Via Amoris 2021

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César Pérez Luzardo LC

A mi mamá

Roma, Triduo Pascual 2021


COMENTARIO
A LA PASIÓN DE SAN MATEO
I
DONACIÓN - PRISIÓN
Mt 26, 5 – 56

La Pasión del Señor puede ser vista bajo el contexto


del avanzar de una noche. Una noche densa que tras el
atardecer comienza a extender sin parar sus oleadas
negras hasta llegar a las puertas del Corazón del Maestro.
Noche que se convierte en tinieblas en la mente de los jefes
del Pueblo, que transforma en amargura la tenue luz de la
fe de Judas, que convierte en miedo la seguridad de los
discípulos… la puerta estrecha, cayeron las lluvias, se
precipitaron los ríos, soplaron los vientos, fueron distintos
nombres que Jesús dio a esta experiencia de un amor
probado hasta las máximas consecuencias.

En Él, esta oscuridad será el contexto para la obra


de amor más grande que nadie haya realizado:
abandonado en la Cruz, rodeado de tinieblas, sin
sentimientos de contacto con Dios Padre; armado solo con
un cuerpo ultrajado y la oferta filial de obediencia y amor.
Sin embargo, transformará con su muerte redentora para
siempre la naturaleza humana y la historia. No será, por
tanto, la noche la protagonista, sino el Amor.

Su pasión será entonces el modelo del que ningún


santo podrá escapar: Francisco de Asís rechazado por sus
hermanos; Teresa de Jesús contrariada por los caminos de
la obediencia; Juan de la Cruz perseguido para expulsarlo
de la orden; Franz Jägerstätter guillotinado lejos de su
joven familia; Teresa de Calcuta acrisolada en la sequedad
interior. Adentrarse en ella, es sacar la luz para las
tinieblas pues, como dijo Edith Stein, “la ciencia de la cruz
se puede aprender sólo si se llega a experimentar a fondo
la cruz”.

Quien experimentó ternura al leer las palabras de


Isaac de camino al sacrificio, «¿dónde está el cordero para
el holocausto?», y luego el alivio al alcanzar las palabras «
«No pongas tu mano sobre el muchacho ni le hagas
ningún daño». Ahora no correrá la misma suerte. En esta
ocasión, Dios no privará a su propio Hijo, de la muestra
del mayor amor.

5, 26 Decían sin embargo: Durante la fiesta no, para que no


haya alboroto en el pueblo.

Mientras que los fariseos...


Un amor creativo
Corazones desvelados
Creer conocer

1.Y sucedió que, cuando acabó Jesús todos estos


discursos, dijo a sus discípulos: 2.«Ya sabéis que
dentro de dos días es la Pascua; y el Hijo del hombre
va a ser entregado para ser crucificado.» 3.Entonces
los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo se
reunieron en el palacio del Sumo Sacerdote, llamado
Caifás; 4.y resolvieron prender a Jesús con engaño y
darle muerte. 5.Decían sin embargo: «Durante la
fiesta no, para que no haya alboroto en el pueblo.

Cenáculo
Getsemaní

6.Hallándose Jesús en Betania, en casa de Simón el


leproso, 7.se acercó a él una mujer que traía un frasco
de alabastro, con perfume muy caro, y lo derramó
sobre su cabeza mientras estaba a la mesa. 8.Al ver
esto los discípulos se indignaron y dijeron: «¿Para
qué este despilfarro? 9.Se podía haber vendido a buen
precio y habérselo dado a los pobres.» 10.Mas Jesús,
dándose cuenta, les dijo: «¿Por qué molestáis a esta
mujer? Pues una "obra buena" ha hecho conmigo.
11.Porque pobres tendréis siempre con vosotros, pero
a mí no me tendréis siempre. 12.Y al derramar ella
este ungüento sobre mi cuerpo, en vista de mi
sepultura lo ha hecho. 13.Yo os aseguro: dondequiera
que se proclame esta Buena Nueva, en el mundo
entero, se hablará también de lo que ésta ha hecho
para memoria suya.»

14.Entonces uno de los Doce, llamado Judas


Iscariote, fue donde los sumos sacerdotes, 15.y les
dijo: «¿Qué queréis darme, y yo os lo entregaré?»
Ellos le asignaron treinta monedas de plata. 16.Y
desde ese momento andaba buscando una
oportunidad para entregarle.

En Getsemaní, las oscuridades van tocando las periferias


que rodean a Jesús. Antes, había la tiniebla conquistado el
corazón de Judas, uno de sus más amados. Y poco a poco, a pesar
de la primera resistencia de palabras, va avanzando en los otros
discípulos. Así, la oscuridad, que hace días alcanzó a los jefes del
Pueblo… luego a Judas… ahora tocaba los más íntimos de Jesús.
Es como si un taladro se hacer hacia la cámara más interior del
Santuario.
Cámara, su Corazón, llena de luz e inaccesible por la
tinieblas, pero que sufre al ver la devastación que causa en su
entorno.

Entonces… orar.
Velar es permanecer en la luz sin dejarse entrar al reino
de la oscuridad.
La noche parece extenderse sin fin, acabar con todo.
“Velad”, “quedaos al menos ustedes tres conmigo”.
Con un ojos veían a Jesús, con otro la oscuridad que les
invitaba a dormir.

Entonces el Señor se lanza en la mayor humillación y


abre su Corazón al Padre con una confianza franca: líbrame…
pero no según yo quiera. Entonces la respuesta: ninguna. 

Desde entonces, la noche será el contexto del mayor acto


de amor que se puede hacer, cuando todo alrededor cae. Es la
noche oscura de san Juan de la Cruz… donde nada queda ya. La
noche que Adán aprovechó para pecar; la noche en que Cristo
aprovechó para amar.

Y si bien, en ese momento, al saber que los discípulos


dormían… entendió que los perdería por un momento. Pero
podría recuperarlos verdaderamente sólo si Él trazaba el camino
primero, sólo si Él hacía lo que nadie había hecho jamás, siendo
Dios hacerse un siervo y morir por amor. Era su momento de
mostrar el camino primero para poder llevar a los otros a sí.

Entonces, volvió. Fue una oración fructífera pero


amarga.
Dijo:
“ Ahora ya pueden dormir y descansar”
Soy yo quién debo ahora continuar… y por este camino
no pueden ustedes seguirme ahora… no han recibido los frutos
de mi redención… luego, con mi ejemplo y frutos, me seguirán.

17.El primer día de los Azimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «¿Dónde
quieres que te hagamos los preparativos para comer el cordero de Pascua?» 18.El les dijo:
«Id a la ciudad, a casa de fulano, y decidle: "El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu
casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos."» 19.Los discípulos hicieron lo que
Jesús les había mandado, y prepararon la Pascua. 20.Al atardecer, se puso a la mesa con
los Doce. 21.Y mientras comían, dijo: «Yo os aseguro que uno de vosotros me
entregará.» 22.Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: «¿Acaso soy yo,
Señor?» 23.El respondió: «El que ha mojado conmigo la mano en el plato, ése me
entregará. 24.El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por
quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!»
25.Entonces preguntó Judas, el que iba a entregarle: «¿Soy yo acaso, Rabbí?» Dícele:
«Sí, tú lo has dicho.» 26.Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo
partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo.» 27.Tomó
luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: «Bebed de ella todos, 28.porque
ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los
pecados. 29.Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día
aquel en que lo beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre.» 30.Y cantados los
himnos, salieron hacia el monte de los Olivos. 31.Entonces les dice Jesús: «Todos
vosotros vais a escandalizaros de mí esta noche, porque está escrito: Heriré al pastor y se
dispersarán las ovejas del rebaño . 32.Mas después de mi resurrección, iré delante de
vosotros a Galilea.» 33.Pedro intervino y le dijo: «Aunque todos se escandalicen de ti, yo
nunca me escandalizaré.» 34.Jesús le dijo: «Yo te aseguro: esta misma noche, antes que el
gallo cante, me habrás negado tres veces.» 35.Dícele Pedro: «Aunque tenga que morir
contigo, yo no te negaré.» Y lo mismo dijeron también todos los discípulos. 36.Entonces
va Jesús con ellos a una propiedad llamada Getsemaní, y dice a los discípulos: «Sentaos
aquí, mientras voy allá a orar.» 37.Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de
Zebedeo, comenzó a sentir tristeza y angustia. 38.Entonces les dice: «Mi alma está triste
hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad conmigo.» 39.Y adelantándose un poco,
cayó rostro en tierra, y suplicaba así: «Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa,
pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú.» 40.Viene entonces donde los
discípulos y los encuentra dormidos; y dice a Pedro: «¿Conque no habéis podido velar
una hora conmigo? 41.Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está
pronto, pero la carne es débil.» 42.Y alejándose de nuevo, por segunda vez oró así:
«Padre mío, si esta copa no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad.»
43.Volvió otra vez y los encontró dormidos, pues sus ojos estaban cargados. 44.Los dejó y
se fue a orar por tercera vez, repitiendo las mismas palabras. 45.Viene entonces donde los
discípulos y les dice: «Ahora ya podéis dormir y descansar. Mirad, ha llegado la hora en
que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de pecadores. 46.¡Levantaos!,
¡vámonos! Mirad que el que me va a entregar está cerca.» 47.Todavía estaba hablando,
cuando llegó Judas, uno de los Doce, acompañado de un grupo numeroso con espadas y
palos, de parte de los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo. 48.El que le iba a
entregar les había dado esta señal: «Aquel a quien yo dé un beso, ése es; prendedle.» 49.Y
al instante se acercó a Jesús y le dijo: «¡Salve, Rabbí!», y le dio un beso. 50.Jesús le dijo:
«Amigo, ¡a lo que estás aquí!» Entonces aquéllos se acercaron, echaron mano a Jesús y le
prendieron. 51.En esto, uno de los que estaban con Jesús echó mano a su espada, la sacó
e, hiriendo al siervo del Sumo Sacerdote, le llevó la oreja. 52.Dícele entonces Jesús:
«Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que empuñen espada, a espada perecerán.
53.¿O piensas que no puedo yo rogar a mi Padre, que pondría al punto a mi disposición
más de doce legiones de ángeles? 54.Mas, ¿cómo se cumplirían las Escrituras de que así
debe suceder?» 55.En aquel momento dijo Jesús a la gente: «¿Como contra un salteador
habéis salido a prenderme con espadas y palos? Todos los días me sentaba en el Templo
para enseñar, y no me detuvisteis. 56.Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las
Escrituras de los profetas.» Entonces los discípulos le abandonaron todos y huyeron.
57.Los que prendieron a Jesús le llevaron ante el Sumo Sacerdote Caifás, donde se habían
reunido los escribas y los ancianos. 58.Pedro le iba siguiendo de lejos hasta el palacio del
Sumo Sacerdote; y, entrando dentro, se sentó con los criados para ver el final. 59.Los
sumos sacerdotes y el Sanedrín entero andaban buscando un falso testimonio contra
Jesús con ánimo de darle muerte, 60.y no lo encontraron, a pesar de que se presentaron
muchos falsos testigos. Al fin se presentaron dos, 61.que dijeron: «Este dijo: Yo puedo
destruir el Santuario de Dios, y en tres días edificarlo.» 62.Entonces, se levantó el Sumo
Sacerdote y le dijo: «¿No respondes nada? ¿Qué es lo que éstos atestiguan contra ti?»
63.Pero Jesús seguía callado. El Sumo Sacerdote le dijo: «Yo te conjuro por Dios vivo
que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.» 64.Dícele Jesús: «Sí, tú lo has dicho.
Y yo os declaro que a partir de ahora veréis al hijo del hombre sentado a la diestra del
Poder y venir sobre las nubes del cielo.» 65.Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus
vestidos y dijo: «¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis de oír
la blasfemia. 66.¿Qué os parece?» Respondieron ellos diciendo: «Es reo de muerte.»
67.Entonces se pusieron a escupirle en la cara y a abofetearle; y otros a golpearle,
68.diciendo: «Adivínanos, Cristo. ¿Quién es el que te ha pegado?» 69.Pedro, entretanto,
estaba sentado fuera en el patio; y una criada se acercó a él y le dijo: «También tú estabas
con Jesús el Galileo.» 70.Pero él lo negó delante de todos: «No sé qué dices.» 71.Cuando
salía al portal, le vio otra criada y dijo a los que estaban allí: «Este estaba con Jesús el
Nazoreo.» 72.Y de nuevo lo negó con juramento: «¡Yo no conozco a ese hombre!»
73.Poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: «¡Ciertamente, tú
también eres de ellos, pues además tu misma habla te descubre!» 74.Entonces él se puso
a echar imprecaciones y a jurar: «¡Yo no conozco a ese hombre!» Inmediatamente cantó
un gallo. 75.Y Pedro se acordó de aquello que le había dicho Jesús: «Antes que el gallo
cante, me habrás negado tres veces.» Y, saliendo fuera, rompió a llorar amargamente."
"1.Llegada la mañana, todos los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo celebraron
consejo contra Jesús para darle muerte. 2.Y después de atarle, le llevaron y le entregaron
al procurador Pilato. 3.Entonces Judas, el que le entregó, viendo que había sido
condenado, fue acosado por el remordimiento, y devolvió las treinta monedas de plata a
los sumos sacerdotes y a los ancianos, 4.diciendo: «Pequé entregando sangre inocente.»
Ellos dijeron: «A nosotros, ¿qué? Tú verás.» 5.El tiró las monedas en el Santuario;
después se retiró y fue y se ahorcó. 6.Los sumos sacerdotes recogieron las monedas y
dijeron: «No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque son precio de sangre.»
7.Y después de deliberar, compraron con ellas el Campo del Alfarero como lugar de
sepultura para los forasteros. 8.Por esta razón ese campo se llamó «Campo de Sangre»,
hasta hoy. 9.Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Y tomaron las treinta
monedas de plata, cantidad en que fue apreciado aquel a quien pusieron precio algunos
hijos de Israel, 10.y las dieron por el Campo del Alfarero, según lo que me ordenó el
Señor.» 11.Jesús compareció ante el procurador, y el procurador le preguntó: «¿Eres tú
el Rey de los judíos?» Respondió Jesús: «Sí, tú lo dices.» 12.Y, mientras los sumos
sacerdotes y los ancianos le acusaban, no respondió nada. 13.Entonces le dice Pilato:
«¿No oyes de cuántas cosas te acusan?» 14.Pero él a nada respondió, de suerte que el
procurador estaba muy sorprendido. 15.Cada Fiesta, el procurador solía conceder al
pueblo la libertad de un preso, el que quisieran. 16.Tenían a la sazón un preso famoso,
llamado Barrabás. 17.Y cuando ellos estaban reunidos, les dijo Pilato: «¿A quién queréis
que os suelte, a Barrabás o a Jesús, el llamado Cristo?», 18.pues sabía que le habían
entregado por envidia. 19.Mientras él estaba sentado en el tribunal, le mandó a decir su
mujer: «No te metas con ese justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por su
causa.» 20.Pero los sumos sacerdotes y los ancianos lograron persuadir a la gente que
pidiese la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús. 21.Y cuando el procurador les dijo:
«¿A cuál de los dos queréis que os suelte?», respondieron: «¡A Barrabás!» 22.Díceles
Pilato: «Y ¿qué voy a hacer con Jesús, el llamado Cristo?» Y todos a una: «¡Sea
crucificado!» - 23.«Pero ¿qué mal ha hecho?», preguntó Pilato. Mas ellos seguían
gritando con más fuerza: «¡Sea crucificado!» 24.Entonces Pilato, viendo que nada
adelantaba, sino que más bien se promovía tumulto, tomó agua y se lavó las manos
delante de la gente diciendo: «Inocente soy de la sangre de este justo. Vosotros veréis.»
25.Y todo el pueblo respondió: «¡Su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!»
26.Entonces, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarle, se lo entregó para que
fuera crucificado. 27.Entonces los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al
pretorio y reunieron alrededor de él a toda la cohorte. 28.Le desnudaron y le echaron
encima un manto de púrpura; 29.y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron
sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le
hacían burla diciendo: «¡Salve, Rey de los judíos!»; 30.y después de escupirle, cogieron la
caña y le golpeaban en la cabeza. 31.Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el
manto, le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle. 32.Al salir, encontraron a un
hombre de Cirene llamado Simón, y le obligaron a llevar su cruz. 33.Llegados a un lugar
llamado Gólgota, esto es, «Calvario», 34.le dieron a beber vino mezclado con hiel; pero él,
después de probarlo, no quiso beberlo. 35.Una vez que le crucificaron, se repartieron sus
vestidos, echando a suertes. 36.Y se quedaron sentados allí para custodiarle. 37.Sobre su
cabeza pusieron, por escrito, la causa de su condena: «Este es Jesús, el Rey de los judíos.»
38.Y al mismo tiempo que a él crucifican a dos salteadores, uno a la derecha y otro a la
izquierda. 39.Los que pasaban por allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo:
40.«Tú que destruyes el Santuario y en tres días lo levantas, ¡sálvate a ti mismo, si eres
Hijo de Dios, y baja de la cruz!» 41.Igualmente los sumos sacerdotes junto con los
escribas y los ancianos se burlaban de él diciendo: 42.«A otros salvó y a sí mismo no
puede salvarse. Rey de Israel es: que baje ahora de la cruz, y creeremos en él. 43.Ha
puesto su confianza en Dios; que le salve ahora, si es que de verdad le quiere; ya que dijo:
"Soy Hijo de Dios."» 44.De la misma manera le injuriaban también los salteadores
crucificados con él. 45.Desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la
hora nona. 46.Y alrededor de la hora nona clamó Jesús con fuerte voz: «¡Elí, Elí! ¿lemá
sabactaní?», esto es: «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?» 47.Al oírlo
algunos de los que estaban allí decían: «A Elías llama éste.» 48.Y enseguida uno de ellos
fue corriendo a tomar una esponja, la empapó en vinagre y, sujetándola a una caña, le
ofrecía de beber. 49.Pero los otros dijeron: «Deja, vamos a ver si viene Elías a salvarle.»
50.Pero Jesús, dando de nuevo un fuerte grito, exhaló el espíritu. 51.En esto, el velo del
Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo; tembló la tierra y las rocas se hendieron. 52.Se
abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos difuntos resucitaron. 53.Y, saliendo
de los sepulcros después de la resurrección de él, entraron en la Ciudad Santa y se
aparecieron a muchos. 54.Por su parte, el centurión y los que con él estaban guardando a
Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba, se llenaron de miedo y dijeron:
«Verdaderamente éste era Hijo de Dios.» 55.Había allí muchas mujeres mirando desde
lejos, aquellas que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle. 56.Entre ellas
estaban María Magdalena, María la madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos
de Zebedeo. 57.Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que se había
hecho también discípulo de Jesús. 58.Se presentó a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús.
Entonces Pilato dio orden de que se le entregase. 59.José tomó el cuerpo, lo envolvió en
una sábana limpia 60.y lo puso en su sepulcro nuevo que había hecho excavar en la roca;
luego, hizo rodar una gran piedra hasta la entrada del sepulcro y se fue. 61.Estaban allí
María Magdalena y la otra María, sentadas frente al sepulcro. 62.Al otro día, el
siguiente a la Preparación, los sumos sacerdotes y los fariseos se reunieron ante Pilato
63.y le dijeron: «Señor, recordamos que ese impostor dijo cuando aún vivía: "A los tres
días resucitaré." 64.Manda, pues, que quede asegurado el sepulcro hasta el tercer día, no
sea que vengan sus discípulos, lo roben y digan luego al pueblo: "Resucitó de entre los
muertos", y la última impostura sea peor que la primera.» 65.Pilato les dijo: «Tenéis una
guardia. Id, aseguradlo como sabéis.» 66.Ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando
la piedra y poniendo la guardia."

II
INOCENCIA - JUICIO
Mt 26, 57 – 27, 26

El juicio del Sanedrín: la muerte


El juicio de Pedro: la huida
El juicio de Judas: la desconfianza
El juicio de Pilatos: la indiferencia
III
AMOR Y CRUZ - MUERTE
Mt 27, 27 – 66

Humillaciones y tentaciones para quebrarlo


Muerte: el último golpe de la oscuridad
Sepultura custodiada
VIA AMORIS
Maestro bueno,
¿qué he de hacer para heredar la vida eterna?
Marcos  10,17

Muchos caminos se extienden en torno a los


hombres... cortos y fáciles, los más cansados… largos
y difíciles, fecundos… pero hay solo uno distinto,
único en su especie, del que solemos huir.

Al recorrerlo, nuestros pies parecen adentrarse


en un lago cubierto de hielo delgado, que amenaza
con romperse a cada paso para hacernos sucumbir.
Caminar por él es ir aparentemente cada vez más
lejos de la orilla, cada vez más vulnerables, cada vez
más solos. Un corazón desacelerado y una tos seca
recurrente nos dicen que estamos muriendo… Y,
paradójicamente, si escuchas la Buena Nueva, si alzas
la mirada en alguna capilla, si lees su Historia…
verás; Dios, ya cruzó primero, te ha dejado sus
huellas, su humilde compañía y un letrero con unas
palabras misteriosas: “SígueMe” (Mt 9,9).

Es la vía del AMOR,


también conocida como Via Crucis.

Etapas iniciales: arriesgarse a amar

1º Estación
Condenado
 
Ellos gritaron de nuevo:
«Crucifícalo».
Marcos 15,12

V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.


R. Porque con tu Santa Cruz redimiste al
mundo.

No te engañe la pasividad aparente. Él lo ha


decidido. Otros llevan armas, palos, cuerdas. Él está
armado por dentro con el Amor. Todo viacrucis
comienza cuando el AMOR marca el paso, ejerce su
servicio, se hace vulnerable. El resto no es cruz y no
puede amarse. Aquí sólo entra el AMOR. Todo
comienza con un riesgo, con una sentencia violenta:
“tu amor morirá, se te arrancará, no tiene sentido tu
sacrificio” El enemigo ha dicho sus primeras
palabras. El AMOR mudamente sigue amando. El
AMOR no se queda sin palabras, el AMOR se
fortalece amando, sus obras son su palabra. Ha
vencido su primera batalla, no ha dejado entrar en
su interior la duda y el odio.

2º Estación
Cargado
Los sacaron de nuevo
para crucificarlo.
Marcos 15,20

“Aquí tienes tu Amor: tiene forma de cruz,


tiene su peso y dimensiones. ¡Arrastra tu amor!”
Como pareciera a veces que el amor dificulta el
andar. Pero el AMOR no hace sino abrir el surco de
nuestra vida, marcar la verdadera historia del
mundo, más profunda, removiendo las piedras. No
se borran las huellas del camino cuando al lado se ve
el rastro de la Cruz. Se percibe: “¡Aquí paso otro
Amante!” Los trozos rotos de madera han fecundado
sus huellas. Nuevamente ha vencido el amor, el
empuje amoroso se convirtió en fecundidad.

3º Estación
Cae
Triturado por
nuestros crímenes.
Isaías 53, 5

El fervor del AMOR, del corazón, toca la


aridez del suelo. El surco abierto por la Cruz recibe
ahora la primera ráfaga de semillas. El odio dicta
inmediatamente la sentencia: “ha perdido, está a la
vista toda su fragilidad”. Sin embargo, es tan
fecundo el AMOR que sus semillas brotan de
inmediato y con fuerza desde el suelo, la caída trae
consigo más libertad, más confianza. Comienza
entonces la duda del enemigo: “¿Si el amor
rejuvenece y madura en las caídas, entonces quién
puede vencerlo?” Las estaciones parecen
fortalecerlo. ¡Tercera victoria del AMOR! Se levanta,
fortalecido, jovialmente enamorado.

Los consuelos: encrucijada de almas

4º Estación
Madre encuentra
Su madre conservaba todo esto
en su corazón.
Lucas 2,51

Hay consuelos también en el Via Crucis de la


vida, testimonios de amor que nos confortan. Cómo
fortalece al AMOR unos ojos llenos de pureza, de
donación, de CORRESPONDENCIA. No estamos
solos en el camino del Via Crucis; se han cruzado
ahora dos estaciones de dos Via Crucis, dos amantes
entrecruzados en la comunión del AMOR. El
enemigo ve lágrimas y se gloría. ¿Nos has visto el
interior? ¿No lo has percibido? La superficialidad
jamás descubrirá el origen de las lágrimas y menos
aún comprender cómo ellas riegan y cultivan los
campos más áridos, pues el corazón también
necesita su regadío.

5º Estación
Cirineo carga

Le cargaron la cruz,
para que la llevase detrás de Jesús.
Lucas 23,26

Quien ha ayudado al AMOR a cargar la Cruz


sabe quién es realmente el ayudante y el ayudado.
Como el fuego que al contacto extiende sus
propiedades rápidamente, así recibe quien se acerca
a un corazón enamorado al momento de su Cruz.
¿Cómo se le ha ocurrido? Quien hace el oficio de
ángel con Cristo que vive en un hermano, sabe por
qué ellos no pueden dejar de ver día y noche los ojos
de su Señor. Ellos ven el AMOR… y el AMOR
observado amorosamente no cansa ni se detiene
estáticamente, sigue siempre adelante, huye más
allá… como el ciervo del Cantar… como Cristo y
Magdalena… Su mirar se hace nuestro mirar; y el
AMOR al compartirse se consuela.

6º Estación
Verónica lava
Oigo en mi corazón:
«Buscad mi rostro».
Salmo 27,8

Tercer consuelo, consuelo de la


espontaneidad, que rompe esquemas, que traspasa
filas romanas, que se acerca al AMOR. La gracia de
un corazón que por un instante se desborda, sin
esperas ni precauciones, se lanza sobre el AMOR.
Son realmente caricias para el AMOR las almas que
aman así, con libertad interior; refrescan su rostro
escondido entre los hombres y plasma en ellos su
imagen. Tres pruebas, tres consuelos. Al que ama,
no le falta en algún momento, en el interior o en el
exterior, algún consuelo… pues el AMOR está
esparcido por el mundo y dos corazones que aman
se atraen como polos magnéticos.

La prueba: incomprensión y recaídas

7º Estación
Caer de nuevo

Al verme se burlan de mí,


hacen muecas, menean la cabeza.
Salmo 22,8

Corazón del AMOR de nuevo al árido suelo.


Ahora más profundo, como los segundos golpes en
un mismo lugar. Segunda caída que no tiene
consuelos sucesivos, segunda caída de soledad, de
abandono, de miedo de no ser correspondido, de
gritos de odio que dicen: “infecundidad”. Y segunda
tanda de semillas al surco, semillas ahora de
gratuidad, sin esperas a cambio, de AMOR REAL.
¿Qué pasa con el AMOR que entre más probado más
se muestra en su densidad? ¿Mientras más olvidado
más refleja su resplandor? ¿Quién puede vencer al
AMOR?

8º Estación
Lágrimas vanas

Llorad por vosotras y


por vuestros hijos.
Lucas 23,28

El alma tiene facultades, unas potencias que


buscan al AMADO. Aquí lloran desconsoladas por
el AMOR en su camino al Calvario. ¿Piensan acaso
que el AMOR será destrozado, aniquilado? ¿No
conocen la naturaleza del AMOR? Mas ellas,
llorando, reciben el amor. El AMOR que encuentran
no se siente consolado por sus lágrimas, busca
transformar su concepción del amor, elevarlas. Sí,
solo un verdadero AMOR es la plenitud de la gracia
y de las facultades, la victoria sobre el mal, la
perfección real de las obras, la acción más grande del
cristiano. “No lloréis por mí”, llorad por quien no ha
encontrado el AMOR.

9º Estación
Caer de nuevo, otra vez

Mirad y ved
si hay dolor semejante a mi dolor
Lamentaciones 1,12
Corazón del AMOR una vez más al suelo.
“¿Alguna duda te ha brotado con la oscuridad que
se hace a tu alrededor?”, increpan los curiosos. Más
profunda la caída, más profundo deja el AMOR las
finísimas semillas en el surco. Ahí ya no podrán
tomarla los pájaros… ni encontrarlas los ansiosos…
aquí ya no hay empresas esperadas, ni proyectos, ni
grandes obras, ni gran qué hacer salvo lo único
extraordinario: el AMOR mismo. ¡Qué hermoso es el
AMOR PURO, denso, sin reservas!

La oblación: pobre y en silencio

10º Estación
Despojado

Se reparten mi ropa,
echan a suerte mi túnica
Salmo 22,19
Los despojos externos dejan a carne viva el
AMOR. Trozo tras trozo, el AMOR muestra su
pureza en la realidad de su carne. Se reparten sus
vestidos como quien entre chisme y palabrerías
hacen juicios superficiales del AMOR. Has visto
que… has oído que… supuestas “preocupaciones”
despojan al AMOR. El AMOR no es sordo, escucha y
perdona; el AMOR no es mudo, responde con obras;
el AMOR no es ciego, mira fijamente el amor. ¡Qué
hermoso es el AMOR DESPOJADO!

11º Estación
Clavado

Lo crucificaron,
y con Él a otros dos.
Juan 19,18

Ahora el AMOR solo le puede hablar nuestro


amor. El amor en silencio desde el corazón al
corazón. De amor a AMOR. Amor discreto,
silencioso, en lo sencillo, que ante este AMOR en la
cruz, discreto, silencioso y sencillo, encarnado en el
Condenado a morir, solo tiene un respuesta… al
AMOR respondemos con amor.

12º Estación
Morir
Maestro bueno,
¿qué he de hacer para heredar la vida eterna?
Marcos  10,17

Si la Palabra calla, no puede comentarse nada.


El lenguaje se hace silencio. Ya no hace faltan
palabras. Ya no salen palabras.

Los frutos invisibles en el corazón

13º Estación
Descolgado
Como desciende la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven,
sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar…
Isaías 55, 10a

El AMOR toma siempre la humilde iniciativa


y si alguien duda de Él, antes Él muestra su
confianza lanzándose totalmente en sus brazos. Nos
otorga su dignidad, se nos da. No te engañe la
aparente inmovilidad de sus miembros, ni la sangre
ni su costado abierto: el AMOR es más fuerte que la
muerte y en tu corazón mostrará su grandeza…
entran en ti, ve como ya te consuela y conforta.
Sosténlo sin miedo en tus brazos… sin prisas…

14º Estación
Sepultado
Tomaron el cuerpo de Jesús
y lo envolvieron en los lienzos con los aromas.
Juan 19,39

¿Qué hay en el Corazón de Jesús? SOLO


AMOR. ¿Qué es la redención? LA
SOBREABUNDACIA DEL AMOR sobre el pecado,
la VICTORIA DEL AMOR. ¿Qué es mi corazón? Una
prolongación de su AMOR. Cada nueva creatura,
cada nuevo día, cada instante es en su pureza una
prolongación de su AMOR. ¿Qué es la eternidad?
La vida sin fin en el AMOR. Ve y di a todos que aquí
está, que está esperando, con los brazos abiertos
como camino a su Corazón: ES EL AMOR.

Tú, SígueMe.

El triunfo: una vida nueva transfigurada por el Amor

15º Estación
Resucitar
Ha resucitado.
Lucas 24,6

Se rompe el velo: DIOS ES AMOR. He ahí la


nueva ley, que no es ley, y sin embargo en libertad
exige más. El misterio va más allá, lo llevarán ahora
también los hombres en su interior por medio del
bautismo y el regalo de la gracia; lo llevamos dentro
en lo profundo de nuestro Espíritu, de donde Él
alimentará en nosotros nuestro amor. Esta realidad
es promesa para nuestro Via Crucis, para nuestro Via
amoris, de la transformación de este camino en una
eterna primavera que despunta hasta la vida eterna.
Ama.

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