Teatro

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CAPACIDADES INDICADORES DE LOGRO

CONTENIDOS
(Técnicas o específicas) DE LA CAPACIDAD ··
Teatro: - La comunicación teatral.
1 Expresar diferentes obras Representa obras teatrales teniendo https://youtu.be/CC_L00kWbxI
teatrales en cuenta pasos metodológicos https://www.slideshare.net/daliagarrido/el-teatro-
13086645

Teatro
El teatro cuenta historias mediante actores, discursos, música y escenografía.
El teatro es una de las actividades culturales y artísticas más antiguas que conoce la humanidad. Es una de las artes escénicas,
es decir, aquellas que tienen lugar sobre un escenario, y consiste en la recreación de una o varias historias de distinta índole
mediante actores, discursos, música y escenografía.
El teatro ha sido cultivado a lo largo de la historia con muy distintos fines, pero siempre comprendido como una herramienta
para comunicar ideas masivamente. De hecho, los antiguos griegos lo empleaban como un instrumento de educación religiosa
y ciudadana, poniendo en escena sus mitos y sus célebres tragedias.
Por otro lado, también las vanguardias del siglo XX vieron en el teatro un campo de experimentos, en el cual podían someter al
público a experiencias y reflexiones de distinta índole.
Se trata, pues, de una forma de arte muy versátil, que combina el ejercicio intelectual con la representación de situaciones
graciosas, conmovedoras, impactantes, etc. Existen formas muy variadas de representación teatral, algunas de las cuales ni
siquiera tienen lugar dentro de un teatro, sino en la calle, y algunas incluso exigen la participación del público.
Aunque ambos términos suelen usarse como sinónimos, en sentido estricto conviene no confundir al teatro (la representación
escénica) con la dramaturgia (la escritura del texto teatral). El primero es un género escénico, mientras que la segunda es un
género literario. Tampoco debemos confundir al teatro en tanto género artístico, con el teatro como edificación en la que tienen
lugar este tipo de representaciones.

Origen del teatro


Aunque distintas formas de representación teatral o escénica, como danzas chamánicas, bailes religiosos o ceremonias de todo
tipo tuvieron lugar en la sociedad humana desde sus épocas más primitivas, el teatro como forma de arte proviene de la
antigüedad clásica, específicamente de la Grecia antigua.
Eso no significa que no hubiera antecedentes importantes en culturas anteriores, como la egipcia. Por ejemplo, era común en el
Imperio Medio la presencia de actores que, disfrazados con máscaras, relataban los mitos fundacionales de la muerte y
resurrección de Osiris.
Sin embargo, fueron los griegos los primeros en cultivarlo profundamente: incluso la palabra «teatro» deriva del vocablo
griego théatron, que traduce “sitio para contemplar” (del verbo theáomai, “mirar”, del que proviene también “teoría”). Las
representaciones de la época se daban en un espacio central para la actividad cívica, y solían asistir los ciudadanos de todas las
edades, como parte de su educación cívica, política y religiosa.
Según explica Aristóteles en su Poética, los griegos antiguos consideraban el teatro un lugar en el que podían purgarse las
pasiones bajas del ser humano, a través de la puesta en escena de situaciones conmovedoras. Este proceso era llamado catarsis,
y garantizaba que salieran del teatro mejores ciudadanos de los que entraban.
Inicialmente, estas representaciones eran rituales religiosos de culto a dioses específicos, como Dionisos. Posteriormente fue
desarrollándose como un género artístico (“poético”, diría Aristóteles).
Así, los grandes dramaturgos clásicos de Grecia (Sófocles, Eurípides y Esquilo) emplearon la tragedia (y en menor medida, la
comedia) como forma de interpelar su cultura y exponer los dramas culturales de la época, centrales en la construcción del
imaginario de Occidente. No en balde se estudian y representan todavía en el presente, y su influencia se puede hallar en los
grandes dramaturgos de las épocas posteriores.

Características del teatro


El teatro en tanto forma artística presenta las siguientes características:

1. Consiste en la puesta en escena, o sea, la representación en vivo, de alguna historia o situaciones, en las que
interactúan distintos personajes. Dicha representación tiene lugar generalmente en el escenario de una instalación
propicia (un teatro, anfiteatro, auditorio, etc.), aunque también puede darse en otros ambientes, públicos o privados.
2. Generalmente se representa ante un público o audiencia, que dependiendo del tipo de puesta en escena puede verse
más o menos involucrado en la pieza, siendo espectadores pasivos o teniendo algún grado de participación (real o
simulada) en ella.
3. Requiere de la actuación de profesionales entrenados en la representación (actores), que encarnan a los diferentes
personajes del relato y que les dan vida. Antiguamente, estos actores eran sólo hombres y empleaban máscaras que
ilustraban el carácter del personaje, cosa que aún sobrevive en variantes teatrales orientales, como el teatro del No
japonés.
4. Los relatos representados siempre ocurren en presencia del público, o sea, en un presente recreado. Rara vez
interviene un narrador que cuente parte de la historia, aunque también es posible.
5. El espacio teatral puede contener material escenográfico (decoración y ambientación), así como utilería, o puede
apelar a la imaginación para suscitarlo todo.

Elementos teatrales
Toda pieza teatral consta de los siguientes elementos:
a. Un escenario. Que es el fondo sobre el cual transcurre la acción y que puede o no identificarse con el mundo real. En
él suelen hallarse los elementos de la escenografía, que forman parte del decorado, y que le aportan atmósfera a la
representación. Muchas piezas, sin embargo, prescinden de escenografía y simplemente usan la actuación para
suscitar el fondo, el decorado e incluso la utilería.
b. Objetos de utilería. Que son objetos con los cuales los actores interactuarán: espadas, flores, árboles, vasos, mesas, y
un largo etcétera. Pueden hallarse en escena, siendo reales o simulados, o pueden suscitarse mediante la actuación y la
imaginación.
c. Los actores. Lo más importante de toda pieza teatral, quienes encaran toda clase de personajes y llevan adelante la
obra al representar las acciones de la trama.
d. El guion. O sea, el texto dramático que contiene las indicaciones para representar la obra y que puede ser más o
menos obedecido por el director de la obra.
Tipos de teatro
El teatro de inmersión incorpora al público en la obra.
Desde tiempos antiguos, el teatro se ha diferenciado de acuerdo a ciertas características de su representación. Así, suele
hablarse de géneros teatrales, entre los que se distinguen formas mayores (más largas y más elevadas) y formas menores (más
breves y más populares). A continuación, las veremos por separado:
A. Formas mayores. En teoría, las que son más exigentes para el público y los actores, dado que requerían de largos
tiempos teatrales y muchos actos.
a. Tragedia. Según Aristóteles, es el género que representa a los seres humanos mejores de lo que son, para así luego
mostrar su caída en desgracia. Es un género nacido en la antigüedad y poco cultivado hoy en día,
b. Comedia. Aristóteles lo definía como un género que representa a los seres humanos peores de lo que son, para así
poder reírse de ellos. Esto es particularmente importante cuando la burla está dirigida a los poderosos. La comedia
también nació en la antigüedad, pero sobrevive hasta nuestros días.
c. Tragicomedia. Originalmente conocida como “drama”, se supone que es un punto intermedio entre tragedia y
comedia, en la que pueden reconocerse elementos de ambos géneros.
B. Formas menores. Aquellas, por ende, cuya representación requiere de menos tiempo. Son muy abundantes, pero las
más conocidas son:
a. Auto sacramental. Piezas teatrales cuyo tema gira en torno al tema religioso, específicamente a la tradición
cristiana. Fueron muy comunes durante el medioevo europeo.
b. Entremés. Una pieza breve de tipo cómico, que representaban en los entreactos de una comedia mayor (o sea,
cuya representación tomaba más tiempo).
c. Farsa. Una forma breve de comedia que lleva los límites de la realidad al absurdo, haciéndola grotesca.
d. Monólogo. Una pieza teatral breve en la que hay un único personaje en escena, que habla para sí o para el público.
e. Vodevil. Una comedia ligera cuya trama se basa en los equívocos, las malas interpretaciones y tienden a estar
llenas de escenas amorosas y números musicales.
f. Melodrama. Una forma modificada del drama que refuerza sus contenidos emocionales con la intervención de la
música de orquesta, antecesora de la telenovela de nuestros días.
Por otro lado, puede clasificarse el teatro de acuerdo a lo necesario para su representación, en:
a. Teatro de Cámara. Variante europea teatral de público reducido y escenario pequeño, próximo, que busca aproximar
emocionalmente a los espectadores a la trama.
b. Teatro de calle. Aquel que no requiere de escenario sino que se hace al aire libre, en espacios públicos o incluso entre
la multitud.
c. Teatro de Títeres. Como su nombre indica, es una variante (infantil o no) que emplea muñecos en lugar de actores.
d. Teatro de Inmersión. Aquellas variantes vanguardistas que incorporan al público a la obra, ya sea como
espectadores silenciosos pero presentes en escena, o como partícipes involuntarios de la trama.
1. ¿Cuáles son elementos de la comunicación literaria que intervienen en el teatro?
2. ¿Cuáles son las características de un teatro?
3. ¿Qué podemos transmitir a través del teatro?

La comunicación en el teatro: lo básico


El teatro supone una forma muy compleja de comunicación. En primer lugar vamos a ver una explicación simple del proceso
de comunicación.
La comunicación consiste en la transmisión de un mensaje, que puede contener información de muy diversas clases
(información, sentimientos, opiniones, órdenes, ruegos, etc.) desde un elemento emisor a un elemento receptor.
Este mensaje tiene que estar elaborado en un código común al receptor y al emisor, un sistema de signos que ambos conozcan.
Por ejemplo, podremos establecer comunicación con alguien que se exprese en el código de la lengua china sólo si conocemos
nosotros también ese código. Naturalmente, la transmisión de los signos tiene que realizarse sobre un soporte físico, al que
llamaremos canal; puede ser un mensaje oral, en cuyo caso el canal son las ondas sonoras del aire, o un mensaje escrito o
dibujado, y entonces el canal es la luz.
Así mismo, el contexto influye en la transmisión del mensaje, es decir, las condiciones concretas en que un mensaje se produce
en el emisor y llega al receptor. Determinados signos no tienen el mismo valor en diferentes contextos: la palabra operación
tendrá un valor diferente, por ejemplo, según se diga en un banco, en un hospital, en una clase de matemáticas o en un cuartel.
Pero muchas más cosas pueden formar el contexto de un mensaje, desde la situación social, la personalidad de los participantes
en el acto comunicativo. En el lenguaje escrito se considera contexto todo lo que precede y sigue a un signo, el tema del que se
trata, etc.
Así que ya tenemos los elementos básicos en cualquier acto de comunicación:
a. Emisor: el que emite el mensaje.
b. Receptor: el que lo recibe.
c. Mensaje: información que se transmite.
d. Código: sistema de signos que conocen tanto el emisor como el receptor.
e. Canal: medio físico por el que se transmite el mensaje.
f. Contexto: situación compleja en la que se transmite el mensaje y en la que se hayan tanto el emisor como el receptor.
Podemos aplicar este esquema al teatro, y nos daremos cuenta de que se trata de un acto de comunicación muy complejo.
Comenzamos por el emisor. En teatro son múltiples, no uno solamente. El primero de todos sería el dramaturgo que escribe la
obra dramática, preparada para que sirva de base a una representación teatral. Si el texto dramático es una creación colectiva,
como ocurre a veces en grupos independientes, entonces este primer emisor estaría compuesto por varias personas también.
Esa obra ya de por sí es un mensaje complejo, donde se representan emisores y receptores múltiples, que serían los personajes
que aparecen en el diálogo, más las indicaciones del autor para la representación, todo ello expresado en un código lingüístico
determinado, el de la lengua en que esté elaborado el texto.
A continuación, nos encontramos con un segundo emisor, que sería el director de escena que pretende representarla, el cual
coordina y organiza según un plan personal o colectivo, de carácter creativo, a una serie de emisores.
Los actores son los encargados de transmitir los mensajes en varios códigos: lingüístico, cinésico, espacial y gestual. Actúan
como emisores y receptores alternativos entre ellos, y como emisores respecto al público. Aún se suman otros emisores, que
serían los diferentes artistas que producen mensajes de carácter icónico, como los diseñadores de vestuario y los escenógrafos,
además de los diseñadores de luz, que aportan también significados en códigos específicos. Por lo tanto tenemos, un mensaje
complejo, expresado en varios códigos, por un grupo de emisores, dirigidos todos por un emisor principal, el director de
escena, que a su vez trata de transmitir un mensaje original producido por un dramaturgo.
El receptor es también múltiple, pues se trata del público. Este receptor domina colectivamente el código lingüístico, pero no
en la misma medida, es decir, no para todos por igual, los diferentes códigos en que el mensaje se expresa, pues sólo algunos
conocedores interpretarán todos los signos que se ofrecen del mismo modo. Generalmente, en el mismo acto de la
comunicación no se produce reciprocidad, es decir, el receptor no responde al mensaje de los diferentes emisores; alguna rara
vez el público como receptor puede convertirse en emisor directamente. Lo cual no quiere decir que sea un receptor pasivo por
completo; tiene también su propio código de expresión durante la emisión y recepción del mensaje, con sus aplausos, sus risas
o sus silencios.
Los códigos, ya se ha dicho, son variados, y pueden predominar unos sobre otros. Visual, lumínico, gestual, cinésico,
lingüístico, musical, son códigos que pueden aparecer y ser predominantes en una representación teatral, pero que suelen
combinarse según jerarquías y cualidades de una manera armoniosa.
Naturalmente, los canales de comunicación son de dos tipos: visuales y auditivos, ondas sonoras y luz.
Los contextos pueden variar considerablemente y marcarán ante qué tipo de teatro nos encontramos.
De este sencillo análisis confirmamos lo dicho anteriormente, que el teatro es un caso de comunicación complejo donde los
elementos principales se multiplican. Un análisis más profundo puede dar mayor complejidad a este tipo de comunicación,
pero lo principal se resume en lo dicho anteriormente.

El teatro como medio de comunicación y su efecto en la audiencia (Lectura)


El teatro desde la época de los griegos ha sido y es uno de los medios de comunicación y expresión más poderosos después de
la televisión, el cual ha sabido captar las realidades socio-políticas y transformarlas en comunicación inmediata para ser
disfrutada por todos los espectadores, llegando inclusive a influenciar y cambiar maneras de pensar, sentir y actuar, a través del
discurso emitido. 
Este discurso que llamamos “obra de teatro” o “mensaje” está influenciado a su vez por la propuesta o visión del director, del
escenógrafo y obviamente de los actores, entre otros. Todos estos artistas que intervienen en el hecho teatral también tienen
una propuesta o forma de entender este mensaje del autor y de comunicarlo al público de una manera definida, la cual
denominamos “propuesta”.  
Y es aquí cuando todos los artistas se juntan, discuten analizan y llevan a escena una obra de teatro con fines específicos y
definidos; y este trabajo está hecho para un público que va a recibir ese mensaje de comunicación previamente diseñado y
estudiado.
Es aquí donde el espectador llega a la sala de representación y fluye junto con la obra, poco a poco se va identificando con ella,
comienza a sentir emociones, se ríe, llora, se disgusta; algo comienza a pasar y sencillamente estamos hablando del resultado
de un hecho comunicacional y la relación público-espectáculo. Si no, ¿Cuantas veces no vemos a la gente salir de una pieza
teatral llorando, riendo, o comentando cuan buena fue, cual divertida, cuan fuerte, cuan decepcionante, o que magistral la
actuación de tal o cual artista?
El teatro surge entonces como una especie de divina catarsis, como forma de terapia, y es, justamente allí, donde el arte
escénico tiene la capacidad de persuadir, informar y entretener a las personas siendo éstas quienes, según sus experiencias,
terminarán por escoger la pieza teatral a ver que más se parece a lo que están viviendo, dependiendo de los intereses personales
de cada quien. Por eso podemos atrevernos a decir que uno de los mensajes universales que puede combinar el teatro es la
necesidad de vivir experiencias nuevas a través de un acto recreativo. 
Claro está, podemos también entonces decir que en este proceso de la comunicación teatral participan otros elementos que
serán importantes para comprender el mensaje de una pieza o espectáculo escénico, me refiero las diferentes visiones que le
pueda dar el espectador al montaje ; lo que conlleva a que muchas personas sean capaces de encontrar traducciones diferentes,
de un mismo mensaje. 
Aquí podemos comprender lo siguiente: Es el hecho de que o cómo la información, cumple su objetivo cuando se mantiene
intacta, clara, por quienes la crean, transmitiendo su versión de los mensajes, con la finalidad de que la mayoría posible lo
comprenda. 
Pero el teatro no cuenta con una retroalimentación diáfana que le muestre lo que el público analiza o siente al ver el
espectáculo. Sin embargo, lo que sí permite medir el éxito de una obra son las reacciones de esos asistentes; como la risa y el
aplauso final, así como también las emociones expresadas por el público en el momento que vive el espectáculo, por ejemplo,
el hecho de llorar o salir conmovido de la obra como mencionamos anteriormente. El comentario final y la recomendación,
siempre serán positivas manifestaciones de que el mensaje produjo un efecto en la persona y ésta lo transmite a otras para que
lo vivan. Estamos hablando ya de comunicación innegablemente.
Allí encontramos, a un público comunicando lo que la esencia principal de la obra teatral quiso decir o pretende transmitir. El
efecto ya está en el entorno, las reacciones positivas o negativas se transmitirán en lo que vulgarmente conocemos como
recomendación; pero esto es solamente parte de un mensaje, ya que la persona o personas que lo emiten estarán comunicando
su experiencia propia de acuerdo a lo que la obra pudo mover emocionalmente. 
Citemos un ejemplo: Un espectador tiene una forma de pensar: “Soy un hombre que tiene la fiel convicción de que Cristo es el
propio Dios y por lo tanto un ser perfecto”. Resulta que ese mismo espectador asiste a una obra de teatro que representa la vida
de Jesucristo con un contexto totalmente diferente a lo que el cree y defiende, ¿Cuál es el impacto del mensaje en ese
espectador en particular? Incredulidad, rabia, molestia porque no acepta lo que están representando. Entonces inmediatamente,
se comienzan a mezclar los componentes culturales y los valores aprendidos. Conclusión, la obra para ese espectador es mala y
puede llegar a sentirse estafado y decepcionado moralmente. ¿Esta persona recomendará de forma positiva esta obra? La
respuesta seguramente es no. Pero podemos comprender que no hay objetividad en la emisión de su referencia si no que
proyecta lo que sintió, catalogando subjetivamente el comentario.
Pero indiscutiblemente para que el fenómeno teatral pueda hacerse realidad es necesario del público. Sin éste componente es
como decir que un emisor, no tenga un receptor. 
Y aquí se descubre una comunicación maravillosa entre el actor y el público por el proceso de la comunicación, porque los
artistas logran desconectar por un lapso de tiempo de su realidad al espectador. Este se engancha e inclusive sueña junto con el
actor en la vida de su personaje. 
Por último, debemos abordar el tema de la motivación que produce el teatro como medio de comunicación. En una sociedad,
donde están presentes grandes carencias y vacíos, las personas tienen necesidad de encontrar un soporte, o mejor dicho, un
medio que los nutra y les provea de estímulos para así reivindicar la estima y dar apertura a nuevos pensamientos que
dinamicen su existencia.
Es allí donde la comunicación del teatro, conduce y da como aporte su más valioso legado: la fuente motivacional.
En una función teatral el mensaje resalta los temores, las críticas, y las insatisfacciones humanas; pero también puede crear un
halo de esperanza, albergando desde otra perspectiva el sentido de la fe. 
 

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