Mi Camita - Guia de Lectura para Los Niños
Mi Camita - Guia de Lectura para Los Niños
Mi Camita - Guia de Lectura para Los Niños
Mi camita
Autor: J.S. Pinillos.
Ilustrador: Julen Rodríguez Ruiz.
Editorial Planeta
INDICE:
Edad de lectura 3
El colecho 4
Edad de lectura
Tenemos constancia de que hay niños y niñas que, con una edad tan
temprana como un año, entienden y asimilan la esencia de Mi camita.
Pero la edad de lectura ideal empezaría a los dos años y podría llegar,
aproximadamente, hasta los cinco años.
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El colecho
Hay padres y madres que prefieren que sus niños duerman con ellos.
A este respecto, quiero decir que la opción del colecho me parece tan
respetable como el resto.
Mi camita es un cuento que puede animar a los niños pequeños a dormir en sus camitas.
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Cómo contar Mi camita :
constancia
Siempre que nos sea posible, y sin obligar a nuestro hijo, el libro debería
leerse con regularidad.
paciencia
Mi camita es un cuento algo más largo (48 páginas) de lo que suele ser
habitual en los libros infantiles ilustrados (32 páginas). Por lo tanto su
lectura debe llevarse a cabo con buen ánimo y paciencia. Por supuesto,
es recomendable llegar siempre hasta el final.
ambientación
Para leer Mi camita, lo ideal es que el niño o la niña esté en su camita, y
que la lectura se haga en un ambiente de silencio, con una luz tenue, la
suficiente para ver el texto y las ilustraciones.
alegría
Se debe leer con una voz tranquila, pero con un tono alegre, dado que
ir a la camita debe ser siempre una experiencia positiva. Si lo hacemos
con estrés, con ansiedad, con nerviosismo, el niño lo percibirá y el cuento
posiblemente no tenga ningún efecto.
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sencillez
La mayoría de las páginas contienen acciones sencillas que los niños en-
tenderán fácilmente, por lo que no precisarán de explicaciones. Pero, por
supuesto, si nos damos cuenta de que el niño no entiende algo, pode-
mos contárselo con nuestras propias palabras, o se lo podemos explicar,
siempre con la mayor dulzura.
complicidad
Si nuestro hijo o hija se ríe con alguna escena, deberíamos reírnos no-
sotros también. Si hace alguna observación graciosa, sigámosle el jue-
go. Un ambiente relajado es el único escenario adecuado para dormir a
gusto.
confianza
Demos a nuestro hijo toda la confianza. Y, para aportar confianza, en
general es importante que sienta que tiene nuestro apoyo, también, y
especialmente, en el momento de ir a dormir. Porque si en ese momen-
to no se siente apoyado, aumentarán su inseguridad y sus miedos. Por
ejemplo, si prefiere que dejemos una pequeña luz encendida, o la puerta
de su habitación abierta, pues dejémosla.
Cuando un niño se duerme feliz, con tranquilidad y confianza, aumentan enormemente las
posibilidades de que tenga un sueño tranquilo y reparador.
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Lo que no se debe hacer:
presionar
Para que este cuento funcione, debe ser el niño quien decida dormir en
su camita. No sirve que le leas el cuento y que después le obligues a
quedarse en su cama. Como explico a lo largo de esta guía, como conse-
cuencia de la lectura del cuento, cada niño debería decidir por sí mismo
dormir en su cama.
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Mi camita es un cuento sobre el amor.
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Decidir dormir en la propia camita:
Este cuento, que ha tenido —y tiene— tanto éxito, es una propuesta
que pretende que los niños más pequeños se duerman a gusto. Y lo ideé
con frases y un lenguaje muy sencillo, sumando escenas que pudieran
ser muy atractivas para los niños de esas edades; buscando un equilibrio
entre la calma que debe existir al ir a la cama y una importante dosis de
emoción que les llevara a ellos mismos a desear quedarse en su cama.
En definitiva, pretendía crear una herramienta para que los más peque-
ños se sintieran a salvo, pero que, a la vez, les resultara emocionante y
atrayente la idea de dormir en su cama.
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Orígenes del cuento Mi camita
Mi camita es un cuento que fue escrito con un único deseo: crear una
herramienta que pueda servir para que los niños se duerman tranquilos
y felices.
Nosotros, mi pareja y yo, también pasamos por todas las etapas del co-
lecho. Y yo mismo, como hacen tantos padres, investigué y leí manuales
para ver cómo podía lograr que mi hija pequeña se animara a intentar
dormir sola. Lo cierto es que no encontré nada que me dejara satisfe-
cho, porque a veces leía métodos que decían que tenía que dejarla (casi
abandonarla) en su cama, aunque se quejara, aunque llorara, y eso me
resultaba bastante inhumano, mientras que otros métodos consistían en
leerle soporíferos textos con los que, a veces, yo mismo me quedaba
dormido, incluso antes que ella.
Lo cierto es que esos libros que incitan a los padres a dejar a sus hijos
“abandonados” en sus camas, y dejarlos que lloren, que lo pasen fa-
tal, no me parecen nada adecuados. Yo no creo que, en ningún caso,
bajo ninguna circunstancia, un niño tenga que angustiarse y sufrir para
aprender a dormir solo.
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Mi camita es un cuento que puede ayudar a los niños a mejorar la
calidad de sus sueños, a tener bonitos sueños.
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Por lo tanto, mi objetivo era indagar acerca de cuáles hubieran sido las
condiciones ideales para que yo, cuando tenía dos, tres o cuatro años,
me quedara solo y a gusto en mi cama. Y así fue cómo, haciendo un ejer-
cicio de introspección, intentando recordar mi infancia remota y ponerme
en el lugar de un niño pequeño, escribí Mi camita.
Gracias.
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J.S. Pinillos, autor de Mi camita.
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