Via Amoris 2021
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A mi mamá
Cenáculo
Getsemaní
Entonces… orar.
Velar es permanecer en la luz sin dejarse entrar al reino
de la oscuridad.
La noche parece extenderse sin fin, acabar con todo.
“Velad”, “quedaos al menos ustedes tres conmigo”.
Con un ojos veían a Jesús, con otro la oscuridad que les
invitaba a dormir.
17.El primer día de los Azimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «¿Dónde
quieres que te hagamos los preparativos para comer el cordero de Pascua?» 18.El les dijo:
«Id a la ciudad, a casa de fulano, y decidle: "El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu
casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos."» 19.Los discípulos hicieron lo que
Jesús les había mandado, y prepararon la Pascua. 20.Al atardecer, se puso a la mesa con
los Doce. 21.Y mientras comían, dijo: «Yo os aseguro que uno de vosotros me
entregará.» 22.Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: «¿Acaso soy yo,
Señor?» 23.El respondió: «El que ha mojado conmigo la mano en el plato, ése me
entregará. 24.El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por
quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!»
25.Entonces preguntó Judas, el que iba a entregarle: «¿Soy yo acaso, Rabbí?» Dícele:
«Sí, tú lo has dicho.» 26.Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo
partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo.» 27.Tomó
luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: «Bebed de ella todos, 28.porque
ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los
pecados. 29.Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día
aquel en que lo beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre.» 30.Y cantados los
himnos, salieron hacia el monte de los Olivos. 31.Entonces les dice Jesús: «Todos
vosotros vais a escandalizaros de mí esta noche, porque está escrito: Heriré al pastor y se
dispersarán las ovejas del rebaño . 32.Mas después de mi resurrección, iré delante de
vosotros a Galilea.» 33.Pedro intervino y le dijo: «Aunque todos se escandalicen de ti, yo
nunca me escandalizaré.» 34.Jesús le dijo: «Yo te aseguro: esta misma noche, antes que el
gallo cante, me habrás negado tres veces.» 35.Dícele Pedro: «Aunque tenga que morir
contigo, yo no te negaré.» Y lo mismo dijeron también todos los discípulos. 36.Entonces
va Jesús con ellos a una propiedad llamada Getsemaní, y dice a los discípulos: «Sentaos
aquí, mientras voy allá a orar.» 37.Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de
Zebedeo, comenzó a sentir tristeza y angustia. 38.Entonces les dice: «Mi alma está triste
hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad conmigo.» 39.Y adelantándose un poco,
cayó rostro en tierra, y suplicaba así: «Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa,
pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú.» 40.Viene entonces donde los
discípulos y los encuentra dormidos; y dice a Pedro: «¿Conque no habéis podido velar
una hora conmigo? 41.Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está
pronto, pero la carne es débil.» 42.Y alejándose de nuevo, por segunda vez oró así:
«Padre mío, si esta copa no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad.»
43.Volvió otra vez y los encontró dormidos, pues sus ojos estaban cargados. 44.Los dejó y
se fue a orar por tercera vez, repitiendo las mismas palabras. 45.Viene entonces donde los
discípulos y les dice: «Ahora ya podéis dormir y descansar. Mirad, ha llegado la hora en
que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de pecadores. 46.¡Levantaos!,
¡vámonos! Mirad que el que me va a entregar está cerca.» 47.Todavía estaba hablando,
cuando llegó Judas, uno de los Doce, acompañado de un grupo numeroso con espadas y
palos, de parte de los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo. 48.El que le iba a
entregar les había dado esta señal: «Aquel a quien yo dé un beso, ése es; prendedle.» 49.Y
al instante se acercó a Jesús y le dijo: «¡Salve, Rabbí!», y le dio un beso. 50.Jesús le dijo:
«Amigo, ¡a lo que estás aquí!» Entonces aquéllos se acercaron, echaron mano a Jesús y le
prendieron. 51.En esto, uno de los que estaban con Jesús echó mano a su espada, la sacó
e, hiriendo al siervo del Sumo Sacerdote, le llevó la oreja. 52.Dícele entonces Jesús:
«Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que empuñen espada, a espada perecerán.
53.¿O piensas que no puedo yo rogar a mi Padre, que pondría al punto a mi disposición
más de doce legiones de ángeles? 54.Mas, ¿cómo se cumplirían las Escrituras de que así
debe suceder?» 55.En aquel momento dijo Jesús a la gente: «¿Como contra un salteador
habéis salido a prenderme con espadas y palos? Todos los días me sentaba en el Templo
para enseñar, y no me detuvisteis. 56.Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las
Escrituras de los profetas.» Entonces los discípulos le abandonaron todos y huyeron.
57.Los que prendieron a Jesús le llevaron ante el Sumo Sacerdote Caifás, donde se habían
reunido los escribas y los ancianos. 58.Pedro le iba siguiendo de lejos hasta el palacio del
Sumo Sacerdote; y, entrando dentro, se sentó con los criados para ver el final. 59.Los
sumos sacerdotes y el Sanedrín entero andaban buscando un falso testimonio contra
Jesús con ánimo de darle muerte, 60.y no lo encontraron, a pesar de que se presentaron
muchos falsos testigos. Al fin se presentaron dos, 61.que dijeron: «Este dijo: Yo puedo
destruir el Santuario de Dios, y en tres días edificarlo.» 62.Entonces, se levantó el Sumo
Sacerdote y le dijo: «¿No respondes nada? ¿Qué es lo que éstos atestiguan contra ti?»
63.Pero Jesús seguía callado. El Sumo Sacerdote le dijo: «Yo te conjuro por Dios vivo
que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.» 64.Dícele Jesús: «Sí, tú lo has dicho.
Y yo os declaro que a partir de ahora veréis al hijo del hombre sentado a la diestra del
Poder y venir sobre las nubes del cielo.» 65.Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus
vestidos y dijo: «¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis de oír
la blasfemia. 66.¿Qué os parece?» Respondieron ellos diciendo: «Es reo de muerte.»
67.Entonces se pusieron a escupirle en la cara y a abofetearle; y otros a golpearle,
68.diciendo: «Adivínanos, Cristo. ¿Quién es el que te ha pegado?» 69.Pedro, entretanto,
estaba sentado fuera en el patio; y una criada se acercó a él y le dijo: «También tú estabas
con Jesús el Galileo.» 70.Pero él lo negó delante de todos: «No sé qué dices.» 71.Cuando
salía al portal, le vio otra criada y dijo a los que estaban allí: «Este estaba con Jesús el
Nazoreo.» 72.Y de nuevo lo negó con juramento: «¡Yo no conozco a ese hombre!»
73.Poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: «¡Ciertamente, tú
también eres de ellos, pues además tu misma habla te descubre!» 74.Entonces él se puso
a echar imprecaciones y a jurar: «¡Yo no conozco a ese hombre!» Inmediatamente cantó
un gallo. 75.Y Pedro se acordó de aquello que le había dicho Jesús: «Antes que el gallo
cante, me habrás negado tres veces.» Y, saliendo fuera, rompió a llorar amargamente."
"1.Llegada la mañana, todos los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo celebraron
consejo contra Jesús para darle muerte. 2.Y después de atarle, le llevaron y le entregaron
al procurador Pilato. 3.Entonces Judas, el que le entregó, viendo que había sido
condenado, fue acosado por el remordimiento, y devolvió las treinta monedas de plata a
los sumos sacerdotes y a los ancianos, 4.diciendo: «Pequé entregando sangre inocente.»
Ellos dijeron: «A nosotros, ¿qué? Tú verás.» 5.El tiró las monedas en el Santuario;
después se retiró y fue y se ahorcó. 6.Los sumos sacerdotes recogieron las monedas y
dijeron: «No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque son precio de sangre.»
7.Y después de deliberar, compraron con ellas el Campo del Alfarero como lugar de
sepultura para los forasteros. 8.Por esta razón ese campo se llamó «Campo de Sangre»,
hasta hoy. 9.Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Y tomaron las treinta
monedas de plata, cantidad en que fue apreciado aquel a quien pusieron precio algunos
hijos de Israel, 10.y las dieron por el Campo del Alfarero, según lo que me ordenó el
Señor.» 11.Jesús compareció ante el procurador, y el procurador le preguntó: «¿Eres tú
el Rey de los judíos?» Respondió Jesús: «Sí, tú lo dices.» 12.Y, mientras los sumos
sacerdotes y los ancianos le acusaban, no respondió nada. 13.Entonces le dice Pilato:
«¿No oyes de cuántas cosas te acusan?» 14.Pero él a nada respondió, de suerte que el
procurador estaba muy sorprendido. 15.Cada Fiesta, el procurador solía conceder al
pueblo la libertad de un preso, el que quisieran. 16.Tenían a la sazón un preso famoso,
llamado Barrabás. 17.Y cuando ellos estaban reunidos, les dijo Pilato: «¿A quién queréis
que os suelte, a Barrabás o a Jesús, el llamado Cristo?», 18.pues sabía que le habían
entregado por envidia. 19.Mientras él estaba sentado en el tribunal, le mandó a decir su
mujer: «No te metas con ese justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por su
causa.» 20.Pero los sumos sacerdotes y los ancianos lograron persuadir a la gente que
pidiese la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús. 21.Y cuando el procurador les dijo:
«¿A cuál de los dos queréis que os suelte?», respondieron: «¡A Barrabás!» 22.Díceles
Pilato: «Y ¿qué voy a hacer con Jesús, el llamado Cristo?» Y todos a una: «¡Sea
crucificado!» - 23.«Pero ¿qué mal ha hecho?», preguntó Pilato. Mas ellos seguían
gritando con más fuerza: «¡Sea crucificado!» 24.Entonces Pilato, viendo que nada
adelantaba, sino que más bien se promovía tumulto, tomó agua y se lavó las manos
delante de la gente diciendo: «Inocente soy de la sangre de este justo. Vosotros veréis.»
25.Y todo el pueblo respondió: «¡Su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!»
26.Entonces, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarle, se lo entregó para que
fuera crucificado. 27.Entonces los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al
pretorio y reunieron alrededor de él a toda la cohorte. 28.Le desnudaron y le echaron
encima un manto de púrpura; 29.y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron
sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le
hacían burla diciendo: «¡Salve, Rey de los judíos!»; 30.y después de escupirle, cogieron la
caña y le golpeaban en la cabeza. 31.Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el
manto, le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle. 32.Al salir, encontraron a un
hombre de Cirene llamado Simón, y le obligaron a llevar su cruz. 33.Llegados a un lugar
llamado Gólgota, esto es, «Calvario», 34.le dieron a beber vino mezclado con hiel; pero él,
después de probarlo, no quiso beberlo. 35.Una vez que le crucificaron, se repartieron sus
vestidos, echando a suertes. 36.Y se quedaron sentados allí para custodiarle. 37.Sobre su
cabeza pusieron, por escrito, la causa de su condena: «Este es Jesús, el Rey de los judíos.»
38.Y al mismo tiempo que a él crucifican a dos salteadores, uno a la derecha y otro a la
izquierda. 39.Los que pasaban por allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo:
40.«Tú que destruyes el Santuario y en tres días lo levantas, ¡sálvate a ti mismo, si eres
Hijo de Dios, y baja de la cruz!» 41.Igualmente los sumos sacerdotes junto con los
escribas y los ancianos se burlaban de él diciendo: 42.«A otros salvó y a sí mismo no
puede salvarse. Rey de Israel es: que baje ahora de la cruz, y creeremos en él. 43.Ha
puesto su confianza en Dios; que le salve ahora, si es que de verdad le quiere; ya que dijo:
"Soy Hijo de Dios."» 44.De la misma manera le injuriaban también los salteadores
crucificados con él. 45.Desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la
hora nona. 46.Y alrededor de la hora nona clamó Jesús con fuerte voz: «¡Elí, Elí! ¿lemá
sabactaní?», esto es: «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?» 47.Al oírlo
algunos de los que estaban allí decían: «A Elías llama éste.» 48.Y enseguida uno de ellos
fue corriendo a tomar una esponja, la empapó en vinagre y, sujetándola a una caña, le
ofrecía de beber. 49.Pero los otros dijeron: «Deja, vamos a ver si viene Elías a salvarle.»
50.Pero Jesús, dando de nuevo un fuerte grito, exhaló el espíritu. 51.En esto, el velo del
Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo; tembló la tierra y las rocas se hendieron. 52.Se
abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos difuntos resucitaron. 53.Y, saliendo
de los sepulcros después de la resurrección de él, entraron en la Ciudad Santa y se
aparecieron a muchos. 54.Por su parte, el centurión y los que con él estaban guardando a
Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba, se llenaron de miedo y dijeron:
«Verdaderamente éste era Hijo de Dios.» 55.Había allí muchas mujeres mirando desde
lejos, aquellas que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle. 56.Entre ellas
estaban María Magdalena, María la madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos
de Zebedeo. 57.Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que se había
hecho también discípulo de Jesús. 58.Se presentó a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús.
Entonces Pilato dio orden de que se le entregase. 59.José tomó el cuerpo, lo envolvió en
una sábana limpia 60.y lo puso en su sepulcro nuevo que había hecho excavar en la roca;
luego, hizo rodar una gran piedra hasta la entrada del sepulcro y se fue. 61.Estaban allí
María Magdalena y la otra María, sentadas frente al sepulcro. 62.Al otro día, el
siguiente a la Preparación, los sumos sacerdotes y los fariseos se reunieron ante Pilato
63.y le dijeron: «Señor, recordamos que ese impostor dijo cuando aún vivía: "A los tres
días resucitaré." 64.Manda, pues, que quede asegurado el sepulcro hasta el tercer día, no
sea que vengan sus discípulos, lo roben y digan luego al pueblo: "Resucitó de entre los
muertos", y la última impostura sea peor que la primera.» 65.Pilato les dijo: «Tenéis una
guardia. Id, aseguradlo como sabéis.» 66.Ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando
la piedra y poniendo la guardia."
II
INOCENCIA - JUICIO
Mt 26, 57 – 27, 26
1º Estación
Condenado
Ellos gritaron de nuevo:
«Crucifícalo».
Marcos 15,12
2º Estación
Cargado
Los sacaron de nuevo
para crucificarlo.
Marcos 15,20
3º Estación
Cae
Triturado por
nuestros crímenes.
Isaías 53, 5
4º Estación
Madre encuentra
Su madre conservaba todo esto
en su corazón.
Lucas 2,51
5º Estación
Cirineo carga
Le cargaron la cruz,
para que la llevase detrás de Jesús.
Lucas 23,26
6º Estación
Verónica lava
Oigo en mi corazón:
«Buscad mi rostro».
Salmo 27,8
7º Estación
Caer de nuevo
8º Estación
Lágrimas vanas
9º Estación
Caer de nuevo, otra vez
Mirad y ved
si hay dolor semejante a mi dolor
Lamentaciones 1,12
Corazón del AMOR una vez más al suelo.
“¿Alguna duda te ha brotado con la oscuridad que
se hace a tu alrededor?”, increpan los curiosos. Más
profunda la caída, más profundo deja el AMOR las
finísimas semillas en el surco. Ahí ya no podrán
tomarla los pájaros… ni encontrarlas los ansiosos…
aquí ya no hay empresas esperadas, ni proyectos, ni
grandes obras, ni gran qué hacer salvo lo único
extraordinario: el AMOR mismo. ¡Qué hermoso es el
AMOR PURO, denso, sin reservas!
10º Estación
Despojado
Se reparten mi ropa,
echan a suerte mi túnica
Salmo 22,19
Los despojos externos dejan a carne viva el
AMOR. Trozo tras trozo, el AMOR muestra su
pureza en la realidad de su carne. Se reparten sus
vestidos como quien entre chisme y palabrerías
hacen juicios superficiales del AMOR. Has visto
que… has oído que… supuestas “preocupaciones”
despojan al AMOR. El AMOR no es sordo, escucha y
perdona; el AMOR no es mudo, responde con obras;
el AMOR no es ciego, mira fijamente el amor. ¡Qué
hermoso es el AMOR DESPOJADO!
11º Estación
Clavado
Lo crucificaron,
y con Él a otros dos.
Juan 19,18
12º Estación
Morir
Maestro bueno,
¿qué he de hacer para heredar la vida eterna?
Marcos 10,17
13º Estación
Descolgado
Como desciende la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven,
sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar…
Isaías 55, 10a
14º Estación
Sepultado
Tomaron el cuerpo de Jesús
y lo envolvieron en los lienzos con los aromas.
Juan 19,39
Tú, SígueMe.
15º Estación
Resucitar
Ha resucitado.
Lucas 24,6