Psicólogo Clínico y Ps General Sanitario
Psicólogo Clínico y Ps General Sanitario
Psicólogo Clínico y Ps General Sanitario
científicos y
profesionales en la
psicología de la salud
Tema 3. El psicólogo clínico y
el psicólogo general sanitario
Fundamentos científicos y profesionales en psicología de la salud
Los objetivos que se pretenden alcanzar en este recurso son los siguientes:
• Revisar los elementos más importantes del código deontológico del psicólogo
referidos a su actividad como profesional sanitario.
Presentación
La delimitación de los ámbitos de actuación del psicólogo con especialidad en
psicología clínica (PEPC, a partir de este momento) y del psicólogo general sanitario
(PGS, a partir de este momento) ha sido motivo de controversia desde el
reconocimiento de ambas como profesiones sanitarias ligadas al ejercicio profesional
de la psicología. En este tema, se abordará la revisión del marco legal que regula el
ejercicio de la práctica profesional de ambas profesiones sanitarias. Asimismo, se
profundizará en dos aspectos comunes a ambas profesiones sanitarias: los
requerimientos de los espacios en los que desarrollar la actividad profesional y el
código deontológico del psicólogo. En relación con el primer aspecto, se revisará el
marco que regula la autorización de centros, establecimientos o servicios sanitarios,
como espacios para el ejercicio de la práctica profesional del PEPC y PGS. Finalmente,
se mencionarán elementos particularmente relevantes del código deontológico del
psicólogo relacionados con la actividad sanitaria: aquellos relacionados con los
derechos de los usuarios y aquellos referidos al tratamiento de la información obtenida
durante la evaluación e intervención.
Esta profesión sanitaria queda regulada en los términos previsto en el art. 2 de la Ley
44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias, en la que
se establece que serán considerados y reconocidos como psicólogos generales
sanitarios, los licenciados/graduados en Psicología, ya sea que desarrollen su actividad
profesional por cuenta propia o ajena en el sector sanitario, siempre que, además del
título universitario anterior, hayan finalizado y cuenten con el título oficial de máster
en Psicología General Sanitaria. Es importante remarcar, por tanto, que la ostentación
del título de licenciado o graduado en Psicología no habilita por sí misma para el
ejercicio profesional de la psicología en el sector sanitario.
“En relación con la cartera de servicios comunes de atención especializada (anexo III,
sección 5. Indicación o prescripción, y la realización, en su caso, de procedimientos
diagnósticos y terapéuticos)”.
En tanto profesionales sanitarios, tanto los PEPC como los PGS “desarrollan, entre
otras, funciones en los ámbitos asistencial, investigador, docente, de gestión clínica,
de prevención y de información y educación sanitarias” (Ley 44/2003, de 21 de
noviembre, título I, art. 4).
El ejercicio de la profesión sanitaria, ya sea por cuenta propia o ajena, requiere ser
desarrollado en un centro, establecimiento o servicio que haya sido habilitado como
centro sanitario. A tal efecto, el Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, por el que
se establecen las bases generales sobre autorización de centros, servicios y
establecimientos sanitarios, opera como marco regulador de las garantías mínimas de
seguridad y calidad que un centro debe satisfacer para su autorización por la
comunidad autónoma correspondiente y, en consecuencia, para su registro en el
Registro General de Centros, Establecimientos y Servicios Sanitarios del Ministerio de
Sanidad.
https://www.comunidad.madrid/servicios/salud/registro-centros-
servicios-establecimientos-sanitarios
Tabla 1. Tipos de centros sanitarios y oferta asistencial relacionados con el ejercicio de la psicología como
profesión sanitaria (extraídos del Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, por el que se establecen las
bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios). Fuente: BOE.
Centros sanitarios
Hospitales (centros con internamiento):
C.1
C.1.4 Hospitales de salud mental y tratamiento de
toxicomanías.
Proveedores de asistencia sanitaria sin
internamiento: C.2
C.2.2 Consultas de otros profesionales sanitarios.
C.2.3 Centros de atención primaria.
C.2.3.1 Centro de salud.
C.2.3.2 Consultorios de atención primaria.
El art. 17 del código deontológico del psicólogo establece que “la autoridad profesional
del psicólogo se fundamenta en su capacitación y cualificación para las tareas que
desempeña. El psicólogo ha de estar profesionalmente preparado y especializado en
la utilización de métodos, instrumentos, técnicas y procedimientos que adopte en su
trabajo. Forma parte de su trabajo el esfuerzo continuado de actualización de su
competencia profesional. Debe reconocer los límites de su competencia y las
limitaciones de sus técnicas”. El PGS deberá velar por el respeto a los derechos del
paciente o usuario, relativos fundamentalmente al derecho a recibir información y a
que se gestione de manera adecuada la información clinica relativa a su caso. Estos
derechos quedan recogidos en la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora
de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información
y documentación clínica, así como en el Real Decreto 1720/2007, de 21 de diciembre,
por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo de la Ley Orgánica 15/1999, de 13
de diciembre, de protección de datos de carácter personal.
Son varios los organismos internacionales que se han pronunciado y han impulsado
declaraciones sobre los derechos de los usuarios en el ámbito sanitario. De particular
interés para el PGS es la Declaración sobre la promoción de los derechos de los
pacientes en Europa, impulsada por la Organización Mundial de la Salud en el año 1994
y, más recientemente, en 1997, el Convenio del Consejo de Europa para la protección
de los derechos humanos y la dignidad del ser humano respecto de las aplicaciones de
la biología y la medicina (Convenio sobre los derechos del hombre y la biomedicina),
que reconoce explícitamente la necesidad de reconocer los derechos de los usuarios,
particularmente, el derecho a la información, el consentimiento informado y la
intimidad de la información relativa a la salud de las personas.
Los usuarios tienen derecho a conocer toda la información disponible sobre el motivo
de cualquier actuación profesional, así como a que se respete su derecho a no ser
informados. La información será proporcionada normalmente de manera verbal, pero
deberá quedar constancia en su historia clínica, donde deberá señalarse, cuando
menos, la finalidad de toda actuación, sus riesgos y sus consecuencias. Asimismo,
deberá informarse a las personas vinculadas con el usuario, por razones familiares o
de hecho, en la medida en la que esto sea permitido por el paciente de manera expresa
o tácita. En caso de incapacidad, se deberá informar también al usuario, de modo
adecuado a sus posibilidades de comprensión, así como a su representante legal. En
caso de que, a juicio del personal sanitario, el usuario carezca de capacidad para
entender la información, por razones físicas o psíquicas, deberá informarse a las
personas del entorno del usuario, por razones familiares o de hecho. El derecho a la
información podrá limitarse por razones de necesidad terepéutica, debiendo dejarse
constancia en la historia clínica e informando a las personas vinculadas al usuario
(véase art. 5).
A su vez, es importante considerar que el usuario tendrá derecho a elegir entre las
opciones de intervención proporcionadas por el profesional sanitario, así como a
negarse, lo que debe realizar se en cualquier caso por escrito (se establecen en la ley
algunas razones bajo las cuales el paciente no puede negarse al tratamiento).
La persona que acceda a información sobre un usuario, así como a información clínica
sobre el mismo, está obligada a guardar la reserva debida (Ley 41/2002, art. 7).
En este sentido, será responsabilidad de los centros sanitarios adoptar las medidas
oportunas para garantizar lo anterior, siendo responsabilidad de ellos elaborar las
normas y procedimientos que se consideren oportunos para garantizar el acceso legal
a los datos de los usuarios.
La ley establece el caso del consentimiento por representación cuando a criterio del
profesional sanitario el usuario no sea capaz de tomar decisiones o su estado físico o
psíquico no le permitan hacerse cargo de la situación, cuando el usuario esté
incapacitado legalmente o cuando el usuario menor de edad no sea capaz ni intelectual
ni emocionalmente de comprender el alcance la intevención (véase art. 9.3). En estos
casos, el consentimiento informado debe ser proporcionado por el representante legal,
en su caso, o por las personas vinculadas a él por razones familiares o de hecho.
Por información clínica, nos referimos a todo dato que permite al profesional sanitario
obtener o ampliar su conocimiento sobre el estado de salud del usuario, así como sobre
la forma de preservarla, cuidarla, mejorarla o recuperarla. Al soporte material de esta
información, se denominará documentación clínica, que, por tanto, recogerá datos e
información de carácter asistencial. Finalmente, la historia clínica de un usuario se
referirá al “conjunto de documentos que contienen los datos, valoraciones e
informaciones de cualquier índole sobre la situación y la evolución clínica de un
paciente a lo largo del proceso asistencial” (art. 3).
No quisiéramos finalizar este tema sin antes mencionar que cualquier infracción de las
normas establecidas en el código deontológico en el ejercicio de la psicología deberán
ser denunciadas ante la Comisión Deontológica Estatal del Consejo General de Colegio
Oficiales de Psicólogos y dirigidas en sobre cerrado al presidente de la Comisión. Es
importante considerar que la queja o demanda no podrá presentarse de manera
anónima, así como que la totalidad de los expedientes tramitados por la Comisión
Deontológica serán archivados en el servicio de documentación del Consejo General
de Colegios Oficiales de Psicólogos, pudiendo ser consultados en cualquier momento
por los colegiados.
Referencias bibliográficas
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Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, por el que se establecen las bases generales
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Rizo, R. (2012). El psicólogo como profesional sanitario: la letra pequeña. Papeles del
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