Sanasinesfuerzo

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 16

Prólogo

Has recibido un regalo casi perfecto que se ha ido afinando durante


los últimos dos millones de años: tu adn, tu código de vida, el cual
se ha ido refinando y puliendo a través de incontables generaciones
para darte salud óptima, funcionalidad y longevidad.
Aun así, durante el último 0.5% del tiempo que ha pasado la hu­
manidad en la Tierra, nuestra capacidad para evitar las enfermeda­
des ha enfrentado un desafío monumental. El incremento explosivo
en la prevalencia de diabetes, obesidad, hipertensión, Alzheimer y
otros trastornos degenerativos no es resultado de un cambio repen­
tino en nuestra genética. De hecho, para los genetistas sería casi im­
posible encontrar cambios significativos en el genoma humano en
comparación con el de humanos de hace 20 000 años.
Entonces, ¿qué cambió? Si el mapa genético que codifica nuestra
salud y longevidad ha permanecido intacto, ¿qué factores han entra­
do en juego y corrompido el mensaje de este código aparentemente
inmutable?
Resulta que la noción de que nuestro adn es un código fijo e in­
mutable ya es anticuada. Ahora sabemos que nuestro código genéti­
co se expresa de formas sumamente dinámicas. Los mismos genes
que se creía que estaban encerrados en vitrinas de cristal ahora se

13

Sana sin esfuerzo-Vital.indd 13 08/12/16 12:43 p.m.


 PRÓLOGO 

sabe que responden momento a momento a cualquier cantidad de


influencias ambientales.
Esto que conocemos como epigenética es una ciencia que no sólo
abre la puerta a reconceptualizar el comportamiento de nuestros ge­
nes, sino que además de todo nos permite ver con nuevos ojos el co­
nocimiento rampante sobre los problemas de salud que caracterizan
al mundo occidental moderno.
La investigación epigenética revela que nuestro estilo de vida ele­
gido —los alimentos que comemos, los complementos alimenticios
que tomamos, el ejercicio que realizamos y hasta el contenido emo­
cional de nuestras experiencias cotidianas— está implicado en la or­
questación de reacciones químicas que activan o desactivan partes
del genoma humano. Esto, a su vez, codificará resultados que ame­
nacen nuestra salud y sienten las bases para enfermarnos, o creará
un ambiente interno que conduzca a la longevidad y que combata las
enfermedades.
Éste es el regalo que nos da el innovador conocimiento sobre los
genes y su expresión. La gran ventaja de este nuevo paradigma es que
revela que cada uno de nosotros tiene la oportunidad de modificar
su propia expresión genética y cambiar el destino de nuestra salud.
En las siguientes páginas el doctor Mercola te empoderará con la
capacidad de reescribir tu propia historia en términos de tu salud fu­
tura. Al prestarle atención a la información que aquí presenta apren­
derás cómo influir de forma positiva en la expresión de tu propio adn
para mejorar y preservar tu salud, así como extender tu vida.
Ya sea con cambios alimenticios que permitan el reingreso de las
grasas a tu vida, tomando más sol, dedicándole más horas a dormir
o hasta caminando descalzo cada tanto, cada una de las recomenda­
ciones empoderadoras contenidas en Sana sin esfuerzo está diseñada
para restablecer la comunicación vital con el regalo más preciado que
has recibido: el código de tu vida.
Dr. David Perlmutter

14

Sana sin esfuerzo-Vital.indd 14 08/12/16 12:43 p.m.


Introducción

Tal vez pienses que siempre me he dedicado a la salud, pero no es así.


Me crié comiendo postre después de cada comida, donas, pastelillos,
frituras y helado. Dicho de otro modo, crecí comiendo la típica dieta
estadounidense. Mis padres hicieron su mejor esfuerzo por alimen­
tarnos con comida casera, pero entonces no se sabía tanto como ahora
sobre nutrición. Como resultado, cuando estaba en bachillerato, casi
la mitad de mis dientes tenían caries y mi rostro y espalda estaban
tapizados de acné. Igual que muchas otras personas en la actualidad,
estaba yendo en contra de mi cuerpo y no fluyendo con él en la mis­
ma dirección.
Es un comienzo curioso para alguien que terminaría siendo uno
de los principales defensores del uso de la comida como medicina.
No obstante, mis experiencias me impulsaron a ayudar al individuo
promedio, el cual está habituado a comer cualquier cosa que sepa
bien y lucha contra afecciones crónicas, pero nunca ha unido estos
dos puntos.
Durante las últimas tres décadas he tratado a más de 25 000 pa­
cientes en consulta médica, he revisado diligentemente gran varie­
dad de enfoques nutricionales, he escrito dos libros que han sido
éxitos de ventas según el New York Times y creé el portal de salud
natural más visitado del mundo, el cual está dedicado a educar a los

15

Sana sin esfuerzo-Vital.indd 15 08/12/16 12:43 p.m.


 INTRODUCCIÓN 

lectores sobre métodos comprobados para mejorar su salud. En la


actualidad, Mercola.com llega a 25 millones de lectores cada mes.
La cualidad más responsable de mi camino a convertirme en de­
fensor de la nutrición de alta calidad es mi amor por la lectura. Lo
que me llevó a emprender este viaje fue un artículo publicado en
1968 en la revista Parade, el cual reseñaba el libro más reciente del
doctor Ken Cooper: Aerobics. En esa época casi nadie se ejercitaba
de forma regular. (Cuando yo salía a correr en las calles de Chicago
la gente me lanzaba piedras y latas porque asumían que debía ser un
criminal que estaba huyendo de la escena del crimen.) Leí el libro
del doctor Cooper e hice un compromiso duradero con la salud y la
forma física que ya tiene casi cinco décadas. Como es de esperarse, mi
perspectiva ha ido evolucionado con el tiempo. De hecho, ya no soy
un devoto creyente de lo que ahora conocemos como cardio, sino
todo lo contrario. Pero ya lo explicaré a detalle más adelante.
En ese entonces la práctica médica no era uno de mis intereses.
Entré a la universidad a estudiar ingeniería y me cambié a medici­
na poco después. En esos tiempos mi acercamiento a la medicina
era muy tradicional, pues durante seis años antes de especializar­
me como médico trabajé como aprendiz de farmacéutico. Disfrutaba
ese empleo y creía que los medicamentos que ayudaba a formular
eran una solución benéfica para los problemas de salud de nuestros
clientes.
Ese adoctrinamiento continuó durante mi formación en la Fa­
cultad de Medicina, aunque la diferencia entre la tendencia médica
dominante y yo empezaba a hacerse notar; mis colegas me apodaron
Doctor Fibra por mi dedicación a estudiar la fibra y su relación con
la salud intestinal. (Mi conocimiento sobre los verdaderos respon­
sables de la salud intestinal ha seguido evolucionando tras muchos
años de estudio e investigación, pero ya te contaré más junto con el
Sexto pilar de la salud.)
Como médico familiar, me pagaban por dar conferencias en
nombre de las empresas farmacéuticas y volaba por todo el mundo

16

Sana sin esfuerzo-Vital.indd 16 08/12/16 12:43 p.m.


 INTRODUCCIÓN 

financiado por ellas para alabar las virtudes de la terapia de rempla­


zo de estrógenos.
Durante mis primeros años como médico privado me enfoqué en
el tratamiento de la depresión, por tratarse de una afección tan poco
diagnosticada. El sufrimiento de las personas era palpable, pero yo
no conocía otro tratamiento que no fuera con medicamentos. Miles
de pacientes míos se iban llenos de esperanza de sanar gracias a que
llevaban una receta firmada por mí. En ese tiempo no sabía que ha­
bía un mejor camino.
Entonces ¿cómo hice la transición a la medicina naturista?
A mediados de los ochenta leí The Yeast Connection, un revelador
libro del doctor William Crook, en donde se describían recuperacio­
nes milagrosas en pacientes a los que trataba por crecimiento excesivo
de levaduras. Reconocí en mis propios pacientes muchos de los sín­
tomas que él describía. En ese punto, ignoré las recomendaciones
alimenticias de Crook y sólo utilicé los medicamentos antimicóticos
que él recomendaba como parte del tratamiento. Como era de esperar­
se, fracasé sin remedio. Sin embargo, a comienzos de los años noven­
ta releí el libro y, como ya era un poco más sabio, esa vez seguí las
recomendaciones alimenticias al pie de la letra. Funcionaron de ma­
ravilla, con lo cual abrí los ojos al poder de los alimentos —y no de
los medicamentos— como medicina. Cuando empecé a asistir a con­
gresos médicos me di cuenta de que había una amplia red de médi­
cos que utilizaban terapias naturistas para tratar a sus pacientes.
Al implementar estas nuevas habilidades a mi práctica médica me
entusiasmó observar que muchos de mis pacientes se sentían mucho
mejor con los cambios alimenticios y de estilo de vida. Me conven­
cieron tanto estos resultados que decidí cambiar mi enfoque clínico
hacia la medicina natural y me negué a recibir pacientes que no estu­
vieran dispuestos a embarcarse en la aventura de enfrentar las cau­
sas fundacionales de su enfermedad.
Esto representó un gran desafío económico, además de que era el
único médico en mi consultorio, por lo que terminé perdiendo 75%

17

Sana sin esfuerzo-Vital.indd 17 08/12/16 12:43 p.m.


 INTRODUCCIÓN 

de mis pacientes. Sin embargo, como ocurre con la mayoría de las


decisiones de vida que se toman por las razones correctas, al final
todo salió bien, y pronto mi consulta estaba llena de pacientes que
llegaban recomendados por otros pacientes a los que les había ido
muy bien. Con el tiempo empecé a recibir pacientes de todas partes
del mundo.
Fue un cambio radical en mi visión de mí mismo, de sanador
capaz de administrar los medicamentos que “arreglarían” la salud
de un paciente a educador capaz de ayudar a la gente a aprender el
poder de la sanación. Tu cuerpo está diseñado para estar sano sin
medicamentos. Si le das lo que necesita para prosperar, por lo regu­
lar se regenerará a sí mismo sin necesidad de intervenciones exter­
nas. Esta tendencia restauradora interna es lo que yo llamo “sanar
sin esfuerzo”.
Ese giro —para darles a las personas el conocimiento para sanarse
a sí mismas— se convirtió en el hilo conductor de mi práctica médica.
Junto con mi pasión por investigar y separar la verdad de la pro­
paganda, aquel deseo me llevó a ser una de las primeras fuerzas de
cambio en varios ámbitos de la salud que se han vuelto lugares comu­
nes ya: debatir la etiquetación de los organismos modificados genéti­
camente, eliminar de forma gradual las amalgamas “plateadas” de
mercurio en todo el mundo, impedir la fluoración del agua munici­
pal, defender la importancia de la vitamina D en su relación con la
buena salud y la prevención del cáncer, así como sostener la impor­
tancia de los ácidos grasos omega-3, como el aceite de krill.
Otra de mis pasiones siempre ha sido la tecnología; de hecho,
tomé mi primera clase de programación en 1969. Una parte de la
medicina familiar que me frustraba era que llegaran pacientes bus­
cando un medicamento o tratamiento que habían visto en televisión.
Como profesionista que trabajaba 80 horas o más a la semana, rara
vez tenía tiempo o ganas de ver televisión. Mis ratos libres los pasa­
ba leyendo la bibliografía médica que ahora es de fácil acceso gracias
a internet.

18

Sana sin esfuerzo-Vital.indd 18 08/12/16 12:43 p.m.


 INTRODUCCIÓN 

En 1997 lancé el portal Mercola.com como lugar para reseñar mi


evolución como médico a medida que aprendía e implementaba más
conocimientos de la medicina naturista. También decidí compartir
todo lo que iba aprendiendo en las varias docenas de cursos que to­
maba los fines de semana. No me guardaba nada y compartía todo
con el lector, como si fuera un paciente que estuviera en mi consul­
torio. Era una fuente de consejos gratuitos.
Mi objetivo con Mercola.com siempre ha sido ofrecer visiones fran­
cas y compartir mi pasión por hallar las mejores investigaciones y
llevar sus hallazgos a un público más extenso. Jamás he aceptado
publicidad ni patrocinios, pues eso podría derivar en posibles con­
flictos de interés. Y durante los primeros cuatro años de existencia
del sitio web no vendí un solo producto. La única razón por la que
empecé a comercializarlos después fue porque para entonces había
gastado medio millón de dólares en el desarrollo y mantenimiento
del portal, y las cuentas seguían aumentando.
Era evidente que ese modelo no funcionaría bien, por lo que aho­
ra vendemos productos que usamos mi familia y yo, y que son de la
mejor calidad posible. Esto me permite obtener los fondos para sus­
tentar mi misión: llevar a mis lectores la mejor información posible
para que sean capaces de mejorar su salud.
Hace unos cuatro años modifiqué mi misión para que fuera algo
más que sólo educar al público, y que incluyera fomentar cambios a
nivel mundial en políticas públicas y prácticas industriales que reper­
cuten en la salud. Fundé la Health Liberty Initiative para tomar un
papel de liderazgo e impulsar directamente el cambio en las indus­
trias alimentaria y médica.
Esta iniciativa era indispensable para reunir grupos diversos cu­
yas intenciones coincidían pero cuyas estrategias no empataban. Con
la Health Liberty Initiative tenía la esperanza de elevar el nivel co­
lectivo de conciencia en cuanto a comida, salud y medio ambiente.
Mucha gente no sabe que el Departamento de Agricultura de Estados
Unidos (usda), el cual está diseñado para garantizar la seguridad y

19

Sana sin esfuerzo-Vital.indd 19 08/12/16 12:43 p.m.


 INTRODUCCIÓN 

calidad de nuestros alimentos, establece las políticas agrícolas de la


nación, así como los estándares dietéticos. Éste es un claro ejemplo
de cuando el zorro cuida el gallinero.
Una de las razones por las cuales Mercola.com es tan popular es
porque mi experiencia al tratar tantos pacientes me ha ayudado a
traducir la jerga médica sofisticada a lenguaje cotidiano fácil de en­
tender, así como a convertir estudios complejísimos en consejos fá­
ciles de implementar. Este libro es mi esfuerzo por compilar lo mejor
de la información compartida durante las últimas dos décadas y pre­
sentarla como una guía inspiradora que te ayudará a sortear muchos
de los baches que la medicina convencional pone en nuestro camino.
En lugar de depender de medicamentos costosos y potencialmente
peligrosos, te ayudaré a entender cómo puedes modificar tu dieta sin
esfuerzo para alcanzar tus metas de salud.
En este libro te guiaré a través de los nueve principios de la sa­
nación, los cuales te ayudarán a elegir con más destreza qué y cuándo
comer, qué beber, cómo y cuándo activarte físicamente, y cómo incor­
porar más contacto con la naturaleza en tu vida sin dejar de proteger­
te de las toxinas cada vez más abundantes en el ambiente. También
aprenderás a alcanzar las nuevas metas de salud que te plantees como
resultado de la lectura de este libro.
Mi misión al escribir este libro es la misma que tiene el portal y
la Health Liberty Initiative, la cual nunca cambiará. Mi misión es
informarte sobre los detalles que las historias médicas que escu-
chas o lees en los medios suelen omitir, así como ayudarte a quitar
los obstáculos que frenan tu camino hacia el bienestar —como la
comida chatarra y las bebidas contaminadas—, de modo que tu cuer­
po sea capaz de lograr aquello para lo que está diseñado: estar bien
sin esfuerzo.
También es mi misión defender tu libertad de elección en lo que
respecta al manejo de tu salud. Siempre que se trate de medicamen­
tos, de tu alimentación, del agua que bebes o de las semillas que
siembras, creo que mereces el derecho a elegir qué entra a tu cuerpo.

20

Sana sin esfuerzo-Vital.indd 20 08/12/16 12:43 p.m.


 INTRODUCCIÓN 

Y también tienes el derecho de que te digan la verdad sobre las con­


secuencias de tus decisiones.
Tienes en tus manos el poder para estar sano, y me honra formar
parte de este viaje sin esfuerzo que estás a punto de emprender para
reclamar y ejercer ese poder.

21

Sana sin esfuerzo-Vital.indd 21 08/12/16 12:43 p.m.


Primera parte

Sana sin esfuerzo

Sana sin esfuerzo-Vital.indd 23 08/12/16 12:43 p.m.


Capítulo 1

Qué significa sanar sin esfuerzo


y por qué necesitas hacerlo

No me sorprendería que hayas abierto este libro porque te aqueja


una afección crónica, tienes exceso de peso o padeces malestar gene­
ral. En términos estadísticos, es más probable que tengas cierto nivel
de enfermedad a que estés en perfecto estado de salud.
Quizá te preguntes cómo es posible que nos falte tanto camino
para entender la salud y curar muchas enfermedades. Por ejemplo,
a pesar de que la guerra que hemos librado contra el cáncer ha im­
plicado gastos de más de 500 000 millones de dólares, los índices de
mortalidad han cambiado poco.1 La ciencia médica en general pue­
de tener parte de la culpa: Glenn Begley, quien hace investigaciones
sobre cáncer, intentó replicar 53 “estudios clínicos fundamentales”
realizados por laboratorios reconocidos y publicados en revistas mé­
dicas de alto impacto, y sólo logró reproducir seis de ellos.2 Eso im­
plica una tasa de fracaso de más de 89 por ciento.
Los índices de obesidad están aumentando más rápido que nunca.
Según la encuesta Gallup-Healthways Well-Being, la cual monitoreó
el índice de masa corporal (imc) de los participantes desde 2008, des­
cubrió en 2013 que la cifra de estadounidenses obesos se incremen­
tó un punto porcentual, después de mantenerse básicamente igual

25

Sana sin esfuerzo-Vital.indd 25 08/12/16 12:43 p.m.


 SANA SIN ESFUERZO 

durante cinco años.3 Por primera vez en la historia de la humanidad,


esta generación vivirá menos que sus padres,4 a pesar de que en 2013
se invirtiera un estimado de 2.9 billones de dólares en salud en Esta­
dos Unidos.5 ¿Cómo podemos hablar entonces de progreso?
Los Centros de Prevención y Control de Enfermedades de Estados
Unidos (cdc) estiman que para 2050 uno de cada tres adultos esta­
dounidenses padecerá diabetes.6 En la actualidad una de cada ocho
personas de 65 años en adelante tiene Alzheimer,7 y se espera que esta
cifra se incremente a una de cada cuatro en los próximos 20 años.
En su informe mundial sobre cáncer de 2014 la Organización
Mundial de la Salud denunció el “desastre humano” latente que re­
presentan los índices de cáncer en aumento, que se estima que se
disparen de 14 millones de diagnósticos nuevos en 2012 a un aproxi­
mado de 22 millones de diagnósticos anuales dentro de 20 años,8 lo
que representa un aumento de 57%. Eso significa que en dos décadas
13 millones de personas morirán cada año de cáncer.
El asma, la fiebre del heno, las alergias alimenticias, el lupus, la
esclerosis múltiple y muchas otras enfermedades autoinmunes van
en aumento. Según estimaciones, las alergias y las enfermedades del
sistema inmune se han duplicado, triplicado o hasta cuadruplica­
do en las últimas décadas, e incluso algunos estudios indican que
más de la mitad de la población estadounidense tiene al menos una
alergia diagnosticable.9 Cada vez hay más personas cuyo sistema in­
mune reacciona de forma exagerada a sustancias que deberían ser
inofensivas, lo cual deriva en alergias; en otros casos, su sistema in­
mune se equivoca y comienza a atacar al propio cuerpo, que es lo que
se entiende por enfermedad autoinmune.
Si buscas que tu médico encuentre la solución a cualquiera de
estos trastornos, es probable que salgas de su consultorio con al me­
nos una receta —o hasta más— de fármacos. Tal vez te sorprenda
saber que casi 70% de todos los estadounidenses toman al menos un
medicamento por algún padecimiento crónico u otra afección. Enca­
bezan la lista los antibióticos, los antidepresivos y los opioides, en-
tre otros.10

26

Sana sin esfuerzo-Vital.indd 26 08/12/16 12:43 p.m.


 Qué significa sanar sin esfuerzo 

Una de cada cuatro personas de la tercera edad toma entre 10 y


19 pastillas diarias.11 En el transcurso de un año y sólo en Estados
Unidos, el adulto promedio entre 18 y 65 años recibe como una doce­
na de recetas, a menos de que tenga más de 65 años, en cuyo caso la
cifra asciende a más de 30 recetas al año.12 Entre la población pediá­
trica, uno de cada cinco niños toma al menos un medicamento por
prescripción médica al mes, y como 10% usa uno o dos fármacos al
mes, mientras que 1% usa cinco o más medicamentos al mes.13
Estas estadísticas recientes, las cuales se calcularon al menos hace
cinco a diez años, son escandalosas por sí solas. Sin embargo, lo más
perturbador es que un anciano cualquiera al que se le hayan diag­
nosticado cinco padecimientos crónicos (osteoporosis, osteoartritis,
diabetes tipo 2, hipertensión y enfermedad pulmonar obstructiva cró­
nica) tomará un mínimo de 12 medicamentos distintos al día sólo
para “tratar” estas enfermedades.14
Si tomas en cuenta que alguien que toma medicamentos para la
hipertensión probablemente también toma estatinas para disminuir
el colesterol, la cifra aumenta a 13 fármacos diarios. Sin embargo,
si agregas los medicamentos prescritos para el tratamiento de otras
afecciones crónicas asociadas a la vejez, como reflujo gástrico, angi­
na de pecho, depresión u otro trastorno psiquiátrico, insomnio, ap­
nea del sueño, bochornos, insuficiencia renal, artritis reumatoide e
insuficiencia cardiaca congestiva,15 esa persona bien podría estar to­
mando hasta dos docenas o más de fármacos al día. Dado que las esta­
dísticas muestran que tres de cada cuatro estadounidenses de la tercera
edad padecen múltiples afecciones crónicas,16 esas cantidades de me­
dicina no son descabelladas.
Sin embargo, estas “curas” salen caras, pues sus efectos secunda­
rios y hasta reacciones adversas peligrosas tienen un impacto bastante
dañino en la salud. Las reacciones adversas a medicamentos fueron
responsables de más de 2.3 millones de visitas a sala de urgencias
en Estados Unidos en 2011, y hasta de 84% de los 1.3 millones de
visitas a sala de urgencias en 2005.17 No obstante, la Agencia de Ali­
mentos y Medicamentos (fda, por sus siglas en inglés) —la agencia

27

Sana sin esfuerzo-Vital.indd 27 08/12/16 12:43 p.m.


 SANA SIN ESFUERZO 

que debería protegernos contra estos peligros— reporta que en 2011,


98 000 personas murieron por reacciones adversas a medicamentos,
y según los cdc fue la sexta causa de muerte más común en ese año.18
Se reportaron más de 573 000 incidentes de reacciones adversas a fár­
macos con consecuencias “graves”, como hospitalización, complica­
ciones casi fatales, discapacidades y otros efectos dañinos.19
Si estás hospitalizado, ten cuidado. Investigaciones realizadas en
1999 por el Instituto de Medicina demostraron que 44 000 personas
—y quizá hasta 98 000— mueren cada año como consecuencia de
errores médicos en ámbitos hospitalarios.20 Diez años después, la Ofi­
cina del Inspector General aumentó esa cifra a 180 000 al año, sólo
entre pacientes cubiertos por el programa Medicare.21 Y en 2013 un
estudio publicado en el Journal of Patient Safety sugirió que la cifra
podía incluso alcanzar los 440 000 casos.22 Con tantas muertes pro­
vocadas por los medicamentos que deberían “sanarnos”, hay muchas
probabilidades de que hayas conocido personalmente a alguien que
haya sido víctima de este desafortunado e innecesario destino.
Estas tendencias y datos evidencian que una pizca de prevención
vale más que un kilo de cura. Mi intención es compartirte en este
libro estrategias simples que los mantendrán a ti y a tu familia fuera
de peligro, de modo que estos errores no afecten tu vida ni la de tus
seres queridos.

Las estadísticas están en tu contra

Es difícil lograr que una persona entienda algo,


cuando su salario depende de que no lo entienda en lo absoluto.
Upton Sinclair

¿Por qué se ha vuelto tan peligroso buscar ayuda de la industria


médica?
El mejor punto de partida es observar esos casi tres billones de
dólares de los que hablé antes. En lugar de ver tus síntomas, las

28

Sana sin esfuerzo-Vital.indd 28 08/12/16 12:43 p.m.

También podría gustarte