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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS

FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA


EDUCACIÓN
CARRERA DE PSICOLOGÍA

TESIS DE GRADO
TRASTORNO DE PERSONALIDAD PSICOPÁTICA Y
ESTRUCTURA AFECTIVO EMOCIONAL EN RECLUSOS POR
DELITO DE ASESINATO DEL CENTRO PENITENCIARIO SAN
PEDRO DE LA CIUDAD DE LA PAZ

POR : FRANZ RAMOS LARICO


TUTOR : DR. RODOLFO LÓPEZ HARTMANN

LA PAZ – BOLIVIA
2017
RESUMEN

El objetivo de la presente investigación científica psicológica es evaluar y relacionar el trastorno


de la personalidad psicopática con la estructura afectiva emocional en reclusos por delito de
asesinato, del Centro Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz. Se ha planteado el estudio
de estas variables en base a la referencia de los datos estadísticos presentados por el Instituto
Nacional de Estadística (INE) del año 2006 al 2014 que indica que los casos de “violación y
asesinato” se han incrementado en 322 % y 185 % respectivamente en la población boliviana.
Estos índices altos de asesinato que se han reportado y que conmocionaron a toda la ciudadanía
aún no cuenta con las políticas necesarias y suficientes de parte del estado para su intervención y
prevención de la misma. Además, los delitos de asesinato que actualmente se cometen en contra
de la vida del ser humano a nivel nacional son con mayor crueldad y a sangre fría, lo cual nos ha
llevado a plantear que estas personas que son responsables de estos hechos violentos de asesinato
presentan tendencias o trastorno de la personalidad psicopática relacionado a deficiencias en su
estructura afectiva emocional.

Por lo tanto este trabajo a partir de sus resultados aporta en la implementación de programas de
intervención y prevención de readaptación social e reinserción social específicos para personas
privados de libertad por el delito de asesinato respecto a las variables de este estudio. Con el
objetivo fundamental de prevenir la reincidencia de los mismos por el mismo y de otros delitos.

Del análisis de resultados en una muestra de 58 reclusos por delito de asesinato, del Centro
Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz, se ha determinado que la correlación entre el
trastorno de la personalidad psicopática o sus tendencias con la estructura afectiva
(Autovaloración) es “inversamente proporcional” es decir que “a menor nivel de autovaloración
mayor es el grado de psicopatía” y la magnitud de esta “correlación es negativa media” (r = -
0.29, p < 0.05). Así mismo se ha determinado que la correlación entre el trastorno de la
personalidad psicopática o sus tendencias con la estructura emocional (Inteligencia emocional) es
“inversamente proporcional” es decir que “a menor nivel de inteligencia emocional mayor es el
grado de psicopatía” y la magnitud de esta “correlación es negativa media” (r = - 0.22, p < 0.05).

Por lo tanto queda sustentada, verificada y se aprueba la hipótesis de investigación (Hi).

2
Dedicatoria

A las personas que me enseñaron a luchar, crecer y darme la motivación

para ir mucho más lejos de lo que pensaba, cuando creía que no podía más.

A quienes me enseñaron que la vida es un reto día tras día y siempre

tendrá un sentido cuando existe el valor de enfrentarla.

A quienes cuando estuve caído me enseñaron a levantarme y ya no temer

a mis problemas y aquel cuando uno este vivó tendría que afrontarlo y

perseverar.

A quienes con su motivación constante durante todo este tiempo nunca

me dejaron de apoyar para alcanzar esta meta tan añorada.

A mi Madre Lucia Larico (+), a mi padre Silverio Ramos Silvestre (+).

A mi esposa Vilda zelma Espinoza, mis hijos Franco, Pablo y Jostein.

3
AGRADECIMIENTOS

Agradecer a las personas, a las instituciones que me brindaron su respaldo incondicional de


uno y otro modo ha contribuido a la realización de este trabajo de investigación. A Dios
que me acompaña en mis triunfos y éxitos, y derrotas; a la persona que con su apoyo,
orientación, amistad y actitud positiva me ayudo a encaminar y ejecutar esta investigación,
Dr. Rodolfo López Hartmann; a mis docentes que me encaminaron en mi formación
profesional.

Así mismo agradecer al Lic. Rubén Herrera Medrano, Psicólogo del Recinto Penitenciario
San Pedro de la Ciudad de La Paz, a la Dra. Delia Illanes Choquetijlla, Directora Departamental
de Régimen Penitenciario – La Paz, al Tcn. Deap. Nelson Mora Valencia, Director del Recinto
Penitenciario de San Pedro, a los reclusos del Penal de San Pedro que aceptaron ser parte de
esta investigación, Sector Grulla.

A los docentes que aceptaron ser mis tribunales revisores y lectores de mi investigación Lic.
Rene Calderón Gemio la Dr. Margarett Hurtado, Lic. Juan Lequepi Mamani por su apoyo
constante. Y conocimiento profesional que me motivo y brindo, la seguridad y fortaleza para
alcanzar este objetivo.

En especial gracias a la prestigiosa carrera de PSICOLOGIA reconocida casa superior de


estudios Universidad Mayor De San Andrés Facultad De Humanidades y Ciencias De La
Educación.

4
RESUMEN

El objetivo de la presente investigación científica psicológica es evaluar y relacionar el trastorno


de la personalidad psicopática con la estructura afectiva emocional en reclusos por delito de
asesinato, del Centro Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz. Se ha planteado el estudio
de estas variables en base a la referencia de los datos estadísticos presentados por el Instituto
Nacional de Estadística (INE) del año 2006 al 2014 que indica que los casos de “violación y
asesinato” se han incrementado en 322 % y 185 % respectivamente en la población boliviana.
Estos índices altos de asesinato que se han reportado y que conmocionaron a toda la ciudadanía
aún no cuenta con las políticas necesarias y suficientes de parte del estado para su intervención y
prevención de la misma. Además, los delitos de asesinato que actualmente se cometen en contra
de la vida del ser humano a nivel nacional son con mayor crueldad y a sangre fría, lo cual nos ha
llevado a plantear que estas personas que son responsables de estos hechos violentos de asesinato
presentan tendencias o trastorno de la personalidad psicopática relacionado a deficiencias en su
estructura afectiva emocional.

Por lo tanto este trabajo a partir de sus resultados aporta en la implementación de programas de
intervención y prevención de readaptación social e reinserción social específicos para personas
privados de libertad por el delito de asesinato respecto a las variables de este estudio. Con el
objetivo fundamental de prevenir la reincidencia de los mismos por el mismo y de otros delitos.

Del análisis de resultados en una muestra de 58 reclusos por delito de asesinato, del Centro
Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz, se ha determinado que la correlación entre el
trastorno de la personalidad psicopática o sus tendencias con la estructura afectiva
(Autovaloración) es “inversamente proporcional” es decir que “a menor nivel de autovaloración
mayor es el grado de psicopatía” y la magnitud de esta “correlación es negativa media” (r = -
0.29, p < 0.05). Así mismo se ha determinado que la correlación entre el trastorno de la
personalidad psicopática o sus tendencias con la estructura emocional (Inteligencia emocional) es
“inversamente proporcional” es decir que “a menor nivel de inteligencia emocional mayor es el
grado de psicopatía” y la magnitud de esta “correlación es negativa media” (r = - 0.22, p < 0.05).

Por lo tanto queda sustentada, verificada y se aprueba la hipótesis de investigación (Hi).

5
Dedicatoria

A las personas que me enseñaron a luchar, crecer y darme la motivación

para ir mucho más lejos de lo que pensaba, cuando creía que no podía más.

A quienes me enseñaron que la vida es un reto día tras día y siempre

tendrá un sentido cuando existe el valor de enfrentarla.

A quienes cuando estuve caído me enseñaron a levantarme y ya no temer

a mis problemas y aquel cuando uno este vivó tendría que afrontarlo y

perseverar.

A quienes con su motivación constante durante todo este tiempo nunca

me dejaron de apoyar para alcanzar esta meta tan añorada.

A mi Madre Lucia Larico (+), a mi padre Silverio Ramos Silvestre (+).

A mi esposa Vilda zelma Espinoza, mis hijos Franco, Pablo y Jostein.

6
AGRADECIMIENTOS

Agradecer a las personas, a las instituciones que me brindaron su respaldo incondicional de


uno y otro modo ha contribuido a la realización de este trabajo de investigación. A Dios
que me acompaña en mis triunfos y éxitos, y derrotas; a la persona que con su apoyo,
orientación, amistad y actitud positiva me ayudo a encaminar y ejecutar esta investigación,
Dr. Rodolfo López Hartmann; a mis docentes que me encaminaron en mi formación
profesional.

Así mismo agradecer al Lic. Rubén Herrera Medrano, Psicólogo del Recinto Penitenciario
San Pedro de la Ciudad de La Paz, a la Dra. Delia Illanes Choquetijlla, Directora Departamental
de Régimen Penitenciario – La Paz, al Tcn. Deap. Nelson Mora Valencia, Director del Recinto
Penitenciario de San Pedro, a los reclusos del Penal de San Pedro que aceptaron ser parte de
esta investigación, Sector Grulla.

A los docentes que aceptaron ser mis tribunales revisores y lectores de mi investigación Lic.
Rene Calderón Gemio la Dr. Margarett Hurtado, Lic. Juan Lequepi Mamani por su apoyo
constante. Y conocimiento profesional que me motivo y brindo, la seguridad y fortaleza para
alcanzar este objetivo.

En especial gracias a la prestigiosa carrera de PSICOLOGIA reconocida casa superior de


estudios Universidad Mayor De San Andrés Facultad De Humanidades y Ciencias De La
Educación.

7
INDICE
Pág.
Dedicatoria…………………………………………………………………………………... 3
Agradecimientos…………………………………………………………………………….. 4

CAPITULO I
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………. 8
1.1 Planteamiento del problema…………………………………………………………... 11
1.2 Objetivos……………………………………………………………………………… 13
1.2.1 Objetivo general………………………………………………………………………. 13
1.2.2 Objetivos específicos………………………………………………………………….. 13
1.3 Hipótesis………………………………………………………………………………. 14
1.3.1 Hipótesis de investigación (Hi)……………………………………………………….. 14
1.4. Justificación…………………………………………………………………………… 14

CAPITULO II
MARCO TEÓRICO.............................................................................................................. 19
2.1 La personalidad…………………………………………………………………………. 19
2.2 Antecedentes históricos………………………………………………………………… 19
2.3 Actualmente la psicopatía………………………………………………………………. 21
2.4 Concepto y características fundamentales……………………………………………… 21
2.5 Prevalencia del trastorno……………………………………………………………….. 25
2.6 Factores antecedentes y predisponentes………………………………………………... 26
2.7 Diagnóstico (DSM – IV y CIE - 10)…………………………………………………… 27
2.8 Diagnóstico de la psicopatía según la Escala de Calificación de la Psicopatía Revisada
(PCL - R) de: Robert D. Hare (1985 - 1991)………………………………………………... 28
2.8.1 Factor 1: Interpersonal/Afectivo……………………………………………………… 28
2.8.2 Factor 2: Desviación social…………………………………………………………… 29
2.9 Teoría de sustento de: Robert D. Hare………………………………………………... 29
2.9.1 La psicopatía y su relación con la violencia y la criminalidad……………………….. 29
2.9.2 Aproximaciones explicativas…………………………………………………………. 31
2.10 Antecedentes del estudio de la afectividad y emoción……………………………….. 32
2.11 Teoría evolutiva (Charles Darwin)…………………………………………………… 32
2.12 Teoría psicofisiológica (William James)……………………………………………... 34
2.13 Teoría neurológica (Walter B. Cannon)……………………………………………… 35
2.14 Teoría cognitiva (Schachter)…………………………………………………………. 38
2.15 Teoría de Plutchik…………………………………………………………………….. 39
2.16 Teoría dinámica (Sigmund Freud)……………………………………………………. 40
2.17 Componentes emocionales…………………………………………………………… 41
2.17.1 El sentimiento……………………………………………………………………….. 42
2.17.2 La afectividad……………………………………………………………………….. 42
2.17.3 Emotividad y emoción………………………………………………………………. 43
2.18 La afectividad desde un enfoque cognitivo…………………………………………. 44
2.19 Concepto actual de la afectividad…………………………………………………… 47
2.20 La inteligencia emocional…………………………………………………………… 47

8
2.21 Definición del delito…………………………………………………………………... 49
2.22 Definición de asesinato………………………………………………………………... 50
2.23 El delito de asesinato………………………………………………………………….. 50
2.24 Dos tipos de asesinatos - sujetos del delito de asesinato……………………………… 51
2.24.1 Sujeto activo………………………………………………………………………… 51
2.24.2 Sujeto pasivo………………………………………………………………………… 51
2.25 Clasificación general del asesinato………………………………………………... 51
2.25.1 Asesinato en primer grado…………………………………………………………... 51
2.25.2 Asesinato en segundo grado………………………………………………………… 51
2.25.3 Asesinato con alevosía………………………………………………………………. 52
2.25.4 Asesinato por precio, recompensa o promesa………………………………………. 52
2.25.5 Asesinato con ensañamiento………………………………………………………… 52
2.26 Estudios relacionados con el tema de investigación………………………………… 52
2.27 Recinto penitenciario San Pedro de la Ciudad de La Paz…………………………… 54

CAPITULO III
MÉTODOLOGIA………………………………………………………………………….. 55
3.1 Tipos y diseño de investigación………………………………………………………… 55
3.2 Variables de investigación……………………………………………………………… 55
3.2.1 Definición conceptual de las variables…………………………………………........ 55
3.2.1.1 Trastorno de personalidad psicopática…………………………………………........ 55
3.2.1.2 La afectividad………………………………………………………………………. 56
3.2.1.3 La emoción…………………………………………………………………………. 56
3.2.2 Operacionalización de las variables………………………………………………… 57
3.3 Población………………………………………………………………………………. 60
3.4 Muestra………………………………………………………………………………… 60
3.5 Instrumentos de medición psicológica………………………………………………… 60
3.5.1 Escala de Calificación de la Psicopatía Revisada (PCL - R)…………………………. 60
3.5.2 Escala de Autovaloración – EAV – 2 – RC (Adultos)……………………………….. 61
3.5.3 Test de Inteligencia Emocional (I. E.)………………………………………………... 61
3.5.4 Cuestionario de Información Adicional……………………………………………… 61
3.6 Análisis de resultados………………………………………………………………… 62
3.7 Ambiente……………………………………………………………………………... 62
3.8 Procedimiento………………………………………………………………………… 64

CAPITULO IV
RESULTADOS…………………………………………………………………………….. 65
4.1 De los datos demográficos…………………………………………………………….. 66
4.2 De los antecedentes familiares………………………………………………………… 70
4.3 De los antecedentes educativos………………………………………………………... 74
4.4 De la historia médica…………………………………………………………………... 77
4.5 De la historia criminal…………………………………………………………………. 79
4.6 Análisis descriptivo del trastorno de personalidad psicopática o sus tendencias……… 85
4.7 Análisis descriptivo de la estructura afectiva emocional………………………………. 91
4.8 Análisis correlacional del trastorno de la personalidad psicopática o sus tendencias
Con La estructura afectivo emocional………………………………………………… 94
4.9 Análisis psicométrico de confiablidad y validez factorial de la Escala de Calificación 96
9
de la Psicopatía Revisada (PCL - R)………………………………………………………... 96
4.9.1 Informe de confiabilidad……………………………………………………………………… 99

CAPÍTULO V
CONCLUSIONES................................................................................................................. 100

CAPÍTULO VI
RECOMENDACIONES…………………………………………………………………... 107

BIBLIOGRAFIA DE REFERENCIA................................................................................. 109


BIBLIOGRAFIA DE REFERENCIA ELECTRÓNICA.................................................. 114
ANEXOS……………………………………………………………………………………. 115

10
CAPITULO I

INTRODUCCIÓN

La psicopatía es una categoría psicojurídica y psiquiátrica que significa enfermedad mental.


“Trastorno psíquico que se caracteriza por deficiencia de control de las emociones e impulsos,
insuficiencia de adaptación a las normas morales, asociabilidad y tendencia a la actuación y a las
conductas antisociales” (Salvat, 1997: 551, citado en Agreda, M. R., 2009, págs. 246 - 247). En
la actualidad, el trastorno antisocial de la personalidad es el termino oficial empleado por el DSM
– IV (APA, 1994). Sin embargo, los términos “psicópata” y “sociópata” a menudo se emplean de
modo informal para hacer referencia a aquellos individuos que cometen crímenes atroces.

Se coincide con Ander-Egg (1997: 145 – 146, citado en Agreda, M. R., 2009, pág. 247), el
psicópata es aquel sujeto cuya personalidad está caracterizada por la incapacidad de establecer
vínculos afectivos claros: no puede mantener una actitud de lealtad hacia personas, grupos,
instituciones, código o norma de comportamiento. El psicópata suele tener una conducta
antisocial e impulsiva: perversidad, conflictividad en las relaciones interpersonales, desacato a la
autoridad, a los valores y normas convencionales, etc.

La personalidad psicopática se relaciona, en su actuación cotidiana, con la criminalidad. Sobre el


cual Javier Urra Portillo (1997: 73, citado en Agreda, M. R., 2009, pág. 247) refiere que el
psicópata es un desalmado que conoce los valores y las normas, pero no las vivencia, puede
cumplirlas pero no lo siente necesario. El hombre –normal- se caracteriza por su necesidad de los
otros, por vivir en sociedad; sin embargo, el psicópata no cuenta con el bagaje emocional (si
cognitivo) para sentir al otro, es un “autista moral”, no posee la capacidad empática, realmente no
sufre por los demás, y sin dolor difícilmente hay culpa y sin culpa tampoco hay piedad.
Normalmente, es inteligentísimo. Sus hechos delictuales los hace cada vez más perfectos y
muchas tiene, curiosamente, un ideal moral de contribuir a una sociedad sana, libre de los que
hacen sufrir o los priva de la vida. Son imputables.

Respecto a la “herencia y criminalidad”. La herencia está claramente establecida que no se hereda


la enfermedad, sino la “predisposición”. Es cierto que el comportamiento es producto de la
herencia y el ambiente. Los “genes” tan solo “codifican proteínas”, no conductas. Sin embargo,
“ciertas combinaciones pueden predisponer” a una persona a desarrollar ciertas formas de

11
conducta, siempre y cuando el ambiente las impulse (cf. Mensías, 1995/2006: 41 – 140, citado en
Agreda, M. R., 2009, pág. 247).

Ahora bien, el objetivo de este trabajo es evaluar y relacionar el trastorno de personalidad


psicopática con la estructura afectivo emocional en reclusos por delito de asesinato, del Centro
Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz. La referencia de los datos estadísticos son,
presentados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) del año 2006 al 2014 indica que los
casos de violación y asesinato se han incrementado en 322 % y 185 % en el cual respectivamente
en la población boliviana.

Es incomprensible que ante estos índices altos de asesinato y que conmocionaron a toda la
ciudadanía, aún no se cuenten con políticas de estado de intervención y prevención específica de
este delito.

Por otro lado, la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, el Código Penal y la
Ley Nº 2298 de Ejecución Penal y Supervisión, regulan el Sistema de Régimen Penitenciario
Nacional de manera formal. Estas normativas sólo quedan en textos legales porque la realidad del
sistema penitenciario a nivel nacional, lamentablemente presenta muchas problemáticas y
necesidades. Las más sentidas y para su inmediata atención, son el hacinamiento por la
sobrepoblación, los niño/as que viven en las cárceles por la situación jurídica de uno o de ambos
padres, la separación y clasificación legal - psicopatológica de reclusos/as, la retardación de
justicia y la inseguridad penitenciaria.

A nivel psicosocial las personas privadas de libertad y sus familias presentan alteraciones
afectivas - emocionales. Además, se encuentran expuestos a diferentes factores de riesgo como
ser; al contagio de enfermedades, consumo de bebidas alcohólicas y drogas, violencia, a
comportamientos ilegales y otros

Se puede indicar hipotéticamente, que las funciones y responsabilidades de los psicólogos/as que
trabajan en las diferentes cárceles de Bolivia es la más importante en el sistema penitenciario,
porque su trabajo consiste en la evaluación, diagnóstico, tratamiento y seguimiento psicológico,
con el objetivo de lograr la readaptación psicosocial de los internos/as post cárcel, y durante su
permanencia en el recinto penitenciario. Además, elabora informes periciales de acuerdo a la

12
situación jurídica y psicopatológica al ingreso, durante la permanencia y para la libertad
condicional o definitiva de las personas privadas de libertad.

El trabajo del área de la psicología penitenciaria en cárceles es muy limitado porque no existe la
cantidad adecuada de psicólogos/as, en relación a la cantidad de reclusos/as que tiene cada
recinto carcelario, lo cual no permite la ejecución afectiva de los diferentes programas (De
educación, salud, laboral y otros) de rehabilitación que deben llevarse a cabo. Esta sobre carga de
trabajo, también dificulta el trabajo psicoterapéutico individual y grupal que deben desempeñar
los psicólogos/as en, centros penitenciarios.

Para contribuir a las diferentes dificultades y necesidades del sistema penitenciario, y del área de
la psicología penitenciaria en Bolivia, se ha realizado la presente investigación científica que
aporta con datos para prevenir sobre todo la reincidencia de las personas privadas de libertad por
el delito de “asesinato” del Centro Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz. Por otro lado,
los resultados de este estudio deben concientizar y sensibilizar a la población en su conjunto
respecto a la estigmatización negativa que se tiene de las personas recluidas en general, a partir
de la difusión e interacción de los datos científicos generados.

13
1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Del año 2000 al 2012, a nivel nacional el índice denunciado de “delitos comunes” de mayor
incidencia contra la integridad corporal, la salud, estafa, otras defraudaciones, homicidio, hurto,
robo, robo agravado (Atracos), violación, estupro y abuso deshonesto es de 33.813 (2000);
32.595 (2001); 27.079 (2002); 26.620 (2003); 28.437 (2004); 24.822 (2005); 26.779 (2006);
29.305 (2007); 33.966 (2008); 36.940 (2009); 39.157 (2010); 39.650 (2011) y 45.590 (2012), los
cuales indican altos índices de crecimiento de la delincuencia e inseguridad ciudadana en el país
entre los años 2000 y 2012 (Fuente: Policía Nacional e Instituto Nacional de Estadística).

Los delitos contra la integridad corporal, salud, y robo, son, de mayor prevalencia e incidencia
desde el año 2000 al 2012, en comparación con los demás “delitos comunes” (Fuente: Policía
Nacional e Instituto Nacional de Estadística).

En el departamento de La Paz, el índice denunciado de “delitos comunes” de mayor incidencia


contra la integridad corporal, la salud, estafa, otras defraudaciones, homicidio, hurto, robo, robo
agravado (Atracos) y violación, estupro y abuso deshonesto es de 10.737 (2000); 9.500 (2001);
8.407 (2002); 7.930 (2003); 9.185 (2004); 7.800 (2005); 9.058 (2006); 9.537 (2007); 9.147
(2008); 10.686 (2009); 11.257 (2010); 10.590 (2011) y 11.278 (2012) (Fuente: Policía Nacional e
Instituto Nacional de Estadística).

El departamento de Santa Cruz presenta el índice denunciado de “delitos comunes” más alto
desde el año 2000 al 2012, seguido por el departamento de La Paz y Cochabamba,
respectivamente. Además, los delitos contra la integridad corporal, la salud, y robo, son de mayor
prevalencia e incidencia en los departamentos citados, y en el orden que sigue (2000 - 2012), en
comparación con los demás “delitos comunes” (Fuente: Policía Nacional e Instituto Nacional de
Estadística).

La Razón Digital (Cuiza, P., 07 de mayo, de 2013) efectuó un recuento sobre, crímenes que
conmocionaron a la sociedad, por su crueldad y sangre fría de los asesinos. En un año al menos
diecisiete crímenes tienen esos rasgos.

La directora del Centro de Información y Desarrollo de la Mujer, Mary Marca, (CIDEM) indica
que, “entre enero y junio de este año, el Observatorio Manuela dependiente del CIDEM, reporto

14
98 asesinatos de mujeres, de los que 59 fueron feminicidios” (Agencia de Noticias ABI, 20 de
agosto, de 2014).

Además, detalló que “de los 59 casos de feminicidios, 21 (35,59%) ocurrieron en el departamento
de Cochabamba, 16 (27,12%) en La Paz, 8 (13,56%) en Santa Cruz, 6 (10,27%) en Oruro, 4
(6,78%) en Potosí y 3 (5,08%) en Chuquisaca” (Agencia de Noticias ABI, 20 de agosto, de
2014).

Según el registro del Observatorio, 36 de los feminicidios son íntimos o conyugales, 14 sexuales
y 6 infantiles. En cuanto a la relación del perpetrador con la víctima, el porcentaje más alto
(61,02%) corresponde a los feminicidios cometidos por el esposo, ex esposo, concubino, novio o
ex novio (Agencia de Noticias ABI, 20 de agosto, de 2014).

Para destacar, la relevancia actual en la opinión pública sobre el creciente tema de inseguridad
ciudadana, son dos ejemplos ilustrativos: El asesinato de una joven (Modelo) de 26 años por un
empleado de aparcadero en Santa Cruz y la violación de dos hermanas de 13 y 14 años por cinco
adolescentes en La Paz, son los últimos crímenes más violentos registrados en Bolivia (Agencia
de Noticias ABI, 20 de agosto, de 2014).

Según el Programa ONU – MUJERES, Bolivia es el país Latinoamericano con el nivel más alto
de violencia física contra mujeres y el segundo después de Haití en violencia sexual.

Los datos también indican, que la edad promedio de la mayoría de los delitos cometidos oscila
entre los 18 y 30 años, luego están, de 31 a 45 años, y en una mínima cantidad están adultos
mayores con 60 años y más (La Razón Impresa, Villa, M., 08 de agosto, de 2014).

Los datos descritos, indican altos índices de crecimiento de la delincuencia e inseguridad


ciudadana desde el año 2000 al 2014. De estos datos, se observa en la atención el alto índice de
crecimiento de delitos cometidos contra mujeres. Además, los datos refieren a que adolescentes
y jóvenes son los que más delitos han cometido en estos últimos años.

Los datos registrados y descritos por los diferentes medios de comunicación no identifican las
causas de los diferentes delitos (Crímenes violentos) cometidos contra la vida, la libertad,
integridad física, salud psicológica y sexual de las personas en general.

15
El crecimiento de crímenes violentos a nivel nacional en contra de la sociedad nos lleva a realizar
el presente estudio, con la siguiente pregunta de investigación:

¿El trastorno de personalidad psicopática está relacionado con la estructura afectiva


emocional en reclusos por delito de asesinato, del Centro Penitenciario San Pedro de la ciudad
de La Paz?

1.2 OBJETIVOS

1.2.1 OBJETIVO GENERAL

Evaluar y relacionar el trastorno de personalidad psicopática con la estructura afectivo emocional


en reclusos por delito de asesinato, del Centro Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz.

1.2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Evaluar y analizar la tendencia o el trastorno de personalidad psicopática en reclusos por delito de


asesinato, del Centro Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz.

Evaluar la estructura afectiva en reclusos por delito de asesinato, del Centro Penitenciario San
Pedro de la ciudad de La Paz.

Evaluar la estructura emocional en reclusos por delito de asesinato, del Centro Penitenciario San
Pedro de la ciudad de La Paz.

Correlacionar el trastorno de personalidad psicopática o sus tendencias con la estructura afectivo


emocional en reclusos por delito de asesinato, del Centro Penitenciario San Pedro de la ciudad de
La Paz.

16
1.3 HIPÓTESIS

1.3.1 HIPOTESIS DE INVESTIGACIÓN (Hi)

Existe una relación significativa entre el trastorno de personalidad psicopática y la estructura


afectiva emocional en reclusos por delito de asesinato, del Centro Penitenciario San Pedro de la
ciudad de La Paz.

1.4 JUSTIFICACIÓN

Para poder entender la magnitud del problema de la psicopatía, primeramente debemos indicar
que, estos sujetos representan el 1% del total de la población general mundial, pero constituye en
el 15-25% de la población de reclusos de sexo masculino (Hare, 2004). Los estudios realizados
en Inglaterra por la fundación MacArthur (citado en León, 2005) en una muestra comunitaria
mostraron que el, 1% de la población tenía un puntaje de 20 o cercano en la Escala de
Calificación de la Psicopatía Revisada (PCL - R) de Robert Hare, también conocida como
“Escala Hare” lo que sería indicativo de una psicopatía. Otro estudio efectuado en Argentina,
refiere según Marietan (citado en Salguero, 2009) que hay un 3% de la población en general con
características psicopáticas.es decir, 1200.000 personas en Argentina; la relación es de tres
varones por cada mujer. Son 300 mil damas y 900 mil caballeros. Asimismo, en Argentina, por
ejemplo, la reincidencia de los declarados psicópatas, al año siguiente de haber salido de la
penitenciaria, es del 85% al 90%. El resultado de estas investigaciones nos hace pensar que algo
similar podría estar pasando con la población carcelaria de Bolivia.

Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que los psicópatas son el 1% –
2% de la población mundial.

Por otro lado debemos indicar que investigaciones basadas en relación entre afecto y psicopatía,
optan en aclarar los principios rectores de esta interacción, de igual forma aluden en enfatizar
sobre el afecto, ya que es parte fundamental para explicar la manera del, qué, del cómo, y por qué
actúan los psicópatas de la forma que lo hacen. Por tanto, la vivencia de los psicópatas está
mediatizada por la poca o nula emocionalidad. Los aportes realizados por Birnbaum (1914);
Schneider (1934); Eysenck (1957); Karpman (1961); Johns&Quay (1962); Compleja (s. f.);
Mccord&Mccord (1964); Craft&Foulds (1965); Arieti (1967); Kernberg (1970, 1989a, b); Beck
&Freeman (1990) plantearon el paradigma de la afectación de la emocionalidad en la psicopatía

17
(Citado en la Revista de la Facultad de Psicología, Universidad Cooperativa de Colombia, enero
– junio, 2009, Colombia, Volumen 5, Nº 8).

Asimismo, y a través de la metáfora se ha intentado dar explicación de la incomprensión por


parte del psicópata de la emoción, como lo expresado por Johns y Quay (1962) “el psicópata
conoce la letra, pero no la música, por lo cual no puede mostrar simpatía o genuino interés por los
demás” (citado por Morelo & Martínez, 1996). Es decir, conoce el concepto de emoción pero no
su significado. Por consiguiente, el psicópata se puede definir como una persona insensible,
emocionalmente inmadura, desdoblada y carente de real profundidad. Tal como lo plantea Hare
(1993) citado en Tiffon (2008) “mostrándose rasgos de personalidad de base, como la
insensibilidad emocional, frialdad emocional” (pág. 171). Siendo capaz el psicópata de simular
estos estados emocionales para conseguir algún tipo de recompensa: individual, social, legal, etc.
(Hare, 1974). De igual forma opinaban Mccord & cols. (1964) citado por Hare (1974), después
de hacer una revisión bibliográfica sobre el tema de psicopatía, llegando a la conclusión que las
dos características principales del psicópata son: la incapacidad de amar y la falta del sentido de
la culpabilidad; esto estaría dado por la ausencia de sentimientos, afecto y amor hacia los demás
(Hare, 1974).

Actualmente, el teórico que mayor estudio ha aportado a la comprensión de la psicopatía, es el


doctor Robert Hare (Freeman, 2001). Este eminente autor también alude a la dimensión
emocional con un énfasis especial, ya que a través de su escala (PCL - R) 1 detectó que
específicamente la estructura factorial de la faceta 2, recoge los elementos afectivos que
intervienen en la conducta psicopática, y éstos son: falta de remordimiento o sentimientos de
culpa, afecto superficial, callosidad emocional/falta de empatía, falta de aceptación de
responsabilidad por sus propias conductas (Hare, 1985).

Es tan importante el aspecto afectivo para Hare, que él considera la emoción como principio
rector que nos impulsa a la convivencia. Por tanto, en los psicópatas “lo que destaca en él, es que
tan ausentes están de las cualidades esenciales, que le permiten a los seres humanos vivir en
sociedad” (Hare, 1974, 2-3). Sin un estado afectivo estable, sano y profundo, conllevaría a que el
sujeto se convierta en una especie de depredador social, ya que se sienten libres para satisfacer

18
sus necesidades y deseos, así como también para hacer cualquier cosa que se les ocurra, con tal
de tener lo que quieren (Hare, 2004).

En opinión de Cleckley (1941, citado por Hare, 1974) “al psicópata le falta la posibilidad de
experimentar los componentes emocionales de la conducta personal e interpersonal” (p. 15). Por
lo tanto, el psicópata carece del barniz afectivo que acompaña usualmente a la experiencia, sus
sensaciones emocionales están atenuadas de un modo equivalente a la ceguera de colores que
padecen los daltónicos (Cleckley, 1964, citado por Marietan, 1998, 1999, 2000); estima que los
sentimientos morales deben ser aprendidos, y que este proceso de aprendizaje está reforzado por
las emociones. Sin embargo, no está claro que el psicópata sea incapaz de mostrar emociones.
Claramente siente ira, satisfacción, placer y tiene autoestima. De otro modo no se entendería por
qué hace lo que hace. Además Cleckley (1976, citado en Garrido, 2001) afirma que “los procesos
lógicos del pensamiento funcionan perfectamente en el psicópata, sin embargo, usa el lenguaje
sin llegar realmente a comprender el significado de lo que dice, al fallar la integración de la
emoción con el sentido de las palabras” (p. 351). Según Hare (1974, citado por Goleman, 1995),
“los psicópatas tienen una comprensión superficial de las palabras emocionales, una reflexión de
su superficialidad más general en el reino afectivo” (p. 138).

La realidad del Sistema de Régimen Penitenciario a nivel nacional en la actualidad, presenta


diferentes problemáticas y necesidades, entre las más sentidas son el hacinamiento, niños/as que
vive en cárceles conjuntamente a uno o con ambos padres, retardación de justicia y la inseguridad
penitenciaria. Estas deficiencias, claramente refieren el incumplimiento de la Constitución
Política del Estado Plurinacional de Bolivia, de la Ley Nº 1970 Nuevo Código de Procedimiento
Penal, de la Ley Nº 2298 de Ejecución Penal y Supervisión y de otras normas internacionales.
Esto evidencia que las garantías constitucionales y los derechos humanos de las personas
privadas de libertad son vulnerados claramente.

Por lo tanto, cuando nos referimos a las cárceles no sólo debemos pensar en personas que han
cometido un “delito” en desmedro de la sociedad civil, sino también debemos procurar
reflexionar sobre la vivencia en las cárceles. Estos aspectos y otros son planteados de manera
profunda por la Pastoral Penitenciaria Católica de Bolivia y el Centro de Estudios Sobre Justicia
y Participación (CEJIP), respecto de la realidad carcelaria boliviana indicando que “cuando
hablamos de la cárcel, hablamos de jaulas en las que nosotros, seres humanos, hemos

19
determinado encerrar a otros seres humanos, que muchas -las más de las veces- no han tenido las
oportunidades que a quienes estamos aquí se nos presentan: no han tenido la oportunidad de tener
una profesión, un trabajo digno, un espacio de discusión de sus ideas; tampoco han tenido la
oportunidad de crecer en un hogar integrado, no han tenido la posibilidad de recibir el amor de
una familia que los respalde y respete” (Pág. 176).

Ahora bien, debemos indicar que actualmente el Estado Plurinacional de Bolivia a través del
Ministerio de Salud, como también el Servicio Departamental de Salud (SEDES) dependiente de
Gobiernos Autónomos Departamentales, no cuenta con un sistema de vigilancia epidemiológica
del trastorno de personalidad psicopática en personas privadas de libertad como en otros países.
Además, las principales universidades de la ciudad de La Paz no tienen estudios realizados
respecto a las variables que se plantea investigar.

Además, los crímenes que actualmente se cometen son con mayor crueldad y a sangre fría, lo
cual nos lleva a pensar que estas personas presentan tendencias o trastorno de personalidad
psicopática relacionado a deficiencias en su estructura afectivo emocional. Por lo tanto, el
presente estudio plantea realizar la evaluación psicológica que nos permitirá conocer el
diagnostico de cada una de estas personas. Posteriormente, se recomendara realizar tratamientos
individuales y grupales específicos de acuerdo a cada cuadro clínico.

También, se propone programas de readaptación social, de habilidades sociales, de autocontrol


emocional y otros, por ejemplo plataforma de tratamiento en pro de obtener su libertad y
especialmente con el objetivo principal de prevenir la reincidencia de las personas privadas de
libertad. Además, los resultados del presente estudio plantean una base psicopatología de
clasificación penitenciara. También, contribuye con una base de datos epidemiológicos, lo cual es
una referencia científica que contribuye en la elaboración y aplicación de planes de lucha contra
la delincuencia y la inseguridad ciudadana. Así mismo, se plantea ayuda a las políticas de estado
para el tratamiento de las personas privadas de libertad con trastorno de personalidad psicopática.

Todos los aspectos indicados hasta ahora, nos motivan a llevar a cabo este trabajo de
investigación que principalmente busca evaluar y relacionar el trastorno de personalidad
psicopática y la estructura afectivo emocional en reclusos por delito de asesinato, del Centro
Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz. También, los datos del estudio son para
sensibilizar de alguna manera a las autoridades del Sistema de Régimen Penitenciario para que se

20
dé cumplimiento de las normas establecidas a nivel nacional e internacional, citadas
anteriormente. Sobre todo y especialmente, que se dé estricto cumplimiento a los artículos que
refieren cuando un recluso presenta patologías psicológicas y biológicas graves que ponen en
riesgo la vida de estas personas y de la población penitenciaria en general.

21
CAPITULO II
MARCO TEÓRICO

2.1 LA PERSONALIDAD

El hombre a partir de investigaciones de psicólogos, sociólogos y antropólogos se define como la


“unidad bio-psico-sociocultural y espiritual” (Agreda, M. R., 2009, pág. 243).

La personalidad es la estructura peculiar e irrepetible de una persona concreta e individualizada


(López 2001:16, citado en Agreda, M. R., 2009, pág. 243). Para Navarrete (1998:145-146, citado
en Agreda, M. R., 2009, pág. 243), la personalidad es un conjunto de características propias de
cada individuo, que determinan su forma típica de actuar, pensar, percibir y sentir, y que lo hacen
ser el mismo y no otro. Se caracteriza por ser “única, constante y determinada” o influyente en la
adaptación del sujeto al medio que le rodea. Los factores son: “orgánicos y biológicos, psíquicos
o personales y sociales”. La persona es común y la personalidad lo especifico, lo peculiar.

2.2 ANTECEDENTES HISTÓRICOS

El conocimiento de la personalidad antisocial se remonta al menos a la Grecia clásica. Más


recientemente, a principios del siglo XIX, el origen del comportamiento antisocial se asocio al
debate filosófico sobre la libre voluntad y el determinismo. En ese contexto, los médicos del siglo
XIX se preguntaban si las personas antisociales eran capaces de comprender las consecuencias de
sus actos. Philippe Pinel (1801, 1806) se refirió a una forma de locura conocida como la “folie
raisonnante” (locura razonante) una tendencia de pacientes a realizar actos impulsivos y
autolesivos, con una capacidad de razonamiento intacta y una conciencia total de sus actos. Las
observaciones de Pinel pretendían ser descriptivas y sin juicio de valor. La idea de que pudiera
existir psicopatología en ausencia de confusión mental se extendió por Europa, pero siguió siendo
una fuente de polémica (Millon, T., et. al, 2006, pág. 169).

Otros médicos consideraban a los antisociales como individuos que presentaban defectos de
carácter y que, por tanto, merecían la condena moral. El término insania moral, utilizado por
primera vez por Prichard (1835) cristalizaba esta idea. El autor Prichard sostenía que estas
personas, pese a entender las opciones con las que contaban, estaban dominadas por unas
compulsiones irresistibles que regían su conducta. A su vez, amplió el síndrome para incluir
diversos estados emocionales y mentales, que compartían la incapacidad de guiarse según un

22
sentido interno de rectitud, bondad y responsabilidad. Pese a no ser científica, la idea de la
infamia moral sigue teniendo cierto atractivo, aunque solo sea porque la persona normal a
menudo no consigue identificarse con los actos más patológicos de los antisociales y los
psicópatas (Millon, T., et. al, 2006, pág. 169).

Autores posteriores, sugieren que existe un paralelismo entre los defectos anatómicos y los
defectos caracteriológicos, aunque la naturaleza de estos paralelismos hoy en día suscitaría más
de una sonrisa. Por ejemplo, algunos pensaban que un centro cerebral especifico controlaba la
moralidad (Maudsley, 1874). De la misma forma que algunos individuos son ciegos para los
colores, se consideraba que otros tenían ceguera moral. Otros autores, defendían que los
antisociales eran delincuentes de nacimiento y que presentaban rasgos físicos comunes, como una
mandíbula prominente y proyectada hacia delante, orejas alargadas y frente despejada, eran
zurdos y corpulentos, su desarrollo sexual era precoz, presentaban también insensibilidad táctil y
agilidad muscular (Lombroso, 1887). Por otro lado, Stone (1993) sugiere que la sociedad
necesita la tranquilidad de creer que los delincuentes se pueden identificar mediante rasgos
físicos para sentirse protegida de los verdaderos psicópatas, que se ocultan tras lo cotidiano
(Millon, T., et. al, 2006, pág. 169).

A finales del siglo XIX, la psiquiatría comenzó a apartarse de la clasificación moral para
acercarse a la investigación observacional. Koch (1891) propuso que el término “insania moral”
se sustituyera por el de “inferioridad psicopática”, que consideraba el síndrome, de forma
explícita, como una “inferioridad de la constitución cerebral” (Pág. 54). Aunque sus intenciones
eran las mismas que las de Pinel, –es decir, efectuar clasificaciones científicas en lugar de
morales-, la elección de los términos no fue muy acertada. La palabra “inferioridad” acabo por
desaparecer con el uso cuando este término llegó a Estados Unidos. El termino psicopático, que
significaba literalmente “patología psicológica” se mantuvo durante las tres primeras décadas del
siglo XX para hacer referencia a un amplio abanico de enfermedades que iban mucho más allá de
la idea contemporánea de personalidad antisocial. Por su parte El trabajo de Cleckley de 1941,
cristalizo el constructo de psicopatía en su versión más moderna, abriendo una línea de
investigación que ha prosperado desde entonces (Millon, T., et. al, 2006, pág. 170).

23
2.3 ACTUALMENTE LA PSICOPATÍA

En la clínica, cabe plantearse también los términos “psicópata” y “sociópata” para describir a
individuos que violan de manera flagrante y repetida los derechos de los demás. Y en la
actualidad, el trastorno antisocial de la personalidad es el término oficial empleado en el DSM –
IV (APA, 1994). Sin embargo, los términos “psicópata” y “sociópata” a menudo se emplean de
modo informal para hacer referencia a aquellos individuos que cometen crímenes atroces. La
elección por parte, de un determinado autor de un término u otro suele ser arbitraria o una mera
cuestión de preferencia lingüística, y no está basada en diferenciaciones científicas concretas. Sin
embargo, una distinción que suele hacerse entre el uso del término “psicopatía” o “sociopatia”
radica en las creencias que tenga cada autor respecto a los orígenes del trastorno. Asimismo, se
cree que los psicópatas tienen una predisposición constitucional hacia el síndrome, es decir, la
patología; en cambio, los sociópatas son normales desde el punto de vista biológico, pero
desarrollan características antisociales debido a una socialización incompetente u hostil, sobre
todo, a causa de modelos parentales deficitarios (Millon, T., et. al, 2006, págs. 160 - 161).

Probablemente, la mejor manera de entender estos conceptos sería situar la psicopatía y la


sociopatia en un continuo. El desarrollo implica siempre la interacción entre el individuo y su
entorno social. De ahí que algunos psicópatas sufran negligencia y maltratos por parte de sus
progenitores desde la niñez, al igual que los sociópatas, mientras que otros provienen de hogares
estructurados. Del mismo modo, es posible que algunos sociópatas tengan una predisposición
biológica para el trastorno (p. ej., un temperamento irritable), pero que de todas maneras hayan
sido víctimas de negligencia y abusos. En realidad, la psicopatía y la sociopatia puras constituyen
una mera abstracción, y no síndromes mutuamente excluyentes. Ante un individuo concreto, lo
importante no es saber cuál de ellas predomina, sino entender la interacción entre los factores
biológicos y los sociales desde el momento de su concepción, pasando por todo su ciclo vital.
Aun así, estos tres términos se suelen emplear indistintamente y en gran medida se solapan
(Millon, T., et. al, 2006, pág. 161).

2.4 CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES

Las personalidades antisociales o psicopáticas, constituyen el caso más llamativo de anomalías en


la adquisición de los aprendizajes normativos, y acostumbran a crear trastornos de todo tipo en
las personas que los rodean. Además, han suscitado una gran alarma social por los factores de

24
criminalidad que están asociados a ellas (Paz De Corral, citado en Echeburúa, O. E., 1998, pág.
57).

Estas personalidades, han sido llamadas por Millón (1981) “personalidades agresivas” por
considerar que el término “antisocial”, incluye una connotación valorativa y que algunas
características de personalidad similares se encuentran también en individuos que no atentan
abiertamente contra los usos y las convenciones sociales (Citado en Echeburúa, O. E., 1998, pág.
57).

La sustitución del término “psicopatía” en el DSM – IV (American Psychiatric Association 1994)


por el de “trastorno antisocial de la personalidad” es porque acentúa los rasgos antisociales de
este trastorno. El rasgo de asocialidad se constituye, por tanto, en un componente central y sirve
para diferenciar a las personas aquejadas de este trastorno del resto de los delincuentes, que al
menos poseen una cultura (delictiva) con la que se pueden identificar y que son capaces de
funcionar adecuadamente dentro de su grupo, manifestando lealtad, sentimientos de culpa y
afecto (Garrido, 1993, citado en Echeburúa, O. E., 1998, págs. 57 - 58).

Este tipo de trastorno es, a menudo extraordinariamente incapacitante porque los primeros
síntomas que aparecen en la niñez interfieren con el rendimiento educativo y dificultan la
profesionalización ulterior. Después de los 30 años, la conducta antisocial más flagrante puede
disminuir, sobre todo la promiscuidad sexual, las peleas y la delincuencia. Si bien pueden
madurar con el paso de los años, son objeto de tantas complicaciones biográficas (manicomios,
encarcelamiento, aislamiento familiar y social, etc.) que es difícil hablar de la normalización de
su personalidad en la vida adulta (Valdés, 1991, citado en Echeburúa, O. E., 1998, pág. 58).

Los rasgos nucleares del trastorno antisocial de la personalidad, ++ son los comportamientos
impulsivos, sin reparar en las consecuencias negativas de las conductas, la ausencia de
responsabilidades personales y sociales, con déficits en la solución de problemas, y la pobreza
sentimental, sin sentimientos de amor y culpabilidad. Como consecuencia de todo ello, estas
personas carecen del mínimo equipamiento cognitivo y afectivo necesario para asumir los valores
y normas morales aceptados socialmente (Paz De Corral, citado en Echeburúa, O. E., 1998, pág.
58). Un perfil descriptivo global del trastorno antisocial de la personalidad se muestra en la tabla
2.1.

25
TABLA 2.1
TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD
FACETA CONDUCTAS
Global Impulsivo e imprudente, con gusto por el riesgo e insensible al
castigo. Incapaz de aprovechar las enseñanzas de la experiencia
pasada.

Relación interpersonal Provocador, con menosprecio por los demás y con un rechazo de la
compasión social y de los valores humanitarios.

Estilo cognitivo Personalista, con una tendencia a traducir las conductas de los demás
en términos de las propias necesidades.

Expresión afectiva Hostil y fácilmente excitable. Vengativo y sin sentimientos de culpa.


Inmaduro emocionalmente.

Autopercepción Competitivo, independiente y dominador sobre los demás.

Desde la perspectiva del DSM – IV (APA, 1994), las conductas más alteradas del trastorno
antisocial de la personalidad están relacionadas con la incapacidad de mantener una conducta
laboral consistente, la irresponsabilidad de los deberes familiares, la irritabilidad constante, la
ausencia de conductas de temor y de culpa, las dificultades de adaptación a las normas, la
promiscuidad sexual, el abuso de sustancias y la necesidad de “acción” con dificultades para
soportar el aburrimiento o la vida rutinaria (Citado en Echeburúa, O. E., 1998, pág. 58). Los
problemas más comunes derivados de este tipo de conductas, se muestran en la tabla 2.2. En
concreto, el abuso de alcohol o de otras sustancias adictivas, que facilita la expresión de la
conducta antisocial, está presente en más del 60 por 100 de los pacientes aquejados de un
trastorno antisocial de la personalidad (Lewis y Bucholz, 1991, citado en Echeburúa, O. E., 1998,
págs. 58 - 59).

26
TABLA 2.2
PROBLEMAS MÁS COMUNES ENTRE PERSONALIDADES ANTISOCIALES (Robins,
1966)
ÁREA DE CONFLICTO PORCENTAJE (%)
Problemas laborales 85 %

Problemas de pareja 81 %

Dependencia económica 79 %

Arrestos 75 %

Abuso de alcohol 72 %

Una limitación de este enfoque es que, hay una cierta superposición entre las conductas
“antisociales” con las conductas “delictivas”, y que se puede equiparar este trastorno con la
delincuencia. Si bien hay una clara relación entre ambos conceptos, no son sinónimos y ninguno
de los dos términos es inclusivo del otro (Aluja, 1991, citado en Echeburúa, O. E., 1998, pág. 59).

Por otro lado, en base al trabajo previo de Cleckley (1976), Hare, Hart y Harpur (1991) han
propuesto diez criterios i de diagnósticos para el “trastorno de la personalidad psicopática”, Y que
resultan más amplios e integradores que los del DSM – IV y que abarcan dos factores
diferenciados: el deterioro de afectividad y de relaciones interpersonales, por un lado, y el estilo
de vida impulsivo, antisocial e inestable, por otro (Citado en Echeburúa, O. E., 1998, pág. 59).
Estos criterios i de diagnósticos se muestran en la tabla 2.3.

TABLA 2.3
CRITERIOS PARA EL TRASTORNO PSICOPATICO DE LA PERSONALIDAD (Hare,
Hart y Harpur, 1991) descripción

1. Locuacidad y encanto superficial.


2. Autovaloración exageradamente alta.
3. Ausencia total de remordimiento.
4. Ausencia de empatía en las relaciones interpersonales.
5. Manipulación ajena y con recurso frecuente al engaño.
6. Problemas de conducta en la infancia.
7. Conducta antisocial en la vida adulta.
8. Impulsividad.
9. Ausencia de autocontrol.

27
10. Irresponsabilidad.

Factor 1 (5 primeros ítems): Deterioro de la afectividad y de las


Relaciones interpersonales.
Factor 2 (5 últimos ítems): Estilo de vida impulsivo, antisocial e inestable.

2.5 PREVALENCIA DEL TRASTORNO

El trastorno antisocial o psicopático de la personalidad puede afectar a dos (2) por habitantes100
de la población. En cambio en Estados Unidos la tasa de prevalencia es del 3 por 100 en varones
y del 1 por 100 en mujeres. Está mayor preponderancia en el sexo masculino se explica por
diferencias hormonales, por la disonancia cognitiva entre ser “femenina” y adoptar
comportamientos violentos, así como también, por ciertos trastornos en la infancia, que son más
frecuentes en chicos, como la disfunción cerebral mínima, el trastorno de hiperactividad con
déficit de atención y los problemas de conducta en la niñez. Cuando aparece en chicas, este
trastorno va asociado frecuentemente a la politoxicomania, promiscuidad sexual sin placer y a
los múltiples embarazos no deseados (Paz De Corral, citado en Echeburúa, O. E., 1998, págs. 59
- 60).

Esté trastorno está sobrerrepresentado en la población de clase baja, en parte, por las carencias
sociales y económicas, que dificultan un desarrollo de personalidad equilibrado, y en parte, por
el ambiente empobrecido de educación que se da al crecer los hijos con padres, que
frecuentemente, están aquejados de este mismo trastorno. El nivel intelectual, tiende a ser bajo y
es un resultado, al menos en parte, de los déficits de estimulación (sensorial, motriz, de espacio
físico, etc.) que son característicos de la pertenencia a una clase social baja (Paz De Corral, citado
en Echeburúa, O. E., 1998, pág. 60).

De hecho, el trastorno es 5 veces más frecuente entre los parientes biológicos de primer grado de
hombres con este problema, qué entre la población general. Los estudios de adopción muestran
que tanto, los factores genéticos como los ambientales contribuyen al riesgo en este grupo de
alteraciones psicopatológicas. Por ello, los hijos adoptivos y biológicos de padres con este cuadro
clínico, tienen mayor riesgo de presentar un trastorno antisocial de la personalidad. Y, según
Merikangas y Weissman (1986) hay un componente genético importante en este tipo de trastorno
(Citado en Echeburúa, O. E., 1998, pág. 60).

28
2.6 FACTORES ANTECEDENTES Y PREDISPONENTES
El diagnóstico de “trastorno antisocial de la personalidad” requiere contar con un mínimo de 18
años y presentar una historia de alteraciones de conducta desde antes de los 15 años. Esté
trastorno hunde, por tanto, sus raíces en la infancia (Paz De Corral, citado en Echeburúa, O. E.,
1998, pág. 60).

Entre los factores antecedentes más comunes, se encuentran las dificultades de adaptación a la
escuela (fracaso escolar, absentismo, falsificación de notas, expulsión de la escuela, etc.), fugas
de casa, comportamientos violentos y actos de vandalismo, crueldad con las personas y los
animales, mentiras reiteradas, robos, la promiscuidad sexual precoz y el contacto temprano con
el alcohol y las drogas. El denominador común de todos estos factores, es la transgresión de las
normas de conducta en el hogar y frente a la sociedad (Paz De Corral, citado en Echeburúa, O. E.,
1998, págs. 60 - 61).

Otras alteraciones presentes en la infancia son las deficiencias académicas, las relaciones
interpersonales pobres (es decir, la ausencia de aceptación social dentro del grupo) y los procesos
cognitivos y atribucionales alterados, como déficits de solución de problemas, predisposición a
atribuir intenciones hostiles a los demás, etc. (Paz De Corral, citado en Echeburúa, O. E., 1998,
pág. 61).

No es infrecuente la aparición en la infancia de otros trastornos de conducta asociados, como el


consumo de alcohol y drogas y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, que pueden
afectar al 70 por 100 de los niños antisociales entre los 7 y 13 años (Paz De Corral, citado en
Echeburúa, O. E., 1998, pág. 61).

Un aspecto de interés, desde la perspectiva de la prevención primaria, es la determinación de la


vulnerabilidad psicológica al trastorno antisocial de la personalidad. Si bien quedan aún muchos
interrogantes al respecto, algunos factores predisponentes son los malos tratos en la infancia, la
vivencia fuera del hogar, el desarrollo sin figura paterna, la ausencia de disciplina y, por último,
la extraversión y el neuroticismo como dimensiones de personalidad, que dificultan el
aprendizaje de las normas de conducta. De hecho, no se corrigen ni se acongojan cuando reciben
castigos (Paz De Corral, citado en Echeburúa, O. E., 1998, pág. 61).

29
2.7 DIAGNÓSTICO (DSM – IV y CIE - 10)
La psicopatología anglosajona, considera el trastorno antisocial de la personalidad como una
patología que se caracteriza por manifestaciones conductuales y de desviación social; mientras
que se define en función únicamente de rasgos de la personalidad. Esta postura ha sido recogida
por la Organización Mundial de la Salud, de tal manera que en el CIE – 10 se utiliza el término:
“trastorno disocial de la personalidad”.

Los criterios i de diagnósticos del trastorno antisocial de la personalidad para el DSM – IV son
los siguientes:

A. Un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que se presenta desde

La edad de 15 años, como lo indican tres (o más) de los siguientes ítems:

1. Fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal, como

Lo indica al perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención.

2. Deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para obtener

Un beneficio personal o por placer.

3. Impulsividad o incapacidad para planificar el futuro.

4. Irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones.

5. Despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás.

6. Irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo con

Constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas.

7. Falta de remordimientos, cómo lo indica la indiferencia o la justificación de haber dañado,

Maltratos o robos a otros

B. El sujeto tiene al menos 18 años.

C. Existen pruebas de un trastorno disocial que comienza antes de la edad de 15 años.

D. El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia

30
O un episodio maníaco (APA, 1996).

Para el CIE – 10 los criterios diagnósticos son los siguientes:

1. Cruel despreocupación por los sentimientos de los demás y falta de capacidad de empatía.

2. Actitud marcada, persistente de irresponsabilidad y despreocupación por las normas, reglas y

Obligaciones sociales.

3. Incapacidad para mantener relaciones personales duraderas.

4. Muy baja tolerancia a la frustración Y/o bajo umbral para descargas de agresividad, dando incluso

Lugar a un comportamiento violento.

5. Incapacidad para sentir culpa y para aprender de la experiencia, en particular del castigo.

6. Marcada predisposición de culpar a los demás Y/o ofrecer racionalizaciones verosímiles del

Comportamiento conflictivo.

7. Irritabilidad persistente (OMS, 1992).

2.8 DIAGNÓSTICO DE LA PSICOPATÍA SEGUN LA ESCALA DE CALIFICACIÓN DE


LA PSICOPATÍA REVISADA (PCL - R) DE: Robert D. Hare (1985 - 1991)

De acuerdo al manual de la Escala de Calificación de la Psicopatía Revisada (PCL - R) de


Robert D. Hare (1985 - 1991), la psicopatía en el mismo instrumento está subdividido en dos
factores correlacionados, y que a su vez cada factor esta subdividida en dos facetas (Ver la
operacionalización de las variables: Tabla 3.1.).pág. 56

2.8.1 FACTOR 1: INTERPERSONAL/AFECTIVO


Qué incluye todos aquellos atributos personales que hacen, que el sujeto se desentienda de su
componente básicamente humano: su capacidad para tratar bondadosamente a los otros, su
capacidad de sentir pena o arrepentimiento y su potencial para vincularse de una manera
realmente significativa con quienes le rodean. Está variante no necesariamente debe ser
antisocial, es decir, se puede obtener una alta puntuación en ellos sin ser delincuente. De esta
manera, representaría una variante narcisista del patrón psicopático, que muestra tendencias al

31
egocentrismo, a la superficialidad, manipulación, egoísmo, crueldad, a falta de remordimiento y
de empatía.

2.8.2 FACTOR 2: DESVIACIÓN SOCIAL


Está relacionado con las personas que presentan un estilo de vida claramente antisocial y
agresivo, Y qué cometen actos delictivos desde la infancia, buscan sentir tensión y excitación,
manifiestan una baja tolerancia a la frustración, un frecuente abuso de sustancias, una forma de
vida parasitaria, impulsividad y con frecuencia comportamientos ilegales o criminales (Millon,
1994). La persona resultante, se comporta de modo absurdo, sin que parezca obtener nada
valiosos de sus actos, Y con poco autocontrol y ninguna meta que parezca lógica a la vista
(Garrido, 2001).

En la práctica, no es facial separar uno del otro factor, y distinguir las múltiples variantes
fenomenológicas que pueden exhibir los psicópatas.

Lykken (1998) plantea que los ítems del Factor 1 son indicadores de rasgos de personalidad,
mientras que los ítems del Factor 2 se refieren a conductas (Ver la operacionalización de las
variables: Tabla 3.1). El Factor 1, es considerado como el “núcleo” de la psicopatía y puede o no
estar asociado al Factor 2 (Dada la mayor capacidad predictiva demostrada de los rasgos de
personalidad), pero este último debe estar siempre vinculado al Factor 1 para qué se califique
psicopatía.

2.9 TEORÍA DE SUSTENTO DE: Robert D. Hare

Robert D. Hare, PhD., profesor de Psicología de la Universidad de British Columbia (Vancouver,


Canadá) y Director del Laboratorio Hare de la misma universidad, es considerado como uno de
los expertos mundiales más destacados en el estudio de la psicopatía, debido al gran número de
evidencia empírica aportada por medio de diversas investigaciones realizadas en torno a este
tema (Freeman, 2001; Raine y Sanmartín, 2000).

2.9.1 LA PSICOPATÍA Y SU RELACIÓN CON LA VIOLENCIA Y LA CRIMINALIDAD

Existe una alta asociación entre psicopatía y violencia, muestra que muchas de las características
que son importantes para la inhibición de las conductas violentas y antisociales –empatía,

32
capacidad de establecer vínculos profundos, miedo al castigo y culpa– se encuentran seriamente
disminuidas en los psicópatas.

Además, según Hare (2004) su egocentrismo, grandiosidad, impulsividad, bajos controles


conductuales y necesidad de poder y control, facilitaría la victimización de los demás, por medio
del uso de la intimidación y la violencia. De las anteriores características, podría concluirse que
hay algo anormal en este tipo de personas, lo cual atenuaría la gravedad de sus crímenes.

En la mayoría de las legislaciones la psicopatía es un factor gravante y no eximente de


responsabilidad penal (Ogloff y Lyon, 1998; Schopp y Stain, 2000). Al respecto, Hare plantea,
que los psicópatas son absolutamente competentes para enfrentar un juicio criminal. Desde el
punto de vista legal o psiquiátrico, no son “locos”, ya que son capaces de distinguir claramente
entre el bien y el mal, aunque a veces intenten, simular un trastorno mental.

En este sentido, él postula que el psicópata tiene capacidad para optar, ya que posee plena
conciencia de daño, desde lo racional. Así es como, se da cuenta de lo que está provocando en el
otro, y puede usarlo en su propio beneficio, todo debido a que no hay un componente afectivo
que acompañe esta apreciación. Dada esta condición, los psicópatas pueden iniciarse en
actividades antisociales a temprana edad, continuando con estas acciones durante una gran parte
de su vida. Alrededor de los 35 a 40 años, este nivel de criminalidad tendería a decrecer (Hare,
McPherson y Forth, 1988, citados en Hare, 2004).

Sin embargo, esto no significa que disminuya el grado de violencia, ya que éste casi no
disminuiría con el transcurrir de los años. Asimismo relevante mencionar que Hare hace una clara
distinción, al decir, qué psicopatía no es sinónimo de criminalidad y qué aun cuando la expresión
más violenta de la psicopatía es la conducta criminal, la mayoría de los psicópatas no son
delincuentes, sino más bien sujetos, que gracias a su encanto y habilidad para manipular, engañan
y arruinan la vida de todos aquellos que se asocian, personal o profesionalmente con ellos. no
obstante, el psicópata tiene la capacidad de usar la violencia en situaciones como: el encanto, la
manipulación, las amenazas y la intimidación, que no son efectivos para lograr sus propósitos.

De esta manera, pese a que el psicópata es el candidato perfecto para delinquir por su
desconsideración con los demás y su sangre fría, "algunos son trabajadores informales y poco
fiables, empresarios depredadores y sin escrúpulos, políticos corruptos o profesionales sin ética

33
que usan su prestigio y su poder para victimizar a sus clientes" (op. cit.). Estos “psicópatas de
cuello blanco” serían igual de egocéntricos, insensibles y manipuladores como el psicópata
criminal medio, "sin embargo, su inteligencia, historia familiar, habilidades y circunstancias
sociales, les permiten construir una fachada de normalidad y conseguir lo que quieren con
relativa impunidad" (Hare, citado en Freeman, 2001, p. 2).

Al mencionar que los psicópatas representan sólo un 1% del total de la población, pero
constituyen el 15-25% de la población de reclusos de sexo masculino (Hare, 2004, julio), se debe
tomar en cuenta que la mayor parte de investigaciones en torno a la psicopatía, se han efectuado
en hombres adultos caucásicos recluidos en las cárceles, encontrándose, por lo tanto, una elevada
prevalencia en delincuentes. Sin embargo, rápidamente se ha ido incrementando la investigación
que indica que el constructo es aplicable a adolescentes, mujeres y a otros grupos étnicos y
culturales. Por lo tanto, la psicopatía es un constructo universal (Hare, 2004, julio).

2.9.2 APROXIMACIONES EXPLICATIVAS

Para Hare, la influencia del ambiente no da cuenta, por sí sola, de la psicopatía. Es probable que
existan factores genéticos que contribuyan a la aparición de los rasgos de personalidad y
temperamento que definen este trastorno, aunque su expresión en el individuo sea producto de
complejas interacciones entre predisposiciones biológicas y factores sociales (Hare, 1993;
Livesley, 1998, citados en Hare, 2000).

A pesar de que se ha establecido que los rasgos y conductas que caracterizan a la psicopatía,
empiezan a manifestarse tempranamente en la niñez, a un no se comprenden muy bien los
mecanismos biológicos y ambientales que intervienen en el desarrollo, y mantenimiento de la
psicopatía. No obstante, recientes investigaciones de las neurociencias afectivas y cognitivas, y
de la psicopatología del desarrollo, han comenzado a entregarnos claves importantes (Hare, 1993;
Lykken, 1995; Mealey, 1995, citados en Hare, 2000).

De esta manera, considerando que los psicópatas no aprecian el significado emocional de un


hecho o una experiencia (Hare, 1978; Intrator et al., 1997; Patrick, 1994; Williamson, Harpur y
Hare, 1991, citados en Hare, 2000), muchos estudios apuntan a que la dificultad para comprender
e integrar experiencias emocionales, i y que presentan los psicópatas, se debe a un déficit

34
integraciones entre emoción y pensamiento, junto con una menor capacidad para sentir y
experimentar las emociones.

2.10 ANTECEDENTES DEL ESTUDIO DE LA AFECTIVIDAD Y EMOCIÓN

El conocimiento de las emociones, ha sido objeto de numerosos calificativos e interpretaciones


desde épocas pretéritas. La influencia griega por ejemplo, estudiaba la emoción a partir del
“sentimiento” (Alcmeón, 500 a. C.). Estudios sucesivos fueron asociando el “sentimiento con la
emoción” (Descartes, 1649); la “emoción a la razón” (Kant, 1724 - 1804); la “emoción con el
instinto”, que sugirió mencionar a Schiller (1759 - 1805), que mientras los filósofos dialogaban,
el hambre y el amor movían al mundo.

El estudio de las emociones ha motivado a muchos investigadores a dedicar su esfuerzo en la


comprensión del fenómeno .el cual ha contribuido en la conformación de numerosos marcos
teóricos. En particular, el presente marco teórico, describe aquellas que mayor influencia han
tenido en la conformación y desarrollo de los conceptos sobre la “emoción”, que han permitido
que cada vez sean más “integrales”.

2.11 TEORÍA EVOLUTIVA (Charles Darwin)


La gran obra de Charles Darwin que describe su teoría de la evolución, “El origen de las
especies” apareció en 1859. Trato de explicar cómo aparecieron sobre la tierra los diferentes
grupos de animales en respuesta a los ambientes mutables (Plutchik, R., 1987, pág. 27).

Asimismo, Darwin reconoció que el proceso de evolución no sólo se aplicaba a estructuras


anatómicas, sino también a la “mente” del animal y a su “comportamiento expresivo”. Supuso
que la inteligencia, la habilidad para razonar, la memoria y las emociones tenían todas una
historia evolutiva, y que se podía identificar a todas ellas en diferentes niveles filogenéticos.
Darwin comenzó a recopilar evidencia para este punto de vista, y en 1872 publicó su libro
clásico “La expresión de las emociones en el hombre y en los animales”. Esta obra ha ejercido
una gran influencia sobre el comportamiento contemporáneo respecto al concepto de la
“emoción”, y es la fuente de la tradición evolutiva (Plutchik, R., 1987, págs. 27 - 29).

La evidencia de sus datos que presento, tenía por objeto ilustrar la continuidad básica en las
expresiones emocionales desde los animales inferiores hasta los humanos. También sugirió que
el hecho de que el perro o el lobo muestren los colmillos está relacionado con las expresiones

35
faciales despectivas del humano adulto. Observo que el sonrojo del rostro colérico, se ha
observado en razas humanas muy diferentes, así como en ciertas especies de simios. La
defecación y la urinación, están asociadas al temor i que se han registrado en ratas, gatos,
perros, los monos y los humanos. Además, de otras observaciones de las expresiones
emocionales (Plutchik, R., 1987, pág. 29).

Sobre la base de sus descripciones, es evidente que el concepto de Darwin respecto al


comportamiento expresivo es “funcional”. Las expresiones emocionales desempeñan ciertas
funciones en la vida de los animales. Actúan como señales y como preparación para la acción.
Comunican información de un animal a otro sobre lo que es probable que ocurra y de ese modo
afectan las posibilidades de supervivencia (Plutchik, R., 1987, pág. 30).

En su libro, Darwin consideró otro problema importante a saber, el carácter de lo innato en las
expresiones emocionales. El opinaba que muchas de ellas sino todas, no se aprenden (Es decir,
son innatas) (Plutchik, R., 1987, pág. 31).

Sin embargo, a pesar de su sólida creencia en la naturaleza innata de muchas expresiones


emocionales, Darwin comprendía con claridad que algunas de ellas son simples gestos que se han
aprendido como las palabras de un idioma. Así mismo, hizo notar que aun cuando muchas
expresiones no se aprenden, una vez que han sucedido pueden emplearse, en forma deliberada y
consciente, como medios de comunicación. Pueden también inhibirse voluntariamente excepto
bajo las condiciones más extremas. También Darwin sugirió que el reconocimiento de la
emoción, dentro de la especie era tal vez innato y tenía un significado de adaptación (Plutchik,
R., 1987, pág. 32).

En el último capítulo de su libro, Darwin presentó algunas hipótesis sobre el carácter


relativamente primitivo de distintas expresiones emocionales. Basado en la similitud entre las
expresiones de los animales inferiores y de los humanos, i él sugirió que la risa y las expresiones
de temor y rabia son muy primitivas. Las señales de aflicción y llanto, son desarrollos evolutivos
posteriores. También fruncir el entrecejo y ruborizarse son adquisiciones evolutivas relativamente
recientes. De manera similar, aun cuando las reacciones de vomito por asco son bastante
primitivas, algunas de las formas más “refinadas” de mostrar repugnancia, tales como bajar la
vista o volver la cabeza, son expresiones de reciente evolución (Plutchik, R., 1987, pág. 32).

36
De acuerdo a la revisión de la presente bibliografía, respecto a algunas de las implicaciones de los
puntos de vista, Darwin, en su segunda sugerencia indica que el estudio de las expresiones
emocionales, en las palabras del mismo, autor “confirma en un grado i ha limitado la conclusión
de que el hombre se deriva de alguna forma animal inferior, y apoya la creencia en la unidad
específica o sub específica de las distintas razas” (Darwin, C., 1872). En su tercera inferencia es
que el estudio de la emoción se extendió del estudio de los “sentimientos subjetivos” al estudio
del “comportamiento” dentro de un contexto biológico evolutivo. Se hizo legitimo desde el punto
de vista científico preguntar: “¿De qué manera funciona un comportamiento o patrón de
comportamiento en particular para ayudar a la supervivencia?” (Plutchik, R., 1987, pág. 32 - 33).

2.12 TEORÍA PSICOFISIOLÓGICA (William James)


Doce años después de que Darwin público su libro sobre las emociones, el filósofo y psicólogo
norteamericano William James público un artículo en el que presentó una nueva forma de
considerar la emoción y, al mismo tiempo, fundó una segunda tradición de importancia en la
psicología de las emociones (James, W., 1884). Propuso que los “cambios corporales siguen de
modo directo a la percepción de un evento excitante, y que la sensación de estos cambios
corporales constituye la emoción” (James, W., 1884). James, ilustro esta idea de la siguiente
manera: “El sentido común dice que al perder nuestra fortuna nos afligimos y lloramos;… [mi]
hipótesis…es que nos afligimos porque lloramos, nos encolerizamos porque golpeamos, tememos
porque temblamos…” (James, W., 1890).

La teoría de James, ha perdurado e influido tanto en los autores de libros de texto como en los
investigadores. (Entre paréntesis, debe agregarse que un par de años después de James propuso su
opinión respecto a la emoción, un fisiólogo danés, llamado Lange, sugirió en forma
independiente una idea similar; ese concepto se ha conocido desde entonces como la teoría James
- Lange) (Plutchik, R., 1987, pág. 36).

La teoría James – Lange, es algo que difícilmente llamaríamos una teoría en la actualidad.
Fundamentalmente, plantea una pregunta similar a la de la gallina - y – el – huevo: ¿Cuál fue
primero, el sentimiento subjetivo de una emoción o los cambios corporales que se le asocian?
(Plutchik, R., 1987, pág. 36).

La segunda razón de la importancia de sus conceptos, es que dieron gran impulso a los
investigadores para que comenzaran a examinar los cambios autónomos y neurales
37
relacionados con la emoción. En forma gradual, se desarrolla una literatura sustancial en estas
áreas, la cual continua siendo en forma creciente, activa e importante hasta el presente. Incluye
estudios de fisiología autónoma, detectores de mentiras y mediciones fisiológicas de
estimulación. Debido a James y muchos de sus seguidores se han interesado en la relación que
existe entre los estados i que introspectivos y los cambios fisiológicos, este enfoque puede
describirse como la “tradición psicofisiológica” (Plutchik, R., 1987, págs. 36 - 37).

2.13 TEORÍA NEUROLÓGICA (Walter B. Cannon)


A pocos años de la muerte de William James, otro profesor de la Universidad de Harvard, Walter
Cannon, quien trabajaba en el departamento de fisiología, empezó a publicar una serie de
estudios relacionados con pruebas y modificaciones de la teoría James – Lange. Estos estudios
condujeron a Cannon al rechazo de los elementos básicos de esa teoría y a proponer una
alternativa. En su libro Bodily Changes in ’’Pain, Hunge, ’’ Fear and Rage, publicado por
primera vez en 1915 y revisado en 1929, presentó evidencia que dio lugar a serias preguntas
respecto a la teoría James – Lange. La evidencia consistía en cinco puntos principales:…(pág.
37). Con base en toda esta evidencia, Cannon concluyó que la retroalimentación es débil y juega
un papel mínimo, si acaso, en el sentimiento de la emoción (Plutchik, R., 1987, págs. 39 - 40).

Si Cannon sólo hubiera presentado estas críticas convincentes acerca de la teoría de James –
Lange, habría hecho una contribución útil, sin embargo, hizo mucho más, presento una teoría
alternativa sobre qué cambios corporales se relacionaban con las emociones, y además,
proporciono una interpretación alternativa sobre el papel de los cambios viscerales (Plutchik, R.,
1987, pág. 40).

Estudios adicionales, mostraron que la estructura neural asociada con la exhibición de rabia se
localiza en una sección del cerebro llamado “tálamo óptico” (llamada ahora hipotálamo), que
forma parte del “diencéfalo”. Si se extirpa esta área, la reacción de “seudo - rabia” no acontece
(Cannon, W. B., 1915).

Por tanto, Cannon concluyó que la experiencia emotiva depende que ocurran descargas neurales
del tálamo óptico. En sus propias palabras: “La cualidad peculiar de la emoción se agrega a la
simple sensación cuando se incitan los procesos talámicos” (Cannon, W. B., 1915). En vez de
suponer que hay una secuencia directa de eventos, y que relacionan la percepción al sentimiento
como opinaba William James, Cannon propuso que la descarga talámica produce tanto una
38
experiencia emocional como una serie de cambios corporales. A esta hipótesis a veces se llama
la teoría de Cannon – Bard, a causa de los estudios empíricos de Bard en relación con esta
cuestión (Plutchik, R., 1987, pág. 41). La tabla 2.4 describe en forma esquemática las dos teorías,
donde se ponen en contraste con el sentido común.

Tabla 2.4 EL PROBLEMA DE LA SECUENCIA

Percepción Sentimiento Cambios


emocional corporales
Punto de vista de sentido común

Percepción Reacción Excitación Sentimiento


motora visceral emocional
Punto de vista de James - Lange

Sentimiento emocional

Percepción Excitación
hipotalámica
Cambios corporales
Punto de vista de Cannon

Tres modos diferentes de conceptuar el problema, y que secuencia de eventos ocurre en conexión
con el suceso de una emoción.
Es simplemente hacer notar varios puntos respecto a la tabla 2.4. Primero, todas las opiniones
empiezan con la idea de que se requiere una percepción para iniciar un proceso emotivo.
Segundo, ninguna de las teorías hace el intento de explicar cómo una percepción puede producir
en forma directa un sentimiento emocional, una reacción motora o una excitación hipotalámica.
Tercero, todas las teorías se ocupan sobre todo de la experiencia consciente, registrable, subjetiva
y emocional. Aun cuando se emplean gatos y perros como sujetos de experimentación, se supone
que su comportamiento emocional refleja directamente sentimientos emocionales. Cannon, por
ejemplo, nunca pareció cuestionar esta relación. Sin embargo, en tanto que William James ubico

39
en las vísceras las fuentes de los sentimientos emocionales, Cannon coloco en el tálamo. Ambos
aceptaron de hecho los informes subjetivos de los pacientes o sujetos como expresiones validas
de sentimientos emocionales (Plutchik, R., 1987, págs. 41 - 42).

Antes de abandonar el trabajo de Cannon, se debe hacer notar un último punto. Él autor tuvo un
amplio entrenamiento biológico y poseía un buen conocimiento del trabajo de Charles Darwin,
solía plantear interrogantes funcionales respecto a los hechos biológicos, por lo tanto, formulo la
siguiente pregunta: ¿Qué función desempeñan los extensos cambios internos que ocurren durante
la excitación emocional? (Plutchik, R., 1987, pág. 42).

Cannon contesto esta pregunta al concluir, qué los cambios viscerales no nos decían nada
respecto a las emociones; más bien, eran ajustes homeostáticos que ayudaban al cuerpo a
preparase para la acción. Cuando los acontecimientos crean emergencias, se requiere la acción, sí
el individuo ha de sobrevivir. La acción más apropiada en la mayoría de los casos es correr (huir)
o bien permanecer y atacar (luchar). Los sentimientos de temor y cólera (o las emociones en
general), sólo acompañan estas preparaciones orgánicas para la acción (Plutchik, R., 1987, págs.
42 - 43).

Algunos autores, han denominado este concepto como una teoría de “emergencia de la emoción”.
Así es importante enfatizar, no obstante, que representa una opinión sobre las emociones que por
lógica es muy independiente de la teoría del tálamo. Es decir, sin importar las estructuras
neurales que pueden estar involucradas en la expresión emocional o sentimiento. La función de
las emociones quizá sea manejar las emergencias asociadas con problemas de supervivencia
(Plutchik, R., 1987, pág. 43).

2.14 TEORÍA COGNITIVA (Schachter)


En 1962, Schachter propuso una teoría inspirada en los antecedentes expuestos por la teoría de
James – Lange, que si bien Cannon – Bard, habían criticado la manifestación que cada estado
emocional estaba “precedido” por una respuesta visceral y muscular “diferente” –sosteniendo a
su vez Cannon – Bard que la mayor parte de los estados emocionales estaban asociados a
actividades estimuladoras muy semejantes-. Schachter se preguntaba, sí la idea de James –
Lange seria todavía correcta, si “antes” del reconocimiento de un estado emocional existiese una
activación visceral y muscular muy general. Schachter estimaba que los procesos cognitivos (de

40
pensamiento y perceptivos), podrían crear una emoción, “luego” de que suceda una conducta
durante un estado general de activación o excitación.

El aspecto “cognitivo” es fundamental para entender el estado emocional. Según Schachter no


basta el estado fisiológico para definir un estado emocional (Castañon, G. R., 1991, pág. 67).

Para demostrar su teoría, Schachter (1962) realizo un experimento interesante. Junto a Singer,
invito a un grupo de sujetos a participar en un experimento sobre los efectos de “supronin” en la
visión…

Los resultados confirmaron la propuesta de ambos autores, quienes sostienen que “en los estados
emocionales los factores cognitivos son una determinante conclusiva importante, junto a los
cambios fisiológicos concomitantes, del modo como una experiencia emocional se clasifica y en
la conducta resultante” (Schachter, J., 1962).

Davies, A., (1988) menciona, “la evaluación de un estado emocional y de una conducta
concomitante puede ocurrir también en ausencia de una reacción fisiológica, aunque si la
fisiología del individuo juega un rol importante en la estructura emocional”. Por otra parte, “las
emociones no son exclusivamente una cuestión cognitiva, es el caso de la expresión facial, por
ejemplo, qué podría comprometer tantos elementos que van desde el aprendizaje al
moldeamiento, a la estructuración mental e inclusive hasta la misma herencia, (como cuando la
madre dice que el hijo tiene un gesto o expresión natural igual al padre)”.

El argumento gestual no ha sido un determinante para definir las emociones, pero ha servido para
identificar cinco expresiones fundamentales: felicidad (alegría), rabia, disgusto, tristeza, miedo –
sorpresa (Ekman, P., 1973).

2.15 TEORÍA DE PLUTCHIK


Plutchik, R., (1980) propuso una teoría basada en la “evolución psicológica” de la emoción. El
sostiene que “las emociones son modelos comportamentales heredados, y que tienen una función
importante y que son modificables por la experiencia”.

Plutchik, R., (1980) define la emoción como una “secuencia compleja de eventos, con un
contenido de elementos cognitivos, sentimientos, impulsos hacia la acción y conducta
manifiesta, contexto diseñado para responder a un evento que estimula la reacción” (pag.68). Este

41
modelo ha identificado ocho categorías primarias de emociones: 1) tristeza, 2) miedo, 3)
sorpresa, 4) rabia, 5) disgusto, 6) anticipación, 7) alegría y 8) aceptación (receptiva). Estos ocho
modelos expresivos corresponden a humanos y animales. Dichos modelos son categorías
funcionales en cuanto sirven a un propósito y obviamente cada ser vivo las experimenta en
función de sus características propias e innatas.

En base a estas ocho categorías primarias de emociones, se manifiestan otras gamas emocionales
y que aun al emplearse en los diferentes idiomas de vocablos, estos tienen el contenido primario
mencionado (Plutchik, R., 1980).

Este modelo sugiere para el estudio de las emociones, cinco de sus principales componentes: 1)
estímulo – evento; 2) cognición del evento; 3) evaluación del sentimiento (de la emoción); 4)
conducta guiada por mecanismos innatos; 5) la función a la cual sirve la conducta.

Ejemplo de sucesión:

Amenaza por parte Evaluación cognitiva: Sentido Fuga Protección


De estímulo peligroso “la situación es peligrosa” intenso

De miedo FUNCIÓN
1 2 3 4 5

La distinción de este modelo con el de James – Lange, es elocuente, para Plutchik, “uno corre o
huye porque tiene miedo” y no viceversa. Además, la misma conducta de fuga tiene un sentido
más, el individuo corre en pos de protección subrayando que la “función” de la emoción, está
dada por esta búsqueda que en última instancia sirve a la sobrevivencia (Castañon, G. R., 1991,
pág. 72).

El modelo expuesto, se aproxima a la teoría cognitiva de Schachter en cuanto la emoción no se


“clasifica” hasta que no se hubiese efectuado una “evaluación cognitiva”, empero, Plutchik va
más allá al comprometer los “mecanismos innatos” que guían las respuestas a fin de servir en una
“función significativa” (Castañon, G. R., 1991, pág. 72).

Plutchik, R., ve en la capacidad cognitiva un óptimo apoyo para mejorar la calidad de nuestras
emociones. Un intelecto preclaro, podría favorecer actitudes emocionales muy importantes y

42
sobre todo muy regular, permitiendo respuestas cada vez más adaptativas, sin que dejen de ser
racionales; por ello sostenemos que el equilibrio emocional e intelectual, puede favorecer el
desarrollo y maduración de la experiencia emocional (Castañon, G. R., 1991, pág. 72).

2.16 TEORÍA DINÁMICA (Sigmund Freud)


Hemos querido situar al final de las teorías, uno de los aportes más trascendentales en la historia
de la psicología, el de Sigmund Freud (1856 - 1939), el gran psicoanalista de Viena (Castañon,
G. R., 1991, pág. 78).

En su búsqueda de lo profundo, llevó al Psicoanálisis, dando énfasis el hecho que muchas


patologías conductuales y somáticas, no tenían necesariamente una raíz orgánica sino eventos
psicológicos y emocionales, y gracias a él y a sus seguidores, es posible conocer la psicología del
hombre más allá de sus determinantes orgánicos. Y en, albores de la “psicología integral” eran
enunciados por este importante neurólogo y psicoanalista (Castañon, G. R., 1991, págs. 78 - 79).

Hoy se conoce que, una de cada dos enfermedades físicas tratadas en hospitales del mundo
tienen un antecedente psicológico indiscutible (Meher, 1991) (Castañon, G. R., 1991, pág. 79).

Este autor, consideraba las emociones como “pasiones internas” que estaban relacionadas con las
“necesidades básicas”. Puso mucha atención especial a las experiencias tempranas en la
conformación del repertorio emocional. Para él, el individuo nace con la capacidad de sentir
placer y desagrado (dolor). En periodos evolutivos, hasta la edad adulta, se van asociándolas
sensaciones de placer y desagrado, por ejemplo se ama a la madre por el placer que brindó al
amantar al hijo y cuidarlo, se conformarían así un sinnúmero de rasgos conductuales
inconscientes (Castañon, G. R., 1991, pág. 79).

La emoción es para Freud i es“energía”, puesto que, pensaba que el cuerpo creaba energía
psíquica en forma parecida a la de un dinamo, a este precursor denomino “libido “qué es la fuerza
motivadora que impulsa, motiva a nuestros pensamientos, sentimientos e inspira nuestras
conductas. Al emplear u otorgar una dirección a la libido, se incursiona en el placer sensorial
(Castañon, G. R., 1991, pág. 79).

La “represión” de esta energía daría origen a la tensión, angustia, estados emocionales negativos
o conductas desadaptativas. Pero esta energía busca también su liberación. Freud elaboro un

43
sistema que permitiría interpretar estos mecanismos mediante la interpretación de los sueños,
fantasías, lapsus, asociación libre, sentimientos de angustia, etc. Pero la “catarsis” seria el modo
de conocer mejor este importante material, al permitir la expresión abierta de los propios
sentimientos. Las neurosis tendrían un importante antecedente en la represión de los sentimientos
(Castañon, G. R., 1991, págs. 79 - 80).

Ante la doctrina freudiana es muy rica y difícil de reducir a pocos conceptos, señalamos sólo los
principales y remitimos a las fuentes. Para concluir citemos qué Freud en 1915, mencionaba que
los afectos y las emociones correspondían a procesos de descarga, siendo el sentimiento la
expresión final (Castañon, G. R., 1991, pág. 80).

2.17 COMPONENTES EMOCIONALES


La orientación de los diferentes autores enfatizan ciertos aspectos, por lo cual, un sólo concepto
resulta artificial. Hemos revisado más de 114 definiciones de especialistas, donde cada uno
expresa subjetivamente su postura. La armonía del hombre y su integración no nos permiten
reducir tan importante aspecto de su dinamismo a una perspectiva unilateral, por ello, citamos los
seis elementos importantes que en su conjunto definen la emoción:

1. Sentimientos en general compuestos por placer o desagrado.


2. Excitación física o depresión.
3. Conciencia y evaluación cognoscitiva del evento experiencial.
4. Conductas emocionalmente expresivas (a través de rasgos observables y no).
5. Influencia y consecuencias ambientales (aprendizaje y respuestas).
6. Registros y roles neurofisiológicos, químico – eléctricos.
(MacConnel, 1988, Castañon – Gómez, 1991, pág. 80).
El estudio de las emociones es complejo y tiene numerosas composiciones conceptuales, a
continuación se definen cada una de ellas, para comprender correctamente su concepción
etimológica y epistemológica.

2.17.1 EL SENTIMIENTO
La palabra sentimiento, en la psicología neurológica, es definida en relación a una “vivencia neo -
corticalizada” muy individual y subjetiva, que expresa un juicio o actitud volicional hacia un
objeto o fuente categórica, suscitando un sentimiento (feeling) positivo o negativo, agradable o

44
desagradable, satisfactorio o no, de amor u odio o expresión de diferente índole (Castañon, G. R.,
1991, pág. 32).

El sentimiento, como otras condiciones humanas, está sujeto a la influencia del ambiente y a la
interacción que establezca con los estímulos. En relación a algún estimulo, podrá reforzarse,
extinguirse, condicionarse o no; en todo caso, está sujeto, igualmente, a las leyes de aprendizaje
(Castañón, G. R., 1991, pág. 33).

2.17.2 LA AFECTIVIDAD
Deriva de la composición latina de las palabras “animi – affectus”, entendidas como “tendencia o
inclinación sentimental”, va referida a la capacidad psicológica de los hombres para “sentir
afecto”, y por lo tanto “afeccionarse” (Imbraino, 1983).

En las ciencias del comportamiento, se habla de mundo afectivo, vida afectiva, acto afectivo,
términos que deberían comprenderse como sinónimos de “afectividad”, aunque si los sustantivos
manifiestan un connotado particular: vida, mundo, acto, etc. (Castañón, G. R., 1991, pág. 33).

La afectividad representa la “generalidad” del estado anímico de la persona, en función del


sentimiento volicional, instintivo y afectivo (psicológico - neuroquímico) (Castañón, G. R., 1991,
pág. 33).

La vida afectiva, que en la literatura encontró amplia radicatoria en el corazón, es percepción,


instinto, intelecto, neuroquímica, y tiene un sentido bioaxiologico. La vida afectiva está
directamente relacionada con la neocorticalización pre frontal de los impulsos provenientes del
centro encéfalo, donde el objetivo final está dado por la necesidad de establecer un equilibrio
entre el impulso y la razón. Gracias a este mecanismo es factible amar con la mente y el corazón
(Castañon, G. R., 1991, pág. 33).

2.17.3 EMOTIVIDAD Y EMOCIÓN


Asumen, en igual forma, significados diferenciados: la “emotividad” es una manifestación
psicoafectiva de carácter involuntario. Cuando una persona indica que no resiste el llanto
espontaneo e inmediato al observar una escena dolorosa, o a un niño desnutrido, está
manifestando una reacción afectiva de su emotividad (Castañon, G. R., 1991, pág. 33).

45
Al referirnos a la palabra “emoción”, recordamos el origen latino de “emovere” sugiriendo la idea
de “agitar, remover o excitar”, orientado hacia el concepto general de “conmover”. No es inusual
escuchar, por ejemplo: “esta actitud me ha conmovido, en vez de… me ha emocionado”. Por ello,
al hablar de emoción, nos referimos a una reacción afectiva (psicológica) que conlleva cambios
psicosomáticos neurovegetativos y neuroendocrino metabólicos, relacionados con el estímulo
desencadenante de la reacción (Imbraino, 1983).también se pone énfasis en el complejo
mecanismo que subyace a la emoción observada. No es un hecho aislado, participan factores
cognitivos, sentimentales, emotivos, neurofisiológicos, neuroquímicos. Sperry (1967),
mencionaba que el enamoramiento, por ejemplo, implica un baño de norepinefrina y dopamina;
Gazzaniga (1990) enfatiza la alta producción de feniletilamina en aquella importante dimensión
que es la afectividad. En última instancia, la emoción es la resultante de todo aquello que el
hombre es, piensa y siente.

La emoción, por tanto, constituye una “predisposición en parte involuntaria, innata del individuo
que le induce ante un estímulo a reaccionar en función de las características del evento: tipo de
estímulo, intensidad, impacto, duración, etc.”. Es así que el “hombre puede tener miedo,
deprimirse, asustarse, agredir, complacerse, etc.” (Castañón, G. R., 1991, pág. 34).

Según Skinner (1938), “las condiciones externas son las causas para que una persona se
emocione y en función de su sentimiento elicitar una conducta adecuada a la circunstancia”.

Investigaciones de Thome (1988) han probado que “las personas, cuanto más emotivas son,
mayor ansia experimentan. Su marco de respuestas asume una exagerada fisonomía con
reacciones desproporcionadas, que obviamente inducen a mayores riesgos al ya debilitado
equilibrio psicológico del individuo”.

La vida emocional y sus diferentes manifestaciones, es la resultante de una poli participación de


elementos de los cuales muy poco sabemos, pero que los esfuerzos científicos modernos tratan de
explicar (Castañon, G. R., 1991, pág. 35).

2.18 LA AFECTIVIDAD DESDE UN ENFOQUE COGNITIVO

El afecto es una necesidad primaria –constituida por un conjunto de elementos de naturaleza


subjetiva- que, a pesar de la ambigüedad de su conceptualización (“la sentimos, pero difícilmente
la explicamos”), es un hecho físico, real y material, y que se caracteriza por ser: omnipresente, es

46
decir, que está presente en todas las experiencias de nuestra vida, es proteiforme, pues adquiere
formas y estilos distintos para expresarse y porque necesita de un lenguaje especial –ya sea
digital y/o analógico- para poder ser expresado (Revista: Explorando Psicología, agosto 2002,
pág. 27).

En este sentido afectividad se constituye en una estructura mental –esquema subyacente producto
del aprendizaje, y que se mantiene más o menos estable, determina la relación con el mundo-.
Está formada por redes asociativas o emocionales, que a su vez contienen o conectan unidades de
información, compuestas por una escala de valores y el sistema atribucional, formándose de esta
manera toda una estructura de datos asociados, que poseen información acerca de la afectividad
(Revista: Explorando Psicología, agosto 2002, pág. 27).

En el mismo parámetro estudio de la conducta, la teoría cognitiva comportamental se centra en


los ejes: cognitivo, emocional, comportamental, biofisiologico y ambiental, que se encuentran
interrelacionados a partir de la estructura afectiva, representada por el “YO” que, como nos
explica la Carla Velasco, los integra y sustenta como “núcleo gravitacional”, a partir del cual,
todos los procesos psíquicos que se generan adquieren un significado y funcionan como una
totalidad (Revista: Explorando Psicología, agosto 2002, pág. 27).

Ante la dinámica de la estructura afectiva en los procesos psíquicos, puede sintetizarse de la


siguiente manera: cuando se recibe un estímulo (interno o externo), biofisiologicamente se activa
la corteza cerebral, dando paso a procesos de índole neuronal; paralelamente las estructuras
cognitivas procesan el evento percibido como información, a partir de elaboraciones mnémicas
(de memoria), atencionales, perceptivas, etc.; a un mismo tiempo intervienen las emociones a
nivel psicosomático. Estos procesos confluyen en el “YO”, generando una síntesis que les
permite: interrelacionarse, organizarse, y adquirir un significado a consecuencia de otorgar a
estas atribuciones específicas y valores propios. Como producto de este procesamiento, se
plasman las acciones y la conducta (Revista: Explorando Psicología, agosto 2002, pág. 27).

Las características generales de la estructura afectiva pueden resumirse en:

- Polaridad: Contraposición de las direcciones que puede seguir un afecto (positivo-negativo,


agrado-desagrado).

47
- Inestabilidad y Fluctuación: Posibilidad de variación constante que tenemos las personas
frente a aquello con lo que nos enfrentamos; varia de significación en el mundo interno del
sujeto.

- Intensidad: Fuerza con que impactan las experiencias afectivas; varían según los sujetos, los
tiempos, los factores externos influyentes y también la capacidad de autocontrol de los
individuos.

- Repercusión Conductual y Organizada de los Afectos: Es la incidencia corporal que se


manifiesta en cambios observables en el organismo que experimenta los afectos.

Estas características, toman diferentes matices a partir de las vivencias y aprendizajes de cada
persona, así dependen del umbral afectivo que pueda tener (limite critico a partir del cual un
estímulo es capaz de producir una afecto), de las diversas formas en que pueda reaccionar, de la
profundidad de la vivencia, etc. (Revista: Explorando Psicología, agosto 2002, pág. 27).

Los afectos se expresan a partir de las emociones (reacciones psicosomáticas, breves e intensas),
los sentimientos (estados subjetivos relativamente persistentes), las pasiones (estados afectivos
exagerados, absorbentes, intensos y permanentes, con expresión somática), la motivación y el
estado de ánimo; todas estas experiencias se integran e influyen dinámicamente en la
personalidad; así la emoción recibe su denominación a partir del “sentimiento”, y el afecto le
otorga significado según la situación, dándole direccionalidad a la conducta (Revista: Explorando
Psicología, agosto 2002, pág. 27).

Las principales funciones de la estructura afectiva son: Darse valor a sí mismo y dar valor al
entorno. Las directrices que orientan estas funciones (especialmente a la primera), son los “autos”
o auto esquemas (que forman una estructura compleja de esquemas que contienen las creencias y
opiniones que se desarrollan sobre “si mismo”), mismos que interrelacionados entre si dan paso a
diferentes procesos que generan atributos y valores acerca de “nosotros mismos” y de los
“demás” (Revista: Explorando Psicología, agosto 2002, pág. 28).

El núcleo central de esta estructura, que engloba a todos los demás, en tanto origen y síntesis, es
el autoconcepto, o autorepresentación que hace referencia al conocimiento de las propias
capacidades y limites, así como del comportamiento, valores y objetivos que se manifiestan

48
directamente en “cómo me defino”, “cómo me determino”, e indirectamente en “cómo me
comporto” (Revista: Explorando Psicología, agosto 2002, pág. 28).

Sin embargo, para llegar a esta “autodefinición” se desarrolla todo un proceso de autoevaluación,
que refleja la capacidad interna de evaluar de manera positiva o negativa todos los pensamientos,
sentimientos, emociones, y acciones propias; esta evaluación se desarrolla en función, por un
lado, al entorno en tanto se genera una comparación con un patrón determinado –como el grupo
de pares y los estándares esperados socialmente-; y por otro, a las exigencias y objetivos propios
(Revista: Explorando Psicología, agosto 2002, pág. 28).

Esta autoevaluación, que se interrelaciona con todo un bagaje de información cognitiva, va


definiendo el “cómo me percibo”, es decir, establece la autopercepción, que implica la capacidad
de formar una visión general acerca de la actuación de uno mismo; este “cómo me veo” se genera
en relación al “cómo percibo a los demás” (Revista: Explorando Psicología, agosto 2002, pág.
28).

A partir de este proceso, se desarrolla la autoimagen que es la manera peculiar con que cada
persona se identifica a partir de parámetros de actuación, en tanto se establecen semejanzas y
diferencias que permiten el concebirse como ser humano y como individualidad; este esquema,
forma una imagen más global y objetiva de “si mismo”, pues integra los rasgos físicos a los
puramente objetivos; se pueden tener muchas imágenes de sí mismo, y estas pueden cambiar en
distintos momentos (Revista: Explorando Psicología, agosto 2002, pág. 28).

La autoimagen determina las sensaciones respecto sobre “uno mismo”, es decir constituye la
autoestima que es el sentimiento valorativo de nuestro ser, de rasgos corporales, mentales y
espirituales que configuran nuestra personalidad (Revista: Explorando Psicología, agosto 2002,
pág. 28).

De esta forma, cada uno de estos esquema, gesta atributos y valores a partir de que la persona
desarrolla la capacidad de percibirse, valorarse y evaluarse desde lo que se denomina el “SI
MISMO” (desde afuera), y por otro lado, de darle un significado afectivo desde el “YO” (desde
adentro), proceso que va a permitir la formación del autoconcepto, y la percepción del mundo,
ejes centrales que determinan la influencia de la estructura afectiva en todo proceso y función del
sistema psíquico (Revista: Explorando Psicología, agosto 2002, pág. 28).

49
2.19 CONCEPTO ACTUAL DE LA AFECTIVIDAD

El término afectivo se refiere a los sentimientos, emociones, evaluaciones y valoraciones


dirigidos a uno mismo. Esto tiene que ver con que sentimos por nosotros mismos, como nos
sentimos en relación a nuestra imagen y como nos evaluamos y valoramos. Los sentimientos que
experimentamos hacia nosotros mismos, constituyen la base de la felicidad y la autorrealización
personal (Zabalaga, R. M., 2004, pág. 40).

La forma en que nos evaluamos y los sentimientos que se desprenden de esa evaluación,
generalmente, tienen su origen en la infancia en las apreciaciones que los padres y las personas
cercanas que hicieron de nosotros (Zabalaga, R. M., 2004, pág. 40).

2.20 LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Todos los seres humanos, tenemos una mente que piensa (racional) y otra que siente (emocional).
Estudios realizados sobre el cerebro humano plantean la existencia de dos hemisferios cerebrales:
el hemisferio izquierdo dirigido a la racionalidad y el hemisferio derecho dirigido a lo emocional
(Zabalaga, R. M., 2004, pág. 21).

Generalmente, se da más importancia a la inteligencia racional que a la emocional, sin embargo,


estas dos formas de conocimiento interactúan y se complementan entre si (Zabalaga, R. M., 2004,
pág. 21).

Investigaciones sociobiológicas han demostrado, qué “la mente emocional” predomina sobre la
mente racional cuando se trata de enfrentar situaciones difíciles de la vida, como los peligros,
perdidas dolorosas, deseo de alcanzar algo importante a pesar de los fracasos, vínculos afectivos,
la formación de una familia, etc. Cuanto más intensos son nuestros sentimientos, domina más lo
emocional y lo racional se vuelve ineficiente (Zabalaga, R. M., 2004, pág. 21).

Todo lo anterior se remonta a la prehistoria. La mente emocional de los hombres prehistóricos era
sumamente importante para su sobrevivencia, ya que vivían en un ambiente donde el detenerse a
reflexionar podría costarles la vida. En este ambiente peligroso, la mente emocional funcionaba
como un radar para percibir e interpretar el peligro, y ante cada peligro, las emociones (Miedo,
culpa, ira, tristeza, placer, sorpresa, etc.) señalaban un camino que conducía a la sobrevivencia o
a la muerte, esté camino al repetirse una y otra vez a lo largo de la historia de la evolución, quedó
grabado en el sistema nervioso del ser humano, como una tendencia innata y automática que se
50
transmitió de generación en generación, dando lugar a una descendencia con las mismas
predisposiciones genéticas. Es así, que durante un largo periodo de evolución, las emociones
permitieron la sobrevivencia del ser humano frente a grandes peligros físicos de en esa era
(Zabalaga, R. M., 2004, págs. 21 - 22).

Sin embargo, si bien la civilización humana ha evolucionado aceleradamente a nivel intelectual,


provocando grandes cambios y avances tecnológicos en el mundo; a nivel emocional seguimos
como en la prehistoria. Hoy en día, tratamos de solucionar nuestros problemas con el repertorio
emocional que heredamos hace miles de años atrás de nuestros antepasados (Zabalaga, R. M.,
2004, pág. 22).

A partir de esa herencia que recibimos de los hombres prehistóricos, parten nuestras habilidades
para percibir, valorar y expresar emociones con precisión. Todo esto es, el origen de la capacidad
que tenemos para generar sentimientos que nos permiten entender a otras personas, a nosotros
mismos o para crecer emocionalmente a partir del uso apropiado de las emociones. A está
capacidad de utilizar las emociones para resolver problemas afectivos, que denomina
“inteligencia emocional” (Zabalaga, R. M., 2004, pág. 22).

La mente emocional, es capaz de evaluar en un instante si alguien está mintiendo o no, si está
triste, alegre, enojado/a, etc. También conoce cómo comportarnos con cada una de las personas
que nos rodea, porque es capaz de sentir las emociones del otro (Zabalaga, R. M., 2004, pág. 22).

“Todas las emociones son impulsos para actuar, planes instantáneos para enfrentarnos a la vida
que la evolución nos ha inculcado. Cada emoción prepara al organismo para una clase distinta de
respuesta” (Goleman, 1998, pág. 24, citado en Zabalaga, R. M., 2004, pág. 22).

Por ejemplo la ira, produce en el organismo energía suficiente como, para realizar una acción de
mucha fuerza, la sangre fluye a las manos, resultando más fácil tomar un arma o golpear al
enemigo. Y con el miedo, todo el organismo se pone en alerta general preparándose para la
acción, la sangre va a los músculos de las piernas resultando más facial huir si fuera necesario.
Por otro lado el amor genera un estado general de calma y relajación que facilita la cooperación,
la tristeza provoca disminución de la energía, apatía y aislamiento de las actividades cotidianas,
preparando al organismo para llevar y comprender, en soledad, las consecuencias de lo sucedido,
mientras recupera energía para seguir adelante (Zabalaga, R. M., 2004, pág. 22).

51
De esta forma, en cada emoción está implícita una tendencia a actuar, se trata de tendencias
biológicas a actuar que han determinado un papel muy importante en la vida cotidiana del ser
humano (Zabalaga, R. M., 2004, pág. 22).

2.21 DEFINICIÓN DEL DELITO

Según el Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, Tomo III de Guillermo Cabanellas


(2008),plantea siguiente definición: Etimológicamente, la palabra delito proviene de la
similar latina “delictum” (v.),...4. Definición técnico jurídica. Inspirándose en el alemán
Beling y seguido por el hispanoamericano Soler, Luis Jiménez de Asúa ha difundido un
concepto completo del delito. Estima así, el acto típico, antijurídico, quién culpable,
sancionado por una pena -o, en su reemplazo con una medida de seguridad- y conforme a las
condiciones objetivas de punibilidad (pág. 63 - 64).

En consecuencia, se puede definir el delito como la conducta típica, antijurídica, culpable


y sancionada con una pena o una medida de seguridad establecida en la ley penal.

El delito, es una conducta castigada por la ley con una pena y debe tratarse de una acción u
omisión, debe ser doloso culposo.

2.22 DEFINICIÓN DE ASESINATO

Los artículos 251 y 252 del Código Penal boliviano del Título VIII, en la Sección Delitos
Contra la Vida y la Integridad Física Corporal, señalan distintas categorías por el delito de
asesinato.

La función de estos artículos es de extender la pena que merece el autor material por el delito de
asesinato. Para comprender la culpabilidad de este delito se debe considerar aspectos desde el
punto de vista jurídico. El asesinato es un delito contra el bien jurídico de la vida de una “Persona
Física”, de carácter muy específico, que consiste en matar a una persona incurriendo en ciertas
circunstancias agravantes, tales como la alevosía, premeditación, precio de la recompensa o
promesa remuneratoria y ensañamiento, aumentando así deliberada e inhumanamente el dolor
del ofendido, es un tipo de asesinato calificado.

Al respecto existen diferentes apelativos para el asesinato, según la relación que guarde el asesino
y su víctima, por ejemplo, el que matare, dar muerte al conyugue se convierte en asesinato

52
imprudente, puesto que lleva siempre aparejada la intencionalidad. En parricidio o en magnicidio,
donde así la víctima era la máxima representación, cabe notar que todas estas tipificaciones de
asesinato pueden acarrear consecuencias jurídicas diferentes (Código Penal Boliviano, Arts. 251-
252, págs. 45 - 46).

2.23 EL DELITO DE ASESINATO

Cómo delito autónomo, se estructura con elementos objetivos y subjetivos, a más de los
normativos. Los elementos objetivos del asesinato son: el acto de matar, el resultado muerte y las
situaciones materiales que, como forma o modo, acompañan como elementos del acto de matar.
El elemento subjetivo está dado por el dolo, esto es, la voluntad intencionalmente dirigida a matar
a una persona, pero además, en ciertos casos de asesinato, también pueden existir otros
elementos subjetivos como el motivo y el fin del agente para matar (Velasco Mora, 2014, pág.
15).
2.24 DOS TIPOS DE ASESINATOS - SUJETOS DEL DELITO DE ASESINATO

Además de los elementos doctrinarios del asesinato, se requiere la intervención de por lo


menos dos personas, quienes se convierten en sujetos del delito. Así, el sujeto activo, que mata a
otra persona, el asesino, sujeto pasivo, el muerto, la víctima, la parte afectada de forma directa
por el ilícito mortal; al respecto, indicaremos que:

2.24.1 SUJETO ACTIVO: Es sujeto activo de asesinato, igual que en el homicidio, cualquier
persona que priva la vida de otra persona.

2.24.2 SUJETO PASIVO: Es cualquier ser humano, sin distinción de ninguna clase, como se
manifestó en el homicidio simple (García, 1994, pág. 37).

Si falta uno de estos sujetos no podría configurarse el delito de asesinato, pues no habría
individuo que cause la muerte, o no habría persona destinataria de sus efectos; en tal virtud,
siempre ha de existir una persona causante del daño, y otra que necesariamente sufre las
consecuencias. Pero la parte débil de la relación sujeto activo-sujeto pasivo, es este último, el
sujeto pasivo del delito, la persona humana, titular del derecho a la vida que es el violado, sin que
sea necesario recordar que puede morir, a cambio de que el otro sujeto sea privado de
libertad por largo tiempo, siempre y cuando sea declarado culpable judicialmente; de esta manera

53
se hace justicia al crimen perpetrado, pero el derecho a la vida perdida nunca más se podrá
recuperar (Tesis: Velasco Mora, 2014, pág. 16).

2.25 CLASIFICACIÓN GENERAL DEL ASESINATO

2.25.1 Asesinato en primer grado: Éste se caracteriza por tener malicia, ser intencional,
deliberado y premeditado. Ejemplos de esto serían los crímenes planificados y con tortura (de
Bob Berdella o de John Wayne Gacy).

2.25.2 Asesinato en segundo grado: Al igual que el tipo anterior, tiene malicia, implica un acto
intencional (no necesariamente el de dar muerte, al menos o bien ni es premeditada), no obstante,
en medio se presenta como una de las distinciones teóricamente más útiles, aquella según la cual,
para que se impute asesinato en segundo grado a alguien, basta con demostrar que la víctima está
muerta y que murió por un acto criminal y malicioso del acusado, más allá de que este haya o no
tenido la intención de matar.

2.25.3 Asesinato con alevosía: Formas tendentes a asegurar la muerte sin riesgo para la persona
que comete el delito por la defensa que pudiere hacerse el ofendido. La alevosía es actuar sobre
seguro, a traición un ataque súbito y rápido para evitar que la víctima pueda defenderse.

2.25.4 Asesinato por precio, recompensa o promesa: Es necesario un pacto entre quien ofrece
y quien ejecuta el hecho. El pacto de contenido económico o la promesa debe ser el
desencadenante de la acción criminal.

2.25.5 Asesinato con ensañamiento: Aumentando deliberada e inhumanamente el dolor del


ofendido, donde busca el criminal mayor sufrimiento para la víctima de una forma deliberada,
fría, calculada. No habrá ensañamiento si el autor repite las heridas innecesarias para la muerte
sin aumentar el dolor (w.w.w. el juristaoposiciones.com).

En síntesis, se puede indicar que el asesinato por alevosía, recompensa y ensañamiento es un


delito contra la vida humana, de carácter muy específico, que consiste en matar a una persona.

2.26 ESTUDIOS RELACIONADOS CON EL TEMA DE INVESTIGACIÓN

54
Caballero (1982) en su estudio indica que los privados de libertad se acomodan a las
características de su entorno, a actividades programadas, sistema de normas, código interno de
valores, etc. Los efectos principal es son: biológicos (aumento del instinto de ataque al no ser
posible la huida, dificultad para conciliar el sueño, problema de privación sexual), trastornos
psicológicos (pérdida de autoestima, deterioro progresivo de la imagen del mundo exterior
debido a la vida monótona, acentuación de la ansiedad y depresión, conformismo, la indefensión
aprendida, la dependencia), problemas sociales (contaminación criminal, alejamiento familiar y
laboral) y los modos de adaptación que se presenta en este tipo de situación (despersonalización,
oposicionismo, cooperador, tendencia aprovechar el tiempo).

Por otro lado, Carlos Saborbio y Yessica Gamboa (2006) indican que los trastornos de
personalidad son predominantes en poblaciones recluidas por asesinato y homicidio, además
refieren elementos de trastorno o desajustes psicológicos. Los sujetos evaluados que incurrieron
en acciones delictivas de asesinato muestran un patrón clínico de personalidad, cuyas bases se
pueden ubicar en el eje II del grupo “B” del DSM IV. Así mismo, explica, la relación de las
características psicológicas halladas con la expresión de la violencia durante los delitos, que
encontró, que si bien el trastorno de personalidad psicopático no se asoció significativamente con
los hechos de violencia general, ni con las de violencia reactiva hostil e instrumental, no se debe
perder su valor como factor de riesgo para el comportamiento criminal y despliegue de violencia
por los sujetos categorizados como psicópatas.

En relación con las características predominantes de personalidad identificadas en las personas


privadas de libertad del presente estudio, se pudo constatar que los sujetos con historia delictiva,
con tendencias violentas, presentaron un mayor grado de desajuste emocional y social, que
aquellos privados de libertad con una carrera criminal donde predominan las ofensas no
violentas, lo cual se podría interpretar en términos de la afectividad – emoción: la baja autoestima
y la ausencia de habilidades para resolver efectivamente sus conflictos en su cotidiano vivir.

55
CAPITULO III
MÉTODOLOGÍA

3.1 TIPOS Y DISEÑO DE INVESTIGACIÓN

La presente investigación es de tipo descriptivo correlacional (Hernández, R., et. al, 1991, págs.
60 - 63). Es descriptivo porque evalúa como es y se manifiesta el trastorno de personalidad
psicopática o sus tendencias y la estructura afectivo emocional. Es correlacional porque mide si
están o no relacionadas el trastorno de personalidad psicopática y la estructura afectivo
emocional.

La investigación es de diseño transeccional o transversal – no experimental (Hernández, R., et. al,


1991, págs. 189 – 191 - 192). Es transeccional o transversal porque la evaluación del trastorno de
personalidad psicopática y la estructura afectivo emocional, se lo realiza en un sólo momento y
en un tiempo único. Posteriormente se describe y analiza la relación de estas variables de estudio.
Es no experimental porque no se manipulan intencionalmente las variables que se investiga, solo
se observan tal y cómo se dan en su contexto natural, el trastorno de personalidad psicopática y la
estructura afectivo emocional.

3.2 VARIABLES DE INVESTIGACIÓN

X _________________________ Y

Trastorno de Personalidad Estructura Afectivo Emocional


Psicopática

3.2.1 DEFINICIÓN CONCEPTUAL DE LAS VARIABLES

3.2.1.1 TRASTORNO DE PERSONALIDAD PSICOPÁTICA

Desde la perspectiva del DSM – IV (APA, 1994), las conductas más alteradas del trastorno
antisocial de la personalidad están relacionadas con la incapacidad de mantener una conducta
laboral consistente, la irresponsabilidad de los deberes familiares, la irritabilidad constante, la
ausencia de conductas de temor y de culpa, las dificultades de adaptación a las normas, la

56
promiscuidad sexual, el abuso de sustancias y la necesidad de “acción”, con dificultades para
soportar el aburrimiento o la vida rutinaria (Citado en Echeburúa, O. E., 1998, pág. 58).

3.2.1.2 LA AFECTIVIDAD

La afectividad, se constituye en una estructura mental –esquema subyacente producto del


aprendizaje, que se mantiene más o menos estable y determina la relación con el mundo-. Está
formada por redes asociativas o emocionales, que a su vez contienen o conectan unidades de
información, compuestas por una escala de valores y el sistema atribucional, formándose de esta
manera toda una estructura de datos asociados que poseen información acerca de la afectividad
(Velasco, C., citado en la Revista: Explorando Psicología, agosto 2002).

Los afectos se expresan a partir de las emociones. Las principales funciones de la estructura
afectiva son: 1) Darse valor a sí mismo y 2) Dar valor al entorno. Las directrices que orientan
estas funciones (especialmente a la primera) son los “autos” o autoesquemas. El núcleo central de
esta estructura, que engloba a todos los demás en tanto origen y síntesis, es el autoconcepto o
autorepresentación. Sin embargo, para llegar a esta “autodefinición”, se desarrolla todo un
proceso de autoevaluación. Esta autoevaluación, que se interrelaciona con todo un bagaje de
información cognitiva, va definiendo el “cómo me percibo”, es decir, establece la
autopercepción. A partir de este proceso, se desarrolla la autoimagen. La autoimagen determina
las sensaciones sobre “uno mismo”, es decir, constituye la autoestima – autovaloración que es el
sentimiento valorativo de nuestro ser, de rasgos corporales, mentales y espirituales que
configuran nuestra personalidad (Velasco, C., citado en la Revista: Explorando Psicología, agosto
2002).

3.2.1.3 LA EMOCIÓN

“Todas las emociones son impulsos para actuar, planes instantáneos para enfrentarnos a la vida, y
que la evolución nos ha inculcado. Cada emoción prepara al organismo para una clase distinta de
respuesta” (Goleman, 1998, pág. 24, citado en Zabalaga, R. M., 2004, pág. 22).

57
3.2.2 OPERACIONALIZACIÓN DE LAS VARIABLE

Tabla 3.1

VARIABLE DIMEN SUB INDICADORES MEDIDORES ESCALA INSTRUMENTO


SIÓN DIMEN
SIÓN
1) Facilidad de 33 a 40: Muy
Palabras/Encanto alta
Superficial.
Faceta.1 25 a 32:Alta
Interpers 2)Sentido 1,2,4y 5
30:punto corte
onal Desmesurado de Principal
Autovalía
17 a 24 :
4)Mentira Moderada
Factor. 1
Interpers Patológica
9 a 16:Baja
onal/Afec
tivo 5) Estafador/Mani
Trastorno de < 9: Muy Baja
Pulador
personalidad
6)Ausencia de 33 a 40: Muy
psicopática
Remordimiento o Alta
Sentimiento de
Culpa 25 a 32: Alta
30:Punto
7) Afecto corte
Superficial
8) Insensibilidad Principal
Afectiva/Ausencia
6,7,8 y 16 17 a 24: Escala de
Faceta 2 De empatía
Calificación de la
Afectiva Moderada
Psicopatía Revisada
16) Incapacidad
9 a 16: Baja (PCL –R) de
Para aceptar la
Robert D. Hare
Responsabilidad < 9: Muy baja
(1985-1991)
de las propias
acciones
Faceta 3 3) Necesidad de 33 a 40: Muy
Estilo de Estimulación y
Alta
Vida Tendencia al
Aburrimiento 25 a 32: Alta
30: Punto
9)Estilo de vida
Parasito 3,9,13,14y 15 corte
13)Ausencia de
Principal
Metas realistas a
Largo plazo 17 a 24:
Moderada
14)Impulsividad
15)Irresponsa- 9 a 16: Baja
Bilidad

58
< 9:Muy baja

Continua

VARIABLE DIMEN SUB INDICADORES MEDIDORES ESCALA INSTRUMENTO


SIÓN DIMEN
SIÓN
10) Pobre 33 a 40: Muy
autocontrol de la Alta
Desviación conducta
Social
25 a 32: Alta
12) Problemas de
Faceta 4 conducta en la
30: Punto
infancia
corte
Antisocial 10,12 18,19 y principal
18) Delincuencia
juvenil 20
17 a 24:
Moderada
19) Revocación
de la libertad
9 a 16: Baja
condicional
< 9: Muy baja
20)Versatilidad
criminal

Ítems adicionales 11) Conducta 33 a 40: Muy


(no carga en ningún) sexual promiscua alta
11 y17
Factor ni faceta
17)Varias 25 a 32: Alta
relaciones
maritales breves 30: Punto
corte
principal

17 a 24:
Moderada

9 a 16: Baja

< 9: Muy baja

59
Tabla. 3.2
VARIABLE DIMENSIONES INDICADORES ÍNDICES ESCALAS INSTRUMENTO

- Cognitivo BAJA Hasta 70 0 = Me


ocurre
siempre
- Emocional CON DEFICIT 71 – 100
2 = Me
ocurre
La - BUENA 101 – 130 muchas Escala de
afectividad Comportamental veces Autovaloración
– EAV – 2 – RC
MUY BUENA 131 – 160 4 = Me (Adultos)
- Biofisiologico ocurre (Calderón Jemio,
alguna vez R.)
OPTIMA 161 en
- Ambiental adelante 6 = No me
ocurre
nunca

*EAV-RC (Adultos)
Tabla. 3.3
VARIABLE DIMENSIONES INDICADORES ÍNDICES ESCALAS INSTRUMENTO

- Cognitivo
Muy bajo C.E.* 60
- Afectividad
(Sentimientos)
Bajo C.E. 80 SIEMPRE
-
Comportamiento
La emoción – Respuesta Medio inferior C.E. 100 Test de
60
inmediata A VECES Inteligencia
Emocional (I.
- Reacciones Medio superior C.E. 120 E.) (Calderón
biofisiológicas Jemio, R., 2008 -
instantáneas NUNCA 2009)
Alto C.E. 140
- Afrontamiento
del ambiente (A
la vida) Muy alto C.E. 160

C.E.*: Coeficiente Emocional


3.3 POBLACIÓN

La población de estudio está constituida por 2.400 reclusos del Centro Penitenciario San Pedro de
la ciudad de La Paz. La mayoría del estrato socio económico bajo y medio y una minoría
perteneciente a la clase alta. Asimismo la, mayoría está privado de libertad preventivamente (sin
sentencia) y sólo una minoría están recluidos con sentencia o sentencia ejecutoriada (Hernández,
R., et. al, 1991, pág. 209).

3.4 MUESTRA

De esta población se extrajo una muestra de 58 reclusos del Centro Penitenciario San Pedro de la
ciudad de La Paz. La selección de la muestra es no probabilística e intencional, de sujetos tipos
porque la muestra de estudio debía presentar las siguientes características específicas
preestablecidas: 1) sujetos recluidos por el delito de asesinato y 2) sujetos recluidos
preventivamente y con sentencia, a las cuales se ha dado un estricto cumplimiento en la
aplicación del presente trabajo de investigación (Hernández, R., et. al, 1991, págs. 231 - 232).

De esta muestra de 58 reclusos; 21 son jóvenes, 24 son jóvenes adultos, 9 son adultos y 4 son
adultos mayores. Respecto a su estado civil, 18 son solteros y en la misma frecuencia 18 son
convivientes, 12 son divorciados, 9 son casados y 1 es viudo. En relación a la religión que
practican, 44 son católicos, 11 son protestantes y 3 son ateos. La situación jurídica de los mismos
refiere que 49 de ellos está recluido con sentencia (84%) y 9 está recluido preventivamente o sin
sentencia (16%).

3.5 INSTRUMENTOS DE MEDICIÓN PSICOLÓGICA

61
3.5.1 ESCALA DE CALIFICACIÓN DE LA PSICOPATÍA REVISADA (PCL - R)

La Escala de Calificación de la Psicopatía Revisada (PCL - R) de Robert Hare, también conocida


como “Escala Hare”. Esta escala fue construida por Robert D. Hare junto a sus colaboradores,
entre los años 1985 y 1991. Su traducción y adaptación para la población española fue realizada
por Moltó, Poy y Torrubia el año 2000. Y presenta dos factores: 1) área interpersonal/emocional
y 2) estilo de vida/antisocial; y cuatro facetas: 1) interpersonal, 2) emocional, 3) estilo de vida y
4) antisocial. Consta de 20 ítems, su aplicación es de 15 a 20 minutos aproximadamente, y puede
ser administrado sin criterio de exclusión, es decir, se puede aplicar tanto a personas con daño
orgánico cerebral, a psicóticos, neuróticos, etc. (Hare, R., 2004, julio).

3.5.2 ESCALA DE AUTOVALORACIÓN – EAV – 2 – RC (ADULTOS)

Está Escala de Autovaloración – EAV – 2 – RC (Adultos) (Calderón Jemio, R.), fue aplicada en
una población del Baremo de 1458 personas, tiene un análisis de validez: cuantitativa y
cualitativa. También cuenta con una validez de contenido de evaluación externa – jueces expertos
– “ítem/objetivo”. Y su coeficiente de confiabilidad es de 0.81 de Spearman. Tiene, 30 ítems, con
cuatro escalas de respuesta: 0 = Me ocurre siempre; 2 = Me ocurre muchas veces; 4 = Me ocurre
alguna vez; 6 = No me ocurre nunca. Sus índices de referencia para su evaluación son:

BAJA CON DEFICIT BUENA MUY BUENA OPTIMA


Hasta 70 71 - 100 101 - 130 131 - 160 161 en adelante

3.5.3 TEST DE INTELIGENCIA EMOCIONAL (I. E.)

El Test de Inteligencia Emocional (I. E.) (Calderón Jemio, R., 2008 - 2009), fue aplicada en una
población del baremo de 1.856 personas – 2008/2009. tiene un análisis de validez: cuantitativa y
cualitativa. Además, cuenta con una validez de contenido de evaluación externa – jueces expertos
– “ítem/ objetivo”. Su coeficiente de confiabilidad es de 0.88 de Spearman. Consta de 70 ítems y
tiene tres opciones de respuesta. Sus índices de referencia para su evaluación son:

De 70 a 100 De 101 a 140 De 141 a 210 Desde 210 a 260 De 261 a 310 De 311 a 420
Muy bajo Bajo Medio inferior Medio superior Alto Muy alto
C.E. 60 80 100 120 140 160

3.5.4 CUESTIONARIO DE INFORMACIÓN ADICIONAL

62
Está constituida por 20 preguntas de información adicional. el cual recaba datos de las siguientes
dimensiones: 1) Datos demográficos, 2) Antecedentes familiares, 3) Antecedentes educativos, 4)
Historia médica e 5) Historia criminal (Elaboración propia).

3.6 ANÁLISIS DE RESULTADOS

El procedimiento estadístico que se aplica para el análisis de los datos son: 1) Estadística
Descriptiva para el análisis de la información adicional y variables de estudio; 2) Prueba
Estadística Paramétrica “t” para el análisis de los Factores: a) Factor Interpersonal/Afectivo, y b)
Factor Desviación Social, del trastorno de la personalidad psicopática; 3) Prueba Estadística
Paramétrica Análisis de Varianza Factorial (ANOVA) para el análisis de las Facetas: a) Faceta
Interpersonal, b) Faceta Afectiva, c) Faceta Estilo de Vida y d) Faceta Antisocial, del trastorno de
la personalidad psicopática; 4) Coeficiente de Correlación de Pearson (r), para valorar si están o
no relacionadas el trastorno de la personalidad psicopática y la estructura afectiva emocional
(Hernández, R., et. al, 1991).

3.7 AMBIENTE

La aplicación de está investigación se realizó en las instalaciones del área de psicología del
Centro Penitenciario San Pedro, El cual cuenta con un espacio adecuado, buena iluminación y
temperatura, materiales y muebles de consultorio suficientes, sobre todo, reúne con todas las
condiciones de privacidad para la atención psicológica de los internos. Asímismo. la evaluación
de los 58 reclusos – muestra por delito de asesinato (Aplicación de los instrumentos de medición
psicológica), se ha efectuado tomando en cuenta el consentimiento informado de libre y
voluntaria decisión en la participación del presente estudio. También, el manejo y la presentación
de la información de acuerdo a la ética y confidencialidad del secreto profesional, la cual está
normada a nivel nacional e internacional por medio del colegio de psicólogos y de otras
disposiciones legales.

63
3.8 PROCEDIMIENTO

El procedimiento del estudio sigue las fases de investigación de la Metodología de la


Investigación de Hernández, R., Fernández, C. y Baptista, P. (1991).

FASE 1: Idea de tesis a investigar, el “trastorno de personalidad psicopática y estructura afectivo


emocional en reclusos por delito de asesinato del Centro Penitenciario San Pedro de la ciudad de
La Paz”.

FASE 2: Planteamiento del problema, de los objetivos, de la justificación y de las hipótesis de


investigación.

FASE 3: Elaboración del marco teórico, en base a la bibliografía consultada y revisada respecto
de las variables de investigación.

FASE 4: Definición de las características metodológicas:


1. Definición de los tipos y diseño de investigación a realizar.
2. Definición conceptual y operacional de las variables de estudio.
3. Selección del universo y muestra.
4. Selección de los instrumentos de medición psicológica.
5. Selección de los estadísticos indicados para el análisis de datos.

64
RECOLECIÓN DE DATOS PROCEDIMIENTO

Tabla.3.4

FASE ETAPA
1. Solicitud de autorización y extensión a la Dirección Departamental
Régimen penitenciario La Paz, San Pedro de ingreso al Centro
penitenciario San Pedro para realizar la aplicación del presente
estudio.
1.Administrativa
2. Presentación coordinación con Lic. Rubén Herrera Psicólogo del
Centro Penitenciario San Pedro de la investigación para efectuar la
aplicación.

3. Adecuar y reajustar el trabajo de investigación de acuerdo a las


diferentes problemáticas y necesidades propias del Centro
Penitenciario San Pedro con el Lic. Rubén Herrera. Psicólogo Penal
San pedro

4. Coordinación del cronograma de aplicación de estudio con Dr.


2.Planificación Rodolfo López docente tutor, Umsa.
5. Organización de material, ambiente para la aplicación del trabajo
de investigación de acuerdo a la metodología y ética psicológica .

6. Selección representativa de manera probabilística de la población de


3.Seleción de la estudio por delito de Asesinato.

muestra
8. Escala de Calificación de la Psicopatía Revisada (PCL – R).
4. Evaluación y 9.Escala de Autovaloración –EAV-2-RC(ADULTOS)
aplicación
10. Test de Inteligencia Emocional (I.E.).
11.Cuestionario información Adicional

5.Recolección de 12. Análisis de los datos cuantitativos y cualitativos


datos

13. Procesamiento e interpretación de resultados de acuerdo a las


6.Analisis de datos variables de investigación y los objetivos planteados en la

65
investigación

CAPITULO IV

RESULTADOS

La descripción y el análisis de frecuencia, porcentaje y correlacional de las variables del presente


trabajo de investigación psicológica, se ha efectuado de acuerdo a los datos obtenidos de una
muestra de 58 reclusos por delito de asesinato, del Centro Penitenciario San Pedro de la ciudad de
La Paz.

Para ello, se han aplicado los siguientes instrumentos de medición psicológica:

1. Escala de Calificación de la Psicopatía Revisada (PCL - R).

2. Escala de Autovaloración – EAV – 2 – RC (Adultos).

3. Test de Inteligencia Emocional (I. E.).

4. Cuestionario de Información Adicional.

Primeramente, se efectúa la descripción y el análisis estadístico respecto a los datos


demográficos, antecedentes familiares, antecedentes educativos, historia médica e historia
criminal de la muestra de 58 reclusos por delito de asesinato, del Centro Penitenciario San Pedro
de la ciudad de La Paz, que son los siguientes:

DATOS DEMOGRÁFICOS (Ver. Cuestionario pag.117)

1. Fecha de nacimiento

2. Lugar de Nacimiento

3. Edad

4. Estado civil

5. Religión que práctica

ANTECEDENTES FAMILIARES

66
1. Tipo de padres (Biológico, adoptivo y otros)

2. Educación de los padres

3. Persona/s responsable/s de la crianza

4. Relaciones con la familia, actualmente

ANTECEDENTES EDUCATIVOS

1. Nivel de educación

2. Actitudes frente a la escuela, profesores y estudiantes

3. Conductas en la escuela, de castigo y de expulsiones

HISTORIA MÉDICA

1. Salud física

2. Recibió tratamientos a problemas psicológicos o emocionales de conducta

HISTORIA CRIMINAL

1. A qué edad cometió su primer delito

2. Tipo de delitos, primer contacto con el sistema judicial

3. Razones e influencia para cometer el delito

4. Delito/s por el cual está recluido

5. Tiempo de reclusión

6. Reincidencia

7. Motivo de reincidencia

8. Situación jurídica

4.1 DE LOS DATOS DEMOGRÁFICOS

La presente sección se detalla analiza el cuestionario demográfico ha aplicado a 58 reclusos del


centro Penitenciario de San Pedro de la ciudad La Paz por delito de Asesinato.
Tabla. 1. Media y Desviación Estándar de Edad
67
Nº Mínimo Máximo Media Desviación Estándar
58 21 57 34,61 9,02

De la muestra de 58 reclusos por delito de asesinato del Centro Penitenciario San Pedro la “media
de edad es de 35 años y con una desviación estándar de 9,02”, el cual refiere que la mayoría son
“jóvenes adultos”.

Tabla. 2. Frecuencia y porcentaje del rango de edad

Edad de los Reclusos Frecuencia Porcentaje


20 – 30 Jóvenes 21 36%
31 – 40 Jóvenes adultos 24 41%
41 – 50 Adultos 9 16%
50 – 60 Adultos Mayores 4 7%
Total 58 100%

68
Figura. 1. Frecuencia y porcentaje del rango de edad

El rango de edad refiere que el 36% son jóvenes (21), el 41% son jóvenes adultos (24), el 16%
son adultos (9) y el 7% son adultos mayores (4).

Tabla. 3. Frecuencia y porcentaje del estado civil

Estado Civil Frecuencia Porcentaje


Soltero 18 31%
Casado 9 16%
Conviviente 18 31%
Divorciado 12 21%
Viudo 1 2%
Total 58 100%

69
Figura. 2. Frecuencia y porcentaje del estado civil
35%

30%
[CELLRANGE] [CELLRANGE]
25% [VALOR] [VALOR]

20%
[CELLRANGE]
15% [VALOR]
[CELLRANGE]
10% [VALOR]

5% [CELLRANGE]
[VALOR]
0%

Tabla.3.3. Según El estado civil actual de los reclusos se pudo evidenciar la mayoría firma ser
soltero 31% (de 18 reclusos), Divorciados de su esposa el 21% de (12 reclusos) el 16% es
casado (9 reclusos) y el 2% es viudo (1 sujeto)

Tabla. 4. Frecuencia y porcentaje de la religión que práctica

Religión que Frecuencia Porcentaje


práctica
Católico 44 76%
Ateo 3 5%
Protestante 11 19%
Total 58 100%

70
Figura. 3. Frecuencia y porcentaje de la religión que práctica

Protestante
Ateo
19%
5%

Catolico Catolico
76%
Ateo
Protestante

Respecto a la religión que practican el 76% es católico (44), el 19% es protestante (11) y el 5% es
ateo (3).

4.2. DE LOS ANTECEDENTES FAMILIARES

Tabla. 5 Frecuencia y porcentaje de procedencia del tipo de padres (Biológico, adoptivo y


otros)

Tipo de Frecuencia Porcentaje


Padres
Biológico 49 84%
Adoptivo 9 16%
Total 58 100%

71
Figura. 4. Frecuencia y porcentaje de procedencia del tipo de padres (Biológico, adoptivo y
otros)

La procedencia del tipo de padres nos indica actual de los reclusos que el 84% son hijos
biológicos (49 sujetos), se criaron con su familia y en relación al 16% son hijos adoptivos (9 de
los reclusos) que indican que tuvieron familias adoptivas.

Tabla. 6. Frecuencia y porcentaje del grado de educación de los padres

Grado de Frecuencia Porcentaje


Educación
Primaria 31 53%
Secundaria 23 40%
Superior 4 7%
Total 58 100%

72
Figura. 5. Frecuencia y porcentaje del grado de educación de los padres

Superior
7%
Secundaria Primaria Primaria
40% 53%
Secundaria
Superior

El grado de educación de los padres refiere que el 53% curso hasta primaria (31), el 40% curso
hasta secundaria (23) y el 7% curso hasta el grado superior (4).

Tabla. 7. Frecuencia y porcentaje de la persona/s responsable/s de la crianza

Persona/s Frecuencia Porcentaje


responsable/s de la
Crianza
Madre 18 31%
Padre 26 45%
Abuelo 9 16%
Hermanos 5 9%
Total 58 100%

73
Figura. 6. Frecuencia y porcentaje de la persona/s responsable/s de la crianza

Hermanos
Abuelo Madre
9%
15% 31%
Madre
Padre
Padre Abuelo
45%
Hermanos

En cuanto a la figura familiar persona/s responsable/s de la crianza refiere que el 45% se


desarrolló bajo la responsabilidad y cuidado del padre (26), el 31% se desarrolló bajo la
responsabilidad y cuidado de la madre (18), el 16% se desarrolló bajo la responsabilidad y
cuidado del abuelo (9) y el 9% se desarrolló bajo la responsabilidad y cuidado de los hermanos
(5).

Tabla 8 Frecuencia y porcentaje de las relaciones con la familia, actualmente


Relaciones con la Frecuencia Porcentaje
familia, actualmente
Bueno 19 33%
Regular 21 36%
Malo 7 12%
No tiene 11 19%
Total 58 100%

74
Figura. 7. Frecuencia y porcentaje de las relaciones con la familia, actualmente

No tiene Bueno
19% 33%
Malo
12% Bueno
Regular
Regular Malo
36%
No tiene

En cuanto a las relaciones con la familia, actualmente, el 36% refiere que es regular (21), el 33%
refiere que es buena (19), el 19% refiere que no tiene (11) y el 12% refiere que es mala (7).

4.3 DE LOS ANTECEDENTES EDUCATIVOS

Tabla. 9 Frecuencia y porcentaje del nivel de educación de los reclusos

Nivel de Educación Frecuencia Porcentaje


de los Reclusos
Primaria 14 24%
Secundaria 36 62%
Superior 6 10%
Técnico 2 3%
Total 58 100%

75
Figura. 8. Frecuencia y porcentaje del nivel de educación de los reclusos

Tecnico
Superior Primaria
4%
10% 24%

Primaria
Secundaria
Secundaria Superior
62%
Tecnico

El nivel de educación de los reclusos indica que el 62% curso hasta secundaria (36), el 24% curso
hasta primaria (14), el 10% curso hasta el nivel superior (6) y el 3% curso hasta el nivel técnico
(2).

Tabla. 10. Frecuencia y porcentaje en relación a las actitudes frente a la escuela, profesores
y estudiantes.

Actitudes frente a la escuela, Frecuencia Porcentaje


profesores y estudiantes
Bueno 18 31%
Regular 24 41%
Malo 16 28%
Total 58 100%

76
Figura. 9. Frecuencia y porcentaje en relación a las actitudes frente a la escuela, profesores
y estudiantes

Malo Bueno
28% 31%

Bueno
Regular
41% Regular
Malo

En relación a las actitudes frente a la escuela, profesores y estudiantes el 41% indica que fue
regular (24), el 31% indica que fue buena (18) y el 28% indica que fue mala (16).

Tabla. 11. Frecuencia y porcentaje de conductas en la escuela, de castigo y de expulsiones

Conductas en la escuela, Frecuencia Porcentaje


de castigo y de expulsiones
Si recibió castigos 36 62%
expulsiones
No recibió castigos 22 38%
expulsiones
Total 58 100%

77
Figura. 10. Frecuencia y porcentaje de conductas en la escuela, de castigo y de expulsiones

No recibió
castigos
Si recibió
expulsiones
[PORCENTAJE]
castigos
expulsiones
[PORCENTAJE] Si
No

Respecto a las conductas en la escuela, de castigo y de expulsiones el 62% señala que si recibió
este tipo de sanciones en la escuela (36) y el 38% señala que no recibió este tipo de sanciones en
la escuela (22).

4.4 DE LA HISTORIA MÉDICA

Tabla. 12. Frecuencia y porcentaje de la salud física

Estado de Salud Frecuencia Porcentaje


Buena 19 33%
Regular 30 52%
Mala 9 16%
Total 58 100%

78
Figura. 11. Frecuencia y porcentaje de la salud física

Buena
33%
Regular
52%
Buena
Mala
15% Mala
Regular

Respecto a la salud física el 52% indica que es regular (30), el 33% indica que es buena (19) y el
16% indica que es mala (9).

79
Tabla. 13. Frecuencia y porcentaje si recibió tratamientos a problemas psicológicos o
emocionales de conducta.

Frecuencia Porcentaje
Tratamientos a problemas psicológicos o
emocionales de conducta

Si recibió tratamientos psicológicos 12 21%


No recibió tratamientos psicológicos 46 79%
Total 58 100%

Figura. 12 Frecuencia y porcentaje si recibió tratamientos a problemas psicológicos o


emocionales de conducta

Si recibió
tratamientos
psicológicos
[PORCENTAJE]
No recibió
tratamientos
psicológicos
Si
[PORCENTAJE] No

En relación a si recibieron tratamiento a sus problemas psicológicos o emocionales de conducta


el 79% señala que no recibió tratamiento (46) y el 21% señala que si recibió tratamiento (12).

80
4.5 DE LA HISTORIA CRIMINAL

Tabla. 14. Frecuencia y porcentaje respecto a la edad en la que cometió su primer delito

La edad en la que cometió Frecuencia Porcentaje


su primer delito
Niñez 6 10%
Adolescencia 36 62%
Adultez 16 28%
Total 58 100%

Figura. 13. Frecuencia y porcentaje respecto a la edad en la que cometió su primer delito

Adulto Niñez
28% 10%

Niñez
Adolescencia
Adolescencia
62%
Adulto

Respecto a la edad en la que cometieron su primer delito el 62% refiere que fue en la
adolescencia (36), el 28% refiere que fue en la adultez (16) y el 10% refiere que fue en la niñez
(6).

81
Tabla 15 Frecuencia y porcentaje respecto a las razones e influencia para cometer el
delito

Razones e influencia para Frecuencia Porcentaje


cometer el delito
Droga 17 29%
Alcohol 29 50%
Otros 12 21%
Total 58 100%

Figura. 14. Frecuencia y porcentaje respecto a las razones e influencia para cometer el
delito

Otras Droga
21% 29%

Droga
Alcohol Alcohol
50%
Otras

En relación a las razones e influencia para cometer el delito el 50% indica que fue por la
incidencia del alcohol (29), el 29% indica que fue por la incidencia de la droga (17) y el 21%
indica que la causa del delito cometido fueron otros (12).

Tabla. 16. Frecuencia y porcentaje de la reincidencia

Reincidencia Frecuencia Porcentaje


Si es reincidente 11 19%
No es reincidente 47 81%
Total 58 100%

82
Figura. 15. Frecuencia y porcentaje de la reincidencia

Si es reincidente
[PORCENTAJE]

No es
reincidente Si
[PORCENTAJE]
No

Respecto a la reincidencia el 81% no es reincidente (47) y el 19% si es reincidente (11).

Tabla. 17. Frecuencia y porcentaje de la situación jurídica

Situación Jurídica Frecuencia Porcentaje


Preventivo 9 16%
Sentenciado 49 84%
Total 58 100%

Figura. 16. Frecuencia y porcentaje de la situación jurídica

Preventivo
16%

Setenciado Preventivo
84%
Setenciado

La situación jurídica refiere que el 84% tiene sentencia (49) y el 16% esta preventivamente o sin
sentencia recluido (9).

83
Tabla .18 Frecuencia y porcentaje del tiempo de reclusión

Tiempo de Reclusión Frecuencia Porcentaje


1 – 6 Años 32 55%
7 – 12 Años 19 33%
13 – 18 Años 7 12%
Total 58 100%

Figura. 17. Frecuencia y porcentaje del tiempo de reclusión

35

30 [CELLRANGE]
[VALOR]
25
Nro de Reclusos

20
[CELLRANGE]
15 [VALOR]
10

5 [CELLRANGE]
[VALOR]
0
1 – 6 Años 7 – 12 Años 13 – 18 Años
Rango de Edades

Según al tiempo de reclusión el 55% está recluido de 1 – 6 años (32), el 33% está recluido de 7 –
12 años (19) y el 12% está recluido de 13 – 18 años (7).

84
4.6 ANÁLISIS DESCRIPTIVO DEL TRASTORNO DE PERSONALIDAD
PSICOPÁTICA O SUS TENDENCIAS

A continuación se realiza el análisis estadístico descriptivo del trastorno de la personalidad


psicopática o sus tendencias de la muestra de 58 reclusos por delito de asesinato, del Centro
Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz.

Tabla 19 Media y Desviación Estándar del trastorno de la personalidad psicopática

Nº Mínimo Máximo Media Desviación estándar


58 26 40 34,0345 4,03479

De la muestra de 58 reclusos por delito de asesinato del Centro Penitenciario San Pedro la “media
del trastorno de la personalidad psicopática es de 34 puntos y con una desviación estándar de
4,03”, el cual refiere que la mayoría presenta “psicopatía o sin excepción una tendencia” de este
trastorno. Según los estándares de puntuación y calificación de la Escala de Calificación de la
Psicopatía Revisada (PCL - R).

Tabla. 20 Frecuencia y Porcentaje del grado de trastorno de la personalidad psicopática

Grado de Psicopatía Frecuencia Porcentaje


Alta 22 38%
Muy alta 36 62%
Total 58 100%

85
Figura.8 Comparación de la Frecuencia y Porcentaje del grado de trastorno de la
personalidad psicopática
40

35
[CELLRANGE]
30 [VALOR]
Nro de Reclusos

25

20 [CELLRANGE]
15 [VALOR]

10

0
Alta Muy alta
Grado de Psicopatia

De la muestra de 58 reclusos por delito de asesinato del Centro Penitenciario San Pedro el 38%
presenta “grado alto” (22) y el 62% presenta “grado muy alto” (36), de trastorno de la
personalidad psicopática. Así mismo señalar que “sin grado o sin alteración” psicopática no se ha
identificado en ninguno de los 58 (n) reclusos, como se describe y comprende en las líneas de
adelante.

Tabla. 21 Media y Desviación Estándar por factores del trastorno de la personalidad


psicopática

Factores Nº Mínimo Máximo Media Desviación estándar


Interpersonal/Afectivo 58 11 16 14,6 1,53365
Desviación Social 58 11 20 16,4 2,40488

86
Figura. 19 Media y Desviación Estándar por factores del trastorno de la personalidad
psicopática
17,0

16,5
Promedio de puntaje

16,0 16,4

15,5

15,0

14,5
14,6
14,0

13,5
Interpersonal/Afectivo Desviación Social
Factores

De la muestra de 58 reclusos por delito de asesinato del Centro Penitenciario San Pedro la “media
del Factor Desviación Social es de 16,4 (Desviación estándar 2,40) que es mayor en relación a la
media de 14,6 del Factor Interpersonal/Afectivo (Desviación estándar 1,53)” del trastorno de la
personalidad psicopática. Esta diferencia es significativa según la prueba estadística paramétrica
“t”, utilizada para muestras relacionadas (t = - 5.89, gl = 57, p < 0.05). Así mismo refiere que el
“Factor Desviación Social” tiene una tendencia de estar más acentuada que al “Factor
Interpersonal/Afectivo” en la muestra de estudio.

Tabla. 22 Frecuencia y Porcentaje del grado de trastorno de la personalidad psicopática


por factores

Grado de Psicopatía por Alta % Alta Muy Alta % Muy Alta


Factores
Interpersonal/Afectivo 26 45% 32 55%
Desviación Social 18 31% 40 69%

87
Figura. 20. Comparación de la Frecuencia y Porcentaje del grado de trastorno de la
personalidad psicopática por factores
45
40
[CELLRANGE]
35 [VALOR]
30
Nro de Reclusos

[CELLRANGE]
25 [VALOR]
[CELLRANGE]
20 [VALOR] Alta

15 [CELLRANGE] Muy Alta


[VALOR]
10
5
0
Interpersonal/Afectivo Desviación Social
Factores

De la muestra de 58 reclusos por delito de asesinato del Centro Penitenciario San Pedro en el
“Factor Interpersonal/Afectivo” el 45% presenta “grado alto” (26) y el 55% presenta “grado muy
alto” (32) de psicopatía. En el “Factor Desviación Social” el 31% presenta “grado alto” (18) y el
69% presenta “grado muy alto” (40) de psicopatía. Por lo tanto en la mayoría de la muestra de
estudio se presenta y de manera más acentuada el “Factor Desviación Social” y en “grado muy
alto”, el trastorno de la personalidad psicopática.

Tabla. 23 Media y Desviación Estándar por facetas del trastorno de la personalidad


psicopática
Facetas Nº Mínimo Máximo Media Desviación estándar
Interpersonal 58 5 10 7,5172 0,82167
Afectiva 58 4 8 7,069 1,1974
Estilo de vida 58 7 10 9,4655 0,79946
Antisocial 58 3 10 6,9138 2,02861

88
Figura. 21 Media y Desviación Estándar por facetas del trastorno de la personalidad
psicopática
10,0
9,0 9,5
Promedio de puntaje 8,0
7,0 7,5
6,0 7,1 6,9
5,0
4,0
3,0
2,0
1,0
0,0
Interpersonal Afectiva Estilo de VIda Antisocial
Facetas

De la muestra de 58 reclusos por delito de asesinato del Centro Penitenciario San Pedro la “media
de la Faceta Estilo de Vida es de 9,5 (Desviación estándar 0,79) que es mayor en relación a la
media de 7,5 de la Faceta Interpersonal (Desviación estándar 0,82), a la media 7,1 de la Faceta
Afectiva (Desviación estándar 1,19) y a la media 6,9 de la Faceta Antisocial (Desviación estándar
2,02) del trastorno de la personalidad psicopática. Esta diferencia es significativa de acuerdo a la
prueba estadística paramétrica de ANOVA de medidas repetidas (F = 58.352, gl = 3, p < 0.05), la
misma refiere que la diferencia por pares revela que la “Faceta Estilo de Vida” es la única que
difiere de forma significativa de las demás facetas, por lo tanto dicha faceta tiene una tendencia
de estar más acentuada que las otras facetas en la muestra de estudio.

Tabla. 24 Frecuencia y Porcentaje del grado de trastorno de la personalidad psicopática


por facetas

Grado de Psicopatía Alta Muy Alta % Alta % Muy Alta


por Facetas
Interpersonal 23 35 40% 60%
Afectiva 29 29 50% 50%
Estilo Vida 2 56 3% 97%
Antisocial 34 24 59% 41%

89
Figura. 22 Comparación de la Frecuencia y Porcentaje del grado de trastorno de la
personalidad psicopática por facetas
60

50 [CELLRANGE]
[VALOR]
Nro de Reclusos

40

30 [CELLRANGE] [CELLRANGE]
[VALOR] [VALOR] Alta
[CELLRANGE]
[CELLRANGE]
20 [CELLRANGE] [VALOR]
[VALOR] [CELLRANGE] Muy Alta
[VALOR] [VALOR]
10 [CELLRANGE]
[VALOR]
0
Interpersonal Afectiva EstiloVIda Antisocial
Facetas

De la muestra de 58 reclusos por delito de asesinato del Centro Penitenciario San Pedro en la
“Faceta Interpersonal” el 40% presenta “grado alto” (23) y en mayor proporción el 60% presenta
“grado muy alto” (35) de psicopatía. En la “Faceta Afectiva” el 50% presenta “grado alto” (29) y
en la misma proporción el 50% presenta “grado muy alto” (29) de psicopatía. En la “Faceta Estilo
de Vida” el 3% presenta “grado alto” (2) y en la mayor proporción el 97% presenta “grado muy
alto” (56) de psicopatía. En la “Faceta Antisocial” en mayor proporción el 59% presenta “grado
alto” (34) y el 41% presenta “grado muy alto” (24) de psicopatía. Por lo tanto la “Faceta Estilo de
Vida” y en “grado muy alto” de psicopatía, se presenta en mayor proporción a diferencia de las
facetas “Interpersonal, Antisocial y Afectiva”, que se presentan en el orden que se describe.

90
4.7 ANÁLISIS DESCRIPTIVO DE LA ESTRUCTURA AFECTIVA EMOCIONAL

Seguidamente se efectúa el análisis estadístico descriptivo de la autovaloración (Estructura


afectiva) y de la inteligencia emocional (Estructura emocional) de la muestra de 58 reclusos por
delito de asesinato, del Centro Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz.

Tabla 25 Media y Desviación Estándar de la autovaloración (Estructura afectiva)

Nº Mínimo Máximo Media Desviación estándar


58 12 106 79,3103 18,51903

De la muestra de 58 reclusos por delito de asesinato del Centro Penitenciario San Pedro la “media
de la autovaloración (Estructura afectiva) es de 79 puntos y con una desviación estándar de
18,51”, el cual refiere que la mayoría presenta una “autovaloración disminuida” respecto a su
estructura afectiva. Según los estándares de puntuación y calificación de la Escala de
Autovaloración – EAV – 2 – RC (Adultos).

Tabla 26 Frecuencia y Porcentaje del nivel de autovaloracion (Estructura afectiva)

Nivel de Autovaloración Frecuencia Porcentaje


Baja 14 24%
Con Déficit 40 69%
Buena 4 7%
Total 58 100%

91
Figura. 23 Comparación de la Frecuencia y Porcentaje del nivel de autovaloracion
(Estructura afectiva)
45
40
[CELLRANGE]
35
[VALOR]
Nro de Reclusos

30
25
20
15
10 [CELLRANGE]
[VALOR]
5 [CELLRANGE]
[VALOR]
0
Baja Con Dèficit Buena
Nivel de Autovaloración

De la muestra de 58 reclusos por delito de asesinato del Centro Penitenciario San Pedro el 24%
tiene un “nivel de autovaloración baja” (14), el 69% tiene un “nivel de autovaloración con
déficit” (40) y el 7% tiene un “nivel de autovaloración buena” (4). Por lo tanto casi la totalidad de
la muestra de estudio tiene “niveles de autovaloración bajos y con déficits”. Además, indicar que
en ninguno de los 58 (n) reclusos se presenta el “nivel de autovaloración muy buena u óptima”.

Tabla .27 Media y Desviación Estándar de la inteligencia emocional (Estructura emocional)

Nº Mínimo Máximo Media Desviación estándar


58 60 134 77,2586 16,05316

De la muestra de 58 reclusos por delito de asesinato del Centro Penitenciario San Pedro la “media
de la inteligencia emocional (Estructura emocional) es de 77 puntos y con una desviación
estándar de 16,05”, el cual refiere que la mayoría presenta “inteligencia emocional muy baja”
respecto a su estructura emocional. Según los estándares de puntuación y calificación del Test de
Inteligencia Emocional (I. E.).

92
Tabla.28 Frecuencia y Porcentaje del nivel de inteligencia emocional (Estructura
emocional)

Nivel de Inteligencia Emocional Frecuencia Porcentaje


Muy Baja 56 97%
Baja 2 3%
Total 58 100%

Figura. 24 Comparación de la Frecuencia y Porcentaje del nivel de inteligencia emocional


(Estructura emocional)

60

50 [CELLRANGE]
[VALOR]
Nro de Reclusos

40

30

20

10 [CELLRANGE]
[VALOR]
0
Muy Baja Baja
Nivel de Inteligencia Emocional

De la muestra de 58 reclusos por delito de asesinato del Centro Penitenciario San Pedro el 97%
tiene un “nivel de inteligencia emocional muy baja” (56) y el 3% tiene un “nivel de inteligencia
emociona baja” (2). Por lo tanto la totalidad de la muestra de estudio tiene “niveles de
inteligencia emocional muy bajos y bajos”. También, señalar que en ninguno de los 58 (n)
reclusos se presenta el “nivel de inteligencia emocional medio inferior, medio superior, alto y
muy alto”.

93
4.8 ANÁLISIS CORRELACIONAL DEL TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
PSICOPÁTICA O SUS TENDENCIAS CON LA ESTRUCTURA AFECTIVA
EMOCIONAL

Así mismo se efectúa el análisis estadístico correlacional del trastorno de la personalidad


psicopática o sus tendencias con la autovaloración (Estructura afectiva) y la inteligencia
emocional (Estructura emocional) de la muestra de 58 reclusos por delito de asesinato, del Centro
Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz.

Tabla. 29 Correlación de Pearson (r) entre el trastorno de la personalidad psicopática y la


autovaloración (Estructura afectiva)

Psicopatía Autovaloración

Correlación de Psicopatía 1,000 -,297


Pearson
Autovaloración -,297 1,000
Sig. (unilateral) Psicopatía ,034

Autovaloración , 034
Nº Psicopatía 58 58

Autovaloración 58 58

94
Figura. 25 Dispersión de puntajes del trastorno de la personalidad psicopática con los
puntajes de la autovaloración (Estructura afectiva)

150

130

110
Autovaloración

90

70

50

30

10
20 25 30 35 40 45
Psicopatia

Para comprobar la hipótesis de estudio que “el trastorno de la personalidad psicopática está
correlacionada con la estructura afectiva (Autovaloración) en reclusos por delito de asesinato, del
Centro Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz”, se ha realizado la evaluación entre los
puntajes obtenidos en la Escala de Calificación de la Psicopatía Revisada (PCL - R) con los
puntajes obtenidos en la Escala de Autovaloración – EAV – 2 – RC (Adultos). Para el cual se ha
efectuado el análisis con el estadístico paramétrico de Pearson (r) que prueba hipótesis de tipo
correlacional, con un nivel de medición de las variables en escala (Puntajes de las pruebas) y con
una distribución de la muestra normal. El mismo ha determinado que la correlación de las
variables de estudio es inversamente proporcional, es decir “a menor autovaloración, mayor el
grado de psicopatía” y la magnitud de esta “correlación es negativa media” (r = - 0.29, p < 0.05).
Estos resultados obtenidos con el estadístico Pearson (r) se pueden consultar en la Tabla 29 y
para una mejor visualización de esta correlación identificada se puede observar en la Figura 25.

95
Tabla. 30 Correlación de Pearson (r) entre el trastorno de la personalidad psicopática y la
inteligencia emocional (Estructura emocional)

Psicopatía Inteligencia Emocional

Correlación de Psicopatía 1,000 -,221


Pearson
Inteligencia -,221 1,000
Emocional
Sig. (unilateral) Psicopatía ,038

Inteligencia ,038
Emocional
Nº Psicopatía 58 58

Inteligencia 58 58
Emocional

Figura 26 Dispersión de puntajes del trastorno de la personalidad psicopática con los


puntajes de la inteligencia emocional (Estructura emocional)

150

130
Inteligencia Emocional

110

90

70

50

30

10
20 25 30 35 40 45
Psicopatia

Así mismo para comprobar la hipótesis de estudio que “el trastorno de la personalidad
psicopática está correlacionada con la estructura emocional (Inteligencia emocional) en reclusos
por delito de asesinato, del Centro Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz”, se ha

96
efectuado la evaluación entre los puntajes obtenidos en la Escala de Calificación de la Psicopatía
Revisada (PCL - R) con los puntajes obtenidos en el Test de Inteligencia Emocional (I. E.). Para
el cual también se ha realizado el análisis con el estadístico paramétrico de Pearson (r). El mismo
ha determinado que la correlación de las variables de estudio es inversamente proporcional, es
decir “a menor inteligencia emocional, mayor el grado de psicopatía” y la magnitud de esta
“correlación es negativa media” (r = - 0.22, p < 0.05). Estos resultados obtenidos se pueden
consultar en la Tabla 30 y para una mejor visualización de la misma se puede observar en la
Figura 26.

4.9 ANÁLISIS PSICOMETRICO DE CONFIABLIDAD Y VALIDEZ FACTORIAL DE


LA ESCALA DE CALIFICACIÓN DE LA PSICOPATÍA REVISADA (PCL - R)

4.9.1 INFORME DE CONFIABILIDAD

Estadísticas de Fiabilidad
Alfa de Alfa de Nº de
Cronbach Cronbach elementos
basada en
elementos
estandarizados
,746 ,731 20

La confiabilidad de la Escala de Calificación de la Psicopatía Revisada (PCL - R) con el Alfa de


Cronbach obtenido es de 0.74 de un total de 20 ítems que compone la prueba y en una muestra de
58 reclusos por delito de asesinato, del Centro Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz”.
Según estos resultados esta escala es confiable y consistente para su aplicación en nuestro
contexto carcelario (Varones). Detalles de la escala:

97
Estadísticas de elemento
Media Desviación Nº
Estándar
psico1 1,7586 ,43166 58
psico2 1,8966 ,30720 58
psico4 1,9138 ,28312 58
psico5 1,8966 ,30720 58
psico6 1,6724 ,54251 58
psico7 1,8276 ,38104 58
psico8 1,8103 ,39545 58
psico16 1,7586 ,43166 58
psico3 1,9138 ,28312 58
psico9 1,8103 ,39545 58
psico10 1,8793 ,37825 58
psico11 1,5172 ,62804 58
psico12 1,4655 ,70625 58
psico13 1,9828 ,13131 58
psico14 1,9483 ,22340 58
psico15 1,8103 ,39545 58
psico17 1,5517 ,62611 58
psico18 1,5345 ,65469 58
psico19 ,8103 ,88767 58
psico20 1,2241 ,77331 58

98
Correlación entre elementos

p1 p2 p3 p4 p5 p6 p7 p8 p9 p10 p11 p12 p13 p14 p15 p16 p17 p18 p19 p20

p1 1,0 -0,1 0,1 0,1 0,2 0,3 0,2 0,2 0,0 0,1 -0,1 0,0 0,1 -0,1 0,1 0,2 0,0 0,1 0,0 0,1

p2 -0,1 1,0 -0,1 -0,1 -0,2 0,1 0,1 -0,2 -0,1 0,0 -0,1 0,2 -0,2 0,4 -0,1 -0,2 0,2 -0,1 0,1 0,1

p3 0,1 -0,1 1,0 0,7 0,3 0,2 0,0 0,1 0,3 0,2 -0,1 0,3 0,3 0,0 0,2 -0,1 0,3 0,3 -0,2 0,4

p4 0,1 -0,1 0,7 1,0 0,1 0,1 0,0 0,2 0,3 0,1 -0,1 0,1 0,2 0,0 0,2 0,1 0,2 0,2 -0,2 0,2

p5 0,2 -0,2 0,3 0,1 1,0 0,5 0,4 0,1 0,0 0,1 0,1 0,4 0,5 -0,1 -0,1 0,0 0,1 0,1 0,1 0,3

p6 0,3 0,1 0,2 0,1 0,5 1,0 0,6 0,0 0,0 0,1 -0,1 0,2 0,4 -0,1 -0,1 0,0 0,3 0,0 0,0 0,2

p7 0,2 0,1 0,0 0,0 0,4 0,6 1,0 0,2 0,0 0,2 0,1 0,4 0,3 -0,1 0,1 0,1 0,1 0,0 -0,2 0,1

p8 0,2 -0,2 0,1 0,2 0,1 0,0 0,2 1,0 0,4 0,4 0,0 0,1 0,0 -0,1 0,2 0,3 0,2 0,3 0,0 0,3

p9 0,0 -0,1 0,3 0,3 0,0 0,0 0,0 0,4 1,0 0,5 -0,1 0,1 0,1 0,0 0,2 0,2 0,2 0,3 0,0 0,3

p10 0,1 0,0 0,2 0,1 0,1 0,1 0,2 0,4 0,5 1,0 -0,2 0,3 0,1 -0,1 -0,1 0,2 0,4 0,3 0,1 0,4

p11 -0,1 -0,1 -0,1 -0,1 0,1 -0,1 0,1 0,0 -0,1 -0,2 1,0 0,3 0,0 0,0 0,1 0,1 -0,2 -0,2 0,0 -0,1

p12 0,0 0,2 0,3 0,1 0,4 0,2 0,4 0,1 0,1 0,3 0,3 1,0 0,5 0,1 0,1 0,0 0,4 0,2 0,2 0,6

p13 0,1 -0,2 0,3 0,2 0,5 0,4 0,3 0,0 0,1 0,1 0,0 0,5 1,0 -0,1 0,0 0,1 0,2 0,2 0,1 0,5

p14 -0,1 0,4 0,0 0,0 -0,1 -0,1 -0,1 -0,1 0,0 -0,1 0,0 0,1 -0,1 1,0 0,0 -0,1 0,3 -0,1 0,1 0,2

p15 0,1 -0,1 0,2 0,2 -0,1 -0,1 0,1 0,2 0,2 -0,1 0,1 0,1 0,0 0,0 1,0 -0,1 0,1 0,2 0,1 0,2

p16 0,2 -0,2 -0,1 0,1 0,0 0,0 0,1 0,3 0,2 0,2 0,1 0,0 0,1 -0,1 -0,1 1,0 -0,1 -0,1 0,0 0,0

p17 0,0 0,2 0,3 0,2 0,1 0,3 0,1 0,2 0,2 0,4 -0,2 0,4 0,2 0,3 0,1 -0,1 1,0 0,2 0,3 0,5

p18 0,1 -0,1 0,3 0,2 0,1 0,0 0,0 0,3 0,3 0,3 -0,2 0,2 0,2 -0,1 0,2 -0,1 0,2 1,0 0,0 0,4

99
Estadísticas del total de elementos
Media de Varianza de Correlación Correlación Alfa de Cronbach
escala si el escala si el total de múltiple al si el elemento se ha
elemento se elemento se ha elementos cuadrado suprimido
ha suprimido suprimido corregida
psico1 32,2241 16,142 ,183 . ,745
psico2 32,0862 16,922 -,021 . ,753
psico4 32,0690 16,030 ,377 . ,736
psico5 32,0862 16,221 ,263 . ,740
psico6 32,3103 14,955 ,409 . ,728
psico7 32,1552 15,677 ,379 . ,733
psico8 32,1724 15,759 ,334 . ,735
psico16 32,2241 15,545 ,362 . ,733
psico3 32,0690 16,206 ,298 . ,739
psico9 32,1724 15,373 ,463 . ,727
psico10 32,1034 17,007 -,059 . ,758
psico11 32,4655 13,727 ,611 . ,706
psico12 32,5172 13,693 ,531 . ,713
psico13 32,0000 16,877 ,065 . ,748
psico14 32,0345 16,630 ,156 . ,745
psico15 32,1724 16,566 ,075 . ,751
psico17 32,4310 14,425 ,452 . ,723
psico18 32,4483 14,848 ,335 . ,735
psico19 33,1724 15,198 ,141 . ,767
psico20 32,7586 12,502 ,707 . ,689

Estadísticas de escala
Media Varianza Desviación N de elementos
estándar
33,9828 16,965 4,11881 20

100
CAPÍTULO V
CONCLUSIONES

En base al análisis estadístico descriptivo y correlacional de los resultados, objetivos planteados y


de confirmación de hipótesis, la referencia teórica y del carácter metodológico, de la presente
investigación los resultados obtenidos se concluye, trastorno de personalidad psicopática y la
estructura afectivo emocional en una muestra de 58 reclusos por delito de asesinato, del Centro
Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz, son válidos y satisfactorios

EN RELACIÓN A LOS DATOS DEMOGRÁFICOS

De la muestra de estudio de 58 reclusos por el delito de asesinato el “promedio de edad es de 35


años”, lo cual refiere, que la mayoría son “jóvenes y jóvenes adultos”. Asímismo la mayoría de
ellos son “solteros y convivientes” y “católicos”.

EN RELACIÓN A LOS ANTECEDENTES FAMILIARES

En relación a los antecedentes familiares, la mayoría son “hijos de padres biológicos” y en una
menor proporción son “hijos de padres adoptivos”. El grado de instrucción o educación en la
mayoría de los padres cursado o alcanzado hasta “primaria” o “secundaria”. Respecto a su
crianza, así la mayoría se desarrolló sólo bajo la “responsabilidad y cuidado del padre o de la
madre”, estudios sobre este aspecto indican que el desarrollo sin una“figura paterna”, es un factor
predisponente para presentar el patrón psicopático (Paz De Corral, citado en Echeburúa, O. E.,
1998, pág. 61). Asímismo, en la actualidad las relaciones interactivas con su familia son
“regular” o “buena” de la mayoría frente a un tercio que “no tiene” o es “mala”.

Respecto a los “hijos de padres biológicos”, las investigaciones refieren que el trastorno
antisocial o psicopático de la personalidad se presenta 5 veces más en los parientes biológicos de
primer grado de los hombres en comparación con la población en general. En cambio, los
estudios de “hijos de padres adoptivos” indican que tanto los factores genéticos como los factores
ambientales aportan el riesgo de presentar trastorno psicopático (Merikangas y Weissman, 1986,
Citado en Echeburúa, O. E., 1998, pág. 60). Por lo tanto, al margen de la mayor o menor
proporción de “hijos de padres biológicos” e “hijos de padres adoptivos” identificados en este
estudio ambos tienen la probabilidad de riesgo de presentar este cuadro clínico.

101
A.- Respecto a los antecedentes educativos, la mayoría ha cursado o alcanzado la “secundaria” o
la “primaria” (¿Fracaso escolar?), en relación a este último se puede considerar como un factor
de riesgo del cuadro psicopático. En, actitud frente a la escuela, profesores y estudiantes de la
mayoría ha sido “regular” o “buena”, y casi de un tercio de ellos fue “mala”, este último grupo se
puede decir que de alguna manera cumple uno de los criterios de evaluación de la psicopatía. En
relación a los antecedentes de sus “conductas en la escuela, de castigo y de expulsiones”, la
mayoría recibió algún tipo de sanciones debido a estas infracciones cometidas. Los cuales están
relacionados a dificultades de adaptación escolar (Fracaso escolár, absentismo, bajas
calificaciones, fuga escolar, falsificación de notas, expulsión de la escuela, copiar exámenes,
peleas con sus pares, mentir reiteradamente, los robos, el consumo de alcohol y drogas a
temprana edad, entre otros), estos aspectos llevan a la transgresión de las normas de conducta en
la familia y sociedad (Paz De Corral, citado en Echeburúa, O. E., 1998, págs. 60 - 61).

B.- La salud física de la mayoría es “regular” y “buena”. En relación al tratamiento recibido


frente a sus problemas psicológicos o emocionales de conducta, la mayoría no recibió atención
psicológica, Lo cual debe ser atendida por el área psicológica del Centro Penitenciario San Pedro
durante la permanencia de los mismos en dicho penal, en relación a su readaptación e reinserción
social pero sobre todo para prevenir la reincidencia en la comisión de delitos posteriores.

C.- Los antecedentes de la historia criminal respecto a la edad en la que cometieron su primer
delito de la mayoría fue en la “adolescencia”, frente a una baja proporción pero muy significativa
debido a su corta edad que fue en la “niñez”, ambos grupos cumplen uno de los criterios de
diagnóstico del trastorno psicopático o antisocial de la personalidad que indica un mínimo de 18
años y que debe presentar un historial de alteraciones en su conducta antes de los 15 años, por lo
tanto, este patrón tiene su origen en la infancia como se señala en el DSM – IV (Paz De Corral,
citado en Echeburúa, O. E., 1998, pág. 60). Asímismo, este dato en particular debe llamarnos la
atención para proteger ahora y en adelante a la niñez, adolescencia y jóvenes de. Factores
negativos y de riesgo que llevan a realizar conductas delictivas.

En relación a las razones e influencias que les llevó a cometer el delito, fue por la “incidencia del
alcohol y la droga” en la mayoría de los casos, en datos, son indicativos del cuadro psicopático
porque dichas sustancias facilitan el comportamiento antisocial (Lewis y Bucholz, 1991, citado
en Echeburúa, O. E., 1998, págs. 58 - 59). Por otro lado, la gran mayoría “no es reincidente”, en

102
contraposición de una menor proporción que “si es reincidente”, más adelante, se ha explicado
sobre la reincidencia como factor negativo y en relación a la prevención de la misma. Asímismo,
la mayoría está recluido “con sentencia” (Situación jurídica) y de 1 – 6 años y de 7 – 12 años
respectivamente.

EN RELACIÓN A LOS OBJETIVOS ESPECÍFICOS

A. Con relación al primer objetivo específico planteado en este estudio, se ha identificado los
siguientes datos descriptivos – clínicos que en mayor frecuencia y porcentaje se presenta en los
mismos.

De acuerdo al análisis estadístico descriptivo de la muestra de 58 reclusos por el delito de


asesinato en promedio la mayoría presenta el “trastorno de la personalidad psicopática o sin
excepción una tendencia” de este trastorno. Asímismo indicar que la mayoría de ellos presenta
“grado muy alto” (62%) de psicopatía y en una menor proporción presenta “grado alto” (38%) de
psicopatía. Por lo tanto, todos los sujetos de la muestra (n) de estudio presentan “algún grado o
alteración” psicopática.

Respecto al analisis estadistico descriptivo por factores del trastorno de la personalidad


psicopática, en promedio el “Factor Desviación Social” presenta una tendencia mas acentuada
que el “Factor Interpersonal/Afectivo” en la mayoría de la muestra de estudio. Así según el
grado de psicopatia que presentan, la mayoria de ellos tambien en el “Factor Desviación Social”,
presentan “grado muy alto” de psicopatía. Está tendencia de psicopatía en la mayoría y de
manera más acentuada, se presenta en el “Factor Desviación Social”, según promedio y grado,
está relacionado como indica Millon (1994) con personas con un estilo de vida claramente
antisocial y agresivo, que cometen actos delictivos desde la infancia, que buscan sentir tensión y
excitación, y que manifiestan una baja tolerancia a la frustración, abusan de sustancias, llevan una
forma de vida parasitaria, son impulsivos y con frecuencia tienen comportamientos ilegales o
criminales. Además, Garrido (2001) señala que estas personas que presentan una tendencia de
psicopatía más destacada en este “Factor”, se comportan de modo absurdo, y que parece que no
obtienen nada valioso de sus actos, con poco autocontrol y ninguna meta que parezca lógica a la
vista.

103
Por otro lado, indicar que los ítems del “Factor Interpersonal/Afectivo” son indicadores de
“rasgos de la personalidad”, en cambio los ítems del “Factor Desviación Social” son indicadores
de “conductas”. Ahora bien, para el diagnóstico de la psicopatía el primer “Factor”, es
considerado como el “núcleo” de la psicopatía y puede o no estar asociado al segundo “Factor”
(Por la mayor capacidad predictiva demostrada de los “rasgos de personalidad”), pero este último
siempre debe estar vinculado al primer “Factor” para que se califique psicopatía (Lykken, 1998).

Y en relación al analisis estadistico descriptivo por facetas en promedio, la “Faceta Estilo de


Vida” del “Factor Desviación Social” es la única que presenta una tendencia más acentuada a
diferencia de la “Faceta Interpersonal”, de la “Faceta Afectiva”, que pertenecen al “Factor
Interpersonal/Afectivo”, y a diferencia de la “Faceta Antisocial” del mismo “Factor” en la
mayoría de la muestra de estudio. Ahora bien, según el grado de psicopatía que presentan, la
mayoría en la “Faceta Interpersonal” presenta “grado muy alto” (60%) de psicopatía. En cambio,
en la “Faceta Afectiva” en la misma proporción, unos presentan “grado alto” (50%) y otros
presentan “grado muy alto” (50%) de psicopatía. Por otro lado, en la “Faceta Estilo de Vida”, la
mayoría o casi todos presentan “grado muy alto” (97%) de psicopatía. Por último, a diferencia de
la primera y tercera faceta, en la “Faceta Antisocial” la mayoría presenta solamente “grado alto”
(59%) de psicopatía. Para indicar que en la mayoría o casi en todos ellos se presenta y está más
acentuada la “Faceta Estilo de Vida” y en “grado muy alto” a diferencia de las demás facetas.

B.-Respecto al segundo objetivo específico de este trabajo, que hace referencia a evaluar la
estructura afectiva en reclusos por el delito de asesinato del Centro Penitenciario San Pedro de la
ciudad de La Paz, se puede indicar los siguientes datos que en mayor frecuencia y porcentaje se
han reportado.

En promedio, la mayoría de la muestra de estudio presenta una “autovaloración disminuida” en


su estructura afectiva. Asímismo, según el nivel de autovaloración que presentan, la mayoría de
ellos tiene un “nivel de autovaloración con déficit” (69%) en su núcleo afectivo. Además, aclarar
que en ninguno de los 58 (n) reclusos se presenta los niveles de autovaloración “muy buena” u
“óptima” como se detalla en el análisis de resultados.

Por lo tanto, se ha identificado que su “sistema atribucional” de los sujetos, y que se encuentran
alterados. Con una “infra autovaloración” (Estructura afectiva) casi generalizada en todos. Hare,
R., es el autor que con más estudios ha contribuido hasta ahora para la comprensión de la

104
psicopatía (Freeman, 2001), quien, en su Escala de Calificación de la Psicopatía Revisada (PCL -
R),y que realiza una referencia especial de la “variable afectiva” porque interviene en la conducta
psicopática, los cuales son: falta de remordimiento o sentimientos de culpa, afecto superficial,
callosidad emocional/falta de empatía, falta de aceptación de responsabilidad por sus propias
conductas (Hare, 1985). Así mismo, Paz De Corral, citado en Echeburúa, O. E. (1998), señala
que estos sujetos con estos “rasgos de la personalidad” carecen del mínimo equipamiento
cognitivo y afectivo necesario para asumir los valores y las normas morales socialmente
aceptados, son el “núcleo” de la psicopatía como más adelante se explicado (Pág. 58). Para
concluir respecto a este punto Hare, R., (2004), indica que sin un estado afectivo estable, sano y
profundo, conllevaría a qué este tipo de sujetos se conviertan en una especie de depredadores
sociales, puesto que se sienten libres para satisfacer sus necesidades y deseos, así como también
para hacer cualquier actividad que se les ocurra, con tal de obtener lo que quieren para sí.

C. Este tercer objetivo específico, hace referencia a evaluar la estructura emocional en reclusos
por el delito de asesinato del Centro Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz, y que en
base a los resultados alcanzados al respecto se concluye como sigue.

Respecto al promedio de la inteligencia emocional, la mayoría de ellos presenta una “inteligencia


emocional muy baja” en su estructura emocional. Ahora bien, según el nivel de inteligencia
emocional que presentan, la mayoría o casi todos tienen un “nivel de inteligencia emocional muy
baja” (97%) frente a una muy baja que tiene un “nivel de inteligencia emocional baja” (3%) en
su núcleo emocional. Asímismo, aclarar que en ninguno de los sujetos (n) de estudio se presenta
los niveles de inteligencia emocional “medio inferior”, “medio superior”, “alto” y “muy alto”.

Estos datos sobresalientes, evidencian una significativa alteración en la estructura emocional de


los mismos Y, con niveles de inteligencia emocional bajos. Ahora bien, al respecto se ha
verificado que los psicópatas no aprecian el significado emocional de un hecho o una experiencia
(Hare, 1978; Intrator et al., 1997; Patrick, 1994; Williamson, Harpur y Hare, 1991, citados en
Hare, 2000), y muchos estudios apuntan a que la dificultad para comprender e integrar
experiencias emocionales, los cuales presentan los psicópatas todo ello se debe a un déficit
integracional entre emoción y pensamiento, junto con una menor capacidad para sentir y
experimentar las emociones. Al respecto Hare, R. considera a la emoción como un principio
rector que nos impulsa a la convivencia. Por lo tanto, en los psicópatas “lo que destaca es que tan

105
ausentes están de las cualidades esenciales que le permiten a los seres humanos vivir en
sociedad” (Hare, R., 1974, págs. 2 - 3).

D. El último objetivo específico planteado es, correlacionar el trastorno de personalidad


psicopática o sus tendencias con la estructura afectivo emocional en reclusos por el delito de
asesinato del Centro Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz, del cual, se concluye en los
siguientes puntos.

Del análisis realizado con el estadístico paramétrico de Pearson (r) que prueba hipótesis de tipo
correlacional, se ha determinado que la correlación entre el trastorno de la personalidad
psicopática o sus tendencias con la estructura afectiva (Autovaloración), y “inversamente
proporcional”, es decir, que “a menor nivel de autovaloración mayor es el grado de psicopatía” y
la magnitud de esta “correlación es negativa media” (r = - 0.29, p < 0.05), lo cual se ha analizado
en una muestra de 58 reclusos por delito de asesinato, del Centro Penitenciario San Pedro de la
ciudad de La Paz.

Po lo tanto del análisis que se ha efectuado, también con el estadístico paramétrico de Pearson (r)
se ha determinado que la correlación entre el trastorno de la personalidad psicopática o sus
tendencias y la estructura emocional (Inteligencia emocional) es “inversamente proporcional”, es
decir, que “a menor nivel de inteligencia emocional mayor es el grado de psicopatía” y la
magnitud de esta “correlación es negativa media” (r = - 0.22, p < 0.05). Realizado en la misma
cantidad de muestra.

Trastorno de personalidad psicopática es definido por DSM- IV, como lo más significativo de
los datos obtenidos al realizar la investigación, es el hecho de que los sujetos recluidos por el
delito de asesinato en el “Penal de San Pedro” si presentan en la estructura afectivo emocional,
conductas de usencia sin remordimiento, inestabilidad emocional. al cometer el delito de
asesinato, que es un rasgo de la personalidad, que se caracteriza por la variación de los
sentimientos y de los estados emotivos, y con altibajos y de conductas agresivas que se
desarrollan en el recluso en una relación con la psicopatía alta, Muy alta, del grado psicopático
dentro de los factores interpersonal afectivo,

Por lo tanto, queda verificada y sustentada que la hipótesis de investigación (Hi): “Existe una
relación significativa entre el trastorno de personalidad psicopática y la estructura afectivo

106
emocional en reclusos por delito de asesinato, del Centro Penitenciario San Pedro de la ciudad de
La Paz.

Finalmente, en base a estos datos estadísticos – clínicos identificados en esta muestra carcelaria,
se debe implementar programas psicosociales educativos durante el desarrollo biopsicosocial de
los niños/as, adolescentes y jóvenes en los centros formales y no formales de instrucción escolar
para la prevención e intervención oportuna de los factores de riesgo que conlleva el desarrollo del
trastorno de la personalidad antisocial o psicopático, se debe trabajar más aun en los factores
protectores que positivamente inciden en el crecimiento sano, libre y pleno a nivel personal,
familiar y social de los niños/as, adolescentes y jóvenes de nuestra población.

107
CAPÍTULO VI

RECOMENDACIONES

En la presente investigación científica psicológica durante su proceso de fundamentación teórica,


aplicativa y análisis de resultados se ha identificado que los siguientes puntos de referencia deben
tomarse en cuenta en la realización de posteriores trabajos, y respecto a las variables estudiadas o
de otras variables a investigar en el área de la psicología penitenciaria y en poblaciones o
muestras carcelarias.

A. De acuerdo a los resultados obtenidos (Diagnóstico) en una muestra de 58 reclusos por el


delito de asesinato, del Centro Penitenciario San Pedro de la ciudad de La Paz, se debe
implementar la etapa de intervención y prevención con programas de readaptación e reinserción
social con el objetivo fundamental de aplacar totalmente o de disminuir la reincidencia de los
reclusos por el mismo o de otros delitos.

B. Debido al incremento de los casos de “violación y asesinato” del año 2006 al 2014, 2015,en
322 % y 185 % (Instituto Nacional de Estadística) respectivamente en la población boliviana que
cada vez son con mayor crueldad y a sangre fría (Feminicidios, infanticidios y otros), se debe
realizar aún más investigaciones psicosociobiológicas que nos lleven a conocer y comprender los
indicadores o variables de origen de las conductas violentas y delictivas.

C.- Tomar en cuenta estos datos de información y prevención individualizada de los reclusos de
esta población, y con el propósito que no reincidan en su delito dentro y fuera del reclusorio.

Poner mayor énfasis en el trastorno de personalidad y la estructura afectiva emocional de los


demás sujetos recluidos en este recinto penitenciario.

D.-Las instituciones que trabajan con sujetos en situación de investigación por delito de
asesinato FELCC pueden tomar estos datos de información, se hace con todo nuevos
instrumentos de investigación y prevención con respecto a este delito.

108
Nivel investigativo es necesario desarrollar una campaña sobre la importancia de la salud mental,
tanto en niños, jóvenes y adultos con el propósito precautelar que estas características de
personalidad se propaguen en el contexto social.

E. -Promover por medio de talleres, cursos seminarios la importancia de las estrategias estructura
afectivo emocional orientándolos, de buena forma, en cuanto se refiere a solucionar cualquier
conflicto

F.- En la realización de posteriores investigaciones en poblaciones o muestras carcelarias, se


sugiere para su aplicación en las mismas respecto a las licencias o permisos que son otorgados
por la Dirección General de Régimen Penitenciario y Supervisión – Bolivia, tomar los recaudos
necesarios en cuanto a los trámites administrativos y legales que se efectúan en esta institución u
otras, porque estos procedimientos suelen tardar mucho y esto incide negativamente en el plan de
trabajo a desarrollar, sobre toda para la efectivización de investigaciones científicas en
poblaciones o muestras penitenciarias.

G.- De acuerdo a las investigaciones anteriores que hacen referencia que los psicópatas
representan el 1% del total de la población, pero que constituyen el 15% - 25% de la población de
reclusos de sexo masculino (Hare, R., julio de 2004). Por lo tanto, está determinado que la
psicopatía es un constructo universal (Hare, R., julio de 2004). A partir de estos datos científicos
se ha evidenciado que el trastorno de la personalidad antisocial o psicopático no se manifiesta
únicamente en poblaciones carcelarias, sino también en poblaciones normales o naturales de la
sociedad en general, al mismo que se recomienda investigar en posteriores proyectos de
investigación científica ya puesto el incremento de la taza de “violaciones y asesinatos” no
siempre se ha perpetrado por ex convictos sino por personas conocidas o cercanas a la víctima.

H.- Otros factores que deben estudiarse en todos los niveles de formación educativa formales y
no formales en la población boliviana son los niveles altos de consumo de bebidas alcohólicas y
drogas, los cuales inciden en la expresión de las conductas antisociales. y que cuales están
presentes en más del 60 por 100 de los pacientes aquejados de un trastorno antisocial de la
personalidad (Lewis y Bucholz, 1991, citado en Echeburúa, O. E., 1998, págs. 58 - 59).

109
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115
ANEXOS

116
DATOS DEMOGRÁFICOS FECHA: / / /

Fecha de Nacimiento:…/…/…/…/ Lugar de Nacimiento................. Edad:……...


Estado Civil: Soltero Divorciado Viudo Conviviente
Casado
RELIGIÓN QUE PRÁCTICA:

Católico Cristiana Protestante otros…….

ANTECEDENTES FAMILIAR
Tipo de padres:
Biológico Adoptivos Otros……
Educación de los padres:
Primaria Secundaria Superior técnico

Personas responsable de la crianza:


Madre: Padre Abuelo Hermanos otros:……….

Relaciones con la familia actualmente:


Bueno Regular Malo No tiene
ANTECEDENTES EDUCATIVOS
Nivel de educación
Primaria Secundaria Superior Técnico

Actitudes frente escuela, Profesores, Estudiantes


Bueno Regular Malo

Conductas en la escuela de castigo y expulsiones


Si recibió castigos y expulsiones
No recibió castigos expulsiones

117
HISTORIA MÉDICA
Salud física
Buena Mala Regular Ninguna

Recibió Tratamientos a problemas psicológicos emocionales o de conducta


Si recibió tratamientos psicológicos
No recibió tratamientos psicológicos
HISTORIA CRIMINAL:
A qué edad cometió su primer delito
Niñez Adolescencia Adulto

Tipos de delitos, primer contacto con el sistema judicial.


Contra la propiedad Sexuales Contra las personas

Tráfico de drogas

Razones para cometer el delito; influencia de

Droga Alcohol Otros………………

¿DELITO POR EL CUAL ESTA RECLUIDO?

Tiempo de reclusión: Días Meses Años

RENCIDENCIA:
Si es reincidente No es reincidente

118
SITUACIÓN JURIDICA:

Preventivo Sentenciado

MUCHAS GRACIAS DE LA VUELTA LA PÁGINA


Elaboración propia

119
Hoja de Evaluación PC L-R HARE PSICOPATIA

Fecha:………/…………./………./ Evaluador:
Ítem 1. Locuacidad / Encanto superficial. (Faceta 1)…………………0 1 2 Omitir

Ítem 2: Sentido Grandioso del Sí Mismo/Egocentrismo (Faceta 1)……………0 1 2 Omitir

Ítem 3: Necesidad de estimulación /Tendencia al aburrimiento (Faceta 3)………….0 1 2 Omitir

Ítem 4: Mentira patológica (Faceta 1)………………0 1 2 Omitir

Ítem 5: Dirección / Manipulación (Faceta 1)………………0 1 2 Omitir

120
Ítem 6: Falta de Remordimiento y culpa (Faceta 2)……………………0 1 2 Omitir

Ítem 7: Escasa profundidad de los afectos (Faceta. 2)………………………0 1 2 Omitir

Ítem 8: Insensibilidad / Falta de empatía. (Faceta 2)……………………0 1 2 Omitir

Ítem 9: Estilo de vida parasitario. (Faceta 3)……………………0 1 2 Omitir

121
Ítem 10: Falta de control conductual (faceta 4)……………………………0 1 2 Omitir

Ítem 11: Conducta sexual promiscua. (Sin Faceta)……………………… 0 1 2 Omitir

Ítem 12: Problemas de conducta precoces. (Facetas 4)…………………0 1 2 Omitir

Ítem 13: Falta de metas realistas (Faceta 4) ………………………0 1 2 Omitir

Ítem 14: Impulsividad (Faceta 3)…………………… 0 1 2 Omitir

Ítem 15. Irresponsabilidad (Faceta 3)………………………0 1 2 Omitir

122
Ítem 16. Incapacidad de Aceptar la responsabilidad Propia (Faceta. 2)…….0 1 2 Omitir

Ítem 17: Varias relaciones maritales breves (Sin Facetas)………0 1 2 Omitir

Ítem 18: Delincuencia juvenil (Faceta 4)……………0 1 2 Omitir

Ítem 19: Revocación de la Libertad Condicional (Faceta 4)……………0 1 2 Omitir

Item 20: Versatilidad criminal (Faceta 4)…………0 1 2 Omitir

1998Darkstone Research Ggroup PCL-RTraining Scoresheet: p.1of4

123
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125
126
127
128
129
130
131
“El Jimmy”, el asesino
serial que acabó con más de 30
vidas
Tengo nueve hermanos, yo soy la oveja negra.”: con estas palabras se describe a sí mismo Jaime Benjamín
Cárdenas Pardo alias “El Jimmy” o “El asesino de Sucre”, uno de los dos mayores asesinos seriales en la
historia de Bolivia, que violó y mató a pedradas a dos jóvenes universitarias y, según sus propias
confesiones, acabó con más de treinta personas

Clasificado como un asesino desorganizado, hedonista, sádico y psicópata, este individuo ha cometido una

Gama tan amplia de crímenes que puede ser calificado de ladrón, violador y sicario, aunque no siempre
mató bajo la modalidad del sicarito.
En general, Jaime solía asaltar a transeúntes, a conductores de coches, motos y otros vehículos, y a

tiendas; también se inmiscuía frecuentemente en peleas callejeras, terminando algunas veces en el


homicidio.

132
La historia
El 9 de abril de 1987, Jaime nació en Santa Cruz, dentro de una familia grande y desestructurada. Tenía
nueve hermanos y sus padres eran divorciados, siendo así que creció en un entorno donde recibía poca
atención y se sentía propenso a hacer cosas indebidas para llamar la atención y satisfacer sus necesidades

Jaime cuenta: “Empecé a beber a mis 11 años, a escondidas de mi familia, bebía vino y champán. A mis

13 años conocí el alcohol y la marihuana en mi colegio. A mis 14 consumí cocaína…”.

Posteriormente, el robo ya no sería una mera forma de conseguir dinero para los vicios: se convertiría en

Un modo de vida, y Jaime asaltaría a transeúntes y a conductores, además de que sacaría, sobre todo
de coches parqueados sin conductor, determinadas partes (radio, faros, ruegas, espejos, etcétera)
que después

Vendería a precios demasiado buenos. Ya con 17 años, Jaime cometería su primer asesinato en
La Paz. Mató porque la víctima, al ser asaltada, Presenta Jaime no tenía documentos de
identidad y pudo mentir sobre su edad, gracias a lo cual, junto a la falta de pruebas, fue liberado
por dictamen de los jueces. O cierta resistencia., La Policía consiguió detenerlo, identificarlo y
acusarlo de homicidio, pero Junto a un ex policía corrupto, Jaime violó a dos universitarias,
les desfiguró el rostro a cuchilladas, y después les aplastó a pedradas la cabeza. Como
venganza a este crimen, el novio de una de las víctimas contrataría sicarios y haría matar al hijo
de Jaime, haciendo con esto que el asesino empeore. El jueves 17 de febrero del 2011, Jaime
asaltó con cuchillo a un ciudadano peruano, apuñalándolo más de una vez sin quitarle la vida.
Esto ocurrió en la ciudad de La Paz, y algunas personas lo vieron y lo denunciaron, gracias
a lo cual Jaime fue capturado poco después por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen.
Algo que llamaba la atención era cómo, hasta el momento de su captura, Jaime había podido
delinquir tana sus anchas. Lo que muchos habrían sospechado, se confirmó cuando el asesino
confesó que muchas veces usó las ganancias de sus robos para sobornar a policías y salir bien
rápido de la cárcel, además de que dijo tener una “buena amistad” con algunos policías que eran
cómplices suyos y recibían una parte del dinero de sus fechorías. Indignantemente, un ejemplo
de lo dicho fue que, al menos en cuatro casos, fueron policías quienes proporcionaron a
Jaime los encargos de sicario. Aunque esto era impactante para la opinión pública, ni la Fiscalía
de la Nación ni el Comando General de la Policía Nacional investigaron quiénes eran esos
policías ligados al sicarito…Según dio a entender, en general mataba para robar, otras veces

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violaba y mataba para no ser delatado, algunas veces para las dos cosas anteriores, y otras
porque estaba cumpliendo una misión de sicario. Los asesinatos tuvieron lugar en varias
ciudades de Bolivia, como Santa Cruz, La Paz, Miraflores, Cochabamba y Sucre.

Durante el juicio arrojó una botella a la fiscal


El juicio de Jaime se prolongó por más de un año, aunque finalmente, el 6 de diciembre del
2011, lo
Condenaron a 30 años de prisión por la violación y el asesinato de las universitarias Nairobi
Alexis Muñoz de 21 años y Marfa Delgado Roso de 20 años. La misma sentencia, por la
misma causa, fue dada al ex policía y cómplice de Jaime, Ever Albis Vera. En cuanto a los
otros asesinatos, no se tiene conocimiento de la sentencia, si acaso hubo sentencia. Por otro lado,
un hecho que llamó la atención y que hace dudar sobre el propósito de cambio del asesino ,es
que durante el juicio se descontroló, tomó una botella plástica que había contenido agua, y se la
arrojó con fuerza a la fiscal, amenazándola con vengarse si conseguía escapar de prisión.
Después de terminado el juicio, Jaime fue conducido a la Prisión de San Roque en la ciudad
de Sucre, donde se lo asignó al sector conocido como “Pozo”, en una celda aislada. El
viernes 30 de marzo del 2012, Jaime escapó de prisión, tal y como refiere el subcomandante
policial Roberto Ledesma en su informe: ‹‹Él tenía una hora de salida para hacer sus
necesidades biológicas, es así que aprovechó ese tiempo para distraer a su custodio y trepar la
verja saltando a la calle Serrano; escapó en una vagoneta de color plomo.›› Un 03 de mayo del
2012, el coronel Gonzalo Quezada (Comandante de la Fuerza Especial de Lucha

Contra el Narcotráfico o “F.E.L.C.N.”) informó que, a eso de las 10:45 de la mañana en la


localidad beniana de Yucumo, Jaime Cárdenas Pardo había sido recapturado por efectivos de
la Unidad Móvil de Patrullaje Rural, en un operativo coordinado con miembros de la Fuerza
Especial de Lucha Contra el Crimen El delincuente fue encontrado en una carpintería de
la Av. San Borja, apresado, y conducido inmediatamente al penal de Chonchocoro, en La
Paz, donde sigue y seguirá hasta cumplir su condena.

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Colinas de Santa Rita, Alto Auquisamaña (Zona Sur) - La Paz, Bolivia

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