Carnaval y Taky Ongoy

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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO

ESCUELA DE POSGRADO
PROGRAMA DE MAESTRÍA

MAESTRÍA EN CIENCIAS SOCIALES

TESIS

TRADICIONES SOCIOCULTURALES CHANKAS EN EL AFIANZAMIENTO


DE LA IDENTIDAD REGIONAL EN LA PROVINCIA DE
ANDAHUAYLAS - APURIMAC

PRESENTADA POR:
OLINDA SUAÑA DIAZ

PARA OPTAR EL GRADO ACADÉMICO DE:

MAGISTER SCIENTIAE EN GESTIÓN DE PROGRAMAS SOCIALES

PUNO, PERÚ

2017
ÁREA: Cultura y sociedad. Puno, 14 de julio de 2017
TEMA: Sabiduría milenaria en el contexto de las políticas sociales.
LÍNEA: Cultura y sabiduría popular.
DEDICATORIA

A mis amados padres: Sebastián y Juliana quienes con

ejemplo y dedicación forjaron la profesionalización de sus

hijos; mis hermanos: Yanet, Nilda, Luis, Nivardo, Clemencia

y toda mi familia extensa, quienes siempre están en todo

momento de mi vida y velando con dedicación mi éxito

profesional.

A Luz Belinda, la hija que dio sentido a mi vida, ella

comprendió cuando el estudio y el trabajo ocuparon gran

parte de mi tiempo.

A Pedro, mi esposo, por su amor y apoyo

incondicional en el logro de mis metas, con quien

además compartimos reflexiones y

preocupaciones académicas y de trabajo sobre

la realidad sociocultural de nuestro país.

i
AGRADECIMIENTOS

- A la Universidad Nacional del Altiplano, a los docentes y a mis compañeros

de la Maestría en Ciencias Sociales, con quienes compartimos reflexiones

académicas y de responsabilidad social con nuestra sociedad.

- A la población Andahuaylina y líderes de la sociedad andahuaylina quienes

orgullosamente son defensores de la identidad Chanka.

- Nuestro agradecimiento sincero a las cuadrillas de negrillos, comparsas del

carnaval rural y urbano quienes colaboraron con mucho empeño durante el

proceso de investigación.

- Asimismo nuestro agradecimiento a la Universidad Nacional José María

Arguedas que mediante la oficina de investigación promovió la

investigación. Nuestro agradecimiento también va para los estudiantes del

curso de cultura andina e interculturalidad de la UNAJMA, quienes

aportaron a esta investigación con su valiosa reflexión sobre la identidad

Chanka.

ii
ÍNDICE GENERAL

Pág.

DEDICATORIA ................................................................................................I

AGRADECIMIENTOS .....................................................................................II

ÍNDICE GENERAL.........................................................................................III

ÍNDICE DE CUADROS ................................................................................. VI

ÍNDICE DE FIGURAS .................................................................................. VII

ÍNDICE DE ANEXOS .................................................................................. VIII

RESUMEN .................................................................................................... IX

ABSTRACT .................................................................................................... X

INTRODUCCIÓN ............................................................................................1

CAPÍTULO I

PROBLEMÁTICA DE LA INVESTIGACIÓN

1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ................................................ 3

1.2 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA .................................................... 4

1.2. 1 Pregunta general ............................................................................... 4

1.2. 2 Preguntas específicas ....................................................................... 4

1.3 JUSTIFICACIÓN ................................................................................ 5

1.4 OBJETIVOS....................................................................................... 6

1.4.1 Objetivo general................................................................................. 6

iii
1.4.2 Objetivos específicos ......................................................................... 6

1.5 HIPÓTESIS........................................................................................ 6

1.5.1 Hipótesis general ............................................................................... 6

1.5.2 Hipótesis específicas ......................................................................... 7

CAPITULO II

MARCO TEÓRICO

2.1 ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN ...................................... 8

2.2 MARCO TEÓRICO REFERENCIAL ................................................ 10

2.2.1 La cultura y patrimonio cultural ........................................................ 10

2.2.2 Cultura viva: Resistencia y continuidad cultural ............................... 17

2.2.3 Identidad cultural, historia y memoria colectiva Chanka .................. 20

2.2.4 Historia y memoria colectiva de la civilización Chanka .................... 22

2.3 MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL ................................................. 30

CAPÍTULO III

METODOLOGÍA

3.1 MÉTODO Y LUGAR DE ESTUDIO .................................................. 35

3.2 ACCESO AL CAMPO....................................................................... 36

3.3 POBLACIÓN Y SELECCIÓN DE INFORMANTES ........................... 37

3.4 ESTRATEGIAS DE RECOGIDA Y REGISTRO DE DATOS............. 37


iv
3.5 ANÁLISIS DE DATOS ...................................................................... 38

CAPÍTULO IV

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

4.1 ESCENARIO ECONOMICO PRODUCTIVO Y SOCIOCULTURAL DE

LAS TRADICIONES ANDAHUAYLINAS ....................................................... 39

4.2 TRADICIONES SOCIOCULTURALES COMO ELEMENTOS

CONSTITUTIVOS Y DE EXPRESIVIDAD DE LA IDENTIDAD CULTURAL

CHANKA ....................................................................................................... 42

4.2.1. Niñuchanchik (nuestro niño) ............................................................ 44

4.2.2. La danza de los Negrillos................................................................. 65

4.2.3. Danza de tijeras ............................................................................... 75

4.2.4. La fiesta del carnaval andahuaylino ................................................. 78

4.3 LAS TRADICIONES SOCIOCULTURALES Y SU ROL EN LA

CONSTITUCIÓN Y CONSOLIDACIÓN DE LA IDENTIDAD REGIONAL .... 101

CONCLUSIONES .......................................................................................115

RECOMENDACIONES ...............................................................................118

BIBLIOGRAFÍA ...........................................................................................120

ANEXOS .....................................................................................................126

v
ÍNDICE DE CUADROS

Pág.

1. Delegaciones -pasacalle del Pukllay-Andahuaylas 2015 ............................ 87

vi
ÍNDICE DE FIGURAS

Pág.

1. Cargontes del Niño Jesús de Praga-Chihuampata 2015 ............................ 47

2. Víspera Niño Jesús de Praga-Chihuampata 2015 ....................................... 57

3. Cuadrilla de Negrillos-Chihuampata 2015 .................................................... 62

4. Cuadrilla de Negrillo-San Jerónomo 2015 ................................................... 62

5. Pirámide Humana en Cataluña-España ....................................................... 63

6. Danzante de Tijeras-Chihuampata 2015 ...................................................... 77

7. Pukllay-Pasacalle Andahuaylas 2015 ......................................................... 86

8. Carnaval Originario-Andahuaylas 2015 ...................................................... 90

vii
ÍNDICE DE ANEXOS

Pág.

1. Guía de entrevista ...................................................................................... 127

2. Guía de observación .................................................................................. 128

3. Fotografías de danzantes de la fiesta de Niño Jesús de Praga -Talavera

2015 ............................................................................................................... 129

viii
RESUMEN

Andahuaylas, localidad andina del departamento de Apurímac, espacio donde

se realizó entre el 2015-2016 el trabajo de investigación de las tradiciones

socioculturales en la consolidación de la identidad Chanka, con el objetivo de

explicar las formas de persistencia y continuidad cultural de dichas tradiciones

en la consolidación de la identidad Chanka. Optamos por la postura

epistemológica hermenéutica-interpretativa, desde la metodología cualitativa

haciendo uso del método hermenéutico y fenomenológico, la recolección de

datos fue mediante entrevistas, observación directa y participante, aplicados a

una muestra cualitativa considerando estratos sociales de la población urbana

y rural, tamaño determinando por saturación. Teniendo como unidades de

análisis las familias urbanas y rurales, la fiesta de los carnavales y la festividad

del Niñuchanchik. Obteniendo como resultado que los elementos de persistencia

y continuidad de las tradiciones socioculturales andinas al tomar vigencia a

través, de la festividad católico del Niñuchanchik, la festividad de los carnavales

y de su cultura viva e idioma nativo se convierten en ejes esenciales en la

construcción y afirmación de la identidad regional. En conclusión las tradiciones

socioculturales Chanka proclama como elementos constitutivos y expresión de

identidad, su cultura viva expresado en la en la vigencia del quechua Chanka,

festividad del Niñuchanchik y los carnavales, jugando un rol fundamental en la

consolidación de la identidad regional mediante la formación de movimientos

sociales y su búsqueda del desarrollo.

Palabras clave: Consolidación, continuidad cultural, identidad Chanka,

persistencia cultural, tradiciones socioculturales.


ix
ABSTRACT

Andahuaylas, Andean city of the region of Apurímac, place where has done

between 2015-2016 the investigation`s work of sociocultural and identity

traditions in the Chankas, it was the consolidation, with the aim of explaining the

ways of persistence and cultural continuity of these traditions in the

consolidation of Chanka identity. We decided for the hermeneutic-interpretative

epistemological position, from the qualitative methodology, the data collection it

was through interviews, direct observation and participant, applied to a

qualitative sample considering strata of the urban and rural population, size

determined by saturation. We are taking as units of analysis urban and rural

families, the carnival`s festivals and the Niñuchanchik`s festival. The results

show that the elements of persistence and continuity of the Andean

sociocultural traditions is when taking effect through the Niñuchanchik`s

Catholic festival, the carnival`s festivity and their living culture and native

language are very essentials as axes in the construction and affirmation of the

regional identity. In conclusion, the sociocultural traditions Chanka proclaims as

constitutive elements and expression of identity, its living culture expressed in

the validity of the Quechua language Chanka, the Niñuchanchik`s festivity and

carnival`s, are fundamental role in the consolidation of regional identity through

the formation of social movements and their search for development.

Keywords: Consolidation, cultural continuity, Chanka identity, cultural

persistence, sociocultural traditions.

x
INTRODUCCIÓN

Este trabajo de investigación nace de la necesidad de comprender las

tradiciones socioculturales como elementos constitutivos y de expresividad de

de la identidad Chanka y su rol en la consolidación de la identidad regional.

La importancia del estudio destaca en la teorización de las manifestaciones

culturales de las poblaciones andinas desde las ciencias sociales,

considerando la confluencia de elementos andino ancestral y colonial-criollo en

la afirmación y consolidación de la identidad individual y colectiva.

Nuestro interés por realizar este estudio fue con el propósito de identificar y

analizar los elementos constitutivos y de expresividad de la identidad cultural

Chanka en la provincia de Andahuaylas, asimismo, analizar el rol que juegan

los elementos constitutivos y de expresividad en la consolidación de la

identidad regional en la provincia de Andahuaylas.

La metodológica de esta investigación optó por una interpretación cualitativa de

los significados de las tradiciones socioculturales Chanka y su rol en la

consolidación de la identidad mediante la recolección de información a través

de entrevistas, observación directa y participante, aplicados a una muestra

cualitativa considerando estratos sociales de la población urbana y rural,

tamaño determinando por saturación. Teniendo como unidades de análisis las

familias urbanas y rurales, la fiesta de los carnavales y la festividad del

Niñuchanchik y análisis y datos secundarios. Teniendo como unidades de

análisis las familias urbanas y rurales, asimismo las fiestas tradicionales como

1
los carnavales y la festividad del niñuchanchik, abarcando como periodo de

estudio desde el año 2015 al 2016.

El trabajo está organizado en cuatro capítulos, presentando en el capítulo I:

Problemática de la investigación. En el capítulo II: desarrollamos el marco

teórico. La metodología se presenta en el capítulo III y en el capítulo IV

presentamos los resultados y discusión.

2
CAPÍTULO I

PROBLEMÁTICA DE LA INVESTIGACIÓN

1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

En la historia es conocido el enfrentamiento de los Chankas contra la

invasión incaica, también es conocido el “taki onqoy”, sublevación de

resistencia indígena contra la opresión colonial. En Andahuaylas es donde se

quebró la reforma agraria de Velasco Alvarado dando paso a que las tierras de

las haciendas sean de las comunidades campesinas y luego las comunidades

la distribuyan a favor de las familias.

Es en este contexto que se expresan y desarrollan la persistencia y continuidad

de las tradiciones socioculturales de la identidad Chanka expresados en mitos,

las festividades de los pueblos andahuaylinos, en las danzas de negrillos,

inkachas y huaylillas.

Los danzantes de tijeras (Ayacucho, Huancavelica y Apurímac) también son

expresiones de resistencia cultural, ellos desafían a la vida y a la resistencia

3
humana para demostrar la fuerza, la energía ante los desafíos que se le

presenten, hecho que lleva a la iglesia católica a demonizarlas y

desprestigiarlas.

Encontramos también las celebraciones del carnaval urbano y rural, conocido a

nivel nacional como el pukllay. Debemos señalar también las celebraciones de

fiestas epopéyicas de la historia regional como las escenificaciones de Sondor

Raymi en Pacucha y la escenificación histórica de Uranmarca, convirtiéndose

en espacios sociales de reactualización de la memoria histórica sobre sus

orígenes e identidad Chanka.

El estudio de las tradiciones socioculturales de los pueblos no es solamente el

reconocimiento de su existencia y difusión como herencia cultural, es también

entenderlos como componentes esenciales de una matriz cultural histórica

propia que juega un rol fundamental en la forja de las identidades culturales,

que sin las cuales la construcción del bienestar colectivo no sería posible.

Por estas consideraciones, el problema de investigación se ha delimitado en

las siguientes interrogantes planteadas.

1.2 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

1.2. 1 Pregunta general

¿Cuáles son las tradiciones socioculturales chankas en el afianzamiento

de la identidad regional en la provincia de Andahuaylas, departamento

de Apurímac?

1.2. 2 Preguntas específicas


4
¿Cuáles son los elementos constitutivos y de expresividad de la

identidad cultural Chanka en la provincia de Andahuaylas, departamento

de Apurímac?

¿Qué rol juegan los elementos constitutivos y de expresividad en la

consolidación de la identidad regional en la provincia de Andahuaylas,

departamento de Apurímac?

1.3 JUSTIFICACIÓN

La relevancia académica de esta investigación contribuye a la

comprensión y sistematización de las tradiciones socioculturales en la

consolidación de la identidad Chanka, así como las formas de persistencias y

continuidad de las tradiciones culturales andinas en la construcción de la

identidad regional en busca del desarrollo local y regional.

La investigación también amplía las posibilidades de estudios de resistencias

culturales a través de la memoria oral, festividades y danzas como elementos

constitutivos y de expresividad de la identidad cultural.

En las ciencias sociales tenemos la responsabilidad de teorizar los

conocimientos ancestrales expresados en diversas tradiciones culturales,

conocimientos que hoy en día están vigentes contribuyendo al desarrollo

nacional y que no han sido estudiados en su real dimensión en la generación

del conocimiento científico, por lo que esperamos aportar en su construcción

teórica.

5
1.4 OBJETIVOS

1.4.1 Objetivo general

Explicar las tradiciones socioculturales chankas en el afianzamiento de

la identidad regional en la provincia de Andahuaylas, departamento de

Apurímac

1.4.2 Objetivos específicos

Identificar y analizar los elementos constitutivos y de expresividad de la

identidad cultural Chanka en la provincia de Andahuaylas, departamento

de Apurímac.

Analizar el rol que juegan los elementos constitutivos y de expresividad

en la consolidación de la identidad regional en la provincia de

Andahuaylas, departamento de Apurímac.

1.5 HIPÓTESIS

1.5.1 Hipótesis general

Las formas de persistencia y continuidad de las tradiciones

socioculturales chankas en el afianzamiento de la identidad regional se

constata en los componentes esenciales de su cultura y tradición

ancestral, los mismos que asumen formas de expresividad en las

actividades festivas.

6
1.5.2 Hipótesis específicas

Los elementos constitutivos y de expresividad de la identidad cultural

Chanka están expresados en la memoria mítica e histórica colectiva

rememorándola en gestas heroicas legendarios como también en su

cultura viva enraizadas en sus tradiciones propias expresadas en

eventos sociales y festivos y la mantención de la lengua materna.

Los elementos constitutivos y de expresividad juegan un rol fundamental

en la consolidación de la identidad Chanka expresados como en el

sentimiento de pertenencia histórica a un territorio y un pueblo los que se

constituyen en energías sociales para vertebrar un proyecto de bienestar

sostenible para Andahuaylas y la región.

7
CAPITULO II

MARCO TEÓRICO

2.1 ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN

Existen trabajos previos relacionados a temas culturales de los andes,

como los estudios antropológicos, sociológicos, y en general temas de las

ciencias sociales que orientan este trabajo de investigación como es el trabajo

de Peyloubet, Barea, & O'neill (2006) en su trabajo sobre resistencia cultural,

presentando un enfoque alternativo del valor del hábitat popular materializado

en arquitectura de alto contenido simbólico planteados desde enfoques

antropológicos y sociológicos, el estudio fue realizado en Chile.

Por otro lado Schmidt (2002), en su trabajo presenta un panorama de las

teorías culturales formuladas por investigadores de América Latina, desde el

concepto de mestizaje hasta heterogeneidad cultural, así como sobre las

culturas híbridas propuesto por García Canclini y las modificaciones del

concepto "híbrido" planteados por Zires y los debates de posmodernidad

latinoamericana entre Paz, Martin Barbero, Brunner, García Canclini, Monsiváis


8
entre otros. En este trabajo la autora hace una evaluación de los conceptos

discutidos por la antropología y la etnología.

La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, presenta

el trabajo de Rey (2009) referido a las industrias culturales y desarrollo, en el

que plantea que las industrias culturales en su influencia en el proceso de

desarrollo generan rentabilidad y empleo, resaltan la creatividad social y

encuentran fortalezas en las culturas locales. Asimismo, plantea que no existe

una disyuntiva entre el reconocimiento de la diversidad y la unificación del

Estado, pero tampoco hay una disyuntiva entre respetar la diversidad y

mantener la paz, o entre promover la diversidad cultural y otras prioridades del

desarrollo. (p.17)

Desde una perspectiva antropológica el trabajo de Pérez (2012) explora el

significado de los "raymis" (festivales) como identidad cultural y resistencia en

las comunidades andinas del Cusco, Pérez señala que un estudio de este tipo

es importante por el activo papel de la industria turística como base de la

economía política local del Valle Sagrado de los Incas y por la participación

activa de las autoridades tradicionales (varayok) como representante políticos

de sus comunidades en la escenificación de los rituales para el turismo. (p.29)

El trabajo de Bravo, referido al milenarismo y resistencia cultural pone en

conicimiento que el discurso popular ha sido capaz de conservar unas

categorías mentales que consideran al tiempo y al espacio desde una

perspectiva propia y diferente a la de la cultura occidental, a pesar de la

asimilación de esquemas impuestos o adquiridos en un largo proceso de

9
aculturación los hombres de los Andes han mantenido su identidad cultural.

(2009, p.285)

Desde las ciencias sociales Espeche, revisa la articulación de la política y la

cultura con las ciencias sociales, en el periodo que abarca desde la

modernidad negativa hasta la posmodernidad, identificando los cambios

producidos en las concepciones científicas de lo social en el contexto de sus

condiciones históricas particulares. (2003, p.47)

2.2 MARCO TEÓRICO REFERENCIAL

2.2.1 La cultura y patrimonio cultural

En la historia epistemológica de la cultura como objeto de estudio

fundamental de la Antropología, hemos transitado por tres enfoques

metodológicos: el evolucionismo, el estructuralismo y el simbolismo. Los

dos primeros son denominados enfoques descriptivos de la cultura por

que se ocupan de la creación material del hombre, de sus

comportamientos de vida cotidiana, de las formas y estilos de vida, es

decir, de lo visible y observable del comportamiento humano. Mientras

que el tercero denominado subjetivista, porque se ocupa de la

subjetividad e intersubjetividad humana, en el marco de las interacciones

sociales del hombre.

Es así que en palabras de Guerrero (2002) respecto al objeto de estudio

de la antropología mensiona:

10
La realidad del mundo hace que necesitemos de nuevos referentes

para entender las producciones humanas, puesto que existen

procesos que obligan a tener que considerar otras realidades que

antes no eran "objeto de estudio" de la antropología, que entendía la

realidad del mundo y la cultura bajo conceptualizaciones de totalidad,

universalistas, positivistas y racionalistas, propias de un momento

histórico concreto que respondía a los intereses del modelo

civilizatorio de Occidente que la instrumentalizaba. Hoy como

consecuencia de la insurgencia de las diversidades sociales,

asistimos al derrumbe de las concepciones totalizantes, universalistas

y homogeneizantes abriendo paso a la consideración de la alteridad,

la diversidad, la pluralidad y la diferencia como ejes centrales para

entender la riqueza de la vida. (p.80).

En la época denominada posmoderna o contemporánea, las nuevas

teorías sociales como la fenomenología, el simbolismo, el cognitivismo,

el interaccionismo simbólico y la etnometodología; se ocupan del actor

social, de la experiencia humana, la vida cotidiana, la interacción social,

la subjetividad y el sentido común. En este espacio de las microteorías

sociales destaca el simbolismo de Geertz (1973) que define la cultura

desde el enfoque semiótico y simbólico:

Creyendo, (...) que el hombre es un animal inserto en tramas de

significación que él mismo ha tejido, considero que la cultura es esa

urdimbre y que el análisis de la cultura ha de ser por lo tanto, no una

11
ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa

en busca de significaciones. Lo que busco es la explicación

interpretando expresiones sociales que son enigmáticas en su

superficie. (p. 20).

Del mismo modo Thomson (1998) desde la concepción simbólica define:

La cultura es el patrón de significados incorporados a las formas

simbólicas-entre las que se incluyen acciones, enunciados y objetos

significativos de diversos tipos-en virtud de los cuales los individuos

se comunican entre sí y comparten sus experiencias, concepciones y

creencias. (p.197).

Es decir desde este enfoque "la cultura tendría que concebirse, al menos

en primera instancia, como el conjunto de hechos simbólicos presentes

en una sociedad" (Giménez, 2005.p. 67). Pero ¿qué es lo simbólico?

(…) lo simbólico es el mundo de las representaciones sociales

materializadas en formas sensibles, también llamadas "formas

simbólicas", y que pueden ser expresiones, artefactos, acciones,

acontecimientos y alguna cualidad o relación. En efecto todo puede

servir como soporte simbólico de significados culturales: no solo la

cadena fónica o la escritura sino también los modos de

comportamiento, prácticas sociales, usos y costumbres, vestido,

alimentación, vivienda, objetos y artefactos, la organización del

espacio y del tiempo en ciclos festivos, etcétera. (Giménez, 2005, p.

68)
12
Para abordar la dimensión cultural de las tradiciones históricas, festivas,

dancísticas, memoria oral, lingüística, ritual y mítica de los Chankas;

asumimos esta perspectiva simbólica de la cultura, porque nos hace

posible la comprensión del sentido social, la subjetividad y la estructura

significativa que los Chankas han construido sobre su realidad vital.

Para el análisis simbólico interpretativo de la cultura, hay que distinguir

dos dimensiones de lo simbólico: las formas simbólicas interiorizadas o

estructuras mentales interiorizadas y las formas objetivadas de la cultura

o las manifestaciones observables en la vida cotidiana (Giménez 2005).

Esta disquisición nos permite considerar la cultura preferentemente

desde la perspectiva de los actores sociales, y no de los objetos o cosas;

bajo sus formas interiorizadas, y no bajo sus formas objetivadas. (p.80).

Asimismo, hay que entender a la cultura como la dimensión simbólica y

espiritual de naturaleza relativamente autónoma y contextualizada

histórica y estructuralmente; es decir, con una estructura lógica

constituida por elementos fácilmente identificables en el mundo

significativo y comunicativo de la interacción humana. Al mismo tiempo,

entenderla ligada a la dinámica de determinados sectores sociales que

están posicionados en un tiempo histórico concreto.

Así para Guerrero (2002) el análisis de la cultura como sistema simbólico

nos permite:

(…) de lo que se trata es de descubrir su coherencia interna, que es lo

que la caracteriza por ser una construcción sistemática, a fin de

13
encontrar el sentido que se expresa en los actos culturales,

entendidos como diversas formas de discurso social que se expresan

de manera múltiple, tanto en palabras como en acciones. (p.76).

En esta lógica analítica de la dimensión cultural, partimos de la

descripción de las creaciones humanas y las acciones de vida

cotidiana, pero no nos quedamos en esta descripción de la

manifestación material y objetivada de la cultura, sino que

trascendemos hacia la interpretación de los significados que el

hombre ha construido sobre su producción material y sus acciones de

vida. Este mundo de significados está contenido en el complejo de

creencias o cosmovisiones, en los valores o principios vitales y en el

ethos identitario de las poblaciones o colectividades humanas. Este

hecho de trascender lo visible, se le denomina la interpretación de las

interpretaciones; es decir, captar la interpretación que los actores

otorgan a las acciones de su vida, a través del análisis de sus

discursos, de los textos, de las imágenes, de las observaciones y las

historias de vida.

Según los documentos fundamentales para el patrimonio cultural,

publicado por el Instituto Nacional de Cultura, en que se señala:

Entendemos, entonces, que nuestro Patrimonio Cultural no consta

sólo de objetos del pasado ni de las grandes o pequeñas obras que

nos legaron sociedades y generaciones ya desaparecidas. Es mucho

más que eso, pues se engrandece ya que a lo largo de nuestra

14
historia, se van incorporando costumbres, celebraciones, objetos,

creencias, tradiciones, bailes, cantos, lenguas, técnicas, modas, usos

y costumbres y hasta expresiones o modismos, al igual que

elementos ajenos que se procesan, adaptan y aceptan; todo ello

constituye el patrimonio de una cultura viva. (Bacula en INC, 2007,

p.11)

Por lo considerado anteriormente el patrimonio cultural entonces no solo

considera monumentos y objetos coleccionables sino la cultura viva

expresados en las tradiciones orales, festivas, rituales, a los saberes

respecto a la tecnología agrícola, a la artesanía. Asimismo según la

Decisión 588 del 2004 sobre la protección y recuperación del patrimonio

cultural de los países miembros de la Comunidad Andina de Naciones, el

patrimonio cultural se define:

Se entiende por patrimonio cultural la apropiación y gestión de las

manifestaciones materiales e inmateriales heredadas del pasado,

incluyendo los valores espirituales, estéticos, tecnológicos, simbólicos

y toda forma de creatividad, que los diferentes grupos humanos y

comunidades han aportado a la historia de la humanidad.

Patrimonio cultural intangible: comprende las manifestaciones y los

valores culturales y los significados sociales contenidos en la música y

las artes del espectáculo; el leguaje y la literatura; las tradiciones

orales, la toponimia, los festivales folklóricos y de toda naturaleza, los

ritos y las creencias; el arte culinario y la medicina tradicional, entre

15
otros conocimientos y tecnologías tradicionales, que la comunidad

haya reconocido como recurrentes y válidas para identificación y

expresión cultural. (Instituto Nacional de Cultura, 2007 p.444)

Sin embargo, con esta visión no se toma en cuenta el sentido social, la

subjetividad, la dimensión significativa de esas generaciones pasadas;

es decir, lo que es realmente la dimensión cultural de su vida que viene

a ser sus cosmovisiones, su ética y sus ethos identitarios, que están

manifestados y objetivados en ese denominado patrimonio cultural.

En esta perspectiva, nuestra preocupación investigativa se centra en

redescubrir la dimensión cultural (cosmovisiva, ética e identitataria) que

subyacen en estas manifestaciones del denominado patrimonio cultural

(danzas, fiestas, lengua, vestido, mitos y rituales) que las poblaciones

andinas como los Chankas, herederos directos de las generaciones

legendarias del Perú autónomo (periodo pre hispánico) mantienen y

practican en su dinámica humana comunitaria.

Sobre la persistencia y continuidad de esta herencia cultural andina, se

plantea que este hecho es posible debido a que la cultura andina

persiste y se mantiene con vitalidad en estas poblaciones, debido a que

han experimentado un prolongado proceso de evolución cultural en la

crianza de la diversidad del espacio andino, la continuidad social en su

propia espacio histórico geográfico, a su interacción comunicativa en sus

propios códigos lingüísticos, simbólicos y significativos y, asimismo, a la

“incapacidad” de los procesos de dominación de imponer su propia

16
racionalidad en los espacios sociales no útiles para sus propósitos

sociales de dominación. (Alcantara, 2011, p. 34).

2.2.2 Cultura viva: Resistencia y continuidad cultural

En este análisis, es importante enfatizar que la vitalidad de la cultura, se

construye en el marco de la conflictividad; así en la historia de los

Chankas, encontramos legendarios procesos de resistencia cultural por

defender su autonomía y libertad, la que se remonta a la época colonial;

es así que para Rivera Cusicanqui (2010) el Takiy Unquy y el Estado

Inka Rebelde de Willkapampa son dos movimientos de resistencia entre

los años 1530 y 1570:

El Takiy Unquy (qhichwa, lit.: takiy=baile; unquy=enfermedad) fue ante

todo un fenómeno colectivo de resistencia religiosa, que postuló el

radical rechazo a la cristianización y el establecimiento del culto pre-

inkaico de las wak'as o ancestros comunales. En cuanto al segundo,

se trata de un movimiento político de resistencia, que surge en 1536

al mando de Manqu Inka y sus sucesores, y que intenta, a lo largo de

una azarosa existencia, ya sea derrotar y expulsar definitivamente a

los españoles, o bien entablar negociaciones para el reconocimiento

de un Estado Inka paralelo y autónomo. (…) estos episodios nos

muestran el carácter de la resistencia indígena, que vincula

estrechamente una dimensión política (armada o negociada) de la

lucha, con la defensa de un orden simbólico y una cosmovisión

cultural, que se plasman en el ejercicio de prácticas rituales y

17
"costumbres" ancestrales, de las cuales se extrae permanentemente

la fuerza y la legitimidad para cuestionar al orden colonial. (pp. 44-45).

Las resistencias culturales tienen mucha vigencia en los movimientos

sociales y pueblos originarios de Latinoamérica, así el trabajo de

Rodríguez (2008) refiere:

El movimiento indígena se ha ido fortaleciendo a través del hecho de

compartir una historia colonial, y más tarde republicana, caracterizada

por el sufrimiento, la opresión y la resistencia; por la plena

coincidencia de los reclamos y demandas hacia los estados

nacionales; y por promover una agenda política basada en que

constituyen los miembros originarios de la sociedad. (p.11)

Para Smeke de Zonana (2000) los pueblos indígenas de latioamérica

han resistido desde la llegada de los europeos como una forma de

oposición al abuso de los invasores, resistencia que fue la base de su

continuidad cultural manifestado en elementos culturales originarios

sobre los cuales demandan sus derechos.(p.92). Igualmente Rodríguez

(2006) en un trabajo de resistencia, confrontación, negación y exclusión

de los pueblos indígenas en Argentina plantea:

Las demandas asociadas al principio de autodeterminación en el

sentido de que la propia comunidad se constituya en sujeto colectivo

de su propio desarrollo y el principio de autogestión con injerencia en

las decisiones que les afecta son fundamentales para evitar la

exclusión y la marginación a la que se ven sometidos. Los reclamos


18
de los pueblos indígenas permanecen asociados a los derechos

humanos colectivos: reconocimiento a la cultura, a la identidad, a la

propiedad comunal de la tierra, a las asociaciones, a la libre

determinación de los pueblos, a los idiomas, etc. El reconocimiento

de estos derechos constituye una deuda histórica que debe ser

reparado por los Estados nacionales latinoamericanos. (…) (p.9).

Precisamente los reclamos de las poblaciones indígenas frente a sus

derechos es cada vez más visible, sus demandas constituyen la base de

su resistencia y continuidad cultural, que a su vez fortalecerá la

diversidad cultural.

Otro elemento de su continuidad en el tiempo y en la vida de la

población, se debe a que el Estado Peruano, como la señala José

Barbero (2001), en el proceso de constitución de la nación y las

identidades nacionales en Latinoamérica “se hicieron no asumiendo las

diferencias sino subordinándolas a un Estado que más que integrar lo

que supo hacer fue centralizar”. (p. 193). Por esta razón las mayorías

poblacionales y sus tradiciones culturales se mantuvieron postergadas,

proscritas y olvidadas, generándose en ellas desencantos, frustraciones

y la recurrencia a mantención y prácticas de sus tradiciones propias.

En este contexto de diversidad cultural y las tradiciones étnicas de las

poblaciones residentes en las localidades de la región andina, como el

caso que nos ocupa, la Chanka y las poblaciones migrantes hacia la

19
urbe, siguen manteniendo y reproduciendo sus tradiciones al margen de

la institucionalidad oficial.

2.2.3 Identidad cultural, historia y memoria colectiva Chanka

En nuestro país, la diversidad cultural es una característica fundamental

del complejo cultural de la nación, por ello el reconocimiento de la

multiculturalidad y pluriculturalidad, es muy sensible en los mundos

institucionales. Es decir, se reconoce la existencia de colectivos sociales

muy diferenciados los mismos que piensan y sienten en base a matrices

culturales diferentes. Así encontramos, en el espacio de lo oficial,

tradiciones criollas aristocráticas, tradiciones modernas occidentales y

en los espacios no oficiales de subalternidad, están las tradiciones

andinas quechua y aymaras, las tradiciones amazónicas y las

tradiciones afroperuanas.

Las manifestaciones objetivadas de las culturas de estos colectivos

poblacionales del país, se visibilizan a través de la danza, los bailes, las

coreografías, la música criolla, mestiza y nativa, la artesanía textil, la

literatura oral y escrita, las festividades costumbristas, las festividades

religiosas, las lenguas maternas, la gastronomía, la mitología y la

memoria legendaria. En el ámbito nacional y en la época

contemporánea, las más relevantes y que marcan mayor trascendencia,

fuerza y vitalidad, son las tradiciones andinas de raigambre ancestral; las

mismas que por su coherencia interna y capacidad de asimilar

elementos culturales exógenos reinterpretándolos a su propia lógica y

20
contexto, son las que se persisten y dan señales de continuidad en la

historia social de la nación.

Kuper (2001) respecto a la identidad manifiesta:

Pero la identidad no es sólo una cuestión privada. Se debe vivir ahí

afuera, en el mundo, inmerso en un diálogo con los otros. De acuerdo

con los constructivistas, la identidad se fabrica en dicho diálogo, pero

no es ése el modo como se experimenta. Desde un punto de vista

subjetivo, la identidad se descubre dentro de uno mismo e implica

identidad con otros. El yo interior encuentra su hogar en el mundo

participando en la identidad de una colectividad (…) (2001, p.271).

La idea es que la identidad se realiza mediante la participación en la

cultura: "los conceptos de construcción identitaria y cultura" nacieron

juntos como no podía ser de otra forma. (Zygmunt Bauman citado por

(Kuper, 2001, p. 271)

En ese proceso se empiezan a transformar las prácticas culturales, los

modos de vida y las identidades culturales en identidades políticas,

debido a la defensa de derechos étnicos, culturales y territoriales. En

este sentido proponemos una alternativa a la modernidad, empezamos a

hacer lecturas de esas visiones propias del desarrollo, de esas prácticas

que tienen como punto benéfico, por decirlo de alguna manera, el

mantenimiento de paisajes, ecosistemas, la diversidad biológica misma,

como resultado de esas prácticas tradicionales (…). Eso le da validez al

proceso de resolver y hacer frente al conflicto de la interculturalidad


21
desde la construcción de identidades políticas, de identidad y resistencia

cultural y a un proceso de defensa de los derechos étnicos territoriales y

a la construcción de lo que llaman el "contradesarrollo" (Escobar, 2005,

p. 104)

2.2.4 Historia y memoria colectiva de la civilización Chanka

Para hombres y mujeres andahuaylinos el pasado histórico de

pertenecer a una gran civilización Chanka, no pertenece a las

dimensiones de un recuerdo remoto y vacío de significación social y

cultural; más bien constituye un patrimonio vivo y presente. Los iconos

materiales representados por complejos o centros ceremoniales Incas y

Pre Incas visibles en toda la región, los héroes culturales legendarios de

la civilización Chanka y los acontecimientos míticos e históricos de

origen y confrontación interétnicas; constituyen espacios, símbolos y

tiempos de rememoración y celebración viva y actuante que vertebran

las sensibilidades y el orgullo de la idiosincrasia andahuaylina.

Estos referentes míticos e históricos van desde el cuaternario con las

formaciones geomorfológicas de Pancula o “pampa de pabellones” que

señalan la remota evolución de la geología apurimeña, que permiten

imaginar a un ejército de gigantes petrificados del tiempo de los

“purunrunas”, ubicados en el distrito de Pampachiri; los petroglifos y

pinturas rupestres de Lliupapuquio dan cuenta de la presencia temprana

de las sociedades que poblaron el actual territorio andahuaylino en los

remotos tiempos de cazadores y recolectores de camélidos, servidos,

22
mamíferos pequeños y aves. Asimismo, se da cuenta que en el

intermedio tardío (entre 1000 a 1400 a.d.c.) después de la decadencia y

desaparición del imperio Wari, surgen muchos reinos locales repoblando

estos territorios; entre ellos los Hanan y Urin Chankas con sus héroes

legendarios, y a la vez, deidades míticas Uscovilca y Ancovilca,

respectivamente, cuyas ocupaciones poblacionales se caracterizan por

sus grandes asentamientos en la cumbre de los cerros, las

concentraciones de estructuras circulares y las cámaras funerarias

elevadas (chullpas); vestigios diseminados en la sierra central de los

departamentos de Apurímac, Ayacucho y Huancavelica, posible área de

expansión de la denominada “Confederación Chanka” (Bauer, Araos, &

Kellett, 2013). Estos centros de importancia religiosa y militar de los

Chankas, serán ocupados por la expansión Inca, posterior a la derrota

en la batalla de Yawarpampa.

Por otro lado, además de las evidencias materiales dejadas por las

sociedad prehispánicas; otros componentes que permiten construir la

identidad histórica de los Chankas, lo conforman los relatos míticos que

aluden a hechos fundacionales de las sociedades en épocas remotas,

las crónicas coloniales de visitadores, administradores y viajeros, y la

memoria oral que se trasmite a través de generaciones; estos son los

referentes de la hoy denominada Gran Epopeya Chanka, que se

constituye como eje simbólico del ethos identitario Chanka.

23
Los Chankas son un pueblo que data desde la época preincaica que se

asentó en las actuales regiones andinas de Apurímac, Ayacucho y

Huancavelica. Según la memoria mítica en esta área existieron dos

grandes ayllus de los Chankas con características pronunciadas: Uno

denominado, “Hanan" (alto) Chanka y el segundo el "Urin" (bajo)

Chanka; cuyos orígenes míticos se vinculan a las lagunas de

Choclococha, ubicada en el Departamento de Huancavelica.

Los Chankas, se establecieron cohesionados y lograron desarrollar un

importante señorío regional durante el periodo del intermedio tardío,

entre los años 1000 a 1400 d.c., su territorio inicial estuvo ubicado entre

los ríos Pampas y Pachachaca, al expandirse hicieron del área de

Andahuaylas su centro principal, teniendo como capital Huamancarpa

(casa del halcón), a orillas de la laguna Anori, a 35 kilómetros de

Andahuaylas, en las riberas del río Pampas.

Mientras que desde la memoria mítica de los Chankas, se relata las

proezas de valor de los lideres legendarios Chankas, como Uscovilca

que lanzando hondazos hacia lejanos parajes convoca un gran ejército

para marchar hacia el Cusco y que a pesar de haber sido vencidos por el

ejército inca, sus líderes, como Anqowayllo, mantuvieron su espíritu

guerrero y libertario, prefiriendo huir hacia la selva, a lo que hoy sería la

zona de Lamas, quienes hasta la actualidad se autodenominarían

Chankas. Esta memoria actual, es la que apuntala el gran sentimiento de

orgullo de los andahuaylinos por sus antepasados legendarios Chankas;

24
por ello, en muchos pueblos de la región aluden a este sentimiento de

rebeldía y libertad, mediante monumentos al Puma y Anqowayllo o

denominando como Anqowayllo o Chanka a distritos, parques, calles y

entidades públicas. En este sentido Castell (1999) define en términos

sociológicos a la Identidad como “El proceso por el cual los actores

sociales constituyen el sentido de la acción”. Del mismo modo indica

que: “El reforzamiento de las identidades culturales como principio

básico de organización social, seguridad personal y movilización

política”. Asimismo, define las identidades colectivas como los procesos

de construcción de sentido alrededor de un atributo cultural, o un

conjunto relacionado de atributos culturales al que se da prioridad sobre

el resto de las fuentes de sentido. Afirma que lo mismo para un individuo

que para un actor colectivo, puede haber una pluralidad de identidades,

la cual es una fuente de tensión y contradicción, tanto en la

representación de sí mismo como en la acción social. También analiza

que las identidades pueden originarse en las instituciones dominantes,

pero sólo cristalizan como tales si los actores sociales las interiorizan y

construyen su sentido en torno a esta interiorización. Considera a su vez

que, debido al proceso de autodefinición e individualización, son fuentes

de sentido más fuertes que los roles. (p.30)

Por otro lado es necesario destacar el papel de la cultura en el desarrollo

de los pueblos, así Bákula (2010) afirma:

25
La cultura debe avanzar hermanada del desarrollo pues, asumiendo

lo que se ha expresado una y mil veces, es imposible asegurar el

progreso de los hombres y sus sociedades sino tómanos en

consideración la dimensión cultural del desarrollo. Dicho en otras

palabras, para asegurar el camino hacia el desarrollo no se requiere

tan sólo de dinero, infraestructura, materiales y técnicas; el aspecto

espiritual y la base cultural es el elemento sustantivo en toda

propuesta de crecimiento y progreso para los pueblos. (p.47).

Igualmente destacando el papel de la diversidad cultural de América

Latina en el desarrollo Peyloubet, P., Barea, G., & O'neill, T. 2006 (2006)

señalan:

(…) los fenómenos culturales diversos que aún sobreviven en nuestro

territorio latinoamericano responden a un mecanismo de resistencia

cultural que asegura la continuidad de los diversos grupos cuyas

manifestaciones, tangibles e intangibles, lejos de ser un obstáculo

para el desarrollo, constituyen un potencial capaz de conformar

alternativas diversas para dar respuestas más eficientes a los mismos

problemas. (p.65)

En esta perspectiva, en los últimos tiempos la cultura ha comenzado a

redefinir paulatinamente su papel frente a la economía y al desarrollo.

Poco se duda ya acerca de su importancia como inductora de desarrollo

y cohesión social, de su relevante papel ante la cuestión de la diversidad

cultural, la integración de comunidades minoritarias, los procesos de

26
igualdad de género y la problemática de las comunidades urbanas y

rurales marginadas. Se viene reconociendo que la cultura juega un papel

mucho más importante de lo que suponían y constatado que las

decisiones políticas, las iniciativas económicas y financieras y las

reformas sociales, tienen muchas más posibilidades de avanzar con

éxito si simultáneamente se tiene en cuenta la perspectiva cultural para

atender las aspiraciones e inquietudes de la sociedad.

La Conferencia General de la UNESCO del año 1966 que aprueba la

Declaración sobre los Principios de la Cooperación Cultural

Internacional, reivindica que toda cultura tiene una dignidad y un valor

que deben ser respetados y protegidos y que todo pueblo tiene el

derecho y el deber de desarrollar su propia cultura. En esta perspectiva,

hay que relevar dos connotaciones fundamentales; por un lado, precisar

lo que entendemos por cultura de un pueblo, la misma que viene a ser

esa:

Concepción integral y holística que envuelve a cada sociedad, ese

complejo subjetivo y espiritual que determina sus dinamismos o crisis;

esa dimensión simbólica que genera los entusiasmos colectivos, la

cohesión en los individuos del bloque social y la direccionalidad de las

acciones sociales. En otras palabras, es la red o trama de

significación con la que damos sentido a los actos, eventos y

realizaciones de la práctica individual y colectiva, en contextos

27
históricamente específicos y socialmente estructurados. (Alcantara,

2011, pág. 31)

Y por otro lado, que el desarrollar la cultura en las sociedades

contemporáneas, multiculturales y densamente interconectadas, no

puede consistir en privilegiar una tradición, ni simplemente preservar un

conjunto de tradiciones unificadas por un Estado como “cultura

nacional”. El desarrollo más productivo es el que valora la riqueza de las

diferencias, propicia la comunicación y el intercambio – interno y con el

mundo – y contribuye a corregir las desigualdades valorando la

diversidad cultural de los pueblos. (Molano, 2006)

Asimismo, nos es útil para el presente acápite, el concepto de identidad

cultural, el mismo que encierra un sentido de pertenencia a un grupo

social con el cual se comparten rasgos comunes, como costumbres,

valores y creencias. De acuerdo con estudios antropológicos y

sociológicos, la identidad surge por oposición y como reafirmación frente

al otro. Este sentido de identificación y pertenencia se encuentra

frecuentemente vinculado a un territorio, a su cultura, la lengua,

instrumento de comunicación entre los miembros de una comunidad, las

relaciones sociales, ritos y ceremonias propias, a los comportamientos

colectivos, a los sistemas de valores y creencias. El rasgo esencial de la

identidad cultural es su carácter inmaterial y anónimo porque son

producto del accionar de las colectividades.

28
Este sentido de pertenencia a una colectividad, a un sector social, a un

grupo específico de referencia, generalmente está localizado en un área

geográfica original o de destino, la misma que tiene su referente en el

patrimonio cultural, que existe de antemano en su historia y memoria

colectiva. Por lo que la identidad implica, por lo tanto, que las personas

o grupos de personas se reconocen históricamente como actores

participes en su propio entorno físico, social, lingüístico, en la memoria

del pasado, las tradiciones y la visión del futuro colectivo.

Si la identidad cultural se construye y nos fija a un territorio, a una

historia y a una visión de futuro colectivo, la misma que genera cohesión

social y entusiasmos, como también competencias mutuas y rivalidades

con los vecinos; estas pueden convertirse en energías sociales y servir

para encauzar las pasiones y entusiasmos individuales y colectivas por

un proyecto de desarrollo territorial común.

En Andahuaylas, La identidad Chanka, está construida y definida por la

memoria oral en torno a iconos míticos y legendarios como Ancohuayllo

y el puma que recuerdan la historia de valor contra todo sometimiento y

la lucha por la libertad, se reconstruye en la vida cotidiana a través de la

práctica de su lengua materna que socializa cultura y valores originarios,

mediante sus danzas que desafían al miedo y al dolor e infunden fuerza

y espíritu indomable a la niñez y juventud. Este sentimiento y

sensibilidad viva y actuante en la vida de los andahuaylinos, se verbaliza

y patentiza en epónimos de parques, avenidas, instituciones públicas,

29
obras de arte o movimientos culturales y políticos. Como sentido de

pertenencia a un territorio y el accionar sobre él, se inserta en las

denominaciones de los movimientos políticos regionales, que aluden el

uso del idioma quechua, la fuerza y energía Chanka, los valores del

incanato y la fuerza social de los herederos Chankas.

Este ethos identitarios de los andahuaylinos, de autodefinirse como

CHANKAS, es el verdadero patrimonio oral e inmaterial que debería ser

tomado en cuenta como una dimensión fundamental de un proyecto de

desarrollo social territorial sostenible para las regiones de Apurímac,

Ayacuchana y Huancavelicana, espacio socio histórico del

establecimiento de los legendarios Chankas. Para ello, sin duda es

esencial definir un modelo social que energice los recursos y procesos

productivos endógenos, establezca los parámetros de intercambio

equitativo con el exterior, genere bienestar social y convivencia integral

de su población con su medio natural y provea la alegría de disfrutar los

valores que dimanan de su propia cultura: la Andina Quechua Chanka.

2.3 MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL

Los conceptos teóricos que nos serán útiles tanto para el acopio, la

identificación de la información como para la interpretación, serán los

siguientes:

a) Cultura: es la síntesis dinámica en el nivel de la conciencia del individuo o

de la colectividad, de la realidad histórica, material y espiritual, de una

sociedad o de un grupo humano, de las relaciones existentes tanto entre el


30
hombre y la naturaleza, como entre los hombres y las demás categorías

sociales. Las manifestaciones culturales son las diferentes formas por las

cuales esta síntesis se expresa individual o colectivamente, en cada etapa

de la evolución de la sociedad o del grupo humano en cuestión. Se

comprueba que la cultura es el fundamento mismo del movimiento de

liberación, y que sólo las sociedades que preservan su cultura pueden

movilizarse, organizarse y luchar contra la dominación extranjera. (Cabral,

1985, p. 33).

b) Resistencia cultural: es la práctica de significados y uso de símbolos, es

decir, la cultura, para impugnar y combatir un poder dominante, a menudo

la construcción de una visión diferente del mundo en el proceso. La

práctica es tan antigua como la historia. Las Escrituras Hebreas, por

ejemplo, eran un medio cultural con la que crear la identidad judía y luego

mantener esa identidad en la cara de la opresión romana. La teoría

moderna de la resistencia cultural, sin embargo, fue articulada por primera

vez a mediados del siglo XIX por Matthew Arnold. Arnold escribió su

famoso ensayo La cultura y la anarquía en un momento en su Inglaterra

estaba experimentando grandes cambios: la industrialización, la

urbanización y una ampliación del sufragio a las clases

trabajadoras. Mientras que algunos consideran este progreso, Arnold vio el

caos solamente. Pero la cultura, como "lo mejor que se ha pensado y

dicho" (1990 [1869]: 4), ofreció una solución. Era una manera de resistir y

superar la política y el comercio y la maquinaria del día, proporcionando un

estándar universal en la que basar un "principio de autoridad, para

31
contrarrestar la tendencia a la anarquía que parece ser nos amenaza" (p.

82). La cultura era una plataforma platónica en la que "la perfección total"

puede ser cultivada, con el tiempo volver al mundo material sucio - si es

que - en forma de un estado ideal para guiar a la sociedad. (Matthew,

1869)

La Resistencia cultural significa para los indígenas Chankas el control

territorial, autonomía y acciones de defensa en sus comunidades. También,

la reconstrucción histórica de expresiones culturales y de rememoración de

su organización, de sus luchas y unidad.

c) Continuidad cultural: Toda sociedad va acumulando un acervo de

elementos culturales (bienes materiales, ideas, experiencias, etc.) que ha

hecho suyos a la largo de su historia (porque los creó o porque los adoptó),

algunos de los cuales mantienen plena vigencia como recursos para

practicar o reproducir su vida social, en tanto que otros han perdido su

vigencia original y han pasado a formar parte de su historia, o se han

perdido u olvidado para siempre. Por qué unos elementos culturales

conservan su sentido y su función originales, por qué otros se mantienen

en la memoria colectiva como presencia actuante del pasado, y por qué

algunos más dejan de formar parte del horizonte cultural de un pueblo,

estas son preguntas que no admiten una respuesta única ni genérica: cada

situación requiere una explicación particular porque tiene su propia historia.

(Bonfil Batalla, 2004, p. 118)

d) Identidad Cultural: es un conjunto de valores, orgullos, tradiciones,

símbolos, creencias y modos de comportamiento que funcionan como

32
elementos dentro de un grupo social y que actúan para que los individuos

que lo forman puedan fundamentar su sentimiento de pertenencia que

hacen parte a la diversidad al interior de las mismas en respuesta a los

intereses, códigos, normas y rituales que comparten dichos grupos dentro

de la cultura dominante.

En la formación y desarrollo de la identidad individual o colectiva, la

realidad social es un agente objetivo, resultado de los factores económicos,

políticos, sociales y culturales que caracterizan la evolución o historia de la

sociedad en cuestión. Si se considera que, entre estos factores el

económico es el fundamental, se puede afirmar que la identidad es, de

algún modo, la expresión de una realidad económica.

En una perspectiva histórica, y en el mundo en general, la clave de un

desarrollo fecundo de las identidades colectivas es su transformación de la

resistencia al proyecto, de la defensa de la memoria colectiva a la

construcción común del futuro (Castell, 1999)

e) Resignificación cultural: Los objetos hechos por "nosotros" tienen,

necesariamente, un significado que compartimos, porque son resultado

simultáneo de nuestra actividad productiva (fabrilidad) y significativa. Es

decir, hacemos los objetos y al mismo tiempo les otorgamos un significado

en el contexto propio de nuestra visión del mundo (que forma parte de la

matriz de nuestra cultura).

Los objetos ajenos, los que fueron hechos por "los otros", tienen también

significado para "nosotros" cuando pasan a formar parte de nuestro

universo material o intangible. Pero el significado de esos objetos ajenos

33
debe estar acorde con nuestro sistema de significados, con nuestra visión

del mundo, con nuestra matriz cultural, por lo que frecuentemente les

vamos a otorgar un significado diferente del que se les asignaba en su

condición original, en el contexto significativo de su cultura de origen. Es

decir lo resignificamos culturalmente. (Bonfil Batalla, 2004, p.123)

f) Identidad Chanka: Para los Andahuaylinos, el acontecimiento epopéyico

que define el espíritu rebelde, guerrero, beligerante e indómito de los

Chankas, es la gesta guerrera por la conquista del Reino Inca, pero que

tuvo su desenlace adverso para los Chankas en la Batalla de Yawarpampa.

En su memoria mítica de los Chankas, se relata las proezas de valor de los

lideres legendarios, como Uscovilca que lanzando hondazos hacia lejanos

parajes convoca un gran ejército para marchar hacia el Cusco y que a

pesar de haber sido vencidos por el ejército inca, sus líderes, como

Anqowayllo, mantuvieron su espíritu guerrero y libertario, prefiriendo huir

hacia la selva, a lo que hoy sería la zona de Lamas, quienes hasta la

actualidad se autodenominarían Chankas. Esta memoria actual, es la que

apuntala el gran sentimiento de orgullo de los Andahuaylinos por sus

antepasados legendarios; por ello, en muchos pueblos de la región aluden

a este sentimiento de rebeldía y libertad, mediante monumentos al Puma y

Anqowayllo; denominando como Anqowayllo o Chanka a distritos, parques,

calles y entidades públicas. (Síntesis de discursos cotidianos de los

Andahuaylinos).

34
CAPÍTULO III

METODOLOGÍA

3.1 MÉTODO Y LUGAR DE ESTUDIO

El presente trabajo de investigación se ha desarrollado desde la postura

epistemológica hermenéutico-interpretativa, desde la metodología cualitativa,

utilizando el método hermenéutico y fenomenológico.

La exploración de la argumentación conceptual y empírica estará centrada

principalmente desde la perspectiva de la Antropología.

Nuestro ámbito de estudio se centró en la provincia de Andahuaylas y

especialmente en los distritos de Andahuaylas, Talavera, San Jerónimo donde

las tradiciones festivas de tradición cultural son resaltantes en la identidad

Chanka. Esta investigación específicamente se desarrolló en los distritos de

Andahuaylas, Talavera y San Jerónimo, como espacios de manifestación de la

identidad Chanka, expresado en las tradiciones culturales más relevantes como

es la festividad del niñuchanchik y el pukllay (carnavales), los cuales

35
constituyen uno de los espacios donde los actores sociales afirman su

identidad.

En este trabajo asumimos la investigación cualitativa interpretativa, es decir,

está orientado a la interpretación de los significados de las tradiciones

socioculturales Andahuaylinas, para comprender la matriz cultural subyacente

en su cosmovisión, valores culturales e identidades. La propuesta metodológica

de esta investigación considera una interpretación en base a la recolección de

información mediante entrevistas a informantes claves y observación

participante.

3.2 ACCESO AL CAMPO

Durante el todo el proceso de trabajo de campo tuvimos que organizar el

recojo de información de relación con el calendario festivo para registrar las

festividades, para lo cual tuvimos que informar de nuestro trabajo a los

cargontes (encargados de la fiesta) para que faciliten nuestros trabajo.

Asimismo, para registrar la festividad de los carnavales participamos de la

fiesta, esto facilitó el recojo de información. Esto fue completado con el registro

de participante (comparsas) a cargo de los municipios organizadores de las

fiestas de carnaval. Nuestro dominio del idioma quechua fue indispensable

para entablar conversaciones y realizar las entrevistas. El periodo que abarcó

el estudio corresponde del 2015 al 2016.

36
3.3 POBLACIÓN Y SELECCIÓN DE INFORMANTES

La población de estudio correspondió a la población urbano - rural de los

distritos de Talavera, San Jerónimo, Andahuaylas de la provincia de

Andahuaylas.

La muestra cualitativa estratificada implica tomar en cuenta los estratos

sociales de la población que corresponde a población por género constituidos

por 8 varones y 7 mujeres (15), considerando que tanto hombres y mujeres son

portadores de la cultura local, de las 15 entrevistados nuestro criterio

generacional tomó a 9 adultos de más de 30 años y 6 jóvenes de 17 a 30 años,

finalmente de las 15 entrevistas respetando el rango de autoridades y líderes

tomamos a 5 de ellos.

El número de entrevistas fue determinado por la técnica de saturación y su

selección por la técnica de bola de nieve.

3.4 ESTRATEGIAS DE RECOGIDA Y REGISTRO DE DATOS

En el registro de información se hizo mediantes la observación directa y

participante, en las ferias locales en la que una buena interacción comercial se

pacta hablando en quechua, observación de la festividad del Niñuchanchik y

las fiestas de los carnavales, asimismo el recojo del trabajo de campo fue a

través de la entrevista en profundidad.

También nos apoyamos con el análisis de datos secundarios: relatos

periodísticos, revistas, monografías, mitos y rituales.

Las entrevistas en profundidad fueron a un inicio fue estructurado, sin embargo

la realidad nos permitió su flexibilidad consintiendo las repreguntas de acuerdo

37
a la necesidad del estudio como es característico de la investigación cualitativa,

en algunas ocasiones nuestra entrevista duró hasta más de dos horas, y su

transcripción fue complicada y demandó hasta el triple de tiempo.

Asimismo estructuramos una guía de observación y fichas de registro y

fotografías.

3.5 ANÁLISIS DE DATOS

Para el análisis de los datos agrupamos por categorías y ejes de análisis

para sistematizar las tradiciones socioculturales Chanka y los elementos

constitutivos y de expresividad de la identidad cultural, asimismo, el rol que

juegan los elementos constitutivos y de expresividad en la consolidación de la

identidad regional,, organizados en base a las categorías conceptuales del

análisis cualitativo.

38
CAPÍTULO IV

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

4.1 ESCENARIO ECONOMICO PRODUCTIVO Y SOCIOCULTURAL DE

LAS TRADICIONES ANDAHUAYLINAS

La región Apurímac se encuentra situada en la sierra sur del país, por el

Norte limita con los Departamentos de Ayacucho y Cusco, por el Este con el

Departamento del Cusco, por el Sur con los Departamentos de Arequipa y

Ayacucho, por el Oeste con el Departamento de Ayacucho. Con una superficie

de 20,895.79 km² que representa el 1.6% de la superficie del territorio Nacional.

Abancay, Andahuaylas, Chincheros, Antabamba, Aymaraes, Grau y

Cotabambas son las siete provincias de este departamento.

Apurímac, es una zona geoecológica caracterizada por ser una zona

montañosa de picos muy elevados, por lo mismo tiene una diversidad de pisos

ecológicos que permite una variedad en la producción agrícola y ganadera. La

agricultura se caracteriza desde la producción de frutales, maíz y todo tipo de

tubérculos y cereales.
39
La población del departamento de Apurímac según el INEI-Censo XI de

población y VI de viviendas-2007 es de 404,190 habitantes, que representa el

1,5% de la población total del País. La provincia de Andahuaylas es una de las

siete provincias y en la más poblada del departamento, con más de 143, 846

habitantes, distribuidas en 20 distritos.

En la región Apurímac según el censo de 2007 la población es 404 190

habitantes de los cuales predomina la población rural representando un 54.06%.

En términos generales la principal actividad económica productiva de la provincia

de Andahuaylas es agropecuaria, destacando la actividad agrícola,

especialmente la producción de papa de diferentes variedades, oca, mashua,

olluco, maíz, quinua, quiwicha y trigo, así como la producción de hortalizas y

frutales para el autoconsumo y el mercado local. También destaca la ganadería y

la crianza de animales menores para el consumo local y regional.

La ciudad capital de la provincia de Andahuaylas, se ha convertido en un espacio

comercial de importancia regional, por la instalación de centros de acopio de la

producción de papas, maíz y animales vivos, es notorio también la existencia de

los centros de expendio de insumos manufacturados para la actividad

agropecuaria, es decir agroquímicos y productos veterinarios y presencia de

locales comerciales y muchas entidades financieras.

En el rubro del comercio desataca la feria comercial de los sábados y domingos

al cual concurren comerciantes itinerantes de productos manufacturados de

Cusco, Puno, Ayacucho, Abancay y Lima.

40
La dinámica económica y sociocultural, tanto en el espacio rural y urbano, está

marcada por la existencia de organizaciones sociales de base como

comunidades campesinas así también organizaciones de comerciantes y la

presencia de instituciones de formación profesional y técnica, instituciones de

administración pública que se descentralizan con el proceso de regionalización y

descentralización del país, proceso que ayudó en la dinamización de las ciudades

capitales de provincia en todo el departamento de Apurímac.

En este contexto se desarrollan los elementos constitutivos y de expresividad de

la identidad cultural Chanka y el rol que juegan en la consolidación de su

identidad, en la provincia de Andahuaylas.

Las festividades rurales y urbanas, son los espacios donde se vivencian las

danzas y la música andinas, éstas tanto en su versión autóctona y urbana, son

representadas en escenarios colectivos, calles y plazas públicas.

En los carnavales, las tradiciones practicadas sólo en las zonas rurales, en los

últimos años ocuparon los espacios urbanos así el Pukllay en Andahuaylas se

convierte en la expresión más relevante de cómo las tradiciones rurales van

ocupando lugar y reconocimiento en la ciudad como formas expresivas de la

identidad y la cultura Chanka. Por otro lado el carnaval urbano con sus matices

andahuaylino, abanquino y ayacuchano son danzas colectivas de migrantes o

descendientes de familias mestizas y criollas del ámbito urbano que han

adoptando las tradiciones rurales dándoles formas y significado propio de su

condición social.

41
4.2 TRADICIONES SOCIOCULTURALES COMO ELEMENTOS

CONSTITUTIVOS Y DE EXPRESIVIDAD DE LA IDENTIDAD CULTURAL

CHANKA

El estudio de las tradiciones socioculturales como elementos constituvos

y de expresividad da sentido social y capacidad de persistencia y continuidad.

La festividad del Niñuchanchik, las festividades del carnaval urbano y rural que

forma parte del actual Pukllay andahuaylino, la fuerza lingüística de su idioma-

el quechua contribuyen a estructurar y consolidar la Identidad Chanka.

En los acontecimientos festivos de las culturas que habitan el espacio andino

coexisten confluencias de tradiciones festivas católica y andinas, las

poblaciones andinas adoptaron iconos e imágenes católicas en sus

celebraciones festivas.

Para García y Tacuri (2006) la fiesta religiosa tiene dos percepciones y

significados, uno es la andina que se remonta a su raíz prehispánica, y el otro

es occidental, que se remonta a su raíz cristiana. Las fiestas andinas se

sostienen en un conjunto de tradiciones que caracterizan la cosmovisión

expresados en sus modos de vida, tradiciones como la naturalidad y la

sacralidad, la dinámica comunidad-familia y rural-urbano, cánones sagrados y

profanos (pp.19-22).

Quijano en una conferencia magistral de clausura del XX Congreso de la

Asociación Latinoamericana de Sociología en Buenos Aires Argentina enfatiza

que el largo trajinar del proceso de colonialismo, cuya estrategia esencial de

conquista fue la racialización e inferiorización de la naturaleza humana de los


42
invadidos (2008). Las poblaciones andinas, además de enfrentar el conflicto

social directo, también desarrollaron la base de la continuidad y resistencia

cultural, teniendo como espacios y tiempos específicos las fiestas católicas que

se incorporaron los espacios festivos de la cosmovisión andina, teniendo como

elementos las danzas, música, canciones, comida y rituales sagrados de la

espiritualidad andina. Debemos precisar en este conflicto cultural, en donde la

iglesia católica impuso sus prácticas y cultos, los cuales fueron acogidos y

transformados a su contexto cultural. Es así que en palabras de García &

Tacuri (2006):

(…) en el Perú, el contenido festivo y rital de la vida se mantiene desde

tiempos inmemoriales. Sin embargo, las maneras de representar, celebrar

y exteriorizar las creecias, tradiciones, usos y costumbres en cuanto a

contenido, técnicas, han sufrido proceso peculiares según el carácter y

lugar de práctica de las celebraciones: Fiestas de la naturaleza, de la

producción, del hombre, turístico-comerciales, religiosas; centros urbanos o

rurales; estaciones chiraw (secas) o puquq (lluvias); en la tierra firme o en

torno a las lagunas y el agua; en las nevadas cumbreso en los vallles y

quebradas calientes. (p.27)

Las festividades en el ámbito de la provincia de Andahuaylas tienen como

centro y motivo principal de celebración la imagen de un santo o virgen católica

como la Virgen de Cocharcas del distrito de Cocharcas, provincia de

Chincheros, la Virgen de la Candelaria en el distrito de Ocobamba y

Chincheros, fiesta patronal de San Pedro en el distrito de Huaccana, fiesta

43
patronal del Niño Jesús de Turpo, fiesta patronal del distrito de Pacucha, Virgen

de las Nieves, fiesta de la Virgen del Carmen del distrito de Chiara, fiesta

patronal de la Virgen de Asunción de los distritos de Tumayhuaraca y Huayana,

fiesta patronal de la Virgen de Loreto de Andahuaylas, fiesta de la Virgen de

Natividad del distrito de Huancaray, Festividad del Señor de Exaltación del

distrito de San Jerónimo, Festividad del Señor de Huanca en el santuario

Campanayoq-andahuyalas, festividad de San Francisco en el distrito de

Andarapa. También Yawar Fiesta del distrito de Pacucha, Pampachiri, Huayana

entre otros.

Como elementos definitorios y distintivos de la festividad católica o cívica lo

constituyen la presentación de danzas y bailes tradicionales como los negrillos,

inkachas, waylías, corcovas, chunchos, santuqarqoy así como las danzas

dedicadas al ciclo agrícola como papatarpuy, saratarpuy trigo iray, chuñu saruy,

quinuahatuy, arvejataluy, del mismo modo las danzas de connotación pecuaria

como waka markay y toril, como también las danzas de carnaval con

connotaciones particulares de cada lugar.

En este trabajo de investigación describimos y analizamos la festividad más

importante del valle del Chumbao: la fiesta del Niñuchanchik, (nuestro niño)

que se desarrolla en el distrito de Andahuaylas, San Jerónimo y Talavera de la

Reyna, así como las fiestas de carnaval

4.2.1. Niñuchanchik (nuestro niño)

La festividad del Niñuchanchik, es una celebración de las fiestas de

navidad, año nuevo y bajada de reyes, celebración que se inicia en el


44
distrito de Talavera con la fiesta del Niño Jesús el 25 de diciembre,

continuando con la celebración del Niño Jesús de Año Nuevo de

Andahuaylas entre el 01 y 02 de enero, continuando con la fiesta de

Reyes de San Jerónimo desde el 5 hasta el 7 de enero, finalizando con

la celebración del Niño Jesús de Praga en Chihuampata y

Chumbibamba, desde el 24 al 26 de enero.

Además existen celebraciones similares en el ámbito de la provincia de

Andahuaylas, donde toman nombres específicos como el Dulce Nombre

de Jesús en Salinas, en las localidades de Chaccarapata y San Antonio

de Cachi como el Niño de Navidad, el Niño Dios del distrito de Turpo,

que es un niño campesino, un Niño Dios para los niños, es muy juguetón

que gusta distraer y jugar con los niños pastores prodigándoles buenos

pastizales para sus ovejas en recompensa a su compañía, el Niño Dios

de Huancaray cuyos pobladores se consideran como los celebrantes

originarios en el establecimiento de la fiesta del Niñucha.

Las celebraciones navideñas en la provincia de Andahuaylas, según

nuestros informantes tienen sus orígenes en la época colonial,

perdurando hasta nuestros días, aunque con cambios notables. Las

formas festivas de celebrar la llegada del niño navideño son muy

peculiares, aquí no existen los nacimientos navideños muy típicos en

hogares e instituciones de las zonas urbanas, lo que caracteriza a estas

celebraciones es la organización y celebración colectiva de los

creyentes.

45
Otra característica es la mezcla de elementos católico-europeos e

indígenas en homenaje a la llegada del Niño Jesús, donde lo católico

está representado por las misas en las iglesias, las procesiones con sus

respectivas oraciones, canticos y alabanzas; mientras que lo peculiar

andino se visibiliza en sus costumbres, su fe, sus tradiciones, su música

y canticos en quechua, coloridas y variadas danzas con expresivas

acrobacias y actos de valor humano, su arte y exquisitas comidas

típicas.

La organización del proceso festivo del Niñuchanchik está a cargo de los

cargontes, personalidades elegidas en el marco de las cofradías del

Niñucha. “En los tiempos antiguos eran los vecinos notables que

asumían voluntariamente la fiesta, antes de ingresar a la plaza e

ingresar a la iglesia se comprometían para asumir el nuevo cargonte.

Este se encargaba de proveer la comida con esmero y cariño a todos los

invitados durante los cinco días de fiesta. El buen alferado era el que

preveía comida y bebida preocupándose de que a ninguna cuadrilla

faltara nada". (Informante: Roberto Lobaton, Andahuaylas 2016).

El buen alferado debía convocar la participación de todos los del pueblo,

por lo que se esmeraban para hacer la mejor fiesta, generando los

comentarios favorables a la persona y la familia hasta muy pasada la

fiesta. En muchas de las circunstancias el alferado se hacía merecedor a

muchas bendiciones provenientes de los aportes de familiares, amigos y

vecinos, los que al sobrar después de las buenas atenciones les servían

46
para organizar algún negocio, incrementando de este modo en un

bienestar y el referente de prestigio familiar. Visto desde la perspectiva

ético-moral y social, equivale a graduarse en espiritualidad y ganar

prestigio social para ser llamados a ocupar los cargos de autoridad en el

pueblo.

Figura 1. Cargontes del Niño Jesús de Praga-Chihuampata 2015

Fuente: Archivo fotográfico de esta investigación.

Una de las razones más importantes que lleva asumir la responsabilidad

de cargontes de las festividades celebratorias del Niñucha, es la fe

religiosa por recibir la protección divina y a la vez las expectativas de

reconocimiento social, porque la fiesta además de su dimensión

espiritual, es también un espacio de socialización, de aprendizajes de

saberes y experiencias de vida colectiva, de compartir los bienes de la

familia con la comunidad y de participar de la alegría festiva de

realización humana.

47
Actualmente, muchos de los usos y las costumbres, las formas y

maneras de organizar y realizar las celebraciones festivas tradicionales

se han ido modificando, principalmente por los cambios en las

estructuras económicas y políticas de los poderes locales, la emergencia

de una nueva institucionalidad pública y privada en las zonas urbanas y

una intensa movilidad de la población a través de las migraciones. El

rostro social de la ciudad Andahuaylina se ha cambiado radicalmente,

las familias notables y los poderes sustentados en la propiedad de la

tierra han llegado casi a la extinción. De escenarios familiares y

conocidos, las ciudades se han convertido en espacios de lo anónimo y

desconocido ocupados por contingentes de migrantes rurales de

comunidades y cabeceras distritales, de profesionales de todo el país y

comerciantes intermediarios e itinerantes. De las familias reconocidas y

renombradas del pasado casi inmediato, solo quedan los recuerdos de

los buenos apellidos y el anecdotario de sus actividades públicas

relevantes.

Este escenario socioeconómico y cultural del cual formamos parte en la

actualidad, han permitido modificaciones en la tradicional organización

festiva del niñuchachik. En primera instancia, los cargontes por lo

general vienen siendo los hijos migrantes de cada pueblo (en

Chihuanpata el alferado del 2014 fue un residente de Lima, el mismo

que cede el cargo para el 2015 a un familiar que también es residente en

Lima), que asumen los cargos en aras de mantener los vínculos vivos

con su familia y la tierra que los viera nacer, lograr el prestigio y la


48
notoriedad externa de su pueblo y vertebrar, acrecentar y consolidar su

identidad socioterritorial y cultural mediante la rememoración de sus

recuerdos, la reactivación de sus relaciones familiares y amicales y la

práctica de sus tradiciones festivas.

Con estos nuevos actores festivos, se modifica notoriamente la

estructura y dinámica social festiva, las convocatorias a la “Ipalla”

(reunión preparatoria de la fiesta) y Ante alba se realizan mediante

tarjetas de invitación o invitaciones radiales, produciéndose de este

modo, cierta despersonalización de las relaciones sociales, el calor

afectivo de las relaciones cara a cara se van perdiendo, la participación

de la población en la fiesta se ve reducida a los estrechos marcos de

contingentes familiares y amicales del cargonte, el ayni general como

aporte festivo se lleva a cabo dentro del círculo inmediato del cargonte,

siendo más bien el aporte económico del cargonte más representativo y

oneroso.

En este contexto, la población mayoritaria, especialmente campesina, se

ha convertido en un elemento pasivo, observador y solamente participa

de los eventos públicos organizados por el cargonte, como son el

accionar de las cuadrillas de danzarines, las orquestas y grupos

artísticos, las procesiones, la vistosidad y colorido de los “mallquis”

(arboles de eucalipto plantados adornados con muchos regalos y

serpentinas, ofrecidos por los familiares al cargonte) y las ceremonias de

transferencia de cargos festivos. La población espectadora participa en

49
el deguste de la gastronomía típica y de los atractivos juegos mecánicos,

llegados de otros lares para el esparcimiento de grandes y chicos.

De este modo, la fiesta de los niños de antaño, cual espacios festivos de

familiaridad y colectivismo se han convertido en fiestas de turismo

receptivo interregional. Pero sin duda, manteniendo inalterables los

ideales sagrados, de socialidad e identidad cultural con la tradición, la

familia y el territorio.

La dinámica festiva del niñuchanchik, estructurada en las fases de la

Ipalla, el Ante alba, la Entrada, el Día Central, el Mallqui y la Fiesta del

Cacharpariy, se desarrolla con connotaciones diversas en cada lugar,

dependiendo de la condición social de los protagonistas de la fiesta; sin

embargo, la expectativa, convocatoria y participación poblacional

durante el proceso festivo es intensa y masiva, habiéndose convertido

para la provincia de Andahuaylas en un acontecimiento de relevancia

social, cultural y económica regional y nacional.

Desde la perspectiva de activar la memoria histórica de los pueblos y de

sus hechos socioculturales que configuran su personalidad e identidad,

en la presente investigación identificamos y hacemos una reflexión sobre

el sentido social, el significado cultural y humano de cada una de las

fases del proceso festivo del Niñichanchik, puesto que esta festividad es

la más emblemática en su calendario anual. A continuación

describiremos todo el proceso festivo del Niñuchanchik.

50
a. La ipalla. Se realiza con varios meses de anticipación (4 ó 5 meses)

de la fiesta, se lleva a cabo a través de una gran convocatoria a todas

las familias del pueblo, el alferado con una banda de músicos

conformados por arpa y violín, transitaba por todas las calles del

pueblo, tocando las puertas de los que él cree que conservan este

sentido festivo y devoción al niño Jesús, y pueden ayudar a hacer la

fiesta, la gente sale voluntariamente a ofrecer su ayuda, enrolándose

en la comitiva festiva hasta la casa del alferado, éste ofrece un

banquete con mucha comida y bebida a todos los acompañantes

quienes después de la comida se apuntan con sus compromisos.

Estos compromisos podían ser desde una cuadrilla de danzarines,

fardos de comestibles, aportes en dinero, en animales a ser

beneficiados, numerosos mallquis y muchos porrones de chicha y a

veces utensilios nuevos. También estos compromisos se centran en

facilitar todos los servicios que se requiere para la fiesta, asistidos

principalmente por compadres, comadres y ahijados.

Así la Ipalla es la fiesta preparatoria donde se decidían y aun se

deciden los detalles más mínimos, como organización de la entrada,

la misa del día central, preparación de las bebidas y la contrata de las

cuadrillas de danzarines. Es la fiesta para empeñar la palabra seria y

leal, compartir bienes entre familias y amigos, ayudar en la realización

de un hecho humano fundamental, el hacer la fiesta como hecho

colectivo y cohesionar los lazos de amistad y familiaridad.

51
"Antes de la Ipalla los alferados definen la fecha y hacen la invitación,

nosotros los amigos y familiares sabemos que a la Ipalla debemos ir a

colaborar con algo, nos comprometemos con lo necesario apara

ayudar a realizar la fiesta, es decir podemos colaborar con alimentos

o comprometernos a contratar a una cuadrilla de negrillos, danzantes

de tijera o waylias, también puede ser con mallquis… cuando

necesitamos también nos devuelven, es solamente un prestamo"

(Informante. M. Abollaneda, Niñuchanchik-Talavera, 2015).

b. El ante alba. Es el primer día festivo, se realiza en la casa del

cargonte, en momentos previos a la festividad, es una forma de

verificar si todas las cuadrillas están completas, entonando sus

cánticos, bailando y comiendo de los ofrecimientos en la casa del

cargonte, es una forma de darle animos, llevando los compromisos.

Es el momento de verificar el cuadro de participantes, si todos los

integrantes de las cuadrillas de danzantes están completos y sus

atavíos correspondientes como trajes, instrumentos; si todos los que

asumieron compromisos han cumplido, todo bajo la mirada

escrutadora del padrino (cumple la función de asesor). La fiesta del

Ante alba se inicia en la tarde y termina en la madrugada, hasta que

todo haya quedado dispuesto y preparado para realizar una buena

fiesta dedicada al niño Dios y agradar a la población. En esta fiesta

organizada en la casa del cargonte participan espontáneamente las

personalidades importantes amigos del cargonte, los cooperantes, la

juventud y la niñez. Una particularidad especial es la participación de


52
niños y jóvenes que van observando y aprendiendo como se hace la

fiesta, para después de concluida se hacia la réplica entre los niños

en algún lugar público del pueblo.

El alferado asume una actitud muy abierta sin excluir a nadie,

haciendo participar de la comida y bebida a todos los que van a

visitarlo.

c. La entrada y víspera, es la presentación de la fiesta al público, con la

concurrencia de todos los integrantes de las cuadrillas de danzantes.

En el Distrito de San Jerónimo, desde Alto Molino (parte alta) los

danzarines bajan y el alferado les da el alcance en las cinco esquinas

del pueblo, va para recibirlos y con ellos encabezar y presidir el

recorrido de las comitivas por las calles del pueblo, para luego hacer

el pasacalle y dar una vuelta en la plaza, presentando ante la

concurrencia masiva de la población, el inicio de la festividad.

La entrada está conformada por una larga comitiva integrada por el

alferado que la preside acompañado de su esposa, de las personas

que ofrecieron los aportes más importantes en ayuda al alferado y un

personaje denominado Padrino, que cumple el papel de asesor que

mantiene en la memoria las tradiciones festivas (En San Jerónimo

cumple esta función el Yachaq “Apucu”, Don Apolinario Godoy), todos

ellos van acompañados de una banda de músicos; luego continua el

embajador montado en un corcel y conduciendo el guion del niño,

cumple la función de anunciante de los cuadros de los distintos tipos

53
de participantes, supervisa y ordena todos los preparativos de la

fiesta, si están dispuestas las cuadrillas de danzarines, la banda de

músicos, los toldos árabes, el ponche, el caldo de gallina, etc.

Continúan con la comitiva de la entrada, las cuadrillas de danzantes

(a caballo o a pie acompañados con arpa y violín) de negrillos,

corcovas, inkachas, wuaylías; la Orsolita danza constituida por tres

personajes: la Orsola, el viejo Anaclo y el niño, el viejo Anaclo

acompañado de otro viejo similar van gesticulando y demostrando el

machismo imperante en las familias citadinas. El Anaclo y la Orsola,

es un baile muy sutil, su propósito es apuntar y graficar cómo el

machismo se imponía en las familias de estas regiones. El baile de la

Orsolita representa la ridiculización al machismo del varón en la

familia, allí se cuestiona la forma de cómo el marido maneja la

economía familiar, danza que causa mucha hilaridad en los

espectadores.

Otro cuadro peculiar de la comitiva, es la presencia de niños negritos

que representan a la población negra de la costa, vienen con

vestimentas muy vistosas y coloridas con turbantes y capas de seda y

tul, están depositados en dos grandes canastones cargados en el

lomo de burros o mulas, repartiendo a su paso los productos de la

costa como las uvas (usan los frutos de sauco, arbusto muy popular

en la zona y requerido en estos días para elaborar exquisitas

54
mermeladas e hidromiel) y los caramelos, causando mucha alegría en

los espectadores de la comitiva de la entrada del niñucha Dios.

Muy cerca a estos pequeños personajes van los que realizan la danza

de los Ukumaris (osos), danza ligada a las regiones bajas, el oso es

propio de las culturas de estas regiones participando en mitos y

creencias que inducen a la energía vital y fortaleza de la gente. "Dicen

que en tiempos remotos de la humanidad los osos se emparentaron

con los humanos y estos grandes humanos osos hicieron las grandes

fortalezas y edificaciones de los pueblos ancestrales, porque ellos

pudieron mover las gigantescas piedras para construirlas. Por ello,

hasta hoy la gente de estas regiones rescata la grasa de estos

animales, con cuya frotación el organismo humano se hace fuerte y

resistente para afrontar las inclemencias de la naturaleza

andina"(Informante: Maximo Abollaneda, Talavera 2016).

En la mentalidad andahuaylina el oso es la rememoración de la fuerza

y vitalidad de los antepasados Chankas y en mérito a ello forma aun

parte de la flora, la fauna en el contexto social humano regional.

Acompañan también la danza de los Chunchos, que representan a las

poblaciones campas vinculadas a Andahuaylas, ellos ejecutan la

tradición y costumbres de la selva del río de Apurímac.

Finalizando la comitiva se ubican las recuas de mulas o llamas

cargadas de chamizas secas para encender las luminarias en la

víspera, principalmente de ramas de retama y los o barriles con las

55
bebidas alcohólicas que serán ofrecidas a la población que asiste a la

noche de vísperas.

Bajo los tenues rayos solares del atardecer, la comitiva arriba a la

plaza del pueblo, cada cual se ubicará en lugares adecuados para

recibir el reconocimiento del pueblo, realizar sus danzas y acrobacias;

siendo las cuatro esquinas los lugares para las depositar las chamizas

e instalar los toldos para repartir el abrigador ponche de la fiesta y los

músicos de arpa y violín, ofrecidos por las familias bajo la forma de

ayni al alferado. En lugares preferentes se habrán confeccionados los

castillos de fuegos artificiales, ofrecidos por algún amigo o familia

como aporte significativo al alferado de la fiesta. Caída la noche y el

golpeteo de fríos vientecillos, la fiesta de la víspera va tomando forma;

chamizas, música y ponches en cada esquina, con presencia de los

alferados y su comitiva principal, animan a la gente a recibir y festejar

a Niñuchanchik (nuestro niñito). Indicador de la buena fiesta será la

duración de las luminarias abrigadoras de la chamizas aceitosas de

retama que avivan el fuego produciendo sonidos estridentes que

alegran el espíritu festivo de los espectadores, las que se inician al

promediar las ocho de la noche hasta muy entrada la media noche,

momento en que se revientan los castillos de fuegos artificiales y

provoca la algarabía de los asistentes a la fiesta.

56
Figura 2. Víspera Niño Jesús de Praga-Chihuampata 2015

Fuente: Archivo fotográfico de esta investigación

d. El día central de la fiesta. Es el tercer día festivo, en el templo del

pueblo, en horas de la mañana se lleva a cabo la misa celebratoria y

la procesión con presencia de alferados, aportantes de aynis festivos,

cuadrillas de danzantes, autoridades locales y devotos del Niñucha.

En las cercanías al templo, aproximadamente en la última esquina de

la Plaza del pueblo, se designan y hacen el reconocimiento a los

nuevos alferados del año siguiente. Después de estos actos de

devoción al Niñucha Dios, las cuadrillas de negrillos, inkachas,

wuaylías, ukumaris, orsolita, corcovas y chunchos se ubican en

espacios abiertos para realizar el atipanakuy (competencias) de bailes

y acrobacias de desafío y valor para el deleite del público.

Es el día de dar cuenta a la población sobre la realización de la fiesta

para recibir su reconocimiento o crítica, asimismo de agradecer a las

57
personas que ayudaron (aportes de aynikuna) de manera importante

al alferado en las atenciones con comidas, bebidas, cuadrillas de

danzantes, adorno de mallquis u otros aynis. Para lo cual, el alferado

con algunas cuadrillas de danzarines hacen la visita a las casas de

los aportantes principales para agradecer y reconocer el aporte,

donde son recibidas con bebidas, comidas y bailes; mientras que con

otras se presenta ante la población apostada en la plaza principal del

pueblo para recibir su aprobación y críticas, las que permanecerán por

muchos días en los comentarios y las mentes de las gentes,

señalando las ocurrencias anecdóticas, las bondades y las falencias

en la organización festiva.

De este modo, la fiesta va constituyendo la personalidad y

reconocimiento social de alferados y aportantes de aynis festivos, se

van formando los nuevos liderazgos en base a la responsabilidad, el

desprendimiento por compartir parte de su economía y bienes y la

capacidad de convocatoria social.

e. El día del mallqui. Es el cuarto día festivo, por la mañana y hasta el

momento del almuerzo, poco a poco van llegando a la casa del

alferado, los familiares y amigos invitados, las cuadrillas de

danzarines y personalidades importantes del lugar. Cada grupo de

invitados y danzarines van ocupando distintos lugares donde son

atendidos por el alferado y sus servicios ofreciéndoles la chicha de

jora tradicional y otras bebidas. Al son de la música de orquestas,

58
arpas y violines se desenvuelve las alegres tertulias de los asistentes;

mientras que los integrantes de danzarines de negrillos, inkachas y

wuaylías van comentando y ensayando los secretos técnicos de sus

acrobacias a ser presentados en la plaza pública.

El banquete festivo del almuerzo es masivo, visitantes adultos,

jóvenes, ancianos y niños son atendidos y nadie puede quedar sin

almorzar. El tradicional chairo de mote pelado con porciones de

menudencias del ganado beneficiado, al igual que el popular estofado

con arroz, papa, carne de ovino o res y también el apetitoso relleno de

chancho o lechón servido con papa sancochada, son los potajes

típicos de la fiesta.

Concluido el almuerzo, el alferado con su comitiva de colaboradores,

bandas de músicos, cuadrillas de danzarines y visitantes disponen su

desplazamiento hacia el espacio público de la fiesta, el estadio en

San Jerónimo, áreas deportivas de la rivera del Chumbao en

Andahuaylas, espacios abiertos en Chumbibamba y Chihuanpata;

donde se han acondicionado vendedores ambulantes de maicillos y

chicha, vianderas de topo tipo de potajes como cuyes chactados,

pollo frito y a la plancha, chicharrones de cerdo, tallarines de casa con

gallina y pollo, anticucheros, truchas a la parrilla, parrilladas de res,

tamales y humitas y vendedores de helados.

Como espacios de acondicionamiento especial, están las áreas de

vistosos y coloridos juegos recreativos para la distracción de grandes

59
y chicos, conducidos por visitantes itinerantes de ferias y fiestas

cívicas y patronales a lo largo y ancho de la sierra y costa del país, se

destacan los carruseles, juegos de azar, toboganes entre otros.

En otro lugar, especial se ubican los árboles de eucalipto cortados y

hechos llegar por el alferado, con los cuales los familiares,

compadres, ahijados o amigos, los adornaran con frazadas, polares,

utensilios de plástico y muchos coloridos globos para luego izarlos,

convirtiéndolos en los esperados mallkis, que completaran los bellos

paisajes colmados de eucaliptos, pinos, saucos y capulíes del valle

del Chumbao. El bosque de mallkis erigidos en la fiesta, representan

al gran bosque de afecto y amistad que da forma y acompaña a la

alegría festiva organizada por los alferados del Niñucha. Cada mallki

erigido es el ayni afectivo de un familiar o amigo, mallki es una voz

quechua que significa árbol plantado y adornado, una especie de

árbol de navidad andino

"Desde mi perspectiva personal, el mallki es como tradición

celebratoria a la producción agrícola y la familia viene desde mucho

antes, de los carnavales, estas fiestas terminaban con mallkis de

productos. El mallki era solo de panes y algunas frutas, el pan

representaba la abundancia, la caquita del niño como señal de

bendición. El mallki tiene un significado de cómo podemos ser

bendecidos a través del pan. Cada mallki estaba destinado a alguien,

60
denotaba la generosidad del alferado. (Lucio Rivas, San Jerónimo

2016).

En otro lugar preferente, las cuadrillas de negrillos van izando

imponentes troncos de eucaliptos denominados escalas, éstos son

hasta de 10 metros de altura, en donde escenificaran demostraciones

acrobáticas de valentía y desafío a la vida, construyendo torres

humanas conformadas por negrillos, en cuyo vértice superior en un

promedio de 17 metros de altura, se yergue un padre con su hijo o

hija menor “protegidos por la fuerza milagrosa del Niñucha”, el

momento culminante y muy aplaudido por los espectadores es

cuando el niño a la niña levanta los brazos sin el mínimo gesto de

miedo o temor a la caída, es el momento se consolida la identidad

Chanka; es relevante también en estas acrobacias ver a un negrillos

parado de manos en la cúspide de la pirámide humana y lanzarse a

tierra desde aquella altura.

Las cuadrillas de los negrillos realizan competencias demostrando sus

resistencias físicas, estas demostraciones son el atractivo de las

fiestas, es una forma de expresar la identidad Chanka.

61
Figura 3. Cuadrilla de Negrillos-Chihuampata 2015

Fuente: Archivo fotográfico de esta investigación

Figura 4. Cuadrilla de Negrillo-San Jerónomo 2015

Fuente: Archivo fotográfico de esta investigación

Esta acrobacia de formar torres humanas también se realizan en las

plazas públicas de Catalunia – España.

62
Figura 5. Pirámide Humana en Cataluña-España

Fuente: https://avuelapluma.es/wp-content/uploads/2017/09/estelada-

324x235.jpg

Hasta el atardecer del día del mallki, el espacio público de la fiesta

esta colmado de espectadores, poGr doquier se realizan escenas de

arte dancístico de negrillos con bailes y acrobacias que desafían a la

vida, ukumaris y orsolita con máscaras grotescas, bromas y juegos

que liberan la hilaridad de cuanto desprevenido espectador se cruza

en su camino, desde muy recientemente participan en la fiesta los

danzantes de tijeras acompañados de arpa y violín para representar

el atipanakuy con escenas de resistencia, fuerza y desafío al miedo y

el dolor; inkachas y huaylías con sus disfraces de tradición cusqueña,

con actos de resistencia bailado solo por jóvenes que desafían al

dolor y forjan el espíritu aguerrido de los Chankas.

63
Por otro lado, están el bosque de mallkis esperando la destreza de

jóvenes que trepan para ganarse los preciados adornos de valor o la

gente esperando que el árbol se desplome para disputarse alegre y

festivamente los adornos que contiene. En un lugar céntrico y

preferente están los alferados disfrutando de la música, bailes y

bebidas con sus cooperantes y amigos, al son de los ritmos de

orquestas de saxos huancaínos o conjuntos electrónicos con artistas

de música tradicional de moda en el momento y contratados por los

alferados. La alegría y el divertimento festivo van diluyéndose a

medida que avanza la noche y los espectadores retornan a sus

hogares re energizados para empezar sus jornadas laborales en las

localidades desde donde vinieron a la fiesta.

f. Cacharpariy. Es el ultimo día festivo (despedida) realizado en la

casa del alferado teniendo como invitados especiales a las personas

que aportaron con aynis festivos, es la fiesta de despedida y de

agradecimiento a los cooperantes y personal de servicio que preparó

y alcanzó la comida y bebidas durante la fiesta. Aquí se comparte

todo cuanto haya quedado y sobrado de la fiesta, es la fiesta de los

que ayudaron y trabajaron por hacer una fiesta grande, recordada y

reconocida por la población. También se hace en la casa del alferado

los tradicionales mallkis para compartir sus frutos con los asistentes y

bailarines. Después de comer, beber y bailar bien, indicadores

valorativos de la buena fiesta andina, los invitados van retirándose a

la llegada del atardecer, llevando consigo nuevos compromisos y


64
esperanzas que el próximo año la fiesta siga siendo mejor, para el

bienestar de la población lugareña.

4.2.2. La danza de los Negrillos.

La danza de los negritos o negrillos, está vinculado estrechamente a la

esclavitud negra africana implantada en la América por el colonialismo

hispano, y a su arraigada práctica del cristianismo y más

específicamente a la celebración de la navidad del niño Jesús de

Nazaret.

Estudios de cristianismo primitivo africano, señalan que la franja norteña

del actual Túnez, alrededor de Cartago, zona de mucha riqueza natural,

junto con la costa oeste y central de Libia, constituía la importante

provincia proconsular de África. Esta provincia, especialmente la ciudad

de Cartago, tiene la distinción de ser uno de los centros culturales más

antiguos del idioma latín: los primeros documentos eclesiásticos en latín

provienen no de Roma sino de "África" proconsular. A pesar de su

cercanía con Roma, hay indicios de que la implantación del cristianismo

en esta zona (a mediados del s. II d.C. o aún antes) fue obra de la iglesia

siria. (Tomás Kraft, 1997)

Asimismo, este cristianismo primitivo en el continente africano

doctrinalmente estuvo marcado por un pluralismo a nivel doctrinal-

cúltico; la coexistencia pacífica entre grupos diferentes fue probada por

la arqueología de residencias, cementerios y centros de culto, así

también el sincretismo se evidenció en la carta de Adriano a Serviano y


65
por la conducta de los/las discípulos/las de Carpocrates en Roma pocos

años después del cierre de nuestra época; la marcada valoración

del trabajo manual o artesanal, rasgo característico de los alejandrinos

(Carta de Adriano a Serviano ) pero que aquí adquiere un valor

evangélico y una solidaridad eficaz que se ve realmente impresionante

en la descripción de la deposita pietatis en el Apologeticum de

Tertuliano; pero el hecho que ya el Nuevo Testamento conoció colectas

para los pobres de Jerusalén, hospitalidad para con los forasteros y

solidaridad con los encarcelados sugiere que los cristianos africanos en

tiempos de Tertuliano no inventaban sino continuaban la práctica

cristiana de tiempos de San Pablo. Entonces podemos suponer que esta

solidaridad eficaz se venía practicando desde los comienzos de la fe

cristiana en África (Cf. La iglesia primitiva en África (Tomás Kraft, 1997).

Después de 1500 años de vigencia en África, Asia y Europa, el

cristianismo llega a nuestra América a través de la empresa colonial tal

como lo demuestran las evidencias etnohistóricas de los procesos de

conquista e invasión de los pueblos en los confines del mundo, sin

embargo, la empresa colonial no ha sido posible implantarla de modo

absoluto en su dimensión destructiva y aniquilante en las culturas

conquistadas; los pueblos invadidos siempre fueron capaces de adoptar

estrategias de resistencia que fueron desde la simulación adaptativa

hasta el enfrentamiento directo. Estas resistencias siempre son más

eficaces en la dimensión subjetiva espiritual y en sus expresiones

simbólicas y rituales, donde el operante tiene la capacidad de imprimirle


66
significados e interpretaciones no obvias que solo pueden ser conocidas

y conscientes por el propio usuario.

Las empresas de tráfico y trata de esclavos hacia nuestros países

latinos, trasladaron masas humanas con paradigmas mentales y

costumbres originarias ancestrales y complejos culticos cristianos muy

arraigados. Que a pesar del sometimiento brutal en las plantaciones

agropecuarias en jornadas laborales que solo cesaban con la oscuridad

de las noches y con la práctica de mecanismos de eliminación absoluta

de todo símbolo de identidad colectiva e individual; siempre hubo una

posibilidad para que los esclavos recrearan y reinventaran sus espacios

de socialidad colectiva, para ello fueron muy oportunas sus fiestas en los

galpones de las haciendas o en los palenques o quilombos (Brasil) de

esclavos cimarrones.

En nuestro país, los dueños de las plantaciones esclavistas azucareras y

de viñedos de la época colonial, hacia el siglo XVII contaban con 20,000

esclavos denominadas piezas de ébano, ladinos y bozales; entre estas

la iglesia se constituyó en la institución esclavista más importante, es

sabido que hacia el año 1767 cuando los Jesuitas fueron expulsados del

Perú contaban con muchos esclavos que laboraban en sus plantaciones

y haciendas. Junto a la extenuante jornada laboral que aniquila las

energías físicas del esclavo, la catequización y adoctrinamiento cristiano

fue el otro mecanismo de sujeción y dominación total, para tal fin

establecen un tiempo de libertad para la adoración y culto al niño Jesús,

67
entre el 24 de diciembre al 6 de enero de cada año, en este tiempo

festivo de adoración los patrones organizaban sus nacimientos a los

cuales visitaban los esclavos organizados en comparsas con sus

danzas, rituales, canciones, vestimentas artesanales propias y otras

formas nativas de celebración; la etnografía de plantaciones da cuenta

del impacto que fue causando estas presentaciones festivas de los

esclavos, que poco a poco fueron consintiendo su realización y en

muchos de los casos su apoyo con vestimentas nuevas y su

incorporación a las comparsas.

Por otro lado, ya desde la segunda mitad del siglo XVI y hacia el siglo

XVII, los mecanismos de liberación individual de la esclavitud se iban

acrecentando en las ciudades costeñas, los libertos se convierten en

artesanos y mercaderes, así en la Lima de los tiempos de la

emancipación, se constituyen en los pregoneros de las noticias de la

localidad, del trajinar de verduleras, tamaleras, lecheras, y la posterior

liberación de la esclavitud decretada por Ramón Castilla, el 13 de

diciembre de 1854. Asimismo, en los pioneros de la fuerza ambulatoria

itinerante entre ciudades y festividades de costa y sierra. Junto a la

oferta de sus productos portados en sus propias cabezas y acémilas,

llevan sus costumbres festivas entre las que destacan sus danzas y

zapateos.

Otro hecho que define el espíritu religioso y festivo de la población

afroperuana, trasciende desde la colonia, tiempo desde el cual la iglesia

68
permite que esclavos y libertos puedan adherirse a las cofradías a

usanza del culto católico español; los esclavos las asumen como un

mecanismo de socialidad y cohesión colectiva, de mecanismo de

acercamiento a la autoridad oficial, de adquirir bienes monetarios,

espacio de distracción y divertimento y del derecho a gozar de un

entierro en los cementerios, superando los tiempos en que sus

cadáveres eran arrojados a la vía pública como carroña.

De modo que las expresiones cúlticas y artísticas de la población

afroperuana trasciende a una centenaria tradición cristiana africana que

va recreándose en la colonia y república y llega a nuestros tiempos

contemporáneos a través del recuerdo y la memoria colectiva de la

población mestiza, criolla e indígena que la asume a través de la danza

de los negritos o negrillos, ligada a la festividad de navidad y la

adoración del niño Jesús.

 Los negrillos de Andahuaylas – Apurímac

“Niño hoy día he llegado hacia ti, hasta tu altar, quiero cantarte,

quiero adorarte, quiero que me des vida, salud, paz y amor. La

ofrenda que te doy es mi canto, es mi cuerpo, mi danza, esa es la

promesa”. (Violinista de los Hatajos de la Virgen del Carmen –

Chincha: al compás de violín, zapateos, canciones al niño y el

tintineo de campañillas rinden homenaje al niño Dios) (Peréz, 2014).

Ica, Chincha y en general la costa sur peruana como área cultural de la

población afroperuana son espacios representativos en cuanto al

69
surgimiento de los negritos o negrillo, no obstante el distrito de

Huancaray en Andahuaylas se autodenomina centro inicial de la danza

los negrillos en la festividad de la Navidad del Niño Dios de Apurímac.

En estas zonas, las festividades navideñas tienen como ingrediente

esencial la danza de los negritos o negrillos, a las cuales les han

impregnado su cultura local, su experiencia de vida, su creatividad

artística y el sentido social. En el caso de Chincha la danza sintetiza

rasgos hispanos, indígenas y africanos; mientras que en los negrillos de

Huancaray y las provincias de Andahuaylas y chincheros “Grupos de

danzantes pasean por las calles del pueblo en dirección a la plaza de

armas, donde realizan acrobacias y muestran su respeto por las

autoridades y patrones tutelares del pueblo” (Informante: Marina Carrión,

Talavera 2015).

Si bien es cierto la danza de los Negrillos marca su origen durante el

proceso de la abolición de la esclavitud, que les posibilita independizarse

realizando labores propias en la agricultura de productos de pan llevar,

la ganadería, la pesca, artesanías derivadas del azúcar y el comercio

ambulatorio itinerante. Ataviados con estos productos llegaban a los

pueblos y la gente los llamaba “Ya llegaron los Negrillos”, que a la vez,

llevaban la danza de los negrillos para celebrar al Niño Dios de Navidad

de los pueblos que visitaban. Con el correr de los tiempos la danza fue

adoptada por estas poblaciones de mestizos e indígenas hasta

convertirla en una danza social integrada por hombres y mujeres

migrantes hacia las cabeceras distritales y provinciales. Más no así, por


70
los “descendientes de los estratos sociales de mistis y vecinos notables

de estos pueblos, porque si alguien de los suyos participaba lo hacía con

cierto rubor y temor a ser motejado despectivamente” (Informante: Lucio

Rivas, San Jerónimo 2016).

Esta actitud de rechazo disimulado a la danza por los círculos de

notables, se justifica por el ingrediente de crítica social, que contiene en

sus movimientos exagerados, sus gestos y máscaras grotescas de

personajes blancos y chaposos, su indumentaria a imitación hispánica,

su música que resulta ser una fusión en ritmo más acelerado y saltarín

del minué francés y la mazurca holandesa, trasladados por las elites

españolas hacia nuestras tierras. El hombre andahuaylino sojuzgado,

humillado y discriminado no encontró otro mejor recurso que la sátira

para expresar su rechazo al modo de vida y boato festivo de estas

aristocracias criollas locales.

Desde la edad media europea la sátira, las parodias, los discursos

callejeros en el marco de las festividades del carnaval, ejercieron gran

influencia para resarcirse de los moldes sociales de una sociedad seria,

fría y vertical (Bajtin, 2003). En estos contextos festivos tanto en Europa

Medieval como en la América Latina; la sátira y la risa a través de las

danzas, fueron los recursos culturales por excelencia para rechazar el

statu quo establecido y plantear sus aspiraciones a la libertad, a la

horizontalidad de las relaciones humanas, al desmoronamiento de las

estructuras piramidales y al bienestar universal.

71
En Andahuaylas y Chincheros la danza de los negrillos es una

representación artística muy creativa que en sus inicios sin duda tuvo un

acentuado sentido de veneración y adoración al Niño Dios, representa

también un discurso rítmico de crítica social al imitar satírica y

grotescamente los comportamientos festivos de las elites provincianas

que festejaban sus fiestas a la usanza española. Sin embargo, llega a

nuestros tiempos como piezas de arte que solo causan alegría festiva y

admiración por sus destrezas acrobáticas de sus integrantes, que

desafían el miedo y la muerte. Por ello, ya no es una danza que se

ejecute con exclusividad en las fiestas de adoración del Niño Dios,

puesto que las encontramos en las celebraciones institucionales de

distinta índole, aunque su incidencia es más densa en la festividad

Navideña, por el énfasis que le imprimen a la festividad del Niñuchanchic

las iglesias locales, promoviendo concursos en escuelas y colegios, en

las que participan cuadrillas de negrillos, huaylillas e inkachas, las

mismas que sin duda, le otorgan espectacularidad al convertirse en el

centro de atracción y divertimento de las poblaciones que asisten a las

fiestas.

La danza de los negrillos particularmente se interpreta por las

poblaciones que habitan en la provincia de Andahuaylas y Chincheros,

presumiblemente por su doble sentido de veneración y sátira, haya

tenido sus orígenes en las gestas sociales de la época de Taki onqoy.

Los negrillos de Apurímac son hombres blancos con tez quemada por el

frio inclemente y la exuberante radiación solar de los campos. Pues los


72
llamados negrillos son hombres blancos bailando por las calles (fuera de

los salones del club social) con ademanes aristocráticos, desplazándose

en cuadrillas al son del violín, tambor y bombo que toca una música

indescifrable para el común de los oyentes.

Aparentemente en la danza de los negrillos, se observa la hegemonía

cultural española en su indumentaria llenas de lentejuelas, solaperas,

bandas, bordados, pañoletas, etc. Pero el sentido del ritmo, su

gestualidad es de alguien que imita burlonamente al español, que con el

correr del tiempo se fueron transformándose y adquiriendo un nuevo

sentido social propio.

En nuestro tiempo “los negrillos de Andahuaylas, mejor dicho los

migrantes disfrazados de españoles, se organizan en cuadrillas de

jóvenes entusiastas y emparentados por vínculos de familiaridad y

amistad, que ofertan sus servicios artísticos a cuanto alferado o aynero

los solicite, ya sea para celebrar al Niñucha o algún acontecimiento

social de instituciones” (Arturo Gutiérrez, Red Chanka, 2015).

 La música e integrantes de la cuadrilla de negrillos, se destaca

por el uso del violín, tambor y bombo, realizan diferentes tonadas

para cada momento de la danza: La adoración, negro baile, cuadrilla,

minue, vals, mazurca, polca, marinera, corcova, wanka, kachy kachy

y escaramuza. Como parte de la danza se entona canciones de

adoración al niñito, estas canciones por lo general se enconan en

quechua por los miembros de la cuadrilla de negrillos.

73
Cada cuadrilla de negrillos está conformada por doce danzantes

preparados para realizar acrobacias y torres humanas. La cuadrilla

está encabezado por el caporal, dos delanteros, dos trasquios, así

como el machu, la paya, la dama y la amaseca. La cuadrilla danza

dirigido por el caporal, éste guía usando el tono de unas campanillas

para dar pasos específicos como el giro y al cambiar el ritmo.

Los danzantes son varones, incluido la paya y amaseca (varones

disfrazados) a excepción de la dama o damita quién lleva un traje por

lo general blanco, un sombrero blanco de ala ancha decorado con tul,

media cubana, guantes blanco y zapatilla blanca. La damita realiza

pasos elegantes junto con la cuadrilla, mientras el viejo, paya y la

amaseca bailan alrededor de la cuadrilla realizando pasos libres y

exagerados propios de la vejes, su función es también asegurar el

espacio necesario para la cuadrilla de danzantes. Asimismo, el viejo

y la paya tienen mascaras graciosas que causan risas en el público

realizando escenas exageradas en su baile.

Una de las principales atracciones es la realización de la torre

humana por los danzarines de las cuadrillas, para lo cual tienen

refuerzos que soporten la base de la torre, esta torre humana tiene

de tres a cinco pisos que realizan diferentes escenas como: cóndor,

mediano, alto, la doble parada, el balancín, las verticales, el trapecio,

la cuerda y el salto mortal.

74
4.2.3. Danza de tijeras

En la historia etnográfica peruana y particularmente andina, la fiesta y la

celebración a los elementos del cosmos, a las deidades tutelares, a las

autoridades étnicas y a las comunidades de ayllus fue un hecho esencial

que formó parte de la crianza de la vida misma. La fiesta y con ello sus

componentes de la danza, la música, la comida y la bebida han sido

hechos humanos sustanciales, convertidos en necesidad vital para la

reproducción humano natural. En la mentalidad del hombre andino la

buena celebración es parte del aseguramiento de la durabilidad y buen

augurio del crecimiento y realización de los proyectos del allin kawsay.

El danzante de tijeras históricamente se ha desarrollado en

departamentos del sur peruano entre Apurímac, Ayacucho,

Huancavelica y el norte de Arequipa, territorios del área cultural Chanka.

Actualmente dentro del departamento de Apurímac tiene presencia en

algunos distritos (San Juan, Colcabamba y Chapimarca), en la provincia

de Andahuaylas en los distritos de San Antonio de Chachi, Huancaray,

Pampachiri, Pomacocha entre otros.

La característica de la danza de tijeras es la expresión de movimientos al

compás de sus tijeras y acompañado con un marco musical ejecutado

con el arpa y violín, demostrando habilidades y destrezas, así como el

desafío al dolor con pruebas que tiene que cumplir para demostrar su

resistencia física y espiritual. Esta resistencia culturalmente se interpreta

como un mecanismo de rechazo al sometimiento, que en el periodo

75
colonial surge como movimiento de rebeldía religiosa, pues la población

se resistía a cumplir con los ritos católicos practicando sus propias

danzas. Lo que fue interpretado por los invasores españoles como una

alarma debido a que las poblaciones estaban volviendo a sus antiguas

costumbres. Lo cual llevó a la iglesia y a la población mestiza a crear

mitos que demonizan y paganizan a las danzas nativas, arguyendo su

posesión diabólica y de pacto con seres del mundo inferior del

catolicismo. Una de ellas, es la danza de tijeras al cual se le otorgó la

deformación negativizada del espíritu contestatario de los contenidos

simbólicos en contra de la imposición de costumbres y prácticas ajenas

a su cultura, se tejieron mitos, cuentos y rituales que conllevaron hasta

su prohibición para ser representadas en acontecimientos festivos del

catolicismo.

Sin embargo, en la actualidad en el mundo institucional de los danzantes

de tijeras, en el entorno de pueblos y festividades, se han ido

constituyendo actores y relaciones y entretejiendo percepciones

explicativas del modo de actuar y operar la danza, que fusionan visiones

que van desde el catolicismo con sus versiones demonizadas, de

supersticiones y hechicerías que valoran el accionar fortuito del bien y el

mal y de la cosmovisión andina que valora la energía y vitalidad

prodigada por las deidades tutelares a quienes se conducen respetando

y valorando las normas de su tradición ancestral. Es decir, la danza, los

danzantes, los músicos, los carguyuq de las fiestas y el público

espectador están interconectados con una aureola mítica y cultural que


76
los envuelve y los hace vivir tiempos y espacios particulares de

encuentro con su geografía vivencial, sus pueblos de origen, su historia

y su pasado cultural.

Figura 6. Danzante de Tijeras-Chihuampata 2015

Fuente: Archivo fotográfico de este trabajo de investigación

Esta danza de alto contenido histórico, social y cultural que se funda en

las raíces profundas de los macizos andinos del sur del Perú, proscrita

de los escenarios festivos católicos por muchos años motejada de

diabólica y satánica; en nuestros tiempos por el accionar de artistas,

intelectuales y pueblos ha ido cambiando de interpretaciones

prejuiciosas y de inferiorización para retomar su verdadero rol

contestatario que le diera su origen en el taki onqoy. Por ello, durante

cada año en la ciudad de Lima se reúnen centenares de danzantes en

eventos de mucha trascendencia para demostrar su fuerza y originalidad

de los participantes.

77
Esta presencia activa de los danzantes de tijeras, se observa en los

últimos años en la festividad de Niñuchanchik convertidos en personajes

muy apreciados y admirados por el público festivos. Estos son

contratados por cuanto carguyuq celebrantes de la festividad del

niñuchanchik de navidad, año nuevo y bajada de reyes que se celebran

en Andahuaylas la Grande, San Jerónimo el Mayor, Talavera de la

Reina, Huancaray y otros distritos y provincias de Andahuaylas.

4.2.4. La fiesta del carnaval andahuaylino

El carnaval (tradiciones populares europeas) en el medio rural, se

mezclan y conviven con las tradiciones festivas nativas, que festejan a la

juventud y el nacimiento de las nuevas parejas, a los momentos

climáticos de la madre naturaleza, a los momentos de evolución de la

crianza de la chacra y a la reproducción y vida.

Con el correr de los tiempos tanto en la zona urbana y rural del mundo

andino estas tradiciones exógenas y endógenas se han ido debilitando,

modificando y algunas olvidando, llegando a nuestros tiempos con

configuraciones y sentidos sociales muy particulares en las predominan

elementos sustantivos de la idiosincrasia de las poblaciones y el sentido

de las culturas locales.

En este sentido, en cada espacio y tiempo festivo del mundo, las

poblaciones que festejan el carnaval crean un tiempo particular al que le

otorgan un significado suigeneris de acuerdo a sus condiciones sociales,

78
políticas y culturales. Para unos, es el tiempo de la diversión, el gozo, el

desenfreno, la desinhibición y la libertad individual desbordantes.

El carnaval es la celebración del afecto de la familia, la comunidad y el

pueblo, en Andahuaylas se inicia con el watukanakuy que es la

realización de visitas entre familias e instituciones para compartir y

celebrar el carnaval, se continua con el atipanakuy que es una

competencia entre grupos de comparsas y finaliza en el kacharpariy para

despedir la fiesta y empezar una nueva vida en armonía y sin

resentimientos.

a. Carnaval urbano

En el marco de la ciudad el carnaval urbano, los espacios

socioculturales de celebración que antaño lo constituían los clubes

sociales exclusivos de los vecinos notables de la urbe y el accionar

festivo espontaneo de familias y vecindades que organizados en

comparsas y pandillas que bailaban al son guitarras, mandolinas,

charangos, violines y acordeones, cantando alegres y picarescas

coplas de contrapunto, invadían calles y plazuelas sin reglas ni

parámetros reguladores. Ahora con cierta regulación y formalización

institucional, estos espacios celebratorios carnavalescos lo conforman

las calles, las plazas, los estadios, los barrios; en donde los íconos y

formas festivas son las “yunzas”, los pasacalles institucionales y los

concursos de danzas tradicionales de centros poblados, capitales

distritales y provinciales.

79
 Las yunzas, es la fiesta que se realiza alrededor de un árbol

plantado en un lugar público, el cual está adornado con serpentinas y

globos multicolores y cargado con muchas frutas de la localidad

(años pasados) y piezas de artículos domésticos de plástico,

juguetes, prendas, frazadas y mantas, en los tiempos actuales. La

fiesta de la yunza se celebra en el marco de una institución, de un

barrio o un núcleo familiar ampliado; está bajo la responsabilidad de

un cargonte o mayordomo, el que en un tiempo cercano a la fiesta

realiza el “yuyachik” que consiste en visitar a cuanto colectivo

institucional o vecinal goce de la amistad y el afecto del cargonte,

para invitarlos a la fiesta de la yunza, haciendo recordar

compromisos de la fiesta ultima pasada.

La comparsa del “yuyachik” está integrada por los cargontes y un

grupo de amistades vestidos con los trajes típicos del carnaval

urbano; mujeres con polleras, mantas y blusas de seda, sombreros

con cintas alusivas a los colores institucionales, peinados con trenzas

largas y prendedores multicolores, zapatos calados y tacones altos y

adornadas con manojos de serpentinas en el cuello y caritas

polvoreadas con el talco de carnaval. Mientras que los hombres lucen

pantalones de vestir de color negro, camisas blancas, ponchos de

color nogal, sombreros y zapatos negros, también con muchas

serpentinas y caras talqueadas.

En el recorrido del “yuyachiy” se desplaza entre destino y destino,

bailando al ritmo del carnaval andahuaylino, armonizado con un

80
conjunto de cuerdas, quenas y tinyas, cantando coplas alegres y

picarescas con mucha alegría y desenfado, en cada lugar de destino

se comparte serpentinas, talco, licor y baile con todos los visitados,

para luego despedirse hasta la fiesta de la yunza.

El día de la yunza, los cargontes ofrecen a sus invitados abundante

licor entre lo que destaca la tradicional chicha de jora; nutridos y

apetitosos banquetes con platos típicos de cada zona como el chairo,

(caldo de mote de maíz con recados de vísceras), lechonadas de

cerdo, chancho o corderos al palo, pachamancas, cuyas guarniciones

son las “michkas” (primeros productos de la tierra) como el choclo

recién cosechado, las papas nuevas, camotes, habas verdes,

humitas de maíz y el pan común; y a la vez, mucho ritmo de carnaval

andahuaylino a cargo de una orquesta o conjunto electrónico. Los

invitados llegados en parejas disfrutan de la fiesta libando, cantando,

bailando y jugando alrededor de la yunza. Transcurrido el tusuy

pukllay (juego festivo) de la yunza y llegado el atardecer, se inicia con

el corta monte, los invitados en parejas y entre las vivas de los

celebrantes dan de hachazos al tronco del árbol, hasta que con el

hachazo de una pareja cae la yunza y el público se arroja a la disputa

de los regalos.

La pareja que tumba el árbol se convierte en el cargonte de la yunza

del siguiente año, la que corre con el libro de compromisos para

asegurar que la fiesta próxima será mejor; mientras que el

81
cacharpariy (despedida de la fiesta) continúa hasta que el último

invitado abandone el lugar de la yunza.

Los motivos fundamentales que animan la fiesta de la yunza familiar,

vecinal o institucional del medio urbano, son estrechar los lazos de

familiaridad consanguínea, espiritual y vecinal; estrechar los lazos de

amistad y generar un clima institucional de armonía y colaboración en

el seno de la institución en el año venidero y consolidar la identidad

institucional. Esto solo puede ser posible mediante el cantar, bailar y

disfrutar juntos y bajo la sombra, la seguridad y el domicilio que te

genera la tradición social que te envuelve.

 El pasacalle del carnaval, constituyen días festivos en tiempo del

carnaval, generalizados en los últimos años, impulsados por las

comunas de centros poblados, distritos y provincias, con la

asignación de presupuestos para la organización y premiación

festiva. Para participar en estos eventos, instituciones de índole

privado y público conforman sus comparsas carnavalescas

integradas con hombres y mujeres de la institución, vestidos con los

típicos trajes del carnaval andahuaylino y acompañados por

conjuntos de cuerdas, con guitarras, tinyas, quenas, mandolinas,

charango y acordeón, que van desplazándose por las calles

atestadas de público de todos los lugares y edades y adornadas con

belleza y colorido. Hombres y mujeres se desplazan cantando las

coplas de carnaval, en castellano y quechua, celebrando

82
declaratorias de amor, desengaño de amoríos pasados, picardías

amorosas, críticas políticas o alegorías a la tierra querida, como

estas:

- Arriba niña bonita/ flor de margarita/ mucho me gustan tus besos/

a la madrugadita/.

- Dicen que tu andas diciendo/ que yo no uso pantalones/ palabras

sacan palabras/ tampoco usas calzones/.

- Aceitunas he comido/ las pepitas he votado/ así lo mismo he

votado/ a las cholas traicioneras/.

- Señor comisario/ pongo una queja/ este mi marido/ no duerme

conmigo. Señor comisario/ esta mujer miente/ yo duermo con ella

y hasta con su hermana/ y ella no me siente.

- Que viva el gobierno/ que viva el alcalde/ cantando y bailando/

olvidaremos el hambre/.

- Que viva mi tierra hermosa Andahuaylas/ cubierto de sauces

claveles y rosas/.

- Eres orgullo de Apurímac/ pueblo de lindas mujeres/ con tus

paisajes inigualables/ que grande eres Andahuaylas/.

En estos alegres, jocosos, bulliciosos y rítmicos pasacalles destacan

grupos culturales institucionalizados de San Jerónimo, Talavera y

Andahuaylas. Las mujeres se desplazan cantando y golpeando la

tinya con diáfana altivez, con gestos de desprecio, cariño o halagos

al ser amado; exteriorizando sentidos de exuberante libertad y

autoreconocimiento personal. El pasacalle es el tiempo y el espacio


83
festivo de realización plena de la libertad y la autoestima individual de

la mujer. En Andahuaylas, Abancay y Ayacucho se ha popularizado

el carnaval urbano, cada uno con sus propios matices sociales y

paradigmas mentales, que le otorgan una particular naturaleza a la

vestimenta, al ritmo y la coreografía femeninos.

Las andahuaylinas con sus polleras multicolores y blancos enagües,

mantas (llikllas) que armonizan con el color de las polleras, blusas

blancas de seda, zapatos de taco alto de color negro de modelos

diversos, trenzas largas adornadas y sombreros típicos

andahuaylinos (color negro o marrón); en el ritmo predominan los

zapateaditos muy rápidos al ras del suelo. A través de sus gestos

musicales irradian una personalidad con aires y sentidos sociales

populares y de espontanea informalidad, con una exuberante alegría

y libertad para cantarle a cuanto galán que los observa y aplaude

embelesado.

Las abanquinas con fuerte tendencia hacia la uniformidad en su

vestimenta, predominando en sus coloridas y variadas polleras tres

cintas transversales y paralelas de color blanco, blusas blancas con

muchas pompas y encajes, los mantones de colores diversos con

encajes de color blanco, el sombrero típico abanquino de color

blanco y con una cinta negra muy ancha y calzando botines de color

negro.

84
Lo más destacable en el ritmo carnavalesco de las abanquinas es el

zapateadito que simula el trote de un caballo de paso, sus

desplazamientos lo hacen cantando coplas muy alegres invitando a

bailar con gestos de enamoramiento carnavalero. Expresan una

personalidad con ciertos atisbos aristocráticos de una notabilidad

vecinal de las elites provincianas de épocas pasadas, cuya postura

esbelta y libre las convierte en “las bellas abanquinas”.

Las ayacuchanas muy esbeltas con personalidad libre y desinhibida

han llegado a una formalización muy moderna de su danza carnaval,

todas las prendas de su vestimenta (faldas, blusas, mantas,

sombreros y zapatos) expresan uniformidad plena en el color, en los

adornos, en el estilo de confección, en el modelo llano y sencillo;

siendo lo más destacable los faldones muy largos que les otorga

espectacularidad a su personalidad. El ritmo de la danza es muy

alegre, elegante, uniforme y picaresco. Participar en una comparsa

de carnaval urbano ayacuchano es vivir momentos especiales de

deshinbición, exuberante libertad y picardía para manifestar la

verdadera naturaleza del carnaval urbano: derroche a plenitud de la

libertad y la soltería festivas.

85
Figura 7. Pukllay-Pasacalle Andahuaylas 2015

Fuente: archivo fotográfico de esta investigación

En Andahuaylas el pasacalle más espectacular del carnaval urbano

es el pukllay, que se celebra en la segunda quincena del mes de

marzo, se ha convertido en estos últimos años, en el centro de

convergencia de las expresiones carnavalescas originarias de

comunidades, pueblos y centros de cultura de todo Apurímac, del

Perú y el Mundo. Por ello en el 2015, a este evento se le ha

denominado “Pasacalle del XIII Encuentro Nacional e Internacional

del Carnaval Originario - Pukllay 2015”. En este evento participaron

comparsas institucionales y delegaciones rurales y urbanas de la

provincia de Andahuaylas y Apurímac, delegaciones culturales del

Perú y delegaciones de Latinoamérica y Europa. La pertenencia

social de cada delegación, así como el tipo de danza carnavalesca

que escenificaron se expone en el siguiente cuadro:

86
Cuadro 1. Delegaciones -pasacalle del Pukllay-Andahuaylas 2015

REPRESENTACION N° DE ESTAMPA ARTISTICA QUE ESCENIFICAN


INSTITUCIONAL DELEGA
-CIONES
Delegaciones de 04 Presentan comparsas de carnaval urbano de
instituciones públicas Andahuaylas, con vestimenta típica y acompañados
regionales de un conjunto de instrumentos de cuerdas y
cantantes de coplas en contrapunto entre hombres y
mujeres
Delegaciones de 65 Presentan danzas típicas de carnaval originario de
comunidades rurales de la las comunidades rurales de la provincia de
provincia de Andahuaylas Andahuaylas, ataviados con íconos de la flora y
fauna local y escenifican las fiestas carnavalescas
de cada localidad.
Delegaciones 11 Participan delegaciones culturales que escenifican
internacionales danzas de carnaval típico de cada país.
Delegaciones regionales 35 Presentan danzas típicas de carnaval originario de
distintas localidades de las provincias de la región
Apurímac
Delegaciones de Centros 10 Presentan comparsas de carnaval urbano de
Culturales urbanos de Andahuaylas, con vestimenta típica y acompañados
Andahuaylas de un conjunto de instrumentos de cuerdas y
cantantes de coplas en contrapunto entre hombres y
mujeres
Delegaciones nacionales 41 Asociaciones o conjuntos culturales que escenifican
danzas típicas de carnaval originario de sus
regiones de origen
Delegaciones de 45 Presentan comparsas de carnaval urbano de
instituciones públicas y Andahuaylas, con vestimenta típica y acompañados
privadas locales de un conjunto de instrumentos de cuerdas y
cantantes de coplas en contrapunto entre hombres y
mujeres
Delegaciones de fuerzas 03 Presentan comparsas de carnaval urbano de
armadas y policiales Andahuaylas, con vestimenta típica y acompañados
de un conjunto de instrumentos de cuerdas y
cantantes de coplas en contrapunto entre hombres y
mujeres y carros alegóricos
Total 214
Fuente: Elaborado en base a información recaudada de la municipalidad de
Andahuaylas-XIII encuentro nacional-Pukllay

En tiempos recientes las fiestas de carnaval del área urbana en los

niveles de centros poblados, distritales y provinciales del país y en

particular en la Región Apurímac, han asumido a los concursos de

carácter comunal, distrital, provinciales o regionales, como la

actividad festiva más importante de celebración, todos aleccionados

87
por premios pecuniarios auspiciados principalmente por los

municipios. Donde concurren, por un lado, como actores colectivos,

comparsas o conjuntos que escenifican danzas de carnaval típicas

de su localidad; y por otro lado, la población en forma masiva como

espectadores. Por ello, en el Pukllay 2015 de Andahuyalas, se

escenificaron pasacalles, presentaciones artísticas con renombrados

cantos de la región y del país, concursos de carnaval urbano y rural

de la provincia de Andahuaylas, concurso del carnaval originario de

la Región Apurímac y el XIII Concurso Nacional e Internacional del

carnaval originario 2015. Estos eventos convierten a la ciudad de

Andahuaylas en un escenario de extraordinario colorido por la

presencia de tradiciones festivas de carnaval muy diversas, con igual

naturaleza de ritmos, música, vestimenta y coreografías dancísticas,

clara muestra de la pluralidad cultural que caracteriza a la región

andina de nuestro país. Indudablemente que estas actividades

festivas del mundo urbano se han convertido en espectáculos

masivos, concurridos por la población migrante de la zona rural que

buscan mantener vínculos simbólicos con sus tradiciones locales en

las que fueron socializados; por ello, a pesar de establecer relaciones

simbólicas impersonalizadas siguen constituyendo importantes

factores en el proceso de reconstitución de los sentimientos y

sensibilidades con la tierra de origen, con los colectivos sociales

familiares y comunitarios de pertenencia, con los códigos lingüísticos

persistentes en el nuevo espacio socioterritorial, con las tradiciones

88
socioculturales y las historias vitales de cotidianeidad. Es decir, se

convierten en mecanismos predilectos en la forja de las nuevas

identidades culturales urbanas con fuertes raíces materiales y

simbólicas de identificación, pertenencia y orgullo con lo propio: la

tierra natal y la etnia.

b. El carnaval rural originario

Es el nuevo contexto de las celebraciones festivas rurales,

especialmente de los carnavales, convertida en la fiesta universal de

las comunidades, en las que participan niños, jóvenes, adultos y

ancianos de ambos sexos, animales y cuantos bienes poseen las

familias. Todos son participes de la alegría, el gozo y el disfrute

universal; en este tiempo no hay lugar a prejuzgar el comportamiento

de la población y de la naturaleza, porque ésta, tiene vida y

sensibilidad y tiene derecho a la celebración; por ello, forman parte de

la celebración ovejas, gallinas, alpacas, asnos, caballos, zorros, loros,

águilas; instrumentos e insumos de trabajo como la casa, arados,

chaquitaqllas, telares, ollas, frutas, semillas, la comida, la bebida y la

música.

Desde años recientes, el carnaval rural originario que se celebra en

comunidades, distritos, centros poblados y las comparsas

carnavaleras comunitarias que llegan a las capitales distritales y

provincial de Andahuaylas; se han convertidos en los íconos festivos

de mayor relevancia y espectacularidad, que en el mejor de los casos

89
ha vivificado a la monotonía y singularidad del carnaval urbano. La

razón de ello, es la extraordinaria diversidad de matices en música,

danza, vestimenta, espontaneidad coreográfica, colorido y celebración

colectiva que portan sus protagonistas.

La comprensión de este proceso sociocultural integral e integrador del

poblador rural andahuaylino, lo podemos entender en tres momentos

secuenciales: el watukanakuy, el atipanakuy y el cacharpariy.

Figura 8. Carnaval Originario-Andahuaylas 2015

Fuente: Archivo fotográfico de este trabajo de investigación

Watukanacuy.

El carnaval comunitario tiene su inicio con las visitas que se producen

entre las familias vinculadas con un tronco genealógico principal,

quien detenta autoridad y prestigio por acciones reconocidas y

legitimadas en favor del clan familiar, éste es objeto de visitas de

compadres, compadres, ahijados, familiares consanguíneos, afines y

90
de amistades. Desde muy tempranas horas de la mañana del

miércoles de carnaval, van llegando sorpresivamente a la casa (del

visitado) muy ataviados con comidas preparadas para la ocasión,

bebidas y haciendo bulliciosa música que fluye de sus instrumentos

tradicionales. Concurren a esta visita carnavalera la familia ampliada

completa, para compartir alegría, la comida con los nuevos frutos de

la chacra y mucha bebida, con el fin de retribuir y fortalecer afectos y

reciprocidades. Fortalecer los lazos consanguíneos y afines de la

familia ampliada, insertando a los miembros de cada familia en redes

más extensas de reconocimiento y colaboración; permitiendo a la vez,

un proceso de endoeducación donde se aprende a través de la

participación, la emulación y la vida cotidiana.

En este sentido, la fiesta es el modelo social de lo que la familia debe

ser, hacer y entender en la vida. En ella se exterioriza los ideales

vitales más ansiados, como el vivir en armonía universal con todos los

elementos del Pacha por ello a todos se hace bailar y festejar; la

necesidad de convivir con bienestar que es sinónimo de alegría y

salud integral; la esperanza de gozar de abundancia y saciedad

plena, expresada mediante los banquetes, las bebidas y el baile que

llegan casi a la exageración; el cantar y bailar se realizan sin temores

y sin rubores llegando hasta la histeria colectiva que se constata en la

actuación de niños, jóvenes, adultos y ancianos, hombres y mujeres,

como quien presentan el ejercicio de libertad y el reclamando ser

escuchados y atendidos en sus necesidades y aspiraciones


91
individuales y colectivas. Es decir, se llega al carnaval para convertirlo

en un espacio de exteriorización de la crítica simulada y la futura

realización de las esperanzas anheladas. El carnaval es el tiempo de

ocupar el espacio público para expresar de cómo es y cómo debe ser

la vida en comunidad, que la gente de comunidad son protagonistas

de un modo de vida que debe ser respetado en la plenitud de sus

derechos; que la forma de vida comunitaria, su expresividad artística

nacida de la espontaneidad realizadora constituyen en nuestro tiempo

los parámetros más importantes para la vertebración de las

identidades de los pueblos. La fiesta del carnaval originario es el

desborde del ser esencial del hombre andino promesa a ser tomada

en cuenta para superar la crisis de la individualidad de nuestras

sociedades urbanas y “modernas”.

De este modo, a través del watukanakuy (visitas interfamiliares para el

compartir festivo del carnaval) las familias de las comunidades rurales

de Andahuaylas, dinamizan y visibilizan sus raíces profundas de su

mundo colectivo, para compartir y festejar mediante la comida, la

bebida, el baile y el canto, su estado de libertad y ciudadanía

conquistados mediante duras luchas por sus derechos y sus recursos.

Esta es la razón y el por qué, el carnaval rural andahuaylino por su

espectacularidad y diversidad, ha convertido al Pukllay en un mega

evento de cultura y tradición nacional.

92
Atipanakuy.

El atipanakuy (competencia festiva emulativa) es el segundo momento

de las fiestas de carnaval rural originario, donde los colectivos

familiares y de diversas comunidades llegan a la plaza pública de la

comunidad, centro poblado o distrito, convertida en anfitriona de las

competencias que se llevaran a cabo durante toda la semana de

carnaval, un día por comunidad; en la provincia de andahuaylas las

más connotadas de estas competencias se llevan a cabo en las

comunidades altas del distrito de San Jerónimo como son

Champaccocha, Ankatira, Cupisa y Sacclaya; como también en las

capitales distritales de San Jerónimo, Qakiabamba, Andarapa y

Pacucha. En las últimas décadas estos encuentros festivos se han

formalizado, asumiendo el carácter de concurso de danzas,

propiciado por las municipalidades que otorgan los presupuestos para

la organización y las premiaciones.

Sin embargo, el trasfondo histórico y social de estas actividades

festivas se remonta al periodo prehispánico, donde cada festividad

estaba vinculada a aconteceres del ciclo vital y productivo de las

etnias nativas. El caso de las hoy llamadas fiesta del carnaval, eran

las actividades rituales y festivas de la época del “hatun puquy quilla”,

mes de la gran floración y maduración de los sembríos. Tiempo en

que era menester hacer rituales para auscultar la evolución de los

frutos de la chacra, agradecer y solicitar la protección a la

93
Pachamama ante los riesgos de las frecuentes ocurrencias climáticas

adversas.

En el periodo colonial, los colectivos descendientes de nuestras

nacionalidades andinas quechuas, Aymaras, Chankas, Huancas,

Pokras entre las más de 200 etnias que encontraron los invasores en

el momento de la conquista, sino fueron exterminados por la empresa

genocida, se vieron sometidos a la servidumbre y la discriminación a

través de la cruz y la espada. Sin embargo, a partir de estos hechos

históricos externos, las actividades rituales y festivas, además de

celebrar aconteceres del ciclo vital, asumen una nueva connotación

sociocultural; es decir, el de constituirse además, en mecanismos de

rechazo al exterminio y la inferiorización, desarrollando diversas

formas de resistencia: desde aquellas basadas en la lógica del

silencio, la adopción simulada a los paradigmas exógenos, la

redefinición de los significados otorgando nuevos roles y funciones a

la íconografía sacra que imponía el dominio europeo y la

confrontación simbólica cultural a través de la sátira contenida en sus

expresiones artísticas como la música y la danza. De este modo, la

resistencia y confrontación simbólico cultural fue la más sostenida y

eficaz, la misma que por supuesto, acompañaba y daba sentido a sus

movimientos del mesianismo andino (retorno de los Reyes Incas a

través del taki unquy, de inkarry y el pachakuty).

94
De este modo, las comunidades rurales andahuaylinas, a través del

carnaval originario han conquistado las plazas de los pueblos, desde

las de la comunidad hasta las del ámbito provincial. Allí vemos a los

campesinos recorrer en comparsas bulliciosas, con hombres y

mujeres muy altivas y seguras; haciendo visibles cuanto elemento

compone la vida comunal y sus formas de sentir, trabajar, convivir y

celebrar.

Esta es la dimensionalidad o sentido social que encierran las fiestas

del carnaval originario, contribuyendo de este modo al

empoderamiento de las comunidades campesinas de hoy; sin

embargo, existen factores y tendencias que distorsionan y

desconfiguran estas raíces socioconstitutivas de la tradición ancestral,

principalmente el matiz de mera diversión y entretenimiento que se le

asigna a estas tradiciones (se danza sin entender el sentido de la

danza, “nos gustan las danzas campesinas por su colorido y

exotismo”, reconociendo solo un valor útil para el sector social que la

practica o asignándoles un valor mercantil como productos turísticos

comercializables), el exceso de bebidas alcohólicas y la incidencia de

creencias religiosas que las consideran como paganas y

pecaminosas.

Asimismo, otra connotación significativa del atipanakuy de nuestros

tiempos, está relacionada con la forja del espíritu aguerrido, enérgico,

retador, de resistencia indomable y amante de la libertad del hombre

95
Chanka. De acuerdo a la historia etnográfica escrita sobre los

Chankas, este espíritu tendría su sustrato en las confrontaciones

interétnicas por las conquistas territoriales y supremacía sociopolítica,

especialmente la sostenida y definida con los Cusqueños en la

localidad de Yawarpampa; donde las huestes de los líderes

legendarios de los Chankas, Ankohuayllo, Astohuaraka y

Tumayhuaraka, son derrotados y tomados prisioneros por el ejército

del príncipe Hatun Tupaq Yupanqui (Valdivia Tello, 2014).

Si bien es cierto, que la historia provee sentido y orientación valórica a

la idiosincrasia e identidades de los pueblos; éstas se van forjando y

reconstruyendo en función de las circunstancias histórico sociales que

van acaeciendo en su devenir. Para el caso de los descendientes

Chankas de las comunidades rurales del Andahuaylas, durante el

periodo colonial y republicano, se logra imponer e instalar un nuevo

sistema de dominación social fundada en la encomienda, la mita

minera y obrajera, las reducciones de indígenas y luego la

implantación del gran latifundio, el gamonalismo, la servidumbre y la

discriminación, hechos que buscaron la apropiación de sus recursos y

su fuerza de trabajo y al fin la aniquilación y la dominación total de

estos pueblos.

Indudablemente que este nuevo estado de sumisión y privación de la

libertad, no será concordante con el espíritu indomable de los

Chankas que durante el periodo prehispánico buscaron extender sus

96
dominios a través de las guerras de conquista, como la última

sostenida con los Inkas. Por lo que en este nuevo escenario

sociopolítico, el centro de la resistencia indígena estará dirigido contra

el exterminio social, la destrucción y extirpación de los íconos

esenciales de su cosmovisión y religiosidad, la aniquilación de sus

tradiciones sociales y culturales, la inferiorización y desacreditación de

sus sabidurías milenarias convirtiéndolas en arcaísmos y símbolos del

atraso; para finalmente oponerse al despojo de sus territorios y

recursos comunitarios y la erradicación de la servidumbre gamonalista

que los pretende convertir en seres sin territorios y sin identidad.

Las estrategias sociopolíticas contra este sistema de dominación

social colonial y republicano, fueron muy intensas y diversas, las

mismas que están bastamente historiografiadas; sin embargo, en la

perspectiva del presente estudio, nos interesa relevar y reflexionar

sobre las estrategias y mecanismos culturales que asume la

resistencia a la dominación colonial y gamonalista. Concurren en esta

perspectiva, la recurrencia al uso de la lengua materna en momentos

de conflictividad social y en la cotidianeidad de la vida familiar y

comunal, la vigencia y práctica de la ritualidad y mitología ancestral en

momentos y espacios de ocultamiento de las esferas oficiales, la

recurrencia a la burla y satanización de las costumbres de las élites

dominantes provincianas (usos de máscaras con gestos grotescos,

uniformes oficiales para simular autoridad, tonos y ritmos musicales

de festines aristocráticos imitados grotescamente; todos imbricados


97
de sentidos que causan hilaridad en el público y la consecuente

pérdida del miedo a lo oficial) y la vivencialidad de su música, sus

danzas, su vestimenta y su ethos comunitario en el contexto de las

festividades oficiales.

Estos mecanismos de resistencia cultural han ido demostrando a lo

largo de la historia andina su fuerza y eficacia para enfrentar a la

“dominación total”, como lo llamaría Max Weber; por ello, la empresa

colonial y aristocrático republicana prohibieron el uso de las lenguas

maternas nativas, de la música tradicional andina, del vestido y la

comida típicos y la nomenclatura nativa.

La fiesta del carnaval en el área andina y en particular el carnaval

rural originario de Andahuaylas, contiene de modo especial esta

segunda función de realización humana de sus protagonistas; por

ello, de su fase del atipanakuy, podemos identificar y reafirmar las

siguientes regularidades significativas:

 La familia cósmica: padres, hijos, compadres, ahijados, aves,

ganado, frutos de las chacras, herramientas de trabajo, agua,

fuego, comida, bebida; todos comparten y gozan la universalidad

de la alegría, el baile, la bebida y la comida. De este modo, se

socializa y se constituye la vida en armonía con todos los

elementos del Pacha o cosmos andino.

 Mediante la danza enfrentan al miedo y el dolor, demostrando a los

propios y a los extraños que estos sentimientos no existen para los

98
hombres de la comunidad. Estos actos de resistencia física que no

generan el mínimo gesto de flaqueza humana, lo podemos

observar en la formación de las torres humanas de seis escalas de

la danza de los negrillos y huaylillas, los latigazos que se propinan

las parejas de danzantes de los Inkachas, las escenas de

seqollonakuy, paky, qalaschanakuy, warakanakuy de las danzas

del carnaval rural, los actos de valor de los danzantes de tijeras.

Actos de valor que socializan la singularidad de las sensibilidades

de hombres de la nación Chanka, que se preparan para enfrentar a

todo tipo de opresión.

 Espacio propicio para el arreglo de rivalidades, conflictos y

desavenencias personales, interfamiliares e intercomunales, a

través de la ritualización del seqollonakuy, paky, qalaschanakuy,

warakanakuy; donde los contendientes no deben demostrar signos

de dolor o flaqueza para salir airosos y triunfadores de la contienda

simbólica. En su generalidad siempre habrá alguien que se da por

vencido, concluyendo en un gran abrazo de reconocimiento al

vencedor y el arreglo de la desavenencia. De este modo, las

danzas del carnaval son contenedoras de una función regulativa y

constitutiva de la armonía en la vida comunal.

 Indudablemente que el carnaval se convierte en el espacio de

necesidad vital para la conquista de amoríos y la conformación de

la nueva pareja. Porque es la fiesta de las chacras en frondosa

99
floración y maduración y de modo similar es tiempo de la juventud

que inicia la continuidad de la vida.

El kacharpariy (fiesta de despedida)

El kacharpariy es el momento culminante del carnaval, es la fiesta

colectiva de despedida de la celebración, de la alegría y la libertad

universal y de la renovación comunitaria. En este sentido, la despedida

o kacharpariy del carnaval es un tiempo de algarabía general, donde

entran en escena los “cortamonte” o “yunzas” y se comparte

abundante comida, música, cantos y juegos; y a la vez, se asumen los

compromisos para dar continuidad a las fiestas del próximo año.

En el kacharpariy andahuaylino, la connotación más relevante es la

esperanza que toda la desarmonía que reinaba en las familias y la

comunidad se vayan y se acaben y en su reemplazo predomine el

buen entendimiento, el acuerdo y el arreglo; a los cuales se arribaron

en las competencias y pruebas de valor simbólicas ocurridas y

realizadas en el momento del atipanakuy. Es decir, el saldar los

conflictos y las desaveniencias, la demostración del valor y energía de

la idiosincrasia Chanka, el reconocimiento y respeto a la vida

campesina en su real dimensión, la esperanza de trascender la vida

real de miseria y hambre, la conquista de la libertad y la alegría.

A estos objetivos superiores que se viabilizan subliminalmente en el

devenir festivo del carnaval rural originario andahuaylino, se les

atribuye una interpretación superficial, cotidiana por no decir simplista,


100
descontextualizada y deslegitimadora. Por ejemplo, a aquella letra de

una copla muy difundida en Apurímac, que dice “carnavales tonto,

porqué te vas pronto, porque no te quedas siquiera otro día”; a nuestro

entender en ella se expresa aquella esperanza utópica de vivir la vida

real como en el tiempo del carnaval, con la abundancia de comida

como la vivida en los banquetes de carnaval, con la libertad de vivir sin

privaciones, prohibiciones y prejuicios y la alegría de un bienestar

pleno, digno y decente. O la crítica a la exageración de la bebida y los

castigos que se infringen en las danzas, sin darse cuenta real de que

esas competencias a veces sangrientas, terminan con un gran abrazo

entre los contendientes y la consecuente armonía comunitaria donde

se superan los odios y rencores.

Estos son los sentidos culturales esenciales que encierra el carnaval

rural originario andahuaylino, los cuales son los fermentos y

contenidos de la identidad y sensibilidad de hombres y mujeres de la

Nación Chanka.

4.3 LAS TRADICIONES SOCIOCULTURALES Y SU ROL EN LA

CONSTITUCIÓN Y CONSOLIDACIÓN DE LA IDENTIDAD REGIONAL

Abordar la constitución y la consolidación de la identidad regional en el

complejo y diverso proceso sociocultural que ha experimentado la sociedad

andahuaylina y apurimeña, nos lleva a asumir una doble mirada metodológica en

nuestra reflexión; por un lado, la identificación de los ejes centrales de su cultura

que se constituyen en los parámetros de larga duración que dan sentido esencial

101
al comportamiento humano; y, los impactos, las modificaciones que han

provocado los procesos externos en los sentidos originarios de su

comportamiento. Siendo la historia y memoria colectiva de la civilización

Chanka, así como el territorio y la cultura viva como elementos en la

constitución y consolidación de la identidad Chanka por lo tanto de identidad

regional.

En la constitución y consolidación de la identidad Chanka y regional está

presente la historia y memoria colectiva de pertenecer a un pasado histórico de

una Gran civilización Chanka, no pertenece a las dimensiones de un recuerdo

remoto y vacío de significación social y cultural; más bien constituye un

patrimonio vivo y presente.

Los íconos materiales representados por complejos o centros ceremoniales

Incas y Pre Incas visibles en toda la región, los héroes culturales legendarios

de la civilización Chanka y los acontecimientos míticos e históricos de origen y

confrontación interétnicas; constituyen espacios, símbolos y tiempos de

rememoración y celebración viva y actuante que vertebran las sensibilidades y

el orgullo de la idiosincrasia andahuaylina.

Estos referentes míticos e históricos van desde el cuaternario con las

formaciones geomorfológicas de Pancula o “pampa de pabellones” que señalan

la remota evolución de la geología apurimeña, que permiten imaginar a un

ejército de gigantes petrificados del tiempo de los “purunrunas”, ubicados en el

distrito de Pampachiri; los petroglifos y pinturas rupestres de Llupapuquio dan

cuenta de la presencia temprana de las sociedades que poblaron el actual

102
territorio andahuaylino en los remotos tiempos de cazadores y recolectores de

camélidos, servidos, mamíferos pequeños y aves. Asimismo, se da cuenta que

en el intermedio tardío (entre 1000 a 1400 a.d.c.) después de la decadencia y

desaparición del imperio Wari, surgen muchos reinos locales repoblando estos

territorios; entre ellos los Hanan y Urin Chankas con sus héroes legendarios, y

a la vez, deidades míticas Uscovilca y Ancovilca, respectivamente, cuyas

ocupaciones poblacionales se caracterizan por sus grandes asentamientos en

la cumbre de los cerros, las concentraciones de estructuras circulares y las

cámaras funerarias elevadas; vestigios diseminados en la sierra central de los

departamentos de Apurímac, Ayacucho y Huancavelica, posible área de

expansión de la denominada “Confederación Chanka” (Bauer, Araos, & Kellett,

2013). Estos centros de importancia religiosa y militar de los Chankas, serán

ocupados por la expansión Inca, posterior a la derrota en la batalla de

Yawarpampa.

Por otro lado, además de las evidencias materiales dejadas por las sociedad

prehispánicas; otros componentes que permiten construir la identidad histórica

de los Chankas, lo conforman los relatos míticos que aluden a hechos

fundacionales de las sociedades en épocas remotas, las crónicas coloniales de

visitadores, administradores y viajeros, y la memoria oral que se trasmite a

través de generaciones; estos son los referentes de la hoy denominada Gran

Epopeya Chanka, que se constituye como eje simbólico del ethos identitario

Chanka, que ha sido explicado magistralmente por Bauer, B.S., Araoz, M. y

Kellett, L.C. (2013)

103
En este sentido, para los andahuaylinos, el acontecimiento epopéyico que

define el espíritu rebelde, guerrero, beligerante e indómito de los Chankas,

sería las campañas por la conquista de sede imperial cusqueña para imponer

su dominio desde la sierra central; las que tendrían su desenlace definitorio en

la Batalla de Yawarpampa (Pampas de Anta – Cuzco), sostenida en la segunda

mitad del siglo XV, entre las huestes Chankas dirigidas por Ancohuayllo y las

cusqueñas dirigidas por el príncipe Sapa Inca Yupanqui, conocido luego como

Inca Pachacutec.

La lectura de los acontecimientos históricos está fuertemente influenciada por

los autores de los relatos, para el caso de la batalla de Yawarpampa

considerada por los cusqueños como punto de inflexión crucial, decisiva y

definitoria de la historia incaica para consolidar su proceso expansivo en los

andes, la información es recogida a través de los cantos épicos incaicos y los

relatos ante los cronistas coloniales. De este modo, es posible que la historia

oficial sobre esta batalla presente algún sesgo que mitifica la victoria cusqueña,

la misma que habría sido posible por la intervención de los dioses incas,

quienes habrían hecho cobrar vida a las pururaucas (piedras míticas) que se

presentan como un gran ejercito engañando a los sitiadores y hacerlos huir en

retirada; además presentando a la campaña de persecución y venganza como

muy cruenta y devastadora contra el ejército rebelde de los Chankas: con las

pieles de los lideres vencidos se forman bustos humanos rellenados con

cenizas y paja para exhibirlos como escarmiento, a los cuerpos de los caídos

en batalla se los abandona a la intemperie para servir de comida a los animales

104
de presa y los ídolos míticos de los Chankas (Uscovilca y Ancovilca)

abandonados en la huida, tomados como trofeos de guerra.

Mientras que desde la memoria mítica de los Chankas, se relata las proezas de

valor de los lideres legendarios Chankas, como Uscovilca que lanzando

hondazos hacia lejanos parajes convoca un gran ejército para marchar hacia el

cuzco y que a pesar de haber sido vencidos por el ejército inca, sus líderes,

como Anqowayllo, mantuvieron su espíritu guerrero y libertario, prefiriendo huir

hacia la selva, a lo que hoy sería la zona de Lamas, quienes hasta la actualidad

se autodenominarían Chankas. Esta memoria actual, es la que afirma el gran

sentimiento de orgullo de los andahuaylinos por sus antepasados legendarios

Chankas; por ello, en muchos pueblos de la región aluden a este sentimiento

de rebeldía y libertad, mediante monumentos al Puma y Anqowayllo o

denominando como Anqowayllo o Chanka a distritos, parques, calles y

entidades públicas.

Además del pasado histórico también juegan un rol importante en la

constitución y consolidación de la identidad regional las tradiciones culturales

descritas anteriormente.

Roles que cumplen las tradiciones culturales en la constitución y

consolidación de la identidad regional.

Así en la tradición andahuaylina, la festividad del Niñuchanchic, es la fiesta de

la abundancia, del compartir comida y bebida, del departir alegría universal. De

este modo el bocado y sorbo simbólico de la fiesta del Niñucha, es el maicillo

preparado de harina de maíz por todas las familias y hoy ofertado por
105
vianderas en cada esquina; éste representa y es considerado como la ostia, el

pan de Dios y la chicha ofrecida gratuitamente al transeúnte sediento, ofrecer y

servirla significa bienvenida, hilar amistad, es el Aypaykuy, ir al encuentro. El

maicillo, el turrón de azúcar y la chicha eran y son infaltables en las fiestas de

antaño y de hoy.

La población al referirse a las celebraciones del Niñuchanchik inmortaliza lo

vivido, así la chicha siempre ha sido gratuita y no falta en las actividades

agrícolas y fiestas sociales del mundo andino. “Mis recuerdos de niñez grafican

una imagen muy linda de la fiesta, se hacía entrada con caballos, mulas,

burros, todo era original, no solo con participación de los danzarines, también la

gente llevaba sus contribuciones. Toda la población se unía a la fiesta, era un

ayni general. Los jóvenes estaban aprendiendo las danzas y los bailes, los

niños estábamos incluidos, espontáneamente por la actitud abierta del alferado,

todos comían, pero si faltaba la comida era señal de mala organización”.

(Informante: Lucio Rivas, Niñuchanchik San Jerónimo, 2015).

La fiesta realizada por las redes familiares y de amistad del alferado, es la

realización colectiva de la fiesta, es la realización de uno de los principios

éticos más importantes del mundo andino y en particular de los Chankas: el

compartir. La fiesta es el espacio de poner en práctica el compromiso de la

palabra empeñada, la identidad social con la familia y la comunidad y la

identidad cultural hacia sus tradiciones ancestrales que se van actualizando en

sus formas expresivas pero con la persistencia y continuidad ética e identitaria.

106
De esta manera por ejemplo en la danza los negrillo las presentaciones

artístico-festivas la motivación esencial que los alienta es demostrar en un

escenario de atipanakuy (competencia emulativa) sus destrezas acrobáticas en

la formación de pirámides humanas que desafían el miedo y temor a la muerte

misma. En ellas se busca cierta notoriedad, prestigio y valoración, al ser

considerados por el público como los más aguerridos, los más diestros y mejor

cotizados para las sucesivas contrataciones. El fermento cultural y psicológico

para ello es el espíritu Chanka que se precia de ser guerrero, insensible al

dolor físico, desafiante al castigo, capaz de solucionar sus problemas

personales o comunitarios en el marco de la danza y usando como mecanismo

justiciero el zurriago que resuena en la piel desnuda de los contrincantes para

luego terminar en celebraciones, felicitaciones y abrazos de los concurrentes.

Asimismo las fiestas de carnavales que se celebra en el medio rural en el

marco de las comunidades campesinas e indígenas, este posee connotaciones

de relevancia en el orden de la historia social, en la constitución de la

comunidad y la familia, en la persistencia y continuidad de la cultura y la

estructuración de las identidades. Todo esto es posible porque los actores

sociales comunitarios se encuentran inmersos en contextos socio productivos e

histórico culturales propios y principalmente en territorios comunales

recuperados del poder gamonalista; en los cuales organizan sus procesos

productivos agropecuarios familiares con libertad y autonomía, ejercen sus

derechos de ciudadanía participando activamente en los procesos político

electorales donde van asumiendo instancias de decisión en los poderes

locales, reorganizan su acción social con nuevos ejes de nucleación como en la


107
defensa de sus recursos (tierra, agua, bosques, minería), mejora de los

procesos agrarios con tecnologías que no deterioren el medio ambiente y la

naturaleza, la mejora de la calidad educativa de sus hijos, mejora de los

servicios sociales urbano rurales como la salud, la electricidad, comunicación

vial y la internet.

Esta nueva dinámica social comunitaria, modifica de manera sustancial la vida

social y las mentalidades campesinas lapidando los esquemas y prejuicios

discriminatorios y de inferiorización del hombre indígena, la participación de la

mujer en niveles de equidad con el varón o el marido, la emergencia de las

ferias, mercados campesinos y actividades artesanales que pueden ser

ejercidos por gentes libres de ataduras de sujeción personal y servidumbre, la

prestigiación de las festividades patronales y comunitarias y principalmente el

reconocimiento social de la fuerza campesina para reclamar y exigir derechos y

reivindicaciones. El hecho social que visualiza esta nueva imagen del

campesinado de comunidades rurales, es la paralización regional del pueblo de

Apurímac (12 de marzo del 2015) contra la administración abusiva del sector

electricidad; en la cual, los campesinos de comunidades llegan a las ciudades y

logran imponer la paralización total de la actividad económica regional y la

imposición de un nuevo orden y disciplina ciudadana durante la paralización.

En la danza colectiva del carnaval rural originario, el campesino representa su

proceso social humano; en él escenifica sus relaciones humano-sagradas con

sus deidades apus, pachamama, tata inti, mama quilla, advocando respeto,

cariño y protección; sus relaciones humano-naturales con sus animales,

108
chacras, colinas, puquiales, bosques, ríos y lagos para los que expresa afecto y

cariño; sus relaciones laborales en las que fluye la solidaridad y el ayni o la

sátira al patrón abusador dueño de la tierra; sus relaciones parenterales con los

compadres y la comadres; sus relaciones y experiencias migratorias hacia el

mundo exterior a través de representar satíricamente a los limacos y limacas

como seres que visten de modo extrafalario, individualistas y aislados del

mundo comunal. Se representa también actividades sociales como los

bautizos, matrimonios, visitas y fiestas familiares, la búsqueda y la conquista de

la pareja, el arreglo de cuentas o desavenencias.

En la República y la época contemporánea las comunidades indígenas y

campesinas no dejaron de lado esta brega por la emancipación y la libertad,

que la continúan a través de la búsqueda del empoderamiento de su territorio,

su lengua y su cultura. En esta búsqueda se batalla lenta y silenciosamente en

la conquista de los espacios públicos (las plazas, las escuelas, los barrios y

mercados) para reclamar ser escuchados, tomados en cuenta y crecer su

autoestima y personalidad individual y colectiva. Contribuyen de modo

excepcional para lograrlo, el uso de la lengua materna que se impone en los

momentos de conflictividad social y la práctica de la danza, la música, la

vestimenta y gastronomía típicas que van tomando relevancia, notoriedad y

marcando el plus diferencial en cada festividad local o regional.

El espacio por antonomasia para viabilizar estos mecanismos de resistencia

cultural, ha sido y sigue siendo la fiesta andina, que sin duda tiene una

funcionalidad ambivalente; por un lado, las élites dominantes lo usan para

109
legitima su poder y autoridad; y, por otro lado, los sectores populares para

rendir culto a la vida, exteriorizar sus anhelos y esperanzas y otorgar

orientación normativa y socializante a la vida familiar y comunitaria.

Del mismo modo también debemos señalar que el territorio y la cultura viva

Chanka son constituyentes y juegan un rol importante en la consolidación de la

identidad regional

En el contexto de la vida cotidiana actual de cada pueblo, como el de

Andahuaylas, que haya tenido un larga historia propia; en su contacto

permanente con la tierra fértil llamada cariñosamente Pachamama, con las

elevadas montañas denominados apus, con ríos y valles profundos, en el

contacto con su flora y fauna, en la práctica de su ritualidad ancestral, en el

ejercicio de su sabiduría tecnológica, ideográfica y de creatividad artística; van

dando forma a su cultura viva, la misma que no solo se hunde en las raíces en

su remota historia y tradición originaria; sino también, modela sus prácticas

sociales, sus sentimientos y sensibilidades actuales.

En este dinamismo local de acondicionamientos y redefiniciones

socioculturales; la cultura viva expresada en mitos y creencias cotidianas, en

música y danzas, en vestimenta y gastronomía típicas, en festividades

costumbristas, en las lenguas maternas y en las sabidurías tecnológicas

milenarias, forman parte de la herencia cultural andina, y se convierte en el

mecanismo, por excelencia, de la sociabilidad, la identidad y la personalidad de

los pueblos en los Andes.

110
De este modo, en el contexto social andahuyalino, los rituales ancestrales del

“pagapu” a la Pachamama y los apus, de los sahumerios a chacras y casas, de

challas en eventos de interacción social, al igual que el complejo de creencias

cosmoteluricas y de relatos míticos sobre acontecimientos humanos, naturales

e históricos; conforman la dimensión mental, subjetiva y espiritual de las

identidades, proveen los modelos de acción social cotidiana y dan sentido a las

sensibilidades de sus pobladores.

En el complejo de la cultura viva, otro elemento constituyente esencial de la

identidad Chanka es la lengua materna Quechua, que a la vez se diferencia de

las demás variantes, con la denominación quechua Chanka. La lengua materna

implica la mantención y persistencia de una cultura en uso directo de sus

propios actores en la dinámica de sus comunicaciones, les posibilita también

sus visiones del mundo espacial, temporal y de la vida; trasmitir sus sistemas

de valores y su memoria colectiva y transmitir sus sentimientos y

sensibilidades.

En los tiempos actuales, el hombre andahuaylino al igual que el andino, viven

tiempos diametralmente distintos a los de los siglos pasados, del coloniaje y de

la república aristocrática, en los cuales comunicarse en los idiomas maternos

nativos eran un lastre social, con sus implicancias de ser burlado y marginado

ubicándolos en el nivel de no humano. En este orden de cosas el hombre

andino se desenvolvió en dos mundos conflictuados. El primero, el mundo de la

familia y la comunidad que le otorgaba hogar materno y seguridad; pero a la

vez, marginado, olvidado, reprimido e inferiorizado social y culturalmente. El

111
segundo, el mundo de la hacienda, de la gobernación, de la escuela, de la

institucionalidad pública y el de la ciudad; que se le presenta ajeno, adverso,

dominante y avasallador. La interacción humana entre ambos era una situación

vergonzante marcada por el desprecio y la humillación; esta situación es

graficada magistralmente por José María Arguedas Altamirano, cuando en su

niñez tuvo que soportar a una madrastra indolente, una batea y la convivencia

con los indios. Sin embargo, como el mismo lo declara, que el castigo y la

degradación que se le pretendió imponer, le sirvió para aprender el afecto y el

cariño de los indios, aprender su lengua, su música, sus danzas, sus canciones

y a sentir y vivir como ellos.

Este relato de una experiencia vital, no es una simple alegoría retórica y

pintoresca; significa más bien, una inflexión imaginativa de una realidad que

sucederá en el futuro, una imagen que da cuenta de un modelo de vida que se

sustenta en la armonía con la naturaleza, la vivencia de la cultura propia en sus

ribetes del afecto, la alegría, el amparo y la solidaridad; la esperanza y la fe en

el reconocimiento de los quechuas como seres plenos, inteligentes y

resilientes. Esta historia individual, es la historia de la sociedad andina que en

su prolongada resistencia ante la opresión social, simuló adoptar el espíritu que

le impuso el dominador; es decir, el “autoreconocerse” como un ser humano

inferior y carente de dones para el progreso, lastre mental colonial del cual

debemos resarcirnos para crecer como nación.

El modelo social y la mentalidad aristocrático gamonal y de la modernización

devinieron ya en esquemas socio históricos que demostraron su inviabilidad

para crecer como sociedad y país; el primero, por su contenido racista e

112
inferiorizante y el segundo, por su falaz ideología de la homogenización social y

cultural que pretendió asemejarnos al mundo occidental eurocéntrico. Ambos

modelos irreales, que no tuvieron asidero práctico en ninguna parte del mundo,

con sus presupuestos ideológicos de la aculturación, la asimilación cultural, el

mestizaje cultural y el sincretismo; solo pretendieron despersonalizar a las

poblaciones indígenas y nativas, prohibiendo de los espacios públicos oficiales,

la vivencia de las tradiciones andinas de auténtica peruanidad: las lenguas

maternas quechua, aimara entre otras, la diversa música tradicional andina, las

variadísimas y coloridas danzas y vestimentas regionales, las sabidurías

ancestrales en ganadería, agricultura, salud y textilería y la convivencia

comunitaria en su propio paisaje cultural territorial y natural. Sin embargo, estas

expresiones materiales de la cultura andina viva, han tomado el derecho de

ciudadanía en el Perú actual y se han convertido en solidos ejes de

reconocimiento de nuestra personalidad nacional.

A pesar de todos los cambios ocurridos en los últimos tiempos, las poblaciones

rurales y migrantes de Apurímac, Ayacucho y Huancavelica (territorio de los

Chankas); son bilingües cuya primera lengua es el Quechua en su variedad

Chanka, es el medio a través de la cual realiza su interacción comunicativa

cotidiana, lleva a cabo de sus intercambios materiales y canta sus emociones,

sentimientos y aspiraciones. Mientras que el castellano, es usado como

segunda lengua y sirve para interactuar con el mundo oficial y exterior.

Comunicarse, vivir y sentir en forma intensiva en sus propios códigos

lingüísticos y simbólicos originarios, es la razón esencial de la persistencia y

continuidad de su cultura y la forja de sus sentimientos de identificación,

113
pertenencia y orgullo con sus raíces lingüísticas, territoriales, sociales e

históricas.

114
CONCLUSIONES

 En el orden sociocultural en la actual sociedad Andahuaylina se

desarrollan dos procesos complementarios: urbanización de la sociedad

rural y andinización de la ciudad. Es decir, es un espacio donde se operan

armoniosamente el encuentro de la urbanidad y la tradición, en este

contexto se desenvuelven las tradiciones socioculturales chankas.

 En las festividades católicas y sus manifestaciones culturales de

Andahuaylas, confluyen elementos constitutivos de tradición colonial-

criollos y de tradición andino ancestral; asimismo se han constituido en el

espacio particular y el tiempo extraordinario para viabilizar sus tradiciones

y formas de pensar, para afirmar sus identidades colectivas e individuales,

en un tiempo de visibilización de la crítica social simulada y resistencia a

los poderes establecidos y una alta valoración a la memoria de los

antepasados. De este modo, son los mecanismos por excelencia de la

persistencia, recreación y continuidad de las tradiciones ancestrales y sus

formas expresivas como las danzas, canciones, lengua, mitos,

115
gastronomía típica y vestimenta típica son los componentes de su cultura

viva y dinámica,

 En la expresividad gestual y rítmica de las danzas de los negrillos y de

tijeras de la provincia de Andahuaylas; se observa una crítica social a

través de la imitación burlona del "misti y español"; en sus destrezas

acrobáticas para formar pirámides humanas, se demuestra fuerza y valor

al desafiar al dolor y la muerte. El impulso para ello, es el espíritu Chanka,

que se define de ser guerrero, insensible al dolor físico, desafiante al

castigo, capaz de solucionar sus problemas personales o comunitarios en

el marco de la danza para luego terminar en celebraciones, felicitaciones y

abrazos de los concurrentes

 El carnaval originario que se celebra en las comunidades indígenas

quechuas de Andahuaylas, es la fiesta para celebrar el afecto y el cariño a

la familia y la comunidad, es una vida festiva con sus propias leyes y

principios de interacción, de renacimiento, predicción y realización; se

inicia con el watukanakuy o visitas a las familias comunidades o

instituciones para conversar y compartir; continua con el atipanakuy para

ejercer la regulación comunitaria y preparar el espíritu competitivo y

emulativo de jóvenes y niños; finalizando con la despedida de fiesta, para

empezar una nueva vida en armonía y sin resentimientos.

 La identidad como una representación social de la población, en

Andahuaylas se define como Identidad Chanka, la que está constituida y

definida por la recurrencia a la memoria oral en torno a íconos míticos y

116
legendarios como Anccohuayllo y el puma, que recuerdan la historia de

valor contra todo sometimiento y la lucha por la libertad, reforzado

permanentemente por la convivencia con su territorio ancestral recuperado

del gamonalismo; por la práctica de su lengua materna que socializa

cultura y valores originarios; por sus danzas de negrilos y tijeras que

desafían al miedo, al dolor e infunden fuerza y espíritu indomable a la

niñez y juventud. De este modo, la identidad Chanka como sentimiento y

sensibilidad viva y actuante, se define como aguerrida, indomable, amante

de la libertad, desafiante al dolor y a la misma muerte. Por ello, se traduce

en epónimos de parques, avenidas, instituciones públicas, obras de arte o

movimientos culturales y políticos.

 En este sentido, si la identidad cultural nos fija a un territorio, a una

historia, a una lengua, a un sector social y a una visión de futuro colectivo;

por lo que su rol esencial será generar cohesión social y entusiasmos

colectivos, como también competencias mutuas y rivalidades con los

vecinos; estas se convierten en energías sociales y de consolidación de la

identidad regional que encausan las pasiones y entusiasmos individuales y

colectivas por un proyecto de bienestar sostenible para la sociedad

andahuaylina y regional.

117
RECOMENDACIONES

 Estudios etnohistóricos y arqueológicos han determinado que

Andahuaylas fue el centro político y cultural de la expansión de la

denominada Confederación Chanka, que abarcó los Andes Centrales del

Perú, que hoy comprenden los departamentos de Apurímac, Ayacucho y

Huancavelica; este espacio es un extraordinario escenario de la

persistencia y continuidad experiencias históricas, tradiciones y

sabidurías ancestrales, que es necesario redescubrirlas y afirmarlas

para un desarrollo con rostro propio. En esta perspectiva, el pueblo

Andahuaylino espera que las universidades peruanas, otorguen el

sustento científico a la historia, los saberes y las experiencias sociales y

culturales promoviendo estudios en todas las esferas de su desarrollo

social.

 Para los Andahuaylinos, la cultura y memoria histórica milenarias y la

viva presencia de José María Arguedas Altamirano, constituyen dos

íconos simbólicos que contribuyen en la configuración de la identidad

Chanka, la misma que se expresa y verbaliza cotidianamente a través


118
de los epónimos “chankas” y “arguedianos”; sin embargo, quienes se

autodefinen como tales, no poseen los contenidos argumentativos para

tales definiciones identitarias. Por esta razón recomendamos que en los

centros de educación inicial, primaria, secundaria y universitaria; se

elaboren e implementen módulos y asignaturas con contenidos de

cultura andina, historia regional y del pensamiento, vida y obra de José

María Arguedas.

119
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_note-Junin-1

125
ANEXOS

126
Anexo 1. Guía de entrevista

ADICIONES SOCIOCULTURALES CHANKAS EN EL AFIANZAMIENTO DE


LA IDENTIDAD REGIONAL EN LA PROVINCIA DE
ANDAHUAYLAS - APURIMAC
1. Tradiciones socioculturales en de la identidad Chanka

a. ¿Cuáles son las tradiciones culturales con los que se identifica?

b. ¿Cuáles son las fiestas con los que se identifica?

c. ¿Cuáles las danzas más representativas?

d. ¿Qué significado tienen as danzas?

e. ¿Qué representan las danzas?

f. ¿Cuáles son las danzas con los que se identifica?

2. Elementos que constituyen y consolidan la identidad regional

a. ¿Qué elementos que configuran la identidad regional?

b. ¿Qué Rol que juegan los elementos tradicionales en la

consolidación de la identidad regional?

127
Anexo 2. Guía de observación

ADICIONES SOCIOCULTURALES CHANKAS EN EL AFIANZAMIENTO DE


LA IDENTIDAD REGIONAL EN LA PROVINCIA DE
ANDAHUAYLAS - APURIMAC
1. Tradiciones socioculturales en de la identidad Chanka

a. Tradiciones culturales

b. Fiestas principales

c. Las danzas más representativas

2. Elementos que constituyen y consolidan la identidad regional

a. Uso de idioma quechua

b. Actividades o expresiones que consolidan la identidad regional

128
Anexo 3. Fotografías de danzantes de la fiesta de Niño Jesús de Praga -

Talavera 2015

129

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