La Industrialización Alemana Posee Marcadas Diferencias Con Los Casos Británico y Francés

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La industrialización alemana posee marcadas diferencias con los casos británico y

francés. En primer lugar, el proceso de industrialización comenzó antes de la


unificación política de los reinos y principados alemanes, que tuvo lugar el 18 de enero
de 1871, con la creación del Imperio Alemán. El crecimiento de la economía durante el
siglo XIX, liderado por el reino alemán de Prusia, fue un factor fundamental de la
unificación política. Por otra parte, el Estado tuvo un papel mucho más activo, a través
de la política arancelaria proteccionista, el fomento a la educación técnica, una
legislación permisiva con la concentración empresarial y el apoyo del Reichsbank
(Banco Central del Imperio Alemán).

A principios del siglo XIX, los Estados alemanes se encontraban agrupados


políticamente en el antiguo Sacro Imperio Romano Germánico, prevaleciendo en la
mayoría de ellos un ordenamiento socio – económico de tipo feudal. La servidumbre se
encontraba vigente en la mayoría de ellos, sobre todo en el Reino de Prusia, donde la
nobleza terrateniente, denominada Junker, seguía explotando al campesinado con
prácticas medievales.

Con la conquista napoleónica en 1806, se crea la Confederación del Rin con la


mayoría de los Estados alemanes, separando al Reino de Prusia y poniendo fin al Sacro
Imperio. Se implantó el código civil francés, que había sido promulgado en diciembre
de 1803 y fue abolido el feudalismo. En Prusia se abolió la servidumbre en 1807, pero
no fue hasta la década de 1850 cuando los Junker la abandonaron por completo. Se
distinguió entre la propiedad noble y no noble, se creó un mercado libre de tierras y
finalizaron las restricciones que los gremios de artesanos imponían en las ciudades para
la fabricación de manufacturas.

Luego de la derrota de Napoleón, el Congreso de Viena creó la Confederación


Germánica, conformada por 39 Estados alemanes, incluyendo Prusia y Austria,
presidida por esta última. La Confederación era una agrupación que sólo funcionaba
cuando sus dos miembros más poderosos se ponían de acuerdo, pero no implicaban
ningún tipo de unidad económica. Prusia, partidaria del librecambio y Austria, partidaria
del proteccionismo, dificultaban la toma de decisiones. La situación impulsaba el
descontento de los fabricantes alemanes, porque dentro de la Confederación existían
barreras aduaneras que encarecían el traslado de sus productos, mientras que las
manufacturas inglesas inundaban sus mercados.
Esto motivó que en 1818 Prusia adoptase una política arancelaria común para todos
los territorios, postura que la llevaría a un nuevo conflicto con los austríacos. En la
década siguiente, la Confederación quedó dividida en tres grandes zonas arancelarias y
económicas, que no incluían a Austria y que finalmente se fusionaron en una gran
Unión Aduanera y Arancelaria. El 1° de enero de 1834 comenzó a funcionar el
Zollverein.

Esto motivó el comienzo de la construcción de la red ferroviaria a partir de 1835.


Este hecho es considerado otro hito fundamental en el desarrollo económico de
Alemania. En 1850 se habían construido 6000 km de vías férreas, contra 3300 km de los
franceses, pero lejos de los 10500 km británicos.

A partir de 1841, los prusianos comenzaron a construir las primeras locomotoras.


Anteriormente se había importado material inglés y empleado a técnicos británicos.
Impulsó las industrias de hierro y carbón de la cuenca del Ruhr, redujo los costes de
transporte dentro del Zollverein entre un 80 – 85% entre 1830 y 1850 e impulsó el
desarrollo de la gran empresa concentrada y financiada por la banca.

También la construcción naval se desarrolló de manera importante en el período


1830 – 1860. En 1870, en vísperas de la unificación política, la marina mercante llegó al
millón de toneladas, aumentando casi tres cuartos su capacidad en apenas cincuenta
años.

Como mencionamos anteriormente, los bancos tendrían un rol determinante en el


crecimiento de la industria, sobre todo a partir de la unificación política. La inversión se
focalizó en las nuevas ramas industriales: acero, química, electricidad y más tarde
automóviles. La formación de trusts, grandes conglomerados de empresas financiadas
por un mismo banco y cárteles, empresas de un mismo sector que acuerdan establecer
precios y repartirse el mercado, se transformó en una característica de la industria
alemana. Las fusiones dentro de un mismo sector, por ejemplo, en el caso de la industria
eléctrica y la integración vertical de la producción, como en la industria siderúrgica y
automotriz fueron otras formas de concentración que encontramos en esta etapa de la
industrialización germana.

La política proteccionista impulsada desde el gobierno del Imperio Alemán,


encabezado por el káiser Guillermo I y su canciller, Otto von Bismarck, abarcó tanto a
los sectores industriales de Renania como a la agricultura dominada por los
terratenientes Junker del este de Prusia. El aumento de la productividad agrícola en el
período 1840 – 1860 impulsó un aumento demográfico y la expulsión de mano de obra
desde el sector primario que luego sería empleada en la industria.

El moderno sistema educativo alemán, que había comenzado a desarrollarse desde


principios del siglo XIX, profundizó su modelo de investigación en ciencia y técnica
ligada a la industria.

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