Kevin Trabajo

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 5

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación


U. E. Colegio Paul Harris
Literatura
5to Año “B”

“Páginas sobre la Historia de Colombia y Venezuela”

Profesora: Alumno:

Caracas, 3 de noviembre del 2016


Disolución de la Gran Colombia (1830)

La Gran Colombia soñada por Miranda y hecha realidad por Bolívar nació en
1819 y se disolvió en 1831. Ideada inicialmente por Francisco de Miranda, pero
llevada a la realidad por Simón Bolívar, la Gran Colombia fue una nación
suramericana creada por el Congreso de Angostura en 1819 con la
promulgación de la Ley Fundamental de Colombia, ratificada por el Congreso
de Cúcuta en 1821 con la promulgación de la nueva Constitución. Existió entre
1819 y 1831, estaba conformada por los actuales territorios de Colombia,
Venezuela, Ecuador y Panamá y pequeños territorios de lo que hoy pertenece
a Costa Rica, Brasil y Guyana.

Para 1830, Bolívar se encontraba en muy mal estado de salud, en Venezuela


se llevaba una campaña separatista liderada por José Antonio Páez; las
constantes disputas entre los partidos políticos y la oposición al Libertador en
gran parte liderada por quienes combatieron a su lado en búsqueda de la
independencia, llevaron a que este renunciara a la Presidencia de la Gran
Colombia el 4 de mayo de 1830.

El Congreso designa a Joaquín Mosquera como sucesor de Bolívar pero este


no puede asumir el cargo de manera inmediata por lo que el entonces
Vicepresidente Domingo Caicedo toma las riendas de la nación.

El 6 de mayo de 1830 se lleva a cabo el Congreso de Valencia, convocado por


José Antonio Páez, donde se declaró la autonomía de Venezuela y se
promulgó su Constitución.

El 13 de mayo de 1830, En Quito, al saber que Venezuela se había separado y


que Bolívar se retiraba en forma definitiva, tomaron la decisión de separarse. El
Departamento del Sur (Quito) declara su independencia de Colombia
conformándose la República del Ecuador. Para entonces la Gran Colombia
queda constituida solo por la Nueva Granada y Panamá.

En 1832 se crea la República de la Nueva Granada con Francisco de Paula


Santander como su primer presidente. Panamá continuaría siendo parte de
esta República hasta 1903, cuando finalmente se separan Colombia y Panamá.
Páginas de la Historia de Colombia y Venezuela

Nacido un año después que Venezuela dio un su grito de independencia,


criado en medio de los furores de la guerra a muerte y al ruido de sus
combates y victorias, crecido entre las tempestades civiles que precedieron a
su organización definitiva y a su breve edad de oro, pertenezco a todas sus
épocas por algún punto, conozco sus hombres y las pasiones o intereses que
los movieron, los acontecimientos, su enlace y causas, y voy a escribir sobre
ello.
La época es oportuna. Están para desaparecer los últimos actores del variado
drama de nuestra independencia. Con la pluma en la mano hay quienes les
sirvan, transcribiendo oficiosamente al papel sus propias palabras, el concepto
en que quieren vivir en la posteridad. Jueces y no cómplices, nosotros
recogemos también de sus labios, aun cuando mienten, el espíritu de su
tiempo, la índole de su patriotismo, el secreto de sus sentimientos e ideas,
forzándoles a dar testimonio de su ambición y crímenes, mientras hablan de
sus sacrificios y virtudes. Esos hechos desconocidos, esas revelaciones que,
después de años y tras un triunfo inesperado, vienen a contradecir las
tradiciones populares y la verdad auténtica, sólo sirven para señalar al
historiador la herida que procuran ocultar.

Al describir los varios destinos de Venezuela, no es nuestro ánimo añadir una


historia más a las que se han acuñado al servicio de los partidos, alterando los
hechos por pasión o circunspección política y falsificando el color general de
los sucesos y costumbres. Esperamos más bien que nuestro respeto a la
posteridad para quien se escribe la historia y el amor a la justicia, nos libren de
toda debilidad, aun en favor de los que han muerto con las armas en la mano
por la causa que seguimos. Engañar, suponiendo, ocultando o mintiendo, nos
ha parecido siempre indigno de un escritor. ¡Cuánto más de quien aspira a dar
lecciones al mundo de independencia e imparcialidad! Por todas partes oímos
a Cicerón que nos dice: ut ne quid falsi dicere audeat, ne quid veri non
audeat.
Pero esta justicia, esta imparcialidad que debemos a todas las opiniones y
partidos, es la benevolencia general del hombre que conoce al hombre, una
equidad discreta y reflexiva, no la indiferencia entre la virtud y el vicio, ni el
sacrificio de los principios, ni menos el silencio de nuestras ideas y opiniones.
No seremos alternativamente del partido de César o de Pompeyo, y es harto
cierto que esta propensión de nuestro espíritu, fija e invariable, se representará
pro defectos en nuestros escritos. Cuando la historia convencional de una
época legue a otra manchada con la calumnia, la fama pura de un guerrero,
que murió en defensa de su país, o de un ministro que expiró consumido por la
ansiedad devoradora de la política, nosotros nos proponemos, por el estudio
exacto de su carácter y de sus hechos, vindicar la memoria de sus hombres
proscritos y consagrar al respeto público su sangre y sus vigilias. Está bien que
la envidia los haya perseguido vivos; la historia está ahí para honrar sus
nombres. Los tiranos y los detractores tienen, para consolarse de la verdad
póstuma, los homenajes en vida de sus esbirros o las recompensas de sus
amos: son las víctimas las que necesitan del tributo tardío de la justicia, la
humana decimos, hija de la verdad y emanación del cielo.

Ardua, empero, y difícil es la empresa. Escribir bien es por sí solo una tarea
llena de dificultades. ¿Qué será acomodar el estilo a las diferentes épocas y
caracteres, y animar lo que ha pasado y muerto, sin disfrazar ni alterar los
nombres, los sucesos ni las pasiones? ¡Cuánto trabajo, estudio, constancia,
meditación para alcanzar un estilo varonil y grave, el arte de narrar con fuerza,
interés y gracia, bajo el influjo de una idea abstracta, poderosa y de un
pensamiento generador y severo! Los acontecimientos guardados están en los
archivos públicos o en la memoria de los hombres; allí los guerreros con su
ambición, los pueblos con su complicidad, los sacerdotes con su entusiasmo,
los tiranos con sus víctimas, las víctimas con su paciencia. Es por la reflexión
que se reviven esos tiempos, y esos hombres; y es el talento quien puede
hallar únicamente su fisonomía y la imaginación quien únicamente puede
pintarla.
Opinión Personal

Son muy diversas las opiniones sobre porque Juan Vicente González escribe
sobre estos temas (La Gran Colombia, Héroes de la Independencia, etc.),
algunos dicen que lo hizo por sentimientos y por el amor que este sentía a su
patria debido a la anécdota que este posee con el Libertador en la cual se narra
el momento en que Bolívar regresa por última vez a su Patria con el objetivo de
impedir la separación de Venezuela de la Gran Colombia y pacificar el país. En
los claustros de la Universidad recibe con un solemne homenaje, donde
Gonzales, apenas un adolescente, está presente, De pronto el libertador
detiene su mirada en el joven; este se emociona y en su mente queda
plasmado el momento

En mi opinión personal Juan Vicente González escribió el artículo “Paginas de


la Historia de Colombia y Venezuela” por mero interés, ya que en esa época el
tema de la disolución de la gran Colombia era uno de los temas centrales.

El al darse cuenta de todos los conflictos que ocurrían en el país en ese


entonces decide aprovechar esto y tomarlo como punto de inspiración para
todos sus escritos, habla sobre los héroes de la independencia y los defiende
de las múltiples críticas que estos reciben incluso aun después de muertos, él
se basa en hechos de su actualidad, los sucesos del momento para atraer al
público lo cual le permite aumenta así el número de lectores y de seguidores
que el posee.

También podría gustarte