Cerrajeria
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Marco Histórico
Cerrajero, 1451.
Hoy en día las cerraduras y llaves son de los conjuntos mecánicos más utilizados por el
hombre, el desarrollo se ha enfocado en la producción en serie, uso de mejores materiales y
la complejidad de los mecanismos que convierta a las cerraduras en virtualmente
inviolables.
Algunos cerrajeros que han contribuido diseñando nuevos tipos de cerraduras y mejorando
su seguridad son:
Roberto Barron, que en 1778 patentó una cerradura doble del vaso, la primera
mejora razonable en seguridad de la cerradura, debido a que el perno solo se podía
extraer con la llave correcta.
José Bramah patentó la cerradura de seguridad en 1784, también llamada de resorte.
Su cerradura era considerada como inquebrantable, por lo cual implantó un desafío
a abrir sin la llave, y pasaron 60 años hasta que Alfred Charles Hobbs pudo lograrlo.
Jeremiah Chubb patentó su cerradura del detector en 1818. Su invento funcionaba a
través de seis palancas y gracias a esta invención recibió un premio por parte del
gobierno.
James Sargent describió la primera cerradura de combinación llave-cambiable en
1857. De esta forma se podía cambiar el diseño sin cambiar todo el dispositivo. Su
cerradura llegó a ser popular entre los fabricantes y el departamento del Tesoro de
Estados Unidos. En 1873, también patentó un mecanismo llamado cerradura del
tiempo, la cual daba un determinado tiempo para abrir antes de volverse a bloquear.
Samuel Segal, quien era policía, inventó las primeras cerraduras de la “jemmy-
prueba” en 1916, estas servían para proteger desde adentro de posibles ataques.
Harry Soref fundó la Master Lock Company en 1921 y patentó un candado
mejorado en 1924 con una cubierta de la cerradura de la patente construida fuera del
acero laminado.
Linus Yale, Sr. inventó la cerradura del vaso del perno en 1848, que consiste en
pequeños tubos interiores de distintas longitudes para lograr identificar las llaves.
Fundó su compañía Yale en 1840, especializada en alta seguridad.
Linus Yale, Jr., que se unió a su padre en el negocio y mejoró su cerradura en 1861,
usando una llave más pequeña y plana con los bordes serrados, que es la base de las
cerraduras modernas del perno-vaso. Yale desarrolló la cerradura de combinación
moderna en 1962.
Cerrajeros reales
Eran cerrajeros de la Corte Real Española, título y oficio de confianza de los monarcas,
puesto que gran parte de su seguridad recaía sobre ellos. En el siglo XVI y principalmente
en el XVII habían alcanzado gran importancia en la vida cortesana.
Para acceder al oficio, se les tomaba juramento de que no iban a dar a nadie ninguna llave o
instrumento para abrir puerta alguna, so pena de muerte. Fabricaban las diferentes
cerraduras y llaves de los palacios y las entregaban a determinados criados, dependiendo de
la cercanía a la familia real.
En la Corte Española, estuvo vigente hasta la época de la reina Isabel II de España, siendo
su último representante Vicente Mallol.1
Con la llegada de los españoles a América se dieron grandes cambios que revolucionarían
la forma de vida de las personas. El concepto de seguridad tuvo un cambio drástico, las
civilizaciones antiguas basaban su seguridad en la protección de toda la comunidad y por
esto una parte importante eran los ejércitos y guardias. Además el uso de los recursos, por
ejemplo los metales no tiene un valor tan significativo, como en España.
Historia en Puebla
La fundación de la ciudad de Puebla se efectúa en el año 1531, por parte de los españoles,
debido a que necesitaban una ciudad que fuera un punto intermedio entre la capital y
Veracruz. En esta nueva ciudad sólo vivirían españoles para evitar conflictos. Pocos meses
después se dieron cuenta que esa forma de vida no les servía, porque necesitaban mano de
obra, por lo cual permitieron que vivieran indígenas en ella. Con la llegada de estos
también se dio la llegada del oficio de cerrajero.
Los cerrojos de ese tiempo eran principalmente hechos por forja. Este trabajo se estableció
en un área de la ciudad, que hoy en día es por donde pasa la calle 14 poniente, a la altura
entre la 5 y la 3 norte. Los trabajos de cerradura de esta época se pueden apreciar en
edificaciones antiguas, como en la Catedral de Nuestra Señora de la Inmaculada
Concepción de Puebla, que se comenzó a construir en 1575 y se consolidó hasta 1649, así
como varios edificios ubicados en el centro de la ciudad.
Hierro
Para otros usos de este término, véase Hierro (desambiguación).
Manganeso ← Hierro → Cobalto
26 Fe
Propiedades atómicas
Estado(s) de oxidación 2, 3
Óxido Anfótero
Propiedades físicas
Varios
Estructura cristalina Cúbica centrada en el cuerpo
N° CAS 7439-89-6
N° EINECS 231-096-4
indique lo contrario.
El hierro o fierro (en muchos países hispanohablantes se prefiere esta segunda forma)1 es
un elemento químico de número atómico 26 situado en el grupo 8, periodo 4 de la tabla
periódica de los elementos. Su símbolo es Fe (del latín fĕrrum)1 y tiene una masa atómica
de 55,6 u.
Este metal de transición es el cuarto elemento más abundante en la corteza terrestre,
representando un 5 % y, entre los metales, solo el aluminio es más abundante; y es el
primero más abundante en masa planetaria, debido a que el planeta en su núcleo, se
concentra la mayor masa de hierro nativo equivalente a un 70 %. El núcleo de la Tierra está
formado principalmente por hierro y níquel en forma metálica, generando al moverse un
campo magnético. Ha sido históricamente muy importante, y un período de la historia
recibe el nombre de Edad de Hierro. En cosmología, es un metal muy especial, pues es el
metal más pesado que puede producir la fusión en el núcleo de estrellas masivas; los
elementos más pesados que el hierro solo pueden crearse en supernovas.
Índice
1 Características principales
2 Aplicaciones
o 2.1 Aceros
o 2.2 Fundiciones
3 Historia
4 Abundancia y obtención
5 Yacimientos de Hierro en el mundo
6 Compuestos
7 Metabolismo del hierro
8 Isótopos
9 Precauciones
10 Véase también
11 Referencias
12 Enlaces externos
Características principales
Hierro puro
Es el elemento más pesado que se produce exotérmicamente por fusión, y el más ligero que
se produce a través de una fisión, debido a que su núcleo tiene la más alta energía de enlace
por nucleón (energía necesaria para separar del núcleo un neutrón o un protón); por lo
tanto, el núcleo más estable es el del hierro-56 (con 30 neutrones).
Hierro-α: estable hasta los 911 °C. El sistema cristalino es una red cúbica centrada
en el cuerpo (bcc).
Hierro-γ: 911 °C - 1392 °C; presenta una red cúbica centrada en las caras (fcc).
Hierro-δ: 1392 °C - 1539 °C; vuelve a presentar una red cúbica centrada en el
cuerpo.
Hierro-ε: Puede estabilizarse a altas presiones, presenta estructura hexagonal
compacta (hcp).
Aplicaciones
El hierro es el metal duro más usado, con el 95 % en peso de la producción mundial de
metal. El hierro puro (pureza a partir de 99,5 %) no tiene demasiadas aplicaciones, salvo
excepciones para utilizar su potencial magnético. El hierro tiene su gran aplicación para
formar los productos siderúrgicos, utilizando éste como elemento matriz para alojar otros
elementos aleantes tanto metálicos como no metálicos, que confieren distintas propiedades
al material. Se considera que una aleación de hierro es acero si contiene menos de un 2,1 %
de carbono; si el porcentaje es mayor, recibe el nombre de fundición.
Las aleaciones férreas presentan una gran variedad de propiedades mecánicas dependiendo
de su composición o el tratamiento que se haya llevado a cabo.
Aceros
Los aceros son aleaciones férreas con un contenido máximo de carbono del 2 %, el cual
puede estar como aleante de inserción en la ferrita y austenita y formando carburo de
hierro. Algunas aleaciones no son ferromagnéticas. Éste puede tener otros aleantes e
impurezas.
La clasificación más técnica y correcta para los aceros al carbono (sin alear) según su
contenido en carbono:
Los aceros hipoeutectoides, cuyo contenido en carbono oscila entre 0.02 % y 0,8 %.
Los aceros eutectoides cuyo contenido en carbono es de 0,8 %.
Los aceros hipereutectoides con contenidos en carbono de 0,8 % a 2 %.
Aceros inoxidables: uno de los inconvenientes del hierro es que se oxida con facilidad.
Añadiendo un 12 % de cromo se considera acero inoxidable, debido a que este aleante crea
una capa de óxido de cromo superficial que protege al acero de la corrosión o formación de
óxidos de hierro. También puede tener otro tipo de aleantes como el níquel para impedir la
formación de carburos de cromo, los cuales aportan fragilidad y potencian la oxidación
intergranular.
El uso más extenso del hierro es para la obtención de aceros estructurales; también se
producen grandes cantidades de hierro fundido y de hierro forjado. Entre otros usos del
hierro y de sus compuestos se tienen la fabricación de imanes, tintes (tintas, papel para
heliográficas, pigmentos pulidores) y abrasivos (colcótar).
Fundiciones
Gris
Blanca
Atruchada
Maleable americana
Maleable europea
Esferoidal o dúctil
Vermicular
Sus características varían de un tipo a otra; según el tipo se utilizan para distintas
aplicaciones: en motores, válvulas, engranajes, etc.
Por otra parte, los óxidos de hierro tienen variadas aplicaciones: en pinturas, obtención de
hierro, la magnetita (Fe3O4) y el óxido de hierro (III) (Fe2O3) en aplicaciones magnéticas,
etc. El hidróxido de hierro (III) (Fe(OH)3) se utiliza en radioquímica para concentrar los
actínidos mediante co-precipitación.
Historia
Se tienen indicios de uso del hierro, cuatro milenios antes de Cristo, por parte de los
sumerios y egipcios.
En el segundo y tercer milenio, antes de Cristo, van apareciendo cada vez más objetos de
hierro (que se distingue del hierro procedente de meteoritos por la ausencia de níquel) en
Mesopotamia, Anatolia y Egipto. Sin embargo, su uso parece ser ceremonial, siendo un
metal muy caro, más que el oro. Algunas fuentes sugieren que tal vez se obtuviera como
subproducto de la obtención de cobre.
Entre los siglos XII a. C. y X a. C. se produce una rápida transición en Oriente Medio desde
las armas de bronce a las de hierro. Esta rápida transición tal vez fuera debida a la falta de
estaño, antes que a una mejora en la tecnología en el trabajo del hierro. A este periodo, que
se produjo en diferentes fechas según el lugar, se denomina Edad de Hierro, sustituyendo a
la Edad de Bronce. En Grecia comenzó a emplearse en torno al año 1000 a. C. y no llegó a
Europa occidental hasta el siglo VII a. C. La sustitución del bronce por el hierro fue
paulatina, pues era difícil fabricar piezas de hierro: localizar el mineral, luego fundirlo a
temperaturas altas para finalmente forjarlo.
Junto con esta transición del bronce al hierro se descubrió el proceso de carburización,
consistente en añadir carbono al hierro. El hierro se obtenía como una mezcla de hierro y
escoria, con algo de carbono o carburos, y era forjado, quitando la escoria y oxidando el
carbono, creando así el producto ya con una forma. Este hierro forjado tenía un contenido
en carbono muy bajo y no se podía endurecer fácilmente al enfriarlo en agua. Se observó
que se podía obtener un producto mucho más duro calentando la pieza de hierro forjado en
un lecho de carbón vegetal, para entonces sumergirlo en agua o aceite. El producto
resultante, que tenía una superficie de acero, era más duro y menos frágil que el bronce, al
que comenzó a reemplazar.
En la Edad Media, y hasta finales del siglo XIX, muchos países europeos empleaban como
método siderúrgico la farga catalana. Se obtenía hierro y acero bajo en carbono empleando
carbón vegetal y el mineral de hierro. Este sistema estaba ya implantado en el siglo XV, y
se conseguían alcanzar hasta unos 1200 °C. Este procedimiento fue sustituido por el
empleado en los altos hornos.
En un principio se usaba carbón vegetal para la obtención de hierro como fuente de calor y
como agente reductor. En el siglo XVIII, en Inglaterra, comenzó a escasear y hacerse más
caro el carbón vegetal, y esto hizo que comenzara a utilizarse coque, un combustible fósil,
como alternativa. Fue utilizado por primera vez por Abraham Darby, a principios del siglo
XVIII, que construyó en Coalbrookdale un alto horno. Asimismo, el coque se empleó
como fuente de energía en la Revolución industrial. En este periodo la demanda de hierro
fue cada vez mayor, por ejemplo para su aplicación en ferrocarriles.
El alto horno fue evolucionando a lo largo de los años. Henry Cort, en 1784, aplicó nuevas
técnicas que mejoraron la producción. En 1826 el alemán Friedrich Harkot construye un
alto horno sin mampostería para humos.
Hacia finales del siglo XVIII y comienzos del XIX se comenzó a emplear ampliamente el
hierro como elemento estructural (en puentes, edificios, etc). Entre 1776 a 1779 se
construye el primer puente de fundición de hierro, construido por John Wilkinson y
Abraham Darby. En Inglaterra se emplea por primera vez en la construcción de edificios,
por Mathew Boulton y James Watt, a principios del siglo XIX. También son conocidas
otras obras de ese siglo, por ejemplo el Palacio de Cristal construido para la Exposición
Universal de 1851 en Londres, del arquitecto Joseph Paxton, que tiene un armazón de
hierro, o la Torre Eiffel, en París, construida en 1889 para la Exposición Universal, en
donde se utilizaron miles de toneladas de hierro..
Abundancia y obtención
El hierro es el metal de transición más abundante en la corteza terrestre, y cuarto de todos
los elementos. También existe en el Universo, habiéndose encontrado meteoritos que lo
contienen. Es el principal metal que compone el núcleo de la Tierra hasta con un 70 %. Se
encuentra formando parte de numerosos minerales, entre los que destacan la hematites
(Fe2O3), la magnetita (Fe3O4), la limonita (FeO (OH)), la siderita (FeCO3), la pirita (FeS2),
la ilmenita (FeTiO3), etcétera.
Se puede obtener hierro a partir de los óxidos con más o menos impurezas. Muchos de los
minerales de hierro son óxidos, y los que no, se pueden oxidar para obtener los
correspondientes óxidos.
La reducción de los óxidos para obtener hierro se lleva a cabo en un horno denominado
comúnmente alto horno . En él se añaden los minerales de hierro en presencia de coque y
carbonato de calcio, CaCO3, que actúa como escorificante.
Los gases sufren una serie de reacciones; el carbono puede reaccionar con el oxígeno para
formar dióxido de carbono:
C + O2 → CO2
CO2 + C → 2CO
Aunque también se puede dar el proceso contrario al oxidarse el monóxido con oxígeno
para volver a dar dióxido de carbono:
2CO + O2 → 2CO2
El proceso de oxidación de coque con oxígeno libera energía y se utiliza para calentar
(llegándose hasta unos 1900 °C en la parte inferior del horno).
En primer lugar los óxidos de hierro pueden reducirse, parcial o totalmente, con el
monóxido de carbono, CO; por ejemplo:
Fe3O4 + C → 3FeO + CO
En 2000 los cinco mayores productores de hierro eran China, Brasil, Australia, Rusia e
India, con el 70 % de la producción mundial. Actualmente el mayor yacimiento de Hierro
del mundo se encuentra en la región de "El Mutún", en el departamento de Santa Cruz,
Bolivia; dicho yacimiento cuenta con entre 40.000 y 42.000 millones de toneladas aprox.
(40 % de la reserva mundial) para explotar.[cita requerida]
Compuestos
Véase también: Categoría:Compuestos de hierro
Los estados de oxidación más comunes son +2 y +3. Los óxidos de hierro más
conocidos son el óxido de hierro (II) (FeO), el óxido de hierro (III), Fe2O3, y el
óxido mixto Fe3O4. Forma asimismo numerosas sales y complejos en estos estados
de oxidación. El hexacianoferrato (II) de hierro (III), usado en pinturas, se ha
denominado azul de Prusia o azul de Turnbull; se pensaba que eran sustancias
diferentes.
Se conocen compuestos en el estado de oxidación +4, +5 y +6, pero son poco
comunes, y en el caso del +5, no está bien caracterizado. El ferrato de potasio
(K2FeO4), en el que el hierro está en estado de oxidación +6, se emplea como
oxidante. El estado de oxidación +4 se encuentra en unos pocos compuestos y
también en algunos procesos enzimáticos.
Varios compuestos de hierro exhiben estados de oxidación extraños, como el
tetracarbonilferrato disódico.3 , Na2[Fe(CO)4], que atendiendo a su fórmula empírica
el hierro posee estado de oxidación -2 (el monóxido de carbono que aparece como
ligando no posee carga), que surge de la reacción del pentacarbonilhierro con sodio.
El Fe3C se conoce como cementita, que contiene un 6,67 % en carbono, al hierro α
se le conoce como ferrita, y a la mezcla de ferrita y cementita, perlita o ledeburita
dependiendo del contenido en carbono. La austenita es una solución sólida
intersticial de carbono en hierro γ (Gamma).
Aunque solo existe en pequeñas cantidades en los seres vivos, el hierro ha asumido un
papel vital en el crecimiento y en la supervivencia de los mismos y es necesario no solo
para lograr una adecuada oxigenación tisular sino también para el metabolismo de la mayor
parte de las células.
En la actualidad con un incremento en el oxígeno atmosférico el hierro se encuentra en el
medio ambiente casi exclusivamente en forma oxidada (ó ferrica Fe3+) y en esta forma es
poco utilizable.
En los adultos sanos el hierro corporal total es de unos 2 a 4 gramos (2,5 gramos en 71 kg
de peso en la mujer ó 35 mg/kg) (a 4 gramos en 80 kg o 50 mg/kg en los varones). Se
encuentra distribuido en dos formas:
Eritrocitos (65 %).
Tisular: mioglobinas (4 %).
Enzimas dependientes del hierro (hem y no hem): 1 %
Estas son enzimas esenciales para la función de las mitocondrias y que controlan la
oxidación intracelular (citocromos, oxidasas del citrocromo, catalasas, peroxidasas).
La mayor atención con relación a este tipo de hierro se ha enfocado hacia el eritrón, ya que
su estatus de hierro puede ser fácilmente medible y constituye la principal fracción del
hierro corporal.
Estudios recientes de disponibilidad del hierro de los alimentos han demostrado que el
hierro del hem es bien absorbido, pero el hierro no hem se absorbe en general muy
pobremente y este último, es el hierro que predomina en la dieta de gran cantidad de gente
en el mundo.[cita requerida]
No hem.
La absorción del hierro hem no es afectada por ningún factor; ni dietético, ni de secreción
gastrointestinal. Se absorbe tal cual dentro del anillo porfirínico. El hierro es liberado
dentro de las células de la mucosa por la HEM oxigenasa, enzima que abunda en las células
intestinales del duodeno.
Las absorción del hierro no hem, por el contrario se encuentra afectada por una gran
contidad de factores dietéticos y de secreción gastrointestinal que se analizarán
posteriormente.
El hierro procedente de la dieta, especialmente el "no hem", es hierro férrico y debe ser
convertido en hierro ferroso a nivel gástrico antes que ocurra su absorción en esta forma
(hierro ferroso) a nivel duodenal principalmente.
Otros factores, independientes de la dieta que pueden influir en la absorción del hierro son:
La absorción del hierro en forma ferrosa tiene lugar en el duodeno y en el yeyuno superior,
y requiere de un mecanismo activo que necesita energía. El hierro se une a glucoproteínas
de superficie (o receptores específicos de la mucosa intestinal para el hierro), situadas en el
borde en cepillo de las células intestinales. Luego se dirige al retículo endoplasmático
rugoso y a los ribosomas libres (donde forma ferritina) y posteriormente a los vasos de la
lámina propia.
Como puede deducirse, la absorción del hierro es regulada por la mucosa intestinal, lo que
impide que reservas excesivas de hierro se acumulen. La absorción del hierro depende
también de la cantidad de esta proteína.
Hay distintas proteínas que contienen el grupo hemo, que consiste en el ligando
porfirina con un átomo de hierro. Algunos ejemplos:
o La hemoglobina y la mioglobina; la primera transporta oxígeno, O2, y la
segunda, lo almacena.
o Los citocromos; los citocromos c catalizan la reducción de oxígeno a agua.
Los citocromos P450 catalizan la oxidación de compuestos hidrofóbicos,
como fármacos o drogas, para que puedan ser excretados, y participan en la
síntesis de distintas moléculas.
o Las peroxidasas y catalasas catalizan la oxidación de peróxidos, H2O2, que
son tóxicos.
Ejemplo de centro de una proteína de Fe/S (ferredoxina)
Los animales para transportar el hierro dentro del cuerpo emplean unas proteínas llamadas
transferrinas. Para almacenarlo, emplean la ferritina y la hemosiderina. El hierro entra en el
organismo al ser absorbido en el intestino delgado y es transportado o almacenado por esas
proteínas. La mayor parte del hierro se reutiliza y muy poco se excreta.
En las transfusiones de sangre, se emplean ligandos que forman con el hierro complejos de
una alta estabilidad para evitar que quede demasiado hierro libre.
Isótopos
El hierro tiene cuatro isótopos estables naturales: 54Fe, 56Fe, 57Fe y 58Fe, Las abundancias
relativas en las que se encuentran en la naturaleza son de aproximadamente: 54Fe (5,8 %),
56
Fe (91,7 %), 57Fe (2,2 %) y 58Fe (0,3 %).
Precauciones
La siderosis es el depósito de hierro en los tejidos. El hierro en exceso es tóxico. El hierro
reacciona con peróxido y produce radicales libres; la reacción más importante es: