Gregorio Nacianzeno
Gregorio Nacianzeno
Gregorio Nacianzeno
toma cuerpo, el invisible es visto, se hace tangible el intangible, comienza quien está
fuera del tiempo.
Acontece lo que ninguna razón podría pensarlo, se despliega el misterio que sólo el
corazón puede entenderlo.
Que se escandalicen los judíos, búrlense los griegos, hablen sin mesura los herejes.
Pero tales acontecimientos sucederán más tarde. Ahora es la fiesta de la Teofanía o
Natividad…
Centrar los ojos, el corazón en lo que verdaderamente es importante, lo que acontece, no
perdernos en lo periférico, unir el corazón a la verdadera fiesta. Ese no es su sentido,
además que también otros pasan situaciones más duras: Y todo ello mientras otros,
formados del mismo barro nuestro y con nuestra misma composición, pasan hambre y
fatiga a causa de su pobreza.
…deseoso el Logos artífice de mostrar un ser viviente formado de ambas cosas, es
decir, de una naturaleza visible y otra invisible, crea al hombre: toma el cuerpo de una
materia ya creada y le introduce su propio espíritu -lo que la Escritura llama alma
inteligente e imagen de Dios. Era como un segundo mundo, un mundo grande en uno
pequeño.
Finalmente, tuvo el hombre necesidad de un remedio más eficaz, pues sus
enfermedades
se hicieron más graves…
Como tales cosas requerían un remedio mayor, mayor lo recibieron. Tal remedio fue
el mismo Hijo de Dios, que es eterno, invisible, insondable, incorpóreo, principio del
principio, luz que de la luz, fuente de la vida y de la inmortalidad, expresión del
prototipo de belleza, sello inmóvil, imagen inmutable, fin y palabra del Padre.
Acciones de su encarnación
Voluntad del Padre y su libertad