Los Ecualizadores

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LOS ECUALIZADORES

El ecualizador es el elemento que permite modificar la curva de respuesta en frecuencia de un sistema


de audio. Esta modificación se realiza con el empleo de filtros, alterando, mediante la actuación sobre
sus controles, la señal recibida y modificando así la respuesta idónea para el local y tipo de música
deseada.

Nótese que aunque en principio con el uso de los ecualizadores lo que se persigue es obtener una curva
de comportamiento lo más neutra posible, es decir, aquella en la que los niveles de energía se reparten
por igual en cada octava, también es posible su uso para la obtención de ciertos modos acústicos
preponderantes.

Los ecualizadores son sumamente útiles en sistemas de audio ubicados en salas de especial sonorización,
salas reverberantes y salas mal acondicionadas.

ECUALIZADORES: TIPOS, PARÁMETROS Y CARACTERÍSTICAS

Antes de ver en detalle los tipos, recordaremos una serie de parámetros:

La frecuencia central (fc) es el valor de la frecuencia sobre el que actúa cada filtro. Corresponde al valor
sobre el cual su acción será máxima. La expresión de la frecuencia central en función de las frecuencias
inferior y superior de corte f1 y f2 será:

F= (f1*f2)1/2

El ancho de banda (BW) determina la amplitud de la zona de trabajo. Se suele expresar de manera
porcentual en los ecualizadores que presentan este potenciómetro. Indica la extensión a ambos lados de
la frecuencia central que abarca la corrección efectuada por el filtro. Un valor grande indica una
actuación sobre un rango de frecuencias muy grande. Con un valor pequeño actúa sobre un rango
menor.

BW=(f2-f1)

El factor Q o selectividad indica la pendiente que tiene la curva de actuación del filtro. Cuanto menor
sea este valor, la acción del filtro será más uniforme dentro de su ancho de banda.

aaaaaaa fc
Q=_________
aaaaaaa BW

La ganancia es la cantidad de amplificación o atenuación que provoca el filtro sobre la señal. Se expresa
en decibelios para cada filtro y generalmente suele oscilar entre +- 12db.

Idealmente, la adaptación perfecta entre el equipo y el local de audición solo se podría conseguir si fuera
posible gobernar el valor de amplitud para cada valor concreto de frecuencia. Esto es inviable, por lo
que debemos reducir nuestras pretensiones y aceptar que nuestras posibilidades de actuación lo sean
sobre bandas de frecuencia, más bien que sobre valores concretos.

El problema se simplifica en gran manera si pensamos que el oído humano no responde linealmente con
la frecuencia, sino que lo hace logarítmicamente: esto es, el paso de 100Hz a 150Hz (50Hz de diferencia)
le parece idéntico al que existe entre 1000Hz y 1500Hz (500Hz de diferencia). Por esta razón, por
ejemplo, el teclado de los pianos está simbólicamente dividido en octavas, en las que la frecuencia de la
primera nota de una de ellas es el doble que la de la primera nota de la octava anterior. De la misma
forma, el espectro de frecuencias de audio se dividirá en bandas logarítmicas, octavas o múltiplos de
esta, sobre las cuales se actuará.

Los controles de tono también son ecualizadores, aunque con un margen de actuación muy pobre, ya
que cada uno de los mandos tiene asignada una banda de frecuencias de orden de cuatro octavas,
aproximadamente.

En general, la experiencia práctica demuestra que si la banda bajo control es de media octava la
regulación conseguida es muy buena; si el de una octava el control conseguido es bueno; con dos octavas
se consigue una actuación suficiente, y así se puede ir disminuyendo hasta grados de actuación peores.

A continuación se describen los distintos tipos de ecualizadores, detallando sus características y


posibilidades.

LOS ECUALIZADORES GRÁFICOS

El ecualizador grafico recibe su nombre de la inteligente disposición de sus potenciómetros deslizantes,


colocados de tal manera que permiten visualizar la compensación realizada. Algunos de ellos disponen
de un led de color en cada potenciómetro deslizante, lo cual permite una rápida visión de la misma.

Este es, sin duda, el tipo de ecualizador de mayor difusión. >Puede presentar diversos aspectos y pueden
encontrarse desde ecualizadores con cinco controles hasta con 33 o más. El más típico es el ecualizador
de octava en el que encontramos 10 puntos de control. Recordemos que el ancho de banda audible
recorre 10 octavas: 30, 60, 125, 250, 500Hz, 1, 2, 4, 8 y 16KHz, y estas son las frecuencias de actuación
del ecualizador. En general los ecualizadores gráficos permiten reforzar o atenuar la señal en unos 6 a
15dB, siempre sobre la misma frecuencia de trabajo.

Habitualmente los ecualizadores profesionales suelen disponer de un selector de BY-PASS o puenteado


de la señal. Si esta está activa tenemos a la salida del ecualizador del proceso de la señal, lo cual puede
servir para poder comparar la señal no ecualizada con la señal ecualizada. También es usual disponer
de dos secciones de filtrado independientes para los canales izquierdo y derecho del sistema. Sus
acciones serán totalmente independientes.

LOS ECUALIZADORES PARAMÉTRICOS

Los ecualizadores paramétricos controlan los tres parámetros fundamentales: ancho de banda,
frecuencia central de actuación (Q) y amplitud de la señal. Aunque hasta el momento los ecualizadores
más difundidos son los gráficos cada día irrumpen con más fuerza los paramétricos en el terreno
profesional.

Los ecualizadores
paramétricos están
considerados como de los
más potentes del mercado
por su posibilidad de
variación sobre todos los
parámetros del filtro. Se
utilizan básicamente para
corregir problemas
puntuales, localizando la
frecuencia central en aquellos lugares exactos de la curva de respuesta en los que haya irregularidades.
Una vez posicionados ajustaremos el ancho de banda para que sea el más parecido posible al de la
irregularidad (cresta o valle) y se utilizará el control de ganancia de manera inversa a la acción de la
curva.

Para tener acceso a una buena ecualización son necesarios, al menos, cuatro filtros en paralelo, cada uno
correspondiente a las cuatro bandas en que dividimos el espectro (agudos, medios, bajos y muy bajos).

EFECTOS DE LA ECUALIZACIÓN SOBRE LAS FRECUENCIAS

Muy bajas frecuencias entre los 16 y 60Hz: Estas frecuencias dan al programa musical la sensación de
potencia, sobre todo si se producen de forma súbita. Haciéndolo de forma continuada o con demasiado
énfasis, producen un efecto de máscara sobre el auténtico programa musical. Deben de emplearse con
moderación.

Frecuencias bajas entre 60 y 250Hz: Este margen contiene las notas fundamentales de la sensación de
ritmo. La ecualización en esta banda puede producir un cambio de balance en el programa musical:
demasiado refuerzo en esta banda puede hacer que le programa musical resulta atronador.

Banda media de 250 a 2000Hz: es la que contiene los armónicos de bajo valor de algunos instrumentos
musicales; órganos de tubos, tuba, piano, bajo, etc. Demasiado cargado el refuerzo de esta banda puede
producir un sonido muy nasal. Si el refuerzo se produce entre los 500 y 1KHz, el sonido resultante dará
la sensación de proceder del interior de un tubo, mientras que si se origina entre la banda de 1 a 2KHz,
la impresión será de un tubo metálico. Asimismo un exceso produce fatiga en poco rato al oyente.

Banda media - alta entre los 2 y 4KHz: Este margen resulta de extrema importancia para el
reconocimiento de la voz. Si es modificada excesivamente, acusará la sensación de "Ceceo". Tiende a
causar fatiga.

Banda de 4 a 6 KHz: esta es la responsable de la claridad y transparencia de la voz y los instrumentos.


El incremento de ecualización sobre los 5KHz produce el mismo efecto sobre nuestro oído que si el
programa se hubiera incrementado en 3 dB de nivel general. La atenuación produce un sonido más
distante y transparente.

Banda de 6 a 16KHz: sirve para controlar el brillo y claridad de los sonidos. Demasiado refuerzo
producirá un sonido cristalino y desagradable en las s y vocales.

LOS TRUCOS PARA ECUALIZAR

El mejor momento para usar un ecualizador gráfico durante la mezcla es cuando quieres que suene tan
limpia y digital como sea posible. Los ecualizadores no sólo se usan para corregir defectos, sino también
con fines creativos. Si escuchas un CD bien grabado te darás cuenta de que suena muy digital, y los
ecualizadores son ideales para masterizar la mezcla final. Para conseguir un efecto de este tipo, lo más
recomendable en la mayoría de los caos es una combinación de corte y realce. Para mi gusto, lo siguiente
funciona muy bien:

VOCES: Realza las frecuencias más graves 3-4KHz, y para los coros, corta los bajos un poquito. Esto
ayuda a que el sonido se mezcle mejor con el resto.

BATERÍA: Realza las frecuencias entre 4-6KHz y, para darle más peso, realza también las que están
entre 70 y 90Hz. El truco general es que no suene demasiado pesada, sino brillante y sólida. Para
conseguir un sonido directo y rompedor, te servirá un pequeño realce alrededor de los 80Hz.

BAJO: Para dar más energía a este instrumento prueba lo mismo en la banda de 2-3KHz. Si realzas
alrededor de 80Hz subrayarás mucho los graves, y si realzas entre 500 y 800 Hz le darás al sonido un
tono más agresivo.

PIANO: Este un sonido más natural, así que el uso de la EQ ayudará más bien poco. Sin embargo, si
quieres dar más presencia a los graves, realza en la banda de 90-150KHz y para el ataque sube un poco
los 4-6KHz. Si el sonido queda emborronado, corta las frecuencias entre 250 y 350Hz.

METALES Y CUERDAS: Como el sonido de los metales es brillante, realza las frecuencias entre 6-
10KHz, pero sin pasarte. Para dulcificarlo, corta entre 1KHz y 3.5KHz. Para un resultado más cálido
con cuerdas, metales y sonidos sintetizados, añade realza un poco entre 300 y 400 KHz. Para que los
sonidos brillantes resulten más espectaculares, dales más presencia en el rango de los 600Hz-5KHz.

PARA QUITAR RUIDOS: El último truco debería resultar muy útil para quitar los ruidos. Si grabas
usando un micrófono, no lo pangas cerca delos altavoces, o maltratarás tus oídos. Para quitar ruiditos
corta las frecuencias entre 50 y 100Hz usando un buen ecualizador como, por ejemplo, los que vienen en
Cubase VST, WaveLab, Cool Edit, Logic o Cakewalk.

El arte de la ecualización
Oscar Alvarez

Un gran número de entusiastas


del audio, utilizan
ecualizadores para ajustar la
respuesta de frecuencias de su Estos dispositivos dividen el
sistema de sonido, ya sea para
compensar por la acústica del espectro auditivo en cinco ó
salón, para compensar más bandas de frecuencias
deficiencias de los permitiendo el ajuste de cada
altoparlantes o para crear banda con su respectivo
efectos en las grabaciones. control de aumento ó
disminución. En vez de
Un ecualizador es un ajustes bastos de agudos,
dispositivo que permite ajustar medios (llamados también
la respuesta de frecuencia de presencia),se obtiene un
una señal de audio, aún los control independiente sobre
controles de bajos y agudos, los bajos profundos, los
califican como ecualizadores. bajos medios, los bajos altos,
La ecualización es el aumento o los medios bajos y así
disminución de una parte, sucesivamente. Si atacamos
porción ó banda de frecuencias el énfasis de lo estridente en
de audio. Sin embargo el el medio – agudo con un
termino implica equipos más ecualizador gráfico de banda
complejos y sofisticados, tales de 1 octava, podemos más ó
como los utilizados por los menos en cierta forma,
ingenieros de grabación. corregir el pico problemático.
Decimos más ó menos
Veamos algunas razones por lo porque es muy posible que la
que la ecualización es útil y frecuencia problema, no
como su implementación se ha corresponda exactamente
convertido en un arte. con una de las frecuencias de
un ecualizador de 10 bandas.
Los controles de bajos y
agudos, son dispositivos de Por eso es que muchos
banda ancha que tienen el profesionales del sonido,
mayor efecto en los extremos estudios de grabación y
de la banda, es decir los bajos entusiastas del sonido, que
más bajos y los agudos más buscan resultados más
altos. Esto está bien para precisos, utilizan la
"retocar" la respuesta del ecualización de 1/3 de octava.
sistema de sonido del carro, no Usualmente estos tienen 27 a
es de mucha ayuda para 31 bandas, y cuando son
corregir "coloraciones" de ajustados con equipos
banda angosta que a veces son apropiados – generador de
muy molestas. Por ejemplo, un ruido "rosado", analizador de
"pico" en la banda de medios- espectro de audio en tiempo
altos puede producir un sonido real, micrófono calibrado, etc.
estridente que normalmente un – se puede lograr de un
control de agudos no puede sistema de altoparlantes de
moderar. Al bajar el control de alta calidad, una respuesta
agudos para eliminar la "plana" con una variación de
estridencia, también los agudos 1 ó 2 dB en la mayor parte del
altos se ven disminuidos, rango auditívo.
quitándole claridad y definición
a la música.

Del mismo modo, el utilizar el


control de bajos para eliminar Pero hay mucho más en la
un sonido "encajonado", ecualización, que
tampoco es de mucha utilidad, simplemente corregir
ya que también se disminuirán altoparlantes y salones. En la
las frecuencias más bajas que próxima entrega veremos
son muy importantes para una algo de Ecualización en el
reproducción realista y quizá Estudio.
sin resolver el problema del
encajonamiento del sonido.
Para esto hay una forma mejor
de hacer las cosas, y es
utilizando un Ecualizador
Gráfico.

El ecualizador gráfico se ha
hecho muy popular en los
últimos años. Se llama gráfico
porque cuando se ajustan los
controles deslizantes, la
posición da una imagen muy
aproximada de la respuesta de
frecuencias resultante.

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Tipos de ecualizadores

Indicamos los tipos de ecualizadores que existen, sus características, cómo y


cuándo deben usarse ya sea para instrumentos o mezclas.
Por Juan Ignacio Rodríguez Navarro

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Vamos a ver a grandes rasgos los distintos tipo de ecualizadores que existes y cuáles pueden ser sus usos.

Shelving: Este tipo de ecualizador es de los más simples que existen, y podemos encontrarlo en cualquier equipo
común, también se encuentran en otros ecualizadores realizando su propia función como paramétricos etc.

Nos ofrece la posibilidad de controlar los graves y agudos.

Por lo general, los ecualizadores Shelving pueden aumentar o disminuir la intensidad del sonido 15 dB (15
decibelios) en la banda de 100 Hz (graves) y en 10 KHz (agudos).

Un ecualizador Shelving de tres bandas nos permite aumentar o disminuir la intensidad del sonido de graves,
medios y agudos pero en frecuencias fijas, 100 Hz para graves, 2 KHz para medios y 10 KHz para los sonidos
agudos.

Estos controles de graves y agudos tienen generalmente una pendiente máxima de 6db por octava y características
recíprocas.

Los ecualizadores Shelving tienen una desventaja muy grande, que es la de tener la capacidad de realzar
frecuencias por encima y por debajo del audio audible, lo que origina pérdida de potencia o daños en el altavoz.

El uso más normal de este tipo de ecualizador es en controles de tono para sistemas de audio domésticos

Semiparamétricos: Los ecualizadores semiparamétricos permiten seleccionar la frecuencia que queremos


ecualizar, de esta manera podremos aumentar o disminuir la frecuencia que nos parezca oportuna.

Los ecualizadores semiparamétricos son más baratos que los ecualizadores paramétricos.
Paramétrico: Un ecualizador paramétrico nos permite seleccionar la frecuencia que queremos ecualizar, además
podemos elegir el ancho de banda (rango de frecuencias afectadas que se encuentran en ese ancho de banda) que
queremos aumentar o disminuir.

Con un ecualizador paramétrico podremos controlar el ancho de banda, la frecuencia central y la ganancia siendo
controlables independientemente entre ellos.

Estos ecualizadores poseen gran versatilidad y son útiles para cualquier aplicación hablando de ecualización.

Sin embargo no hay que olvidar que este tipo de ecualizadores son relativamente dificiles de manejar y su uso
conlleva mucho tiempo.

Ecualizador Paramétrico

Gráficos: Los ecualizadores gráficos son los más comunes y los más usados en grabación.

El más común es el ecualizador de octava, en el que dispondremos de 10 puntos de control, ya que el ancho de
banda audible recorre 10 octabas que son 30 Hz, 60 Hz, 125 Hz, 250 Hz, 500 Hz, 1 KHz, 2 KHz, 4 KHz, 8 KHz, 16
KHz.

Y es en esas frecuencias dónde nos deja actuar el ecualizador, generalmente los ecualizadores gráficos nos
permiten aumentar o reducir la intensidad de la señal de audio entre 6 dB y 15 dB sobre la misma frecuencia.
Ecualizador Gráfico

De Barrido: Los ecualizadores de barrido se encuentran generalmente en las etapas de entrada de las mesas de
mezclas.

Generalmente se usan dónde más control sobre señal se requiere. Las limitaciones de espacio restringen el número
de potenciómetros disponibles.

Los ecualizadores de barrido suelen ofrecer control sobre 3 o 4 bandas de frecuencia, por lo tanto es una clara
desventaja la carencia de ajuste de ancho de banda, sin embargo su ventaja es que este tipo de configuración, es
que tendremos un ecualizador relativamente versátil.

Los ecualizadores se pueden emplear como filtros, es decir para eliminar o


atenuar lo máximo posible frecuencias que molestan, ruidos, interferencias
etc. Que se mezclan con el sonido.

Por poner un ejemplo, en ocasiones en la grabación se produce un zumbido


debido a la mala fuente de alimentación, y lo que podemos hacer nosotros es
reducir ese zumbido atenuando entre los 50 Hz 60 Hz, o por ejemplo el
conocido silvido podríamos reducirlo atenuando las altas frecuencias.

Por lo general este tipo de problemas suceden en un rango de frecuencias


determinado, y es por eso por lo que un ecualizador paramétrico es el ideal
para este tipo de propósitos.
Otro caso muy habitual es que un instrumento suene bien por separado y
cuando lo mezclamos con otros éste interfiere en la claridad de los demás,
esto es porque tiene un pico en una frecuencia con lo que deberíamos
atenuar estas frecuencias. Este problema se conoce como Enmascaramiento.

Los ecualizadores también pueden emplearse para cambiar el carácter o el


sonido de un instrumento.

Para hacerlo sólo tendremos que alterar los armónicos o la frecuencia


fundamental. Hay que tener en cuenta una cosa muy importante, y es que si
alteramos todos los instrumentos por separado a la hora de luego mezclarlos
no es seguro que obtengamos un buen resultado en la mezcla.

Cualquier fuente sonora produce sonido en una determinada zona del


espectro de frecuencias audibles, que es dónde actúan los ecualizadores
alterándo esta respuesta en la frecuencia.

Vamos a continuación a poner unos rangos de frecuencia de instrumentos


musicales que os pueden servir de referencia para ecualizarlos
correctamente.

Instrumento Fundamental Armónicos

Flauta 261-2349 3-8 KHz

Oboe 261-1568 2-12 KHz

Clarinete 165-1568 2-10 KHz

Fagot 62-587 1-7 KHz

Trompeta 165-988 1-7.5 KHz

Trombón 73-587 1-4 KHz

Tuba 49-587 1-4 KHz

Tambor 100-200 1-20 KHz


Bombo 30-147 1-6 KHz

Platillos 300-587 1-15 KHz

Violín 196-3136 4-15 KHz

Viola 131-1175 2-8.5 KHz

Cello 65-698 1-6.5 KHz

Bajo acústico 41-294 1-5KHz

Bajo eléctrico 41-300 1-7 KHz

Guitarra acústica 82-988 1-15 KHz

Guitarra eléctrica (amplificador) 82-1319 1-3.5 KHz

Guitarra eléctrica (normal) 82-1319 1-15 KHz

Piano 28-4196 5-8 KHz

Saxo Soprano 247-1175 2-12 KHz

Saxo alto 175-698 2-12 KHz

Saxo tenor 131-494 1-12 KHz

Cantante 87-392 1-12 KHz

Lógicamente existen más instrumentos, pero os dejamos aquí los rangos de frecuencia de algunos de ellos para que
os podáis guiar un poco.

Mucha gente se pregunta si debe ecualizar el sonido cuando está grabando o cuando esta mezclando y la respuesta
es que depende.

Si estamos grabando todos los canales por separado, lo que se suele hacer es grabar con todos los ecualizadores
planos y depués ecualizar durante la mezcla.
Se hace de esta manera porque los instrumentos suenan distinto por separado que cuando se escuchan todos a
mmismo tiempo.

Otro caso sería el de que tuvieras que hacer premezclas antes de grabar, en este caso deberíamos ecualizar antes de
premezclar.

En grabaciones de micrófono, antes de ecualizar para conseguir el tono que deseamos deberíamos cambiar el
micrófono de sitio para intentar conseguir ese tono que queremos, ya que empleando el ecualizador siempre
quedará menos natural el sonido.

Es muy importante saber que los ecualizadores trabajan mucho mejor cuando aumentamos o aplicamos
atenuaciones moderadas, en muchas ocasiones variaciones de 2 o 3 decibelios serán suficientes.
Y que si por ejemplo aplicamos graves a todo al principio y después realizamos la mezcla, ésta sonará grave y
turbia y no conseguiremos arreglar la mezcla subiendo los agudos ya que los medios sonarán débiles.

ECUALIZADORES
TIPOS

- Ecualizadores Shelving

Este tipo de ecualizador opera en todas las frecuencias de manera


plana. O sea, crea una transición entre una región extrema (en el
extremo grave o en el extremo agudo) del espectro de audio y la
región central.

Estos ecualizadores están disponibles como unidades de alta y baja


frecuencia, realzando las altas y bajas frecuencias respectivamente.
La desventaja de estos componentes es su potencial de realzar
frecuencias por encima y por debajo del rango de audio audible
causando como mínimo perdida de potencia del amplificador, y en
el peor de los casos, daños en el altavoz. Las señales subsónicas se
pueden atenuar usando un filtro pasa-alta por debajo de la banda de
audio (18 hertzios) para evitar excesiva información de baja
frecuencia.

El uso más común de este ecualizador es en controles de tono en


los sistemas de audio domésticos. Estos controles de bajos y
agudos tienen generalmente una pendiente máxima de 6db por
octava y características recíprocas.

- Ecualizadores gráficos

Éstos son probablemente los procesadores de señal más usados en


grabación. Estas unidades son llamadas así porque contienen un
banco de filtros cuyos controles de ganancia están dispuestos de
manera que crean un gráfico de la respuesta en frecuencia
resultante en el panel frontal, (hay que tener en cuenta que esta
lectura es la curva de respuesta en frecuencia del ecualizador, NO la
respuesta total del sistema). El más típico es el ecualizador de
octava en el que encontramos 10 puntos de control. Recordemos
que el ancho de banda audible recorre 10 octavas: 30, 60, 125, 250,
500Hz, 1, 2, 4, 8 y 16KHz, estas son las frecuencias de actuación del
ecualizador. En general los ecualizadores gráficos permiten reforzar
o atenuar la señal en unos 6 a 15dB, siempre sobre la misma
frecuencia de trabajo.

La mayoría de los ecualizadores gráficos contienen bancos de


filtros conectados en paralelo. Éstos se conocen como filtros no
combinados. Cuando se refuerzan dos bandas adyacentes, queda
una pendiente relativamente grande entre los dos picos. Esto
demuestra ser una gran desventaja cuando se intenta realzar una
frecuencia entre dos frecuencias centrales. Se pueden requerir
cantidades drásticamente excesivas de realce en el centro de la
banda para ajustar correctamente la frecuencia deseada. Este
problema se elimina en ecualizadores gráficos usando las menos
comunes combinaciones de filtros. En este sistema, los bancos de
filtros se conectan en serie, así las bandas adyacentes tienen efecto
en cualquier otra. Consecuentemente, para realzar una frecuencia
entre dos frecuencias centrales, los filtros dados necesitan
solamente ser realzados una cantidad mínima para dar lugar a una
frecuencia media altamente realzada.

Virtualmente todos los ecualizadores gráficos tienen frecuencias


fijas y un Q fijo. Esto los hace simples de utilizar y rápidos de
ajustar, no obstante son generalmente un compromiso. Aunque son
muy convenientes para propósitos generales, en situaciones donde
se requiere una frecuencia específica o el ajuste del ancho de
banda, demostrarán ser inexactos. Una tentativa de superar estas
limitaciones es el ecualizador paragráfico. Este es un ecualizador
gráfico con ajuste de frecuencia fino en cada deslizador. Esto
proporciona al usuario la capacidad de barrer algo la frecuencia
central de cada filtro, dando así mayor control sobre la respuesta de
frecuencia del sistema.

El uso más común para los ecualizadores gráficos es corregir


inconsistencias en la respuesta del altavoz y, con menos eficacia,
ambientes acústicos, particularmente en sistemas de refuerzo de
sonido. Si la ganancia de un sistema de audio se aumenta, se
alcanzará la regeneración acústica. La frecuencia en la cual ésta
ocurre se puede atenuar con el ecualizador y la ganancia total
incrementada hasta que otra frecuencia cause el mismo problema.
La repetición de este proceso hasta que la respuesta del sistema se
aplana puede dar lugar hasta a un aumento de 10db sobre el
espectro de audio. Hay que tener en cuentta, sin embargo, que fijar
estos problemas con medios electrónicos debe ser el último
recurso, despu&eacue;s de que las posibilidades de mejora usando
cambios en micrófonos, altavoces, y ac&uacue;stica se hayan
agotado.

- Ecualizadores de barrido

Estos ecualizadores se encuentran comúnmente en las etapas de


entrada de mesas de mezclas. Se utilizan generalmente donde se
requiere más control sobre la señal que está disponible en el
ecualizador gráfico, con todo, las limitaciones de espacio restringen
el número de potenciómetros disponibles. Típicamente, los
ecualizadores de barrido proporcionan control sobre 3 o 4 bandas
de frecuencia.

La ventaja de esta configuración es un ecualizador relativamente


versátil. La desventaja obvia es su carencia de ajuste en el ancho de
banda, un problema que se soluciona con un ecualizador
paramétrico.

- Ecualizadores paramétricos

Los ecualizadores paramétricos controlan los tres parámetros


fundamentales: ganancia, frecuencia central y ancho de banda. Hay
que observar que estos parámetros ajustables son independientes
entre sí. Cualquiera de los tres controles disponibles puede ser
alterado sin afectar a los otros dos. Por ejemplo, un cambio en la
ganancia no afectará al ancho de banda o a la frecuencia de central
del filtro.

La ventaja de usar un ecualizador paramétrico reside en el control


de la unidad sobre la señal de audio. La alta versatilidad del
componente lo hace útil en cualquier aplicación de ecualización.
Pueden proporcionar una precisa filtración. Esta versatilidad puede
ser aumentada con eficacia conectando en cascada la salida de tal
ecualizador a la entrada de otro o de su canal opuesto, doblando así
los parámetros controlables. Su capacidad de tener tan fino control,
sin embargo, también conduce a sus desventajas. Estos
ecualizadores son relativamente complejos, su uso lleva mucho
tiempo y es difícil emparejar curvas de respuesta (entre canales, por
ejemplo).

Los filtros en estas unidades están conectados casi siempre en


serie. Esto elimina la posibilidad de interferencias de fase entre
bancos de filtros, un problema inherente en unidades conectadas en
paralelo. Sin embargo, introduce inmediatamente el problema de las
ganancias de diversos filtros que se afectan unos a otros. "la
ecualización total es simplemente la suma (en decibelios) de la
ecualización contribuida por cada una de las secciones".

- Ecualizadores semiparamétricos

Los ecualizadores semiparamétricos permiten el control sobre el


ancho de banda, sobre la frecuencia central y sobre la ganancia de
un filtro (como un ecualizador paramétrico), sin embargo estas
componentes pueden ser interactivas. Es decir, si se cambia la
frecuencia central y la ganancia de un filtro también cambiará su
ancho de banda.

La ventaja de estas unidades es el costo más bajo que tienen


respecto a los ecualizadores paramétricos.

- Ecualizadores dinámicos

Como su nombre sugiere, los ecualizadores dinámicos son


variables de forma continua, en los cuales la curva de respuesta en
frecuencia "normalmente cambia en respuesta a la señal de
entrada." El nombre es también un término general para un número
de procedimientos diferentes para distintas aplicaciones.
Breve introducción al sonido: la frecuencia

El sonido es la vibración de un medio elástico, bien sea gaseoso, liquido o sólido. Las ondas generadas
por la fuente sonora producen ciertas variaciones de presión en el medio (por ejemplo, el aire o el
agua), y esto es lo que permite que sean percibidas por el ser humano (si bien no percibe cualquier
variación; si es demasiado rápida o demasiado lenta no la escuchará). Es por ello que en el espacio
cósmico no hay sonidos, ya que falta el medio por el que deben discurrir: en el espacio sólo hay vacío, y
por ello no pueden haber variaciones de presión audibles.

Partiendo de esto, podemos definir la frecuencia del sonido como el número de vibraciones (ciclos) que
produce una señal sonora por unidad de tiempo (el segundo). La unidad correspondiente a un ciclo por
segundo es el herzio (Hz). Las frecuencias más bajas en herzios se corresponden con lo que
habitualmente llamamos sonidos "graves?, sonidos de vibraciones lentas. Las frecuencias más altas en
herzios se corresponden con lo que llamamos "agudos" y son por ello vibraciones muy rápidas.

Como hemos insinuado antes, el ser humano no puede captar cualquier vibración; el espectro de
frecuencias audible variará según cada persona, pero se acepta como media el intervalo entre 20 Hz y
20 kHz. Así que en este rango de frecuencias existe todo lo que nosotros podemos oír; más alla están los
ultrasonidos (por encima de 20 Khz) y los infrasonidos (por debajo de 20 Hz), que sí pueden captar
algunos animales con un sistema auditivo más desarrollado.

Cada instrumento musical, como cualquier otra fuente sonora, produce sonido en una zona
determinada de este espectro de frecuencias audibles; unos abarcan más espacio y otros menos. Y aquí
es donde entran los ecualizadores: estos dispositivos alteran la respuesta en frecuencia de un sonido,
aumentando o atenuando ciertas frecuencias.

Tipos de ecualizadores

Existen varios tipos de ecualizadores; el más simple es el de tipo shelving, que tiene solamente control
de graves y agudos; se encuentra en cualquier equipo común. Normalmente, estos ecualizadores
aumentan o atenúan 15 db en 100 Hz (graves) y en 10 KHz (agudos), aunque pueden variar según cada
modelo. Con un ecualizador de tres bandas puedes ya aumentar o atenuar bajos, medios y agudos,
también sólo en frecuencias fijas: por ejemplo, en 100Hz (bajos), 2 KHz (medios) y 10 KHz (agudos).

Los ecualizadores semiparamétricos son los que te permiten elegir la frecuencia a ecualizar; de esta
manera puedes aumentar o atenuar las frecuencias que te parezcan convenientes. En un ecualizador
paramétrico tienes, además, la posibilidad de elegir el ancho de banda (rango de frecuencias afectadas
a partir de la elegida) que quieres aumentar o atenuar. Este parámetro es conocido como "Q".

Por último, los más comunes son los ecualizadores gráficos, que van por lo normal desde 5 hasta 31
bandas de frecuencia fijas, aunque a veces te encuentras con aparatos más complejos, con más bandas.

Los ecualizadores tienen básicamente estas dos aplicaciones:

Resolver problemas
Los ecualizadores se pueden utilizar como filtros, para atenuar o eliminar frecuencias que molestan,
ruidos o interferencias que se mezclan con el sonido. Por ejemplo, el hum producido por una mala
fuente de alimentación se reduce atenuando en 50-60 Hz aproximadamente. El hiss, tan común en los
cassettes, se puede disminuir atenuando las altas frecuencias. Por lo general, los problemas ocurren en
un rango determinado de frecuencias, por esto es que los ecualizadores paramétricos son los ideales
para este propósito. Otro problema común es el del enmascaramiento: un instrumento con una
resonancia o un pico en una frecuencia. Si bien este instrumento suena bien solo, al mezclarlo con otros
puede interferir en la claridad de éstos, por lo que es recomendable atenuar estas frecuencias,
comprimirlas o limitarlas.

Afectar a la personalidad de un sonido


Los EQ también pueden variar el carácter de un instrumento. Esto se logra alterando la frecuencia
fundamental o los armónicos, teniendo en cuenta siempre que si se alteras todos los instrumentos por
separado y luego los mezclan no se asegura un buen resultado de la mezcla. Para ecualizar
correctamente un instrumento puede servirte como guía nuestra tabla referida al rango de frecuencias
de los instrumentos musicales; para consultarla, pulsa [ aquí ].

Ideas para el uso práctico de los ecualizadores

Como norma general, a cada instrumento se le puede dar cuerpo aumentando su frecuencia
fundamental. Atenúa ésta si el sonido es muy grave o indefinido. Aumentando los armónicos le das mas
presencia y definición, así que atenúalos también si el sonido es muy violento. Por otra parte, ten en
cuenta que ecualizaciones extremas reducen fidelidad, pero pueden crear efectos interesantes: por
ejemplo, cortando bruscamente los graves y los agudos de una voz se consigue el sonido telefónico.

Las siguientes son algunas sugerencias de frecuencias que puedes ajustar con los ecualizadores. Si
quieres lograr el efecto deseado, aumenta en esa frecuencia; si no lo quieres, atenúala.
Rango de cada instrumento dentro del espectro sonoro señalando instrumentos o voces
señalados en frecuncias.

· Bajo: Cuerpo y profundidad en 60 Hz, áspero en 600 Hz, presencia en 2.5 kHz y ruido de cuerda a
partir de los 3 kH.

· Guitarra acústica: Cuerpo en 80 Hz, presencia en 5 kHz, sonido de púa por encima de 10 kHz.

· Guitarra eléctrica: Pegada en 60 Hz, cuerpo en 100 Hz, estridente en 600 Hz, presencia en 2-3 kHz,
latosa y rasposa arriba de los 6 kHz.

· Batería: Cuerpo en 100 Hz, apagada en 250-600 Hz, trash de 1 a 3 kHz, ataque en 5 kHz, seca y
enérgica en 10 kHz.

· Bombo: Cuerpo y potencia por debajo de los 60 Hz, acartonado 300-800 Hz (corta de 400 a 600 para
conseguir un mejor tono), y el kick o ataque en 2-6 kHz.

· Percusión: Brillo y presencia en 10 kHz.

· Saxo: Cálido en 500 Hz, duro en 3 kHz, sonido de llaves por encima de 10 kHz.

· Voz: Cuerpo en 100-150 Hz (hombre), cuerpo en 200-250 (mujer), sonido nasal en 500-1000 Hz,
presencia en 5 kHz, y sonido de 's' arriba de 6 kHz.

¿Hay que usar los EQ cuando grabas o cuando mezclas?


Si se graban todos los canales por separado, lo que usualmente se hace es grabar con todos los EQ
planos y ecualizar durante la mezcla. Esta es la mejor solución, porque las cosas cambian cuando se
escuchan todos los instrumentos al mismo tiempo. Si, en cambio, tienes que hacer premezclas antes de
grabar, debes ecualizar antes de premezclar. También debes saber que, en tomas de micro, antes de
usar un EQ debes intentar lograr ese cambio de tono cambiando de lugar los micrófonos. Esto le da un
efecto más natural que utilizando el EQ. Para acabar, recuerda que los EQ suelen trabajar mejor
cuando se utilizan sutilmente (variaciones de 2 o 3 db pueden ser suficientes).

El error más común es comenzar agregándole graves a todo; así la mezcla sonará grave y turbia. Si
haces eso podrías pensar que subiendo los agudos se arreglará el fiasco, pero verás enseguida como los
medios suenan débiles... y se descontrolará todo. Un buen consejo es utilizar la EQ con bypass para ir
escuchando y controlando la ecualización en todo momento.

Cuando hablamos de sonido directo es muy frecuente hablar de ecualización, ecualizar


a un artista en la prueba de sonido, ecualizar el sistema de sonido? Sin embargo, es
muy importante usar lo menos posible los ecualizadores en directo.

De hecho, cada día más, observamos en los controles de FOH (FRONT OF HOUSE) que el
ecualizador gráfico está plano, sin embargo esto era impensable no hace tanto tiempo.

El ecualizador es el elemento que permite modificar la curva de respuesta en frecuencia


de un sistema de audio. Esta modificación se realiza con el empleo de filtros, alterando,
mediante la actuación sobre sus controles, la señal recibida y modificando así la
respuesta del sistema sonoro, hasta conseguir una respuesta idónea para el local y tipo
de música deseada.
Con el uso de los ecualizadores lo que se persigue es obtener una curva de
comportamiento lo más neutra posible, es decir, aquella en la que los niveles de energía
se reparten por igual en cada octava.
Este se usa para corregir defectos acústicos o por razones artísticas, para modificar la
respuesta de un determinado instrumento. En este último caso conviene no abusar de
él.

Respuesta en frecuencia
Se denomina curva de respuesta en frecuencia de una instalación de audio a la
representación gráfica de la intensidad sonora en un punto de la sala, respecto a la
frecuencia a la cual se emite. Ésta se obtiene posicionando en la zona de escucha un
sonómetro junto con un analizador de espectro que pueda representar de manera
gráfica esta curva.

Si la representación obtenida es una línea horizontal, quiere decir que no hay ninguna
pérdida ni ganancia de intensidad sonora para ninguna frecuencia. Lo habitual es que
para algunas frecuencias haya una pérdida de señal y que para otras haya una
ganancia. El ecualizador deberá corregir estas variaciones realizando la acción inversa a
la respuesta en frecuencia inicial. Así intentaremos obtener una respuesta final plana.

La respuesta en frecuencia que ofrece una sala de escucha es muy diferente


dependiendo del mobiliario que contenga y de la disposición de este, provocando
absorción o reflexión según los materiales.

Si la potencia energética absorbida por las paredes es pequeña, el crecimiento de la


intensidad sonora es rápido, consiguiéndose unos niveles de presión por encima de los
que se crearían en espacio libre en las mismas condiciones, al tiempo que una
deformación del mensaje sonoro.

Si por el contrario la absorción realizada es grande, el nivel alcanzado en la sala es del


orden del obtenido en el espacio libre, obteniéndose una respuesta en frecuencia plana
para el recinto.
Sobre la respuesta en frecuencia, también influye el hecho de que parte de los sonidos
que le llegan al oyente no provengan directamente de la fuente sonora. Son los sonidos
reflejados o indirectos.

Una consecuencia muy importante se deriva de este hecho: no tendremos la misma


relación entre sonido directo e indirecto en todos los puntos de la sala. Esto es debido a
que las ondas recorrerán distintos caminos y tardarán diferentes tiempos. Por tanto,
sólo es posible ecualizar correctamente una zona.
Los cambios que se producen en el sonido por la presencia de mobiliario y superficies
en un recinto son:

- Modificación de la estructura temporal del sonido por las reflexiones que llegan en
tiempos distintos.
La existencia de modos de vibración hace que algunas frecuencias estén más realzadas
que otras y, en cambio, otras se cancelen.

En la práctica, para ecualizar una sala o recinto acústico, no es necesario realizar


muchas correcciones para tener una respuesta acústica bastante plana. Denominamos
respuesta plana a aquellas respuestas en las que pueda haber zonas en las cuales haya
una desviación máxima de 2 decibelios sobre la línea ideal. Estas desviaciones serán
mínimamente perceptibles para el oído humano.
Parámetros Generales de los Ecualizadores
La frecuencia central (Fc) es el valor de la frecuencia sobre el que actúa cada filtro.
Corresponde al valor sobre el cual su acción será máxima.

El ancho de banda (BW) en inglés, "Bandwidth", determina la amplitud de la zona de


trabajo.Indica la extensión a ambos lados de la frecuencia central , F1 y F2.

Este valor se toma cuando llegamos al un nivel de -3dB.


Si es grande, indica una actuación sobre un rango de frecuencias grande.
BW=(f2-f1)

El factor Q, llamado también selectividad, es la relación entre la frecuencia central y el


ancho de banda, indica la pendiente que tiene la curva de actuación del filtro, llamada
campana también. Cuanto menor sea este valor, la acción del filtro será más uniforme
dentro de su ancho de banda.
Q=Fc/BW
Ejemplo: Si Fc= 1400Hz, F1=1000Hz y F2=2000Hz
¿Cuál sería el BW?
BW=f2-f1=1000Hz
¿Cuál sería el Q?
Q=Fc/BW= 1,4

Observamos según estas fórmulas que cuanto más alto es el factor Q más estrecho es el
ancho de banda.

En nuestro ejemplo el ancho de banda es de una octava, si el Q fuera de 0,7 el ancho de


banda sería de dos octavas, mientras que sería sólo de media octava en el caso de un
factor Q de 2,8.

La ganancia es la cantidad de amplificación o atenuación que efectúa el filtro sobre la


señal.

Se expresa en decibelios para cada filtro y, generalmente, suele oscilar entre ± 12dB.

El oído humano no responde linealmente con la frecuencia, sino que lo hace


logarítmicamente: esto es, el paso de 100Hz a 150Hz (50Hz de diferencia) le parece
idéntico al que existe entre 1000Hz y 1500Hz (500Hz de diferencia).

Por ello, el teclado de los pianos está dividido en octavas, en las que la frecuencia de la
primera nota de una de ellas es el doble que la de la primera nota de la octava anterior.

Tipos de Ecualizadores
Existen principalmente dos tipos de ecualizadores, que son el ecualizador gráfico y el
ecualizador parametrico:

El ecualizador gráfico
Recibe su nombre de la disposición de sus potenciómetros, que están colocados de tal
manera que permiten visualizar la compensación realizada.

Existen ecualizadores gráficos con cinco controles, hasta con 31. El más empleado en
audio profesional es el ecualizador de tercio de octava, en el que encontramos 30
puntos de control.

Los ecualizadores gráficos permiten reforzar o atenuar la señal en una determinada


frecuencia en unos 6 a l5dB.

Está formado por un adaptador de entrada que da paso a un banco de filtros en


paralelo, de número variable según tengamos un ecualizador de octavas, de medias
octavas o de tercios de octava y que desembocan en un sumador de salida. Éstos son
filtros selectivos pasa-banda, donde cada uno tiene asignado una banda de trabajo
diferente, y cuyas frecuencias centrales están dispuestas de forma logarítmica, de
manera que en su conjunto abarca el espectro audible en toda su amplitud.

Cada filtro posee un control de ganancia con el que atenuar o amplificar la banda de
frecuencia sobre la que actúa.
En posición central no pasa nada, o sea, quedará en OdB.
Al estar los potenciómetros situados paralelos y consecutivos, según la curva
imaginaria que une sus posiciones, se corresponde con la respuesta que ejerce el
ecualizador sobre la señal.

En el Cuadro 1 observamos cuáles son las frecuencias seleccionadas en los


ecualizadores, esto se hace según norma ISO.

Esta norma se emplea para unificar criterios de diseños de los ecualizadores, ya que si
observamos la tabla las frecuencias escogidas, no son el resultado de dividir cada
octava en tres o, lo que es lo mismo, multiplicar una determinada frecuencia por 2¹/³,
sino que son frecuencias escogidas para dicha norma ISO.

El ecualizador paramétrico
Éstos controlan los tres parámetros fundamentales, que son el ancho de banda, la
frecuencia central y la amplitud de la señal.
El manejo de éstos es más complejo, ya que hay que ajustar todos los parámetros.

Lo ideal en un ecualizador paramétrico es tener cuatro bandas de frecuencias sobre las


que actuar, bajas frecuencias (20 a 250Hz) , media baja (250 a 2.000Hz), media alta
(2000 a 4.000Hz) y altas (4.000 a 16.000).

Uso práctico de los Ecualizadores

Utilización clásica de un ecualizador gráfico para corregir un sistema de sonido


Para ecualizar correctamente nuestro sistema de sonido en función de la acústica del
recinto en el que estemos, según el método clásico necesitaremos idealmente lo
siguiente:
-1 CD con ruido rosa (Test)
-1 analizador de espectro
-1 micrófono de medida o, en su defecto, uno de condensador omnidireccional, con la
respuesta en frecuencia lo más plana posible en todo el espectro.
-Un ecualizador estéreo de 2X31 bandas

Una vez conectado correctamente nuestro ecualizador gráfico en serie entre la mesa y
las etapas de potencias, ya sea directamente o a través de los "inserts", reproducimos
un CD con ruido rosa, en el caso de que nuestra mesa no disponga de su propio
generador, y con todos los ecualizadores de la mesa desactivados observamos el
resultado en nuestro analizador de espectro.

Corregimos simplemente las frecuencias que veamos en nuestro analizador que estén
atenuadas o amplificadas excesivamente; debemos tener en cuenta que al bajar la
frecuencia defectuosa en el ecualizador también lo harán la superior e inferior adjunta,
por ello una solución consiste en elevar ligeramente estas frecuencias adyacentes.
Aunque los aparatos de medida son muy fiables, será mejor escuchar el resultado, ya
que en la mayoría de los casos una curva plana no es sinónima de respuesta perfecta,
así que lo mejor es reproducir algún CD que tengamos y que acostumbremos a oír con
frecuencia para hacer una comparación entre la corrección acústica que hemos hecho y
el análisis que nuestros oídos hacen, ya que evidentemente la información que llega a
nuestros oídos es mucho más rica que la que es proporcionada al analizador de
espectro.

NOTA: La forma correcta y más completa de ajustar un sistema de sonido en un recinto


sería con referencia a la respuesta de fase de los elementos y su combinación.
Para ello sería necesario un software o hardware que permita realizar funciones de
transferencia.

Utilización práctica de un ecualizador paramétrico para corregir instrumentos musicales


También hay que apuntar que estas ecualizaciones dependen mucho del gusto artístico
del técnico de sonido y/o instrumentista que para determinados estilos musicales
buscan una exageración de niveles en determinadas frecuencias.

En el caso del bombo de una batería, las frecuencias producidas bajan hasta 40Hz, así
que para controlar mejor el ataque deberemos acentuar o atenuar alrededor de 63Hz,
de hecho, muchos micrófonos concebidos para bombos presentan una ligera cresta en
esta frecuencia. Algunas de las frecuencias más molestas suelen estar en la zona de
300 y 400Hz.

Las guitarras eléctricas ocupan un amplio margen de frecuencias que comienza


alrededor de los 80Hz. Si suenan demasiado sordas podemos atenuar sobre los 200Hz,
mientras que si son demasiado duras atenuaremos sobre los 1000Hz; para las guitarras
acústicas deberemos estar atentos en la zona comprendida entre 200 y 500Hz.

La voz cantada contiene un amplio rango de frecuencias, siendo las frecuencias


comprendidas entre 2 y 4KHz el lugar donde tenemos más inteligibilidad. Recordemos
que, según las curvas de Fletcher y Munson, esta parte del espectro es la más sensible
para nuestro oído. Podemos observar cómo muchos micrófonos para voces tienen una
cresta a partir de 5KHz.

Rango de frecuencia de cada instrumento dentro del espectro sonoro (ahora señalando
frecuencias antes que instrumentos o voces)

40-50Hz
Es donde están esos graves tan de moda en música de baile. Aquí, principalmente,
deberemos hacer trabajar el bombo y evitar meter en estas frecuencias las voces.

70-100Hz
Ahora aparte del bombo tenemos el bajo; lo importante es diferenciar estos dos
instrumentos.

200-400Hz
En este rango de frecuencias podemos determinar el sonido de la caja, podemos
también añadir calidez en las voces o llenar un poco las guitarras.

400-800Hz
Podemos esclarecer el bajo en estas frecuencias, también en este rango de frecuencia
se encuentran los primeros armónicos de la caja, que son muy importantes a la hora de
precisar su ataque.
En este rango de frecuencias podemos también reducir las vibraciones existentes en los
timbales.

800-1000Hz
Este rango es muy importante para las voces, ya que le dará más fuerza, también le
dará claridad al bajo y más pegada al bombo.

1-3KHz
Aquí conviene realzar entre 1 y 2 kHz para perfilar las guitarras y bajos;
evidentemente, al llegar a esta parte tan sensible del oído deberemos disminuir las
voces alrededor de los 2,5KHz.

3-6KHz
Este rango es bastante crítico para las voces. Bási-camente como hemos mencionado
antes podemos bajar el nivel sobre los 3KHz, pero también deberemos hacerlo
alrededor de 6KHz, ya que ahí es donde está el siseo en la palabra, de esto se
desprende que la parte comprendida entre 3 y 5KHz nos dará mas claridad.

6-10KHz
A partir de estas frecuencias podemos esclarecer nuestra mezcla, ya que el sonido tiene
más aire. Observaremos también cómo le damos más frescura a las guitarras acústicas.

10-16KHz
Aquí debemos olvidarnos de los instrumentos más graves, sencillamente cortando estas
frecuencias para estos instrumentos (bombo, bajo,...) con un filtro paso-bajo, por
ejemplo.
En estas frecuencias le podemos dar más aire a las voces y los platos también.

Todos estos consejos no son normas estrictas y pueden variar ligeramente con cada
instrumento. Además, a menudo puede ocurrir que ecualicemos un instrumento
determinado en solitario y, al mezclarlo con el resto de instrumentos, no suene igual y
debamos retocar la ecualización. Debemos probar a varios niveles (recuerden las
curvas de Fletcher -Munson) y nunca atardarnos demasiado en un solo sonido, ya que
nuestros oídos se cansan muy rápidamente del mismo sonido repetido muchas veces.

Por otro lado, recuerda que para una ecualización en sonido-directo no es necesario, en
la práctica, un gran trabajo en las frecuencias superiores a 16KHz, pues como ya hemos
estudiado anteriormente, las altas frecuencias son más atenuadas en función de la
distancia que las bajas frecuencias. Utilizaremos este conocimiento teórico también
para mejorar las mezclas y así poder alejar o acercar una fuente sonora en nuestra
mezcla final. No olvidemos tampoco los panorámicos para mejorar esta mezcla
situando cada instrumento en su plano sonoro correcto.

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