Introducción Arbitraje
Introducción Arbitraje
Introducción Arbitraje
El arbitraje deportivo mediante la aplicación de sus reglas y por los resultados que
propicia tiene una función pedagógica y reguladora dentro del sistema de preparación
del deportista que se manifiesta en la utilización de sus resultados como vía de
retroalimentación para el reinicio de un nuevo proceso de preparación del deportista y
su perfeccionamiento. Lo que exige la calidad del trabajo de los árbitros y jueces en la
aplicación consecuente de la reglamentación con la realidad dada pues el resultado del
arbitraje va más allá del espectáculo competitivo, por ello cuando no es eficiente, puede
provocar una decepción masiva que deja huellas imborrables en los espectadores, y para
el deportista y su entrenador que se preparan durante largo tiempo bajo los principios
del entrenamiento deportivos, confiando en ellos en y la ciencia las consecuencias
alcanzan una desilusión mayor.
Las estructuras de los reglamentos, por el cual se evalúan a los deportistas, difieren en
correspondencia con el tipo de deporte; en algunos suele aparecer una descripción
detallada de los gestos deportivos y de su criterio de evaluación y en otros se hace
mayor énfasis en la definición de las posibles transgresiones y sus correspondientes
sanciones. En ambos casos se establece la relación entre la ejecución del deportista y la
acción del árbitro o juez, a través de la penalización o la calificación, respectivamente.
Por ello, una de las funciones más características y peculiares del deporte es juzgar la
ejecución de los atletas y arbitrar entre los deportistas, en el lugar de la competencia.
Sin árbitros, jueces, cronometristas y anotadores, el desarrollo del deporte sería
imposible.
La decisión sobre la legalidad a veces no resulta fácil, debido a dificultades del
reglamento o avances técnicos no contemplados en él. Donde se presentan mayores
dificultades es en la valoración de las acciones del deportista. La valoración es sencilla
cuando puede reducirse a unidades de tiempo, longitud o fuerza, ya que el juez puede
valerse de instrumentos de gran precisión para medir y evaluar el rendimiento del
deportista. Por el contrario, cuando la evaluación ha de hacerse sobre las interacciones
del deportista, es decir, sobre sus movimientos en relación a los objetos y las
condiciones de la competición, las discrepancias entre los jueces aumentan.
Al respecto J. Riera planteó "... - las preguntas que interesan a la psicología del
deporte son: ¿Por qué, ante un mismo ejercicio, difieren las evaluaciones de los jueces?,
¿Cómo puede aumentar la objetividad de sus calificaciones?..." (1)
"... Evidentemente para cumplir con eficiencia las funciones de decidir y valorar
deben ocurrir determinados requisitos que garanticen lo que debe ser un
comportamiento esencial del juicio y arbitraje deportivo; la objetividad..." (2)
Esta según Caracuel, J., Andreu, R., y Pérez E., será, a su vez, una de las condiciones
necesarias para lograr una actuación justa e imparcial, características fundamentales de
un buen juez y arbitro. En este sentido es evidente que la condición de la objetividad es
un aspecto cualitativo determinante en el desarrollo del proceso de arbitraje e
indispensable para la calidad de las calificaciones, por lo que ha de ser siempre una
constante en la actividad de todo tipo de arbitraje deportivo, donde según Caracuel, J. se
identifican las siguientes tareas:
La percepción es un punto clave para la evaluación y está lejos de ser algo simple;
puede resultar excesivamente compleja por la influencia de aspectos personales y la
experiencia de quienes evalúan. Su resultado, la evaluación puede tener connotaciones
sociales y consecuencias para muchos aficionados, para la formación de los futuros
jueces, para los propios atletas y sus preparadores..." (3)
En este sentido la objetividad como cualidad integradora del arbitraje deportivo, debe
distinguir toda una serie de factores que se pueden calificar como internos (propios del
sujeto que evalúa) y externos (propios de la interrelación sujeto - medio).
En la actualidad y hacia una proyección futura del Arbitraje Deportivo estos
elementos conceptuales constituyen y han de continuar formando parte de la base que lo
sustenta.
Varios son los problemas actuales por los que transita el Arbitraje Deportivo en su
generalidad, particularizar en ellos no es nuestro objetivo por el momento, sin embargo
desde nuestro punto de vista y con el ánimo de enmendar, estos pueden ser agrupados
en cinco necesidades fundamentales a solucionar y que han de estar dirigidas a :
También existen otros criterios de orientación psicológica dados por Riera, J. (7) y la
más reciente desde el punto de vista de la praxiología deportiva es tratada por el Dr. C.
Morejón J. (8) en su análisis praxiológico de la estrategia motriz deportiva, quien desde
el ángulo de la praxiología define para el reconocimiento de la existencia del deporte
cinco aspectos o condiciones obligatorias: - Situación Motriz, - Competencia, -
Reglamento, - El carácter lúdicro, - Institucionalizado. Puntualiza al respecto, que sí uno
solo de estos rasgos faltan, entonces no puede considerarse una actividad como
"deporte", podrá ser otra cosa o un tipo de juego pero no deporte. Por tanto, reconoce la
presencia obligatoria de la competencia y el reglamento; sin embargo defiende la
posición de Parlebas, P. (9) acerca de una clasificación de los deportes a partir de como
se desarrolla la acción motriz, que de forma gráfica (Fig. 3 ) se pueden representar los
términos que se toman en cuenta de la siguiente forma:
Figura 2. Términos empleados por Parlebas, P., para clasificar el deporte a partir de las
acciones motrices.
Al realizar un análisis crítico del cúmulo de clasificaciones deportivas existentes, es
evidente, que en sentido general en ningún caso se tienen en cuenta los aspectos
relacionados con el arbitraje y el juicio deportivo, a pesar de ser este es un factor
complementario de gran influencia para lograr un resultado más acabado, desde el punto
de vista de la praxiología deportiva.
Reconociendo las características estructurales de cada deporte olímpico así como los
sistemas oficiales vigentes del arbitraje en los mismos, se ha logrado establecer una
clasificación de los deportes tomando, como línea de partida, la estructura que los
conforman y las diferentes funciones de juzgar y arbitrar que se ponen de manifiesto,
de una u otra forma, en las disciplinas deportivas.
En este grupo se incluyen aquellos deportes en los que el juicio deportivo implica
básicamente dos cosas: decidir si una posición, un movimiento, un instrumento o una
situación competitiva está permitida por el reglamento y valorar, según el mismo la
ejecución del deportista para otorgarle una calificación. La función de los árbitros en
estos casos está dirigida fundamentalmente, a velar por el cumplimiento del reglamento
y arbitrar entre las opiniones discrepantes de los jueces, predominando la función de
juzgar sobre la de arbitrar.
Figura 3. Clasificación de los deportes olímpicos definida, desde el punto de vista del
arbitraje deportivo. (Guardo M. Tesis doctoral 1998)
Este grupo lo integran los deportes que en su sistema de arbitraje exigen la valoración
de los resultados a partir de medidas en unidades de tiempo, espacios y pesos. La
función de los jueces y árbitros se hace más sencilla en estos deportes ya que pueden
valerse para realizar su trabajo de instrumentos de precisión para medir y evaluar los
resultados competitivos. Los deportes que conforman este grupo, excepto las pesas
incluyen otras pruebas que no siempre son individuales.
En los tres casos pueden incluir también subgrupos, ya que existen deportes que por
sus características contemplan la competencia tanto individual como colectiva, este es el
caso de la Gimnasia Rítmica y el Nado Sincronizado en el primer grupo; el Tenis de
Campo y de Mesa en el segundo grupo y las competencias de relevo en los deportes del
grupo tres, incluyendo también algunas de las pruebas de Vela, Remo y Canotaje que no
son individuales.
En este sentido es necesario reflexionar que los reglamentos que conforman las leyes
del arbitraje deportivo poseen una función orientadora de carácter metodológico para
el proceso de enseñanza y perfeccionamiento de las habilidades motoras, sin su
aplicación el proceso de preparación del deportista carecería de objetividad, de ahí, que
los deportistas esperen concientemente que las valoraciones o evaluación de sus
acciones motrices sean reconocidas consecuentemente con la realidad de su actuación
competitiva.
En lo particular el arbitraje, tiene una función social educativa rica en la formación de
valores éticos estéticos y morales con incidencia en una población infinita que abarca
prácticamente el mundo y que propicia como componente del deporte el vínculo entre
los pueblos.
La autoeficacia en el arbitraje de baloncesto Natalia Morín Ramírez (España)
Licenciada en Educación Física - Arbitro de Baloncesto
Actualmente realiza la tesis titulada "Psicología del Árbitro", por la Universidad de Las
Palmas de Gran Canaria
Colabora con el Centro de Estudios del Arbitraje Deportivo de la Universidad de Las
Palmas de Gran Canaria.
En el terreno deportivo no es suficiente que el deportista tenga capacidad para conseguir
un buen rendimiento en su deporte sino que además debe querer también conseguirlo y
creer en su capacidad para ello.
En el caso de los árbitros también se plantean frases de autoconfianza como "sé que
haré una buena actuación", "estoy seguro que mi decisión es correcta", "puedo controlar
la situación", etc.
Concentración
Objetivos
Emociones positivas
Esfuerzo
Impetu
Estrategias del juego
La visualización o práctica imaginada es una de las técnicas más útiles para entrenar el
nivel óptimo de confianza. Dado que muchas veces no es posible entrenar las
situaciones que necesitamos entrenar, como, por ejemplo, entrenar en una pista
determinada rodeada de gente, o arbitrar con un compañero al que se le tiene poca
confianza, lo mejor para ello es realizar el entrenamiento por medio de la visualización.
Así, por ejemplo, en baloncesto podemos imaginarnos pitando unos pasos cuando el
jugador que los realiza está entrando sólo a canasta y tiene posibilidad de empatar el
partido y conseguir una prórroga para su equipo.
La siguiente tabla señala una serie de pasos que permitirán a los árbitros trazar los
objetivos para conseguir mejorar su imagen de confianza (adaptado de Loerh, 1991;
Weinberg, 1988).
caracteristicas
Referencias bibliográficas
RIERA, J. Introducción a la Psicología del Deporte. Barcelona: Editorial
Martínez, 1985. p. 133.
RIERA, J. Introducción a la Psicología del Deporte. Barcelona: Editorial
Martínez, 1985.
CARACUEL, J. C. Análisis Psicológico del Arbitraje y juicio deportivo. En
Motricidad (US). Vol. I - Nº 1 Mayo 1995.
MOREJÓN, J. Análisis Praxiológico de la estrategia motriz deportiva. La
Habana: ACCAFIDE, Julio 1995.
PARLEBAS, P. Elementos de Sociología del Deporte. Editorial LIPER s.a.,
1988. p. 23.
Ibid, 239 p.
RIERA, J. Introducción a la Psicología del Deporte. Barcelona: Editorial
Martínez, 1985. 186 p.
MOREJÓN, J. Análisis Praxiológico de la estrategia motriz deportiva. La
Habana: ACCAFIDE, Julio 1995.
PARLEBAS, P. Elementos de Sociología del Deporte. Editorial LIPER s.a.,
1988. p. 239.