Control de Impulsos

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La impulsividad también ha sido definida como “Una predisposición hacia

reacciones rápidas no planificadas, sin considerar las consecuencias


negativas de esas reacciones.” Las personas impulsivas actúan
súbitamente.  No se toman tiempo para planificar o tomar en cuenta las
consecuencias de sus actos.  Para prevenir el TDAH, las adicciones y la
conducta antisocial, los niños necesitan desarrollar control de sus impulsos.
¿Qué son los Impulsos?
Un impulso es un pensamiento sobre hacer algo.  Los impulsos provienen
de nuestros apetitos básicos y de nuestras emociones. Tenemos apetitos
básicos hacia aquello que nos brinda placer: alimentación y comodidad,
contacto físico y emocional con otras personas, sexualidad, dominio
social, y entretenimiento.  (Si duda que el entretenimiento sea un apetito
básico, ¡piense en cuánto dinero gasta en ello cada año!) Los apetitos y las
emociones conducen a los impulsos o pensamientos sobre tomar una
acción. Un apetito es una fuerza muy poderosa en nuestro interior la cual
nos hace desear hacer algo. Nos hace sentir bien hacer lo que nuestros
apetitos nos dicen que hagamos.  El problema es que es difícil hacer
suficiente para satisfacer todos nuestros apetitos.  Tomemos por ejemplo el
apetito para comer.  Casi todas las personas quienes permiten que su
apetito dicte qué y cuánto comer están sobrepeso. 

Mientras nuestros cerebros tienen sistemas bien desarrollados para


decirnos qué hacer “¡ADELANTE!”, los sistemas que nos dicen
“¡PARE!” no funcionan tan bien. 
 Es muy importante aprender a activar el botón que dice “¡PARE!”. Este
aprendizaje debe empezar tan pronto como comienzan a manifestarse los
apetitos (alrededor de los 2 años).  El botón que dice "¡PARE!" es el centro
de control de impulsos de una persona.  El centro de control de impulsos
está ubicado en una parte especializada del cerebro la cual se desarrolla
durante la niñez y adolescencia. 
Los niños nacen con cierto nivel de habilidad en el control de sus impulsos.  El
control de impulsos es un rasgo de temperamento, ¡tal vez es un talento!  Aún los
niños con deficiencias en el control de impulsos pueden mejorar sus habilidades con
la crianza apropiada.
El castigar las conductas problemáticas no ayuda mucho a los niños
“a riesgo” a desarrollar control de sus impulsos.  La conducta
impulsiva de los niños “a riesgo” provoca conductas (o prácticas)
disciplinarias basadas en el castigo.  ¡Este estilo de crianza resulta en
un empeoramiento de la conducta del niño! Para consejos sobre la
crianza de los niños y guías para evitar esta trampa
Los niños con un pobre control de impulsos tienden a querer ejercer un
dominio social.
El castigar las conductas problemáticas no ayuda mucho a los niños
“a riesgo” a desarrollar control de sus impulsos.  La conducta
impulsiva de los niños “a riesgo” provoca conductas (o prácticas)
disciplinarias basadas en el castigo.  ¡Este estilo de crianza resulta en
un empeoramiento de la conducta del niño! Para consejos sobre la
crianza de los niños y guías para evitar esta trampa
Los niños a quienes se les hace difícil seguir reglas debido a dificultades en
el control de impulsos tienen dos opciones a la hora de desarrollar valores
en los cuales creer. La primera opción es verse a sí mismos como malos
por no poder hacer lo correcto.  La segunda opción es ver las reglas como
estúpidas.  Los niños a menudo eligen la segunda opción, y desarrollan
rasgos de personalidad antisocial.
Tenga en cuenta que las edades de 3 a 6 y de 11 a 14 son períodos difíciles para el
Triángulo Interior. Esto se debe a que en esas edades s e desarrollan
ciertos apetitos antes de que el niño tenga las estructuras cerebrales para
manejarlos. ¡Durante estas etapas los niños necesitan a sus padres más que
nunca!
¿Cómo se relaciona el Triángulo Interior a la conciencia? La conciencia no
es lo mismo que el Triángulo Interior pero involucra sus tres lados.  La
conciencia también tiene tres partes: empatía (parte de la capacidad para
amar), ansiedad/sentido de culpa (componente del control de impulsos) y
conocimiento moral (parte del razonamiento moral).

Ayudar a los niños desarrollar el control de


impulsos
La emoción, el gozo, enojo, la frustración y desilusión - todos
forman parte de experiencia crecer. aprender cómo cuándo
demostrar estas emociones se conoce como control los impulsos. He
aquí unos datos sobre impulsos:

El control de los impulsos ayuda a los niños a hacer y


conservar las amistades.

Es probable que los niños que pueden controlar su enojo y su


frustración, y que usan las palabras para manifestar sus emociones,
puedan hacer y conservar las amistades. Y esto podría aumentar su
amor propio además de su futuro éxito escolar.

Las experiencias tempranas pueden contribuir al


éxito más tarde con el control de los impulsos.

 Los bebés necesitan un ambiente sensible y constante.


Cuando se responde con amor y consideración a sus necesidades
físicas, aprenden a esperar que su mundo sea ordenado.
También aprenden que sus acciones pueden afectar a los demás.
 Los niños de 2 a 3 años necesitan sentirse independientes y
hábiles. Usted puede ayudarles a usar sus habilidades en
desarrollo de lenguaje para clasificar sus acciones y las de los
demás. El aprender de cómo describir las acciones, los
pensamientos, y los sentimientos con palabras es la clave para
tener un control bueno de los impulsos.
 Los niños más grandes de edad preescolar aprenden a
controlar los impulsos turnándose o compartiendo los juegos.
Van aumentando las habilidades en usar el lenguaje para
controlar sus emociones y relacionarse con los demás.

Usted puede fomentar el desarrollo del control de los


impulsos en sus niños de 3, 4 y 5 años de las
siguientes maneras:

 Sugerir palabras que su hijo puede usar para comunicar


cómo se siente. Si su hija se enfada mientras juega un juego,
anímele a usar palabras para expresar el enojo, como "¡Eso me
enfada mucho!" o "¡No me gusta cuando juegas el juego así!"
 Poner en claro que no se permite hacerles daño a
otros. Cuando su hijo se enoja mientras está jugando un juego
y le da empujones o pega a otro niño, apártele del grupo y
recuérdele que se prohíbe hacerles daño a los demás.
 Ayudar a su hijo a idear nuevas maneras para resolver
los problemas. Cuando su niño tiene un desacuerdo con otro
niño, sugiérale soluciones como turnarse o compartir.
 Reaccionar al mal comportamiento de su hijo usando las
palabras. Al contarle a su hija las razones detrás de las reglas y
explicarle las consecuencias del mal comportamiento, le ayuda a
desarrollar modos internos de controlar su propio
comportamiento.
 Poner el ejemplo del autodominio al hacer frente al
estrés o la frustración.Su hijo aprende muchos
comportamientos observándole a usted. Cuando usted pone el
ejemplo de la auto-disciplina y el autodominio en situaciones
difíciles, su hijo aprenderá a seguir su ejemplo.

PENSAR ANTES DE ACTUAR

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