Reclamo A Una Empresa de Seguro
Reclamo A Una Empresa de Seguro
Reclamo A Una Empresa de Seguro
PODER JUDICIAL
Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Agrario y Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui
Barcelona, siete de diciembre de dos mil nueve
199º y 150º
ASUNTO: BP02-V-2007-000273
JURISDICCIÓN CIVIL
Parte Actora: ciudadano Ramón Segundo Torres González, venezolano, mayor de edad,
titular de la Cédula de Identidad N° V-3.773.857, y de este domicilio.
Por auto de fecha 27 de febrero de 2007, este Tribunal a cargo del Juez Suplente
Especial abogado José Campos Carvajal, admitió la presente demanda que por
Cumplimiento de Contrato, intentara el ciudadano Ramón Segundo Torres González,
venezolano, mayor de edad, titular de la Cédula de Identidad N° V-3.773.857, y de este
domicilio, a través de su apoderado judicial abogado en ejercicio Carlos Eduardo Rojas
Coa, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº V-8.253.319, e
inscrito en el Inpreabogado bajo el N° 84.562, en contra de la Sociedad Mercantil
Proseguros, S.A., domiciliada en la ciudad de Caracas e inscrita por ante el Registro
Mercantil Primero de la Circunscripción Judicial del Distrito Federal y estado Miranda,
en fecha 25 de septiembre de 1.992, bajo el Nº 02, Tomo 145, y por última vez
reformada mediante documento inserto por ante el mismo registro mercantil en fecha 03
de octubre de 2.003, bajo el Nº 56, Tomo 139-A-Pro., e inscrita por ante la
Superintendencia de Seguros, bajo el Nº 106, y autorizados por la Superintendencia de
Seguros mediante oficio No. 009089, de fecha 18 de octubre de 2.004., representada por
su Presidente, ciudadano Orlando Castro Llanes, venezolano, mayor de edad y titular de
la cédula de identidad Nº V-12.391.789, ordenándose la citación de la parte demandada.
En fecha 22 de marzo de 2.007, el alguacil de este Juzgado, consigna a los autos resultas
de la citación del demandado, manifestando que la misma le fue firmada por el
ciudadano Edilson Urdaneta, Gerente de la sucursal de Proseguros ubicada en el Centro
Empresarial Nueva Prensa Oriente, Local A-2, Avenida Jorge Rodríguez, Sector las
Garzas, Barcelona del Muni9cipio Simón Bolívar del estado Anzoátegui.
Por auto de fecha 31 de mayo de 2.007, fueron agregados a los autos los escritos de
pruebas presentados por las partes.
II
Motivos de Hecho y de Derecho para Decidir
Toda la compleja serie de actos que se realizan en un procedimiento está sujeta, para
que puedan producir el efecto al cual están destinados, a una serie de exigencias, pues
las formas procesales responden a una necesidad de orden, de certeza, de eficiencia, y
su escrupulosa observancia representa una garantía del derecho de defensa de las partes.
En otras palabras, los requisitos procesales son modelos legales que se proponen a la
actividad del proceso para que produzca su propósito: garantía de un desarrollo legal del
proceso que respete los derechos de los litigantes.
En este orden de ideas, es obligación del Juez, en el momento establecido para dictar la
Sentencia que ponga fin al juicio, examinar en primer lugar, si durante la pendencia del
proceso las partes en contradictorio y el Juez Director del proceso, aplicaron
adecuadamente las normas procesales, que regulan su comportamiento durante el
desarrollo de dicho proceso para que, una vez determinada la regular observancia de
tales normas procesales, pase a pronunciarse sobre el mérito de la causa para resolver
sobre lo conducente.
A su vez manifiesta que el bien asegurado, esto es, un vehículo de su propiedad, el cual
posee las siguientes características: Marca: Fiat; Modelo: Marea; Clase: Automóvil;
Serial de Carrocería: 9BD18511157067286: Nº Placa: BBI-28Y; Uso: Particular; Tipo:
Sedán; Color: Plata; Nº de Puestos: 05; Año: 2.005, fue objeto de siniestro de incendio,
pues, a pesar de haber cumplido con los requisitos exigidos por la empresa aseguradora
esta le negó la reparación e indemnización de los daños causados, por lo que la demanda
para que cumpla con su obligación de resarcir su eventualidad dañosa; no obstante la
demandada se excepciona manifestando que el siniestro sufrido por el bien asegurado al
cual se refiere el actor, se subsume en la cláusula 3º, literal a) Exclusiones Generales, la
cual estipula lo siguiente:
“...Esta Póliza no cubre: a) La pérdida o daños que sufran los Bienes Asegurados si
provienen del vicio propio o intrínseco del Bien Asegurado...”
En este sentido establece el artículo 549 del Código de Comercio que, el seguro se
perfecciona y prueba por un documento público o privado que se llama póliza. En
efecto se observa que la parte demandante al momento de incoar su demanda acompañó
al escrito libelar, una póliza de seguros signada bajo el Nº 22140749, debidamente
firmada por el Asegurador y su persona, pues, su condición para interponer esta
demanda, solo podría devenir del contrato de seguro de lo contrario no podría reclamar
para si esa cualidad más cuando la norma es tan clara al señalar que la póliza es la que
prueba la existencia del contrato de seguro, vale decir que al haber suscrito el contrato
de seguros puede ser considerado validamente contratante del mismo y por ende puede
atribuirse la cualidad de asegurado que es la condición necesaria para hacer un reclamo
por incumplimiento como en este caso y así se declara.
Arguye el actor para sustentar su acción que: “Siendo el caso, que en fecha 27 de
octubre de 2.006, se consignó escrito de Recurso de Reconsideración, por ante las
oficinas de la sucursal de Puerto la Cruz, tal como se evidencia de documento que se
reproduce y acompaña en fotostática signado con la letra “C”, en objeción al dictamen
de fecha 20 de octubre de 2.006, en que deja exenta de responsabilidad a la empresa
Aseguradora (Proseguros, C.A) en reconocer Reclamo de Siniestro, como se evidencia
de instrumento emanado de aquella Gerencia que se reproduce y se acompaña marcado
con la letra “D”. En ese sentido estamos sin duda alguna ante un contrato que cubre un
siniestro ocasionado sobre un vehículo propiedad de mi representado de las siguientes
características: Marca: Fiat; Modelo: Marea; Clase: Automóvil; Serial de Carrocería:
9BD18511157067286: Nº Placa: BBI-28Y; Uso: Particular; Tipo: Sedán; Color: Plata;
Nº de Puestos: 05; Año: 2.005, que la empresa Proseguros, C.A, esta en la obligación de
indemnizar por los daños que consecuentemente por siniestro de incendio sufrió el
vehículo asegurado. De tal manera y visto que la empresa Aseguradora no indicó y
siendo exigible para las aseguradoras, en tales casos un medio de prueba del hecho
generador del siniestro y no lo suministró, sustentándose al igual que nosotros en un
informe del Cuerpo de Bomberos, como órgano técnico especializado en el análisis de
tales siniestros en donde se concluye Accidental, fue por lo que se procedió, como en
efecto procedimos en interponer Recurso de Reconsideración, ante el dictamen
producido por la Gerencia de la sucursal de Puerto la Cruz en fecha 27de octubre de
2.006 Up supra. En virtud de lo precedentemente expuesto y conforme con las
disposiciones de la Póliza de Seguros de Casco de Vehículos Terrestres según la
legislación de Seguros Venezolana, los riesgos son asumidos por las compañías de
seguros, que van referido al vehículo y sus accesorios propiedad del Asegurado, por
tanto las Aseguradoras responden a los asegurados, tomadores o beneficiarios de
acuerdo a lo pautado en la póliza ya señalada y la ley, en donde se establecen las
condiciones que rige las relaciones obligaciones entre ambas partes. Tal como lo
señalan las condiciones generales y particulares del condicionado de Cláusulas que se
acompaña marcado con la letra “E”…
Señala el artículo 5 del Decreto con Fuerza de Ley del Contrato de Seguros que:
“El contrato de seguros es aquel en virtud del cual una empresa de seguros, a cambio de
una prima, asume las consecuencias de riesgos ajenos, que no se produzcan por
acontecimientos que dependan enteramente de la voluntad del beneficiario,
comprometiéndose a indemnizar, dentro de los límites pactados, el daño producido al
tomador, al asegurado o al beneficiario, o a pagar un capital, una renta u otras
prestaciones convenidas, todo subordinado a la concurrencia de un evento denominado
siniestro, cubierto por una póliza”.
Por su parte el Artículo 1185 del Código Civil dispone:
“El que con intención, o por negligencia o por imprudencia, ha causado un daño a otro,
está obligado a repararlo.
Debe igualmente reparación quien haya causado un daño a otro, excediendo, en el
ejercicio de su derecho, los límites fijados por la buena fe o por el objeto en vista del
cual le ha sido conferido ese derecho...”
Establece así mismo el artículo 1205 ejusdem que:
“Toda condición debe cumplirse de la manera como las partes han querido o entendido
verosímilmente que lo fuese”.
De igual manera el Dr. Jesús Eduardo Cabrera Romero, en su trabajo “Los efectos de la
Inasistencia a la Contestación de la Demanda en el CPC” XIV Jornadas J.M.
Domínguez Escobar, Derecho Procesal Civil, Febrero 1989, Págs. 41 a la 59, expuso lo
siguiente:
Riela al folio 8 del presente expediente Cuadro Póliza – Recibo, Póliza de Seguro de
Vehículos Terrestres Datos de la Póliza, signada bajo el Nº 22140749; empresa
Aseguradora: Proseguros Gente Útil, S.A; Tomador: Ramón Segundo Torres González;
Asegurado; GMAC DE VENEZUELA; Beneficiario: GMAC DE VENEZUELA.
Dispone el Artículo 7° del Decreto con Fuerza de Ley del Contrato de Seguro:
Son partes del contrato de seguro:
1. La empresa de seguros o asegurador, es decir, la persona que asume los riesgos.
Sólo las empresas de seguros autorizadas de acuerdo con la ley que rige la materia
pueden actuar como asegurador.
2. El tomador, o sea, la persona que obrando por cuenta propia o ajena, traslada los
riesgos.
Por su parte el Artículo 8° ejusdem texta:
“En los contratos de seguros podrán existir además de las partes señaladas en el artículo
anterior, el asegurado, persona que en sí misma, en sus bienes o en sus intereses
económicos está expuesta al riesgo; y el beneficiario, aquél en cuyo favor se ha
establecido la indemnización que pagará la empresa de seguros. El tomador, el
asegurado o el beneficiario pueden ser o no la misma persona.
De los autos se desprende que la parte demandada, a través de su representación
judicial, mediante escrito de fecha 04 de mayo de 2.007, contesta la demanda
admitiendo los siguientes hechos que se transcriben parcialmente:
“...Admito como hecho cierto, que el demandante contrató con mi patrocinada una
Póliza de Seguro de Casco de Vehículos Terrestres distinguida con el Nº 22140749, con
un periodo de cobertura desde el 17/04/2006, hasta el 17/04/2007, con el objeto de
amparar los riesgos sobre un vehículo marca Fiat, modelo Marea, Clase Automóvil,
serial del motor 182A4000502338, serial de carrocería 9BD18511157067286, Placa
BBI-28Y, uso particular, tipo sedán, color plata, número de puestos 5, año 2.005.
Admito como cierto, que con ocasión al contrato de seguros celebrado entre las partes,
se pactó una suma asegurada de Cuarenta Millones de Bolívares (Bs. 40.000.000,00).
Riela al folio sesenta (60) del presente expediente, Certificado de Registro de Vehículo
Nº 23629070, expedido por el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre,
sobre un vehículo Modelo: Marea Sedan Aut; Clase: Automóvil; Marca: Fiat; Tipo:
Sedan; Uso: Particular; Color: Plata; Placa: BBI-28Y; Serial de Carrocería:
9BD18511157067286; Serial del Motor: 185A40000502338; Nº de Puestos: 05; Año:
2.005; donde se indica que su propietario es el ciudadano Ramón Segundo Torres
González.
De lo anterior se desprende que la parte demandada reconoce en su escrito de
contestación de fecha 04 de mayo de 2007, al ciudadano Ramón Segundo Torres
González, como contratante de la Póliza de Seguro de Casco de Vehículos Terrestres
distinguida con el Nº 22140749, con un periodo de cobertura desde el 17/04/2006, hasta
el 17/04/2007, con el objeto de amparar los riesgos sobre un vehículo marca Fiat,
modelo Marea, Clase Automóvil, serial del motor 182A4000502338, serial de
carrocería 9BD18511157067286, Placa BBI-28Y, uso particular, tipo sedán, color plata,
número de puestos 5, año 2.005, razón por la cual considera este Juzgador que la
cuestión perentoria de falta de cualidad no puede prosperar en virtud del hecho
confesado, por lo cual procede como en efecto así lo hace, a declarar Sin Lugar la
Cuestión perentoria opuesta por la representación judicial de la parte demandada, de
conformidad con lo dispuesto en el Artículo 361 del Código de Procedimiento Civil.
Así se decide.
Habiéndose pronunciado este Sentenciador con respecto al punto previo anterior, pasa a
valorar las pruebas promovidas y evacuadas por ambas partes, aplicando el criterio
valorativo que se expondrá a continuación en el cuerpo de esta decisión.
Por su parte el Decreto con fuerza de Ley del Contrato de Seguro (2001), en su
exposición de motivos texta:
“...La Ley recoge las modernas tendencias en esta materia, definiendo el contrato,
incluyendo el carácter imperativo de sus disposiciones a no ser que ellas mismas
establezcan lo contrario.
Ratifica el carácter mercantil y como innovación se modifica la forma de
perfeccionamiento del contrato, pasando de la solemnidad a la consensualidad que
resulta más cónsono con la rapidez de este tipo de operación.”
1.- Llenar la solicitud del seguro y declarar con sinceridad todas las circunstancias
necesarias para identificar el bien o personas aseguradas y apreciar la extensión de los
riesgos, en los términos indicados.
2.- Pagar la prima en la forma y tiempo convenidos.
3.- Emplear el cuidado de un diligente padre de familia para prevenir el siniestro.
4.- Tomar las medidas necesarias pata salvar o recobrar las cosas aseguradas o para
conservar sus restos.
5.- Hacer saber a la empresa de seguro en el plazo establecido en este Decreto Ley
después de la recepción de la noticia, el advenimiento de cualquier incidente que afecte
su responsabilidad, expresando claramente las causas y circunstancias del incidente
ocurrido.
6. Declarar al tiempo de exigir el pago del siniestro los contratos de seguro que cubre el
mismo siniestro.
7.- Probar la ocurrencia del siniestro.
8.- Realizar todas las acciones necesarias para garantizar a la empresa de seguros
ejercicio de su derecho de subrogación.
Ahora bien, analizadas las obligaciones de las partes que contratan una póliza de
seguros, se hace necesario determinar en que radicó la actividad probatoria de las partes
en el presente proceso, para lo cual, este Juzgador comparte el criterio reiterado de la
antigua Corte Suprema de Justicia, reiterado hoy día, la cual señaló como reglas que
informan la carga de la prueba las siguientes:
“En la obra “De la Prueba en Derecho” de Antonio Roche Alvira se dejó establecido las
tres (3) reglas que informan la carga de la prueba, a saber:
a) Onus probandi incumbit actori, o sea que al demandante le incumbe el deber de
probar los hechos en que funda su acción; b) Reus, in excipiendo, fit actor, o sea, que el
demandado, cuando se excepciona o se defiende, se convierte en demandante para el
efecto de tener que probar a su turno los hechos en que funda su defensa; y c) Actore
non probante, reus absolvitur, es decir, que el demandado ha de ser absuelto de los
cargos o acción del demandante, si éste no logró en el proceso probar los hechos
constitutivos de su demanda…”
El Código de Procedimiento Civil distribuye la carga de la prueba entre las partes, como
una carga procesal cuya intensidad depende del respectivo interés con que se actúe en el
proceso, vale decir, si al actor le interesa el éxito de su pretensión, deberá probar los
hechos que le sirven de fundamento; y si al demandado le interesa destruir, enervar o
reducir con su actividad directa en el proceso el alcance de la pretensión, deberá, por su
parte, probar el hecho que la extingue, que la modifique o que impide su existencia
jurídica. (Sentencia Nº 400 de fecha 27 de septiembre de 1995 de la Sala de Casación
Civil de la Corte Suprema de Justicia, con ponencia del Magistrado Dr. Aníbal Rueda,
tomada de Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, Dr. Oscar R. Pierre Tapia,
Agosto – Septiembre 1995, Tomo 8-9, págs. 304 y sig.) .
En el presente caso, nos encontramos frente a un “Contrato de Seguros” aun cuando sea
denominado como Contrato de Prestación de Servicios y Garantías Administradas
Automóvil, ya que los hechos narrados se subsumen perfectamente en el artículo 548
del Código de Comercio, el cual establece que: “El seguro es un contrato por el cual una
parte se obliga mediante una prima a indemnizar las perdidas o los perjuicios que
pueden sobrevenir a la otra parte en casos determinados, fortuitos o de fuerza mayor; o
bien a pagar una suma determinada de dinero, según la duración o las eventualidades de
la vida o de la libertad de una persona.” Esa parte que se obliga, mediante una prima a
indemnizar las perdidas o los perjuicios es el asegurador quien asume la obligación de
resarcir los daños en los términos y condiciones señalados en la Póliza. El mismo
Código de Comercio en el artículo 549, señala que el seguro se perfecciona y prueba por
un documento público o privado que se llama Póliza. La póliza de seguro es el
Documento o Contrato fundamental a través del cual se reglan los derechos y las
obligaciones de las partes, así como la acción y derechos del beneficiario. Es no
solamente el titulo que contiene los elementos fundamentales del seguro, sino que es el
medio de prueba de antonomasia; pues a estos efectos del contrato de seguro es un
contrato solemne; asimismo, el profesor de Derecho Mercantil Hugo Mármol Marquís
en su obra “Fundamentos del Seguro Terrestre” define muy bien a las personas
intervinientes en el contrato de seguro, y especialmente nos conceptualiza que debemos
entender por tomador, beneficiario y asegurador, expresando lo siguiente:
Asegurador: Empresa que toma a su cargo la compensación de los pagos que realiza la
mutualidad. Siempre es un comerciante. Lo seria aunque no ejecutara, como en nuestro
país lo hace, un acto objetivo de comercio con carácter profesional, ya que su
organización siempre es mercantil.
Habla a su vez de los caracteres contractuales del seguro, los cuales resumiremos
diciendo:
Características contractuales del seguro: Nominado, Mercantil, Solemne, Sinalagmático;
es decir, el tomador se obliga desde la suscripción al pago de la prima y el asegurador a
la asunción de las consecuencias del riesgo, la cual abarca el pago de la garantía cuando
llegue el siniestro, oneroso, aleatorio, de indemnización (Seguro de Daños
Patrimoniales), por adhesión y principal.
Por tanto, dicho lo anterior nos inclinamos por enmarcar estos hechos dentro del
contrato de seguros y analizaremos sus consecuencias a la luz de dicha tipología
De lo antes expuesto se concluye que reproducir como medio de prueba “el mérito
favorable de los autos” sin indicar cual es el o los autos que le beneficia y sin señalar el
objeto de la prueba como lo ha promovido el demandado, no debe ser considerado como
instrumento probatorio. Así se declara.
Del presente documental observa este Juzgador que al no haber sido dentro de la
oportunidad procesal correspondiente tachada, desconocida e impugnada por la
contraparte de conformidad con lo dispuesto en el Artículo 429 del Código de
Procedimiento Civil, este Juzgador le otorga su pleno valor probatorio. Así se declara.
Advierte este Juzgador, que ninguno de los instrumentos supra citados, los cuales
acompañó el accionante al escrito libelar y que posteriormente oferto como medios de
prueba dentro del lapso probatorio, no fueron tachados, desconocidos o al menos
impugnados por la parte demandada en la secuela del juicio, limitándose a negar,
rechazar o contradecir, todo lo cual hace que este Sentenciador los aprecie para
evidenciar con ellos, la existencia de las obligaciones cuyo ejercicio se demanda. Así se
declara.
Promovió la parte actora dossier de recibos cancelados por concepto de pago de alquiler
de vehículo privado a los fines de demostrar los daños emergentes por la omisión,
negligencia y desidia de la empresa Aseguradora en dar respuesta oportuna al pago de
indemnización del siniestro sobre el vehículo propiedad de su representado que
identificó marcado con la letra “I”
Rielan a los folio que van desde el 28 al 41 del presente expediente Facturas de
Servicios de Transporte de la empresa Silva Peche Nicanor, quien prestó servicio de taxi
al ciudadano Ramón Segundo Torres.
En tal sentido sostiene este Juzgador que al haber suscrito entre las partes en
controversia el contrato objeto de discusión en la presente demanda y en virtud de que
la empresa Aseguradora no negó la relación existente, amén de que el vehículo
asegurado pertenece al ciudadano Ramón Segundo Torres, este sentenciador de
conformidad con lo dispuesto en el Artículo 1196 del Código Civil, le otorga su pleno
valor probatorio. Así se declara.
“...En relación con ello, la Sala estima que la empresa aseguradora pretende beneficiarse
de su propia desidia, pues le correspondía verificar si el solicitante de la póliza tenia
interés asegurable en el momento de la contratación, y en caso negativo, rechazarlo. Al
no proceder de esta manera, tiene el deber de indemnizar a este por el riesgo asumido,
hasta tanto sea solicitada y declarada la nulidad de dicho contrato.
Sostener el criterio opuesto, implicaría legitimar un fraude, pues la compañía podría
celebrar contratos, a pesar de estar consciente de que no existe interés asegurable, y en
cumplimiento de este recibiría el pago de la o las primas respectivas, con la certeza de
que en caso de siniestro, tendría bajo su manga la carta que le exime de
responsabilidad...”
En el caso de autos, tenemos como hecho cierto, que para la oportunidad de celebrar el
contrato y emitir la póliza que bajo estudio nos ocupa, la demandada estaba en
conocimiento de que el ciudadano Ramón Segundo Torres, había adquirido el vehículo
cuyas características son las siguientes: marca Fiat, modelo Marea, Clase Automóvil,
serial del motor 182A4000502338, serial de carrocería 9BD18511157067286, Placa
BBI-28Y, uso particular, tipo sedán, color plata, número de puestos 5, año 2.005, a la
empresa sociedad mercantil General Motors Acceptance Corporation de Venezuela,
C.A (GMAC DE VENEZUELA), según Certificado de Registro de Vehículo Nº
23629070, emitido por el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre, de lo
cual necesariamente se deduce la obligación contractual habida entre ambas.
Abundando más en razones, rielan a los folios 19 al 21 del presente expediente,
comunicación de fecha 20 de noviembre de 2006, emitida por el ciudadano Alfredo
Brito, Jefe Técnico de la empresa aseguradora Proseguros, S.A., dirigida al ciudadano
Ramón Torres, Póliza de Automóvil: 22140749; Reclamo: 22060199, el cual expresa
textualmente:
“...Por medio de la presente con previo acuerdo del Comité y a solicitud suya, estamos
reconsiderando asumir un 50% de los daños del reclamo en referencia...” (Negrillas del
Tribunal).
En tal sentido es menester destacar que la empresa Proseguros da como hecho cierto que
el beneficiario de la póliza Nº 22140749, es el ciudadano Ramón Segundo Torres, supra
identificado. Así se declara.
Observa este sentenciador que la causa que originó el siniestro tal como lo informa El
Departamento de Investigación de Siniestro de la División Técnica del Instituto
Autónomo del Cuerpo de Bomberos del estado Anzoátegui, en su informe de Inspección
e Investigación de Incendio sobre el vehículo objeto de aseguramiento, fue “accidental”,
es decir, el incendio no fue producto de la cosa misma, de lo cual necesariamente se
deduce que el vehículo en referencia no poseía vicios propios o intrínsecos y Así se
declara.
Teniendo como valida y exigible la obligación contraída por las partes, y siendo que la
parte actora probó la existencia de la obligación trayendo a juicio los elementos
necesarios para determinar la veracidad de sus alegatos y en relación a la carga de la
prueba por la parte demandada, este Juzgador considera que el mismo no desvirtuó los
elementos aportados por la parte actora y no probó nada que le pudiere favorecer en la
presente causa, en este mismo orden de ideas, es necesario destacar que la parte
demandada basó su defensa en la defensa perentoria de Falta de Cualidad y una vez
verificado en actas que no opera dicha figura, se tiene que la obligación contractual es
exigible por la parte actora. Así se Decide.
IV
DISPOSITIVA
DECISIÓN
La Secretaria,