El Discurso Heroico
El Discurso Heroico
El Discurso Heroico
El autor y su obra
historiografía de Indias. No es del todo obvio señalarlo, debido a que se trata de una
Cada una de las crónicas o de las historias cuenta la aventura de los conquistadores,
de producción de la obra, tanto como la condición o la posición del autor. Estos dos
aspectos condicionan el lugar desde donde se escribe y al público lector al que van
rasgo suyo, a todo suceso de su vida, a todo acto suyo, a sus pensamientos,
personas que nos rodean (…).‖1 Esta apreciación de M. M. Bajtín, permite asumir el
decir, un autor se verá influido por el contexto en el que vive, la historia personal que lo
1
Bajtín, M. M., Estética de la creación verbal, México: S. XXI, 2003, p. 13.
2
como autor que me resulta fundamental traer a cuento. Su padre trabajaba para el
indígenas, sin que él pueda considerarse siquiera un mestizo. Clavijero era un criollo.
Esta cercanía con el mundo indígena le permitió aprender el náhuatl y el otomí. Ambas
El otro rasgo está vinculado con su profesión como jesuita. La Compañía de Jesús,
influyente y poderosa como lo fue durante el virreinato, también tenía sus detractores y
los dominios españoles en 1767. En febrero de 1768 les llegó la orden de expulsión,
decretada por Carlos III de España. Expulsados los jesuitas, Clavijero embarcó rumbo a
investigaciones históricas. A pesar de que no contaba con los códices aztecas, libros de
consulta y los libros de los primeros cronistas españoles, guardaba en su memoria todo
aquello que había estudiado durante su vida en la Nueva España. Estaba listo para
consultó en las bibliotecas italianas libros relacionados con el tema, así como estableció
2
Véase Esteve Barba, F., Historiografía Indiana, Madrid: Gredos, 1992, pp. 242-244; al
respecto de las razones de la expulsión de los jesuitas, véase Andres-Gallego, J., ―1767: Por qué
los jesuitas‖, en Tietz, M., ed., Los jesuitas españoles expulsos. Su imagen y su contribución al
saber sobre el mundo hispánico en la Europa del siglo XVIII, Madrid, Vervuert, 2001, pp. 77-
102; en relación con algunos de los conflictos que se presentaron tiempo antes de la expulsión
jesuítica en los límites geográficos del virreinato de la Nueva España entre los misioneros
jesuitas y las culturas indígenas del sur de Estados Unidos y el norte de México, véase Křížová,
M., ―«En tiempo tan tempestuoso y turbulento para nosotros.» Los misioneros jesuitas en la
frontera septentrional de Nueva España antes de la expulsión‖, en Tietz, M., ed., op.cit., pp.
413-421.
3
correspondencia con amigos para que le resolvieran asuntos que debían consultarse del
otro lado del mar. Como muchos otros cronistas, la escritura de su obra incluye una
visión misma de la conquista, entre otros muchos aspectos que menguaban la condición
último, el caso de Bernal Díaz del Castillo resulta muy ilustrativo. El libro
Investigaciones filosóficas sobre los americanos, escrito por de Paw, será la fuente de
inspiración para Clavijero, debido a que le reveló la ignorancia que tenían en Europa
inconformidades de esta clase en relación con los peninsulares. Se trata de una clase
Española. Se puede decir que son tratados como españoles de segunda categoría por
calidad de exiliado, emprende la escritura de su obra. Este momento es, sin lugar a
dudas, definitorio porque explica claramente que la Historia antigua de México no iba
dirigida al público americano, sino a los europeos. Frente a ellos es necesario defender
una serie de valores e ideales que supongan situar en condiciones de igualdad a los
4
dignidad como personas. Las Disertaciones3 dan cuenta de ello; sin embargo, en el
discurso heroico con el que Clavijero pinta y recrea la actitud guerrera de los
hazaña es necesario combatir con un contingente que esté a la altura. Desde esta
conciencia criolla. Las descripciones de las batallas, la adjetivación con la que se acerca
España. De algún modo, el análisis del discurso heroico en esta obra acerca a los
3
Las Disertaciones de Clavijero resultan muy interesantes porque es en ellas donde expone una
infinidad de argumentos para refutar las ideas que sobre los habitantes, naturaleza, costumbres,
animales, etcétera de América había difundido, fundamentalmente, L. de Paw con la obra
titulada Recherches philosophiques sur les américains (París, 1768). Comenta L. Villoro que las
Disertaciones adquieren un valioso relieve cuando se descubre en ellas una ruptura con el
modelo arquetípico de la norma europea para juzgar lo distinto, lo ajeno al mundo occidental,
cfr. Los grandes momentos del indigenismo, México: FCE, 1996, p. 117.
5
enfatizar los rasgos del discurso heroico en Clavijero. Sobre todo, en lo relativo al
dicotomía discursiva podemos observar la actitud del autor frente a sus héroes. Esta
conciencia que, como señala M. M. Bajtín, está por encima del relato y sus personajes.
El autor sabe todo acerca de ellos y además puede moldear su comportamiento para
se ofrece como una propia de la tendencia ilustrada del siglo XVIII. Brinda una visión
que pretende la mayor objetividad en el relato de los sucesos, pero que, a pesar de ello,
está cargada de un dramatismo trágico que parece anunciar los incipientes sentimientos
4
Véase: Crespo García, L. F., ―Políticas culturales: viejas tareas, nuevos paradigmas‖, en
Derecho y Cultura, núm. 9, marzo- agosto 2003, pp. 23-42, en este artículo se puede
6
(1632), de Bernal Díaz del Castillo dejamos de observar al testigo directo de los hechos
documentada, en donde probablemente esta obra haya sido una de sus fuentes. La
muy atractivos. En primer lugar, su posición de cronista oficial. Luego, que además de
ser historiador tuviese en su haber textos propios de creación literaria. En tercer lugar, al
que había una síntesis importante de hechos que los otros dos sí consideraban. Y por
último, existe una tendencia moralizante que aparece supeditada a la exaltación heroica
históricos (s. XVI, XVII y XVIII) facilita observar también las variantes de acuerdo con
profundizar sobre las estrategias culturales del estado decimonónico para la consecución de sus
objetivos.
7
Vencidos y vencedores
La aparición de esta dicotomía es una forma de evaluar los sucesos y colocar a cada
contingente en un lugar determinado. Por más obvio que parezca no es lo mismo ganar
que perder, aunque, en realidad, toda perdida tiene una ganancia porque supone una
es como la de cualquier otro pueblo que se haya visto signado por tal proceso histórico.
Nada en especial ni distinto tiene uno ni el otro que no corresponda a los desastres y
los más negros colores los desórdenes que los nuestros cometieron en
innumerables insultos?...5
5
Feijoo, B. J., ―Glorias de España. Primera parte‖, en Teatro crítico universal, t. IV, discurso
13, XXV-90.
8
lugar a dudas, a los ataques recibidos por el resto de Europa. La famosa leyenda negra
corre en los tiempos también de Clavijero. La exaltación de las virtudes guerreras de los
antiguos mexicanos señala una defensa de sus valores culturales, los cuales se ven
menoscabados. Así como los españoles defiende su posición histórica, Clavijero hace lo
nacional al respecto de la historia del México antiguo que habrá de desarrollarse con
mayor fuerza durante el siglo XIX y, por otro, la clara aparición del discurso dicotómico
América. Feijoo fue rotundo en su defensa al afirmar que era la envidia la que intentaba
oscurecer la labor tan ilustre que habían realizado los españoles, reconoce también que
sentimientos no era otro asunto más que una muestra de la fragilidad humana. Los
ilustrados europeos tuvieron una imagen muy crítica de la realidad española, sobre todo
espíritu de las naciones. El fragmento que se citará a continuación tiene que ver con la
es todo eso a la vez. Los reyes, cuya presencia basta para salvar a un
menos elevado que el del inquisidor y ven cómo mueren entre llamas
fe?6
Resulta atractiva la propuesta de Voltaire, sobre todo, si se piensa que los conspiradores
española.
Desde luego, no sólo había críticas negativas hacia España, también había
de ahí que puedan encontrarse textos muy variados que muestran un discernimiento
6
Citado por García Cárcel, R., La leyenda negra. Historia y opinión, Madrid: Alianza, 1992, p.
152.
10
conocimiento. En este sentido, las nueve Disertaciones de Clavijero son una muestra de
puede considerar uno de los precursores que señala las pautas para crear una
que ofrece Clavijero del México antiguo resulta muy innovadora porque, según explica
L. Villoro, su propuesta historiográfica ―...en realidad es toda una contienda [...] contra
todo un punto de vista peculiar de muchos europeos, contra todo un sistema de ver el
mundo y la historia.‖8 Los valores que halla L. Villoro en la Historia antigua de México
historiar.
Se marcarán tan sólo las líneas que resultan atractivas para resaltar el sentido del
siglo XVIII en la segunda mitad del siglo XX. Un discurso histórico que tendía hacia la
ruptura con el punto de vista del conquistador para exaltar el otro punto de vista. Dice
Europa podrá ser criterio absoluto para juzgar a América, ni América para juzgar a
7
Villoro, L., El proceso ideológico de la revolución de Independencia, México: SEP, 1986, p.
138.
8
Villoro, L., Los grandes momentos del indigenismo en México, op.cit., p. 116.
11
Europa.‖9 Resulta oportuno apuntar que es en este contexto de ruptura donde debe
diferencia, pero que para entenderse recurre a los modelos históricos de occidente.
Explica L. Villoro que ―la Historia antigua de México es una visión épica, heroica. Es
todo el espléndido vigor de su juventud, nos hacen pensar en la joven Roma, cantada
por los antiguos.‖10 Clavijero logra con su propuesta historiográfica la trascendencia del
mundo indígena como identidad cultural diferenciada del mundo europeo, ya que
concibe la historia del México antiguo como un ejemplo clásico propio de América.
Modelo que durante el siglo XX tendrá sus seguidores. Visión de Anáhuac, de Alfonso
Finalmente, para traer a cuento el germen del sentimiento nacional que existe ya
del tono épico con el que se expresa la dignidad del que está siendo humillado y
que ejecutaron los cholultecas poco antes de la entrada de Hernán Cortés a la ciudad de
9
Ibíd, p. 121.
10
Ibíd, p. 124.
12
(…) arden las casas y las torres de los templos; por las calles no se ven
Este fragmento ofrece dos asuntos de interés. En primer lugar hay que resaltar la mirada
de Cholula las nociones de vencedores y vencidos; es decir, porque han pasado casi dos
independencia, lo cual indica que es la etapa final del período colonial, se puede dar una
La tónica emocional del discurso expresa una profunda pasión ante los sucesos de la
matanza que recae con fuerza rabiosa en los signos lingüísticos vencidos y vencedores,
enfatizando así el relato de la historia: ―gritos de los soldados que insultan a los
escena diciendo ―quejas de sus dioses porque los han abandonado en tan grave aprieto‖,
la cual revela la idea que Octavio Paz expone para referirse al inicio de la historia del
México colonial. Dice Octavio Paz: ―la gran traición con que comienza la historia de
11
Clavijero, F.J., Historia antigua de México, México: Porrúa, 1991, p. 327.
13
dioses.‖12 Parece entonces que la tragedia con que concluye o ―fracasa‖, según la visión
que, por lo mismo, define su identidad cultural proviene de la defensa del mundo
indígena propuesta por Clavijero; sin embargo, los matices han cambiado. Clavijero,
como se vio, está atento a las demandas e innovaciones de una época específica y que si
bien, siguiendo a L. Villoro, intenta romper con el punto de vista europeo no deja de ser
americano en contra cara de los europeos: Grecia y Roma. La redefinición sigue siendo
la misma: América no puede ser sin Europa o América es igual que Europa o América
comparación se inicia con los criollos y los peninsulares y el mundo indígena sólo opera
en términos de antigüedad clásica a la que hay que volver cuántas veces sea necesario
12
Paz, O., El laberinto de la soledad, México: FCE, 1972, p. 85.
14
Interesa para este apartado centrar la atención en el protagonismo indígena que hizo
posible la matanza de Cholula, por tanto, la heroicidad de Hernán Cortés; es decir, sin la
emboscada que los cholultecas en complicidad con Motecuhzoma les tenían preparada.
La explicación de Octavio Paz que se acusa fundamental para iniciar este análisis de la
interpretación del mural "Hernán Cortés y Malinche" (1926) de José Clemente Orozco.
Según comenta en esa imagen Cortés y Malinche son los representantes del origen
violento y trágico de la sociedad mexicana mestiza: "la historia [...] comienza [...] con la
gracias a éste, Hernán Cortés pudo fiarse de sus colaboradores, tanto a nivel
lo que se ha calificado por la ideología antihispanista del siglo XIX como una traición a
13
Idem
15
situada en el contexto de las pugnas criollas, por tanto, de los intereses ideológicos
independentistas.
ámbito14, por tanto, las culturas indígenas, en concreto, la nahua y más en específico la
mexicatl, cobran presencia histórica ante Occidente a través de las crónicas de Indias.
del trato en Cholula mediante la llegada de los cuatro personajes: Franz, Isabel, Javier y
históricos de los siglos XVI, XVII y XVIII con la finalidad de reconsiderar la actuación
intervenciones indígenas como los actores históricos del drama trágico de los vencidos,
por tanto, de las víctimas asesinadas, sino y sobre todo, como los gestores de un trabajo
14
Véase Harris, O., The coming of the white people. Reflections on the Mythologisation of
History in Latin America, Departament of Antropology, Goldsmiths College, University of
London, U.K., 1995, donde la autora explica que con la conquista, no sólo de Tenochtitlan, la
historia de América se entiende en tres grandes períodos, determinados por la presencia de la
cultura española: primero, el tiempo anterior, a los españoles (la época prehispánica o en su
defecto, precolombina); luego, la época colonial (el período de dominación española o
portuguesa); y, por último, el período republicano (la época posterior, a la independencia de
España) y no indígena, como si los indígenas existieran sólo a través de la cultura dominante,
cfr. p. 9. Interesa traer a cuento esta posición tan sólo para mostrar y evidenciar la existencia de
otros discursos distintos al discurso cultural del conquistador.
16
enemigo en común: los mexicah. Dicho trabajo en conjunto permite valorar a los
receptores de una historia trágica, sino como los actores y sujetos históricos de la
fundación de un nuevo orden político, económico, social y cultural que, aunque se haya
11 de abril de 1965 entran en Cholula: "hoy al entrar, solo vieron calles estrechas y
sucias y casas sin ventanas, de un piso, idénticas entre sí, pintadas de amarillo y azul,
con los portones de madera astillada. Sí, sí, ya sé, hay una que otra casa elegante, con
ventanas que dan a la calle..."15 La mirada de los cuatro protagonistas aparece centrada
en la miseria y pobreza de la ciudad del siglo XX de tal modo que con el discurso
intercalado de los sucesos históricos se aprecia el esplendor de la ciudad del siglo XVI.
reducto de un paraíso perdido, afirmando así el valor de las culturas indígenas en cuanto
los vestigios de la ciudad del siglo XVI evidenciando así que la miseria y la pobreza del
15
Fuentes, C., ―Cambio de piel‖ en Obras Completas, México: Aguilar, 1985, pp. 287-288. Se
considerará en adelante en las sucesivas citas la página al final de las mismas.
17
acción narrativa de los protagonistas para emprender el relato hacia la imagen del
pasado donde puede contemplarse la llegada de Hernán Cortés y sus huestes. La ciudad
moderna de Cholula abriga a la ciudad sagrada para la cultura nahua; es decir, alberga a
cultural que supone la observancia del pasado en el presente requiere que –desde ya– se
acote la pregunta que funcionará como guía de este análisis sobre el discurso ideológico
la ciudad de Cholula.
vieron a los españoles, según el discurso del siglo XVI, expuesto en la Historia
verdadera..., de Bernal Díaz del Castillo, como teules. Dicha comprensión del otro
donde los indígenas, mestizos y demás castas ocupan los estratos más bajos de la escala
continuidad al discurso que confirma que los españoles fueron asimilados dentro de la
mente indígena como teules, y agrega la interpretación de haber sido nombrados como
los hijos del sol. Por consiguiente, la historia oficial sigue afirmando la superioridad de
16
M. León-Portilla explica claramente, a partir de las leyendas nahuas y las representaciones
plásticas, la configuración del mito del héroe cultural que implica la deidad-sacerdote
Quetzalcóatl y la importancia de este dios para la ciudad de Cholula, véase del autor,
Quetzalcóatl, México: FCE, 1968; también J. L. Martínez recalca la importancia de
Quetzalcóatl para esta ciudad: ―la antigua Cholula era un centro religioso importante para los
pueblos del altiplano y una ciudad rica. Estaba dedicada al culto de Quetzalcóatl...‖, Hernán
Cortés, México: UNAM/ FCE, 1992, p. 228.
18
la cultura española sobre las culturas indígenas, a pesar del evidente error de proponer
que los españoles pudieron haber sido nombrados como los hijos del sol. De acuerdo
con lo que refiere durante el siglo XVIII Francisco Xavier Clavijero en la Historia
antigua de México, Hernán Cortés y sus huestes eran .para la comprensión indígena el
el indígena otorgó a los españoles, además de identificarlos directamente con los mitos
victoria española y formula los anatemas que habrán de condenarla; por otro, expresa
toda la furia contra las vejaciones de la cultura española y redime la inferioridad de las
herencia colonial excluyente. Octavio Paz durante la segunda mitad del siglo XX
inconscientes del habla coloquial y vulgar donde se condensan todas y cada una de las
vertientes ideológicas que han dado continuidad a este mismo discurso. Finalmente,
interpretado por Octavio Paz, salvo que bajo su propuesta acerca de la Historia y la
creían que los españoles eran teules, hijos del sol y en su defecto, el retorno mítico de
Quetzalcóalt por qué les prepararon una emboscada en la ciudad dedicada a esta
deidad.17
17
C. Townsend propone un análisis contundente que desmantela la historia acerca de
que los indígenas fueron vencidos porque creían en la superioridad divina de los
españoles. Para lograr su cometido profundiza en los orígenes y la durabilidad de este
mito, con el fin de ofrecer una alternativa que explique lo que pasó en el período de la
conquista y lo que los indígenas pensaban realmente acerca de los españoles. Mediante
una precisa y bien documentada argumentación propone que los antiguos mexicanos
supieron reconocer la superioridad de las armas de guerra con las que contaban los
españoles y que la estrategia de guerra que ellos utilizaron para contraatacar al enemigo
fue haciéndoles creer que los estaban confundiendo con dioses, véase del autor,
"Burying the White Gods: New perspectives on the conquest of México", The American
Historical Review 108.3 (2003): 56 pus. 21 diciembre 2003.
<http://www.historycooperative.ora/iournals/ahr/108.3/townsend.html>; también en la
misma línea está la propuesta de M. León-Portilla quien propone que al principio los
indígenas comprendieron al español en los términos de una superioridad divina, pero
que, en el transcurso de sus acciones, lo fue asemejando al término de popolocah, el
cual significa bárbaro. Dicho término náhuatl era utilizado por los mexicah para
referirse a los n'yuhu, véase del autor, "Las profecías del encuentro. Una apreciación
mesoamericana del otro", en De palabra y de obra en el Nuevo Mundo, t.2, Siglo XXI,
Madrid, 1992; otra perspectiva al respecto es la que propone J. Lameiras Olvera, quien
señala que no fue la superioridad del armamento español ni la disponibilidad de caballos
porque los mexicah supieron improvisar, con base en el conocimiento del terreno y sus
estrategias de guerra, un contraataque efectivo. Para él la caída de Tenochtitlan se debe
a los informes de los aliados indígenas a Hernán Cortés, véase del autor, "La guerra en
el México antiguo", Arqueología mexicana, vol. 1, núm. 4, oct.- nov., 1993, pp. 6-15.
Finalmente, T. Todorov propone que las profecías que aseguraban la llegada de los
españoles son construcciones a posterior que responden a la comprensión cíclica del
20
donde el escritor con facultades de historiador pretende develar la historia oculta que ha
callado la historia oficial. Se comentaba que Franz, Isabel, Javier y Elizabeth habían
sus huestes a esta misma ciudad, pero en el año de 1519. La pregunta: "¿dónde estarían
sus moradores? Tú no los viste", la cual es elaborada por el narrador, después de haber
"... en estas calles polvosas solo pululaba una población miserable: mujeres de rostros
perros callejeros eran los signos vivos de Cholula este domingo 11 de abril de 1965" (p.
288). Se debe decir que ésta es la ciudad que Carlos Fuentes ofrece como resultado de la
Según esto, el contraste entre la ciudad de Cholula de 1965 y la de 1519 apunta hacia la
dialéctica de "lo viejo" y "lo nuevo" que J. Ordiz explica sobre la estructura que subyace
a Cambio de piel, de tal modo que la ciudad nueva está habitada por la ciudad antigua.
La historia de los sucesos sobre la matanza de Cholula opera en Cambio de piel para un
fin mayor. Se recurre al discurso de la historia como sugerencia para dar coherencia a
un ritual de transformación cíclica que atañe al cambio de ciclo que necesita México
para purificarse de su conflicto original, el cual supone el hecho de que los mexicanos
se destrocen unos a los otros como sucedió en la conquista; es decir, los indígenas
aliados mataron a los otros indígenas para hacer valer la causa del conquistador. De ahí
otros males que han signado el devenir de la historia de México en los términos del
18
Ordiz Vázquez, J., El mito en la obra narrativa de Carlos Fuentes, León: Universidad de
León, Servicio de Publicaciones, 1987, p. 119.
22
signo lingüístico "la Chingada". Todas éstas, ideas de Octavio Paz expuestas en El
laberinto de la soledad.
Una vez aclarados estos aspectos se puede entrar de lleno en la descripción que
dicha presentación de los sucesos se ahonda en las características culturales que marcan
a la ciudad de Cholula de 1965 como el resultado del devenir histórico de los sucesos
oído del conquistador: los de Cholula se burlan del Señor Malinche. Los
Cortés fue prevenido por los tlaxcaltecas, quienes le ofrecen bastantes guerreros; sin
embargo, según sugiere el relato "el extremeño sonríe" como si dudará del peligro sobre
el cual está siendo advertido ya que "va en son de paz". En esta síntesis de varios
entre estos dos señoríos; así como se desliza el discurso hacia una actitud de
posterior decisión al respecto del modo en que habrá de tratar a los cholultecas.
23
La propuesta de Bernal Díaz del Castillo en el siglo XVI, fundada en una voz que
hace gala de su experiencia directa de los hechos y hace sobrada mención de que recurre
a los recuerdos de su memoria para narrar, comenta al respecto de esta prevención, una
vez que Hernán Cortés ha llegado a Cholula y es recibido por los principales de la
ciudad, que en este momento Cortés se percata de la enemistad entre los cholultecas y
los tlaxcaltecas. Entonces, Cortés, de acuerdo con Bernal, se dirige a los españoles y les
dice: "Paréceme, señores, que antes que entremos en Cholula que demos un tiento con
buenas palabras a estos caciques y papas, e veamos qué es su voluntad, porque vienen
murmurando de estos nuestros amigos de Tlascala [...] porque yo, señores, habéis
entendido lo que nos han dicho los tlascaltecas, que son bulliciosos, será bien que por
que le dieron los tlaxcaltecas de que éstos "son bulliciosos". El relato del narrador de
tlaxcaltecas Cortés diseña una estrategia para tratar a los de Cholula. El relato de Bernal
Díaz deja ver que la decisión de Cortés en gran medida está determinada por la
advertencia de los aliados. Vale recordar que los tlaxcaltecas actúan de este modo
porque ven en la alianza con los españoles la posibilidad de vencer al enemigo común:
hubiesen trabajado en conjunto con los españoles. Al igual que en el caso de doña
Marina resolver estar con los españoles es sinónimo de libertad y no un acto de traición.
Castillo al respecto de que Hernán Cortés seguía las informaciones de los tlaxcaltecas
para tomar las decisiones más oportunas para el trato con la gente de Cholula. Comenta
que cuando llegaron unos indios cholultecas mal ataviados a presentarse ante Cortes los
24
tlaxcaltecas le hicieron notar que aquella forma era un "...nuevo indicio de su mala
intención..." y que "...Hernán Cortés no los quiso admitir, antes mando que se volviesen
luego, diciendo en presencia de los mexicanos:. que sabían poco de urbanidad los
caciques de Cholula, pues querían enmendar un descuido con una descortesía" (Solís: p.
palabras. Describe que Hernán Cortés vio a cuatro macehuales que llegaban a Tlaxcala
sin bastimento y "con la respuesta seca. Los caciques están enfermos y no pueden viajar
a presentar sus ofrendas al Teúl" (p. 142). No hay adornos ni juicios ni sentencias de
índole moral como sí existen en el caso de Antonio de Solís. Bernal, en este sentido,
los hechos y los narra conforme recuerda fueron sucediendo. Solís tiene ya un panorama
más completo de los sucesos y por lo mismo, puede abrir este mismo pasaje con la
certeza de que "...Motezuma, sin resolverse a tomar las armas contra los españoles,
trataba de acabar con ellos, sirviéndose del ardid primero que de la fuerza" (Solís: p.
142). El caso del narrador de Cambio de piel se ciñe más a la presentación de los
sucesos de acuerdo con la forma en que Bernal los narra; se van construyendo conforme
Cholula de 1519. La diferencia fundamental entre los cronistas y Carlos Fuentes radica
determinación de Hernán Cortés al respecto del trato hacia la gente de Cholula; aunque
en ambos casos lo que se intente y logre sea exaltar la heroicidad de los españoles. La
influida por los intereses ideológicos de las respectivas épocas; así como perfilada por la
tendencia personal.
25
apunta hacia una versión ilustrada de los sucesos en donde se hace hincapié en la
defensa de los antiguos mexicanos y se explica la alianza de los tlaxcaltecas con los
las razones que tuvieron los tlaxcaltecas para combatir a los de Cholula y por lo mismo,
histórico mesoamericano. Explica que el señorío de Cholula había sido por mucho
tiempo, libre y aliado de la gente de Tlaxcala, pero señala que cuando llegaron los
españoles los cholultecas estaban confederados a los mexicah y que por ello mismo,
eran enemigos implacables de los tlaxcaltecas: "la causa de esta enemistad había sido
una torpe traición de los cholultecas en una batalla que como aliados de aquella
república tuvieron contra los mexicanos". Razón demás para que hayan advertido a los
con el trato esperado; es decir, existen antecedentes históricos muy claros para que se
comprenda la rivalidad entre los señoríos y la ventaja que suponía para los de Tlaxcala
la alianza con los españoles. La presentación que hace Clavijero de la advertencia de los
tlaxcaltecas hacia los españoles sobre el carácter de los cholultecas aparece teñida de
una profunda comprensión del contexto mesoamericano en el que están insertos estos
El deseo de venganza sumado a la tiranía contra la que habían estado luchando los
tlaxcaltecas para no ceder a las presiones de los mexicah parecen ser los motivos
venganza. Una venganza que sólo puede explicarse en el contexto de la historia de los
aporta una nota de incredulidad en Hernán Cortés que carece de fundamento histórico.
para estudiar la heroicidad tlaxcalteca en ningún momento Hernán Cortés dudó de las
informaciones que provenían de sus aliados. Por el contrario, iban determinando sus
historia de la conquista apunta hacia una revalorización que los sitúe como actores
propia derrota. La praxis literaria de Cambio de piel en contraste con los discursos
entenderse tal acto de traición, sino como una liberación. Si se ha sostenido durante
tantos siglos que los indígenas fueron las "víctimas" de la empresa conquistadora habrá
que empezar a ver que al apropiarse de los objetivos de las huestes españolas se estaban
rebelando contra un sistema que les venía oprimiendo desde hacia casi un siglo, a pesar
de que el señorío de Tlaxcallan había logrado ser independiente, así como los señoríos
27
tlaxcalteca con los españoles y ver en esta advertencia el logro de los propios fines
debe afirmarse que la heroicidad es compartida. Los tlaxcaltecas al aliarse con los
pertenecían en aras de una construcción más justa, aunque en el devenir histórico de los
sucesos históricos en efecto hayan sido vencidos; sin embargo, existe un intercambio
asimétrica de poder se pasó a otra, pero ello no significa que los aliados de Hernán
Cortés y sus huestes no hayan obtenido una ganancia, por tanto, que ellos no hayan
visto la utilidad en las alianzas y pacto de sangre con los españoles. Paralelamente a las
alianzas se van fundando familias y con éstas, se va constituyendo una nueva sociedad.
Bibliografía citada
Díaz del Castillo, B., Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Madrid:
Feijoo, B. J., ―Glorias de España. Primera parte‖ en Teatro crítico universal, t. IV,
García Cárcel, R., La leyenda negra. Historia y opinión, Madrid: Alianza, 1992.
Harris, O., The coming of the white people. Reflections on the Mythologisation of
Lameiras, O., "La guerra en el México antiguo", Arqueología mexicana, vol. 1, núm. 4,
—., De palabra y de obra en el Nuevo Mundo, t.2, Siglo XXI, Madrid, 1992.
Ordiz Vázquez, J., El mito en la obra narrativa de Carlos Fuentes, León: Universidad
Tietz, M., ed., Los jesuitas españoles expulsos. Su imagen y su contribución al saber
sobre el mundo hispánico en la Europa del siglo XVIII, Madrid, Vervuert, 2001.
Todorov, T., La conquista de América. El problema del otro, México: Siglo XXI, 1998.
Towsend, C., "Burying the White Gods: New perspectives on the conquest of México",
<http://www.historycooperative.ora/iournals/ahr/108.3/townsend.html>
29
Villoro, L., Los grandes momentos del indigenismo, México: FCE, 1996.