El documento habla sobre la importancia de que los niños desarrollen el control de impulsos para prevenir problemas como el TDAH, las adicciones y la conducta antisocial. Explica que los impulsos provienen de apetitos básicos y emociones, y que es importante que los niños aprendan a activar el "botón de pare" en su cerebro. También señala que la crianza y el ambiente durante la niñez pueden ayudar a desarrollar este control de impulsos.
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El documento habla sobre la importancia de que los niños desarrollen el control de impulsos para prevenir problemas como el TDAH, las adicciones y la conducta antisocial. Explica que los impulsos provienen de apetitos básicos y emociones, y que es importante que los niños aprendan a activar el "botón de pare" en su cerebro. También señala que la crianza y el ambiente durante la niñez pueden ayudar a desarrollar este control de impulsos.
El documento habla sobre la importancia de que los niños desarrollen el control de impulsos para prevenir problemas como el TDAH, las adicciones y la conducta antisocial. Explica que los impulsos provienen de apetitos básicos y emociones, y que es importante que los niños aprendan a activar el "botón de pare" en su cerebro. También señala que la crianza y el ambiente durante la niñez pueden ayudar a desarrollar este control de impulsos.
El documento habla sobre la importancia de que los niños desarrollen el control de impulsos para prevenir problemas como el TDAH, las adicciones y la conducta antisocial. Explica que los impulsos provienen de apetitos básicos y emociones, y que es importante que los niños aprendan a activar el "botón de pare" en su cerebro. También señala que la crianza y el ambiente durante la niñez pueden ayudar a desarrollar este control de impulsos.
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La impulsividad también ha sido definida como “Una predisposición hacia
reacciones rápidas no planificadas, sin considerar las consecuencias
negativas de esas reacciones.” Las personas impulsivas actúan súbitamente. No se toman tiempo para planificar o tomar en cuenta las consecuencias de sus actos. Para prevenir el TDAH, las adicciones y la conducta antisocial, los niños necesitan desarrollar control de sus impulsos. ¿Qué son los Impulsos? Un impulso es un pensamiento sobre hacer algo. Los impulsos provienen de nuestros apetitos básicos y de nuestras emociones. Tenemos apetitos básicos hacia aquello que nos brinda placer: alimentación y comodidad, contacto físico y emocional con otras personas, sexualidad, dominio social, y entretenimiento. (Si duda que el entretenimiento sea un apetito básico, ¡piense en cuánto dinero gasta en ello cada año!) Los apetitos y las emociones conducen a los impulsos o pensamientos sobre tomar una acción. Un apetito es una fuerza muy poderosa en nuestro interior la cual nos hace desear hacer algo. Nos hace sentir bien hacer lo que nuestros apetitos nos dicen que hagamos. El problema es que es difícil hacer suficiente para satisfacer todos nuestros apetitos. Tomemos por ejemplo el apetito para comer. Casi todas las personas quienes permiten que su apetito dicte qué y cuánto comer están sobrepeso.
Mientras nuestros cerebros tienen sistemas bien desarrollados para
decirnos qué hacer “¡ADELANTE!”, los sistemas que nos dicen “¡PARE!” no funcionan tan bien. Es muy importante aprender a activar el botón que dice “¡PARE!”. Este aprendizaje debe empezar tan pronto como comienzan a manifestarse los apetitos (alrededor de los 2 años). El botón que dice "¡PARE!" es el centro de control de impulsos de una persona. El centro de control de impulsos está ubicado en una parte especializada del cerebro la cual se desarrolla durante la niñez y adolescencia. Los niños nacen con cierto nivel de habilidad en el control de sus impulsos. El control de impulsos es un rasgo de temperamento, ¡tal vez es un talento! Aún los niños con deficiencias en el control de impulsos pueden mejorar sus habilidades con la crianza apropiada. El castigar las conductas problemáticas no ayuda mucho a los niños “a riesgo” a desarrollar control de sus impulsos. La conducta impulsiva de los niños “a riesgo” provoca conductas (o prácticas) disciplinarias basadas en el castigo. ¡Este estilo de crianza resulta en un empeoramiento de la conducta del niño! Para consejos sobre la crianza de los niños y guías para evitar esta trampa Los niños con un pobre control de impulsos tienden a querer ejercer un dominio social. El castigar las conductas problemáticas no ayuda mucho a los niños “a riesgo” a desarrollar control de sus impulsos. La conducta impulsiva de los niños “a riesgo” provoca conductas (o prácticas) disciplinarias basadas en el castigo. ¡Este estilo de crianza resulta en un empeoramiento de la conducta del niño! Para consejos sobre la crianza de los niños y guías para evitar esta trampa Los niños a quienes se les hace difícil seguir reglas debido a dificultades en el control de impulsos tienen dos opciones a la hora de desarrollar valores en los cuales creer. La primera opción es verse a sí mismos como malos por no poder hacer lo correcto. La segunda opción es ver las reglas como estúpidas. Los niños a menudo eligen la segunda opción, y desarrollan rasgos de personalidad antisocial. Tenga en cuenta que las edades de 3 a 6 y de 11 a 14 son períodos difíciles para el Triángulo Interior. Esto se debe a que en esas edades s e desarrollan ciertos apetitos antes de que el niño tenga las estructuras cerebrales para manejarlos. ¡Durante estas etapas los niños necesitan a sus padres más que nunca! ¿Cómo se relaciona el Triángulo Interior a la conciencia? La conciencia no es lo mismo que el Triángulo Interior pero involucra sus tres lados. La conciencia también tiene tres partes: empatía (parte de la capacidad para amar), ansiedad/sentido de culpa (componente del control de impulsos) y conocimiento moral (parte del razonamiento moral).
Ayudar a los niños desarrollar el control de
impulsos La emoción, el gozo, enojo, la frustración y desilusión - todos forman parte de experiencia crecer. aprender cómo cuándo demostrar estas emociones se conoce como control los impulsos. He aquí unos datos sobre impulsos:
El control de los impulsos ayuda a los niños a hacer y
conservar las amistades.
Es probable que los niños que pueden controlar su enojo y su
frustración, y que usan las palabras para manifestar sus emociones, puedan hacer y conservar las amistades. Y esto podría aumentar su amor propio además de su futuro éxito escolar.
Las experiencias tempranas pueden contribuir al
éxito más tarde con el control de los impulsos.
Los bebés necesitan un ambiente sensible y constante.
Cuando se responde con amor y consideración a sus necesidades físicas, aprenden a esperar que su mundo sea ordenado. También aprenden que sus acciones pueden afectar a los demás. Los niños de 2 a 3 años necesitan sentirse independientes y hábiles. Usted puede ayudarles a usar sus habilidades en desarrollo de lenguaje para clasificar sus acciones y las de los demás. El aprender de cómo describir las acciones, los pensamientos, y los sentimientos con palabras es la clave para tener un control bueno de los impulsos. Los niños más grandes de edad preescolar aprenden a controlar los impulsos turnándose o compartiendo los juegos. Van aumentando las habilidades en usar el lenguaje para controlar sus emociones y relacionarse con los demás.
Usted puede fomentar el desarrollo del control de los
impulsos en sus niños de 3, 4 y 5 años de las siguientes maneras:
Sugerir palabras que su hijo puede usar para comunicar
cómo se siente. Si su hija se enfada mientras juega un juego, anímele a usar palabras para expresar el enojo, como "¡Eso me enfada mucho!" o "¡No me gusta cuando juegas el juego así!" Poner en claro que no se permite hacerles daño a otros. Cuando su hijo se enoja mientras está jugando un juego y le da empujones o pega a otro niño, apártele del grupo y recuérdele que se prohíbe hacerles daño a los demás. Ayudar a su hijo a idear nuevas maneras para resolver los problemas. Cuando su niño tiene un desacuerdo con otro niño, sugiérale soluciones como turnarse o compartir. Reaccionar al mal comportamiento de su hijo usando las palabras. Al contarle a su hija las razones detrás de las reglas y explicarle las consecuencias del mal comportamiento, le ayuda a desarrollar modos internos de controlar su propio comportamiento. Poner el ejemplo del autodominio al hacer frente al estrés o la frustración.Su hijo aprende muchos comportamientos observándole a usted. Cuando usted pone el ejemplo de la auto-disciplina y el autodominio en situaciones difíciles, su hijo aprenderá a seguir su ejemplo.