Lectura - Semana 21
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MERCEDES INDACOCHEA
BARRANCO
EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE 06
PRMERA SEMANA – PRIMER AÑO
CIENCIA Y TECNOLOGIA
Las células del sistema inmune que incluyen linfocitos, granulocitos y monocitos macrófagos se
forman en la médula ósea a partir de células pluripotentes, a través de un proceso finamente
regulado y en el que participan varias citoquinas. Los linfocitos son las células que participan
en la inmunidad adquirida o específica. Las células T participan en la inmunidad celular y las
células B en la inmunidad humoral. Una tercera subpoblación de linfocitos, las células NK,
participan en la inmunidad celular de tipo innata.
Las células del Sistema Fagocítico Mononuclear (monocitos, macrófagos y células dendríticas)
tienen como función fagocitar, actividad más desarrollada en los macrófagos, que son células
tisulares derivadas de los monocitos circulantes. Los granulocitos (neutrófilos, eosinófilos y
basófilos) presentan particularidades morfológicas y funcionales. La principal función de los
neutrófilos es su capacidad fagocítica.
Todos ellos tienen los procesos de activación, quimiotaxis, fagocitosis y bacteriólisis. Los
órganos linfoides se pueden clasificar en primarios (timo y médula ósea) y secundarios (bazo,
ganglios linfáticos y tejido linfoide asociado a mucosas). En el timo maduran los LT y en la
médula ósea los LB. En los órganos linfoides secundarios, los linfocitos toman contacto con los
antígenos y es en ellos donde se genera la respuesta inmune específica (células efectoras y de
memoria). En estos órganos existen zonas ricas en células B, y otras en que, principalmente,
existen células T. La capacidad de los linfocitos de recircular entre los órganos linfoides
secundarios, vasos linfáticos, conducto torácico y vasos sanguíneos le permiten tomar
contacto con antígenos en diferentes lugares del organismo