidad social,
semilleros de gente con una nueva tabla de valores que permiten revitalizar la solidaridad y una
acción concertada.
174
En resumen, hay avances en pérdida del miedo a expresarse, mayor seguridad, libertad de
moverse, compartir y a sentir la participación de la mujer en todos los espacios como un derecho
a expresarse y a organizarse libremente.
Existe una comprobada mejora de posición de las mujeres, surgida de las experiencias orga-
nizativas para ejercer el liderazgo público, en particular en el gobierno local. De allí que existan
50,000 organizaciones, empezando por las históricas centrales sindicales que hoy tienen en su
presidencia y sus consejos directivos a mujeres, como la CGTP, CUT, CATP, CTP; la CCP Confe-
deración Campesina del Perú y la CNA Confederación Nacional Agraria; CONACAMI; CONVEA-
GRO; la Central Nacional de la Mujer Minera, CNMM; la Federación de Mujeres Organizadas en
Centrales de Comedores Populares Autogestionarios de Lima y Callao FEMOCCPALC, la CONA-
MOVIDI – Confederación Nacional de Mujeres Organizadas por la Vida y el Desarrollo Integral;
la Coordinadora Metropolitana y Nacional de los Comités del Vaso de Leche; la Coordinadora
Nacional de Desplazados y Comunidades en Reconstrucción del Perú CONDECOREP, la Red
Nacional de Casas de Refugio para las mujeres y la niñez víctimas de la violencia, RENCARE;
el Centro para Impedidos Físicos CESALIF; la Plataforma de las Mujeres con algún grado de
discapacidad, el Centro de Capacitación para las Trabajadoras del Hogar CCTH; el Sindicato
de trabajadoras del Hogar – SINTRAHOGAR, los Movimientos y organizaciones Afro peruanas y
los movimientos indígenas; las mujeres organizadas en comités forestales y ambientales de las
regiones, el Movimiento de Mujeres Ciudadanas del Cono Norte y las pobladoras de los Conos
Este y Sur, y las Juntas Vecinales; la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Mujeres del
Perú CONOMUP y la Central de Mujeres de Sectores Populares del Perú Micaela Bastidas,las
LIFS, Lesbianas Independientes Socialistas y Feministas; el Movimiento Homosexual de Lima -
MHOL, GALF - Grupo de Activistas de Lesbianas Feministas,GMD- Grupo de Mujeres Diversas,
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Colectivo Uniones Perú, LGTB Legal y LUAP - Lesbianas Unidas Activistas de Arequipa, de Piura,
de San Martín y otras regiones; las Mujeres de la Confederación de Trabajadoras Estatales – CTE
y la CITE; las productoras de café, azúcar y mango, las agro exportadoras y textiles, las mujeres
del Comercio ambulatorio y las organizadas en los espacios de Comercio Justo y Economía
Solidaria.
175
Mujeres Peruanas
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176
Participación
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
política de la Mujer
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Mujeres Peruanas
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En los años 1910 y 1911, María Jesús Alvarado, fundadora de Evolución Femenina, y Dora Ma-
yer –defensora de la causa indígena- reivindicaron los derechos civiles y políticos de la mujer.
En el Perú, al igual que en el movimiento sufragista internacional, hubo mujeres que pidieron
el voto sólo para los sectores cultos. Y fueron las feministas socialistas como Adela Montesinos
y María Jesús Alvarado, quienes plantearon el voto universal para todas.
A pesar de las diferencias ideológicas todas las mujeres feministas y socialistas del país de la
década del 20 se adhirieron a la causa del sufragio femenino internacional. Es así como ambas
tendencias recibieron en 1923, a Carrie Chapman Catt, Presidenta de la Asociación Internacional
del Sufragio Femenino, cuyo objetivo era unificar a todos los grupos del Perú y afiliarlas a dicha
asociación. Pero el bajo porcentaje de participación femenina de la sociedad peruana de ese
tiempo hizo que esta experiencia se frustrara.
Zoila Aurora Cáceres y Elvira García y García, abogaban por la educación general y el derecho
al voto.
La doctora Roisida Aguilar, investigadora de la ONPE, cuenta en su libro Historia del voto fe-
menino en el Perú, que Zoila Aurora Cáceres cuando fundó la agrupación Feminismo Peruano,
en 1924, trabajando incansablemente por el derecho al sufragio. Reunida en el Hotel Bolívar y
en la Sociedad Geográfica del Perú con mujeres de la alta sociedad y de la clase media, elaboró
una propuesta para que el artículo de la Constitución que no consideraba el derecho de la mujer
al voto, se modificara.
En la década del treinta del siglo XX encontramos los antecedentes más inmediatos del sufra-
gio femenino; se ubican en el diario de debates del Congreso Constituyente, que fuera instalado
el 11 de octubre de 1931.
El Congreso Constituyente inició sus funciones el 08 de diciembre de 1931, fecha en que asu-
me la presidencia Luis Miguel Sánchez Cerro. Desde las primeras sesiones uno de los temas que
merece la atención de los representantes, fue el referido a la ciudadanía y sufragio, es la primera
vez que se escucha en el hemiciclo la voz de sus integrantes, solicitando el sufragio para la mujer,
también se escucharon voces de radical oposición.
Para el historiador Jorge Basadre “fue un imperdonable error haber negado en 1931 el voto a
la mujer”. La participación femenina en el proceso electoral de ese año llegó a ser muy intensa en
su labor propagandística, “fenómeno que no había ocurrido anteriormente”.
179
En las décadas de 1940 y 1950 los diputados provincianos, sobre todo del sur, apoyaron el
derecho de las mujeres a la ciudadanía y el sufragio.
Los sectores conservadores que ya habían rechazado el voto a los analfabetos y jóvenes se
pronunciaron contradictoriamente a favor del voto femenino irrestricto. Sostenían que no existía
razón para diferenciar la capacidad política del hombre y la mujer y que en ninguna democracia
moderna que se preciara de tal se negaba este derecho. La única limitación que planteaban era
aquella exigida para los varones: saber leer y escribir.
Esta propuesta de los parlamentarios conservadores era sin lugar a dudas el oportunismo
político más notorio que siempre mostró la derecha nacional. Los apristas sostuvieron la posición
del voto calificado. Para el emergente partido de masas de los años 30 como el APRA, contar
con la presencia femenina en sus filas era necesaria para su incorporación a la vida política.
Sin embargo, sus diferencias de clase con los conservadores y la posibilidad de perder futuras
elecciones a causa del bajo nivel de conciencia de las futuras votantes, lo llevó a plantear en el
parlamento el voto calificado.
El sindicalista Arturo Sabroso, llevando sus diferencias políticas al máximo frente a los con-
servadores, llegó a sostener que puede haber en las filas conservadoras, elementos purísimos y
principistas, pero la finalidad política del conjunto no es sino captar la voluntad enfermiza de la
mujer fanática...”. A nombre del Partido Socialista, el diputado
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Arca Parró planteaba el voto, universal sin reserva, defendiendo lo que él llamaba Voto Fe-
menino Amplio. Sin embargo, consideraba que las condiciones no estaban maduras, pues las
mujeres no habían luchado para conquistar este derecho.
Luciano Castillo del mismo partido, planteó que se otorgue a la mujer todos los elementos
para su propia liberación.
Es de resaltar que Magda Portal, entonces dirigente aprista puso énfasis en que el voto Ca-
lificado: “es una notable desigualdad con el varón ya que a éste, sea de la condición social que
sea, se le permite el derecho al voto universal y a la mujer se la limita y se la califica de acuerdo
a su posición social y económica...” (Hacia una nueva mujer. 1931). A pesar de esta posición
lúcida, sujeta a su condición de militante, dice finalmente que “dentro del moderno concepto de
democracia funcional, no de democracia burguesa, el voto de valor ha de ser de calidad y no de
cantidad, así el voto de la mujer que trabaja junto a la que vive parasitariamente, tiene el innegable
valor de la superioridad como elemento de producción, como factor de progreso social…”
El clientelaje político
A Sánchez Cerro (1931), sucedieron Benavides, Manuel Prado, José L. Bustamante y final-
180 mente el General Manuel A. Odría, vía golpe de Estado (1948). Todos ellos representantes de la
oligarquía en el gobierno.
Odría gobernó con un estilo represivo de clientelismo político. Buscando ser reelegido “de-
mocráticamente” en 1950 preparó sus bases sociales de apoyo vía asistencialismo. Estimuló la
migración masiva hacia la ciudad, apoyó a los trabajadores independientes como los choferes, y
a los obreros de la construcción civil, así como a los sectores marginados de producción.
Una vez elegido y para ganarse el apoyo mayoritario de las mujeres en una posible reelección
de 1956, decidió otorgarles el voto en 1955. Así, el Perú fue uno de los últimos países en forma-
lizar este derecho. Esta medida resucitó los viejos debates prejuiciosos en torno a la capacidad
femenina para decidir políticamente.
Al respecto Federico More escribía en 1954, “no es que nos opongamos al voto femenino, lo
que pedimos es que haya voto, votación y votantes, todo a la de verdad, de ser así que voten hasta
los analfabetos… En el Perú, el voto femenino del cual no son partidarias muchas mujeres —qui-
zás la mayoría— será un voto eclesiástico y útil para fraguar mayorías. El voto femenino lo que va
a traer es confusionismo y perturbación, atomizando las elecciones” (Caretas).
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Posteriormente, en 1956, Jorge Vigil en un artículo para “Caretas” decía: “¿Voto femenino?
¿Para Qué? ¿Cómo se explica entonces que se dé el voto a las mujeres, que por su condición
especial, todos sabemos tienen nivel cultural más bajo aún que el de los hombres? … si cien años
de ejercicio cívico no han capacitado aún a los peruanos al punto que se nos limite este derecho:
¿cómo se explica que hace concedérsele voto a las mujeres menos preparadas todavía…?”.
La ciudadana peruana cumplió por primera vez su obligación de votar, en las elecciones del
año 1956, eligiendo en la Cámara de Senadores a Irene Silva de Santolalla y en Diputados a
Matilde Pérez Palacios. Transcurrida la primera mitad del siglo XX las mujeres en la mayor parte
del mundo, no teníamos categoría de ciudadanas, ni derechos políticos reconocidos. En muchos
países de Europa, entre ellos Italia, Suiza, Francia y Grecia, las mujeres accedieron al voto recién
después de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo muchas mujeres obtuvieron el derecho al 181
voto pero no se les permitió ser elegidas en cargos públicos.
La primera juez
El derecho de sufragio, abrió también a la mujer la oportunidad de ser elegida juez; esto es,
ingresar a la carrera judicial que antes, pese a ostentar el título de abogada, por carecer del ejer-
cicio de la ciudadanía, la Ley Orgánica se lo impedía. La Abogada y senadora por la República
Rosa Estrada Alva en los años 1980-1985 ha contribuido notablemente al conocimiento de las
diferentes situaciones que antecedieron a la obtención del sufragio femenino a través de artículos
periodísticos y ensayos sobre el tema del sufragio femenino en el Perú.
La mujer en la política
Con el surgimiento de los grandes movimientos político-sociales y de las ideas de los años
veinte, vemos surgir un notable grupo de mujeres que combinan la actividad intelectual, la prác-
tica política, la lucha social y la reivindicación femenina dentro de los mismos.
Destacaron, en el APRA, lideresas como Eva Morales, Nita Pérez, Susana Medrano y Teodolin-
da de Gamero. Mención especial merecen Magda Portal y Carmen Rosa Rivadeneira, a quienes
la consecuencia con su feminismo naciente las colocará, tiempo después, fuera del partido de
Haya de la Torre.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
En el naciente Partido Socialista y el movimiento de ideas liderado por Jose Carlos Mariátegui
sobresalen: Adela Montesinos, Alicia Bustamante, Carmen Pizarro, Celia Bustamante, Raquel y
Estela Bocángel.
El primer gran impacto del voto femenino en la política peruana fue romper la barrera que se-
paraba el mundo privado doméstico del público, el quiebre resultó ser tal que, si antes el Estado
no tenía derecho a meterse en lo que sucedía en el hogar porque se consideraba un problema de
la familia, entonces normó hasta las relaciones íntimas de la pareja con el propósito de hacerlas
más justas.
Desde que se otorgó el derecho al voto femenino los avances fueron paralelos en todo or-
den. Las mujeres tienen hoy libre acceso al mercado laboral, lo que les dio poder económico,
independencia, y una mayor autovaloración como personas: a mayor independencia, menos
violencia de sus parejas.
La mujer consiguió otras leyes, como aquella que castiga el acoso sexual y la que permite
182 que los delitos de violación puedan ser denunciados por terceros, librando de este trámite a la
víctima, muchas veces golpeada, avergonzada y en crisis emocional.
A esto se suman normas que establecen el régimen de bienes dentro del matrimonio, la sepa-
ración del mutuo acuerdo y otras más, que le otorgan a la mujer la condición de ciudadana con
plenos derechos respetados y dejan atrás su antigua condición de propiedad del marido.
Se considera que en el plano normativo las mujeres están casi en las mismas condiciones
que los varones, con la exigencia de todo un bagaje de normas que regulan situaciones que las
afecta.
Lo que hace falta es pasar de la igualdad de derechos a la igualdad de hecho, achicar la bre-
cha entre lo que se dice y lo que se hace.
Congreso y contó con la generosa contribución de la Agencia Sueca para el Desarrollo Interna-
cional (ASDI). Me tocó como representante y vocera publica del PDD, Partido Democrático Des-
centralista posteriormente, Partido Socialista; ser parte de este esfuerzo. El Perú cuenta ahora
por primera vez con una ley de partidos, superando así el vacío político existente que por falta
de voluntad política impidió que el 79, vía la Constitución se aprobara la Ley de partidos; y dio
continuidad a un debate democrático y público que se inició hace 20 años en 1983 y se frustro
nuevamente con el autogolpe del cinco de abril de 1992.
La Ley puso fin al desorden y la anarquía en esta materia ya que contribuye al fortalecimiento
del Sistema Político: pese a que debemos señalar que la promulgación de una norma por si sola
no resuelve, la crisis del sistema político, ni la crisis de representación, que son bastante más
profundas.
Cuatro son los asuntos de debate público pendiente que generó la Ley:
1. el financiamiento publico
2. los partidos regionales,
3. el conflicto de competencias ONPE, JNE y
4. el referido a los tránsfugas (articulo que no fue incluido).
Esta ley resulta fundamental, y el debate producido que se generalizó en la opinión pública, 183
ya que existen todas las posibilidades de modificaciones posteriores en tanto toda norma es
perfectible y debe ser mejorada.
La norma fue aprobada consensualmente con la sola excepción de dos artículos, los mismos
que en el debate de Transparencia fueron aprobados con la opción favorable del APRA y el PPC
(financiamiento público y fuerzas regionales), que luego en el marco de su aprobación tuvieron
una posición pública, contraria a la que manifestaron en el debate con Transparencia.
El Articulo 26º esta referido a la: “Participación de hombres y mujeres en elecciones del partido
político. En las listas de candidatos para cargos de dirección del partido político así como para
los candidatos a cargos de elección popular, el numero de mujeres u hombres no pueden ser
inferior al treinta por ciento del total de candidatos.
Pese a que la gran mayoría de los anteproyectos de ley de las diferentes fuerzas políticas no
incorporaron la cuota de género, el artículo fue aprobado por consenso y es el asunto principal
que en este texto queremos destacar, ya que la norma resulta de mayor importancia, política y
estratégica, que la cuota de género establecida para las listas electorales (1997-2002).
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Recuadro Nº 16
Primera Representacion Parlamentaria Femenina - 1956
Senadoras
1. Irene Silva de Santolaya, representante por Cajamarca. Pradista
Diputadas
2. Lola Blanco Montesinos de La Rosa Sánchez, por Ancash. Pradista.
3. Alicia Blanco de Montesinos de Salinas, por Junín. Pradista.
4. Carlota Ramos de Santolaya, por Piura. Pradista.
5. Juana Ubilluz de Palacios, por Loreto. Pradista.
6. Manuela Billinghurst López. por Lima. Aprista.
7. María de Gotuzzo, por La Libertad. Aprista.
8. Matilde Pérez Palacios Carranza, por Lima. Belaundista.
Cuadro Nº 43
Recuadro N’ 17
Hechos y cifras
• En el 2003, solo 13 de 180 países eran liderados por mujeres.
• Solo 15 % de las parlamentarias en el mundo son mujeres.
• 7% de los gabinetes en el mundo son jefaturados por mujeres.
• En la ONU las mujeres ocupan el 9 % de los cargos directivos.
• NORUEGA: 42.1% Mujeres con puestos en el Gobierno a nivel ministerial (IDH, 2000).
En 1981, Ley para la Igualdad de Sexos: cuota de género del (40%).
• COLOMBIA: 47.4% Mujeres con puestos en el Gobierno a nivel ministerial (IDH). En el
2000, promulgación de la Ley Nº 581, 30% de participación femenina, cargos de impor-
tante nivel decisorios.
• PERU: 16.2% Mujeres con puestos en el Gobierno a nivel ministerial en el Perú (IDH,
2000).
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Cuadro Nº 44
Cronología del Voto en otros países
PAÍS AÑO
Ecuador 1924
Brasil 1932
Uruguay 1932
Cuba 1933
El Salvador 1939
Guatemala 1945
Panamá 1945
Argentina 1947
Venezuela 1947
Chile 1949
Bolivia 1952
México 1953
Colombia 1954
Perú 1955
Paraguay 1961
186
Cuadro Nº 45
Porcentaje Actual de Mujeres Parlamentarias:
35% Costa Rica
34% Argentina
28.3% Perú
22% México
20% Nicaragua, Cuba
19% Trinidad y Tobago
18.7% Panamá
15% Chile
Países en mejor situación
País Porcentaje
Rwanda 48.8%
Suecia 45.3%
Finlandia 37.5%
Cuba 36.0%
España 36.0%
Costa Rica 35.1%
Argentina 34.0%
Sudafrica 32.8%
Alemania 32.2%
Perú 28.3%
Vietnam 27.3%
Australia 25.3%
Uganda 24.7%
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Gráfico Nº 55
Radiografía del nuevo congreso 2006 - 2011
187
Gráfico Nº 56
Debutantes en el congreso por agrupación política
Fuente: ONPE, actualizado al 99.67% de actas computadas el 31/05/2006 a las 13:06:56 horas
Elaboración propia.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Gráfico Nº 57
Radiografía del nuevo congreso 2006-2011
188 Fuente: * ONPE, actualizado al 100.000% de actas computadas el 05/06/2006 a las 11:08:55
horas
* Hojas de vida de los candidatos, registrados y publicados por el Jurado Nacional de elecciones.
Elaboración propia.
Gráfico Nº 58
Congresistas por agrupación política
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Gráfico Nº 59
Elecciones 2006: votos obtenidos
Voto Voto Voto Palamento
Presidencial Congresal Andino
Unión por el Perú 3,758,258 2,274,797 2,044,863
Partido Aprista Peruano 2,985,858 2,213,623 1,927,836
Unidad Nacional 2,923,280 1,648,717 1,812,385
Alianza por el futuro 2,912,420 1,408,069 793,442
Frente de Centro 706,156 760,261 479,365
Perú Posible 441,462 193,685
Restauración Nacional 537,564 432,209 435,844
Votos Blancos 1,737,045 1,682,768 4,133,233
Votos Nulos 619,573 2,188,789 1,960,566
Fuente: • ONPE, actualizado al 100.000% de actas computadas el 05/06/2006 a las 11:08:55
horas
• Hojas de vida de los candidatos, registrados y públicados por el Jurado Nacional de
elecciones.
Elaboración propia.
189
Recuadro Nº 18
Cronología de lucha por la ciudadanía
Maria Jesús Alvarado expuso por primera vez el Primer Programa
1911:
Feminista de la Mujer Peruana.
María Jesús Alvarado funda Evolución Femenina, primera organización
de mujeres del Perú. Sus fines más importantes fueron lograr el acceso
1914:
igualitario de las mujeres a la educación, la función pública y el derecho
de sufragio.
Se crea el Comité Femenino del Movimiento Obrero, que presidió
1919:
Miguelina Acosta.
Zoila A. Cáceres organizó y presidió la Segunda Agrupación del
1924:
Feminismo Peruano.
Magda Portal, fundadora del APRA y primera dirigente del Comando
1931: Femenino, llamó a mujeres para debatir políticamente los derechos de
las mujeres en el hogar y la sociedad.
1932: Asamblea Constituyente: gran debate sobre el sufragio femenino.
Se concede derecho al voto Municipal a las mujeres, Constitución de
1933: 1933, Art. 104 lo incorpora, pero no se implementa. Magda Portal es una
voz solitaria.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
En los comicios Generales de 2006 encontramos que desde el inicio del proceso, las mujeres
participaron más ampliamente a través de un número mayor de candidaturas: tres candidatas
presidenciales (Unidad Nacional, Alianza por el Futuro y Coordinadora Descentralista) y varias
candidatas a vicepresidentas (Partido Socialista, Partido Aprista, Justicia Nacional y otros). Asi-
mismo, salvo algún problema en el caso del Parlamento Andino, los partidos cumplieron con la
cuota de participación femenina en las listas de candidatos al congreso y, en algunos casos, el
número de candidatas fue mayor al mínimo exigido (Coordinadora Descentralista).
Cabe resaltar que los resultados en la elección congresal nos muestran un fenómeno que se
ha repetido desde 1995: el candidato más votado es una mujer (en 1995, Martha Chávez; en
2000, Martha Hildebrandt; en 2001, Ana Elena Townsend y en 2006, Keiko Sofía Fujimori; aunque
para este último caso habría que tener en cuenta que no pertenece a la lista más votada como en
los anteriores). Adicionalmente, en los últimos comicios generales, entre los más votados figuran
una mayoría de mujeres: además de la candidata de Alianza para el Futuro (AF); Mercedes Ca-
banillas, del APRA, en tercer lugar; Gabriela Pérez del Solar, de Unidad Nacional, en cuarto lugar;
Luisa Cuculiza, de Alianza para el Futuro, en sexto lugar.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Para el período 2006-2011 existen 35 congresistas elegidas, con lo cual la actual participación
femenina en el Parlamento supera las 22 congresistas que tenía el congreso anterior. Igualmente,
en términos porcentuales se pasaría del 18,33% al 28.3%, un aumento significativo que mantiene
la tendencia creciente de la participación política de las mujeres en el Parlamento. Adicional-
mente, han sido elegidas dos representantes al parlamento andino de un total de cinco repre-
sentantes. De esta manera, el congreso peruano pasa a ser, junto con Argentina y Costa Rica, el
congreso con mayor representación de mujeres en América Latina y el Caribe y ocupa el puesto
17 en el ámbito mundial.
Respecto a las elegidas, podemos señalar que el mayor número se concentra en Lima y Ca-
llao, con 11 representantes; de ellas, cuatro son de Alianza por el Futuro, dos del APRA, dos por
Unidad Nacional (UN), una por el Frente de Centro, una por Restauración Nacional y una por
Unión por el Perú (UPP).
En los departamentos del norte (Tumbes, Piura, Amazonas, Lambayeque, La Libertad, Caja-
marca) hay siete congresistas electas, cuatro pertenecientes al APRA, una a UN, una a UPP y
una a AF.
En los departamentos del centro (Huánuco, Pasco, Junín, Áncash, Huancavelica, Ica) fueron
elegidas cinco mujeres, tres por el partido UPP, una por UN y una por el APRA.
192
En los departamentos del sur (Arequipa, Ayacucho, Cusco, Apurímac, Puno, Moquegua, Tac-
na) han sido elegidas nueve, ocho de UPP y una por el APRA.
Por último, en los departamentos del oriente (San Martín, Loreto, Ucayali y Madre de Dios)
resultaron elegidas dos representantes, una por UPP y otra por el APRA.
Por región geográfica, en la costa han sido elegidas dieciocho congresistas; en la sierra,
quince; y en la selva, dos.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Recuadro Nº 19
Parlamentarias electas
Nº Organización Política Distrito Electoral Nombres de Congresistas
Muchos partidos cumplen con la formalidad de colocar mujeres (pese a que lamentablemente
500 listas no lo hicieron en las elecciones del noviembre del 2002), pero debemos señalar la ma-
yoría no apostó por esas candidaturas femeninas. Esta norma permite reflexionar en la eficacia
de la cuota la que hoy no puede seguir al margen de la institucionalidad partidaria.
Hoy día la mayoría de las candidatas de las listas no militan en los partidos y eso debe ser
un serio motivo de reflexión del feminismo y de las propias organización políticas y sobre todo,
de la búsqueda de nuevos instrumentos y mecanismos para la democratización interna de los
partidos, (incluida la democracia de genero) ya que los partidos políticos son los que controlan
el acceso y el avance de las mujeres en las estructuras del poder político.
“A fin de alcanzar posiciones de liderazgo, la mujer debe ascender dentro de los partidos, los
cuales tienen la capacidad exclusiva de nominar a los y las candidatas a cargos públicos. Los
partidos Políticos históricamente se han caracterizado por ser estructuras sexistas que no incor-
poraban a sus filas a las mujeres en igualdad de condiciones que a los varones, impidiéndole el
acceso a los puestos de dirigencia”. Por ello, afirmamos que la actual ley de partidos es favorable
a las mujeres.
194
Las cuotas de género en América Latina
Argentina, (1991) fue el primer país en adoptar el sistema de cuotas a favor de incrementar
la participación política de las mujeres; las argentinas se inspiraron en el sistema utilizado por
el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) así como por normas y convenios internacionales
sobre la igualdad de sexos.
Las dirigentas argentinas viajaron a otros países para compartir sus experiencias y hablaron
sobre el mecanismo en diferentes reuniones, nos toco estar con ellas en los Encuentros Feminis-
tas, en el Parlamento Brasilero y en la ciudad de Sao Paulo con las regidoras del PI, como parte
de la red de mujeres latinoamericanas de Partidos Políticos.
El impulso decisivo vino después con la IV Conferencia sobre la Mujer, celebrada en Beijing en
1995, que apoya el derecho de las mujeres a participar en la toma de decisiones. Y que insta a
los gobiernos a garantizar el “acceso equitativo y la plena participación de las mujeres en las es-
tructuras de poder y toma de decisiones”, así corno considerar la posibilidad de adoptar políticas
de acción afirmativa para lograr una equidad de genero en los órganos de toma de decisiones.
En los últimos 13 años (1991 -2003), once países latinoamericanos adoptaron leyes para el
establecimiento de cuotas para la participación de las mujeres en elecciones legislativas, que
oscilan, entre el 20 y el 40 por ciento. Venezuela rescindió este mecanismo.
Colombia, promulgo una ley que establece que las mujeres ocupen el 30% de los cargos de
funcionarios encargados de la toma de decisiones en el Poder Ejecutivo.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
La aprobación de la Ley de cuotas en el Perú, no es valida solo para un partido, sino para
todo el sistema de partidos, lo cual es un verdadero salto cualitativo a favor de las peruanas y la
renovación de los liderazgos políticos.
Recuadro Nº 20
Partidos políticos con sistema de cuotas en AL
Brasil: Partido dos Trabajadores 30%
Chile: Partido Socialista 30%
Partido por la Democracia 40%
Partido Demócrata Cristiano 20%
Costa Rica: Partido Unidad Social Cristiana 40%
El Salvador: Frente Farabundo Marti para la Liberación Nacional 35%
México: Partido Revolucionario Democrático 30%
Partido Revolucionario Institucional 30%
Nicaragua: Frente Sandinista de Liberación Nacional 30%
Paraguay: Asociación Nacional Republicana 20%
Venezuela: Partido Acción Democrática 20%
Perú: Todo el Sistema de Partidos 30%
195
Hace falta también avanzar en la modificación de la división sexual del trabajo y los roles
sociales asignados tradicionalmente a hombres y mujeres. La actual Ley representa un avance
de la legislación a favor de la democracia. La presencia de las mujeres en las actividades y
la organización política crearán un escenario propicio para difundir los derechos y deberes
políticos de las mujeres y lograr así compromisos más concretos.
En el Siglo XXI, nuestro reto implica mayor presencia en las instancias de decisión y poder.
Contamos a nuestro favor con la creciente aceptación pública de elegir representantes
mujeres. La mayor disposición al voto por las mujeres democráticas es aún un gran desafío,
que implica afirmar cambios en la voluntad de hacer política partidaria, por parte de las propias
mujeres.
Sólo así afirmaremos que un cambio sin las mujeres, es sólo cambio a medias, y que nuestra
meta, es la mitad del cielo, la mitad de la tierra y la mitad del poder.
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
De acuerdo al último Padrón Electoral emitido por el RENIEC para las elecciones de revoca-
torias de autoridades municipales, la población electoral asciende a 15 millones 923 mil 264, de
los cuales, 7 millones 982 mil 622 (50.1%) son mujeres, mientras que 7 millones 940 mil 642 son
varones (49.8%).
En cuanto a la población de los ciudadanos y las ciudadanas que residen en el Perú, se puede
apreciar que el número de electores de ambos sexos es equivalente, para determinarla mejor, es
importante destacar esta proporción según las distintas regiones del Perú.
En las elecciones regionales del 2002, el 12% de los presidentes regionales electos fueron
mujeres, representando a las Regiones de Huánuco, Moquegua y Tumbes, porcentaje que se in-
crementó a 16.6% luego de la asunción de la presidencia del gobierno regional de Apurímac por
una mujer, en septiembre 2004, tras la revocatoria del titular. Las mujeres electas conformaron el
16% de vicepresidentes regionales y el 22.3% de consejeros regionales
Los resultados de la elección parlamentaria de abril 2006 colocaron al Perú dentro del grupo
de los 13 países del mundo con mejor situación por la mayor representación de mujeres en sus
congresos: Rwanda 48.8%, Suecia 45.3%, Finlandia 37.5%, Cuba 36.0%, España 36.0%, Costa
Rica 35.1%, Argentina 34.0%, Sudáfrica 32.8%, Alemania 32.8%, Perú 28.3%, Vietnam 27.3%,
Australia 25.3%, Uganda 24.7%.
Pero las siguientes elecciones, esta vez para elegir autoridades regionales y municipales en
noviembre del mismo año, hicieron retroceder todo el esquema, haciendo regresar al país hacia
una de las peores estadísticas sobre igualdad política a nivel mundial (Libia tiene el 0%)
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Ninguna mujer fue elegida para las 25 presidencias regionales en disputa. Actualmente la
Vice Presidenta de la Región Lambayeque ocupa el sillon presidencial y sólo tres mujeres (2%)
alcanzaron el sillón de alcaldesa en las 195 provincias (una sola en capital de departamento:
Cusco, Marina Sequeiros). Esta caída tan pronunciada no podía tener otra explicación que la
persistencia del enfoque antipartido entre muchas mujeres, es decir la negativa a organizarse y
a plantear políticamente sus intereses. Al lado de ello, están los errores de falta de vigilancia de
los promotores de la equidad.
Gráfico Nº 60
Perú: Número de ALcaldes de las municipalidades
por sexo, 2006-2008
197
Cambios necesarios
Cuadro Nº 46
RESUMEN DE AUTORIDADES MUJERES ELEJIDAS A NIVEL REGIONAL ,
PROVINCIAL Y DISTRITAL EN EL PROCESO DEL 19 DE NOVIEMBRE 2006
Nacional de las
Mujeres
199
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
La Plataforma de las Mujeres de las Organizaciones Sociales del 2009, es un hito del renaci-
miento de la organización popular en el Perú. Es la convergencia de muchas plataformas de or-
ganizaciones diversas, para un sólo espíritu de lucha por el cambio, igualdad de oportunidades,
derechos laborales de las mujeres, al lado de los económicos de las productoras del campo y
las microempresarias urbanas y rurales; la seguridad social, con el derecho a la salud, al agua
y la vida de millones de mujeres desprotegidas; los programas de desarrollo, infraestructura y
servicios, y las demandas de reinserción y reparación de las víctimas de la violencia política; la
autonomía de las organizaciones de sobre vivencia y el derecho a luchar por ampliar y controlar
el uso de los recursos y participar de la gestión de los programas sociales desde la toma de de-
cisiones; el empleo, especialmente de las jóvenes, la protección de las trabajadoras del hogar, el
acceso al trabajo de las mujeres con algún grado de discapacidad; la erradicación de la violencia
sexual y la violencia doméstica, la homofobia, la migración, que afecta principalmente a mujeres,
adolescentes, niños, niñas rurales y adultas mayores.
La Plataforma también es una mirada femenina a los llamados “grandes problemas naciona-
les”, como son los de la los de la educación de calidad y el acceso a la vivienda, a la salud y al
agua para todos; los de la democracia, la participación, la fiscalización y las redes de control y
vigilancia social; la deuda externa, las privatizaciones, la inversión, el Tratado de Libre Comercio,
las patentes, los precios y el mercado, los movimientos mundiales de resistencia al modelo neo-
liberal; la migración; los de la reforma del Estado, la descentralización y la nueva Constitución
200 incluyente para todas y todos.
Síntesis de prioridades
de algunas
organizaciones, incluidas
en la Plataforma:
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Mujer rural
El Gobierno de turno Juan Velasco Alvarado decreta una Resolución de Decreto de Supremo
RT-70 para las trabajadoras del hogar y fue la más revolucionaria en su época por que revindica
la ecuación obligatoria y salud jubilación.
29 de abril de 2003, se realiza una movilización a nivel nacional organizado por CCTH – IPRO-
FOTH –PROENDOH, con el objetivo de discusión y aprobación de la ley de las trabajadoras del
hogar en el Congreso de la República.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
El 6 de Mayo del 2003, el Congreso de la Republica aprueba la ley 27986 para trabajadoras
del hogar y el Poder Ejecutivo el 2 de Junio del 2003 lo aprueba Ley 27986 de Trabajadores del
hogar, donde se destacan los siguientes derechos:
CTS ½
Vacaciones ½
Gratificaciones ½
En Navidad 25 de Julio
Días Libres del calendario
Pago de salud 9/8 envase sueldo mínimo
Una vez aprobada la Ley por el Poder Ejecutivo, el plazo de reglamentación de la misma era de
30 días hábiles, sin embargo al transcurrir dos meses del tiempo establecido, podría suceder que
la misma quedara sin efecto, es por ello, que ante la preocupación de hecho, la CCTH gestiona
al ministerio de trabajo para su reglamentación, logrando así, que el 19 de noviembre de 2003 la
Ley de TH, tenga su reglamentación, lo cuál brindó garantía y confianza a las TH.
Los problemas que aquejan al sector de Trabajadoras del Hogar tiene varias aristas;
Laboral, el 90% de las 700.000 empleadas del hogar nivel nacional, se concentra en Lima y el
promedio trabajan de 10 a 16 horas diarias, incumpliendo el marco normativo que señala 8 horas
efectivas, o un máximo de 48 horas semanales.
El salario que reciben en provincias van de 50 a 150 soles, en Lima, oscilan entre los 250 y
400 soles, sin contar el valor de las horas extras que no son remuneradas
En la actualidad 200 mil niñas son empleadas del hogar y la mayor parte de ellas tiene pri-
maria incompleta y muchas veces reciben sólo propinas como salario, sin descanso dominical y
tampoco vacaciones
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
El acceso a la educación para el sector, es difícil ya que no se respetan las 8 horas de trabajo.
Por otro lado, las instalaciones de los colegios son inadecuados, poco motivadores y sobretodo,
las educandas son excluidas de toda actividad festiva, cultural y de recreación.
El incumplimiento de la Ley de TH tiene sus causas en la cultura que mantiene al día de hoy
nuestra sociedad, en la cual predomina una ideología de discriminación y de dominación, ba-
sada en las relaciones de género, el origen étnico o racial y la situación socio económica de las
personas.
Movimiento lésbico
Para las lesbianas del Perú la situación de invisibilidad, desigualdad, discriminación y exclu-
sión, tiene como base sistemas de jerarquización y desigualdad, de dominación, subordinación
control de las identidades, los medios de comunicación, la sexualidad, la reproducción y el
erotismo.
Estos sistemas que se retroalimentan entre sí, constituyen trenzas tutelares tupidos de domi-
nación, subordinación y control que operan desde antes de nacer y sistemáticamente a lo largo
de nuestra vida, atentando, incluso, contra nuestra capacidad de desear y hacer para lograr la
justicia, convirtiéndonos en nuestras propias carceleras.
Al respecto, los colectivos de mujeres lesbianas resumen sus demandas en los siguientes
puntos prioritarios:
Exigir que los gobiernos tanto central, regional y locales garanticen sus derechos a la
dignidad, igualdad, no discriminación, libertad, lo cual supone libre desarrollo de la per-
sonalidad.
Exigir al Poder Judicial y al Ministerio Público garantizar la protección de las lesbianas,
tramitando con celeridad sus denuncias (lo cual no ocurre) por delito de discriminación
por su opción sexual pues los procesos son lentos y casi siempre archivados.
Que se modifique la Ley de Igualdad de Oportunidades entre hombres y mujeres, en la
que se excluye no sólo a las lesbianas, sino a los homosexuales en general.
Piden que los poderes del Estado respeten el principio constitucional de la laicidad en el
Estado, es decir, la independencia entre el Estado y la Iglesia como base de una demo-
cracia que respete la libertad de creencias.
La inclusión, por parte del sector Educación, de una currícula de educación sexual que
informe sobre la diversidad de opciones sexuales que existen y el respeto hacia ellas.
Que el Ministerio de Salud establezca un protocolo de atención, para que no se discri-
mine a una paciente por ser lesbiana.
Derecho a un trabajo digno, así como el derecho de llevar un estándar de vida adecuado.
205
“Nadie puede ser despedido de su trabajo por ser lesbiana”.
Respeto al derecho de acceder a los programas del Estado, ya sea en el sector Vivienda,
Salud, etc.
Derecho a la asociación o reunión pacifica con cualquier objeto lícito: reunión con fines
recreativos y deportivos.
Sanción administrativa y penal a quiénes niegan los trámites para poder llevar a cabo
evento públicos lícitos.
Garantizar el derecho a la libertad de opinión e información
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
206
Prácticas culturales
estereotipadas de
discriminación
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
208
Cultura y Medios
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
de Comunicación
209
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Los medios de comunicación son parte fundamental en las sociedades democráticas y tienen
una gran la responsabilidad en la imagen pública de la mujer a través del lenguaje que utilizan.
Este lenguaje puede ocultarlas, discriminarlas e incluso denigrarlas.
La visión sexuada de las mujeres a lo largo de los años nos ha llevado a crear una construc-
ción social que marginó y subordinó a millones de personas. Estas imágenes simplificadas de la
vida de las mujeres se limitaron entonces a su rol como madre y familia, a ocupar los espacios
privados, los ámbitos de lo doméstico, nos alejaron de las acciones públicas como la política y
la producción.
La discriminación de género a través de los medios adquiere diversas formas. Puede ser ex-
presada a través del silencio de ciertos temas, con imágenes distorsionadas, y ausencia de las
mujeres como sujeto actuante de la noticia.
En julio del 2004, el gobierno peruano aprobó la Ley 28278 de Radio y Televisión, que incluye
un Código de Ética para la emisión de mensajes.
Sin embargo persisten los medios de comunicación que transmiten mensajes con imágenes
y mensajes sexistas y estereotipados que profundizan la discriminación y subordinación de las
mujeres.
La emisión de mensajes en los medios de comunicación masiva es uno de los grandes temas.
De hecho hay una persistencia de medios que transmiten mensajes sexistas y estereotipados
que profundizan la discriminación y subordinación de las mujeres. La libertad de prensa no pue-
de ejercerse en desmedro de los derechos e intereses de una parte de la población.
El Terremoto nos
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
recuerda lo que
somos
211
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Al concluir una primera versión de este trabajo, el Perú fue estremecido por la tragedia de
los pueblos del llamado “sur chico”, que corresponde a las provincias del sur de Lima, el de-
partamento de Ica y Huancavelica. Hemos sufrido la pérdida de más de 500 vidas, un número
muy grande de heridos y una devastación de ciudades y pueblos que sobre pasa el 80% de las
viviendas y gran parte de los servicios.
El terremoto que era un evento anunciado por las características geográficas y naturales del
Perú y que incluso había sido previsto en el lugar en que ocurrió, encontró al país sin políticas de
prevención, alardeando de crecimiento económico, exportaciones y nuevos ricos. Irónicamente
la misma zona del desastre, era una de las más promisorias del modelo de crecimiento y ahí
no se habían hecho las inversiones necesarias para defenderse de los embates naturales y ni
siquiera se había progresado en los servicios, de modo que pudieran responder eficazmente a
una emergencia.
Muchas mujeres se cuentan entre los muertos y heridos. Pero sobre todo en los que ahora
cargan con la responsabilidad de la reconstrucción. Este es un punto clave que no se debe per-
der de vista porque en los siguientes años el destino de Pisco, Ica, Chincha, Cañete, Huaytará y
demás localidades afectadas será clave para apreciar la clase de país y de convivencia humana
nos proponemos. Reconstruir no es sólo poner nuevamente un ladrillo sobre otro, sino definir
una perspectiva sobre el país que queremos.
212
Reflexiones
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Finales
213
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Qué bueno llegar al final y poder decir que las mujeres peruanas han poblado este texto con
su vida, sus logros, sus dolores, sus luchas, su cansancio y su alegría inagotable, para seguir
ganándole la batalla a la pobreza, al hambre, la discriminación, la injusticia, todos y cada uno de
los días. Esa enorme batalla que empiezan las mujeres mucho antes de salga el sol, antes de
abrir siquiera los ojos y de dar inicio a la tensión de fuerzas que supone «resolver el desayuno»,
esa guerra que dura hasta el fin del día, que nos deja exhaustas, luego de mil nuevas y viejas
experiencias.
Las mujeres peruanas protagonistas no son de las que se preguntan por qué, ellas son de las
que dicen “por que no”, su fuerza milenaria y vivaz, las ha llevado a mil batallas y búsquedas, y es
así que han salido de sus casas, y se han organizado para resolver, el pan, el empleo, la vivienda,
la paz, la producción, el mercado y por que no, además, su derecho a la equidad a la ciudadanía,
al desarrollo, y a mucho más a su derecho a pensar, a amar, a decirlo todo con su propia voz, a
no callar y a defender y ejercer su derecho a gobernar, y al “bien vivir”.
Hay sin embargo otras mujeres que han logrado una posición que desde la cual miran con
desdén a las que no hablan tan cultamente como ellas, o nunca tuvieron las oportunidades de
educarse o cuidar su salud, como lo hace el que tiene un poco de dinero. Representar a una
mujer no es un asunto de pertenecer al sexo, sino de ubicarse en la posición política, social,
cultural, de saber ser mujeres. Por eso a veces nos decepcionamos tanto de ayudar a que una
mujer ocupe un cargo para que después se olvide de las de su género.
214
Urge apostar por ello por nuevos liderazgos femeninos; urge luchar porque sean democráti-
cos; y urge jugarse con todas las fuerzas para que sean la voz de un colectivo hermanado en una
utopía común, derrotar a la pobreza y a la muerte, confiados en que la ventaja tenaz de la vida
sobre la muerte no ha podido ser derrotada. Gracias a la vida esa ventaja aumenta y se acelera.
Sin embargo en el 2009, cerca de culminar la primera década del nuevo siglo hay que pen-
sar en todo lo que es posible hacer para no desvincular el futuro del hoy día. Afirmamos nuestra
opción por el futuro como tarea, la que nos compromete desde ayer en un largo caminar en el
aprendizaje de reconocernos: varones y mujeres, diferentes y complementarios, en una apuesta
común por relaciones armónicas construyendo juntos la equidad de género: apostando juntos
por el futuro del Perú de todas las sangres.
Nuestra opción por apoyar la lucha de las propias mujeres por mejorar su condición de vida,
su visibilidad y autorepresentación implica la modificación de su condición social dentro de sus
propias familias, sus comunidades y la sociedad en su conjunto.
Este libro busca servir aún más para apoyar a la mujer que busca superar su condición de sub-
ordinación y de dominada, para acceder a roles de decisión, de responsabilidad y conducción,
para que el acceso al poder, familiar, local, comunal, nacional, no sea privativo de la condición
masculina. Este proceso está basado en el proceso de autoconocimiento de autodiagnóstico
para la elevación de la autoestima, y de la confianza en sí mismos, tanto de varones como mu-
jeres, y el logro de la participación plena e integrada de la mujer y el varón en el desarrollo, en
equidad de condiciones.
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
En el umbral del siglo XXI y del nuevo milenio, y como proyección de nuestra voluntad de
futuro, ratificando nuestra opción por el cambio, la equidad y el desarrollo humano integral y pa-
ritario; nos proponemos, caminar juntos: varones y mujeres comprometidos en la construcción
del futuro, pues, hombres y mujeres somos los protagonistas primordiales de la búsqueda de
soluciones de los problemas que nos conciernen.
Este proceso, que es dinámico y participativo, tiene como preocupación central el reforza-
miento de las herramientas del diagnóstico y reconocimiento para la visibilización y la participa-
ción de las mujeres, ésta es una cuestión central para toda proyección futura. Los contenidos
más significativos de este proceso estarán dados, de manera muy especial por la incorporación
plena de las mujeres en el mismo, como una forma concreta de realizar la equidad, desde aquí
y ahora.
Una vez abiertas las compuertas es imposible impedir que el agua corra. Rotas las murallas
interiores, conquistados nuevos espacios, las posibilidades se presentan ilimitadas. Es interesan-
te constatar que las actividades de supervivencia de ninguna manera son consideradas como
algo definitivo: “Estos programas -dicen en sus testimonios-, poco a poco las mujeres deberían
ir dejando y haciendo actividades productivas que mejores en su situación”. Ciudadanas y pro-
ductoras: otra manera de decir, más sencilla por cierto, que de lo que se trata es de ir más allá de
las ficciones del liberalismo en la lucha por conquistar la auténtica libertad.
215
Con 32 años de relación ininterrumpida con las organizaciones de los trabajadores y mujeres
del Perú, esta realidad es cantera que nutre el quehacer cotidiano del Centro de Asesoría Laboral
del Perú - CEDAL. De ahí nuestro interés en apoyar y favorecer el conocimiento del diagnóstico
de la situación nacional de las mujeres, dirigido principalmente a las sindicalistas, mineras,
desplazadas, campesinas, a las indígenas, a las desocupadas, a las pensionistas, a aquellas que
tienen algún grado de discapacidad, a las afrodescendientes, a las lesbianas, a las trabajadoras
del hogar, a las amas de casa y de las organizaciones urbano-populares como el Vaso de Leche,
los Comedores Populares y los Clubes de Madres, a las jóvenes, a las redes de Mujeres, los
foros, las Redes y Mesas por la Equidad de Género en el Perú
Las mujeres organizadas son un agente social de primerísima importancia, tanto para el desa-
rrollo de las comunidades, como por su liderazgo colectivo potencial, así como para garantizar
la sostenibilidad del desarrollo.
Las mujeres, peruanas: protagonistas de este texto, han demostrado con sus iniciativas, en la
historia reciente, que son capaces de abrir canales de participación, gestión, liderazgo y solución
a los problemas que les atañen, en búsqueda de dar alivio concreto a los problemas y aspira-
ciones que las desafían y convocan: el cambio, el desarrollo, la descentralización, la democracia
con justicia social. La paz y el futuro, tienen la ternura y la firmeza del rostro de la mujer peruana
de todas las regiones.
Recuadros
16 Recuadro Nº 1
El 70% de las personas que viven en la pobreza son mujeres
18 Recuadro Nº 2
Pese al crecimiento económico aumentó la desigualdad en el país
32 Recuadro Nº 3
Hay por tí... mañana por mi
43 Recuadro Nº 4
CEPAL
Estructuras familiares, trabajo doméstico y bienestar en América
Latina
49 Recuadro Nº 5
El aborto clandestino en el Perú:
216 Una realidad critica en la salud de las mujeres
67 Recuadro Nº 6
Cien años de la Ley 801
75 Recuadro Nº 7
Se perdieron más de 50 mil empleos en los dos años del actual
gobierno
97 Recuadro Nº 8
Perú: El amor no mata, el machismo si
98 Recuadro Nº 9
Casos de Feminicidio en el Perú, mes de Enero 2009
106 Recuadro Nº 10
Plataforma de la Coordinadora Nacional de Despalazados y
Comunidades en Reconstrucción del Perú
CONDECOREP
110 Recuadro Nº 11
Panorama Social de América Latina
141 Recuadro Nº 12
El Plan nacional de Derechos Humanos y la Migración
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
145 Recuadro Nº 13
Feminización de las migraciones
153 Recuadro Nº 14
Pueblos sin atención
166 Recuadro Nº 15
Plataforma de las y los afro peruanos
184 Recuadro Nº 16
Primera Representacion Parlamentaria Femenina - 1956
185 Recuadro Nº 17
Hechos y cifras
189 Recuadro Nº 18
Cronología de lucha por la ciudadanía
193 Recuadro Nº 19
Parlamentarias electas
195 Recuadro Nº 20
Partidos políticos con sistema de cuotas en AL
217
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Cuadros
17 Cuadro Nº 1
Perú: Mujeres jefes de hogar censadas de 12 y más años, según
estado civil o conyugal, 1993 y 2007
22 Cuadro Nº 2
Indice de GINI departamentales
24 Cuadro Nº 3
Población según géneros
25 Cuadro Nº 4
Distribución de la Población por sexo y departamentos 1993 y
2007
218 26 Cuadro Nº 5
Departamentos en los que se observa mayor proporción de
población femenina respecto a la masculina 1993 y 2007
26 Cuadro Nº 6
Departamentos en los que se observa paridad en la estructura por
sexo entre 2003 y 2007
27 Cuadro Nº 7
Departamentos en los que la población masculina superó a la
femenina 1993 y 2007
27 Cuadro Nº 8
Departamentos en los que se observa en primeros tramos
quinquenales un número de hombres ligeramente superior al de
mujeres, año 2007
28 Cuadro Nº 9
Departamentos en los que se observa en los siguientes tramos
quinquenales un número de mujeres ligeramente superior al de
hombres, año 2007
29 Cuadro Nº 10
Perú: Población histórica total y tasas de crecimiento 1950 – 2007
30 Cuadro Nº 11
Perú: Nacimientos y defunciones anuales estimados, 1950-2000
31 Cuadro Nº 12
Perú: Porcentaje de población por grupos especiales de edad,
edad mediana y porcentaje de mujeres en edad reproductiva, 1950-
2050
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
55 Cuadro Nº 13
Perú: Población discapacitada por sexo, según grupos de edad
1993
64 Cuadro Nº 14
Analfabetismo por géneros
65 Cuadro Nº 15
Analfabetismo por Departamentos
66 Cuadro Nº 16
Población de 15 años o más, según sexo y nivel educativo
66 Cuadro Nº 17
Total de graduados y titulados según sexo
71 Cuadro Nº 18
Estructura de la población ocupada total por sector de actividad
económica
71 Cuadro Nº 19
Perú: Empleo Formal e Informal 1991 - 2006
73 Cuadro Nº 20
Nivel de desempleo
74 Cuadro Nº 21
219
Población ocupada por sexo y categoría ocupacional
77 Cuadro Nº 22
Población ocupada según sexo y rama
78 Cuadro Nº 23
Porcentaje de ingresos por quintiles
79 Cuadro Nº 24
Relación de salarios entre los géneros, según años de estudio
aprobado
79 Cuadro Nº 25
Porcentaje de Gerencias y Profesionales
80 Cuadro Nº 26
Segmentación Ocupacional Femenina
81 Cuadro Nº 27
Lima Metropolitana PEA Ocupada en el sector informal por sexo
2002 - 2003
81 Cuadro Nº 28
Lima metropolitana Pea Ocupada en el Sector informal por nivel
educativo y sexo 2002-2003
89 Cuadro Nº 29
Trabajadores Asalariados y Porcentaje de Sindicalizados por Años,
Según Actividad Económica 2002 - 07
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
90 Cuadro Nº 30
Trabajadores Asalariados
112 Cuadro Nº 31
Porcentaje de mujeres en el total de migrantes internacionales,
1960-2000.
113 Cuadro Nº 32
Perú: Emigración internacional de peruanos, por sexo, 1990 -
2007
125 Cuadro Nº 33
Número de inmigrantes residentes (en millones) según países
128 Cuadro Nº 34
Perú: Emigración internacional de peruanos, por sexo 1990 - 2007
130 Cuadro Nº 35
Migración Interna
131 Cuadro Nº 36
Perú: Emigración internacional de peruanos, por sexo según
departamento de ultima residencia, 1994 - 2007
139 Cuadro Nº 37
220 Transferencias de ejecutivos y profesionales dentro de compañias
desde América del Sur hacia EEUU 1996-2002
140 Cuadro Nº 38
Perú: Fases de la emigración y países de destino
148 Cuadro Nº 39
Población peruana por regiones. 2007
149 Cuadro Nº 40
Lima. 10 distritos mas poblados
151 Cuadro Nº 41
Tipo de abastecimiento de agua según viviendas
156 Cuadro Nº 42
Mapa de lenguas y dialectos del Perú
185 Cuadro Nº 43
Periodo Parlamentario
186 Cuadro Nº 44
Cronología del Voto en otros países
186 Cuadro Nº 45
Porcentaje Actual de Mujeres Parlamentarias
198 Cuadro Nº 47
Resumen de autoridades mujeres elegidas a nivel regional,
provincial y distrital en el proceso del 19 de Noviembre 2006
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Gráficos
19 Gráfico Nº 1
Contribución de sectores al PBI
Descomposición de los cambios en la pobreza(crecimiento y
distribución)
20 Gráfico Nº 2
Descomposición de los cambios en la pobreza(crecimiento y
distribución)
24 Gráfico Nº 3
Proporción poblacional entre géneros, 2005
24 Gráfico Nº 4
Distribución urbana y rural, de la población por géneros
29 Gráfico Nº 5
Mujeres y Hombres, por grupos de edad
221
32 Gráfico Nº 6
Pirámides poblacionales 1960,200 y 2040
33 Gráfico Nº 7
Ratio de dependencia 1950-2050
34 Gráfico Nº 8
Afiliación a sistemas previsionales en Lima y en el Perú urbano
36 Gráfico Nº 9
Pirámide poblacional por grupos de edad 1950
36 Gráfico Nº 10
Pirámide poblacional por grupos de edad 2000
37 Gráfico Nº 11
Pirámide poblacional por grupos de edad 2025
37 Gráfico Nº 12
Pirámide poblacional por grupos de edad 2050
38 Gráfico Nº 13
Gráfico comparado por grupos de edad 1950, 2000, 2025, 2050
40 Gráfico Nº 14
Porcentaje Personas que carecen de DNI
41 Gráfico Nº 15
Indocumentados según lengua nativa y castellano
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
44 Gráfico Nº 16
Mujeres jefas de hogar según composición parental y edad de
dependientes
46 Gráfico Nº 17
Tasa de Mortalidad materna por período.
47 Gráfico Nº 18
Encuentro demográfico de salud familias
48 Gráfico Nº 19
Brecha entre el control prenatal y la atención de parto
49 Gráfico Nº 20
Prevalencia anticonceptiva. Mujeres actualmente unidas: 2000 -
2005
50 Gráfico Nº 21
Perú: Mujeres en edad fértil según actividad sexual
51 Gráfico Nº 22
Mujeres de 15 a 49 años insuficientemente protegidas de un
embarazo no deseado, 2000
52 Gráfico Nº 23
222 ¿Quien realiza el aborto? Por nivel socioeconómico de la mujer
56 Gráfico Nº 24
Perú: Población discapacitada según tipo de discapacidad y sexo:
1993
57 Gráfico Nº 25
Perú: Hogares de la población discapacitada con necesidades
básicas insatisfechas, según departamentos: 1993
58 Gráfico Nº 26
Perú: Población discapacitada de 5 años y mas según idioma o
dialecto materno aprendido en la niñez
59 Gráfico Nº 27
Perú: Tasa de Analfabetismo de la población discapacitada de 15 y
mas años por sexo, 1993
59 Gráfico Nº 28
Perú: Población discapacitada de 5 y mas años por condición de
asistencia a un centro de enseñanza regular, 1993
60 Gráfico Nº 29
Perú: Población discapacitada de 15 y mas años por sexo según
condición de actividad
64 Gráfico Nº 30
Tasa de Analfabetismo por género: 1993 - 2007
70 Gráfico Nº 31
Perú: Estructura Demográfica de la Población en Edad de Trabajar,
2005
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
72 Gráfico Nº 32
Perú: Distribución de la población femenina según condición de
actividad, 2005
75 Gráfico Nº 33
Perú: Nivel de educación de la PEA ocupada, 2007
82 Gráfico Nº 34
Lima Metropolitana: Empleo Informal y Empleo en el Sector Informal
por sexo y año, 2005/06 (En porcentaje)
94 Gráfico Nº 35
Formas de violencia más frecuente
99 Gráfico Nº 36
Casos de feminicidio cometido por parejas hombres, registrados en
07 diarios limeños de enero 2009
100 Gráfico Nº 37
Forma en que consuma femenicidio en noticia aparecida de los 23
casos, por parejas hombres
101 Gráfico Nº 38
Aparición de registros de casos de feminicidio en los 7 diarios
limeños Enero 2009
102 Gráfico Nº 39
223
Hombres asesinados por sus parejas mujeres en el mes de Enero
2009
103 Gráfico Nº 40
Forma en que se consuma homicidio en noticia aparecida en
medios, por parejas mujeres
104 Gráfico Nº 41
Aparición de registros de casos de homicidio en los 7 diarios limeños
Enero 2009
122 Gráfico Nº 42
Porcentaje de mujeres inmigrantes ocupadas en el servicio
doméstico en los países de América Latina, por país de nacimiento,
alrededor de 2000
124 Gráfico Nº 43
Principales destinos de los peruanos según décadas
126 Gráfico Nº 44
Principales destinos de los peruanos según país
129 Gráfico Nº 45
Perú: Emigración internacional de peruanos, según principal país
de destino, 1990 - 2007
129 Gráfico Nº 46
Perú: Emigración internacional de peruanos, según continente,
1990 - 2007
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
132 Gráfico Nº 47
Perú: Emigración internacional de peruanos, según departamentos
de ultima residencia 1994 - 2007
132 Gráfico Nº 48
Perú: Emigración internacional de peruanos, según principales
departamentos de ultima residencia, 1994 - 2007
133 Gráfico Nº 49
Perú: Emigración internacional de peruanos, según punto de control
migratorio, 1994 - 2007
133 Gráfico Nº 50
Perú: Emigración internacional de peruanos, por sexo, 1994 -
2007
134 Gráfico Nº 51
Perú: Emigración internacional de peruanos, según ocupación,
1994 - 2007
134 Gráfico Nº 52
Perú: Emigración internacional de peruanos, según ocupación,
1994 – 2007 (mujeres)
224 135 Gráfico Nº 53
Los que se fueron y no regresaron: Saldo migratorio 1985-2002
(septiembre)
138 Gráfico Nº 54
Perú: Proporción de la emigración internacional peruana; por año
de emigración, 2006
187 Gráfico Nº 55
Radiografía del nuevo congreso 2006 - 2011
Renovación del congreso : número y porcentaje
187 Gráfico Nº 56
Debutantes en el congreso por agrupación política
188 Gráfico Nº 57
Radiografía del nuevo congreso 2006 - 2011
188 Gráfico Nº 58
Congresistas por agrupación política
189 Gráfico Nº 59
Elecciones 2006: votos obtenidos
197 Gráfico Nº 60
Perú: Número de alcaldes de las municipalidades por sexo, 2006
- 2008
Mujeres Peruanas:
Situación Nacional y linea de base siglo XXI
Mapas
162 Mapa Nº 1
Familias lingüísticas Andinas
163 Mapa Nº 2
Familias lingüísticas Amazónicas
225
Mujeres Peruanas
Aída García Naranjo Morales
Bibliografía
Aguilar, Roisida – ONPE, Historia del Voto femenino en el Perú
Cálculos del banco Mundial Sobre el informe de Pobreza 2007 del INEI / Economista
Raúl Mauro “El Comercio”
García Naranjo Morales, Aída - Cien años de la Ley 801, Diario La Republica
Noviembre 2008
INTERED, CEDAL.
García Naranjo Morales, Aída – La ruta de los Procesos Participativos. Gipuzkoako
Foru Aldundia Diputacion Foral de Gipuzkoa, INTERED, CEDAL.
Informe Nacional sobre Feminicidio de CLadem Perú, Flora tristan y Demus entre 227
Enero 2004 y Julio 2007
Pozzi Scott, Inés “El multlinguismo en el Perú”. 1998; Naciones Unidas, GEF, PNUD,
Amazonía Peruana, Comunidades Indígenas, conocimientos y tierras tituladas,
Censo de Población de 1981, 1993, Informaciones de Amelia Morimoto, Humberto
Rodríguez Pastor, Giovani Bonfliglio, Juan Abugatás, León Tratemberg.
Organización Internacional del trabajo (OIT), Oficina Regional para América latina,
Panorama
228