Varallanos, José - Historia de Huánuco
Varallanos, José - Historia de Huánuco
Varallanos, José - Historia de Huánuco
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,
HISTORIA DE HUANUCO
LIBROS DEL AUTOR
BANDOLEROS EN EL PERÚ
Ensayos de sociología criminal. Editorial Altura. Lima. 1937. (Edición agotada ) .
HISTORIA
DE HUÁNUCO
INTRODUCCIÓN PARA EL ESTUDIO DE LA VIDA SOCIAL DE
UNA REGIÓN DEL PERÚ. DESDE LA ERA PREHISTÓRICA A
NUESTROS DÍAS.
I M P RENTA LóPEZ
BU ENOS AIRES
1 9 5 9
::-
Son fuentes que han servido para este trabajo, los documentos que
han estado a nuestro alca11ce. En verdad, hemos utilizado no todos los
que pudieran hallarse inéditcs en los archivos y bibliotecas. Porqu,e, con
excepcióll del que posee el Ministerio de Hacimda, la Biblioteca y el
Archivo Nacioual, los archivos del Perú 110 están a1in a disposición del
investigador. Consisten ellos en hacinamimtos de papeles viejos en
espera de ser catalogados, o, mejor, salvados de su destrucción par las
invisibles manos del tiempo y las del hombre.
Los archivos de la ciudad de Huánuco, en particular, no existen
para el estudio y la investigación. Los legajos que guardan los nota-
rios y los escribanos públicos, 110 están siquiera distribuídos j1or siglos;
los del antiguo Cabildo colouial no se conservan, salvo uno que otro
volumen disperso en manos particular.es o alguna Biblioteca; y los
eclesiásticos se reducen a imos pocos papeles sin importancia. Los más
caros documentos de la historia de Huánuco, han desaparecido, jntes,
para siempre. Si no sirvieron de pasto a las polillas, fw!ron desfruídos
o incinerados. (Consta en documentos -entre ellos, acfJtados judi-
ciales en 1812 y la Memoria que, en 187 4, elevara el Prefecto D.elfín
al Ministro de Gobierno-; que en !os violentos días de la Revolu-
ción de 1812, los indios panatahuas, si no se llel'aron consigo como
trofeos, incendiaron en las calles y plazas de Huánuco, luego de ex-
traerlos, los papeles del Convento de Sa11 Francisco, el archivo del
Cabildo y las rrÍ'nsignias y títulos de nobleza de S1tS habitantes". Ello,
en la ignorancia que co-n la destrucción de los Padrones dC' Tribu-
12 INTRODUCCIÓN
*
Poco se ha publicado sobre la historia de Huánuco y sus términos.
Apenas uno qne otro folleto, en el siglo pasado; lig.eras 11Zo11ografías
y diveirsos artículos, en iel presente. Muchos de ellos escritos en oca-
sión de fechas con11Ze111orativas, o para gestionar algún beneficio en
pro de la ciudad.
Entre los folletos, pueden 11Zencionarse uropografía y noticias anti-
guas sobre la ciudad de León de H uánuco", de Juan Pérez Achapuri,
y rrÓpúscufo sobre la ciudad de Huánuco", de Raymundo Tafur;
en; cu.yas páginas se confunden fechas y nomb.res, la leyenda y la
historia. Es qif.ie, los citados, ni siquiera consultaron a los cr011.istas
de la Conquista; y los redactaron. empujados por el afecto sentimental
a la tierra nativa y dando oídos a la tradición oral popular de sus
hijos. Pertenecen a los .estudios 11Zonagráficos y artículos peiriodísticos,
los escritos de Aníbai Maúrtua, C. V. Cútulo, Aáalberto V arallanos,
Javier Pulgar Vida!, Gerardo Facundo Solórzano y otros. En éstos,
como en los primeros tirabajos que c01istituyen la peqzietw bibliogra-
/ia específica sobre Huánwco, sus autores no se preocu paron del aná-
lisis y de. la crítica de los temas que trataron. Unos copiaron a otros,
~n f ácíl y cómoda posesión, divulgándose el 'error. Todo . lo que se
agra:va con el diletantis11~0 d:e gentes extrr~ñ.as a Huánuco, que han
escrito renglones sobre su historia, ignorando hasta los nombres de
sus actuales provincias e).
Lima, diciembre de 19 5 8.
JosÉ V ARALLA N OS
·l;.
PRIMERA p ARTE
EL AMBIENTE FÍSICO
área, está cruzada por los Andes. Estos montes, despu és del Nudo
de Paseo, se dividen en tres cadenas: Occidental, Central y Oriental.
Las dos últimas penetran en trcrritorio huanuqueño, de S. a N. NO. y
de S. a N.NE.
En la cadena errntral, en cuyos flancos y sinuosidades del lado
derecho se asientan las provincias de Dos de Mayo, Huamalíes y Ma-
rañón, están las cordilleras y los montes más elrcvados, que llegan
hasta más de 6.000 metros sobre el nivel del mar; como las de Huay-
huash, Raura, Y anashallash, Ishpac, etc., con los picos nevados de
Yarupajá con 6.634, Rasac con 6.040 y Sarapo con 6.143 metros. En
tanto, en la cadena oriental -provincias de Ambo, Huánuco, Pachi~
tea y Leoncio Prado- sus ramales ascienden sólo cerca a los 4.000
metros; tal como la cordillera de Sacsahuanca, Huachón o Cordillera
Azul, y el Nudo de Tambo de Vaca ( 3 .715 m) ; penetrando sus
estribaciones, como un gigantesco abanico mal agitado, en los domi-
nios de la selva, enmarcando las pampas del Sacramento; y que cons-
tituyrc la mayor áre:i territorial del departamento. (Entre la margen
izquierda del río Huallaga y la margen derecha del río Marañón, se
hallan las selvas o montañas de Derrepente, de Chinchao -con el río
de Chinchao, afluente del Huallaga-; la montaña de Patayrondos;
la drc Monzón -con el río de su nombre y sus afluentes-; las de
Huánuco; y las de Chontayacu. Entre la orilla opuesta del Huallaga
1 MARIA No FELIPE PAZ So1nÁN: Diccionario Geográfico Estadístico del Perú, p. 411.
Superficie de las provincias y departamentos del Perú, por el Instituto Geográfico Militar
(Departamento de Geodesia). "Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima". Vol. LXXIV.
Trm. 111, 1957, p. 70. Según los cálculos de esta Institución, las siguientes son las super-
ficies de las provincias de Huánuco: Huánucc: 4.955.51; Marañón: 4.988.71; Ambo:
1.479.54; Dos de Mayo: 4.784.79; Huamalíes: 2.224.. 0í; Pachitea: 13.230.51; Ti11¡go María:
3.651.46. Total: 35.314.57 km2.
ASPECTO GEOGRÁF ICO T OPON ÍM ICO 23
y el do Huancab amba, están sítuadas las ubérrimas regiones selv á-
ticas de Pampamarca y Pozuzo; y entre el propio Huallaga y el P a-
chitea, de S. a N ., las inmensas selv as de San Alejandro, Sungaruyacu,
Aguas Calientes, etc.).
4 Memoria que presenta el Prefecto de Huánuco don Ruperto Delfín; año 1873. "El
Peruano". N 9 83-87, Lima, 29 de mayo de 1874. -Ministerio de Fomento. Direc. de Caminos.
M:ipa Vial del Dep:irtamento de Huánuco, 19 5 6.
ASPECTO GEOGRÁFICO TOPONÍMICO 25
hallan a más de 4.000 metros, formadas por los deshielos de las cor-
dilleras Central y Occidental, en sus ramales. Las más importantes
y conocidas son: Lauricocha (a 3.850 m), Patarcocha (a 4.000 m),
Gayco, Niño-Cocha, Caballococha, Tinquicocha, Yanacocha, Carua-
cocha, Cauricocha, Suerococha, Añas, Santa Ana, Mitococha, Huas-
cacocha, en la provincia de Dos de Mayo; Estanco, Tinajayoc, Sha-
llantuyoc, Nahuincocha, Cachicocha, Huingay, Pucacocha, Verdeco-
cha, Coyllar, Huambo, Huanampan, en la provincia de Ambo; Chau-
lán, Acomayo, Tuctucocha, Mancapozo, Verdecocha, Negrococha, en
la provincia de Huánuco; Yanacocha, Verde-Pozo, Llamacorral, Patu-
yoc y Cuchimachay, en la provincia de Pachitea; y Huascacocha y Sacsa-
cocha, en la provincia de Huamalíes. Entre todas, la mayor es Lauri-
cocha, y las más bellas: Gayco y Santa Ana, sitas en la Cordillera
de Raura.
sobre el nivel del mar, a los 9° 5 5' o" L. S. y 76 º 5' 14" de L. O. del
Meridiano de París y en la margen izquierda del río Huallaga, llamado
ayer Pilco-Mayo, Bombon o ]atzm-Mayo 6 •
Fuera del valle del Huallaga, cabe mencionar el de Huácar, por
donde sigue el río del mismo nombre; d de Higueras, cruzado por
el río Tingo que se une al Huallaga en las puertas de la ciudad de
Huánuco; el pequeño valle de Jesús, antiguo Ñucón, a orillas del
Marañón, ~n Dos de Mayo, que resulta ser la tierra más plana y me-
jor dotada para poblarse en aquella provincia; los valles de Monzón,
Arancay, recorridos por los ríos de tales nombres, y el de Tingo María
por el río Huallaga, en la región de la selva.
Después de estos últimos valles, a los qu.e abusando del vocablo
los nombramos tales, existen numerosos vallejos y vallecillos y que-
bradas. Así el de Co11chumayo, Yarumayo, Huanca:chupa, etc., en la
provincia de !Iuánuco; el de Tmiya, en la de Dos d,e Mayo, · etc.
1 11
3.428. Huac rachuco: 8n 31'; 76° 51 45 : 3.650. Panao: 9° n': 75° 54' 45"; 1.840. Tingo
l\bría: 9 ° 10'; 78 ° 12' 10 11 •
ASPECTO GEOGRÁFICO TOPONÍMICO 27
í E! ya nombrado Ing. Nicanor G. Ochoa ha es tudi ado las zo nas min erali zadas de
los distritos de Huánuco ( 1904), señalando particularmente las minas de oro de Puelles
y Paucarbamba, en los contornos de la actual ciudad de Huánuco. Refiriéndose a elbs,
escribe: "Las muestras que se han ensayado dan 8, 15 , 24 y 26 gr,amos de oro por
tonelada de mil kil os". En nu estro concepto, es el único y mejor trabajo de su géne ro que
conocemos; especialmente en la zcna de Rondoní, Quircán, etc. Rrcursos mine rales de la
provincia de H11á1111 co. "Boletí n del Cuerpo de Ingeni eros d e Minas d el P erú". N 9 9, p. 14.
1904. El Ing. Lucas Garbin, por su parte, ha bosquejado un estudio d e las zcn as mineras de
D os de Mayo, concretándose a la jurisdicdón de Hu ali anca. Fuera de ellos, los cita RA YMONDI
en su conocido libro Minerales del Perú, D epartamento de Huánu co. Ps. 253-292.
28 HISTORIA DE HUÁNUCO
11 Los nombres de las plantas y aves que damos, los hornos extractado del notable
libro de HJPÓLITO Ru1z, ya citado, Relación del viaje, etc. Capítulo XXI; Descripción de
la prnviocia y ciudad de Huánuco de los. Caballeros; y cuyos subcapítulos se titulan: Flores,
Pescados, A ves, Animales, Insectos, etc.; ps. 13 O y siguientes.
AS PECTO GE O GRÁFICO T OPON ÍMIC O 31
67 .704; Ambo: 30.015; Dos de Mayo: 60.888; Huamalíes: 33.849; Marañón: 20.335;
Pachitea: 21.3 3 3. Calculada en relación con el crecimiento demógeno, para 19 57, sería:
Huánuco: 92.405; Ambo: 40.980; Dos de Mayo: 83.110; Huamalíes: 46.186; Marañón:
27 .7 57; Pachitea: 2 8 .970; Leoncio Prado (sin cálculo). ("Boletín de Estadística Peruana").
CAPÍTULO lI
1 rray MARTÍN DE MoRÚA: Historia de los Incas, Reyes del Perú. Capt. IV. Del
asiento y valle Guanuco, y por qué tiene este nombre, y de la Ciudad d e León. T. U, p. 21.
2 FELll'E GuAMAN PoMA DE AYALA: Nueva Crónica y Buen Gobierno, p. 320.
3 Monseñor FRANCISCO RUDÉN BERROA: Mo11ograf ía Eclesiástica de la Dióetsis de
Huánuco y Junín, p. 7.
4 'Según esta ilógica leyenda, Achapuri Incruiltopac, bastardo de Huayna Capac, dueño
y señor de la comarca, enarbolaba en su escudo de armas un ave píleo, cuyo nombre tenía el
valle donde está hoy la ciudad. Que la mujer del citado Inca, en la que éste no tuvo súcesor,
AS<PECTO GEOGRÁFICO TOPONÍMICO 37
se llamó Pilco-Huaco; nombre con que se la conoció desde su infancia, porque desde tal tiempo
usaba un ropaje negro, y se adornaba la cabeza con unas plumas semejando el penacho del
píleo, y huaco llevaba del nombre de una yerba de la que se alimentaba dicha ave, cuyo eco
remedaba: pilco-huaco. Siendo la capital de la comarca Huanucumi -Huánuco el Viejo--
resultó la frase: h11anucumi pilcopac: me muero por Huánuco. "Opúsculo sobre la ciudad de
Huánuco". Todos los cronistas están acordes en que la hermana y mujer de Huayna Capac,
fué Mama Cusirimuy, conocida como Pilco Huaco o Pilleo Huaco, del linaje imperial del
Cusco. Se llamó también Pilleo Huaco, la hija natural de don Felipe Tupac Amaru Inca,
último rey del Perú, degollado por orden de Toledo en el Cusco. Ésta casó con Diego Condor-
canqui, resultando su descendiente Tupac Amaru 2Q. Documento existente en el Archivo
Nacional del Perú. "Tupac-ArRaru-Hombre Solar". Su ascendencia real, por Luis Velazco
Aragón: "Revista del Instituto Americano de Arte", Cusco, Diciembre, 1942. N 9 1, p. 19.
Pero nadie afirma que una de las nombradas fuera nativa del actual valle del Huallaga, donde
está asentada Huánuco el Nuevo, o que naciera en su Hnde. Pilco Huaco acompañó a Huayna
Capac a Quito y acaso estuvo en Huánuco el Viejo, mas no en el lugar donde la ley enda la
sitúa.
5 Ver en este libro: Capt. III, nota 20.
38 HISTORIA DE HUÁNUCO
6
Copia de piezas de unos autos sobre encomienda seguidos ante la Audiencia de Lima,
expedida en 11 de abQil de 15 65 por el Escribano Francisco de Carbajal, a pedimento de
Juan Sánchez de Aguirre. Citado también por Raúl Porras Barrenechea: Jauja, capital mítica,
en "Revista Histórica". Lima, 1950, T. XVIII. Entrega 11, p. 128.
7
PEDRO GUTIÉRREZ DE SANTA CLARA: Historia de las Guerras Civiles del Perú (1544-
1548}, y deo/ros sucesos de las Indias. T . 1, p. 182.-Pueblos de Tarcho, Chinchao, Cayambo,
Vinacho, Guancho, Pallaque y otros de la provinci'.a de Huánuco, encomendados en Nicolás de
Rivera, 1536: "Revista del Archivo Nacional del Perú''. T. IV, Entrega l. Lima, 1926, p. 15.
Juan Santa Cruz Pachacuti Yamqui: Relación de antigüedades de este Reino del Perú. Colee.
Urteaga Romero, T. X, p. 182.
ASPECTO GEOGRÁFICO TOPONÍMICO 39
Otros afirman que tal lugar es nombrado así por estar en la confluencia
del Huertas y del Huallaga, entre anibos ríos. Según una leyenda, reco-
gida por Herminio Cisneros Z., Ambo es corrupción de ambuc. Con-
forme a ella; una hermosa doncella, hija de un curaca panatahua, lla-
mada Ambuc Huaytac, llegó enferma a su suelo en busca de salud;
que gracias a sus aires y aguas, aquella sanó; y que, desde tal aconte-
cimiento, al lugarejo se le conoció como Ambuc, que castellanizado
resulta Ambo 18 • Entre los pueblos encomendados en 15 3 6 por Pizarra
a Nicolás de Riv,~ra el Mozo, figuran: Huambo, con su cacique Cha-
puliman, y Cayambo, con su cacique Paltoquare. (Wambo, en quechua,
quiere decir: abierto, forado). ¿No será que Ambo venga de Huambo
o Cayambo? Puede haberse suprimido las primeras letras de una de
estas palabras. La mención escrita más antigua de Ambo data de 15 62.
En declaraciones que en dicho año tomó Ortiz de Zúñiga, con motivo
de su .visita al Repartimiento de los Chupachos, se le nombra: «tambo
y asiento de Ambo", con una población de 13 indios 19 • V ásquez de
Espinoza que, por 1616, pasó por el lugar, escribe: «por un valle ameno
que se va en angostando hasta el Tambo de Ambo" 20 •
AcoMA YO. - Este vocablo estaría formado de dos términos: aco:
arena, y mayo: río. Acomayo significa, pues, río con arena. Los espa-
ñoles al pronunciarlo trocarían lo u de la última sílaba en o. En la
l{Jqlación del Virrey Enrí q1tez, 1 58 3, figura como «pueblo de San
Pedro de Acomayo" e integrante del Repartimiento de los Aneyungas.
ARANCAY. -En la citada R elación del Virre•y E11ríquez aparece el
" repartimiento de Guarigancha y Arancay", encomendado a doña Ca-
talina de Sil va. En 1616 V ásq uez de Espinoza menciona el "Reparti-
miento de Arancay". La palabra primitiva pudo haber sido anancay,
que se traduce: duele aquí. O derivado de Arampacay, como sostiene
Uldarico Vid al San Martín, quien dice: "El nombre de Arancay parece
ser una contracción de la palabra indígena Arampacay (tarántula).
Se supone que así sea porque en Arancay abunda el Armnpacay entre
los pedregales, las grietas de las rocas, las raíces, los troncos podridos,
etcétera" 21 •
CAHUAC. - Se traduce por: el viviente, el que vive.
CAINA. - Acaso proceda del vocablo: huaina: amante, mozo. En
la Relación de Oficios del Virrey Enríquez, 15 8 3, figura San Pedro
de Caina como repartimiento encomendado a Don Juan María Saave-
dra, perteneciente al Corregimiento de Tarma o Chinh~ycocha. En la
R elación de Ayllos del Cura Gutierre de Castro, se le~: "Pueblo de
Caina del Ayllo Quio, su cacique don Felipe Pomahuaranca, 1618". En
la Descripción del Arzobispado de Lima de Cosme Bueno, 1765, se halla
como pueblo componente de la provincia de Tarma.
CAURI. -En aymara qawri es el nombre de d llama, ganado. El
primitivo vocablo quechua pudo haber sido: cau.aric: el que resucita,
el que renace. Al suprimirse las letras a y c quedó en Cauri. O vendrá
de yaurí: azul; o también de huanacauri: ídolo sagrado d,e los incas.
Fray Domingo de Santo Tomás, enviado por la Gasea como Visita-
dor de Guánuco y términos, destruyó la "huaca de Guanacaure", que es-
taba a 16 leguas de dicha ciudad. Cerca al actual pueblo existen las
ruinas de Cauri-Cancha. En 15 62 el pueblo de Caure, perteneciente al
Repartimiento de los Yachas, fué visitado por Iñigo Ortiz de Zúñiga.
En la Colonia se le conoció como San Miguel de Cauri y fué Vice-
Parroquia de Caina, 1760 22 •
CONCHAMARCA. - Palabra compuesta de concha y marca. El nom-
bre original quechua sería: gocha-niarca: pueblo dd lago.
CHACABAMBA. - Es palabra compuesta, formada por chaca: puen-
te, y bamha: pampa; o sea: el puente de la pampa.
CHAGLLA. - Chaglla: instrumento para hilar, palo o madera li-
viana para construcción. Chaglac en chinchaysimi, se traduce: hace
frío. Pué visitado por Ortiz de Zúñiga, en 15 62, como integrante del
Repartimiento de los Chupachos. Desde principios del siglo XVIII
existía en Chaglla un hospicio para descanso de los frailes francisca-
nos, conversores de los indios del Pozuzo.
CHAULÁN. - Proviene de chaula, que en quechua es el pez. Chau-
lán quiere decir: con su pescado. En efecto, el pueblo se halla a poca
distancia de una laguna. El más antiguo documento en el que se le
30 Autos seguidos por Hernando Maquirique con el encomendero Juan Sánchez Fal-
cón, etc. Archivo Nacional de Lima. Derecho Indígena y Encomienda. Leg. N9 1. Cua-
de~no 3. Año l 562.
ASPECTO GEOGRÁFICO TOPONÍMICO 49
3'.! Itinerario de los viajes de Raymündi en el Perú. "De Lima a Huánuco y regreso
por la provincia de Huamalíes". "Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima". Año XVI,
T. XIX, 1906, p. 421.
ASPECTO GEOGRÁFICO TOPONÍMICO 55
MARAÑÓN. - Río que nace en la provincia de Dos de Mayo. El
nombre indígena del río fué Tung1,iralnui. Hasta mediados del siglo
XVI se le conoció con el de Bracamoros, como afirma Aguilar y de
Córdoba; y hasta fines dd mencionado siglo se le llamó Marañón al
actual río Amazonas. Unos afirman que el nombre Marañón, pro-
viene de maraña, por lo laberintoso de su cauce; y otros creen que es
del apellido del español que lo descubrió.
MONZÓN. - El nombre del río y zona selvática llamado así, acaso
provenga del viento periódico que sopla, llamado monzón. O, quien
sabe, de mushon, término quechua que significa mudanza, cambio,
nuevo.
MIRAFLORES. - En 15 8 3 figura en la Relación del Virrey Enrí quez
como "San Nicolás de Miraflores", del Repartimiento de Icho-Guanuco,
Corregimiento de Huamalíes. Era anexo de la Parroquia de Llata, en
1593, cuando lo visitara Santo Toribio de Mogrovejo y con tal carácter
prosiguió hasta fines del siglo XVIII. .
SAN RAFAEL. - La nominación más antigua la da el Cura Gutierre
de Castro, 1616: "Asiento de San Rafael, de Gabriel N úñez Es-
quive!". Fué obraje de dicho encomrendero, residente en Huánuco.
SANTA MARÍA DEL VALLE. - Los españoles al emigrar de Huánuco
el Viejo al valle Pilco, 1539, le llamaron "Nuestra Señora de Mont-
serrat de Coni". Años más tarde, los frailes franciscanos que en su
área instalaron un conventillo de dicha orden, le nombraron "Santa
María del Valle". En 1583, el "pueblo de Nuestra Señora de Mont-
serrat de Coni", era integrante del Repartimiento de los Chupachos.
(Relación del Virrey Enríquez). En 1766, la t•Parroquia de Santa
M ar ía del Valle", contaba con los anexos: Churubamba, Llacón, Pacha-
bamba, Pachacoto, -alias Quera- Pomacucho, Cani, Pillao, Chin-
chao, Acomayo y Panao. (Descripción- de Cosme Bueno). Cuando
en 1785 se creó la Intendencia d.e Tarma, "El Valle" era uno de los
pueblos del Partido de los Chupachos, de la Subdelegación de Huánuco.
VIZCARRA. - Es nombre impuesto por el Consejo Municipal de
Aguamiro, el 19 de diciembre de 1870, al río Ispac, Ishpag, Huallanca o,
antiguo Chuquibamba, en homenaje al Prefecto de Huánuco Coronel
Pedro C. Vizcarra, bajo cuyo mando se inauguró la provincia de Dos
de Mayo: 3 O de noviembre de 1870. (Cuán afortunado funcionario,
q ue pasó a la posteridad por un viajecito a la hoy capital de la nom-
brada provincia).
SEGUNDA PARTE
Los wium ukos o huanucos. Su procedencia. Estado cultitral. El antiguo Imperio Andino de
Y arowilca o del Chinchaysuyo. Las épocas por las que pasó. La dinas tia de los Y arowilcas.
W-uanuko-Marca capital y sede de los Yarowilcas. Las noticias de Guaman Poma y las inves-
tigaciones de la arqueología actual. Los chupachos, los huacrachucos. Su distribución geográfica
y grado de civilización. La matriz o tronco Chavín de las culturas de estas naciones. Los
panatahuas y otras tribus selváticas.
1 Ver en este libro: Capit. II: Toponimia huanuqueña. Con el nombre de w111muko,
guanuco o huanuco ~nosotros lo usamos conforme a la última acepción- se conoció
desde tiempos inmemoriales, a la extensa zona de las fuentes del río Marañón; y los Incas
la in cor.po·raron a su geografía y léxico.
60 HISTORIA DE HU ÁNUCO
graciones hacia las altas tierras huanuqueñas, preferidas acaso por estra-
tégicas, ricas o saludables. De este hecho, de este paso de la selva a la
sierra, se conservan huellas: piedras grabadas con motivos amazónicos,
dibujos, tradiciones y leyendas 2 • Establecidas esas tribus en aquella
2 El profesor Dr. Paul Rivet, que ha estudiado el desarrollo de las civilizaciones andi-
nas, dice que las culturas . en Sud-América descansan sobre una base común, cuya fuente
primaria está en las cuencas del Amazonas y del Orinoco, de donde proceden las migraciones.
Cada una de estas migraciones condujeron aspect os específicos de cultura a las tierras
andinas, en las que experimentaron posterior desarrollo. Sostiene, asimismo, que una inva-
sión de Centro América -Arawak y Maya- no sólo introdujo rasgos culturales y un idioma,
sino que difundió la técnica metalúrgica precolombina en el Perú. - En las primitivas naciones
amazónicas, se cuentan leyendas y tradiciones respecto de la llegada de hombres de otras
latitudes. Según algunas tradiciones panas, hace muchos siglos, hombres corpulentos armados
de lanzas y venidos del este, sigui~ndo el curso de los ríos amazónicos, llegaron a la región
de Kuninga -territorio de los panas o panos-; pasaron luego al occidente, a la meseta de
los Andes, donde después de mezclar su raza y lengua con la de otros hombres, fundaron
una nación poderosa. Años más tarde los Nahuas establecieron su dominio en la región, a
la que dieron el nombre de Kmiinga. Éstos adoraban al Sol, tenían sacerdotes, estaban
organizados en comunidades, etc. Por otra parte, como• ya se dijo, en el escenario de esta
última nación irrumpieron los Arawakos, originarios del Macizo Guayano 'Y del río Ori-
noco. Un ejército de estos hombres de lanza, flechas y honda, disputaron a los panos
los ríos, quebradas, pongas, remansos y flora, hasta reducirlos en una limitada extensión
territorial, quedando los arawakos dueños de la región de los ríos Pachitea, Apurimac,
Tambo 'Y Urubamba. Y otro ejército, remontando el curso del río Huallaga, se ubicó en las
márgenes derecha e izquierda del río Marañón, fundando, finalmente, una nación floreciente
y de cultura superior con los hombres del Altiplano andino. Bertrand Flornoy confirmando
la teoría del sabio francés, así como las leyendas amaZ·Ónicas, y después de recorrer las
tierras de las provincias de Dos de Mayo, Huamalíes y Marañón, ha escrito: "Desde la latitud
de Huánuco -Huánuco el Viejo-- .hasta la pequeña capital de la provincia de Marañón
-Huacrachuco-- tres puntos de comunicación entre la selva y los Andes ccnservan hue-
llas . . . particularmente cerca del pueblo de Arancay. . . unos pueblos que venían de la
región Amazónica han dejado huellas desde la isla de Marajo, han alcanzado los Andes en
una zona muy extensa que va del Pongo de Manseriche h~sta la región de Huánuco en el
Sur; sus vías de penetración han sido: el Uctubamba y el Huallaga. Sus primeros puntos
de estacionamiento: Chachapo.y as-Lamud, el este de la provincia de Huamalíes y el nor-
este de Dos de Mayo. Naturalmente se trata de una de las olas migratorias que han alcanzado
los Andes y de la cual uno de sus orígenes debe buscarse en América Oentral, por vía de
las Antillas y de las Guayanas". Agrega Flornoy que su afirmación se funda en tres razones:
"un típico dibujo rupestre: la r<epresentación del escc.r pión hallada en la Guayana fran-
cesa por Greveaux, señalado en el Bajo Amazonas brasileño, vuelto a encontrar en las
construcciones de los barrancos de Uctubamba (Wiener-Langlois) y nuestra misión. d•e 1941,
existe en el Alto Amazonas particularmente cerca de Huacrachuco y mucho más cerca de
Rondos (Dos de Mayo); la abundancia de ruinas preincaicas correspondientes a la época
Chavín y en una época de cultura «loe.a l»; y en la unidad de las ruinas". Dice más: "La
vía de acceso que sin duda usaban, no era el Marañón, por lo demás bastante dificultoso
y poco navegable, pero sin duda el Huallaga y sus afluentes de la izquierda". En pos de las
fuentes del rio Marañón. "El Comercio". Lima, 23 de setiembre, 1947. Edc. de la tarde,
p. 8. El mismo explorador respecto al origen de las ruinas preincaicas de Dos de Mayo,
declara: "Los orígenes selváticos de esta cultura son casi seguros. Los restos de cerámica
recuerdan el estilo de la selva y sus casas más antiguas, de un sólo piso, tienen la misma
ÉPOCAS PR EIN CA E INCA 61
inspiración que los de la mont añ a: la forma c ornea. Algun as piedras grabadas r eproducen
el jaguar, el cul to a la serpiente se m anifiesta en d ive rsas formas: los h uacos al r<eproducir
formas h umanas ma r can los rasgos fí sicos c aracterí sticos de los tipos sel váticos . Sin embargo,
esta cultura es autóctona. ( H allan rascacielos incaicos de hasta cinco pisos ). "La Prensa" ,
Lima, 17 de n oviembre, 19 56. El explor ador galo ha r esu mido sus in vest igaci on es en dos
trabajos imitulados : "Explor ation Archeologique de L 'Alto Marañón", ("Travaux de
L'Institu t F r an<;a is D 'Étu des Andines". T. V, 1955- 19 56, ps. 51-81); y " M onuments de
la Regían de Tantamayo, Perou", ("Jou rnal des Americanist es, N. S., T. XLVI, 19 57,
ps. 207-225, P arís, 1957. -Empero, con tradicen las mi gra ciones de tribus ya en estado
cultural, los restos hall ados últimamente y que corresponden a la edad cuaternaria de los
Andes. Pues, en la zona de l a Cordillera de Ra u ra -Lagu na de Lau ricocha (D os de Mayo) ,
--en excavaciones practicad as en cuevas a más de 4. 000 metros de altu ra•- el Ing. August o
Cardich, ha encontrado sinnúmero de instrumentos die pied ra y h uesos-raspadores, pu ntas
de hnza, mandíbulas de animales prehistóricos, cerámicas, etc., q ue delatan a u na r aza
o pueblo de caz adores , y cuya an tigüedad se calcul a en di•ez m il años. Estas m uestras
acaso lleven a sostener que, en la regíón de tierras cordill eran as situadas en los o.rígen-es del
río Marañón ~Andes Occidentales- en t iempos remotos poblada de gran fauna mamí-
fera; se sucedieron las culturas de piedra, hueso y cerá,micos. (r'El Comercio", Lim a, 1 de
ab ril, 1958. "L a C rón ica", Lima, 2 1 de marzo, 1958 . "Cultura Peruana", Año X VII I, L ima,
cctu bre, 19 58. Vol. XVIII, N 9 124. (P rehistoria Peru ana. Época Preincaica.)
3 E l área de C:havín-Cotosh comp!"'ende desde Chavín de Huantar al valle del H u a-
llaga, cerca a la ciudad de Huánuco, donde se halla la huaca Cotosh. "Ninguna civiliz:ición
-dice T ello-- t iene caracteres tan definidos y propios como la Civilización de Chavín. Su
62 !-IISTORIA DE HU.ÁNUCO
centro más importante se halla en la cuenca del Alto Marañón; y su fr.ea de propagación
muy extensa, sobrepasa los límites del Norte Andino. Dondequiera que se encuentre restos
dte ella, cualquiera que sea la obra edificada o manufacturada o la materia prima usada:
piedra, metal, hueso, arcilla o alguna otra q•ue haya resistido la acción del tiempo, allí
están presentes las vigorosas e inconfundibles creaciones arquitectónicas, escultóricas o pic-
tóricas de una raza extraordinaria, cuyo nombre y recuerdo se ha borrado de la memoria
de los hombres en el correr de los siglos; pero ha dejado los restos innegables de su civili-
zación, tan propia y original, que no tiene parangón entre las otras civilizaciones prehistóricas
sudamericanas". - Son manifestacicnes consideradas como propias de la Civilización Chavín
las siguientes: 19 Edificios de piedra agrupados en ciudadelas amuralladas; templos pirami-
dales formados por una o más plataformas superpuestas atravesadas con galerías interiores
y rellenadas con piedra y barro; y cámaras especiales o adoratorios propiamente dichos en
la parte superior a los que se alcanza mediante escaleras subterráneas de acceso. - 2 9 Obras
escultóricas expcmentes de un arte lítico avanzado: figuras grabadas en alto y bajo relieve,
estatuas y multitud de utensilios de piedra que se encuentran adornando sus templos y dentro
de sus tumbas respectivamente. - 3 9 Cerámica consistente en recipientes monocromos: negro,
gris y rojo, que a primern vista hacen la impresión de vasijas de madera o de piedra, o
fabricadas haciendo uso de un material duro y con herramientas apropiadas para el taladro,
el rebajo, las incisiones y en general el esculpido de las figuras que las ornamentan. El
cuerpo del cántaro es macizo de contornos acentuados, globular; o en ciertos casos con
superficie! facetadas y aristas salientes ; base plana; cuell0 grueso tubular arqueado; labio!
expandidos imitando el talladOI en madera o piedra; con los bordes de los platos y las bocas
de las hollas, gruesos y cortados a bisel. - 4 9 Representaciones de seres demoníacos o míticos,
estructurados a base del tratamiento de un motivo fundamental: la cabeza del felino. Ellas
sen: a) Un dragón de cuerpo alargado, hocico armado con grandes colmillos y patas con
garras, semeja un cocodrilo. Este monstruo. . . lleva en el vientre una enorme boca con
colmillos y en las patas manojos de yuca y ají. Tiene. . . en la misma alegoría a tres ani-
males: un felino, un pez y una ave, buitre o buho. b) Un monstruo felinoide antrojwmor-
fizado.. . e) Un monstruo ornitomorfo humanizado. . . d) Un mcmstruo ictiomorfo . ..
c) Felinos humanizados. - Los restos de la Civilización Chavín se hallan en todas partes
sepultados por los de las otras civilizaciones que le sucedieron ... En la sierra contigua a la
floresta, como en las cuencas del Alto Huallaga y Alto Marañón, se encuentran restos de
Chavín en sus formas clásicas y en toda la riqueza de sus variedades estilísticas". Origen
y desarrollo de las civilizaciones prehistóricas andinas. "Actas y Trabajos Ciendficos del
XXVII Congreso Internacionel de Americanistas". Lima, 1939. T. 19, ps. 676, 680.
4 FELIPE GuAMAN PoMA DE AYALA: Nueva Crónica y Buen Gobierno, p. 1030. (La
Ciudad de Huánuco).
ÉPOCAS PREINCA E INCA 63
5 PEDRO CIEZA DE LEÓN: "La Crónica General del Perú". T. I, Capt. LXXX "Del
asiento de esta ciudad y de la fertilidad de sus campos, y costumbres de los naturales, y de
un hermoso aparento o palacio de Guanuco, edificio de los Incas". p. 245.
6 CIEZA: Libro cit., Capt. cit., p. 24 5.
7 El Dr. Juuo TELLO ha estudiado, en 1935 y 1937, estas ruinas de la margen
izquierda del río Marañón. BERTRAND FLORNOY, por su parte, en 1947 y 1956, ha visitado
algunas de las que quedan en la margen dereaha del nombrado río: Coyar-Caro, Takar,
Pariash, Rapallán, Piruro, Urpish, Atancay.lfambo~ Maram-Patay, Portachuelo, Wlakan,
Susipillo, Pogog, Chapash Uc~e-Rayán Ipango, Ango y Quipas. "Son ruinas de pueblos,
centros fortificados, centros religiosos y centros mortuorios", dice el explorador francés.
Según el mismo escritor, los centros más importantes de estas ruinas están situados en la
provincia de Dos de Mayo alrededor de las capitales de los distritos de Jesús y Chavinillo,
y en la provincia de Huamalíes, en las cercanías de Tantamayo. Siendo la más original,
en Jesús, la fortaleza de Alaca; en Chavinillo la ciudad-fortaleza de Garo; y en Tantamayo
la de Piruro -fortaleza y centro religioso--, Susupillo -centro religioso defendido por
tres fuertes murallas, Isur y Rapallán. Cabe también mención la fortaleza-pueblo de Jagrar:í ,
camino de Llata a Huánuco, en los altos del paraje Irma, la que, en sus varios kilómetro$
de extensión, está cavada en roca viva, en la cumbre de un poderoso contrafuerte, fer,
mando calles superpuestas. La unidad de estos centros, subraya Flornoy, se revela por la
arquitectura e igualmente por la presencia de piedras grabadas: motivos de círculos, eón ,
64 HISTORIA DE HUÁNUCO
dores y serpientes. Cada uno de estos centros, dice, puede ser considerado como el foco de
una cultura local, que se ha desarrollado durante siglos, en una región determinada·; sin
embargo, puede notarse, desde las altas fuentes del Marañ·Ón a Arancay (Huamalíes) una
unidad cultural característica en plan de sus construcciones, la utilizació~ de los mat·e-
ríales, los medios idénticos de protección, el culto a los muertos y ciertas costumbres, taks
como la deformación del cráneo. "El Comercio'', 7 de septiembre de l 9 5 5 y 29 de septiem-
bre de 19 5 6. (Zona arqueológica de Alto Marañón recorrió Flornoy). - En "Huánuco,
su patrimonio arqueológico", Julio Laguna Céspedes, nos da una relación de las ruinas
más conocidas. "Revista del Instituto Industrial", setiembre, 1955. N 9 2. Huánuco.
8 Entre las leyendas tenemos la del Achcay o genio del mal, las de los Jircar o espí-
ritus tutelares; la de Yana Raman, q'ue explica la formaci·Ón del Lago Lauricocha y el
levantamiento de la Cordillera de los Andes; las leymdas de Huajra-lhuilca, Cara-Hualqui
y Nuna-Nuna, que simbolizan las relaciones o incursiones en tiempos remotos de los
habitantes de la selva hacia la r·e gión. Éstas y otras mu.:has quedan para ser recogidas por
el estudioso.
9 Flornoy ha revelado también la existencia, en la zona de Tantamayo, de casas
de seis pisos, con escalera interior y techo de piedra, llegando a veces a once metros de alto
y siete de ancho. El material de construcción de estos extraordinarios edificios -llamados
rascacielos preincaicos- "es de piedra trabajada en forma de adoquines, unidos unos a
otros con barro. Los interiores son intercomunicados frecuentemente con escaleras de caracol.
Los pisos por su parte, están sostenidos, a modo de vigas, pcr grandes lajas de hasta 2,50
metros y ese mismo material soporta techos que al parecer, no estaban cubiertos de paja
como ocurre en las construcciones mcaicas. La situación de las ruinas debe corresponder
a preocupaciones estratégicas; siempre en sitio.s elevados de· fácil defensa, rodeados por una,
dos y hasta tres murallas de varios metros de altura". Termina el explarador galo expre-
sando que la "región del Alto Marañón es de una increíble riqueza arqueológica. . . El
Alto Marañón debe ser uno de los más antiguos centros de población del Perú, crisol donde
se han formado y desarrollado las más remotas civilizaciones andinas". ("El Comercio",
Lima, 23 de septiembre de 1947, p. 8. "La Prensa", 17 de noviembre de 1956, p. 2. -No
hay duda, pues, que las dichas ruinas ofrecen una fc·rma única de arquitectura civil, corres-
pondiendo a una época anterior a la de los Incas. Éstos ~ólo lev ant aron en aquella región,
algunas construcciones -fortalezas, depósitos, baños termales- como en Chupán Selmín
Masur, Huánuco el Viejo, etc. No tuvieron tiempo, llegaron muy tarde o impla~taron e~
grado pequeño su lenguaje y cultura. Particularmente en la zona selvática, apenas cons-
truyeren algunas fortalezas como las de Colpagua, Angar y Cacapayza, para defenderse de
los salvajes o antis.
10 Para el nombrado profesor Tello, cuatro civilizaciones se desarrollaron antes de
los Incas: Civilización de los Andes Orientales (Chavín como tipo), Civilización de los
Andes Occidentales, Civilizc1cirmes del Litoral del Pacífico y Civilización del Tiahuanaco.
" Las civilizaciones andinas revelan prioridad sobre las de la costa que fueron originadas por
Laguna de Santa Ana, a 4.680 m sobre el nivel del mar. N~cientes del río Marañón. (Foto:
A. Cardich.)
lógicamente juzgados, los huanucos habían pasado del ciclo de los ayllos
-tribus o reunión de familias-, a la de los P'achacas -confederación
de ayllos- tribus, gob.~rnados por un poderoso sinche o curaca que, ase-
sorado por ancianos, desempeñaba funciones de carácter político, mi-
litar, judicial y religioso.
Pero la organización y desarrollo de este grupo social, descansaba
sobre la familia o ayllo de tipo totémico y patriarcal; solidariamente
unidos, a través del tiempo, por d ligamen del parentesco, de la tierra
y del culto a los muertos. O, en otras palabras: por la sangre, el bien
común y la religión. Todos estos ayllos vivían al cuidado de sus tierras 1
las andinas y alimentadas por éstas durante siglos ... ". Si una civilización -agrega- debe
ser valorizada por el grado de desarrollo alcanzado por su arte, por su área de propagación,
por el monto de su producci.ón, es evidente que rúng¡una de las civiliz¡aciones supera a la
de los Andes Orientales que es la que antecede a las tres ya tratadas. Saber cuándo empezó
esta Civilización, por dónde vino, cómo se radicó en la región andina, quiénes fueron sus
autores, constituyen problemas todavía insolubles de la Arqueología. Juzgada por los restos
de sus monumentos, ésta ocupa el lugar más espectable entre las otras civilizadones andinas:
compite con su congénere centro-americana, la cultura Maya. No existe hasta ahora ninguna
evidencia que revele, como pensara Uhle, que esta civilizaci-On es derivada de la Maya .. .
La Civilización de los Andes Orientales es creación andina, propia, original, que se inicia .. .
con la agricultura sin irrigación y con la explotación de las plantas tropicales . . . el tiempo
mínimo que se puede señalar, desde sus comienzos hipotéticos, es de un milenio antes de la
Era Cristiana". Trabajo citado, "Actas y Trabajos Científicos del XXVII Congreso Inter-
na cional de Americanistas", T. I, p. 714.
11 Garcilaso ha escrito sobre los huanucos y otras naciones: "Se hacían guerra cruel
unos a otros; vivían derramados por los campos, sin pueblos ni República·; tenían algunas
fortalezas en lo·s altos, donde se acogían los vencidos". "Los Comentarios Reales de los Incas".
Capt. IV, T. 2~, Libr. 8, p. 163.-Cieza, cuya idea la tomó el cronista cusqueño, por su
parte, dice: "antes que los ingas los señoreasen, se dieron entre unos y otros muchas y
muy crueles batallas, y que en las más partes tenían los pueblos derramados, y tan des-
viados, que los unos no sabían por entero de los otros, sino era cuando se juntaban a
sus congregaciones y fiest:i.s". "La Crónica General del Perú", cit., Capt. LXXX, p. 2H . -
Cieza y Garcilaso pretenden decir que los Incas fueron civilizadores de todas las naciones que,
antes que ellO\S existieron en su jurisdicci-On imperial. Esta idea del escritor cusqueño, en espe-
cial, está en contradicción con la arqueología y etnología actuales, cuyos estudios demuestran
que la Cultura Inca fué, si se quiere, una cultura antológica: se nutrió de todas las que le pre-
cedieron en el tiempo, como toda cultura; y cuando los ejércitos incaicos llegaron a muchas
regiones, como d Chinchaysuyo y otras, hallaron antiguas civilizaciones y grupos soci~les
o naciones con alta organización ayllal, a las que incorporaron al Imperio, dándoles los lncu
un ligamen político y en relación con los intereies de la d.inastía cusqueña.
66 HISTORIA DE HUÁNUCO
"Memorial de las Historias del Nuevo Mund • Perú", Capt. 19 , "Origen de los primeros indios
que. habitaron el Perú. , .", p. 9.
,15 Origen y desarrollo de las <;:ivilizacianes Prehistóric.as .AndinaJ. El .imperio de Taro-
wil~a o del Chinchay-Suy.o . ."Acta 'Y Trabajo", cte. cit. T. I, p. 64.0.
16 Guarnan Poma, Libr. cit., p. 7~.
68 HISTORIA DE HUÁNUCO
_ 21 He aquí, resumida, la leyenda de los 3 jircas o cerros que rodean a Huánuco: Ma-
bamba, Rondos y Paucarbamba. Estos cerro'S fueron tres guerreros venidos de lejanas comarcas
llamadas Maray, Runtus y Paucar; el primero de la tribu de los Paseos, el segundo de los
Huaylas y el tercero de los Panatahuas. Los tres guerreros que pretendían la mano de la
hermosa Gori-Huayta, hija única de Pilco Rumi, curaca de los pilcos; azuzados por el demonio
o supay iban a entablar batalla en el valle del Huallaga, a donde marchaban con sus ejércitos
y donde tenía su residencia la aludida princesa. Píleo Rumí que había ofrendado a su hija,
desde su niñez, a Pachacamac, al verse acosado pidió ayuda a éste, para q'ue la doncella no
fuera poseída por ningún hombre; o de lo contrario, victimaríala con sus propias manos.
Pachacamac que, desde un arco iris, escuchaba el clamor del cacique de los Pilcos, cogió una
montaña de nieve y la arroj·Ó sobre Paucar, que era el más belicoso, transformándose al caer
en un bullicioso río; otra montaña lanzó delante de Mara'Y a quien detuvo también;. y al
más retrasado Runtus, de un soplo lo tiró de espaldas. Luego pasó la mirada a los guerreros,
convirtiéndolos, instantáneamente, en tres montañas gigantescas, que son las que circundan la
actual ciudad de Huánuco por el S. O. y E.; y volviendo a Cori-Huayta le dijo: "h1MnUCtl)I,
muérete"; y la doncella cayó fulminada en los brazos de su padre. Ante este cataclismo, la
tribu de los pilcos huyó, aterrorizada, a otra región, donde fundaron una ciudad con el
nombre de Huanucuy en memoria de la orden de Pachacamac: el dios de la tierra. - Enrique
López A:lbújar ha recogido la leyenda aludida; y falto de criterio histórico o sociológico, ha
confundido, dentro del relato literario, las eras preincaica e incaica; nominando a las autori-
dades del Imperio Tahuantinsuyo como rper.sonajes de tiempos anteriores a los cusqueños.
Cuentos Andinos, "Los tres Jircas'', p. 29.
22 «La fabricación de hachas de piedra en la A;mazonía parece ser muy antigua ...
En· asociación con estas hachas de técnica neolítica, se encuentran hasta ahora en el Antisuyo
¡,eruano, tres tipos de cerámica: uno, de vasijas monocromas negras o grisáceas, de paredes
70 HISTORIA DE HUÁNUCO .
gruesas, de formas que recuerdan las de los rec1p1entes de madera ccn ornamentaciones in-
cisas, surcos, ranuras, puneturas, fositas e indentaciones .. : Ilustran el primer tipo las vasijas
completas y fragmentadas encontradas en Matibamba, Ongón y Monzón (Huallaga); en
Satipo y San Luis de Shuaro casi en las cabeceras de Pozuzo y del Perené; y principalmente,
las que en julio de 19 3 5 extrajo el auto-r de los yacimientos existen tes en los alrededores de
la moderna ciudad de Huánuco. A 3 K.ms. al occidente de esta población, siguiendo la margen
izquierda del río Mito, por el camino que va hacia la provincia del Dos de Mayo, atrave-
sando el río y muy cerca de éste y al pie de un cerro alto, se ihallan una Waka y restos de
viejas construcciones de piedra que se levantan sobre una terraza aluviónica. La base de h
Waka tiene como 700 mts. 2 y ha sido partida por los buscad-0res de tesoros practicando
un corte vertical como de 7 mts. de alto por 3 ,50 mts. de ancho, en dos porciones des-
iguales: la mayor hacia el río y la menor hacia el cerro. Los muros son de piedra y barro
con un relleno de cascajo. En las paredes del corte, sobre todo en el tercio inferior, están
a la vista capas y bolsonadas de basura con multitud de fragmentos de alfarería de este tipo
inciso, con pintura roja dentro de las incisiones mezclada con alfarería del tipo clásico Chavín.
De este sitio y de otra Waka llamada. Shillacoto situada dentro del perímetro de la ciudad
de Huánuco, el Ingeniero Pedro T. Figueroa, años atrás, había obtenido magníficos ejem-
plares de fragmentos de alfarería y objetos de ?iedra de los tipos ya nombrados." Origen
J' desarrollo, etc. Trabajo cit., vol. cit., p. 63 5.
23 "Re-vista del Archivo Nacional del Perú". T. 1 Q' Entrg. 11 , 1920, p. 207.
24 El curaca de los Chupachos, que más tarde fuera bautizado en Huánuco, se llamaba
redro Masgo; el de Anán-Pilco, Pariacaico; y Apocacha se nombraba el de Llacón de Píleo.
25 Quedan vestigios de haber existido en tal lugar un peñón o piedra de gran tamaño.
En la Colonia se la redujo a pedazos, para fabricar los cimientos de muchas iglesias y casas
particulares; y con el sobrante de ella, don Pedro Zaretti (italiano), labró una hermos:i. pila
que se colocó en el centro de la Plaza de Armas de la ciudad y donde hoy puede vérsela.
ÉPOC AS PREINCA E INCA 71
Raymundo Tafur, quien da la noticia, dice: "Se construyó con piedra cortada de una es-
quina de la ciudad, conocida con el nombre de Pilco-Rumi. La fábrica costó cerca de
6.000 pesos erogados de los individuos de ambas castas, al que se agregó los sueldos del Su-
~refecto don Eduardo Lúcar, quien los cedió en beneficio de tal ornato público", ( 18 H) ·
" Opúsculo sobre la ciudad de Huánuco", et., cit. Pequeños fragmentos de la nombrada piedra
están enterrados en el ángulo N. formado por los jirones Tarapacá y .Abtao de la dicha ciudad.
:?6 "Revista del Archivo Nacional del Perú." T. I, Entrg. l. Lima, 1920, p. H.
72 HISTORIA DE HUÁNUCO
~· * *
HuACRACHUCOS. - La nación de los huacrachucos o de los Andes
del Marañón, ocupaba tierras del lado oriental del río Marañón, de
Singa al N. hasta la actual provincia de Huamachuco.
Sobre una topografía abrupta, era una tribu numerosa y guerrera
que traía como distintivo un gorro que remataba en un cuerno de ve-
nado. De aquí su nombre wuacra-chucos, que, en quechua, quiere
decir: sombrero o gorro en forma de cuerno 28 •
Eran gobernados por curacas llamados ca11ipis, que fueron los que
trataron con los victoriosos Incas, como afirma Garcilaso; Ilamándos.e
ovas al común de las gentes.
Adoraban a las serpientes, al cóndor, a las fuerzas de la naturaleza;
y rendían culto · a sus antepasados. O con las palabras de Garcilaso:
"los huacrachucos adoraban culebras antes que fuesen señoreados por
los Incas, y las tenían pintadas por ídolos en sus templos y casas".
Construyeron sus habitaciones en lugares seguros y labraron mono-
litos de piedr:l, a los que, como a sus divinidades, les erigieron pequeños
y misteriosos templos.
Según la opinión del General Louis Langlois, los huacrachucos,
en la ruta del MarañórÍ, habrían dejado el paso a los Chachapuyas,
de influencia amazónica, en las migraciones hacia la cordillera; con-
firmando la teoría de Rivet o el origen forestal de las civilizaciones
andinas 29 •
El arqueólogo T ello, afianzado en sus estudios, afirma que la región
de los huacrachucos fué de la civilización Chavín; ya que ésta se
expandió por toda la cuenca del Marañón; sobre todo en la sierra con-
tigua a la floresta, donde se ertcuefitran restos de ella en sus formas
27 Origen y desarrollo, etc. trabajo cit., vol. cit. págs. 680-710. - "Chas'lcui", V. I,
1
N' 1, enero-febrero 1940, ps. 27-42 (Vaso de piedra de Nasca por el Prof. Julio C. Tello).
218 Garcilaso escribe de ellos: "Huacrachucu, es grande y asperísima de sitio, y de
gente en estremo feroz y belicosa. Traen por divisa en la cabeza, o traían (que ya todo
está confundido) un cord·Ón negro de lana, con moscas blancas a trechos, y por plumage
una punta de cuerno de venado o de corzo, o de gamo, por do le llamaron huacrachuc'u, que
es tocado o sombrero de cuerno .. , Los huacrachucos adoraban culebras, antes de ser
conquistados por los Incas." Los Come11ftrrios Reales de los Incas, T. II, Libr. 8, Capit. I,
p. 314.
29 lnvestiga<iones arqurolól{icas en rl 1-'alir del Uctubamba. "Revista del Museo N2-
cional". Lima, 1939. T. VIII, N 9 2, p. 22-4.
ÉPOCAS PREINCA E INCA 73
n o", Año X VII, N Q 180, Lima, 19 42 , ps. 121-134. - La leng ua na t iva de los cholones, tribu
que vive en las ca.becera.s del r ío Huallaga. -Pachiza, Uchiz a, Pajatí , etc.- Y que hoy lo
hablan, es el panatah ua. ¿No será est a leng ua la de le~ anti guos habitantes de la hoy provincia
de Pichitea?
CAPÍTULO lI
1 Pachacuti fué Inca de la dinastía de los Janan Sayac, del Cusco. Como es sabido, el
primer Inca fué Manco Capac, el que, según la leyenda, en compañía de Mama Ocllo, salió
del Lago Titicaca, y cumpliendo el mandato de su padre el Sol, fundó el Imperio, estable-
ciendo la capital en Huanacauri donde se hundió la vara de oro que portaba. Mas, conforme
a los hechos históricos y al análisis lógico de los sucesos, Manco Capac fué el organizador
del Imperio Quechua o Inca, y que saliendo de la zona de Paaaritambo -inmediaciones del
Cusco-- sojuzgó a las naciones vecinas y del valle del Cusco, y puso los cimientos de la
gran nación quechua, que sus sucesores iban a desarrollar. A Manco Capac le siguieron
Sinchi Roca, Lloque Yupanqui, Mayea Capac, Capac Yup:mqui, Inca Roca, Yahuar Huacag,
Huira Cocha, Pachacutec Inca, Amaru Inca Yupanq'Ui, Tupac Yupanqui, Huayna Capac,
Huascar y Atahualpa.
2 Chinchaysuyo es palabra formada de dos vocablos: chincha: tigrillo, y suyo : región,
o región de los chinchas. Chinchaysuyo quiere decir también, tierrtl húmeda. Garcilaso dice
que se llamó así a la zona norte del Imperio o por viTir en ella la pode!rosa nación de los
Chinchas, en el valle del mismo nombre. Pero los Incas conocían a es:L zona del litoral
o costa del Pacífico como Cuntisuyo o país de las tierras áridas. La aseveración del croni:sta
cusqueño es dudosa, co1110 veremos m:ís addante.
78 HISTORIA DE HUÁNUCO
3 Los Come11farios Reales de los Incas. T. II, Libr. VI, Capt. X, p. 157.
4 Sarmiento de Gamboa escribe que la fuga de Aneo Ayllo o Aneo Huallo, se realizó
como tenemos expresado. Garcii.laso afirma que tal hecho tuvo lugar durante el reinado de Vira-
cocha. Mas todC"s los historiadores están de acuerdo de la eva~ión y que fué motivada por
tener noticias el famoso capitán Chanca que los Incas se pr'cparaban a masacrarlo junta-
mente que a sus :huestes, por haberles ocupado a éstos en la conquista de los Huayllas y
demás naciones. Copiemos a Sarmiento, que tomó datos de los indios que declararon ante
Toledo, ya que éste acompañó al famoso Virrey en su visita al Cusco y demás provincias
del Virreinato, y muy particularmente, por lo .que se refiere a sucesos acaecidos en el
territorio huanuqueño. "Y conformándose todos con su parecer y llegados a Guaraotambo,
términos de la ciudad de Guanuco, todos los Chancas se huyeron con su capitán Aneo
Ayllo, al cual además de los Chancas también siguieron otras naciones. Y pasando por la
provincia de Guayllas la robaron, y siguiendo su camino, huyendo del inga, acordaron de
buscar tierra áspera y montuosa, donde los ingas, aunque los buscasen, no los pudiesen
hallar. Y así se entraron por las montañas entre Chachapoyas y Guanuco y pasaron por la
provincia de Ruparupa. Y esta es la gente que se cree segi'.1n las noticias que agora se tienen
y se supieron, cuando el capitán Gómez Arias entró por Guanuco en tiempo del marq'llé&
de Caüe~e año de dncuenta y seis, que está por el río Pacay, y en la noticia que se tiene desde
allí hacia el "le'Vante "por el río·,. que llaman Cocama, q~e desagua en el gran río del Marafión.
Ásí es que aunque Capac Yúpanqui fué tras los ' Chancas, ellos se dieron tanta· prisa en el
huir, que no los pudo alcanzar". Hisfüria de los . lncas,-·p. 121. ·.
ÉPOCAS PREINCA E INCA 79
¡¡ GARCILASO: Los Comentarios Reales de los Incas, T. 2 9 , Libr. 8, Capt. IV, p. 323.
6 Nueva Crónica y Buen Gobierno, p. 75.
7 La presencia de los ejércitos chinchaysuyanos en la conquista de los Cayambis Y
Cañaris, con Huayna Capac, nós relata Sarmiento de Gamboa. Libr. Cit., p. 161.
8 En una Real Cédula ·de -12 de septiembre de 1591, se lee: "Que la a'iudad de Hui-
nuco estaba fundada en las propias tierras, donde el Inca Huayna Capac, le .hizo grande de
diez pachacas de indios a uno de sus '· ascendientes, antes de la entrada de los españoles a' este
Reino y fundación, donde sali6 ·- a •recibidos Pariacaicó, padFe de don Diego Carliuacachín."
80 HISTORIA DE HUÁNUCO
Un edificio característico de Garo, cuya elevación sobrepasa los 1 O m etros. (Foto: B. Flornoy.)
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Muestra de instrumentos de sílice y piedra, hallados en las cuevas del lago de Lauricocha,
Cordillera de Raura, por el Ing. A. Cardich. (Dos de Mayo.) Las dimensiones de estas especies
varían de 2 a 5 cm.
ÉPOCAS PR EINCA E IN CA 81
La provi11cia o guamanin de Wuan 11k o. Los hu.arangas, pachacas y cl:mncas. Los pueblos o
ll.actas. Los barrios: hanan y hurin sa)'a. Los funcionarios del Imperio: el tucuy ricoc, btu-
ronga-cawayoc y dem ás. Las tierras del sol, huacas y de los ayllos. El f'T'abajo. Las clases
sociales . Los yanaC11nas y los mitimaes.
4 Archivo General de Indias. Sevilla. La Vi5ita de los indios Chupachos, 15 49 . " Travau:x
de L'ln stitut Fnan~ais D':Études Andine5". T. V, Vol. L, 1955-56, p. 4 5.
86 HISTORIA DE HUÁNUCO
5 Visita hecha por mandato de Su Magestad ... por Iñigo Ortiz de Zúñiga. "Revista
del Archivo N~cional del Perú", T. I, Entrg. 1;¡.' 1920, p. 24-44.
6 PEDRO CIEZA DE LEÓN : La Crónica General del Pcrtí.. Libr. Cit., Capt. LXXX,
Cit., p. 246.
7 Las coleas eran construcciones de piedra de forma cónica y cuyo alto y diámetro
tenían, generalmente, 3 x 4 m.; con una pequeña puerta en la parte inferior. Parece que una
vez que se llenaban con granos o especies, se techaban con pajas; sirviendo la v·entana o puerta
para sacar por ella lo guardado. Sinnúmero de estas coleas permanecen todavía en las ruinas
de Huánuco el Viejo, formando un kilómetro cuadrado de extensión. Estos almacenes guar-
daban comidas hasta para 1O años.
ÉPOCAS PREINCA E INCA 87
labores concurrían con sus mujeres, para ser atendidos por ellas. Y tam-
bién servían de mitimaes o colonizadores de territorios recién conquis-
tados; dándoseles en ellos tierras, pastos, animales, etc.
Las mujer.es adultas tejían ropas para la Corte del Inca; servían a
las señoras principales, como porteras, cocineras; se ocupaban de las
pequeñas faenas agrícolas. Cuando eran acllas o vírgenes del Sol, hi-
laban y tejían telas finas, para el monarca y para uso del culto.
Las ancianas desempeñaban de porteras, ayas, despenseras, etc., de las
señoras principales o coyas; tejían costales, hilaban, criaban gallinas
o huallp·as, cuyes, patos, perros, y ayudaban a criar a los niños en las
casas de huérfanos o huaccha-IJ1ursi.
Los niños servían de mensajeros, pastores, servidores de guerreros;
ayudaban en las labores agrícolas. Las niñas hilaban, pastaban ga-
nados del Inca, o de los grandes señores; buscaban leña, cogían flores
para teñir, servían de pajes, ayudaban en quehaceres domésticos. .
Los inválidos-cojos: uncoc, ciegos: nausa, corcobados: cumo, enanos:
tinseuayacaque, que formaban un grupo sin consideración de edades, uti-
lizaban sus miembros u órganos sanos. Los cojos desgranaban maíz,
escogían lanas; los mancos vigilaban; los mudos hilaban, pastaban
ganados, etc. Y si eran mujeres: hilaban, tejían, cocinaban, hacían
chicha, etc., a medida de sus fuerzas.
Si los inválidos eran de sangre real, se dedicaban a la adminis-
tración de las provincias, en los cargos burocráticos. Pues, la nobleza
se dedicaba al gobierno y a la religión; en tanto que el pueblo reali-
zaba los trabajos manuales 11 •
12 Visita hecha por mandato de . Su Magestad, etc. cit. y Autos originales que siguió
don Hernando Maquirique, etc., cit. Declaración del Cacique de Huarapa.
13 Declaración del Cacique de Pachacoto don Cristóbal Alcacondor y del Cacique de
Anan Pillao don Alonso Corig uanca.. Autos orig inal es que sig ui-O don Hern an do Maq uiri que ..•
ÉPOCAS PREINCA E INCA 91
contra su encomendero Juan Sánchez Falcón. Archivo Nacional del Perú. Derecho Indígena
y Encomiendas. Legajo 1, N 9 l. Cuaderno 3. Año l ~61.
14 Visita hecha por mandar. de S. M. etc .. cit. Revist. cit. p. 33. Autos originales que
siguió don Hernando Maquirique, etc., cit.
CAPÍTULO IV
Los caminos, los puentes, las f ortalezas, los chasquis. La agricultura, la ganadería y la mi-
nería. El tributo. Las leyes del Inca. Los delitos. El proceso judicial. La religión; el culto.
Los sacerdotes y las acllas. Los templos, las pacarinas, las tumbas o chulpas. La lucha entre
Huáscar y Atabualpa. Capac Apo Guaman Chaua, de parte del Inca quiteíio. La destrucción
del Imperio.
paiza y Cachaypagua. El que descendía por las ribe ras del río Lauri-
cocha a Nucon y Run tos (Jesús y Rondos); el que partía de Huánuco
el Viejo a Chacabamba y zona; el que se dirigía a las yungas o selvas
de Patayrondos, pasando por el puente de Jatunragran; y el que por
Tantamayo penetraba a las montañas de Monzón (El Carmen), etc.
Grandes trechos de estos caminos se hallan intactos; pese a haber
servido en toda la época colonial. Particularmente los extendidos en
l as provincias de Dos de Mayo y Huamalíes, en sus distritos de Cauri,
Jesús, Baños, inmediaciones de Huánuco el Viejo, Llata y Miraflores.
Y quedan aún restos de notables puentes de piedras: el del Inca, sobre
el río Lauricocha, cerca a la laguna de su nombre, con 16 ojos cua-
drados; el de Conoc (Baños) sobre el río Nupe; el de Huachanga, sobre
el río Vizcarra 1 ; el de Jatun Ragran sobre el Marañón, etc.
(Nada más impresionante que el camino que pasa por la planicie
de Huánuco el Viejo, conservado por el milagro del tiempo, y cuya
anchura varía de 4 a 8 metros; y el mismo que se ve de lejos cual una
descolorida cinta arrojada por sobre el terreno Uano, ya que se halla
cubierto de yerbas en los intersticios de las baldosas.)
Miguel de Estete, que visitó Huánuco el Viejo por marzo de 15 3 3,
regresando a Cajamarca de Jauja, en la comitiva de Hernando Pizarro,
lo describe así: ... "Partió el dicho capitán de este pueblo y fué a
dormir a otro que dice Guanaco, que serán cinco leguas de camino,
10 más de él enlosado y empedrado por mucha orden, y hechas sus
acequias por do corre el agua. Dicen que es hecho por causa de las
muchas nieves, que en cierto tiempo del año caen por aquella tierra,
que es cosa harto de ver este edificio" 2 •
Los incas construyeron, asimismo, fortalezas o pucaras en sitios es-
tratégicos, para la defensa del Imperio, mantener su dominación o para
protección de las ciudades; canales para irrigar tierras; coleas o gra-
l I os montoneros de 189 5, volaron, con dinamita, este puente, para cortar la comu-
nicación entre La Uni-ón y Llata. El Ing. Pedro Figueroa Villamil ha constatado la exis-
tencia del camino incaico a la selva, que acabamos de enumerar. ("Se encuentra muy enlajado
y con cunetas y alcantarillas de desague entre Acomayo y Chinchao; después de un larg~
recorrido se interrumpe para seguir lejos por Chiguangala hasta alcanzar el Huallaga, Y se
le vuelve a encontrar, según la afirmación de don Enrico Stall, en la parte frígida de la
Cordillera Oriental entre el Huallaga y el Ucayali". Cita de TELLO, Origen Y Desarrollo, de.,
Actas y Trabajos, etc., T. I, p. 629.) También el Prefecto Ruperto Delfín, en 1874, recorrió
el "camino del Inca a la mo.ntaña del Monzón". (Informe referido.)
2 MIGUEL DE EsTETE: Relación del viaje que hizo el señor capitán Herntmdo Pizarra
par mandato del señor Gobernador J1t hermano, desde el ~blo de Caxtnnarca a Pachacam11c.
Colecdón Biblioteca de Cultura Peruana. T. 11. Los cronistas de la canquist11, p. 79.
96 HISTORIA DE HUÁNUCO
neros para guardar las cosechas; termas o baños para el Inca y los gran-
des señores; templos del Sol y conventos de vírgenes o acllal:ntasi; casas
para huérfanos o lniacchahuasi; depósitos de armas o sunturhuasi; etc.
En 15 62 don Juan Chuchuyaure, principal de los Yachas, dijo que,
en tiempo del Inca, "daban indios para guardar el puente de Chuquil-
chaca", a un día de camino de su tierra 3 •
Los caciques que concurrieron ante Iñigo Ortiz de Zúñiga, Visi-
tador de los pueblos Y achas y Mitimaes, comprrmsión de los Ch u pachos,
declaran de las fortalezas que construyeron los Incas en aquella región.
La declaración del cacique del pueblo de Huarpa don Francisco Coria
Pariaguanca, dice: "que sus antepasados habían sido puestos por el
Inca en esta tierra para guardar de la fortaleza de Colpagua que es hacia
los Andes y que eran tres fortalezas que se llamaban una Colpagua y
otra Cacapaiza y otra Cachaypagua y otra Angar, y que los ojerones
yungas y estos fueron sacados de los quechiuas y del Cuzco y puestos
en las dichas fortalezas, en cada uno de ellos 3 O casados, y que los qu·e
tenían en guarda las dichas fortalezas," en ella no tenían chacras porqu.e
no las podían allí tener sino que les señaló en este pueblo y otros y en
ellos puso mitimaes naturales de estos quichuas e yungas, que les hiciesen
chacras y de ellas proveyesen a los que en las dichas fortalezas quedaron
y estaban por guardas; y así después que el inga acabó y ellos y los
otros que estaban en las dichas fortalezas se vinieron a este pueblo y a
los otros que el dicho inga les señaló, y quedaron las dichas fortalezas
yermas ... estas tierras antes que ellos viniesen· por mandato del dicho
inga eran de los chupachos, a los cuales dichos chupachos el dicho inga
Yupanqui había sujetado y porque no se revelasen hizo fortalezas y puso
gente en ellas ... " El propio cacique de Huarpa afirma que en las
dichas fortalezas de Angar, Ollaypagua y Cachaypagua, los indios que
estaban de guarda en ellas, "entendían en hacer lanzas y chucos para
cabezas y guaracas y chullpas para llevar piedras y pelear cuando era
menester". Por su parte, el principal de Pachacoto don Cristóbal Al-
cacóndor dice que la "fortaleza de Catapayza está a tres días de camino
de este pueblo ... que en tiempo del inga fueron en este pueblo puesto
cien indios casados y que estos no tributaban ni servían en otra cosa
que en guardar la dicha fortaleza y hacer armas para solamente de-
fenderlas y tener esta tierra, porque los chupachos que entonces estaban
3 Autos originales que siguió don Hernando Ma.quirique, por sí y en nombre de don
Antonio Guaynacapcha, en términos y jurisdicciÓI\ de la ciudad de León de Huám1co, contra
su encomendero Juan Sánc-hez Falcón ' ... Archivo Nacional del Perú. Derscho Indígena y
E nmienda. Legajo W l. Cuaderno N9 3. Año 1561.
.Monumental fortaleza preincaica en Sa hua y, queb r "da d el río Shillán, C hup:ín , Dos de Mayo,
(Foto: A. Cardic h.)
Ruinas de Urpish, reg10n de Tantamayo (Huamalíes.) La construcc10n de la izquierda tiene
once metros de altura y cinco pisos interiores. (Foto: B. Flornoy.)
"Maquette" de una de las casas de varios pisos, reg10n de Tantamayo. (Escala: I.20.) A la
derecha: corte vertical de la casa. (Por B. Flornoy.)
ÉPOCAS PRE INCA E INCA 97
4 Autos originales que siguió Hernando Maquirique, etc., Cit. - También fueron trans-
portados indios guaylas a Colpacocha. - "Revista del Archivo Nacional del Perú", cit., T. III.
Entrg. 11, 1925, p. 241, 245.
:; ANTONIO VÁsQUEZ DE EsPINOZA: Compendio y Descripción de las Indias O ccidentales
C ap. XLIII, p. 452. (De la ciudad de León de Huánuco el Viejo).
98 HISTORIA DE HUÁNUCO
G Archivo General de Indias. Sevilla. Justicia. Legajo 397. La Visita de los Indios Chu-
pachos. En "Travaux de L'Institut Fran~ais D'Études Andines". T. V. Vol. l. (1955-56,
p. 40.)
ÉPOCAS PREINCA E INCA 99
9 Visita hecha por mandato de Su Majestad, etc. Declaraciones del Cacique Andrés
Yacolca de Oxpa; de don Gonzalo Cuchachi, principal del pueblo de Ronde; Diego Xagua,
de los Chupachos; Cristóbal Pulca Cóndor, de los Queros. "Revista del Archivo Nacional
del Perú", ps. 12, 13, 28, 38, 209. Autos originales que siguió den HernaAdo Maquiri-
que ... contra Juan Sánchez Falcón, cit.
10 Visita hecha, etc., cit. Revt. cit. p. 41.
11 EsTETE: Relación del viaje, cte. cit., p. 9 5.
12 CJEZA: La Crónica General del Perú, cit. Capt. cit., p. 246.
ÉPOCAS PREINCA E INCA 1,01
15 Visita hecha, etc., Cit. Revt. Cit., p. 38. Idéatica es la declaración del Principal
de los Yachas don Juan Chuchuyaure. (Autos seguidos entre Hernando Maquirique con Juan
Sánchez Falcón, cit.)
16 En esta peña viva y danusca de Estaca-Machay, existen hasta una docena de estacas
de madera quishuar, clavadas en la pura roca e imposible de ser alcanzadas por mano alguna.
La sola contemplació n de dicha roca de suplicios, escalofría la sangre; y la emoción es más
severa al distinguir huesos humanos en las grietas del precipicio terrodfico. En nuestro
libro "El Derecho Indiano", Cap. VII, hemos refutado a Ezequiel Ayllón Y Enrique López
Albújar, quienes afirman de un método punitivo -1!{ 1tshananjampi- practicado, dicen, años
atrás, por los indios huanucos en el distrito de Chupán, Dos de Mayo.
104 HISTORIA DE HUÁNUCO
* ~. *
Wuanuko , capital regional del Chillchaysuyo. Sede de la nobleza yarowilca e i11ca. Su gran-
deza vista Por los españoles, en 1533. Las menciones de los cronistas y viajeros. (Descripción
de las actuales ruinas de H1tánuco el Viejo.)
1 A la llegada de los españoles, las principales ciudades incaicas eran: Karenke, Kallo
o Mulashalo, Mocha, Tomebamb~, Tiocasha, Yanacauri, Inka-Pirca, Tumpi, Huancapampa,
Kasha, Huampu, Cochabamba, Casha-Marca, Wuanuko-Marca, en el N.; Xauxa, Pachacamac,
Wuarko, Inka-Huasi, Nay-Casha, Wuaytara, Wilkas-Huaman, Churajón 'Y las de las cuencas
del Urubamba, Machupiahu, Ollaytaytambo, Pisac, Kcsko, en el centro; Sillustani, Costi,
Pillko-Caina, Iñakuyu, Pasa, Italo e Inka-Llacta, en el S.
!! GARCILASO: Los Comentarios Reales de los Incas, T. II, Libr. VIII, Capt. IV, p. 323.
108 HISTORIA DE HUÁNUCO
De toda esta gran ciudad sólo quedan restos, como mudos exponentes
de su pasada grandeza y como muestra irrefutable del genio de la raza
india.
Estas ruinas están ubicadas al E. SE. y a 4 y medio kilómetros de
la ciudad de La Unión, capital de Dos de Mayo. Sobre una planicie de
7 km. de N. a S., y 3 km. de E. a O., y a 3.545 metros sobre el nivel
dd mar; se yerguen ellas, majestuosas y silentes, distribuídas en 4
grupos que hoy se llaman: Gu.el,laycancha, P'ucacocha, Ta.ptash y Aya-
ragra.
Por ser de un magnífico observador, copiemos la descripción que
nos da Raymondi.
«Las ruinas de que hablamos ocupan una extensión de más de media
milla inglesa (928m.66) y pueden dividirse en dos cuerpos: el primero.
formado por un gran número de construcciones de distintas formas
circundadas por una grande y elevada muralla, y el segundo, situado a
poca distancia del primero, formado por una gran construcción de
forma rectangular conocida en el lugar con el nombre de Castillo.
Una parte de estas ruinas está formada de piedras calcáreas muy
bien labradas, las que se hallan ajustadas, sin cemento alguno, del modo
más admirable. El resto, así como la muralla de circunvalación, es de
piedras no labradas o recortadas toscamente.
Aunque el plano de estas construcciones es irregular, en ciertos
puntos presenta alguna simetría. La muralla se halla en gran parte
destruí da·, pero en los puntos en que se conserva intacta, mide de 16
a 18 pies ingleses ( 4 m. 87 a 5 m. 48) de altura, y de 4 Yz pies ( 1 a
1,37 m.) de espesor.
El primer grupo se puede subdividir en varios cuadros. con dis-
tin'tas construcciones. Entrando a las ruinas por el lado del camino
que va de Huánuco a la provincia de Huamalíes, se presenta primero.
un gran espacio cuadrado algo irregular, en cuya parte central se oh-.
CONQUISTA Y COLONIA
'
CAPÍTU LO I
LA CONQUISTA ESPAÑOLA
Los Primeros exploradores espaííoles del ter rit orio huan uqueño. (La visita de H ernando Pizarro
a Huánuco el Viejo, en 1533 ). La entrada de M ercadillo al país de los H u ancachupachos e
lscaycingas. El alzamiento de Illatopa, 1 53 5-1 542. Las campañas militares para someterlo
y la captura del Inca rebelde.
1 En el t exto de esta Capitulaci ón, firmado en 26 de julio de 1529, se ech aron las
bases de la conquista y colonización del Perú, así como se implantaron las leyes españolas
en nuestro país. Pues, en su tenor se hallan sintetizadas las normas dictadas por la Coron a
hasta 1529, sobre: tratamiento de los indios, repartimiento, prop agaci-ón de la fe, población,
fundación de ciudades, etc. , y contenidas en las ordenanzas de Burgos -1512-, V alladolid
-H13-H23~ "f Granada -1526.
118 HISTORIA DE HUÁNUCO
la ciudad d.e Los Reyes e juntó sesenta e tres españoles, e con ellos e
con maestros herreros y carpinteros para hacer barcas, si para los ríos
las hubiesen menester, se partió de Los Reyes e volvió adonde había de-
jado a Mercadillo, el cual, como se vido, con ciento e ochenta e cinco
españoles, de a pie e de a caballo, se partió de allí donde estaba por el
río de los Chuchupachos abajo ... e no queriendo tomar el consejo de
los indios naturales, ni aun el de los .españoles, mandó que fuesen ca-
minando a la parte de Oriente, por caminos tan ásperos e tan crecidas
sierras, que aina todos los caballos se les despeñaran ... E siguiendo
el camino que llevaba allegó a una provincia que ha por nombre Maina,
poblada de unos indios crecidos, belicosos, y en ella hallaron bastimento
con que pudieron reformar ... " 5 •
Pese a lo inhóspito de la naturaleza, la falta de alimentos y la re-
sistencia de los indios, Mercadillo prosiguió su entrada, siempre hacia
el oriente, para no penetrar en la Gobernación del Mariscal Alonso de
Alvarado, que estaba en Chachapoyas, y para evitar que sus hombres
se fueran hacia aquél.
Diezmada la tropa por los rigores de la sdva, acosada por las en-
fermedades y rendidos de hambre, notificaron a Me1;::adillo, mediante
Escribano, para que regresara al punto de partida. Pero como Merca-
dillo, con su terquedad, quería pasar adelante, se le sublevaron todos
sus hombres, lo apresaron y condujeron a Jauja de donde habían par-
tido meses antes.
"Después de haberle prendido, manifiesta Cieza, le pusieron guar-
dias e hicieron cont r d él un proceso d~ los juramentos que había hecho
y de otras cosas tocantes a la Inquisición, y se volvieron a Xauxa,
donde los dejaremos" 6 •
Jiménez de la Espada, sostiene que Mercadillo, internándose por las
selvas huanuqueñas, habría pasado el Pongo de Aguirre, sobre .el río
Huallaga, y avanzando por los montes que separan el Paranapura y
las fuentes del Aypena, habría llegado a la provincia de los Mainas~
en la zona baja del río Marañón. Aún más, conforme a un documento
descubierto en el Archivo Real de Lisboa por el Visconde de Porto Se-
guro, don Adolfo Varnhagen -carta de Diego Nunnes a D. Joao III
(Rey del Portugal)-, los hombres del capitán Mercadillo, mientras
éste se hallaba enfermo y después de un viaje de 2 5 dí as, habrían
5 CrnzA DE LEÓN: Guerra de Las Salinas (Guerras civiles del Perú). T. I, Capt. LXXIX,
p. 388.
G CIEZA: Libr. cit., Capt. cit., p. 389.
CONQUISTA Y COLONIA 121
13 GARCILASO ~ Los Comentarios Reales de los Incas, T. 1, 2• Part., Libr. 111, Capt. II,
p. 244.
14 Cita de PoRRAs BARRENECHEA: Peruanidad del descubrimiento del Amazonas, cit.
15 Carta del Lic. Cristóbal Vaca de Castro al Emperador, etc. "Cartas de Indias",
p. 486 .
16 C1EZA: La Guerra de Chupas (Guerras civiles del Perú) , T. 11, Capt. LXXXII,
p. 292. Nicanor G. Ochoa, en la p. 14 de Recursos Minerales de la Provinci;i de Hudwuco,
inserta lo siguiente con relacj.ón a Illatopa: "Juan de Veraguas (?) Y otros derrotaron a
los huancachupas en Pomacán, y se apoderaron del tirano Illatopa". Ignoramos de qué fuente
c btuvo dicho dato; particularmente, de haber sido apresado en Pomacán el caudillo indio.
(Pomacán es lugar perteneciente a Huácar, provincia de Ambo). En un documento del siglo
XVI, se dice que Juan de Vargas "vecino de Huánuco, natural de Fresera, que siempre se
ha mostrado celoso en servicio de S. M.".
124 HISTORIA DE HUÁNUCO
"delante del río Maule", hasta !tata, a la vanguardia de las tropas (e). Y como en Chile
no hallaron las riquezas soñadas, volvieron al Cusco al terminarse el sitio de Manco Inca.
Producida la guerra civil entre Almagro el Viejo y los hermanes Pizarro, actuó de capitán
de caballería de los de Chile. Con su colaboración, Almagro pudo tomar el Cusco. Al
acercarse a esta población las tropas pizarristas, que al mando del Mariscal Alvarado venían
de Lima, Gómez de Alvarado fué jefe de la misión parlamentar'ia. El fundador de Chacha-
poyas -don Alonso-- lo apresó y cargó de grillos. Puesto en libertad por Almagro, des-
pués de la batalla de Puente de Abancay, siguió distinguiéndose como uno de sus más adictos
c.1pitanes. Por su intervención, se respetó la vida de Hernando Pizarro, prisionero de Almagro,
en el Cusco. En la campaña almagrista a la costa, formó en la comitiva que, en Mala, trató
con los pizarristas. Al iniciarse a campaña que iba a terminar con su derrota, Almagro
le nombró su abanderado; asistiendo con tal carácter, a la batalla de Las Salinas ~26 de
abril de 15 3 8- donde cayó prisionero, siendo conducido al Cusco. De esta ciudad se
le llevó a Jauja, bajo custodia del Mariscal Alv:arado. El Marqués don Franqisco Pizarro
le trató con distinción, poniéndolo en libertad; y mandándolo a la provincia de los Huanc1-o
Chupachor, con la misión de fundar una ciudad española, luego de reducir a Illatopa,
capitán inca que andaba alzado en armas desde 1539, y que, en la rebelión de Manco 2 9
lo había secundado en la región de Wuanuko, Chacha poyas y Bombón. En julio de 15 3 8,
se dirigió, desde Lima, a la provincia de Guanuco (.f). Le acom(pañaron distinguidos sol-
dados almagristas. Después de algunos encuentros con Illatopa, que se retiró a Mancha
o Manchay -Huacrachuco-- previo los requisitos legales. Alvarado fundó la ciudad de
la Asunción de Huánuco en 15 de Agosto de 15 39, día de La Asunción, en las pampas
de Huánuco el Viejo; nombrando como a sus primeros alcaldes a Rodrigo Martínez y a
Diego de Carbajal, y como jefe de armas a Juan de Vargas. A pocos meses de fundada la
ciudad, por discrepancias con Pizarro, que la dejó reducida a la categoría de villa, Alvarado
la abandonó y se dirigi·Ó a Lima. Otra causa de su retiro fué que Illatopa había llegado
a sitiar la ciudad, amenazando con arrasarla. (Según Diego de Aguilar 'Y de Córdoba, vecino
de Huánuco por mediados del siglo XVI, el propio Gómez de Alvarado trasladó la ciudad
al valle P.aucar-pampa, Huancapampa o Pilco, 'Y el mismo año de 15 39, secundado por
Pedro Barroso quien descubrió al nombrado valle). En Lima, por razones personales, don
Gómez tuvo un lance de honor con don Alonso de Alvarado; llegando el caso hasta la
mediación de Pizarro, quien se inclinó a favor del segundo; actitud del Marqués que resintió,
una vez más, a Gómez de Alvarado. Hecho público el odio de los almagristas contra Pizarro
y consumado el asesinato de éste -Junio de 1541-; Gómez de Alvarado reprochó su
muerte. Persuadido por sus antiguos amigos de Chile, recono2U? el gobierno de Almagro el
Mozo. Pero, días después, se fugó, secretamente, a Trujillo, en compañía de Juan de Saa-
vedra, Diego de Aguero, Rodrigo Nieto y otros. En esta ciudad organizó milicias bajo
el estandarte real. Llegado al Perú Vaca de Castro, le nombró c,apitán de a caballo. Al
frente de un escuadrón de caballería, el fundador de Huánuco as?¡stió a la batalla de
Chupas, juntamente con Juan de Saavedra, Gómez de Tordoya y otros. En Chupas cayó
herido, en 16 de setiembre de 15 42; falleciendo en Vilcas, días después; y siendo sepultado
en la Iglesia Mayor de Huamanga, hoy San Crist·Óbal, junto a Gómez de Tordoya (g) .
.Allí en una tumba, no identificada, descansan los restos del noble conquistador de Nica-
CONQUISTA Y COLONIA 127
por obligar a esue caballero, y por este medio divertir, y amansar a los
de Chile ... porque ... andaban derramados, pobres, y desfavorecidos ...
Llamado, pues, a Gómez de Alvarado, le significó su voluntad, el cual
tenía puesta su esperanza, en que a Don Diego d.e Almagro el Mozo,
se mandaría restituir la Governación de su Padre ... , y había venido a
negociar en la Corte su Hermano Diego de Alvarado; visto que éste
se tardaba, y había gastado lo que tenía, socorriendo a las necesidades
que padecían los de Chile, y que ya no se podía sustentar, la necesidad
lo hizo ob.edecer a lo que nunca había pensado; publicada esta deter-
minación del Marqués, los vecinos de los· Reyes sre agraviaron, diciendo,
que con la población de Guamanga se les había acortado los términos,
y que aora se acortaban de manera, que recibían gran perjuicio ... " 2 •
Con la provisión que le confirió el Conquistador del Prerú, Alvarado
preparó su empresa y publicando su misión, para que viniesen a él los
que querían alistarse, hizo acopio de hombres.
A principios de julio de 15 39, al mando de un destacamento mi-
litar, suponemos no menor de 5O hombres, Al varado salió desde Lima,
por Jauja, a la "provincia de Guanuco"; llevando como a su Maestre
de Campo a Juan de Vargas 3 • En la expedición marchaban muchos
cernos sobre nuestro personaje: Poder de Gómez de Alvarado a Hernando d:e Sosa, en
Lima, Mayo 28 de 15 39. Colección Harkness, P. 28, 'Y en el mismo que aparece la
aut·Ógrafa del fundador de Huánuco. - (e). En las Informaciones de servicios de Bartolomé
Díaz y Rodrigo Cantos, los tesügos declaran, uniformemente, que Gómez de Alvarado
estuvo en Chile por mandato de Almagro el ·viejo. Probanzas de servioio5 de Bartolomé
Díaz en la conquista del Perú y Chile, año 1561. Juicio de límites entre Perú y Bolivia,
T. VIII, p. 5 3. En pleno invierno de 15 3 6, por el Valle Central, Gómez' de Alv-arado, con
60 españoles y 20 infantes, llegó al río !tata ... después de dos mes.es y luego de vencer
a los indios volvió del valle del Aconcagua donde Almagro. Sergio Villalobos y Orlando
Mallafe: Diego de Almagro y el descubrimiento de Chile. Prólogo de Gmo. Feliú Cruz.
19 54. Universidad de Chile. - (f). Garcilaso dice que Hernando Pizarro envió a Gómez
de Alvarado a Huánuco, desde el Cusco1. Mendiburu -afianzándose en Montesinos- sostiene
que Gómez de Al varado fué enviado, desde Lima, por el Marqués, como es lógico suponer;
ya que Hernando no pudo conferirle ningún pod:er para fundar ciudad, ni hacerle su
teniente, no siendo él el Gobernador del Perú. - (g). Cieza de León: " ... a Gómez de Al va-
rado le dió cierta enfermedad de la cual murió en Vilcas, e fué llevado su cuerpo a enterrar
a Guamanga, donde habían ya llevado a Gómez de Tordoya". La guerra de Chupas, Capt.
LXXIX, P. 283. Garcilaso, por su parte, afirma: que Gómez de Alvarado falleció a conse-
cuencia de las heridas recibidas en Chupas. Los Comentarios Reales de los Incas, Capt. XVIII,
Libr. 111, 2~ part, P. 297. La Iglesia Mayor de San Juan de la Frontera de Guamanga, o de
la Victoria, es hoy la de San Cristóbal que personalmente visitamos en la ciudad de Aya-
cucho. Empero, no hallamos huella alguna de tumbas coloniales.
2 ANTONIO DE HERRERA: Historia General de los Hechos de los Castellanos en las
Islas y Tierr.a Firme del Mar Océano. Decad. VI. Libr. VIII, Capt. V, P. 177.
3 Montesinos escribe que Pizarro "envió a Gómez de Al varado, en 15 3 8, a la con-
quist; d~ Bombón o Huánuco". Anales del Perú. T. 1 9 , p. 101. La fecha que da el nom-
brado cronista, es errónea. Porque tal e1Cpedición, como está dicho, fué realizada en Julio
Un ~ecror dd camino inca ico que unía Cusco con Quito, pasand o por Hu;Í nuc o el Viejo.
Atraviesa la la g una de G 11 af!,arcocha , a poca distancia de la última, antigua y famo sa ci udad.
(Fo to: V. \'V'. von Hagen.)
Ca mino incaico, con innun~c rab l es gradas hechas de picda o cava da s en la roca viva. J uri~
dicci-O n del pueblo de Raños, Dos de Mayo. (Foto: V. W. vo n 1 Ia ge n .)
Una de las portadas dd Palacio del I nca, en Hu:ínuco el Viejo. (Foto: B. Greig.)
de 1539. Pues, consta que el 28 de mayo de este año, Gómez de Alvarado estuvo en Lima,
otorgando carta-poder a don Diego de Alvarado, Hernando de Sosa y Capitán Juan de
Espínoza, para que éstos, en su nombre, solicitaran de la Corona reconocimiento de sus
servicios en la conquista de estas tierras. "Colección The Harkness", Catálogo, p. 98.
4 Gómez de Alvarado, lo suponemos, se rigió de la provisión que le expidiera Pizarro
y a las Leyes de Burgos y Ordenanzas de Valladolid -1523~ y de Granada -1526-
confirmadas por Felipe II en las "Ordenanzas Sobre Nuevos Descubrimientos y Conquista
y Pacificación", dadas en el Bosque de Segovia, en 1573, cuyos títulos XXXIV y LX se
e cu pan de la fundación de poblaciones. La Ordenanza II, de l 5 23 , referente a fundaciones,
a texto, dice: "Habiéndose hecho el descubrimiento por mar o tierra . . . el sitio de los
lugares donde se han de hacer las nuevas poblaciones . . . y las demás poblaciones la tierra
adentro elijan el sitio de los que tuvieren vacantes, y por disposición nuestra se• pueda
ocupar, sin per¡u1c10 de lc.s indios, y naturales, o con su libre consentimiento; y cuando
hagan la planta del lugar, repártanlo por sus plazas, calles, y solares a cordel y regla;
comenzando desde la plaza mayor, y sacando desde ella las c all es a las puertas y caminos
principales, y dejando tanto compás abierto, que aunque la pobl ación vaya en gran cre-
cimiento, se pueda siempre proseguir y dilatar en la misma forma. Procuren ten er el agu a
cerca, y que se pueda conducir al pueblo 'Y heredades" . . . Recopilar:ión de Ley t>s de los
Reinos de las Indias. T . 2 9 , Libr. IV, T í t. VII.
130 HISTORIA DE HUÁNUCO
\..
:> Los actos que aparejaban la fundación legal de una ciudad, eran de dos clases: los
precedentes y los propiamente ceremoniosos; los que se realizaban en el mismo día o subsi-
guientes. Entre los actos precedentes estaban: la elección del lug·ar y el asentimiento de
paces con los indios. Los de procedimiento o forzosos, eran los siguientes: acto de posesión,
colocación del rollo o picota, acto de protestaci.ón, ceremonia del reto, fundación de la
Iglesia y celebraáón de la primera Misa, ubicación de la Plaza Mayor, designación de solares
para Cabildo, cárcel, hospital y distribución de solares y terrenos para los vecinos, instalación
del personal del Cabildo, bando, etc. En la ceremonia del reto, el caudillo armado con todas
sus armas y haciendo con ella campo entre las gentes, decíaº arrebatándose de cólera: "c•ba-
lleros: yo ya tengo fundada la cil¡ldad en nombre de su magestad. Si hay alguna per,sona que
la pretende contradecir, salga conmigo al campo, donde le podré dar batalla, porque saldré en
defensa del Rey, ahora y en cualquier tiempo, defendiéndola como su capitán y como caballero
hijodalgo". Repetido este reto por tercera vez, los circunstantes decían: "La ciudad está. bien
poblada. Viva el Rey Nuestro Señor".~ Celebrada la misa en un altar, en una esquina del
lugar señalado para plaza mayor, y luego que el sacerdote y el fundador indicaban la advoca-
ción que tendría la Iglesia, los soldados hacían salvas con los arcabuces, al son de tambores
y trompetas.
6 Ro-Origo Martínez fué cap1tan y concurrió a la batalla de Chupas, al lado de
Almagro. Diego de Carbajal, sobrino del Factor Illan Suárez de Carbajal estuvo con Gon-
zalo Pizarro y fué comisionado por éste a Arequipa, donde cometi.ó mil villanías. Le
apodaron "El Galán", por su vida erótica. Garcilaso dice que Carbajal con Antonio Viezma,
maltrataron, en Arequipa a muchas mujeres de las que habíanse señalado por la causa del
Rey, y que forzó a dos de ellas, las cuales tomaron solimán en venganza de la afrenta que
les habían hecho, a imitación de la buena Lucrecia". [,o.t Comenfario.t Reales de los Tncas.
2~ Part., Libr. XXIV, P. 218.
CONQUISTA Y COLONIA 131
9PEDRO CrnzA DE LEÓN: La C rónica General del Perú. T. l 9 , Cape. LXXIX. Que
trata de la fundación de la ciudad de Leon de Guanuco, y quien fué el fundador della,
p. 243.
10 El Marañón, Libr. I, Capt. VII: Descripción de la provincia de Huánuco y
nac imiento del Marañón. Col. Bibl. C ultur a Peruana. Apogeo de la Literatura Colonial.
T. V, P. 326.
11 Cró11ica Moralizada del Orden de San Agustín en el Perú. Capt. XVIII, P. 891.
Los españoles llamaban Sefiora de Agc·s to, a la Virgen de la Asunción o Asunta, cuya focha
se celebra el 15 de agosto de cada afio.
CO:-\QUIST A Y COLONIA 133
12 En la cédula por la que el Rey don Felipe II otorgó escudo de armas a Miguel
Pareja de León, se lee: " ... y después fuistes en compañía del Mariscal Alonso de Alvarado a
conquistar la provincia de los Chae;hapCJJ)laS .... e que yendoos a juntar con el capitán Gómezi
de Alvarado el Viejo, que iba a conquistar las provincias de Guanuco pasastes por los de
1'.fancha, a donde hallaste cinco españoles con los cuales estuviste cercados nueve meses de un
principal y mucha cantidad de indios y en el dicho tiempo tuviste con ellos muchos reen-
cuentros, al cabo de los cuales rompiste con ayuda de algunos indios amigos, y allanaste la
tierra, y pacificada, vos fuiste a juntar con el dicho capitán Gómez de Alvarado y le ayu-
daste a poblar el pueblo de Guanuco ... e que acabada de so.segar la tierra Y castigados los
alterados, os hallaste en compañía del capitán Pedro de Puelles en la conquista y allanamiento
del pueblo de Xauxa e otros que se habían revelado y muerto los naturales de ella a algunos
españoles ... ". Extractado· de "El Escudo de Armas de Miguel Pareja de León", publicado por
don Noé M. Castillo, quien no dice la fuente dónde lo tomó. "La Defensa", edición de 28
de julio de 1937, Huánuco, p. 14.
13 HERRERA: Historia Grneral, etc., Décd. VI, Libr. VIII, Cape. cit., p. 178.
14 HERRERA: Libr. cit., Década VII, Libr. IV, Capt. IV, p. 68. Por su parte, Fray
DJEGO DE CóRDOVA y SALINAS: " ... fundó la ciudad en 15 39 el capitán Gómez de Alva-
rado, por orden del Marqués don Francisco Pi7arro. Después se despobJ.ó Y reedificó Ped,ro
de Fuelles ... " Libr. VI, P. 547. (Crónica dr la Religiosísima Pro1·ir1cia dr los Doce Apos-
tolrs del Perú).
134 HISTORIA DE HUÁNUCO
nuco el Viejo por Gómez de Alvarado. De esta intervención de Barroso, no existe documento
alguno, cerno tampoco existe sobre el mes y año de didha traslación. Barroso, desde diciembre
de 1539 a abril de 15 40, aparece radicado en Camaná, como Alcalde Ordinario; asimismo
figura en febrero de 15 40 como testigo en un poder de Pedro Pizarro a favor de Gómez
Hernández; en 3 de abril del mismo año en el pode'r conferido por el Cabildo de Arequipa,
en su primera sede de Camaná, a favor del Capitán Garcí Manuel de Carbajal y Luis León;
en 2 de octubre de 1540 y en mayo de 1541 el Cabildo de Arequipa le da poder a "Pedro
Barroso ausente" (c). En el acta de distribución de solares, luego de la traslación de Are-
quipa al valle del M~sti, 15 de agosto de 1540; Barroso recibe 12 fanegadas de cierra en el
barrio La Chimba, 15 de septiembre de 1540 ( d). Producida la sublevación de Gonzalo
Pizarro contra el Virrey Blasco Núñez de Vela, radicado en Arequipa, tomó el bando
del Rey. Pero, obligado por Carbajal y el rebelde GonZ3lo, figura entr'e los que secundaron
l; rebelión y oblaron dinero para mantener la campaña. Una vez que La Gasea desembarcó
en el Perú y organizó sus huestes, los de Arequipa, en Cabildo abierto, desconocá,eron la
autoridad de Gonzalo Pizarra, decretando la prisión de Lucas Martínez, Teniente de Gon-
zalo, por Acta de 12 de junio de 1547. En ella figura a favor de la causa real. En 1548
aparece como Alcalde Ordinario de Arequipa, 24 de diciembre. - El único documento en
que Barroso actúa en Huánuco, es la Relación enviada por Juan de Saavedra sobre repar-
timientos de dicha ciudad, 1548. Dice: Juan Sánchez posee por cédula de Barroso teniente
del Marqués la mitad de los Yach2s . . . confirmolos Vaca de Castro". (Rafael Loredo:
Los REPARTOS, p. 242.) Barroso obtuvo título nobiliario en 1540. Una "toma de razón".
dice: "Este día se despachó un privilegio de armas para Pedro Barroso conquistador de la
provincia del Perú. Firmado del cardenal de Sevilla y del doctor Beltrán y obispo de Lugo
y doctor Bernal y Velásquez de Samano." Madrid, 22 de agosto de 1540 ( f). Ostentaba el
tí culo nobiliario de "Muy Magnífico Señor"; documento fechado en Arequipa, 2 Febrero,
1548. - (a) Probanza de servicios del capitán Pedro Barroso en la ciudad de Granada,
del Consejo de las Indias. Nicaragua, 13 de diciembre de 15 33. P. Víctor M. Barriga: Dorn-
mentos para la Historia de Arequipa. 1534-1575. T. II, p. 17 y sigcs.- (b) Informadón de
Indias. Cusco, 21 de febrero de 15 39. P. Víctor M. Barriga: Docume11los para la His-
toria de Areq11ipa. T. citado, p. 54 y sigcs. - (c) P. Víctor M. Barriga: Documentos para
la Historia de Arequipa, 1534-1558. T. I, págs. 90, 131, 270. T. II, págs. 82, 11, 116.-
(d) Víctor M. Barriga: libro cit. T. I, p. 82. - (e) Víctor M. '. Barriga, libro cit. T. Ir,
p. 194 ~ (f) Santiago Montoto: Colección de Documrnlos lnéefitos para la Historia de
ibero-América T. II: "Nobiliario Hispano Americano del siglo XVI", p. 47.
lG Cieza: Lbr. cit. Cape. cit., p. 243.
17 Herrera: Lbr. cit. Cape. cit.
18 Calancha: Lbr. cit. Cape. cit.
136 HISTORIA DE HUÁNUCO
E standarte era conducido del Cabildo a la casa del Alférez Real, en medio de ví rores y
promesas de lealtad al Rey, y a lc·s gritos de: "Castilla, Castilla, León, León, Perú, Perú.
Por su Magestad el Rey, Nuestro Señor". A esta ceremonia se llamaba el "Paseo del Es-
tandarte".
2!> "Diego de Agüero ... se partió luego a Trujillo. Con él fué Rodrigo Núñez, ve-
cino de Guánuco, que también estaba mal con Vaca de Castro, por le haber quitado los indios
de repartimiento, por haber guiado a don Diego de Almagro el Mozo". La Guerra de-
Quito. Capt. VII. p. 29.
2G GARCILASO: Los Com entarios Reales de los Incas. 2~ Part., Libr. III, Capt. X.
p. 268.
27 " ... y después escrevi a Lima y enbie el mismo despacho por quatro vías, con cartas
para el Cabildo y para otras personas que solían ser de su parte y agora les son contrarios,
como es Gómez de Alvarado y otras personas de calidad." Carta del Licenciado Cristóbal
Vaca de Castro al Emperador Don Caries participándole el asesinato del marqués Don Fran-
cisco Pizarro y la. rebelión de Don Diego de Almagro, el mc(lo. Quito, 15 de noviembre de
l 5 41. Gobernantes del Perú. Cartas y Papeles. Siglo XVI. T. I, p. 3 2.
CONQUISTA Y COLONIA 139
. :?8 Carta del Licenciado Cristóbal. Vaca de Castro al Emperador Dc.n Carlos dándole
cuenta de la sublevación y castigo de Don Diego de Almagro el Mozo, y otros importantes
asuntos. Cusco, 24 de noviembre de 1542. Gobern1111tes del Perú. Cartas Y Papeles. Siglo
XVI. T . I, p. 68 . También en: Cartas de lndiar, LXXXII, p. 486.
2!J Cieza de León: "La Guerra de Chupas." Capt. LXXXII. p. 291.
140 HISTORIA DE HUÁNUCO
;w HERRERA: Historia General, etc., cit.; Décd. VII, Libr. IV, c~pt. IV, p . 68 '
:n Calancha: Lbr. cit., Capt. oir., p. 890.
CONQUISTA Y COLONIA 141
según afirman algunos cronistas, fué quien indujo al Lic. Suárez de Carbajal mandase
co rtar la cabeza del Virrey y la pusiese en la picota. Al tener noticia del desembarco
de La Gasea, en Panamá, orgamz·o tropas en Quito para enfrentarse a dicho comisionado.
Pasado unos días, Puelles, con gran olfato, quiso pasarse al bando del Rey, abandonando
a Gonzalo Pizarr~. Pero su Teniente Rodrigo de Salazar y Diego Urbina complotaron
contra él y lo victimaron a puñaladas en su propio lecho; siendo expuesta su cabeza en
la picota, arrastrados sus miembros por las calles y sus entrañas comidas por los perro15.
(A Sal azar se le adjudicó la encomienda de Otavalo) ( d). Puelles fué sanguinario y
cruel. Ya dijimos, en Huánuco hacía trabajar a los indios en forma inhumana; y en
Quito mandó ahorcar al suegro de un tal Frutus, por haber éste victimado a un hijo
espurio de Gonzalo Pizarra, cuyos desmanes amorosos los secundaba. Dejó varios hijos,
dos menores: un hombre y una mujercita llamada Eugenia. Una de sus hijas -dice
Gutiérrez de Santa Clara- estuvo casada con el capitán Diego Díaz de Pineda, quien
enviado a Huánuco por el Virrey Blasco Núñez de Vela se juntó a Puelles, para engrosar
las filas de Gonzalo Pizarra. El cronista Herrera afirma que Puelles era de familia de-
cente; pero ambicioso, cruel, sanguinario y tirano (e). Cieza, por su parte, escribe: "era
astuto en la guerra de les indios, y buen republicano, y que mucho bien los sabía gober-
nar" (f). Pues, era gran organizador y tenía experiencia en el gobierno. Pudles pertenecía
a la falange de aquellos trágicos soldados, a aquellos "animales bimanos de presa"; como
Carbajal, Alonso de Toro, Hernando de Bachicao y demás, que ensangrentaron el Pe-
rú. - (a) Sergio Elías Ortiz: Crónic<as de la ciudad de Pasto, p. 4. - Gobernantes del
Perú. Cartas y Papeles. Siglo XVI. T. I, p. 68. - (e) Pedro Gutiérrez de Santa Clara
Historia de las Guerras Cid/es del Perií. 1544-1548. T. I, p. 182.- (d) Cieza: Las Guerras
de Quito. T. I, Capt. XIV, p. 749. - (e) Herrera: Historia General de los Hechos, etc.-
(f) Cieza, Lbr. y Capt. citados.
CAI"ÍTULO III
La situación política y social del Perú por 1542. Las "Nuevas Leyes", el Virrey Blasco Núiie::
de Vela y la rebelión de Gonzalo Pizarra. La cam.pa1ía de La Gasea y la acción de Jaqui-
jabua11a. La actitud y el co11curso de rrlos de Huánuco" en esta guerra. El almmir:nto áe
Hemá11de::; Girón, en 15 53. La captura del rebelde por los capitanes "huamtqueños" Miguel
de la Serna, Juan Tello de Sotomayor y Gómez Arias Dávila. Los servicios prestados por los
indios de Huánuco en la pacificación del Virreinato.
criar ganados, para con sus lanas cubrir sus desnudeces. De aquí que,
a los 1 O años de la invasión de Pizarro, anduviesen los indios hambrien-
tos y d.~snudos, y a expensas de los caprichos de sus codiciosos "amos".
Este trato, al margen de toda humanidad y amparo legal, había
producido la rápida despoblación del país, y amenazaba con la desa-
parición de la raza india, sobre la que pesaba la economía de la Co-
lonia y, por consiguiente, el beneficio de la Corona. ·
Tan .~ra lastimera la condición del aborigen, que se levantaron
voces valientes y generosas, que la denunciaron ante la autoridad real.
Y como la exacción había sido mayor en las Antillas, de estas islas sa-
lieron los más ardientes defensores del indio; rWtre otros, Fray Monte-
sinos, culminando en Fray Bartolomé de las Casas, el célebre Obispo
de Chiapa.
Después de una larga campaña, De las Casas hizo llegar su voz ante
el Emperador Carlos V, y tan fundam~ntadas fueron sus acusaciones
que la Corona reunió, en Valladolid, una Junta compuesta por juristas
y legos, que debería dictar leyes para poner fin a tanta infamia e in-
humanidad con los indios.
La Junta redactó las llamadas "Nuevas Leyes", que declaraban la
libertad de los indios, regulaba su trabajo librándolos de los excesos,
prohibía que tuviesen repartimientos de indios los funcionarios pú-
blicos, los eclesiásticos y comunidades religiosas, y que sólo el Rey podía
otorgarlos. Particularmente para el Perú, se ordenó: quitasen las en-
comiendas a los que habían militado en las luchas entre Almagro y
Pizarro, y a los que habían abusado y dado malos tratos a los indios 1 •
Para hacer cumplir este código, promulgado en Barcelona en 20
de novi.~mbre de 1542 y ratificado y ampliado por las Ordenanzas de
Valladolid de 4 de junio de 15 4 3, se acordó -nombrar como Virrey del
Perú a Blasco Núñez de Vela, que, asesorado por una Audiencia, ten-
dría por sede la ciudad de Lima.
El nuevo Virrey, embarcado en 8 de novi·~mbre de 15 4 3 en San
Lúcar, juntamente con los cuatro miembros de la Audiencia y nu-
meroso séquito, llegó a Nombre de Dios en enero de 15 44, y luego a
Tumbes. Ejecutando en dichos lugares, drásticam.~nte, lo que man-
daban las ordenanzas de las que era portador.
Al sabene, en el Perú, de Ias "Nuevas Leyes", hubo conmoción
social; ya que, por ellas, de la noch~ a la mañana, los poderosos enco-
menderos caían en la pobreza. Y al noticiarse del a~ribo del Virrey a
1 Ver en nuestro libro "El Derecho Indiano a través de Nueva Crónica y su influencia
en la vida social peruana", Capt. IV. Las Nuevas Leyes de 15 42, p. 69.
CONQUISTA Y COLONIA 145
A grega, " como estas nuevas fu esen a Los Reyes, sabidas por el vi-
sorrey, fué grande el sentimiento que mostró ... no dejando de quejarse
d e la deslealtad de Pedro de Puélles y poca verdad de Villégas ... y
q ue si la gente que estaba junta en la ciudad de Los Reyes fuese
leal, era bastante para castigallo a él y a los traidores que con él se había!l
juntado ... Y que aun no tanto por lo que tocaba el castigo de Jeró-
n imo de Villégas y Pedro de Puélles, cuanto por el temor que pondría
en los suyos y desmayo de los enemigos, convenía ir al camino, para
p rocurar de los prender. Y dichas otras razones ... pareció que luego
con gran presteza convenía enviar soldados arcabuceros y con ellos al
capitán Gonzalo Díaz de Pineda, para que fuesen a la puente del río
que pasa por Jauja, a donde sin falta les tomarían y prenderían o ma-
tarían ... Esto pasado, el Visorrey llamó a Gonzalo Díaz) al cual, des-
p ués de haberle abrazado, le dijo que hici.ese como buen caballero y
capitán, y que su hermano iba por su soldado; que procurase darse
m aña para que los que se iban a juntar con Pizarra fuesen muertos o pre-
ceros y de a caballo, cambió pareceres p rincip almente con Juan de Piedrahita, vecino del
Cusco. Y lo secundaron Fran cisco de Espinosa, Juan de la Serna, Pedro de Retamales, Juan
Fernández, Enrique de Ovalle, J uan Cabanill as y otros gonzalistas". Historia de las Guerras
Cfriles del Perú". ( 15 44-15 4 8). T . I, p . 18 5. - D ebemos a Rafael Loredo, acucioso investi-
gador peruano, de todo lo r eferente a la R ebelión de Gonzalo Pizarro, el texto de un docu-
men to que damos a continuac j.ón y en el mism o q ue figuran los encomenderos y los soldados
que estuvieron en Huánuco por la causa de Gonzalo y por el Rey, en dicha alteración . Dice ;
"Los vecinos de la ciudad de Guanuco que han servido a Gonzalo Pizarro desque se leventó, i
han sido con el en todos lc·s desa tin os, hasta q ue V. S. entró en la tierra que le vinieron a
servir, son los siguientes: Rodrigo Nieto, Juan d e Arg ama, Antonio de Grado, Juan de Mori,
Hernando Alonso Malpartida, el c apitán Juan de Saa vedra, Bartolomé de T arazana. Juan
Sá n chez, el Lic. Rodrigo Niñ o, Christobal de Torres: estos salieron de Lima en seg uimiento
del Virei hasta Quito, i se hallaron en la bat alla i muerte del Virei; Los que salieron de
Gua n uco con Pedro de Puelles a servir a Gonz alo Pizarro est.ando el Virei en Lima son los
siguientes, y llegaron a Guamanga donde encontraron a Gon zalo Pizarro i entr aron con el en
Lima con mano .armad a', Antonio de Grado, R odrigo Tinoco, Juan de Argam a, R odrigo Niet o,
Garcí Hernández, Juan Robles; este tiene vecindad y no Indios; Man dó Gonzalo Pizarro qu e
quedasen en el pueblo por ser sus amigos y pana sostenelle de su pa rte y en su nombre; A
Ga r cí Hernandez por Alcalde, fue perseguidor de los servidores de S. M., Rodrigo T inoco,
Juan de Robles, Juan Estevan Silvestre, persig uio con ju ramen t os a los servidores del R ei
como V. S. verá por el proceso que el capitán Juan Saavedra hiz o contra los servidores del
Rei venidos de Quito, por teniente de Guanuco. Los vecin os i soldados que conm igo alli sir-
vieron a S. M. son los siguientes; Garci Sá nchez, Gonzalo de Guzmán, Herna ndo de Vega
aunque prevaricó muerto el Virei; Los soldados servidores de S. M. q ue allí hasta ago ra h an
servido al Rei fielmente sin haver errado son los siguientes; Alonso de Barrion uevo el de la
mano cortada, Bernardino de Loaisa, Hernando Baraona, Juan de Escavar, Juan Sánchez del
Rareo, Martín de Guzmán, Diego de Al ler, Rodrigo Paz que fue a Quit o el otr o d ía,
Francisco Vasquez, B·artholome de Segura, Sebastián de Cazalla, Francisco Hern andez Esc ri-
vano, Rod r igo Pineda; Estos todos h:m venido a servir a V. S. y están aquí i estos son los
que V. S. dixo que se los diese por memoria, lo qua! suplico a V. S. les haga mercedes pues
en obras y voluntad siempre han servido a S. M.". "Los Repartos". Guanuco. p, 246.
148 HISTORIA DE HUÁ~UCO
!) G ARCILASO : Los Co 111 r11/a rio~ R eales de los In cas. 2'' Par t. , c ~ p t . XXIV, p. 2-47.
154 HISTORIA DE HUÁNUCO
ammo llegó al estallido de un motín, que tuvo que ser sofocado con
la pena de muerte de uno de los principales agitadores. Sólo así se cal-
maron los revoltosos, evitándose por el momento la anarquía. Aunque,
tiempo después, habría de estallar nuevos complots que culminarían
con el alzami,mto de Hernández Girón.
Los beneficiados con repartimientos de indios en la jurisdicción de
la ciudad de León de Huánuco, llegaron a 30, cuya nómina damos en
capítulo aparte 10 •
Y como los indios chupachos, al mando de su cacique Felipe Masgo,
contribuyeron a la campaña de pacificación, sirviendo de cargueros y
auxiliares, La Gasea otorgó al dicho Masgo y a los indios de la huaranga
de Cochahuanca, un terreno de una cuadra de cuatro solares en el
barrio de Acraysuncho de la ciudad de Huánuco 11 •
10 Ver en este libro: Terc er a Parte: Co11quisfa y Colonia. Capt. VIII: La encomienda
en Huánuco.
11 Este dato consigna Monset"'1or Berro a en su Monografía Eclesiástica de la Dióasis
dr Huá1111co y J1111í11. P. 15.
CONQUISTA Y COLONIA 155
avanzada del ejército real y como tal soportaron la acc1on de Villacuri
-pasado Pachacámac- en que el rebelde los batió, desbaratándolos.
Como lo dice el propio Gómez Arias: "Fuí en compañía de Pablo de
Meneses, vuestro maestre de campo, desde Pachacáma, en seguimiento
del dicho tirano y su gente, hasta el valle de lea, donde rrebolvió sobre
nosotros con toda su gente por saber que héramos pocos, dándonos
alcance hasta que nos desbarató en Villacuri" i:i.
En Chuquinga, cercanías de Abancay, Hernández Girón derrotó a
las tropas de Alvarado; y luego se enfrentó a los Oidores que, por la vía
del Cusca, iban en su busca.
Presentando batalla en Pucará, Hernández Girón fué derrotado;
escapando, con parte de su ejército, hacia Huamanga. Fueron destacados
en su persecución Miguel de la Serna, capitán de a caballo, y Juan Tello
de Sotomayor, capitán de infantería, vecinos encom•enderos de Huá-
nuco, que como dijimos, habían acudido con 140 hombres armados con
su peculio, al servicio del Rey. Estos distinguidos soldados, que lo se-
guían desde el Cusco, lo desbarataron en cercanías del pu,eblo de Tambo,
del valle de Jauja. Y Gómez Arias Dávila, Esteban Silvestre y Her-
nando Pantoja, lo apresaron; conduciéndolo a Lima, donde a pocos
días de su llegada, fué degollado, d.espués de un corto proceso, por
traidor a la Corona.
Garcilaso da testimonio de la hazaña de los soldados "huanuqueños".
"El General Pablo Meneses ... sabiendo que Francisco Hernández iva
hacia Los Reyes, emviaron al maese de campo Don Pablo Portocarrero,
que con ochenta hombres fuese en pos del tirano, por el camino de los
llanos. Y a dos capitanes que havían venido de la ciudad de Huánuco
con dos compañías a servir a Su Majestad en aquella guerra, mandaron
que, como se haían de bolver a sus casas, fuesen con sus compañías por
el camino de la sierra en seguimiento del tirano, por que no se escapase
por la una vía ni por la otra, y les dieron comisión para que hiciesen
justicia de los que prendiesen. Los capitanes, que eran Juan Tello, y Mi-
guel de la Serna, hicieron lo que se les mandó, y llevaron ochenta hom-
bres consigo. En la ciudad de Huamanga supieron que Francisco Hcr-
nández iba por los llanos a Rimac; fueron en busca dél, y a pocas jorna-
das tuvieron nuevas q 1 1e estava quince leguas dellos, con trescientos
hombres de guerra, los ciento y cincuenta arcabuceros ... Los capitanes
se dieron prisa a caminar, hasta que llegaron a vista los unos de los
otros, y fueron a ellos con sus banderas tendidas, y con ochenta indios
12 foformaciones de servic ios del capitán Gómez Arias Dávila. Juicio de Límites entre
el Perzí y Boli vi.a. T. V, p. 178.
156 H1STORIA DE HUÁNUCO
de guerra que los curacas habían juntado para servir a los españoles en
lo que fuera menester".
"Los enemigos, viendo que iban a combatirles, temiendo los caba-
llos qure los capitanes llevaban, que eran cerca de cuarenta, se subie-
ron a un cerro, a tomar unos paredones que en lo alto había, para for-
tificarse en ellos. Los capitanes los siguieron con la determinación de
pelear con ellos, aunque los enemigos tenían ventaja en el sitio; pero
iban confiados en que entonces llevaban ya doscientos indios de guerra.
apercibidos con sus armas que ellos mismos se habían convocado con el
deseo de acabar a los aucas, que así llaman a los tiranos. Estando ya los
capitanes a tiro d.e arcabuz de los enemigos, se les vinieron cuatro o
cinco de ellos, y entre ellos un alférez de Francisco Hernández; el
cual le~ pidió con mucha instancia que no pasasen adelante, que todos
los de Francisco Hernández se les pasarían, que no aventurasen y que
les matasen a algunos de los suyos, pues los tenían ya rendidos. Estando
en esto se pasaron otros diez o doce soldados, aunque los indios de
guerra los maltrataron a pedradas hasta que los capitanes les manda-
ron no lo hiciesen. Lo cual visto por los de Francisco Hernández,
se pasaron todos, que no quedaron con él sino· dos solos ... "
"Francisco Hernández, viéndose desamparado de todos los suyos,
salió del fuerte a que los del rey le matasen o hiciesen dél lo que qui-
siesen. Lo que visto por los dos capitanes, arremetieron con todos los
suyos al fuerte a prrender a Francisco Hernández, y los primeros que
llegaron a él fueron tres hombres nobles, Esteban Silvestre, Góinez
Arias de A vil a y Hern·rndo Pantoja, el cual asió de la celada a Fran-
cisco Hernández; y queriendo él defenderse con su espada le asió de la
guarnición Gómez Arias diciendo que la soltase; y no queriendo Fran-
cisco Hernández soltarla, le puso Esteban Silvestre la lanza a los pechos,
diciendo que lo mataría si no obedecía a Gómez Arias".
"Con esto le rindió la espada a Gómez Arias, y subió a las ancas
del caballo del vencedor, y así lo llevaron preso; y llregados a la dor-
mida, pidió Gómez Arias le hiciesen alcaide del prisionero, que él lo
guardaría y daría cu.enta dél. Los capitanes le concedieron, mandando
que le echasen prisio:ryes, y señalando soldados que lo guardasen, y así
caminaron hasta salir al camino de la sierra, para ir a b. ciudad de los
Reyes. Los capitanes Miguel de la Serna y Juan Tello quisieron, con-
forme a su comisión, hacer justicia de muchos de los de F~ancisco Her-
nández que prendieron en aquel viage. Pero viendo gente noble rendida
y pobre, se apiadaron dellos y los desterraron fu era del reino, a diversas
par tes ... La fama divulgó la prisión de Francisco Hernández .. . En-
CONQUISTA Y COLONIA 157
1:1 GARCILASO: Los Comc11farios Reales d1: los Incas, 2« Part., Libr. VII, C apt. XXIX,
p. 177. Juan Tello de Sotomayor y Cort:ízar, natural de Salteras, Sevilla, era hijo .le un
Jurado o Veinticuatro de Sevilla. ]. RIVA AGÜERO: "Revista de las Españas", N 9 87-8&,
noviembre-diciembre, 1934. Madrid, p. 486.
14 GARCILASO: Libr. cit., Capt. XXX, p. 18 l.
1 :;; En la Provanza d~ sus servicios, Gómez Arias declaró que había gastado, de 510.l
peculio, en la campaña. Juicio de Límites, etc., cit.
lfi BERROA: Mrmografía Eclesiástica di' la Di6crsis de Huán11ro y !unín, p. J ~.
li Nueva Crónica y Bum Gobierno, p . 1.120.
CAPÍTULO IV
!! ¡fiE RNA BÉ C oBO: H ist oria de Lima. (Colee. de Historia del Perú. Pub!. por Gonz:ilcz
de la R osa.) T. I, Libr. I, Capt. III, p. 22.
3 Informe del Subdelegado don Benito O lavarriet:i al lntend ent e de Tarma don Juan
.\farb de Gálvez y Montes de Oca. (Manuscrit o N \' 183, año 1787. Biblioteca Nacional de
Lima.) Cit. por R U1l.ÉN VARGAS UG A!l.TE S. J. en fu.náación dr las ciudades di· Trujillo,
G 11 aman ga y Huánuco. " El Comercio", Liml, 6 de junio, 19 37.
Flanco exterior de la Fortaleza de Huánuco el Viejo. (Foto: Teniente Coello.)
...
Aspecto interior de uno de los edificios de
p asa dizos. (Templo del Sol.) Hufou co el
Viejo. (Fo to: T . de la Mata F. 1954.)
CONQUISTA Y COLONIA 161
4 Se opina que el primer escudo concedido en 1 H2, fué ratificado por el Rey en
8 de agosto de 1543. Es probable que en esta última fecha, Vaca de Castro otorg:ira
el prim er escudo, a estar por la cronología de los acontecimientos de aquella época.
:'.i ]IMÉNEZ DE LA ESPADA: "Vaca de Castro vino al mundo en la aldehuela de Usagre,
junto a Mayorga." La jornada del Capitán Alonso Mercadillo, etc. "Boletín de la Sociedad
Geográfica de Madrid", T. XXXVII, p. 197.
(! No es verídico que para poblar Huánuco, hubieran venido por orden de Carlos I
de füpaña (V de Alemania), 200 famill.as de la nobleza española, como se sostiene en el
r ollero editado por Pérez Achapuri, y que copian muchos escritores, incluyendo a Mon!eñor
Berroa. Quien haya estudiado la política colonizadora de España en sus colonias de América,
p;rticularmente en la primera mitad del siglo XVI, no podrá afirmar tan curioso hecho.
7 Ver en este libro: Tercera Parte: Conquista y Colonia, Capt. 11: Fundación espa!iola
¿e la ciudad de León de Huánuco.
162 HISTORIA DE HUÁNUCO
* * )~
8 El blasón que insert amos en este libro, ha sido confeccionado conforme a la des-
cripci ón de Calancha.
CONQUISTA Y COLONIA 163
tiene al cuello. Al fin se pone un pájaro llamado Pilco, cuyo 110-mbre se dió al río y
ll'rreno de la ciudad, porque preguntando a los indios los nuevos pobladores sobre el nombre
del pájaro, respondieron: Pi leo". Mcnseñor Berroa ha criticado, fundadamente, el escudo
cuya descripci-On acaba de trascribirse. El que esto escribe refutó, ampliamente, a una
opinión del cusqueño y profesor de Botánica Gamarra Hernández, referente al escudo de
Huánuco pintado por el artista Hinostroza y aparecido con nuestras líneas en "El Comer-
cio" de Lima, de 28 julio de 1951. Refutación publicada en el mismo diario, de 10 de
agosto del propio año: "Escudo y Título Nobiliario Coloniales de la Ciudad de Huánuco". -
Cabe también aquí referirnos al lema adulterado. Jamás se denomin-0 a Huánuco del León,
sino. de León; como derivado no del mamífero así nombrado, sino del Reyno de León,
España, en cuyos lindes naciera Vaca de Castro, quien le dió tal nombre. Todos los escri-
tores antiguos y los propios Escribanc.s del Cabildo de Huánuco, particularmente en el
iiglo XVI, escriben: De León, y no Del León. Y ¿de dónde han tomado ciertos autores
las palabras: del Perú, con que rematan el título de Huánuco? En uno solo de los docu-
mentos, oficiales o particulares, del siglo XVI al XVIII, no se hallan dichas palabras. Ningún
c ronista ni escritor serio o ilustrado copia tal agregata, adulterando. el lema nobiliario de
Huánuco. Mal podrá escribirse del Perú, particularmente en el siglo XVI; porque al Perú
actual, en aquellos tiempos, se nombraba Virreinato de Lima o, comúnmente, los Reinos
,fr l PcrtÍ . Las palabras del Perú, rematando el título de Huánuco, comenz.ó a usarse a
raíz de la Independencia. Quie n primero lo empleó fué el anónimo, cuyo texto -repleto de
falsedades- lo dió :i lu z Pércz f _chap1r:.
CAPÍTULO V
El C abildo, Ayuntamien to, Justicia y Regim iento. Su. constitución y miembros. Sus fun -
ciones administrativas y judiciales. Su autonom ía y privilegios. Sus ordenanzas, rentas y bienes.
El Cabildo de la Ciudad de León de H uánuco. Su jurisdicción, rentas y bienes. Ventas dr
oficios. Apogeo y decadencia del cabildo huanuqueño. El Corregidor de españoles o Alcalde
Mayo r de la ciudad. Sus atrilntcianes. Su carácter militar. Otros funcion arios ·reales á'e la
citulad. La implantación de las In te11de11 cias en el Perú. La Intendencia 'de Tarm.a. Su juris-
dic;ió n, papel administrativo y di visión política. El Partido o Subdelegación de Huánuco o
de los Chupachas. Nómina de los Corregidores, Intendentes y Subdelegadas de Huánuco .
i Ver el libro del autor El Derecho Indiano, Capt. JI: El Estado español en el Perú
en el siglo XVI: Los Cabildos de los españoles, p. 2 5. R ecopilación. áe Leyes de los Rrlnos'
de las Indias. 1680. T. II, Libr. IV, Tít. IX . .
CONQUISTA Y COLONIA 173
5 Relación histórico del viaje qur hizo o los reinos del Perú y Chile el botánic1
D. Hipólito Ruiz, etc., cit., T. I, Capt. X.XI, p. H3 . (Descripción de la provincia y ciudad
de Huánuco de los Caballeros.)
l74 HISTORIA DE HUÁNUCO
chas ciudades como son Lima, guanuco, arequipa y otras entiendo que -
el fundamento a sido falta de dotación de las dichas ciudades para
obras públicas" 6 •
En 1620, en la ciudad de Huánuco, se hallaban v.endidos casi todos
los oficios de Cabildo. La vara de Alguacil Mayor la había comprado
don Pedro de Soto por 8.775 pesos, a cuya muerte pasó a Luis Zeballos
que abonó por el tercio 6.7 5O pesos de a 8 reales; el Alferazgo lo había
obtenido Hernández de Chávez por 2.000.00 pesos, pasando luego a
don Cristóbal García de Aragón; los cargos de Regidores los habían
comprado don Antonio de Garay, Pedro de Bivar y Guzmán, Juan d.e
la Serna Montalvo y Fernando de Torres, por 600 pesos. El cargo de
Escribano Público lo adquirió don Gabriel Martínez en 6.000 pesos,
renunciando a favor de don Francisco Cabello de Miraval; el de Escri-
bano de Cabildo lo compró don Juan de Orbeta, y a su muerte lo ad-
quirió don Lope Bustillos en 2.000 pesos. Los oficios de Procurador
General, Mayordomo y Corredor de Lonja, no se vendieron; y se arren-
daban por la renta de 2 5 pesos. A mediados del siglo XVII, 167 3, se
expidió por el Rey título de Alférez Real de la ciudad de Huánuco a
favor de don Antonio Gallego, previo abono de 15 O pesos, aparte de
los 800 pesos en que se remató dicho cargo, cuyo anterior pos.~edor fué
don p,~dro V ar gas 7 •
Desde aquellos años de fines del siglo XVI a 1820, el Cabildo de
Huánuco llevó, pues, un largo período de vida decadente, rutinaria
y burocrática.
Sus miembros se reun ían p ara celebrar la fecha de la fundación de
la ciudad, la ascensión <11 trono del Rey o toma de posesión del Virrey,
fostejar tardíamente la victoria alcanzada por. las tropas de la monar-
quía en las guerras de la Corona, recibir nuevos corregidores de sus
provincias o dar lectura y jurar, acatándolas, las cédulas de S. M.
Sus atribuciones, a la par que su importancia, como ya dijimos, se
redujeron más todavía con la creación de la Intendencia de Tarma,
trnsladándose la capital polí·tica d,~ tal jurisdicción al pueblo de Santa
Ana de Tarma, donde se creó Cabildo correspondiente a su categoría
de Villa, en 1789, durante el gobierno del Virrey don Teodoro de Croix,
a solicitud del Intendente don Juan María de Gálvez y Montes de Oca
e informe del Visitador Escobedo.
Por esos años, el Cabildo secular de Huánuco se componía de: "12
6 Carta del Virrey don Fran cisco de Toledo a S. M. sobre m aterias de gobierno, hacienda,
etcétera, Cusco, 1572. Gobernantes del PcrlÍ. Cart-as y P a¡::eles. Siglo XVI. T. IV, p. 3 96.
7 B ER RO A : Monogr afía Eclesiásfíca de la Diócesis de Huánuco y Junín, p. 62.
CONQUISTA Y COLONIA 175
* * *
Fundadas las ciudades del Perú, la autoridad que en ellas represen-
taba al Gobernador General Pizarro y por ende a la Corona, era el
Teniente-Gobernador o simplemente el Gobernador de la Provincia.
Éste ejercía tácitamente, la función de los Corregidores en la Penínsuh.
Por eso, la Corona ordenó en el Capítulo XXI de las Nuevas Leyes de
1542, como en otras cédulas, que «los corregidores se rijan por las or-
denanzas y pragmáticas y demás de los Corregidores de Castilla".
Reforzando y particularizando el mandato real, los virreyes, desde
el siglo XVI al XVIII, diotaron provisiones pertinentes a tales cargos.
Como lo exigía la distribución y calidad de las poblaciones del Perú,
existían corregidores de españoles en las ciudades y villas, y corregi-
dores de los naturales o indios en los pueblos de éstos.
Nos ocuparemos del Corregidor de españoles, dejando p ara más
adelante el de los indios.
El Corregidor o Justicia Mayor, nombrado por el Rey o el Virrey,
cuyos salarios se abonaban de las rentas de la Corona; desempeñaba
especiales· funciones.
Como representante del poder real, era el jefe político-militar de la
provincia, residiendo en la ciudad o .. cabeza de corregimiento", de h
que no podía ausentarse sin previa licencia escrita. Estaba obligado a
realizar comisiones que le encomendaba el Virrey o la Audiencia, sin
cobrar peculio alguno; a recorrer el territorio de su mando, siquiera
',ma vez durante su gobierno, visitando los pueblos, tambos, caminos,
'nesones, que provistos debían existir en los centros poblados por indios;
~ impedir que se edifiquen iglesias, monasterios u hospitales sin licencia
: :· * *
La Inten dencia de T amia se formó con los territorios de los corre-
gimientos de la Ciudad de Huánuco, más el de Jauja. Y comprendía
18
CORREGIDORES DE LA CIUDAD DE LEÓN DE HUÁNUCO
SIGLO XVI
SIGLO XVII
SIGLO XVIII
rn Según Mendiburu, el Coronel don Juan María de Gálvez y Montes de Oca, natural
de Ecija, comp rensión de la ciudad de Andalucía, España, v.ino al Perú como Secretario de
Cámara del Virrey don Agustín de Jáuregui. Fallecido éste continuó en el mismo cargo, al
lado del Virrey don Theodoro Croix, bajo cuyo gobierno fué designado Gobernador-lntenden te
de Tarma, cargo que desempeñó desde 1785 a 1791. De Tarma pasó a Lima, donde casó con
doña Josefu de la Riva Agü•e ro, hija del más tarde Mariscal Riva Agüero, Presidente del Perú.
Desempeñó también el cargo de Intendente de Huancavelica. Dejó descendientes en Lima .
Gálvez, en compañía del Dr. Bartolomé de Bedoya, su Teniente-Asesor, visitó parte del terri-
torio de la Intendencia, particularmente la ciudad de Huánuco. Gálvez dotó a Huánuco
de agua potable, mediante una pila en el centro de la Plaza de Armas y de 4 piletas en las
esquinas de la misma. Bajo su administración se construy-0, también, la Alameda del Patro-
cinio; a.sí como se llevó a cabo la venta, remensura y composición de tierras a particulares,
municipios, Iglesias, comunidades de indios; la apertura de la Vía Sobreviela a Monzón, por
la ruta de Cascay, Huar'apa, Ramosnio y Playa~Grande; mandó trazar mapas de la Inten-
dencia 'Y de la Ciudad de Hu:ínuco que fueron confeccionados por Fray Manuel de Sobreviela y
Fray Vicente Gómez;. Y finalmente fué de su iniciativa la creación dd Obispado con sede en
la ciudad de Huánuco. Ver el artículo "Acción del Primer Intendente de Tarma en los Par-
tidos de Huamalíes Y Huánuco", pcr N . Saturnino Vara Cadillo. "Huamalíes''. N9 1, 19H,
pág. 21.
CAPÍTULO VI
que los indios trabajasen en las obras públicas o privadas de los espa-
'ñoles; sirvieran de chasquis, o correos, gratuitamente; que se les car-
gase, repartiese o alquilase sin previa licencia dd Virrey; que se tomase,
sin abonarles, sus especies y comidas; ni que fuesen molestados por sus
encomenderos, cacique, principales y otras personas. En defensa del
patrimonio comunal, cuyo espíritu debían alentar, tampoco debían
permitir que los indios vendiesen sus tierras o las de la comunidad,
'd ebiendo elevar, al respecto, informe detallado ante el Virrey.
Les estaba prohibido hacer derramas entre indios de su jurisdicción;
tener ventas de vino y ropas; granjas ni obrajes en su beneficio; ni
celebrar tratos ni contratos, directamente o por intermedio de sus
hijos, parientes, oficiales, presentes o ausentes. No debían prestar di-
nero de la Caja de la Comunidad; ni exigir que los indios tributasen
en especir2s; ni tener o administrar encomiendas.
Los corregidores de indios debían conocer los juicios de indios contra
otros indios, españoles y mestizos, en forma verbal, "breve y sumaria
sin largas dilaciones", hasta la suma de 20 pesos oro; para que "no vaya
a la Audiencia o al Corregidor de la Ciudad". (Cuando la cuantía pa-
saba de 20 pesos oro, se debía hacer información escrita y sumaria,
ejecutándose irremediablemente, aunque apelasen al Protector de la
Audiencia o al Protector de Naturales de la ciudad.) No debían conocer
demandas de los caciques, ni sobre cacicazgos; ni condenar a los ca-
ciques a ser trasquilados, azotados, o a la pena de mllr~rte.
A los curas y doctrineros debían tratarlos con amor, respeto y con-
sideración. No teniendo ninguna autoridad sobre ellos; pr~ro pudiendo
denunciar sus desmanes ante el Virrey, como custodio del Patronato
Real, en cuyo beneficio no debían permitir .que se arri·2nden los diez-
mos 1 •
las familias del pueblo, y de uno si era menor de este número-, cuatro
regidores, un alguacil, un mayordomo, un procurador, un mayordomo
de hospital y un escribano o quipocamayoc. Los miembros del Cabildo
designaban un indio para carcelero, otro para pregonero y un tercero
para verdugo.
Es te cuerpo cabildante se elegía por el "común de indios'', cada 1'i
de enero, en asamblea pública. Los alcaldes y regidores, como símbolo
de su autoridad real, usaban varas 2 •
Los alcaldes eran: uno del barrio de los hanansaya -barrio alto- y
otro de los huriusay a -barrio bajo-; y no principales ambos, sino uno
principal y el otro común. Se excluyeron de ser elegidos. a los caciques,
los que no podían entrometerse en la designación de los miembros del
Cabildo, ni de sus oficiales. En la elección de regidores, debían ingresar
indios de diversas parcialidades, y no de un mismo ayllo; no permitiendo
elegirse a indios infieles.
Estos miembros del Cabildo indio no podían ser reelectos, sino des-
pués de 3 años; debiendo tomar residencia a los cesantes dentro de 30
días y remitir los actuados al Corregidor. La función de los cabildantes
duraba, pues, un año; salvo el cargo de escribano que podía ser per-
petuo, siempre que reuniese "habilidad y suficiencia para ello". Para
ser Alcalde o Regidor, era condición principal ser casado.
Los alcaldes, llamados también justicias, tenían jurisdicción dentro
de los límites de la parcialidad, marca o "comunidad", en todos los
juicios que, hasta entonces, habían sido resueltos por los caciques y co-
rregidores, o los encomend·cros. En lo civil fallaban, verbalmente, sobre
cantidad de soles, en demandas cuyo monto no era mayor de 30 pesos
de plata, y en los interdictos o usurpaciones de chacras. En lo criminal,
conocían d~ las faltas; tenían facultad de prender a los esclavos fugi-
tivos, penar a los amancebados. Cuando se trataba de delitos graves,
como muerte, l·csiones, incesto, etc., solamente practicaban una ligera
información, capturaban al delincuente y lo remitían al Corregidor.
En el caso de que el monto de lo litigado pasaba de 10 p1csos, del
fallo del Alcalde Ordinario podían apelar ante el Corregidor, en el
término de un mes. Ejecutando la p·cna corporal, podían aplicar veinte
azotes; un peso, en las pecuniarias; trasquilamiento, en las del honor.
Administrativamente, los alcaldes y regidores debían visitar los hospi-
tales, cuidar el aseo de las casas y calles, inspeccionar los tambos, re-
2 De aquí el vocablo quechuizado: varayoc, para designar a los que usaban varas.
Según la reglamentación aludida, los alguaciles debían traer varas más gruesas que los
alcaldes.
138 HISTORIA DE HUÁNUCO
parar los puentes y caminos; repartir las chacras vacas entre indios que
no las tenían; y visitar d funcionamiento de la Caja de la Comunidad.
Fuera de ello, estaban obligados a prestar toda ayuda a los doctrineros,
para el desemp~ño de cuya función y para que les sirviera de ejecutores,
con aquiescencia del Corn~gidor, debían nombrar alguaciles, con vara;
alguaciles que podían ser destituídos por justa causa. A és~cs s2 les
llamaba alguaciles de doctrina y estaban bajo las órdenes del Cura
doctrinero 3 •
3 Ordenanzas que el seiior visorrey don Francisco de Toledo hizo para el buen gobierno
de estos reino> del Perú y rejníblica de él. Relación de los Virrejies y Audiencias que han
gobernado el Perú. T. I, p. 54 y sigs.
CONQUISTA Y COLONI A 189
cazgos, que debía ser de padre a hijos; que el cacique y sus hijos estaban
exentos de pagar tributos; y que debían proporcionar trabajadores para
las minas, para el cultivo de los campos y demás mitas; y que los ca-
ciques debían ser indios puros y no mestizos, etc. 4 •
rato dominico por el siglo XVII. En este siglo los pueblos y repartí~
mientos de su jurisdicción, eran: San Pedro de Caruás, Santo Domingo
de Yungay, San Pablo de Mato, Nuestra Señora de la Concepción de
Huaylas, San Ildefonso de Carás, y San Luis de Macati (repartimiento.
de Huaylas) ; Santiago de Pira, San Jerónimo de Puquio, Santa Ana
de Chuco, San Antonio de Padua, San Juan de Pararín, San Alfonso
de Recuay (r. de Recuay); Marca (r. de Marca); San Lorente de la.
Vega, San Gregorio de Huayllapampa, la Magdalena de Huacra, la Ve-
rónica de Jaén de Ricraspampa, Huarás (r. de Huarás) 7 •
Corregidor tenía como sueldo anual 1.000 pesos; y ·~ ra cabeza del Co-
rregimiento el pueblo de la Magdalena de Cajatambo.
Comprendía los pueblos y repartimientos de: Nuestra Señora de
Calatayud, la Magdalena de Cajatambo, San Francisco de Mangas, Santa
María de Ámbar, San Cristóbal de Tomao (r. de Ámbar y Caja-
t ambo); repartimiento de Lampas; San Agustín del Valle, San Benito
de Huayllacayán, Santo Domingo de Copa (r. de Ocros); repartimiento
de Andar 9 •
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' 1 1 1
- - - - - 1 1 1 1 1 1
RUtNAS' 1 1
C1cala apro1timrrti~a 01:=100
HUANUCO VIEJO
CROQUIS DE LA CIUO.&.D EN RUINAS Reginald Enocl.
CORREGIDORES DE HUAMALÍES
CORREGIDORES DE CONCHUCOS
CORREGIDORES DE CAJATAMBO
'~ ·~ *
Creada la Intendencia de Tarma, en 1784, como vimos, compren-
día ella los Partidos, Subdelegaciones o Provincias de: Tarma, Jauja,
Huánuco, Huamalíes, Conchucos, Huaylas, Cajatambo y Panatahuas 12 •
Conforme a tal plan intendencia!, también tenemos dicho, el Par-
1 2 Del Partido de Hu~nuco nos hemos ocupado en el capítulo precedente, razón por
la que no lo incluimos en estos acápites. En cuanto a la población, doctrinas y pueblos
de los demás partidos, era como sigue. Jauja : capital, Jauja. Doctrinas: 14; pueblos anexos:
17. Población: 55.476, entre españoles, indios, mestizos y esclavos. - Tarma: 1 villa, 13' doctri-
nas y 45 pueblos anexos. Población: 34.000 habitantes. - Conchucos: 15 doctrinas y 29 pueblos
anexos. Población: 25 .308 alm as. - Huaylas: capital, Huarás, con un Convento de franciscanos
y un Ayuntamiento de españoles. Población: 40.822 habitantes. Doctrinas: 12 y 20 pueblos
anexos. - Caja/ambo: Pc. blación: 18.061. Doctrinas: 13 y 56 pueblos anexos.
196 HISTORIA DE HUÁNUCO
La impla11tació11 del régimen espmíol entre los 11aturales. Las reducciones de indios o funda-
ción de sus pueblos cris!ianos. Sus características urbanas. (El trazo de ellos; su erección
a la advocación de los santos de la Iglesia). Los ayllos, los barrios y las comunidades. La obra
de T oledo y de sus continuadores. Los visitadores, reductores o fundadores de pueblos en la ciudad
de Hu ánuco y sus términos; Juan de Fuentes, Lorenzo EstuPiñan de Figueroa y Alonso de Santoyo
Va/verde . La estabilidad y crecimiento de ellos en la Colonia. Nómina de los pueblos en el
siglo XVI. (Los antiguos pueblos incaicos m la jurisdicción de la actual proi'incia de Huá1111co.)
1 Se llamó reducción a los nuevos pueblos para indios, porque se les obligaba a vivir
en una sola población a los ayllos que, hasta entonces, ocupaban varios poblados o pueblos.
El término reducción lo tomaron los indios como equivalente a prisión o castigo.
CONQVIST A Y COLONIA 201
2 "Revista Histórica". Año 1924. T. VII, Entrg. 11, ps. 125, 131, 202.
3 Estos visitadores, entre eclesiásticos 'Y civiles, pasaron de 70. Recorrieron las provin-
cias pertenecientes a Lima, Trujillo, Guayaquil, Zamora, Jaén, Loja, Quito, Cuenca, Cha-
chapoyas, Moyobamba, Huánuco, Huamanga, Cusco, Arequipa, Chucuito, La Paz, La Plata
y la Villa de Potosí. "Revista Histórica", cit. p. 121.
202 HISTORIA DE HUÁNUCO
sea con más anchura e alguna más autoridad ... haya patio y aposento
bastante en que se puedan juntar el cacique y los principales e indios
del repartimiento cuando hubiere lugar de tratar .en las cosas tocantes
al bien público ... que haya sala ... cámara y recámara ... y a la
otra parte d·e la sala, otras dos piezas para los hijos varones ... e indios
de servicio ... haya servicio de cocina y corrales neeresarios para el
servicio de la casa. Item, procuraréis que las casas de los indios particu-
fares se tracen de forma y manera que el aposento de la mujer e hijas e
indias ... esté apartado del aposento de los hijos varones ... Itero, pro-
curaréis que en cada casa los indios tengan barbacoas altas del surdo
en que duerman, por manera que no duerman en el suelo, mandán-
doles todos que tengan sus casas barridas y limpias. Item, proveereis
que dentro del circuito de cada pueblo no haya chacras ni semente-
ras ... , aunque se les podrá permitir que trengan un pedazo de huerta ...
Item, proveereis que a los indios que se reduxesen a otros pueblos,
no se les tomen ni quiten las chacras y ti.erras que tenían en los pue-
blos que despoblaren, como estén dentro de una legua de los pueblos
donde se reduxeren, de manera que sin vexación ni alejarse de sus
casas, las puedan labrar ... Item, que las dichas reducciones de pueblos
se hagan distantes de las huacas y mochaderos que los indios solían
tenrer en tiempo de su infidelidad ... Item, proveréis que de manera
que dentro de un breve término, todos los indios de cada repartimiento
se pasen a vivir y morar en los pueblos donde se manda reducir, aper-
cibiéndoles que pasado el término ~e les derribarán las casas antiguas
y serán castigados si no· se pasaren, dando cargo a los caciques y prin-
cipales para que los hagan pasar e edificar sus casas dentro del dicho
término, so pena de suspensión de los cacicazgos y que a costa de los
tales caciques se pondrá otras personas qu~ hagan la dicha reduc-
ción. Item, pasado el término que diéredes a los indios para se pasar
Y hacer sus casas donde se mandaran reducir, se les derriben y des-
hagan y echen por tierra las casas antiguas que antes trenían ... seña-
lareis que pongan cruces y otras insignias de cristianos en sus casas
e ed1"f"lClOS
. • • •" 4 •
Cumpliendo con el tenor de estas instrucciones de Toledo, los visi-
tador.es, en todo el ámbito de las Audiencias de Lima, Quito y Charcas,
fundaron los nuevos pueblos de indios, de acuerdo con los encomen-
deros y caciques. Pues, ambos dos fueron los ejecutores directos del
traslado de los ayllos, así como los que supervigilaron la construcción
5 Toledo manifestaba a la Coron·a sobre la vida y viviendas de los indios: "El gobierno
que los indios tenían antes que yo personalmente les visitase, era el mismo Y muy poco m~s
político que tenían en tiempo de la tiranía de los Incas ... era muy conveniente mudarles
el modo de vivir. . . y contra uso de todos estos indics, que hacían sus viviendas en los
montes y mayores asperezas de la tierra, huyendo de hacerlas en lugares públicos Y llanos;
allí vivía cada uno con la libertad que quería ... ; morían como bestias Y enterrábanse
en el campo como tales, gastaban el tiempo en comer y beber y dormir ... ; Y porque como
según escribí a V. M., para aprender a ser cristianos tienen primero necesidad de saber ser
hombres y que se les introduzca el gobierno y modo de vivir político Y razonable··."
Colección de las Memorias y Relacion es de los Virreyes. Memorial de don Francisco de Toled@ ,
ps. 86, 87 y 89.
204 HISTORIA DE HUÁNUCO
6 Esta Caja estableció una modalidad económica peculiar, y sus bienes fueron vigilad¿s
por el Corregidor y, más tarde, por los Oidores y los Oficiales Reales, que podían colocar
sus dineros, para utilizar sus réditos en beneficio común.
7 Ordenanzas para indios, etc. Memorial y Ordenanzas de Toledo, p. 112 y sigts.
CONQUISTA Y COLONIA 205
Ver en este libro, Tercera Parte: Conquista y Colonia, Capt. XI: La propi1edad de
ias minas, etc.
lO El muy Magnífico Sr. Lorenzo Estupiñán o Estopiñán de Figueroa, caballero de ilustre
casa, era natural de Jerez de la Frontera, España. Hijo del Comendador de la Orden de Santiago
don Pedro de Estupiñán y de doña Beatriz Cabeza de Vaca; nieto, por línea paterna, de
Ramón Estupiñán y Mayor de Virues; y por la materna, de don Pedro de Vaca y de tloña
Catalina Zurita: todos caballeros notorios, hijosdalgos. De Sevilla pasó a Cartagena de Indias,
con Rodrigo Durán, que vino en socorro del Adelantado don Pedro de Heredia, con el q'ue
asistió a las jornadas llevadas a cabo en esas tierras, llegando a Popayán con el Oidor Juan
de Vadillo, e ingresando al Perú por Quito. Se puso al lado del Rey a la llegada de Blasco
Núñez de Vela. En 15 5 2, en Charcas, estuvo con Pedro de Hinojosa, fiel al Rey, en la
rebelión de Sebastián de Castilla, contra el que hizo gente en Chuquiabo. En 15 57 aparece
en Lima como testigo de la jura de Felipe JI. En 15 61 fué uno de los Alcaldes del Cabildo
de Lima. Encomendero de la ciudad de Huánuco, que vivía allí por 15 57, donde tenía
parte del repartimiento de los Chupachos. En 1590 figura como poseedor de una encomienda
en Tarma. En 15 9 5, comisionado por el Virrey Marqués de Cañete, fué a las minas de
Zaruma, distrito de Quito, para que "pueble en él (de españoles) la villa de San Antonio".
Casó con doña Ana de Ribera. Fué uno de los albaceas de don Nicolás de Ribera el Viejo.
Según Riva Agüero, nuestro personaje fué Capitán Lorenzo de Figueroa Estupiñán, .hijo de
Diego de Figueroa y de Agustina del Alcázar. Gobernantes del Perú. Cartas y papeles.
Siglo XVI. T. XIII, p. 247. MENDIBURU: Diccionario Histórico-Biográfico. CmzA: Las
Guerras de Quito. Apéndice. RrvA AGÜERO: El Primer Alcalde de Lima, Nicolás de Ribera,
etc., p. 47. Cabildos de Lima. Ts. III, V, VI, VII y XII. Pasajeros a Indias, por Luis RuBio Y
MoRENo. T. I, p. 171. - Don Juan de Fuentes, fué encomendero de los pueblos de Yaimos
y Zacat:i (Chachapoyas).
l l Títulos de dominio y posesión de tierras de Comunidade! de Indígenas. - Según do-
cumentos fechados en Lima, en 1 y 2 de marzo de 1576, Santoyo y Estupiñán de Figueroa
habían hecho entrega de los papeles de su visita antes de aquellas fechas. Su texto: "yo eI-
escriuano yuso escripto notifique lo de suso pedido e prouehido a alonso de santoyo an su
persona el qua! dixo, que en visita de tasa por mandado del visorrey tiene dados todos los.
208 HIST ORIA DE HUÁNUCO
papeles de su visita y alli los testimonios que se le piden e no tiene mas papeles de donde
sacar la rrazon de lo aque se le pide y de ello doy fee. Alonso de la cueua, escriuano de su
magestad". " ... hernando de deypa en su persona, el qua! dixo, que los papeles de la visita
-de ciertos rrepartimientos en la ciudad de guanuco hizo don lorenco de figueroa ante el,
los tiene presentados originalmente y los dio a felipe de leen para que por ellos se diesen los
memoriales testimonios y otras cosas que su excelencia a mandado sacar de las dichas visitas.
y por no lo auer podido dar dicho hernando de deypa porque a dos años que anda enfermo
dio como dicho tiene las dichas visitas de guanuco al dicho felipc de leon y esto responde y
ele ello doy fee yo. Alonso de la cueva, escribano de su magestad". (Testimonio de lo pedido
por el Fiscal sobre las condenaciones de falta de doctrina e notificaciones hechas a los visita-
.dores y escriuanos en execucion de la real cédula de su magestad. Los Reyes, 4 de mayo de
1576.) "Organización de la Iglesia y Órdenes Religiosas en el Virreinato del Perú en el
Siglo XVI". Documentos del Archivo de Indias. Pub!. dirigida por D. Roberto Levillier. Pri-
mera Parte, ps. 8 6-87.
12 Pongamos un ejemplo. Para fundar el pueblo de Dulce Nombre de Jesús -Corregi-
miento de Huamalíes- narra la tr·adición, se escogió la llanura de Ñucón, sobre la que se
ubic·Ó la plaza, señalóse sitio para la Iglesia, Cabildo y demás, y se trazó las calles, cele-
brándose misa en 2 de enero. Se trasladaron a su radio los ayllos que vivían en los pueblos
preíncas de Huapachacú11, Shaya, Carhuan y Quenac, cuyas ruinas se ven hoy dí a, y se
"i nstalaron r espectivamente al N., S., E. y O. de la plaza que ocupaba el centro de la reduc-
,c ión, llamándose, m ás t arde, barrios, que hoy conforman el área de villa de Jesús, en la pro-
·vincia de Dos de Mayo.
CONQUISTA Y COLONIA 209
rn Relación de los oficios que se proveen en el reino del Perú, por MARTÍN ENRÍQUEZ.
Juicio de Límites entre el Pe rú y Bolivia. Prueba Peruana. T. I, p. 245. Libro de visitas.
D iario de la 2~ Visita Pastoral que hizo de su arquidiócesis d Obispo señor do n Toribio
Alfonso de Mogrovejo, etc. "Revista del Archivo Nacional del Perú". T. II, Entrega I\
rs. 37 y sgts.
210 HISTORIA DE HUÁNUCO
Tauca, San Marcos de Llapo, San Pedro de Corongo, San Juan de Pa-
llasca, San Juan de Sicllabamba, San Pedro y San Pablo de Piscobamba,
San Juan de Pomabamba, San Marcos de Chupán, San Jerónimo de
Huacachi, Huachil, Santo Domingo de Huari, San Francisco de Pancas
y Santa María de Chicao, Santiago de Cabana, Siguas, San Martín de
Chacas, San Pedro de Chavín.
CORREGIMIENTO DE HuAYLAS. - San Pedro de Caruás, Santo Do-
mingo de Yungay, San Pablo de Mato, Nuestra Señora de la Concep-
ción de Huaylas, San Ildefonso de Carás, San Luis de Macati, Santiago
de Pira, San Jerónimo de Puquio, Santa Ana de Chuco, San Antonio
de Padua, San Juan de Pararín, San Alfonso de Recuay, San Lorenzo
de la Vega, San Gregario de Huayllapampa, la Magdalena de Huacra,
la Verónica de Jaén de Ricaspampa y San Sebastián de Huarás, San
Agustín de Cajacay, San B·enito de Huayllacayán, San Pedro de Tapa-
cocha, Cochapetin, Cotaparaco, Santiago de Aija, Santísima Trinidad
de Llamellín~ San Pedro de Huancha, San Pablo de Tapilcón, San Agus-
tín de Huandabal.
En los siglos XVII y XVIII, surgieron nuevos pueblos en los pre-
dichos corregimientos; ya por la obra catequizadora de los frailes,
por la política colonizadora de las autoridades españolas, o por el propio
crecimiento de la pobfación de naturales.
Empero, todos los pueblos actuales del departamento de Huánuco,
se fundaron por orden de Toledo, siguiendo la acción colonizadora de
la Corona española; y con ellos se cimentó el Estado español en la
raíz misma del antiguo Imperio del Tahuantinsuyo. Uno solo de los
pueblos preincaicos e incaicos, no prosiguen habitados hoy. Fueron des-
truídos por los religiosos y encomenderos, proscritos de la fe "como
nidos de bárbaros y gentiles'', so pena de excomunión al habitarlos, y
cuyas ruinas designadas por sus nombres autóctonos se hallan repartidas
en todo el ámbito del territorio huanuqueño.
Indudable es que tales primitivos pueblos de los indios, fueron nu-
merosos, si pensamos que de 60 o más de ellos se redujeron en unos
cuantos, como en el caso del repartimiento de los Chupachos. En la
visita que, en 1549, reaiizaron Juan de Mori y Hernando Alonso Mal-
partida, en el territorio de los dichos chupachos existían 140 pueblos,
como hemos visto en capítulo anterior. Y según la relación de Iñigo
Ortiz de Zúñiga, que también los visitó en 15 62 -1 O años antes de
la reducción- los principales pueblos en dicho repartimiento de los
Chupachos, eran: Chaulla, Laca, Chuco, Irna, Auquimarca, Chuqui,
Succhiciclla, Sangara, Pucco, Puno, Caxapaico, Suyllo, Chupa, "f ur-
CONQUISTA Y COLONIA 211
14 Visi ta hecha por mandato de S. M. etc. "Revista del Archivo Nacional del Perú"
T. I, Entrg. 1•, año 1920, y números siguientes. - Ver en este libro 3' Pan., Capt. VIII:
LA Encomienda en Huá1111co.
CAPÍTULO VIII
LA ENCOMIENDA EN HUÁNUCO
1 Los acápites presentes y otros de este capítulo, los hemos extraído de nuestro
libro El Derecho Indiano, donde tratamos, con amplitud, el tema. Capítulo VI: La enco-
mienda y el repartimiento; ps. 115 y siguientes.
2 En estos períodos o etapas, se vislumbran: su instalación, evolución de su concepto
legal y su reglamentación -como consecuencia del conflicto entre el Estado y el encomen-
dero, aquél en defensa del indio y éste en la de su preponderancia personal- y su decadencia
y extinción. Ya que las luchas que suscitaron las encomiendas, fueron el choque de la
posesión señorial de los conquistadores con la autoridad centralista de la Corona; la que,
al fin, hizo sentir a sus súbditos la fuerza coactiva del Estado, quedando la encomienda
como una institución económica y de trabajo.
CONQUISTA Y COLONIA 215
J
Pizarra sólo hizo depósito o reparto provisional, alegando nuevas ór-
denes de S. M.
En el reparto de Jauja, de 15 34, el Marqués encomendó a Francisco
Martín de Alcántara, su hermano de madre, el Repartimiento de los
Chupachos, en la jurisdicción de la "provincia de Guanuco"; reparti-
mi.~nto que a la muerte del favorecido, en 1541, pasó a su mujer doña
Inés de Rivera y al casarse ésta en segundas nupcias a don Antonio de
Rivera, su segundo marido; a quien, como veremos más adelante, le
quitó dicho repartimiento por tener "indios en términos de otra ciu-
dad" 3 • Después de Rivera fué encomendero de los Chupachos el cruel
Barrionuevo el Viejo, como declaró el cacique don Diego Xagua 4 •
Según Cobo, en 15 3 5, en la jurisdicción de la ciudad de Huánuco,
Valentín Pardavé era encomendero de "Conchucos en la provincia de
Guanuco", Juan de Espinosa, "hijo de Gaspar de Espinosa compañero
en la conquista de los capitanes Pizarro y Almagro, encomendador de
Collar-Pincos, en la provincia de Guama (líes)," Muñoz de Ábila en-
comendero de Guanuco, Sebastián de Torres encomendero de Guaraz,
Juan Esteban Silvestre, encomendero de Allarcagua" (Allauca Gua-
nuco) 5 •
En 15 3 6> el propio Marqués, extendió título encomendando los
pueblos de "Tarcho, Chinchao, Cayambo, Guamadeo y otros en la
provincia de Guanuco" a favor de Nicolás de Rivera el Mozo 6 •
del pueblo Guamadeo, e otro prencipal que se llama Impi, e otro prencipal que se llama Chira,
e otro prencipal que se llama Guayguaya, señor del pueblo Cubra, e en el mysmo pueblo, otro
prencipal que se dice Chinchi, e otro prencipal que se llama Ananba en el dicho pueblo, e
otro que se llama Cuchache, que es de Guaylas, que es señor del pueblo Mango, e otro pren-
c1pal que se llama Chachacayo, que es de Guánuco, señor del pueblo Vilamarca, con todos los
otros pueblos e prencipales e yndios subjetos al dicho cazique prencipal Payco ••. Fecha en
la cibdad de los Reyes en treze dias del mes de Henero de myll e quynientos e treynta e
seys años,"
7 "Revista del Archivo Nacional del Perú", cit., T. IV, Entrg. 1 ~. p. 17. - Los
Reparfos, por RAFAEL LoREDo. Guánuco. Relación enviada por JuAN DE SAAVEDRA, y Otra
Memoria de Repartimientos de Guanuco, p. 229, 237. (El Cuadro lo hemos formulado nosotros,
respetando los nombres de los repartimientos, es decir, sin alterar la escritura del texto original,
salvo los de las personas. Los nombres que van dentro de paréntesis, nos corresponde y son
como debe haberse escrito.
CONQUISTA Y COLONIA 217
Capitán Juan de Saavedra ......... .... .... .... ..... .. ......... . U500 p.
Capitán (Miguel de la) Serna ....... ..... .. ...... ..... . .. . .. . ... . U600 p.
Capitán (Valentín) Pardavé ...... ....... . ........ ..... . . .... .. . U600 p.
Lorenzo Estupiñán (de Figueroa) ........ .. ........ ...... ..... . . usoo p.
Antonio de Mendoza ... .. .. .. ... ........ . ........... . .. . ...... . usoo p.
( Capitán) Juan de Mari ...... ... .............................. . lUOOO p.
Juan Tello (de Sotomayor) .... .. ............ . ........... . ..... . usoo p.
Juan de Espinoza .. . .. ........ .. .................... . ......... . U600 p.
Garci Sánchez .. ... .. .. .. .. .. ... ......... . .................... . U600 p.
Martín Guzmán .. ... . ....... ... ............................. . U600 p.
Gonzalo Hernández de Hercdia . .. ............................. . uso o p.
Capitán Gómez Arias (Dávila) ................................. . U600 p.
( Antonio de) Grado .. . .. .. ... ........ . ........................ . U600 p.
(Juan de) Agama ...... . ... ... ................................ . uso o p.
J uan de Valladolid .......... . . ................................ . U200 p.
Sebastián Núñez .. .................... . ...................... . U200 p.
Diego de Rojas .. ....... . ... . ........ .. .......... . .......... . U200 p.
J uan Sánchez (Falcón) ......... . ......................... .. .... . U200 p.
(Luis de la) Reynaga ......................................... . UlOO p.
D iego de ( Solier) A ller ......... . .............................. . UlOO p.
G arcía Ortiz de Espincza ....... .. ............................. . U600 p.
Juan de Figueroa . .. ........... . ............................. . U300 p.
R odrigo Tinaco .. ... . ........... .. ............. ·............... . U400 p.
Hernando Alonso (d e Malpartida) ............................... . U400 p.
Juan Blázques (de Velásquez ) ... ................................ . U400 p.
Hernando de Silva . ... .. ... .. ................................. . 1U200 p.
Antonio de Garay . .... . ...................................... . U600 p.
J uan Gutiérrez ... . ........................................... . U300 p.
Antonio de C áce re s ................................ . .......... . U400 p.
Sebasti án de C azalla ........................................... . U400 p . 12
H Archivo General de Indias. Sevilla. Justicia. Legajo 397. La Visita de los Indios
Chupachos, 1549 : En "Travaux de L'lnstitut Franc;ais D'Etudes Andines", 1955-56. T. V.
Vol. l, ps. 24, 39, 40:
224 HIS1 ORIA DE HUÁNUCO
podemos deducir cuán aflictiva era la condición de los indios en las en-
comi.~ndas del Perú, antes de estas "benignas condiciones" impuestas
después del ajusticiamiento de Gonzalo Pizarra 15 •
18 "Revista del Archivo Nacional del Perú". Ts. 1, 11, 111. Años 1920-1925. "Visita
hecha por mandato de su Magestad e de los señores comisarios del su Consejo po.r Iñigo Ortiz
de Zúñiga, visitador para ello nombrada del repartimiento de indios encomendado en Gómez
Arias Dávila, vecino de Guanuco, ante Diego Muñoz Ternero, Escribano".
19 lñigo Ortiz de Zúñiga, casado con doña Luisa de Villagrán, era de distinguida
e.stirpe. Después de su visita a Huánuco, el Conde de Nieva lo nombró Couegidor de An-
.quipa, en 15 63.
226 HISTORIA DE HUÁNUCO
20 Carta del doctor Cuenca acerca de la visita y tasa que hizo de Las ciudades de
Trujillo, Huánuco, Cháchapoyas y Piura, 15 66. Archivo de Indias. Cit. de LEVILLIER' en
Don Feo. de Toledo Supremo Organizador del Perú. T . 19, p . 123.
21 El escritor Manuel Bdaúnde Guinassi sostiene que Toledo, durante su visita, con-
virtió muchas encomiendas en pueblos. La En comienda en el Perú, p. 206 . Esta afirmación
no es exacta. Durante el gobierno de die.he Virrey, los repartimientos de indios, en todo e1
Virreinato, se redujeron a nuevos p ueblos fundados por españoles.
228 HISTORIA DE HUÁNUCO
cada 500 indios, cuyo abono no debía gravarse a los naturales; que
ningún indio sirviese contra su voluntad, debiéndos.e. abonar sus sa~a
rios en sus propias manos, para evitar que fueran defraudados por
los caciques, a los que les prohibió los alquilaran o retuvieran para
trabajar en su provecho. Y, finalmente, suprimió la conmutación,
por la que, en cambio del abono de los tributos, los indios prestaban
sus serv1c1os personales; lo que, en realidad) redundaba en una explo-
tación.
En 1572, Toledo encomendó algunas encomiendas vacas de la Ciu-
dad de Huánuco. Tales los indios. de Siguas al Capitán Miguel de la
Se~na 22 y el repartimiento de Huacrachuco a Francisco de Valverde 23 •
Estos repartos los realizó Toledo en forma provisional 24 •
En un documento oficial -Relación de los oficios, etc.- remi-
tido a la Corona, en 1583, por el Virrey don Martín Enríquez, a la
sazón gobernante del Perú, aparece la nómina de los repartimientos,
encomenderos, número de indios del Virreinato y particularmente
de los 3 corregimientos de la Ciudad de Huánuco 2 ~. Con tales datos
formulamos el siguiente cuadro:
22 "Revista Histórica del Perú". T. III, Trm. iII, p. 314, 1908. Refiriéndose al reparti-
miento encomendado al capitán Serna, Toledo se expresa así: "En siete de abril de dicho año
se encomendaron al capitán Miguel de la Serna los indios de ziguas en los términos de guanuco
atento a lo que iha servido a su magestad en estos rreinos en 36 años que a que está en ellos
especialmente en la conquista y alzamiento de los naturales y en alzamiento de los de Chile
y en compañía del licenciado Vaca de Castro en la vatalla que se dió a don diego almagro
y en el alzai:niento de gonzalo pizarro y en alzamiento de francisco hernández girón y fué
uno de los capitanes que le prendieron en lo cual todo sirvió con mucho lustre". "Documen-
tos del Virrey Toledo".
23 "Revista Histórica", cit. p. 326.
24 "Revista Histórica", cit., p. 326 y sigts.
25 Relación de los oficios que se proveen en el Reino del Perú, de las personas que los
confieren y de los salarios asignados a ellos. Años 1578 a 1583. Juicio de Límites entre el
Perú y Bolivia. T. I 9, Prueba Peruana, p. 255.
CONQUISTA Y COLONIA 229
CORREGIMIENTO DE CONCHUCOS
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Croq ui s del Palacio del Inca, Huánuco el Viejo. ( R. Enock. 1904.)
CONQUISTA Y COLONIA 233
CORREGIMIENTO DE CAJATAMBO
Ambar y Cajatambo Juan Fdez. de Heredia 1.774 7.267 Ntra. Sra. de Calata-
yud, La Magdalena de
Cajatambo, S. Feo. de
Mangas, Sta. Marta de
Ambar, S. Cristóbal de
Tomao.
L1mpas ..... _ .... _ . Juan Blásq'Uez 1.579 7.149 Reducidos en cinco
pueblos.
Ocros ... . . _ _ .... _ . Fdo. Niño de Guzmán 987 4.458 S. AgustÍn del Valle, S
Benito de Huayllaca-
yán, S. Domingo de
Copa.
Ambar ............ Lucía de Montenegro 2.084 11.840 No están reducidos 26.
2 6 Para facilitar al lector, hemos separado ciertas palabras formadas por dos quechuas;
verbigracia: Ibahocaguanuco por Ichoca Huánuco, que quiere decir: Huánuco de Izquierda.
2 7 "Relación de los indios tributarios que hay al presente en estos reinos y provincias del
Perp, fecha por mandado del señor Marqués de Cañete, la cual se hizo por Luis Morales de
Figueroa por el libro de las tasas de la visita general • . . razón de los tributos que pagan en
cada año a sus encomenderos y lo que nuevamente han de pagar de servicios a S. M. por
el quinto, conforme a su real cédula", fecha en el Pardo a IQ de Noviembr·e de 1591, ate.
En Colección de documentos inéditos relativos al descubrimiento, conquista y organ~
zación de las antiguas posesiones españolas de América y Oceanía, por Luis Torres de Men-
doza. T. VI, p. 45.
234 HISTORIA DE HUÁNUCO
29 Había tres especies de encomiendas de la Corona. "La una, dice el tratadista Hevia
Bolaños, de las que están incorporadas en la Corona, y obtiene una renta en propiedad Y
posesión. Otra, de las que n o goza, y tiene en propiedad, como son las Lanzas del Reino del
Perú, que se incorporaron en su Corona, y como tales defiende sus pleitos el Fiscal de su
Magestad; y la otra, de las encomiendas q'ue tiene des t inadas, para satisfacción Y paga de
alguna deuda o merced, en orden al desempeño de su casa".
30 Relación de las provisiones, encomiendas de indios, libranzas y mercedes que dieron
el Virrey Conde de Nieva, y comisarios a los vecinos del Perú. s. f. Gobernantes del Perú.
Cartas y Papeles. Siglo XVI . T. II. Apéndice al T. I, ps. 588, 614, 615.
236 HISTORIA DE HUÁNUCO
* :¡. :¡.
El trabajo. El Personal del indio. Las mitas. La mita minera. Los obrajes. Los tambos y
demás. La legislación al respecto. El trabajo forzado y la explota"!ón de los indios. Algunos
documentos y cifras sobre el mitaje y las mitas en los territorios de la Ciudad de Huánuco.
1 Recopilación de Leyes de los Reinos de las Indias. Libro VI, Tit. XII; Libm
VII, Título IV.
24 0 HISTORIA DE HUÁNUCO
* * *
En los primeros años de la Conquista, bajo el nombre de mita
-voz quechua que significa vez-, los corregidores, alcaldes, curas y·
hasta los simples soldados y españoles vagabundos, tomaban a los
indios y los empleaban, en forma gratuita, en trabajos mineros, agrí-
colas, domésticos y demás, o los alquilaban para beneficiarse con el
producto de sus brazos, o los vendían 2 •
Este estado de cosas permaneció hasta el gobierno de Toledo, que
dictó ordenanzas para el trabajo y la tributación. Según ellas, un
cierto número de indios de un repartimiento o provincia, debía tra-
bajar, por turno, bajo el control de autoridades y al servicio de los
españoles, quienes les abonaban por su trabajo un salario tasado ofi-
cialmente. Por dichas leyes, dispuso, asimismo, que ningún indio sirvie-
se contra su voluntad; se fijó el salario para el trabajo en minas, chacras,
y que debía abonársele en propias manos y en moneda, para evitar
que los caciques se apropiasen de sus jornales; que no se les emplease
sino en trabajos para los que habían sido contratados, con intervención
del Corregidor; que sólo pudiesen trabajar los mayores de 18 años; y
se señaló las horas del día en que debían laborar.
Para las mitas mineras de Potosí y Huancavelica -descubierta la
primera en 1544 y la segunda en 1563- Toledo dictó sus famosas
Ordenanzas de Minas, aprobadas por Felipe. II, en 1575. Conforme a
estas leyes, estaban obligados al traba jo la 7~ parte de los indios hábiles
de cada pueblo, desde Lima a La Plata; la 6~ de Lima al Norte; la
59 en la región de Quito. Determinó 13.500 indios para las minas
de Potosí y 1.800 para las de Huancavelica, repartidos en las provin-
cias del Virreinato en un radio de 15 O leguas. Se ordenó, igualmente,
que los mitayos se renovasen en el trabajo cada semana y por terceras
partes, quedando las otras dos en descanso; que la duración fuese de
2 Lo dice el Virrey Marqués de Montesclaros " ••. en muchos de éstos, así azog'ue-
gu eros como soldados, corre un mal uso de vender los Indio.s que se les dan de mitas; las orde-
n anzas lo p rohiben con grandes penas, pero contra la ley se hace disimulándolo a veces
debajo del nombre de fletamentos o compañías." Relación hecha. . . por el Excmo. señor don
J uan de Mendeiza y Luna, Marqués de Montesclaros, etc. Colección de las Memorias o Rela-
ciones que escribieron los Virreyes del Perú. T. 1 9 , p. 179.
CONQUISTA Y COLONIA 241
ó Gobernantes del Perú. Cartas y papeles. Siglo XVI. T. XIII, ps. 308, 309. Título
C:e gobernador 'Y administrador general de la provincia de Guaylas de las minas de plata
del cerro de colq uepolcro y de las demás que están descubiertas y se descubren en la dicha
proVÍ:ncia para don Diego Núñez de Figueroa. Lima, 5 de noviembre de 1594.
244 HISTORIA DE HUÁNUCO
6 " Rel ación . . . del Excmo. señor . . . Marqués de Montesclaros'', cit. Colección Me-
morias y R elaciones, cit. T . 1 9 , p. 177 .
7 Nueva Crónica y Buen Gobierno. P. 526.
CONQUISTA Y COLONIA 245
ciaron con licencia del Virrey y en cuyo tí tul o se señalaba la can ti dad
de indios de la comarca que debían servirlo. Y a fines del siglo XVI
se establecieron obrajes de propiedad de las comunidades y de la Co-
rona, con administradores nombrados por el Virrey o los Corregidores;
pues, habían de particulares, de la Corona, y de las comunidades y
mixtos. Empero, en todos ellos d trabajo era de la explotación del
indio por el sistema de la mita forzosa de hombres, mujeres y niños.
El gobierno español se pr.~ocupó por la suerte de estos mitayos. Los
Virreyes Toledo y don Luis de Velasco, reglamentaron la mita de
Jos obrajes. Pues, mandaron que no se repartiesen indios que no fue-
sen del lugar donde estaban instalados los obrajes, o de dos leguas
de contorno; que las autoridades inspeccionasen sus recintos, no per-
mitiendo a los muchachos sino trabajos ligeros; que se demoliesen los
existentes en las cercanías de las minas; que no se mezclasen en el
trabajo a indios y negros; y se prohibió a los encomenderos tener
obrajes dentro de las encomiendas. Más tarde, por las ordenanzas dic-
tadas en 1601, por Fe:ipe III, se prohibió que sirviesen indios en los
obrajes de españoles, pero sí en los de las comunidades; pero años des-
pués se volvió a autorizar reparto de mitayos, y que por delitos comu-
nes no podía condenarse a esta mita. Por Cédula de 7 de octubre
de 1603, se ordenó el abono de sus jornales, cuyo monto debía ser
de 3 5 pesos por año a cada mitayo, contando el año de labor de 212
días; pero como los salarios se pagaban .por tarea motivó abusos. El
arancel d~ pago era el siguiente: lavadores, un rea·! ; por 9 arrobas
de lana de primera, 1 O de segunda y 12 de tercera y 9 de lana negra.
Todas debían ser lavadas con agua caliente. Urdidores: dos reales
por tarea de 3 piezas al día; frazaderos, 20 reales con dos tejedores;
chilqueros, cuatro cargas de burro por un real.
El Virrey Diego Benavides y de la Cueva, Conde de Santistevan)
en 14 de julio de 1664, dictó fas Ordenanzas de Obrajes referentes
a salarios, jornada de trabajo y otros. Como parte del pago se hacía
en especies, se fijó su peso y precios y la cantidad de dinero; para
abrir obrajes s·~ exigió licencia real y se dictaron reglas para el reparto
de indios, turnos de mitas y prohibiendo el trabajo de niños, ancianos
y a los que viviesen más allá de dos leguas del obraje. La faena se
fijó de las 7 de la mañana a)as 5 ó 6 de la tarde, descontándose el
tiempo para la alimentación y el descanso.
En 1680 se expidió cédula real, mandando destruir ciertos obrajes,
alegando sufrimiento de los indios. En cumplimiento de este mandato,
246 HISTORIA DE HUÁNUCO
:- ·~ *
En la segunda mitad dd siglo XVI, numerosos obrajes existían
en los Corregimientos de la Ciudad de Huánuco, particularmente en
Huaylas y Conchucos.
En el DiC11rio de la Se giinda Visita Pastoral, 15 9 3, del Arzobispo
1
8 Recopilación de las Ley es de los Reinos de las Indias. Libro VI, Tít. XIII.
9 Diario de la Segunda Visit a Pastoral que hizo de su Arquidiócesis el ilustrísimo
señor don Toribio de Mogrovejo Arzobispo de Los Reyes. "Revista del Archivo Nacional
del Perú". T . JI, Entrg. 1•, ps. 38, 59 y sigts.; T. 1~, Entrg. 11, p. 264.
CONQU1ST A Y COLONIA 247
"Pueblo San Pablo de Mato ... Tiene dentro del pueblo un obra-
je . .. Tiene veinte y cuatro indios casados, los veinte de Mato y los
doce de Guacta, y cuarenta y dos muchachos; los veinte y dos de Mato
y los veinte de Guacta; págaseles a los casados a razón de veinte y
cuatro pesos por año, y a los muchachos a razón de trece pesos por año,
como lo manda la ordenanza."
"Guaylas ... Tiene dentro del pueblo dos obrajes, que el uno es de
la Comunidad ... Tiene diez y seis indios casados y cuarenta y seis
muchachos, págaseles a los casados a razón de a tres cuartillos cada día
y a los .muchachos a cuartillo cada día; y el otro ... tiene siete indios
casados y trece muchachos; págaseles a los casados dos cuartillos cada
día y a los muchachos a cuartillo cada día."
«Macate ... Tiene un obraje dentro del pueblo que es de don
Gerónimo de Guevara. Ocú panse, cuando labran, ocho indios casados
y cincuenta muchachos. No se les paga más de su tributo."
"Pallasca ... Está dos tiros de arcabuz deste pueblo un obraje que
es de la comunidad ... en el cual obraje hay los indios oficiales si-
guientes ... setenta y cuatro hiladores a los cuales se les paga cada un
año a cuatro y a cinco y a seis pesos conforme a lo que trabajan en
hilar . . . diez indios tejedores a los cuales se les paga a siete y ocho
pesos cada un año; catorce indios emprimadores a los cuales se les paga
según en la forma de los de arriba ... ; diez indios embarradores a los
cuales se les paga según dicho es; doce indios leñateros a los cuales se
les paga según dicho es; seis indios percheros a los que se les paga con-
forme a su trabajo; dos labradores se les paga conforme a lo que tra-
bajan; dos indios apartadores de lana, más un indio breviador; dos
tintoreros digo tundidores, dos indios carpinteros, y más otro albañil."
"Por manera que suman los indios que se ocupan en este dicho
o braje ciento y cuarenta y tres con los muchachos, los cuales son deste
pueblo de la Pallasca, y en el dicho obraje reside un español por admi-
.
nistra dor. "
"Guandoval ... Hay en este pueblo un obraje que es de la comu-
nidad dél en el cual se ocupan veinte indios casados, y veinte y dos
muchachos; págaseles conforme a lo que trabajan."
"Santiago de Cabana ... hay en este pueblo otro obraje que es de
la comunidad ... en el qual ocupan veinti y seis indios tributarios,
casados, y cuarenta y cuatro muchachos y más dos indios cardadores ... "
"Tauca ... Hernando de Chávez vecino de Guanuco tiene en los
pueblos de Sancto Domingo de Tauca y Sant Marcos de Llapo y Sant
Pedro de Corongo de su encomienda, obrajes ... en que se ocupan ..•
248 HISTORIA DE HUÁNUCO
de los obrajes fueron otra de las pesadillas de la raza india, cuyos su-
frimientos se multiplicaron cuando el ansia de riqueza prendía en sus
propietarios y conductores. Esta cruenta realidad fué condenada du-
rante toda la Colonia, por los visitadores del Virrey. Particularmente
a mediados del siglo XVIII por los Comisionados reales Jorge Juan y
Antonio de Ulloa. Son de el!os estas líneas:
«La cuarta y última clase de haciendas, que son los obrajes, es donde,
al parecer, se refunden todas las plagas de la miseria. Aquí es donde se
juntan todos los colmos de la infelicidad, y donde se encuentran las
mayores lástimas que puede producir la más bárbara inhumanidad,
Para formar un perfecto juicio d,e lo que son los obrajes, es preciso
considerarlos como una galera que nunca cesa de navegar, y continua··
men te rema en calma, alejándosele tanto el puerto que no consigue nun-
ca llegar a él, aunque su gente trabaja sin cesar, con el fin de tener algún
descanso ... El trabajo de los obrajes empieza antes que aclare el día, a
cuya hora acude cad a indio a la pieza que le corresponde según su
ejercicio, y en ella se les reparten las tareas que les pertenecen; y luego
que se concluye esta diligencia, cierra la puerta el maestro del obraje
y los deja encarcelados. A medio día se abre la puerta para que entren
las mujeres a darles la pobre y reducida ración de alimento, lo cual
dura muy poco ·ti empo~ y vuelven a quedar encerrados. Cuando la
obscuridad de la noche no les permite trabajar entra el maestro del
obraje a recoger las tareas: aq uellos que no las han podido concluir,
sin oír excusas ni razones, son castigados con tanta crueldad, que es
inexplicable; y hechos verdugos insensibles, aquellos hombres impíos
descargan sobre los miserables indios azotes a cientos, porque no saben
contarlos de otro modo, y para conclusión del castigo los dejan ence-
rrados en la misma pieza por prisión, y, aunque toda la casa lo es,
hay un lugar determinado con corroas o cepos para castigarlos más
indignamentre que se pudiera hacer con los esclavos más culpables.
Estos indios ganan un real al día; medio se les retiiene para pagar al
corregidor y el otro medio se designa para su manutención, lo cual
no es suficiente para un hombre que trabaja sin cesar todo el espacio
de un día" 13 •
La mita de los tambos, era otro de los trabajos de fuerza a que eran
sometidos los indios.
13 Noticias Secretas de América. Siglo XVIII. Segunda Partt", Capt. Il, ps. 215
y siguientes.
250 HISTORIA DE HUÁNUCO
* >:- >:-
Para evitar los abusos que cometían los españoles, que habían con-
vertido a los naturales en bestias de carga, Vaca de Castro reglamentó
esta mita. Por dichas Ordenanzas debían servir en los tan·ibos o lugar.es
de hospedaje, los indios encomendados por cuyos repartimientos pasa-
ban los caminos reales. Los caciques tenían la obligación de tener indios
en los tambos, abastecerlos de víveres para los caminantes, con sus
respectivas tarifas o precios; de bien do darse a los caminan tes 5 indios
a los de a caballo y 3 a los de a pie, prohibiendo cargarse a las indias
paridas o preñadas; y que nadie pudiera caminar sobre hamacas, salvo
los enfermos. Y se nombró alcaldes de campo para hacer servir este
servicio en todos los caminos públicos, que partían de Lima a Quito,
Cusco y La Plata.
Toledo mejoró este servicio, en sus famos.is Orden::mzas de Tambos.
Por ellas, en cada tambo debía haber un español o cacique con 8 indios
mitayos y provistos de mantenimiento como maíz, carne, pastos, etc.; los
indios debían mudarse cada dos meses; que se les abonase su trabajo en
propias manos; que el Corregidor o el Alcalde fijase, cada año, un aran-
cel de precios; y que los tamberos pudieran tener Sr~menteras y ganados
en sus chacras contiguas; que no se diesen indios para guía y carga; y
que s·~ les pagase a los que abastecían tambos. Disposiciones posteriores
y diversas reales cédulas, dispusieron que los indios fueran a servir al
tambo con sus mujeres; que se les pagase de sus cabalgaduras y yerbas;
que no podían ser cargados contra su voluntad; que no llevasen cargas
a las minas ni a las ciudades; que en caso de ser cargados lo fuesen con
el peso máximo de 2 arrobas; que no se cargasen a los menores de 18
años; que los indios cumpliesen con poner pan, vino y maíz en los
tambos; que los virreyes. presidentes, oidores y corregidores no les qui-
tasen sus mujeres a los indios, ni sus haci.~ndas, ni los cargasen gratui-
tamente 14 •
También los indios tamberros realizaban la mita de chasqu.is o pos-
tas, que consistía en el transporte de la correspondencia de los espa-
ñoles. Años después se estableció que los chasquis realizaran el trans-
porte de la correspondencia oficial, ha jo el abono del Correo Mayor Hi.
14 M emorial y Ordenanzas de don Francisco de Toledo. P. 112. Recopilación de
168 O, cit. Libro VI, Tí t. XIII.
l5 Pc'I' Real Cédula de 14 de mayo de 1614, se ere-O el correo de América, designán-
dose Correo Mayor de Indias a don Diego Galíndez de Carbajal, cuya explotación le fué
concedida como privilegio. En 1627 se le di6 la merced al Conde Duque de Olivares. Hasta
CONQUISTA Y COLONIA 251
1772 el Correo fué de cuenta de los Condes de Castillejo, pasando en dich o año a ser ser-
vicio real, cuyo primer administrador fué don José Antonio Pando, hasta 1802. Había dos
líneas principales: de Lima al Cusco y Buencs Aires, y la otra de Lima a Cartagena de
Indias. Y otros dos correos: a Arequipa y Paseo. El Virrey Jáuregui dispuso que por vía
del Cusco sólo podían remitir carcas, para evitar la demora; estableciendo un servicio de
encomiendas cada dos meses. Este mismo gobernante cam bió la ruta del correo al sur, que
!ba por Jauja, por la ru ta de Lunahuaná-Huancavelica; y para el centro creó un servicio
para el valle de Jauja, hasta Paseo 'Y Huánuco.
16 Diario de la Segunda Visita Pastoral, etc. "Revista del Archivo Nacional del
Perú". T. JI, Entrega 1\ ps. 38-75.
252 HISTORIA DE HUÁNUCO
de coca; al servicio de plaza, etc. (Los pongas eran los servidores do-
mésticos, que generalmente' no percibían sueldo alguno que la alimen-
tación que se les daba, y cuyo úempo de prestación era indefinido, o
por largos e irregulares turnos.)
Los mitimaes cultivaban las chacras o trabajaban en los trapiches o
ingenios de azúcar, debiendo proporcionárseles un lote de tierra para
cultivarlo y sustentarse con su producto.
Por la mita de plaza los indios s·e constituían en las ciudades ciertos
meses dd año, y las autoridades los repartían conforme a padrones le-
vantados oficialmente; dedicándolos los españoles a diversos trabajos
como el cultivo de huertos, construcción de edificios, apertura de ace-
,.1 nias, traba jo de excavación de huacas o cues, etc.
En un Memorial elevado en 1643 por los yanaconas de Huánuco, se
expresa que los dichos yanaconas suplían, por aquellos años, a los "600
indios que se repartían en la ciudad para la mita de plaza, que no al-
canzan sino a 300".
Finalmente por la mita de arrieraje, los indios debían servir en el
viaje conduciendo las cargas y a los pasajeros; corriendo a su cuidado
la mantención de las acémilas, cuyos precios, en caso de enferm·edad o
muerte, debían cobrárseles.
Desde 1609, Felipe III, por sus Ordenanzas sobre Repartimientos,
prohibió d reparto de indios para el trabajo de huertas, edificios, agua,
leña, así como para la mita de coca, servicio de trapiche, ingenios de
azúcar, la extracción de los tesoros de huacas y demás. También mandó
que los indios mitayos durmiesen en sus casas, que fuesen asistidos en
sus enfermedades, que oyesen misa, que no trabajasen en los días de
guarda, y que el indio pastor no pagase por. la pérdida d,el ganado si
no hubiera convenido expresamente 17 •
En el título del encomendero de Co~chucos expedido por La Gasea
al Capitán Juan de Mari, vecino d·e León de Huánuco, hallarnos' el nú-
mero de indios mitayos que para los antedichos servicios debían pro-
porcionar:e el cacique. Dicen las cláusulas pertinentes: "Daréis para
guarda de ganados e veneficio de otras haziendas del Encomendero,
veinte e cinco indios, los cinco en Guanuco, y los demás en vuestras
tierras". Item: "Si el Encomendero fuere a vuestras tierras, todo el
tiempo que cstoviere en ellas, le ciareis doce indios que le sirvan de ser-
vicio ordinario". ltem: "Sembrarei~ para veneficiarlas e coxerles en la
chacra del Encomendero, quince hanegas de maiz e trigo, para lo quá~
17 Recopilación de Leyes de los Reinos de las Indias. Libr. VI, Tít. XIII.
CONQUISTA Y COLONIA 253
* ::4 *
De modo general el mitaje, las mitas -llámense mayores o menores,
de minas, obrajes, tambos, etc.- fueron la explotación legalizada del
indio. En todas ellas, rendía sus fuerzas al máximo por salarios nomi-
nales o reducidos, que le llevaban a la miseria y a la degeneración. Cuan-
do no cumplía con las faenas se le castigaba cruelmente; si perdía algo
que valía "dos reales se les quitaba cinco pesos", como dice Guarnan
Poma; y si adeudaba suma alguna en dinero o especies, tenía que res-
ponder conjuntamente el trabajo indefinido de su mujer e hijos.
En las mitas mineras, de su jornal el indio tenía que alimentarse,
abonar su tributo, pagar su viaje de ida y vuelta a su pueblo, vestirse,
cubrir los gastos de su familia, amén de abonar al cura por los diezmos
y primicias, etc. En el mitaje de tambos y arrieraje el indio debía servir
en el viaje con sus propios alimentos; y si moría el animal, ya por en-
fermedad o accidente, abonaba el precio de la bestia, no antes sin haber
alquilado otra para hacer llegar las mercaderías a su destino, las que
también tenía que cubrir si se perdían o eran asaltadas en los caminos.
Los repartimientos de mulas que r.~alizaban los corregidores de provin-
cias para el servicio de arrieraje, eran ignominiosos. Pues, tales autori-
2 Visita hech a por mandato de Su M ajestad .. . por Iñigo Ortiz de Zúñiga, etc . "Re-
vista del A rchivo N acion al del Per ú", 1920 . T. l v, Ent rega 1, ps. 29 , 34 .
3 Visita h ec.ha por m and ato de S. M., et c. Rev t. cit., T. y Entrg. II, p . 2 09 .
4 C1EZA DE LEÓN: La Cr&nh<a General del Perú. T . 1 9 , C apt. LXXX, p. 246.
5 Crónica Mo ralizada del Orden de S. Agnstín en el Perú, etc., por FRAY ANTONIO
de la Calancha, T . 1 9, C ap t . IV, p. 3 3 9. E l p ropio Aguilar y de C órd e<ba q ue visit-0 los Corre-
.i;imientos de Huánuco como Alg uac il M ayor de su C abildo, en su celebrado "El Marañón"
dice: " ... y corriendo el med io dí a se junta cerca de Chuqui a otro caudaloso río llamado
Chuquibamba, cuyas riberas un tiempo cdebró la fama por sus pepitas de oro, que nace
en las cordilleras ·de C ajatambo, conocidas por sus minas de plata . . . " C ap t. VII, p. 3 27.
(Colee. Bibl. C ultur a Peruana, T. V. El Apogeo de la Lite ratura C olonial).
CONQUISTA Y COLONIA 257
8 He aquí la leyenda, resumida por Tadeo Haenke. "Un indio llamado Huari-Capcha,
apacentando su rebaño por aquellos collados, se vió precisado para pasar la noche a abrigarse
al respaldo de uno de ellos; encendió una gran hoguera, y quedó sorprendido al amanecer
cuando vió entre las cenizas unos granos de plata fundida. Contra la costumbre de los de su
nación, participó de esta novedad a don Juan José Ugarte, hacendado de la quebrada de
Huari<aca, quien pasó a reconocer el cerro, y en el mismo paraje en que el fuego había
derretido los metales abrió diversas bocaminas, y las que fué explotando con la mayor facili-
dad y abundancia. La fama de la mina atrajo muchos españoles, y se erigió un pueblo"
Descripción del Perú. Descripdón de la Intendencia de Tarma, p. 190.
9 Nuestra opinión de haberse trabajado minas en la región de Paseo, en tiempos preco-
coiombinos y nuestra duda de la leyenda de Huari-Capcha, se refuerza en el Capt. III del
libro "Atacocha", p. 21. Parece que los Incas trabajaron las minas de plata de Colquiajirca,
que en quechua quiere decir: ladera de plata. Aunque no existe documento fehaciente alguno
al respecto. A base de un expediente que dice se halló en el Archi•vo Nadon.al, el ingeniero
Carlos E. Velarde, se pretende sostener que las minas de Yauricocha se trabajaron desde 1567.
(Descubrimiento de las minas, "El Minero Ilustrado'', NQ 430, 15 de mayo, 1915). De esta
idea hace eco y la sostiene el señor Eliseo Sanabria Santibáñe71 en su "Monografía Histórica
del Cerro de Paseo", aparecido en "El Comercio", de Lima, 7 de noviembre de 1950, Edc.
de la tarde, y siguientes. De la atenta lectura e imparcial análisis de los autos, resumidos
por Santibáñez, y los mismos que se siguieron, a raíz de un denuncio, entre el Cacique de
Laraos Manuel Chumbe y Pedro Chupán con el español Diego Cantos de Andrada; salta
q'Ue tal expediente es apócrifo. Por otra parte, las afirmaciones de Santibáñez son antojadizas
y fuera de la verdad histórica. Pues, por dicho año de 15 67, no existieron o no desempe-
ñaron los cargos q'Ue se les asigna a las personas nombradás; no existía la división poHtica
que se afirma; ni rigieron las Ordenanzas de Minería que se nom~nan, etc. Rectifiquemos
algunas, a saber: en 15 67 no fué Alcalde de Minas y por tanto Corregidor de Jauja, Gómez
de Carabantes de Mazuelas. (Gómez de Carabantes fué Encomendero de Jauja y Rodrigo de
:\íazuelas, Secretario de Pizarro, en 15 40). Bombon, Chaupihuaranga y Huánuco, jamis
pertenecieron, políticamente, al "Valle de Jauja". (Huánuco, desde su fundación, tuvo
categoría de Ciudad de Españoles, y jamás pudo depender de un pueblo o reducción de
indios, como lo fuera Jauja entonces.) Juan de Cadalzo Salazar que fuera el primer compo-
sitor de tierras en la ciudad de Huánuco y términos, todavía en 1592, no adjudicó ninguna
encomienda a nadie. Las encomiendas las adjudicaban el Rey o los Virreyes. A Juan Tello
de Sotomayor, encomendero del Repartimiento de Chinchaycocha ~con los pueblos de Los
Reyes, Ninacaca, Sóndores y Carhuamayo-- le encomendó el Gobernador La Gasea, en
Huaynarima, en 15 42. El cacique de Jauja no fué "Felipe Paucar indio ladino que estuvo
en España", sino don Carlos Limaylla. Ningún documen to del siglo XVI habla de la mina
de Yauricocha, que de haberse trabajado, habría abonado el quinto real y los Virreyes
habíanle asignado los mitayos necesarios. El Marqués de la Real Confianza no fué el coronel
don José Maíz y Arcaz, sino don José Manuel Maiz de Arcaz, ~c .
CONQUISTA Y COLONIA 259
Porque, como .hemos visto, muchas minas explotadas por los españoles
estuvi.eron en producción bajo los Incas, ya en Huánuco, Huaylas y
Conchucos. ·
Con el trabajo de este famoso yacimiento minero argentífero en el
repartimiento de Chinchaycocha, de la encomienda de los herederos del
Capitán Juan Tello de Sotomayor; se abre no sólo un renglón inagotable
de ingresos para la Corona por los impuestos a favor de ella, sino que
transformando la economía privada regional con la aparición de acau-
dalados mineros, repercute en la vida de los indios con el trabajo de las
mitas.
Declarada la posesión, U garte inició el laboreo de la mina o "estaca"
de Santa Rosa y armó un ingenio para la refinación del metal. Casi en
los mismos años, otros mineros, comenzaron las labores en las minas de
Colquijirca; minas estas, sin lugar a dudas, conocidas también por los
Incas, a poca distancia de Y auricocha.
La concurrencia al área de Y auricocha o Llauricocha de acaudalados
minreros, atraídos por la fama del mineral, trajo como consecuencia se
registraran y trabajasen otras "estacas", aunque con lapsos, por las
inundaciones de los socavones. Verbigracia, las de "Yanacancha" y
"Paria jirca" por los hermanos Salcedo, 16 69, propietarios de Laicacota,
Puno. Mas en el siglo XVIII, 1740, don Martín Retuerto inició la aper-
tura del socavón de Yauricocha para desaguar las vetas de igual nombre;
obteniendo abundante mineral de plata de buena ley, aunque sufrió
inundación después.
En 1758 don José Manuel Maiz de Arcaz, más tarde Marqués de la
Real Confianza, abrió la bocamina de Yanacancha; y empleando por
primera vez las bombas de mano, habilitó varias minas de las que extrajo
grandes cantidades de mineral, que le reportó pingüe ganancia; pues esa
sola mina rendía anualmente de 60 a 80 mil pesos. Desgraciadamente
con la muerte de este noble minero, vino en declive el trabajo de las
minas, agravado con los derrumbes que se produjeron en los socavones de
Santa Rosa y Cayac, que sepultaron más de 300 mitayos, causando pá-
nico en los mineros 10 •
Empero, en 1780, don Félix Ijurra abrió el socavón de San Judas,
de 700 metros de profundidad, con varios ramales, cuya ejecución
duró hasta 1800 y la de sus galerías hasta 1807. Ijurra, asociado con don
Vicente Amavisca y Bernardo Cárdenas, abrió la mina de Santa Rosa,
que produjo abundante mineral de alta ley.
J() HAENKE: De.rcripción del Perú, cit., p. 191. - Véase: Rivero y Ustáriz, T. l ',
p. 182, Memorias sobre el rico mineral de Paseo.
260 HISTORIA DE HUÁNUCO
.. * *
El incesante laboreo de las minas dió lugar a que se formase, en
su propia área, una población con el nombre de San Esteban de Y auri-
cocha, y a donde acudía gente de diversos lugares del Virreinato y
* * 'f-
16 Relación del estado en que se hallaba el Reino del Perú, hecha por el Excmo. señor
Don Juan de Mendoza y Luna, Marqués de Montesclaros, al Excmo. Señor Príncipe de Esqui-
lac.he, su sucesor. Colección de las Memorias o Relaciones que escribieron los Virreyes deil
Perú acerca del estado en que dejaban las cosas generales del Reino. T. l. p. 17 5.
17 Cos:¡,rn BUENO: Descripción, cit. La Provincia de Huaylas, p. 28.
CONQUISTA Y COLONIA 263
las de oro ''por no estar concluídos los ingenios propios para el bene-
ficio de este metal" 18 •
Dos de estas minas d.e oro, se hallaban ubicadas en los suburbios
de la ciudad, en los cerros Senganhorbo y San Cristóbal, que según
la tradición, habían sido descubiertas por los portugueses; y que, en
aquel tiempo, ubicadas por don Juan José Castillo y don Matías Ariza,
se encontraban en trabajo.
Copiemos, respecto de ellas, el tenor de una relación periodística
de 1793, por creerlo de particular interés histórico.
«Al presente estimulados del feliz hallazgo de don Juan José Cas-
tillo, y Don Matías de Ariza, dueños de la mina nombrada del
Señor de Guayaupampa, se cuentan en continuos trabajo y laboreo
sobre 32 en la forma siguiente: 'Dueños de minas con Registro y
nombre de ellas: Crrro de Huancamina: Purísima y Rosario, Don S.e-
bastián Coz. San Vicente, Doña Francisca Ramos. Cerro de Cocot:
Et Tránsito, Don Sebastián Coz. Cerro de Senganhorbo: Señor de
Guayaupampa, Don Juan José Castillo, Don Nicolás de Ariza. San
José, Don José López. Las Animas, Doña Inés Gonzáles. San Juan de
Dios, Don Guillermo Zevallos. Cerro de Puitoc: Las Animas, Dr. Don
Bartolomé Bedoya, Don Juan Puyol. Santa Cruz, Don José Meza,
Don Francisco Arce, Don Crisóstomo Bazán. San Antonio, Don Fran-
cisco Ximeno, Don José Telles. San Juan de Dios, Don José Meza,
Don Francisco Antonio Cabelro y Meza, Don Andrés Hurtado, Don
Guillermo Zevalos. Cerro de Cabrito-Plata: el Príncipe Fernando, Don
Francisco Antonio Zevallos y Meza, Don Juan Coz, Sebastián Coz,
Don Andrés Gomero, Don Juan Durán. La Santísima Trinidad: Don
Tomás Gonsáles, Don Juan Durán. Cerro de Cacapara: Santa Eulalia,
Don Hermenegildo Nor.eña. Cerro de Pucuchincha: San Antonio,
Balerío Noreña. Cerro de Jeca: La Soledad, Doña Francisca Zeballos.
Cerro de Sancricancha: El Señor del Guayabal, Don Mateo Meza.
Cerro de Patrón-Pampa: Las Mercedes, Doña Dionisia Rodríguez. Cerro
de Huariaguazqui: Señor San José, Don Manuel Beraún, Don José
Narbarte, Don Juan Miguel Ochoa. San Pedro, Don Felipe Tafur.
Cerro de San Cristóbal: Los Desamparados, Don Manuel Marín. Las
Mercedes: Don Salvador Dasa. La Luz, Don Manuel Rébolo. El Sacra-
mento: Don Basilio Medrano. Christo Pobre, Don Manuel Talancha.
San Ignacio, Don Luis Gómez. San Juan de Dios, Don Manuel Marín.
San Sebastián, Don Salvador Aguilar. Santa Lucía, Don Juan Bermejo.
San Roque, Don Baltazar Jaramilfo. Santa Ana, Don Toribio Meza.
Los Agonizantes, Don Manuel Lastra. Santa Rufina, Don Manuel Ze-
vallos. Cerro Minasnios: La Reina María Luisa, Don Francisco Anto-
nio Cevallos y Meza. Cerro de Auquincoto: San Bruno, Nicolás Illa-
topa. Cerro de Rondas: Nuestra Sra. de los Dolores, Don Juan Durán.
Cenro Pacapal: San Juan de Dios, Don José Meza, Don Andrés Hur-
tado' " 19 •
19 Descripción topográfica, etc., cit. - Hipólito Ruiz dice de ellas: "Frente de la Ciudad
de Huánuco, al otro lado del río, hay una Mina de Oro, cuyo laboreo han emprendido algunos
infructuosamente". Relación histórica, etc., cit., Capt. XXI, p. 134. El propio Ruiz nos da
también las siguientes no.ricias: "En las chacarerías de Cochachinche, distancte siete leguas,
hay una mina abundantísima de Nitrato de Potasa, o sea de Salitre, a la cual acuden los tra-
gineros de Huancavelica a cargar de esta Sal ... y se llevan porción de cargas de hermosos
cristales". Capt. y p. ctds. -El Prefecto de Huánuco don Ruperto Delfín, en su Informe de
1 873, por su parte, escribe de las minas coloniales: "Desde el -río Tingo a lo largo de la que-
brada que forma el Huallaga, llegaren a cincuenta las minas que estuvieron en laboreo en la
Época del Coloniaje; hay cañones revestidos de cal y canto en figura de túneles, en donde se
ha gastado algún dinero, aunque los metales parecen pobres, hay otras cuyas bocas han sido
tapadas ... Chaglb . . . debió haber sido el Distrito mineral, por la cantidad de bocaminas
que se encuentran en ese lugar, que pasan de ciento, algunas tapadas y otras descubiertas,
llamadas por las naturales, de los Portugueses; esas minas deben haber producido mucho por
la cantidad de desmontes que se notan en las cercanías". Memoria del Prefecto de Huánuco,
1873. "El Peruano", 29 de mayo de 1874.
20 En 12 de junio de 1683, Carlos II otorgó el título d~ Marqués de Corpa a don Luis
lbáñez de Segovia y Peralta. Succdióle dcña Nicolasa Ibáñez, Condesa de Torre Blanca, que
renunció el título. Lo pretendió don Juan José de la Puente lbáñez, Caballero de Calatrava,
Oidor de Lima y nieto del primer Marqués de Corpa, por línea materna. Se le declaró acreedor
a él por acto de la Junta de Lanzas de 6 de noviembre de 1776, aprobado pcr cédula de 22
de diciembre de 1777. Títulos Nobiliarios en el Perú, por Rubén Vargas Ugarte S. J. "Re-
vista Histórica". T. XV, Entrg. 111, p. 284.
21 "Mercurio Peruano", 27 y 30 de junio de 1793. "Descripción de la Intendencia de
Tarma", por el Dr. Mariano Millán de Aguirrc.
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• .r-h u.._;;1 ... ,. .. . 1.... . .,,.,, :; :;:::t:~~!.)~t;-:!::t ~ ~..,.i., r-· Suh• .
Aspecto t opogr:ífíco de las ru i1us de H uá nu co el V iejo. Lev mt ado por el Pa dre Man uel de Sobrevieh . Djbu ja do por Sie rra. 1786 .
(Col ee. de M apas del Per ú del Museo Bríd nico. In serto en R elació n d el Viaje qu e h i-:o a los R einos d el l'erlÍ )' C hile. de D .
H ipólito R uiz. T. 11 . Cortes ía del Dr . J aime Jaram ill o Arango.) (Copia redu cid a.)
CONQUISTA Y COLONIA 265
yeta, . pañete5, jerga y sayal" que trabajaban los indios con lanas que
introducían de la provincia de Tarma :?o .
La indus·tria de tejidos o de los obrajes, bajo. la Colonia, se difundió
tanto en Huánuco, que "no .2xistía pu·eblo que no tuviese sus telares
para esta , labranza", dice un comentarista. Aún en el siglo XVIII, en
que tal industria sufrió decadencia, no d.2jaron sus telares¡ de tejer "to-
cuyos, telas gruesas y bayetas'', señaladamente en los corregimientos
de Huamalíes, Tarma y Huaylas, consistiendo tales mercancías su co-
mercio principal y siendo "el caudal que manejan ... y con él cubren
toda suerte de deudas" 30 •
32 Los Comentarios Reales. T. II, Libr. IX, Capt. XXVIII, p. 273. No hemos
hallado documento alguno que respalde a Garcilaso; y, en tanto no se desvirtúe la afirma-
ci-On del cronista, sostenemos que Huánuco fué la primera tierra en la que se cultivó la
caña de azúcar T:.sta planta se introdujo de la Isla Española por Pedro de Atienz:t, t>n
1506. De Santo Jlorr-ngo pasó a México, de donde, se afirma, vino al J"-:rú. José de·
Lavalle dice que fué en Piura, en el fundo de Juan Salinas de Loyola, y no en Huánuco,
donde se cultivara por primera vez. Otros sostienen que fué en la hacienda de Trapiche,
en el valle de Chicama, donde primero se laboró.
33 Cita de Jiménez de la Espada, en Relaciones Geográficas de Indias. T. I, p. XXV.
34 Cita de Jiménez de la Espada, en Relacioner Gt·ográficas de Indias. Origen
del río Huallaga.. T. I, p. XXV.
35 Diario de la Segunda Visita Pastoral que hizo a su arquidiócesis el ilustrísimo,-
scñor don Toribio Alfonso de Mogr'ovejo, cit. "Revista del Archivo Nacional del Perú".
T. 2, Entrg. 14 • Lima, 1920, p. 38.
3G Descripción ie las frro1'incias pertenecientes al Arzobispado de Lima. cit. Pro- -
vincia d(: Huavlas, p. 28.
2 72 HISTORIA DE HUÁNUCO
* * ,~
41 " Diario de la Segunda Visita Pastor:i.I que hizo de su Arquidiócesis", etc. Revt . cit.
42 Compendio y Descri[ldón de las India s Orientales. Cit. Capt. XLII, p. 486 .
43 Compmáio y Dercripción, etc., cit. Cape. XLIII, p. -489.
274 HIST ORIA DE HUÁNUCO
44 C rónica Mora lizada del 0 1-dcn de San A[!,11s tí11 rn el Per ú. C ap t. XVIII, p. 89 1.
La extirpación de lfl idoJat ría rn el Perú , p. 174.
4 ¡¡ . . Rel1tdón Histórica Je / V iaje, etc., cit. Capt . .X XI. De~crjpci ón de la provi nci:l
* >!.. ~-
48 Relitcióri Histórica del Vi11-je, etc., cit., Capt. cit., l>i• lH, 137.
CONQUJST A Y COLONIA 277
50 R elación H ist órica dí!l Viaje, etc., cit. Capt. XX III. Desc r ip ción de Cucheros,
p. 18 0 ; C apt. XXI, p. 128.
51 Descripción del Perú, por T ADEO HAENKE. Descripción de la Intendencia de Tarma.
Partido de Hui nu co. Partid o. de Huamalies. Ps . 196, 198 .
CAPÍT ULO XI
La propiedad de las minas, tierras, aguas, cte.. El régimen legal de dominio de tierras. Los
primeros repartimientos, 1Jentas y titulaciones. Las 1Jentas por composición y remensura-
ción, 1592-1786. Las tierras comunes: del Cabildo y de los indios. Las tierras de los
esPa1íoles: - la "estancia" y la "hacienda"- ; las de las "manos muertas". Origen de la
propiedad de tierras y proceso de ellas en la ciudad de H11á1111-co y t érminos. Características
y proceso de las tierras comunales. Sus títulos de dominio. Compositores y remenrnradores
en la ciudad de Huánuco y jurisdicción. Ligámenes jurídicos de los bienes inmuebles: censos,
capellanías, etc.
3 Los párrafos más salientes de esta cédula, dice: " . .. Yo he tenido y tengo siempre
vol un ta d de hacer me rced y rreparti r j ust amente el dich o suel o y t ierras baldíos asig nados
a los lugares y Consejos . .. para que tengan suficientes exidos propios y términos públicos .•.
y ansimismo a los naturales y ndios y españoles para que · tengan tierras e propiedad en que
poder labrar y criar ... " Colección Torres de Mro doza, T . XVIII, ps. 234 , 235.
4 La fanegada equivalía a 3 6 almudes; el almud medía 48 varas por 24 . Se usaba
t amb ién, como medida, entre los indios, el topo, de 26 va ra s por 48, ó 4.508 varas cuadra -
das. Una fanegada se formab a con 9 topos.
282 HISTORIA DE HUÁNUCO
•:· * *
7 Recopilación de 1680. Libr. IV, Títs. VII, XII y XVII; Libr. VI, Tít. 111; Libr. IV.
11 Recopilación de 1680, cit., Libr. VI, Tít. 111.
CONQUISTA Y COLONIA 285
* * '~
* * *
Resuelta, en 1591, la venta y compos1c10n de tierras de la Corona,
como vimos, por dicha real cédula y otras posteriores, se mandó que
los indios tenían preferencia en las ventas; que éstas no podían reali-
zarse para particulares si se oponían los naturales; que en la venta
de tierras para indios los Fiscales comparecieran por ellos, para repre-
sentarlos y defenderlos; que no se hiciera composición d.e tierras de
·indios; que los que habían usurpado tierras de indios no debían ser
admitidos a composición; que para que los indios probasen la legiti-
midad de la posesión, no necesitaban mostrar títulos y que verbal-
mente se informasen los comisionados u oficiales reales, etc.
286 HISTORIA DE HUÁNUCO
mentos que han llegado hasta nosotros. Actos que fueron confirmados,
años más tarde, por el método de las composiciones con la Corona.
Sobre todo, quienes adquirieron tierras mediante Cabildo, fueron
los encomenderos de la Ciudad, por la facilidad de contar con indios
de sus encomiendas para el cultivo del campo y el cuidado o ,crianza
de animales, por el servicio de la mita de chacra y de pastoreo.
Hasta 15 80, poco más o menos, todas las mejores tierras del valle
de Huánuco actual, estaban en manos de los españoles; por haberles
donado o vendido el Cabildo, o arrebatado a los indios por la astucia
o la violencia. Particularmente tomaron las dotadas de agua y las
que habían pertenecido al Inca o al Sol, que eran las de cultivo y
mejor situadas; dejando a los indios ·~n las más pobres o áridas, o las
ubicadas en las serranías de los Corregimientos. Empero, también en
éstos, tomaron para sus «estancias" las zonas propicias por su clima,
producción y pastos naturales.
El método empleado por los españoles, para despojar a los indios
de sus tierras en el valle del Huallaga, está manifiesto en actuados
oficiales.
Francisco Nina Paucar, Principal de Auquimarca, al deponer, en
15 62, ante el Visitador de los Chupachos don Iñigo Ortiz de Zúñiga 1
expresó: «que desde el tiempo de Pedro de Puelles que les señaló las
tierras que su padre deste cacique había de tener, cuando se pobló
,esta ciudad, después que le quitaron algunas de las que tenían para
los pobladores della, e después acá se le han entrado en sus propias
tierras algo más en las tierras de Nasa, e Uchubamba, e Guamancaca,
e García Hernández a las tierras de Sangaran, e don Antonio de Garay
en este valle las tierras que se llaman de Racanga ... que desde enton-
ces hasta agora se las han tenido sin haberseles dicho cosa alguna ni
hecho concierto con ellos, y que muchas veces han ido a Lima sobre
-estas tierras e que han proveido e mandado que se las devuelvan e
nunca lo ha hecho, que dicen los que les tienen las tierras que se
le dieron por el Cabildo desta ciudad ... " 11 •
El cacique de Rondo don Gonzalo Cochacho, dice más: "que luego
,que entraron los españoles les robaron todo ... " 12 •
11 Visita hecha por rttandato de S. Majestad. . . por lñigo Ortiz de Zúñiga, etc.,
" 'Revista del Archivo Nacional del Perú". T. 1, Entr. 11, 1'20, p. 189.
12 Visita hecha, etc., cit. Revt. cit., p. 209.
/
* * *
La sistemática apropiación de las tierras de los indios, obligó a éstos
a defenderse en los estrados judiciales, año tras año. Como lo prm~ban
los innumerables expedientes coloniales que se guardan en los Archivos
y Notarías.
De otro lado, la razón principal de la persistencia de las tierras
de los indios, fué precisamente habérseles asignado colectivamente a
los ayllos, o en carácter de tierras comunales. Esta calidad hizo que
CONQUISTA Y COLONIA 293
16 Desde años atrás y con el exclusivo fin de explotar a los indios, los tinterillos
de Huánuco vienen fabricando títulos de tierras de las comunidades. Estos "títulos" se
hacen valer, incluso, ante la Corte Suprema de la República como "auténticos". Pero
su falsedad se desprende de su simple lectura. Pues, sus autores, muestran un absoluto
desconocim iento no ya del Derecho Indiano , sino de la Historia del Pení. De aq,uí que, en
ellos, se hable de Roma, de Jerusalén, de Egipto, y que se diga fuer on expedidos por "Cadarcio"
y su Secretario "Pintapulin".
294 HISTOR IA DE HUÁNUCO
20 Títulos de las comunidades indígenas de: Santa Isabel de Tángor (Daniel Carrión);
San Pedro de Cajas . (Tarma) ·; Chaulán (Huánuco); Colpas (Ambo), etc .
21 Títulos de la Comunidad de Quilla, cita de ALBERTO GRIDILLA. Ancasb Y rns
antiguos corregimientos, T. I, p. 527.
22 Ventas y composición de tierras denominadas Lliac , estanc,ia de Llamac , tér~nincs de
Pomabamba, provincia de Conchucos, que compuso el General Pablo de Segura, Visitador,
Juez delegado para la venta y composición de tierras en Huamalíes y Conchucos.
HISTORIA DE HUÁNUCO
•
Casi en los propios años de la Conquista, los españoles arribaron
a tierras huanuqueñas. Para fundar y poblar la ciudad en la planicie
del hoy Huánuco el Viejo, ya dijimos, Alvarado llevó contingente de
hombres. Pero estos soldado·s no se asentaron en la nueva población,
por el levantamiento de Illatopa y los posteriores sucesos. Trasladada
la ciudad al valle Pilco y mejorada por Puelles, en 1543, vinieron
a poblarla españoles, cuyo número no sería menor de 80 hombres 1 •
Entre este grupo figuraban algunos distinguidos soldados llegados
en las expediciones llamadas de "pacificadores", particularmente en la
que vino al mando de don Pedro de Alvarado, el conquistador de
Guatemala 2 • Muchos de ellos se establecieron en Huánuco, al cuidado
de sus encomiendas o dedicados a la explotación minera.
Reedificada la Ciudad, después de 1543 continuaron arribando
inmigrantes españoles a su área, así como a sus Corregimircntos. (Los
atraía acaso la fama de la "ciudad de los caballeros", por hallarse en la
"frontera" de las ínsulas soñadas: el Pacay y El Dorado, o por su
clima apacible y la riqueza de su suelo).
El nucleo de estos prim.~ros pobladores se acrecentó con la llegada
de los hombres que, en 15 57, juntaron en el Cusco, Lima y Huamanga
los comisionados de Gómez Arias Dávila, para la entrada de «Rupa-
Rupa". Pues, fracasada dicha empresa, gran parte de los soldados que
formaron en ella, se avecindaron en Huánuco.
Veinte años, poco más o menos, de su instalación en el valle donde
hoy se halla, comienza el auge de la Ciudad y su distrito. Los encomen-
d·~ros de la ciudad, obligados por las cédulas reales, trajeron a sus mu-
jeres de España. Por esa época, dichos encomenderos radicados en Huá-
nuco llegan a 3 O. Ello dice que era notable el volumen de españoles,
1 Ver en este libro Tercera Parte: Conquista y Colonia, Capt. III: Las rebeliones de
Gonzalo Pizarro y Hernández Girón, etc., Nota 5.
2 Con don Pedro de Al varado, que firmara con Almagro el famoso arreglo de 100.000
pes0s en Riobamba, 15 3 3, vinieron los capitanes Gómez de Alvarado, Pedro Barroso, Pedro
de Puelles, Martín de Arbieto, Espinoza Campóo y otros fundadores de la ciudad.
CONQUISTA Y COLONIA 301
* ::. *
3 BALTAZAR RAMÍREZ: Descripción del Reino del Perú. Ju.icio dr: Límites entre el
Perií y Bolivia. Prueba Peruana. T. I, · p. 3 07.
4 Compendio y Descripción de las Indias Occiáentales, Capt. XLIV, p. 488.
302 HISTORIA DE HUÁNUCO
•
CONQUISTA Y COLONIA 30 3
con las indias los "nacimientos naturales"; debido a que no llevaron con-
sigo a sus. mujeres. Pero, desde 1550, esta mezcla se produce en menor
escala, a raíz de la llegada de mujeres españolas a la urbe huanuqu~a.
Lo que originó, por otra parte, un perma11rente y pequeño conflicto
de carácter étnico; por el despotismo del conquistador del siglo XVI
y descendientes para con el indio, y el consiguiente desprecio de su
patrimonio espiritual. De otro lado, tal aversión racial hizo que los
españoles no se mezclaran, incluso, con los indios de la nobleza incaica:
desoendientes de Tupac Yupanqui, que, a raíz de la captura de Illatopa
se instalaron en su área. Éstos se mezclan entre indios o sus vástagos
lo hacen con un español o mestizo de humilde condición y origen.
A todo, cuando la lujuria del español no se sacia con la hembra
negra, o por hastío de la blanca, toma a la india que, por turno, acude
para el servicio doméstico o la "mita de casa". Con los años los descen-
dientes de esta mezcla, se diseminan por las clases sociales de la ciudad
y territorios adyacentes: Higueras, Huácar, Tomayquichua, etc.
El mestizaje indo-español en mayor volumen, se produjo en el
ámbito de los pueblos de los corregimientos, teniendo en ellos el carác-
ter de permanente. Pues, pobladas las serranías huanuqueñas por una
·compacta masa india, en la que coexistían desde la mujer plebeya a la
que constituía la "nobleza local o nobleza ayllal"; fué inevitable el
cruce. Y desde aquellos años del siglo XVI, hace su aparición el cholo
huamaliano, en particular, proveniente de la relación sexual, ya lícita o
ilícita, del español con la india de aquellas comarcas.
En efecto, desde 15 5 O, algunos mineros, administradores de obrajes,
de estancias, pequeños funcionarios de la Corona --<::orregidores y
sus "oficiales"- y españoles vagabundos, burlando éstos toda prohi-
bición, se radicaron en Huamalíes, Tarma, Huaylas, Conchucos y
Cajatambo. Y también por 1573, en las jurisdicciones de dichos corre-
gimientos, fundando pueblos, se instalan frailes españoles que reducen
a los indios a la fe y civilización cristianas. (En 15 8 3, estos pueblos
-fundados y en pleno auge llegaban a 120. Ellos al igual que todos
los del Perú, son nucleo y crisol de m estizaje y donde se desenfrena-
ron los placeres de la carne. Rtesultando, desde entonces, los dichm
frailes y más tarde los curas de las doctrinas, los progenitores perma-
11rentes de "mestizos" en las "indias de servicio" que las ·tenían como
mancebas. Por eso Toledo, irritado, abolió la costumbre llamada "ser-
vicio de indias" y, años luego, mandó desterrar a los españoles que
pululaban en los pueblos de indios robándoles a sus mujeres e hijas,
y realizando otras fochorías.
~~~~~
·)
13 Relación del Excmo. señor don Juan de Mendoza y Luna, Marqués de MO'rttesclaros,
etcétera "Colección de Memorias", etc., cit., p. 168.
14' Li bro Parroquial de la Doctrina del Pueblo del Dulce Nombre de Jesús, Dos de
Mayo, Huánuco. Documento de la Familia Chuquiy~uri.
15 C<>mPe-ndio y Descripción de las Indiar Occidentales, Capt. XLVI, p. 493.
306 HISTORIA DE HUÁNUCO
lG Desrriprió11 del Perú. Descripción de la Intendencia de Tarma, ps. 1 SS, 196, 198.
203, 205.
CONQUISTA Y COLON IA 307
la Estos nobles, para mantener su lustre y prosperidad, fundaron los mayorazgos. Por
el mayorazgo el primogénito tenía la posesi·Ón de los bienes libres de la familia, llamándose
patrono, cargo que se trasmitía a la descendencia. Por categoría social y privilegios, los nobles
no podían dedicarse a trabajos manuales ni intelectuales; su testimonio tenía mayor fe en
juicio·; sus compromisos se daban por hechos; no podíaseles embargar sus bienes, armas y demás;
ni encarcelársd es por deuda s, salvo por las de la Corona y entonces en cárcel especial; no
podía aplicárseles tormento o penas infamatorias; y estaban exceptuados de pago de contri~
buciones, etc. Y para no opacar el título debí an llevar una vida de "visible decencia y
bienestar", rodeado de boato y una corte de empleados.
19 . ·¡ eg1os
· Entre 1os pnv1 . que teman,
' estab a que no abonaban impuestos por los bienes
de sus órdenes, ni personales; no podían ser juzgados sino por sus propios tribunales y jueces ·
y pod Í~n disponer de bienes terrena le, etc. '
CONQUISTA Y COLONIA 309
eran para la Iglesia; o con muchas artes, les quitaban sus pequeños
bienes; por lo que la Corona obligó que los indios testasen 20 •
De otra parte, estos frailes sostuvieron querellas con los obispos,
cuya autoridad discutían, amparados en las bulas y breves del Papa
en favor de sus órdenes. Y en el interior de los Conventos se producían
luchas enconadas entre españoles y criollos, en la elección de sus prio-
res; llegando tales competencias a trascender a las poblaciones y bande-
rizar a sus habitantes. Estas discordias suscitábanse, asimismo, entre
frailes de distintos conventos u órdenes en pos de conseguir mayor
riqueza e influencia para los suyos.
:?O Vestían hábitos quienes no tenían vocación alguna; y sólo para llevar una vida
fácil, labrar fortuna, asegurar el bienestar de su persona y familiares, o mejorar su condición
social, tal como lo hicieron los hijos de los artesanos.
310 HISTORIA DE HUÁNUCO
* * *
Después de la captura de Illatopa (Illa-Topac), cuyo levanta-
miento frustró la erección de la ciudad en la planicie de Huánuco el
Viejo, algunos componentes de la sangre imperial que habitaban en
aquella urbe incaica, se radicaron en la actual ciudad; y sus ayllos o
común de gentes se redujeron en el pueblo de San Pedro de Choras
(distrito de Chavinillo, Dos de Mayo). Entre los nobles de dicha
26 Nobiliario HisPano-Ame ricano del Siglo XVI. Colee. de Documentos Inéditos para
H istoria de Hispano-América'', T. 11, p. 300.
CONQUISTA Y COLON IA 315
en Concepción de Huayllabamba y finalm~nte en San Cristóbal de
Suntunto.
Uno de los hijos de Huayna Capac, residente en Huánuco, fué
Inquil Tupac: padre de don Andrés Carlos García Inquiltúpac Inga y
de don Aurelio García Inquiltúpac Inga. Don Carlos dejó como here-
dero a don Juan Illa Tupac Inga; y don Aurelio a don Felipe Tupac
Inga Yupanqui y a doña María Josefa Illatopa Mallqui. (Don Juan fué
sillero y vendió sus acciones de Canchaparán en 16 de setiembre de
1629) ; doña María casó con don Marcos Eustaquio Pérez Achapuri y
Avito, Cacique dd pueblo de San Pablo de Pillao y Santiago de Chin-
chao. De este matrimonio nació don García Illatopa Moya. Don
Martín fué padre de don Juan Illatopa, y éste de Sebastián Illatopa.
Descendientes de esta familia de sangre real, fueron: doña María Josefa
de Herrera, doña Nicolasa Quispirica, doña María Lobo Alvarado
Dávila Falcón, madre del Capitán José Meneses Parragués de Anaya,
hijo natural de Pedro Meneses Lobo; doña Ana Graciana Illatopa ca-
sada con Lorenzo Quispicuro, cuyos hijos fueron: Pascual, Encarnación,
María Agueda, Marí::t Gregaria, María de la Cruz y María Bernardina
Quispicuro Illatopa. (Los últimos descendientes de esta familia de
sangre india imperial, constituyen la familia Illatopa, de la ciudad de
Huánuco) 27
Pueblos Caciques
Pueblos Caciqu es
Himiga-Hualpo .... ...... ........ Cristóbal Marcayalli
Picco ...... .................. ... Gerónimo Pacharaqui
Coruma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Mneo Maleo
Patta ................ ... ........ Antón Mayo Poma
Malconga y Llaquibamba ...... . ... Hcrnando Quiambra
Santar ................. ......... Martín Pachya
Surín-Pillao ............. ......... Domingo Guamari
Anan-Pilco ................. . ... . Juan Poamachauy
.................... Hcrnando Chimbay
Tambo ...... ............ ........ Domingo Camari
Cascapahuas y Cartay ............ Alonso Llupa
Cochahuanca . .................... Fernando Marca Pari
Xigual ....... .... .. ......... . . .. Andrés Huaylla Huamán
Marca-Huaca .................. .. Felipe Masco
Uchec ......... .................. Martín Arcay
Marca~ y Colpacocha ............ . Andrés Huamán Yupa
Mantacocha y Quilcay ........... . Martín Rimaco
Uspas y Naneo .................. Andrés Yacallo
Quingoas y Acos ................ Francisco Yupari
Atoe . . ...... . .. ... ............. . Juan Bautista Yupari
Allauca-Rumac ................... Lázaro Marca Pari
Chusquis ..... ........... .... ... García Inga
Corúmac y Ambo ....... ..... .... Sebastián Mancas
Chauca y Huancayo ............. . Cristóbal Pulca Cóndor
R ondos .... . .. . ................ . Gonzalo Cochache
Pecta . .. ........................ Miguel Aira Huam:ín
Aching2 ......... ............... . Francisco Chuquiyauri
Ateas . . ............ .. ........... Martín Rumec
Queras .......................... Diego Chuchupáucar
Guarre, Auchi y Huacas ........ .. Juan Bautista Cacsa Chaua
Páucar ... .. ....... ... ........... Antonio Tomayohaua
Yachas ... ... .................... Juan Chuchuyabre
Yac2 ........... ................. Juan Condorguculla
Pachacoto .............. ....• .. ... Cristóbal Alcacóndor
Pigual .. ............... ..... .... Juan Cóndor Yauya
Cochamarca ..................... Tapia Huaraca
Quillcay ... ............. ... ...... Gaspar Gayogar
Curamarca . ..... ............ ..... Cristóbal Condochi
N auca ......... .... .. ........... Andrés Auquiyiri
Anan Pillao .......... .......... . Alonso Corihuanca
Caure ........ ................... Antonio Huaynapacch a
CORREGIMIENTO DE T ARMA
Pu eblos Caciques
Pomac ucho Tomás Mallco
Pallan cha .. .. ... .......•••••••••Andrés Macori
Pueblo de la Sal ................. Luis Condormallqui
Acobamba ....................... Francisco Caspataruca
Arancas ......... ...... ......... Sebastián Llanque
Los Reyes ....................... Juan Cacaricra
Huariaca ........................ Francisco Pomaatoc
Angasmarca ... ........ ........... Felipe Mancoouacra
Huácar ........... .... ........... Francisco Panca
Ayancocha ....................... Gómez Pariarpachin
San Miguel de Huácar ............ Francisco Yacollca
Rancas .. . . .. .. .. .. . ..... ....... . Pedro Pallpayanac
Cayna .......................... Felipe Pomahuaranga
Cascanga ........................ Pedro Lliuyac Huamán
Matihuaca ....................•• ,Luis Julcamallqui
Margos .. .. ........ .... ......... .Juan Huacho
Tapuc ........................... Crimíbal Siuno
Pillao ........................... Felipe Villcaarcos
Mosca ........................... Pablo Anca
Gorgor ........... ..... ......... .Juan Llacxachahua
Yanacocha ... .. . .. ... ..••••••••• Jerónimo Llallico
Chacayán ........................ Cristóbal Almerco
Santa Ana de Pampas .... ....... . Lorenzo Choquetaoac
Pallanchacra .. ......... .......... Sebastián Llanque
Cochapampa ..... ....... ...... .. . Antonio Huaynacapcha
S. Jerónimo de Cochacalla ...... .. Juan Pahuamanan
Mosca .......................... Salvador Anda
S. Juan de Ribas .. .. ... . ... . .... Felipe Pomahuaranga
Antapirca ·... . . .......... ...... ... Sebastián Yauri
Vilcapampa ...................... Pablo Huamán
Yanahuanca ..................... Jer·Ónimo de Collachahua
Panao ........ ·.: .. .. ~ ... ........ . . Andrés Thalancha. · .~
OORREGIMIENTO DE HU AMALÍES
Pueblos Caciques
Yanas ......... . . .... ............ Alfonso Huarac
Rond os . " ....................... Juan Pomaatoc
S. Pedro de Huacay bamba ......... Alonso Huarac
Nucon del Nombre de Jesús ....... Agustín Chuquiyauri
San Lorenzo de Pach as ............ Francisco Atagulluco
Liara ......... ........ .. Juan Yacha, José Manuel de Roi••
Yacha, Eusebio Cervantes Puma-
chahua, Francisco Yallin.
Y anamatc ..... , ........ '. ... : .... Diego Pallpa
ChHinillo ._ .... : ......... ..... ... Lucas Poma
Lliclla ............. ...... .. Pedro Capcha, Feo. Jalli, Diego Ay-
Ilas, L~renzo Catlaj.
Clucabamba . .. . . .' ....... ......... Leandro Pomachah ua
Chupán ..... .......... .......... Jerónimo Casamarca
CONQUISTA Y COLONIA 319·
CORREGIMIENTO DE CONCHUCOS
Pueblos Caciques
Los organismos recaudadores y fas rentas de la Corona. Los quintos, alcabalas, ofici~s vendibles
y otras rentas o impuestos. La adminitración y cobro de estos ingresos en Huánuco. Los Ofi-
ciales Reales, el Corregidor, Alcalde de Minas, etc. Los tributos de los indios coniunes, yaita-
conas y hatunritnas; su número y monto que abonaban en los corregimientos de la ciudad.
El prizrilegio de los yanaronas de la Ciudad de Huánz1co. Abuso de las autoridades y casos de
queja.
y Data, Común y General- firmadas y rubricadas sus .hojas .por el Virrey, debían estar
guardados en su casa. Otro de los libros q'ue se llevaba era el de Acuerdos, los que se tomaban
por mayoría de votos, dándose cuenta de ellos al Virrey o Presidente de la Audi~ncia; los
de Cédulas, de Minas, Deudas, Tasas, etc. Los oficiales Reales estaban facultados para poner
en prisión a los remisos, hasta el abono de lo cobrado por el Fisco. Estaban obligados a elevar
sus cuentas, para su aprobación, a la Audiencia --que encomendaba a un Contador- hasta
1606, y desde aquel año al Tribunal de Cuentas. Para la custodia del dinero real exil<>tían
Cajas Fuertes, barreteadas de hierro, de dos llaves, siendo el Teso~ero el directo responsable
de ella. Como dijimos en otra parte de este libro, •existía también la Caja de la Comunidad
de Indios, cuyas llaves tenían el Corregidor, el Alcalde y el Cacique, en la que se guar-
daban los tributos de los indios, los sa.ldos, el monto de la venta de lanas, ganados y del
producto del obraje de la comunidad. La Caja de Censos que, en 1609, se entregó a los
Oficiales Reales para el servicio de las utilidades fiscales. La Caja Real debía hacer los pagos
por orden del Rey. El Contador expedía libramientos de pago a todos aquellos que debían
recibir sueldos, pensiones o mercedes establecidos por cédula real. Po<lían los Oficiales Reales
obj.etar los pagos que no eran urgentes o no estaban ajustados a la ley, dichos pagos se hacían
en moneda metálica especificada en la Real orden. Concluídos los pagos de gobierno, hacienda,
justicia, pensiones, etc., el sobrante se mandaba a la Caja Real de Lima, de donde se remida a
España, con espec'ificación del ramo y procedencia, al cuidado de Oficiales Reales, hasta Porto-
belo. La Audiencia o Tribunal Mayor de Cuentas, llamada también Contaduría General de
Valores, se fundó, en el Perú, en 1607, con prerrogativas y honores de las Audiencias (Leyes
de Indias, Tít. 1, Libr. SQ). Al juzgamiento de este Tribunal estaban sometidas las cuentas
de las Cajas Reales del Virreinato. El Tribunal del Consulado. Se creó por real cédula de 29
de diciembre de 1593, pero se estableció solamente en 23 de enero de 1612. Lo constituían
un Prior y dos Cónsules. (Terminado el Virreinato, la República cont-0 con esta institución
por más de 50 años.) La Superintendencia General de la Santa Crnzada. Se encargalxi de la
recepción y expendio de la Bula y la de Lacticinios, por 'intermedio de su oficina de Lima y
sus dependencias llamadas Comisarías, que, servidas por un Comisario, Tesorero y Notario,
existian en Cusco, Huamanga, Arequipa, Trujillo y La Paz. Juzgado de Bienes de Difuntos.
Administraba los bienes intestados, juicios de este objeto y testamentos hasta la declaración
de herederos, distribución de legados y posesión de la herencia. Creada en 1O de abril de
1550, estaba compuesto de un Oidor de la Audiencia, oficiales reales, un escribano, defen-
sores de pobres, un alguacil, 'Y un contador. En las ciudades donde no había Audiencia, el
Alcalde Ordinario, un regidor y un escribano. En los pueblos, los curas se encargaban de
recoger los dichos bienes, dando cuenta a la justicia. Tribunal de Minería. Se estableció en
diciembre de 1715, para proteger la Minería. Con este mismo fin se crearon también un
Banco para Mineros y una Escuela de Metalurgia, que no llegaron a funcionar. El Tribunal
ejercía jurisdicción en segunda instancia, corriendo la de primera instancia o de posesiones
mineras por los Diputados territoriales. Direccitón de Temporalidades. Se creó a raíz de la
expulsión de los jesuítas por Carlos III, para la administración de los cuantiosos bienes
que dichos frailes poseían, e incorporados a los bienes de la Corona. Juzgado de lanzas y
media annata. Era atendido por un Juez, por el carácter contencioso-administrativo que pre-
sentaban los casos sujetGs al pago de impuestos. Tenía un Contador y un Escribano. El
CONQlJIST A Y COLONIA 323
Tributos; V en tas y Composiciones de Tierras; Se1íoreaje o Derecho de
Amonedación; Almojarifazgo; Bienes Vacantes y Mostrencos; Penas
de Cámara; Estanco de Naipes y Tabaco; Enttada de Negros; Lana de
Viclllia; Papel Sellado; Novenos; Oruzadas; Media Annata; Mesadas
Eclesiásticas; Media Annata Eclesiástica; Vacante Mayores y Menores;
Expolias; Lanzas; Correos; Bienes de Tem,,poralidades; Cuawteles; Mon-
tepío; Alcabala de Cabezón; Sisa; Mojonazgo de Aguardientes; Censos
y otros 2 •
TrNlunal de Vista y la Contaduría General de Tributo. Se dictaron diversas disposie¡i¡ones
para el buen gobierno de este ramo en 17 de abril de 1779, 27 de julio de 1780, 19 y 21
de enero 'Y 1 de julio de 1784. Las últimas disposiciones fueron de 14 de julio de 1815.
Administración de Alcabalas. Se fundó en 1773. Hasta entonces las rentas de alcabalas y de
almojarifazgo, la cobraban la Real Adminisrraci-ón de Alcabalas. Las Aáwanas. Recaiudación
del almojarifazgo o impuesto de importación de mercaderías, estuvo encargada a los Oficiales
Reales, al Consulado y finalmente a la Real Administración de Alcabalas. Por decreto
del Virrey Amar de 2 de octubre de 1773, se creó la Oficina de Aduana, que percibía
y administraba el almojarifazgo. Juzgado de Sisa. Tenía un Juez y un contador, un admi-
nistrador, un asesor, un portero, un Mayor de Guardias y cinco guat1dias. Estanco de Tabaco.
Se estableció en 12 de mayo de 1652. Se regía por un reglamento de 175,9., modificado en
1763. La Real Junta General se componía del Virrey, 3 ministros y un Fi'sc:al, y el personal
lo constituían un Director general, un Contador, un Tesorero, 24 empleados. Había oficinas
administradoras en Lima, Arequipa, Huancavelica, Cusco, Potosí y Trujillo. Casas de Monedas
de Lima y P,otosí. L~ de Lima fué establecida en 1729 con arreglo a las ordenanzas reales
de 9 de junio de 1728. En 1758 don Andrés Morales como Superintendente, de acut:\l'do
con el Virrey de Superunda, la r;eformó. Diversas disposiciones reales prescribían la ley y
peso de las monedas de oro y plata y las distintas operaciones de la Casa. Ramo de Coirrros.
Esta oficina administraba independientemente sus rentas. Consistiendo su personal de un
administrador, un Oficial y un abogado.
2 Quintos, diezmos y Cobas. Este impuesto afectaba el 20 % de las monedas, artículos
y minas de oro, plata, cobre, azogue. Se creó por real cédula de 28 de enero de 15 33 y
rigió hasta 173 5 en que se rebajó a la mitad, que constituyó el diezm-0. También se cdbra,ba
el 2 % derecho de ensayador llamado cobos, por¡:¡ue Carlos V le concedió al Comendador
Francisco de Cobos, de quien tomó el nombre. Después se le incorpor·Ó a la corona. Los
Oficiales Reales debían hacer constar en sus respectivos libros, también el triburaje del
oro y la plata que pagaban los indios a los encomenderos, por razón de tributos. Minas de
la Corona. En cada mina descubierta y amparada, pertenecía al Rey 60 varas en las de plata
y 5O en las de oro. Los productos de estas minas o estacas, constituían este derecho. Tesoros
y Huacas. Los que descubrían tesoros ocultos o 'huacas, estaban obligad06 a entregar al
Fisco el 5 O o/o. (No podía cavarse huacas o buscar tesoros sino con licencia del Virrey o Corre-
gidores e intervención de los oficiales reales). Alcabala Unión de Armas. Gravaba este impuesto
a toda venta de efecto, importaciones y exportaciones de mercaderías y sobne las profesiones
y gremios y hasta sobre la venta de e.sclavos. Establecido en América por R. C. de 7 de
junio de 1576 con el 2 %, aumentó otro 2 %, de la Unión de Armas, en 1627 y 1633, y
[uego del 6 % en 1776. Oficios vendibles y renunciables. Provenía este impuesto de la venta de
cargos y empleos oficiales, la mayor parte de las veces en remate y al mejor postor. Se
compraba una Contadur.ía, la vara de Alcalde del Cabildo de una ciudad, el de alférez real.
etcétera. Al principio la venta era t emporal, después se hizo vitalicia, pudiendo renunciar
a persona hábil y disponer la propiedad a favor de sus herederos. Por cédulas de 9 de mayo
de 1583 y 14 de diciembre de 1606, se dictaron normas a las que debían sujetarse los
324 HISTORIA DE HUÁNUCO
* * *
En la Ciudad de Huánuco y jurisdicción, estaban encargados de
administrar y recaudar las rentas fiscales: los Corregidores, los Oficiales
Reales, el Alcalde de Minas y otros.
Los Oficiales Reales, nombrados por el Rey, y a quien representaban,
tenían a su cargo la administración -de los tributos, alcabalas, quintos
de las minas, sisa, producto de las composiciones o venta de las tierras,
oficios vendibles (cargos concejiles, escribanías), etc. Con su monto
abonaban a los Corregidores de Huánuco, Huamalíes, Tarma, Con-
chucos, Huaylas y Cajatambo, a los beneficiarios de las encomiendas
de su jurisdicción y demás.
remates. Por ellas el adquirente debía re·unir ciertas condiciones, se disponía la parte
que tocaba a la Corona y la forma de la presentación. Conforme a dichas disposiciones, el
comprador de un cargo, podía renunciarlo a favor de la Corona o de tercera persona, o
trasmitir a sus descendientes. Cuando por renuncia u otro motivo, se sacaba a remate el empleo,
el precio correspondía parte al propietario renunciante y parte al fisco real. La de este
último era en algunos casos el quinto, en otros la tercera parte, y en unos la mitad. Desde
I 540 comenzó en el Perú la venta de !os oficios concejiles. Para cubrir los gastos de las
guerras de Felipe II, por C. de I de noviembre de 1591, se ordenó vender, por vida, los
alferazgos y alguacilazgos mayores, con todos sus privilegios: la avaluación y la confirmación
real. Encpmienda Je la Corona y Tercio de encomienda. Terminado el disfrute de las encc-
miendas conforme a leyes especiales, su ricnta volvía al Rey --derecho de reversión- como
a su natural Señor. Dispúsose así por cédula de I 5 52. También por cédula de I 615, se gravaron
en la tercera parte, a ciertas encomiendas dudosamente concedidas por el Marqués de
Montesclarcs, confirmadas con esta condición. V en ta y ComPosiqAÓn de tierras. Esta renta
provenía de la venta de las tierras vacantes a los particulares o a las comunidades de indios.
De ello nos ocupamos, detalladamente, en otro capítulo de este libro referente a Propiedad
de Tierras. Señoreaje o derecho de amonedación. Establecida por cédula de 27 de diciembre
de I 607, se abonaba a la Casa de Lima. Almojarifazgo o derechos de Aduana era el impuesto
que se abonaba por las mercaderías que se internaban a las Indias por los puertos marítimos
o terrestres donde funcionaba una aduana. Se cobró el 2 Yz % y luego el 5 o/o de todo lo
que se embarcaba de España, y 2 Yz % de las Indias para la Península. Asimismo se abonaba
el 2 Yz % por el comercio entre las Colonias de Indias. El abono debía hacerse en dinero
efectivo. Estaban libres de derecho los libros, los objetos de culto, etc. Penas de Cámara.
Eran condenaciones o multas que imponían los tribunales de justicia como pena de un delito.
Para la Cámara 'Y el Fisco era la mitad, y la otra mitad estaba facultado al Juez aplicarla
a gastos de justicia u obra pública. Novenos. (Diezmos). Los diezmos era la cuota de
la décima parte de los productos de la tierra o de cualquier otra industria que se pagaba
para el sostenimiento del culto y sus ministros, construcción de iglesias, etc. Del 50 %
de estos diezmos se dividía en 9 partes, de las cuales dos se adjudicab~n al Fisco Real,
3 5 % los curas y 1 y medio o/o a los hospitales, que se llamaba tomín; y el otro 50 por
ciento se distribuía así: 2 5 o/o para el Obispo o Arzobispo y el otro 2 5 o/o para el Cabildo
eclesiástico. Cruzada. Era el producto de la limosna concedida por el Papa a los Reyes de
Castilla, en I 509. Consistía en la venta de ejemplares impresos de la Bula de la Santa Cruzada
y la de Lacticinios, po.r el que se confería el perdón de los delitos y faltas mediante el abono
de dinero. Esta Bula de Lacticinios variaba según la calidad y posesión de las personas ero-
CONQUISTA Y COLONIA 325
gantes. (Pues, las usuras, el dinero mal habido, las irregularidades canomcas, los impedimentos
para matrimonio y otros cargos graves, quedaban dispensados y absueltos con esta Bula).
Media annata eclesiástica. Constituía el derecho que S. M. percibía de seis mesadas eclesiás-
ticas, de todo y cada uno de los cargos provistos, siempre q'ue llegasen sus frutos al valo.r1 de
300 ducados. Mesadas eclesiásticas. Era la renta de un mes que pagaban los eclesiásticos. Otorgó
esta gracia el Papa Urbano III, por Bula de 22 de diciembre de 1626, renovada por lno-
cencio X en 24 de octubre de 1644. Vacante Mayores y Menores. Esta renta estaba integrada
por. el producto vacante por ascenso o muerte de las dignidades de las Catedrales e Iglesias
y en tanto se proveyesen. El producto se aplicaba para viático del sucesor o para limosnas.
Expolias. Eran los bienes que quedaban vacantes a la muerte del Arzobispo u Obispo. Lanzas.
Era el servicio pecuniario que debían a S. M. los títulos de Castilla. Llamábase así por ha-
berse reducido a dinero el número de lanzas ü soldados con que tenían obligaáón de servir
a los reyes en ocasiones de las guerras. Bienes Vaca11tes y Mostrencos, que no era otro que
el derecho de la Corona a los inmuebles sin dueño. Los otros impuestos eran: Avería de
Armada, Presas de Tierra y Mar, Comisas, Sali11as, Salitre, Pulpería o mesones o tiendas
de artículos comestibles, cuya cuenta, apertura y funcionamiento debían pagar al Fisco,
expidiendo el permiso los Oficiales Reales y el Corregidor donde no había Cabildo; los Bie11es
de Temporalidades o de jesuitas expulsados, Cuarteles, Montepíos, Alcabala de Cabezón, Sisa,
Mojonazgo de Aguardiente, Coliseo de Gallos, DepósiAos, Censor, Hospitalidades, Estanco de
Naipes, establecido por cédula de 2 de setiembre de 1573. También fueron rentas de la Corona
las extraordinarias, provenientes de los empréstitos, donativos y contingentes.
3 Ver en este libro: Cabildo y Ayuntamiento de la ciudad de Huánuco.
4 Juicio de Límites entre el Perú y Bolivia. Prueba Peruana, T. 1, p. 245.
5 Compendio y Descripción de las Indias OC'cidentales, Capt. XLIV, p. 489.
326 HISTORIA DE HUÁNUCO
Pesos
13 "Relación del estado en que dejó el gobierno de estos Reinos el Conde de Salvati<'-
rra", etc. Colee. de las Memorias y R ela ciones que escribieron los Virreyes, etc., T . II, p. 279.
7 Anales de la Hacic11da Pública del Perú. Leyes, D ecretos, etc. Coleccionados y
comentados por Emilio Dancuart. T. 1, ps. 163 , 187.
CONQUISTA Y COLONIA 327
se conservaron muchos años por concierto de paga a cierto tiempo. H!ltunrunas eran indios
que fueron a vivir a las ciudades, hu yendo del servicio de las mitas, y se acomodaron en
las casas de los españoles, sirviéndoles por jornales, pero con la obligación de acudir por
sus turnos al servicio de las minas y tambo. Con el correr del tiempo, los yanaconas y hatun-
runas se colocaron en condición de servidumbre en relación a fos españoles que servían;
resultando como adscritos a las heredades o haciendas, como "parciarios de ella".
11 Ver en este libro: La encomienda en Huánuco.
CONQUISTA Y COLONIA 329
14 C art a a S. M. del Virrey don Francisco de Toledo, sobr e n egocios, etc. Cusco,
1 de m ar7o de 15 72 . Gobe rn antes del Perú. Cart as y P apeles. Siglo XVI. T. 111, p. 609.
15 Visita hecha ror m andato de S. M ., etc., por lñ igo Ortiz de Zúñiga a los indios
encomendados a Gómez A ri as D ávila. 15 62 . " R evista del Ar ch ivo Nacional del Perú".
T . 1, Entrg. 2' , 1920, p. 202 .
332 HISTORIA DE HUÁNUCO
... * *
Según el resumen realizado por don Luis Morales de Figueroa, en
1 591, a base de la Relación del Virrey Enrí q uez de 1 5 8 3, en el
Distrito de Huánuco rn, el monto del tributo de los indios y el 5Q que
correspondía a la Corona, era:
l6 "Revista Peruana". T. III, Entrg. 4~, octubre 1879, p. 255. Colee. Torres de Men
doza. T. VI, p. 46.
CONQUISTA y COLONIA 333
18 .o 89 65.180 o o
13 .046.00
Tributos
Con costa Sin costa
R epmrtimientos Tributarios Viejos Mozos Mujeres grs.
Tributarios
Rep'<lrtimk nto; Tribtttarios Viejos Mozos Muje-res Con costas Si11 costas
Huamalíes de
Nocón ..... 228 117 240 401 779 3 27-16
Hco. Ovas .. . 36 19 19 69 62
Mancha . .. ... 18 8 105 502 380 117 329
Gacas ... .... . 3 51 104 324 836 705 527-3
Huacrachuco .. 424 109 160 194 1.100-4-3 51 O-t3-7
Icho Huanuco . 370 136 461 1.08 5 853-7-9 893-6-3
El Huanca .. . 317 106 200 549 1.453-2 699-5-7
Yanas .. ... .. 57 ·11 61 138 1.245-6 71-7
Tributarios
Repartimientos Tributarios Viejos Mozos Muj eres Con costas Sin costas
Tributarios
Repartimientos Tributarios Viejos Mozos Mitj cres Con costas Sin costas
Conchucos
Que eran de
Pardave •.. . 867 283 1.737 3.177 3.251-2 1.960-2
Conchucos de
Mori •. . . . . . 75 5 200 1.109 2.790 2.831-2 1.642-2
Allauca Huari . 720 232 1.099 2.073 3.075 1.813-6
Icho-Huari . . . 659 306 664 1.888 2.3 69-4 1.372-.l
Piscobamba • . . 476 195 480 I.607 1.591-4 826-4
Ali auca Pincos . 39 3 150 286 750 1.375-4 703-5
Tcho-Pincos . . . 365 90 500 I.019 1.277-4 666-4
Siguas . . . . . . . 161 50 447 342 538-1-4 166-3
Reparltimientos Tributarios
. VieioJ Mozos Mujeres
1' ributarios
Con costas Sin costas
Tributarios
Repartimientos Tributarios Viejos Mozos Mujeres Con costa Sin co1t.1•.
los métodos más duros, despojándoles a los indios de sus últimas especies
y sumiéndolos en la miseria. Ello se agravaba con el abono de los diez-
mos y primicias, las bulas de la Santa Cruzada, las cuotas extraordinarias
para la Corona y hasta las "penitencias mon·etarias" que imponían los
curas a sus pobres feligreses.
Los comisionados de la Corona en el siglo XVIII, Jorge Juan y An-
tonio de Ulloa, nos dicen del inhumano cobro de los tributos. "Muchos
son los arbitrios de que se sirven los corregidores para hacer riquezas
a costa de los indios, y entre ellos podremos empezar con el de la co-
branza de los tributos, porque en ésta empieza a ejercitarse el rigor,
apartándose de la justicia, olvidando la caridad y perdiendo totalmente
el temor a Dios. Aún no queda satisfecha la injusticia y maldad de los
corregidores con hacer pagar a· los que están exentos de tributo, mas
se extiende a cobrar a unos y otros, en algunas ocasiones, una doble
contribución ... y después de maltratarle se lleva lo que encuentra
en casa del desdichado, y si no hay cosa de valor lo pone en un obraje
(que es lo más común) para cobrar el importe dd tributo con el
producto de sus jornales. El infeliz indio, viéndose tan tristemente opri-
mido, lleno de miseria y sm esperanza de justicia, muere en poco
. ,,
tiempo . . . 17 .
Y como dice Juan y Ulloa, «todas estas extorsiones hechas en
lo anterior, con el disimulado pretexto de ser celo por el servicio del
Rey y de la Real Hacienda, no son, en efecto, otra cosa, sino acrecen-
tamiento de la utilidad propia, valiéndose indignamente de 2quel dis-
fraz para justificar la iniquidad" 18 •
* ~ *
Por otra parte, si legalmente estaban obligados a tributar solamente
los indios hábiles, la carga del tributo lo soportaban todos los de la
comunidad o repartimiento. Porque hombres, mujeres, ancianos y ni-
ños trabajaban en la elaboración de artículos o especies con que debían
cubrir la tasa que les habían acotado. Resultando para el indio y el
mestizo el abono del tributo y demás cuotas un verdadero castigo, por
el recargo de trabajo a que eran sometidos para cubrirlos; y hasta el
extremo, en muchos casos, de no disponer de tiempo para desempeñarse
en sus menesteres personales, originando quejas, solicitud de re-visitas y
17 ANToNro VASQUEZ DE ESPINO.ZA: Comfrendío y Descripción de las lllditl'S OccMen-
ta/es". Capt. XL VII, ps. 696, 698.
18 Noticias Secretadas de América. Part. 11~, Capt. I, ps. 182, 186, 187.
338 HISTORIA DE HUÁNUCO
19 Visita hecha por m andato de S. M. por Iñigo Ortiz de Zúñiga, etc., cit., "Revista
del Archivo Nacional del Perú ", cit., T. I, Entrg. 1\ p. 27.
CONQ UISTA Y COLON IA 339
ocupan en hacer barreras para lidiar toros todas las veces que es me-
nester en las fiestas que se celebran y en los casamientos y bautismos
que se hacen de algunas personas, en las calles; y por andar ocupados
tan de ordinario en todo lo sobredicho, dejan de trabajar sus oficios
para se sustentar, y a esta causa pagan las tiendas que alquilan de vacío,
y están adeudados y h an venido a mucha pobreza, porque xamás les
han pagado cosa ninguna de todo lo que han trabajado de mucho tiempo
a esta parte ... "
Por provisión de 20 de noviembre de 1598, el Virrey Velasco ordenó
a los corregidores de Huánuco: "de aquí adelante tengáis particular
cuidado de que a los dichos yanaconas ... se les pague su jornal y tra-
bajo acostumbrado ... Y no se les pagando, los dichos Indios yanaconas
no han de tener ni tengan obligación de acudir a los dichos servicios,
ni vos les compeleréis ni apremiaréis, ni consentiréis que otra ninguna
persona les compela ni apremie a ello ... so pena de quinientos pesos
de oro para la Cámara de Su Magestad" 20 •
Esta queja de los y anaconas de Huánuco, parece que fué elevada
al Consejo de Indias de España. Porque en la Cédula-Instrucción que
dió el Rey Felipe III en 20 de marzo de 1629, en Aranjuez, al Virrey
M arqués d e Montesclaros, se expresa "que los Naturales de Guánuco
sean r estituídos a la posesión de no pagar tributo ni asistir a los servicios
person ales desde tiempo inmemorial" 21 •
Como, en 1642, los Oficiales Reales publicaron bando imponiendo
t ri butos a los indios yan aconas de Huánuco, en 20 de abril de 1643 el
Dr. Francisco Ambrosio Falcón, Cura Rector de los Naturales y el
Defensor de I n d ios de la Ciudad de Huánuco, se presentaron ante el
Virrey Marqués de Mancera, por conducto del Cabildo y Ayuntamiento
de la ciudad, pidiendo suspensión de tal impuesto.
Basaban su pedimento que dichos indios "son y an sido exentos de
todo tributo y lo deven ser en todo tiempo, assí por la lealtad con que
siempre han acudido al servicio de su Magestad, ... como por particu-
lares privilegios que para no contribuir ni pagar el dicho tributo, tienen,
en particular la generación y ayllo de los ingas que es la mayor parte
de dichos yanaconas, que por ser como son de noble sangre, son libres
por todo derecho y dichos privilegios, de Tributos y servicios perso-
na les"; que están exentos de abono desde cien años atrás; que ellos no
poseen tierras asignadas para sembrar, razón del abono del tributo;
q ue realizan todos los trabajos de reparación de iglesias, hospitales y
1 Por este privilegio del Patronazgo, reglamentado todavía en 1 Q de julio de 1574, por
Bula de Gregorio VII a favor de Felipe IJ, los Reyes de España cobraban los diezmos y reco-
mendaban al Papa el n ombramiento de las autoridades eclesiásticas; con la obligación de
atender los gastos de erección y sostenimiento de las iglesias, 'y la propagación e instrucción
de los natural es en la fe. Por este mismo derecho de patronazgo, el clero no podía levanur
iglesias, ni establecer ni fundar monasterios sin licencia real. Además, el Consejo Real podía
retener y no dar pase a las Bulas y (Breves, cuando dañ ase.u ] 05 de rechos de la Corona; supli-
cando al Papa su modificación. (Recp. de 1680, L. J., Tít. VI. V. FRASSO: De R egio Potro-nato
Indiarnm). En realidad, siendo el gobierno español de un Estado teocrático o nacionalismo
eclesiástico, España hizo de h Iglesia Católica un instrumento de la administración real. Tal
cosa se robustecía por no hallarse delineado, en forma precisa, los campos del gobierno civil
y espiritual; y de aquí el ccnflicto de poderes y autoridades, incluso entre los mismos miem-
bros del poder eclesiástico.
342 HISTORIA DE HUÁNUCO
2 Según tal disposición, los Arzobispados y provincias de las órdenes religiosas, debían
equipararse, en categoría, con las audiencias, los obispados con las gobernaciones y alcaldías
mayores, los arcipr·estazgos con los corregimientos; y los curatos con las alcaldías ordinarias.
CONQUISTA Y COLONIA 343
* * :-
Con el fin de unificar ideas para la convers10n de los naturales,
sobre el cumplimiento de los dogmas por los fieles y dictar medidas
disciplinarias para el clero, los Arzobispos convocaban a Concilio Pro-
vincial o Congreso Eclesiástico; y en igual forma lo realizaban las
órdenes religiosas entre los miembros de sus congregaciones, llamán-
dose en ton ces Capítulos Generales. De los concilios con vacados por los
Arzobispos de Lima, los más notables fueron los del siglo XVI, en
que se sentaron las bases de la administración y los fundamentos de
los dogmas revisados en el famoso Concilio de Trento. Y el más tras-
cendente fué el de 15 82-83, reunido en Lima, convocado por el Arzo-
bispo Toribio Alfonso de Mogrovejo. Porque, según sus glosadores, "no
hubo materia, ni eclesiástica ni mixta que en él no se tratara y resol-
viera"; y, particularmente, por haberse adoptado los métodos para
el adoctrinamiento de los indios en su propio idioma: el quechua 3 •
3 Durante el siglo XVI, hasta 1601, se realizaron cinco concilios llamados limenses
por haberse reunido en Lima, sede del Arziobispado. El 1? y 2 9 tuvieron lugar en 15 51 Y
1557, convocados por el Arzobispo Loayza; y los otros, en 1582, 1591 Y 1601, convocados
por el Arzobispo Toribio de Megrovejo. Los acuerdos del Concilio de 1582, el que duró
un año, están divididos en dos partes: la primera, que toca a españoles, consta de 13 2
decretos; y la segunda, referente a indios, tiene 122.
344 HISTORIA DE HUÁNUCO
de las Cortes de Cádiz de 9 de marzo de 1820. "Recop. de 1680", Lbr. I, Tít. XIX.
En 1673 se remató por la Coi;ona el cargo de Provincial de la Hermandad de la Ciudad
de León de Huánuco a favor de don Pablo de Sierra, por dejación de don Antonio Durán
Marre!, abonando el dicho Sierra 4.8 00 pesos, monto del remare, más 400 pesos.
6 División y límites de los obispados del Cuzco, Los Reyes y Quito. "Arbitraje
de Límites entre el Perú y el Ecuador". Documentos anexos a la memoria del Perú.
Torno III, p. 24.
7 PÉREZ AcHAPURI: Topografía y Noticias antiguas de la ciudad de León de H11án11co.
No aceptarnos, por entero, los daros de este escritor, por no merecernos fe . Para d'arnrns sus
"noticias", se ha valido de la "tradición", y más no de documentos. De aqui que, muchas
de sus afirmaciones pequen de infantiles; verbigracia, que el Rey Carlos 1 9 remitió ornamentos
y efigies de santos a las iglesias de Huánuco, y que los Papas extendieran bulas para sm
canvenros.
346 HISTORIA DE HUÁNUCO
8 Fray Andrés Corzo fué natural de Córcega, que entonces pertenecía a la Corona
ele Ar agon. Vino al Perú de paje del Virrey Marqués üe Cañete, don Andrés Hurtado
de Men.loza, en 15 56; t cmó d habito de religioso el 12 de abril de 15 60. Fundó la reco-
lección de los Descalzos en 1592. Murió en el Convento de Jesús de Lima, en olor de
santidad el 1O de junio d e 1620. (BE RROA: M,onograf í11 Eclesiástica de la Diócv:sis ele Huánuco
y J1111ín , p . 91.)
9 Constitución de la provincia de los Santos 12 Apóstoles, aprobada en el Capt.
Prov. de 1672, Lima. C it. de B E RROA: Monografía Eclesiástiro de la Diócesis de Huánuco y
Junín , p. 93.
CONQUISTA Y COLONIA 347
disponía de cuantiosos bienes donados para obras pías, por sus devotos.
Así como provenientes de las capellanías que se fundaron para el
culto, entre otras 14 •
14 En "26 de abril de 1628, doña Isabel de Robles fundó una Buena Memoria en
la Obra Pía dC' la Inmaculada de San Francisco, para casar niñas doncellas, pobres,
con un capital de 2.400 pesos a censo en la Hacienda Cayhuayna-Chico. En 5 de julio
de 1642, el hermano franciscano Diego de las Casas, residente en Lima, vendió Cay-
huayna, reconociendo el censo, a García Fernández, en 5.500 pesos. En 29 de mayo de 1723,
doña Francisca Fernández de Andrade y su esposo el Capitán Bernardo de la Riva y
Siancas, redimió el censo ante el R. P. Guardián Fray Fernández, el Maestre de Campo
Juan Tello de Guzmán, Síndico, y el Capitán Pedro de Isla, Mayordomo de la Obra
Pía". BERROA: Monografía Eclesiástica, etc., cit., p. 93.
15 C1EZA dice: "En la ciudad de Arequipa está otra casa desta Orden, fundola el reve-
rendo padre Fray Pedro de Ulloa. Y en la Ciudad de León de Guánuco está otra: fundola el
mismo padre Fray Pedro de Ulloa. Crónica Genl'Tal del Perif. Capítulo CXXI, p. 3 3 8.
CONQUISTA Y COLONIA 349
* * *
Don Alonso de Herrera fué el iniciador de la fundación del Con-
vento de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, al solicitar
licencia al Rey de España, "para el recogimiento de muchachas don-
cellas, pobres y nobles de la ciudad". Atendiendo tal solicitud Felipe
II, en 15 68, pidió informes a la Audiencia de Lima, y sólo en 15 90,
con intervención del Procurador de la ciudad don José de la Serna,
se obtuvo la licencia. Don Pablo de Agama y don Cristóbal de Villar,
ofreciendo cada uno de ellos 3. 500 pesos, solicitaron del Arzobispo To-
ribio de Mogrovejo, para que se fundase el Convento bajo la advo-
31 El Lic. Diego de Alvarez y Sierra --cuyo homónimo era el Capitán Diego Álvare7.
Cuero, cuñado del Virrey Blasco Núñez de Vela~ fué natural de Salamanca, de origen noble.
<'.::as-ó en Huánuco con doña Isabel de Figueroa Vda. de Tarazona, hija legítima de don
Gaspar Vega 'Y de doña Olaya Vásquez, ambos nobles. Al morit su primer esposo el capitán
don Bartolomé de Tarazona, le dejó el Repartimiento de Conchucos. Diego Álvarez conoció
en Huánuco a doña Isabel, casada con Tarazona, cuyas preii.das físicas y morales admiraba.
Al ·saber que había enviudado renunció el cargo de Corregidor de Potosí y se trasladó a
Huánuco, donde casó con doña Isabel. El Lic. Alvarez había sido antes Corregidor del Cusco
y Chachapoyas. Fuera de las rentas que dejó para el O:mvento de San Agustín, edific-0 una
capilla en la cárcel --que estaba anexa al local del Municipio-- para que un padre agustino
dijera Misa los Domingos y feriados para los presos, dejando un capital de 5.000 peses con
2Yü de renta. Dejó, asimismo, 8.000 pesos para que un religioso agustino predioase en la
ciudad los domingos y enseñase latín a los jóvenes y "aprendiesen virtud ·y letras"; creó una
capellanía para los indios del repartimiento de Conchucos, para que se celebrase misas para
el alma de los indios; y 20.000 pesos con renta de 1.000 para pagarse de ello el tributo de
los indios pobres. CALANCHA: Crónica Moralizada, etc. Libr. IV, Capt. XVIII, p. 893.
32 AcHAPURI: Topografía y noticias antiguas, etc., cit., p. 16. (Achapuri parece que
confunde a uno de sus benefactores, el Capitán Bartolomé de Tarazona con un "alarife".)
33 Hoy sólo existe de este templo, sus muros exteriores y en completa ruina. En 1930 se
clausur·Ó al servicio religioso, derrumbándose su nave izquierda, por los forados que realizaron
en busca de tesoros escondidos. Acaso se debió ello a que, bajo sus bóvedas, se construyeron
saraófagos para sepultar a los miembros de su orden; y que, según la tradición popular, se
CONQUISTA Y COLONIA 355
comunicaba con la Catedral y el barrio "La Cordobita", aledaño que da al río Huallaga. Lo
que ayer fué convento, hoy es local de la cárcel pública.
34 Ahora sólo existe el solar con el nombre de La Compañía, donde está edificado el
local de un Centro Escolar de Mujeres.
35 Nota de MoHseñor B ERROA: Mo11o grafía Eclesiástiea, p. 117.
356 HISTORIA DE HUÁNUCO
36 Además, AcHAPURI en 911 Toj>ograf Ía, etc., cit., narn el siguiente milagro ocurrido
en la Iglesia de San Sebastián: "En el propio lug,a r en que hoy se halla vivía Antonio Pan-
toja, oficial de zapatero, que en un nicho de la pared de su habitación, tenía un bult• de
una vara de alto de San Sebastián y en cierto día de la semana le encendía luz; ofreci-óse que
·a todo el país asaltó horrible peste de Viruelas, tanto a los adultos, como a los párvulOJ . ..
Nuestro zapatero tenía un hijo, que también fué asaltado de" la epidemia y una noche cuando
lo vió más apurado y aún creía q,u e no amanecía, sea por devoción, por costumbre o por
deseo de que el hijo recobrase salud, le encendió una vela a su Santo, se recogió cansado y
rendido de sueño, y antes de que el día :1maneciese, el muchacho gritaba al padre para que le
diese de beber; todo despavorido recordó 'Y como no hubiese más luz, que la de su Santo
Sebastián, alz.ó los ojos y reparó el Santo como tiznado y humeado de la vela; hizo p«>co caso
por atender al enfermo, lo socorrió, y llegando a reponer la luz que se acababa reparó que
su santo estaba con iguales viruelas que las había observado en el muchacho antes de aco.~
tarse; quedó verdaderamente absorto del prodigio, dió cuenta a los vecinos más inmediatos;
de unos en otros se propagó la noticia .hasta llegar al cura D. Juan de la Sota, que al prin-
cipio la dudó, mas ingresando a la casa y cerciorándose de ella, de orden suya se repicaron
las campanas de la Iglesia Matriz, condujo andas para llevar el Santo en procesión hasta
ella; se le cantó solemne Misa, y a vista del milagro, toda la ciudad le juró por Patrón, que
antes lo fué San Pedro Nolasco, después la Virgen del Tránsito, y hasta el día dura San
Sebastián ... " Folleto, cit., p. 19-20,
37 BALTAZAR RAMÍREZ: Descripción del Reino del Perú. Jiticio de Límites entre el Perú
y Bolivia. T. I, p. 307.
CONQUISTA Y COLONIA 357
38 L~~ cofradías eran asoc1ac1ones religiosas, sobre la base de una renta. Existían
varias en la ciudad. En la Iglesia Matriz, había las Cofradías de Nuestro Amo y de
las Ánimas. Por ley de 1889, creada la Beneficencia de Huánuco, se entregó a ella, sólo para
su administración, los bienes de dichas cofradías.
39 He aquí la descripción de Achapuri: "Las armas que tienen ambos lados del Altar
Mayor es todo dorado hermoso pinachuelo 'Y la nave del arco toral al presbiterio está dJ.o rada
a la Mosaica, la Patrona es una imagen de la Purísima que está en la cima del Sagrario, su
hermoso Crucifijo de cuerpo entero, los cuatro Evangelistas a los extremos y al remate h
Fe, la Esperanza y la Caridad. Su custodia hermosamente dorada pesa 62 marcos onza Y
media de plata maciza, guarnecida de esmeralda y esmaltes con un topacio blanco que figura
el mundo, tan grande como un huevo de paloma; su Sagrario es de plata ... tiene entre sen-
telleros, blandones, candeleros, arañas y atriles de plata, como trescientos marcos; todas las
varas del Palio, siriales, tablillas del Evangelio, lavatorio y palabras del canon de la Misa toda
de plata; en su presbiterio se ven en cojines de terciopelo carmesí, con follajes de oro, la!
masas de plata." Nuestro autor, un poco ingenuamente, dice que el Santo Cristo, la imagen
de la Virgen Purísima y un bulto de San Pedro, los rescató de Inglaterra un Juan Fragan, pre-
ientándolos al Emperador Carlos V, y que este monarca los obsequió a esta Iglesia. Por supuesto
no puede tomarse como cierta tal afirmación. Topografía, cit., p . 13.
358 HIST ORIA DE HUÁN UCO
41 Relación Históri0a del Viaje que hizo a los Reinos del Perú )' Chile, etc., cit. T. 1,
Capt. XXI, p. 143. (Descripción de la Provincia y Ciudad de Huánuco de los Caballeros.)
42 No es verdad lo que afirma Aahapuri, que el culto a la Virgen de la Asunción o
Transito, viene desde que en Huánuco, en 1692, un negro descubrió en un escondite a la
sagrada imagen, de cuyo lugar "salía música y luces''. Nuestro autor, sin otra fuente que h.
tradición popular, ha escrito sobre casos y cosas inverosímiles
43 Crónica Moralizada del Orden de San Agustín en el Pertí. Libr. IV, Capt. XIV, p. 400.
360 HISTORIA DE HUÁNUCO
rirse al monto del tributo que por repartimientos pagaban los indios,
afirma que en los Corregimientos de Huaylas, Huamalíes, Conchucos,
Tarma, los indios abonaban un tomín para el Hospital, y los de
Cajatambo un peso por año con tal fin.
El tantas veces citado Achapuri, escribe que el Hospital se nom-
bró Real de Misericordia, teniendo "120 pesos cada año~ por las misas
que celebraban y sacramentos que administraban". "Así duró -con-
tinúa- hasta el año de 1700, en que no pudiendo los Patronos del
Hospital ni sus Mayordomos sobrellevar el peso de tan Santa Obra,
propusieron hacer solemne entrega de él, a los padres Hospitalarios
de Nuestro Padre San Juan de Dios; reservando sólo la calidad de
quedarse con el patronato perpétuo; así lo admitió el reverendísimo
Padre Comisario General Revolledo; y desde aquel año hasta el día
lo sirven dichos padres. Está en el mayor auge, porque su digp.í-
simo Prior, Fray Pedro Moreno ha adornado su Iglesia de la mayor
decencia; tiene tres salas muy limpias, una de Indios, una de Españoles
y otra de Mujeres, donde brilla el cuidado y asistencia de los pobres
enfermos, además de sus correspondientes oficinas" ~ 5 •
CA PÍT ULO XV
Las doctrinas, curatos e iglesias en los corregimien tos de Hu amalíes, Ta rma, Huaylas , Con -
chucos y Cajatambo, en los siglos X V I, XVII y XVIII. Las visitas de Santo Toribio de Mogro-
njo y otros prelados a sus términos. ( H echos de Santo Toribio en Huámtco y distrito. )
La obra catequizadora de las órdenes religiosas en la sel lla . La con l'ersión de los panatahuas,
fingaleses, carapachos y demás tribu s, hasta fines del siglo XVIII. La sublei'ación d'e f1ta11
Santos Atahualpa. Vicisitudes de la co-nversión '.l' trabajos de los misioneros del Convento de
Ocopa. El desrnbrimiento del Padre Abad.
,
En lo religioso, conforme a las Ordenanzas de· 1771, la Ciudad de
León de Huánuco, dada su categoría de población de españoles, cons"-
tituía un Arciprestazgo, donde había un Cura y Vicario y un ..Bene-
ficiado" , como noticia Baltazar Ramírez, en 15961.
En los pueblos de indios y sus Corregimientos,. existían doctrinas,
que se instalaron desde 15 4 5; y las mismas que, más tarde, se llamaron
p·arroquiias o curatos. .
Una doctrina o parroquia se atendía por un C;Ura o doctrinero,
q ue era un clérigo o un miembro de orden religiosa. Cada parroquia
comprendía la "cabeza de parroquia" y varios pueblos anexos; . gene-
r almente en un radio de gran ~xtensión territorial ,y con _muchos miles
de feligreses. La misión del cura o doctrinero, conforme a las instruc-
ciones de los obispos y muy especialmente del Concilio Limense de
15 82, consistía en velar por la conservación de la Iglesia, el adoctri-
namiento de los indios en su propio idioma, a quienes debía también
enseñarles los .hábitos de la vida civilizada, desterrando sus costum-
bres paganas y particularmente destruyendo sus antiguos lugares de
culto. ,
El suelo o dotación sinodal del párroco o doctrinero, se abonaba,
anualmente, por los encomenderos de indios y del tributo de ellos, o
se cubría de la Caja Real, cuando la encomienda había sido puesta
1 BA LTAZA R R AM Í REZ : Descrip ción del R eino del Perií. Jzticio de Límites entre el Pení
y Bolivia. T. I , p. 3 07.
364 HISTORIA DE HUÁNUCO
fl Según la tradición, dícee que Santo Toribio pasó por la falda del cerro de San
Cristóbal, frente a la ciudad y que luego sa,cudió sus sandalias diciendo: "n i el polvo de
esta tierra ... ".~ Dícese, también, que en la Capilla de Chinchao, donde dijo su segunda misa
cuando vino por el Huallaga, se guardaba una ·casulla del Santo, y que al pretender recogerla
el Obispo del Valle-, el tenedor de ella la ocultó. - Referente a la insubordinación de los
frailes de Huánuco a la autoridad real, copiemos de Toledo, lo siguiente: "En todas cuantas
ca rtas tengo escritas a vuestra magestad e dado quenta de la oposición que los frayles de todas
las rreligiones que en este rreyno ay hazen al gobierno y exccución de justicia ... es intolerable
su atreuimiento agora an dado casi t o-Oas las ordenes en salir de sus yglesias y monasterioo
con mano armada a quitar delincuentes a la justicia fuera de sagrado en chucuito ... en pro-
uincia de gua nuco de la orden de san agustín defendieron a otro delincuente a quien yo abia
mandado prender a la justicia de aquella ciudad y llego la cosa a tanto que me escriuen que
del monasterio, tiraron un arcabuzazo a los alguaciles y por no quedar yertos los de san fran-
cisco ya que no quitaron presos vn fraile dellos ... " Gobern1mtes de-/ Perú. G.artas y Papeles.
Siglo XVI. El Virrey Toledo. Carta a S.. M. sobre materias de Gobierno Eclesiástico. Cusco,
l de marzo, 1572. P. 413.
CONQUIST A Y COLONIA 369
fesión; y confirmó a 72 personas. San Pedro de Huacaybamb a con 98
tributarios, 70 reservados y 434 de confesión; confirmó 72. San Fran-
cisco de Rondobamba con 78 tributarios, 52 reservados y 3 04 de con-
fesión; confirmó 72. San Cristóbal de Colea, 7 tributarios, 2 reserva-
dos, 24 de confesión; confirmó 3. Yumba, 8 tributarios, 2 reservados,
22 de confesión; confirmó 9. Huacarucho o Lurigancha, 143 tri-
butarios, 93 reservados, 6 de confesión; confirmó 66. Encontró la
Doctrina regentada por el clérigo Fernando Ibargen de Muñatones,
con 400 pesos de sínodo y más 100 pesos de Diego Hernández.
Doctri11a de Santo Domingo de Huacarachwco: Pueblo de Hua-
- carachuco: 190 tributarios, 66 reservados; confirmó 420. Anexos:
San Sebastián de Y amos, 3 8 tributarios, 13 reservados; confirmó 42.
Un obraje de don Luis, 30 tributarios, 40 muchachos, tiene 7
telares y 60 tornos, de ellos hay 16 bordadores y · primadores. Sínodo
de la doctrina 234 pesos oro, y más 480 pesos de plata ensayada, del
ganado dejado por Gonzalo de Guzmán, conforme a la declaración
del beneficiado Ambrosio Martel. Iglesia de Huacrachuco 1.441 cabe-
zas de ganado, la mitad de un molino que está en Huaripampa; el
hospital con 42 cabezas de ovejas. Su párroco Fray Fernando de Men-
doza.
Doctrina de Espíritu Santo de Lfacta: Pueblo de Llacta: 150 indios
tributarios, 82 viejos, 605 viudas y solteras; confirmó 155. Anexos:
Puños: 443 tributarios, 20 reservados, viejas y solteras 31; confirmó
65. Miraflores, 43 tributarios, 30 viejos, 34 viudas y solteras, 3 viejas;
confirmó 4 2. Singa, 1 5O tributarios, 9 3 reservados, 71 viudas y sol-
teras, 94 viejas; confirmó 9 5. Cura de la Doctrina de Llacta: Br.
Feo. Núñez Tenorio, clérigo presbítero.
Doctrina de los Ba1ios: Pueblo de Nuestra Señora la Concepción
de los Baños, con 109 indios tributarios, 93 mujeres de los dichos
tributarios, 43 reservados con otras 43 mujeres, 56 viudas, 132 solte-
ras, 132 muchachos, 108 muchachas; confirmó 64. Anexos: Santo
Ildiphonso de Yanas, donde halló 3 5 indios tributarios casados con
33 mujeres, 10 reservados, y 9 mujeres de ellos, 17 viudas, 5 solteras,
26 muchachas y 33 muchachos; confirmó 23. Junto a este pueblo,
a media legua, un tambo con 15 tributarios, San Juan de Racha,
con 40 tributarios con 3 6 mujeres, 15 reservados y 12 mujeres, 23
viudas, 5 solteras, 30 muchachos y 31 muchach as; confirmó 27.
Santiago de Chupán, 53 tributarios con 5 5 mujeres, 19 reservados con
14 mujeres, 14 viudas, 6 solteras, 67 muchachos, .4 2 muchachas; con-
firmó 18 personas. San Lucas de Choque, con 52 tributarios con 48
370 HIST ORIA DE HUÁNUCO
7 Diario de la Segunda visita que hizo de .rn A rquMiócesis, etc., cit. "Revista del Archivo.
N acional del Perú". T. JI, En t rcg. I ', cit., ps. 40, 7 4, 75 y l!'i gs.
CONQUISTA Y COLONIA 371
Pero, hay que advertir que el gobierno virreinal intervino, por or-
11 Andrés Thalancha, hijo del Alférez Antonio Thalancha y nieto del Cacique
aludido, en un memorial al Virrey, solicitando se le declare libre del tributo y otros;
dice que su dicho abuelo ayudó en la conversión de más de 60.000 almas, fundó varios
pueblos y sirvió a la Corona 12 años como militar, tanto en Valdivia, Chile, como tn
el Perú. BERROA: Monografía de la Diócesis de Huánuco y Junín, p. 244. - Fe bautismal
del cacique Juan Antonio Talanchumena, p. 77.
12 Crónica Moralizada del Orden de San Agustín en el Perú. Capt. XVII. La Ciudad
de Huánuco. Trascrito en "Los Cronistas de Conventos". Colee. Biblioteca Cultura Peruana
T. IV, p. 105. '
CONQUISTA Y COLONIA 375
queda ahora pendiente con buenos principios, encargada a su propia
religión, tan adecuada a su intento, que se le ha dado la doctrina de
Chavin ... " 13 •
Otros de los convertores de los panatahuas, por 1633, fueron los
misioneros Fray Felipe de Luyando, iqueño, que pasó 9 años entre ellos,
Fray Juan Rondón y Fray Juan Velazco, a quienes les sirvió como in-
troductor el referido Cacique Talancha.
Saliendo del Convento de Huánuco, penetraron, por orillas de Hua-
llaga, hasta Chinchao y Tonua. Luyando regresó a Huánuco, de donde
volvió con auxilio de la Caja Real y con los padres Fray Ignacio Y ra-
rraga, Fray Jerónimo Jiménez y Fray Francisco Suárez; que llegaron,
a pie, hasta el río Tulumayo, y luego hasta el territorio de los payanzos,
catequizándolos, en 1644, a esas tribus que vivían en un ancho valle,
al pie de la Cordillera Azul, en la divisoria de las aguas del Huallaga y
el Aguaytía y Las Pampas del Sacramento; en cuyos linderos y en lai>
montañas de Pillao, Chinchao, Chiguangala y Tulumayo fundaron y
establecieron las reducciones de Santa Ana de Jaupar, San Antonio de
Cucheros, La Concepción de Tonua o Toma, San Francisco de Chusco,
San Buenaventura de Tulumayo y San Felipe de los Tingaleses, como
lo atestiguan los padres Luis Moreno y Diego Córdoba Salinas 14 •
El Virrey Conde de Salvatierra, (1650), refiere que Fray Bartolomé
Báez, franciscano, estuvo encargado de los panatahuas y fundó 5 Igle-
sias y otros tantos pueblos en que quedaron reducidos; y que, estando
los panatahuas pacíficos vinieron los payanzos diciendo que se conver-
tirían si se les ayudase contra los guaraguaguas y otras tribus que les
tenían ocupados sus pesquerías y salinas, causándoles muchos daños y
muertes. Dice también que por pedimiento de Juan López Rael, per-
sona de caudal, se le dió el título de Capitán de Guerra y Justicia Mayor
y 24 arcabuces y pólvora, balas y cuerdas, para la conquista de dichos
indios; y se le mandó 18 bocas de fuego, pólvora y otros pedidos, para
que sirvieran de resguardo en las entradas 15 •
Desde 1641 Fray Gaspar Vera Álvarez y Fray Juan Cabezas, per-
manecieron entre los panatahuas; fundando, en 1643, los pueblos de
la Trinidad de Tepquis y Magdalena de los Quidquicanas.
13 Relación del estado en que el Conde de Chinchón deja el gobierno del Perú
al señor Virrey Marqués de Mancera. Colee. de las Memorias o Relaciones que escribieron
los Virreyes del Perú, etc. T. U, p. 70.
14 Datos tomados de Historia de las Misfones Fr:anciscanas, por Fray BERNARDINq
IzAGUIRRE.
15 Relación del estado en que dejó el gobierno de estos reinos el Conde de Salva-
t ierra. Colee. de las Memorias o Relaciones que escribieron los Virreyes, efe. T. II, p. 220.
376 HISTORIA DE H UÁNUCO
'.?O El padre Fray Alfonso Abad, con 9 indios, salió del pueblo de Cucheros hacia
los tulumayos. Pero abandonado por los indios, regresó a Cucheros, después de 15 días de
renoso viaje. El 4 de mayo de 1757 salió, nuevamente, de Cucheros con 17 indios, llegando
a Tulumayo el 15 del mismo· mes. Por la pequeña cadena de cerros de la margen derecha
del río Hu allaga, en 1O días, llegó a un boquer·Ón, donde nacía un riachuelo Cl\le tomaba
la dirección de las Pampas del Sacramento,. las mismas que distinguió desde la cumbre
contigua a dicha abra o boquerón. Esta abra se halla a 1.390 pies sobre el nivel del mar,
tiene dos millas de largo y los muros de ambos lados 4.600 pies de altura.~ El abra
permanecía "perdida" hasta el 17 de julio de 1937, que fué redescubierta por una expe-
di ción de 18 hombres al mando del lng. Augusto Coz Sarria y Alfonso ')Bernós, por orden
del Ministro de Fomento de entonces, empeñado en abrir dicho paso. - Muy pocos datos
¡:oseemos sobre Fray Abad. Llegó al Perú de España en 155 4, al Convento de Oc opa, vía
Buenos Aires. Era natural de San Román de la Cuba, España. Luego de sus conversiones en
las Pampas del Sacramento y Tulumayo, pas·Ó a las conversiones de Cajamarquilla, hasta 1770,
en que se retiró al Colegio de Ocopa, donde murió en 16 de abril de 1788, de avanzada edad.
Historia de las Mhiones Fra11cisca11as, por Fray BERNARDINO lZAGUIRRE. Diario de las Explo-
raciones a las Pampas del Sacramento.
CONQUISTA Y COLONIA 381
La autorización a Gómez Arias Dávila para la conquista de la selva del Huallaga o Rupa-
R upa. Los preparativos de la expedición y "entrada" a los Panatahuas, Sisimp"'r y Tulttmayo.
La fundación de la ciudad de Espírillt Santo de Sisimpar. El fracaso y la suspensión de la
campaña. La rebeldía de los Panatahuas y hechos que motivaron el enjuiciamiento de Arias
Dávila, y la condena por la Audiencia. Su rehabilitación para proseguir la conquista, y
mW?rfe del famoso capitán. Otros intentos de colonización de la selva. La obra de Bezares
en el Corregimiento de Huamalíes. La expedición científica de Ruiz y otros a las
montañas de Huánuco.
Para dar ocupación a los soldados que, aun con los nervios altera-
dos por las pasadas . guerras, merodeaban por los ámbitos del Perú,
produciendo no pocos desasosiegos, y en su política de descubrir y
colonizar nuevas tierras en "beneficio de la Corona Real como de la
salud espiritual de sus moradores"; el Virrey Hurtado de Mendoza
otorgó licencia, para que algunos capitanes organizaran, a su costa
y riesgo, dichas conquistas y descubrimientos.
La ciudad de León de Huánuco, considerada como "frontera de
bárbaros", estaba entonces en la cabecera del soñado país de El Do-
rado y valle del Pacay; y entre sus encomenderos contaba con solda-
dos de renombre y experiencia en estas empresas, así como de hol-
gadas rentas.
El capitán Gómez Arias Dávila 1 , vecmo de la ciudad, encomen-
1 Gómez Arias Dávila er2 descendiente de D1ego Arias Dávila, judío converso que
administraba las rentas de don Juan JI de Aragón. Este Dávila que fundó la noble familia
de los Puñoenrostro, casó a su hijo ma'Yor con doña María de Mendoza, hija del primer
Marqués de Santillana y sobrina del primer Duque del Infantado. - Gómez Arias desd'!
su infancia se había dedicado a hs armas, en servicios del Rey. Como tal y con el grado
de Capitán había peleado en África, en la conquista de la Florida con Hernando de Soto,
y de Nicaragua con don Pedro de Alvarado. Fué hermano de Pedro Arias Dávih, gober-
nador de Panamá. Producida la rebelión de Gonzalo Piz.arro y derrotado el virrey Núñez
de Vela, Gómez Arias, llamado por La Gasea, vino al Pená de Nicaragua, trayendo soldados,
esclavos, armas y caballos, a su costa. Con La Gasea organizó la campaña y peleó ~n Jaqui-
.384 HISTORIA DE HUÁNUCO
perador del eHandarte Real, perdido por el Virrey que dirigía la campaña. Después de esto
verdadero aprehensor de Francisco Hernández Gir-On, por lo que fué agraciado con una
regia recompensa; con el título de Gobernador Insigne, emprendió la expedición del nuevo
imperio con ~ngentes expensa~ de su peculio; a cuyo efecto dispuso y organizó los aprestos
bélicos.' Finalmente murió el día 3 O de julio del año 15 62; pero dejando el laudable recuerdo
de justo renombre". (Monografía de li: Diócesis d.~ H_uá,nuco Y Junín, cit. p. 70).
386 HISTORIA DE HUÁNUCO
niciones y pertrechos y otras cosas para que ello fuere necesario, desde
treynta leguas adelante de la dicha ciudad de León de Guánuco, hazia
la Mar del Norte, por la prouincia de Rupa-Rupa, a una mano y a
otra, sin perjuicio de las poblaciones que están encargadas a Juan de
Salinas y a Juan Cortes, podays, en nuestro nombre y de nuestra
Corona Real de Castilla, por espacio de trezientas leguas de tier r:1,
contadas por la altura, Norte Sur, Meridiano, y de ciento cincuenta
leguas de latitud, descubrir, predicar el Sagrado Evangelio de Nuestro
Señor Jesucristo y enseñar las cosas de nuestra Santa Fee Católica a
los naturales ynfieles della, y poblar los pueblos de españoles que vos
pareciere, en las partes y lugares mas conbinientes, guardando en todo
ello la Instrucción o instrucciones que vos serán dadas por el dicho
nuestro Visorrey acerca de la orden que en ello se a de tener, y no
excediendo ddlas; e guardándola como tal nuestro Gouernador, Jus-
ticia Mayor y Capitán General, de las dichas treszientas leguas aigáis
y tengais la dicha Go.uernación y la nuestra Real Justicia, ciuil y
criminal en todas las ciudades, villas y lugares que en las dichas tres-
zientas leguas de tierra pobláderes, con los oficios de justicia que en
ella pusiéredes" 2 •
El texto de esta provisión, en lo pertinente a la extensión, se
modificó por disposición del mismo Virrey de fecha 2 8 de abril de
15 57, que dice:
·"Mandamos que dicho Capitán Gómez Arias de Auila, nuestro
Gouernador de la dicha prouincia, use de la dicha nuestra Prouisión
Real que dentro va incorporada, en tal manera que tenga por Gouer-
nación las dichas trezientas leguas de longitud que en ellas se declara,
y ansimismo otras trezientas leguas de latitud, sin perjuicio de los
términos de las poblaciones que tenemos encargadas en su comarca,
y sin embargo de que la dicha nuestra Real Prouisión le estan seña-
ladas ciento cincuenta leguas y no más" 3 •
de Los Reyes contra el capitán Gómez Arias Dávila y su maestre de campo Rodrigo
Tinoco, por malos tratamientos a los indios en la entrada de Rupa-Rup a. (1559-1560).
Juicio de Lírr1ites entre el Perú y ;solivia. Prueba Peruana. T. V, p. 208.
3 GobernacM11 Je R11.pa-Rupa. Pieza~, etc., cit., p. 213.
CONQUISTA Y COLONIA 3 87
narios día y noche; matando a los indios yanaconas que cuidaban las
acémilas e indias que preparaban el yantar de las tropas, y robando y
matando los caballos, como lo habían hecho 18 años antes con Mer-
cadillo.
Continuando su ingreso por las márgenes del río Huallaga y sus
afluentes, la gente de Gómez Arias llegó al territorio de los Tulumayos
y Sisimpar. Estas jornadas las realizó el Capitán español con la ayuda
de los indios tulumayos y sisimpar, estos últimos, al mando de su ca-
cique Panconare, quienes cargaron los bastimentas en cambio de tijeras,
machetes, agujas, vestidos y cabras que les dieron los expedicionarios.
Mas, en esta ayuda cesaron repentinamente los indios y comenzaron a
robar los ganados del campamento; llegando a hurtar hasta 200 caballos
y dejando sin cabalgaduras a los conquistadores; aunque poco uso pu-
dieron hacer de dichos animales por lo fragoso del territorio y lo tu-
pido de las selvas, en las que había de abrirse paso a golpe de machete.
de Cuxipata, que era tierra muy rrica e de mucha gente. Los quales,
con engaño, e para matar al dicho Gómez Arias e a los que con el
yvan, se concertaron de llebarlos por montañas e rrios e despoblado sin
camino, porque todos peresciesen de anbre o ahogados en los rrios, lle-
bando como los llebaron honze días por los dichos despoblados". Por
donde «vino toda la gente a adolecer e hinchárseles las barrigas e pier-
nas de las yeruas que comían" 8 •
La enfermedad de Gómez Arias y los suyos, las últimas duras e inú-
tiles jornadas y la falta de bastimen t os, hizo que las tropas se desalen-
taran y comenzara la deserción. Para proseguir la campaña, el Gober-
nador pidió auxilio de tropas y dinero al Virrey de Lima, así como a
Rodrigo Tinaco su Maese de Campo en Huánuco. Este soldado acudió
con algunos hombres, indios y negros, llevando «socorros de ganados e
tocinos e bizcochos e medicinas para los soldados e jente que estaua en
el dicho asiento de Sisimpar e de que los dichos soldados e jente rresci-
bieron gran beneficio y prouecho; e que ... si el dicho Rodrigo Tinaco
no llegara tan presto como llegó, dende a dos o tres días se salieron toda
la gente que allí estaua, porque al tiempo que llegaron se andauan todos
aderezando para salirse" 9 •
El Virrey Marqués de Cañete que, tiempo antes, había remitido gra-
nos por intermedio de Juan Montañez, le negó el socorro solicitado,
diciéndole que «el año siguiente bolvería a seguir el dicno descubri-
miento y que entonces le ayudaría para ello", y que suspendiese la en-
trada.
Al saber la decisión del Virrey, Gómez Arias abandonó la empresa
y tomó camino de regreso a la ciudad de Huánuco. Al pasar por la
provincia de los panatahuas, tuvo que enfrentarse a tales indios que los
atacaban; y victimaron, en una escaramuza, · al Cacique Matimira que
volvía con los españoles. Pues, "en un arroyo, questava en vna que-
brada honda, donde nos los pudieron ver bien, al dicho Matimira y el
Cacique Panatagua se asieron: ... e veniendo ciertos indios ... e otros
dos o tres soldados de los que allí yvan fueron corriendo por la ladera
abaxo, e llegando al dicho arroyo hallaron al dicho Matimir:i cortada
la cabeza ... que el dicho Matimira havía dicho a los caciques Pana-
taguas que avia de ser c;u Cacique e los avia de traer por fuerza, e que
así se avia asido e lo avian muerto ... " 10 •
•••
Gómez Arias, pidiendo revisión del fallo de 2" instancia, presentó
ante el nuevo Virrey don Diego López de Zúñiga, Conde de Nieva, do-
cumentos referentes a los servicios que había prestado a la Corona; en
la rebelión de Gonzalo Pizarra, captura de Hernández Girón, y otros
servicios en Nicaragua, La Florida, etc. En vista de las provisiones reales
con que aparejó su solicitud, el Virrey, en 15 de octubre de 15 61, le
dió licencia y facultad para que prosiguiese la conquista y colonización
de Rupa-Rupa; así le extendió ( 11 de enero de 15 62), testimonio de
haber sido reconocido Conquistador del Nuevo Imperio. En los prin-
cipales párrafos del texto de la provisión del Conde de Nieva, se expre-
sa: ... "E por mi visto lo susodicho, y las dichas Prouisiones que suso
van yncorporadas, y ciertos documentos de posesión, que, por virtud
dellas, tomó el dicno Capitán Gómez Arias del dicho descubrimiento
y conquista, y ciertas cartas que el dicho Marqués le esriuió para que
se saliese; y entendiendo ser ansi cumplidero al seruicio de S. M. y
bien destos Reynos, por la mucha gente española que al presente hay
en estas partes, la qual, rrepartiéndose en la dicha entrada, no pasará
tanta nescezidad en ellas, y por otros justos fines y rrespetos que a ello
me movieron, después de avello platicado con los Comisarios del Con-
sejo de S. M., acordé de dar esta mi carta, por la qual, en nombre de S.
M., e por virtud de los Reales poderes que tengo, le doi licencia y facultad
para que, usando de las dichas prouisiones que suso van yncorporadas,
prosiga la dicha jornada, con las condiziones y según y de la manera
que lo pedía hazer por virtud de las dichas Prouiciones en tiempo del
dicho Marqués de Cañete, y conforme a la Y nstrucción que se le da
para la prosecución de la dicha jornada y bien de los conquistadores y
pobladores de aquella tierra; y si nescesario es, le doi de nuevo poder y
facultad para hazer la dicha entrada y conquista en la manera s:1so
* 11< *
En la segund a mitad del siglo XVIII, con fines de con versión y co-
merciales, se abrieron nuevas rutas de penetración a la selva. Entre ellas,
la de Huánuco a Pozuzo, y de Huánuco a Cajamarquilla y el que tra-
zara Bezares desde Tantamayo a Monzón y Pampas del Sacramento.
En efecto, en 178 5, el español don Juan de Bezares, acaudalado
comerciante en cascarilla con residencia en Arancay, se constituyó en
Chicoplaya y navegando por el río Monzón exploró toda la región de
las montañas de Arancay, y el fértil valle del Monzón. En 1788 pre-
sentó memoria y un mapa al Virrey, ofreciendo abrir un camino, a su
costa, el que partiendo de Tantamayo -en las cercanías del río Ma-
rañón, en Huamalíes-, llegaría a Chinchina y luego al río Monzón,
en su parte navegable. Solicitaba por toda recompensa que se le nom-
brara Gobernador de la jurisdicción del Curato de Chavin de Pariarca,
para disponer del trabajo a los habitantes del lugar, pagando por ellos
sus tributos a la Corona.
Accedida su solicitud por el Virrey, Bezares dió comienzo a sus tra-
bajos en 25 de abril de 1783, con 100 hombres. Después de 10 meses
de labor construyó 11 leguas de camino, uniendo el pueblo de U rpis
con Chinchina; terminó tres puentes y desaguó la laguna de Negro-
cocha. Continuando su empresa, pese a la oposición del Padre Fray
Sobreviela, que alegaba que existía una ruta más corta para esas mon-
tañas de la que eran convertores los Franciscanos de Ocopa, hasta el
mes de enero de 1790 el camino de Bezares había llegado a dos leguas
de Y anamayo, con un costo de 2.942 pesos. Meses después comunicó
que se había construído un puente sobre el río Yanamayo; y acompañó
certificados de haber concurrido voluntariamente los indios, quienes
declararon los beneficios de la ruta que se ab1'Ía para Huamalíes y Con-
chucos, dada la fertilidad de sus tierras y la adquisición de sus productos
por tales habitantes.
Visto el éxito de los trabajos de Bezares, el Virrey le facultó para
la civilización y educación de aquellos pueblos, fomento del comercio
y fundación de pueblos. Y se pidió informe al Guardián de Ocopa
Padre Sobreviela, el que, esta vez, opinó favorablemente a Bezares; y
aún más; acordó poner un Padre Cura en Chicoplaya, nombrándose al
R. P. Fray Juan Sugrañas, que reemplazó a Fray Antonio de Herrera,
mercedario del Convento de Huánuco, a quien había llevado Bezares a
Chicoplaya, donde construyó una capilla, asignándole un haber de 600
pesos al año, de su propio peculio.
La oposición a la obra de Bezares no fué sólo en el Perú. En España,
el geógrafo Fray Pedro González Agüero, informó en contra de tal obra,
CvNQUIST A Y COLONIA 395
'18 Los capítulos escritos por Rurz referentes a Huánuco, son: XX: Viaje a Huánuco,
p. 121 y siguientes; XXI: Descrip¿ión de la ciudad de Huánuco de los Caballeros, p. 128
y siguientes; XXII: Viaje a la montaña de Cuchero, p. 152; XXIII: Descripción de Cu-
chero, p. 15 5; XXIV: Descripcj.ón del pueblo de Chinchao, p. 169; XXV: Viaje de Chin-
chao a Huánuco, p. 176; XXVI: Viaje a la provincia de los Huamalíes, p. 180; XLVI:
Viaje a las montañas de Pozuzo, p. 288; XLVII: Descripción del pueblo de Pozuzo, p. 292,
XLVIII: Viaje de Pozuzo a Huánuco; XLIX: Viaje a las montañas de Chinchao; L: Viaje
a las montañas de Muña; LI: Descripción del pueblo de Muña; LII: Viaje de Muña a
Huánuco; LIII: Viaje a Pillao y sus montañas; LIV: bescripción del pueblo de Pillao;
LV: Viaje a Chacahuasi o sea casa del puente; LVI: Viaje de Chacahuasi a Huánuco; y
LVII: Viaje de Huánuco a Lima.
10 Su estada en Huánuco lo declara en las siguientes líneas: "el río Huallaga ...
entra después a las montañas de los Andes de Chinchao y Cuchero donde yo mismo, el
año, de 1790, por el mes de Junio, cuando hice la primera entrada a estas montañas,
reconocí su embarcadero en el sitio donde se junta con el río Chinchao". Apéndice. Memoria
con que, sobre los ríos navega bles que fluyen al Marañón, informa el naturalista de Su Ma-
gestad, don Tadeo Haenke, socio de las Academias de Viena y de Praga, al señor don Fran-
cisco de: Viedma. Descripción del Perú, p. 308.
CAPÍTULO XVII
1 Confirma acaso nuestra tesis, el .hecho de que, hasta hoy, pese al tiempo transcurriqo,
persiste, en su' clases p opulares, el despec tivo. Pues, verbigracia, vileza es para el poblador de
la ciudad de Huánuco hablar el quechua, e insulto nombrarle indio o shu cuy, con que ta111bién
se le llama. El antiindianismo del español del siglo XVI, cuyos resid uos de prejuicio quedan,
puede explicarse por la actitud bélica del indio en aquel siglo. Porque él capitán Illatopa fué
.quien, al mando de sus huestes de indios de Huánuco el Viejo y lugares vecinos, derrotara
a Gómez de Alvarado, Barroso y al propio Gonzalo. Pizarro, obligándoles a trasladar la ciudad
.que fundaran an aquella plmicie al actual valle idílico de los chupachos.
398 HISTORIA DE HUÁNUCO
sobre todo en el siglo XVI, que fueron los años de su apogeo. Aunque,
con el correr de los tiempos, por la intromisión del m estizo en su vida
social y del indio que cada vez más se hizo número, dsÍ como por la
merma de su rango debido a la ausencia de sus principales y acaudalados
vecinos, que se trasladaron a Lima; vino su decadencia y la pérdida de
su raigambre hispana; deviniendo históricamente en criolla, mestiza y
peruana. Empero, esta etapa de su decadencia fué superada a fines del
siglo XVIII, recobrando la ciudad parte de su antiguo esplendor.
:t • •
otras cosas en esta linda y apacible tierra ... ciudad de Guanuco de los
Caballeros, que es un paraíso terrenal, conforme es de alegre y vistosa
y regalada" 5 •
«La ciudad era bella, su fábrica magnífica --escribe un escri-
tor, de mediados del siglo XVII, que la visitó--, y se contaban
antiguamente más de treinta pueblos de indios en los contornos
de la ciudad, a cuyo solo distrito se extendía entonces su jurisdic-
ción, perteneciendo lo demás del terreno que hoy posee a las pro-
vincias de Tarma y Huamalíes; pero habiéndose disminuído sensi-
blemente el número de habitantes, se le agregaron en 1692 otros
varios pueblos que, hasta el presente, le han quedado anexos. Há-
llase en el día esta ciudad reducida, poco más o menos, a los pueblos
de los indios, conservando sólo como memoria de su opulencia las
casas principales que dan a conocer bastantemente el esplendor de
sus antiguos moradores. A pesar de esto se va recobrando al presente,
porque habiéndose descubierto la cascarilla en la montaña y exten-
dido el plantío de los cocales, las utilidades que les ofrece este comer-
cio, así como el de sus mieles y azúcares (aunque de mala calidad)
y el café y resina de bastante precio, tienen ya sus vecinos mayores
recursos" 6 •
Pero ninguna pluma como la del Dr. don Hipólito Ruiz, que resi-
diera en la ciudad algunos meses, por 1780 y 1784. El célebre botánico
no sólo ratifica a los anteriores autores, respecto de la decadencia de
la urbe, sino describe sus templos, relata de su planta, da una visión
de su paisaje y refiere importantes datos sobre las costumbres, psico-
logía y demás de los indios de su jurisdicción.
«El valle de Pilleo, donde se halla fundada la Ciudad de Huánuco
es seco y caliente en los meses desde Mayo hasta noviembre; y aunque
por las noches se siente bastante fresco, es fuerte el calor por el día.
Se templa éste con los vientos Norte y los nordestes, que pasando
por las montañas y punas, entran en el valle cerca de las once del
dí a y reynan hasta ponerse el sol, y algunos dí as hasta las 8 de la
noche. Desde Noviembre hasta fines de Abril caen copiosos aguaceros,
sin que por esto dexe de manifestarse el sol todos los días, ni impidan
el tránsito de las calles y campos: porque si llueve por la maña-
na, está oreando el piso por la tarde; y al contrario, lloviendo por
la tarde el día está sereno por la mañana, y el piso queda · cas·i del
5 Descripción del Virreinato del PenL Crónica inédita de comienzos del siglo XVII,
ps. 31 y 32.
6 TADEO HAEN&:E: Descripción del Perú. Descripción de la Intendencia de Tarma, p. 191.
La ciudad de León de Huánuco, en 1616, según Guarnan Po m a de Aya la. ("Nueva Crónic::i
y buen go bierno", p. 10 29.)
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Plano topogdfico de L1 Mu y No ble y Mu y Leal C iudad de León de Hu:ínucc de los Caballeros. 1778. Dibujado por Isidro GHvez, por
orden del Sr. Tn tendcnrc de Tar111;1 Coro nel D. Juan Muía de Gá lvez. (Arch iYO del D ep ósito de la Guerra . Madrid.) (Copia reducida.)
CONQUISTA Y COLONiA 401
7 Relación Histórica del Viaje que hizo a los R einos del Perú y Chile, etc., cit., T. I.
Capts. XXI y XLIX. Descripción de la provincia '/· ciudad de Huánuco de los Caballeros,
ps. 128, 141, 516. -El propio Intendente D. Juan María de Gálvez, ordenó la construcción
de una fuente en la Plaza de Armas, a la que llegaba el agua por una cañería que se cons-
truyó desde el río Huallaga, según noticia del Dr. Mariano Millán de Aguirre, en "Mercurio
Peruano", 179 3, 27 y 30 de junio: Descripción de la Intendencia de Tarma. - Ruiz
cuenta de Huánuco el hecho sig uiente: " ... Datura stramonium Lnn. v. Tonco-Tonco y
Chamico: con este nombre es conocido en todo el Perú, por el mal uso qu e suelen hacer de
sus semillas los Indios para infatuarse unos a otros, quando se sient en muy agraviados, o
zelosos en sus amores, de aquí viene aquel Adagio muy común en el Perú: Está chamicado o
chamicada fulano o fulana, quando una persona está pensativa, taciturna, distrahida o dema-
siado al egre, por bebida o por otras causas. Ha!lándonos en Huánuco sucedió haber dado un
muchacho de I O años a otro condiscípulo de la misma edad entre el pan, polvos de las se-
millas del chamico, y a pocas horas comenzaron a obrar emborrachándole, como si huviese
bebido vino; fué llamado el Compañero Dombey, de parte de los Padres del muchacho, pa ra
que le ad ministrase algún remedio; pero, sin embargo de los vomitivos y dem ás medicina·
que le dieron, quedó alelado o asimplado; siendo antes vivo, ag udo, travieso y alegre en los
juegos pueriles, j amás adquirió de nuevo aquellas propiedades. Se cría esta planta en las
Calles de Huánuco con tanta abundancia, que con lo sucedido mandó el Corregidor que
toda se arrancase y quem ase, lo que se verificó por aquel tiempo; pero vueltos nosotros por
segunda vez a Huánuco, hallamos igual cantidad por todas las calles y circuit os de la Ciu-
dad." Libr. cit., Capt. cit., p. 148.
404 HISTORIA DE HU.ÁNUCó
s10nes lo mas del año; por que aquellos suelen animar a los indios
de su pueblo y de los circunvecinos a ellos. Casi siempre tienen
que valerse los Curas y las Justicias de la fuerza para reprimir a
los Caciques e Indios de semejantes alborotos. Al contrario, las Mu-
geres son pacíficas, nada propensas a la embriaguez y procuran apar-
tar a sus maridos de muchas pendencias; son laboriosas, en qual-
quier género de trabajo; y lo comprueban con la continua asistencia
a sus ranchos o casas, a su familia, ganados y sembrados, sin mez-
clarse con los indios en las borracheras; y si alguna vez se hallan en
ellas, es solo cuando siembran y recogen sus frutos y semillas, a cuyos
trabajos concurren con sus maridos y parientes, incitados estos en
aquellos días por la abundancia de Chicha, que a propósito hacen
las mugeres para exitarlos al trabajo.
"Para las cabas y urias, o limpieza de yerbas extrañas en los
sembrados, concurren por lo general las mugeres solas.
"Los indios son muy afectos a funciones de danzas, y quando
tienen estas, que es por Reyes, Corpus Christi, días de los Patronos
de sus Pueblos, etc., les dura la diversión y embriaguez por ocho
o mas días; a no ser por que los Corregidores y demás Jueces les
hacen trabajar para que paguen los tributos al Rey, los repartimien-
tos a los Corregidores y las deudas a los Comerciantes y Acrehe-
dores, todo el año sería una función para los Indios; así dicen gene-
ralmente estos que vale m as un día de borrachera que cien azotes.
Son poco devotos y muy supersticiosos; al contrario las mugeres con-
curren a los templos y adornan todos los días, y con especialidad
los festivos, los altares e imagenes con diversas flores, que con este
objeto cultivan en sus huertos; son afables y caritativas en medio
de su miseria, provenida ésta de la araganería y abandono que tienen
sus maridos al trabajo; estos gastan en bebidas lo que sus mugeres
adquieren en el hilado, texido y sembrados. Este mal de la olgaza-
nería de los Indios, y la aplicación de las indias a los trabajos, es
general en todo el Perú: de aquí proviene la corta multiplicación
de aquellas gentes y la universal miseria de ellas ... " 8 •
En la Descripción Topográfica de la Mu~ Noble y Mity Leal
Ciudad de León de Huánuco, que apareciera en "El Diario de Lima",
de 27 de Junio de 1793, se consignan datos sobre la vida social y el ca-
rácter de sus hijos; y particularmente su resurgimiei1to como ciudad
señoria1 y cortesana. «La ciudad está cercada de un muro de tunas
•••
Al describir las construcciones de la ciudad, el Dr. Ruiz nos da
el carácter de sus solares y de su arquitectura.
!l Descripción Topo gráfica de lt1 Mny Noble y Leal Ciudad de H11dn11co de los Caba-
lleros del Perú , etc., cit. "Diario de Lima", entregas del sábado 13 al ·27 de junio de 1793.
CONQUISTA Y COLONIA 40 7
•••
Diego de Aguilar y de Córdoba, elogiado por Cervantes 2 , es uno
de los más calificados escritores· del primer siglo de la Colonia. Autor
del libro El Mara1íón 3 , en que se relata la expedición de don Pedro de
2 He el texto del elogio que de Aguilar hace Cervantes. Octava 73. Canto de Calíope.
"En todo cuanto pedirá el deseo/ Un Diego ilustre de Aguilar admira,/ Un águila real que
en vuelo veo/ Alzarse a do llegar ninguno aspira:/ Su pluma entre cien mil gana trofeo. Que
ante ella la más alta se retira;/ Su estilo y su valor tan celebrado/ Guánuco le dirá pues lo
ha gozado."
3 Los originales de El Marañón se hallan inéditos en el Museo Británico, Colee. Bauza,
y en la Biblioteca Pidalina de la Universidad de Oviedo. Se ha dado a la prensa sólo algunos
capítulos: Capt. V, en Relaciones Geográficas de Indias, de J1MÉNEZ DE LA ESPADA, T. IV.
Apéndice, Madrid, 1897, p. 33-135; los Capts. I, 11, Ill, VII, X del Libr. I; XXV del
CONQUISTA Y COLONIA 411
Lbr. II; y I. II. XIV, XV del Libr. III, en Biblioteca de Cultura Peruana. El Ajjogeo rfe la'
Literatura Colo11ial, T. V, ps. 3 21-34 5. RuBÉN VARGAS UGARTE: Ma11uscritos Peruanos
cu las Bibliotecas rfel Extranjero, T. ! '-', ps. 4, 5, 6.
4 De La Soledad Entretenida solamente se conoce el fragmento del diálogo V que trans-
cribe Fray ANTONIO DE LA CALANCHA: en su Crónica Moralizada del Orden de San Agustín
en el Perú. P arte J'l-, Libr. V, Capt. XVIII, p. 892.
5 Aguilar y de Córdoba, nací-O en la ciudad de Córdob'.I, a mediados de la décima
sexta centuria . Descendía de la Casa de Guadalcázar, enlazándose su linaje con las estirpes
de Feria Priego y Cabra. Fueron sus padres Pedro Fernández de C-Ordolba y Benavidez, de h
casa de los señores de la Villa de Guadalcázar, y de doña María Contreras. Este don Pedro
debió ser hijo del sexto señor de Guadalcázar don Luis Fernández de Córdoba y de ·doña
Luisa de Aguilar). Diego de Aguilar sirvió al Rey en la armada del Mediterráneo; estuvo en
la tema del Peñón de Vélez de la Gomora ( 1569); en la persecución que se efectuó en el
Castil de Perra; milit-0 en los destacamentos de Alpujarras hasta 15 59. Llegó al Perú con
Toledo; pasando de Lima a Huánuco donde servía de Corregidor su primo don Luis Fer-
nández de Córdoba y Carbajal, que casó con doña Catalina Marroquí de Monte Hermoso.
Producida la incursión del pirata Drake, 1579, Aguilar y de Córdoba se trasladó de Huánuco
al Callao, sirviendo en su guarnición has ta 1583. El Virrey Conde de Villardonpardo le nombró
su Secretario de Cámara; luego de dos años lo hizo Corregidor de Loja y Zamora, no ha-
biéndose hecho cargo del empleo . Obtuvo una plaza de Lanza en la Compañía de Guardia
del Virrey (1585), en la que sirvió hasta el gobierno del Marqués de Montesclaros. El Virrey
Velasco lo designó Administrador General de la Compañía de los Gentiles Hombres con 2.000
pesos anuales, 1 597. El Marqués de Cañete lo nombró Corregidor de Parinacochas. Velasco
lo hizo visitador de corregidores 'Y recaudador del tesoro real; luego fué Corregidor de Vil-
cabamba, donde debeló el levantamiento de los indios y negros del valle de Quillabamba. En
I 603 fué nombrado Corregidor de Huamanga, donde estuvo sólo tres años. En 1607 fué
designado, por segunda vez, Corregidor de Huamanga. E l Virrey Mend oza y Luna le nombr.ó
Corregidor de Yahuarsongo, en la Audiencia de Quito. Aguilar y de Córdoba fué, además,
propietario de minas. Dice- Ca lancha: "Entre la ciudad de Los Reyes y la de Guánuco ay
unas minas de plata, que llaman de Caxatambo, de una de las quales, que era de Diego de
Aguilar de Cerdoua", Capt. IV, Crónica Moralizada, p. 339. - Noticias del Dr. D. Gur-
LLERMO Lo HMANN VrLLENA: "El Marañón y Diego de Aguilar y de Córdoba", en "Revista
Histórica" de Lima, T. XII, año 1948. Este mismo escritor con les datos que .ha obtenido
de las propias probanzas de servicio de Aguilar y de Córdoba (Lima, 1590), Vilcabamba
(1602), Lima (1606), y e.harcas (1613), despeja las conjeturas de los historiógrafos literarios
respecto de su vida en el Perú y estada en Huánuco. (Archivo General de Indias. Audiencia
de Lima. Legajo I 3 6, la primera probanza y I 56, las restantes).
412 HISTORIA DE HUÁNUCO
•••
Amarilis es la figuras más señera de todas las letras coloniales, en el
prim~r tercio del siglo XVII.
(Nuestras líneas cabe en torno a ubicar el suelo natal de la
poetisa y hacia la identificación de su persona. Empero, como lo afirma
ella, vivió en Lima donde escribiera sus famosos versos, aunque era
natural de Huánuco, en la que radicaron sus antepasados.)
Amarilis es la poetisa autora de la epístola intitulada Amarilis a
Belardo. Tal composición poética la constituyen silvas con un total de
334 versos, y está dirigida al Fénix de los Ingenios, Lope de Vega y
Carpio, publicada por éste, por primera vez, en La Filo111.ena, con Otras
Diversas, Rimas, Prosas y Versos, (Madrid, 1621).
Los versos están ordenados en dieciocho estrofas de dieciocho versos
cada una, y la final de once versos. Las dos primeras estrofas contienen
un discurso sobre el amor contemplativo; la tercera es en elogio de
Lope de Vega, a quien llama Belardo; en la quinta alude a América,
Potosí y Lima; en la octava comienza a dar razón de su persona, patria
y estado; en la novena se refiere a Huánuco y alude a sus dos abuelos;
en la décimoprimera expresa de la nobleza de sus padres~ y a su única
hermana a quien nombra Belisa; en la décimosegunda, habla de su in-
clinación a las musas y del matrimonio de su hermana y de su propio
celibato; en la décimotercera trata de su conocimiento de Lope y su
admiración por el poeta; en la décimocuarta alude a la Angélica; en la
décimoquinta ofrece el alma a Lope y pide para él dones del cielo y del
mundo, deseos que renueva en la décimosexta; en la décimoséptima
* ~- *
Veamos si los versos de la Epístola a Belardo, se relacionan con la
historia de Huánuco y los hechos de sus fundadores.
418 HISTORIA DE HUÁNUCO
'* * *
Desde años atrás ha surgido con respecto a Amarilis, esta interro-
gación: ¿quién es la anónima poetisa autora de las famosas silvas?
Expongamos, someramente, las tesis que esgrimen los historiógrafos
literarios más destacados, particularmente sobre la genealogía de nues-
tra autora. Desechando, claro está, las huérfanas de verdad histórica y
18 Damos una pequeña bibliografía de los autores que tratan de Amarilis. - MANUEI
ANTONIO VALDIZÁN: R eedición de la epístola de Amarilis a Belardo, comentad a, Lima, 1834. ~
MANUEL DE MENDIBURU: Diccionario Histórico-Biográfico, T . III, p. 343. - J . l . RrnAs
CANFRANc (AsENJo BÁRBIER) F.: Últimos mnores de LoPII de V1Iga, Madrid, 1876, ps. 125
y siguientes. - LA BARRERA : Nueva Biografía de Lope de Vega. Ol#as Completas, T. 1 9 ,
Madrid, 1890, ps. 19-20. - MARCELINO MENÉNDEZ P ELAYO: Historia de la Poesía Hispa110-
America11a, T. II, ps. 153 y sigts., Madrid, 1913. - RICARDO PALMA, en Prólogo a Flor di!
Academias, y Diente del Parnaso, Lima, 1899, p. VII. - JqsÉ DE LA RrVA AGÜERO Y OsMA:
El Perú Histórico y Artístico, Santander, 1921 , p. 87 ; T ricentenario de Lo·fre de V ega, Dis-
cursos Académicos, Lima, 1935, ps. 103, 109 y 115. - Lurs ALBERTO SÁNCHEZ: Los Poeta>
de la Colonia, Lima, 1921, ps. 136 'Y sigts.; La Literatura Pm'uana, T. II, Lima, 1921,
p. 133. - J . MrLLÉ y GIMÉNEZ: Lo/Je de V ega y la supuesta poetisa A111arilis, "Revista
de la Biblioteca, Archivos y Museos", Madrid, Año VII, N 9 25, ene ro, 1930. -AURELIO
MIRÓ Q UESADA SosA: Améric.a en el T eatro de Lope de Vega, Lima, 1935, ps. 6 y sigts. -
FRANCISCO RunÉN BERROA: Edipo: Buscando los vest igios de Amarilis, "El Comercio",
Lima, 19 de octubre de 193 9.
10 Dando nombres para proseguir la identificación de Amarilis, BERRO/\, en su trabajo 1
escri be: "Doña Luisa Garay otorgó t estamento en 2 de mayo de 1680, dejando la hacienda
de San Pedro de Ayaraca, en las pampas de Junín, cuatro casas en Lima 'Y otros bienes,
que con su hermana mayor habían heredado de sus padres; varias casas en Huánuco, la<
haciendas de Marabamba, Caihuayna y un lote al pie de Visacaca (afueras de la ciudad).
Doña Lui sa había casado, en temprana edad, antes de 1618, con el Maestre de Campo don
Luis Blásquez de Valverde, hermano de don Juan Blásquez de Valverde, Catedrático de
422 HISTORIA DE HUÁNUCO
Garay, de cuyo matrimonio con doña Alonsa de Salcedo, hija del Veedor
García de Salcedo en la morisca Beatriz, nació, entre otros, doña Beatriz
de Garay que casó con Diego de Rojas. (Don Antonio de Garay, enco-
mendero radicado en Huánuco, era hijo mayor y mayorazgo del Ade-
lantado de la Isla Española y Gobernador de Jamaica don Francisco de
Garay y de doña Moñiz de Perestello, emparentada con la mujer de
Colón). Este don Antonio de Garay, rico encomendero de los Y aros-
Chaupeguarangas (y no de Huarautambo, como dice Berroa), fué adicto
a la Corona y quien en Huánuco organizó, como vimos, las milicias
reales contra Gonzalo Pízarro.
Amarilis parece ser hija de Diego de Aguilar y de Córdoba, como
alguien lo supone y nosotros lo sostenemos. El autor de El Marañón y
elogiado por Cervantes como notable poeta, estuvo radicado en la ciu-
dad de Huánuco, donde casó con doña Catalina de Falcón, en la que
tuvo hijos; siendo acaso uno de estos María Fernández de Córdoba y
Falcón o María Suárez Fernández de Córdoba. Nieta de dos capitanes
fundadores de las ciudades de Huánuco y Lima: Juan Sánchez Falcón
y Rodrigo Tinoco; y cuyo nombre María, o en anagrama Amarilis,
llevaría por su abuela paterna doña María Suárez Tinoco.
* * ~4
San Marcos, Oidor de Nueva Granada y Charcas y Gobernador del Paraguay; hijos de don
Juan Blásquez y Valverde y de doña Feliciana Núñez del Prado y Saavedra, quien a su
vez lo fué del Dr. Juan Blásquez, Teniente de Gobernador en Lima cuando el asesinato de
Pi21arro, y de doña María Valverde, hermana del Obispo del Cusco, Vicente Valverde,
el de la captura de Atahualpa. ~Doña Luisa de Rojas estableció una capellanía sobre sus
bienes -Hda. Ayaraca-, ordenando que ingresasen como capellanes los hijos de su sobrina
nieta la Marquesa doña Constanza de Rojas y Jaraba, hija de su sobrino el Capitán Lic.
Antonio de Rojas y Mendoza. ( Edipo: Buscando los vestigios de Aniarilis. "El Comercio",
Lima, 19 de Octubre, 1939).
CONQUISTA Y COLONIA 423
a Belisa. Porque no hay que olvidar que, por esos tiempos de "Hege-
monía de la Iglesia'', el Santo Oficio de la Inquisición urgaba a los
('enemigos de Cristo"; y había que ocultar las "huellas de la concien-
cia'', para no ser identificado.
Finalmente, quien pretenda sostener que fué un capricho de Lope
el origen de las famosas silvas, niega la verdad histórica contenida en
ellas; y no ha estudiado los resortes psicológicos, el ánima femenina
que corre por toda la aludida Epístola. Distante, por cierto, de las res-
puestas del Fénix de los Ingenios; el que, por otra parte, si la escribió
para "encender de celos" a una de sus amantes, no tenía por qué dar
razón de su vida, ni embarcarse en un amor platónico. Menos pudo,
el poeta español, saber pasajes de historia local de una ciudad acaso al
margen de su ilustración.
A todo, queda establecido, en definitiva, que Amarilis fué mujer y
huanuqueña. Hija de la "Muy noble y Muy Leal Ciudad de León de
Huánuco de los Caballeros"; y, como tal, orgullosa de su estirpe y de
su suelo.
* * *
Nombremos, en seguida, a otros hijos ilustres de Huánuco, dando sus
d atos biográficos. Aunque la mayoría de ellos no se dedicó exclusi-
vamente a las bellas letras o cultivaron las disciplinas intelectivas; por
sus dotes personales, sobresalieron en los campos de la milicia o el sacer-
docio.
El primer escritor oriundo de la ciudad, en el siglo XVI, fué don
Alonso de Huerta, Maestro en Artes y Doctor en Teología en la Uni-
versidad de San Marcos de Lima, y notable quechuólogo o maestro de
quechua en dicha Universid ad. (El curso de quechua fué instituído en
la Catedral de Lima por el Arcediano don Rodrigo Pérez, según su tes-
tamento otorgado en 15 de setiembre de 15 50, con una renta de 300
pesos, y el mismo que se estableció por el Arzobispo Loayza, en 15 51 ,
pasando a dictarse en la Universidad de San M arcos por orden de To-
ledo, en 15 79) . Huerta se hizo cargo de la Cátedra en 15 92 y la dictó
hasta 1602. En 1616, con la aprobación del Dr. Francisco de Ávila,
publicó su notable gramática o Arte de la Lenguia Quechua General de
los Indios de este Reino del Perú, dedicada al Vir rey Marqués de Mon-
tesclaros. El célebre quechuista fué Capellán de la Iglesia de la Copa-
426 HISTORIA DE HUÁNUCO
.. * *
En el sigló XVII, Huánuco tuvo un exponente intelectual en don
Francisco Fernández de Córdoba, Caballero de la Orden de Santiago.
Doctor en Artes y Catedrático en la Universidad de San Marcos, escribió
el libro Perú e-on Armas, que es la relación de la expedición del pirata
Jacobo Hermite Clerk al Callao, en 1624. Nació en aquella ciudad por
15 80, del matrimonio de Don Luis Fernández de Córdoba, que fuera
Corregidor español de Huánuco en 1571-1577 y de Lima en 1620, y
* * *
El Dr. Fernando de la Sota, hizo sus estudios en Lima, en la Uni-
versidad de San Marcos. Cura y Vicario de Huánuco, su ciudad
natal. En 3 de Mayo de 173 8 fué Canónigo Racionero de la Catedral
de Lima, a cuyo cargo ascendió del curato de Maray, en los Chacas.
En 1745 obtuvo, por oposición, la Canonjía Doctoral; llegando en
1750 a ser Maestrescuela; en 1571 ocupó la silla de Chantre y luego
la de Arcediano; y finalmente fué Juez Ordinario del Tribunal de
la Inquisición. Elegido Obispo de Tucumán, Córdoba, ~n 1755, renun-
ció dicho cargo; falleciendo 2 años después en Lima ( 17 57) .
* * *
Juan Diego Saricolea y Olea había nacido en 163 9, en la ciu-
dad de Huánuco. Inteligencia prodigiosa; pues, a los 11 años de edad
defendía conclusiones públicas de Gramática y Retórica en el Cole-
gio San Martín de Lima. Gradu ado de doctor en Teología en la
Universidad de San Marcos, ganó por oposición las cátedras de Nona
21 Los datos sobre Fra:y Francisco de la Serna y el Dr. Francisco Fernández de Cór-
doba, los tomamos del Diccionario Histórico-Biográfico, de Mendiburu. Lohmann Villena,
en su trabajo citado sobre Diego de Ag uil ar, dice que don Francisco fué hijo del autor
de El Mtm1añón, y no de don Luis Fernández de Córdoba.
22 E~ la Galería de Retratos de Catedráticos y Rectores de la Universidad de San
Marcos de Lima, en el Salón N 9 3, existe el de nuestro personaje, con la siguiente leyenda :
"El Dr. Dn. José Dávila Falcón C ath. de Prima Sagos. Canos. Chantre de efta. Sta
y gles. Provisor y Vicario Gral. de efte Arzobispado. Cath. a. de 1607".
428 HISTORIA DE HUÁNUCO
23 R ese1ía Biográfica de los Obispos del Cu zco. "Revista Peruana" (MARIANO FELIPE
PAZ SoLDÁN) . Vol. 11, Año 1 879, Entrg. VI, p. 447. Documentos Literarios del Perú, por
Coronel MANUEL DE ÜDRIOZOLA, T. 111, Lima, 1872, p. 3 61.
CONQUISTA y cotONiA 429
Desde 1580 a 1615, en que fallece en el anonimato, en Lima,
a estar por los últimos renglones de su libro, Guarnan Poma había
recorrido el Perú, particularmente Ayacucho, Cusco, Huancavelica,
Lima, Huánuco. Dice haber dejado su tierra y comodidades "para
redimir a los pobres indios", para los que "no había justicia en el
Reino". Pero en verdad, nuestro personaje, sirviendo de alguacil o
intérprete de doctrineros, visitadores, corregidores, etc., cuyas vidas
critica por conocerlas, habría adquirido sorprend":nte ilustracción para
los de su clase y en aquella época, y se habría dolido de la triste con-
dición de los de su raza. Este afán de defender y mejorar la condición
de los indios, lo llevó a escribir su famoso libro que, según su deseo,
habría de leerlo y utilizarlo el Rey Felipe III de España, para un
mejor gobierno de sus súbditos. Guarnan Poma indica como "su
pueblo" el de San Cristóbal de Suntunto, repartimiento de los Soras,
Corregimiento de los Lucanas y Andamarcas, ciudad de Huamanga;
donde tenía pequeños bienes. Pero se jacta, insistentemente, y lo re-
pite más de cien veces en las páginas de su libro, que es de la estirpe
de ttAllauca-Guanuco Yarobilca Capac Apo Guarnan Chauca-Gua-
man Poma, que son leones y aguilas reales".
No es de dudar que los suyos fueron llevados por los españoles
hasta tierras del cabildo de Huamanga, después de la rebelión de
Illatopa, en Huánuco el Viejo ( 15 39-15 4 3) . Pues, el •tsistema de
mitimaes", lo practicaron los conquistadores del siglo XVI, en diver-
sas regiones del Virreinato. O se habrían quedado allá los indios
huanucos, terminadas las guerras civiles de los conquistadores, en uno
de cuyos bandos habría servido en calidad de auxiliares o yanaconas,
como ocurrió entonces con demasiada frecuencia. Verbigracia, el Vi-
rrey Toledo halló, en 15 71, numerosos indios yanaconas de Quito
y del valle de Jauja (Chongos) radicados en Cusco. Así se expli-
caría que fueran a morar allá descendientes directos de los Yaro-
wilkas, lejos de Huánuco el Viejo; y durante toda la Colonia, segui-
ría figurando el ttayllo guanuco" en los padrones de tributarios del
Corregimiento de Lucanas.
Sea como fuera, el cronista Guarnan Poma, es el exponente colo-
nial del genio de la raza india. Por su valentía sin igual, por su verbo
sin dobleces para decir la verdad, es un héroe; por su pobreza, humil-
dad y afán de mejorar la vida de los oprimidos, es un santo laico.
Por sus conocimientos es un sabio. Visionario de la justicia, es un
caballero andante por pueblos, punas y yermos andinos; verdadero
430 HISTORIA DE HUÁNUCO
* * *
Bajo ~l gobierno del Virrey don García Hurtado de Mendoza>
don Lorenzo de Heredia, "hijodalgo nacido en la ciudad de Huá-
nuco", desempeñó papel notable en la campaña contra el pirata inglés
Hawkins, 1594. Nombrado almirante de la Escuadra española, batió
a la flota inglesa que se rindió en las afueras de Panamá; y dando, con
esta acción, un marcado triunfo a las armas virreinales. (Fué este almi-
rante hermano de Fray Lorenzo de Heredia, también huanuqueño) 25
* * *
El religioso agustino fray José Figueroa, que nació en la ciudad
en 1637, fundó en Lima, en 1669, el Hospital de Incurables de Santo
Toribio. Realizó sus estudios en el Colegio de San Ildefonso, ordenán-
dose de sacerdote y siendo nombrado Rector de Filosofía y Teología,
Maestro de Novicios y Prior. Fomentó en Huánuco el culto al Cristo
de Burgos. Murió el 21 de noviembre de 1717, aclamado calurosa-
mente como San to.
* * *
La venerable Rafaela de San José, nacida en las serr:inías, a 8 leguas
de Huánuco. Siendo sus padres don Juan García Fernández de Agui-
lar y doña Sebastiana Espinoza, de tierna edad ingresó al convento
de la Encarnación de Lima. Por sus virtudes, humildad y caridad,
* * *
Si bien los nombrados hijos de la ciudad destacábanse por sus apti-
tudes fuera de la urbe nativa, en ella la cultura, el saber intelectivo
en general, se refugia en los conventos. Son los frailes, particularmente,
los que enseñan las "buenas letras", o las atesoran. Ellos difunden la
literatura eclesiástica como los autosacramentales que, en copias ma-
nuscritas, se pasan de mano en mano, o recomiendan la que ha sido
previamente pasada por el index, etc.
Pero estas lecturas son cada día más celosamente vigiladas por los
delegados del Santo Oficio de la Inquisición, que vela por la "pureza
de las ideas" que, desde el tercer tercio del siglo XVIII, inquietan ya
a los hijos de la antigua ciudad de León de Huánuco de los Caballeros.
* * *
Para terminar, refirámonos a la actriz y cantante doña Micaela
Villegas o más conocida por La Perricholi, que, como amante del cata-
lán Virrey don Manuel de Amat y Junient, provocó escándalo en la corte
virreinal y sociedad de Lima. Cuyos hechos han pasado a la tradición
galante de la mujer colonial e inspirado a músicos y escritores, antiguos
y modernos.
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA
Ct..PÍTULO I
La lucha entre españoles, criollos y mestizos. La exigencia trilmtaria y los abusos de los
funcionarios. La desesperada situación de los indios. La rebelión de Huamalíes por las
exacciones de Santiago y Ulloa. La huida de éste y la muerte del capitán Cajiga. La expe-
dición realista que sofocó la rebelión. El proceso de sus autores. La relació1t del Virrey Guirior
sobre el movimiento. Los posteriores distiirbios en Huallanca. Las ideas libertarias en Huá-
nuco y jurisdicción. El huanuqueño José Gabriel Aguilar, precursor de la libertad americana.
ñoles peninsulares, ineptos los más, gracias a sus dineros, habían adqui-
rido los cargos públicos, y validos de ellos se dedicaban a amasar for-
tuna; convertidos en terratenientes, comerciantes y en explotadores
sociales, particularmente de los indios.
Los frailes y curas españoles eran calificados rivales de los ameri-
canos, ya en el seno de los conventos o en las parroquias. Estos hechos
prepararon y provocaron las rebeliones que estallaron en Huamalíes
y luego el gran movimiento armado conocido como la Revolución
de Huánuco de 1812, de la que nos ocuparemos más adelante.
Pero fué la masa india, subrayamos, la que soportó los más crudos
rigores de la explotación y del injusto régimen español.
Los corregidores no sólo los defraudaban en el cobro del tributo,
sino que extorsionaban a los indígenas en las llamad as "derramas o
repartimientos", que consistían en la distribución o venta forzosa,
a los indios, de objetos inútiles o de lujo, como medias de seda, len-
tes, etc., a precios exorbitantes. Los propietarios de las haciendas y
minas, se aprovechaban de su trabajo, sin pagarles salario, o abonán-
doles sumas misérrimas que no cubrían el pago de su tributo y los
gastos del viaje. Los curas de las doctrinas, los esquilmaban con el
pretexto de hacerlos mayordomos de los santos patrones de sus pueblos;
adeudándose y empeñando sus últimas fuerzas; a tal extre~o, que
hasta el morirse era un mal para tales infelices, ya que no podían ente-
rrar a sus cadáveres si previamente no se abonaba a los curas por res-
ponsos y otras prácticas religiosas. (Si bien las "Leyes de Indias", como
tenemos dicho en el curso de este libro, los protegían, reglamentaban
su trabajo y gara ntizaban sus propiedades; d{chas normas sólo forma-
ban una "bella colección literaria", cuyos dictados no se cumplían).
Estos abusos, jamás sancionados, hicieron que surgiera en los indios
la idea de exterminar a los opresores españoles. Se produjo en ellos
explosiones violentas, en un esfuerzo desesperado y primitivo de justi-
cia; rebeliones que se sucedieron en todo el curso del siglo XVIII y
que culminó con la de Tupac Amaru, en 1780. Este grande y grave
levantamiento, reprimido sangrientamente en el Cusco, inquietó a
las m'asas indias del Virreinato, y cuyas consecuencias, directas e in-
mediatas, fueron la sustitución de los corregidores por los subdelega-
dos, la supresión de los repartimientos y la modificación del ~~rvicio
1
de la mita. • '
438 HISTORIA DE HUÁNUCO
~ Pese a nuesrro afán, apenas hemos podido hallar los autos nombrados, y no los
principales, referentes a la rebelión de Llata. Pero se sabe que tal proceso constaba de
cuatro cuadernos de más de mil fojas; en cuyo cuerpo, no dudamos, se halle la sentencia
y modificatoria por la Audiencia limeña. Pero a estar de los actuados que hemos 'consultado,
a José de la Cajiga lo victimaron con su propia arma, luego de haberse batido con Tadeo
Guillén; que Agustín Aguilar quitó las armas y prendas de vestir a don Domingo,' que
la mujer Juana Moreno había terminado de victimar al mismo, con un cuchillo; que
el mestizo Ramón destruyó los papeles y recibos de cobranzas de los occisos; que Manuel
Cayetano había "chupado la sangre" de don Domingo; que la casa donde se alojaban
había sido apedreada, saqueada e incendiada por la muchedumbre alzada, etc. También por
los mismos autos, se llega a saber que Juan Salcedo fué condenado a destierro perpetuo
a la isla de Juan Fernández (Chile), acusado de fabricar pólvora para la resistencia
armada a las tropas reales; que sufrían pena en el Presidio del Callao: Matías Ramírez,
Ma~uel Cayetano, Agustín Aguilar, Tadeo Guillén, Felipe Picón, Andrés Livia, Raymundo
Roja~, y en la Caree! de Lima: José Sánchez, José Arquíñlgo, Ramón el Mestizo, Félix
Jaimes, Antonio Valdivia, Raymundo Estasio, Juan de Dios Montalvo. - Por otra parte,
por un documento, cuya copia poseemos, se descubre que don Juan Savage, Capitán de
Infantería del Real Felipe del Callao, y Jefe de la Expedición Pacificadora y Juez Comi-
siona do, cobró la suma de I.140 pe·sos, por los nueve meses y 10 días que permaneciera
en campaña, o sea del 9 de agosto de 1777 al 20 de mayo de 1778. Se sabe, asimismo,
que Savage, por estos servicios a la Corona, fué nombrado Corregidor de Huamanga y
después de Camaná. ~Los párrafos de dicho documento, dice: "1779. Contaduría. Manual
de Data General de la Real Hacienda. P. 286. Juan Savage. En 3 de Diciembre de 1779
años, se pone en data. I.140 pesos q,ue se pagaron a don Juan Savage, Capitán de Infantería
del Batall-On del Real Felipe del Callao . . . que al respecto de cuatro pesos que en dicho
decreto se le mandaron abonar diarios importaron los 285 días corridos desde el nueve
de Agosto inclusive del setentisiete que sali.ó de esta ciudad destinado por este Supremo
Gobierno a la provincia de Guamalíes a fin de proce·sar a los cómplices de las muertes
de don Domingo y de don José de la Cajiga y sofocar el tumulto seguido a este exceso
hasta el 20 de Mayo igualmente inclusive del siguiente setentiocho que regresó de ella ..• ".
(Archivo del Ministerio de Hacienda.)
442 HISTORIA DE HUÁNUCO
boca del mismo Corregidor, quien pasó a esta ciudad, que se mante-
nía la sublevación y desobediencias, no sin riesgo de su persona, comi-
sioné para la pesquisa de tan graves delitos y averiguación de sus cóm-
plices y fautores, el capitán de infantería de los Reales Ejércitos don
Juan Sabage, que lo era de las compañías del Callao, para que en la
compañía de don Gabriel Gallo, abogado de esta Real Audiencia, de
distinguido honor, juicio y literatura, y en calidad de asesor, pasase
a la referida provincia con el comando de 5O hombres, así de la citada
plaza como de las fronteras de Tarma, a los que debía agregarse el auxilio
de las milicias circunvecinas, recibiese la sumaria conveniente, y sus-
tanciada debidamente, pronunciase sentencia, sin que pasase a ejecu-
tarla antes de darme cuenta. Vencidos no pequeños obstác~los que se
opusieron· por parte de los amotinados, se ejecutó todo con la mayor
integridad y exactitud, declarándose diecisiete de aquellos delincuen-
tes por merecedores del último suplicio, y destinándose a otros 53
a destierro de presidios y diversas penas correspondientes a la ca-
lidad de su operación; algo de lo cual ha tenido efecto en esta
última parte, aunque nada se ha verificado hasta ahora de las conde-
naciones capitales, en cuanto a las primeras. Siéndome ahora preciso ad-
vertir que en ambos minoré el número de reos respectivamente senten-
ciados en la carta indicada, aun con menoscabo de su objeto, por ha-
berme gobernado por la memoria, y no tener a la vista los autos; pues
luego que me los dirigió el oficial comisionado, hice remisión de ellos
a la Real Sala del Crimen, donde aún pende en grado de súplica" 11 •
Pero, pese a la justicia que se realizó con los amotinados de
Llata, los indios huamalianos prosiguieron en rebelarse contra las auto-
ridades españolas. Hipólito Ruiz, describiend_o su viaje a Huamalíes
en 1780, nos da la siguiente noticia al respecto. "El 26 partimos a los
Pueblos de Cahuac y Ovas, en donde se hallaba el Corregidor Santiago
y Ulloa- con 200 Mestizos armados, que llevaba en su auxilio para
castigar a los sublevados del último Pueblo, como cómplices en el albo-
roto y muerte que intentaron dar al Cobrador, después de los ultrajes
y golpes que le dieron en el camino, que anduvieron llevándole atado
para despeñarle por un eminente cerro. Aquella misma tarde pasamos a
Chupán, unidos a toda la comitiva del Corregidor. Éste, luego que
llegó al Pueblo, mandó azotar a otros varios cómplices, que se juntaron
5 Relación que hace el Excmo. Sr. Virrey D. Manuel de Guirior a su sucesor don
Ag ustín de Jáu regui, desde el 17 de Julio de 1776 hasta 1780. Colección de Relaciones
de los Virreyes y audimdas q'lf.e han gobernado el Peri". T. 111, p. 36.
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 443
con los de los otros dos Pueblos anteriores para dar la muerte al Co-
brador Real y sublevar la Provincia" 6 •
* * *
Refirámonos también, en estas líneas, a otra rebelión ocurrida tres
años después, en 1780, en el Asiento Real de Huallanca, del mismo
Corregimiento de Huamalíes.
En este alzamiento, como se le calificaba entonces, originado como
el anterior por la insaciable voracidad del dicho Corregidor Santiago
y Ulloa, no intervinieron, en absoluto, los indios. Los complotados,
desconociendo la autoridad del Corregidor, llegaron hasta a hacer cir-
cular pasquines en su contra; siendo sus gestores vecinos y españoles,
cuyos descendientes, en sus apellidos, viven en los lindes de Dos de Mayo.
Esta revuelta mereció la atención del Virrey don Agustín de Jáu-
regui. "Entre los muchos casos -dice- que en apoyo de este propó-
sito pudiera referir a V. E., prefiero por circunstanciado el que ocurrió
en las provincias de Guamalíes, que hasta hoy se halla pendiente. En
aquel distrito poseen una hacienda de patrimonio los señores Marqués
de Corpa y don Gaspar de la Puente Ibáñez, y habiéndose descubierto
en ella un rico mineral para verificar la contribución fué en los
mineros muy terca la resistencia, llegando a advertirse un formal
tumulto contra el apoderado de los dueños, con sospechas de que el
Teniente General de la Provincia, cuñado del Corregidor, siendo tam-
bién minero (según consta de su misma confesión jurada), contribuyese
a la turbación . . de acuerdo con el señor Areche y dictamen del señor
Fiscal, nombré al Gobernador de Tarma don Francisco Cuellar, para
que pasase al Asiento nombrado Guallanca o Guánuco el Viejo, y reco-
giendo las providencias dirigidas al Corregidor don Ignacio de Santiago
y Ulloa, que no había cumplido, recibiese información sumaria, retirase
a dicho Corregidor y a su cuñado . .. Igualmente nombré por Alcalde
Mayor de Minas y Justicia Mayor interino de aquel asiento a don Esteban
Osario . . " Como hubiese parcialidad del Gobernador de Tarma y en-
carcelase a Osario, el Virrey tuvo que remitir a otro comisionado, el
ingeniero don Antonio Cañavate, para que se hiciese cargo de la pro-
vincia, pusiese en libertad a Osario y realizase pesquisas.
En otro párrafo de su memoria, el Virrey Jáuregui manifiesta:
"Salió con aceleración, y desde Guallanca me hizo presente lo que
había ocurrido, en cuya virtud y con parecer del señor Fiscal, fué pre-
ciso mandar comparecer al Corregidor, a aprehender a la persona
de D. Antonio Sañurto, que resultaba cómplice de aquellas turbulencias,
los que aún por estos medios no se pudieron serenar ... En la pesquisa
resultaron culpados, a quienes se han seguido sus causas conforme he
dicho; y por motivo de haberle dado comisión a D. Pedro José Vara,
para la cobranza de unos créditos, que aseguró don Juan Garcés pro-
venientes del ramo de azogues que tuvo a su cargo en aquel mineral,
se suscitó nuevo tumulto, por haberse unido este comi:;ion1do con los
rebeldes de Osorio" 7 •
* * *
Por otra parte, estos movimientos de rebelión que despertaron e]
celo de. los. virreyes, por el germen libertario que entrañaban, fueron
el anticipo de la Revolución de Huánuco de 1812, que, como veremos,
fué también obra de los indios y mestizos de Huamalíes, cansados de
soportar la tiranía española y en grito de libertad.
* * *
A raíz de la Independencia de los Estados U nidos de América y <le la
Revolución Francesa, la vigilancia de las autoridades virreinales se mul-
tiplicó, para impedir que las ideas que provocaron tales acontecimientos
se propagaran en América española. Pero, pese a todo ello, dichas
luces que proclamaban los derechos del hombre y la libertad de lo~
pueblos, penetraron, por diversos medios, a estas tierras, y germinaron
en los cerebros más atentos a la renovación y al deseo de liberarn03 de
España y de su caduco régimen.
Estas ideas libertarias, alimentadas, sobre todo, por los criollos y
mest.izos, "paisanos y legos", pobres y ricos, rebasaron también los
lindes de Huánuco y provincias, como veremos más adelante. Más aún,
Huánuco debía tener el privilegio de que uno de sus hijos habría de ser
el autor y actor del primer plan en pro de la libertad del Perú; llamado
por la historia la Conjuración del Cusco de 1805. A011el hiio de Hu:l-
nuco precursor de la Independencia del Perú, este ''romántico de la
8 Su partida bautismal que está a fs. 18 O del Libro de .Bautismos y que corre del
año 1770 a 1777, Parroquia del Sagrario, dice: "En esta Santa Iglesia Maior de Huánuco,
en áoce días del mes de Agosto de mil setecientos setenta y cinco años baptisé puse olio
y crisma yo el infrascrito teniente de Cura a Gabriel niño de idos años y cinco meses agua
natural en caso de necesidad .hecho el agua del Bautismo de R.P. Thomás Errada del Orden
de N. S. de La Merced, hijo legítimo de don Salvador Aguilar y de Da. Clara Narbarte;
fué su padrino Dn. Joaquín Beraún, testigo el Notario don Antonio Talancha y Dn.
Esteban Espinoza, y para que conste lo firmo. - Pedro Gallegos. - Una rúbrica". - Don
Salvador Aguilar, padre de Gabriel Aguilar, era natural de la ciudad de Jerez de la Fron-
tera, hijo de Salvador Aguilar y Francisca Rodríguez. Doña Clara Narvarte, natural do
Huánuco, era hija del Capitán D. Juan Ignacio Narvarte, Corregidor de esa Ciudad.
De este matrimonio nacieron 8 hijos, entre ellos doña Gertrudis, casada con don José Val-
dizán, de quien descendía el Dr. Hermilio Valdi21án, y doña Mercedes Aguilar que matri-
monió con don Manuel de Barreda, prior del Consulado de Oomercio de Lima, y tronco
de la familia Barreda de esta ciudad. - Véage: Don Gabriel Aguilar, benemérico de la
Patria. "El Comercio", Lima, 1 de Julio de 1950. F. A. B.; y RUBÉN VARGAS UGA.RTE:
Manuscritos Peruanos. T. 1, p. 181.
446 HISTORIA DE HUÁNUCO
El estado político de Espaiía y de sus colonias americanas en los primeros lustros del siglo XIX.
Las oausas y los grstores de la revolución huanuqueña de 1812. (Las Juntas secretas, "lo~
pasquines"). La toma de la ciudfNi por los sublevados e indios. La Junta de Gobierno desig-
nada por los insurgentes. El primer combate y toma de Ambo. La revolución en Huamalíes
y otras pnwincias. La expedición del Intendente Gonzáles de Prada a H uánuco. El segundo
combate de Ambo y la derrota de los patriotas. La expedición de Maiz y Arcas a Hwamalíes.
La captura de los directores y jefes de Hnánuco y Huamalíes, y su juzgamienAo. Jur(I de
la Co11st#ució~1 de 1812, la elección de diputados y la agitación de 1813. Carácter de la
revolución l:ntanuque1ía a la luz de los autos que se siguieron a los rebeldes, de otros documentos
y de la apreciación histórica.
En los últimos años del siglo XVIII y primeros del ,1,iglo XIX, pro-
du jéronse en Europa grandes acontecimientos históricos. La Indepen-
dencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa --con la decapi-
tación de Luis XVI, el Reinado del Terror y demás sucesos- trajeron
el más grande desconcierto político y social.
Triunfante la Revolución Francesa, Napoleón Bonaparte al pro-
clamarse Cónsul Vitalicio, Emperador de Francia y Rey de Italia y ,
extender su Imperio en toda Europa, provocó la guerra contra Francia
de las potencias absolutistas: Inglaterra, Austria y Rusia. N.apoleón,
para hacer frente a esta coalición, consiguió la alianza del Rey Carlos IV
de España, que no fué sino una sumisión y vasallaje gravoso de aquel
país y gobierno al general francés, hasta que éste puso en práctict! su
plan de destronar al monarca español. Introduciendo, pues, tropas a la.
Península, ocupó algunas fortalezas y obligó al Rey e hijo Fernando
abdicar el trono en favor del propio Napoleón Bonaparte (Bayona,
6 de marzo de 1808); y quien lo cedió después a su hermano José, que
se proclamó Réy de España y de las Indias.
·En lo· que atañe a América, la alianza de Carlos IV con Bonaparte
originó la pérdida de la escuadra española en T rafalgar. R2ZÓn por la
que España no pudo ya vigilar a sus colonias desde el mar y fué causa
450 HISTORIA DE HUÁNUCO
ella para que los ingleses prestasen ayuda a los caudillos americanos que
levantaban bandera contra la metrópoli. Inglaterra preparó expedi-
ciones armadas para apoderarse de las posesiones españolas de ultramar,
como las de Béresford y Murray a Buenos Aires.
Dueño del trono José Bonaparte -1808- las provincias españolas
se levantaron en armas contra él. Proclamando al Rey, que se hallaba
preso en Francia, erigieron Juntas de Gobierno subordinadas a la de
Sevilla y pidieron auxilio a Inglaterra. La guerra fué de las más terribles
que conoce la historia. Después de varias batallas, los franceses aban-
donaron España, donde habían permanecido durante 5 años. La Junta
de Sevilla fué reemplazada por una Regencia y esta convocó a Cortes
Extraordinarias o representación de provincias por diputados. Reunidas
aquéllas en Cádiz, proclamó a Fernando VII y dictó la Constitución li-
beral promulgada en 19 de mayo de 1812. Esta carta política otorgó
representación a las colonias americanas, las que eligieron a sus dipu-
tados ante dichas Cortes. Fernando una vez en el poder, en 1814, a
raíz de tratado del Valencey, desconoció los actos de las Cortes, a jus-
tició a sus principales gestores, llenó las cárceles de las mejores mentali-
dades de la época, e implantó, por muchos años, un absolutismo despó-
tico, provocando la guerra civil de 1820, que restableció la Constitución
de 1812; aunque anulada tiempo después por el ambiguo monarca es-
pañol, con ayuda de un ejército francés.
* * *
452 HISTORIA DE HUÁNUCO
de la venida de Castelli ... a consecuencia de una carta que aquél había dirigido al Cabildo; que
Crespo y Castillo dij o en público que tenía carta de Castelli, quien venía con 20.000 hombres,
para libertarnos de España" (Expediente del proceso seguido a los insurgentes de Huánuco enca-
bezados por el Regidor Juan José Crespo y Castillo, fs. 285, 338.) - Los testigos que depu-
sieron en el proceso seguido a los insurgentes de Huamalíes, ponen en boca del Cura de
Chupán don José Ayala, ser partidario de Castelli. El nombrado cura YADÓ esaribe en Breve
y auténtica relación, etc.: "En Huánuco ha ,habido emisarios de los países sublevados y cartas
de Castelli: esto es evidente, y hace más de un año se hospedaron en mi casa de tránsito
para Huánuco dos hombres que me hicieron sospechar mucho, ellos estuvieron en Huánuco
como un mes y no sé a d·ónde se fueron; también se apareció hace algunos meses un hombre
en traje de lego francisco, que dijo venía prófugio de Santa Fe, que esparció muchas semillas
de sedición, y que está preso en el Cerro por sospechoso ... él traía dinero en oro y hablaba
mucho de revoluciones. También están presos en el Cerro dos quiteños a quienes se sorprendió
y se les hallaron papeles de correspondencia con Quito; estálo también un tal Queipo, pata-
cino, por autor de un pasquín sedicioso, y en el mismo día de su prisión se desapareció del
Cerro doña Ramona López, viuda del minero don José Vigil, que aparece cómplice con Queipo
en el pasquín. También con la noticia de la derrota de los indios en Ambo fugó de Huánuco
el religioso mercedario quiteño Fray Mariano Aspiazu . . . se le oyó en Huánuco expresarse
sediciosamente. Conforme a las deposiciones de José Rodríguez, Fray Francisco Ledesma y
Manuel Rodríguez, fué pública la intervención de dioho Fray Aspiazu en los aconteci~
mientos de Huánuco. Ante los Rodríguez había expresado que en el Cerro tenía armas -es-
meriles y otras- para el caso dado de la revolución; se jactaba ser natural de Quito, donde
había fraguado una revolución, razón por la que había venido a estos parajes. A Fray Ledesma
le mostró y leyó Pasquines y proclamas, que los guardaba debajo de su colchón; al mismo le
afirmó que, con "los pasquines que era autor, había botado a los chapetones de Quito, en
cuya ciudad la contraseña usada era A. E. O. que agregándole letras quería decir "ya es
hora". (Expdt. cit., fs. 321, 3 5 6, 3 59). Según la deposición de don José Antonio Mier ante
González de Prada, en Tarma, a 28 de febrero de 1812, en el Cerro habían detenido a "Vicente
Moyano de la ciudad de Córdoba, del Tucumán ... a un lego de San Francisco comisionado
de los insurgentes que estaba seduciendo y animando a la insurrección .. de Santa Fe, de
Paraná, que este mismo estuvo en Huánuco; ... a don Mariano Cárdenas natural de Quito
y J osé Manuel Rivera de Guayaquil". (Expediente relativo a la invasión de los indios pana-
taguas a la ciudad de Huánuco y pueblos circunvecinos. Cerro, febrero 24 de 1812, fs. 51).
3 De su carácter popular lo dice el escribano Nicolás Antonio de Ariza: "fué obra de
individuos de baja estopa". - El Teniente de la Milicia Real don José Espinoza, a su vez:
"todo Huánuco a excepción de algunos ... estuvieron a favor de los indios". Por su parte,
Antonio Espinoza el Limeño, afirmó que para combatir a los españoles, en las dos accionei
que• tuvieron lugar en Ambo, "salieron de la ciudad hasta los muchachos". (Expdt. del pro-
ceso, etc., cit., fs. 2 8, 2 81.)
454 HISTORIA DE HUÁNUCO
narios en el Cerro de Yauricocha y también contra el religioso ausente Fray Mariano Aspiazu
de la orden de la Merced. Año de 1812. Real Sala del Crimen. Ese¡ iban o de la Audiencia
don José Vicente Gordillo y Garcés. Relator Doctor don José Fernández de Paredes. Fs.
Ut. 7 5. Villa de Paseo, 2 6 de febrero, 1812. - Causa seguida sobre la insurrección del Partido
de Huamalíes. Huánuco, mayo, 1812. Juez Instructor Coronel Francisco de Maíz y Arcas.
Escribano Toribio Figueroa. Fs. Ut. 444. - " Breve y auténtica relación de todo lo sucedido en
la revolución que estalló en la ciudad de León de Huánuco el sábado veintidós de febrero de
1812 escrita por don Pedro Ángel Yadó, cura español de la doctrina de Huariaca, y dirigida
al Iltmo. señor don Fray Bartolomé María de Las Heras, Ar2lobispo de Lima". Agreguemos
a ellos los documentos oficiales contenidos en Guerra Separatista del Perú (La Rebelión de
León de Huánuco), por Lurs ANTONIO EGUIGUREN, ps. 51, 124.
5 Las transcripciones que realizamos, pertenecen al cuerpo de la ya referida Breve y
auténtica relación, etc., inserta en la "Revista del Archivo Nacional del Perú'', mayo-agosto,
T. 11, Entrg. 2\ Lima, 1921, ps. 297-346.
4 56 HISTORIA DE HUÁNUCO
en este asunto ... Para sostener estas usurpaciones procuró esta familia
no soltar el mando de la ciudad y provincia, y desde los últimos Corre-
gidores el bastón no ha salido sino muy corto tiempo de la casa: Sub-
delegados, Alcaldes, Regidores, Coroneles, y hasta el Teniente Asesor
de la Intendencia, todos han sido de la casa y ninguno de los agraviados
podían reclamar sus derechos, sin tener que pelear contra los jueces y
pudientes de Huánuco ... en el día tenían en la casa, Subdelegado,
Coronel de Caballería, Teniente Coronel, y también Teniente Coronel
de Infantería ... El Subdelegado don Diego García, casado con la hija
del Teniente Asesor don Bartolomé de Bedoya, sobrina nieta de los
Llanos, es un hombre de muy poco talento, mucha presunción, hinchado
del favor que disfruta en Lima por su padre político ... tiene un cre-
cido repartimiento de mulas en la provincia, y una tienda pública en
la ciudad; para el logro de sus negocios a nadie presta auxilio en las
cobranzas más que a sus cobradores, y la cárcel estaba llena de sus
deudores. Don Pedro Antonio de Echegoyen Coronel de Caballería y
Alcalde provincial, casado con una sobrina de los Llanos ... poseedor
de muchas fincas y otros bienes ... etc., a más de los negocios en la
capital y provincia de Huánuco, los tiene en la de Panataguas; ... Don
Domingo Fernández, casado con otra hija del Asesor Bedoya, es un
gallego de buena alma, ha gastado más de 20 mil pesos en conseguir
los empleos de Alcalde de la ciudad, Subdelegado del partido, y Teniente
Coronel del Regimiento de Infantería; tiene tienda pública, y a pesar
de su conducta religiosa y hombría de bien, tiene la debilidad de dar
cuanto tiene por un bastón o galones. Éstos son en el día los mandones
de Huánuco y su provincia, sin incluir otros hacendados, capitanes, etc.,
casados todos con las parientas de los Llanos . .· . y se atropellaba impu-
nemente al vecindario; y los negocios en la inmediata provincia de los
Panataguas también tenían descontento aquella provincia con esta casa,
y las prisiones que se hacían en Huánuco de indios panataguas cuando
venían a la ciudad exasperó a éstos contra el Subdelegado de Huánuco
y su familia, que cobraba en su provincia lo que le debían en la in-
mediata.
"El descontento de los pueblos de Huánuco y Panataguas contra la
familia de los Llanos por sus injusticias, conocido por los de la ciudad
sirvió de mucho para que éstos se sirvieran de los indios de ambas pro-
vincias ... Acabóle de formar el grado de Teniente Coronel de Infan-
tería dado a don Domingo Fernández, anteponiéndolo a todos los ofi-
ciales de su cuerpo, pues siendo él menos antiguo aue todos de menor
graduación, se vé, no sé cómo, sobre ellos; el Subdelegado de los Pana-
Autógrafas de Fray Marco.s Durán Marte!, Juan J osé Crespo y Castillo, J os~ Rodrí g uez, Anto-
nio Espinoza (El Limeñ o) y Fray Ig na c io Vil lavicencio. (Expediente cr iminal que se g uarda
en la Biblioteca Nacional de Lima.)
'') :}'/ .
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¡ ·.1
·' -·-
Texto facsimilar de b deposici·Ón de fray Ignacio Villavicencio, afirm ando ser d autor de las
Décimas que circularon en Huánuco, antes de la Revolución de 22 de frbrero de 1812. (Es
la p. 391 del Expedic11tc del proceso seguido 11 los i11rnrge11fcs de H11 1í1111co , encabezados por
el R l'gido r J11a11 José Cn·s f>o y Castillo.) (Bib. Nacional de Lima .)
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 4 57
sabía que "José del Castillo y Alfonso Mejorada en la tienda de doña Josefa Rodríguez ex-
presaron: "cuándo llegará el día en que se hartasen y revolcasen en la sangre de los criollos;
habiendo corrido esta noticia por toda la ciudad". El se~undo nombrado: "que sabía que en el
Convento de San Francisco se juntaban los europeos de noche, y que hablaban de degollar y
acabar a los huanuqueños, y que para ello tenían 60 fusiles, esmeriles, bala y pólvora ... que
en Colpa, hacienda de Echegoyen, el día del cumpleaños del Subdelegado también trataron
de acabar ccn los huanuqueños". (Expdt. del proceso seguido a los insurgentes, etc., cit.,
fs. 220.) - En los Autos de la insurrección de Huánuco, etc. (Cuaderno N 9 3), se establece,
entre otras, como causas que motivaron la revolución de Huánuco, el haber recorrido la pro-
vincia, después de haberse hospedado en la casa del Subdelegado Diego García, un marino in-
glés, que se decía .capellán de un navío fondeado en el Callao, quien tomó datos y trazó
planos topográficos; al mismo que los indios sindicaron como agente del Monarca inglés, cuya
nación pretendí a sojuzgar a Ic.s americanos, fs. 7.
10 De la investigación judicial realizada por González de Prada (Expediente del
proceso, etc., cit.), se viene a saber que los autores de los "pasquines'', "décimas", "procla-
mas" y "órdenes'', eran los frailes Ledesma, Villavicencio, Durán-Martel y Aspiaz'\l. - Fray
Francisco Ledesma, mercedario, limeño, de 3 O años, al rendir su instructiva en el Hospital
San Juan de Dios,. donde se curaba de una dolencia, declaró: "que treinta o cuarenta de las
décimas subversivas habían hecho gran alboroto en Paseo"; que por su afici-ón a las rimas
-pues, dijo ser autor de varios poemas, entre otros, el conocido "Elogio al Ejército"- las
pidió prestado al Padre Aspia7u; pero no lo logf.ó, salvo tres o cuatro versos, como los
siguientes:
Después que la maraña
de la Europa está ya sabida,
¿deberá seguir unida
nuestra América a la España?
El chapetón y el criollo
se unieron en amistad,
con la misma intimidad
que un gavilán con un pollo.
Por su parte, Fray Ignacio Villavicencio, agustino, natural del Cusco, de 43 años, maestro
de novicios, confesó que en Huánuco, desde días antes de la revolución, cirl:ulaban, de mano
en mano, en quechua y castellano, décimas alusivas al Rey, al saberse de las medidas tomadas
para la extirpación de los tabacales:
Villavicencio afirmó también que, a una solicitud de Durán-Martel, compuso dos copias con
13 décimas, en lengua (quechua) y castellano, que se fijaban en la ciudad, de cuyo principio
se acuerda y es el siguiente:
Pillcumasicuna
por la Patria en unión
quispichinacuson
al chapetón.
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 461
DECIMAS A LA JUNTA
Quando nuestro Rey Fernando Si con unpod er cumplido
ala Fransia sepasó nuestro Señor don Fernand o
aninguno le mandó huviere cedido el mando
hazer Junta intimando ala Junta, huviera sido
que le dejava sum1ndo puntualmente ovedecido
quando esta seformasc el congreso de Regencia
ni aoro que muerto yase mas como esta dependencia
cnsu vista sepultado no consta que aya aprovado
cntestamento hamandado nuestro don Fernando amado
que tal Junta governase. di,putarn os la ovcdiencia.
1l "Desde diciembre de i 811 se enviaban papeles desde Huánuco a lo.s pueblos, inci-
tándolos a la sublevación"; y q.ue dichas "cartas que se dirigían :i los pueblos". Tal es l a de-
posición de don J osé de Vinia, fs. 4 del E~pediente del proceso, etc., cit.
462 HISTORIA DE HUÁNUCO
_1 Jos~ Mir:ib:ll, fs. 74 del Expediente del proceso, etc., cit., afirm:l que un;t de lai
2
Neta. - Algunas de estas décimas, figurm en el libro del Padre Rubén Vargas Ugarte
S. J. -Nuestro R01na11cer~, bajo el título VERSOS QUE CIRCULARON EN HUÁ-
NUCO Y HUAMALÍES EN 1814 ( ?), págs. 164-166.
13 Las ideas libert arias de lo5 patriot;¡s que as1stian a dichas juntas, se traducen en los
verses que hemos trascrito; y, muy particularmente, están resumidas en la confesión· de Fray
Ignacio Villavicencio, uno de los gestores del movimiento, quien subraya: la inhumana explo-
tación que sufrían los indios, el despotismo· de los españoles europeos para con los criollo-s
y mestizos, de la burla que era objeto, de parte de las autoridades, las órdenes reales. Villa-
vicencio dice más: que escribió 'papeles y décimas incitando a la rebeli ón, porque «vió en
los discursos de los señores Mexías Moi:'ales, y Feliú, ds que al mismo soberano, que repre-
sentaban las Cortes extraordina rias de la Nación, le decían que las Américas siempre habían
tic estar olvidadas, y viendo por otra parte . la libertad con que se producen en 'El Peruano.'
-de Lima, se puso a trabajar esas décimas»". Expdt. del proceso, etc., ci\t., fs. 39 l.
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 465
Lastra, José Espinoza y sus hermanos Evangelista y José, Antonio Za-
bala, José Marín, Armando Garay, José Encarnación Quiñones y otros 14 .
Estos conjurados mantenían comunicación con los patriotas de los
pueblos dependientes de la ciudad y de las subdelegaciones de Panata-
huas y Huamalíes. Eran ellos los curas o las personas más visibles,
como lo alcaldes. Así, entre otros, en Pampas don Norberto Haro, en
Chupán el Cura José Ayala, el Inter de Obas don Lorenzo Coz, don
Francisco Herrera Cura de Jesús, en Chuquis don José Atanacio, en
Chavinillo don Antonio Ambrocio; el Cura don Tomás Narvarte en
Yanahuanca y pueblos de Huamalíes; en Cayna el Cura Lic. Fernando
Gaytán, en Huácar el Presbítero Antonio Ruiz, en Panao don Juan
de la Mata y Melo, en Chinchao Antonio Espinoza el Limeño. Más,
enviaron comisionados secretos para que recorriesen los pueblos de aque-
llas subdelegaciones y los de T arma, Conchucos y Huaylas. Así como
contaban con cómplices en Cerro, Lima y otras localidades 15 • Para
recorrer Huamalíes salieron don José Figueroa, su hermano Ignacio y
don Mariano Sánchez y Chamorro, y don Domingo Berrospi que cum-
plía comisión del Virrey; quienes, en arreglo con los curas, agitaron
secretamente los pueblos de Obas, Baños, Chupán, Jesús y otros 16 •
Tampoco descuidaron el acopio de armas y pólvora, para las fuerzas re-
volucionarias 17 .
14 Manuel Espinoza, Manuel Rodríguez y José Sánchez (Ulluco), nombran a las ci-
t adas personas, como concurrentes a dich:i.s juntas. !Expdt. del proceso, cit., fs. 338, 356).
Sánchez ( Ulluco), dice que en una de las reuniones, Fray Durán-Martel propuso el plan para
tomar la ciudad y expulsar a los europeos, lo que se llevaría a cabo poniendo en libertad a lo~
presos de las cárceles para que "matasen a los europeos"; ordenando el ingreso de los indios
a la ciudad; y afirmó que se tenían comisionados en todos los pueblos; que se contaba con la
adhesión de los alcaldes de los barrios de la ciudad: San Juan, lzcuchaca, Mayo y Huallayco.
Agrega, que a las juntas asistían más de 2 5 co~plotados; y que Durán-Martel amenazaba
con peligro de muerte y excomunión a los delatores.
15 L:i. correspondencia que mantenían los nombrados con los de Huánuco, se desprende
de las declaraciones que aparecen en los autos que se siguieron a los insurgentes de Huamalíes,
refiriéndose particularmente al Cura Ayala, de Chupán, que recibió instrucciones del nom-
brado Crespo y Castillo. - El Cura Yadó $Obre el particular escribe: "Todos los pueblos de
las provincias de Tarma, Huamalíes y algunos de Conahucos, todos han recibido cartas o
emisarios". Breve y Auténtica Relación, etc., cit. El propio cura Y adó dice que en el
Cerro de Paseo "era un tal Queipo, patacino ... autor de un pasquín sedicioso, y en el mismo
día de su prisión se desapareció del Cerro doña Ramona López viuda del minero don José
Vigil, que aparece cómplice con Queipo en el pasquín". Breve y Auténtic:s Relación, etc., cit.
16 El Prócer huanuqueiío don José Figueroa, por EZEQUIEL S. AYLLÓN. "La Defensa",
Huánuco, 28 de julio de 1937, p. 6.
17 Antonio Espinoza el Limeño, confesó que Fray Marcos Durán-Martel guardó "dos
cañones de maguey en su misma celda y que los entregó a José Ulluco en presencia de su
sobrino llamado Bartolo"; y que se "cargó con metralla, o piconecitas, y tachuelas". Estos
" cañones" fueron "conducidos a la Plaza y luego guardados en la cárcel" en los días de la
4 66 HISTORIA D E HUÁNUCO
ocupación de Huánuco por los insurgentes. (Expdt. del proceso, etc., cit., fs. 281.) -
Juan José Crespo y Castillo revel·Ó que para la batalla de A1J1bo llevaron cien escopetas (Conf.
fs. 89 y sgts.) Esto revela de las armas acopiadas por los insurgentes. - Por otra parte, las
armas que usaron los indios, como veremos, fueron: palos, hondas, lanzas. - Aun en los mis-
mos dí as de la invasión de la ciudad, los sublevados no cesaron en su afán de obtener armas
para la lucha. José Domingo Fernándcz, fundidor, ante González de Prada, manifestó: "que
dos indios de Panao lo buscaron pidiéndole fabricase dos cañones: «dos volcanes de fue¡;o»:
que al preguntarles qué era eso, respondieron: «Huay piezas de artillería para matar euro-
peos»". (Expdt. cit., fs. 23.)
18 YADÓ: Breve y Autént;ca Relación, etc., cit. ~ El Subdelegado don Diego García,
al prestar su deposición, manifiesta que, efectivamente, en vísperas de h revolución, le dijo
haber recibido una carta en la que le decían que los indios del valle estaban prontos a ingresar
a Ja ciudad. (Expdt. del proceso, etc., cit., fs. 42.)
19 Probado está que se precipitó el levantamiento. Ya que, según el plan de los revo-
lucionarios, con postergarlo unos meses, el movimiento habría sido más general y de mayor
posibilidades de éxito. Pues, no estaban definitivamente organizadas las juntas revolucionarias
en Paseo, Jauja, Huaylas, que debían contar con 7 miembros. El propio Fray Dud.n-Martel,
se lamentaba del repentino ingreso de los indios a Huánuco, dcsarriculando sus planes en plena
maduraci.ón.
E.MANCIPACIÓN Y R EPÚBLICA 467
Abraldés, Antonio Huidobro, José Luis Pinto, Juan Manuel Barreto, Juan García, José
Miravalles, José Barreto, Francisco Arana, José Buddón, Juan Billegar, Juan Antonio Oliver,
Juan Antonio Sarria, el Administrador de Rentas Unidas (Manuel de Alcarraz), Capitán
Diego Adalid, Manuel Fernández, José Templo, Manuel Rebolo, Miguel Ferrari y Pedro Bo-
lero. (Expdt. relativo a la invasión de los indios panataguas a la ciudad de Huánuco, etc.,
cit., fs. 12.) Entre las familias que se refugiaron en la casa de Berrospi, en la noche del
día 22, se contaban: la de don José Baldizán, Juan de Echevarría, M.anuel Alcalrraz, Fran-
cisco Aranh, Alfonso Mejorada y Santos del Barrio. (Causa criminal contra don José Con-
deso, don Antonio Zavala y demás moradores en la Montaña de Chinchao sobre complicidad
en la sublevadón sucedida en los Partidos de Huánuco y Panatahuas. 1812.)
23 José Marín que concurría a las juntas secretas y era uno de los conjurados, terminó
entregando al Subdelegado García la correspondencia que le dirigían los del Valle, avisando
que el 23 entrarían a la ciudad. Esta actitud tr:iidora de Marín está probada.
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 469
Barbarán, Manuela Rosales, Juana de Alejo, Antonia Palacios, Candelaria Correa, José Manuel.
Hilario Ponce (de Quicacán), José Bravo, Juan de la Cruz Alanya Eusebio Manual, Manuel
Pisac, Pablo Mandujar, Manuel Astuquipán, Tomás Alejo, José Coches, Santiago Maya, Pedro
José Alarcón, Toribio Galiano, Norberto Zevallos, Juan Manuel Rivera, ValentÍn Hurtado ,
Toribio Flores, Ascensio Carrillo, José Manuel Ávila, Juan de Dios Hidalgo, Tomás Pardavé,
José Fernando Pardavé, Manuel Rodríguez, Manuel Cajas , Asencio Ricardo, Alejo Salas,
Benancio Rojas, Manuel Agüero, Antonio Pérez, José Pío Garay, Catalina López, Pascuala
Aguirre, Rosa Tello, Patrona Díaz, Rosa Ginés, Bartola Villarreal. (Autos criminales que se
siguen por el saqueo general perpetrado en esta ciudad de León de Huánuco los días 23 y 24
de febrero del año 1812. En virtud de la comisión del Gobernador Intendente del Depar-
tamento. Juez Comisionado el Teniente Coronel de Infantería don Domingo Fernández y
Camesella. (Es la sumaria N<? 8.)
DIANCIPACIÓN Y REPÚB LICA 471
criollos y mestizos, hizo que éstos se separasen de los indios y les hi-
ciesen resistencia, y no progresara mayormente la rebelión; hasta que se
tuvo noticia de la derrota de Ambo, por las tropas del Rey, sembrándose
el desconcierto; y finalmente la captura, en Pachas, de Norberto Haro
por los hombres del Cura realista de aquel pueblo don Juan Rey-
mundes.)
Mientras se producía la acción libertaria huanuqueña en los terri-
torios de los Panatahuas, Chupachos y Huamalíes, en la forma que
acabamos de reseñar, en las subdelegaciones de Conchucos, Huaylas y
Cajatambo, había prendido ya la rebelión. En Aquia y Cajatambo, se
produjo un levantamiento popular 4 1, y el Subdelegado de aquella ju-
risdicción llegó a reunir hasta 1.400 hombres para debelar otro intento.
En Conchucos el fermento revolucionario no llegó a exteriorizarse,
gracias a la actividad del Alférez de la Milicia de Tarma don Manuel
Cárdenas.
estado de ebriedad. El propio Haro confiesa que a un hombre muerto "le cortó las orejas
para llevárselas a Castillo, a Huánuco, y hacerle ver que había ganado la guerra en Huamalíes";
y que ordenó que dego.Jlaran a un indio de Ripán, a quien apaleaba la multitud, para que no
sufriera; que quien lo degolló fué un Concha, yerno de Reinoso, del pueblo de Chavinillo; que
todos los indios alzados danzaban sobre el cadáver en la plaza de Llata. (Causa seguida sobre
la insurrección del Partido de Huamalíes, etc., cit., fs. 72 y 74.) - Por su parte, el reo
Manuel Concha, de Obas, dijo: "cuando llegué a la plaza de dicho pueblo ... me dijieron
cholo lame plato lleva esa cabeza de tu patrón y me arrimaron de palos ... y por este miedo
fué preciso de alzar la cabeza ... y anduve con ellos; que en dicha plaza habían degollado a
Isidro Reyes, del pueblo de Aguamiro, ... y colgado en el rollo ... que Pablo Domingo había
cortado la cabeza de Isidro Reyes". (Cuaderno 4. Autos de la insurrección del Partido de
Huamalíes, fs. 488.)
· 41 Parte del Intendente de Tarma al E](celentí simo Señor Virrey Abascal. Guerra
Separatista del Perú. La rebelión de León de Huánuco, por Lurs ANTONIO EcuIGUREN, p. 73.
478 HISTORIA DE HUÁNUCO
43 Con fesiones de José Encarnación Quiñones y José Rod rí guez. Expedt. del pro e.
cit., fs. 195 , 2 69. "El miércoles llegaron al cer ro de Ayancocha los de l grueso de los pat rio-
tas, de don de avistaron a las tropas del R ey". (Expd t. del proceso, ci t., f s. 278. ~ Ase nci o
T alan cha, a f s. 29, del m ismo Expdt., afi rma "que algun os h uan uqueños iban al combate
de Ambo llorando".
44 "Los insurgentes en número de cinco mil poco más o m enos, fu eron a Ambo" .
(Ex pdt. proces. cit., fs . 34: Conf. Domingo Berrospi) . - Anton io Espinoza, J osé P alomino
y otros, deja ron esclarec ido que en ambas expe di ciones "salieron de la ci u dad h as t a los much a-
chos y las mu je res" en el deseo de liberarse del yugo españ ol, al grito de: "iya hab ía n
salido de los europeos y que era preciso salir de su cautiverio". (Expdt. proces. cit. , fs .
112) .-Entre los dirigen tes m uertos en Ambo, pudo contar.~e a Juan Man uel Rodríg uez,
que cay-0 en el campo de lucha. Tal hecho se desprende de los actuados en el ref erid o
expediente.
45 En el Oficio de 2 de marzo que la Junta de Huánuco dirigió a Gonz:í lez de
P r ada, rubricado por Domingo Berrospi, Juan José Ruiz, Manuel Berrospi, Juan Jesé
Crespo y Castillo y Juan Antonio Marro, se afirma que al saber que las tropas del R ey-
habían llegado a Ambo, "se han juntado con esta noticia en el día sobre cinco mil indios
a rmados todos para salirle al encuentro a quinientos hombres según dice que son los
480 HISTORIA DE HUÁNUCO
* * ..
Ocupada la ciudad con sus tropas, el «General en Jefe del Ejército
Pacificador e Intendente" don José González de Prada, despachó comi-
M YADÓ: Breve Relación, etc., cit. - Parte de la Batalla dada en Ambo, cit., p. 62.
Parte del Intendente de Tarma al Ex=o. Virrey Aba.sea!. Guerra Separatista del Perú, cit.,
p. n.
51 Felipe el Sastre y José Sánchez (Ulluco) dirigieron la apertura de las trincheras
en Visacaca', por orden de Crespo y Castillo. (Expdt. del proceso, etc., cit., Conf. Jocé
Rodríguez, fs. 289 y sgts.) El Regidor Crespo y Castillo después de la derrota de Ambo,
manifestó en Huánuco "que la cosa estaba en principios, y que tenía ¡:ente en Huamalíes".
t>2 Y .wq: Brew 'Y .Auténtica Rl'l11ción, etc., cit.
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 483
Prensa", Lima, 23 de febrero de 1912. Dicho documento, flrmado por González de Prada,
está fechado el 22 de mayo de 1812 e incluído en los autos que se siguieron a los ins urrecto5,
juntamente con otros papeles. ·
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 485
5G Los demás presos y- encausados, eran: José Santos (de Cani); José Suárez, Juan de
Dios Esteban, Ignacio Nazario, José Huanca (de Pachas); Santos Valerio, Juan Ignacio, Bru-
naldo Inca, Julián Gaspar (de Yanas); José Briceño, Manuel Caytano, Hilario Maylle, Manuel
Rosas, Nicolás Ferrer (de Chupán); Hipólito Gamero, Pascual Espíritu, Juan Policarpo., Ma-
riano Herrera (de Obas)-, Juan Dimas, Andrés Jara, Manuel Nazario, Asencio Briceño, Miguel
Matos, Julián Ortega (de Chuquis); Agustín Tucto, Manuel Tucto, Martín Trujillo, José
Tolentino, Roque Trujillo, Pedro Nolasco (de Marías); Pascual Baltazar, Francisco Montañez,
Andrés Huerto (de Sillapata); José Bustillos, Pablo Usuriaga, Agustín Flores, Apolonio Flores
(de Puquio). - En la nómina clasificada de presos, aparecen como españoles: Domingo Be-
rrospi, José Ayala, Pío Mir;,bal y Tomás Narvarte; como mestizos: José Santos, José Suárez,
José Huanca, Lucas Serrano, Pablo Uzuriaga, Marcos Sánchez y Andrés Jara:; y como indios:
Norberto Haro y restantes ya citados; haciéndose el siguiente total: españoles, 4; mestizos, 6;
indios, 41. - Figuran como prófugos: Andrés Bravo, Hermenegildo Ambrosio (de Pachas);
Bartolo Domingo y Antonio Gómez (de Yanas); Santos Tello, José Paredes, José Ramos, Lucas
Rafael, Benedicto Jaimes, Juan Domingo, Gaspar Valentín (de Chupán) Pablo Cevallos, Juan
Cevallos, Bartolo Gómez, José Basilio (de Obas); Lorenzo Reyes, Nicolás Charri (de Chu-
quis); Francisco Norberto, Félix Espinoza, Cruz Trujillo, Alejandro Palma (de Marías);
Domingo Lorenzo (de Puquic) y Mateo Alonso y Solís Yurpa (de Rondos). (Causa seguida
sobre la insurrecdón del Partido de Huamalíes, fs. 329, 431.)
486 HISTORIA DE HUÁNUCO
57 Por considerarlo de suma importancia, copiemos el texto íntegro del Informe for-
mulado sobre los encausados, y el mismo que, como dijimos, fué dado a publicidad por
el señor José Fermín Herrera, en "El Comercio", de Lima, de 23 de febrero de 1912.
"El jefe de la obra de la sublevación de Huánuco parece haber sido el padre Fr. Marcos
Marte!, religioso del orden de San Agustín, pues sobre las 20 deposiciones de testigos que
resultan contra él, y lo que casi todos los reos han declarado, en su confesión y careos,
contesta: que en virtud de la noticia que le comunicó el lego Fr. Cayetano González de
que en San Francisco, después de la queda se juntaban 50 europeos para tratar del modo
con que acabarían con los huanuqueños y de las armas y pertrechos que tenían, como de
la orden que se había librado para arrasar las sementeras de tabacos, y otras varias conver-
saciones sobre el maltrato de los europeos, venida de Casteli, etc., copió los pasquines for-
mados por el padre Fr. Ignacio Villavicencio del mismo orden; los mando fijar en varios
lugares;. concurrió y peroró en las juntas que se hicieron en la huerta de Almendáriz y
en Pueller, !Para auyentar a los europeos, botando al efecto a loo reoo de la Cárcel, a quienes
les escribió una carta de avisos; expidió convocatorias a los pueblos; hizo cañones de Maguey
y bolos de hoja de lata retobados para que sirviesen en lugar de bala; exhortó a los indios
para que concluyesen la obra que habían comenzado; escribió varios papeles para que éstos
viniesen prontamente, y concurrió en lo demás que le fué posible incitando a sus sobrinos,
los Rodríguez, y otros con la prisión que se decía haberse librado contra ellos". - "El
E.MANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 487
lego Fray Cayetano Gonzále:z;, soldado que fué de la compañía del regimiento del Tajo
Y después sargento desertor, y que anda vario en su apellido ry patria, confiesa que habló
contra los europeos que se llevaban el dinero de los criollos, y contra la Junta Central;
que sólo vió en la despensa del Convento de San Francisco 20 fusiles viejos y un poco d1:
Pólvora en una celda; qµe la mitad de la conversación de los padres era en vascuense;
dijo que en Huánuco habían emisarios de Castel/, con referencia iJ un RaimunJo, platero
de Huáraz, sobre cuyos particulares habló con algunas personas". - "Andrés Rodríguez,
con sus dos hijos José y Manuel, acusados por 31 testigos, 56 y 37; fueron los comandantes o
mandones de los indios; pero el más gravado de todos es el José, según las confesiones
de todos los reos. Andrés contesta en su confesi-On que él y su hijo José venían por delante
de un trozo de gentes, aunque coartado;• que dió orden a nombre del general Castillo par·a
que derribaran el camino de la otra banda; que por orden de éste mandó a Francisco
Pércz de emisario a Huamalíes; que cuando por el triunfo de Ambo dieron vuelta en
la plaza con bandera, él fué el del pensamiento de que se dijese «MUERA EL MAL GO-
B~ERNO>; que todos eran alzados; y que los indios decían que por que venía su Rey
Inga les habían quitado el tributo. José confiesa que don Domingo Berrospi lo eligió de
comandante; pero que los indios no le hacían caso; que él trajo un guión de bandera; y
según los reos principales asistió a las juntas, aunque él lo niega, como todo lo demás sobru
que fué requerido, confesando también el que fué a fijar pasquines". - M@uel Rodríguez
confiesa que asistió a las juntas ry fué el que llamó para ellas a José Miraba!;. que sólo su
hermano José era comandante y los demás indios se dirigían por sí; pero que el 2 de marzo
volvió con mucha indiada y que trajo la bandera que le llevó Mira.bal. - El General Cas-
tillo, regidor de Huánuco, acusado por 26 individuos, por los papeles que se le encontraron
y por todos los principales reos. Reconoció por suyas las cartas convocatorias y otros papeles;
confiesa en descargo de su conciencia que a nadie le hizo fuerza para ir contra las armas
del Rey; que todos los vecinos de Huánuco estaban contra los europeos, y sólo Dios podría
descubrir el enredo que allí había; que todas las providencias que dió fué obligado por los
indios; que él formó la trinchera, pero la idea fué de Antonio Espinoza, y el sastre Ulluco;
que sólo tenía comunicación con los principales y alcaldes que le escribían, que los man-
dones eran los Rodríguez., Espinoza, Ulluco, Domingo Palomino; porque los vi-O jacaran-
dones y agregados a los indios. No asistió a las juntas y es de edad. - José Sánchez Ulluco
acusado por 3 5 testigos y todos los reos. Contesta en su confesión y careos que concwrrro
a las juntas, aceptando gustoso las propuestas que le hicieron; que entre él y José Rodríguez
hicieron a los indios las prevenciones del modo con que se .habían de conducir en calidad
de segundos mandones, entrando también los otros Rodríguez, Domingo Palomino, Francisco
Pérez, Antonio Espincn:a, el limeño; Ignacio Rodríguez, y Felipe, el sastre que se halla
prófugo; que él y el <limeño'> idearon hacer la trinchera y se ofrecieron para artilleros._'.:-
Antonio Espinoza «alias el limeño,'> acusado por 50 testigds y casi todos los reos principales
sobre haber asistido a las juntas y ser uno de los caudillos. En su confesión sólo declara
que tuvo cümJersaciones sobre l" venida de Casteli y que él no hacía más que obedecer a
los comandantes o mandones, como los Rodríguez, que eran los que todo lo disponían; y
los que se manifestaron más adictos a los indios, fueron los dos Acosta, Fr@cisco Pérez,
Ignacio Rodríguez y José Arce, escribiente de Castillo. - Ignacio Rodríguez, acusado como
emisario para conmover los pueblos de Huamalíes, por 13 testigos y casi todos los reos.
Contesta en su confesión ser cierto;. pero que fué de orden del general Castillo. Tiene de
edad ... - Francisco Pérez, acusado del mismo delito que el anterior por 15 testigos y
casi todos los reos. En su confesión decl~ra lo mismo que el antecedente. Es sargento de
488 HISTORIA DE HUÁNUCO
milicias y de edad de 70 años. - Domingo Pal<»nino, acusado como uno de los principales
insurgentes por 18 deposiciones. Niega en su confesión todos los cargos que se le hicieron,
y sólo declara que escribió la primera carta convocatoria y otra que dictó resistiendo la
entrada del señor Intendente. Se defiende con esa rudeza y temor de que le quitasen la
vida. Fernando Palomino, hermano del anterior, acusado de insurgente por seis testigos.
Contesta en su confesi-ón que compuso una escopeta y fué forzado a la batalla de Ambo;
que obedeció las órdenes que le daban y que trató de que se rindiesen al señor Intendente. -
José Mirabal, acusado por insurgente y conductor de la bandera en la primera invasión de
Ambo. La junta se hizo en -SU casa o huerta de Almendáriz, que tenía arrendada. Confiesa
que asistió a la primera; per.o que repugnó el pensamiento, y que por fuerza le dieron
la bandera. - Manuel Encarnación Quiñones,. alias "Inca" o por otro nombre José Ortiz
.Quiñones, español, acusado como principal insurgente por siete testigos. En su confesión
dice que fué forzado a la primera expedición de Ambo, y que para la segunda, Ulluco,
Alejo Mayrón y el s~ stre Felipe le entregaron una orden, en cuyo cumplimiento notificó
a los de la parroquia se aprontasen todos de doce años para arriba, al p1~mer toq'u.e de
campana. - Manuel Reyes Coco, "alias el arren\fador", español, acusado . como principal
insurgente por diez testigos y casi todos los reos. Confiesa que sólo asistió a una junta;
.,q ue entró en la 2~ expedición de Ambo en calidad de jefe, porque José Rodríguez le
obligó, 'Y que a Estr.ada le dió un auto, por orden de Castillo, para que concurriesen aun
los de doce años. - Narciso Po11ce, español, o por otros nombres Narciso Trujillo o
Narciso Espinoza, escribiente de los pasquines, y comprendido en el número de los insur-
gen tes por 8 testigos. Confiesa el hecho de haber escrito los pasquines, como el que estaba
impuesto de todo; que acordó con Fr. Marcos y otros el lugar donde se habían de poner;
y que estando alegre, profirió en un baile las expresiones: "Viva Americanos"; sin haber
asistido a ning.una de las expediciones, por estar enfermo. Es sargento de milicias y menor
de edad. - Manuel Andrés Doria, español, acusado por comprendido en la junta prepa-
I atoria para botar a los presos · de la cárcel y echar a los europeos. Confiesa que asistió
a la primera; pero que repugnó el pensamiento. Los demás reos lo numeran entre los de
la junta. - LorenzQ Domínguez Vigo, español, acusado por las conversaciones seductivas
que consentía en su casa y ser ella donde se sac·Ó un pasquín. Algunos de los reos lo
traen a consideración, añadiendo que decía, que viniendo Casteli se comjJondría la ciudad.
, Declararon contra él 4 testigos. - Narciso Rojas, "alias Payanso'', español, acusado como
comprendido en la insurrección, ahijado y dependiente del general Castillo, por 3 testigos.
Lo citan varios de los reos, y confiesa que cuando éste paseó por la plaza, llevó un bulto
de San Sebastián, y que escribió una carta dictada por Fr. Marcos. Se defiende con la
fuerza de los indios, refiriéndose a la prueba que produjo en el particular. - Lázaro Pérez
.Ascanio y su hermano Sebastián, acusados por dos testigos cada uno, y que sirvieron de
emisarios para Huamalíes, según la declaración de algunos reos. - Felipe Jiménez, "el
nstre", acusado de principal insurgente 'Y caudillo por 11 testigos se halla prófugo. Los
reos confiesan que asistió .a las juntas y daba dispos2ciones como comandante. - José Tapia,
prófugo, acusado por un testigo; pero algunos de los reos lo comprenden entre los 20
ó 2 5 que concurrían a las juntas. -El Padre Fray Ignacio Villavicencio, acusado de autor
de los pasquines, según 3 testigos, lo que contestan también algunos reos y él lo confiesa,
diciendo que con motivo de la orden para arrasar los tabacales, sacó unas décimas, apoyado
en la libertad de los papeles públicos. - José Berún, conocido por el sargento Castañeda,
"alias Callapa'', acusado como insurgente por 3 testigos, aunque en su defensa dice que s.ólo
es uno, y éste bufón y tunante, según la prueba que produjo y que en parte califica su
buena conducta. ~ José Narvarte, español, Narciso Tafur, ítem, acusados por 3 testigos cada
E.MANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 4 89
uno, por haber manáado tocar las campanas en celebridad del triunfo de los insurgentes, en
la I • invasj.ón de Ambo; 'Y el presbítero Dr. Bernardo Sánchez por un testigo. Es de ad-
vertir que uno de aquellos testigos, en el careo que hubo, declaró haber perjur~do. - José
Soria o Marín, acusado por 9 testigos de sabedor de la insurrección; pero consta haber de-
nunciado. - Don José Zavala, español, acusado por sospechoso en sus dichos y manejos, por
9 testigos. - El Presbítero áon Bartolomé Lastra, español, por sospechoso, en razón de jac-
tarse de corresponsal de Casteli y otras presunciones por su concurrencia a la casa donde se
hablaba de las operaciones de éste por 4 testigos. - José ~inoza, sus dos hermanos Manu el
v EvanJ[elista, menor, alias "los susuputos", acusados de saqueadores; y Manuel Gaytán, de
lo mismo, por 3 testigos cada uno, y por uno, Rafael Gomero, con el sobrenombre de "el
cholo de Echegoyen"; Manuel Retis, mestizo, Félix Espinoza, español, alias "Perla"; Calixfo
Espinoza; ídem Gregario Espinoza, Asencio Castillo y Berrospi, alias "Cabra" y Anton ro
Flores. - José Ángel Beraún, español, acusado de comisionado por Castillo para citar y em-
plazar a los vecinos de la ciudad, de doce años para arrib~, y oponerse a las armas del
Rey, según 3 testigos 'Y algunos de los reos. - Manuel Estrada, por el mismo delito que el
anterior por 3 testigos y algunos de los reos". (Lo subi:ayado es nuestro.)
58 Publicado en la "Gaceta del Gobierno", de Lima, copiado en Mo11 ograf ía Eclesiástica
de la Diócesis de Huánuco y Junín, por Monseñor Feo. RuBÉN BERROA, p. I 60. - El tenor
de este indulto, en sus renglones más importantes, dice: . . . "deseoso mi paternal afecto de
libertarlos de horribles males que sufren y les amargan, y de remover todo embarazo para
que puedan restituirse al sosiego de sus casas e industria usando de conmiseración, concedo
desde luego en nombre de S. M. absoluto perdón a todos los que d'eponiendo las armas y
dando muestras de sumisión y arrepentimiento vuelvan a sus domicilios protestando vivir en
lo sucesivo obedientes y fieles a las legítimas autoridades; exceptuando únicamente de esta
gracia a los principales caudillos y promovedores de la insurrección".
490 HISTORIA DE HUÁNUCO
"derramar hasta la última gota de su sangre por la ciudad y por los indios". Derrotado en
la batalla de Ambo de 18 de marzo, ordenó reor~nizar sus huestes y la construcción de
trincheras en Visacaca, :Úuer:u de Huánuco, para resistir a las tropas del Rey. Y a pesar de
dicha derrota "manifestaba que las cosas estaban en principios, y que tenía gente en Hua-
malíes". - JOSÉ RODRÍGUEZ. Nacido en Chalhuacocha ~chacra a 5 kilómetros de la
ciudad de Huánuco-. Hijo de Andrés Rodríguez y hermano de Manuel y Juan de Dios.
Al dar su! generales para su confesión, dijo ser: casado, labrador, español, de 38 años. De-
claró haber sido mayordomo del ex-subdelegado don José Vidurrézaga, en la hacienda Paccha.
Mestizo indo-español o cholo; de aquí y de hablar el quechua su ascendencia entre los indios.
Panicipó en el movimiento desde sus comienzos; primero asistiendo a las juntas secretas, pe-
gando y distribuyendo los pasquines en la ciudad y pueblos aledaños; y luego como Coman-
dante Militar de los sublevados. Fué el hombre que dirigió la "primera guerra" o campaña
y la toma de Ambo. En los días de la lucha andaba a c~b:allo, con pistolas y cartucheras,
dirigiendo y vigilándolo todo. Al interrogarle Gonz:ílez de Prada, manifestó que Domingo
Berrospi le nombró Comandante de los Indios; y que se encargó de la guardia del puente
del Tingo. De firme carácter e innegable valor. El cura Yadó escribía de él: "Mestizo ...
mozo altanero". Fugitivo después de la derrota de Ayancocha, lo prendió Juan Martín Yábar
en el "monte grande", Chinchao, en compañía de Antonio Espinoz,a el Limeño y del "Cholo
Huayabo". - Del Expediente ya citado, se sabe que toda la familia Rodríguez, hermanos,
tíos, primos, yerno, cuñados, actuaron en la gestación y desenvolvimiento de la revolución
huanuqueña. - NORBERTO HARO o ARO -corno aparece en los actuados judiciales-,
indio , natural de Huánuco, corno lo declaró ante Gonzales de Prada, arredantario de las
tierras de Andrés Meléndez, frente al pueblo de Cani, donde residía, e hijo de Valentín Haro,
operario que fu é de don Cristóbal Zavala. Tenía bienes en el pueblo de Pampas, entre otros,
una casa, que fué destruída y "sembrada de sal" en cumplimiento de la sentencia que lo
condenó a muerte. Estaba casado con doña Ubalda Espino'Zl<!, en la que tuvo varios hijos,
entre ellos: Juana Josefa, a la que apadrinó en su bautizo don Juan José Crespo y Castillo, en
la iglesia Matriz de Huánuco, el 16 de setiembre de 1779; Valentín Haro, que lo acompañó
en Huamalíes y que cayó preso junto a su padre, en Pachas. Después de ejecutado, su cadáver
fué arrojado a la Pampa de Moras, para pasto de los perros, de donde fué recogido par piadosas
gentes y lo sepultaron en el barrio de Huallayco. (Datos obtenidos en los autos que siguió
don Pedro Fuentes y Berríos con la Comunidad de Pampas, sobre propiedad de las tierras de
Huayllacayán. Causa seguida sobre la insurrección del Partido de Huamalíes. Confesión de
Haro, fs. 72; declaración de Lorenzo Coz, fs . 75.3 - FRAY MARCOS DURÁN-MAR-
TEL. Lego, natural de Huánuco. A valernos de documentos auténticos, parece que descendía
de una antigua familia, radicada en Huánuco desde fines del siglo XVI. Pues, en 1797,
doñ a María Trinidad de Isla viuda de don Antonio González, al referirse a unos títulos
de p ropiedad de tierras en Caina, dijo: que el "Dr. don Rodrigo Durán Marte!, Vicario
de Huánuco, fundó una capellanía en dichas tierras". Su hermano don Pedro Durán
Marte!, poseía una tienda de abarrotes en la ciudad. Dueño de tabacales, Fray Marcos exas-
peróse al tener noticia de haberse dado orden para que se quit ase de raí z las plantaciones
de los criollos 'Y mestizos. (Acaso fué de esta familia Fray José Higinio Durán Marte! y
Alcocer, mercedario que, en el siglo XVIII, era Obispo de Panamá ). Como se desprende de
los autos que se siguieron a los revolucionarios, Fray Marcos estuvo en contacto directo con
los indios para la invasión de la ciudad; fué él qu ien, en ardor idealista, mandó fabricar
492 HISTORIA DE HUÁNUCO
"cañones de maguey" para enfrentarse a lzs tropas del Rey, guardándolos en su propia celda;
aunque inteligentemente ocultando su persona. Yadó da el siguiente dato: ".hace pocos años
era carpintero". Ocupada la ciudad por los sublevados, fué nombrado por éstes como su
Capellán; y, en tal carácter, el lunes 24 de febrero celebró Misa en la Iglesia de San Agus-
tín. - Emplazado por González de Prada, declaró, valientemente, que concurrió a las Juntas
revolucionarias, que las convocaba en Puelles, Armendariz y en la casa de Acosta, sita en
Huayllayco. No cabe duda que por sus ideas libertarias que amparaba y propagaba su in-
quietud, por su preparación intelectual 'Y demás, fué el directoresjririfu.al de la revolución.
De aquí que modernos historiógrafos le llamen "el ideólogo de la revolución huanuqueña".
"Es evidente que con su escrito ~se refiere al Informe que desde su prisión en Ceuta en-
viara al Rey, en 8 de junio de 1816-, fué uno de los ideólogo<S que defendió el derecho de
los americanos a disfrutar de la libertad polí rica y civil que les otorgó las Cortes de 181 O,
y por tanto, a figurar entre los precursores de la Emancipación". (Los Ideólogos de la
Emancipación Americana. El Agustino Fray Marcos Durán-Martel, por César García Rosell.
"Revista del" Instituto Sanmartiniano dd Perú", Lima, junio de 1957, p. 10.)
60 Sc,l icitud de Fray MARCOS MARTEL a S. M., inserta en Guerra Separatista del Perú,
cit., p. 121,
61 Segunda tentatin de rebe!i.ón en León de Huánuco ( 1813), Lurs ANTONIO EGUIGU-
REN. "Revista Universitaria", Año VIII, Vol. II, setiembre, 1913. - Comenzarori "hablillas es-
candalosas", por las noches se escuchaban "cantares alusivos" y "corrillos", que expresaban el
júbilo r or la retirada de la tropa "vencedora". El Subdelegado Diego García, en guarda de
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 493
nuevos acontecimientos, organizó patrullas nocturnas; ya que la " alegría y regocijo del bajo
pueblo" era, según la autoridad española, anuncio de pr-Oximas alteraciones populares. Docu-
mento N9 13 5. Información sobre servicio' del Subdelegado ·García, cit.
62 En efecto, en la primera quincena del mes de C"nero de 1813, apareció en la pared
del Cabildo un "pasquín" en que se recordaba los días del 22 y 23 de febrero del año
anterior y se decÍ:l. en él "que se hiciese confesión general". La víspera de la elección repitióse
el mismo "pasquín", colocado frente a la casa del Subdelegado García, a quien se amenazaba
de muerte. El 15 de enero de 181 J, después del toque de queda, las campanas tañeron ame-
nazantes. La ciudad se sobresaltó acudiendo sus vecinos a la Plaza Mayor; el Subdelegado
García, el Teniente de Caballería de Milicias Urbanas don Pedro de Alvarado y el Sargento
Mayor Talancha, penetraron a la Iglesia y no hubo nadie. Los sacristanes que sólo dijeron
que tañeron las campanas porque suponían que entraron ladrones, fueron apresados y remi-
tidos a Lima. Documento 1 J 5, cit.
63 A esta sesión concurrieron los m irnibros del Cabilco: den Pedro Antonio de Echc-
goyen, Cayetano Artera, Juan Antonio Garro, el Subdelegado García, el Jefe de Milicias José
Binia, el Subteniente Alvarado, el Mayor Manuel Calancha; los vecinos notables, entre otros,
don Francisco Aranda, Francisco Calero, Bernardino Cáceres, Secretario del Cabildo. En este
acto solemne, don FranciKo Calero, ante dichas autoridades y público, expresó: "pueblo opri-
mido, ya es tiempo que levantéis la voz con libertad", que repitió a grandes VOCC3 ante el
terror de las autoridades y la algazara de "una gavilla de gente díscola sin miramiento a la
autoridad". Calero terminó su discurso diciendo al Subdelegado García: "quítese Ud. la espada,
pues a este acto no debe venirse con arml5". T@do hubo de tolerar dicho señor para evitar
494 H ISTORIA DE HUÁN UCO
muchos escándalos y atrevimientos, a que la elección 5C' hiciese conforme a sus deseos", dice
un decla:ante. - Documento N 9 13 5, cit.
M El Virrey .ABASCAL al .Secretario del Supremo Consejo de Regencia. G#err11 &p6'11-
l isl11, cit., P. 71.
6 5 Y1.DÓ: Brtw y &tbltic11 R.tl11ción, etc., cit.
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 495
1 Los docu men tos referentes a que. Huánuco fué la primera ciu da d del Pe~ú que, es-
pontáneamente, re conoció el régimen republicano y p roclam<'> y ju ró la indepen denci a n a-
ciona l ; los dió a conocer d fa llecido escritor do n Aní bal Gálvez, quien los focl uyó en su
t_rabajo Huánuco y la Independt·ncia, apa recido en "La Prensa", de Llma, de 1 O y 1 5 de
febrero de 1921. (Gálvez los tomó de la Biblioteca N aciona l de Lima; aun que nad a di ce al
' respect o.)
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 499
don Juan Antonio Álvarez de Arenales general de aquella división, el allanamiento de este
vecindario a someterse al sistema de la libertad y embarazar viniera alguna partida de sol-
dados que siempre sería pe1rjudiciales. Fueron nombrados el capitán don Ignacio Prado
y don José Abarca quienes inmediatamente marcharon con credenciales del cabildo. Al se-
g.undo día llegó el finado don Nicolás Herrera autorizado en forma por el antedicho señor
Arenales, para perseguir a Ozzeli, y, demás emigrados y hacer jurar la sagrada independencia.
Puso en planta su comisión sin el menor embarazo, y aunque se carecía de modelo o ins-
trucción del modo cómo se había de hacer, tan deseado acto, y por no posponerlo se dis-
puso que sin pérdida de tiempo se pasase en estos términos. Publicóse por bando, que todos
los vecinos asistiesen al segundo día a las diez y a los asientos inmediatos se pasaron órdenes
con asistencia de los señores cabildantes y concurso. En la plaza mayor se pusieron una•
mesas sobre otras donde subió dicho comisionado, y en asistencia de los señores c;ibildantes
y concurso y dijo por tres veces: Juráis por Dios y una señal de la cruz de ser inde-
pendientes de la corona y gobierno del Rey de España y ser fieles a la Patria? a lo que
contestaron que sí. Hubieron muohas viYas y contestas, y se celebró con repiques, cohetes
y tres noches de iluminaciones. Igual diligencia se practicó por el expresado comisionado
en las dos doctrinas del partido. En este estado llegaron los diputados que ya no encon-
traron en el cerro al señor general, solamente con un oficio que incluyó del alcalde mayor
don Ramón de Arias al cabildo par2. que se jurase la sagrada independencia mas como ya
se había hecho no tuvo lugar. Los documentos y actas originales las llevó el predicho co-
misionado, con el objeto de dar cuenta a la superioridad que le ordenó, quedándome a mí
copia certificada de la comisión, donde a continuación aparece haberse practicado la jura,
y la diligencia de continuarme de subdelegado la que también se incluyó con la acta
de mi elección de gobernador del partido y don José Figueroa de comandante de arma~
para que luego se entere !SU señoría, o se copien se me dievuelvan. Si no se sentó la corres~
pondiente acta entonces, fué porque las circunstancias me tenía y a todos los patriotas
en los mayores conflictos y quasi trastorno, así es que ni yo ni los señores del ayunta-
,m iento advertimos la necesidad de una cosa tan precisa y útil. Esta es la instrucción que me
pide Ud . de orden de su señoría esto y siento, de que he cumplido con el mayor placer y
espero el correspondiente recibo de todo. - Dios guarde a usted muchos años. - Huánuco,
junio 28 de 1821. - Eduardo Lúcar y Torre. '-- Señor don Mclchor Espinoza secreitarie
del ilustre ayuntamiento. Manuscrito existente en la Biblioteca Nacional de Lima. (Departa-
mento de Investigaciones Bibliográficas, Manuscritas y Obras Raras). También en "Hui-
nuco y la Independencia", por Aníbal Gálvez. "La Prensa", Lima, 27 de Enero, 1921,
N' 10.287; 13 de Febrero, 1921, N~ HU12. DaCNmento N' 4.
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 501
por los cabildantes en pleno y vestidos de gala, y ante los ojos del
pueblo todo, mujeres, hombres y niños, desde un tabladillo que se
armó con "unas mesas", el Comisionado Herrera, luego de los discur-
sos de los tribunos y en momento solemne, por tres veces, dijo:
«Huanuqueños: ¿Juráis por Dios y una señal de Cruz el ser inde-
pendientes de la Corona y gobierno del Rey de España y ser fieles
a la Patria?"
"¡Sí, juro!" fué la respuesta unánime y emocionada de la multi-
tud. Y seguidamente prorrumpieron los vivas a la Patria, a la libertad;
el repique de las campanas de los 16 templos de la ciudad y el tronar
de los cohetes. Las demás manifestaciones de júbilo popular, la fiesta
y la iluminación nocturna duraron tres días.
Herrera terminó su cometido, aprobando la reelección hecha por el
Cabildo Abierto de la ciudad a don Eduardo Lúcar como Subdelegado
o Juez de la Patria: y practicando la misma diligencia de la jura en los
pueblos de Santa María del Valle y Huácar.
Copiemos, por su importancia, el documento que podemos llamar el
Acta de la Jura de la Independencia de Huánuco.
"En quince días de dicho mes y año en cumplimiento de lo man-
dado y obedecido se practicó por mí el comisionado el Juramento de
la Sagrada Independencia de la libertad en la Plaza Mayor de esta ciudad,
con los señores de este ilustre Ayuntamiento, y demás vecinos que se
hallaron presentes, para cuyo efecto se publicó por bando la con-
vocatoria el día de ayer. Igualmente en virtud de la facultad que me
es concedida por el señor General que rubricó la anterior orden, y por
lo que aparece en ella he tenido a bien dejarlo reelecto de Juez al Sub-
delegado absuelto don Eduardo Lúcar, por conocerse en él las aptitudes
propias; de todo lo que con esta fecha doy cuenta al origen de donde
emana mi comisión, y para su constancia lo firmó conmigo el escri-
bano el dicho comisionado de que certifico. - Nicolis Herrera. Por
mandato del señor comisionado. - Ascencio T <J.lancha, escribano pú-
blico" 4 •
Un á ngu lo de la Plaza de Armas de Hu ánuco, a comien zos del presente siglo. ( Foto: Hita.)
Una de las viej.as calles de la ciudad de Huánuco, también a comi en zQs del sig lo XX. (Foto:
Hita.)
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 505
6 Copia Manus. Bib. Nac. Lima. B.I.B .M . , O.R . D. 8591. - Reproducido en "Huá-
nuco y la Independencia", cit., "La Prensa'', Lima, domingo 13 de febrero, 1921. Documento
No. 6. Acta del cabildo abierto celebrado por el ayuntamiento de la ciudad de Huánuco
para elegir alcalde mayor y comandante militar.
506 HISTORIA DE HUÁNUCO
dada por el Sr. mayor coronel don Juan Antonio Álvarez de Arenales,
con dirección hacia las provincias interiores de la Sierra, fué remo-
viéndose rápida y sucesivamente en todas las ciudades, villas y lugares
de su glorioso tránsito, el obstáculo de la fuerza armada en que única-
mente ha apoyado el gobierno español su dominio tiránico en la Amé-
rica del Sud por el dilatado tiempo de cerca de tres siglos; hasta que
enarbolándose el estandarte de la libertad en el Cerro mineral de Y au-
ricocha, quedó esta benemérita ciudad bajo la inmediata protección de
las armas libertadoras de Su Excelencia, y por consiguiente en plena
libertad para deliberar sobre su futuro destino; Que a consecuencia
de estos acontecimientos el Sr. don Eduardo Lúcar y Torre que a la
sazón se hallaba desempeñando la funciones de juez real y subdelegado
de este partido tuvo a bien convocar repetidas veces en Cabildo abierto,
considerable número de ciudadanos, con el laudable fin de que pres-
tasen sus votos acerca del Partido que debía abrazar, en tan críticas
circunstancias, sin ofensa a la jtisticia y ,sin el menor ultraje del decoro
de esta ciudad; Que reunidos en estos términos el Pueblo y los indivi-
duos del ilustre ayuntamiento real, era de presumir que habiéndose
sujetado al examen y discusión de todos el punto gravísimo de que si
en aquellas circunstancias correspondía o no a dicha ciudad en parti-
cular el derecho de insurrección que hasta aquí nadie ha podido disputar
racionalmente a la América en general, se hubiese resuelto, como en
efecto se resolvió por medio de los sufragios de la mayo; parte de los
concurrentes, y por consentimiento tácito de toda la población que ya
era tiempo de que la benemérita ciudad de Huánuco se emancipase
para siempre jamás del dominio español sujetándose provisionalmente a
las órdenes y subordinación del Excmo. Sr. capitán general hasta que
poniéndose el último sello a la libertad de la patria con la sangre de sus
hijos, se constituya libremente el estado americano, y se establezca un
gobierno firme y duradero que por medio de una legislación justa y
equitativa, pueda labrar la felicidad de la generación presente y de la
posteridad americana; a fin de que de ese modo cesen los ultrajes y
vejaciones que por tan largo tiempo ha sufrido esta dicha ciudad de
parte de los mandatarios del gobierno español, que hollando vilmente
sus más sagrados derechos, la han tenido empeñada en la actual guerra
injusta y destructora, igualmente que al resto de la América contra la
voluntad de los pueblos, y sin otro interés que el de perpetuar en estos
vastos dominios la usurpación de los señores reyes de España, y de sos-
tenerse ellos mismos en el rango de sus elevados empleos, a costa de la
inocente sangre de los americanos y por medio de los crímenes y ho-
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 507
rror que, como es notorio se han cometido por todas partes desde el
momento en que la América proclamó sus legítimos derechos, que no
han podido ser sofocados por ningún poder humano hasta esta fecha;
Expusieron igualmente que antes de haberse dado este paso tan impor-
tante se enviaron dos diputados que lo fueron don Ignacio Prado y
don José Abarca, cerca del expresado Sr. coronel mayor don Juan An-
tonio Álvarez de Arenales para que se dignase admitir bajo la protección
del ejército libertador del Perú a esta mencionada ciudad que estaba ya
resuelta a firmar, si fuera necesario con su sangre, el acta de su inde-
pendencia, a cuya solicitud accedió gustoso el jefe libertador; Que en
seguida se procedió al nombramiento de un jefe político y comandante
de armas interinos que lo fueron el expresado señor don Eduardo Lúcar
y el señor don José de Figueroa; Que habiéndose extinguido el cabildo
real por el imperio de las circunstancias o en virtud de algunas órdenes
que se ignoran, fué restablecido bajo la nueva forma que hoy tiene
por el Sr. Mariscal de Campo D. T oribio de Luzuriaga, presidente de
este departamento. Y que, por último, absuelto· de su empleo el men-
cionado señor don Eduardo Lúcar, se le mandó expedir el título de Go-
bernador por el Capitán General al señor don José Miguel de V elazco,
que finalmente gobierna en el día. Hecha la relación circunstanciada
que antecede pasó al ilustre ayuntamiento a la escrupulosa averiguación
de la existencia de los documentos justificativos de todo lo obrado en
obsequio de la patria, y no habiéndolos encontrado ni en los libros de
sus actas ni en otra parte alguna tuvo a bien ordenar a pedimento del
señor regidor decano don Mariano Sánchez Chamorro, se pasasen los
correspondientes oficios al señor gobernador actual, teniente coronel
D. José Miguel de Velazco y al absuelto don Eduardo Lúcar, a fin de que
se sirviese remitir a la mayor brevedad todas las diligencias obradas, para
que, teniéndolas a la vista su señoría, pueda resolYer lo más conveniente
a la felicidad de esta ciudad y del Estado. Con lo cual se concluyó esta
Acta que firmaron dichos señores, conmigo el Secretario, que certifico.
José Miguel de Velazco, Guillermo Zevallos, José de Binia, José Manuel
Echegoyen, Mariano S. Chamorro, José Soria y Marín, Juan Sánchez,
Tomás Mori, Pedro de Cañoli, Antonio Silva, Joaquín Ochoa, Pedro
Rodríguez, Primer Síndico Personero, Joaquín Chacón Becerra, Se-
gundo Síndico, Melchor Espinoza, Secretario" 7 •
de aquel adusto seño con que una nación insensible al atractivo del hermoso y vello sexo
le han privado por tres siglos del imperio y poderío que le dió la naturaleza consediéndole
un dominio irresistible con el corasón del hombre. Ya és tiempo que mostreis al mundo
todo cuanto es el valor de un hombre libre; ya podeis vanagloriaros de que los efectos
de vuestros .sudores y fatigas no son para fomentar la criminal ambic.ión de orgullosos domi-
nadores; y que sólo sirven para vosotros mismos. La ronca vos del parche 'Y la corneta
os convocan á los campos de Marte. Allí las coronas de Mirto y laureles os aguardan para
señir vuestra~ sienes. Sería vergonzoso, que al distribuir los premios debido al valor y cons-
tancia del Batallón Huánuco, no aparesiesen en él l~ hijos del país . Oponed vuestros recelos,
que el que pelea en defensa de los Pueblos nunca pierde de vista el bien de cada uno de
sus habitantes. El interés universal exige sacrificio, y mi cora~ón se llena de placer con-
templando que son dósiles á las voses de vuestro amigo y paysano .__ Francisco Otero."
(Manus. Bibl. Nac. de Lima, F. 533.) (Raúl Ri..-era Serna: "Los Guerrilleros del Centro en la
Emancipación Peruana", p. 142.)
510 HISTOR IA DE HUÁNUCO
don Melchor Espinoza, reclutó · 130 indígenas, los que bajo órdenes del
Comandante Militar don José María Marín, marcharon a Lima para
incorporarse al Ejército Patriota. ·
Abandonado el Cerro de Paseo por las tropas de Álvarez de Are-
nales, después de la segunda expedición militar de este patriota argen-
tino a aquella zona ( 1822); Otero incursionó. a aquel centro minero.
Pero los realistas marcharon a dicha loc~lidad y la ocuparon con 400
hombres; ~eniendo que retirarse Otero. y sus guerrillas por la ruta de
Chaupihuaranga con dirección a Huánuco. Amenazada esta ciudad, el
Cabildo en "4 de diciembre de 1821 dictó medidas para conjurar dicha
amenaza y auxiliar al jefe patriota que lo solicitaba. En efecto, entre
otras medidas se dispuso el ~copio de víyeres, la requisa de g;n~dos y
la formación de. u~ batallón de dyicos. Este cuerpo, al ~ando de Ig-
nacio Prado y José Espin~za, )/ las tr~pas de Otero; acometieron cerca
a Ambo al enemig~; siendo derrotados al . n~ ser oportunamente aux°i-
liados por don Jacinto del.Risco· que, desde niediad~s. de octubre, ac-
tuaba en Hua~alíes como Com~ndante de Guerrillas.
Pese al revés de .Ambo, .al conocerse, en enero de 1822, el avance
hacia ~l ~rro' de P~sco dd realista Lóriga, se formó en Huánuco nueva
fuer.za, previo gasto de 300 pesos oro; la que, a órdenes de Guillermo
Zevallos, Manuel Albágui, Ignacio Prado y José Espinoza, operó en la
ruta del Cerro. En tanto que, Buenaventura Gómez, por el mes de fe-
brero.~ organizaba partidas en los pueblos de Huánuco para enviar un
contingente de 200 hombres a Otero, que, por junio de dicho año
( 1822), había sido nombrado Comandante General de las Partidas de
la Sierra, y operaba por la ruta de Canta.
Aparte de las guerrillas, tanto de las que estaban bajo las órdenes
de Jacinto del Risco, como las que obedecían a Custodio Álvarez,
Cirilo Correa, Manuel Cevallos -que amagaban desde Huarautambo,
Huallanca, Jesús, Baños y Yanahuanca, Huariaca y Ambo--, se formó
el «Batallón Huánuco", con cuartel general en dicha ciudad, y que
desempeñó un importante papel. El Coronel Francisco de Paula Otero,
secundado por el capitán Joaquín Debausa y Jacinto del Risco, fué
quien lo organizó, obedeciendo órdenes del Ministro de Guerra don
Tomás Guido. Esta tropa armada por el Ministerio de Guerra y el
Presidente de Huaylas, alojada y sostenida por los vecinos de Huánuco
y con una plana de oficiales de la Legión Peruana para su adiestra-
miento, constaba de 700 hombres en los primeros mcs~s de 1823, in-
cluyendo 100 hombres de caballería que se denominó Compañía' de
Dragones de la República.
E.MANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 511
gento ' Mayor Pedro .Barrón, al .que asesoraban 11 oficiales, entre ellos
Debausa como segundo jéfe.
El "Batallón Huánuco" salió en los primeros días del mes de julio
con dirección a T arma, llegando a Quirupuquio, donde engrosando a
las tropas mandadas por Francisco Vidal, }:.1.arcelino Carreño y las par-
tidas de Ulcumayo, Y anic y Acancocha, debían atacar a los realistas
en sus posiciones de Tarma. Producida la ac'ción cerca a dicha pobla-
ción, luego de ligeros encuentros fav~rables a los patriotas, éstos fueron
derrotados por la falta de un plan debidamente trazado, la discordia
surgida entre algunos jefes y los falsos informes proporcionados por el es-
pionaje; pues las tropas realistas eran de línea y no "montoneras'', como
se afirmó. El "Batallón Huánuco", sorprendido en el Callejón de Macón,
sufrió la defección de gran parte de sus efectivos y la de su jefe Barrón,
abandonando un pequeño cañón en el campo. Salvaron el honor de
dicho cuerpo el capitán Debausa y los oficiales Hurtado, Argumedo,
Tomás de la Fuente, Peña, Muñoz, Morales. (Barrón, a su regreso de
la derrota de Macón, mostró en Huánuco una afrentosa conducta,
dedicándose a la embriaguez y al juego, hasta que fué apresado y
juzgado.)
Transcurrido un tiempo del desastre de Macón, reor.s;:mizóse el
"Batallón Huánuco'', gracias al empeño personal del Coronel Otero y los
esfuerzos del ·capitán Debausa; completando sus efectivos y d ándoles
512 HISTORIA DE HUÁNUCO
9 Los documentos de los que nos hemos valido para bosquejar la acción de las guerrillas
-y el aporte de Huánuco para la causa de la libertad, aparte de los trascritos, son: Cartas
de Anacleto Benavides a don Francisco de Paula Otero, Cerro, 2 y 14 de febrero, 1821; C. de
Tomás Guido a Francisco de Paula Otero, Lima, 11 y 19 de febrero, 1823; C. de Francisco
de Paula Otero a Ramón Herrera, Huánuco, 16 de abril, 1823; C. de Joaquín Debausa al
Jefe del Ejército, Huánuco, 28 de julio, 1823; C. de Feo. de Otero al Encargado del
·Mando, Huánuco, 1 de agosto, 1823; Oficio de Sucre al Secretario del Libertador, Pativilca,
8 de marzo, 1824·; Oficio de Sucre a Feo. de P. Otero, Huarás, 2 de mayo, 1824. (En Ma-
-nuscritos de la Biblioteca Nacional de Lima. Departamento de Investigaciones Bibliográficas,
Manuscritos 'Y Obras Raras.) - Oficies del Presidente de Huaylas don Remigio Silva al
Ministro de Hacienda, Huaraz, 26 de mayo y 7 de julio, 1824. Ministerio de Hacienda, Ar-
chivo Histórico. O. L. 73-142 Y O. L. 72-146. En el primero de dichos oficios se expres 11
·que del monto de los pesos recaudados de los habitantes de Huaylas, se dispuso "para auxiliar
.al «Batallón Huánuco> con 3.000 pesos en efectivo y 1.117 varas de pañete".
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 513
daban los pasos estratégicos que conducen de la sierra del centro a Lima
y evitaban las incursiones del enemigo para ocupar zonas ert que los
cuadros patriotas preparaban a las tropas, cubriendo el frénte y el flanco
del Ejército Libertador.
De aquí que, en los años 1823 y 1824, fueran más intensas las acti-
vidades de las guerrillas huanuqueñas, y más urgente la cooperación
de sus pueblos.
Bolívar acordó en Huamachuco, en Junta de Guerra, abrir la
campaña por la ruta de Huánuco, previo paso de la cordillera que se-
para este departamento del de Ancash, que era la parte más difícil de
vencer. Por eso ordenó se tomase las medidas más adecuadas, tales co-
mo: activar el servicio de espionaje --efectuado por las partidas-·-,
proceder a la ocupación del territorio de Huánuco, realiz-ar el acopio
de bastimentos y dinero, etc.
Sucre, en cumplimiento de tal mandato, se constituyó en Huánuco
y jurisdicción, donde permaneció del 11 de enero al 6 de febrero, 1824.
A la vez que estudiaba la ruta que debía seguir el Ejército Libertador,
dictó diversas providencias. Entre ellas, que el batallón "Bogotá" se
acantonase en Huamalíes; que las autoridadas remitiesen a Trujillo
las alhajas de oro, plata y piedras preciosas de las Iglesias de Huánuco y
Huamalíes, para depositarlas en aquella ciudad; en 8 de marzo, que el
Prefecto de Huánuco excitase el celo de los ciudadanos y su sacrificio
en aras de la Patria; en 15 de marzo, que el Coronel Otero permaneciera
en Huamalíes al mando del Batallón de Infantería NQ 1 y se acantonase
en Huánuco a Los Húsares, con instrucciones de sólo ob1>ervar los mo-
vimientos del enemigo, sin comprometerse en acción alguna; que se
alistara 6 mil raciones en la vía de Baños-Lauricocha-Pasco y Pachas-
Huánuco, y las raciones en grano para los caballos; que se arreglase los
caminos, particularmente de la ruta Huallanca, Jesús, Yanahuanca y
Huánuco, que era la que debía seguir la caballería, y que las autoridades
de los pueblos de Huamalíes realizaran el acopio de papas, maíz, quinua
y cuidasen los alfalfares.
_ También, solicitado por Sucre, el "Batallón Huánuco" marchó a
Huarás, en junio 'de 1824, para sumarse al grueso de las tropas patriotas.
Previo a iniciarse la campaña, el General Miller, Comandante Ge-
neral de la Caballería del Ejército Libertador, fué nombrado por Bo-
lívar para hacerse cargo de las guerrillas distribuídas de Huánuco a
Y auli; y quien, para cumplir su misión, salió de Huarás en 13 de junio,
rumbo a Huánuco, a donde llegó, en compañía del Coronel O'Connor
y otros jefes; y de aquí pasó al Cerro de Paseo, por Huariaca, seguido
514 HISTORIA DE HUÁNUCO
por las tropas del Ejército que acamparon en los pueblos, distantes de
la ciudad 10•
Según el plan de ofensiva trazado por Bolívar, el Ejército Patriota
fuerte de 9.000 hombres de las tres armas, debía recorrer 60 leguas (300
kilómetros) de puna y cordillera en las provincias de Huamachuco,
Huaylas, Conchucos, Huamalíes, Cajatambo, Huánuco y Paseo, hasta
Bombón, para atraer al ejército realista que estaba en Jauja.
En. efecto, el 19 de junio las divisiones del Ejército Patriota se pu-
sieron en campaña con dirección al Cerro de Paseo. La marcha se realizó
por uno y otro lado de la Cordillera Blanca, de las de Huayhuash, Lau-
ricocha y otras, siguiendo las direcciones en que se hallaban orientados los
principales núcleos de las tropas. (El,paso de las cordilleras fué muy pe-
noso, pese a las precauciones tomadas para amenguar las dificultades) 11•
'Y Huamachuco. En este lugar se hallaban también el «Regimiento Húsares del Perú». ~
Los batallones colombianos se hallaban escalonados desde Huaylas hasta la regi-On de Caja-
tambo, a lo largo del Callejón de Huaylas, ocupando los lugares siguientes: -en Huaylas y
Carás, los batallones «Vencedor» y «Rifles», respectivamente; -en Aquia el Batallón «Var-
gas», con orden de efectuar correrías hasta Canta para llamar la atención de los realistas
por ese lado; --en Chiquián, «Voltígeros» y «Pichincha» para continuar hacia Cajatambo;
--en Huari, el batallón «Bogotá»; --en Carás y Yungay, respectivamente, los «Húsa·res»
Y los «Granaderos de Colombia»; en Carás acantonaron los «Granaderos de los Andes»,
junto con la caballería colombiana, ya mencionada. -Finalmente, el batallón «Caracas»,
desembarcado en Santa: por Huaylas, Huaras y Chavín •.. Historia Militar del Perú, por
CARLOS DELLEPIANE, T. I, p. 201. ~ VICENTE LECUNA: Papeles de Bolívar y Obras C01n.-
pletas de Bolívar, ps. 48, 892, 911, 920, 947, 957. - Los ,.sufrimientos que soportaron las tropas
libertadoras al atravesar las cordilleras de Ancash y Huánuco, nos relata el propio General
Miller. "La inmensidad de trabajos y dificultades para hacer transitables los caminos o más
bien sendas por barrancos tan profundos y a lo largo de tales precipicios, pueden juzgar
únicamente por los que han atravesado la más majestuosa cordillera de los Andes ... Las
divisiones del ejército libertador atravesaron la cordillera generalmente, a la distancia de un
día de marcha una de otra ... Las sendas pendientes y resbaladizas que bajan rápidamente
de los peñascos, únicos puntos donde puede ponerse el pie en los parajes escabrosos de
los Andes, son tan estrechas, que hacen el paso sumamente trabajoso, y no permiten ir
sino a la desfilada. La única fila en que las tropas marchaban se extendía algunas veces infi-
nito, por los malos pasos formados por quebradas profundas o hundimientos en las sendas,
por rocas salientes ... Estos obstáculos eran para la caballería aún mucho mayores, tanto
más, cuando oada soldado, además de la mula que montaba, llevaba un caballo de mano
para montarlo únicamente a la vista del enemigo ... Muchas veces tuvo que desmontar en
los malos pasos, y en tales casos los sables y las lanzas servían para aumentar sus dificultades.
- Sucedió, frecuentemente, que yendo la caballería a retaguardia no pudo llegar al punto de
su destino hasta caída la noche ... entonces todo~ tenían que desmóntar y llevar del diestro
a los dos animales confiados a su cuidado para evitar que se extraviasen o cayesen en alguno
de aquellos horrorosos precipicios. Algunas veces los hombres que iban a la cabeza de un
batallón continuaban siguiendo las orillas y ondulaciones de un torrente, en lugar de volver
repentinamente a derecha o izquierda sobre alguna roca inclinada por donde pasaba el ca-
mino, mientras que otros, cambiando oportunamente, seguían la senda verdadera. La línea
se extendía tanto que era imposible muchos claros, 'Y por tanto era muy fácil que ocurriesen
tales equivocaciones, aunque de trecho en treoho, estaban colocadas cornetas para marcar la
dirección. Muchas veces se oían llamar desde un barranco profundísimo a los que pasaban
por el borde de la cúspide de la montaña ... si el camino que llevaban era el verdadero ...
les contestaban las cornetas. El sonido repetido de las cornetas a lo largo de la línea rota
en mil parajes; las voces de los oficiales a sus soldados distantes, los relinchos de los caballos
y rebuzno de las mulas, hombres y animales ansiando llegar al sitio de descanso, producía un
extraño y espantoso concierto que retumbaba en la oscuridad de la noche en los imponentes
desiertos de los Andes ... hombres y animales sufrían en tales casos infinito, pues el termó-
metro estaba generalmente bajo cero, y algunas les sorprendieron fuertes nevadas." Memorias
del General Guillermo Miller, T. II, Capt. XXIII, p. 132. - O'Connor,, refiriéndose a esta
marcha, dice secamente: "El paso de la Cordillera de Jesús nos fué muy penoso". (Recuerdos,
etc., cit., p. 109.)
516 HISTORIA DE HUÁNUCO
12 Este itinerario lo dió el General Gamarra, Jefe del Estado Mayor, en documento
cuyo tenor es como sigue: "Pachas, julio 9 de 1824. - Al Sor. Coronl. del Bat. n. 3. D.
Juan Pardo de Zela. - Sor. Coronl. - Habiendo dispuesto S. E. el Libertador qe. los Cuerpos
de Ynfantería del Perú se pongan. inmediatamente en marcha sobre la ciudad de Huánuco,
prevengo a V. S. verifique este movimiento. sin falta alguna el día (sic) doce corrte. por la
ruta que indica d Itinerario adjunto. - Acepte V. E. los sentimetos. de mi aprecio. - Agn.
Gamarra. - Itinerario de la Ruta que debe seguir el Batallón n. 3 hta. Huánuco. - De Obas
a Cha vinillo (Leguas) 5. - De Chavinillo a Chinchopalca 6 . .- de Chinchopalca a Huánuco
4. - Total: 15. - Pachas, julio 9 de 1824". - Gamarra. - Otra comunicación fechada en
Pachas, dice: "Al señor General en Jefe del Ejército Unido, Antonio José de Sucre. - Señor
General: - Acabo de recibir la apreciable comunicaci-ón de US., fecha 6 del corriente, y en
su contestación debo decirle, que en atención a hallarse todavía los cuerpos de este ejército
en sus respectivos cantones, el movimiento do ellos será para la ciudad de Huánuco, y se
empezará a verificar dentro de dos días. En su virtud, marcha hoy mismo un· oficial de con-
fianza, llevando oficio para el Gobernador de aquel punto, a fin de que prevenga las raciones
y cuarteles correspondientes para la tropa. - El parque que S. E. el Libertador mandó se
me entregase, aún no lo he recibido por no haber acabado de llegar alguna parte de él; y si
US. le parece, puede seguir su dirección al cargo del mismo Coronel Carreño, sacando yo
antes 80.000 cartuchos para que los cuerpos vayan completamente municionados y tenga ésa
menos carga que llevar. - Dígnese US. disponer que la comunicación adjunta pase al Liber-
tador, en la que doy parte del día en que me muevo y el J.1umbo que tomo, según US. me
lo previene, sin perjuicio de que por la vía de Huánuco remito otra comunicación igual. -
Sírvase US. admitir los respetos con que soy su atento servidor. Señor General. AgustÍn
Gamarra. - Cuartel General de Pachas, a 9 de julio de 1824". - (Gran Mariscal Agustín
Gamarra, Epistolario, ps. 13, 14.)
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 517
13 Huamalíes Católico, por PABLO DE TARSO. Liara, agosto, 1910. "El Eco Huama-
liano". Documentos existentes en el Archivo de la Parroquia de Liara.
14 Por Decreto del Congreso de 1 de julio de 1828, se ordenó se "restituyese a la co-
munidad del pueblo de Huácar, las tierras que por el apuro de la guerra tenían cedidas al
estado, y que sus arrendamientos se aplicasen al sostenimiento de una escuela y a la reedifi-
cación de su Iglesia". La dación de tal decreto la gestionó don Gregorio Cartagena, en cuyo
expediente figura como personero de los comuneros. Colección de Leyes, Decretos, etc., por
MARIANO SANTOS DE QuIRoz, T. III, p. 99.
518 HISTORIA DE HUÁNUCO
* >;. *
ha escrito sobre estas dos anécdotas. - "Desde el día de la llegada del General Bolívar a
Huánuco, todos los jefes teníamos que almorzar y comer a su mesa, muy bien servida po1·
efecto'', escribe el Coronel O' Connor. (Recuerdos, etc., cit., p. llO.)
17 En el Cementerio de Huánuco, Cuartel de Nu es tra Señora del Carmen, Fila 7,
Letra G., existe una lápida, cuya inscripción, a letra, dice: "Aquí yacen los restos de un
benemérito a la Patria y vencedor en Junín, Ayac ucho 'Y Zepita, honrado padre de familia
el que fué don Juan Antonio Valdizán, dej ó esta vida y pasó a la mansión de los justos a la
edad de 75 años el 12 de diciembre de 1867".
18 Gregario Cartagena, Cura de Huácar, fué Secretario del Congreso de 1828, y Dipu-
tado por Huánuco en 1839. Los familiares de Cartagena han fi g urado en las letras, en el
foro y la diplomacia, en Lima, donde se radicaron. - Don Manuel Antonio Valdizán, her-
mano de don Domingo y Juan Antonio, fué Diput<ldo a Congreso por Huánuco en 1823,
1828 y 1834.
CAPÍTULO IV
* ·~ *
Establecida la República del Perú como un Estado soberano, gober-
nado por un Presidente y Cámaras Legislativas elegidas por voto del
pueblo, subdividióse el territorio en Departamentos, Partidos y Pueblos,
mandados por los Presidentes, Gobernadores y Tenientes de Goberna-
dores, conforme al Reglamento Provisional de San Martín dictado en
Huaura. (Este decreto suprimió las Intendencias, Partidos y Doctrinas
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 523
materias; y hasta fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, otros, como
el de Comercio y el de Aguas. (Bajo el gobierno de Santa Cruz [ 1834-
1839] se promulgó cuerpos de leyes llamados "Códigos de la Confede-
ración", los que, a poco tiempo de estar en vigencia, fueron derogados,
luego de la derrota de dicho caudillo.)
En lo educacional, creóse colegios de enseñanza superior o secundaria
en algunas ciudades importantes; y, escuelas de primeras letras en las
capitales de provincias y en los pueblos. Aunque la instrucción fué de-
clarada libre y el Estado le debía su protección, sólo después de 18 50
pudieron funcionar las últimas, por la situación aflictiva del erario
nacional y las luchas intestinas en que estaban empeñados los militares
que ambicionaban el cargo presidencial.
Referente al régimen eclesiástico, reconocido por el Papado la nueva
nación, firmó ésta un qmcordato con el Papa, y se declaró la protección
a la religión católica como oficial. Persistió, pues, la Arquidiócesis de
Lima con sus obispados, los que, luego, fueron dividiéndose para mejor
marcha del gobierno espiritual de los fieles.
En Huánuco y jurisdicción, se deslizó este régimen republicano
sin hecho alguno que trascendiera profundamente en su vida social.
Como veremos en el curso de estas p ~ginas, y como sucedió en todo
el Perú, figuran como sus primeras autoridades las mismas que las
ejercían bajo el régimen español; los indios prosiguieron abonando
contribuciones y sometidos a una oprobiosa mita, etc. Sólo a mediados
del 800 pudo apreciarse, al menos, los beneficios de la República,
tanto en la clase media como en el pueblo conformado por los indí-
genas.
Empero, Huánuco como núcleo geográfico-social de la Nación,
contribuyó en las acciones que ella afrontara, como las guerras con
Colombia, Bolivia, Chile, etc., en las que se distinguieron algunos de
sus hijos, dando honor a la tierra que les viera nacer.
En los años republicanos, acaso lo que más repercutió en la ciudad
y sus provincias, fué la división política de sus territorios que, en
ocasiones, tomó el carácter de un vehemente localismo, provocando
hasta luchas armadas. o las contiendas de política partidista, como
la llamada Coalición del año 94, que ensangrentó su suelo.
* * *
Resumamos los cambios de demarcación política que sufrió Huá-
nuco, así como los aspectos: educativos, hacendario, eclesiástico, etc.
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 525
* * *
La traslación de la capital de Junín a Cerrq de Paseo, reduciendo
la antigua categoría de la histórica ciudad de Huánuco, así como el
no haberse tomado en cuenta la estratégica situación de dicha urbe
en la red fluvial, cuyos ríos comenzaron a navegarse, ganando el
Oriente en pro de la Nación; empujó a los huanuqueños a gestionar,
ante el Gobierno, la creación del Departamento de Huánuco.
En efecto, se presentaron al Congreso dos proyectos de ley creando
el Departamento Fluvial de Huánuco. Uno firmado por el Senador
por Junín General don Manuel B. Cisneros; y otro, por el mismo
Cisneros y Federico Ríos, José M. Arias, Santiago Figueredo, José
Miguel Medina, Manuel Basurto y Manuel R. Santamaría. La Comisión
8 Cabría, en este espacio, la nómina de los prefectGs que han gobernado en Huánuco,
hasta nuestros días. Pero nos resistimos a tal labor. Porque, si se juzga con imparcialidad y
la historia debe ser justa e insobornable, vale más no hacerlo. La mayoría de ellos -meros
funcionarios-, nada hizo por el bienestar material o espiritu.al de Huánuco. Escud.ados en
el poder pasajero que ostentaron, sus afanes se limitaron a servir a los políticos que los nom-
braron y a quienes debían serles fieles, y no a las leyes y al Estado; o procuraron llenar
sus ávidas arcas con los dineros del pueblo, para cuya obtención no faltaron pretextos. Si
el historiador o como quiera llamársele, ha de consignar nombres por el mero deseo de que se
le llame erudito, sin sopesar la calidad de los personajes de que trata, si se ha de nivelar a
justos y malvados, de nada servirían los valores morales y rumanos sobre cuyos p,ilares des-
cansan nuestra civilización y cultura. Ni el tiempo, pues, ni la historia pueden poner un
denominador común a todos los hombres, que si es verdad desempeñaron una misma función,
en cumplimiento de ella no realizaron las mismas obras, ni mostraron la misma conducta
cívica. Entre los pocos prefectos que merecen gratitud de Huánuco, están el Dr. D. Mariano
Eduardo de Rivero y Ustáriz (1846) y D. Antonio San Miguel ( 1849), que lo fueron de
Junín; El Coronel don Ruperto Delfín (1874); D. Ramón Benavides (1878); Dr. Alfredo
Laffose (1884); D. Leonidas lngunza (1884); Abelardo Elías (1899); E. Toledo Ocampo
(1892) y otro. Por otra parte, de 1823 , en que se creó el departamento de Huánuco -luego
Junín- hasta 1869, en que se creó el hoy de Huánuco, los prefectos pasaron de 20; siendo el
primero D. Francisco de Paula Otero ( 1823). Y desde 1869, hasta estos días, suman más de
80 funcionarios.
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 529
13
y Marañón 12, y por Ley de 29 de Noviembre de 1918 la de Pachitea •
Conforme a las leyes de su creación, la provincia de Ambo, con
Salcachupán que la separarán de la Provincia de Paseo; por el O. los actuales linderos que
separan los distritos de Cayna y Huácar, de las provincias de Dos de Mayo y Huánuco; por
el E. los actuales linderos que separan el pueblo de Chacos del de Huariaca, así com-0 los ac-
tuales límites que deslindan las montañas del Pozuzo con San Joaquín, Maray y la cadena de
Sasahuanca. - Art. 4g Créase en la referida Provincia de Ambo un Juzgado de Primera Ins-
tancia y una Escribanía del Crimen adscrita a él, con igual dotación y gastos que el de la
Provincia de Dos de Mayo. - Comuníquese al Poder Ejecutivo para que disponga lo necesario
a su cumplimiento. - Dada en la sala de sesiones del Congreso, en Lima, a los 18 días del
mes de octubre de 1912. ~ Rafael Villanueva, Presidente del Senado. - J. de D. Salazar O.,
Presidente de la Cámara de Diputados. - Pedro Rojas Loayza, Senador Secretario. - Julio
Abe! Raygada, Diputado Secretario. - Al Excm-0. Sr. Presidente de la República. - Por
tanto: mando se imprima, publique y circule y se le dé el debido cumplimiento. - Dado en
la casa de Gc¡bierno, en Lima, a los 21 días del mes de octubre de 1912. - Guillermo E.
Billinghurst. - Elías Malpartida."
12 "El Presidente de la República. - Por cuanto: El Congreso ha dado la ley siguiente:
- El Congreso de la República Peruana. - Ha dado la ley siguiente: ~ Art. 1 9 - Créase
en el Departamento de Huánuco, la Provincia de Marañ-On, compuesta de los Distritos de
Huacrachuco, Pinra, Huacaybamba y Cholón, cuya capital será la villa de Huacrachuco o
Marañón. - Art. 2 9 - Las capitales de los distritos de Huacrachuco y Huacaybamba, serán
las poblaciones del mism-0 nombre; la de Pinra será el pueblo de Caján y la de Cholón, el
pueblo de San Pedro de Chonta. - Art. 3 9 - Los linderos de esta Provincia serán: por el
O., el río Marañón, por el N., el río Anchi, la cadena de cerros de Malliz, que separa los
valles de Tocache y Chontayacu hasta la naciente del río Crisnejas y siguiendo este río hasta
su boca en el Chontayacu y de aquí una línea recta a la boca del río Frejol en el Huallaga;
por el oriente el citado río Huallaga y por el S., el río Magdalena, la cadena de cerros de
Huánuco y las quebradas de Garash y Quinuaragra. - Art. 4 9 - Los linderos de los Dis-
tritos de Huacrachuco, Pinra y Huacaybamba, serán los mismos que actualmente tienen,
quedando separados del de Cholón, por la cadena central de los Andes. - Art. 59 - Créase
en la provincia de Huallaga, del Departamento de San Martín, el Distrito de Uchiza, cuya
capital ser:í el puebl01 de su nombre y formado de todas las poblaciones situadas al N. de los
ríos Aspusana, Frejol y Crisnejas. - Art. 6 9 - La región de Tingo María, situada al S. de
los ríos Aspusana y Magdalena, queda anexada al Distrito de Chinohao, de la Provincia de
Huánuco; la regi·Ón situada al S. de la cadena de Tazo-Nuevo, que separa las montañas de
Arancay y Monzón, comprendidas en la orilla izquierda de este río hasta su afluente d
Huagamayo o Tazo-Nuevo, quedará anexada al Distrito de Monz.ón, de la Provincia de Hua-
malíes; y la región de las montañas de Tazo-Nuevo, situadas al S. de la cadena de Huánuco,
hasta doce kilómetros antes de la boca del mencionado río Tazo-Nuevo, corresponderá al
Distrito de Arancay, de esta última Provincia. - Art. 7v - Créase para esta nueva Provincia
un Juzgado de Primera Instancia y una Escribanía del Crimen, con el haber, respectiva-
mente, de Lp. 25.0.00 y Lp. 5.0.00 mensuales. ~Comuníquese al Poder Ejecutivo, para que
disponga lo necesario a su cumplimiento. - Dada en la sala de sesiones del Congreso, en
Lima, a los 12 días de octubre de 1912.- Rafael Villanueva, Presidente del Senado. - J. de
D. Salazar O., Presidente de la Cámara de Diputados. - Edmundo Montesinos, Secretario del
Senado. - Julio Abe! Raygada, Diputado Secretario. - Al Excmo. Sr. Presidente de la Re-
pública. - Por tanto: mando se imprima, publique, circule y se le dé el debido cumplimiento.
- Dado en la casa de Gobierno, en Lima, a los 21 días del mes de octubre de 1912. ~ Gui-
llermo E. Billingh urst. - E lías Mal partida".
13 "El Presidente de la República. - Por cuanto: El Congreso ha dado la ley siguiente.
- El Congreso de la República Peruana - Ha dado la ley siguiente: - Art. 1 Q -........
Créase en el Departamento de Huánuco, la Provincia de Pachitea, la cual estará formada
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 531
su capital Ambo, comprendía los distritos de: Ambo, Huácar, San
Rafael y Caina; la de Marañón, con su capital la villa de Huacra-
chuco, los distritos de: Huacrachuco, Pinra, Huacaybamba y Cholón;
y la de Pachitea, con su capital la villa de Panao, se componía de los
distritos de: Panao, Umari, Molino, Chaglla y Pozuzo.
En estos años, por Ley N 9 11.843, de 27 de mayo de 1952, se creó
la provincia de Tingo María, con capital la ciudad de Tingo María,
y compuesta de los distritos de: Rupa-Rupa, Mariano Dámaso Beraún,
Luyando (Fray Ignacio de), Daniel Alomía Robles y Hermilio Val-
dizán 14 •
por los Distritos de Panao, Umari, Moli110, Chaglla y Pozuzo. - Art. 29 - El Distrito
de P anao estará constituído por la Villa de su nombre, que será la capital de la Pro-
vincia; los pueblos de Yanuna, Huarapatay, Tomairica y Alpamarca; y de las aldeas, ca-
seríos y haciendas comprendidos dentro de la jurisdicción de estos pueblos. - El Distrito de
Umari estará formado: por el pueblo de su nombre, cuya capital será; por fo.s de Pinquiray
y Cochas, los caseríos de su jurisdicción y de los fundos San Marcos y Yanamayo. - El Distrito
de Molino lo compondrán: el pueblo del mismo nombre, que será la capital, los pueblos de
Callagán, Caján y Naupamarca; y las aldeas y caseríos comprendidos bajo su jurisdicci.ón. -
El Distrito de Ch aglla estará constituido por el pueblo de su nombre, que será la capital; los
pueblos de Huanday, Mufia y Huachi, los fundos Corma, Cormilla, Pampamarca, Pagratay y
Santo Domingo, y de las aldeas que quedan bajo su jurisdicción - El Distrito de Pozuzo
estará formado: por el pueblo de su nombre; los caseríos de Cueva Blanca, Yanahuanca,
Huancabamba, Tilingo y Prusia; el puerto fluvial del Mayro y los fundos y aldeas que están
bajo su jurisdicción en el actual Departamento de Huánuco. - Art. 3 9 '-Los límites de la
nueva Provincia serán: la línea actual de separación entre los Departamentos de Huánuco,
San MartÍn, Loreto y Junín; las altas cumbres que separan los territorios de Panao con
Ambo y Huánuco hasta encontrar el río San Marcos, y el curso del Huallaga hasta la inter-
sección de los linderos con S11n Martín. - Art. 4 9 ---... El número, los sueldos y dotaciones de
los funcionarios de la Provincia de Pachitea en lo poli tico y judicial, serán los mismos que
actualmente cuenta la Provincia de Ambo, a cuyo; efecto se consignarán las partidas respec-
tivas en el Presupuesto General de la República. - Comuníquese al Poder Ejecutivo, para que
disponga lo necesario a su cumplimiento. - Dada en la sala de sesiones del Congreso, en Lima,
a los 27 días del mes de noviembre de 1918 . ._ Aurclio Arnao, Segundo Vicepresidente del
Senado. - Juan Pardo, Diputado Presidente. - F. R. Lanatta, Senador Secretario. - Santiago
D. Parodi, Diputado Secretario. - Al Sr. Presidente de la República. - Por tanto: mando
se imprima, publique y circule y se le dé el debido cumplimiento . ._ Dado en la casa de
Gobierno, en Lima, a 29 días del mes de noviembre de 1918. - José Pardo. - Clemente J.
Revilla".
14 "El presidente de la República. - Por cuanto: El Congreso ha dado la ley si-
guiente: - El Congreso de la República Peruana - Ha dado la ley siguiente: Ar;t. 1 9 -
Créase en el Departamento de Huánuco, la Provincia de Ting.o María, que tendrá como
capital el pueblo del mismo nombre, el cual se eleva, por la presente ley, a la categoría de
ciudad. - Art. 2 9 - La Provincia de Tingo María estará constituida por el distrito de Rupa-
Rupa, su capital la ciudad de Tingo María, y por los siguientes poblados o caseríos, los que
asimismo, se elevan a la categoría de distritos: Mariano Dámaso Beraún, que tendrá como
capital el pueblo de Las Palma,s; Lu yando, en el kilómetro 141 de la carretera a Pucallpa,
cuya capital será el pueblo del mismo nombre; Daniel Alomía Robles, en los kilómetros
159 y 160 de la misma carretera, con capital el pueblo del mismo nombre; y Hermilio
Valdizán en el kilómetro 180 de la misma vía, que tendrá como capital el pueblo del mismo
532 HISTORIA DE HUÁNUCO
pas. Caseríos: Micarí n, San MartÍn, Que ropa ta, San Antonio. Distrito de Tucas Grrrmh.
Pueblas : Jacas Grande, Cascanga, Andas. Caseríos: Carhuapata, Huacash, Vista Alegre,
Nuevas Flores, Mesapa t a. Distrito de Tircá11. Pueblo: Jircán. Caseríos: Urpish, Huancash, Che-
c¡uias, Ch apácara. Distrito di' Mira/lores. Pueblos: Mirafl ons, Pampa de Flores, Matacancha,
San J erónimo de Chonta. C aseríos: Saucey, Munayhu anca, Lincay. Centros poblados: Ja-
manga, Pu croj, P agri n , Cochayoc, Quice, Huamanchacra. Distrito de Monzón. Pueblos:
;\fonzón, Chipaco, Mont egrande. Ca se ríos: Mon zón Alto, Caunarapa, Sancán, Paccl1ac, Chau-
piyacu, San C ristóbal, C achicoto. Centros poblados: Tingo Chico, Huancarumi, Capi, Mon-
zón Bajo, Paucaco, Cuyaco, Muchcapata, Cashapampa, Tazo Grande, Rondos. Distrito de
Pr11íos . Pueblos: Puños, San Juan de Qu erosh, Buenos Aires, Villabamba, Illahuasi. Caseríos:
Poque, Pum acahuac, Buena Esperanza . Centros poblados: Huam achacra, Coyllarbamba. Distrito
de P1111chao. Pueblo: Pun chao. C aseríos: Chuquibamba , Pallalli, Jocoto, Rangracancha. Dis-
trito de Sin ga. Pu eblos: Singa, Viseas, Bellas F'lores . Caseríos: San José de Paucar. Centros
prhlados: Pampan, San Ped ro del Marañón, Santa Catalina , Santa Rosa . Distrito de Ta11f'a-
111ayo. Pueblos: T antamayo, P ampa-Florida. Case ríos: Goyllarbamba, Esperanza y Carpa.
18 Los pueblos. caseríos y centros poblados de los actuales distritos de la PROVINCIA
DE AJ\IBO , son: Distrito del Cl'rcado de Ambo. Pu eblos: Chaucha, AyanCC'cih•a, Huaylla,
Salapampa. Caseríos: Cochaqui llo, Huaracalla, Aclacancha. Distrito de Huárar. Pueblos: Huá-
ca~. Cochachinche. Angasmarca, Cochatama . Caseríos: Añay, Raccha , Huamish , Acobam-
hilla. Centros poblados: Chicopata, Huishca, Mantacocha, Buenavista , Quepatupe. Distrito
de Sa11 Rafael. Pueblos: San Rafael, Chacos, Matihuca, Ron dos, Cochacall a, San J oaquín.
Caseríos: Santa Ana, Maray, Ch acatama, Conch as, Churacá n. Centros Poblados: Ocucall a,
Huancall. Distrito de Caína. Puebl os: Caina, Quío, Parcoy, Utcus.h . C ase ríos: Masquín, Ya-
nac<cha. Centro poblado: Rondoni. Distrito de Toma y q11ich11a. Pueblo : Tomavquichua. Ca-
<eríos: Las Pampas, Lu cmas. Centros poblados: Armatanga, Hucchacanclrn. Distrito de San
Francisco de M osca. Pueblo: Mosca. C a~erí os : Rodeo, Quircá n. Centros poblados: Pulpo!,
Uchucyacu. Distrito de Conchamarca. Pueblos: Conch amarca, Ñausa . Centros poblados:
Yaurín, Ja tuncequia. Distrito de Colftas . Pueblos: Colp as, Yapac, Yamor, Coquín. Caserío:
Chucchuc. Centros poblados: Jircancancha, Huishilgo.
rn Los pueblos, caseríos y centros poblados de los act uales di stritos de la PROVINCIA
DEL MARAÑÓN, son: Distrito dl'/ Cercado de H11acrach11do: Vill a de Huacrachuco, capi-
ta l de la provincia. Pueblos: Huacaybamba, Pinra, San Buenaventura , Caján, San Pc,d ro
de Ghonta, Huaracillo, R ondobamba, Yamos. C anchabamba , Acobamba. C ase rí os : Tingo,
Sipay, Villao, Piso, Piru shto, Hu<lripampa, Huayatuma, Huichao, Quichiragra, Quillab amba,
Jaujín , Chi chipón. Centros poblados: Huamuchay, Chinchil, Paracay, Asay, Pauca, Fraile
Rumi, Huanchay, Tranca, Potrero, San Vicen te, Santa R osa, Cr:isnejas, S.anta Rosa de
Chingas, La Merced, Goch aca ra y La Nueva Unión.
5 36 HISTORIA DE HUÁNUCO
::. * *
La implantación y el fomento de la enseñanza que beneficiase a
todos los sectores ciudadanos, fué el programa de los hombres que
organizaron la República. Por eso, apenas proclamad'.'.! la libertad
del Perú, el Gobierno por decreto de 23 de febrero de 1822, ratificado
luego por decreto de 21 de enero de 18 2 5, ordenó el establecimiento
de escuelas gratuitas de primeras letras en los conventos regulares;
las que debían ser regentadas por religiosos, bajo la supervigilancia de
los Prefectos. En ellas debían enseñarse conforme al «sistema lan-
casteriano o de enseñanza recíproca", que era el método en auge
del profesor Lancaster. Determinóse también, que funcionasen estas
escuelas mientras se instalasen las "escuelas centrales y los institutos".
En cumplimiento de esta orden, en la ciudad de Huánuco se abrió
una escuela "lancasteriana" de primeras letras en el local del Convento
de San Francisco, y regentada por los frailes de dicha congregac10n.
Pero, clausurados los conventos de religiosos por orden del Gobierno,
cerróse tal escuela de aprendizaje.
Censiderando que el extenso departamento de Junín, carecía de
un centro de enseñanza o escuela central, y existiendo bienes y rentas
suficientes de los conventos de frailes que se suprimieron en la ciudad
de Huánuco, en virtud de los Decretos Supremos de 28 de Setiembre
y 12 de Octubre de 1827; el Diputado por la provincia de Huánuco
Dr. D. Gregorio Cartagena, a la sazón Secretario de la Cámara de
Diputados, y el ex-Diputado don Manuel Antonio Valdizán, ambos
huanuqueños, se empeñaron en la creación de un Colegio, el que, al
modelo del de San Carlos de Lima, funcionaría en Huánuco, por enton-
ces capital del departamento de Junín.
Presentado el proyecto, el Congreso Constituyente lo sancionó
538 HISTORIA DE HUÁNUCO
120.000 psos. - El haber entregado a los Rectores sin intervención del F1sco, ha causado
un desfalco grande a los capitales de esos fundos. - El monto de las propiedades del Colegio
de Minería, cuyo valor apr oximadamente se conoce, es de un millón de soles que redubita
por el mal manejo de que se ha hecho uso, la suma de 4. 5 99 soles anuales". Memc1ria que
presenta el Prefecto que suscribe al señor Ministro de Gobierno, acerca de la estadística
del Departamento Fluvial de Huánuco, correspondiente al año de 1873. "El Peruano", Lima,
29 de Mayo de l 874.
24 Desde su instalación, con su primer Rector el Presbítero Dr. Cartagena, que antes
de ser diputado y rec t or fuera cura párroco de Huácar, el colegio ha tenido los siguientes
directores titulares, cuya mayoría fué designada sin concurso de méritos, lo que siempre
trajo el desprestigio de los maestros y la ineficacia de la enseñanza: Agustín Ratto,
(1831-1832, 1835-1836. 1837-1844); Manuel Villarán (1832-33); Juan Bautista Guzmán
(1833-1834, 1845-1847), Mariano Dámaso Beraún (1848-1850, 1861, 1877-1879); Mariano
Taboada (1851-1852, 1854); N. Lozano (1855); Eugenio Morán (1856-1861, 1863-
1867); Fernando Trujillo (1870-1876); Carlos A. Ramírez (1879); David J. Pinto (1892-
1893); Manuel L. Hohagen (1895-1899, 1888-1891); Víctor M. Maúrtua (1892-1893);
Juan C. Huapalla ( l 888, 87, 91); Carlos Vega Zanabria ( 1908); Juan E. Buttgenbach
(1909-19II, 1918); Telésforo Ortecho (1912-1914); Emilio Silva Santisteban (1914-1915),
Francisco Pérez Rosas (1919); Antonio Alvarado (1920-1922); Luis Gálvez (1922-1924);
Gerardo Calder·Ón (1924-1927); A. Rivera y de Piérola (1927-1929); Guillermo Wissenecker
(1930); Vitaliano A. Santos (1931); Emilio Lizárraga (1932); César V. Lira (1933). En
forma accidental sirvieron de directores, Cirilo Roja·s Lajara, Juan M. Figueroa, Ezequiel S.
Ayllón, César O. Cubillus, Juan M. Robles, Aurclio C. Cárdenas, Alfonso Tello Cubillus y
otros.
25 Acta de su instalación: "En nombre de la Santísima Trinidad, Tutelar del pre-
sen te establecimiento. En la ciudad de Huánuco, Capital del departamento de Junín, en
veinticinco días del corriente mes de mayo de 1829, a virtud del soberano decreto del Con-
greso Constituyente pronunciado en veinticinco de febrero de l 828, ordenando el estableci-
miento de un Colegio de Ciencias en esta ciudad, en el Convento supreso de San Fran-
cisco, asignándole la renta de los demás supresos en ella y a virtud de las disposiciones ema-
nad.as del Supremo Gobierno, de las que a su tenor han procedido del General Prefecto del
Departamento don Francisco de Paula Otero, para su propia plantificación, congregados
en su capilla interior, el Subprefecto de la Provincia don Pedro Antonio Echegoyen; el
Juez de Derecho, don José Gregorio de la Mata; el Administrador de Correos, don Manuel
Alcarraz; el General de Cívicos, don Eduardo Lucar; el Vicario de la Provincia, don Ma-
nuel Herrera; el Cura propio, don Pedro Echegaray; la Honorable Municipalidad y Alcaldes
de ella, don José Espinoza y don Toribio Villar, con las demás clases del clero, milicias y
vecindario de esta ciudad, con asistencia del Rector nombrado don Gregorio Cartagena; el
Vi:errector y Catedrático de Filosofía. den José Balado; el de la Len gua L at ina, don José
Manuel Abarca; el cuerpo del Colegio, con los doce jóvenes agraciados con las becas de su
instituto, declaró el dicho Subprefecto en fuer za de los documentos que se leyeron, quedar
establecido el citado Colegio, bajo la inspección y cargo de sus inmediatos Rectores, como
lo había dispu esto el Supremo Gobierno, y allanada la enseñanza pública de las ciencias a
Jos que desean estudiarla y q;ue en su consecuencia debía comenzar el curso de Filosofía, el
540 HISTORIA DE HUÁNUCO
35 Las escuelas para niñas funcionaban en: Aguamiro, Llata y Huácar. Las de varo-
nes, en la provincia de Huánuco en: El Valle, Cascay, Ohurumbamba, Malconga, Pachabamba ,
Quera, Llacón, Pomacucho, Chaulán. En la de Huamalíes: Llata, de varones y mujeres,
Arancay, Chavín, Singa, Miraf!ores, Puños. En Dos de Mayo: Aguamiro, de varones
y mujeres, Huallanca, Pachas, Jesús, Chupán, Chavinillo, Obas, Monzón, Huacrachuco
Dice el Prefecto Delfín: "La asistencia media de los alumnos en los pueblos es de 3 5 por
escuela, cuyo número disminuye en tiempo de cosechas, que por lo regular se efectúan en
los meses de Julio y Agosto. La renta asignada por el Presupuesto General de la República
a cada Preceptor es de 50 soles y de 2 5 a los interinos". Memoria que presenta el Prefecto,
etc. Memoria de la visita que ha practicado el Prefecto del Departamento de Huánuc()
etc., cit. "El Peruano", 5 de Agosto, 1874.
India tejed ora. D escendiente de los Chupachos, en un lugar próximo a las selvas del Huallaga. (Foto-estudio: Von Breymann. )
Paisaje de la s selvas huanuqueñas, atravesa do por la carretera. (Foto-est udio : Von Breymann .)
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 545
tituto Agropecuario. En la ciudad de Llata, el Colegio Nacional «Hua-
malíes", reabierto por Resolución Ministerial NQ 1958 de 23 de febrero
de 1957, a solicitud del Senador Dr. Víctor E. Vivar; y el Instituto
Industrial NQ 27 36 •
Actualmente, existen en el Departamento de Huánuco, 581 escuelas
fiscales de instrucción primaria, entre las que se cuentan 8 Jardines
de Infancia, 5 Pre-vocacionales y 6 nocturnas, con 987 maestros, 11
especiales, 12 técnicos, 12 empleados y 7 inspectores de Educación y
34.973 alumnos 37 •
36 Al Colegio Nacional "La Unión'', concurren 163 alumnos (Var. 93, Muj. 70).
Al Colegio "Huamalíes", asisten 44 (V ar. 15, Muj. 29).
37 Los maestros, según su sexo: hombres 404, mujeres 5 83. Alumnado, según su sexo:
hombres 23 .O 53. mujeres 11.920. - La distribución de las escuelas fiscales por provincias
'f grados, es como sigue: Huánuco: 93 escuelas (10 de 29 grado de varones, 4 de 29 Grd.
de mujeres, 8 escuelas de ler. Grd. Var., 11 de ler. Grd . . Muj., 5 5 Mixtas, 2 Jardines de
Infancia, 3 Nocturnas), con 179 maestros, 1 profesor especial, l empleado y 1 Inspector
de Educación.~ Dos de Mayo: 154 escuelas (24 de 2 9 Grd. de varones, 18 de 2 1' Grd.
de mujeres, 12 de ler. Grd. Var., 23 lcr. Grd. Muj., 70 Mixtas, 4 Jardines de Infancia,
3 Pre-vocacionales), con 261 maestros, 3 profesores especiales, 8 técnicos, 5 empleados y
un Inspector de Educación.-Huamalies: 102 escuelas (10 de 2 9 Grd. de Var., 10 de
2 9 Grd. de Muj., 56 Mixtas, 1 Pre-vocacional, 1 Jardín de Infancia), con 146 maestros,
2 profesores, 3 técnicos, '4 empleados y un Impector de Enseñanza.~ Ani-bo: 77 escuelas
(6 de 2 9 Grado Varones, 3 de 2 9 Grado Mujeres, 9 de ler. Grado Varones, 14
de Primer Grado Mujeres, 43 Mixtas, una Nccturna), con 13 2 maestros, 2 profesores
especiales, l empleado y un Inspector de Educación. - Pachitea: 69 escuelas (9 de
2 9 Grd. de Var., 6 de 29 Grd. Muj., 4 lcr. Grd. Var., 7 ler. Grd . Muj., 42 Mixtas,
l nocturna), con 100 maestros, 2 profesores especiales y un Inspector de Educación. -
Mara1íón: 58 escuelas (6 de 2 9 Grd. Var., 2 de 2 9 Grd. Muj., 7 ler. Grd. Var., 11
lcr. Grd. Muj., 30 Mixtas, 1 Jardín de Infancia, 1 Pre-vocacional), con 93 maestros,
l técnico, 1 profesor especial, 1 empicado y un Inspector de Educadón. - Leoncio Prado :
28 escuelas de 2Q Grd. Var., 2 de 2 9 grd. Muj., 2 de ler. Grd. Var., 2 de ler. Grd.
Muj., 17 Mixtas, l Nocturna, 1 Jardín de Infancia, con 56 maestros, 1 profesor especial
'f un Inspector de Educación. (Anuario Estadístico del Perú, 1954. Presupuesto General
de la República. Año 1957).
546 HISTORIA DE HUÁNUCO
38 Ver en este libro: Capt. VI: Gobierno y organización social bajo la República;
Los acontecimientos políticos de 1894, etc.
39 Uno de los comicios más repudiado por sus métodos de brutal coacción y
estudiado fraude, fué el que se realizó en 1950. Los candidatos de mayor popularidad que
constituyeron una Lista Independiente, fueron descalificados por documentos fraguados por
las autoridades políticas. Los miembros de la Junt:I. Electoral Departamental y los de las
mesas receptoras de votos, fueron designados, con instrucciones previas, para dar el triunfo
a las que componían la "Lista Oficial", confeccionada en Lima. Jamás se humilló e infamó
a la ciudadanía huanuqueña y a las leyes, corno entonces. La historia la ha calificado ya
corno el más bárbaro atentado contra los principios democráticos. Entonces fueron "elegidos":
Senador: Ernesto Ruiz Rolando; Diputados: Lincoln Pinzás Gallardo, Hurnberto Ponce
Ratto, Víctor Funegra Trujillo, Luis Repetto Rarnírez, Et.he! Rabaza Rarnírez y Ruperto
Cuculiza Vélez de Villa.
40 Método tradicional entre los indígenas de las provincias de Huánuco, Dos de
Mayo, Huarnalíes, Ambo y Marañón, es el empleo del aguardiente, la coca y la pachamanca,
para la obtención de los votos en favor de un candidato. El procedimiento, que constituye
un verdadero cuadro folklórico, es el siguiente: en la víspera de la fecha señalada para
las elecciones o en el propio día, los · capituleros o agentes de los candidatos, concentran a
los electores en un local, con el señuelo de un banquete (pachamanca), y les entregan votos
con la consigna de depositarlos en el ánfora y trner ante ellos los de los contrarios. Al
entregar estos votos, reciben una botella de licor ("shacta"), 5 ó l O soles, más un almuerzo
o Pachamanca. Por eso, en los días pre-electorales, cruzan por los caminos de los pueblos
grandes cantidades de alcohol, coca y tabaco: elementos que servirán para la adhesión
Y la obtención de votos en pro de un candidato. Este procedimiento folklórico, es común
en todas las serranías o pueblos de indígenas del Perú. ,,
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 549
estas pocas, en el presente siglo, merecen llamarse así: las de 1931, 1945
y 1956 H.
Por otra parte, la efervescencia política convulsiona a la masa po-
pular, llega a los más apartados pueblos, particularmente en las épocas
eleccionarias. Entonces, los candidatos o sus agentes, recurren a avivar
las rencillas lugareñas y el sentimiento localista; o se valen del aguar-
diente, la coca y las dádivas, para obtener el voto de la masa indígena
que apenas sabe firmar. Entonces también, para descalificar al conten-
dor, se esgrimen viles armas: la intriga, la calumnia, la difamación.
Es que una senaduría o diputación, constituyó y aún constituye para
muchos, una ansiada situación. A cuya sombra los audaces e incondi-
cionales, pueden hacer fortuna, realizando negociados o cometiendo pe·-
culados en las obras públicas, cuya necesidad es un pretexto para ello,
y cuyo sencillo procedimiento es duplicar o triplicar su costo por los
encargados de ejecutarlas, los mismos que abonarán el tanto por ciento
de "comisión". Quedando, al fin, en la impunidad todos estos delitos,
por la complicidad de los funcionarios subalternos, y porque no existe
sanción. (Moral propia de la "política criolla", de tejes y manejes, de
los regímenes caciquistas: de complacencias, encubrimientos y amis-
tades, como, acertadamente, subraya Bunge.)
Por eso, en el departamento de Huánuco, se han dado casos de in-
dividuos de escasa ilustración, sin figuración social y de pobre econo-
rní a; que, en unos años de ejercer una diputación, a ojos del pueblo,
hayan resultado con latifundios, dineros y hasta con stud de caballos de
carrera. (Y de aquí el elevado costo de las obras públicas -caminos
41 En 1931 fueron elegidos: Carlos Showing, Saturnino Vara Cadillo, Alfredo Ba-
luarte, Miguel Cu cu liza Vélez de Villa. En 194 5: Senador: Carlos Showing; Diputados:
Javier Pulgar Vidal, Augusto Durand, Miguel de la Mata, Lincoln Pinz;ás Gallardo, Hum-
berto Ponce Ratto, Gerardo Balbuena. - Una de las elecciones libres fué la realizada el 17
de Junio de 1956. Ello se produjo, pese a la maquinaria del fraude que se había montado,
por la enérgica voluntad de las mayorías nacionales contra el entroncamiento de la minoría
caudillesca que obtuvo el "triunfo" en 19 5 O. Fué, pues, conquista del pueblo, cuyos derechos
respaldó el Ejército Nacional. De las dos listas de Candidatos, que se presentaron a la con-
tienda, el resultado de la votación fué el siguiente: Lista que patrocinaba la Candidatura
Presidencial del Dr. Manuel Prado; Senadores: José Varallanos: 15.573 votos, Víctor E.
Vivar: 15.191; Diputados: J orge Chocano Salas: 15.524; Augusto Durand Dyer: 15.442;
Pedro Repetto Caballero: 15 .442, Manuel E. Marte] Díaz: 15 .341; Pedro Cuculiza Vélez
de Villa: 15.184; H. Reinoso Laguna: 15 .076, Eduardo Dyer Pérez Rodulfo: 14.812.-
Lista que patrocinaba la Candidatura Presidencial del Dr. Hernando de Lavalle: Senadores:
Fortunato Carranz.a Sánchez: 6.596; Ernesto Ruiz Rolando: 5.108; Diputados: Lincoln
Pinzás Gallardo: 6.178; Humberto Ponce Ratto: 6.158; Esteban Pavletich Trujillo: 6.149"
Félix Vásquez Atencia: 3.957; Andrés Echevarría Maúrtua: 5.802; Victor Funegra Trujillo:
5.65 6; Rupeno Cuculiza Vélez de Villa: 5 .604. (Jurado Nacional de Elecciones, Cómputo
del Proceso de H uá nuco) .
550 HISTORIA DE HUÁNUCO
h independencia y rectitud del magistrado; sino la posesión del hombre que lo desem-
peña, y que cuando éstos obran con su conciencia, no ha sido en justicia sino por odio,
por favor, o por preparación. Causas ha habido en que han sido recusados por uno de los
litigantes trece jueces; porque no obraban seg,ún los intereses del pretendiente. - Hubo
ocasión que el poder judicial comisionó un juez para que entendiera en una causa criminal
por estar impedidos los que podían entender en ella, el juez ha empezado a actuar, y en
una noche se ha querido forzar su habitación, se han hecho algunos tiros de revólver sobre
sus puertas, y el juez Dr. Reyna, ha tenido que dejar la población al siguiente día por
no exponer su existencia. Es verdad que entonces Huánuco no era sino una provincia, cu ya
autoridad no disponía de fuerza alguna". (Memoria de la visita que ha practicado el Pre-
fecto del Departamento de Huánuco. Provincia del Cercado. "El Peruano", Lima, 5 de
Agosto, 1874). -Por su parte, otro Prefecto, 30 años después escribía: "El Juez de Paz
que apenas sabe poner su nombre, no tiene conciencia clara del cargo que desempeña. La
justicia la distribuye en deliberaciones inspiradas por la chacta (aguardiente de caña) y
la mascada de coca de sus consejeros. - En todas partes del Perú, existe esa plaga de
langostas, llamada papelistas o tinterillos, a cuyo modo de proceder no le van en zaga tam-
poco algunos abogados que se nivelan con ellos, deshonrando la nueva profesión a que per-
tenecen, pero puedo decir sin equívoco que en ninguna parte se ha propalado más que en
este lugar. Individuos sin instrucción ninguna, brazos arrebatados a la agricultura, a las
artes y oficios se han dedicado a este género de industria, haciendo un consumo de papel
sellado, que la justicia de mayor y menor cuantí~ gira en un círculo de hombrj!s de leyes
y testigos actuarios que amenazan un cataclismo judicial". - Memoria elevada por el
Prefecto del Departamento de Huánuco. Abelardo Elías, al señor Ministro de Gobierno.
Mayo 25 de 1899. - (?\1anu s. Bib. Nacional.)
554 HISTORIA DE HUÁNUCO
44 El texto de la ley, cuyo proyecto fué presentado por J. L. Calmell del Solar y
Otto Wieland, con L1 adhesión de Baluarte, Peña Prado, Cuculiza y Showing, dice: ..El
Congreso Constituyente de 19 31. - Ha dado la Ley siguiente: Arlt. 19 - Las provincias
del Departamento de Huánuco 'Y la de Paseo del Departamento de Junín, formarán el
Distrito Judicial de Huánuco. En la capital del departamento mencionado, funcionará
una nueva Corte Superior de Justicia con el personal que esta.blece la Ley Olrgánica. -
Art. 2h-Las provincias restantes del Departamento de Junín: Tarma, Jauja, Yauli y
Huancayo, y las de Tayacaja y Huancavelica del departamento de este nombre, formarán
el Distrito Judicial de Junín; residiendo la Corte respectiva en la ciudad de Huancayo. -
Dada, etc. - Lima, 9 de Diciembre de 1935".
45 El personal de hoy del Distrito Judicial de Huánuco, es el siguiente: Corte Supe-
rior: Vocales 7, Fiscales 2, Relatores 2, Secretarios 2, Defensor de Oficio 1, Auxiliares de
Corte 8, de b Fiscalía 2, Ayudantes 59 10, Escribano l. Provincia de Huánuco: Juez
de Primera Instancia (Civil) 2, de Instrucción 2, Agente Fiscal 2, Juez de Paz Letrado 1,
Médico Legista 1 . - Jueces de Primera Instancia: Ambo 1, Dos de Mayo 2, Huamalíes 1,
Pachitea 1, Marañón 1, Leoncio Prado 1, Cerro de Paseo 1, Oxapampa 1, Daniel Carrión t.
Agentes Fiscales: Dos de Mayo 1, Huamalíes 1, Pachitea 1, Leoncio Prado 1, Ambo 1,
Cerro de Paseo 1, Daniel Carrión l. Escribanos adscritos a Juzg\ldos de Instrucción: Ambo
y Huánuco 2, Cerro de Paseo, Pachitea, Huamalíes, Marañón, Dos de Mayo, Daniel Ca-
rrión, Oxapampa, Leoncio Prado: 1. -En cada capital de Distrito existe un Juez de
Paz con dos suplentes. Los Juzgados de Pa:zi en el Departamento de Huánuco llegan a 60.
CAPÍTULO V
::- * *
1 En los años del segundo gobierno de C2stilla, fué Diputado por Huánuco el Co-
ronel Mariano Ignacio Prado, quien 2poyó, entre otras, 12 obra emprendida por el sabio
Rivero y Ustáriz, y la explor:ición de la selva huanuqueña.
558 HIST ORIA DE HUÁNUCO
y de cobrar los perjuicios que a los realistas les había causado la guerra
de la independencia, la Corte española decidió enviar una escuadra de
guerra al Pacífico, bajo el pretexto de "expedición científica", y a
órdenes del Contralmirante Pinzón. Esta escuadra, que llegó al Callao
a fines de julio de 1863, fue recibida con halagos por los pueblos de
Lima y Callao, abandonando las costas peruanas rumbo a México.
Una riña entre los operarios de la hacienda Talambo y algunos in-
migrantes españoles que trabajaban allí, y que dejó el saldo de un
muerto y cuatro heridos, de aquellos últimos, promovió una reclamación
diplomática de España, enviando Isabel II al diplomático don Eusebio
de Salazar Mazarredo con el título de "Comisario regio", autoridad
esta no conocida en la diplomacia, humillante para un país indepen-
diente, ya que tal trato sólo se usaba para las colonias. Al negarse el
gobierno del Perú a recibir a dicho comisionado, la escuadra española
al mando de Pinzón se apoderó de las islas guaneras de Chincha, el 14
de abril de 1864, proclamando a la vez, que no había terminado la
guerra de Emancipación, que entre el Perú y su antigua metrópoli
sólo existía tregua de hecho, y que la escuadra española podía reivin-
dicar el dominio de las mencionadas islas. Esta declaración, que causó
una profunda inquietud en Sudamérica, obligó a Chile, Perú, Bolivia y
Ecuador a concertar medidas de defensa común, convocando para dicho
objeto un Congreso de Plenipotenciarios, que se reunió en Lima.
Pezet, que se preparaba para repeler la agresión por la fuerza, pues
encargó armas a Europa, terminó negociando un humillante tratado de
paz -el de Vivanco-Pareja- (27 de enero de 1864), por el que el
Perú se obligaba a recibir a un Comisionado Regio, a reconocer a la
Corona española la deuda proveniente de la guerra de la Independencia
y a pagar tres millones de pesos por los gastos de.la escuadra en la ocu-
pación de las islas de Chincha.
Al saberse en el Perú del texto de este tratado, la indignación llenó
sus lindes y la ciudadanía realizó, en las principales ciudades, manifes-
taciones patrióticas.
En Arequipa se encontraba de Prefecto el Coronel Mariano Ignacio
Prado, natural de la ciudad de Huánuco, y tenido por valiente y pres-
tigioso militar 2 • Prado encabezó la revolución que estalló en aquella
2 Mari:mo Ignacio Prado nació en Huánuco, el 18 de diciembre de 1826, dentro
del matrimonio de don Ignacio Prado Sorogastúa y doña Francisca Ochoa Tafur. Estudió
en el Colegio de la Virtud Peruana (hoy Leoncio Prado) y fué Profesor de dicho plantel.
Dedicóse, luego, · a la agricultura y a la milicia, siendo, ~ Huánuco, Capitán de Cívicos.
En 18 H fué apresado en Lima, por razones políticas y desterrado a Chile; fugando en el
viaje y poniéndose al lado de Castilla, a la sazón subiendo contra Echenique, a cuyo
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 559
* :{- *
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 5 61
'{· * *
Bajo el gobierno de don Manuel Pardo, Huánuco fué teatro de un
sangriento hecho, que concitó el repudio de la ciudadanía nacional, y
cuya directa responsabilidad cayó sobre su Ministro de Gobierno don
Francisco Rosas.
En diciembre de 1872 habían sido apresados en Arequipa, el Coronel
don Mariano Herencia Zevallos, Primer Vice-Presidente del Perú, y don
Domingo Gamio, acusados de conspiración. Conducidos a las casamatas
del Callao, se les llevó a Chimbote, pese a las protestas y el temor de
sus familiares, de donde se les internó a la selva amazónica para «una
misión de carácter militar"; confiando su custodia al enemigo personal
del primero: el Mayor Cornejo.
El 2 de febrero de 1873, los presos, que eran conducidos en forma
cruel e inhumana, fueron victimados por la tropa que los custodiaba en
la Hacienda ..Mercedes", de las montañas de Chinchao; según se afirmó,
por haber tratado de fugar. Gamio había recibido trece balazos y He-
rencia nueve, por la espalda. Sus cadáveres fueron sepultados en el
cementerio de Huánuco ª·
3 En el Cementerio de Huánuco se leen los siguientes epitafios: "Domingo Gamio -
Nació 4 de Agosto de 1827-Fué victimado en Chinchao 2 de Febrero de 1873".-
"Coronel Mariano Herencia Zevallos~ Murió el 2 de Febrero de 1873". (Gamio era natural
5 62 HISTORIA DE HUÁNUCO
ofrecieron contribuir con sus rentas, haberes y trabajo todos los meses
que durase la guerra; suscribiéndose los adinerados con cien y doscientos
pesos mensuales, los empleados públicos con la mitad de sus haberes y
los artesanos con su trabajo en la confección de vestuario, etc. Nom-
brándose para el fin de recaudar y administrar los fondos, dos Juntas:
de Hombres y Mujeres.
El Prefecto Ben avides, el O hispo de la Diócesis Monseñor del
Valle, el Diputado Caballero, Ampudia, Cabello, Bustamante, Morla,
fueron los animadores del ardor patriótico en pro de la defensa
nacional.
El 2 de mayo de 1879, se establecieron dichas Juntas. La de Hom-
bres la constituían: el Canónigo Dr. Fernando F. Trujillo, Dr. Ma-
riano D. Beraún, el cura Dr. José G. Chávez, Eduardo Dyer, Pedro
Villamil, Ruperto Arrieta, Dámaso Figueroa (Tesorero). La de Mu-
jeres quedó formada así: Dña. Buenaventura Echegoyen, Emilia Figue-
roa de Dyer, Juana Patiño, Juana Gutiérrez de Ordóñez y Francisca
Vives. Estas Juntas recogieron las donaciones, en el tiempo que duró
la contienda, y las enviaron, mediante la autoridad política, a la «Junta
Central Administrativa de Donativos para la Guerra con Chile", con
sede en Lima.
Siguiendo el ejemplo de Huánuco, en las capitales de las provincias
se constituyeron también Juntas encargadas de recaudar fondos. E
instituciones y ciudadanos dieron dineros, alhajas y, particularmente,
ganados: en Dos de Mayo y Huamalíes, tanto para el sostenimiento
de las tropas y guerrillas nacionales que pasaban por sus territorios,
como para el mantenimiento de los batallones que se organizaban en
la capital del Departamento 4 •
Los hombres aptos para las armas, se incorporaron a las filas del
Ejército Nacional. También, a fines de 1879, se organizó, con hij~s
de la ciudad y Departamento, el batallón <<Cazadores del Huallaga",
fuerte de 3 5O plazas, teniendo por jefes al Sargento Mayor don Felipe
Ferná~dez, don Tomás Ingunza y Fausto Figueroa Lúcar. Este bata-
llón salió en campaña, hacia Lima, el 3 de enero de 18 80, de donde
pasó a lo~ campos del Sur; y, con el nombre de «Batallón Huánuco
4 Así la Iglesia de Llata, de sus "Buenas Memorias" contribuyó con 1.340 cabezas
de ganado lanar y 63 de ganado vacuno, para el sostenimiento del Ejército del Centro Y
del "Batallón América", que se formó en· Huánuco, en i'SSO y 81. ·ESte valioso apo-rte de la
capital de Huatnalíes y de Puños, consta de documentos fehacientes que, en copia certi·
ficada; poseemos.
564 HISTORIA DE HUÁNUCO
N' 17", tomó parte en San Juan y Miraflores, al mando del Coronel
don Pedro Mas.
En 1880 se formó el batallón "América", en que se alistaron varios
alumnos del Colegio de Minería. Los componentes del ..América"
1ucharon en Miraflores.
La Historia ha recogido los nombres de algunos huanuqueños que,
perteneciendo a los batallones citados, ofrendaron sus vidas en defensa
de la Patria: Juan Francisco Tafur (Alto de la Alianza), Juan B.
Tafur (San Francisco); Federico Figueroa (Arica); Didimo Giles,
Eleuterio Morales, Gamaniel Cisneros, V alerio Tineo, Luis Baldeón,
Francisco Cárdenas, Adriano Sara, Filomeno Coz, Esteban Coz, José
León, E. Veites, N. Acosta, N. López, Visitación Dámaso, Valerio Sán-
chez, Ángel Castañeda, Marcelo Beteta, I. Meneses (San Juan);
Manuel Azáldegui, Rosendo Lecler, N. Silva, Manuel Llanos, Fede-
rico Figueroa, Wenceslao Zavala, Francisco Amens, Manuel Maldo-
nado, Isidro Carbajal, Marcelino Tolentino, Isabel Alejandro (Mira-
flores) 5 •
En el curso de la guerra, varios cuerpos de tropas chilenas atrave-
saron Huánuco y sus provincias, que sufrieron la ocupación militar y
fueron escenarios de la resistencia, particularmente por parte de los
indígenas.
El 1 5 de abril de 18 81, partió de Lima al Cerro de Paseo una expe-
dición de 700 hombres de las tres armas, al mando del Teniente Coronel
Ambrosio Letelier. Este jefe destacó al Comandante Basilio Romero
Roa al mando de una división, la que llegó a Huánuco en persecución
del Coronel peruano, pierolista, Anduvire, quien con 200 hombres pasó
por aquella ciudad y se dirigió a Huarás, por la ruta de Huallanca.
La tropa de Romero Roa ocupó Huánuco el 19 de mayo, permaneciendo
acantonado largo tiempo, y cometiendo todo género de excesos. Pues,
impuso a sus habitantes un cupo de guerra de 73.174 pesos, que se
hizo efectivo en dinero y alhajas. (De esta suma Romero Roa guardó
para sí 24.100 pesos.) A los propietarios que se resistieron al abono,
les incendiaron sus fincas y talaron sus campos; así lo ocurrido con
doña Edelmira Maldonado V da. de San Miguel, cuya casa la saquearon,
y con don Francisco Rolando, de Ambo, que perdió más de 3 0.000
pesos. Romero Roa fué reemplazado por su segundo, el Comandante
Hilarión Bouquet, al que asesoraba el cirujano doctor José Donoso;
6 Los actos vandálicos rle Letelier y subalternos, fueron denunciados y juzgados por
un Tribunal Militar nombrado en Lima por el General Lynch. La sen~encia dictada por
dicho Tribunal declaró a Letelier culpable de exacciones y otros delitos y de haberse apro-
piado de 3 3 6.049 pesos procedentes de cupos, y a Romero Roa de haber recibido para sí
24.100 ps. de igual origen; los condenó al primero a 6 años de presidio y degradación militar,
y al segundo las mismas penas que a su co-reo. ·
(Gw:rra del Pacifico. Recopilacción completa de todos los documentos oficiales, corres-
pondencia y demás publicaciones referentes a la guerra que ha dado a la luz la prensa
de Chile, Perú y Bolivia. Conteniendo documentos inéditos de importancia, por PASCUAL AHU-
MADA MoRENO. T. VI, ps. 392 y sigs.) - Los chilenos se habían llevado también los cande-
leros de la Catedral de Huánuco, creyéndolos de plata; los que los devolvieron años después
con la Custodia, pero ya sin piedras . .___Doce soldados chilenos que se desertaron de la
división del Cerro de Paseo a -Ordenes de Letelier, pasaron a las montañas de Chiguangala,
donde asesinaron a don José León Espinoza. Allí siguieron cometiendo fechorías, hasta que
desaparecieron victimados. (Monografía Eclesiástica de la Diócesis áe Huánuco y Junín, por
Monseñor BERROA, cit., ps. 173, 174, 175.)
566 HISTORIA DE HUÁNUCO
de la expedición que comandó: "Jueves 6. Salimos a las 4 .3 O a.m. pasando por Salapamp a
y llegamos a Ambo a las 6 p.m. En este mismo camino, aho·ra dos años más o menos, estu-
vieron muy apurados 27 hombres de caballería que mandó el Comandante Letelier por
haberlos atacado una gran cantidad ele montoneras que de las alturas les hacían fuego y
lanzaban las famosas galgas". Guerra del Pací fico. Recopilación, etc., cit., T. VI, p. 80;
y T. VIII, p. 196.)
EMANCIPACIÓN Y REPÚB LICA 5 67
ayudante de esta comandancia don Isidoro Herrera, con cincuenta hombres del batallón
Buin, sorprendió a los indios en su alojamiento hac'iéndoles sesenta bajas y algunos prisio-
neros que fueron fusilados, con lo que se logró disipar a nuestros agresores en todas direc-
ciones" . .. "A las tres y media del día diez, el capitán ayudante don Isidoro Herirera, tomó
las alturas con 50 hombres ... Permanecí en Aguamiro hasta el dia 11 en la mañana, que
me dirigí a Baños", (Parte oficial detallado del coronel Arriagada de todas las operaciones
practicadas por las fuerzas, etc., cit. Guerra del Pací fü:o, etc., cit. T. VIII, pgs. 184, 191
y 196.) ~Justicia India, por NIVARDo .ALBORNOZ RAMOS. "Meridiano", Huancayo, Perú,
año 1943, N 9 2, p. 29. "El paso secreto ihabía sido revelado. Don Julián guía a los hijos
de Arauco. El subalterno die Shunqui, en obediencia, lo secunda. Y es don Manuel, Gober-
nador en gracia a su servil sometimiento. Andando los tiempos aquel don Julián y aquel otro
gobernador, debían ser siempre alcaldes, gobernadores, escribanos, fariseos. Mas no el shun-
quino, que debía vivir o morir lapidado. Justicia india. Allá los mishtis que olvidan la
traición y perdonan al traidor, decía el varayoc".
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 569
fecto Miranda al de Junín Coronel Andrés Trujillo, Ambo, 2 5, agosto, 18 83; Of. del Pre-
fecto de Junín Andrés Trujillo al Delegado del Supremo Gobierno de Lima, Tarma, 17,
setiembre, 1883; Of. del Prefecto Miranda al D. del S. E. el Presidente Regenerador, Jauja, 7,
Agosto, 18 8 3. (Guerra del Pacífico, cit. T. cit., ps. 291.) - Las ambiciones de mando
y el desacuerdo que surgió en el Perú, después de las primeras derrotas que sufrimos; reper-
cutió también, hondamente, en Huánuco. Piérola desde Jauja, trataba de sostener su gobierno
dictatorial; García Calderón, en Magdalena; el Coronel Iglesias, en el Norte; Montero, en el
Sur, y finalmente, Cáceres, en el Centro; se proclamaron PDesidentes Provisorios o Jefes Supre-
mos de la República. Y procedieron al nombramiento de autoridades adictas a su bando, en
las zonas que ocupaban o pretendían tener bajo su control político y militar. De aquí,
también, que los huanuqueños tomasen dichos partidos; aunque la mayoría apoyó a Cáceres,
particularmente los indígenas y mestizos, ya que dicho militar personificaba la resistencia
armada a las tropas invasoras. Así, en 1882, fué Prefecto de Huánuco por Piérola don
Augusto Polo; por Cáceres don Pedro Pablo Arias, el Coronel José M. Pereyra -al que persi-
guieron los chilenos, fusilando a su Ayudante Martín Ortiz, en Higueras-, el Coronel
Guillermo Cerna, el Coronel Francisco Loarte; y por Iglesias lo fueron don Manuel Brañes,
Manuel Miranda, 1883, don Alfredo Laffose y don Gregorio A. Durand, 1884. Bajo la auto-
ridad de Brañes, desempeñaba la Subprefectura don J esé Brancacho, siendo Alcalde don
José Carmona.
572 HISTORIA DE HUÁNUCO
pero tuvo que retroceder en el temor de ser copado por otro ejército
enemigo de 1.800 hombres al mando del Coronel León García. Co-
menzó, entonces, su famosa retirada al norte, con el plan de continuar
sus operaciones en Ruarás y Cajamarca; ya que la región del centro
estaba agotada en recursos y hombres. Así fué que, dejando atrás
las divisiones de Del Canto y León García, que lo perseguían por
Huánuco, se dirigió a la zona del Callejón de Huaylas, pasando por
rutas de la cordillera; región de la que también se evadió por Yan-
ganuco, burlando a sus perseguidores. Otra división fué enviada a
Trujillo, al mando de Gorostiaga, para cortar el camino de Cáceres
en su avance a Cajamarca. Este ejército de 2.000 hombres, fué el
que dió batalla a Cáceres el 1 O de julio de 18 8 3.
Esta acción de armas, que se realizó casi a las puertas de la ciudad
de Huamachuco, es considerada como el último esfuerzo del valor
nacional en la Guerra del 79. En dicha batalla se inmoló heroicamente,
entre otros jefes peruanos, un hijo de la ciudad de Huánuco: el Coronel
Leoncio Prado Gutiérrez 12 •
12 Leoncio Prado Gutiérrez nació en la ciudad de Huánuco, el 26 de agosto de 1853.
Fueron sus padres don Mariano I. Prado y doña María Avelina Gutiérrez *. En 1860 es
traído a Lima por su padre, quien lo matricula en el Colegio de Guadalupe y luego en la
Escuela Militar-Naval. Acompaña a su padre Prefecto o Jefe de tropas, en Lambayeque,
Piur.;i y Tacna. En 186-4 es Guardia Marina y en 7 de febrero de 1866 lucha en Abtao,
obteniendo el grado de Alférez, grado con el que asiste al combate del Callao: 2 de ~yo
de dicho año. A los 14 años acompaña a la expedición del Comodoro Juan Tuker que explora
la amazonía, y un año después decide ingresar al Colegio Militar. Su padre lo envía a Estados
Unidos, donde se perfecciona en la Academia Militar 'Y Naval de Richmond, Virginia, 1869.
Ganado por la proclama de los cubanos que luchan por su libertad, después de consultar a
su padre, se enrola en las filas de los patr~otas antillanos. En 1873°, bajo las órdenes de los
cubanos Agramonte, Aguilera, Rosado y Queralta, participa en arriesgadas acciones en la ma-
nigua cubana y en los mares de las Antillas, en compañía de sus hermanos Justo y Grocio y
otros peruanos, regresando a Nueva York,. y obteniendo el grado de Capitán de Marina de
la Armada Revolucionaria de Cuba. El 7 de noviernbr,e de 1876 con diez patriotas --entre
ellos los peruanos Vélez y Morey- se embarca desde Puerto Plata, tomando nombre figurado,
en el vapor de bandera española "Moctezuma". A las seis de la tarde de ese día, de acuerdo
al plan que elaborara,dan el golpe y capturan el barco, derrochando valor. Leoncio Prado,
reponiéndose de la herida que había recibido en la frente, iza la bandera de Cuba y bautiza
la nave con el nombre del pr-Ocer "Céspedes". La autoridad española pone precio a la cabeza
* Su partida bautismal, dice: "En esta Iglesia Parroquial de San Sebastián de Huánuco a
los treinta y un días de agosto de mil ochocientos cincuenta y tres, yo el infrascrito Teniente
de Cura exhorcisé, bauticé, puse óleo y crisma a Leoncio, de cinco días, hijo natural de don
Mariano Prado y de doña María Avelina Gutiérrez; fué su padrino don Gregorio Durán, y
t·estigos don Sim-On Caldas y don Pedro Ferrer. De que certifico. - Josef López Tineo. -
Rúbrica." - Bib. Leoncio Prado. El Héroe. El Mártir, por el Coronel ABEL BEDOYA DE SEr-
JAS, 1933. Lima. - La Odisea de Leoncio Prado en Honduras, por ERNESTO ALVARADO
GARCÍA. Tegucigalpa, 1944. - Leoncio Prado (Biografía novelada), por ESTEBAN PAVLE-
TICH TRUJILLO. Lima, 1933. - "El Comercio'', Lima, 26 de agosto, 1953. - "La Crónica",
Lima, 26 de agosto, 19 53.
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 573
de Prado y fuerte recompensa para someter el barco; siendo perseguido por los buques de
guerra "Jorge Juan", "Bazán" y "Fernando d Católico", a los que burla durante dos meses
y llega a Gracias a Dios. El 3 de enero de 1877, en la bahía de Bragman, es acosado po·r el
"Jorge Juan". Prado ordena la quema de la nave antes de entregarla al enemigo; 'Y con sus
camaradas de aventuras se interna en las selvas de Honduras y El Salvador; donde se restablece
de las fiebres, y hambres que pasa, can ayuda de los presidentes de dichos países. El 5 de
abril de 1877 se embuca en Panamá para el Perú, donde un mes después, se le tributa
homenaje por sus hazañas. Par¡¡ cooperar a la independencia de Filipinas, prepara, una expe-
dición en una nave que naufraga, salvándose y continuando de incógnito, a China, India,
Suez, Bélgica, Francia, Inglaterra; realizando los más duros trabajos. En diciembre de dicho
año de 1877, arriba a Nueva York y ve estrenar en el Teatro Francés, la epopeya escrita por
el panameño Joaquín María Pérez: "El Moctezuma'', que lo consagr,a como valiente. En
1878 regresa a Lima y en junio del mismo año vuelve a Estados Unidos, para proseguir su
lucha por la Independencia de Cuba. Cuando en abril de 1879 se encontraba en Amapala
(Honduras), realizando contactos con los revolucionarios cubanos, recibe de su padre la
noticia de la declaratoria de Guerra con Chile. Viaja a Nueva York, para encargarse de la
compra de diversos armamentos y preparar diseños de torpedos y minas que el Ing. Arancibia
había presentado al Gobierno peruano. A mediados de 1879 está en el Perú, después de haber
sido despedido entusiastamente por sus amigos cubanos de Nueva York. Incorpor1ado en el
Ejército Nacional se bate en Arica, 1880; organiza el "Escuadrón de Guerrilleros de Van-
guardia", con el que, el 2 6 de mayo de tal año, lucha en el Campo de la Alianza. En una
emboscada cae prisionero en Torata, de donde es conducido a Chile. Luego viene su cam-
paña en Huánuco y su sacrificio en Huamachuco, en 10 de julio de 1883. - En doña Laura
Pacheco, natural de Paccho, Chancay, dejó un hijo póstumo: Leoncio Prado, que hoy vive
y reside en Huamachuco. - Su¡¡ restos reposan en la Cr~pta de los Hé-roes del 79, de Lima. -
En la ciudad de Huánuco tiene un monumento que se levanta en la Plazuela de Santo Do-
mingo, que ¡e inau¡uró el 15 de julio de 1923.
574 HISTORIA DE H UÁNUCO
13 Copiemos, por creerla ·más completa, la vers10n del historiador chileno Molinare.
"Una de las figuras militares enemigas más atrayentes de la Guerra del Pacífico, quizá la
que descolló más por su amor al Perú, por el denuedo con que defendi.ó siempre sus colores
y por su valor indomable, fué sin duda la del Coronel don Leoncio Prado.
"La muerte de este hombre extraordinario, tiene tonalidades tan grandio~as, fué tan ad-
mirablemente estoico para morir, que como un homenaje a la memoria de tan valiente jefe
peruano, publicamos este emocionante episodio de su vida, que sin duda es la página más
hermo5a de la historia del Perú en la última campaña, tomándola de nuestra Historia de la
Batalla de Hu amachuco, qu e verá a luz pública entre breves días.
" Si hubiera imaginado, compañero, que lo iban a fusilar, tenga la seguridad que no lo
tomo prisionero", me decía el año próximo pasado, mi querido amigo, el mayor retirado don
Aníbal Fuenzalida, refiriéndose al Coronel don Leoncio Prado. "Figúrese usted que Pradito
estaba herido gravemente; tenía un balazo horrible en la pierna izquierda; miré, la tenía hecha
astillas, compañero; si lo sabré yo, si lo recogí de una quebrada el dia 13 de julio; des
días después, el 15 tempranito, poco después de las ocho de la mañana, er:i domingo; lo fusi-
laron, y en su misma camilla."
"Y Aníbal Fuenzalida que conocia a fondo como nadie, aquel episodio, emocionado agre-
gaba: «Le voy a contar punto por punto, todo cuanto sé respecto al coronel Leoncio Prado,
a quien tomé prisionero, de quien fuí a.migo cerca de dos días, y a quien no vi morir porque
«De orden ~uperior de mi jefe, el inteligente mayor Fontesilla, salí temprano el día 15
en comisión a recoger armas y muy especialmente a buscar dos cañones que faltaban de los
12 que habían tomado la artillería enemiga.
«Cerro arriba nos lanzamos por el Morro de "Las Flores'', altura que queda encima, como
quien dice para el Sur de Huamachuco, lle&amos a la cumbre Y una v~ en. ella .baj.é. con mi
tropa por el otro lado como para Entre Ríos o Silacochas y con paciencia pnnc1p1amo~ a
registrar todas las quebradas, va1lecitos y hondonadas que forman aquellas agrestes serramas.
«Estos cerroi; que se presentan pelados, sin un arbustito p ara el cost ado N orte, para d que
576 HISTORIA DE HUÁNUCO
<Cuando mi artillero vió herido a Prado o Pradito, como todos lo nombraban en el Perú,
:ie quedó mirándole al oír la tranquilidad con que le dirigía la palabra.
<Praldito, con toda calma a su vez, le dijo: «Hazme un favor, d'ame un tiro, aquí, en la
frente~.
<-Pídale ese servicio a mi teniente Fuenzalida -le contestó el soldado y corrió a darme
parte.
<No pasó mucho tiempo y yo y ot;ros soldados estábamos al lado del que fué mi
pobre amigo, el coronel Prado. ¡Qué hombre tan simpático, tan ilustrado y atrayente!,
compañero: mire encantaba conversar con él; de todo sabía: poseía el inglés y el francés lo
mismo que el español; y con él podía usted hablar de artillería y tratar cuestiones de guerra
a fondo porque era hombre bien instruído, de estudio y muy sabido.
<En cuanto estuve a su lado y después de darnos un afeétuoso apretón de manos, me
rogó que le despachase al otro mundo, po.rque sufría dolores atroces a causa de su herida, y
porque suponía lo harían fusilar.
<Naturalmente le hice desechar tan negra idea, porque imaginé que estando tan grave-
mente herido, mi coronel Gorostiaga no lo ejecutaría.
«Compañero, recuerdo que me dijo a propósito de su heriila: «Este pobre chino, es tan
bueno, que por más que he hecho no ha querido cortarme con su hacha la pierna herida:.,
y mostraba el muslo izquierdo horrorosamente fracturado encima de la rodilla.
«Y nuestra conversaci.ón duró el tiempo necesario para arm:lr una camilla y pronto re-
gresamos todos a Huamachuco.
«Usted se imaginará con cuánto cuidado bajamos aquellos empinados cerros.
<Qué hombre tan alentador: Usted supondrá que el camino era harto malo, y que los
dolores que sufría mi pobre amigo eran atroces; pues bien, sepa usted que aquel hombre no
se quejó una vez; .hizo el viaje como en una cama de rosas.
<Y en cuanto entramos a la plaza, me presenté a mi mayor F'ontesilla, le di cuenta y éste
·e n el acto hizo colocar a mi prisionero en una de las habitaciones de la casa que nos servía
<le cuartel; le tocó una pieza de regular tamaño, como ésta, de 6 x 5 m., más o menos.
«Se le arregló una camilla con buen colchón y se colocó ésta :Srente a frente de la puerta,
-es decir al medio; de velador se buscó un cajón vacío un tanto alto.
«Me olvidaba narrarle, que junto con Pradito, tomamos también a su asistente un com-
pale; chino más fiel no he conocido en mi vida; era un perro inteligente y su:Uiso como
n adie.
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 57 7
«El coronel, tan pronto como oyó lo que ocurría, mandó alistarse a la división y partir
a Cajabamba. A las 7 de la mañana, los vencedores de Huamachuco desfilaban por la calzada
d e Cajamarca, conduciendo a todos sus heridos, parque, etc.
«Gorostiaga a caballo, en su famoso macho viajero, y envuelto en un poncho verde de
C astilla, en la plaza, miraba desfilar a sus cropas. Entre los ayudantes que lo acompañaban
se en contra ha su servidor.
«-"Capitán Benavent,e, -díjome mi jefe--, pase al cuartel de artillería y diga a Fontesilla
si ha cumplido la orden que le di".
«En este instante nos encontramos al costado Norte de la plaza como quien dice, en la
p uerta del Telégrafo del Estado, tomando por ejemplo a la Plaza de Armas de Santiago; saludé
y partí en demanda de mi objetivo: los artilleros se alojaban en la casa esquina de Aumada
con Plaza; no tenía que andar sino cuadra y media.
«Fontesilla estaba listo para marchar; lo noté pensativo.
«-"¿Mi mayor, dice mi coronel si ya cumplió usted su orden?"
»Fontesilla, sorprendido, casi fastidiado, me respondió:
«-"¿Sabe usted compañero cuál orden es ésa? ¿No sospecha? La de fusilar a Pradito,
amigo mío".
«Y el bravo y bondadoso mayor Fontesilla, clavó la vista en e1 suelo, movió nerviosamente
los hombros, se retorció con rabia los bigotes y agregó: «¡Qué diablos!, ¿por qué se me obliga
a mí para cumplir tan tremenda orden?»
«Y durante breves instantes nos miramos con indecible angustia. El subteniente Ramírez
de zapadores, que vigilaba los cañones tomados al enemigo, estaba también con nosotros.
«A ninguno de ks tres se nos ocurrí a e-Orno salir de aquel durísimo trance; al fin, Fonte·-
si lla exclamó:
«-"¿Qué hacer?, ,hay que cumplir la orden cueste lo que cueste. ¿Compañeros, hablemos
con Pradito?"
«Y en este preciso momento el subteniente Ramírez, de zapadores agregó: "Mi mayor, yo
lo sacaré del apuro; déjeme a mí, yo hablaré con mi coronel Prado y le ccmunicaré la orde1I1".
«Quien así hablaba era el subteniente don Alejandro Ramírez, de zapadores; niño de 18
años, que tenía fama y reputación de valiente y que en la batalla se había conducido como
u n león.
«-"Bueno, subteniente, -contestó Fontesina~, hable usted con Pradito y dígale que
de orden del coronel Gorostiaga, se le va fusilar. Y luego agregó Fontesilla; entremos los tres
a la pieza".
« Leoncio Pradito -como todos lo nombrábamo5'-, cuando penetramos a su cuarto, tomaba
u n fr ugal desayuno; su asistente, el com pale José, le había servido un ulpo 2 la chilena, con
h arir.a tostada, en una lanchita de su caramayola.
«- "Mi coronel, buenos días", -le dije.
«-"A la orden compañero", -me respondió con llaneza y urbanidad.
«Fontesilla parado a mi lado le miraba entretanto con angustia indefinible.
«Hubo un instante de silencio.
«R amírez con voz pausada, se dirige a Pradito, y le dioe:
«-"Una mala noticia le traigo".
«-"¿Qué sed? ¿Que me van a fusilar?" -Observa Pradito, 'Y continúa saboreando su
ulpo.
«---'"Sí, pero en cinco minutos más" , ......,-replica Ramírez, se·c amente.
«-"¿Vaya?" -dijo Pr1adito, y sin p arar de comer su ulpo, y s~cmpre masticando. Nos
quedamos en silencio por algunos ~undos. Fontesilla, esforzándose entonces, agregó: "Sí,
comp,a ñero, mala, muy mala es la notici~".
·«-"Así es", -respondió Pradito--. "Paciencia. ¿Qué hac.er? ¿Conque me van a fusiltar?"
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 579
«-"S í, compañero, tengo el sent1m1enrn de confirmar lo que ha di cho el subt eniente Ra-
mírez, que va usted a ser fusilado ... tiene usted diez minutos. El tiempo necesario para que
se prepare ... "
« - "Mi mayor, desearía hablar con el co.ronel Gorostiaga".
« - "No hay inconveniente. Capitán Benavente, comunique usted a mi jefe, los deseos del
señor Coronel Prado".
«Tomé mi caballo y partí a escape. Gorostiaga permanecía en el mismo lugar de la pl'aza
en que lo .había dejado.
«- "Mi coronel: el coronel Prado desea hablar con su señoría an tes de morir".
«Gorostiag a, haciendo un gesto indefinido qu izá de pena o desagrado, contestó:
«-"Capitán ... diga ... que me he ido ... que hace una hora que partí ..
«Aq uello era horroroso; yo no había ido a la campaña a tomar parte en semejantes escenas.
«¡Ah ! ¡No así no más se sirve a la patria! ¡No así no más se aspira a la gloria, no se
tiene el derecho de lucir en el pecho hanrosas condecoraciones!
«Pradito a todo esto continuaba tranquilo, impasible.
«Durante mi bre'e ausencia había conversado con Fontesilla '}' Ramírcz; cuando entré a
la pieza avisé que Gorostiaga había part ido. Prado ex clam-ó :
«~".E11 verdad, se1íores, creí tener derecho a que se me fusilara en la plaza y con los
honores debidos a mi ra11go ; po1·q11e yo soy coronel y pertenezco al ejércit o regular del Perú".
«-"Usted, señor coronel, será fusilado aquí, en su propia camilla en est a pieza", -res-
pondió Fontesilla, con calmada y emocionante voz.
«-"Está bien y dígame mayor, ¿tiene usted lápiz? Proporcione una hoja de su cartera,
quiero escribirle a mi padre".
«Y con soberana calma, sin afectac ión, sm que su rost r o sufriera alteración ninguna,
exclamó:
«-"Capitán, ¿tiene usted lápiz?".
«Y yo, profundamente emocionado, le pasé un pequen1s1mo lapicito que con religioso res-
peto conservo todavía en memoria de aquel hombre extraordin ario y bra vo.
«Pradito, lo miró casi sonriente y sentado en su pobrísimo lecho, esc ribió, co n la tranqui-
lidad más asombrosa la siguiente carta:
«"Huamacucho, julio 14 de 1883.
"Señor Mariano Ignacio Prado.
"Colombia. - Mi queridísimo padre: -Est¡oy herido y pns1onero; hoy a las '¿qué hora es?'
-preguntó-. Las o-cho y veinticinco, contestó Fontesilla, a las ocho y media debo ser fusilado,
por el delito de haber defendido a mi patria.
"Lo saluda su .hijo que no lo olvida. - Leoncio Prado".
«Los soldados que iban a cumplir la orden con el sentenciado, estaban ahí, eran dos.
«Pradito, sin perder la calma, dijo: "¿No ooría mejor que me fusilarán cuatro hombres?"
«-"No hay inconveniente, compañero", -contestó Fontesilla.
«Un momento después, Pradito, tomando en sus manos el cachuito de lata Y la cuchara,
luego de pegarle a ésta unos golpecitos para limpiarla, para qflle se le desprendiera la harina
~cea, restos del ulpo que tenía pegado, habló así a la tropa:
«-"Ustedes me van a hacer el favor de apuntar aquí", '}' señaló la fre-,nte, sobre los ojos.
«-'' Cuando- con esta cuchara haga una señal, así -y saludó-, y pegue tres golpes en
este c~chuito, ustedes hacen fuego".
«Y aq uel br avo soldado si n la menor emoció n, sin recriminación algu na, se alis tab a d e
ese modo para morir .
«Se sentó lo mejor que pudo en su cama; con un fuerte abrazo se despidió de Fontesilla,
de Ramírez y de mí.
«La pieza era chica; al frente, al pie de su cama, a tres metros de distancia, se colocaron
los cuatro tiradores, tres soldados y un cabo de artillería, armados de carabina Winchester; la
boca de los cañones a la altura de los pies de la camilla.
«En ese momento cuando ya los tiradores estaban en su puesto fué cuando nos abrazó, di-
ciéndonos: "¡Adiós, compañeros!".
«Nos retiramos, salimos de la pieza, pero volvimos inmediatamente, a pesar de lo espantoso
de aquel suplicio, aquel hombre nos atraía; creíamos un deber presenciar su muerte; acom-
pañarlo en aquel durísimo trance; agradar sus últimos momentos, conservarlos para la historia;
¡qué hombre tan sereno, tan valiente!
«Nos colocamos tras de los cuatro soldados; las lágrimas nublaron mi vista: todos llorá-
bamos, todos, menos Pradito.
«Tomó la cuchara, le pegó un golpecito para limpiarla, enderezó un poco más el cuerpo,
se irguió; saludó masónicamente con la cuchara, pegó pausadamente los tres golpes prometidos,
sonó una descarga, y dulcemente expiró en aras de su patriotismo, por su nación, por el
Perú, el hombre más alentado que he conocido, el heroico coronel don Leoncio Prado.
«El cabo avanzó y dándole un balazo en el peoho, para cumplir con la ley, acabó de
apagar así los latidos de aquel gran corazón, que no palpitó sino para servir a su patria.
<Así murió este hombre extraordinario; expiró con estoica frialdad y en medio de la
admiración y de las lágrimas de sus enemigos, que se hacen un deber en confesar su altivez,
su heroico valor.
<Ya, aunque treinta años nos separan de aquellos sucesos, nuestro querido informante', el
capitán don Rafael Benavente y B., nos decía: "Créame compañero, que hoy, en este instante,
tengo vivas las escenas que le he referido; todavía siento la descarga que mató a Pradito; lo
veo impasible, valiente, heroico, sereno".
<Sucumbir en la forma que murió el coronel Prado, no es morir : ese soldado esculpi ó
sencillamente su nombre con letras diamantinas en la historia del Perú>". NrcANO!l MoLINAllE:
L1 Bat11lla df HufPmqchuco. Guerr11 del Par:ífko, cit . T. VIII, p . 22 5. GoNZALO BULNES:
Giterr11 de:l PllC'ífico, T. III, p. -484.)
CAP ÍTULO VI
1
La diócesis de Huánuco. Su erección. Centros de enseñanza, funcionarios, parroqtiias, etc.,
Y su actual jurisdicción. Los acontecimientos políticos de 1894, y la rebelión armada de
Augusto Durand en dicho año y m 1899, en el Departinnento. Los s.mgrientos sur:esot
en las provincias de Dos de Mayo y Huamalies. Sus consecuencias. El obrerismc, ros
institucicmes. La vida intelectual bajo la República; sus ex[JOnentes en las letras, artes,
ciencias y periodismo. La vida social y las costumbres. (El folklore.)
1 Com pendio )' descripción de las Indias Occiáentaf.e s. C apt. XLI V, p. 488.
2 Juicio de L ím ites entre el Perú y Bolii,ia. T. I V, p . 282.
3 R elació n Hist órica del V ia je q1u hizo a los Reinos del Perú y Chile el botánico
D . Hipólito R11i:::, etc., cit., Capt. XXI, p. 145.
EM ANCI PACI ÓN Y R E PÚB LICA 583
4 Bnla de Erecciátn de la Diócesis de H11á1111co. Sanma rti & Cía. Lima, 1919.
fí Monseñor Manuel Teodoro del Va lle, Arzobispo de Berito (6 de agosto, 1865-
16 de octubre, 18 8 8) . Había nacido en Jauja el 9 de diciembre de 1818, <le! matrimonio
de don Juan Manuel del Valle con doña Francisca Soane, españoles residentes en a q uell ~
ciudad. Falleció en L im a el 16 de octubre de 1888. F u ndó la "Socied ad Ju ven tu d Cató-
lica" y reorganizó el Convento de las Concebidas. - Frav Alfonso María Sa r di nas (l 1
enero, 1891-26 junio, 1902). Nació en Huánuco el 30 de mayo de 1839. Muri·Ó el 26
de junio de 19 02 , en dich a ci ud ad. - Ped ro P ablo Drinot y Piérola (8 j un io, 1904-
14 ju lio, 1920) . Na tural del C allao, do n de nació el 29 de noviem bre de 1859.-:Ft<ancisco
Rubén Berroa ( 4 de marzo, 1923-diciembre, 1946.) Nacido en Arequipa el 2 de abril d e
187 6, hijo de don Gregorio Bcrroa y de doña Brígida Bcrncdo. Actua l O bispo de lea.
T eodosio Moreno Quin ta n a; tomó posesÍ·Ón de la Silla Episcopal el 14 de setiembre de
19 47. Nació en J auja. el 14 d e mayo de 1898. - C arlos Alberto A r ce M asías (19 d<!
marzo, 1957- .... ). Natural de Simbal (Trujillo), nació el 24 de noviembre, 1903.
584 HISTORIA DE HUÁNUCO
una olla de manteca de cinco a seis libras, dos pesos de pan, una lengua de vaca, cuatro
cuyes, una arroba de aguardiente, un porongo de ohicha, d os reales de especies, una carga
de leña y un saco de papas; quedarían deshonrados los mayordomos si no contribuyeran
con todos estos artículos; es verdad que dura la fiesta hasta la octava".~ El pueblo de
Panao, capital del distrito de su nombre ... es notable por sus costumbres bárbaras y su
extravagante superstición. Refiérense algunos heohos. - El año 5 5 que el vómito negro
invadió estos pueblos, haciendo en ellos una horrorosa mortandad , apareció un individuo
titulado el segundo dios, quien se estableci·Ó en la Iglesia, a donde los indios iban todos los
días a hacerle sus ofrendas, que regularmente eran en dinero, para que el dios los librase
de la fiebre: para mantenerlos en su grosero error no salía sino a ocultas de noche a tomar
el alimento, hasta que una de esas ocasiones lo encontró en la plaza un individuo que
lo acechaba: le echó lazo y lo condujo a esta capital, en cuya cárcel murió algún tiemp o
después. - Provincia de Hu.a111alíes. Ya se ha visco por lo que dejamos apuntado al habla r
de Panao ... los dem:ís pueblos de esca provincia y en general del departamento, no queda•
muy atr:ís en este punto ... Tenaces observantes de sus antiguas costumbres, no ha sido
suficiente el decurso de tres centurias para que abandonasen sus supersticicnes. En sus
fiestas, en sus vestidos y en sus duelos, en todo conservan los r ecuerdos de sus antepa-
sados; siendo harto sensible que no hayan heredado de los usos de sus mayores, sino lo que
tienen de más degradante, y que les encarg ados de sac arl oºs de las tinieblas los ha pn
dejado en ellas, permitiéndoles sus supersticiones tal vez para poder más fácilm ente ex plo -
tarlos. - Entre otros muchos usos ridículos, cu ya enumeración sería largc1, no podem ns
dejar de .hablar por lo grav e, como abusiva, de una costumbre l Cp ugnante, que se c bserv a
en esta provincia. Consiste en que el Cura todos los añ;os hace el nomb ramiento de un
alcalde de campo, pongos, mitayos y escribanos, empleados todos al servicio del mism o,
cuyas obligaciones res pectivamente son: asistirlo, servirle, proporcionarle el alimento, cuidar
de sus bestias, escritorio &. - Para ejercer estos empleos los nombrados se constituyen, en
la Iglesia con sus varas largas llena de flores, y con ceremonias harto impropias a la Sant i-
dad del lugar y a la sublimidad de la religión , reciben la b endición del cura. En seguida
se dirigen a la Sub-prefectura, ante cu yo f unci onario se prosternan y presentan sus ofren -
das, consistiendo éstas en ohanchos, carnero s, gallinas. perdices, & ., par a q ue les dé la con-
firmación, lo que ejecuta dándoles una bofe t ada en h mejilla: con es te acto harto ridicui o
se regresan llenos de gozo a su lugar a ponerse a las órdenes de su cura. (Memoria que
presenta el Prefecto que suscribe al señor Ministro de Gobierne , acerca de la estadística
del D epa rtamento Fluvial de Huá n uco, co r respondien te al año de 1873, cit. "El Per\lano",
Lima, 29 d e Mayo de 1874).
EM ANCIPACIÓN Y R EPÚ BLICA 58 7
las francas y ncbles rebeldías".) - Contra los que afirman la sola ascendencia española
del caudillo, Durand tuvo también sangre gala. El 31 de diciembre de 18 52, ante el
Notario Atanasio Ramírez, de Huánuco, testó don Jorge Durand, quien manifestó ser hijo
de Inés González Isla y Juan Efraín Durand, natural de Marsella, Francia; tronco
del caudillo y familia. Durand, es uno de los políticos aún discutidos. Copiemos lo que un
escritor extraño a Huánuco y a las pasiones, ha escrito: "Los Durand. '--¿De quién es esta
hacienda? -De los Durand . .__¿y la siguiente? -De los Durand también. El recuerdo de
los Durand llena Huánuco. Este puñado de bravos paladines, cultores del montonerismo ro-
mántico de la República, que carabina al hombro, se echa a los caminos cada vez que se
viola un precepto de la Constitución o se abdica una prerrogativa de la soberanía nacional,
ha dejado los valles, quebradas, pueblos y estancias, llenos de sus actos épicos y de su patrio-
tismo quisquilloso. El doctor Durand es el eterno pretendiente que aspira a tomar las riendas
de la Nación para realizar no sé qué concepciones de su patriotismo militante y entusiasta ...
Sus hermanos, especialmente Juan, el hombre de Ninarupa, son sus más decididos tenientes, Y
siembran los campos de la República de hechos legendarios, que nadie ha recogido. . . "El
paso de los Libertadores", por Luis Alayza Paz Soldán. "La Prensa", Lima, 1t de enero de
1937, p. 19.
590 HISTORIA DE HUÁNUCO
sus compañ eros de arm as; así como dos decretos declaran do q ue asu mía
el mando en n ombre de la Coalición Nacional, y aboliendo todas las
contribuciones directas que gravaban a los pueblos bajo su autoridad y,
p articul armente, la personal y de diezmos y primicias. Dictó, también,
en la misma fech a, orden general ascendiendo a los jefes y oficiales que
lo acomp añaban, entre ellos: Coronel Felipe C arbajal, Sargento Mayor
Víctor Manuel Aren as, C apitán Manuel Alfaro, Sargentos Mayores Er-
nesto Figueroa y Ernesto Montesinos, Capitán Salomé Sánchez, Tenientes
G umercindo Arrieta, Braulio Huaranga, Froilán Rubio, César Vélez de
Vill a y Enrique Huaranga. Nombró Prefecto de Huánuco al Coronel
J osé S. Seretti, Suprefecto a don Apolinario Figueroa; Secretario de la
Jefatura Política a don Juan de Dios Lora y Cordero, y Secretario y
Ayudante de la Prefectura a don Pío Fausto Vidal y C apitán Ric ardo
Besada , respectivamente; Tesorero de la Junta D epart am en tal a don
Modesto Rivera y Auxiliar a R oberto Rodríguez 10 •
Luego Durand reforzó sus tropas, que llegaron a 200 hombres, y
atacó el Cerro de Paseo, p asando de est a localidad a H uacho, de donde
11 Para cortar la comunic:ici.ón entre La Unión y Llata, los montoneros destruyeron, con
dinamita, el puente de piedra, incaico, sobre el río Vizcarra. Este puente, que era _parte dd
gran camino imperial que unía Huánuco el Viejo con Cajamarca, se levantaba en el punto
592 HIST ORIA DE HUÁNUCO
llamado Huachanga. - Entre los que murieron en el "Asalto a Llata", se contaron el gober-
nador de Jesús don Bernabé Falcón, el de Baños don Manuel Suárez. - Los llatinos llamaban
" chisha" -g;.llinas- a la plebe dosdemaína. - Dávih Eguizábal fué asesinado, más tarde, en
Occha-Cruz, por sus enemigos; siendo Subprefecto de Dos de Mayo den Pío Fausto Vida!. -
Agreguemos unas líneas más wbre estos trágicos sucesos. Conforme a datos recogidos por
don Luis Jaimes, Notario que fuera de la ciudad de Llata, la lucha partidarista comenzó, en
Llata, entre las familias González Sugasti, y Dávila, caceristas y pierolistas, respectivamente. -
Llata fu é invadida dos veces, la primera en 18 de n oviembre de 1894, en que murió don
Mariano D:í vila; y la segunda de 25 de noviembre del mismo año; donde perecieron cente-
nares de atacantes y defensores. Los pachasinos, en una de estas invasiones robaron también
la imagen de la Virgen de Las Mercedes. En marzo de 1895 fué recuperada ella por los !latinos
en el pueblo de Pachas, después de la toma e incendio de dicho pueblo. El 2 5 de abril de
189 5 llegó a Llata la tropa pacificadora del Gobierno, fuerte de 400 hombres al mando del
Coronel Novoa , quien cometió abusos, hasta el extremo de flagelar a los ciudadanos e impo-
nerles u~ " cupo" y apropiarse de los dineros del Municipio.
Hu:ínuco. Monument o a M . I.
Prado en la Plaza de Armas,
y el Hotel de Turistas. (Foto:
Udo Schack.)
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13 Los otros funcionarios nombr:i.dos, fueron: Ayuda.ntes de Campo de l:i. Junt:i.: Ca-
pitanes Sebastián Martins, Enrique Sar:i. y Víctor Trujillo; Tesorero del Departamento: Pedro
A. Fernández; Suprefecto de Ambo: Rafael Sober6n; Contador General del Ejército: Coronel
Gregorio Durand; Gerente de la Cía. Recaudadora: Bartolomé Núñez; Ayudantes del Estado
Mayor del Ejército: Avelino de la R. G~rcés, Ignacio Herrera·,. Jefe de Personal: Sargent<>
Mayor Juan E. Durand; Jefe de Parque: Sargento Mayor Carlos Cavero; Jefe de Reconoci-
miento: Capitán César Vélez de Villa; Jefe de Maenranza : Max. Egoávil. - "El Comercio".
Lima, 28 y 31 de a&osto, y 4 de setiembre de 1899.
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 595
* :~ *
16 Las instituciones obreras de Huánuco, por ]. Cabrera l. "Revista del Instituto In-
dustrial NQ 19 He rmilio Valdizán ". Huánuco. Año 1, NQ 1, seciffi1 bre, 19 54, p. 69.
598 HISTORIA DE HUÁNUCO
permanen temente, se constituyen entidades como las llam adas " La Con,
cordia", 1864, "Aurora de Progreso del Huallaga", 1866, "Juventud
Católica", 187 5, etc. Y comienza lo que podemos llamar una pequeña
inquietud local. Se editan periódicos que son la expresión y la medida
de la ilustración de esos hombres; los que declaran siempre, que bregan
en defensa de la constitucionalidad y de los intereses del departamento;
aunque algunas fueron hojas mercenarias u órgano de un hombre o
un grupo en el poder, al que debían defender ante la opinión pública.
Así aparecen "El Eco del Huallaga", 1865; ''El Huallaga", 1879;
" El Correo de Huánuco", 1880; "El Mayro", 1884; "La Justicia", 1893;
"La Idea", 1899. Fueron directores de estas publicaciones don Manuel
Adalid, Manuel Ayllón, Buenaventura Villar, Manco Ayllón, Alberto
Baroni, Juan de Dios Lora y Cordero, Andrés Quintana y otros 17•
En el transcurso del tiempo, estas hojas periodísticas tuvieron re-
percusión en las generaciones venideras. Y cuando quienes tienen in-
clinación o vocación a las letras, ciencias o artes, no abandonan la urbe
nativa, se convierten en valores locales por los factores del ambiente
circundante. Pero cuando se evaden de ella y actúan en un medio
superior, tórnanse en escritores o investigadores de amplios horizontes,
que tramontan, muchas veces, los linderos de la Patria, llevando el
nombre y la estirpe del suelo que nutrió sus ánimas.
* * *
Apoyados en la bibliografía, citaremos a los que, en una u otra
forma, constituyen la intelectualidad huanuqueña republicana. (Re-
rida por el Colegio Nacional Huamalíes. - Entre los pequeños libros impresos en Puño~. co-
nocemos: Manual y Fo1·11111larios de Jueces de Paz, por el DR. LA MADRID; Sistema Métrico,
por SANTOS E. ]AIMES.
18 MANUEL ANTONIO VALDIZÁN: Reedición de la epístola de Amarilis a Belardo, co-
mentada. Lima. 1834. lmpt. MoRENO. - DR. FRANCISCO EsTEBAN DE INGUNZA y BASUALOO:
Viajes por el Oriente. Edición ilustrada, T. l. París, Imprenta de Ad. Blondeau. 1852. p. 342;
En el Mausoleo, Cementerio Antiguo, "Presbítero Maestro", de Lima, se lee una inscripción:
"Señor Dr. D. Feo. Esteban de lngunza y Basualdo, nació en la ciudad de Huánuco, d 24
de diciembre de 1808 y falleció en esta Capital el 19 de marzo de 1886. R. J. P.", - El
doctor don Luciano Benjamín Cisneros había nacido, en Huánuco, el 13 de diciembre de 1832.
Notable abogado republicano, Catedrático de Derecho de la Universidad San Marcos. Diputado
por Huánuco, varias veces. Candidato a la Seg,unda Vice-Presidencia de la República, en 1872.
Ministro de Beneficencia bajo el Gobierno de Balta. Abogado del caso Dreyfus. Falleció en
Lima en 1906. - Luciano Be11ja111ín CiS11eros: Abogado representatiro áel siglo XIX, por
RAÚL PORRAS BARRENECHEA,
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLI CA 601
fué destruído de inmediato; mas fué tarea lenta y difí cil sustituír las
viejas costumbres e instituciones del indio, como: el ayllo o familia,
el trabajo colectivista, su idioma, sus manifestaciones artísticas (dan-
zas, canciones, etc.). Las instituciones o elementos culturales indios
se mezclaron con los de los españoles, como dijimos, impuestos esta-
talmente, o por ley sociológica de la convivencia entre conquistadores
y conquistados. Este fenómeno se produjo sobre todo en los pueblos
de indios, incrustados en las serranías del Ande y fundados, como tene-
mos dicho, bajo los moldes castellanos y la política colonizadora de
España 23 •
Son estos pueblos los que viven aún la etapa histórica del reco-
gimiento social, los que no han ingresado u optado, plenamente, por
la civilización moderna. Y, pese a la prédica del cura y del misionero,
sus hijos persisten en sus viejas prácticas y sentimientos religiosos,
mezclándolos con el rito católico; pese a los caminos carreteros, las
escuelas de alfabeto y las autoridades políticas, observan aún sus mé-
todos de vida consuetudinarios, encerrados en su mundo telúrico,
ambiental; continúan esos pueblos indo-hispanos en sus expresiones
artísticas que conforman lo que viene llamándose el folklore.
Este folklore constituye el patrimonio cultural, tradicional y autén-
ticamente mestizo y peruano, y sus ingredientes español e indio, lo
hallaremos en un pequeño estudio. Incluso, el estilo de su arquitectura
y el trazo de sus pueblos, la flora y la fauna, el paisaje y la vesti-
menta; todo es mestizo. Ni español ni incaico; simplemente, peruano>
huanuqueño, valga el término. Dijimos también, en capítulo anterior,
que desde siglos atrás, es el cholo el primer personaje y principal actor
en la vida e historia de Huánuco.
Pocas regiones como nuestro departamento tan ricas en costum-
bres típicas y de inagotable cantera de folklore y demás. A través de
ellos se puede estudiar el proceso sociológico y cultural de sus pueblos.
y la mentalidad y genio de su hombre colectivo. Felizmente ya varios
hijos de Huánuco se han dedicado a ello. Entre otros: Juan E. Durand,
N. Saturnino V ara Cadillo, Javier Pulgar Vidal, Félix Villarreal V ara,.
Wilelmo Robles M. y Nicolás R. Vizcaya 24 •
23 Sobre el tema ver el libro dd autor: El Derecho Indiano, Capt. VIII: La conquista
española juzgada como revolución social. El mestizaje étnico y el cu! tura l. p. 169. ._ (Y
podrá también leerse el próximo libro: El Cholo y el Perú. Destino cultural de un hombre y
un pueblo mestizos.)
24 JUAN E . DuRAN D: Lrymdas Incaicas. Kora. Etimologías Peruanas. La lengua Pano.
Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima, T . XXXI, p. 30 6- 315 , 1915. - Satu rnine Vara
Cadillo : El folklore en las fuentes del M arañ ón. "R eYÍsta FOLKLOR E". 1939, ps. 5-7; T opo-
608 HlSTORIA DE HUANUCO
mm1a de las fuentes del Marañón, " Revista Histórica", T. XI. Entrgs. 1 ~ y 2~, Lima. 19 37
p. 24-34; Folklore de las fuentes del Marañón. El Camaggue. La ila. El Ichic-Olgo. La Turu·
rnanya; "Fo.lklore'', Lima, año II, N Q 14, p. 64. - Javier Pulgar Vida!: La Cachua, "Revisu
de la Universidad Cat·Óln.J del Perú". T. III, año IV, noviembre 1935, Lima, p. 663-713; Tre1
danzas simbólicas de síntesis hi~tóricas: La danza garahuanca. El toro-danza o cahuallo-danz,•
Los negritos, "El Comercio'', Lima, 4 de mayo, 1939; Tata Burro, "Revista de la Universidad
Católica del Perú'', Año IV, T . III, 1937; Panatahuas y Chupachos, hombres de la amazonía.
"Mercurio Peruano", año XVII, N 9 180, Lima, 1942, p. 129.-Félix Villarreal Vara : "El
Wayno de Jesús", Investigación etnomusicológ:~a, Lima, 19 57; Wilelmo Robles M.: Leyendas,
Tradiciones y Anécdotas Llatinas, "El Comercio", Lima 12 de junio 19):;1. - Nicolás R. Viz-
caya: Aporte para una antología de cachuas del departamento de Hu ínuco, "Valoración"
Huánuco NQ 5, agosto 1949 .
CAPÍTULO VII
La hacienda jniblica; sus i11stitucio11es, sus rentas. (La contribución personal )' otras rentas,
según datos oficiales). La propiedad y el trabajo. La explotación del mestizo e ináio en las
haciendas, particularmente en las de la sel11a o montaiia. Informes oficiales. El origen de la
propiedad rur4l huanuqueña. La esclavitud del mejorero y del operario. Las comunidades de
indios, régimen actual y número de las reconocidas >Oficialmente. La '!lgricultura. La industria.
La minería. La inmigración. La colonización de la selva. La población. Los caminos. Hechos
notables en la 1'ida del Departamento.
Año 1826
DISTRITO DE HIGUERAS:
Pueblo de Higueras
. 34
Pueblo de Tambo .. 29
Chacra Yanamayo 23
DISTRITO DE PANATAHUAS:
Panatahuas . . . . . . . . 211
Pueblo de Panao . . . . . . . . 35
REPARTIMIENTO DE CHUPACHOS :
Año 1828
Extracto de personas, por sexo, reservados, cantidad y clase:
AMERICANOS
e H U P A Y C H o s
Partidos Exentos Niños Viudas Sol t. Casad. Ni1ías Prox. Anc, Con t. Cantid.
Huánuco .. 2 46 3 17 63 57 9 76 243-6
Huácar 14 4 8 29 42 3 2 29 91-
Angaymar!in 5 23 8 25 24 4 32 100-6
Higueras 11 87 11 29 191 113 22 220 711-6
Valle 4-4 242 42 119 283 393 69 2 435 1.397-4
Panatahuas . 63 262 19 103 375 375 43 428 1.374-6
Partidos Exentos Niños Viudas Sol t. Casad. Nhias Prox. Contr. Can/. pes.
Huácar 2 10 5 23 15 1 23 52-2
Higueras 2 42 6 24 79 64 9 97 228-2
Valle 33 161 15 83 284 266 47 324 760-2
M o STRENC o s
Partidos Exentos Niiios Viudas Sol t. Casad. Niñas Prox. Contr. Can/. pes.
PRovrNCJA DE HuÁNuco
3 "Extracto de las ~rscnas de ambos sexos y cantidad que resulta por la revisita de
esta provinci.a de Huánuco, actuada por los señores Subprefecto actual don Pedro Antonio
de Echegoyen, y Apoderado Fiscal don Bernardo de Goitía, en las cuatro clases, de Americanos,
Chupaycho·s, Mitimas y Mostrencos, de los reservados por edad, Y alcaldes exceptuados." Ar-
chivo del Ministerio de Hacienda.
614 HISTORIA DE HUÁNUCO
-! Colección de Memorias Científicils, Agrícolas e Industriales, etc., cit., ps. 187, 188.
5 Informe que presenta al Supremo Gobierno el Apoderado Fisc al de la provincia de
Huamalíes José María Benjamín, 20 de diciembre de 1852.
6 Memoria que presenta el Prefecto Ruperto Delfín al señor Ministro de Gobierne., acerca
de la estadística del Departamento de Huánuco, correspondiente al año de 1873. "El Peruano"
Nos. 83-87, de 29 de mayo de 1874 y siguientes. - Según Paz Soldán, en 1877, el Estado gas-
taba anualmente en el Departamento de Huánuco, S. 116,092; y las contribuciones, por todos los
conceptos, producían S. 11,042. Los egresos se distribuían así: Sueldos: de Prefecto, Subpre-
fecto, empleados y gastos anexos, S. 10,820; Jueces <ie Primera Instancia, Agente Fiscal y
gastos, S. 8,829; Obispos, Canónigos y otros g.astos de culto, S. 13,140; Oajero Fisc!al, em-
pleados y otros gastos, S. 4,240; Correos, S. 1,219; Establecimientos de Beneficencia, S. 1,632;
Fuerza de policía, S. 25,212; Colegio Seminario, S. 1,000; Colegio de hombres, S. 6,400; Co-
legio de mujeres S. 1,600; Setenta escuelas de primeras letras, S. 42,000. - Los ingresos por
concepto de contribuciones eran los siguientes: Contribución urbana, S. 15 6; rústica, S. 10,337;
industrial, S. 87; eclesiástica, S. 462. - Bn la provincia de Huánuco las contribuciones pro-
ducían S. 6,932, en los siguientes renglones: Contribución urbana, S. 156; rústica, S. 6,4731
industrial, S. 87; eclesiástica, S. 216. (Dicri<mario Geográfico Estaáístiro del Perú, por
MARIANO FELIPE PAZ SOLDÁN, p. 412.)
EMANCIPACIÓN Y REPúBÜCA 61 5
para evitar que los propios pueblos fueran incluídos en los límites
de las grandes propiedades.
Promulgados después de 18 5O los códigos Civil y de Enjuicia-
mien tos, prosiguió el despojo a los indios, con ardides legalistas. Se
plantearon los interdictos, se obtuvieron de los juzgados títulos suple-
tórios, se fraguaron los de dominio, se simularon contratos de compra-
venta y demás formas de transferir la propiedad, con la complicidad
de los escribanos o notarios públicos. Todo ello bajo la influencia del
terrateniente o el mandato de un diputado o político que detentaba
el poder. Porque el latifundio se forma y desarrolla en relación al
poder del político. Y de aquí el vínculo directo entre política y
latifundismo; o, mejor, los latifundistas fueron políticos y todo polí-
tico termina en latifundista. Son éstos los que, verbigracia, llamán-
dose "liberales", "constitucionales", etc., aprovechan de las conmo-
ciones sociales para agrandar sus bienes por el sistema de la coac-
ción y el asalto a mano armada. También son ellos los más terribles
explotadores del indio, a los que someten a trabajos gratuitos, bajo
el pretexto de "servicios públicos"; o ya en las minas con el nombre
de "enganchados", o en sus fundos y casas con los de "pongos",
"mitayos", etc.
Estos hechos, particularmente el arrebato de sus tierras a los
indios, provocó sublevaciones en masa. Se produjeron las contiendas
judiciales entre los indios comuneros y los terratenientes; contiendas
en las que siempre salían victoriosos los "señores de tierras o terra-
tenientes", por su influjo ante los jueces venales del Poder Judicial,
ante quienes debían defenderlos los Agentes Fiscales y los curas en
los pueblos o parroquias, como sus protectores legales. También se
produjeron interminables líos judiciales entre las propias comuni-
dades, por la propiedad de tierras y linderos que no se fijaron en
forma clara en las titulaciones virreinales.
Todos estos vejámenes y extorsiones llegaron a conocimiento de
los gobiernos que, como Nicolás de Piérola se declaró, en 1890, "Pro-
tector de la Raza Indígena". Y del clamor de las últimas subleva-
ciones del sur que fueron debeladas sangrientamente, originó que
gentes humanitarias formasen ligas llamadas "Pro-indígena", que de-
nunciaron los abusos y obligaron la atención del Estado, que creó
el "Patronato de la Raza Indígena" y dió varias leyes suprimiendo
dichas costumbres esclavistas.
Por su volumen y trascendencia, convirtióse el indio y la tierra
en un problema social de dimensiones nacionales. Problema que se
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 617
la que los indígenas son raqu 1t1cos, envilecidos, degradados y no aumenta esa raza sin
embargo del buen clima de la quebrada del Huallaga en que generalmente habitan. - En
la montaña de Chinchao ha muerto más gente, según dicho vulgar, que la que hemc.s perdido
en nuestras guerras intestinas. - Sufren cuanto quiere hacerles el patrón, que los encadena,
los encierra en calabozos insalubres, los azota y maltrata por la menor cosa. - Los hacen-
dados hacen lo posible porque el operario no pague la deuda que contrae, para que lo sirv~
toda su vida, él, su esposa, sus hijos y aun los nietos, quüenes contestan por la deuda de
sus mayores. - El hacendado no tiene conciencia cuando trata de atrapar un indio para
que le sirva de peón en su hacienda y para que los contratadc¡s estén contentos, les con-
sienten que sean polígamos, crimen tan especial en ellos y que condena la religión y las
leyes patrias. - No hace poco la policía sacó de la hacienda de Anda bamba, una menor
de trece años a quien el patrón la robó de sus padres, llevándola con engaños para ence-
rrarla con un qperario, y que éste la estuprara, como aparece del reconocimiento; la causa
se sigue ante el Juez del Crimen por oficio, el dueño de la hacienda ha fugado a otro depar-
tamento, h•aciéndose víctima de las persecuciones de la autoridad. -Toda la pretensión de
los hacendados es ganarse a la autoridad con regalcis y convites opíparos para deslum-
brarla, y si eso no les hace oerrar los ojos a todos los cnímenes que cometen, pag an escri-
tores en la capital p ara que les arruinen su reputación. - Hay entre los hacendados hon-
rosas excepciones, pera n o pasan de un diez por 6ento. - M emoria que presenta el Prefecto
Ruperto D elfín al señor Ministro de Gobierno, acerca de la estadística del Departamento Fluvial
de Huánuco, correspondiente al año de 1873. Publicado en "El Peruano", ler. Semestre,
números 83-87, de 29 de Mayo de 1874 y siguientes. -En el presente siglo tales delitos
y métodos fuerc.n también denunciados por la Asociación Pro-lndígen.i de Lima, ~ncabe
zada por el Dr. Pedro Zulen. "El Comercio", Lima, octubre 4 de 1911; "La Prensa", Lima,
diciembre 5 de 1911; "El Comercio", Lima, marzo 22 de 1912. (Esclavitud en Huánuco.
Los indios son secuestrados y vendidos. Cárceles e instrumentos de torturas en las haciendas:
"La Acción Popular", Lima, abril 28 de 1912; julio 25 de 1912. "El Comercio", diciembre
27 de 1912.)
620 HI STORIA DE HUÁNUCO
parte y persigue estos hechos criminales, tan luego como ven tropa re-
tiran a lo más espeso de los bosques al preso, y pobre del dependiente
de San Carlos que diera noticia, no sólo le costaría el destino, sino que
podía peligrar la vida.
"Actualmente ante el Juez del Crimen ha remitido la Prefectura
una querella de un Buenaventura Barrera, propietario en la montaña
Derrepente, a quien le han tomado preso, y le están haciendo trabajar,
tan sólo por haber ayudado a abrir un camino que perjudica los inte-
reses de Durán. La queja la firma su esposa e hijo.
"Otras veces se presenta esta clase de querellas, y al principiar el
juicio ha desaparecido el q~erellante por cincuenta o sesenta soles que
ha recibido del hacendado.
"Los castigos corporales que aplican a los operarios, son: grilletes,
mazas, encierros en . sótanos, y algunas veces son maltratados a palos.
Los indígenas que no se quejan a la autoridad, porque dicen: que aun
cuando ésta los ampare, no siendo ella estable, en cuanto se separa del
puesto los patrones se vengan de ellos con más crueldad" 15 •
En los bienes comunitarios, el indio o el mestizo cultiva la tierra,
disfruta de los pastos que está en posesión, y la que pasa de padres
a hijos. Estas porciones de tierras comunales en las provincias de Huá-
n uco y Pachitea se llaman chacra, lote, yugada, etc.; en las de Ambo,
Dos de Mayo, Huamalíes y otras, estancia, fu.ndito y demás. No existe
en las comunidades huanuqueñas repartos. anuales de tierras entre sus
miembros, como sucede en otras regiones del Perú; sino cuando vacan
por la muerte de sus poseedores que no dejan herederos, o las entregan
a la comunidad. Ésta es la propietaria nominal, que sólo impide la venta
a terceros; aunque no se opone el traslado de la posesión, siempre que se
verifique entre comuneros. Las otras costumb.res comunitarias, como
la obligación de celebrar las fiestas religiosas, efectuar en trabajo co-
lectivo -"fagina"- las obras públicas, limpieza de caminos, acequias
de regadío, así como el régimen de las aguas, etc., se practican como
en los tiempos antiguos, como heredadas de las gentes incaicas, modifi-
cadas por la legislación y las costumbres españolas.
15 Este trato esclavista que recibieron los indígenas del valle del Huallaga (Chupa-
chos), a través de los años, los pO<Stró racial y psicológ;camente. De este estado deprimente,
escribía el propio Prefecto Delfín: "En la raza indígena, la talla es mediana, muy abyecta,
muy humillada y reconocen una superioridad en los blancos al extremo de dejarse maltratar
~ in quejarse". - Memoria que presenta el Prefecto Ruperto Delfín al señor Ministro de
Gobierno, acerca de la estadística del Departamento Fluvial de Huánuco, co.rrespondiente
al año de 1873. " El Peruano", Semestre 19 , números 8 3 al 87, de 29 de mayo de 1874
y siguientles.
EN!AN CIP ACIÓN Y R EPÚBLICA 6 25
l8 Memoria que presenta el Prefecto Ruperto Delfín al Ministro de Gobierno, etc., cit.
En este mismo documento, Delfín da unos datos sobre la coca. "La coca es la producción
más valiosa de la montaña; da cuatro cosec.has al año, 'Y el rendimiento produce dos veces loi;
g¡astos de cultivo. Se vende a 7 y 1 O pesos arroba, y su cultivo importa a lo más 2 pesos. -
El modo como los hacendados forman sus cocal'es, es por medio de mejoreros (en la costa
yanaconas), quienes disfrutan la primera cosecha y luego los venden al dueño, cuyo traspaso
suele importar 600 a 700 pesos. - Cada cocal empieza a producir desde los cuatro a cinco
años. - La coca se cosecha cada tries meses, y su producción es valiosísima. Es arbusto que
no se siembra más que una vez, y cada año el rendimiento es mayor. - La coca tiene un ene-
migo mortal que es una hormiga que llaman "Utaca", que aparece de repente en medio del
sembrío por millones, y concluye con hojas y retoños; no hay remedio posible para ahuyen-
tarlos. ~ Cuando se recoje la hoja de la coca, se deposita 'en un sótano debajo de la r ~•a. v
se conserva allí hasta que haya un rato de sol y entonces se sac.i a secar; si por casualidad le
cae el aguacero (le toca humedad), se pierde completamente la cosecha."
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 629
Por ley de 23 de octubre de 1827, el Congreso otorgó la explotación
del "Pozo del río Chuquibamba", Huamalíes, a don Samuel Funhk y
Guillermo Role Barrow, quienes se comprometieron a instalar máquinas
para la extracción de las pepitas de oro de dicho río t19 , En 1874 y 1875,
los ingenieros Malnowky y Durand establecieron, en la jurisdicción de
la provincia de Huánuco, altos hornos para el beneficio de metales.
El ya nombrado Apoderado Fiscal de Huamalíes don José Benjamín,
en su Informe de 18 52, noticia del traba jo de las minas de H uallanca
y Queropalca, de plata. y azogue, que se exportaban al Cerro de Paseo.
Se beneficiaba también los lavaderos de oro de Chuquibamba por el
Coronel don Julio Montes 20 •
En los primeros lustros del presente siglo ( 1912-1914 establecióse »
en Quivilla, la "Marañón River Placers Inc.", para la extracción del oro
del río Marañón; la que quebró, provocando un trágico affaire. Hoy
se trabajan, aunque en pequeña escala, las minas de antimonio, de Ya-
nas; las de plomo y plata, de Raura; plomo y plata, de Huallanca;
cobre, entre Pallanchacra, y San Rafael, donde existe una planta con-
centradora; y se extrae petróleo en las selvas de Aguas Calientes. En
Yanas se instaló, el año de 19 53, una concentradora de antimonio de
la empresa minera "El Tingo", de los señores Cardich e hijos; hecho
que marca una nueva etapa en la minería de la región de Dos de Mayo 21 •
El estado actual de la agricultura, ganadería e industria en el De-
partamento de Huánuco, puede verse de las estadísticas de producción
y consumo, que revelan un crecimiento moderado en todos sus ren-
rn Colección de Leyes, Deciretos y órdenes publicados en el Perú, etc. por M. S. DB
QuIRoz, T. JI, p. 491. - Sobre la extracción de oro de los lavaderos de la provincia de Huá-
nuco, el Prefecto Delfín, da el siguiente dato,: "En el Cerro San Matías situado a un costado del
Mairo, el alemán Smitt en cuatro meses que se estacionó allí, sacó de ese lavadero 27 libras de
oro que son cuatrocientas treinta y dos onzas a 16 soles, impo1rta la suma de 6,912 soles, suma
fabulosa en tan poco tiempo; aunque demasiado caro por lo expuesto que vivía con las fieras
abundantes de ese lugar. C. Smitt, regresó a su país en agosto del 72. Memo.ria, etc., cit.
20 Informe que presenta al Supremo Gobierno el Apoderado Fiscal de la provincia de
Huamalíes José María Benjamín, 20 de diciembre de 18 52. - Por su parte, el Subprefecto de
Dos de Mayo, Coronel José ~Ballesteros, en el Informe que elevó al Ministro de Gobierno, en
1873', respecto a la minería de dicha provincia, decía: "La Minería puede considerarse como
Ja industria más importante de la provincia; ... que sólo los minerales de Queropalca y
Huallanca se hallan en continua explotación, remitiéndoise a Europa de 400 a 500 sacos de
metal de ley de 120,400 hasta 800 marcos por cajón de 60 qqs . . . . pero toca con los m-
convenientes ... que hace muy caro el flete de mula, y por lo tanto escasas también las
mulas, debido al mal estado de los caminos." ("'El Peruano", Lima, 2 9 Semestre, N 9 12, 14,
de julio de 1874.)
21 Damo\5 el valor y el kilaje de la producción minera en Huánuco. Producción Mi-
11era: S. 6'627,576. - Antimonio: Kls. 218,142; S. 2'159,603. Cobre: T. M. 101;
S. 1'290,780. Oro: grs. 466; S. 10,163. Plata: Kls. 766; S. 407,098. Plomo: T. M. l·,,
S. 2,404. Cinc: T. M. l; S. 1'907,307. (Estadística del año 1954.)
630 HISTORIA DE HUÁNUCO
glones 22 • Pero las plantas más cultivadas, por las industrias que derivan
y el rendimiento económico que producen, son: la caña de azúcar, la
coca y el café 23 •
año llegarán a cienro, pagando por estipendio cuarenta centavos diarics. Hay también dos
fonditas de chinos muy favorables para los pasajeros; los platos son caros en relación con lo
que cuestan los víveres en la plaza del mercado. - Hay una Sociedad de Beneficencia, que
marcha regular con sus juntas ordinarias. Las rentas se determinan en el cuadro respectivo. -
La medida de capacidad que se usa en todo el departamento para granos, etc., es de "ollas":
se llena una olla de barro que puede contener una arroba de cualquier grano y por ella se pide
el valor. La medida de peso es la romana y balanza española, por quintales, arrcbas y libras,
y la de líquidos por botellas. El sistema decimal es desconocido."
29 J3oletín de Estadística Pernana. ler. Semestre 1955. - Ver en este lib ro: Primera
Parte: Aspecto Geográfico Toponímico, Capt. I, neta 15. - Conforme a los cálculos del
Boletín de Estadística Peruana, del año 19 5 5, la ciudad de Huánuco cuenta con una población
de 20.000 habitantes; La Unión, 2.300; Ambo, 2.000; Llacta, 2.500; Tingo María, 2.500;
Huacrachuco, 3 .000 y Panao, 1.3 00 habitantes.
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 635
30 Entre los hijos de Huánuco, o residentes en su territorio, que se esforzaron para ganar
la selva a nuestra economía e incorporar la Amazonía al ¿ominio peruano, merecen ser nom-
brados, entre otros, don Cipriano Meza, Sebastián Martins (portugués), Antonio San Miguel,
J. M. Ruiz. Cabe también nombrar a los que, desde la tribuna parlamentaria o del perió-
dico, defendieron la factibilidad y necesidad de la ruta Huánuco-Tingo María-Pucallpa.
Cuando durante el Gobierno de Pardo, 1912, se trató en el Senado de la Construcción de un
Ferrocarril al Ucayali, el entonces Senador don Juan E. Durand, sostuvo que tal vía debía
pasar por el valle y ciudad de Huánuco. Se debió también a los esfuerzos de este político, la
dación de la ley que mandaba practicar estudios para dicho ferrocarril; habiéndose realizado
en virtud de ella, trabajos preliminares por los ya nombrados Ings. Forcelius, Mac Cune y
otros. Idéntica actitud de defender la ruta Huánuco-Pucallpa, tomó el Representante Cons-
tituyente por Huánuco Dr. Saturnino Vara Cadillo, en el Congreso Constituyem:e de 1931, al
debatirse la Ley que manda construir dicha carretera; fundándose en !os estudios de Sobre-
viela y demás. - Contribuyeron igualmente a tal fin, el lng. Pedro T. Figueroa Villamil
y el Presbítero don Noé M. Castillo. (J. E. Durand: "El Ferrocarril al Oriente por la an-
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA 637
32 Historia de las carreteras del Pcrií. 5'1 Congreso Panam<!ricano de Carreteras. 2~ Edi-
ción. - La Red Nacional de Carreteras. Departamento de Huánuco, por el In~. Ernesto Diez
Canseco. - De un boletín del Ministerio de Fomento (1943), copiemos un Cuadro de Dis-
tancias, con datos sobre alturas y horas de viaje, en el recorrido-: Lima-\Pucallpa. Lima-Cho-
sica: 15 6-8 50 metros de altura; 40-7 kil-Ometros; 3 O minutos. Lima-Matucana: 2,3 82 rnts.;
:n-8 km.; 1 hora 40. Lim a~Anticona: 4,843 mts.; 141 km.; 3 horas 20. Lima-Oroya: 3,720
mts.; 188 km.; 4 horas. Lima-La C ima: 4,250 mts.; 229 km.; 4 h oras 50. Llma-Junín:
4,100; 247 km. 5; 5 horas 10. Lima-Carhuamayo: 4,125 mts.; 277-8 km.; 5 horas. 50.
Lirna-Colqu iji rca : 4,335 mts:;. 309 km.; 6 horas. 12. Lima-Cerro• de P aseo: 4.400 mts.:
321 km.; 6 horas. 30. Lima-H uánuco: 1,817 mts.; 426 km.: S horas; 30. Huánuco-Ti ngo-
María: 672 mts.; 135 km.; 4 hora<. Huánuco-Aguaytía: 295 mts.; 253 km.; 6 horas; 30.
Huánuco-Pucallpa: 200 mts.; 419 km.; 8 horH.
RENTAS PROVINCIA S TO TA l
'Total S/. .. 3 '429,09 3 .40 470,047.07 3 54,200.99 84,23 8 .DO 3 66,040.46 180,5 59.57 1'262,796.40 6'146,975.89
HISTORI A DE HUÁNUCO
640
DIVERSOS E N CARGOS :
s. 3'130,051.10
E'.MANCIP ACIÜN Y REPÓBLICA 641
IMPUESTO ÚNICO:
Impuesto Único Alcoholes L. 11.000 . . . . . . s. 6'309,699.28
Impuesto Único Coca L. 11.040 .. 1'412,470.34
Timbre Único Ley 11.833 .. " 1'216,874.84
Café . . . . . . . . . . . . . . . . . . " 2,924.l o
Total s. 8'940,968.66
En los Impuestos Únicos, no están incluídos los ingresos de los distritos de Huacrachuco,
Huacaybamba y La Esperanza; cuyas rentas son relativamente bajas. (Informaciones de la
Caja de Depósitos y Consig naciones, Departamento de Recaudación. Lima. Refrendados por la
Sala de Presupuesto del Senado. Ju an Manuel Amésquita Ocho•a, Jefe.)
Poder Judicial . . . . . . . . . . S·. 1'666,776.00
Ministerio de Gobierno 2'120,440.00
Ministerio de Justicia .. 775,574.00
Ministerio de Trabajo .. 44,760.00
Ministerio de Educación 12'112,505.22
Ministerio de Hacienda 61,440.00
Ministerio de Fomento 12'386,295.00
Ministerio de Salud Pública 2'123,017.60
Ministerio de Agricultura .. 974,760.00
"
Total s. 32'265,567.82
Otros ingresos y egresos. ~ Presupuestos Municipales. Ingresos, durante el año 1954
Huánuco: S. 944,531; Ambo: S. 76,484; Dos de Mayo: S. 58,238; Huamalíes: S. 58,981;
Marañ-On: S. 53,206; Pachitea: S. 85,607 y Leoncio Prado: S. 195,399. - El Concejo P ro-
vincial de Huánuco, ha calculado sus Ingresos ·y Egresos para el Año de 19 5 8, en: S.
1' 185,298. 00. - Los Ingresos de las Beneficencias Públicas: Huánuco: S. 490,264; Huama-
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Autos originales que siguió dan Hernando Maqulrique, por sí y en nombre de don Antonio
Guaynacapcha, cacique principal del repartimiento de Cochapampa, tn términos y juris-
dicc;ión de la ciudad de León de Huánuco, contra su encomendero Juan Sánchez Falcón.
Archivo N acion:il del Perú. Derecho Indígena y Encomienda. Cuaderno N 9 3. Año 15 61.
Fs. 364.
Autos que se siguieron a los inmrrectos del Partido de Huamalíes, 1812. (Revolución de Huá-
nuco). Cuaderno 4Q. De fojas 440 a fojas 505.
Cuaderno N9 2. Autos orhninales que siguió doña Juana de Santiago y Ulloa viuda de don
Domingo de la Cajiga, por la muerte de don Domingo de la Cajiga, su marido, y la de
su primo don Josef de la Cajiga y demás. Real Sala del Crimen. Año 1778. Escribano de
Cámara del Crimen don Clemente Castellanos. Fs. ut. 77. Archivo de la Corte Superior de
Justicia de Lima. (Huamalíes. Autos de un levantamiento ocurrido en esta provincia en
el siglo XVIII, en que murieron don Domingo de la Cajiga y su primo don Josef.)
Autos seguidos Por doña Juana de Santiago y Ulloa sobre el incendio acaecido en su obraje de
Quivilla, Provincia de Huamalíes. lncidenQia de los que sigue contra los Indios de dicho
pueblo por las muertes de don Domingo de la Cajiga, su marido, y su primo don Josef.
Real Sala del Crimen. Año 1778. Escribano de Cámara del Crimen don Clemente Caste-
llanos. Fs. ut. 19. Archivo de la Corte Superior de Justicia de Lima.
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muy especialmente del de las Indias. Por Luis Torres de Mendoza. Madrid. Imprenta de
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lleros del Pmí, con varias notas curiosas hechas por el editor principal de este Diario
y con arreglo de los instrumentos auténticos que se la franquearon por los señores minis-
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circunveci11os. Cerro, Febrero 24 de 1812. 38 ff. (D-8533. 1812). Bib. Nacional.
Expediente relati vo a la insurrección de indios de Huánuco. Tarma, Mayo 1 de 1812. 427ff.
(D. 6027). Bib. Nacional.
Cuaderno 2 9 de los autos seguidos sobre el descubrimiento de los autores y cómp1lkes y
demás reos que cooperaron en la insurrección del partido de Huamalíes, que empieui
en fs. 443 y concluye en fs. 755. Huánuco. Abril de 1812 - 323 ff. útiles, 37 en
blanco y 1 de carátula. D. 60 l. (Letra B). Bib. Nacional.
Notas dirígidas por el gobernador de Huánuco, José González de Prada al de Puno Don
Manuel Quimper, dándole instrucciones para la captura de los rebeldes comprometidos
en la insurrección de Crespo y Castillo cuya lista adjunta. - Huánuco, Abril de 1812,
D. 600. Bib. Nacional.
Expediente sobre la causa seguida para la restitución o indemnización de bienes perdidos
durante el saqueo de la ciudad por los insurrectos encabezados por Juan José Crespo
y Castillo. Huánuco. Setiembre, 1812. D. 605. Bib. Nacional.
Continuación del expediente de razones de los perjuicios denunciados par los vecinos de
Huánuco, que fueron saqueados por los insurgentes que invadieron esta ciudad el día
23 de Febrero de 1812. Huánuco. Lleva .hojas rotas. D. 602. Bib. Nacional.
Autos de la insurrección de Huánuco de 1812, y otros documentos anexos. Cuaderno N 9 3.
Fs. ut. 90.
Causa seguida sobre la insuyrección del Partido de H1wmalíes, por don Miguel Francisco
Maíz y Arcas, Comandante de la Expedición de Guerra Auxiliar de Huamalíes y Comi·
sionado para la pesquisa de los rebeldes. Escribano Toribio Figueroa. (Se incluyen notas
de Crespo Castillo y Haro). Dos cuadernos. Fs. ut. 444. Archivo de la Corte Superior
de Justicia de Lima.
Autos criminales seguidos de oficio contra don Mariano Cárdenas, y don Manuel Rivera,
por revolucionarios en el Cerro de Yauricocha, y también contra el religioso ausente
Fray Mariano Aspiazu de la Orden de la Merced. Año 1812. Real Sala del Crimen.
Escribano don José Vicente Gordillo y Garcés. Relator doctor don José Fernández de
Paredes. Fs. ut. 75. Archivo de la Corte Superior de Justicia de lima.
Causa criminal contra don José Condeso, don Antonio Zavala, y demás moradores de la
Montaña de Chinchao sobre complicidad en la sublevación sucedida en los Partidos
de Huánuco y Panatahuas. Sumario N 9 7. Fs. ut. 52. Archivo de la Corte Superior
de Justicia de Lima.
Autos criminales que se siguen por el saqueo general perpetrado en esta ciudad de León
de Huánuco en los días 2 3 y 24 de Febrero del año de 1812. En virtud de la Comi-
sión del Gobernador e Intendente del Departamento. Juez Comisionado Teniente Coro-
nel de Infantería don Domingo Fernández y Camessella. Es la sumaria N 9 8. Fs. ut.
230. Archivo de la Corte Superior de Justicia de Lima.
Informe que presenta al Supre,mo 'Gobierno el Apoderado Fiscal de la Provincia de Huama-
líes don José Benjamín. Año de 1855.
Real Ordenanza para el Establecimiento e Instrucción de Intendentes de Exército y Pro-
vincia en el Virreinato de Buenos Aires. Año 1782. De orden de S. M. Madrid.
En la Imprenta Real.
Piezas de un pleito crim;nal seguido en la Audiencia de los Reyes contra el Capitán Gómez
Arias Dávila y su Maestre de Campo Rodrigo Tinoc<o, por malos tratamientos " los indios
en la entrada de Rupa-Rupa. 15 59.J/, 560. - Provisión del Virrey Hurtado de Mendoza
dando renta a Góm¡ez Arias. - Encomienda de los indios Chwpacbos. - Pr<WisM1n paora
proseguir la entrada a Rupa-Rupa. (En "Juicio de Límites entre el Perú y Bolivia").
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Juan de Chavinillo, Chuley, Choras, Jesús, San Lorenzo de Pachas, Santa Isabel
de Tangor, San Pedro de Cajas, Santo Domingo de Rondos, San Juan de Ondores,
Salapampa, San Rafael, Queropalca, Quivilla, Yanas, Yarumayo, Sillapata.
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Visita hecha Por mandato de S. M. y de los señores Comisarios de su Consejo, por lñigo Ortiz
de Zúñiga, Visitador para ello nombrado del repartimiento de indios encomendados en
Gómez Arias Dávila, vecino de Huánuco, ante Diego Muñoz Ternero, Escribano.
(En "Revista del Archivo Nacional del Perú". T. 1 y siguientes. Lima, 1920. Librería
e Imprenta San Marti.)
Manmcritos de la Biblioteca Nacional de Uma. (Departamento de Investigaciones Bibliográ-
ficas, Manuscritos y Obras Raras. D-8 591.)
Documentos existentes en el Archivo N aciana! del Perú, que han sido consultados. Lima. -
Autos que siguió don Fernando Maquirique contra don Juan S-:ínchez Falcón, 15 61. -
A11tos seguidos por los indios Chupachos contra su encomendero el capitán Gómez Arias
Dávila, 15 61. - Autos que siguió don Juan Fuentes contra los oficiales reales Francisco
BIBLIOGRAFÍA 653
Val verde y otros, 15 62. - Titulas de tierras adquiridas por composición, por doña Ana
Pinedo de S.M., 1593. - Títulos de Piquillochaca, 1595 • ._Títulos de Huancachupa y
otras tierras, 159 5. - Autos que siguió don Francisco de Yallín ante el capitán Juan de
Cadalzo y Salazar, 1594. - Autos seguidos por Eisa Garate ante Gabriel Martínez de
Esquive!, 1595. - Títulos de la hacienda y Pastos de Cacapara, 1713. - Venta de las
tierras de Antioc y otras, San Miguel de Huácar, 1723. - A.utas sobre revisita de indios de
Margos, 173 6. - Autos que siguió don Teodoro Canchas Pillao sobre los bienes de don Mi-
guel Callejas y Francisco Cabello de Miraval, 1744. - Au~os que siguió Esteban Cívico de
Singa contra Antonio Palacios y Pedro Rubina sobre cobro de efectos, 1764 . ._ Autos que
siguieron los indios de la Santísima Trinidad de Pachabam;ba para trasladar su pueblo a
Tambogán, 1764. - Autos que siguieron los indios de Santa María del Valle con doña Ma-
ría Núñez Lobo sobre deslinde de Sayricancha, 1773. - Queja formulada por los indios de
Baños contra el cura Fr. Manuel Garro, por extorsiones, 1774. - Autos que siguió el caci-
que de Pachas Eusebio Cervantes Pumachuahua contra el Corregidor Ignacio de Santiago y
Ulloa, sobre extorsión y explotación, 1778. - Autos que siguió Lucas Caqui, Alcalde del
pueblo de San Pedro de Chaulán, sobre las tierras Chupas, Colpanga y otras, 1789. -
Autos que se siguió contra Lorenzo Justo, de Yanas, por don Melchor Molina, 1790. -
Autos que se siguió a don J,osé Manuel de Rojas Yaaha, principal de Llata, sobre
sucesión del cacicazgo de don Juan de Yacha, 1791. - Certificación expedida por el
Juez de Tributos Juan José de Leuro a favor del Coronel José de Vidumizaga, 1792.
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"Valoración". Huánuco. Año III. N 9 5. Agosto, 1949.
WIEN ER, CHARLES: Perou et Bolil!ie récit de voyage sttive d' études archeelogiq11rs et etbno-
graphiques et de 11otes sur l' éscriture et lang11es des populati<ms indie1::ies. (Con grabados.,
cartas y planos). París. Libraire Hachette et Cia . 1880.
LIBROS, ENSAYOS, ARTÍCULOS DE JOSÉ VARALLANOS
REFERENTES A HUÁNUCO
Frente
a pig.
Escudo nobiliario histórico y definitivo de la Muy Noble y Muy Leal
Ciudad de León de Huánuco de los Caballeros . . . . . . . . . . . . . . 3 53
La ciudad de León de Huánuco, en 1616 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 400
Plano topográfico de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de León de Huá-
nuco de los Caballeros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 401
Autógrafas de Fray Marcos Durán Martel y otros . . . . . . . . 456
Texto facsimilar de la deposición de Fray Ignacio Villavicencio 457
Plano parcial aéreo de la ciudad de Huánuco . . . . . . . . . . 504
Altar mayor de la Iglesia de San Francisco, de Huánuco 504
Un ángulo de la Plaza de Armas de Huánuco .. 505
Una de las viejas calles de ia ciudad de Huánuco 505
India tejedora. Descendieate de los Chupachos .. 544
Paisaje de las selvas huanuqueñas . . . . . . . . . . 545
Huánuco. Monumento a M. I. Prado en la Plaza de Armas 592
Edificio de la Estación Experimental Agrícola en Tingo María 592
Baile de los negritos en Tomayquichua . . . . . . . . . . . . . . . . 593
Boquerón del Padre Abad, Cordillera Azul, entre Tingo María y Pucallpa 593
ÍNDICE DE MAPAS
N~
Primera Parte
Capítulo I
EL AMBIENTE FÍSICO
Rasgos geo,sráficos del actual Departamento de Huánuco, 21. Límites, 21. Extensi-On, 22.
Cordilleras que lo atr2viesan, 22. Montes, 22. Ríos, 23. Lagos, 23. Valles, 25. Quebradas, 26.
Clima, 17. Constitución b)Wlógica, 28. Flora, 29. Fauna, 30. Las regiones económicas y geo-
humanas de Huánuco, 31. El hombre huanuqueño, 31. Sus rasgos psicológicos, 32. (La antigua
jurisdicción territorial de la Ciudad de León de Huánuco de los Caballeros), 34.
Capítulo II
Segunda Parte
Capítulo
Los wuanukos o huanucos, 59. Su procedencia, 59. Es tado cultural, 61. El antiguo Imperio
Andino de Yarowilca o del Chinchzysuyo, 66. Las épocas por las que pasó, 66. La dinastía
de los Yarowilcas, 67. Wuánuko-Marca, capital y sede de los Yarowilcas, 67. Las noticias de
Guarnan Poma, y las investigaciones de la arqueología actual, 67. Los chupachos, 68. Los hua-
crac..l.iucos, 72. Su distribuci-On geográfica y grado de civilización, 72. La matriz o tronco-
Chavín de las culturas de estas naciones, 72. Los panatahuas y otras tri 0us sdvá~:cas, 74.
666 ÍNDICES
Capítulo 11
Capítulo 111
La provincia o guamanin de Wuanuco, 83. Los huarangas, pachacas y chuncas, 83. Los pueblos
o !lactas, 83. Los barrios: hanan y hurin saya, 83. Los funcionarios del Imperio: el tucuyricoc,
huaranga-camayoc y demás, 84. Las tierras del sol, huacas y de· los :11yllos, 84. El trabajo, 8 5.
Las clases sociales, 8 5. Les yanaconas y los mitimaes, 8 8.
Capítulo IV
Los caminos, 93. Los puentes, 93. Las fortalezas, 94. Los chasquis, 94. La agricultura, 96. La
ganadería, 97. La minería, 99. El tributo, 100. Las leyes del Inca, 101. Los delitos, 101. El
proceso judicial, 101. La religi-ón: el culto, 103. Los sacerdotes y las acllas, 104. Los templos,
las pacarinas y las tumbas o chulpas, 104. La lucha entre Huáscar y Atahualpa, 106. Capac-
Apo Guarnan Chaua de parte del inca quiteño, 106. La destrucción del Imperio, l 06.
Capítulo V
Wuanuko, capital regicnal de Chinchaysuyo, 107. Sede de la nobleza yarowilca e inca, 108.
Su grandez.a vista por los españoles, en 1533. Las menciones de los cronistas y viajeros, 109.
Descripción de las actuales ruinas de Huánuco el Viejo, l l O.
Tercera Parte
CONQUISTA Y COLONIA
Capítulo 1
LA CONQUISTA ESPAÑOLA
Los primeros exploradores españoles del territorio huanuqueño, l 17. (La vmta de Hernando
Pizarro a Huánuco el Viejo, en 15 3 3), l l 8. La entrada de Mercadillo al país de los Huanca-
chupachos e Iscaycingas, 119. El alzamiento de Illatopa, en 1535-)1542, 122. Las campañas
militares para someterlo y la captura del Inca rebelde, 12 3.
ÍNDICES
667
Capítulo U
Capítulo III
La situación política y social del Perú por 15 42, 142. Las "Nuevas Leyes", el Virrey Blasco
Núñez de Vela y la rebelión de Gonzalo Pizarro, 142. La campaña de La Gasea y la acción de
Jaquijahuana, 151. La actitud y el concurso de "los de Huánuco" en esta guerra, 153. El
alzamiento de Herná ndez Girón, en 15 53, 154. La captura del rebelde por los capitanes "hua-
nuqueños" Miguel de la Serna, Juan Tello de Sotomayor y Gómez Arias Dávila, 154. Los ser-
vici0> prestados por los indios de Huánuco en la pacificación del Virreinato, 1 5 5.
Capítulo IV
Su ongmario título de Ciudad, 159. Su descenso a Villa, 159. La fidelid·ad de sus vecinos a la
Corona Española y sus méritos ante ella, 160. La restitución de su primitiva categoría por
Vaca de Castro, 160. Los blasones heráldicos otorgados en su favor, 160. Su primer escudo de
armas, y el definitivo y tradicional, 161. "La Muy Noble y Muy Leal Ciudad de León de
Huánuco de los Caballeros", 162.
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
La implantación del régimen español entre los naturales, 199. Las reducciones de indios o fun-
dación de sus pueblos cristianos, 199. Sus características urbanas, 201. (El trazo de ellos; su
erección a la advocación de los santos de la Iglesia), 202. Los ayllos, los barrios y las comuni-
dades, 202. La obra de Toledo y de sus continuadores, 203. Los visitadores, reductores o fun-
dadores de pueblos de la ciudad de Huánuco y sus términos: Juan de Fuentes, Lorenzo Estu-
pi ñán de Figueroa y Alomo de Santoyo Valverde, 207. La estabilidad y crecimiento de dios en
la Colonia, 208. Nómina de los pueblos en el siglo XVI, 209. (Los antiguos pueblos incaicos en
la actual provincia de Huánuco), 21 O.
Capítulo VIII
LA ENCOMIENDA EN HUÁNUCO
Capítulo IX
El trabajo, 239. El personal del indio, 240. Las mitas, 240. La mita minera, 243. Los obrajes,
244. Los tambos y demás, 249. La legislación al respecto, 2 50. El trabajo forzado y la explo-
ta ción de los indios, 2 5 l. Algunos documentos y cifras scbre el trabajo y las mitas en los
te rritorios de Huánuco, 254.
ÍNDICES 669
Capítulo X
Capítulo XI
La propiedad de las minas , tierras, aguas, etc . El régimen legal de dominio de tierras, 279. Los
primeros repartimientos, ventas y titulaciones, 279. Las ventas por composición y remensu-
ración, 15 92-1786, 2 80. Las tierras comunales, del Cabildo y de los indios, 2 80. Las tierras
de los españoles: la "estancia" y la hacienda, 290. Las de las "manos muertas", 292. Origen
de la p ropiedad de tierras y proceso de ellas en la ciudad de Huánuco y Términos, 292 .
Característica y proceso de las tierras comunales, 293. Sus títulos de deminio, 294. Composi-
tores y remensuradores en la Ciudad de Huánuco y jurisdicción, 294. Ligámenes jurídicos sobre
los bienes inmuebles: cen sos, capellanías, cte., 296.
Capítulo XII
Las razas, 299. El mestizaje, 3 Ol. El español o blanco, el indio y el negro en la Ciudad 'Y
Corregimientos, 3 O!. El cholo huanuqueño; su genealogía, 3 Ol. La población de la Ciudad y
Corregimientos, del siglo XVI al XVIII, 305. Las clases sociales, 309. El ran go de los funda-
dores y primeros pobladores de Huánuco, 3 l O. Nobleza inca en Huánuco•: descendientes de
Tupac Inca Yupanqui y Huayna Capac, y su título nobiliario, 312. Algunos caciques huanu-
queños, 316.
Capítulo XIII
Los organismos rec audadores y las rentas de la Corona, 3 21. Los quintos, alcabalas, oficios
vendib les y cuas rentas o impuestos, 3 24. La administración y cobro de estos ingresos en
Huánuco, 3 24. Los Oficiales Reales, el Corregidor, Alcalde de Minas, etc., 3 24. Los tr ibutos
de los indios qomunes yanaconas y hatunrunas; su número y monto que abonaban en los
corregimientos de la ciudad, 3 27. El privilegio de los y anaconas de la ciudad de Huánuco, 3 3 O.
Abuso de las autoridades y casos de quejas, 3 3 6.
Capítulo XIV
daráos, jesuítas y demás, 345. Su labor social y evangelizadora en los pueblos C' Jos corregi-
mientos de Huánuco, 345. La Iglesia Matriz y la Patrona de la ciudad, 3 5 6. El H-ital de
San Juan de Dios, 3 61.
Capítulo XV
Las doctrinas, curatos e· iglesias en los corregimientos de Huamalíes, Tarma, Huaylas, Con-
chucos, Cajatambo, en los siglc•s XVI, XVII y XVIII, 363. La visita de Santo Toribio de Mo-
grovejo y otros prelados a sus pueblos, 364. (Hechos de Santo Toribio en Huánuco y distritos),
366. La obra catequiz~dora de las órdenes religiosas en la selva, 372. La convenión de los
panatahuas, tingaleses, carapachos y demás tribus, hasta fines del siglo• XVIII, 374. La suble-
vaci·Ón de Juan Santos Atahualpa, 379. Vicisitudes de la conversión y trabajo de los misioneros 1
del Convento de Ocopa, 380. El descubrimiento del Padre Abad, 380.
Capítulo XVI
La autorización a Gómez Arias Dávila para la conquista de la selva del Huallaga o Rupa-
Rupa, 383. Los preparativos de la expedición y "entrada" a los panatahuas, Sisimpar y Tulu-
mayo, 387. La fundación de la ciudad de Espíritu Santo de Sisimpar, 389. El fracaso y la
suspensión de la campaña; la rebeldía de los panatahuas y hechos que motivaron el enjuicia-
miento de Arias Dávila, y su condena por la Audiencia de Lima, 391. Su rehabilitación para
proseguir la conquista, y muerte del famoso capitán, 392. Otros intentos de colonizaóón de
la selva, 394. La obra de Bezar·es en el Corregürnie·nto de Huamalíes, 394. la expedición cien-
tífica de Ruiz y otros a las montañas de Huánuco, 395.
Capítulo XVII
.r
DESCRIPCIÓN DE LA CIUDAD Y PUEBLOS DE SUS CORREGIMIENTOS
Carácter y aspecto urbano y social de la ciudad de Huánuco y de los pueblos de sus corregi-
mientos, 397. Apogeo y decadencia de la ciudad, 398. Las descripciones de Vásquez y de
Espinoza, Hipólito Ruiz y otros, 399. Las costumbres en la ciudad y en los pueblos de indios,
400. La arq·uitectura: la civil y religiosa (Exponentes de este último arte en la ciudad y sus
terminos), 406.
Capítulo XVIII
La cultura y ·la vida intelectual en la Colonia, 409. Huánurn, residencia de Diego de Aguilar y
de Córdoba, Francisco Vásquez y Diego de Ojeda, 410. La huanuqueña Amarilis, exponente
del ingenio femenino del siglo XVII, 415. Diversas hipótesis en to-rno a la identificación de
su persona, 415. Amarilis es ¿María de Rojas Garny, o María de Aguilar y Fakón?, 421.
Huanuqueños que descollaron en las letras, artes, clerecía, etc., 42 5. Otros hijos ilustre-s de •
la ciudad, 42 5. (La leyenda de la "Perricholi huanuqueña"), 431.
ÍNDICES 671
Cuarta Parte
EMANCIPACIÓN Y REPÚBLICA
Capítulo I
L a lucha entre españdes, criollos y mestizos, 43 5. La exig¡encia tributaria y los abusos de los
funcionarios, 43 6. La desesperada situaci.ón de los indios, 43 7. La rebelión de Huamalíes
por exacciones del corregidor Sa ntiago y Ulloa, 43 8. La huí da de éste y la muerte de Cajiga,
439. La expedición realista que sofocó la reb-elión, 439. El proceso a sus autores, 440. La
relación del Virrey Guirior sobre el movimiento, 441. Los posteriores disturbios en Huallanca,
443. L as ideas libertarias en Huánuco y jurisdicción, 444 . El huanuqueño don José G abriel
Aguilar, precursor de la emanci paci ón americana, 445.
Capítulo JI
El estacio p olítico de España y colonias american as en los primeros lu st rns del siglo XIX, 449.
Las causas y los gestores de la revoluci·Ón huanuqueña de 1812, 450. (Las Juntas secretas,
1' "los pasquines"), 45 l. La toma de la c.iudad por los sublevados e indios, 482. La Junta de
Gobierno designada por los insurgen tes, 470 . El primer combate y toma de Ambo, 472. La
revoluc ión en Huamalíes y otras provincias, 474 . La expedición de González de Prada a
Huánuco, 477. El segundo combate de Ambo y l a derrota de los patriotas, 478. La expedición
d e Maiz y Arcas a Huamalíes, 4 84. La captura de los directores y jefes de Huánuco y Huama-
líes, y su juzgamiento, 484. La jura de la Constitu'ci<Ín de 1812, la elección de diputados y la
agit2c10n de 1813, 492. Carácte r de la revolución huanuqueña a la luz de los aut os que se
siguieron a los rebeldes, y de otros documentos y de la apreciación hi st órica, 494.
Capítulo III
El desembarco de San Martín y la expedicj.ón de A lvarez d e Arena les al centro del Perú , 497.
El pronunciamiento de Huánuco por la libertad, 9 de Diciembre de 1820, y envío de del egados
al e-ampo patriota, 498. La Jura de la Libertad en 15 de Diciembre de 1820, 501. Su incorpo-
ración a Ja Intendencia de THma Independiente, 5 02 . Las p rime ras autoridad es buanuqueñas
de la ciu dad y territorio por la libertad, 504. Documentos oficiales, 505. Las gucrriHa s y el
" Batall ón Huánuco", 508. La campaña de Junín y el paso del ejército patriota por territorio
lrnanuqueño, 509. Bolívar en Huánuco, 517. Huanuq ueños en la campaña de Ayacucho y
en la ·organización de la Repú blica, 518 .
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672 ÍNDICES
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
La hacienda pública; sus instituciones; sus rentas, 609. (La contribución personal y otras
rentas, según datos oficiales), 610. La propiedad y el trabajo, 615. La explotación del mestizo
e indio en las haciendas, particularmente en las de la selva o montaña, 616. Informes oficiales,
618. E l origen d~ la pre.piedad rural huanuque1ía, 620. La esclavitud del mejorero 'Y del opera-
rio, 620. Las comunidades de indios, régimen actual y número de las reconocidas legalmente,
621. La agricultura, 62 5. La industria, 626. La Minería, 628. La inmigración, 631. La coloni-
zación de la selva, 632. La población, 633. Los caminos, 634. Hechos notables en la vida del
Departamento, 634.
ESTE LIBRO FUÉ ESCRITO POR EL DOCTOR
DON JOSÉ V ARALLANOS,
NATURAL DE LA CIUDAD DE HUÁNUCO, PERÚ,
Y ACTUAL SENADOR DE LA REPÚBLICA
POR AQUEL DEP AR T ANIENTO. SE EDITA CON
EL PROPIO PECULIO DEL AUTOR,
Y SIN AYUDA O SUBVENCIÓN ALGUNA,
PARTICULAR O PÚBLICA.
EN 1946, SIENDO ALCALDE DON LUIS REPETTO
RAMÍREZ, EL CONCEJO DE HUÁNUCO,
VOTÓ S. 1.000, CON LOS QUE SE ABONÓ LA
COPIA DE ALGUNOS DOCUMENTOS
QUE SE CITAN EN LA BIBLIOGRAFÍA.
EL SENADO DEL PERÚ,
EN SESIÓN DE 21 DE ENERO DE 19S8,
A PEDIDO DEL SENADOR DR. VÍCTOR E. VIVAR,
RECOMENDÓ SU ADQUISICIÓN.
LOS UN MIL SETECIENTOS EJEMPLARES
DE LA PRESENTE EDICIÓN
FU~RON TIRADOS EN LA IMPRENTA LÓPEZ,
CALLE PERÚ 666, BUENOS AIRES,
EL 28 DE JULIO DE 1959.
Date Due
1
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