Miniaturas Mexico

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Objetos del México Prehispánico

La manera de conocer el pasado


mesoamericano a través de su arte
GRANDES MINIATURAS
Objetos del México Prehispánico

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1 Miniaturas arqueológicas 4 4 Símbolos en miniaturas arqueológicas 11

2 Antigüedad y distribución de las 4.1 Diseños incisos 11


miniaturas en Mesoamérica 5 4.2 Fauna 11
4.3 Braseros 12
2.1 El Horizonte Preclásico 5 4.4 El xonecuilli, espiral doble o símbolo del
2.2 El Horizonte Clásico 6 año 13
2.3 El Horizonte Posclásico 7
5 Las vasijas miniatura ayer y hoy 13
3 Formas en miniatura 8
Glosario 15
3.1 Miniaturas utilitarias 8
3.2 Formas rituales en miniatura 9 Bibliografía 19
3.3 Tláloc en miniatura 10
3.4 Rituales de nacimiento y muerte entre los Selección de Piezas 21
mexicas 10
Créditos 69

Fundación Cultural Armella Spitalier


www.fundacionarmella.org
contacto@fundacionarmella.org
ventas@fundacionarmella.org
Introducción

Grandes miniaturas, es un acercamiento a dife-


rentes aspectos del México prehispánico estrecha-
mente vinculados con el fascinante universo de las
miniaturas arqueológicas elaboradas en barro.

Sin lugar a dudas, las vasijas miniatura son otra


puerta que permite penetrar al fascinante mundo
de la cosmovisión y tradiciones de los pueblos que
habitaron el México antiguo.

Hugo Herrera Torres.

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1 Miniaturas arqueológicas Objetos del México Prehispánico

En el México prehispánico los alfareros elabora- Se trata de piezas especialmente diseñadas para
ron vasijas de diversas formas y tamaños. Entre las cumplir funciones rituales. Muestra fehaciente de su
creaciones más pequeñas se distinguen aquellas función son los testimonios, como el códice mixteco
piezas que en la actualidad identificamos con el Nuttall, donde se observa a una mujer sacerdotisa
nombre de miniaturas arqueológicas, por ser éstas que porta dicho instrumento para quemar especies
reproducciones a escala de piezas más grandes; aromáticas, probablemente incienso o copal.
aunque también algunos investigadores consideran
como miniaturas a aquéllas vasijas cuyo reducido
tamaño obedece a la función que desempeñan.

La elaboración de miniaturas se manifestó en Meso-


américa durante todo el período prehispánico. Estas
creaciones desempeñaron un importante papel en
actos ceremoniales y religiosos. Por esta razón, al
definir a las miniaturas arqueológicas, además de
tomar en cuenta otras posibles funciones, es nece-
sario destacar su contenido simbólico.

Los antiguos artífices del barro, crearon formas y


tamaños, determinados por las prácticas religiosas.
Tal es el caso de los sahumerios que empezaron
a ser utilizados durante el periodo Clásico Tardío
(600 – 900 d. C.).

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2 Antigüedad y distribución de las
miniaturas en Mesoamérica Objetos del México Prehispánico

2.1 El horizonte Preclásico

En el territorio mesoamericano, las vasijas minia- En la zona arqueológica de Monte Albán, se han
tura más antiguas de las que se tiene conocimien- encontrado evidencias de botellones miniatura,
to, se ubican cronológicamente entre los año 1000 correspondientes a la primera fase de este
a 1200 a.C. Tal período es arqueológicamente co- importante centro político y religioso del mundo
nocido como horizonte Preclásico o Formativo, y mesoamericano.
corresponde a los albores de las primeras organi-
zaciones sociales mesoamericanas.

Muchas vasijas miniatura que datan del Horizon-


te Preclásico, provienen de sitios como Tlatilco y
Tlapacoya, ubicados en la región lacustre de la
Cuenca de México. Estas vasijas sobresalen por
su calidad, forma y diversidad de objetos represen-
tados en ellas.

En el Occidente de México, son especialmente no-


tables las vasijas miniatura provenientes de explo-
raciones arqueológicas realizadas en la década de
los ochentas, en Capacha, zona con asentamien-
tos prehispánicos del horizonte Formativo.

Vista aproximada del territorio mesoamericano.

Botellones

Una de las formas cerámicas prehispánicas de más


temprana creación es el botellón; inconfundible por
su amplio cuerpo redondeado y cuello cilíndrico, de
diámetro y largo variables. Los ejemplares más an-
tiguos corresponden al estilo olmeca, y se sitúan a
mediados del horizonte Preclásico o Formativo.

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2.2 El horizonte Clásico

Las vasijas miniatura fueron una tradición del


Formativo, que persistió durante la siguiente gran
etapa del desarrollo prehispánico llamado horizon-
te Clásico (200 – 900 d. C.).

Durante el apogeo teotihuacano, fueron amplia-


mente difundidas las formas cerámicas vincula-
das con la gran urbe. El caso más notable, es el
tazón de base anular del tipo cerámico llamado
Anaranjado Delgado. Versiones en miniatura de
estos ejemplares, han sido localizadas en ofren-
das mortuorias.

Las miniaturas del horizonte Clásico abarcan la


gran mayoría de las familias cerámicas. Entre
ellas se cuenta con los cajetes de poca profun-
didad de paredes abiertas, clasificados como del
Grupo Pulido.

Durante el período Clásico, las vasijas miniatu-


ra elaboradas en la Costa del Golfo y Altiplano
Central mantienen un estrecho parentesco. No
obstante, su atribución a la tradición teotihuaca-
na es indiscutible.

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2.3 El horizonte Posclásico

Durante el período del horizonte Posclásico, (900


- 1521 d. C.) una de las formas cerámicas con
mayor índice de reproducción fue el cajete trípode
miniatura.

Los trípodes miniatura de diferentes zonas del Altipla-


no Central fueron reproducidos con gran semejanza
en detalles y atributos a piezas de mayor escala. Con
ello, las miniaturas contribuyen a crear la identidad de
un pueblo o grupo en particular. Es el caso de vasi-
jas trípodes miniatura que son representativos de los
asentamientos ubicados en los valles de Epatlán e
Izúcar de Matamoros, al suroeste de Puebla; o el de
la cerámica posclásica de estilo tarasco.

Los tarascos, prácticamente extendidos en gran


parte del territorio que hoy abarca el estado de
Michoacán, incorporaron sus miniaturas a las
ofrendas funerarias. Vasijas miniatura trípodes

Su cerámica tiene como atributos motivos


simbólicos que combinan las formas geométricas
ejecutadas en color blanco sobre fondo rojo, así
como estilizaciones de animales fantásticos.

En este inconfundible estilo, fueron elaborados trí-


podes miniatura de rica policromía, cuyos diáme-
tros máximos no exceden los 5 cm. y las alturas
fluctúan entre los 3 y 4 cm. como máximo.

En estos casos en particular, secciones de la pieza


como el borde y los soportes acentúan variaciones
formales dentro del mismo grupo y resultan intere-
santes los diseños simbólicos ubicados al interior.

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3 Formas en miniatura Objetos del México Prehispánico

3.1 Miniaturas utilitarias

Vasijas para hilar

Vasijas elaboradas entre los siglos XV y principios


del XVI, las cuales fueron utilizadas para hilar. Se
trata de pequeños recipientes modelados en barro
fino, con bases cónicas, caladas y con pequeños
orificios; suelen llevar al interior motivos pintados en
color café. Estas vasijas sirvieron para colocar el
huso y obligarlo a girar en una superficie reducida.

Algunos especialistas, identifican como miniaturas


a aquellas vasijas que no son versiones en peque-
ña escala de piezas. De este tipo son los cajetitos
de filiación mexica y tarasca.

Cajete miniatura mexica.

El empleo de este tipo de artefactos, se represeta


en una lámina del códice Mendocino, en la que se
observa a una madre en el momento de instruir a
su hija sobre la manera correcta de hilar el algo-
dón. Se nota que el huso o palillo giratorio lleva la
madeja de hilo sostenida por el malacate que está
colocado sobre una pequeña vasija anaranjada de
Trípode estilo tarasco. forma bicónica (similar a la mostrada arriba del pa-
rrafo). Esta vasija es colocada sobre un petate.
En la década de los cuarenta, el arqueólogo Hugo
Moedano, propuso que los pequeños cajetes trí-
podes polícromos, de filiación tarasca, habían sido
utilizados para sostener el huso giratorio.

Al estudiar con detenimiento algunas de estas


miniaturas se han detectado someras huellas de
desgaste ubicadas en el fondo, lo que puede indicar
que quizás fueron usadas para dicha actividad.

Sin embargo, otros ejemplares no presentan las


huellas de ese desgaste. Es factible suponer que Madre e hija en labores de hilado usando el
éstas eran incluídas en ofrendas funerarias junto malacate. (códice Mendocino)
con otras vasijas, figuras y trípodes miniatura que
jamás fueron utilizados.

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3.2 Formas rituales en miniatura

El guaje es una forma ritual vinculada con el


agua. En algunos casos, las vasijas arqueológicas
copian a las formas naturales. Tal es el caso del
guaje, fruto de una planta rastrera, utilizado para
transportar agua.

Una evidencia documental sobre la importancia


que tuvo el guaje, se muestra en la “Relación de
Michoacán” escrita por fray Jerónimo de Alcalá.
En ella fue representado el “petamuti”, sacerdote
mayor, frente a los caciques purépechas, de pie
con toda su indumentaria. Porta sobre su espalda Representación miniatura de guaje.
un guaje ritual de forma alargada, maqueado y en-
gastado con turquesas, objeto que constituía una
de sus principales insignias religiosas. rior es una cabeza zoomorfa, con los ojos señala-
dos mediante una bolita de barro, orejas añadidas
Algunos guajes miniatura modelados con fino barro por pastillaje y hocico protuberante.
de color amarillo en acabado mate, conservan
restos de pigmento rojo en la superficie. Por las ca- En México, el uso del guaje o bule se encuentra
racterísticas del barro utilizado, estas piezas quizás muy generalizado en diversas regiones y tiene,
provengan del estado de Veracruz. además, un significado mágico. De acuerdo con
Carl Lumholtz, su figura más o menos estilizada,
se reproduce en los tejidos de los tarahumaras de
Chihuahua y de los huicholes de Jalisco y Nayarit.
Entre los huicholes, el guaje es por excelencia
el símbolo de la lluvia, por ello es un elemento
plasmado en los diseños de los morrales, fajas y
cintas de su indumentaria.

Una de sus formas de representar el guaje, es me-


diante dos vasijas unidas en su parte media. Ele-
mento que en sentido horizontal, repetido varias
veces se manifiesta en el diseño de estos atributos
de la indumentaria.

Al cortar la parte inferior del guaje se obtiene


una jícara, una de las formas más comunes de la
alfarería mesoamericana. Con múltiples funciones,
acabados y motivos decorativos, la jícara también
está presente en la antigua tradición de las
miniaturas.
Representación zoomorfa de guaje con asa vertedera.
En la actualidad, los campesinos siguen utilizan-
Otro ejemplo de miniatura es esta vasija en forma do el guaje para transportar agua. La jícara, el te-
de guaje que posee asa vertedera, estilo que ha comate y el bule presentan cualidades de ligere-
sido reportado como procedente de la zona perifé- za, impermeabilidad y capacitores térmicos que
rica de Monte Albán. En esta vasija la parte supe- las vuelve insustituibles para la vida rural.

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3.3 Tláloc en miniatura

E n Mesoamérica la imagen de Tláloc, antiguo


e imprescindible dios de la lluvia; Chac, dios de
nariz ganchuda para los mayas y Cocijo, dios con
rasgos felinos y lengua bífida entre zapotecos,
también fue representado ampliamente en las va-
sijas miniatura.

A finales del horizonte Clásico e inicios del Posclá-


sico, se elaboró en varias regiones de Mesoamé-
rica braseros de forma bicónica, estrechamente
vinculada con la representación del dios Tláloc. De
igual manera, este tipo de piezas fueron hechas
en miniatura.
Pequeño cajete con representación de Tláloc.

3.4 Rituales de nacimiento y muerte entre los mexicas

Entre los mexicas, los implementos en miniatura “…si era varón… poníanle en la mano derecha una
eran utilizados para determinar el oficio del recién espada pequeña y en la otra, una rodelilla chiquita.
nacido, colocando en sus manos pequeños objetos Esta ceremonia hacían al niño 4 días arreo… Y si era
que necesitaría durante su vida. hija, después de lavada cuatro veces, poníanle en la
mano un aderezo pequeño de hilar y tejer, con los de-
En grandes y numerosas fiestas mexicas, se chados de labores. A otros niños ponían a los cuellos
ofrecía una enorme cantidad de figuras miniatura carcajes de flechas y arcos en las manos. A los demás
como imágenes de dioses, sacerdotes y aún de niños de la gente vulgar les ponían las insignias de lo
templos. Las pequeñas representaciones pasaban que el signo en que nacían conocían. Si su signo se
a formar parte de algún altar dentro de las chozas inclinaba a pintor, poníanle un pincel en la mano; si a
nativas, o como recuerdo de aquella fiesta a la que carpintero, dábanle un azuela, y así de los demás…”
habían asistido. Con la muerte de algún miembro
de la familia estas figurillas eran ofrendadas, Fray Diego Durán.
colocándolas en su tumba.

Plasmados en códices, las ofrendas en miniatura también Los mexicas ofrecían en sus fiestas figuras miniatura.
eran parte del ajuar funerario.

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