Periodo Lítico

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Periodo Lítico

Se denomina Periodo Lítico al espacio histórico peruano comprendido entre


los 20 000 a 5 000 a.C., aproximadamente; es decir, desde la llegada de los
primeros habitantes hasta el descubrimiento de la agricultura.

Ocupación del territorio


Durante este periodo el hombre peruano fue estableciéndose progresivamente en
nuestro medio geográfico, especialmente en las punas o mesetas altoandinas.
Su incipiente economía de subsistencia se baza en la caza y la recolección, lo que
con condicionaba una organización social basada en grupos reducidos
numéricamente, conocidos como bandas, los mismos que habitaban cuevas,
abrigos rocosos, ensenadas y otros lugares que los protegían de la naturaleza.
Los cambios de clima condicionaron su vida errante. Sus alimentos provenían de
la recolección de los frutos, hojas, tallos y raíces, así como de la caza de guanacos,
vicuñas, tarucas, aves, roedores, etc.
Para efectuar la caza y la recolección emplearon instrumentos fabricados
especialmente de piedra en los que destacaron: las hachas de mano, cuchillos,
raspadores, puntas de proyectiles entre otros.

Zonas donde se establecieron en el periodo


lítico
El territorio donde habitaban tenia un clima variado y desigual distribución de las
aguas, modeló una determinada flora y fauna que favoreció la instalación del
hombre en diversas zonas a lo largo y ancho de su ámbito.
Los hallazgos arqueológicos recientes demuestran que los primeros
pobladores se instalaron en zonas de altura. Con el transcurso del tiempo, fueron
descendiendo hacia zonas más bajas. Así, entre los años 8 000 y 4 000 a.C. el
hombre habitó principalmente la región de la Puna. Luego entre los 4 000 y 2 500
a.C. ocupó la región Quechua. Y finalmente entre 2 500 y 1 800 a.C., bajo a la
región Yunga, donde pudo aprovechar los recursos marinos.
Sin embargo el mayor asentamiento humano se registra en las zonas altoandinas
debido a la existencia de pastizales para los auquénidos. La caza de estos animales
les proveyó los recursos necesarios para su alimentación y vestido.
Durante la etapa de las culturas alfareras y agrícolas, la población se concentra en
la zona quechua.
Posteriormente recorren el flanco occidental, bajando a las lomas, a las orillas de
los ríos y playas.
En el flanco oriental su escasa población aprovecha la abundante flora y fauna del
lugar.

Estado Cultural
Los primitivos pobladores tuvieron una cultura incipiente. Vivían en cuevas,
abrigos rocosos, ensenadas o campamentos cubiertos con pieles de animales o
ramadas. Se trasladaban continuamente de un sitio a otro formando pequeños
grupos u hordas de 15 a 20 personas. Esa forma de vida se llama nomadismo.
Su principal preocupación era la búsqueda de alimentos. Cazaban y recolectaban
diversos animales y vegetales los cuales los comían crudos. Aunque conocían el
fuego solo lo utilizaban para protegerse del frio y para ahuyentar a las fieras.
Cubrían sus cuerpos con la piel de los animales que cazaban.

Restos Arqueológicos
Durante la etapa más antigua de la historia peruana, que se extiende entre los 20 y
9 mil a.C. los primeros habitantes andinos se distinguían esencialmente por ser
dependientes de la naturaleza.

Los restos arqueológicos mas antiguos de la historia peruana son los siguientes:

EL HOMBRE DE PACCAICASA
En la aldea de Paccaicasa (Ayacucho) están las cuevas de Piquimachay,
Jayguamachay y Rosamachay a una altura de 2 740 metros sobre el nivel de mar.
El arqueólogo norteamericano Richard Mac Neish halló en 1969 las huellas de
ocupación humana más antigua en el actual territorio peruano. Datan de
aproximadamente 20 000 a.C.
El hallazgo consistio en instrumentos líticos junto a restos óseos. Habían también
raspadores, machacadores y buriles de piedra muy toscos, hechos a golpes o
percusión, al lado de huesos animales giagntes como el megaterio (semejante a un
perezoso gigante), el esmilodonte (semejante al tigre dientes de sable) y
mastodontes.

EL HOMBRE DE CHIVATEROS
Chivateros es una zona ubicada en las cercanías de la desembocadura del río
Chillón. Allí el arqueólogo norteamericano Edward Lanning en 1963 encontro
vestigios humanos de una antigüedad de 12 000 años.

EL HOMBRE DE TOQUEPALA

Hombre Cueva de Toquepala


En la cueva del diablo a 2700 metros sobre el nivel del mar en Toquepala
(Moquegua), se encuentra este importante yacimiento arqueológico. Sus restos
fueron encontrados en 1960 por Miomir Bojovich y Emilio Gonzales, estos restos
tienen una antigüedad de 9500 años.
Lo más notable de este descubrimiento son las pinturas rupestres estudiadas por el
arqueólogo Jorge C. Muelle. Para plasmar su arte, utilizó los colores rojo, blanco,
amarillo y negro.
La escena que representa se refiere a la caza de guanacos. En ella los hombres
aparecen desnudos, enmascarados y armados con garrotes.

EL HOMBRE DE LAURICOCHA
En los hallazgos arqueológicos anteriores no se encontraron restos humanos
directos. Lauricocha es el primer hallazgo de restos humanos directos.
Lauricocha se encuentra a más de 4 000 metros del nivel del mar, en la provincia
de Dos de Mayo en Huanuco.
El ingeniero Augusto Cardich, entre 1958 y 1959, halló los primeros restos
humanos los cuales tenían una antigüedad de 9 525 años.
En estas cuevas se encontraron 11 esqueletos humanos junto a cenizas, restos de
alimentos, utensilios de piedra y huesos de cérvidos y camélidos. Uno de estos
esqueletos fue inhumado en forma ritual. Llevaba ajuares funerarias, cuentas de
collares de huesos, conchas y turquesas.

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