Resumen de Derecho Romano
Resumen de Derecho Romano
Resumen de Derecho Romano
REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Durante los siglos XVIII y XIX una serie de innovaciones técnicas, invenciones y descubrimientos produjeron un
cambio fundamental en la cultura humana que se conoció como “revolución industrial”
La máquina de vapor, el telar hidráulico, la electricidad y otras fuentes de energía, produjeron un cambio muy
importante en la humanidad.
Con la revolución industrial aparecen las fábricas, los obreros trabajan con instrumental y máquinas ajenas, lejos de
su hogar y con sistemas de producción cada vez más perfeccionados y automatizados que provocaron un aumento
en la producción de bienes, en la acumulación y concentración de la riqueza en menos manos y la necesidad de
obtener cada vez más consumidores.
La revolución industrial terminó con la limitación natural de las necesidades humanas (que padecía el hombre
preindustrial), convirtiéndolas en ilimitadas.
Aunque las investigaciones arqueológicas determinan que patricios y plebeyos habitaban barrios distintos; que
originalmente no tenían los mismos dioses; que los plebeyos tenían inferiores condiciones cívicas y sociales y eran un
grupo numéricamente superior, mientras que los patricios eran pocos; los patricios podrían haber sido
descendientes de los primitivos habitantes de roma; los plebeyos podrían haber sido poblaciones desarraigadas y
establecidas en las afueras de Roma para poder controlarlas; los hombres que individualmente se incorporaban a
Roma, lo hacían en calidad de plebeyos
Lapieza Elli divide en cuatro las etapas. Denomina a la primera etapa “ciudad quiritaria”; a la segunda etapa “Res-
pública”; a la tercera “principado” y a la cuarta “Dominado”.
La etapa de la ciudad quiritaria tiene como rasgo principal que durante este periodo el poder residía
principalmente en los quirites o patricios y no en los reyes. La etapa de la ciudad quiritaria no termina cuando cae
Tarquino el soberbio, sino cuando los plebeyos quedan incorporados políticamente y zanjada la disputa patricio-
plebeya.
La etapa de la Res-pública comienza con la integración patricio-plebeya y termina cuando llega al poder
Augusto en el 27 a.C.
La etapa del Principado estuvo signada porque el poder lo ejercía un ciudadano teóricamente igual a los
demás, pero que era “el principal entre iguales”
La etapa del Dominado se la denomina así porque al concluir la crisis del siglo III, el poder ya no reside en un
ciudadano igual a los demás, sino que el poder reside en el Emperador que es el Señor o Dominus que gobernaba
sobre los súbditos.
EL IMPERIUM
Este fue un término introducido por los etruscos y que ayudó a definir mejor el poder del rex. Este término hacía
referencia al poder del rex como suprema autoridad civil y militar, y se fundaba en el derecho del rex para
determinar cuál era la voluntad de los dioses por medio de los auspicium. Un hacha doble era el símbolo de esa
suprema autoridad; doce hachas dobles eran cargadas por los lictores, basado en las ceremonias etruscas.
Originalmente el imperium era un tipo especial de poder que solo tenía el rex, aunque posteriormente, lo tuvieron
los magistrados de la Respublica.
El imperium era un poder soberano, unitario, originario e ilimitado. Soberano porque estaba por encima de
cualquier otro; unitario porque era un poder en bloque; originario porque tiene como fuente y razón de ser a la
monarquía misma; ilimitado porque era absoluto.
Sobre el fundamento del imperium hay dos posiciones: la primera dice que es completamente originario, y se
fundamenta y legitima en sí mismo. Otra postura lo basa en la necesidad de defensa, orden y culto que ha
conformado un poder ilimitado.
Armando Torrent considera que hay dos fases en la monarquía romana: una fase latino-sabina conformada por los
reyes Rómulo, Numa Pompilio, Tulio Hostilio y Anco Marcio. Y una fase etrusca conformada por los reyes Tarquino el
Antiguo, Servio Tulio y Tarquino el soberbio.
En la fase latino-sabina, el rex tenía un poder débil frente a la asamblea de los patres. En la fase etrusca hay una
estructura más perfeccionada de la monarquía y con mayor poder.
Rómulo: de origen latino, es el primer rey de Roma; a él se le atribuye la organización política de la ciudad;
fue quien organizó el Senado como órgano consultivo del monarca, fijando su número en cien senadores; fue
también quien estableció las bases de los comicios curiados como asamblea popular.
Numa Pompilio: fue el rex que organizó la religión y creó los primeros colegios sacerdotales.
Tulio Hostilio: fue un rex salvaje y guerrero a quien se le adjudica la destrucción de Alba Longa
Anco Marcio: personaje contradictorio; hizo construir el puerto de Ostia para una población sin barcos
Tarquino el Antiguo: Restauró las murallas de la ciudad y construyó la cloaca máxima; gobernó sin consultar
ni al Senado ni al pueblo.
Servio Tulio: Fue un rey querido por el pueblo; reestructuró la asamblea popular, organizada sobre la base
de la riqueza fundiaria. Murió asesinado por Tarquino el Soberbio.
Tarquino el Soberbio: Fue el último rex romano; no fue querido por el pueblo; nunca consultó al Senado ni a
los comicios; su reinado finaliza con una revuelta popular que lo expulsa de la ciudad.
Los Colaboradores del rex fueron aumentando a medida que crecía la complejidad en el gobierno. Entre los
colaboradores están el praefectus urbis que reemplazaba al rex en caso de ausencia temporal; el duoviri perduellionis
que se encargaba de instruir el proceso y ejecutar la sentencia en casos de alta traición; los dos quaestores parricidii
que se encargaban de investigar el delito de un paterfamilias; los tribuni celerum que comandaban la caballería; el
magister populi jefe del ejército; el praetor, los tribuni militum.
EL SENADO EN LA MONARQUÍA
Durante la primera etapa de la monarquía, el Senado estaba integrado por los jefes de las gens, que representaban
la soberanía de los grupos.
En este primer tiempo el Senado era un asesor del rex y los miembros pertenecían a la clase noble y rica, a quienes
se los llamaba patres conscripti o padres y a sus descendientes, patricios. Los miembros eran designados por el rex,
por un acto basado en tradiciones consuetudinarias.
En un primer momento el Senado habría estado conformado por 100 senadores, aunque luego se elevó a 300.
Los senadores eran quienes interpretaban la voluntad de los dioses por medio de los auspicia y además quienes
daban sanción ritual a los actos por medio de la auctoritas.
El Senado controlaba la vida política y aseguraban la continuidad del poder por medio del interregno.
Si bien el Senado era un órgano consultivo del rex que debía ser oído, no obligaban al rex, aunque no era común que
se apartara del parecer del senado.
Con el tiempo, por la influencia etrusca, el Senado va perdiendo peso político y el rex comienza a ejercer el derecho
de designar a otros paterfamilias como miembros del Senado que eran incorporados como miembros de la civitas, lo
que hizo aumentar la cantidad de Senadores.
El senado vuelve a tener peso político cuando cae la monarquía.
EXPANSIÓN Y ORGANIZACIÓN DEL AMBITO HEGEMÓNICO ROMANO DENTRO Y FUERA DE LA PENÍNSULA ITÁLICA.
A medida que el estado romano fue expandiéndose y ejerciendo supremacía sobre otros pueblos, posiblemente por
influencia de la cultura etrusca, los romanos no hacían tratados bilaterales con las ciudades conquistadas como los
griegos, sino que directamente anexaban al estado el territorio conquistado; de esta manera, fue creciendo la civitas
romana hasta que casi toda Italia terminó siendo la ciudad-estado Roma y los habitantes, ciudadanos romanos.
Fuera de Italia, los demás territorios y habitantes eran considerados extranjeros; fue recién en el siglo III cuando los
habitantes de los territorios no itálicos de Roma, se consideraron ciudadanos romanos.
COMICIOS TRIBADOS
Como consecuencia de la reforma de Servio Tulio que dividió a la población en tribus domiciliarias, se comenzaron a
reunir los llamados comicios tribados, por estar los ciudadanos agrupados en unidades territoriales. Servio Tulio
habría sustituido las tres tribus romulianas por nuevas y numerosas tribus con carácter territorial; división que habría
tenido como objetivo asegurar la percepción de tributos en favor del estado.
Servio Tulio habría creado inicialmente 4 tribus urbanas, en las que los ciudadanos estaban agrupado de acuerdo con
su domicilio. Después, al crear las tribus rurales, el criterio de pertenencia a la tribu fue la propiedad fundiaria y los
ciudadanos eran inscriptos en el distrito rural en el que se encontrara su fundo. Los que no tenían tierras, eran
inscriptos en alguna de las tribus urbanas. Con el cambio de criterio, los pobres y los obreros que vivían en la ciudad,
solo contaban con 4 votos de las tribus urbanas, mientras que los ricos que tenían fundos, votaban en las tribus
rústicas y constituían la mayoría.
Parece ser que originalmente surgieron como asambleas de la plebe; la plebe no podía tomar como base para
reunirse, ni el criterio gentilicio, ni el criterio timocrático, por lo cual se eligió el criterio de la distribución territorial.
Entonces, las tribus urbanas se dividieron según el domicilio. Las tribus rurales, según la propiedad fundiaria.
Después de la reforma de Appio Claudio y cuando la plebe ya había adquirido una posición predominante, se
comenzó a convocar a todo el pueblo bajo la organización tribada. Surgió así un nuevo comicio cuyo funcionamiento
tuvo un marcado carácter civil.
Estos comicios podían tener como origen el concilio de la plebe pero no se confundió con él, porque los comicios
tribados son convocados y presididos por magistrados de la república y los concilios de la plebe eran convocados por
los tribunos; en el comicios tribados participa todo el pueblo, mientras que en los concilios de la plebe solo los
plebeyos; la auctoritar patrum era un requisito de validez para las decisiones que tomaba el comicio tribado,
mientras que no era necesario para los concilios de la plebe; también eran distintos los días en los que se los
convocaba.
Los comicios tribados tuvieron competencias en el ámbito electoral, judicial y legislativo. Su competencia electoral
radicaba en la elección de los magistrados menores como los cuestores y ediles curules. Su competencia judicial
radicaba en que podían ser llamados a juzgar por una provocatio por multa o indemnización cuando el magistrado se
había extralimitado en la aplicación de la ley. En el campo legislativo, sus funciones eran importantes en lo relativo a
las leyes de derecho privado.
Podían ser convocados por un cónsul o por un pretor; se reunían mediante edictum con una antelación de 24 días.
El derecho de voto le correspondía a cada ciudadano en su propia tribu.
Al comienzo de la República, el territorio romano estaba dividido en 25 tribus: 4 urbanas y 21 rurales; aunque
después aumentó a 35 tribus. Aunque con el paso del tiempo la división por tribus perdió la referencia territorial
para convertirse en la distribución personal de los ciudadanos.
LA PAX ROMANA
Fue un período de casi 2 siglos en el que se pudo vivir en paz y propsperidad en el imperio; fue un momento
excepcional de la historia. El Imperio Romano gozó de paz interna que solo se vio interrumpida por guerras
fronterizas que no afectaban la vida cotidiana de los ciudadanos.
La incorporación de nuevos territorios trajo grandes beneficios económicos y permitió cierto grado de
industrialización que mejoró la situación general.
El mejoramiento de caminos y puentes y la desaparición del peligro que representaban los piratas, benefició el
comercio interno y el externo con India y China. A este periodo también pertenece la construcción del Coliseo y el
florecimiento del arte y la arquitectura.
ORGANIZACIÓN DEL AMBITO HEGEMÓNICO ROMANO. TERRITORIOS DEL PRINCEPS Y DISTINTAS CLASES DE
PROVINCIAS
Las comunas
Una de las tareas principales del Imperio en su misión civilizadora, fue difundir el modo de vida urbano, por lo que las
ciudades se convirtieron en la base de la vida social y económica en todo el Imperio. y en los territorios extraitálicos
los colonos italianos fundaron ciudades a las cuales el Príncipe le concedió derechos y privilegios como aliados
itálicos.
La ciudad gozaba de un cierto grado de autonomía dependiente de su historia pasada y la disposición de Roma de
tenerla en cuenta.
De acuerdo con el desarrollo y los servicios prestados al Imperio o al Emperador, cada comunidad tenía tres
posibilidades: ponerse al nivel de las comunidades aliadas con una exención tributaria parcial y autonomía ilimitada;
tener la categoría y los derechos de una colonia latina; o tener los derechos de un municipia. Una etapa daba paso a
la otra.
Roma exigía el pago puntual de los impuestos y el suministro de reclutas para las tropas auxiliares.
Munera
Eran cargas públicas que tenían los ciudadanos. Estas cargas públicas eran 3:
Personales: eran tareas personales como cuidar obras o realizar servicios públicos como preservar un puente
Patrimoniales: eran gastos destinados a preservar servicios públicos como pagar la comida de la tropa.
Mixtas: eran tareas personales y gastos, como hacer frente a las falencias en la percepción de impuestos.
REFORMAS DE DIOCLECIANO
Al llegar al gobierno, Diocleciano reestructura el Estado institucionalizando las prácticas de sus antecesores y
abandonando prácticas obsoletas. El objetivo era claro: fortalecer el Estado.
Para asegurar un ordenado acceso al trono y defender de manera eficiente las fronteras, planifica la Tetrarquía o
Gobierno de Cuatro cabezas.
La reforma de Diocleciano es una reforma original de crear los supuestos de hecho necesarios para la sucesión al
trono.
Diocleciano nombró a Maximiano para defender las fronteras y lo designó como Augusto para gobernar la parte
occidental; Diocleciano se reservó el otro cargo de Augusto y gobernó la parte oriental que en ese tiempo era la más
importante económica y militarmente.
Dos años después nombra dos “césares” y les asigna zonas de gobierno. Con eso quedó configurada una
descentralización administrativa porque cada uno de los cuatro titulares tenía su ejército, sus finanzas, su
organización judicial y su propio consilium. El principio de división de los poderes se mantuvo por medio de la
adjudicación de esferas de actuación separadas espacialmente, pero todos estaban abocados a una única tarea de
gobierno y subsistía la unidad legislativa que mantuvo a su vez, la unidad territorial del imperio.
Los Césares estaban subordinados a los Augustos pero Diocleciano era quien tenía preeminencia.
La tetrarquía se basaba en que a los veinte años de gobierno, los Augustos renunciaran, los Césares ocuparan esos
lugares y a su vez, nombraran dos nuevos Césares.
Era también la manera que Diocleciano veía de terminar con las luchas por el poder, con un mecanismo de sucesión
al trono seguro. Pero, inmediatamente después de abdicar Diocleciano, el sistema no sobrevivió, porque entraron en
colisión el mecanismo romano de opción o elección, con la concepción dinástica de transmisión del poder por vía
hereditaria impuesto por Constantino.
Diocleciano rompió con la tradición republicana de unidad del imperium, disponiendo que las fuerzas armadas
fueran confiadas a los comandantes independientes del sistema provincial y vinculados a los prefectos del pretorio, a
los Augustos y los Césares.
Elevó a 500 mil hombres los efectivos del ejército y los dividió en tres clases de tropas: limítrofes en las fronteras;
comitatus que era la masa móvil estratégica a disposición del emperador para acudir ante una invasión; y la Scholae
Palatinae que era la guardia del palacio imperial, guardia personal del emperador.
Diocleciano estableció que el oficio militar fuera hereditario e impuso a los propietarios de predios rurales la
obligación de proveer una cantidad de reclutas proporcional a la importancia de sus fundos.
La burocracia fue notablemente reformada, con escalas jerárquicas y con criterio centralista.
Impuso una reforma monetaria e impositiva que buscó poner fin a la crisis económica pero la presión tributaria fue
muy fuerte; estableció impuestos que gravaban los fundos y la fuerza de trabajo; para mantener los servicios del
estado fue exigiendo muneras o prestaciones personales y patrimoniales gratuitas y obligatorias; fijó precios tope
para los artículos de primera necesidad y los servicios imponiendo penas muy duras a los infractores; para evitar la
escasez de mano de obra se estableció una casta profesional.
La existencia de la Iglesia como un Estado dentro del mismo Estado le parecía a Diocleciano incompatible con el
principio de gobierno que había diseñado.
Diocleciano subdividió las provincias, agrupándolas en diócesis, con funcionarios llamados ‘vicarios’ en el gobierno.
Los funcionarios civiles de más categoría eran los praefecti praetorio, dos para oriente y dos para occidente,
representando al emperador en el ámbito del derecho, teniendo en cuenta que a partir del Dominado el emperador
es viva lex.
INFLUENCIA DE CONSTANTINO
Después de la abdicación de Diocleciano, se produjo una guerra civil entre los Augustos y los Césares. Constantino y
Majencio se enfrentaron en la batalle del puente Milvio y Constantino fue el vencedor, por lo que asumió el poder y
se centralizó la autoridad, el trono se hizo hereditario en su familia y dispuso la repartición dinástica del poder para
después de su muerte. El sistema dinástico estaba sostenido por la lealtad militar y por el apoyo religioso cristiano.
Por lo tanto, Constantino deja sin efecto la tetrarquía y divide al Imperio en cuatro Prefecturas: Oriente, Iliria, Italia y
Galia, con 14 diócesis y 117 provincias.
Constantino proclamó en el Edicto de Milán la neutralidad religiosa pero dando apoyo a los cristianos; convoca al
primer concilio ecuménico en Nicea donde se fija el credo y se condena el arrianismo. Constantino había advertido
que los Cristianos eran la única fuerza espiritual que podía apuntalar el Imperio.
Además Constantino reconoció el derecho de asilo en los templos cristianos, introdujo la manumissio in ecclesia y
autorizó a la Iglesia a recibir donaciones, dando paso a un gran enriquecimiento económico de iglesias y monasterios
que además estaban exentos de impuestos.
El régimen de Constantino fue monárquico, dinástico y absoluto caracterizado por un fuerte intervencionismo, por la
burocracia y la presión fiscal tributaria.
Estableció la sede de su gobierno en Bizancio, ciudad a la que rebautizó como Constantinopla, marcando la
preponderancia económica y militar de la parte oriental.
El Senado, que había sobrevivido, perdió influencia al establecerse otro Senado con sede en Constantinopla.
En el aspecto militar, puso al frente del ejército a un magister de la infantería y a otro de la caballería: la unidad de
mando se daba con el emperador. Además auspició el reclutamiento individual o colectivo de bárbaros que podían
ocupar altos mandos, lo que resultó trascendente y fatal.
También Constantino reorganizó la burocracia; no se tuvo en cuenta la pertenencia a la clase senatorial o ecuestre
para acceder a los cargos y además se podía acceder a la clase senatorial por el solo hecho de haber accedido a un
cargo.
EL IMPERIO DIVIDIDO
Durante todo el Dominado, hubo unidad de gobierno, hasta que, antes de morir Teodosio el Grande, distribuye el
Imperio entre sus dos hijos: a Arcadio le da la parte Oriental y a Honorio la parte occidental. Con ello, el Imperio no
se volvió a unir más.
La definitiva separación estaba motivada por oportunidades políticas, por exigencias dinásticas y porque era más
conveniente para la defensa de las fronteras. Además de que las dos partes carecían de integración cultural y eran
bastante diferentes en su economía.
Hasta el año 438 las constituciones imperiales valían para ambas partes del Imperio, con lo que, el ejercicio del poder
era colegiado y no dividido; además de que la ciudadanía, la moneda y la legislación eran la misma.
A partir del 438 cada emperador creaba la norma para su propio ámbito de gobierno y, remitida, su colega decidía si
la aplicaba o no en su territorio; cada emperador gobernaba de manera autónoma en su territorio, por lo que entre
ambos no había ni unidad ni solidaridad, lo que será determinante ya que la parte occidental no pudo mantenerse
frente a los bárbaros.
EL DEFENSOR CIVITATIS
El defensor civitatis sucedió al curator rei publica y se acentuó la vigilancia e intervención del poder imperial.
El defensor civitatis aparece en el 364 con Valentiniano I y se va a ir extendiendo gradualmente por todo el imperio.
Era nombrado por el Prefecto del pretorio entre las personas con conducta irreprochable que hubieran ejercido
funciones administrativas y judiciales. En un primer momento su nombramiento fue vitalicio; posteriormente su
duración se redujo a 5 años y después a 2.
Su función era supervisar el funcionamiento de la administración y el ejercicio jurisdiccional; además de proteger a
los humildes contra los abusos de los magistrados y de la clase alta.
Para el año 409 se dispuso que los defensores se nombraran por decreto de los obispos, convirtiéndose en la
verdadera cabeza de la comunidad en virtud de su poder jurisdiccional.
Por un tiempo los emperadores se ocuparon de corregir y perfeccionar el funcionamiento del defensor a través de la
legislación imperial.
Si bien fue una institución que no logró alcanzar el fin para el cual había sido creada, entre las atribuciones del
defensor estaban: las atribuciones jurisdiccionales, fiscales y registrales.
Por su atribución jurisdiccional tuvo competencias como a las referidas al pago de deuda cierta; reclamación
de un esclavo huido; exceso en el pago de impuestos; represión del bandidaje; rápido envío de los reos ante el
tribunal, etc.
Por su atribución fiscal el defensor tuvo una evolución muy significativa y en vez de posicionarse en contra
de la corrupción de los agentes del fisco, terminaron convertidos en colaboradores de la recaudación.
Por su atribución registral de carácter general, estaban encargados de recibir y levantar acta de quejas
presentadas por los provinciales contra los abusos cometidos en la recaudación de impuestos.
HONESTIORES
NOBILISSIMI Estaban en la cima de la jerarquía; eran los miembros de la familia imperial.
PATRICII Alta dignidad otorgada por el emperador en razón de las condiciones personales. No hereditaria.
Constituido por las familias de los Senadores de Roma y Constantinopla y por los altos
CLARISSIMI funcionarios a los que el Emperador designaba con este título
Constituido por los altos funcionarios de la antigua clase ecuestre que no habían ascendido a la
PERFECTISSIMI nobleza hereditaria de los clarissimi, a la que pudieron acceder recién en el siglo V.
Fueron los más gravados con las contribuciones propias de las funciones que el estado les
CURIALES asignaba y eran solidariamente responsables de la percepción de impuestos que pesaban sobre
el territorio municipal
HUMILIORES
Los humiliores estaban fijados al trabajo de un predio u obligados a determinadas funciones públicas.
Esta clase estaba integrada por la plebe urbana y la plebe rural.
La plebe urbana estaba dividida en colegios y corporaciones surgidas por el intervencionismo económico. Los
colegios tenían restricciones a la libertad personal y a la disposición de sus bienes; a las corporaciones se les impuso
la incorporación del hijo a la condición corporativa del padre o de la madre. Solo pocas corporaciones escaparon de
esta condición de obligatoria y hereditaria.
La plebe rural estaba integrada por los possessores y los colonos. Los possessores eran los pequeños propietarios
agrícolas a los que el estado trató de mantener en ese status para evitar que abandonen su régimen de libertad; para
ello se les adjudicaba tierras vacantes vecinas con la obligación de cultivarlas y se legisló en contra de los abusos de
los latifundistas.
LOS COLONOS
El régimen del colonato era el vínculo obligatorio y perpetuo entre la tierra perteneciente a un propietario y el
campesino que la cultivaba.
Los colonos y sus descendientes eran hombres libres pero que estaban ligados para siempre a la tierra que
trabajaban.
Fue un régimen que se instaló para contrarrestar la fuerte disminución de la mano de obra esclava y con el fin de
asegurar la agricultura como actividad económica.
Primeramente se organizó sobre la base de un libre contrato privado de arrendamiento de tierras a cambio de
entregar al propietario un porcentaje de lo producido.
La calidad de colono se adquiría: por nacimiento sea colono la madre o el padre. Y si pertenecían a tierras distintas,
los hijos se distribuían; por prescripción, cuando un hombre libre había trabajado un fundo por más de 30 años; por
contrato inscripto en los registros municipales; por pena ante mendicidad denunciada por un propietario interesado.
El colono mantenía su capacidad jurídica excepto en la libertad de trabajar y de domicilio. Podía contraer matrimonio
solo con una colona del mismo domicilio; podía comerciar pero sus bienes garantizaban el pago del canon al
propietario; eran vindicables como los esclavos y se lo penaba si abandonaba el fundo.
No podía ser separado del fundo ni siquiera por el propietario, porque la tierra lo retenía y él retenía la tierra. La lex
fundi sometía al propietario y al colono en cuanto a la modalidad de cultivo y el canon a abonar.
LA CAIDA DEL IMPERIO ROMANO. TEORÍAS SOBRE SUS CAUSAS, MECANISMO Y CONSECUENCIAS.
La caída del Imperio Romano de Occidente implica el derrumbe de una enorme y prolongada estructura política,
además del fin de una cultura, y marca el paso de la Edad Antigua a la Edad Media.
Hubo causas estructurales o endógenas y causas externas o exógenas.
Dentro de las causas externas o exógenas se puede mencionar la política externa del imperio romano como estado
tapón que impedía totalmente las migraciones, es única en la historia. Como consecuencia, los pueblos se fueron
estableciendo en las fronteras del Imperio, contenidos por las fronteras pero empujados por las ondas migratorias. El
objetivo de los pueblos bárbaros al entrar en el Imperio, no era destruirlo, sino integrarlo.
Por otro lado, las causas ecológicas y climáticas que produjeron el empobrecimiento del suelo y la imposibilidad de
producir alimentos en la cantidad necesaria.
PARTE II
UNIDAD 1: EL DERECHO ROMANO
Definir qué es lo que se entiende por Derecho Romano es difícil porque hubo diferentes interpretaciones.
Algunos autores llaman derecho romano al resultado concreto de la recopilación Justinianea.
Lapieza Elli establece que Derecho romano es el complejo total de las experiencias, ideas y ordenamientos jurídicos
que tuvieron lugar en el proceso histórico de Roma, desde los orígenes de la ciudad estado hasta más allá de la
disgregación de la parte occidental del imperio romano. Hay consenso unánime en alargar esta existencia del
derecho romano hasta la muerte de Justiniano en el 565 d.C., cuya compilación de la doctrina y de la normatividad
jurídica romana corona el proceso y constituye el más trascendente aporte concreto de la antigüedad a la formación
de nuestra cultura jurídica contemporánea.
Además Lapieza Elli distingue otros conceptos a través de la historia, dice que Para el universitario del siglo XII
derecho romano era la compilación justininea o Corpus Iuris Civilis; Para los europeos del siglo XVII y XVIII derecho
romano era la elaboración doctrinaria hecha sobre el Corpus Iuris Civilis por las diversas escuelas del derecho común
europeo; Para la escuela pandectistica del siglo XIX derecho romano la labor de los estudiosos alemanes tendientes
a armonizar el Corpus Iuris Civilis con la realidad jurídica de su tiempo.
También se puede llamar derecho romano al sistema jurídico elaborado por los romanos, recopilado por
Justiniano, sistematizado y actualizado por las diversas escuelas romanísticas posteriores, receptado por las
codificaciones modernas y que sirve de común denominador jurídico y cultural para la mayoría de los pueblos.
Así entendido, el derecho romano lejos de ser una cosa del pasado y objeto de estudio meramente histórico, está
vivo y puede y debe ser utilizado en el futuro.
Tiene dos acepciones, por un lado es el derecho que emana de los órganos estatales, el que proviene de
Ius Publicum la lex, de las constituciones o de los plebiscitos; por otro lado es el derecho que tiene que ver con el
funcionamiento y organización de la respública.
Ius Privatum Es el que tiene que ver con el interés de los particulares
Es el derecho que era propio y exclusivo de los ciudadanos romanos. Este derecho los seguía sin importar
Ius Civile su radicación; además regulaba la forma de testar sin importar donde estuviera el individuo y sus bienes.
No era aplicable a las relaciones con extranjeros, sino solo a los ciudadanos romanos.
Es el derecho creado por los romanos a través del pretor peregrino para regular las relaciones entre los
Ius Gentium extranjeros y de ellos con los ciudadanos romanos. Este derecho evolucionó rápidamente por no estar
sujeto a las estrictas normas del ius civile, adecuándose a los cambios sociales. Los romanos lo terminan
adoptando con posterioridad.
No hay una definición de lo que se entendía por ius naturale, pero algunas menciones de Gayo y del
Ius Naturale Digesto establecen que los romanos entendían por ius naturlae al derecho que surge de la naturaleza de
las cosas. Pero los recopiladores del digesto parecen haber introducido el concepto de que ius naturlae es
era una norma de origen divino y de carácter inmutable.
Los romanos no contemplaban al ius naturale como fuente de derecho.
Mores maiorum
“mores” es el plural de la palabra “mos” que tiene dos significados: el primer significado se refiere a la “costumbre
jurídica” o derecho consuetudinario; el segundo significado se refiere a un “modo de vivir”, estilo de vida social y
moral.
Durante mucho tiempo se entendió que “mos” como regulación de conducta, pertenecía al sistema interno de las
familias. Pero los modernos estudios determinaron que las mores eran costumbres o modos de vida de la comunidad
entera.
La palabra maiorum se refiere a los antepasados. Por lo que “mores maiorum” significaría “modos o estilos de vida
de nuestros antepasados” que los estudiosos llamaron ‘derecho consuetudinario’, el que a su vez se ha definido
como la observancia de un cierto comportamiento por los miembros de una sociedad en forma regular, pacífica,
espontánea y durante un cierto tiempo, con la convicción de que responde a una necesidad jurídica. De lo que
surge que la costumbre, como fuente formal del derecho, debe tener dos elementos: el elemento objetivo de que las
conductas sean regulares, pacíficas y espontáneas; y el elemento subjetivo basado en la convicción de que se
responde a una necesidad jurídica.
Al decir entonces que el derecho arcaico era consuetudinario, se quiere decir que cada vez que un romano quería
saber qué conducta estaba prohibida o permitida, debía buscar en las mores maiorum.
Iurisprudentia
En la doctrina existe una corriente predominante que establece que la verdadera fuente formal del derecho arcaico
fue la actividad jurisprudencial, la actividad de los sabios en materia de derecho y que estaba a cargo de los
miembros del colegio de los pontífices. Pomponio al enumerar las fuentes formales no incluye a la mores maiorum y
establece que el derecho de aquella época consiste en la sola interpretación de los prudentes. Lapieza Elli sostiene
que las mores maiorum eran una excusa que utilizaban los órganos de la naciente ciudad para dar soluciones
concretas sobre distintas situaciones que los interesados no podían resolver por sí; así nació la iurisdictio como
exposición del derecho respecto del caso que se está examinando.
El hecho es que las mores maiorum no estaban escritas y los romanos no podían conocer su contenido, por lo que
solo le importaba la opinión de los juristas, de lo que surge que la fuente formal era la doctrina jurisprudencial.
Entonces, el derecho arcaico era un derecho de juristas a cargo del colegio de los pontífices, quienes guardaban el
recuerdo de las sentencias con valor de precedente, conocían los recitados y procederes solemnes para accionar en
justicia, redactaban las fórmulas de los negocios jurídicos y daban respuestas sobre el ius.
Tesis de la confluencia
Cabe la posibilidad de que al menos en un principio las mores maiorum fueron fuente formal de derecho;
posteriormente los jurisprudentes iniciaron una serie de modificaciones o adecuaciones, pero no todo el derecho fue
modificado inmediatamente y parte del derecho originado en las mores maiorum pudo haber subsistido.
Si bien quien fuera juez buscaba la fuente formal del derecho en la doctrina de los juristas y no en las mores
maiorum, puede deberse a su escasa versación jurídica y no a que lo que decía el jurista era vinculante.
Por otro lado, podría haber normas jurídicas que nunca llegaron a ser transgredidas, por lo que no habrá un jurista
que haya sido consultado. Además que muy pocos casos habrían llegado a dirimirse durante la etapa de derecho
arcaico, con lo que la actividad de los juristas como creadores del derecho, sería la excepción y la regla sería que la
mayoría de las normas de conducta reconocen su origen en las mores maiorum.
Se puede decir entonces que durante la etapa de la ciudad quiritaria coexistieron dos fuentes formales de derecho:
las mores maiorum y iurisprudentia.
Las mores maiorum gozaban de cierta preeminencia histórica por ser la más antigua y valorativa; además, la
actividad de los juristas no podía ir más allá del marco de referencia que las mores le daban.
Se puede decir entonces que la fuente formal del derecho romano arcaico fue la iurisprudentia, dentro del marco
que el conocimiento popular de las mores maiorum le establecía.
VERSIÓN TRADICIONAL
Según la tradición, la ley de las XII tablas se sancionaron por un reclamo de los plebeyos en el marco de un conflicto
que tuvieron con los patricios a partir de la caída del rex y hasta lograr su definitiva integración a la Civitas.
Los plebeyos se habrían sentido perjudicados por la forma en que los pontífices interpretaban las normas no escritas,
basados en las mores maiorum; es esa convicción de que la interpretación era casi siempre en perjuicio de los
intereses plebeyos, es que exigieron que las normas se escribieran.
Entonces, en el año 462 a.C. el tribuno Cayo Terentilio Arsa habría propuesto que se formara una comisión de 5
varones que redactaran normas, para terminar con la arbitrariedad, pero los patricios se opusieron. Los tribunos de
la plebe, entonces, comenzaron a obstaculizar la marcha institucional vetando todas las iniciativas del paticiado,
apoyados por los plebeyos que reelegían a los mismos tribunos años tras años. Finalmente los patricios cedieron y se
comisionó a un grupo de varones para que fueran a Atenas y a otras ciudades griegas para estudiar la forma que
tenían los griegos de redactar las leyes.
Para el año 454 a.C. se nombró a una magistratura extraordinaria, única y colegiada que presidiría la ciudad,
administraría justicia y redactaría las leyes. Se llamó ‘decenvirato’ y estaba integrada por patricios.
El decenvirato tenía un año de mandato y redactó un cuerpo de normas que se distribuyó en diez tablas.
Finalizado su mandato, se eligió un nuevo decenvirato, que ahora estaba integrado por algunos plebeyos y que solo
redactó dos tablas, hasta que fue derrocado con motivo de la reacción popular ante el abuso del Decenviro Apio
Claudio.
Con posterioridad se llamó a comicios centuriados que votaron la ley que recibió el nombre de las “Doce Tablas”.
CRÍTICA A LA VERSIÓN ORIGINAL.
Las primeras críticas a la versión tradicional sobre la existencia y contenido de la ley de las XII tablas, comenzaron en
el siglo XVIII cuando Juan Bautista Vico señala contradicciones dentro de la ley de las doce tablas y la falta de base en
otras fuentes.
Modernamente Héctor Pais y Eduardo Lambert hacen una sólida crítica, diciendo que nunca habría existido ningún
cuerpo llamado Decenvirato y la versión de los “Fastos Capitolinos” debe ser el fruto de una reconstrucción, porque
tiene que haberse quemado en la invasión gala del 390 a.C.; por otro lado, del supuesto contenido de la ley de las
doce tablas, surgen claras contradicciones, como que en la tabla III sobre la posibilidad de los acreedores de disponer
del cuerpo de su deudor aun descuartizándolo, con las disposiciones de la tabla X que le da a los cadáveres la
características de sacras, lo que revela que se habrían mezclado normas correspondientes a etapas muy distintas;
también, el lenguaje utilizado en las doce tablas no es el que se utilizaba en el siglo V, sino el lenguaje culto y
evolucionado del siglo II.
Llambert sostiene que la Ley de las Doce Tablas es una colección privada hecha por Sexto Aelio Petus con la forma de
máximas que solo tenía carácter privado.
País dice que se trataría de una recopilación oficial hecha entre el 312 y el 304 a.C. por Cneo Flavius.
Pero mucho más importante que el contenido, es determinar si el dictado de la ley de las XII tablas fue un intento de
poner por escrito el derecho vigente o si se trató de una reforma que incluía la explicitación de algunos aspectos
procesales.
De ninguna manera la ley de las doce tablas tuvo como propósito abarcar todo el derecho, sino aquellas partes que
creaban inseguridad en los ciudadanos plebeyos. Ahora bien, la ley de las doce tablas sí abarcó todo el derecho civil
romano: derecho de familia, patrimonio, procedimiento, principios de derecho público, etc., pero no era un código
como los modernos.
En la ley de las doce tablas se han consignado solo algunos aspectos del ius quiritum. Tanto las normas particulares
como los principios generales incluidos en la Ley se refieren a instituciones fundamentales presupuestas pero no
definidas e incluso algunas de las instituciones eran de derecho consuetudinario y otras innovaciones en materia de
derecho público eran las reclamadas en el conflicto patricio-plebeyo.
LEX DATA
Era la lex que daba un magistrado que estaba a cargo de una provincia. Esta lex no podía ser rogada porque el pueblo
solo se expresaba a través de comicios y los comicios solo se celebraban en Roma; era una lex y tenía fuerza de lex
porque el magistrado había sido designado por una lex. No fueron leyes relevantes.
LEX ROGATA
Esta lex era el resultado de una sumatoria de voluntades: la del magistrado que proponía o rogaba y la del pueblo
que aprobaba. Si el resultado del comicio era negativo, no había lex porque no había acuerdo de voluntades.
El pueblo estaba obligado a votar por sí o por no; no podía modificar ni deliberar sobre el contenido de la propuesta.
Las discusiones se llevaban a cabo en las reuniones de más de veinte días, previas al comicio. Las reuniones se
celebraban en diversos lugares públicos y eran aprovechado por los magistrados para ir percibiendo la opinión
pública y mejorar el contenido de la propuesta.
La votación se hacía por medio de una tablillas que tenían inscripciones UR (sí; de acuerdo a como lo pides) o A.Q.R
(No. Contra lo que ruegas).
La lex rogata tenía tres partes:
Era utilizada para denominar cada lex y poder diferenciar una lex de otra. Contenía el nombre del magistrado
proponente, el día y el lugar del comicio; la primera unidad comicial escrutada y el nombre del primer
PRAESCRIPTIO ciudadano que había votado, lo que hacía imposible que en la práctica se confundiera una lex con otra
aunque hubiera homónimo entre los magistrados; también se solía denominar a las leyes romanas con una
breve referencia a la materia que trataban.
ROGATIO Era el contenido de la lex, lo que el magistrado solicitaba o rogaba para que fuera aprobado por el pueblo.
Podía contener también las sanciones que se aplicarían a los eventuales transgresores de la nueva norma.
SANCTIO Era la forma de darle a cada lex una ubicación precisa dentro de la constitución romana, porque no había una
jerarquía de normas, por lo que cada lex establecía en la sanctio cuál era la fuerza que tenía frente a otras.
LEX DICTA
Se llamó lex dicta a unas normas de incierta existencia y difusa incumbencia, en las fuentes se encuentran muy pocas
y confusas referencias; algunos dicen que son normas para la administración de ciertos fines del estado o
municipios.
PLEBISCITOS
La palabra proviene de plebs ‘plebe’ y scitum ‘decisión’, con lo que el concepto sería “decisión de la plebe”
A través de la historia del derecho romano, los plebiscitos tuvieron distintos valores.
En un primer momento, la decisión de la plebe solo obligaba a los plebeyos, porque era la resolución de una
asamblea que estaba al margen del estado romano; entonces el plebiscito era un contrato entre plebeyos.
Gayo define al plebiscito diciendo que es ‘lo que la plebe manda y establece’.
Más adelante, a partir de la sanción de la Lex Horatia del 449 a.C. los plebiscitos tuvieron el mismo valor que una lex,
obligando a todos los romanos, siempre y cuando contaran con la auctoritas patrum senatorial. Aunque Lapieza Elli
dice que fue la Lex Publilia Philonis del 339 a.C. la que institucionalizó a los plebiscitos como norma jurídica
obligatoria para todos siempre y cuando contaran con la auctritas senatorial.
Definitivamente todos concuerdan que fue la Lex Hortensia del 287 a.C. la que admitió expresamente la
equiparación del plebiscito a la lex sin necesidad de la auctoritas patrum.
Durante gran parte del periodo republicano se prefirió al plebiscito como método legislativo que la lex rogata porque
el trámite era mucho más sencillo y la participación de la ciudadanía era prácticamente igual en ambos sistemas.
El plebiscito tuvo la característica de representar el resultado de un comicio mucho más directo e igualitario.
DENOMINACIÓN DE LA LEX Y LOS PLEBISCITOS
A partir de la equiparación hecha por la lex Hortensia, se llamó lex indistintamente a los plebiscitos y a las propias lex,
por lo que aparecen a veces confundidos.
Una de las formas de diferenciar las leges rogatae de los plebiscitos consiste en recordar que las leges rogatae
llevaban el nombre del magistrado proponente y el de su colega, mientras que los plebiscitos llevaban el nombre del
Tribuno proponente.
Había otra confusión cuando el magistrado proponente de una les rogatae era extraordinario sin colega, como el
dictador; la lex llevaba un solo nombre.
Pero resulta muy difícil determinar si se trata de un plebiscito o una lex rogata con solo leer el título si no se cuenta
con una fuente segura.
SENATUSCONSULTUM
Se denomina Senadoconsultos a las decisiones que tomaba el Senado a requerimiento del magistrado convocante.
El senadoconsulto es, históricamente, una forma de fuente formal de derecho.
Los autores concuerdan en afirmar que durante el período republicano los senadoconsultos no fueron fuente formal
en materia de derecho privado, y solo excepcionalmente, lo fueron en materia de derecho público.
Sobre la influencia de las decisiones del senado, se puede decir que durante la etapa de la república antigua, el su rol
lo cumplía a través de la auctoritas patrum con lo que daba valor de lex a los plebiscitos.
Después, en la época de la república tardía y principios del Principado sus resoluciones no eran vinculantes aunque
encerraban decisiones políticamente claves y servían para compensar el poder de los cónsules y prolongar los
proyectos políticos más allá de los cortos mandatos de los magistrados; los senadoconsultos no tenían la misma
vigencia legislativa que las lex.
Ya en la etapa imperial el senadoconsulto fue uno de los medios que utilizó el emperador para legalizar sus
decisiones.
LOS SENADOCONSULTOS
Con la llegada del Principado, desaparecen los comicios, y su actividad legislativa fue reemplazada por el Senado, que
se había constituido en un cuerpo designado a dedo por cada emperador y que jamás se opuso a su voluntad.
Durante la Respública los magistrados acudían al populus con una rogatio para que la transformaran en lex; en
cambio, durante el principado, el emperador oratio al Senado y este le daba fuerza legislativa mediante un
senadoconsulto. Dice Gayo que senadoconsulto es lo que el Senado formulaba una manda y establece; tiene fuerza
de ley, por más que para algunos la cuestión ha sido controvertida; Ulpiano decía que no se duda que el
senadoconsulto puede crear derecho.
Lo cierto es que los senadoconsultos fueron utilizados por los emperadores para dictar normas jurídicas dando la
apariencia de que no provenían de su sola voluntad, sino que contaban con la aprobación de un cuerpo ajeno a su
voluntad.
Durante el principado los senadoconsultos fueron numerosos y sirvieron para dictar normas jurídicas en diversas
materias; se los conocía por el nombre del emperador proponente, seguido de un breve sumario sobre lo que
trataban y la fecha en que había sido votado.
LA LEGISLACIÓN POSTCLÁSICA.
Durante el periodo postclásico se llama leges a las decisiones de los emperadores que antes se denominaban
constituciones y que adoptaba la forma de edicto, mandato, rescripto o decreto (epístola).
En la legislación postclásica, la doctrina distinguió entre leges generales y leges especiales.
Leges generales: eran las constituciones imperiales relativas a casos abstractos, dirigidas a todos los
súbditos. Tenían vigencia mientras no fueran expresamente derogadas por otra de la misma categoría. En un primer
momento, valían para las dos partes del imperio sin importar qué emperador las dictara; pero Teodosio II dispuso
que cualquier Lex generalis rigiera solo en la parte donde había sido dictada, hasta que no hubiese un comunicado
oficial de la otra parte.
Dentro de las leges generales se distinguen las orationes, que eran la continuidad de los senadoconsultos y no
necesitaban la aprobación del senado, sino solo ser leídas ante él; las edicta ad prefectos que eran las
manifestaciones de voluntad normativa dirigidas por el emperador al prefecto del pretorio para que lo incluyese en
su edicto; y los edicta ad populum dirigidas directamente al pueblo y publicadas mediante fijación de carteles.
Leges speciales: eran las constituciones imperiales relativas expresamente a casos particulares; fuera de esos
casos, no tenía eficacia, ni podía ser citado por analogía. Dentro de estas leges speciales encontramos los decreta
que fueron desapareciendo al generalizarse el procedimiento extraordinario; los mandata desparecidos en el siglo V.
Una categoría intermedia entre leyes generales y leyes especiales, eran las sanctiones pragmaticae, disposiciones
administrativas de vigencia temporaria dirigidas a funcionarios provinciales, redactadas por los llamados
pragmaticus.
LAS CODIFICACIONES
Durante la etapa del derecho postclásico surgió la necesidad de recopilar las constituciones imperiales, por su gran
número y por haberse convertido en la única forma de creación de normas jurídicas.
De esa época se conocen dos recopilaciones de constituciones hechas por juristas que no actuaron por instrucción
del emperador, sino como particulares: Gregorio y Hermogeniano.
El código gregoriano es una compilación exclusivamente de rescriptos imperiales, dictados desde Septimio Severo
hasta Diocleciano; tenía 15 libros, cada libro estaba dividido en títulos y dentro de cada título las constituciones
estaban ordenadas cronológicamente.
El código Hermogeniano es complementario del código Gregoriano; contiene en un libro todos los rescriptos de
Diocleciano, entre el 293 y el 294.
De estos códigos no quedó ningún ejemplar, se los conoce por citas posteriores y obras del siglo V y VI.
CÓDIGO TEODOSIANO
El código Teodosiano es una obra que se ordenó publicar oficialmente y que tuvo vigencia por decisión imperial.
Lleva el nombre del emperador Teodosio II, quien intentó poner en orden los iura a través de la Ley de Citas y las
leges a través de su propia recopilación.
Teodosio II fue emperador de oriente entre el 401 y el 450. En el 438 mandó a hacer una compilación que entró en
vigencia con valor vinculante en Oriente a partir del 439. Posteriormente, Valentiniano III puso en vigencia el Código
Teodosiano en occidente, que fue donde tuvo mayor extensión su vigencia, porque en Oriente fue reemplazado por
el código justinianeo.
En Italia, por pedido del Papa, el código justinianeo tuvo vigencia junto con el código Teodosiano, aunque en el resto
del imperio occidental solo se aplicara el código teodosiano, que fue recogido por las leyes romano-bárbaras.
Pero el código teodosiano no fue solo una recopilación, sino que Teodosio ordenó suprimir del texto original todo lo
que no fuera estrictamente normativo, corregir las contradicciones y agregar párrafos explicativos semejantes a las
interpolaciones.
El código teodosiano contiene 17 libros divididos en títulos, dentro de los cuales se encuentran cronológicamente
ordenadas las constituciones. 11 libros son de derecho público y 6 sobre derecho privado.
LA OBRA DE JUSTINIANO: EL CORPUS IURIS CIVILIS
Durante muchos siglos, lo único que se conoció del derecho romano fue la compilación justinianea. El análisis
histórico y la evolución de cada institución pasaron a segundo plano. Los juristas del medioevo y posteriores se
asombraron mucho ante la perfección de la obra encontrada.
Justiniano gobernó el Imperio Romano de Oriente entre el 527 y el 565; accediendo al trono cuando murió su padre
adoptivo Justino en el 527.
El clima político y militar que había cuando Justiniano asumió, era muy agitado; en la parte occidental del imperio se
habían establecido reino bárbaros: vándalos, godos, ostrogodos, francos, borgoñeses, y otros que ocupaban África,
España, Galia e Italia.
Interiormente el clima político era desalentador: existían dos fracciones conocidas como verdes y azules, que habían
nacido como rivales deportivos en el circo, pero en poco tiempo, verdes y azules aparecieron combatiendo tanto en
el circo como en la política: los azules congraciados con el emperador y los verdes como franca y dura oposición.
El cristianismo todavía no se había asentado y existían gran cantidad de sectas, por lo que las disputas también eran
entre ortodoxos, herejes, entiquianos, adrianos, etc. Y habían grandes grupos idólatras y judíos.
Justiniano optó por los azules y por los cristianos ortodoxos, desatando represiones contra judíos samaritanos y
verdes.
Esa situación provocó una sublevación popular en el 532 encabezada por los verdes.
La situación se volvió incontrolable y Justiniano resistía dentro del palacio con unos pocos soldados, quedando
Constantinopla en manos de los rebeldes, hasta que llegó el General Belisario que regresaba con su tropa de la
campaña en Persia y derrotó a los rebeldes. El mismo que posteriormente derrotaría a los vándalos en África y a los
godos en Sicilia e Italia, lo que posibilitó que Justiniano extendiera su dominio sobre las tierras conquistadas.
Junto a Justiniano gobernó su esposa Teodora, quien había sido actriz de teatro, profesión equiparable a la
prostitución; para poder casarse con ella, Justiniano logró que su tío Justino derogara la prohibición de matrimonio
entre varones de dignidad senatorial, con bailarinas y actrices.
Cuando Justiniano tuvo el poder, hubo dos poderes porque su mujer también mandaba. En más de una ocasión le
dio el cetro que él debía empuñar, dictando leyes a su instancia y citándola en sus constituciones como consejera
que lo auxiliaba en el gobierno.
Justiniano decía conocer de filosofía, teología, artes y leyes: decidía controversias teológicas, trazaba el plano de sus
monumentos y revisaba sus leyes. El proyecto que concibió él mismo de llevarlas a códigos, aunque tomado de
ensayos anteriores, es suficiente para hacer honor a su inteligencia legislativa, teniendo el mérito de perseverar y
llevar a cabo esa obra.
Muchos jurisconsultos lo acusaban de haber mutilado sin respeto a los antiguos autores, desfigurando sus opiniones
y las de los emperadores. Pero la mayoría de las alteraciones legislativas que introdujo Justiniano son muy buenas
con respecto a la época; creó sistemas mucho más naturales y sencillos de acuerdo a la regla de la equidad. Solo dejó
algunas huellas del derecho estricto. Sobre el derecho de familia y los derechos correspondientes a su composición,
Justiniano alteró la normativa, dejando esa parte del derecho civil a la observación del parentesco natural y de los
vínculos de sangre. Además, su legislación sobre los esclavos y los emancipados fue “dulce y cristiana”.
Con todo, las innovaciones de Justiniano fueron llevadas muy lejos, aunque sus leyes han regido al mundo y son
todavía la base de la legislación europea.
DIGESTO
La obra más importante y trascendente de toda la recopilación de Justiniano, fue el Digesto, también conocido como
“Pandectas” (todo el derecho).
Después de realizada la primera edición de su código, Justiniano dicta en el 530 la constitución por la cual encarga a
Triboniano conforme una comisión integrada por los más elocuentes profesores de derecho y los más famosos
abogados del foro para que lean y corrijan los libros pertenecientes al derecho romano de los jurisconsultos.
El emperador ordena distribuir todo el derecho en 50 libros, divididos en títulos siguiendo un orden tal que nada
pudiera quedar fuera de la compilación.
Para esta tarea, Triboniano elige a juristas de Constantinopla y Beirut, quienes terminan la tarea rápidamente y se
publica el texto del Digesto, que constaba de 50 libros divididos en títulos, cada uno de los cuales está precedido de
un resumen. Dentro de cada título están los fragmentos, indicándose quién es su autor y de cuál de sus obras se
extrajo el párrafo.
De acuerdo a lo ordenado por Justiniano, se tomaron las obras de los juristas mencionados en la Ley de Citas y la de
todos aquellos que resultaban convenientes.
El Digesto sigue el orden del Edicto Perpetuo de Salvio Juliano; dos tercios de la obra corresponden a Papiniano,
Paulo, Gayo, Modestino y Ulpiano.
Bluhem delineó la teoría de que los compiladores trabajaron dividiendo las obras a consultar en tres o cuatro
grandes bloques, a cargo, cada una de ellas, de una parte de la comisión.
Por su parte, Hofman sostuvo que el Digesto recogió una o varias recopilaciones previas, por lo que la comisión solo
hizo una corrección de esas obras preliminares.
LAS INSTITUTAS
Varias obras clásicas recibieron el nombre de Institutas, siendo las más famosas las de Gayo. Aunque también
estaban las de Florentino, Marciano, Paulo y Ulpiano.
Cuando todavía no se había terminado la compilación del Digesto, Justiniano encargó a Triboniano, Teófilo y Doroteo
la creación de una institutas adecuadas a la nueva normativa.
Basados en las institutas de Gayo, pero consultando también otras fuentes y partes del Digesto y del Código, se
redactó el nuevo manual de estudio, destinado a los estudiantes.
Las institutas están dividas en 4 libros. El primero trata de las personas; el segundo, de las cosas, derecho reales y
testamentos; el tercero, de la suceción ab intestato y obligaciones provenientes de delitos y algunas cuestiones
penales.
Las institutas tuvieron valor de ley igual que el Digesto y el Código.
LAS NOVELAS
Justiniano continuó, durante todo su reinado, dictando constituciones tendientes a efectuar modificaciones
importantes o actualizaciones. Esas constituciones, influenciadas por el cristinaismo, fueron llamadas genéricamente
Novellae y tratan de cuestiones como el matrimonio y la sucesión legítima.
Justiniano no recopiló sus constituciones posteriores al 534; y lo que se conoce como Novelas es el resultado de la
obra de diversos juristas que actuaban de manera privada.
La primera colección de 123 novelas se llama Epítome Iuliani; otra colección de 134 novelas, del siglo XI y de autoría
desconocida se llama ‘Auténticas’; y existe una colección más amplia del año 1578 de 158 novelas de Justiniano y 7
más de emperadores posteriores.
INTERPOLACIONES
Por medio de la Constitución Tanta, Justiniano ordenó a los compiladores que hicieran añadiduras, modificaciones o
supresiones en los textos, lo que dio lugar a alteraciones que terminaron tergiversando el contenido de las
instituciones jurídicas a las que se referían; esas alteraciones se conocen como ‘interpolaciones’.
El estudio del Corpus Iuris Civilis solo tenía efectos prácticos, dirigido a determinar cuál era el derecho vigente, sin
que nadie se detuviera a investigar hasta dónde se habían tergiversado los textos tradicionales.
Ya cuando se comenzó a considerar la obra de Justiniano en su aspecto histórico, se buscó la correlación entre lo
compilado y lo que realmente provenía de juristas clásicos; esta investigación permitió encontrar las interpolaciones
y descubrir casi siempre cuál era el texto original. Pero los investigadores se encuentran con la dificultad de que
también hay tergiversaciones que no provienen de los compiladores, sino de los que copiaban los textos, que son
llamadas tergiversaciones pre-justinianeas, hechas para actualizar o modernizar o producto de errores
MODOS DE CITAR
Los pasajes del corpus iuris civilis se han citado de diversas maneras. Pero la forma más difundida es:
El Código se cita con la letra C o ‘Cód’ incluyendo luego el número del libro, el título, el fragmento y el párrafo.
El Digesto se cita con la letra D o ‘Dig’; algunos ponen entre paréntesis el número de libro y el título seguido
del fragmento y del párrafo.
Las instituciones se citan con la letra I o ‘Inst’ seguido del número de libro, título y párrafo.
Las Novelas se citan con la abreviatura ‘Nov.’ Seguido del número de novela, capítulo y párrafo.
LA CONTINUIDAD HISTÓRICA DE LA CREACIÓN JURÍDICA MEDIANTE COMPRTIMIENTOS ESTANCOS DESDE LOS
TIEMPOS DEL DERECHO ARCAICO
El derecho romano tuvo como característica no derogar normas, poniendo en vigencia sistemas paralelos, hasta que
la institución más moderna, práctica y eficaz se imponía.
Desde un primer momento se distinguieron dos normas:
Autoritarias: que provenían de la voluntad popular expresada políticamente. Solo podían ser modificadas
por otras normas provenientes del mismo tipo de fuente. Ya en tiempos clásicos, las constituciones imperiales y los
senadoconsultos fueron una continuación de las normas autoritarias, como expresión de la voluntad política del
Emperador que encarnaba al populus.
Doctrinarias: Eran las normas fruto de la actividad de los juristas de cada época; evolucionaban con más
fluidez y, durante la etapa del derecho preclásico, dieron lugar al ius Gentium y al derecho honorario; además, las
respuestas de los juristas que estaban distinguidos con el ius publice respondendi, correspondían a la línea de
creación doctrinaria del derecho.
CONCEPTO DE PROCEDIMIENTO
Según Lapieza Elli, el procedimiento es el conjunto, orgánico y reglado, de actos que deben desenvolverse ante los
órganos específicos del estado para que estos constaten la titularidad de los derechos subjetivos y la violación del
derecho objetivo e impongan la reparación o la sanción correspondiente.
Según Arangio-Ruiz el procedimiento es la actividad regulada por el estado, desarrollada por sus órganos o bajo el
control de éstos, necesaria para aplicar la sanción prevista en las normas jurídicas.
Pero cuando se habla de defensa de los derechos, es preferible pensarla como el mecanismo previsto por el estado
para garantizar la protección de los derechos subjetivos.
En la formación del derecho romano, los derechos subjetivos provenían de las acciones; sin acciones, no había
derecho. Pero al haber acción, entonces el estado regula y protege su ejercicio haciendo posible la defensa del
derecho.
Por lo tanto, se puede definir al procedimiento como el conjunto de actos jurídicos sistematizados por el estado
destinado a proteger el ejercicio de las acciones.
VALOR FUNDACIONAL DEL PROCEDIMEINTO.
El derecho nace como consecuencia de la revolución urbana; y en el caso del derecho romano, nace cuando queda
definitivamente formada la ciudad-estado de Roma.
Antes de la formación de la civitas, la violación de la soberanía de una gens como grupo previo, se reprimía con la
venganza y se reinstalaba la paz por la fuerza.
Pero cuando la ciudad estado se constituyó, por razones políticas los grupos menores (gens) fueron despojados de su
poder de venganza y se impuso a los que sintieran vulnerados sus derechos, la obligación de someterse a un juicio.
Por lo tanto, hasta que el Estado no concedió acciones a los particulares y estos no tuvieran un conjunto de actos
sistematizados por el estado destinados a proteger su ejercicio, no había “derecho”. Entonces, el derecho aparece
como consecuencia de la existencia del procedimiento, que es una condición imprescindible para que aquel exista.
EL PROCEDIMIENTO ORDINARIO
Durante la historia de Roma se pueden distinguir dos tipos de procedimientos: el procedimiento ordinario, que es el
más antiguo; y el procedimiento extraordinario que reemplazó al procedimiento oridnario.
El procedimiento ordinario se caracterizó por estar dividido en dos etapas: la primera etapa llamada in iure,
destinada a fijar el derecho y celebrada casi siempre ante la autoridad encargada de hacerlo, que era el pretor; y la
segunda etapa, llamada apud iudicem que se desarrolla ante el juez, con la finalidad de resolver la cuestión.
En el procedimiento ordinario la declaración del derecho y el otorgamiento de la respectiva actio, corresponde a un
funcionario de la respública y la resolución de la cuestión, a un particular.
Dentro del procedimiento ordinario se pueden distinguir dos sistemas: el sistema de las legis actionis y el sistema
formulario.
MANUS INIECTIO.
Fue la más antigua de las acciones.
Presuponía una condena judicial o un reconocimiento expreso de deuda. En tiempos históricos debió tratarse del
pago de una suma de dinero, aunque esta acción existió antes que la moneda.
Con esta acción primero se le daba al deudor un plazo de 30 días, pasados los cuales el acreedor tenía el derecho de
llevar por la fuerza al deudor ante el pretor para que lo declarara “addictus” y el acreedor pudiera llevar al deudor a
su casa para mantenerlo atado preso durante 60 días, con cadenas con un peso determinado en la ley de las XII
tablas, dándole una cantidad de comida fijada en la ley.
Durante esos 60 días, el deudor debía ser llevado a la plaza en 3 días de mercado informando de la cuenta que debía
pagar; si nadie pagaba por él, pasados los 60 días el acreedor podía matar a su deudor o hacerlo cruzar el Tiber y
venderlo como esclavo.
Si había varios acreedores y decidían matar al deudor y repartirse su cadáver. Pero también podía suceder que
intercediera un tercero, alegando que la manus iniectio era iniusta, probando las irregularidades de la declaración de
“addictus”. Pero si no lo hacía, el acreedor podía ejercer contra el mismo la manus por el doble.
PIGNORIS CAPIO
Esta acción parece ser un mero apoderamiento de cosa ajena para cobrarse sin que haya intervención de
magistrado; era la única que se podía ejercer en días nefastos. Con lo cual, el acreedor se apoderaba de una cosa del
deudor que no cumple, para satisfacer su crédito; aunque no se sabe si se hacía propietario de la cosa o si debía
venderla, cobrarse el monto y restituir al deudor lo que excediera.
Se cree que el deudor podía oponerse por medio de un procedimiento declarativo para desconocer la deuda y si
perdía, pagaba el doble; y si el que perdía era el acreedor, la responsabilidad era por el cuádruple.
ETAPA IN IURE
La etapa in iure (corresponde al primer siglo de la respública) se realizaba frente al pretor. El
proceso comenzaba con una convocatoria que formulaba quien reclamaba algo a su
contrincante, dirigida a obligar al demandado a comparecer frente al magistrado. Esta
intimación, llamada in ius vocatio debía ser hecha ante testigos, verbalmente, en lugares
IN IUS VOCATIO públicos y en días de mercado. Frente a la intimación, el demandado podía: comparecer
inmediatamente ante el magistrado; o dar garantía de un tercero de que se comprometía a ir
otro día; o negarse a ir. Si se negaba a ir, el actor estaba facultado para hacerlo comparecer por
la fuerza
Una vez que ambas partes comparecían ante el magistrado, se producía la interrogatio de las
razones que los habían llevado hasta allí. El actor exponía su pretensión y el demandado podía:
pedir una postergación para estudiar la cuestión, dando garantía personal de que concurriría
en la posterior fecha convenida; o ajustarse a la demanda; o rechazar la pretensión.
ANTE EL MAGISTRADO Todos los actos debían hacerse respetando las palabras sacramentales.
Producido el rechazo de la pretensión del actor, el pretor debía pronunciarse sobre el
otorgamiento de la actio correspondiente y convocar a otras personas como testigos del
contenido de la disputa.
Frente al pretor, las partes hacían conocer a los testigos cuál era la acción otorgada, los
términos de la disputa y quién era el juez.
LITIS CONTESTATIO Esto configuraba un acuerdo de voluntades de las partes frente al magistrado que daba su
conformidad y se llamaba Litis contestatio. A partir de que se daba a conocer la Litis
contestatio, la cuestión quedaba fijada y no se podía cambiar ni el eje, ni el contenido ni el
monto de la controversia
ETAPA APUD IUDICEM
El juez era un ciudadano libremente elegido por acuerdo de las partes entre una lista; no era necesario que
tuviera conocimientos técnicos y estaba obligado a decidir la cuestión dentro de los límites de la Litis
EL JUEZ contestatio; su función terminaba con la resolución del pleito y su tarea no tenía retribución.
Las partes iniciaban la etapa apud iudicem haciendo saber al juez cuáles eran lo términos de la Litis
contestatio. El juez podía estar solo o asisitido por un grupo asesor y el juicio se celebraba durante todo el
día, debiendo estar terminado antes del anochecer.
Las pruebas consistían fundamentalmente en declaraciones de testigos ofrecidos por las partes, sobre los
hechos invocados y también en la interrogatio, que eran preguntas que el juez hacía a las partes a modo de
confesión.
LAS PRUEBAS También se podía producir prueba mediante la exhibición de objetos o inspecciones personales sobre lugares
que estuvieran relacionados a la causa. En los tiempos históricos ya se había dejado de lado los ritos
destinados a averiguar la voluntad de los dioses y en tiempos de la respública los jueces utilizaban métodos
racionales para valorar la prueba.
Una vez producida la prueba, el juez daba su sentir emitiendo sentencia. La sentencia daba fin al pleito y era
inapelable. Las sentencias condenaban siempre al pago de dinero (con excepción de las legis actio per
LA SENTENCIA Postulationem que tenían por objeto dividir herencias o delimitar fundos), y si no cumplía quedaba
habilitado el camino de las acciones ejecutivas. La sentencia no tenía ningún requisito de validez. Además, el
juez no estaba obligado a dictar sentencia, pudiendo devolver el asunto al pretor si no tenía una convicción
definitiva.
LA FÓRMULA: CONCEPTO.
La fórmula es un escrito, hecho por las partes con la colaboración del pretor, dirigido al juez, que contiene el
programa del razonamiento lógico que debe seguir el juez para dictar sentencia.
Era escrito por oposición a la anterior litis contestatio que era verbal; además, que fuera escrita daba mayor
seguridad para los extranjeros y permitió una mayor complejidad en su contenido.
Las partes estaban a cargo de la redacción de la fórmula que era propuesta por el actor, y el demandado podía pedir
que se incluyeran cláusulas que lo beneficiaran. Los litigantes comenzaron a buscar asesoramiento de personas
especializadas para que la redacción de la fórmula fuera la más conveniente a sus intereses.
El pretor colaboraba en la redacción de la fórmula con la sola finalidad de que fuera adecuada para producir un
resultado efectivo y clara para el juez; además, el pretor podía permitir o denegar la inclusión de cláusulas
accidentales propuestas por las partes, por lo que influía decisivamente en el desarrollo posterior del pleito.
La fórmula estaba dirigida al juez, reemplazando la antigua litis contestatio verbal, por una fórmula escrita. Cuando el
juez recibía la fórmula, rompía los sellos y encontraba el escrito de las partes. La fórmula solo contenía la expresión
de un acuerdo entre las partes y el pretor, en virtud del cual el juez debía arbitrar la controversia concreta.
La fórmula pone fin a la situación que dio origen al conflicto y hace surgir obligaciones para las partes, que
dependerán de la sentencia.
PARTES DE LA FÓRMULA
Según Gayo, las partes o cláusulas ordinarias de la fórmula son 4: demostratio, intentio, adiudicatio y condemnatio.
Las partes adicionales de la fórmula son: la praescriptio y la exceptio
DEMOSTRATIO Es la parte de la fórmula que está inserta en el comienzo con el fin de mostrar el objeto que se trata en el
litigio. Es de qué se trata.
INTENTIO Es la parte de la fórmula en la que el actor expresa su pretensión jurídica en el pleito. Es donde se deja
especificada cuál es la intención del actor.
ADIUDICATIO Es la parte de la fórmula por la que se permite al juez que adjudique
CONDEMNATIO Es la parte de la fórmula por la que se permite al juez condenar o absolver al demandado; la condena era
siempre de dar sumas de dinero.
Estas cuatro partes o cláusulas no estaban obligatoriamente en todas las actio, sino que se van cambiando según el
caso. La intentio debía por lo menos estar acompañada de una condemnatio o de una adiudicatio para ser una
fórmula judicial. La demostratio podía o no aparecer.
Según Gayo es una cláusula establecida en favor del actor. Aunque parece haberse extendido también en
PRAESCRIPTIO favor del demandado. Tenía ese nombre porque estaba escrita al principio y servía para limitar lo que se
resolvía en el resto de la fórmula.
Fue la cláusula que le permitió al pretor intervenir con flexibilidad en la creación del derecho y le prohibía al
juez condenar aunque se dieran los requisitos del resto de la fórmula. La exceptio era en vista a la protección
de los demandados; aunque a vecees la inserción de esa cláusula causaba un perjuicio injusto al actor, por lo
EXCEPTIO que se le comenzó a permitir al actor que incluyera una cláusula que lo defendiera de la exceptio: eso se
llamaba replicatio, la que, si a su vez perjudicaba al demandado¸ daba lugar a que se le concediera a este una
nueva clausula llamada duplicatio, que podía ser contestada con una triplicatio. Y así sucesivamente.
Además, las excepciones podían ser dilatorias o perentorias; eran dilatorias las que tenían validez por un
cierto tiempo; y eran perentorias las que fulminan para siempre la acción, como la de fraude o dolo.
CLASES DE FÓRMULAS.
Gayo sistematiza las fórmulas utilizables de acuerdo a si la intentio tenía o no fundamento en el ius civile. Por lo que
divide a las fórmulas con intentio in ius conceptae y fórmulas con intentio in factum conceptae
En las fórmulas in ius conceptae es en las que se ha utilizado las viejas acciones del ius civile adaptándolas a los
nuevos tiempos con cláusulas accidentales o, extendiéndolas mediante diversos artilugios que dieron lugar a
fórmulas ficticias, útiles y con sujeto modificado.
FICTICIAS En estas fórmulas, se le dice al juez que tenga por verdadera o que desconozca determinada cuestión
dictando sentencia, “fingiendo” que la cuestión es la que se describe en la fórmula.
ÚTILES Estas fórmulas le permitían al litigante que, por cualquier motivo, no pudiera accionar de acuerdo al ius
civile, que lo utilizara. Son una variante de las fórmulas ficticias.
CON SUJETO Estas fórmulas eran aquellas en las que en la intentio figuraba el nombre de quien realmente había contraído
MODIFICADO la obligación, y en la condemnatio se lo reemplazaba por un sui iuris
Las fórmulas in factum conceptae, concebidas por razones de hecho, eran en las que el pretor otorgaba acción en
defensa de situaciones no previstas en el ius. Son acciones nuevas que surgen ante la necesidad social que no fue
contemplada. Y el pretor las podía conceder por edicto repentino sin que estuvieran previamente previstas.
CLASIFICACIÓN DE LAS ACCIONES OTORGADAS POR EL PRETOR.
Las acciones que concedían los pretores por medio del proceso formulario, se clasificaron en
CIVILES Y HONORARIAS Según si estaban fundadas en el antiguo ius civile; o si se fundaban en el ius
honorarium como actividad del pretor
Se denominan in personam o in rem cuando en la intentio figuraba (o no) el
nombre del demandado; eran mixtae aquellas en las que en lugar de una
condemnatio hay una adiudicatio.
Las acciones in rem son reales, pueden ejercerse contra todos; las acciones in
IN REM; IN PERSONAM; MIXTAE personam son personales y solo pueden ejercerse contra un individuo
determinado.
Las acciones mixtae tienen elementos in rem e in personam, como cuando se
pretende dividir una herencia, una vez que el juez dicta sentencia, tendrá efectos
reales y personales.
Si en la intentio figuraba la frase “ex bona fide” el juez tenía más libertad para
STRICTI IURIS Y BONA FIDEI O tener en cuenta la buena fe de las partes. En caso contrario, el juez debía atenerse
IN BONUM ET AEQUUM CONCEPTAE estrictamente a lo que decía el derecho.
Si figuraba la frase “in bonum et aequum” el juez podía determinar el monto de la
condena de acuerdo a la equidad
Reipersecutoriae eran aquellas en las que el fin perseguido era reparar el daño que
ha sufrido el actor.
Poenales si en lugar de pedir una reparación, se reclama una sanción para el
REIPERSECUTORIAE; POENALES; MIXTAE demandado.
Mixtae eran aquellas en las que se pretendía reparar el daño y una sanción al
demandado.
Arbitrariae eran aquellas acciones en las que el juez estaba facultado para
ORDINARIAS Y ARBITRARIAE disponer que en lugar de restituir una cosa, el demandado pague un importe
determinado por el actor.
Eran perpetuas las acciones que podía ejercerse sin límite de tiempo.
PERPETUAE Y TEMPORALES Eran temporales las que tenían un plazo para ser ejercidas, vencido el cual,
caducaban.
Son órdenes que el pretor da a una persona para que sea exhibida o restituida alguna cosa
o persona, o para prohibir u ordenar alguna conducta.
Gayo dividió a los interdictos en: prohibitorios; restitutorios y exhibitorios.
Son interdictos prohibitorios los que ordenan a alguien que se abstenga de realizar
determinada conducta. Y están seguidos de una sanción
INTERDICTAE Son interdictos restitutorios los que ordenan devolver algo.
Son interdictos exhibitorios los que ordenan mostrar algo o alguna persona a la que se
quiere ocultar.
Tanto los interdictos restitutorios como exhibitorios podían no tener pena y se requería una
fórmula arbitraria.
Los interdictos son dados sin que el pretor verifique previamente si el que lo requiere tiene o
no derecho.
Es una decisión del magistrado que declara nulos los efectos de un acto jurídico y manda
IN INTEGRUM RESTITUTIO restablecer la situación anterior al momento de su celebración.
Se daba en casos de violencia, en contratos celebrados por un menor de 25 años o para
recrear obligaciones extinguidas por la capitis deminutio máxima
Es un acto de autoridad en virtud del cual el pretor pone a un individuo en la posesión de
un bien o un conjunto de bienes y eventualmente en condición de adquirirlos por
usucapión.
La missio in bona, era utilizada para obligar a una persona a comparecer ante el pretor en
virtud de un in ius vocatio, porque el demandante quedaba en posesión de la cosa litigiosa y
MISSIONES IN POSSESSIONEM era quien no había querido acudir ante el pretor quien debía reclamar la restitución.
Por otra parte, la misio in bona, que daba lugar a la bonorum possessio servía para colocar a
una persona no heredera en virtud del ius civile en posesión de los bienes del causante
muerto intestado o con testamento no válido, haciéndola iniciar el camino para convertirse
en propietaria por prescripción adquisitiva.
Son promesas solemnes que los ciudadanos pueden ser compelidos a realizar para dar
STIPULATIONES PRAETORIAE nacimiento a una obligación o para reforzar una ya existente.
Esas promesas eran fuente de obligaciones que quedan vinculadas a la causa original
En cuanto a la DEMANDA Y CONTESTACIÓN, el actor iniciaba la acción mediante un escrito de demanda, entregado
al demandado por un funcionario llamado executor a quien se le debía entregar la contestación de la demanda.
Las dos partes quedaban comprometidas a comparecer ante el juez, pero no estaban obligados a hacerlo
personalmente, sino que podían designar un mandatario.
En las audiencias a las que las partes se habían comprometido a comparecer, el actor hacía la narratio de los hechos
y el demandado exponía su contradictio sobre los hechos y el derecho.
Una vez determinadas las circunstancias de la causa y el objeto de la acción se establecía la litis contestatio, que era
solo un momento procesal, en el que las partes debían formular un juramento según el cual estaban convencidas de
que litigan con derecho.
Respecto de LA PRUEBA Y SU APRECIACIÓN, era importante la prueba testimonial, aunque prevalece la prueba
escrita. Si el documento emanaba de magistrados o de alguna de las partes y estaba firmado por tres testigos, hacían
plena fe; en caso contrario, los documentos debían ser reconocidos por las partes.
Un testigo tampoco era válido; los testimonios de los testigos de clase social alta tenían prevalencia sobre los que
eran obligados a prestar juramento de decir verdad; y el juramento de los esclavos solo era tenido en cuenta si
declaraban bajo tortura.
En ciertos casos, el juez debía recurrir a especialistas que dictaminen sobre disciplinas diversas como caligrafía,
agronomía, medicina, etc.
Además en el procedimiento extraordinario se les da valor a las presunciones, que podían ser de tres clases: hominis
(hechas libremente por el juez siguiendo las constancias de la causa); iuris tantum (hechas por la ley, pero que
admiten prueba en contrario) y iuris et de iure (hechas por la ley sin admitir prueba en contrario).
LA SENTENCIA debía dictarse por escrito y leerse en voz alta en una audiencia a las que las partes debían ser citadas,
pero no importaba si concurrían o no.
El juez tenía tres años para dictar sentencia, a partir de que quedaba hecha la litis contestatio.
En el procedimiento extraordinario, la resolución final del juicio ya no era solamente pecuniaria; el demandado podía
ser condenado a cumplir la prestación debida al acreedor; o en juicio por reivindicación de una cosa, se podía
condenar a entregar la cosa misma; e incluso, el actor podía optar por recibir el valor de la cosa o la cosa misma.
Quien resultaba vencido, debía hacer frente a los gastos del juicio, que incluían honorarios de los abogados,
honorarios de los empleados del juez, el costo del papel, etc.
LA APELACIÓN. Las sentencias eran normalmente apelables, aunque las partes podían desistir del derecho de
apelación antes de iniciar el juicio, manifestando que aceptarían la sentencia de primera instancia.
Los términos para apelar eran breves y ante el nuevo juez se hacía un nuevo juicio donde se podía volver a producir
pruebas. Esto demoraba el dictado de la sentencia definitiva, beneficiando al apelante. Pero corría el riesgo de que
si, derrotado en primera instancia, no triunfaba en la apelación, le fueran impuestas sanciones pecuniarias muy
fuertes y su situación se viera agravada.
El sistema de apelación era:
De la sentencia del defensor civitatis se apelaba al gobernador.
De la sentencia del gobernador se apelaba al praefectus urbi.
De la sentencia del vicario se apelaba al praefectus urbi.
La sentencia del praefectus urbi era recurrible mediante supplicatio ante el mismo
praefectus urbi solo cuando había actuado en única instancia.
Para que pudiera tener lugar LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA era necesario que: el condenado no apelara o que su
apelación fuera rechazada y que la condena no fuera cumplida espontáneamente.
Entonces, para que se ejecutara la sentencia, se abría la actio iudicati, que era la acción por la cual el actor tenía la
pretensión jurídica de que se cumplirá la sentencia.
Algunos autores dicen que solo se dirigía la ejecución contra el patrimonio del deudor; otros dicen que también y por
excepción podía ejecutarse sobre la persona del deudor. Lo cierto es que la ejecución se hacía sobre el patrimonio
del condenado y no sobre su persona. El arresto del deudor admitido para los créditos fiscales y excepcionalmente
para los créditos privados, se llevaba a cabo para asegurar la ejecución sobre el patrimonio.
La ejecución se hacía siempre con la intervención de la autoridad pública.
Si la condena ordenaba la entrega de una cosa o el disfrute de ella, la fuerza pública, manu militari, le quitaba la cosa
al deudor y se la entregaba al acreedor o se le privaba al deudor del goce de la cosa en beneficio del acreedor.
Si la entrega de la cosa era imposible, el vencedor del juicio estimaba bajo juramente le valor de la cosa y se procedía
como si fuera una condena por suma de dinero.
Cuando la condena era por una suma de dinero, se procedía a secuestrar una o más cosas de propiedad del
condenado, y si no las rescataba dentro de los dos meses, pagando, se las remataba y se pagaba al acreedor.
Si los acreedores eran varios y los bienes insuficientes, se seguía un procedimiento por el cual se desapoderaba al
deudor de los bienes, se designaba un curador para los bienes y se vendían, pagándose proporcionalmente a los
acreedores.
PARTE III
UNIDAD 1: SUJETO DE DERECHO
PERSONA: COMIENZO Y FIN DE SU EXISTENCIA. EL NASCITURUS: SU SITUACIÓN JURÍDICA
La palabra ‘persona’ se utilizaba originariamente para identificar las máscaras que se usaban en las representaciones
teatrales griegas y que tenían una forma y dibujos especiales con el fin de que los espectadores identificaran al
personaje de la obra y para que la voz se escuchara mejor.
Modernamente, cuando se dice ‘persona’ se hace referencia al sujeto de derecho, a todo aquel ente que puede ser
titular de derechos y obligaciones; cualquier ser humano es persona y titular de derechos.
Pero los romanos al ser humano lo llamaban ‘homo’, y no todos los ‘homo’ eran personas que podían ser titulares de
derechos, indicio de ello era que los esclavos eran equiparables a cosas. En los tiempos primitivos, la unidad jurídica
no eran los individuos, sino las familias, y dentro de las familias se diferenciaba al paterfamilias jefe y sui iuris titular
de derecho propio y familiar y a los alieni iuris que estaban subordinados al pater.
El comienzo de la existencia de la persona física, para los romanos, se producía con el nacimiento. Aunque algunos
estudios establecen que podría haberse considerado que comenzaba la vida de la persona física con la concepción,
supeditada la definitiva adquisición de derechos a que se naciera con vida.
Esta confusión proviene de dos disposiciones del digesto, una decía que el nasciturus es solo una parte de la mujer o
de sus vísceras; la otra dice que al que está en vientre materno se lo tiene por ya nacido en casi todo el derecho
romano. Por lo que los estudios modernos dan mayor valor a la disposición que tiene al nasciturus como si ya fuera
persona.
Posiblemente se consideraba que el nasciturus era una persona a los fines de otorgarle un curador aun en el vientre
de la madre cuando el padre hubiera muerto; cuando la madre era condenada a muerte, para que no cumpliera la
pena hasta el nacimiento, ni se la torturara estando embarazada; para considerar que el nasciturus fuera libre
cuando la madre hubiera gozado aunque sea un instante de libertad.
Igual, posiblemente se consideraba que el nasciturus era una parte de las vísceras de la madre a los fines de que el
padre pretendiera que le fuera exhibido, lo que era materialmente imposible, porque estaba “adherido” como una
víscera más.
Para que se considerase que se había producido el nacimiento del concebido, habían tres requisitos: que estuviera
físicamente separado de la madre; que tuviera signos vitales (los Proculeyanos exigían al menos un grito y los
sabinianos cualquier manifestación externa de vida) y que tuviera forma humana.
En cuanto al fin de la existencia, era la muerte, y quien la invocaba debía probarla, siendo la prueba más perfecta la
exhibición del cadáver; aunque también se presumía la muerte en caso de accidentes o catástrofes.
El principal problema se presentaba en los casos en que varias personas en grado sucesible entre sí murieran en
condiciones tales que no se pudiera determinar quién había muerto primero y quién había sobrevivido; para este
caso el derecho clásico presumía que habían muerto al mismo tiempo y que no se había producido la transmisión de
derechos entre ellos, aunque en el corpus iuris civilis se establecía una presunción de supervivencia especialmente
para el caso del naufragio, estableciéndose que si morían padre e hijo, el hijo si era impúber moría antes, pero si era
púber sobrevivía al padre.
Los romanos no establecieron la presunción de muerte por ausencia.
LOS STATUS
Se denomina status a la condición jurídica de las personas.
Los romanos, partiendo de un estado de absoluta y plena capacidad, consideraban sucesivas disminuciones de la
capacidad, que se conocieron como capitis deminutio, la que podía ser máxima para el caso de que alguien perdiera
la libertad; media para el caso de que alguien seguía siendo libre pero perdía la ciudadanía romana; y mínima cuando
alguien desmejoraba su posición dentro de la familia.
Los tres status son: status libertatis, status civitatis y status familiae.
STATUS LIBERTATIS
Los hombres eran libres o esclavos.
Los hombres libres podían ser: ingenuos: los que siempre habían sido libres; o libertos: los que habiendo sido
esclavos, son libres.
LOS ESCLAVOS.
Eran esclavos los seres humanos que por razones jurídicas estaban sometidos a la voluntad de una persona.
Los esclavos eran considerados cosas, que podían ser objeto de compraventa, o ser usada a voluntad de su dueño.
Paulatinamente el derecho romano fue limitando la voluntad del dueño, pero nunca dejó de ser considerado una
cosa. Su condición jurídica era parecida a la de un animal doméstico o de trabajo, situación atenuada solo por las
normas religiosas.
Pero la esclavitud existía desde antes que se fundara Roma y continuó existiendo hasta después de su definitiva
caída. Los tratos crueles, duros y brutales, a los esclavos, fueron menguando en Roma con el triunfo del estoicismo y
después con el cristianismo.
Los esclavos se dividían en dos categorías: los que nacen esclavos y los que siendo libres, caen en esclavitud.
Los esclavos no tenían capacidad jurídica, aunque podían realizar ciertos actos que tenían efectos para sus dueños,
como adquirir bienes y aceptar herencias y legados contando con la autorización del amo. El dueño podía facultarlos
para que realizaran algunas actividades que implicaban contraer obligaciones, como ponerlos al comando de una
nave o a cargo de una tienda. En esos casos, quienes resultaran acreedores de obligaciones emergentes de a
actividad del esclavo, no podían citarlo a juicio, pero el pretor les otorgó acciones por las que podían demandar al
amo, y podían ser acciones de distinto tipo: cuando el esclavo seguía órdenes del amo; cuando el amo lo designaba
capitán de la nave; cuando el amo ponía al esclavo a cargo de un comercio.
LOS LIBERTOS.
Libertos eran los esclavos que habían adquirido la libertad por alguno de los medios previstos.
En cuando a los efectos de a manumisión, si era formal, el liberto se convertía en ciudadano romano con todos los
derechos, excepto el del cursus honorum e ingresar a las magistraturas. Si la manumisión era informal, se convertía
en liberto latino iuniano en virtud de la Lex Iunia Norbana.
Por razones de reconocimiento para con el amo que lo había manumitido, el liberto si bien era libre, estaba sujeto al
régimen de patronato, por el cual, quien lo había manumitido se convertía en su ‘patronus’ y debían tratarse como
padre e hijo, tenían deber de gratitud y alimento en caso de necesidad y el compromiso de realizar trabajos
menores; incluso el amo heredaba al liberto si no tenía herederos.
LOS PEREGRINOS
Eran peregrinos los extranjeros que tenían buenas relaciones con los romanos, para diferenciarlos de los bárbaros.
A algunos peregrinos se les permitía que mantuvieran su propio sistema jurídico más el ius Gentium.
A los peregrinos dediticios, a modo de castigo, se les prohibía el uso de su propio derecho, por lo que se debían regir
por el ius Gentium.
STATUS FAMILIAE
Para los romanos la familia comprendía a todas las personas, cosas y seres humanos esclavos que estaban sometidas
al poder del paterfamilias; esta relación con el paterfamilias era una relación de poder/sujeción.
El status familiae era la situación o posición en la que se encontraba un hombre libre y ciudadano dentro de una
determinada familia.
SUI IURIS.
Era sui iuris el hombre libre y ciudadano que no estaba sujeto al poder de otro y era cabeza de su propia familia sin
depender de nadie.
El paterfamilias era el varón ciudadano romano que no dependía de otro pater, pero que tampoco era necesario que
tuviera a otros bajo su sometimiento. Por lo tanto, pater era quien no estaba sometido a otro pater que lo mandara,
independientemente de si tenía o no hijos.
Originalmente el poder que el pater tenía sobre su familia se denominaba manus. Pero con el tiempo ese poder fue
cambiando de nombre de acuerdo a sobre quién se lo ejerciera. Así, el poder que el pater tenía sobre sus hijos y
descendientes de llamaba patria potestad e incluía, en un primer momento, también el poder de matar al hijo,
abandonarlo desconociéndolo como miembro de la familia al nacer y venderlo; se llama simplemente manus al
poder que se ejercía sobre la esposa con la que hubiera contraído matrimonio cum manu; se denominaba dominum
al poder que ejercía sobre las cosas.
ALIENI IURIS.
Eran alieni iuris todos los sujetos de cualquier edad o sexo que estaban sometidos al poder del pater.
En principio los alieni iuris son incapaces de derecho: no pueden tener bienes, decidir sobre su propia vida, contraer
matrimonio ni hacer testamento. Sin embargo se les permitía tener una especie de patrimonio que se denominaba
‘peculio’.
El peculio podía ser:
Profecticium: conformado por una parte del patrimonio del pater que le daba para que lo tuviera
como propio, pero que en realidad no le era propio porque el pater seguía teniendo la propiedad y era responsable
de las deudas.
Castrense: conformado por los bienes que el filius adquiría en su actividad como militar. Sobre este
peculio el filius tenía una relativa propiedad, pero si moría lo heredaba su pater en un primer momento;
posteriormente Justiniano derogó esa norma.
Cuasicastrense: Este peculio apareció con Constantino y estaba conformado por los bienes obtenidos
como regalo del emperador o por el ejercicio de una función pública.
Adventicium: conformado por los bienes recibidos por donación o legado por vía materna, sobre los
cuales el filius fue verdaderamente propietario y su pater solo tenía usufructo.
Hubo acciones que los pretores otorgaron para que se pudiera reclamar al pater por las deudas que contraían
quienes estaban bajo su potestad, y fueron: la acción por la que el pater era responsable por haberse enriquecido,
pero con el límite del peculio; la acción por el total de la deuda si el pater autorizó la operación; la acción por la que
se podía reclamar al pater armador la totalidad de las deudas que un capitán suyo hubiera contraído; la acción
contra el pater dueño de un comercio por las deudas contraídas por su gerente; y la acción en favor de los
perjudicados por la insolvencia de un filius que estaba administrando su peculio.
Existía también un vínculo por afinidad, el que se daba como consecuencia del matrimonio, entre los miembros de
las dos familias; pero fue un parentesco que tuvo poca importancia.
El parentesco se mide por línea recta y por línea colateral. Por vía recta encontramos padres, abuelos, bisabuelos y
los demás ascendientes e hijos, nietos, bisnietos y los demás descendientes. Por línea colateral están los hermanos,
primos, tíos, sobrinos.
Había adrogación cuando un pater (adrogante) hacía ingresar a su familia a otro pater (adrogado)
El pater tenía la facultad de hacer entrar en su familia a alguien que no perteneciera a ella; y todos los que
dependieran del adrogado entraban en la familia del adrogante.
Originalmente la adrogación se realizaba ante los comicios curiados; posteriormente ante los treinta lictores. Y
se le daba carácter público para que el pueblo se enterara que desaparecería la familia y el culto familiar del
ADROGACIÓN adrogado, dando continuidad a la familia y al culto familiar del adrogante.
El adrogado tomaba el nombre del adrogante; los bienes del adrogado engrosaban el patrimonio del
adrogante y el adrogado pasaba a ser un alieni iuris, con lo que sus deudas se extinguían, pero el pretor obligó
a que los adrogantes respondieran por esas deudas.
Las mujeres y los menores impúberes no pudieron adrogar ni ser adorgados hasta el principado; tampoco
podían adrogar los menores de 60 años ni los que tuvieran hijos varones.
Había adopción cuando un pater hacía entrar en su familia a un hijo o hija de otro pater.
En tiempos clásicos la adopción consistía en una serie de mancipationes seguidas de manumisiones.
En tiempos de Justiniano solo se requería la conformidad del adoptante y del pater del adoptado, dada frente
al magistrado.
ADOPCIÓN El adoptante debía tener 18 años más que el adoptado sin importar si tenía hijos o no; el adoptado tomaba el
nombre del nuevo pater.
La adopción podía ser plena cuando el adoptante era ascendiente del adoptado; o podía ser minusplena
cuando el adoptante no era ascendiente del adoptado, caso en el que el adoptado seguía bajo la potestad de
su pater anterior, adquiriendo solo derechos hereditarios.
Era el acto solemne por el cual un pater libera a su hijo de su sumisión a la patria potestad.
En tiempos arcaicos, se hacía por medio de una triple venta simulada, por la que el hijo se convertía en
EMANCIPACIÓN sui iuris, perdiendo los derechos hereditarios agnaticios; aunque posteriormente se le concede su parte
de herencia al reconocérsele el vínculo cognaticio que no se perdía.
Posteriormente Justiniano dispuso que solo era necesario que el pater manifestara ante el magistrado su
voluntad de emancipar a su hijo.
Era el poder que ejerce el pater sobre sus descendientes y eventuales adoptados de cualquier sexo.
Las potestades del pater eran muy amplias; podía disponer de la vida de sus alieni iuris, aunque con el
PATRIA POTESTAD tiempo se fue limitando esta facultad; podía vender a su hijo, como esclavo o dándolo in mancipium
dentro de Roma; Tenía el derecho de no reconocer al recién nacido como hijo; tenía el derecho de
enajenar a su hijo para evitar las responsabilidades por un delito que hubiera cometido.
Todos esos derechos cesaban cuando el filius dejaba de pertenecer a la familia.
EL MATRIMONIO ROMANO
El matrimonio fue definido de diversa manera en las fuentes.
Según Modestino era la unión del macho y de la hembra y consorcio de toda la vida, comunicación del derecho
divino y humano.
Según Justiniano, nupcias o matrimonio es la unión del varón y la mujer llevando consigo la obligación de vivir en
una sociedad indivisible.
Para algunos romanistas contemporáneos es la cohabitación entre el hombre y la mujer con la intención de ser
marido y mujer, procrear, educar a los hijos y constituir entre ellos una sociedad perpetua e indivisa.
Aunque, más bien, los romanos entendían que el matrimonio era una convivencia de un varón y una mujer que
gozaran del ius connubii y no tuvieran impedimentos, con la intención permanente de tratarse como esposos.
Más que una situación de derecho, el matrimonio romano era una situación de hecho con efectos jurídicos.
Al compromiso matrimonial se lo denominaba como “esponsales” ya que esto se hacía por medio de una sponsio o
promesa, celebrada generalmente entre los patres de los futuros contrayentes.
En un primer momento el incumplimiento injustificado de la promesa daba lugar a una acción de indemnización,
pero durante el derecho clásico se abolió y ya con la influencia del cristianismo con Constantino se estableció la
costumbre de que los comprometidos se hicieran regalos que, en el caso de romperse el compromiso, debían ser
devueltos cuadruplicado por la parte que incumplía la promesa y que perdía además lo que había entregado. Pero en
tiempos de Justiniano se redujo la pena a devolver lo entregado por duplicado.
Los impedimentos para contraer matrimonio eran de dos tipos, impedimentos absolutos e impedimentos relativos.
Impedimentos absolutos son la existencia de un matrimonio anterior no disuelto; haber sido castrado; haber
celebrado votos de castidad.
Impedimentos relativos era el parentesco en línea recta en cualquier grado, sean o no consanguíneos y
colaterales hasta el tercer grado inclusive. No podían contraer matrimonio los tutores y sus hijos con sus
pupilas hasta que haya cesado la tutela y transcurrido un año de la aprobación de la gestión; los gobernadores
de provincia con las mujeres nativas o domiciliadas en ellas; la mujer viuda o divorciada no podía contraer
matrimonio hasta un año después de serlo; los ingenuos con prostitutas, meretrices o actrices; los senadores
con liberta.
Hubo algunos impedimentos basados en la religión; los cristianos no podían contraer matrimonio con judíos o
paganos; ni los padrinos o madrinas con sus ahijados.
Había distintas formas de contraer matrimonio. La mujer podía contraer matrimonio cum manu, pasando a formar
parte de la familia de su esposo; o podía contraer matrimonio sine manu y mantenía el vínculo agnaticio con su
familia.
Para que pudiera adquirirse la manus sobre la mujer el matrimonio debía tener un grado de solemnidad o haber un
tipo de manifestación presunta de voluntad de la esposa.
La confarreatio era la forma solemne más antigua de adquirir la manus sobre la mujer, aunque estaba reservada
para los patricios. Consistía en una ceremonia repleta de formalidad, presidida por un sacerdote que pronunciaba
palabras rituales y se cocinaba un pan que era compartido por los invitados; la novia debía entrar en andas a la casa
del novio donde estaba el altar.
La Lex Canuleia del 445 a.C. permitió el matrimonio entre patricios y plebeyos, con lo que apareció otra forma ritual
de matrimonio llamada coemptio que consistía en una venta simulada de la potestad sobre la novia con participación
del cobre y la balanza imitando el modo de adquisición del dominio por mancipatio.
También, la mujer pasaba a formar parte de la familia agnaticia de su esposo por el “usus”, cuando transcurría un
año después de estar conviviendo con él sin interrupción y tratándose ambos como esposos.
Pero la gran mayoría de los matrimonios no se formalizaban por la mancipatio o la coemptio, sino que simplemente
los novios se iban a vivir juntos y se daban trato de esposos, lo que los convertía en marido y mujer, siempre que se
cumplieran los requisitos y no hubiera impedimentos.
Ya sea el matrimonio cum manu o sine manu, los esposos se debían mutua reverencia, impidiéndoseles accionar el
uno contra el otro sin permiso del pretor. No era admitido entre ellos la acción de dolo ni la actio fruti.
Además existía una desigualdad en cuanto al deber de fidelidad; la mujer infiel era reprimida severamente, mientras
que el marido no.
Los hijos concebidos o nacidos en un matrimonio celebrado de acuerdo a las reglas romanas o iustae nuptiae eran
considerados hijos legítimos sujetos a la patria potestad. Mientras que si nacían fuera del matrimonio, eran
considerados como ilegítimos y si el esposo podía demostrar que no había tenido acceso carnal con la madre, podía
impugnar su paternidad.
Los hijos ilegítimos podían ser:
Naturales: fruto del concubinato.
Adulterinos: cuando alguno de los padres estaba casado con otra persona.
Incestuosos: hijos de parientes hasta el tercer grado.
Sacrílegos: cuando uno de los progenitores había hecho votos de castidad.
Concebidos por el pueblo: cuando la madre tenía una vida sexual que hacía imposible determinar la paternidad.
Augusto, preocupado por asegurar altos índices de natalidad entre los romanos, dictó leyes tendientes a velar por el
retorno a los valores morales, tratando de incentivar los matrimonios y la procreación.
Con la Lex Iulia de maritandis ordinibus, Lex iulia de adulteriis y la Lex Papia popea estableció prohibiciones para
contraer matrimonio, impidiendo a libertos casarse con mujeres de mala fama; a los senadores con libertas;
obligación de los hombres mayores de 25 años y menores de 60 a contraer matrimonio y a las mujeres entre 25 y 50
años; los viudos y divorciados debían casarse inmediatamente; viudas y divorciadas debían esperar solo 2 años; los
esposos que hubieran procreado más de 3 hijos estaban exentos de esas obligaciones.
El matrimonio se podía disolver por la muerte de alguno de los cónyuges; cautividad en poder del enemigo; caída en
esclavitud de alguno de los esposos; destierro; impedimento sobreviniente como sería si el pater adoptara a su yerno
o a su nuera, lo que provocaba que los cóyuges pasaran a ser hermanos agnados; y por divorcio o repudium que es la
pérdida de la affectio maritalis en uno o ambos cóyuges.
EL CONCUBINATO
Es una comunidad de vida sexual duradera entre hombre y mujer, pero distinta del matrimonio, ya que carece de
affectio maritalis. Era una unión lícita pero ilegítima.
En el concubinato no había intención de las partes de establecer matrimonio; no estaba castigado de ninguna
manera. Pero cuando llegó Augusto, por medio de una Lex castigó el adulterium con una mujer casada y el stuprum:
unión con una ingenua o viuda respetable, dejando fuera de sanción al concubinato.
Con los emperadores cristianos se consideró al concubinato como una categoría inferior a las nupcias y fue el corpus
iuris civiles el que le dio al concubinato estatuto legal, disponiendo que el soltero podía tener una concubina; el
casado no podía vivir en concubinato; la concubina debía tener al menos 12 años de edad; el padre podía testar en
favor de la concubina y de los hijos; el pater no tenía potestad sobre los hijos fruto de un concubinato.
EL DIVORCIO
El divorcio fue evolucionando a lo largo del derecho romano.
Originariamente el marido podía divorciarse de su mujer por adulterio o por ser “envenenadora de la prole”. En
tiempos de Constantino, el marido podía repudiar a su esposa si era adúltera, envenenadora o alcahueta. Al mismo
tiempo, la mujer podía repudiar a su marido por homicida, envenenador, violador de sepulcros; pero no por
bebedor, jugador o mujeriego.
Con el Corpus Iuris de Justiniano se reformó toda la política sobre el divorcio, influenciado por el cristianismo y
estableció los casos de divorcio:
1) Divorcio por justa causa: el marido podía divorciarse si la mujer sabía de una conspiración contra el
emperador y no le hubiese avisado; por adulterio de la mujer; si la mujer atentaba contra la vida del esposo; si
comiera con extraños, se bañara con ellos o se quedara afuera de la casa, o asistiera al circo o al teatro sin
autorización del marido.
La mujer podía divorciarse del marido con justa causa si el marido hubiera conspirado contra el emperador o
sabiendo que otros lo hacían no lo denunciaba; si hubiera atentado contra la vida de la mujer o si otros lo
hacían y él no la defendía; si la hubiera incitado al adulterio entregándola a otros hombres; si el marido la
acusaba falsamente de adulterio; si el marido viviera en otra casa con otra mujer.
En los casos de divorcio por justa causa, el cónyuge inocente recibía castigos económicos.
2) Divorcio por mutuo consentimiento: estaba plenamente aceptado, hasta que Justiniano lo prohibió aunque
después fue restablecido disponiéndose que no había castigo para ninguno de los cónyuges.
3) Divorcio sin causa: se producía cuando uno de los cónyuges, de manera unilateral tomaba la decisión de
divorciarse. Era castigado a retirarse a un convento y perdía todos sus bienes en favor de sus descendientes o
ascendientes o del convento.
4) Divorcio bona gratia: que se daba en los casos en que el divorcio no es imputable a ninguno de los cónyuges,
porque no dependía de su decisión o porque la razón del divorcio se basaba en cuestiones religiosas; no estaba
penado y se daba para casos de sobrevenir impotencia incurable del varón, o porque alguno decidía hacer vida
monástica o por caída en cautividad de alguno.
UNIDAD 2: SUCESIONES
CONCEPTO DE SUCECIÓN
Cuando se habla en términos jurídicos de la institución de la sucesión, se entiende que un sucesor es quien continúa
a otro, en cualquier función.
Cuando los romanos pensaban en la sucesión, lo hacían refiriéndose al ejercicio del poder sobre las personas o sobre
las cosas. Por lo que, un jefe de familia sucedía a otro en el ejercicio del poder sobre la familia cuando este fallecía.
Había dos tipos de sucesión: la que se producía como consecuencia de una muerte, llamada ‘mortis causa’; y la que
se realizan entre vivos, llamada ‘inter vivos’.
Por otro lado, estaban las sucesiones que se refieren a la universalidad de los derechos del sucedido, que se llaman
sucesiones ‘a título universal’ y las que se refieren a uno o algunos derechos, que se llaman sucesiones ‘a título
particular’.
Por lo que había cuatro posibilidades:
1. Sucesión mortis causa a título universal: heredero.
2. Sucesión mortis causa a título particular: legatario.
3. Sucesión inter vivos a título universal: adrogante.
4. Sucesión inter vivos a título particular: adquirente de un bien.
Las sucesiones mortis causa pueden ser de acuerdo a lo que determine la voluntad del causante que hizo un
testamento válido, por lo que su sucesión era testamentaria; o la sucesión se hacía en ausencia de testamento
porque el causante no hizo testamento válido, por lo que su sucesión era ab-intestato.
CONCEPTO DE HEREDITAS
Hereditas significa ‘herencia’ y los romanos usaban esta palabra con dos sentidos:
1) Denominaban hereditas al conjunto de derechos que pasaban de uno a otro considerándolo como un todo
2) Denominaban hereditas al derecho que pudieran tener los herederos al suceder a quien hubiera muerto.
El heredero ocupaba la situación jurídica del causante que no fuera inherente a este; por lo que se extinguían
algunos derechos personales, algunos contratos y algunas obligaciones como las que provenían de acciones penales.
Para que un sujeto pueda ser testador, heredero o testigo, necesitaba gozar de la testamenti factio, es decir: plena
capacidad jurídica con los tres status. Debían ser libres, ciudadanos romanos y sui iuris.
Se llamaba testamenti factio activa a la facultad de hacer testamentos válidos, que tenían los que gozaran de los tres
status, tanto al momento de hacer el testamento y mantenerla hasta su fallecimiento.
No podían haces testamento los impúberes, dementes, pródigos, mujeres sometidas a tutela.
Los latinii veteres y los latinii colonarii sí podían testar, aunque no fueran ciudadanos romano; los filiifamilias solo
podían hacer testamento sobre sus peculios castrenses y los esclavos sólo podían hacer testamento sobre la mitad
de su peculio.
La testamenti factio pasiva era una excepción a la regla de los tres status, con lo cual, los filiifamilias podían recibir
por testamento, pero lo que recibían pasaba al patrimonio de su pater; y las mujeres solo podían adquirir por
testamento legados que no fueran mayores que el de los otros herederos.
Por medio del testamento, el jefe de familia disponía sobre su jefatura, por lo que la designación de un nuevo jefe
era importante, tano que si no se instituía heredero, no había testamento. Además de instituir heredero, el
testamento podía contener legados, manumisiones, designación de tutores, etc.
Al instituir un heredero, este pasaba a ocupar el lugar del causante en cuanto a la masa de poderes que tenía sobre
la familia y posteriormente, también de los bienes en bloque.
Era necesario que el testamento fuera en latín y que no quedara ninguna duda sobre quién era instituido heredero.
Ya con Justiniano se comienza a permitir que haya más de un heredero.
La herencia podía ser rechazada por el heredero, por lo que el testador podía indicar que en ese caso otro ocupara
ese lugar.
Cuando era instituido un heredero impúber sujeto a tutela, se llamaba “heredero pupilar”. En el caso de que el
heredero, estando sujeto a tutela y habiendo ya recibido la herencia, moría, la herencia se abría ab-intestato; pero
para evitar que la herencia fuera ab-intestato, el causante podía disponer quién fuera el heredero de su heredero.
También existía la sustitución cuasi pupilar, para el caso de que el pater instituyera heredero a un demente,
designándole un sustituto para el caso de que muriera sin recobrar la razón y así no quedara intestado. Si el demente
recobraba la razón, la sustitución quedaba invalidada.
Había casos en los que el testamento era inválido, y podía ser porque no estaba conforme a derecho por haberse
omitido alguna formalidad exigida para el tipo de testamento; por inútil porque aun cuando el testador hubiera
instituido heredero, estaba obligado o a instituir o a desheredar a sus filii, es decir que no podía omitir mencionarlos
porque si lo hacía se entendía que los había “olvidado”, lo que implicaba que no estaba en su sano juicio; podía
invalidarse el testamento roto, así llamado cuando después de hecho, naciera otro hijo varón del testador; y se lo
podía invalidar al testamento irrito, es decir, cuando el testador perdía la testamenti factio activa.
Pero el testador podía revocar su testamento, es decir, quitarle validez y eficacia; podía revocar haciendo un nuevo
testamento, romperlo materialmente o romper la cinta con los sellos.
Con Justiniano se dispuso que después de diez años de haber otorgado el testamento, era suficiente la sola voluntad
de revocarlo manifestada ante 5 testigos.
Los testamentos escritos eran puestos en un templo o entregados a una persona de confianza para su custodia. Se
abrían entre el tercer y el quinto día posterior a la muerte del causante en presencia de los testigos que debían
reconocer sus firmas y sellos; se hacían copias y el original se guardaba.
Los Codicilos eran disposiciones de última voluntad que no instituían heredero ni disponían desheredaciones.
Eran escritos informales que se basaban en la confianza que tenía quien las hacía en la persona a la que estaban
dirigidas. Si estas disposiciones eran confirmadas después por un testamento, eran obligatorias; y las que no eran ni
confirmadas ni contradichas comenzaron a tener fuerza obligatoria en el siglo I.
Los codicilos tuvieron mucha importancia, se hizo una práctica difundida y aceptada, poniéndose en los testamentos
una “cláusula codicilar” por la que se disponía que si alguna cláusula fuera inválida formalmente, tuviera valor como
codicilo.
Para los romanos, dejar testamento era algo esencial de la vida política, social y jurídica, por lo que se tuvo que
facilitar la validez de los testamentos hechos en circunstancias poco propicias o por personas que tuvieran
dificultades para dar certeza a su manifestación de última voluntad. Por eso se aceptaron algunos testamentos que
se apartaban de las formalidades, como el testamento militar creado por Julio César en favor de sus soldados y que
no tenía ninguna formalidad y que después fue aceptado por los otros emperadores; los testamentos celebrados en
tiempos de epidemia que se consideraba válido aunque no estuvieran presentes todos los testigos juntos; el
testamento celebrado en zona campestre al que solo se le exigía 5 testigos y bastaba que solo uno de ellos supiera
firmar; el testamento de los no videntes y el del analfabeto a los que se les permitía que dictaran su testamento a
un octavo testigo o a un notario.
CONCEPTOS
Los hechos son acontecimientos que pueden o no tener consecuencias jurídicas (hecho jurídico).
HECHOS El hecho jurídico puede provenir de la naturaleza o de la actividad humana; cuando proviene de la
actividad humana, se le llama hecho jurídico humano el cual puede ser voluntario o involuntario. Al
hecho jurídico humano voluntario se le llama acto.
ACTOS Actos son los hechos jurídicos humanos lícitos o ilícitos. Al acto jurídico humano ilícito se le llama ‘acto
antijurídico’ o delito.
ACTOS JURÍDICOS Son actos jurídicos los lícitos, permitidos por el derecho que pueden o no estar previamente
delimitados. Si la voluntad juega libremente, hay negocio jurídico.
NEGOCIO JURÍDICO ES EL HECHO JURÍDICO HUMANO VOLUNTARIO LÍCITO LIBREMENTE REALIZADO.
VICIOS CONSCIENTES
(son aquellos caso en los que una o ambas partes exteriorizan conscientemente una voluntad distinta de la verdadera)
Relativa: Eran aquellos actos en que las partes aparentan la realización de un negocio
aunque quieren, en realidad, hacer otro. En este caso la nulidad es relativa y el negocio
SIMULACIÓN tiene validez siempre que haya causa lícita.
Absoluta: Eran aquellos actos en que las partes aparentan la realización de un negocio
aunque no quieren realizar ninguno. En este caso, el negocio era nulo
Se daba cuando una persona retenía para sí el verdadero propósito o el sentido real de su
RESERVA MENTAL voluntad. El derecho no aceptaba la reserva mental, pero sí el derecho canónico para
anular matrimonios.
DECLARACIÓNES IOCANDI GRATIA Son manifestaciones hechas en broma o en representaciones teatrales, sin valor jurídico.
VICIOS INCONSCIENTES
Cuando la voluntad fue forzada maliciosamente por alguien o engañada. La protección contra estos vicios se dio en los negocios
del derecho de gentes por el pretor; mientras que en el derecho civil solo interesaba que cumpliera con las formas establecidas.
Había error cuando una o ambas partes de un negocio actúan ignorando la esencia del acto o un aspecto esencial.
Error in negotio: es el error que recae sobre la naturaleza del negocio que las partes celebran.
Error in personam: es el error que recae cuando se celebra un negocio con una persona distinta de aquella con la
que se entendía contraerlo. Si la persona era parte esencial, el negocio era nulo.
ERROR Error in corpore: es el error que recae sobre la identidad del objeto. Compro una casa por otra.
Error in substantia: es el error que recae sobre una característica constante del objeto o sobre una cualidad
imprescindible para su destino económico.
Error in qualitate: es el error que recae sobre la cualidad de una cosa identificada en su género.
Error in quantitate: es el error que recae sobre el peso, medida o cantidad de la cosa.
Dolo es la astucia, el engaño, ocultación o malicia con que puede haber actuado alguna de las partes.
Dolo malo: nulifica el negocio si ocasiona un daño importante o determinante. Debe ser grave y determinante
DOLO de la acción, provocar un daño y no debe ser recíproco.
Dolo bueno: es la astucia normal con que se actúa para celebrar un negocio. Es lícito y no anula el negocio.
El pretor concedió la actio doli a la víctima para exigir una reparación cuando el negocio ya se ha cumplido. Y una
exceptio doli como defensa para cuando se le exigía a la víctima el cumplimiento del negocio
Hay violencia cuando por fuerza física o moral irresistible se obliga a una persona a celebrar un negocio en contra
de su voluntad.
VIOLENCIA Violencia física: determina la nulidad del acto de manera indubitable
Violencia moral: cuando una persona actúa forzada por miedo a una amenaza, hay nulidad si la amenaza es
injusta, grave e irresistible de sufrir un mal grave e inminente sobre su persona, sus bienes o su familia.
En cuanto a la representación en los negocios jurídicos, los romanos no le reconocieron eficacia; si una persona
realizaba un negocio para otro, los efectos recaían sobre quien lo había celebrado, porque los negocios eran
fundamentalmente formales y solemnes, por lo que quien decía ‘compro’, compraba y el que decía ‘vendo’, vendía.
Había algunas figuras parecidas a la representación, como el mandato, la gestión de negocios o la tutela o la curatela,
pero en todos los casos, los que actuaban, adquirían los efectos para sí mismos y después debían transmitirlos a sus
“representados”.
En cuanto a la ineficacia de los negocios jurídicos, los romanos distinguieron:
La nulidad de los negocios jurídicos que se daba cuando faltaba algún elemento esencial y
La anulabilidad, que se daba cuando los efectos se cumplían pero las partes podían pedir la anulación utilizando las
excepciones pretorias o algunas medidas extraprocesales.
UNIDAD 4: COSAS
Son cosas una porción limitada del mundo exterior del sujeto, de la que la sociedad ha reglado un aprovechamiento
o apoderamiento.
CONCEPTOS
Para decir ‘cosa’ se utilizaba la palabra ‘res’, aunque en realidad el concepto de res es todo aquello que le
COSA importa o interesa al ser humano, por lo que los romanos distinguieron entre las cosas corporales que se
podían tocar, y las cosas incorporales que se aprecian por medio de la inteligencia, como el derecho a heredar.
PATRIMONIO Para los romanos el patrimonio era un conjunto de cosas que pertenecen a una persona, y está integrado no
solo por cosas corporales, sino también por cosas incorporales (dejando afuera las deudas)
Mancipium podría significar ‘adquirir o retener poder’ ya que manum significaba ‘poder’ y capere ‘adquirir o
MANUS retener’; la mancipium era, en un primer momento, el acto a través del cual se adquiría la manus, pero cuando
Y manus se comenzó a utilizar para designar al poder sobre la mujer, mancipium comenzó a utilizarse para hacer
MANCIPIUM referencia al poder general sobre los hijos, esposa y cosas. Aunque posteriormente se denominó dominium al
poder sobre las cosas animadas e inanimadas.
MANCIPATIO Se denominó mancipatio a la manera de adquirir la mancipium sobre alguien o sobre algo; era una ceremonia
solemne utilizada para transmitir poder sobre una cosa.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA.
En los tiempos anteriores a la aparición de la civitas, el territorio del valle del Lacio estaba ocupado por grupos
parentales (gens). Cuando estos grupos se incorporaron a la civitas como moderna organización social, las gens se
diluyeron y dieron lugar a la aparición de grupos parentales con características similares a las de la familia.
La soberanía territorial que tenían antes las gens y que ejercía el patergens, se desmembra cuando desaparecen,
dando lugar al dominio ejercido por el paterfamilias.
Lo que después se llamó dominio, era para ellos una mezcla de soberanía territorial, gestión económica y poderes
patriarcales sobre la familia y los bienes que poseía.
El dominio aparece recién con el surgimiento de las ciudades como consecuencia de la revolución urbana; antes no
había ninguna forma de dominio.
CLASES DE DOMINIO
Al principio esta era la única forma de dominio que conocían los romanos; era el tipo de dominio que el ius civile
reservaba a los ciudadanos y a todos los que tuvieran el ius commercium. Además, las cosas que podían ser
QUIRITARIO objeto del ius civile, al principio eran solo los fundos de la originaria Ciudad de Roma y sus alrededores: lo que
integraba el ager romanus y las res mancipi. La principal característica del dominio quiritario era que solo se
podía transmitir por mancipatio o in iure cesio o tradittio.
Por las dificultades que causaba la formalización de la mancipatio, muchas veces los vendedores simplemente
hacían la traditio de la res mancipi al comprador, suponiendo ambos que en el plazo breve establecido para
BONATARIO poder usucapir, el adquirente no necesitara hacer valer su derecho de dueño; entonces para proteger al
adquirente antes de que se cumpliera el plazo de usucapión, los pretores otorgaron acciones a los adquirentes
de buena fe, considerando que tenían la cosa entre sus bienes (in boni habere).
Las tierras conquistadas por los ejércitos romanos eran de dominio del populus romanus (o del emperador en
PROPIEDAD tiempos del imperio). Los fundos ubicados en las provincias eran adjudicados a particulares como propios,
PROVINCIAL pagando impuestos, tributos o cánones; aunque a veces los emperadores, por medio de su poderío político
obligaban a los propietarios a vender.
Este modo de propiedad era protegido por os gobernadores con acciones pretorias.
LIMITACIONES A LA PROPIEDAD
El desarrollo de la vida social y económica de Roma fue imponiendo restricciones al dominio quiritario, correspondiente a las
necesidades económicas de los emperadores, a razones de salubridad o fuerza mayor.
Estaba prohibido enterrar cadáveres en fincar urbanas.
POR EL DERECHO PÚBLICO Se debía permitir el paso si un camino público se había vuelto intransitable.
Respetar las reglamentaciones para construir en zonas urbanas.
Se creó un impuesto territorial a los fundos correspondientes al antiguo dominio quiritario
Se debía permitir que el vecino recogiera los frutos de las plantas propias que cayeran en el
territorio lindero.
POR EL DERECHO PRIVADO Debían estar claramente delimitados los fundos linderos y dejar un espacio libre de
construcción de 1,5mts aprox. Entre fundo y fundo.
Se debían cortar las ramas del árbol extendido más allá del límite.
No se podían efectuar tareas que impidieran el libre curso de las aguas de lluvia.
MODOS ORIGINARIOS
Se da cuando alguien se apropia de una cosa que no tiene dueño. Incluyendo el descubrimiento casual o un
OCUPACIÓN tesoro del que no se tiene memoria encontrado en un terreno ajeno; las cosas obtenidas del enemigo
derrotado en guerra declarada de acuerdo al ius; las cosas abandonadas por su dueño.
Se da cuando una cosa accesoria se adhiere sin retorno posible, a una cosa principal, por lo que el dueño de
la cosa principal se hace dueño de la cosa accesoria. Habían tres casos posibles:
De inmueble a inmueble: se daba cuando partículas de un inmueble paran a otro inmuebles (alluvio) o
cuando una porción de inmuebles accede a otro (avulsio)
ACCESIÓN De mueble a mueble: se configuraba con la unión inmediata de dos objetos del mismo metal; o el caso del
tejido o bordado que se hacía sobre una tela o un vestido con hilos ajenos; o la accesión de la tinta al papel.
Lo que importaba era, en todos los casos, determinar qué cosa era la principal y cuál la accesoria, porque el
dueño de la principal, se hacía dueño de la cosa accesoria
De mueble a inmueble: se daba en los casos en los que el dueño del inmueble deviene en dueño de las
cosas muebles que se adhirieron de forma irreversible. Como la siembra o una construcción.
Se daba cuando con materia prima ajena, se hace una especie nueva (como el vino hecho con uvas ajenas),
ESPECIFICACIÓN pero sin autorización del dueño de la materia prima. En tiempos de Justiniano para adjudicar el dominio, si
lo especificado podía volverse a convertir en materia prima se hace dueño de los especificado el dueño de la
materia prima; pero si no se puede revertir, es dueño quien hizo la nueva especie.
MEZCLA De líquidos: confusión
IRREVERSIBLE De sólidos: commixtio
Se daba lugar a un condominio.
MODOS DERIVATIVOS
Era una ceremonia solemne que se realizaba en presencia de 5 testigos ciudadanos púber, con la asistencia de
del libripens que era otro ciudadano que llevaba la balanza de bronce. El adquirente, sosteniendo la cosa
MANCIPATIO frente al enajenante, debía golpear un platillo de la balanza con un trozo de cobre que simulaba el precio y
pronunciar las palabras rituales que implicaban que esa cosa era suya y que la había comprado con ese trozo
de metal que le entregaba al enajenante; entonces el dominio se transfería por cualquier razón. Era una venta
simulada. La mancipatio se utilizaba para transmitir cosas mancipi y para manumisiones o emancipaciones.
Era un juicio de reivindicación simulado. Era una ceremonia que se realizaba frente al pretor en la que el
IN IURE adquirente en presencia del enajenante, debía permanecer en silencio, con la cosa en la mano y afirmaba con
CESSIO palabras rituales que la cosa le pertenecía. Ante el silencio del enajenante el pretor otorgaba el dominio al
adquirente.
Este modo requería de tres requisitos: que se entregara la cosa; que la entrega sea con la intención de
TRADITIO transmitir el dominio; que haya una justa causa.
La cosa, si era mueble se podía dar en la mano, pero si era inmueble, se podía dar en forma simbólica e
incluso, el transmitente podía enajenar la cosa pero seguirla conservando como mero tenedor.
Pero además de los modos originarios y derivativos, el dominio podía adquirirse también por usucapión: por haber
poseído la cosa durante un cierto tiempo, con señorío de hecho sobre la cosa, durante el tiempo establecido si era
mueble o inmueble, que la cosa fuera jurídicamente posible de ser apropiada, con un antecedente que justifique su
apropiación, y que el adquirente sea de buena fe, es decir que debe creer que el que le transmitió la posesión es el
dueño o ignorar que la cosa es de otro.
Sumado los requisitos, opera la usucapio.
EL CONDOMINIO.
Se denomina condominio a los casos en los que más de una persona resulta ser dueñas de una misma cosa.
Como en el caso de herencias que no se han repartido o por voluntad de los condóminos si dos personas compran
una cosa en común.
Cada dueño tiene una porción ideal de la cosa y ejercía su derecho sobre la totalidad, aunque los otros condóminos
tenían un ius prohibiendi sobre cualquier decisión.
Cualquier condómino podía pedir el fin del condominio; si la cosa era divisible, se repartía; si la cosa era indivisible,
se la adjudicaba a uno de los condóminos con el cargo de compensar económicamente al otro o a los otros.
POSESIÓN. CONCEPTO Y NATURALEZA JURÍDICA.
La posesión es una relación de poder o señorío de hecho sobre una cosa.
En cuanto a la naturaleza jurídica de la posesión, hubo diferentes posiciones:
Savigny decía que la posesión era un hecho al que el derecho le adjudicaba consecuencias jurídicas.
Ihering decía que la posesión era un derecho. Por lo que resulta que cualquier poseedor es dueño, a menos que
haya una razón que se lo impida. Se basaba en que normalmente el poseedor es el dueño y que a éste le resulta
siempre mucho más fácil demostrar su carácter de poseedor.
ELEMENTOS DE LA POSESIÓN
Para que haya posesión es necesario que la cosa está a disposición del poseedor (corpus) y que el poseedor tenga la intención
de ser y comportarse como dueño (animus).
Entonces, posesión es igual a la suma del corpus y del animus. P=C+A
Sostuvo que:
TEORÍA DE SAVIGNY El que tiene una cosa lo hace siempre en ejercicio de la propiedad de la misma.
Si se trata de la propiedad ajena, será solo tenedor.
Si se trata de su propiedad será dueño o será poseedor.
Sostiene que los derechos son los intereses jurídicamente protegidos, y que el interés que implica la
TEORÍA DE IHERING posesión constituye la condición de la utilización económica de la cosa. El derecho añade en la posesión
un elemento formal: la protección jurídica, por lo que concurren en la posesión todas las condiciones de
un derecho. Critica a Savigny diciendo que malentendía el concepto de animus.
SERVIDUMBRES. CONCEPTO.
Puede haber derechos reales que se ejercen sobre cosa ajena, sobre cosas que pertenecen a otros. Estos derechos
reales sobre cosa ajena podían provenir del ius civile (como las servidumbres); haber sido creados por el pretor
(como la superficie y la enfiteusis) o derechos reales que sirven de garantía (como la prenda y la hipoteca).
La servidumbre es un derecho real sobre un predio ajeno como consecuencia del cual, el dueño del fundo sirviente
se ve obligado a privarse de realizar ciertos actos, en beneficio del dueño del fundo dominante.
La doctrina distinguió también entre servidumbres prediales y servidumbres personales.
Todas las servidumbres son pasivas, porque consisten en soportar algo de un tercero o un no hacer; en la práctica
constituyen una carga que recae sobre el propietario de un predio.
SERVIDUMBRES PERSONALES
A veces los derechos reales sobre la cosa ajena están constituidos en favor de una persona, por lo que el derecho
desaparece cuando muere la persona en favor de quien se lo constituyó.
Las servidumbres personales son: usufructo, cuasiusufructo, uso, habitación.
Usufructo: es el derecho a usar y disfrutar de una cosa ajena sin modificarla ni deteriorarla; podía cederse el goce
pero estaba supeditado a que el usufructuario viviera; también se lo podía constituir a término (por tiempo
determinado).
Cuasiusufructo: es una variante del usufructo que consiste en extender el usufructo a cosas consumibles; lo que
quiere decir que el cuasiusufructuario recibía una cantidad de cosas consumibles de las que debía dar caución de
restituir en la misma cantidad al vencer el plazo; por lo que el requisito de no modificar ni deteriorar la cosa,
desaparecía.
Uso: era la facultad de disfrutar de una cosa ajena pero percibiendo solo lo necesario para la subsistencia.
Habitación: era el derecho real que facultaba a su titular a residir en una casa ajena.
ENFITEUSIS Y SUPERFICIE
La Enfiteusis: era un derecho real proveniente del derecho griego, que consistía en que el Estado concedía en
posesión permanente o por un plazo muy largo un predio, a cambio del pago de un canon. Este derecho, en principio
se defendía con un interdicto, posteriormente se lo hizo con una acción vectigalis. Se diferencia del usufructo en que
no se extinguía con la muerte del titular y debía pagarse un canon.
La Superficie: era el derecho real de goce de un edificio al que lo hubiera construido sobre un lote ajeno a cuyo
dueño le paga un canon. Primeramente se concedió sobre lotes públicos y posteriormente se extendió la posibilidad
a lotes privados.