SUCESION

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MODULO 2.

TEMA 3.
LA HERENCIA SU CONFIGURACION JURIDICA.
CONCEPTOS.
1.-La herencia comprende únicamente los derechos y
obligaciones transmisibles que existan en el momento de la muerte
del, no los derechos personalísimos.
2. La herencia es un nomen iuris, (PRIMACIA DE LA
REALIDAD, EL SIGNFICADO VIENE A DECIR QUE: LAS COSAS SON
TAL Y NO TAL COMO LAS PARTES ASEGURAN QUE SON). Un
concepto jurídico, no económico en cuanto que no equivale a totalidad
de bienes, propiamente, sino unidad del patrimonio.
3. La herencia, en la doctrina del Derecho, es el acto jurídico
mediante el cual una persona que fallece transmite sus bienes,
derechos y obligaciones (deudas) a otra u otras personas, que en
conjunto se denominan heredero.
caudal relicto
En Derecho sucesorio, el caudal relicto, masa
hereditaria o acervo sucesorio es el conjunto de bienes, derechos y
obligaciones, que forman el patrimonio del causante después de su
fallecimiento y que será repartido en el proceso sucesorio. El término
proviene del verbo latino relinquere que significa "dejar" o
"abandonar".
Se puede distinguir un caudal íntegro, que comprende
el activo (conjunto de bienes y derechos) y el pasivo (conjunto de
deudas) del sujeto causante y un caudal líquido que es el que queda
una vez deducidas las deudas del causante.
La sucesión hereditaria
Se llama sucesión hereditaria al proceso por el cual los
herederos adquieren mortis causa el patrimonio yacente de un
fallecido.
Para comprender este proceso deben distinguirse las fases
que lo integran.
Además, resulta fundamental conocer algunos derechos de
los implicados, como el de transmisión, el de acrecer y el de
representación. Estas serán las guías de nuestro análisis de la sucesión
hereditaria.

Fases de la sucesión hereditaria


La sucesión hereditaria se realiza a través de una serie de
fases. Durante las mismas, los intervinientes tendrán una serie de
derecho y obligaciones diferentes. A modo esquemático, el
procedimiento de sucesión hereditaria funciona del siguiente modo:

1. Fallece el causante. Este evento determina la apertura del


proceso.
2. Se llama a heredar a las personas con derechos sucesorios.
3. Estas aceptan o repudian la herencia.
4. Quien haya aceptado se convertirá en heredero.
5. Designados los herederos, se procede a la adjudicación y, en su
caso, partición.
ART. 632 C.P.C.
El proceso de sucesión hereditaria debe recorrerse
íntegramente. Esto significa que, desde el momento del fallecimiento
hasta el de aceptación, el patrimonio del causante se convierte en una
herencia yacente, con un régimen jurídico y patrimonial particular.
El fallecimiento de un familiar, por un lado implica
necesariamente unas obligaciones legales de carácter económico,
patrimonial y personal; y por otro puede acarrear problemas familiares
o disputas con respecto al caudal hereditario del causante.

Apertura de la sucesión hereditaria


El punto de partida de la sucesión hereditaria es el propio fallecimiento
del causante. El Código Civil determina que en este momento se
extingue su personalidad jurídica, lo que supone que su patrimonio
carece de titular.
Por supuesto, los efectos de una declaración de fallecimiento
son equivalentes a los de la verdadera muerte en cuanto a los efectos
sucesorios.
Vocación
La vocación hace referencia a la “llamada”. Decimos que son
llamados a suceder aquellos individuos que tienen derecho sucesorio y
pueden adquirir mortis causa. Como ya explicamos en nuestro artículo
anterior, puede que la vocación tenga su origen en:
Una designación testamentaria. Es el caso de los herederos y
legatarios instituidos como tales por el causante en su testamento.
El llamamiento legal. En este caso puede pasar:
Que los llamados a heredar sean herederos forzosos,
con derecho a la legítima.
O bien que no haya testamento o este sea nulo, con lo que
se aplicarán las normas de la sucesión intestada.
En definitiva, la vocación no será más que el llamamiento de
estas personas con derechos sucesorios, para que puedan aceptar o
repudiar la herencia.
Recuerda que existen tres tipos de testamentos comunes en
los que se pueden determinar los derechos sucesorios:
1. Testamento abierto.
2. Testamento cerrado.
3. Testamento ológrafo.
Delación
El derecho a prestar tal aceptación o repudio se conoce
como ius delationis.
Básicamente, el ius delationis es el derecho que tienen los
llamados a heredar de aceptar o no la herencia que les pueda
corresponder.
Así, la fase de delación permite diferenciar a quiénes de los
llamados a heredar podrán ser herederos y quiénes no.
Los llamados a heredar que repudien la herencia quedarán
excluidos del proceso sucesorio.
Adquisición
Por contraposición, los llamados a heredar que acepten la
herencia proseguirán en el proceso de sucesión hereditaria. Desde el
momento en que acepten la herencia se considerarán herederos,
pasando a adquirir la herencia.
Para ello, pueden tener que atravesar nuevas subfases:
En herencias sencillas, se realizará una adjudicación, en la
que cada heredero recibirá sus bienes.
Sin embargo, cuando existe una pluralidad de herederos
habrá que hacer otra fase de partición. Hasta ese momento, todos los
herederos quedarán integrados en la comunidad hereditaria.
Problemas en la delación: situaciones en que el heredero no
puede heredar
Existen determinadas situaciones en las cuales el heredero no
puede heredar o la herencia queda vacante. ¿Qué ocurre entonces?
Nuestro ordenamiento jurídico ofrece herramientas para complementar
la sucesión hereditaria. En particular, trae respuesta a tres situaciones
habituales:
1. Derecho de transmisión. Se da cuando el llamado a
heredar fallece antes de poder ejercer su ius
delationis (aceptar o repudiar la herencia).
2. Derecho de acrecer. Se da cuando varios herederos deben
recibir una proporción de la herencia, quedando vacante
parte de la misma (en este caso, adquirirán la parte
vacante por su derecho de acrecer).
3. Derecho de representación. Se da cuando el llamado a
heredar no puede hacerlo (por ejemplo, por haber
fallecido) y lo hacen sus sucesores en su nombre.(por
estirpes).
El derecho de transmisión: ius transmissionis
Sobre esta cuestión ya nos pronunciamos como se ha
expuesto anteriormente. El derecho de transmisión permite que,
cuando un heredero fallezca sin aceptar o repudiar la herencia, sus
herederos adquieran este derecho a aceptar o repudiar la herencia.
Según nuestros tribunales, en estos casos se da una sucesión
directa (es decir, quien hereda es el heredero del transmitente,
siempre que acepte la herencia que este no pudo aceptar). La cuestión
puede parecer de mera técnica jurídica, pero lo cierto es que este
mecanismo evita que haya que pagar dos veces el impuesto de
sucesiones.
Dicho de otro modo: no hay dos herederos, sino que el
primero transmite su derecho dilatorio al segundo, que se constituye
en único heredero. Y es que, como habíamos señalado, el heredero no
es tal hasta que no acepta la herencia.
El derecho de acrecer.
El Código Civil regulan el derecho a acrecer, que es el que se
da cuando:
Se ha producido un llamamiento conjunto.
Además, la parte correspondiente a cada cual debe ser
indeterminada, aunque pueda ser determinable. Es decir, cabe
determinar que se haga el reparto “por mitades”, pero no determinar
el “cuerpo de bienes separado” que corresponda a cada cual.
Debe quedar vacante una parte de la herencia. Por ejemplo,
puede ocurrir que uno de los herederos haya muerto antes que el
causante o que, llamado a suceder, haya repudiado la herencia.
Como se comprenderá, si concurren estos requisitos la parte
vacante podrá repartirse entre los herederos, con tal de no quedar
desierta.
El derecho de acrecer se aplica también a las sucesiones
intestadas.
También se aplica, a los herederos forzosos, siempre que la
parte de libre disposición no haya sido atribuida a uno solo de ellos.
Por ejemplo:
Supongamos que el causante tiene 4 hijos y les deja una
cuarta parte de la herencia a cada uno.
Poco antes de fallecer él, muere uno de sus hijos, sin que
haya un cambio en el testamento.
Aunque el testamento atribuya a cada hijo una cuarta parte
de la herencia, es evidente que quería repartirla a partes iguales y no
contaba con la premoriencia del hijo fallecido.
De modo que el resto se repartirán su cuota. Es decir,
heredarán un tercio de la herencia en lugar de un cuarto.
El derecho de representación
Heredar por derecho de representación significa hacerlo en el
lugar de un pariente que no ha podido heredar. Por ejemplo, si una
persona con hijos fallece antes de poder heredar, estos podrán recibir
su parte por derecho de representación.
Así, los requisitos del derecho de representación son:
1. Que el llamado a suceder haya muerto o no pueda suceder por
indignidad o desheredación.
Además, que tenga parientes de los que serían llamados a la
sucesión intestada. Estos son:
1. Hijos o descendientes del representado.
2. Sobrinos del causante cuando concurran con sus tíos.
3. Por último, que el representante sí pueda suceder.
Como ocurre con el derecho de acrecer, el Código Civil
determina que el derecho de representación es aplicable a la sucesión
intestada.
De hecho, este es su campo de aplicación, pues en principio
no cabe aplicarlo a la sucesión testamentaria.
Respecto a la sucesión legítima, se permite la representación
en casos de desheredación o indignidad para suceder.
***LEASE. Los art. Siguientes.616 al 620, 626, 629, 630,631
632 633636 637, 638, 639, 640, 641, 642, 643, 644,645, 646,647, 648
y 649 del C. P. C. (Código de Procedimientos Civiles en vigor).
INDEPENDIENTEMENTE DE LOS ARTICULOS DEL C.C.(CODIGO CIVIL).
LA PARTICION DE HERENCIA
Concepto:
  La partición de herencia es un procedimiento por el cual se
pone fin a la comunidad hereditaria,  sustituyendo la cuota abstracta
que tenía cada heredero en la herencia por la titularidad de bienes y
derechos concretos a favor de cada uno de ellos.

La acción para pedir la partición de herencia no prescribe, por


lo que se puede pedir en cualquier momento. Pueden ejercitarla los
coherederos, los legatarios de parte alícuota, y los cesionarios de sus
cuotas, siempre que tengan la libre administración y disposición de sus
bienes. Por los menores, incapacitados y ausentes pedirán la partición
de herencia sus representantes legales.
 
Clases:
Dependiendo de quién realice la partición de herencia existen varias
clases:
1) La puede realizar el propio testador. En este caso es él,
quien distribuye los bienes entre los coherederos.
2) Cualquier persona designada por el testador para esta
tarea, siempre que no se trate de uno de los coherederos. El
encargado de partir la herencia por el testador recibe el nombre
de contador partidor, y al ejercicio de las funciones de este cargo, se
aplican las normas referidas al albacea. En muchas ocasiones el
albacea también es nombrado contador partidor.
3) Los coherederos. Si el testador no ha partido la herencia por
sí mismo ni ha nombrado contador partidor, la partición corresponde a
los coherederos, que deben actuar todos de común acuerdo. Si alguno
de los coherederos fuera menor de edad, o no tuviera la libre
administración de sus bienes, actuarán en su nombre sus
representantes legales.
4) El contador partidor dativo. Los herederos o legatarios que
representen al menos el 50% del haber hereditario, pueden solicitar
del Juez, que nombre un contador partidor dativo que sea quien parta
la herencia.
5) El Juez, también podrá partir la herencia en el supuesto de
que no se haya solicitado el nombramiento de partidor dativo y no
exista acuerdo entre los coherederos. Este tipo de procedimiento se
llama juicio de testamentaria o división judicial de la herencia.
6) Puede, también, partir la herencia un árbitro nombrado por
los coherederos o por el testador para que resuelva extrajudicialmente
las diferencias entre herederos no forzosos.
Operaciones de la partición de herencia:
  1) La partición comienza por hacer un inventario de los
bienes que constituyen la herencia y una valoración de los mismos.
  2) A continuación, se fija el neto partible, después de
descontar los gastos de la herencia,  incorporando también los frutos
generados por los bienes mientras la herencia no se ha dividido. Por
último se forman los lotes de bienes y se atribuyen a cada uno de los
coherederos.
3) En los casos en los que la partición de herencia  no hubiera
sido realizada por el testador ni acordada por los coherederos,
la formación de lotes debe realizarse respetando, en lo posible, la
igualdad, adjudicando a cada heredero bienes de la misma naturaleza,
calidad o especie. Cuando hubiera una cosa indivisible o que
desmerezca mucho por su división, podrá adjudicarse a uno de los
herederos, abonando a los otros el exceso en dinero, salvo que uno de
ellos pida su venta en pública subasta, en cuyo caso deberá
subastarse.
Invalidez:
 La partición es nula si falta alguno de los presupuestos o
elementos esenciales, o si se ha realizado en contra de lo dispuesto
por la ley.
Será anulable la partición de herencia,  si falta capacidad o
existen vicios en el consentimiento.
También podrá ser rescindida la partición, por las mismas
causas que las obligaciones y por lesión en más de la cuarta parte.
La herencia se identifica con el patrimonio del causante, es
decir, la universalidad o conjunto de bienes, derechos y obligaciones
que son objeto de la sucesión mortis causa, excluyéndose los derechos
intransmisibles por personalísimos y los que se extinguen por su
muerte.

¿Cuál es la naturaleza jurídica de la herencia? Existen


diversas acepciones del concepto de herencia, no excluyente o
incompatible entre sí, sino que, más o menos precisas y técnicamente
correctas, se emplean por los textos legales, doctrina y jurisprudencia.
Los jurisconsultos romanos Juliano y Gaio definían la herencia
desde un punto de vista subjetivo: Se hacía referencia al hecho de
suceder, a la adquisición por sucesión mortis causa en un solo acto, de
la universalidad del patrimonio del causante, esto es, al fenómeno de
convertirse en titular de sus derechos y obligaciones.
Dispone en este sentido que "Llámase heredero al que sucede
a título universal, y legatario al que sucede a título particular".
Desde un punto de vista objetivo, el concepto de herencia se
identifica con el patrimonio del causante, es decir, la universalidad o
conjunto de bienes, derechos y obligaciones que son objeto de la
sucesión mortis causa.
Esta acepción es la que parece recogerse cuando establece
que "la herencia comprende todos los bienes, derechos y obligaciones
de una persona, que no se extingan por su muerte".
Por tanto, según esta acepción, se comprenden en la
herencia no sólo los bienes y demás derechos, sino también las
obligaciones.
En definitiva, la parte activa y la pasiva del patrimonio del
causante, excluyéndose los derechos intransmisibles por
personalísimos y los que se extinguen por su muerte.
Con arreglo a una tercera acepción, el concepto de herencia
queda restringido a la parte activa del patrimonio del causante, es
decir, a los derechos sin incluir las deudas.
No puede mantenerse que el heredero continúa la
personalidad del causante (como se había mantenido por algunos
romanistas), ni mucho menos, que se identifiquen las personas de
causante y heredero (también mantenida por otros romanistas), ni que
el heredero actúe como representante del causante.
La doctrina dominante mantiene la teoría de origen romano
de que la herencia implica una sucesión en la totalidad de un
patrimonio que comprende los derechos y obligaciones del sujeto cuya
personalidad se extingue por su muerte y que adquiere en bloque y en
un solo acto el heredero.
Como caracteres de la herencia, desde un punto de vista
subjetivo, podemos destacar los siguientes:
1. Ser una sucesión o sustitución en los bienes y derechos
transmisibles de una persona.
2. Ser universal, en el sentido de que afecta a todo el
patrimonio del causante.
3. Operarse por causa de muerte, es decir, referirse a los
derechos de una persona difunta o para el caso de muerte.
En todo caso, la verdadera acepción del término de herencia
es la objetiva.
Algunas opiniones doctrinales consideraron sinónimas la
sucesión y la herencia.
Ahora bien, como señala Callaghan no es correcto
técnicamente identificar ambos conceptos.
Con la sucesión se hace referencia al modo legal en virtud
del cual se transmiten los bienes del fallecido, mientras que la herencia
alude a la universalidad o conjunto de bienes, derechos y obligaciones
que constituyen el patrimonio del mismo.
Desde este punto de vista objetivo podemos señalar los
siguientes caracteres de la herencia:
1. La herencia comprende tanto el activo como el pasivo del
causante.
2. La herencia comprende únicamente los derechos y
obligaciones transmisibles que existan en el momento de la muerte del
causante, no los derechos personalísimos.
3. La herencia un concepto jurídico, no económico en cuanto
que no equivale a totalidad de bienes, propiamente, sino unidad del
patrimonio.

¿Qué bienes, obligaciones y derechos conforman la herencia?


El contenido de la herencia es esencialmente el patrimonio
del causante, como universalidad, formada por el conjunto de
relaciones jurídicas activas y pasivas de las que era titular, siempre que
no se extingan por su muerte. Es decir: "La herencia comprende todos
los bienes, derechos y obligaciones de una persona, que no se
extingan por su muerte".

Podemos distinguir distintos elementos en el contenido de la


herencia:
1. Derechos patrimoniales. En los derechos patrimoniales la
regla general es la transmisibilidad y, por tanto, la posibilidad de que
formen parte de la herencia. No son transmisibles los que sean
personalísimos y los que se extingan por la muerte de su titular.
Tampoco son transmisibles aquellos derechos de crédito contraídos por
la persona.
2. Obligaciones patrimoniales. El heredero sub-entra en el
patrimonio del causante no sólo en su parte activa, sino también en la
pasiva. Es decir, las obligaciones también integran el contenido de la
herencia, salvo las que se extingan con la muerte del deudor. Aun
integrando el contenido de la herencia, el causante no puede disponer
de sus deudas, sino sólo de sus derechos, pues las deudas recaen por
imperio de la ley sobre el heredero, respondiendo todos los bienes de
la herencia y aun los del propio heredero, a no ser que haya aceptado
a beneficio de inventario.
3. Derechos extra patrimoniales. Forman también parte del
contenido de la herencia algunos derechos no patrimoniales. Así, el
derecho moral de autor, la acción de calumnia e injuria y las acciones
de filiación, en todos cuyos casos la ley los atribuye al heredero en
caso de muerte del titular.
Por el contrario, no forman parte del contenido de la herencia
los siguientes derechos:
1. Son inherentes a la persona, y por tanto, no transmisibles
los derechos de la personalidad (honor, libertad, integridad física),
aunque pueda sucederse en las acciones de reparación por daños
causados a los mismos.
2. Los derechos políticos no pueden transmitirse por herencia,
a diferencia de lo que ocurría en la Edad Media y parte de la Edad
Moderna, cuando ciertos cargos, y en particular los municipales,
pasaban a los descendientes o incluso podían legarse. Sí son
heredables ciertos derechos administrativos patrimoniales
(concesiones).
3. Los derechos de familia no se incluyen en el contenido de
la herencia. Señala O'Callaghan que incluso los que parecen
transmisibles no lo son en realidad, sino que son atribuidos
directamente a una persona por la muerte de otra, pero sin formar
parte de la herencia de ésta.
Así, la patria potestad conjunta deviene única en cabeza del
cónyuge supérstite, pero no por haber recibido por herencia su parte
del cónyuge premuerto, sino por disposición legal.
De igual forma, el derecho de alimentos se atribuye por la ley
al alimentista en atención a sus condiciones personales, sin que lo
adquiera por herencia.
Por otra parte, existen derechos que son atribuidos por la ley
a determinadas personas, a la muerte de su titular, pero sin formar
parte del contenido de la herencia.
Así ocurre en los títulos nobiliarios y en los derechos
arrendaticios rústicos y urbanos en que leyes especiales regulan su
atribución a ciertas personas unidas con ciertos vínculos con el titular
que fallece.
En estos casos se emplea la expresión sucesión extraordinaria
o excepcional o irregular, si bien no es propiamente una sucesión
mortis causa.
Finalmente, hay derechos que se constituyen por razón de la
muerte de una persona, siendo su titular originario el heredero.
Así por ejemplo, el derecho a percibir indemnización por la
muerte de una persona o el derecho a percibir pensiones de viudedad
u orfandad.

¿En qué situaciones distintas puede hallarse la herencia?


Siguiendo a O'CALLAGHAN, podemos distinguir distintas
situaciones en las que puede hallarse la herencia:
1. Herencia futura. Es la herencia de la persona que todavía
no ha fallecido. Por tanto, no tiene todavía ni siquiera el concepto de
herencia. Sin embargo, la sucesión contractual, de admitirse, recae
precisamente sobre la herencia futura. No se reconoce en el Código
Civil.
La negación del reconocimiento jurídico de la herencia futura
aparece recogido en: "Nadie podrá aceptar ni repudiar sin estar cierto
de la muerte de la persona a quien haya de heredar y de su derecho a
la herencia".
2. Herencia abierta. Se produce con la apertura de la
sucesión, que es la primera fase del fenómeno sucesorio, que se da
por la muerte del causante o su declaración de fallecimiento.
3. Herencia deferida. Es la herencia que se ofrece en
abstracto a todos los posibles herederos (con vocación hereditaria) y,
en concreto, a los herederos llamados en el testamento o por la ley si
se trata de sucesión intestada (delación de la herencia).
4. Herencia adida. La herencia está adida o adquirida cuando
el heredero la ha aceptado expresa o tácitamente y se convierte en
titular de las relaciones jurídicas que forman el contenido de la misma.
5. Herencia indivisa y adjudicada. Es el caso de la herencia
deferida a varios herederos, los cuales la aceptan.
Está indivisa, antes de la partición y adjudicada después de la
misma. Esta situación, por tanto, no se produce cuando hay un solo
heredero.
En este caso de heredero único, no es precisa la partición y el
testamento es el título traslativo de dominio, Por el contrario si se da la
situación de herencia indivisa, el testamento o el llamamiento
abintestato no es título de dominio, sino que hará falta acreditar la
adjudicación en la partición
6. Herencia en administración. La herencia se halla en
administración en una serie de casos, impuestos por el testador o por
el Código Civil o por la ley procesal.

¿Quién es el causahabiente y el causante?


El causahabiente es la persona que sucede o se subroga por
cualquier título en el derecho de otra. "Las obligaciones pueden
modificarse.
La subrogación de un tercero en los derechos del acreedor no
puede presumirse fuera de los casos expresamente mencionados en el
Código.
En los demás será preciso establecerla con claridad para que
produzca efecto. Por su parte, el deudor podrá hacer la subrogación
sin consentimiento del acreedor, cuando para pagar la deuda haya
tomado prestado el dinero por escritura pública, haciendo constar su
propósito en ella, y expresando en la carta de pago la procedencia de
la cantidad pagada.
La subrogación transfiere al subrogado el crédito con los
derechos a él anexos, ya contra el deudor, ya contra los terceros, sean
fiadores o poseedores de las hipotecas.
La subrogación es una forma de transmisión no extintiva del
crédito, y debe distinguirse de la cesión de créditos, que responde a
una base negocial y tiene carácter voluntario para el acreedor cedente,
mientras que la subrogación puede tener origen legal y ser impuesta,
en determinadas condiciones, al acreedor.
En al ámbito del derecho sucesorio se identifica comúnmente
a los causahabientes con los herederos o legatarios que suceden al
causante en la titularidad de derechos y obligaciones.
Causante es la persona de quien proviene el derecho que
alguien tiene. Procede del término latino "de cuius" y de la locución de
cujus successione agitar, es decir, aquél de cuya sucesión o herencia
se trata.
En Derecho de Sucesiones el causante es la persona física
que, al fallecer, inicia el proceso mortis causa, donde se establecerá el
destino de los bienes y relaciones subsistentes de las que era titular el
fallecido.

Premoriencia Es la situación de muerte de una persona con


anterioridad a otros. La premoriencia es cuestión a probar por quien la
invoque.
En este sentido nuestra Jurisprudencia dispone que a tal
efecto puede servir cualquier medio de prueba.
El Código Civil explicita que si se duda entre dos o más
personas llamadas a suceder quién de ellas ha muerto primero, el que
sostenga la muerte anterior de una o de otra, deberá probarla; a falta
de prueba, se presumen muertas al mismo tiempo (comoriencia) y no
tiene lugar la transmisión de derechos de uno a otro.
¿Qué es la herencia yacente?
La herencia yacente es aquella situación o estado en el que
se encuentran los bienes que constituyen la masa hereditaria desde la
muerte del causante, con la consiguiente apertura de la sucesión hasta
que se produce la aceptación por el heredero.
La herencia yacente se halla en una situación actual de falta
de titular. Sin embargo, el Derecho no puede ignorarla ni negarla, en
protección de los futuros herederos e incluso de los acreedores de la
herencia.
Es un caso de patrimonio de destino. Dice la jurisprudencia
que "la herencia yacente se mantiene interinamente sin titular, por lo
que carece de personalidad jurídica", y añade que "se le otorga
transitoriamente una consideración y tratamiento unitarios, siendo su
destino el de ser adquirida por los herederos voluntarios o legales".
Es necesario establecer un sistema de administración,
conservación y representación del patrimonio hereditario mientras la
herencia esté yacente y carezca de titular actual.
Si el testador no ha establecido una administración, el
llamado como heredero que no ha aceptado la herencia, tiene
facultades de custodia y administración del patrimonio hereditario.

¿Qué es el registro de últimas voluntades? El Registro de


Actos de última voluntad, que depende orgánicamente de la Dirección
General de Registros y del Notariado, es aquel en el que se inscriben
los testamentos, con la finalidad de garantizar el conocimiento de su
existencia una vez fallecidas las personas que lo hubiesen otorgado o
bien en vida por los propios otorgantes. Se nutre a dicho efecto de la
información remitida por los Colegios Notariales y la Dirección General
de Asuntos Consulares.
Los interesados solicitan el certificado de actos de última
voluntad que informa de la existencia de testamento, del lugar y fecha
de otorgamiento y del nombre del Notario otorgante.
También le corresponde al Registro de actas de notoriedad de
declaración de herederos abintestato tramitadas ante Notario.
*Recuerde que la herencia es: El contenido de la herencia es
esencialmente el patrimonio del causante, como universalidad.
El contenido de la herencia es esencialmente el patrimonio
del causante, como la universalidad de la herencia es esencialmente el
patrimonio del causante.
Forman también parte del contenido de la herencia algunos
derechos no patrimoniales.
 Así, el derecho moral de autor, la acción de calumnia e
injuria y las acciones de filiación forman parte de la herencia.
La herencia yacente se halla en una situación actual de falta
de titular, Sin embargo, el Derecho no puede ignorarla ni negarla.
** La herencia se identifica con el patrimonio del causante,
es decir, la universalidad o conjunto de bienes, derechos y obligaciones
que son objeto de la sucesión mortis causa, excluyéndose los derechos
intransmisibles por personalísimos y los que se extinguen por su
muerte.

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