Piaget, J. El Sexto Estadio La Invención de Los Nuevos Medios Mediante Combinación Mental (Pp. 316-340) .
Piaget, J. El Sexto Estadio La Invención de Los Nuevos Medios Mediante Combinación Mental (Pp. 316-340) .
Piaget, J. El Sexto Estadio La Invención de Los Nuevos Medios Mediante Combinación Mental (Pp. 316-340) .
color verde y el segundo es más largo y de color marrón (la mina L 1 1ción mental: el niño prevé, antes de ensayarlas, qué maniobras
ambos es negra y dura). fallarán y cuáles tendrán éxito; el control de la experiencia afecta,
1 ..ies, al conjunto de esta deducción y no sólo, como anteriormente,
2.0 En varias ocasiones, Jacqueline,. viendo que el segundo lápiz i.c: r
niega a ensartarse, intenta meterlo en el mismo agujero que el prime( 1 • detalle de cada trámite particular. Por otra parte, el procedimiento
As( pues, no solamente pretende introducirlo por el lado romo, sii;io concebido como el que debe imponerse es en sí mismo nuevo, es
además quiere hacerlo entrar en un agujero que está ya ocupado, en e. 1 �cir, que resulta de una combinación mental original y no de una
preciso momento, por el otro lá iz. Insistió en ese procedimiento extraf" (,mbinación de movimientos efectivamente ejecutados en cada etapa
en varias ocasiones a pesar de f fracaso total. Esta observación muest._ ue la operación.
claramente cómo la representación de las cosas, en el niño de esa edf
1
es todavfa ignorante de las leyes mecánicas y físicas más elementales ,
permite comprender por qué Jacqueline permanece tan obstinada en p{
tender entrar el segundo lápiz por el lado indebido: al ignorar que dos
objetos a la vez no pueden ocupar el mismo orificio estrecho, no h
INVENCIÓN DE LOS NUEVOS MEDIOS 327
326 EL NACIMIENTO DE LA INTELIGENCIA
esquema del pañuelo introducido en una hendidura asimilaba pro totalidad nueva, sin que sea necesario un tanteo exterior para sostener
gresiva y mentalmente el esquema del objeto a deslizar en el resqui su actividad.
cio de la ventana, y viceversa, esta asimilación recíproca produce la ( Es, pues, inexacto hablar, como lo hace la teoría empirista de la
invención de la justa solución. En el caso de Lucienne, la obs. 180 «experiencia mental», de una mera interiorización de las experiencias
indica igualmente el correcto fundamento de esta explicación: el gesto ( efectivas anteriores: únicamente se interiorizan los conocimientos
de abrir y de cerrar la boca en presencia de la abertura que se ha de adquiridos, oebidos a estas experiencias. Pero la experiencia efectiva
ensanchar indica con suficiente claridad de qué manera la reorgani o externa implica de entrada, como la deducción meramente mental,
zación interior de los esquemas opera mediante asimilación. La cono una actividad asimiladora interna, formadora de esquemas, y es esta
cida fórmula de G. Tarde 2 ilustra este mecanismo: la invención, actividad, interna desde el comienzo, la que en adelante funciona por
decía Tarde, resulta de la interferencia de corrientes de acciones sí misma sin necesitar ya una alimentación exterior. Reservemos, si
independientes. El proceso de esta interferencia no podría ser, en se quiere, el término de «experiencia mental» para designar estas
nuestra terminología, más que precisamente el de la asimilación deducciones primitivas. Pero será a condición de recordar que toda
recíproca. experiencia, incluido el tanteo empírico, supone a su vez una orga
En resumen, la invención mediante deducción sensoriomotriz no nización previa de los esquemas asimiladores, y que el contacto con
es más que una reorganización espontánea de los esquemas anterio los hechos nada vale, en ningún nivel, fuera de la acomodación de
res, que se acomodan a su vez a la nueva situación, mediante asimi estos esquemas. El bebé que combina mentalmente las operaciones
lación recíproca. Hasta el presente, es decir, hasta el tanteo empírico que ha de ejecutar para ensanchar la ranura de la caja de ceri�as se
incluido, los esquemas anteriores no han funcionado jamás más que encuentra en la situación del niño de más edad que no necesita ya
gracias a un ejercicio real, es decir, aplicándose efectivamente a un contar unas manzanas con sus dedos para llegar a la conclusión de
dato concretamente percibido. Así es como, en la obs. 16.5, es que «2 + 2 son 4» y que se limita a combinar una cifras: pero esta
necesario que Jacqueline perciba realmente que el gallo es frenado última «experiencia mental» sería incomprensible si, en la numera
por los barrotes del parque y es preciso que haya constatado real ción de los objetos concretos, una actividad numeradora no asimilara
mente la posibilidad de enderezarlo, cuando casualmente retrocedía unas rea!idades desprovistas por sí mismas de propiedades numéricas.
al caerse, pará que se le ocurriese la idea de alejarlo sistemáticamente La experiencia mental es por lo tanto una asimilación que funciona
antes de enderezarlo y de introducirlo entre los barrotes: los esquemas por sí misma, y convertida así en parte en formal, p_?r oposició� a la
anteriores intervienen para prestar una sig1'ificación a estos aconte asimilación material inicial. Igualmente, la deducción de Luc1enne
cimientos, pero no intervienen más que cuando un dato concretamen relativa a la caja de cerillas resulta de un funcionamiento espontáneo
te percibido (la caída del gallo, etc.) les excita y les hace funcionar. de sus esquemas de asimilación, cuando llegan a combinarse entre sí
En cambio, en la deducción preventiva, los esquemas funcionan por sin contenido perceptivo inmediato, y al no operar ya más que a
sí mismos interiormente, sin que haya necesidad de una serie de través de evocaciones. De este modo, la deducción aparece en sus
actos externos para alimentarlos sin cesar desde fuera. Se requiere inicios como la prolongación directa de los mecanismos anteriores de
también, naturalmente, que un problema sea planteado por los mis- asimilación y de acomodación, pero en un plano que comienza a dife
mos hechos, y que este problema suscite, a modo de hipótesis, el renciarse de la percepción y de la acción directas.
empleo de un esquema sensoriomotor que sirva de medio inicial ( sin ¿Diremos, en consecuencia, como lo hace la teoría que se si!úa
lo cual no nos situaríamos en el dominio de la inteligencia práctica y en el otro extremo, que la invención se debe a una estructuración
alcanzaríamos ya el plano de la inteligencia reflexiva). Pero, una vez inmediata del campo de la percepción, independiente de todo apren
planteado el objeto, y una vez percibidas las dificultades a las que se dizaje y de las acciones anteriores? Las observaciones precedentes
enfrenta el empleo de los medios iniciales, los esquemas del objetivo, no parecen más favorables a una tesis t�n radical como a la de �a
los de los medios iniciales y los esquemas auxiliares ( evocados por la _
«experiencia mental» de los puros empmstas. El defecto de la tesis
conciencia de las dificultades) se organizan por sí mismos en una , .
empirista radica en que no explica el el��ento cread?� caracter1st1co
_
de la invención. Al hacer de toda deducción la repet1C1Ón mterna de
tanteos exteriores desemboca en negar la existencia de una actividad
2. G. Tarde, Les loi• so,iales, Alean, París, constructiva, que 'permanece interna (en todos los niveles) y explica,
334 EL NACIMIENTO DE LA INTELIGENCIA
INVENCIÓN DE LOS NUEVOS MEDIOS 335
sola, la depuración progresiva del razonamiento. Pero la teoría de las
«estructuras», al insistir con exceso en la originalid�d de la inven ¿Cuál es ahora el papel de la representación en estas primeras
ción, desemboca en el mismo resultado, y se encuentra obligada, para deducciones sensoriomotrices? En una primera aproximación, parece
explicar las novedades sin recurrir a la actividad característica de 1 capital: gracias a la representación la asimilación recíproca puede
la asimilación y de la acomodación combinadas, a atribuirlas a un permanecer interna en lugar de originar de entrada unos tanteos
preformismo estructural. Mientras que el asociacionismo empirista empíricos. Es, pues, gracias a la representación por lo que la «expe
consideraba toda deducción constructiva como la réplica interna de riencia mental» sucede a la experimentación efectiva, y la actividad
experiencias exteriores ya totalmente organizadas, la teoría de las asimiladora puede proseguirse y depurarse en un plano nuevo, distin
estructuras hace de ellas una proyección hacia fuera de formas inte to del de la percepción inmediata o de la acción propiamente dicha.
riores iguales y tofalmente preparadas de antemano (porque están De este modo se explica cómo Kohler fue inducido a poner todo el
vinculadas al sistema nervioso, a las leyes a priori de -la percepción, acento, en sus búsquedas relativas a la inteligencia animal, en la
etcétera). Ahora bien, el análisis de la actividad asimiladora nos incli reorganización del campo de la percepción, como si fuera esta reor
na a dudar de todo ello. Si los esquemas de asimilación nos parecen, ganización la que arrastrase en su cortejo la invención y no a la
en el caso de las obs. 177 a 182, que se reorganizan espontá inversa.3 La representación es, en efecto, una novedad esencial en la
neamente en presencia del problema planteado por el medio ex constitución de las conductas del presente estadio: diferencia estas
terno, ello no significa en modo alguno que estos esquemas, por ( conductas de las de los estadios anteriores. Como ya vimos, los com
muy globales y totalizadores que sean, son idénticos a unas «estruc portamientos más complejos de los estadios precedentes, incluido el
turas» que se imponen por sí mismas independientemente de toda «descubrimiento de los nuevos medios mediante experimentación
construcción intelectual. En efecto, el esquema de asimilación no es ( activa» pueden prescindir de representaciones, si definimos a estas
una entidad aislable de la actividad asimiladora y acomodadora. No últimas' por la evocación de los objetos ausentes: la anticipación
se constituye más que funcionando y no funciona más que en la expe- motriz característica de los esquemas móviles de asimilación es sufi
rienda: por lo tanto, lo esencial es, no el esquema en tanto que ( ciente para asegurar la comprensión de los indicios y la coordinación
estructura, sino la actividad estructurante que origina los esquemas. de los medios y de los fines, sin que la percepción tenga necesidad de
Por ·consiguiente si, en un momento dado, los esquemas se organiza!1 doblarse de representación. Por el contrario, la invención mediante
por sí mismos hasta hacer surgir unas inven�i?nes m�d!ante co�bi- combinación mental implica esta representación. Hacer previamente
1
nación mental, es sencillamente porque la actividad asimiladora, eJer una bola con una cadena para introducirla en un orificio estrecho
citada a través de largos meses de aplicación a los datos concretos de ( cuando el sujeto no ha tenido nunca la ocasión de formar una bola
la percepción acaba por funcionar por sí misma y no utiliza ya más con nada en circunstancias semejantes), combinar de antemano las
1
que unos sí�bolos representativos. Ello en modo alguno significa, , posiciones de un bastón antes de hacerlo pasar a través de los barrotes
repitámoslo, que esta depuración sea una mera interiorización de 1 (cuando la experiencia es nueva para el niño), ensanchar previamente
experiencias anteriores: sobre este punto ha i_nsi�tido la Gest�lt una ranura para retirar de ella un objeto oculto ( cuando el niño se
psycologia con acierto al mostrar que la reorgamzacrón característica enfrenta por primera vez con un problema se�ejante), tod? ello
de la invención crea claramente lo nuevo. Pero ello significa que la _ ,
supone que el sujeto se representa los �atos ?frecidos a su vis!on de
reorganización no se hace por sí misma, como si los esquemas estu• una manera diferente a como los percibe directamente: corrige en
vieran dotados de una estructura propia, independientemente de la ( mente la cosa que mira, es decir que evoca unas posiciones, unos des
actividad asimiladora que les ha he�ho nacer: la reorganización que plazamientos o quizás incluso unos objetos, sin contemplarlos actual
caracteriza la invención prolonga sencillamente esta actividad. Así es mente en su campo visual.
como, en los hechos observados en nuestros niños ( obs. 177 a 182) ( Pero si la representaci6n constituye por lo tanto una adquisici6n
y sin duda cada vez que conocemos en detalle la historia de los suje esencial característica de este estadio, convendría, sin embargo, no
tos examinados, es posible encontrar qué esquemas antiguos han ( exagera� su alcance. Sin lugar a dudas, la representación es necesaria
intervenido en el transcurso de la invención: no por ello la invención (
es menos creadora, por supuesto, pero supone también un proceso
genético cuyo funcionamiento le es muy anterior. 3. Este papel atribuido a la representación visual no es induda�l�ente
necesario para las explicaciones «gestaltistasi. como lo muestran las aplicaciones
hechas por K. Lewin de la «Teorla de la Forma. a la misma actividad.
336 INVENCIÓN DE LOS NUEVOS MEDIOS 337
EL NACIMIENTO DE LA INTELIGENCIA
!
para 1� in_yención , pero sería erróneo considerarla com cepción: esta reorganización resulta de la organización de los mismos
o la única cau�
sa. Mas aun, �odemos sostener, al menos con tanta verosim movimientos y no la precede. Si las imágenes intervienen, es, pues,
ilitud que!
la �el?resentación en calidad de símbolos que acompañan el proceso motor y permiten
:�ulta de la invención: e l proceso dinámico :araci
!enstico de e sta ultima reced , en efecto, a la organización a los esquemas apoyarse e n ellos para funcionar por sí mismos, inde-
p � de las ' pendientemente de la percepción inmediata: las imágenes no son por
�ágenes, puesto que la invención nace de un funcionamie nto espon!
t�eo de �?s esquemas de asimilación. La verdad parece así lo tanto en este caso los e lementos, sino sencillamente las herramien
que entr�
1� mvencion y la representación hay interacción y no una mera tas del pensamiento nacie nte .4
, filia
cion. ¿Cuál puede ser la naturaleza de esta interacción? ¡ En cuanto a saber por qué la imagen no interviene en el nivel
Las �osas se clarifican a par_tir d �l om nto en que, con la del tanteo empírico y parece necesaria para la invención mediante
� 7 teorÍ!\
de los sign?s, hacemos de la m agmena visual, caracter ística combinación mental, ello se explica precisamente e n virtud de la
, _ _i de la1
repre sentacio�, un mero simboli sm o qu e sirve de «significante», y misma hipótesis. Dado que la imagen es un símbolo, no prolonga sin
del pyoces<;> dinámic _
o característico de la invención la misma signi más el movimiento y la percepción reunidos, y es la razón por la que
fica':1-�n, dicho de otro modo, el «significado». La representaciórl no interviene e n el tanteo empírico. En cambio, en cuanto los e sque-
servma así �� símbolo a la actividad inventiva, lo que no disminu , mas se ponen a funcionar espontáneamente, es decir, fuera del tanteo
, ye ert
nada su utiltdad, ya que el simbol o es necesario para la deducción· inmediato, y a combinarse así mentalme nte , confieren por ello mismo
pero le descarga de� papel excesivame nte gravoso que en o una significación a las huellas dejadas por la percepción,5 y las elevan
casione�
se le hace �ese�p�nar de se el motor de la misma invención. al rango de s ímbolos respecto de ellos mismos: la imagen constituida
_ �
Es P!:ctso d1sti?guir aqui dos casos. El primero es aquel en de este modo se convierte por lo tanto en el significante, cuyo signi
el
que el nmo evoca �m más un movimiento o una operación ya ejecu-( ficado no es otro sino e l mismo esquema se nsoriomotor.
tados antes. Por eJem lo, cuando Lucienne se da cuenta de que Esto nos conduce al segundo caso: cuando la representación
� su
bastón no entra a traves de los barrote s y lo endereza antes de acompaña a la invención o combinación mental, sucede que el niño
intenl
tar pasarlo (obs. 17�), es muy posible que, al combinar los movimi no evoca simplemente las operaciones ya ejecutadas, sino que c9m
en1
tos �u�vos necesano para la operación, evoque visualmente bina o compara en la imaginación unas imágenes diversas. Un
� los
movimientos del bastan p ece�entemente ejecutados (sea justo pocd buen ejemplo es el de la obs. 180, en el que Lucienne abre la
�
antes, sea en otras experiencias). En e�te caso, la representació� boca mirando una ranura que se ha de ensa nchar y testimonia así
de�empe�_ a un papel de mero recuerdo visual y podna ,
pensarse que unas combinacione s representativas que e lla está realizando. Pero ,
la invención cons!ste en combinar s in más estas imáge nes-recuerdos en un caso semejante, la imagen es a fortiori símbolo: utilizar los
entre sí. J?esgr ciadamente esta hi ó esis m ovimientos im:aginados de la boca para pensar las operaciones que
� . p � tan simple, sobre la qu�
descansa sm mas la teoría asociaci o msta de la experiencia mental ha de ejecutar en una abertura dada en la percepci6n, significa segu-
t��pieza con serias dificultades. No parece, e n efecto, que la observa�
c�on muestre en modo lguno que, d ante el primer año, la image
,� �� n
visual pro longue tan facdmen te la acc1on. Las observaciones de scritai
a prop�sito d la «invención de los nuevos medios mediante experi¡ 4. Véase a este respecto el magnífico artículo de I. Meyerson sobre «Les
7 images,., en Dumas, Nouveau Traité de Psychologie, vol. 11.
mentac�ón act1vai. (o�s. 148 a 174) serían inexplicables si la imagi 5. Podrá decirse quizá que estas huellas constituyen precisamente por s(
n�ría visual se co!1st1tuyese por sí misma e n función de la percep-i í solas las imágenes y que de este modo la imagen precede a la invención. Pero,
ción: ¿cómo . explicar, por e jemplo, que en la obs. 16, Jacquelin como veremos ( «La gen�se de l'imitationi. ), la percepción no se prolonga en
t�nga t.a�t� dificultad para sacar partido de las experiencias que hace� imagen representativa, es decir, no deja una huella duradera, más que en la
medida en que se despliega en imitación y en que la imitación se interioriza
(impos1bdi�ad d� pasar el gallo a través de los barrotes), si una' a su vez. Ahora bien, esta interiorización de la imitación (las cosas como las
representación v�sual adecuada le p_ermitiría re gistrar lo que ve? personas) no se produce precisamente sino en el transcurso del sexto estadio,
Parece al contrario, en 1;1n caso semeJante, que el aprendizaje sea de' en el momento en que termina la conquista del mecanismo imitatorio bajo la
orden m�t�r, y que la 1ma en no prolonga todav!a el movimiento.¡ influencia de la liberación de los esquemas en relación con la acción inmediata.
� . .
l. Se produce pues en ello un conjunto de procesos intelectuales solidarios y no
P�r� difícil, e n consecuencia, interpr etar la invención mediante com en absoluto una mera serie que va desde la sensación a la imagen como lo
binación mental como una mera reorganización del campo de la per.l 1 pretendla el asociacionismo clásico.
22, -PIAGBT
338 EL NACIMIENTO DE LA INTELIGENCIA INVENCIÓN DE LOS NUEVOS MEDIOS 339
ramente hacer de la imagen un mero «significante» euya significacióri doble sentido de la acomodación a las mismas cosas y de alejamiento
1 especto de la acción inmediata encuentra su culminación en el trans-
se ha de buscar en la misma operación motriz.
E� resumen, el hecho de que la invención se acompañe de repte¡ 1 --urso del sexto estadio, cuando los esquemas se hacen capaces de
_ .mncionar solos mediante combinación puramente mental. Por una
s�ntac1ón nada d�ce en. favor ni de 1� teoría asociacionista de la expe�
_ . 1
arte, gracias al progreso de la acomodación (la cual, tal como ulte
r1en c1a mental, ni s1qmera de la tesis de una reorganización espontá,
nea del campo de la percepción, tesis sostenida por algunos trabajos "Íormente lo con�tataremos, se prolonga necesariamente en imita
famosos salidos de la Gestalttheorie. Toda representación incluye; •.ión), los indicio� se moldean cada vez más sobre los caracteres de
en efecto! dos grupos de elementos, que corresponden a las palabras 1 ·as cosas y tienden así a constituirse en «imágenes». Por otra parte,
o a los s1mbolos, por una parte, y a las mismas nociones, por otra �radas al alejamiento progresivo de los indicios respecto de la acción
parte, ror lo q�e se refiere a la representación teórica: son los signos ..Alllediata en beneficio de la combinación mental, estas imágenes se
_ •;.beran de la percepción directa para convertirse en «simbólicas».
Y �as s1gnificac1o�es. Ahora bien, la imagen se ha de clasificar en ei
prime� grupo, mientras que el segundo grupo está constituido por Observamos este doble movimiento en los hechos de imitación y
los mismos esquemas, cuya actividad e ngendra la invención. Vemoi �e juego. La imitación característica del .sexto estadio se convierte
de este modo que si la invención supone la representación, la recí 1 �n representativa tanto porque el niño comienza a imitar unos gestos
proca es verda�era, porque el sistema de los signos no podría elabJ auevos por medio de las partes, invisibles para él, de su cuerpo (imi
_ ación relativa a los movimientos de la cabeza, etc., que conduce a
rarse independientemente del de las significaciones.
Por supuesto, quedaría por precisar el cómo de esta aparición de •ma representación de su propio rostro) como a causa de las «imita
.
la imagen, en tanto en cuanto que ha surgido de la actividad de lo� ..:iones diferidas» que anuncian el simbolismo (imitar a unos persona
esqu�1;1as. Pero no es éste el lugar de discutirlo, porque hay un� l · !S ausentes, etc.). Por otra parte, el juego, durante el mismo período,
_ se convierte a su vez en simbólico en cuanto que comienza a implicar
cuesu�n �on��dera?le que se ha de tratar previamente: el problema
de la 1m1tac10n. S1 verdaderamente, en efecto, la imagen no acomí
1
J «como si».
_ Empero, desde el punto de vista de las significaciones y de la
pana de entra?ª al movimiento, un término intermediario debe podef
_ _ inteligencia en general, este desarrollo de las representaciones no se
exphcar el transito de lo motor a lo representativo y la imagen debe
_ .firma solamente en la «invención de los medios nuevos mediante
en cierto modo representarse antes de ser pensada. Este interme(
?ia_rio es la imitación. La obs. 180, en cuyo transcurso Lucienn� �ombinación mental», sino en una serie de otras conductas que ates
1m1ta la abertura contemplada y la imita gracias a los movimientos dguan la existencia de las imágenes representativas necesarias para
d� la boca, es decir, de un órgano no directamente percibido por 1( · 1 evocación de los objetos ausentes. He aquí un único ejemplo
vista, es un excelente ejemplo de esta transición. Dejemos, pues. el efe ello:
problema para más adelante, cuando podremos reanudar la historiá
?e_ los_ ,esquemas motores desde el punto de vista especial de fa Obs. 183.-A los 1; 6 (8) Jacqueline juega con un pez, un cisne y
1m1tac1on. una rana, introduciéndolos en una caja, volviéndolos a sacar de ella, los
Limitémonos por lo tanto a concluir que la intervención de lat .uelve a introducir de nuevo, etc. En un momento dado, pierde la rana:
-ieposita en la caja el cisne y el pez, luego busca claramente la rana.
«representaciones» en los mecanismos del presente estadio implici1 ,.,evanta todo lo que se encuentra a .su alcance (una gran tapadera, una
la �e un sexto y último tipo de significantes, el de las imágenes sim� ,lfombra, etc.) y comienza a decir (pero mucho después de haber comen
,
boltcas. Recordemos, en efect,p, que, durante el cuarto estadio lai zado la búsqueda) inine, inine (=rana). No es la palabra la que ha
«señales», hasta entonces vinculadas con los movimientos mi�mos lesencadenado la búsqueda, sino ha sucedido más bien a la inversa: se
del niño, comienzan a desprenderse de la acción inmediata en for� ha producido, pues, una evocación de un objeto ausente sin ningún exci-
ma de «indicios» que permiten la previsión de los acontecimiento� ante directamente percibida. La. visión de la caja en la que no se encuen
independientes de la propia actividad (obs. 132-135). A lo largo del tran más que dos objetos de los tres iniciales ha provocado la represen
quinto estadio, el carácter de estos «indicios» se acentúa todavía d. .ación de la rana, el que esta representación haya precedido o acompañado
,I acto, poco importa.
decir que permiten al niño prever las propiedades de los mis�or
objetos, adaptándose así al mecanismo de las «reacciones circulares
terciarias» (obs. 175). Ahora bien, el desarrollo de los indicios en e1
340 EL NACIMIENTO DE LA INTELIGENCIA
1
Percibimm,, por lo tanto, la unidad de las conductas de este sexto
estadio: combinación mental de los esquemas con posibilidad d
deducción que rebasa la experimentación efectiva, invención, evoc�
tiva representativa mediante imágenes-símbolos, otros tantos caracte•
res que indican la conclusión de la inteligencia sensoriomotriz y 1
hacen susceptible en adelante de entrar en los marcos del lenguajr
para transformarse, con la ayuda del grupo social, en inteligench.
reflexiva.