Spotlight

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Spotligth es una película que cuenta la historia de un medio de

comunicación muy importante de la ciudad de Boston que saca a la luz una


historia que incrimina a la institución más poderosa de su comunidad, la Iglesia
Católica, dónde la Arquidiócesis oculta abusos sexuales a niños por parte sus
sacerdotes durante muchos años. A lo largo de la película se demuestra el gran
impacto personal que esta situación causó sobre los periodistas al cubrir los ilícitos
de la iglesia. En agosto de 2001, llega el nuevo editor del Boston Globe, Martin
Baron, quien le encargó a la unidad de investigación del diario, el Equipo Spotlight,
que investigara sobre el caso del padre John Geoghan, un sacerdote católico
acusado de abusos sexuales contra menores. Un mes después, el equipo ya
había comenzado a descubrir muchos otros casos de abusos cometidos por
sacerdotes en Boston. La historia era potencialmente explosiva e impactante, ya
que Boston tenía el más alto porcentaje de católicos de todas las grandes
ciudades de Estados Unidos.

La Arquidiócesis y el Cardenal Law eran personas muy apreciadas y


respetadas dentro de la ciudad. El Globe y Law tenían un historial de relaciones
tensas a lo largo de los años. Mientras que los periodistas investigaban y poco a
poco encajaban las piezas del tema, debían tomar la decisión de cómo abordar
una historia que literalmente, era increíble, abrumadora e impactante. Tenían que
saber cómo manejar la posible reacción negativa de la comunidad y cómo lidiar
con la reacción que se esperaba de la Arquidiócesis. 

Gracias al abogado Garabedian, quien había defendido a varias víctimas de


estos abusos y estaba dispuesto a ayudar al periódico con el tema para Spotlight,
se obtuvo evidencia indesmentible, un documento público que implicaba al
Cardenal Law donde se evidenciaba que el ya estaba al tanto de la situación y no
hizo nada al respecto. El Globe, que quería asegurar que su impactante reportaje
fuera infalible, sentía que no estaba totalmente preparado para publicarlo aún ya
que la iglesia había logrado callar este tema muchas veces, pero el documento era
público y otros periodistas podrían encontrarlo, corrían contra el tiempo.

Debido a que normalmente los pedófilos tienden a ser reincidentes, el


Equipo Spotlight presumió que habría numerosas víctimas, víctimas que podrían
estar dispuestas a identificar a sus abusadores y así ayudar con el tema para
sacarlo a la luz. Buscando ayuda para localizar a las víctimas, los reporteros
recurrieron a una organización nacional, SNAP (Survivors Network of Those
Abused by Priests / Red de Sobrevivientes de Abusados por Sacerdotes). Fue de
gran ayuda ya que en pocos días, habían encontrado víctimas, quienes a veces
los condujeron a abogados, quienes a veces los condujeron a más víctimas.
A fines de agosto es cuando Garabedian le contó a Rezendes, uno de los
escritores, algo tentador, algunos documentos en las demandas civiles en contra
de Geoghan ya eran públicos. Garabedian podría haber filtrado esos documentos
a algún periodista mucho antes, pero, temiendo represalias de la iglesia, había
insistido en hacer todo según las reglas. Aún en un caso con una orden de
confidencialidad, un abogado puede presentar solicitudes ante un juez,
respaldándolos con documentos que entonces se convertían en documentos
públicos. Garabedian había presentado solicitudes, acompañando documentos, y
esperaba que algún periodista con iniciativa los encontrara. Pero para fines de
agosto, ninguno lo había hecho, así que le dio la pista a Rezendes. Sin entregar
detalles, Garabedian le dijo a Rezendes que los documentos eran potencialmente
explosivos. Pero los documentos, descubrió Rezendes, no estaban en el
expediente del tribunal. Garabedian había presentado 14 conjuntos de
documentos distintos, y ninguno de ellos estaba. 

En Boston existían más de 14 sacerdotes abusadores, pero no tenían cómo


encontrarlos, es así como la base de datos se agrandó luego de que a Robinson
se le iluminara la mente. Se le ocurrió buscar en los directorios publicados por la
iglesia, que incluían el estatus y ubicación de todos los sacerdotes en la
arquidiócesis. El Equipo Spotlight sabía que entre cada traslado, Geoghan había
estado con "licencia médica", así que comenzaron a examinar 17 años de
directorios, prestando especial atención a las destinaciones cuando eran retirados
de circulación.

Para mediados de octubre, no obstante, la etapa de cobertura más


intensiva del atentado del 11 de septiembre había finalizado, y los periodistas de
Spotlight retomaron su investigación. Continuaron revisando los directorios y
eventualmente identificaron a más de 80 sacerdotes con destinaciones
sospechosas. También inventaron otras maneras de identificar a sacerdotes
sospechosos. Por ejemplo, armaron una lista de todos los abogados, incluyendo
abogados de la iglesia, que habían trabajado en casos de abusos sexuales que
involucran a sacerdotes.

Carroll tenía un contacto en los tribunales quien, usando el número de la


Junta de Supervisores de los abogados, identificó todos sus casos durante los
últimos 15 años, más de mil en total, incluyendo muchos en los cuales se acusaba
a sacerdotes. Estos casos llevaron a más abogados, que a su vez condujeron a
más casos.

En algunos casos, el computador no tenía ninguna información sobre casos


específicos, así que los reporteros iban al tribunal para obtener los expedientes y
descubren que habían sido incautados: después de los acuerdos extrajudiciales,
los jueces habían accedido a la solicitud de la iglesia de sellar los registros, una
señal de la deferencia con la que era tratada la iglesia. Era como si estas querellas
nunca hubiesen existido. En respuesta, el Globe solicitó a los jueces reabrir esos
expedientes. No todos los métodos del Equipo Spotlight eran tan complejos o
consumían tanto tiempo. Era un secreto mal guardado que la iglesia utilizaba una
mansión en Milton para acoger a  sacerdotes que estaban entre destinaciones. Al
revisar los registros de residencia en la municipalidad de Milton, Robinson
descubrió que alrededor de doce sacerdotes habían inscrito amablemente la
mansión como su lugar de residencia. Con el tiempo, el equipo descubrió que gran
parte de la información que había reunido se reafirmaba por información que ya
tenía. Podía ser que un sacerdote citado por un abogado ya estaba en la base de
datos de Spotlight porque había anotado la mansión Milton como su residencia. O
que los directorios mostraban que un sacerdote había tomado “licencia médica”
dos semanas después de que la iglesia recibiera una denuncia sobre su
comportamiento.

El silencio

En cuanto a las víctimas, era un tema delicado debido a que algunas


ansiaban contar sus historias, mientras otras sentían miedo o vergüenza al
hacerlo. En un caso, cuenta Robinson, "la víctima no quería hablar con nosotros,
pero su padre nos contó sobre un sacerdote que no sólo había abusado de niños,
sino que también mató a un niño en un accidente de auto cuando manejaba
ebrio." Ese sacerdote era el padre Ronald Paquin. Paquin "le pertenecía" a
Pfeiffer, los periodistas de Spotlight se habían repartido los sacerdotes. Pfeiffer,
resultaba, estaba a cargo de entrevistar a las víctimas de los tres sacerdotes
acusados más frecuentemente de abusos (aparte de Geoghan): Paul Shanley,
Joseph Birmingham y Ronald Paquin. Como ex reportera de tribunales con años
de experiencia en conversar con víctimas de crímenes, Pfeiffer tenía una
reputación de oyente hábil y paciente. Ella hacía que las víctimas, casi todos
hombres, se sintieran cómodas para contar sus historias. Los crímenes habían
sucedido hacía años, pero algunas víctimas estaban recién enfrentando su
vergüenza y confusión.

En los inicios de la investigación, Pfeiffer se reunió en un restaurante con


una de las víctimas de Shanley. Era un carismático "sacerdote de calle", de pelo
largo, quien en los sesenta y setenta predicaba a jóvenes con familias
problemáticas, quienes habían escapado de sus casas, luchaban con su identidad
sexual, o drogadictos. Abusó a muchos de ellos. Austin fue a verlo por primera vez
en 1968. Durante los siguientes seis años, Austin se convirtió en el "esclavo
sexual" de Shanley.

Confrontaciones

La consternación de los periodistas de Spotlight era aún más aguda porque,


como descubrieron ya avanzada la investigación, los cuatro habían sido criados
como católicos. Ninguno era practicante, pero su experiencia creciendo en la
iglesia les ofreció una comprensión intuitiva de la historia y también agregó una
gran conexión emocional. Pfeiffer, originalmente de Ohio, se había criado católica
y protestante, asistiendo a la iglesia algunas veces por semana con su abuela.
Dice que cuando comenzó la investigación, no tenía sentimientos particulares
respecto de la Iglesia Católica; para ella, era una historia interesante que podía
abordar de manera relativamente objetiva.

Sin embargo, con el tiempo, el tema le afectó. En la mayoría de las


comunidades católicas, los padres se sentían honrados de que los sacerdotes
mostraran un interés activo en sus hijos, y en las familias grandes, especialmente
aquellas sin un padre, la ayuda para cuidar a los niños era invaluable. Si surgían
sospechas, la gente les daba a los sacerdotes el beneficio de la duda.
El Globe descubrió casos en que los niños les habían contado a sus padres que
habían sido abusados, y los padres no les creyeron.

El Equipo Spotlight pasó octubre y comienzos de noviembre de 2001


reuniendo evidencia, entrevista a entrevista, documento a documento. Poco a
poco, comenzó a distinguir las dimensiones de la historia .Es más, los oscuros
hechos representaban un desafío, parecía demasiado malo para ser verdad.
Precisamente lo que la constituyó en una buena historia en el sentido periodístico
la hacía más difícil de reportar y escribir. Si estaban impactados estos
experimentados periodistas, cómo reaccionaría el público? Aunque Baron no tenía
una relación muy íntima con las comunidades católicas, estaba muy consciente
del carácter explosivo de la noticia. Sabía, en primer lugar, que su propia religión
podría convertirse en un tema: los críticos podrían señalar que había llegado un
"editor judío" para inmediatamente lanzar una investigación sobre la iglesia. 

En la Iglesia

La iglesia ignoraba el tipo de abuso sexual del cual Geoghan y muchos


sacerdotes más eran acusados, o sabía lo suficiente como para enviar a sus
sacerdotes a centros de tratamiento para tratar de contener su pedofilia. Si lo
último es verdad, la pregunta es ¿por qué Law no tomó más precauciones y
designó a Geoghan a tareas distintas al trabajo parroquial que lo ponía en
contacto diario con niños? ¿Y por qué no les cuenta a los fieles cómo supervisó a
Geoghan después de mandarlo de vuelta al trabajo? ¿Cómo podría haber habido
al menos 25 otras víctimas después de 1984, si el cardenal y sus agentes fueron
diligentes en sus esfuerzos por proteger a los niños de un sospechado predador
sexual?

Lo que Bradlee, Rezendes, Pfeiffer y Robinson demostraron es que lo que


estaba podrido era todo el árbol. La propia Iglesia su trabajo, que fue premiado
con el Pulitzer, provocó la renuncia del cardenal Bernard Francis Law por
demostrarse que era consciente de todo el asunto. En aquel momento su diócesis
tenía más de 450 demandas por casos de ataques sexuales.

El Equipo Spotlight no tenía la costumbre de publicar noticias en la medida


en que llegaban. Al contrario, esperaba hasta poder reportar exhaustivamente un
tema antes de publicarlo en un reportaje de profundidad o en una serie de
artículos. Particularmente en este caso, con un tema tan controvertido, parecía
tener sentido continuar su habitual práctica y esperar hasta que estuviera
preparado para publicar un reportaje global.

El plan en este caso era publicar un sólido artículo largo sobre Geoghan en
anticipación de su juicio, que estaba programado para enero. El Globe podía
confiar que sus competidores estaban bastante atrás en reportar este tema, si es
que lo estaban haciendo. De hecho, si se publicaba un artículo inmediatamente
basándose en estos tres documentos, probablemente atraería a más reporteros a
la historia. El periódico podría publicar esta noticia y luego publicar el reportaje
más global cuando estuviera listo. Si publicaban de inmediato, sería un artículo
sólido; se basaron en documentos que servirían para contrarrestar la predecible
reacción de la iglesia.

Robinson pidió más tiempo para encontrar pruebas más concretas antes de
publicar la historia, él tenía un amigo abogado que había ayudado a la iglesia
defendiendo sacerdotes, pero éste prefería mantenerlo en silencio, al pasar los
días Robinson logró convencerlo de ayudar y dar la información que sabía para
poder tener una prueba que fuera indiscutible para el público y la iglesia. Es así
como el abogado Sullivan confirmó a 87 sacerdotes incolucrados en abuso sexual
dentro de la ciudad de Boston.

Ya con varias pruebas fuertes y una gran cantidad de declaraciones, el


Equipo Spotligth publicó la historia, la cual fue el impulso para que salieran a la luz
miles de casos en todo el mundo, miles de niños y adultos con sus propias
historias. El equipo publicó al menos 600 declaraciones de víctimas más luego del
escándalo. Sólo en la Arquidiócesis de Boston 249 sacerdotes fueron denunciados
por abuso públicamente, se conocieron más de mil víctimas y el Cardenal Law
renunció a la Arquidiócesis de Boston en 2002.

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