Cuento Cuarto Pecado

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EL CUARTO DEL PECADO Y OTROS CUENTOS

LINA FERNANDA CÓRDOBA PORTILLA

UNIVERSIDAD DEL VALLE

FACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA DE ESTUDIOS LITERARIOS

LICENCIATURA EN LITERATURA

2018
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EL CUARTO DEL PECADO Y OTROS CUENTOS

LINA FERNANDA CÓRDOBA PORTILLA

Trabajo de grado presentado para optar por el título de:

LICENCIADA EN LITERATURA

TUTOR: EDGAR COLLAZOS CÓRDOBA

UNIVERSIDAD DEL VALLE

FACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA DE ESTUDIOS LITERARIOS

LICENCIATURA EN LITERATURA

2018
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ÍNDICE

1. PRIMERA PARTE: ENSAYO Página

1.1 INTRODUCCIÓN……………………………………………………….06

1.2 HISTORIA DEL CUENTO……………………………………………...09

1.3 CÓMO ESCRIBIR UN CUENTO……………………………………….13

1.4 HISTORIA DEL CUENTO LATINOAMERICANO…………………...15

1.5 DEFINICIÓN DEL CUENTO…………………………………………...20

1.6 DIFERENCIAS ENTRE CUENTO, NOVELA Y CRÓNICA………….22

1.7 LA LITERATURA LGBTI Y LA MODERNIDAD…………………….25

1.8 ALGUNOS APORTES A LA LITERATURA HOMOSEXUAL EN

COLOMBIA……………………………………………………………...29

1.9 BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………33

2. SEGUNDA PARTE. CUENTOS

2.1 EL CUARTO DEL PECADO……………………………………………36

2.2 NECESADES…………………………………………………………….45

2.3 BESOS MEZQUINOS…………………………………………………...51

2.4 MARIPOSA TACITURNA……………………………………………...61

2.5 VACUA MUJER………………………………………………………...75

2.6 CADA QUIEN LLEVA SU CRUZ……………………………………...81


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La homosexualidad apareció como una de las figuras de la

sexualidad cuando fue rebajada de la práctica de la sodomía

a una suerte androginia interior, del hermafroditismo del

alma. El sodomita era un relapso, el homosexual ahora es

una especie. Michel Foucault.


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A un ser muy especial que ya no está conmigo. Agradezco

a la vida y al destino por haberle tenido durante tantos

años a mi lado, sin ti no hubieran sido posibles tantas

cosas bellas. A ti, dedico todo mi empeño, mis ganas, mi

amor y fuerza en este trabajo de grado.

A mi madre, motivación principal para hacer de mí una

mejor persona y luchar cada día por lo que quiero en la

vida. Sin ella no sería nada.

A mi familia quienes han compartido conmigo su vida, su

amor y apoyo incondicional en este arduo camino de la

vida. Quienes han aportado en mí, valores que hoy en día

son un tesoro y un ejemplo de vida. A ustedes mis más

sinceros respetos, pues han hecho de mí una mejor

persona.

Gracias a quienes hicieron posible que hoy alcance un

peldaño tan importante en mi vida, que no será el único,

pues de ahora en adelante traerá nuevas metas y

experiencias a mi vida.
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PRIMERA PARTE

ENSAYO
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INTRODUCCIÓN

Este trabajo de grado tiene como finalidad, no sólo mostrar una parte de la literatura que es

importante en el desarrollo de la escritura, sino también un acercamiento a los diferentes

sentimientos y pensamientos con relación a la escritura de cuentos homosexuales o de la

comunidad LGBT. En este caso, son cuentos ficcionales o basados en hechos reales frente a

las diferentes situaciones que buscan cambiarle la visión por completo a quienes deseen saber

un poco o más, entender o experimentar por medio de estos textos, aquél cuarto del pecado que

lleven dentro y lo que hoy se define como erotismo y homosexualidad en esta nueva literatura.

La antología de cuentos que llevará como nombre El cuarto del pecado y otros cuentos, es una

aproximación, una muestra escrita de creaciones literarias de carácter ficcional y otras llenas

de verdades, secretos, sentimientos vacuos y profundos hacia la realidad de género y las

problemáticas que se presentan alrededor del mito que se infunde hacia la homosexualidad y

la promiscuidad; algo que sin duda parte de argumentos sin valor, pero sobre todo de juicio

ante una vida abierta, y ligera. Sin embargo, hoy en día considerada aún como un tabú.

La motivación para escribir estos cuentos nació luego de la lectura de algunos cuentos y obras

literarias, que plantean diferentes historias y la vida de sus personajes ante la realidad social

como se puede ver reflejado en El amor en tiempos oscuros de Colm Tóibin, novelista y

periodista irlandés interesado principalmente en la investigación sobre la sociedad irlandesa y

enfocándose en las identidades homosexuales y el sentido de la pérdida. The profundis de Oscar

Wilde considerado uno de los dramaturgos más destacados del Londres victoriano tardío;

considerado toda una celebridad de la época debido a su gran ingenio. autor de cuentos

infantiles como El gigante egoísta, El ruiseñor y la rosa; obras de teatro como La importancia

de llamarse Ernesto y Salomé, su novela El retrato de Dorian Gray y The Profundis obra que

escribió durante los dos años cuando estuvo privado de su libertad por Sodomita, “gracias” al
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padre de su amante Lord Alfred Douglas, ya que, a pesar de tener una familia constituida con

Constance Lloyd, decidió sostener un romance con él. Siendo esta su razón para escribir

durante el tiempo que estuvo privado de su libertad, lejos de su familia y sumido en una

profunda tristeza. El gato negro cuento del escritor colombiano Harold Kremer el cual deja ver

la realidad de dos chicas a las cuales la tragedia las une, y su realidad no es distante ni mucho

menos “extraña” en un pueblo donde a pesar de ser aparente la homosexualidad de una de ellas,

en ningún momento son juzgadas, Tengo miedo torero del escritor chileno Pedro Lemebel la

cual, habla sobre una historia de amor gay entre un homosexual adulto que no tiene poder

económico, y un guerrillero de izquierda en pleno régimen militar de Augusto Pinochet, entre

otras lecturas.

Es importante saber sobre literatura, escritores y obras importantes para nuestra historia, pero,

si bien es cierto que, día a día se dan a conocer nuevas generaciones de escritores y obras

audaces, llenas de material valioso en el ámbito literario; es necesario ahondar un poco más en

la literatura homosexual, esa que uno busca y busca en archivos digitales o en las bibliotecas

universitarias para darnos cuenta de que el panorama no es ancho, pero si ajeno y que, para

esto es necesario ir más allá del patriarcado y las verdaderas literaturas.

Historias que rememoran un pasado, un presente y un futuro. Qué sería de la vida sin la

literatura, sin la música y el arte; así mismo, debería ser el ejercicio de la escritura, un mar de

sentimientos, pensamientos y memoria de todo un legado histórico del amor hecho de pequeñas

frases, recordatorios y anécdotas que por medio de la escritura enriquecen el arduo trabajo de

leer, aprender y desaprender en el oficio de la vida.

Cuentos y obras literarias que, sin duda se acercan a la realidad de jóvenes, adultos y quienes

hasta ahora la realidad de la vida no está muy lejos de estas pequeñas creaciones basadas de

manera exacta desde lo humano, hechos reales, cercanos y lejanos al ruido de lo moral y
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éticamente aceptado de un país en desarrollo. Pero a la vez de arraigo y soberbia hacia lo la

historia de un patriarcado lúcido a pesar de un lúcido siglo XXI.

Pero a mí mismo me dije: «A toda costa tengo que conservar el Amor en mi corazón. Si voy a

la cárcel sin Amor, ¿Qué será de mi Alma?». Las cartas que te escribía en aquella época desde

Holloway eran mis intentos de conservar el Amor como nota dominante de mi naturaleza.

Podía, si hubiera querido, haberte hecho pedazos con reproches amargos. Podía haberte

desgarrado con maldiciones. Podía haberte puesto un espejo, y haberte mostrado una imagen

tal de ti mismo que no la habrías reconocido como tuya hasta verla remedar tus gestos de horror,

y entonces habrías sabido de quién era figura, y la habrías aborrecido y te habrías aborrecido

para siempre. Y más que eso. Se estaban cargando los pecados de otro a mi cuenta. De haber

querido, en uno u otro de los juicios podría haberme salvado a su costa, no de la vergüenza, no,

pero sí de la prisión. (Wilde , The profundis, 1905)

Resumen

La literatura como herramienta pedagógica, educativa y humana debe ir mucho más allá del

género o lo moralmente concebido. Esta monografía se basa principalmente en relatar historias

ficcionales basadas en lo cotidiano y la cercanía de las realidades de las sexualidades diversas

y sus problemáticas a partir del desarrollo vivencial por medio de cuentos donde sus personajes

principales son testigos directos de una sociedad conservadora, aventurera y realista.

Palabras clave: Literatura, sexualidad, género, homosexualidad.


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HISTORIA DEL CUENTO

En la historia ha sido necesario darle un nombre y forma a las diferentes experiencias que han

formado parte del desarrollo humano y social, las cuales han servido para dar significado a

nuestros antepasados. Teniendo en cuenta que estas experiencias fueron retroalimentadas de

generación en generación y en algunos casos modelos a seguir; fue y sigue “siendo necesario”

en la historia de la humanidad darle nombre a lo que de alguna forma u otra logra dar sentido

e importancia al desarrollo literario, que por aquél entonces no era conocido como tal, sino

como una anotación sobre temas de interés en la época.

Las formas más antiguas de la literatura en la transmisión oral, como se puede observar en

diferentes civilizaciones como la egipcia, quienes son dueños de las primeras narraciones

orales, denominadas como cuento, las cuales tanto para ellos y otras civilizaciones surgieron

de la necesidad de plasmar escritos cortos donde se pudieran conocer más allá de lo

estrictamente conocido y logrando así, dar paso a la literatura de su época por medio de

pequeños relatos que lograrían darles a conocer en el trascurso de la historia humana. Si

observamos las investigaciones dedicadas a la búsqueda de los orígenes del cuento, la cultura

helénica de la Grecia Clásica contó con una gran extensión de sus cuentos llamados milesios,

obscenos y festivos por naturaleza. En la Literatura india por ejemplo Panchatantra (relatos

indios del siglo IV d.C.) que va enlazando cada uno de los cuentos escritos y la principal

colección de cuentos orientales Las mil y una noches recopilación de cuentos de Oriente Medio,

citando como ejemplo, la narración en la que Scheherezade la narradora principal, se salva de

la muerte a manos de su esposo, contándole cada noche apasionantes cuentos de diversos

orígenes y culturas.
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Y he aquí que cuando el niño llegó a la edad de diez años, su padre quiso hacerle

aprender por lo pronto algún oficio honrado; pero, como era muy pobre, no pudo

atender a los gastos de la instrucción y tuvo que limitarse a tener con él en la tienda al

hijo, para enseñarle el trabajo de aguja en qué consistía su propio oficio. Pero Aladino,

que era un niño indómito acostumbrado a jugar con los muchachos del barrio, no pudo

amoldarse a permanecer un solo día en la tienda. (Anónimo, Las mil y una noches,

Historia de Aladín la lámpara mágica, 850)

Años más adelante, gracias a la obra Las mil y una noches en la Europa medieval se lograron

escribir y dar nombre a numerosos relatos dentro de esta cultura como por ejemplo Simbad el

Marino, La Prodigiosa Ciudad de Bronce, El macho cabrío y de la hija del rey entre otros.

Destacando en Francia los romances de caballeros. Gracias a escritores como Geoffrey Chaucer

y Giovanni Boccaccio la tradición oral medieval antigua pudo ser transmitida a sus culturas. A

partir de los aportes literarios por parte de Boccaccio la narrativa breve en prosa y realista

denominada novela, es desarrollada y tomada en cuenta como un aporte de gran importancia

de desarrollo cultural, intelectual y artística en Italia. Luego de obras tan importantes en la

historia como lo fue el Decamerón libro que cuenta con más de cien cuentos y algunas novelas

cortas, gracias a Boccaccio el género cuento fue reconocido en lo literario, artístico y

posteriormente difundido por las culturas pos-medievales.

Con el paso de los años, y la importancia que se dio a la literatura en el desarrollo humano, se

dieron entonces las primeras semillas del género en los países latinoamericanos. Cuentos que

abarcan temas sociales y sentimientos humanos, dispuestos a ejercer todo el protagonismo de

lo ficcional, la chispa que emanan y envuelven al lector asiduo, el lector común y el intelectual

que disfruta del mundo literario. Conforme se va avanzando en el tema, también se destaca el

cuento, su historia y su forma, vale la pena resaltar autores que sin duda han marcado este

género literario. Julio Cortázar por ejemplo quién dedicó algunos conversatorios a cerca del
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cuento en la Habana Cuba en el año de 1963 argumentaba que, el cuento no tiene temas buenos

ni malos, eso dependía del cómo se manipulara el tema y es cierto, cada escritor tiene sus ideas

sobre lo que quiere contar, pero de él depende cómo cuenta su cuento. Su tratamiento o

desarrollo lo define en sí mismo, se llama calidad o esa ventaja que convierte lo que se cuenta

en algo inolvidable al lector, el término de lo inolvidable utilizado por Borges.

A diferencia de Cortázar a quién le parecía que el cuento debe tener leyes, es decir formas de

escritura, un tratamiento determinados y temas que no partían desde lo malo o lo bueno, para

Edmundo Valadés existían leyes dentro del cuento, pero para él eran secretas y está en manos

del narrador descubrirlas, de ahí parte entonces la dificultad de poder establecerlas como

normas. Nadie puede pretender que los cuentos sólo deban escribirse luego de conocer sus

leyes, en primer lugar, porque no existen tales leyes, sino puntos de vista, ciertas constantes

que dan una estructura a ese género tan poco encasillable. (Cortázar Julio , 28 de febrero del

2014)

La versión moderna del cuento que viene de Chejov, Katherine Mansfield, Sherwood

Anderson, el Joyce de “Dublineses”, abandona el final sorpresivo y la estructura

cerrada; trabaja la tensión entre las dos historias sin resolverla nunca. La historia secreta

se cuenta de un modo cada vez más elusivo. El cuento clásico a lo Poe contaba una

historia anunciando que había otra; el cuento moderno cuenta dos historias como si

fueran una sola. La teoría del iceberg de Hemingway es la primera síntesis de ese

proceso de transformación: lo más importante nunca se cuenta. La historia secreta se

construye con lo no dicho, con el sobreentendido y la alusión. (Piglia Ricardo , 2017)

Entre tanto, autores como Cortázar, Borges, Poe entre otros llegan casi siempre a una misma

conclusión el género literario del cuento es uno de los géneros más antiguos del mundo.
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Aunque para algunos autores y sabedores de la literatura este género logró consolidarse

tardíamente ya que, aunque hubiese culturas antiguas que fueron prósperas en la escritura por

medio de sus fábulas ya fuese por medio de actos religiosos propios de su cultura. Siendo ya

en el siglo XIX denominado como cuento moderno, el cual gozó de un sinnúmero de

publicaciones en toda América Latina y hasta el día de hoy el cuento ha sido una forma breve

de seducir al lector, de hacerlo vivir y sentir como si estuviera viviéndolo mientras lee.
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CÓMO ESCRIBIR UN CUENTO

Muchas personas en algún momento de la vida, llegan a pensar sobre cómo escribir e incluso

hay quienes se dan a la tarea, otros por el contrario tienen una idea tan equivocada de la escritura

que lo ven como algo que en su época del colegio fue de carácter obligatorio. La escritura es

un oficio al cual se debe dedicar tiempo, mucho tiempo; en algunos casos se da bien y se goza

de una confianza enorme para dar rienda suelta al bolígrafo, pero ¿es fácil escribir un cuento?,

en algunos casos si, en otros no tanto, algunos son catalogados como cuentos malos o buenos,

ese es el calificativo que le da cualquier persona sin ir más allá de la lectura por obligación o

por gusto.

El campo literario es vasto, se puede gozar cuentos infantiles, policiacos, románticos, eróticos

etc. y siempre tendrán lo mismo, tal vez no todos contarán la misma historia o tendrán los

mismo personajes o lugares, lo que une y no dejará de hacerlo es el oficio de la escritura, esa

es la magia del cuento. Pueden existir diferentes opiniones sobre el cómo escribir un cuento y

qué debe tener para atraer al lector, casi todos concuerdan en lo mismo.

Isak Dinesen: “Escribía un poco todos los días, sin esperanza y sin desesperación. Algún día

escribiré ese lema en una ficha de tres por cinco, que pegaré en la pared, detrás de mi

escritorio… Entonces tendré al menos esa ficha escrita. “El esmero es la ÚNICA convicción

moral del escritor”.

Julio Cortázar: mi concepto del cuento es muy severo: alguna vez lo he comparado con una

esfera; es algo que tiene un ciclo perfecto e implacable; algo que empieza y termina

satisfactoriamente como la esfera en que ninguna molécula puede estar fuera de sus límites

precisos.

Ernest Hemingway: Para escribir historias, se debían usar frases breves y comenzar siempre

los relatos con una oración corta que fuera siempre positiva; también decía que el
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escritor debía trabajar todo el día hasta que estuviera cansado y luego empezar de nuevo su

labor al día siguiente.

Mario Vargas Llosa: Una historia no se impone ciertos límites (si no se resigna a esconder

ciertos datos) la historia no tendría principio ni fin. Por eso es necesario desde un comienzo

organizar todos los sucesos que ocurrirán y saber hasta dónde irán.

Escribir un cuento va más allá de la extensión de páginas o el cuento más breve del mundo, se

trata de un acto de descubrirse así mismo, es trasladarse a otro mundo, es dar vida a seres que

en algunas ocasiones son imaginarios y convencerlos de poco a poco dar vida a las suyas, dar

rienda suelta a la escritura. Tomar el bolígrafo o la computadora y dejarse llevar. Nadie tiene

planeado cómo va terminar un cuento y mucho menos cómo va a empezarlo; tal vez puede

tener ideas de qué quiere escribir, más nadie sabe a la hora de enfrentarse a ese pequeño papel

u hoja electrónica y decirse así mismo ¡aquí vamos!

Escribir un cuento es descubrir de qué estamos hechos o de qué podemos llegar a estarlo, todo

depende de nosotros mismos.

No existen más que dos reglas para

escribir: tener algo que decir y decirlo.

Oscar Wilde
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HISTORIA DEL CUENTO LATINOAMERICANO

Sin duda, el oficio de la escritura ha existido desde las más tempranas civilizaciones, pues por

medio del arte de la escritura se plasmaron historias, hechos reales, lo que se sabe y ha sabido

distinguir a las diferentes culturas en lo que data de la historia de la humanidad. Pero… ¿cómo

inicia la historia del cuento? ¿en qué consiste la escritura de un cuento? Pues bien,

empezaremos por contar que la historia o más bien, los inicios del cuento latinoamericano se

pueden apreciar hace unos cuatro mil años atrás partiendo de la teoría e historia sobre el cuento

de Anderson Imbert, escritor, ensayista y crítico literario argentino, el cual dedicó gran parte

de su vida a los estudios literarios, en este caso al cuento. Más allá de sus estudios sobre el

cuento, se puede rescatar que la historia del cuento data a partir del siglo XIX, destacando el

oficio escritural del escritor estadounidense Edgar Allan Poe. Posteriormente, ya para el siglo

XX gracias al chileno Baldomero Lillo y Horacio Quiroga escritor y cuentista argentino se dan

los avances que cuentan ya con cierto reconocimiento, a partir de los cuentos de mineros en

1904 escritos por Baldomero Lillo e Historias de la jungla del argentino Horacio Quiroga en el

año 1918, logrando plasmar en su escritura un enfoque regional, en el cual forma parte la

naturaleza los “inicios” de la humanidad.

Años más adelante, entre 1960 y 1970 surgiría un movimiento de gran importancia dentro de

la literatura, denominado el boom latinoamericano, el cual se desarrolla a partir del

reconocimiento a algunos novelistas y sus obras en el público europeo, esto llevaría al éxito de

las primeras obras latinoamericanas publicadas en Europa y su aporte cultural en la historia de

la literaria hasta ahora conocida gracias a autores que son denominados el Boom en sí mismos,

como lo son: Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez Carlos Fuentes, los

cuales de alguna forma u otra son famosos por demostrar sus ganas de defensa de acción y

política nacional.
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Luego de esto, al género cuento se le reconocería como una pequeña subdivisión de la literatura

en este caso, la literatura latinoamericana. Destacando, el origen el idioma escritural de este

oficio, en este caso el español, el portugués o la escritura de algunos escritores de origen

europeo nacidos en América Latina. En este orden de ideas, los autores que dieron inicio al

oficio del cuento latinoamericano serian: Mario Benedetti, Julio Cortázar, Gabriel García

Márquez, Jorge Luis Borges entre otros autores, que tuvieron como principal pensamiento en

esta escritura el ser concisos, cortos y características de alguna forma u otra llamativas para sus

lectores.

Algunas características del cuento latinoamericano:

Con relación a la escritura del cuento latinoamericano, podemos rescatar aspectos que, lo

distinguen visiblemente de otros géneros relacionados con esta escritura. Entre los cuales, se

puede observar la necesidad de enganchar al lector desde sus primeras líneas, el introducir en

algunos casos, el realismo mágico para hacer aún más llamativo el relato. La forma narrativa

que se asemeja mucho al desarrollo que se puede observar en el género de la novela, la cercanía

a sus raíces regionales entre otros aspectos que logran marcar claramente un género de mucha

importancia en la historia de la literatura latinoamericana.

Algunos autores del género del cuento latinoamericano:

En el campo del cuento latinoamericano, podemos encontrar diferentes autores ya sea de origen

latino u origen europeo, estos últimos, nacidos en algún lugar de América latina que, sin duda

lograron grandes aportes y avances en este campo de la escritura. Destacaremos a tres escritores

que, a partir del Boom latinoamericano, hicieron del cuento algo mágico con un enfoque

regional y nacionalista para hacer de sus obras historia y legado para sus lectores y amantes de

la literatura.
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Jorge Luis Borges ((Buenos Aires, 24 de agosto de 1899-Ginebra, 14 de junio de 1986)

Considerado uno de los autores más destacados de la literatura del siglo XX, dentro de sus

obras y aportes literarios, se encuentran ensayos breves, cuentos y poemas. Galardonado con

numerosos premios, fue también un personaje políticamente polémico, con posturas de corte

conservador (derechista) que se estima fueron óbice para ganar el Premio Nobel de Literatura

1956 al que fue candidato durante casi treinta años. Dentro del género cuento.

Prefería devorar los seres inocentes, las doncellas y los niños. Elegía a la doncella más

virtuosa, a la que llamaban la Corderita. Un día, arrebató a una Corderita y la arrastró

desgarrada y ensangrentada al lecho del Huisne. El novio de la víctima cortó con una

espada la cola de la Peluda, que era su único lugar vulnerable. El monstruo murió

inmediatamente. Lo embalsamaron y festejaron su muerte con tambores, con pífanos y

danzas. (Borges, Manual de zoología fantástica, 1966)

Gabriel García Márquez ((Aracataca, 6 de marzo de 1927 - Ciudad de México, 17 de abril

de 2014).

Escritor, periodista y cuentista colombiano, pionero del Boom latinoamericano entre los años

1960-1970, lo cual hizo que sus obras fueran reconocidas en Europa. Está relacionado con el

realismo mágico y su obra más reconocida, Cien años de soledad, es considerada una de las

más representativas de este movimiento literario e incluso se considera que por el éxito de la

novela es que tal término se aplica a la literatura surgida a partir de los años 1960 en América

Latina. En 2007, la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua

Española lanzaron una edición popular conmemorativa de esta novela, por considerarla parte

de los grandes clásicos hispánicos de todos los tiempos. En el género del cuento, también posee

un alto reconocimiento nacional e internacionalmente, pues ha sabido plasmar el realismo

mágico y lo macondiano de su país.


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María miró por encima del hombro, y vio que el autobús estaba ocupado por mujeres

de edades inciertas y condiciones distintas, que dormían arropadas con mantas iguales

a la suya. Contagiada de su placidez, María se enroscó en el asiento y se abandonó al

rumor de la lluvia. Cuando despertó era de noche y el aguacero se había disuelto en un

sereno helado. No tenía la menor idea de cuánto tiempo había dormido ni en qué lugar

del mundo se encontraban. Su vecina de asiento tenía una actitud alerta.

— ¿Dónde estamos? — le preguntó María.

— Hemos llegado — contestó la mujer. (Márquez, Sólo vine a hablar por teléfono,

Doce cuentos peregrinos, 1992)

Julio Cortázar ((Ixelles, Bélgica; 26 de agosto de 1914-París; 12 de febrero de 1984)

Escritor e intelectual argentino, considerado como un escritor innovador en su época, maestro

en el género del cuento corto, al igual que en la prosa poética la novela. El cual, dio un nuevo

sentido a la literatura hispanohablante, a que logró ir más allá de los moldes clásicos para la

creación de su literatura, ya que ronda entre lo real y fantástico. Entre sus cuentos, podemos

destacar: En un vaso de agua fría o preferentemente tibia Epígrafe de "Rayuela", Historia

verídica, Instrucciones para cantar entre otros.

Cuando salí de mi cuarto eran las dos, y tía Encarnación dijo que podía ir a buscarlo a

la pieza del fondo, donde siempre le gusta meterse por la tarde. Tía Encarnación debía

darse cuenta de que yo estaba desesperado por tener que salir con él, porque me pasó la

mano por la cabeza y después se agachó y me dio un beso en la frente. Sentí que me

ponía algo en el bolsillo.


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-Para que te compres alguna cosa -me dijo al oído-. Y no te olvides de darle un poco,

es preferible.

Yo la besé en la mejilla, más contento, y pasé delante de la puerta de la sala donde

estaban papá y mamá jugando a las damas. Creo que les dije hasta luego, alguna cosa

así, y después saqué el billete de cinco pesos para alisarlo bien y guardarlo en mi cartera

donde ya había otro billete de un peso y monedas.

Lo encontré en un rincón del cuarto, lo agarré lo mejor que pude y salimos por el patio

hasta la puerta que daba al jardín de adelante. Una o dos veces sentí la tentación de

soltarlo, volver adentro y decirles a papá y mamá que él no quería venir conmigo, pero

estaba seguro de que acabarían por traerlo y obligarme a ir con él hasta la puerta de

calle. Nunca me habían pedido que lo llevara al centro, era injusto que me lo pidieran

porque sabían muy bien que la única vez que me habían obligado a pasearlo por la

vereda había ocurrido esa cosa horrible con el gato de los Álvarez. Me parecía estar

viendo todavía la cara del vigilante hablando con papá en la puerta, y después papá

sirviendo dos vasos de caña, y mamá llorando en su cuarto. Era injusto que me lo

pidieran. (Cortázar, 1964)


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DEFINICIÓN DEL CUENTO

Cuando investigamos a cerca del género cuento, inmediatamente podemos encontrarnos con

diferentes tipos de cuentos, escritores, temáticas y hasta autores de diferentes nacionalidades;

eso nos deja ver que la escritura no es solamente de algunos privilegiados y que si nos fijamos

bien en la historia, el cuento ya estaba, solo que fue descubierto de forma tardía, pero bueno,

como género literario, así como la novela o la crónica literaria, el cuento tiene un gran

significado al igual que una estructura o desarrollo, partiendo desde el subjetivismo de quién

lo escribe y el cómo se va dando forma poco a poco gracias a la misma narración. Como lo

menciona Pablo Neruda: "Mis criaturas nacen de un largo rechazo", tan sencillo como esa frase,

hay ideas e historias que surgen de la nada, algunas veces se borran de un tirón, mientras en

otras ocasiones se da rienda suelta a esa historia, es claro que no hay cuento malo o bueno,

simplemente hay chispa y hay interés, es un juego entre el escritor y su forma de lograr

representar sus demonios por así decirlo y la necesidad de un mundo distante, humano,

maravilloso e imperfecto.

El cuento empieza por una suerte de revelación. Pero uso esa palabra de un modo

modesto, no ambicioso. Es decir, de pronto sé que va a ocurrir algo y eso que va a

ocurrir puede ser, en el caso de un cuento, el principio y el fin. En el caso de un poema,

no: es una idea más general, y a veces ha sido la primera línea. Es decir, algo me es

dado, y luego ya intervengo yo, y quizá se echa todo a perder. (Borges, En diálogo

vol.1, 1998)

En el caso de un cuento, por ejemplo, bueno, yo conozco el principio, el punto de

partida, conozco el fin, conozco la meta. Pero luego tengo que descubrir, mediante mis

muy limitados medios, qué sucede entre el principio y el fin. Y luego hay otros
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problemas a resolver, por ejemplo, si conviene que el hecho sea contado en primera

persona o en tercera persona. (Borges, En diálogo vol.1, 1998)

Cuando hablamos de un cuento o la escritura del mismo, nos encontramos con diferentes

posibilidades, lugares, personajes, situaciones y el ingenio de quien lo escribe; eso es algo que

no se puede negar. Conforme va avanzando la escritura y se va dando forma a la historia, nos

encontramos con lo que se quiere dejar entender al lector conforme va avanzando la lectura y

con el final, ese desenlace que quién lo escribe espera hacerlo de la mejor forma y quién lo lee

espera engancharse a un sinnúmero de emociones que tan solo él sabrá de su lectura. Pero, si

nos devolvemos unas páginas más atrás notaremos diferentes opiniones sobre la definición del

cuento y lo que se espera del mismo, sus leyes, sus formas y resultados. Como dice Cortázar:

(...) Nadie puede pretender que los cuentos sólo deban escribirse luego de conocer sus

leyes. En primer lugar, no hay tales leyes; a lo sumo cabe hablar de puntos de vista, de

ciertas constantes que dan una estructura a ese género tan poco encasillable; en segundo

lugar, los teóricos y los críticos no tienen por qué ser los cuentistas mismos, y es natural

que aquéllos sólo entren en escena cuando exista ya un acervo, un acopio de literatura

que permita indagar y esclarecer su desarrollo y sus cualidades.

Aunque existen cuentos de diferentes temáticas, gustos y estructuras, este género no debería

tratar de adaptarse o encontrarle un significado totalmente válido o aceptado dentro del campo

teórico, ya que, una teoría que logre explicar al cuento como algo más allá de historias que

logran seducir a un lector; tratar de encasillar lo que no se puede es como querer explicar por

qué y qué teoría se utilizó a la hora de escribir Doce cuentos peregrinos, El gato negro o El

ruiseñor y la rosa, nadie más allá del lector puede encasillarlo, ni siquiera el propio escritor

pues, la finalidad de esta escritura que data de hace más de 4.000 años en los avances del mundo

era la de atrapar a quienes se interesaran por su lectura, contar algo propio de su cultura o
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simplemente darle rienda suelta a historias nunca imaginadas en algunos casos, pero, fieles a

la esencia humana.

.
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DIFERENCIA ENTRE CUENTO, CRÓNICA Y NOVELA

Si bien es cierto, que, el arte o el oficio de la escritura requiere innumerables pasos para obtener

un resultado óptimo, y leal a su escritor, también necesita tocar al lector, seducirlo en un juego

en el cual ambos son los beneficiados y a la vez, quienes le dan vida, le dan sentido a un

manuscrito que pide a gritos que lo lean. Pues, quienes a veces intentan de una forma fallida

“querer” renunciar al éxito o al infortunio de dicho escrito, no lo logran; se ven expuestos a esa

combinación de sentimientos, de esas alegrías y profundas tristezas que, por medio de la pluma

van adquiriendo sentido.

Existen innumerables géneros literarios desde su historia, hasta en este momento de la historia.

Pero ¿cuál será la diferencia entre el cuento, la novela y la crónica? Pues bien, podríamos

definir al cuento, por ejemplo, si empezamos a hablar desde sus orígenes es una palabra

proveniente del latín compŭtusy significa “cuenta”. Una narración que puede ser breve o de

una extensión considerable de acuerdo a cada escritor, creada por uno o varios autores, con

unos personajes definidos, una trama sencilla dependiendo de su género y su lector. Aunque

en algunos casos, es complejo lograr diferenciarla de una novela corta ya que, en algunos casos,

son bastante parecidos.

Existen diferentes tipos de cuento, podemos encontrar cuentos infantiles, juveniles, fantásticos,

de comedia, románticos, cada uno de ellos, será entrelazado a quienes gocen de su contenido y

sus respectivos autores.

Al igual que la crónica, son géneros literarios, en algunos casos periodísticos que logran

transmitir al lector una historia por medio de la escritura. Podríamos definir la crónica como

un género con bastante acogida dentro del público, puesto que recoge dentro de su escritura un

oficio de investigación por parte de su autor de acuerdo al tema, hay quienes, tendiendo un

tema, logran escribir una crónica rica en información para sus lectores. Como, por ejemplo,
25

hay escritores que se dedican un tiempo razonable a la investigación de su crónica; ya que la

información que reposa en ese tipo de escritura, es de carácter completamente verídico de

interés social y cercano a la realidad En esta escritura se pueden encontrar situaciones, lugares

y personajes verdaderos, que en algunos casos optan por guardar su identidad dentro de estos

hechos cronológicamente descritos a diferencia del cuento, donde todo lo descrito germina de

lo inverosímil.

Al igual que el cuento y la crónica, la novela, teniendo en cuenta la definición del diccionario

de la Real Academia Española (RAE) se define como la primera acepción del término como

aquella obra de la literatura que, desarrollada en prosa, logra narrar acciones que pertenecen de

forma parcial o por completo al ámbito de lo ficcional. En algunos casos, la novela es un género

literario que logra dar vida a hechos ocurridos con anterioridad, utilizando recursos ficcionales

para dar rienda suelta a la trama de ésta. Que, al igual que el cuento, tiene diferentes campos;

como lo son la novela picaresca, humorística, didáctica, corta entre otras, eso depende de cada

escritor quien le dará sentir y forma a su escritura y para ese lector, que espera con ansias una

nueva historia.

Aunque son géneros con diferencias notables dentro de su información, su veracidad y empeño,

comparten el mismo oficio, gozan de sus mismos creadores y amantes de estos géneros

literarios. Son escrituras, la pluma hecha personaje principal en toda una historia. Personajes

que viven, que sienten y que, a veces por amor a su andar escritural manchan de sangre sus

desenlaces.

La escritura es cuento, es crónica, es poesía, es novela. Es el sentido de dar rienda suelta a un

hecho, a una verdad o una ficción. Basados en la historia sobre la literatura, a sus autores más

reconocidos y a quienes vienen en camino. El oficio de la escritura es eso, es sentir, es vivir

cada párrafo de la escritura, es sentir a cada uno de sus personajes sus vivencias. Es saber, que
26

mientras se va dando paso a cada acción de manera ficcional o verdadera, vas llevando cada

vez más lejos el oficio del escritor empedernido. Ese que, por medio de cuentos, novelas,

poemas y demás creaciones literarias, le dan fuerza a ese loco que algunos llevan por dentro,

el cual, en el éxito de la lectura, se siente atraído por cada acción; casi que un personaje más

de aquella historia.

El deber de los escritores no es conservar el lenguaje sino abrirle camino en la

historia. Los gramáticos revientan de ira con nuestros desatinos, pero los del

siglo siguiente los recogen como genialidades de la lengua. De modo que

tranquilos todos: no hay pleito. Nos vemos en el tercer milenio. Gabriel García

Márquez
27

LA LITERATURA LGBT Y LA MODERNIDAD

Para poder hablar a cerca de literatura homosexual, se debe saber sobre la Teoría Queer, teoría

que si hablamos de estudios es algo relativamente nuevo. Una teoría sobre el género que afirma

que la orientación sexual y la identidad sexual o de género de las personas son el resultado de

una construcción social y que, por lo tanto, no existen papeles sexuales esenciales o

biológicamente inscritos en la naturaleza humana, sino formas socialmente variables de

desempeñar uno o varios papeles sexuales. Rechaza por completo la clasificación de los

individuos en categorías universales como “homosexual, “heterosexual “, “hombre” o “mujer

“, sosteniendo que éstas esconden un número enorme de variaciones culturales, ninguna de las

cuales sería más fundamental o natural que las otras. Contra el concepto clásico de género, que

distinguía lo “heterosexual” socialmente aceptado (en inglés straight) de lo “anómalo” (Queer),

Esta teoría, afirma que todas las identidades sociales son igualmente anómalas.

Cuando se acepta al individuo como un ser social, hablamos entonces de derechos,

obligaciones, normas y el libre desarrollo de la personalidad. Hasta este momento todo parece

estar regido de una forma en la que, ningún individuo debe ser sometido al escarnio público y

mucho menos violentarle sus derechos por ser diferente al modelo concebido por el patriarcado.

Pero la realidad es completamente contraria pues, se puede observar un sinnúmero de tropiezos,

oportunidades, rechazos a los cuales diariamente son sometidos homosexuales, lesbianas,

transexuales y heterosexuales, por el simple hecho de ser diferentes ya sea en su forma de amar,

vestirse, su color de piel e incluso la forma de pensar. Un discurso completamente

contradictorio si se quiere investigar y argumentar sobre derechos del ser. La Teoría Queer o

Teoría Rosa como algunos le llaman, busca romper estereotipos y lograr ser un objeto de

estudio ante las diferencias que existen, y con esto dar respuesta a los abusos que se cometen

diariamente y que basados en la historia logramos ver a simple vista; mujeres, hombres, negros,

blancos y homosexuales sometidos al patriarcado.


28

Si se investiga a fondo sobre literatura homosexual existen registros sobre novelas o cuentos e

incluso escritores abiertamente homosexuales como es el caso de Oscar Wilde, Truman Capote,

Virginia Woolf, Federico García Lorca, James Baldwin, Gertrude Stein entre otros. Autores

que si bien fueron de alguna forma respetados por su homosexualidad y su habilidad para la

escritura; otros no gozaron de tales privilegios como es el caso de Oscar Wilde o Federico

García Lorca ya sea por la época en la que la homosexualidad era algo prohibido o simplemente

porque a pesar de tener una obra reconocida y gozar de reconocimiento, la vida tal vez, para

algunos no tenía mucho sentido ante lo exigido en ese entonces.

La literatura viene acompañada de innumerables reconocimientos, de autores célebres y obras

que, en el siglo XXI a pesar de ser clásicas, son catalogadas como clásicos importantísimos de

la literatura universal. La literatura griega, francesa, latina, portuguesa, española, india,

colombiana…y la lista se convierte en un tratado sin fin, pero ¿la literatura gay? ¿por qué en

algunos casos ni se menciona? ¿será el patriarcado? ¿será que no es importante? ¿qué pasa? Al

escribir una novela sea del género que sea, tiene sus bases, los momentos de declive al momento

de darles forma. No me imagino a Oscar Wilde tratando de escribir The Profundis sumado en

la tristeza de estar lejos de su familia y su compañero mientras le fue arrebatada su libertad, su

posición de escritor y dramaturgo; siendo obligado a trabajo forzoso por el simple hecho de

tener un romance con otro hombre. Eso no hizo tal vez, en aquel entonces que sus cuentos al

igual que sus novelas y composiciones teatrales como Salomé hayan perdido esencia,

inteligencia y reconocimiento por el solo hecho de la homosexualidad de su escritor. El

patriarcado es y siempre será un agente opresor ante los que aún son considerados minorías o

fuerzas débiles.

“El homosexualismo o la homosexualidad, como concepto teórico sea sociológico o

cultural surgió en el siglo XIX por aquella necesidad de poner nombre a todo. Sin

embargo, ese comportamiento aparece a lo largo de toda la historia como una


29

expresión natural en todos los lados del mundo. No hay nada que reivindicar cuando

estamos hablando de la misma naturaleza humana. Simplemente es así.” Fernando

Vallejo

Son muchas obras que hasta nuestros días han sido reconocidas a pesar de haber pasado un

momento crucial para quienes las hayan escrito, porque, al fin y al cabo, es la inteligencia, la

destreza y el oficio lo que hace que un autor y su obra tengan valor, no el con quién se acuesten

o de qué escriban.

Es indignante que en pleno siglo XXI el campo de la literatura LGBT aún tenga tantos vacíos,

nadie se pregunta o da respuesta ante el mínimo reconocimiento que se le da. Una realidad que

conforme avanzan las nuevas generaciones, el vacío se va haciendo cada vez más grande y los

debates sobre nuevas formas de enseñar, los nuevos contenidos o los nuevos modelos de

familia. ¿Quiénes serán los responsables? Quizá seamos nosotros mismos.

Hace algunos años para los nuevos escritores y su obra de carácter homosexual, era un tabú

tanto para las editoriales, como los mismos editores; era una suerte que hubiese un destello de

luz para ellas ante una mirada poderosa y puritana.

Si bien es cierto que en algunos países del primer mundo la homosexualidad ya no es vista

como algo prohibido, aún quedan pequeños rasgos de dolor en algunos investigaciones y obras

que demuestran una realidad que, a pesar de tantos años de existencia, llenan de vergüenza y

de necesidad para dar a conocer la realidad que en algún momento se vivió. En la obra de Colm

Tóibin El amor en tiempos oscuros nos da a conocer las diferentes visiones a cerca de la

homosexualidad por medio de algunos personajes de la Irlanda de los años 1854-1900, la

homosexualidad no siempre fue del todo aceptada o al menos no en el tiempo de Wilde o de

Lorca, entre lo erótico y lo secreto hasta los tiempos como se puede entender en la obra menos

oscuros.
30

La literatura homosexual en Colombia, aunque no goce de un amplio reconocimiento, ha sabido

manifestarse y darse a conocer ante el patriarcado. Obras que van desde La Virgen de los

sicarios de Fernando Vallejo o Técnicas de masturbación entre Batman y Robín del escritor

Efraím Mejía Reyes, Laura Restrepo con su novela Delirio, entre otras obras cuyos autores

como: Claudia Arcila, Jaime Jaramillo, Alonso Sánchez Baute, Alba Lucía Ángel, Raúl Gómez

Jattin, Piedad Bonnett a pesar de no pertenecer a una gran lista de autores sobre esta temática,

han tratado de forma preferente la vida homosexual en sus obras.

Así como es necesario un Don quijote de la mancha, un gato negro o un ruiseñor y la rosa, es

necesario ese sentido de poder reflejarse, de encontrarse en ese otro, en una obra literaria que

trate estos temas, de ver vivencias, gustos y necesidades de forma igual. Es necesario un vínculo

emocional con la lectura, quienes gozan de una diversidad sexual de género como cualquier

otro lector sienten la necesidad de encontrarse en la literatura, una carencia temática no puede

seguir siendo algo que se encuentre sólo en un subtexto.

Querían hablar, pero no pudieron; había lágrimas en sus ojos. Ambos estaban

pálidos y delgados; pero aquellos rostros pálidos estaban iluminados con el

amanecer de un nuevo futuro. Crimen y castigo. Fiódor Dostoievski.


31

ALGUNOS APORTES A LA LITERATURA HOMOSEXUAL EN COLOMBIA

Si bien es cierto que, en Colombia el campo literario ha sido rico en el género del cuento, la

poesía, la novela, el teatro y lo que tiene que ver con la literatura infantil, el campo de la

literatura de género u homosexual ha sido uno de los menos explorados, aun cuando esta

escritura goza de reconocimiento a nivel mundial por parte de autores sobresalientes como

Oscar Wilde, Truman Capote, Virginia Woolf entre otros. Sin duda, es un gran avance para

estas nuevas literaturas, sus personajes y un público que goza y necesita de ellas. En Colombia,

aunque hay autores que se han dado a la aventura de darle paso a este “nuevo” tipo de literatura

de forma directa o indirecta en sus obras como Fernando Vallejo, Alba Lucía Ángel, Raúl

Gómez Jattin, Piedad Bonnett, Fernando Molano, Jorge Franco, Laura Restrepo, entre otros,

dejan ver que aún hay ciertos vacíos y falta de expresión libre en el campo literario con relación

a la diversidad sexual.

Con relación a los primeros rastros de la literatura sobre diversidad sexual en Colombia,

podemos encontrar Al diablo la maldita primavera del escritor Alonso Sánchez, la cual deja

ver la realidad homosexual en Barranquilla dejando al descubierto un pequeño “submundo” de

prácticas y sentimientos gay. La cual ha sido merecedora de reconocimientos y premios en el

campo literario desde su lanzamiento en el año 2002. De ahí en adelante se pueden encontrar

novelas y cuentos de carácter homosexual en sus personajes tanto principales como

secundarios, esto se puede observar en Un beso de Dick, como en La virgen de los sicarios

obra literaria de Fernando Vallejo donde nos muestra la relación homosexual entre un escritor

adulto y un sicario de las comunas de Medellín y todo un marco histórico que tiene que ver con

el narcotráfico y del ya fallecido capo Pablo Escobar, en Delirio novela de la escritora bogotana

Laura Restrepo evidencia claramente la homosexualidad de un personaje secundario “El

Bichi”, el cual presentaba ciertas tendencias homosexuales, dejando entrever la importancia de

dar a conocer personajes, historias y acciones que giran en torno a una realidad hecha literatura.
32

Vaya lleve a éste a conocer el cuarto de las mariposas”, le dijo a Alexis, y Alexis me

llevó riéndose. El cuarto, es un cuartico minúsculo con baño y una cama entre cuatro

paredes que han visto quietas lo que no he visto yo andando por todo el mundo. Lo que

si no han visto esas cuatro paredes son mariposas, porque en el cuarto así llamado no

las hay. Alexis empezó a desvestirme y yo a él; él con una espontaneidad candorosa,

como si me conociera desde siempre, como si fuera mi ángel de la guarda. (Vellejo ,

1994)

Dentro del género del cuento a Harold Kremer y su magnífica recopilación de cuentos en su

obra titulada ¿Por qué me muerdes?, obra que va dedicada al papel de la mujer, de las mujeres

que admira y que, durante su niñez, fueron parte fundamental para que hoy en día, dentro del

género sea ampliamente reconocido a nivel nacional. Con su cuento llamado El gato negro,

historia que gira en torno a la vida de una pequeña que fue criada por sus abuelos paternos, ya

que sus padres mueren en un trágico accidente y que, por medio de ella su abuelo viviría quizá

rememorando su experiencia de vida con su difunto hijo y viendo en su nieta ese niño que se

fue. Adentrándola a un mundo de fuerza, de trabajo y tierra en el campo; alejándola por

completo de todas esas tradiciones femeninas estandarizadas por la sociedad, y que más

adelante sin saberlo, aquella niña asumiera el rol de masculinidad, de las labores del campo y

a ejercer una vida diferente a las que normalmente se acostumbra en un pueblo, llevando su

deseo sexual a una vida tranquila al lado de una mujer luego de la muerte de sus abuelos. La

cual, la acompañó como parte fundamental de su cambio de niña a mujer; mientras su abuelo

ejercía su poderío de macho en el Gato negro.

Hay que resaltar que, dentro del género novela y cuento del ámbito homosexual, hay quienes

llevan más allá su escritura, es decir pasan de querer dar a conocer un escrito totalmente directo

a un texto con ciertas claves o pequeñas incorporaciones de personajes para los cuales la

homosexualidad se presenta como por así decirlo, un problema, un trauma o una vida que se
33

abalanzó sobre ellos, cual nube negra capaz de apagar su alma. Este es el caso que encontramos

en la obra titulada Delirio, de la escritora Laura Restrepo la cual narra una historia que gira

entorno a Agustina, a quién la “locura” le ha tocado de momento y a su paso surgen pequeñas

narraciones y personajes entrelazados a su pasado. Personajes que forman parte de la vida de

agustina, aquí encontramos al bichi, quién es hermano menor de Agustina y para el cual la vida

no le ha ofrecido momentos muy gratos, puesto que cuando era pequeño al presentar ciertos

amaneramientos, es abusado por su padre en aras de revivir en él su masculinidad, Esto genera

en el bichi, que su homosexualidad sea mucho más visible para él y su familia, y aunque al

inicio es una situación de choque familiar, al final de su papel dentro de la narración su núcleo

familiar termina por aceptar su homosexualidad y a su pareja.

Al igual que en el cuento, como en la novela literaria el género homosexual, al igual que sus

personajes y vivencias, están presentes en la literatura colombiana Cabe rescatar también en el

campo de la poesía a Miguel Ángel Osorio Benítez, más conocido como Porfirio Barba Jacob,

poeta que se declaró abiertamente homosexual en su época y que dejó invaluables aportes de

poesía homosexual en Colombia, puesto que en algunas ocasiones dirigía de forma abierta sus

poemas, los cuales fueron escritos durante su exilio fuera de nuestro país. Poemas dentro de

los cuales, encontramos la composición de un verso la “elegía platónica” la cual canta al amor

de un joven:

Amo a un joven de insólita pureza,

Todo de lumbre cándida investido:

La vida en él un nuevo dios empieza,

Y ella en él cobra número y sentido.

Él, en su cotidiano movimiento


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Por ámbitos de bruma y gnomo y hada,

Circunscribe las flámulas del viento

Y el oro ufano en la espiga enarcada.

Ora fulgen los lagos por la estría…

Él es paz en el alba nemorosa.

Es canción en lo cóncavo del día.

Es lucero en el agua tenebrosa… (Barba Jacob 2006:246)

Sin duda, los aportes en la literatura homosexual en Colombia son pequeños pasos llenos de

fuerza, los cuales poco a poco podrán forjar toda una historia, un legado que sin duda harán de

este género algo realmente importante dentro de nuestra historia literaria y que lograrán

permear diferentes campos dentro del arte en nuestro país.

La Sociedad, tal como la hemos constituido, no tendrá sitio para mí, no tiene ninguno

que ofrecer; pero la Naturaleza, cuyas dulces lluvias caen por igual sobre justos e

injustos, tendrá tajos en las peñas donde yo pueda esconderme, y valles secretos en

cuyo silencio pueda llorar tranquilo. Oscar Wilde.


35

BIBLIOGRAFÍA

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37

SEGUNDA PARTE

CUENTOS
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EL CUARTO DEL PECADO

Es tarde, saludan a la abuela al entrar a casa y sin más suben las escaleras. El ritual de todos

los viernes al llegar a casa de Emma, excepto si venían con algún amigo.

-Entra al cuarto rápido, mi abuelo está en el baño y no quiero que te vea esta noche. Cierra la

puerta despacio. (te quiero) susurró a su oído.

-Vale.

Nunca otra opción, siempre accedía sumisa.

-Hola abuelo, qué tal el trabajo hoy…

-Bien, mija. Y ¿hoy por qué no salió con sus amigos?

-Si salí, solo que tenía dolor de cabeza y preferí volver a casa.

-Ah bueno, y ¿vino hoy con su amiga?

- ¿Cuál amiga?

- La muchacha que le ayuda con los trabajos de la universidad.

-Ah… hoy esta con el novio o no sé. Bueno abuelo voy a dormir.

-Hasta mañana mija, abríguese que hace frío.

-Vale abuelo.

Mientras Emma compartía un momento con su abuelo, Ana lee un libro mientras toma una

poco de vino que lleva en su mochila, estaba enganchada a su libro, y lentamente se abre la

puerta del cuarto, mientras una sonrisa cómplice se asoma en medio de la oscuridad.

Ella sonríe, sube a la cama y toma un poco de su vino. Emma sabía cómo manejarla.
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¿Qué tal tu abuelo?

-Bien, ya sabes que nunca está en casa al igual que yo.

-Y tu amiga la que te ayuda con los trabajos de la universidad ¿dónde anda?

-Quién sabe, a lo mejor anda con el novio.

-Sí, el novio…

- ¿Quieres leer conmigo?

-Porqué más bien no vemos una peli. ¿Te parece?

-Vale.

-Cuando vas a decirle a tu familia?

- ¿Decirles el qué?

-Pues…

-No puedo, no creo que les diga nunca.

-No puedes vivir así toda tu vida, si te quieren van a aceptarlo.

-Además yo soy una buena chica ¿no crees?

-Ana, mi familia siempre me ha visto con manes. Han conocido a mis novios. ¿cómo voy a

salir con esto ahora?

-Vale, respeto tu opinión, pero… en algún momento vas a tener que decirles.

Se abrazan, encienden la tele y ponen el DVD portátil que Emma compró cuando vivió en

España y sin más ponen una peli. Hay tiempo para charlar, reír y picar un poco ya que vienen

con algunas copas de vino en la cabeza. No hay prisa para el amor, tampoco para el sexo
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apresurado. Se conocen hace poco por amigos de la U. se la llevan bien, parecen las mejores

amigas o al menos eso creen todos fuera del cuarto.

La vida transcurre tranquila y algunas veces alocada las dos, a quienes a pesar de estar en

universidades distintas se conocen, comparten gustos, pensamientos y sentimientos para chicas

de su edad. Con el pasar del tiempo la confianza es cada vez más cercana, los momentos

compartidos se convierten casi siempre en un problema constante.

Aquél cuarto oscuro era su testigo, su escudero ante la familia de Emma, pues Ana en casa

gozaba ya sus decisiones de vida. Algo que lograba siempre diferenciarla de ella, pues, aunque

sólo se llevarán un año de edad que pasaba ya los veinte años, Ana siempre supo que tenía una

vida, y que sus padres ya habían vivido la suya al igual que sus primos, tíos y amigos, algo que

Emma no compartía por la religión de sus tíos. La homosexualidad para ella significaba

perderlos, pero en medio de las sábanas no parecía importarle mientras en medio de la noche

con la televisión en un volumen moderado y con la puerta asegurada, ella gozaba de sus

instintos más bajos, de la piel hirviendo de placer mientras llegaba al cielo sobre el cálido

cuerpo de Ana. Allí olvidaba por completo su cruz, mientras su familia dormía, o al menos su

abuelo quien dormía al lado de su cuarto, pero que por cosas de la vida y los años no escuchaba

ya con claridad.

Al día siguiente el panorama era el mismo, un pequeño fantasma en casa tomando café en el

cuarto, mientras el abuelo se organizaba para ir a su trabajo.

-Shuuu, mi abuelo ya casi se va. No hagas ruido ni salgas del cuarto.

-Bueno.

- ¿Qué te parece si vamos de acampada?

-Suena bien nena


41

-Vamos con Cristian, ya sabes que si vamos solas a mi abuela le va a parecer raro.

-Está bien-contestó con resignación

Algo que sin duda lograba tensionar el ambiente, nada nuevo para las dos. Una situación que

poco a poco fue destrozando las cosas. En el campamento al lado del río y viendo el agua correr

por su camino se prometieron mil cosas, rieron y al igual que su amigo hablaron de la vida, de

sus planes. Fue un bonito “sueño”.

Pero como era de esperarse, parecían las mejores amigas del mundo, pero dentro de la carpa la

realidad era otra. Y así Emma no quisiera reconocer su verdad, disfrutó al igual que ella un

tiempo en paz, libre del pensamiento patriarcal.

Al llegar de nuevo a la ciudad, se vieron muy poco esa semana. Los parciales, trabajos y

reuniones entre compañeros de universidad no se hicieron esperar. Solo que en esta ocasión

ella haría algo que Ana rescataría mucho. Al llegar a una unidad en el sur de la ciudad.

-Ana, te presento a Noggy, Magaly y Mauro, son compañeros de la universidad. Muchachos

ella es la chica de la que les hablé…

Un silencio invadió por completo el apartamento, y luego las chicas empezaron a hablar con

Ana, y Emma se notó tranquila.

- ¿Y tú que estudias Ana?

-Literatura.

-Interesante…

- ¿Y cómo conociste a Emma? Preguntó Magaly.

-Mi mejor amigo, estudia en la misma universidad de ustedes. Él nos presentó.

-Y cuándo fue eso? -entre risas.


42

-Hace casi dos años, lo recuerdo muy bien. Hasta cómo íbamos vestidas. Dijo, mientras miraba

a Emma.

-Me gusta como la miras. Uno no mira así a cualquiera. Dijo Noggy

-Es verdad, respondió sonrojada.

-Sigamos con el trabajo- dijo en un tono seco Emma.

Luego de terminar el trabajo con sus compañeros se despidieron de Emma y Ana.

Las cosas no marcharon bien luego de eso. Camino a casa en el taxi Emma no pronunció una

sola palabra, así que Ana tampoco lo hizo para darle su espacio. Al llegar a casa se puso a la

defensiva.

-Ana tenés que disimular, no quiero que mi familia se entere.

-Pero que pasa, ya vamos a cumplir dos años Emma.

-Porque no vienes un día a casa con el man que te cae en tu universidad. Y así mi abuela ve

que te gustan los manes.

-Emma qué dices. ¡Cómo me pides eso!

-No quiero defraudar a mi familia.

-Mejor hablamos luego, voy a casa.

-pero ¡cómo te vas a ir a esta hora Ana! Es muy tarde.

En ese momento abrió la puerta la abuela de Emma.

-A ver, locas entren a la casa que esta tarde, ahí hay comida.

-Gracias.

-Sube al cuarto, no hagas ruido.


43

Ana no estaba enojada. Más bien cansada, desilusionada de Emma y su inmadurez.

- Mi abuela preparó lo que te gusta, y aquí traigo jugo nena.

-Gracias.

- ¿Qué pasa? ¿Porque me respondes así?

-No, nada es que tengo un poco de dolor de cabeza. Mientras en su cabeza se preguntaba cómo

podía preguntar qué pasaba. Pero ella siempre fue muy débil o el amor la había vuelto como la

canción de Shakira, cedía rápidamente en lo que fuera con ella.

Beso va y viene, un ligero roce de cuerpos. La noche aún albergaba pasión y lujuria en sus

cuerpos. Lo más cercano al sexo, al amor y al odio que tenía cerca era a Emma, hasta el día en

que la conoció nunca había entregado su cuerpo, ni siquiera con un hombre. Algo que no le

importó mucho, se sentía en lo más alto del cielo junto a ella, aunque de vez en cuando visitara

el infierno en su compañía. Se tenían mucha confianza, era verdad. Siempre hablaron de sus

viejas heridas, de sus batallitas de amor. Aunque Ana casi siempre salía mal librada de esto,

era mucho voltaje en cuanto a egoísmo y descaro por parte de amada.

Las batallas de amor que se habían librado en aquella cama de 1, 20 cm de ancho manchaba

por completo su alma y su cuerpo de sensaciones vacuas, corazones vacíos, besos y caricias

que habían sido dueños de Emma y de aquél cuarto del pecado desde que llegara a su vida. Los

idealismos de Ana, aunque supiese la verdad desde un principio, nunca querían ver la realidad.

Su idea de amor siempre fue diferente.

Con el pasar del tiempo. no todo era color de rosa o al menos del rosa que Ana imaginaba. A

decir verdad, la mayoría de las relaciones son así, no todo es perfecto o así nos lo enseñaban

las abuelas, maestras en paciencia y dedicación.


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El egoísmo de Emma se hizo constante, como también las malas palabras y las traiciones. Pero,

ella se mantuvo firme, la idea del amor lo puede todo cuando es por el ser amado o eso llegó a

pensar cada vez que cruzaban sus miradas.

Una y otra vez aquél cuarto del pecado y amigo de su amada sirvió de escudero fiel frente a

ella y de paso a sus amantes. El cuarto del pecado como lo llamaba Ana nunca pasó

desapercibido para ella, fue su altar de “amor” aunque las batallas anteriores dijeran lo contrario

en aquel lugar.

A veces cuando Emma escuchaba que venía su abuela al cuarto o la llamaban, rápidamente se

acostaba en el suelo, en un colchón que bajaban la noche anterior para pasar desapercibidas y

no generar sospecha alguna ante su familia. Muchas noches transcurrieron así y Ana se fue

acostumbrando por el bienestar de Emma y apaciguar un poco las cosas.

Casi siempre en una relación siempre hay alguien que se queda colgado por el otro; y es verdad.

Hasta que llega el momento apropiado y casi perfecto, en el que después de tantas batallas

perdidas, tanta alegría y deseo van rompiendo el lazo que los une y este, se va volviendo cada

vez más débil y quebradizo…

- ¿Por qué jodés tanto?

- ¿Por qué ya no querés cama conmigo?

- ¿Por qué sos así?

- ¡Me tenés harta

-Por qué no podés ser como…

-Nunca podés

-No quiero.
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-no, no, no, no…

El silencio de la noche,

En medio de la oscuridad casi fortuita.

Tú y yo… el secreto que embarga el alma,

Sentía poco el amor que llaman prohibido,

El que hacía encender el alma.

Y el que resplandecía desde mis adentros…

Prohibido.

Esa era la palabra que lograba envolvernos,

Prohibido.

Y lo que en tu cuarto oscuro lograba seducirnos en medio del miedo,

del desenfreno y el frio de un alma vacía e intacta de mi amor prohibido.

Ese…que a diario sembraba una y otra vez en ti,

Ese… que en tus ojos veía,

cuando mi alma ardía de amor por ti.

Esos ojos,

esos ojos que no son de aquí…

Que alborotaban el alma,

Pero a veces…

Sólo entristecían mi espíritu.


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Leves murmullos en medio de la noche,

Caricias clandestinas.

A veces ausentes,

Prohibidas ante los ojos ajenos.

Un cuarto del pecado y a la vez del delirio.

Deseo vacuo y mezquino.

Heridas que, aunque escuecen en el alma,

Reaniman el valor de lo que algún día fue bello.


47

NECEDADES

Sí, era cierto. Y aunque no había transcurrido mucho tiempo, para Julia siempre fue imposible

estar sola. La noche anterior al contemplar la amarga y oscura noche, la sumisa y entregada

Ana estaba allí para cumplir su cita, para cumplir con los deseos de la carne; uno que otro

orgasmo si es que a eso alcanzaba a llegar en compañía de ella, si ella; la de las caderas grandes,

la oscura, la amarga y taciturna chica con la cual había ya de completar los cuatro años de

relación en aquél oscuro cuarto lleno de recuerdos, de deseos encontrados, de viejos amores,

lágrimas y penas que estaban impregnados de pasado y a la vez de un presente que aún

acompañaba Julia en medio de mentiras, de besos y sueños en los cuales Ana era sólo una

ficha más de aquel juego.

El ritual fue el mismo de siempre, una que otra copa de vino, una canción y una película a

medio ver, mientras poco a poco se iban apagando las luces de la casa Julia, una casa llena de

vivencias que sólo ellas dos sabían y de las cuales la protagonista no era más que una sonrisa

postiza. Te amo…susurró al odio mientras le besaba el cuello y lentamente desabrochaba su

blusa, y el deseo que le caracterizaba en las noches de pasión y lujuria en medio de un cuarto

lleno de misterio y silencio. Beso a beso y palmo a palmo las dos eran testigo de una noche de

placer, aunque para Ana siempre fue algo más que eso, hasta la mañana siguiente.

-No hagas ruido- decía Ana, mi familia no puede enterarse de esto, de nosotras, de lo que somos

y lo que mostramos frente a ellos. En medio del deseo Ana siempre accedía a sus peticiones,

una y otra vez siempre lo mismo.

A caso ¿nunca va a aceptar lo que es? Se preguntaba, mientras Julia gozaba de su cuerpo y de

lo que ella, sólo ella sentía, puesto que, aunque la quería nunca sintió lo que es el verdadero

amor a su lado, en el alma de una mujer entregada al amor y la verdad.


48

¡Oh! Susurró Julia mientras rápidamente apartaba con brusquedad a Ana, como de costumbre

luego de conseguir satisfacer su deseo.

Aquella noche iba a ser diferente. Se prometió así misma que jamás volvería a sufrir por ella,

que la vida era muy corta y que la imagen que se había hecho de la mujer que amaba era esa,

porque la real era otra.

Cuando llegó el alba se apartó un poco de su lado en aquella cama estrecha, se levantó de

puntitas, vaciló un poco al ver el rostro con la luz del móvil en medio de la oscuridad y fue al

baño. Se miró al espejo, sabía que una parte de ella había muerto esa noche, lo tenía claro.

Aunque esa parte innata del alma le punzaba poco a poco su corazón enamorado, se lavó la

cara, respiró profundamente y volvió a la cama.

Tomó suavemente el brazo de Julia y lo llevó a su hombro, buscando el abrazo que debía rogar

casi siempre y que, por primera vez en casi cinco años sintió que le correspondía, como si tal

vez notase que esa noche sería la última a su lado; cerró los ojos y se quedó dormida.

Al despertar, la contempló como alguna vez lo hizo cuando se sintió amada por ella, mientras

dormía. Pero al despertar las cosas no fueron color de rosa, o al menos del rosa que Ana siempre

imaginaba.

-Que pesada eres mirándome, ¿nunca vas a cambiar o qué? Llevamos cinco años, a mí me

cansa lo mismo contigo.

-Tal vez algún día- respondió Ana mientras lentamente dejó caer una lágrima por su mejilla.

- ¿Otra vez vas a llorar? Estoy cansada de vos, de tu lloradera y de lo pesada que eres.

- A caso ¿no puedo llorar? ¿No puedo derramar una lágrima ya sea de tristeza o de alegría?

-No es que no podás, es que siempre es lo mismo con vos. Nunca tuve esos problemas con

Andrea.
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-mmm, no sé qué tenga que ver aquí tu pasado Julia, no entiendo el porqué de tus

comparaciones con una persona que jamás hizo lo que yo he hecho por ti, del amor que de

verdad he demostrado en todo este tiempo, como tampoco entiendo por qué sigues sabiendo de

ella cuando muchas veces has repetido lo mismo; que es parte de tu pasado.

-Pensá lo que te de la puta gana, y si no te gusta mi sinceridad ahí tenés la puerta, ya sabes para

que sirve, vos no querés nada en la vida, no sé de tus aficiones, no compartís viajes conmigo

fuera del país, no piensas igual a mí, no tenés dinero.

¿Qué voy a lograr con vos?

¿A caso vivir de pequeñeces?

Vos sabes que mi familia no está aquí, que mi anhelo es estar con ellos, mientras vos no me

das más que problemas y me hundís en un enojo constante que con sólo mirarte me desespera,

no sé qué hago con vos, estoy harta.

¡harta! ¿Me escuchas?

Decime algo, decime que es verdad, que vos no querés más nada que a tu perro y ya, ni siquiera

a tu sobrina como yo a mis sobrinos y a mis hermanos. Siempre la misma ¡maricada con vos!

¡Habla!

¿Me vas a dejar hablando sola Ana?

¡Puta vida!

Iracunda, se dirigió al baño dando un portazo que retumbó en toda la casa, mientras Ana se

llenaba de fuerza y de verdad ante la realidad de su “amada”. Observó aquel cuarto por última

vez, la biblioteca que reposaba en la pared, las cosas personales que por años atesoró Julia en

el cuarto y admiró por última vez los regalos, los pocos detalles que guardaba y que en algún
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momento le había obsequiado en fechas especiales. Tomó la ropa que aún había en el closet,

se vistió rápidamente, organizó sus cosas, se recogió el cabello y se dispuso a abrir la puerta de

aquel cuarto…

¿Por qué siempre tenés la razón Ana, siempre haces que yo parezca la mala?

¡Responde! - Dijo Julia entrando al cuarto.

Fue inútil, ella optó por un silencio cortante, mientras en su mente se decía o más bien se

preguntaba una y otra vez del porqué de la actitud de Julia, cuando siempre buscó su bienestar

a pesar de que no siempre tuvo la razón de las cosas; aunque siempre tuvo la mente y el alma

tranquilas. Prefirió un adiós silencioso mientras tomó fuerza para salir del cuarto, se colgó su

mochila al hombro y no fue capaz de mirarle a los ojos, bajó rápidamente las escaleras, se

condujo a la sala, guardando la esperanza que tal vez, Julia bajaría a pedirle disculpas por lo

ruin que había sido en el cuarto, pero eso no sucedió. Así que sin más abrió la puerta y salió de

allí.

De repente escucha un fuerte portazo, pero no era cualquier portazo. Ana sabía lo familiar que

era aquel ruido ensordecedor y lleno de ira, caminó algunas calles buscando consuelo en la

mirada de los transeúntes, abordó la buseta de siempre rumbo a su casa y sin más se dio a la

tarea del olvido.

Alguno que otro mensaje llegó a su móvil, pero fue algo inútil, hizo caso omiso a ellos. Nunca

más volvió a saber de ella, nunca volvió a caminar por sus calles, nunca más su nombre, nunca

más sus besos.

Nunca…

Al cabo de un año, al revisar los mensajes de su correo electrónico, encontró un mensaje de

ella, en el cual intentó de nuevo abalanzarla al juego del “amor” pero eso también fue inútil,
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Ana no cedió al juego del pasado, a las mentiras disfrazadas de cosas que sólo ella podía

inventarse en medio de su egoísmo. Y al cabo de algunos meses más se encontró con aquél

fantasma, el fantasma que acarreó todo su pasado al lado de Julia, aquél fantasma que Julia

nunca se negó a olvidar.


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BESOS MEZQUINOS

Cruza la esquina, vacila un poco en medio de los transeúntes…Y sin más mira fijamente al

chico del bar. Es viernes y desde que los pies de Lorena tocan el piso de su cuarto lo sabe.

Observa su reflejo en el espejo; ve que los años no pasan desapercibidos, como tampoco las

alegrías y sus más profundas tristezas…Las cicatrices de los años. A sus 58 años de edad tiene

más de una arruga, la prueba fiel de su lucha ante ese ser que expresa al exterior en medio de

la noche y a su afán de sexo y lujuria.

Se ducha y se viste con rapidez. Hay un negocio que atender, una peluquería que desde sus 35

años de edad maneja desde que Nicole, otra que como ella vivía en un cuerpo ajeno, hasta que

decidió probar suerte en otras tierras y… ¿por qué no? poder ser quien realmente era, lejos de

su familia. Mientras que Lorena seguía allí atrapada, sumisa ante eso llamado sociedad. La

peluquería como dice ella gracias a Dios le ha dado para todos los gastos de la casa y sus noches

de locura con los pollos de la sexta en Cali.

En el barrio es reconocida por su cabello rubio cenizo, el mismo que ha cuidado desde que

decidió dejarlo crecer ante el qué dirán o el respeto ante sus sobrinos; también por su léxico,

uno que sin más se ha nutrido un poco de la calle, un poco de Lulú, de Maracas, de Charles…

lugares a la orden de la noche para la rumba, para conocer amigos y un poco de romance si así

lo requiere.

Abre la puerta de la peluquería con su estilo particular de mujer robada, a eso de las 10:30 a.m.

recibe su primer cliente, un joven de unos veinte años y que desde hace ya dos, es otro como

muchos clientes que le buscan para conversar un rato mientras va pasando por su cuello la capa

anti pelo y la máquina de cortar cabello…

- ¿Entonces papi cómo estás?

-Bien, aquí de afán como cosa rara


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- ¿Y las niñas y tu esposa?

-Bien, gracias a Dios y el trabajo ¿cómo va?

-Bien, no me quejo, hoy es quincena así que estará movidito

-Eso es lo importante.

Mientras le corta el cabello hablan de la vida, de sus problemas, de sus amores, y de Camilo el

pollo que una vez conoció por un corte de pelo y tuvieron una relación casi por seis meses,

pero que nunca volvió después de que Lorena le prestó dinero para una urgencia en su familia.

Ella siempre le cae bien a todo el mundo, tiene chispa, un carisma que entre heterosexuales

poco se tiene y un alma robada que aflora de a poco en medio del cabello que cae al suelo. Esa

fue la profesión que escogió desde muy joven cuando empezó a practicar con sus pequeñas

sobrinas en cuanto a cortes y peinados, arte que aprendió y siguió hasta que un buen día le

dejaron la peluquería de la Nicole para que la administrara, mientras que la otra se daba la gran

vida en suiza.

En medio de la gente que llega por un corte de cabello, los conocidos la saludan y los otros

maricas que llegan a hablar de los planes de la noche. Lorena desea que el segundero del reloj

se pase volando, le encanta la rumba y a pesar de su edad, es como si sufriera del síndrome de

Peter pan, parece que, para ella los años no pasarán en otra parte que no fuese solamente en su

piel. Pues sus ganas seguían siendo las mismas que las de hace cuarenta años atrás. Hay quienes

la llamaban la diva o la reina de noche.

Cae la noche y ella mira la calle mientras se fuma su cigarro, espera quizá su último corte de

cabello. Pasa uno que otro chico bueno y sin más, sus miradas se cruzan, Lorena a veces siente

una que otra tensión sexual con los que ella llama pollos, a veces se arriman a la peluquería y

le coquetean de forma disimulada; le hablan y ella les brinda algo de tomar e intercambian

números telefónicos y si la situación se presta pasa algo más. La vida es corta o al menos eso
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es lo que piensa ella; mientras tanto, compra a algunos besos que le hacen vibrar en medio del

sofá viejo de la peluquería…

Llega su último cliente, un chico alto, moreno y acuerpado, como a ella le gustan. Parece que

la noche le ha premiado con una belleza tropical, colágeno puro y fácil de atraer… (Piensa ella)

-Buenas… (En su tonito femenino)

-Necesito un corte, contesta él.

-Siéntate, por favor.

El chico se sienta, y ella empieza a hablarle de forma respetuosa y con una que otra risita.

- ¿Eres de por acá del barrio? Nunca te había visto

-No, yo vivo en el sur, estoy de visita por acá.

-mmm, ah bueno pues mucho gusto, mi nombre es Lorena y el ¿tuyo?

-Carlos, déjame bien bajito el corte de cabello porfa, es que me crece muy rápido.

-Bueno.

Mientras le pasa la cero en la cabeza, y le hace uno que otro retoque en la patilla, Lorena nota

que el chico la mira con cierta curiosidad, así que decide mirarle sin agacharle la cabeza (quizá

nota alguna oportunidad de coquetear esta noche) el chico le guiña el ojo y muerde su labio

inferior…

-Si quieres podemos ir a atrás para lavarte el cabello,

- Bueno mi amor…

Ella cierra la reja con candado, no vaya a ser que alguien entre a la peluquería y le robe o en el

peor de los casos, lo encuentre con las manos en… Un lugar quizá no apropiado.
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Carlos le toma de la cintura, ella siente que sus sentidos explotan mientras que él, le besa el

cuello rápidamente. Al llegar al lava cabezas, él se sienta y Lorena hace lo suyo, acaricia

sutilmente en su entrepierna, mientras abre el cierre del pantalón…De repente y mientras ella

se disponía a bajarle, suena el celular, el chico despabila y detiene a Lorena. Habla una mujer,

el motivo por el cual él se encontraba en el barrio.

- ¿Tu novia?

-Sí, debo irme mamasota rica- ¿Por qué no me das tu número y te llamo luego?

-Está bien, 31645367…

-Adiós mami.

Se dispuso a cerrar la peluquería y recogió todo el cabello del día, siempre lo hacía cuando

terminaba su jornada, era como un agüero. Luego se recogió el cabello, y se ducho para quedar

como toda una diva. Buscó en medio del closet la bolsa que tenía bien escondida con toda la

lencería de una mujer, se puso sus bragas rojas, el sostén que había comprado cuando viajó a

Bogotá y el vestido que más le gustaba cuando se sentía ella, esa que le fue robada el día que

nació.

Prendió el computador y mientras tanto se planchó el cabello, se miró al espejo y lentamente

fue cubriendo con los polvos compactos las pequeñas imperfecciones de su rostro, sus ojeras,

se encrespó sus pestañas y se pintó los labios. Por un largo tiempo se admiró en el espejo y al

cabo de unos minutos, se sentó en la silla frente al monitor y buscó un chat.

Lorena Bezudo, así se hacía llamar hace cinco años, quienes frecuentaran el chat ya sabían

quién era ella. Chateó con varios hombres esa noche, algunos mayores y otros no tanto; así que

decidió seguir hablando con uno solo y no por ser fiel, sino porque era un hombre de unos 30

años y al poner la cámara le había hecho sentir segura y él había quedado encantado con ella.
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-Mamasota me gustaría hacerte cosas ricas esta noche- ¿Dónde nos vemos?

- ¿Cómo que cositas quieres hacerme?

-Imagínate-respondió él.

- ¿Por qué no nos vemos en Charles?

-Como quieras preciosa, ¿a qué horas?

-A las once está bien

-Ok

Rápidamente Lorena apagó la computadora y se retocó el maquillaje.

-Esta noche me consigo un pollo bien bueno, de esos con el culo bien duro, que me haga gritar

hasta el cansancio, que me haga de… ¡todo!

Llamó al servicio de taxi y pidió uno.

-Buenas, un servicio por favor.

- ¿Qué dirección y a nombre de quién? -Preguntó la operadora

-Lorena Bezudo mami, pero que sea rápido que se me enfría el pollo…

Al llegar el taxi, cerró la puerta del cuarto, dejó cerrada la llave del gas en su casa y dio un

portazo a la puerta, echó seguro y se subió al taxi.

- ¿Buenas noches a dónde la llevo?

-A la sexta por favor, a Charles.

-bueno, pero métale la chancleta papi que es Pa’ hoy


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Al entrar a la discoteca se encontró a algunas amigas que como ella esa noche querían rumbear

y despejar la mente de tanto trabajo.

-Hola querida, ¿cómo estás?

- ¡Ay! Vela ve, tan regia como siempre.

-Mi amor usted sabe que yo siempre ando regia, mucha envidia o qué- (entre risas)

-Estamos en la mesa del fondo ¿alcanzas a ver la marica vestida de amarillo y la peluca

horrorosa?

-Mi amor esas cosas feas son lo que se ven primero.

-Pues mi amor, mientras que llega el pollo me hago con ustedes… Para no dejarlas solas pues.

-Ve esta ¿qué te crees pues?

-Mi amor yo no me creo, se lo que soy.

- vamos pues.

Lorena junto a su amiga se acercan a la mesa del fondo…

-Hola queridas

-Hola mi amor, aquí gozando un poco.

-Ay! Ese vestido te queda regio mi vida.

-Gracias princesa, ¿cierto que el amarillo me queda divino?

- ¿Divino? Mi amor, espectacular, te resalta mucho la cara.

-Pidamos pues un aguardientico o alguito para tomar.

-Ve esta perra, si querés te pido un vodka


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-Tan barateras ustedes…

-Lorena, pero primero vamos a ver qué hay de bueno en la pista entes de tomar.

- ¡Ay! Mi amor, pero yo ya tengo lo mío viene en camino.

-Que haremos pues

- Pa que vea mija- (Entre risas todas)

-Yo las espero aquí mejor.

Conforme pasaba el tiempo tomaba una que otra copa de aguardiente y miraba su celular con

la esperanza de que apareciera su hombre, pero no llegaba. De repente se acerca a ella un chico

de unos veinticuatro años y conversa con ella.

rápidamente consiguió un remplazo mucho más joven y con ganas de devorarse el mundo.

-Buenas noches amor,

¿Por qué tan solita?

-Sola no papi, ¿cómo va la rumba esta noche?

-Bien amor, buscando una mujer como usted así de bella

-Gracias papasote. ¿Quieres tomarte una copita conmigo?

-Bueno

- ¿Y tienes novia, o vienes solo?

-Si tengo novia, pero vengo con unos amigos, quisimos hacer algo diferente esta noche ya sabes

probar otras cosas…

- ¿Y la novia le dio permiso o qué?


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-Yo no necesito permiso amor, y menos con una mujer tan linda como la que tengo enfrente.

- ¿He visto que estabas con unas amigas, ¿dónde están?

-No sé, fueron a buscar acción en la pista, yo preferí quedarme aquí a ver si venía algún chico

guapo.

-Pues aquí me tiene mi amor, soy todo suyo si quiere.

-Te puedo tocar el culo, es que parece que fueras al gym y todo.

-Claro toque todo lo que quiera, pero si quiere tomamos otras copitas y vemos que hacemos…

-Bueno mi amor, pero si quiere lo invito a mi casa, yo vivo sola.

- ¿Vives sola? - ¿Y a que te dedicas?

-Si vivo sola, tengo una peluquería cuando quieras puedo cortarte el cabello…

- ¿Me cortarías el cabello?

-Claro papi, te hago todo lo que quieras también (Entre risas)

Mientras tomaban aguardiente, Lorena moría por irse con el pollo que la noche le dio, así que

decidió pagar toda la cuenta y le propuso a su hombre que se fueran a casa. Abordaron el carro

de él y le dio su dirección para llegar; mientras en el carro las caricias iban y venían al igual

que los besos. Hasta que llegaron a la casa.

-Papi rico, quiero ser suya esta noche

-Esta noche no la vas a olvidar hermosa, tenlo por seguro

-Béseme hasta que me haga vibrar como nunca nadie lo ha hecho, tápeme los ojos si lo desea,

lo quiero ya aquí para hacerle también cosas deliciosas, esas que su novia quizá ni le haga,
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-¡venga pues!

-Tomemos un poquito primero, me gusta estar más prendo, si quieres yo voy a la nevera y

busco un traguito para mi reina.

-Bueno

Lorena pensaba que sería la mujer más dichosa aquella noche, que le iba a tocar ese culito duro

a aquél hombre de la disco, ya que el otro la había dejado como lo decía ella, vestida y

alborotada. Recordó sus años de antaño donde disfrutaba más de la rumba y era un poco más

cuidadosa. Pero estos, eran otros tiempos para ella.

-Esta noche es mi noche, hijueputa- dijo Lorena

Al cabo de unos minutos el hombre regresó con dos copas de vino, la besó y le acarició un

poco, luego, le ofreció un poco del vino y siguió besándola y mientras ella acariciaba su

entrepierna y poco a poco abría su bragueta del jean azul hielo que tenía puesto esa noche…

Es domingo 22 de septiembre y en casa de Lorena apenas quedan rastros de la soledad. Su

madre quién decidió respetar su condición sexual, mira perpleja aquellas dos copas de vino en

su mesita de noche, una cama a medio tender y las prendas femeninas que reposan en ella. Y

en el suelo, a aquella mujer lúcida, de cabello rubio cenizo y pintalabios rosa inconsciente con

la saliva de a poco cubriéndole el cuello y sus tonalidades de mujer prestada. Como puede, su

madre en medio de sollozos y asombro llama una ambulancia.

En el Hospital Universitario de la Ciudad de Cali, en una cama fría e infiel, se encuentra el

paciente Carlos Perlaza, su RH O+, de tonalidad blanca, con su número de cédula 651.113.257

recuperándose de una dosis de escopolamina. O como ella le gustaría que le llamaran: Lorena

Bezudo, una chica guapa, alta a quién la vida la premió con un cuerpo que no era de ella y con

un alma robada que insiste en vivir cada fin de semana ante la mirada ajena, la mirada que le
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encerró en ese cuerpo, ese Dios que proclama de vez en cuando, al que le debe mucho, pero a

veces, lo cuestiona por la vida que le tocó…Y de vez en cuando juzga su yo inferior, un yo que

sin más le arroja a buscar cariño, un cariño falso que a duras penas le da orgasmos en la

oscuridad y que al día siguiente le da una patada en el culo, como la de aquella noche…

Después de ese día Lorena no recuerda mucho. Reconoce a su familia y el nombre que le fue

otorgado el día que nació, el que adopta en medio del silencio y la mentira. Fue una noche que

nunca olvidó y que al final, lo recordaría por siempre en medio de las lágrimas de su madre de

89 años de edad al lado de la camilla y el vacío de su alma.


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MARIPOSA TACITURNA

Mi juventud apenas comenzaba y con ella nuevas experiencias, nuevos amores y decepciones

que iría recordando durante toda mi vida. Esperanza se llamaba, sus cabellos eran rubios y

ondulados, su cara era perfecta, impregnada de una belleza que, para ese entonces era

deslumbrante para mí. La conocí en el colegio, mientras terminaba clase de matemáticas y salía

al recreo, mientras ella se dirigía con sus amigas al tocador de las chicas; nunca fui capaz de

mirarla a los ojos, me caractericé por ser tímido, pero ella había despertado en mí algo que

jamás había experimentado con ninguna otra mujer, y que sin duda llenó de felicidad a toda mi

familia, después de tantos años de soledad en la cual, había estado inmerso a en la flor de mi

juventud.

Para ese entonces las mujeres empezaban a gozar de la noche, la rumba y el licor, apenas para

la época. Lo único que lograba despertar en mí algo de deseo hacia ella eran sus peinados, esos

cabellos completamente rebeldes, desmarañados, al igual que los jeans bota campana que en

ese momento estaban de moda, los mismos que desde que tenía doce años había aprendido a

apreciar a mis hermanas mayores; los tonos de sus blusas, eran los mismos que hoy admiraba

en ella, quizá es un poco raro todo esto, quizá no. Conforme avanzaba el año lectivo en el

colegio, empezaban los cambios físicos; mi cuerpo empezaba a aflorar mucho más bello que

de costumbre, mi rostro cambiaba al igual que mi voz. A veces, recordaba de nuevo mi

pubertad, pues con ella me salía el típico gallo, como otras veces, mi voz era como la de un

señor.

Era el momento adecuado para poder acercarme poco a poco al grupo de amistades del cual

Esperanza hacía parte, y aunque era mayor que yo por dos años más, nunca me importó, para

mi ella era la divinidad hecha mujer.

-Buenas tardes Esperanza, mi nombre es William.


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-Mucho gusto, veo que sabes mi nombre sin ni siquiera haber hablado conmigo

-Sí, contesté rápidamente.

El sábado vamos a un agua` e lulo, ¿querés venir?

-Bueno

-Que callado eres William, aunque estas como querido.

-Gracias, tú también eres muy bonita.

-Te espero entonces, vamos a estar en casa de Sofía. ¡chao pues!

-Chao.

El terminar de la semana se me hizo eterno, hasta que llegó aquel sábado en la noche. Una

buena colonia, busqué mi mejor pinta, le pedí la bendición a mi madre y le di un abrazo a papá

al salir de la casa. Era obvio que esta era mi primera salida nocturna, se notó al salir. Caminé

alrededor de unas cinco cuadras y de pronto en una oscura esquina…Entonces qué mariquita,

¿lista para la noche? me gritaron dos muchachos que estaban tomando un par de copas. La

verdad, no sabía qué era o porqué lo decían, no tenía cabeza, sino para pensar en esta noche en

compañía de Esperanza.

Siento una voz que me dice agúzate que te están velando, oh, siento una voz que me dice cuidao

que te están velando Oye esa voz siempre me dice cuidao que te están velando, Oye esa voz

siempre me dice cuidao que te están tirando. Agúzate que te están velando. Pero yo no me

escondo del diablo. Porque yo soy buena gente. Se escucha resonar en toda la cuadra, la pólvora

tampoco se hace esperar en el cielo desesperado de Cali.


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Saludé al entrar a una muchacha que estaba en la puerta de la casa de Sofía, pero no me escuchó.

¿Y cómo iba escucharme con semejante alboroto? Era absurdo, pensé luego de cinco minutos

de estar parado como un tonto.

-Hola Raúl ¿qué más?

-Bien ¿ese milagro que viniste? ¿Y qué ya se le declaró a la Esperanza?

-No, aún es muy rápido.

-Cómo se te ocurre decir eso güevón, ¡pareces bien marica!

-¿Por qué decís eso? Que tiene de malo esperar, Pues porque…

-Hola, le dijo zampándome un beso en la mejilla.

-Sabes qué, yo pensé que no ibas a venir. Cómo sos tan raro…

-No, como no iba a venir Esperanza, ¿tenés agua? Es que estoy cansado de caminar tanto.

-Y ¿de dónde venís pues, que estás tan cansado?

-De López primera etapa, ¿conoces?

-Pues no, no sé dónde queda ¿qué queda cerca?

-El hospital Joaquín Paz Borrero.

-Ah ya, ya sé dónde es, no es tan lejos. En todo caso mira allí en el fondo está la mesa, servite

una luladita que yo tengo que recibir a unos amigos. Ahora nos vemos.

-Bueno.

Conforme avanzó la noche, probé la famosa luladita, que por cierto hasta ahora venía a probar,

de no ser por la gran teoría que había recibido de mis hermanas las más agua´eluleras del barrio.
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Fue a eso de las 10:00 p.m. cuando por fin Esperanza se sentó a mi lado, me miró fijamente y

sin más se echó a reír un poco, producto de uno que otro aguardiente. - ¿Y por qué te reis?

No, por nada, bobadas que le dan a uno.

-Vos me gustas…

-No sé qué decir la verdad, es que yo creo que… Hasta que me zampó un beso en la boca. En

ese momento no supe que hacer, nunca había besado una mujer, ni siquiera en primaria o a una

prima cercana. Cuando pude despegarme de los labios de Esperanza, sentí algo muy difícil de

explicar

-Vení, bailemos un ratico

-Es que no sé bailar.

No importa, seguime el ritmo y ya. ¿O vas a seguir sentado ahí toda la noche?

No, no… (Suena una canción)

Oye sonar las trompetas

Oye los cueros sonar

Ricardo viene de frente

Con su sonido bestial

-Uff esa canción me encanta,

-Sí, esta bacana la canción- Contesté tímidamente pues no sabía bailar y pensé que estaba

haciendo el ridículo en la fiesta, pero al final dejó de importarme. Estaba con Esperanza y eso

fue lo único que me


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-Bueno, me gustó mucho estar con vos Esperanza, pero debo irme a casa, ya sabes las reglas y

eso,

-Bueno, tocará decirte chao pues.-Mientras me daba un beso de despedida.

Salí de la casa, me despedí de Raúl y seguí mi camino.

De camino a su casa, me puse a pensar no sólo en el siguiente día; sino en qué venía de ahora

en adelante. Supe que esa noche había perdido algo de mí, algo que desde niño siempre me

había acompañado. El recorrido fue el mismo, pero con la única diferencia que sentí que algo

morir algo dentro de mí…

-Entonces qué, la mariquita regresa temprano a casa- Mariquita, mariquita me decían los

muchachos que había visto de camino a casa de Sofía, pero uno en especial llamó mí atención.

Fue rara aquella sensación, pero a la vez un tanto familiar o amena si se puede decir así. El

mismo que después de haberme gritado mariquita, mariquita, optó por invitarme un trago.

-Venga pelao, tómese un traguito conmigo, ¿dónde vive?

- Gracias, pero yo no tomo-Hasta luego.

-Ah, pero tan esquivo, tómese el trago hombre, y de paso lo acompaño hasta el barrio, no vaya

ser que lo roben.

-Bueno, pero un trago no más, mis papás me regañan- respondí asustado.

-¡Cuidado con el hijo de papi y mami pues!

En el camino, sintió que aquél muchacho, me tomó por el cuello y sin más me beso la boca

como jamás en la vida me habían besado.

- ¿está loco o qué?

-Qué, dígame que no le gustó.


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- ¡Que le pasa! por supuesto que no. Dije limpiándome la boca.

-Disculpe pelao, pensé que había algo…

Empecé a correr hasta la casa, mientras a lo lejos veía la silueta de aquel muchacho robusto y

simpático que me había besado. Al llegar a casa me quité la ropa, me tire a la cama y empecé

a pensar en el muchacho y a la vez, en lo mucho que me gustaba Esperanza hasta que me quedé

dormido.

-Mijo, levántese que tiene que ir a misa con su mamá a misa.

-Ay papá, déjeme dormir un poco más.

-Mijo, usted sabe que su mamá está acostumbrada a ir a misa temprano, como debe ser. Vaya

báñese. Su Colombia ya tiene el desayuno en la mesa, deje la pereza hombre.

-Bueno.

Me bañé, me se vestí rápido y antes de salir del cuarto, me miré en el espejo rápidamente. Pero

no pude ver nada extraño.

-Buenos días mamá, la bendición.

-Dios lo bendiga mijo. Desayune rápido que vamos tarde.

-Ahora desayuno, más bien vamos para la iglesia.

-Bueno hijo.

Al entrar a la iglesia, noté que nuestro señor, el Dios que me habían enseñado desde chiquitico

en la casa me miraba extraño, al igual que el padre y las dos monjas que estaban en ese

momento organizando todo para la misa de cada domingo.

-Buenos días doña Colombia, ¿cómo amaneció?


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-Buenos días padre, bien gracias al señor.

-Buenos días William, qué bello es ver como acompañas a tu madre cada domingo a la iglesia.

-Si padre- le respondí sin mirarlo a los ojos.

Dando paso al sermón del día y a las oraciones que de costumbre se daban en la iglesia, se dio

inicio a la misa, y aunque no me sentía muy devoto, sabía que desde pequeño me lo habían

inculcado, ya fuese por deber, por gusto o simplemente porque se debe creer en algo que mis

padres desde pequeños también habían recibido. Llegado el momento de recibir el pan de

cristo, yo, aquél muchacho tímido, obediente y tranquilo, por primera vez en toda mi vida,

decidí no recibir el pan de cristo. Algo que sin duda dejó atónita a mi madre, ya que era muy

creyente.

Al llegar a casa, como es común en una familia católica nos sentamos a la mesa y sin más

surgieron diferentes temas, los cuales sin duda eran un acercamiento demasiado promisorio

para lo que realmente yo sentía en ese momento, y mientras tema va y viene; llegó el justo

momento en el que el pan de cristo y la devoción de mi madre salieron a relucir mientras

tomábamos café.

-Tu madre me ha dicho que hoy no has estado del todo bien en la misa. ¿Pasa algo?

-No pasa nada papá, simplemente me sentía maluco.

-Más tarde tendremos que ir a la iglesia para hablar con el padre Emilio y disculparnos, ya

sabes que no es bien visto con la gente del barrio.

-Pero mamá, no me siento bien, ya te lo he dicho.

-Ya le dije William


69

En ese momento sentí que mientras seguía paso a paso las indicaciones de mi madre, iba

renaciendo en mí una nueva etapa de vida, como si naciera de nuevo en medio de una sociedad

llena de perjuicios, silencios y católicos llenos de problemas, pero sobre todo llenos de pena

ante un país tan sumergido en el odio. Cual oruga resplandeciente y llena de vida, sentí que

poco a poco de aquel capullo, iban saludando al viento aquellas alas e iban dando el sentido

que hasta ahora, había encontrado mientras dejaba atrás poco a poco los vestigios de alguien

que no era.

Avanzaron los días en la vida de mi familia, como también surgieron las dudas, los misterios

y los tabúes de la sexualidad de un hijo que hasta ahora, aunque había hablado de una chica

llamada Esperanza, no había presentado aún a sus hermanas y mucho menos a sus padres…

-Mijo, levántese que vamos al centro, necesito comprar unas cosas para arreglar el baño,

camine vamos.

-Papá es muy temprano. Déjeme dormir un rato más.

-Últimamente anda muy perezoso William, usted no es así mijo. Además, le estoy dando una

orden, vaya báñese. Lo espero abajo y vístase bien.

No tuve otro remedio que ducharme, cepillarme los dientes y buscar en medio del armario ropa

acorde a lo que la ocasión. Ya vestido, me dispuse entonces a bajar al primer piso donde me

esperaba mi padre, quien, a decir verdad, no tenía una buena cara después de casi 40 minutos

de espera.

-Papá, porque no le cambiamos el baño a mi mamá, si quiere yo puedo pintar y ponerlo bien

bonito.

- ¿Usted cree que tengo mucha plata o qué? Además, solo es arreglar la llave del lavamanos y

unas baldosas que se quebraron.


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-Usted sabe que mi mamá se pondría muy contenta, además yo pinto y así no le pagamos a

nadie. Diga que si papá.

-Usted en vez de estar pintando, debería más bien ponerse pilas en qué es lo que va a hacer, su

hermano a su edad ya estaba pensando en pagar el servicio militar. ¿y usted que va a hacer?

-Papá yo no quiero hacer eso, me da miedo. Usted sabe que mi hermano la pasó muy mal en la

selva, además los que los mandan son muy groseros y uno no tiene porqué aguantarse esas

cosas

-William, así como su hermano prestó servicio militar, usted también lo va a hacer y no me

haga repetirlo dos veces. Además, no le estoy preguntando, le estoy diciendo que vaya

pensando en eso. Es la experiencia que más marca la vida de un hombre y usted no va a hacer

la excepción.

-No quiero papá.

-Vea hágame el favor y no me lleve la contraria, además su tía Ana ya casi viene a visitarnos

y le alegraría verlo con su uniforme y sirviendo al país. Vaya traiga más bien las baldosas

amarillas que están ahí al fondo mientras yo voy pagando este cemento.

-Bueno señor.

Mientras llegué a la estantería donde aguardaban las baldosas que mi padre me había pedido,

fui secando mis lágrimas, las cuales, brotaron mientras veía que mi vida se reducía al qué dirán,

al misterio y a la pena de un padre ante la diferencia de su hijo menor.

Escogí una a una las baldosas, para hacer tiempo mientras mis ojos volvían a la normalidad y

luego, me acerqué a pagar junto con mi padre las cosas que compraba en ese momento. La furia

que irradiaba de los ojos de mí padre no se hicieron esperar, y aunque quise pasar

desapercibido, la cajera y las demás personas que se encontraban en el lugar notaron la


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situación, guardando silencio y mirando al suelo. Durante el camino a casa, no hubo más sonido

que el de los otros carros y buses que transitaban la calle en ese momento, al llegar a casa y

desempacar las cosas que habíamos comprado, mi madre nos ofreció jugo, a los hombres de su

casa y como buena mujer se dispuso entonces a organizar lo que habíamos comprado y

colocando las bolsas tal cual como habían llegado de la compra.

-William vaya póngase ropa vieja para que me ayude a arreglar el lavamanos. Espero no se

demore como esta mañana, mire que yo no estoy desocupado para esperarlo tanto.

-Bueno señor, respondí agachando la mirada, mientras me limpiaba un poco el pantalón,

producto del polvo que tenían las baldosas.

-Ring Ring

-Mija conteste el teléfono, quizá sea la comadre Victoria. ¡Muévale!

-Familia Rúales, ¿con quién hablo?

-Buenas tardes Colombita, ¿cómo está la familia?

-Bien mija y usted, ¿cuándo es que va a venir? Heriberto está arreglando el baño, pero ya se lo

llamo.

-No me lo pase Colombia, quiero llegar de sorpresa. Además, voy a ver si vuelvo al siete de

agosto. Mejor más tarde hablamos, ya voy a tomar un bus para Cali. Cuando esté en la terminal

la llamo. Salúdeme al niño.

-Bueno mija acá la espero.

-Mijo que saludes de su tía

- ¿Cómo está la tía mamá?

Dijo que bien, pero tuvo que colgar. Que ahora llama.
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-Qué extraño mija, quizá llegó algún inquilino donde Hilda.

-A lo mejor mijo. Bueno ustedes a lo suyo, yo voy a terminar de hacer el almuerzo.

En medio del pegamento para las baldosas y el silencio que habitaba entre mi padre y yo, de

repente llega Raúl.

-William necesito hablar con vos, espero no lo tomes a mal

- ¿Que pasa Raúl?

-Mataron a Esperanza-

Pero… ¿Qué dices?

-Parece que se metió con un duro y el hombre tenía cuentas de plata pendiente. Los mataron

mientras iban en un carro para Buga. Lo siento William.

-El silencio no se hizo esperar

-Tranquilo, si queres hablamos después. El velorio va ser ahí en el siete de agosto, en casa de

los papás. ¿Vas a ir? Bueno, mejor si algo nos vemos allá.

-Chao

-Chao Raúl.

En ese momento decidí terminar de ayudarle a mi padre con las baldosas. Luego tomé un baño

y me encerré en el cuarto. Los testigos de mi tristeza o alegría siempre fueron las cuatro paredes

de mí cuarto, nunca expresé mis emociones a terceros, como tampoco a cercanos. Eso formaba

parte de mi personalidad desde chico. Esa tarde fue una montaña rusa de emociones para mí,

porque si bien a mis 16 años no había vivido mucho aún, mi corazón estaba embargado de

miles y miles de sentimientos que no muchos jóvenes de mi edad habían podido experimentar.
73

Sentí que mi corazón se había partido en muchos y muchos pedacitos que le daban más fuerza

a aquella oruga que había decidido salir por fin a volar y vivir como siempre había querido. Y

junto a esta necesidad de afianzar mis pensamientos, vino entonces la llegada de mi tía Ana a

quién desde muy niño le tomé un gran cariño y que de alguna forma u otra le había sido

correspondido, pues ella siempre me vio como el hijo que nunca tuvo cerca; porque, aunque

tuviese ya dos hijos mayores, ninguno pudo demostrarle y mucho menos hacerla sentir el

verdadero amor de un hijo hacia su madre. Sentí que esto le daba un giro a mi vida y

despojándome de todo aquello que me había opacado por años.

Con la llegada de mí tía, después vinieron también los disgustos en la familia. Aunque ella

fuese hermana de mí padre, sintió que, en compañía y apoyo de ella, su hijo iba cambiando

notablemente en su forma de vestir, sus colores fueron cada vez más pasteles al igual que su

andar. Mis hermanas por el contrario no vieron nada de malo, quizá era por la época y la onda

hippie de ese entonces o simplemente por moda y mi edad. Pero como todos los padres, su

sexto sentido les decía algo que sin duda yo, no me atrevía a decirles. Mi padre, un hombre que

siempre me recalcó desde que tuvo uso de razón a jugar con cosas de niños; porque las muñecas

son para las niñas y los balones y las canicas para los niños. Pero esto nunca fue un problema

para mí, durante la niñez a diferencia de mi padre, a quién la vida le había puesto según él peor

de los castigos. Un hijo marica.

Comentarios van y vienen, y mientras la rumba vuelve a tomar sentido para mí, mi padre no

hace más que mirar con enojo el cómo me visto, con camisas ajustadas y jeans de colores que

en la época eran utilizados por las mujeres; y cómo no saberlo, si mis hermanas los habían

utilizado durante toda su adolescencia. Y entre farra y farra, tristezas y demás sentimientos

albergados en aquella mariposa con vida, no se hizo esperar el día qué la noche no me sonrió,

y mi padre decidió confrontarme de una vez por todas.


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- ¿Otra vez vas a salir? - ¿Cuándo vas a pagar el servicio militar de una vez por todas? ¡No,

cuando no! Mañana mismo vamos a presentarte para pagar servicio. Estoy cansado de esto.

-Papá ya te dije que no quiero pagar servicio, y no lo haré.

-Tienes que volverte un hombre, como tu hermano. ¿No piensas tener hijos o formar una

familia?

-Soy gay papá, y eso no va a cambiar. Así pague servicio militar. ¿Cuándo vas a respetarme?

- ¿Que eres qué?

¡Maricones aquí no!

Pues me voy de aquí papá, no pienso seguir más tratando de vivir lo que quieres. Tendrás que

aceptarlo en algún momento.

¡Lárguese!

-Adiós mamá, la quiero mucho

- ¡Ay mijo! (entre sollozos)

Al salir de casa y con lo poco que alcancé a guardar en una mochila, decidí ir a casa de mi tía

y sin un peso en los bolsillos me fui caminando por toda la setenta hasta llegar a la octava y

después de media hora llegué a la fuente de soda, lugar donde he ido viviendo y descubriendo

mi homosexualidad a mi aire, en compañía de quienes como yo han tenido que vivir una vida

en medio de la noche. Luego de tomar una cerveza que iba por cuenta de la casa, recogí mi

mochila y me fui caminando a casa de mi tía. mientras las piernas me tiemblan del susto.

Al llegar al portón de su casa, quité el pestillo y cerré de nuevo la reja. Toqué la puerta y noté

que se fue abriendo lentamente, sin más me encontré con su tierna mirada y un cálido abrazo.

Rompí en llanto, no pude evitarlo.


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-No me explique mijo, Colombita ya me contó.

- ¿Puedo vivir con usted tía? Mientras consigo trabajo…

-Mijo, usted sabe que yo lo quiero mucho, que es como un hijo para mí.

-Gracias tía.

En medio de lágrimas y sonrisas cómplices pasaron nuestros años, nuestro amor y compañía…

William o Lorena como se hace llamar en las noches, vive a plenitud su sexualidad. Esa mujer

que dormía entre perjuicios y odios, la que un buen día decidió despertar, dejar que aquella

mariposa que dormía en su corazón pudiese volar.


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VACUA MUJER

Era una mañana cálida y agradable, rápidamente me despojé de la manta que cubría mi cuerpo

tras una larga noche de insomnio. Fue muy incrédulo de mi parte intentar pensar en otra cosa

que no fuera Julia; su belleza permanecía intacta al amanecer. Al sentir ese solcito que emana

del cielo y mientras cierro los ojos aparece ella, ella y la fuerza de un sol que me llena para

empezar el día.

En mi imaginario intentaba recordar uno a uno los días que anteriormente había compartido

con Julia, y mientras mis neuronas empezaban a desdeñar esos recuerdos, vino a mi mente

entonces la idea de sorprenderle con un toque de mentira. Mentira que ella odiaba. Y la verdad,

con tal de poder “sorprenderla” aceptaba los riesgos; aunque el resultado no fue el esperado;

de camino a su casa tuve mucho tiempo para pensar, mientras veía la gente y sus calles, el sol

de la mañana, las nubes del eterno cielo que nos cubre mientras la ciudad se llena de espanto…

Me gustaba caminar a su lado; como otras veces podría rogarle al cielo que la dejase en casa,

y en ese mismo momento arrepentirme de no poder caminar a su lado, de no poder sentir sus

pasos, de no ver su cuerpo cruzar la calle, de no escucharle a gritos sus pensamientos e ideas

que antes debía sacarle con un gran esfuerzo; y que por ser hoy ya no escuchaba su silencio.

Sus palabras eran más y más frecuentes, ya no se callaba y eso me encantaba; porque de ella

brotaba esa voz, la voz que escuché al despertar con un déjame dormir, la voz que escuché

gritar mil veces, la voz que me susurró al oído en muchas ocasiones lo que me quería, esa que

endulzaba mi mente. La que quería escuchar todos los días de mi vida.

A consciencia decidí mentir al llegar a su casa y decirle que aún me encontraba lejos. Mientras

yo reía como tonta afuera, y ella me respondía secamente. Muchas veces me preguntaba el

porqué de tales respuestas, pero es algo que a veces para mí no tenía explicación. De un
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momento a otro pudo consumirme el enojo, pues había esperado mucho tiempo para verle, y

al llegar a su cuarto no vi más que un ser vivo e inerte frente a su móvil.

Sus constantes olvidos los llegué a odiar tanto como a su tecnología; fueron detonantes precisos

en muchas ocasiones para causar una guerra de lágrimas y malas palabras. Hasta que un buen

día me cansé de pedirle a gritos un mirar más cercano, y no es cuestión de querer manipular o

manejar a un ser humano. Pero cuando se está lejos estando tan cerca es un lio tenaz, y sentía

que mientras le sonreía a la pantalla de su móvil, podría haberme sonreído mientras podía, fue

difícil adaptarme y aun así nunca lo logré; pude haber respetado tal vez, pero no estaba contenta

por tener un contacto visual y más cercano a ella, algo que hoy en día ya es muy difícil tener,

a lo cual tal vez debamos aceptar por el tiempo que nos tocó. Pero… Y cuando se vaya, ¿quién

podrá devolverme todo lo que apreciaba en los volátiles momentos junto a ella? la mirada que

amé tantas veces, su sonrisa que lograba quitar de mi cualquier enojo impreciso y fugaz, sus

muslos y sus delicadas caderas, sus senos cálidos y suaves, su cabello que amé tantas veces, el

olor que emanaba de su cuerpo cada vez que hacíamos el amor, cada vez me acercaba a su

cuello para poder respirarle suave y cálidamente, sus manos suaves y frágiles, el camino que

recorrí desde su pecho hasta lo más profundo de entre sus piernas, esa blanda y suave cavidad

que adoré tantas veces… la espalda que recorrí con ganas apresuradas, con delicadeza, los dos

huequitos que se hacían justo atrás de sus caderas, sus ojos…¡Por Dios! Amaba sus ojos, me

encantaba cuando nuestro mirar lograba encontrarse ya fuese en plena batalla o sellando un

beso con hambre y a la vez con suavidad como le gustaba a ella…

¡Ay Dios!

A veces en medio de la noche, logro recordar con lujo de detalles aquellos días, esas noches,

esas horas…
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-Ya sabes dónde está la puerta. Fue siempre su mejor frase.

Las lágrimas que derramé por ella… Sin más me dispongo a recordar a veces, siempre a

veces… Las palabras que no se dicen, lo que no se hace. Llego a la conclusión de que hoy es

un día perfecto, así sea para recordar o para pedirle al viento que susurre su voz en mi oído, sus

besos en mis labios. Su olvido al igual que el mío, tal vez el suyo más ligero y mezquino como

sus besos. Recuerdos, palabras, poemas…

Los colores de Lola…

En un leve suspiro de sus labios.

Aún son inquietantes los murmullos de mis besos.

Lola aún me inquieta,

Pareciera que dominara mis entrañas,

Mi cuerpo y mis pensamientos absurdos,

Lola duerme de noche, ríe de día, y le hace caritas al sol.

Lola aún mueve en mí,

Lo que ninguna otra Julia, Antonia o Ana había logrado.

Esa apacible y acelerada locura,

Esa chispa de amor intermitente dentro de mi mundo imaginario.

Lola estaba lejos, que digo lejos…Muy lejos.

Y aun así le sentía en mis noches.

Sus eternos suspiros,

Al caer la noche y aun estando lejos,


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Yo, los recordaba como si le tuviera muy cerca,

Como si hubiese volado de mi mundo,

Para escaparme con ella,

Lola aún seguía ahí,

En las noches más oscuras,

Y en mis días más soleados,

Lola era el primer pensamiento cuando llegaba el alba,

El primer suspiro del alma,

En medio de una leve tristeza que arde,

Que se evapora en el viento,

Y que, en medio de mi pensamiento,

no es más que uno o dos recuerdos,

Recuerdos que vienen de la nada,

Recuerdos que, aunque incineran en el alma,

También la agitan,

Y aunque la lejanía apremie,

Los colores de lola, Siempre serán

Los mismos que enardecen el alma mía…

Hace calor en la ciudad…

¡Quizá en España sea diferente!


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A estas alturas de la vida y después de un largo año de su ausencia, me siento tranquila y en

paz.

Mientras observó el correo electrónico, encuentro un pequeño mensaje, para mi sorpresa era

ella…Y en mí brota toda esa timidez y a la vez un no sé qué, ese que yo creía roto.

Mientras leo un par de líneas, que para mí eran la emoción del momento, avanzo lentamente

para encontrarme con que había escrito después de un año, para decir que estaba rota por otra

persona…

-Te tengo mucha confianza, por eso te cuento esto.

No sé cuál pretendía que fuese mi opinión al respecto, o lo que debería aportar a mi vida, la

verdad tampoco fue algo nuevo de su parte, ella estaba rota de nacimiento y lo que buscó y

buscaba en otras almas era llenar su vacío, vacío que alimentaba a diario y del que alguna vez

fui testigo.

Al cabo de un tiempo, recibí otro donde pedía disculpas y a manera de diálogo intentó

preguntarme porqué creía que habíamos durado tanto, a lo cual en medio de un mar de

emociones que no todas resultaban ser buenas, respondí que me había imaginado otra persona

y que nunca supe ver lo que vivía en sus adentros. Y que esa persona que había sido con ella

ya no existía… Mi respuesta fue borde, debo reconocerlo. Con todo el cinismo que siempre

caracterizaba su personalidad me lanzó otra pregunta, respondiéndose sola así misma.

- ¿Crees en el karma? Pues lo estoy pagando.

La ley del karma es un ejemplo especial de la ley de causa y efecto que establece que nuestras

acciones físicas, verbales y mentales son causas, y nuestras experiencias son sus efectos. La

ley del karma nos enseña por qué cada individuo posee una disposición mental, una apariencia
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física y unas experiencias únicas. Estas son los efectos de las incontables acciones que cada

uno ha realizado en el pasado. Puesto que no hay dos personas que hayan realizado las mismas

acciones en vidas pasadas, nadie puede tener los mismos estados mentales, experiencias y

apariencia física que otro. Cada ser posee su propio karma. Algunas personas disfrutan de

buena salud y otras sufren enfermedades sin cesar. Unas tienen un físico atractivo y otras no.

Algunas siempre están alegres y se conforman con poco, mientras que otras suelen estar de mal

humor y nunca están satisfechas.

Hoy después de dos años y otros tantos mensajes en los cuales quiere hacerme saber sobre su

vida, tiene como respuesta mi silencio. - Si el karma existe o no, quizá lo esté comprobando en

carne propia…
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CADA QUIÉN LLEVA SU CRUZ

A mi madre, quién desde que nací me abrigó contra su pecho. Y a mi padre a quién esperó

nueve meses con ansias que saliera del vientre: pero que de haber sabido que iba a ser así,

hubiera preferido no tenerme nunca.

Eran años difíciles económicamente para mi familia, tuve cinco hermanos antes de que naciera

y cual tradición cultural de cualquier familia de Cali o Colombia aún no lo sé, fui heredando el

legado que, por algunos años, acompañaron a mis hermanos durante su crecimiento. Sí, no

había dinero para ropa y yo debí usar la que mamá guardó por uno o dos años, porque como

decía ella uno nunca sabe cuándo se le pueda presentar una urgencia.

Crecí y mientras la ropa de algunos hermanos ya no me quedaba, fui recibiendo también la

ropa de algunos familiares cercanos a mi madre. Por ese entonces yo no sabía qué era estrenar,

o si era nuevo o usado. Lo importante para mí era jugar, corretear con los niños y niñas de mi

barrio, me encantaba jugar con mis amigas y con las muñecas que me prestaban. Casi nunca

probé jugar con carritos, la verdad era muy aburridor. Con el paso de algunos años y ya en la

escuela, noté que la etapa de infancia iba muriendo y con ella germinaban en mí nuevos

sentimientos. En la escuela todo fue muy fácil hasta que descubrí el maquillaje con mis amigas,

rubor por aquí, labial por allá. Siempre jugábamos así, y a ellas les gustaba. Éramos felices,

hasta que un día mi madre vio cómo frente al espejo de su tocador, posaba alegre y con el rostro

maquillado a su última creación al lado de mi padre.

Nunca olvidaré ese momento. Desde ese entonces descubrí que había nacido en un cuerpo

equivocado y que, aunque no entendía mucho sobre el tema, ella me ofreció ese amor

incondicional que sólo saben dar las madres.

Mi padre nunca supo nada hasta que un día después de llegar del trabajo, fue al cuarto a

saludarme, mientras yo, posaba alegre en medio de la oscuridad con el pintalabios.


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-Pero… ¿qué es esto? -gritó papá

-Tú eres un hombre Ernesto.

-perdón papá… Yo no soy un hombre, yo me siento m…

No había terminado de decir la última palabra cuando sentí la palma de su mano hirviendo en

mi rostro. Nunca me había pegado tan fuerte, y yo nunca lo había defraudado tanto, no era lo

que esperaba. Esa noche papá no durmió en casa. Algunos hermanos se levantaron para ver

qué había pasado, mis hermanas me abrazaron al igual que mi madre mientras colocaba paños

de agua tibia en mi mejilla.

-Mi papá tendría que haberte pegado más duro, a ver si así se te quita eso-gritó mi hermano

mayor.

-Henry ve a tu cuarto-dijo mamá muy enojada.

Esa noche sabíamos que, en casa las cosas iban a ser muy diferentes, pero yo descubrí que no

estaba solo y que, aunque había defraudado a papá, mi madre y mis hermanas estaban conmigo.

Después de eso mi padre nunca más volvió dirigirme la palabra en casa y después de algunos

años cuando llegué a la adolescencia y mis amaneramientos se hicieron más visibles, él decidió

irse de casa con la vecina de al lado. Mi madre sufrió demasiado, fueron casi 30 años de

matrimonio con mi padre y de tener una familia respetable hasta que llegué yo. Dicen que el

amor de una madre no tiene límites y es cierto. Porque, aunque mi padre decidiera irse con otra

mujer, mi madre siempre fue una guerrera y nos sacó adelante. Pero tan pronto como se fue mi

padre, mi hermano mayor también lo hizo, no sin antes decirme que yo estaba enfermo y que,

por mi culpa, mi padre se había ido de casa.


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Dos dolores a la vez para mi madre, y no digo tres porque de ser así, nunca sentí que a mi

madre le doliera que yo fuese diferente, sentí su amor incondicional y respeto desde esa noche

en la que me di cuenta que me gustaban las muñecas, los labiales y jugar con otras niñas.

Conforme fueron avanzando los años, terminé el bachillerato al igual que mis hermanas,

aunque para mí fue más difícil que para ellas. Fui el centro de atención de profesores y

compañeros de clase, tuve que lidiar con muchas cosas, pero gracias a Dios me hicieron fuerte.

Después de salir del colegio como cualquier otra persona me dediqué a buscar trabajo en ventas,

pero cuando me veían no hicieron más que burlarse.

Así que cerca de mi casa conocí a otra chica como yo, con la fortuna de que se había metido

con un policía y él se había encargado de darle dinero para que pudiera montar una peluquería

y así pudiera estar tranquila.

A veces los ángeles existen…

Rápidamente fui aprendiendo sobre cortes, cepillado de cabello y depilación de cejas; aunque

no era lo que quería, le tomé cariño a un oficio independiente que da dinero y oportunidad de

conocer hombres. Con el tiempo fui cogiendo cancha en el oficio a tal punto que Nicole la

dueña de la peluquería, me dejaba encargada cuando se iba a viajar con el hombre. Hasta que

un buen día la suerte se tiñó de negro y Nicole se quedó en el viaje… Con los ahorros que pude

hacer trabajando para la Nicole, monté una pequeña peluquería y le compré las tijeras, cepillos,

peinetas y demás materia prima a la familia de Nicole quienes decidieron vender todas sus

cosas; a veces la gente por dinero hace cualquier cosa.

Logré alquilar un pequeño local cercano a la peluquería de Nicole para poder seguir con los

clientes que ya me conocían y aunque el primer mes fue difícil, después todo fue más sencillo

y el trabajito no volvió a faltar. El negocio fue creciendo y con él los muchachos que venían a

peluquearse. La verdad nunca le eché el ojo a ninguno, tenía miedo de que me rechazaran al
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igual que mi padre. Hasta que conocí a Alfredo un policía que siempre era muy amable en el

barrio y cuando venía a cortarse el cabello hablábamos mucho sobre la vida, el barrio y Nicole.

Cuando me di cuenta ya era demasiado tarde, me había enamorado de él y no era un pecado

solo que me parecía imposible; así que empecé a maquillarme, depilarme más las cejas,

hacerme las uñas y dejarme crecer el cabello más y más hasta parecerme más a una mujer.

Alfredo no era tonto y no tardó mucho en darse cuenta de las cosas, así que yo tampoco me iba

a hacer la tonta y el romance empezó poco a poco. Luego del trabajo Alfredo venía y se quedaba

conmigo en las noches, eso sí venia vestido de forma diferente: gafas, gorra, camiseta ancha y

bermuda. Era un hombre. Y a mí me gustaba.

-Mi amor usted está muy rica no?

-Papi, todo esto cuerpito es suyo.

Mamasota, Sabe qué averigüe cuánto cuesta operarse las tetas, que yo le doy la mitad ahora

que nos paguen la prima. Yo quiero tener un detalle con usted.

Luego de esa noche me puse pilas, y pedí tres milloncitos prestados al banco, menos mal que

no me los negaron, cumplí con los papeles que exigían y a la semana ya me estaban llamando

para ir por la plata. Así que el viernes en la noche luego de cerrar la peluquería Alfredo llegó.

Y luego de hacerlo sentir querido, hablamos de las tetas.

-Ya tengo la platica mami, usted ¿que hizo al fin?

-Vea papi... (Mostrándole los billetes)

Esa noche fue única, nos despedimos de beso como de costumbre y al día siguiente fui a una

clínica en el sur de Cali, me hice los exámenes para la operación. Hasta que llegó el día

esperado y hecha un manojo de nervios, me encomendé a la virgen y en compañía de mí

hermana mayor fui a la clínica


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¡Ah jueputa que dolor…!

Uno que otro morado y dolor como toda operación estética. Mis téticas ya eran una realidad,

hasta envidia sintió mi hermana, en plena recuperación. no me cambiaba por nada. Mi madre,

aunque un poco angustiada por ver mi cuerpo de esa manera sintió alegría por mí, pues

empezaba a ser mujer poco a poco, eso era lo más importante.

Luego de casi quince días, regresé al trabajo. Alfredo, aunque no me pidió cama todavía, se le

veía animado con los resultados. ¿Cómo no estarlo?, si esto también era suyo.

Corte va y viene, uno que otro saludo, barrer, trapear, arreglarse; de nuevo a la rutina.

-Uyyy como quedaste de regia Andreita.

-Gracias linda, cuando quiera le muestro, a ver si también se lo hace.

-Bueno belleza.

Después de esto mi hombre no se hizo esperar y yo me sentía liberada y bella. Tanto así que,

entre piropo y piropo, empecé a frecuentar a otros hombres. La verdad es que mis tetas eran

regias y los hombres ahora empezaban a piropearme en la calle, me sentía aceptada y querida.

Pero con esto no tardaron los problemas con Alfredo, empezó a volverse celoso y posesivo

conmigo, hasta el punto de querer pegarme mientras me penetraba en sus visitas nocturnas.

-Sos una mujer, no olvides eso- decía mientras me penetraba

-Mamasota, este culo es mío, ¿me entendés? mío y de nadie más.

-Yo no soy ningún marica.

-No papi, no eres marica…


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La alegría y la aceptación no duraron mucho, tanto así que Alfredo de un momento a otro no

volvió a la peluquería. La verdad no me importó, ya era una mujer, y eso era lo único que me

interesaba.

Macho va y viene, los cortes, el cepillado de cabello, visitar la familia y la noche que apenas

empieza, un ritual casi perfecto si se mira desde su perspectiva. Pero la felicidad es algo

pasajero, aunque dicen que hay que vivir el presente, aunque el pasado nunca olvida y así fue

aquella tarde.

Alfredo iracundo, con su fuerza de macho y con una vida ya resuelta al lado de una mujer, se

sintió amo y señor mío esa tarde, no era para menos; resultando VIH positivo al igual que su

esposa y su bebé que venía en camino…

Después de aquella tarde no sería la misma y aquella peluquería alegre y llena de vida, se vería

manchada de sangre, silencio y olvido.


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