MALINOWSKI

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 7

Clase sobre Bronisław Malinowski

(ver. 1.0 – 28 mar 2020)

por Flavio Teruel

Recorrido de la clase: Presentación y ubicación del tema en el marco de la materia —


¿De qué modo es posible estudiar otras culturas? — Breve reseña acerca de la biografía
y el corpus bibliográfico de Bronisław Malinowski — Sobre el texto de lectura obligatoria
— Elementos fundamentales acerca de los cuales trata el texto de lectura obligatoria —
Bibliografía

Bronisław Malinowski, circa 1930

Presentación y ubicación del tema en el marco de la materia


Este texto desarrolla la clase sobre la antropología funcionalista correspondiente a la primera
unidad de nuestro programa. En ella discutimos la constitución de la antropología como una
disciplina científica y analizamos las principales corrientes y desarrollos que ha tenido desde
su surgimiento en el s. XIX. Esta clase supone que ustedes ya hayan realizado algunas
cuestiones previas trabajadas por distintos miembros de la cátedra, como por ejemplo haber
leído el texto de Mancusi y Faccio, haber seguido con atención las clases en formato de video
como también haber resuelto las guías de lecturas propuestas. De hecho, pues, allí se nos ha
informado que los desarrollos de la antropología funcionalista se ubican entre la primera y la
segunda guerra mundial, etapa en la que históricamente acontece la consolidación del mundo
colonial. Ahora bien, en todas las teorizaciones antropológicas hallamos un modo particular
de analizar la relación entre la cultura y la naturaleza. La particularidad del funcionalismo
consiste en centrar su análisis en un grupo étnico en particular y su preocupación central es
responder la pregunta acerca de cómo las sociedades a través de su cultura resuelven sus
necesidades básicas. De allí el nombre que reciba esta corriente, es decir, funcionalismo, ya
que entiende que la función propia de la cultura consiste en brindar una respuesta adaptativa
al medio ambiente frente al mundo natural en el que se inscribe la vida de los seres humanos.
Sin embargo, precisamos de una metodología para poder llevar adelante esta tarea.
Malinowski es el mayor exponente de esta corriente antropológica del siglo XX y además el
creador de una metodología denominada «observación participante». Pues bien, el propósito
de esta clase es brindar algunos elementos fundamentales propios de esta metodología y tal
como los trata el autor en su obra Los argonautas del pacífico occidental (1973).

1
¿De qué modo es posible estudiar otras culturas?
Consideremos la pregunta que da pie a este apartado: ¿de qué modo es posible estudiar otras
culturas e intentar comprenderlas tal cual ellas se manifiestan? Esta parece ser la pregunta
del mismo Malinowski en tanto intenta desprenderse del modo positivista de estudiar a los
grupos étnicos distintos del «nosotros» europeo. El planteo de la antropología decimonónica
consistía en situar a los diferentes grupos étnicos bajo algunas de las siguientes tres categorías:
salvajismo, barbarie y civilización. Y lo hacía considerando la noción o el principio de
evolución que marcaba el grupo étnico más civilizado por entonces, es decir, la Inglaterra
victoriana del siglo XIX. Malinowski intentará romper con este esquema que sitúa a los
diferentes grupos étnicos a través de un trabajo meramente comparativo teniendo presente
una serie de elementos que nos permitirían situar a qué categoría evolutiva pertenecen las
diferentes culturas. Y desarrollará para ello una metodología novedosa para la época que,
como dijimos, denomina «observación participante». Para nuestro autor, la cultura constituye
un todo orgánico o funcional, donde cada elemento cultural se distingue por la función que
desempeña, que está al servicio de las necesidades humanas. Por su parte, estas necesidades
consisten en un sistema de condiciones que se manifiestan en el organismo humano, en el
marco cultural y en la relación de ambos con el ambiente físico, y que es suficiente y necesario
para la superviviencia del grupo y del organismo. Entre los tipos de necesidades, nuestro
autor menciona las necesidades biológicas como las vinculadas al metabolismo, a la
reproducción, al bienestar corporal, a la seguridad, al movimiento, al crecimiento y a la salud;
y las necesidades derivadas como todas aquellas formas indirectas de satisfacción de las
necesidades básicas. Por todo esto, al antropólogo le corresponde, en el estudio de las
sociedades primitivas, desentrañar el significado de los diferentes elementos que integran una
cultura a través de la función que realizan.

Breve reseña acerca de la biografía y el corpus bibliográfico de


Bronisław Malinowski
Siempre que se estudie un/a autor/a es importante saber de quién estamos hablando. Por ello
lo primero que debemos hacer es obtener una serie de datos acerca de su vida y de su obra.
Veamos entonces a continuación algunos datos significativos al respecto del autor de esta
clase.

Bronisław Kasper Malinowski nació en Cracovia el 7 de abril de 1884. Se lo considera el


fundador de la antropología social británica a partir de su renovación metodológica basada en
la experiencia personal del trabajo de campo y en la consideración funcional de la cultura.
Murió en Connecticut el 16 de mayo de 1942.

Entre sus obras merecen desatarse las siguientes: Los argonautas del Pacífico Occidental,
publicada en 1922; Crimen y costumbre en la sociedad salvaje, de 1926; Sexo y represión en la
sociedad primitiva, de 1927; y, Magia, ciencia y religión, de 1948, entre otras.

Sobre el texto de lectura obligatoria


El texto de Malinowski de lectura obligatoria que tenemos en nuestro curso es la
«Introducción» a su obra de 1922, cuyo título completo es: Los argonautas del Pacífico
Occidental. Un estudio sobre comercio y aventura entre los indígenas de los archipiélagos de la
Nueva Guinea melanésica (Malinowski, 1973). Como seguramente podrán advertir en base a
2
lo dicho, es el texto es el que sientan las bases del trabajo de campo bajo la metodología de la
observación participante que propone el autor de origen polaco.

Elementos fundamentales acerca de los cuales trata el texto de lectura


obligatoria
El texto que estamos considerando presenta los alcances que persigue Malinowski con su obra,
es decir, el objeto de investigación, su método de abordaje y finalmente el propósito de este
estudio. Por nuestra parte, haremos especial hincapié en la cuestión metodológica. En lo que
sigue, entonces, brindaremos una serie de notas fundamentales respecto de las cuales trata el
texto y a las que nosotros/as deberemos prestar especial atención.

• Acerca del Kula. El tema que Malinowski se propone investigar en esta obra, Los
argonautas del Pacífico Occidental, consiste en la navegación y el comercio en los mares
del Sur, en particular, entre los indígenas de Nueva Guinea, esto es, entre Australia e
Indonesia, que lleva por nombre «Kula» (Malinowski, 1973: 20). Las poblaciones
costeras de las islas del mar del Sur eran expertos navegantes, activos artesanos y
hábiles comerciantes. Entre las tribus a las que se refiere el autor hallamos las
siguientes: los motu, los papúes y los mailu (Malinowski, 1973: 19). El Kula es un
sistema comercial altamente complejo y muy extendido por la zona ya aludida.

• Acerca del método etnográfico. Ahora bien, la «Introducción» de Los argonautas del
pacífico occidental trata, en buena medida, de la descripción de los métodos seguidos
para obtener la información etnográfica necesaria para su investigación. Para
Malinowski, todo investigador, sea del campo científico que sea, debe poner al lector
en conocimiento de las condiciones en que se realizó el experimento o las
observaciones. Y en etnografía tal requisito es absolutamente necesario. Es preciso,
por lo tanto, esclarecer los métodos de investigación y los datos y conclusiones
obtenidos a partir de ellos. Para Malinowski, una fuente etnográfica tiene valor
científico en la medida en que sea posible distinguir entre: a) lo que son los resultados
de la observación directa y las exposiciones e interpretaciones del indígena; y b) las
deducciones del autor basadas en su sentido común y capacidad de penetración
psicológica. En etnografía hay una gran distancia entre el material bruto de la
información —tal y como se le presenta al estudioso en sus observaciones, en las
declaraciones de los indígenas, en el calidoscopio de la vida tribal— y la exposición
final y teorizada de los resultados (Malinowski, 1973: 20-21).

• Acerca del trabajo de campo. Malinoswki describe brevemente cómo fueron sus
primeros acercamientos a la tribu por estudiar, las dificultades y resistencias que tuvo,
los primeros contactos, las primeras comunicaciones, y sus dificultades también, a
través del pidgin-English (esto es, una lengua simplificada, creada y usada por
individuos de comunidades que no tienen una lengua común ni conocen
suficientemente alguna otra lengua para usarla entre ellos). Ante tales dificultades,
comenzó a registrar datos concretos: censo del poblado, genealogías de la población,
planos, términos del parentesco. Sin embargo, esto era un material insuficiente que no
le permitía avanzar en la comprensión de la mentalidad y el verdadero
comportamiento del indígena, cuestiones que constituyen el principal objetivo de
investigación por parte de Malinoswki. Ya que no podía a través de esos datos captar
el sentido de la vida tribal, ni el conocimiento de sus ideas religiosas y mágicas, ni en
sus creencias sobre hechicería y los espíritus. El tesoro científico buscado por el
3
etnólogo: la autonomía y las peculiaridades culturales y mentales de los indígenas, le
resultaba complejo de comprender a partir de la poca información obtenida
(Malinowski, 1973: 22-23). De allí que sostenga nuestro autor que el secreto de un
trabajo de campo efectivo, bajo el cual se obtengan resultados satisfactorios, será
posible si se aplica paciente y sistemáticamente cierto número de reglas de sentido
común y los principios científicos demostrados. Los principios metodológicos del
trabajo de campo, según Malinowski, son los siguientes, a saber: a) el/la etnógrafo/a
debe albergar propósitos estrictamente científicos y conocer las normas y los criterios
de la etnografía moderna; b) el/la etnógrafo/a debe colocarse en buenas condiciones
para su trabajo, es decir, vivir entre los indígenas, cuestión que constituye la clave de
su método del trabajo de campo, esto es, insertarse en la comunidad que pretende
estudiar; y c) el/la etnógrafo/a tiene que utilizar cierto número de métodos precisos en
orden a recoger, manejar y establecer sus pruebas (Malinowski, 1973: 23-24).

• Acerca de las condiciones adecuadas para el trabajo etnográfico. La mejor de las


condiciones posibles para el trabajo etnográfico consiste, pues, para Malinowski, en
vivir entre los indígenas. Pero lograr esto no es una tarea sencilla por diversas razones,
por ejemplo, la reticencia que los miembros de la comunidad puedan manifestar ante
la presencia del/de la etnógrafo/a. Para ello es necesario desplegar una serie de
estrategias. Por ejemplo, será fundamental apartarse de la compañía de los otros
blancos y permanecer con los indígenas en un contacto tan estrecho como se pueda,
lo cual es posible acampando en sus mismos poblados; para Malinowski, a partir de
este trato natural se aprende a conocer el ambiente y a familiarizarse con sus
costumbres y creencias. Es preciso, por lo tanto, estar en auténtico contacto con los
indígenas (Malinowski, 1973: 24). A continuación, describe Malinowski lo que hizo
una vez instalado en Omarakana (islas Trobriand). Los indígenas, apunta el autor, al
verlo todos los días dejaron de interesarse en él, alarmarse o autocontrolarse por su
presencia, y a la par él mismo dejó de ser un elemento que alteraba de la vida tribal.
Ahora bien, una pauta de investigación es que siempre que ocurre algo importante o
dramático hay que investigarlo en el mismo momento en que sucede, porque entonces
los indígenas —afirma Malinowski— no pueden dejar de comentar lo que pasa, están
demasiado excitados para mostrarse reticentes y demasiado interesados para que su
imaginación se prive de suministrar toda clase de detalles. Dice que tuvo que aprender
a comportarse con los indígenas, y hasta aprendió el sentido de sus buenas y malas
maneras, sus juegos y diversiones, su compañía, etc. (Malinowski, 1973: p. 25-26).

• Acerca de los métodos activos de investigación. Según Malinowski, el/la etnógrafo/a


debe inspirarse en los últimos resultados de los estudios científicos, en sus principios
y en sus objetivos. Distingue entre tener una buena preparación teórica y estar al tanto
de los datos más recientes de tener ideas preconcebidas o prejuicios. Si bien las ideas
preconcebidas son perniciosas para todo trabajo científico, las conjeturas son el don
principal de un/a pensador/a científico/a. El investigador de campo, según Malinowski,
se orienta a partir de la teoría. Esto también constituye un elemento metodológico
fundamental. No es posible investigar sino a partir de un marco teórico que guíe el
proceso de investigación, es decir, las observaciones que realizar, el modo de
registrarlas, la importancia que asignarles, en fin, etc. (Malinowski, 1973: 26-27).

• Acerca de la crítica del funcionalismo al concepto «salvaje». Éste es un punto al que, me


parece, debemos prestarle especial atención dado que pone de manifiesto la crítica que
la concepción antropológica funcionalista realiza a la concepción evolucionista. No
4
solamente en el marco metodológico hay una diferencia enorme entre ambas
teorizaciones acerca de la alteridad, sino que en la misma conceptualización aparecen
resignificaciones de conceptos clave de la órbita etnográfica. La palabra «salvaje», por
ejemplo, nos dice Malinowski, connota ideas de libertad desaforada e irregularidad, y
evoca algo de extremada y extraordinaria rareza. Se piensa por ello que los indígenas
viven en el seno mismo de la naturaleza, más o menos como pueden y quieren,
víctimas de temores descontrolados y creencias fantasmagóricas. Por el contrario, la
ciencia etnográfica moderna, demuestra, por un lado, que sus instituciones sociales
tienen una organización bien definida, que se gobiernan con autoridad, ley y orden,
tanto en lo público como en lo privado; por el otro, que las relaciones de parentesco y
clan son complejas (Malinowski, 1973: 27). Lejos, por lo tanto, de la idea a la que remite
la noción de «salvaje», es decir, de simplicidad, de caos, de «homo homini lupus».
Evidentemente, esto comporta una crítica mordaz a una de las categorías centrales del
discurso de la antropología evolucionista. Tal es así que la antropología funcionalista
critica esta categoría dado que no tiene poder analítico. Antes bien, tergiversa aquello
respecto de lo cual pretende decir algo con objetividad científica. Dice Malinowski al
respecto de los/as indígenas:

De hecho, los vemos enredados en una malla de deberes, funciones y privilegios que corresponden
a una elevada organización tribal, comunal y de parentesco. Sus creencias y prácticas no están de
ninguna manera desprovistas de cierta coherencia, y los conocimientos que poseen del mundo
exterior les bastan en muchos casos para guiarse en sus actividades y empresas, que llevan a cabo
con vigor. Sus producciones artísticas tampoco están faltas de significado ni de belleza.
(Malinowski, 1973: 27)

• Acerca del trabajo etnográfico. El propósito del trabajo etnográfico consiste en brindar
un esquema claro y coherente de la estructura social que se esté estudiando, y destacar,
además, de entre el cúmulo de hechos irrelevantes, las leyes y normas que todo
fenómeno cultural conlleva (Malinowski, 1973: p. 28).

• Acerca de la estructura tribal y la anatomía de su cultura. Veamos a continuación


algunas consideraciones específicas sobre el método de investigación etnográfico
según Malinowski. En primer lugar, el/la etnógrafo/a tiene el deber de destacar todas
las reglas y normas de la vida tribal, es decir, todo lo que es fijo y permanente; debe
entonces reconstruir la anatomía de su cultura y describir la estructura de la sociedad
(Malinowski, 1973: 29). En segundo lugar, el/la etnógrafo/a debe recoger datos
concretos de pruebas testimoniales y forjar sus propias deducciones y generalizaciones
(Malinowski, 1973: 29); en efecto, la recogida de datos concretos sobre una amplia
gama de hechos es uno de los puntos esenciales del método empírico (Malinowski,
1973: 31); dicha recogida de datos debe realizarse a través de gráficos o cuadros
sinópticos y debe aplicarse a todos los aspectos de la vida indígena (Malinowski, 1973:
31). En tercer lugar, el/la etnógrafo/a debe construir genealogías, esto es, mostrar, por
ejemplo, mediante un cuadro sinóptico cierto número de relaciones de parentesco
conectadas entre sí (Malinowski, 1973: 32). En cuarto lugar, el/la etnógrafo/a debe
exponer clara y concisamente cuáles han sido sus observaciones directas y cuáles las
informaciones indirectas que sostienen su descripción (Malinowski, 1973: 33). En
quinto lugar, cada fenómeno debe ser estudiado desde la perspectiva, lo más amplia
posible, de sus manifestaciones concretas, y procediendo a un examen exhaustivo de
los ejemplos que se especifiquen. Y, finalmente, en sexto lugar, los resultados deben
tabularse en un cuadro sinóptico, útil a la vez como instrumento de estudio y como
documento etnológico (Malinowski, 1973: 34).
5
• Acerca de la observación de la vida indígena. Según Malinowski, vivir en el poblado
hace posible presenciar el desenvolvimiento cotidiano, las ceremonias y las
transacciones, se tienen ejemplos de las creencias tal y como son vividas en realidad y
el cúmulo de vivencias de la auténtica vida indígena rellena pronto el esqueleto de las
reconstrucciones abstractas. Hay toda una serie de fenómenos de gran importancia
que no pueden recogerse mediante interrogatorios ni con el análisis de documentos,
sino que tienen que ser observados en su plena realidad (Malinowski, 1973: 35-36).

• Acerca de la importancia de registrar lo observado. Para Malinowski, es importante para


la metodología del trabajo de campo que el trabajo de recogida y fijación de
impresiones se comience lo antes posible en el curso del trabajo sobre un distrito. El
instrumento ideal sería un diario etnográfico llevado a cabo de forma sistemática a lo
largo del trabajo (Malinowski, 1973: 38).

• Acerca del concepto de «mentalidad» en tanto que concepciones, opiniones y formas de


expresión de cada cultura en particular. Además de los grandes rasgos de la estructura
tribal y de los datos culturales, de la vida diaria y el comportamiento habitual, es
preciso registrar las concepciones, las opiniones y la forma de expresarse del/de la
indígena. A esto le llama Malinowski: «mentalidad». Así, uno de los preceptos
fundamentales del trabajo de campo consiste en descubrir las formas típicas de pensar
y sentir que corresponden a las instituciones y a la cultura de una comunidad
determinada, y formular los resultados de la forma más convincente (Malinowski, 1973:
39-40).

• Acerca de las vías del trabajo etnográfico de campo. El trabajo de cambio, según
Malinowski, puede seguir diferentes vías de acción, por ejemplo, 1) la organización de
la tribu y la anatomía de su cultura, a través de una documentación estadística; 2) los
imponderables de la vida real y el tipo de comportamiento, a través del registro en un
diario etnográfico de la observación minuciosa y detallada; y 3) la mentalidad indígena,
mediante informes de sus narraciones, sus expresiones típicas, su folklore y sus
fórmulas mágicas (Malinowski, 1973: 41).

• Acerca del propósito final de la investigación etnográfica funcionalista. La meta, el


propósito fundamental de la tarea etnográfica consiste, para nuestro autor, en llegar a
captar el punto de vista del indígena, su posición ante la vida y comprender la visión
de su mundo (Malinowski, 1973: 41). En definitiva, sería poder llegar a pensar como
piensan los/as indígenas a quienes ha estudiado. Sin embargo, cabe la pregunta de si
esto es posible. ¿Qué piensan Uds. al respecto? ¿Seremos capaces los seres humanos
de pensar, de representarnos el mundo, de comprender acabadamente la forma de
situarse ante la vida de culturas muy distintas a la nuestra?

• Acerca del relativismo cultural. En cada cultura, afirma Malinowski, los valores son
ligeramente distintos, la gente tiene distintas aspiraciones, cede a determinados
impulsos, anhela distintas formas de felicidad. En cada cultura hay instituciones que
le sirven al hombre para conseguir sus intereses vitales, diferentes costumbres gracias
a las cuales satisface sus aspiraciones, distintos códigos morales y legales que
recompensan sus virtudes y castigan sus faltas (Malinowski, 1973: 41-42). Este
amplísimo abanico de diferencias obliga al/a la etnógrafo/a, que ha nacido y ha
formado su subjetividad en otra cultura, a posicionarse de un modo completamente
6
distinto reconociendo al interior de cada cultura su importancia, su particularidad, su
propia forma de desarrollar la vida humana. Esta toma de posición y este
reconocimiento es lo que denominamos «relativismo cultural».

Bien pues, hasta aquí entonces el recorrido propuesto para la clase sobre Malinowski y las
particularidades del método etnográfico propios de la antropología funcionalista. Hasta la
próxima.

Bibliografía
• Malinowski, Bronisław (1973), «Introducción», en Los argonautas del Pacífico
Occidental, Barcelona, Península, pp. 19-42.
• Mancusi, Mariana y Claudio Faccio (1995), Antropología social. Aportes y reflexiones
desde Améria Latina, Buenos Aires, Docencia, pp. 18-91 y 141-173.

***

También podría gustarte