Unidades I - VIII
Unidades I - VIII
Unidades I - VIII
UNIDAD I:
- Concepto del Derecho Romano:
Es el conjunto de normas y principios jurídicos que rigieron las relaciones del pueblo romano
desde su fundación el 21 de abril del 753 a. de C hasta la muerte del emperador Justiniano en
el 565 d.C o hasta la creación del Corpus Iuris Civilis de Justiniano entre los años 529 d. de C a
534 d. de C.
- Ideas romanas:
a) Ius: significa derecho y se puede entender de dos maneras. En sentido objetivo derecho son
las normas que regulan con carácter obligatorio las relaciones sociales y en sentido subjetivo
derecho son las facultades o poderes que el ordenamiento jurídico reconoce a un sujeto.
b) Preceptos del derecho: “vivir honestamente, no dañar al otro y dar a cada cual lo suyo”.
Según un fragmento de Ulpiano son postulados que determian el contenido del derecho.
c) Fas: era la denominación para las normas pero de contenido religioso, era el derecho
revelado por los dioses que regula las relaciones de los hombres con la divinidad. En épocas
primitivas derecho y religión tenían un nexo importante y no había diferencias entre derecho
humano y derecho divino. Esto principalmente se puede explicar porque los primeros
intérpretes del derecho fueron los pontífices romanos. Recién a finales de la república se abrió
paso a la jurisprudencia laica y se dio inicio a la secularización entre derecho y religión.
f) Jurisprudencia: uno de los conceptos de este término es según Ulpiano “el conocimineto de
las cosas divinas y humanas y la ciencia de los juntos y de lo injusto”.
* Posee un interés práctico evidente por construir el elemento informador de casi todas las
legislaciones de derecho privado del altual momento histórico.
* Nuestro país recibio el derecho romano por diversos conductos (derecho español, Código
Napoleónico, Corpus Iuris Civili, etc). Nuestro primer código civil fue redactado por un jurista
de neta formación romanista.
a) Derecho Público y Derecho Privado: tanto en las Institutas como para Ulpiano el derecho
público es el que refiere “al estado de la cosa romana” y el derecho privado “el que concierne
a la utilidad de cada individuo”.
La delimitación entre ambos no es muy clara. Existen normas que, auqneu regulan relaciones
entre los particulares, entran en el ámbito del derecho público cuando a la par de un interés
individual persiguen un interés social o colectivo.
El derecho público está constituido por el conjunto de normas que regulan la constitución y
actividad del Estado y las relaciones que ese mismo Estado tiene con los particulares, en tanto
que el derecho privado es exclusivo para las relaciones en los individuos entre sí. Un principio
del derecho dice que los particulares no pueden derogar, ni siquiera disminuir, por acuerdo de
voluntades, las disposiciones de derecho público, porque el Estado ordena el ius publicum,
fundándose en normas de carácter inalterable. Contrariamente, en derecho privado la
voluntad de los particulares regula la vida jurídica a condición de que el derecho objetivo no
disponga expresamente lo contrario.
* El derecho civil es exclusivo del pueblo romano, aplicable solo a sus ciudadanos
* El derecho de gentes eran normas que aplicaban todos los pueblos que se fundaban sobre
razones naturales y no en características peculiares de cada uno de ellos.
* El derecho natural no es producto del hombre, sino de la naturaleza de las cosas. Es aquel
“que siempre es bueno y equitativo”. Concibe un derecho ideal, inmutable y en el que todos
los hombres son iguales (jurisconsulto Paulo). El término proviene de la filosofía helénica.
* El derecho civil es el que dinama las leyes, plebiscitos, senadoconsultos, decretos de los
príncipes y autoridad de los jurisconsultos (digestos).
b) Filosofía griega: el contacto de la filosofía de los griegos con la legislación romana a la que
enriqueció científica y conceptualmente. El estoicismo influyó en el pensamiento de los
jurisconsultos romanos así como Cicerón. Los romanos supieron asimilar los conceptos
primarios de la filosofía helénica, el método lógico de los griegos.
Roma era aislada, rústica, comenzaba de apoco a expandirse y con una economía incipiente.
La costumbre es la fuente fundamental. Hay una difícil distinción entre el ius y el fas. División
entre el ius publicum y el ius privatum.
Las características de este derecho fueron el personalismo, el nacionalismo (ya que amparaba
y beneficiaba solo a ciudadanos romanos), el clasismo (derecho aplicable solo a la clase
privilegiada), etc. Conjunto de principios aislados, rudos y formalistas (no era un sistema
organizado).
Con ley de las XII Tablas se llegó a cristalizar el derecho conseutudinario que regía hasta
entonces y se reemplaza un derecho costumbrista por un ordenamineto jurídico.
Las instituciones jurídicas del ius quiritumse transforman porque tienen que operar
armónicamente con la nueva conciencia social y política, modificada por el contacto con las
ciudades estranjeras del mundo antiguio.
Se presentan dos sistemas jurídicos: el ius civili y el ius honorarium. Se va produciendo una
mutua corriente de transfusión paulatina que hace que el ius civili vaya limando su antiguo
rigor formalista, hasta que se opere la aproximación y fusión con el ius honorarium, en un
sistema uniforme de derecho positivo.
En este período, la legislación romana universalizó su sistema jurídico, que llega a alcanzar su
mayor grado de expresión y desarrollo
Con Scaevola nace, la ciencia jurisprudencial (fue el primero que constituyo el ius civili,
ordenando el derecho vigente en 18 libros que contenían una exposición sistemática del
derecho.
* respondere: emitir opiniones sobre cuestiones litigiosas o no, que se les planteara.
* cavere: indicar las formulas que los particulares debían usar para garantizar sus derechos o
proteger sus interéses legítimos.
* agere: intervenir en el foro para reproducir ante el juez sus dictámenes u opiniones.
Augusto, el primer emperador, hizo que la respuesta de los jurisconsultos fuese como una
emanación o una delegación de su propio poder. Las opiniones de los jurisconsultos
patentados era obligatoria para los jueces. Se convirtió en una fuente de derecho romano.
Dentro de los jurisconsultos clásicos nos encontramos con Salvio Juliano creador del Edicto
Perpétuo, Africano, Volusio Meciano, Pomponio, Ulpio Marcelo, Gayo creador de las Institutas,
Papiniano el más grande de los jurisconsultos, Ulpiano, Paulo y Modestino.
El derecho romano en esta época tiene aplicación en una zona de influencia y en un ambiente
distinto del originario (Imperio Romano de Oriente).
* obras de los jurisconsultos: se hace necesaria también el ordenamiento del ius o iura, esto es
el derecho comprobado y transmitido por los escritos de los jurisconsultos. Con este fin se
dicta la constitución de la Ley de Citas. Establecía el procedimiento que los jueces debían
seguir para aplicar la doctrina de los jurisconsultos, confiriendo valor legal a la opinión de 5
juriscultos: Papiniano, Paulo, Ulpiano, Gayo y Modestino.
Justiniano lleva a feliz término la codificación tanto del ius como de las leges. Jurisprudencia
y constituciones imperiales se plasman a travéz del Código, el Digesto, las Institutas y las
Novelas, dando cima al monumento jurídico más espléndido de todos los tiempos, el Corpues
Iuris Civilis.
Según la dogmática moderna, persona en sentido técnico es quien posee capacidad jurídica
(aptitud para ser titular de derechos y obligaciones). En la sociedad romana persona o sujeto
de derecho era el que poseía los tres status (libertatis, civitatis y familiae).
La capacidad es la aptitud legal o jurídica para ser titular de derechos y obligaciones y ejercelos
por sí solo. La capacidad puede ser: jurídica o de derecho y de obrar o de hecho.
a) Capacidad jurídica o de derecho: aptitud para ser titular de derechos y obligaciones. Tal
capacidad la tenía el hombre libre, ciudadano romano y padre de familia. La titularidad de los
tres status otorgaba la plena capacidad o caput. Esta capacidad es estática.
b) Capacidad de obrar o de hecho: era la facultad de ejercer los derechos por sí solo. Es
dinámica.
a) Incapacidad de derecho: es la falta de aptitud pata ser titular de derechos. Siempre relativa.
Ejemplo pueden ser: los gobernadores de provincia, ya que no podían contraer matrimonio
con mujeres domiciliadas en su jurisdicción donde ejercía sus funciones, ni tampoco adquirir
inmuebles enclavados en la provincia a cuyo frente actuaba como gobernador. Otro ejemplo
eran los tutores y curadores, ya que estaban inabilitados para adquirir los bienes de sus
pupilos.
b) Incapacidad de hecho: es la falta de aptitud jurídica para ejercer por sí mismo los derechos.
Puede ser: relativa o absoluta.
* Relativa: el menor impúber que habiendo cumplido los siete años, no había alcanzado la
pubertad, como la mujer o el pródigo no podían ejercer derechos que pudieran provocarles un
perjuicio patrimonial( negocios de disposición), pero si se les permitía negocios a título gratuito
(donación, legados, etc).
* Absoluta: el impúber hasta los siete años de edad, que carecía de todo discernimiento, no
podía realizar actos por sí solo negocio jurídico alguno. En situación similar se encontraban los
dementes (furiosi, metecapti).
El derecho romano arbitro los medios necesarios para suplir la incapacidad de obrar:
instituciones de tutela y curatela.
De los tres status ocupaba el primer rango entre ellos el estado de libertad, ya que su
degradación provocaba una máxima disminución de cabeza que extinguía la personalidad, ya
que la persona que perdía este status cerecía de ciudadanía y de derechos de familia. Equivalía
a la muerte civil y ponía fin a la existencia de la persona.
Las personas se dividía en libres (liberi) y esclavos (servi) . Libres eran los que gozaban de
libertad, que según un pasaje de Florentino en el digesto, es “ la natural facultad de hacer lo
que le place a cada cual, salvo si algo se prohibe por fuerza o por la ley”. Eran esclavos los que
no poseían este atributo natural y estaban colocados bajo el poder o dominio de un hombre
libre.
La esclavitud era una institución del derecho de gentes por la que alguien es sometido, contra
naturaleza, al dominio de otro. Podía ser por diferentes causas:
a) Por nacimineto: el hijo de mujer esclava nacía esclavo en virtud del principio de que los hijos
habidos fuera del matrimonio legítimo seguían la condición de la madre en el momento del
parto. Con el derecho clásico, se admitió, que el hijo de mujer esclava nacía libre si en elagún
momento de la gestación la madre había gozado de libertad.
b) Por cautividad de guerra: se hacía esclavos a los prisioneros (captivi). Los romanos
admitieron el mismo principio para los súbditos que cayeran prisioneros del enemigo con
ciertas excepciones.
* Ius post liminiun: el ciudadano que retornaba a Roma orque hubiese sido liberado o hubiera
logrado evadirse, se reintegraba a su situación jurídica, como si nunca hubiera sido esclavo.
c) Por cometer ciertos delitos: condenados a penas capitales, a trabajos forzados en las minas o
a luchar como gladiadores; las mujeres que tuvieran relaciones concubinarias con esclavos y
no atendieran la intimación que tres veces hiciera el dueño de estos; los libertos ingratos; etc.
Condición jurídica:
* Al principio no, pero con el paso del tiempo, la legislación romana reconoció un tipo de
matrimonio entre esclavos, llamado contubernium, del que derivaba un tipo un parentezco, la
cognatio servilis.
* Tenía personalidad en el orden religioso, su votum era válido y eficáz, participaba del culto
público y del familiar, tenía derecho a honras funerarias y su sepultura era religiosa, como la
de cualquier hombre libre.
* Paulatinamente se suavizaron los poderes del amo. Se prohibió al dominus arrojar al esclavo
a las fieras, sino mediaba condena judicial; se le reconoció la libertad al que hubiera sido
abandonado por su señor por viejo y enfermo; se sancionó con la pena de homicidio al que
diera muerte a su propio servus; se obligó al amo demasiado cruel a vender a su esclavo y se
autorizó a éste a ejercer una acción de injuria (actio iniuriarum) contra aquél, por las ofensas al
honor le hubiera inferido.
* El peculio: el amo le entregaba una masa de bienes para que el esclavo los administrara y
obtuviera los beneficios que de ellos derivase. Jurídicamente el dominus era siempre el
propietario del peculio y podía revocar la conseción en cualquier momento.
* Relaciones patrimoniales: a partir del otorgamiento del peculio se admitió que que realizará
negocios de adquisión pero todo lo que adquiriera era propiedad del dominus. Quedaba ajeno
a las relaciones de las que surgieran obligaciones que no recaían sobre el dominus.
* “Actiones adiecticiae qualitatis”: el siervo podía con sus negocios jurídicos mejorar la
condición del amo, pero no empeorarla, es por eso que el pretor fue creando acciones
especiales que engendraban, junto a la obligación natural del esclavo, una responsabilidad
adicional del dominus.
Había diversas acciones que eran de aplicación no sólo para los contratos realizados por el
esclavo, sino también a los concertados por los hijos de familia, sometidos a la potestad
paterna.
a) actio quod iussu: para deudas contraídas por expreso consentimiento del amo.
[En todos estos casos el dominus quedaba obligado por la totalidad de la deuda].
a) actio de peculio: los acreedores sólo podían cobrarse hasta donde alcanzara el activo del
peculio, previa deducción de con lo que el mismo se debiera pagar, incluída la devolución del
amo.
b) tributoria: ejercída por terceros hasta el límite de la cantidad autorizada por el dominus al
siervo para la realización de un comercio con su peculio (merx peculiaris).
[Estas acciones se diferenciaban de las anteriores ya que no se las concedía por la deuda
entera].
* Actio noxalis: por la responsabilidad del esclavo por los delitos cometidos. Se concedía esta
acción para demandar la entrega del culpable (naxae deditio). Cabía la responsabilidad del
pago pecuniario para indemnizar al lesionado en caso de no querer entregar al esclavo. La
acción noxal se dirigía contra aquel bajo cuya potestad se encontraba en ocación de iniciar la
demanda. La acción sigue al esclavo, a la cosa, y no al amo (noxa caput sequitur).
Los hijos de familia estaban sometidos al mismo régimen, con la diferencia que el abandono
noxal que se realizaba a travéz de la mancipatio no daba al demandantela propiedad del filius,
sino que lo colocaba bajo el mancipium (esto fue suprimido en la época de Justiniano).
La actio de pauperie presentaba efectos parecidos, ya que se daba contra el dueño de un
animal doméstico que provocaba un daño y que podía liberarse de el resarcimiento dinerario si
entregaba el animal al lesionado.
- La extención de la esclavitud:
La condición servil podía extinguirse por un acto voluntario del dominus, llamado manumisión,
que podían ser solemnes o no solemnes y por decisión de la ley.
a) Manumisiones solemnes:
* Manumissio censu: se hacía mediante la inscripción del esclavo en las listas del censo de
ciudadanos por su dominus . A fines de la república cuando el censo cayo en desuso,
igualmente lo hiso esta forma de manumitir.
* Manumissio testamento: fue la conseción de la libertad hecha por testamento, podía ser de
forma directa o encargando al heredero de manumitir al esclavo (fideicommisaria libertas).
* Manumissio inter amicos: con la sola declaración del amo ante la presencia de amigos.
* Manumissio per mensam: admitiendolo como si fuese libre en la propia mesa del señor.
c) Extinción por ley: el ordenamiento legal romano, por fuera de las manumisiones, consagro
causas que hacían libre al esclavo.
* Con Justiniano, cuando hubiere alcanzado una dignidad o recibido ordenes eclesiásticas.
c) Tenian una relación que se mantenía con su antiguo dominus y que se extendíaa los
descendientes del amo, llamado derecho de patronato:
* Tenía prohibido demandarlo sin autorización del magistrado, ni entablar contra el acción
criminal que llevara aparejada la tacha de infamia.
* Estaba obligado a prestarle ciertos servicios que podían ser exigidos judicialmente por el
patrono en caso de haberselos jurado antes de manumitirlo o después de la estipulatio.
* El patrono por ley tenía el desempeño tutelar de los hijos del liberto y tenía derecho a la
suceción si moría sin heredeors suyos.
El liberto pudo adquirir la ingenuidad por conseción imperial. Primero por el ius auerorum
anulorum( derecho a usar el anillo de los caballeros, lo que lo convertía en ingenuo, si bien
perduraba la relación de patronato). Más tarde por la restitutio natalium( que lo equiparaba en
absolito al hombre libre, si el patrono aceptaba renunciar al derecho de patronato).
- Status civitatis: derechos de los ciudadanos. Condición jurídica de los latinos y peregrinos.
Únicamente los que gozaban de la ciudadanía romana eran capaces de derecho en la esfera
del ius publicum y del ius privatum, ya que solo se amparaba a los miembros de la civitas
(cives). Con relación a este status, las personas se devidían en dos clases: ciudadanos y
extranjeros o peregrinos (peregrini), entre los que se encontraba una clse intermedia, los
latinos (latini).
En el año 212 d. de C, por desición del emperador Caracala (constitutio antoniana) se extendió
la ciudadanía a todos los miembros del imperio y desapareció así la distinción de las personas
según el status civitatis.
a) Ciudadanos: en roma se era ciudadano por nacimiento, por liberación o por conseción de la
autoridad.
* Eran ciudadanos por nacimiento los hijos concebidos por padres ciudadanos unidos en
legítimo matrimonio (iustae nuptiae) y también el hijo nacido de madre ciudadana, aunque
ésta hubiera alcanzado la ciudadanía después de la concepción.
b) Extranjeros o peregrinos: como clase opuesta a los ciudadanos se encontraba esta clase,
que eran aquellos hombres libres pertenecientes a otras ciudades que vivían en el gran mundo
romano y se diferenciaban de los bárbaros. Dentro de los peregrinos se distinguían los
llamados peregrinos alicuius civitatis, que eran los que pertenecían a una ciudad unida a Roma
por alianza y amistad, de los peregrini dedicticii, que eran los miembros de pueblos que se
habían resistido a la dominación romana y que luego se habían rendido incondicionalmente
(dedictio).
Los peregrinos se regían por el derecho de gentes y para juzgar las controversias jurídicas con
ciudadanos romanos se creo la pretura peregrina. A los dedicticios no se les reconocía ningún
derecho propio. No podían vivir en Roma, ni en un radio de cien millas alrededor de ella y
debían pagar un impuesto especial (tributum capitis).
c) Latinos: se distinguían tres clases de latinos: los latini veteres o prisci que eran los antiguos
habitantes del Lacio y de las más antiguas colonias confederadas con Roma; los latini coloniarii,
ciudadanos pertenecientes a colonias a las que Roma concedió latinidad a mediados de la
República y los latini iuniani, que eran los manumitidos no solemnemente y que adquirían la
libertad pero no la ciudadanía.
Los veteres se encontraban en una condición jurídica más favorable, ya que el derecho romano
les concedió el goce de todos los derechos públicos y privados de los ciudadanos, a excepción
del ius honorum (derecho a ocupar las magistraturas romanas). Los coloniarii gozaban del ius
commercii, y así podían testar, celebrar contratos y gozar de propiedad romana, teniendo
vedado el goce de los otros derechos privados y públicos, aunque podían votar cuando se
encontraban en Roma. Los iuniani tenían exclusivamente el commercium con romanos, pero
no podían testar, ni ser instituidos herederos por testamento.
Este status era la relación en que se encontraba un hombre libre y ciudadano con relación a
una determinada familia. La distinta posición que en ella se podía ocupar influía sobre la
personalidad o capacidad jurídica, acrecentandola o disminuyendola, ya que era plena cuando
el hombre era libre, ciudadano y siu iuris, y se encontraba reducida si era un alieni iuris.
La persona de acuerdo con el status familiae, se distinguían en siu iuris y alieni iuris, según que
estuvieran libres de cualquier potestad o sujeción a otra persona, o no se hallaran en tal
posición familiar.
a) Siu iuris: el sujeto autónomo respecto de cualquier potestad familiar, el ciudadano que no
tuviese ascendientes legítimos masculinos vivos o que hubiera sido liberado de la potestad
paterna mediante un acto jurídico llamado emancipación (emancipatio). El siu iuris era
denominado paterfamilias, independientemente de si tuviera o no hijos, o que fuera o n o
mayor de edad. Dicha condición se daba solo en el varón no sometido a la potestad familiar,
no en la mujer, aunque fuera siu iuris, porque de acuerdo al principio romano “ la mujer es
cabeza y fin de su propia familia”.
b) Alieni iuris: cualquier persona sometida al poder familiar, fuera cualquiera su edad o su
sexo. Formaban este grupo el filiusfamilias, la mujer bajo la manus maritalis, los esclavos, y las
personas in causa mancipi.
Distinta era la condición jurídica de los siu iuris de los alieni iuris. Los primeros gozaban de
plena capacidad jurídica, ya que eran personas optimo iure: tenía el goce completo de todos
los derechos públicos y privados (según Bonfante, el derecho privado de la verdadera época
romana era el derecho de los patresfamilias). El ciudadano siu iuris podía ser titular de las
cuatro potestades clásicas de la legislación romana:
* Patria potestas: poder del paterfamilias sobre sus hijos y sobre todas las personas agregadas
al grupo familiar por adopcicón o por adrogación.
* Mancipium: potestad que se ejercía sobre un hombre libre entregado en noxa, por delitos, o
para garantizar el pago de obligaciones del paterfamilias bajo cuya potestad se hallara.
En Roma, el honor de un ciudadano (existimatio) debía mantenserse sin mancha para que éste
fuera apto para el goce de sus derechos en el ámbito público y privado. La existimatio, según el
jurisconsulto Calistrato era “el estado de dignidad ilesa”, que podía desaparecer (existimatio
consumitir) por la pérdida de la libertad o de la ciudadanía, o podía disminuir (existimatio
minuitur) por causas diversas, principalmente por la infamia o ignominia.
* Infamia: era una institución que implicaba una disminución de la capacidad jurídica. Fueron
causa de infamia las condenas por delitos públicos, y desde la época imperial, por delitos
privados como la rapiña o el hurto, las profesiones u oficios inmorales o deshonestos. Cuando
la infamia venía de un hecho inmoral o del ejercicio de una actividad vergonzosa, se decía que
había infamia inmediata, y se calificaba de infamia mediata a la que provenía de la condena
criminal.
* Turpitudo o infamia facti: en ella incurrían las personas que por su su profesión deshonesta o
por si vil profesión (vitae turpitudo) veían disminuido su honor civil. Se llamaba por los
modernos infamia de hecho.
* Intestabilidad: desde el principio, Roma exigía de sus ciudadanos una honrabilidad sin tacha y
sancionaba a los que con su conducta violaran las austeras costumbres de la sociedad. Desde
las XII tablas se conoció esta disminución de la existimatio. La instestabilidad consistía en la
prohibición de realizar actros jurídicos formales en los que hubieran de intervenir testigos,
establecida contra los denominados homines intestabiles.
b) Religión: Las diferencias de derechos en las personas, según la religión que profesaban, se
hicieron notorias con el advenimiento del cristinianismo como culto oficial del imperio con
Constantino. A partir de entonces se distinguieron en la aplicación del derecho privado los
cristianos( fideles) de los hereges, judíos, etc, privados del derecho de ser testigos, de suceder
por causa de muerte, en algunos casos de adquirir por cualquier título, etc.
c) Edad: en las personas la edad es una causa que atañe a su capacidad de obrar. La edad se
divide entre púberes e impúberes. La pubertad, se fijo en doce años y en catorce para el
hombre. Antes de alcanzar la pubertad, la persona era incapaz de obrar y por ello la legislación
romana sometió al impúber siu iuris a tutela, a una representación legal, para que el
representante o tutor actuara por el incapaz o pupilo.
Entre los impúberes había que distinguir los infantes(minor infantia) de los infantes
mayores( maior infantia) Los primeros eran los que no sabían pronunciar las palabras de los
actos formales ni tenían por ende, conciencia de sus actos. Dada su falta de discernimiento, el
derecho romano declaró al infante incapaz absoluto de obrar. Los infantia maiores, desde la
edad de siete años hasta la pubertad, eran incapaces de obrar, pero con incapacidad relativa.
Los infantes mayores, a su vez podían ser infantiae proximi y pubertari proximi. La distinción
refería a la responsabilidad por delito, excluida para los primeros y admitida para los segundos,
cuando estuvieran en condiciones de comprender la ilicitud del acto delictual.
Más adelante, enel siglo III d.C se estableció una nueva restricción a la capacidad de obrar y se
creó otra categoría de personas: los menores púberes o menores de veinticinco años. En el
derecho postclásico el varón de veinticinco y la mujer de dieciocho años podían obtener una
declaración de mayoría de edad por favor imperial( venia aetatis), que les daba capacidad de
obrar, pero sólo en cuanto a los actos de disposición de bienes inmuebles.
d) Sexo: la mujer siempre estuvo colocada en una situación inferior al hombre. En Roma estaba
excluida del ejercicio de las funciones públicas y por la naturaleza patriarcal, se hallaba privada
de todo poder familiar. La mujer cuando era siu iuris, cualquiera que fuera su edad, fuese o no
púber, estaba sometida a la ttela perpetua de sexo. Era incapaz de obrar, con incapacidad
relativa; le estaba permitido realizar todos asquellos actos que pudieran producirle beneficio
patrimonial; para los demás era necesaria la auctoritas tutoris.
f) Prodigiabilidad: era aquel que tenía la manía de dilapidar sus bienes, podía ser rpivado, bajo
pronunciamiento del magistrado, de su plena capacidad de obrar. Quedaba con una especie de
incapacidad relativa, excluído de la posibilidad de contraer obligaciones y estipular negocios
dispositivos, pudiendo sólo participar en aquellos que le trajeran un enriquecimineto. También
estaba asistido por un curador.
a) Maxima capitis deminutio: ocurriía cuando el ciudadano libre era reducido a la condición de
esclavo por algunas de las cusas previstas en el derecho de gentes o por el derecho civil.
Implicaba la extinción de la personalidad civil.
c) Capitis deminutio minima: era para los casos en que la persona cambiaba de familia, como
ocurría con la adopción, la convenio in manu maritimi, la adrogación, la legitimación y la
emancipación.
Como la máxima y la media hacían disminuir la cabeza, colocaban a la persona que las
experimentaba en una situación jurídica inferior a la que tenía. La mínima podía significar una
elevación de su capacidad jurídica, ejemplo de ello era el caso de la emancipación, ya que el
hijo sometido a la pogtestad paterna salía de ella y se convertía en jefe, alcanzando así el goce
de todos los derechos públicos y privados.
Las personas jurídicas, ficticias o morales eran entidades abstractas e incorporales, a las que el
derecho romano les reconoció el carácter de personas. Son los entes suceptibles de adquirir
derechos y contraer obligaciones que no fueran personas físicas o de existencia visible.
Hasta el período clásico la capacidad jurídica reconocida a estos entes sólo se aceptaba
respecto de las asociaciones de hombres organizados para la consecución de fines de interés
común e independientes de la voluntad de los miembros que la integraban. Con el derecho
bizantino, se comienza a atribuir capacidad jurídica a entidades patrimoniales destinadas a un
fin específico.
a) Universitas personarum:
* Dentro de esta categoría, se destacaba el Estado o populus romanus, que era el ente
colectivo que actuaba en el ámbito del derecho privado con capacidad de ser titular de
derechos y obligaciones. Tenía patrimonio propio( aerarium populi romani) y sobre él
repercutían básicamente los actos jurídicos; ejercía el derecho de patronato respecto de sus
libertos y era capaz para adquirir pos testamentos y legados. Sobre su base se configuraron
también los municipia y las coloniae, que tuvieron capacidad patrimonial, restringida por
razones políticas en la república, pero bastante ampliada en el período imperial.
* Las típicas personas jurídicas de las universitas personarum fueron las corporaciones o
asociaciones privadas( collegia, sodalicia, societas), su miembros eran llamados sodales o socii.
Fueron conocidas desde el más antiguo derecho y ya la Ley de las XII Tablas admitió que
pudieran darse sus estatutos, siempre que no estuvieran en pugna con la ley. La idea de
independencia de los miembros respecto de la entidad y el concepto de personalidad jurídica
sólo llegaron a reconocerse con el derecho clásico.
Tenían como requisitos estar integradas por tres personas como mínimo y que tuviera la
intención de constituir una unidad orgánica tendiente a un fin lícito. Debían tener un estatuto,
órganos directivos, sus representantes( syndici), una caja común o patrimonio independiente
del de sus componentes y autorización estatal.
b) Universitas rerum:
* Las típicas personas jurídicas de las universitas rerum fueron las fundaciones. Comenzaron a
aparacer en el derecho imperial, como entes patrimoniales destinados a el cumplimiento de la
finalidad perseguida por el instituyente. Generalmente adoptaron la forma de instituciones de
beneficencia y de culto promovidas por el cristianismo, por eso era que se les confiaba el
patriminio a una iglesia para la creación de asilos, hospitales, orfelinatos, etc.
Su capacidad jurídica, se dio por fin en el derecho justinianeo, en el que se llego a establecer
que los patrimonios fundacionales tenían aptitud legal para recibir por testamento, cobrar
créditos, entablar acciones judiciales, realizar permutas, celebrar locaciones enfitéuticas, etc.
* Ficus: el fisco era el patrimonio imperial, constituía el acervo patrimonial del pueblo romano.
En el Bajo Imperio, el fisco no era más el tesoro del emperador, sino el patrimonio del Estado,
considerado como persona civil. Alcanza entonces la categoría de ente con personalidad
jurídica y, como tal capaz de adquirir derechos y contraer obligaciones
* Heredita iacens: era el patrimonio heredotario desde el fallecimiento del causante hasta que
es aceptada la herencia por el heredero voluntario. Como el período que mediaba entre la
muerte del causante y la aceptación de la herencia, los bienes hereditarios se consideraban sin
dueño( res nullius), el derecho, por una ficción, reconoció que aquel patrimonio, era suceptible
de aumentos o de disminuciones en representaciones del autor de la suceción. En derecho
justinianeo se reconoce a la herencia yacente carácter de persona, con lo que es titular de los
bienes que integran el haber hereditario.
El vocablo de cosa( res) se usa para indicar todo aquello que pede ser objeto de derechos, es
decir todo en cuanto tenga entidad corporal o espiritual, natural o artificial, real o abstracta, y
suceptible de apreciación económica.
- Clasificación:
b) res extra patrimonio: fuera del patrimonio de los particulares; ej: un animal salvaje
b) res extra commercio: quedan excluídas del tráfico jurídico por disposición de la ley
Sacrae: consagradas a los dioses superiores y puestas bajo su autoridad; ej: templos, terrenos,
utensillos para ceremonias religiosas.
Religiosae: consagradas a los dioses inferiores; ej: los sepulcros y la tierra para cadáveres.
Sanctae: ej: los muros y las puertas de la ciudad, que se colocaban bajo protección de los
dioses.
Communes: las que por derecho natural pertenecían a todos los hombres; ej: el aire, el agua,
el mar y sus riberas.
Publicae: que eran propias del pueblo, de la comounidad organizada como Estado; ej: los ríos y
sus orillas, los puertos, las vías públicas.
Universitates: las que integraban parte del patrimonio de una comunidad y qyue estaban
afectadas al uso de sus miembros; ej: teatros, los foros, los baños públicos, las plazas.
A) Res in commercio:
*Res mancipi y res nec mancipi: fue la primer clasificación a la que los romanos le dieron
importancia desde las XII tablas. Las primeras eran las cosas cuya propiedad se transmitía por
medio de actos formales y solemnes. Las segundas eran transmitidas por tradición.
*Cosas coporales e incorporales: las primeras eran aquellas cuya materialidad es percibida por
los sentidos, las cosas tangibles; ej: un fundo, un esclavo. Eran incorporales las que son
productos de una abstracción, que no pueden palparse; ej: un crédito, un derecho de
propiedad, de servidumbre.
*Cosas muebles e inmuebles: son muebles las cosas inanimadas que pueden trasladarse de un
lugar a otro por una fuerza exterior, sin ser deterioradas en su sustancia o en su forma. Dentro
de esta categoría se encuentran los semovientes, como los animales, que se pueden trasladar
de un lugar a otro por sus propios medios. Son inmuebles las que de acuerdo con sus
naturaleza, físicamente es imposible que cambien de lugar. Pertenecen a esta categoría los
fundos o predios, que se dividían en urbanos, si en ellos estaba construído un edificio o en
rústicos, cuando eran terrenos sin edificación, estuvieran o no en el campo. También se podían
dividir en itálicos, si estaban situados en Italia o en ciudades a las que se le habían concedido el
ius italicum, y provinciales, si estaban enclavados en provincias.
*Cosas consumibles y no consumibles: las primeras eran aquellas cuyo uso o destino normal
las destruye física o económicamente; ej: los alimentos y el dinero. Las segundas eran aquellas
que suceptibles de un uso repetido sin que provoque otra consecuencia que su mayor o menor
desgaste.
*Cosas fungibles y no fungibles: las primeras son las que pueden sustituirse por otras de la
misma categoría, no se toman en cuenta como individualidades, sino en cantidad, por su peso.
Número o medida; ej: el vino, el trigo, el dinero. Son no fungibles las que tienen su propia
individualidad y que no admiten, la sustición de una por otra; ej: una obra de arte, un esclavo,
un fundo.
*Cosas divisibles e indivisibles: un objeto es físicamente divisible cuando sin ser destruido
enteramente puede ser fraccionado en porciones reales de cada una de las cuales, después de
la división, forma un todo particular e independiente, que conserva en proporción la utilidad
de la cosa originaria; ej: un fundo. Es indivisible cuando no admite partición sin sufrir daño o
menoscabo o sin que la cosa perezca; ej: un animal, una pintura.
*Cosas simples y compuestas: aquellas constituían un solo todo, una unidad orgánica e
independiente; ej: un esclavo, una viga, una piedra. Cosas compuestas eran las que resultaban
de la suma o agrupamiento de cosas simples. Estas últimas se divían en dos categorías, si la
aglomeración de las cosas simples era material y tenía aspecto compacto, como una nave o un
edificio, o que la unión de los componentes simples fuera inmaterial y cada uno de ellos
conservara su independencia como un rebaño o una biblioteca, caso en el cual de habla de
universalidad de cosas.
*Cosas principales y accesorias: las primeras eran aquellas cuya existencia y naturaleza están
determinadas por sí solas, sirviendo inmediatamente y por ellas mismas a las necesidades del
hombre. Las accesorias estaban subordinadas o dependían de otra principal; ej: como el marco
respecto del cuadro, la piedra preciosa en relación al anilo en que esta engarzada. En
referencia de las cosas accesorias regía el principio de que lo accesorio sigue la suerte de los
principal.
Los frutos pueden hallarse en diversos estados: pendentes, cuando están adheridos a la cosa
productiva; percepti, cuando se los ha cosechado; percipendi, si estaban para cosechar y no se
los cosechó por falta de diligencia; existentes o exantes, cuando se hallaban todavía en poder
del poseedor de la cosa; consumidos o consumpti, si han sido consumido, transformados o
enajenados.
Hay ciertos gastos o impensas que se desembolsan para una cosa determinada o se emplea
para ella, se distinguen los gastos para conseguir los frutos de una cosas fructífera, de los
gastos para la cosa misma. Dentro de estos últimos hay que diferenciar las impensas
necesarias, destinadas a conservar la cosa; las impensas útiles, destinadas a aumentar su
utilidad o renta o a embellecerla; las impensas voluptuarias, destinadas a servir para lujo o
placer.
El derecho clásico de acciones tuvo una diferencia fundamental entre iurisdictio y iudicatio:
b) Iudicatio: era la autoridad para decidir o sentenciar en un proceso. La regla general era que
la iurisdictio y la iudicatio no se presentaban en la misma persona, la primera se otorgaba a un
magistrado (pretor) y la segunda a uno o varios jueces particulares.
El sistema de las acciones de la ley, caracterizado por un rígido formalismo verbal haciendo sus
respectivas declaraciones de manera solemne, tenía fundamento en las acciones que
derivaban de las XII Tablas, aunque según Gayo hubo casos en que las legis actiones se
apoyaban en la costumbre. Este procedimiento se fue reformando a medida que iba creciendo
el Estado y se transformaba su régimen socioeconómico. Se inicia con la sanción de la lex
Aebutia (130 a.de C), que introdujo el procedimiento formulario.
Con el nuevo sistema, se descartaron las palabras solemnes de las acciones de la ley y se
eliminó así la posibilidad de perder el litigio por no acatar estrictamente las formalidades del
anterior proceso. Acá, la acción elegida por el actor, tuvo como fue el eje central la fórmula,
redactada por escrito y suministraba al juez, la información precisa sobre el objeto y contenido
del juicio. Dicha fórmula, ofrecía una gran elasticidad y fue las múltiples necesidades de un
complejo ordenamiento jurídico.
Con las reformas procesales por medio de las leyes augustales Iulia iudiciorum privatorum, se
abolieron totalmente las acciones de la ley. A partir de entonces solo subsistió el
procedimiento formulario, pero junto al mismo se desarrolló en el tiempo de Augusto un
procedimiento, basado en el derecho imperial, en el que la indagación y la sentencia
incumbían a un funcionario público (cognoscere). El sistema cognitorio prescindió de la
bipartición del proceso y se sustanció ante un juez funcionario público que podía delegar sus
funciones en subalternos. No se hallaba sujeto a formas rígidas y otorgaba a las partes y al
juzgador una mayor libertad que en el procedimiento formulario.
Los sistemas del ordo iudiciorum privatorum, desarrollados en dos fases, ante el magistrado y
ante el juez, hace necesario analizar las funciones de ambos en los litigios. En el proceso
también están los litigantes (demandante o actor: petitor; y el demandado: res); sus
representantes, cuando había, y los auxiliares de que las partes podían valerse en los juicios.
En el procedimiento también se encontraban las acciones, sus diversas funciones y sus medios
de extinción.
a) Magistrados y jueces:
Durante la república y el principado, tenían carácter de magistrados los ediles, el prefecto del
pretorio y el prefecto de la ciudad (con jurisdicción en Roma), los praefecti iuri dicundo (con
competencia en Italia), y los gobernadores, los cuestores, el legado del emperador y el
procónsul (con jurisdicción en las provincias). Con Dioclesiano, los magistrados adquirieron
facultades para juzgar asuntos que se le daban a conocer, ya que la bipartición del proceso
había desaparecido con el surgimiento del procedimiento cognitorio.
Los jueces, quienes desarrollaban el proceso y dictaban la sentencia, ejercían sus funciones
permanentemente o éstas se agotaban con la desición sobre el caso. Su nombramiento se
efectuaba a propuesta del actor o por sorteo de listas hechas por el magistrado. Entre los
jueces permanentes había dos tribunales colegiados: el de los desemviri y el de los cemtumviri.
Los primeros entendían las cuestiones de estado y de libertad; lo segundos tuvieron
competencia en asuntos referidos al derecho de familia y al derecho sucesorio .
Como nadie puede litigar contra sí mismo, las partes en el proceso debían ser como mínimo
dos. Una el demandante o accionante; otra, el litigante contra el que se había interpuesto la
demanda, llamado demandado, accionado o reo.
La actuación judicial exigía a las partes tanto la capacidad de derecho como la capacidad de
obrar. Solo podían ser actor o demandado las personas libres, ciudadanas y siu iuris, aquellas
con plena capacidad jurídica. Tampoco podían padecer incapacidad de obrar, ya que les
impedía litigar válidamente, si no se hacían representar por el tutor o curador, cuando tenían
incapacidad absoluta; o asistir mediante la auctoritas, cuando se tratara de una incapacidad
relativa. La rigidéz del principio de que no podía actuar judicialmente una persona que no
poseía los tres status se fue atenuándose paulatinamente.
Ni el cognitor ni el procurator ejercían representación directa, ya que ésta no fue admitida por
la legislación romana.
Los oradores eran ciudadanos que acompañaban a los contendientes o a sus representantes
con el fin de exponer ante el juez las razones que les asistían para litigar y convencerlo con sus
alegaciones. Los abogados, tenían la misión de asesorar a los litigantes, ya que no se trataba de
retóricos, sino de personas dotadas de conocimientos jurídicos. No participaban en el debate,
pero alcanzaron gran importancia en el imperio bizantino y llegaron a superar a los
jurisconsultos. La profesión de abogado se prohibía ejercerla a los impúberes, los sordos, los
ciegos, los herejes, las mujeres y los condenados a penas infamantes.
- Las acciones:
La palabra acción (actio) que originalmente significaba acto (actus), era empleada en un doble
sentido: en uno, formal, era el que abría el proceso, el instrumento de que se valían las partes
para el logro de la tutela jurisdiccional; en otro, material, implicaba la reclamación de un
derecho, la “pretensión”. Desde el punto de vista formal, no hubo para los romanos una actio,
sino actiones particulares con denominaciones diversas. Para Ihering el derecho romano no
conoció la “acción”, ya que a las relaciones jurídicas se las iba dotando de distintas “acciones”,
que por obra del pretor frecuentemente se creaban, con uevas acciones, nuevos derechos.
Las acciones en Roma, fue el resultado de una pausada evolución y no hubo consenso entre los
jurisconsultos clásicos respecto de su terminología y aun de su clasificación.
- Clasificación:
La principal división de las acciones según las fuentes es aquella, es la que distingue las
acciones en reales y personales.
Las acciones reales (actiones in rem), se ejercían para la protección de los derechos reales, ya
que, al ser un derecho real una relación directa entre el titular y la res objeto de éste, el sujeto
perseguía la tutela de esta relación dirigiéndose contra cualquiera que la obstaculizara
indebidamente (erga omnes). Los romanos las llamaban cindicationes.
Las acciones que amparaban una relación creditoria u obligacional se llamaban acciones
personales (actiones in personam), porque la relación negocial generadora de obligaciones, se
daba entre el sujeto acreedor y el sujeto deudor, teniendo derecho el primero a ejercitar la
acción para lograr del segundo el pago de la deuda. Los romanos las llamaban condictiones.
Se conocieron acciones con carácter tanto real como personal; in rem, desde que perseguían la
división de una cosa (res), in personam porque resolvían sobre las obligaciones de los
comuneros (praestationes). A estas acciones se las denominaba divisorias o mixtas (mixtae
causae). Ejemplo de ellas fueron la actio mommuni dividundo; actio familiae ercinscundae y la
actio finium regundorum.
En siertos supuestos, el pretor no podían asimilar por analógía situaciones no previstas a otras
ya existentes. Ello lo impulsó a la creación de nuevas acciones, las que para indicar que no
estaban fundadas en una regla de derecho, sino en la autoridad del magistrado y que se daban
por el hecho, se denominaron actiones in factum.
Se llamaban acciones ficticias auquellas mediante las cuales el pretor, para hacer posibles la
aplicación de una acción ya existente a otra nueva, fingía la existencia en esta relación de un
elemento que faltaba
Esta división derivaba de actos ilícitos( delitos o cuasidelitos). Las penales eran las que estaban
dirigidas al pago de una suma de dinero( poena) del doble, del triple o del cuádruple en
concepto de resarcimiento por el daño causado, como actio furti y la actio aestimatoria.
Reinpersecutorias eran auqellas que perseguían la restitución de la cosa, como la condictio
furtiva. Mixtas eran las que por el carácter acumulable de las acciones penales, posibilitaban
demandar el pago de la poena y la restitución de la cosa, como la actio legis aquiliae.
En las primeras, el juez estaba constreñido a los hechos, a los términos de la fórmula elevada
por el pretor (ej: actio ex testamento)En las segundas, gozaba de amplio arbitrio debiendo
examinar todo lo concerniente a la relación de que se trataba en términos de equidad y, sobre
la base de la buena fé (ej: las nacidas de la compraventa, la locación, el mandato, etc.).
Las primeras eran ejercitables por cualquier ciudadano en defensa de un interéz público o
hasta un interés privado considerado digno de protección, como ocurría con la actio legis
plaetoriae, que hacía valer cualquier persona que conociera cualquier actitud fraudulente que
perjudicara patrimonialmente a un menor púber. Las segundas eran las que correspondían
exclusivamente a quienes acudían en defensa de sus propios derechos subjetivos.
a) Cosa juzgada: provocaba la extinción ipso iure de la acción en los iudicia legitima, cuando se
ejercitaban actiones in personam e in ius conceptae, siendo menester, en cambio, la
interposición de la exceptio rei iudicata en el iudicum quod imperio continens y en los juicios
legítimos en que se intentaran acciones reales o in factum. En el derecho justinianeo la cosa
juzgada, como causa extintiva de la acción, sólo se hace valer per exceptionem.
b) Litis contestatio: era la etapa procesal con que se cerraba la fase in iure del litigio, al
entrañar un acuerdo arbitral de las partes por el cual decidían someterse a la sentencia que
dictara el juez, producía la extinción de la acción interpuesta, independientemente de que el
juicio llegara o no a fallarse. Este efecto impedía al actor iniciar una demanda fundada en otra
acción con igual causa.
c) Prescripción: fue el instituto jurídico en virtud del cual, todo derecho se extinguía después
de transcurrido el tiempo establecido por la ley. La prescripción extintiva apareció en Roma en
la época imperial, para la categoría de las actiones in rem a travéz de la exceptio o la
preaescriptio longis temporis, que se otorgaba al poseedor con buena fé y justo título frente
de un fundo provincial, frente a la inacción del propietario durante diez años entre presentes y
veinte entre ausentes. Teodosio II estableció un plazo de treinta años para la prescripción de
todas las acciones que no tuviesen señalado ya un tiempo más breve. La prescripción
teodosiana extinguía la acción, pero no el derecho.
e) Pactum de non petendo : modo de extinción de las obligaciones que cumplía una función
liberatoria de remisión o condonación de una deuda, fue otra causa de extinción de las
acciones. Daba lugar a la exceptio pacti conventi para el caso de que el acreedor pretendiera
exigir judicialmente el cumplimiento de la prestación condonada.
f) Juramento voluntario: tenía lugar cuando las partes en pleito se presentaban a dirimirlo,
haciéndolo depender de la fe del juramento de una de ellas. Este pacto producía siempre a
favor del litigante que hubiera jurado la exceptio iurisiurandi para enervar el ejercicio de la
acción que por el juramento había quedado extinguida.
g) La muerte del sujeto: implicaba la transmisión a sus herederos de los derechos y acciones
de que el causante era titular. Empero, había ciertas acciones que se extinguían por el
fallecimiento del sujeto. Así, no se podían dirigir contra los herederos las acciones penales ni
las mixtas, sino en la medida del enriquecimiento, ni las llamadas actiones vindictam spirantes.
Eran también activamente intransmisibles las que perseguían una reparación moral.
Italia durante varios milenios anteriores a la era cristiana había visto entrecruzarse y sucederse
a razas y civilizaciones autóctonas y mediterráneas de cuya fusión habría resultado la estirpe
itálica. De los diversos grupos poblacionales se distinguieron los latinos, los etruscos y los
griegos.
Los latinos ocuparon una parte de la región del Lacio, en el centro de la península italiana. Al
norte del territorio del Lacio en la Toscana, se radicaron los etruscos que eran de los pueblos
itálicos los de mayor nivel de civilización. Otro gran aporte migratorio lo constituyeron los
griegos, que se asentaron en el sur de Italia. Los latinos, encerrados entre dos pueblos de un
mayor grado cultural y amenazados por ser conquistados por los etruscos, celebraron una
alianza con los sabinos, que eran un pequeño grupo que ocupaba tierras vecinas. A la unión de
latinos y sabinos, con fines defensivos, obedecería la creación de Roma, la cual fue levantada
en torno a siete colinas, como medio para lograr una fortificación natural.
Eneas, príncipe troyano , huye del saqueo e incendio de troya y y tras peregrinar por varios
pueblos de la cuenca del mediterráneo se asienta en Italia y contrae matrimonio con Lavinia,
hija de Latino, rey de Lacio. De aquel matrimonio nace Ascanio, quien a la muerte de su padre
funda la ciudad de Alba Longa. Tras una larga suceción de reyes, el trono corresponde a dos
hijos del rey Procas, Amulio (hijo menor) y Numitor (hijo mayor). Amulio destrona a su
hermano, mata a todos los hijos varones de su hermano para que no pudieran sucederle y deja
viva a la única hija que tenía (Rea), pero la condena a la virginidad perpetua, como sacerdotisa
de la diosa Vesta. Lavinia aunque tiene la condena, se une al dios Marte y tiene dos mellizos,
Rómulo y Remo, que son condenados a morir en el río Tíber por orden de Amulio, cuando éste
se entera de su nacimiento. La mujer encargada de matarlos no puede hacerlo, los abandona
en una cesta y los arroja al río. Río abajo los encuentra una loba (de nombre Luperca, aunque
se desconoce si era un animal verdadero o si se hacía referencia a una “loba” porque era
prostituta) y los amamanta. Posteriormente son encontrados por un pastor llamado Fáustulo.
Crecen y con el tiempo desalojan del trono de Alba Longa a Amulio y reponen a su abuelo
Numitor, el rey por derecho. Numitor los autoriza a fundar una ciudad. Los dos hermános
tenían pensado en fundar la ciudad pero en lugares diferentes, es por eso que Remo funda
Remulia (ciudad que no prosperó nunca y quedo olvidada) y Rómulo fundó Roma el día 21 de
Abril del año 753 a. de C. Mientras Rómulo cumplía las sagradas ceremonias de creación de la
ciudad dio muerte a su hermano Remo, y se proclamó primer rey del naciente Estado.
Se ha dicho que hay una diferencia de nivel económico, pues mientras los patricios eran
ciudadanos ricos, la plebe era la clase menesterosa. Los primeros, terratenientes dueños de
grandes tierras, en cambio los segundos carecían de aquellos bienes. Se ha entendido. además,
que los plebeyos habrían sido autóctonos y los patricios, conquistadores, atribuyéndoles a
aquéllos órigen latino, en tanto éstos habrían sido sabinos.
Nos inclinamos a aceptar que la diferencia entre los dos órdenes sociales estuvo dada por su
distinta nacionalidad. Eran plebeyos, además de cuantos inmigrantes se establecieron en la
ciudad después de su fundación los habitantes de las siete primitivas aldeas que formaron la
liga del Septimontium; en cambio, formaron el patriciado los etruscos, que después de
conquistar aquellas aldeas, habían erigido la ciudad de Roma.
Cualquiera que haya sido el fundamento de la división, la verdad es que los patricios tuvieron
por mucho tiempo el goce exclusivo de los derechos de la ciudad (eran una casta privilegiada).
Gozaron de los derechos políticos como el ius suffragii, que los facultaba a votar en los
comicios; el ius honorum, que les permitía ocupar las magistraturas; el ius militiae, que les
posibilitaba ser jefes de las legiones romanas, y el ius occupandi agrum publicum, que los
autorizaba a tomar posesión de las tierras conquistadas. Fueron titulares también de derechos
que entraban en la esfera religiosa, como el ius sacerdotii, por el cual podían mtegrar los
colegios sacerdotales; el ius sacrorum, que les permitía ejercer el culto de la ciudad, y el ius
auspiciorum o derecho de consultar los auspicios. En orden a los derechos privados el
patriciado gozó del ius connubii o aptitud legal para contraer legítimo matrimonio (iustae
nuptiae); del ius commercii o derecho a realizar toda clase de negocio jurídico; del ius actionis
o facultad de hacer valer en justicia sus derechos por medio del ejercicio de la acción (actio) y
del derecho al uso de tres nombres (tria nomina), uno individual o praenomen (Marco), otro
gentilicio o nomen (Tulio) y un tercero familiar o cognomen (qicerón).
Distinta fue la condición jurídica en que se encontraba la clase plebeya, que prácticamente no
formaba parte de la civitas. Carecía en absoluto de los derechos públicos o políticos y tampoco
gozaba de los vinculados a la actividad religiosa. No tuvieron derecho a contraer justas nupcias
con patricios hasta la sanción de la lex Canuleia (445 a. de C.) y el commercium sólo les fue
reconocido en la medida en que la plebe era admitida en las colonias latinas. No podían
participar del culto de la ciudad. Tuvieron sus particulares autoridades y sus asambleas
populares (concilia plebis), que tomaban decisiones (plebiscita) que valían exclusivamente para
la plebe. Dentro de las mismas murallas romanas vivían dos pueblos que colaboraban en la
economía local, pero que estaban separados en todos los demás aspectos de la vida.
Gens habría sido la organización político-social de más trascendente importancia que precedió
a la civitas, por lo cual Roma puede considerarse una confederación de gentes. Constituyeron,
un agrupamiento humano esencial, caracterizado por una unidad política con un alto grado de
independéncia, dado que contaba con sus órganos de gobierno, su jefe o pater, sus propias
normas de derecho privado (mores maiorum), que llegaron a constituir un ius gentilitatis. Tuvo
la gens su régimen económico propio y además sus divinidades protectoras del grupo, que
tenían por sumo sacerdote al pater o jefe. Esta característica de la gens, que le da la fisonomía
de un pequeño Estado, va a ir desapareciendo gradualmente a medida que la civitas afirma su
presencia como ente regulador de las relaciones de los particulares, que encuentran en el
Estado organizado y en sus nuevas instituciones políticas mayores garantías que las que podían
ofrecer los grupos gentilicios.
La falta de solidez de la organización estatal de los primeros tiempos de Roma convirtió a otro
grupo autónomo, la familia, elemento vital, dado que la confederación de familias constituía
una casa o gens, basada en presuntos orígenes comunes. La familia se organizó con un jefe (el
paterfamilias) que tenía poderes absolutos de orden político, judicial y relIgioso.
Se admite, que Rómulo distribuyó a los ciudadanos en tres tribus: la de los Ramnes, formada
por latinos que tuvieron por jefe a Rómulo; la de los Ticies, constituida por sabinos que seguían
al rey Tito Tacio y la de los Luceres, integrada por ciudadanos etruscos que reconocían como
caudillo al rey Lucumón. Esta hipótesis fue descartada y se creeque la primitiva organización
tribal respondía a fines militares, al suministrar al ejército un importante contingente de
combatientes; a necesidades políticas, al dotar de miembros al aristocrático senado primitivo
(patres maiorum); y a motivaciones religiosas, al dar un sacerdote a los antiguos colegios
sacerdotales.
La tradición romana tiene por cierta la división de las tres tribus de origen en diez curias cada
una, para algunos autores, el primer ordenamiento precívico romano habría estado
constituido por treinta curias. Como esta hipótesis no está probada, el criterio mayoritario se
inclina a aceptar que la curia fue una distribución hecha por la naciente civitas de los grupos
gentilicios que la constituían, en atención a un elemento nuevo: el domicilio. Roma habría
atribuido a las curias dos funciones: una miIitar, al proveer a las legiones cien hombres cada
una, y otra política, al constituir la unidad de votación en los primeros comicios romanos
(comicios curiados o comitia curiata). La curia perdió gradualmente su importancia, para
desaparecer con la reforma de Servio Tulio, que organizó el comicio en atención a otra unidad
de voto: la centuria.
El rey fue el supremo magistrado, a pesar de que en los primeros tIempos estuvo restringido
en sus funciones por la gens y la familia. La magistratura real era vitalicia, monocrática o
unipersonal y también sagrada, ya que el delito cometido contra el rey se castigaba con pena
de muerte. Dentro de los poderes del soberano se contaban los de carácter político, que lo
facultaban a organizar el Estado, convocar y presidir los comicios y designar a los miembros del
senado. Si se ausentaba de Roma delegaba estas funciones en un prefecto de la ciudad
(praefectus urbi). Era el supremo sacerdote, con derecho a consultar los auspicios y a organizar
y regular los sacra publica (rex sacrificulus). Se le otorgaban el comando de las legiones y la
dirección de la defensa del Estado y las de orden internacional lo hacían representante de
Roma en las relaciones con otros pueblos, a la vez que estaba autorizado para declarar la
guerra y firmar tratados de paz. Le competía la represión de los delitos, en especial los que
atentaren contra la seguridad estatal.
Tenía el poder de distribuir la tierra pública (ager publicus) y el de emitir la norma jurídica o
interpretarla. Esta potestad legislativa no habría sido ejercida por los reyes romanos, que
confiaban a los colegios pontificales tarea tan trascendente.
En lo que atañe a la sucesión real, se admitieron dos hipótesis: que el rey era designado por los
comicios o que la magistratura era de carácter hereditario. Empero, en el estado actual de la
cuestión no se acepta la electividad del rey por el pueblo, ni la sucesión familiar, sino el
concepto, al decir de Bonfante, genuinamente romano, de que el magistrado crea al
magistrado, es decir, que el rey saliente designaba a quien debía sucederle, correspondiendo
al comicio solamente la función de investirlo de imperium (lex curiata de imperio).
Esta auténtica tradición romana de nombramiento del magistrado por el predecesor( que tiene
vigencia también en la República) no se alteraba ni aun siquiera en el supuesto de que el rey
no hubiera hecho la designación. En el caso, la autoridad real pasaba al senado, produciéndose
el interregnum (magistratura extraordinaria), que hacía que cada senador ejerciera por cinco
días el poder real en carácter de interrex, hasta que, reunidos los comicios, el interrex de turno
proponía el nuevo rey, al que el pueblo dotaba de imperio.
El senado, fue la asamblea de los patres que coparticipaba del poder real como consejo del
rey. Estaba constituido por los jefes de las parentelas patriarcales que habían participado en la
fundación de la ciudad y que, como hemos visto, constituían la gens. Estaban constituídos de
manera aristocrática. Los miembros, que eran designados por el rey, convalidaban las
resoluciones del comicio mediante la patrum auctoritas y actuaban, en suma, asesorando al
rey.
El comicio, asamblea popular que nace con Roma misma, fue otra institución típica de la
organización política del período regio. La unidad de voto en el primer comicio romano fue, la
curia, dentro de la cual votaban los ciudadanos individualmente para determinar la decisión
del grupo. Se han atribuido al comicio curiado, funciones legislativas como las tuvo en el
período republicano, auqnue no es verosímil tal hipótesis.
La verdadera y específica función del comicio por curias fue la de investir al rey de imperium,
otorgándole los amplios poderes correspondIentes a su rango, mediante la lex curiata de
imperio. También los comitia curiata fueron un órgano cívico de contralor y decisión de actos,
que si bien pertenecían a la esfera privada, tenían importancia socail. Así, decidían sobre la
adrogación, forma de adopción de una persona sui iuris y sobre un tipo de testamento antiguo
que sólo tenía validez si era aprobado por la asamblea popular (testamentum in calatis
comitiis). A fin de resolver sobre aquellos actos jurídicos el comicio se reunía dos veces al año
por convocatoria de un calator. También era convocado por el rey para anunciar al pueblo
decisiones de importancia y obtener su adhesión, como iniciar una guerra o celebrar un
tratado de paz.
c) Colegios sacerdotales:
El colegio de los pontífices, presidido por un pontífice máximo (pontífex maximus), árbitro de
lo divino y de lo humano. Ejercía el contralor de los distintos cultos privados y, en especial, del
culto público; llevaba los archivos religiosos en que se consignaban los acontecimientos mas
notables relativos a la vida del Estado; redactaba el calendano y emitía dictamen en lo
referente a la adopción de personas sui iuris (adrogatio) y a los testamentos, destacándose su
labor de intérprete del derecho de la época. Así, respondiendo a consultas sobre temas
jurídicos (respondere), asesorando sobre actos jurídicos a cumplirse por los particulares
(cavere) Y suministrando las fórmulas procesales (agere), los pontífices crearon una verdadera
jurisprudencia.
Al colegio de los augures le correspondía consultar la voluntad divina (auspicia) en los actos de
carácter político o militar que pudieran tener gravitación sobre la conducción de Estado. Por su
parte, los feciales intervenían en las relaciones internacionales, especialmente en la
declaración de la guerra y la concertación de la paz.
Podemos distinguir entre el ciclo latino-sabino, que transcurre desde Rómulo hasta el rey Anco
Marcio (753 a 616 a. de C.) y el de la monarquía etrusca que tiene tres representantes:
Tarquino el Antiguo, Servio Tulio yTarquino el Soberbio (616 a 509 a. de Cristo). Se justifica
esta división en dos etapas por la destacada labor que les cupo a los reyes etruscos, en especial
los dos pnmeros, en lo concerniente a las reformas políticas y sociales que introdujeron
durante los años de ejercicio del poder real.
Fue Tarquino el Antiguo, el primero que habría realizado una reforma sustancial que quebraba
el clásico esquema político y social. Admitió nuevas gentes plebeyas en las antiguas tribus
genéticas y, como consecuencia, aparecieron los llamados Ramnes, Ticies y Luceres secundi.
Estos plebeyos, que se asimilaban a los patricios, pudieron desde entonces formar parte del
aristocrático senado con el nombre de patres minorum gentium, para distinguirse de los
senadores patricios, que eran los patres maiorum gentium.
Servio Tulio fue quien estableció una nueva división del pueblo, fundada, no ya en el orígen de
los ciudadanos, sino en la fortuna. Tenía como fin satisfacer tres necesidades públicas: el pago
de los impuestos, el servicio de las armas y el voto en los comicios. Para establecer el acervo
patrimonial de los ciudadanos, Servio Tulio creó el censo, que había de realizarse cada cinco
años. En él debía anotarse cada jefe de familia, haciendo constar el número de integrantes del
núcleo familIar, la cuantía de sus bienes y los esclavos que estuvieran sometidos a su potestad.
Determinada por el census la fortuna de cada persona, la población fue dividida en cinco
clases. La primera: ciudadanos que poseyeran 100.000 ases; la segunda: los de 75.000; la
tercera: los de 50.000; la cuarta: los de 25.000 y la quinta: aquellos con fortuna de 11.000 ases.
Estas clases eran divididas en centurias, cada una de las cuales abarcaba un número igual de
ciudadanos de diecisiete a cuarenta y seis años (iuniores) que de ciudadanos de cuarenta y seis
a sesenta años (seniores). Correspondían ochenta centunas a la primera clase; veinte a la
segunda; veinte a la tercera; veinte a la cuarta, y treinta a la quinta lo cual hacía un total de
ciento setenta centurias. A éstas debían agregarse dieciocho centurias de caballeros, como una
clase extra que precedía a la primera. Los ciudadanos de menos de 11.000 ases formaron cinco
centunas (dos de artesanos, dos de músicos y una de soldados no armados). Así, la reforma
serviana distribuía el conjunto de la ciudadama en ciento noventa y tres centurias.
Esta nueva organización, determina la creación de un nuevo tipo de asamblea popular, los
comicios por centurias (comitia centuriata). En estos comicios, tuvieron preponderancia en las
clases acaudaladas que vinieron a desempeñar un papel decisivo en las votaciones. Éstas
debían comenzar por las centurias de caballeros y proseguir con las de la primera clase. Si
estaban de acuerdo, al sumar noventa y ocho votos, se hacía inútil consultar a las otras clases,
que sólo alcanzaban a noventa y cinco.
La reforma serviana llegó también a la organización tribal. Con los datos suministrados por el
censo, el rey etrusco distinguió las tribus teniendo en cuenta el domicilio o sede (adsidui) de
los ciudadanos y no sus orígenes. A partir de entonces las tribus de los Ramnes, Ticies y
Luceres son un recuerdo histórico. Se distinguen dos clases de tribus: urbanas y rústicas. La
importancia que tiene esta nueva organización es que en las tribus se incluye tanto a patricios
como a plebeyos, sin distinción alguna.
- Nacimiento de la república:
La historiografía tradicional señala el año 509 a. de C. como el del fin de la Monarquía y el del
advenimiento de la República, al producirse el derrocamiento del último rey etrusco, Tarquino
el Soberbio, que fue reemplazado por dos cónsules, Bruto, que inició la conjura y Tarquino
Colatino. Nace así un nuevo sistema institucional y se inicia otro ciclo histórico, que constituyó
una profunda y perfecta oposición a la realeza.
Cualquiera que sea la hipótesis que se tenga por válida, es generalmente aceptado que el año
509 a. de C. señala el advenimiento de la República, al producirse el acceso a la máxima
magistratura -el consulado-, de dos cónsules que debían reemplazar a la autoridad real de la
época anterior. Como senado y pueblo tienen un papel preponderante en el nuevo orden
político, aunque por diversas causas se modifica su estructura, sus funciones y hasta el número
de sus miembros, veremos que durante la República, al igual que en la Monarquía, la
organización institucional se asienta sobre los clásicos factores políticos: magistratura, senado
y pueblo.
a) Las magistraturas:
Las magistraturas significaron una apertura hacia una ordenación institucional más
democrática, que no se concebía en hi época real, y su importancia se vio acrecentada por la
incidencia que tuvieron en el desarrollo del derecho. Las magistraturas republicanas tienen
características:
*La periodicidad o anualidad: los magistrados duraban un año en sus funciones, a excepción
del censor, que disponía de dieciocho meses para cumplir con las tareas censales. Esta
característica acabó con la irresponsabilidad que tenían los magistrados vitalicios como el rey.
*La colegialidad: las ejercían dos o más titulares, con la particularidad de que los magistrados
no actuaban simultáneamente como ocurre en los órganos modernos, sino alternativamente.
Mientras uno ejercía la función el otro estaba en receso, pero con la facultad de oponer su
veto (intercessio) a las decisiones del colega, lo cual venía a significar, que era mayor la
potestad del magistrado en receso.
*La electividad: los magistrados eran elegidos por el pueblo reunido en comicios, sin que ello
alterara el principio típicamente romano de que el magistrado crea al magistrado, ya que hasta
que no se asentaron los comicios republicanos como órganos represemativos de la voluntad
popular, el magistrado saliente nombraba al sucesor.
*Las patricias o del pueblo romano (magistratus populi romani), de las plebeyas (magistratus
plebis). A las primeras tenían acceso exclusivamente los ciudadanos patricios, que es de hacer
notar que siguieron con tal denominación cuando se reconoció también a los ciudadanos
plebeyos el derecho de ocuparlas. Las magistraturas plebeyas fueron creadas exclusivamente
para ciudadanos de esta clase. Las magistraturas patricias, se dividían en ordinarias y
extraordinarias. Ordinarias eran las que integraban la estructura normal del estado.
Extraordinarias, aquellas que se creaban para casos excepcionales o cuando circunstancias
especiales así lo aconsejaban, durando los magistrados el tiempo necesario para cumplir el
cometido que habla determinado su nombramIento.
*Si se atendía a la mayor o menor autoridad que conferían a su titular, se distinguían las
magistraturas cum imperio de las sine imperio.
*SI daban derecho a los magistrados a usar ciertas insignias, como la silla curul, se llamaban
curules, mientras que si carecían de tal honor se llamaban no curules.
3) La censura: habría aparecido en la época de Servio Tulio al crear el censo, para hacer
práctica su reforma, pero alcanza rango magistratural sólo en la República. Eran elegidos por
los comicios, a propuesta de los cónsules, cada cinco años, durando en sus funciones dieciocho
meses. Por la lex Ovinia del ano 312 a. de C, se le dió la potestad de confeccionar la lista de los
miembros del senado. Esta daba a los censores el poder de decidir acerca del honor de los
ciudadanos (existimatio). Estaban facultados, mediante una nota censoria o tacha de infamia,
para trasladar a un ciudadano, como menos honorabIe, de las centurias ecuestres a las
infamantes y, hasta para excluirlo de cumplir el servicio militar y aun del ejercicio del sufragio.
5) La edilidad curul: nació juntamente con la pretura en el año 367 a. de C. Cumplían sus
funciones bajo el contralor consular, realizaban: la cura urbis, referida al cuidado de la ciudad,
al ornato y habitabilidad de los edificios, a la circulación pública, a la vigilancia nocturna, a los
servicios de incendio, etc.; la cura annonae, abarcaba lo concerniente a la policía de los
mercados, les correspondía la vigilancia de los precios y del abastecimiento en general y la cura
ludorum, que se manifestaba en la promoción y control de los espectáculos públicos.
7) El edilato de la plebe: con el tribunado nació una magistratura plebeya de carácter auxiliar,
el edilato de la plebe. Los ediles, que eran designados por los concilia plebis a propuesta del
tribuno, tuvieron funciones de carácter municipal. Este edilato prácticamente desapareció
cuando se admitió el acceso de los plebeyos a la edilidad curul.
b) El senado: heredero del aristocrático senado monárquico es, durante la Repubhca, baluarte
de las tradiciones romanas pues a partir de la lex Ovinia (312 a. de C.) fue integrado por los ex
magistrados patncios. Sim embargo, admitió el ingreso de senadores plebeyos( los conscripti),
aunque con rango infeior, ya que tenían derecho a votar, pero carecían de voz en las
deliberaciones.
El senado se reunía a convocatoria de un magistrado que poseyera el ius agendi cum patribus,
como el cónsul, el dictador, el pretor o el interrex, los que, a su vez, ejercían su presidencia.
Sus reuniones no debían cumplir ritos ni ceremomas religiosas; por eso no era necesario
consultar los auspicios y podían funcionar,en días nefastos. Las decisiones del senado, que se
designaron con el nombre de senadoconsultos (senatusconsulta), regularon cuestiones de
derecho público, pero a partir del período imperial, constituyeron una importante fuente del
derecho privado romano.
La amplia competencia que se asignó al senado, lo convirtió en el órgano más elevado del
aparato estatal republicano. Le correspondió la dirección del Estado, pues al ejercer el
supremo control político institucional, podía decidir la oportunidad de la designación del
dictador, revisar la lista de candidatos a proponer a los comicios y fijar la fecha de las
elecciones.
Seguramente que la más alta función fue la relativa a la política exterior (los tratados de paz y
alianza). Le correspondía además recibir a las embajadas diplomáticas extranjeras, enviar
comisiones a otros países y vigilar las acciones bélicas, distribuyendo los mandos militares. El
senado intervenía también en la administración financiera del Estado, aprobando los gastos
públicos, imponiendo tributos y autorizando al comicio a votar la emisión de monedas. Fue,
por otra parte, un órgano colegislador, ya que por medio de la patrum auctoritas, daba vigor a
las decisiones votadas por el comicio. Esta función desapareció con el tiempo, pero el senado
mantuvo su potestad colegislativa al atribuirse el derecho de interpretar las leyes, de anularlas
por defectos o vicios formales y hasta de dispensar de su cumplimiento a algunos ciudadanos.
*El comicio por curias, nacido con la monarquía , subsiste en la República por algún tiempo,
pero sus funciones son cada vez más restringidas y de carácter meramente formal. Su
organización de tipo clánico o gentilicio cede paso a otra basada en la fortuna de los
ciudadanos, y los actos que caen bajo su competencIa van a tornarse cada vez menos
frecuentes o van a ser reemplazados. Sólo correspondía al comicio curiado de la República
confirmar por la lex curiata de imperio la elección de los cónsules o pretores y la del dictador
realizada por los comicios por centunas, y aprobar las adrogaciones. A fines de la República el
comicio curiado es un mero recuerdo histórico.
*Desde la creación del tribunado de la plebe, los miembros de esta clase comenzaron a
reunirse en asambleas llamadas concilios de la plebe (concilia plebis). Eran convocados y
presididos por el tribuno, quien les sometía asuntos exclusivamente vinculados con los
intereses del plebeyado y que eran resueltos mediante la sanción de los plebiscitos (plebiscita),
en un principio sólo obligatorios para los componentes de aquella clase. Con el tiempo, los
plebiscitos fueron obligatorios para toda la ciudadanía y equivalentes a las leyes votadas por
los comicios. Este proceso, que convierte a los concilios en órgano legislativo del Estado y a los
plebIiscitos en norma obligatoria como la ley se da a través de la lex Valería Horatia (449 a. de
C.), la lex Pubilia (339 a. de C.) y la lex Hortensia (287 a. de Cristo).
El camino elegido para resolver las diferencias políticas, sociales, económicas, jurídicas y
religiosas con los patricios fue el reconocimiento pacífico de ellos mismos como clase capaz de
poseer sus órganos propios de protección y de gobierno. La República vio recorrer el lento,
pero gradual camino, hasta que con el transcurrir de los años se igualaron los dos núcleos
sociales, lográndose la integración patricio-plebeya.
Si adoptamos un orden crónológico para seguir este proceso de nivelación de las clases
durante el ciclo republicano, tenemos que señalar:
a) El año 494 a. de C., inicio de las conquistas plebeyas, porque en esa oportunidad se produjo
la secesión de la plebe que condicionó el regreso a la ciudad al nombramiento de magistrados
plebeyos. Así nacieron el tribunado de la plebe y su magistratura auxiliar, el edilato plebeyo.
c) La lex Canuleia del año 445 a. de C. autorizó el connubium entre patricios y plebeyos,
prohibido hasta entoncos por la costumbre y consagrado en la tabla XI del código decenviral.
e) Con la lex Licinia de consutatu del año 367 a. de C. se les concedio el derecho a ocupar el
consulado, suprema magistratura republicana.
Culminado el proceso de igualdad de los dos órdenes sociales, amediados del siglo III a. de C.,
la distinción entre patricios y plebeyos es meramente nominal. A partir de entonces apareció la
clase senatorial, nueva aristocracia basada en el poder económico y fundamentalmente en la
influencia política. Se pertenecía a ella por haber formado parte del senado o por haber tenido
en la familia un miembro de dicho cuerpo. También en los altos estratos de la sociedad
romana figuraba la clase ecuestre, integrada por los caballeros que por su fortuna perteneclan
a las dieciocho centurias de la organización de Servio Tulio.
También durante este período imperial existió una clase infeior, la plebe, que no es la misma
entidad social de los primeros tiempos de Roma, sino un proletariado alejado de las
posibilidades de formar la élite burocrática por no pertenecer a una nobleza de origen, ni a los
grupos adinerados de la sociedad. Esta masa popular no tuvo mayores facultades, ya que los
plebeyos sólo pudieron tener funciones inferiores en el ejército y en la administración pública.
La paulatina absorción de los poderes de las instituciones políticas republicanas por parte del
emperador, se da visiblemente partir de la época en que el principado adquiere cierto carácter
militar y monárquico. Esto ocurre en tiempo de los emperadores Vespasiano, Tito, Domiciano,
Nerva y Trajano (70 a 117) y esta nueva modalidad tiene el efecto de ir modificando la
estructura institucional del Estado, ya que, adquiría prestigio un aparato burocrático creado
por el emperador para hacer más eficaz su gestión. Las magistraturas, salvo la pretura, que
continuó con su acción edictal hasta Adriano, perdieron o redujeron muy sensiblemente su
competencia. El comicio dejó de funcionar y sus últimas leyes habrían sido las promulgadas
bajo el gobierno de Tiberio. El senado conservó por mas tiempo su influencIa y superó etapas
difíciles de la vida institucional del principado. Empero, no escapó a la acción absorbente de los
gobernantes y en época de Constantino el senado de Roma, así como el de Constantinopla,
quedaron reducidos a meros consejos municipales.
c) El senado imperial, continuó siendo el órgano esencial del gobierno, sin que sus atribuciones
sufrieran mengua, salvo en lo atinente a la política exterior( diplomacia y guerra) al príncipe. El
cuerpo amplió en algunas materias su esfera de competencia, como en lo referente a la
actividad judicial, a la facultad de designar los altos mandos del ejército y, muy especialmente,
a la potestad legislativa, que experimentó notable incremento, sobre todo cuando el comicio
dejó de funcionar como institución típicamente legisladora. De ahí que los senadoconsultos
adquirieran gran relieve y fuesen una de las fuentes más fecundas del derecho privado
imperial. Para la administración del territorio el senado se reservó, el control sobre toda Italia,
y en cuanto a las provincias hubo un reparto de atribuciones con el emperador que dio lugar a
la existencia de provincias senatoriales y provincias imperiales. Igual procedimiento se siguió
para el manejo de las finanzas públicas. El senado conservó su tesoro particular( aerarium), y
fue la máxima autoridad fiscal en las provincias senatoriales, en tanto el príncipe formó una
administración financiera especial, con recursos particulares y con personal independiente. El
cúmulo de poderes del senado imperial lo convirtió en un asociado del emperador en el
gobierno y administración del Estado y esta situación, como ocurrió con otras instituciones
políticas, llevó a hacer hablar a Mommsen de una "diarquía imperial".
d) En esta época el magistrado por excelencia es el emperador. Augusto obtuvo del senado sus
títulos de imperator y princeps senatus, haciéndose otorgar el poder consular y la potestad
tribunicia con el derecho de veto (intercessio). Más adelante, en el año 23 a. de C., al renunciar
al consulado, que sólo asumiría a título excepcional, se hizo conferir el imperium proconsular
en todo el Estado romano y llegó en el año 12 a. de C. a hacerse elegir para el pontificado
máximo. Eliminó sus nombres individual y gentilicio de Cayo Octavio y los reemplazo por los de
César Augusto, a los que antepuso, a manera de nombre de pila, el título de imperator. Así se
hizo llamar "Imperator Caesar Augustus", palabras que terminaron siendo consideradas por los
emperadores que le sucedieron, como designación oficial del emperador o príncipe.
*Otros prefectos tuvieron importante misión en el manejo de la administración del Estado. Así
el praefectus urbi, encargado de la policía de la ciudad, la vigilancia de los mercados y la
persecución de los cultos prohibidos; el praefectus vigilum, jefe de una guardia especial
dedicada a evitar robos e incendios; el praefectus aerari, encargado de la administración del
tesoro; el praefectus annonae, con funciones de vigilancia sobre el aprovisionamiento de los
víveres de la población, y el praefectus Aegypti, que era un delegado del emperador en el
gobierno de Egipto.
*Entre los funcionarios imperiales se encuentan también los procuratores , que tenían la
administración de la hacienda pública, y los curatores, que fueron de distintas cIases según las
tareas que debían cumplir. Se conocen también, los encargados del cuidado de las vías
públicas( curatores viarum publicarum); la distribución de las aguas( curatores aquarum
publicarum); la vigilancia de las obras y defensas del río tíber( curatores riparum et alvei
Tiberis), etc. Otros funcionarios imperiales fueron los legati, entre los que se destacaron los
legati Augusti, que estaban al frente del gobierno de las provincias imperiales.
Causas de los más diversos orígenes fueron destruyendo el régimen político que había
distinguido al principado y prepararon el advenimiento de un nuevo sistema absolutista en el
que el emperador era el dominus( el dueño o señor). El período de casi un siglo que siguió a la
progresista dinastía de los emperadores Antoninos: Nerva, Trajano, Adriano, Antonino Pío,
Marco Aurelio, Cómodo (96 a 192) vivió graves acontecimientos que alteraron sustancialmente
la fisonomía del Imperio. En lo exterior, bandas extranjeras asolaban el territorio, devastaban
los campos y destruían ciudades ante la impotencia de las debilitadas fuerzas romanas. En lo
interno se atravesaba por una espantosa crisis económica, social y espiritual y se advertía un
enfriamiento del sentido de ciudadanía y una transformación radical de la autoridad imperial.
Por ello el siglo III es una de las épocas más sombrías de la historia de Roma, a la que puso fin
un emperador de excepcionales cualidades de organizador: Diocleciano.
C. Valerio Diocle, se hizo proclamar emperador romano por sus soldados en noviembre del año
284 d. de C., adoptando el nombre de Diocleciano. Imprimió al gobierno un sello absolutista,
dándole la forma de una monarquía de cuño oriental y de carácter divino. A partir de entonces
el emperador no es el gobernante que actúa como un órgano más del aparato estatal, como
había ocurrido durante gran parte del principado, sino el dominus et deus, el dueño y dios de
todo poder soberano.
Aquel gobierno dual se prolongó hasta el año 293 d. de C., en que Diocleciano decidió ampliar
la reforma nombrando otros dos emperadores, Constancio Cloro y Galerio, cada uno de los
cuales recibió una parte del Imperio para ejercer sus gobiernos. El primero tenía a su cargo la
Galia, España y Britania; el segundo, Iliria y Grecia. Los cuatro emperadores no estaban
colocados en un pie de igualdad, pues el título de Augusto era privativo de Diocleciano y
Maximiano, y el de César lo ostentaban Constancio Cloro y Galerio. Se fundó así un nuevo
sistema político, la "tetrarquía", en el que actuaban como emperadores dos Augustos, de los
cuales el más antiguo era superior al más reciente, y dos vice emperadores con la designación
de Césares. Con la implantación de la tetrárquía, Diocleciano persiguió asegurar el control de la
administración pública y la vigilancia efectiva de las provincias amenazadas por las mIgraciones
de pueblos foráneos y, muy especialmente, regular el problema de la sucesión imperial. Otra
preocupación de Diocleciano fue separar el poder civil del militar, para hacer más difícil las
usurpaciones y asegurar un mejor rendimiento administrativo. Fue así que los gobernadores
de provincia sólo tuvieron funciones civiles y judiciales, ya que sus poderes castrenses pasaron
a militares de carrera, los duques. Italia fue dividida en circunscripciones permanentes,
verdaderas provincias, llamadas correctura, al frente de las cuales se encontraba un corrector.
En la cumbre de una burocracia, se hallaba el consejo imperial, reorganizado por Dioclesiano
con el nombre de Sacro Consistorio y el alto personal de la administración( prefectos del
pretorio, cuestor del palacio, condes del tesoro), que asistían al emperador en el gobierno
general del Imperio.
El emperador Constantino completó la obra de Diocleciano. Sus reformas tuvieron por fin la
transformación del poder imperial, la regulación de la organización administrativa y la
finalización de la cuestión religiosa. La capital se trasladó del Imperio de Roma a Bizancio,
ciudad que desde el año 330 d. de C. se llamó Constantinopla, en homenaje al emperador
Constantino. Se trasladaba así el centro de gravedad del Imperio a Oriente.
En materia administrativa, Constantino continuó fiel a los principios rectores del sistema de
Diocleciano y siguió aplicándolos rigurosamente. A su alrededor se constituyó una corte
suntuosa; elevó el nivel del Sacro Consistorio y mantuvo un cuerpo de funcionarios
administrativos. Para una mejor administración, Constantino dividió el Imperio siguiendo los
principios de Diocleciano, en cuatro grandes prefecturas: Oriente, Iliria, Italia y las Galias, las
cuales a su vez comprendIeron varias vicarías o diócesis, y éstas un determinado número de
provincias.
En el año 313, encontrándose el emperador en Milán, sancionó el célebre edicto por el que se
prohibía las persecuciones a los ctistianos y se proclamaba al cristianismo religión oficial del
Estado.
La invasión de los pueblos bárbaros tuvo por consecuencia la caída del Imperio de Occidente
en el año 476 d. de C., comenzando con tal acontecimiento la Edad Media.
Teodosio I, que gobernaba en Oriente desde el 379 d. de C., cristaliza la idea afirmada desde
los tiempos de Diocleciano, y realiza la división entre ambas mitades del Imperio en el año 395
d. de C. Teodosio tenía dos hijos( Honorio y Arcadio) a quienes quería instituir herederos por
partes iguales. Para ello divide el Imperio y atribuye a Arcadio el Oriente y a Honorio el
Occidente. Oriente, retornando a sus caracteres primitivos que la romanización había
oscurecido, sobrevivió largo tiempo, al paso que Occidente experimentaba una suerte muy
distinta, sucumbiendo ante los pueblos bárbaros.
Por lo que concierne a las invasiones de los pueblos bárbaros, que ya amenazaban las
fronteras del Imperio romano desde el siglo III, se acentúan después de la muerte de Teodosio.
Partiendo unas del Rin, otras del Danubio y aun del interior mismo del Imperio, como la de los
visigodos, los bárbaros van ocupando el Imperio de Occidente. Italia fue la última de las
provincias occidentales que cayó en poder de los bárbaros, pero el procedimiento utilizado no
fue igual al que habían seguido en otras provincias, ya que en la península no hubo invasión
seguida de conquista, sino apoderamiento del gobierno por parte de los contingentes bárbaros
que integraban el ejército de Italia. Aquellos mercenarios, al mando de Odoacro, se sublevaron
en el año 476 d. de C. contra Orestes, jefe del gobierno, que les había negado un reparto de
tierra. Orestes cayó en manos de la soldadesca y Odoacro depuso a su hijo Rómulo Augústulo y
tomó el título de rey, pidiendo al emperador Zenón de Oriente que lo reconociera como
patricio. Los acontecimientos hicieron que las dos partes en que el Imperio había quedado
dividido después de la muerte de Teodosio no volvieran a reunirse. Oriente subsistió durante
mil años independientemente y apegado a sus tradiciones, Occidente cayó en poder de los
invasores germanos en el año 476 d. de C., en que el Imperio de Occidente desaparece como
gran unidad política y llega a su fin la Edad Antigua.
La parte oriental del Imperio, vio resurgir nuevamente la tradición griega, un estilo cultural que
le había sido arrebatado por la acción romanizadora. Esto determinó que al Imperio de Oriente
se lo llamara Imperio griego y más frecuentemente, Imperio bizantino, por el auge que
adquirió como metrópoli Bizancio. El Imperio bizantino sobrevivió por espacio de diez siglos a
la catástrofe del 476 d. de C., ya que después de experimentar toda clase de vicisitudes sólo
cedió ante la acción arrolladora de los turcos otomanos, cuando éstos ocuparon
Constantinopla en el año 1453 d. de C.
De su fecunda historia sólo nos cabe recordar el gobierno de Justiniano a quien, dentro de una
sucesión de emperadores bizantinos, puede considerarse el último emperador romano,
porque con su obra legislativa se cierra el ciclo evolutivo del derecho nacido en Roma.
Llegando al trono de Bizancio en el año 527 d. de C., Justiniano hizo florecer como ningún otro
gobernante el imperio bizantino. Se dedicó a la tarea de imponer a sus súbditos una unidad de
creencias religiosas basada en la adopción del cristianismo ortodoxo, que era la religión oficial
del Estado. Su celo religioso lo llevó a perseguir todo culto no cristiano, especialmente los
heréticos y los orientales. Fue ambición de Justiniano lograr la reconquista de Occidente.
Diversos territorios occidentales incorporó al Imperio de Bizancio y si la reconquista no fue
fatalmente coronada por el éxito, se debió a la necesidad de usar su ejército en el cuidado de
las fronteras de su propio Imperio, amenazado por partos, búlgaros y eslavos. Su obra más
lograda, que elevó su nombre a un sitial de privilegio entre los grandes de la historia, fue la
redacción de lo que las generaciones posteriores llamaron, desde el Renacimiento, Corpus luris
Civilis, compilación de los más puros principios del derecho romano y monumental legado del
mundo clásico que, al igual que Roma, tiene vocación de eternidad.
a) La costumbre: en la época más arcaica de la historia romana, los romanos se regían por
normas no escritas, creadas por la costumbre( la conducta reiterada de los miembros de la
comunidad, encauzadas en un determinado sentido. Sólo cuando las necesidades sociales y
jurídicas del pueblo exigieron fijeza y adaptación, el derecho consuetudinario se convirtió en
derecho escrito o legal.
*Las leyes regias y el "ius civile Papirianum": a pesar de que la costumbre fue fuente exclusiva
del derecho romano en el período monárquico, se ha sostenido, que los reyes romanos
habrían hecho sancionar por los comicios curiados de los tiempos de la monarquía algunas
leyes que por tal razón se han denominado leyes regias (leges regiae). En época desconocida,
probablemente a fines de la República, las leges regiae habrían sido reunidas o recopiladas,
por un pontífice, Sexto Papirio, en una obra que en homenaje a su presunto autor, se designa
con el nombre de Ius civile Papirianum.
Del derecho no escrito consuetudinario, se pasa en Roma al derecho escrito, hacia la mitad del
siglo V a. de C., se dicta la Ley de las XII Tablas, llamada también ley o código decenviral, por
haber sido redactada por un colegio de magistrados extraordinarios, los decemviri legibus
scribundis.
La primera legislación romana constituyó la fuente más importante del derecho civil o
quiritario. Se dictó a instancia de los plebeyos, quienes desde tiempo atrás reclamaban la
sanción de una ley escrita que diera fijeza al derecho costumbrista de la época. Fracasados
algunos intentos para llegar al derecho escrito, la plebe logró la creación de una magistratura
extraordinaria integrada por diez ciudadanos patricios, el decenvirato legislatIvo, el cual en el
año 451 a. de C., eIaboró las diez primeras tablas. Como estas leyes se consideraron
incompletas, un año después se eligió un segundo decenvirato, que logró, con la redacción de
dos tablas más, el código decenviral. Su innegable valor radica en haber comprendido,
siguiendo la forma de mandatos y prohibiciones, dentro de principios generales, todo el
derecho público y privado. Recogiendo las antiguas costumbres dio forma a muchas
instituciones jurídicas.
*Las tres primeras tablas contienen las normas del procedimiento judiciario, el germen de un
derecho procesal que se traducía, en orden al procedimiento civil, en el sistema de las acciones
de la ley.
* La tabla cuarta legisla sobre el derecho de familia o más propiamente sobre los amplios
poderes del paterfamilias, jefe del núcleo familiar. La ley obligaba al padre a matar a sus hijos
ddormes o monstruosos.
*La tabla quinta trata del régimen sucesorio romano, sobre la sucesión deferida por
testamento o en su defecto por disposición de la ley. Otorga al testador la más amplia libertad
para disponer por testamento y organizar la sucesión ab intestato en atención a un parentesco
civil o agnación. *La tabla sexta esboza la distinción entre propiedad y posesión, consagrando
la existencia de una propiedad exclusiva de los ciudadanos romanos, el dominium ex iure
quiritium. Crea la usucapio, forma de adquisición del dominio por la posesión continuada, de
las cosas durante el plazo establecido por la ley.
*La tabla séptima consagra normas sobre las relaciones de vecindad e incluye las diversas
servidumbres legales, de gran importancia en una comunidad agrícola como la Roma primitiva.
*A los delitos alude la tabla octava, distinguiéndolos en públicos y privados. Establece el
sistema del talión( “ojo por ojo, diente por diente”) para lesiones graves y un régimen tarifario
cuando se tratara de lesiones leves.
*Al derecho público se refiere la tabla novena y en ella se introducen principios de derecho
procesal y penal.
*Sobre derecho sacro legisla la tabla décima, destacándose la disposición que prohíbe las
suntuosidades funerarias.
*Las tablas undécima y duodécima, que se dictaron con posterioridad a las diez primeras,
tuvieron por fin complementarlas; al menos tal había sido el propósito al convocar el segundo
decenvirato legislativo del año 450 a. de C., según refiere la tradición romana. Encontramos en
ellas, disposiciones particulares, como la prohibición de matrimonio entre patricios y plebeyos,
consagrada en la tabla undécima, la regulación de la acción ejecutiva de toma de prenda
(pignoris capio) y el principio de la derogabilidad de las leyes por la sanción de otra ley
posterior, en la duodécima tabla.
No puede negarse el carácter verdadero y exclusivamente romano de las XII Tablas, porque
está reconocido que mediante este cuerpo legal se logró fijar el derecho consuetudinario, dar
forma definitiva a normas que aún no habían cristalizado, introduciéndole algunos principios
nuevos para conciliar los encontrados intereses de las dos cIases sociales en pugna. Esto
explica la coexistencia en la misma ley de principios arcaicos con otros indudablemente
evolucionados para los tiempos de la sanción. Aun cuando aceptemos que la ley sirvió para la
vigencia de un derecho quiritario, que debía amparar al ciudadano con exclusión del extranjero
y al patricio en detrimento del plebeyo, tiene el mérito innegable de haber sido el primer
intento realizado por los romanos de una codificación completa de sus leyes que sólo se
repitió, cuando Justiniano ordenó la compilación del derecho vigente en su época (527 d. de C.
a 565 d. de C.).
a) Los edictos:
El ejercicio del ius edicendi( el derecho que tenían los magistrados romanos superiores de
expresar o indicar la norma por la que habría de regirse la relación jurídica llevada a su
conocimiento) es el que posibilita la amplia labor edictal que cumplieron en Roma ediles, los
gobernadores de provincia y muy especialmente, los pretores. El ius edicendi se cristaliza así
en los edictos (edicta), especie de publicaciones que hacían los magistrados para dar a conocer
los principios que se proponían durante el ano de ejercicio de sus funciones, enumerando los
derechos y las reclamaciones tanto del ius civile como del ius honorarium, que estaban
dispuestos a proteger indicando la clase de remdio que pensaban en otorgar en cada caso.
Esta fue la misión específica del pretor romano, ejercer la iuris dictio, que le permitía indagar y
resolver si la demanda y defensa interpuesta por las partes en litigio implicaba algún derecho o
interés digno de protección que justificara la apertura del iudicium.
*Al iniciar su labor anual el pretor publicaba su edicto para indicar las normas de derecho que
iba a aplicar y las fórmulas procesales que ofrecía a los litigantes durante el año de duración de
sus funciones. Por tal razón este edicto jurisdiccional se llamaba anual o perpetuo.
*El pretor sustituto podía renovar totalmente el de su colega saliente y, en ese caso, publicaba
un edicto novum.
*Sin embargo, se hizo costumbre, para dar estabilidad a las normas edictales, que se las
expusiera en un edicto tipo que se transmitía de colega a colega. Apareció así el llamado edicto
traslaticio.
El edicto permitió tanto al pretor urbano como al peregrino usar de medios procesales y hasta
extraprocesales para no sólo ayudar al derecho civil, sino para suplirlo y hasta corregirlo. Para
lograr ese fenómeno singular el pretor, se valió de medidas procesales y extraprocesales. Entre
las primeras se contó la datio actionis, que era la concesión de acciones a relaciones no
amparadas por el derecho civil, pero dignas de protección por razones de estricta equidad. Por
ese recurso se crearon distintas acciones honorarias que tuvieron aplicación en igual nivel que
las acciones del ius civile. La denegatio actionis fue otro medio procesal usado por el pretor y
consistía en negar acción al litigante que, aun cuando alegase un derecho basado en el ius
civile, resultaba repugnante al sentido jurídico. Se creó la exceptio para enervar la pretensIon
del accionante si el demandado, por alguna circunstancia especial, demostraba que el fallo no
debía condenarlo, sino absolverlo.
La primera parte del edicto, de carácter introductivo, tenía por finalidad organizar y garantizar
el proceso hasta la regulación del iudicium. La segunda, o parte central, titulada de iudiciis,
contenía las acciones tuteladoras de los derechos privados subjetivos. La tercera, abarcaba las
normas referentes a la herencia pretoria o bonorum possessio. La cuarta, comprendía los
principios jurídicos relacionados con la res iudicata y ejecución de la sentencia. La quinta,
contenía un apéndice en tres secciones: de interdictiis, de exceptíonibus, de stipulationibus
praetorisiis.
b) La ley comicial:
En sentido político ley comicial es, según Gayo "lo que el pueblo manda y establece".
Coincidentemente, Justiniano dice que "ley comicial es lo que el pueblo romano, interrogado
por un magistrado senatorial, como el cónsul, sancionaba, constituía". Aluden a la forma cómo
el órgano político, la asamblea popular o comicio, dictaba la ley a instancia de un magistrado,
como el cónsul. Esta manifestación del derecho escrito aparece así como el producto reflexivo
de la labor de un organismo estatal competente, contrariamente a lo que ocurría con el
derecho no escrito o consuetudinario, que se creaba por la espontánea y continua repetición
de actos por parte del pueblo. Podemos decir que la ley comicial, en su aspecto jurídico, fue
para los romanos la regla de derecho impuesta obligatoriamente a todo el pueblo por el
pueblo mismo.
Se conoce una tradicional clasificación de las leyes comiciales que las distingue en leges
rogatae, datae y dictae. A la primera categoría pertenecía la ley romana por excelencia, la
votada por el pueblo reunido en comicio a propuesta de un magistrado. Leges datae eran las
dictadas por magistrados encargados de la administración de las provincias o colonias
romanas. Leges dictae, fueron estatutos con normas para la administración de ciertos bienes
del Estado o de los municipios.
Las leges rogatae, denominación que se da a las leyes comiciales, tenían un original proceso de
formación, ya que eran expuestas al público por el magistrado proponénte durante tres
semanas (trinundinum) y discutidas en ese período preparatorio por los ciudadanos. Después
eran sometidas al comicio para su aprobación o rechazo, sin que el organismo pudiera
introducirle modificación alguna. Los ciudadanos votaban verbalmente, o se les daban tablillas
que contenían las letras "u.r.", que significaban uti rogas: "como lo pides", en caso de voto
afirmativo; y las letras "a. q. r." que querían decir anti quod rogas: "contra lo que pides",
cuando el voto era negativo. La lex rogata constaba de tres partes: praescriptio, rogatio y
sanctio. La praescriptio contenía la indicación del magistrado proponente, día y lugar del
comicio, unidad comicial primeramente consultada y nombre del ciudadano que dentro de ella
había votado primero. La rogatio era la ley misma, su contenido o cuerpo preceptivo. La
sanctio constituía la parte de la ley correspondiente a su promulgación, al acto que aseguraba
su irrevocabilidad y la obligatoriedad de su observancia.
Una clasificación de las leyes comiciales prohibitivas, las distinguía en leges perfectae, minus
quam perfectae e imperfectae, atendiendo a las consecuencias que se siguieran de su
incumplimiento. Eran leyes perfectas las que declaraban la nulidad de los actos que las
contravenían. Las leges minus quam perfectae eran las que sin declarar la nulidad del acto,
establecían una pena para el caso de violación. Se llamaban leyes imperfectas aquellas que ni
prescribían la nulidad del acto, ni establecían sanción alguna por su transgresión.
c) Los plebiscitos:
El pueblo plebeyo, desde la creación del tribunado de la plebe, se reunía en asambleas
llamadas concilios para sancionar medidas ''administrativas o legislativas, los plebiscitos. Los
mismos fueron según las fuentes"las decisiones votadas por la plebe en los concilia plebis a
propuesta de un tribuno".
Los plebiscita constituyeron importante fuente del derecho desde la sanción de la lex
Hortensia (287 a. de C.), que los equiparaba a la lex y, por tanto, los tornaba obligatorios, no
sólo para los plebeyos, sino también para los patricios. El proceso por la que los plebiscitos
adquirieron completa fuerza de ley, es una de las etapas más destacadas dela lucha patricio-
plebeya. La primera conquista en este sentido se logra con la sanción de la lex Valeria Horatia
(449 a. de C.), que otorgaba a las decisiones de los concilios autoridad de ley, siempre que
fueran ratificadas por la auctoritas patrum senatorial. Después se avanza y los plebeyos logran,
mediante una lex Publilia Philonis (339 a. de C.), que la auctoritas patrum fuera preventiva.
A partir de la lex Hortensia, que elimina la patrum auctoritas, se designa a las decisiones
votadas por los concilios con el nombre genérico de lex. No obstante, se habrían distinguido
los plebiscitos de las leges rogatae, dictadas por el comicio, porque los primeros tienen un solo
nombre, el del tribuno proponente, mientras que la ley comicial llevaba dos, el de ambos
cónsules.
Llamabamos período del derecho jurisprudencial a aquel en que floreció en Roma la ciencia del
derecho por la labor de una clase de expertos jurisconsultos. Aquella labor creadora de los
peritos en derecho es lo que se llama "jurisprudencia", en una terminología romana.
Dicho período del derecho JurisprudencIal habría tenido su inicio alrededor de los años 100. a
50 a. de C., porque durante ese tiempo brilla el más inspirado jurisconsulto de la época, Quinto
Mucio Scaevola. El período se extiende hasta los Severos( 235 d. de C.), pues a partir de
entonces el incremento de los poderes conquistados por el emperador determina que el
derecho se imponga exclusivamente por medio de las constituciones imperiales dictadas por
los príncipes.
a) Senadoconsultos:
La ley comicial, mantiene su vigencia en los primeros tiempos del principado. Augusto
devuelve al comicio su empalidecida facultal de dictar la ley. Son de la época de Augusto y de
su sucesor, Tiberio, las últimas leyes votadas por los comicios. A partir de entonces cesa la
actividad legislativa de las asambleas del pueblo, la que se transmite al senado.
El senado, careció de potestad legislativa durante este período y sólo por algún tiempo la
patrum auctoritas senatorial fue necesaria para que tuvieran validez las decisiones de los
comicios y la de los concilia plebis, hasta que se sancionó la lex Hortensia. Así, las resoluciones
o acuerdos del senado, llamados senadoconsultos (senatusconsulta), no constituyeron fuente
del derecho romano en la etapa republicana. Con el advenimiento del principado, el senado
fue elemento fundamental en la política del Estado, tanto que se presenta un gobierno
diárquico, en el que este organismo actuaba como asociado príncipe. Según las
Gayo,"senadoconsulto es lo que el senado ordena y establece", agregando que "los
senadoconsultos tienen fuerza de ley, por más que algunos lo hayan puesto en duda".
El senado debatía y votaba a propuesta del emperador. Cuando los poderes del emperador
crecieron en grado sumo( época de los Severos) y el senado se convirtió en instrumento dócil a
su servicio, el cuerpo se limitó a recibir la oratio y sin discusión le daba fuerza de ley. Los
senadoconsultos constituyeron una de las más importantes fuentes de producción del derecho
romano del período imperial. Regularon diversas materias de derecho privado y eran
conocidos por el nombre del emperador que los había propuesto. También los
senadoconsultos se designaban con el nombre del cónsul que había presidido la reunión del
cuerpo.
b) Contituciones imperiales:
La última de las fuentes formales del derecho romano fueron las constituciones sancionadas
por el emperador las que, a la postre, con el imperio autocrático, se convertirían en única
fuente de producción. Gayo dice que "constitución del príncipe es lo que el emperador
establece por decreto, edicto o rescripto", con la observación de que "jamás se ha dudado de
que las constituciones tienen fuerza de ley, pues el emperador mismo obtiene el imperio en
virtud de una ley". Las constituciones imperiales en la primera época del principado no
constituyeron una fuente del derecho de Roma. Después, cuando el Estado adquiere las
características de una monarquía absoluta o autocrática con la dinastía dioclecianea-
constantiniana, la potestad legislativa pasa a ser atributo exclusivo del emperador. Por estas
razones y porque la jurisprudencia se ha debilitado, las constituciones de los emperadores se
convierten en la única y exclusiva fuente del derecho romano.
*Se llamaban edicta, las ordenanzas de carácter general dadas por el emperador para todo el
imperio o una parte de él, en ejercicio del ius edicendi.
*Se denominaban decreta, las decisiones judiciales expedidas por el emperador en las causas
llevadas a su conocimiento (cognitio) en primera instancia o en grado de apelación.
*Rescripta eran, las respuestas que el emperador daba, a manera de jurisconsulto, a las
consultas jurídicas formuladas por particulares o funcionarios. Las respuestas a particulares se
denominaban relationes o consultationes, en tanto que las emitidas para los funcionarios se
designaban con el nombre de epistolae, porque se las redactaba por escrito.
Aparecen en el Bajo Imperio las sanctiones pragmaticae, que eran disposiciones adoptadas por
el emperador, a requerimiento de autoridades o entidades públicas, o grupo de personas,
generalmente sobre cuestiones administrativas.
*Jurisprudencia pontificial: los primeros jurisconsultos romanos fueron los pontífices que
integraban el más importante colegio sacerdotal. Eran los pontífices romanos los intérpretes
del derecho consuetudinario más arcaico y los únicos que poseían el conocimiento de las
rígidas fórmulas necesarias para la celebración de los contratos, de los ritos procesales y de los
días en que era lícito o no litigar. El predominio de la jurisprudencia pontifical se intensifica
después de la sanción de las XII Tablas, cuando los pontífices crean, por una especial
interpretatio, diversas instituciones jurídicas, como la patria potestas, la in iure cessio o la
confessio in iure.
*“Ius Flavianum”: el predominio de la jurisprudencia pontifical perdura mientras los
sacerdotes pueden mantener el secreto de las fórmulas y los ritos procesales. Era necesario
que el derecho de Roma, entrara en un proceso de secularización que extrajera la ciencia del
derecho del monopolio sacerdotal. El primer intento es con la publicación en el año 304 a. de
C. del ius Flavianum( obra de un liberto llamado Cneo Flavio) que dio a conocer las fórmulas y
el calendario. La elevación de Tiberio Coruncanio al pontificado máximo( año 254 a. de C.)
marca un jalón importante dentro del proceso de secularización del derecho, porque fue el
primer junsconsulto romano, quien, inicia la práctica de dar consultas públicas sobre
cuestiones jurídicas y sobre la debida praxis procesal
Fue Augusto, quien elevó la respuesta de los jurisconsultos al rango de fuente formal del
derecho de Roma, al conceder a un número determinado de ellos el ius respondendi ex
auctoritate principis, que consistía en el derecho de dar respuestas apoyándose en la
auctoritas del emperador. Los jurisconsultos del primer siglo, se separaron en dos grandes
sectas o escuela. La de los proculeyanos y la de los sabinianos. La tradición romana considera a
Labeón como fundador de la primera y a su contemporáneo Capitón como el iniciador de la
segunda. Sin embargo, se tiene por más verosímil, y el nombre de las sectas confirma la
hipótesis, que la organización de ellas se debió a Próculo y a Sabino, que habrían sido
discípulos de los dos mencionados jurisconsultos. Se ha aceptado que no hubo una causa única
de diferenciación o de división de escuela, sino variadas razones, destacándose como la más
notable el método que empleaban para sus construcciones doctrinarias. Los proculeyanos
habrían trabajado sin apego al precedente, aplicando una lógica rigurosa que les permitía
inferir por deducción las conclusiones particulares que resultaban de los principios generales,
mientras que los sabinianos, más afectos a la tradición, habrían seguido los criterios de sus
predecesores y las decisiones de los tribunales. El jurisconsulto Pomponio nos da la lista de los
principales juristas de una y otra escuela. Cita entre los proculeyanos, después de Labeón, a
Nerva el antiguo, a Próculo, a Nerva (hijo), a Pegaso, a Celso el antiguo, a Celso (hijo) y a
Neracio Prisco. Incluye entre los sabinianos, aparte de su presunto fundador Capitón, a
Masurio Sabino, a Casio Longino, a Javoleno, a Valente, a Tuciano y, por último, a Salvio
Juliano.
El derecho de la codificación, tiene su inicio en época del dominatus y que culmina con la
redacción de la compilación justinianea. Agotada la producción jurisprudencial en tiempo de
los Severos y centrada la potestad legislativa en la autoridad absoluta del soberano, crece en
demasía el último elemento productor del derecho romano, las constituciones de los príncipes.
Su multiplicidad, amplitud de las materias sobre las que legislaban y la complejidad de los
problemas jurídicos de la época, son razones que hacen necesaria su sistematización en un
cuerpo ordenado de leyes.
Los primeros inentos de compilación de las leges, adquieren alguna importancia cuando
comienza la práctica de realizar trabajos formando un conjunto de cuadernos o libros que se
denominaban codex o codices. El primero en recopilar el derecho vigente, habría sido un
jurisconsulto Gregorio o Gregoriano, que vivió en tiempo de Diocleciano. Este trabajo, que
ordena las leges, especialmente los rescriptos, estaba dividido en quince libros, subdivididos
en títulos, con sus respectivas rúbricas, dentro de los cuales las constituciones se ordenaban
cronológicamente.
b) Código Teodosiano:
Adquirió ya carácter oficial el proceso de ordenación de las leges y, por ende, relevancia y
mayores posibilidades, cuando se sancionó el Código Teodosiano. El emperador de Oriente,
Teodosio II, decide por una constitución publicada en el año 429 d. de C., nombrar una
comisión especial codificadora que ordenara las leyes imperiales sancionadas a partir de
Constantino, siguiendo el modelo de los códigos Gregoriano y Hermogeniano. Como la
comisión no cumplíó su cometido, Teodosio designó en el año 435 d. de C. otra nueva. En un
año realizó el trabajo, que fue publicado en Oriente el 15 de febrero del 438 d. de C. y entró a
regir en todo el Imperio el 1 de enero del 439 d. de C., después de su reconocimiento por el
emperador de Occidente, Valentiniano III. El código Teodosiano se divide en dieciséis libros,
que a su vez se subdividen en títulos, en los que las constituciones están colocadas
metódicamente y por orden de fechas. Tiene la particularidad de que presta atención
preferente al derecho administrativo bizantino, ocupándose del derecho privado en los
primeros cinco libros. Reúne disposiciones de los derechos civil y penal, legislación sobre
asuntos eclesiásticos y militares, derecho fiscal, reglamento de policía, normas relativas a las
atribuciones de los magistrados, etc.
Se designan con el nombre de Novelas teodosianas las constituciones imperiales que, después
de la sanción del código, dictaron Teodosio II y Valentiniano III en ambas partes del Imperio,
habiéndose denominado Novelas post-teodosianas a las leyes imperiales que sancionaron los
sucesores de Teodosio, como Marciano en Oriente y Máximo, Mayoriano y Severo en
Occidente.
c) Ley de Citas:
Constantino para terminar con las críticas y divergencias entre las obras de los jurisconsultos,
en el año 321 d. de C., sanciona una constitución que declara sin valor las notas de Ulpiano,
Paulo y Marciano, sobre Papiniano. Las constituciones constantinianas sólo aportaron una
solución parcial al problema. Ello determina que en el 426 d. de C., Teodosio II promulgue una
constitución, que Valentiniano III publica en Occidente, denominada "Ley de Citas". Por virtud
de la Ley de Citas se concedía valor legal a todas las obras de Papiniano, Gayo, Paulo, Ulpiano y
Modestino y se ordenaba a los jueces que no se apartaran de ellas en sus sentencias judiciales.
Cuando las opiniones de los cinco clásicos fueran desacordes, el juez debía atenerse al criterio
de la mayoría; si había empáte, se daba preferencia a la opinión de Papiniano y sólo en caso de
silencio de éste o si ninguno de los jurisconsultos citados hubiere expresado su parecer sobre
al asunto, podía el juez resolver según su libre apreciación.
d) Leyes romano-bárbaras:
Al caer el Imperio Romano de Occldente en el año 476 d. de C., se hace necesario codificar el
derecho romano vigente en los países dominados por los pueblos bárbaros. Los reyes o
caudillos germánicos adoptaron el sistema de la personalidad de la ley, que hacía que los
bárbaros conservaran en los países ocupados sus leyes y costumbres nacionales, al tiempo que
admitían que los romanos continuaran rigiéndose por su propia legislación. La aplicación del
sistema de la personalidad del derecho llevó a los jefes barbaros a ordenar en el Occidente
germánico la codificación del derecho romano. Así nacen las llamadas leges romanae
barbarorum.
*“Lex romana visigothorum”: fue sancionada por orden de Alanco lI, rey de los visigodos,
alrededor del ano 506 d. de C. Es un extracto de los códigos Gregoriano, Hermogeniano y
Teodosiano, así como de algunas novelas posteriores y de algunos escritos de Gayo, Paulo y
Papiniano. Se conocen por esta colección las SentencIas de Paulo y los cinco primeros libros
del código Teodosiano y por mucho tiempo no se tuvo otra referencia de las Institutas de Gayo
que la que se encuentra en la compilación romana visigothorum.
*“Lex romana burgundíonum": esta ley( designada por mucho tiempo con el nombre de
Papiani responsa) fue publicada en la Galia oriental para regir las relaciones de los súbditos
romanos del reino de los borgoñones. Habría sido redactada entre los años 517 a 534 d. de C.
Se basa en los códigos Gregoriano, Hermogeniano y Teodosiano, en las Sentencias de Paulo y
en las Institutas de Gayo, pero adolece del defecto de mezclar en sus cuarenta y seis títulos
principios típicamente romanos con preceptos del derecho borgoñón. El nombre de Papiani
responsa o el de Papiano, se debe a que los manuscritos de ella fueron encontrados por
Cujacio en el año 1566 d. de C., a continuación de las Responsa de Papiniano, que formaban
parte de la última parte del Brevario de Alarico. La denominación Papiani obedece a que en los
manuscritos del Breviario el nombre del ilustre Papiniano aparece abreviado y ello dio lugar a
que Cujacio cayera en el error de creer que se trataba de la obra de un autor desconocido.
*"Edíctum Theodorící': el rey ostrogodo Teodorico, que dominaba la península itálica, hizo
sancionar en Roma, en el año 500 d. de C. una ley que, contrariando el sistema de la
personalidad del derecho, debía aplicarse tanto a godos como a romanos. Está enteramente
vaciado en el derecho romano y las fuentes están de tal manera mutiladas, que el derecho
romano es difícilmente reconocible.
e) Compilación Justinianea:
El Corpus Iuris consta de cuatro partes: una colecciónn en doce libros de constituciones
imperiales, llamada Código; una recopilación en cincuenta libros de las obras de la
jurisprudencia clásica, llamada Digesto o Pandecta; una exposición en cuatro libros de los
principios elementales de derecho, llamada Institutas y una colección de las constituciones
promulgadas por Justiniano después de la entrada en vigencia de su codificación, denominada
Novelas.
*El código:
Por medio de la constitución Haec quae necessario, sancionada en febrero del 528 d. de C., el
emperador designó una comisión compuesta de diez jurisconsultos a cuya cabeza se
encontraba Juan de Capadocia, para que reuniera en un Código todas las colecciones de leyes
hechas anteriormente -códigos Gregoriano, Hermogeniano, Teodosiano- así como las
constituciones que les siguieron.
En catorce meses la comisión terminó su tarea y el Código fue promulgado por el emperador
mediante la constitución Summa reipublicae, en abril del 529. Este primer Código de
Justiniano, llamado Código antiguo (Codex vetus), fue objeto de una revisión cuatro años
después. La sanción del Código no hizo cesar la actividad legislativa del emperador, que
continuó publicando constituciones cuyo objeto era remozar el derecho de la época. Parte de
aquellas constituciones fueron reunidas en el año 530 o 531 en una colección que recibio el
nombre de Cincuenta decisiones (Quinquaginta Decisiones).
Justiniano ordenó que se revisase el Código vetus. Era necesaria la tarea par cuanto el propio
emperadar había publicado desde aquella épaca numerosas constituciones nuevas, que
modificaban, cambiaban y perfeccionaban el derecho de las Pandectas y que no se
encontraban en su Código originario. En 534, dispuso que una comisión encabezada por
Triboniano hiciera una reelaboración del Código, añadiendo las nuevas constituciones y
poniéndolo más en armonía con el Digesto y las Institutas. La labor terminó el mismo año y la
nueva edición del Código (Codex repetitae praetectionis) fue confirmada en noviembre del 534
por la constitución Cordi novis.
El nuevo Código incluyó las constituciones promulgadas desde Adriano hasta Justiniano. Está
dividido en doce libros que se subdividen en títulos, con sus respectivas rúbricas. En cada título
se hallan colocadas las constituciones según las materias a que pertenecen, arreglo a un orden
cronológico. En cada constitución aparece el emperador que Ia dictó y el de la, autondad o
particular a la que estaba dirigida. Al final la fecha en que fue sancionada.
El libro I presenta disposiciones relativas a las fuentes del derecho, e incluye normas sobre los
officia de los magistrados y sobre las relaciones entre la Iglesia y el Estado; los libros II a VIII
tratan del derecho privado en general, con referencia especial a los derechos reales, las
obligaciones, los contratos y el derecho sucesorio; el libro IX está dedicado al derecho criminal
y los libros X a XII versan sobre el derecho administrativo y financiero.
*El digesto:
En el año 530, por la constitución Deo Auctore, Justiniano creó una comisión presidida por
Triboniano, para realizar la tarea de sistematizar y ordenar las opiniones de los jurisconsultos
que habían gozado del ius respondendi y formar con ellas un cuerpo de doctrina legal. En el
533 se concluyó la obra, sancionada con el nombre de Digesto o Pandectas por la constitución
bilingüe, griega y latina, De confirmatione Digestorum o Tanta.
Contiene el Digesto miles de extractos de las obras de los jurisconsultos romanos del siglo I a.
de C. al siglo IV de nuestra era.
Los redactores no se ajustaron estrictamente a las instrucciones dadas por el emperador al
haber incorporado fragmentos de obras de jurisconsultos que no gozaron del ius publice
respondendi. En cambio, la comisión presidida por Triboniano hizo uso de la facultad otorgada
por Justiniano de retocar y modificar los textos elegidos con el fin de adecuarlos al derecho
vigente. Estas alteraciones introducidas por los compiladores en los pasajes de los
jurisconsultos clásicos recogidos en el Digesto, reciben el nombre de "interpolaciones" o
"tribonianismos".
El Digesto está dividido en cincuenta libros, cada uno subdividido en títulos con sus respectivas
rúbricas, indicadoras de las matenas que trata el título. Como el Código, la distribución de
materias sigue el plan del edicto pretorio, y de ahí que se halle dividido en siete partes.
La primera parte (libros I a IV) contiene las nociones generales del derecho y lo relativo a
jurisdicción e introducción a la instancia; la segunda (libros V a XI), trata de la doctrina general
de las acciones, de las que tutelan la propiedad y los distintos derechos reales y de algunas
acciones especiales; la tercera (libros XII a XIX), reproduce las disposiciones del edicto
referente a de rebus creditis, agregando las rúbricas sobre contratos; la cuarta (libros XX a
XXVII) comprende instituciones complementarias de los contratos, como el derecho
hipotecario y los medios de prueba, abarcando además temas de derecho de familia, como el
matrimonio, la dote, la filiación, la tutela; la quinta parte (libros XXVIII a XXXVI) versa sobre la
herencia y los legados; la sexta parte (libros XXXVII a XLIV) se refiere a la bonorum possessio y,
a lo concerniente al derecho de propiedad y a la posesión, y la septIma y últIma (libros XLV a L)
contiene normas sobre obligaciones verbales y los fiadores en las obligaciones, sobre delitos
públicos y privados y las penas, así como cerca de las apelaciones en los juicios, terminando
con dos títulos que incluyen reglas interpretativas de la codificación.
*Las intitutas:
Por la constitución Imperatoriam maiestatem del año 533 se publicaron las Institutas de
Justiniano, destinadas,"a la juventud deseosa de estudiar leyes", comenzando a regir con
fuerza legal, en el año 533 por imperio de la constitución Tanta, que también daba vigencia a
las Pandectas.
Las Institutas resumen la temática jurídica de las Pandectas y el ius extraordiJlario de los
emperadores, fusionándolos para dar una idea somera del derecho de la época. Es una
colección de iura y de leges, en la cual no se menciona a los autores de sus textos, ya que es el
emperador quien habla en primera persona, dirigiéndose a los jóvenes estudiantes de
derecho.
Las Institutas de Justiniano se dividen en cuatro libros, subdivididos en títulos, con sus
respectivas rúbricas, y éstos a su vez en parágrafos numerados, precedidos de una
introducción o proemium. El libro primero, después de ocuparse del derecho y su división,
trata de las personas. El libro segundo versa sobre las cosas, su división, los modos de adquirir
la propiedad, los derechos reales sobre la cosa ajena y los testamentos, uno de los medios de
adquirir el dominio. El libro tercero contiene los principios que regulan la sucesión ab
intestato, las obligaciones y los contratos. El libro cuarto se ocupa de las acciones y destina un
último título a los juicios públicos que se inician por la comisión de algun delito público.
*Las novelas:
A partir del 535, Justiniano promulgó nuevas constituciones las cuales debían recogerse, según
su pensamiento, en un código definitivo. Como el plan del emperador no pudo llevarse a cabo,
las Novelas de él nunca fueron oficialmente reunidas. Se publicaron colecciones privadas de
ellas, que han dado a conocer las leges novellae del emperador, sancionadas no sólo para
regular cuestiones secundarias, sino también para dar ordenación normativa a importantes
instituciones de derecho privado, como el matrimonIo y la sucesión ab intestato.