Seanamiento y Eviccion Contratos I

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Saneamiento y Evicción

El saneamiento y evicción constituyen una obligación del vendedor, por lo que


antes de entrar en materia es necesario recordar aspectos generales del contrato
de compraventa.

La compraventa, como muchas instituciones de nuestro ordenamiento jurídico,


tiene su origen en el derecho romano, se le llamaba emptio venditio, era un
contrato consensual, principal, de buena fe y bilateral, se daba entre dos personas
que eran el vendedor o venditor quien se obligaba a entregar la cosa al comprador
o emptor, este último se obligaba a entregar el precio o pretium. En el derecho
romano se reconoció tres elementos fundamentales que reunía la emptio venditio:
una cosa, el precio y el consentimiento.

El contrato de compraventa, es el contrato por el cual una persona llamada


vendedor transmite otra llamada comprador una bien en donde el comprador se
obliga a pagar un precio cierto, así la define el articulo 2530 C.

Al ser un contrato bilateral ambas partes se obligan, en este caso vamos hacer
referencias a las obligaciones que adquiere el vendedor:

1. El vendedor tiene la obligación de conservar el bien tal como se hallaba al


momento de celebrarse el contrato sin cambiar su estado hasta que realice la
entrega al vendedor según el artículo 2583 C, lo que significa que el vendedor
debe de mantenerlo en buen estado y no realizarle mejoras.

2. El vendedor está en la obligación de entregar el bien, es decir, poner en


posesión al comprador para que disfrute como propietario del bien. Conforme el
articulo 2586 C la entrega debe hacerse en el tiempo estipulado en el contrato, de
no haberse convenido será como lo exige el comprador.

3. Garantía del bien vendido el vendedor no solo encuentra obligado a


entregar el bien vendido, si no a garantizarle al comprador lo siguiente: el derecho
y la posesión del bien que transmite.
Dentro de la garantía como obligación hacemos referencia a que el vendedor está
obligado a sanear el bien respondiendo por la evicción al comprador cuando fuese
vencido en juicio por una acción reivindicatoria u otra acción real, según el arto.
2589 C.

El saneamiento es la obligación que tiene el vendedor de responder ante el


comprador cuando se le prive total o parcialmente de la posesión legal, pacífica y
útil del bien objeto del contrato.

Saneamiento por evicción debe entenderse como la indemnización por la pérdida


de la cosa por parte del comprador, al ser objeto de una demanda de otro quien
reclama como suya la propiedad que a éste le fue vendida.

Por ejemplo, si Juan vende a José una camioneta y luego surge Moisés
reclamando como suya la camioneta a través de una acción reivindicatoria, en
dicho proceso Moisés demuestra ser el dueño de la camioneta y se le restituye la
misma. Juan tiene como obligación indemnizar a José por la pérdida del bien
objeto del contrato, a esto se le llama saneamiento.

El saneamiento se refiere a responder por los vicios ocultos de lo vendido que no


se hubieren considerado al tiempo o momento de la enajenación, esto por
defectos del bien; y a indemnizar al comprador si sufriere la pérdida del bien
comprado como consecuencia de demanda judicial, incluye las cosas del contrato,
el valor de los frutos, reparaciones, mejoras que no sean necesarias y no las
recibiere del que lo hubiese vencido en juicio. Los daños y perjuicios serán
liquidados, estableciendo la diferencia del precio de venta con el valor de la cosa
al día de la evicción, todo conforme a los artos. 2621 al 2623 C.

La palabra evicción procede del verbo latino evincere, vencer en juicio, y significa,
de acuerdo con esta etimología, la pérdida de un derecho por consecuencia de
una sentencia condenatoria. Una cosa es evicta cuando por sentencia judicial es
despojada a quien la compró, y hay evicción cuando el comprador de una cosa la
pierde por sentencia judicial. Por ejemplo, si Julissa compra un carro usado, no
hace el traspaso y el carro resulta embargado por una deuda de quien se lo
vendió.

Para que se lleve a cabo la evicción deben reunirse los siguientes elementos:

 Que se prive al comprador total o parcialmente del bien objeto de la venta.

Esto se entiende mejor recordando que la evicción no es un derecho, sino un


hecho que produce consecuencias jurídicas, siendo ese hecho el desposeimiento
de la cosa comprada.

 La privación debe ser fundada en sentencia firme.

Tiene tanta importancia esta exigencia que bien podemos decir que no hay
evicción sin sentencia y así, la entrega voluntaria que el comprador haga a un
tercero, por legítimos que sean los derechos de éste no constituye evicción, por no
haber una sentencia judicial de por medio.

 La privación de la posesión o dominio del bien acordado en la sentencia firme


debe ser en virtud de un derecho anterior a la entrega del bien vendido.

Es necesario hacer énfasis en el hecho de que para que se haga exigible la


obligación del vendedor de proteger al comprador en el dominio y posesión
pacifica de la cosa vendida, el comprador sea turbado en ese dominio y posesión,
pero esta turbación debe de ser de derecho puesto que una de hecho es
insuficiente para que nazca el derecho del comprador. Además es indispensable
que el vendedor sea citado de evicción.

La concurrencia de tales elementos tiene como propósito demostrar, que el


vendedor es responsable por la perturbación de derecho causada al comprador,
pues la exigencia de una sentencia definitiva que establezca que un tercero tiene
un derecho preferente o uno mejor que el que ostenta el adquirente del bien,
implica que ya ha ocurrido la privación total o parcial del derecho sobre la cosa
vendida, por una causa anterior a la celebración del negocio jurídico.

Es importante señalar la diferenciación entre ambas figuras jurídicas, pues


evicción consiste en defender al comprador contra el hecho de terceros
compareciendo en juicio a tomar el lugar del demandado o coadyuvar con él
contra el tercero; el saneamiento consiste en pagar las costas procesales en que
incurra el comprador defendiendo el bien comprado. Podríamos decir entonces
que el saneamiento y la evicción son dos obligaciones derivadas del contrato de
compraventa porque no sólo se limita a reconocer por la pérdida sino que tiene
que defender al comprador frente a la pretensión de ser despojado del bien que le
fue vendido.

Para que el comprador pueda proceder por evicción contra el vendedor es


necesario que a éste se le haya notificado la demanda, consecuencia lógica en
tanto el vendedor está en mejores condiciones para rebatir las argumentaciones
del tercero y ayudar así al comprador. Dicha notificación de la demanda al
vendedor ha de ser pedida por el comprador demandado al órgano judicial dentro
del período que señale para contestar la demanda, abriéndose la posibilidad de
que el primero intervenga en el proceso.

Otro punto que consideramos necesario señalar es los casos en donde el


comprador no tiene derecho a la evicción y saneamiento. Si el comprador no cita
en juicio al vendedor o lo hace fuera de plazo, cesa la obligación de la evicción.
También cuando durante el juicio el comprador hizo una defensa negligente, con
negligente nos referimos a que quizás si no apeló de la sentencia de primera
instancia o no hizo uso de cualquier otro medio impugnatorio que la ley confiere
para revertir el fallo y con ello los efectos de la cosa juzgada; sin embargo, si el
comprador comprueba que era inútil o innecesario impugnar la sentencia entonces
la obligación de evicción no va a cesar y recaerá siempre sobre el vendedor.

Con el saneamiento por evicción se busca proteger al comprador para que,


cuando este se vea privado de su derecho de propiedad por medio de una
sentencia judicial, el comprador pueda exigir al vendedor que responda por dicha
privación del bien adquirido. Así que finalmente podríamos concluir con que
efectivamente nuestra legislación civil protege los derechos del comprador ante
cualquier eventual defecto que surja en el bien objeto de la compraventa aun
cuando no está estipulado en el contrato, podríamos decir entonces que esta
obligación se presume.

Bibliografía

1. Matamoros Montenegro, Iván Antonio. Estudio de Obligaciones y Contratos. 1°


ed Managua, 2012. 290 p.

Páginas 154-160 obligaciones del vendedor

2. Código Civil de la República de Nicaragua. Publicado en La Gaceta, Diario


Oficial No. 236 de 11 de Diciembre de 2019.

Título X de la Compraventa. Capítulo V De las obligaciones del vendedor. Artos.


2582-2598.

Título X de la Compraventa. Capítulo VI del saneamiento por evicción. Artos.


2599-2629.

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