RECALDE ARITZ Apuntes para Una Sociologia Nacional

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APUNTES PARA UNA SOCIOLOGÍA NACIONAL

ARITZ RECALDE

Prólogo
Parte I: Apuntes de sociología nacional y cultura
Apuntes para una sociología de la cultura
¿Qué es el Pensamiento Nacional?
Hernández Arregui y la sociología argentina
La universidad argentina: del modelo colonial al reformismo
La colonización cultural: La industria cultural norteamericana y la guerra permanente
Parte II: Apuntes de sociología nacional y sistemas políticos de América Latina
Modelos de desarrollo e integración regional en América Latina
Análisis del Proyecto de Constitución de Bolivia del año 2007
Breve análisis sobre la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

Parte III: Apuntes de sociología nacional y política en la actualidad


Diez cuestiones para comprender el conflicto entre Israel y Palestina
¿De qué hablamos cuando nombramos la inseguridad?
60 años de la Constitución Argentina del año 1949

Bibliografía

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Desgracia de América fue la venalidad, por ingenuidad o por mala fe, de
la inteligencia con mando y de la inteligencia desocupada. Esperanza de
una salvación es el acercamiento de la inteligencia a los problemas
americanos y su fidelidad hacia ellos. (Scalabrini Ortiz, 1983: 8)

El título del libro que usted va a leer se desprende de tres cuestiones fundamentales que
me interesa resaltar.
Primero, la denominación del libro recupera el nombre de la obra de Arturo Jauretche,
quien fuera uno de los más claros intérpretes de la sociedad argentina. Apuntes para una
sociología nacional, es el subtitulo del libro el Medio Pelo en la Sociedad Argentina,
obra fundamental y fundacional, de la sociología nacional. El concepto de nación que
recuperamos para los estudios de sociología, lo tomamos del gran pensador argentino
Juan José Hernández Arregui. Jauretche y Hernández Arregui, consolidaron dos aportes
fundamentales para la organización de la sociología en el país. Los conceptos vertidos
por los autores, son los pilares a partir de los cuales organizamos las categorías que
aparecen en el libro. Dentro del amplio campo de la sociología, dichos intelectuales
produjeron las bases metodológicas, teóricas y políticas, para la consolidación de los
estudios culturales en los Estados de la periferia. De sus libros e investigaciones y más
allá de sus matices, se puede reconstruir un método para la organización y la puesta en
práctica de la sociología nacional y de los estudios culturales. En ambos casos, sus
métodos de trabajo, de observación y de organización de los datos, reposan en una
teoría del conocimiento nacionalista y tercermundista, que reconoce la especificidad
histórica, económica, social y política de nuestros países. Además y cuestión
fundamental, de sus libros y de sus biografías, se desprende un modelo de articulación
concreta, entre la producción intelectual y la política del país.
El segundo aspecto del cual se desprende el nombre del libro, se refiere a que los
diferentes capítulos de la obra son “apuntes” resultantes de las investigaciones y de los
debates del Seminario Sociología de la Cultura Latinoamericana dictado en la Facultad
de Periodismo y Comunicación Social, de la Universidad Nacional de La Plata. Tal cual
se puede leer en la organización de los capítulos del libro, se reúnen artículos e
investigaciones que fueron “apuntados”, discutidos y presentados en el espacio de las
clases durante cuatros años de intenso trabajo.
La tercera cuestión que explica el por qué del título del libro, es el punto de partida
metodológico, teórico y político de las investigaciones y los ensayos que presentamos.

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Los apuntes y como dice sus nombre, son de sociología nacional y no de sociología a
secas. Nuestro punto de partida que denominamos como nacional, es un marco teórico y
metodológico a partir del cual interpelamos la realidad. Los artículos del libro se
escribieron atendiendo la particularidad de nuestra condición histórica, intentando
contribuir a las soluciones de los problemas y los desafíos actuales entendiendo, como
dice Jauretche, que la técnica no es un fin en sí mismo, sino “un medio para la
realización nacional” (Jauretche, 2004:138). Una sociología es nacional en nuestra
opinión, si su estructuración teórica reconoce la especificidad dependiente del país y
del continente o como sostuvo Fermín Chávez “Estamos en el Sur y no en el Norte, para
utilizar el nuevo lenguaje impuesto en la década de 1970. Esta apercepción constituye el
principal avance estratégico de un pensamiento periférico que el Tercer Mundo fue
enriqueciendo en su carrera hacia el porvenir” (Chávez, F. 1992: 10). La perspectiva
nacionalista de las ciencias sociales implica y reconoce una posición política definida
del “deber ser” de la producción intelectual, frente al conjunto del país y del continente.
Hernández Arregui lo estableció sin pelos en la lengua cuando sostuvo que “la autarquía
o adanismo de una teoría política es una ilusión. En todo caso, las ideologías son
abreviaturas del pensamiento de las clases enfrentadas con la multiforme realidad de las
luchas sociales” (Hernández Arregui 2004: 340). En torno de dicho punto de partida, es
que definimos la selección de los problemas y las categorías a poner en cuestión en los
apuntes. La elección de las investigaciones y las categorías sobre las cuales las vamos a
elaborar, forman parte de una acción política cuya intencionalidad de origen, es la de
contribuir, modestamente, a la resolución de los problemas nacionales y a la
emancipación de las organizaciones libres del pueblo. Como dice Oscar Varsavsky “El
papel del profesional en la sociedad cambia por completo cuando la lealtad a su carrera
individual y a su empresa es remplazada por lealtad al país y solidaridad social”
(Varsavsky, 1972: 89). Como podrá leer en los apuntes, de nuestro marco teórico se
desprende un posicionamiento ideológico y unos objetivos políticos marcados. Dicha
manera de posicionarse ante la producción de conocimiento, se organiza a partir de un
planteo metodológico y de un esquema teórico que, consideramos, contribuye
objetivamente a la comprensión e interpelación de la realidad. En nombre de la
supuesta ciencia neutra y apolítica y en general, se esconde la complicidad con un orden
social y en el caso de las instituciones públicas, se refleja la incapacidad de los
intelectuales para producir saber socialmente relevante para el país y el sistema
democrático que los financia y les da su razón de ser. Asimismo, detrás de la supuesta
objetividad, se suelen ocultar serias falencias para comprender la realidad de muchos

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marcos teóricos. En algunos casos, el supuesto de la neutralidad valorativa absoluta, se
complementa con el planteo de que la organización interdisciplinar sería una garantía
de diversidad en las miradas o las opiniones. En nuestro punto de vista y sin desconocer
la importancia que la interdisciplinaridad puede contener, la verdadera objetividad de la
construcción del conocimiento está dada por la puesta en debate de posiciones
ideológicas disímiles. Por ejemplo, lo que ocurrió en el país durante los años noventa,
fue que profesionales provenientes de diversas carreras suscitaron la aplicación del
neoliberalismo. Dicha propaganda y promoción y pese a la interdisciplinaridad, se
fundó en que compartían una mirada y un prisma neoliberal que determinó o favoreció
al menos, la observación y las hipótesis de trabajo para aplicar las políticas públicas. Se
destruyó la economía o se deterioró la situación social y tanto abogados, sociólogos,
ingenieros, arquitectos o economistas neoliberales, promovieron y justificaron
“científicamente” las potenciales virtudes de ese modelo de país. En este y otros casos
similares, se sostuvo a rajatabla la supuesta neutralidad de valores de los científicos e
intelectuales a cargo de aplicar o justificar las acciones.
Dado que los objetivos y las finalidades priorizadas de nuestra producción intelectual
son los de resolver problemas, evitamos la acumulación extensa de citas y de
reflexiones propios de la mera deliberación del campo intelectual. La producción
académica actual se organiza a partir de consolidar extensos estados de la cuestión, que
y en nuestra opinión, son fruto de una concepción enciclopedista típica de siglos
anteriores. El perfil enciclopedista de la organización académica de muchas
universidades argentinas, puede determinar que las investigaciones queden sujetas a
meros debates propios del campo del conocimiento en el cual se inscriben. El riesgo que
esconde esta concepción, es que la producción intelectual se distancie del objeto y del
interlocutor. Al intentar abarcar todos los debates previos, cuestión de por sí
difícilmente alcanzable en el siglo XXI, los investigadores pueden perder de vista en la
producción académica la finalidad de origen que es enfrentar y dar soluciones a los
problemas y las exigencias de la comunidad nacional. La producción de conocimiento
se enajena del mundo y queda inmersa en un debate meramente entre selectos pares
intelectuales.
Nuestros interlocutores son los protagonistas que construyen la realidad social o política
y no solamente los ámbitos intelectuales, a partir de lo cual, el tratamiento de los
procesos evita la acumulación innecesaria de autores y de citas y se centra en la
problematización especifica de los datos. Los datos e interpretaciones aplicados en los
apuntes, reconocen que existe una producción de conocimiento de la sociedad y es a

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partir de aquí, que recuperamos muchos aportes de intelectuales, de políticos o de
fuentes bibliográficas, documentales o normativas, consideradas tradicionalmente como
no académicas o irrelevantes, por los círculos universitarios. Con esta finalidad, se
presentan las categorías de análisis para cada caso que buscan simplificar la
comprensión de los procesos. Producimos conocimiento situado y ponemos en cuestión
la realidad y a partir de aquí, evitamos la no por interesante también engorrosa y
superflua, mera referencia a los debates propios de las universidades y los
investigadores.
La diversidad de los temas del libro y la existencia de algunas reiteraciones en la
utilización de conceptos y en la cita de autores, se produce por el hecho de que y como
adelantamos, los artículos son apuntes de diferentes clases y unidades del Seminario.
Pese a la diversidad de los temas, existe un hilo conductor en el libro y es el intento de
interpelar la cultura y la política actual del continente, desde las categorías de la
sociología nacional.
La Parte I del libro se llama “Apuntes de sociología nacional y cultura” y se organiza a
partir de cinco artículos. En este apartado se presentan las bases teóricas y
metodológicas que organizan el trabajo del Seminario. El primero, “Apuntes para una
sociología de la cultura”, presenta un esquema teórico para la interpelación de los
fenómenos culturales en Argentina. En este cuadro, se introduce la teoría de la
colonización pedagógica de Arturo Jauretche y a partir de ella, se realiza un análisis
histórico de la dependencia y de la producción de cultura popular en el país. “¿Qué es
el Pensamiento Nacional?”, es una interpretación y una búsqueda de categorizaciones
para identificar algunos de los rasgos principales de la corriente intelectual denominada
como pensamiento nacional. Con dicha finalidad, se analizan los conceptos de nación y
dependencia y se identifican sucintamente, algunas de las producciones intelectuales a
lo largo de la historia argentina. El artículo “Hernández Arregui y la sociología
argentina”, presenta de manera sistematizada los conceptos sociológicos del autor y
permite establecer los puntos de encuentro y las diferencias, entre la sociología
tradicional del país y la sociología nacional. En el trabajo se pueden leer las
interpretaciones y los aportes de Hernández Arregui sobre las relaciones históricas y
posibles de los intelectuales, la política y la historia argentina. El apunte “La
universidad argentina: del modelo colonial al reformismo”, es una breve historia de las
casas de altos estudios del país desde una perspectiva revisionista y nacionalista. En este
cuadro, se trazan algunos ejes de comprensión de las etapas coloniales, liberales y
reformistas de las casas de altos estudios. En los tres casos, se analizan las relaciones

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entre la economía, la sociedad, las políticas y los planes educativos. El artículo “La
colonización cultural: La industria cultural norteamericana y la guerra permanente”,
analiza las vinculaciones entre la industria del cine norteamericano y la política exterior
de ese país.
La Parte II se denomina “Apuntes de sociología nacional y sistemas políticos de
América Latina” y se compone de tres artículos. El primero, “Modelos de desarrollo e
integración regional en América Latina” es un estudio de los procesos de integración
regional actuales teniendo en cuenta los modelos del ALBA, el MERCOSUR, la
UNASUR y el ALCA. El texto articula las categorías económicas, sociales, políticas y
culturales con la integración regional, haciendo particular hincapié en las experiencias
nacionales de Argentina, Brasil, Venezuela y de Cuba. El trabajo se organiza a partir de
un conjunto de hipótesis que dan cuenta de los puentes entre el desarrollo nacional y la
integración del continente. El apunte “Análisis del Proyecto de Constitución de Bolivia
del año 2007” y como lo establece su nombre, es un estudio de la Constitución actual de
Bolivia. Se hace una mención especial a los derechos otorgados a los pueblos
originarios, a la protección de los recursos naturales y la promoción de nuevas formas
de democracia y de participación política popular implementadas. El artículo “Breve
análisis sobre la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”, analiza la
reforma del texto constitucional del año 1999 y el intento fracasado de introducirle
reformas de carácter socialista en 2007.
La parte III, “Apuntes de sociología nacional y política en la actualidad”, se compone de
tres apuntes. El primero se denomina “Diez cuestiones para comprender el conflicto
entre Israel y Palestina” y analiza el conflicto entre ambas naciones, a la luz de la
geopolítica norteamericana en oriente medio. Tal cual como aparece en el título, el
trabajo se organiza en diez ejes de lectura que atraviesan temas históricos, políticos,
culturales y militares. El segundo apunte se denomina ¿De qué hablamos cuando
nombramos la inseguridad? e introduce un marco interpretativo para analizar el debate
sobre fenómeno denominado como inseguridad. Finalmente, el libro concluye con el
apunte “60 años de la Constitución Argentina del año 1949”, que analiza la reforma de
la carta magna argentina a seis décadas de su sanción.

Resta agradecer a los compañeros del Seminario que contribuyeron al debate y a la


escritura de los artículos del libro. Entre ellos no puedo dejar de nombrar a Iciar
Recalde, a Sonia Aristimuño, a Ignacio Galarreta y a Germán Ibáñez. Algunos de los
artículos fueron publicados previamente por el Centro de Estudios Hernández Arregui.

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Debo un agradecimiento especial a Iciar Recalde que corrigió los originales.
Finalmente, vaya un reconocimiento a la Facultad de Periodismo y Comunicación
Social que me dio la oportunidad de formar parte de la institución y que promovió la
publicación de la obra.

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Parte I: Apuntes de sociología nacional y cultura

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Apuntes para una sociología de la cultura1

Primitivo, bárbaro, irracional no son categorías científicas, sino políticas; sirven para
designar el enemigo interno o externo; para justificar la injusticia de lo que se hace
víctima. (Podetti, 1969: 47)

Vamos a definir el término cultura siguiendo a Juan José Hernández Arregui que lo
explica como el conjunto de bienes materiales y simbólicos que conforman la identidad
de un grupo social. Dichos bienes materiales y simbólicos se organizan como valores
colectivos que son transmitidos por medio del lenguaje y se expresan como conciencia a
través de la que el hombre actúa e interpela el medio. La cultura entonces, es una
categoría que se vincula estrechamente con la acción política entendida como una
actividad cuya finalidad es actuar sobre una relación de poder. La práctica cultural
adquiere siempre una dimensión política, en tanto los valores colectivos de los sujetos
son puestos en juego en las prácticas que desarrollan sobre el contexto social e histórico.
Asimismo y atendiendo esta particularidad, es innegable que la acción política
contemporánea reconoce entre sus prácticas la tarea cultural: la lucha política se
organiza a partir de la disposición de la conciencia de los pueblos.
El término sociología de la cultura implica que el análisis se va a desarrollar atendiendo
sus vínculos con la organización social, política y económica en la cual se inscribe. A
partir de aquí, nos interesa analizar histórica y geográficamente situadas, algunas de las
causas de origen para la producción y la divulgación de la cultura. Estas variables deben
ser puestas en juego atendiendo la especificidad del problema nacional2 de los países del
Tercer Mundo. Los cruces y las relaciones de dichas dimensiones adquieren un
contenido y unas características diferenciales en función de nuestra condición de país

1
Agosto de 2010.
2
Según Methol Ferré: “Tres elementos confluyen en la constitución del “Estado- Nación clásico.” Un
Estado con su burocracia organizadora, que implica una gran herencia del derecho Romano, que incluye
el ejército, símbolo mayor del monopolio de la violencia. Una industria, que desde la revolución
maquinista inglesa implica, más en más, la unidad de ciencia y tecnología con la misma industrialización.
Cada vez más, desde el siglo XIX, no es posible ninguna sociedad industrial moderna, sin un creciente
dominio y difusión científico- tecnológico. Lo industrial implica lo científico- tecnológico de modo
crecientemente indisoluble. Una sociedad que no tenga el mayor despliegue científico- tecnológico, será
literalmente industrialista pero no será industrial. Una “alfabetización universal”, lo que implica una
lengua en común, un idioma literario, si no total, sí hegemónico. La cultura y la comunicación común que
instaura una dinámica nacional igualitaria. Se objetiva en la alfabetización total, a la altura de las
exigencias de la época. Este espacio “homogenizador” se manifiesta en una común cultura nacional.”
(Methol Ferré, 2009: 67)

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dependiente. Amílcar Herrera se refirió a la particularidad del problema de la
dependencia en el continente y estableció que: “El subdesarrollo no es meramente un
estadio primario del desarrollo, sino una situación estructuralmente diferente, en gran
parte generada y condicionada por la misma existencia y evolución de las sociedades
desarrolladas” (Herrera, 1974: 10-11). Las relaciones entre poder, política y cultura
involucran la indagación de dos dimensiones de análisis: existe una dimensión nacional
y otra de grupos sociales. Dicha especificidad lleva a considerar la funcionalidad de la
cultura atendiendo a los vínculos desarrollados entre los Estados y además, al
reconocimiento de sus implicancias dentro de los intercambios entre agrupamientos
sociales en un territorio.
El análisis histórico demuestra que las relaciones sociales y de poder se organizan y se
perpetúan a partir de constituirse políticamente. Asimismo, es innegable que los grupos
sociales y sus organizaciones políticas se manifiestan y proyectan culturalmente.
Tomando distancia sobre un posible análisis determinista y economicista, reconocemos
que la identidad cultural se desenvuelve en un contexto cuyas relaciones sociales,
políticas y económicas son complejas y su origen no tiene una causalidad única e
invariante. Ahora bien y pese a que creemos que no es correcto plantear una relación
directa entre cultura y economía, no se puede desconocer que existen fuertes vínculos
entre ellas. En América latina los intereses económicos de las metrópolis y sus empresas
trasnacionales se organizan y se proyectan políticamente y tienen una capacidad de
influencia mucho mayor que otros actores sociales. Este predominio se ejerce
fuertemente en las instituciones de producción y divulgación cultural. A partir de aquí y
pese a la negación respecto a la existencia de una causa única en el origen de la cultura,
reconocemos que los análisis tienen que contemplar la especificidad cardinal de nuestra
condición geopolítica de donde se desprenden rasgos y comportamientos
fundamentales.
La cultura puede ser un medio de emancipación o de opresión en tanto que busca
perpetuar o que intenta modificar una realidad social, económica y política con la cual
interactúa y de la que forma parte. Cuando la cultura es un instrumento de opresión
entre países se define como neocolonialismo. En el caso de que la cultura sea un medio
para oprimir a grupos sociales dentro de una nación se puede hablar de racismo o de
clasismo. En su sentido inverso, cuando la cultura es un elemento de emancipación
entre Estados se la define como nacionalismo popular o antiimperialismo. Cuando
adquiere una función emancipadora entre los grupos sociales de un país se define como
cultura popular.

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Cultura: violencia y pedagogía

El medio utilizado para producir y distribuir la cultura reconoció métodos pacíficos y


procedimientos violentos. Entre estos últimos, es innegable que el asesinato de los
opositores y de los representares de las formas de vida y de las organizaciones políticas
autóctonas, fue y es una política radical que modifica un estadio del desarrollo cultural.
Históricamente y frente a procesos de consolidación de nuevas formas de organización
y de promoción de otros patrones culturales, se generaron enfrentamientos militares que
oficiaron como una bisagra en los ámbitos de producción y distribución cultural. En
esta línea, no es casualidad que políticos e intelectuales como Bartolomé Mitre que
fuera iniciador de la historia oficial, haya sido ideólogo y aplicador del terrorismo de
Estado contra los dirigentes de las provincias del Interior en jornadas como Cañada de
Gómez. Domingo Faustino Sarmiento, otro de los panegiristas e intelectuales
organizadores de la cultura argentina, fue ideólogo del terrorismo político y cultural
como método para actuar sobre sus adversarios. En una carta enviada a Bartolomé Mitre
del día 18 de enero de 1863, luego del asesinato y decapitación del dirigente político
Ángel Peñaloza estableció que: “He aplaudido la medida, precisamente por su forma.
Sin cortarle la cabeza a aquel inveterado pícaro y ponerla a la expectación, las chusmas
no se habrían aquietado en seis meses” (Galasso, 2000: 9). Hete aquí, dos grandes
símbolos del terrorismo político y cultural argentino del cual abrevaron las generaciones
posteriores.
Asimismo y sin desconocer el ejercicio y la puesta en práctica de la violencia, la cultura
se produce y se reproduce en instituciones por medios pacíficos. Para estudiar la
especificidad de la cultura de los países del Tercer Mundo, Arturo Jauretche introdujo la
noción de aparato de la colonización pedagógica (Jauretche, 2004). La noción de
colonización se refiere a que la cultura cumple una función colonial o sea, que apuntala
o promueve las relaciones de desigualdad y opresión política, económica y social de un
Estado sobre otro. El término pedagógica implica que la cultura se produce y se
transmite en un proceso de enseñanza y de aprendizaje constante organizado y
planificado. La palabra aparato da cuenta de un conjunto de instituciones que
organizan y reproducen los contenidos de la colonización pedagógica. La historia de
nuestras instituciones o aparatos de cultura, es la de nuestra condición política, social y
económica dependiente.

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A partir de lo expuesto, podemos reconocer que la sociología de la cultura es el estudio
de una de las manifestaciones de nuestra dependencia económica, social y política.
Dicho de otra forma: difícilmente exista una cultura autónoma y emancipada sin
consolidar la organización política, económica y social independiente. A un Estado
dependiente y siguiendo la opinión de Jorge Abelardo Ramos, le corresponde una
superestructura cultural destinada a perpetuar dicha condición de subordinación
(Ramos, 1954).

Dimensiones del concepto de cultura

a- Variables a tener en cuenta


La definición que hace Hernández Arregui puede ser desagregada y complementada
atendiendo tres aspectos fundamentales de la utilización habitual del término. Por un
lado, la palabra cultura se define en torno de una cuestión estética y se refiere a las
prácticas ligadas al arte, la música, la pintura y/o la literatura. Otra acepción se vincula
a disciplinas como la antropología que entiende a la cultura como un “estilo de vida” y
que se relacionó en su origen con la mirada de Europa sobre las formas de ver, actuar e
interpretar de los pueblos del resto del mundo. Dicha noción entiende que existen
diferentes modos de vida que varían en función de la ubicación histórica y geográfica y
que dan cuenta de la existencia de distintas culturas. Hay una tercera forma de
comprender la palabra cultura, atendiendo a la dimensión política del concepto. Se
utiliza el término para definir la relación existente entre la cultura y el poder social. En
este esquema se puede hablar de cultura popular o de manera inversa, de cultura
colonial.
Nuestra utilización del término en relación con lo expuesto por Hernández Arregui, va a
tener en cuenta la producción y circulación de los valores y las prácticas artísticas. A
dichas prácticas y valores las vamos a circunscribir en torno de los grupos sociales de
donde nacen y con los que se relacionan atendiendo su especificidad geográfica e
histórica. Finalmente, vamos a mencionar en la definición la dimensión política de la
palabra cultura y a partir de aquí, la ubicaremos en su contexto, reconociendo sus
implicancias en la organización del poder social.

b- Tres tipos de cultura


Reconociendo las variables de la definición mencionada anteriormente, vamos a
referirnos brevemente a la existencia de tres tipos diferenciados de cultura: Alta Cultura,

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Cultura Popular y Cultura de Masas. En los tres casos señalaremos cuáles son los
valores y prácticas artísticas y cómo se relacionan dichas manifestaciones con la política
y la historia del país. Hacemos mención especial a la articulación entre la Cultura y el
problema de la dependencia y en este marco, se analizan los puentes entre la Cultura y
los grupos sociales fundamentales.

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Resumen conceptual - Definición de cultura
(Se organizan como)
Estilo global de vida Valores colectivos Tradicionales e históricos
En desarrollo

Bienes simbólicos
Bienes materiales (Se transmiten a partir de la)
Lengua (se expresan como)
CONCIENCIA que da
sentido a la práctica

ESTADO + CULTURA ESTADO NACIÓN


Territorio

Moneda
Burocracia - Monopolio fuerza
Seguridad social

La cultura es un Medio de:


OPRESIÓN
- se habla de NEOCOLONIALISMO en el plano internacional
- se denomina RACISMO O CLASISMO en el plano interno
LIBERACIÓN
- entre naciones se habla de CULTURA ANTIIMPERIALISTA
- cuando la relación es interna se puede hablar de emancipación social (CULTURA
POPULAR) u otras (género, etcétera).
TRES TIPOS DE CULTURA
ALTA CULTURA 1ra etapa (1492 – S XVIII) Colonialismo cultural español
2ra etapa (Siglo XVIII- 1945) Neocolonialismo anglo francés
3ra etapa (1945 -1989) Neocolonialismo norteamericano

CULTURA POPULAR

CULTURA DE MASAS O NEOLIBERALISMO (1989-2001)

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Definición de Alta Cultura

El desarrollo industrial presupone el desarrollo tecnológico. La absorción de


conocimientos y experiencias de las regiones más adelantadas es un proceso que los
países latinoamericanos sólo pueden cumplir a un alto costo. Entretanto, la brecha
tecnológica que separa nuestra región en conjunto de los países industriales sigue
haciéndose más profunda. (Ferré, 2009: 38)

Se entiende por Alta Cultura a los valores, a las concepciones ideológicas y a las
prácticas artísticas de los grupos de la elite en sentido amplio. Asimismo, la palabra se
refiere a las tareas y a las acciones de los científicos, los equipos técnicos o a las
actividades profesionales.
En sus orígenes en Latinoamérica, implicó una importación de los valores de la
revolución burguesa europea por parte de las clases altas locales. El desplazamiento de
Europa hacia América involucró la expansión productiva (capitalismo), la exportación
de un sistema de poder (colonial y posteriormente, liberalismo dependiente) y un
proceso de imposición cultural (racismo y colonialismo cultural). El modelo de
sociedad occidental se impuso por la fuerza militar y naval en las colonias y fue
presentado culturalmente como el único proyecto de comunidad posible. En dicho
marco, los pueblos periféricos pasaron a conformar la mano de obra de las metrópolis y
sus recursos naturales se tornaron un medio de expoliación. Los bienes materiales que
ingresaron a la territorialidad naval de Europa se volvieron un fin político y un objetivo
militar. En este contexto, la cultura de las metrópolis fue un instrumento simbólico para
promover e implementar la expoliación material y política del continente conquistado.
La cultura fue utilizada como un instrumento de opresión colonial entre naciones y
además, fue una justificación de la explotación étnica y racial contra las poblaciones de
los pueblos originarios. El racismo de la cultura colonial favoreció el transplante de la
nación blanca sobre la originaria y mestiza que fue ejecutada a través de la invasión
militar y la inmigración.
La acción fue organizada y justificada por intermedio de las operaciones culturales de
los núcleos intelectuales ligados a las metrópolis. Con esa finalidad se instauró la
arquitectura institucional dependiente que educó y trasmitió los valores y las visiones
del mundo para favorecer los intereses de Europa. Importantes núcleos intelectuales y
hombres de letras fueron permeables a la acción cultural y forjaron la arquitectura
científica dependiente del país y el continente que se perpetuó en el tiempo adquiriendo

16
diferentes formas. Tal cual estableció Oscar Varsavsky al referirse al desarrollo
científico: “En pocos campos es nuestra dependencia cultural más notable que en éste, y
menos percibida” (Varsavsky, 1974: 13). A continuación, vamos a hacer un breve
recorrido por la historia del proceso de conformación de la ciencia en el territorio de la
actual Argentina, remarcando nuestra condición dependiente y subordinada.

Etapas del desarrollo y la apropiación la ciencia neocolonial

Para establecer una política para la ciencia, es necesario que el poder político tenga
conciencia clara de sus necesidades y de los objetivos nacionales, y sepa formularlas en
términos susceptibles de estudio científico, creando de esta manera una demanda concreta
sobre las instituciones de investigación. (Herrera, 1974: 38)

a. Colonialismo cultural español (1492-Siglo XVIII)


Europa desarrolló un proceso de transformación cultural y científico que se consolidó
entre 1500 y 1700 y que operó como una apoyatura de la posterior revolución industrial
del siglo XVIII.3 Dicho proceso implicó cambios culturales con el desenvolvimiento de
las Ciencias Humanas y además, se vinculó a la expansión de las Ciencias Naturales y
al desarrollo científico ligado a los problemas del universo físico. Es la etapa de
nacimiento de la Ciencia Moderna que tiene figuras como René Descartes, Isaac
Newton o Galileo Galilei, que contribuyó a la articulación de las matemáticas y la
inducción aplicada a la mecánica. El desarrollo experimental y el prominente campo
científico van a ser la apoyatura para la Revolución Industrial y para la industria bélica
expansiva. Entre las innovaciones producidas debe mencionarse la técnica de la
navegación, que es el instrumento a partir del cual Occidente se prolongó territorial,
política y culturalmente como imperio universal. Carl Schmit se refirió a ello cuando
sostuvo que:

Los italianos perfeccionaron el compás y dibujaron cartas marinas; el descubrimiento de


América débese ante todo al pensamiento y a la fuerza de los españoles, de Toscanelli y

3
Según Alberto Methol Ferré la primera revolución industrial se inició en los siglos XI al XIII en el
marco de la apertura de las ciudades medievales y la escolástica de Alberto Magno y Roger Bacon. En sus
palabras: “La investigación de los últimos cuarenta años lo ha demostrado así, con Lynn White, Jean
Grimpel, Carlos Cipolla y tantos otros. Este fue el primer salto “salto cualitativo” de Occidente, que pudo
alcanzar entre otros aspectos la superioridad tecnológica naval y militar, que abrió paso a la “política
mundial” de Portugal y Castilla. Esta primera revolución industrial también puso las condiciones para el
doble salto con Galileo, Descartes y Newton, y el de la Revolución Industrial maquinista Inglesa, que se
unificarán indisolublemente en el curso del siglo XIX.” (Methol Ferré, 2009: 58)

17
de Cólon. Españoles y portugueses fueron los que emprendieron los primeros
descubrimientos y la primera circunnavegación de la tierra. Grandes astrónomos y
expertos geógrafos alemanes contribuyeron a fijar la nueva fisonomía del planeta.”
(Schmitt, 2004: 360)

Con dichas innovaciones España conjuntamente a su obra colonial, impulsó una política
cultural en el continente que venía a continuar las guerras de Reconquista contra el
Islam y la consolidación de un imperio de raíz religiosa tal cual lo estableció Eduardo
Galeano: “La expansión del reino de Castilla ampliaba el reino de Dios sobre la tierra”
(Galeano, 1974: 19). Tras el desembarco se buscó organizar institucionalmente las
posiciones con el objetivo de garantizar la ocupación. A partir de aquí, se promovió una
etapa de importación directa de los intelectuales del imperio colonial y llegaron en
barco los dirigentes de la administración colonial española o portuguesa. Los letrados
que desembarcaron en América aplicaron las técnicas de la administración española a la
organización de los territorios ocupados y a la exportación de las riquezas de las Indias.
Dichos militares, técnicos en administración y religiosos, protagonizaron la acción de
eliminación, educación y organización de las poblaciones originarias en figuras como
las encomiendas u otras formas de sujeción. En este cuadro, los pueblos originarios
fueron un objetivo militar, un instrumento económico4 y además, se impartió sobre ellos
una acción cultural ligada a la evangelización ya que, como afirma Galeano: “se los
exhortaba a convertirse a la santa fe católica” (Galeano, 1974:19).
Las instituciones y prácticas educativas se constituyeron en torno de las diferencias
raciales y a lo largo de la política colonial se impartió una cultura diferenciada para los
diversos estamentos sociales. En palabras de Alcira Argumedo:

Se buscó incentivar las rivalidades para evitar la articulación de las rebeldías. Se fueron
dando así situaciones contradictorias, donde el desprecio, la desconfianza y la
agresividad en el interior de las clases populares contrastaron muchas veces con su
participación conjunta en diferentes levantamientos de protesta. (…) En la dinámica de
la relación entre estos dos grandes polos socioculturales, los mestizajes de europeos,
indios y negros habrán de jugar un rol dramático, como expresión de los intercambios
producidos en las sucesivas generaciones. Los mestizos conforman en los comienzos
una franja incierta dentro de la población colonial, donde el tono de la piel pasaría a ser

4
“En la recopilación de Leyes de Indias no faltaban decretos de aquella época estableciendo la igualdad
de derechos de los indios y los españoles para explotar las minas y prohibiendo expresamente que se
lesionaran los derechos de los nativos. (…) Pero mientras se debatía en legajos infinitos la legislación del
trabajo indígena y estallaba en tinta el talento de los juristas españoles, en América la ley `se acataba pero
no se cumplía´.” (Galeano, 1974: 60-61)

18
el factor determinante del valor humano. En un extremo de esa escala estaba el blanco
puro y en el otro, rayano en la animalidad, el negro africano y muy cerca el indio. Sus
entrecruzamientos darían origen a los mestizos, castizos, mulatos, moriscos, chinos,
salta atrás, gríbaros, lobos, albarazados y “no te entiendo”; en una estratificación social
donde, cuanto mayor fuera la calidad de sangre blanca, mayor era la consideración que
recibía el individuo. (Argumedo, 204: 155)

En este cuadro, se fundaron las primeras instituciones educativas entre las cuales
surgirían las universidades como es el caso de la de Córdoba de 1613.
El continente importó las luces y las sombras del imperio español que forjaron la
identidad del criollo americano, pilar de las ideas independentistas y libertarias de la
Revolución de Mayo. De su cultura y de sus Ciencias Humanas se nutrieron muchas de
las aberraciones a los pueblos originarios y a los habitantes de los territorios coloniales.
Asimismo y cuestión innegable, en estas tradiciones culturales se forjaron además, las
denuncias de figuras como Bartolomé de Las Casas contra las crueldades de los
conquistadores o se escribieron las Leyes de Indias que prohibían la explotación del
aborigen.
Los patrones culturales del imperio español van a ser resignificados en América con el
paso de los siglos de vida de las poblaciones. El mestizaje y el intercambio de los
valores de la religión católica con las matrices religiosas originarias, irán conformando
una nueva identidad. El idioma hispánico, la geografía americana, las ciencias
occidentales y las instituciones españolas, serán el sustrato de la cultura y los valores del
criollo que protagonizó la etapa revolucionaria. Asimismo, del intercambio de razas, de
etnias y de los valores e imaginarios políticos de la España liberal de las Juntas
Revolucionarias expresadas en la Constitución del año 1812, se educó a la clase
dirigente que enarboló la emancipación y la independencia americana.5 Dicha fusión
cultural implicó, entre otras cuestiones, la formación de una religiosidad de contenido
popular,6 que es una de las características substanciales de los habitantes del continente

5
Los levantamientos de Chuquisaca de 1809 son emblemáticos del profundo debate cultural existente
entre los funcionarios y dirigentes españoles. Dicha ciudad era sede de la universidad y por ella pasaron
figuras como Bernardo Monteagudo o Mariano Moreno que abrevaron en las tradiciones libertarias que
circularon en la época. En relación a éste último, León Pomer estableció que: “Era discípulo de Rousseau
y admirador de la Constitución norteamericana, que tradujo al castellano al igual que El Contrato Social.
(…) Del pensamiento moreniano tenemos otras muestras. Comienzo por sus años de formación, por la
influencia extraordinaria de Victorian de Villava, un funcionario colonial que profesa ideas de extremos
avanzadas para su tiempo; de entrada, un indigenismo que se rebela contra el trato del indio.” (Pomer,
2010: 101-102)
6
“La defensa de la religión católica por las masas y los caudillos llevaba implícita una defensa de la
nacionalidad. Se defendía el catolicismo porque era una manera de defender lo propio cuando la
nacionalidad no estaba todavía consolidad, porque los invasores eran protestantes en su mayoría, y en el

19
que resistieron la acción imperialista.7 Estos sectores populares del catolicismo
participarían activamente del proceso independentista y por ejemplo:

Fray Mamerto Esquiú es convencional de la Constituyente de Santa Fe. Fray Luis


Beltrán crea la primera foja de armas de la guerra de la independencia. El fraile Aldao
es granadero de San Martín. (…) Tuvimos curas conservadores, radicales, liberales,
como hubo antes unitarios y federales. (Frigerio, 1976: 21)

b. Neocolonialismo anglo francés (Siglo XVIII - 1945)


El disparate de nuestros “próceres” anti tradicionalistas nos vino de España misma:
aunque el modelo que se tomó aquí (después de Rivadavia) fue “la Francia” o los
Estados Unidos: para desmadrarnos. En la España de Carlos III y sucesores se dio por
muerto al pasado, y como ideal, la creación de una nación NUEVA, sobre la base de
una “ideología”, el iluminismo” (…) Nuestros “próceres” no partieron tan siquiera a
buscar una patria que tenían delante: partieron a buscar una ideología. (Castellani,
1974: 432-433)

El período se corresponde con una etapa particular de la disputa entre naciones europeas
caracterizada por la decadencia del imperio español y con el avance de Inglaterra, de
Francia y de Alemania. Las nuevas potencias implementaron una tarea de ampliación de
las posiciones coloniales en América, en Asia y en África. Tal cual sostuvo Methol
Ferré, los latinoamericanos: “Pasamos de la periferia del centro metropolitano español y
portugués, a la del centro metropolitano Británico, secundariamente a Francia y luego
de Europa Occidental” (Methol Ferré, 2009: 57). El imperialismo inglés y francés inició
acciones militares en el continente como fueron las invasiones de 1806, la ocupación de
las islas Malvinas en 1833 o los bloqueos de 1837 y 1845. Las derrotas militares de
1806 fueron un llamado de atención a los ingleses sobre las dificultades para derrotar
militar y políticamente a los habitantes de América por intermedio de un enfrentamiento
directo y frontal. Frente a ese panorama y pese a que no se terminan las operaciones
militares, se inició desde el imperialismo europeo un accionar cultural cuya finalidad

grito“¡Religión o Muerte!” de Facundo no había tanto una posición teológica sino una manera de
combatir a los “gringos herejes” que venían a apoderarse de la patria. Como tampoco en la política
religiosa de Rivadavia contra el clero regular hubo un propósito escatológico sino político: el liberalismo
buscaba restarle fuerzas a las órdenes religiosas, porque su unidad y su riqueza podían perturbar la obra
de intromisión imperialista.” (Rosa, 1974-b: 196-197)
7
“Este catolicismo del pueblo era quizás sencillo y poco ilustrado, pero profundo y de un compromiso tal,
de suerte que impregnaba integralmente la vida. Será una valla difícil de vencer por los intereses
foráneos que quieren “civilizar” al país.” (O`Farrell, 1976: 14)

20
fue apropiarse de los bienes y los mercados americanos: las políticas coloniales van
dejando espacio a las maniobras neocoloniales.
El pensamiento francés o inglés y lo mismo que mencionamos sobre la cultura española,
no fue uniforme y por el contrario, coexistieron diversas tradiciones. Lo mismo ocurrió
con las utilizaciones que realizaron los dirigentes y los Estados con las producciones
culturales, que no fue ni lineal, ni unívoca. Lo que sí creemos y lo planteamos a modo
de hipótesis, es que los desarrollos intelectuales de las metrópolis cumplieron una
función emancipadora en América latina en la medida que fueron interpretados a la luz
de la realidad histórica, cultural, étnica y política nacional y tal cual estableció Arturo
Frondizi: “La fuerza de una cultura nacional se demuestra en su aptitud de asimilar las
influencias exógenas y fundirlas en el crisol propio” (1976:365). Alcira Argumedo se
refirió a ello de la siguiente forma:

Simón Bolívar y José Martí incorporaron ideas de las propuestas libertarias de


Rousseau y Montesquieu. Pero esas influencias serían reformuladas en el marco de la
lucha por la soberanía continental y las reivindicaciones sociales ante situaciones límite
de sometimiento, como es el caso de los esclavos negros o las etnias indígenas y
mestizas. Parten de una conciencia de la originalidad de América latina, de la necesidad
de construir bases propias para el conocimiento y transformación de sociedades
heterogéneas, fuertemente golpeadas por larga historia de expoliación. Y sin caer en un
deslumbramiento acrítico o pueril, pueden tomar como interlocutores a las versiones de
su época para contrastarlas con estas realidades, con problemáticas y desafíos que
difieren marcadamente del mundo metropolitano. Porque, como afirmara Simón
Rodríguez, ´la filosofía consiste en conocerse, no en contrahacerse´.” (Argumedo 2004:
176-177).

Hecha esta salvedad y como vamos a mencionar a continuación, es innegable que los
Estados extranjeros desarrollaron una acción imperialista sobre el territorio nacional e
implementaron tareas culturales a partir de las cuales la ciencia justificó sus prácticas
expansionistas y racistas. El orden político expansivo del imperio británico8 y francés a
nivel mundial tuvo en la ciencia europea su defensa. Los ámbitos de producción y

8
Sarmiento se declaró favorable a la ocupación británica del país y declaró su pesar ante el fracaso de las
invasiones inglesas de 1806, ya que en su opinión perdimos la posibilidad: “bajo el dominio británico, de
cincuenta años los beneficios de la civilización inglesa, las ventajas del comercio, y de seguro el
privilegio de tener Asambleas. (…) Habríase suprimido una buena porción de nuestra historia, y entre sus
páginas inútiles, la salvaje y ensangrentada que se sucede a la disolución del Congreso en 1826 hasta el 3
de Febrero de 1852, en que tuvo término aquella pesadilla sangrienta de la tiranía de Rosas.” (Sarmiento,
1915: 341)

21
propaganda de las teorías imperiales en ascenso en el siglo XVIII y XIX, se vincularon
estrechamente a la revolución industrial y a la imprenta. El flujo de mercancías
coexistió con la circulación de las publicaciones de los imperios en alza que fueron
dirigidas a los núcleos intelectuales de Latinoamérica. Un mecanismo de divulgación
pública y clandestina del programa neocolonial, se implementó a través de los agentes
de información y de las Cancillerías y por la tarea educativa de las metrópolis sobre
nuestros grupos dirigentes. Completando dicho marco, se podrían mencionar las
acciones de instituciones de la sociedad civil como las Logias y otros ámbitos de
circulación de la cultura organizados en la colonización pedagógica a la que aludió
Arturo Jauretche.
El lugar de actuación de las potencias desde principios del siglo XIX estuvo centrado
substancialmente en la influencia sobre las clases medias y altas de las colonias.
Inicialmente, se trató de operar ideológicamente sobre los núcleos intelectuales,
profundizando las aspiraciones revolucionarias y separatistas en relación a España. El
paso siguiente, consistió en conformar una clase dirigente separada de los componentes
populares y originarios de nuestro suelo e historia. Fermín Chávez se refirió a ello
cuando estableció que:

El núcleo del pensamiento colonial en la vida argentina está constituido por el


Aufklarung, ahistórico y vaciador de los contenidos no racionales del hombre argentino,
que impuso un corte tajante con el pasado hispánico y católico, y un remplazo cultural
que, a la postre, concluiría siendo una utopía. España era el “Centro de las tinieblas”
para Vicente Pazos Kanki, acuñador de la fórmula típicamente iluminista, tras su viaje a
Inglaterra y su regreso, en 1816. (Chávez, 1996: 78)

Se trató de educar a los intelectuales americanos sobre la base del desconocimiento y el


rechazo de la cultura nacional e histórica de nuestro continente. El mecanismo implicó
que nuestros intelectuales adoptasen una visión denigratoria de los patrones culturales
hispánicos y en su lugar, se importó el modelo de los franceses y los anglosajones. La
negación incluyó a los valores religiosos locales identificados por nuestras elites como
la contracara de la cultura expresada en los patrones de la civilización europea: eran la
barbarie. Sarmiento se refirió a ello cuando estableció que:

Iba a verse lo que produciría una mezcla de españoles puros, por elemento europeo, con
una fuerte aspersión de raza negra, diluido el todo en una enorme masa de indígenas,

22
hombres prehistóricos, de corta inteligencia, y casi los tres elementos sin práctica de las
libertades políticas que constituyen el gobierno moderno. (Sarmiento, 1915: 113)

En dicho momento se desarrolló la noción de sociedad como concepto científico que fue
presentado por los intelectuales de las metrópolis y exportado por la prensa, las
Cancillerías y las universidades americanas. La acción cultural neocolonial promovió la
separación de las clases sociales americanas y dificultó la fusión política entre los
intelectuales y las organizaciones libres del pueblo. En este cuadro y por mencionar un
ejemplo, Sarmiento se refirió a los pueblos originarios de manera racista y peyorativa ya
que: “Los araucanos eran más indómitos, lo que quiere decir, animales más reacios,
menos aptos para la civilización y asimilación europeas. (…) ¡Cuánto han ganado las
mujeres indias con su arrimo y aun servidumbre de la raza europea!” (Sarmiento, 1915:
103 y 110). Las clases altas fueron permeables al neocolonialismo y los divulgadores
como Sarmiento, definieron como bárbaros a los valores del pueblo, contrastándolos
con las formas de vida del extranjero. Sarmiento justificó la violencia política y el
saqueo territorial a través del establecimiento de diferencias étnicas y raciales
importadas de la metrópoli, ya que en sus palabras:

El conflicto de las razas en Méjico, le hizo perder a California, Tejas, Nuevo Méjico,
Los Pueblos, Arizona, Nevada, Colorado, Idaho, que son ahora Estados florecientes de
Estados Unidos. (…) Nosotros hemos perdido ya como Méjico, por conflicto de raza, la
Banda Oriental y el Paraguay por alzamientos guaraníes, el Alto Perú por la
servidumbre de los quichuas, y perderemos todavía nuestra Alsacia y nuestra Lorena
codiciadas de extraños por las demasías del poder como la Francia. (Sarmiento,
1915:55).

No era el imperialismo quien conquistaba y saqueaba los Estados y los pueblos, sino
que y por el contrario según Sarmiento, la política expansionista no era asimilable a la
geopolítica: era una cuestión cultural y racial.
Con la finalidad de promover e institucionalizar la dependencia cultural se inauguró la
Universidad de Buenos Aires (UBA) y con la presidencia de Bernardino Rivadavia se
sancionó la Constitución del año 1826 que y entre otras cuestiones, condujo el país a la
guerra civil. Según Fermín Chávez:

Las dos cátedras fundamentales de la Universidad porteña, Filosofía y Economía


Política, fueron ocupadas por dos argentinos, ilustrados convictos: Juan Manuel

23
Fernández Agüero y Pedro José Agrelo. La primera se convirtió ipso facto en cátedra de
ideología, y la segunda, dictada desde 1824, adoptaría como manual la versión
castellana de Elements of political economy, de James Mill, padre de John Stuart Mill, y
quien apuntaba naturalmente a formar economistas conforme a los intereses de Gran
Bretaña. Fernández Agüero enseñó hasta septiembre de 1827, siendo rector José
Valentín Gómez, Mama Valentina en la gauchopolítica federal. Agrelo, quien en su
Autobiografía llamará a Rosas “horroroso caribe”, dictaría también Derecho Natural y
de Gentes entre 1825 y 1829. (Chávez, 1996: 38).

La UBA tuvo como objetivo político fundamental completar la obra imperialista


británica fracasada en las invasiones inglesas: lo que no consiguieron imponer las
bayonetas y escuadras inglesas, lo harían las ideas y la Alta Cultura liberal porteña.
Dicho intento de consolidar institucionalmente el modelo liberal dependiente, se vio
obstruido por las limitaciones políticas de los unitarios y por la política federal de Juan
Manuel de Rosas, que enfrentó y derrotó a los unitarios e inició la unificación nacional.
Pese a que la acción de Rosas frenó la aplicación del programa político y cultural
unitario, es innegable que la experiencia tuvo sus frutos y que el neocolonialismo no fue
erradicado entre nuestros intelectuales: el unitarismo rivadaviano y pese a las
diferencias que tenía en muchos temas,9 encontró puntos de apoyo con la generación del
treintaisiete.10 En especial, se encontraron en la concepción denigratoria de las
tradiciones del hispanismo y en la promoción pública al modus operandi del
imperialismo europeo. Otro rasgo fundamental fue que ambos impulsaron una
justificación política de sus acciones con una fuerte dosis de racismo. La prueba del
triunfo neocolonial imperialista se expresó claramente en la postura de los intelectuales

9
Una de las críticas de Esteban Echeverría al grupo político de Rivadavia fue la sanción de la Ley de
Sufragio Universal ya que: “La ley de la Provincia de Buenos Aires de 14 de agosto de 1821 concedía el
derecho al sufragio a “todo hombre libre, natural del país o avecinado en él, desde la edad de 20 años, o
antes si fuere emancipado. (…) Lo diremos francamente. El vicio radical del sistema unitario, el que
minó por el cimiento su edificio social, fue esa ley de elecciones: el sufragio universal.” El vicio de tal ley
y tal cual se deduce del Dogma Socialista, fue que la utilizó Juan Manuel de Rosas: “Rosas tuvo más tino.
Echó mano del elemento democrático, lo explotó con destreza, se apoyó en su poder para cimentar la
tiranía.” (Echeverría, 1953: 38-39 y 42)
10
Fermín Chávez menciona las continuidades y las rupturas del Salón Literario que no conoció una sola
forma de pensar o de actuar. En sus palabras: “Los tres discursos principales de apertura del Salón
Literario de 1837 postulan el nacionalismo cultural bajo una iluminación historicista y contemplan a
Rosas con el mismo criterio de la escuela histórica, que lo justificaba. (…) Hubo en 1838 historicistas,
románticos, que se fueron de su patria, rumbo a la Nueva Troya, para jugarse junto al bando extranjero,
como políticos que contradecían sus dichos del año anterior. El exilio voluntario de Alberdi en
Montevideo, y la marcha de los demás, constituyen a la postre una forma de evasión hacia Europa, con el
agravante conocido, de su alianza con los franceses, presuntos vencedores en la guerra contra el Bárbaro,
héroe romántico también él, como el que más. Un Rosas nada ideólogo: el principal personaje herderiano
de nuestro siglo XIX.” (Chávez, 1977: 49 y 57)

24
que apoyaron11 la acción agresora del extranjero en el bloqueo francés contra la
Confederación Argentina. Esteban Echeverría lo estableció públicamente en el Dogma
Socialista donde promovió y justificó la ocupación extranjera de nuestro país. Dicha
política se centró en la formulación y en la divulgación de operaciones ideológicas
ejercidas desde Montevideo con el objetivo de persuadir a los intelectuales y políticos
porteños para que se sumen al agresor externo. Frente a la hostilidad francesa estableció
que:

El género humano es una sola familia y que nadie es extranjero en la patria universal.
(…) Hay alianza virtual entre todos los pueblos cristianos tratándose de propagar y
defender los principios civilizadores que los emigrados argentinos debían considerarse,
por lo mismo, aliados naturales de Francia o de cualquier otro pueblo (…) por parte de
la Francia estaba el derecho y la justicia; tuvieron el coraje de alzar solos la voz para
abogar por la Francia y contra Rosas. (1953: 53 y 57)

La acción cultural imperialista dio sus frutos entre los miembros de la Alta Cultura y el
modelo de la “civilización universal” fue utilizado para justificar el saqueo, el asesinato
de los criollos y el atropello a la soberanía de la Confederación. Frente a la agresión
estaba Rosas que, y a diferencia de los miembros del Salón Literario, organizó la
resistencia aplicando una consulta democrática. Con esta finalidad y en palabras de
Echeverría:

Rosas apeló al pueblo y a los sufragantes, en una serie interminable de


pronunciamientos con arreglo a la ley del año 21, testimoniaron ante el mundo que
Rosas tenía razón, y que había por parte de la Francia injuria y desafuero contra la
soberanía nacional. Por supuesto que la mayoría de los sufragantes no sabía en lo que
consistía, ni en lo que importaba esa lesión enorme del fuero nacional. (1953:54)

11
Posición contraria adoptó el general José de San Martín que en Carta a Rosas del 5 de Agosto de 1838
estableció que: “He visto por los papeles públicos de esta, el bloqueo que el gobierno francés ha
establecido contra nuestro país; ignoro los resultados de esta medida; si son los de la guerra, yo sé lo que
mi deber me impone como americano; pero en mis circunstancias y la de que no se fuese a creer que me
supongo un hombre necesario, hacen, por un exceso de delicadeza que Ud. sabrá valorar, si usted me cree
de alguna utilidad, que espere sus órdenes; tres días después de haberlas recibido me pondré en marcha
para servir a la patria honradamente, en cualquier clase que me destine.” En Carta a Rosas del 24 de enero
de 1839 y refiriéndose a las acciones de los exiliados en Montevideo sostuvo que: “Lo que no puedo
concebir es que haya americanos que por un indigno espíritu de partido se unan al extranjero para
humillar su patria y reducirla a una condición peor que la que sufríamos en tiempo de dominación
española; una tal felonía ni el sepulcro puede hacer desaparecer.” (Chávez, 1991: 12 y 16)

25
Echeverría expresó el punto de vista característico de muchos miembros de su
generación que se definió por el europeísmo y por su desprecio por la democracia
popular. En el Dogma Socialista promovió el voto censitario atado a los recursos
económicos y sobre la base de la institucionalización de diferentes niveles de
participación política. En esta línea, Juan Bautista Alberdi promovió un sistema de
gobierno en el cual las clases altas tomaban las decisiones políticas y las clases
populares solamente participaban de acciones administrativas ya que:

Las Constituciones que busquen la paz deben encerrar el poder electoral en el pueblo
inteligente. El hombre de pueblo ínfimo vende su voto a la demagogia, y sin saber elegir
sólo sirve de maquina electoral y de instrumento automático de desorden. La división
entre lo administrativo y lo político facilita el medio de aplicar el poder electoral,
cuando está radicado en el uso y cuesta retirarlo de un modo que no dañe a la paz
política de la provincia, estableciendo para lo administrativo el voto universal y directo,
y para lo político el voto indirecto y sujeto a condiciones de moralidad, de fortuna y de
aptitud, que garanticen pureza. (Alberdi, 1917: 109-110)

Desde la Batalla de Caseros se inició a paso firme la tarea de imposición del programa
cultural anglosajón como producto del cambio de las condiciones políticas. Esta
modificación de la geopolítica de la Cuenca del Plata, favoreció la aplicación del
programa político, institucional y cultural neocolonial. Con dicha finalidad, Bartolomé
Mitre luego de la batalla de Pavón (1861) aplicó las operaciones de guerra de policía y
de terrorismo12 contra los caudillos federales, que culminaron en la organización junto
al Brasil e Inglaterra, de la Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay. En carta de
Mitre a Sarmiento del 8 de abril de 1863 se dice:

Mi idea se resume en dos palabras: quiero hacer en La Rioja una guerra de policía. (…)
Declarando ladrones a los montoneros, sin hacerles el honor de considerarlos como
partidarios políticos, ni elevar sus depredaciones al rango de reacción, lo que hay que
hacer es muy sencillo. (Galasso, 1999: 17)

12
Las metodologías empleadas por Mitre contra el Chacho Peñaloza son un antecedente importante del
terrorismo argentino del siglo XX. José María Rosa se refirió a ello de la siguiente manera: “Los
montoneros que caen prisioneros ya no son fusilados o degollados en el campo de batalla: se los lleva a
las plazas de los pueblos, obligándolos a todos a presenciar la ejecución. Sus cadáveres quedan colgados
en horcas, para servir “de escarmiento”. A los que pueden dar informes se los somete al cepo colombiano
hasta que canten o mueran (…) se usó otro procedimiento para que los montoneros se entregasen:
quitarles sus mujeres y sus hijos.” (Rosa, 1974: 25)

26
A la etapa política y militar del liberalismo dependiente, le siguió la institucionalización
del programa y entre las medidas que resaltan debe mencionarse la Constitución de
1853 reformada y el proyecto de Código Civil de Vélez Sarsfield.13 La Argentina desde
Caseros fue una semicolonia dependiente económica y políticamente y a partir de aquí,
consolidó una arquitectura institucional al servicio del extranjero.
Mitre impulsó la centralización cultural con los Colegios Nacionales y las Escuelas
Normales que llevaron a las provincias la historia oficial y los modelos de cultura del
unitarismo porteño. Posteriormente, y en especial desde las gestiones presidenciales de
Domingo Faustino Sarmiento y de Julio Argentino Roca, se aplicó la educación masiva
y neocolonial de las clases populares. Captadas las elites en el pensamiento dependiente,
se educaría a los hijos de los caudillos asesinados sobre la base de la negación histórica
de sus padres. En este cuadro, las elites provinciales promovieron la apertura de nuevas
Universidades (Santa Fe, La Plata y Tucumán), que oficiaron como ámbitos para educar
a la clase dirigente en la política liberal y dependiente importada de las metrópolis. Las
universidades cumplieron el mandato de la oligarquía, tal cual lo estableció Ramón
Doll:

Cuando una clase dirigente copa el Estado para convertirlo en una agencia de
colonización imperialista, no necesita precisamente estadistas, políticos (es decir,
hombres acostumbrados a la cosa pública y al bien general); necesita jueces, abogados,
gente que aplique mecánicamente la ley, mejor, que extraiga de la ley simplemente las
ventajas individuales que contenga. (Doll, 1975: 52)

Los sectores populares no fueron fácilmente permeables a la acción imperialista y se


implementó una acción de exterminio y de persecución de los caudillos, los aborígenes
y los gauchos. El paso siguiente a la eliminación de los opositores, se organizó con la
importación de la raza blanca con la inmigración. La afluencia de europeos permitió dar
contenido material a la ideología de la superioridad racial y étnica de la ciencia y la
filosofía europea, ya que como estableció Juan Bautista Alberdi:

Gobernar el poblar. (…) Más para civilizar por medio de la población es preciso hacerlo
con poblaciones civilizadas; para educar nuestra América en la libertad y en la industria
es preciso poblarla con poblaciones de la Europa más adelantada en libertad y en

13
“En junio de 1865 Vélez Sarsfield terminaba el primer libro de su trabajo, inspirado, casi traducción
textual, de un proyecto del jurisconsulto brasileño Texeira de Fleitas para código del Imperio. (…) En
1869, Vélez Sarsfield, que ha terminado su código, es ministro del interior de Sarmiento. Lo hace aprobar
en el Congreso “a libro cerrado” pese a las objeciones del colegio de abogados.” (Ibidem: 54-55).

27
industria. (…) El buen trigo puede nacer del mal trigo, pero no de la cebada. (…) En
América todo lo que no es europeo es bárbaro: no hay más división que ésta: 1º, el
indígena, es decir el salvaje; 2º, el europeo es decir, nosotros los que hemos nacido en
América y hablamos español, los que creemos en Jesucristo y no en Piullán (dios de los
indígenas). (…) ¿Queremos plantar y aclimatar en América la libertad inglesa, la
cultura francesa, la laboriosidad del hombre de Europa y de Estados Unidos? Traigamos
pedazos vivos de ellas en las costumbres de sus habitantes y radíquemelos aquí. (1928:
14-15, 83 y 89)

La inmigración ofició como un instrumento de consolidación de las acciones


económicas del proyecto agroexportador al importar la mano de obra de las haciendas y
los servicios extranjeros. En muchos casos, el desembarco de inmigrantes agudizó las
diferencias sociales existentes dentro de los países y dichas contradicciones se
expresaron en el plano de la política y de la cultura. Según Hernández Arregui y pese a
reconocer el mandato neocolonial dado a la inmigración -ser la negación práctica de las
razas locales-, el habitante extranjero finalmente, fue asimilado por la historia y por la
cultura nacional. El inmigrante importó concepciones políticas que tuvieron un rol
importante tras el vacío de las luchas dejado por las derrotas de los caudillos populares
en las guerras civiles: el anarquismo o el socialismo fueron expresiones de ese proceso.
Hernández Arregui reconstruyó la historia de estos movimientos y reconoció y más allá
de sus aciertos, sus dificultades para comprender las luchas políticas y las formas de
vida de los caudillos federales, cuestión que favoreció que: “Los intelectuales de
izquierda, como viejas adivinadoras, consultan los rostros rugosos de Echeverría,
Sarmiento, Alberdi o Mitre. Aún no han comprendido la historia nacional” (Hernández
Arregui, 2004: 124).
La apropiación de los patrones culturales neocoloniales implicó dos acciones
fundamentales. Por un lado, fue un instrumento que negó la tradición política del país y
favoreció la acción e ingerencia imperialista tal cual mencionamos. Además y tema
central, implicó la aplicación del modelo económico de la metrópoli sobre los intereses
de Latinoamérica. La primera tarea se implementó con la importación de la filosofía
jurídico política de Europa. El contractualismo y el constitucionalismo europeo fueron
importados como modelo “racional” de actuar y como un medio de negar las
experiencias de participación popular de los criollos y los habitantes originarios que
fueron cuestionadas como carentes de legitimidad, tal como puede leerse en las citadas
opiniones de Alberdi, Sarmiento y Echeverría. José María Rosa se refirió a las

28
distancias existentes entre los modelos institucionales europeos y el derecho natural de
América y concluyó que:

Si hay una institución política típicamente argentina, es ésta del sufragio universal, que
aquí se practicó cuando en otras partes votaban solamente ricos o los que pagaban
determinados impuestos. Nuestro derecho auténtico derecho constitucional (no el que
hemos copiado de otra parte) se basa precisamente en el voto general, en la elección del
caudillo por eclosión del demos. No será muy liberal (muy liberal – burgués), pero
nadie puede negar que es muy democrático. “Democrático” no quiere decir separación
de poderes: quiere decir gobierno del pueblo y para el pueblo. En 1819 no había
gobierno democrático ni en Estados Unidos de América, ni en Francia, ni en Inglaterra.
Lo había sí, en el Santa Fe de Estanislao López, en la Salta de Güemes, en la provincial
Oriental de José Gervasio de Artigas. Por eso los unitarios fueron contrarios al sufragio
universal. La constitución de Rivadavia de 1826 descartaba del voto a los “asalariados,
peones, domésticos y soldados”, es decir al 19 o 20% de la población. Se le daba
únicamente a los ricos (argentinos o extranjeros con cierta residencia). (Rosa, 1967:
30.31)

Dicha recuperación implicó en muchos casos, la negación de las formas de organización


y de vida autóctonas de las poblaciones criollas o aborígenes, hasta el punto de justificar
acciones de terrorismo y de exterminio racial. Las acusaciones de barbarie y las
intervenciones militares en el continente por parte de las potencias, encontraron en la
ciencia y la filosofía política una justificación: las ideas se hacían fuerza material con la
expansión territorial y política extranjera.
La segunda operación de nuestras elites fue la adopción de los principios rectores de la
economía política inglesa de figuras tales como Adam Smith o David Ricardo. La
práctica social de la burguesía europea se proyectó como un modelo teórico y filosófico
que el conjunto de los Estados debía reproducir. En el caso argentino, las políticas de
libre cambio fueron adoptadas por el Virrey Baltasar Hidalgo Cisneros desde el año
1809. Para los británicos implicó oficializar su acción comercial en el continente, ya que
anteriormente era ejecutada ilegalmente y cuestión central, les permitió afianzar su
economía frente a la pérdida de los mercados norteamericano que fuera recientemente
independizado y del europeo que estaba bloqueado por Napoleón.14 La propiedad
privada y la forma de producción capitalista dependiente y liberal se cristalizaron en las

14
Tras la independencia de 1783, Estados Unidos aplicó tarifas proteccionistas y Napoleón bloqueó
Europa en 1805. Aquí reside la causa primordial de las invasiones inglesas de 1806 y del interés de los
ingleses por ocupar nuestros mercados. (Rosa, 1967 b: 33-43)

29
Constituciones, en los Códigos Civiles y en las producciones académicas enseñadas en
las universidades. Luego de la Revolución de Mayo ganamos la independencia política,
pero lamentablemente, a costa de entregar la soberanía económica que fue sepultada
definitivamente con la sanción de la Constitución de 1853. La noción de la supuesta
existencia de un orden natural de la economía, operó como una justificación de la
política económica de las potencias occidentales y fue y sigue siendo, uno de los
grandes escollos culturales de nuestra dependencia hasta el punto de que actualmente, se
continúan enseñando estas concepciones como si fueran verdades científicas
universales.15 El librecambio sigue siendo, el nombre edulcorado de los intereses de las
potencias en el Tercer Mundo y tras su nombre se combatió en Caseros en 1852, se
apoyó el genocidio paraguayo en 186516 y no existieron prácticamente durante el siglo
XX argentino, golpes de Estado que no hayan recurrido a las palabras mágicas, como
libre mercado, intromisión del Estado, populismo, estatismo o demagogia.

Desarrollo de las Ciencias Sociales


Del viejo tronco de las ciencias humanas y sociales se crearon nuevas disciplinas y se
agudizó la tendencia a implementar investigaciones parciales sobre los fenómenos
culturales, políticos e históricos. En este marco, nació la psicología cuyo objeto de
estudio fue el individuo occidental. Al análisis de la sociedad europea industrial se le
correspondió la sociología. Ligado al análisis del funcionamiento de las poblaciones y
culturas no europeas, surgió la antropología (Gutiérrez, 1970: 49). Pese a la complejidad
de la afirmación, creemos oportuno mencionar que la nueva ciencia europea ofició
como un conjunto de información geográfica, económica, política y cultural que
apuntaló la acción comercial, política y expansiva de las potencias. El europeísmo de las
nuevas disciplinas se expresó en la tendencia a justificar las acciones coloniales y esta

15
El liberalismo como ideología caló profundo en la Alta Cultura del país. Recién con Juan Manuel de
Rosas tendremos una Ley de Aduanas proteccionista (1835), que será derogada tras la batalla de Caseros.
En el año 1876 se sancionó otra ley de Aduanas que impulsó la industria nacional y que fue promovida
por Carlos Pellegrini y por Vicente Fidel López en el Congreso de La Nación. Varias décadas después, el
peronismo aplicó un proyecto industrialista y proteccionista que quedó inconcluso en 1955 y su caída con
la dictadura de 1976 posibilitó la aplicación del liberalismo a ultranza.
16
“Hacia 1865, las bases de una Argentina agropecuaria y semicolonial, economía complementaria y
dependiente de la economía industrial del imperio Británico, se encuentran establecidas. Pero la
oligarquía porteña comprende que para imponer ese sistema económico no sólo es necesario acallar la
reacción de los pueblos interiores, sino también concluir con las masas federales de la Banda Oriental (el
partido Blanco) y con ese insólito ejemplo de desarrollo auto centrado que es el Paraguay de los López.
(…) Solo podría efectivizarse si los ingleses también tienen interés en “civilizar” al Paraguay,
concluyendo con sus audaces y peligrosos telégrafos, ferrocarriles y hornos siderúrgicos. (…) Mientras
De la Riestra recibe estos homenajes del Imperio Británico, las fuerzas militares de la Triple Alianza –
con el empréstito logrado merced a su diligencia y buenos contactos- arrasan al pueblo paraguayo,
destruyendo el único modelo de crecimiento económico autárquico y soberano que se ha levantado, por
entonces, en América latina.” (Galasso, 2003: 44 y 49)

30
característica se puede leer en los intelectuales de las derechas y además, en muchos
teóricos y científicos de las izquierdas. En este sentido, Amelia Podetti se refirió a las
vinculaciones entre antropología, etnología, Tercer Mundo y colonialismo de la
siguiente manera:

Levi Strauss pasa por alto el hecho de que la etnología es el producto de una
determinada sociedad, que le impone necesariamente su sistema de categorías, esto es,
sus modos de recortar, de interpretar, de relacionar, intelectuales, sensibles, corporales,
estéticos, religiosos, su concepción de la sociedad y del hombre y que, de ese modo la
integra dentro del marco de su programa político más general: producto de una sociedad
colonialista, la etnología también lo será, no por decisión consciente y voluntaria de los
etnólogos, sino porque, incluso a despecho de lo que el etnólogo crea y se proponga,
ella participa, como todo producto social, de las más profundas estructuras simbólicas
de esa sociedad a través de las cuales ella realiza y expresa su opción fundamental.
(Podetti, 1969: 39)

Tal como estableció Podetti, estas nuevas disciplinas tienen una apoyatura institucional
cuya lógica originaria es la de maximizar los intereses de las metrópolis. En esta línea
de interpretación y según la misma autora:

El cientificismo europeo comienza agresivamente tendido hacia un futuro de progreso


sin límites y termina negando el progreso y sobre todo el futuro: el mito del progreso se
convierte en el mito de la decadencia. Pero del mismo modo que el positivismo
presentaba como leyes científicas y por lo tanto objetivas, universales, necesarias y
racionales del desarrollo social las exigencias políticas de la sociedad industrial europea
en expansión imperialista, Levi Strauss presenta como leyes necesarias y universales del
espíritu humano un modo particular de racionalidad de una sociedad particular: la
occidental. (…) Su racionalidad es universalizada y transferida a las sociedades que la
etnología estudia: si esas sociedades son racionales es porque en ellas la razón
occidental pretende reconocerse. (…) Una lógica del equilibrio, un movimiento inmóvil,
una nueva demostración de la irracionalidad del cambio: esto es la antropología
estructural vista desde la perentoria realidad del Tercer Mundo. (1969: 49)

El desenvolvimiento y la llegada a nuestro país de las nuevas corrientes intelectuales


mencionadas, coincidirían con el proceso de institucionalización del programa
agroexportador que marcha a paso firme desde la presidencia de Domingo Faustino
Sarmiento (1868-1874) al ciclo político ligado a la figura Julio Argentino Roca (1880-

31
1904). Las nuevas generaciones intelectuales van a ser educadas sobre el principio de la
negación histórica de la realidad social, política y cultural americana y dicha ideología
podrá aplicarse, entre otras cuestiones, por el hecho de que los opositores a esta
interpretación estaban muertos y no tendrían derecho a defensa. El vacío de una
generación exterminada fue ocupado por una operación cultural: el mito de la
civilización y del progreso de la raza blanca europea que miraba al futuro y que hacía
tabla rasa del pasado.
No fueron pocos los hombres de ciencia que continuando la tradición política del
unitarismo porteño o de la generación del treintaisiete, adhirieron al núcleo central de
los modelos neocoloniales a la luz de los desarrollos intelectuales recientes. Un ejemplo
expresivo de lo que estamos diciendo puede rastrearse en la figura de Carlos Antonio
Bunge. El autor en Nuestra América, continuando el núcleo fundamental de la visión de
Sarmiento, organizó una interpretación del funcionamiento social y político argentino
sobre la base de la existencia de una supuesta inferioridad racial del español, del nativo,
del gaucho o del negro. La arrogancia, la fatalidad psíquica, la falta de solidaridad
étnica, el caudillismo17, el deprecio al trabajo, la avaricia, la ferocidad o la anarquía
latente, eran según Bunge, los patrones culturales de los hispanoamericanos. Esta
cultura y recuperando una noción darwinista, transcurría en el marco de un conflicto
racial impostergable ya que y en sus palabras: “Una vez entablada una lucha de razas
harto desiguales, debe mantenerse hasta la dominación y absorción de la más débil,
cualquiera que sean las ideas, la política, la religión, la ética dominantes” (Bunge, 1918:
181). Esta lucha de razas y frente a la manifiesta inferioridad de las tradiciones
hispánicas, debería imponerse la cultura extranjera ya que Bunge estableció: “No hallo,
pues, sino un remedio, un solo remedio contra nuestras calamidades: la cultura, alcanzar
la más alta cultura de los pueblo europeos. (…) Nunca nos será dado trocar nuestra
sangre, ni nuestra historia, ni nuestro clima; pero sí podemos europeizar nuestras ideas,
sentimientos, pasiones” (1918: 217).

17
El “caudillo” según Bunge: “no gobierna por elección política y por lucha de ideas sino por su poder
sugestivo, la apatía de los hombres y por la inercia de las cosas (…) apegado al obscurantismo, odia las
ciencias y las letras, como el búho odia la luz (…) gobernará por el terror, que es fácil de imponer. (…)
No desnudará su pecho a tiros de la civilización europea; le hará una guerra de emboscadas y montoneras.
(…) Artigas, Ramírez, López, Quiroga, Rozas, Aldao, Peñaloza y demás, cada cual en su tierruca, se
impusieron con una mirada fuerte. En años de desorganización, debilidad y sobreexcitación, debían
imponerse los más sobreexcitados e impulsivos. Impuestos, sacudieron el yugo de los funcionarios
civilizadores, de los reflexivos calzonudos, y la barbarie estalló en tormenta de sangre.” (Bunge, 1918:
227 y 233)

32
La adquisición de la Alta Cultura se produjo como parte de una recuperación parcial y
una adaptación neocolonial que esterilizó la voluntad de dominio y el sentido nacional y
de proyección imperial de la ciencia occidental. En Europa el avanece científico
difundido por sus elites fue un instrumento de expansión territorial, productivo y
permitió su consolidación nacional. Por el contrario, las nociones políticas importadas
favorecieron aquí la pérdida del territorio y acompañaron el agravante silencio de
nuestras elites frente de las agresiones extranjeras en el continente. Así es como Mitre
calló frente a la acción de los españoles que ocuparon las islas Chinchas en Perú en
1864 o que bombardearon Valparaíso en Chile en 1866. Posiblemente, la omisión
mitrista radicó en el hecho fundamental de que detrás de la guerra estaban las empresas
inglesas de guano que se apoderaron de las explotaciones de nuestro suelo: era la
civilización europea que tanto añoraban nuestras elites. Lo mismo ocurrió con las
operaciones de hostilidad de Inglaterra, de Francia y de España contra México que
fueron justificadas por el cobro de la deuda externa en 1861. Muchos intelectuales no
hacían una defensa de la soberanía como la había realizado Rosas y por el contrario y tal
cual mostró la historia, Mitre estaba más preocupado por garantizar el futuro genocidio
paraguayo y el de los caudillos federales.
Los grupos dirigentes que promovieron y organizaron los sistemas institucionales
liberales rescataron los valores del arte y del sentido estético de la vida, por sobre otros
aspectos de la funcionalidad cultural de origen. Los patrones de vida europeos copiados
por las elites en América latina implicaron un factor de distinción de clase, de
promoción de la penetración política y económica extranjera y de negación de la cultura
local.

c. Neocolonialismo norteamericano (1945 -1990)


El atraso, con su secuela de ignorancia, opresión y hambre, no es ya una fatalidad
histórica determinada por condiciones ambientales inmodificables. En un mundo que lo
puede modificar prácticamente todo, con sólo utilizar los conocimientos generados por
la revolución intelectual más profunda de la historia, el atraso reside más en la mente de
los hombres que en las condiciones externas. (Herrera, 1974: 205)

Es el momento del desarrollo y ampliación de las ciencias humanas y sociales.18 Una de


las formas que adoptó el nuevo campo de conocimiento es el Cientificismo, el

18
La tendencia al desmembramiento de las Ciencias Sociales en el país tendrá su segundo momento a
mediados del siglo XX. Según estableció Argumedo: “A partir de la segunda posguerra, el liberal
funcionalismo -tal vez una de las vertientes más empobrecedoras de Max Weber, a cuya concepción se le

33
Desarrollismo y la Tecnocracia. Dicha manifestación de las ciencias humanas y sociales
se corresponde al crecimiento político y económico de Estados Unidos de América tras
la II Guerra Mundial. Asimismo y continuando el proceso en las décadas del veinte y
del treinta, se generó un avance en la importación de la cultura de la potencia soviética.
Esta última y debido a cuestiones de geografía, de política y de historia, es secundaria
frente a la fuerte impronta europea y norteamericana de nuestras elites.
A mediados del siglo XX, la dependencia profundizó su dimensión comercial,
financiera y tecnológica. La primera se instrumentó con la avanzada de las grandes
corporaciones norteamericanas en América latina. La dimensión financiera se relacionó
con la acción de los bancos y con el crecimiento en importancia de mecanismos como el
Fondo Monetario Internacional o el Banco Interamericano de Desarrollo. Asimismo y
cuestión central, se organizó una nueva dependencia tecnológica por intermedio de las
patentes, las técnicas y la importación de bienes de capital e insumos para la
producción. Dicho avance implicó el deterioro de iniciativas tecnológicas de avanzada
para el desarrollo de la ciencia aplicada en los procesos nacionalistas. A dicho proceso
de supremacía política, comercial y tecnológica de Estados Unidos le correspondió la
consolidación de la superioridad militar y el derecho al monopolio a la declaración de la
guerra a nivel mundial con la OTAN y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
En el caso argentino el ingreso a la esfera de influencia económica y política
norteamericana, fue retardado en el siglo XX por la presión del imperialismo británico y
por la posición nacionalista de Hipólito Yrigoyen que fue contraria a la injerencia de
Estados Unidos en América latina y a sus congresos Panamericanos. Las políticas
implementadas durante los años treinta por la Concordancia, se ligaron a la defensa de
las posiciones británicas y esta cuestión fue denunciada desde las tribunas de FORJA,
que desnudó los negocios de la electricidad y el transporte tendientes a bloquear la
acción norteamericana y usufructuar nuestro patrimonio. Así es como Jorge Del Río
estableció que la Sociedad Financiera de Transportes y Empresas Industriales
(SOFINA):“Se encuentra bajo la protección de una diplomacia fuerte y hábil, la
diplomacia inglesa” (Del Río, 1938: 16-17). A dichas empresas extranjeras de servicios
públicos los: “Gobiernos protegen y han protegido y los diarios de todas las tendencias
elogian” (Del Río, 1918: 18).

elimina la historia, la política y la filosofía para cosificarla en un anodino sistema de acción social- fue el
promotor de la departamentalización de los estudios académicos, pretendiendo elevar al plano de ciencias
autárquicas a las diferentes sub ramas que abordan problemas sectoriales del acontecer histórico y social
como la sociología, las ciencias políticas, la psicología social o las ciencias de la comunicación,
diferenciándolas tajantemente de la historia, la economía, la filosofía o la antropología.” (Argumedo,
2004: 73)

34
Es en esta época se formulan por intermedio de intelectuales y políticos como Federico
Pinedo o Raúl Prebisch,19 muchos de los principios fundamentales del desarrollismo,
que en opinión de Roberto Carri:

Es la política propiciada por los monopolios que buscan la expansión de sus áreas,
integrando la nación en un solo mercado regional para imponer su dominio. Sobre la
base del ascenso de sectores capitalistas, ligados a la actividad industrial o extractiva,
básica y altamente reproductiva, se opera una nueva y más estrecha vinculación con la
economía internacional. (Carri, 1969: 21)

A partir de los años cincuenta, las ciencias humanas y sociales iniciaron un proceso de
transformación que se vinculó a la reproducción de los modelos culturales
norteamericanos. Dicha importación institucional y cultural implicó la aparición de
nuevas disciplinas que siguieron la tendencia acaecida en el extranjero y que acarrearon
la parcializaron de los campos del conocimiento. Se institucionalizaron las disciplinas
cientificistas que involucraron la justificación del orden político mundial de posguerra y
que fueron un medio de expansión del capital trasnacional. Dicha aplicación además,
implicó un cambio fundamental de la matriz europeísta de las ciencias sociales y
humanas.
Un caso ejemplar de los alcances neocoloniales que puede adquirir la importación de las
ciencias sociales de las metrópolis es la carrera de sociología argentina, que desde su
fundación se abocó a la justificación ideológica del golpe militar contra la revolución
peronista o como estableció Roberto Carri: “La sociología tiene como fin ocultar la
politicidad de las relaciones sociales” (1969: 1). Dicha disciplina desarrolló acciones
administrativas y culturales que fueron acordadas con la mesa de los partidos políticos
golpistas conducidas por Eugenio Aramburu. Durante su gobierno, el país se incorporó
a la esfera de los intereses de Estados Unidos y su desenlace lógico fue la dictadura de
1976. A la gestión de gobierno de la autodenominada Revolución Libertadora y a sus
instituciones culturales, incluida la universidad, les cabe la responsabilidad del ingreso

19
La figura de Prebisch es polémica. Por un lado, fue miembro del Banco Central creado en la década
infame que aseguró los intereses británicos en la Argentina tras la crisis económica mundial del año
treinta. Asimismo, fue miembro de la CEPAL y consultor en temas económicos por solicitud de los
responsables del golpe militar del año 1955. Arturo Jauretche reconstruyó críticamente la participación de
Presbich con el programa de los golpistas y sostuvo que: “El plan Prebisch significará la transferencia de
una parte sustancial de nuestra riqueza y de nuestra renta hacia tierras de ultramar. Los argentinos
reduciremos el consumo, en virtud de la elevación del costo de vida y del auge de la desocupación. De
esta manera, no solamente aumentarán nuestros saldos exportables, sino que serán más baratos, lo que
será aprovechado por el consumidor inglés que ensanchará su cinturón a medida de que nosotros vayamos
achicando.” (Jauretche, 1974:133)

35
de la Argentina a organismos como el FMI que apuntalaron y promovieron la
extranjerización del país. En el plano militar, se promovió el ingreso de nuestras
Fuerzas Armadas al área de influencia del Pentágono que promovió la acción terrorista
en la Argentina de 1976 y que lo hizo además, con otras acciones golpistas bajo el
esquema de la Operación Cóndor (Calloni, 1999).
Guillermo Gutiérrez se refirió a la participación de los intelectuales de la Alta Cultura
en las acciones terroristas y de penetración extranjera imperialista, cuando estableció
que:

En 1955 se produce la llamada Revolución Libertadora, que en dos años acaba con los
logros en materia de independencia económica obtenidos durante la década anterior. En
estas condiciones, la universidad se transforma abiertamente en parte principal del
aparato de penetración imperialista en la cultura. Desplazados los ingleses, el
imperialismo yanqui impone formas más desembozadas de penetración. (…) La
formación profesional que brinda la universidad está al servicio directo de esas
necesidades, y se refleja en la organización de nuevas disciplinas, como la sociología o
la administración de empresas, o en el desarrollo de investigaciones y trabajos
directamente ligados a la ciencia y la técnica del imperialismo, sin aplicación directa en
nuestro país, circunstancia que convierte a muchas facultades en fábricas de técnicos
para el éxodo, una especie de agencia de formación científica pagada por el pueblo
argentino y que luego usufructúan las metrópolis imperialistas. (Gutiérrez, 1970: 6)

Lo dicho hasta ahora no debe entenderse linealmente. Los casos mencionados marcan
los grandes trazos por donde trascurre la formación cultural de las clases altas y a partir
de aquí, intentamos explicar cuáles son los principios que organizan nuestra condición
política y económica dependiente. Más allá de lo expresado, es innegable que la Alta
Cultura cumplió otros roles y es bueno mencionar que existieron múltiples experiencias
de articulación con los proyectos populares tal cual comentamos en la cita de
Argumedo.
En el caso argentino, se produjeron importantes desarrollos científicos y culturales que
estuvieron al servicio del desarrollo y de la emancipación del país. Por ejemplo, la
articulación entre Alta Cultura y los intereses nacionales, quedaron expresados en la
creación de experiencias como la Comisión Nacional de Energía Atómica, en la
producción de aviones desde Fabricaciones Militares o en la organización del sistema de
salud en figuras como Ramón Carrillo.

36
En este cuadro, tanto a las instituciones científicas como a los intelectuales, no se los
puede ubicar en un mismo plano de comportamiento, sino que por el contrario, existen
diversas prácticas y acciones en la articulación entre la cultura y el medio social. En
tanto fue un factor de liberación, la Alta Cultura se relacionó a la capacidad de los
intelectuales y líderes políticos de articular sus acciones con los valores y las prácticas
del pueblo que trataremos en el punto siguiente.

2. Definición de Cultura Popular

Estas sociedades han dejado numerosos testimonios de su grandeza, a pesar de todo el largo
tiempo de la devastación: monumentos religiosos levantados con mayor sabiduría que las
pirámides egipcias, eficaces ceraciones técnicas para la pelea contra la naturaleza, objetos
de arte que delatan un invicto talento. En el museo de Lima pueden verse centenares de
cráneos que fueron objeto de trepanaciones y curaciones con placas de oro y plata por parte
de los cirujanos incas. Los mayas habían sido grandes astrónomos, habían medido el
tiempo y el espacio con precisión asombrosa, habían descubierto el valor de la cifra cero
antes que ningún otro pueblo en la historia. Las acequias y las islas artificiales creadas por
los aztecas deslumbraron a Hernán Cortes, aunque no eran de oro. (Galeano, 1974: 65)

A las luces de un sentir realmente americano nuestra historia real sería muy otra cosa. No
sería la serie de acontecimientos seleccionados ex profeso para destacar una inconcebible
vocación de pulcritud del tipo del siglo XX, ni el hecho de mostrarnos como ciudadanos
industriosos y progresistas. (Kusch, 1999: 175)

Se define como cultura popular a los valores, las ideologías y las prácticas del pueblo.
En su sentido político, la cultura popular es un medio para la emancipación de la
comunidad nacional. No existe una sola manifestación de la cultura popular, sino varias
cohesionadas frente a la agresión colonial. Según Alcira Argumedo:

El patrón sociocultural popular se irá forjando como una elaboración colectiva que se
procesa en las distintas regiones del siglo XVI. No se trata, por supuesto, de una mera
prolongación de las culturas precolombinas, ya que las condiciones existenciales fueron
profundamente conmocionadas. (…) Se desarticuló la vida religiosa y las tradiciones
laborales, mientras las lenguas, la alimentación, la farmacopea, las vestimentas y las
artesanías, conservarían un perfil más nítido. Y si bien a partir de entonces se mantienen

37
ejes de cohesión social y resistencia de los grupos nativos en tanto grupos -no como
individuos aislados- las identidades étnicas originarias serán transformadas por
fenómenos de mestizaje racial y cultural de envergadura. Junto a las culturas indianas,
los africanos constituyeron un aporte fundamental en la conformación popular
americana. (Argumedo, 2004: 154)

Tal como plantea la autora, en su manifestación política la cultura popular se vinculó a


la resistencia de las comunidades a la ocupación colonial y en su origen, se trató de los
valores de los pueblos originarios20 que enfrentaron el desembarco de España. No
fueron pocas las experiencias de resistencia al colonialismo y: “Muchos levantamientos
se produjeron contra los invasores, de los cuales cuatro asumieron características de
verdaderas revoluciones: la de los Comuneros en el Paraguay, la de Galán en Colombia,
la de Tiradentes en Brasil y la de Túpac Amaru en los andes peruanos” (Gutiérrez,
1973: 19).
A partir de los siglos XIX y XX, las culturas populares se enmarcaron en el proceso de
formación de la conciencia nacional, marco que dio consistencia política al programa
independentista. A partir de aquí, la cultura popular se vincula a los valores de los
criollos que impulsaron la independencia y las reformas sociales tras la salida de la
situación colonial. Esto es, expresó el derecho de los pueblos a la autodeterminación
nacional en el marco de la división internacional del trabajo. La conciencia nacional,
siguiendo a Hernández Arregui, implica la confluencia de la Cultura Popular y de los
núcleos nacionalizados de la Alta Cultura, en el marco de un proceso político de
afirmación de los derechos de los pueblos del Tercer Mundo a la independencia y la
soberanía.21
Toda cultura popular conforma la cultura nacional, pero no toda producción cultural es
popular (Frigerio, 1976), tal cual comentamos con las elaboraciones de la Alta Cultura

20
Grupos importantes de los pueblos originarios participaron en la guerra contra las invasiones inglesas y
muchos se enlistaron en las tropas que protagonizaron la independencia. En este caso, se puede hablar de
entrecruzamientos de la cultura popular y la conciencia nacional en ciernes. Según Mara Espasande, para
comprender la participación de los pueblos originarios en la vida política del continente se debe atender a
sus tradiciones culturales que oficiarían como valores de resistencia a la opresión colonial y neocolonial,
ya que en sus palabras: “Entender las reivindicaciones étnicas ancestrales es una de las claves: terminar
las cargas tributarias, abolir las distintas formas de servidumbre y conseguir el reconocimiento de su
cultura eran algunos de los reclamos realizados.” (Espasande, 2010: 248)
21
Germán Ibáñez establece que en las postrimerías de la independencia comienzan a consolidarse los
puentes entre la Cultura Popular y la organización de la nación ya que: “La noción de patria, que
inicialmente estaba asociada al lugar de nacimiento, se va transformando al incorporar la dimensión de la
soberanía: los patriotas finalmente van a ser los más firmes defensores de la independencia.” Las
identidades locales van consolidando la Cultura Nacional ya que según Ibáñez, recuperan la territorialidad
y la historia de la Patria Grande y en este período: “Nace el paradigma de la unidad hispanoamericana, ya
no como factorías del imperio español, ni siquiera como provincias de España, sino como voluntad
constituyente soberana, decisión de establecer un camino compartido hacia adelante.” (Ibáñez, 2010: 16)

38
ligadas al neocolonialismo. Difícilmente se pueda definir una fecha clara de aparición
en el país de la Cultura Popular ligada a la emancipación nacional. Según Fermín
Chávez y en paralelo a las invasiones inglesas, se gestó una de las primeras
manifestaciones de nuestra cultura popular y de nuestra conciencia nacional ya que con
José Gervasio de Artigas y con las letras de Bartolomé Hidalgo el:
Fervor revolucionario, apoyo en las masas campesinas, el pueblo ya no es objeto sino
sujeto de la historia. Con el artiguismo, los argentinos orientales y occidentales ponen
en escena la dimensión del sentimiento, en lo psicólogico; al pueblo, en el plano social,
y a la nación en lo político. Con la poesía en estilo gaucho, Hidalgo reivindica el
carácter ingenuo, no racional, auroral del canto, y coloca al pueblo como fuente de
cultura y como custodio de los ingredientes sustanciales de la nación. (Chávez, 1996:
31)

Tal como queda establecido en la cita previa, la Cultura Popular implica la


autodeterminación de las clases y grupos oprimidos étnica, racial22 o socialmente y se
vincula por eso, a la recuperación de los estilos de vida del pueblo que conforman el
sustrato de la identidad de una comunidad.
El programa de las metrópolis para América latina es que seamos una factoría
proveedora de materias primas y de mercados y que no dispongamos de un desarrollo
técnico e industrial. Dada la condición económica y políticamente dependiente del país,
el problema social se liga estrechamente a la cuestión nacional y a partir de aquí, la
Cultura Popular se torna por definición, antiimperialista. No existe posibilidad de
afirmación de las Culturas Populares sin la emancipación social y política de las
organizaciones libres del pueblo y esta condición no se consolida sin alcanzar la
independencia nacional. A partir de aquí, la conciencia nacional debe relacionarse
estrechamente con la promoción de la independencia económica. En palabras de
Hernández Arregui: “La lucha por la liberación nacional en las colonias se asocia
siempre a la lucha por la industrialización” (Hernández Arregui, 2004: 36).

22
La independencia de Haití declarada en 1804 es un caso paradigmático de la articulación y de las
tensiones existentes entre las ideas de la revolución francesa, el problema racial y las acciones
imperialistas. Por un lado, es innegable que la noción de libertad e igualdad de la revolución europea
formaba parte del ideario de las revueltas de esclavos iniciadas en 1791. Ahora bien, hay que decir que la
Asamblea Constituyente francesa había declarado inexistente las distancias entre aristócratas y plebeyos
de su país, pero no abolió el comercio de esclavos en las colonias: años más tarde Napoleón lo evidenció
cuando envió 86 barcos con 30 mil hombres al mando del general Leclerc para recuperar Haití y terminar
con su independencia y con la libertad de los esclavos. La influencia de Haití fue clave para la revolución
americana en la medida que ligaba de manera original el problema nacional independentista a la
emancipación social y racial del continente. La experiencia de Haití transmitida por Alexandre Petion a
Simón Bolívar, determinó un capítulo importante en la formación política y cultural de los
revolucionarios.

39
Luego de la Batalla de Caseros, la Cultura Popular y la conciencia nacional, cedieron
espacio al modelo de la extranjerización de la economía, de la política y de los valores.
Frente a ello, el ascenso de la conciencia nacional, tal cual estableció Hernández
Arregui, transcurrió por diversas etapas y eclosionó como parte de programas políticos
populares de trasformación. Uno de los rasgos centrales del programa liberal fue la
obstrucción de las producciones industriales del continente y junto a ello, se bloquearon
los incentivos para el desarrollo científico y la innovación tecnológica ya que:

La imagen de una Argentina ganadera servida por una tecnología limitada convenía a
las naciones extranjeras inversoras de capitales. Estas compañías no sólo se llevaban los
frutos del trabajo nacional, sino que nos condenaban, a través de la indefensión cultural,
institucionalmente congelada desde la voluntad del Estado, a la falta de fe en nosotros
mismos. (…) Hacerles creer a los argentinos que el atraso científico era la resultante de
ciertas fatalidades geográficas o mentales del país y la raza ha sido malversación
espiritual de la oligarquía. Y darle vigencia a estas ideas desde la cátedra, la traición de
la intelectualidad universitaria de la Nación. El país ganadero no necesitaba de la
ciencia, pues la filosofía del monocultivo rechaza por definición el despliegue del
espíritu colectivo. (2004: 75).

Luego de Caseros y pese a la política deliberada de destrucción de la voluntad nacional


ejecutada por el imperialismo y los núcleos dependientes de la Alta Cultura, se
generaron iniciativas de producción de una ciencia nacional aplicada al desarrollo y a la
industrialización independiente. El caso del Ferrocarril Oeste que nació en 1854 con
capital nacional y luego fue estatizado hasta el año 1890, es emblemático de las
capacidades argentinas para asimilar la ciencia occidental y ponerla al servicio del
interés nacional. Dicho ferrocarril es representativo además, de las capacidades del país
y de sus científicos y técnicos que fueron educados en sus viajes a Europa, pero que
nunca perdieron de vista la función nacional que debe cumplir el saber universal. Dicha
iniciativa de transporte unió pueblos, promovió industrias y fomentó la apertura de
escuelas y centros educativos, ya que en palabras de Raúl Scalabrini Ortiz:

El Ferrocarril del Oeste necesita técnicos, hombres hábiles en engranajes, diestros en


bielas, y se dispone a crearlos. Elevará hasta su necesidad al apacentador de ganados y
al curtidor de cueros. La ley del 3 de agosto de 1872 funda escuela de artes mecánicas
en los talleres del ferrocarril. (…) Allí enseñará, como en las escuelas que en 1884
fundarán los ferrocarriles nacionales Andino y Central Norte, aritmética, nociones de

40
física, geometría descriptiva, mecánica práctica, dibujo lineal y los oficios de carpintero,
ajustador, forjador, pinto, tapicero y talabartero. El ingenio y la habilidad criolla tendrán
extensiones casi ilimitadas para desarrollarse. (Scalabrini Ortiz, 1983: 46)

El Ferrocarril Oeste, verdadero símbolo de la industria nacional, fue traspasado


posteriormente a manos inglesas y las iniciativas educativas fueron abandonadas frente
a la política importadora de tecnología.
Luego de la caída de Rosas, Justo José de Urquiza acordó con los británicos la
aplicación del librecambio y con ello, la destrucción de la industria y de cualquier
posibilidad de consolidar una ciencia y una técnica nacional. De la debacle política y
económica que transcurrió luego de 1852, sobrevivieron algunas experiencias
industriales como la del Ferrocarril Oeste o el programa de desarrollo paraguayo
aplicado por Solano López, que tuvo su fecha de muerte en la Guerra de la Triple
Alianza, fecha clave para la organización política y cultural dependiente de América
latina. Derrotado Rosas y destruido el Paraguay, el modelo neocolonial liberal y racista
creado por la Universidad de Buenos Aires y justificado en la historia oficial de Mitre,
se implantó como una ley de hierro en la cultura argentina.
Tal cual lo reconstruyó Juan José Hernández Arregui en La Formación de la
Conciencia Nacional, existe una importante y rica trayectoria en el proceso de
desenvolvimiento de la Cultura Popular y de la conciencia nacional. Estos valores
fueron recuperados por hombres de letras como José Hernández o Manuel Gálvez, por
industrialistas militares como Manuel Savio o Enrique Mosconi, por intelectuales como
Arturo Jauretche o Scalabrini Ortiz, por políticos como Hipólito Yrigoyen o Juan Perón
o por intermedio de músicos como Homero Manzi o Enrique Santos Discépolo, figuras
emblemáticas de la eclosión de la conciencia nacional en el siglo XX y expresión
concreta de la recuperación de la Cultura Popular como un marco para la acción
emancipadora.
La Cultura Popular en tanto es afirmación del ser americano y del derecho a la
autodeterminación de las organizaciones libres del pueblo, es sinónimo de práctica
política y como afirmó Juan Perón: “El mundo no vive de buenas ideas; vive de buenas
realizaciones. Por eso creo que las doctrinas son movimiento, son acción, no son sólo
pensamiento, no son sólo concepción. Para mí la acción está siempre por sobre la
concepción” (Perón, 1974: 65).
La autodeterminación cultural de las organizaciones libres del pueblo, se organiza como
programa político y se proyecta al campo de la ciencia y de la cultura. Por ejemplo y en

41
este cuadro, es bueno recordar que el proceso histórico argentino iniciado en el año
1945, produjo grandes cambios culturales que afirmaron los valores del pueblo y de la
nación. Por un lado, se democratizaron los derechos a la cultura con medidas como la
gratuidad de la universidad del año 1949 o con la promoción del cine y el teatro
nacional. Las medidas de democratización de la cultura tuvieron importante respaldo en
la inversión en recursos humanos, la refundación institucional o en aumento de los
fondos destinados a obra pública. La creación del Ministerio de educación o la
construcción de escuelas, acercaron y elevaron la cultura del pueblo. Por otro lado, el
pueblo fue sujeto pedagógico y cultural y el Estado destinó recursos y le dio visibilidad
a una identidad históricamente desconocida y negada por la tradición liberal y
neocolonial.
Lo dicho hasta ahora no puede desconocer la complejidad que supone definir el término
Cultura Popular ya que y es innegable, la palabra se encuadra en la diversidad del
continente23 en donde coexisten experiencias culturales disímiles. Por ejemplo, existen
agrupamientos ligados al tema ambiental (Greenpeace) o de género (derechos de las
mujeres o de los homosexuales). Las expresiones que abandonan el sentido nacional y
antiimperialista de sus prácticas nos llevan a aseverar que cumplen una acción
emancipadora, pero que toman distancia del concepto de lo popular.

3. Cultura de masas o posmodernismo

Hay una dictadura de los banqueros. Es fría, implacable, exacta. No necesita apelar a los
métodos de coerción típicos de una dictadura política. (…) Este es el poder de los
bancos, ésta la fuente del poder de la oligarquía financiera que carcome a nuestro país y
se lleva su riqueza, como las hormigas desmontan pieza por pieza y se llevan a su
refugio los productos del trabajo humano y de la naturaleza. (García Lupo, 1975: 118-
119)

La caída del Muro de Berlín en el año 1989 abrió una nueva etapa para la política
mundial y en particular, implicó un fuerte cambio para la Argentina y la región. En el
caso de nuestro país, se caracterizó por la subordinación de las políticas de Estado a los
intereses extranjeros europeos y norteamericanos. El modelo de sociedad impuesto por
Estados Unidos se vinculó a la promoción de la liberalización en el Tercer Mundo del

23
Un caso sumamente característico de la diversidad cultural de América latina se puede observar en la
revolución boliviana que conduce Evo Morales. En este cuadro, se puede leer la Constitución
recientemente sancionada que reconoce la existencia de 36 naciones en Bolivia y que resalta el derecho
de las comunidades a mantener sus lenguas, sus territorios o sus formas de ejercer la justicia.

42
accionar del capital financiero y de sus empresas. La especulación bancaria y el lobby
de los organismos trasnacionales, desplazó el destino del ahorro nacional de las
inversiones en la economía real al ámbito de la especulación financiera. Dicha
operación generó una rentabilidad financiera mayor frente a otras inversiones de capital
desplazando los incentivos hacia la especulación. En este marco, se puede aseverar que
el posmodernismo es la exportación al Tercer Mundo del proyecto cultural del capital
financiero y las trasnacionales norteamericanas y europeas.
Dicho modelo fue implementado a partir de la administración mundial de los flujos de
la comunicación y las noticias. La profunda revolución que se produjo en el ámbito de
las comunicaciones, encontró a las metrópolis y especialmente a los Estados Unidos y a
Europa, como sus administradores privilegiados. En la Argentina no fue casualidad que
el paquete de las privatizaciones del año 1989 contempló desde su inicio, la
transferencia al capital privado trasnacional de la televisión y la radio pública. El
capital español que se adueñó de la administración del petróleo, de los bancos o de la
telefonía, compró canales y radios. Lo mismo ocurrió con los capitales norteamericanos
que administraron bancos y acciones de los medios de prensa. La historia de los medios
de comunicación como la radio o la televisión en el siglo XX, es la de nuestra
dependencia al extranjero y exceptuando el Plan de Comunicaciones aplicado entre
1946 y 1955 que sancionó la ley 14.241/5324, la gran prensa estuvo en manos de la
oligarquía y del capital trasnacional. Dicho proceso se acentuó después de 1955 con el
avance de imperio norteamericano. En este cuadro y dada la centralidad que ocupan los
medios de comunicación para la formación de la identidad nacional, consideramos que
la sanción de la Ley de Servicios Audiovisuales por parte del gobierno de Cristina
Fernández de Kirchner en el año 2009, es uno de los hechos culturales más importantes
de la historia del país.
En su sentido político, la cultura de masas tiene un origen y una función neocolonial e
implicó la proyección ideológica del imperialismo norteamericano tras el fracaso del
socialismo real y las luchas de liberación del Tercer Mundo de las décadas del cincuenta
al setenta. Esconde, presentando como valores universales y a-históricos, los intereses
del vencedor planetario de la segunda guerra. La prepotencia norteamericana y su

24 Los objetivos generales del Plan Nacional de Comunicación están establecidos en los Planes
Quinquenales. Entre las acciones fundamentales resaltan la sanción del Estatuto del Periodista, la
creación de una agencia de noticias (TELAM), el nacimiento de la televisión en el país (Canal 7) o la
profesionalización de los estudios en comunicación con el pase a la Universidad Nacional de La Plata
de la Escuela Argentina de Periodismo (1954).

43
triunfo tras los acuerdos de la Guerra Fría, se presentaron como “fin de la historia”,
como neoliberalismo o como Consenso de Washington.25
Se reconoce como un mecanismo de inversión donde las acciones y las relaciones
políticas de opresión, son explicadas y presentadas como supuestas operaciones
culturales. Las alternativas de política de Estado propuestas por los dirigentes del Tercer
Mundo son cuestionadas por ser, supuestamente, anacrónicas, y por carecer por eso de
sentido histórico. Los proyectos de gobierno se definirían no por su capacidad de
desarrollar los países y emancipar sus comunidades, sino por su nivel de adecuación a
los designios del programa neoliberal. Los efectos de la crisis social fruto de las
operaciones políticas, se presenta bajo la entelequia de los “mercados” y tras el supuesto
de la libertad económica. En este cuadro, los conflictos de clases se reducen a debates
culturales: no adecuar el funcionamiento económico al modelo depredador neoliberal
según esta teoría, dejaría a esos países fuera de la marcha de la historia universal.
A diferencia de la Alta Cultura, la Cultura de Masas es relativista en sentido artístico.
En el marco de una acción comercial, diluye las distancias entre los valores y las formas
artísticas de los sectores de la elite y del pueblo. Pese a ello, no suprime todas las
diferencias en los consumos culturales que quedan atados a un patrón de ingreso
económico: no democratiza el acceso a la cultura, sino que por el contrario, profundiza
las distancias existentes entre los ingresos de los diferentes estratos sociales.
A diferencia de la Alta Cultura que articuló su concepción en torno de las nociones de
progreso y de civilización, la cultura de masas se considera “apolítica” y desconoce la
articulación entre la cultura y la construcción de los fenómenos sociales. Coincide con
la Alta Cultura en su defensa del orden político de los grupos dominantes, pero
relativiza la capacidad de la cultura como justificación del orden social.

25
Pese a denominarse como “neoliberalismo”, el programa norteamericano no fue nuevo es sus
contenidos (violencia política, militar y económica) y tampoco en sus objetivos (imperialismo
expansionista). Tampoco es real que los ámbitos de articulación política como el “Consenso de
Washington” hayan sido lugares de debate o concertación de política global. El neoliberalismo innovó
en la expansión de las desregulaciones de la economía que permitieron al capital financiero apropiarse
de factores importantes de las decisiones y en la celeridad de su acción expansionista.

44
Relaciones entre Capital Financiero y Cultura de Masas

Acciones del capital financiero Justificaciones del Posmodernismo


Sostiene la existencia de la
Organiza una fuerte concentración del “globalización” en donde el poder estaría
poder mundial en las naciones centrales descentrado en una aldea global
caracterizada por el acceso a las nuevas
tecnologías
Plantea que no existen relaciones
Concentra los recursos económicos en las verticales de poder. Difunde el supuesto
empresas de las metrópolis de la desaparición de los Estados
Nacionales
Controla los factores de poder militar y
financiero y declara la guerra permanente Parte de un supuesto apoliticismo del
al conjunto de los países del Tercer modelo de división de la política mundial
Mundo
Se agudiza la explotación de la clase
trabajadora y del empresariado del Tercer
Mundo, a través del monopolio y el Propone no tomar el poder del Estado
control del poder estatal por parte de las
metrópolis

45
4. A modo de cierre

En todas partes del mundo, la cultura nacional goza de la protección del Estado
nacional, de las provincias y municipios. Las grandes potencias industriales de Europa y
Norteamérica -capitalistas o socialistas- sostienen formidables organizaciones estatales
o semiestatales de radio, televisión, teatro y cine. Se subvenciona el libro, se premia la
creación artística e intelectual, se gastan grandes recursos del gobierno en el
mantenimiento de museos, bibliotecas, y academias científicas. (…) La Argentina
carece de política cultural. No la tiene respecto de la escuela, de la universidad, del
libro, del teatro, del cine, de la radio y la televisión. Todo lo poco que se hace, se hace
de forma esporádica, insuficiente y anárquica. (Frondizi, 1976: 376)

Terminará en las escuelas la importación de teorías y prácticas foráneas. Podrán y


deberán, sin embargo, introducirse los necesarios conceptos básicos universales, de la
misma manera que la industria nacional importa materia prima, pero sobre esos
conceptos se deberá elaborar una didáctica argentina, de una escuela argentina, para un
pueblo argentino. (…) Los profesores universitarios (en general los hombres de ciencia)
han de tener como mira superior contribuir al mejoramiento de trabajo y de vida de los
trabajadores. (Manual Práctico Segundo Plan Quinquenal, 1953: 74 y 94)

El debate de la sociología de la cultura se vincula estrechamente a la discusión de


nuestra condición política y económica nacional y tal como estableció Hernández
Arregui: “La dependencia colonial no sólo es económica, es una mediatización innoble
de la inteligencia” (1972: 162). En este cuadro, la cultura es un medio de emancipación
de los pueblos y de los Estados o es un instrumento de opresión y de neocolonialismo.
A partir de aquí, la discusión cultural es un aspecto más del problema de la dependencia
estructural de la región y frente a esta condición el dilema es de hierro: América latina
avanza hacia la reconstrucción del Estado, la economía y la cultura nacional o está
condenada a perpetuar su condición subdesarrollada y dependiente.
Un Estado no alcanza su independencia y soberanía si no se organiza políticamente
como fuerza social y como voluntad electoral. En los Estados económica y
políticamente subdesarrollados, la cultura predominante es aquella importada como
producto de la acción extranjera: la Alta Cultura neocolonial es su instrumento
fundamental. Una de las manifestaciones de nuestra dependencia consiste en aplicar
modelos de desarrollo extranjeros tal cual lo estableció Eduardo Astesano: “El
pensamiento Eurocentrista copó incluso la historiografía de centenares de pueblos

46
coloniales quienes se lanzaron a la aventura de reconstruir su propio pasado utilizando
el lente prestado por el colonizador” (1982: 9). Frente a esta realidad, la disputa cultural
forma parte sustancial de la acción política y de la posibilidad o de la negativa para
alcanzar la soberanía popular.
En este cuadro, la articulación de las Culturas Populares y de los núcleos de la Alta
Cultura conforma la Cultura Nacional. Su puesta en práctica inaugura la etapa del
nacionalismo que es un período irrenunciable en la formación política de los Estados.
La Cultura Popular si no se estructura como proyecto nacional, está condenada tarde o
temprano, al fracaso y al aislamiento. Una de las tareas impostergables del proyecto
nacional es la de fundar los elementos rectores de la economía independiente, base
material sobre la cual se organizan las condiciones objetivas y de subsistencia de las
organizaciones libres del pueblo. La Cultura Nacional en el Tercer Mundo debe ser
entonces, antiimperialista e industrialista.
La sociología de la cultura y el conjunto de las actividades científicas y de investigación
de los países periféricos, pueden contribuir a la segunda independencia de nuestro
continente que es la económica y que además, es la científica y la cultural. Como
sostuvo Arturo Jauretche: “Identificados los cipayos la cuestión se simplifica como en
los dominios políticos directos porque cuando la acción tiene conciencia de que es, ya
es. Lo demás es cuestión de tiempo y medios” (2004: 106). La emancipación cultural es
uno de los deberes de la hora a los que está llamando la nación y frente a la
convocatoria y como estableciera Nimio de Anquín: “No se trata de pensar como
europeos, sino de pensar como americanos, como hijos de este continente nuevo”
(2003: 213).

47
¿Qué es el Pensamiento Nacional?26

El dilema es de hierro. Ya se ha dicho. O nación o factoría. (Hernández Arregui, 2005:


112)

1. Pensamiento nacional

El término “pensamiento” se vincula a la acción de “pensar”, definida como aquella


actividad intelectual que intenta alcanzar la resolución de un problema. Siempre que nos
refiramos a “pensamiento” o a “pensadores”, estaremos describiendo una actividad
humana cuyo sustrato primordial se vincula estrechamente a la capacidad de dar
respuesta a determinados interrogantes que nos presenta el medio histórico, social,
político y cultural en determinado período histórico. Asimismo, hablamos de
Pensamiento Nacional y no de Pensamiento Argentino, ya que el primero no implica
únicamente un tipo de inscripción geográfica respecto a la producción intelectual, sino
que además, involucra un posicionamiento específico del intelectual y/o pensador en
función del debate en torno al “problema nacional.” El Pensamiento Nacional aborda,
desde diferentes perspectivas y ámbitos de acción, el debate sobre la nación cuya
condición intrínseca implica problematizar y poner en cuestión, cuál es el camino más
adecuado para alcanzar el desarrollo del país en el contexto de la división internacional
del trabajo mundial.

El pensador brasileño Helio Jaguaribe, al referirse al término nación sostiene que dicho
concepto incluye dos dimensiones básicas. Hay cuestiones objetivas que definen a una
nación, como pueden ser las condiciones históricas, geográficas, culturales y sociales.
El proceso de formación de una nación sólo se logra cuando existen vínculos de:
“Unidad de raza, de cultura y de territorio” (Jaguaribe, 1961: 11). Sobre el particular, el
autor establece que: “El elemento cultural, comprendido en determinada época la
cosmovisión básica de un pueblo, su lengua y demás medios de significación y
comunicación, como el arte y el estilo, sus instituciones y su tecnología, es el principal
factor de aglutinación nacional.” (1961: 11). Jaguaribe sostiene que la nación no se

26
Enero de 2010.

48
consolida si dichas condiciones objetivas no son acompañadas de condiciones
subjetivas, ya que las naciones:

Sólo se constituyen como tales cuando surge el proyecto político que aspira a fundarlas
y mantenerlas. Las solidaridades objetivas son tópicas, por definición, y no implican el
proyecto de su preservación. Es el proyecto de vida nacional lo que da a la nación su
continuidad en el tiempo y su fisonomía propia, como sujeto e instrumento de acción
política. (1961: 12)

Estas condiciones objetivas son organizadas y promovidas a través de un proyecto


político que surge como reflejo defensivo del pueblo, que por intermedio de su práctica
cotidiana e histórica, intenta modificar la estructura subdesarrollada e inconclusa de un
país determinado. El proyecto nacional en palabras de Jaguaribe: “Es suscitado por la
necesidad sentida de una comunidad de construir y mantener en funcionamiento un
mecanismo jurídico político que imprima efectos prácticos a su unidad social, cultural y
geográfica” (1961: 18). La inexistencia de una nación en un país, lo conduce al
subdesarrollo permanente y a la reproducción de la dependencia estructural que
contempla la condena social de sus mayorías sociales. El debate sobre la nación tal
como aclara Jaguaribe, se distancia de una interpretación meramente simbólica,
folclórica, literaria o de biografía personal de algún dirigente y por el contrario,
adquiere una dimensión material y estructural concreta que implica la posibilidad o la
negación respecto a la existencia de nuestros países y sus comunidades ya que: “El
nacionalismo, como se vio, no es imposición de nuestras particularidades, ni simple
expresión de características nacionales. Es por el contrario, un medio para alcanzar un
fin: el desarrollo” (1961: 39). Cuando un grupo o conjunto social se organiza
políticamente e intenta consolidar la nación, se habla de la existencia del
“nacionalismo.” Dicho término, incluye la planificación del Proyecto Nacional que
implica una respuesta teórica y conceptual a las demandas y a los anhelos de las
organizaciones libres del pueblo. Asimismo, el nacionalismo involucra una práctica y
una acción concreta de ejecución del Programa Nacional, experiencia sin la cual la
comunidad no se realiza. Proyecto Nacional y práctica política, son los dos pilares sin
los cuales no se consuma la nación y consecuentemente, el conjunto de actores que
habitan su territorio. En esta misma línea argumentativa, Juan José Hernández Arregui
sostendrá que la conciencia nacional es la lucha del pueblo argentino por su liberación.
En las naciones del Tercer Mundo el Pensamiento Nacional discute el fenómeno de la
Dependencia, que es una condición económica, social, política y cultural estructural de
49
nuestros países que impide la consumación de la nacionalidad y obstaculiza cualquier
tipo de desarrollo independiente y sustentable en nuestros Estados. Por el contrario, el
pensamiento y la producción intelectual cuya función es planificar, implementar y
justificar el programa de la dependencia, es denominado como Pensamiento
antinacional, colonial o neocolonial. En tanto nuestros países y sus Estados a lo largo
de su historia posterior a la Independencia no alcanzaron la independencia plena, no hay
Pensamiento Nacional en el sur de la tierra que no discuta de una u otra manera, el
fenómeno de la dependencia al que haremos referencia a continuación.

2. ¿Qué es la dependencia?

Como punto de partida debemos decir que el fenómeno de la Dependencia es una


relación asimétrica entre naciones en el ámbito internacional, que implica a su vez, una
función particular de vinculación entre las clases y grupos sociales dentro de los países
subsidiarios de las naciones centrales. En el teatro de la división internacional del
trabajo se expresa, principalmente, en los siguientes aspectos:

a. Dependencia política: esta condición implica que las principales definiciones y


acciones de política interna y externa se enajenan del Estado y se transfieren a las
metrópolis, también denominadas como países centrales o imperialistas. Sus
representantes articulan su influencia a través de una conjunción de instituciones
centradas en el “triángulo de poder” del Estado, las corporaciones económicas y los
organismos trasnacionales. La dependencia implica una relación asimétrica entre
naciones en la toma de decisiones en los siguientes espacios:
a.1. El ámbito Internacional: tanto en el plano de la acción militar mundial27 o en los
espacios de planeamiento de la economía mundial,28 las decisiones principales de las
políticas y las acciones a ejecutar, tienen a las potencias imperialistas con una potestad y
una facultad de decisión claramente superior y asimétrica en relación al Tercer Mundo.
Con estos poderes, las potencias y sus organismos mantienen al mundo en estado de
guerra permanente definiendo qué es el mal, el bien, la civilización, la barbarie o el
terrorismo y declarando y entablando a partir de aquí, enfrentamientos permanentes
sobre los pueblos y sus comunidades. Europa y Norteamérica, implementaron

27
OTAN o Consejo de Seguridad de la ONU.
28
Financieros como el FMI, el BM o el BID o Comerciales, como por ejemplo la Organización Mundial
de Comercio.

50
históricamente programas políticos a nivel planetario que determinaron el derecho a
matar al habitante del Tercer Mundo: las teorías de la lucha contra el comunismo o la
Guerra contra el Mal, tuvieron su correlato en las atrocidades del Plan Cóndor o en las
“Guerras Preventivas.” De manera similar a la mencionada Guerra Mundial permanente,
las corporaciones económicas de las potencias son amparadas por los gobiernos y los
organismos trasnacionales, que blanquean la explotación del Tercer Mundo por parte de
las metrópolis que lo esclavizan como mano de obra barata y como mercado
consumidor de sus excedentes.
a.2. El ámbito nacional: los imperios operan enajenando las decisiones internas en el
plano militar, armando, educando o desarmando a las Fuerzas Armadas de las periferias
que no tienen derecho a la defensa propia o a la guerra ante las agresiones externas,
cuestión que involucraría solamente a las metrópolis; en el ámbito económico deciden
las políticas, establecen los planes de acción de las Cancillerías y las Embajadas y
formulan, enfrentan o desvirtúan, los programas de política cultural.

b. Dependencia económica: esta condición dependiente se define como un proceso


permanente de transferencia de recursos materiales y humanos desde los países
periféricos hacia las potencias metropolitanas. La dependencia económica genera en los
países atrasados un estado de inestabilidad permanente que implica la imposibilidad
estructural de desarrollo sustentable. Dicho factor reproduce una tendencia histórica a
generar y a perpetuar un proceso de:
- Conservación de un tipo de estructura económica asentada en la explotación de los
recursos naturales que opera no como un complemento, sino como un obstáculo
respecto al desarrollo industrial.
- Concentración de recursos que estructuran mercados oligopólicos. Dicha
concentración reúne en pocas manos las empresas y la riqueza del país (concentración
económica) y determina un espacio territorial fragmentado en polos de riqueza y de
pobreza extrema que atan el modelo de desarrollo interno a los intereses externos
(concentración geográfica).
- Extranjerización de los recursos:
a- Financieros: Bancos, jubilaciones o destino de impuestos y ahorro (deuda externa);
b- Naturales: explotación, tenencia y comercio;
c- Servicios Públicos: transporte marítimo, aéreo, terrestre; energía: electricidad, agua o
gas;
d- Comunicaciones: radio, TV o Telefonía;

51
c. Dependencia social: este fenómeno determina la posibilidad de coexistencia entre la
abundancia de recursos económicos y las carencias crónicas de las mayorías populares
que no alcanzan a cubrir las necesidades sociales mínimas. La dependencia social
implica la inestabilidad permanente de las condiciones de vida del Tercer Mundo, que
son directamente vulnerables a las crisis mundiales. En épocas de abundancia no se
distribuye la riqueza y en períodos de crisis se promueven ajustes catastróficos para la
vida de los pueblos del sur. Dicha condición se expresa, principalmente, en:
c.1. La polarización en el acceso y en la tenencia de los recursos entre los extremos
sociales reflejada en la existencia de sociedades fragmentadas social, geográfica y
culturalmente. En estos países se genera la imposibilidad estructural de ascenso social;
c.2. Altos índices de pobreza e indigencia o de Necesidades Básicas Insatisfechas
(viviendas, cloacas, asfalto, etcétera);
c.3. Juventud como sujeto de la crisis: la mortalidad, la desnutrición y el desempleo
atacan, principalmente, a los sectores juveniles y a la infancia, condenando a varias
generaciones a sufrir severas limitaciones intelectuales y motrices;
c.4. Diferencias en el acceso a la cultura, el deporte y la recreación: se observan bajas
tasas de alfabetismo y elevadas de analfabetismo. Se produce una privatización del
espacio público que impide el acceso al deporte a los sectores de bajos recursos. Se
establece una crisis permanente y estructural del sistema público educativo,
promoviendo el sistema privado y la estratificación de la educación y la cultura: un
sistema para ricos y otro para pobres;
c.5. Propagación de enfermedades prevenibles, un alto índice de mortalidad y una baja
esperanza de vida;

d. Dependencia cultural: Abelardo Ramos (Ramos, 1954) establece que a la estructura


material de un país dependiente le corresponde una superestructura cultural destinada a
impedir el conocimiento de su situación tributaria. Dicha superestructura se organiza a
través de un conjunto de instituciones y prácticas planificadas y desarrolladas por medio
de las potencias imperialistas y sus operadores internos, las oligarquías nativas.
Asimismo, Arturo Jauretche (Jauretche, 2004), continuando la interpretación de Ramos
introduce el concepto de “Aparato de la Colonización Pedagógica” para definir la forma
en que se organiza y desenvuelve la dependencia cultural en las semicolonias. La idea
de “aparato” nos permite identificar la existencia de un conjunto de instituciones
articuladas y planificadas con la misma meta de producir y reproducir la condición

52
colonial del país. La noción de “colonización”, permite visualizar a la cultura como un
espacio político cuya función se relaciona directamente al mantenimiento de la
dependencia del país. La idea de “pedagogía” permite comprender que dicho proceso
involucra una función educativa de largo alcance, que es ejercida por medio del
“aparato” con la finalidad de “colonizar.” A través de estas nociones, podemos
reconocer que el proceso de socialización implica la discusión y el análisis de las
funciones del Aparato de la Colonización relacionadas a la educación de los pueblos:

d.1. Educación Primaria: Jauretche demuestra que como producto de la dependencia


cultural se promueve la separación entre la escuela y la vida en una tarea constante de
deculturalización y escisión entre el niño y su medio social e histórico. Desde la
organización curricular misma se favorece la asimilación y repetición, desvirtuada, de
los patrones de conducta europeos o norteamericanos. Este proceso es acompañado por
la asimilación de la Historia Oficial que siguiendo a Jauretche, trueca en forma de una:
“Política de la Historia” (Jauretche, 1970).

d.2. Educación Secundaria: en el país y como producto de la dependencia cultural, al


momento de determinar y transmitir las habilidades para el trabajo, se promueven
aquellas competencias relacionadas con la administración de servicios y con el modelo
agroexportador. La dependencia cultural destruye el espacio público y obliga a la
juventud a reproducir modelos de vida y modos de ver ligados al consumo de la
industria cultural extranjera.

d.3. Educación Terciaria y/o Universitaria: la Educación Superior en general y la


Universidad y los ámbitos de producción científica en particular, son planificados y
desvirtuados en relación a los intereses nacionales y de sus mayorías sociales, por la
acción y la ingerencia de las metrópolis y sus corporaciones. Oscar Varsavsky lo
estableció con extrema claridad cuando al referirse a la ciencia sostuvo que: “En pocos
campos es nuestra dependencia cultural más notable que en éste, y menos percibida”
(Varsavsky, 1974: 13). Amílcar Herrera (Herrera, 1974) analiza el fenómeno de la
dependencia científico técnica de nuestro país y del continente, remarcando la relación
que se entabla con los intereses de los imperios. El autor identifica las siguientes
características generales de la dependencia cultural en dichos ámbitos:

53
d.3.1. División internacional de procesos productivos y científicos: el Tercer Mundo
desarrolla tareas en áreas de escasa inversión tecnológica e importa los productos
científicos y técnicos de las metrópolis;
d.3.2. Las corporaciones trasnacionales imponen pautas de consumo desvirtuando las
producciones científicas en relación a las necesidades de desarrollo de sus países de
origen. A su vez, aplacan los desarrollos científicos del país al importar tecnología
extranjera en sus empresas;
d.3.3. La producción científica no está determinada por intereses propios del país: no
existe una planificación adecuada entre la producción de ciencia y los objetivos
nacionales en el mediano y largo plazo. Sin desarrollo industrial y con una economía
atrasada, difícilmente exista una demanda científica ya que tal cual lo establece Amílcar
Herrera: “Una política científica efectiva no es la generadora de un esfuerzo conciente y
profundo de desarrollo, sino una de sus consecuencias” (Herrera, 1974: 24).
d.3.4. La inversión pública es baja en relación a la desarrollada en las metrópolis;
d.3.5. El sector privado invierte escasos recursos en investigación y desarrollo científico
más allá de que desarrolle soluciones específicas a algunas demandas de sus empresas;
d.3.6. Existe una baja proporción de investigación aplicada en relación a las ciencias
sociales, humanas y básicas que ocupan gran parte de las matrículas del ingreso y el
egreso de las Universidades Nacionales;
d.3.7. El Primer Mundo exporta materias industriales, importa recursos humanos
capacitados por el extranjero, se apropia de las patentes científicas y deporta a los
trabajadores y científicos sudamericanos en períodos de crisis o estancamiento;
d.3.8. El proceso de desarrollo del Primer Mundo demanda y presiona sobre la ciencia:
el atraso del Tercer Mundo es su opuesto e implica la escasa demanda de producción
científica por parte del aparato productivo;

d.4. Educación Global:


a. Literatura y arte: el Aparato de la Colonización Pedagógica involucra diversos
ámbitos de la vida cultural del país y en especial, se relaciona a los espacios de
producción de conocimiento y formas artísticas de los sectores medios y altos. Jauretche
para definir el tipo de intelectual dependiente se refiere a intelligentzia, término que
toma distancia respecto al de “inteligencia” nacional. Sobre el particular, el autor resalta
la condición colonial de las clases medias que se expresa en sus gustos y sus formas de
producción de literatura, música y demás manifestaciones artísticas, caracterizadas por
asimilar los valores de las metrópolis negando la existencia de la producción, los

54
valores y las prácticas locales. La cultura del país es vista de manera peyorativa por la
intelligentzia, que intenta reproducir los esquemas importados de pensamiento,
suponiendo que con ello ingresa a la distribución de las riquezas de las empresas
trasnacionales.
b. Medios de comunicación: los medios gráficos, audiovisuales o las nuevas tecnologías
están en manos de las corporaciones trasnacionales o sus aliados internos de la
intelligentzia. La prensa en América latina está profundamente concentrada, presenta un
fuerte componente extranjero y cumple una función, históricamente demostrable,
antinacional: apoya las empresas de las metrópolis y enfrenta a los gobiernos
democráticos, industrialistas y populares, sin excepción alguna.
c. Conjunto de las organizaciones libres del pueblo: tanto la Iglesia, las Fuerzas
Armadas, las Cámaras Empresarias, los Gremios, los Clubes, Partidos u ONG, son
ámbitos en los cuales se estructura o se combate la Colonización Pedagógica y la
producción de la cultura nacional.

3. Aspectos característicos del pensamiento nacional

El pensamiento nacional es el reflejo de esa actividad política de las masas, de esa


agitación viva del país subterráneo y el pueblo lo crea, o mejor, lo estimula. A su vez,
ese ideario nacional les es devuelto a las masas políticas, en tanto nacionalismo
revolucionario, por los grupos intelectuales nacionales que han sistematizado, o tienden
a ello, tales exigencias colectivas dándoles forma de programa político. De ahí la
rapidez con que la cultura institucionalizada se agrieta al chocar con la reacción
anticolonialista de las masas y el pensamiento nacional que la acompaña. Las masas
fundan el pensamiento nacionalista que, a su vez, se convierte en teoría y práctica de la
Revolución Nacional. (Hernández Arregui, 2004: 72)

a. El Pensamiento Nacional y la política: Gunnar Olsson (Olsson, 1969) esboza una


definición de Pensamiento Nacional cuya producción intelectual implica:
a.1. Una afirmación de la existencia del pueblo argentino que lucha por su liberación:
esta acción se expresa en una “conciencia nacional” de las organizaciones libres del
pueblo que se desenvuelve a través de una cultura propia y de una concepción de la
acción política que guía su práctica y que el Pensador Nacional reconstruye y difunde;

55
a.2.”La política como forma práctica de vida de el sujeto”: el Pensador Nacional
desarrolla su producción con el objetivo conciente de apoyar la organización del pueblo
que busca emanciparse como comunidad nacional;
a.3. La producción científica e intelectual se desenvuelve como etapa distintiva respecto
al desarrollo de la conciencia nacional articulando su acción con el conjunto de las
organizaciones libres del pueblo. Sobre el particular, Gunnar Olsson sostiene que: “La
ciencia devendrá real, objetiva, en la medida que tenga la capacidad de integrarse a la
vida del sujeto histórico, a la política del pueblo” (Olsson, 1969: 33).
a.4. El concepto de “autodeterminación nacional”, central en las producciones del
Pensamiento Nacional devendrá real en la medida que sea apropiado por el pueblo
como autorrealización de su proyecto histórico.
Como puede observarse, Olsson establece que el debate sobre la dimensión política y
organizativa del pueblo, es un rasgo central del Pensamiento Nacional.

b. El Pensamiento Nacional y sus alcances conceptuales. Germán Ibáñez (Ibáñez,


2005) sostiene que el Pensamiento Nacional se caracteriza por la capacidad de los
intelectuales y hombres de la cultura de “vernos desde nosotros”, tomando distancia de
los modelos teóricos y políticos que reproducen el eurocentrismo o la
norteamericanización de nuestra cultura. El Pensamiento Nacional se modifica en cada
momento y lugar y más allá de las continuidades entre pensadores y épocas, es
innegable que da cuenta del acontecer de los procesos históricos en su propio
desenvolvimiento. Ibáñez recata una categoría diseñada por Alcira Argumedo
(Argumedo, 2004) denominada “Matriz de Pensamiento”, que establece que el
Pensamiento Nacional no es resultado meramente de la producción universitaria o de las
clases ilustradas, sino que por el contrario, encuentra elaboraciones en expresiones
artísticas, políticas o culturales de personas, grupos, líderes y/o dirigentes populares,
que en muchos casos es expresada a través de una práctica o acción que no tiene su
connotación en libros o producciones académicas. Dicho punto de partida nos permite
reconocer matrices de pensamiento en la acción de muchos dirigentes, hombres y
procesos que van estructurando los cimientos del Pensamiento Nacional. Ibáñez
identifica cinco “Claves del Pensamiento Nacional Latinoamericano” y establece que se
caracteriza por su recurrencia y énfasis en los planteos y debates sobre:
-la autodeterminación nacional;
-las discusiones acerca de la conquista de la “Soberanía Popular”;
-temas relacionados al respeto de las identidades y de la diversidad cultural;

56
-los debates vinculados a la búsqueda de la justicia social;
-la discusión en torno de las diferentes formas que existen para organizar la economía,
contemplando su condición pública o social.
El autor entonces, localiza en las producciones del Pensamiento Nacional muchos
puntos de encuentro y de continuidad con la producción de Latinoamérica en su
conjunto. Las realizaciones de Pensamiento Nacional en el país o en el continente y
desde diferentes perspectivas, disciplinas, actores y prácticas, reproducen en su
desenvolvimiento el tratamiento de alguna de estas cinco claves.

C. El Pensamiento Nacional: un intento de periodización


Con la finalidad de catalogar las diversas expresiones del Pensamiento Nacional se
pueden atender diferentes criterios. Una síntesis podría contemplar los siguientes
ordenamientos y esquemas de abordaje:
1. Aspectos cronológicos: ordenar la elaboración de Pensamiento Nacional atendiendo
períodos y años de producción y edición de las producciones.

2. Procesos políticos y sus manifestaciones intelectuales: puede identificarse la


producción de pensamiento y su relación concreta con proyectos sociales y políticos
específicos. Partiendo de aquí, es posible catalogar a los pensadores en función de su
adhesión a escuelas de pensamiento y en función de producciones ligadas, por ejemplo,
al artiguismo, el rosismo, el yrigoyenismo y/o al peronismo.

3. Tipo de origen: esta categoría vincula al pensador con la disciplina o práctica de la


que proviene. Por ejemplo, y de manera ilustrativa y sintética, podríamos mencionar las
siguientes:
3. a. Pensamiento proveniente del ámbito de las letras, la música o la pintura: José
Hernández, Ricardo Carpani;
3. b. Pensamiento científico-universitario:
-Filosofía: Juan José Hernández Arregui, Carlos Astrada, Amelia Podetti;
-Epistemología o debate sobre la ciencia: Amílcar Herrera, Ricardo Guardo, Ana
Jaramillo, Oscar Varsavsky;
-Historia: Rodolfo Puiggrós, José María Rosa, Fermín Chávez, Eduardo Astesano.
3. c. Pensamiento vinculado a las Fuerzas Armadas: Manuel Savio, Enrique
Gugliarmeli, Enrique Mosconi;

57
3. d. Pensamiento producido en relación a los debates de la Iglesia: Padre Benítez,
Conrado Eggers Lan;
3. e. Pensamiento social y político no académico: Scalabrini Ortiz, Arturo Jauretche,
John William Cooke.
3. f. Pensamiento ligado a los medios de comunicación y la prensa: Rodolfo Walsh,
Rogelio García Lupo.

4. Corriente ideológica a la que se vincula: dicha categoría permite catalogar al


Pensador en relación a la ideología, la doctrina o con la corriente intelectual que
profesa. Un resumen, podría dejarnos como resultado la existencia de Pensadores
Nacionales ligados al:
4. a. Nacionalismo de derecha: Julio Irazusta;
4. b. Nacionalismo de izquierda: FORJA, Rogelio García Lupo, Arturo Jauretche, John
William Cooke durante las décadas de 1940-1950;
4. c. Pensamiento vinculado a la Doctrina Social de la Iglesia y similares: Arturo
Sampay.
4. d. Pensamiento marxista nacional de orientación trotskista: Abelardo Ramos.
4. e. Pensamiento marxista de orientación peronista: Juan José Hernández Arregui, John
William Cooke, Rodolfo Ortega Peña;
4. f. Pensamiento marxista de orientación no peronista: Ismael Viñas, Silvio Frondizi;
4. g. Nacionalismo ligado al Revisionismo:
- Rosista: Fermín Chávez, José María Rosa, Ernesto Palacio;
- Federal: Juan José Hernández Arregui, Norberto Galasso.

Juan José Hernández Arregui introduce el concepto de “conciencia nacional” que


supone que la construcción de la identidad de un país es un proceso que conjuga y
articula a través de la historia, tradiciones intelectuales disímiles e incluso, en el caso
del nacionalismo de derecha -al cual reconoce importantes aportes en su denuncia al
imperialismo-, claramente contradictorias entre sí. Es por eso que Hernández Arregui
establece que:

En el proceso formativo de la conciencia nacional, cada grupo ideológico, aunque sus


militantes, por los intereses de clase que representan, lo ignoran, está relacionado con
los demás. (…) Es secundario aunque importante, que al enfrentar al imperialismo, la
conciencia nacional apele, según los grupos, a supuestos históricos y culturales

58
disímiles, pues lo que interesa es que al borde de las escorias espirituales de la derecha y
la izquierda, crezca la conciencia histórica frente al opresor extranjero. (2005: 339-341)

A modo de conclusión, sólo resta mencionar que todos y cada uno de los aspectos y
categorías tratadas aquí, deben ser relacionadas y adecuadas al contexto específico de
cada momento histórico. Son esquemas para pensar la realidad y no viceversa, y es por
eso que las presentamos como guías para reflexionar sobre el Pensamiento Nacional y
no para agotar el debate o las contribuciones que otras miradas puedan otorgar. Hecha
está aclaración, es oportuno poner especial énfasis en una cuestión central: no hay
Pensamiento Nacional que no discuta, a su manera y desde su espacio específico, el
problema de la dependencia. Asimismo, es innegable que el Pensamiento Nacional se
vincula directamente con la política proveniente de las organizaciones libres del pueblo
de donde nace y hacia donde se conduce en el proceso de formación y ascenso de la
Conciencia Nacional. Además, queremos resaltar que muchos de los debates del
Pensamiento Nacional se corresponden a las cinco claves diseñadas por Ibáñez y
comentadas por nosotros aquí. Sobre este esquema general, debemos recordar que la
reflexión sobre la producción de nuestros pensadores nacionales, debe articularse con el
momento histórico en donde se escribe o se reflexiona, con los procesos políticos y las
clases sociales con las que se vincula el pensador, sea a su favor o en su contra, y
además, respecto a la inscripción disciplinar que guía su producción intelectual y
respecto a la corriente ideológica en la que se encuentra inscripto.

59
Hernández Arregui y la sociología argentina29

Juan José Hernández Arregui: un olvidado de la sociología argentina

Juan José Hernández Arregui (1912-1974) desarrolló un aporte sustancial al estudio de


la sociología del país y en varios aspectos, cuestión que le otorga una inmensa
actualidad, superó el esquematismo de las corrientes de pensamiento hegemónicas en
los ámbitos académicos. Pese a sufrir la destitución violenta de sus cátedras por
intermedio del golpe militar de 1955, de ser parte de un ocultamiento ejercido por el
aparato de la prensa y las instituciones oficiales de la cultura, no le impidieron ser uno
los intelectuales argentinos con mayor impronta en los debates de los ambientes
juveniles y políticos de los años sesenta y setenta. Sus obras principales, Imperialismo y
Cultura (1957), La Formación de la Conciencia Nacional (1960), ¿Qué es el Ser
Nacional? (1963), Nacionalismo y Liberación (1969) y Peronismo y Socialismo (1972),
fueron leídas y estudiadas masivamente hasta el año 1976.
La sociología de Hernández Arregui implicó una puesta en cuestión de los cruces entre
la ciencia, el campo intelectual y la política argentina. Su fuerte compromiso político
con el radicalismo yrigoyenista30 primero y con el peronismo después, lo distanciaron
de las agendas de discusión y de las conductas tradicionales de los miembros de las
universidades, afines a la corrientes de pensamiento liberal, desarrollistas o de izquierda
europeísta. La relación estrecha entre política y universidad31 existió siempre, pese a
que se lo niegue en nombre de la autonomía académica o la neutralidad científica. Lo
que no es habitual, y que caracterizó la experiencia de Hernández Arregui, es el cruce
entre el desarrollo científico y su férreo apoyo a los gobiernos de contenido nacionalista
y popular.

29
Marzo de 2010.
30 Arregui se vinculó a la UCR y ante el ascenso del peronismo se distanció del partido. Norberto
Galasso se refiere a su salida del radicalismo de la siguiente manera: “El 10 de febrero de 1947 dirige una
carta al presidente del Comité de la provincia, Dr. Arturo H. Illia, donde se desvincula del radicalismo.
(…) Se considera ya ligado estrechamente al movimiento que acaudilla Perón, pero sin embargo, no
milita en el peronismo cordobés.” (Galasso, 1986: 45-47)
31 Por ejemplo, el liberalismo porteño unitario que fue enemigo de figuras como las de José San Martín y
los caudillos federales y de la mano de Bernardino Rivadavia, impulsó la apertura de la Universidad de
Buenos Aires (1821). Joaquín V. González que promovió la nacionalización de la UNLP en 1905 y llegó
un año después a su presidencia, fue ministro y hombre político de los gobiernos de Julio Roca y de
Manuel Quintana. Ambas instituciones y sin negar sus particularidades propias, tuvieron en común una
intencionalidad política y fueron instrumentos de formación de las elites de la oligarquía y el status quo
liberal.

60
La interpretación habitual de profesores de las universidades tradicionales argentinas,
definió a las figuras ligadas a los procesos políticos populares como Juan José
Hernández Arregui, Eduardo Astesano, Raúl Scalabrini Ortiz, Arturo Jauretche, José
María Rosa, Fermín Chávez o Abelardo Ramos, como parte de una supuesta
representación de una intelectualidad sin luces y carente de mayores compromisos con
la ciencia, más allá de sus intereses partidarios.32 A Hernández Arregui y a muchos
intelectuales de fuerte peso en la cultura argentina de su época, las corrientes oficiales
de la academia los presentan como “ensayistas” que no forjan ciencia sino que harían
solamente “opinión” por ser pensadores carentes de “objetividad.” Dicha simplificación,
lamentablemente, continúa presente en las actitudes de los académicos y de las
instituciones de cultura oficiales.
Una interpretación reiterada en los ámbitos académicos es la que se organiza a partir de
la implantación de supuestos como el “cientificismo”, a partir del que se introduce una
aparente diferencia entre las “ciencias independientes” y la “actividad política.” Tal
cuestión fue analizada críticamente por Oscar Varsavsky que alcanzó conclusiones
terminantes cuando estableció que:

La ciencia actual, en resumen, está adaptada a las necesidades del sistema social cuyo
factor dinámico es la producción industrial masificada (…) cientificista es el
investigador que se ha adaptado a este mercado científico, que renuncia a preocuparse
por el significado social de su actividad, desvinculándola de los problemas políticos
(…) es un factor importante en el proceso de desnacionalización que estamos sufriendo;
refuerza nuestra dependencia cultural y económica, y nos hace satélites de ciertos polos
mundiales de desarrollo. (1974: 42 y 39)

Tal como estableció Oscar Varsavsky, la ciencia, el poder y la política caminan por un
mismo andarivel y la acción universitaria debe ser analizada a la luz del orden social en
el cual se inscribe. A las interpretaciones cientificistas mencionadas se le suman
discusiones banales sobre la teórica distancia que existiría entre el “ensayo” y la
“ciencia objetiva.” Ambas concepciones operan como una justificación a partir de lo

32 Arturo Jauretche se refirió a la acción de la dictadura y de los interventores universitarios de la


siguiente forma: “Para el “medio pelo” todo producto industrial argentino es flor de ceibo. (La humilde
flor de ceibo fue declarada flor nacional hace muchos años. No es que sea fea, lo que la desacredita es que
es nacional…). (…) “Flor de Ceibo” comenzó a ser el profesor universitario que no salía de las
consagraciones de la intelligentzia también de derecha e izquierda. En 1955 no hubo dificultades de
izquierda a derecha para excluirlos de la universidad. Pero no se los excluyó en función de su aptitud
técnica en que supuestamente los “flor de ceibo” eran inferiores, según las medidas técnicas de la
intelligentzia. Se los excluyó en cuanto eran expresiones de lo nacional y el peronismo fue el pretexto.
(…) El crimen fue pensar y establecer jerarquías intelectuales fuera de los cauces predeterminados.”
(Jauretche, 2006: 314-317)

61
cual la escasamente fértil sociología argentina, desplazó del campo de estudio a
intelectuales de envergadura cuyas obras son un importante aporte al campo del
pensamiento y las ciencias sociales y humanas. El ocultamiento de estos intelectuales y
la recuperación de otros personajes de nulo o escaso valor analítico, más allá de sus
apoyos a las elites de turno, es presentado como un problema académico cuando, por el
contrario, es una operación política.
El letargo oscurantista de la dictadura de 1976 y el cariz liberal y conservador de las
universidades al regreso de la democracia en el año 1983, no fueron los mejores ámbitos
para la recuperación33 de las obras de Hernández Arregui entre los estudios de las
ciencias sociales argentinas. En este cuadro, es que consideramos oportuno acercarle al
lector algunas ideas del autor sobre la sociología argentina. Dicha recuperación reposa
en la certeza de que sus investigaciones históricas, sus esquemas de análisis y sus
opiniones sobre diversos temas, son un aporte fundamental para los estudios de la
sociología y la ciencia política actual.

Arregui y los estudios de la cultura nacional

El nacionalismo es el aspecto principal, al que debe subordinarse el problema de


clases.” (Astesano, 1972: 205)

El tópico central de la obra de Hernández Arregui se estructura en torno de los debates


de las ciencias sociales y humanas en el contexto del nacimiento de los Estados
nacionales. En sus estudios, los nacionalismos y el movimiento cultural del siglo XIX
europeo, son interlocutores reiterados. A partir de dichos procesos, Hernández Arregui
examina la construcción de los Estados en América latina y además, los utiliza para
analizar el desenvolvimiento de la historia y la cultura del siglo XX y en especial, los
interpreta a la luz del desarrollo y la consolidación del Estado argentino.
La cultura en sus diversas dimensiones, y la labor de los intelectuales vinculados a la
sociología en particular, es analizada en relación con el proceso de formación de la
nación. En este marco, no es casualidad que su primer libro publicado en el año 1957
lleve el nombre de Imperialismo y Cultura, denominación que implica como supuesto
que la historia de los procesos culturales y de las ideologías, debe ser analizada a la luz
del problema nacional, cuya contracara en el Tercer Mundo es la dependencia y el
imperialismo. El análisis de la cultura sin el estudio del fenómeno de la dependencia, la

33 En el Anexo II se mencionan un conjunto de trabajos sobre la obra de Hernández Arregui.

62
historia, la economía y el imperialismo, es un ejercicio carente de sentido y es por eso
que Hernández Arregui sostiene que:

En este trabajo la crítica estética cede a la historia crítica de las ideas. El punto
de partida es la consideración de la actividad cultural como ideología, y en
especial, con relación a la literatura en tanto personificación encubierta de un
ciclo económico. (1957: 2)

En esta línea de argumentación y refiriéndose a un grupo de intelectuales y hombres de


la cultura cuyas obras aparecen analizadas en la obra mencionada, sostuvo:

La finalidad es probar como esa generación fue instrumento del imperialismo que se
valió de ella para reforzar la conciencia falsa de lo propio y desarmar las fuerzas
espirituales defensivas que luchan por la liberación nacional en los países dependientes
colocados en el cruce de la crisis horizontal y vertical del capitalismo como sistema
mundial. (1957: 5)

Hernández Arregui interpela y pone en debate el conjunto de instituciones que


estructuran la cultura del país a la luz del problema de la nación atendiendo que: “La
conciencia nacional es la lucha del pueblo argentino por su liberación” (2004: 43). La
noción de “conciencia nacional” supone la capacidad política de una comunidad para
implementar soluciones a sus desafíos históricos y alcanzar la emancipación de las
organizaciones libres del pueblo. Como se observa en su planteo, los individuos
productores de cultura en su actividad intelectual acompañan o retardan la formación de
la conciencia nacional y la organización política del pueblo para liberarse de la opresión
neocolonial. Hernández Arregui establece que el proceso de conformación de la
conciencia nacional se organiza a través de instituciones como los partidos políticos, la
iglesia, las fuerzas armadas, la prensa o las universidades. Dicha perspectiva de análisis
cultural, que desarrollamos más adelante, será aplicada al examen de los orígenes y las
funciones de la sociología argentina.
La “conciencia nacional” en la definición del autor aparece como resultado de un
proceso histórico de avances y retrocesos políticos, sociales, económicos y culturales,
que transcurren de manera conflictiva y contradictoria. En dicho proceso de
conformación de una identidad cultural capaz de garantizar la independencia política y
social del país, coexisten diversas corrientes históricas e ideológicas, incluyendo

63
tradiciones culturales disímiles como el nacionalismo34 religioso o secular y las ideas de
izquierda.35 Hernández Arregui distinguió en el universo de ideas y tradiciones dentro
de la “izquierda” a dos agrupaciones diferenciadas. Por un lado, a la corriente que
podemos llamar europeísta; y por otro, a la que denominó como izquierda nacional que
en sus palabras:

Concilia el marxismo con la realidad del país (…) por izquierda nacional, en un país
dependiente, debe entenderse en sentido lato, la teoría general aplicada a un caso
nacional concreto, que analiza a la luz del marxismo, en tanto método de interpretación
de la realidad, y teniendo en cuenta, en primer término, las peculiaridades y el
desarrollo de cada país, la economía, la historia y la cultura en sus contenidos
nacionales defensivos y revolucionarios, y coordina tal análisis teórico con la lucha
práctica de las masas contra el imperialismo, en el triple plano nacional,
latinoamericano y mundial, y en este orden. (2004: 350 y 369)

La izquierda europeísta la identificó en el Partido Socialista y el Partido Comunista. En


este marco, mencionó a intelectuales y políticos como Juan B. Justo o Américo Ghioldi
a los que vinculó ideológicamente a las acciones de divulgación de la historia oficial de
Bartolomé Mitre y de las tesis de civilización y barbarie de Domingo Faustino
Sarmiento. En el terreno político, el autor remarcó críticamente los enfrentamientos
desarrollados por ambos partidos contra figuras populares como Hipólito Yrigoyen o
Juan Perón y aludió además, a su tendencia a promover el libre cambio en la economía
que obstruyó la industria argentina. Por último, y cuestión central que los diferencia de
la izquierda nacional, Hernández Arregui reveló su incapacidad para denunciar la acción
imperialista en el continente.

34 En La formación de la Conciencia Nacional y dentro del “nacionalismo” Arregui remarca la


importancia de Leopoldo Lugones, de Carlos Astrada, de Ernesto Palacio y de José María Rosa; de José
María de Estrada dirá que: “es un ensayista honrado” ; de Carlos Ibarguren -y pese a las críticas que le
hace- le reconoce que: “propiciaba una legislación social avanzada y era, además, proteccionista en
materia económica.” (Hernández Arregui, 2004: 171, 189)
35 De la izquierda socialista Arregui resalta, aunque con reservas, las figuras de Alfredo Palacios, de
Leopoldo Lugones, de José Ingenieros, de Manuel Ugarte o de Ricardo Rojas: “Bajo la dirección de Juan
B. Justo y del aparato burocrático -que supervivió hasta 1945-, argentinos con conciencia nacional y
antiimperialista como Manuel Ugarte, José Ingenieros, Leopoldo Lugones, etcétera fueron radiados a
través de esta secta mezquina y extranjera. Estos argentinos, que militaron en el socialismo, debieron
alejarse de la política y fueron canonizados como poetas, historiadores o maestros de la juventud.”
(Hernández Arregui, 2004: 90)

64
Sobre el nacionalismo, Hernández Arregui tuvo una posición crítica centrada en la
incapacidad de dicha corriente intelectual36 de acercar sus posiciones de defensa del
patrimonio nacional a las luchas populares. En varios casos, mencionó que su práctica
incluyó acciones y manifestaciones públicas en contra de los programas de gobierno de
contenido popular. Asimismo, les reconoce cuestiones positivas:

El mérito cierto del nacionalismo argentino y su verdadero aporte a la formación de la


conciencia nacional ha sido su labor historiográfica que, despecho de su ideologismo, ha
liquidado, a través del examen crítico de las fuentes, la colación de textos, la
exhumación de tradiciones orales y los veneros autobiográficos poco conocidos u
ocultos por la historiografía liberal. (2004:204)

En este cuadro, Hernández Arregui reconoce que el nacionalismo promovió una


denuncia del imperialismo y una crítica al liberalismo contribuyendo al cuestionamiento
del proyecto neocolonial.
En relación a estas dos grandes corrientes de pensamiento escribió a lo largo de su
prolífera obra, una historia del desarrollo de la cultura. En este cuadro, remarcó la
importancia cumplida para la formación de “conciencia nacional” de algunos
intelectuales y políticos de diversa ideología o de diferentes campos de acción. Entre
ellas, mencionó particularmente a Carlos Astrada37, Rodolfo Mondolfo38, José María
Rosa39 y a Abelardo Ramos40 en el campo historiográfico. El autor reconoció que en el
campo literario41 individuos como Leopoldo Lugones42, Manuel Gálvez43 o Roberto

36 “El nacionalismo de derecha, a pesar de algunas notas genéricas que lo tipifican no ha sido un partido
político, ni un sistema de ideas, ni una secta ideológica homogénea. Une a sus adherentes un
sentimiento.” (Hernández Arregui, 2004: 129)
37 “Carlos Astrada actualmente en el marxismo, es una mente que maneja con seriedad profética los
supuestos y técnicas de la filosofía.” (Hernández Arregui, 2004: 167)
38 Hernández Arregui le reconoce a Mondolfo su condición de “maestro.” Mondolfo cuestionó algunos
aspectos de su obra y pese a sus polémicas, en el año 1963, Harnández Arregui sostendrá que: “Hasta mi
venerado maestro Rodolfo Mondolfo, aunque por causas comprensibles en un europeo, y con la elevación
de su ilustre ancianidad, dudo de la dureza de los juicios formulados en mi libro La Formación de la
Conciencia Nacional.” (Hernández Arregui, 2002: 19)
39 Entre los historiadores revisionistas rescata a Ernesto Palacio y a José María Rosa: “Éste último desde
el punto de vista estrictamente historiográfico, es el más importante por la documentación que maneja y
su frecuentación en los archivos. (…) En cuanto al método José María Rosa le debe al marxismo más de
lo que confiesa.” (Hernández Arregui, 2004: 205 y 208)
40 “Jorge Abelardo Ramos no maneja una documentación inédita. (…) Bien es recreada por la
originalidad interpretativa de Ramos, a lo cual contribuye la fuerza literaria del autor, como el método
marxista que hace de soporte teórico (…) ha realizado la primera síntesis madurada de un revisionismo
histórico de izquierda.” (Hernández Arregui, 2004: 371 y 376-377)
41 La reivindicación de dichos escritores se vincula directamente a que Hernández Arregui adhiere al
realismo literario ya que en su opinión: “Tanto Gálvez como Arlt, los escritores más importantes de este
período, apelan al realismo. Imaginativo y siniestro en Arlt. Directo y Humano en Gálvez. Pero los dos
han dado novelas de ambiente propio. El realismo literario era y es la tendencia que exige un país
construido con materialidades, sin complejidades excesivas y sin tradiciones decadentes auténticas.

65
Arlt,44 habían tenido la capacidad de encarnar y transmitir valores nacionales. En su
reconstrucción de la historia cultural del país, planteó que el grupo Fuerza de
Orientación de la Joven Argentina (FORJA) y en especial Raúl Scalabrini Ortiz,45
expresaron lucidamente los conceptos nacionalistas.46 Es interesante ver cómo FORJA,
en la opinión de Hernández Arregui, sintetiza en varios aspectos la contracara de la
sociología argentina. Según el autor, dicho movimiento representó un retorno a las ideas
federalistas y nacionalistas de Yrigoyen, una vuelta a las ideas originales de la reforma
de 1918, la formulación de un pensamiento argentino no europeizado y una defensa de
la revolución latinoamericana y antiimperialista (2004: 224).
Contrariando a sus opiniones sobre FORJA, estableció que la sociología argentina, en
particular aquella ligada a la intervención de la UBA pactada con Eugenio Aramburu en
1956, asumió una función poco auspiciosa para la cultura nacional apuntalando los
gobiernos golpistas y oligárquicos al mismo tiempo que introducía una acción
extranjerizante en la cultura. En su opinión, una de las falencias más graves de Gino
Germani y la sociología de la UBA, eran su escasa referencia a la historia argentina y
del continente la hora de interpretar la realidad del país.

Ciencias sociales y peronismo

Son funciones de las universidades de las cuales no podrán apartarse (…) Afirmar y
desarrollar una conciencia nacional histórica, orientando hacia esa finalidad la tarea de
profesores y alumnos; (…) El profesor Titular no podrá defender intereses que estén en
pugna, competencia o colisión con los de la Nación, provincias o municipios, salvo los
casos de defensa de intereses personales del profesor, su cónyuge, ascendientes o

Salirse del realismo en la Argentina es pura imitación. La literatura realista en la Argentina todavía tiene
una misión que cumplir.” (Hernández Arregui, 1957: 119- 120)
42 Sobre Lugones sostuvo: “Que alcanzó a su pueblo por vía poética. Su grandeza está en ello.”
(Hernández Arregui, 2004: 137)
43 “Manuel Gálvez es el único novelista argentino de significación nacional.” (Hernández Arregui, 1957:
120)
44 “Su literatura no es ni progresista como lo ha pretendido Raúl Larra, ni reaccionaria como lo ha
sostenido Roberto Salama. (…) La obra de Roberto Arlt es indispensable para comprender la psicología
de la baja clase media porteña pauperizada en un momento social de su desarrollo urbano.”(Hernández
Arregui, 1957: 117)
45 “El gran mérito histórico de haber llamado la atención de los argentinos sobre el imperialismo
británico, le corresponde exclusivamente a Raúl Scalabrini Ortiz.” (Hernández Arregui, 2004: 257).
Dicha tesis es polémica y lo enfrentó a fuertes debates con grupos de nacionalistas que reivindicaban la
obra los hermanos Julio y Rodolfo Irazusta y de otros revisionistas como los primeros que denuncian la
acción imperialista inglesa.
46 Ya en Imperialismo y Cultura aparecen menciones a FORJA. En opinión de Hernández Arregui
implicó y conjuntamente a otras expresiones ideológicas un: “Esclarecimiento histórico y cuya prédica
cae sobre una conciencia pública desalentada.” (Hernández Arregui, 1957: 105). Más allá de estas
menciones, es en La Formación de La Formación de la Conciencia Nacional (1960) cuando Arregui
introduce un estudio concreto sobre FORJA.

66
descendientes, siendo pasibles, si lo hicieren, de suspensión, cesantía o exoneración.
(Ley Universitaria Nº 13.031 de 1947)

Hernández Arregui acompañó al gobierno peronista y durante la década que culminó


con el golpe militar en 1955, desarrolló algunas funciones en la universidad47 y en la
radio del Estado. Dicho contexto político, pese a que Hernández Arregui protagonizó
conflictos entre corrientes ideológicas internas al mismo gobierno, fue un ámbito de
debate y de proliferación de la cultura en el cual el autor consolidó muchos de sus
puntos de vista fundamentales, que quedarían redactados en su primer libro
Imperialismo y Cultura.
Hay dos cuestiones centrales que dieron contenido a la cultura del peronismo y debieron
influenciar en Hernández Arregui. Primero y principal, hay que remarcar que la
revolución social, económica y política antiimperialista que implementó el gobierno,
implicó un cuestionamiento de los valores tradicionales de las élites y permitió la
consolidación de nuevos marcos para la cultura y las formaciones ideológicas del país
en todos los campos.48 Asimismo y como segunda cuestión, la etapa del primer
peronismo implementó una gestión cultural centrada en la democratización del acceso 49
y la promoción del arte y la cultura nacional. Medidas como la declaración de la
gratuidad universitaria sancionada en el mes de noviembre de 1949, la promoción y
defensa del cine argentino (Krieguer, 2009), la publicación masiva de libros, la
promoción del teatro popular, la creación de la televisión, la promoción del turismo
social, la masificación del acceso a la radiodifusión y la organización de nuevos marcos
normativos (Gené, 2008) o la inmensa inversión en infraestructura educacional
(Segundo Plan Quinquenal, 1953), fueron elementos importantes del proyecto cultural
peronista. El mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores implicó la
posibilidad objetiva para el esparcimiento cultural popular. La década de gobierno
favoreció la elevación del nivel cultural y de debate de las organizaciones libres del

47 Es profesor adjunto de Historia en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación y titular de


Historia del Arte en la Universidad de La Plata. Es profesor adscripto de sociología en la Facultad de
Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. (Galasso, 1986: 51)
48 La ciencia nacional superó muchos de los límites impuestos por el programa de la división
internacional de la producción, el saber y la cultura, que promovieron el perfil agroexportador, atrasado y
sin industria del país. La revolución económica y política generó condiciones para encarar proyectos
como la Comisión Nacional de Energía Atómica, la producción de autos (Rastrojero, El Justicialista,
etcétera) o de aviones (Pulqui II y II, etcétera). La revolución social generó una modificación en la
conciencia de los trabajadores que solamente pudo ser revertida a través de 17 años de gobiernos
fraudulentos y de una cruenta dictadura en 1976.
49 “Hay afán popular por la cultura. Están abiertas todas las fuentes que la producen. Desde la escuela
primaria hasta la universidad. Cualquier argentino, de cualquier condición, tiene acceso a los más altos
grados de instrucción. Los trabajadores tienen derecho a la capacitación y ejercen este derecho
constitucional con verdadero entusiasmo.” (Mende, S/F: 92-93)

67
pueblo y masificó muchas producciones artísticas y sociales a través del apuntalamiento
del apoyo oficial. El contenido antiimperialista del discurso y de los actos de gobierno
ofició como un profundo disparador para la aparición y divulgación de nuevas teorías e
ideologías para interpretar la realidad argentina. Dicho contexto de reverdecimiento de
los debates políticos y culturales fue un marco propicio para la transformación de la
conciencia política de los trabajadores e influyó profundamente sobre los ámbitos de
producción de los intelectuales como Hernández Arregui.
En dicha década, pese a su brevedad en relación a la historia del campo intelectual
argentino, se produjeron importantes avances en disciplinas como la filosofía o la
sociología, de cara a las posteriores transformaciones durante los años sesenta. En este
contexto, el pensamiento argentino ocupó un lugar central en las políticas de Estado que
le brindó un fuerte apoyo institucional y por ejemplo, el Congreso Nacional de Filosofía
que se realizó en Mendoza el 30 de marzo del año 1949 incluyó la participación,
discurso de por medio, del presidente de la nación Juan Domingo Perón. Una figura
prominente del Congreso, que fue Director del Instituto de Filosofía de la UBA, fue el
pensador argentino Carlos Astrada, al cual Arregui menciona en varias oportunidades en
su obra. En el Congreso de Mendoza existió una mesa sobre Filosofía de la Historia, la
cultura y la sociología.50 La participación extranjera y las intervenciones de los
pensadores argentinos,51 dieron envergadura internacional a nuestro incipiente campo de
reflexión filosófica que en su historia posterior, no conocería jamás un apoyo oficial
como el otorgado en 1949. De dicho período, Hernández Arregui rescató
particularmente la influencia de Rodolfo Mondolfo, docente de la Universidad Nacional
de Córdoba e impulsor de los estudios de marxismo52 en Hernández Arregui.
La sociología argentina del período peronista se relacionó estrechamente a las figuras de
Alfredo Poviña y Rodolfo Tercera de Franco que fueron presidente y vice
respectivamente de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS). La

50 Según Luís Farre, la organización contó el apoyo gubernamental y con la participación central de
Ireneo Fernando de La Cruz que fuera Rector de la Universidad Nacional de Cuyo y de Corolario
Alberini. Para Farre; “Dos tendencias polarizaron la atención desde las primeras sesiones: el
existencialismo y el escolasticismo.” (Farre, 1958: 304).
51 Entre los filósofos que participaron en representación del país se destacan las figuras de Coriolano
Alberini (UBA), Nimio de Anquin (UNC), Carlos Astrada (UBA), Henan Benítez (UBA), Carlos Cossio
(UNLP), Rodolfo Mario Agoglia (UNLP), Luis Farre (UNT), Alberto Palcos (UNLP), Juan Pichón
Riviére (UBA), Alfredo Poviña (UBA), Juan E. Cassani (UBA) o Rodolfo Mondolfo (UNT), entre otros.
Del extranjero disertaron y por citar solo algunos, Hans G. Gadamer (Frankfurt) José Vasconcelos
(México), Benedetto Croce (Napoli) o Karl Jaspers (Universidad de Basel). (Jaramillo, 2009).
52 Rodolfo Mondolfo acercó a Hernández Arregui a la lectura de un Carlos Marx distante de las visiones
deterministas y mediado con opiniones del filósofo italiano Antonio Labriola o de Giambattista Vico.
Mondolfo sostuvo que: “La transición de Feurbach a Marx es, en la opinión del propio Marx y de Engel,
transición del naturalismo al historicismo. (…) Marx transporta al terreno de la historia la concepción
esencial del humanismo de Feurerbach.” (Mondolfo, S/F: 85 y 87)

68
institución se fundó en el año 1950 y cumplió un rol importante para la futura
institucionalización de la disciplina en el país y el continente. Ambos intelectuales
además, desarrollaron funciones en el Instituto de Sociología de la Universidad de
Buenos Aires (UBA). Poviña fue Director del Instituto de Sociología y acompañó la
organización en el país del Primer Congreso Latinoamericano de Sociología en
septiembre del año 1951.53 El italiano Gino Germani, quien fuera fundador de la Carrera
de Sociología en la UBA, y pese a sus diferencias públicas con el peronismo, escribió
en el Boletín del Instituto de Sociología durante estos años.54 Analizando las ponencias
del Congreso del año 1951 y atendiendo los debates y elaboraciones de las ciencias
sociales y humanas, se puede aseverar que fue un período importante en la producción
de la sociología y de las ciencias humanas argentinas y sin dichos avances difícilmente
se pueda comprender el campo intelectual de las décadas del sesenta y setenta.
La década del sesenta fue trascendente para la formación intelectual de Hernández
Arregui y también reforzó muchas de sus opiniones políticas que conservó a lo largo de
su vida. El ascenso del peronismo implicó un marco para analizar la sociología
argentina y en especial, aquella surgida tras el año 1956.

La sociología argentina, Gino Germani55 y los golpes militares

En verdad, la Nación y todo proyecto nacional, en el mundo de la periferia siempre


fueron objetos de campañas destinadas a mantener dominio o conquistarlo. Los

53 El Congreso fue organizado por la Asociación Latinoamericana de Sociología y sus ponencias son
publicadas por el Instituto de Sociología de la UBA en los Boletines número 6, 7 y 8. Repasando las
Actas de la Comisión IV, se puede observar la participación de miembros de las universidades de
Venezuela, Chile, Colombia, Nicaragua, Brasil y Perú. En el caso argentino y siguiendo con dicha
comisión, participaron intelectuales de Buenos Aires, Santa Fe, Tucumán y Catamarca. En dichas Actas
aparecen mencionados diversos temas como son los cruces entre la sociología, la filosofía, la
antropología, la pedagogía y la psicología. Se introducen cuestiones de metodología del estudio de la
sociología y de análisis culturales e históricos comparados entre países del continente. El debate con el
marxismo, los estudios de John Dewey, los textos de Pedro Henríquez Ureña, Carlos Cossio, Alfredo
Poviña o las citas acerca de las categorías de Emilio Durkheim, formaron parte de los incipientes debates
de la sociología argentina de la época. Boletín del Instituto de Sociología (1953), Universidad de Buenos
Aires, Facultad de Filosofía y Letras de La Nación, Año XI, Buenos Aires. Nº 8. El Congreso según
Federico Neiburg: “Contó con apoyos oficiales y con la autoridad de visitas ilustres. (…) Como por
ejemplo, el Alemán Hans Freyer, cuya presencia ilustra bien el tipo de articulaciones internacionales
coherente con la sociología dominante en la Universidad bajo la orientación de Baldrich, Poviña y
Tercera Del Franco.”( Neiburg, 1988: 207)
54 “En el Boletín del Instituto de Sociología, dirigido por el propio Tercera del Franco, Gino Germani
suele hacer diversas intervenciones, siempre prudentes, pues oblicuamente presenta sus posiciones
adversas a ese oficialismo político sumado a una sociología comunitarista, que íntimamente lo
horrorizaba.” (González, 2000: 56)
55 Gino Germani nació en Italia en 1911 y llegó a nuestro país en 1934 como exiliado “antifascista.”
Ingresó a FFyL de la UBA en el año 1938 y se relacionó con Ricardo Levene que dictaba la materia de
sociología y fue director del Instituto de Sociología hasta el año 1948, cuando asume Alfredo Poviña.
Luego del golpe de Estado de 1955 va a estar a cargo de la creación de la Carrera de sociología de la
UBA en 1957.

69
argentinos sabemos bien cómo funcionó el famoso dilema Civilización y Barbarie
blandido como verdad científica. Hoy aquel primer término de la vieja disyuntiva ha
sido remplazado por “modernización”, “eficientismo”, o “poder tecnológico contra el
cual no se puede. (Chávez, 1996: 124)

El punto de partida para comprender la obra intelectual de Hernández Arregui y sus


opiniones sobre la sociología, es el examen del estrecho vínculo existente entre la
dictadura impulsada desde 1955 y la universidad. La secuencia de golpes militares e
intervenciones de las instituciones de la cultura desde el año 1955 lo destituyeron56 de
sus cátedras y le bloquearon el ingreso a los ámbitos de debate académico, que fueron
ocupados por los representantes de los partidos políticos que apoyaron la dictadura.57 La
asonada militar que expulsó a gran parte de los intelectuales que habían alcanzado sus
puestos en democracia, dio espacio para que los dirigentes del Partido Socialista y la
UCR intervinieran las universidades con el apoyo explícito y acordado de los golpistas
Eugenio Aramburu e Isaac Rojas.58 No se podía hablar de “autonomía universitaria” o
independencia de juicios, sobre la actitud de un conjunto de intelectuales que, por
ejemplo, habían sostenido un grave silencio frente al bombardeo de Buenos Aires que
dejó como saldo aproximadamente 400 víctimas. El silencio, la justificación, la
aprobación59 de los intelectuales ante tan horroroso hecho de política, sería un
antecedente de su pacto con los sediciosos en 1956.
En este cuadro, Gino Germani y la sociología de la UBA inaugurada en 1956, fueron
interlocutores en la obra de Hernández Arregui. El autor cuestionó con dureza el
compromiso con la dictadura de Gino Germani y de los intelectuales y docentes que
implementaron la intervención universitaria. Su apoyo al terrorismo de Estado de 1956
realizado en nombre de la “ciencia” para Hernández Arregui implicaba tácitamente, un
posicionamiento de apoyo de los letrados al programa político que les entregó las

56 El golpe militar intervino violentamente las instituciones parlamentarias y ejecutivas que eran el
resultado de las elecciones democráticas. Se intervino la CGT (decreto ley 3.032), el Partido Peronista
(decreto ley 3.855), se derogó la Constitución Nacional (Decreto ley 229), se prohibió nombrar la
simbología peronista (decreto ley 4.161), se declaró la ley marcial (decreto ley 10.362). En dicho marco,
de procesaron a gran parte de los funcionarios del sistema político democrático y se expulsaron a los
docentes de las universidades e instituciones educativas. Entre ellos a Juan José Hernández Arregui.
(Manson, 2000)
57 Eugenio Aramburu e Isaac Rojas promovieron la instalación de una Junta Consultiva compuesta por
representantes de los partidos políticos UCR, Conservador, Democracia Progresista, Democracia
Cristiana, Socialista y la Unión Federal. (Galasso, 2004: 11)
58 Para disponer de un estudio de las relaciones entre universidad y el golpe de estado de 1955 ver
Recalde, Aritz y Recalde, Iciar (2007).
59 Ezequiel Martínez Estrada que fue objeto de duras críticas por parte de Hernández Arregui, es un caso
sintomático del apoyo público de varios intelectuales al golpe de Estado. Ver al respecto, su volumen
¿Qué es esto? publicado en al año 1956.

70
instituciones. No existía autonomía o ciencia independiente ya que implícitamente, su
tarea de intervención en la universidad implicaba violar el orden democrático en apoyo
de la nueva gestión, que en opinión de Hernández Arregui:

A fines de 1955, con Aramburu, la Argentina entró de nuevo en la dependencia


colonial. La Argentina, que había rescatado la onerosa deuda externa, contraída por la
oligarquía, ingresó al Fondo Monetario Internacional de acuerdo a las disposiciones de
Bretton Woods en 1944. Con Aramburu empieza la sistemática catástrofe económica,
industrial y financiera que actualmente descalabra al país. Desde entonces, la Argentina
es crónicamente deudora, con una economía estancada, con bajísima tasa de crecimiento
demográfico, una inflación incontenible y una moneda sucesivamente devaluada,
asociado este conjunto de efectos, a una redistribución de los ingresos que han contraído
el mercado interno y reducido el poder adquisitivo de las masas trabajadoras y a la clase
media de menos entradas a límites intolerables. Centenares de empresas argentinas han
sido traspasadas -mediante las devaluaciones- a capitales extranjeros. (1972: 123)

En dicho contexto histórico Hernández Arregui puso en tela de juicio la vinculación


directa que existió entre la violencia política de 1955, el proyecto de extranjerización de
la economía y la función justificadora de la academia. En palabras pronunciadas en
1969: “La universidad autónoma como institución, en más de una década, no ha hecho
oír su voz una sola vez en defensa de los trabajadores y sus exigencias humanas.
Amparada en su carácter apolítico, ha hecho política antiobrera y antinacional” (2004:
153). Las opiniones de Hernández Arregui colocan en el tapete un hecho poco difundido
en la historia de la sociología en el país, que es la aprobación de varios profesores y
funcionarios, pública y manifiesta, al golpe militar de 1955 y a la violencia política
impuesta en el país que incluyó proscripciones, torturas, asesinatos, derogación del
orden legal y la instauración de una seguidilla de acciones militares contra la voluntad
popular.
Asimismo, el pacto de gobernabilidad entre los interventores de la universidad y
Eugenio Aramburu dio apoyatura al nuevo programa económico centrado en el
desplazamiento de la esfera de decisiones desde la soberanía popular y el Estado, al
capital transnacional y la oligarquía. Hernández Arregui, con un profundo y trágico
conocimiento de causa, reconoció que la intervención de la UBA fue el costo político e
institucional que cobraron algunos intelectuales por apoyar el terrorismo60 y la violación

60 La sociología argentina no fue ni el primero ni el último caso en el cual la intelectualidad del país
legitimó la represión de los sectores populares y en la tradición liberal del pensamiento argentino

71
de los derechos constitucionales. Para Hernández Arregui no era posible comprender la
actitud de la sociología bajo la categoría de “autonomía” universitaria sino que, por el
contrario, el acuerdo entre radicales, socialistas y Eugenio Aramburu había contemplado
un apoyo tácito, sino a todas las políticas de la dictadura, sí a las ligadas a la violencia
sobre el gobierno saliente y a la modificación de las políticas económicas de la
revolución nacionalista anterior.

La sociología, el neocolonialismo y la violencia sobre el peronismo

El saber es político en cuanto sirve a la liberación de los hombres o, en otro sentido, en


cuanto la menoscaba. (O´Farrell, 1976: 68)

La interpretación de Gino Germani sobre la política argentina y el peronismo se


organizó en torno de una extravagante y primitiva explicación sociológica que reposó en
gran medida, en el respaldo político de los interventores de la UBA. Más que su
capacidad explicativa y racional fue la razón de la fuerza, y no la fuerza de la razón, la
que dio respaldo a dicha teoría. El disloque en los enfoques y sus dificultades para
comprender la práctica lo llevaron a explicar el peronismo en base a un juego de
“paradojas” entre variables y mezcolanzas de migraciones internas, falta de partidos
políticos, autoritarismo en Europa y su modelo de la “democracia normal.” En su
opinión, las migraciones de población del interior a los centros urbanos generaron una
masa humana en “disponibilidad” y carente de canales de representación, que fue
permeable a una dictadura, paradójicamente, ejercida por Perón a través de una
democracia. En sus palabras:

Se llegó así a otra paradoja, de las que es fértil la historia del país: un
movimiento del tipo fascista desembocó en régimen de indudable carácter
totalitario, pero dotado de rasgos muy distintos de su modelo europeo, un tipo de
autoritarismo basado sobre el consentimiento del apoyo de la mayoría, que por
primera vez pudo expresar su voto en elecciones regulares. (1966: 228)

existieron antecedentes al año 1955. Ya le había dicho Faustino Sarmiento a Bartolomé Mitre: “No trate
de economizar sangre de gaucho (…) es lo único que tienen de seres humanos.” Continuando dicha
escuela, Jorge Luis Borges elevado por la dictadura de 1955 como “escritor oficial” –le fue otorgado el
cargo de Director de la Biblioteca Nacional y la Cátedra de Literatura Inglesa en la UBA- hizo una tarea
apologética de los asesinatos del régimen sosteniendo que: “Después la gente se pone sentimental porque
fusilan a unos malevos. Qué porquería, los peronistas.” (Panesi, 2007: 40)

72
Dicho régimen democrático al ser caratulado de “totalitario” habilitó a Germani a abrir
la posibilidad de que un gobierno militar viabilizara la apertura a una “democracia
normal”, ya que Eugenio Aramburu había surgido:

Después de la caída de dictadores que habían salido de las filas militares y


fueron luego depuestos por los militares en combinación con grupos civiles. (…)
hicieron de gobiernos “amortiguadores”, interregnos que permitieron la
formación de partidos, la realización de elecciones legales y la instalación de
autoridades civiles. (Germani y Silvert, 1966: 243)

En este contexto, Hernández Arregui responsabilizó a Gino Germani de promover dos


de los aspectos característicos que dan cuenta de los objetivos del golpe militar de 1955.
Por un lado, refiere al acercamiento económico, político y cultural del país a la esfera de
los intereses norteamericanos; y por otro, hace alusión al intento de extirpar del sistema
político al peronismo. Sobre el primer aspecto, se puede entrever en las opiniones de
Hernández Arregui una fuerte crítica a la sociología de Estados Unidos ya que:

Esta sociología no va más allá, ni puede ir, de los límites que le asigna el Estado, que ha
convertido a la nación, a raíz de la lucha anticomunista, en una dilatada cárcel, donde
vida privada, intimidades morales y políticas, antecedentes juveniles, secretos de alcoba,
sospechas de espionaje, etcétera., van preparando las condiciones de un fascismo
infinitamente más cruel y refinado que el italiano o el alemán. (…) La libertad
académica en los estados Unidos es una mistificación. El caso de Charles Wright Mills,
conminado a abandonar la cátedra en la Universidad de Columbia por sus valerosos
trabajos sociológicos sobre la realidad norteamericana, puede servir de símbolo con
relación a todo el sistema universitario enmudecido, y que en sociología ha terminado
por convertir a esta disciplina en una mera técnica, o conjunto de técnicas particulares
descriptivas y grises de la realidad envolvente y que, socolor de la “ciencia pura”,
expurgada cuidadosamente de toda crítica al sistema, permanece dormida ante la
necesidad de cambiar la estructura social y cultural de los Estados Unidos. (…) No es
extraño que en un medio así, la sociología se haya convertido en un pudridero
académico donde los profesores se arrastran sin ruido, encerrados en su “especialidad”,
o sea, en discreto acomodo con la voluntad de los monopolios económicos que mandan
sobre la nación, y de los que, en gran parte, esas universidades y fundaciones dependen.
(2004: 28-2)

73
Hernández Arregui parte del supuesto de la existencia de una fuerte relación entre las
políticas del imperio norteamericano y sus instituciones culturales y en especial, hace
referencia a la prensa monopólica y a la universidad. La organización departamental de
la sociología, a la que cuestionó por su “especialidad”, sería una de las manifestaciones
en la que se expresa la dependencia cultural a los monopolios y a los programas de las
multinacionales norteamericanas. Hernández Arregui sostuvo dicha lectura de la obra de
Germani a lo largo de su vida y en su último libro estableció que:

Un buen ejemplo de esta ciencia “apolítica” fue Gino Germani, campeón de una
sociología neutral. Y hoy profesor en EEUU. Una sociología subvencionada por la
Alianza Para el Progreso. La universidad, pues, no es nacional. Es una oficina de
funcionarios administrativos y técnicos de las empresas extranjeras. De becados de
Estados Unidos por fundaciones privadas. Esto es, por los monopolios norteamericanos.
Una enseñanza correlativa a los planes de EEUU. (1972: 152)

Por lo dicho, se deduce que la sociología académica norteamericana era un instrumento


de promoción “científica” de la política neocolonial del imperio que la financia.
Hernández Arregui entiendía que la sociología de Gino Germani había retomado gran
parte de los postulados de la academia norteamericana ya que: “Esta sociología es una
calcomanía yanqui (…) no ha hecho más que un resumen colegial de las falsedades
interpretativas de la oligarquía colonial sobre el país” (2004: 154). La función política
de la sociología implementada por Germani implicaba:

Renovar la tesis de una Argentina de raza blanca, de la baja calidad de la


población criolla, de la superioridad del inmigrante, y como corolario, la
aprobación de la “teoría desarrollista” dictada coactivamente a la Argentina por
Estados Unidos. No en vano, es hoy profesor de la Universidad de Harvard.
(2004: 154)

Germani y la sociología argentina fueron un instrumento divulgador de la ciencia


neocolonial, cuya matriz de pensamiento operó como un medio de implementación de
los proyectos desarrollistas de extranjerización de la economía y la cultura. Dicha
operación científica fue un instrumento de justificación intelectual del programa de la
dictadura, que permitió el ingreso de los monopolios norteamericanos al país, favoreció
la explotación y la perdida del poder adquisitivo y de los derechos sociales de los
trabajadores.
74
La función política de la sociología y de los interventores de la UBA luego del golpe de
Estado fue la de expulsar de las instituciones educativas a los miembros del gobierno
democrático. Se trató, en la terminología de la época, de “desperonizar”, o sea, de
expulsar por la fuerza a todos los docentes de la universidad argentina. Una vez
expulsados los docentes y funcionarios, se inició una acción educativa para desvirtuar la
realidad reciente ya que, según Hernández Arregui: “La `sociología pura` tiene por
objeto apartar al estudiante de los problemas reales del país” (2004: 164). Los
“problemas” a los que refiere en el año 1969 estaban, en su opinión, estrechamente
relacionados al debate sobre los modelos de desarrollo61 inaugurados con el ascenso del
peronismo en el año 1946. Germani, la carrera de sociología de la UBA y el resto de los
interventores de la universidad argentina, puestos por el presidente de facto Eugenio
Aramburu y los gobiernos asentados en la proscripción del partido mayoritario,
cumplían la función iniciada por el imperialismo de impedir el regreso democrático y
legal de la voluntad popular ya que:

Hay que desconfiar de estos sociólogos atorados de estadísticas, de números secos,


fragmentos de la realidad total, y detrás de los cuales, lo que se oculta es la política del
imperialismo cultural. (…) Esta sociología extranjera lo que pretende es desviar a los
estudiantes del país real. (…) No es a Gino Germani a quien negamos. Es a la
Universidad Nacional que contrata semejantes profesores. Hemos elegido al “Signore”
Germani, una paja en un montón de heno, como profesor tipo del coloniaje cultural
entronizado en nuestras altas casas de estudios, por haber orientado durante años una
materia que debe estar en manos de argentinos y no subordinada a los planes educativos
de Estados Unidos para la América latina. (2004: 168-169)

Cuestiones de metodología

No se puede hacer ciencia y técnica sin preguntarnos para qué fin, a quién sirve, si
implica un bien para la sociedad, la nación y la humanidad. (…) Debemos insistir
permanentemente en que la racionalidad científico tecnológica debe estar sometida a la
razón social, a la racionalidad crítica, con decisión y compromiso ético. (Jaramillo,
2006: 55)

61 En la historia del país existieron cuatro modelos de desarrollo, tres de los cuales tuvieron aplicación
histórica. Estos fueron el liberalismo, el desarrollismo, el nacionalismo industrialista popular y el
socialismo. El peronismo fue un programa nacionalista y la gestión de la sociología luego del golpe de
1956 se corresponde con la aparición del programa desarrollista. (Recalde, 2009)

75
Un tema central en Hernández Arregui es su aplicación a los estudios históricos de
categorías del marxismo (Kohan, 2000) aplicadas a la realidad, acompañando lo que
denominó como la corriente ideológica, artística y política de la izquierda nacional. El
marxismo de Hernández Arregui como comentamos anteriormente, se relacionó a los
aportes e interpretaciones de Rodolfo Mondolfo que fueron releídos en el marco de la
política nacional, latinoamericana y anticolonial de los años cincuenta al setenta. Su
concepción marxista de la historia se conformó de diversas tradiciones culturales que se
actualizaron a lo largo de su biografía. Es a partir de aquí, que a lo largo de su obra se
pueden encontrar referencias a Karl Marx, Vladimir I. Lenin, Karl Kautsky, Georg
Lukács, León Trotsky, Ho Chi Minh, Mao Tse-tung, Silvio Frondizi, Jorge A. Ramos,
John W. Cooke, Rodolfo Puiggrós, Frantz Fanon o a Fidel Castro. En sus debates con la
sociología, retomó algunos aspectos del marxismo y, por ejemplo, cuestionó la
operación política de Germani centrada en la articulación del saber con el orden social
dominante y mencionó además, su incapacidad para analizar los fenómenos en su
dimensión histórica.
Hernández Arregui además, debatió un conjunto de postulados que definieron al núcleo
central del pensamiento de Germani para la interpretación de los fenómenos sociales.
Un tema determinante se refiere al lugar que ocupa la estadística en el análisis de los
procesos sociales. En su opinión:

Germani entiende por sociología la recopilación de datos estadísticos y el estudio de


minúsculos problemas de grupos -investigaciones de campo, como se llama- mediante
encuestas, test, etcétera, o sea, de inexpresivos casos sociológicos, contentándose con
describirlos y dejando de lado todos aquellos problemas relacionados con la
transformación social y la forma de encararlos en la práctica. (2004: 143)

La utilización de la estadística por Germani caería en el error teórico de no interpretar


correctamente los fenómenos de transformación social e histórica ya que:

En realidad, esta seudo sociología, desprovista de valor, no ha superado lo que el


fundador de la sociología -Agusto Comte- denominase “estática social”, que es la
observación de los hechos sociales, no en movimiento sino en formas de reposo,
dejando aparte el otro aspecto de la sociología, designado por el mismo Comte
“dinámica social”, es decir, el examen de los fenómenos sociales en estado de cambio
(…) Germani enseña estática, no dinámica social. (2004: 164)

76
Frente a dicho método, Hernández Arregui expone lo que deberían ser las bases para un
análisis de la realidad social capaz de comprender los acontecimientos del país y el
continente en su contenido profundo y cambiante. Frente al estudio estadístico y de la
“estática social” que realizaba Germani, era oportuno incluir los análisis de disciplinas
como la etnología: “la única rama de la sociología en la que los norteamericanos han
hecho aportes efectivos” (2004: 165). Asimismo y cuestión fundamental de su obra, el
autor incluye en la sociología a los estudios culturales, ya que es: “indispensable recurrir
a la sociología de la cultura. Que el señor Germani, estadígrafo, parece ignorar”
(2004:158). Dicha recuperación de la cultura como fenómeno elemental para el estudio
de la realidad social, le permite reconocer que: “es el folclore lo que tipifica una cultura
nacional. (…) La cultura Hispanoamérica, como toda cultura auténtica, es
inconfundible” (2004: 158 y 162). Este punto de partida metodológico lo conduce a
incluir entre las variables del análisis de la realidad de Latinoamérica, la literatura, la
lengua, la música, la pintura o las tradiciones folclóricas de cada región o país.
El análisis cultural implicaba el estudio de la historia de las transformaciones,
continuidades y disputas de poder ya que: “Estas afinidades vienen de lejos, de nuestra
lengua e historia comunes. Se abonan e interfecundizan sobre un principio de
historicidad” (2004: 168).
Los principios teóricos rectores de Germani lo llevaron a conclusiones claramente
encontradas con los planteos de Hernández Arregui. En especial, le cuestionó a Germani
el supuesto de que Argentina se parece más sociológicamente a Europa que a América
latina. El argumento de Germani se centró en que existirían diferencias raciales entre el
país y el resto del continente. Dichas distancias del país con América se
complementaban con los datos de la población urbana, la clase media y la inmigración.
En su polémica con Germani que era teórica, sociológica y política, Hernández Arregui
sostuvo que atendiendo un estudio etnológico, la población porteña y provinciana estaba
más cerca de América que de Europa y que cultural y lingüísticamente, la población del
país tenía similitudes con Bolivia, Chile, México o con Paraguay. La clase media en las
provincias era en general pobre y tenía condiciones de vida y tradiciones propias del
país y distantes de Europa. En sus palabras:

En la Argentina no hay uno, sino tres países: Buenos Aires, el litoral y el interior
mediterráneo, con semejanzas, sí, pero con rasgos diferenciados bien definidos. En
cuanto a la inmigración, ha sido asimilada por el país, no sin deterioros para la cultura

77
nacional, que finalmente ha predominado. La tradición criolla no sólo no ha muerto. Ha
triunfado. (2004: 156)

El análisis histórico de los procesos en la óptica de Hernández Arregui, fue un elemento


central para el estudio de las ciencias sociales ya que otorgaba al investigador variables
de análisis para interpretar los fenómenos, sin las cuales se corría el peligro de
simplificar o desvirtuar la realidad. Los sucesos sociales reflejados por la estadística,
deberían ser analizados a la luz de la sociología de la cultura y a través de la
recuperación de los procesos históricos y la conformación de las relaciones de poder a
través del tiempo.

Docentes peronistas de la carrera de sociología

En lo nacional, la universidad era una isla: caía un presidente bajo un golpe militar. Pero
dentro de ella el ritmo electoral seguía poco menos que normalmente. (…) De pronto, el
país entró por la ventana. Con ejército, policía y todo. (Engers Lan, 1967: 214-215)

Como pudimos observar, Hernández Arregui realizó un fuerte cuestionamiento a la


carrera de sociología de la UBA y a algunos intelectuales relacionados a la disciplina.
Con ellos tenía diferencias políticas y también, como mencionamos, se refirió a la
existencia de distintas maneras de interpretar la realidad. En dicho marco y tomando
distancia con la sociología de Germani, rescató en el Anexo a la segunda edición de la
Formación de la Conciencia Nacional, una “Declaración de los docentes peronistas de la
Carrera de sociología” de diciembre de 1969 (Hernández Arregui, 2004: 414-415).62 La
declaración se relacionó al proceso político que se recuerda como “nacionalización de
los sectores medios” y en especial, varios de los sociólogos mencionados se vincularon
con la génesis de las llamadas Cátedras Nacionales.63
En la declaración se toma distancia de las operaciones políticas de los interventores de
la UBA de 1956 y se estableció que la sociología64 debería servir para poner: “su

62 La firman Roberto Carri, Juan Pablo Franco, Jorge Carpio, Susana Checa, Alcira Argumedo, Gunar
Olsson, Pedro Kroch, Eduardo F. Jorge, María Ernestina Cubiló, Fernando Álvarez, Ricardo Sidicaro,
Ernesto Villanueva, Alejandro Peyrou, Horacio González, Daniel Portela. Adhieren: Cdo. Gral. Valle
(JAEN); Agrupación Peronistas Universitarios (FANDEP); Agrupación Estudiantes Peronistas. Bloque
Peronista Filosofía y Letras.
63 Ver Recalde, Aritz y Recalde, Iciar (2007) o Wainsztock (2009).
64 Entre los sociólogos que continuaron la línea nacional se pueden mencionar a Ernesto Villanueva que
fue Rector en la UBA en el tercer gobierno de Perón y actualmente es miembro de la CONEAU. A Alcira
Argumedo que continuó su labor de formulación de una sociología nacional y entre sus obras se destaca
Los silencios y las Voces en América latina. Notas sobre el pensamiento nacional y popular. A Horacio

78
vinculación práctica y real con el movimiento nacional, que consideran la
profundización de los estudios sobre la realidad argentina y sistematización de la
experiencia colectiva de las masas populares” (2004: 414). Las referencias a lo popular
o al movimiento nacional, hacían mención especial a que: “La incorporación militante a
las luchas populares y antiimperialistas, en las condiciones de nuestra patria, tiene un
sentido concreto, debe hacerse en el movimiento nacional peronista” (2004: 415). El
punto de partida era la mención explícita de que la producción de saber debía articularse
con el proyecto popular.
El paso siguiente implicó tomar distancia de las formas de producción científica de la
sociología de la UBA ya que en sus palabras: “rechazamos todo intento de revivir la
sociología modernizante que actuó como ideología antipopular” (2004: 415). Dicha
crítica abarcó un fuerte cuestionamiento a la disciplina ya que establecieron que:
“consideramos que los sociólogos institucionales, sin distinción de escuelas académicas,
actúan al servicio de la dominación imperialista en nuestro país y en los demás países
que sufren esa opresión” (2004: 415).
La acción de algunos de los sociólogos, en particular en el contexto de las Cátedras
Nacionales, adquirió suma importancia en los años posteriores a la aparición de la
Declaración. Entre ellos y posiblemente, fue Roberto Carri el intelectual de mayor
impronta en las Cátedras Nacionales que continuó una acción teórica y política similar,
en algunos aspectos, a lo establecido por Hernández Arregui. Carri compartió muchos
aspectos del diagnóstico de Hernández Arregui y en especial su cuestionamiento acerca
del rol político conservador de la disciplina ya que, en sus palabras: “la sociología tiene
como fin ocultar la apoliticidad de las relaciones sociales” (Carri, 1968: 1). De la misma
manera que Hernández Arregui, consideró que el conocimiento tenía connotaciones
directas sobre la acción política ya que: “el conocimiento del mundo también es tarea
política o no es verdadero conocimiento” (Carri, 1968: 1-2).

Breves palabras a modo de conclusión

El país necesita una Universidad profundamente politizada; que el estudiante sea parte
activa de la sociedad y que incorpore a la técnica universalista la preocupación por las
necesidades de la comunidad, el afán de resolverlas, y que, por consecuencia, no vea en la
técnica el fin, sino el medio para la realización nacional. (Jauretche, 2004: 138).

González, actual Director de la Biblioteca Nacional y responsable de una prolífera tarea de recuperación
del pensamiento argentino y latinoamericano. La obra de Gunar Olsson quedó trunca por su repentina
muerte en el año 1980.

79
Tal como argumentamos, Hernández Arregui cuestionó con dureza a la sociología
argentina y en especial a Gino Germani. Vinculado a su concepción marxista, creyó que
la producción de conocimiento debía articularse con la emancipación de los sectores
populares. Por eso, su obra se relacionó con la defensa, la justificación y la puesta en
debate del peronismo, que en su opinión expresaba la síntesis del momento más alto de
la conciencia de la clase trabajadora argentina. La historia de las universidades
argentinas ya había conocido dicho intento de vinculación entre sociología y peronismo
tal cual lo había expresado Alfredo Poviña en los primeros años de gobierno. En
realidad, más allá de las opiniones de los sociólogos, la historia misma de la universidad
- tal cual lo muestra Hernández Arregui en su obra-, se relacionó estrechamente al
interés del orden social y al Estado: la historia de la universidad argentina es la historia
de nuestra dependencia cultural.
Hernández Arregui consideró que el saber y la acción política se relacionaban
estrechamente en el camino de formación u obstrucción de la conciencia nacional. En
dicho marco, Germani y la sociología en la opinión del autor, fueron un instrumento de
apuntalamiento de la dictadura que derrocó al peronismo e impulsó un nuevo orden
económico. Hernández Arregui le atribuyó a la sociología una función de divulgación
de una ciencia social dependiente de la norteamericana, cuyo rol era acompañar la
extranjerización del patrimonio material y cultural de la Argentina. El argumento se
centró en que la sociología intentó apuntalar el programa desarrollista de Eugenio
Aramburu y de Arturo Frondizi, que ofició como un medio de justificación del
programa de extranjerización económica. Asimismo, la acción de la sociología implicó
una tarea de justificación de la violencia política contra los opositores y en particular,
contra el peronismo. Por último, Hernández Arregui cuestionó la incapacidad teórica de
Germani para aplicar al estudio de la sociología una perspectiva histórica y dinámica
capaz de contemplar los procesos en su desenvolvimiento e interpretar a los actores
como producto de prácticas y tradiciones previas. El autor planteó que los fenómenos
sociales y políticos debían ser analizados a través de los estudios culturales en una
perspectiva histórica. El marco general de interpretación de los fenómenos sociológicos
debía circunscribirse al problema nacional que dejaba como saldo la condición de
dependencia estructural del país. El problema nacional y el imperialismo, en opinión de
Arregui, debían articular los desarrollos teóricos, cuestión que Germani había
desestimado a lo largo de su obra.

80
La sociología argentina actual tiene vigente éste y otros debates que nos llevan a sus
orígenes fundacionales y nos invitan a interpelar su rol pasado, presente y cuestión
importante, su construcción hacia el futuro.

81
Anexo I - Síntesis biográfica65
Juan José Hernández Arregui (1912-1974). Filósofo, político y ensayista. Adscribió en
su juventud al Partido Radical de la provincia de Córdoba, colaborando con numerosos
artículos en los periódicos Debate, Nueva Generación, Doctrina Radical, Intransigencia
y La Libertad. En 1935, publicó su primer libro de cuentos, Siete notas extrañas.
Durante la década del 1940, estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de Córdoba, en
la que tuvo como principal maestro a Rodolfo Mondolfo, quien lo acercó a los debates
del pensamiento europeo y al marxismo. En el año 1944, se graduó como Doctor en
Filosofía con medalla de oro y diploma de Honor. En el año 1947, tras renunciar al
Partido Radical, se produjo su acercamiento al Peronismo de la mano de Arturo
Jauretche, quien lo llevó a colaborar en el gobierno bonaerense como Director de
Publicaciones y Prensa del Ministerio de Hacienda. En 1948, comenzó su labor docente
en la Universidad Nacional de La Plata siendo profesor en la Facultad de Humanidades
y Ciencias de la Educación, en el Colegio Nacional Rafael Hernández, ambos de la
UNLP y en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. En el año 1951, desarrolló
un programa en Radio del Estado sobre literatura y filosofía en el cual formuló
profundas críticas e interpretaciones sobre la cultura. Publicó en esta época, entre otros,
los trabajos Las corrientes históricas durante el siglo XIX (1951), El siglo XVI y el
nacimiento del espíritu moderno (1952) e Introducción a la historia (1953). El golpe
militar de septiembre de 1955 lo relegó de forma violenta al silencio y al aislamiento,
retirándole sus cátedras universitarias y prohibiendo las revistas, periódicos y medios
masivos de comunicación en donde había publicado. Se sumó en este período a la
Resistencia Peronista y comenzó una ardua labor intelectual y militante, que conjugó
lúcidamente la teoría revolucionaria marxista con el ideario peronista de las masas
trabajadoras. En 1957, publicó Imperialismo y cultura, obra fundamental en la historia
de las ideas en la Argentina, donde analizó la influencia de las ideas dominantes en la
intelectualidad nacional. Poco después, en 1960, publicó La formación de la Conciencia
Nacional, con el objetivo explícito de contribuir desde la izquierda a esclarecer la
cuestión nacional. En 1962, apareció un nuevo libro, ¿Qué es el ser nacional?, en el que
abordó nuevamente la cuestión nacional desde una óptica latinoamericana. En 1964,
junto con Eduardo Luis Duhalde, Rodolfo Ortega Peña, Ricardo Carpani y otros
intelectuales y activistas, lanzó el movimiento CONDOR. Hacia el año 1969 publicó
Nacionalismo y liberación (Metrópolis y colonias en la era del imperialismo) y en 1972,
Peronismo y Socialismo, donde abogó por la transformación del peronismo en un

65 En base a Recalde, Iciar (2008).

82
partido revolucionario capaz de construir el socialismo nacional. El 19 de octubre de
1972, sufrió un atentado político en su domicilio y comenzó a recibir sucesivas
amenazas. Tras el triunfo popular de las elecciones del 11 de marzo de 1973, fue
distinguido como Profesor Emérito de la UBA, recibiendo la distinción en manos del
prestigioso historiador y Rector Rodolfo Puiggrós. Dirigió poco tiempo después, la
Revista Peronismo y Socialismo, que tras la muerte de Perón, en julio de 1974, pasó a
llamarse Peronismo y Liberación, desde donde bregó por la unión del campo
antiimperialista y el fortalecimiento de la izquierda nacional dentro del peronismo. Tras
el recrudecimiento de las intimidaciones de la Triple A viajó a Mar del Plata, donde
sufrió un síncope que le causó la muerte.

83
Anexo II- Volúmenes y capítulos de libro publicados sobre Juan José
Hernández Arregui

Galasso, Norberto, La izquierda Nacional y el FIP. Buenos Aires, Centro Editorial de


América Latina, 1983.
--------------------------, Juan José Hernández Arregui, del peronismo al socialismo.
Buenos Aires, Del Pensamiento Nacional, Buenos Aires, 1986.
--------------------------, Aportes críticos a la historia de la izquierda Argentina. Buenos
Aires, Nuevos Tiempos, Tomo II, 2007.

Ibáñez, Germán, Juan José Hernández Arregui y la Liberación Nacional. Buenos Aires,
Edición Digital, 2004.

Iñiguez Piñeiro, Carlos, Hernández Arregui Intelectual peronista. Pensar el


Nacionalismo Popular desde el marxismo. Buenos Aires, Siglo XXI, 2007.
--------------------------, Pensadores Latinoamericanos del siglo XX. Buenos Aires, Siglo
XXI, 2006.

Kohan, Néstor, De Ingenieros al Che. Ensayos sobre marxismo argentino y


latinoamericano. Buenos Aires, Biblos, 2000.

Molocznik, Maximiliano, Juan José Hernández Arregui y la ontología de la cultura.


Buenos Aires, Mimeo.

Neiburg, Federico, Los intelectuales y la invención del peronismo. Buenos Aires,


Alianza, 1989.

Recalde, Iciar, “Reseña sobre Juan J. Hernández Arregui.” En Diccionario de autores


argentinos. Buenos Aires, Ecuación editores y Petrobras, 2008.

--------------------------“No se olviden de Juan José (Hernández Arregui): la vigencia de


su pensamiento en el Bicentenario de la Patria.” Buenos Aires, Mimeo

Romano, Eduardo, “Hernández Arregui: pensador nacional.” Buenos Aires, Revista


Crisis, Nº 19, 1973.

Sigal, Silvia, Intelectuales y poder en Argentina. Buenos Aires, Siglo XXI, 2002.

Portales Web con información del autor:

www.elforjista.unlugar.com
www.elortiba.org
www.discepolo.org.ar
www.pensamientonacional.com.ar
hernandezarregui.blogspot.com/
sociologia-tercermundo.blogspot.com

84
La universidad argentina: del modelo colonial al reformismo66

En el presente trabajo realizaremos un breve análisis de la historia de las universidades


argentinas en el período que va de la inauguración de la Universidad de Córdoba de
1613, a la aparición del programa reformista del año 1918. En el recorrido tendremos en
cuenta las vinculaciones existentes entre la institución educativa, el contexto histórico,
el modelo productivo y la política. Trabajaremos sobre la hipótesis de existencia de tres
modelos diferenciados de universidad:
1. La Universidad Colonial
2. La Universidad Liberal o de los Abogados
3. La Universidad Reformista

1. La universidad colonial

El origen de la universidad argentina se remonta a la fundación de la Universidad de


Córdoba en el año 161367 como parte de la política de ocupación colonial española. Es
oportuno remarcar, que el territorio de nuestro país formaba parte del Virreinato del
Perú hasta su desprendimiento del Virreinato del Río de La Plata (1776) y la
consecuente desmembración de éste en las naciones de Argentina, Paraguay, Uruguay y
Bolivia. En este marco, la institución cordobesa coexistió con otras como la
Universidad de Chuquisaca radicada en la actual Sucre -Bolivia-, en la cual se educaron
muchos dirigentes que ocuparon lugares prominentes en la política del continente como
fue el caso de Mariano Moreno, Bernardo Monteagudo y Juan José Castelli.
La creación de las universidades se organizó con la finalidad de garantizar la efectiva
ocupación territorial y administrativa de los territorios. La ciudad de Córdoba donde se
radicó la universidad, formó parte fundamental del camino del Alto Perú y fue un nodo
de desarrollo importante en su época. A la primera etapa de ocupación militar ejercida
por España, le siguió la organización de un esquema institucional capaz de garantizar el
ordenamiento político y la posesión económica. Con esta finalidad, se crearon las sedes
de los futuros Cabildos que oficiaron como cabeceras de las actuales provincias

66
Julio de 2010.
67
El obispo diocesano Fray Hernando Trejo y Sanabria realizó un aporte económico para financiar
cátedras de latín, arte y teología sobre la base del Noviciado de los jesuitas existente desde 1607 en
Córdoba. Gregorio XV le permitió a la Compañía de Jesús emitir grados universitarios con autorización
papal en varias ciudades americanas en 1622. (Mignone, 1998: 11).

85
argentinas. Dichas ciudades implementaron sus sistemas normativos a través de la
legislación de Indias, del Derecho de Castilla y del Derecho Canónico (Korn 1936: 28)
y organizaron su sistema político a partir de la llegada de dirigentes españoles
(inmigración). Los primeros pobladores se ligaron estrechamente a las tareas de
ocupación militar y a la organización del sistema de extracción de recursos hacia el
gobierno central y es por eso, que los Cabildos fueron denominados de “Justicia y
Regimiento.” Una vez consolidada la posesión territorial, España se abocó a formar
gobiernos estables en sus colonias con el objetivo de sostener su programa económico y
político. En este contexto, surge la necesidad de abrir universidades para educar a un
conjunto de individuos capaces de apuntalar la administración institucional y de aplicar
la política española en América.
Los dirigentes que ocupaban las funciones de mando eran españoles de origen y por
mucho tiempo las universidades tuvieron como rol fundamental el de preparar a
funcionarios de bajo nivel de responsabilidades de gobierno. Asimismo y dada la
condición racista de la política colonial, no accedían a la educación los representantes
de los pueblos originarios, los mulatos o los zambos como tampoco –por largas
décadas- los criollos americanos. La educación era impartida a grupos reducidos de
personas que conformaban una elite política y cultural.
Las universidades, las escuelas,68 conjuntamente a otras organizaciones ligadas a la
imposición ideológica de las poblaciones originarias (encomiendas) o a las
estrictamente religiosas (iglesias) fueron prácticamente las primeras instituciones
españolas estables abocadas a la producción y divulgación de la cultura. Lo que es más
importante aún, las universidades fueron las instituciones más significativas en la tarea
educativa de España en América. Reprodujeron los esquemas de las universidades
españolas caracterizadas por su fuerte impronta escolástica y religiosa, formación que se
relacionó directamente con la idea de que ésta era la doctrina política del imperio
español, con lo cual, los dirigentes y funcionarios de las colonias debían asimilar la
visión del mundo de la potencia metropolitana. Dichas instituciones impartían el
cúmulo de saberes morales de su tiempo y otros como matemáticas, historia o filosofía.
La Universidad de Córdoba se dividió en dos Facultades:

68
Adriana Puiggrós (2004: 34-35) reconoció la existencia de diversos modelos de escuelas en América.
Mencionó las Escuelas Pías que funcionaban en las parroquias para las poblaciones indígenas y mestizas;
las Escuelas de los Conventos, preparatorias para el ingreso a la universidad; las Escuelas de los
Ayuntamientos para la población pobre; las Escuelas del Rey, controladas por los jesuitas hasta su
expulsión y las Escuelas Particulares, que funcionaban con docentes costeados de manera individual,
generalmente por comerciantes y habilitadas previamente por el Cabildo.

86
a. Facultad de Artes: se estudiaba lógica, física y metafísica según Aristóteles. La
duración de los estudios era de cinco años. Se obtenía el título de bachiller, de
licenciado y de maestro.
b. Facultad de Teología: se impartía el conocimiento de Cánones, moral y teología y
posteriormente, se sumó la escritura y la historia sagrada. A los tres títulos
mencionados, ésta Facultad sumó el de doctor.
Inicialmente, la universidad de Córdoba fue administrada por una línea interna de la
Iglesia denominada Compañía de Jesús que fue creada por Ignacio de Loyola y los
jesuitas. Tras la expulsión de los jesuitas por parte de Carlos III y la creación del
Virreinato del Río de La Plata (1776), la universidad fue controlada por los seguidores
de Francisco de Asís (franciscanos) y se organizó en torno al gobernador de Buenos
Aires y al Virrey, hasta que en el año 1808 fue refundada bajo la denominación de Real
Universidad de San Carlos y de Nuestra señora de Monserrat. La educación impartida
por las universidades coloniales se relacionó estrechamente a la educación de sacerdotes
y de administradores. Para mejorar la formación de éstos últimos, entre los años 1791 y
1793, se organizó la enseñanza de Derecho civil (Del Bello, 2007: 20).
La Universidad de Chuquisaca a diferencia de la de Córdoba, impartió conocimientos
jurídicos desde su origen y es por eso, que muchos intelectuales y políticos pasaron por
sus aulas como mencionamos previamente.

1. a. Educación y producción
El atraso de España en relación a la revolución industrial y a los sistemas productivos
ingleses, fue un factor fundamental para la formación de sus sistemas educativos que
fueron reflejos de un país que no producía mucho de lo que consumía y que importaba
gran parte de las manufacturas desde Inglaterra en pleno proceso de revolución
industrial. El exiguo desarrollo de las industrias de las colonias americanas y su
condición de exportadoras de recursos naturales, generaron escaso incentivo a la
educación productiva o técnica aplicada a la transformación económica del continente.
En dicho marco, la universidad implementó la función de difundir el dogma religioso y
la doctrina política del Estado imperial, centrada en la exportación de los recursos de la
colonia a la metrópoli sin promover industrias en América.
Esto no quiere decir que no se desarrolló la industria en América ya que por el
contrario, se produjo en el continente una fuerte articulación de los modelos productivos
precolombinos con las nuevas formas de acumulación y de trabajo europeo que
culminaron en la producción de tejidos de lana y algodón, en la fabricación de sandalias

87
y otros productos de cuero, en la creación de pólvora, de artesanías en oro y plata, de
carretas o en la promoción de plantaciones en las haciendas y en las estancias que
conformaron fuertes lazos comerciales de un continente que se integraba
económicamente. Dicha integración dio contenido a lo que serían las futuras nociones
de soberanía e independencia nacional.
Un caso excepcional de articulación entre enseñanza y producción, fueron las Misiones
Jesuíticas que implementaron un proyecto productivo y cultural en el que se impartieron
conocimientos para la explotación agrícola y artesanal a los pueblos originarios. En
estas experiencias de carácter comunal se construyeron grandes haciendas de yerba, se
produjeron azúcar, cueros, tejidos y se promovió la formación técnica a los pueblos
originarios para la construcción de artesanías en hierro, en madera o en plata (Astesano,
1986: 88-89).

2. La universidad en la etapa independentista

En el marco del proceso independentista argentino coexistieron diversas tradiciones


políticas e ideológicas a partir de las que se organizaron los proyectos educativos,
incluyendo la universidad. Por un lado, existieron corrientes políticas y culturales que
plantearon la importancia de promover la independencia de España recuperando
territorialmente la unidad del Virreinato e impidiendo su fragmentación en varios
países. Sus promotores impulsaron el desarrollo de la economía y las formas de
producción artesanal del interior del país y el continente y movilizaron detrás de estos
fines a los sectores sociales postergados (pueblos originarios, negros o mestizos). En
términos culturales, estos grupos consideraron que la independencia política no
implicaba la negación de las tradiciones culturales hispánicas y de aquellas provenientes
de nuestro acervo histórico originario. Arturo Jauretche (2008) denominó a estos
políticos e intelectuales como los impulsores de la “Patria Grande” y mencionó a figuras
como José de San Martín, Manuel Dorrego o Juan Manuel de Rosas. Frente al programa
político de la Patria Grande siguiendo a Jauretche, se enfrentó el proyecto de la “Patria
Chica,” que se caracterizó por permitir e incluso promover, la fragmentación del
Virreinato en varios países e impulsó las políticas de apertura económica y de
importación de manufacturas enfrentando a los productores locales. En el plano político,
fueron promotores de modelos restrictivos para el acceso y la participación política que
quedó circunscripta a las elites y a los grupos de poder económico. En el plano cultural,
se caracterizaron por negar la identidad histórica del continente haciendo “tabla rasa” e

88
impulsando el modelo de la razón iluminista (Chávez 1977). Dichos intelectuales y
políticos fueron, generalmente, anti hispanistas y racistas bajo el lema de la civilización
y la barbarie y promovieron los valores y formas de vida y trabajo británicos y franceses
sobre los locales. Jauretche ubicó en este programa político y cultural a Bernardino
Rivadavia y a Bartolomé Mitre.
En este marco, es interesante rescatar la opinión de Adriana Puiggrós (Puiggrós, 2004)
que se refirió a la existencia de diversos modelos educativos en las Provincias Unidas
del Río de La Plata tras la independencia. La autora reconoció cinco modelos: una
“pedagogía liberal radicalizada” y citó a Mariano Moreno y a Simón Rodríguez; una
“educación federalista popular” mencionando a Gervasio Artigas y a Francisco Solano
López; una “pedagogía de la generación liberal del 37” con personajes como Domingo
F. Sarmiento; una “pedagogía liberal oligárquica” citando a Bernardino Rivadavia y a
Bartolomé Mitre; y una “pedagogía tradicionalista colonial anti independentista.” El
esquema de la Patria Chica y retomando el modelo de Jauretche, fue el de la “pedagogía
liberal oligárquica.” Puiggrós menciona un hecho poco difundido en la historia
educativa argentina que es el de la existencia de proyectos educativos entre los caudillos
federales y por ejemplo, refiere a las experiencias de Santa Fe (Estanislao López), de la
Banda Oriental (Gervasio Artigas) o de Entre Ríos (Justo José de Urquiza).

2. a. La Universidad liberal o de los Abogados: la Universidad de Buenos Aires


(UBA)69
La Universidad de Buenos Aires se fundó en el año 1821 por decisión del gobernador
de Buenos Aires, Martín Rodríguez y por intermedio de las gestiones de su ministro
Bernardino Rivadavia y del sacerdote y bachiller en Letras, Antonio Sáenz. Éste último
fue su primer Rector y uno de sus principales promotores. Dicha institución dependía de
la provincia de Buenos Aires y promovió principalmente y a diferencia de la
Universidad de Córdoba, los estudios profesionales en jurisprudencia (abogacía)
desplazando la centralidad y pese a no suprimirlos, de conocimientos como la teología.
Tal cual expresó Puiggrós, Rivadavia era devoto de la “pedagogía liberal oligárquica” y
dicho perfil profesional se vinculó al programa económico agroexportador dependiente
que Jauretche mencionó como parte de la “Patria Chica.”

69
Entre las instituciones que antecedieron a la UBA se deben mencionar el Colegio Unión del Sud (1818)
abierto sobre la base del Colegio de San Carlos (1783-1810). En el se desarrollaron estudios
“preparatorios.” Se creó en este período la Escuela de Matemáticas (1810 - cierra ese mismo año-); la
Escuela de dibujo (1815); la Academia de matemáticas y Arte militar (1816) y la Academia de
Jurisprudencia (1814). (Mignone, 1998).

89
En el plano administrativo, Rivadavia impulsó una centralización educativa repitiendo
el modelo de universidad napoleónico, que implicó que la institución se convirtiese en
el ámbito rector del conjunto del sistema educativo.70 El Rector de la universidad
siguiendo el modelo de organización francés, dependía política y administrativamente
del Estado por intermedio de la provincia de Buenos Aires a través del Ministro.
La formación en jurisprudencia era una competencia vinculada a la administración del
programa de servicios y agroexportador ligado al puerto porteño. En su modelo
educativo no se impulsaron las industrias nacionales y por el contrario, se promovieron
las nociones liberales del libre cambio impulsadas principalmente por Inglaterra y que
en nuestro país ingresaron como políticas de Estado desde el año 1809. Se fomentaron
modelos políticos propios de la tradición europea y se asentaron los principios
ideológicos de justificación de la acción de gobierno porteño que se desarrolló
plenamente durante la gestión presidencia de Bartolomé Mitre (1862-68). Tal cual
expresó Fermín Chávez: “Europeizar significó, para ellos, liquidar valores hispánicos de
América, para dar paso a los valores e ideales anglosajones, representativos de la
encarnación iluminista” (Chávez, 1977: 32).
La organización institucional de la UBA en su proyecto original, constaba de los
Departamentos de primeras letras, de estudios preparatorios, de ciencias exactas, de
medicina, de jurisprudencia y de ciencias sagradas. Según Mignone (1998: 16), la UBA
en sus inicios solamente alcanzó a dictar estudios preparatorios (latín, filosofía, física y
matemáticas), de Derecho y de medicina. La emisión oficial de estos dos últimos títulos
quedaba en manos de la Academia de Jurisprudencia y del Protomedicato creado en
1813. Se impartió una educación liberal y secular apuntando a la formación de
profesionales.
La asunción de Bernardino Rivadavia al mando del gobierno nacional en el año 1826,
implicó la aplicación de un paquete de medidas de gobierno que generaron un profundo
malestar en las provincias argentinas. En particular, fue rechazada la Constitución
centralista, elitista y extranjerizante del año 1826, su política de venta de yacimientos
mineros de La Fátima en La Rioja, el inicio de la deuda externa con un empréstito y sus
negociaciones con Brasil para separar la Banda Oriental (Scalabrini Ortiz, 2004). En
este cuadro de inestabilidad permanente, Rivadavia fue expulsado del gobierno y
asumió Manuel Dorrego, asesinado tiempo después por Lavalle. En este complejo
panorama, se tornó profundamente dificultosa la situación política nacional que entró en

70
En temas educativos, Rivadavia impulsó el método lancasteriano en las escuelas de Buenos Aires y
abrió el Colegio de Ciencias Morales sobre la base del Colegio de la Unión del Sud (Puiggrós, 2004: 58).

90
un estado de guerra civil. Por consiguiente, el funcionamiento de la UBA fue también
tumultuoso.

2. b. La UBA y Juan Manuel de Rosas


Rosas fue gobernador de la provincia de Buenos Aires y representante de las relaciones
exteriores de la Confederación Argentina en dos oportunidades (1829-32 y 1835-52). Su
gobierno intentó pacificar y unificar el país tras los fuertes conflictos políticos
originados por el gobierno liberal y unitario de Bernardino Rivadavia. Con dicha
finalidad firmó el Pacto Federal de 1831, pieza constitucional clave para la organización
política e institucional argentina.
En el año 1832, se formó una Comisión que reorganizó el funcionamiento de la UBA y
que constituyó un gobierno con un Consejo de la Enseñanza y Administración
compuesto por el Rector y por un profesor de cada uno de los Departamentos que entró
en vigencia recién en 1834. En su primera gestión de gobierno, la UBA no conoció
demasiadas modificaciones en su funcionamiento en relación a la etapa anterior
(Ramallo, 1954: 6).
El segundo gobierno de Rosas inició transformaciones en el país que marcaron el
normal funcionamiento de la universidad. Por un lado, sancionó una Ley de Aduanas en
el año 1835 sobre una propuesta del gobernador correntino Pedro Ferre y con la
finalidad de proteger las industrias del Interior. Dicha medida le permitió mejorar las
relaciones con los gobernadores y fomentar la producción artesanal dando estabilidad al
régimen político y crecimiento al modelo económico. Un tema crucial para la época fue
el enfrentamiento político y militar entre el gobierno argentino y Francia en el año 1838
por el intento de la potencia extranjera de imponer condicionamientos al país.71 Al
negarse Rosas a ceder a lo que consideró un atropello a la soberanía nacional, las
potencias europeas iniciaron un fuerte bloqueo económico al país, cuestión que implicó
una caída de la recaudación aduanera y de los presupuestos públicos. A dicho crucial
enfrentamiento de política exterior, se le sumó la guerra con Bolivia y la agresión
militar anglo francesa de 1845 (Rosa 1974).
En este contexto, Rosas redujo el presupuesto a la UBA para invertirlo en los gastos
ocasionados por la guerra y por la defensa territorial. Para suplir los recursos públicos
implementó un impuesto especial a los estudiantes y propulsó un registro de
suscriptores de altos recursos que destinaron dinero a la educación. Pese a este

71
Francia exigió privilegios de sus ciudadanos para evitar el servicio militar y quiso obtener por la fuerza
la libertad de comercio para sus productos. En ese período las potencias ocupaban posiciones coloniales
en África y en Asia. Inglaterra tomó por la fuerza las Islas Malvinas en el año 1833.

91
conflicto, no se produjeron fuertes reducciones de la matrícula universitaria
exceptuando en la Facultad de Ciencias Exactas que dejó de existir. Mientras tanto y
pese a lo severo del conflicto militar, continuaron egresando médicos y abogados en
gran cantidad tal como documentó Fermín Chávez en su estudio de la cultura de la
época (Chávez, 1973). Durante su segundo gobierno, Rosas abrió el Colegio
Republicano Federal, obligó a los egresados de la UBA a jurar a la causa federal,
implementó un servicio social a los egresados de medicina y reivindicó en los
programas de estudio los derechos del país sobre el Paraguay, las islas Malvinas y la
Patagonia.

2. c. La historia oficial y los colegios nacionales de Bartolomé Mitre


Mitre llegó a ser gobernador de Buenos Aires en 1861 y presidente en el año 1862.
Asimismo, se desenvolvió como militar y participó en varios golpes de Estado72 y en la
Guerra del Paraguay y además y cuestión que nos interesa remarcar, se caracterizó por
implementar un programa cultural en el país. Sus aportes principales a la cultura
nacional se vincularon a la institucionalización de la denominada “historia oficial” que
se enseñó en las instituciones educativas, a la fundación de un órgano de prensa (Diario
La Nación) y a la promoción del Colegio Nacional creado en 1864. Escribió la historia
oficial a partir de su obra “Galería de Celebridades Argentinas” y de sus biografías de
José de San Martín y de Manuel Belgrano (Galasso, 1999). En estos trabajos, reivindicó
algunas figuras políticas ligadas a lo que Jauretche identificó como “Patria Chica” y
denostó a otras como Gervasio Artigas o Juan Manuel de Rosas. Dicha matriz de
pensamiento liberal se caracterizó por ser europeísta, elitista, antiindustrialista y
represiva políticamente y favorable a nuestra dependencia con Inglaterra y con Francia.
Dicho proyecto cultural fue uno de los ejes característicos de la formación y los
contenidos del conocimiento impartidos en la UBA y asimilados por importantes grupos
de la intelectualidad de Buenos Aires.
Mitre promovió la centralización de la formación cultural desde la provincia de Buenos
Aires que transfirió su programa ideológico y su historia oficial a todo el territorio. La
presidencia de Domingo F. Sarmiento (1868-74), continuando la línea cultural de su
antecesor, impulsó la apertura de cinco Colegios Nacionales en las provincias y de dos
Escuelas normales cuya finalidad fue educar maestros. Sarmiento además, promovió la

72
Tras la derrota electoral de su partido protagonizó levantamientos militares en septiembre de 1874 y en
junio del año 1880, desconociendo los triunfos de Nicolás Avellaneda y de Julio A. Roca.

92
apertura de otras instituciones educativas y culturales como el Observatorio de Córdoba
o el Colegio Militar de Oficiales.

2. d. El modelo del Paraguay


Paraguay era un territorio del Virreinato del Río de La Plata y tras la Revolución de
Mayo, se incluyó como parte de las Provincias Unidas. En el año 1840 declaró su
independencia de nuestro territorio, que le fue reconocida definitivamente en 1852. A
diferencia del programa agroexportador y liberal argentino aplicado desde 1853, el
gobierno de Paraguay con Gaspar Francia y luego con los Solano López, impulsó un
modelo económico industrialista autocentrado e independiente (Ortega Peña, 1973). El
plan de gobierno incluyó la construcción y la promoción de fundiciones, de
ferrocarriles, de una flota mercante, de un telégrafo y de grandes producciones de
tabaco y de yerba estatales, entre otros importantes emprendimientos públicos. La
aplicación del proyecto articuló el conocimiento científico europeo aprendido por los
estudiantes paraguayos en los viajes de estudio que financió su gobierno, con las
demandas propias del desarrollo nacional. Paraguay fue un pionero en la aplicación
científica y técnica estatal a la producción y se desenvolvió como un país
profundamente avanzado en términos industriales. El programa quedó inconcluso por
efecto de la Guerra de la Triple Alianza. Solano López, según Adriana Puiggrós, se
ubicó en la “educación federalista popular con elementos liberales” y desde aquí, deben
leerse sus iniciativas de apertura de la Escuela Normal, del Colegio del Seminario o de
la Escuela de Impresores y Litógrafos (Rosa 1985).

2. e. Cambios en la Universidad de Córdoba


Luego de la Independencia, la Universidad siguió dependiendo de las Provincias Unidas
del Río de La Plata hasta que en el año 1820, pasó a la jurisdicción de la provincia de
Córdoba y finalmente en 1854, fue nacionalizada. Desde el año 1864 se eliminó la
Facultad de Teología y se introdujeron los estudios de Derecho Civil, acompañando un
ciclo de cambios en la institución que incluyó la apertura de la Facultad de Ciencias
Físico Matemáticas en 1871 y pocos años después, la de Ciencias Médicas (1877) y la
de Filosofía y Humanidades (Del Bello, 2007: 21). De esta manera, la UNC comenzó a
tener un perfil de formación de profesionales similar al impulsado por la UBA.

2. f. El proteccionismo económico

93
Tal cual mencionamos, tanto la Universidad Colonial como la Universidad de los
Abogados, no promovieron las carreras técnicas y tampoco impulsaron el desarrollo de
la industria nacional. Esta tendencia se agudizó desde 1853 cuando se impuso el libre
comercio y se difundió el programa agroexportador que incluyó la importación masiva y
sin trabas de las manufacturas británicas a través de los puertos y los ferrocarriles.
Dicho programa desestimó a la industria y junto a ella, los debates sobre la posibilidad
de promover una educación técnica para industrializar el país.
Fueron las crisis económicas mundiales y no tanto las producciones de la universidad,
las que alertaron sobre la dependencia y la vulnerabilidad del modelo agro exportador
del país. Producto de la crisis económica de 1873, se retraen las financias públicas y las
actividades comerciales. En este contexto, se produce un debate sobre la necesidad de
aplicar una Ley de Aduana que y siguiendo la norma del año 1835, promueva la
industria nacional y permita aumentar los erarios públicos. Las figuras más prominentes
de dichos debates fueron Carlos Pellegrini y Vicente Fidel López que conjuntamente a
Rafael Hernández, abrieron el Club Industrial Argentino en 1875 y promulgaron la Ley
de Aduanas de 1876, que inició nuevas perspectivas para los estudios económicos en el
país (Gugliarmelli, 2007). Pese a que estos planteos no ingresaron masivamente a la
universidad, fueron un antecedente importante para la formación de nuevas escuelas de
pensamiento, de actividades científicas aplicadas a la innovación y para la promoción de
las actividades industriales.

2. g. La organización nacional con Julio Argentino Roca


Julio Argentino Roca fue presidente del país en dos oportunidades (1880-1886 y 1898-
1904). Este dirigente implementó la institucionalización definitiva del modelo
agroexportador iniciado en 1853. Tras este objetivo, derrotó militarmente a Mitre en
junio de 1880, centralizó el monopolio de la violencia en el Estado nacional e impulsó
la estabilización política de las provincias. Su acción contempló la ampliación de la
frontera productiva argentina con las campañas al falsamente denominado desierto73 y
con la entrega de grandes superficies de tierras promoviendo la consolidación de la
“oligarquía” argentina.
Posteriormente a su enfrentamiento con el mitrismo y con las poblaciones originarias,
Roca se abocó a la organización del Estado. Con esta finalidad culminó la aplicación de
la Ley de capitalización sancionada por Avellaneda fundando ciudad de La Plata en

73
La idea de “desierto” escondió la existencia concreta de poblaciones y justificó su consecuente
exterminio.

94
1882. El segundo gobierno de Roca encontró al mando de la cartera de Guerra a Pablo
Ricchieri, militar que promovió la aplicación del servicio militar obligatorio74 y que
impulsó la modernización del ejército argentino que va a implementar importantes
iniciativas científicas bien entrado el siglo XX.
En el plano educativo, su gobierno sancionó la Ley 1420 de 1884 que estableció para
todo el país la educación primaria, laica y obligatoria. Antes de la sanción de la ley, se
organizó un Congreso Pedagógico en el cual se discutieron las bases del ordenamiento
educativo y en donde quedaron expresadas las diferencias entre el representante del
gobierno, Onésimo Leguizamón y los políticos y educadores católicos. La
obligatoriedad educativa y la separación entre religión y educación, favoreció la
uniformidad cultural de las diversas colectividades de inmigrantes que componían la
población mayoritaria del país y que hablaban distintas lenguas y tenían historias y
tradiciones diversas. Durante el gobierno de Roca se construyeron muchos
establecimientos educativos que, según Galasso pasaron de 1214 en 1881 a 1804 en
1886, es decir un aumento del 50% (Galasso, 2000: 18).
Complementado el ordenamiento institucional mencionado, Nicolás Avellaneda que en
ese momento era Rector de la UBA, presentó un Proyecto de ley universitaria en el año
1883. El proyecto fue debatido en el Parlamento y en una extremada síntesis, se puede
establecer que existieron dos grandes posiciones al respecto. Por un lado, estaba el
punto de vista de Avellaneda que quería dotar a las universidades de mayores potestades
y por ejemplo, propuso designar a los profesores por intermedio de concursos internos
con la participación de jurados docentes. Por otro lado, se expresó el Ministro de
Justicia, Culto e Instrucción Pública, Eduardo Wilde, que recomendó que el Estado
tenía que disponer de mayores funciones en el control de la institución, incluyendo la
designación de los docentes por parte del Poder Ejecutivo.
Finalmente tras los debates, se promulgó la Ley 1597 de 1885 recordada como “Ley
Avellaneda.” La norma tenía solamente 4 artículos y establecía la posibilidad de que
cada universidad dicte sus estatutos atendiendo el esquema de la ley. El Rector era
nombrado por una Asamblea Universitaria que contaba con representantes de todas las
Facultades. El texto mencionó un Consejo Superior presidido por el Rector, los Decanos
y representantes nombrados por éstos últimos. La elección de los profesores quedaba
sujeta a la opinión del Poder Ejecutivo que debía nombrarlos a través de una terna
presentada por el Consejo Superior. El texto indicó además, el cobro de aranceles por

74
El servicio militar desarrolló funciones educativas vinculadas a la homogeneización cultural de los
inmigrantes y a la enseñanza de la lectoescritura.

95
parte de las universidades (derechos universitarios) y estableció la facultad de las
universidades a emitir los diplomas como órganos delegados del Estado nacional.
Tal cual se puede leer en la ley, las Universidades y las Facultades disponían de un
gobierno propio, cuestión que está vinculada estrechamente a la noción de autonomía
universitaria y a la propuesta de Avellaneda. Asimismo y tal cuál quedó expresado por
la forma de seleccionar los docentes, el Estado tenía importantes competencias para el
control de la Educación Superior.
Las universidades en consonancia con el modelo político nacional, eran profundamente
elitistas e ingresaban a sus aulas solamente los sectores dirigentes posibilitados de
cubrir los costes educativos. Según datos de Del Bello (2007: 31) en un país con una
población de 4 millones de personas en la UNC, había solamente 173 estudiantes y en la
UBA 602, o sea 0,2 estudiantes cada mil habitantes. Asimismo y dadas las dificultades
de ascenso social, la universidad se conformó tradicionalmente con jóvenes de clase alta
y ofició como un medio de perpetuación del esquema político de la oligarquía. Ernesto
Palacio refirió a este rasgo de la siguiente manera:

La Universidad organizada por Avellaneda continuaba dando hornadas de profesionales,


entre los que descollaban los abogados, mimados y favoritos del régimen, ya que entre
ellos se reclutarían los ministros y parlamentarios indispensables para su correcto
funcionamiento. Recibían la preparación adecuada a la función a que los destinaba, pues
salían de las aulas convencidos de que el capital extranjero (y sobre todo inglés) era no
sólo un factor de la producción, sino un beneficiario que merecía especial reverencia; de
que los servicios públicos debían estar a cargo de empresas privadas, por que el Estado
(sobre todo el argentino) era “mal administrador”; de que nuestras finanzas dependía del
crédito europeo, al que había que cuidar, ahorrando sobre la “sangre y la sed” de los
criollos; de que constituíamos un “emporio agrícola ganadero, destinado a cambiar
perpetuamente materias primas por manufacturas británicas. (Palacio, 1960: 300)

Su formación, en consonancia con el perfil agroexportador del país y con la matriz


cultural promovida por la UBA, se relacionó a la tradición enciclopédica, europeísta y
liberal.75 La clase dirigente educó a la juventud en el liberalismo conservador, el
positivismo y en algunas instituciones como la Universidad de Córdoba, siguió teniendo
fuerte importancia la promoción de marcos teóricos cercanos a la tradición del
catolicismo.

75
Osvaldo Magnasco que fue Ministro de Justicia e Instrucción pública de Roca, intentó modificar sin
éxito la educación enciclopédica a través de la promoción de la educación técnica.

96
En este sentido, dicho modelo cultural centrado en concepciones ideológicas liberales y
que fue incapaz de producir y/o incorporar el salto científico y tecnológico que venía
sucediendo con la primera y la segunda revolución industrial, fue una manifestación de
nuestra dependencia política y económica. Profesado y promovido por los intelectuales
y dirigentes argentinos, consolidó y profundizó la dependencia científica y tecnológica y
la de nuestro programa agroexportador que fue el rasgo típico de América latina del
siglo XIX (Herrera, 1974).
Un legado característico de esta etapa va a ser la creación de los Consejos o Academias
vitalicias que desarrollaban tareas en el gobierno de las Facultades y cuya particularidad
fue que sus integrantes podrían no ser originarios de las universidades. Este hecho
sumado a la elección de docentes por el Poder Ejecutivo, dejó un esquema de gobierno
universitario estrechamente ligado al poder político y a las elites de cada comunidad en
donde se insertaban las universidades. Esta va a ser una de las causas fundamentales de
los conflictos universitarios con los estudiantes en el año 1918.

2. h. Ampliación del sistema universitario


Tal cual mencionamos, las primeras instituciones universitarias fueron la de Buenos
Aires y la de Córdoba. A ellas se les sumarían las universidades de Tucumán, de Santa
Fe y de La Plata que surgen como producto de iniciativas de los políticos provinciales y
de las elites locales. Estas experiencias en líneas generales, innovaron en la apertura de
nuevas carreras que modificaron la concepción profesionalista que se impuso desde la
UBA y en su lugar, promovieron actividades científicas. Si en dicho aspecto eran
innovadoras, en otros, conservaron la matriz liberal y elitista del sistema educativo de la
oligarquía.
La Universidad de La Plata nació como una iniciativa del senador de la provincia de
Buenos Aires, Rafael Hernández. La ley de creación se promulgó en 1890 e incluía las
Facultades de Derecho, de Medicina, Química y Farmacia y de Ciencias Físico
Matemáticas. La inauguración oficial fue en 1897 con las clases de la Facultad de
Derecho y con la inscripción exigua de 47 alumnos, cuestión que no aumentó
demasiado ya que, por ejemplo, en el año 1904, tenía solo 75 jóvenes en las aulas. La
institución fue nacionalizada en el año 1904 por intermedio de la gestión del Ministro
de Justicia e Instrucción pública de La Nación, Joaquín V. González, que ocupó el
rectorado en el año 1906. La institución incluyó el pase a la órbita nacional de la
Universidad provincial, el Museo, el Observatorio Astronómico, la Facultad de
Agronomía y Veterinaria y la Escuela Práctica de Santa Catalina que fue

97
complementada con las secciones de Pedagogía y Filosofía y Letras en la Facultad de
Derecho; con el Instituto de Artes y Oficios, con la Biblioteca Universitaria, con el
Colegio Nacional y con la Escuela Normal (Barba, 1998).
La Universidad de Santa Fe nació en el año 1889 y fue nacionalizada en 1919, fecha a
partir de la cual adoptó su nombre actual -Universidad Nacional del Litoral-. Promovió
nuevas carreras como la de química industrial y agrícola en Santa Fe o la de agricultura,
ganadería e industrias afines en Corrientes. Además, impulsó estudios tradicionales para
las universidades argentinas como eran las Ciencias Jurídicas y Sociales en Santa Fe o
las Ciencias Médicas en Rosario.
La universidad de Tucumán se fundó en el año 1914 por parte de la provincia y fue
nacionalizada en 1921. El proyecto incluyó estudios no tradicionales como fueron los de
Ingeniería Química, Agrimensura y Geodesia y Farmacia que se articularon con la
producción industrial y agrícola local (Del Bello, 2007: 34).
Algunas carreras y líneas de investigación promovidas no se consolidaron, entre otros
factores, por el hecho de que no se produjeron cambios sustanciales en el perfil
productivo del país que siguió estrechamente ligado al programa agroexportador.

3. La universidad en la etapa reformista

Los que respiran en una época de excepción como la nuestra, lejos de epilogar sobre los
acontecimientos, deben vivirlos; lejos de juzgar la historia, deben hacerla. (Ugarte,
1996: 51)

El término “reformismo” se utiliza para definir a las personas o corrientes culturales y/o
políticas, que adhieren a los postulados para la organización de las casas de altos
estudios impulsados en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) en el año 1918.
Dichos principios organizativos son el resultado de un conjunto de transformaciones
propias de la universidad argentina pero y fundamentalmente, se ligan a los cambios
producidos en el país y el continente durante la presidencia de Hipólito Yrigoyen.
Yrigoyen fue un dirigente político que llegó a la presidencia del país en dos
oportunidades (1916-1922 y 1928-1930) luego de un largo proceso que implicó la
creación de un partido, la Unión Cívica Radical (UCR) y además, participó de varios
procesos revolucionarios contra el programa liberal. 76 Los alcances de sus políticas

76
Revolución del Parque contra el gobierno de Juárez Celman; el levantamiento de julio de 1893 contra
Luis Sáenz Peña y en el año 1905, contra Manuel Quintana.

98
pueden resumirse en tres grandes aspectos. Primero, el gobierno impulsó una
democratización política y cultural en el país. Yrigoyen implementó el sufragio secreto
y universal77 que modificó profundamente el funcionamiento del sistema político,
caracterizado por el fraude y el clientelismo de los gobiernos de la oligarquía liberal.
Estas modificaciones promovieron un importante movimiento político y cultural en el
país y en particular, fueron motorizados los sectores medios. En dicho contexto, se
generó la posibilidad de ingreso de nuevos dirigentes a la política argentina que
cuestionaron en muchos casos, a los referentes políticos conservadores incluyendo los
universitarios. Asimismo, la etapa implicó el reverdecimiento cultural y la posibilidad
de promover nuevos debates intelectuales. Segundo: el gobierno impulsó una política
exterior independiente que había sido abandonada desde la caída de Rosas y a partir de
nuestro alineamiento a la geopolítica británica.78 Esta posición soberana en las
relaciones internacionales, se expresó entre otras cuestiones, en la decisión del país de
mantener la neutralidad en la primera Guerra Mundial y en el repudio por parte del
gobierno a las actitudes de la ocupación de EUA en Nicaragua y a los Congresos
Panamericanos. El tercer aspecto se refiere a la economía. Los principios fundamentales
del modelo agroexportador heredado de la etapa anterior, no fueron modificados. Pese a
eso, se debe hacer una salvedad con la apertura de Yacimiento Petrolíferos Fiscales
(YPF) que Yrigoyen encomendó a Enrique Mosconi y con la participación del Estado
como mediador en las discusiones salariales. Asimismo y durante su segundo gobierno,
impulsó la nacionalización del petróleo lo que le valió un fuerte rechazo por parte de las
empresas norteamericanas. La apertura de YPF y el impulso a la ciencia y las
investigaciones militares, no son un dato menor y muchas de estas iniciativas tuvieron
continuidad en la década del treinta con la aparición de polos de desarrollo y de
empresas del Estado. Un caso paradigmático fue Fabricaciones Militares que estimuló la
producción de aviones y también desde la acción militar, se impulsó a las industrias
petroquímicas, de armas o de autopartes de la industria.

3. a. Las propuestas de los reformadores

77
La ley fue sancionada en el año 1912. El reclamo de voto secreto y universal tenía otros impulsores
además de la UCR, como el Partido Socialista. Con la reforma electoral seguían sin votar las mujeres y
los miembros de las fuerzas de seguridad.
78
Existieron excepciones en las gestiones de Bernardo de Irigoyen o de Luis María Drago que marcaron
algunos trazos importantes de la política exterior. Este último, se opuso a la ocupación militar de
Venezuela de 1902 ejercida por Alemania, Inglaterra e Italia para cobrar la deuda externa inaugurando la
llamada “Doctrina Drago.”

99
La enseñanza magistral, prestada de paso y sin vocación alguna, convirtió a la
Universidad en un enseñadero sin alma, informada por doctrinas de encargo o
de técnicas cuya aplicación no se condicionaba a ninguna finalidad social. Ese
mismo tipo de enseñanza era inhábil para estimular la búsqueda de la verdad en
el propio medio. Como consecuencia de ello concurrió en grado máximo a la
formación de mentalidad colonial y a la división de la inteligencia argentina, en
las distintas parcialidades de la extranjería ideológica. Sus escasos intentos de
otros tipos de enseñanza, no pasaron nunca del trasplante de técnicas
experimentales carentes de soluciones autenticas en las cuales los problemas del
país fueran causa a estudia y soluciones a proponer. (FORJA, 1970:61)

La reforma puede ser explicada identificando sus fines y los medios para llevarlos a
cabo. Los objetivos de los reformadores son complejos de identificar ya que fue un
movimiento político y cultural que tuvo diferentes manifestaciones en las distintas
universidades, además de la experiencia de Córdoba. Asimismo, la reforma y en
consonancia con el reverdecimiento cultural fruto de la democratización política del
país y del continente, impulsó los desarrollos intelectuales de figuras diversas como
fueron Deodoro Roca, Aníbal Ponce, Manuel Ugarte, Saúl Taborda,79 Alejandro Korn,
Alfredo Palacios, José Ingenieros o Gabriel del Mazo, que no tienen necesariamente,
una misma concepción acerca de la cultura, las prácticas políticas o los modelos a
implementar en la universidad argentina. Es bueno reiterar que la reforma fue una
corriente cultural que no se expresó solamente en un debate sobre la organización del
gobierno de la universidad, sino que lo excedió y adquirió diversas manifestaciones en
América latina. Más allá de su complejidad, los reformadores legaron una práctica y
algunos documentos, entre los que resalta el Manifiesto Liminar80 que resumió gran
parte de sus concepciones.

3. a.1. Finalidades de la reforma


Primero: la juventud tiene el deber histórico de ser un factor de transformación política
y cultural. Uno de los hechos más trascendentes inaugurados por los reformadores se
relacionó a la promoción de una participación más activa de la juventud en los debates
sobre la organización de la política y la sociedad. No habían sido los primeros,81 ni

79
Saúl Taborda fue Rector del Colegio Nacional de la UNLP en el año 1920 como parte del desembarco
reformista en la ciudad de las capitales. (Taborda, 2009)
80
Todas las citas corresponden a la edición consignada en la Bibliografía:
http://es.wikisource.org/wiki/Manifiesto_Liminar. En línea.
81
Del proceso de la independencia de 1816 a la fecha se produjeron 4 grandes intervenciones de la
juventud como actor político y cultural. La primera fue la “generación del 37”; la segunda fue la

100
tampoco serán los últimos, pero lo que es innegable, es que legaron una concepción
voluntarista y vanguardista del lugar de las juventudes en su relación con las realidades
del continente. El contexto general fue el yrigoyenismo que motorizó la participación
popular en la vida pública desde la aplicación de la Ley Sáenz Peña. Así es como el
Manifiesto Liminar expresó que: “La única puerta que nos queda abierta a la esperanza,
es el destino heroico de la juventud (…) el sacrificio es nuestro mejor estímulo, la
redención espiritual de las juventudes americanas nuestra única recompensa.” No fue
casualidad que en el año 1918 se impulsara la apertura de la Federación Universitaria
Argentina (FUA) y que tras ella, se promovieran los congresos latinoamericanos de la
juventud.
Segundo: se debe renovar la producción de la cultura y las universidades pueden ser la
vanguardia en dicha tarea. El Manifiesto Liminar expresó un cuestionamiento a los
contenidos y las concepciones de la universidad, ya que:

Las Universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de
los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y lo que es peor aún, el lugar
en donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las
dictara.

Frente a dicho panorama, se impulsaron debates y se promovieron figuras intelectuales


como los ya mencionados Ingenieros, Korn,82 Palacios o Taborda. Estos objetivos
implicaban en opinión de los reformadores, la necesidad de renovar los contenidos y las
metodologías de la enseñanza universitaria para poder vincular el saber a las
problemáticas del contexto social e histórico. En muchos casos, dicha renovación se
trató de una crítica al positivismo, al catolicismo o al pragmatismo liberal.
Tercero: se debía retomar la dimensión americana en las producciones culturales. El
Manifiesto Liminar se dirigió a los “hombres libres de Sudamérica” y mencionó que se
estaba viviendo una “hora americana.” Tal como indicamos, el gobierno de Yrigoyen
tenía una política exterior de contenido latinoamericano que actuó como marco general
de una generación de argentinos que miraban nuevamente hacia el continente. Dicha
mención tendría expresión en la organización de Congresos y de encuentros

“juventud del ochenta”; la tercera la “juventud reformista”; y la cuarta y última gran intervención
generacional iniciada en los cincuenta fue la “juventud de los años sesenta y setenta.”
82
Según Luis Aznar: “Alejandro Korn bregó incansablemente para que los estudiantes dieran a su
movimiento un contenido que estaba más allá de los estatutos y de la modificación de los planes de
estudio. Lo que fallaba era la universidad en si, como institución divorciada de la realidad social que la
sustentaba.” (Aznar, 1936: 9).

101
latinoamericanos y en la producción de intelectuales reformistas, como es el caso de
Ingenieros o de Manuel Ugarte. Según Piñeiro Iñiguez: “la presencia de Ugarte en la
Reforma Universitaria es decisiva. En particular, para que ésta adopte ese claro perfil
latinoamericanista, poco común en las iniciativas progresistas argentinas, orgullosas de
su hipotético europeísmo” (Piñeiro Iñiguez, 2006: 127-140). El postulado venía a
cuestionar en varios aspectos, la tradición europeísta de las universidades y de los
intelectuales argentinos, cuya perspectiva teórica era principalmente, importada del
viejo continente. Es interesante recalcar que diversos dirigentes del sur del continente
con posiciones marcadamente antiimperialistas, adhirieron a los principios reformistas y
figuras disímiles en el tiempo o en las ideologías como los cubanos Julio Antonio Mella
y Fidel Castro o los peruanos Haya de La Torre83 y José Carlos Mariátegui,84 se
reconocieron como deudores de dicho movimiento (Piñeiro Iñiguez, 2006 y Kohan,
2000).

3. a. 2. Medios implementados
Los fines mencionados por los reformistas en su opinión, se veían imposibilitados por
las falencias en el funcionamiento de las universidades, ya que, en palabras del
Manifiesto Liminar: “el régimen universitario -aún el más reciente- es anacrónico. Está
fundado sobre una especie del derecho divino: el derecho divino del profesorado
universitario.” La crítica debe atenderse en el contexto propio de la universidad y
además, en la coyuntura característica de la ciudad de Córdoba de la época. El sistema
político recién iniciaba la democracia a partir del sufragio universal y muchas de las
decisiones eran tomadas por las elites conservadoras y católicas que tenían influencia
sobre los Académicos y demás funcionarios universitarios.
Con anterioridad a los sucesos de la UNC del año 1918, ya habían ocurrido algunos
hechos que cuestionaban el funcionamiento de la UBA y que implicaron la reforma de
sus estatutos en 1906. Desde el año 1903, los estudiantes venían reclamando la
modificación de los exámenes, la reforma de los planes de estudio, la desaparición de
las Academias y la validez de un concurso en la Facultad de Medicina. Tras algunas
manifestaciones y huelgas, se modificó el Estatuto que permitió el ingreso de los
docentes a los Consejos desplazando a los Académicos. Relacionado a estos fenómenos
y en el año 1908, se creó la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA).

83
Haya de LaTorre fue presidente de la Federación Universitaria del Perú y fundador del APRA.
84
El caso de Mariátegui es emblemático de la exportación del modelo reformista a América latina. En su
obra, Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, el autor le dedica un apartado a la
aplicación de los principios reformistas en la Universidad de Lima. (Mariátegui, 2005)

102
Los estudiantes de la Universidad de Córdoba cuestionaban la gestión de los
Académicos y los modos de designar docentes que administraban las instituciones sin
atender gran parte de sus reclamos. Dichas exigencias se expresaron en una sucesión de
conflictos entre los estudiantes y la institución y estuvieron relacionados entre otros
temas, al modelo de asistencia a clase o a la propuesta de la Facultad de Medicina de la
UNC de cerrar el internado del Hospital de Clínicas durante el año 1917. En este
cuadro, en el año 1918 se conformó un Comité pro reforma y se elevaron los reclamos
al gobierno de la universidad que fueron desestimados, acelerando una escalada de
manifestaciones públicas y una huelga general que terminó con la intervención de la
UNC por parte del gobierno nacional previa solicitud de los reformistas.
Hipólito Yrigoyen atendió los reclamos estudiantiles y designó al interventor José
Nicolás Matienzo, que frenó el cierre del internado y modificó el Estatuto del año 1893.
La reforma modificó el carácter vitalicio de los Consejeros y desplazó a los Académicos
proponiendo a los docentes para el control de la universidad. De esta manera, el
dirigente radical continuó con sus acciones de democratización del sistema político
desplazando a los dirigentes de las elites tradicionales. Los cambios iniciados no
terminaron con los reclamos de la juventud ya que en la convocatoria a la elección de
Rector, luego de la intervención Matienzo, la Asamblea Universitaria nombró a Antonio
Nores, personaje ligado a los adversarios políticos de los reformistas y que por eso, no
fue reconocido. Se produjo una nueva intervención del Ministro de Culto e Instrucción
Pública, José Salinas, que revocó la elección de los funcionarios cuestionados y nombró
por Decreto al Rector, Vicerrector y a los miembros de los Consejo Superior y
Directivos.
Lo que es importante mencionar además, es que Salinas promovió la consolidación del
cogobierno, que es la facultad que tiene la universidad de gobernarse a si misma por
intermedio de la elección de sus representantes en los Consejos Superior y Directivo y
en los órganos ejecutivos (Rector y Decanos). La reforma propuesta implicó la
transferencia de poder desde los Académicos hacia los docentes. La participación
estudiantil se ligó a la potestad que tenían los jóvenes de proponer en Asambleas a los
graduados y docentes para que los representasen en los Consejos. Su participación no
implicó el ingreso de los estudiantes a los Consejos de manera directa con voz y voto.
Según el estudio desarrollado por Juan Carlos Del Bello (2007), existieron solamente
dos iniciativas de participación directa de los estudiantes en los Consejos hasta el año de
su legalización nacional en 1955: una fue implementada en la Universidad Nacional de
Tucumán en 1924 y otra en la Universidad Nacional del Litoral en 1922.

103
En este marco, ingresaron a la UNC docentes ligados a la intervención de posiciones
cercanas a los reformistas. Esta medida bajó el nivel de enfrentamiento de los
estudiantes y pasó a un segundo plano el debate sobre la designación de docentes por
intermedio de concursos u otros métodos similares propios del cogobierno. La elección
de docentes quedó sujeta al modelo heredado de la Ley Avellaneda y los profesores
continuaron siendo seleccionados por el Poder Ejecutivo nacional a través de una terna
enviada por las universidades.
Se suponía que una vez garantizada la democratización universitaria frente al marco
autoritario del contexto político controlado por las elites, la juventud podría impulsar los
fines universitarios mencionados.

3. b. Interpretaciones de la reforma
La universidad no puede ser una fábrica de diplomados. El estudiantado hasta ahora
buscó obtener un título que le diera un privilegio social y económico sobre el resto de
los ciudadanos. Queremos que la universidad sea parte integrante de la gran labor de
construcción de una nueva Argentina, que vaya forjando un nuevo hombre argentino, en
todos sus aspectos. (Puiggrós, 1973: 67)

No hay acuerdo entre los historiadores y las corrientes políticas y culturales


universitarias acerca de la interpretación sobre los alcances y objetivos concretos de la
reforma. En este cuadro, es habitual que se haga una recuperación del proceso
definiéndola estrictamente como un sinónimo de gobierno propio de las universidades
(autonomía). Dichas perspectivas, suelen perder de vista la finalidad originaria del
movimiento y se desconocen o se subestiman las posiciones de sus intelectuales y
figuras más prominentes. De esta manera, se hace hincapié en los medios políticos y de
gobierno aplicados por la reforma y no así, en los aspectos fundamentales del resultado
de sus prácticas y de sus objetivos fundamentales. La historia de las universidades
argentinas luego del año 1918, puso al descubierto estas complejidades cuando por
ejemplo, las agrupaciones reformistas apoyaron el golpe de Estado del año 1930 contra
el dirigente político que los había impulsado o cuando promovieron el terrorismo militar
en el año 1955. Los promotores que inscriben estas acciones en la tradición reformista
hacen hincapié y privilegian como tema fundamental, la defensa de la autonomía
universitaria frente al accionar del Estado incluyendo incluso, la posibilidad de apoyar
medidas antidemocráticas y antipopulares.

104
Tomando distancia de este tipo de interpretaciones, están aquellos que establecen que la
reforma se define a partir del llamado a la juventud y a la universidad a jugar un rol
importante en los procesos sociales, pasando a un segundo plano los debates sobre el
cogobierno o la autonomía. A partir de aquí, diversos grupos políticos e intelectuales se
reconocen deudores de la reforma pero promueven otras prácticas universitarias
distantes del mero debate del cogobierno. Un caso paradigmático se refiere a las
tradiciones de izquierda universitaria en América latina, que y tomando un ejemplo
como Cuba, rescatan la reforma pero en sus universidades no se rigen con el modelo del
cogobierno argentino.
En esta línea de interpretación que privilegia los fines sobre los medios, se puede
mencionar a intelectuales como Arturo Jauretche o Juan José Hernández Arregui que,
pese a haber militado en su juventud en las filas del radicalismo y del reformismo, han
considerado críticamente las prácticas de los universitarios con posterioridad al año
1918. Hernández Arregui remarcó la importancia histórica de la reforma como
movimiento cultural y político de cariz transformador y latinoamericano, pero tras
analizar la historia mencionó la existencia de una marcada incapacidad de las
universidades para acompañar el desarrollo nacional a través de la producción de
conocimiento y de prácticas socialmente relevantes. Por el contrario, las universidades
en opinión de Hernández Arregui, habían apuntalado programas antidemocráticos en lo
político y extranjerizantes en lo económico, tomando distancia con los postulados
reformistas de intelectuales como Manuel Ugarte. Asimismo, el autor consideró que la
juventud argentina de clase media fue incapaz de articular sus prácticas con las del
movimiento obrero, cuestión que favoreció su enfrentamiento a los programas políticos
democráticos de contenido popular como fue el caso del gobierno de Hipólito Yrigoyen
o de Juan Perón. El autor desestimó en su análisis el supuesto de que la reforma era
sinónimo de autonomía y dicha cuestión le permitió establecer que la aplicación
concreta de esas consignas fue empleada por otros proyectos de país, a los cuales la
clase media había cuestionado citando la autonomía universitaria y las consignas del
año 1918. En sus palabras:

Los postulados de la Reforma del 18, extensión universitaria, agremiación


estudiantil, becas, residencias estudiantiles, cooperativas, comedores y asistencia
médica gratuita, universidad abierta al pueblo, equivalencia de títulos para los
estudiantes latinoamericanos, etcétera, fueron conquistas de la época de Perón.
(Hernández Arregui, 2004: 367-368)

105
Arturo Jauretche, de manera similar a Hernández Arregui, consideró de manera positiva
el legado del movimiento reformista, pero concluyó igual que aquel, que la experiencia
finalmente fracasó al ser desnaturalizado el movimiento original. La reforma habría de
ser más positiva en otros países de América latina y en Argentina naufragó ya que:

No supo integrar la universidad en el país. (…) El desiderátum entonces es una


universidad aséptica, depurada de toda preocupación vinculada con el destino de
la comunidad y, por consecuencia, de la nación, a la que da expertos
despreocupados de los fines de la técnica y el resultado de su aplicación.
(Jauretche 2004: 136-137)

Otros intelectuales como Oscar Varsavsky (Varsavsky, 1969) remarcaron la dificultad


del sistema de ciencia y técnica y de las universidades reformistas, para articular la
autonomía con la resolución de los problemas nacionales. El debate sobre la autonomía
sin plantear su para qué y sin preguntarse acerca de la relación posible y necesaria entre
saber, política y sociedad, corrían el peligro de derivar hacia posiciones que el autor
denominó como cientificistas o desarrollistas. Estos últimos, son los docentes e
investigadores cuya producción no es un medio para resolver los problemas sociales y
productivos de un país y por el contrario, son un instrumento para reforzar las
desigualdades, la dependencia y el subdesarrollo.

La polémica sobre los alcances de la reforma continúa abierta. En este marco, sigue
vigente la necesidad de que nuestras universidades y sus jóvenes, se comprometan
masivamente en con la producción de conocimiento socialmente relevante y con la
construcción de un país industrial, soberano y con justicia social. Como sostiene Ana
Jaramillo:

No se puede hacer ciencia y técnica sin preguntarnos para qué fin, a quién sirve, si
implica un bien para la sociedad, la nación la humanidad. No se puede enseñar una
profesión sin preparar ese individuo para la vida, sin sembrar en él la reflexión crítica
sobre el ejercicio de la misma y su compromiso con la comunidad a la cual pertenece y
se debe, para construir una sociedad mejor. (Jaramillo, 2006: 55).

106
La colonización cultural85

La industria cultural norteamericana y la guerra permanente

La escuela, el periodismo, la radio, el cine, la Universidad, integran el frente de


resistencia que los grupos económicamente encumbrados oponen al cambio social.
(Hernández Arregui 1957: 34)

Un imperialismo fundado sobre bases económicas tratará naturalmente de crear una


situación mundial en la cual pueda emplear en forma abierta, en la medida en que le es
necesario, sus instrumentos económicos de poder, como las restricciones de los créditos,
el bloqueo de las materias primas, la desvalorización de la moneda extranjera, y así
sucesivamente. Considerará como “violencia extraeconómica” el intento de un pueblo o
de otro grupo humano de resguardarse del efecto de estos métodos “pacíficos”.
Empleará medios de coerción aun más duros. (…) Por último, dispone todavía de
instrumentos técnicos de eliminación física violenta, de armas modernas técnicamente
perfectas, que se han vuelto de tan inaudita utilidad, mediando una inversión de capital
y de inteligencia, como para ser realmente usadas en caso de necesidad. Para el empleo
de estos instrumentos se está construyendo por otra parte un vocabulario nuevo,
esencialmente pacifista, que no conoce ya la guerra sino sólo exclusiones, sanciones,
expediciones punitivas, pacificaciones, defensa de los tratados, policía internacional,
medidas para la preservación de la paz. El adversario no se llama ya enemigo, pero por
eso mismo es presentado como violador y perturbador de la paz, hors-la-loi y hors-
l`humanité, y una guerra efectuada para el mantenimiento y la ampliación de posiciones
económicas de poder debe ser transformada, con el recurso de la propaganda, en la
“cruzada” y en la “última guerra de la humanidad.” (Schmitt, 2001: 223)

Los países nacen, se desarrollan y mueren en un estado de enfrentamiento político


permanente o, como planteó Carl Schmitt: “la guerra y la enemistad forman parte de la
historia de los pueblos” (2001: 146). Dicha condición inmanente de la historia hace que
la declaración de la guerra y de la paz sean etapas y medios a partir de los cuales las
metrópolis buscan alcanzar sus objetivos políticos expansionistas como plataforma para
lograr su desarrollo nacional. Las guerras entre las potencias fueron y continúan siendo,
una forma de dirimir el enfrentamiento con otras naciones y pueblos. Incluso,

85
Septiembre de 2009.

107
podríamos aseverar que la segunda Guerra Mundial no culminó en el año 1945, sino que
siguió luego de Yalta con la lucha entablada por el reparto del planeta entre los bloques
de las potencias triunfadoras. El conflicto por la posesión de los recursos del mundo se
prolongó, desde esa fecha con otra dinámica, hasta la caída del Muro de Berlín y es
innegable que finalmente, su vencedor exigió los derechos al derrotado: Estados Unidos
aplicó su programa neoconservador de manera violenta y brutal sobre gran parte del
planeta durante casi dos décadas de una tiranía que fue ejercida políticamente, a veces
de manera militar y en todos los casos, con una acción de enfrentamiento y
avasallamiento económico. Hernández Arregui lo expresó claramente hace varias
décadas al sostener que:

Estados Unidos, tras la ciclópea estatua de la libertad que mira Nueva York, -“la
sanguinaria, la monstruosa, la irresistible, capital del cheque”, como la llamaría Darío-,
y no hacia el mundo, jamás ha reparado en medios para subyugar a los pueblos que caen
bajo su esfera de influencia. Su actual política, favorable al reconocimiento de los
regímenes militares, en sustitución de la anterior, partidaria de los gobiernos títeres que
el Departamento de Estado consideraba “democráticos” y todos ellos, tutelados por su
intervención directa o su consentimiento indirecto – como es el caso Betancourt en
Venezuela – no es más que el descolorido cortinado de un nacionalismo prepotente y sin
imaginación. La invasión de Santo Domingo, una vez más -y no será la última- lo
prueba sin atenuantes. (2004: 128-129)

Efectivamente y tal como transcurrió la historia posterior, Hernández Arregui tuvo


razón: no fue la última asonada militar del imperio y sus operadores internos sobre el
continente. En este marco histórico e internacional, es pertinente mencionar que la
industria cultural norteamericana se vincula estrechamente con la política exterior
expansionista del país que se desenvuelve como un instrumento del aparato de la
colonización cultural que tiene entre sus funciones privilegiadas, la de justificar el
programa imperial. Los bancos, los industriales, los obreros, técnicos y todo el conjunto
de operarios de las fábricas conjuntamente a los cuadros militares, construyen las bases
materiales de producción para la guerra norteamericana: en este marco, los políticos y la
industria cultural de su país, la preparan y la justifican ante la opinión pública y
finalmente y lo que es importante, la declaran como una ley de hierro que cae sobre las
espaldas del Tercer Mundo. Sociedad, Estado, imperialismo e industria cultural se
amalgaman y tal cual lo expresó Juan José Hernández Arregui: “La opinión pública es
una de las caras del poder social. La estabilidad misma del Estado depende de ella. De

108
acuerdo a lo que el Estado representa frente a las relaciones de poder, así será la
propaganda periodística, radial o cinematográfica” (1957: 270).
El cine norteamericano es una pieza importante del aparato de la colonización cultural y
entre otras características de su funcionamiento, está la de desarrollar una tarea
ininterrumpida de construcción de la “enemistad permanente” de su país con las
poblaciones del sistema mundial. La industria cultural cinematográfica favorece y
justifica la hostilidad perpetua de la política exterior de su país sobre las poblaciones,
culturas y territorios del teatro de las naciones. El cine norteamericano “construye a sus
enemigos” como un acto reflejo de la acción de los empresarios del complejo industrial
militar, de sus Parlamentos, sus cancillerías, de los servicios de inteligencia y de las
operaciones de su artillería. La película norteamericana prepara la opinión pública
interna e internacional, para alcanzar sus objetivos nacionales. Su industria cultural está
bañada en sangre: la construcción cinematográfica del enemigo militar, es una etapa
fundamental en la formación del sentimiento de “enemistad permanente” del país con
aquellas comunidades que disponen de los recursos que el imperio ambiciona.
El “enemigo externo” es presentado por el gobierno y por la industria del cine como una
categoría cultural o ideológica cuando en realidad, es un obstáculo económico y político
para el desarrollo del imperio. La lucha por la supervivencia imperial se organiza a
través de la obtención y disposición de los bienes del Tercer Mundo y dicha expoliación
es presentada y deformada para la opinión pública por las operaciones de inteligencia
gubernamentales y por la industria cultural. Las intervenciones militares nunca aparecen
presentadas como lo que efectivamente son: guerras por petróleo, por minerales, por
agua o por mercados. Por el contrario, son construidas como batallas entre los valores
de la democracia o el comunismo; la libertad o el terrorismo; el cristianismo o los
musulmanes; el bien o el mal.
El 11 de septiembre del año 2001, Estados Unidos ha dado por culminado un estadio de
la dinámica política del latrocinio que ejerce sobre el mundo y ha iniciado un nuevo y
prolongado momento militar y de enfrentamiento. El agotamiento del petróleo y los
minerales, la decadencia del dólar, la escasez de agua potable o la destrucción del
ecosistema, acentúan la tendencia militarista del imperio. La crisis económica ha
obligado a la dirigencia política a modificar en parte su dinámica militar y en especial,
la forma en que construye la justificación de su actitud expansionista: particularmente
en posiciones como Irak, Colombia u Honduras, se ha morigerado el tono y la manera
de argumentar y de organizar la intervención y la injerencia en asuntos de otros países.
Los “buenos modales” del gobierno del país del norte se refieren a una cuestión de

109
“forma”, no de contenido, ya que el objetivo de la violencia permanente que ejercen se
liga a la posibilidad de obtener aquellos bienes considerados como estratégicos para su
desarrollo nacional. Juan Perón se había referido a este asunto al reconocer que todas las
naciones tenían objetivos políticos que podían moverlos a la guerra ya que:

Cualquier país del mundo, sea grande o pequeño, débil o poderoso, con un grado
elevado o reducido de civilización, posee un objetivo político determinado. El objetivo
político es la necesidad o ambición de un bien, que un Estado tiende a mantener o
conquistar para su perfeccionamiento o engrandecimiento. El objetivo político puede ser
de cualquier orden: reivindicación o expansión territorial, hegemonía política o
económica, adquisición de mercados u otras ventajas comerciales, imposiciones sociales
o espirituales, etcétera. Se ha dado en clasificarlos como negativos o positivos, según se
trate de mantener lo existente; o bien, conquistar algo nuevo, ya sean continentales o
mundiales, según las proyecciones de los mismos. (Perón, 1944: 76)

Las guerras de subsistencia de un imperio si no mediara una derrota, se detienen cuando


se alcanzan sus objetivos políticos y es bueno reiterar que el programa de apropiación
de los recursos de otros Estados no depende del temperamento de un dirigente o de una
simple decisión de alguna persona ubicada en un casillero del bipartidismo
norteamericano. Ya lo dijo Juan José Hernández Arregui: “Cada nación ve a las otras de
acuerdo a “su” interés nacional. Y no de acuerdo a ideales de fraternidad universal”
(2004: 63). Los intereses del complejo industrial militar y de una economía en
decadencia, se organizan en operaciones militares y de saqueo universal: para Estados
Unidos el mundo esconde en su seno lo que considera como “agresión terrorista” y a
partir de aquí, el teatro de las naciones es un espacio potencial para la ocupación y la
agresión militar “defensiva.” Estados Unidos desde que consolidó su independencia
política se encuentra en un estado de enfrentamiento mundial cuya finalidad es
consagrar su independencia económica: entre sus elucubraciones, el enemigo podría
provenir de Europa y a ello se vincula el origen de la Doctrina Monroe o el posterior
sistema centrado en la denominada “acción anticomunista”. Recientemente, repite el
esquema de construcción del enemigo externo pero ahora a través de Medio Oriente en
una supuesta “lucha contra el terrorismo” o “guerra preventiva.” En América latina, y
más allá de los usos de la mencionada Doctrina Monroe, lo implementó y por citar
solamente dos modelos, con los Documentos de Santa Fe o con el actual Comando Sur.
Para un imperio cuya subsistencia está atada a la apropiación de los bienes ajenos, los

110
países, los continentes o los pueblos, son objetivos políticos y posiciones militares
permanentes.
El debate actual originado en torno de la propuesta de ampliar las posiciones militares
de Estados Unidos en Colombia, pone sobre la agenda de discusión una realidad
insoslayable: el mundo vive en un estado de tensión indisoluble asentado en la potencial
agresión o enfrentamiento militar vinculado a la apropiación de los recursos naturales y
financieros. No es nuevo para el continente y por el contrario, la narración misma de la
conformación de América latina luego de la independencia, es la historia de la
declaración de hostilidad permanente de Estados Unidos contra los dirigentes y líderes
populares de la región. La historia moderna del hombre latinoamericano se vinculó
estrechamente con la acción de sus pueblos por alcanzar la independencia nacional
retrazada por las operaciones políticas, militares, económicas y culturales de las
metrópolis. En este cuadro, el desarrollo y la subsistencia de los países
latinoamericanos, tal como aseveró Hernández Arregui, se presenta: “no como paz, sino
como embate contra las vallas impuestas desde afuera a la nacionalidad en formación”
(2004: 70).
La industria de la guerra y la economía metropolitana hacen de América latina y del
mundo en su totalidad, un terreno para su desenvolvimiento: el sur de la tierra es la
mano de obra, la fuente de recursos naturales y financieros y la justificación práctica de
su industria militar y cultural. Los supuestos narcoterroristas de la periferia son la fuente
de empleo del obrero norteamericano, materia prima a partir de la cual la industria
cultural educa la opinión pública y justifica los presupuestos de guerra. Los muertos del
Tercer Mundo son el empleo de las familias del Primero: el sueldo que alimenta al hijo
del norteamericano, se financia con el asesinato del niño del subdesarrollo iraquí,
colombiano o afgano. En este marco, ese país conforma, reproduce y consolida su modo
de subsistencia por intermedio de la industria cultural, que fomenta la enemistad
permanente como modo de relación normal entre las naciones y las culturas a lo lancho
y largo del planeta.
El enemigo a enfrentar o a prevenir en la industria cultural cinematográfica, ayer fue
indochino o soviético y hoy es musulmán o el denominado “narcoterrorista
latinoamericano.” La ambición de un bien se proyecta como valor universal: las guerras
por el petróleo, el agua o por la rentabilidad de la industria militar, se presentan como
luchas entre culturas, entre modelos de civilización y de barbarie, entre el bien y el mal.
A partir de aquí, la alteridad étnica, cultural o religiosa adquiere connotaciones
marcadamente políticas. El país que tiene los recursos que ambicionan las potencias

111
pasa a ser un enemigo eventual y la industria cultural y las cancillerías construyen una
enemistad total contra su población, su religión o su forma de gobierno. Estados Unidos
declara la guerra promoviendo modelos ideológicos o religiosos, que esconden la
dimensión material y expansionista de su política. El petróleo de Oriente Medio es su
misma pesadilla: el continente se torna un objetivo militar y para justificar la barbarie,
la industria cinematográfica construye un modelo de “terrorismo islámico” ligado a las
características raciales y étnicas del mundo árabe. El nacionalismo latinoamericano de
Evo Morales o de Hugo Chávez es objeto del mismo operativo y sus gobiernos son
presentados como supuestos programas totalitarios, permeables a la acción de los
narcotraficantes y poseedores de los valores y atributos de un supuesto mal que hay que
extirpar para “beneficiar” al mundo.
En este esquema de política nacional e internacional se desarrolla el cine
norteamericano, que se desenvuelve como una manifestación cultural de una economía
de guerra y de una potencia expansionista. Sintéticamente, podemos afirmar que existe
una matriz que atraviesa las diversas expresiones de la industria del cine norteamericano
y que presenta conjuntamente un argumento, un contenido y una imagen que:
Primero: es apologética de la intervención policíaca, cotidiana y totalizadora del Estado
sobre la vida privada de los ciudadanos norteamericanos en un país que,
paradójicamente, hace alarde de ser la republica liberal “ejemplar.” Dicha mención
permanente al “liberalismo” coexiste sin causar demasiadas contradicciones en la
opinión pública, con un cine en el que los organismos de inteligencia intervienen
teléfonos, domicilios, correspondencia, detienen personas y en el que las instituciones y
órganos como el FBI y la CIA, son un motivo frecuente y reiterado que controla todos
los ámbitos de la vida privada de los ciudadanos. El cine hace apología de un Estado
autoritario que vigila e interviene policialmente la vida privada, generando un
sentimiento de militarización total en el que se educa el ciudadano.
Segundo: construye la enemistad permanente de la comunidad norteamericana contra un
supuesto agresor externo, al cual hay que derrotar y suprimir del planeta. Las
poblaciones que disponen de los recursos que ambiciona el país se tornan un enemigo
total: la etnia, la raza, la historia o los sistemas de gobierno, componen la amalgama
sobre la que se construye el enemigo sobre el cual hay que actuar en una acción de
guerra. El cine norteamericano recorrió las relaciones exteriores de su país y es por eso
que se construyó una imagen exportable, masiva y profundamente desvirtuada, de
Rusia, de las guerras de Indochina, de las acciones en Medio Oriente o de la
Latinoamérica actual. La acción económica es disfrazada de lucha cultural: se combate

112
contra la religión soviética -el comunismo-, se lucha contra la cosmovisión “árabe
extremista” -el ser nacional musulmán- y se enfrentan los valores de Latinoamérica -
“narcoterrorismo y autoritarismo”-.
Tercero: construye un estado de emergencia interna permanente donde el supuesto
enemigo externo circunda la vida cotidiana del ciudadano norteamericano. El cine
“catástrofe” es una expresión clara de la imposición cinematográfica de una
construcción del sentimiento de potencial ataque exterior. Sobre este estado de ánimo,
se configura la animosidad negativa entre Estados y pueblos. Esta imagen se amplifica
con la formación del terror vinculado en un potencial exterminio tecnológico: por
ejemplo, es frecuente encontrar en el cine norteamericano un arma bacteriológica o
atómica en manos de los árabes o soviéticos.
Cuarto: desarrolla una tarea de promoción y de constante apología del rol de las Fuerzas
Armadas para la defensa de su país y del mundo. La guerra, el armamento o los valores
ligados al combate, la justicia y la tarea y práctica militar son motivos frecuentes del
cine norteamericano. Nación, Fuerzas Armadas y guerra permanente hacen a la
constitución del ser nacional norteamericano.
Quinto: el enemigo externo es universal, pero la defensa y salvación del planeta sólo
una actividad norteamericana. Esta construcción induce a formar una opinión pública
mundial centrada en la defensa del monopolio de la producción de armas y de la
declaración legal de la guerra y la muerte. Reproduciendo literalmente los contenidos se
puede deducir que los asesinatos efectuados por los norteamericanos son “legítimos” y
los realizados por otras naciones (más: en general defensísticos) son expresiones de
“terrorismo”. Estas concepciones contribuyen a reforzar la actual división internacional
de la guerra y la declaración del derecho a la muerte, que tiene a Estados Unidos como
principal detractor.

La industria cultural norteamericana recorre un complejo entramado de tensiones por un


lado, entre la hegemonía que ejerce la dirigencia ligada a la industria de la guerra y su
aparato de la colonización cultural y por otro, con diversos mecanismos como el
financiamiento direccionado o la censura gubernamental. La cultura de la guerra se
produce y reproduce a través de convicciones, pero además, de subsidios y de
persecuciones políticas. Asimismo, debemos reconocer que no manejamos la hipótesis
de que existe un “sólo” cine norteamericano, sino que en realidad, repasamos algunas
tendencias generales sobre una corriente cinematográfica particular que es respaldada
por la estructura rentística y concentrada de la industria cultural y los aparatos de prensa

113
norteamericanos y que se exporta masivamente a las pantallas latinoamericanas.
Norteamérica y su dirigencia van a la guerra junto a su industria cultural, furgón de cola
de la organización internacional de la muerte y el saqueo histórico y diario del imperio
sobre el Tercer Mundo. Frente a este cine de raíz colonial es bueno recordar la
propuesta del grupo argentino de Cine de Liberación que sostenía que:

Creemos que basta que el cineasta conciba su existencia como una militancia en el
terreno de la cultura para que ese cine, sea y pueda cumplir su praxis total. A fin de
cuentas, si entendemos el papel del cineasta como el de un operario o trabajador de la
cultura, quedará claro que las dificultades que habrá de atravesar no serán ni mayores ni
menores que las que viven hace años los trabajadores de otros frentes sujetos a leyes
mucho más coercitivas y dictatoriales. (…) Importa más llegar a un solo hombre con la
verdad de una idea, que a diez millones con una obra mistificadora. Aquello libera: lo
otro es ignominia. (Gettino y Solanas, 1969)

114
Parte II: Apuntes de sociología nacional y sistemas políticos de
América Latina

115
Modelos de desarrollo e integración regional en América latina86

La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en


ganar y otros en perder. Nuestra comarca del mundo, que hoy llamamos América latina,
fue precoz: se especializó en perder desde los remotos tiempos en que los europeos del
Renacimiento se abalanzaron a través del mar y le hundieron los dientes en la garganta.
(Galeano, 1974: 3)

El Estado promoverá, sobre los principios de una relación justa, equitativa y con
reconocimiento de las asimetrías, las relaciones de integración social, política, cultural y
económica con los demás estados, naciones y pueblos del mundo y, en particular,
promoverá la integración latinoamericana. (Artículo 265 de la Constitución del Estado
Plurinacional de Bolivia)

Les convoco a que suscribamos un verdadero Tratado de Comercio de los Pueblos, bajo
los principios de integración de nuestras economías y sociedades, que nos complemente,
que sea solidario, como los dedos de una mano, para ir con firmeza y afecto a sentar las
bases reales de nuestras soberanías alimentarias, energéticas y financieras de la región,
que sean sostenibles en el tiempo, respetuosos de nuestro ambiente. (Correa, 2010)

El siglo XXI conmemora el Bicentenario de las revoluciones latinoamericanas y nos


encuentra en el proceso de construcción y de edificación de la segunda y definitiva
independencia, que es el desarrollo integral de nuestras naciones. La primera
independencia fue la política y paradójicamente, en la medida que rompimos lazos con
las metrópolis ganando soberanía, quebramos los vínculos con los pueblos y los
gobiernos de la nación latinoamericana y esta condición favoreció la dependencia de
nuestros Estados frente a los intereses económicos de las potencias. Salimos de la esfera
colonial española y portuguesa para ingresar a la órbita del imperialismo británico,
francés o alemán que aceleró la balcanización del continente.
Tal cual estableció Enrique Gugliarmelli la primera: “Independencia, fue obra del
pueblo en armas. La segunda y actual, es la de su desarrollo integral” (Gugliarmelli,
2007: 27). La segunda independencia reconoce entre sus tareas impostergables la
necesidad de consolidar el desarrollo económico pleno y sustentable, emancipar social y

86
Agosto de 2010.

116
políticamente a las organizaciones libres del pueblo e implica además, solidificar una
cultura nacional y latinoamericana que permita dar el salto científico y tecnológico.
Además y cuestión primordial, la segunda emancipación americana tiene que consolidar
la soberanía política de los Estados pero - y a diferencia de las independencias del siglo
XIX- debe integrar a los gobiernos y a los pueblos del continente en un sistema
confederado, cooperativo y solidario. Esta tarea implica conocer los puntos de
encuentro y las diferencias de los Modelos de Desarrollo de cada país de América
latina, apuntalando y promoviendo en la agenda de integración la resolución de los
intereses globales de la región.
La segunda independencia y la integración regional no son una mera manifestación de
deseo intelectual, sino que por el contrario, son un camino imprescindible para que los
pueblos del continente no sean aplastados por los intereses objetivos de las metrópolis
imperialistas. Los recursos del Tercer Mundo son un objetivo económico, político y
militar permanente y tomada la decisión por parte de las potencias de apropiarse de los
bienes de los Estados del sur de la tierra, es un problema meramente de tiempo, de
posibilidad y de circunstancia. La confirmación de la política expansionista y colonial
no debe verificarse en torno del debate moral que ella esconde, sino que se deduce del
más elemental análisis histórico. Ya lo estableció claramente Justino O` Farrell cuando
afirmó que: “las grandes potencias imperiales, bajo el pretexto de desarrollar la “obra
civilizadora”, ocultan su verdadera esencia y escamotean a la realidad lo que deben
garantizar: su expansión”(O` Farrell, 1976: 15). Así fue como la ciencia occidental dio
un marco de posibilidad concreta a la obra imperialista y la navegación y la técnica para
superar distancias, apuntalaron la vocación expansionista europea: la historia del
imperialismo fue y sigue siendo, la historia de la tecnología y la innovación puesta al
servicio de las potencias expansionistas. Los límites expansionistas del imperialismo los
dispone su capacidad industrial, su avance tecnológico y la organización política del
pueblo y el gobierno que quieren ocupar: el tope a los intereses objetivos de las
potencias está dispuesto por nuestros Modelos de Desarrollo y por la capacidad que
dispongamos para alcanzar la integración regional.

La historia reciente de Occidente lamentablemente, lejos de frenar la política


expansionista del imperialismo europeo o norteamericano, ha acelerado el proceso de
apropiación de los recursos de los otros Estados del planeta.87 Durante la colonización

87
Los efectos de este proceso se hicieron sentir en el Tercer Mundo y: “La situación del hombre y de las
naciones empeora desde 1990, tanto desde el punto de vista de las posibilidades de las personas de

117
inicial, la población de América latina fue la mano de obra de Europa que operó la
exportación de los recursos naturales. La segunda etapa expansionista europea posterior
a las independencias americanas, fue la neocolonial e implicó la apropiación de los
mercados para la colocación del trabajo extranjero y la confiscación de la energía y de
los recursos naturales. La tercera etapa expansionista neoliberal fue el resultado del
triunfo político y militar garantizado por las dictaduras y los gobiernos apuntalados por
Estados Unidos y su finalidad privilegiada fue cerrar la etapa de las revoluciones
nacionalistas y socialistas del Tercer Mundo. Se trató con esta política y en gran parte
de los casos, de obstruir la posibilidad de aplicar Modelos desarrollistas, socialistas y
nacionalistas. Una vez obstruida la etapa de liberación y destruida la industria de los
países, se promovió una política de integración regional dependiente a los anhelos del
capital financiero y monopólico norteamericano y europeo. En palabras de Methol
Ferré:

Nacemos entonces bajo la hegemonía del Imperio Hispánico, el primero en dar la vuelta
al mundo. Pero a Magallanes le siguió el pirata Drake. Y España en su retroceso
histórico hace lugar desde la Independencia al predominio del Imperio Británico, que a
su vez lo va cediendo al Imperio Yanqui, llegado con el siglo XX y consolidado en la
segunda Guerra Mundial. Tres imperios sucesivos signan nuestra historia. (Methol
Ferré, 1973: 33)

La aplicación de Modelos de Desarrollo Neoliberales permitió que el imperialismo se


apropie de las empresas públicas y privadas de las periferias fruto de la acumulación y
el trabajo de los Estados. Paralelamente a la desindustrialización, el neoliberalismo
produjo una distribución asimétrica de los recursos entre el capital y el trabajo a favor
del primero, sumergiendo en el terrorismo del hambre y la pobreza a gran parte de las
organizaciones libres del pueblo de América latina.

desarrollarse con plenitud, cuanto desde el de la igualdad de oportunidades para hacerlo. Las estadísticas
muestran la gravedad del proceso: aproximadamente cien países de los ciento noventa que integran las
Naciones Unidas están en peor situación económica y social, las trescientos cincuenta y seis familias más
ricas del planeta disfrutan de una renta combinada que supera la renta anual del 40 porciento de la
humanidad, dos tercios de la humanidad no han realizado jamás una llamad telefónica, un tercio carece de
electricidad, y la desertificación y el hambre amenazan la vida de 1200 millones de personas. La
economía nacional más poderos de la tierra, Estados Unidos, ha visto crecer fuertemente la diferencia
entre ricos y pobres y tiene, entre las naciones industrializadas, el primer lugar en el número de niños que
viven por debajo de la línea de pobreza (uno de cada cuatro) y el mayo índice de criminalidad. Desde otro
punto de vista, ciento tres países no tienen gobiernos democráticos y una buena parte de los restantes sólo
tienen democracias formales.” (Podetti, 2006: 73-74)

118
La vertiginosidad de la expoliación del Tercer Mundo adquirió ribetes trágicos en países
como Argentina, Bolivia o Perú, que vieron destruir sus economías, desarticular las
legislaciones sociales y privatizar sus empresas fruto de los procesos nacionalistas y
desarrollistas. El embate imperialista neoliberal dispuso de los mercados, de los
recursos naturales y financieros y de la mano de obra y con esta finalidad, las empresas
trasnacionales y el capital financiero se organizaron políticamente a través de los
gobiernos de las potencias y los organismos internacionales. A su expansión económica
le correspondió una organización política y militar que le otorgó sostén: organizadas sus
industrias, las potencias se abren paso hacia la conquista de mercados y materias primas
por intermedio de las finanzas, la política o la guerra, que son sólo medios para alcanzar
sus fines. Las potencias no tienen ética, sus leyes escritas son sólo eso y la política, el
terrorismo económico o la guerra y el exterminio de pueblos o de líderes populares,88
son decisiones circunstanciales de una misma codicia: la ganancia de sus capitales y el
crecimiento de sus naciones.

Los países cuando amplían su estructura industrial y productiva, se proyectan en el


plano político y cultural haciendo de su visión del mundo, un modelo de esquema
mental distorsionado que exportan con la finalidad de que sea asimilado por las
periferias: una de sus manifestaciones es la exportación de Modelos de Desarrollo y de
Integración para América latina. El pensamiento de las potencias es apropiado de forma
deformada por los intelectuales y los políticos de los Estados subdesarrollados, que a
través de este acto de sometimiento mental, planifican y justifican las políticas
antinacionales sobre su pueblo y cavan las tumbas en donde enterrarse como miembros
de un país subyugado. La justificación de los proyectos antinacionales que no pueden
garantizar los fusiles, los aviones o las Cancillerías, los ejecutan las instituciones
educativas, culturales y periodísticas del aparato de la colonización pedagógica,
planificado en las metrópolis y ejecutado por sus operadores internos en los Estados
dependientes. Frente a este panorama, las organizaciones libres del pueblo y sus
intelectuales enfrentan una batalla política y cultural por la supervivencia nacional y
regional de América latina. No existe emancipación social sin autonomía política, sin
independencia económica y sin soberanía cultural y estos aspectos fundamentales de un

88
“Aunque resulte doloroso sumar en estas circunstancias, podemos llegar a la conclusión de que más de
400 mil latinoamericanos fueron víctimas de una política de estado terrorista, cuya base estuvo diseñada
en Washington. Y esto no es ideologismo fatuo. Sólo basta con reconstruir la historia de los dictadores,
como Anastasio Somoza, Fulgencio Batista, Jorge Ubico, Alfredo Stroessner, y otros, y unirla con las
dictaduras del llamado Cono Sur, y comprobar de dónde y por qué surgieron y qué poder los sostenía.”
(Calloni, 1999:12)

119
Modelo de Desarrollo, no se consolidan sin integrar la región latinoamericana para
poner tope a los intereses expansionistas del imperialismo.
En este cuadro, es que introducimos el debate sobre los Modelos de Desarrollo y su
relación con la integración regional, ya que consideramos que de la realización o la
obstrucción de ambos, se define parte importante de la viabilidad social, cultural,
económica y política de América latina.

1. Objetivos

El presente documento tiene como objeto central analizar la relación existente entre los
Modelos de Desarrollo y los tipos de integración en la América latina actual. Con dicha
finalidad, vamos a tomar como casos de análisis las experiencias nacionales de Brasil y
de Argentina, por un lado; y los casos de Cuba y Venezuela, por otro. La elección de los
países no es azarosa sino que responde a que los Estados de Argentina y del Brasil
conforman uno de los polos de integración con características y perspectivas propias y
diferenciadas. Asimismo, ocurre con Venezuela y con Cuba que conforman un modelo
de integración que tal cual veremos, reposa en un Modelo de Desarrollo particular.
Para alcanzar los objetivos establecidos, el documento introduce una definición de los
conceptos utilizados como los de Modelo de Desarrollo, nación, oligarquía, geopolítica,
pueblo e integración regional. Con estas categorías realizaremos un breve análisis de las
experiencias nacionales identificando los cruces entre Modelos de Desarrollo y tipos de
Integración. Asimismo y a modo explicativo, mencionaremos un conjunto de hipótesis
que articulan las relaciones entre los conceptos y que manifiestan nuestro punto de vista
sobre las relaciones históricas, actuales y futuras entre los Modelos de Desarrollo y la
integración regional.

120
2. Definición de conceptos

2. a. Modelo de Desarrollo (Recalde, 2009): la noción se refiere al debate centrado en


las diferentes formas de organizar política, económica, social y culturalmente una
comunidad nacional. Asimismo, puede ser aplicada para definir los puntos de encuentro
y los rasgos centrales del Modelo de Desarrollo Regional. Éste último, sintéticamente,
combina características y problemas culturales comunes, como pueden ser las
coincidencias lingüísticas o religiosas y además, las discriminaciones étnicas creadas
por el neocolonialismo o un atraso de tipo científico y tecnológico. Compartimos una
historia y una geografía. Disponemos de intereses y problemas económicos compartidos
que se caracterizan por el subdesarrollo, las crisis periódicas, las carencias en las
comunicaciones, la extranjerización y la concentración económica y un bajo nivel
industrial en casi todos los países. Asimismo, tenemos desafíos y problemáticas
caracterizadas por el dualismo social que se expresa en la concentración de la riqueza,
en la marginalidad de la juventud y en las desigualdades educativas o de acceso a la
salud y a la cultura. Poseemos en común un sistema político dependiente y subordinado
a las injerencias de las potencias que se expresa en el europeísmo de las elites, en la
norteamericanización de la institución militar y en los bajos niveles de organización
política y sindical del pueblo.
Cuando nos referimos a la NACIÓN en América latina89 y siguiendo a Helio Jaguaribe,
incluimos dos dimensiones de análisis básicas. Según el autor hay cuestiones objetivas
que definen a una nación, como pueden ser las condiciones históricas, económicas,
geográficas, culturales y sociales. El proceso de organización de una nación sólo se
logra cuando existen vínculos de: “Unidad de raza, de cultura y de territorio”
(Jaguaribe, 1961: 11). Sobre el particular, el autor establece que: “El elemento cultural,
comprendido en determinada época la cosmovisión básica de un pueblo, su lengua y
demás medios de significación y comunicación, como el arte y el estilo, sus
instituciones y su tecnología, es el principal factor de aglutinación nacional” (Jaguaribe,
1961: 11). Jaguaribe sostiene que la nación no se consolida si dichas condiciones
objetivas no son acompañadas de decisiones políticas (condiciones subjetivas). Las
condiciones objetivas son organizadas y promovidas a través de un proyecto político
que surge como reflejo defensivo de un conglomerado de clases sociales frente a la

89
La palabra América latina se refiere a las: “repúblicas independientes que ocupan 1) la parte meridional
de América del Norte; 2) América Central, incluido el Caribe; 3) América del Sur. Pero en términos
geográficos, la región incluye muchas otras sociedades pequeñas, la mayoría de las cuales se encuentra
todavía bajo régimen colonial, y unas pocas que ahora surgen a la independencia.” (Jaguaribe, 1972: 12)

121
acción y al avance del conjunto de factores de poder de otras naciones. El proyecto
nacional en palabras de Jaguaribe: “Es suscitado por la necesidad sentida de una
comunidad de construir y mantener en funcionamiento un mecanismo jurídico político
que imprima efectos prácticos a su unidad social, cultural y geográfica” (Jaguaribe,
1961: 13). Sin consolidar la nación, el país no supera el subdesarrollo y perpetúa el
estado de dependencia estructural, que implica la condena social y la desaparición de las
organizaciones libres del pueblo que lo conforman. El debate sobre el Modelo de
Desarrollo tal como aclara Jaguaribe, se distancia de una interpretación meramente
simbólica, folclórica, literaria y por el contrario: “El nacionalismo, como se vio, no es
imposición de nuestras particularidades, ni simple expresión de características
nacionales. Es por el contrario, un medio para alcanzar un fin: el desarrollo” (Jaguaribe,
1961: 39). Cuando un grupo o conjunto social se organiza políticamente e intenta
consolidar la nación, se habla de la existencia del nacionalismo. El término incluye la
planificación del proyecto nacional90 que implica una respuesta teórica y política a las
demandas de un conjunto de clases que conforman las condiciones objetivas de un
territorio. El nacionalismo involucra una práctica y una acción concreta de ejecución del
programa nacional, experiencia sin la cual la comunidad no se realiza. Proyecto
nacional y práctica política, son los dos pilares sin los cuales no se consuma la nación y
consecuentemente, el conjunto de actores que habitan su territorio tal como sostuvo
Juan José Hernández Arregui: “La conciencia nacional es la lucha del pueblo argentino
por su liberación” (Hernández Arregui, 2004). El nacionalismo en América latina
implica una acción política y un desarrollo teórico que da viabilidad a los intereses
objetivos y materiales de una comunidad y es un reflejo defensivo de las organizaciones
libres del pueblo frente a la agresión de las potencias y sus aliados locales y: “El
colonialismo, no los libros, crea, el nacionalismo en las masas” (Hernández Arregui,
1972: 17).
Los distintos Modelos de Desarrollo y de integración regional implican un tipo de
inserción específica del país en el teatro de la división del trabajo mundial y de ella
depende la posibilidad de lograr la emancipación plena y sustentable de sus habitantes.

90
“Hay dos sentidos en que la planeación del desarrollo por los estados modernos debe considerarse
como nacional: el primero expresa el hecho de que los estados modernos como organizaciones políticas
son estados nacionales; en otras palabras, que las comunidades políticamente organizadas en forma de
estado son naciones. En este sentido, decir que la programación del desarrollo nacional equivale a
referirse a la idea de la soberanía, una idea que expresa el ejercicio por la comunidad de su facultad de
autodeterminación política. Por otra parte, la comunidad que trata de desarrollarse mediante la planeación
es una nación que se afirma como tal. En este segundo sentido, decir que la planeación del desarrollo es
nacional equivale a referirse a la idea de nacionalismo y a expresar la intención de la comunidad, como
nación, de utilizar la técnica de la planeación a través del aparato estatal para preservar y promover su
nacionalidad.” (Jaguaribe, 1973: 47)

122
Decimos que es un modelo ya que reunimos y presentamos de una manera simplificada
y bajo las categorías de liberalismo, desarrollismo, nacionalismo y socialismo, todo
conjunto de comportamientos sociales, políticos e históricos que son una construcción
conceptual explicativa y que no encuentran una relación directa y determinista con el
comportamiento de la sociedad. Esto es, son esquemas conceptuales y explicativos que
no dan cuenta del conjunto de los factores y de las relaciones históricas situacionales,
pero que pese a eso, consideramos que nos permiten sistematizar algunas líneas
interpretativas básicas acerca del comportamiento de los principales procesos de
desarrollo de América latina y su relación con la integración regional. En tanto son sólo
construcciones conceptuales, no podemos dejar de mencionar que en la historia de los
países existen complejidades y que los procesos tomados como ejemplos, encuentran
características diversas e incluso, que pueden incluir aspectos de más de uno de los
Modelos planteados como referencia.
No existe una posición unívoca acerca de cuál es la receta o el proyecto capaz de
encauzar el desenvolvimiento armónico, estable y perdurable de los factores sociales,
económicos, políticos y culturales que dan consistencia y permanencia a las condiciones
objetivas de América latina. En realidad, es innegable que hay diferentes Modelos en
tanto los actores sociales que interactúan en el país y el extranjero encuentran intereses
y en varios casos, objetivos claramente disímiles y enfrentados. Las contradicciones y
los puntos de vista disimiles y lejos de ser un problema meramente teórico, son
cuestiones políticas: las potencias exportan sus esquemas de desarrollo y de integración
para América latina y organizan, promueven y perpetúan la dependencia cultural y la
colonización pedagógica sobre nuestros intelectuales y dirigentes.

Hipótesis I: los Modelos de Desarrollo en América latina históricamente, fueron una


de las manifestaciones de nuestra dependencia estructural. El Modelo de Desarrollo
Liberal fue la puesta en funcionamiento de la política exterior europea en América
latina e incluyó como pilar fundamental, la balcanización del continente y la
imposibilidad de la integración regional. En su etapa actual, el Modelo de Desarrollo
Neoliberal opera como la expresión de los intereses norteamericanos en el continente y
es un impedimento para la integración regional de propuestas como la Unión de

123
Naciones Suramericanas (UNASUR)91 o la Alianza Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América (ALBA).92

Hipótesis II: la integración regional, prolongando las concepciones federalistas que


vienen planteadas desde la época de Gervasio Artigas,93 solamente se pueden consolidar
de manera estable y perdurable, conociendo, respetando y articulando, los Modelos de
Desarrollo de cada uno de los Estados y comunidades de América latina.
Consideramos pertinente relacionar el término Modelo de Desarrollo al de nación por el
hecho de que la existencia de los Estados nacionales como marcos de encuadramiento,
de organización y de desenvolvimiento de las relaciones de poder en los siglos XIX, XX
y XXI. Tal cual expresó Jaguaribe, difícilmente se alcance un desarrollo social y
económico perdurable de la región o de un Estado, sin consolidar previamente la
comunidad nacional como unidad soberana e independiente. Con este postulado no
negamos la importancia estratégica que implica la unidad latinoamericana ya que, tal
como estableció Juan José Hernández Arregui: “América latina reúne las condiciones de
una nación integral (…) la lucha por la independencia nacional de las nacionalidades
latinoamericanas debe ser coordinada, pues no habrá independencia nacional fuera del
cuadro general de la lucha antiimperialista latinoamericana” (Hernández Arregui, 2002:
42 y 114). Dicho de otra manera: el tipo de Modelo de Desarrollo es un factor
importante que va a impulsar o a obstruir un determinado tipo de integración regional.
Asimismo y en su sentido contrario, tal como quedó evidenciado en el accionar de la
UNASUR -que bloqueó el golpe de Estado en Bolivia impulsado por la oligarquía de la

91
La UNASUR tiene origen en el año 2004 y se compone por miembros de la Comunidad Andina
(Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador), del MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y
Venezuela), por miembros de la Comunidad del Caribe (Guyana y Surinam) y por Chile.
92
En el año 2004 los presidentes de Venezuela y Cuba firman la Declaración Conjunta para la creación
y el Acuerdo de aplicación del ALBA. Posteriormente se incorporan Bolivia, Nicaragua, San Vicente y
las Granadinas, Ecuador, Honduras, Mancomunidad de Dominica y Antigua y Barbuda. En:
www.alianzabolivariana.org
93
El federalismo de Artigas se enfrentó al imperialismo británico, al unitarismo porteño y a los intereses
portugueses. Las alternativas geopolíticas que Artigas combatió fueron la anexión a la potencia
portuguesa (Ciplastina) y la posibilidad de adoptar una posición subordinada al liberalismo unitario de las
Provincias Unidas del Río de La Plata. Su programa, base del federalismo latinoamericano, implicaba
integrar la Banda Oriental a las Provincias Unidas bajo un régimen Federal que mantuviera la unidad
regional pero respetando la soberanía de cada uno de los territorios. Finalmente y por injerencia británica,
se conformó el Uruguay que, según Methol Ferré, fue un Estado tapón e: “Inglaterra abrió un campo
neutralizado en la boca del Río de La Plata, para desarticular la Cuenca y evitar su control por ningún
gran centro de poder latinoamericano en el Hemisferio Sur, capaz de resistir y autodesarrollarse. El
Uruguay aseguraba el desmembramiento de la zona óptima de América del sur. Como reaseguro, las
Malvinas custodiaban discretamente.” (Methol Ferré, 1973: 55)

124
Media Luna-94 la viabilidad de los Modelos de Desarrollo dependen estrechamente del
tipo de integración regional que se consolide.
La organización nacional y la integración regional en América latina, no son una tarea
de un sólo grupo social, sino que son actividades que involucran un frente político o un
conglomerado de clases sociales en disputa. A partir de aquí, es que articulamos la
dinámica política y cultural de América latina en torno de la noción de pueblo,95 que
incluye y que redefine la de clase social. El concepto de PUEBLO al que hacemos
referencia tiene un sentido político, uno económico y otro cultural. Como categoría
económica, el pueblo se refiere al conjunto de relaciones de producción que están
enfrentadas a los intereses de las metrópolis: los trabajadores, los industriales y
profesionales ligados al mercado interno, tienen objetivamente un mismo enemigo
estructural en el programa neocolonial que promueve el capital trasnacional y sus
aliados locales. La dimensión política de la categoría pueblo, refiere al hecho de que las
relaciones de poder económico y social mencionadas se ejercen y perpetúan a través de
una organización política. A nivel cultural, se habla de nacionalismo popular como
marco de identidad que da consistencia organizativa y política al pueblo para enfrentar
el programa neocolonial. Enrique Guglialmelli se refirió a la relación entre la
organización política del pueblo y el Modelo de Desarrollo de la siguiente manera:

El desarrollo integral significaba el económico-social, cultural y espiritual. (…) Definí


asimismo como sectores nacionales a todos aquellos que no están comprometidos con
los sectores opresores o que, en particular, sufren la opresión de los grupos dominantes
externos, imperialistas o neocolonialistas, o de los grupos colonialistas internos,
cualquiera fuera la modalidad que esa coacción adopte. La revolución nacional debe,
según el mismo trabajo, consolidar el rango de nación y asegurar, por tanto, que el
centro de decisión soberana le pertenezca. (Guglialmelli, 2007b: 130).

94
“El momento más crítico de las protestas encabezadas por los prefectos de la llamada Media Luna y por
dirigentes de partidos de la ultraderecha pro estadounidense, que comenzaron el 16 de agosto de 2008,
sucedió el 11 de septiembre en Pando, cuando se produjo un brutal ataque contra una marcha de
campesinos defensores del gobierno, que dejó como saldo 11 muertos, 50 heridos, al menos 15
capturados y sometidos a torturas, malos tratos y humillaciones (…) de lo que dio cuenta un informe de
la ONU de marzo de 2009. Por su parte la misión de derechos humanos enviada por la Unión de Naciones
Suramericanas (Unasur) calificó el hecho como una “masacre de campesinos.” (Calloni, 2009: 103)
95
Ernesto Laclau desarrolló un prolífero estudio de las nociones de “pueblo” y de “populismo.” En sus
palabras: “El pueblo no constituye una expresión ideológica, sino una relación real entre agentes sociales.
En otros términos, es una forma de constituir la unidad del grupo. No es, obviamente, la única forma de
hacerlo; hay otras lógicas que operan dentro de lo social y que hacen posibles tipos de identidad
diferentes de la populista.” (Laclau, 2005: 97-98)

125
Tradicionalmente, se entiende que el actor político opuesto al pueblo es la
OLIGARQUÍA. El término oligarquía encuentra varias acepciones. Por un lado, se
refiere a una función económica que se caracteriza por la actividad agropecuaria o
extractiva ejercida en base a la tenencia de grandes superficies de tierra. La oligarquía
comprende a los grupos reducidos de poder o a las clases identificadas con los intereses
de los grandes terratenientes ligados al sector agroexportador, minero y similares. Su
Modelo de Desarrollo y de integración se relaciona estrechamente con el liberalismo
clásico y con la balcanización de América latina. Además, la palabra oligarquía
adquiere una dimensión estrictamente política y se refiere a aquellos grupos o clases que
ejercen su poder de manera minoritaria con un programa que enfrenta objetivamente los
intereses del pueblo. En este último caso, la oligarquía refiere a un conglomerado de
clases y dirigentes en donde coexisten de manera inestable y cambiante, los intereses del
capital extranjero, los bancos trasnacionales, los detractores de latifundios o los
representantes de los partidos políticos demoliberales. En la historia de América latina,
la oligarquía ha demostrado ser un apéndice de los intereses metropolitanos. Su
rentabilidad estuvo atada a la entrega de la soberanía política, a la subordinación de los
mercados y de los recursos naturales del conjunto de la región a la injerencia externa,
con la finalidad de defender sus beneficios como clase. La oligarquía históricamente,
fue europeísta, racista y liberal en lo económico y promovió una integración
subordinada a las metrópolis sobre la base de la desintegración de la nación
latinoamericana.
A partir de lo expuesto, es bueno reconocer la importancia estratégica que adquiere el
hecho de identificar cuál es el Modelo de Desarrollo que nos va a permitir alcanzar la
industrialización, la emancipación de las organizaciones libres del pueblo y la
integración regional. Oscar Varsavsky estableció que:

Desarrollo es, sí, un término relativo, pero relativo a las metas que el país se plantea; a
su propio Proyecto Nacional, no al de otro país. (…) Cuando alcancemos nuestros
objetivos seremos desarrollados, hasta plantearnos otros nuevos. (…) Con un Proyecto
Nacional tenemos nuestra propia pauta y medida de desarrollo, que recién entonces
podremos cuantificar de la manera que nos resulte más útil. (Varsavsky, 1971: 111-112)

La imposición por el imperialismo de los proyectos de integración, dificulta la respuesta


soberana e independiente de los países a sus necesidades y obstruye la posibilidad de
alcanzar una unidad regional complementaria y solidaria. A lo largo del presente
documento, por consiguiente, vamos a centrar la mirada en el análisis de los Modelos de
126
Desarrollo y su relación con las propuestas de integración regional, atendiendo cuatro
variables interrelacionadas:
- la Economía;
- el Rol del Estado;
- la forma de organizar la Democracia y la articulación política;
- el Programa cultural;

Hipótesis III: las propuestas de integración de América latina se relacionan


estrechamente a los Modelos de Desarrollo de cada país. En este cuadro, los Modelos de
Desarrollo Socialista y Nacionalista de izquierda impulsan la ALBA. El Nacionalismo
Moderado y el Desarrollismo Progresivo impulsan el Mercado Común del Sur96
(MERCOSUR) ampliado y la UNASUR. Los gobiernos que adoptan el Modelo de
Desarrollo Liberal promueven, prioritariamente, la Zona de Libre Comercio
Hemisférica (ALCA) o la firma de Acuerdos binacionales con EUA que vienen a
completar el programa del Nafta en América del Sur.97

2. b. Los Modelos de Desarrollo y la economía


La presión económica ciñe más fuerte que la presión bélica; no es cruenta pero es
implacable e integral. Manuel Savio (Gugliarmelli, 2007b: 524)

El programa económico propuesto se relaciona estrechamente a los niveles de soberanía


política de cada Estado y además, incide en el tipo de alianzas sociales de los Modelos
de Desarrollo. Como veremos en las menciones particulares de los casos nacionales de
Brasil, Argentina, Venezuela y Cuba, no hay un único camino de desarrollo económico
en todas las comunidades nacionales.
Mas más allá de las dificultades y las limitaciones que implica cualquier generalización
y a modo de ejemplo, se puede sostener que las experiencias nacionalistas impulsaron la
industrialización, la modificación de los perfiles agroexportadores típicos del
liberalismo dependiente y la recuperación del control de los recursos estratégicos. En
este marco, el nacionalismo boliviano, en palabras de Álvaro García Linera, ha
alcanzado varios objetivos entre los que resaltan la capacidad de recuperar el control de
sus recursos y:

96
El MERCOSUR nace con la firma del Tratado de Asunción de 1991 por Brasil, Argentina, Paraguay y
Uruguay. En el año 2006 se inician las gestiones para el ingreso de Venezuela como Estado Parte (aun
pendiente). Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia y Perú son Estados Asociados. En: www.mercosur.org.uy
97
“El proyecto del ALCA, como ha sido formulado por EUA, es inaceptable por Brasil y Argentina y,
consecuentemente, por el MERCOSUR.” (Jaguaribe, 2006: 92)

127
Hemos pasado del Estado débil, adelgazado, light, que nos convirtió en furgón de cola
de una globalización irrespetuosa y alocada, a un Estado fuerte. Hoy, el Estado
boliviano controla cerca del 21% de la economía, del Producto Interno Bruto del país,
nuestro horizonte es llegar al 30%. Y en lo productivo, el Estado boliviano que
recibimos, literalmente aniquilado con apenas el 0,6% del control de la riqueza
productiva de Bolivia, hoy mínimamente controla el 7 y 8% de la parte productiva de la
riqueza. Es nuestra esperanza llegar a un 20 y a un 25% como un Estado sólido,
moderno y capaz de redistribuir su riqueza. (García Linera, 2008).

Con dicha finalidad la Constitución de Bolivia en su Artículo 320 inciso IV establece


que:
El Estado es independiente en todas las decisiones de política económica interna, y no
aceptará imposiciones ni condicionamientos sobre esta política por parte de Estados,
bancos o instituciones financieras bolivianas o extranjeras, entidades multilaterales ni
empresas transnacionales.

La Constitución introduce cláusulas de defensa del capital nacional y de promoción del


mercado interno para Bolivia. El Artículo 349 establece que: “Los recursos naturales
son de propiedad y dominio directo, indivisible e imprescriptible del pueblo boliviano, y
corresponderá al Estado su administración en función del interés colectivo.” La
Constitución se refiere especialmente a la administración pública de los hidrocarburos,
de la Minería y Metalurgia, de los Recursos hídricos y del Mercado de tierras. La
recuperación de la soberanía económica implica organizar relaciones políticas y a partir
de aquí, el texto en el artículo 10, inciso III prohíbe la instalación de bases militares
extranjeras en territorio boliviano y hace mención explícita a que no podrán acceder a
cargos públicos electivos aquellas personas que: “hayan ocupado cargos directivos en
empresas extranjeras transnacionales que tengan contratos o convenios con el Estado, y
no hayan renunciado al menos cinco años antes al día de la elección” (Artículo 238
inciso 2).

2. c. Los Modelos de Desarrollo y el Rol del Estado


“El general san Martín jamás derramará sangre de sus compatriotas y
sólo desenvainara su espada contra los enemigos de independencia de Sud
América”.
Manifiesto de José de San Martín, Valparaíso 27/7/1820

128
El debate sobre la forma de funcionamiento del Estado es una de las piezas
fundamentales para identificar los Modelos de Desarrollo, en tanto se presenta como
uno de los ámbitos en donde se centra la lucha por el poder y por la ordenación de las
clases que vertebran el sistema social. Las organizaciones libres del pueblo o las
oligarquías, se proyectan políticamente en el Estado desde el cual establecen la
formulación, la planificación, la promoción, la divulgación y la implementación del
Modelo de Desarrollo y de integración.
El primer paso para discutir la relación entre el Estado, el Desarrollo y la integración se
relaciona a la posibilidad de discernir cuál es la clase o conjunto de clases y de actores
internos y externos, que el Estado expresa y promueve. El Estado interactúa, acelera o
retrasa la organización del conjunto de factores de poder y sus respectivos ámbitos
sociales, políticos y económicos. Al discutir el rol del Estado hay que identificar qué
relación establece con las organizaciones del trabajo: las integra o las reprime; opera
como un instrumento de fomento o como un elemento de explotación. En el caso del
Nacionalismo de Izquierda y a modo de ejemplo, podemos observar que el Estado
promueve un sistema social en donde se reconocen e institucionalizan los derechos de
las organizaciones libres del pueblo y:

La organización social del Pueblo comprende a los trabajadores, tanto a los llamados
manuales como a los intelectuales y artísticos. (…) Los trabajadores de esos distintos
órdenes deberán organizarse en sus respectivos gremios o asociaciones profesionales, o
sea, los sindicatos. (Manual Práctico del Segundo Plan Quinquenal, 1953: 23-25)

Asimismo, al referirse al modelo de organización económica que va a promover el


Estado se sostiene que:

Comportará una coordinación de la actividad de los trabajadores, de los productores, de


los industriales, de los comerciantes y de los consumidores. (…) Los componentes de
los distintos sectores económicos podrán organizarse libremente, a su vez, en tantas
agrupaciones como lo crean necesario; pero estas agrupaciones, lo mismo que las de
trabajadores, deberán tener como norma la obtención del bien común, mediante la
consolidación de la Justicia Social, la Independencia económica y la Soberanía Política.
(Manual Práctico del Segundo Plan Quinquenal, 1953: 27)

129
2. d. Los Modelos de Desarrollo y la forma de organizar la Democracia y la
articulación política
Todo tránsito del colonialismo a la liberación nacional tremola banderas políticas
definidas. Es decir, la independencia económica que es la conciencia de la oposición al
imperialismo. A su vez, esta conciencia antiimperialista, sólo puede desembocar en la
soberanía política con la adhesión de la clase obrera. (Hernández Arregui, 1972: 215)

El liberalismo clásico o el neoliberalismo, se han caracterizado por fomentar la


desmovilización y la organización aristocrática del gobierno que bloquea o que
directamente reprime, a las organizaciones y a los representantes del pueblo. Por el
contrario, se puede observar que el socialismo o el nacionalismo contemplan la
inclusión del pueblo en la toma de decisiones del gobierno.
El Nacionalismo de Izquierda supone la construcción de un programa político con
mayor protagonismo y con hegemonía en el frente político por parte de los trabajadores,
en relación a las otras clases que componen el frente. En este cuadro, por ejemplo, la
propuesta de reforma constitucional de Venezuela del año 2007 estableció en el Artículo
158 que: “El Estado promoverá como política nacional, la participación protagónica del
pueblo, restituyéndole el poder y creando las mejores condiciones para la construcción
de la Democracia Socialista” (Recalde, 2010b). La propuesta del artículo 70 ampliaba
los mecanismos de participación política del pueblo para la “construcción del
socialismo” a través de nuevas figuras del Consejo del Poder Popular y los distintos
Consejos (comunales, de trabajadores, estudiantiles, etcétera). El artículo 141 introducía
la figura innovadora en la relación entre el gobierno y el pueblo de las misiones.98

2. e. Los Modelos de Desarrollo y el programa cultural


Vamos a definir el término cultura siguiendo a Juan José Hernández Arregui
(Hernández Arregui, 2004), que lo precisa como el conjunto de bienes materiales y
simbólicos que conforman la identidad de un grupo social. Dichos bienes materiales y
simbólicos se organizan como valores colectivos que son transmitidos por intermedio
del lenguaje y se expresan como conciencia a partir del cual el hombre actúa e interpela
el medio (Recalde, 2010). La cultura puede ser un medio de emancipación o de opresión

98
“Las misiones sociales fueron creadas por el Presidente Hugo Chávez en 2003, con el objetivo de
profundizar la revolución. (…) Tras dos años de ejecución, las misiones han transformado completamente
el mapa social del país, logrando, entre otros avances, la alfabetización de más de un millón 300 mil
venezolanos, el acceso a la educación primaria, secundaria y superior de casi dos millones más, el acceso
a la salud primaria de 17 de millones de venezolanos, favorecer la seguridad alimentaria de las
comunidades y el impulso a la reforma agraria integral.” (Las Misiones Bolivarianas, 2006: 4 y 15)

130
en tanto que busca perpetuar o que intenta modificar una realidad social, económica y
política con la cual interactúa. Cuando la cultura es un instrumento de opresión entre
países se define como neocolonialismo. En el caso de que la cultura sea un medio para
oprimir a grupos sociales dentro de una nación se puede hablar de racismo o de
clasismo. En su sentido inverso, cuando la cultura es un elemento de emancipación
entre Estados se la define como nacionalismo latinoamericano o antiimperialismo.
Cuando adquiere una función emancipadora entre los grupos sociales de un país se
puede definir como cultura popular.
Cada grupo social promueve su visión de mundo que incluye un Modelo de Desarrollo
y de integración regional. Asimismo, los promotores de cada Modelo construyen la
justificación de su programa y esta acción incluye la negación o la afirmación de los
valores y los patrones de cultura de sus adversarios y enemigos. Los Modelos de
Desarrollo dependientes económica y políticamente, promovieron la formación y la
divulgación de una cultura neocolonial cuya finalidad fue perpetuar el dominio del
extranjero sobre los recursos de los Estados de América latina. Una de las
manifestaciones de nuestra dependencia cultural consiste en aplicar categorías de
pensamiento extranjeras que no resuelven, sino que y por el contrario, agudizan los
problemas del continente, tal cual lo estableció Eduardo Astesano: “El pensamiento
Eurocentrista copó incluso la historiografía de centenares de pueblos coloniales quienes
se lanzaron a la aventura de reconstruir su propio pasado utilizando el lente prestado por
el colonizador” (Astesano, 1982: 9).
Un ejemplo de las relaciones existente entre el programa cultural y el Nacionalismo de
Izquierda, lo encontramos en los planes de gobierno de Bolivia desde la asunción
presidencia de Evo Morales. En esta línea, se pueden citar las concepciones que se
institucionalizan con la Constitución actual de ese país, que en su artículo 1º reconoce y
reivindica la existencia de las culturas originarias y Bolivia se constituye en un: “Estado
Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario,99 libre, independiente, soberano,
democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías.” Su condición de
Plurinacional Comunitario implica y tal cual lo expresa el artículo 2º:

La existencia precolonial de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos y


su dominio ancestral sobre sus territorios, se garantiza su libre determinación en el
marco de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al

99
La Constitución reconoce la existencia de 36 naciones.

131
autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación
de sus entidades territoriales.

El intento de cimentar un Estado sobre “principios ético-morales de la sociedad plural”


o de: “constituir una sociedad justa y armoniosa, cimentada en la descolonización, sin
discriminación ni explotación, con plena justicia social, para consolidar las identidades
plurinacionales”, forma parte de los objetivos del nuevo Estado expresados en su texto
constitucional (Recalde, 2010b).

2. f. Aspectos que definen a los Modelos de Desarrollo


2. f. 1. Modelo liberal

A- Liberalismo clásico:
- Economía: impulsa el esquema agrominero exportador centrado en la inserción
dependiente y subordinada al capitalismo mundial de libre mercado con hegemonía
europea (principalmente británica). Se promueve el modelo agrominero exportador o de
una economía de servicios donde se favorece a los grandes terratenientes, al capital
extranjero y a los importadores ligados al comercio de ultramar. El proyecto económico
está asentado en la defensa y promoción de la propiedad privada y concentrada del suelo
y los recursos naturales. Se otorgan iguales derechos a la propiedad privada nacional
que a la extranjera, que culmina apropiándose de los principales recursos estratégicos de
los países. El programa se desenvuelve en base a la explotación de clase y racial de los
sectores populares.
- Rol del Estado: es un Estado gendarme y policial. Es un Modelo fuertemente represivo
que garantiza el desenvolvimiento del librecambio, cuestión que en los hechos implica
intervenir a favor de los grupos concentrados internos y extranjeros. Hay una
articulación directa entre los funcionarios del capital extranjero y las elites al mando del
Estado. La arquitectura institucional está organizada para garantizar la exportación de
los recursos del país a las metrópolis.
- Democracia y articulación política: es un proyecto elitista. Se fomenta como una
política de Estado la desmovilización social y el exterminio de los actores protagonistas
de los proyectos alternativos al liberalismo. Se impone un modelo restrictivo para la
participación y se establecen cláusulas que vinculan la política a la tenencia de recursos
económicos y a disposiciones raciales.

132
- Programa Cultural: es un liberalismo racista e europeísta. La cultura es presentada
como sinónimo de civilización europea y de progreso. El programa cultural contiene un
fuerte contenido racista y niega la cultura y los valores históricos del continente. El
“progreso” es la justificación cultural y científica del exterminio de las organizaciones
libres del pueblo. La identidad del liberalismo clásico es el reflejo del ascenso político y
cultural inglés y francés y por eso, es antihispanista y anti católico. Para esta concepción
la inmigración europea daría contenido material (blanquitud) al proyecto cultural del
liberalismo.

B- Neoliberalismo:100
- Economía: es un programa aperturista asentado en la rentabilidad financiera y la
aplicación de las innovaciones en el campo de la comunicación. Es un capitalismo de
libre mercado dependiente caracterizado por la transferencia de los recursos naturales y
financieros nacionales al extranjero, por intermedio de las privatizaciones y la apertura a
la libre acción de las empresas y capitales de las potencias. Se aplicó para apropiarse de
las empresas públicas consolidadas en los programas nacionalistas o desarrollistas. El
capital financiero, los importadores y las empresas de servicios privatizadas, son los
pilares del modelo que coexiste con una extrema desigualdad social. Se refuerza la
dependencia tecnológica, productiva y alimentaria al destruirse la industria para
importar el trabajo del extranjero.
- Rol del Estado: es un Estado neocolonial que garantiza el juego del librecambio de
mercado, lo que implica intervenir a favor de las oligarquías y de EUA. Hay una
articulación estrecha entre los funcionarios del capital extranjero y las elites al mando
del Estado, que toman sus decisiones atendiendo los programas de los organismos
trasnacionales.
- Democracia y articulación política: frente al vacío político producto de las dictaduras
de los años sesenta al ochenta, se posibilita la aplicación de un clientelismo y una
mediatización de la política. Los medios de comunicación de masas ocupan
competencias tradicionales de los partidos políticos, los sindicatos o las organizaciones
sociales. La destrucción de la industria debilita a los sindicatos y a las representaciones
de las organizaciones libres del pueblo. Los cuadros de conducción política se forman,
principalmente, en las usinas de pensamiento del capital trasnacional.

100
El neoliberalismo en el plano internacional se corresponde con el avance del imperialismo anglo
norteamericano centrados en las figuras de Margaret Thatcher y de Ronald Reagan.

133
- Programa Cultural: es el postmodernismo. Implica la apropiación de la cultura
norteamericana por parte de las elites. Los sectores populares están sujetos a las
operaciones de la industria cultural y el aparato de la colonización pedagógica. Se
abandonan los valores del progreso del liberalismo tradicional y se adopta un programa
nihilista centrado en los valores de la competencia permanente, el darwinismo social y
el consumismo. La obra intelectual del austriaco Friedrich Von Hayek y del
norteamericano Milton Friedman y la Escuela de Chicago, sistematizan muchos los
postulados neoliberales. Tras la derrota de las revoluciones del Tercer Mundo y la caída
de la Unión Soviética, el programa norteamericano se presenta como universal y
establece el monopolio sobre las formas que debe adquirir la acción política.

2. f. 2. Modelo desarrollista

A- Regresivo:
- Economía: es un programa de sustitución de importaciones impuesto, centralmente,
por las restricciones externas (primera Guerra Mundial, crisis de 1930 o segunda Guerra
Mundial) y no por un proyecto nacional planificado. Involucra un desplazamiento de la
inversión de los grupos terratenientes o ligados a actividades extractivas, hacia ramas
industriales con fuerte impronta del capital extranjero que estipula las principales
decisiones de la organización del esquema institucional. La inserción al capitalismo
dependiente mantiene las variables principales de esquema agroexportador y de
servicios, paralelamente a que plantea avanzar en algunas ramas de la industria
transfiriendo recursos a estas actividades. Las principales industrias y las empresas de
servicios son controladas por el capital extranjero que subordina al empresariado
nacional en ascenso. Se corresponde a la decadencia del imperio británico y a la
supremacía del proyecto norteamericano.
- Rol del Estado: es un Estado neocolonial en el cual se establecen nuevas instituciones
y regulaciones centradas, prioritariamente, en la posibilidad de reglamentar algunos
aspectos del funcionamiento de la economía frente a las crisis mundiales. La
organización de la arquitectura institucional está en manos del capital trasnacional y la
oligarquía que planifican el modelo de Estado atendiendo la rentabilidad y el repatrío de
ganancias al extranjero. El proceso de desarrollo de nuevas instituciones públicas genera
condiciones para que puedan ingresar al aparato del Estado los sectores medios.
- Democracia y articulación política: es un Modelo represivo e incluye el ingreso a las
decisiones de los tecnócratas. El frente político tradicional incluye sectores reducidos de

134
clase media y se renuevan los lazos con el capital trasnacional financiero e
industrialista. La aparición de la industria modifica los patrones sociales tradicionales
permitiendo el crecimiento de los trabajadores urbanos, que no encuentran
representación política en los partidos demoliberales. La acción política e institucional
del Estado apuntala la nueva forma de la dependencia.
- Programa Cultural: es un desarrollismo conservador. El programa implica la revisión
parcial de algunas concepciones del liberalismo clásico. La decadencia del poder del
liberalismo económico y político clásico, acentúa la crisis cultural generando
condiciones para la aparición de nuevas corrientes intelectuales antiliberales o
nacionalistas.

B- Progresivo:
- Economía: es un programa de desarrollo industrial con marcada presencia del capital
extranjero. Se vincula estrechamente el desarrollo nacional a la industrialización y con
esa meta, el Estado promueve la formación de algunas ramas de los servicios públicos
básicos. Se produce un patrón de acumulación del capital nacional industrialista, que en
algunas ramas sigue subordinado al capital trasnacional. El crecimiento industrial
genera condiciones para el crecimiento de las organizaciones libres del pueblo y para su
participación en el debate sobre la distribución de la renta social.
- Rol del Estado: el Estado desarrolla políticas para conformar una burguesía nacional y
articula diversas acciones con el capital extranjero. El Estado recupera capacidad en la
toma de decisiones desde los organismos de control, de planeamiento o desde la
construcción de obras públicas. Asimismo, puede promover y controlar algunas
empresas públicas, especialmente en el área de servicios. Se generan mecanismos
institucionales para promover los servicios sociales y la cultura desde el Estado.
- Democracia y articulación política: la herramienta política involucra a sectores de
clase media, a actores ligados al mercado interno y a las mediaciones del capital
trasnacional. Se amplía la participación a representantes de las organizaciones libres del
pueblo. Los actores ligados a los intereses del capital nacional, a las empresas del
Estado y las organizaciones libres del pueblo, recuperan posiciones políticas e
institucionales en los partidos e instituciones de gobierno.
- Programa Cultural: el programa implica la revisión crítica del liberalismo clásico
estableciendo conceptualmente la defensa de la industria. Se democratiza el acceso a la
cultura para los sectores medios y coexisten las corrientes ideológicas del cientificismo
y del desarrollismo con expresiones del nacionalismo. Se promueve la ciencia y la

135
técnica aplicada a la industrialización, sin cuestionar de raíz el proceso de
extranjerización. El ascenso político de los trabajadores y las organizaciones sociales
amplifica y recupera los patrones culturales del pueblo.

2. f. 3. Modelo nacionalista

A- Nacionalismo moderado:
- Economía: es un capitalismo nacional industrialista e independiente. Se desarrolla la
industria nacional, se fomentan las empresas del Estado y se planifica la economía
manteniendo el funcionamiento de las relaciones capitalistas. Los servicios públicos, el
manejo del ahorro nacional, el comercio exterior y los recursos naturales, quedan en la
esfera de control directo del Estado. El sector agrícola y el capital extranjero son
subordinados a los intereses del proyecto industrialista. Se promueven formas estatales
y cooperativas que conviven con la propiedad privada. El desarrollo industrial
posibilita el crecimiento de las organizaciones sindicales y junto a ellas, un proceso de
discusión sobre la apropiación de la renta.
- Rol del Estado: es un Estado nacional y empresario controlado por un frente de
trabajadores e industriales. Controla los resortes centrales para el desarrollo nacional,
atendiendo el desenvolvimiento de la soberanía política y la independencia económica.
Incluye en las políticas de Estado a la pequeña y mediana empresa nacional.
Implementa cláusulas y restricciones al capital extranjero que es subordinado a los
intereses y condiciones objetivas del país.
- Democracia y articulación política: es una etapa de inserción de las masas a las
políticas del Estado. Las organizaciones de trabajadores y el empresariado nacional se
constituyen como frente político para la conducción del Estado. Se promueve la
organización política de las masas y del conjunto de la comunidad nacional enfrentada
al imperialismo.
- Programa Cultural: es el nacionalismo popular. Se cuestiona al liberalismo clásico y al
proyecto del desarrollismo, poniendo de manifiesto algunas de las formas en que se
ejerce la dependencia económica, política y cultural. Se reconstruyen las tradiciones y
los valores de las organizaciones libres del pueblo, consolidando la identidad del país
como marco para la defensa y el desarrollo nacional. Coexisten valores de la izquierda,
el nacionalismo o la religiosidad popular. Se democratiza el acceso a la cultura y se
articula la producción científica con el desarrollo del país.

136
B- Nacionalismo de izquierda:
- Economía: es una economía planificada, industrialista y antiimperialista. El Estado
avanza sobre la posesión de las principales áreas de la economía desplazando gran parte
de las funciones en manos del mercado capitalista, hacia la economía social, cooperativa
o pública. Coexiste el capital privado en pequeña escala con la economía estatal o
cooperativa y se abre la inversión extranjera solamente en algunas áreas que son
reguladas en una economía que tiende a ser planificada. Las organizaciones sociales, de
trabajadores o las empresas cooperativas, se apropian de parte importante de la renta y
la riqueza nacional.
- Rol del Estado: es un Estado capitalista estadual, planificador y antiimperialista. El
Estado se torna empresario y puede controlar las principales industrias del país y las
áreas estratégicas como la acción educativa o de la salud. El Estado incluye en la
gestión a las organizaciones políticas, sociales y económicas nacionales, privilegiando a
los trabajadores. Se plantea como tarea central del Estado la organización política del
pueblo y la emancipación social y cultural del pueblo.
- Democracia y articulación política: se crea un partido frentista o un movimiento
nacional con hegemonía de los trabajadores, pero coextiendo con las representaciones
de los empresariados nacionales. Se mantiene la competencia electoral y el
multipartidismo como mecanismo de distribución del poder social. Las organizaciones
de trabajadores agrarios o urbanos y los sectores de clase media, conforman la
herramienta política hegemónica que adquiere los rasgos y plantea las tareas propias de
cada país. Tienen representación institucional los sectores históricamente explotados y
la acción política se centra en la consolidación de sus patrones de vida y de cultura. Las
tareas de emancipación cultural, de formación cooperativa del trabajo y la lucha
antiimperialista, son los pilares centrales de la acción política.
- Programa Cultural: de desarrolla un nacionalismo antiimperialista que apoya las
luchas de liberación nacional. Implica una articulación de los patrones culturales del
Pueblo (históricos, étnicos o religiosos), con el desarrollo de la ciencia occidental
(marxismo o nacionalismo). Implica la recuperación de los valores de los oprimidos por
las acciones coloniales y neocoloniales. A partir de aquí, que lo valores socialistas de
raíz religiosa o marxista, coexisten con la recuperación de la identidad y la etnia de los
pueblos oprimidos por las diversas formas del colonialismo.

2. f. 4. Modelo del Socialismo Marxista Latinoamericano

137
- Economía: es una economía planificada colectivista, anticapitalista y anticolonial. El
Estado avanza sobre la posesión del aparato productivo y desarticula la economía de
mercado capitalista.
- Rol del Estado: el Estado es entendido como la representación política de las clases
subalternas y planifica las instituciones de la sociedad civil en el plano de la salud, la
educación a la promoción social. La primera etapa de la revolución puede vincularse a
los principios de la dictadura del proletariado que implican expropiaciones y
modificaciones radicales de la composición de clase del Estado capitalista transfiriendo
poder a los trabajadores.
- Democracia y articulación política: el sistema político de Partido Único y la
democracia popular de masas son sus elementos característicos. Los trabajadores, las
organizaciones sociales y sindicales, y el conjunto de los elementos profesionales y de
la cultura, son los pilares sobre los cuales se organiza la democracia popular.
- Programa Cultural: se promueve un socialismo latinoamericano, internacionalista y
antiimperialista. Se articulan las tradiciones políticas nacionales, con los valores del
marxismo y el nacionalismo. Se recupera como patrones hegemónicos de cultura los
valores y los programas históricos de las clases trabajadoras del Tercer Mundo en la
lucha anticolonial.

3. Integración regional de América latina

Partimos del supuesto de que en función de los grupos sociales que promuevan el
Modelo de Desarrollo, es como se plantean los núcleos fundamentales de las agendas de
integración a resolver en los aspectos económicos, políticos, sociales o culturales.
Integrar significa articular intereses y proyectos sobre la base de un objetivo
previamente establecido y con la finalidad de trabajar una agenda entre varios Estados.
Desde una perspectiva federalista, se entiende que la integración reúne en un nuevo
territorio a diversas unidades soberanas y dicho ámbito, es organizado política e
institucionalmente para otorgarle competencias propias.
Tal cual lo establece desde su nombre, la integración regional da cuenta de la existencia
de una región que incluye un grupo de Estados y de pueblos de América latina. En el
caso latinoamericano las conformaciones nacionales surgen como producto de la
disgregación territorial, cultural y política101 de las unidades institucionales coloniales

101
“La balcanización quedó perfecta cuando las semicolonias proveedoras de materia prima se revistieron
de ropaje constitucional de “naciones”, lo que era una caricatura. (…) Y así se configuró la alineación

138
de España y de Portugal: la región en América latina antecede históricamente a los
Estados nacionales. La creación de las divisiones políticas con los nuevos Estados fruto
de la disgregación territorial neocolonial102 no desarticuló las coincidencias y puntos en
común en la formación histórica, social, cultural y económica del continente. Tal cual
estableció Hernández Arregui, por el contrario: “Iberoamérica reúne las condiciones de
una nación integral. Y el falaz nacionalismo de las repúblicas sin existencia propia,
auspiciado desde afuera, será sustituido por la conciencia histórica de la nación
iberoamericana” (Hernández Arregui, 2002: 42).
Pese a que existen condiciones objetivas que incluyen la potencial articulación
cooperativa y solidaria de los intereses regionales, la unidad no se realiza sin la
existencia de decisiones políticas que le den contenido concreto. A partir de aquí, es que
el tema de la integración regional ingresa, entre otras cuestiones, al debate de la
geopolítica nacional, regional y mundial. La categoría GEOPOLÍTICA la entendemos
como la disciplina que analiza las relaciones de poder en torno a la geografía (espacio,
naturaleza, cultura e historia) con la finalidad de extraer conclusiones sobre el
comportamiento político de los Estados y las clases sociales que los conforman.
La especificidad geopolítica de Latinoamérica se centra en nuestra condición
dependiente y la historia de la organización de la geografía regional es la de nuestra
dependencia política y cultural. La organización del territorio y las disposiciones de los
Estados se vincularon estrechamente a que fuimos colonia de España y de Portugal y
tras la independencia, aplicamos relaciones neocoloniales en lo económico con
Inglaterra o con Francia que indujeron una balcanización del territorio. Asimismo,
fueron neocoloniales nuestras relaciones culturales con Europa y desde hace décadas,
ambas condiciones de subordinación las establecimos con los Estados Unidos.103 Las
condiciones objetivas de las naciones metropolitanas incluyen en su esfera de actuación
a América latina: el territorio y los recursos del sur forman parte de la esfera de
influencia de la geopolítica104 del imperialismo europeo y norteamericano.

propia de las semicolonias latinoamericanas, las mistificación de creerse “naciones” cuando no son más
que las esquirlas de una gran frustración nacional.” (Methol Ferré, 1973: 38)
102
Las colonias lusitanas y a diferencia de las posiciones hispánicas, ampliaron su superficie luego de
declarada la independencia.
103
“El primer avance yanqui se realiza en el Mediterráneo americano. Su culminación será la guerra de
Cuba y Puerto Rico contra España y la apertura del Canal de Panamá, luego de inventar una nueva
república a costa de Colombia. En Panamá se sella la retirada inglesa del Mediterráneo caribeño al abrirse
el siglo XX.” (Methol Ferré, 1973: 90)
104
“Pero como los factores geográficos no son los únicos, ni siquiera los de mayor capacidad
determinante en la conducta de las naciones, sino que ésta deriva, esencialmente, de la gravitación de los
intereses de la clase o clases dominantes, resulta que la arquitectura geopolítica, así ordenada, es
instrumentada por aquéllas y sirve a sus propias necesidades (…) no sólo el imperialismo alemán ha
usado ampliamente las consideraciones geopolíticas para justificar, explicar e impulsar agresiones. (…)

139
Hipótesis 4: los Estados que no aplicaron los Modelos Desarrollista, Socialista o
Nacionalista tienden a promover los programas de integración regional del imperialismo
y su caso más emblemático es el Modelo Liberal que balcanizó el continente y que
actualmente suscita tratados bilaterales con Estados Unidos o figuras como el ALCA.105
Hipótesis 5: Los Modelos Socialista y Nacionalista de izquierda impulsan un tipo de
integración regional sobre la base de una agenda que incluye, prioritariamente, la
emancipación de los trabajadores y los pequeños productores. Los Nacionalismos
Moderado y los Desarrollismos Progresivos impulsan modelos de integración cuya
lógica privilegiada pero no excluyente, se relaciona a la expansión de los sectores
dinámicos de las burguesías nacionales y de sus empresas públicas, sin descartar las
acciones de algunas fracciones de los grupos trasnacionales. El Modelo Liberal impulsa
una política de integración subordinada a la valorización del capital trasnacional y pone
en funcionamiento la geopolítica norteamericana en el continente.
Hipótesis 6: las propuestas de integración regional del Nacionalismo Moderado,
Desarrollista progresivo, Nacionalista de izquierda y Socialista son complementarios y
necesarios entre si. Difícilmente se desenvuelva la ALBA sin el polo geopolítico
UNASUR- MERCOSUR que está centrado en la hegemonía de Brasil y la Argentina.
Ambos Estados deben oficiar como uno de los polos de la unidad regional y como
“núcleo básico de aglutinación” latinoamericana en América del Sur. El Mercosur y sus
asociados son así la “base” latinoamericana en América del sur (Methol Ferré, 2009:
118). Venezuela y Cuba con el ALBA es otro de los polos de atracción regional de
América latina que se complementa con la UNASUR. El neoliberalismo y el ALCA
conducirían a la crisis política, social y económica de la región al aplicar las medidas
impulsadas por el imperio norteamericano en el contexto actual de la crisis financiera
mundial.
Hipótesis 7: en América latina coexisten dos grandes tradiciones sobre la posibilidad o
la negativa de la integración regional. Por un lado, están aquellas corrientes de
pensamiento que recuperan la nación latinoamericana como ámbito histórico y cultural
que hay que vertebrar políticamente en una nueva unidad mancomunada (Patria
Grande). Por el otro, existen gobiernos que y coincidiendo con la política exterior de

también existe geopolítica británica y, lo que es hoy mucho más trascendente, una geopolítica
norteamericana en pleno desarrollo.” (Trías, 1973: 11 y 8)
105
“El ALCA es el modelo de desintegración, y es el que nos quiere imponer el imperialismo
norteamericano, a punta de amenazas y de cuanta presión haya. (…) Amaneció el 2005: ¿Whwrw is the
ALCA? ALCA is dead. Afortunadamente, porque era un proyecto neocolonial, demoledor para nuestro
pueblos, para nuestra empresas, para nuestro sistemas de vida.” (Chávez, 2005: 201)

140
EUA, aceleran las diferencias entre los Estados del continente y promueven una
alineación geopolítica distante de la integración regional y que está centrada en los
beneficios cortoplacistas de las clases dirigentes de cada país con las metrópolis (Patria
Chica). Entre los promotores de la Patria Grande se puede mencionar a Brasil,
Argentina, Venezuela o a Cuba. Entre los sostenedores de la Patria Chica se pueden
nombrar a los gobiernos actuales de Perú o de Colombia.

El debate actual de la integración y los polos UNASUR - ALBA o los tratados de libre
comercio, tiene una larga historia en el continente. Arturo Jauretche reconoce la
existencia de dos corrientes históricas fundamentales en la historia de las relaciones
exteriores de la Argentina y que pueden extrapolarse a América latina. Por un lado, hace
mención a los proyectos políticos caracterizados por la transferencia de recursos y de
soberanía al extranjero, cuya condición característica es la de establecer el
desmembramiento y la entrega del territorio. Estos grupos en el siglo XIX en las
Provincias del Río de La Plata se denominaron unitarios o liberales y promovieron
históricamente lo que Jauretche llama “Patria Chica.” Dicho Modelo Liberal se
caracterizó por la promoción y por la implementación de una subordinación política de
las decisiones de los países a manos de los imperios extranjeros y los intereses foráneos.
En temas de integración implicó el desmembramiento del Virreinato y la promoción de
una separación y una rivalidad entre los países de América latina para estrecharse a
Europa. El imperialismo que en el siglo XIX se disfrazó de progreso y civilización, hoy
lo hace de neoliberalismo y tratados de libre comercio. El polo político opuesto es lo
que Jauretche denomina la política de “Patria Grande” y se refiere a aquellos proyectos
de gobierno que desarrollaron unas acciones internas y externas típicas del
Nacionalismo cuya finalidad es la defensa del patrimonio material, territorial, social y
cultural de los pueblos. En sus palabras:

Hemos visto que las grandes líneas de la política argentina corresponden a la


oposición entre Patria Grande y Patria Chica. Su opción corresponde en el
espíritu castrense a la opción entre ser un ejército o una policía. Con las
variaciones de lugar y tiempo, con mayor o menor acierto, con más o menos
virtudes o crímenes, las guerras de la independencia, el Partido federal, el
Yrigoyenismo y el Movimiento de 1945 y el gobierno que originó, están en la
línea de la Patria Grande. Lo demás, excepto el espíritu refugiado en las fuerzas
armadas en las ocasiones que se señala y algunos momentos excepcionales de la

141
oligarquía nacional, constituyen al línea de la Patria Chica, cuya euforia se
expresa en los vencedores de Caseros y sus restauradores. (Jauretche, 2008: 216)

En términos de integración, el modelo de la Patria Grande implicó la promoción de la


unidad regional Iberoamericana y promovió una concepción de la nación
latinoamericana como un ámbito histórico, cultural, social y económico que hay que
vertebrar políticamente.
Según Methol Ferré desde que América latina estableció su independencia se
produjeron dos grandes “oleadas” de integración regional. A la primera la ubica en los
años sesenta106 y a la segunda en los noventa.107 Como producto de ambas etapas de
integración se conformaron: “Cinco núcleos básicos: el NAFTA, el Mercado Común
Centroamericano, el CARICOM (Caribe), La Comunidad Andina y el Mercosur. Pero a
su vez, estos núcleos básicos pueden reducirse a los más decisivos e importantes dos:
Nafta y Mercosur” (Methol Ferré, 2009: 26). A la categorización que hace Ferré,
nosotros le sumamos la existencia de la UNASUR y de la ALBA como núcleos
fundamentales básicos para la integración.
Previamente a la organización de instancias concretas de integración regional en
Latinoamérica, se fueron generando en el siglo XX acciones y debates que abonaron el
camino. La política exterior de los nacionalismos de la década del cincuenta expresaron
los puntos más altos en la vocación integracionista.108
Un caso paradigmático del debate sobre la integración de los años cincuenta, fue el
promovido por el peronismo. La política exterior del gobierno de Juan Perón entre los
años 1946 y 1955 fue denominada por su conductor como Tercera Posición y se

106
“La década de 1960 fue la primera oleada efectiva de integración latinoamericana del siglo XX. Fue la
gran retoma de los intentos de Bolívar y Lucas Alemán en los Congresos de Panamá y Tucubaya (1826-
27) y los siguientes Congresos Hispanoamericanos de Lima (1847), Santiago de Chile (1856) y Lima
(1864). (…) El camino se reinició en la Conferencia de Montevideo (1960) fundadora de la Alalc y en el
Mercado Común Centroamericano (1960).” ( Methol Ferré, 2009: 26)
107
“Y desembocamos en la oleada integracionista de los años 90. Aquí, a diferencia de los años 60 se
dividen las aguas. México forma con Estados Unidos y Canadá una zona de libre comercio. Y en América
del Sur se constituye el Mercosur, que incide en que se redinamice la Comunidad Andina. Los objetivos
últimos del Mercosur y de la Comunidad Andina son Mercado Común. Los objetivos últimos del Nafta
son zona de libre comercio.” (Methol Ferré, 2009: 116)
108
La lista de precursores y hechos políticos es larga y difícil de completar y toda mención a alguno u
otro personaje o suceso, implica una omisión a otros. Hecha dicha aclaración, consideramos pertinente
rescatar entre los antecedentes de la integración latinoamericana a los libertadores de la talla de José de
San Martín, Simón Bolívar o de Bernardo O`Higgins; a los hechos históricos como el Congreso de
Panamá convocado por Bolívar o a los tratados de Confederación del año 1848 entre Perú, Bolivia, Chile,
Nueva Granada y Ecuador. A fines del siglo XIX y principios del XX, resaltan figuras como José Martí o
el arielismo de José Enrique Rodó. Ambos son antecedentes importantes de la visión latinoamericana que
va a adoptar la reforma universitaria argentina del año 1918 y a partir de aquí, resaltan figuras como
Manuel Ugarte, el APRA de Víctor Haya de la Torre o instituciones como la CEPAL. (Piñeiro Iñiguez,
2006)

142
organizó en torno del multilateralismo y de la promoción de la integración
latinoamericana. La ruptura con la política exterior pro británica y con el programa de
los Estados Unidos, le valió a la Argentina un bloqueo económico e incluyó la
participación pública de los norteamericanos en la campaña electoral contra Perón con
figuras como el embajador Spruille Braden. En este contexto, el gobierno promovió una
apertura hacia las relaciones comerciales y políticas con los países socialistas109
incluyendo a China, Bulgaria, Rumania, Hungría, Polonia, Checoslovaquia y la
República Democrática Alemana. Muchos de estos vínculos se deterioraron tras el golpe
militar del año 1955. La historia de las relaciones con el bloque socialista antes de
Perón no había sido fácil e implicó el apoyo de las empresas norteamericanas a la caída
del gobierno de Hipólito Yrigoyen,110 ya que en 1930 el dirigente radical había
promovido la nacionalización del petróleo y las negociaciones con compañías
soviéticas. La Tercera Posición fue un antecedente importante de los países no
alineados111 y le permitió a la Argentina entablar relaciones multilaterales con las
naciones metropolitanas de Europa o Estados Unidos y con el ya mencionado bloque
socialista.
En los temas ligados a la integración de América latina, el peronismo promovió
acciones con los gobiernos y además, con sus pueblos. La primera tarea se implementó
a partir de la firma de convenios comerciales y de cooperación con Perú, Ecuador,
Paraguay, Chile, Uruguay, Nicaragua y con Bolivia. Perón intentó desarrollar un núcleo
básico de aglutinación a través del Acuerdo entre Brasil, Chile y Argentina denominado
como ABC, que finalmente no prosperó entre otras cuestiones, por las resistencias de
los factores de poder dentro del gobierno de Getulio Vargas.112 Para integrar a los

109
El comercio en general, con los países del área socialista se inicia bajo el primer gobierno de Perón,
aunque en primer lugar, su desarrollo, se dio con las denominadas “democracias populares” más que con
la Unión Soviética. Sobre todo, el comercio con Checoslovaquia, Hungría, Polonia y Rumania, fue
cobrando intensidad a partir de 1948- 1949. Pero es recién entre 1953 y 1954, con la implementación del
Segundo Plan Quinquenal, que el intercambio con el bloque oriental alcanzó una significativa
importancia.” (Siepe , Monserrat Llairo y Gale, 1994: 46)
110
La relación entre el petróleo, el poder, los golpes de Estado y el imperialismo norteamericano es: “una
historia sucia y conocida. (…) La mano petrolera tras el golpe uriburista contra el presidente Hipólito
Yrigoyen el 6 de septiembre de 1930 en Argentina. (…) El papel del cártel en el golpe de Estado de
Gabriel Terra en Uruguay, el 31 de marzo de 1933. (…) La batalla de Monteiro Lobato y de Getulio
Vargas contra el cártel en Brasil para sacar adelante a Petrobras. Las insidias de la Gulf Oil en Bolivia,
hasta que el patriotismo y la decisión de Marcelo Quiroga Santa Cruz culminaron en su nacionalización.”
(Trías, 1974: 54-55)
111
La Argentina durante el tercer gobierno de Perón participa de la IV Conferencia Cumbre de Países no
Alineados realizada en Argel en el mes de septiembre de 1973. Argentina en ese año rompió el bloqueo
económico e inició relaciones comerciales y diplomáticas con Cuba. (Roitman, 2010: 137)
112
“Cuando Vargas subió al gobierno me prometió a mí que nos reuniríamos en Buenos Aires o en Río y
haríamos ese tratado que yo firmé con Ibáñez después. (…) Más aún dijimos: Vamos a suprimir las
fronteras, si es preciso. (…) Más tarde Vargas me dijo que era difícil que pudiéramos hacerlo tan pronto,

143
pueblos, el peronismo promovió la Agrupación de Trabajadores Latinoamericanos
Sindicalistas113 (ATLAS) como un medio de acercamiento entre los trabajadores del
continente. 114
El proyecto integracionista del ABC es un antecedente importante del MERCOSUR y
lo mismo ocurre con las Agregadurías Obreras de las Embajadas y el ATLAS, que se
relacionan estrechamente al espíritu de las políticas implementadas actualmente por la
ALBA.

4. Experiencias nacionales
“Lo que no puedo concebir es que haya americanos que por un indigno
espíritu de partido se unan al extranjero para humillar su patria y
reducirla a una condición peor que la que sufríamos en tiempo de
dominación española; una tal felonía ni el sepulcro puede hacer
desaparecer”. Carta de San Martín a Rosas, 24 de enero de 1839

Brasil y Argentina. Polo de integración UNASUR – MERCOSUR


Ya no se trata de la batalla contra los ejércitos que tenía Belgrano aquí en Tucumán, en
Salta o el éxodo jujeño; ya no cruzamos la Cordillera con San Martín para liberar a los
hermanos chilenos. Ahora la tenemos que cruzar para profundizar los lazos de
vinculación, solidaridad y cooperación entre todas las naciones de la UNASUR para
construir un proyecto regional sin el cual es imposible pensar en un gran proyecto
nacional. (Fernández de Kirchner, 2010)

En el plano de la integración regional ambos países son los pilares fundamentales de la


UNASUR y del MERCOSUR. Tal cual adelantamos con la opinión de Methol Ferré,
reiteramos ahora con Vivían Trías que:

Toda posible integración, con signo nacionalista y antiimperialista, capaz de agrupar a


las diferentes repúblicas del Sur, depende del trazado del eje aglutinante que pueden
formar Argentina y Brasil. Y, a la inversa, la llave para mantener la división, la
balcanización de la zona, depende del enfrentamiento Brasil-Argentina. (Trías, 1973:
123)

porque él tenía una situación un poco complicada en las Cámaras y que antes de dominarlas quería hacer
una conciliación.” (Perón, 1968: 92-97)
113
“ATLAS fue un intento defensivo frente a EEUU. ATLAS que recién iniciaba una política de unidad
latinoamericana, ya en 1955 tenía 18 millones de afiliados.” (Hernández Arregui, 1972: 223)
114
Con esta finalidad el gobierno había creado los Agregados Obreros en las Embajadas. (Roitman, 2010)

144
El MERCOSUR como lo expresa desde su mismo nombre, tiene un origen propiamente
comercial y nació vinculado al programa neoliberal y a los mandatos de los grupos
económicos concentrados. La UNASUR, a diferencia del MERCOSUR, está
desarrollando acciones propiamente políticas y es una respuesta soberana e
independiente de América latina a las acciones de los organismos trasnacionales
hegemonizados por EUA como lo es la OEA. La defensa de la estabilidad política del
gobierno de Evo Morales, la postura contraria al golpe de estado en Honduras, la crítica
implementada al accionar del gobierno de Colombia y las bases militares de Estados
Unidos en ese país o las mediaciones entre Venezuela y Colombia actuales, son cabales
muestras de lo antedicho.
El hecho de que Brasil haya aplicado un programa nacionalista e industrialista le
permite disponer de una burguesía que cumple roles directrices y que impulsa una
integración con perspectivas a consolidar sus mercados y sus áreas de influencia. La
colocación de la producción y la disposición de los recursos energéticos, son elementos
importantes a consolidar por Brasil frente al avance de los imperialismos metropolitanos
y sus empresas. América latina tiene al otro lado el programa norteamericano cuya
dinámica y sin descartar algunos matices del programa de Obama, incluye la
militarización de la región con el Plan Colombia, el Plan Puebla-Panamá, con el
mantenimiento de enclaves coloniales115 o con la creación de Bases Militares
(Espasande, 2009).
Pese a la génesis estrictamente comercial del MERCOSUR, es importante resaltar que
la llegada al gobierno de Luis Ignacio Lula Da Silva y de Néstor Kirchner y de Cristina
Fernández a las respectivas presidencias, han acelerado la organización institucional y
han profundizado el perfil social y cultural del MERCOSUR, trastocando su condición
de mera unidad económica.116 En la misma línea, se ubica el espíritu integracionista que
están dando al MERCOSUR los gobiernos del Frente Amplio de Uruguay y el de
Fernando Lugo en Paraguay.
La aplicación del neoliberalismo en la Argentina desde 1976 y a diferencia de las
políticas ejecutadas en Brasil, desindustrializó el país y su burguesía agraria

115
Por ejemplo en Guantánamo, Cuba y el caso de Puerto Rico anexado por Estados Unidos en 1898.
116
En la reunión del 2 y 3 de agosto de 2010 en la provincia de San Juan se aprobó el Código Aduanero
del Mercosur que marcó un importante avance del espacio de integración. En la misma reunión, se
reafirmó la necesidad de culminar con el ingreso pleno de Venezuela, de apoyar las exportaciones de
Bolivia y se realizó una reafirmación de la importancia de ámbitos como el Fondo de Convergencia
Estructural (FOCEM). El Mercosur está desarrollando las instancias de coordinación como el Parlamento,
otras para superar las asimetrías como el mencionado FOCEM e implementó acuerdos de integración
comunicacional, cultural o sanitarios. “Comunicado conjunto de los presidentes de los Estados partes del
Mercosur.” En: http://www.mercosur.org.uy/

145
diversificada transfirió su patrimonio empresarial –gran parte adquirido en las
privatizaciones- al capital extranjero. La destrucción de la industria argentina, entre
otras variables de análisis, favoreció la disminución de la rivalidad histórica con las
clases dirigentes de Brasil. La implementación del neoliberalismo mermó el mercado
interno argentino y aceleró la inestabilidad política del país frente a las operaciones
externas, cuestión que se torna claramente contraproducente para la integración de
América latina. En este cuadro, la articulación de intereses entre ambos países se torna
estratégica y siguiendo la opinión de Jaguaribe: “Para Argentina, una estrecha
asociación con Brasil le permitirá superar la limitación de su déficit de masa crítica y, a
mediano plazo, su déficit industrial” (Jaguaribe, 2006: 89). A diferencia de lo ocurrido
en Brasil, la aplicación del Nacionalismo de Izquierda por Perón alcanzó altos
estandartes en el plano social y cultural para la población del país y hoy, pese a la
destrucción originada con el neoliberalismo, Argentina aún dispone de una clase media
y de un nivel científico que está siendo capitalizado por el programa desarrollista e
industrialista de Cristina Fernández de Kirchner. La histórica desigualdad social del
Brasil es un escollo importante para su desarrollo e implica, continuando con la opinión
de Jaguaribe que: “Para Brasil, esa misma estrecha asociación con Argentina le
proporcionará una indispensable ampliación de su espacio de permisibilidad dándole
tiempo para incrementar su desarrollo nacional, particularmente en términos sociales”
(Jaguaribe, 2006: 89).

La experiencia argentina
Definimos al Modelo de Desarrollo actual del país como Desarrollismo Progresivo. La
Argentina en su historia aplicó los Modelos de Desarrollo Liberal, Nacionalista de
Izquierda y Desarrollista en sus dos vertientes.
El Liberalismo Clásico tuvo vigencia temprana y se relacionó a la aplicación del libre
comercio por el Virrey Cisneros en 1809. El gobierno de Juan Manuel de Rosas,
cuestionó aspectos centrales del programa pero finalmente, fue derrocado
conjuntamente con la Ley de Aduanas de 1835, el programa de integración regional del
Sistema Americano, el modelo político antiimperialista que derrotó militarmente a
Francia e Inglaterra y los mecanismos plebiscitarios para traducir la soberanía popular.
Desde el año 1976 y bajo las políticas económicas de la dictadura, se implementó el
programa neoliberal de alineamiento directo a EUA que colapsó en el año 2001. La
dictadura de 1976 y los gobiernos de Menem fueron los artífices centrales en la
destrucción y el debilitamiento del sindicalismo y de los partidos políticos argentinos

146
creados durante los nacionalismos y las décadas del sesenta al setenta. El MERCOSUR
nació con el neoliberalismo como parte del programa del capital concentrado
trasnacional, durante el gobierno de Carlos Saúl Menem.
El Desarrollismo Regresivo se aplicó a partir de la crisis de 1930 y estuvo caracterizado
por el repliegue británico ante el avance norteamericano (Basualdo, 2006). El golpe de
Estado de 1966 reactualizó el desarrollismo regresivo a la luz de la hegemonía de
EUA117 en América latina e implementó las doctrinas de la seguridad nacional.118 El
modelo de integración promovido por la dictadura de Onganía se relacionó con la
puesta en vigencia del programa norteamericano en la región e impidió la articulación
de América latina para aplicar en su lugar, las Doctrinas de Seguridad Nacional
impulsadas por la geopolítica de EUA.
El Nacionalismo de Izquierda fue aplicado por los gobiernos de Juan Domingo Perón
entre 1946 y 1955 y de 1973 a 1974. Este programa consolidó una industria nacional
pujante tanto pública como privada, aplicó un programa radical de nacionalizaciones119
y organizó el movimiento obrero120 que fue la columna vertebral de la política argentina
hasta la actualidad. Las agrupaciones de trabajadores, el Estado y la burguesía nacional
y tal cual comentamos, fueron los promotores de las propuestas de integración como el
ABC y el ATLAS.
Desde el año 2003 y cuestión que se continuó en 2007, el país abandonó el
neoliberalismo e inició las políticas del Modelo Desarrollista Progresivo. La
herramienta política del gobierno fue el Frente Para la Victoria (FPV) que reunió
sectores del Partido Justicialista, organizaciones sindicales, agrupaciones sociales que
combatieron al neoliberalismo y todo un conglomerado de empresas nacionales y

117
En el año 1968, Juan Perón estableció que Argentina: “En lo internacional, es un satélite del
imperialismo yanqui, desde 1955, sumisamente subordinado y obediente, encabezado por un gobierno
cipayo carente de toda representatividad popular o nacional, que ha entregado sus fuentes de riqueza y su
soberanía. Sus fuerzas armadas constituyen, como se ha manifestado en el “Pentágono”, una continuación
de las fuerzas armadas yanquis en la tarea de oprimir al pueblo sirviendo de guardia pretoriana al dominio
imperialista.” (Perón, 1968: 33)
118
El gobierno de Juan C. Onganía y pese a que promovió el ingreso del capital trasnacional monopolista
de EUA que desplazó al empresariado nacional, favoreció un desarrollo industrial más avanzado en
relación al programa de la década del treinta. Lo mismo ocurre en relación al rol del Estado que
construyó algunas obras públicas de gran envergadura como la Central Nuclear de Atucha (1968-74), el
Complejo hidroeléctrico de El Chocón (1967 – 72) o la finalización del Túnel subfluvial de Santa Fe y
Paraná (apertura 1969).
119
Incluyendo los servicios públicos, los deportivos bancarios, el comercio exterior y gran parte de la
explotación de los recursos naturales.
120
Centralizó la herramienta sindical (Confederación General del Trabajo) y aumentó masivamente las
afiliaciones. Los trabajadores tenían pisos establecidos de representación parlamentaria además de contar
con cargos en otros ámbitos como las Agregadurías Obreras en las embajadas. El gobierno promovió y
financió a las organizaciones libres del pueblo e incluyó el apoyo oficial a la Unión de Estudiantes
Secundarios, a la Confederación General Universitaria, a la Confederación General Empresaria y a la
Confederación General de Profesionales.

147
trasnacionales vinculadas a la industria ligada al sector exportador, la construcción y a
grupos pequeños y algunos más concentrados del agro. Con éstos últimos, el gobierno
se enfrentó en el año 2008.
Más allá de su ubicación en el desarrollismo, la gestión de gobierno presenta rasgos
nacionalistas en algunas de sus medidas como son la estatización de las cajas de
jubilaciones privadas (AFJP), la aplicación de importantes programas sociales o el
pasaje a la órbita del Estado de las empresas del agua, de correos o la aerolínea aérea.
La inversión en ciencia y técnica121 y la aplicación de importantes medidas para saldar
la deuda social histórica,122 se pueden relacionar al Modelo nacionalista.
La política exterior inaugurada en el 2003 es también típica del modelo nacionalista y
en varios aspectos, continúa la tradición del peronismo histórico. Durante estos
gobiernos, el país promovió la consolidación del MERCOSUR como un instrumento de
política social además de se un ámbito económico123 e ingresó a la UNASUR,
incluyendo que Néstor Kirchner asumió la presidencia del organismo. La política
exterior argentina desde el año 2003 y tal cual lo expresó el ex canciller Jorge Taiana se
basa en el multilateralismo que en sus palabras:

Es el instrumento más eficaz para la lucha por la paz, la seguridad, la defensa de los
derechos humanos, y para poder ganar la batalla contra la pobreza y la exclusión, las
enfermedades, el delito del narcotráfico y la degradación ambiental. Mientras que la
integración regional debe ser la clave para lograr nuestro desarrollo sustentable con
inclusión. El Mercosur y la Comunidad Sudamericana deben ser los vehículos para
lograrlo. (Taiana, 2006: 45-46)

La experiencia del Brasil

121
Por ejemplo, el gobierno desde el año 2003 creó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva y Técnica, abrió nueve universidades nacionales, invirtió importantes recursos en la Comisión
Nacional de Energía Atómica, está construyendo satélites desde las empresas estatales ARSAT S.A. e
INVAP. y reconstruye la Dirección General de Fabricaciones Militares. Informe de Gestión (2009).
Ministerio de Planificaron Federal, Inversión Pública y Servicios, Argentina.
122
La Asignación Universal por Hijo (AUH) es el programa social de mayor importancia en la Argentina
y ocupa el 0,9% del PBI. En términos proporcionales, la AUH puede ser comparado en importancia con
el Programa “Bolsa de Familia” de Brasil cuya inversión equivale al 0,8% del PBI, con el programa
“Oportunidades” en México cuya inversión representa el 0,3% del PBI, con planes como "Plan Chile
Solidario" con el 0,1%; con el "Familias en Acción "de Colombia con el 0,12% o el "Programa Juntos" de
Perú con el 0,2%. (Inclusión y previsión social en una Argentina responsable, 2001).
123
“MERCOSUR es más que el Mercado Común del Sur. A este espacio para potenciar el crecimiento o
manejar los desequilibrios y dar respuesta a las demandas de coordinación, subyace la convicción de que
el intercambio comercial no es un fin en sí mismo sino un medio para establecer lazos de unidad más
fuertes y aumentar el bienestar de la población. En ello reside el principal desafío que enfrenta la región:
generar acciones colectivas para lograr el crecimiento con equidad.” (Miceli, 2006).

148
Definimos al Modelo de Desarrollo actual de este país como Nacionalismo Moderado.
Como en el caso argentino, en Brasil se aplicó el programa liberal y el Desarrollista.
El liberalismo brasileño conformó la economía agroexportadora en los sucesivos ciclos
del azúcar o el café. La alianza con Inglaterra del imperio portugués y el acuerdo
comercial del año 1810,124 dificultaron el desarrollo y la consolidación de una
producción manufacturera.
La aparición del Nacionalismo en Brasil se vinculó a la revolución de 1930125 que inició
la industrialización que produjo un nuevo salto importante luego de la Segunda Guerra.
El desarrollo industrial fue acelerado en el segundo Gobierno de Getulio Vargas (1950-
1954), que aplicó para eso el “plan petróleo” -de donde surge PETROBRAS-, el plan
nacional de carbón que dio auspicio a la Junta Nacional de Carbón y el plan de energía
hidroeléctrica reflejado en el Fondo Federal de Desarrollo de la Energía hidroeléctrica
(Jaguaribe, 1973: 177). Tal cual mencionamos anteriormente, Vargas fue uno de los
miembros del programa de integración latinoamericana del ABC.
Su proyecto generó las condiciones para la alianza entre el Estado, la burguesía nacional
y la clase trabajadora, que dieron un paso trascendente en la formulación de los
lineamientos del Brasil industrial actual. Muchos de los programas del nacionalismo
brasileño continuaron con la gestión de gobierno del desarrollista126de Juscelino
Kubitschek (1955-1961), que profundizó aspectos de la política industrialista de Vargas
y que acompañó los programas de desarrollo de las industrias básicas del transporte, la
energía y la industria pesada. Con dicha finalidad, creó instituciones como el Consejo
de Desarrollo, redactó el Programa de Metas y trasladó la capital del país construyendo
Brasilia.
Luego del golpe de estado del año 1964, Brasil aplicó un Desarrollismo Regresivo que
contempló un realineamiento con EUA127 y la aplicación de un programa represivo en el

124
“Las disposiciones del Tratado de 1810, que como hemos visto prorrogaron por otros quince años en
1827 y un año más en 1843, impedían a Brasil la adopción de aranceles proteccionistas que habrían
proporcionado el apoyo que necesitaban las industrias nacientes.” (Jaguaribe, 1973: 158)
125
Getulio Vargas: “Dio a la revolución de 1930 las connotaciones sociales del período promoviendo una
legislación laboral. Sin embargo, el laborismo característico de su política se vio atemperado después de
1935 por un sindicalismo semifascista más del gusto de la clase media, cuyo fruto político fue el Estado
Nuovo.” (Jaguaribe, 1973: 173)
126
“Después del breve interregno posterior al suicidio de Vargas -cuando se esboza una política de
contención para contrarrestar las presiones inflacionarias provocadas por la situación anterior- se
restablece la alianza populista desarrollista, bajo Kubitschek; pero ella toma un rumbo distinto, semejante
al que, después de años de atascamiento, intentó dar Frondizi al proceso político y económico argentino:
la capitalización a partir de recursos externos.” (Cardoso y Faletto, 1996: 134)
127
“Durante los diez años posteriores al golpe militar de 1964, el Brasil mantuvo una posición
fuertemente subordinada a la estrategia diseñada por Estados Unidos para el continente latinoamericano.
(…) A diferencia de lo ocurrido en la Argentina, en el Brasil la doctrina de “seguridad nacional” no se
restringió a establecer un marco represivo interno para consolidar el “orden”, sino que integró
decididamente ciertas esfera de desarrollo económico y tecnológico y el fortalecimiento de una industria

149
marco de la Doctrina de la Seguridad Nacional. La articulación con la geopolítica de
Norteamérica y las rivalidades entre Argentina y Brasil, fueron un fuerte impedimento
para la integración regional.
Es interesante remarcar que Brasil, a diferencia de la Argentina, no aplicó un
liberalismo antiindustrialista capaz de destruir su aparato productivo.128 Por el contrario
y durante los años setenta, se continuaron con programas para ampliar las acciones de
empresas estatales de energía (DIGIBRAS), de teléfonos (EMBRATEL) o de
aeronáutica (EMBRAER) (Mansilla, 2008: 151-158).
Da Silva, ex dirigente sindicalista, llegó al gobierno en una alianza con sectores
empresariales cuyo pilar giró en torno del Partido de los Trabajadores (PT). En este
cuadro y pese a no aplicar políticas revolucionarias, el gobierno aplicó profundos
programas sociales que modificaron de manera importante -aunque aún insuficiente- la
profunda deuda social del país.129
En el plano de la política exterior, además de fomentar la integración latinoamericana,
el gobierno aplicó el multilateralismo independiente y soberano (Sader, 2010),
incluyendo su voluntad de que Brasil ingrese de manera permanente al Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas.

propia capaz de abastecer con productos generados en el país a las fuerzas armadas, como parte
indivisible de la posibilidad de garantizar la autonomía nacional en núcleos considerados nodales. Dentro
de este marco, determinadas áreas de la microelectrónica, la informática y las telecomunicaciones fueron
definidas como de interés nacional, a raíz de lo cual comenzó a desarrollarse una política de aliento a la
producción local apoyada por medidas de reserva del mercado, condiciones de negociación que
garantizaran una real transferencia de tecnología y know how, el impulso al desarrollo de investigaciones
para la gestación y adaptación de tecnología de punta y creación de secretarías especiales para este campo
(…) y medidas semejantes dirigidas a consolidar un papel destacado del Brasil dentro de los sectores más
dinámicos de la actual Revolución Tecnológica.” (Argumedo, 1987: 143 -146)
128
Un caso paradigmático de los límites que tuvo el neoliberalismo en Brasil lo marca la actualidad de la
empresa de Petróleo Brasileiro S.A. (Petrobras). Ante la necesidad de importar petróleo, Brasil promovió
la producción de energía hidroeléctrica, la utilización de agrocombustibles y recientemente, impulsó la
generación termoeléctrica. Además, organizó el crecimiento de Petrobras que comenzó a realizar
inversiones en el exterior desde los años ochenta llegando hasta la actualidad en países como Argelia,
Colombia, Egipto, Irán, Irak, el Golfo de México norteamericano, el Mar del Norte, Argentina, Bolivia,
Ecuador, Paraguay, Perú, Estados Unidos, Reino Unido y Angola. Fernando H. Cardozo promovió una
reforma constitucional en los años noventa y Petrobras fue expuesta a la desregulación y a la entrada de
capital privado extranjero. A diferencia de la privatización de YPF en Argentina, la empresa estatal se
transformó en una sociedad de economía mixta con control accionario y con el derecho a voto ejercido
por el Estado federal. Además y cuestión estratégica, Petrobras creció en importancia diversificando las
explotaciones hasta el punto de que en el 2006, Brasil consiguió el autoabastecimiento y en 2007, anunció
el descubrimiento del megayacimiento de Tupí (Petrobras dispone la mayoría accionaría). (Mansilla,
2008)
129
La pobreza a nivel nacional bajó del 37,5 en 2003 al 25,8 en 2008. La indigencia se redujo del 10,4 %
en 2001 al 5,5 en 2008. El país redujo el desempleo del 12,3 % en 2003 al 7,9% en 2008, redujo
paulatinamente el analfabetismo y aumentó la inversión en educación. Datos de “Estadísticas sociales”,
en Anuario, estadístico de América latina y el Caribe (2010) y Estudio económico de América latina y el
Caribe 2009-2010 (2009). CEPAL. www.cepal.org

150
El empresariado brasileño no es uniforme a lo largo y ancho del país y tampoco lo son
sus opiniones en lo concerniente a la política de integración. Pese a la complejidad de
cualquier generalización, es importante remarcar que el MERCOSUR nació
estrechamente ligado a los intereses de dicho empresariado. Asimismo, sectores
importantes de la burguesía del Brasil y en la medida que aplican su política de
crecimiento, favorecen la toma de distancia paulatina del país de los mandatos de EUA.
En este cuadro, la alianza política de Lula con el empresariado y con los trabajadores,
son los pilares de la actual integración política regional de la UNASUR.

Venezuela y Cuba: polo de integración del ALBA


(Que Venezuela) “Promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y
consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención
y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos
humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el
equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e
irrenunciable de la humanidad. (Preámbulo de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela)

Guiados por el ideario de José Martí y las ideas político-sociales de Marx, Engels y
Lenin; Apoyados en el internacionalismo proletario, en la amistad fraternal, la ayuda, la
cooperación y la solidaridad de los pueblos del mundo, especialmente los de América
Latina y del Caribe. (Preámbulo de la Constitución de Cuba)

En el plano de la integración regional, Venezuela y Cuba promueven la ALBA. En


ambos Estados se aplicaron los Modelos Liberales y en menor medida, el Desarrollista.
Ambas naciones, a diferencia de Argentina y Brasil, no consolidaron programas
nacionalistas en el siglo XX, lo que dejó como saldo para sus países bajos niveles de
desarrollo industrial y una profunda polarización social.
Los sectores dinámicos del proceso bolivariano actual se articulan en torno del partido
militar y movilizan a las organizaciones libres del pueblo en la tarea del desarrollo
industrial y de la abolición de la deuda social histórica. Muchas de estas cuestiones se
aplican a través de los principios rectores del ALBA y, por ejemplo y a diferencia de los
orígenes del MERCOSUR, estos países privilegian acciones de contenido social y
cultural para los pueblos. En este cuadro, se promueven acciones como la firma de los

151
Tratados de Comercio de los Pueblos,130 los Proyectos Grannacionales131 o la apertura
del Consejo de Movimiento Sociales.
El componente de clase y las articulaciones políticas que conducen los procesos de
Cuba y de Venezuela, se organizan estrechamente con los trabajadores y con los
pequeños productores nacionales. En este cuadro, la ALBA promueve el desarrollo
industrial y productivo de las comunidades y junto a él, fomenta la apropiación
colectiva de la riqueza y los excedentes principalmente por parte de las organizaciones
libres del pueblo.

La experiencia de Venezuela
Definimos al Modelo de Desarrollo actual del país como Nacionalismo de Izquierda.
Venezuela aplicó en su historia el programa Liberal y el Modelo Desarrollista.
Fracasado el intento de articular la Gran Colombia enarbolado por Simón Bolívar, el
Estado venezolano promovió el programa Liberal asentado en la explotación
agropecuaria exportadora del café, el cacao o el azúcar (Halperin Donghi, 1981: 191).
En el plano de las relaciones exteriores, implementó una articulación dependiente con el
imperialismo europeo. La articulación dependiente a la división internacional de las
naciones, incluyó serios atropellos a la soberanía del país como fue el bombardeo del
año 1902 para el cobro de deuda externa por parte de los gobiernos representantes de la
banca extranjera.132 Las negociaciones de EUA en este marco, acercaron a Venezuela al
área geopolítica de EUA que sería profundizada posteriormente con las inversiones
directas en el país.

130
“Son tratados de intercambio de bienes y servicios para satisfacer las necesidades de los pueblos. Se
sustentan en los principios de solidaridad, reciprocidad, transferencia tecnológica, aprovechamiento de las
ventajas de cada país, ahorro de recursos e incluyen convenios crediticios para facilitar los pagos y
cobros. Los TCP nacen, para enfrentar a los TLC, Tratados de Libre Comercio, impuestos por Estados
Unidos, que conducen al desempleo y la marginación de nuestros pueblos, por la destrucción de las
economías nacionales, a favor de la penetración del gran capital imperialista”. Extractado de “ALBA-
TCP. Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América / Tratado de Comercio de los Pueblos”,
www.alianzabolivariana.org
131 “Los Proyectos Grannacionales del ALBA están en diferentes etapas de maduración. Algunos con
importantes avances, como el Banco del ALBA, el Alba Cultural, Albamed, entre otros. Se destaca el
Proyecto Grannacional de Alfabetización y Postalfabetización, a partir del cual el ALBA obtiene el
mérito histórico de ser el primer espacio regional libre de analfabetismo. La campaña de alfabetización
fue abruptamente interrumpida en Honduras por el criminal golpe de Estado, lo que debe servir de lección
para nuestros pueblos, sobre la diferencia entre el proyecto del ALBA, que libera, y el proyecto
imperialista que nos oprime”. Extractado de “ALBA-TCP. Alianza Bolivariana para los Pueblos de
nuestra América / Tratado de Comercio de los Pueblos”, www.alianzabolivariana.org. En línea.
132
Luis María Drago en representación del gobierno argentino cuestionó la injerencia imperialista
ejecutada por Alemania, Inglaterra e Italia. El gobierno estableció que la ocupación militar de Venezuela
para cobrar la deuda externa era injustificable y que ningún Estado podía utilizar la fuerza para cobrar
sus deudas. Nació aquí un antecedente importante de las doctrinas de las relaciones exteriores de América
latina, que es recordado como la “doctrina Drago”.

152
El descubrimiento del petróleo y el avance de las compañías norteamericanas,133
favoreció la creación de una industria de derivados del recurso energético. El
crecimiento de nuevas áreas productivas y la modificación de las políticas internas y
externas con ella aparejadas, permitieron la aparición de un Desarrollismo Regresivo.
El Pacto de Punto Fijo del año 1958, implicó un acuerdo entre las elites del país y
permitió la perpetuación del sistema económico dependiente en base a acuerdos entre
los partidos políticos mayoritarios, Acción Democrática, el Comité de Organización
Política Electoral Independiente (COPEI) y la Unión Republicano Democrática (URD).
El gobierno había concertado en abril del mismo año un acuerdo entre las patronales
(FEDECAMARAS) y las representaciones sindicales (Comité sindical Unificado), con
la finalidad de dar estabilidad al proceso económico y político disciplinando a los
trabajadores en las pujas por la apropiación de la renta. A partir de aquí, el país
promovió e institucionalizó el sistema democrático demoliberal que le permitió la
estabilidad política y que coexistió con la inestabilidad y la desigualdad social y con una
profunda concentración económica (Urriza, 1983: 159-165).
Durante la primera presidencia de Carlos Andrés Pérez (1974-1979), se nacionalizó el
petróleo y el hierro y se impulsaron algunas medidas de regulación de los mercados
capitalistas.134 La recuperación de los recursos estratégicos por parte del Estado es un
elemento central sobre el cual se organiza la economía bolivariana actual.
El mismo Carlos Andrés Pérez que en su primera gestión fuera promotor del
intervencionismo estatal, desde el año 1989 impulsó la aplicación del neoliberalismo al
cual denominó como “gran viraje” y que incluyó en un primer135 paquete de medidas, la
privatización de la telefónica CANTV, de la acería SIDOR y del sistema de seguridad
social. En está línea de acción, flexibilizó la legislación laboral a favor de las patronales
y promovió la Ley Orgánica de Descentralización que corroía las bases del Estado

133
“Las vergonzosas y leoninas concesiones se inician en la extravagante tiranía de Cipriano Castro, pero
alcanza su apogeo en el largo despotismo de Juan Vicente Gómez. Hacia 1960, los Estados Unidos y
Gran Bretaña habían extraído más de 20.000 millones de dólares en los yacimientos venezolanos.” (Trías,
1974: 55)
134
“La recuperación del patrimonio nacional durante los años setenta no implicó la emancipación social
de las mayorías y por ejemplo, en dicho contexto y para el año 1974, el 61% de los ocupados no llegaban
a percibir el salario de subsistencia y el 21 % no alcanzaba el salario mínimo oficial. Sumando ocupados
y desocupados, el 77% de la fuerza laboral estaba por debajo del nivel de subsistencia” (Urriza, 1983:
171). Datos actuales establecen que: “El ingreso per cápita en Venezuela en el año 1998 fue un 34,8 %
menor que en el año 1970 (…) entre 1970 y 1997 el ingreso de los trabajadores se reduce
aproximadamente a la mitad, y para 1997 Venezuela es uno de los países con más desigualdad del mundo,
lo cual puede verse en el coeficiente Gini que supera el de Sudáfrica (62,3) y Brasil (61,8).” (Lander y
Navarrete, 2009: 48)
135
Posteriormente, Pérez sancionó una Ley de Privatización e incluyó la venta del sistema portuario,
disolvió el Instituto Nacional de Puertos, levantó el control de precios exceptuando solo algunos
productos, eliminó muchas de las regulaciones al capital extranjero y aumentó el costo de los servicios
públicas, entre otras medidas. (Ellner, 2009: 25-27)

153
nacional. El programa cuyo contenido era profundamente antipopular, culminó en el
Caracazo136 de febrero de 1989 y favoreció el fracasado levantamiento militar de Hugo
Chávez de febrero de 1992 (Ellner, 2009: 22-32).
Frente al paquete neoliberal que tuvo varios puntos de continuidad en la administración
de Rafael Caldera (1994-1999), apareció el programa de la Agenda Alternativa
Bolivariana137 enarbolado por Hugo Chávez y por el Movimiento de la Quinta
República (MVR).
Chávez promovió el Modelo Nacionalista de Izquierda que implicó una recuperación de
la administración pública y social de la política petrolera,138 la aplicación de un
programa de nacionalizaciones139 y la promoción de importantes planes de política
social tendientes a revertir la extrema desigualdad histórica del país.140
Uno de los temas centrales del Modelo de desarrollo implementado en Venezuela se
relaciona con la promoción de diversas formas de organización política popular. De la
articulación cívico militar141 inicial de MVR, el proceso bolivariano dio lugar a nuevas
expresiones de organización popular entre las que resaltan las figuras de los Círculos
Bolivarianos, los Consejos Comunales del año 2006, los Consejos Locales de
Planificación Pública creados desde 2002 (García Guardilla, 2009) o el Partido
Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que nació con la abultada cifra de 5 millones de
afiliados (Guerrero, 2007: 23).
Los objetivos nacionalistas incluyeron una reforma constitucional en el año 1999, que
introdujo los principios fundamentales del programa. Por ejemplo y en lo concerniente
al nacionalismo económico el artículo 302 de la Constitución sostiene que:

136
La cifra oficial de muertos y heridos por armas de fuego durante el Caracazo es de 277 y 1009
respectivamente, pero según otras estimaciones las muertes superarían las 2000. (Ellner, 2009: 27)
137
Era la contracara de la “Agenda Venezuela” de Rafael Caldera.
138
“La “nueva PDVSA” conjuntamente con sus subsidiarias, además de reportar directamente al
gobierno, mantiene un importante rol social, tal como indica la propia Ley Orgánica de Hidrocarburos de
2002. Según lo informado por PDVSA, la empresa ha aportado al desarrollo social de Venezuela más de
7.200 millones de dólares en salud, educación, transporte público, vivienda e infraestructura. Las
principales herramientas fueron el Fondo para el Desarrollo Económico y Social del País (Fondespa), y
las “misiones sociales” que incluyen planes de alfabetización, de educación superior, alimentación,
desarrollo de minería y tecnología, entre otros.” (Mansilla, 2008)
139
Entre las decretadas en el año 2009 : “Se destacan la nacionalización de las empresas de bienes y
servicios relacionadas con las actividades primarias de hidrocarburos (en mayo), la del Banco de
Venezuela (en julio), la de empresas del sector siderúrgico relacionadas con la producción de hierro (en
julio) y la de dos plantas torrefactoras de café (en noviembre).” (CEPAL, 104)
140
Disminuyó la pobreza del 49,4 % en 1999 al 27,6 en 2008 y la indigencia del 21,7 % al 9,9% en el
mismo período. Bajó el desempleo del 13,9 % en el año 2000 al 7,4 % en 2008. El gobierno aumentó la
inversión en salud y en educación. (CEPAL, 107)
141
La tradición militar del nacionalismo de izquierda en la cual se inscribe Chávez, encuentra importantes
antecedentes en las medidas de gobierno implementadas por figuras como Juan Perón en Argentina,
Velasco Alvarado en Perú y de Juan José Torres y de Alfredo Obando en Bolivia.

154
El Estado se reserva, mediante la ley orgánica respectiva, y por razones de conveniencia
nacional, la actividad petrolera y otras industrias, explotaciones, servicios y bienes de
interés público y de carácter estratégico. El Estado promoverá la manufactura nacional
de materias primas provenientes de la explotación de los recursos naturales no
renovables, con el fin de asimilar, crear e innovar tecnologías, generar empleo y
crecimiento económico, y crear riqueza y bienestar para el pueblo.

El programa bolivariano implicó una recuperación de la política exterior soberana a


través de la promoción del multilateralismo en lo internacional y de la integración
regional. La promoción de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP)142
para defender el precio del petróleo y el estrechamiento de los lazos con países como
Rusia, Irán, China, Bielorrusia, se ubican en el multilateralismo (López Maya, 2009:
111). La apertura de la ALBA, la promoción de empresas regionales143 y el ingreso de
Venezuela al MERCOSUR, son los pilares del programa de integración regional
bolivariano.
En esta línea, la propuesta de reforma constitucional del año 2007 en el artículo 153
promovió la Confederación y la Unión de América latina y el Caribe o: “Un solo
proyecto Grannacional, al que Bolívar llamó Una Nación de Repúblicas.” El proceso
venezolano estableció como principio fundamental el antiimperialismo y en este sentido
el artículo 13 de la actual Constitución sostiene que:

El espacio geográfico venezolano es una zona de paz. No se podrán establecer en él


bases militares extranjeras o instalaciones que tengan de alguna manera propósitos
militares, por parte de ninguna potencia o coalición de potencias. (Recalde, 2010b)

La experiencia de Cuba

142
“Las grandes empresas petroleras estatales tienen un poder cada vez mayor. Nacidas luego de la
“revolución de la OPEP” en 1973 y la ola de nacionalizaciones de la década del 70, las petroleras
soberanas dominan la mayor parte de las reservas mundiales. En el año 2006, el 76% de las reservas
mundiales de petróleo se encontraban en países de la OPEP y el 10,5% en países de la ex Unión
Soviética, más un 3,5% en Brasil, México y China. Por tanto, se puede decir que en la actualidad el 90%
de las reservas mundiales están en manos de petroleras estatales. Esto genera que las grandes petroleras
internacionales (comandadas por las “7 hermanas” que actualmente se agrupan en 4) deban concentrar sus
reservas en algunas pocas regiones (mayormente el Golfo de México y el Mar del Norte) o limitarse a
operar como socios minoritarios de las petroleras estatales.” (Mansilla, 2008)
143
“Luego del año 2000, PDVSA se transformó en parte importante de los planes de integración
energética de la región, comandados por el gobierno venezolano. Así es como se planteó la creación de 4
empresas regionales para promover la integración en América latina: Petrocaribe, Petroandina, Petrosur y
Petroamérica como proyecto unificador de las otras tres en el marco del ALBA. Lo mismo puede decirse
del Gasoducto del Sur que uniría Venezuela, Brasil y Argentina. Sin embargo, por diversos problemas de
orden más político que técnico, la única de estas iniciativas regionales que tiene una existencia real, más
allá de declaraciones firmadas, es Petrocaribe. Esta experiencia puede ejemplificar los objetivos de
integración de PDVSA para con el resto de Latinoamérica.” (Mansilla, 2008).

155
Definimos al Modelo de Desarrollo actual del país como Socialismo Marxista
Latinoamericano. Cuba además del Socialismo, aplicó el Modelo Liberal.
La vida independiente de Cuba está estrechamente vinculada a la injerencia de EUA
desde su segunda independencia de España del año 1898144 y a partir de 1906, la isla
conoció las intervenciones directas de Norteamérica.
Superada la etapa colonial y esclavista, Cuba aplicó una economía de monocultivo
centrada en la producción de caña de azúcar que era exportada en su mayoría, al
mercado de EUA. No por casualidad, Eduardo Galeano sostuvo que: “Hasta 1959 no se
construían fábricas, sino castillos de azúcar: el azúcar ponía y sacaba dictadores,
proporcionaba o negaba trabajo a los obreros, decidía el ritmo de las danzas de los
millones y de las crisis” (Galeano, 1974: 104).
El proceso revolucionario iniciado por Fidel Castro y el Movimiento 26 de julio
implicó, dada la condición del subdesarrollo profundo de Cuba, diversificar la economía
mas allá del cultivo de azúcar, promover una mecanización e industrialización de su
producción y cuestión central, la resolución de los profundos problemas sociales145 de
su población como el analfabetismo o la mortalidad infantil.
Las propuestas iniciales del gobierno revolucionario fueron típicas de un
nacionalismo146 y se encontraron con un enfrentamiento directo con los intereses de la
oligarquía cubana y con los grupos de poder de los Estados Unidos.147 El imperio
norteamericano apoyó al desembarco militar a la Bahía Cochinos en 1961, entabló una
tarea de desestabilización y de atentados contra el régimen, aplicó una acción de
hostigamiento comercial y promovió la confrontación ideológica sistemática y
144
“Las luchas de liberación nacional emprendidas por los patriotas cubanos en la llamada guerra de los
Diez Años (1868-1878) concluyó con la ruina de numerosos terratenientes y con el aplastamiento
sangriento del movimiento. (…) El segundo movimiento de liberación se produce en 1898 y es alentado
por la prensa de Estados Unidos, así como abastecido con armas y municiones desde ese país. (…) Con la
Enmienda Platt incluida en la Constitución de Cuba de 1901, la Isla quedaba sometida a un virtual
protectorado norteamericano.” (Ramos, 1973: 578-579)
145
“Cuba en la actualidad tiene una tasa de analfabetismo del 0,2%, una tasa de escolarización de la
enseñanza primaria del 100%, una tasa de escolarización de la enseñanza secundaria del 99,7%, una
mortalidad infantil de 6,2 por mil nacidos vivos, con 590 médicos, 743 enfermeras y 630,6 camas
hospitalarias por cada cien mil habitantes y una esperanza de vida al nacer de 76 años. Ley de Reforma
Constitucional, Palacio de las Convenciones, La Habana, junio 2002.” (Recalde, 2005).
146
“Los sectores avanzados de la pequeña burguesía nacionalista, representados en el MR-26 de Julio,
hacían una revolución “nacionalista de izquierda”, como ella se definió hasta 1961. (…) Radical por sus
métodos de lucha, el proceso revolucionario cubano era moderado en sus objetivos políticos inmediatos:
vuelta a la constitución de 1940, restablecimiento de las libertades fundamentales, normalización de la
vida cívica del país.” (Debray, 1975: 51 y 63)
147
La dependencia de la isla con EUA era insoslayable: “Cuba compraba en Estados Unidos no sólo los
automóviles y las máquinas, los productos químicos, el papel y la ropa, sino también arroz y frijoles, ajos,
cebollas, grasas, carne y algodón. (…) Trece ingenios norteamericanos disponían de más del 47 por
ciento del área azucarera total y ganaban alrededor de 180 millones de dólares por cada zafra. La riqueza
del subsuelo –níquel, hierro, cobre, manganeso, cromo, tungsteno- formaba parte de las reservas
estratégicas de los Estados Unidos, cuyas empresas apenas explotaban los minerales de acuerdo con las
variables urgencias del ejército y la industria del norte.” (Galeano, 1974: 109-110)

156
permanente que llega hasta nuestros días. El proceso revolucionario radicalizó las
trasformaciones del programa nacionalista hacia posiciones socialistas y ello contempló
una alineación de la política exterior con el bloque de los Estados comunistas.
Uno de los elementos fundamentales para comprender el Socialismo Latinoamericano,
tiene que ver con la función que tuvo el Partido Comunista Cubano. El sistema político
cubano se organiza en torno de la democracia popular y de las elecciones periódicas de
candidatos para los órganos legislativos y ejecutivos. En este cuadro y a diferencia de
otros países comunistas, para ingresar al sistema político e institucional no es requisito
exclusivo pertenecer al PCC, sino que la posibilidad de participar en las elecciones y
ocupar cargos públicos queda abierta a las organizaciones libres del pueblo y a los
ciudadanos sean o no miembros del partido. En este contexto, las actividades del PCC y
tal cual se menciona en su Estatuto, son principalmente de organización de masas y de
defensa de una identidad cultural para la revolución: sus objetivos primarios son la
unidad del pueblo en torno a los principios de la independencia nacional y del derecho a
la autodeterminación en el tablero de la política mundial; la defensa y difusión del
“ideario radical y humanista de José Martí y de los principios del marxismo y del
leninismo y la necesidad histórica del socialismo” (Recalde, 2005).
La Revolución Cubana se enfrentó a un cerco geopolítico promovido por Estados
Unidos, que fue aplicado al pie de la letra por varias naciones de Latinoamérica.
Bloqueada la posibilidad de implementar acciones con muchos gobiernos, el país
desarrolló una fuerte política de articulación y de fomento de los movimientos
revolucionarios del Tercer Mundo que incluyeron entre otras acciones, la promoción de
la Conferencia Tricontinental celebrada en La Habana en el año 1966.
La concepción latinoamericanista, socialista y antiimperialista de la integración que
difundió la revolución, estuvo centrada en promover la integración de los pueblos en la
lucha anticolonial y se expresó claramente en la figura de Ernesto Guevara: un
argentino que siguiendo la tradición latinoamericanista de San Martín, combatió para
liberar a Cuba y murió luchando para emancipar el continente en el suelo de Bolivia.

4. Conclusiones preliminares

¿Qué nos ha dejado el capitalismo y la globalización neoliberal? Después de 300 años


de capitalismo el mundo cuenta con 800 millones de hambrientos, ahora, en este
momento; 1000 millones de analfabetos; 4000 millones de pobres; 250 millones de
niños que trabajan regularmente, 130 millones sin acceso alguno a la educación, 100

157
millones que viven en la calle, 11 millones menores de 5 años, que mueren cada año por
desnutrición, pobreza y enfermedades prevenibles o curables; crecimiento constante de
las diferencias entre ricos y pobres, dentro de los países y entre los países; destrucción
despiadada y casi irreversible de la naturaleza; despilfarro y agotamiento acelerado de
importantes recursos no renovables; contaminación de atmosferas, de los mantos
freáticos, de los ríos y los mares; cambios de clima de impredecibles y ya visibles
consecuencias. En este último siglo 1000 millones de hectáreas de bosque vírgenes han
desaparecido y una superficie similar se ha convertido en desiertos o en tierras
degradadas. (Castro, 1999: 49)

Seamos libres, y lo demás no importa nada. José de San Martín

La dinámica del capitalismo de las metrópolis es exportada a América latina, generando


un proceso de inestabilidad económica, política y social permanente. La fuga de
recursos de la periferia a las metrópolis,148 la caída frecuente de los precios de nuestra
producción y los patrones de intercambio, el deterioro y el agotamiento del ecosistema,
las incesantes crisis humanitarias y sociales y la inestabilidad política de nuestros
Estados, son manifestaciones de la tragedia latinoamericana que ya lleva varios siglos.
Actualmente, la crisis económica mundial cuyo epicentro son las bolsas y los bancos de
Estados Unidos y de Europa, exportaron su inestabilidad al conjunto del planeta y ello
implicó un retraimiento de las economías y del comercio en América latina. En este
marco, la integración regional es un espacio a consolidar para revertir los
desplazamientos de los precios mundiales y las dificultades de colocación de la
producción del continente.149 La región está en condiciones de coordinar acciones para
garantizar el crecimiento productivo, apoyar la industrialización y el intercambio de
trabajo, garantizar el apuntalamiento financiero y promover el desenvolvimiento de la
tecnología para todos los gobiernos y los pueblos de América latina.

148
“La sangre y las riquezas de América y de África están fundidas en los cimientos del capitalismo.
Decíamos hace poco, en la Universidad de San Marcos de Lima, que los pueblos de nuestra América
continuamos siendo hasta hoy exportadores netos de riqueza al llamado “primer mundo”, pues la
diferencia entre la riqueza que entra y la que sale de nuestros territorios -aun ahora, aunque no lo crean-,
nos es desfavorable en un monto superior a los 100 mil millones de dólares anuales; contabilizando sólo
transferencias netas de capitales, sin contabilizar las pérdidas por el comercio desigual, por el deterioro de
los términos de intercambio, la fuga de cerebros, etcétera.” (Correa, 2010).
149 “La combinación de los tres elementos (diversificación del comercio internacional, con disminución
del peso del centro capitalista y el aumento importante del peso de los intercambios del Sur del mundo;
intensificación sustantiva del comercio entre los países de la región y expansión, inclusive durante la
crisis, del mercado interno de consumo popular) hizo que los países incorporados a los procesos de
integración regional resistieran mucho mejor los duros efectos de la crisis y varios de ellos volvieran a
crecer.” (Sader, 2010b)

158
La dinámica expansionista norteamericana de los últimos tiempos se vinculó a la
apropiación de empresas, de mercados y de los recursos en el continente, mientras
promovió la aprobación del ALCA. Derrotada esta propuesta, el imperio impulsó los
tratados de libre comercio con cada uno de los países por separado. Su programa
expansionista se implementó en torno de operaciones comerciales, políticas y militares
como es el caso de la radicación de bases militares, el apoyo a las Fuerzas Armadas o la
intervención en la política interna de los Estados a través de una supuesta lucha contra
las drogas.150
En este contexto, la UNASUR adquiere una importancia estratégica ya que es uno de
los instrumentos institucionales y políticos capaces de hacer un contrapeso geopolítico a
las operaciones de las Bases Militares, los enclaves coloniales, la Cuarta Flota o los
golpes de Estado del estilo de los promovidos en Bolivia y el ejecutado en Honduras. La
historia de las dictaduras del continente o el reciente derrocamiento del presidente
hondureño, son expresiones políticas que deben contrarrestar la UNASUR. Brasil y
Argentina en este cuadro, son pilares importantes para reforzar la estabilidad regional.
El desafío de superar el subdesarrollo económico y la profunda desigualdad social del
continente, es una tarea que implica la necesaria coordinación y la acción simultánea de
todos los Estados. La aplicación de medidas como el Fondo de Convergencia
Estructural del MERCOSUR y especialmente, los programas sociales y solidarios
promovidos por la ALBA,151 son pasos importantes para saldar la deuda histórica y
emancipar a nuestros pueblos de los resultados adversos de la división mundial de las
naciones. En este cuadro, Cuba y Venezuela han trazado aspectos fundamentales de una
política social coordinada y solidaria de los pueblos y sus gobiernos.
En la última década los diferentes Estados han adoptado distintos Modelos de
Desarrollo que les han permitido en mayor o menor medida, contribuir a saldar las
deudas con sus pueblos luego de décadas de políticas liberales y extranjerizantes que
destruyeron los países. Pese a las diferencias en la forma, los alcances o en los
contenidos de los programas aplicados, todos comparten un punto en común: el

150
No por casualidad Evo Morales en el año 2008 expulsó a la DEA acusada de participar en actividades
subversivas contra su gobierno. (Calloni, 2009)
151
“los proyectos como los de alfabetización –que hicieron que Venezuela, Bolivia y Ecuador se sumaran
a Cuba como países libres de analfabetismo en la región –; de formación de varias generaciones de
médicos de pobres en el continente por las Escuelas Latinoamericanas de Medicina en Cuba y en
Venezuela –de recuperación de la vista de más de dos millones de personas con la Operación Milagro –
demostraron que es en la esfera pública y no en la mercantil donde se recuperan los derechos esenciales.
Los intercambios solidarios dentro del ALBA son ejemplos concretos del “comercio justo” impulsado por
el Foro Social Mundial desde sus inicios, en espacios con criterios sobre las posibilidades y las
necesidades de cada país en contraposición clara a las normas del mercado, del libre comercio y de la
Organización Mundial del Comercio.” (Sader, 2010b)

159
abandono del neoliberalismo implicó el crecimiento de los productos brutos internos de
los Estados y una distribución -aunque aún insuficiente-, más justa de la riqueza
nacional.152
En este contexto, la integración regional es una demanda estratégica ya que,
conjuntamente a la solidificación de los Modelos de Desarrollo de cada Estado, es el
único camino posible para cercenar la acción expansionista y desestabilizante de los
imperialismos. La consolidación de los Modelos nacionales fortalece la integración
regional y viceversa: la unidad de los Estados y pueblos debe servir para elevar el nivel
de desarrollo de cada uno de los miembros.
Y para cerrar, como indicó Hugo Chávez: “La unidad de nuestra América se consolida,
cobra fuerza en el concierto de las naciones y levanta su vuelo libertario” (Chávez,
2009). Que así sea.

152
Según datos de la CEPAL para América latina el PBI creció desde el año 2003 al 2008 en un promedio
cercano al 5% anual. La pobreza bajó del 43,9% en 2002 al 33,0 en 2008 y la indigencia lo hizo del 12.1
% al 8,3 % en el mismo período.

160
Anexo Gráfico de Síntesis

Modelo de
Economía Rol del Estado Articulación Cultura integración Experiencia
política privilegiado Nacional

LIBERALISMO Modelo Agro Policial Sistema Liberalismo racista Balcanización


Clásico exportador gendarme oligárquico y británico o francés S XIX
restrictivo

Neoliberal Capital Financiero Clientelar Desmovilización y Norte


Mediático mediatización de americanización de ALCA Colombia
la política la cultura

DESARROLLISMO Modelo sustitución Interventor y Capital Alineación a Chile


de importaciones dependiente trasnacional y la Neocolonialismo Inglaterra o
Regresivo clase media EUA

Progresivo Desarrollismo Ampliación del Multipolaridad Argentina


industrialista Promotor y/o frente político a Desarrollismo
dependiente sectores medios y MERCOSUR
trabajadores Cientificismo
UNASUR
Movimiento
NACIONALISMO Capitalismo Interventor Nacional que Multipolaridad
nacional articula al Nacionalismo MERCOSUR Brasil
Moderado independiente Empresario trabajador y la UNASUR
burguesía
Planificada Multipolaridad
Interventor Movimiento Nacionalismo Venezuela
Coexiste con Empresario Nacional con antiimperialista ALBA
relaciones de Monopoliza hegemonía de los popular Bolivia
Nacionalismo de Mercado capitalista diversas áreas trabajadores UNASUR
izquierda de la economía
Países
SOCIALISMO Planificada Monopolio de Sistema de Partido Marxismo socialistas.
MARXISTA los medios de Único Nacionalismo Y no alineados
LATINOAMERICANO Colectivista producción Democracia antiimperialista ALBA Cuba
popular

161
Análisis del Proyecto de Constitución de Bolivia del año 2007153

Bolivia es, y será para siempre, independiente de toda dominación extranjera; y no


puede ser patrimonio de ninguna persona, ni familia. (Artículo 2 de la Constitución
Nacional del año 1826. Proyecto remitido por Simón Bolívar)

Bolivia desde la asunción presidencial de Evo Morales está iniciando un proceso de


formación y fortalecimiento de un programa de desarrollo capitalista nacional con fuerte
presencia en la toma de decisiones del Estado y de las organizaciones campesinas. En
este cuadro, el proyecto154 de Constitución que vamos a examinar, forma parte del
nuevo programa general de gobierno de Bolivia. Incluso, creemos, que dificultosamente
pueda comprenderse el proyecto constitucional sin conocer, previamente, el proceso
social, económico y político reciente y actual de Bolivia. En la línea del mencionado
proyecto de desarrollo capitalista nacional con fuerte presencia pública y con
distribución social de la riqueza, se encuentran diversas medidas, entre las cuales
podemos resaltar la nacionalización de los hidrocarburos en las “guerras del gas”155 y el
referéndum del año 2004156; los proyectos de redistribución del producto por ellos
generado en áreas de educación o salud;157 los anuncios de reforma agraria enfrentando,
por ejemplo, a un centenar de familias que tiene en sus manos 25 millones de hectáreas
de tierra en Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando o sea, cinco veces más que los dos
millones de campesinos que trabajan en otras cinco millones de hectáreas;158 la
nacionalización de la minería159 recuperando las competencias de la estatal COMIBOL;
las políticas sociales que utilizan la renta de los hidrocarburos y por ejemplo, para los

153
Febrero de 2007.
154
Finalmente la constitución fue sancionada con escasas modificaciones en relación al proyecto que
estamos analizando.
155
En el año 1937, David Toro rescinde las concesiones petroleras de la Standard Oil Co. que serán
asumidas por YPFB al mando de Germán Busch, líder militar de la guerra del Chaco. El Gral. Alfredo
Ovando Candia hará lo mismo con la Gulf Oil en el año 1969. El derrocamiento del Gral. nacionalista
Juan José Torres en el año 197, habilitó la desnacionalización del recurso natural, cuestión que viene a
reparar la actual nacionalización.
156
Una cifra superior al 80 % de los bolivianos apoyó la nacionalización que fue posteriormente
implementada con el “Decreto Supremo 28.701 de nacionalización de los Hidrocarburos.”
157
Por ejemplo, la ley Nº 3038/05 establece en su Artículo 1º que: “Se dispone la transferencia del 20%
de los recursos económicos provenientes del 45% de las regalías hidrocarburíferas de la Provincia Gran
Chaco del Departamento de Tarija, en favor de la Educación y la Salud, dentro de la alícuota parte que le
corresponde por las regalías hidrocarburíferas a la Primera, Segunda y Tercera Sección de la Provincia
Gran Chaco.” Asimismo, el decreto Nº 28.421 modifica el artículo 8 del decreto Nº 22.223 y establece
entre otros temas, que el 6, 2% del monto de los fondos de hidrocarburos transferidos deben destinarse a
la universidad.
158
Fuente: http://www.presidencia.gov.bo/
159
El año 1952 es el de de la nacionalización de la minería que será nuevamente privatizada en la década
de 1980.

162
jubilados el programa “Renta Dignidad”; en los planes y proyectos públicos para
erradicar el analfabetismo; los anuncios sobre que se recuperará la Empresa Nacional de
Telecomunicaciones (ENTEL) privatizada en los años ´90; los proyectos de reforma de
la ley de electricidad favoreciendo la recuperación de la Empresa Nacional de
Electricidad (ENDE) privatizada en la misma década; los planes de financiamiento a los
pequeños productores agrícolas. El proyecto nacional de refundación del país, lejos está
de ser una pura improvisación de Morales y su equipo de gobierno, sino que por el
contrario, cuenta con varios antecedentes políticos recientes que pusieron en la agenda
pública un marcado cuestionamiento a las políticas neoliberales, por ejemplo y por citar
un único caso, en las jornadas de protesta de las denominadas “guerras del agua” o en la
defensa del precio y la propiedad pública del gas. La sociedad boliviana manifestó su
cuestionamiento a las políticas neoliberales con su apoyo electoral que llevó a la
presidencia al actual gobierno y que es bueno recordarlo, durante la campaña ya había
anunciado gran parte de las medidas de política pública implementadas, reforma
constitucional incluida.
La nueva gestión de gobierno se plantea reformular el modelo de desarrollo interno y
además y cuestión central, contempla una modificación de la política exterior del país.
En este marco, Morales ha anunciado que va a privilegiar la alianza geopolítica y
comercial con Latinoamérica y con otras naciones distantes del programa
norteamericano para el continente y con dicho fin, anunció públicamente diversos
acuerdos de integración con Cuba, Venezuela, Irán, Paraguay y Brasil. Incluso, Bolivia
ha ingresado a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA),
acuerdo de integración que cuenta con la presencia protagónica de Venezuela, Cuba,
Nicaragua y otros socios menores.
Dicha modificación de las políticas de Estado es acompañada con una propuesta de
reforma constitucional que, como veremos, traduce en una nueva arquitectura
institucional la búsqueda de afianzamiento de las bases de un proyecto de desarrollo
nacional autónomo. A través de estas páginas glosaremos críticamente la mencionada
propuesta de reforma constitucional que promueve el gobierno de Evo Morales y de
Álvaro García Linera.160
Demás esta decir, que el gobierno y más allá del desafío que implica triunfar en el
referéndum que terminará de validar el proyecto de la nueva Constitución, encuentra
grandes impedimentos para su aplicación real. Actualmente, los peligros y los

160
El texto de la Constitución fue aprobado en grande, detalle y revisión por la Asamblea Constituyente.
El paso siguiente, previo a su sanción definitiva, implica su aprobación por el pueblo boliviano a través de
un referendo.

163
adversarios internos y externos están lanzados a la oposición frontal al gobierno. Con
este objetivo, los grupos de capital concentrado y los adversarios externos, varios de
ellos víctimas de las nacionalizaciones, desarrollan una inmensa campaña de
desestabilización mediática161 y política, apoyando las consignas separatistas de algunos
Departamentos y convocando a los sabotajes económicos. Respecto al tema que aquí
interesa, debemos mencionar que la denominada “oligarquía gamonal”, a través de su
aparato cultural y político, ha sido protagonista de una extraordinaria campaña contra la
actual reforma de la Constitución, que finalmente y por mayoría parlamentaria, fue
aprobada en la Asamblea y avanza hacia el referendo.
El objetivo de este escrito tiene que ver con el intento de transmitir en forma clara y
sistematizada para el lector no especializado en cuestiones constitucionales, los
principales aspectos del proyecto de Constitución de Bolivia. Por consiguiente, no
vamos a ahondar en las definiciones o apreciaciones conceptuales sobre el tema del
constitucionalismo en Latinoamérica ya que ya lo hemos hecho en otros trabajos
relacionados con este (Recalde, 2007a y Recalde, 2007b). Atendiendo a lo dicho, nos
interesa meramente traer a consideración un concepto del constitucionalista argentino
Arturo Enrique Sampay, mentor de la Constitución argentina del año 1949 (Sampay,
1974: 102-103). Sampay, al analizar la Carta Magna, establece una distinción entre la
“Constitución escrita”, la “Constitución Real” y la “Constitución Justa.” La primera,
establece “en un acta legislativa solemne, las instituciones destinadas a que perdure y se
desenvuelva la Constitución real.” Para saber cuál es la “Constitución Real”:
“corresponde averiguar, en primera instancia, qué sector social predomina en la
actualidad y con que finalidad lo hace, y en segundo lugar, qué sector social lucha por
conseguir el predominio y qué ideal e inclinación vital los lleva a buscarlo.” En
definitiva, el texto constitucional expresa un esquema de distribución del poder social a
través del establecimiento de fines y medios institucionales para alcanzarlo. Ahora bien,
como indica Sampay, detrás del texto existe una lucha por el poder entre distintos
sectores sociales. El autor además y como adelantamos, introduce la noción de
“Constitución Justa” entendida como “la institucionalización del predominio del sector
de la población históricamente eficiente para ordenar la actividad social y los recursos
sociales con vistas a lograr que todos y cada uno de los miembros de la comunidad
tengan lo necesario para desarrollarse plena e integralmente.” Adecuando las categorías

161
El Observatorio de Medios de la Agencia Periodística del Mercorsur (APM) de la Facultad de
Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, realizó un seguimiento de la cobertura mediática
realizada sobre el gobierno de Evo Morales demostrando claramente el alto nivel de hostilidad de los
grandes medios de comunicación con el gobierno del MAS.

164
del autor al estudio del proyecto de Constitución boliviana, podemos sostener que el
proyecto “escrito” traduce el ascenso de las organizaciones libres del pueblo, legítimas
expresiones de la “Constitución Real”, fruto de la lucha por el poder del pueblo
boliviano, claramente visible en su protagonismo en la última década, incluyendo su
claro triunfo electoral. Pero además y como cuestión de suma importancia histórica para
este país y para el conjunto de Latinoamérica, el texto es una “Constitución Justa” ya
que plantea la oportunidad de Bolivia para consolidar la unidad de la nación en el marco
de la pluralidad étnica y cultural del país. El programa político enarbolado por Evo
Morales encuentra, potencialmente, un contenido de unidad y de integración nacional, a
diferencia de los proyectos neoliberales anteriores, artífices de una profunda
fragmentación social, étnica y política.
El tema central que nos interesa rescatar y que desarrollaremos particularmente a lo
largo de estas páginas, tiene que ver con el primer capítulo denominado “Derechos a la
autodeterminación indígena,” a través del cual, intentaremos mostrar al lector algunos
de los mecanismos que está promulgando Bolivia para consagrar el derecho genuino e
impostergable a la participación de los pueblos originarios en el gobierno del país.
Entonces, mencionaremos particularmente los aspectos concernientes al derecho a la
Identidad de las comunidades y a la aparición en el texto constitucional de diversos
instrumentos de participación política de suma trascendencia histórica para los pueblos
del sur americano. Por consiguiente, en el primer apartado analizaremos cuáles son los
instrumentos institucionales que establecen el derecho de las comunidades a la
explotación de los recursos naturales. Este apartado termina con una mención al
articulado referente al derecho al trabajo.
El segundo apartado se denomina “Defensa del patrimonio nacional y público” y nos
permitirá adquirir de una idea certera del contenido nacionalista del proceso boliviano
actual y de su intento de institucionalizarlo en el proyecto constitucional. Nos
referiremos particularmente a las cláusulas que limitan la ingerencia extranjera en los
asuntos nacionales y a los instrumentos y políticas de Estado para la defensa de la
Infraestructura estatal, de los servicios de salud y de la cultura del país. Este punto
culmina con una mención al proyecto constitucional en lo concerniente a la histórica
reivindicación marítima del pueblo boliviano y con un comentario particular a la
tentativa de hacer un uso soberano y sustentable de los recursos naturales del país.
El tercer apartado versa en torno a algunas de las transformaciones más importantes del
sistema político de Bolivia, distinguiendo las propuestas de ampliación del concepto de
“democracia.” Por último, mencionaremos los nuevos derechos establecidos en el

165
proyecto que instituyen toda una gama de derechos de cumplimiento obligatorio para
los habitantes de Bolivia.

En el apartado cuarto, se analizan brevemente las cuestiones del proyecto constitucional


referentes al esquema propuesto para la integración geopolítica de Bolivia, comentando
particularmente, la perspectiva latinoamericana.

El último apartado, denominado “Organización del Estado para el desarrollo nacional”,


se relaciona estrechamente con el segundo capítulo, ya que indaga en los mecanismos
institucionales que desarrollará el Estado para avanzar en la implementación del modelo
de capitalismo nacional boliviano. En este punto, son abordadas las cuestiones
referentes al tipo de organización económica y al rol de Estado propuestas en el
proyecto. El capítulo se cierra con una mención del texto constitucional sobre el rol de
las Fuerzas Armadas en el desarrollo nacional.

1. Derechos a la autodeterminación indígena

Es nación y pueblo indígena originario campesino toda la colectividad humana que


comparta identidad cultural, idioma, tradición histórica, instituciones, territorialidad y
cosmovisión, cuya existencia es anterior a la invasión colonial española. (Artículo 30
del proyecto de la C. N.)

Como punto de partida y en el artículo 1º, el proyecto de la nueva Constitución


establece que Bolivia se constituye en un: “Estado Unitario Social de Derecho
Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural,
descentralizado y con autonomías.” Su condición de “Plurinacional Comunitario”
implica tal cual lo expresa el artículo 2º:

La existencia precolonial de las naciones y pueblos indígena originario campesinos y su


dominio ancestral sobre sus territorios, se garantiza su libre determinación en el marco
de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al autogobierno, a
su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación de sus entidades
territoriales.

El intento de cimentar un Estado sobre “principios ético-morales de la sociedad plural”


o de, “constituir una sociedad justa y armoniosa, cimentada en la descolonización, sin
discriminación ni explotación, con plena justicia social, para consolidar las identidades

166
plurinacionales”, forma parte de los objetivos del nuevo Estado expresados en su texto
constitucional.
A lo largo de la Constitución se realiza una mención especial a los derechos de las
comunidades originarias. Pese a eso, es importante remarcar que la ley establece un
Capítulo Cuarto (“Derechos de las Naciones y Pueblos Indígena Originario
Campesinos”) que conjuntamente con el Capítulo Séptimo (“Autonomía Indígena
Originaria Campesina”) establecen el esquema de gobierno, que de ahora en adelante,
dispondrán las comunidades originarias del país.
A continuación vamos a señalar las facultades más importantes otorgadas en la
Constitución a los pueblos originarios. Como parte de estos temas aparecen en otros
apartados, las referencias serán breves.

1. a. Aspectos concernientes a derecho a la Identidad


El Estado asume y promueve como principios ético-morales de la sociedad plural: ama
qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón), suma
qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei
(tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble). (Artículo 8, Inc. I del proyecto de
la C. N.)

Aspectos generales
Como punto de partida debemos señalar que según el proyecto, el Estado protege el
patrimonio cultural de las comunidades originarias a través de un Registro de propiedad
intelectual (Art. 101 Inc. II). Asimismo, la Constitución en el artículo 30, Inc. II,
establece el derecho indígena a la identidad cultural, creencia religiosa, espiritualidades,
prácticas y costumbres y a la posibilidad de tener su propia Cosmovisión. Este derecho,
incluye el respeto a la existencia de sus saberes propios, al uso de su idioma y el respeto
de sus lugares sagrados. Dichas cuestiones deben ser articuladas a través del ejercicio
participativo en las instituciones educativas y administrativas del Estado.

Religión
Con el objetivo de alcanzar los derechos mencionados se hace una mención especial al
derecho que tienen estas comunidades a ejercer una religión propia. Con este fin, el
artículo 4 establece que: “El Estado respeta y garantiza la libertad de religión y de
creencias espirituales, de acuerdo con sus cosmovisiones.” Dicha cuestión como
comentamos anteriormente, está mencionada puntualmente en el artículo 30.

167
Idioma
En lo que respecta al idioma, la norma establece que son: “idiomas oficiales del Estado
el castellano y todos los idiomas de las naciones y pueblos indígena originario
campesinos, que son el aymara, araona, baure, bésiro, canichana, cavineño, cayubaba,
chácobo, chimán, ese ejja, guaraní, guarasu’we, guarayu, itonama, leco,
machajuyaikallawaya, machineri, maropa, mojeño-trinitario, mojeño-ignaciano, moré,
mosetén, movima, pacawara, puquina, quechua, sirionó, tacana, tapiete, toromona, uru-
chipaya, weenhayek, yaminawa, yuki, yuracaré y zamuco.” La ley obliga al gobierno
plurinacional, a los gobiernos departamentales y a las comunidades autónomas a que
utilicen al menos dos idiomas oficiales, uno de ellos, el castellano. En el caso de las
comunidades autónomas mencionadas, el idioma principal será el propio de sus
colectividades.
Como un medio de implementar el derecho al idioma, los medios de comunicación de
masas deben desarrollar producción y difusión de programas educativos plurilingües y
el Estado además, deberá apoyar a los medios comunitarios en esta tarea (Art. 108).
Este artículo menciona el deber de las prestatarias de implementar un lenguaje
alternativo para discapacitados.
Asimismo, la norma, atendiendo la diversidad cultural, establece que toda persona
sometida a proceso debe ser juzgada en su idioma o excepcionalmente, de manera
obligatoria, deberá ser asistida por traductora, traductor o intérprete (Art. 121).

Medicina tradicional
Como parte del reconocimiento cultural indígena es importante subrayar que el sistema
de salud incluye a la medicina tradicional de las naciones y pueblos indígena originario
campesinos (Art. 35. Inc. II).

Educación
La educación, según lo establece el artículo 78 Inc. II. “Es intracultural, intercultural y
plurilingüe” en todo el sistema educativo. Asimismo, entre sus objetivos se establece la
importancia del “diálogo y el enriquecimiento intercultural.” El Artículo 83 contempla
la participación social o comunitaria de las naciones y pueblos indígena originario
campesinos en el sistema educativo mediante los organismos representativos creados
para el caso en todos los niveles del Estado.
Entre los fines de la universidad fijados en el proyecto están los de difundir los
conocimientos indígenas (Art. 91) y las lenguas indígenas (Art. 96). Dentro de las

168
universidades se establece taxativamente que se van a implementar mecanismos de
participación de carácter consultivo (Art. 93. Inc. II) y centros interculturales (Art. 96).
El sistema de ciencia y técnica tiene que, entre otros fines, coordinar los procesos de
desarrollo e intercambio tecnológico con las comunidades indígenas (Art. 104).

2. Ámbitos de Participación Política

La autonomía indígena originaria campesina es la expresión del derecho al autogobierno


como ejercicio de la autodeterminación de las naciones y los pueblos indígena
originarios, y las comunidades campesinas, cuya población comparte territorio, cultura,
historia, lenguas, y organización o instituciones jurídicas, políticas, sociales y
económicas propias. (Artículo 290 del proyecto de la C. N.)

La Constitución establece que gran parte de las competencias de los gobiernos de las
comunidades indígenas quedarán determinadas en la futura sanción de la denominada
“Ley Marco de Autonomías y Descentralización” (ver Art. 304). Pese a eso y como
vamos a comentar brevemente, la Constitución avanza en el establecimiento de un gran
número de funciones y competencias.

Aspectos generales
El gobierno de los territorios indígena originario campesinos se ejercerá a través de sus
propias normas y formas de organización, con la denominación que corresponda a cada
pueblo, nación o comunidad. (Artículo 297 del proyecto de la C. N.)

La norma contempla el ejercicio de la “democracia comunitaria” como un mecanismo


para la distribución del poder (Artículo 11, Inc. I). Este mecanismo de construcción de
las decisiones tiene estatuto legal reconocido de la misma forma y conjuntamente con la
“democracia representativa” y la “democracia directa.” Este derecho aparece
mencionado además, en la lista de “Derechos Políticos” del artículo 26, inc. II. 4.
Sobre este tema, el artículo 30 establece enunciados acerca del derecho a “que sus
instituciones sean parte de la estructura general del Estado” (inciso II.5.); al ejercicio de
sus sistemas políticos, jurídicos y económicos acorde a su cosmovisión (Inc. II. 14); a
"ser consultados mediante procedimientos apropiados, y en particular a través de sus
instituciones, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas
susceptibles de afectarles” (Inc. II. 15.) y a "la participación en los órganos e
instituciones del Estado” (Inc. II. 18).

169
Como parte de una diferenciación particular, vale la pena comentar que la norma hace
especial mención al derecho social, económico y político del pueblo “afro boliviano”
(Art. 3 o 32).

Mecanismo para elegir representantes


Las organizaciones de las naciones y pueblos indígena originario campesinos podrán
elegir a sus candidatas o candidatos de acuerdo con sus propias normas de democracia
comunitaria (Art. 211 Inc. III).

Ámbitos obligatorios de representación política


Las comunidades indígenas, según lo establece el Artículo 149, tienen una
representación proporcional en la Asamblea Legislativa Plurinacional que se compone
de la Cámara de Diputados y la Cámara de Representantes Departamentales. La
Constitución establece la obligatoriedad de la participación de concejales indígenas en
los Concejos Departamentales (Art. 279). En el caso de los Concejos Municipales:

Las naciones y pueblos indígena originario campesinos de territorio ancestral ubicados


en la jurisdicción municipal que no conformen autonomía indígena, podrán elegir de
forma directa concejalas y concejales mediante normas y procedimientos propios.” (Art.
285)

Tienen representación en el Consejo Electoral Plurinacional que va a estar compuesto


por cinco miembros de los cuales, al menos dos, serán representantes de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos (Art.206). En el caso de las Áreas Protegidas
(Art. 385) y donde exista sobreposición de áreas con el territorio indígena la “gestión
compartida” se realizará con sujeción a las normas y procedimientos propios de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos, respetando el objeto de creación de
estas áreas.

Competencias de los territorios indígenas


El Artículo 270, establece que Bolivia se organiza territorialmente en departamentos,
provincias, municipios y territorios indígena originario campesinos. El ordenamiento
territorial contempla la preexistencia de las naciones y pueblos indígenas (Art. 271).
Asimismo, el artículo 274 distingue las mancomunidades entre municipios, regiones y
entidades territoriales indígena originario campesinas para el logro de su desarrollo.

170
Estas cuestiones son ampliadas en el capítulo sobre la Autonomía Indígena Originaria
Campesina que establece las facultades para el ejercicio al autogobierno de acuerdo a
sus propias normas (Art. 290). Estas últimas quedarán establecidas en un Estatuto (Art.
293). Pese a lo extenso de la cita, vale la pena mencionar con mayor detalle las
competencias concretas de los territorios indígenas originario campesinos, desarrolladas
en el artículo 305:

1. Definición de formas propias de desarrollo económico, cultural y social, de acuerdo


con su identidad y visión.
2. Participación en la planificación y el desarrollo de planes, programas y proyectos de
educación e investigación, en el marco de la legislación plurinacional.
3. Organización, planificación y ejecución de políticas del sistema de salud en su
jurisdicción.
4. Administración de la justicia indígena originaria campesina en su jurisdicción.
5. Resguardo de los derechos intelectuales colectivos, referidos a conocimientos de
recursos genéticos, medicina tradicional, germoplasma y patrimonio cultural tangible e
intangible de acuerdo con la ley.
6. Fomento y promoción de las culturas, el arte, la identidad, los centros arqueológicos
y los museos.
7. Construcción, mantenimiento y administración de los caminos vecinales y
comunales.
8. Construcción, mantenimiento y administración de la infraestructura necesaria para el
desarrollo de su jurisdicción.
9. Construcción, mantenimiento y administración de los sistemas de riego, fuentes de
agua, energía, servicios básicos y saneamiento.
10. Fomento, promoción y administración del turismo.
11. Control y regulación a las instituciones y organizaciones externas que desarrollen
actividades en su jurisdicción.
12. Planificación y gestión de la ocupación y asentamiento territorial.
13. Gestión y administración de los recursos naturales renovables, de acuerdo a la
Constitución y la ley.
14. Fomento y desarrollo de su vocación productiva.
15. Fomento y desarrollo de la práctica, tecnología e investigación.
16. Preservación del hábitat, el paisaje, la vivienda, el urbanismo y los asentamientos
humanos, conforme a las formas culturales, tecnológicas, espaciales e históricas.
17. Promoción de los mecanismos de consulta referidos a los asuntos de su interés.

171
18. Incorporación de la equidad y la igualdad en el diseño, definición y ejecución de las
políticas, planes, programas y proyectos de los territorios, prestando especial atención a
la equidad de género.
19. Promoción de la construcción de infraestructuras productivas.
20. Realización de acuerdos de cooperación con otros pueblos y entidades en el marco
de la Constitución y la ley.

En este marco, el Estado está obligado a transferir los recursos económicos y


financieros necesarios para el ejercicio real de sus funciones (Art. 305 y 306)

Los pueblos originarios y la integración


En el marco de las relaciones internacionales se establece el “Respeto a los derechos de
los pueblos indígenas originarios campesinos” (Art. 256). En el apartado concerniente a
la Integración políticas del país se establece que: “El Estado fortalecerá la integración
de sus naciones y pueblos indígena originario campesinos con los pueblos indígenas del
mundo” (Art.266).

Jurisdicción Indígena Originaria Campesina


En los temas concernientes al ejercicio de la justicia la norma contempla la creación de
la Jurisdicción indígena originaria campesina. Esta coexiste con dos ámbitos. Por un
lado, con la “jurisdicción ordinaria” que se ejerce por el Tribunal Supremo de Justicia,
los tribunales departamentales de justicia, los tribunales de sentencia y los jueces. Por
otro lado, con “la Jurisdicción Agroambiental” que es desarrollada por el Tribunal y los
jueces agroambientales.
La “jurisdicción indígena originaria campesina” se ejerce por sus propias autoridades
(Art. 180 y 191) en el marco de su propio ámbito (Art. 192). El mismo artículo sostiene
que: “la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción indígena originario campesina gozarán
de igual jerarquía.” Como requisito para la asunción de cargos del sistema indígena los
postulantes deberán haber ejercido la calidad de autoridad originaria bajo su sistema de
justicia, marcando una clara distinción con el requisito de tener la profesión de abogado
de los otros dos esquemas (Art. 200).
Como una cuestión relacionada a la anterior, debemos mencionar además, entre las
competencias de la Defensoría del Pueblo, está la promoción de la defensa de los
derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos (Art. 219).

Aspectos concernientes a los recursos naturales


172
Aspectos generales
El artículo 30 sostiene que los indígenas tienen derechos “a la titulación colectiva de
tierras y territorios” (Inc. II. 6), “a la participación en los beneficios de la explotación de
los recursos naturales en sus territorios” (Inc. II 16) y “a la gestión territorial indígena
autónoma, y al uso y aprovechamiento exclusivo de los recursos naturales renovables
existentes en su territorio.”
La industrialización de los recursos naturales debe atender los derechos de los pueblos
originarios (Art. 319) y la explotación está sujeta a un proceso de consulta popular,
donde las comunidades originarias están incluidas (Art. 352).

Producción de Coca
El artículo 384 sostiene que:

El Estado protege a la coca originaria y ancestral como patrimonio cultural, recurso


natural renovable de la biodiversidad de Bolivia, y como factor de cohesión social; en
su estado natural no es estupefaciente. La revalorización, producción, comercialización
e industrialización se regirá mediante la ley.

Recursos forestales
Las comunidades indígena originario campesinas situadas dentro de áreas forestales
“serán titulares del derecho exclusivo de su aprovechamiento y de su gestión.”
Asimismo y relacionado a este tema, las comunidades tendrán derecho a participar en
un organismo especial cuyo fin será administrar la cuenca de la Amazonia,
reconociendo los valores culturales indígenas y su derecho a los beneficios de
explotación (Art. 391 y 392).

Aspectos concernientes al trabajo


El Estado, las cooperativas y la política fiscal
Según sostiene el artículo 47 Inc. III., el Estado protegerá, fomentará y fortalecerá las
formas comunitarias de producción. La actividad económica comunitaria y cooperativa
será promovida por el Estado respetando las costumbres propias de las comunidades
originarias (Art. 307, 308, 311, 312 y 334). El Estado desarrollará una política fiscal que
favorezca a las organizaciones comunitarias (Art.330). El Turismo Comunitario (Art.
337) y el trabajo artesanal con identidad cultural (334) serán promovidos por el Estado.

173
Derecho a la tierra
Completando lo dicho, es trascendente remarcar que el artículo 393 establece que: “el
Estado reconoce, protege y garantiza la propiedad individual y comunitaria o colectiva
de la tierra, en tanto cumpla una función social o una función económica social.” Esta
última se declara: “indivisible, imprescriptible, inembargable, inalienable e irreversible
y no está sujeta al pago de impuestos a la propiedad agraria” (Art. 394). El artículo
siguiente, establece taxativamente que las tierras fiscales serán concedidas a los grupos
“indígena originario campesinos, comunidades interculturales originarias,
afrobolivianos y comunidades campesinas.”
En este sentido, el proceso de Reforma Agraria que está implementando en la actualidad
el gobierno de Evo Morales, se contempla taxativamente en el proyecto de la
Constitución. Entre las facultades del poder ejecutivo esta la de: “Ejercer la autoridad
máxima del Servicio Boliviano de Reforma Agraria y otorgar títulos ejecutoriales en la
distribución y redistribución de las tierras” (Art. 173 Inc.27 y artículo 403).
Asimismo, el art. 400 menciona que tanto el incumplimiento de la función social de la
tierra o la formación del latifundio, pueden conducir a la expropiación. Completando lo
dicho, la Constitución prohíbe directamente el latifundio (Art. 398 “A” o “B” – el
referendo debe definir si la superficie será definida en 5 o en10 mil hectáreas-)

3. Defensa del patrimonio nacional y público


El Estado es independiente en todas las decisiones de política económica interna, y no
aceptará imposiciones ni condicionamientos sobre esta política por parte de estados,
bancos o instituciones financieras bolivianas o extranjeras, entidades multilaterales ni
empresas transnacionales. (Artículo 320 del proyecto de C. N.)

3. a. Injerencia extranjera en los asuntos nacionales


Comete delito de traición a la patria la boliviana o el boliviano que incurra en los
siguientes hechos:
Que tome armas contra su país, se ponga al servicio de estados extranjeros participantes,
o entre en complicidad con el enemigo, en caso de guerra internacional contra Bolivia.
Que realice actos para la enajenación de los recursos naturales de propiedad social del
pueblo boliviano en favor de empresas, personas o estados extranjeros.
Que promuevan acciones para la desintegración territorial o atenten contra la unidad del
país. (Artículo 125 del proyecto de la C. N.)

174
Procuraduría General del Estado
Como cuestión de suma importancia para la defensa del patrimonio del Estado,
debemos mencionar que el proyecto de Constitución en sus artículos 230, 231 y 232,
introduce la figura de la Procuraduría General del Estado, definida como la: “institución
de representación jurídica pública que tiene como atribución promover, defender y
precautelar los intereses del Estado.”

Delimitación territorial
La ley introduce un apartado denominado “Fronteras del Estado”, donde se fijan los
límites del Estado Boliviano (Art. 262-263). El artículo 10, inciso III prohíbe la
instalación de bases militares extranjeras en territorio boliviano.

Incompatibilidades
No podrán acceder a cargos públicos electivos aquellas personas que: “hayan ocupado
cargos directivos en empresas extranjeras transnacionales que tengan contratos o
convenios con el Estado, y no hayan renunciado al menos cinco años antes al día de la
elección” (Artículo 239).

Capital nacional
El artículo 320 establece que las políticas públicas promocionarán el consumo interno
de productos hechos en Bolivia, poniendo en un segundo plano la promoción de las
empresas extranjeras y la exportación. Según establece el artículo 320 la inversión
boliviana se priorizará frente a la inversión extranjera y: “toda inversión extranjera
estará sometida a la jurisdicción, a las leyes y a las autoridades bolivianas, y nadie podrá
invocar situación de excepción, ni apelar a reclamaciones diplomáticas para obtener un
tratamiento más favorable” no pudiendo otorgar a Estados o empresas extranjeras
condiciones más beneficiosas que las establecidas para los bolivianos.
La Constitución en el artículo 315 prohíbe el monopolio y el oligopolio privado, así
como cualquier otra forma de asociación o acuerdo de personas naturales o jurídicas
privadas, bolivianas o extranjeras, que pretendan el control y la exclusividad en la
producción y comercialización de bienes y servicios.
El artículo 366 establece que:

Todas las empresas extranjeras que realicen actividades en la cadena productiva


hidrocarburífera en nombre y representación del Estado estarán sometidas a la soberanía del

175
Estado, a la dependencia de las leyes y de las autoridades del Estado. No se reconocerá en
ningún caso tribunal ni jurisdicción extranjera y no podrán invocar situación excepcional alguna
de arbitraje internacional, ni recurrir a reclamaciones diplomáticas.

Tal como se afirma en el artículo 396, los extranjeros bajo ningún título podrán adquirir
tierras del Estado boliviano.

Residuos nucleares y fabricación de armas


El artículo 344 establece que se prohíbe la fabricación y uso de armas químicas,
biológicas y nucleares en el territorio boliviano, así como la internación, tránsito y
depósito de residuos nucleares y desechos tóxicos.

3. b. Defensa de la Infraestructura estatal, de los servicios, de la salud y la cultura


Tal como queda expresado en el artículo 113: “los delitos cometidos por servidores
públicos que atenten contra el patrimonio del Estado y causen grave daño económico,
son imprescriptibles y no admiten régimen de inmunidad.” En esta línea y según
establece el artículo 324, no prescribirán las deudas y los daños económicos causados al
Estado. La Constitución, admite el efecto retroactivo de la ley en materia de corrupción
con el fin de investigar, procesar y sancionar los delitos cometidos por servidores
públicos contra los intereses del Estado (Art. 124).
Según queda dicho en el artículo 20 inciso III: “el agua y alcantarillado constituyen
derechos humanos y no son objeto de concesión ni privatización.” El artículo 373 -que
vamos a comentar en extenso más adelante- se refiere a los asuntos hídricos.
El Estado controlará el ejercicio de los servicios públicos y privados de salud, y lo
regulará mediante la ley (Art. 36, inciso II).
El artículo 100 sostiene que: “el patrimonio cultural del pueblo boliviano es inalienable,
inembargable e imprescriptible.” Con este fin, el Estado contempla el “registro,
protección, restauración, recuperación, revitalización, enriquecimiento, promoción y
difusión de su patrimonio cultural.”

3 .c. Reivindicación marítima


En el artículo 268 establece que: “El Estado boliviano declara su derecho irrenunciable
e imprescriptible sobre el territorio que le dé acceso al océano Pacífico y su espacio
marítimo” y sostiene que: “la solución efectiva al diferendo marítimo a través de medios

176
pacíficos y el ejercicio pleno de la soberanía sobre dicho territorio constituyen objetivos
permanentes e irrenunciables del Estado boliviano.”

3. d. Recursos naturales
Los recursos naturales son de propiedad y dominio directo, indivisible e imprescriptible
del pueblo boliviano, y corresponderá al Estado su administración en función del interés
colectivo. (Artículo 349 del proyecto de la C. N.)

Aspectos generales
Según indica el artículo 355, la industrialización y la comercialización de los recursos
naturales será prioridad del Estado. Mejorando este punto, el artículo 356 sostiene que
las actividades de exploración, explotación, refinación, industrialización, transporte y
comercialización de los recursos naturales no renovables tendrán el carácter de
necesidad estatal y utilidad pública, tal como queda expresado en el artículo 357 donde
se estipula que:
Ninguna persona ni empresa extranjera, ni ninguna persona o empresa privada boliviana
podrá inscribir la propiedad de los recursos naturales bolivianos en mercados de valores,
ni los podrá utilizar como medios para operaciones financieras de titularización o
seguridad.

Hidrocarburos
Por mandato soberano del pueblo boliviano, expresado en la respuesta a la pregunta
número 2 del Referéndum Vinculante de 18 de julio de 2004, y en aplicación del
Artículo 139º de la Constitución Política del Estado, se recupera la propiedad de todos
los hidrocarburos en Boca de Pozo para el Estado Boliviano. El Estado ejercerá, a través
de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), su derecho propietario sobre
la totalidad de los hidrocarburos. (Artículo 5º de la ley de hidrocarburos Nº 3058 de
2005)

El artículo 359 establece que los hidrocarburos, cualquiera sea el estado en que se
encuentren o la forma en la que se presenten, son de propiedad inalienable e
imprescriptible del pueblo boliviano y que el Estado, en nombre y representación del
pueblo boliviano, ejerce la propiedad de toda la producción de hidrocarburos del país y
es el único facultado para su comercialización. Con este objetivo, el Estado cuenta con
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), empresa autárquica de derecho
público, inembargable, con autonomía de gestión administrativa, técnica y económica.

177
Dicha empresa es la titular de la totalidad de los ingresos percibidos por la
comercialización de los hidrocarburos. YPFB no podrá transferir sus derechos u
obligaciones, está autorizada a suscribir contratos bajo el régimen de prestación de
servicios, con empresas públicas, mixtas o privadas, bolivianas o extranjeras previa
aprobación del Congreso. Puede, además, conformar asociaciones o sociedades de
economía mixta siempre y cuando mantenga al menos el cincuenta más uno de las
acciones en manos del Estado.
El artículo 367 hace referencia explícita a la necesidad de garantizar una política
estratégica que priorice el consumo interno de hidrocarburos desplazando a un segundo
plano las exportaciones que, además, deben contar con valor agregado. El artículo 368
del proyecto fija que los departamentos productores de hidrocarburos percibirán una
regalía del once por ciento de su producción departamental, contemplando asimismo, la
transferencia de recursos al conjunto de los departamentos del país.

Minería y Metalurgia
Estos recursos son responsabilidad del Estado tal como queda expresado en el artículo
369. El Estado será responsable de las riquezas mineralógicas, metálicas y no metálicas,
que se encuentren en el suelo y subsuelo disponiendo del control y fiscalización en toda
la cadena productiva, de la dirección de la política minera y metalúrgica promoviendo
las cooperativas mineras y la función económica social de toda explotación (la ley
contempla que el incumplimiento de esta obligación da lugar a su resolución inmediata).
Los recursos nacionalizados, sus plantas industriales y sus fundiciones no podrán ser
transferidos o adjudicados en propiedad a empresas privadas (Art. 372)

Recursos hídricos
Dada la importancia estratégica del agua para la sustentabilidad de la vida de los
habitantes del país, el artículo 373 otorga al Estado el control del recurso y prohíbe que
los recursos hídricos en todos sus estados, superficiales y subterráneos, puedan ser
objeto de apropiaciones privadas y además, estipula que no podrán ser concesionados.

Mercado de tierras
El artículo 396 establece que el Estado regulará el mercado de tierras evitando la
acumulación en superficies mayores a las reconocidas por la ley. La Constitución niega
la adquisición de tierras estatales por manos extranjeras. Cabe agregar que, como medio

178
de proteger el uso racional del suelo, el artículo 408 prohíbe la producción, importación
y comercialización de transgénicos.

4. Sistema político - democracia ampliada

Ordenamiento general
El artículo 270 de la Constitución establece que Bolivia se organiza territorialmente:
- en Departamentos compuestos, entre otros ámbitos administrativos, por un Concejo
Departamental y un Prefecto (Art. 278, 279, 280, 300 o 301);
- por Provincias con un gobernador en su conducción;
- por Municipios compuestos por un Concejo Municipal y un Alcalde (Art. 284, 285 o
303)
- por Territorios Indígena Originario Campesinos con la capacidad propia de
autogobernarse (Art. 290 a 297).
La Constitución contempla, además, la formación de Regiones conformadas de
municipios o provincias (Art. 270, 281 o 282) y organizadas a través de una Asamblea
regional (Art. 282 y 302). La norma habilita la posibilidad de implementar
mancomunidades entre municipios o formar regiones indígenas (Art. 274).
El artículo 271 del proyecto de la Constitución sostiene que:

Los principios del ordenamiento territorial y del sistema de descentralización y


autonomías son la unidad, solidaridad, bien común, autogobierno, igualdad,
reciprocidad, subsidiariedad, gradualidad, participación y control social, provisión de
recursos económicos, y preexistencia de las naciones y pueblos indígena originario
campesinos.

Es interesante remarcar la jerarquía que otorga la Constitución respecto al fomento de


las autonomías locales. Con el fin de organizar el esquema de las autonomías se
establece que se va a sancionar la Ley Marco de Autonomías y Descentralización, que
conjuntamente con la Constitución, serán el marco normativo para su desarrollo y
funcionamiento (art. 304). Sobre este tema, se debe mencionar que los Departamentos
descentralizados podrán acceder a la autonomía mediante referendo (Art. 275),
pudiendo dictar su Carta Orgánica (Art. 276). La Constitución viabiliza la creación de
una Carta Orgánica en los municipios que son dotados de autonomía (Art.285).

179
4. a. Sistema político

El pueblo soberano, por medio de la sociedad civil organizada, participará en la toma de


decisiones de las políticas públicas” y la “sociedad civil organizada ejercerá el control social a
la gestión pública en todos los niveles del Estado, y en las empresas e instituciones públicas,
mixtas y privadas que administren recursos fiscales o que presten servicios públicos. (Artículo
242 del proyecto de la C. N.)

Formas de Democracia
El Artículo 11 establece que: “El Estado adopta para su gobierno la forma democrática
participativa, representativa y comunitaria, con equivalencia de condiciones entre
hombres y mujeres.” Con dicho objetivo se establece una nueva clasificación de las
formas de la democracia que supera el esquema clásico liberal y en donde el término
“democracia” es sinónimo de participación electoral.
El texto implementa la palabra democracia “Directa y participativa” y la Constitución
incluye los mecanismos de referendo, de iniciativa legislativa ciudadana (Art. 163), de
revocatoria de mandato, la asamblea, el cabildo y la consulta previa, entre otros. Con el
término democracia “Representativa”, la Constitución se refiere al mecanismo de la
elección de representantes por intermedio del voto universal, directo y secreto, entre
otros.
Debemos resaltar, además, la figura de la democracia “Comunitaria”, expresión del
nuevo marco normativo de la nación boliviana que se ejerce por medio de la “elección,
designación o nominación de autoridades y representantes por normas y procedimientos
propios de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, entre otros.”
Según lo establece el artículo 26, el derecho a la participación política comprende: la
“organización” con fines de participación política; el “sufragio”, mediante voto igual,
universal, directo, individual, secreto, libre y obligatorio y la “fiscalización” de los actos
de la función pública. La Constitución hace mención especial al derecho a la elección,
designación y nominación directa de los representantes de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos, de acuerdo con sus normas y procedimientos propios.

Cargos revocables
El Artículo 241 de la Constitución sostiene que toda persona que ejerza un cargo electo
podrá ser revocada de su mandato. En este sentido, la norma sostiene taxativamente que
los legisladores de la Asamblea pueden ser Revocados (Art. 158); la revocatoria del
Presidente está contemplada en el artículo 171; los Magistrados del Tribunal Supremo
180
de Justicia y del Tribunal Agroambiental pueden ser revocados (Art. 196. Inc.1); los
Prefectos, gobernadores y Alcaldes son revocables según lo fijado en el artículo 287.

Referendo popular
La ley establece la obligatoriedad del Referendo Popular en cuestiones limítrofes, de
Integración monetaria, de Integración económica estructural, de cesión de competencias
institucionales a organismos internacionales o supranacionales o en el marco de
procesos de integración (Art. 258, 260 y 261).

Derecho a la organización y canales de representación política


La norma establece el derecho de los bolivianos a la organización sindical (art. 51), a la
organización empresarial (art. 52) y a formar cooperativas (art. 55).
En relación a los canales para la formación de candidaturas, el artículo 210 reconoce
que los ámbitos de postulación de candidaturas son: “las organizaciones de las naciones
y pueblos indígena originario campesinos”, “las agrupaciones ciudadanas” y “los
partidos políticos”, en igualdad de condiciones.

4. b. Nuevos derechos establecidos para los habitantes de Bolivia


El régimen económico debe responder esencialmente a principios de justicia social, que
tiendan a asegurar para todos los habitantes una existencia digna del ser humano.
(Artículo 106 de la C. N. de 1938 sancionada durante el gobierno de Germán Busch,
Presidente Constitucional de la República)

La Constitución establece que los derechos reconocidos por la Constitución son:


“inviolables, universales, interdependientes, indivisibles y progresivos” y que: “El
Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos.”

4. b. 1. Derechos Fundamentalísimos
Entre los “Derechos Fundamentalísimos” se hace particular mención a la igualdad de
género y a la defensa de las mujeres contra cualquier tipo de violencia (Artículo 15. Inc.
II y III). En este sentido, es importante remarcar que la Constitución está redactada
contemplando la distinción genérica “ellos” y “ellas” cada vez que se mencionan los
nombres de los cargos públicos.
Entre los “Derechos Fundamentalísimos” se nombran conjuntamente al mencionado, los
siguientes: derecho al agua y los servicios públicos (Art. 16 y 20); a la alimentación
garantizada por el Estado (Artículo 16. La “Soberanía alimentaría” aparece mencionada

181
en el Art. 256 Inc. II. 8); a la educación (Art. 17); a la salud (Art. 18) y a la vivienda
digna (Art. 19).

4. b. 2. Derechos civiles, políticos, Sociales y Económicos


La norma en el Capítulo Tercero introduce los “Derechos civiles y políticos” a través de
una extensa lista de derechos civiles y de garantías individuales.
El Capítulo quinto contiene los Derechos Sociales y Económicos. Creemos oportuno
traer a consideración algunos de los derechos mencionados:

- Derecho al Medio Ambiente. Este derecho está desarrollado, además, en los artículos
342 a 347 y en el apartado de “Biodiversidad” (artículos 380 a 383); en el de “Áreas
Protegidas” del artículo 385; en el apartado de “Recursos Forestales” de los artículos
386 a 389 y en el de la “Amazonia” de los artículos 390 a 392. Sobre del derecho al
medio ambiente, el Artículo 33 establece que:

Las personas tienen derecho a un medio ambiente saludable, protegido y equilibrado. El


ejercicio de este derecho debe permitir a los individuos y colectividades de las presentes
y futuras generaciones, además de otros seres vivos, desarrollarse de manera normal y
permanente.

- Derecho a la Salud y a la Seguridad Social. El mencionado derecho incluye el acceso a


un “seguro universal de salud” garantizado por el Estado (Art.36); a un “seguro social
gratuito” y el derecho a disponer de una “jubilación” (Art. 45). Con el fin de hacer
cumplir los mencionados derechos, el Estado controlará los servicios de salud privados
y públicos. Estos últimos no pueden ser privatizados o concesionados (Art. 38). En este
marco, el Estado prioriza los medicamentos genéricos a través del fomento de su
producción interna o su importación (Art.41).

- Derecho al trabajo y al empleo. La norma protege al trabajador y al pequeño productor


(Art. 47) y con este objetivo Introduce una legislación laboral que contempla la
“inversión de la prueba a favor de la trabajadora y del trabajador” (Art. 48). El Estado
protege a la mujer y a los jóvenes que trabajan. La norma contempla el derecho a la
organización sindical, empresaria y cooperativa reconociendo el derecho a la
negociación colectiva y a la huelga (Art. 53). La ley puede tener efecto retroactivo en
materia laboral cuando beneficie al trabajador (Art. 124). En importante remarcar que el

182
artículo 54 Inciso III contempla lo que en Argentina se denominó, “fabricas
recuperadas” y otorga a los trabajadores la posibilidad de: “reactivar y reorganizar
empresas en proceso de quiebra, concurso o liquidación, cerradas o abandonadas de
forma injustificada, y conformarán empresas comunitarias o sociales.”

- Derecho a la propiedad. La norma y continuando la tradición abierta por la


Constitución argentina del año 1949, establece “la función social de la propiedad.” El
Artículo 56 inciso I sostiene que: “Toda persona tiene derecho a la propiedad privada
individual o colectiva, siempre que ésta cumpla una función social.” Con este fin, la
Constitución establece la figura de la expropiación (Art. 57). Este concepto se define
con mayor rigurosidad definiendo los términos “función social” y “función económico
social” en el artículo 397. Además, se refuerza dicha función en los temas referentes a la
tenencia de la tierra (Art. 400).

- Derechos de la niñez, adolescencia y juventud. El Artículo 58 sostiene que:

Se considera niña, niño o adolescente a toda persona menor de edad. Las niñas, niños y
adolescentes son titulares de los derechos reconocidos en la Constitución, con los
límites establecidos en ésta, y de los derechos específicos inherentes a su proceso de
desarrollo; a su identidad étnica, sociocultural, de género y generacional; y a la
satisfacción de sus necesidades, intereses y aspiraciones.

- Derechos de las familias. El Artículo 62 sostiene que:

El Estado reconoce y protege a las familias como el núcleo fundamental de la sociedad,


y garantizará las condiciones sociales y económicas necesarias para su desarrollo
integral. Todos sus integrantes tienen igualdad de derechos, obligaciones y
oportunidades.

- Derechos de las personas adultas mayores. Incluye el derecho de recibir del Estado
una renta vitalicia de vejez (Art. 67) y la ya mencionada jubilación del artículo 45.

- Derechos de las personas con discapacidad. El artículo 70 establece el derecho:


1. A ser protegido por su familia y por el Estado.
2. A una educación y salud integral gratuita.
3. A la comunicación en lenguaje alternativo.

183
4. A trabajar en condiciones adecuadas, de acuerdo a sus posibilidades y capacidades,
con una remuneración justa que le asegure una vida digna.
5. Al desarrollo de sus potencialidades individuales.

- Derechos de las personas privadas de libertad. La Constitución establece el derecho de


estas personas a comunicarse con su abogado o sus familiares y disponer de la
oportunidad de trabajar y estudiar mientras cumple la pena (Art. 74).

- Derechos de las usuarias y los usuarios y de las consumidoras y los consumidores:

Al suministro de alimentos, fármacos y productos en general, en condiciones de


inocuidad, calidad, y cantidad disponible adecuada y suficiente, con prestación eficiente
y oportuna del suministro y a la información fidedigna sobre las características y
contenidos de los productos que consuman y servicios que utilicen. (Art. 75)

- Educación, interculturalidad y derechos culturales. Según lo establece el texto


constitucional, la educación es obligatoria y gratuita hasta el bachillerato. Se contempla
la existencia del sistema educativo público, privado y social. Entre los fines educativos
se plantea el objetivo de erradicar el analfabetismo. En lo que respecta a la cuestión
universitaria, se hace una particular mención a la necesidad de formular:
“Conocimientos orientados al desarrollo integral de la sociedad, para lo cual tomará en
cuenta los conocimientos universales y los saberes colectivos de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos.” La ley establece la autonomía universitaria. Vale la
pena remarcar el artículo 93 Inc. II, que sostiene que: “Las universidades públicas, en el
marco de sus estatutos, establecerán los mecanismos de participación social de carácter
consultivo, de coordinación y asesoramiento.” En relación a estos ámbitos y en el
artículo 96, se establece que las universidades deberán crear y sostener: “Centros
interculturales de formación y capacitación técnica y cultural” y de acceso libre al
pueblo.

- Culturas. La Constitución plantea que es responsabilidad fundamental del Estado


preservar, desarrollar, proteger y difundir las culturas existentes en el país. El Artículo
99 sostiene que:

La diversidad cultural constituye la base esencial del Estado Plurinacional


Comunitario. La interculturalidad es el instrumento para la cohesión y la

184
convivencia armónica y equilibrada entre todos los pueblos y naciones. La
interculturalidad tendrá lugar con respeto a las diferencias y en igualdad de
condiciones.

- Ciencia, tecnología e investigación. La Constitución hace una mención especial al


sistema estatal de ciencia y tecnología y su necesaria ligazón al desarrollo del país y los
pueblos indígenas.

- Deporte y recreación. Están garantizados por el Estado.

- Comunicación social. El texto establece que no pueden desarrollarse monopolios u


oligopolios en estos ámbitos de la cultura del país. Asimismo, establece que el Estado
va apoyar la aparición de medios de comunicación comunitarios.

4. b. 3. Garantías individuales
Los delitos de genocidio, de lesa humanidad, de traición a la patria, de crímenes de
guerra y los delitos contra el medio ambiente son imprescriptibles. (Artículo 112 del
proyecto de la Constitución Nacional)

El texto en el Artículo 117 establece la presunción de inocencia: “Durante el proceso,


aplicable, regirá la más favorable al imputado o procesado” (Art.117).

“Acciones de Defensa” y “Defensor Del Pueblo”


El ciudadano tiene derecho a acceder a las denominadas “Acciones de Defensa” entre
las que debemos mencionar la “Acción de Libertad” (Art. 126-128), la “Acción de
Amparo Constitucional” (Art. 129 – 130), la “Acción de Protección de Privacidad” (Art.
131 – 132), la “Acción de Inconstitucionalidad” (Art. 133-134), la “Acción de
Cumplimiento” (Art. 135) y la “Acción Popular” (Art. 136-137).
La Constitución introduce la Defensoría del Pueblo en los artículos 219 a 225.

5. Integración Latinoamericana

Toda perspectiva de integración geopolítica debe contemplar un aspecto negativo y otro


positivo. En relación al primero, es importante remarcar que Bolivia rechaza y condena
toda forma de dictadura, colonialismo, neocolonialismo e imperialismo (Art. 256).

185
Sobre el aspecto positivo, la Constitución introduce un apartado denominado
Integración que establece en el artículo 266 que:

El Estado promoverá, sobre los principios de una relación justa, equitativa y con
reconocimiento de las asimetrías, las relaciones de integración social, política, cultural y
económica con los demás estados, naciones y pueblos del mundo y, en particular,
promoverá la integración latinoamericana.
En relación a este último anhelo, el artículo 144 inciso III, sostiene que el tiempo de
residencia para la obtención de la ciudadanía podrá ser modificado cuando existan, a
título de reciprocidad, convenios con otros estados, prioritariamente latinoamericanos.

6. Organización del Estado para el desarrollo nacional

Una cuarta etapa de un proceso revolucionario es la expansión y asentamiento nacional


e institucional del nuevo poder; un proceso de irradiación de las nuevas decisiones, los
nuevos horizontes del bloque de poder emergente. En el caso de Bolivia, eso se dio a
través de un conjunto de medidas institucionales. En lo económico: primero, la
recuperación de los recursos naturales, la Nacionalización, que ha modificado, la
relación del Estado boliviano con la economía mundial, 65 a 75 % en la distribución de
la rentabilidad del ingreso petrolero o government take; en segundo lugar, una nueva
política de tierras; y tercero, un papel renovado en la construcción de empresas del
Estado competitivas y adecuadas a los tiempos de la modernidad y de las
transformaciones tecnológicas. En lo político: la Asamblea Constituyente y el
Referéndum que han logrado institucionalizar la nueva correlación de fuerzas en el
ámbito nacional. (García Linera, 2008)

6. 1. La organización económica
Toda actividad económica debe contribuir al fortalecimiento de la soberanía económica
del país. No se permitirá la acumulación privada de poder económico en grado tal que
ponga en peligro la soberanía económica del Estado. (Artículo 313 del proyecto de la C.
N.)

La economía boliviana es definida desde la Constitución como “plural” y según lo


establece el artículo 307, está constituida por las formas de organización económica
“comunitaria” (Art. 308), “privada” (Art. 309), “social cooperativa” (Art. 311) y

186
“estatal.” Sobre este último tipo de organización económica, haremos algunos
comentarios a continuación.
Como punto de partida y contrariando el tradicional perfil exportador del país, la
Constitución establece que los pilares del nuevo programa económico se sostienen a
partir de la defensa y promoción de los “pequeños productores”, la “industrialización”,
el “desarrollo del mercado interno”, la promoción del “desarrollo rural” y la “defensa
del patrimonio nacional.”
Es interesante remarcar que la nueva Constitución fomenta la aparición y el
desenvolvimiento de estructuras económicas asociativas de pequeñas y medianas
empresas productoras tanto urbanas como rurales. Con este objetivo, el Estado
fortalecerá la infraestructura productiva, manufacturera e industrial, promoverá y
apoyará la exportación de bienes con valor agregado, apuntalando además, el desarrollo
de la estructura de servicios necesaria (Art. 319 y 320).
Entre otras actividades económicas, la norma fija la importancia del turismo (Art. 337),
la producción artesanal con identidad cultural (Art. 334) y defiende y promueve el
trabajo familiar (Art. 338). Estos puntos están desarrolladas particularmente en la
sección denomina como “Políticas Sectoriales” (Art. 334 a 338).
Entre algunas de las medidas de política financiera que el Estado implementará para
garantizar los postulados comentados, se menciona el establecimiento de la prioridad en
la atención de la demanda de servicios financieros de los sectores de las micro y
pequeñas empresas, artesanía, comercio, servicios, organizaciones comunitarias y
cooperativas de producción. Con el objetivo de alcanzar dichos objetivos, se fomentará
la creación de sistemas financieros no bancarios con fines de inversión socialmente
productiva (Art. 330).
Para alcanzar estas metas se establece taxativamente en el artículo 325 que el ilícito
económico, la especulación, el acaparamiento, el agio, la usura, el contrabando, la
evasión impositiva y otros delitos económicos conexos, serán penados por ley.

6. 2. Rol del Estado en la economía


Se refunda Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), recuperando la
propiedad estatal de las acciones de los bolivianos en las empresas petroleras
capitalizadas, de manera que esta Empresa Estatal pueda participar en toda la cadena
productiva de los hidrocarburos, reestructurando los Fondos de Capitalización Colectiva
y garantizando el financiamiento del BONOSOL. (Artículo 6º de la Ley de
Hidrocarburos Nº 3058 de 2005)

187
El artículo 312 del proyecto de Constitución sostiene que el Estado ejercerá la dirección
integral del desarrollo económico y sus procesos de planificación, pudiendo intervenir
en toda la cadena productiva de los sectores estratégicos. Con dicho objetivo, podrá
administrar los recursos naturales favoreciendo: “La industrialización de los recursos
naturales para superar la dependencia de la exportación de materias primas y lograr una
economía de base productiva, en el marco del desarrollo sostenible, en armonía con la
naturaleza” (cuestión mencionada también en el artículo 319).
En una extremada síntesis y según lo expone el artículo 316, la función del Estado en la
economía se asentará en:
- la conducción de la planificación económica y social, con participación y consulta;
- la regulación de los procesos de producción, distribución, comercialización y consumo
de bienes y servicios;
- el ejercicio de la dirección y el control de los sectores estratégicos de la economía
pudiendo participar en la economía mediante la producción directa de bienes y servicios
económicos y sociales.
- favorecer prioritariamente la industrialización de los recursos naturales renovables y
no renovables elaborando políticas de distribución equitativa de la riqueza y de los
recursos económicos del país. Para cumplir esta y otras funciones, el Estado estará
facultado para conservar el monopolio estatal de las actividades productivas y
comerciales estratégicas.
En relación a dicha función, la Constitución señala que el Estado es el responsable de
conducir la política energética (Art. 378), los recursos forestales (Art. 386), la
Amazonia (Art. 391) la Tierra y el Territorio (Art.393 a 403) y tendrá entre sus
objetivos, el alcance de un Desarrollo Rural Integral Sustentable (Art. 404 a 408).
Anteriormente, mencionamos el artículo 361 que establece la existencia de Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

6. 3. Fuerzas Armadas
Las Fuerzas Armadas bolivianas tienen en la actualidad una responsabilidad histórica de
suma trascendencia para el triunfo o el fracaso del proceso político iniciado. El éxito o
la frustración del programa de gobierno y tal como ocurrió a lo largo de la historia
latinoamericana y boliviana, puede ser promovido o enfrentado por los militares. El
proyecto de la Constitución establece en el Artículo 245 que:

Las Fuerzas Armadas tienen por misión fundamental defender y conservar la


independencia, seguridad y estabilidad del Estado, su honor y la soberanía del país;

188
asegurar el imperio de la Constitución, garantizar la estabilidad del Gobierno legalmente
constituido, y participar en el desarrollo integral del país.

El artículo 264 menciona y refuerza su único deber histórico al ligarlas a las funciones
de desarrollo nacional, ya que y en relación a las zonas fronterizas: “Las Fuerzas
Armadas participarán en las políticas de desarrollo integral y sostenible de estas zonas,
y garantizarán su presencia física permanente en ellas.”

7. Conclusión

Como pudo observarse en páginas precedentes, el proyecto de la “Constitución Escrita”


expresa a nuestra opinión la “Constitución Real” y es una “Constitución Justa.” El
proyecto de la nueva Constitución boliviana es expresión del proceso de cambio que
conduce Evo Morales, junto a la acción de diversas expresiones sociales, culturales y
políticas, que dieron el triunfo electoral al dirigente cocalero y a sus representantes
parlamentarios que, proyectaron, redactaron, debatieron y promulgaron el documento
que comentamos. En este contexto, es importante resaltar que el proyecto será sometido
a referéndum popular y si resulta positivo, constituirá un importante sustento a la
marcha del programa nacional boliviano. Demás esta decir que en el contexto de la
disputa política del país, va a adquirir una importancia crucial el resultado del
referéndum en los departamentos opositores. El enfrentamiento electoral es la forma
política que actualmente adquiere la lucha social en el país y es, entonces, un suceso de
gran trascendencia histórica para Bolivia y su programa de desarrollo nacional. Ahora
bien, el triunfo electoral y la sanción de la Constitución están lejos de dar por tierra las
contradicciones y los enfrentamientos políticos. La Constitución es un paso firme que
dará marco para profundizar las necesarias transformaciones del esqueleto institucional
heredado, pero las reformas, una a una, las harán las organizaciones libres del pueblo
que enfrentan a una oposición que ayer, hoy y probablemente también mañana,
desconozcan los avances en la institucionalización de los anhelos de las mayorías
populares, no importa si son hechas a través de una ley, una Constitución, un decreto o
una movilización. La Constitución permitirá -o por lo menos eso está intentando el
gobierno- transitar un camino pacífico para la transformación del país y la ruptura de la
dependencia estructural de Bolivia.
La oposición en este cuadro, se rearma y busca apoyos en proyectos sediciosos de
diferente índole, ya sea los ataques al orden político desde intentonas separatistas en

189
Tarija, Pando, Beni, Cochabamba o Santa Cruz o a través de los sabotajes económicos
huelguísticos y del desabastecimiento. En este caso especial y en lo que refiere a la
Constitución, se enfrentan al proyecto utilizando los medios de difusión que poseen -
prensa, universidades, tribunales, comités y todo el conjunto del inmenso aparato
cultural-.
La Constitución sólo es un paso más y no el definitorio en la formación del “Estado
Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario.” Ahora bien, debemos decir,
respondiendo a algunas opiniones que recorren los debates actuales en torno a la
constituyente, que no es cierto que este proyecto sea el causante que inventó a la
oposición o que dicho texto promueva un supuesto sentimiento indigenista que
polarizaría políticamente al país. El país, desde la colonia y sin prácticamente
distinciones de gobiernos, está trágicamente en términos sociales y políticos, estructural
y culturalmente, polarizado. La oposición encuentra en el Parlamento un lugar para
enfrentar a un gobierno legítimo y a su proyecto de Constitución, pero lo mismo haría
con otros programas de construcción de una alternativa de poder, no importa el ámbito y
la forma. En este cuadro, la polarización política pone a los profesionales y a las clases
medias en una situación de ambivalencia e inseguridad ante los vertiginosos sucesos
políticos que atraviesan el país. En muchos casos, influenciadas por la supremacía
cultural y económica de sectores de poder concentrado, los grupos profesionales desde
los claustros universitarios, los juzgados o la prensa, repiten los temores infundados y
las construcciones ideológicas, en su mayoría, importadas por las potencias
metropolitanas que hacen lobby para mantener su patrimonio expropiado por el Estado
boliviano. Las clases medias y las clases altas caminan por una cornisa entre el apoyo a
los movimientos sediciosos y su fusión con el gobierno legal y legítimo del país. A su
costado, las organizaciones libres del pueblo marchan y presionan a la conducción del
programa. En este cuadro, el gobierno está enredado en una situación política de suma
tensión, pero creemos, que dicho enfrentamiento puede postergarse, pero no suprimirse.
Esta cuestión no es una decisión solamente de Evo Morales, sino que forma parte de la
dinámica impuesta por una minoría hoy y tantas veces a lo largo de la historia, reacia a
la democracia y al gobierno de las mayorías. En este sentido, afirmamos que el proyecto
constitucional no inventó a la oposición, ni dividió al país. Simplemente, la
constituyente manifestó a la luz pública, la lucha por el poder y la resistencia al cambio
de sectores de un Estado con raíces profundamente desiguales que históricamente fue
operado por una oligarquía gamonal distante de la democracia, siempre que este
mecanismo representó la decisión de las mayorías. Completando lo dicho, es seguro que

190
esta oposición que hoy encuentra el Parlamento como un ámbito de disputa política, el
día de mañana no vacilará en recorrer los cuarteles una vez derrotada por medio del
camino pacífico y democrático. En este complejo contexto, las Fuerzas Armadas poseen
una eminente responsabilidad histórica: o acompañan el desarrollo industrial
independiente del país y a las organizaciones libres del pueblo en la formación de una
nación plural y participativa o en su defecto, Bolivia por intermedio de un baño de
sangre fruto de una guerra civil, retrocederá hacia la asunción de un gobierno, sea
militar o liberal, pero inevitablemente, será un Estado en donde las decisiones se
tomarán entre pocos ya espaldas de la democracia electoral.
Ahora bien, para no caer en falsas suposiciones de una supuesta “simple conciliación y
dialogo con la oposición”, es bueno hurgar en los papeles olvidados por los engranajes
de la memoria oficial: Villarroel es ahorcado en la Plaza Murillo por la oligarquía
boliviana; Arbenz derrocado con un intervención militar con apoyo público
norteamericano; Argentina fue bombardeada en el año 1955 con los aportes
norteamericanos y británicos con el objetivo de derrocar y asesinar a Perón; Cuba,
agredida en el desembarco en Bahía de los Cochinos, donde los terroristas poseían
armamento y capacitación proveniente de los EUA; en la Casa de la Moneda, Allende
resistió hasta morir en manos de un golpe militar organizado con apoyo norteamericano;
el asesinato de Torres o Prats en Argentina o el intento de derrocar a Chávez en el golpe
del año 2002, están relacionados, con los conflictos políticos similares al de Bolivia
actual. Estas muertes nos hablan del desafío que actualmente enfrenta el gobierno, que a
lo sumo puede postergarse o modificarse por un tiempo en el terreno de la disputa, pero
que, inevitablemente no puede evitarse.
La nueva Constitución expresa los anhelos y los objetivos de los bolivianos que
apoyaron al gobierno y le dieron la legalidad y la legitimidad tras el mandato electoral.
En una primera instancia y como pudimos notar, introduce a los pueblos originarios en
la política del país, contemplando tanto su participación en el Estado, como asimismo,
en la formación de ámbitos autónomos de organización política. En este contexto, la
ratificación del texto en el referéndum es una parte de la disputa: el tiempo y la lucha
política dirán la última palabra acerca de la viabilidad y de la aplicación práctica de la
Ley Marco de Autonomías y Descentralización y de cada una de las leyes respectivas.
Como comentamos precedentemente, el proyecto de Constitución establece la defensa
del patrimonio del país, cuestión que implica la salvaguardia de la producción nacional,
el uso estratégico de los recursos naturales y la utilización social de la propiedad.
Concerniente a esta cuestión, debemos señalar que la cuestión nacional está

191
estrechamente relacionada a la emancipación social y por eso, el texto introduce
importantes avances en la distribución de la riqueza y en el ejercicio pleno de la
democracia social. La reforma agraria, la prohibición del latifundio o la defensa del
patrimonio del Estado, son parte de los ejes neurálgicos del texto. Asimismo, es
importante remarcar el derecho al seguro social de salud y a las jubilaciones, que se
introducen en el texto.
Los derechos de los trabajadores, el fomento del capital nacional o de las cooperativas,
la defensa y promoción de la industrialización o la producción para el mercado interno,
forman parte de los nudos políticos que plantea la Constitución y que constituyen parte
fundamental de la agenda del nuevo modelo de desarrollo económico y social boliviano.
Para cerrar este análisis y como forma de condensar los anhelos del proyecto de
Constitución, reproducimos las palabras de Álvaro García Linera:

El primer resultado de esta revolución es la igualdad, entre pueblos, entre sociedades,


entre culturas, entre idiomas, entre vestimentas, entre colores de piel. Éste es un hecho
irreversible, ya no se puede ir para atrás, Bolivia ya no soportaría un regreso a formas de
dominación colonial y de racismo camuflado. Bolivia ha cambiado y hoy, indígenas y
mestizos, como en esta mesa, podemos compartir la toma de decisiones políticas y
económicas, y la manera cómo conduciremos el país. El segundo resultado: el papel del
Estado. Hemos pasado del Estado débil, adelgazado, light, que nos convirtió en furgón
de cola de una globalización irrespetuosa y alocada, a un Estado fuerte. Hoy, el Estado
boliviano controla cerca del 21% de la economía, del Producto Interno Bruto del país,
nuestro horizonte es llegar al 30%. Y en lo productivo, el Estado boliviano que
recibimos, literalmente aniquilado con apenas el 0,6% del control de la riqueza
productiva de Bolivia, hoy mínimamente controla el 7 y 8% de la parte productiva de la
riqueza. Es nuestra esperanza llegar a un 20 y a un 25% como un Estado sólido,
moderno y capaz de redistribuir su riqueza. (García Linera, 2008)

192
Breve análisis sobre la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela162

1. Introducción

Lo primero que pretendieron hacer los golpistas del 2002 fue eliminar la Constitución,
porque esta Constitución es como la Cruz de Cristo ante el demonio: el demonio es el
neoliberalismo y el imperialismo, y esta Constitución soberana, hecha, discutida y
aprobada por nuestro pueblo, le pone fin al proyecto neoliberal de entrega y de saqueo
del país. (Chávez Frías, 2006: 100)

En las páginas que siguen vamos a referirnos a algunos lineamientos generales del
contenido de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela sancionada en el
año 1999. Previamente, interesará explicar el sentido que otorgamos a los conceptos de
Constitución y Estado. Asimismo, haremos referencia a ciertos aspectos del fracasado
intento de reforma constitucional del año 2007.
Venezuela tiene una Constitución que es producto de la revolución y que expresa por lo
tanto, el proceso de cambio político, económico, social y cultural iniciado tras la
asunción de Hugo Chávez Frías al poder.163 El preámbulo de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela establece los fines del texto y preanuncia los
lineamientos de lo que será el esquema institucional para cumplir los fines del nuevo
Estado. La Constitución traduce los anhelos de una nueva fuerza social, cultural y
política en ascenso, estableciendo las pautas para la refundación del país desde el
Preámbulo que reivindica los antepasados aborígenes y la figura de Simón Bolívar,
como símbolos del proceso de consumación nacional. La importancia de la diversidad
cultural, la defensa del ambiente, la justicia social y la integración del continente
latinoamericano, completan en parte, los fines que busca alcanzar la sociedad
venezolana en la “Quinta República” ya que:

162
Marzo de 2008.
163
Hugo Chávez reconoció a la sanción de la Constitución como uno de los mayores logros políticos de
su gestión: “En lo político es un gran logro que una revolución, menos de un año después de haber
llegado al poder, tenga una nueva Constitución. Creo que éste es uno de los más grandes logros nuestros.
Una constituyente, un debate infinito y muchos proyectos constitucionales y aquí está la Constitución”.
(Bilbao, 2002: 52)

193
El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la
protección de Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el
heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y
forjadores de una patria libre y soberana; con el fin supremo de refundar la República
para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y
pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los
valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la
integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras
generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la
justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la
cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración
latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de
los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la
democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio
ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de
la humanidad.164

Como veremos a continuación, los fines del nuevo Estado encuentran un esquema
institucional acorde a los nuevos objetivos de la comunidad nacional. En este sentido y
a modo de síntesis, el texto constitucional introduce:
1. Una nueva noción de la propiedad, tenencia y uso de los recursos económicos y
naturales que son articulados en un plan estratégico de desarrollo nacional, sometiendo
el interés particular al interés público y social. De la mano de dicha concepción,
advertiremos que tanto los recursos naturales, el uso del suelo o el planeamiento del
comercio exterior quedan estrechamente ligados al Estado, que abandona la visión
liberal de Estado “gendarme” y desarrolla una condición empresaria. A partir de estos
principios, se promueve la creación de modelos alternativos de desarrollo económico,
social, comunitario y auto gestionados.
2. Un pasaje de la noción de “derecho liberal” a una concepción de “derecho social”, en
la cual se establece la obligación del Estado de contribuir al acceso a la vivienda, la
salud, el trabajo, el deporte y la cultura a todos los habitantes del país, sin distinción
social.

164
Asamblea Nacional Constituyente. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Dado,
firmado y sellado en Caracas, a los diecisiete días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y
nueve. Año 189° de la Independencia y 140° de la Federación. Todas las citas de la Constitución
corresponden a este texto.

194
3. Vinculado a este último punto, se produce una modificación de las pautas culturales
del Estado, promoviendo la identidad del nuevo grupo social hegemónico y
favoreciendo el multiculturalismo y la consolidación del ser nacional. Con este fin, los
pueblos indígenas o la figura de Simón Bolívar son presentados dos pilares del
programa del renovado nacionalismo venezolano.
4. Una modificación al esquema de participación política propia del liberalismo creando
nuevas herramientas para el ejercicio popular del gobierno. Con este fin, la Constitución
desarrolla ampliamente las instituciones de democracia semidirecta, amplía las
facultades y poderes municipales e introduce nuevos e innovadores instrumentos como
la revocatoria de mandato de funcionarios públicos, entre otros.
5. Una nueva política internacional que promueve entre los fines del Estado la lucha
antiimperialista y anticolonial, privilegiando la unidad latinoamericana.
6. Una renovada concepción de la cuestión de género. En el articulado de la
Constitución se nombra a “ellas” conjuntamente a “ellos” en cada una de las
competencias y funciones establecidas.

La propuesta de reforma constitucional fracasada del año 2007 modificó varios artículos
del texto del año 1999, atendiendo la decisión política de la revolución de alcanzar el
socialismo bolivariano o también llamado socialismo del siglo XXI. La propuesta
avanzó en la defensa del patrimonio nacional creando lo que se denominó una nueva
“geometría del poder” que estableció, entre otras cuestiones, las competencias del
Estado sobre las zonas marítimas y de islas. El texto avanzó en la nacionalización y en
la defensa pública de los hidrocarburos. El proyecto introdujo el denominado “Poder
Popular” cuya finalidad fue aplicar la democracia directa y la gestión económica, social
y cultural cooperativa y socialista a nivel local. Con este objetivo, se modificó el
esquema de funcionamiento municipal y se introdujo la figura de la “ciudad”, las
comunas o los “Distritos Funcionales.” La reforma contempló la existencia de las
denominadas “misiones” o nuevas formas creativas y experimentales de
implementación de políticas de Estado. Una de las propuestas más innovadoras de la
propuesta consistió en reducir el tiempo de la jornada laboral. El nuevo texto introdujo
diversas formas de propiedad y de economía, atendiendo particularmente a la propiedad
socialista. Uno de los temas más debatidos por la prensa trasnacional colonialista fue la
potencial posibilidad de reelección presidencial que introdujo el proyecto del año 2007
y que finalmente, fue ratificada por otra enmienda en el mes de febrero del año 2009. El
proyecto contempló la extensión del mandato del Poder Ejecutivo a siete años y el

195
otorgamiento de facultades para implementar iniciativas constituyentes. Con el objetivo
de defender la revolución, el proyecto de reforma declaró al Servicio Exterior como
actividad estratégica del Estado y creó la Milicia Nacional Bolivariana dentro de la
estructura de las Fuerzas Armadas. Finalmente y como adelantamos, la reforma no fue
implementada al no alcanzar los votos necesarios en el plebiscito popular.

2. Sobre el Estado, las instituciones y la Constitución

Arturo Sampay en el año 1949 define el término Constitución como:

Una estructura de leyes fundamentales que cimenta la organización política del Estado,
fijando sus fines y enunciando los medios adecuados para conseguirlos, y que establece,
además, la manera de distribuir el poder político y elegir los hombres que lo ejercen.
Dicho con otras palabras, la Constitución es el orden creado para asegurar el fin
perseguido por una comunidad política, y la que instituye y demanda la órbita de las
diversas magistraturas gubernativas. (Sampay en Unamuno y Bortnik, 1986: 54)

La Constitución establece derechos y fija deberes de los hombres y colectivos sociales


de una nación. El texto se divide en una parte expositiva que define el esquema
gubernativo y de distribución concreta del poder entre los miembros de un territorio
(Orgánica), y otra parte que establece los fines de la nación (Dogmática).
El Estado debe ser analizado en su doble condición. Por un lado, es una cristalización de
una relación de poder entre naciones y entre clases; y por otro, es una estructura
burocrática que resuelve cuestiones concretas, tanto administrativas, como de
producción, culturales o políticas. El Estado, en tanto “poder” del Estado y “burocracia”
de Estado es escindible exclusivamente para el análisis, ya que el Estado es uno solo en
su unidad de funcionamiento. En una breve síntesis:
1. En tanto analicemos las relaciones sociales y de poder (ESTADO TEÓRICO) que
dicho Estado contiene en su seno. El Estado es, desde este punto de vista, una relación
entre tres esquemas de relaciones poder:
1. a. Eje centro-periferia: entre los proyectos de las naciones extranjeras (capital
trasnacional con sede en las naciones centrales) y los programas de los países
periféricos (capital y trabajo nacional). Esta relación establece el fenómeno político,
económico, social y cultural llamado dependencia, que divide al mundo entre los países
periféricos dependientes y los países metropolitanos imperialistas.

196
1. b. Eje “articuladores locales de la dependencia:” entre los enclaves del poder
económico local vinculados al extranjero (generalmente, exportadores agropecuarios o
petroleros, etcétera) y el conjunto de los sectores populares orientados al mercado
interno (pequeños y medianos productores, trabajadores, etcétera). Tradicionalmente,
los primeros están directamente ligados a la reproducción de los intereses del imperio en
las semicolonias y operan a través de la articulación de los sectores de ingresos medios
y medios altos (universitarios, intelectuales, etcétera).
1. c. Eje “capital – trabajo:” en los países periféricos dicho conflicto no se suprime, pero
generalmente, se posterga ante la necesidad de enfrentar el subdesarrollo producido por
el gran capital extranjero y sus socios locales. La disputa política por la disposición del
poder del Estado en los países periféricos, suele organizarse como frente nacional
(conglomerado de actores sociales) y no como un Partido de clase, ya que la posibilidad
de reforma social se enfrenta al modelo económico del imperialismo y sus operadores
políticos que oprimen al conjunto de la comunidad nacional.

A partir de aquí, podemos agregar que:


1. d. El Estado es el espacio principal en donde se da la lucha política en las sociedades
modernas. El actor o conglomerado de clases que toma el aparato del Estado y avanza
en la modificación real de las relaciones de poder mencionadas -que generalmente,
exceden la mera asunción del gobierno-, cristaliza e institucionaliza las relaciones
sociales y económicas en su favor. En este marco y como antecedente al estudio del
texto constitucional, debemos atender a los objetivos y fines del Estado (puntos a, b y
c). Este punto de partida introduce diversos interrogantes al nuevo Estado: ¿persigue la
soberanía nacional o acompaña la extranjerización del patrimonio económico y
espiritual del país? ¿se propone desarrollar un modelo económico endógeno que
moviliza los recursos humanos del país o promueve un modelo exógeno asentado en la
articulación de los intereses trasnacionales y de la oligarquía interna? ¿plantea la
emancipación social de los factores de trabajo o promueve modelos de acumulación
asentados en la explotación y la expulsión del mercado de distribución de la riqueza
social de los desposeídos?
1. e. Difícilmente pueda alcanzarse la emancipación e independencia real de los pueblos
y naciones, sin dar la batalla por la toma del poder del Estado y la institucionalización
de los valores, programas y la nueva distribución del poder del proyecto nacional en
ascenso.

197
1. f. No se puede acceder al Estado sin una herramienta política con capacidad de tomar
el poder y luego mantenerlo: el movimiento de liberación (herramienta de organización
y movilización del pueblo que tiene el fin de hacer de la mayoría electoral una fuerza
política y moral para la liberación de la totalidad de la nación) y el partido político
(herramienta para operar dentro del sistema institucional con el fin de entablar la batalla
electoral y ocupar los espacios de gobierno).

2. En tanto estructura burocrática (ESTADO PRÁCTICO). En este sentido, el Estado


cumple funciones culturales, represivas, de planificación económica, administrativas,
sociales, etcétera. Dichas funciones se van a relacionar estrechamente al proyecto
político del Estado.

198
ESTADO

PODER DE ESTADO ESTADO PRÁCTICO


O ESTADO TEÓRICO O BUROCRACIA

Frente Interno Frente Externo


Relación entre Relación entre
Clases países
INSTITUCIONES REGLAS DE JUEGO

Formales Informales
(Derecho) (No tangibles)

Instituciones Represivas
Instituciones Económicas
Instituciones Político Administrativas
Instituciones de Seguridad Social
Instituciones de Formación Cultural
CONSTITUCIÓN

Orgánica Dogmática
Distribuye el Poder Fija los fines del
Político del Aparato Estado
Gubernativo

La relación de poder determina los fines del Estado (Estado Teórico) que son
expresados en la parte dogmática de la Constitución y que dependerán del tipo y los
grados de dependencia del país. Lo mismo debe decirse del conjunto de instituciones y
mecanismos institucionales creados por la Constitución para alcanzar dichos fines
(Estado Práctico), que estarán vinculados estrechamente al esquema de la dependencia.
El constitucionalismo social en el que se inscribe el texto venezolano se relaciona
directamente al proceso de ascenso de las organizaciones libres del pueblo durante el
siglo XX, manifestando su acción en proyección en el texto normativo.

199
Una lectura minuciosa de la Constitución debe entenderse como parte de un análisis del
tipo de instituciones que garantizan un reparto específico del poder y los recursos en una
sociedad determinada. Ahora bien, en el marco de una investigación legal, la
Constitución sólo es “parte” del análisis, ya que deberíamos estudiar además, las leyes,
los reglamentos, la jurisprudencia y la práctica concreta y real de las instituciones,
muchas veces -y principalmente cuando las normas se escriben con la tinta liberal-
ignoradas165 o enunciadas sin un ejercicio concreto.

3. Constitución de Venezuela

La Constitución es fruto de un debate público previo en torno del referéndum de abril


del año 1998, que le dio al texto una legitimidad entre el conjunto del pueblo que se
adueñó de ella como propia, en tanto fue la expresión de sus intereses ante los abusos
históricos de los grupos minoritarios. Por eso, consideramos oportuno decir que la
Constitución es legal, pero además, es profundamente legítima. De aquí en adelante,
intentaremos retomar algunos conceptos generales de la nueva estructura institucional
implementada a través de la Constitución de la Nación Bolivariana de Venezuela.

3. a. Sobre la propiedad y el uso de los recursos estratégicos

La realidad histórica enseña que el postulado de la no intervención del Estado en


materia económica, incluyendo la prestación de trabajo, es contradictorio en sí mismo.
Porque la no intervención significa dejar libres las manos a los distintos grupos en sus
conflictos sociales y económicos, y por lo mismo, dejar que las soluciones queden
libradas a las pujas entre el poder de estos grupos. En tales circunstancias, la no
intervención implica la intervención a favor del más fuerte, confirmando de nuevo la
sencilla verdad contenida en la frase que Talleyrand usó para la política exterior: la no
intervención es un concepto difícil; significa aproximadamente lo mismo que
intervención. (Sampay, 1949: 57)

165
Hugo Chávez se refirió al nivel de apropiación por parte del pueblo de los valores de la revolución y su
Constitución luego del intento de golpe de estado del año 2002: “Son los vientos del pueblo de Bolívar
los que en este día esparcen el corazón y avientan la garganta de este venezolano que reivindica, con
orgullo, su condición de primer servidor de sus compatriotas. Son estos vientos, que me llevaron y
arrastraron hasta aquí, los mismo que salvaron la República Bolivariana en abril y restablecieron el hilo
constitucional; hilo constitucional, sí, porque en Venezuela nunca una Constitución había sido tan sentida
y tan defendida como una conquista popular, verdadera conquista popular, tras muchos años de lucha y de
sacrificio.” (Chávez Frías, 2003: 164)

200
De manera similar a la Constitución argentina del año 1949, la República Bolivariana de
Venezuela declara que los recursos naturales son propiedad de la República y que por
ello, deben ser “imprescriptibles e inalienables de la Nación”. El Artículo 12 establece
que:
Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su naturaleza,
existentes en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona
económica exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a la República, son
bienes del dominio público y por tanto, inalienables e imprescriptibles. Las costas
marinas son bienes del dominio público.

El espíritu de la Constitución Bolivariana sostiene que las riquezas de una nación deben
estar sujetas a un fin colectivo y no a la explotación y a la lógica de usufructo
individual. Para eso, la Constitución manda a que los recursos naturales sean
inalienables e imprescriptibles, pero además y como complemento, establece que el
territorio de Venezuela en su totalidad no puede ser transferido a manos extranjeras, lo
que permite al país defender la soberanía de la nación respecto de los Estados
imperialistas. Respecto a la soberanía territorial se establece en el Artículo 13 que:

El territorio no podrá ser jamás cedido, traspasado, arrendado, ni en forma alguna


enajenado, ni aun temporal o parcialmente, a Estados extranjeros u otros sujetos de
derecho internacional. El espacio geográfico venezolano es una zona de paz. No se
podrán establecer en él bases militares extranjeras o instalaciones que tengan de alguna
manera propósitos militares, por parte de ninguna potencia o coalición de potencias.

La noción de “recurso estratégico” de una nación no se circunscribe a la mera categoría


de propiedad sobre el dominio del bien físico, sino que por el contrario, contempla
diferentes formas de explotación y usufructo del objeto en cuestión. En este sentido y
complementando la posesión de los recursos naturales y la imposibilidad de ceder su
territorio al extranjero, la Constitución declara taxativamente la soberanía comercial
como un medio de defensa de los intereses de los productores y habitantes de su país. El
Artículo 301 sostiene que:
El Estado se reserva el uso de la política comercial para defender las actividades
económicas de las empresas nacionales públicas y privadas. No se podrá otorgar a
empresas y organismos o personas extranjeros regímenes más beneficiosos que los
establecidos para los nacionales.

201
De la misma manera que lo hacen las naciones centrales y a contrapelo de las ideologías
liberales importadas, el gobierno de Venezuela declara como política de Estado la
defensa de sus productores que serán parte de un correspondiente marco institucional.
Asimismo, el Estado es el garante del nuevo orden social y político y representante de la
mayoría del pueblo venezolano y para eso, adquiere potestades para la explotación y
comercialización de los yacimientos petrolíferos, de los minerales o del suelo
atendiendo la función del bien común, base para el desarrollo de un país políticamente
soberano y socialmente justo. La explotación de los recursos naturales deja de ser
conceptualizada como un negocio individual para perfilarse como un instrumento de
progreso de la sociedad en su conjunto, cuestión expresada en la capacidad de invertir
dicho capital en el fomento de la producción nacional, el aumento del empleo, el gasto
en salud, la inversión en educación y el crecimiento económico sustentable. Las
riquezas naturales de Venezuela son definidas por eso, como medios de mejora de las
condiciones de vida de la totalidad de los habitantes que cubren su territorio. Con esta
finalidad el Artículo 302 sostiene que:
El Estado se reserva, mediante la ley orgánica respectiva, y por razones de conveniencia
nacional, la actividad petrolera y otras industrias, explotaciones, servicios y bienes de
interés público y de carácter estratégico. El Estado promoverá la manufactura nacional
de materias primas provenientes de la explotación de los recursos naturales no
renovables, con el fin de asimilar, crear e innovar tecnologías, generar empleo y
crecimiento económico, y crear riqueza y bienestar para el pueblo.

En este sentido, el Artículo 311 establece que: “El ingreso que se genere por la
explotación de la riqueza del subsuelo y los minerales, en general, propenderá a
financiar la inversión real productiva, la educación y la salud.”
La legislación bolivariana no sólo establece límites y reglamentos al capital extranjero
para la explotación de sus recursos, sino que además, avanza en la democratización de
las estructuras de poder entre los diferentes miembros que habitan su país. Con este
objetivo, prohíbe la formación de monopolios y estipula frenos a los intereses egoístas
que puedan perjudicar el bien social común (Artículo 113).
El texto normativo define taxativamente que los latifundios y la propiedad de la tierra
improductiva en pocas manos atentan contra el desarrollo de la economía nacional. Para
combatir los latifundios establece un impuesto que grava la tierra improductiva,
obligando a los especuladores a encolumnarse bajo los programas de planificación,
cooperativas, de reforma agraria en vigencia y atendiendo el estratégico potencial
alimentario del recurso (Artículo 307).
202
La Constitución Nacional establece el derecho a la posesión de la tierra a las
comunidades indígenas en el Artículo 119:
El Estado reconocerá la existencia de los pueblos y comunidades indígenas, su
organización social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres, idiomas y
religiones, así como su hábitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestral y
tradicionalmente ocupan y que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas
de vida.

3. b. Deberes y derechos: políticos, sociales, humanos


Si se sume al hombre en la miseria, le resulta muy difícil la virtud, y si no se cuenta con
una economía estable que le dé seguridad para el mañana y confianza en el porvenir -el
derecho a la seguridad social, como ahora se llama- pierde todo estímulo para ocuparse
en la vida pública y está obligado a someterse la voluntad de quien es económicamente
más fuerte, con lo cual queda relegado al margen de la vida social. (Sampay, 1949: 66)

El régimen socioeconómico de la República Bolivariana de Venezuela se fundamenta


en los principios de justicia social, democratización, eficiencia, libre competencia,
protección del ambiente, productividad y solidaridad, a los fines de asegurar el
desarrollo humano integral y una existencia digna y provechosa para la colectividad. El
Estado conjuntamente con la iniciativa privada promoverá el desarrollo armónico de la
economía nacional con el fin de generar fuentes de trabajo, alto valor agregado
nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la soberanía económica del
país, garantizando la seguridad jurídica, solidez, dinamismo, sustentabilidad,
permanencia y equidad del crecimiento de la economía, para garantizar una justa
distribución de la riqueza mediante una planificación estratégica democrática
participativa y de consulta abierta. (Artículo 299 de la Constitución Nacional)

Derechos Humanos
Para no caer en la posibilidad de que los funcionarios públicos -militares, personal de
los juzgados, etcétera- atenten contra la integridad de sus habitantes, la Constitución
establece taxativamente cuáles son los derechos humanos de su comunidad. En este
sentido el Artículo 19 sostiene que: “El Estado garantizará a toda persona, conforme al
principio de progresividad y sin discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable,
indivisible e interdependiente de los derechos humanos. Su respeto y garantía son
obligatorios.” En el Artículo 29 se argumenta que: “El Estado estará obligado a
investigar y sancionar legalmente los delitos contra los derechos humanos cometidos
por sus autoridades.” En relación a los delitos de lesa humanidad y ajustándose a los

203
tratados internacionales, la norma bolivariana establece en su artículo 29 la
imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad ya que:
Las acciones para sancionar los delitos de lesa humanidad, violaciones graves a los
derechos humanos y los crímenes de guerra son imprescriptibles. Las violaciones de
derechos humanos y los delitos de lesa humanidad serán investigados y juzgados por los
tribunales ordinarios. Dichos delitos quedan excluidos de los beneficios que puedan
conllevar su impunidad, incluidos el indulto y la amnistía.

Contra la posibilidad de disponer de las fuerzas públicas y de seguridad para ocasionar


la muerte de personas, la Constitución define la necesidad de cada autoridad pública,
sea civil o militar, de resistir las órdenes políticas que conlleven al ejercicio o a la
implementación de delitos de lesa humanidad (Artículo 45). El Estado de Venezuela
reconoce el derecho de los ciudadanos a ser indemnizados en casos de violación de
derechos humanos en el Artículo 30.
Desde una concepción universalista y latinoamericana, el Estado de Venezuela reconoce
el respeto por los derechos humanos a todos los hombres y por eso el Artículo 69
establece que: “La República Bolivariana de Venezuela reconoce y garantiza el derecho
de asilo y refugio.”
Los extranjeros que cometan delitos o atenten contra los derechos humanos en otras
naciones, deben ser juzgados en sus respectivas patrias y por eso, es obligación del
Estado venezolano su extradición tal cual lo fija el Artículo 271, al sostener que:
En ningún caso podrá ser negada la extradición de los extranjeros o extranjeras
responsables de los delitos de deslegitimación de capitales, drogas, delincuencia
organizada internacional, hechos contra el patrimonio público de otros Estados y contra
los derechos humanos.
En un intento de democratizar las acciones de la FFAA en la línea descripta
anteriormente, se establece la posibilidad de que los jueces militares sean seleccionados
por concurso y de que, en caso de que existan violaciones de derechos humanos, éstos
sean juzgados por tribunales ordinarios (Artículo 261).
Todos los ciudadanos tienen derecho al ejercicio de los derechos humanos y por eso, se
instituyen los principios del funcionamiento para el régimen penitenciario, el cual debe
garantizar la reinserción del interno y la profesionalización del personal penitenciario.
El Artículo 272 sostiene que:
El Estado garantizará un sistema penitenciario que asegure la rehabilitación del interno
o interna y el respeto a sus derechos humanos. Para ello, los establecimientos
penitenciarios contarán con espacios para el trabajo, el estudio, el deporte y la
recreación, funcionarán bajo la dirección de penitenciaristas profesionales con

204
credenciales académicas universitarias, y se regirán por una administración
descentralizada, a cargo de los gobiernos estadales o municipales, pudiendo ser
sometidos a modalidades de privatización. En general, deberá preferirse en ellos el
régimen abierto y el carácter de colonias agrícolas penitenciarias. (…) El Estado creará
las instituciones indispensables para la asistencia postpenitenciaria.
Los ciudadanos cuentan con mecanismos de participación descentralizados en los
municipios, que entre otras funciones, contemplan la defensa de los derechos humanos
tal cual lo asegura el Artículo 280.

Derechos sociales
El Estado (…) abandona la neutralidad liberal que, repito, es intervención a favor del
más poderoso, y participa, dentro de la órbita de las funciones que le son propias, en las
cuestiones sociales, económicas, culturales, como poder supletivo e integrador, para
afirmar un orden positivo, restituyendo o asegurando al hombre la libertad necesaria a
su perfeccionamiento. De aquí surge, en consecuencia, que toda interacción humana es
objeto de la política, es decir, materia propia de la función regulatoria del Estado,
pudiendo por tanto convertirse en materia de negocios privados, de objeto de la justicia
conmutativa, en materia de dirección pública, en objeto de la justicia social, pues los
hombres están subordinados al Estado para, de esta manera, resultar coordinados para
un mismo fin: el bien común. Se explica, entonces, que el Estado intervenga para
restaurar el orden social en aquellas circunstancias en que las acciones privadas
desatienden algún servicio debido al bienestar de la colectividad. (Sampay, 1949: 64)

El librecambio es la filosofía de los países centrales ya que la “mano libre” del mercado
es la “mano fuerte” de las multinacionales y el Estado al no intervenir, en realidad lo
que hace y siguiendo a Sampay, es situarse a favor del más fuerte. Sobre dicho supuesto
y superando la noción de sujeto como sinónimo de “ciudadano” individual liberal que
hace del Estado un mero garante de la supuesta libertad de la persona para
desenvolverse en el mercado, el texto introduce una noción de sujeto de derecho social.
La ampliación del derecho va a ser resguardado por intermedio de las políticas sociales
y el Estado interventor.
El concepto de “ciudadano” individual de derecho en la Constitución deja lugar a la
familia como asociación natural de derecho social. Esta definición obliga al Estado a
implementar políticas de desarrollo, educación y empleo para el correcto desempeño del
grupo familiar: por ejemplo, es deber del Estado que la labor de los progenitores
permita a su grupo alcanzar la plenitud alimentaria, educativa y de recreación de niños y

205
ancianos, cuestión que conlleva la rediscusión de las condiciones de empleo e ingreso
de los miembros de una comunidad (artículo 75).

Derecho a la Cultura
Para garantizar el desarrollo pleno de los derechos sociales, el Estado debe garantizar la
democratización de la distribución de la información y la cultura nacional y a partir de
aquí se arguye que:
El Estado garantizará la emisión, recepción y circulación de la información cultural. Los
medios de comunicación tienen el deber de coadyuvar a la difusión de los valores de la
tradición popular y la obra de los artistas, escritores, escritoras, compositores,
compositoras, cineastas, científicos, científicas y demás creadores y creadoras culturales
del país. Los medios televisivos deberán incorporar subtítulos y traducción a la lengua
de señas, para las personas con problemas auditivos.

Derecho al Trabajo
Que el trabajo sea una actividad personal significa que no es, simplemente, una función
mecánica, como la de un motor, ni simple esfuerzo muscular, como el del caballo que
arrastra un carruaje, sino un hecho de la inteligencia, de la voluntad, de la libertad, de la
conciencia; un hecho que se eleva al orden ético. Ahora bien: el principio del carácter
personal del trabajo es título justificativo de los derechos del trabajador, que pueden
compendiarse en uno solo, informador de toda la declaración que se incorpora al texto
constitucional: respeto de la dignidad personal del obrero. (…) Para ello, suplantamos el
señalado régimen capitalista liberal del trabajador, basado en el concepto absoluto de la
propiedad privada y en el contrato de locación de servicios, concertado por las partes sin
ingerencia del Estado, por una relación institucional del trabajo, constituido por las
leyes obreras, que en virtud de sus disposiciones forzosas, de orden público por el
interés social que las informa, son inderogables por la voluntad privada, y por los
contratos colectivos de trabajo, que son normas generales emanadas de los grupos
profesionales. (Sampay, 1949: 67)

La relación laboral en general y los derechos de los asalariados en particular, dejan de


ser conceptualizados como una “mercancía” más o como un mero coste como cualquier
otro para un empresario, para dar lugar a otra noción del trabajo que establece un
concepto de “derecho social y humano” protegido y garantizado por el Estado. La
Constitución con relación a la resolución de litigios establece que el empleado tiene
derecho a ser favorecido en las interpretaciones y resoluciones de las normas en el
Artículo 89 que establece que:

206
El trabajo es un hecho social y gozará de la protección del Estado. (…) Ninguna ley
podrá establecer disposiciones que alteren la intangibilidad y progresividad de los
derechos y beneficios laborales. En las relaciones laborales prevalece la realidad sobre
las formas o apariencias Los derechos laborales son irrenunciables. Es nula toda acción,
acuerdo o convenio que implique renuncia o menoscabo de estos derechos. (…) Cuando
hubiere dudas acerca de la aplicación o concurrencia de varias normas, o en la
interpretación de una determinada norma se aplicará la más favorable al trabajador o
trabajadora. La norma adoptada se aplicará en su integridad. Toda medida o acto del
patrono contrario a esta Constitución es nulo y no genera efecto alguno.

En este mismo artículo, se declara que está prohibido cualquier tipo de discriminación
cultural o política en las relaciones laborales y se protege la integridad del adolescente
con relación al trabajo ya que: “Se prohíbe el trabajo de adolescentes en labores que
puedan afectar su desarrollo integral. El Estado los protegerá contra cualquier
explotación económica y social.”

Derecho a la Educación y a la cultura


El Artículo 102 establece que:
La educación es un derecho humano y un deber social fundamental, es
democrática, gratuita y obligatoria. El Estado la asumirá como función
indeclinable y de máximo interés en todos sus niveles y modalidades, y como
instrumento del conocimiento científico, humanístico y tecnológico al servicio
de la sociedad. La educación es un servicio público y está fundamentado en el
respeto a todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el
potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en
una sociedad democrática basada en la valoración ética del trabajo y en la
participación activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación
social consustanciados con los valores de la identidad nacional, y con una visión
latinoamericana y universal.
La educación es definida como un servicio público y como un deber de la sociedad y
sus individuos y por eso, es gratuita, democrática y obligatoria. Asimismo, debe
respetar la pluralidad de ideas y puntos de vista de una comunidad, pero afianzando
como pilar fundamental del basamento espiritual del país, la concepción nacional y
latinoamericanista de la formación educativa. La educación aparece como un proceso
amplio de desarrollo de la cultura nacional y popular de la región en la que se sitúan las
instituciones tal cual lo establece el Artículo 101.

207
Ampliando la noción de derecho y acceso a la educación, la Constitución obliga a los
medios de comunicación de masas a introducir subtítulos para las personas con
problemas auditivos o problemas especiales tal cual se puede leer en el Artículo 101. En
esta línea, el Artículo 103 sostiene que:
Toda persona tiene derecho a una educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de
condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación
y aspiraciones. (…) La ley garantizará igual atención a las personas con necesidades especiales
o con discapacidad y a quienes se encuentren privados de su libertad o carezcan de condiciones
básicas para su incorporación y permanencia en el sistema educativo.

Derecho a la Salud
En el artículo 86 se establece que:
Toda persona tiene derecho a la seguridad social como servicio público de carácter no
lucrativo, que garantice la salud y asegure protección en contingencias de maternidad,
paternidad, enfermedad, invalidez, enfermedades catastróficas, discapacidad,
necesidades especiales, riesgos laborales, pérdida de empleo, desempleo, vejez,
viudedad, orfandad, vivienda, cargas derivadas de la vida familiar y cualquier otra
circunstancia de previsión social. El Estado tiene la obligación de asegurar la
efectividad de este derecho, creando un sistema de seguridad social universal, integral,
de financiamiento solidario, unitario, eficiente y participativo, de contribuciones
directas o indirectas. La ausencia de capacidad contributiva no será motivo para excluir
a las personas de su protección. Los recursos financieros de la seguridad social no
podrán ser destinados a otros fines. Las cotizaciones obligatorias que realicen los
trabajadores y las trabajadoras para cubrir los servicios médicos y asistenciales y demás
beneficios de la seguridad social podrán ser administrados sólo con fines sociales bajo
la rectoría del Estado.
La Constitución reconoce el derecho a la salud a todos sus habitantes. Para eso garantiza
un servicio público gratuito de salud sin hacer distinción entre los habitantes de la
comunidad. Además, son incluidos desde un tratamiento especial las personas con
discapacidad tal cual lo afirma el Artículo 81. El artículo 83 establece que: “La salud es
un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del
derecho a la vida.”
El mantenimiento del sistema de salud será obligación del Estado y con este fin se
creará un sistema público descentralizado y gratuito. Se prohíbe la privatización del
sistema de salud en el Artículo 84. La gratuidad del sistema de salud queda
institucionalizada en la Constitución, tanto para el sustento económico de las

208
instituciones, como para la formación profesional de los médicos y demás asistentes del
sistema de salud tal cual lo sostiene el Artículo 85:
El financiamiento del sistema público de salud es obligación del Estado, que integrará los
recursos fiscales, las cotizaciones obligatorias de la seguridad social y cualquier otra fuente
de financiamiento que determine la ley. El Estado garantizará un presupuesto para la salud
que permita cumplir con los objetivos de la política sanitaria. En coordinación con las
universidades y los centros de investigación, se promoverá y desarrollará una política
nacional de formación de profesionales, técnicos y técnicas y una industria nacional de
producción de insumos para la salud.

3. c. Centralidad de la cultura nacional: cultura indígena y símbolos patrios


El texto constitucional reconoce la importancia de la educación pública en el ideal
bolivariano y el Artículo 107 sostiene que: “Es de obligatorio cumplimiento en las
instituciones públicas y privadas, hasta el ciclo diversificado, la enseñanza de la lengua
castellana, la historia y la geografía de Venezuela, así como los principios del ideario
bolivariano.”
La educación se define como un proceso que va más allá de la educación formal escolar,
contemplando el conjunto de los ámbitos institucionales estatales y no estatales. Se
reconoce la importancia y la obligación de reglamentar los medios de comunicación de
masas para la formación de la cultura nacional. El Estado garantizará servicios públicos
de radio, televisión y de bibliotecas a todos los habitantes de la nación tal cual lo
establece el Artículo 108: “Los medios de comunicación social, públicos y privados,
deben contribuir a la formación ciudadana. El Estado garantizará servicios públicos de
radio, televisión y redes de bibliotecas y de informática, con el fin de permitir el acceso
universal a la información.”
Todos los habitantes de la República tienen derecho al ejercicio libre de la cultura y por
eso, la Constitución de Venezuela reconoce la existencia de los pueblos indígenas y su
derecho al reconocimiento económico, político y cultural en el Artículo 119:
El Estado reconocerá la existencia de los pueblos y comunidades indígenas, su
organización social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres, idiomas y
religiones, así como su hábitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestral y
tradicionalmente ocupan y que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas
de vida.
Se reconoce a las poblaciones indígenas el derecho a la identidad en el Artículo 121
que establece que:

209
Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y desarrollar su identidad étnica y
cultural, cosmovisión, valores, espiritualidad y sus lugares sagrados y de culto. El
Estado fomentará la valoración y difusión de las manifestaciones culturales de los
pueblos indígenas, los cuales tienen derecho a una educación propia y a un régimen
educativo de carácter intercultural y bilingüe, atendiendo a sus particularidades
socioculturales, valores y tradiciones.

Símbolos Patrios
Venezuela reconoce y profundiza la cultura nacional y considera entonces, el valor de
los símbolos patrios no como entes abstractos o como estandartes de protocolos vacíos
de sentido, sino como parte de un patrimonio, como expresión de un ser nacional que
debe construirse en la práctica de la defensa de la soberanía política y económica de su
nación. El Artículo 130 sostiene que: “Los venezolanos y venezolanas tienen el deber
de honrar y defender a la patria, sus símbolos, valores culturales, resguardar y proteger
la soberanía, la nacionalidad, la integridad territorial, la autodeterminación y los
intereses de la Nación.” El Artículo 156 establece que: “Es de la competencia del Poder
Público Nacional: La bandera, escudo de armas, himno, fiestas, condecoraciones y
honores de carácter nacional.”
La Constitución crea instituciones descentralizadas más allá de la escuela y los
ministerios públicos, con el fin de promover y difundir la cultura nacional tal cual lo
establece en el Artículo 278:
El Concejo Moral Republicano promoverá todas aquellas actividades pedagógicas
dirigidas al conocimiento y estudio de esta Constitución, al amor a la patria, a las
virtudes cívicas y democráticas, a los valores trascendentales de la República y a la
observancia y respeto de los derechos humanos.

3. d. Integración latinoamericana
Quienes en el presente reclaman el libre comercio exterior -descarto a los que se ponen
fuera de la realidad, porque este es un percance que, en política, suele suceder a los
ideólogos- quieren en verdad, o bien el comercio dirigido por la metrópoli de una zona
de influencia, o bien el comercio dirigido por los carteles internacionales. (Sampay,
1949: 79)

El espíritu latinoamericanista de la Constitución de Venezuela está expresado en su


preámbulo que establece entre los fines de la nación que se:
Promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la
integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y
210
autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos
humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el
equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e
irrenunciable de la humanidad.

La República Bolivariana de Venezuela reconoce la autodeterminación de los Estados y


asume un compromiso por el bienestar de la humanidad y de los pueblos, en su camino
a la liberación. El Artículo 152 sostiene que:
Las relaciones internacionales de la República responden a los fines del Estado en
función del ejercicio de la soberanía y de los intereses del pueblo; ellas se rigen por los
principios de independencia, igualdad entre los Estados, libre determinación y no
intervención en sus asuntos internos, solución pacífica de los conflictos internacionales,
cooperación, respeto de los derechos humanos y solidaridad entre los pueblos en la
lucha por su emancipación y el bienestar de la humanidad.

Adquisición de la ciudadanía
La concepción integracionista y latinoamericanista de la legislación bolivariana se
refleja en su política con relación a los inmigrantes y la adquisición de la ciudadanía
venezolana. La Constitución establece que por el sólo hecho de pertenecer a España,
Portugal, Italia, El Caribe y los países latinoamericanos, el tiempo de adquisición de la
ciudadanía se reduce a la mitad (Artículo 33).

Acuerdos de integración
La Constitución contempla y promueve la conformación de tratados para la integración
latinoamericana en pos de garantizar la seguridad colectiva. El Artículo 153 sostiene
que.
La República promoverá y favorecerá la integración latinoamericana y caribeña, en aras
de avanzar hacia la creación de una comunidad de naciones, defendiendo los intereses
económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales de la región. La República
podrá suscribir tratados internacionales que conjuguen y coordinen esfuerzos para
promover el desarrollo común de nuestras naciones, y que aseguren el bienestar de los
pueblos y la seguridad colectiva de sus habitantes. (…) Dentro de las políticas de
integración y unión con Latinoamérica y el Caribe, la República privilegiará relaciones
con Iberoamérica, procurando sea una política común de toda nuestra América Latina.
Las normas que se adopten en el marco de los acuerdos de integración serán
consideradas parte integrante del ordenamiento legal vigente y de aplicación directa y
preferente a la legislación interna.

211
Asimismo, desde una visión integracionista y de avanzada para la etapa actual de la
política del sur americano, se establece una futura alianza monetaria latinoamericana en
el Artículo 318:
Las competencias monetarias del Poder Nacional serán ejercidas de manera exclusiva y
obligatoria por el Banco Central de Venezuela. El objeto fundamental del Banco Central
de Venezuela es lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo de
la unidad monetaria. La unidad monetaria de la República Bolivariana de Venezuela es
el Bolívar. En caso de que se instituya una moneda común en el marco de la integración
latinoamericana y caribeña, podrá adoptarse la moneda que sea objeto de un tratado que
suscriba la República.

3. e. Estructuración del poder político municipal


¡Algún día los latinos de América mostrarán las causas de su llamada incultura política,
de los derrocamientos de presidentes, de los fraudes electorales y de las violencias; será
el día en que se puedan conocer los archivos de algunas cancillerías extrañas y de los
directorios de las plutocracias de Wall Street! (Sampay, 1949: 99)

La Constitución de Venezuela contiene figuras del derecho que permiten a sus


ciudadanos el ejercicio pleno de la democracia, ya que parte de estructurar un régimen
político con responsabilidades y competencias centralizadas, como son la explotación
de los recursos naturales o el desarrollo de un plan nacional de educación, pero
fomentando a su vez, la ejecución e implementación de políticas desde la
descentralización y la participación política a nivel municipal. Centralización normativa
y descentralización ejecutiva proclamando la autonomía municipal y fomentando el
poder comunal, forman parte del desarrollo del nuevo poder político en la Constitución
de Venezuela de 1999. La democracia auspiciada y promovida va en ese camino
intentando garantizar los medios institucionales concretos para el ingreso de las
organizaciones libres del pueblo al aparato del Estado entendido como el organismo
defensivo de los sectores más postergados de Venezuela.
El artículo 168 establece que los Municipios constituyen la unidad política primaria de
la organización nacional y gozan de personalidad jurídica y autonomía. La autonomía
municipal comprende la elección de sus autoridades, la gestión de las materias de su
competencia y la creación, recaudación e inversión de sus ingresos. Las actuaciones del
municipio en el ámbito de sus competencias se cumplen incorporando la participación

212
popular al proceso de definición y ejecución de la gestión pública y en el control y
evaluación de sus resultados.

Descentralización
Con el objetivo de transferir competencias al gobierno municipal nace el Concejo
Federal de Gobierno creado en el artículo 185, como encargado de la planificación y
coordinación de políticas y acciones para el desarrollo del proceso de descentralización
y transferencia de competencias del Poder Nacional a los Estados y municipios. Para
garantizar el efectivo desempeño del poder comunal, la Constitución declara la
autonomía municipal en el artículo 168° (citado anteriormente) y en el artículo 17°
establece que la división político territorial será regulada por una ley orgánica que
garantice la autonomía municipal y la descentralización político administrativa.

Competencias
La Constitución establece la descentralización de funciones a los municipios que por su
ubicación en el entramado de la política local, son los organismos de gobierno más
adecuados para su implementación. El artículo 165 establece que junto a las
competencias se transferirán los recursos para el desempeño de las nuevas funciones ya
que:
Los Estados descentralizarán y transferirán a los municipios los servicios y
competencias que gestionen y que éstos estén en capacidad de prestar, así como la
administración de los respectivos recursos, dentro de las áreas de competencias
concurrentes entre ambos niveles del Poder Público.

Las funciones a ser transferidas se establecen en el artículo 184 que plantea que la ley
creará mecanismos abiertos y flexibles para que los Estados y los municipios
descentralicen y transfieran a las comunidades y grupos vecinales organizados, los
servicios que éstos gestionen promoviendo la transferencia de servicios en materia de
salud, educación, vivienda, deporte, cultura, programas sociales, ambiente,
mantenimiento de áreas industriales, mantenimiento y conservación de áreas urbanas,
prevención y protección vecinal, construcción de obras y prestación de servicios
públicos.
Recorriendo un camino para implementar el socialismo del siglo XXI y la democracia
participativa, la Constitución promueve la formación y consolidación de nuevas formas
participativas en la sociedad civil promoviendo en el artículo 184:

213
La creación de nuevos sujetos de descentralización a nivel de las parroquias, las
comunidades, los barrios y las vecindades a los fines de garantizar el principio de la
corresponsabilidad en la gestión pública de los gobiernos locales y estadales y
desarrollar procesos autogestionarios y cogestionarios en la administración y control de
los servicios públicos estadales y municipales.

Además de la descentralización de competencias de servicios y recursos, la Constitución


contempla una descentralización judicial, que permitirá consolidar el desempeño de un
sistema de justicia eficiente y ágil para la resolución de conflictos tal cual se menciona
en el Artículo 269.
El artículo 283 plantea la creación de la Defensoría del Pueblo en el ámbito nacional,
estadal y además, en la esfera municipal.

3. f. Participación política
La participación democrática se estructura a través del desarrollo de competencias que
van desde el gobierno local hasta el gobierno central. Se reconocen diferentes instancias
para la toma de decisiones tal cual se menciona en el Artículo 70:
Son medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, en
lo político: la elección de cargos públicos, el referendo, la consulta popular, la
revocatoria del mandato, la iniciativa legislativa, constitucional y constituyente, el
cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos y ciudadanas cuyas decisiones serán de
carácter vinculante, entre otros; y en lo social y económico, las instancias de atención
ciudadana, la autogestión, la cogestión, las cooperativas en todas sus formas incluyendo
las de carácter financiero, las cajas de ahorro, la empresa comunitaria y demás formas
asociativas guiadas por los valores de la mutua cooperación y la solidaridad.

3. f. 1.Participación vecinal
Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar libremente en los
asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas.
La participación del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública es
el medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo,
tanto individual como colectivo. Es obligación del Estado y deber de la sociedad
facilitar la generación de las condiciones más favorables para su práctica. (Artículo 62
de la Constitución Nacional)

Descentralización de la participación a los municipios

214
Sobre el ejercicio concreto de la participación a nivel municipal, la Constitución declara
en el Artículo 168: “Los municipios constituyen la unidad política primaria de la
organización nacional, gozan de personalidad jurídica y autonomía dentro de los límites
de la Constitución y de la ley.” El mismo artículo se refiere particularmente a la doble
función del poder comunal que tienen los habitantes, que se relaciona con la capacidad
de los ciudadanos de definir y ejecutar políticas, como asimismo, de su potestad para
controlar la gestión, ya que: “Las actuaciones del municipio en el ámbito de sus
competencias se cumplirán incorporando la participación ciudadana al proceso de
definición y ejecución de la gestión pública y en el control y evaluación de sus
resultados, en forma efectiva, suficiente y oportuna, conforme a la ley.”

Mecanismos de participación
El ya mencionado artículo 184 establece que la ley creará mecanismos abiertos y
flexibles para que los Estados y los municipios descentralicen y transfieran a las
comunidades y grupos vecinales organizados los servicios que éstos gestionen. El
mismo artículo contempla la participación de las organizaciones no gubernamentales en
la formulación de políticas públicas ya que promueve:
La participación de las comunidades y ciudadanos y ciudadanas, a través de las
asociaciones vecinales y organizaciones no gubernamentales, en la formulación de
propuestas de inversión ante las autoridades estadales y municipales encargadas de la
elaboración de los respectivos planes de inversión, así como en la ejecución, evaluación
y control de obras, programas sociales y servicios públicos en su jurisdicción. La
participación en los procesos económicos estimulando las expresiones de la economía
social, tales como cooperativas, cajas de ahorro, mutuales y otras formas asociativas.

La Constitución en el mismo artículo contempla la participación de los trabajadores en


las empresas públicas:
La participación de los trabajadores y trabajadoras y comunidades en la gestión de las
empresas públicas mediante mecanismos autogestionarios y cogestionarios. La creación
de organizaciones, cooperativas y empresas comunales de servicios, como fuentes
generadoras de empleo y de bienestar social, propendiendo a su permanencia mediante
el diseño de políticas donde aquellas tengan participación.

Asimismo, este artículo deja abierta la posibilidad de desarrollar otras figuras de


participación a nivel local:

215
La creación de nuevos sujetos de descentralización a nivel de las parroquias, las
comunidades, los barrios y las vecindades a los fines de garantizar el principio de la
corresponsabilidad en la gestión pública de los gobiernos locales y estadales y
desarrollar procesos autogestionarios y cogestionarios en la administración y control de
los servicios públicos estadales y municipales. La participación de las comunidades en
actividades de acercamiento a los establecimientos penales y de vinculación de éstos
con la población.

Control de la gestión
La Constitución genera ámbitos para formular líneas de política de gobierno a nivel
comunal. Asimismo, permite y promueve la función de los vecinos y de sus
organizaciones de oficiar como “control” de la gestión y asigna y moviliza recursos con
dicha finalidad. Además y en los artículos 66° y el 143°, se establece la responsabilidad
de los funcionarios públicos respecto de los electores y del mandato de gobierno por
ellos delegado. El primero establece que los electores tienen derecho a que sus
representantes rindan cuentas públicas, transparentes y periódicas sobre su gestión, de
acuerdo con el programa presentado. Relacionado al artículo 66 el 143 establece que:
Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a ser informados oportuna y verazmente
por la Administración Pública, sobre el estado de las actuaciones en que estén
directamente interesados, y a conocer las resoluciones definitivas que se adopten sobre
el particular. Asimismo, tienen acceso a los archivos y registros administrativos, sin
perjuicio de los límites aceptables dentro de una sociedad democrática en materias
relativas a seguridad interior y exterior, a investigación criminal y a la intimidad de la
vida privada, de conformidad con la ley que regule la materia de clasificación de
documentos de contenido confidencial o secreto. No se permitirá censura alguna a los
funcionarios públicos o funcionarias públicas que informen sobre asuntos bajo su
responsabilidad.

Referendo consultivo
La Constitución contempla la participación de los ciudadanos en el debate de los
programas y proyectos de ley desarrollados por el gobierno en los niveles nacional,
estadual, municipal y parroquial y con este objetivo, el artículo 71 sostiene que dicha
potestad corresponde a la iniciativa del Presidente de la República en Concejo de
Ministros, por acuerdo de la Asamblea Nacional, aprobado por el voto de la mayoría de
sus integrantes o, a solicitud de un número no menor del diez por ciento de los electores
y electoras inscriptos en el registro civil y electoral. A nivel local, la iniciativa le
corresponde a la Junta Parroquial, al Concejo Municipal y al Concejo Legislativo, por
216
acuerdo de las dos terceras partes de sus integrantes; el Alcalde y el Gobernador de
Estado, o a solicitud de un número no menor del diez por ciento del total de inscriptos
en la circunscripción correspondiente.
Los ciudadanos venezolanos tienen derecho a debatir las leyes de su país y también a
proponer proyectos e iniciativas al gobierno tal como lo fija el Artículo 204 que
establece que la iniciativa de las leyes corresponde:
Al Poder Ciudadano, cuando se trate de leyes relativas a los órganos que lo integran. Al
Poder Electoral, cuando se trate de leyes relativas a la materia electoral. A los electores
y electoras en un número no menor del cero coma uno por ciento de los inscritos e
inscritas en el registro electoral permanente.

Revocatoria
El pueblo venezolano tiene derecho a participar en los proyectos de gobierno en el
ámbito municipal, estadual o nacional. Asimismo, tiene derecho a que sus
representantes cumplan con el mandato de gobierno desde una gestión transparente y
participativa (art. 66° o 143°). En caso de que los representantes del gobierno no
cumplan con el mandato delegado por el pueblo, éste tiene la posibilidad de revocar a
los funcionarios. En relación a esta potestad sobre la Asamblea Nacional y el Ejecutivo
Nacional, se plantea en el Artículo 197 que:
Los diputados o diputadas de la Asamblea Nacional están obligados y obligadas a
cumplir sus labores a dedicación exclusiva, en beneficio de los intereses del pueblo (…)
y estarán sometidos al referendo revocatorio del mandato en los términos previstos en
esta Constitución y en la ley sobre la materia.

La figura de la revocatoria también puede aplicarse a los tribunales de justicia. Con este
objetivo, el texto contempla un conjunto de competencias para el Poder Ciudadano en el
artículo 265 que esboza que los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia podrán
ser removidos por la Asamblea Nacional mediante una mayoría calificada de las dos
terceras partes de sus integrantes, previa audiencia concedida al interesado, en caso de
faltas graves ya calificadas por el Poder Ciudadano.

Participación de los pueblos indígenas


Los pueblos indígenas, como culturas de raíces ancestrales, forman parte de la Nación,
del Estado y del pueblo venezolano como único, soberano e indivisible. (Artículo 126
de la Constitución Nacional)

217
La Constitución institucionaliza un conjunto de garantías y canales para la inserción y
participación de los pueblos indígenas en el gobierno de la República. Con este
objetivo, el artículo 125 sostiene que los pueblos indígenas tienen derecho a la
participación política y el Estado garantizará la representación indígena en la Asamblea
Nacional y en los cuerpos deliberantes de las entidades federales y locales con
población indígena. El artículo 186, establece que los pueblos indígenas elegirán tres
diputados a la Asamblea Nacional respetando sus tradiciones y costumbres. El artículo
166 establece la participación de los indígenas en el Concejo de Planificación y
Coordinación de Políticas Públicas.

3. f. 2. Órganos de Poder Ciudadano

Cuando después de la Primera Guerra Mundial advino la democracia de masas,


resultante de una convergencia de circunstancias históricas que no es del caso analizar
aquí, y el Estado neutro y abstencionista del liberalismo se convirtió en el Estado que
considera toda actividad humana como potencialmente política, en la medida en que un
acto humano privado puede significar una perturbación del bien común, el Estado
necesitó de una eficaz administración reglamentaria y controladora, que es atributo del
Poder Ejecutivo. (Sampay, 1949: 59)
Según el artículo 274, la función de los órganos que ejercen el Poder Ciudadano es la de
prevenir, investigar y sancionar los hechos que atenten contra la ética pública y la moral
administrativa; velar por la buena gestión y la legalidad en el uso del patrimonio
público, el cumplimiento y la aplicación del principio de la legalidad en toda la
actividad administrativa del Estado e igualmente, promover la educación como proceso
creador de la ciudadanía, así como la solidaridad, la libertad, la democracia, la
responsabilidad social y el trabajo. El artículo 273, establece que los órganos del Poder
Ciudadano son la Defensoría del Pueblo, el Ministerio Público y la Contraloría General
de la República, uno de cuyos titulares será designado por el Concejo Moral
Republicano como su Presidente por períodos de un año, pudiendo ser reelecto. El
Poder Ciudadano se ejerce por el Concejo Moral Republicano integrado por el Defensor
del Pueblo, el Fiscal General y el Contralor General de la República. El Poder
Ciudadano goza de autonomía funcional, financiera y administrativa.

4. Propuesta de reforma constitucional del año 2007


Me convencí de que el socialismo es el camino y así lo dije en Porto Alegre y después
aquí, ante la Asamblea Nacional. He invitado al país a un debate. Creo que debe ser un

218
socialismo nuevo, con planteamientos frescos, acoplado con una nueva era que apenas
está comenzando. Por eso me atreví a llamarlo socialismo del siglo XXI, como
proyecto. (…) El primer socialista de nuestra era fue Cristo. Soy cristiano y pienso que
el socialismo debe nutrirse de las corrientes más auténticas del cristianismo. Tampoco
se trata de andar buscando a un iluminado, como tú decías, para que nos haga un
modelo que vamos a copiar todos. Sería absurdo. Vamos a hacer el socialismo desde
nuestras propias raíces, desde nuestros aborígenes, desde las comunas en Paraguay y
Brasil, desde el socialismo utópico que representó Simón Rodríguez, desde el
planteamiento de Artigas, el gran uruguayo, de que hay que inventar el orden de
justicia, eliminando privilegios. (…) En lo social, el socialismo debe conjugar igualdad
con libertad. (…) En lo económico un cambio de sistema de funcionamiento metabólico
del capital. (…) Aquí hemos iniciado experimentos como el impulso del cooperativismo
y al asociativismo, a la propiedad colectiva, a la banca popular y núcleos de desarrollo
endógeno, etcétera. Se trata de dejar atrás la lógica de funcionamiento perverso del
capitalismo. (Chávez Frías, 2006: 206 y 209)

El gobierno de Venezuela encaró en el año 2007 una propuesta de reforma


constitucional. El proyecto fue aprobado por el Congreso y no alcanzó el triunfo en el
plebiscito popular. La propuesta contempló reformar 80 artículos de cara a la
construcción del denominado Socialismo venezolano y la implementación del Plan de
Desarrollo Integral de la Nación. A continuación vamos a mencionar, brevemente, qué
contenidos tuvo la propuesta de reforma.

Nueva organización del territorio nacional


El artículo 11 introduce la noción de Regiones Estratégicas de Defensa creadas por
decreto del presidente con la finalidad de garantizar la “soberanía, la seguridad y
defensa” del territorio nacional.
En esta línea, el apartado II cambió de nombre y se denominó “De la geometría del
poder” e introdujo una nueva división del territorio del país. El artículo establece una
mención especial a la organización municipal, a la ciudad,166 a las comunas o los
distritos funcionales. Dichos ámbitos serían expresión de nuevas formas de
organización socialista y oficiarían como estructuras políticas articuladas con el
gobierno nacional. Sobre el gobierno local comunal se ejercitaría la democracia directa
y las diferentes formas de autogobierno popular de cara al nuevo Estado socialista. En

166
El artículo 2 de la propuesta de reforma introduce la noción de Sistema Nacional de Ciudades y fija la
“función y uso social del suelo urbano”, favoreciendo la superación de desequilibrios y la realización
plena del “derecho a la ciudad.”

219
dicho texto aparece la noción de regiones marítimas y de distritos insulares que tienen
como objetivo la toma de posesión efectiva y la implementación de una nueva
organización política sobre dichos territorios por parte de la revolución.
El Estado se reserva la explotación y comercialización de los hidrocarburos líquidos,
sólidos, y gaseosos y amplia sus competencias en este ramo (Art. 302). Las empresas de
explotación petrolera estatales no pueden ser privatizadas ni total, ni parcialmente (Art.
303).
La propuesta introduce la “seguridad y soberanía alimentaría” como meta del Estado y
con este fin abre la posibilidad de asumir áreas económicas o de transferir actividades a
organizaciones sociales o cooperativas (Art. 305).

Municipios
El modelo de socialismo bolivariano contempló la participación política activa de los
miembros de la comunidad a través de su vinculación con las estructuras institucionales
locales. Con este fin, ya mencionamos la aparición de los Consejos comunales o las
ciudades. La propuesta de reforma introdujo algunas propuestas innovadoras a nivel
municipal. Por ejemplo, la Constitución fijó criterios para la descentralización de
recursos (Art. 167). Además, los municipios dejan de ser conceptualizados como la
“unidad política primaria de la organización nacional”, dando paso a la obligatoriedad
de reconocer la participación de los Consejos de Poder popular y los medios de
producción socialista como núcleos del ordenamiento político. El municipio, según lo
establece el artículo 184, puede descentralizar servicios a los entes de Poder popular. El
Consejo Comunal es el órgano ejecutor de las decisiones de las Asambleas de
Ciudadanos.

Ampliación de los mecanismos institucionales para el ejercicio de la democracia


El estado promoverá como política nacional, la participación protagónica del pueblo,
restituyéndole el poder y creando las mejores condiciones para la construcción de la
Democracia Socialista. (Artículo 158 de la propuesta de reforma)

La propuesta contempló la reducción de la edad de los electores a dieciséis años. El


Estado adquirió facultades para financiar las actividades electorales y para regular el
financiamiento privado, incluyendo la declaración de la prohibición de desarrollar la
actividad partidaria con recursos provenientes del extranjero.

220
El nuevo artículo 70 amplió los mecanismos de participación política del pueblo167 para
la “construcción del socialismo” a través de nuevas figuras del Consejo del Poder
Popular168 y los distintos Consejos (comunales, de trabajadores, estudiantiles, etcétera).
La norma menciona las cooperativas de propiedad comunal. Este artículo contempla las
formas comunales, cooperativas o sociales para la gestión de la propiedad.

Se amplió el piso electoral para implementar las figuras de referendo, la revocatoria o


las enmiendas constitucionales,
El artículo 141 introdujo la figura de las “misiones” entre los mecanismos
“excepcionales e incluso experimentales” que puede desenvolver la Administración
Pública. Con este artículo se reconoció la experiencia concreta que viene desarrollando
el gobierno desde el año 2003.169
La propuesta planteó la posibilidad de reelección del presidente cuyo mandato se
prolongó a siete años (Art. 230). El Poder Ejecutivo estaba facultado para “ejercer la
iniciativa constitucional y constituyente” (Art. 236).

Modificación de los derechos sociales


El texto introduce modificaciones al derecho a la vivienda (Art. 82).
La ley amplió los derechos laborales e introdujo la figura de un Fondo de Estabilidad
Social para Trabajadores por Cuenta Propia, cuya finalidad fue que dicho universo de
personas acceda a los derechos sociales. Una de las cuestiones más novedosas de la
propuesta se refirió a la modificación de la jornada laboral, que según figura en el
artículo 90: “no excederá la jornada de trabajo diurna de seis horas diarias o de treinta y
seis horas semanales.”

167
El artículo 158 modificado promovió: “la construcción de una democracia protagónica y participativa
y el ejercicio directo de la soberanía.”
168
La propuesta introdujo en el artículo 136 la noción de Poder Popular que se ejerce por intermedio de
los Consejos Comunales. Además, se mencionan a los Consejos Populares en el artículo 156
(Competencias del Poder Público Nacional). Asimismo, a lo largo del articulado se establecen las
facultades del Poder Popular y su relación con las instituciones de gobierno, por ejemplo: Art. 163;
(Contraloría); 167 (recursos de los Estados); Art. 184 (descentralización de servicios); Art. 264 (poder
judicial); o Art. 293 (Poder Electoral).
169
“Las misiones sociales fueron creadas por el Presidente Hugo Chávez en 2003, con el objetivo de
profundizar la revolución. (…) Tras dos años de ejecución, las misiones han transformado completamente
el mapa social del país, logrando, entre otros avances, la alfabetización de más de un millón 300 mil
venezolanos, el acceso a la educación primaria, secundaria y superior de casi dos millones más, el acceso
a la salud primaria de 17 de millones de venezolanos, favorecer la seguridad alimentaria de las
comunidades y el impulso a la reforma agraria integral.” (Las Misiones Bolivariana, 2006: 4 y 15)

221
Cultura
La norma introduce a lo largo del texto diversas menciones a la importancia estratégica
de consolidar la nueva identidad socialista. Asimismo, se reivindican los valores e
imaginarios “bolivarianos.” En esta línea y por ejemplo, se distinguió a Caracas como
“Cuna de Simón Bolívar” (Art. 18). El artículo 103 establece entre los objetivos de la
educación promover los principios humanísticos del “socialismo bolivariano.” Se
denomina a los militares como “Fuerza Armada Bolivariana” (Art. 236).
La propuesta se refiere particularmente a la importancia de promover la diversidad
cultural (Art. 98 y 100) reivindicando las raíces indígenas, afrodescendientes o los
valores de la “Gran Nación Suramericana.”
La propuesta refuerza la idea de autonomía universitaria y menciona el derecho al
gobierno de las casas de altos estudios por intermedio del “voto paritario” de los
miembros de la comunidad educativa. El proyecto menciona el derecho a ocupar los
cargos docentes por intermedio de concursos.

La economía socialista
La ley nacional establecerá las condiciones para la creación de empresas o entidades
regionales, para la promoción y realización de actividades económicas o sociales bajo
principios de la economía socialista, estableciendo los mecanismos de control
fiscalización que aseguren la transparencia en el manejo de los recursos públicos que en
ellas se inviertan, y su razonable productividad económica y social. (Artículo 300 del
proyecto de reforma)

Uno de los nudos de la propuesta se relacionó con la introducción de menciones a


nuevas figuras de propiedad de cara al objetivo socialista del Estado. Los intereses
individuales deben dejar lugar a los intereses comunes y los valores humanísticos de la
cooperación. El Estado fomenta con dicha finalidad, distintas “formas de empresas y
unidades económicas de propiedad social” para promover la construcción colectiva y
cooperativa de una economía socialista (Art. 112). Esta propuesta se amplió en los
artículos 299 y 300.
El artículo 115 introduce diversas formas de propiedad: pública (Estado); social
indirecta (Estado a nombre del pueblo); social directa (comunal o ciudadana); colectiva
(social o privada); propiedad mixta (articulación de formas publica, sociales o
colectivas); y privada.

222
El sistema monetario propende entre sus fines alcanzar los logros del “Estado socialista”
(Art. 318 o 321). El Banco Central de Venezuela es definido como una persona de
derecho público sin autonomía para el ejercicio de sus competencias (Art. 318).

Venezuela en el mundo
La propuesta declara el Servicio Exterior como actividad estratégica de Estado y define
la política exterior del país sobre los principios de un mundo multipolar y un programa
anticolonialista (Art. 152).
El artículo 153 promueve la Confederación y la Unión de América latina y el Caribe o
“un solo proyecto Grannacional, al que Bolívar llamó Una Nación de Repúblicas.”

Fuerzas Armadas
El proyecto denominó al cuerpo de militares como “Fuerza Armada Bolivariana.” La
propuesta definió a las Fuerzas como “cuerpo esencialmente patriótico, popular y
antiimperialista.” A diferencia del viejo articulado que indicaba que los militares eran
una institución profesional sin “militancia política”, se estableció que no “tendrán
militancia partidista” y su función estará al servicio del pueblo y nunca de “oligarquía
alguna o poder imperial extranjero” (Art. 328). Están facultadas para actuar ante un
ataque externo y además, cooperarán en actividades de orden interno y seguridad
ciudadana170 (Art. 328). La Fuerza Armada incluyó la “Milicia Nacional Bolivariana”
(Art. 329).
El proyecto de reforma entre cláusulas transitorias menciona la necesidad de dar
prioridad a la sanción de quince leyes, entre las cuales se privilegia la de Poder Popular
y la de Economía Socialista.

5. Comentarios finales

Al promediar el siglo XX, y frente al capitalismo moderno, ya no se plantea la


disyuntiva entre economía libre o economía dirigida sino que el interrogante versa sobre
quién dirigirá la economía, y hacia qué fin. Porque economía libre, en lo interno y en lo
externo, significa fundamentalmente una economía dirigida por los carteles capitalistas,
vale decir, encubre la dominación de una plutocracia que, por eso mismo, coloca en
gran parte el poder político al servicio de la economía. Ya es una realidad que la
economía debe programarse con criterios extra-económicos, especialmente políticos, y

170
La versión original establece “la cooperación en el mantenimiento del orden interno.”

223
por ende, éticos; terminó la época en que la política -según el esquema liberal- era
considerada como un factor de “perturbación” para la economía libre, y hoy es verdad
lo contrario, o sea, que la economía libre es un factor “perturbador” para la política.
(Sampay, 1949: 71)

La Constitución bolivariana, tal como la analizamos en su articulado, es una pieza


central para avanzar en la institucionalización de la revolución. Con este objetivo, el
texto establece nuevas concepciones del Estado, del individuo, de la política
internacional, de los recursos naturales, de la cultura, de la soberanía o de la
democracia. El texto instituye una nueva concepción del Estado, ya no simplemente
definido como “gendarme” o neoliberal, sino aquel que desarrolla una acción
protagónica en el campo social, educativo y lo que es central además, aquel que
implementa una vasta acción económica. En relación al Estado, la Constitución
establece claramente su función en el desarrollo de la actividad empresaria y con esta
finalidad adopta competencias comerciales y de disposición prioritaria de la explotación
de los recursos naturales estratégicos.
La nueva noción del individuo propuesta por la Constitución, lo considera ya no
simplemente como usufructuario de las garantías individuales ligadas a la acción cívica
electoral, sino que desde ahora todos los venezolanos sin distinciones, son sujetos de
derecho social. La protección de la familia, de los niños o de los ancianos, el derecho al
trabajo, a la vivienda y a la salud pública, hablan de eso. El texto analizado, además,
difunde la nueva noción sobre la utilización y el usufructo de los recursos naturales que
desarrolla la revolución y es a partir de aquí, que dejan de estar sujetos al lucro o al
egoísmo individual de la supuesta mano libre del mercado, y quedan sujetos al interés
colectivo del país. Con este fin, el Estado declara imprescriptibles e inalienables de su
propiedad determinados recursos naturales estratégicos del país. La propiedad privada
tiene entonces, una finalidad social y queda sujeta a la planificación y limitación con
fines nacionales.
Uno de los logros más grandes de la revolución, desarrollado en la Constitución, son los
mecanismos para desplegar una nueva noción y otra práctica de la democracia. El
Estado con este objetivo, descentraliza competencias e implementa canales de expresión
y representación directa de las organizaciones libres del pueblo en el manejo del sector
público en todos los niveles, priorizando la acción municipal y comunal. El Estado
declara que la soberanía política, económica y cultural es indelegable y es a partir de
aquí, que todo el texto normativo adopta un cariz proteccionista y antiimperialista, ya

224
sea en su definición de la obligatoriedad de la propiedad nacional de los recursos
naturales, como en la difusión y defensa de los valores y tradiciones de Venezuela.
La transformación del Estado en nación marcha a pasos agigantados y es por eso, que la
parte dogmática de la Constitución expresa la realidad social y cultural de una
comunidad que se piensa y que se siente cada día con más fuerza, a través de categorías
nacionales y latinoamericanas. El proceso de reconstrucción de la conciencia nacional
interrumpida por el neocolonialismo, se desarrolla en un camino vertiginoso de
preguntas y respuestas de una democracia liberal que muere en tránsito hacia el
socialismo del siglo XXI. Los objetivos nacionales afloran a lo largo del texto,
reforzando la fuerza moral del pueblo en la formulación de su programa de gobierno. La
justicia social se declara como bandera impostergable y junto a la defensa de la familia
como núcleo básico de la sociedad y a la declaración clara y concisa del carácter ilegal
del latifundio, componen parte de los nuevos objetivos y fines prioritarios del país que
es cubierto de la sombra de las realizaciones bolivarianas, tapando el sol del desierto
neocolonial.
La declaración de la educación gratuita como deber irrenunciable del Estado con el
objetivo de difundir los valores nacionales y las tradiciones indígenas, forma parte de la
recuperación de la identidad avasallada por el esquema neoliberal, individualista,
extranjerizante e irracionalmente consumista. A dicha refundación cultural se le añade
la importancia de promover el imaginario americano como cosmovisión fundamental,
acompañando la integración comercial y monetaria de Latinoamérica.
La propuesta de reforma del año 2007 buscó adecuar el sistema institucional del país al
desafío de la construcción del socialismo. Con este objetivo, se promovieron nuevos
instrumentos para ejercer la democracia directa implementando el denominado “Poder
Popular.” Asimismo y entre las cuestiones fundamentales, se proyectó una nueva
estructura económica cooperativa y socialista.

225
Parte III: Apuntes de sociología nacional y política en la
actualidad

226
Diez cuestiones para comprender el conflicto entre Israel y
Palestina171

Introducción

Sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente, es un monstruo grande y pisa
fuerte toda la pobre inocencia de la gente. León Gieco

La finalidad de las palabras que siguen es una sola: contribuir a la paz. Partimos de un
supuesto: la guerra actual de Israel contra Palestina prolonga la inestabilidad política,
económica, cultural y social de la región conduciendo las relaciones entre las partes a un
destino de confrontación sin salida. Ante esta realidad y después de casi 120 años de la
aplicación del proyecto sionista por parte de la dirigencia hegemónica del pueblo judío,
se puede concluir que éste proyecto lejos de terminar con el enfrentamiento, lo agudiza.
En este marco, difícilmente, tanto judíos como palestinos, donde quiera que habiten,
puedan convivir continuando con esta política de guerra, enfrentamientos o de
exterminio étnico. Asimismo, es innegable que el terror ejercido por el Estado de Israel
genera no sólo rechazo en la comunidad árabe que es partícipe y víctima directa de las
acciones, sino que además, produce un sentimiento de marcada enemistad con el pueblo
judío a lo largo del planeta, se adscriba o no al sionismo. Si el objetivo de Israel es la
seguridad de su pueblo, a través de su política del terror por el contrario, fomenta que su
población viva en un estado de inseguridad y de guerra permanente.

Consideramos oportuno reiterar que no hay acuerdo de paz posible sin asumir las
responsabilidades de las partes directamente vinculadas y las funciones, cumplidas y a
implementar, de las naciones ligadas al conflicto. Asimismo, pensamos que un acuerdo
para la paz en la región debe involucrar la intervención de los jefes de Estado y además,
de las organizaciones libres del pueblo, no importa la etnicidad, la nacionalidad o la
afiliación partidaria de cada una de ellas. Si la colectividad internacional no discute y
actúa en consecuencia, atendiendo las alternativas en el mediano y largo plazo, el
pueblo palestino será conducido al abismo. Además, la inacción de medidas concretas
en la actualidad por parte de la comunidad internacional, prolonga la inestabilidad e
171
Abril de 2009. Para el desarrollo de este trabajo fueron consultados los siguientes investigadores y
especialistas: Pablo Quintero, Carlos Suárez, Alejandro Córdoba y Mario Rabey.

227
inseguridad indefinida entre los miembros de la comunidad de judíos de Israel y del
resto del mundo.

Brindamos entonces al lector, un esquema conceptual de diez variables o cuestiones


centrales para comprender el bombardeo actual de Gaza y los enfrentamientos
constantes entre Israel y Palestina producidos en las últimas décadas. Los ejes son
presentados a través de un recorrido histórico que permite al lector no especializado
introducirse en la génesis del conflicto y en sus potenciales soluciones. En todos los
casos, se presenta a pie de página un recorte de obras bibliográficas y documentales que
sustentan nuestro punto de vista y que tienen utilidad para los interesados en
profundizar los temas abordados.

Presentamos diez aspectos que consideramos elementales para comprender el conflicto


entre ambos pueblos y Estados. El primero y más básico, se refiere al momento de
ocupación del territorio de Palestina. El segundo, tiene que ver con la historia del
movimiento político y cultural judío denominado sionismo, que aportó a la justificación
doctrinaria y programática e implementó gran parte de las acciones para desarrollar el
Estado de Israel. El tercero tiene que ver con la relación entre Israel y un grupo de
gobiernos. En especial, nos vamos a referir a la vinculación con Inglaterra y Estados
Unidos. El cuatro, se refiere a las acciones militares fundamentales que oficiaron como
bisagra en el desenvolvimiento del conflicto El quinto, se relaciona al tratamiento de la
dimensión religiosa. El sexto, explica los mecanismos implementados por el sionismo
para la ocupación del territorio y la apropiación de los recursos económicos de
Palestina. En el séptimo, se abordan los mecanismos ideológicos y las estrategias
comunicacionales y de sentido construidas para justificar la ocupación. El octavo,
introduce el factor de la industria de la guerra como un elemento a tener en cuenta a la
hora de comprender el proceso político histórico y actual. En el noveno, se hace una
breve mención a la historia de las organizaciones políticas de Palestina. Finalmente, en
el décimo, se presentan tres modelos políticos que actualmente tienen vigencia a la hora
de atender posibles soluciones a los enfrentamientos.

Definición de términos

El conflicto actual de la Franja Gaza no es un suceso aislado, sino que forma parte de
una seguidilla de enfrentamientos que tienen una historia que va a ser abordada
concisamente en estas páginas. El hecho efectivo es un enfrentamiento bélico

228
planificado e implementado por las tropas militares del Estado de Israel desde el día 27
de diciembre de 2008, sobre un territorio denominado como Franja de Gaza en el
Estado de Palestina.172 La acción contempló el bombardeo y la ocupación temporaria en
una zona habitada, mayoritariamente, por refugiados políticos palestinos fruto de los
enfrentamientos previos con el Estado de Israel.173
Ambos países tienen un origen en común ya que se encuentran ubicados
geográficamente, en lo que alguna vez se denominó como la “Media Luna Fértil.”174
La localidad de Gaza es gobernada por una agrupación política denominada Hamas175
desde el año 2006. Los palestinos eligieron a sus representantes ejerciendo la soberanía
popular según lo prescribe su esquema institucional de gobierno. Asimismo, el pueblo
de Gaza ejerce el derecho internacional a la autodeterminación política nacional sin
injerencia de fuerzas extranjeras. El bombardeo y la ocupación ejercida por Israel son
ilegales ya que violan los tratados nacionales e internacionales sobre la soberanía de los
Estados y aquellos ligados a los derechos humanos.
Heinz Dieterich, se refirió en el año 2003 a la relación del derecho internacional y las
acciones políticas y militares de Israel y en especial a aquellas protagonizadas por Ariel
Sharon, que en sus palabras:
Viola un sinnúmero de Tratados internacionales y derechos humanos básicos del pueblo
palestino, entre ellos: 1- la Resolución 181 que le concedió simultáneamente el derecho
a Estados soberanos a judíos y palestinos; 2. La Resolución 242, del 22 de noviembre
de 1967, en la cual el Consejo de Seguridad de la ONU demandó unánimemente “el
retiro de las fuerzas armadas israelíes de los territorios ocupados”; 3- El artículo 17 de
la Declaración Universal de los Derechos Humanos que estipula el derecho a la
propiedad. 4- El artículo 13 que norma el derecho a la libre movilidad y, 5- la Carta de
las Naciones Unidas. (Chedid, 2003: 201-202)

172
El territorio de Palestina, previamente al conflicto con Israel, fue ocupado en diversas oportunidades
por el Imperio Romano (63 AC-638 DC) y por el Imperio Otomano (1516-1918). En el año 1917, fue
invadido por Inglaterra que estableció un “mandato.” La política de ocupación inglesa se relacionó a la
primera Guerra Mundial que tuvo al Imperio Otomano entre los derrotados (con el Imperio Austro
Húngaro y Alemania) y a los británicos entre los triunfadores (con Francia, Rusia y Estados Unidos).
173
Palestina tiene, aproximadamente, 8 millones de habitantes de los cuales 5 millones son refugiados o
desplazados. Gran parte de los casi millón y medio de exiliados palestinos producto de los
enfrentamientos de 1948, 1967 y 1973, son habitantes “refugiados” que ocupan la Franja de Gaza: “En la
Franja de Gaza, la población creció de 80.000 en 1947 a casi 240.000 al final de la guerra de 1948. La
población de refugiados en Gaza se está acercando ahora al millón.” (Qumsiyeh, 2007: 70)
174
Actualmente territorio conformado por Irak, Siria, el Líbano, Palestina e Israel.
175
Organización política fundada por Ahmed Yasin en el año 1987 tras la desobediencia civil
generalizada encabezadas por palestinos contra el ejército de Israel (Intifada). Contiene en su
organización un brazo armado. En el año 2006, alcanzó el triunfo electoral obteniendo 74 de los 132
cargos a la legislatura de Gaza y Cisjordania. Acto seguido al triunfo electoral, se desató un bloqueo
económico y político internacional. La elección fue municipal y parte de un profundo debate previo
acerca de avanzar o no en la convocatoria, debido a la ocupación militar de Israel. Las elecciones, como
comentamos, fueron locales. El gobierno de Palestina ante las naciones del mundo es la OLP.

229
Dicha actitud de violencia que viola los tratados internacionales, es ilegítima en la
percepción de la opinión de los miembros del país ocupado y casi sin excepciones, en la
arena internacional, cuestión que se expresó en diversas manifestaciones públicas de
rechazo a lo largo del mundo.
En Israel, la religión de Estado es el judaísmo. La obra doctrinaria central de esta
religión es el Viejo Testamento de la Biblia. En Palestina, como en Israel, existen
diversas religiones,176 pero la mayoritaria está conformada por los seguidores del Islam
llamados musulmanes y cuyo libro de cabecera es el Corán. El islamismo reconoce el
Antiguo Testamento. Entre los devotos de dicha religión, está el grupo político Hamas.
Los habitantes de Israel hablan, mayoritariamente, el idioma hebreo. 177 Los de
Palestina, en su mayoría, el idioma arábigo, de ahí la denominación de “árabes.”
La justificación del ocupante es la “guerra defensiva” ante el ataque de “mísiles
artesanales” por parte de los civiles palestinos. Este tipo de justificación tiene un
antecedente reciente en la ocupación norteamericana de Medio Oriente. Por un lado, en
la denominada “Guerra contra el Terrorismo” que formó parte de la justificación de la
guerra a Afganistán. En especial, es evidente el paralelismo de “Guerra defensiva”
originada por Estados Unidos contra Irak tras la caída de las Torres Gemelas en el mes
de diciembre del año 2001. Al día de la fecha no se descubrieron las armas de
destrucción masiva, ni tampoco se demostró un lazo real entre la caída de las Torres y
los habitantes de Irak.

1. Fundación del Estado de Israel sobre el territorio de Palestina

El Estado de Israel fue creado el 29 de noviembre del año 1947 por intermedio de la
resolución 181 de la Asamblea General de la Naciones Unidas,178 que estableció la
partición del territorio palestino en dos Estados. La norma fue propiciada especialmente

176
Por ejemplo, cristianos o diversas agrupaciones islámicas.
177
“Los cananeos del área mediterránea oriental hablaban lenguas semíticas, tal como aún lo hace mucha
gente de esa región. (…) En términos estrictos, semítico, no es una etnicidad sino un grupo de lenguas, y
así el término semitas se refiere al pueblo que habla una lengua semítica y no a un grupo étnico religioso.
(…) Las lenguas semíticas incluían el fenicio, el arameo, el árabe (arameo modificado por el nabateo), el
maoabita, el fenicio, el hebreo (arameo modificado), el acadio, el asirio y el babilónico.” (Qumsiyeh,
2007: 24)
178
La Resolución se sancionó atendiendo la opinión del Comité Especial sobre Palestina de la Naciones
Unidas (UNSCOP) creado en el año 1947. El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea general de la ONU
por un voto de 33 a 13, con la abstención de 10 miembros, respaldó el Plan de partición de la UNSCOP.
(Prior, 2005: 111)

230
por los Estados Unidos, la Unión Soviética y Francia. La Resolución contempló la
existencia de población árabe en el interior del territorio de mandato británico,
atendiendo una proyección de que el 42 % de los habitantes del Estado de Israel sería
judío (Masalha, 2008: 169). Tras la Resolución de la ONU, el 14 de mayo de 1948, la
Agencia Judía liderada por David Ben Gurión179 declaró el establecimiento del Estado
de Israel.
Previo a la existencia de dicho Estado en Medio Oriente, se inició un debate acerca de
cuál sería el programa para la fundación política del nuevo ordenamiento social. Entre
las alternativas para la formación del Estado se analizó la posibilidad de poblar otras
zonas del planeta, incluyendo América latina.180 El nacimiento del Estado de Israel en
suelo de Palestina se relacionó desde su origen con una justificación de carácter
mesiánico realizada por parte del Sionismo. Teodoro Herzl,181 describió a dicha zona
como “un territorio sin pueblo para un pueblo sin tierra.” La decisión de crear el Estado
sobre el territorio palestino implicó en el marco del programa sionista, desplazar a los
habitantes originarios que fueron desconocidos.
Tras los enfrentamientos de las campañas militares encabezadas por palestinos contra el
ejército de Israel denominadas Intifada182 durante el año 1987, se escribió la
“Declaración de la Independencia Palestina” y Arafat reconoció la existencia del Estado
de Israel aceptando las Resoluciones 242 y 181 de las Naciones Unidas. En este
contexto, surgió la organización política islámica Hamas que triunfó en las elecciones
locales y que gobierna desde el año 2006 la Franja Gaza.

179
“En 1935, el XIX Congreso elige presidente de la Organización Sionista Mundial y de la Agencia
Judía a David Ben Gurión. Bajo su conducción y la del MAPAI, y con el aporte inestimable del capital
extranjero (500 millones de dólares hasta 1939), la acción sionista hizo maravillas en Palestina. Desecó
grandes zonas pantanosas y las libró al cultivo productivo, impulsó las fruticultura, rehabilitó las tierras
abandonadas y las proveyó de riego; hizo producir bromo y potasa al Mar Muerto y energía eléctrica al
Jordán; llevó las colonias existentes a más de doscientas, prosiguió la experiencia de los kibutzim, fundó
empresas comerciales, industriales, agrícolas y bancarias, construyó carreteras, rearboló el país, estableció
centros sanitarios, clínicas y hospitales; creó colegios y universidades; comenzó la conquista del Neguev
y proyectó -y a veces inició- grandes obras locales, como el trazado de ferrocarriles, la explotación de la
escasa riqueza minera o la construcción del puerto de Jaffa.” (Ferrero, 1973: 148-149)
180
Según Rodolfo Walsh: “Se habló de Uganda, se establecieron colonias judías en Entre Ríos.” (Walsh,
1974: 376). Michael Prior sostiene que: “Los sionistas por su parte, aspiraban a la igualdad y
emancipación para los judíos, pero insistían en que sería lograda sólo dentro del marco de un Estado judío
independiente en Uganda, en el norte del Sinaí, Argentina, Biro Bidzhan o preferiblemente, en Sion.”
(Prior, 2005: 126). Roberto Ferrero se refirió a la posibilidad de fundar el Estado Nacional judío en
nuestro país: “Es de señalar que hasta 1897 nuestro país, como antes en la de Hirchs, estuvo también en la
mira de Teodoro Herlz. “Dos países tienen que ser tomados en cuenta: Palestina y la Argentina”, escribía
en el “Estado Judío”. Y Agregaba: “La República Argentina tendría el mayor interés en cedernos una
porción de tierra.” (Ferrero, 1973: 82)
181
Según Ferrero: “El sionismo, como ideología nacionalista no fue creado por Herzl, que era un judío
occidental casi totalmente asimilado, desligado de las tradiciones del judaísmo, y que ignoraba, al escribir
“El Estado judío” los ensayos similares de Hess y de León Pinsker. (…) Su aporte al nacionalismo judío
no fue en realidad de carácter teórico, sino práctico.” (Ferrero, 1973: 79)
182
La palabra Intifada significa “sacudirse, recuperarse, ponerse de pie.” (Prior, 2005: 121)

231
Arafat en representación del Estado de Palestina, firmó en el año 1993 con el Primer
ministro israelí Isaac Rabin,183 un convenio de paz llamado “Acuerdos de Oslo.”184 Tras
los acuerdos, Arafat reconoció a Israel y este país adoptó como representante político de
Palestina a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). En este contexto, se
creó la Autoridad Nacional Palestina en Gaza y Cisjordania, cuestión que permitió a
Arafat y a su partido, Al Fatah, llegar a la presidencia en el año 1996. En los acuerdos
de Oslo se contempló la retirada del ejército de Israel de Cisjordania y Gaza, cuestión
que finalmente no fue ejecutada.

2. Desarrollo de la herramienta política para la fundación del Estado de


Israel: el Sionismo

La palabra “sionismo” es un término introducido por Nathan Birnbaun para referirse a


una ideología corporizada en una organización política, cuya finalidad primordial fue
fundar un Estado nacional para que habite el pueblo judío.
Según Mazin Qumsiyeh, el sionismo se conformó con la participación de judíos y con la
promoción y fomento de individuos no judíos. Asimismo, sostiene la importancia que
tuvo Inglaterra, quien promovió la aparición del sionismo con la finalidad de desplazar a
los judíos de Europa185 y conformar colonias en el extranjero que le permitieran al
imperio dotarse de mercados y materias primas. Rodolfo Walsh, se refirió a la aparición
del sionismo como un proyecto estrechamente apegado a Europa ya que:
La idea del Estado Judío surgió a fines del siglo pasado, como el último proyecto de un
estado europeo cuando ya no existía en Europa lugar para un nuevo Estado. Ese Estado
debía en consecuencia instalarse fuera de Europa y el lugar elegido resultó Oriente.”
(Walsh, 1998: 377)

183
Rabin fue asesinado por un nacionalista religioso el 4 de noviembre del año 1995, quien proclamó que
“estaba actuando en nombre de dios. (Prior, 2005: 126)
184
En el año 1995 se firmó el Acuerdo de Oslo II que: “Le dio a la Autoridad palestina efectivo control
sólo sobre el 4 por ciento de la tierra y responsabilidad administrativa limitada sobre el 98 por ciento de la
población palestina de la Ribera Occidental.” (Prior, 2005: 123). Los postulados de Oslo concernientes a
obtener la paz y la retirada de Israel del terreno usurpado no tuvieron correlato en los hechos.
185
Roberto Ferrero analiza el desplazamiento de judíos de Europa desde la perspectiva de las
transformaciones de la economía capitalista: “Desde el siglo X hasta el XIII el desarrollo de las fuerzas
productivas del capitalismo crea y fortalece, como se señaló antes, una clase mercantil nativa que desaloja
a los judíos del monopolio del tráfico interno, y luego una capa de banqueros y financistas que los
reducen a la calidad de prestamistas menores. Su posición social se ve disminuida y su poder económico
reducido drásticamente. Son expulsados de un país tras otro. (…) Todo el Occidente europeo quedó
prácticamente “judenrein”, limpio de judíos. Los pocos que permanecieron sin desplazarse de asimilaron
en parte y en parte vegetaron oscuramente en los “ghettos”, o se disimularon como christaos novos,
marranos.” (Ferrero, 1973: 38-39)

232
Mazin Qumsiyeh reconoce a las figuras de Judah Leib Pinsker y de Moses Lilienblum
de Hibbat Zion, como los fundadores del sionismo y los protagonistas en la
consolidación de los primeros asentamientos agrícolas de judíos en Palestina con el
capital aportado por el Barón inglés Edmond Rothschild, y que para el año 1891,
alcanzaban unas 10.000 personas (Qumsiyeh, 2007: 94-98).
La organización Sionista tiene entre sus hitos de fundación el Programa de Basilea
acordado en Suiza, que dio auspicio al Primer Congreso Sionista en el año 1897. El
objetivo del sionismo era: “crear un hogar en Palestina para el pueblo judío, asegurado
bajo la ley pública.”
Las bases del programa político Sionista para Palestina están asentadas sobre la idea de
que:
La tierra de Israel pertenecía exclusivamente al pueblo judío en su totalidad, y la idea de
desierto civilizacional o vacuidad de Palestina contra el trasfondo de las ideologías
imperialistas europeas, todo convergió en la conclusión lógica de que la población
nativa debía dar lugar a los recién llegados. (Masalha, 2008: 17)

Esta acción incluyó la necesidad de ocupar las tierras y expulsar a los civiles palestinos.
Con este fin, se consolidó el concepto de “Transferencia” en el pensamiento político
sionista analizado lúcidamente en la obra de Nur Masalha.
Entre sus miembros más destacados debe mencionarse a Teodor Herzl (1860-1904),186
que dotó de una ideológica sólida al proyecto y organizó el ya mencionado Primer
Congreso Sionista de agosto de 1897 en Basilea. Asimismo, deberíamos mencionar a
Chaim Weizmann (1874-1952) que fue presidente de Israel o a David Ben – Gurion
miembro del Partido Mapai creado en el año 1930 y futuro Primer Ministro después del
año 1948.

En el Estado de Israel el imaginario cultural y político del sionismo no es el único,187 ni


tampoco necesariamente el mayoritario.188 Asimismo, dentro del movimiento sionista

186
“Si bien Teodoro Herzl (1860-1904) no fue el primero en elaborar planes para la migración de judíos
de Europa a Palestina, ni fue el primero en sugerir el establecimiento de un Estado para los judíos, fue
quien más sistemáticamente planificó llevar a la práctica su visión, y nadie se le compara en el cuidado de
su instrumentación práctica.” (Prior, 2005: 87)
187
Israel tiene un sistema político parlamentario. Daniel Kupervaser establece que el mapa político
electoral actual de Israel se compone de siguiente manera: “Así se habla del "bloque de derecha",
caracterizados por ser intransigentes y combativos y está compuesto por el Likud (Unidad) bajo el
liderazgo de Bibi Netanyahu como candidato a primer ministro, Shas (religiosos ortodoxos sefardíes),
Agudat Israel (religiosos ortodoxos asquenazíes), Israel Beitenu (inmigrantes rusos y derecha secular),
Bait Yehudi (Casa Judía, religiosos nacionalistas), Haijud Haleumi (Unidad Nacional – colonos de
Cisjordania). (…) El "bloque de izquierda", caracterizado por su predisposición, según sus declaraciones,
a un acuerdo basado en un compromiso territorial con los palestinos y Siria, está compuesto por Kadima
(Adelante) liderado por Tzipi Livni como candidata a primer ministro; Avodá (Laborismo) liderado por

233
existen tendencias políticas diferentes. Mazin B. Qumsiyeh menciona al “sionismo
laborista” que:
Criticaban los asentamientos patrocinados por Rothchild en términos puramente
capitalistas (v.g. tomando mano de obra árabe). Solicitaban asentamientos judíos
basados en modos de organización socialistas: la acumulación de capital manejada por
una organización judía central y el empleo de trabajadores judíos solamente.
(Qumsiyeh, 2007: 100).

Por otro lado, a la hora de definir el “sionismo revisionista” el autor se refiere a que su
impronta más intransigente para alcanzar los objetivos del estado judío ya que:
Algunos sostenían que un fuerte poder económico y militar era todo lo que importaba
para la realización de los sueños sionistas. Vladimir Jabotinsky fue el fundador de esta
ideología del sionismo revisionista, que Menahem Begin, Benjamin Netanyahu, Ariel
Shanon y otros líderes israelíes identificaban como su base ideológica (ahora
representada por el partido Likud y otros partidos de derecha en Israel. (2007: 101-102)

Dentro de las corrientes políticas del sionismo, se fueron desprendiendo vertientes


militaristas que adquirieron fuerte protagonismo tras la sanción de la Resolución 181.
Rodolfo Walsh al momento de construir el mapa político posterior a la resolución del
año 1947, reconoció la importancia central de la Haganah, brazo armado de la Agencia
Judía, que tenía posiciones políticas autodenominadas “socialistas” y que poseyó entre
sus promotores a Ben Gurion. Asimismo, Walsh menciona el Irgun que mantuvo
posiciones militaristas y que profesó una ideología de derecha y a la denominada Banda
Stern.189

Barak, también postulado como jefe de Gobierno; Meretz (Energía, lista unida de la nueva izquierda);
Hadash (Frente democrático por la paz e igualdad); Balad (Alianza nacional democrática); Raam-Tal
(Lista árabe unida).". (Kupervaser, 2009). Pablo Quintero (Quintero, 2009), relativiza el mapa político
planteado por el autor al establecer que Kadima y Tzipi Livni estuvieron de cabeza en la invasión a la
Franja de Gaza y en este cuadro, Livni se desempeñó como la Ministra de Relaciones Exteriores de Israel.
188
El Partido Comunista de Israel es una de las expresiones políticas que en dicho país se opone al
programa implementado por el Estado judío sobre Palestina. El Partido Comunista, conjuntamente a otras
fuerzas, se movilizó es su país para detener los actuales bombardeos en la Franja de Gaza tal cual lo
informó la Agencia Bolivariana de Noticias: “Miles de israelíes manifestaron este domingo en su país,
convocados por el Partido Comunista de Israel y su frente Hadash (Frente por la Paz y la Igualdad), para
exigir el cese inmediato de la criminal ofensiva militar que ejecuta el Gobierno israelí en la Franja de
Gaza. Así lo informó en comunicado el Partido Comunista de Israel, donde destaca que la primera
manifestación se realizó en horas del mediodía de Nazaret, donde participaron más de 3 mil habitantes de
Tel Aviv.” (Caracas, 28/12/08. Extraído de http://www.abn.info.ve)
189
“Un comité anglo norteamericano de investigación sobre violencia en Palestina describió en 1946 los
efectivos de la Haganah: una fuerza territorial de reserva de 40.000 colonos, un ejército de campaña de
16.000, y una fuerza de choque, el Palmach, que oscilaba entre 2.000 y 6.000. El Irgun tenía de 3.000 a
5.000 combatientes: la Banda Stern alrededor de 300. Separadas por ácidas disputas, estas tres fuerzas
confluyeron rápidamente ante el anuncio de la retirada inglesa, aceptaron la hegemonía de la Haganah (...)
Solamente la Haganah, que en 1946 tenía 65.000 hombres (fuente británica), y en 1948, 90.000 (fuente

234
El “Programa Jerusalén para el Sionismo” del año 1951 que fue revisado en el Congreso
Sionista Mundial del año 1968, sistematiza los ejes programáticos actuales del
sionismo.

3. El apoyo de los países del extranjero para la ocupación de Palestina

No perderé el tiempo en justificar abusos, miopías, desperdicios y crueldades que se han


cometido en aras de promover el nacionalismo árabe. El saldo no es favorable. Sin
embargo, quiero afirmar categóricamente que desde principios del siglo XX jamás han
podido lograr su independencia colectiva, en todo o en parte, precisamente a causa de
los designios de potencias extranjeras respecto de la importancia estratégica y cultural
de sus territorios. Hoy ningún Estado árabe es libre de disponer de sus recursos como
desee, ni de adoptar posiciones que representen sus intereses individuales, en especial si
esos intereses parecen amenazar las políticas de Washington. (Edward Said en Chedid,
2003: 141)

La histórica ocupación de Palestina difícilmente pueda ser explicada sin el apoyo de


Inglaterra. Lo mismo debe decirse del comportamiento actual de Israel que está
estrechamente ligado a los aportes y a los apoyos dados por Estados Unidos.

Inglaterra
Durante el período del Imperio Otomano, Inglaterra fundó una agencia consular por
primera vez en Jerusalén en el año 1838. Con la ocupación de posiciones en la India, los
intereses ingleses de crear asentamientos políticos afines en la región crecieron
considerablemente. En esta línea, el programa sionista podía ser apoyado a cambio de
obtener un aliado en la región que permitiera frenar el avance de dirigentes árabes
hostiles a la política colonial británica.190
Buscando el origen de la acción inglesa del Mandato en Palestina, Salman Abu Sitta
establece que:
En la tarde del miércoles del 31 de octubre de 1917, el ejército de Allenby, conocido
como Fuerza Expedicionaria Egipcia, rodeó Beer Sheba en una acción sorpresiva y

israelí), contaba un año antes de la guerra con 10.000 fusiles, 1.900 metralletas, 600 ametralladoras y 768
morteros: en este caso la fuente es Ben Gurión.” (Walsh, 1998: 385-386 y 389).
190
“Los intereses de Gran Bretaña se incrementaron como resultado de su adquisición de territorios en la
India, y la necesidad de asegurar una segura rápida comunicación por tierra. Más aun, deseaba proteger su
comercio con la región del Golfo Pérsico, así como mantener a Mohammad Ali de Egipto en su lugar. La
Liga de Las Naciones confió a Gran Bretaña la responsabilidad del establecimiento de hogar nacional
judío, y de salvaguardar los derechos civiles y religiosos de todos los habitantes de Palestina, sin
considerar raza o religión.” (Prior, 2005: 99)

235
derrotó a la pequeña guarnición turca. Se izó la bandera británica y Palestina quedó
abierta a la conquista de Allemby. Así concluyeron 1.400 años de gobierno árabe y
musulmán (con la excepción del breve período de las cruzadas). (Prefacio de Salman
Abu Sitta al libro de Mazin B. Qumsiyeh, 2007: 3)

Tras la asonada militar, el gobierno de Palestina fue asignado por el gobierno británico a
un alto comisionado, cargo para el cual se designó al político191 sionista Herbert
Samuel. Entre sus objetivos se encontró el de dar contenido concreto a la denominada
Declaración de Balfour.192 Esta, se firmó el 2 noviembre del año 1917 y aseguró el
apoyo de Gran Bretaña a los judíos sionistas y contempló además, la partición del
territorio de Palestina para formar un hogar judío. El texto estableció que: “El gobierno
de Su Majestad contempla con simpatía el establecimiento en Palestina de un hogar
nacional para el pueblo judío, y usará sus mejores esfuerzos para facilitar el
cumplimiento de ese objetivo” (Walsh, 1998: 378). La Declaración fue entregada por
carta del secretario de exterior británico, Arthur James Balfour, a Lionel Walter
Rothschild. Para esta fecha, los judíos eran el 10 % de la población en Palestina y
poseían solamente el 2% de la tierra (Nur Masalha, 2008: 24).
Los ingleses, trasladaron judíos europeos fuera de su país y se garantizaron una posición
política afín en Medio Oriente. Desarrollaron una política de cooptación y/o
balcanización de los Estados de la región a través de la implementación de una política
activa sobre los dirigentes árabes. En esta línea y por mencionar un caso, en el año 1919
se llegó a un acuerdo entre el sionista británico Chaim Waizmann y el emir hashemita
Feisal. El arreglo estuvo centrado en que Feisal193 apoyaba las migraciones de judíos a
Palestina, a cambio de obtener asesoramiento técnico británico para el desarrollo del
Estado árabe por él promovido.

191
“Inmediatamente luego del final de la primera Guerra Mundial los victoriosos se lanzaron a la división
de los despojos. La Conferencia de San Remo (abril de 1920) acordó que Francia sería mandataria de
Siria y Gran Bretaña, lo sería de Palestina y Mesopotamia.” (Prior, 2005: 107)
192
Previamente existieron los acuerdos “Hussein-Mc Mahon” y el “Acuerdo Sykes-Picot.” (Datos de
“5000 Años de Historia Palestina.” Edición Digital)
193
“Feisal, rey de Siria y luego de Irak, pupilo de Lawrense de Arabia, instrumento de los ingleses
durante largos años y uno de esos “señores feudales” que desprecian los sionistas cuando no los tienen
como aliados, fue posiblemente el único líder árabe que, asociado a los intereses diplomáticos británicos,
aceptó tales planes. Es que los ingleses esforzándose por eliminar la influencia francesa en el Levante
arábigo, apoyaron la constitución de un gran reino Sirio que incluyera El Líbano, Palestina y Jordania y
del cual el jefe hechemita sería la cabeza visible; Feisal a cambio de la unidad parcial y formal así
realizada en beneficio de su dinastía, (y que apenas duró tres meses y medio; el general Gouraud la
deshizo en julio de 1920) consistió en abandonar el litoral libanés en manos de los franceses y aceptó
tácitamente el establecimiento de una entidad nacional propia para los sionistas, los otros protegidos de
Gran Bretaña. El acuerdo firmado en enero de 1919, cuando Feisal aún no era rey de Siria, entre éste y
Jaim Weissmann, ha sido utilizado desde entonces por los sionistas como suprema justificación de la
usurpación de Palestina.” (Ferrero, 1973: 153)

236
Vinculado al levantamiento árabe contra el Mandato y a los enfrentamientos entre
palestinos y judíos del año 1936,194 el gobierno británico dispuso conformar una
Comisión que tuvo la finalidad de analizar el conflicto y proponer una negociación que
le permitiera conservar sus posiciones en la región. El 11 de noviembre del año 1936, la
Agencia Judía se reunió con la realeza británica de la denominada Comisión Peel. El
informe británico se emitió el 8 de julio del año 1937 y entre sus argumentos centrales,
sostuvo que las aspiraciones árabes y judías eran irreconciliables y ante este panorama,
propuso la partición de Palestina en dos Estados:
Uno un Estado árabe integrado por Transjordania y la parte árabe de Palestina, y el otro
un Estado Judío. También recomendaban los contornos de los dos Estados, con el
Estado Judío formado por alrededor de un tercio del país (en una época en que la
propiedad judía de la tierra era del 5,6%) que abarcaba las partes más fértiles de
Palestina (…) los británicos conservarían enclaves en la ciudad portuaria de Haifa,
Jerusalén, Belén, Tiberíades, Nazaret, Acre y un corredor desde Jaffa a Jerusalén. (Nur
Masalha, 2008: 65)

El dictamen de la Comisión y dado que dio auspicio a la usurpación del territorio, fue
rechazado de pleno por la opinión pública de Palestina. La organización sionista aprobó
la idea de partición que continuó la propuesta inglesa de Balfour, pero a su vez,
cuestionó la propuesta de repartición por el esquema y los márgenes de tierra
proyectados.195
Según Rodolfo Walsh, la política internacional del año 1939 llevó a Inglaterra a
modificar su programa para Palestina ya que: “Gran Bretaña favoreció ese proyecto
hasta que la inminencia de la Segunda Guerra Mundial le hizo ver el riesgo de que los
pueblos árabes se alinearan junto a Alemania” (Walsh, 1998: 381). En el año 1939, el
gobierno inglés publicó el denominado Libro Blanco196 y sostuvo que no tenía la

194
Vinculado a estos levantamientos, en el año 1936 se establece un Comité Superior Árabe que enarbola
la bandera de la independencia de Palestina. El conflicto es conocido como “La Gran Revolución” y
culminó con la muerte de aproximadamente 5.000 palestinos en manos de soldados británicos. (Datos:
“5000 Años de Historia Palestina”)
195
“Si bien el 20ª Congreso Sionista había rechazado el plan de partición de la Comisión Peel, dejó la
puerta abierta para otros análisis del tema.” (Masalha, 2008: 93)
196
El Libro Blanco de 1939: “Restringía a 75.000 el número de judíos que en un período de 5 años
podrían aún establecerse en Palestina. Pasado ese lapso, no entraría ninguno más sin consentimiento de
los árabes. Esta medida causó una honda indignación entre los sionistas, quienes proclamaron: “Los
Judíos sacrificarán sus vidas, pero no se someterán a un régimen así. La Histadruth y la Organización
Sionista intensificaron la “inmigración ilegal” de fugitivos de Europa Central, para lo cual contaron en los
primeros años con un aliado increíble: el mismo gobierno de Hitler.” (…) Ya que los judíos no eran
recibidos en ningún país, los nazis favorecieron su salida en dirección a Palestina.” (Ferrero, 1973:.158-
159)

237
intención de imponer la nacionalidad judía a los palestinos, proponiendo un Estado
unificado y asegurando que propiciaría el fin de la inmigración masiva judía.
Las relaciones entre los británicos y el sionismo continuaron más allá de la
modificación de las pautas mutuas de los acuerdos. El Sionismo entabló una fuerte
vinculación con el Partido Laborista Británico que implicó, entre otros temas, que en el
año 1944 dicha organización emitiera una resolución cuyo contenido establecía que: “se
debe alentar a los árabes a marcharse a medida que llegan los judíos” (Nur Masalha,
2008: 160).197

Estados Unidos
Tortura, detenciones ilegales, asesinatos; ataques con misiles, helicópteros y jets de
combate contra la población civil; anexión de su territorio, desplazamiento de civiles de
un lado a otro con el propósito de encarcelarlos; matanzas masivas (Como en Cana,
Jenin, Sabra y Chatila, por mencionar los más obvios); negación de los derechos de libre
tránsito y libre circulación de civiles, de educación y asistencia medica; utilización de
civiles como escudos humanos; humillación, castigo a familias enteras, demoliciones,
en escala masiva, destrucción de tierras agrícolas, expropiación de agua, impulso a los
asentamientos ilegales, empobrecimiento económico; ataques a hospitales, trabajadores
de salud y ambulancias, asesinatos al personal de la ONU, para nombrar los abusos más
intolerables: todo lo anterior, debemos decirlo enfáticamente, se ha perpetrado con el
respaldo, incondicional, de Estados Unidos, que no sólo le suministra a Israel las armas
para todo aquello, sino que además le brinda ayuda militar y de inteligencia y le ha
otorgado más de 135 mil millones de dólares en asistencia económica, algo que deja en
calidad de migajas lo que le gobierno estadounidense gasta per cápita en sus propios
ciudadanos. (Said, 2003b: 127-128)

El acercamiento del sionismo con Estados Unidos tuvo que ver, entre otras cuestiones, a
la modificación de su vinculación tradicional con Inglaterra. En este sentido, en año
1939 por intermedio del White Paper, el gobierno británico dio cuenta de que no
seguiría dando su apoyo incondicional al proyecto de partición sionista. Los
enfrentamientos del año 1936 habían debilitado las instituciones coloniales. El gobierno
inglés luego de emitir el informe de la Comisión Peel, consideró oportuno avanzar hacia
la implementación del modelo propuesto anteriormente, que contempló la partición del

197
“La resolución de la transferencia árabe adoptada por la conferencia del Partido Laborista británico de
diciembre de 1944, no formó parte de la plataforma laborista cuando el partido llegó al poder en 1945, y
los laboristas sionistas siguieron intentando que Occidente avalara el concepto.” (Nur Masalha, 2008:160
y 163)

238
territorio, la existencia del Estado palestino, el bloqueo a la compra masiva de tierras
por parte de los judíos y el fin de la migración judía en suelo árabe. En dicho marco,
Weitzman se aprontó a reforzar la vinculación entre el programa sionista y los Estados
Unidos, incluyendo su visita al país del norte en donde se reunió con Franklin
Roosevelt198 en el mismo año 1939.
El 11 de mayo del año 1942, la Organización Sionista Norteamericana publicó el texto
que se conoció como el “Programa de Baltimore” que estableció cuatro aspectos
centrales:“el fin del Mandato199; el reconocimiento de Palestina como Estado soberano
judío; la creación de un ejército judío; la formación de un gobierno judío” (Walsh,
1998: 382). De esta manera, el eje de la política del sionismo se desplazó de Inglaterra
y el Mandato viró hacia los nuevos acuerdos con Estados Unidos. Con posterioridad a la
guerra según Walsh, los militares norteamericanos apoyaron la reorganización
paramilitar de la Haganah y negociaron la venta de armas a Israel. El general Patrick
Hurley visitó Palestina en el año 1943 y sostuvo que: “El liderazgo Yishuv200 estaba
decidido a establecer un Estado Judío que incluyera todo Palestina y Transjordania, y su
intención era forzar la eventual transferencia de la población árabe a Irak” (Nur
Masalha, 2008: 129). Pablo Quintero se refirió al apoyo de Estados Unidos a Israel en
base a los siguientes argumentos:
El gobierno norteamericano consideró la fundación de Israel en Medio Oriente como
parte de su estrategia de defensa iniciada en la segunda postguerra y basada, entre otras
cosas, en colocar bases a lo largo del planeta (Japón, Alemania, Cuba, etcétera). En este
sentido Israel serviría posteriormente como estado “tapón” para Libia, Siria, Argelia e
Irán principalmente. (Quintero, 2009)

Según Mazin Qumsiyeh, la corriente “revisionista” del sionismo, tuvo una ligazón
estrecha con el Partido Republicano de Estados Unidos ya que:
El Partido Republicano era particularmente susceptible a su influencia. Sus rangos
incluían a Peter Bergson (que creó el movimiento sionista Bergson) y Benzion
Netanyahu (padre del ex primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu). Ellos enviaron
dinero y armas a Palestina para apoyar los movimientos terroristas clandestinos.
(Qumsiyeh, 2007: 192)

198
“La muerte del presidente Roosevelt en abril de 1945, llevó al vicepresidente Harry Truman a la Casa
Blanca, e inmediatamente demostró ser un ardiente partidario de las intenciones sionistas. El presidente
Truman escribió a Churchill el 24 de abril de 1945, pidiendo la remoción de las restricciones sobre
inmigración de judíos a Palestina que habían sido tan cruelmente desarraigados por la despiadada
persecución nazi.” (Prior, 2005: 109)
199
Los británicos devolvieron a las Naciones Unidas en el mes de febrero del año 1947 el “Mandato”
sobre el territorio palestino que la Liga de las Naciones les había entregado.
200
Comunidades de judíos que habitaban Palestina.

239
América latina
Mazin Qumsiyeh atribuye a algunos países latinoamericanos la condición de haber
otorgado apoyo al proyecto de partición de Palestina del año 1948 en el marco de las
Naciones Unidas.201 En su argumentación, identifica entre las coordenadas centrales de
dicho comportamiento, el hecho de existir una vinculación estrecha entre los países del
sur y el gobierno norteamericano que fomentó la venta de armas israelíes en el cuadro
de la balcanización y las guerras civiles del continente. En este sentido es que sostiene
que:
Guatemala y Uruguay, en particular, hicieron importantes contribuciones en favor de la
causa sionista en la sesión de las Naciones Unidas sobre Palestina, y también como
miembros de la Comisión Especial de la ONU sobre Palestina (UNSCOP), creada en la
primavera de 1947. (…) Además de inducir a otros países a votar por la resolución, los
delegados latinoamericanos dieron 13 de los 31 votos a favor de la partición. Cuba fue
el único país latinoamericano en votar en contra de la resolución. (Qumsiyeh, 2007: 12)

Las opiniones más importantes de las Naciones Unidas ligadas a esta cuestión, se
encuentran en las Resoluciones 181, 184, 242, 304, 338 y 465.

4. Las acciones militares fundamentales


Guerra de 1948
Luego de sancionada la Resolución 181 del año 1947, se inició una profunda guerra
civil. El enfrentamiento implicó el desplazamiento de su territorio de más de 750.000
palestinos. Luego de su forzada salida, el gobierno de Israel implementó un férreo
bloqueo a la posibilidad de retorno a sus hogares de los árabes expulsados y refugiados
promoviendo en su lugar, su reubicación en Siria, el Líbano, Irak o Trasnjordania. Hacia
el año 1950, el éxodo árabe había sido masivo. Los habitantes expulsados constituían el
85 % de los palestinos de la tierra que pasó a manos de Israel y su territorio conformaba
el 92 % del área de Israel en 1948/49 (Salman Abu Sitta en Qumsiyeh, 2007: 4).

Guerra de 1967
El Estado de Israel desconoció los límites territoriales establecidos por las Resoluciones
de las Naciones Unidas, dando continuidad a su programa de expansión sobre el suelo
palestino.

201
La Argentina gobernada en ese entonces por Juan Domingo Perón, reconoció al Estado de Israel.

240
En el año 1967, Israel inició la denominada guerra de los Seis Días ocupando territorios
egipcios y desplazando a este país del otro lado del Canal de Suez. El argumento
esgrimido fue una supuesta amenaza árabe a la seguridad israelí.202 En este marco, la
acción militar dejó como saldo el desplazamiento de 300 mil palestinos y se consolidó
la ocupación del 22% restante de Palestina, incluyendo Jerusalén oriental, el Sinaí
Egipcio y además, las Alturas del Golan sirias (Qumsiyeh, 2007: 89).

5. Medios implementados para garantizar la ocupación del territorio de


Palestina
Sobre esta cuestión particular se podrían mencionar diversas experiencias, pero aquí
vamos a tomar únicamente algunos ejemplos. Los casos citados no atienden a un
esquema cronológico, sino que son mencionados de manera aleatoria con la finalidad de
acercar al lector a la comprensión de algunos mecanismos de política puestos en juego
en el conflicto.

5. a. Compra de tierras
En dicho aspecto jugó un rol importante Edmond James Rotschild,203 financista europeo
que promovió la creación de colonias judías en distintos lugares del mundo.
Uno de los medios para la ocupación del territorio palestino204 giró en torno de la figura
de propiedad cooperativa agrícola e industrial del kibutzim. El Fondo Nacional Judío
creado en el año 1901, tuvo un Departamento de Tierras encargado de la adquisición y
distribución de territorios entre los habitantes judíos en Palestina. Muchas de estas
tierras fueron entregadas bajo la modalidad de kibutzim (Montoya Restrepo y Dávila,
2005). Estos entes de propiedad socialista y colectiva, fueron dando paso al actual
mercado de tierras privadas.

202
“La victoria de Israel significó la captura de la Ribera Occidental (incluyendo Jerusalén del este) del
Jordán, las alturas del Golán de Siria y Gaza y el Sinaí de Egipto. (…) Esto fue condenado por las
Naciones Unidas y por casi todos los Estados como ilegal.” (Prior, 2005: 117-118).
203
“Uno de los primeros asentamientos coloniales en Palestina fue establecido por el magnate francés
Rothschild en Cesarea. Familias burguesas opulentas se convirtieron en la clase gobernante de Israel.”
(Salman Abu Sitta en Qumsiyeh, 2007: 3). Roberto Ferrero se refiere a Edmundo Rotshild de la siguiente
manera: “A él no lo impulsaba ningún idealismo, sino la urgencia de desviar la corriente de la
inmigración oriental, que despertando el antisemitismo en Europa Occidental ponía en peligro la posición
de la burguesía judía asimilada. (…) El desagrado de Rotshild ante la agitación sionista quedó patentizado
en el reproche que en cierta ocasión les dirigió a Wiizman y Ussishkin, que habían ido a entrevistarle.
(…) En Palestina, Rotschild consolidó las aldeas existentes y fundó otras, montando un aparato
administrativo y permitiendo que los colonos que habían quedado alcanzaran una prospera situación
económica.” ( Ferrero, 1973: 64-65)
204
“Los Kibutzim fueron útiles al sionismo porque proporcionaban trabajo a los inmigrantes, hacían
renacer la agricultura judía y aseguraban la conquista territorial de Palestina frente a los árabes, mientras
mantenían vivas las ilusiones socialistas de la pequeña burguesía radical.” (Ferrero, 1973: 180)

241
5. b. Ocupaciones militares
En esta dinámica adquieren suma importancia las acciones de los años 1948 y 1967 con
los asentamientos y las confiscaciones mencionadas. Asimismo, es importante rescatar
las operaciones militares y la construcción por parte de Israel en el año 2002 de un
muro205 sobre el territorio de Cisjordania que alcanzará los 700 kilómetros de largo y
entre 50 y 100 metros de ancho.
Asimismo, se desarrollaron organizaciones militares semiclandestinas y:
Los jefes de la Agencia Judía concibieron desde el principio la inmigración como
“colonización armada”, y construyeron una organización semiclandestina, el Haganah,
de la que en 1935 se separó un brote de ultraderecha, el Irgun,206 cuyo lema era un mapa
de Palestina y Transjordania atravesado por un brazo armado y un fusil con el lema
hebreo Rak Kach (Sólo así). (Walsh, 1998: 381)

Los integrantes se ocuparon de las acciones contra los árabes y muchos de ellos
ingresaron masivamente al ejército británico a fines de la Segunda Guerra.

5. c. Acciones económicas
Para dar continuidad a los territorios obtenidos a través de la modalidad de los puntos a
y b, se bloqueó el retorno de los habitantes del lugar y se implementaron estrategias de
apoyo a la inmigración judía sobre la base de que cualquier hijo de madre judía, no
importara la procedencia, tenía derecho a la ciudadanía en Israel. Asimismo, se
implementó una tarea de confiscación de los territorios fértiles cultivados, se
bombardearon y/o ocuparon las industrias y servicios públicos de los palestinos, se
planificó una acción de apropiación del agua207 y se entabló el bloqueo comercial.

205
“El muro es parte de un sistema de unos 550 controles y bloqueos que han levantado las autoridades
israelíes para controlar a la población de 2 millones de palestinos dentro de este territorio. El resultado de
su construcción deja como saldo: 60.500 palestinos residentes en 42 pueblos de Cisjordania vivirán entre
el muro y la línea verde con Israel; 12 de estos pueblos y alrededor de 31.400 palestinos quedarán
completamente cercados por el muro; más del 10% de la tierra Palestina de Cisjordania, unas 57.518
hectáreas, quedará al otro lado del muro; más de medio millón de palestinos vivirán dentro de una franja
de un kilómetro desde la valla/muro; unos 200.000 palestinos se verán afectados por la parte del muro
construido en Jerusalén Oriental. Decenas de miles de olivos y otros árboles y extensas áreas de tierras
agrícolas ya han sido confiscadas y destruidas, decenas de viviendas han sido demolidas.” (Datos de
Amnistía Internacional. http://web.es.amnesty.org/muro-de-israel)
206
Dicha organización desarrolló diversos actos de terrorismos entre los años 1937 y 1948, incluyendo
entre sus objetivos, oficinas del gobierno británico, edificación de mezquitas, incluso en propiedades
judías. (Quintero, 2009).
207
Apropiación de la cuenca del Río Jordán y los acuíferos subterráneos de la Ribera occidental y de
Gaza.

242
6. El factor religioso

La posibilidad de reflexionar sobre la dimensión religiosa del conflicto no es un tema


sencillo. En particular, es dificultoso atender sin anteojeras y prejuicios, a la existencia
de agrupaciones políticas y culturales cuyos postulados están fundamentados en el
Islam. La existencia de Hamas en Palestina o de Hesbolá en el Líbano, son los casos
más paradigmáticos de esta incapacidad de los argentinos para comprender la existencia
de otras culturas.
A los argentinos la visión del “Islam” nos viene dada, principalmente, por intermedio de
las agencias norteamericanas de información y por su industria cultural. A un país
económicamente dependiente como es la Argentina, le corresponde una estructura
mental neocolonial impuesta por las metrópolis (Jauretche, 2004). Esta condición
dificulta la posibilidad de pensar a partir de categorías conceptuales propias para
afrontar un debate sobre los conflictos culturales del Tercer Mundo y en particular, los
referidos a la región oriental. Por ejemplo, en este marco y sobre una práctica idéntica
de violación de los derechos humanos, es habitual asociar las nociones de “terrorismo o
de radicalidad de las acciones” a los musulmanes y no así, a los judíos o a los cristianos.
Esta versión distorsionada de los hechos no es una casualidad o una simple elección
individual, sino que implica una política cultural planificada y deliberada. La operación
está basada, entre otras cuestiones, en la instrumentación y manejo de los contenidos de
la industria cultural, que desarrollan una acción constante de construcción de sentido.
Los principios religiosos de los árabes son relacionados a cuestiones de “terrorismo o
extremismo” a través del cine y el manejo de las cadenas de noticias.
Asimismo y cuestión importante para la Argentina, la interpretación de la cultura del
Islam es construida por la Iglesia católica o la historia oficial liberal, ambas y pese a sus
desacuerdos, con fuertes lazos con la tradición de la cultura hegemónica occidental.
La dimensión religiosa del conflicto puede examinarse a través de diversos abordajes,
tanto históricos como actuales que obstaculizan su reflexión. 208 Como punto de partida,

208
“El papel desempeñado por la teología judía y la apelación a la Biblia en la empresa sionista es difícil
de evaluar con precisión. El sionismo político no sólo no fue apoyado por el establishment religioso en
sus comienzos sino que fue agriamente rechazado. (…) Los escritos de Rav Kook proveyeron el primer
intento sistemático de integrar el tradicional, pasivo religioso anhelo de la tierra con la moderna, secular y
agresivamente activa praxis del sionismo, dando nacimiento a un amplio sionismo nacionalista-religioso.
(…) El judaísmo de Rav Kook era una síntesis de ortodoxia, sionismo nacionalista y el liberalismo del
Iluminismo, aunque la defensa de los valores del Iluminismo no ha dejado huellas en sus seguidores. (…)
Mientras que religiosos sionistas como Ahad Ha`am, enfatizaban la dimensión espiritual del retorno, y los
sionistas seculares como Herzl, lo político, Rav Kook buscó una síntesis, sosteniendo que las dimensiones
políticas y metafísicas estarían unidas en un Estado. (…) No hay duda de que el establishment religioso

243
es bueno aclarar que no toda el pueblo de Israel adhiere al judaísmo y tampoco los
devotos del sionismo se encuadran en un mismo esquema religioso. Asimismo, en el
caso de Palestina, no todos sus habitantes son musulmanes y tampoco dentro de esta
corriente religiosa, se encuentra una proyección política única o directa.
Sin embargo, es innegable que una de las particularidades más complejas del conflicto
entre Israel y Palestina es que el primer Estado se define a partir de la religión: se
reconoce como “Estado judío.” Virginia Tilley menciona un conjunto de leyes a través
de las que el Estado institucionaliza la religión judía:
La Ley de Retorno (1950) garantiza a cualquier judío el derecho a emigrar a Israel (a
menos que se trate de una persona a la que el Ministerio de Inmigración considere
inadecuada por razones de seguridad o de otro tipo). La Ley de Ciudadanía (1952) -a
menudo mal traducida como Ley de Nacionalidad- garantiza a cualquiera que llegue a
Israel invocando la Ley de retorno (esto es, judío o judía) la ciudadanía israelí sin más
requisitos es cuanto entra al país. La ley de Registro de la Población (1965) establece
que tales ciudadanos sean inscriptos como poseedores de la nacionalidad judía (no
nacionalidad israelí, algo inexistente en el derecho israelí). La Ley (sobre estatus) de la
Organización Sionista - Agencia Judía (1952) autoriza a la Agencia Judía y sus diversos
organismos a administrar la mayor parte de la tierra del Estado y sus propiedades y
multitud de recursos en beneficio de la nacionalidad judía. (…) Como la única nación a
la que representa el Estado es la judía, la Ley Básica también convierte a las tierras del
Estado en propiedad inalienable del pueblo judío, no del pueblo israelí. (…) Esto
significa que los palestinos, como no son judíos no tienen derecho legal a impugnar la
expropiación de sus tierras. (Tilley, 2007: 52-53)

Esta cuestión y otras relacionadas, se relacionan cuatro ejes conceptuales que tomamos
a modo de síntesis:

6. a. La religión es utilizada como un obstáculo al diálogo entre Estados


El Estado de Israel se define como “Estado Judío”, de manera similar a los planteos que
puede hacer Hamas de asentar las bases del Estado palestino sobre el culto del Islam.
Un caso típico del problema actual es la dificultad que tienen ambos gobiernos para
tomar medidas de Estado ante la crítica de fundamentalistas religiosos. El asesinato del
Primer Ministro israelí, Yitzak Rabin en manos de un “nacionalista religioso que dijo
actuar en nombre de dios”, es un caso modelo. Asimismo, gran parte de los Rabinos

judío, si bien tardó en abrazar el sionismo, hoy en día apoya plenamente sus logros.” (Prior, 2005: 129-
131 y 146)

244
Ortodoxos y los partidos religiosos en Israel, han rechazado los acuerdos de paz con
Palestina y el resto de las naciones árabes (Prior, 2005: 142).

6. b. La Biblia es un documento histórico que establece que los judíos conforman


una cultura “pura” y distante del resto de Canaán209
El sionismo estableció entre sus argumentaciones centrales para la organización del
Estado y su separación del pueblo árabe, el supuesto de que la Biblia atribuye a los
hebreos y al antiguo Israel, una condición original y única de pureza cultural, que
amerita la separación y el enfrentamiento de los árabes. Sobre este asunto, Bernardo
Gandulla estableció que:
Nuestro planteo, por el contrario, reivindica esa supuesta “contaminación” como la
expresión de un crisol productor de una síntesis en la que, por ello, afinca la más alta
categoría de originalidad. Estamos convencidos que la transformación significativa de
los hebreos y el Antiguo Israel en su contribución al legado de la humanidad ha sido
precisamente ser la expresión decantada de un complejo, multifacético y dinámico
proceso de interacciones culturales. (Gandulla, 2005: 206)

Esta cuestión, sumamente polémica, adquiere diversos tipos de abordaje. Una de las
posibilidades para reflexionar sobre la supuesta unidad étnica o racial, está vinculada
con la diáspora y la vida en el exilió a través de los siglos de muchos de los miembros
del judaísmo. Roberto Ferrero discutiendo con los conceptos de lo que él denomina la
“primera antropología”, se refiere a la inexistencia de una unidad de “raza” judía
(esqueleto, piel, cabello) de la siguiente manera:
Nada hay en común entre un judío de Polonia y un judío yemenita; entre un judío
mongol del Daghestan y uno de Marruecos (…) Los judíos son en realidad una mezcla
racial, distinta de otras mezclas, conformada a través de los siglos de la Diáspora, y
cuya constitución debe atribuirse justamente a esa existencia en el exilio y al

209
La religión y la “nación” se fusionan en un complejo esquema de poder en el Estado de Israel. Por
ejemplo y tal cual comentamos, la definición religiosa es un requisito para la adquisición de la propiedad
privada sobre la tierra. Asimismo, un individuo que nace en cualquier geografía del mundo y que se
asume como descendiente y perteneciente al judaísmo, adquiere mayores derechos que un habitante
árabe que habita la región por varias generaciones. En esta línea, el Estado de Israel prohíbe los
casamientos mixtos y otras formas de relación entre las personas. En nuestro país, estas cuestiones
pertenecen al ámbito de la decisión individual y personal de cada cual y no implican una posición
religiosa. En esta línea y para ubicar la agenda actual de debate, es interesante presentar algunos
conceptos del político del partido Israel Beitenu, Avigdor Lieberman reproducidos por el diario Clarín:
“Lieberman es un duro que se niega a toda concesión a los palestinos o a los países árabes y busca el
apoyo de un millón y medio de inmigrantes de la ex URSS y el de la población israelí laica, a la que
promete romper el monopolio del rabinato judío para las conversiones y para posibilitar matrimonios
mixtos que hoy están prohibidos en Israel”. Shlomo Slutzky, “Un ultraderechista será canciller israelí:
inquietud en la región.” Diario Clarín, 17/03/09.

245
proselitismo es el contorno gentil, proselitismo que fue muy intenso en épocas
anteriores. (Ferrero, 1973: 30-31)

6. c. La diáspora judía de Palestina mencionada en la Biblia


Uno de los argumentos más difundidos por Israel para justificar el conflicto actual, es la
mención al viejo Testamento de aquellos postulados que indican los desplazamientos
forzosos210 de hebreos de Canaán. La ocupación de Palestina sería un regreso a la “tierra
santa” que permitiría el reencuentro de Dios con el pueblo judío. Michael Prior
desarrolla un estudio sistemático de los textos bíblicos a la luz de los procesos políticos
históricos a ellos relacionados y sobre el manejo de la interpretación de la biblia
sostiene que:
Fundamentalmente, el reclamo judío de retornar se sustenta en la Biblia, ya que no hay
otra base moral convincente que lo apoye. (…) La Biblia es un sine qua non para la
provisión de la alagada legitimidad moral, y sin ella el sionismo es un discurso de
conquista, opuesto a un discurso moral. La biblia leída literalmente no sólo provee un
marco moral que trastrueca los reclamos judíos por una legitimidad divinamente
sancionada, sino que postula la toma de posesión de la tierra prometida y la expulsión
por la fuerza de la población nativa como el cumplimiento de un mitzvah. (Prior, 2005:
183)

Prior (2005: 172-183) establece que la excusa bíblica para la ocupación territorial
presenta los siguientes elementos:
- las tradiciones bíblicas han sido reescritas para reflejar el contexto histórico y los
intereses contemporáneos de los autores;
- no hay evidencias de un anhelo suficientemente vigoroso para inducir a más de unos
pocos judíos a retornar a su tierra pese a no negar la existencia de la diáspora;
- existió además de una acción forzada, una migración voluntaria de muchos judíos
hacia otras naciones;
- los sabios judíos repitieron las menciones a la “tierra sagrada” favoreciendo una
construcción mítica ideológicamente construida y sobre la cual se basó la existencia de
Israel;

210
“Los hebreos fueron deportados por la fuerza por los asirios (721 aC), los babilonios (586 aC), por
Artaxerxes Ochus (345-343 AC), y por Tigranes (83-69 aC). Los romanos se llevaron cientos de
prisioneros de guerra a Roma luego de la conquista de Jerusalén por Pompeyo, en 63 AC. La deportación
también siguió a la derrota de la rebelión judía (66-70 dC) y la de Bar Kochba (135 DC).” (Prior, 2005:
173)

246
- el sionismo no nació directamente ligado al establishment religioso y muchos de sus
miembros no profesaban el culto, ni la justificación religiosa posterior;
- la historia israelí fue parte de una operación de falsificación que desconoció la
multiculturalidad histórica del pueblo judío para acercarla a un modelo de nacionalismo
xenófobo;

6. d. La religión judía supone una superioridad étnica y racial sobre el nativo


En la obra de Prior se despliega un análisis comparado de lo que el autor denomina
como “mitos coloniales” construidos e implementados por los Estados o grupos
políticos europeos en la ocupación de América y de Sudáfrica. Estos casos son
comparados con el proyecto sionista en Palestina. Entre estos procesos y pese a que
existen diferencias en la interpretación de algunos temas y que hay distancias
geográficas o históricas, Prior encuentra puntos de relación en las justificaciones
religiosas que desarrollan los grupos para consolidar sus acciones:
En las empresas coloniales que provinieron de Europa, la motivación tuvo generalmente
un fuerte elemento religioso, y buscó en el paradigma bíblico una “autorización
irreprochable.” (…) La situación con respecto a Palestina- Israel es única. La aplicación
de una lectura literal del mandato bíblico parece ser más apropiada para los judíos que
para otros que apelan a ella para justificar la ocupación de tierras. (…) La aplicación de
la Biblia en defensa de las cruzadas, el colonialismo español y portugués, el apartheid
sudafricano y el sionismo político ha sido una calamidad, que ha llevado al sufrimiento
y a la humillación a millones de personas, y a la pérdida de respeto por la Biblia que se
supone tiene algo significativo con que contribuir a la humanidad. (Prior, 2005: 254-
257)

7. Implementación de una tarea cultural para promover y/o justificar la


expulsión

7. a. Acción interna
La organización sionista y el gobierno de Israel implementaron una operación
psicológica interna con la finalidad de fomentar la migración de la población árabe,
generando el terror y la desorganización del pueblo palestino ante la violencia del
ocupante. Por un lado, la tarea incluyó una política de control de la prensa privada o
sindical y de construcción y formulación de su programa a través de las instituciones
educativas de gobierno.

247
La política contempló la expulsión de trabajadores árabes por intermedio de las
organizaciones sindicales211 judías que habitaban Palestina (Yishuv).
En la actualidad, a la mayoría de los árabes que viven en el Estado de Israel se le niegan
los derechos políticos212 tal cual sostiene Saad Chedid, ya que: “El 20 % de su
población, palestinos de confesión cristiana o musulmana o drusa, no pueden ser
ciudadanos del mismo, ya que esta ciudadanía le está reservada sólo a los que profesan
la religión judía” (Chedid, 2007: 13).213
Por otro lado, el mecanismo de persuasión está centrado en la implementación de
grandes acciones militares que siembran el terror214 entre los habitantes, del estilo de la
masacre de una aldea árabe denominada Deir Yassin el 9 de abril del año 1948. En la
acción militar participaron 200 miembros del Irgun y de la Banda Stern, que dejó como
saldo el asesinato de 254 civiles y la destrucción total de la aldea (Walsh, 1998: 386).
En esta línea, se encuentra la actual agresión a la Franja de Gaza que ha dejado como
saldo una cifra cercana a las 1300 muertes, en su mayoría civiles de los cuales,
aproximadamente, 400 fueron niños.215 El historiador sionista israelí Benny Morris
definió seis razones fundamentales para el abandono de 360 aldeas árabes: “Expulsión
por las fuerzas judías, abandono por ordenes árabes, temor al ataque judío, ataque
militar al asentamiento por tropas judías, campañas de rumores (es decir guerra
psicológica) e influencia de la caída o del éxodo del pueblo vecino” (Nur Masalha,
2008: 174).

7. b. Acción externa

211
“Aun a nivel de la clase obrera se instala una perversión de la conciencia que convierte al trabajador
árabe primero en competidor del inmigrante, después en enemigo, finalmente en victima. La Histadrut,
central sindical judía, no los admite en su seno, los boicotea, prohíbe a las empresas judías que compren
materiales trabajados por los árabes.” (Walsh, 1998: 380)
212
Un informe de Amnistía Internacional sobre “El racismo y la administración de justicia” estableció
que: “En Israel, por ejemplo, varias leyes son explícitamente discriminatorias. (…) La ley del retorno, por
ejemplo, proporciona la ciudadanía israelí automática a los inmigrantes judíos, mientras que a los
refugiados palestinos que nacieron y se criaron en lo que ahora es Israel se les niega incluso el derecho al
retorno a la patria. Otros estatutos otorgan explícitamente un trato preferencia a los ciudadanos judíos en
áreas tales como la educación, vivienda pública, salud y empleo.” (Qumsiyeh, 2007: 114)
213
Los palestinos no puede acceder, entre otras cosas, a la propiedad sobre la tierra que habitan. (Chedid,
2007: 13)
214
“Se lanzó la Operación Dalet para conquistar el área entre Tel Aviv y Jerusalén, y se inició
formalmente tras la masacre de Deir Yassin, el 9 de abril de 1948. A eso siguieron otras masacres que
aterrorizaron a los palestinos para que se marcharan. En total, hubo 33 masacres en 1948. (…) Esos no
fueron actos de horror que ocurrieron en combate (y fueron muchos), sino un plan premeditado de limpiar
y aterrorizar a la población palestina indígena.” (Qumsiyeh, 2007: 59)
215
Según palabras del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, la guerra: “Ha ocasionado
1.360 muertos y 5.000 heridos, la mayoría civiles inocentes. 20.000 casas han sido destruidas, lo que ha
provocado que unas 90.000 personas se encuentren sin hogar." (Discurso ante el pleno de la Eurocámara,
5/02/09. Extraído de http://www.palestina.int.ar/)

248
Uno de los elementos centrales de la construcción simbólica sionista es la victimización
de su pueblo tras las aberrantes acciones y persecuciones sufridas a lo largo del tiempo
en manos de los cristianos occidentales, los Progroms216 de la Rusia Zarista entre 1881
y 1917 y en particular, aquellas vejaciones padecidas por intermedio de los seguidores
de Adolf Hitler desde el año 1933 (Shoa). Ben Gurion afirmó que: “En la guerra actual,
la idea de transferir a una población está adquiriendo mayor simpatía como un método
práctico y el más seguro para resolver el problema peligroso y doloroso de las minorías
nacionales” (Nur Masalha, 2008: 127).
El sionismo, paradójicamente, utiliza aquella violencia como un medio para desviar el
debate sobre otra violencia implementada por las acciones militares contra Palestina.
Un elemento central de la interpretación del conflicto de Israel con Palestina que hacen
los habitantes de otros lugares del mundo, se relaciona directamente a Estados Unidos y
su aparato cultural, informativo y recreativo, que desarrolla una amplia acción de
inteligencia que busca desvirtuar la cultura y la política árabe, para justificar su
ocupación en Afganistán o Irak. Sobre la articulación entre el sionismo y el aparato
cultural norteamericano Mazin Qumsiyeh estableció que:
Fuerte evidencia sugiere que los sionistas en EE.UU. de América modelan y manejan
realmente importantes aspectos del imperio, y así se sientan a la mesa del poder,
incluida la porción de la mesa asignada al complejo militar industrial. Fox Broadcasting
Company (FBC) se dedicó a atacar todos los movimientos sociales democráticos de
América latina. FBC pertenece a New Corporation controlada por Rupert Murdoch, un
multimillonario sionista nacido en Australia, actualmente dedicado a comprar medios en
Europa y América latina. (Qumsiyeh, 2007: 16-17)

Edward Said se refiere a la construcción de la noticia y la imagen de los palestinos


realizada por los medios de comunicación de masas de la siguiente manera:
Los medios de comunicación nunca han sido tan influyentes a la hora de determinar el
curso de la guerra como durante la Intifada de Al -Aqsa, la cual, por lo que respecta a
los medios de comunicación occidentales, se ha convertido principalmente en una
batalla de imágenes e ideas. Israel ha vertido ya cientos de millones de dólares en lo que
en hebreo se denomina hasbara, o información para el mundo exterior (o, sea,
propaganda). (…) Orwell denominaba a este tipo de desinformación lenguaje de

216
“Terribles progroms estallan en 1881, ante la complacencia activa del zarismo. En 1882 se dictan las
llamadas Leyes de Mayo, que confinan a los judíos a un territorio determinado de la Polonia rusa (15
provincias), y que sumadas a las existentes elevaban a 650 las normas que configuraron su “capitis
diminutio” (…) Un úkase del mismo año les prohibió comprar, arrendar o alquilar nuevas tierras distintas
a las que ya tenían; en las escuelas se implantó el “número de clausus.” Los judíos buscan entonces la
salvación en Occidente.” (Ferrero, 1973: 47)

249
noticias o pensamiento -doble: la intención de encubrir acciones criminales, es especial
el asesinato injusto de gente, aplicando un barniz aparente de justificación y razón. (…)
En definitiva, entonces, la conclusión es que los palestinos no son vistos ni en los
términos de una historia que les es propia, ni en los términos de una imagen humana con
la cual la gente pudiese fácilmente identificarse. Tan exitosa ha sido la propaganda
israelí que parecería que los palestinos realmente tienen pocas, si es que alguna,
connotaciones positivas. Se encuentran casi totalmente deshumanizados. (…) Los
medios de comunicación muestran a los palestinos sin historia y sin humanidad, como
gente agresiva, violenta y lanza-piedras; lo que ha posibilitado que el descerebrado pero
políticamente astuto George Bush culpara a los palestinos de la violencia. (Said, 2003c:
113-120)

7. c. Construcción de imaginarios. Tesis legitimantes


- “El territorio estaba deshabitado”: una de las tesis esgrimidas por funcionarios y por
intelectuales de las ciencias sociales y la academia israelí, es la supuesta no existencia
de habitantes en el territorio palestino. Sobre dicha cuestión existen diversas
investigaciones históricas y/o arqueológicas que dan cuenta de la existencia originaria
del pueblo de Palestina. Dicha condición se expresa demográficamente, y además y
principalmente, la comunidad palestina tuvo una fuerte impronta social y cultural, tal
cual afirma Mazin B. Qumsiyeh cuando establece que: “El Área entre el río Jordán y el
Mediterráneo ha gozado de 6000 años de civilización. Por una parte de su historia,
formó la región meridional de la tierra de Canaán. Por 2000 años se denominó
Palestina” (Qumsiyeh, 2007: 34).

- “Los habitantes tenían poco apego a la tierra”: Rodolfo Walsh se refirió a esta cuestión
de la siguiente manera:
Desde hace un cuarto de siglo la política oficial del Estado de Israel consiste en simular
que los palestinos son jordanos, egipcios, sirios o libaneses que se han vuelto locos y
dicen que son palestinos, pero además pretenden volver a las tierras de las que se fueron
voluntariamente en el año 1948, o que se les fueron quitadas no tan voluntariamente en
las guerras de 1956 y 1967. Como no pueden, se vuelcan al terrorismo. Son en
definitiva, “terroristas árabes.” (Walsh, 1998: 374)

Sobre este diagnóstico, los palestinos podían ser desplazados hacia otras posiciones en
Jordania, Siria o Irak u otro territorio árabe y muchos habitantes, según la tesis sionista,
se desplazaron de forma voluntaria. Sobre esta cuestión y tomando distancia de la

250
hipótesis “voluntarista”, el historiador israelí Benny Morris estableció 5 causas
fundamentales de los desplazamientos:
Expulsión por fuerzas judías/sionistas – 122 localidades
Ataque militar por fuerzas judías/sionistas – 270 localidades
Temor al ataque judío/sionista, o de quedar atrapados en la lucha, la influencia de la caída
de un pueblo vecino, y la guerra psicológica – 12 localidades
Abandono por órdenes árabes – 6 localidades
Desconocidas 34 localidades

Y establece además:

Mientras se hallaban bajo la “protección” del mandato británico, 213 aldeas y pueblos
palestinos (población 413.794, o el 52% de los refugiados) fueron “limpiados” antes del
estallido de la guerra israelí – árabe, el 15 de mayo de 1948. Otras 264 localidades (339.272
habitantes, o el 42%), fueron desocupados durante la guerra de 1948. Tras la firma de los
Acuerdos de Armisticio, 54 localidades fueron limpiadas étnicamente (52.000 habitantes o el
6 % de los refugiados). (Qumsiyeh, 2007: 58)

-“El pueblo de Israel es perseguido y víctima del Holocausto (Shoa)”: el


“antisemitismo”,217 utilizado políticamente por el sionismo, es un elemento de
victimización que impide desarrollar la reflexión y el debate público sobre las acciones
militares, políticas y/o económicas del conflicto. La mención misma al conflicto israelí
palestino, frecuentemente, es imputada por los miembros del Estado de Israel y sus
embajadas, como ejercicio “antisemita”. Las “acusaciones” han alcanzado a un
sinnúmero de intelectuales y políticos con ninguna vinculación comprobada de práctica
u opinión antisemita, incluyendo en esta lista, al escritor Gabriel García Márquez que
sobre esa cuestión estableció que: “No le temo al chantaje de antisemitismo. No le he
temido nunca al chantaje del anticomunismo profesional, que andan juntos y a veces
sueltos, y siempre haciendo estragos semejantes en este mundo desdichado” (García
Márquez (1982), en Chedid, 2003: 197).
Los dramas producto de la guerra y sus expresiones de los campos de concentración,218
fueron utilizados para promover el desplazamiento de judíos a Palestina tal cual lo
menciona Rodolfo Walsh:

217
Término acuñado por el anti judío y fundador de la Liga Antisemita Wilhelm Marr en el año 1879.
(Qumsiyeh, 2007: 104)
218
“La trasferencia organizada de judíos de aldeas, pueblos y ciudades de toda Europa a los campos nazis
de concentración condujo al asesinato de no menos de seis millones de judíos. Sólo cerca de 1.6 millones

251
El proyecto de un Estado Judío en Palestina se convirtió así en clamor mundial y los
dirigentes sionistas lo explotaron serenamente. Los 225.000 sobrevivientes de los
campos de concentración fueron canalizados a Palestina aumentando una población que
ya al fin de la guerra ascendía al 32 por ciento. (Walsh, 1998: 383).

Ante el panorama de la Shoa, la formación del Estado judío sería la única protección al
holocausto, y dicha cuestión en el razonamiento de sionismo, estaría justificando las
acciones realizadas contra el pueblo árabe.

8. La industria de la Guerra

Estados Unidos e Israel comparten no sólo intereses geopolíticos que guían su acción en
Medio Oriente y que están vinculados a la explotación de los recursos naturales, el
control de las divisas internacionales y la ocupación del suelo, sino que además, ambos,
son productores de armas. El Complejo Militar Industrial norteamericano219 y el resto
de las industrias de armamento en las potencias centrales, generan una burocracia civil y
política que promueve el crecimiento del mercado de la guerra. De esta manera, se
favorece un proceso de relaciones entre los productores de armamentos y la dirigencia
política que encuentra en la expansión imperialista y en la promoción y participación en
los enfrentamientos o guerra civiles externos,220 un mercado donde ubicar su
producción. La presión del lobby monopolístico militar adquiere dimensiones políticas,
culturales,221 económicas y sociales (generación de empleos, por ejemplo), que forman

de judíos que estaban en Europa en septiembre de 1939 sobrevivieron hasta mayo de 1945, y de ellos
cerca de 300.000 soportaron campos de concentración. “ (Prior, 2005: 171)
219
“Durante la administración de George Bush padre (1988-1992) y de William Clinton (1992- 2000), la
tendencia al incremento del presupuesto militar no se revirtió completamente y al llegar la administración
de George Bush hijo recuperó rápidamente los niveles. Entonces, los gastos militares se mantuvieron
altos y con el ascenso al poder de la administración actual (George Bush hijo) a partir del 2001, con
posterioridad a los atentados de las torres gemelas del World Trade Center, se agudizó aún más la
tendencia a su crecimiento, como resultado de la llamada “Estrategia de Lucha contra el Terrorismo” y
de la llamada “Guerra Preventiva”, que trajeron aparejadas la invasión norteamericana a Afganistán
primero y a Irak posteriormente (…) excluyendo la asignaciones suplementarias para la guerras en
Afganistán e Irak, van desde 400 mil millones de dólares anuales en el 2005, hasta 502 mil millones para
el año fiscal del 2011.” (Morales Domínguez, 2005: 5)
220
“Las ventas de armas están concentradas en esta región. América latina no sólo ha sido el principal
mercado de Israel, sino que al menos dieciocho de los Estados latinoamericanos han comprado armas
israelíes (…) la mayor parte de las armas adquiridas por América latina han sido empleadas en la
supresión del disenso interno, Uruguay, Perú, Paraguay, Colombia, Chile, Argentina, Brasil, Bolivia,
Honduras, Guatemala y El Salvador han tenido que enfrentar movimientos guerrilleros.” (Qumsiyeh,
2007:11- 12)
221
Sergio Yahni, periodista israelí miembro del Centro de Información Alternativa sostiene que: “En
Israel existen cuatro familias que controlan totalmente los medios. De esas cuatro familias, dos familias
son traficantes de armas, y los medios en general han apoyado totalmente las políticas del Gobierno, tanto
los medios escritos como la televisión y la radio. Ellos han apoyado unilateralmente la política del Estado,

252
parte del entramado de factores a la hora de tomar las decisiones en torno a frenar o
prolongar un conflicto bélico.
En esta línea, es que consideramos oportuno mencionar que aproximadamente el 40 %
de los ingresos de las exportaciones del Estado de Israel, provienen de la venta de
armas.222

9. Organizaciones políticas palestinas

9. a. Organización para la Liberación de Palestina (OLP)


El proceso de ocupación y expulsión implementado por los judíos sobre la población
árabe de Palestina, generó diversas manifestaciones de rechazo por parte de los
habitantes implicados. En esta línea, se ubican las resistencias y las huelgas de los años
1936223 y 1939 conocidas como la “Gran Rebelión Árabe.”
Muchas de estas acciones se desarrollaron de manera desorganizada e inorgánica. De la
mano de Yasser Arafat, la resistencia política palestina adquirió un desarrollo y una
organización centralizada de gran trascendencia para el futuro del país. Arafat fundó en
el año 1959, una nueva conducción nacional palestina cuyo nombre es Al-Fatah (la sigla
de Harakat Tahrir Falastin, “HTF” invertida). Muchas de las agrupaciones y personas
ligadas a la resistencia se vincularon en la Organización para la Liberación de Palestina
(OLP) cuya figura central fue el mencionado Arafat. La OLP implementó acciones
políticas y en especial en su origen, actividades militares.

En el período de nacimiento de Al Fatah, existieron otras corrientes políticas como


fueron el Baathismo (nacionalismo árabe similar al esquema iraquí y sirio); el
nacionalismo árabe clásico (en manos de presidente de Egipto Gamal Abdel Nasser); o
el comunismo o el islamismo (Qumsiyeh, 2007: 194).

y han llegado a declarar a la oposición a la guerra como traidores de la patria.” Entrevista de Patricia
Rivas, 11/02/09. Rebelión.org
222
“Se pudo leer recientemente en The New York Times que Israel ocupa el séptimo lugar entre los
Estados exportadores de armas. (…) Las manufacturas de armas constituyen el grupo predominante en la
industria israelí. La exportación de estas armas se hace hacia países que, en su mayoría, no pueden
comprar armas en Estados Unidos.” (Shahak, 2007: 45, 50)
223
“En total, entre 1922 y 1939 la población judía creció del 10 por ciento al 30 por ciento de Palestina
(450.000). La alarma árabe llevó al establecimiento del Alto Comité Árabe en abril de 1936, quien llamó
a una huelga general que debía durar hasta que la inmigración sionista y las compras de tierra fueran
detenidas y se dieran los pasos para establecer la independencia de Palestina. (…) Gran Bretaña respondió
enviando una comisión real en noviembre de 1936. (…) El Plan Peel avivó las llamas de la rebelión
árabe, y los británicos respondieron con masivas medidas represivas, lo que condujo a 5.000 muertos y
15.000 heridos, todas víctimas árabes en la rebelión de 1936-39, sobre una población de un millón de
árabes.” (Prior, 2005: 108)

253
La figura Yasser Arafat creció en popularidad tras los enfrentamientos armados contra
el ejército de Israel en la zona de Karameh224 en el año 1968. A partir de este año, la
resistencia palestina y la OLP prosperó en organización, consolidando el Consejo
Nacional Palestino con sede en el extranjero. Dicho Consejo incluyó en su estructura a
agrupaciones políticas,225 a organizaciones guerrilleras y a un gran frente de masas.
Luego de la Guerra de Yom Kipur entre Israel y Egipto de octubre de 1973, los Estados
árabes designaron a la: “Organización para la Liberación de Palestina (OLP) como la
única representante legítima del pueblo palestino, y el jefe de la OLP Yasser Arafat hizo
su primera visita a las naciones Unidas en noviembre de 1974” (Prior, 2005: 119).

Luego de la Intifada del año 1987, Arafat confirmó la aceptación de la OLP respecto a
la existencia de Israel y de una potencial negociación pacífica abandonando las acciones
de violencia y acordando acatar las Resoluciones de partición de la ONU. Durante los
años que van de la Intifada de 1987 a Oslo, se elaboraron negociaciones para alcanzar la
paz que incluyeron la organización de la Conferencia de Madrid de noviembre del año
1991, los Acuerdos de Oslo del año 1993 y los diálogos entre Rabin y Arafat en la Casa
Blanca del mes de septiembre, dieron a entender la posibilidad de la paz negociada. El
preámbulo del acuerdo de Oslo declaraba la disposición de ambas partes a:
Poner fin a décadas de confrontación y conflicto, reconocer sus derechos legítimos y
políticos mutuos, y esforzarse en vivir en pacífica coexistencia, y dignidad y seguridad
mutuas, y lograr un justo, duradero y global convenio de paz y una reconciliación
histórica a través del proceso político acordado. (Prior, 2005: 122)

El 20 de enero del año 1996, se convocaron las elecciones presidenciales y Arafah ganó
la elección con el 88 por ciento de los votos, y el partido Fatah obtuvo 50 de los 88

224
Rodolfo Walsh rescata las opiniones de dirigentes de Fatah que recuerdan la batalla de Karameh de la
siguiente forma: “Nos costó noventa muertos, que son muchos cuando solo teníamos quinientos hombres.
Pero Al Karameh cambió todo, fue un viraje decisivo. Les demostró a todos los árabes que ellos podían
derrotar al ejército israelí. (…) Hasta entonces Al Fatah era una organización estrictamente secreta, un
puñado de hombres.” (Walsh, 1998: 395).
225
En el período de origen de Al Fatah, surgieron otras agrupaciones políticas ligadas a la resistencia
palestina. Walsh se refiere a ellas de la siguiente manera: “En la OLP figuran, además de Fatah, el Frente
Popular dirigido por Zabache, el Frente Democrático de Hawathme (escisión del FP) y Saika,
organización adiestrada por los sirios. Después de Fatah, Saika es probablemente la de mayor capacidad
militar, y el FD, que se define como marxista leninista, la de mayor capacidad política, mientras que la
estrella de Habache, inclinado al ultraizquierdismo, parece declinar. Fuera de la OLP se encuentra todavía
el Comando General, escindido del FP y dirigido por Ahamad Jibril, que asaltó a la notoriedad a
comienzos de este año con la operación de Kyriat Shmonet. El Consejo nacional Palestino, CNP, la
organización más amplia de la Revolución, incluye no solo a las organizaciones guerrilleras, sino a los
frentes de masas, delegados de territorios ocupados y de la emigración y de grupos financieros y
religiosos.” (Walsh, 1998: 397)

254
asientos en el Consejo. Además, 16 miembros de Fatah opositores a la lista oficial de
Arafat, alcanzaron una banca (Prior, 2005: 124).

9. b. Agrupación Hamas

Hamas significa “Harakat al-Muqáwama al-Islamiya” o “Movimiento de Resistencia


Islámico” y es una agrupación política que nació en el contexto de la resistencia
palestina al ejército israelí en el año 1987. Desarrolla actividades sociales, culturales y
además, posee un brazo armado denominado Brigadas de Izzadine Al Qassam. A
diferencia de la OLP, Hamas postula la creación de un Estado con contenido religioso
islámico.226

En el año 2006 y por intermedio de la lista “Cambio y Reforma”, Hamas obtuvo el


triunfo electoral y accedió al gobierno de la Franja de Gaza. Su triunfo y entre otros
temas, se relacionó con la enorme cantidad de acciones de trabajo social y cultural
desarrolladas a nivel local, que le dieron representatividad entre el pueblo palestino. El
crecimiento de Hamas se relaciona además, con la pérdida de espacio político de la
OLP. Como mencionamos anteriormente, los Acuerdos de Oslo del año 1993 fueron
firmados por Arafat en el contexto posterior de la Guerra del Golfo del año 1991. El
contexto general para la región de Medio Oriente fue el de un mundo árabe debilitado y
dividido por la guerra. Algunos autores227 enmarcan la firma de los Acuerdos como
parte de la debilidad de la dirigencia de Palestina y sus aliados de la región tras la
guerra. A partir de aquí, las condiciones del Acuerdo fueron percibidas por sectores
políticos de Palestina como una entrega perniciosa para la emancipación del país. La
violencia creciente implementada con posterioridad al Acuerdo y a las elecciones
presidenciales del año 1996,228 abonaron las críticas a Arafat y a las negociaciones. La

226
En la región existen otras agrupaciones islámicas como Hezbolá en el Líbano.
227
Michael Prior establece que: “El Acuerdo, calificado por los palestinos disidentes como “catastrófico”
y una “rendición negociada”, reflejaba la asimetría de las partes negociadoras, con la OLP virtualmente
impotente políticamente y financieramente quebrada.” (Prior, 2005: 123)
228
“La euforia de las elecciones se rindió casi inmediatamente ante la violencia. Inmoladores suicidas en
un autobús en Jerusalén central (que dejaron un saldo de 24 muertos, incluyendo pasajeros palestinos, el
25 de febrero) y en otras partes trajeron horrores que podrían descarrilar el proceso de paz. Israel impuso
draconianos castigos colectivos en los Territorios Ocupados, esta vez apoyados por la policía palestina.”
(Prior, 2005: 124). Entre los críticos del Acuerdo se encontró Edward Said, intelectual y dirigente del
Consejo Nacional Palestino. Nasser Aruri se refiere a esta cuestión: “Cuando Arafat abandonó el
consenso palestino, y optó por el final abierto del Acuerdo de Oslo, Edward no pudo tolerar una nueva
caída en el registro de la escalada de concesiones palestinas. Su afilada crítica no se compadeció ni de
Arafat ni de sus asociados, a quienes él les llamó públicamente cómplices. (…) Poco después, las peores
sospechas de Edward fueron confirmadas. Oslo fue una sombrilla diplomática, una mera cobertura
diplomática para el expansionismo israelí adicionando más territorio bajo “condiciones pacíficas.”
(Nasser Aruri en Chedid, 2003: 25- 26)

255
pérdida de legitimidad de Al Fatah dio auspicio para el crecimiento político de la
agrupación Hamas.

10. Alternativas en el mediano y largo plazo

10. a. Propuesta de coexistencia en un Estado Israelí Palestino


La propuesta de creación de un Estado binacional tiene expresiones políticas e
intelectuales, tanto en Israel como en los países árabes229 y Palestina. Uno de sus más
importantes propulsores fue Yasser Arafat y las agrupaciones vinculadas a la OLP.
Fatah tiene entre sus bases programáticas originarias la fundación de un Estado laico
mixto con participación de judíos, cristianos y musulmanes. Virginia Tilley sostiene
esta posición ya que en sus palabras la solución de un solo Estado:

Resolvería todo el conflicto en un gesto magistral y es ya una realidad apremiante, que


absorbería a toda la población entre el Mediterráneo y el Jordán en un Estado unificado.
(…) La solución de un solo Estado no se puede descartar, por abrumadores que puedan
parecer esos obstáculos, porque no queda ninguna otra posibilidad. (Tilley, 2007: 17-
19)

Mazin Qumsiyeh también defiende la propuesta de un estado binacional ya que:


Una división en dos Estados viables -la palabra clave aquí es “viables”- se hace
imposible por la población ya mixta en cada parte del país y por la desigualdad de las
áreas asignadas a los dos Estados (78% al 22%). Canaán es en verdad un único país
compuesto por israelíes y palestinos para todos los fines prácticos. Un único Estado
pluralista y democrático de Palestina / Israel, o una única confederación conjunta con
Jordania / Israel / Palestina, son viables y razonables. (Qumsiyeh, 2007: 245)

En esta línea, entre la comunidad judía en Palestina existen propuestas de este tipo tal
cual plantea Nur Masalha ya que:
Es cierto que algunos grupos marginales tales como Brit Shalon (Pacto de paz), que
cesaron a comienzos de la década de 1930, y luego Ihund (Unión), organizado en 1942,
adoptaron una línea diferente. Esos grupos binacionalistas promovieron el modus
vivendi de un sistema binacional que diera espacio al nacionalismo palestino y
favoreciera un Estado binacional con igualdad política y civil para judíos y árabes. Pero
a pesar de la enorme estatura internacional y el prestigio de algunos de los adherentes al

229
En el año 1947 un conjunto de países árabes presentó a la ONU un proyecto para fundar un Estado
palestino federal e independiente, de funcionamiento democrático y con participación judía plena.
Finalmente, la presión de las potencias norteamericana y soviética, dio lugar a la sanción de la resolución
de la ONU Nº 181. (Qumsiyeh, 2007: 237-239)

256
binacionalismo -en especial Judah Magnes, Martín Buber y Hans Kohn- los grupos
prácticamente no tenían ninguna influencia ni en la política ni en la Yishuv en general.
(Masalha, 2008: 39)

10. b. Propuesta de la existencia de dos Estados independientes


La propuesta de un Estado binacional de la OLP tuvo como antecedente el plan original
de partición de la ONU. Tras la guerra con Israel del año 1973, Arafat aceptó negociar
un Acuerdo por intermedio de la participación en la mediación de Estados Unidos y
otros países árabes. En el año 1978, se firmaron los Acuerdos de paz de Camp David
entre Egipto e Israel, desarticulando al primero de su influencia en la zona arábiga y
Palestina perdió un importante soporte político para la implementación de su programa.
Luego de un largo proceso, la OLP reconoció la partición y propuso, entre otros
aspectos, fijar los territorios al esquema anterior al año 1967, en el cual se produjo un
importante avance sobre territorio palestino. La Ribera Occidental (incluida Jerusalén
oriental) y la Franja de Gaza, quedaban en soberanía del pueblo palestino. Los
asentamientos judíos serían retirados y se habilitaría la posibilidad de regreso a los
refugiados políticos. Se debería asegurar una distribución equitativa del agua para los
palestinos. El acuerdo contemplaría la firma de un pacto de buena vecindad. Muchas de
estas cuestiones fueron definidas con mayor rigurosidad en las propuestas de los años
2000 (Camp David) y de 2001 (Taba).

Virginia Tilley cuestiona el proyecto de creación de dos Estados ya que, en sus


palabras:

La solución de dos Estados es una trampa, incluso un fraude deliberado. (…) De hecho,
cuando examinamos la historia de los Acuerdos de Oslo y de la Hoja de Ruta, vemos
que Israel nunca suscribió verdaderamente una solución de dos Estados y que sólo
utilizó la imagen y el marco de aquellos acuerdos con el fin de consolidar garantías para
su anexión del territorio palestino. En consecuencia, durante los últimos quince años el
sediente proyecto de los dos Estados sólo ha favorecido un propósito oculto: que la
comunidad internacional apoyara, aunque fuera a regañadientes, la estrategia israelí de
establecer un batustan para los palestinos, sometiendo a la población de los Territorios
Ocupados a niveles sin precedentes de miseria y hundiendo sus instituciones en la peor
confusión. (…) Incluso si se declarara un Estado palestino es ese enclave despiezado,
sólo podría generar una continua inestabilidad. El Estaduelo palestino resultante
quedaría aislado físicamente de la economía israelí, sus principales ciudades estarían
separadas unas de otras y su gobierno sería incapaz de controlar los recursos hídricos

257
del territorio, de desarrollar su agricultura o de gestionar su comercio con los países
vecinos. (Tilley, 2007: 7-12)

10. c. Propuesta de un Estado de confesión judía sobre territorio palestino


Enfrentadas a la solución anterior, están aquellas organizaciones y personas que
plantean la supresión y negación, cultural y militar del oponente árabe (sionismo). Esta
corriente política establece que ceder en los reclamos palestinos de distinta índole, es
una muestra de debilidad política que desviaría la aplicación de los objetivos del
proyecto originario. Esta postura, tal como advertimos previamente, conduce a la
guerra y al exterminio étnico en Israel y la región, por una simple cuestión demográfica:
1.3 millones de palestinos viven en la actualidad en Israel (Qumsiyeh, 2007: 245).
Mazin Qumsiyeh identifica un conjunto de actores y de factores de poder que impiden
una solución pacífica al enfrentamiento. Entre ellos, menciona a la industria de armas y
en especial a las provenientes de Estados Unidos; a la industria petrolera y los intereses
en la región de Estados Unidos; a los “think tanks” y su estructura burocrática radicada,
mayoritariamente, en Estados Unidos; a los intereses personales de miembros del
sionismo; a fanáticos religiosos cristianos, judíos o musulmanes que por intermedio de
concepciones bíblicas impiden el diálogo y las negociaciones; a un conjunto de líderes
árabes que defienden sus gobiernos dictatoriales detrás del conflicto y que trafican
armas y petróleo; y a los representantes norteamericanos que movilizan recursos y
donaciones (Qumsiyeh, 2007: 250-251).

A este complejo panorama que hace dificultosa una salida pacífica al conflicto, Heinz
Dieterich agrega el interés actual de Israel de:

Quedarse con las tierras fértiles y el agua de Palestina; (…) convertir a los palestinos en
mano de obra barata de las empresas israelíes, tal como lo hizo la elite blanca de África
del Sur con la población africana; tener el control estratégico de toda la región
comprendida entre el mar Mediterráneo, a las Alturas del Golán, el Valle del Jordán y el
canal de Suez. ( Dieterich en Chedid, 2003: 202)

10. d. Propuesta de un Estado Palestino de confesión musulmán, recuperando


territorio ocupado por Israel
En una extrema síntesis, se puede relacionar dicha tesis con algunas propuestas de la
agrupación Hamas.

258
Conclusión
No es necesario adoptar ninguna posición radical o de pacifismo dogmático ni sostener
a priori que a toda violencia debe corresponderse con la no violencia para verificar que
nunca un conflicto fue solucionado definitivamente por la violencia, salvo que se
confunda la solución definitiva con la final (genocidio). (Zaffaroni, 2007: 17)

El estado actual del ataque de Israel sobre Gaza prolonga la inestabilidad de la región y
profundiza el conflicto hacia un terreno sin salida en el corto plazo, más allá del
derramamiento de sangre y como plantea Zaffaroni en el epígrafe, con la posibilidad del
genocidio. Ante este temible panorama, el primer damnificado es el pueblo árabe, dada
la supremacía militar de Israel que además, cuenta con el apoyo del imperio universal
de la guerra y de la muerte: Estado Unidos. Asimismo es innegable, que también el
pueblo judío es esclavo de un conflicto que lo condena a vivir al borde de la guerra y
que alimenta un sentimiento hostil a los israelíes en el resto del mundo.
En el actual espiral de violencia, el único beneficiado directo es el complejo industrial
militar y las corporaciones de las naciones imperialistas involucradas. Para el pueblo
judío y palestino el resultado es la muerte y la prolongación del odio y el resentimiento.
La guerra es un negocio que se cobra dólares, pero además vidas, pueblos y la
destrucción de ciudades, de culturas y de historia.
Ante este panorama, es innegable que se debe producir un cambio drástico en el
comportamiento y las pautas de los acuerdos, sin los cuales no hay paz posible tanto
para palestinos y judíos, como para la seguridad y sustentabilidad de la región.
Aplicar el proyecto de la creación de dos Estados dando cumplimiento a la Resolución
181 de la ONU es una posibilidad atendible. Ahora bien, esta posibilidad funcionaría en
tanto y en cuanto, ambos Estados respetasen la condición étnica y cultural diversa y
compleja de sus pueblos. La fundación de dos Estados separados si son “religiosos”
(islámicos o judíos) va a perpetuar la violencia y el exterminio étnico actual. Tanto un
potencial Estado de Palestina y otro de Israel, deberían respetar la libre elección
religiosa y étnica de sus miembros. Asimismo y tal cual plantea Virginia Tilley, no hay
solución si el esquema territorial de la separación deja como resultado un territorio
pequeño, fragmentado e inviable económica y socialmente para Palestina.
A partir de aquí, es que consideramos que tanto la propuesta mencionada como la de un
Estado único binacional implican, necesariamente y sin excepción, la convivencia
pacífica de culturas y etnias propias del suelo en el cual habitan diversos pueblos hace
siglos. Frente a este panorama histórico y en particular en relación a los actos de

259
terrorismo ejercidos por el Estado de Israel sobre Gaza, el conjunto de países del teatro
mundial debería pasar de las “palabras” a los hechos concretos, garantizando la
seguridad del pueblo árabe, haciendo cumplir las resoluciones de la ONU y certificando
el derecho palestino a una vida plena y armoniosa para todos los hombres y mujeres, no
importando su religión o nacionalidad.

260
¿De qué hablamos cuando nombramos la inseguridad?230

Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley
anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales o sacado de los
jueces designados por la ley antes del hecho de la causa. Siempre se aplicará, y aún con
efecto retroactivo, la ley penal permanente más favorable al imputado. (...) Nadie puede
ser obligado a declarar contra sí mismo ni arrestado sino en virtud de orden escrita de
autoridad competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos.
(...) Los jueces no podrán ampliar por analogía las incriminaciones legales ni interpretar
extensivamente la ley en contra del imputado. En caso de duda, deberá estarse siempre a
lo más favorable al procesado. Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por
causas políticas, toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles serán sanas y
limpias, y adecuadas para la reeducación social de los detenidos en ellas; y toda medida
que, a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que la seguridad
exija, hará responsable al juez o funcionario que la autorice. Todo habitante podrá
interponer por sí o por intermedio de sus parientes o amigos recurso de hábeas corpus
ante la autoridad judicial competente, para que se investiguen la causa y el
procedimiento de cualquier restricción o amenaza a la libertad de su persona. El tribunal
hará comparecer al recurrente, y comprobada en forma sumaria la violación, hará cesar
inmediatamente la restricción o la amenaza. (Artículo 29 de la Constitución Nacional
argentina de 1949)

Uno de los temas con mayor agenda en el debate político y mediático actual es el de la
denominada inseguridad. Tal como lo señala su nombre, se trataría de un estado de
ánimo y de una percepción que tienen los individuos sobre la potencial pérdida de
seguridad o el inminente y constante riesgo al cual estaríamos todos sometidos.
Atendiendo a la periodicidad de hechos delictivos en relación al total de los argentinos,
es innegable que la inseguridad como fenómeno nacional es ante todo un estado de
ánimo o una sensación que no se relaciona necesariamente a un suceso concreto o a un
delito específico. Asimismo, es bueno reconocer que la opinión pública o los estados de
ánimo colectivos se vinculan a las instituciones de formación de la cultura y en
particular, a la televisión y a los medios concentrados. Dicha mención no es un dato
menor ya que en este y otros casos, una problemática típica de los grandes núcleos
urbanos y en especial del Conurbano Bonaerense y de la Ciudad Autónoma de Buenos

230
Enero de 2010.

261
Aires, es exportada y presentada como agenda federal. Cuando planteamos la influencia
de la prensa en la formación de la opinión pública, debemos reconocer la importancia
que tienen las agendas mediáticas de alcance regional y trasnacional -particularmente la
norteamericana- que construyen y difunden modelos de inseguridad, de criminalidad y
de acción estatal para el conjunto de América latina.
En el presente trabajo no nos proponemos la realización de un estudio de la prensa, pero
consideramos importante discutir el tema a la luz de las opiniones y construcciones por
ella realizadas y en particular, atendiendo a la existencia de fuertes intereses del sistema
de medios puestos en la política y en la economía del país y de la región. La prensa en
tanto actor político, establece agendas y presiona para la formulación de políticas en
dichas áreas. En este sentido, interesarán ciertas opiniones vertidas sobre el tema por
dirigentes políticos y periodistas y no solamente aquellas vinculadas a especialistas o
teóricos. Nuestro objetivo es realizar un breve examen en torno al debate actual de la
inseguridad incluyendo una mirada que de cuenta de algunos aspectos que son
escasamente referenciados en las agendas. En esta línea, consideramos que la discusión
sobre el problema de la inseguridad debería partir de un acuerdo mínimo sobre cinco
variables elementales:
1. El tipo de legislación pertinente;
2. El funcionamiento del Sistema de Justicia;
3. El debate sobre la organización de los lugares de encierro tales como cárceles e
Institutos de Menores;
4. El modelo de Policía y de Fuerzas de Seguridad;
5. El tipo de prevención social y de acciones sobre el universo de la marginalidad.

Estas cinco variables generalmente no son tratadas o lo son de manera inconexa.


Nosotros las analizaremos, presentando dos modelos conceptuales sobre el tratamiento
del tema de la inseguridad. Posteriormente, realizaremos un sucinto análisis de un
conjunto de datos estadísticos que nos permitirán poner en debate el alcance y la
pertinencia de ambos modelos. Hacia el final, recapitularemos los alcances y los límites
que en nuestra opinión tienen ambos puntos de vista.

1. Dos modelos para el tratamiento de la inseguridad

Si se tiene en cuenta el tratamiento mediático y en especial, las opiniones de los


periodistas, los especialistas que acuden a los medios y los políticos en constante

262
campaña electoral, podemos observar que existen dos grandes modelos para discutir y
abordar el tema de la inseguridad:

Modelo Represivo: las personas que adhieren a este modelo se inscriben generalmente
en una ideología de derecha y entienden que los hechos delictivos y la inseguridad por
ellos generada, son el problema primordial de la Argentina. En lo concerniente a los
asuntos de legislación, su proyecto para erradicar la inseguridad hace hincapié en la
posibilidad de aumentar las penas, particularmente para los menores que delinquen o
que son en su opinión, “potenciales delincuentes.” Otra reforma promovida se vincula
con la modificación de la ley de contravenciones para dotar de mayores facultades a las
policías. No tienen una propuesta clara para el Sistema Judicial, pero pareciera
desprenderse de su punto de vista la idea de que los Jueces y Fiscales que denominan
“garantistas” promoverían la inseguridad. A partir de este supuesto, realizan un fuerte
cuestionamiento a aquellos magistrados que cumplen con lo que establece el Derecho en
temas como las excarcelaciones o la reducción de penas. No plantean un proyecto
concreto para las Cárceles o los Institutos de Menores y su argumento para justificar
dicha carencia, entre otras cuestiones, estaría dado por el necesario castigo que debería
recibir el delincuente al que habría que privar de cualquier “comodidad.” Uno de los
elementos centrales para el tratamiento de la seguridad se relaciona a la capacidad de
aumentar la discrecionalidad del accionar policial y las fuerzas de seguridad. El modelo
policial no se expresa claramente y generalmente, se mide su efectividad por la cantidad
de efectivos con presencia en la calle o por la aplicación de tecnologías para el control
como cámaras de televisión o los sistemas de información y registro en la vía pública.
Este modelo incluye la acción de los cuerpos armados nacionales (especialmente
Ejército y Gendarmería) para el tratamiento de los delitos comunes y para el
cumplimiento de la seguridad interna. La prevención social pasaría a un segundo plano
ante el supuesto de que los hechos delictuosos se generan, privilegiadamente, por una
desviación sicológica del delincuente. Dicha concepción habilita la construcción de la
figura del delincuente como un enemigo social que debe ser desprovisto de cualquier
derecho.231 En síntesis, se puede establecer que el Modelo Represivo consiste en
propiciar:

231
“La esencia del trato diferencial que se depara al enemigo consiste en que el derecho le niega su
condición de persona y sólo lo considera bajo el aspecto de ente peligroso o dañino. Por mucho que se
matice la idea, cuando se propone distinguir entre ciudadanos (personas) y enemigos (no personas), se
hace referencia a humanos que son privados de ciertos derechos individuales en razón de que se dejó de
considerarlos personas, y ésta es la primera incompatibilidad que presenta la aceptación del hostis en el
derecho con principio del Estado de derecho.” (Zaffaroni, 2007: 18)

263
- la promoción de nuevas modificaciones en las leyes, en especial en el universo de los
menores de 18 años.
- no tiene una propuesta concreta para es Sistema Judicial más allá del cuestionamiento
a los Jueces y Fiscales que denominan garantistas.
- no tiene una propuesta concreta para el Sistema Carcelario y para la “rehabilitación”
de los presos;
- se debe otorgar mayor poder a la policía y se incluye la posibilidad de implicar en el
tratamiento de la seguridad interna al Ejército y a la Gendarmería;
- no posee un plan concreto de acción social y de contención de poblaciones en riesgo.

Modelo Garantista: continuando con esquemas conceptuales, este modelo sería la


contracara del anterior. El término “garantista” refiere a la obligación por parte del
Estado de hacer cumplir para todos los ciudadanos los derechos introducidos en la
Constitución Nacional en su Primera Parte, Capítulo Primero, Declaraciones, derechos y
garantías. Los impulsores de estas concepciones consideran a la inseguridad un hecho
importante, pero ubicada en un segundo plano en relación a las agendas del empleo, la
educación o el trabajo. Piensan que las reformas de la legislación o los cambios en el
Código Procesal Penal no resuelven necesariamente el tema de la inseguridad. Incluso,
los consideran contraproducentes en ciertos casos -por tomar un ejemplo, cuando se
impulsa la baja de la imputabilidad a los menores de edad-.232 Invirtiendo el punto de
partida del Modelo Represivo, entre las propuestas de reforma normativa, se atiende la
posibilidad de proponer cambios contemplando por ejemplo, regímenes de
excarcelaciones. En dicha concepción, el aumento de penas generalmente se relaciona a
casos de homicidio o contra la integridad sexual. Este modelo remarca la importancia
de garantizar a los imputados el ejercicio pleno de sus derechos y es por eso, que se
cuestionan entre otros temas, la existencia en el Sistema Judicial de procesos sin
condena o las detenciones policiales injustificadas. Se discute la tendencia del Sistema
232
La posición de Raúl E. Zaffaroni es bien clara en este sentido: establece que hay que otorgar a los
menores el derecho a la defensa para limitar la potestad del Estado para su encierro arbitrario y con la
finalidad de facilitarles las mismas garantías de defensa que a los mayores. Asimismo, reconoce la
importancia de otorgar un régimen de procedimiento especial para las causas de menores, distanciándose
de la propuesta de “bajar la edad de imputabilidad” planteada en el Modelo Represivo. Citamos: “El juez
de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni volvió a hablar esta mañana de bajar la edad de imputabilidad a
los 14 años. El magistrado argumentó que con esta medida se le podría dar a los menores "las mismas
garantías" que a los mayores. "Nuestra legislación vigente está en contra de la Constitución. Con el
pretexto tutelar (a un menor) se lo puede internar al menor sin probarle nada", explicó Zaffaroni en
declaraciones al canal de cable Crónica. Por esta razón, el magistrado propuso "poner la situación acorde
a la Constitución". "Si un chico hizo algo, tratémoslo en un proceso penal", agregó. En este sentido,
consideró que "los menores de 14 años que están en institutos de menores están allí arbitrariamente" y
que "devolver al menor al proceso penal es darle las mismas garantías que tenemos nosotros". Diario
Clarín, Versión digital, 13-04-09.

264
Judicial y normativo a castigar, prioritariamente, los delitos ligados al problema social
del país (criminalización de la pobreza). Se revisan críticamente las violaciones a los
derechos humanos y las incapacidades de los sistemas de encierro para rehabilitar a los
detenidos. En relación a las Fuerzas de Seguridad, se reconoce su tendencia a los abusos
de poder y a la violación de las garantías y los derechos de los detenidos. En este marco,
cuando se planifica la organización de las fuerzas de seguridad, se establece la
necesidad de implementar controles. Esta interpretación refuerza la idea de que el
problema de la inseguridad debe ser atendido actuando sobre sus causas sociales.
Resumiendo el modelo podemos ver que:
-no se considera oportuno el aumento de penas en la legislación para atacar el problema
de la inseguridad;
-se cuestiona la incapacidad del Sistema Judicial para garantizar los derechos de los
procesados;
-se denuncian las violaciones a los derechos humanos y la incapacidad del Estado para
promover la reinserción de presos;
-se promueve la idea de que los sistemas de seguridad deben ser modernizados y
controlados en su tendencia a los abusos de poder;
-debe atenderse el origen de la delincuencia que es la desigualdad social y la
marginalidad.

2. Análisis estadístico de los hechos delictivos en Argentina

Tipo de delitos frecuentes y su desenvolviendo en la última década


Según datos del Sistema Nacional de Información Criminal,233 en el año 2007 se
produjeron 1.218.243 hechos delictivos,234 entre los cuales resaltan los 711.987 casos de
delitos contra la propiedad. Dicha cifra implica que sobre el total de hechos delictuosos
en el país en el año 2007, el 58 % de los casos fueron delitos contra la propiedad,
seguidos en un 23 % de delitos contra las personas. Dentro de los delitos contra la
propiedad, el 48,1 % fueron robos (excluyendo automotores y bancos) y un 32% hurtos
(excluidos automotores). La evolución anual tomando como referencia el año 1991,
muestra un ciclo ascendente de hechos delictivos claramente marcado teniendo un pico
en el año 2002. Desde el año 2003, se observa una leve tendencia a descender
paulatinamente hasta el 2007 en el cual culmina el estudio. Es interesante remarcar que
233
Dirección Nacional de Política Criminal. Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos.
234
Se establecen 5 tipos de delitos: 1- contra las personas; 2- contra la integridad sexual y el honor; 3-
contra la libertad; 4- contra la propiedad; 5- contra el Estado y la Comunidad.

265
la curva ascendente muestra un aumento mayor en términos proporcionales de los
delitos contra la propiedad, que aquellos realizados contra las personas. Estos últimos
tienen, en líneas generales, un leve ascenso durante todo el período (1991-2007). Entre
otras cuestiones y como punto de partida, lo que se puede deducir de las cifras es que
mayoritariamente los delitos se producen por acciones ligadas a la problemática social.

Las 5 variables de análisis y los datos estadísticos


a. Legislación
Las preguntas iniciales que podríamos hacernos frente a esta variable podrían ser: ¿las
reformas legales son en sí mismas una política contra la inseguridad? ¿Existe una
relación real entre reformas del Código Procesal y la baja de los hechos delictuosos?
¿Qué tipo de delitos y sobre qué universo de edad es prioritario legislar? Analizando las
campañas mediáticas y algunas figuras de la política, como por ejemplo el rol de
Francisco De Narváez en este debate, puede observarse que se hace hincapié en la
necesidad de modificar las leyes dando a entender que una alteración del Código Penal
sería un instrumento idóneo y eficaz de política de seguridad. Dicha noción se
corresponde con el Modelo Represivo y tiene entre sus antecesores las reformas del
Código Penal de la provincia de Buenos Aires impulsadas por el entonces gobernador
Carlos Ruckauf en el año 2000 y en la misma línea, aquellas implementadas luego del
secuestro y homicidio235 de Axel Blumberg en marzo de 2004.236 Sin desconocer la
importancia de discutir cuál es el modelo normativo necesario para el país, debemos
señalar que no siempre las propuestas de reforma de ley atacan al universo del problema
mayoritario y en particular, esto ocurre con la persistente promoción de reformas legales
sobre la imputabilidad de la juventud. Si se analiza la distribución de inculpados según
edad en delitos contra la propiedad se puede observar que el 25% de los casos de hurto
involucran a menores de 18 años y en los casos de robo es el 27%. El porcentaje más
alto de inculpados en hechos delictuosos se ubica en los mayores de edad. Al universo
de edad entre 18 y 21 años se le corresponden el 23% de los hurtos. El 52 % de los

235
Para el año 2007 se produjeron 6533 homicidios. El 58% de ellos son culposos en accidentes de
tránsito (3783), el 10% culposos por otros hechos (679) y un 32 % dolosos (2071). En los casos “dolosos”
se entiende que el criminal busca la muerte de la víctima.
236
Tras el asesinato de su hijo, Juan Carlos Blumberg, inició una carrera mediática y política para
“enfrentar la inseguridad.” Dicha acción incluyó la creación de una Fundación para la organización de
marchas y campañas para criticar las excarcelaciones, declarándose a favor de dotar de mayores libertades
accionar de la policía y cuestionando a funcionarios y jueces como León Arslanian, Eugenio Zaffaroni o
Carmen Argibay. Su accionar incluyó la promoción de reformas al Código Penal para endurecer las penas
y algunas de ellas fueron declaradas inconstitucionales por la justicia. En el año 2007, Blumberg fue
candidato a gobernador por la provincia de Buenos Aires llevando en la lista a presidente al derechista
Jorge Sobisch.

266
hurtos se produce en la franja de edad mayor a los 21 años. Para los robos, el 45% de
los casos es de individuos mayores a 21 años y el 28% se ubica entre 18 y 21 años. De
aquí que y pese a la insistencia mediática en la necesidad de aumentar las penas contra
menores como gran solución a la delincuencia, aproximadamente el 75% de los robos y
los hurtos cometidos en el año 2007 involucraron a mayores de 18 años. Si tomamos
como referencia los homicidios dolosos y la cruzamos con las edades, observamos que
los imputados en estas causas menores de 18 años alcanzan el 12 %. Frente a estas
cifras se deduce que dicha franja de edad y pese a la gran campaña mediática, no es
preponderante.
Se puede observar en la práctica y en especial en la provincia de Buenos Aires tras las
reformas normativas impulsadas por Carlos Ruckauf o tras el caso Blumberg, que
dichos cambios no han sido acompañados necesariamente por una disminución de los
hechos delictuosos. Dicho planteo entre otros temas, supone la existencia de una acción
racional de los individuos que se verían limitados en su maniobrar ante el temor de
acceder a la pena que establece la norma reformada. Asimismo, esta concepción supone
una capacidad de actuación y de actualización en la aplicación de normas por parte del
personal de la justicia y de los sistemas de seguridad. Ambos preceptos no se cumplen:
la delincuencia no se persuade ante el peligro de un aumento de la pena y difícilmente el
aparato judicial y policial puedan aplicar las constantes modificaciones de los códigos
de procedimiento penales y contravencionales. En este marco, consideramos que una
reforma de leyes no es una política en sí misma contra la inseguridad y que no existe
una relación directa y necesaria entre nuevos códigos procesales y reducción de hechos
delictuosos.

b. El funcionamiento del Sistema de Justicia


No es habitual encontrar propuestas concretas y menos aún integrales para mejorar el
funcionamiento del Sistema Judicial. Cuestión que se ve agravada cuando se identifican
algunos aspectos del sistema y no otros: por ejemplo, se cuestiona solamente la actitud
de un juez que absuelve a algún procesado, que aplica una libertad condicional, una
probation o una condena en suspenso. Los intelectuales y dirigentes que adhieren al
Modelo Represivo para efectuar estas controversias, sostienen reiteradamente que hay
que impedir el ejercicio del derecho al procesado para resguardar el de la sociedad.
Frente a estos discursos simplistas, la problemática sigue vigente sin responder, ¿cuáles
son los aciertos y los defectos del Sistema Judicial?, ¿qué reformas hacen falta para dar
celeridad a accionar del sistema?, ¿qué jueces necesita el país y cada región?

267
En nuestra opinión y tomando distancia del Modelo Represivo, uno de los rasgos
centrales a modificar por el sistema de justicia actual es su discrecionalidad para la
actuación en la ejecución de causas y en la resolución de las condenas. Según un censo
realizado por el Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena
(SNEEP)237 de la población detenida en prisiones, un 40% tiene condena y un amplio
espectro del 58 % solamente está procesado. Se puede inferir la dificultad del sistema
para juzgar a los procesados y la preocupante tendencia a procesar y encerrar individuos
sin condena por largos períodos de tiempo. En este aspecto, es innegable que hay
problemas de burocracia y marcadas incapacidades administrativas. Asimismo y detrás
de esta agravante violación de los derechos del procesado, se esconde una noción sobre
el tipo de sanción que reciben los hechos delictuosos. Eugenio Zaffaroni refiere a esta
concepción de la siguiente manera:
La característica más saliente del poder punitivo latinoamericano actual en su aspecto
prisionizante es que la gran mayoría -aproximadamente tres cuartas partes- de los presos
se hallan sometidos a medidas de contención porque son procesados y no condenados.
Desde el punto de vista formal, esto constituye una inversión del sistema penal, pero
desde la realidad percibida y descripta por la criminología, se trata de un poder punitivo
que desde hace muchas décadas ha preferido operar mediante la prisión preventiva o
medida de contención provisoria convertida en definitiva práctica. Dicho más
claramente casi todo el poder punitivo latinoamericano se ejerce en forma de medidas, o
sea que todo se ha convertido en privación de libertad sin sentencia firme y por
presunción de peligrosidad. La medida cautelar es pena cautelar. (Zaffaroni, 2007: 67-
68).

Esta práctica viola los derechos de los sujetos pero además, y como adelantó Zaffaroni
en la cita, implica una concepción específica del tratamiento de los hechos delictuosos
que es difundida por los impulsores del Modelo Represivo.
La medida cautelar implica el encierro y se puede aseverar que la actualidad de las
instituciones penales lejos de rehabilitar al procesado -y suponiendo que fuese
condenado- puede ser un factor de agudización de la reincidencia. Las deficiencias del
sistema de justicia además de ejercer una práctica de violación del derecho de las
personas, son un fenómeno perturbador del orden social y de las prácticas individuales y
lejos de prevenir los hechos delictuosos, profundizan su potencial ejecución y
perpetuación. La institucionalización de los sujetos en el sistema penitenciario actual

237
Dirección Nacional de Política Criminal. Subsecretaría de Política Criminal. Ministerio de Justicia,
Seguridad y Derechos Humanos.

268
lejos de ser un instrumento de rehabilitación, es un medio de castigo, de estigmatización
y de potencial tendencia al delito. Frente a este panorama no existe en el Modelo
Represivo una alternativa y un programa de acción conforme a resolver los procesos y
por el contrario, abundan declamaciones difamatorias contra figuras como la
excarcelación. Los promotores del Modelo Garantista, parecería, tampoco han
conseguido imponer una agenda de reformas en estas cuestiones que permita superar la
crítica para ingresar al campo de la acción.

c. La organización de los lugares de encierro tales como cárceles e Institutos de


Menores
Un tema de suma importancia tiene que ver con la posibilidad de avanzar en la
organización y puesta en práctica de un sistema institucional capacitado para acompañar
la reinserción y la socialización del detenido. Sobre el particular y en muchos casos, se
dice mucho y se hace poco. Esto se agrava con las concepciones del Modelo Represivo
que, siguiendo a Zafarroni, niegan cualquier derecho al imputado. En consecuencia,
valen los siguientes interrogantes: ¿cuál es el estado actual de la infraestructura de los
sistemas carcelarios en el país?, ¿cómo funciona su organización interna?, ¿qué
relaciones de poder y corrupción conforman los lugares de encierro?, ¿cuál es la
experiencia y cuál debería ser el modelo de las instituciones como los Patronatos de
Liberados?, ¿qué capacidades para acompañar la rehabilitación de los presos dispone el
sistema penitenciario argentino?
Según datos del SNEEP, la Argentina tiene en el año 2007, 52.457 personas en Prisión,
lo cual deja como saldo una tasa de 134,61 casos cada 100.000 habitantes. Haciendo
una comparación a nivel internacional, se puede observar que estamos por debajo de
Estados Unidos que en el año 2006 presentó 751 casos, de Chile que en el 2008 tenía
290, de Brasil con 220 en 2007 o de Uruguay con 193 en el 2006. Asimismo, se puede
percibir que la tasa de 134,61 casos cada 100.000 habitantes es superior a la India con
32 en el 2005, a Ecuador con 94 en 2006 o a China con 119 en 2005. La mayor cantidad
de población carcelaria se ubica en el servicio penitenciario de la provincia de Buenos
Aires que en el año 2007 tenía 23.336 casos y en el servicio penitenciario federal con
9.024 casos en el mismo año. Tomando como referencia la década que va de 1997 a
2007, se observa un proceso ascendente de población penitenciaria a nivel nacional
llegando hasta el año 2006 y 2007, donde la evolución tiene una tasa negativa
disminuyendo de 55.423 casos en 2005 a 52.457 en 2007.

269
Frente a este panorama y con el agravante de la existencia de procesados sin condena
mencionado anteriormente, debemos reconocer la importancia que para el debate de la
inseguridad debería ocupar la formulación de un sistema penitenciario capaz de
rehabilitar y reinsertar socialmente al detenido. La importancia de trabajar esta cuestión
adquiere mayor claridad si se tiene en cuenta la relación entre hechos delictuosos y
edades: según datos del censo penitenciario 2007 publicado por la SNEEP, el 43% de
los presos tienen entre 25 y 34 años, el 26% entre 18 y 24 años y el 18% entre 35 a 44
años. O sea, que el 69% de la población carcelaria tiene menos de 34 años y el 87%
menos de 44. La necesidad de avanzar en la implementación de medidas de reinserción
social se hace más evidente analizando el nivel de instrucción y las capacitaciones de la
población penitenciaria. Según el censo publicado por la SNEEP, el 23 % de los
detenidos encuestados tiene el primario incompleto, el 47 % el primario completo, el 14
% el secundario incompleto y un 6% no disponía de ninguna capacitación. O sea, se
deduce que de los detenidos, el 76 % no superó el nivel primario de instrucción. En el
momento de ingresar, el 55% de los detenidos no tenía ni profesión ni oficio. De nuestro
sistema penitenciario salen jóvenes estigmatizados por su situación de encierro, muchos
sin profesión y sin oficio alguno y con una perspectiva poco alentadora de reinserción
social.
En términos históricos, en nuestro país en el año 1952 el Segundo Plan Quinquenal
entre sus objetivos para el sistema carcelario, estableció algunos aspectos que siguen
teniendo una importante vigencia en la actualidad:
CAPITULO XXIX - LEGISLACIÓN GENERAL.
OBJETIVOS GENERALES
XXIX.G.7. Régimen carcelario. Tendrá como objetivo general procurar de manera
preeminente y efectiva la reeducación y adaptación social del delincuente.
OBJETIVOS ESPECIALES
XXIX. E. 15. Ejecución de Sanciones penales. Una legislación adecuada asegurará en
todo el país la aplicación de un régimen uniforme para el tratamiento de los
delincuentes.
XXIX. E. 16 Patronato de recluidos y liberados. Una ley de patronato de recluidos y
liberados asegurará la asistencia a los penados y a sus familias durante la internación y
al egreso de los establecimientos penales.
XXIX. E. 17. Registro de reincidencia y estadística criminal. Se dará al Registro de
Reincidencia amplias facultades para requerir las informaciones de carácter estadístico,
no sólo con el objeto de conocer el número de hechos delictivos, sino también los
factores crimógenos de orden social e individual que influyen en su comisión.

270
XXIX. E.18. Régimen de trabajo en cárceles. Se implantará en las cárceles un régimen
de trabajo complementado con la educación de los penados y el ejercicio de actividades
físicas, mediante la creación de institutos de trabajo, centros de instrucción y
habilitación de campos de deporte.
XXIX. E. 19. Desocupados voluntarios y maleantes. La legislación facultará al Estado
para aplicar a los desocupados voluntarios y maleantes las medidas de seguridad social
que tengan a la vez por finalidad reeducarlos y restituirlos a la sociedad como hombres
útiles. (Segundo Plan Quinquenal, 1954: 331-337)

d. El modelo de policía y de fuerzas de seguridad


No es habitual pasar del discurso a la acción en la organización de las policías y los
sistemas de seguridad e inteligencia del Estado. Esta falta de opciones concretas
coexiste con la conformación de sistemas alternativos de seguridad: la tendencia en los
sectores medios altos es a privatizar la seguridad en experiencias como los barrios
privados o la seguridad privada. Algunas gestiones como la de León Arslanian en la
provincia de Buenos Aires, pusieron sobre la mesa de discusión cuestiones sobre los
tipos de organización burocrática de la policía impulsando acciones como el 911, la
formación con convenios con universidades para la formación de los aspirantes o la
creación de una nueva policía. Dicha intervención entre otras cuestiones, dejó
evidenciado que discutir los sistemas de seguridad implica interponerse sobre una red
de entramados de poder político y económico muy fuertes. A partir de aquí,
consideramos que cualquier intervención en estas áreas debe ser global y no solamente
atacar una agenda de capacitación del personal, de equipamiento o de logística. Algunas
de las preguntas para las cuales no hay una respuesta simple podrían ser: ¿qué policía
nacional le hace falta al país?, ¿qué policía demanda cada una de las fuerzas
provinciales?, ¿cuál sería la política de infraestructura edilicia y de equipamiento
necesaria?, ¿cuáles son los procedimientos con los que debe operar el sistema? A partir
de aquí, el paso siguiente es delinear un modelo a seguir y definir: ¿qué factores de
poder se enfrentan?, ¿qué corporaciones políticas y económicas hay que poner en
discusión? El planteo de dar mayores facultades a la policía o poner “mano dura”,
promovido por figuras como Aldo Rico durante su gestión como Ministro de Seguridad
de la provincia de Buenos Aires durante la gobernación de Carlos Ruckauf, o las
reformas recientemente promovidas por Daniel Scioli, se corresponden al Modelo
Represivo y en nuestra opinión, son una supuesta solución simplista y conducente al
fracaso. Es oportuno mencionar que las gestiones de Aldo Rico o las acciones

271
promovidas por Ruckauf no han demostrado empíricamente avance alguno en la
disminución de los hechos delictivos.
Un conjunto de personalidades de los ámbitos políticos y sociales firmó recientemente
un “Acuerdo para la Seguridad Democrática”, en el cual se propone avanzar en una
visión integral sobre el abordaje de la seguridad. Dicho documento se inscribe en el
Modelo Garantista y en lo concerniente a las bases para una nueva gestión de la policía
se establece que:
La historia reciente demuestra que la delegación de esta responsabilidad permitió la
conformación de “estados mayores policiales”, autónomos, que han organizado vastas redes
de corrupción, llegando a amenazar incluso la gobernabilidad democrática. Los
lineamientos básicos para una modernización y gestión democrática de las instituciones de
seguridad son: la integración de las labores policiales de seguridad preventiva e
investigación del delito; la descentralización institucional de la organización policial a nivel
distrital y comunal; la integración de la policía con la comunidad y los gobiernos locales en
la prevención social de violencia y delito; el control interno de carácter civil y control
externo del desempeño y de la legalidad; el sistema de formación y capacitación policial no
militarizado y anclado en valores democráticos; el régimen profesional basado en el
escalafón único y las especialidades policiales.”238

El desafío de organizar una policía debe partir de identificar la especificidad de los


problemas que se quiere atacar. La opinión mediática más difundida, hace hincapié en el
tratamiento de los delitos vinculados a la estigmatización de la pobreza o de la juventud.
Frente a dichas campañas de prensa y las políticas electorales que desvían la vista el
problema de fondo, sigue en pie en el país la necesidad de organizar la fuerza pública
para enfrentar el crimen organizado, expresado y por ejemplo, en el tráfico de
estupefacientes239, la trata de blancas o la compra y venta de autos robados.

e. El tipo de prevención social y de acciones sobre el universo de la marginalidad


Los datos del censo publicado por el SNEEP muestran que al momento de ingresar al
sistema carcelario, el 46 % de las personas estaban desempleadas y el 34 % eran
trabajadores a tiempo parcial y cuestión que ya mencionamos, el 55 % de los detenidos

238
Extraído de www.cels.org.ar. En línea.
239
Actualmente, se está discutiendo en la argentina una propuesta de reforma de la legislación vinculada
al consumo y tráfico de drogas. Los promotores del Modelo Garantista hacen hincapié en la necesidad de
perseguir al narcotraficante, despenalizando la tenencia y el consumo personal al que se lo considera
inscripto en el artículo 19 de la Constitución Nacional (acciones privadas de los hombres). En lugar de la
pena al consumidor, se le ofrecería desde el Estado un tratamiento médico o un programa de prevención.
La fuerza pública se abocaría a la persecución de las redes de narcotraficantes.

272
no tenía profesión u oficio. O sea, que el 80 % de la población carcelaria no tenía
estabilidad laboral cuando ingresó a la cárcel y además en su mayoría, no poseía un
oficio o una profesión. Si a estos datos le añadimos que gran parte de los hechos
delictuosos fueron realizados contra la propiedad, podemos ir situando la problemática
de la inseguridad en su estrecha relación con la marginalidad.
Sobre el tratamiento de esta cuestión hay varios discursos. El Modelo Represivo se
identifica por su tendencia a implementar programas punitivos sobre los “potenciales
delincuentes.” El mecanismo se organiza en torno de una construcción estereotípica del
hipotético delincuente sobre el que se ejerce una acción punitiva que generalmente, no
respeta los procesos y las garantías del inculpado. Para comprender el proceso debemos
mencionar además, las políticas y acciones sobre los grupos marginales y de bajos
recursos que se ejercen sin referencia directa al tema penal. Un caso típico de dichas
prácticas la realizó Mauricio Macri durante 2008 y 2009 en la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, que para el tratamiento de las situaciones de marginalidad desarrolló la
Unidad de Control del Espacio Público (UCEP) 240, como un organismo de represión e
implementación violenta de desalojos de viviendas y de espacios públicos. Frente a los
problemas de la marginalidad social que generan condiciones de vulnerabilidad
permeables para los hechos delictuosos, el Modelo Represivo promueve las detenciones
ilegales y preventivas o el entrecruzamiento en las carteras sociales con las fuerzas de
seguridad. Un caso ejemplificador de dichas concepciones lo estableció recientemente
Eduardo Duhalde, quien recomendó que para prevenir que los jóvenes delincan, habría
que internarlos en los cuarteles.241
Frente a este panorama y atendiendo a la estrecha relación existente entre los problemas
sociales, la desigualdad y el delito, es innegable que las cuestiones de las políticas
económicas ocupan un lugar importante: sin un proyecto nacional que genere empleo,
igualdad social y condiciones dignas de vida para la mayoría, lo lógico es continuar con
altas tasas de hechos delictuosos. La política económica en el mediano y largo plazo
debe ser acompañada con acciones sobre las poblaciones de riesgo en el corto plazo. La

240
“La diputada porteña Parada amplió su denuncia original contra la UCEP a principios de marzo y
señaló en ella que su accionar “pone en evidencia que este decreto (por el 1232) habilita a un
funcionamiento irregular de una ‘fuerza de tareas’ que de modo deliberado actúa en la ciudad de Buenos
Aires con funciones ilimitadas conculcando derechos constitucionales de la ciudadanía. Asimismo,
cuestiona la legitimidad del decreto ya que “como el ladrón de joyas que de un collar día a día sustrae una
perla del mismo, el decreto 1232/08 habilita la posibilidad de provocar todos los días hechos delictivos,
donde las libertades de los ciudadanos y habitantes de la ciudad de Buenos Aires se ven ampliamente
cercenadas.” Página/ 12, Edición Digital. 12/04/09
241
“Propuso resolver la inseguridad usando “los cuarteles vacíos” para “recuperar a los jóvenes que
delinquen.” Página/ 12, Edición Digital, 26/12/09

273
reciente sanción del Subsidio Universal por Hijo es un importante paso en este camino,
pero sin otras acciones paralelas es ineficaz.
Para implementar programas de acción social y de prevención del delito no
consideramos oportuno involucrar las fuerzas represivas como el Ejército o sus
cuarteles. Por el contrario, creemos que deben ser ámbitos como las escuelas, el espacio
público y las organizaciones libres del pueblo (clubes, Asociaciones Vecinales,
organizaciones sociales y culturales) los canales para la aplicación de acciones y de
programas sociales y culturales. La escuela pública cuenta con la ventaja de tener una
estructura institucional, edilicia y de recursos humanos de carácter federal que es capaz
de ser utilizada en una campaña nacional de integración educativa, cultural y social de
la juventud. Si en el país no se avanza en la recuperación del nivel de la escuela pública
se está generando una traba importante a la emancipación de nuestra juventud en
situaciones de marginalidad. Las organizaciones libres del pueblo son poseedoras de un
conocimiento de los temas locales y disponen de un capital social capaz de ser
motorizado y acompañado por el Estado para la ejecución de acciones y de proyectos.

3. A modo de cierre

Los problemas de la inseguridad se ligan estrechamente a la crisis general de las últimas


tres décadas y debe quedar en claro que sin un proyecto nacional con distribución del
ingreso, con trabajo y con inclusión social, no hay posibilidad alguna de garantizar la
paz social. La sociedad engendra pobreza y desigualdad que produce violencia e
inseguridad. El paso seguido por el Estado es encerrar y castigar en sistemas
penitenciarios inhumanos al subproducto por él generado en un espiral que, analizando
la historia reciente del país, no tiene solución en el marco del mero reformismo penal.
Como pudimos observar, el fenómeno de la inseguridad tiene realidades diferentes a lo
largo del país y adquiere mayor dimensión estadística en los grandes centros urbanos y
en especial, en la provincia de Buenos Aires y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Dicha particularidad es amplificada por la prensa concentrada que federaliza los sucesos
en el marco de una estrategia política y electoral de algunos candidatos. Dentro de la
prensa oligopólica, la posición mayoritaria difunde las alternativas para el tratamiento
de la inseguridad del Modelo Represivo, que están centradas en las modificaciones y en
el endurecimiento de los códigos procesales contra los menores, en el cuestionamiento
al sistema judicial garantista para el imputado y en la promoción del otorgamiento de
mayores facultades para la policía. El Modelo Represivo otorga escasa importancia

274
relativa a la necesidad de combatir el crimen organizado, en relación a los delitos
menores vinculados al problema social. La juventud pobre pasa a ser su objetivo
punitivo y en menor medida, se introduce un debate serio sobre las grandes redes de
poder que organizan el crimen a gran escala. Frente a estas propuestas, el Modelo
Garantista hace hincapié en la necesidad de atacar las causas sociales de la inseguridad,
en la importancia de respetar el marco del derecho de los procesados y en la centralidad
de implementar sistemas de resocialización de imputados.
Más allá del punto de vista desde el cual nos posicionemos, es evidente que sigue
vigente un gran debate nacional que impulse las consecuentes acciones para disponer de
una legislación pertinente que no responda simplemente a las presiones políticas y
mediáticas de coyuntura. Hace falta un Sistema de Justicia que de por tierra con el
preocupante fenómeno de que casi un 60 % de imputados no tiene condena. El
funcionamiento de los lugares de encierro, en general, en vez de rehabilitar al detenido
sigue reproduciendo las desigualdades sociales. No existe en el país un debate serio y
profundo sobre cuál es el modelo de policía para la Argentina y mientras tanto,
seguimos encorsetados de agendas cortoplacistas de “mano dura” o de reformas de
códigos que no van al corazón del asunto.

275
60 años de la Constitución Argentina del año 1949242

En el año 2009 se cumplen sesenta años de la sanción de la Constitución Argentina de


1949. Dicho texto fue producto de la soberanía popular que, primero y por intermedio
del ejercicio de las facultades del Congreso de la Nación, declaró la necesidad de la
reforma constitucional; posteriormente, el pueblo eligió a los constituyentes y
finalmente, a través de la ratificación plebiscitaria, institucionalizó el programa de la
revolución peronista. El texto tradujo en el ordenamiento institucional del país los
anhelos de las organizaciones libres del pueblo, que fueron silenciados y perseguidos
por décadas desde la batalla de Caseros que derrocó a Juan Manuel de Rosas. La línea
política, cultural y social del nacionalismo popular inaugurada por San Martín, Rosas y
los caudillos federales, encontró en Hipólito Yrigoyen primero y en Juan Perón después,
su continuación y expresión programática y política. La Constitución del año 1949 es la
expresión concreta en el siglo XX de dicho desenvolvimiento histórico y cultural.
Arturo E. Sampay define el término Constitución como:
Una estructura de leyes fundamentales que cimenta la organización política del Estado,
fijando sus fines y enunciando los medios adecuados para conseguirlos, y que establece,
además, la manera de distribuir el poder político y elegir los hombres que lo ejercen.
Dicho con otras palabras, la Constitución es el orden creado para asegurar el fin
perseguido por una comunidad política, y la que instituye y demanda la órbita de las
diversas magistraturas gubernativas. (Sampay, 1949 en Unamuno y Bortnik, 1986: 54)

La Constitución establece derechos y fija deberes de los hombres y colectivos sociales


de una nación.
El texto constitucional además, continuando con la interpretación de Sampay, se divide
en una dimensión expositiva que define el esquema gubernativo y de distribución
concreta del poder entre los miembros de un territorio (parte Orgánica); y otra
dimensión que establece los fines de la nación (parte Dogmática).
La parte “Dogmatica” de la Constitución peronista puede ser resumida a través de la
mención de un fragmento del preámbulo del texto del año 1949, que establece entre los
fines del Estado: “La irrevocable decisión de constituir una Nación socialmente justa,
económicamente libre y políticamente soberana.”
Mencionados de manera resumida los fines de la Constitución, es importante aludir a la
parte Orgánica del texto que nos permite dar cuenta de cuáles fueron los medios

242
Enero de 2009.

276
concretos que desarrolló el gobierno para alcanzar los objetivos de la revolución.
Previamente, consideramos oportuno traer a consideración otro concepto de Sampay,
quien al analizar la Carta Magna, una distinción entre la “Constitución escrita”, la
“Constitución Real” y la “Constitución Justa.” La primera, establece: “en un acta
legislativa solemne, las instituciones destinadas a que perdure y se desenvuelva la
Constitución real.” Para saber cual es la “Constitución Real:” “corresponde averiguar,
en primera instancia, qué sector social predomina en la actualidad y con que finalidad lo
hace, y en segundo lugar, qué sector social lucha por conseguir el predominio y qué
ideal e inclinación vital los lleva a buscarlo.” El autor además y como adelantamos,
introduce la noción de “Constitución Justa” entendida como:
La institucionalización del predominio del sector de la población históricamente
eficiente para ordenar la actividad social y los recursos sociales con vistas a lograr que
todos y cada uno de los miembros de la comunidad tengan lo necesario para
desarrollarse plena e integralmente. (Sampay, 1974: 102-103)

En el marco de ascenso del peronismo, la Constitución Escrita era la del año 1853, con
las modificaciones posteriores a la Batalla de Pavón promovidas por la escuela del
liberal y porteño Bartolomé Mitre. El esquema institucional del país de la oligarquía
colisionó profundamente con los actores revolucionarios en ascenso que y siguiendo a
Sampay, definen la “Constitución Real”: los trabajadores, los industriales y la dirigencia
con vocación de desarrollo nacional independiente.243 Por ejemplo, los políticos de la
oligarquía y el capital extranjero acusaban de “inconstitucional”244 los aumentos
salariales y a la intervención del Estado en la explotación de Yacimientos Petrolíferos
Fiscales (YPF). Para superar el subdesarrollo del país, la revolución en el año 1949
implementó una nueva institucionalidad, que a diferencia de la de 1853, fue una
“Constitución Justa” ya que generó las condiciones para el desarrollo pleno del conjunto
de la Comunidad Nacional.

243
El proceso de ascenso de una fuerza social y siguiendo a Perón, atravesó cuatro momentos: una etapa
organizativa y doctrinaria de imposición cultural del proyecto; un segundo momento de toma del poder
político (golpe de 1943, centralización de la CGT, formación del Partido Laborista y finalmente del
Partido Único Justicialista); un tercer momento que denomina como etapa dogmática de implementación
de medidas de gobierno (Secretaría de Trabajo y Previsión primero y luego desde 1946 en la totalidad del
Estado); finalmente, la cuarta etapa es la institucional en donde la revolución se hace Constitución y el
Estado consolida la nacionalidad. (Perón,1968)
244
Con una reforma constitucional las revoluciones buscan bloquear la acción del capital extranjero y la
oligarquía que actúan a través de sus operadores insertos en el aparato judicial.

277
Parte “Orgánica” de la Constitución de 1949

Para resumir este apartado vamos a identificar cuatro aspectos principales del nuevo
sistema institucional que introdujo el texto del año 1949: nuevo concepto del Estado;
nuevo concepto de la Democracia; nuevo concepto de la Propiedad y nuevo concepto de
la Soberanía.

1. Nuevo Concepto de Estado


Se superó la noción de Estado Liberal “gendarme” y se institucionalizó el modelo de
Estado Interventor y empresario. Con este objetivo, el Artículo 40 permitió al Estado:
- monopolizar algunas áreas de la economía;
- monopolizar el control de los Servicios Públicos que no podían ser privados;
- monopolizar la tenencia y explotación de los recursos naturales definidos como
“inalienables e imprescriptibles de la nación.”

2. Nuevo Concepto de Democracia


Se superó la noción de democracia liberal que define al sujeto como “ciudadano” que a
través del voto simplemente tiene derecho a que el Estado, supuestamente, proteja la
propiedad privada o su desenvolvimiento en el mercado (sobre el particular, se
introduce el apartado Capítulo II, “Deberes, derechos y garantías de la libertad
personal”). Las garantías individuales además, fueron ampliadas y por ejemplo, se
introdujo la figura de Habeas Corpus y la noción garantista del derecho penal (Artículo
29). En el lugar del derecho liberal clásico se institucionalizó la noción de “derecho
social” a través del Capítulo III, “Derechos del trabajador, la familia, la ancianidad y de
la educación y la cultura.”

3. Nuevo Concepto de Propiedad


La noción de la propiedad privada del liberalismo fue remplazada por la idea de que la
“propiedad privada tiene una función social.” El Artículo 39 estableció que: “El capital
debe estar al servicio de la economía nacional y tener como principal objeto el bienestar
social.” Para cumplir con esta noción y por ejemplo, el Artículo 38 estableció las figuras
de la “expropiación” con fines de utilidad pública y otorgó al Estado la facultad para
fiscalizar la distribución y la utilización del campo.

4. Nuevo concepto de Soberanía

278
A diferencia del liberalismo que enajena el patrimonio económico y espiritual del país
en nombre de la supuesta “neutralidad valorativa,” la Constitución relacionó
directamente el tipo de “administración del patrimonio” de los argentinos a un problema
de soberanía nacional. Con este fin, estableció como fines del Estado la defensa de
patrimonio:
- Económico: por ejemplo, el ya mencionado Artículo 40;
- Social: por ejemplo, el Capítulo III o el Artículo 39 indicados; asimismo, se puede
señalar la mención al fomento de la pequeña propiedad agrícola y la extinción del
latifundio que hace la Constitución (Artículo 68, inciso 16);
- Cultural: por ejemplo, el Artículo 37 inciso IV, 7 estableció que:
Las riquezas artísticas e históricas, así como el paisaje natural cualquiera que sea su
propietario, forman parte del patrimonio cultural de la Nación y estarán bajo la tutela
del Estado, que puede decretar las expropiaciones necesarias para su defensa y prohibir
la exportación o enajenación de los tesoros artísticos. El Estado organizará un registro
de la riqueza artística e histórica que asegure su custodia y atienda a su conservación.
- Político: la “independencia económica y la soberanía política” son objetivos del
Estado que están mencionados en el texto. Tanto en su parte Dogmática como Orgánica.

La revolución nacionalista pacífica que dio espacio a la Constitución del año 1949, fue
derrotada por la violencia cívico militar del golpe del año 1955. Este programa y sus
detractores, pusieron al país al borde de la guerra civil y a través de casi veinte años de
proscripciones y violaciones al derecho, prepararon e implementaron la dictadura de
1976. La Constitución tras el golpe del año 1955 fue derogada por decisión del Poder
Ejecutivo Nacional, cuestión inconstitucional, ilegal y profundamente ilegítima. La
dictadura del año 1976 y las posteriores políticas económicas del neoliberalismo,
plantearon entre sus fines la dependencia económica, la entrega de soberanía a los
organismos de crédito y a las empresas del extranjero y la profunda desigualdad social
en la cual estamos inmersos. Con este fin, las constituciones y los gobiernos posteriores,
nos legaron un Estado que en su funcionamiento retrocedió al modelo del liberalismo
del siglo XIX. Nos dejaron una democracia que coexistió con una profunda desigualdad
y que lejos de garantizar un Estado de derecho social, profundizó su opuesto. El modelo
de propiedad poco y nada tiene de función social, y por el contario, se produjo un efecto
de centralización, extranjerización y de deterioro del aparto productivo y de fuga de los
recursos naturales del país. Asimismo, la idea de soberanía nacional fue remplazada por

279
los conceptos de los “técnicos” del liberalismo enajenando las decisiones del país y
depositándolas en el extranjero y los grupos económicos.
Desde el año 2001 y subsiguientes, el país inició un proceso de cuestionamiento de
muchos postulados del programa neoliberal. En este cuadro, se produjeron importante
avances, que al día de la fecha y lamentablemente, aún nos dejan a medio camino entre
el proyecto de país del liberalismo y el de la nación soberana, libre y solidaria, que
institucionalizó la Constitución del año 1949.

280
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http://www.palestina.int.ar/Palestina/5000historia.pdf. En línea: 2010.

Portales periodísticos
www.abn.info.ve.
www.prensamercosur.com.ar
www.cepal.org
www.alianzabolivariana.org
www.cepal.org
Diario Clarín
Diario Página/12

Normas citadas

Constitución de Cuba
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
Constitución Argentina del año 1949
Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia
Constituciones de Bolivia de los años1826, 1938 y proyecto del año 2007

Portales oficiales
www.embajadadebolivia.com.ar
www.presidencia.gov.ec
www.mercosur.org.uy

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www.palestina.int.ar
www.casarosada.gov.ar.
www.vicepresidencia.gob.bo.
www.gobiernoenlinea.ve
www.mercosur.org.uy
www.mercosur-social.org
www.jus.gov.ar.

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