Tipos de Critica 27-02-21

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Metropol

Parasol
Setas de
Sevilla
Sevilla,
150 metros de
largo, 70
metros de
ancho y una
altura
aproximada de
26 metros.

Jürgen Mayer
Erich Mendelsohn
Torre Einstein en
la ciudad alemana
de Potsdam.
1921
Tres dimensiones de la crítica arquitectónica,.
“Para abordar una reflexión sobre la crítica de la arquitectura, deberíamos
comenzar descartando el uso coloquial del término “crítica”, con el cual se alude a
una práctica aleatoria, opcional o, cuando mucho, complementaria; pero no esencial
a la cultura. Deberíamos reconocerle, en cambio, su carácter de dimensión
intrínseca e inexcusable del hecho cultural, una de sus “constantes vitales”.
Todo sistema de normas, por más naturalizado que esté, presenta márgenes de
excepción; plantea, inexorablemente, contradicciones y es susceptible, por lo tanto,
de crítica. Sobre toda norma pende – conciente o soterrada – la duda de su
legitimidad. La crítica no es, entonces, más que la autoconciencia de la cultura y
garantiza el afianzamiento, perfeccionamiento o sustitución de sus normas.
Contraria a la noción “edénica” de la cultura, que la dibuja como una escena
armónica y en reposo, una concepción más veraz tendría que mostrárnosla como
un paisaje en permanente convulsión, que sólo efímeramente presenta cuadros en
equilibrio. Esta inestabilidad es, precisamente, la fuente de todos los dilemas
que dan pie a la duda sobre la validez de la norma y del hecho que la
materializa. O sea, los dilemas que dan pie a la crítica.”
Norberto Chaves (2012)
A pesar de su función estructural en el seno de la
cultura, por distintas causas y con distintos fines la
crítica ha sido y sigue siendo objeto de objeciones.
La historia del arte y la literatura abunda en
enfrentamientos con los críticos profesionales, cuyo
frecuente abuso del poder de opinión les ha
granjeado cierto desprestigio. Como reacción ante
ese abuso, los damnificados han incurrido más de
una vez en la injusta desautorización de la crítica en
su conjunto, tachándola de práctica parasitaria,
superflua o, incluso, culturalmente perniciosa.
Y esta rebelión contra la crítica viene a confluir con
posiciones ideológicas que, de partida, niegan la
existencia de fundamentos objetivos para cualquier
forma de valoración. La pluralidad de puntos de
vista, la diversidad de opciones ideológicas y la
incidencia inexorable de lo subjetivo brindan
argumentos al escepticismo y favorecen,
indirectamente, la reivindicación del “todo vale”.
EVENTO CULTURAL : IDENTIDAD
La crítica de la Arquitectura
En el campo de la
Arquitectura este fenómeno
se reitera con idénticas
características; y se ha
agravado con la crisis de la
supuesta universalidad de los
cánones modernos y la
demora en la cristalización de
otra norma alternativa que ?
aquella de la forma libre y la
pieza única.
ARQUITECTURA ANFIBIA
La crítica teórica
Un nivel de crítica de la arquitectura, previo y necesario para cualquier otro, es el que denomino
“crítica teórica”. Aquí, el concepto de crítica carece del sentido valorativo que le damos en el
lenguaje coloquial; pues alude al “desentrañamiento” de las condiciones de existencia del fenómeno
analizado. Lo que se “critica”, en todo caso, no es el fenómeno real sino las ideas espontáneas y
superficiales que nos hacemos de él. “Crítica” aquí es “desocultación” de los factores y relaciones
estructurales en que se funda el hecho considerado.

De igual modo, el analista de la arquitectura, para conocer su objeto, debe poner entre paréntesis
todo juicio personal o social, toda valoración ética, estética o ideológica. Su único interés ha de ser el
detectar los orígenes del fenómeno analizado, o sea, los factores que han motivado su producción y
condicionado sus características.

Independientemente de sus adscripciones culturales, el crítico debe descubrir las articulaciones


objetivas entre la arquitectura (obra, género, o lenguaje) y el contexto social que brinda los
programas (estilos de vida, sistemas de valores, condiciones socioeconómicas, condicionantes
culturales, etc.) que han hecho existir dicha arquitectura con sus peculiares características.
El discurso crítico de este tipo no constituye una simple “sociología de la arquitectura” sino una
detección de condicionantes de toda naturaleza (sociológica, económica, antropológica, psicológica,
etc.) cuyo entrelazamiento han producido la arquitectura analizada.
El fervor de las casas
anfibias ha llegado a
manos del proyecto
belga Lilypad el
cual tiene
considerado que en el
2100 estén
construidas
metrópolis que
albergaran
aproximadamente
entre 50 mil
personas, dentro de
comunidades en las
que no solo la
vivienda será una de
las prioridades, sino
también otras
actividades como los
cultivos o la
recreación.
La crítica técnica
Un segundo plano de crítica, heterogéneo respecto del anterior, consiste en analizar, en la obra arquitectónica,
su grado de ajuste. Implica, por lo tanto, una valoración, o sea, una contrastación de unos hechos con unas
metas.

La crítica técnica debe realizar un complejo entrecruzamiento de confrontaciones; pues, para ser objetiva,
deberá contrastar entre sí cuatro instancias: obra, lenguaje, programa y contexto: ¿El programa se ajusta a la
necesidad? ¿El lenguaje se ajusta al programa? ¿La obra se ajusta al programa y al lenguaje adoptado? ¿Hay
desajustes? ¿Dónde se localizan?

Para realizar esta crítica es indispensable dominar la trama de códigos que regulan la producción material, los
usos físicos, los usos simbólicos y la función estética de la obra y/o del sistema en que se inscribe.
Para ello, el conocimiento de las condiciones de existencia de lo criticado (producto de la crítica anterior) es
esencial; pues dicho conocimiento es el que permite escoger la combinación de parámetros adecuados para la
valoración de la pieza o su sistema. Es imposible valorar algo cuyo sentido se desconoce. Y es incorrecto valorar
una pieza con parámetros ajenos a su naturaleza.

Esta crítica debe combinar y sintetizar las evaluaciones de la propuesta tecnológica y económica, la propuesta
funcional y la propuesta estética, y su grado de ajuste al programa real y/o realizable. O sea que, a partir de las
condiciones programáticas reales, no todo proyecto resultará igualmente satisfactorio. Siguiendo con la
arquitectura-espectáculo: no todos los espectáculos están igualmente logrados.
La crítica ideológica
La crítica ideológica es, por así decirlo, “partidista”: toma posición ante el hecho arquitectónico en función
de una determinada plataforma ideológica del crítico, que le prescribe valores culturales, sociales, éticos,
estéticos.
La crítica ideológica es tan externa a su objeto como la crítica teórica; pero ya no se ejerce desde la
racionalidad analítica sino desde un determinado sistema de valores. Por lo tanto, esta crítica carece de la
universalidad a la que deben aspirar las anteriores. Por su propio concepto, depende de valores de
naturaleza ideológica y, por lo tanto, particulares.

Igual que las anteriores, puede aplicarse a la obra o al sistema arquitectónico, lenguaje o estilo, y puede
poseer un signo distinto al de la correspondiente critica técnica: una obra que supera la prueba de la crítica
técnica puede ser descalificada por la crítica ideológica. Sigamos con la arquitectura-espectáculo: la crítica
técnica de un edificio (p.ej. el Banco de Londres de Clorindo Testa) puede reconocer en él una obra de valor
(crítica técnica); pero ese edificio puede resultar muy objetable desde una plataforma ideológica que le
niegue valor cultural al monumentalismo (crítica ideológica).

En la arquitectura, y en cualquier otro ámbito de crítica ideológica, suele generarse un puro


cuestionamiento de los productos y sus autores, con omisión o desconocimiento de los orígenes de los
encargos y su racionalidad. Una arquitectura culturalmente reprobable no se deslegitima cuestionando la
respuesta profesional sino denunciando las condiciones que han creado su demanda social.
El 13 de Enero de este año se anunció al arquitecto Alejandro Aravena Mori como ganador del Pritzker, premio de gran prestigio internacional
patrocinado por la fundación estadounidense Hyatt. El Pritzker reconoce la trayectoria de arquitectos que han contribuido de forma consistente y significativa a la
humanidad y el entorno construido a través de obras innovadoras a nivel técnico, medioambiental y social. En el caso de Aravena, el jurado valoró principalmente
su habilidad de conectar la responsabilidad social con las demandas económicas que implica el diseño del espacio urbano, además de su producción de espacios
públicos que beneficien a la comunidad y su preocupación por los aspectos medioambientales de la arquitectura
Si se analizan y comparan con detenimiento estos
tres tipos de crítica, se verá que, en una suerte de
condicionamiento “en cascada”, la primera habilita
a las dos siguientes, y las dos primeras, a la última
1. Señalar los orígenes del programa que reclamaba un edificio de
alta singularidad e impacto mediático.
2. Señalar el ajuste del proyecto a dicho programa y las calidades por
El obtenidas.
3. Tomar posición ante los orígenes (marketing urbano), el rograma (arquitectura
espectáculo) y el proyecto (el edificio de Gehri)
Probablemente, los términos “teórica”, “técnica” e “ideológica” carezcan de la
precisión debida; pero me consta que bautizan tres espacios objetivamente
discriminables y su consideración favorece significativamente la pulcritud del
ejercicio crítico.
Simbiosis
perfecta
cuando la
arquitectur
a
Respeta
Lanaturalez
a

??????
Bibliografía

Cebotarev E. A. (2003). Teoría y metateoría El Enfoque Crítico: Una revisión de su historia, naturaleza y algunas aplicaciones,
Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, Rev.latinoam.cienc.soc.niñez, uv vol.1 no.1 Manizales Jan./June 2003

Ruffini M.L. (2017).El enfoque epistemológico de la teoría crítica y su actualidad, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional
de Córdoba, Córdoba

Munck R. (2010). La teoría crítica del desarrollo: resultados y prospectiva, Migr. desarro vol.8 no.14 Zacatecas

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