2 Introducción
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INTRODUCCIÓN
Las investigaciones científicas referidas a las ciencias sociales suelen estar sometidas, en un
primer momento, a la incomprensión y quizás a la subvaloración. No es un asunto planteado
intencionalmente sino que, en realidad, sus resultados son difíciles de medir si se comparan
con los resultados de las llamadas ciencias exactas. A ello se suma que la cualidad del objeto
de estudio es un sujeto de estudio, es el ser humano, ese hombre o mujer –el lector y uno
mismo-- inmerso en las más complejas y contradictorias dinámicas sociales.
Por eso, puede parecer una locura haberse planteado asumir el reto de adentrarse por caminos
muy poco trillados por la Psicología e intentar echar a andar por los vericuetos que colindan con
asuntos de índole político-ideológica y reclaman un alto rigor científico. Si algún aporte se
pudiera señalar como principal en el presente trabajo es, precisamente, que permite ofrecer una
explicación científica a una realidad cotidiana. Se evidencia el papel de la ciencia psicológica
insertada –y debería hacerlo más-- en el análisis de las políticas que afectan la vida concreta de
la persona y al mismo tiempo, se destaca la importancia y novedad de la tesis para esta ciencia.
En el año 2000, la contemporaneidad ubica la vida cotidiana de la familia ante una realidad de
fines de siglo. La memoria histórica conforma la experiencia pasada de la familia y deviene
factor fundamental para comprender las dinámicas futuras, por tanto es imprescindible conocer
la dialéctica de su presente. Son muchos los aspectos que integran la compleja trama de
relaciones humanas envueltas en fenómenos --a su vez complejos-- como la familia, la
emigración y la vida cotidiana, ubicados aquí, históricamente, en los albores del siglo XXI.
En Cuba, durante los años 90, la palabra crisis se ha incorporado al vocabulario cotidiano, y
esto no es casual. Las condiciones en las cuales se desarrollaba la vida diaria cambiaron, pero
no en un proceso paulatino, que permitiera el tiempo necesario para que las representaciones
individuales, grupales y sociales asimilaran las nuevas estructuras, sino bruscamente, retando
la eficacia de los "viejos" esquemas referenciales que, por la significación inédita del cambio
social, no daban respuesta acertada a las "nuevas" situaciones.
En el orden social general, la caída del campo socialista, las dificultades estructurales de
nuestra economía y la falta de crédito internacional se convirtieron en un imperativo para
determinados ajustes y cambios. Ello condujo a experimentar --objetiva y subjetivamente--, en
todos los niveles de la sociedad cubana, lo que ha sido considerado como una de las
situaciones económicas más difíciles por las que ha atravesado el período revolucionario.
públicos. Al mismo tiempo, y condicionado por todos estos factores, se van poniendo de
manifiesto determinados signos de desigualdad que enmarcan diferencias sociales.
Por otra parte, son pocos los estudios de vida cotidiana realizados en Cuba, desde el punto de
vista psicológico. Empiezan en los '90 y la autora es profesora principal de esta asignatura en la
Facultad de Psicología, por lo cual ha participado desde el inicio en los estudios que sobre el
tema se han realizado, en conjunto con otros investigadores.
En el campo de la Psicología no hay precedentes teóricos directos para el análisis de cómo las
políticas migratorias, en determinados contextos históricos afectan las percepciones acerca de
los vínculos familiares en las condiciones de la vida cotidiana.
Las cuestiones de orden puramente psicológico e individual son de vital importancia; sin
embargo, se consideró que el abordaje de este tema no debía partir de ahí pues si se le da
mayor peso a este tipo de estudio se pierde la esencia del problema migratorio.
En este sentido, los resultados de trabajo e investigación realizados desde hace varios años,
constituyen los precedentes teóricos de la tesis que aquí se presenta, en particular la
perspectiva teórico-psicosocial para estudiar la familia cubana emigrada (1995) y la propuesta
teórica para el estudio de las redes de parentesco en el proceso migratorio cubano (1996).
Los tres pilares teóricos de este trabajo son la emigración, la familia y la vida cotidiana, cada
uno es un proceso complejo, dinámico y dialéctico. El contexto histórico concreto de la Cuba de
hoy, demuestra la actualidad e importancia del estudio de la interrelación existente entre ellos.
La novedad radica en presentar la unidad de estos tres temas: familia, emigración y vida
cotidiana, desde una perspectiva articulada por una propuesta original y que permita
comprender la complejidad, dialéctica y dinámica de este fenómeno, nunca antes abordado por
las ciencias sociales de este modo, es decir, desde un enfoque psicosocial y a su vez inter y
multidisciplinario (por no decir ya transdisciplinario). Es una concepción psicosocial nueva,
integradora de fenómenos sociales complejos que permite explicar su necesaria
interdependencia, lo cual resulta trascendental para toda la sociedad.
Cualquier regulación y/o política migratoria, económica, social, tiene que pasar por el ámbito
familiar como concreción práctica de su expresión en la sociedad. La familia como unidad de
análisis en el proceso migratorio se extiende como un sujeto social abarcador de los miembros
que se trasladan, los que quedan en el país de origen y los que están en el país receptor. Al
hablar de miembros, la familia amplía la categoría parentesco no sólo a quienes cubren la
diversidad actual por las muchas variantes que implica la filiación, consanguinidad, cohabitación
o afecto, sino también a quienes, subjetivamente, se constituyen como miembros de la familia, y
por tanto, integran las redes de deberes y derechos asignados y asumidos cotidianamente.
El contenido de las percepciones sobre la emigración cambia y trae aparejadas –en una relación
dialéctica de causa/efecto-- la reactivación y ampliación de las relaciones con la familia emigrada.
Los familiares en Cuba le asignan un papel de ayuda como parte de las funciones de la familia
emigrada. La ayuda se concibe en dos direcciones: como envío de recursos, lo cual le permitiría
paliar la crisis desde dentro del país; y como reclamo migratorio, lo que aparece como solución a la
crisis al escapar de la presión que le impone la cotidianidad.
Permitió además elaborar una publicación de corte científico popular cuyo tema de
trascendencia política se pone a disposición de una mayor gama de sujetos sociales en la
población cubana actual. Es un libro que sirve para un público amplio, es decir para consumo
social, profesional y político. Este libro obtuvo: el Premio del Rector de la UH en 1997, Premio
Julio 1997, fue publicado en 1998 por la Editora Política, y presentado por el Instituto Cubano
del Libro en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, 1998.
sido tutora, entre 1993 y 1999, de 10 trabajos de diploma en las Facultades de Psicología y
Comunicación. Además, ha publicado diversos artículos y libros relativos al tema, tanto en Cuba
–Revista Temas, Correo de Cuba, Caminos, Anuarios CEAP, Análisis de las investigaciones
sobre familia cubana, 1970-1987, Los balseros cubanos, etc.-- como en el exterior –La
emigración cubana en España, España, Psicología política: identidad y emigración, Uruguay,
Cuba hoy: desafíos de fin de siglo, Chile, y KAIROS-Revista de temas sociales, Argentina.
Llegar al final de esta investigación no significa dar por concluido el tema, sino que por el
contrario se convierte en una etapa fundamental para la continuidad de estos estudios.
Conceptualizar de este modo las relaciones familiares resulta imprescindible, sobre todo si se
tiene en cuenta la tendencia actual --intencional y explícita-- del gobierno cubano, de desarrollar
un proceso de normalización de las relaciones con su emigración, lo cual trae consigo
implicaciones de orden político, económico, social y humano. Como profesional de la
Psicología, ciencia humana por excelencia, el compromiso es ético y científico.