40000angeles Oscuros - Lordan
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Ángeles Oscuros
"Desde la fundación de su Legión en el
nacimiento del Imperio, los Marines Espaciales
de los Ángeles Oscuros han sido temidos por sus
enemigos y reciben la admiración de aquellos a
quienes protegen. Obstinados e incansables en la
batalla, siempre vigilantes y entusiastas en la
persecución de sus deberes, los Ángeles Oscuros
están considerados unos de los más fieles siervos
del Emperador. Sin embargo, no fue siempre así.
Durante diez milenios los Ángeles Oscuros han
guardado un siniestro secreto, un acto tan terrible
y vergonzoso que desafía todo lo que más
quieren los Ángeles Oscuros, y que podría quizás
traerles la condenación eterna."
—Inquisidor Balastek Grim—
Llega el Emperador
Aunque Lion El'Jonson y la gente de Caliban lo
desconocían, el Emperador había dado inicio a la Gran
Cruzada y estaba reunificando la Humanidad con la
intención de purgar todos los Sistemas Estelares y
limpiarlos de opresores alienígenas. Cuando la ola de
conquista empezó a extenderse por toda la Galaxia, los
exploradores del Imperio descubrieron Caliban. No pasó
mucho tiempo antes de que el Emperador encontrara al
Primarca y se reuniera con él. El gobernador de la
Humanidad sintió el gozo del padre que encuentra a su
hijo perdido. El Emperador vio el potencial de Jonson
todavía por desarrollar y lo primero que hizo fue darle el
control de la Legión de los Ángeles Oscuros. Este cuerpo
de Marines Espaciales había sido creado por el
Emperador a partir de la semilla genética de Jonson, su
Primarca, y combatía junto con las demás fuerzas
imperiales en la Gran Cruzada. Jonson vio la oportunidad
de realizar una limpieza y purificación como la de
Caliban, pero a gran escala; la oportunidad de llevar la
luz y la esperanza a todos.
Caliban se convirtió en el planeta natal de los Ángeles
Oscuros y todos los integrantes de La Orden pasaron a
formar parte de las filas de la Legión. Los caballeros que
eran lo suficientemente jóvenes recibieron la semilla
genética de los Ángeles Oscuros, así se convirtieron en
poderosos Marines Espaciales, guerreros diseñados para
servir al Emperador. Los más viejos, en cambio, solo
recibieron cirugía de transformación, de modo que nunca
llegarían a ser tan fuertes, resistentes y rápidos como los
Marines Espaciales y, por extensión, nunca llegarían a
estar entre la élite militar del Imperio. El primero en
entrar de esta forma en la Legión fue Luther, que se
convirtió en la mano derecha de Jonson, como lo había
sido en La Orden.
La Gran Cruzada tenía que continuar, puesto que seguía
habiendo innumerables planetas bajo la influencia de los
poderes oscuros del Caos u oprimidos por razas
alienígenas. Así fue como Jonson y el grueso de los
Ángeles Oscuros partió con el Emperador para luchar
juntos por la Humanidad. Luther se quedó en Caliban a
cargo de la reserva de la Legión, de la protección del
mundo natal y de la supervisión de la introducción de las
siguientes generaciones de reclutas.
Caliban se convirtió en el planeta natal de los Ángeles
Oscuros y todos los integrantes de La Orden pasaron a
formar parte de las filas de la Legión. Los caballeros que
eran lo suficientemente jóvenes recibieron la semilla
genética de los Ángeles Oscuros, así se convirtieron en
poderosos Marines Espaciales, guerreros diseñados para
servir al Emperador. Los más viejos, en cambio, solo
recibieron cirugía de transformación, de modo que nunca
llegarían a ser tan fuertes, resistentes y rápidos como los
Marines Espaciales y, por extensión, nunca llegarían a
estar entre la élite militar del Imperio. El primero en
entrar de esta forma en la Legión fue Luther, que se
convirtió en la mano derecha de Jonson, como lo había
sido en La Orden.
La Gran Cruzada tenía que continuar, puesto que seguía
habiendo innumerables planetas bajo la influencia de los
poderes oscuros del Caos u oprimidos por razas
alienígenas. Así fue como Jonson y el grueso de los
Ángeles Oscuros partió con el Emperador para luchar
juntos por la Humanidad. Luther se quedó en Caliban a
cargo de la reserva de la Legión, de la protección del
mundo natal y de la supervisión de la introducción de las
siguientes generaciones de reclutas.
La caída de Caliban
Los Ángeles Oscuros fueran la primera de las legiones del
Emperador y su primera encarnación fue la de ejército
personal del Señor de la Humanidad en los primeros años
de la Gran Cruzada y las sombrías campañas que la
precedieron. Como prototipo de lo que después serían las
Legiones Astartes, sirvieron tanto como plantilla para las
legiones más especializadas que vinieron después y como
un estándard sobre el que sus sucesores serían
comparados. La que una vez fue la más numerosa y
poderosa de las legiones ha visto sus números consumidos
y su primacía acabó tras décadas de guerra salvaje,
particularmente tras las guerras de los Xenocidios
Rangdan, una de las campañas más apocalípticas de la
Gran Cruzada.
Las cicatrices de estas batallas los cambiaron al igual que
la reunificación con su primarca Lion El'Jonhson y la
introducción de sangre fresca de su nuevo mundo,
Caliban. Siendo un mundo letal gobernado por una
violenta y feudal sociedad de tecnobárbaros, las órdenes
de guerreros de Caliban proveían de un terreno fértil para
la regeneración de la Legión y sus códigos y prácticas
marciales fueron rápidamente asimiladas por la legión en
reconstrucción.
Tozudos, tecnológicamente poderosos, despiadados y
taciturnos, los Ángeles Oscuros en la época de la Herejía
de Horus vuelven a ser una legión poderosa y altamente
independiente, utilizada para operar por si misma en
campañas a gran escalas y operaciones de sumisión. Por
ello, el temor a la primera legión llevó al Señor de la
Guerra a maquinar para asegurarse que, cuando su plan
diera sus frutos, los Ángeles Oscuros hubieran sido
enviados a los lejanos bordes del Imperium dónde no
pudieran interferir, al menos durante un tiempo. No
obstante, conforme la Herejía de Horus progresaba el
poder de esta Legión se haría de notar, derrotando a los
Amos de la Noche en Thramas y desatando una
destrucción a una escala sin precedentes en los últimos
años de la Era de la Tinieblas, en los cuales destruyeron
un mundo traidor tras otro en el Sur de la Galaxia.
Entonces llegaron los terribles días de la Herejía de
Horus. Mientras el Emperador luchaba contra el Señor de
la Guerra Horus en Terra, Lion El'Jonson luchaba por la
Humanidad junto a Leman Russ, el Primarca de la Legión
de Marines Espaciales de los Lobos Espaciales en los
Planetas Escudo. Cuando Jonson y Russ se enteraron de la
descomunal batalla que tenía lugar en Terra, ambos
generales reunieron a sus tropas y se encaminaron hacia
allí a toda velocidad. El viaje duró semanas, puesto que
los navíos de los Marines Espaciales eran asaltados por
los Demonios de la Disformidad y tenían que abrirse paso
a través de Sistemas rebeldes. Tras estas semanas de viaje
disforme, la flota llegó a Terra, pero los Primarcas
descubrieron que era demasiado tarde. Los
acontecimientos habían seguido su curso y la cataclísmica
batalla había terminado. Aunque las fuerzas del Caos
habían sido derrotadas, el Imperio estaba en ruinas.
Pero a Jonson aún le quedaba por descubrir una última
traición a su regreso a Caliban. Habían pasado muchos
años desde que Jonson hubiera pasado por última vez su
planeta natal y quería volver a respirar su aire una vez
más. Pero, en cuanto las naves espaciales de Jonson
entraron en órbita, fueron recibidas por una devastadora
salva de fuego láser de la defensa planetaria. Aunque la
flota intentó escapar de la trampa, muchas naves fueron
destruidas bien por el fuego enemigo, bien por choques
producidos por culpa de las maniobras de evasión. Las
naves en llamas caían a la superficie del planeta como
cometas. Jonson, sorprendido por el ataque, decidió
retirarse a investigar qué estaba sucediendo.
Una astronave mercante capturada le proporcionó la
respuesta. Lo que descubrió dejó estupefacto a Jonson. A
lo largo de las décadas, tras la marcha de Jonson de
Caliban, Luther se había corrompido por culpa de la
semilla de los celos que albergaba su corazón. Había
dado rienda suelta a su odio, lo que no solo había
envenenado a los que estaban bajo su mando, sino también
a las nuevas generaciones de reclutas. Había proyectado
su odio sobre cada uno de los hombres que dirigía. Su
estupenda oratoria los había perdido en un laberinto de
odio que los consumía y les hacía creer que sus hermanos
les estaban robando la tan merecida gloria. Al igual que
Horus y los demás traidores, Luther se había corrompido
y fascinado por la atracción del Caos. Su orgullo y
disgusto era todo lo que los Dioses del Caos habían
necesitado para ponerlo de su lado.
Al descubrir todo esto, Jonson sintió una furia que llenaba
cada ápice de su corazón. Había luchado de uno al otro
confín de la Galaxia y, justo cuando creía que la
maldición del Caos había sido erradicada por completo
del Imperio, el señor de los Ángeles Oscuros descubría
que su propio planeta natal y sus hermanos habían sido
engañados para que se volvieran en su contra. Jonson
ordenó el asalto inmediato al planeta. Las armas de
destrucción masiva de la flota de la Legión devastaron las
baterías láser de defensa de Caliban, a lo que siguió un
bombardeo sistemático del planeta que obligó a los
rebeldes a ocultarse en su Fortaleza-Monasterio.
Lion El'Jonson sabía que un preciso ataque quirúrgico
acabaría con la rebelión, por lo que decidió atacar la
Torre de los Ángeles, la magnífica Fortaleza-Monasterio
en la que se encontraba resguardado Luther. Y así fue
como los viejos amigos, convertidos ahora en enemigos
mortales, se enfrentaron el uno contra el otro. Aunque el
Primarca tenía poderes sobrenaturales, las habilidades de
ambos eran parejas, pues Luther había recibido regalos
demoníacos de los Dioses del Caos que las equiparaban.
La confrontación que tuvo lugar entre ambos fue titánica.
Los dos adversarios se asestaban un golpe tras otro y la
onda expansiva de los impactos iba destrozando el
monasterio poco a poco. Mientras tanto, los navíos
seguían disparando contra el planeta, hasta que todos los
monasterios fueron reducidos a gigantescos cráteres, de
los cuales manaba magma del núcleo del planeta. La
superficie de Caliban empezó a rajarse y levantarse a
causa del bombardeo, pues la furia cegaba a los Ángeles
Oscuros y no les dejaba ver lo que estaban haciendo a su
propio mundo.
Cuando el planeta empezó a romperse en pedazos, el
combate entre Jonson y Luther llegó al momento álgido.
Luther, debilitado por el largo combate, se tambaleó y
cayó al suelo, con lo que quedó a merced de la espada de
energía de Jonson; pero éste no era capaz de rematar a su
amigo. Mientras Jonson dudaba, Luther, con la ayuda de
los poderes del Caos, le lanzó un ataque psíquico que le
dejó herido de muerte. Pero cuando Luther vio la cara
desencajada del Primarca moribundo, se le cayó la venda
de los ojos y comprendió lo que había hecho. Había
cometido una triple traición: a su mejor amigo, a los
Ángeles Oscuros y al Emperador. La asunción de la
verdad le destrozó el raciocinio y cayó de rodillas junto a
Jonson, incapaz de luchar.
El alarido psíquico de Luther, que transmitía su dolor y
desesperación, resonó por toda la Disformidad y los
Dioses del Caos supieron que habían vuelto a ser
derrotados y que otro de sus peones se negaba a cumplir
lo establecido. La furia y la frustración de los poderes del
Caos tuvieron un reflejo psíquico que turbó toda la
Galaxia y que hizo que se abriese una grieta entre la
realidad y la Disformidad de la que salió una tormenta
disforme de proporciones gigantescas y que se tragó a
Caliban. El flujo incontrolable de energía psíquica
envolvió a los Ángeles Caídos, Ángeles Oscuros que
habían servido a las órdenes de Luther, y los hizo
desaparecer de la faz de Caliban para lanzarlos a través
del tiempo y del espacio. El planeta, que ya estaba
debilitado, quedó destruido por una descomunal explosión
y todos sus pedazos se sumergieron en la tormenta de
Disformidad.
Lo único que sobrevivió a la gran explosión fue la
gigantesca Fortaleza-Monasterio en la que habían
combatido Jonson y Luther: la Torre de los Ángeles.
Gracias a los estupendos escudos de energía que la
protegían, el monasterio había quedado en pie y unido a
un gran pedazo de Caliban. Cuando la tormenta se calmó,
esto era lo único que quedaba del antaño magnífico
planeta natal de los Ángeles Oscuros.
Los hombres de Jonson bajaron a la superficie de la roca
y se dieron cuenta, horrorizados, de que eso era lo único
que quedaba de su querido planeta. La grandiosa fortaleza
estaba en ruinas y todos los seres vivos que antaño
poblaran la faz de Caliban habían desaparecido. Los
Ángeles Oscuros encontraron a Luther sangrando y
balbuceando. No fueron capaces de extraer ni una palabra
coherente de quien había sido el mejor amigo de Jonson y
el segundo al mando de la Legión. Lo único que hacía era
repetir la misma frase una y otra vez: "Se han llevado al
Primarca, pero llegará el día en que vuelva para
perdonarme por mis pecados y los de mis seguidores".
Del poderoso Primarca no había ni rastro.
Esta historia de traición es un secreto deshonroso para los
Ángeles Oscuros. Nadie sabe lo sucedido excepto los
Ángeles Oscuros, sus Capítulos Sucesores y, quizás, el
Emperador en su Trono Dorado. Incluso en el seno del
propio Capítulo, pocos Hermanos Marines saben
exactamente que ocurrió durante esos terribles días.
La organización del Capítulo de los Ángeles Oscuros ha
sido moldeada principalmente por lo sucedido durante su
historia. A consecuencia de ello, su organización es
diferente a la de cualquier otro Capítulo. El Capítulo es
de naturaleza monástica, y dedica mucho tiempo a la
adoración y la plegaria. También existen diferentes
niveles dentro del Capítulo, por los cuales cada Marine
va avanzando gradualmente. Al alcanzar un nivel superior,
aprende un poco más de la verdad sobre los orígenes de
los Ángeles Oscuros. La mayoría de los Ángeles Oscuros
no saben nada de los orígenes del Capítulo. Solo aquellos
que alcanzan el nivel más alto llegan a conocer toda la
verdad.
Enterrado a gran profundidad, en el interior de La Roca,
se encuentra el secreto final del Capítulo. Sólo una
persona en todo el universo está en posesión de toda la
verdad: el propio Emperador. Oculto en el interior de una
cámara cerrada e inalcanzable, en el corazón de lo que
una vez fue el planeta Caliban, Luther aguarda el momento
en que Lion regrese junto a su hermano y le perdone, una
espera que llegará a su fin en el momento en que el
Capítulo más le necesite.
Acciones notables
Incursión de Xana: La primera aparición de la I Legión
durante la Herejía fue la participación del Soberano
Oscuro en la caída de Xana, un mundo perteneciente al
Mechanicum Oscuro.
Cruzada de Thramas (Herejía de Horus):
Enfrentamiento directo entre Lion El'Jonson y Konrad
Curze que llevó a la destrucción de un cuarto de la flota
de los Amos de la Noche y la muerte de comandantes
importantes de ambas legiones.
Revuelta de Faze V: Purga de un planeta corrupto por
medio de la 5ª compañía y miembros del Ala de Muerte.
Batalla de la Acrópolis de Kurin (551.M37): Acción
llevada a cabo por la 3ª compañía de los Ángeles Oscuros
en la que se enfrentaron a una fuerza de herejes, mutantes
y demonios que pretendían apoderarse del planeta.
Cruzada de Altid (290-299.M38): Campaña en la que
participaron los Ángeles Oscuros y la Guardia Imperial
resultando la captura de uno de los caídos.
Campaña de Hrakon: Acción llevada a cabo por los
Ángeles Oscuros en la cual, miembros del Ala de Muerte,
capturaron al caído Obidiah Hrakon.
Asedio de Vraks (813.M41).
Batalla por Piscina IV (997.M41): Defensa del planeta
ante el ¡Waaagh! de Nazdreg mediente fuerzas del Ala de
Cuervo, Ala de Muerte y la 3ª compañía.
Cruzada del Golfo de Ofidio (M41): Acción en la que
los Ángeles Oscuros y los Templarios Negros se enfreron
a un contingente xeno y los Ángeles Oscuros capturaron a
uno de los caídos.
Rebelión de los Cien Planetas: Campaña de los Ángeles
Oscuros y algunos capítulos más, que sofocaron una
rebelión en masa planetaria ideada por un hereje.
Batalla del Desembarco de Bane (999.M41): Conflicto
entre la 5ª Compañía de los Ángeles Oscuros dirigidos
por el Maestre Balthasar contra el capítulo renegado
Masacre Carmesí de Kranon el Implacable.
13ª Cruzada Negra.
Asedio del sistema Fenris (999.M41) -- El Imperio, ante
las alarmas de incursiones masivas demoníacas a través
de grietas disformes, mutaciones entre los Adeptus
Astartes de los Lobos Espaciales y rumores de traición,
envían una poderosa fuerza militar al Sistema Fenris con
el fin de cerciorarse. Destacar que entre todas las fuerzas
enviadas para investigar el asunto, llegan en primer lugar
al sistema el Capítulo entero de los Ángeles Oscuros, con
su fortaleza-monasterio. La fuerza militar que acompaña
al Supremo Gran Maestre Azrael consiste en contingentes
de catorce Capítulos, dos sub-flotas de batalla de la
Armada Imperial y tres Grupos Armados del Astra
Militarum. Fuerzas adicionales habían jurado dar su
apoyo y se encontraban en ruta, incluyendo los Titanes de
la Legio Dominatus.
Reclutamiento
Tras la titánica batalla entre Luther y Lion El'Jonson, todo
lo que quedó de Caliban fue la roca sobre la que yacían
las ruinas de la Fortaleza-Monasterio de La Orden. Los
Ángeles Oscuros excavaron profundamente en el lecho de
roca y reconstruyeron las ruinas de la fortaleza. Así
crearon su nuevo hogar, al que llamaron La Roca. Con el
paso del tiempo, construyeron innumerables túneles,
salones y estancias e, incluso, le añadieron motores de
Disformidad para que se pudiese mover de una estrella a
otra. Por este motivo, los reclutas de los Ángeles Oscuros
proceden de diversos mundos. Cada recluta es estudiado a
conciencia y, desde el momento en que se convierte en un
Ángel Oscuro, su vida anterior deja de tener importancia y
lo único que le importa es el Capítulo.
Muchos secretos oscuros yacen ocultos en las
profundidades de la Torre de los Ángeles: mazmorras que
no se han abierto en siglos; cuevas selladas con puertas de
adamantium y bloqueadas con sellos sagrados que guardan
gigantescos almacenes de arqueotecnología. Solo los
miembros más veteranos de los Ángeles Oscuros, los
Señores y el Círculo Interior tienen conocimiento de estas
cámaras y podrían revelar sus terribles secretos.
En la actualidad, al carecer de planeta natal, los Ángeles
Oscuros se ven en la necesidad de visitar diversos
mundos para el reclutamiento de nuevos hermanos entre
sus filas. Entre ellos destacan los siguientes mundos:
Kimmeria - Mundo natal de las tribus de cazadores de
cabezas de las que proviene el Comandante Azrael,
Supremo Gran Maestre de los Ángeles Oscuros; se dice
que son ideales para el reclutamiento de tropas para el
Adeptus Astartes.
Piscina V - Los Ángeles Oscuros han visitado en diversas
ocasiones el mundo de Piscina V con la intención de
reclutar a sus mejores guerreros para ingresarlos entre sus
filas por sus habilidades y dedicación.
Ritos de iniciación
Todo Capítulo de Marines Espaciales tiene que reclutar
nuevos guerreros para sobrevivir. Los Ángeles Oscuros
seleccionan a sus aspirantes en cualquier planeta sobre el
que orbite La Roca y los ritos de selección se llevan a
cabo en el propio planeta. Muchos de estos lugares son
mundos hostiles en los que viven algunos de los seres más
salvajes de la Galaxia. Los elegidos tienen que ser
jóvenes, pues los cuerpos maduros no aceptan la semilla
genética del Marine Espacial. El proceso de implantación
genético no es más que el comienzo, puesto que se tarda
varios años en que esos implantes genéticos conviertan a
un ser humano normal en un Marine Espacial. En sus
últimos años, el recluta forma parte de los Exploradores
del Capítulo.
Al recluta se le implantan las diecinueve características
genéticas que se corresponden con los diecinueve órganos
superiores que convierten a un hombre en un Astartes. La
mayoría de los Capítulos hace miles de años que existen.
Durante este tiempo, la semilla genética de algunos
Capítulos ha mutado, lo que propiciado cambios en la
naturaleza de los superórganos. Estos cambios hacen que,
a veces, un implante resulte inútil, pierda su efectividad o
produzca nuevos cambios en el Marine. Pase lo que pase,
esta mutación afectará a todo el Capítulo, pues los
implantes de todos los Marines Espaciales del Capítulo
provienen de la misma semilla genética. Aparte de los
implantes que han mutado, algunos Capítulos han perdido
uno o más tipos de semilla genética debido a accidentes,
fallos genéticos o por cualquier otra causa. Son pocos,
por tanto, los Capítulos que conservan los diecinueve
implantes originales.
La diferencia de los Ángeles Oscuros estriba en que su
semilla genética es una de las más puras y de las que
menos se ha degradado con el tiempo. A los Ángeles
Oscuros no se les conoce aberración genética alguna, lo
que ha propiciado que los Altos Señores de Terra
aconsejen la creación de Capítulos Sucesores a partir de
este Capítulo.
Antes de ser elegido para convertirse en recluta, el
guerrero humano tiene que superar unas pruebas rituales
exclusivas de los Ángeles Oscuros, pruebas que
determinan y ponen a prueba su fortaleza mental y
espiritual además de sus habilidades físicas. Los Ángeles
Oscuros tienen mucho cuidado con los reclutas que eligen,
pues no quieren arriesgarse a que pase lo que sucedió
hace diez mil años, cuando Luther corrompió a toda una
generación de reclutas y aspirantes.
La 10ª Compañía
Tras ser aceptado, comienza la inducción y la
implantación genética. El guerrero ha dado su primer paso
para convertirse en todo un Marine Espacial. A
continuación, los Exploradores se disponen bajo la tutela
de un Sargento Veterano, que será quien supervise su
inducción y entrenamiento. Estos Sargentos también
dirigen a los Exploradores en batalla. Como aún no están
preparados para formar parte de una Compañía de
Batalla, los jóvenes Exploradores viven aislados de los
demás hermanos en el monasterio-barracón de la 10ª
Compañía. Aquí es donde comen, duermen, se entrenan y
asimilan la doctrina del Capítulo. Todo Explorador tiene
mucho que aprender. No solo tiene que adaptarse a los
implantes que le han hecho y que se desarrollan en su
interior; también tienen que aprender las letanías de
guerra que le fortificarán. Además, pasará la primera fase
de iniciación de las muchas de que dispone el Capítulo.
Aprenderá a utilizar las armas, la armadura y el equipo de
los que dependerá su vida y tendrá la oportunidad de
participar en las primeras batallas. Pero la existencia del
Círculo Interior seguirá siendo un secreto para él.
Hasta que un Explorador no haya demostrado su valía en
combate, el Sargento no considerará que es digno de
recibir el título de Marine Espacial y convertirse en un
Ángel Oscuro capacitado para formar parte de una de las
Compañías de Batalla.
Doctrina de combate
Cuando las Legiones se fragmentaron tras la Herejía de
Horus, los Ángeles Oscuros fueron divididos en Capítulos
según el Codex Astartes de Roboute Guilliman. Excepto
por el Ala de Muerte y el Ala de Cuervo, los Ángeles
Oscuros siguen la doctrina de combate estándar de los
Marines Espaciales y su resistencia obstinada ante
enemigos numéricamente muy superiores es legendaria. En
situaciones en las que incluso otros Marines Espaciales se
retirarían, los Ángeles Oscuros lucharán hasta el amargo
fin en lugar de ceder terreno a su adversario. Esto se
refleja también en su tozudo rechazo a retroceder ante el
enemigo, incluso en situaciones en que sería tácticamente
beneficioso. Los Ángeles Oscuros son notablemente
intolerantes ante las razas no humanas y rechazan luchar
junto a ejércitos que incluyan razas alienígenas.
Sospechan con extremo recelo de los extranjeros y, a
menudo, parecen reservados e intransigentes sin motivo
alguno. De hecho, hay ocasiones en que se han retirado de
repente de la zona de guerra y no han dado explicación
alguna cuando han sido interrogados al respecto por un
Inquisidor imperial o un Misionero
Organización
Antes de la Herejía
Durante la Herejía de Horus otras Alas y compañías
estuvieron activas, algunas de las cuales nos son
conocidas: El Ala de Hierro, el Ala de Asalto, El Ala de
Fuego y la temida Ala del Terror.
El Protocolo Ala de Hierro fue desarrollado antes de que
la Gran Cruzada hubiera nacido completamente, cuando
los primeros Marines Espaciales eran usados por el
Emperador para exterminar amenazas a la humanidad
demasiado duras como para permitir que pusieran en
peligro el glorioso futuro que Él había diseñado.
Posteriores variantes de este protocolo pretendieron
desarrollar el sobrehumano poder de las Legiones
Astartes y amplificarlo con las recientemente diseñadas
unidades acorazadas, como los Land Raider, en apoyo
mutuo y entraron a formar parte del Principia Belicosa
para el uso y desarrollo de las Legiones que les seguirían,
principalmente de la Xª y de la IVª, pero los Ángeles
Oscuros continuaron utilizando este patrón tácticos para
servir a sus propios fines.
Tras la Herejía
Cuando las Legiones de Marines Espaciales fueron
divididas en Capítulos tras la Herejía de Horus, los
Ángeles Oscuros fueron uno de los pocos que no acataron
la estricta organización que se proponía en el Codex
Astartes escrito por Roboute Guilliman. A pesar de ello, a
un observador externo le resultaría muy difícil darse
cuanta de las diferencias entre los Ángeles Oscuros y un
Capítulo Codex como, por ejemplo, los Ultramarines.
Las mayores diferencias con el Codex Astartes se
encuentran en los niveles superiores. Todos los Capítulos
incluyen un número de oficiales y especialistas que
dirigen el Capítulo. En el caso de los Ángeles Oscuros,
este grupo de personas conforma la organización conocida
como Círculo Interior. Los miembros del Círculo Interior
pueden acompañar a una Compañía a la batalla para
luchar con ella, y entre sus filas se incluyen Bibliotecarios
y Capellanes Interrogadores.
El Capítulo dispone de gran cantidad de personal de
apoyo; entre los miembros de mayor graduación se
encuentran los avitualladores, los Grandes Maestres, el
Arsenal, los reclutas y los Guardianes. Aunque todo Gran
Maestre es un Marine Espacial, en realidad hay pocos
hermanos de batalla entre el personal de apoyo del
Capítulo y la mayor parte de tareas no bélicas las llevan a
cabo los sirvientes humanos. Aunque la inmensa mayoría
de los miembros de apoyo desconocen la historia del
Capítulo, se les asignan tareas de gran responsabilidad.
Este personal está compuesto en gran número por
ancianos que se ocupan de los asuntos administrativos. El
mayor grupo de Ángeles Oscuros que hay en el personal
de apoyo son los artificieros y los Tecnomarines, que
reciben la ayuda de cientos de Servidores monotarea.
Cada una de las diez Compañías que comprende el
Capítulo está dirigida por un Maestre de los Ángeles
Oscuros, un soldado que ha progresado en el Ala de
Muerte y que es miembro del Círculo Interior. Todo Señor
de la Compañía está integrado en una Escuadra de Mando
compuesta por:
-Portaestandarte de la Compañía,
-Apotecario,
-El Campeón de la Compañía y
-otros hermanos de batalla.
Cada Compañía, exceptuando el Ala de Muerte, incluye
también un Capellán Interrogador, que guía el espíritu de
los hermanos y desata su furia en el campo de batalla.
De las diez Compañías de los Ángeles Oscuros, las
únicas dos que no se adscriben a la organización Codex
son la Primera y la Segunda: la Ala de Muerte y el Ala de
Cuervo, respectivamente.
Creencias
El Capítulo de los Ángeles Oscuros alaba al Emperador
de la Humanidad pero, para disgusto de la Eclesiarquía,
no le adora como a un dios. Como la mayoría de los
Capítulos de la Primera Fundación, los Ángeles Oscuros
veneran a su Primarca tanto como al Emperador, a quien
admiran como fundador del Imperio y su creador. Para los
Ángeles Oscuros el Emperador es un hombre, no un dios.
La fuerza impulsora del Capítulo es la caza de los Caídos
que fueron absorbidos por el vórtice que destruyó
Caliban. Solo cazando y capturando a cada uno de los
Ángeles Caídos quedará la culpa de los Ángeles Oscuros
absuelta ante los ojos del Emperador. Los Caídos han sido
dispersados por el tiempo y el espacio, y por tanto la
misión de diez milenios de los Ángeles Oscuros está lejos
de concluir. Es esto lo que les consume, y seguirán
cualquier rumor, por tenue que sea, si ofrece una
oportunidad de recapturar a uno de los Caídos. Si uno de
ellos es capturado, es llevado de vuelta a la Roca y
arrojado a la mazmorra más oscura, donde los temibles
Capellanes Interrogadores intentarán hacerle arrepentirse
de sus pecados pasados. Si se arrepiente, su muerte será
rápida y relativamente indolora, pero en la mayoría de
casos se negará y el Capellán se verá obligado a usar
cualquier método para obligarle a hacerlo. Esto suele
provocarle la muerte, pero ese es un precio pequeño con
tal de añadir su nombre al Libro de la Salvación.
Reclusiam
La meditación o reclusiam forma parte del ritual de
descanso habitual de los Hermanos de Batalla. Estos se
realizan entonando juramentos privados en sus celdas de
reclusiam, donde se arrodillan mientras encadenan su
mente en la impenetrable oscuridad, como si fueran
prisioneros de las mazmorras más profundas de La Roca,
eslabón a eslabón, buscando el olvido que les
proporcionará la veneración adecuada y significativa al
Primarca y al Emperador.
Semilla genética
Al ser la primera Legión de Marines Espaciales, la
semilla genética de los Ángeles Oscuros es una de las más
puras y menos degradadas de todas. Con la división de las
Legiones tras la Herejía de Horus, los Ángeles Oscuros
dieron origen a tres Capítulos Sucesores: los Ángeles de
Absolución, los Ángeles de Redención y los Ángeles de
Venganza. Estos Capítulos son conocidos colectivamente
como los No Perdonados, y cada uno de ellos continúa la
obra de su Capítulo progenitor en la caza de los Caídos.
No se conocen aberraciones en la semilla genética de los
Ángeles Oscuros, lo que hace de la reticencia de los Altos
Señores de Terra a usarla en la Fundación de nuevos
Capítulos algo sorprendente. Sin duda hay más Capítulos
Sucesores de los Ángeles Oscuros, pero sus nombres y
fechas de Fundación se desconocen.
Heráldica
Antes de la Herejía
Hasta la destrucción de Caliban, los Ángeles Oscuros
vestían servoarmaduras negras con bordes plateados y
detalles ajedrezados o rojos.
Su emblema era una espada alada roja sobre campo negro.
Tras la Herejía
Tras la desaparición de Lion El'Jonson, los Ángeles
Oscuros repintaron sus armaduras de verde por motivos
desconocidos, y la espada alada pasó a ser blanca. El Ala
de Muerte y el Ala de Cuervo mantuvieron su esquema
negro original (simbolizando su estatus de No
Perdonados), hasta que el Ala de Muerte decidió repintar
sus armaduras de Exterminador de blanco hueso en honor
de los Veteranos que se sacrificaron para librar Mundus
Planus de una infestación Genestealer.
Elementos conocidos
Miembros
Antes de la Herejía
-Lion El'Jonson - Primarca de los Ángeles Oscuros.
-Luther - Archihereje. Mano derecha de Lion El'Jonson
hasta que lo traicionó y abrazó al Caos.
-Zahariel El'Zurias - Hereje. Inicialmente Bibliotecario de
los Ángeles Oscuros, posteriormente pasó a formar parte
como Caballero de La Orden.
-Uzziel - Capellán Interrogador, después Caballero de
Lupus.
-Abdaziel Magron - Hereje. Sargento que fue despertado
en el 41º Milenio.
-Nemiel - Capellán Interrogador leal a Lion El'Jonson.
-Cypher - Hereje.
-Merir Astelan - Hereje. Señor de Capítulo proveniente
de Terra. Mano derecha de Luther.
-Israfael - Bibliotecario Jefe de la Legión.
Tras la Herejía
-Azrael - Actual Supremo Gran Maestre de los Ángeles
Oscuros y Guardián de la Verdad.
-Ezekiel - Actual Bibliotecario Jefe, Guardián del Libro
de la Salvación y Titular de las Llaves.
-Asmodai - Maestro Capellán Interrogador y el Señor de
la Santidad del Capítulo de los Ángeles Oscuros.
-Belphegor - Capellán Interrogador, ha participado en el
Asedio de Vraks, donde de forma notable salvó la vida al
Supremo Gran Maestre Azrael venciendo con un solo
golpe al traidor de la Legión Alfa, Arkos el Desleal, en
duelo, derribando al Astartes Traidor con su Crozius
Arcanum justo cuando Arkos estaba a punto de terminar
con la vida de Azrael.
-Sapphon - Actual Gran Maestre de los Capellanes,
recibió el cargo no por su edad o capacidad como
interrogador (Asmodai es superior a él en ambas cosas),
sino debido a su habilidad como líder inspirador. También
se hace referencia a él como el Buscador de Secretos.
-Molochia - El mayor de los Capellanes Interrogadores de
los Ángeles Oscuros, murió después de más de 300 años
de servicio al Capítulo con 12 Perlas Negras en su
Rosarius. A día de hoy, ningún otro Capellán Interrogador
ha sido capaz de igualar sus logros.
-Bethor - Hermano de Batalla, Portador del Estandarte
Sagrado.
-Naamán - Sargento Explorador veterano.
-Sammael - Señor del Ala de Cuervo.
-Belial - Señor del Ala de Muerte.
-Boreas - Capellán Interrogador. Fallecido
-Jeremiah Gieyus - El Capitán y líder del equipo de
exterminio Orgullo de Lion.
-Darius - Capitán.
-Zadakiel - Antiguo Señor de la 5ª Compañía.
-Balthasar - Señor del la 5ª Compañía.
-Turmiel - Bibliotecario.
-Heskia - Hermano de Batalla.
-Arion - Sargento del Ala de Cuervo.
-Elezar - Capellán Interrogador que lideraba las
entrevistas con otros Capítulos. Fallece en el 999.M41 a
manos de un poderoso demonio que se infiltra en la
fortaleza-monasterio y toma su apariencia.
-Mendaxis - Senescal vox, destinado en La Roca. Fallece
en el 999.M41 a manos de un poderoso demonio que se
infiltra en la fortaleza-monasterio y toma su apariencia.
-Elija - Sargento. Suele ser el encargado de escoltar a
quienes visitan La Roca.
Naves
-Razón Invencible (Crucero de Batalla clase Gloriana) -
Nave insignia de la I Legión. Comandada por el Primarca
Lion El'Jonson, el capitán humano Stenius y el Navegante
Theralyn Fiana de la Casa Ne'iocene.
-Diezmador (Gran Crucero) - Activo durante la Herejía.
-Duque de Hierro (Crucero Acorazado Clase Vengador) -
Destruido en Diamat.
-Duquesa Arbellatris (Crucero Acorazado Clase
Vengador) - Comandado por el capitán humano Rashid.
Destruido en Diamat.
-Duque Infernus (Crucero Pesado clase Infernus) - Activo
durante la Herejía de Horus.
-Flamberge (Crucero Pesado clase Infernus) - Sufrió
graves daños en Diamat pero fue totalmente reparado y
siguió en activo durante la Herejía.
-Lord Dante (Crucero Pesado clase Infernus) - Sufrió
graves daños en Diamat pero fue totalmente reparado y
siguió en activo durante la Herejía.
-Estrella de la Primera Legión (Crucero) - Activo durante
la Herejía.
-Lanza de la Verdad (Barcaza de Batalla) - Comandada
por el Señor de Capítulo Merir Astelan durante la Gran
Cruzada.
-Ira de Caliban (Crucero de Asalto) - Activo durante la
Herejía.
-Amadis (Crucero de Asalto) - Comandado por el Señor
de Capítulo Haradriel durante la Herejía.
-Adzikel (Crucero de Asalto) - Destruido en Diamat.
-Vehemencia (Crucero de Asalto) - Comandado por la
capitana Kellendra Vray durante la Herejía.
-Formidable (Crucero Ligero) - Comandado por el
capitán Ivers durante la Herejía.
-Séptimo Hijo (Destructor) - Activo durante la Herejía.
-Audaz (Destructor) - Destruido en Diamat.
-Valeroso (Destructor) - Destruido en Diamat.
-Temerario (Destructor) - Destruido en Diamat.
-Estilete (Destructor) - Destruido en Diamat.
-Estoque (Destructor) - Dirigido por el Comandante
Bracchious.
-Vigilia Seráfica (nave de avanzada) - Activo durante la
Herejía.
-Marca de Orgullo - Nave destruida por la nave Tenebor
de los Amos de la Noche.
-Venganza Imperial - Nave destruida por otra de los
Devoradores de Mundos.
-Soberano Oscuro - Reliquia de la Edad Oscura, intervino
en la Incursión a Xana durante la Herejía.
Reliquias
-Aguja de la Verdad.
-Azote de Traidores.
-Cuchillas de la Verdad.
-Escudo de la Fe.
-Espada de Venganza.
-Espada de los Secretos.
-Espada del Silencio.
-Espada del Cuervo.
-Estandartes Sagrados de los Ángeles Oscuros.
-Matamonstruos de Caliban.
-Mortaja de Héroes.
-Yelmo de Lion.
Etimología
El Paraíso Perdido, de Milton, un libro sobre la Guerra en
el Paraíso, proporciona las ideas sobre lo que son los
Ángeles Oscuros. Aquí, Lion El'Jonson representa a Dios
y el papel de Satán lo juega Luther. Los Ángeles de Dios
(los Ángeles Oscuros) se dividen en dos facciones y
comienzan una Guerra civil. Aquellos que siguen a Satán
(Luther) son desterrados (los Caídos fueron absorbidos
por la Disformidad). La Guerra no termina con el
destierro sino que cobra otra forma (la caza de los
Caídos). Aquí se recalca que son seres divinos.
Lion El'Jonson, y el Capítulo, reciben su nombre del poeta
del siglo diecinueve, Lionel Johnson y su poema llamado
El Ángel Oscuro. Aunque trata sobre una antigua amante,
proporciona cierta imaginería a tono con los Ángeles
Oscuros y puede verse.
Por supuesto, el nombre Lion ("León") es fácilmente
asociable con su contrapartida felina terrestre.
Muchos de los personajes especiales toman su nombre de
ángeles u otras personalidades bíblicas, como Azrael
Ezekiel. También hay nombres asociados a demonios
como Asmodai . Esto puede mostrar la dualidad de los
Ángeles Oscuros, que no se ven a sí mismos como puros.
Caliban, una vez su mundo natal y ahora La Roca, es un
personaje Shakespeariano en La Tempestad. El
comportamiento de Caliban cambia entre rudo y
elocuente, otro ejemplo de dualidad.
Finalmente tenemos a Luther, un personaje con tres
posibles fuentes. Primero, el líder de la Reforma
Protestante en Alemania: Martín Lutero. El segundo, Lex
Luthor, de los cómics de Superman. Lutero fue contra el
orden establecido, mientras que Lex decidió pelear contra
un superhombre. Y el tercer caso posible, un juego de
palabras con la palabra Lucifer (conocido en la Biblia
como el Ángel Caído).
El Ala de Cuervo se dice que recibió su nombre de los
escritos de un antiguo escriba de Terra llamado Idgar
Alunpo. Obviamente, una referencia a Edgar Allan Poe y
El Cuervo.
Citas
"Olvida tu pasado. A partir de hoy solo serás un Ángel
Oscuro; nada de lo demás importa. Solo el Capítulo es
importante"
—Anónimo
"Un momento de relajación puede implicar toda una vida
de herejía. Nunca olvides, nunca perdones"
—Anónimo
"Mi deber sagrado consiste en salvar tu alma de las garras
de los Dioses del Caos... ¡Y la salvaré aunque para ello
tengas que morir!"
—Capellán Interrogador
Lion El'Jonson
Lion El'Jonson, o el León, era el Primarca de la Legión de
Marines Espaciales de los Ángeles Oscuros.
Fue robado de los laboratorios y expulsado al espacio
como los demás Primarcas, y acabó por aterrizar en el
planeta Caliban, un mundo bello pero contaminado por el
Caos debido a su proximidad al Ojo del Terror.
Vida
Juventud
La cápsula de Jonson aterrizó en un área remota de
Caliban, lejos de cualquier asentamiento humano. No hay
registros sobre cómo sobrevivió o a qué se enfrentó en la
jungla durante sus primeros años, un territorio en el que
cualquier hombre normal no sobreviviría más de diez
minutos. Vivió una década en la selva, solo y sin nadie
que le ayudase.
Al final de esos diez años se encontró con sus primeros
humanos, un grupo de caballeros de La Orden. Mientras
los caballeros se preparaban para matar a Jonson, uno de
ellos, llamado Luther, sintió algo especial en este
aparentemente salvaje ser, y evitó que los demás
caballeros le atacasen. Luther y el grupo trajeron a Jonson
de vuelta a su Fortaleza Monasterio y lo bautizaron como
Lion El'Jonson, "León Hijo del Bosque", por el lugar y las
circunstancias en que lo habían hallado.
Jonson creció rápidamente y se adaptó a las costumbres
de los habitantes del planeta, aprendiendo a hablar a una
velocidad impresionante, aunque nunca contó nada sobre
sus primeros diez años de vida. Luther y Jonson formaron
una fuerte amistad, complementándose en habilidades y
capacidades. Fue entonces cuando se descubrieron los
principales dones de Jonson: era un estratega brillante, y
nada podía detenerlo cuando se decidía a seguir un curso
de acción. Juntos, los dos guerreros subieron por los
rangos de La Orden y extendieron la fama de La Orden
gracias a las misiones que emprendieron juntos.
La Gran Cruzada
Poco después de su entrada en la Gran Cruzada, y tras la
Campaña de Sarosh, el León envió a Luther y a varios
cientos de Ángeles Oscuros, principalmente calibanitas,
de vuelta a su mundo natal. Esto, oficialmente, pretendía
acelerar el reclutamiento de nuevos Legionarios, pero
Luther sentía que habían sido exiliados. Cuando Horus fue
nombrado Señor de la Guerra por el Emperador, los
Primarcas respondieron de distintas formas. Algunos
apoyaron abiertamente el nombramiento por afecto hacia
Horus, y otros se opusieron a él. Irónicamente, el León y
Leman Russ compartieron punto de vista, aceptando
cínicamente que era la señal definitiva de que Horus era
el hijo favorito de su padre.
Cincuenta años después, y tras un gran éxito en el
reclutamiento, entrenamiento y equipamiento de nuevos
Ángeles Oscuros, Luther y sus lugartenientes se
enfrentaron a una rebelión abierta por todo Caliban.
Después de que el Bibliotecario Zahariel investigase, se
descubrió que Caliban estaba siendo plagado por nuevos
monstruos, y que la insurgencia creada contra ellos incluía
a antiguos Caballeros de La Orden que creían que Lion
los había traicionado.
En el centro de todo el asunto estaba una misteriosa
cábala de hechiceros terranos, conectados de alguna
forma con la aparición de los monstruos disformes y los
retorcidos cuerpos de no-muertos. Al enterarse de la
rebelión de Horus contra el Emperador, Luther declaró la
independencia de Caliban y su oposición tanto a Terra
como al León.
El León y el Lobo
Pocos relatos se han conservado sobre la conducta del
León y su Legión durante la Gran Cruzada. Uno de ellos es
el que ahora se conoce como la Saga del León y el Lobo.
En algún momento de la Gran Cruzada, los Ángeles
Oscuros y los Lobos Espaciales atacaron un planeta cuyo
gobernante había afrentado al Emperador sacrificando a
miles de sacerdotes a su Demonio patrón. Además de ese
agravio, el líder de los rebeldes también había insultado
personalmente a Leman Russ llamándole "el perrito
faldero del Emperador". En respuesta, Leman Russ juró
que arrancaría la cabeza de los hombros del líder rebelde,
y exigió que se le permitiera lanzar un ataque inmediato
sobre el cuartel de los rebeldes. Esta impaciente petición
fue denegada, pues el León había pasado días reuniendo
datos de inteligencia sobre las defensas del cuartel, y
Russ sólo pudo mirar desde el suelo cómo Lion El'Jonson
mataba al líder rebelde en lo alto de los muros de la
fortaleza. Tras la batalla, Russ irrumpió en las salas del
cuartel para buscar a El'Jonson y desahogar su frustración.
Durante la discusión Leman Russ golpeó a Lion El'Jonson
en la cabeza y ambos se entregaron a un combate a
puñetazos de un día y una noche, sin que hubiera un
ganador claro. Cuando los dos finalmente se separaron,
Russ empezó a reírse, divertido por lo absurdo de las
causas por las que estaban peleando. Al León no le hizo
gracia. Considerando que el primer golpe de aquella
pelea había sido traicionero, y que ahora se estaba
burlando de él, El'Jonson dejó inconsciente de un golpe a
Leman Russ.
El Primarca de los Lobos Espaciales fue sacado de la
cámara por sus hombres, y cuando recuperó la
consciencia, los Ángeles Oscuros ya habían dejado el
planeta para partir a otra campaña. Russ juró que vengaría
aquella afrenta a su honor, y hasta este día los dos
Capítulos luchan duelos de honor en recuerdo de este
suceso. Algunos dicen que estos duelos han creado un
respeto mutuo y unos lazos más fuertes entre los
Capítulos.
Herejía de Horus
Jonson estaba de campaña en los Mundos Escudo contra
la Liga Gordiana cuando recibió la noticia de la traición
de Horus. El León sabía que si Horus quería triunfar en su
rebelión, acabaría por enfrentarse al Emperador en Terra,
pues mientras el Emperador siguiera a salvo en el interior
del Palacio Imperial, Horus nunca podría ganar realmente
y convertirse en el nuevo amo de la Humanidad. El León
decidió actuar para evitar que Horus fuese capaz de atacar
con éxito el Palacio Imperial. Dirigió una pequeña fuerza
al Mundo Forja de Diamat para asegurar varias armas de
asedio altamente poderosas que Horus necesitaría para
atacar Terra. A pesar de enfrentarse a un enemigo superior
en número, Lion consiguió asegurar las armas, y por tanto
"asestar un golpe maestro": sin enfrentarse directamente a
Horus, y con sólo un puñado de tropas, aparentemente
había derrotado al Señor de la Guerra.
Tras su victoria, Lion El'Jonson se encontró con
Perturabo, quien, junto con otras Legiones, se dirigía a
reunirse con Ferrus Manus en el enfrentamiento contra
Horus en Istvaan V. Jonson, viendo la oportunidad de
convertirse en el nuevo Señor de la Guerra tras la
aparentemente inevitable derrota de Horus, cedió las
armas de asedio a Perturabo a cambio de su apoyo cuando
él se presentase como candidato a nuevo Señor de la
Guerra. Trágicamente, Perturabo era de hecho un aliado
de Horus, como se reveló en Isstvan V.
Inmediatamente después del asedio de Diamat y de la
cesión de las armas de asedio a Perturabo, el Primarca de
los Ángeles Oscuros regresó a los Mundos Escudo, donde
la mayor parte de su Legión seguía combatiendo, con la
intención de dirigirse directamente a Terra. Sin embargo,
tras los sucesos de Isstvan V, recibieron órdenes de Rogal
Dorn de variar su rumbo y enfrentarse a los Amos de la
Noche de Konrad Curze por el control de un Sector de la
Franja Este. Este conflicto se alargó tremendamente,
convirtiéndose en una guerra de desgaste, lo que impidió
al León regresar a tiempo a Terra para liberar a su padre:
cuando su llegada y la de los Lobos Espaciales ya era
inminente, Horus decidió enfrentarse al Emperador a
bordo de su Barcaza de Batalla Espíritu Vengativo, en un
duelo que dio fin a la Herejía de Horus.
Retorno a Caliban
Jonson, destrozado por no haber podido salvar a su padre,
regresó a Caliban para reforzar a sus Ángeles Oscuros y
recuperarse en general. Cuando las naves llegaron a la
órbita, fueron golpeadas por una salvaje descarga de
disparos desde la superficie. La flota se replegó y Jonson
intentó descubrir qué había sucedido. Interceptaron una
nave mercante y se enteraron de que Luther había
envenenado las mentes de los Marines Espaciales que
guarnecían el planeta y había tomado el control. Esto sólo
podía explicarse por la corrupción del Caos. La furia de
Jonson se desató y el planeta sufrió. Ordenó un
bombardeo sistemático sobre su mundo natal, destruyendo
todo lo que pudo para librarlo del Caos para siempre
jamás.
El planeta ardió y las defensas fueron reducidas a polvo.
Jonson dirigió personalmente a sus tropas contra los
defensores, que se habían refugiado en la Fortaleza
Monasterio de La Orden. Jonson encontró a Luther y vio
que había sido corrompido por completo, sin que hubiera
sobrevivido nada de su viejo amigo. Luther había sido
ascendido al mismo nivel de poder que Lion por los
Dioses del Caos, y los dos semidioses se enfrentaron en
un combate como no se había visto ni se volvería a ver
jamás. Arrasaron el monasterio a su alrededor, pero el
planeta también estaba sufriendo terribles daños. El
bombardeo empezó a agrietar la superficie del planeta,
pero los Ángeles Oscuros de la órbita eran incapaces de
ver el daño que estaban causando.
La batalla final
La batalla entre Luther y Jonson fue titánica, pero acabó
con un ataque psíquico que hirió de muerte al León. Luther
se dio cuenta en ese momento de lo que había hecho, como
si se le hubiera quitado un velo de los ojos. Cayó al suelo,
negándose a luchar más, pero era demasiado tarde para
Lion. Los Dioses del Caos se dieron cuenta de que habían
vuelto a ser derrotados, y enviaron una enorme tormenta
Disforme para destrozar la superficie del planeta. Este se
partió en pedazos por el ataque, y lo único que quedó
reconocible de él fue el monasterio de La Orden, que
había sido protegido por sus vastos escudos de energía y
aún seguía en pie sobre el asteroide más grande de los
restos de Caliban. Cuando los Ángeles Oscuros
descendieron a las ruinas, encontraron a Luther
murmurando que Jonson había sido llevado por los
Vigilantes de la Oscuridad y que algún día regresaría y le
perdonaría sus pecados. Los Ángeles Oscuros no pudieron
encontrar ningún rastro de su Primarca. Los Ángeles
Oscuros que habían seguido a Luther fueron absorbidos
por la Disformidad y dispersados por la Galaxia, ahora
conocidos como los Ángeles Caídos.
El Destino de Jonson
El secreto definitivo del Capítulo, que sólo unos pocos
conocen (entre ellos el Emperador), es que, enterrado aún
más profundamente en La Roca que Luther, Jonson yace
durmiendo, esperando junto a los Vigilantes de la
Oscuridad a que llegue la hora en que sea necesitado de
nuevo, para dirigir a los Ángeles Oscuros en una nueva y
mayor cruzada.
Etimología
El nombre de Lion El'Jonson se inspira en el del poeta
inglés Lionel Johnson, autor de "El Ángel Oscuro".
Originalmente el nombre se escribía "Lyyn Elgonsen". En
un artículo de una White Dwarf de 1987 también es
mencionado como "Lynol Jacobsen o Jonsen", haciendo
referencia a que han sobrevivido muy pocos datos de los
principios de la historia de los Ángeles Oscuros.
Armamento
No se sabe mucho del equipo de combate de Lion
El'Jonson, aunque durante la Gran Cruzada vestía una
armadura artesanal rematada por un casco conocido como
el Yelmo del León, y blandía una colección de espadas de
energía, de las cuales la más famosa era la Espada del
León.
Caliban
Caliban era un mundo letal y el hogar del Capítulo de
Marines Espaciales de los Ángeles Oscuros. Era un
hermoso pero maldito planeta, que estaba muy cercano al
Ojo del Terror.
Información
Caliban no tenía contacto con Terra debido a la Vieja
Noche, interferencias producidas por las tormentas de
Disformidad que asolaron la galaxia durante la Era de los
Conflictos, hecho que hacía que fuera imposible realizar
viajes interestelares y en los que cada mundo de humanos
se defendía por sí mismo. Pasaron más de cinco mil años
de aislamiento del resto de la humanidad. Tiempo
suficiente para que las gentes de Caliban desarrollaran su
propia cultura, su propias formas de hacer las cosas,
dibujándose desde los patrones del pasado, pero
separados de lo que habían sido tiempo atrás. Libre de la
influencia de Terra, su sociedad se había desarrollado de
una forma más acorde con el mundo en el que vivía. Tenía
sus propias creencias y tradiciones, incluso sus propias
religiones. Había sufrido un retroceso a la era feudal y
estaba gobernada por la nobleza guerrera.
Era un mundo repleto de bosques. A excepción de unos
pocos lugares destinados a asentamientos o a la
agricultura, el planeta entero estaba cubierto de bosques
primordiales de sombras encantadas, oscuros y
retorcidos. El bosque definía la vida de sus habitantes. A
menos que un hombre hiciese su hogar en las montañas o
viviera cerca de la costa, podría permanecer toda su vida
sin ver el horizonte abierto. Caliban era el dominio de los
monstruos, criaturas mutadas por fuerzas sobrenaturales.
Caliban tenía una de las atmósferas más hostiles de la
galaxia, y era considerado por la Cartografía Imperial
como un mundo letal. No había mucho en el planeta que no
fuera capaz de matar a un hombre, de una forma u otra.
Animales carnívoros, flores e insectos venenosos: las
criaturas de este mundo solo conocían una ley, la de
"matar o morir".
Organización
Se formaron órdenes de caballeros entre la nobleza para
crear guerreros de habilidades y cualidades ejemplares,
armados hacia los mejores estándares, y entrenados para
proteger la sociedad humana contra las peores
depredaciones de estos monstruos.
Tuvieron una ayuda gracias a la persistencia de ciertas
tradiciones de hacer armas y armaduras. La mayoría de la
tecnología que los ancestros trajeron con ellos a Caliban
había sido olvidada en su aislamiento, pero el
conocimiento de cómo reparar y mantener pistolas bólter,
espadas sierra y servoarmaduras que aumentaban la fuerza
y el poder de un guerrero se habían preservado.
Estas armas eran en cierta forma versiones primitivas y
les faltaría la fiabilidad de modelos más potentes
posteriores traídos a Caliban por los enviados imperiales,
pero eran de cualquier forma efectivas. Los habitantes de
Caliban no tenían vehículos a motor por lo que los
caballeros de Caliban cabalgaban al combate a lomos de
caballos de guerra, enormes corceles criados de forma
selectiva durante miles de años de crianza equina traída a
Caliban por sus primeros colonizadores.
Órdenes de Caballeros
Las órdenes de caballeros se dedicaron a construir
grandes monasterios fortaleza que servían como lugares
de mayor asentamiento en la moderna Caliban. Cuando
una de las Grandes Bestias empezaba a cazar en un
asentamiento, el líder de la nobleza local declaraba una
Cacería contra la criatura. Los caballeros y aquellos
pretendientes de ser nombrados caballeros respondían
llegando al área desde todas partes con el fin de probarse
matando a la bestia y completando la Cacería.
Este fue el patrón de la vida de Caliban durante
incontables generaciones. Los nobles de Caliban eran
entrenados desde pequeños para vivir de acuerdo con el
código de la espada; eran guerreros disciplinados e
increíblemente valientes.
La vida de estos hombres era muy dura, pues la guerra
contra las criaturas que acechaban bajo las oscuras
bóvedas de los bosques era constante. Para muchos, la
vida era dura y corta; pocos eran los que llegaban a la
segunda década de vida. Las horribles bestias que
acechaban en los bosques no eran ni mitos ni leyendas;
eran increíblemente reales y peligrosas; eran la seña de
identidad de Caliban. A veces, alguna de estas criaturas
crecía por encima de las demás y mostraba un poder
supremo gracias a que agrupaba a muchas otras criaturas
bajo su mando y lanzaba ataques que aterrorizaban y
destruían asentamientos enteros, lo que obligaba a los
señores a conjurar una Cruzada a la que se unían nobles
de todas partes. Matar a una de estas criaturas reportaba
gran honor y renombre, pero, normalmente, era la criatura
la que mataba a muchos antes de caer abatida.
Etimología
Caliban es uno de los personajes de la obra La Tempestad
de William Shakespeare. Al igual que este planeta, se
trata de un ser salvaje con aspectos inhumanos. También
es un satélite del planeta Urano en el Sistema Solar.
La Roca
La Roca es el hogar legendario y la Fortaleza-Monasterio
del Capítulo de los Marines Espaciales los Ángeles
Oscuros. En su cima se encuentra la Torre de los Ángeles.
Se cuentan historias a través del universo conocido que
hablan de una roca gigante que trae la muerte y el castigo
a todos aquellos que desafían al Emperador. Los mitos
crecen mientras el tiempo pasa, pero la realidad es
incluso más increíble que las leyendas que han pasado de
generación en generación.
Tras la destrucción de Caliban, los Ángeles Oscuros
construyeron su base de operaciones en lo único que había
quedado del planeta, una especie de asteroide al que
llamaron La Roca. Excavaron en su interior, bajo las
ruinas de la fortaleza monasterio, un entramado de
cámaras y laberintos. Con el tiempo, se le añadió un
gigantesco motor de Disformidad para que La Roca
pudiera viajar por toda la galaxia. La Roca no suele
permanecer mucho tiempo en un mismo sistema, como
mucho, algunas generaciones. El Capítulo recluta tropas
de todos los planetas en los que se detiene La Roca.
La Roca es mucho más grande que cualquiera de los más
pesados navíos estelares y está equipada con armas
suficientes como para acabar con toda una flota. Sus
acantilados están sembrados de torretas, baterías láser,
torpederas y torres de observación; en los puertos
excavados en la piedra caben centenares de naves.
Alrededor de La Roca viajan cientos de naves, desde
cañoneras Thunderhawk y transportes hasta fragatas de
escolta. En lo más alto de La Roca se encuentra la Torre
de los Ángeles, la fortaleza monasterio en la que Lion
El'Jonson se enfrentó a su antiguo amigo Luther. A día de
hoy, nadie ha vuelto a entrar en la Torre, que permanece
en silencio, protegida por los mismos campos de fuerza
que la salvaron de ser destruida junto con el resto de
Caliban. Nadie sabe qué secretos hay en su interior; pero
ni siquiera los Ángeles Oscuros se atreven a entrar en
ella, ni entrarán hasta que Lion vuelva.
La Roca es una estación espacial que viaja a lo largo de
la galaxia y visita la mayoría de los mundos de
reclutamiento de los Ángeles Oscuros, y los Vigilantes en
la Oscuridad patrullan sus salones; un ejemplo de un
Vigilante es el pequeño ser encapuchado que sigue a todos
lados al Supremo Gran Maestre Azrael, portando el
Yelmo de Lion.
En las profundidades de los cimientos de La Roca se
encuentran las celdas en las que los Ángeles Caídos son
encarcelados. Se cree que Luther está encerrado allí,
mantenido vivo por más de 10.000 años después de su
costosa traición de los Ángeles Oscuros. Se ha dicho que
el cuerpo "durmiente" de Lion El'Jonson está escondido
en el corazón de La Roca, guardado por los Vigilantes.
Luther continuamente balbucea, diciendo que Lion está
cerca y que despertará pronto.1
Sería muy fácil para muchos perderse en los centenares de
miles de caminos llenos de pasadizos de conexión. Solo
un puñado de Ángeles Oscuros puede caminar a través de
ellos de forma satisfactoria e incluso pocos conocen los
secretos que esconden en el corazón mismo de La Roca.
Los Vigilantes en la Oscuridad, quienes siempre han sido
y siempre serán, actúan como guías a los Ángeles
Oscuros. Llevándoles allá donde necesiten y nunca
permitiendo que se pierdan en las profundidades de La
Roca.
Motores gigantescos de Disformidad se ajustaron a La
Roca. Nadie recuerda de forma exacta como fueron
construidos o quienes lo hicieron. Éstos permiten a La
Roca viajar a través de la peligrosa Disformidad y han
funcionado de forma fiable durante miles de años. Estos
motores están guiados por un miembro de la Casa de
Navegación Simki, permitiendo que La Roca llegue a su
destino de forma segura. La familia Simki ha estado unida
a los Ángeles Oscuros durante muchas generaciones. Su
Matriarca fue salvada en una ocasión de un asesinato por
un solo Bibliotecario de los Ángeles Oscuros y es por
ello que ofrecen sus servicios de forma agradecida. La
devoción de la familia a los Ángeles Oscuros está más
allá de toda duda y los Ángeles Oscuros se mueven allá
donde les plazca sin temor a la Disformidad.
Descripción
Entrada
En su entrada, en la zona de aterrizaje se alzaban
inmensos portalones ornamentados de un metal negro. En
habían grafiados el diseño de una espada cuyas alas
simétricas estaban dispuestas a cada lado. Esta era una
sala, oscura, cavernosa. Los muros de la cámara estaban
iluminados por las llamas de velas altas que estaban
colocadas a lo largo de la estancia. Los muros y los
techos de este vasto sepulcro estaban adornados con
millares de calaveras, brillando a la luz de las velas, sus
cuencas vacías y de mandíbulas cuyos huesos estaban
pulidos. La mayoría eran humanas, pero otras tantas no lo
eran: una mezcla sutil de rostros elongados; brutales
alienígenas de mandíbulas amenazantes; monstruosidades
exentas de mirada; retorcidas criaturas con cuernos y
muchas otras posturas inhumanas contorsionadas miraban
hacia abajo por encima de los Ángeles Oscuros allí
reunidos.
En tiempos antiguos, la cámara de recepción era utilizada
para colgar los estandartes de las familias nobles de
Caliban cuyos señores habían caido en combate. En la
actualidad ya no se continua dicha tradición.
Para avisar a los guardias de la llegada de una nave que
ya ha aterrizado se oye un par de campanadas de la Torre
de los Ángeles. Estos inmensos portales se abrían hacia
adentro con el sisear de los cierres hidráulicos y el crujir
de antiguas bisagras.
El comité de bienvenida estaba compuesto por diez
Marines Espaciales sin armadura portando tan solo
gruesas túnicas blancas armados con espadones colocados
erguidos desde el pecho y pasando por el rostro de estos
guerreros.
Portales Conmemorativos
Más allá de la cámara de la entrada, pasando a través de
los portalones de acceso, llamados los Portales
Conmemorativos, hay un pasillo bajo pero muy ancho,
revestido con losas repletas de nombres. En la
antigüedad, la tradición dictaba que los Portales
Conmemorativos se utilizaban para acceder a las tumbas
en las catacumbas bajo la ciudadela. Era un lugar
destinado a los muertos.
Catacumbas inferiores
A los prisioneros que se les conducía en silencio a las
catacumbas inferiores, el camino estaba iluminado por
antorchas que no emitían humo y dispuestas de forma
regular en unos apliques colocados en los muros. Otros
pasillos los flanqueaban a derecha e izquierda, destinados
a las tumbas de los antiguos gobernantes de Caliban.
Las catacumbas conformaban un conjunto de pasillos
laberínticos en la que colgaban placas en los muros con
los nombres de los Ángeles Oscuros que habían muerto en
combate heroico. El suelo tenía un denso polvo que yacía
inalterado a lo largo de años, quizá décadas o siglos.
Pequeños nichos tallados en la roca guardaban reliquias
del pasado: Hombreras ornamentales decoradas, el mango
y medio filo de una espada sierra, calaveras grabadas, un
guantelete teñido, osarios hechos de vidrio que mostraban
los huesos de aquellos que habían perecido en batalla, con
una placa que indicaban quienes habían sido en vida. Se
podían sentir brisas heladas que emanaban de cámaras
contiguas y, de forma ocasional, se escuchaba algún
suspiro lejano, o el ruido metálico de unas cadenas, todo
esto añadía un aura macabra de la cripta.
Puesto de Mando
El Puesto de Mando primario de La Roca era un lugar
cavernoso, lleno de gloria desvanecida y de sombras que
habían permanecido inalterables durante diez milenios. En
su centro, un gran estrado con gradas se alzaba, cada uno
de los peldaños grabados con intrincadas figuras que
narraban la larga historia de la Primera Legión. En la
cúspide del zigurat había un trono de broce y acero, de los
que surgían como púas puertos de datos y holo-pantallas,
conexiones vox y bancos de runas. Allí se sentaba Azrael,
Guardián de la Verdad, Supremo Gran Maestre de los
Ángeles Oscuros y de todos los No Perdonados.
Siervos, sirvientes y esclavos de datos se escurrían entre
filas de gradas de bancos cogitadores y pantallas de
visualización oculus, mientras los siervos se esforzaban
en los pozos de comunicaciones hundidos bajo el estrado,
de espaldas, ciegos ante las columnas de fría piedra que
se alzaban alrededor de ellos en la celda distante y
abovedada.
El aire era denso y humeante, con servo-calaveras rápidas
como un relámpago y autoquerubines agitándose, sus
incensarios llenando el aire con el olor empalagoso de
warp-bane y otros ungüentos sagrados. El traqueteo y
rechinar de los cogitadores, el crujir de los cuernos vox y
la máquina de canto afónica de los coristas del coro del
puente hacían eco de manera interminable desde los
manchados cristalflex de los puertos de visión opuestos a
Azrael.
El puente, en toda su majestuosa y fría piedra
empequeñecía incluso a las naves más grandes de la
mayoría de otros Capítulos de Marines Espaciales. Unos
pocos de sus fieles Adeptus Astartes se colocaban
alrededor de un inmenso holo-gráfico cerca del centro de
la sala, dispuesto ante el estrado de Azrael. El gráfico
muestra la información de los cuerpos celestes en verde, y
con glifos y flechas de colores azul y rojo la dirección y
naves cercanas.
Celdas de reclusiam
Habitaciones diminutas y austeras donde descansan los
Adeptus Astartes del Capítulo. El único objeto a parte de
catre de meditación es la espada alada de bronce,
emblema de los Ángeles Oscuros. La única sensación es
la distante vibración de los potentes impulsores de plasma
de la fortaleza-monasterio, muchos niveles más abajo.
Encarcelamiento
Una vez un Ángel Caído es llevado a la Torre de los
Ángeles se le lleva a la sala de interrogatorios, bajo la
custodia de un par de Marines Espaciales de los Ángeles
Oscuros y el Capellán Interrogador. Estos guardianes
llevan unas túnicas blancas y con capuchas pesadas
dejando solo ver su guanteletes metálicos de clavos y su
yelmo de color blanco hueso.
Frases célebres
"Esta fortaleza es todo lo que ha quedado de nuestro
mundo natal, Caliban" - Samiel. Bibliotecario de los
Ángeles Oscuros.
Ángeles Caídos
Los Ángeles Caídos, también conocidos simplemente
como los Caídos, son esos Marines Renegados que
siguieron en su rebelión al segundo al mando de la I
Legión Astartes, Luther, a la condenación cuando se
separaron de los Ángeles Oscuros hace ya diez mil años,
durante los sucesos de la Herejía de Horus. La batalla
final entre el Primarca Lion El'Jonson y el architraidor
Luther acabó en en la destrucción del planeta natal de los
Ángeles Oscuros, Caliban, cuando este se vio envuelto
por una Tormenta de Disformidad de proporciones
titánicas. Aquellos Ángeles Oscuros "Caídos" que
sirvieron a Luther fueron absorbidos desde la rota
superficie de la realidad y tragados por la Disformidad,
siendo dispersados por el espacio y el tiempo. Los
Grandes Maestres del naciente Círculo Interior juraron
que mientras un solo Caído siguiese vivo ellos vivirían
irredentos y autodenominándose "No Perdonados",
maldiciendo a sus hermanos por toda la eternidad. Así
empezó la secreta misión que sería la fuerza que impelía
el avance de los Ángeles Oscuros y con ello el motivo de
sus acciones. Los Caídos son el secreto enemigo de los
No Perdonados, los actuales Ángeles Oscuros y sus
Capítulos Sucesores que persiguen implacablemente a sus
antiguos enemigos.
Sarosh
Poco después de la reunión entre Lion El'Jonson y el
Emperador de la Humanidad, el primero recibió el mando
de la I Legión Astartes. Recién llegados a la Gran
Cruzada la 4ª Flota Expedicionaria de los recién
renombrados Ángeles Oscuros llegó a la órbita del
planeta Sarosh, una misión que antes estaba asignada un
oficial de la Legión de los Cicatrices Blancas. Los saroshi
estaban dirigidos por una inmensa burocracia, que había
expresado su interés por unirse pacíficamente al Imperio
tras el primer contacto con los servidores del Emperador
y el Imperio estaba ansioso por dejarles unirse, creyendo
que estas gentes poseían las mismas creencias seculares
que aquellas expresadas en la Verdad Imperial. En
realidad los saroshi adoraban secretamente a malvadas
entidades del Caos denominadas Melachim y veían en la
antirreligiosa Verdad Imperial un terrible mal que
amenazaba su modo de vida y sus más profundas
creencias.
El Lord Alto Procurador, líder de la burocracia saroshi,
censuró al Emperador y a Lion El'Jonson ante el mismo
Primarca a bordo del buque insignia de la 4ª Flota
Expedicionaria, la Barcaza de Batalla Razón Invencible, y
el señor de los Ángeles Oscuros respondió atravesando
con su Espada de Energía al fanático líder saroshi. Sin
embargo, los habitantes del planeta habían conseguido
introducir en secreto una ojiva nuclear en la nave de los
Ángeles Oscuros sin que estos lo supieran, con la
intención de eliminar a la totalidad de la cúpula de mando
de la Legión. Sin embargo Luther y un joven Bibliotecario
llamado Zahariel El'Zurias se las compusieron para
expulsar la lanzadera al espacio, consiguiendo así que
solo se causasen daños menores en el exterior de la nave.
Tras este incidente Luther, Zahariel y otros 500 Ángeles
Oscuros fueron enviados de vuelta a Caliban caídos en
desgracia y castigados por permitir a un enemigo
introducir un arma tan peligrosa en la nave insignia del
Primarca. En honor a la verdad, Luther había estado al
tanto de la existencia de la ojiva desde el principio y
estuvo tentada de dejarla explotar con la esperanza de que
así muriera el León y así poder tomar su lugar como el
mayor guerrero de Caliban, un destino que le había sido
negado con la llegada del Primarca al planeta, décadas
antes. Solo en el último momento Luther fue presa de la
vergüenza de ceder a la tentación y reclutó a Zahariel para
que le ayudara a librarse de la bomba. Pero el incidente
rompió la confianza que una vez existió entre Luther y
Lion. Luther y su nueva guarnición fueron enviados de
vuelta a Caliban para supervisar el reclutamiento de
nuevos Marines Espaciales para la I Legión de entre la
población del planeta.
Exilio
Oficialmente, Luther y sus 500 Astartes habían sido
enviados de vuelta a Caliban porque la Gran Cruzada
estaba a punto de entrar en una nueva fase operacional y la
I Legión estaba en una terrible necesidad de nuevos
reclutas para alcanzar las metas que el Emperador había
planeado para ellos. El León declaró que hacían falta
guerreros veteranos en su hogar para acelerar el proceso
de entrenamiento y una lista de nombres se creó y circuló
por la flota. Supuestamente era un gran honor, pero Luther
sintió que él y sus Marines habían sido exiliados por el
hombre que él había criado como a su propio hijo. La
partida de Luther y el resto había sido repentina, casi
formal y en aquel momento se asumió que estarían de
vuelta con el resto de sus hermanos en poco tiempo. Pero
pasaron cincuenta años y Jonson no había vuelto a hablar
de ellos, ya ni siquiera leía los despachos regulares de
Caliban, delegando en miembros de su equipo. Luther y el
resto parecían haberse desvanecido de la mente del
Primarca y cuando los años se transformaron en décadas,
rumores y especulación empezaron a circular por toda la
escala de mando.
Luther se involucró en cada aspecto de la administración
planetaria, desde las estructuras del diezmo hasta la
construcción de arcologías y el hermano Bibliotecario
Zahariel se vio arrastrado con él. Los antaño extensos
bosques calibanitas se redujeron, siendo reemplazados
por minas, refinerías y complejos industriales. Enormes
arcologías se alzaron como montañas artificiales por todo
el paisaje y la población del planeta aumentó. La
civilización se expandió por todo el globo, los reclutas de
la Legión aumentaron gracias a las ideas de Luther que
redujeron el tiempo de entrenamiento para los nuevos
Ángeles Oscuros de ocho años terranos a solo dos.
Mientras tanto los informes y botines de las victorias del
León iban llegando a Caliban, inundando el corazón de los
calibanitas con orgullo pues los Ángeles Oscuros
marchaban de victoria en victoria. Los miembros del
cuadro de entrenamiento admiraban todos y cada uno de
los trofeos que enviaban sus hermanos de la Flota
Expedicionaria y hacían votos y promesas de superar lo
que sus hermanos habían logrado cuando el Primarca los
llamara de nuevo al combate.
Pero las décadas pasaban y no se les convocaba. El
Primarca nunca volvió a Caliban, dos visitas planeadas
fueron canceladas en el último momento debido a nuevas
órdenes del Emperador o a imprevistos en la campaña.
Con cada año que pasaba la promesa de Luther hecha al
cuadro de oficiales sonaba más hueca pero ningún
guerrero le culpó por ello. Si acaso, su lealtad a Luther
aumentó durante el exilio, pues él había compartido con
ellos cargas y alabado sus éxitos, inspirándolos mediante
trabajo duro, humildad y carisma personal, aunque lo
negarían si les preguntasen algunos de sus Hermanos de
Batalla sentían mayor lealtad hacia Luther que hacia su
distante Primarca.
Nadie podía saber por qué era tan importante para Luther
volver junto a Lion. Ellos soportaban el exilio con
estoicismo y dedicación a su deber, como lo haría
cualquier Astartes y Luther lo hizo más que la mayoría.
Por supuesto el hermano Zahariel sabía por qué: el
segundo de la Legión estaba buscando la redención por lo
que había estado a punto de hacer en la Razón Invencible.
Luther había descubierto la bomba que los saroshi habían
introducido en el interior de la nave insignia de los
Ángeles Oscuros y no había hecho nada. Por un breve
período de tiempo dejó que sus celos por los logros de
Lion El'Jonson nublasen su naturaleza aunque en el último
momento entró en razón e intentó hacer las cosas bien.
Si Luther dejara Caliban para ir al encuentro del Primarca
para reclamar su vuelta al frente, estaría violando
directamente las órdenes de Lion El'Jonson y eso habría
sido considerado como una rebelión abierta contra su
oficial superior. El semblante de Luther no podría
contener esa expresión, pero si el León no hacía nada, si
iba a permitir que esa herida en su hermandad de verdad
no se cerrase nunca... Esas heridas tienden a infectarse
hasta que la totalidad del cuerpo está envuelta en un
cáncer mortal.
Traición
"Maldito seas Luther, ¿cómo has podido traicionarnos?
Éramos tus hermanos, y ahora nos has llevado a la
condenación eterna"
—Lion El'Jonson, Primarca de los Ángeles Oscuros
Después de la Herejía de Horus, los Leales
supervivientes se reunieron en el tambaleante Imperio.
Los Ángeles Oscuros tomaron una parte significativa en
esas batallas, en lo que más tarde se llamaría la Gran
Purga. Conforme perseguían a los rebeldes, la Legión se
desvió cerca de Caliban, que había estado aislado por las
Tormentas Disformes desde la traición de Horus. Pero
para Lion El'Jonson aún quedaba un último acto de
traición por ser descubierto. Los Ángeles Oscuros
llegaron demasiado tarde para tomar parte en la épica
Batalla de Terra, donde Horus fue derrotado y el
Emperador gravemente herido, con su cuerpo destrozado
confinado en los mecanismos de soporte vital del arcano
dispositivo conocido como el Trono Dorado.
Apesadumbrado, el León volvió a Caliban.
En el momento en que la flota de los Ángeles Oscuros
entró en la órbita se encontró con una devastadora
descarga de las baterías láser de defensa planetaria.
Paralizado por el feroz ataque, el León retiró a sus naves
de la órbita e intentó enterarse de qué le había ocurrido a
su mundo natal. Un navío mercante de paso pronto disipó
esta duda, al parecer Luther había ordenado abrir fuego
sobre la flota. Las razones de esta acción eran
desconocidas para el Primarca pero se sospechaba que
Luther, como tantos otros, había sucumbido a las
tentaciones del Caos. La furia de Lion El'Jonson y sus
Ángeles Oscuros no conoció límites al enterarse de esta
tremenda traición. El León ordenó de inmediato un
bombardeo orbital sostenido sobre las posiciones
traidoras y dirigió personalmente un ataque contra el
baluarte de Luther. En la batalla resultante los dos
adversarios intercambiaron golpe tras golpe, acabando
con la Fortaleza-Monasterio de la Legión a su alrededor,
víctima del furor de su pelea. Mientras tanto las masivas
armas de la flota Leal arrasaron el planeta, hasta que la
propia superficie de Caliban se empezó a resquebrajar
ante el bombardeo de saturación.
A la vez el planeta se empezaba a desgajar, la batalla
entre Luther y Lion alcanzó el clímax. Luther,
aparentemente ayudado por los Poderes Ruinosos, desató
un furioso ataque psíquico que puso al León de rodillas y
al borde de la muerte, pero mientras el moribundo
Primarca luchaba para ponerse en pie, con sus nobles
rasgos contraídos y desfigurados por el dolor, el velo se
levantó de los ojos de Luther y se dio cuenta de toda la
extensión de lo que había hecho y de la duplicidad de los
Dioses del Caos. Devastado, esta revelación sacudió la
cordura de Luther provocando que se derrumbase junto a
su Primarca, sin ganas de luchar. Coincidiendo con el
momento en que Luther cayó, una Tormenta de
Disformidad de una furia sin precedentes engulló Caliban
en una arrebato de los Dioses Oscuros que
desencadenaron su ira por el fallo de Luther a la hora de
matar a Lion El'Jonson. En una inundación de energía
psíquica incontrolable, la Disformidad invadió el Espacio
Real. La inconmensurable presión de las fuerzas
desatadas sobre el planeta, unida a la tensión y
destrucción tectónica provocada por el bombardeo
orbital, causó la horrible destrucción del planeta entero;
Caliban entero se resquebrajó y rompió convirtiéndose en
pedazos de roca muerta.
Los Ángeles Oscuros Caídos que habían servido a las
órdenes de Luther fueron succionados de la superficie de
Caliban al interior del Empíreo siendo dispersados por el
espacio y el tiempo por efecto de la Tormenta de
Disformidad. Para gran frustración de los Ángeles
Oscuros Leales no había ningún tipo de lista o recuento de
quiénes o cuántos habían prestado oídos a los susurros de
los Poderes Ruinosos y se habían vuelto contra sus
hermanos. El propio Caliban se rompió ante la presión,
dejando tan solo una minúscula porción del planeta en la
que se alzaban las ruinas de la Fortaleza-Monasterio. Los
Ángeles Oscuros reclamaron esta fortaleza y con la ayuda
de la ingeniería imperial la transformaron en la Fortaleza-
Monasterio móvil conocida como La Roca. Lo ocurrido
en estos eventos se mantiene en secreto para el resto del
Imperio y solo es conocido por el Círculo Interior de los
Ángeles Oscuros, los Señores de los Capítulos de los No
Perdonados y el propio Emperador de la Humanidad
encerrado en su Trono Dorado. Incluso entre los propios
Capítulos muy pocos Hermanos de Batalla conocen la
totalidad de la historia, pues solo cuando un Astartes entra
a formar parte del Ala de Muerte aprende que muchos de
los Ángeles Caídos que siguieron a Luther siguen con
vida.
Un Oscuro Secreto
Los días tras la Herejía de Horus fueron muy turbulentos,
pues el Imperio galáctico de la Humanidad se tambaleaba
al borde del colapso. A pesar de la derrota de Horus y de
la desbandada de sus fuerzas, los ejércitos del Imperio
estaban llenos de amargura y recriminación. La
inesperada traición de Horus provocó unos profundos
efectos secundarios que se siguen apreciando en la
actualidad. Privados de la guía del Emperador, la condena
a los culpables fue totalitaria y atroz y el Imperio se
volvió aún más represivo. La triste revelación de que los
Marines Espaciales, los mejores guerreros de la
humanidad, habían resultado ser vulnerables a la
corrupción fue un shock tremendo. La mitad de las
Legiones Astartes habían traicionado al Emperador, y si
los Ángeles Oscuros hubieran admitido que algunos de sus
miembros habían caído, la totalidad de su Legión habría
sido condenada. En esta atmósfera paranoide, los Ángeles
Oscuros supervivientes sopesaban sus opciones, incluso
mientras rendían homenaje a su perdido Primarca. Al final
llegaron a la conclusión de que no había otra opción que
ocultar la verdad sobre la traición de sus hermanos. Se
decretó desde los miembros más antiguos de la Legión
que ningún extraño a su hermandad debía conocer la
terrible verdad, nadie debía saber que los Ángeles
Oscuros habían resultado corruptibles y podían
convertirse en esclavos de los Poderes Ruinosos.
Tras la Caída de Caliban había mucho por hacer y muchos
secretos que mantener. Los Ángeles Oscuros descubrieron
que era mucho más fácil evadir preguntas mediante una
dedicación absoluta al deber. Sin embargo, a veces
estaban forzados a explicar la desaparición de su
Primarca y mundo natal una y otra vez, contando una
historia ensayada a los Altos Señores de Terra y de vez en
cuando a la recién creada Inquisición. Pero no había una
unidad militar que se mantuviera en la lucha contra los
rebeldes con más furiosa resolución que los Ángeles
Oscuros, por ello nadie presionó a los afligidos guerreros
en demasía. Los hijos del León continuaron la lucha,
persiguiendo a los restos de los ejércitos de Horus hasta
el Ojo del Terror y perpetrando muchos actos de salvaje
venganza.
Al principio se creía que todos los traidores habían
muerto en la Caída de Caliban, pero no era así. De vez en
cuando los Bibliotecarios de los Ángeles Oscuros
recibían soplos y encontraban trazas de sus hermanos
perdidos. Así se reveló que los Ángeles Oscuros
Traidores, conocidos como los Ángeles Caídos o solo los
Caídos, no fueron destruidos al ser absorbidos por la
Disformidad. En su lugar, los Caídos habían sido
dispersados por todo el espacio y el tiempo y era el deber
de los Bibliotecarios el encontrar pruebas de que los
Traidores vuelven y sus marcas psíquicas aparecen
dispersas intermitentemente por toda la galaxia. Los
Caídos que escaparon a la venganza de sus hermanos
Leales fueron un tormento para los Ángeles Oscuros
supervivientes, por ello mientras un solo Caído siga vivo
la gran vergüenza de la Legión vivirá también. Pueden
esparcir rumores y conocimientos de la traición de los
Ángeles Oscuros. Cualquiera que se haya encontrado a un
Caído no sólo habría destapado la traición original, sino
también el concienzudo encubrimiento de la Legión.
Los Caídos
En un determinado momento, cuando Caliban se estaba
viniendo abajo por la cataclísmica batalla, los Caídos
fueron aspirados al interior de la Disformidad. En
cualquier parte desde unos segundos después hasta miles
de años en el futuro, muchos de los Caídos se encontraron
en algún lejano y desconocido planeta. Los caminos de la
Disformidad son inescrutables, pues en la realidad del
Caos el tiempo no sigue ninguna regla, el tiempo
transcurrido para los Caídos puede haber sido percibido
como meros segundos aunque en la realidad hayan sido
milenios. En cambio otros Caídos pueden haber pasado
eones en el Inmaterium sufriendo innombrables tormentos
y larguísimos viajes a través de paisajes de pesadilla,
para despertarse tan solo unos segundos después de la
destrucción de Caliban. Aun en este día, aún quedan
algunos Caídos que no han sido devueltos a la galaxia. Sin
duda, los Poderes Ruinosos son crueles y sus planes,
caprichosos y más allá del entendimiento de los mortales.
No todos los Ángeles Oscuros Caídos han sucumbido a
los Dioses del Caos en el mismo grado. Algunos se han
vuelto completamente locos por su exposición a la
Disformidad, otros han perdido la cordura tras su vuelta
al Materium. Después de todo, para algunos Caídos, han
sido sacados de la superficie de Caliban hace solo unos
instantes (aunque este hecho ya quede a milenios de
distancia). Algunos Caídos, como los más fervientes
seguidores de Luther, no son nada más que Marines
Espaciales del Caos. Estos rebeldes no se han reunido
como hicieron las Legiones Traidoras de la Herejía de
Horus, como por ejemplo los Devoradores de Mundos de
Angron. En su lugar los Caídos son grupos fragmentados
de individuos que se mueven en pequeños grupos o en
solitario por todo el Imperio. En un parpadeo, han
sembrado el vasto Imperio de la Humanidad de nuevas
células cancerosas que expanden la traición a su paso, ya
que muchos de los Caídos empiezan a formar sus propias
partidas de guerra.
A pesar de que algunos de los Caídos eran meros novicios
en proceso de entrenamiento en el momento de la
destrucción de Caliban, la mayoría eran veteranos de mil
batallas. Entre ellos se encontraban tropas de primera
generación, reclutadas por el mismísimo Emperador en la
Primera Fundación. Estos curtidos guerreros habían
sobrevivido a múltiples acciones durante la Gran
Cruzada. Con su vasta experiencia en combate y sus
habilidades sobrehumanas, estos individuos encontraron
muy fácil abrir su propio camino a la grandeza en la
inmensidad de la galaxia. Algunos se dedicaron a erigir y
gobernar imperios planetarios, otros buscaron de
inmediato la venganza sobre el Imperio, envolviendo por
todo el espacio planetas, Sistemas e incluso Sectores
enteros en guerra. Pero lo más ominoso para los Ángeles
Oscuros era que contaban a los cuatro vientos esos
secretos que los Hijos de Lion El'Jonson habían jurado
mantener ocultos. Esos Caídos siguieron fielmente las
enseñanzas de Luther, creyendo que el Emperador es falso
y que sus propias habilidades sobrehumanas les daban el
derecho de tomar lo que quisieran y gobernar sobre los
débiles. No veían motivo alguno para no luchar por sus
propios intereses, pues estos al menos ofrecían un mejor
destino que el actuar como sicarios de un régimen
represivo y desagradecido.
No todos los Caídos habían sido presa de la corrupción.
Algunos, al quedar libres de la ardiente oratoria de
Luther, se dieron cuenta en plenitud de hasta dónde habían
seguido los caminos de la traición. Una vez devueltos a la
galaxia, disgustados por su propia caída, intentaron
encajar en la sociedad humana. Algunos solo se
escondieron, otros buscaron formas de redimirse. No
pocos se convirtieron en mercenarios, hombres sin señor
que vagaban por la galaxia como soldados de fortuna, no
como cruzados defendiendo una causa. En las abundantes
fronteras del Imperio era fácil desaparecer, entre las
estrellas hay incontables colonias, asentamientos
perdidos, instalaciones mineras, espaciopuertos sin ley...
Todas estas comunidades se habían escurrido entre las
grietas del monolítico Imperio de la Humanidad. Pero las
subsiguientes acciones de los Caídos son irrelevantes a
ojos de los Ángeles Oscuros, que creen que la única
forma de borrar su vergüenza y restaurar su honor y
confianza a ojos del Emperador es encontrar a todos los
Caídos y hacer que se arrepientan de sus pecados antes de
su muerte. Esta no es una tarea fácil, pues los Caídos están
dispersos por todo el espacio y el tiempo como
individuos aislados o como pequeños grupos y los
Ángeles Oscuros pueden tener que esperar años hasta oír
rumores que les puedan llevar a más Traidores.
Los Caídos que son capturados son llevados de vuelta a la
Fortaleza-Monasterio móvil de los Ángeles Oscuros, La
Roca, donde los Capellanes Interrogadores intentan hacer
que se arrepientan de sus pecados. A veces lo hacen
pronto y mueren rápido. Lo más normal es que los Caídos
se nieguen y sufran mucho con muertes largas y agónicas a
manos de aquellos que quebrantan sus cuerpos para salvar
sus almas.
El Oráculo Oscuro
En el corazón de la Roca hay una solitaria celda, está en
lo más profundo de las entrañas del asteroide, donde solo
los Vigilantes de la Oscuridad y el Supremo Gran Maestre
tienen permitido el paso. Allí, tras puertas selladas
escudadas con docenas de metros de placas de
adamantium, hay una mazmorra. Sus paredes están
cubiertas de grabados de las runas de guarda más
poderosas conocidas por el hombre y están allí inscritas
no solo para que ninguna criatura pueda entrar, sino
también para mantener algo en su interior. Allí, mantenido
con vida desde hace más de diez mil años por un
poderoso campo de estasis, languidecen los restos del
hombre antaño conocido como Luther. A lo largo de las
siglos, los Supremos Grandes Maestres han tenido algo de
éxito al emplear a Luther como oráculo. Aunque su mente
sumamente deteriorada y contaminada por la Disformidad
a menudo divaga o intenta engañar, en sus momentos de
lucidez la cosa que antaño fue Luther habla de eventos que
serán o pueden ser, o deja escapar pistas de qué está
oculto y dónde.
Desde la Caída de Caliban, cada Supremo Gran Maestre
ha recorrido el largo y oscuro paseo hasta la fuertemente
psicodefendida celda. Cada uno ha intentado arrancar una
confesión del archihereje, todos han intentado penetrar las
nubes de locura que le aíslan de la realidad y todos han
fracasado. La cosa que antaño fue o todavía es Luther ha
contado muchos secretos, desde los nombres y
localizaciones de miembros de los Caídos, hasta la
situación de reliquias de la Legión guardadas en secreto
en las profundidades de la antigua Fortaleza-Monasterio.
La mayor parte del tiempo, no obstante, todo lo que se
puede obtener de Luther son enloquecidos delirios: una y
otra vez repite que no necesita arrepentimiento ni
confesión, pues un día Lion El'Jonson regresará y le
absolverá de sus pecados. Afirma que ese día está cerca y
que ya siente cerca al León.
Descenso a la Oscuridad
"Es mi sagrado deber salvar tu alma de los oscuros
Poderes del Caos, y salvaré tu alma, incluso si mueres en
el proceso"
—Asmodai, Capellán Interrogador de los Ángeles
Oscuros
Durante la milenaria y secreta caza de los Caídos, los No
Perdonados han localizado y capturado a centenares de
sus condenados hermanos. Para ayudarse en esta tarea, se
ha modificado la estructura de los Capítulos. A pesar de
que el Ala de Muerte y el Ala de Cuervo son exclusivos
de los Ángeles Oscuros, muchos de los Capítulos
Sucesores tienen sus equivalentes. Los No Perdonados
capturarán a cualquier Caído, sospechoso de ser un
Caído, o incluso a todo aquel sospechoso de haber
mantenido contacto con un Caído. Serán colocados en las
criptas de estasis de un Espolón del Ala de Cuervo y
transportados hasta la Roca. Una vez allí, son llevados en
solemne procesión hasta los fuertemente custodiados
calabozos. En las profundidades de la Fortaleza-
Monasterio de los Ángeles Oscuros, en las catacumbas
donde solo aquellos miembros de rango más alto del
Círculo Interior pueden entrar, allí es donde los
prisioneros encuentran su perdición.
Los Capellanes Interrogadores, ayudados por los poderes
psíquicos del Gran Maestre de los Bibliotecarios, buscan
dos cosas de los Caídos. Primero quieren oír la totalidad
de lo que tiene que decir el traidor, su historia, su
propósito y sus acciones antes y después de la Caída de
Caliban. Segundo y más importante, buscan el
arrepentimiento de la parte culpable, pues solo a través
del arrepentimiento el Ángel Caído será finalmente libre.
Los tormentos y torturas son largas y los métodos,
brutales. Con el paso de los años, los Ángeles Oscuros
han ido un poco más allá, aunque algunos individuos son
peores que otros. Los crueles y despreciables actos de
antaño ahora son parte estándar del método de cualquier
Capellán Interrogador. Para obtener una confesión, no hay
tormento alguno que Asmodai, el actual Maestre de los
Capellanes Interrogadores, no esté dispuesto a infligir a
un prisionero. Este es el destino que aguarda a Cypher, el
más odiado de todos los Caídos, si alguna vez es
capturado.
Miembros actuales
-Azrael - Supremo Maestre.
-Sapphon - Gran Maestre de los Capellanes.
-Ezekiel - Gran Maestre de los Bibliotecarios.
-Asmodai - Señor de los Capellanes Interrogadores.
-Belial - Señor del Ala de Muerte.
-Sammael - Señor del Ala de Cuervo.
-Señores de las Compañías - Entre ellos Baradiel (3ª),
Balthasar (5ª), Tigrane (6ª) y Dariel.
Además de estos individuos clave, a menudo hay otros
miembros del Capítulo en el Círculo Interior, como
Bibliotecarios especialmente leales y capaces y
Capellanes Interrogadores.
La Orden
La Orden consistió en un grupo de caballeros tecno-
medievales que existían en el mundo de Caliban.Fueron
liderados por el Primarca Lion El'Johnson antes de su
reunión con el Emperador de la Humanidad y, al final,
fueron absorbidos por la Legión de los Ángeles Oscuros .
Orígenes
Los primeros hombres con los que se encontró el
Primarca Lion El'Jonson fueron los caballeros de una
organización conocidad simplemente como La Orden. Esta
organización tenía reputación de honesta, noble y valiente
en todo Caliban. Era la única organización de caballería
que elegía a sus miembros por los méritos y habilidades
que demostraban en vez de hacerlo por herencia de títulos.
Cualquiera podía unirse a La Orden, independientemente
de la cuna de la que procediera. El contingente de
hermanos-caballeros que conformaba La Orden viajaba de
un lado para el otro, de fortaleza en fortaleza, ayudando a
los necesitados.
En su momento esto rompía las antiguas tradiciones de
caballería e incluso en una ocasión, un grupo de radicales
tradicionalistas, haciéndose llamar los Caballeros del
Cáliz Carmesí atacaron la fortaleza monasterio de La
Orden en Aldurukh y la asediaron. En lo que
posteriormente fue visto como uno de los momentos que
definieron la historia pre-Imperial de Caliban, los
caballeros de La Orden salieron al encuentro y contra-
atacaron antes que el enemigo hubiera completado sus
operaciones de asedio.
La batalla resultante fue decisiva. Los Caballeros del
Caliz Carmesí fueron desbandados y los supervivientes
cazados hasta el último hombre. Con esta victoria, se
garantizó el futuro progreso de la Orden. Los aspirantes se
apelotonaban ante ellos desde todo tipo de clases
sociales, y en el espacio de escasamente unas pocas
décadas, La Orden se había convertido en una de los
grupos de caballería más poderosos y prestigiosos de
Caliban.
Fue durante una de sus grandes expediciones cuando una
banda de La Orden se encontró con el niño salvaje que
daba caza a las bestias del bosque. Al principio pensaron
que era un monstruo, por lo que los caballeros se
aprestaron para atacarle, pero uno de ellos percibió que
detrás de ese ser podía haber algo más y detuvo a sus
compañeros. El nombre del salvador del Primarca era
Luther, que ordenó que el niño nacido en el bosque fuera
llevado con ellos hasta la civilización.
Debido a su apariencia feroz y al lugar en el que fue
descubierto, La Orden decidió llamar al niño Lion
El'Jonson, que significa "León, Hijo del bosque". Jonson
no tardó en adaptarse a las costumbres de los humanos y
aprendió a hablar de forma rápida, pero nunca dijo nada
sobre el tiempo que había pasado en el bosque.
El Primarca fue iniciado en las costumbres de la sociedad
en la fortaleza monasterio de La Orden. Allí, Luther y él
no tardaron en hacerse muy amigos. Era como si la
personalidad de ambos hombres se complementara.
Mientra que Jonson era temperamental y taciturno, Luther
era encantador y carismático. Mientras que Luther era
impetuoso y emocional. Jonson era un estratega brillante
que nada se le oponía una vez diseñada su táctica. Ambos
formaban un equipo incomparable, a pesar de su
diferencia de edad y experiencia.
A lo largo de los siguientes años, Jonson y Luther
escalaron posiciones en La Orden. Sus actos se
convirtieron en leyendas por todo Caliban y la reputación
de La Orden creció con ellos. El número de jóvenes
guerreros que querían unirse a La Orden aumentaba cada
día, de tal forma que tuvieron que construirse nuevas
fortalezas-monasterio para albergar a estos reclutas. La
Orden alcanzó un magnífico número de hermanos,
suficientes como para lanzar un ataque contra las bestias
que infestaban los tenebrosos bosques. Jonson y Luther
querían organizar una Cruzada para limpiar el planeta de
bestias inmundas de una vez por todas. La apasionada
oratoria de Luther convenció a los Maestres de La Orden
de que era necesario declarar esta Cruzada; pero fue la
capacidad suprema de Jonson de planificación y
organización lo que hizo que Caliban fuese limpiado en
una sola década de las bestias que otrora lo atemorizasen.
Para los habitantes del planeta había empezado una era
dorada.
En reconocimiento por su triunfo ante las criaturas del
Caos, Lion EI'Jonson fue proclamado nuevo Supremo
Maestre de la Orden y de Caliban. Aunque Luther no se
mostró molesto por la proclamación de Jonson ni por el
gran honor que se le había negado, no hubiera sido
humano si no hubiera sentido celos de su amigo. La
primera fisura había aparecido, una fisura que llegaría a
convertirse en un gran abismo que dividiría en dos a los
Ángeles Oscuros. Pero para eso faltaba mucho; en este
instante, los habitantes de Caliban disfrutaban de una era
de paz y prosperidad.
No Perdonados
Después de la Herejía de Horus, a partir de los Ángeles
Oscuros se crearon varios Capítulos Sucesores. De todos
ellos, los Ángeles de Absolución, los Ángeles de
Redención y los Ángeles de Venganza son los que
mantienen un vínculo mayor con el Capítulo Fundador. A
los Ángeles Oscuros y sus Capítulos Sucesores se los
denomina los No Perdonados, aunque nadie externo a los
Capítulos y muy pocos de sus integrantes saben a qué se
debe.
En los últimos diez milenios, los No Perdonados han
seguido adelante con la tradición de su Primarca, Lion
El'Jonson, de planear campañas especialmente efectivas,
aunque existen noticias de que alguno de los Capítulos de
los No Perdonados se ha negado a ayudar a las fuerzas del
Imperio. Alguna vez, los No Perdonados han llegado a
abandonar una campaña en el punto álgido sin razón
aparente y sin dar explicaciones del porqué; decisiones
que han provocado que ejércitos enteros perecieran y
algunos planetas cayeran en manos del enemigo. Algunos
dicen que estos Capítulos tienen su propio sistema de
prioridades, alguna de las cuales está incluso por encima
del servicio al Emperador. Incluso cuando combaten con
otras fuerzas, los Ángeles Oscuros únicamente atienden
sus propias reglas y consejos y apenas se comunican con
sus aliados (además no aceptarán interferencia alguna en
su misión)
Frases célebres
"¿Cuál es nuestro deber?. Purgar nuestra vergüenza
matando a todos aquellos que se volvieron contra Lion
El'Jonson"
Ala de Muerte
El Ala de Muerte es la 1ª Compañía del Capítulo, la
Compañía de Exterminadores, de los Ángeles Oscuros. La
1ª Compañía de la mayoría de Capítulos está compuesta
por veteranos capacitados para combatir en Armadura de
Exterminador o en servoarmadura, de acuerdo con la
misión. En el caso de los Ángeles Oscuros, sin embargo,
todos los miembros de la Compañía luchan con Armadura
de Exterminador. Se cree que, cuando la Legión de los
Ángeles Oscuros fue dividida, la Compañía de Asalto
equipada con Armaduras de Exterminador fue dividida en
varias unidades de 100 hombres, cada una de las cuales
fue asignada a un Capítulo Sucesor. El Ala de Muerte es
una fuerza de asalto capaz de marchar hasta el enemigo sin
detenerse y sembrando la destrucción a su paso; pero es
mucho más que eso: es el puño del Círculo Interior, la
administradora de justicia ciega, y nadie puede
enfrentarse a su furia implacable.
Son parte de los Marines Espaciales conocidos como los
No Perdonados. El Ala de Muerte y el Ala de Cuervo no
forman parte del sistema de estructura del Codex Astartes,
aunque las restantes compañías del Capítulo se adhieran
al Codex.
Originariamente, la Armadura de Exterminador que
utilizaba el Ala de Muerte era negra, pero su color se
cambió al blanco hueso en honor a una batalla de
liberación que tuvo lugar hace muchísimos años. La
leyenda del Capítulo establece que un grupo de hermanos
del Ala de Muerte volvían a su planeta de nacimiento
cuando descubrieron que sus conciudadanos habían sido
esclavizados por una raza alienígena. Según las
costumbres de su gente, los hermanos pintaron su
armadura de blanco para simbolizar que eran espíritus,
fantasmas que caminaban entre los vivos. Los Marines
Espaciales se abrieron paso a través de una horda de
Genestealers y llegaron hasta la guarida de estos
alienígenas, donde se enfrentaron a su líder, un
Genestealer gigantesco. La lucha contra esta bestia se
cobró la vida del Bibliotecario, pero la bestia también
cayó y el planeta fue liberado de la dominación
alienígena.
Desde aquel día, los hermanos del Ala de Muerte han
seguido pintando su armadura de color blanco hueso para
recordar el solemne sacrificio de sus predecesores.
Aquella batalla pasó a ser conocida como la Batalla de
las Dos Cabezas Parlantes y el Sargento de cada Escuadra
de Exploradores se la cuenta a todo recluta que pasa a ser
consierado hermano de pleno derecho. Aunque esta es la
historia más conocida de los Ángeles Oscuros, existen
muchísimas más, como "La Caída de la Casa de
Pervigilium", "El saneamiento del Pecio Casa del Miedo",
"La Venganza del Largo Asedio" y "El susurro en la
penumbra". Estas historias les son contadas a los
hermanos según van escalando posiciones en el Capítulo.
Algunas de ellas hablan de héroes que han vuelto de la
guerra y han descubierto que su gente había sido
corrompida o esclavizada; otras, en cambio, versan sobre
el sacrificio personal y la negativa a retirarse a pesar de
encontrarse ampliamente superados en número y fuerza.
En todas estas historias, sin embargo se repite un final
muy parecido: el terrible enemigo acaba siendo derrotado
a pesar de que cueste una gran cantidad de vidas. Estas
leyendas hacen que todo Ángel Oscuro que las oye siente
la necesidad imperiosa de limpiar el pasado del Capítulo
y encontrar a los enemigos de este se hallen donde se
hallen. Por tanto, todo Ángel Oscuro aspira a unirse algún
día al Ala de Muerte para dirigir el asalto contra los
enemigos de Lion El'Jonson y del Emperador.
A diferencia del típico No Perdonado, un combatiente del
Ala de Muerte es tozudo y resistente, rechazando torcerse
bajo presión extrema ante los avances del enemigo,
incluso si fuera más ventajoso retirarse.
Cuando un Condenado es ascendido al Ala de Muerte
aprende mucho de los secretos del Capítulo. El secreto
más grande es el de la traición de Luther y la subsiguiente
muerte del Primarca, Lion El'Jonson, y como luego se
inició la cacería de los Ángeles Caídos, aquellos Ángeles
Oscuros que se unieron a las órdenes de Luther en la
traición al Emperador y al Imperio.
Ala de Cuervo
El Ala de Cuervo es el nombre que recibe la 2ª Compañía
de los Ángeles Oscuros. En vez de la habitual panoplia
verde oscura del resto del Capítulo, las Motocicletas y
Land Speeders del Ala de Cuervo, junto con sus
servoarmaduras de sus integrantes, se pintan de negro
azabache, o negro cuervo, que es lo que da a la Compañía
su peculiar nombre. A pesar de que, en sustancia son una
formación muy especializada en la exploración y las
misiones de asalto, el Ala de Cuervo es mucho más que
una fuerza de reconocimiento. Su verdadera función ha
sido vital para los Ángeles Oscuros durante estos diez mil
últimos años.
Aunque esto es algo que solamente saben los oficiales de
mayor graduación de la Compañía, el papel principal del
Ala de Cuervo consiste en capturar a los Caídos. Por
tanto, los miembros de la 2ª Compañía tienen acceso a
buena parte de los secretos de los Ángeles Oscuros; sin
duda, a mucha más que las demás Compañías, pero a
menos que el Ala de Muerte y el Círculo Interior. Los
Escuadrones del Ala de Cuervo van de un lado para el
otro, siguiendo las indicaciones y misiones establecidas
por el Círculo Interior. Buscan información y pistas
después son transmitidas a los Señores del Capítulo.
Entonces, se analiza la información, se asigna un objetivo
y el Ala de Cuervo desciendo sobre la víctima.
Para los hermanos de la 2ª Compañía, aquellos cuya
captura se les ordena no son más que viles herejes,
renegados y traidores. Todos los Ángeles Oscuros
reciben, y sobre todo los del Ala de Cuervo, un
entrenamiento específico para hacer oídos sordos a las
mentiras y protestas de los cautivos, puesto que estos
traidores intentarán minar la fe de los hermanos en el
Capítulo y en el propio Lion El'Jonson. Los presos dirán
barbaridades sobre la traición y el cisma e intentarán
atraer a sus hermanos, alejarlos de la luz del Emperador.
Por ello, los hermanos elegidos para formar parte de la 2ª
Compañía no solo han de tener afinidad con los vehículos
veloces; también deben ser individuos estoicos y tener una
fortaleza mental excepcional hasta para un Marine
Espacial. Los miembros del Ala de Cuervo son
entrenados por los Capellanes Interrogadores y
monitorizados exhaustivamente en busca de cualquier
signo de mácula espiritual o corrupción que haya podido
ser adquirida por el contacto con los traidores.
Cabe la posibilidad de que el Ala de Cuervo atraviese
décadas con pocos o ningún logro en lo referente a la
obtención de objetivos. Durante ese tiempo, actúa como
una fuerza de ataque rápido convencional para las
Compañías de Batalla de los Ángeles Oscuros. Sin
embargo, en cuanto reciba alguna información sobre los
Ángeles Caídos, por escasa que sea, o detecte algún
rumor, el Ala de Cuervo partirá rápidamente para cumplir
su verdadera misión. Normalmente, dan caza y capturan a
un solo Caído (lo que es una gran recompensa); es muy
extraño encontrar una concentración de ellos. En caso de
localizar a un contingente, por pequeño que sea, lo
primero que hacen es llamar al Ala de Muerte, que se
teleportará desde los navíos que haya en órbita. Entonces
dará comienzo una batalla como la que tuvo lugar durante
la Caída de Caliban, pero a menor escala. Por cada Caído
al que dé caza el Ala de Cuervo, los No Perdonados se
redimen un poquito más.
Capellán Interrogador
Los Capellanes Interrogadores son Capellanes especiales
del Capítulo de los Ángeles Oscuros.
Descripción
Son miembros del Círculo Interior de los Ángeles
Oscuros y, por lo tanto, son muy respetados por sus
iguales. El camino para convertirse en un Capellán
Interrogador es peligroso. El candidato será observado
desde la distancia a través de su carrera y puede acabar
por llegar a aprender alguno de los secretos que
pertenecen a la caída de Caliban.
Si esto ocurre, será llevado al Círculo Interior y juzgado
para ver si está listo o no para unirse a ellos. Si es
aceptado se convertirá en un miembro al completo y
aprenderá los secretos del Capítulo. Si es juzgado que no
está preparado puede sufrir un lavado de cerebro, o algo
incluso peor.
Aunque tienen deberes similares a los de los Capellanes
normales, a los Interrogadores se les añade el deber de
conseguir el arrepentimiento de cualquiera de los Ángeles
Caídos. Por cada miembro de los Ángeles Caídos que se
arrepiente pueden añadir una perla negra a su rosarius en
honor de ese logro. El Maestre Molochia obtuvo una
docena de perlas negras, haciendo de él uno de los
Capellanes Interrogadores con más éxito de la historia de
los Ángeles Oscuros.
Acciones notables
La Cruzada de Thramas - fue una campaña
acaecida durante la Herejía de Horus. Muy lejos de Terra,
en el Segmentum Ultima, los Amos de la Noche expandían
el terror y la destrucción contra los planetas leales al
Imperio. Sin embargo, los Ángeles Oscuros, comandados
personalmente por su Primarca, Lion El'Jonson, emboscó
a la flota de los Amos de la Noche.
Gracias a la perfecta coordinación del ataque sorpresa del
León, la flota de los Amos de la Noche fue devastada,
perdiendo docenas de naves importantes. Al final de la
batalla una cuarta parta de la flota de la Legión de los
Amos de la Noche había sido destruida. Los Amos de la
Noche fueron empujados de vuelta a Tsagualsa, donde el
León se enfrentó directamente contra Konrad Curze.
La reunión
Descendiendo cada uno con su respectiva Guardia de
honor (Corswain y Alajos de los Ángeles Oscuros y
Sevatar y Sheng de los Amos de la Noche) al planeta, la
reunión entre los dos Primarcas se desarrollaba bastante
coloquialmente hasta que Curze calumnió y difamó al
León a lo que este respondió con un “ataque deshonroso”
y se enzarzaron en una pelea sin cuartel. Curze consiguió
la ventaja y empezó a estrangular a Jonson, y lo habría
logrado si Corswain, al que no tenía controlado, no le
hubiera clavado su espada en la espina dorsal mientras
Alajos pedía refuerzos antes de ser decapitado por
Sevatar.
Finalmente llegaron los refuerzos de ambas legiones y
separaron a sus primarcas uno del otro ya que estaban
demasiado débiles para seguir peleando. Las
Thunderhawks evacuaron a los Ángeles Oscuros y a
ambos primarcas.
A pesar que los Amos de la Noche escaparon a la
emboscada, su primarca entró en coma debido a las
heridas sufridas y el mando de la destrozada legión recayó
en Sevatar, el cual organizó el reagrupamiento de tropas
hasta la recuperación de Curze.
Cuando la flota de los Ángeles Oscuros localizó a los
reagrupados Amos de la Noche, Sevatar ordenó un
contraataque que incluía operaciones de abordaje de los
Atramentar contra las naves Leales. Justo cuando la
contraofensiva de los Amos de Noche estaba a punto de
fracasar, un recobrado Curze irrumpió de nuevo en la
lucha y se enfrentó al León en el navío de los Ángeles
Oscuros Razón Invencible. Tras un breve duelo, Curze fue
capaz de distraer al enemigo para organizar la retirada de
sus fuerzas y abandonar la batalla. Sin embargo, algunos
de sus guerreros, incluido Sevatar, fueron dejados atrás a
bordo de la nave de los Ángeles Oscuros y capturados por
el enemigo.
Historia
Al inicio de la Asamblea de Nephilim, los navíos de
refugiados que huían de la guerra que afligía el borde sur
se vieron empujados a una región del espacio que había
sido maltratada por las tormentas de disformidad. Sin
embargo, cuando llegaron, la zona estaba completamente
en calma. Por ello, se decidió llevar a cabo una
expedición dirigida por un líder del clan Arcadius. Los
Ángeles Oscuros cedieron su 5ª compañía para que
ayudase en la tarea.
Al entrar en la órbita de Faze V, la flota fue recibida con
andanadas de unas magníficas defensas orbitales, de un
tipo que los tecnosacerdotes de la flota no conocían. En
respuesta, los Ángeles Oscuros decidieron realizar un
asalto orbital inmediato. Una vez en la superficie, la 5ª
compañía se trabó en combate con hombres alterados
cibernéticamente y cuya voluntad estaba manipulada por
una inteligencia-máquina blasfema. Hacía mucho tiempo
que un decreto había considerado aquellas máquinas como
entes fuera de la ley, y los Ángeles Oscuros se enfrentaron
a ellas con furia vengadora.
Los marines espaciales se abrieron camino a través de las
hordas de seres humanos cibernéticos y llegaron hasta los
motores de la entidad sacrílega, que no tardaron en
dinamitar para liberar a la población de su yugo.
Pero la gente nunca había vivido sóla; estaban en
comunión con la máquina y no aceptaban el nuevo
gobierno del Adeptus Terra. Millones de personas se
alzaron pidiendo que volviera la voz de la máquina. La
respuesta del Imperio fue rápida y predeciblemente brutal:
los Ángeles Oscuros lanzaron un contraataque.
En la campaña que tuvo lugar a continuación y que duró
cuatro meses, los tecnoreincidentes de Fave V fueron
derrotados y se vieron obligados a recluirse en sus
fortalezas de silicona, que no tardaron en ser exterminadas
de la faz del planeta y de los anales del Imperio para toda
la eternidad. El último acto de los Ángeles Oscuros en
aquel planeta fue la destrucción de las memorias de lógica
de la entidad máquina, algo que no se llevo a cabo hasta
que un grupo de tecnomarines acompañado de Bekenel,
Señor del Ala de Muerte, entró en el complejo de la
máquina y extrajo parte de la información que
almacenaba. Tras ésto, los Ángeles Oscuros se marcharon
y dejaron atrás un mundo en llamas.
Historia
Uno de los planetas donde se desarrolló fue Altid 156. El
planeta se había separado del Imperio y era el hogar de
millones de peregrinos. El Consejo de la Cruzada ordenó
a un regimiento de la Guardia Imperial que tomara el
planeta pero canceló la orden cuando los Ángeles Oscuros
insistieron en realizar el asalto ellos mismos. La fuerza
del asalto fue extrema para tratarse de un planeta de
peregrinos pero los Ángeles Oscuros sabían que un Caído
se ocultaba entre la población.
El Ala de Cuervo localizó e inmovilizó a las fuerzas que
se encontraban alrededor de la principal base enemiga
antes que el Ala de Muerte de teletransportara al interior
del edificio. Fue aquí donde encontraron al Caído que
estaban buscando, Elucidax el Guardián, o para los
Ángeles Oscuros "Zeriah", antiguo Capitán de la 14ª
Compañía de Asalto de los Ángeles Oscuros durante la
Gran Cruzada.
El Caído asesinó una docena de Astartes antes de recibir
una herida casi mortal. Después fue transportado hasta La
Roca donde el Capellán Interrogador Asmodai le extrajo
una confesión que permitió capturar completamente la
partida de guerra de Zeriah. Lo que no logró Asmodai fue
que Zeriah reconociera sus pecados al haberse unido a la
rebelión de Luther y ahora el Caído languidece en una
celda solitaria.
Historia
Raimer dirigió a sus 90 Marines Espaciales en una
Cruzada hacia una parte traicionera del espacio sin
explorar en el sur galáctico, conocida como la Región
Velada. Allí descubrieron algunos mundos habitados. Los
primitivos xenos que allí vivían adoraban a un dios al que
llamaban "Voz del Emperador"; y componían un
floreciente imperio que vivía en enormes ciudades de oro.
Mientras intentaba averiguar la naturaleza de este dios,
Raimer destruyó los templos alienígenas y avanzó hacia
los mundos centrales del sistema. Al hacerlo,
descubrieron que la mayoría de los planetas ya habían
sido atacados por un poder destructivo mayor aún que el
de Raimer y sus hombres. El Golfo de Ofidio era una nave
muy rápida, y durante su viaje hacia los planetas
centrales, el sensorium del Golfo de Ofidio detectó a una
pequeña flota separándose de la órbita de uno de los
mundos devastados. Los augurios determinaron que las
naves pertenecían a los Ángeles Oscuros.
Tras entrar en contacto con la flota, Raimer y el Señor de
los Ángeles Oscuros intercambiaron elaborados saludos
en Alto Gótico y el Templario se ofreció al comandante de
los Ángeles Oscuros para luchar a su lado y capturar al
líder de los alienígenas, la "Voz del Emperador". El
comandante de los Ángeles Oscuros se mostró reticente,
pero al final aceptó.
La batalla final de la Cruzada del Golfo de Ofidio se libró
en el recinto dorado del Templo de la "Voz del
Emperador", el último refugio de un individuo misterioso
que, de algún modo, había logrado dominar a todo un
imperio alienígena para convertirlo en su feudo personal.
Blasfemias como esta no pueden permitirse, por lo que,
junto a sus guerreros de los Ángeles Oscuros que
proseguían el ataque al sistema, el Castellano y Hermano
de Armas Raimer lideró a los Templarios Negros en el
asalto a la fortaleza dorada del alienígena.
Mientras los Ángeles Oscuros aniquilaban el ejército
alienígena a distancia con la potencia de sus escuadras de
devastadores, los Hermanos de Armas al mando del
Paladín del Emperador, Korbinian, destruyeron la puerta
principal de la fortaleza gracias a los disparos del cañón
de fusión de un Land Raider Cruzado. La tecnología
alienígena era avanzada y aterradora ya que sus guerreros
tenían la habilidad de hacerse invisibles en el campo de
batalla; por si fuera poco, sus armas superaban la
formidable protección de las servoarmaduras gracias a
extraños rayos multifásicos. Aunque el número de
guerreros era inferior a cien, los Templarios Negros se
abrieron paso a través de la cortina de fuego y rompieron
una brecha enorme en una sala del centro de la fortaleza,
aunque Korbinian tuvo la sensación de que les habían
dejado llegar hasta allí.
En el centro de la cámara se encontraba sentada una
curiosa figura, ataviada con una armadura negra como la
de los Marines Espaciales. Cuando los Templarios
Negros entraron, la figura se puso en pie y los marines
pensaron que era uno de ellos. Era un guerrero vestido
con una antigua servoarmadura negra sin labra ni panoplia
alguna. Llevaba una espada en la espalda y dos pistolas al
cinto, pero el guerrero no les atacó sino que simplemente
sonrió, como si le hubieran sorprendido agradablemente y,
a continuación dijo: "Vosotros no sois los cachorros del
león, ¡qué curioso!"
Como se trataba de un Marine Espacial, Korbinian le
contó la noticia de su descubrimiento al Castellano
Raimer, y este empezó a entender la negativa de los
Ángeles Oscuros a recibir ayuda y se retiró rápidamente
al Golfo de Ofidio encerrando al prisionero en la cámara
más segura de la nave para interrogarle. Casi de
inmediato, los Ángeles Oscuros exigieron que se les
entregara al prisionero. Al principio, Raimer se negó,
pero cuando los sensores le advirtieron de que la flota de
los Ángeles Oscuros estaban preparando sus armas, tuvo
que obedecer pues su único Crucero de Asalto no era
rival para toda la flota que se le oponía.
Cuando los Ángeles Oscuros recibieron al prisionero
partieron de la órbita y abandonaron el sistema sin decir
una palabra. El destino del Golfo de Ofidio sigue siendo
un misterio. Lo último que se oyó de él fue una única
comunicación transmitida cuando se dirigía al punto de
salto del sistema. No ha habido nuevos contactos con el
Castellano Raimer desde entonces. No ha vuelto a ponerse
en contacto con ninguna de las fortalezas de los
Templarios Negros.
El Gran Mariscal Helbrecht alberga terribles sospechas
sobre su destino final.
Historia
A raíz de que los Masacre Carmesí bajo el mando de
Kranon el Implacable masacraran a varios miembros de la
5ª Compañía de los Ángeles Oscuros, incluyendo al Señor
de la Compañía Zadakiel, el Capítulo juró vengarse de los
condenados Marines Espaciales del Caos.
Tras varios años de cacería y persecución siguiendo las
matanzas de los Masacre Carmesí a través del sur
galáctico, los Ángeles Oscuros consiguieron arrastrar a
los Marines Traidores a la batalla en el despoblado
planeta de Desembarco de Bane.
Los Masacre Carmesí llegaron al planeta buscando la
Piedra del Fuego Infernal, un artefacto del Caos en forma
de altar que les podía liberar de la maldición de Khorne
que les atormentaba haciéndoles escuchar las voces de
todos aquellos a los que habían matado. En lugar de eso
se encontraron con los vengativos Ángeles Oscuros. En la
dura y sangrienta batalla que sucedió a continuación, los
Masacre Carmesí fueron derrotados y su señor, Kranon el
Implacable, se vio obligado a abandonar el planeta.
Balthasar, el sucesor de Zadakiel al frente de la 5ª
Compañía, persiguió a los supervivientes y alcanzó a
Kranon en una anónima luna, donde finalmente el Señor
del Caos fue derrotado y su cabeza se convirtió en un
trofeo de los Ángeles Oscuros.
13ª Cruzada Negra - comenzó en el 999.M41, y
dio lugar a la mayor movilización de fuerzas militares
tanto del Imperio como del Caos desde la Herejía de
Horus. Fue el trasfondo de la campaña mundial de
Warhammer 40,000 Ojo del Terror, que resultó en una
victoria menor para el Caos y dio una cabeza de puente en
la Puerta de Cadia a Abaddon el Saqueador, aunque su
flota sufrió graves pérdidas.
Aunque la superficie está controlada en su mayor parte
por las fuerzas del Caos, los cielos sobre Cadia están casi
por completo bajo el control del Almirante Quarren y las
Flotas de Batalla Solar y Gótica completas, además de
elementos de varios Capítulos de Marines Espaciales,
dejando un final abierto mientras la batalla continúa. La
superioridad espacial y aérea da una ventaja significativa
a las fuerzas imperiales, que pueden desplegar tropas
frescas y bombardear al ejército de Abaddon.
Reliquias
Miembros Conocidos
Luther - era el hombre que descubrió al Primarca
Lion El'Jonson en el mundo de Caliban. Como mentor,
salvador y amigo de El'Jonson, Luther crió a Lion como si
hubiera sido su hijo. Antes de haber descubierto a Lion,
Luther era el mayor héroe de su época. Le presentó a La
Orden, la fuerza de caballeros feudales del planeta
quienes lo ayudaron a criarlo. Pronto, Lion superó a su
maestro, y lideró a La Orden en una cruzada que acabó de
limpiar de monstruos el boscoso planeta.
Cuando el Emperador llegó a Caliban y descubrió a Lion,
invitó a La Orden a convertirse en Marines Espaciales
para unirse a la Primera Legión, los Ángeles Oscuros.
Luther, al ser demasiado mayor para sobrevivir al proceso
de transformación en Astartes, fue simplemente mejorado
genética y mécanicamente, dentro de lo posible, para
mantenerle al mismo nivel de fuerza que los Marines
Espaciales. Pronto volvió a descollar incluso entre los
Astartes, y Lion le concedió el mando de todo un
Capítulo, pero en seguida el León volvió a acaparar el
mérito. El Primarca dejó de tratarle como a un igual y de
buscar su consejo, pasando a esperar de él simple
obediencia ciega, y Luther empezó a sentir envidia y celos
de su antiguo alumno.
Mientras luchaba en una cruzada junto a Lion contra los
xenos Sarosh, descubrió una bomba a bordo de la nave,
que podría matar al Primarca. Inicialmente, sus celos le
animaron a abandonar la nave y dejar morir al León, pero
finalmente su mejor naturaleza prevaleció y la desactivó
con ayuda del Bibliotecario Zahariel, salvando la vida de
Lion El'Jonson.
Al enterarse de que Luther había estado a punto de dejarle
morir (aunque de hecho había logrado evitar el desastre),
Lion lo desterró a él y a su Capítulo a Caliban. Una vez
allí, Luther promovió la revuelta de las reservas de
Astartes dejadas atrás en el planeta y mató a todo
disidente. Cuando Lion regresó a Caliban después de la
Herejía de Horus, Luther atacó a su flota. Los Ángeles
Oscuros se retiraron temporalmente, hasta que
averiguaron por una nave mercante capturada la situación
de su hogar, y lanzaron un ataque a escala planetaria
contra los traidores.
En esta batalla Lion El'Jonson hirió a Luther, pero no pudo
asestar el golpe mortal a su más querido y antiguo amigo.
Luther, sin embargo, no tuvo reparos y le envió un rayo
psíquico directo a Lion que hirió mortalmente al
Primarca. En ese momento, Luther comprendió cuán bajo
había caído, empezó a llorar por lo que le había hecho a
su amigo, y los Ángeles Oscuros le capturaron y lo
mantuvieron prisionero en La Roca. En este punto, los
Dioses del Caos diezmaron las fuerzas de Luther,
enviándolos a través de la Disformidad. La intensa
batalla, sin embargo, había hecho que el planeta quedara
en un estado inestable, con lo que quedó destruido.
Luther permanece encadenado en el interior de la celda
más segura que hay en La Roca, siendo su existencia sólo
conocida por el Supremo Gran Maestre del Capítulo de
los Ángeles Oscuros, el Comandante Azrael y aquellos
que le siguen por debajo en su rango. A menudo se le
utiliza como oráculo para encontrar a los Ángeles Caídos.
Azrael, como sus predecesores, ha intentado hacer que
Luther se arrepienta de los crímenes cometidos hace ya
diez milenios, pero, como sus predecesores, ha fallado en
el intento. Luther sólo continúa delirando y despotricando,
argumentando que Lion El'Jonson vendrá y absolverá a los
Ángeles Caídos, y que el día del regreso de Lion está
cerca, al alcance de la mano.
Controversia
En la novela Los Ángeles Oscuros, de Gav Thorpe, se
revela una versión diferente de la Traición de Luther. En
el libro, Merir Astelan, un miembro original de los
Ángeles Oscuros que fue transportado varios milenios en
el presente cuando la Tormenta de Disformidad destrozó
Caliban, dice su versión poco ortodoxa de los eventos
acerca de la Traición. Astelan expone que fue Lion quien
traicionó a los Ángeles Oscuros, no Luther. Su afirmación
fue considerada herejía por el Capellán Interrogador
Boreas, y el Comandante Azrael hizo que Merir Astelan
fuese encarcelado en una celda cerca de Luther.
Sin embargo, en la novela Los Ángeles Caídos, Luther es
quien se rebela contra el Imperio, proclamando que Lion
El'Jonson les ha traicionado dejándoles en Caliban
durante siglos, mientras la Gran Cruzada continuaba. Sus
sospechas fueron más allá cuando descubrio que un culto
de Terra estaba en pleno proceso de realizar un ritual
demoníaco de invocacion o liberacion de una poderosa
entidad demoniaca prisionera en Caliban. Empezó a leer
los libros de la destruida Orden de Caballeria de Lupus
que estudiaba la Disformidad. Las Dudas y temores de
Luther fueron incrementadas por Cypher que habia sido el
guardian de todo ese conocimiento por orden de Lion
El'Jonson Puso en práctica lo que había aprendido, siendo
un ejemplo notable lo que ocurrió cuando el Bibliotecario
Israfael le atacó con un relámpago psíquico: sencillamente
se disipó.
Juventud
Él y su primo Nemiel aspiraban a llegar a convertirse en
grandes Caballeros de la Orden de Caliban, la cual estaba
comandada por Lion El'Jonson y Luther, dos grandes
héroes de la historia del planeta. Zahariel y Nemiel
tuvieron que aguardar un gélido día invernal delante de
las puertas de la Fortaleza-Monasterio bajo el acecho de
las terribles bestias del bosque. Si algún aspirante
flaqueaba o caía al suelo, sería inmediatamente
descalificado. Tampoco podían aceptar la comida o ropas
de abrigo que los Caballeros que vigilaban la puerta les
ofrecían, ya que dicha muestra de debilidad también
supondría la descalificación. Al final ambos superaron la
prueba convirtiéndose en Suplicantes de la Orden bajo las
estrictas órdenes del maestro Remiel, encargado de que
llegasen a ser grandes Caballeros. Durante su primer
interrogatorio, tuvo el honor de que sus interrogadores
fueran Lion El'Jonson, Luther y Lord Cypher, aunque de
esto no se enteraría hasta años más tarde.
Toda su infancia la pasó cumpliendo el riguroso
entrenamiento físico al que le sometía el maestro Remiel y
memorizando las enseñanzas del Verbatim, libro que
servía de guía espiritual a todos los miembros de la
Orden. Además, comenzó una competencia sana con su
primo Nemiel para ver cuál era mejor en cada una de las
pruebas. Viendo el potencial de Zahariel, el maestro
Remiel le fue aconsejando e incluso le posibilitó el honor
de hablar con Lion El'Jonson, algo que para un Suplicante
era algo extremadamente raro.
Un día regresó a la fortaleza el hermano Amadis,
Caballero de gran estima dentro de la Orden e ídolo de
Zahariel. Este, tras un tiempo dedicado a cazar Grandes
Bestias, pasaría un tiempo en la fortaleza para instruir a
los Suplicantes. Debido a su potencial, Zahariel fue
seleccionado para dirigir una pequeña escuadra de diez
hombres en una rutinaria misión de reconocimiento a las
afueras de la fortaleza. A la cabeza de la expedición iba el
propio Amadis, por lo que Zahariel consideró todo un
privilegio poder tener línea directa de comunicación con
él. Pero todo se complicó cuando una de las grandes
bestias atacó a la escuadra de Zahariel y acabó con varios
de los muchachos. Él, en vez de huir, ordenó que buscasen
posiciones de cobertura y hostigasen a la bestia. Cuando
todo parecía perdido, Amadis apareció y mató él mismo a
la Gran Bestia. Su valor en combate le hizo ganar el
aprecio de Amadis y de más oficiales dentro de la Orden.
Sin embargo, Amadis partió al poco tiempo para acabar
con un León Calibanita, una de las terribles bestias que
estaba masacrando a su pueblo natal, pero tuvo la
desgracia de perecer ante tan abominable ser. Cuando el
moribundo Amadis llegó a la fortaleza hizo llamar a
Zahariel y le entregó su propia pistola mejorada, y poco
después murió. Zahariel juró vengar a Amadis y solicitó ir
él mismo a cazar al León Calibanita. Todos lo
consideraron un auténtico suicidio, ya que solo Lion
El'Jonson había acabado con uno, pero no había vuelta
atrás. Zahariel partió hacia Endriago, ya que en sus
inmediaciones habitaba la Gran Bestia. Mientras la
buscaba, Zahariel se extravió adentrándose dentro de un
pequeño bosque que parecía encantado y se encontró con
un grupo de Vigilantes en la Oscuridad, que le dijeron que
abandonase aquel lugar ya que estaba corrompido por
fuerzas malignas y que él era el portador de la marca.
Zahariel aceptó la orden y al poco rato se encontró con el
León Calibanita. Ambos se enzarzaron en un duro
enfrentamiento, pero la balanza se iba inclinando a favor
de la bestia. Cuando todo parecía perdido, Zahariel
despertó sus poderes psíquicos pudiendo ver con total
claridad el interior de la bestia y pudiendo acabar con
ella fácilmente. Como testimonio de su caza, se llevó
consigo la cabeza del león de vuelta la fortaleza.
Debido a su legendaria proeza, Zahariel fue ascendido al
rango de Caballero y obtuvo felicitaciones personales de
Lion El'Jonson y Luther. Asimismo, el León ordenó que le
forjasen una espada con uno de los dientes del León
Calibanita. Gracias a su rango de Caballero, él y Nemiel
se unieron al asalto de la fortaleza de los Caballeros de
Lupus, rivales de la Orden. Una vez dentro, ambos
encontraron a Lord Sartana, comandante de los enemigos,
y tras escuchar sus temores sobre las ideas de Lion,
contemplaron su suicidio.
Poco tiempo después de que la Orden acabara con todas
las Grandes Bestias, los Ángeles Oscuros llegaron a
Caliban. Con ellos trajeron el progreso del Imperio que
comenzó a modernizar el planeta al mismo tiempo que
empezaron las durísimas pruebas con los Caballeros más
jóvenes para que pudieran llegar a ser Marines
Espaciales. Zahariel se esforzó todo lo que pudo y dió lo
mejor de si, llamando la atención de Israfael, el
Bibliotecario Jefe de la Legión. Este le dijo que si le
contaba todo lo que había experimentado con sus poderes,
facilitaría su entrada en la Legión. Durante los meses que
permanecieron los Ángeles Oscuros en Caliban se anunció
la próxima llegada del Emperador, por lo que todos los
habitantes del planeta se prepararon para dicho día. Una
noche, Nemiel llevó a Zahariel a una reunión secreta en la
cual una serie de Caballeros encapuchados planeaban
atentar contra el Emperador. Zahariel se negó
rotundamente pidiendo a su primo que hiciese cambiar de
parecer a los Caballeros. Sin embargo, el día de la
llegada del Emperador, Zahariel vio entre el gentío a uno
de los Caballeros por lo que lo persiguió y lo placó
descubriendo que portaba un gran número de explosivos.
Inmediatamente después, fue detenido por los Astartes y
sometido a un duro interrogatorio liderado por el hermano
Israfael. Zahariel contó toda la verdad y tras terminar su
confesión, el mismo Emperador en persona apareció para
darle las gracias, aunque ordenó que se le borrase la
memoria.
Gran Cruzada
Él y su primo Nemiel fueron convertidos en Astartes y
gracias a su potencial psíquico comenzó a ser instruido en
el Librarium guiado por el Bibliotecario Jefe Israfael.
Tras varios meses de entrenamiento en varios planetas,
Lion El'Jonson aceptó la misión de vigilar un planeta
denomidado Sarosh que estaba controlado por los
Cicatrices Blancas. Los habitantes de este planeta,
humanos con una avanzada tecnología, llevaban casi un
año afirmando su anexión al Imperio aunque esta nunca
llegaba a producirse. En la ceremonia en la cual las dos
Flotas Expedicionarias se intercambiaron ciertos
documentos, un Astartes de los Cicatrices Blancas
confesó a Zahariel que no se fiaba de la gente de Sarosh.
Poco tiempo después, se organizó una recepción en todas
las naves de la flota, siendo la nave en la que se
encontraban Zahariel y el León la encargada de recibir al
gobernador de Sarosh. El Primarca seleccionó a Zahariel
y su primo como escoltas del gobernador, y mientras que
su primo acompañaba al gobernador a la estancia en la
que los esperaba Lion El'Jonson, Zahariel permaneció en
el hangar ya que la lanzadera en la que había venido la
delegación de Sarosh no le daba buenas sensaciones. Allí
se encontró con Luther, que tras una rápida revisión
mandó a Zahariel abandonar el lugar, pese a que a Luther
se le veía raro y agitado. Sin embargo, Zahariel hizo caso
a su instinto y volvió al hangar logrando entrar dentro de
la lanzadera y descubriendo que había una ojiva nuclear.
Luther apareció casi al instante y le confesó que había
estado a punto de traicionar al León dejando que
explotase la ojiva, ya que estaba harto de llevar tanto
tiempo a la sombra; pero después recapacitó y volvía a
intentar desactivarla. Sin previo aviso, la ojiva se activó y
Zahariel como último recurso tuvo que abrir las
compuertas lanzando la lanzadera al espacio y a algunos
desafortunados miembros de la tripulación. Su valiente
acto le costó que el pelo y parte de la cabeza quedasen
chamuscados. Rápidamente, se reunió un consejo de
guerra explicando la reciente rebelión de las gentes de
Sarosh y su ataque a varias naves de la flota aunque la
situación espacial se controló con celeridad. La Señora de
los Astrópatas dijo a los Astartes que había detectado un
fuerte pico de energía disforme en un punto del planeta
que se correspondía con una extracción minera. Puesto
que nadie sabía qué hacer, el Bibliotecario Jefe Israfael le
dijo a su Primarca que había desarrollado un prototipo
experimental que consistía en una bomba con gran poder
psíquico que podría sellar dicho punto.
Los Ángeles Oscuros comandados por el León lanzaron un
rápido ataque contra la extacción minera. Cuando
llegaron, todo estaba inusitadamente tranquilo hasta que
fueron atacados por Demonios que acabaron con la vida
de varios astartes. Gracias a la pericia y habilidad del
Primarca, lograron derrotarlos y descender a las
profundidades. Dentro todos quedaron horrorizados al
descubrir una inmersa fosa llena de cadáveres que no era
nada más que gente del planeta que había desaparecido
tiempo atrás sin dejar rastro de una manera misteriosa.
Poco después hallaron a un pequeño cónclave de nativos
que rodeaban a una humana imperial atada a una losa de
mármol y que era el contenedor viviente del Demonio.
Los Ángeles Oscuros acabaron con el cónclave y Zahariel
en persona concedió la liberación a la desdichada
humana. Sin embargo, el Demonio furioso comenzó a
atacarlos en forma de tentáculos con garras y púas que
aparecían de la Disformidad. Tras perder a varios
hermanos en la lucha, apareció Israfael con la bomba y la
detonó. La explosión de energía psíquica llenó a Zahariel
y al Bibliotecario Jefe de un gran poder que usaron para
salvar a sus hermanos y expulsar al Demonio.
Una vez acabada la campaña, Luther, Zahariel, Israfael y
varios hermanos más fueron enviados de vuelta a Caliban
bajo el pretexto de defender el mundo y encargarse de
controlar los reclutamientos.
Historia
La verdadera vida del Sargento Magron comenzó cuando
tenía siete años y se lo llevaron de su mundo natal,
Duthovan, un mundo salvaje de mares revueltos, cielos
tormentosos, archipiélagos montañosos y hombres de
fuerte musculatura que habían aprendido a navegar por
todo su planeta en endebles catamaranes. Los duthovanos
eran famosos por su fuerza y arrojo. Esto era lo que había
llevado a los reclutadores de los Ángeles Oscuros hasta
allí, en busca de futuros Legionarios.
Su entrenamiento comenzó de inmediato en la Fortaleza-
Monasterio de Caliban. Allí abandonó su nombre nativo y
adoptó el de Abdaziel Magron, siguiendo la tradición de
los Ángeles Oscuros. De los trescientos muchachos de su
promoción, sólo él sobrevivió a los rigores de aquel
primer entrenamiento. A continuación sirvió veinte años
en una Compañía de Exploradores, que pertenecía al
Capítulo de Luther, el más respetado de la Legión. Un
millar de Exploradores fueron iniciados junto con
Magron, y sólo seis consiguieron sobrevivir para
convertirse en Marines Espaciales.
El día que lo eligieron fue el más glorioso de su vida.
Después empezaron las mejoras biológicas: los órganos
adicionales, las glándulas suplementarias para aumentar
su peso, fuerza y estatura, los sentidos mejorados, los
implantes que le permitían la conexión con su
servoarmadura, y por encima de todo ello, la semilla
genética que permitía que todo funcionara, tomada de su
líder espiritual, el Primarca Lion El'Jonson.
Una vez le ajustaron la servoarmadura, empezó el
verdadero entrenamiento, que duró diez años. En él le fue
inculcada la absoluta obediencia al Emperador,
considerada un pilar básico para los Ángeles Oscuros. En
ese tiempo llegó a combatir junto a Luther, quien era
entonces un personaje legendario de la Primera Legión.
Su misión más peligrosa como explorador sucedió en un
desolado planeta en el que marchó a través de un desierto
para obtener información sobre un grupo de orkos. Los
hediondos xenos lo capturaron, lo torturaron durante días
y lo dieron por muerto, siendo más tarde reanimado por
apotecarios del Capítulo mediante un tratamiento casi
igual de doloroso.
Participó también en una batalla en los profundos túneles
de un mundo sin atmósfera externa, habitado por
alienígenas que habían conservado el aire que les quedaba
y se habían refugiado bajo la corteza del planeta. Estar
atrapado a diez millas de profundidad en los túneles
medio derrumbados de una madriguera alienígena maldita
se convirtió en una pesadilla incluso para él.
Y en otra ocasión, sólamente él y el Capitán Zhebdek
Abaddas fueron los supervivientes de toda una compañía
desembarcada en un mundo de muerte en un intento por
recuperar datos de una Plantilla de Construcción Estándar
de una nave estrellada de la Armada Imperial. ¡Un
episodio horroroso! En aquel mundo había monstruos
capaces de atravesar una armadura de Marine Espacial
como si fuera una cáscara de huevo, y sobre los que casi
no hacían mella ni el fuego de bólter ni de demás armas.
Sus hermanos de batalla sacrificaron la vida para que él y
Abaddas pudieran alcanzar la nave. Esto les infundió
nuevos ánimos contra fuerzas imposibles.
Herejía de Horus
La batalla que lo mandó a vagar por el espacio tuvo lugar
al intentar tomar y destruir la base interestelar situada en
un planetoide de los Devoradores de Mundos. La Flota de
Batalla imperial abrió fuego contra el planeta del cual
despegaron naves de asalto para intentar atacar al
Acorazado Venganza Imperial de los Ángeles Oscuros.
Magron y su compañía embarcaron para detenerlas antes
de que pudieran llegar al acorazado.
Eran tres para tres. Tres plataformas de cohetes y tres
cápsulas ascendentes portadoras, capaces de vencer una
débil gravedad como la que podría tener una luna o un
asteroide. Como si se hubieran puesto de acuerdo,
enfilaron unas hacia las otras y tras una rápida
aproximación se produjo el choque con un estentóreo
crujido tras el cual salieron despedidas por el espacio
mezcladas unas con otras.
Las cápsulas ascendentes se diferenciaban de las
plataformas sólo por su motor más potente y por la
cubierta protectora frontal. Con el bólter en una manopla y
la Espada Sierra en la otra, tanto los Ángeles Oscuros
como los herejes traidores gateaban unos hacia los otros.
Entre los relámpagos de los distantes rayos láser, a la
débil luz de las estrellas, los marines disparaban,
atacaban, chocaban. Algunos salían despedidos al
espacio, en el que se iban alejando lentamente, intentando
disparar un proyectil tras otro hacia el campo de batalla
mientras daban vueltas sobre sí mismos.
Durante la batalla Magron se dio cuenta que algo ocurria
con el planetoide ya que de su superficie emanaba un
resplandor que aumentaba su intensidad por momentos. A
pesar de la encarnizada batalla que se libraba allí, la
fuerza operativa imperial había conseguido mantener la
descarga de la artillería láser. Ahora se estaban
apreciando los resultados, y lo que era más importante,
eran superiores a lo planeado por sus jefes. Los rayos
habían barrido la superficie del planetoide, habían
perforado la corteza y habían profundizado en el manto
buscando los hangares. Además, sin habérselo propuesto,
habían llegado hasta el núcleo de metal líquido
incandescente del planetoide.
El pequeño mundo no era como otros planetas y lunas.
Estaba solo, carecía de un sol originario y de mundos
hermanos que influyesen en él con fuerzas gravitatorias.
Por eso nunca había sido afectado por un entorno
dinámico, ni había sido forzado a asentarse y enfriarse
adquiriendo una estabilidad a largo plazo. Ahora estaba
pagando el precio por poseer una esencia inerte cifrada en
eones. La fuerza contenida del núcleo, que había
permanecido en calma durante tanto tiempo encapsulada
en su espesa cubierta de roca, despertó, entró en
ebullición y se puso en movimiento porque los láser de
alta densidad le habían infundido mucha más energía que
la propia, convirtiéndolo en una bomba.
Parcialmente desintegrado por el bombardeo, el planeta
explotó con una increíble rapidez. El núcleo resplandeció
intensamente y aumentó de volumen, iluminando la
oscuridad, destrozando la corteza y el manto y lanzando
sus fragmentos al espacio mezclados con cascadas de
hierro fundido e inflamado, una vasta efusión de materia a
gran velocidad y de destrucción total. Los Marines de
ambos Capítulos fueron machacados por las rocas que los
alcanzaban a alta velocidad quedando sus armaduras
destrozadas y lanzándolos al espacio, rotos y agarrotados.
Incluso aquello no era más que un atisbo del diluvio que
se acercaba ya que la masa destrozada de la corteza y el
manto del desaparecido planetoide, el núcleo todavía
fundido y el terrible vapor incandescente se cernía ahora
sobre la encarnizada batalla espacial, la cual continuaba
intercambiando andanadas de plasma y láser incluso a la
vista de la catástrofe. Aterrorizado, el sargento Magron
vio cómo una masa enorme de negro basalto, tan grande
como el Venganza Imperial, golpeaba a la nave acorazada
erizada de torretas de las fuerzas atacantes. El impacto las
destrozó a ambas. El adamantium fracturado, el metal
retorcido, las rocas pulverizadas y el vapor incandescente
se perdieron en la oscuridad en un vertiginoso torbellino.
Algo destrozó la nave de asalto y la empujó también a la
oscuridad, fuera del gran torrente de escombros que
redujo a la nada a ambas flotas espaciales. De no haber
sido un Marine Espacial, el sargento Magron habría
perecido instantáneamente por el primer impacto, pero era
un Astartes y su cuerpo estaba especialmente endurecido.
Por eso sobrevivió, moviéndose durante un instante junto
con los restos retorcidos hasta que su pie quedó
desalojado de su anclaje y salió flotando, dando pequeños
tumbos y vueltas de campana, aunque pareciera que eran
las estrellas las que daban tumbos a su alrededor.
Durante mucho tiempo débiles resplandores —trozos de
basalto, glóbulos de metal enfriado o fragmentos de las
naves— ocuparon su campo de visión ampliada, sobre el
fondo de estrellas espiraladas. Finalmente fue la nada.
Nada que indicase que alguna vez había habido allí un
solitario planeta interestelar, ni una base excavada en sus
entrañas, ni una fuerza de ataque, ni una batalla espacial.
Ni una sola voz, ni amiga ni enemiga, ni leal ni traidora,
se oía en su intercomunicador. Nadie más había
sobrevivido para responder a sus llamadas. Estaba solo
en el espacio, a diez años luz de cualquier otro ser
humano.
Estaba completamente solo.
Juventud
Él y Zahariel fueron dos de los cientos de jóvenes que se
presentaron delante de la Fortaleza-Monasterio de La
Orden para poder convertirse en Caballeros, teniendo que
aguardar de pie durante más de 12 horas bajo la fría nieve
y al acecho de las terribles bestias del bosque. Nemiel fue
uno de los pocos en conseguirlo y como tal se inició como
Suplicante, rango que precedía al de Caballero. Bajo las
órdenes del maestro Remiel entrenó cumpliendo con el
riguroso entrenamiento físico y mental. Todos los días
competía con su primo Zahariel para ver quién de los dos
era mejor, aunque ninguno de los dos se llegó nunca a
imponer sobre el otro. Una cierta envidia comenzó a
recorrer a Nemiel cuando su primo cazó a su primera
Gran Bestia, al serle otorgado el rango de Caballero y
además obtener un trato especial por parte de Lion
El'Jonson. Sin embargo, Nemiel cazó poco tiempo
después su propia Gran Bestia, por lo que fue nombrado
Caballero. Debido a esto, a ambos primos se les
encomendó participar en el asalto de la fortaleza de los
Caballeros de Lupus, rivales de la Orden. Nemiel fue
valeroso y consiguió ser el primero en cruzar la brecha de
la muralla. Él y su primo presenciaron la muerte de Lord
Sartana, comandante de la orden enemiga.
Al poco tiempo, los Ángeles Oscuros llegaron a Caliban y
Nemiel dio todo su potencial en las pruebas a las que
sometieron los Astartes a los Caballeros más jóvenes con
el objetivo de que algún día llegasen a ser Marines
Espaciales.
El único asunto del que Zahariel y Nemiel jamás hablaban
era sobre la implicación de Nemiel en la conspiración
para asesinar al Emperador. Nemiel había llevado a
Zahariel a una reunión secreta poco antes de la llegada del
Emperador a Caliban. En dicha reunión estaban presentes
varios de los miembros de más alta graduación de las
recientemente desbandadas Órdenes de Caballería de
Caliban. Algunos sugirieron provocar una falsa atrocidad,
pero al final llegaron a la decisión de intentar acabar con
el Emperador. Tras oír esto, Zahariel abandonó disgustado
la reunión, con Nemiel siguiéndole poco después. Nemiel
le prometió que intentaría disuadir a los demás de seguir
dicho curso de acción. No se sabe si Nemiel lo intentó,
pero el caso es que el intento de asesinato se llevó a cabo.
Gran Cruzada
En Sarosh, un planeta que estaba dando largas al Imperio
para una posible anexión, los Ángeles Oscuros fueron
encargados de relevar a los Cicatrices Blancas en la tarea
de vigilar en planeta. Durante una cena de recepción, los
humanos del planeta se volvieron hostiles y Nemiel
permaneció junto a Lion El'Jonson todo el rato mientras
este acababa con el emisario que enviaron para matarlo.
Poco después, Nemiel volvió a acompañar a su Primarca
en una misión que tenía como resultado sellar un fuerte
pico de energía disforme encontrado en un complejo
minero del planeta. Luchó con valentía junto a su señor
durante todo el combate y lograron expulsar al Demonio
que habían liberado los nativos de Sarosh.
Al contrario que su a primo, a Nemiel se le permitió
permanecer con los Ángeles Oscuros y con Lion El'Jonson
ascendiendo al rango de Capellán y Hermano Redentor,
mientras que Luther, Zahariel El'Zurias y los demás
recibieron órdenes y fueron forzados a regresar a Caliban.
Herejía de Horus
Durante la Cruzada de Thramas contra la Legión Traidora
de los Amos de la Noche, Lion El'Jonson ordenó a parte
de sus fuerzas dirigirse al mundo de Perditus en busca de
un artefacto conocido como Tuchulcha que permitía
desplazarse a través de la Tormenta de Ruina. Este se
encontraba bajo el control del Mechanicum, y en disputa
entre algunos miembros supervivientes de los Manos de
Hierro, y un grupo de la Guardia de la Muerte al mando
de su corrupto Primer Capitán, Calas Typhon.
Durante el viaje Disforme a Perditus, el Razón Invencible,
la nave insignia de los Ángeles Oscuros, fue atacado por
Demonios. Los Ángeles Oscuros combatieron contra los
seres de la Disformidad con su armamento convencional,
sin apenas conseguir hacer daño a los monstruos.
Solamente los Lanzallamas, la mirada del Tercer Ojo de
los Navegantes de la nave y los poderes psíquicos del
Bibliotecario Asmodeus, quien los había reprimido hasta
el momento obedeciendo el Edicto de Nikaea, pudieron
destruir fácilmente a los Demonios invasores.
El Capellán Nemiel acusó a Asmodeus de traición por
incumplir lo ordenado en Nikaea y trató de ejecutarle,
pero el Primarca Lion El'Jonson se lo impidió, aboliendo
la prohibición del uso de poderes psíquicos en la Primera
Legión. Nemiel protestó de nuevo, alegando que no podía
abolirse algo proclamado por la autoridad suprema, el
Emperador de la Humanidad. Acto seguido, Lion
El'Jonson le decapitó un golpe, y puso a Asmodeus al
frente de uno de los grupos de purga de la nave.
Antes de la Herejía
El título de Lord Cypher antes de la Herejía de Horus fue
un título de alto renombre en La Orden, la orden de
caballeros creados en el Mundo Letal Feudal de Caliban
para luchar contra las bestias horribles mutadas por el
Caos que poblaban el planeta en la miríada de profundos
bosques. El portador de este título era el responsable del
mantenimiento de las tradiciones, los rituales y las
ceremonias de La Orden, y fue un consejero de influencia
en el liderazgo de La Orden. Después de obtener el título,
el portador renunciaba a su nombre de nacimiento; incluso
está prohibido para cualquiera llevar ese nombre o
incluso conocerlo.
Aunque no aparece en posteriores registros de los
Ángeles Oscuros pasados los hechos de Caliban, parece
implícito que el actual fue el último portador del título, y
que Cypher no es su nombre de nacimiento. El Maestre
Remial y Sar Daviel, dos estimados miembros de La
Orden, proclamaron que Cypher fue un miembro de la
orden rival conocida como los Caballeros de Lupus. Se le
permitió unirse a La Orden bajo un nombre ficticio
después de que los Caballeros de Lupus fueran derrotados
y su orden erradicada por el Primarca Lion El'Jonson.
Tras la Herejía
Aparece como de la nada, trayendo la muerte y la
destrucción consigo, y se desvanece tan súbitamente como
aparece. Es raro que sea el propio Cypher quien instigue
los actos violentos que invariablemente ocurren cuando él
está presente, más bien parece que se comporte como un
catalizador que convierte cualquier sentimiento de odio o
desconfianza en un rugiente e incontrolable fuego.
Cypher casi nunca habla y nadie sabe cuál es su verdadero
nombre. Sin embargo, el color negro de la servoarmadura
que lleva bajo la túnica implica, sin lugar a dudas, que
estuvo ligado a los Ángeles Oscuros. Algunos no se
atreven más que a susurrar que posiblemente sea la única
esperanza de redención de los Ángeles Caídos y que sus
apariciones, sin aparente sentido ni conexión entre sí,
conforman un patrón que antes o después le llevará a
Terra, hasta el Emperador. Sea como fuere, una cosa sí
que es cierta: cuando permanece un cierto tiempo en el
mismo lugar, los Caídos empiezan a llegar, como si se
viesen atraídos por su presencia aunque nadie tiene
explicación para este fenómeno ni se sabe cómo son
capaces de dar con él.
Por todo esto, los miembros del Círculo Interior de los
Ángeles Oscuros odian y temen a Cypher más que a
cualquier otro de los Ángeles Caídos y llevarían a cabo
cualquier acción, por temeraria o deshonrosa que fuera,
para capturarlo o matarlo.
Cada Segmentum, de hecho casi cada Sector del Imperio
tiene una leyenda sobre Cypher, algunas de las cuales se
remontan a hace cientos de años. El conjunto de todas las
historias tiene un peso que desafía a la incredulidad y el
número de recompensas ofrecidas por su captura a lo
largo de los años podría comprar todo un Subsector donde
alguien lo capturase. Está claro que la popularidad de las
leyendas sobre Cypher está unida a una atracción básica
humana hacia el inconformismo. Los autoengañados
radicales creen que las instituciones del Imperio intentan
deteriorar la individualidad y en una perversa reacción
sienten una subconsciente aprobación por el misterioso
disidente.
La neurosis se forma clásicamente: Cypher va
encapuchado, implicando claramente que es un fuera de la
ley que desea evitar que le reconozcan; no es necesario
decir que este es un punto innecesario porque todos le
reconocen claramente. De hecho, el hombre es solo
Cypher porque el observador le confiere esa identidad.
Sin duda, cualquiera que fomente la rebelión y desafíe a la
captura se convierte en Cypher y perpetúa el mito.
Armamento
Como la mayoría de Ángeles Caídos, Cypher lleva una
antigua servoarmadura de color negro que refiere a los
llevados por los Ángeles Oscuros en la época anterior a
la Herejía de Horus, cubierta con túnicas blancas. Cypher
lleva dos pistolas, y normalmente se le retrata disparando
al mismo tiempo sus dos pistolas de fabricación artesanal,
de plasma y Bólter respectivamente, con mortífera
puntería.
Cypher porta una espada que nunca desenvaina y de la que
se dice que es la Espada del León, la espada legendaria
de Lion El'Jonson, la que empuñara el propio Primarca, y
que se perdió durante el enfrentamiento con el archihereje
Luther. También se rumorea que no es esa sino la infame
Espada de Luther. Se tiene conocimiento que Cypher ha
blandido en una ocasión una espada fásica C'tan que se
perdió en la batalla con el C'tan conocido como El
Embaucador durante la 13ª Cruzada Negra.
Descripción
Al ser uno de los Ángeles Caídos, aún viste la
servoarmadura negra propia de la I Legión anterior a la
Herejía de Horus. Sus ojos son oscuros y sus cejas
pobladas, y su mirada calibra de forma calmada a
aquellos con quien conversa. Su cabeza está totalmente
afeitada.
Orígenes
Merir Astelan era un miembro de la Legión Astartes de
los Ángeles Oscuros desde antes del descubrimiento del
paradero del Primarca Lion El'Jonson. Astelan era nativo
de las Estepas Sibranas de Terra, una región cuyos
guerreros habían apoyado desde el principio las Guerras
de Unificación del Emperador para acabar con la Era de
los Conflictos. Cuando el Emperador de la Humanidad
empezó a crear los primeros Guerreros Trueno, los
sibranos fueron los voluntarios iniciales para las pruebas
genéticas, y cuando comenzó a formar las proto-Legiones
Astartes, reclutó a muchos de ellos para fundar la I
Legión, Astelan entre ellos.
Antes del inicio de la Herejía de Horus, Astelan alcanzó
el estimado puesto de Señor del Capítulo dentro de la
Legión y fue estacionado en la nave insignia de los
Ángeles Oscuros, la Lanza de la Verdad. Cuando el
Emperador descubrió a Lion en Caliban, los Marines
Espaciales terranos lo celebraron. El Emperador les
informó de que ahora tenían un nuevo mundo natal, y esto
les llenó de gozo, pues ahora estaban lejos de su querida
Terra. Los Ángeles Oscuros adoptaron Caliban como su
nuevo hogar, y les pareció adecuado que Lion El'Jonson
tomase el mando de la Legión creada a partir de su
semilla genética, así como que los nuevos Capítulos se
fundaran con reclutas calibanitas, pues así tendrían una
identidad y un enfoque comunes.
Se sabe que Astelan tuvo roces con Belath, otro Señor del
Capítulo nacido en Caliban, que prefería desplegar
fuerzas para conquistar un planeta antes que simplemente
negociar. El informe desfavorable de Belath hizo que Lion
le hiciese regresar a Caliban junto con muchos otros
Ángeles Oscuros terranos. Para Astelan, el León había
abandonado allí a los Hermanos de Batalla de Terra
mientras los calibanitas seguían ganando gloria en la Gran
Cruzada, a pesar de que le habían reconocido como su
padre perdido y de que habían tomado su mundo como
hogar. Desde su punto de vista, el Primarca se equivocaba
terriblemente, pero él y los demás Astartes habían jurado
obedecerle y no romperían sus votos. Astelan envió
mensajeros a Lion en varias ocasiones para intentar
convencerle de reconsiderar su decisión, pero regresaron
sin haber obtenido respuesta.
Exilio
Astelan fue asignado a la Fortaleza-Monasterio de
Aldurukh, antigua base de La Orden, unos quince años
después de que Sar Luther y el resto del cuerpo de
entrenamiento hubieran sido enviados de vuelta a Caliban.
Su repentino traslado desde el frente sorprendió tanto a
los Veteranos ya desplegados allí como a su propio
equipo de lugartenientes. Suponían que Luther conocía las
circunstancias en que se había producido, pero si había
sido exiliado de las Flotas Expedicionarias como los
demás, el Guardián de Caliban no lo dijo públicamente.
En vez de eso, le asignó inmediatamente el mando de uno
de los nuevos Capítulos de entrenamiento, y le trató con el
mismo respeto y estima que al resto de Hermanos de
Batalla. El carisma y liderazgo de Luther pronto le
hicieron ganarse a Astelan, quien se volvió totalmente leal
a él.
Herejía de Horus
A principios del M31, mientras el Primarca de los
Ángeles Oscuros estaba lejos en el frente de la Gran
Cruzada, Astelan y sus hermanos de Caliban recibieron
terribles noticias: Horus, el mayor de los Primarcas,
Señor de la Guerra del Imperio, se había rebelado contra
el Emperador. Los relatos eran fragmentarios e
infrecuentes, pero lentamente Astelan y sus compañeros
descubrieron lo que había ocurrido en los primeros días
del conflicto: escucharon historias de otros Primarcas y
Legiones volviéndose contra el Emperador y las unas
contra las otras, y parecía imposible distinguir amigo de
enemigo. Los Ángeles Oscuros estacionados en Caliban
escucharon más de una vez que Lion El'Jonson se había
vuelto contra Terra, o que había muerto. Había rumores de
Lobos Espaciales atacando a los Mil Hijos, y de luchas
entre Astartes a lo largo y ancho de la Galaxia.
Astelan y los demás Ángeles Oscuros deseaban abandonar
Caliban y luchar contra las Legiones Traidoras, pero no
podían estar seguros de nada excepto sus propios
corazones. Luther fue el primero que propuso zarpar y
defender al Emperador, pero Astelan y sus Hermanos de
Batalla no sabían lo que su Primarca quería que hicieran
porque la comunicación con el resto de la Legión se había
perdido en el caos, y las intenciones del León estaban
oscurecidas por centenares de años-luz y rumores
conflictivos. Pero hubo algunos en la guarnición de
Caliban, Hermanos de Batalla más recientes que quizás
carecían del mismo nivel de fe y fanatismo de la Vieja
Legión, que se oponían a partir.
Cisma
Los disidentes atacaron primero, revelando sus
traicioneras intenciones al matar a centenares de sus
Hermanos de Batalla. Astelan y los demás habían
preparado todo para partir, y estaban embarcando en los
transportes que los llevarían hasta las Barcazas de Batalla
y Cruceros de Asalto del Capítulo. Mientras las
lanzaderas despegaban, los Traidores atacaron. Sus
propias naves en órbita abrieron fuego sobre los Leales, y
los disidentes asaltaron las baterías de defensa planetarias
para disparar contra los transportes desde la superficie.
Los láseres de defensa derribaron los transportes Leales,
que cayeron hechos pedazos a la superficie. Algunos de
los que sobrevivieron al fuego antiaéreo intentaron llegar
a la órbita, donde fueron destruidos por las naves
espaciales, mientras que otros se estrellaron al intentar
aterrizar. La revuelta duró poco, no obstante, pues Astelan
y sus Marines Espaciales lograron contraatacar. Las naves
disidentes huyeron, y los que habían tomado las baterías
huyeron o murieron.
Astelan y sus Marines de la Vieja Legión sentían que no
podían abandonar Caliban por miedo a lo que podría
ocurrir si dejaban su mundo natal adoptivo en manos de
sus antiguos hermanos Traidores. No podían marcharse
hasta haberse asegurado de que Caliban estaba a salvo.
Cazaron a los disidentes hasta que prácticamente acabaron
con todos. Tras tres meses de combates, Astelan y los
Leales se convencieron de que su amenaza había sido
neutralizada y bajaron la guardia mientras preparaban de
nuevo todo lo necesario para partir. Fue entonces cuando
los Traidores volvieron a atacar desde sus bases ocultas
en lugares considerados impensables por inhóspitos. Sin
previo aviso, se reagruparon y asaltaron el espaciopuerto,
tomando varios transportes y lanzándolos a la órbita.
Aturdidos, Astelan y sus hombres no reaccionaron lo
bastante rápido y para cuando activaron los láseres de
defensa, los Traidores ya estaban entre las naves de la
flota Leal y no se atrevieron a disparar por temor a
impactar a su propia armada. Los rebeldes concentraron
sus ataques en las naves más grandes, incluyendo la
Barcaza del propio Astelan, Ira de Terra. Las asaltaron,
tomaron el control y volvieron sus inmensos cañones y
torpedos contra el resto de la flota Leal en órbita. La
batalla duró poco tiempo, pues la Ira de Terra superaba en
poderío a todas las demás, y pronto solo quedaron
escombros.
Acto seguido, los disidentes lanzaron a la Ira de Terra
contra la atmósfera de Caliban, donde la inmensa nave
insignia se incendió y estalló en ardientes fragmentos que
arrasaron la superficie. Los reactores de plasma
estallaron en los bosques de Caliban, dejando cráteres
kilométricos y lanzando polvo y rocas al cielo hasta tapar
el sol. Algunos pedazos cayeron en las ciudades y
castillos del planeta, destruyéndolos, y el trozo más
grande se hundió en el Océano Meridional, provocando un
tsunami que arrasó todo en veinte kilómetros tierra
adentro. Los Traidores no solo habían dejado atrapados a
Astelan y a sus hombres en Caliban, sino que habían
causado una destrucción inconmensurable en el planeta.
Destrucción de Caliban
Caliban se había convertido en un lugar destrozado y
desolado tras la caída de la Ira de Terra, pues los bosques
ardieron y las energías del sol no llegaban a la superficie
por las nubes de polvo y ceniza que cubrían el cielo.
Astelan y los Marines Espaciales de la Vieja Legión
sintieron una tremenda vergüenza y culpa mientras veían a
los árboles carbonizarse y a las estrellas desaparecer.
Luther se asentó en Angelicasta, la Torre de los Ángeles,
que era la mayor Fortaleza-Monasterio de los Ángeles
Oscuros en Caliban, mientras que Astelan tomó el mando
directo de las defensas exteriores y las baterías de láser
desde un centro de mando a centenares de kilómetros de
distancia. Cuando recibió la señal de que una nueva flota
espacial entraba en órbita, Astelan pensó en un principio
que los Traidores hechos huir en la primera batalla habían
regresado, pero pronto se reveló que en realidad era el
Primarca Lion El'Jonson quien había regresado. Luther
contactó directamente con Astelan en busca de consejo,
pues no sabía qué hacer y temía la ira del León por el
destino sufrido por Caliban. Astelan no respondió, sino
que directamente dio la orden a sus baterías de que
abrieran fuego sobre los recién llegados.
Para él no había otra posibilidad. El Señor del Capítulo
pensaba que Lion iba a exterminar a los Ángeles Oscuros
de Caliban, pues seguramente los Traidores se habían
puesto en contacto con él primero y le habían contado una
versión retorcida y condenatoria de los sucesos, y en
cualquier caso estaría furioso por lo sucedido a su mundo
natal. Asimismo, temía que su Primarca no fuera ya Leal
al Emperador: la guarnición de Caliban apenas había oído
noticias de los actos de su Legión durante la Herejía de
Horus, y no podía descartar la posibilidad de que esto se
debiera a que Lion El'Jonson se hubiera aliado con Horus.
Astelan abrió fuego sobre sus antiguos hermanos porque
quería matar a Lion El'Jonson. Los Astartes terranos eran
leales ante todo y sobre todo al Emperador, y su Primarca
era secundario y distante para ellos. Para él, su deber era
proteger a los Marines Espaciales bajo su mando, pues
habían sido escogidos y criados por el propio Emperador
y ahora parecían estar amenazados por su propio Primarca
igual que lo habían estado los miembros Leales de las
Legiones Traidoras aniquilados en la Atrocidad de Istvaan
III. Solo tiempo después se daría cuenta de que se había
equivocado al creer que Lion buscaba ajustarle las
cuentas a él, cuando en realidad era a Luther, su mentor y
amigo, el Guardián de Caliban, a quien pretendía destruir.
De inmediato, el León ordenó un bombardeo orbital
sostenido sobre lo que tomó por posiciones Traidoras, y
dirigió en persona el ataque contra la base de Luther.
Entretanto, las armas de la flota de los Ángeles Oscuros
machacaron el planeta hasta que su corteza empezó a
resquebrajarse bajo la presión. Cuando Lion quedó
mortalmente herido, Luther se dio cuenta de su error y se
derrumbó junto al Primarca mientras Caliban era
engullido por una Tormenta Disforme de proporciones
épicas. La tensión ejercida sobre el agrietado planeta fue
tal que estalló en mil pedazos de roca.
Tras la Herejía
Después de la Herejía de Horus y la caída de Caliban,
Astelan fue succionado a través de la Disformidad y
esparcido a través de la galaxia como el resto de los
Ángeles Caídos.
Scappe Delve
Astelan reapareció en un mundo llamado Scappe Delve,
cuyos habitantes se veían forzados a vivir en refugios
subterráneos debido a la naturaleza peligrosa de su medio
ambiente. Pronto se cansó de vivir en los confines
estrechos de este mundo, así que dejó el planeta en la
nave del Comerciante Independiente Trialartes, la San
Carthen. Sin embargo, Astelan pronto descubriría que
Trialartes estaba traficando armas en secreto con
organizaciones de mala reputación, y acompañó al
traficante al puerto mercenario de Puerto Imperial. Allí se
encontró con otros dos Ángeles Caídos, Methelas y
Anovel. El trío procedió a apoderarse sistemáticamente
de sistemas de armas y placas de blindaje de las otras
naves en los muelles, antes de volver sus nuevas armas
contra las naves de las que fueron robadas así como
contra el mismo Puerto Imperial.
Tharsis
Debido a sus diferencias en la visión del Imperio, Astelan
abandonó a Methelas y Anovel y se dirigió al planeta
Tharsis, que estaba en plena guerra civil, con la intención
de marcar la diferencia. Ofreció sus servicios al
Comandante Imperial Dax, y este le puso de inmediato al
mando de las fuerzas imperiales del planeta. Tharsis,
hasta entonces, había sido un Mundo Agrícola, pero se
industrializó y urbanizó rápidamente para producir las
armas que Astelan exigió para sofocar la revuelta.
Tras mucho derramamiento de sangre, Astelan cumplió su
promesa de vencer, pero cuando se dio cuenta de que el
Comandante Imperial pretendía restaurar el poder de las
antiguas casas nobles tras el fin de la guerra, las "bandas
sagradas" de soldados de élite a sus órdenes lanzaron otro
alzamiento y mataron a Dax, insistiendo en que Astelan
ocupara su puesto. Durante las últimas fases de la
rebelión, una cápsula de salvamento logró escapar y
lanzar una llamada de socorro que fue escuchada por una
nave de los Ángeles Oscuros que pasaba por el Sector.
Encarcelamiento
Tras rescatar e interrogar al superviviente de la cápsula,
los Ángeles Oscuros enviaron al Capellán Interrogador
Boreas a investigar y a sofocar la rebelión. Cuando
Astelan descubrió la identidad de los invasores, ordenó
deponer las armas y permitió al Capellán y a su escolta
del Ala de Muerte acceder a su búnker de mando, donde
fue arrestado y sacado del planeta para su interrogatorio
en La Roca.
Durante quince años, Boreas y su Bibliotecario asistente
Samiel escudriñaron la mente de Astelan con dolor,
tormentos, poderes psíquicos y preguntas diseñadas para
socavar su visión de los hechos, a fin de que admitiera sus
pecados y se arrepintiera. Astelan se esforzó y
sobrevivió, explicando muchas cosas sobre el pasado del
Capítulo y de la Vieja Legión antes de la Herejía de
Horus. Admitió que fue él quien ordenó abrir fuego contra
la flota del Primarca a su regreso, y reveló que había sido
su voz la que había apoyado a Luther cuando la guarnición
de Caliban dudaba de si estaban haciendo lo correcto.
Tras su interrogatorio, Astelan fue sacado de la sala por
Sapphon, Gran Maestre de los Capellanes, y encerrado en
la celda contigua a la del aún vivo Luther, el mayor de los
Ángeles Caídos, en las profundidades de La Roca. Allí
aguarda aún, desesperado por una absolución que puede
no llegar nunca.
Frases célebres
"El dolor es una debilidad y un Marine Espacial de los
Ángeles Oscuros no tiene debilidades."
—Merir Astelan
"Nosotros aún somos los señores de la batalla. Fue ese
tiempo glorioso el que deberíamos vivir de nuevo.
Existimos para la batalla, y forjé un ejército para
continuar la Gran Cruzada."
—Merir Astelan
"Soy un instrumento del Emperador, su arma y su
símbolo."
—Merir Astelan
Gran Cruzada
Israfael al mando de un contingente de la I Legión, fue de
los primeros marines espaciales en descender al planeta
Caliban en el cual habitaba Lion El'Jonson, su primarca.
Con él, trajo a gran cantidad de operarios de las distintas
instituciones del Imperio, por lo que el planeta pudo
modernizarse en poco tiempo.
Fue encargado de supervisar los entrenamientos de los
jóvenes Caballeros que en un futuro podrían llegar a ser
Marines Espaciales y de entre ellos, destacó al joven
Zahariel pues este también tenía poderes psíquicos. Le
pidió que le contara todo acerca de lo que había
experimentado y sentido cuando se le manifestaron y a
cambio lo instruiría en el Librarium.
El día de la llegada del Emperador a Caliban, un grupo de
Caballeros aferrados al pasado intentaron atentar contra
su vida, pero gracias a una rápida intervención de
Zahariel todo pudo evitarse. Creyendo que Zahariel pudo
haber sido uno de los conspiradores se le interrogó
usando Israfael sus poderes para leerle la mente y
demostrar su inocencia.
Una de las primeras campañas con la que se enfrentaron
los renombrados Ángeles Oscuros fue vigilar la adhesión
del planeta humano Sarosh al Imperio, ya que pese a sus
promesas, dicha unión nunca llegaba a producirse. Sin
embargo, los habitantes del planeta se revelaron contra
los Astartes liberando un poderoso demonio para que
acabase con ellos. Sin embargo, Israfael había deseñado
una poderosa arma psíquica que liberaba una gran
cantidad de energía, la cual fue usada por él y Zahariel
para derrotar a la criatura.
Una vez acabada la pacificación de Sarosh, él junto a
Zahariel, Luther y varios astartes más fueron mandados de
vuelta a Caliban con el pretexto de regular y agilizar los
reclutamientos. Su destino posterior se desconoce.
Azrael - es el actual Supremo Gran Maestre (Señor del
Capítulo) del Capítulo de los Ángeles Oscuros y tiene el
cargo honorífico de Guardián de la Verdad.
Azrael es muchísimo más carismático que los demás
miembros del Círculo Interior; es un líder vital y dinámico
que dice lo que siente sin reprimirse. Su semblante es, al
mismo tiempo, agraciado y terrible, un rayo de esperanza
para todos los que luchan a su lado y un terrorífico rostro
para sus enemigos. Siempre da las órdenes con voz tan
firme que es difícil no creer en su causa.
El Comandante Azrael no solo dirige el Capítulo, que es
una de las fuerzas más excelentes de todo el Imperio, sino
que también orquesta la caza de los Ángeles Caídos y
protege los secretos mejor guardados de los Ángeles
Oscuros. Se dice que este augusto cargo hace que Azrael
sea el único que conoce algunas de las verdades más
horribles que rodean al Capítulo.
Azrael es el máximo mandatario del Círculo Interior, el
Señor de todos los Grandes Maestres de los diversos
Capítulos sucesores de los Ángeles Oscuros. Él es el
guardián principal de los secretos que hay ocultos en las
cámaras de La Roca a las que sólo se atreven a bajar los
Vigilantes de la Oscuridad.
El Comandante Azrael es el actual, algunos dirían que el
mayor, Supremo Maestre de los Ángeles Oscuros. En un
Capítulo tan reservado como es éste, el respeto marcial
que se le confiesa a Azrael habla por sí solo, y en lo más
profundo del Imperio, incluso la naturaleza secreta y
monástica es incapaz de apagar el brillo de las hazañas
heróicas llevadas a cabo por Azrael y su Capítulo.
Historia
Aunque la historia completa de Azrael permanece oculta
entre las memorias no reveladas del Capítulo, sí que se
conocen algunos detalles de su rápido ascenso en las filas
del Capítulo.
Orígenes
Los inicios de Azrael son un misterio, aunque hay rumores
que dicen que fue inducido al Capítulo a partir de una
tribu de salvajes cazadores del planeta de Kimmeria, un
conocido mundo de reclutamiento de los Ángeles Oscuros.
Sea cual sea su historia, al igual que todos los Ángeles
Oscuros, Azrael renunció a su pasado a cambio de una
vida al servicio del Capítulo.
Ala de Muerte
Azrael fue asignado al Ala de Muerte y, más tarde, se
convirtió en el Señor de la 3ª Compañía, antes de ser
elegido Gran Maestre del Ala de Muerte en 917.M41.
Como tal, lideró el ataque que acabó con el gobernador
del planeta Sephlagm, que estaba poseído por un
Demonio, y se vengó en nombre del Imperio antes de que
la orden del Exterminatus acabara por completo con el
contaminado planeta.
Acciones notables
Purga de Truan IX (939.M41) -- Entre ellas se encuentran
la heroica actuación durante la Purga de Truan IX,
sofocando la aplastante revuelta de los nuevos Tecno-
evangelistas en Faze V y su astuta maniobra y habilidad de
combate personal durante la Campaña Vendetta.
Asedio del Sistema Fenris (999.M41) -- Ante las
sospechas que pesan sobre los Lobos Espaciales, por
masivas grietas de Disformidad y mutaciones que afectan
a los Adeptus Astartes, Azrael reune un formidable
contingente de fuerzas del Imperio, con el fin de investigar
las acusaciones que caen sobre los Hijos de Russ. De
hecho se dirige personalmente con su fortaleza-monasterio
La Roca. Solo una figura de considerable influencia y
experiencia podría haber invocado a tal fuerza con tan
poco aviso.
Guardián de la Verdad
Como Supremo Maestre, Azrael es el único que conoce el
mayor secreto de los Ángeles Oscuros. En el corazón de
La Roca hay una celda recubierta de capas y capas de
blindaje de adamantino con las más potentes runas de
contención. En el interior, contenido desde hace diez mil
años en un campo de estasis, languidece el hombre que
antaño se hiciera llamar Luther. Debido a su vínculo con
la Disformidad, los Ángeles Oscuros pudieron utilizarlo
como oráculo en los pocos momentos de lucidez que tiene.
Todo Supremo Maestre ha intentado extraerle una
confesión a lo largo de los años, hacer que se arrepienta,
pero ninguno ha sido capaz de penetrar en su locura.
Luther sigue gritando que no tiene de qué arrepentirse ni
nada que confesar, ya que el día que Lion El'Jonson
vuelva le absolverá directamente de los pecados que se le
achacan. Y ese día, proclama, está muy cerca.
Armamento y Equipo
Yelmo de Lion
Todo Supremo Maestre elige a su sucesor de entre los
integrantes del Círculo Interior. Cuando el titular del
puesto fallece, su elegido presenta de forma ceremonial
con la panoplia digna de su rango. El sucesor recibe el
Yelmo de Lion, un poderoso artefacto que, según se dice,
llevó el propio Lion El'Jonson. Este casco tiene unas
grandes alas y suele llevarlo el Portador del Yelmo, uno
de los Vigilantes de la Oscuridad. El Yelmo de Lion
genera un campo de fuerza extremadamente potente que
protege hasta los ataques más terribles al Supremo
Maestre y a los que lo rodean.
Furia de Lion
Entre los otros objetos que recibe se encuentra la Furia de
Lion, un Combiplasma de precisión, construido, según
dice la leyenda, por el Magos Prestor el Incuestionable
tras la Caída de Caliban.
Defensora
Por último, se le entrega Defensora, una magnífica
servoarmadura que lleva todos los símbolos y enseñas de
su nuevo cargo. Se trata de una Armadura Artesanal. Los
herreros del Capítulo han trabajado tan bien en ella que es
capaz de ofrecer mayor protección que una servoarmadura
normal.
Obligaciones
Soporta una terrible carga, puesto que es el único
conocedor de los secretos más oscuros y siniestros de este
Capítulo, que se cuenta entre los más aislados y esquivos
de todos. Se encarga de decidir quién puede entrar en el
Círculo Interior, ya que solo él puede ver a través del
alma de un hombre y juzgar si puede soportar la carga de
todo el conocimiento que implica el puesto. La fuerza de
voluntad que tiene es legendaria, y guarda el Libro de la
Salvación como símbolo de su posición.
Este libro contiene los nombres de todos los Caídos que
los Ángeles Oscuros han logrado devolver a la Gracia del
Emperador ya sea por el arrepentimiento de su alma o la
absolución de su cuerpo, hecho que lo convierte en un
objeto de gran importancia para el Capítulo. Como todos
los Bibliotecarios de los Ángeles Oscuros, Ezekiel forma
parte del Ala de Muerte y sirve como guardián de las
mazmorras excavadas en las profundidades de La Roca.
Ezekiel recibió el título de Guardián de las Llaves como
reconocimiento por el papel que tanto él como sus
hermanos desempeñan garantizando la seguridad de las
mazmorras. Estas Llaves le permiten abrir las puertas
alrededor de La Roca, incluyendo la Torre de los Ángeles,
las celdas de los Caídos e incluso la del mismísimo
Luther.
Poderes
Ezekiel utiliza el gran poder de que dispone para ayudar a
los Capellanes Interrogadores en su espeluznante misión
invadiendo las mentes de los Caídos y mermando su
resistencia mental. Sus poderosas habilidades han
conducido a muchos enemigos a la locura al susurrarles
dudas y confusiones directamente al cerebro. Esta
habilidad también la aplica en el campo de batalla, donde
reduce a cenizas y agujerea las mentes de sus enemigos y
alimenta su miedo llenándolas de imágenes de perdición y
derrota que acaban por corroer la voluntad de hasta los
guerreros más decididos. Además es legendario su poder
para adivinar los movimientos de los enemigos
permitiendo tanto a él como a sus hermanos adelantarse al
avance de estos.
Su vasto poder psíquico le ha permitido saber la pureza o
la debilidad de todo miembro que haya sido candidato al
Círculo Interior, introduciéndose en su mente y buscando
cualquier mancha posible. El hecho de que ningún
miembro ha traicionado al Circulo Interior y que sus
misiones secretas no han fracasado, es una demostración
de su habilidad para elegir a los candidatos que pasen la
inducción.
Historia
Perdió su ojo izquierdo en la Batalla por la Puerta
Sularian, luchando contra el ¡Waaagh! Groblonik.
Desplegando al a 5ª Compañia y apoyando a los
regimientos de Primeros Nacidos Vostroyanos, la Guardia
de Hierro de Mordia y las legiones de Skitarii del
Adeptus Mechanicus. Durante la batalla recibió el
impacto de una bala perdida que le tiro al suelo, aunque
de primeras se creyó que cayo, en cuanto le vieron vivo lo
llevaron a que le dieran tratamiento. Recibió una cirugía
rápida que lo sustituyó con un ojo biónico sencillo, justo a
tiempo para volver al combate y dirigir un contraataque
que destruyó el ejército Orko. Derroto al Kaudillo orko
reduciendo a pulpa su cerebro con sus poderes y lo
decapito con su hoja. Desde entonces, se ha negado a
sustituirlo por otro más sofisticado y menos visible, en
recuerdo de los camaradas que cayeron en la Batalla de la
Puerta Salurian.
Apariencia
En batalla, Ezekiel siempre porta la ancestral
servoarmadura Escudo de los Secretos. Empuña una
pistola bolter conocida como Liberadora, con la que ha
liberado a muchos caídos que nunca se arrepintieron. Pero
dentro de su mayor arsenal esta el Azote de Traidores, una
espada de energía envuelta en leyendas que solo el
Circulo Interior conoce, pero que hace honor a su nombre.
Y tanto dentro, como fuera de la batalla siempre portara
consigo el Libro de la Salvación, el cual nunca se
separara de el hasta que muera, momento en que pasara a
su sucesor.
Etimología
Su nombre deriva del de Asmodeo, un demonio bíblico
conocido por aparecer en el Libro de Tobías, que forma
parte del Antiguo Testamento católico. También es
mencionado en el Talmud y en los tratados de
demonología. Se le asocia al pecado capital de la lujuria.
Historia
El Señor del Ala de Cuervo es quien dirige la caza de los
Caídos. Se trata de un antiguo miembro del Círculo
Interior que conoce perfectamente los peligros que
entrañan los Caídos para el capítulo y para su honor.
Dado el número de misiones peligrosas que ha llevado a
cabo la legendaria 2ª Compañía en los campos de batalla,
puede decirse que los Maestres han sobrevivido gracias a
sus excelentes habilidades. El Gran Maestre Sammael,
actual líder del Ala de Cuervo, es el 348° en liderar la 2*
Compañía desde que la Legión de los Ángeles Oscuros se
reagrupara en Capítulos.
El actual Señor del Ala de Cuervo, el Maestre Sammael,
dirige la afamada 2ª compañía de los Ángeles Oscuros,
con la que realiza asaltos relámpago contra los enemigos
del capítulo.
Sammael es tan audaz que llega, a veces, a comportarse
de forma temeraria, un rasgo necesario para poder
encabezar una compañía móvil cuyo éxito depende de la
velocidad y del ataque por sorpresa. A pesar de su
conocida audacia, el reinado de Sammael a la cabeza de
la Compañía ha sido inusualmente largo y exitoso. Aunque
es autoritario a la hora de orquestrar maniobras y fintas de
distracción, si tiene la oportunidad, Sammael prefiere
encargarse personalmente de la misión desde el sillín de
Corvex, su moto a reacción, una reliquia que se remonta a
la ya pasada Edad de la Tecnología.
Sammael fue ascendido a su actual cargo hace más de un
siglo, cuando Gideon, su sucesor, murió desmembrado por
un titán del Caos, el Ira Traicionera. Con sangre en los
labios, el antiguo maestre declaró que quería que
Sammael le sucediera. Esta decisión fue ratificada
unánimemente por la compañía y los señores de la
compañía.
La primera decisión de Sammael como maestre del Ala de
Cuervo fue la de invadir Rastabal. Después de esto llegó
su asalto a la fortaleza del malvado Kaligar durante la
rebelión del cuarto cuadrante. Kaligar resultó ser uno de
los Caídos y el propio Sammael venció al traidor tras un
fascinante duelo que, según se cuenta, duró todo un día.
Montado en su moto a reacción, Sammael esquivó varias
armaduras para partir en dos al Etéreo Sha Aux'Phan y
hacerse así con la victoria en la campaña de Auxion.
Sammael Ala Cuervo Ángeles Oscuros.jpgDespués,
dirigió la 2ª compañía en la guerra abierta contra los
Orkos en Charadon, cerca del planeta de Rynn y las Malas
Tierras.
Mientras realizaban el despliegue orbital en Rynn, la
cañonera Thunderhawk de Sammael recibió un impacto
certero (algo poco habitual) por parte de un artillero orko.
El maestre se subió a su motocicleta a reacción y se
escapó de la nave antes de que la Thunderhawk se
estrellase contra el suelo y quedase completamente
consumida por el fuego.
Lo que hace que el Gran Maestre Sammael sea un
comandante tan autoritario del Ala de Cuervo es que
conoce cuando templar su actitud para el combate cuerpo
a cuerpo y cuando pedir refuerzos. El Ala de Cuervo es la
única encargada de colocar las balizas que permiten a los
Exterminadores del Ala de Muerte teleportarse con
exactitud al campo de batalla. En toda la compañía, no
hay nadie más osado a la hora de plantar las balizas en el
centro del ejército enemigo como el Gran Maestre
Sammael. Aunque prefiere llevar a cabo esta peligrosa
tarea desde el sillín de su moto a reacción, a veces acude
al campo de batalla a bordo de Garrasable, su Land
Speeder personalizado. Este poderoso vehículo está
protegido por el Escudo de la Noche, un campo de energía
de elaboración antigua que protege al Gran Maestre del
fuego enemigo.
Sammael es un verdadero Ángel de la Muerte. Subido a su
motocicleta Corvex, usa la Espada del Cuervo (forjada a
partir del mismo meteorito que la Espada de los Secretos
y la Espada del Silencio) para acabar con todo el que sea
tan inconsciente como para enfrentarse a él. El señor de la
compañía es un gran cazador de Caídos, algo que aprecian
y honran los suyos y que temen sus enemigos.
Acciones notables
Asedio del Sistema Fenris (999.M41) -- Tras los sucesos
acontecidos en Nurades, y descubrir que quienes
asesinaron a unos Exploradores de los Ángeles Oscuros
portaban armaduras de los Lobos Espaciales, el Círculo
Interior decide enviar a Sammael al planeta Tranquilitus,
en donde se han notificado avistamientos de éstas extrañas
criaturas, mutaciones con formas lobunas, en compañía de
Demonios. Tras acudir a investigar, Sammael y su Ala de
Cuervo se enfrentan a Sven Aullador y su Gran Compañía,
los Aulladores de Fuego, al encontrar ambos a los Wulfen
y tener distintas intenciones para con ellos (Sven
rescatarlos, Sammael llevárselos a La Roca para
investigarlos). Tras la huida de Sven, que gana a Sammael
con una argucia veloz, éste regresa a La Roca y está
presente en ella cuando el Círculo Interior decide viajar
al mismo Sistema Fenris para purgar al Capítulo de los
Lobos Espaciales si es necesario...
Historia
También lleva las túnicas blancas pesadas pero las lleva
con su servoarmadura. Su rostro quedaba oculto bajo su
yelmo con la forma del cráneo de una calavera de la
muerte decorado con un dorado teñido. Las lentes
oculares fijas del yelmo le conferían una mirada sin
emoción.
El tono de su voz se distorsionaba de forma ligera por los
proyectores vocales de su traje espacial.
Cuando se quita su yelmo, Boreas posee una mirada
penetrante. Su cabeza está afeitada con marcas de débiles
cicatrices. Su mejilla izquierda tiene tatuada una espada
con alas simétricas a ambos lados, símbolo del Capítulo
de los Ángeles Oscuros y su frente está perforada con
tacos de servicio.
Interrogatorio de Astelan
El capellán Boreas fue el Capellán Interrogador
encargado de interrogar al traidor de los Ángeles Oscuros
, Merir Astelan.
En su primera discusión Astelan, se mantuvo desafiante
frente a Boreas diciéndole que los Ángeles Oscuros se
habían convertido en meros bárbaros torturadores que se
escondían en las sombras, además Astelan negó cualquier
tipo de culpa que le echó Boreas, sobre sus actos
Lutheritas. Al final de su primera conversación el acusado
estalló en furia cuando descubrió que los Marines
Espaciales habían reincorporado psíquicos a sus
ejércitos. En su segundo encuentro Astelan recriminó a
Boreas que él era el comandante de los Ángeles Oscuros y
que él no era un traidor sino que sus señores le
traicionaron a él y que él seguía leal al Emperador. Tras
esto Boreas le preguntó cuál había sido su historia desde
hasta que acabó en Tharsis (planeta donde lo capturaron).
Su conversación terminó cuando Boreas le reveló a
Astelan, que se encontraban el La Roca, lo poco que
quedaba de Caliban tras la Herejía .
Su segundo encuentro terminó con una fuerte discusión
entre ambos sobre que Astelan era un tirano, ya que se
había aprovechado de la propia gente de Tharsis para
dirigir su propio mundo como un tirano, a lo que este le
respondió que el gobernaba en nombre del Emperador. La
conversación terminó cuando Boreas empezó a torturar a
Astelan para que confesase.
En su tercer encuentro Astelan empezaba a sentir dudas de
lo que había hecho, pero nunca llegaba a abandonar sus
ideas, además le seguía repugnando la idea de que hubiese
Bibliotecarios en los Capítulos. Boreas le preguntó a
Astelan lo que le había sucedido tras la batalla de
Caliban. Él caído le contó que la Disformidad le atrapó y
apareció en el planeta Scappe Delve y como salió de allí
en la nave de un comerciante independiente. En un puerto
espacial donde atracaban con frecuencia conoció a otros
dos Ángeles Caídos. Los 3 lograron hacerse con el control
de una pequeña flota y se dedicaron a traficar con armas.
Mientras Astelan le contaba su historia a Boreas este le
incriminaba todos sus actos y le acusaba de querer dirigir
la Humanidad, pero este lo negaba. A la llegada a Tharsis
de Boreas, los otros 2 renegados se fueron sin él, ya que
no compartían sus ideales de mejorar el Imperio. Siempre
que Astelan relataba algo de su historia Boreas le
recriminaba provocando la furia del caído. Al final de la
conversación acabaron discutiendo sobre si Astelan era
leal o no. Boreas le dijo que el ya no lo era ya que había
sido un traidor y al final Astelan le respondió que los
primeros traidores eran los Primarcas. Boreas se enfadó
mucho con esta respuesta, pegándole unos cuantos
puñetazos en la cara y dejando a Astelan con el
Bibliotecario.
En su cuarto encuentro Astelan se encontraba exhausto
debido a las continuas torturas físicas por parte de
Boreas. En la soledad de la celda, Astelan se enfadó con
todo porque nunca llegaría haber cumplido su sueño, un
Imperio unido dirigido únicamente por el Emperador. Al
principio Boreas le dio agua para que se refrescase y le
permitió marcharse de la celda. Cuando Astelan se
disponía a levantarse e irse Boreas le respondió que sí lo
hacía era un cobarde y huía de su responsabilidad,
perdiendo todos sus ideales, Astelan se encorajinó y
permaneció en la celda para contarle todo a Boreas.
Después de esta prueba Boreas le propuso hablar de
marine a marine sin torturas, a lo que Astelan aceptó. Él,
le contó a Boreas lo que pasó antes de la traición; de que
era originario de Terra y cuando encontraron al Primarca
adoptó Caliban como su planeta y a Lion El´Jonson como
su comandante, pero su Primarca le traicionó y le ordenó
quedarse en Caliban. Astelan le mandó emisarios
mostrándole que estaba equivocado pero no obtuvo
ninguna respuesta. Tras esto le dijo que la traición de
Luther, no hubiese sido posible con su ayuda y le contó
que su Primarca abandonó a Luther en Caliban porque
Lion El' Jonson tenía miedo de que su amigo se hiciese
más populares que él, lo que provocó un gran
resentimiento de Luther al Primarca, y Astelan le ofreció
su apoyo por lo que todos los marines nativos de Terra se
unieron a su causa.
El plan de Astelan era abandonar Caliban e ir a luchar
contra Horus. Cuando se disponían a marcharse algunos
Ángeles Oscuros les atacaron ya que creían que no debían
salir del planeta, a lo que Boreas le respondió que estos
eran los leales. La fuerza de Astelan logró contraatacar y
se hicieron con el planeta pero a los pocos meses de este
hecho, los Ángeles Oscuros que no les habían seguido
lanzaron un asalto y consiguieron destruir la flota espacial
y al final hicieron explotar la nave más grande de la flota
dentro del planeta lo que provocó una gran destrucción en
este. El Primarca regresó con el resto de la legión y
Astelan dio la orden de abrir fuego ya que creía que su
Primarca iba a matarlos y podía haberse hecho del bando
de Horus, además el Caído le dijo a Boreas que los
Primarcas habían sido los primeros en traicionar al
Emperador.
Astelan le dijo a Boreas que el Primarca había sido el que
bombardeó Caliban y solo iba a matar a Luther porque
sentía envidia. Al final de la confesión Boreas se
encolerizó y se dispuso a marcharse y aplicar la tortura en
su siguiente sesión pero antes de abandonar la celda
Astelan le dijo a Boreas una de las confesiones más
oscuras: Lion El'Jonson no participó en los momentos
finales de la Herejía de Horus, porque estaba esperando a
que ver que bando la ganaba. Después de oír esto, Boreas
abandonó la celda.
En su último encuentro Astelan comenzó diciendo a
Boreas que todo el secretismo de los Ángeles Oscuros es
debido a que había algo oscuro en el Primarca. Le explicó
como en el aprendizaje de cada Primarca en su planeta y
la obtención de sus valores sería clave para ver su
comportamiento durante la Herejía de Horus y le explicó
detalladamente los de su Primarca. Lion El'Jonson poseía
muchos buenos valores transmitidos por Luther, pero
durante el periodo donde vivió como un "animal" en los
bosques de Caliban le habían dejado una marca que
definiría su futuro. Durante este periodo el Primarca debió
cazar y esconderse en las sombras y no confiar en nada ni
nadie. Lion El'Jonson empezó a acaparar para él toda la
directiva de la legión, en vez de que con el Emperador y
los comandantes la dirigían. El Primarca comenzó a
desconfiar de sus comandantes y no les comunicaba
mucho y Astelan tras investigar descubrió que Lion
El'Jonson, los mantenía vigilados constantemente ya que
no confiaba en ellos. En una campaña contra los orkos
donde Astelan combatió al lado del Primarca, este
prefirió que exterminasen a medio millón de inocentes que
a 100 Marines Espaciales. Astelan desobedeció sus
órdenes, siendo mandado de vuelta a Caliban. Al final
terminó diciendo que lo que son, es el legado de Lion
El'Jonson, su manera de ser y tratar a los demás. Tras esto
el Gran Maestre Capellán de los Ángeles Oscuros ordenó
que se lo llevasen a una celda más profunda de La Roca.
Misión en Piscina IV
Equipo de Boreas
Boreas - Capellán Interrogador y líder.
Nestor - Apotecario.
Thumiel - Hermano de Batalla.
Zaul - Hermano de Batalla.
Hephaestus - Tecnomarine.
Damas - Sargento.
Boreas junto un destacamento de Ángeles Oscuros, su
función era obtener reclutas de planetas cercanos. Boreas
junto a parte de su escuadra fue a Piscina V, un planeta
salvaje para reclutar a varios jóvenes que se convertirían
en Ángeles Oscuros. La expedición estaba formada por él,
el Tecnomarine Hephaestus, los hermanos de batalla
Thumiel y Zaul y el apotecario Nestor. Su líder, Hebris
los condujo a unos bancos y se dispusieron a ver las
distintas pruebas a las que se sometieron los participantes.
Tras las pruebas solo quedaron 3 chicos: Varsin, el hijo
de Hebris; Sanis, un chico que justo al final vaciló al ver
como Nestor usaba su Narthecium con Varsin, por lo que
Boreas le mató por no haber superado la prueba final pero
le dijo a los demás que había muerto con valentía para
evitar la repudia de su familia y Beyus que si logro vencer
su miedo y pasar la última prueba. Tras las pruebas
volvieron a la nave para regresar a Piscina IV, durante el
trayecto Boreas explicó a Varsin, lo que tendría que hacer
para convertirse en Marine Espacial, pero mientras
hablaba todo lo que decía le parecía falso, ya que los
ideales de Astelan seguían en su mente.
Cuando llegaron recibieron un mensaje del sargento
Damas, el último de aquel destacamento, que les
comunicaba que se estaba produciendo un ataque orko en
una mina abandonada. Boreas con sus compañeros saltó
desde una thunderhawk y en poco tiempo logó erradicar a
los orkos. Tras este combate fueron a la guarida de los
Ángeles Oscuros que tenían en el planeta.
Allí reflexionando descubrió que seguía pensando en las
palabras de Astelan. Tras esto fue a hablar con
Hephaestus para ver cómo estaba su nuevo ojo y tras esto
fue a hablar con Nestor para que le diese un elixir ya que
se le había vuelto a abrir la herida. Tras su conversación
con Nestor se dirigió a hablar con Damas, este lo contó
que se sentía preocupado por no llegar al número de
aspirantes que le habían asignado los Ángeles Oscuros y
la habilidad de los mismos. Tras este encuentro se dirigió
a ver a sus dos hermanos restantes, Zaul y Thumiel. Pero
antes de esto subió a la azotea del edificio para respirar
un poco. Cuando se encontraba allí se percató de que algo
no iba bien ya que observó humo y llamas en la pista
principal de aterrizaje, tras esto ordenó a Zaul ponerse en
contacto con el coronel Brade para ver lo que ocurría. A
continuación se dirigió a la pista donde se encontró con
una muchedumbre enfurecida. Le preguntó al teniente que
allí se encontraba que es lo que ocurría y este le contesto
que desde hace varios meses reinaba la incertidumbre
entre la gente y había rumores de cosas horribles.
La preocupación asaltó a Boreas cuando uno de los
líderes de aquella revuelta le contó que el hombre que
había originado aquellos temores vino en una nave
llamada la Santa Carthen, que era la que Astelan usó en su
época de piratería y contrabando. Tras calmar la revuelta,
volvió a la fortaleza solo pensando en los posibles
tripulantes de aquella nave y las funestas consecuencias
que traerían.
Tras esto subió con todo si grupo a la Cuchilla de
Caliban, la nave de asalto de los Ángeles Oscuros en
Piscina IV, para perseguir a la Santa Carthen en cuanto se
presentase la oportunidad. Su siguiente movimiento era ir
hacia Piscina III, donde creía que podían dirigirse los
Caídos. Mientras bajaba a encontrarse con el resto de su
equipo, se le vino a la cabeza como revelar a sus
hermanos la existencia de los Caídos, ya que los únicos
que conocían este secreto eran los miembros del Ala de
Muerte, y para que sus subordinados le ayudasen tenían
que promocionarlos hasta esa categoría. Al final terminó
rebelándoles el secreto, pero mientras lo hacía tuvo una
discusión con sus hermanos ya que estos le decían que les
habían estado engañando todo este tiempo pero al final se
relajó la situación al enterarse que acababan de entrar en
la élite del capítulo. Al final todos aceptaron y se
arrodillaron frente a Boreas, pero Nestor se mostró un
poco reticente. Ahora Boreas comprendió que estaban
preparados para luchar y tener un propósito, derrotar a los
Ángeles Caídos.
Durante los días siguientes, mientras los Astartes se
acercaban a Piscina III, entrenaron para el combate, pero
también pintaron sus armaduras del color de la élite de los
Ángeles Oscuros. Además Boreas les enseñó las distintas
oraciones y catecismos contra los Caídos. Durante el
trayecto Boreas, solo se dedicaba a avanzar sin detenerse
ignorando todas las peticiones que los humanos les
enviaban. En su búsqueda de la San Carthen, Boreas se
sentía orgulloso de todos sus hombres, de cómo habían
reaccionado ante aquel terrible secreto y su manera de ver
a los Caídos, excepto Nestor, que conforme avanzaba la
misión estaba más callado y más impaciente. Otra de las
preocupaciones de Boreas era haber dejado a Piscina IV,
sin ningún marine espacial, allí y temía que los renegados
les hubiesen engañado, pero se veía obligado a expulsar
esa idea de su mente ya que su deber actual era perseguir
a aquellos que le habían dado la espalda al León . Durante
el trayecto Boreas estuvo reflexionando sobre él que eran
los marines espaciales y comprendió que su único destino
era la guerra.
Más tarde una de las naves que le acompañaban descubrió
a la Santa Carthen y se dirigieron a asaltarla. El pan de
Boreas era disparar a la nave proa a proa ya que la nave
enemiga no disponía de armamento en esa zona, y lanzar
una cápsula de abordaje con él y los demás Astartes. La
Thor 15, la nave que les acompañaba se acercó mucho a
la Santa Carthen y Boreas ordenó dispararle ya que nadie
excepto ellos debía asaltar la nave. Al final la nave se
apartó del combate para no ser dañada. A unos pocos
minutos del impacto, salieron torretas defensivas de la
proa, pero gracias al fuego de cobertura prestado por la
Cuchilla de Caliban, lograron impactar contra la nave y
entrar en ella. Tras su entrada, repelieron a los defensores
que fueron a detenerlos y se encaminaron hacia el puente
de mando de la nave, matando a todo aquel que veían.
Cuando llegaron a las puertas del puente de mando,
descubrieron que el resto de pasajeros de la nave se
habían refugiado allí y les estaban esperando. Boreas
ordenó abrir una brecha en la pared con bombas de fusión
y entrar por parejas en el puente. Tras un corto y rápido
combate tomaron el puente. Tras 6 horas, los Ángeles
Oscuros mataron a todos los tripulantes de la nave pero no
encontraron a ningún Caído. Boreas y Nestor tras los
combates comenzaron a discutir porque el Apotecario
afirmaba que eran tripulantes imperiales debido a su
vestimenta pero Boreas le increpó diciendo que estaba
seguro de que eran traidoras ya que Astelan se lo dijo. Las
sospechas de Boreas se conformaron cuando Hephaestus
encontró un rastro de los mayores enemigos del capítulo.
Estos se podían encontrar en una de las lunas de Piscina
II. Tras la toma de la nave, Boreas ordenó a la Cuchilla de
Caliban destruir a la Santa Carthen. Justo antes de partir
hacia Piscina II, Boreas le dijo al capitán de la Thor 15
que se marchasen y su capitán reprendió a Boreas por
haberles disparado y que les iba a denunciar frente a la
gobernadora de Piscina IV, pero Boreas le respondió que
se largase o habría de nuevo fuego contra ellos, tras 15
minutos la Thor 15 los abandonó.
Durante el viaje, Boreas reunió a todo su equipo para
explicarles que cuando se enfrentasen con los Caídos,
deberían tener mucho cuidado porque intentarían
engañarlos y llevarlos al otro bando. Y lo más importante
era que los capturasen vivos para que los Capellanes
Interrogadores se hicieran cargo de ellos.
Cuando llegaron a una de las lunas, descubrieron que allí
se encontraba la base de los Caídos pero para su suerte no
poseían armamento antiaéreo y la nave pudo acercarles
con facilidad. Antes de iniciar el ataque se pusieron a
discutir entre ellos por cuál era la mejor forma de hacerlo
y al final decidieron acercarse lo máximo posible en
thunderhawk y acercarse los últimos kilómetros a pie.
Durante el vuelo la misión principal era destruir unas
cuantas torretas que podían acabar con ellos cuando se
acercasen a pie. Pero durante su vuelo consiguieron
derribarlos y debieron caminar mucho más para acercarse
a la fortaleza. Para su nuevo plan, Boreas dividió al
equipo por parejas. Cuando entraron una bala consiguió
romper una de las lentes de Boreas y este cayó al suelo
por el dolor pero Nestor le ayudó. Cuando se levantó
llegaron sus otros hermanos y le comunicaron que aquel
edificio estaba casi vacío lo que extrañó al Capellán.
Luego ordenó seguir avanzando hacia los siguientes
edificios. Siguieron avanzando y no encontraron apenas
resistencia aumentando cada vez más su incertidumbre.
Cuando llegaron a la zona central vieron unos dibujos que
exaltaban a los Ángeles Caídos, provocando la ira del
grupo. Al llegar al puente de mando, Zaul usó un
lanzallamas y quemó a casi todos los ocupantes que se
encontraban en ese momento allí, pero Boreas les dijo que
tuviesen cuidado y dejasen a alguien vivo para
interrogarlo. Al final quedaron 2 con vida pero como uno
de ellos insultó al capellán, este le mató. El prisionero les
contó que los marines renegados habían abandonado la
fortaleza hacía 25 días y que fueron en la Santa Carthen a
Piscina IV. Boreas le preguntó que pretendían hacer los
marines renegados, pero el prisionero les contó que no
sabía nada. Después le dijo que el plan de los Caídos era
esperar en la superficie del planeta hasta que ellos se
fueran para así poder entrar en la fortaleza. Su misión y la
del resto del personal de aquel complejo era retenerlos lo
máximo posible. Boreas le preguntó si sabía el nombre de
alguno y el prisionero le dijo que su señor era Cypher,
pero que otros habían venido en la Santa Carthen y que a
veces discutían entre ellos. Boreas enfadado mató a su
prisionero arrancándole el corazón. Hephaestus le dijo
que debían ir rápidamente hacia Piscina IV, ya que cabía
la posibilidad que los renegados hubiesen liberado el
annihilus, un virus que podía destruir todo el planeta y se
almacenaba en la guarida de los Ángeles Oscuros. Boreas
montó en cólera cuando se enteró de esto pues siendo él,
el responsable de aquella fortaleza no se había enterado
de nada y volvió a su mente la frase de Astelan, que en
aquel Capítulo reinaba el secretismo. Tras relajarse con
ayuda de Nestor mandó pedir una thunderhawk para
regresar a la nave. La Cuchilla de Caliban se puso en
marcha para llegar lo antes posible a Piscina IV, durante
10 de los 12 días de la travesía, Boreas estuvo encerrado
en la capilla de la nave, reflexionando durante todo ese
tiempo. Durante este tiempo rezó y se enfadó consigo
mismo debido a su impulsividad, pero el secretismo
inherente a su Capítulo, era una de las cosas que no podía
soportar y estuvo pensando en la traición de sus
superiores hacia él y la que había en todo el capítulo. En
estas reflexiones lo que más le encolerizó fue el engañó
que había sufrido por parte de los Caídos y que debido a
esto había roto su juramento de proteger Piscina IV.
También fue atando cabos y descubrió el pérfido y ladino
plan ideado por los Caídos. Llegó a pensar que Piscina IV
estaba sentenciada y después Piscina V sería su objetivo.
El 10º día de aislamiento estuvo a punto se suicidarse
para acabar con el dolor y la vergüenza que sentía, pero
alzó la mirada viendo en símbolo de los Ángeles Oscuros
y en ese momento se disiparon sus dudas y comprendió su
existencia.
Tras los 10 días de meditación se puso a hablar con el
resto de sus hermanos para ver lo que debían hacer nada
más llegar al planeta. Además él y el Tecnomarine se
perdonaron. Allí llegaron a la conclusión de que lo
primero que debían hacer era ir a su fortaleza y si los
renegados se salían con la suya los perseguirían hasta
cazarlos.
Cuando llegaron a Piscina IV empezaron a llegarles
mensajes de unos fuertes disturbios en la capital del
planeta y que estaba muriendo bastante gente. Cuando tuvo
una vista de la ciudad, observó que varias columnas de
humo se encontraban por toda la ciudad. Al ver esta
situación Boreas ordenó aterrizar en el punto más cercano
posible a su base. Cuando estaban a pocos metros de
aterrizar Boreas observó como la Guardia Imperial
presente en el planeta disparaba contra los
revolucionarios y algunos hasta luchaban entre sí. Como
el parque donde tenían pensado aterrizar estaba plagado
de gente, tuvieron que aterrizar igualmente aplastando o
abrasando a quienes se encontraban debajo.
Tras su sangriento aterrizaje, fueron hacia la fortaleza y en
el camino se encontraron con el coronel Brade, este les
contó que la situación era incontrolable, que no podían
hacer frente a los disturbios y que los orkos habían
lanzado el mayor ataque desde que fueron vencidos
muchos años atrás. También Brade le dijo que había visto
a marines de los Ángeles Oscuros entrar en la fortaleza y
había intentado contactar con ellos, pero como no obtuvo
respuesta envió a un destacamento a que investigase que
estaba ocurriendo. Primero sus hombres se encontraron
con un grupo de 3 o 4 marines dirigidos por uno que
llevaba un abrigo, estos le ignoraron, y después se
marcharon en dirección sur. El 2ª grupo fue el que abrió
fuego contra los soldados matando a todos excepto a uno
que logró escapar y comunicarle lo ocurrido a Brade.
Después, este 2º grupo fue por toda la ciudad matando a
todos con los que se encontraban provocando graves
disturbios.Tras esta conversación se encaminó hacia la
fortaleza.
Cuando entraron en la fortaleza, se encontraron con todos
los ocupantes muertos, después bajaron a ver a los
aspirantes a los que les habían partido el cuello, y la
tristeza inundó a Damas cuando encontró signos de
resistencia en sus aspirantes. Boreas, Nestor y Hephaestus
bajaron al sótano y cuando llegaron a bajo, Nestor les
comunicó una noticia que les dejó de piedra, los Caídos
habían robado la semilla genética que Nestor guardaba en
la fortaleza. Boreas y Nestor se pusieron a discutir ya que
estaba harto del secretismo y las verdades a medias tan
frecuentes en los Ángeles Oscuros y Nestor le comunicó
otra cosa, que ya pertenecía al círculo interior. Cuando le
dijo esto a Boreas le volvieron a la mente las palabras de
Astelan de que había algo oscuro en el Primarca y que
todos sus hijos también tenían. Nestor les dijo que ahora
su misión más importante era recuperar la semilla
genética, pero antes de nada iban a mirar cómo se
encontraba el annihilus. Cuando Hephaestus introdujo la
clave, el virus se activó revelándose otro de los trucos de
los ángeles renegados, lo que aumentó la ira de Boreas y
su grupo.
Cuando se dispusieron a salir, Boreas ordenó que no les
persiguieran, ya que si salían del planeta liberarían al
virus, acabando con toda la vida de este. Pero quedarse
encerrados tenía un riesgo. Todos morirían debido a que
el virus acabaría con ellos. Nestor se rebeló e intentó
salir de la fortaleza, pero justo cuando estaba a punto de
abrir la puerta. Boreas le mató con un tiro de plasma.
Boreas le dijo al resto del grupo que se quedarían ya que
su juramento era hacia Piscina IV y debían protegerlo con
su vida.
Al final, Boreas se puso en contacto con la Cuchilla de
Caliban para transmitir sus últimas órdenes. Estas fueron,
que le transmitieran al Gran Maestre de Capellanes de los
Ángeles Oscuros un mensaje redactado por él; que
ninguna culpa de lo ocurrido recaería sobre los siervos
del capítulo, solo sobre él. En su último mensaje contaba
las reflexiones que había tenido en el trayecto de vuelta y
decía que debían tener cuidado ya que si los Caídos
llegaban a desaparecer el capítulo podría perder su
propósito. Como última petición pidió que fuesen a la
celda de Astelan y le dijesen que tenía razón.
En los últimos momentos de Boreas y su equipo todos se
reunieron en la sala principal de la fortaleza, portando
cada uno, una granada de fusión y todos los candidatos así
como Nestor cubiertos por un sudario. Tras pronunciar un
ritual, detonaron las cargas, acabando con su vida.
Frases Celebres
"Arrepiéntete de los pecados de tu pasado, acepta el error
de tus acciones Lutheritas y tu salvación será rápida."
—Boreas
"Si no te arrepientes de forma voluntaria y se te otorga una
muerte rápida, entonces debemos exorcizar el pecado de
tu alma con dolor y miseria. La elección es tuya."
—Boreas
"Fuimos creados para servir a la Humanidad, no para
gobernarla."
—Boreas
"Fuiste creado para servir, no para gobernar. Eres un
guerrero, no un gobernante. Tu deber es obedecer y luchar,
nada más."
—Boreas
"Eres un traidor, has destruido todo lo que se te ha
cruzado en tu camino. Tus pecados te han maldecido pues
la muerte y la sangre fluyen en tu despertar."
—Boreas
"Juro por Lion y el Emperador que administran tus
crímenes y te arrepentirás de tus pecados. Aprenderé todo
lo que has hecho, cada acto erróneo, cada acción malvada
que hayas cometido."
—Boreas
"Incluso tú físicamente perfecto y aún espiritualmente
corrupto, empezarás a sentir el toque de la llama, el
cuidado del filo del cuchillo, después de cientos de miles
de días. El tiempo es inconsecuente. La purificación del
alma no es un proceso instantáneo y violento. Es un
camino largo y arduo, y tú y yo lo caminaremos juntos."
—Boreas
Historia
Orígenes Se sabe que fue Sargento de la 4ª Compañía, y
que sobrevivió a la lucha contra el ¡Waaagh! del Kaudillo
Orko Machakakráneos el Loco.
Posteriormente fue trasladado a la 3ª Compañía, y
participó en el abordaje del Pecio Espacial Heraldo de la
Aflicción. Fue el único superviviente, y fue rescatado por
el Capellán Interrogador Seraphicus, quien más adelante
le ascendería a miembro del Ala de Cuervo de los
Ángeles Oscuros.
Historia
En 999.M41 el Imperio envía al Sistema Fenris una
poderosa fuerza militar formada por fuerzas de 14
capítulos de marines espaciales, contingentes de soldados
de la Guardia Imperial y de la Armada y dirigida por la
totalidad del Capítulo de los Ángeles Oscuros, tras recibir
funestas noticias sobre incursiones demoníacas masivas,
mutaciones aberrantes en los Lobos Espaciales y rumores
de traición. El Supremo Gran Maestre Azrael le asignó a
Elezar la tarea de liderar las reuniones con el resto de
Capítulos, tras ser recomendado para el puesto por el
propio Asmodai.
El Maestre de los Capellanes Interrogadores Asmodai
había quedado impresionado por su aprendiz y el Señor
del Capítulo conocía la dificultad que había en ganarse el
favor del sombrío Maestre del Arrepentimiento, por lo
que tras su recomendación, no dudó en asignar a Elezar
tan importante misión.
Destacar que entre todas las fuerzas enviadas para
investigar el asunto, llegan al Sistema Fenris en primer
lugar el Capítulo entero de Ángeles Oscuros, con su
fortaleza-monasterio La Roca bajo el mando de Supremo
Gran Maestre Azrael. Bajo sus órdenes está Elezar, quien
lidera las primeras reuniones con otros Capítulos para
informar al resto de fuerzas de la situación en ese
momento.
Sin embargo, Elezar murió a manos de un poderoso
demonio con la capacidad de tomar la apariencia de otros.
En este caso, el demonio se transformó y se hizo pasar por
Azrael, acercándose sin levantar sospechas a Elezar y
asesinándole mientras meditaba en su reclusiam personal
de la fortaleza-monasterio de La Roca.
Armamento y equipo
Servoarmadura de color negro, formada por un paquete de
fibras artificiales. Las placas que conforman su armadura
son de ceramita.
"Entonces deberán ser enseñados, una lección largamente
atrasada sobre como cooperar con sus hermanos."
—Elezar, refiriéndose a los Lobos Espaciales de Fenris
La llegada de Magron
Tras repeler una nueva invasión de seguidores de Khorne
fue avisado por sus esclavos que habían hallado a un
Marine Espacial. Este era el sargento Abdaziel Magron el
cual había estado flotando a la deriva en el espacio
durante diez mil años y finalmente, había llegado al Ojo
del Terror y aterrizado en Rodonius 428571429. Abaddas
estaba convencido de que había sido su voluntad y su
necesidad de contar con la compañía de otro Ángel
Oscuro lo que había llevado allí al sargento.
Abaddas le pidió un informe y Magron le explicó todo lo
que había pasado: que había sido enviado a capturar y
destruir una base interestelar de los Devoradores de
Mundos y que esta había explotado acabando con el
enemigo y con las fuerzas de ataque leales que habían sido
enviadas para neutralizarlos. Que luego se había perdido
en el espacio y había puesto en marcha la Membrana An-
sus. Sabía que habían pasado casi cien años imperiales
estándar desde entonces, es decir, desde que el
temporizador de su traje había dejado de funcionar, pero
eso era todo, ni siquiera sabía cómo había llegado a este
mundo que tenía un aspecto tan atractivo.
La mayor preocupación de Zheddek tenía que ser la
salvación de su hermano Ángel Oscuro, llevarlo al camino
recto y apartarlo de su poco afortunada lealtad al Imperio.
Esto iba a ser difícil. Mientras el sargento Magron estaba
combatiendo a los renegados Devoradores de Mundos, el
capitán Abaddas había estado en Caliban, escuchando las
inspiradoras palabras de Luther, oyendo cómo el Primarca
Lion El'Jonson los había traicionado y se había atribuido
toda la gloria.
Abaddas no era Luther. No tenía su capacidad para
convencer a los hombres de abandonar sus convicciones
más profundas. Debía valerse de alguna argucia. Al fin y
al cabo, ¿qué era verdad y qué mentira? En el dominio del
Caos no siempre era posible saber qué era una cosa y cúal
otra. Y por lo que respecta al tiempo, ¿Qué tiempo debía
usar como respuesta, el suyo o el de Magron?
Abaddas le dijo en tono mesurado que lo que deb´´ia
revelarle le resultará difícil de aceptar e incluso de
comprender. Le explicó que la rebelión encabezada por el
Señor de la Guerra Horus consiguió triunfar, que el
Emperador había muerto a manos del propio Horus en
combate singular, aunque también este murió a causa de
las heridas recibidas. Le dijo que Lion El'Jonson también
había muerto y que la galaxia se encontraba gobernada por
los poderes del Caos.
Cuando el sargento Abdaziel Magron oyó estas palabras,
el mundo se oscureció ante sus ojos y se hubiera
desplomado sin sentido si el capitán Abaddas, cuyas
fibras de energía emitieron un leve zumbido, no se hubiera
adelantado para sostenerlo con sus enormes guanteletes.
Abaddas estaba usando su don del Caos perceptor de
emociones para observar atentamente a su hermano Ángel
Oscuro. Las emociones pre-herejía de un Marine Espacial
estaban siendo desmenuzadas y analizadas. En esencia,
sólo eran dos: determinación y lealtad. Determinación de
vencer a todos los enemigos, y lealtad al Emperador y a
su Imperio. El culto al Emperador había sido inculcado
más profundamente en los Ángeles Oscuros que en
cualquier otra legión. Abaddas podía ver, con tanta
claridad como el prado de cuarzo salpicado de rosas que
lo rodeaba, la negra desesperación que se adueñaba de
Magron al enterarse de la muerte del Emperador y de la
destrucción de su causa y que recorría todo su cuerpo
como una nube oscura y ardiente.
Era inevitable que en algún momento Magron descubriera
que su capitán le había mentido. El objetivo de Abaddas
era asegurarse de que para entonces hubiera aprobado las
intenciones que subyacían tras esas mentiras. Era preciso
reorientar la devoción de Magron. Necesitaba poderosas
razones para llegar a odiar y repudiar al Emperador del
Trono Dorado. Era preciso atraerlo al servicio de uno de
los Poderes Ruinosos y Magron no aceptaría a ningún otro
que Khorne, el dios del combate, el dios del honor, el dios
de la sangre.
Abaddas llevó a Magron a otro planeta del sistema donde
se enzarzaron en una escaramuza contra Marines de la
Legión Alfa. Durante la pelea Abaddas le instó a Magron
que dejara de nombrar al Emperador y que invocara a
Tzeentch. Tras la batalla llevó al sargento hasta un
Apóstol Oscuro de Los Portadores de la Palabra para que
lo consagre a Khorne.
La ceremonia es interrumpida por Pelor Calliden y
Maynard Rugolo los cuales cuentan la verdad a Magron.
Al ver su expresión, Abaddas supo que la ilusión que tan
minuciosamente había urdido para el sargento se había
desvanecido y que ya nada podía ayudar al Ángel Oscuro.
En el momento en que el capitán Abaddas apuntó al
sargento Magron con el bóolter, acabó la lucha por su
alma.
Magron se abalanzó sobre Abaddas y los dos cayeron al
suelo rodando, quedando Magron encima de Abaddas.
Magron disparó su Bólter entre los empalmes de las
placas de la servoarmadura de Abaddas y seccionó los
cables de energía de la Mk.III infligiendo graves heridas a
Abaddas y dejándolo inmóvil.
A Magron le disgustaba tratar de aquella manera a un
hermano Ángel Oscuro, pero no era la primera vez que
mataba a Marines Espaciales y estaba dispuesto a volver
a hacerlo si se rebelaban contra el Emperador. Abrió y
retiró el casco cuneiforme del otro. El capitán Abaddas no
intentó mirarlo. Su rostro estaba tan inexpresivo y frío
como siempre en medio de su dolor y su impotencia.
El guantelete de energía del sargento Magron arrancó el
cráneo del capitán Abaddas. Luego se inclinó sobre él,
estirando su cuello y mordió la parte posterior del cerebro
ensangrentado y vivo del capitán que había quedado al
descubierto. El sargento Magron quería obtener
información rápidamente, y para eso necesitaban comer
ese tejido mientras el otro todavía estaba vivo, para que
su omofágea extrajera memoria a gran velocidad por cruel
e inhumana que pareciera esa medida.
El capitán Abaddas sabía lo que estaba ocurriendo,
aunque, como el cerebro humano carece de nervios
sensores, no recibía ninguna sensación. Sin embargo, no
formuló la menor protesta mientras el sargento Magron
devoraba su cerebelo. Pronto ya no estuvo en condiciones
de formar una sola palabra. Bocado tras bocado, el
sargento Magron masticó y tragó. A cada mordisco,
Abaddas sentía que su personalidad se iba vaciando, hasta
que sólo fue una vaga presencia sin memoria, un susurro
furtivo del espacio disforme. Y luego nada.
Equipo
Armadura
Los forjadores de armaduras del Adeptus Mechanicus que
la habían creado apenas la reconocerían ahora como
trabajo suyo. Todos los antiguos símbolos habían sido
reemplazados, pero eso era lo de menos. El traje de
energía, con una forma voluminosa y cuadrada, el tipo de
armadura de Marine Espacial más aparatosa de su época,
parecía haber estado sumergida durante siglos en algún
baño químico y haber desarrollado excrecencias
cristalinas de colores, transformando las antes limpias
líneas de ceramita en retorcidas líneas curvas.
Era como si el caparazón exterior se hubiera convertido
en algo orgánico y le hubieran empezado a crecer tumores,
en forma de excrecencias de colores. Una estructura en
forma de ciervo coronaba el casco. El águila Imperial
había desaparecido del peto, así como la insignia del
regimiento del revestimiento del hombro derecho. Ambos
habían sido reemplazados por curiosos diseños,
desconocidos para él. Aún podía verse la insignia del
Capítulo, pero había sido distorsionada y elaborada de
forma extraña, así como la insignia que indicaba el rango
de Abaddas.
Dos grandes cuernos salían de su casco, y espiras y
extraños artilugios cubrían el resto de la coraza.
El traje de energía tenía diez mil años de antigüedad,
aunque considerado desde otro punto de vista tan sólo
tenía cien años, ya que el tiempo no transcurría
linealmente en el reino del Caos.
Realmente había sufrido una mutación como si fuera algo
vivo, la armadura y su portador crecían juntos, cambiaban
juntos, dirigiéndose hacia el punto en que al fin se
convertirían en un solo ser. El capitán Abaddas sabía que
llegaría un día en que ya no tendría voluntad para
quitársela.
Armamento y dones
Bólter, Espada sierra, Pistola de Rayos: un arma del Caos
que no funcionaba fuera del Ojo del Terror, regalo de un
príncipe demonio en agradecimiento por haber tomado
parte en una campaña. No se parecía en nada a otras
pistolas. La boca era una ranura cuya anchura era cinco
veces superior a su altura, y estaba envuelta en una
serpiente decorativa de brillante electrum. Tan pronto
como cogía la empuñadura, sentía cómo la pistola se
conectaba con su mente. Como muchas otras cosas
fabricadas en el reino del Caos — sobre todo las armas—
era en parte física y en parte psíquica. Sólo quienes tenían
una gran fuerza de voluntad podían usar la pistola de
rayos. Su empuñadura era capaz de hundir a un usuario de
voluntad débil junto con el objetivo. La pistola de rayos
era un arma terrible. No atacaba los cuerpos de los
hombres, sino sus almas, obligándolos a recordar en un
instante cada momento de su vida, haciendo al mismo
tiempo que se odiaran a sí mismos. El alma huía del
cuerpo horrorizada, para encontrarse de pronto en la
disformidad y ser devorada por un demonio u otro ser en
función de las necesidades.
El capitán Abaddas casi no había sido alterado por los
regalos del Caos, ya que no adoraba a ningún poder
concreto del Caos. La señal del Caos era perceptible,
sobre todo, en su fuerza de voluntad. También sabía
hechizos curativos que había aprendido durante su
estancia en el Ojo del Terror.
"La verdad, es que Khorne te ha llamado a su seno y tú
has renunciado a la vida eterna"
—Zhebedeck Abaddas