Sidur Tu BShebat 1.0 Benei Avraham
Sidur Tu BShebat 1.0 Benei Avraham
Sidur Tu BShebat 1.0 Benei Avraham
Tu B’Shvat
Año nuevo de la Naturaleza
Según el orden Sefardí
Dios nos dio la tierra y nos pidió que la cuidáramos, la guardáramos y nos
reprodujéramos en ella. Por tanto, aunque nos ha sido dada la tierra como beneficio
gratuito, somos responsables de su administración y ello se expresa en el acto de
sembrar un árbol. Tan importante son los árboles que en la antigüedad cuando se
talaban los árboles para crear armas de guerra, el Eterno prohíbe a los hijos de Israel
destruir los árboles frutales para tales fines (Devarim/Deuteronomio 20:19,20). Cuidar los
árboles significa cuidar la tierra. La destrucción de los árboles significa la destrucción
de la tierra porque donde no hay árboles, no hay vida.
Cada año para esta fecha, educamos al mundo en la importancia de cuidar los
árboles, porque cuidando los árboles, cuidamos también la tierra. Debido a ello, el
anuario hebreo nos regala lo que muy bien podría llamarse “el día de la tierra” toda
vez que muestra la importancia que tiene asistirla, vigilarla, sembrarla de árboles y
tener cuidado con su descanso y fertilización.
Todo esto se hace presente de forma legendaria en nuestra fiesta anual conocida
como “Tu B‟Shvat” o el 15 del mes de Shvat, marcado como el comienzo del año
nuevo para los árboles. Al hacerlo así, nos volvemos más humanos, desarrollamos
más nuestra conciencia universal, establecemos mejor nuestra esperanza y nos
convertimos en guardianes del regalo más extraordinario que el Eterno nos ha dado
como familia humana: „nuestra tierra‟.
Dar Tzedaká de gratitud, sembrar un árbol, limpiar nuestras casas y nuestras calles,
educar a nuestros hijos en la tremenda responsabilidad que todos tenemos de
cuidar nuestro querido planeta y bendecir al Eterno por Sus bondades, forma parte
general del concepto escondido alrededor de esta significativa fiesta.
Por otro lado, la Toráh compara a cada uno de nosotros con los
árboles y así como los árboles extienden sus raíces para encontrar el
agua que convierte en savia que da vida al trono y a las ramas y las
hojas y garantiza luego el fruto, así también el hombre tiene raíces
espirituales que pueden desarrollarse y ramificarse para encontrar
esta agua de vida que fluye de la Toráh y de aquél para quien la
Toráh fue escrita: el Mélej HaMashiaj.
Visto así, Tu B‟Shvat es un tiempo para decidir crecer, para aprender a descubrir
todo el potencial escondido que el Eterno ha puesto en ti y compartir eso con tus
hermanos y hermanas de la Casa de Israel y del mundo.
Mientras una gran porción de la humanidad se dedica a destruir la tierra, Di-s nos
llama a formar parte de los que decidimos cuidarla y protegerla.
Importancia jurídica.
Tu B‟Shvat (15 del mes de Shevat) nos ayuda a comprender las leyes del diezmo de los
frutos de la tierra y los frutos prohibidos, toda vez que toda fruta que haya alcanzado
más del 50% de su crecimiento regular para el tiempo cuando arriba Tu B‟Shvat, se
considera perteneciente al año anterior y toda fruta que inicie su crecimiento a
partir de Tu B‟Shvat, se considera como perteneciente al nuevo año de los árboles.
(Algunos poskin-Sabios posteriores piensan que la fruta debe haber alcanzado 75 % de su crecimiento regular).
La Toráh nos dice en Vayikrá/Levítico 19:23,24 lo siguiente: “Y cuando entréis en la
tierra y hubieres plantado todo género de árboles de comer, consideraréis su fruto
como “orlató” (de orlah-incircunciso) por tres años os será “orlató”. No se comerá”. El
siguiente pasuk afirma: “Y el cuarto año todo su fruto será consagrado al Eterno con
(acompañado de) alabanza sagrada (Kodesh hilulim)”.
Partiendo de esto, Tu B‟Shvat (se pronuncia, Tu Besh‟vat y también algunos lo pronuncian como
Tu Be‟Shevat) muestra la línea divisoria entre un año y el próximo a los efectos de la
determinación de las leyes del Mazer (diezmo) y Orláh (frutos prohibidos de comer). Debido
al mandamiento bíblico de relacionar la entrega del fruto nuevo con alabanza
sagrada, en Tu B‟Shvat está prohibido ayunar. Y si una pareja decide casarse ese
día, no puede ayunar en Tu B‟Shvat porque según la Toráh, es un día de regocijo y
alabanzas al Eterno lo cual es categorizado con el nivel de “Jag” (fiesta) y por tanto
no podemos estar tristes ni afligirnos el alma en Tu B‟Shvat. Lógicamente está
prohibido confesar Tajanún, una serie de rezos donde el rostro se postra en tierra
(algunos golpean el pecho, aunque esta no es nuestra costumbre) en una serie de súplicas por
el perdón de algún pecado cometido, ni ningún tipo de rezo relacionado con la
aflicción del alma pidiendo por misericordia, dado el carácter festivo de Tu B‟Shvat.
Importancia Hagádica
Tu B‟Shvat no solamente tiene un extraordinario valor jurídico en la tierra de Israel y
más aún para el tiempo cuando el Templo esté en pie, sino también lleva en sí
mismo un valor hagádico o de narrativa ética, expresado en relatos y leyendas
relacionadas con su significado histórico y profético. En Israel, que es el punto de
observación principal para Tu B‟Shvat, las lluvias y el invierno comienzan
aproximadamente para el 15 de Diciembre. Significa que para el tiempo cuando
llega el 15 del mes de Shevat, normalmente a fines del mes secular de Enero o
comienzos de Febrero, el invierno ha llegado a la mitad y comienza la tierra a
prepararse para el mes de Aviv, que inicia la primavera.
El Seder lo hemos dividido en dos grandes secciones, donde están presentes la sal, el
vino y los frutos simbólicos de la ocasión, adaptándolos al hecho de que no
solamente Israel, sino todo el mundo se beneficia de las benevolencias del Eterno y
por tanto, incluyendo frutos que no son originalmente de Israel sino de otras partes
del amplio mundo de Di-os.
•Primero: Usamos dos secciones y la sal, en memoria del pacto inquebrantable que
el Eterno estableció primero con Nóaj y la humanidad unos mil años (1,000) años
antes de Moisés y segundo el pacto eterno e irrevocable establecido con nuestros
padres Avraham, Yitzjak y Ya‟akov al pie del Monte Sinaí. De esta manera se
enfatizan los dos pactos, el Noájico y el Sinaítico. El primero con toda la humanidad y
el segundo con el pueblo judío. •Segundo: Usamos el vino en dos formas, blanco y
rojo, para indicar así el cambio de la estación del blanco representando el invierno,
al rojo representando el corazón de los frutos nuevos que vienen. •Tercero Usamos
los frutos porque demuestran la abundancia y la benevolencia del Eterno a favor de
todas Sus criaturas. •Cuarto: Usamos cuatro copas de vino en memoria de las Cuatro
Estaciones del Año, los Cuatro Puntos Cardinales sobre los cuales el Eterno
demuestra Su dominio y los Cuatro Universos que representan la totalidad de Su
reinado.
Una vez concluido el Seder, tenemos una comida festiva en honor de la ocasión y
concluimos con Birkat Hamazón.
Lista de Preparación para el Seder
Seder significa "orden", ¿Qué necesitarás para el Seder? Aunque las costumbres
varían en las diferentes ramas judías, en nuestro rito AMI seguimos las siguientes:
Continúa el líder:
Haleluyah. Te agradecemos Oh Di-os por el árbol, sus raíces, su tronco, sus ramas y
sus hojas, sus flores y sus frutos diseñados por Ti para marcar el tiempo de la llegada
de la primavera, el comienzo de las santificaciones de nuestra redención y la
inspiración de Tu Gracia Infinita. Como está escrito en Tu Sagrada Toráh: “Y cuando
entréis en la tierra y hubieres plantado todo género de árboles de comer,
consideraréis su fruto como “orlató” por tres años os será “orlató”. No se comerá. Y el
cuarto año todo su fruto será consagrado al Eterno con (acompañado de)
alabanza sagrada”.
Vino Blanco
Sirvamos ahora la primera copa de vino, el vino blanco que nos recuerda
la lluvia helada y la nieve del invierno que está pasando y la temporada
del frío que comienza a llegar a su fin y nos despierta así el alma para los
días de redención que van llegando. Esta primera copa representa el
dominio del Eterno sobre el punto cardinal norteño, pues como por el
Norte viene la calamidad, por el Norte también la protección del Altísimo
quien tiene dominio en todo y sobre todo.
Se sirve vino blanco a todos los presentes. Esta bendición alcanza al resto de las copas que se beberán en el Seder.
Levantemos todos esta primera copa del vino blanco, en recuerdo de la fidelidad
del Eterno al establecer las temporadas y el invierno, y aunque pareciera que la vida
se ha terminado, el Eterno la sigue sosteniendo oculta a nuestros ojos como el color
de este vino.
Trigo
Entrega a cada participante una porción de galleta de trigo o pastel y luego dice:
Tenemos ahora la oportunidad de mirar este trigo (todos miran su galleta o porción del
pastel) y verificar su sabor, consistencia, textura y color. Un verdadero milagro por lo
cual reconocemos y alabamos al Eterno por todo lo bueno que ha sido con
nosotros, como está escrito: “HaShem nos dará a comer con lo mejor del trigo y con
la mejor cosecha y tendremos abundancia de fruto y abundancia de trigo”.
Bendición sobre productos cocinados y horneadas, hechos de los cincos tipos de cereales
por los cuales es alabada la tierra de Israel (trigo, cebada, centeno, avena o espelta), así
como sobre productos de repostería (galletas, pasteles) se dice la siguiente bendición:
Baruj ata Adonay, Elohenu Mélej Bendito eres tu Eterno, Eloah nuestro,
ha‟olam, boré miné mezonot. Soberano del Universo creador de
diversas clases de sustento
Aceituna
Entrega a cada participante una aceituna y luego dice:
Y dice lo Escrito, en tus Sagradas escrituras: “Tus hijos serán como plantas de oliva
que rodean tu mesa” (Tehilim/Salmo128:3). Que nunca nos marchitemos como nunca se
marchita el olivo. Preparémonos para comer de este hermoso fruto de la tierra.
La siguiente bendición se realiza sobre frutas que crecen en árboles. (Por ejemplo: manzana,
uvas, peras, durazno, coco dátil).
Con la bendición sobre la aceituna se incluye el resto de los frutos, basado en el principio de que siempre que
uno de los alimentos se considera como principal, al decir la bendición sobre el principal, sirve para los
secundarios. Para nosotros la aceituna es, en este seder, el principal.
Baruj ata Adonay, Elohenu Mélej Bendito eres tu Eterno, Eloah nuestro,
ha‟olam, boré perí ha‟etz. Soberano del Universo creador del
fruto del árbol.
(Todos comen su porción de aceituna)
Dátil
Está escrito en los sagrados canticos del Rey David: “El justo florecerá como la
palmera, crecerá como cedro en el Líbano, plantados en la Casa del Eterno para
anunciar que el Eterno nuestro Di-os es justo”. (Tehilim/Salmo 92)
Todos cantan la bien conocida melodía: “Tzadik katamár” y luego continua el líder
Que tu altura sea como la Palmera, que no te inclines ante los vientos tormentosos
de la vida, que no dejes de dar fruto año tras año, que sirvas siempre de punto de
referencia confiable, que seas todo utilidad y que no puedan injertarte ideas y
filosofías extrañas a la fe de nuestro pueblo. Que así todos nos mantengamos firmes y
Fuertes, comprometidos con nuestra Alianza con el Creador, Su Toráh y Su justo
Mesías. Amén. Como un ejemplo de unidad, cada uno entregue su dátil a su
compañero y así comemos todos de la mano del otro en Ejad (Unidad).
En vez de comer la porción tomada, todos la entrega a su compañero de la derecha en señal de unidad, y comen
Uvas pasas
Nos corresponde ahora bendecir al Creador por la uva y todo lo que representa,
como está escrito en la Toráh: “Tu mujer será como una vid fructífera en cada lugar
de tu casa”. Que así como la vid da fruto cuando le damos el cuidado y la atención
que merece, que así la reina de esta casa reciba el cariño, cuidado y atención de
todos para bien, dulzura y paz. Y que también se cumpla en este hogar el versículo:
“Sus hijos la bendicen y su esposo la alaba”.
Ahora todos se acercan a la madre o abuelas presentes o ambas y la abrazan y la bendicen, luego retornan a sus asientos y
toman su porción de uva. Y se dice lo siguiente:
Por la vid, por nuestras madres, por nuestras esposas y por todas las mujeres de Israel
y justas de la tierra, comamos.
Se sirve la segunda copa de vino en esta proporción: ½ vino blanco y ½ de vino tinto o rojo
Y está escrito en la Sagrada Torah: “Carga su burro joven con uvas de la vid y el
macho de su burra con la rama de la vid, lavando en el vino, como la sangre de la
uva, su manto de justicia. Sus ojos están rojos de vino y sus dientes más blancos que
la leche” (Bereshit/Génesis 49:11,12).
Higos
“Y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada
nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra. Pero ellos se sentarán,
cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente;
porque la boca del Eterno de los ejércitos lo ha hablado" En la esperanza de que
seremos hallados completos y no faltos, alimentando y no entreteniendo, ocupados
y no ociosos, bajo la higuera con Mashiaj y no en las tinieblas de afuera, comamos
todos.
Granada
Esto nos habla del futuro y final encuentro del Mesías con nuestro
(Continua el líder:)
pueblo, el Justo con los redimidos, de Israel y de las naciones, en una fiesta que no
tendrá fin. Como está escrito: “Bendecidos los que son llamados a la cena de las
bodas del cordero”, y también está escrito: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: ¡Ven! Y el
que oye, diga: ven, y el que tiene sed, venga. El que quiera, tome gratuitamente del
agua de la vida”.
Como se explicó en la Introducción, estos tres frutos, por su simbolismo, se han triturado y molido juntos hasta formar
una pasta que debe estar lista en un recipiente especial para cada comensal.
En “Tu B‟Shvat cada árbol es juzgado, ya sea para que viva o muera, florezca o
desvanezca, lleve fruto o sea estéril. Al combinar las manzanas las nueces y las
almendras, no sabemos cuál sea el destino de cada uno y por tanto, debemos
guardar nuestros labios de no juzgar hasta que el Rey sea sentado en su trono de
gloria y pasen delante de él todos los pueblos de la tierra. Por los méritos de nuestro
justo Mesías tenemos confianza que sus palabras para Israel serán de amor.
Mi amado habló, y me dijo: Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven conmigo.
Pues mira, ha pasado el invierno, ha cesado la lluvia y se ha ido. Han aparecido las
flores en los campos; ha llegado el tiempo de la poda, y se oye la voz de la tórtola
en nuestra tierra. La higuera ha madurado sus higos y las vides en flor han esparcido
su fragancia. Levántate amada mía, hermosa mía, y ven conmigo. Comamos todos
de este fruto de la tierra que al combinarlos así nos habla de los ricos nutrientes que
el Eterno ha preservado para nosotros en los árboles que a su vez reciben los
minerales de la tierra y la luz del sol para unirlos todos en una sinfonía de alimentos
buenos que expresan las bondades del Eterno.
Iniciamos ahora la segunda parte del Seder donde incluimos frutos de la tierra que
no son oriundos de Eretz Yisrael y que muestran así también la fidelidad del Eterno
sobre todas Sus criaturas como fue prometido a Nóaj y su descendencia. “Los justos
heredarán la tierra” nos dice la Escritura y por tanto, la fiesta con el Mesías en la
edad mesiánica no solamente será una fiesta nuestra, sino también incluirá a todos
los justos de las naciones. El Di-s de Israel es también el Di-s del mundo y por tanto,
toda rodilla se doblará y toda boca confesará que solamente el Eterno es el Uno y
Único Di-os verdadero.
La segunda parte del Seder incluye el llenado de la tercera y cuarta copas de la siguiente manera. La tercera copa se llena
en una proporción de ¾ de vino rojo y ¼ , de vino blanco. Esta tercera copa indica el dominio del Eterno sobre el tercer
punto cardinal de la tierra. Así como la primera copa expresó el dominio sobre el Norte y la segunda el dominio sobre el
Este, así la tercera indica Su dominio sobre el Sur.
El Sur representa el verano, donde los árboles del campo producen su mayor fruto en
total maduración, movernos al Sur representa bajar al mundo y ver las maravillas del
Eterno entre las naciones, como está escrito: “Al huerto de los nogales descendí,
para ver los frutos del valle” (Shir Hashirim/Cantar de los cantares: 6:11). Bendecimos al
Eterno porque ha dado también tierras nobles y buenas a todos los hijos de los
hombres y frutos extraordinarios que muestran Su bondad y misericordia sobre todas
Sus criaturas.
Como se explicó al principio, se sirve un coctel de mango, piña y bananos, los más representativos frutos
del Sur de la tierra y se puede adornar con cereales y crema parve. Una verdadera delicia en el Caribe,
Centro y Sur América.
Está dicho por el profeta que en los últimos días, las naciones se levantarán y dirán:
“Venid y Subamos a la casa del Di-os de Ya‟akov, él nos enseñará Sus caminos y por
sus sendas andaremos porque de Tzión saldrá la Toráh y de Yerushalayim la Palabra
del Eterno”. Y también está escrito en las Sagradas Escrituras sobre las naciones: “En
aquel día, diez hombres de las naciones tomarán del mando a un yehudí y le dirán:
Vamos contigo porque sabemos que Di-os está contigo”.
En memoria de la fidelidad y bondad del Eterno por todos los hombres del mundo,
en memoria de nuestra responsabilidad por el cuidado y administración de la tierra
buena que ha dado a los hijos de los hombres, en memoria de nuestro compromiso
con los árboles y con la tierra, comamos.
(Todos comen su porción de estas frutas tropicales o el coctel de mango, piña y bananos.)
Pistacho
El pistacho tiene una de las propiedades orgánicas más extraordinarias dadas por el
Creador a los frutos del árbol y de la tierra. Posiblemente de entre todos los frutos
secos, sea éste el mejor restaurador de las fibras musculares del hombre y al mismo
tiempo un magnífico anti-oxidante. El Creador toma los nutrientes de la tierra como
son el hierro, el zinc, el selenio y el potasio y nos lo hace llegar por medio del
Pistacho, una extraordinaria fuente de recuperación celular.
12 frutos de la tierra
Hasta el momento, hemos comido 12 frutos de la tierra. Estos doce frutos, tanto de la
tierra de Israel como de las naciones, son representativos, por un lado, de las doce
tribus de Israel que abarca a todo el pueblo judío, y por el otro, de las doce
constelaciones en los cielos, que incluye a todas las naciones de la tierra, todo lo
cual se combina con las doce fuerzas escondidas en el Nombre de Di-os. El tiempo
es propicio para beber nuestra tercera copa de vino mientras nos reclinamos hacia
nuestro lado izquierdo, representativo de los hombres libres.
"Hi'nat tová ubrajá, pri u‟tnuvav". Lejaim “Un año de cosas buenas y
bendiciones, de ganancia y
productividad… para todos”. Por la
vida
La última parte del Seder incluye la ingesta de la cuarta copa de vino en la siguiente proporción: 100 % de vino tinto en
memoria de la consumación del fruto de la redención por el atributo de la justicia de Di-os volcada en nuestro justo
Mesías y ofrecida desde él, a Israel y al mundo.
Esta cuarta copa es una referencia a la temporada del otoño, cuando la inmensa
mayoría de los frutos del árbol ya se han madurado o están en su proceso final de
maduración y algunos incluso, entregando su segunda cosecha del año. La tierra y
los árboles se preparan así para el invierno que comienza a vislumbrarse en el
horizonte. Esta cuarta copa cierra por tanto, el ciclo anual de nuestro viaje alrededor
del sol y prevalece en ella el símbolo del Oeste (Occidente) declarando así que el
Di-s de Israel tiene dominio sobre cada uno de los puntos cardinales de la tierra y
que su justicia para nuestra redención ha sido expresada consumadamente en la
vida de su justo Mesías. La cuarta copa es pre-anunciada en los frutos de la tierra
dada a los hombres. Tengámosla disponible para el momento de beberla.
Se vuelve a colocar la cuarta copa en la mesa y seguimos con la bendición por los frutos
Mango
El mango es una de las frutas más apetecibles al paladar. Traída a América desde
Asia, conjuga así dos continentes en uno solo. Es la manzana del Caribe y una de las
frutas más extraordinarias que el Creador nos haya dado. Por sus nutrientes, previene
el cáncer y nos ayuda a mantener en buen estado el órgano más grande del
cuerpo, nuestra piel. ¡Bendito sea el Eterno por darnos frutos del árbol ricos en
vitaminas, ricos en protección y poderosos para guardarnos de las enfermedades y
de la muerte! “Agradeceré al Eterno y bendeciré Su Nombre por los ricos frutos que
nos ha dado porque Su Misericordia es Eterna y Sus bondades no tienen límite”.
Amén. En apreciación por las bondades del Eterno escondidas en esta maravillosa
fruta, comamos una porción del mango.
Papaya roja
Tomemos cada uno una porción de papaya roja (lechosa) y se confiesa lo siguiente:
Otra de las frutas más exóticas de América es la papaya roja o “fruta bomba”. Es
uno de los frutos del árbol que mejor protegen nuestro sistema cardiovascular y
digestivo. Su color externo es impresionante pero internamente, más aun.
Considerada una de las frutas más típicas de México y el Caribe, expresa sin duda la
manera cómo el Eterno ha derramado Su gracia y bondades sobre todos los hijos de
los hombres. Al comer esta fruta, alcanzaremos la suma de catorce frutos de la tierra,
todo lo cual es una alusión al nombre de David cuyo valor gemátrico es
precisamente, 14 y al mismo tiempo, una alusión a nuestra firme esperanza de que
finalmente Di-s nos enviará Su Justo Mesías y por tanto, creo en su venida y aunque
demore, la espero cada día. Recordemos por orden los frutos que hemos ingerido y
repitan después de mí:
El líder menciona la fruta y los demás le siguen, hasta llegar a las 14 frutas
“Creo con perfecta fe… en la venida del Mesías… y aunque demore…, sé que vendrá…y su reino
será establecido… sobre toda la tierra… y finalmente tendremos paz con justicia… y serán quitados
de nuestros ojos las lágrimas… de nuestro cuerpo el dolor… y de nuestra alma, la muerte… y
viviremos para siempre… en cuerpos inmortales… por el milagro de la resurrección y la vida eterna
sembrada en nuestra neshamá”.
Se toma de la cuarta copa en la proporción indicada, en memoria de la pronta y esperada llegada de nuestro justo Mesías.
Reclinados hacia el lado izquierdo, se sigue las instrucciones del líder para la ingesta de esta cuarta copa.
“Alabaré al Eterno por Sus bondades, bendeciré Su Nombre porque Sus misericordias
siempre están conmigo”. Bendito es el Eterno por la tierra, por los árboles, por el fruto
de la vid y por la esperanza de la vida eterna”.
“Bendice alma mía al Eterno y no olvides Sus bondades, Bendice alma mía al Eterno
y ten presente siempre Sus misericordias. Porque ha rescatado del hoyo nuestra vida
y nos ha coronado de favores y bondades. Mientras haya aliento en mí, bendeciré
Su nombre y lo reconoceré en medio de Su pueblo”. Bendito es el Eterno, desde
ahora y para siempre y digamos: Amén.
Bendito eres Tú, Eterno, Eloah nuestro, Soberano del Universo, el Eloah por cuya
bondad nos alimenta, tanto a nosotros como a todo el mundo, con gracia,
benevolencia, holgura y misericordia. Él proporciona el pan a todas las criaturas
porque Su benevolencia es eterna. Y por Su inmensa bondad nunca nos faltó ni nos
faltará jamás el sustento. Pues Hashem alimenta y sustenta a todos, Su mesa está
preparada para todos y Hashem prepara alimento y sustento para todas las criaturas
que creó con Su misericordia y Su inmensa bondad, tal como está escrito en el salmo
145: “Tu abres Tu mano y satisfaces el deseo de todo ser vivo”. Y también está
escrito: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca
de HaShem” Bendito eres Tú, Eterno, que sustenta a todos y alimentas a toda tu
creación.
Hodu LaAdonai ki tov, Ki le olam jasdó Hodu LaAdonai ki tov, Ki le olam jasdó
Una vez concluido esta hermosa canción sefardí, se desean unos a otros: