Ludo Tera Pia
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TESIS DE GRADO
LA LUDOTERAPIA COMO TÉCNICA DE INTERVENCIÓN
PARA REDUCIR LAS MANIFESTACIONES DE ANSIEDAD EN
PACIENTES DE LA UNIDAD DE ONCOHEMATOLOGÍA DEL
HOSPITAL DEL NIÑO DR. OVIDIO ALIAGA URÍA
POR: DORIS ALEXANDRA VARGAS MEDINA
TUTOR: Ph.D. SISSI GRYZBOWSKI GAINZA
LA PAZ-BOLIVIA
AGOSTO, 2019
RESÚMEN
A todos los niños y niñas hospitalizados, a los que no pudieron vencer la lucha contra el
cáncer de la Unidad de Oncohematología del Hospital del Niño Dr. Ovidio Aliaga Uría, que
fueron parte muy importante en esta investigación y que continúan luchando día a día por
enfrentar la enfermedad con una sonrisa. A los profesionales en salud de la Unidad de
Oncohematología del Hospital del Niño Dr. Ovidio Aliaga Uría, los cuales tienen la noble
labor de salvar la vida de los pacientes.
AGRADECIMIENTOS
INDICE
INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................6
Capítulo I ...........................................................................................................................................7
PROBLEMA Y OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN ......................................................................7
I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ...............................................................................7
II. PREGUNTA CENTRAL DE LA INVESTIGACIÓN ...........................................................9
2.1. PREGUNTAS SECUNDARIAS ....................................................................................9
III. OBJETIVOS ....................................................................................................................10
3.1. OBJETIVO GENERAL ...............................................................................................10
3.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS .......................................................................................10
IV. HIPÓTESIS ......................................................................................................................10
V. JUSTIFICACIÓN.................................................................................................................11
Capítulo II. .......................................................................................................................................13
MARCO TEÓRICO .........................................................................................................................13
2.1. PSICOLOGÍA DE ENLACE .......................................................................................13
2.1.1. PSICOONCOLOGÍA ...............................................................................................13
2.1.2. ONCOLOGÍA PEDIÁTRICA ..................................................................................14
2.2. PACIENTES ONCOLÓGICOS ...................................................................................15
2.2.1. TIPOS DE CANCER ...............................................................................................16
2.2.2. TRATAMIENTO Y SECUELAS DEL CÁNCER INFANTIL ................................16
2.2.3. IMPACTO DEL CÁNCER EN EL NIÑO................................................................17
2.2.4. IMPACTO DEL CÁNCER EN LA FAMILIA.........................................................17
2.3. ANSIEDAD .................................................................................................................18
2.3.1. ANSIEDAD Y CANCER .........................................................................................18
2.3.2. TRASTORNOS DE ANSIEDAD ............................................................................19
2.3.2.1. CLASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD ...........................20
2.3.3. ANSIEDAD EN NIÑOS ..........................................................................................30
2.3.3.1. MANIFESTACIONES SINTOMATOLÓGICAS ................................................32
2.3.4. EVALUACIÓN DE LA ANSIEDAD ......................................................................33
2.4. EL PROCESO PSICOLÓGICO EN EL PACIENTE ONCOLÓGICO ........................33
2.4.1. FACTORES PSICOLOGICOS DEL NIÑO CON CANCER ...................................33
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
2
INDICE DE TABLAS
Tabla 1. Resultados totales de la muestra con relación a sexo ........................................................107
Tabla 2. Resultados totales de la muestra en relación a Edad .........................................................108
Tabla 3. Resultados totales de la muestra con relación a diagnóstico médico ................................109
Tabla 4. Resultados totales de la escala de ansiedad infantil de Spence antes de la aplicación del
programa de ludoterapia .................................................................................................................111
Tabla 5. Resultados por sub-escalas de ansiedad infantil de Spence antes de la aplicación del
programa de ludoterapia .................................................................................................................112
Tabla 6. Resultados de la escala de ansiedad infantil de Spence (SACS) después de aplicar el
programa de ludoterapia .................................................................................................................114
Tabla 7. Resultados por sub-escalas de ansiedad infantil de Spence después de la aplicación del
programa de ludoterapia .................................................................................................................115
Tabla 8. Resultados del Cuestionario de Modos de Afrontamiento del Stress (COPE) a padres y
madres de los pacientes hospitalizados en la Unidad de Oncohematología del Hospital del Niño .117
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
6
INDICE DE GRAFICOS
Gráfico 1. Análisis total de la muestra en porcentaje con relación a sexo ......................................107
Gráfico 2. Análisis total de la muestra en porcentaje con relación a edad ......................................109
Gráfico 3. Análisis total de la muestra en porcentaje con relación a diagnóstico médico ...............110
Gráfico 4. escala de ansiedad infantil de Spence ............................................................................112
Gráfico 5. Sub-escalas de ansiedad antes de la aplicación del programa de ludoterapia ................113
Gráfico 6. Sub-escalas de ansiedad Infantil de Spence después de la aplicación del programa de
ludoterapia .....................................................................................................................................115
Gráfico 7. Sub-escalas de Ansiedad después del programa de Ludoterapia ...................................116
Gráfico 8. Análisis de los resultados del Cuestionario de Modos de Afrontamiento del Stress
(COPE) a padres y madres de los pacientes hospitalizados en la Unidad de Oncohematología del
Hospital del Niño. ..........................................................................................................................118
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
7
INTRODUCCIÓN.
Quizás una de las experiencias más dolorosas y desconcertantes que pueda vivir una persona
es saber que su hijo tiene cáncer. Una de las reacciones frecuentes junto al miedo, el dolor y
la incertidumbre, es querer saber más, conocer más esta enfermedad, sus causas, sus
tratamientos y, sobre todo, saber más como poder ayudar al niño a enfrentarse a los
tratamientos que serán necesarios para combatir la enfermedad.
Capítulo I
niños estén sujetos a altibajos, por lo tanto, su atención sea más importante que la de los niños
que sufren otras enfermedades.
No se puede dejar de mencionar las reacciones que muestran los padres al enfrentar el
diagnóstico, tratamiento y la incertidumbre de perder a sus hijos si el tratamiento no es
efectivo, o se presenta una recidiva, o en el peor de los casos la complicación de la
enfermedad con una metástasis y un mal pronóstico; todos estos aspectos influyen en estados
depresivos en los padres o familiares del paciente, el abandono de sus actividades cotidianas
(trabajo, estudios, cuidado de su familia) para dedicarse completamente al cuidado del hijo
hospitalizado . El temor a lo desconocido y la poca información con la que cuentan los
familiares en la etapa inicial genera desconcierto, dudas, miedo, incertidumbre, llevándolos
a buscar otra opinión, hacer uso de medicina alternativa e incluso el abandono del
tratamiento. Es por esta razón, que el equipo multidisciplinario de la Unidad de
Oncohematología del Hospital del Niño Dr. Ovidio Aliaga Uría agota sus esfuerzos en
informar, e involucrar a los padres de los pacientes en la mayoría de las decisiones y
procedimientos que requieren sus hijos, para lograr una adecuada adherencia al tratamiento
y evitar el abandono de éste.
El cáncer infantil tiene cada vez más importancia en el ámbito de la pediatría; entre otras
razones por ser la segunda causa de mortalidad en la infancia. La posibilidad de detectar
alteraciones genéticas y moleculares en las células tumorales puede permitir individualizar
el riesgo de los pacientes y, en consecuencia, utilizar tratamientos igual de efectivos, pero
menos tóxicos. Aunque en los últimos años se observa un avance espectacular en la
supervivencia del cáncer infantil y son pocas las especialidades que han conseguido unos
logros semejantes, es probable que hayamos comenzado una nueva era en la investigación y
tratamiento de los tumores infantiles (Pacheco, 2011).
El sufrimiento como experiencia humana en el ámbito del cáncer tiene tres grandes afectados;
el paciente, la familia-ámbito social (amigos, compañeros) y el personal sanitario. La
interrelación entre el malestar del paciente, de la familia y del personal sanitario hace que el
malestar percibido de uno de ellos puede amplificar o minimizar el malestar de los demás.
(Fernández, 2016).
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
10
Desde hace algunos años el cáncer se ha convertido en una enfermedad que tiene connotación
en el paciente y en su familia. Esta situación ha dado origen al surgimiento de la psico-
oncología, permitiendo a la psicología tratar a los pacientes en sus dolencias emocionales. A
pesar que el cáncer es una enfermedad provocada por el crecimiento anormal de las células
neoplásicas, la mente ha demostrado ser la mejor aliada para enfrentar los trastornos
psicológicos y prepararlos para enfrentar los procesos que conlleva el tratamiento. Para la
psico-oncología como disciplina, la atención constituye un importante componente de los
cuidados que necesitan los pacientes oncológicos, dicha atención incluye programas psico-
educativos con enfoque orientativo a las familias de los pacientes (grupos de autoayuda para
padres de pacientes oncológicos), intervención psicoterapéutica a los pacientes oncológicos
pediátricos en el diagnóstico y tratamiento de quimioterapia.
Con la reciente entrega del bloque de Oncohematología del Hospital del Niño Dr. Ovidio
Uría aliaga, las necesidades de atención integral se incrementaron, requiriendo la atención
psicológica exclusiva para la unidad. El crecimiento de los casos de pacientes con cáncer en
nuestro medio demanda la intervención psicoterapéutica para los pacientes y sus familias que
requieren apoyo psicológico en los procesos de pre diagnóstico, diagnóstico, tratamiento y
seguimiento, para conseguir la adhesión al tratamiento y aliviar el estrés que genera la
internación y el tratamiento para el cáncer, por esta razón es importante dar a conocer la
función que desempeña la psicooncología.
¿Cuáles son los niveles ansiedad que presentan los pacientes hospitalizados del bloque de
Oncohematología del Hospital del Niño antes y después de la intervención?
¿cuáles son los niveles de ansiedad en relación a edad, sexo, diagnóstico médico de los
pacientes hospitalizados de la sala de Oncohematología del Hospital del Niño?
¿Los padres de los pacientes oncológico pediátricos del Hospital del Niño cuentan con
estrategias de afrontamiento?
III. OBJETIVOS
3.1.OBJETIVO GENERAL
3.2.OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Identificar los niveles de ansiedad que presentan los pacientes hospitalizados de la
Unidad de Oncohematología del Hospital del Niño.
Determinar las características de ansiedad antes y después de la aplicación del
programa de intervención ludoterapéutica en los pacientes hospitalizados en la
Unidad de Oncohematología del Hospital del Niño.
Describir los niveles y características de ansiedad de acuerdo a edad, sexo y
diagnóstico médico de los pacientes hospitalizados en la unidad de Oncohematología
del Hospital del Niño.
Identificar las estrategias de afrontamiento con las que cuentan los padres de
pacientes oncológico pediátrico del Hospital del Niño.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
12
IV. HIPÓTESIS
Ho: La ludoterapia como técnica de intervención no logra reducir los niveles de ansiedad
en pacientes hospitalizados en la Unidad de Oncohematología del Hospital del niño.
V. JUSTIFICACIÓN
Los efectos que un cáncer infantil produce en la familia consisten en reacciones de angustia,
aflicción, hostilidad, culpa, dolor ante la posible pérdida e incredulidad. Para la mayor parte
de los padres, el diagnóstico de cáncer en su hijo significa “muerte”, a pesar de los adelantos
recientes que se han logrado en el pronóstico de muchas neoplasias. El conocimiento
intelectual de que se han conseguido muchos progresos médicos disminuye poco el
sufrimiento y los temores de los padres, que han de aceptar los rigores del tratamiento sin
ninguna garantía de éxito. La enfermedad altera todos los aspectos de la vida familiar. Los
objetivos, deseos y expectativas de los padres acerca de su hijo enfermo cambian para
siempre. Es muy probable que el diagnóstico de cáncer en un niño agrave los problemas
familiares previos, sin embargo, en contra de la creencia popular, no aumenta las
probabilidades de divorcio ni acerca más a las parejas. (Méndez y col., 2004).
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
14
Capítulo II.
MARCO TEÓRICO
2.1.1. PSICOONCOLOGÍA.
Las técnicas psicológicas reducen la intensidad percibida del dolor y el estrés en los pacientes
con dolor crónico, lo que confirma que la experiencia del dolor conlleva interacciones
complejas de tipo no lineal entre las funciones automáticas y los procesos cognitivos-
conductuales, el placebo que ocurre cuando se logra la aplicación adecuada de dichas técnicas
y cuando además el paciente cuenta con disposición y hacer el esfuerzo de aprovecharlas.
Debido a que fue un estudio que permitió conocer con el peso y el poder explicativo de los
constructos psicológicos locus de control e inhibición activa como recursos de afrontamiento
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
15
al dolor en enfermos con cáncer, así como las técnicas psicológicas adecuadas para dicha
población.
Este campo, como en otros muchos de la psicología, se puede verificar que vivimos en un
mundo cambiante, los cambios sociales se producen en la actualidad con una velocidad
mayor a la conocida hasta ahora, donde muchos de los problemas planteados por la
psicooncología, en sus inicios, se han modificado. Así ha dejado de hablarse de la trilogía
errónea: cáncer-dolor-muerte, ya que hoy se curan aproximadamente un setenta por ciento
de todos los cánceres, a pesar de ello, son aún muchos los enfermos oncológicos que siguen
necesitando asistencia psicológica.
La intervención psicológica, en las distintas fases del tratamiento del niño y del adolecente
oncológico tendrá que tener en cuenta que son sujetos que se encuentran en desarrollo
permanente. Por eso requieren distintos métodos de psicodiagnóstico y de abordaje
psicoterapéutico. Como los momentos clave en el proceso de la enfermedad son el
diagnóstico, el tratamiento y la remisión, hay intervención psicológica a lo largo de todas
estas fases. Para esto es necesario desarrollar programas de trabajo multidisciplinario.
(Méndez y col., 2004).
2.2.PACIENTES ONCOLÓGICOS
El cáncer infantil más que una estadística, es una realidad, que determina y que a su vez es
determinada por un paciente, por una familia, por un entorno. Cuando un niño enferma con
cáncer, él y su familia deben hacer frente a una serie de implicaciones que derivan
especialmente de ese diagnóstico. Si bien es cierto que a lo largo de los años se ha recorrido
un largo y difícil camino en la tarea de mejorar la calidad de vida de los niños con cáncer y
la de sus familias a partir de avances en los medios diagnósticos y en la efectividad de los
tratamientos y de progresos en las condiciones de hospitalización, sin embargo, queda un
largo camino por recorrer hasta conseguir un modelo ideal de intervención donde los
pacientes y no la enfermedad sean el objetivo de cuidado. El sufrimiento como experiencia
humana en el ámbito del cáncer tiene tres grandes afectados; el paciente, la familia-ámbito
social (amigos, compañeros) y el personal sanitario. La interrelación entre el malestar del
paciente, de la familia y del personal sanitario hace que el malestar percibido de uno de ellos
puede amplificar o minimizar el malestar de los demás. (Fernández, 2016).
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
17
Según el Instituto Nacional de Cáncer (2010), los tipos más comunes de cáncer
diagnosticados en niños y adolescentes son la leucemia, los tumores del cerebro y otros
tumores del sistema nervioso central, el linfoma, rabdomiosarcoma, neuroblastoma,
retinoblastoma infantil, tumor de Wilms infantil, cáncer de hueso y tumores de células
germinativas gonadales (de testículo y de ovario).
Los tratamientos a los que se someten los niños son muy intrusivos, largos, costosos y además
requieren de continuas internaciones y visitas hospitalarias sin olvidar de numerosos
cuidados en casa. El tratamiento más utilizado en el bloque de Oncohematología del Hospital
del Niño Dr. Ovidio Aliaga Uría es la quimioterapia, ésta causa varios efectos secundarios
como náuseas, vómitos, neutropenia y la pérdida de cabello. Pero además existen otros
tratamientos, como la radioterapia (se realiza en otra institución que colabora a la unidad),
intervenciones quirúrgicas (en caso de verse afectado un órgano, miembro, etc.; que requiera
extirpación y ponga en riesgo la salud del paciente). La mayoría de los niños reciben una
terapia combinada y coordinada que incluye más de una modalidad de tratamiento, cuyos
objetivos son extirpar el tumor (cirugía), impedir la reproducción de células (quimioterapia),
y eliminar los restos tumorales después de la intervención quirúrgica (radioterapia).
El enfermo oncológico siente los síntomas físicos de la enfermedad y del tratamiento, como
ser las náuseas, los vómitos, pérdida de peso o fatiga, pero también se ve afectado en
repercusiones psicológicas. El niño que se diagnostica una enfermedad como el cáncer se
enfrenta a un amplio espectro de emociones: miedo, ansiedad, depresión. Su nivel de
desarrollo determina la naturaleza del impacto emocional del cáncer y las estrategias que
empleará para afrontar la enfermedad. Al conocer el diagnóstico los niños suelen preguntar
si van a morir y en función de su edad, lograran comprende en mayor o menor medida la
enfermedad y verbalizar sus sentimientos y miedos. (Sosa, 2006).
El dolor es una de las inquietudes principales del paciente oncológico. La sensación de dolor
es un mecanismo protector del organismo que alerta a la persona que lo padece de que algo
funciona mal y le incita a llevar a cabo alguna acción para disminuir o eliminar ese dolor.
Las conductas de dolor son las que lleva a cabo la persona para recuperar su bienestar y la
mayoría se adquiere durante el proceso de socialización. Por ello, los niños muy pequeños
cuentan con un repertorio limitado de conductas de dolor, no saben expresar verbalmente las
sensaciones dolorosas y cuando adquieren la capacidad de expresar o reconocer la fuente de
dolor, no tiene autonomía suficiente para llevar a cabo sus acciones para eliminarlas.
Al saber el diagnóstico de la enfermedad de sus hijos, los padres pueden experimentar rabia,
dolor o negación, posteriormente aparecen rasgos depresivos y finalmente la aceptación de
la enfermedad. Todas ellas son emociones normales, pero si son muy intensas pueden afectar
a la comprensión de la enfermedad. Los padres pueden sentirse culpables e impotentes por
no poder proteger a su hijo del cáncer. Así mismo, suelen experimentar inseguridad en un
primer momento por si no son capaces de proporcionarles los cuidados que requiere y porque
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
19
2.3.ANSIEDAD
La ansiedad es una emoción normal que todas las personas hemos experimentado, forma
parte de mecanismos básicos de supervivencia y es una respuesta a situaciones del medio que
nos resultan sorpresivas, nuevas o amenazantes. Una reacción de ansiedad normal sería por
ejemplo los hormigueos en el estómago cuando vamos a una cita importante, la tensión que
se siente cuando el jefe está enojado, la taquicardia cuando nos sentimos en peligro. La
ansiedad incita a actuar, a enfrentarse a una situación amenazadora o nos prepara para
escapar. Es decir, se trata de una emoción encaminada a la adaptación y la preservación, nos
ayuda a enfrentarnos a situaciones estresantes para tener el mejor desempeño. Sin embargo,
como toda función de un sistema del organismo, este mecanismo que normalmente debe
ayudarnos a enfrentarnos a una situación puede verse alterado, resultando esto en una
respuesta desadaptativa que ocasiona disfunción en la vida cotidiana, en otras palabras, un
trastorno de ansiedad (Cárdenas et al., 2010).
Un trastorno de ansiedad es una enfermedad que tiene como síntoma central una ansiedad
intensa, desproporcionada, persistente y que afecta en varias áreas la vida cotidiana de quien
la padece, a tal grado que le dificulta o le incapacita para estudiar, trabajar, convivir con su
familia o con sus amigos. Desafortunadamente y a pesar de ser un trastorno mental común
en la población general, con frecuencia pasa sin ser identificada ni tratada. La edad pediátrica
es una etapa de la vida en la que también se presentan trastornos de ansiedad, y si estos son
detectados y tratados a tiempo se puede disminuir el riesgo de su persistencia en la edad
adulta. Es de suma importancia puntualizar que dichos trastornos no son producto de la
voluntad, no son “irreales” y tampoco son un diagnóstico de exclusión, es decir, que después
de haber hecho estudios de laboratorio y de gabinete y estos han sido normales, entonces el
individuo no tiene nada y debe ser campo del psiquiatra.
Existen dos clasificaciones que se utilizan en todo el mundo para diagnosticar los trastornos
mentales, una es el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales quinta
edición texto revisado (DSM-V-TR) y otra son los Criterios Diagnósticos de Investigación
de la Clasificación Internacional las Enfermedades en su 10ª edición, en la sección de los
Trastornos Mentales (CIE-10). Esta última tiene códigos que se utilizan en nuestro sistema
de salud con fines estadísticos y de reporte de los trastornos mentales y de otras
enfermedades. Los trastornos de ansiedad que se revisarán en esta guía, según la clasificación
de la CIE-10
Agorafobia.
Fobias sociales.
Trastorno obsesivo-compulsivo.
Ahora, teniendo en cuenta los criterios para decir que se trata de una crisis de angustia, se
revisan los criterios diagnósticos del trastorno.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
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2.Al menos una de las crisis se ha seguido durante 1 mes o más de uno o más de los siguientes
síntomas:
b) Preocupación por las implicaciones de la crisis o sus consecuencias (por ejemplo, perder
el control, sufrir un infarto de miocardio, «volverse loco»)
Etiología
La investigación sobre las bases biológicas del trastorno de angustia ha proporcionado una
gran diversidad de hallazgos, en los que existe una alteración en la estructura y
funcionamiento cerebrales que tienen que ver con los sistemas de alarma naturales. El
principal neurotransmisor relacionado es la norepinefrina, que se libera en el cerebro en
situaciones de emergencia reales. Otros neurotransmisores asociados con la serotonina y el
ácido gama-aminobutírico (GABA), especialmente en los receptores a estos
neurotransmisores, con una probable reacción de hipersensibilidad. Diversos estudios han
encontrado un riesgo cuatro veces mayor de padecer trastornos de angustia entre los
familiares de primer grado de los pacientes con este trastorno. Además, se ha reportado que
la presencia de TA en familias con múltiples afectados hace que se disminuya el tiempo en
que aparecerá el primer afectado de pánico en las siguientes generaciones, en otras palabras,
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
23
mientras más afectados hay en una familia, la edad de inicio de aparición de síntomas en las
siguientes generaciones es cada vez más temprana.
Los factores psicosociales, según las teorías conductuales, están relacionados con conductas
aprendidas, ya sea por imitación de los padres o por el condicionamiento. Las teorías
establecen que si durante un estímulo nocivo que ocasiona pánico se presenta de manera
simultánea un estímulo neutro (como estar en un autobús), se genera una asociación de
nocivo con el estímulo originalmente neutro.
Otros factores que contribuyen: Una historia infantil generadora de una personalidad
dependiente o temerosa, más predispuesta de lo común a asustarse de situaciones o señales
internas o externas que tiende a asociar con peligro.
Cuando un niño o un adolescente acude a consulta o es llevado por sus padres debido a
síntomas de ansiedad que hacen sospechar de TA, es importante conversar con él para
explorar las cualidades de los síntomas, el tiempo de evolución, el deterioro que le ocasionan,
las ideas que tiene alrededor de su padecimiento, los temores del niño y su familia. Se debe
enfatizar que a pesar de que pueda sentir un temor muy intenso a las consecuencias de las
crisis, éstas no son fatales y se auto-limitan en algunos minutos. Siempre debe ser descartada
cualquier enfermedad no psiquiátrica que explique las crisis de angustia, como distiroidismo,
consumo de sustancias, alteraciones metabólicas, etcétera, pues la ausencia de una causa
médica o por efecto de una sustancia que puede generar esos síntomas es uno de los criterios
para pensar en un TA.
Aunque en este caso hay un factor desencadenante, generalmente un evento frustrante que lo
irrita. El niño con crisis de angustia se muestra intensamente preocupado por la aparición del
ataque de pánico y es claro que no fue secundario a un estímulo externo.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
24
De forma concomitante a las crisis de pánico y las preocupaciones centradas en ellas, muchos
niños pueden presentar sensaciones constantes o intermitentes de ansiedad que no contienen
temas de una situación o acontecimiento específico o pueden tener otras crisis menos intensas
o con menos síntomas de los requeridos en los criterios diagnósticos. A estas crisis las
podemos calificar como crisis de angustia limitadas.
Se recomienda que el personal de salud haga saber al niño que entiende cómo se siente al
presentar este padecimiento y que ahora habrá un equipo trabajando en su atención y apoyo.
También se le debe mencionar que se trata de una enfermedad que él no provoca, sino que
su cuerpo, experimenta miedo en ausencia de un estímulo externo. Es necesario que el
paciente y la familia estén enterados de que es potencialmente tratable y que con el
tratamiento hay grandes posibilidades de que ya no se presenten los síntomas. Debemos
invitar a sus padres a identificar los factores que contribuyen a perpetuar los síntomas y a
corregirlos. En caso necesario se debe canalizar a los padres o familiares cercanos a atención
en salud mental.
Una fobia se caracteriza por un miedo que adquiere una dimensión patológica, irracional y
desproporcionada que produce la evitación consciente del objeto, actividad o situación
temida. Generalmente el miedo es reconocido como excesivo e incontrolable, lo que le
ocasiona al niño o adolescente un estrés grave ante la posibilidad de enfrentarlo. Estos
síntomas, como ocurre en todos los trastornos mentales, ocasionan una alteración en la
capacidad para funcionar normalmente.
Tipo situacional (elevadores, aviones, lugares cerrados, túneles, puentes, entre otros)
Tipo sangre-inyecciones-daño
La fobia social se caracteriza por el temor intenso y persistente a situaciones sociales o a ser
el centro de atención, como hablar, comer o escribir en público, utilizar baños públicos, asistir
a fiestas o entrevistas. No se limita a un lugar específico, sino a cualquier sitio.
Criterios diagnósticos
Nota: En los niños, la ansiedad puede traducirse en llanto, berrinches, inhibición o abrazos.
F. En los menores de 18 años la duración de estos síntomas debe haber sido de 6 meses como
mínimo.
Según la CIE-10 el código para la FS es el 40.1. Igual que para la FE, requiere la presencia
de al menos dos síntomas vegetativos de los citados para las crisis de angustia, y dos de los
siguientes: ruborización o temblores, miedo a vomitar y necesidad urgente o temor a orinar
o defecar, así como limitarse a las situaciones temidas. Los criterios de FS según el DSM-V-
TR son:
A. Temor acusado y persistente por una o más situaciones sociales o actuaciones en público
en las que el sujeto se ve expuesto a personas que no pertenecen al ámbito familiar o a la
posible evaluación por parte de los demás. El individuo teme actuar de un modo (o mostrar
síntomas de ansiedad) que sea humillante o embarazoso.
Nota: En los niños es necesario haber demostrado que sus capacidades para relacionarse
socialmente con sus familiares son normales y han existido siempre, y que la ansiedad social
aparece en las reuniones con individuos de su misma edad y no sólo en cualquier interrelación
con un adulto.
F. En los individuos menores de 18 años la duración del cuadro sintomático debe prolongarse
como mínimo 6 meses.
H. Si hay una enfermedad médica u otro trastorno mental, el temor descrito en el Criterio A
no se relaciona con estos procesos.
Etiología
La causa exacta de las fobias es aún desconocida y las propuestas más aceptadas son las que
tienen en cuenta la interacción entre factores biológicos, genéticos y psicosociales.
Factores biológicos: no es la excepción el caso de las fobias en las que las vulnerabilidades
biológicas asociadas a altos niveles de estrés resultan en la manifestación de los síntomas.
Hay individuos más resistentes al estrés que otros, y probablemente este umbral está
disminuido en los sujetos que presentan un tipo de fobia, lo cual está determinado
biológicamente. También se ha observado un patrón familiar, lo que puede orientar a un
componente genético.
En cuanto a la fobia social existen varios estudios que apoyan un componente genético. Este
componente es denominado inhibición conductual y se considera un factor de riesgo alto para
desarrollar fobia social. Los niños y adolescentes conductualmente inhibidos se molestan
fácilmente o temen a situaciones o cosas no familiares. Por otro lado, estudios de imagen
cerebral demuestran una mayor activación de la amígdala (estructura cerebral que controla
las respuestas al miedo) y menor actividad en las regiones frontales de la corteza cerebral.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
28
También se puede adquirir por evitar constantemente el miedo irracional para no enfrentarse
con un objeto o una situación temida. En el caso de la FS, algunas investigaciones han
propuesto que puede tratarse de una conducta aprendida por observación e interacción con
otros que experimentan la misma ansiedad. Otro factor de riesgo son los padres controladores
y sobreprotectores, probablemente no sean capaces de identificar la ansiedad que
experimentan sus hijos o peor aún, lo consideren normal. Hay niños que han desarrollado FS
posterior a una experiencia social vergonzosa pública. Otros factores psicosociales con la
concomitancia son problemas de lenguaje, conflictos familiares o presencia de abuso de
cualquier tipo.
Criterios diagnósticos
La CIE-10 codifica al TEPT como F43.1, y en esta clasificación el evento traumático debe
serlo para cualquier individuo y no considera indispensable el incremento de activación, sino
que puede ser sustituido por la incapacidad de recordar aspectos del evento traumático. La
CIE-10 tampoco establece una duración mínima. Según el DSM-V-TR, el TEPT presenta las
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
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1. Recuerdos del acontecimiento recurrentes e intrusos que provocan malestar y en los que
se incluyen imágenes, pensamientos o percepciones.
2. Nota: En los niños pequeños esto puede expresarse en juegos repetitivos donde aparecen
temas o aspectos característicos del trauma.
2. Esfuerzos para evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos del trauma
6. Restricción de la vida afectiva (por ejemplo, incapacidad para tener sentimientos de amor)
D. Síntomas persistentes de aumento de la activación, tal y como indican dos o más de los
siguientes síntomas:
4. Hipervigilancia
que entre el acontecimiento traumático y el inicio de los síntomas han pasado como mínimo
6 meses.
Etiología
La causa principal del TEPT, desde luego, es el evento traumático, sin embargo, no
necesariamente ese evento debe ser considerado traumático para todas las personas, sino que
tiene que ver con la interpretación que le da el infante, el valor y el significado que le otorga
al suceso.
Hay factores biológicos que se han identificado que pueden contribuir a que una persona que
ha sufrido un evento traumático desarrolle TEPT, como la disfunción de la amígdala,
estructura cerebral del sistema límbico que está involucrada en la expresión de las emociones,
principalmente el miedo y las reacciones fisiológicas que le acompañan, tales como la
taquicardia y el incremento del tono vascular.
Los factores psicosociales que contribuyen al TEPT son los traumas previos y su severidad,
el tiempo expuesto al trauma, la carencia de apoyo adecuado después del trauma, el
antecedente de abuso físico, psicológico o sexual, abandono, la habilidad del niño para
sobrellevarlo y la dinámica familiar disfuncional. (Cárdenas E, Feria M, y Palacios L, 2010,
Pp. 11).
La ansiedad en los niños se encuentra integrada, como reacción defensiva innata, que, a su
vez como un mecanismo de vigilancia del organismo, además sirven como alerta a
situaciones amenazantes o preocupantes, sin embargo, cuando sobrepasa determinados
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
32
Por temores del desarrollo nos referimos a miedos normales, presentes como expresión del
funcionamiento de los sistemas de alarma dirigidos a asegurar la adaptación y supervivencia.
Mientras la ansiedad patológica consiste en la aparición de una sensación de intenso malestar,
sin causa objetiva que lo justifique, que se acompaña de sentimientos de aprensión. La
Ansiedad tiene dos formas de ser medida, una es la ansiedad rasgo que se define como la
disposición o característica de respuesta que posee el niño ante el estímulo ansioso, que
depende en gran medida de las diferencias individuales de cada niño; y la ansiedad estado
que se define como la intensidad o estado emocional transitorio del organismo infantil como
respuesta ante el estímulo ansiogénico, en el caso de la presente investigación la
hospitalización y quimioterapia. (Rodríguez, 1995).
Las manifestaciones de ansiedad serán diferentes según la etapa del desarrollo en la que se
encuentre el niño. En los niños más pequeños se presenta a menudo como actividad excesiva,
comportamientos estridentes y de llamada de atención, dificultades a la separación o en el
momento de ir a dormir. La ansiedad manifestada comportamentalmente puede conducir a
diagnósticos inadecuados de trastorno de déficit de atención con o sin hiperactividad
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
33
(TDAH), trastorno negativista desafiante u otros problemas de conducta. Los niños mayores
a los diez años o los adolescentes que son más capaces de describir sus vivencias subjetivas
pueden denominarlas usando diferentes vocablos como miedo, nerviosismo, tensión, rabia;
también pueden presentar comportamientos disruptivos o antisociales.
2.3.3.1.MANIFESTACIONES SINTOMATOLÓGICAS
Los niños tienen diferentes formas de mostrar los síntomas de ansiedad, éstos pueden variar
en intensidad en todos los casos. Cada paciente, según su predisposición biológica y/o
psicológica, se muestra más vulnerable o susceptible a unos u otros síntomas.
A nivel físico
El paciente debe aprender, durante esta etapa, a afrontar ciertas consecuencias en su lucha
diaria para superar el cáncer, por lo que pueden ser víctimas de ansiedad, hostilidad, culpa,
retraimiento y sentimientos defensivos frente a los demás. Las secuelas psicológicas se dan
en torno al nivel de auto concepto, autoestima, imagen corporal, sentimientos de
desvalorización, inseguridad e inadecuación física y emocional.
aislamiento, falta de interés por las actividades de juego, problemas de sueño, etc., síntomas
que pueden constituir un indicador para detectar en el niño un estado depresivo. Debido a lo
nombrado existen altos niveles de estrés en los pacientes oncológicos pediátricos. Pero
muchas veces el tratamiento genera un mayor nivel de estrés que la enfermedad misma puesto
que modifica la relación del individuo con su ambiente, el cambio de vida, el dolor, el
aislamiento, la separación de los padres, las restricciones físicas, los tratamientos médicos
agresivos que generan efectos secundarios, la ausencia escolar, la incertidumbre
característica de su enfermedad, la estigmatización, la culpa que la enfermedad genera en
ellos, entre otros, que pueden generar respuestas negativas y poca adherencia al tratamiento.
El proceso que se sigue tras el diagnóstico del cáncer, es decir el proceso oncológico, debe
contemplarse como un proceso dinámico, que está sujeto a ciertos cambios a corto, mediano
y largo plazo que pueden determinarse por tres dimensiones que están interrelacionadas:
dimensión biológica, dimensión psicológica y la dimensión social.
afrontar las etapas del proceso oncológico. En esta dimensión nos detenemos
debido a que es la parte que llama la atención en la presente investigación.
Para lograr comprender la relevancia de las alteraciones emocionales que
presentan los pacientes oncológicos se muestra un resumen de los procesos por
los que deben atravesar durante el diagnóstico y tratamiento, que permite ver con
claridad las necesidades psicológicas que presenta esta población.
a) Prediagnóstico, caracterizada por numerosas pruebas médicas para llegar a un
diagnostico fiable, se experimenta cuadros ansiosos y de preocupación frente
a lo desconocido.
b) Diagnóstico, el paciente y la familia suelen atravesar un periodo de shock e
incertidumbre que generalmente tiene una duración de diez a quince días, para
posteriormente atravesar por cinco etapas hasta lograr conseguir la aceptación
de la enfermedad (negación, búsqueda de sentido, negociación, depresión y
aceptación).
c) Tratamiento, se evidencia en los pacientes miedo al dolor y a los
procedimientos médicos, se muestran vulnerables a los efectos del tratamiento
quimioterápico, miedo a la muerte de parte de los padres del paciente, en los
cambios físicos les atemoriza la caída del cabello, pérdida de peso, las
náuseas, a nivel social les angustia la separación de los padres y el alejamiento
de las actividades escolares, el rechazo de los pares, a nivel psicológico
pueden presentar trastornos psicológicos como trastornos adaptativos,
trastornos de ansiedad por separación, trastornos depresivos.
d) Postratamiento, se observa una mejora considerable del estado de ánimo,
acompañada de ansiedad por los tratamientos ambulatorios, debiendo asistir
periódicamente a controles con el especialista oncólogo, pasando a ser
sobreviviente a la enfermedad, con cierto riesgo de recaída dependiendo del
tipo de cáncer, el estadio en el que se encuentra y el tipo de respuesta al
tratamiento. En este periodo en teoría se encuentra controlada la enfermedad,
quedando el paciente y la familia alertas frente a cualquier cambio corporal,
dolor o cualquier complicación.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
38
En los últimos años se ha realizado un gran esfuerzo por investigar las peculiaridades de la
experiencia de dolor en distintas edades, se han ideado instrumentos de evaluación bastante
refinados y se han desarrollado diversas estrategias psicológicas destinadas a paliar el dolor
y el malestar causado por procedimientos médicos invasivos. Precisamente, nuestro trabajo
tiene como objetivo central ofrecer un panorama general de las aportaciones terapéuticas
empleadas en niños con cáncer, sometidos a este tipo de situaciones (Bragado, 1996).
Hacia los seis meses de edad, los bebés muestran ya reacciones anticipatorias de temor ante
ciertos eventos dolorosos (por ejemplo, inyecciones) y pueden iniciar conductas
instrumentales rudimentarias destinadas a defenderse o evitar el acontecimiento. Esta
capacidad para anticipar el dolor señala con claridad la emergencia del aprendizaje y la
memoria. En el segundo año de vida, la duración del llanto y los gritos disminuye, el niño
busca visualmente a su madre y a la enfermera antes de la inyección, se orienta hacia el lugar
donde será pinchado e intenta protegerse con los brazos o las manos y es capaz de expresarse
verbalmente (Craig y Grunau, 1991).
Entre los cinco y los siete años, la mayoría de los niños puede discriminar claramente la
intensidad del dolor y es posible utilizar escalas cuantitativas para evaluar las sensaciones
subjetivas. Aunque son capaces de localizar el dolor en una parte del cuerpo, suelen pensar
que tanto el dolor como la enfermedad están producidos por causas externas y concretas;
piensan que se han “contaminado” por tocar a alguien, comer demasiado o por haber hecho
algo peligroso. En estos rangos de edad algunos niños pueden percibir su enfermedad y
ciertas pruebas médicas como un castigo por haber hecho alguna travesura.
Hasta aproximadamente los nueve años, no entienden con claridad que el dolor puede estar
generado por una enfermedad, el mal funcionamiento de un órgano o la presencia de ciertos
gérmenes.
El dolor agudo es evocado por un estímulo nocivo bien identificado, es de corta duración y
tiene un valor funcional destacable, ya que opera como una señal para iniciar conductas
restauradoras y/o protectoras. Generalmente, el dolor disminuye a medida que se repara el
daño, con lo que el malestar físico y emocional no suele prolongarse en el tiempo. El dolor
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
42
agudo provocado por daño en los tejidos (caídas, quemaduras, cortes, etc.) constituye la
experiencia dolorosa más frecuente durante la infancia y la adolescencia. Todos los niños
experimentan también dolor agudo debido a enfermedades comunes o intervenciones
dentales. El término de dolor crónico se emplea para designar una experiencia dolorosa de
larga duración, generalmente asociada a una enfermedad prolongada como el cáncer o la
artritis reumatoide juvenil. No cede totalmente con el tratamiento y carece de valor
adaptativo. El impacto psicológico del dolor crónico es mayor que en el caso del dolor agudo
y aparece asociado con factores sensoriales, ambientales y emocionales. Algunos autores
sostienen que los niños tienen mayor probabilidad que los adultos de experimentar dolor
recurrente. El dolor recurrente comparte aspectos del dolor agudo y crónico. Se caracteriza
por la presencia de episodios dolorosos repetidos que, aunque son breves, pueden persistir a
lo largo de la vida del niño y suelen estar ocasionados por múltiples causas. En esta categoría,
se incluye el dolor provocado por ciertos procedimientos médicos (repetidas aspiraciones de
médula), episodios dolorosos asociados al curso de la enfermedad y el dolor de etiología
ambigua (dolor abdominal recurrente o cefaleas).
En contraste con los tipos de cáncer más comunes en los adultos (estómago, pulmón, mama,
colon y recto, que suelen producir un dolor severo y prolongado, el cáncer infantil rara vez
produce dolor crónico. Las causas más frecuentes de dolor agudo y malestar en los niños con
cáncer están relacionadas con los procedimientos médicos de diagnóstico y tratamiento,
particularmente, con la aspiración de médula y la punción lumbar. No obstante, ambos
métodos se utilizan de forma rutinaria en los casos de leucemia ya que son imprescindibles
para determinar el curso de la enfermedad y aplicar el tratamiento. Investigadores, padres y
niños coinciden al considerar que la aspiración de médula es un procedimiento altamente
aversivo, traumático y muy doloroso (Bragado, 1996).
Muchos niños, sobre todo adolescentes, afirman que es peor sufrir esta prueba que padecer
la enfermedad. Este aspecto pone en peligro la aceptación del tratamiento y un seguimiento
correcto de las prescripciones médicas (adherencia), con el subsiguiente riesgo para la
mejoría del paciente. En resumen, la aspiración de médula ósea consiste en la inserción de
una aguja larga en el hueso de la cadera (cresta ilíaca posterior) y en la succión (aspiración)
de una porción de médula, mediante una jeringuilla, con el fin de obtener y analizar una
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
43
Igual que en la aspiración de médula, suelen emplearse anestésicos tópicos y sedantes. Las
reacciones de ansiedad durante la ejecución de la prueba y el miedo a repetirla en un futuro
(ansiedad anticipatoria) es un fenómeno común a ambos procedimientos. No obstante, varias
investigaciones han confirmado experimentalmente que la aspiración de médula es un
método más aversivo que la punción lumbar. Probablemente, el mayor inconveniente para el
personal sanitario es la rapidez con que la mayoría de los niños de todas las edades desarrollan
respuestas condicionadas de ansiedad ante estos procedimientos y los objetos asociados a
ellos. Como consecuencia del miedo, algunos niños padecen fobia a las agujas, problemas
con la comida y alteraciones del sueño (Kuttner, Bowman y Teasdle, 1988). Ante la
inminencia de una aspiración de médula, los más pequeños suelen reaccionar con gritos, o
con oposición física y verbal que obstaculizan la labor de médicos y enfermeras. Estas
manifestaciones provocan un estrés considerable en el personal y en los padres, ya que en
muchas ocasiones es preciso repetir la punción, haciendo el proceso todavía más penoso.
Otra fuente importante de distrés infantil está relacionada con la administración intravenosa
de la quimioterapia y con los efectos secundarios que provoca, especialmente náuseas y
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
44
vómitos. Las inyecciones parecen afectar más a los niños que a los adolescentes. Manne,
Redd, Jacobsen, Gorfinkle, Schorr y Rapkin (1990) comentan que algunos pacientes reciben
más de 300 pinchazos en vena a lo largo del tratamiento y que aproximadamente un tercio
de los más pequeños (3-9 años) tiene que ser sujetado por los padres o la enfermera para
poder introducir la aguja. El concepto de distrés En situaciones muy aversivas que causan
dolor agudo, como las que venimos comentando, resulta prácticamente imposible diferenciar
la ansiedad o el miedo que provoca un determinado procedimiento médico del dolor, ambos
forman parte de la experiencia del niño (Routh y Sanfilippo, 1991). Tal diferenciación se
torna casi imposible con los niños más pequeños. Igualmente, es complicado separar las
reacciones negativas asociadas al dolor de las emociones que suscitan la hospitalización, la
enfermedad, la separación de los padres o la inmovilidad física (Bush y Harkins, 1991). El
término de “distrés” se emplea para describir las reacciones de malestar (tanto de dolor como
de ansiedad) ante procedimientos médicos invasivos. Este concepto ha sido ampliamente
aceptado en la literatura especializada y viene utilizándose desde los trabajos de investigación
realizados hasta la fecha.
producidas por la hospitalización, en conjunto con los miedos o temores, la falta de actividad,
pueden causar importantes alteraciones comportamentales como: conductas negativas,
agresividad, trastornos del sueño, respuestas de evitación, mutismo y trastornos de atención.
En torno a los temores infantiles más frecuentes son: La separación y reubicación a un nuevo
ambiente, pérdida de autonomía y control, temor al daño físico, a la mutilación corporal, o la
muerte, temor a ser abandonado, a ser envenenado, también se sienten alterados por el temor
a las curaciones, a las batas blancas y a los instrumentos y procedimientos médicos, así por
ejemplo temor a despertarse durante la cirugía, a las inyecciones, al dolor, etc. En ocasiones
el niño puede manifestar ansiedad anticipatoria ante los procedimientos médicos a través de
náuseas, vómitos, insomnio y llanto. Los efectos que la hospitalización causa en el infante,
depende de varios factores, como la edad, la gravedad de la enfermedad, temperamento y
características propias del paciente, la existencia de experiencias previas a la hospitalización,
la duración de la estancia en el hospital, el tratamiento, la información impartida, y la
separación de su ambiente natural. Las reacciones psicológicas ante esta experiencia pueden
ser de cuatro tipos:
Para contribuir a la mejor adaptación del niño en el hospital habrá que cubrir una serie de
necesidades básicas e importantes para él: la presencia y apoyo de su familia, el juego, las
actividades escolares, la orientación y la atención individualizada de sus carencias, a fin de
evitar el retraso de su desarrollo. Como ya se mencionó anteriormente, la separación es uno
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
46
de los problemas más difíciles, para el infante hospitalizado, puesto que se caracteriza por la
interrupción de sus actividades y alteración de la normalidad.
En los niños entre las edades de 6-7 años, lo que suele generar mayores sentimientos de
ansiedad suele ser la separación de sus padres más que la enfermedad misma. En ellos
predomina el temor a lo que le puede pasar a su cuerpo y temen al dolor.
En los niños entre las edades de 8-10 años, lo que predomina es la preocupación por la pérdida
de control sobre lo que les está pasando, surgen comportamientos de aislamiento por las
limitaciones que implica la enfermedad y el tratamiento y por ende nacen sentimientos de
soledad. Siente amenazada la autonomía que recién ha comenzado a adquirir por el dominio
de las tareas escolares, lo que le genera mucho malestar psicológico. Sus rutinas y actividades
diarias se ven alteradas por lo que puede responder con oposición y cólera, negándose a
participar en actividades placenteras. Por otro lado, puede volverse pasivo y complaciente
retornando a etapas previas (Piraquive, 2006).
Fase de protesta: la cual puede durar horas o semanas, el infante tiene una fuerte
necesidad de su madre y la espera basándose en una experiencia anterior en la que
ella siempre respondía a su llanto, por ello se desespera ante esta nueva situación
desconocida para él, en la que sus protestas y gritos no conducen a la aparición
de la madre. En esta fase el niño suele ser considerado un mal paciente.
Fase de desesperación: se caracteriza por la necesidad continua y consciente de
su madre, el niño presenta una apatía y un retraimiento fuera de lo normal, así
como una gran tristeza. Aparentemente el paciente parece tranquilo y adaptado.
Es la fase de mayor controversia respecto a la presencia de los padres en el centro
hospitalario.
Fase de negación: el paciente muestra más interés por el entorno y esto es
considerado como un signo de que está feliz, pero lo que realmente está haciendo
es reprimir sus sentimientos. Además, la adaptación a una enfermedad que
amenaza la vida es difícil para el niño y su familia por lo que la dinámica familiar
se verá seriamente afectada. La sobreprotección de los padres afecta
significativamente el sentido de control y competencia de los niños. Los niños
son muy sensibles a las reacciones de los demás y necesitan la oportunidad de
sentirse como todos y de no ser tratados de modo diferenciado (Ortigosa, 2003).
2.6.LUDOTERAPIA.
La ludoterapia, terapia de juego o terapia lúdica fue desarrollada inicialmente a finales del
siglo XX, hoy en día la terapia lúdica incluye un gran número de estrategias, todas ellas
aplicando los beneficios terapéuticos del juego, cuyo objetivo es que el niño encuentre
múltiples oportunidades para la expresión y autocontrol de sus emociones, la expansión de
la conciencia, el reconocimiento de sus propios recursos y potencialidades, así como la
normalización de sus pautas de desarrollo. La terapia lúdica o terapia de juego proviene de
la escuela psicoanalista y está centrada en el niño, por tanto, acepta del niño, lo que éste
quiera dar durante la terapia. Es una forma de ayuda, de una manera no invasiva, ni agresiva
que trabaja tanto consiente como inconscientemente.
El terapeuta debe reconocer los sentimientos que el niño expresa, y devolverlos para que
modifiquen la conducta del niño, es especialmente indicada para niños quienes aún no pueden
expresar, de una manera abierta, sus emociones, sentimientos, aspectos tanto físicos,
espirituales y cognoscitivos. La terapia lúdica puede ser directiva, es decir, en la cual el
terapeuta asume la responsabilidad de guiar e interpretar, o bien, puede ser no-directiva. En
esta última, el terapeuta deja que sea el niño el responsable e indique el camino a seguir. Los
talleres lúdicos ofrecen experiencias que responden a algunas necesidades específicas de los
niños hospitalizados. A través de este tipo de terapia el niño tiene la posibilidad de manifestar
su historia personal, liberar sentimientos y frustraciones, reduciendo las vivencias dolorosas
y atemorizantes. Cuando el niño se encuentra inmerso en el juego o en cualquier actividad,
obtiene placer y aumenta su autoestima; esto contribuye a darle recursos para sobrellevar las
incomodidades de la enfermedad, favorece su desarrollo global y mejora su calidad de vida.
Se realizan varias actividades lúdicas como talleres artísticos y de manualidades. La terapia
del juego está basada en el juego como medio natural de autoexpresión del niño. Ayuda al
niño a combatir sus miedos y ansiedades.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
49
La lúdica como experiencia cultural es una dimensión transversal que atraviesa toda la vida,
no son prácticas, no son actividades, no es una ciencia, ni una disciplina, ni mucho menos
una nueva moda, sino que es algo inherente al desarrollo humano en toda su dimensionalidad
psíquica, social, cultural y biológica. Desde esta perspectiva la lúdica está ligada a la
cotidianidad, en especial, a la búsqueda del sentido de la vida.
Las experiencias lúdicas son una serie de actitudes y de predisposiciones que atraviesan toda
la corporalidad humana. Son procesos mentales, biológicos, espirituales que actúan como
transversales fundamentales en el desarrollo humano. En síntesis, son cascadas de moléculas
de la emoción que producen una serie de afectaciones cuando interactuamos
espontáneamente con el otro. La lúdica es una forma de estar en la vida, de relacionarse con
ella, en “espacios” y “ambientes” en los que se produce interacción, entretenimiento,
disfrute, goce y felicidad, acompañados de la distensión que generan actividades simbólicas
e imaginarias como el juego, la chanza, el sentido del humor, la escritura, el arte, el descanso,
la estética, el baile, el amor, el afecto, las ensoñaciones, la palabrería. Inclusive todos aquellos
actos cotidianos como “mirar vitrinas”, “pararse en las esquinas”, “sentarse en una banca”,
son también lúdicos. Es necesario aclarar al respecto que el elemento en común de estas
prácticas culturales, es que, en la mayoría de los casos, actúan sin más recompensa que la
gratitud y la felicidad que producen dichos eventos. Es en este sentido cuando la mayoría de
los juegos son lúdicos, pero la lúdica no sólo se reduce al juego (Jiménez, 2008).
experiencia en si en lugar de la simple liberación del afecto (Freud 1892, como se cita en
Erwin, 2001).
Melanie Klein continuo con la idea de usar el juego para la terapia infantil en un marco
psicoanalítico. En particular, creía que el juego permite aflorar el material inconsciente, y que
el terapeuta podría entonces interpretar los deseos y conflictos reprimidos del niño para
ayudarlo a entender sus problemas y necesidades. Klein coincidía con la aproximación
gradual a la comprensión y asimilación de las experiencias negativas, así como con la
necesidad de revivir y dominar esas experiencias por medio del juego (Klein, 1955, citado
por Schaefer, 2011).
Otra psicoanalista que uso el juego de manera psicoterapéutica fue Anna Freud (1946), ella
contribuyo a llevar la terapia infantil en particular el análisis infantil a un escenario usado de
manera amplia. Creía que el juego es importante porque permite al terapeuta establecer una
alianza terapéutica con el niño. De igual modo, la investigación reciente ha sugerido que para
que la terapia sea eficaz se necesita una relación terapéutica fuerte (Ortiz, 2012).
A mediados del siglo XX, Virginia Axline dio un enfoque más humanista y centrado en la
persona a la terapia infantil y de juego. En particular, Axline (1947) defendió la creencia de
que las condiciones necesarias para el cambio terapéutico son la consideración positiva
incondicional, la comprensión empática y la autenticidad. También afirmo que los niños
pueden expresar sus pensamientos, sentimientos y deseos por medio del juego mejor que con
palabras (Ortiz, 2012).
La asociación para la Terapia de Juego (Association for Play Therapy) la definió como: “el
uso sistemático de un modelo teórico para establecer un proceso interpersonal en que
terapeutas capacitados utilizan los poderes terapéuticos del juego para ayudar a los clientes
a prevenir o resolver dificultades psicosociales y alcanzar un crecimiento y desarrollo
óptimos” (Association for Play therapy, s.f.). lo anterior indica que la terapia de juego es una
modalidad terapéutica con bases firmes en modelos teóricos. La definición de terapia de
juego también sugiere que los terapeutas se esfuerzan por reconocer, admitir y utilizar los
poderes curativos del juego. Esos poderes terapéuticos, conocidos también como
mecanismos de cambio, son las fuerzas activas del juego que ayudan a los clientes a superar
sus problemas psicosociales y alcanzar un desarrollo positivo (Ortiz, 2012).
2.6.2. EL JUEGO
El juego es una de las actividades fundamentales en el desarrollo de los niños. El niño es niño
porque juega, su naturaleza lúdica es inherente a su interés de crecer y desarrollarse,
empleándola para la autoexpresión, descarga, exploración y el aprendizaje. Mediante la
actividad lúdica el infante construye, destruye y reconstruye su realidad, elabora conceptos
y significados, socializa, desarrolla habilidades y aprende a descubrir sus limitaciones,
inventa y se ajusta a reglas. Normalmente requieren de uso mental o físico, y a menudo
ambos. Muchos de los juegos ayudan a desarrollar determinadas habilidades o destrezas y
sirven para desempeñar una serie de ejercicios que tienen un rol de tipo educacional,
psicológico o de simulación. Como ya señalamos que por intermedio del juego el niño
transforma experiencias dolorosas, sufridas pasivamente, en activas y cambia el dolor en
placer. Este placer que obtienen los niños mediante el juego, no procede, entonces, sólo de
la gratificación por el cumplimiento de sus deseos, sino principalmente, por el dominio de la
ansiedad que el juego ayuda a lograr. Sin embargo, esto es así, mientras la ansiedad es latente.
Pero cuando se vuelve manifiesta, pone fin al juego. (Marín, 2007).
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
52
Dentro del juego están los juguetes los cuales son herramientas esenciales para el buen
desarrollo del niño. Juega un papel importante en la formación de los conceptos, aptitudes,
expectativas y socialización en los niños. Desde siempre, los niños han tenido la necesidad
de una actividad; de moverse, curiosear, de manipular y experimentar objetos, de crear, de
relacionarse, e intercambiar acciones, vivencias y sentimientos. (Unicef,2010, Pp. 11-14)
- Tener suficientes habilidades sociales para ser capaces de trabajar tanto con
los pacientes como con sus padres, cuando la situación lo demanda.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
53
- Tener recursos lúdicos para saber jugar con niños de distintas edades al mismo
tiempo o adaptar un juego a la necesidad concreta de un niño (sillas de ruedas,
aislamiento en una habitación, etc.) Un tema importante a tener en cuenta son
las condiciones higiénicas que se debe tener con el juguete antes de iniciar con
la ludoterapia. Por lo que se debe ser estricto con el proceso de limpieza,
desinfección y esterilización de los juguetes para eliminar microorganismos
patógenos.
Juego de ejercicio: consisten básicamente en repetir una y otra vez una acción por el placer
de los resultados inmediatos. Repetir acciones como morder, lanzar, chupar, golpear,
manipular, balbucear, etc. Para los niños hasta 2 años resulta fundamental para ayudarlos en
su desarrollo básico (gateo, caminar) así por ejemplo tenemos los juguetes móviles (carros),
juegos sencillos de manipulación, mesas de actividad, caminadores o arrastres. Contribuyen
también a la consecución de la relación causa-efecto, a la realización de los primeros
razonamientos, a la mejora de ciertas habilidades y al desarrollo del equilibrio. Suelen
fomentar la auto superación pues con ellos, cuanto más se practica, mejores resultados se
obtienen. Cuando son mayores, todo aquel juego que implica un ejercicio de descarga
(golpear, saltar), les permite liberar la tensión que produce la hospitalización.
Juego simbólico: Juego en el que el jugador aporta nuevos significados a los objetos, a las
personas, a las acciones, a los acontecimientos, etc. inspirándose en parecidos más o menos
fieles con las cosas representadas.
El juego de imitación, los ayuda a controlar la situación que les rodea. Este juego produce un
efecto catártico que facilita que el niño se libere de la angustia y pierda el miedo. Por esto
son aconsejables aquellos juegos y juguetes vinculados con el ejercicio médico (incluso se
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
54
puede utilizar material médico) que les permiten realizar aquellas acciones que sufren
diariamente, muñecos con forma humana o animal con quien pueden identificarse y expresar
sus sentimientos o títeres que los ayudan a elaborar e interiorizar sus vivencias más duras. Y
no podemos olvidar la parte más divertida e imaginativa que aporta este tipo de juego. Los
disfraces son muy adecuados para desarrollar la parte infantil más creativa (tener en cuenta
que hay que adaptarlos para que sean fáciles de poner, ya que los niños pueden estar
conectados a máquinas).
Juego de ensamblaje: son aquellos juegos formados por piezas para encajar, apilar, enfilar,
combinar, construir, disponer y montar varios elementos para formar un todo, con el objeto
de conseguir un fin.
El juego de construcción o ensamblaje facilita el desarrollo de la coordinación óculo-manual,
la organización espacial (conceptos como delante, detrás, arriba, abajo) y la atención y
concentración. La adaptación de estos juegos consistirá sobre todo en la medida de las piezas
(pueden tener dificultades si son demasiado pequeñas, tanto respecto a la manipulación como
la visión) y la complejidad de la construcción. Los niños se cansan más pronto y baja su
tolerancia a la frustración. Es necesario, que el juego sea sencillo pero efectivo,
convirtiéndose en una herramienta suficientemente motivadora para aumentar su autoestima.
Juego de reglas: estos juegos incluyen instrucciones o normas para poder alcanzar su
objetivo. Son importantes, sobre todo, por su vertiente socializadora. Se han de escoger
juegos cortos, ágiles y estimulantes, dado que los niños se cansan más pronto y que con
frecuencia son interrumpidos para darles el tratamiento. Dejar un juego inconcluso genera
gran frustración. Respecto a los juegos de habilidades, hemos de tener presente que los
espacios son reducidos y compartidos, y que los niños van con pijama y zapatillas y tienen
con frecuencia otras limitaciones que no les permiten grandes desplazamientos.
Los videojuegos son muy indicados para largas permanencias hospitalarias, ya que potencian
el razonamiento y la reflexión, desarrollan el pensamiento deductivo, estimulan la creatividad
y la imaginación, etc. Pero es necesario controlar los contenidos y el tiempo, también es
aconsejable que entre ellos y el video juego este presente un adulto, que pueda colaborar en
la supervisión del juego.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
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2.6.5. JUEGUETES
El juego es la actividad que estimula la humanidad en el niño. Es a través de éste que aprende
a sociabilizar, a conocer el derecho, la justicia, la legalidad, la legitimidad y una serie de
valores éticos inherentes a la cultura. Para algunos autores el juego es una función natural del
“yo” mediante la cual se sincronizan procesos corporales y sociales del ser humano y cuyos
resultados se pueden evaluar a través de la observación. El juego ha sido objeto de reflexión
de diversas teorías filosóficas, antropológicas y psicológicas. La teoría de la relajación es una
de ellas y se fundamenta en Lazarus quien, en el siglo XVII, separó al juego de actividades
como el trabajo y la guerra. Para este pensador germano el juego abre un espacio diferente
en el que tiene lugar la distensión del cuerpo y de la mente. Otra teoría de la relajación, basada
en la investigación de la infancia, señala que el juego es un ejercicio de reflexión que revisa
la historia del hombre. La teoría de la práctica o del pre-ejercicio deslinda al juego de lo
instintivo y lo diferencia del juego de los animales. Esta teoría afirma que su función principal
es ejercitar lúdicamente las aptitudes necesarias para enfrentar con éxito las circunstancias
de la vida adulta.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
56
Estas teorías, entre otras, confirman la función constructiva del hombre en la infancia e,
indirectamente, establecen una relación entre el juego y la salud que tiende a relegar a la
enfermedad. La deducción práctica es: “niño es quien juega”; por lo tanto, se puede inferir
que “niño que no juega no es cabalmente un niño” sino que es un enfermo. De este modo se
establecen las relaciones entre el juego, la salud y la enfermedad, así como la forma de tratar
cada una de dichas relaciones las de aquellos que juegan y las de aquellos que no lo hacen
(Hernández, 2004).
Los poderes terapéuticos del juego pueden clasificarse en ocho categorías generales:
comunicación, regulación emocional, mejora dela relación juicio moral, manejo del estrés,
fortalecimiento del yo, preparación para la vida y autorrealización.
Sin importar la edad, el juego tiene muchos beneficios en la vida. Es divertido, educativo,
creativo, alivia el estrés y fomenta las interacciones y la comunicación social positiva.
Cuando los niños juegan, aprenden a tolerar la frustración, a regular sus emociones y a
destacar en una tarea que es innata. Pueden practicar nuevas habilidades de una forma que
tiene sentido para ellos, sin los límites estructurados del “mundo real” o a necesidad de usar
un lenguaje verbal. No existen errores demasiado grandes que no puedan resolverse ni
desafíos muy difíciles que no puedan enfrentarse mediante el juego. Esta actividad da a los
niños la oportunidad de dominar su mundo a medida que crean, desarrollan y mantienen su
sentido de sí mismos. Utilizan el juego para comunicarse cuando no tienen las palabras para
expresar sus necesidades y esperar que los adultos entiendan el lenguaje, el juego es el
lenguaje del niño y sus juguetes son las palabras (Ortiz, 2012).
Con base en el efecto inherente que genera el juego en el momento en que se realiza, y basado
en su poder curativo, es posible aceptar que tiene una función valiosa en el medio
hospitalario. Son valiosos los efectos psicológicos que tiene el juego: reduce la angustia del
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
57
niño durante los tratamientos médicos que recibe; disminuye las situaciones emocionalmente
penosas; propicia la normalización de los signos vitales en los niños que juegan, antes y
después de los tratamientos médicos como los que se emplean en niños con cáncer.
Además de lo anterior, el juego permite que los niños cumplan con sus tratamientos y, al
mismo tiempo, puede ser la causa de la transformación del hospital en escenario de juego. Al
jugar el niño comprende que su estancia allí, lúdicamente, incluye sus códigos mentales y
transforma su estado de enfermedad a través de relaciones sociales positivas con otros niños
y con el personal médico y de enfermería.
Teniendo en cuenta los efectos benéficos del juego, es indispensable que los hospitales
pediátricos cuenten con espacios lúdicos; asimismo, recordar que la finalidad, los recursos y
los tratamientos médicos deben ser profundamente humanos. Sólo así se liberan quienes son
enfermos. Sólo jugando a vivir, aprendiendo a jugar como debe hacerlo un niño hospitalizado
se estará dándole un trato íntegro y genuinamente humano. (Hernández, Arenas, 2004).
Por definición, una institución hospitalaria atiende a individuos que no gozan de una vida
normal porque padecen una enfermedad. Son éstos quienes justifican la existencia de los
hospitales y sus objetivos. Sin embargo, de modo velado, los procedimientos institucionales
terapéuticos del hospital se realizan identificando la humanidad del paciente con su
enfermedad, a pesar de ser tratada de modo altamente especializado. Así mismo, el trato “uno
a uno” entre médicos y pacientes no es posible o se dificulta dentro de la institución. En el
hospital existen dos poblaciones bien definidas: la del personal de salud; es decir, el personal
médico que asume que es el que representa y el que “otorga” la salud y la población de los
enfermos. Al parecer, existe una especie de frontera entre ambas poblaciones que no debe ser
cruzada en ninguno de los dos sentidos. Justamente en dicho límite, el ejercicio de la
medicina enfrenta un gran conflicto ético ante el planteamiento del paciente hospitalizado a
quien van dirigidos los procedimientos terapéuticos: ¿es un niño que juega o es un enfermo?,
¿de qué modo expresa su hospitalidad un hospital pediátrico?, ¿de qué manera o cómo es
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
58
más profunda la vivencia de la” enfermedad” de quienes llegan al hospital enfermos de estar
enfermos? (Hernández, 2014).
Gran parte de la fortaleza de un hospital pediátrico es su población y por ello debe contar con
un espacio destinado específicamente al juego: una ludoteca en la que se les apoye y se les
comprenda. Con las ludotecas el hospital pediátrico completa plenamente su justificación,
tarea, funciones y compromiso con la infancia. El juego es una actividad que, compartida
entre el adulto y el niño, es una de las facetas del amor. Los niños que juegan se adaptan al
juego y aceptan sus reglas, sus normas; es decir, sus leyes. Cuando estas últimas no se acatan
y se violan el lugar del juego puede ser ocupado por tendencias conflictivas como la guerra
(Hernández, 2004).
El juego permite al niño conocer el medio y aprender a desarrollarse en él. Es una necesidad
vital, inherente al ser humano, una herramienta de crecimiento y desarrollo. La
hospitalización niega esta necesidad, ya sea por la falta de espacios de juego y material lúdico
adecuado o debido a la propia enfermedad que limita física y psíquicamente. Aparece así el
aburrimiento, que se convierte en uno de los enemigos más peligrosos para estos niños. Según
Penón, 2004, p. 6, El juego permite a los niños:
Vivir la situación desde una vertiente más normalizada (jugar con los padres y los
amigos, con los hermanos, etc.).
Expresar sus sentimientos y emociones, liberando miedos y angustias mientras juega.
Adaptarse mejor a las distintas situaciones hospitalarias (compañeros, tratamientos,
adultos diferentes).
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
59
Compartir las mismas situaciones con otros niños que están viviendo las mismas
situaciones de hospitalización.
Cultivar empatía y respeto por los pensamientos y sentimientos de los demás.
Desarrollar el respeto y la aceptación de sí mismo y de los otros.
Relajarse y liberarse del estrés que supone el ingreso y continuidad en el hospital.
Aprender a experimentar y expresar emociones.
Canalizar el estrés y la rabia.
Ser autónomo. Tomar las propias decisiones en las acciones de juego que lleva a cabo.
Volverse más responsable por su comportamiento y desarrollar estrategias más
exitosas.
Desarrollar soluciones nuevas y creativas para sus problemas.
Aprender nuevas habilidades sociales y relacionales con la familia.
Desarrollar sus propias habilidades y por lo tanto una mayor seguridad con relación
a ellas.
Los juegos didácticos comprenden: los tipos de juegos y juguetes que podemos emplear
en el ámbito hospitalario son muchos y muy variados, sin olvidar:
1. Que el niño es, ante todo, un niño, no un “enfermo” la persona siempre trasciende a
la enfermedad.
2. Que el juego ante todo ha de producir placer. Aunque sea una buena herramienta
terapéutica es primordial que el niño se divierta y que sean juguetes adecuados a sus
intereses y a su edad.
3. Que por su situación de ingreso viven unas circunstancias especiales a tener en cuenta
a la hora de escoger un juego: se pueden ver interrumpidos frecuentemente por la toma
de la medicación o para hacer alguna prueba, pueden llevar “palomitas” o estar
conectados a alguna máquina, pueden sufrir algún tipo de aislamiento médico por estados
de inmunodepresión, etc.
Los progenitores no siempre responden del mismo modo ante la amenaza de la integridad
del niño. Sus respuestas están determinadas por distintos factores, como rasgos de
personalidad, actitudes, valores, creencias y redes de apoyo social. Así como la estructura
familiar, estilos de afrontamiento, experiencias previas, relación con el paciente y demás
miembros de la familia. Sin olvidar la historia previa de perdidas, recursos
socioeconómicos, nivel educativo, factores sociodemográficos y la condición de minoría
étnica. Dichos factores mediatizan las reacciones emocionales referidas al dolor, culpa,
negación, duelo anticipado, temor, soledad y esperanza. Todo ello puede llegar a afectar
la salud física y el bienestar psicológico de la pareja y de más familiares (Rodríguez et
al., 2012).
Hay que tener en cuenta, como ya se ha señalado, que los niños que viven en un ambiente
familiar positivo con alta expresividad de emociones, cohesión y bajo conflicto tienen
mayor probabilidad de adaptarse adecuadamente a la situación de enfermedad. Se ha
observado que la cohesión y las expresiones de afectividad pueden asegurar el ajuste en
cada miembro de la familia y, por consiguiente, neutralizar el estrés. No obstante, en los
niños que viven en condiciones hostiles, con baja cohesión familiar y altos niveles de
conflicto, el malestar puede exacerbar los problemas en la familia y dificultar que el niño
se ajuste (Robinson et al., 2007).
Los padres también pueden ser vulnerables a desarrollar problemas psicosociales y/o
manifestaciones de orden psiquiátrico. No obstante, se ha mostrado que la mayoría de
ellos desarrollan adaptación al diagnóstico y se convierten en el principal apoyo social
para su hijo enfermo. Los padres desempeñan un rol difícil, al enfrentar los cuidados de
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
64
Las estrategias de afrontamiento son las herramientas que dispone el paciente y la familia
para manejar la enfermedad y los efectos colaterales de la internación y el tratamiento
quimioterápico al que es sometido el paciente oncológico (Espada y col. 2012).
Para conocer la realidad sobre las investigaciones que hicieron uso de la ludoterapia en
ambientes hospitalarios, se llevó a cabo una revisión sistemática de la literatura publicada
sobre el juego aplicado en pacientes oncológico pediátricos, encontrándose varios artículos
y propuestas para tesis de grado, las que utilizan el juego como instrumento de intervención
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
65
Manejo del dolor a través del juego, Martin del Cañizo, Salamanca, 2015. Para
conocer la realidad actual sobre el uso de estas terapias, se llevó a cabo una revisión
sistemática de la literatura publicada sobre el tema “Manejo del dolor a través del
juego” durante los últimos 10 años, siguiendo el formato PICO, se utilizaron las
siguientes palabras claves: niños, oncología pediátrica, control, dolor, terapia de
juego y su conversión en DECs y MESh. La lectura crítica de los artículos
encontrados se realizó con la plantilla CASPe para revisiones sistemáticas y AGREE
para guías clínicas. La investigación demuestra que este tipo de terapias parece ser
muy beneficiosas, principalmente para disminuir experiencias de dolor, ansiedad y
depresión en oncología pediátrica, pero por el momento no hay muchos estudios
científicos que confirmen su eficacia. Se concluye que sería conveniente llevar a
cabo más estudios sobre estas terapias y protocolos de intervención estructurados para
esta población.
Capítulo III.
MARCO METODOLÓGICO
Los estudios correlacionales, tienen como finalidad conocer la relación o grado de asociación
que exista entre dos o más conceptos, categorías o variables en una muestra o contexto
particular. En ocasiones solo se analiza la relación entre dos variables, pero con frecuencia
se ubican en el estudio vínculos entre tres, cuatro o más variables. Para evaluar el grado de
asociación entre dos o más variables, en los estudios correlacionales primero se mide cada
una de éstas y después se cuantifican, analizan y establecen las vinculaciones. (Hernández
S., 2014).
DISEÑO DE INVESTIGACIÓN
II. VARIABLES.
de intervención ludo terapéutica para disminuir los niveles de ansiedad basadas en técnicas
lúdicas (variable independiente), y la reacción de estas de acuerdo al control de variables
propuestas en el diseño a ser implementado, que serán analizadas luego de dos mediciones:
una previa a la aplicación del programa ludo terapéutico (pretest) y otra posterior
correspondiente a los resultados obtenidos (pos test), realizando un minucioso registro de
técnicas de observación, entrevistas, aplicación de pruebas psicométricas, dinámicas
grupales, y por último análisis de resultados antes de después de la aplicación del programa.
La muestra a ser estudiada son quince pacientes que generalmente se encuentran internos en
la sala, de una población de sesenta sujetos aproximadamente que se encuentran en
tratamiento quimioterápico.
INSTRUMENTOS
Varios instrumentos en español, válidos y confiables, miden la ansiedad en general para este
grupo de edad. Son, en algunos casos, traducciones y adaptaciones para población
hispanohablante de escalas construidas originalmente en inglés. Por ejemplo, la Escala
Multidimensional de Ansiedad para Niños, MASC, (March, Parker, Sullivan, Stallings, &
Conners, 1997), validada por García-Villamisar y Yenes (2002), mide síntomas físicos,
evitación, ansiedad social y ansiedad de separación, y la Escala de Ansiedad Manifiesta en
Niños-Revisada. RCMAS (Reynolds & Richmond, 1997) validada por Sosa, Capafons y
López (1990), mide preocupación/sensibilidad en exceso, preocupaciones sociales y
concentración. Otras escalas se han dirigido a aspectos específicos de la ansiedad, como la
ansiedad social (Escala de Ansiedad Social para Niños-Revisada, SASC-R; Sandín et al.,
1999), la sensibilidad a la ansiedad (Índice de Sensibilidad a la Ansiedad para Niños; Sandín
et al., 2002), así como indicadores fisiológicos en respuesta a la ansiedad (Escala Magallanes
de Ansiedad; García-Pérez & Magaz-Lago, 1995), ansiedad estado-rasgo (Inventario de
Ansiedad Estado-Rasgo para Niños, STAIC; Spielberger, 1973), este último validado por
Castrillón y Borrero (2005), entre otros. Sin embargo, de acuerdo con la revisión realizada,
se encontró un instrumento que mide en niños españoles los trastornos de ansiedad más
comunes de acuerdo con el DSM-IVTR: la Escala de Ansiedad para Niños de Spence (Spence
Children´s Anxiety Scale, SCAS) (Spence, 1997) validada por Hernández, 2010, SCAS
(Servera, Balle, Tortella & García, 2005).
Escala de ansiedad infantil de Spence (SCAS), esta escala ha mostrado poseer validez
factorial para evaluar los seis tipos de ansiedad más frecuentes en niños y
adolescentes. La SCAS mide los trastornos de ansiedad en la niñez y en la
adolescencia y ha generado mucha investigación. Esta escala ofrece ventajas sobre
las demás como, sensibilidad a los cambios ejercidos por el tratamiento, capacidad
para discriminar entre muestras clínicas y de población general, aplicación
transcultural y, muy especialmente, apego a la clasificación diagnóstica de los
trastornos de ansiedad más comunes del DSM-IV-TR (APA, 2002).
Debido a que proporciona información sobre los síntomas descritos para los
trastornos de ansiedad, la SCAS es útil también en la clínica. La SCAS, al centrarse
en los síntomas específicos de los trastornos descritos por el DSM-IV (APA, 1994)
para la ansiedad, Chorpita, Yim, Moffitt, Umemoto y Francis (2000) han concluido
que podría llegar a convertirse en el estándar de oro para la identificación de niños
con estos problemas.
VALIDEZ Y CONFIABILIDAD
V. PROCEDIMIENTOS
El paciente es remitido a la unidad de psicología para valoración y conductas, en
visita médica por presencia de algunos indicadores como ser estados depresivos,
conductas de retraimiento, trastornos adaptativos reactivos a un suceso estresante,
ansiedad, etc.
El psicólogo realiza la valoración del paciente y sugiere realizar entrevista,
evaluación psicológica y diagnóstico.
Antes de la interconsulta se procede a la revisión de la historia clínica, para conocer
los antecedentes de hospitalización, tratamiento que proporciona la unidad de
oncohematología, etiología de la patología y procedencia.
Se realiza observación y acercamiento al paciente para iniciar con la entrevista clínica
psiquiátrica y crear un buen rapport.
Se desarrolla la entrevista al paciente y a los padres o familiares, la entrevista es
importante para brindar un panorama general del estado general del paciente, estado
mental, contexto familiar y escolar, antecedentes psicológicos o patológicos.
Se debe considerar aplicar diferentes instrumentos psicodiagnósticos como ser
cuestionarios, pruebas proyectivas: anamnesis, test proyectivos (DFH, dibujo de la
familia, persona bajo la lluvia), inventario de depresión de Beck, inventario de
Ansiedad de Beck, Inventario de Ansiedad Infantil de Spence (SCAS), test de Rosita
y Roberto, CAT h, TAT, Raven, Bender, figura compleja de Rey). De acuerdo a la
edad y las necesidades del paciente.
Se establece el diagnostico presuntivo y la sugerencia de tratamiento a seguir,
realizando la devolución informativa a los padres o familiares del paciente y al
paciente dependiendo la edad.
Técnicas lúdicas, en situaciones como la hospitalización, el juego se convierte en una
herramienta terapéutica para el niño, pues minimiza sus niveles de estrés, disminuye
la ansiedad, maneja mejor sus preocupaciones y temores relacionados con la
patología y los procedimientos y hace la estancia hospitalaria más agradable.
Además, el juego es una variable importante para el personal de psicología, se
convierte en una herramienta favorecedora del crecimiento y desarrollo de la
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
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PROGRAMA
FASES DESCRIPCIÓN
I. Introducción El cáncer infantil tiene cada vez más
importancia en el ámbito de la pediatría;
entre otras razones por ser la segunda
causa de mortalidad en la infancia. Por
esta razón requiere un manejo
multidisciplinario, en este contexto
interviene la psicooncología.
II. Diagnóstico institucional Hospital del Niño Dr. Ovidio Aliaga Uría,
un hospital pediátrico de tercer nivel de
referencia nacional en atención de
patologías clínico quirúrgicas complejas
para la población menor a 15 años, con
personal capacitado y programas de
docencia e investigación permanente.
III. Necesidades de apoyo Después del diagnóstico institucional se
psicológico pudo concluir que las necesidades
psicológicas de la unidad son las
siguientes:
• Intervención psicoterapéutica a
los pacientes oncológicos pediátricos en
el diagnóstico y tratamiento de
quimioterapia.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
77
ACTIVIDAD N° 1
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
Los pacientes reciben la consigna de realizar una tarjeta con sus nombres de la forma que les
resulte más creativa y fácil de realizar, utilizando los materiales que más les llame la atención
y de la forma que más les agrade. Posteriormente finalizando cada tarjeta nos reunimos en
círculo y cada uno menciona su nombre, posteriormente cuando todos terminaron de hacer
su presentación hacemos una retroalimentación pidiendo a cada niño que indique el nombre
de un niño que escoja al azar. Cerramos la actividad dando las gracias a cada niño por su
participación y aplaudimos sus logros alcanzados en esta sesión.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
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ACTIVIDAD N° 2
TIEMPO: 30 minutos.
ACTIVIDAD Los pacientes por medio del uso de las tarjetas de emociones,
REALIZADA: demuestran las emociones del niño, así como de la
representación emocional de las personas que constituyen su
familia.
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
Los pacientes sentados sobre la alfombra mágica, el terapeuta toma el set de caritas de
emociones, promoviendo que el niño discrimine la emoción presente en cada figura. A
continuación, despliegan al azar y boca abajo las diferentes láminas del set de caritas de
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
83
emociones. El terapeuta invita al niño a levantar al azar una carta a reconocer la emoción y a
proponer al terapeuta que adivine que carita le tocó. El terapeuta ejemplifica diciendo,
“cuando te toque una carita, debes ver de qué emoción se trata. Si yo adivino, tú ganas. Si no
adivino, gano yo. El que se queda con más caritas se merece un aplauso”.
ACTIVIDAD N°3
TIEMPO: 30 minutos.
OBSERVACIONES:
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
ACTIVIDAD N°4
TIEMPO: 30 minutos.
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
ACTIVIDAD N° 5
TIEMPO: 30 minutos.
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
Se puede iniciar la actividad mencionando a los niños estas palabras: “Cuando un familiar
tiene cáncer, es importante recordar que cada persona en la familia es especial. A veces puede
ser difícil recordar que tú también lo eres”. Se invita a los niños a realizar un dibujo de su
cuerpo y escribir las cualidades con las que cuenta cada uno de ellos, el dibujo puede ser una
copia de ellos mismos o pueden realizar otra figura, se sugiere que destaquen sus cualidades
físicas, intelectuales, emocionales, aficiones, gustos, etc.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
86
ACTIVIDAD N°6
NOMBRE DE LA Mi familia
ACTIVIDAD:
TIEMPO: 30 minutos
OBSERVACIONES:
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD
Tomando las figuras humanas, se solicita al niño: “Mira estas figuras, con ellas puedes armar
tu familia sobre la alfombra”. A continuación, se solicita que busque entre las figuras de las
fichas, algo que pueda ser lo más parecido a cada uno de los miembros. El terapeuta
acompaña al niño indagando por los objetos simbólicos atribuidos a cada persona y su
significado. “Tu papá es un león” ¿“como hace un león”? cuando el león se enoja…Cuando
el león esta triste…etc. ¿con quién conversa el león? ¿con quién juega? Luego de abordar a
todos los miembros de la familia, se podría preguntar al niño por algo que les falte a esos
personajes y que le gustaría regalarles, tomando alguna otra figura del set. ¿“Si tu papá es un
león, que le falta? ¿Qué te gustaría regalarle? Puedes escoger alguna figura que sería como
ese regalo. El terapeuta, igual que en la vez anterior, puede acompañar al niño interesándose
y preguntándole por sus elecciones. Esta variación, permite centrarse en uno o varios nudos
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
87
críticos, ya sea con uno o varios miembros de la familia, en este caso, ayuda a dimensionar
las percepciones de cada uno de los integrantes respecto así mismo, la enfermedad, y la
percepción de los demás miembros y favorecer una mayor empatía y comprensión de las
emociones y pensamientos de cada uno.
ACTIVIDAD N°7
OBJETIVO: Identificar una figura de acción con la cual los niños se sientan
identificados y puedan utilizarlo en diferentes procedimientos
médicos durante la hospitalización.
TIEMPO: 30 minutos.
MATERIALES: Muñecos.
OBSERVACIONES:
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIIVIDAD.
ACTIVIDAD N°8
TIEMPO: 30 minutos.
OBSERVACIONES:
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
Invitamos a los niños a ver un video, dejamos que los niños vean el video, si manifiestan
alguna duda la resolvemos en ese momento o también al finalizar la proyección, al finalizar
el video se realiza la explicación de lo que se vio, de forma clara y sencilla, explicando el
proceso de la leucemia, desde el diagnóstico, la hospitalización y el tratamiento que requiere
para dicha enfermedad. Esta actividad se la puede realizar de forma individual o en grupo
de dos personas.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
89
ACTIVIDAD N°9
TIEMPO: 40 minutos.
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
Se solicita al niño o niña que construya una vía férrea que representa los años que ha vivido.
En esta vía se le pide que incluya diferentes momentos, escogiendo un paisaje y los elementos
que mejor exprese la vivencia. Una buena introducción al juego para niños y niñas, puede ser
la siguiente: “te invito a que entremos a la alfombra mágica y con las figuras armes una vía
y estaciones de un tren. Este es un tren especial. Es el tren de tu vida y las estaciones serán
momentos importantes para ti, los que tú quieras”. Al finalizar las diferentes estaciones del
tren con sus respectivos paisajes y elementos, el niño asume el papel de ferroviario para
comenzar a recorrer las diferentes estaciones del tren, “serás el maquinista de la alfombra
mágica y recorreremos la línea del tren que has construido deteniéndote en la estación que tú
quieras”. Es importante que, en esta etapa, el terapeuta en este recorrido, estimule el relato
de la historia de los diferentes paisajes que recreó, preguntando por el momento de su vida
que representa, así como el motivo por el cual ese episodio está asociado a ese paisaje y a
esos objetos. A partir de la aceptación incondicional de los contenidos expresados, se facilita
que el niño o niña pueda ir identificando la experiencia emocional asociada a cada episodio,
las dificultades experimentadas y los facilitadores de cada una de ellas. Así mismo el
terapeuta apoya la incorporación de elementos y significados que amplíen la comprensión
del momento vital.
ACTIVIDAD N°10
TIEMPO: 30 minutos.
OBSERVACIONES:
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
Se invita a los niños a pasar a la sala de juegos para escuchar un cuento, se inicia con la
narración del cuento del “monito miedoso” que trata sobre un monito que se enfermó y sus
papás lo hospitalizaron porque se encontraba muy delicado, el monito se sentía muy triste
por haberse alejado de sus hermanos y amigos, pero se sentía temeroso de que lo pinchen con
agujas para tomar muestras de sangre o para colocarle medicamentos, todas las veces que lo
hacían se ponía a llorar, se sentía temeroso y no quería hablar con nadie solo con su mamá,
entonces la enfermera se colocó una nariz de payaso y con voz muy graciosa comenzó a jugar
con el monito miedoso y convencerlo de ponerse el medicamento, así el monito esperaba
todos los días a la enfermera de la nariz de payaso y colaboraba con la administración de sus
medicamentos, hasta que un día llegó otro monito más pequeño que él y también se puso a
llorar con los pinchazos y entonces le tocó a nuestro querido amiguito miedoso contarle sobre
la enfermera de la nariz de payaso, para que este pequeño monito también la conozca y
colabore con los pinchazos.
ACTIVIDAD N°11
TIEMPO: 40 minutos.
MATERIALES: Una alfombra reversible: por un lado azul y por el otro verde.
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
ACTIVIDAD N°12
TIEMPO: 20 minutos.
OBSERVACIONES: Los niños que se encuentran con vía intravenosa o con bomba
para quimioterapia reciben ayuda para realizar la actividad.
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
Si inicia la actividad invitando al niño a realizar un dibujo de la persona que conocen que
tiene cáncer, en este caso es el mismo, se indica que la hoja es un portarretratos y debemos
decorar el marco con hojas de colores, pintar con lápices de colores y adornar con caritas de
emociones, alrededor del dibujo el terapeuta solicita que escriba mensajes positivos, de
esperanza para esa persona que el niño conoce.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
94
ACTIVIDAD N°13
TIEMPO: 20 minutos.
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
Mediante los sets o fichas de elementos, le proponemos imaginar sus cualidades en un tiempo
distante. Para ello, le pedimos escoger que aspectos de sí mismo debe llevar en este viaje y,
por lo tanto, nos obliga a recorrer el presente, haciendo énfasis en los recursos actuales.
Introducimos el juego señalando: “Tenemos que viajar en la Alfombra mágica al futuro y
necesitaremos todos nuestros tesoros personales para divertirnos cómodos en un lugar que
no conocemos y que esta muchos años más adelante. Escoge en las figuras, los elementos
que te describen hoy día y después pensaremos cuales tenemos que llevar en este viaje”.
Apoyamos al niño con la frase “yo soy…y me quiero llevar…” Estas preguntas amplifican
la autoestima y un concepto positivo de sí mismo. El terapeuta apoya al niño a proyectar cada
recurso con afirmaciones como: “! excelente ¡” nos llevamos el cariño y nos será muy útil.
¿Te imaginas en que situaciones? Cada aspecto que se lleva al futuro supone un recurso en
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
95
el presente y que se proyecta al futuro. La alfombra sirve para construir los recursos del
presente y luego de escoger los que nos llevaremos, aliviamos la carga de lo que sobra y
levantamos vuelo.
ACTIVIDAD N°14
TIEMPO: 30 minutos.
OBSERVACIONES: Los niños que se encuentran con vía intravenosa reciben ayuda
para realizar la actividad.
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
Se solicita al niño que escoja para si un planeta y luego escoja a los diferentes planetas que
representan a las personas cercanas a él. Luego se le pide que sobre la alfombra los ubique
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
96
Se puede acompañar al niño preguntándole por la cercanía o lejanía de cada uno de los
planetas y las emociones asociadas. Se puede preguntar por características de los planetas, se
podría señalar de modo adicional “¿Qué podría hacer ese planeta para estar más cerca?”, una
variante es aquella en la cual el niño se ubica al centro de la alfombra y ubica las figuras
alrededor suyo.
ACTIVIDAD N°15
TIEMPO: 40 minutos.
OBSERVACIONES: Los niños que se encuentran con vía intravenosa o con bomba
para quimioterapia reciben apoyo para realizar la actividad.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
97
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
Si invita al niño a realizar la actividad mostrándole los cuentos para colorear y pidiendo que
elija el cuento que más le guste, se proporciona lápices de colores y comienzan la actividad.
Posteriormente leemos el cuento y preguntamos cual es la parte que más le gusto, cuál es su
personaje favorito y si le gusto realizar esta actividad.
ACTIVIDAD N°16
TIEMPO: 30 minutos
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
Invitamos al niño a escoger un muñeco, luego se explica la actividad, el niño juega a ser papá
o mamá del muñeco que se encuentra enfermo y debe quedarse en el hospital, posteriormente
se solicita al niño que cuente como se sintió con esta actividad. Para finalizar se realiza la
retroalimentación del proceso de internación hospitalaria que es similar a la situación que
está atravesando el niño.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
98
ACTIVIDAD N°17
TIEMPO: 45 minutos.
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
ACTIVIDAD N°18
TIEMPO: 40 minutos.
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
Se invita al niño a escuchar un cuento muy divertido, se presenta al personaje de esta historia
“el patito enfermo”, pedimos prestar mucha atención y comenzamos a contar el cuento, que
trata sobre un patito que se encuentra muy enfermo y debe quedarse hospitalizado por un
periodo prolongado hasta lograr su recuperación, durante el proceso de hospitalización el
“patito” conocerá algunos amigos que al igual que él recibirán tratamiento y serán sus
compañeros de sala por este tiempo, con ellos podrá compartir nuevas experiencias de juego,
convivencia y amistad, ya que ellos al igual que el “patito” se alejaran de su familia, amigos
y escuela mientras dure la hospitalización. También conocerán a muchos doctores,
enfermeras y voluntarios con quienes pasara momentos amenos aprendiendo a cuidar su
cuerpo mientras recibe tratamiento hasta que se encuentre en las mejores condiciones para
volver a casa y a la escuela.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
100
ACTIVIDAD N°19
TIEMPO: 40 minutos.
OBSERVACIONES: Los niños que se encuentren con vía intravenosa reciben ayuda
para realizar la actividad.
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
Se explica a los niños la actividad, se indica que en las hojas deben recortar y pegar las figuras
que reflejen actividades de autocuidado, es decir cepillado de dientes, aseo, alimentación
saludable, visita periódica al médico, dentista, tomar los medicamentos a la hora indicada por
los médicos (seguir las instrucciones del personal de salud al momento del alta hospitalaria),
uso de barbijo en lugares abiertos, etc.; colorear las figuras recortadas y para finalizar se pide
al niño que haga una pequeña explicación sobre las actividades que escogió relacionadas al
auto cuidado. Para reforzar y conseguir la comprensión del cuidado que debe tener todo
paciente oncológico explicamos todos los cuidados que debe tener en casa, en la escuela,
antes y después de cada quimioterapia, la buena alimentación y la asistencia periódica a los
controles médicos.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
101
ACTIVIDAD N° 20
TIEMPO: 40 minutos.
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
ACTIVIDADES GRUPALES
ACTIVIDAD N° 1
NOMBRE DE LA La telaraña
ACTIVIDAD:
TIEMPO: 20 minutos.
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD.
Esta actividad la realizamos con el objetivo crear un ambiente en el cual los pacientes puedan
conocerse y pierdan el temor a conversar con otros niños.
ACTIVIDAD N° 2
TIEMPO: 20 minutos
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD
ACTIVIDAD N°3
TIEMPO: 30 minutos
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD
Esta dinámica educativa, permite enseñar a los niños y niñas los tres estilos comunicativos:
pasivo (tortuga), agresivo (dragón) y asertivo (persona). A través de una divertida dinámica
podrán conocer los tres estilos mencionados, reflexionar sobre ellos y descubrir la
importancia de comunicarse de forma asertiva, lo que les permitirá defenderse sin ser
agresivos. Asertividad es una habilidad de la inteligencia emocional que resulta clave para
comunicarnos y relacionarnos, por ello es fundamental desarrollar en los más pequeños desde
el principio un estilo asertivo.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
105
ACTIVIDAD N°4
TIEMPO: 30 minutos
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD
Se invita a los niños a participar de la actividad en la sala de juegos, se indican las reglas del
juego, mientras suena la música los niños deben bailar, cuando para cada uno debe quedarse
quieto, reflejando una emoción en su rostro, y sus compañeros de sala deben adivinar de que
emoción se trata, de esta manera crear un espacio divertido para los niños internos.
ACTIVIDAD N°5
TIEMPO: 30 minutos
OBSERVACIONES:
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD
Los voluntarios realizan un festejo de cumpleañeros cada mes, esta actividad es coordinada
con la unidad de Psicología de la sala de Oncohematología. Los pacientes acompañados de
sus padres celebran una vez al mes el festejo de cumpleañeros de la sala, todos comparten un
momento recreativo y de convivencia amena.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
107
Capítulo IV.
PRESENTACIÓN DE RESULTADOS
SEXO
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válido MASCULI 11 73.3 73.3 73.3
NO
FEMENINO 4 26.7 26.7 100.0
Total 15 100.0 100.0
En la tabla 1, la muestra se tomó de una población aproximada de 60 niños y niñas atendidos en la Unidad de
Oncohematología del Hospital del Niño Dr. Ovidio Aliaga Uría. La muestra elegida es de 15 niños y niñas
hospitalizados de los cuales se observa que se presentan con más recurrencia el género masculino, con 11 niños
sobre 4 niñas.
SEXO
27%
73%
MASCULINO FEMENINO
La tabla 2, del total de 15 de niños y niñas de la muestra tomada, el valor medio es 7.93 años. Las edades con
mayor frecuencia del grupo de niños y niñas estudiado de la unidad de Oncohematología que tienen 10 años (5
niños/as), 6 años (4 niños/as), 7 años (4 niños/as), 8 años (1 niño/a) y 9 años (1 niño/a).
Estadísticos
EDAD DE LOS PACIENTES
N Válido 15
Perdidos 0
Media 7.93
Mediana 7.00
Desviación 1.710
Rango 4
Mínimo 6
Máximo 10
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
109
0,2
0
6 años 7 años 8 años 9 años 10 años
De la totalidad de 15 niñas y niños de la muestra tomada de la unidad de Oncohematología del Hospital del
Niño, el porcentaje más alto encontrado, es de niños de 10 años con un 33.33%, niños/as de 6 años con un
26.67%, niños/as 7 años con 26.67%, niños/as de 8 años con 6.67% y niños/as de 9 años con 6.67% siendo
estos dos últimos el porcentaje de edad más bajo de la muestra.
DIAGNÓSTICO MÉDICO
5
4,5
4
3,5
3
2,5
2
1,5
1
0,5
0
En el gráfico 3 de la muestra tomada a los pacientes de la Unidad de Oncohematología del Hospital del Niño,
se observa mayor prevalencia de 5 casos de Leucemia linfoblástica aguda de células B (LLA) con un porcentaje
de 33.3%, seguido 2 casos de Linfoma de Hodwiking con un porcentaje de 13.3%, 2 casos de Linfoma no
Hodwiking con un porcentaje de 13.3%, también 2 casos de Purpura con un porcentaje de 13.3%, seguido de 1
caso de hemofilia con un porcentaje de 6.7%, 1 caso de Rabdomiosarcoma con un porcentaje de 6.7%, 1 caso
de Tumor Hepático con un porcentaje de 6.7% y por ultimo 1 caso de Tumor de Wills con un porcentaje de
6.7%.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
111
1sujetos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 TOTAL
I. ATAQUE DE 9 13 10 16 6 8 9 9 9 9 11 9 9 5 10 5
PANICO
AGAROFOBIA
(27)
II. TRAS. 16 17 17 17 14 16 14 17 17 16 17 15 12 10 15 11
ANSIED POR
SEPARACION
(18)
III. FOBIA 14 14 12 14 12 12 12 16 10 12 14 9 8 7 13 6
SOCIAL(18)
IV. MIEDOS (15) 15 15 14 14 14 14 15 14 15 14 14 12 10 9 12 11
V. TRAST 8 7 7 7 4 6 6 8 7 6 7 7 9 7 10 1
OBSESIVO
COM (18)
VI. TRAS D 16 16 15 13 11 14 14 12 12 10 14 12 8 7 11 6
ANSIEDAD
GRAL (18)
Puntuación +114 57 -0 78 82 75 81 61 70 70 76 70 67 77 64 56 45 71
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
112
ANSIEDAD TOTAL
8
7 46,67%
6 40%
5
4
7
3 6
2 13,33%
1 2
0
LEVE MODERADA SEVERA
CANTIDAD PORCENTAJE
Los resultados que se obtuvieron de la aplicación de la Escala de Ansiedad Infantil de Spence, de la muestra
observada, indican que se encuentran el 40% de los pacientes con un grado de ansiedad severa, seguido de un
46.67% de ansiedad moderada, y un 13.33% de ansiedad leve.
100%
80%
60%
40%
20%
0%
Los resultados obtenidos de la aplicación de la Escala de ansiedad infantil de Spence a los pacientes internados
de la Unidad de Oncohematología del Hospital del Niño, muestran mayor prevalencia en las siguientes sub-
escalas: miedos, ansiedad por separación y fobia social.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
114
1sujetos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 TOTAL
I. ATAQUE DE 8 6 7 9 3 6 7 6 7 9 9 7 8 5 8 3
PANICO
AGAROFOBIA
(27)
II. TRAS. 14 15 12 11 13 14 13 10 12 13 11 11 10 9 12 3
ANSIED POR
SEPARACION
(18)
III. FOBIA 6 7 6 7 7 9 8 9 6 9 11 7 7 7 9 1
SOCIAL(18)
IV. MIEDOS (15) 13 11 11 10 11 11 10 9 11 13 11 12 8 8 8
V. TRAST 3 3 2 3 4 2 5 5 5 4 6 5 8 5 5 3
OBSESIVO
COM (18)
VI. TRAS D 9 10 8 9 9 10 9 10 8 10 8 8 6 5 8 1
ANSIEDAD
GRAL (18)
+114 57 -0 53 52 46 49 47 52 52 48 49 58 56 50 47 39 50
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
115
ANSIEDAD TOTAL
8 7 7
2 1
46,67% 46,67% 6,67%
0
LEVE MODERADA SEVERA
CANTIDAD PORCENTAJE
Los resultados obtenidos luego de la aplicación del programa de ludoterapia, muestran un descenso considerable
sobre los casos de ansiedad severa a un 46.67% y moderada a un 46.67% que se encontraron en la aplicación
de la Escala de Ansiedad infantil de Spence en la muestra observada en los pacientes de la Unidad de
Oncohematología del Hospital del Niño, los cambios se observan con mayor precisión en la disminución de los
grados de ansiedad severa hasta un 6.67% y moderada a un 46.67%.
Los resultados que muestra el gráfico, indican un descenso en las sub-escalas antes registradas con mayor
puntuación en ansiedad severa (ansiedad por separación, fobia social y miedos), en la única sub-escala que se
registra mayor puntuación es en ansiedad generalizada. En las demás sub-escalas se observa un descenso
significativo.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
117
AREAS DE 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 TOT
EVALUACIÓN AL
1 AFRONTAMIENT 10 10 10 3
O DIRECTO (A) 0 0 0
2 PLANIFICACIÓN 100 1
DE ACT.
3 SUPRESIÓN DE 100 100 100 100 100 100 100 100 8
ACT.
COMPETITIVAS
4 DEMORA DE 100 100 100 3
AFRONTAMIENTO
5 BUSQUEDA 100 100 100 100 100 5
SOPORTE SOC.
6 BUSQUEDA 100 100 100 3
SOPORTE EMOC.
7 REINTERP. (+) DE 100 100 100 100 4
LA EXP
8 ACEPTACIÓN 100 100 100 3
12 CONDUCTAS 100 1
INADECUADAS
13 DISTRACCIÓN 100 100 100 3
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
118
Los resultados del gráfico 8, muestran que las estrategias de afrontamiento más utilizadas por los padres y
madres de los niños hospitalizados son: la supresión de actividades, retorno a la religión y la negación. Y las
menos usadas o las que tienen menor preferencia son: el análisis de emociones, la planificación de actividades
y conductas inadecuadas.
Las puntuaciones finales, brindan datos importantes de disminución de los niveles totales de
ansiedad en los niños y niñas, con lo cual se comprueba que la ludoterapia es eficaz para la
disminución de ansiedad en los niños con cáncer que se encuentran hospitalizados.
Con respecto a la relación existente entre edad, sexo y diagnóstico médico de los pacientes y
ansiedad, es importante mencionar los siguientes resultados:
Con relación a edad, los niveles de ansiedad más elevados, se presentan en pacientes
menores a los diez años, y con internación inicial, que son los que muestran mayores
dificultades para adaptarse al contexto hospitalario, los procedimientos médico-
quirúrgicos y el tratamiento oncológico.
Con relación a sexo, en la muestra tomada de quince pacientes hospitalizados, once
son varones y cuatro mujeres, contamos con una población importante de niños, y
considerablemente disminuida de niñas, entonces es importante precisar que los
niveles de ansiedad son los más elevados en el género masculino. Sin embargo, es
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
120
Muestran que las estrategias de afrontamiento que utilizan con mayor frecuencia los
padres y madres de los niños hospitalizados son: la supresión de actividades, retorno
a la religión y la negación. Observándose que, al momento de enterarse del
diagnóstico de sus hijos, los padres dejan todas sus actividades cotidianas para
dedicarse al cuidado de sus hijos, también se observó que frente a la noticia de la
enfermedad de sus niños los padres buscan refugio en la religión y en algunos casos
los padres se niegan a aceptar la realidad de la situación del estado de salud de sus
hijos. Siendo esta una fase natural del proceso de duelo.
Y las menos usadas o las que tienen menor preferencia son: el análisis de emociones,
la planificación de actividades y conductas inadecuadas. Al momento de enterarse del
diagnóstico de sus hijos, los padres dejan de planificar actividades a futuro, por
encontrarse centrados en la situación actual que atraviesan sus hijos, también dejan
de lado el análisis de sus sentimientos y emociones.
LUDOTERAPIA, ANSIEDAD Y ONCOLOGÍA PEDÍATRICA
121
Capítulo V.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.
RECOMENDACIONES.
Se recomienda continuar con el programa de ludeterapia para todos los pacientes internados
y para los que reciben quimioterapia ambulatoria en la Unidad de Oncohematología del
Hospital del Niño, ya que se ha convertido en un instrumento valioso en la disminución de
manifestaciones de ansiedad, y puede ser útil en pacientes que presenten trastornos
depresivos, trastornos adaptativos y de la misma manera es conveniente aplicar este
instrumento en los padres de los pacientes para contribuir a que la internación prolongada
sea más confortable para los niños y sus familias.
Es importante mantener a los padres informados sobre los protocolos que debe seguir el
paciente oncológico pediátrico y hacerlos participes de todos los procedimientos médicos
para que se sientan comprometidos con el tratamiento y se pueda obtener la adherencia al
tratamiento que es importante para cualquier pronóstico de la enfermedad oncológica.
BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA.
ANEXOS.