s11 - Lectura - La Deontología
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ÉTICA Y DEONTOLOGÍA
SEMANA 11
LA DEONTOLOGÍA
SEMANA I
Ética y Deontología
La Deontología
LECTURA SEMANA 11
Contenido temático: La Deontología.
Logro de la sesión de clase: Identifica la Ética profesional, resaltando su importancia en un mapa mental.
ACTO HUMANO
La Ética hace directamente referencia a la conciencia personal, mientras que la Deontología adopta
una función de modelo de actuación en el área de una colectividad.
La Ética general de las profesiones se plantea en términos de principios: el principio de beneficencia,
el principio de autonomía, el principio de justicia y el principio de no maleficencia. El deontologismo
plantea los temas éticos en términos de normas y deberes.
Los principios ponen ante los ojos los grandes temas y valores del vivir y del actuar, mientras que las
normas aplican los principios a situaciones concretas.
En términos generales un principio enuncia un valor o meta valiosa y las normas, en cambio,
intentando realizar el principio bajo el que se subsumen, dicen cómo debe aplicarse un principio en
determinadas situaciones.
Tanto las normas como los principios son universales aun cuando el ámbito de aplicación de los
principios sea más amplio y general que las normas específicas que caen bajo dicho principio.
del ámbito legal o jurídico, donde se insertan las leyes y normas jurídicas. Por ello la Deontología o
deberes de una profesión se recogen en los códigos éticos o deontológicos.
Deontología significa, por tanto, la Ética de los deberes prácticos, basados en la acción libre de la
persona y en su conciencia moral, y no en la reglamentación jurídica.
Al analizar el ámbito y fines de la Deontología nos encontramos con el tema de la relación entre
Deontología y Derecho, para dejar muy claro que son dos campos o niveles distintos. Uno es el campo
de los deberes éticos o morales, expresados en la Deontología, que no tiene fuerza coactiva alguna, y
otro es el campo de las normas jurídicas, que sí tienen fuerza coactiva y su incumplimiento es objeto
de sanción. Lejos de pensar que la Deontología, por no tener esa fuerza coactiva, es más débil y menos
importante que el Derecho, la realidad es que el ámbito ético o deontológico cuenta con más fuerza y
eficacia. Veamos lo que dicen los expertos.
Hugo Aznar expresa que la autorregulación Ética, como los códigos éticos y otros instrumentos, puede
ir mucho más lejos que el derecho en lo que a sus exigencias y planteamientos normativos se refiere,
(...) puede exigir mucho más que el derecho porque puede imponerse mucho menos que este”. Quiere
decir con ello que la autoridad moral siempre es mucho más respetable y confiable que la autoridad
que da la fuerza o la ley. La ley, con su capacidad coactiva, si no va acompañada de la autoridad moral
de sus legisladores o administradores, aunque pueda aplicar penas, no tiene una fuerza real; en
cambio, la autoridad moral de la Ética puede prescindir de la fuerza coactiva.
Es por eso que el incumplimiento de dichos códigos y la difusión pública de ello revisten una pena
considerable para la persona o la institución infractora. Este es el caso de los comités de Ética de
algunos colegios profesionales o de instituciones, que publican las denuncias y resoluciones sobre las
malas prácticas de algún profesional o institución, lo cual es una sanción moral que suele tener un
efecto grande.
Augusto Hortal delimita cuál es el campo de la Ética filosófica (general), la Ética profesional y de la
Deontología:
· La Ética general o filosófica se ocupa de decir en qué consiste la actuación buena que nos hace buenos.
· La Ética profesional nos dice qué es el bien (intrínseco) que debe perseguir cada profesión. A esto
habría que añadir el ethos profesional: qué virtudes debe practicar el profesional para ser un buen
profesional.
· La Deontología profesional formula los deberes y obligaciones del profesional, aquello que hay que
exigir de todo profesional en el desempeño de sus funciones y que normalmente están recogidos por
escrito en un código, aprobado por el colectivo o colegio profesional. Dichos colegios muchas veces
poseen comités éticos que ejercen la misión de tutelar el cumplimiento del código y de emitir
sanciones morales cuando se incumplen.
· Los códigos deontológicos contribuyen a la consolidación de una profesión, pues a través de ellos los
profesionales expresan la contribución que hacen a la sociedad y defienden el prestigio, aprecio y
reconocimiento social de su profesión.
En dichos textos, los profesionales recogen lo que la sociedad les exige, por lo tanto, es un medio de
comunicación entre los profesionales y la sociedad.
· Los colegios profesionales al formular los códigos deontológicos intentan establecer un control de
calidad sobre la práctica de su profesión.
En este sentido, la diferencia principal entre la Ética profesional y la Deontología, que subraya Augusto
Hortal, radica en que:
· La Ética profesional se ocupa de definir cuál es el bien intrínseco de cada profesión, es decir, su razón
de ser. En esta caracterización del bien que debe perseguir un profesional a veces resulta difícil ponerse
de acuerdo, pues según Hortal, el contexto de cada momento y la diversidad de situaciones en que se
debe ejercer la profesión hacen que pueda variar el concepto de bien ético de cada profesión.
· La Deontología, con sus normas éticas, es capaz de establecer las exigencias éticas mínimas que deben
aplicar y exigirse todos los profesionales, independientemente de sus entornos culturales y
circunstancias. Sin normas no hay ni universalidad ni igualdad en las exigencias. Por tanto, la
Deontología profesional se ocupa de lo que es vinculante, obligatorio, para todos los profesionales.
Son los criterios compartidos por todo el colectivo profesional.
REFERENCIA: