DRON

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Introducción

Gracias a las nuevas introducciones a la rama de la tecnología se han podido desarrollar las
primeras aeronaves no tripuladas también conocidos como “VANT” y tienen es
peculiaridad de no tener un piloto interno en ella por lo que es dirigida por una persona o
sistema electrónico externo y es quien decide la acción que realiza dicho dron.
No se debe caer en el error de pensar que un dron y un vehículo teledirigido es el mismo
aparato, puesto que la principal diferencia radica en que los drones son utilizados para
tomar datos a través de diferentes sensores o sistemas de ayuda al vuelo y los vehículos
teledirigidos no tienen incorporado ningún sensor.
Desde sus orígenes los drones han tenido la finalidad de aumentar la seguridad del ser
humano por encima de la seguridad de las propias aeronaves, por ello los modos de empleo
utilizados siempre han trasladado a las personas que las manejan, lejos de los lugares donde
puedan sufrir algún daño.
Los primeros modelos radio-controlados, permitían al piloto tener acceso total al dron y asi
situándolo en un lugar lo suficientemente alejado que le garantizara no sufrir ningún daño
en caso de aparecer algún peligro. Con el paso de los años y fundamentalmente con la
mejora e invención de nuevas tecnologías como el GPS, han ido apareciendo varios modos
de utilización hasta llegar al actual modo autónomo, que permite a un dron despegar,
realizar cualquier intervención de forma periódica, y aterrizar sin la intervención ni
presencia humana, para ello el piloto sólo deberá programar la ruta a través de un software
e indicar el momento requerido para la toma de cualquier dato.
los sensores instalados en las aeronaves también han sufrido múltiples cambios desde los
primeros drones utilizados como blanco o para misiones de reconocimiento. La posibilidad
de transmisión de imágenes o datos en tiempo real a un dispositivo, ha significado un gran
avance, puesto que ha permitido incorporar un mayor número de sensores que permiten
controlar agentes propios del vuelo, como velocímetros, giroscopios o altímetros, o agentes
externos al vuelo como las concentraciones de gases, o la implantación del sistema LIDAR
entre otros.
Hechos históricos
Al igual que la navegación por satélite “GPS”, el desarrollo inicial de internet o la bomba
atómica, los vehículos aéreos no tripulados han sufrido un fuerte empuje del impulso
militar. En realidad, el empleo de drones maniobrados por los diferentes está en sus raíces,
bajo el nombre de aeronave pilotada remotamente (RPA), se esconden los prototipos de los
llamados “torpedos aéreos” luego mencionados como “misiles crucero”, estas bombas se
emplearon como blanco fácil en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), aunque se
pretendía ser un armamento de largo alcance, sin embargo este difícilmente alcanzaba
distancias de varios cientos de metros, debido a los cambios de viento y la variabilidad de
la distancia hacia un objetivo móvil.
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Gran Bretaña abandonó el desarrollo de
misiles crucero, pasando a desarrollar blancos aéreos con control por radio. Para ello
desarrollaron el modelo llamado Fairey,
aunque fue con el Queen bee, con el que se
produjeron 420 unidades entre los años
comprendidos entre el 1934 y 1943. Esta
aeronave era una versión del avión
madera De Havilland Tiger Moth.

En paralelo Estados Unidos desarrollo el RP4, del que se produjeron varios miles de
unidades, sirviendo como sistema de entrenamiento de las fuerzas de artillería. La
Alemania de Hitler, también tuvo su visión del misil crucero, el VI Vengeance Weapor,
siendo pioneros en incorporar un motor a reacción.
En la posguerra, la compañía Radioplane, más adelante Northrop, desarrolló con éxito una
serie de blancos aéreos no tripulados llamados “Falconer”
o “Shelduck”. estos modelos fueron desarrollados con el
objetivo de confundir a los sistemas radar enemigos, estos
continuaron en producción hasta los años 80, adoptando
sistemas de radio-control cada vez más evolucionados.
Finalmente recibieron la designación BTT (Basic Training
Target) y se produjeron en cantidades mucho mayores que
cualquier otro blanco aéreo propulsado con motor
alternativo. Aunque no fue hasta la Guerra Fría (1947-
1991) cuando se empiezan a usar de manera más frecuente, especialmente durante la
intervención norteamericana en Vietnam.
En los años 60 los blancos son cada vez más rápidos y de mayor alcance, como el Ryan
Fire bee, cuya modificación facilitaba la incorporación de bombas para objetivos terrestres,
también fueron equipados con cámaras para misiones de reconocimiento. Los VANT eran
lanzados desde tierra con un motor cohete o desde el aire con un avión tripulado como el
C130 Hércules. El aterrizaje se producía a través de un paracaídas.
El primer VANT fue el helicóptero DASH, su objetivo era sobrevolar las fragatas
estadounidenses transportando torpedos, para atacar a los submarinos enemigos,
manteniendo así lejos de sus barcos las cargas. También fue el primer aparato en introducir
una revolución como es el ala rotórica.

En la década de los 70, se empiezan a desarrollar las misiones de reconocimiento y


vigilancia, tanto de corto como de largo alcance y elevada altitud. El belga MBLE Epervier,
estaba equipado con un pequeño turborreactor, se lanzaba desde una rampa con un cohete y
se recogía con un paracaídas. Esta década va a ver la introducción de varios UAS diseñados
para misiones de reconocimiento y vigilancia tanto de corto alcance, como de largo alcance
y elevada altitud. Con la presión de la intensificación de la Guerra Fría, estos sistemas se
fueron haciendo más sofisticados tanto en los requisitos de misión como en la seguridad de
sus comunicaciones.
En la década de los 80 el ejército israelí empleó VANT para enfrentarse a las defensas
antiaéreas sirias en Líbano, las aeronaves utilizadas alcanzaban una mayor altura y tenían
un gran alcance, el avance tecnológico existente en predicciones meteorológicas, la
introducción de las cámaras, permitiendo grabar en tiempo real, el sistema GPS, la
evolución de los motores, y el aumento del radio operativo hasta los 200Km, hacían de los
VANT fueran verdaderamente más interesantes a nivel bélico, por eso tras el éxito de estas
incursiones israelíes, Estados Unidos empezó a desarrollar nuevos equipos como el Gmat o
el MALE UAS Predator, situándose a día de hoy ambos países

los años 80 fueron testigo de más avances en el área del reconocimiento de muy corto
alcance y la vigilancia. Se empezaron a realizar aeronaves con sistemas de navegación y
control de giro estabilizado en tres ejes, basados en sistemas autónomos de vuelo
computarizado y con un doble canal de enlace seguro.
Durante este periodo empezó la expansión de los RPAS “sistemas de aeronaves pilotadas a
distancia”, debido fundamentalmente al aumento de la distancia de operación. Con esta
distinción cabe destacar las diferencias con los VANT, que como ya se ha visto son
vehículos aéreos no tripulados, queda por tanto claro afirmar que todos los RPAS son
VANT pero no todos los VANT son RPAS.
En los años 90, el impulso producido por las comunicaciones de los satélites, liberó a las
aeronaves de operar dentro del alcance de la señal de radio y de los sistemas de navegación
inexactos basados en giroscopios y datos del aire.
En el siglo XXI, Para poder transportar radares de apertura sintética, SAR, a cada vez mayores
distancias hacían falta aumentar el alcance y la autonomía de las plataformas existentes, lo cual
obligó a desarrollar UAS cada vez más grandes y pesados. de esta forma apareció el modelo
Predator B, equipado ya con un motor turbohélice, y el mayor aún y de mayor altitud, Global
Hawk, con un motor turbofan.

Esta década ha presenciado el incremento en el uso militar de los sistemas no tripulados.


Algunos sistemas, en particular el General Atomics Predator, el Northrop Global Hawk y el
Scan Eagle de Boeing/InSitu, han acumulado cientos de miles horas en comparación con
sólo miles en las décadas anteriores. Por otro lado, las operaciones civiles, aunque
potencialmente más diversas que las militares, no han llegado aún a dar frutos debido a la
dificultad existente para asegurar la separación entre las aeronaves tripuladas y las no
tripuladas.
Otro paso adelante llevado a cabo en esta década fue la constatación de que, cuando las
misiones de reconocimiento militar detectaban la existencia de fuerzas enemigas contra las
que era necesario atacar, para cuando era posible organizar un ataque terrestre, la fuerza
enemiga se había trasladado a una posición menos favorable para el ataque. Así, algunos
de UAV de medio y largo alcance fueron modificados para llevar armamento para una
respuesta inmediata. Un ejemplo de lo anterior es la versión posterior del Predator B,
alargada y más fuertemente armada conocida como Reaper.
Mas allá del 2010, El mercado militar de los RPAS ha mostrado una tendencia positiva
desde el final de la Guerra Fría (1990) y se espera que se acelere en las primeras décadas
del siglo XXI. Este hecho ha venido impulsado por la actividad de los EE.UU. en diversos
conflictos desde entonces. Al mismo tiempo el tamaño del ejército de estados unidos ha ido
evolucionando en el mismo período, avivando el deseo de una mayor dependencia de la
robótica. La tendencia comercial en el mercado de la robótica está también en constante
crecimiento, aunque no tan fuerte. La tecnología está apoyando estas tendencias, con la
disponibilidad de microprocesadores cada vez más baratos y capaces que fomentan esto
desarrollos. Los principales obstáculos para la continuación de esta tendencia son la
cantidad (y el coste) del software involucrado y la barrera de fabricación de dichos chips,
en cantidad y calidad suficientes.
Descripción tecnológica del tema
El término dron se ha generalizado mucho. Tanto, que algunos aviones no tripulados
reciben esta denominación, aunque no se trata de un dron como tal. Por lo que hay que
empezar explicando lo que es un dron y qué diferencias hay entre este y otro tipo de
aviones no tripulados. Son aviones no tripulados, que requieren la misma pericia que los
aviones tripulados normales. La única diferencia con estos es que en la cabina hay un
módulo de control y una cámara, que se controlan a kilómetros de distancia. A veces se les
llaman drones de combate, pero no son drones como tales. Hay otras denominaciones para
definir un dron, que pueden ayudarnos a identificar rápidamente en qué consisten. Algunos
reciben el nombre de cuadricópteros, sexacópteros u octacópteros, dependiendo de si tiene
4, 6 u 8 hélices. Por tanto, podemos definir un dron como un vehículo que se controla por
control remoto, que para elevarse utiliza la fuerza de giro de sus motores unidos a las
hélices.  
El funcionamiento de un dron es básicamente el mismo que el de un avión o un helicóptero.
Se ponen en marcha los motores y las aletas se mueven para posibilitar el vuelo. Después,
con los mandos de control se va dirigiendo el vuelo, que dependerá en gran medida de los
conocimientos y la pericia del piloto. En algunos casos, es posible fijar un rumbo de forma
automática. Los modelos que lo permiten incorporan un GPS que permite ir corrigiendo el
vuelo y ajustarlo hasta llegar al punto indicado. Estos se sumen usar para realizar rondas de
observación cíclicas, sin que haga falta un piloto que lo controle. Simplemente se observa
lo que recoge la cámara, que se envía en tiempo real o se graba dependiendo del caso.  
Un vehículo aéreo no tripulado (VANT) es una aeronave capaz de volar sin la intervención
de ningún humano a bordo. Históricamente, eran aviones pilotados de forma remota, pero
cada vez más se está empleando el control autónomo de estos UAV.
Los aviones no tripulados, que hasta no hace mucho eran utilizados en exclusiva en el
ámbito militar y del espionaje, ofrecen ahora nuevos usos civiles aún poco o nada
explorados: desde el reparto de paquetería o la organización de mercancía en los almacenes,
hasta la búsqueda y rescate de personas, prevención de incendios o gestión del tráfico.
En este último punto, ya se estudia el uso de drones dotados de cámaras para registrar el
estado del tráfico en carreteras y ciudades con el fin de proporcionar datos que esclarezcan
los accidentes o mejoren la fluidez de la circulación. También se utilizarán para encontrar
plazas libres de aparcamiento, e incluso podrían sustituir a los helicópteros de Tráfico en su
trabajo de vigilancia y control de las vías. Todo ello, con un coste notablemente inferior al
no llevar piloto ni pasajeros y ser mucho más ligeros.
Conclusión Oscar Padilla Montero
Gracias al avance tecnológico de hoy en día el Dron que así se le conoce al VANT hoy en
día, gracias a la historia amplia que tuvo en el desarrollo participando en guerras, hoy en
día aporta más a la sociedad civil en cuestiones de un medio de transporte de forma remota,
nos ayuda a recopilar información desde alturas y nos beneficia gracias a todos sus sensores
y radares para todo tipo de trapajo en las que se ocupa un ojo en el aire.

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