Carta A Mi Abuela

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Querida Abuela o como suelo decirte Má Carmen

Hoy estoy sentada aquí sentada frente a este papel escribiendo y pensando en lo
rápido que es que pasa el tiempo. Te escribo esta carta que en realidad es un
mensaje de amor, o eso es lo que yo te quiero trasmitir a la hora que la leas.

Por mucho que quisiera, el reloj de la vida no se detiene, y pareciera que fue ayer
cuando me ibas a dejar y a recoger al colegio, cuando de regreso me comprabas
algún dulce, cuando ibas a mi paso, cuando me cargabas porque me dolían los
pies, cuando aguantabas mis berrinches, por las muchas veces que a pesar de lo
mal que te estuviera tratando la vida, tenías esa sonrisa que trasmitías y por ende
me hacías sonreír. Esa hermosa sonrisa, recuerda que esa sonrisa trasmite paz y
sobre todo amor a tus nietos.

Te agradezco porque a pesar de que el amor de mis padres nunca me falto y


usted lo recalco muchas veces, tu estuviste ahí, dándome un poquito más tal vez
mas del que me merecía gracias, al igual porque no me dejaste sola, y me dabas
ese cálido abrazo cuando todo creía que iba mal, en el cual me sentía protegida y
que nunca nada me iba a pesar, porque a pesar de que, hubo una rotunda
diferencia entre los demás nietos con mis hermanos y conmigo, tu nos enseñaste
a que debíamos de ser compartidos que un pequeño dulce o galleta era para mis
hermanos y para mi gracias, que no debíamos de ser groseros con los demás, que
debíamos de respetar a los demás, y que mostráramos una buena cara a pesar de
lo mal que nos estuviera yendo, también por esas historias que nos contabas,
esas anécdotas, esos recuerdos del como es que usted y mi abuelo se
conocieron, el como empezaron a formar el hogar en el que vive, el cómo es que
de poco a poco fueron logrando todo lo que tienen ahora.

Gracias por que me enseñaste a que es malo mentir y sobre todo robar, muchas
gracias, de igual manera gracias por esas veces que a pesar de que no hacia
nada malo o eso creía yo, le decías a mi papa y me reprendía gracias porque
gracias a ti Má Carmen soy la chica que soy ahora, responsable y una buena hija
(o eso espero) para mis padres, que están orgullosa de mi y no solo de mi sino de
todos mis hermanos.
También sin mencionar gracias por compartir esa receta de la mole, por
enseñarme y explicarme el cómo es que se debe de hacer, por los postres que me
compartiste, por las tardes llenas de pláticas, por los desayunos por estar ahí
cuando me enojaba con mi mama y me iba a la cocina a pasar un rato sin siquiera
emitir una palabra y tu estabas ahí, cuando me ensañaste a cocer o el intento de
ello muchas gracias Má Carmen por estar siempre ahí.

Es cierto que ya soy una adulta formada y responsable, pero te sigo necesitando y
queriendo como una niña.

Hace unos cuantos años que ya no pasamos tiempo juntas como antes y echo de
menos las tareas en las que estábamos en el sofá tomando café, y esas charlas,
echo de menos tus historias de familia, pasando viejas fotografías de personas
que ni siquiera yo conocía, pero que en el fondo forman parte de mi vida

No quiero que te apartes de mí y de todos nosotros, no quiero que te alejes,


porque necesito ir de tu mano o que vayas a mi costado para caminar mucho más
segura.

Y quiero que sigas tan cerca de mi como cuando nos cantabas o nos contabas
cuentas para que pudiéramos dormir, o como cuando me ensañaste a ser feliz y
disfrutar de la vida a pesar de los problemas.

Gracias por todas esas enseñanzas y experiencias que te enseño la vida y que
tuve la dicha de que me pudieras compartir un poco de ello, muchas gracias
Mamá Carme, y quiero seguir aprendiendo de ti, cada día de mi vida y de la tuya
hasta que Dios lo decida.

Si más que decir me despido de ti, y agradezco todo eso.

Te quiero mucho abuela, aunque no solo decirlo a menudo.

Me despido de ti, y cuídate.

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