Contra La Violencia Hacia Las Mujeres

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

4.

4 CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES


Paloma Villanueva
Coordinadora de Contenidos

Los esfuerzos para eliminar la violencia contra mujeres y niñas se han centrado
sobre todo en la atención y empoderamiento de las víctimas y sobrevivientes de
violencia y, en menor medida, en la criminalización de los agresores.

El trabajo con hombres para transformar los patrones nocivos de masculinidad se


ha dejado de lado. ¿Cómo las intervenciones con hombres pueden contribuir a
eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas?, ¿cuáles son las lecciones
aprendidas?, ¿qué podemos hacer para terminar con las relaciones de poder
desiguales respaldadas por los estereotipos de género?

Para responder a estas preguntas Oxfam México, la Comisión Nacional para


Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres y la Secretaría de Relaciones
Exteriores organizaron el seminario “Las intervenciones con hombres adultos y
jóvenes como estrategia para el combate a la violencia de género contra las
mujeres y las niñas”.

Ana Pecova, directora de la asociación civil EQUIS Justicia para Mujeres y


Fernando Mederos, investigador de Simmons College Graduate School of Social
Work de Boston, se unieron a la conversación en la que participaron miembros de
la academia, organizaciones de la sociedad civil, dependencias de gobierno y
grupos feministas.

En cuanto al origen de la violencia contra las mujeres, ambos destacaron los


estereotipos de género profundamente arraigados en nuestra sociedad:
“mientras los hombres son los dominantes, los fuertes y los que mandan;
las mujeres son las dominadas, las débiles y las que obedecen”.

Mederos además mencionó que un niño que vive violencia doméstica puede
convertirse en un adulto abusivo y maltratador. Para muestra, presentó los
resultados de un estudio exploratorio realizado con 38 hombres miembros de
Grupos de Paternidad Responsable.

Entre los hallazgos refirió que la mayoría de los participantes había presenciado
violencia doméstica en la infancia e incluso el 20 por ciento llegó a hacer planes
para matar al agresor (padre, padrastro o novio de la madre).

Basado en su experiencia como facilitador con grupos de padres que han ejercido
violencia doméstica, aseguró que es posible transformar las conductas violentas.

“A través del diálogo, sin juzgar, sin tildar al tipo de malo y tratándolo con
respeto, se le ayuda a reflexionar sobre los efectos que sus conductas
violentas tienen no sólo en sus parejas, sino también en sus hijos e hijas. Se
les hace ver que están enseñando a sus hijas que el papel de las mujeres es
soportar golpes y ser dominadas, y el 90 por ciento dice que no quiere eso para
sus hijas así que entran en conflicto, empiezan a verse como el agente que
perjudica y empiezan a hacerse responsables de su propio proceso de cambio”,
señaló Mederos.

Pecova, por otro lado, reconoció el valor de las intervenciones con hombres
agresores, pero consideró que llegan demasiado tarde, cuando el acto de
violencia ya fue efectuado.

1
“Para mí el acento debe estar en la prevención, tenemos que preguntarnos qué
podemos cambiar todos y todas como sociedad para que no se dé esta
violencia. Para nada creo que nos convenga decir que todas las mujeres son
víctimas y todos los hombres son agresores, tenemos que ir rompiendo
esos mitos y por eso digo que todos y todas tenemos que ser parte de la
reeducación para ir eliminando los estereotipos de género”, apuntó.

Como representante de una organización que trabaja por el acceso a la justicia,


Pecova también resaltó que la impunidad y la falta de seguimiento a los casos de
violencia contra las mujeres es otro factor que contribuye a perpetuar las
agresiones.

Además, consideró que en México no contamos con suficientes datos para


comprender a profundidad y enfrentar la violencia contra las mujeres.
“Desde el movimiento feminista hemos ido repitiendo que siete mujeres mueren
diario, pero no tenemos información sobre quiénes eran estas mujeres, dónde
murieron, en qué condiciones. Pero donde tenemos un vacío total es en los datos
sobre los agresores, no sabemos cómo actúan, por qué actúan así, quiénes son,
qué sucedió en sus historias de vida que los llevó a ese punto”, cuestionó.

Y mientras tanto, ¿podemos hacer algo, hombres y mujeres, desde nuestra


trinchera individual?, Mederos y Pecova coinciden en que cada paso que nos
acerca a la equidad de género nos aleja de la violencia.

Entonces cuestionemos ¿por qué las niñas deben usar falda y los niños pantalón
para ir a la escuela?, ¿por qué la licencia de maternidad es más larga que la
licencia de paternidad?, ¿por qué las mujeres deben cuidar a sus hermanos
menores?, ¿por qué los hombres deben ser los proveedores?

Cuestionemos CÓMO NUESTRA ESFERA DOMÉSTICA REPLICA


DESIGUALDADES DE PODER Y DE CAPACIDAD, ABUSOS DE PODER E
INCLUSO VIOLENCIA e impulsemos el cambio.

También podría gustarte