Espiritualidad Eucaristica
Espiritualidad Eucaristica
Espiritualidad Eucaristica
Presentación:
Cada tema cristiano puede ser abordado desde diversos puntos de vista.
Ordinariamente suelen distinguirse cuatro: cuáles son los contenidos doctrinales del
tema, cómo se pueden celebrar, cómo se pueden enseñar o predicar, cómo hay que
vivirlos. Podría decirse que se trata del dogma, de la liturgia, de la pastoral y de
la moral (que incluye, de algún modo, la espiritualidad).
- «El Señor Jesús, la noche en que fue entregado» (1 Cor 11, 23), instituyó el
Sacrificio eucarístico de su cuerpo y de su sangre... Es el sacrificio de la Cruz que
se perpetúa por los siglos" (EdE 11)
- "Un único sacrificio" (EdE 12)
- "El sacrificio de conformarnos a Cristo" (EdE 57)
- "Comunión con Dios Padre, mediante la identificación con el Hijo Unigénito, por obra
del Espíritu Santo" (EdE 34)
- "Vivir en él (en Cristo) la vida trinitaria" (EdE 60)
- "Iglesia... comunión" (EdE 61)
- "En la escuela de los santos" (EdE 62). Espiritualidad pneumatológica.
La acción del Espíritu Santo nos transforma en Cristo, nos hace "santos",
configurados con Cristo. La comunión sacramental tiene este efecto pneumatológico y
santificador, haciéndonos participar de la misma vida de Cristo.
"El que se une al Señor, se hace un solo espíritu con Él" (1Cor 6,17). La
participación en la comunión eucarística tiene como objetivo nuestra transformación
progresiva en Cristo. Participamos de su cuerpo y sangre para participar de su misma
vida.
Vamos viviendo cada vez más de su presencia y de su misma vida (Jn 6,56-57). De
nuestra vida que pasa, va quedando sólo lo que se convierte en participación de la
vida de Cristo. Nuestra vida terrena se hace vida eterna.
Comulgar equivale a hacer pasar todo nuestro ser, toda la humanidad y toda la
creación, hacia la realidad última que será restauración de todo en Cristo resucitado.
Por esto la comunión sacramental de Cristo unifica nuestro interior y armoniza toda
nuestra vida, en sintonía cada vez mayor con Dios, con los hermanos, con la historia y
con el cosmos.
Por la comunión sacramental, nos vamos "injertando" cada vez más en el misterio
pascual de Cristo (cfr. Rom 6,5). La vida nueva que Cristo nos comunica es su misma
vida: "Yo soy la vid, vosotros los sarmientos" (Jn 15,5). Entrar en comunión con
Cristo es participar en su misma vida y en su inmolación por el fuego o amor del
Espíritu Santo (Heb 9,14).
"Porque el pan es uno, somos muchos un solo cuerpo, pues todos participamos de
este único pan" (1Cor 10,17). Así, pues, los que comemos del mismo "pan de vida",
recibimos "el mismo Espíritu" (1Cor 12,11).
Al participar del pan eucarístico o del "maná escondido" (Apoc 2,17), la Iglesia
sigue la voz del Espíritu Santo, para convertirse toda ella en el pueblo amado, "reino
de sacerdotes", redimido por la sangre de Cristo (Apoc 1,5-6). Y es siempre el mismo
pan, Jesús, el que hace posible la construcción del nuevo "templo del Espíritu" (1Cor
6,19).
Es toda la creación la que se simboliza por el pan y el vino, y que debe pasar a
la realidad futura de "restauración de todas las cosas en Cristo" (Ef 1,10). Y es toda
la comunidad humana, de "todas las gentes", la que debe pasar a ser Cuerpo Místico de
Cristo. El Espíritu Santo ha sido enviado por Jesús para que todos los hombres se
hagan hijos de Dios por obra del mismo Espíritu. Se puede considerar a la Eucaristía
como el momento culminante en que se nos comunica el Espíritu Santo.
El anuncio de que "vendrá como lo habéis visto subir al cielo" (Hech 1,12), se
convierte en espera activa, responsable y misionera, gracias a la celebración
eucarística "hasta que vuelva" (1Cor 11,26).
Los santos, como hermanos que ya celebran la Pascua definitiva, son un estímulo
para la Iglesia peregrina: "Al celebrar el tránsito de los santos de este mundo al
cielo, la Iglesia proclama el misterio pascual cumplido en ellos, que sufrieron y
fueron glorificados con Cristo" (SC 104).
La Pascua final depende de la Pascua que tiene lugar en cada corazón humano y en cada
comunidad donde se celebra la Eucaristía. En medio de la Iglesia, Jesús Eucaristía se
hace camino de Pascua, enviando su Espíritu para que la misma Iglesia viva la tensión
misionera de hacer que todo quede orientado hacia Cristo, el Señor resucitado. Es el
deseo que se expresa en la celebración eucarística: "Ven, Señor" (Apoc 22,17 y 20).
Jesús tomó carne y sangre en el seno de María Virgen por obra del Espíritu
Santo, para ofrecerse al Padre en sacrificio ya desde la Encarnación (cfr. Heb 10,5-
7). Desde el primer momento quiso asociar a su "sí" el "sí" o "fiat" de María como
parte de su misma oración sacrificial (Lc 1,38). En "la hora" o momento supremo de la
cruz y de la glorificación, la quiso también asociada a su sacrificio redentor como
"la mujer" o Nueva Eva (Jn 2,4; 19,25-27). Toda esta realidad redentora es la que
Cristo hace presente en la Eucaristía, como misterio pascual de muerte y resurrección,
en el que quiso la cooperación activa de su Madre (LG 58 y 61).
De la Santísima Virgen aprende la Iglesia esta actitud materna, tanto más joven
o vital cuando más fecunda: "Esta maternidad de María en la economía de la gracia
perdura sin cesar desde el momento del asentimiento que prestó fielmente en la
Anunciación, y que mantuvo sin vacilar al pie de la cruz, hasta la consumación
perpetua de todos los elegidos. Pues, asunta a los cielos, no ha dejado esta misión
salvadora, sino que con su múltiple intercesión continúa obteniéndonos los dones de la
salvación eterna" (LG 62).
- "La Iglesia vive de la Eucaristía... «fuente y cima de toda la vida cristiana» (LG
11)... La Eucaristía contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, el
mismo Cristo" (EdE 1)
- "Del misterio pascual nace la Iglesia" (EdE 3)
- "La Iglesia ha recibido la Eucaristía de Cristo... como el don por excelencia" (EdE
11)
- "La Eucaristía, construyendo la Iglesia, crea precisamente por ello comunidad entre
los hombres" (EdE 24)
- "Centro y cumbre de la vida de la Iglesia" (EdE 31)
- "La Eucaristía crea comunión y educa para la comunión" (EdE 40)
- "La Iglesia expresa realmente lo que es... sacramento universal de salvación y
comunión" (EdE 61)
- "La Eucaristía es fuente de unidad eclesial y, a la vez, su máxima expresión" (MND
21)
La persona que comulga se hace portadora de la vida nueva para todos los
hermanos. Entonces la transformación que procede de Cristo por la fuerza del Espíritu
Santo y que pasa a la comunidad eclesial y a cada creyente, se prolonga en toda la
comunidad humana de toda la historia y en la creación entera.
- "El sacerdote pone su boca y su voz a disposición de Aquél que las pronunció en el
Cenáculo" (EdE 5)
- "In persona, es decir, en la identificación específica, sacramental con el sumo y
eterno Sacerdote" (EdE 29)
- "Centro y cumbre de la vida sacerdotal... El sacerdote... encontrando en el
sacrificio eucarístico, verdadero centro de su vida y de su ministerio, la energía
espiritual necesaria... Cada jornada será así verdaderamente eucarística... puesto
central en la pastoral de las vocaciones sacerdotales" (EdE 31)
- "Los sacerdotes... atención todavía mayor a la Misa dominical" (MND 23)
- "Vosotros, sacerdotes... dejaos interpelar por la gracia de este Año especial,
celebrando... con la alegría y el fervor de la primera vez, y haciendo oración
frecuentemente ante el sagrario" (MND 30)
- ... "futuros sacerdotes... experimentar la delicia, no solo de participar cada día
en la santa Misa, sino también de dialogar reposadamente con Jesús Eucaristía" (MND
30)
A MODO DE CONCLUSION:
SELECCION BIBLIOGRAFICA
(Comité para el Jubileo del año 2000) Eucaristía, sacramento de vida nueva (Madrid,
BAC, 1999)
A. CUVA, Vita nello Spirito e celebrazione eucaristica (Lib. Edit. Vaticana 1994).
J.L. ESPINEL, La Eucaristía del Nuevo Testamento (Salamanca, San Esteban, 1980).
CH. JOURNET, La Misa, presencia del sacrificio de la cruz (Bilbao, Desclée, 1962).
JUAN PABLO II, Dominicae cenae (Carta del Jueves Santo, 1980); Carta Apostólica Dies
Domini (1998); Encíclica Ecclesia de Eucharistia (2003).
B. VELADO, Vivamos la santa Misa (Madrid, BAC, 1986); T. URKIRI, Adoremos al Señor
sacramentado (Madrid, Soc. Educ. Atenas, 1989).