INTRODUCCIO1
INTRODUCCIO1
INTRODUCCIO1
a) Libertad personal.
b) Propiedad privada.
c) Iniciativa y propiedad privada de empresas.
Adam Smith decía que cada capitalista al buscar su propio beneficio buscaba el
de los demás por lo que no se requería de la intervención del Estado en la
economía. Pensaba que la economía estaba regida por una “mano invisible”,
es decir, tenía un orden natural, por lo cual el Estado lo que debía hacer era no
intervenir en asuntos económicos. Así mismo afirmaba que las actividades del
Estado debían reducirse al mínimo y su política propiciar el “laisser faire, laisser
passer”(el dejar hacer, el dejar pasar).
De esta forma los deberes del Estado, según el propio Smith, deberían ser:
Por otra parte, nuestro país en la década de los 80, deseaba insertarse en la
economía mundial, por lo cual necesitaba abrir la economía al mercado
mundial; la estrategia que se siguió fue la incorporación de México al GATT
(Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio) y después al TLC
(Tratado de Libre Comercio) con Estados Unidos y Canadá.
La deuda externa total del país paso de 84,800 millones de dolares a fines de
1982, a más de 165,700 m.d.d. en diciembre de 1997, con lo cual tuvo un
crecimiento del 95.45 por ciento en ese periodo.
Existe una mayor dependencia económica con respecto a Estados Unidos, por
lo que la economía mexicana se esta desnacionalizando al entregar una parte
importante del patrimonio nacional al capital extranjero, representado por
grandes compañías transnacionales que tienen diversas formas de
penetración, incluyendo inversión extranjera en bancos.
El sector publico ha buscado reducir sus gastos y aumentar sus ingresos sin
importar los costos sociales, lo que ha provocado que baje el déficit publico a
costa del aumento de impuestos y precios de los bienes y servicios públicos y
de la baja del gasto social en educación, salud, vivienda, ecología e
infraestructura. Situación que ha empeorado por los recortes al presupuesto
publico en 1998 hasta pasando el 2006.
Las fuerzas de mercado y la política económica neoliberal por si solas han sido
incapaces de promover la modernización, la productividad, a competitividad y el
desarrollo tecnológico que tanta falta hacen en el país.
Con los elementos aportados hasta ahora se puede responder a las preguntas
iniciales afirmando que el neoliberalismo en México es un modelo inviable y
que su aplicación ha sido un fracaso porque no ha propiciado el desarrollo
socioeconómico del país.
Con base en estas ideas, que buscan reflexionar acerca de nuestra realidad
económica, queda claro que la aplicación de políticas y modelos neoliberales
que se han realizado en nuestro país desde hace por lo menos 25 años no son
una respuesta a los graves problemas económicos que padece nuestra nación
y que inclusive han agravado dichos problemas. Pero tampoco pensamos que
el estatismo autoritario, centralizado, corrupto y burocrático, que se aplicaba en
el país antes de 1982, tenga que volverse a poner en práctica.
Todo esto se debe y se puedo hacer con una visión de largo alcance,
reflexionando como queremos que sea nuestro país dentro de 30 años para
empezar a trabajar por ese México que deseamos. Para esto se requiere, más
que buena voluntad, acciones concretas a partir de ahora para que lo deseado
se haga realidad.
En este sentido, me uno a la propuesta del Sr. Alejandro Marti, presidente del
Grupo Marti que plantea”... ¡si no pueden renuncien! ¿votar? si, pero por
candidatos que se comprometan ante notario publico en donde establezcan un
proyecto estratégico nacional de gran visión y largo alcance, claro, sostenido y
congruente para desterrar la inestabilidad e incertidumbre social y las crisis
económicas recurrentes”.
Lo que propongo es que los mexicanos nos pongamos a trabajar desde ahora
para lograr el país que queremos para el 2020 o el 2030. En primer lugar se
tiene que definir un proyecto estratégico nacional que contenga puntos
mínimos en los que estamos de acuerdo la mayoría de los mexicanos, respecto
a la economía, la política y la sociedad. Para poder realizar este proyecto se
debe cambiar la mentalidad de nuestros gobernantes y, sobre todo, se debe
modificar el espectro político del país que permita tanto una mayor participación
ciudadana como una mejor democracia.
d.Realizar una profunda reforma fiscal que permita al Estado captar mas
recursos y canalizarlos a actividades prioritarias. Se sugiere gravar las
actividades especulativas de la Bolsa, gravar a los que se encuentren en la
economía informal y dar subsidios directos a los que producen para el mercado
nacional, asi como a los asalariados y campesinos do bajos ingresos.
e.Renegociar la deuda externa con los acreedores, de tal forma que se pague
conforme a las condiciones reales de la economía.
En fin, pienso que la solución esta en nuestras manos: del gobierno, partidos
políticos, universidades, organismos no gubernamentales y sociedad en
general. Algun dia en la clase de “Historia del pensamiento economico y
politico” que tome con el profesor Jorge Cossio Alarregorreta nos decía: “Las
metas de la política económica a largo plazo deberían ser: crecer mas y
distribuir mejor”.
De nosotros depende qué tipo de país queremos para el siglo XXI y, sin duda
alguna, queremos un México democrático, justo, desarrollado y seguro, con
mejores condiciones de vida para todos los mexicanos y que entre por la puerta
grande al concierto de naciones. La política económica debe ser el hilo
conductor para lograr estas aspiraciones. La política económica neoliberal
mexicana es: centralizada, incompleta, injusta y depende en exceso del capital
externo.
A TITULO PERSONAL
En algún tiempo en el me paseaba por la FES Acatlan , a la que cada vez iba
menos, veía las paredes llenarse de montones de papelitos y mantas a favor
del socialismo, otros más diciendo que el neoliberalismo ha destruido a México
y al mundo. Lo que me hacia preguntar ¿Qué tanta verdad hay en esa
premisa? Pues según mi muy particular punto de vista ¡ninguna!!! porque en
primera, México no ha tenido ningún gobierno neoliberal, es más, ni siquiera
han llegado liberales al país. Se nos enseña en la escuela y en la televisión que
el período neoliberal comenzó con el presidente Miguel de la Madrid, que
recibió al país atacado por la sombra de la hiperinflación debida a la economía
tan exageradamente petrolizada en el sexenio anterior, con la banca recién
nacionalizada, y con los salarios aumentados por decreto (…no me refiero a
Venezuela aunque lo parezca) con lo que se disparó la inflación y la pobreza al
mismo tiempo. Principalmente lo que hace este presidente es privatizar muchas
empresas públicas y comenzar con una apertura del mercado; México se unió
al GATT. En teoría esto parece muy liberal, pero una economía liberal no es
sólo una que se abre al mercado y que privatice todo: lo mismo hacen los
socialdemócratas ahora, muchos están a favor de la privatización de ciertas
empresas. De cualquier forma la banca seguía nacionalizada, lo cual implicaba
que el gobierno tendría forzosamente gran participación en los procesos
económicos; esto lejos de ser "neo" liberalismo parece más keynesianismo o
capitalismo de Estado.
Luego llegó Carlos Salinas, el demonio para muchos mexicanos, que siguió
con las privatizaciones y con la firma del Tratado de Libre Comercio con
Estados Unidos y Canadá. Se privatizó la banca nuevamente y ya para finales
de su sexenio los bancos internacionales llegarían a establecerse a México.
¿Dónde está el fallo? Sucede que para ese tiempo se tenía algo llamado el
"precio pacto", un libro podía costar realmente $100, pero el precio pacto era
de $90: un control de precios bastante agradable. Por otro lado, al peso
mexicano se le tenía controlado, "pendiendo de unos alfileres", para que éste
no se devaluara, o al menos para que la gente no lo notara, y mucho menos
con el furor de los nuevos pesos donde al peso viejo se le quitaron unos
cuantos ceros (lo mismo pretende hacer Chávez en Venezuela). Cuando
Salinas se va y entra Zedillo el nuevo presidente decide informar a los
inversionistas que se venía una devaluación inevitable, ante eso
automáticamente hubo una enorme fuga de capital en el país que se quedó sin
dinero para pagar sus deudas. La inflación que estaba en 10% para diciembre
del 94, para diciembre de 95 se dispara a 51%.