LITURGIA 2A TANDA Ejercicios Espirituales
LITURGIA 2A TANDA Ejercicios Espirituales
LITURGIA 2A TANDA Ejercicios Espirituales
Canto de Entrada
Lector 3: a la luz del Evangelio de Jesús y “En camino de conversión siendo místicos en
el espíritu tras las huellas de Don Bosco y de Santa Teresa de Ávila”, dejemos que en
estos ejercicios actué el Espíritu Santo de Dios en cada uno de nosotros y así cambie
nuestra mente, corazón y vida con miras a nuestra misión.
Pidamos hermanos las luces del espíritu santo, don del padre prometido por Jesús,
para que su fuerza edificadora sea la gran protagonista de estos días entre nosotros.
Invocación al espíritu santo cantada.
Oración Coral
Coro 1: Jesús cuenta con nosotros para devolver la luz donde hay oscuridad; cuenta
con nosotros para poner Amor y ternura allí donde hay egoísmo, tristeza y angustia.
Coro 2: Cuenta con nosotros para luchar por la paz, en medio de un mundo donde
muchas veces la solución se encuentra recurriendo al uso de la fuerza.
Coro 1: Jesús cuenta con nosotros para que tu Palabra y liberación llegue al último
rincón de la tierra; cuenta con nosotros para dar buenas noticias.
Coro 1: Jesús ha puesto su mirada en nosotros y nos dice que seamos sal y luz de la
tierra. Sal y luz para dar sentido a la vida; para hacer ver que merece la pena ser vivida
desde el proyecto de Jesús.
Coro 2: Nosotros queremos ser sal de la tierra y luz del mundo porque la Buena Noticia
no ha perdido su vigencia; porque nunca como hoy su papel es importante, porque
siempre tendremos algo que decir.
Coro 1: Cuenta con nosotros, Señor, queremos ser luz que ilumine y muestre el
verdadero rostro de Dios, el Dios del Amor. Por eso con el corazón lleno de paz te
decimos, Cuenta con nosotros, Señor.
Salmo 149
Comentador: La comunidad religiosa está llamada a ser testigo de la paz escatológica
del Reino: en ella se ha de anticipar la seguridad de que Dios Padre ofrece la paz del
Espíritu.
Lectio Divina
Invocación al Espíritu Santo
Reflexión1
• Ver la brizna y no percibir la viga. Enseguida Jesús da un ejemplo: “¿Cómo es que miras
la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? ¿O
cómo vas a decir a tu hermano: ‘Deja que te saque la brizna del ojo’, teniendo la viga en
el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la
brizna del ojo de tu.” Al oír esta frase, solemos pensar en los fariseos que despreciaban
a la gente tildándola de ignorante y se consideraban mejores que los demás (cf. Jn 7,49;
9,34). En realidad, la frase de Jesús sirve para todos. Por ejemplo, nosotros como
consagrados podemos llegar a pensar que somos mejores que los demás cristianos.
Que ellos son menos fieles al evangelio que nosotros. Vemos la brizna en el ojo del
otro, sin ver la viga en nuestros ojos. Esta viga es la causa por la cual, hoy, mucha gente
tiene dificultad en creer en la Buena Nueva de Jesús.
• Recuerda: Todo acto de desamor respecto a los otros nos perjudica a nosotros y a
ellos, porque niega nuestra recíproca fraternidad basada en la filiación divina. El Señor
nos ha dicho que no juzguemos, porque él no juzga, sino que salva, justifica. Jesús vino,
en efecto, a dar la vida, dejándose juzgar y condenar por los hombres. Su verdadero
juicio sobre el mundo es la cruz: un amor ilimitado y misericordioso por todos, sin
1
Tomada de http://ocarm.org/es/
excepción. Todo hombre reviste a sus ojos el valor del amor que Dios tiene por él, y
tanto amó Dios al mundo que dio por nosotros a su Hijo amado. En consecuencia, el
acto de no juzgar nos hace dar un paso, y un paso de gigante, en dirección hacia esa
tierra prometida a la que nos conducen las más humildes manifestaciones de
delicadeza, de amor y de respeto a nuestros hermanos. El Señor nos llama, en efecto, a
desarraigarnos, a salir de nosotros mismos, sólo para que le encontremos, pero
mientras dure nuestra peregrinación terrena sólo podemos verle en esos iconos suyos
que son nuestros hermanos.
Medita
¿Cómo son tus relaciones fraternas? ¿Son trasparentes y espontáneas o por el contrario
son ambiguas y utilitaristas? ¿Aplicas con caridad la corrección fraterna? ¿Ves en tu
hermano la manifestación concreta de la filiación Divina? ¿Amas a tus hermanos?
Compartir grupal
¿Cuál es el elemento que me ha parecido más significativo del Evangelio de este día?
¿Qué relación se puede establecer entre el llamado a purificar el juicio respecto a los
hermanos y la tarea de ser místicos en el espíritu? …
Oración
Dios de Abrahán, nuestro Padre en la fe, tú nos llamas cada día también a nosotros por
nuestro nombre y nos empujas a lo largo de caminos desconocidos, a menudo
misteriosos e imprevisibles. Danos un corazón dócil y obediente, para que nos dejemos
guiar por tu voz y salgamos de las seguridades que nos aprisionan, para fiarnos
únicamente de ti, que eres nuestro Padre. Enséñanos, a lo largo del camino, a amar a
quien pongas a nuestro lado porque son nuestros hermanos, para llegar juntos a la
verdadera tierra prometida. Por Cristo, nuestro Salvador.
Eucaristía
Monición de entrada
La liturgia de este día, nos llama la atención sobre nuestro modo de relacionarnos con
nuestros hermanos, presenta la necesidad de ‘aprender a juzgar’ la debilidad de los
demás, actuando según la misericordia de Dios. Dispongámonos a celebrar con
verdaderos sentimientos de fraternidad nuestra eucaristía, pidiendo al Dios de la vida
2
Joseph RATZINGER, Fe, esperanza, amor (Barcelona: Herder, 2012),83.
que incentive en nuestra Inspectoría el florecimiento de una actitud de fraternidad que
sea signo del amor de Dios para con todos sus hijos.
Canto Mariano
Lector 1: María la mujer llena de gracia, es nuestro ejemplo de oración asidua, tranquila
y silenciosa, no una oración desesperada sino una oración dedicada que se prolonga a
lo largo de la vida. Su amor maternal se vuelve serena exigencia para nosotros, en
unión con ella aprendemos meditar los acontecimientos de la vida en cada uno de
nuestros corazón.
Lector 2: recordamos hoy a la mujer obediente del Fiat, la Madre castísima y poderoso
auxilio del pobre, nos confiamos en sus manos maternales y a Ella le pedimos que haga
fecundo este tiempo de renovación de nuestro espíritu.
Guía: Hermanos, convencidos que María está presente entre nosotros y continua su
misión de Madre de la Iglesia y Auxiliadora de los cristianos, nos confiamos a Ella
humilde sierva en la que el Señor hizo obras grandes, para ser en entre los jóvenes,
testigos inagotables de su Hijo. (C 8). Con estos sentimientos iniciemos este santo
rosario con la señal de la cruz que nos recuerda el amor que Dios nos tiene. En el
nombre del Padre…
MISTERIOS GOZOSOS
Lector 1: en la contemplación de los misterios de gozo, culmina y se dilata nuestra
participación, con María, en los acontecimientos de la salvación realizados en Cristo.
Lector 2: María, asociada totalmente al triunfo del Hijo, de la misma manera, que
glorificada ya en los cielos en cuerpo y alma, es imagen y principio de la Iglesia que
habrá de tener su cumplimiento en la vida futura, así en la tierra precede con la luz al
peregrinante pueblo de Dios como signo de esperanza cierta y de consuelo (LG68)
PRIMER MISTERIO: LA ENCARNACIÓN DEL HIJO DE DIOS.
Guía 1: Dios irrumpe en la vida de María a través de la mediación del Ángel Gabriel para
manifestarle la vocación a la que ha sido llamada, a nosotros nos sigue llamando para
encomendarnos a una misión en el seno de la Iglesia y en el mundo a través de
múltiples mediaciones.
Hemos de permanecer atentos para descubrir la llamada que Dios nos hace a servirle
de diferentes modos en el fragor del día a día.
Guía 2: En el silencio del camino hacia la casa de Isabel, María medita sobre el don
recibido. En la ayuda prestada a su prima, en el servicio desinteresado a quien lo
necesita, se fragua el sentido de toda vocación.
La llamada se traduce siempre en actitudes y gestos de amor y servicio hacia los demás,
especialmente los que más lo necesitan.
Canto Mariano.
Guía 4: José y María, fieles a la tradición judía de presentar al primogénito varón a Dios,
acuden al templo a realizar su ofrenda. De esta manera, nos enseñan una actitud
cristiana fundamental; la de presentar y ofrecer continuamente la propia vida, con sus
aspiraciones e ilusiones, sus gozos y preocupaciones a Dios Padre, fuente y origen de la
propia existencia.
Guía 5: el gesto de Jesús está cargado de una fuerte connotación simbólica: en medio
de los maestros y doctores de la Ley, comienza a explicarles las escrituras, en el templo,
el lugar de la presencia de Dios. Los sacerdotes también han de escudriñar la palabra de
Dios para ofrecernos una palabra actual y relevante que oriente nuestra vida cristiana a
través de la predicación y guía de la comunidad eclesial.
ACTO DE ABANDONO
Bendición final
Canto Mariano.
II Vísperas de San Pedro y San Pablo
Salmo 115
Comentador: Una vez recuperada la salud, el salmista ansía hacer manifestaciones de
gratitud a su Dios por el beneficio obtenido, y quiere corresponder con un sacrificio de
alabanza, declarándose siervo de Dios.
Salmo 125
Comentador: En la boca de los cristianos este salmo debe ser la oración escatológica de
un pueblo que, aunque sufre aún en el destierro y está lejos del reino, se sabe ya
salvado por la resurrección de Cristo, el primer hombre repatriado, pensar en el triunfo
del hombre, tal como resplandece en la carne del Resucitado, nos parece un sueño, pero
es ya realidad; el Señor ha estado grande con nosotros realmente.
Cántico Ef 1, 3-10
Comentador: Nuestra identidad se encuentra arraiga en el misterio insondable de Dios.
Emanamos como personas y como comunidad de su misteriosa actividad creadora y
liberadora. Dios Padre nos ha dado la vida, la Vida que es Cristo para vivificarnos y
liberarnos definitivamente del reino de la corrupción y de la muerte.
Martes 30 de Junio: 13ª semana del Tiempo
Ordinario
Oración de Laudes
Salmo 23
Comentador: Este es un salmo muy apto para empezar la oración de la mañana para
Nosotros, cuerpo de Cristo en la tierra que avanzamos acompañándolo a lo más alto de
los cielos. Por medio de este salmo pidamos al Señor que las acciones del nuevo día
nos hagan dignos de vivir en su presencia.
Salmo 32
Comentador: De este salmo emerge la fuerza de la Palabra creadora y de la providencia
solícita del Señor para con sus fieles. Por ello, el salmista invita a los justos a esta bella
oración tan apropiada para el comienzo del nuevo día.
Lectio Divina
Invocación al Espíritu Santo
Reflexión3
Discernimiento y prudencia al ofrecer las cosas de valor. “No deis a los perros lo que es
santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen con sus
patas, y después, volviéndose, os despedacen” (7,6). A primera vista, este “dicho” de
Jesús parece extraño a la sensibilidad del lector moderno. Puede presentarse como un
verdadero enigma. En verdad se trata de una manera de decir, de un lenguaje semítico
que requiere ser interpretado. En tiempo de Jesús, como en la cultura antigua, los
perros no eran muy apreciados porque se consideraban semisalvajes y callejeros. No
profanar las cosas santas es, a fin de cuentas, una invitación a usar la prudencia y el
discernimiento. En el AT las cosas santas son la carne para el sacrificio (Lv 22,14; Nm
18,8-19). También la prohibición de echar las perlas a los puercos resulta
incomprensible. Para los hebreos, los cerdos son animales impuros, como el colmo de
la repugnancia. Por el contrario, las perlas son lo más precioso que puede haber. La
advertencia de Jesús se refiere a aquel que sacia a los perros callejeros con la carne
consagrada y destinada al sacrificio. Tal comportamiento resulta malvado y con
frecuencia imprudente, pues normalmente a los perros no se les daba de comer y,
movidos por su hambre insaciable, podían retroceder y asaltar a sus “bienhechores”. A
nivel metafórico, las perlas indicarían las enseñanzas de los sabios y las
interpretaciones de la “torâh”. En el evangelio de Mateo, la perla es imagen del reino
de Dios (Mt 13,45ss).
3
Tomado de http://ocarm.org/es/content/lectio.
El camino a seguir. Al final del discurso (7,13-27) Mateo pone, entre otras cuestiones,
una exhortación conclusiva de Jesús, que invita a hacer una elección decisiva para
entrar en el reino de los cielos: la puerta estrecha (7,13-14). La palabra de Jesús no es
sólo algo que hay que comprender e interpretar, sino que sobre todo ha de formar
parte de la vida. Ahora bien, para entrar en el reino de los cielos es necesario seguir un
camino y entrar en la plenitud de la vida atravesando una “puerta”. El tema del
“camino” es muy apreciado en el AT (Dt 11,26-28; 30,15-20; Jr 21,8; Sal 1,6; Sal 118,29-30;
Sal 138,4; Sb 5,6-7, etc.). El camino representado en las dos puertas conduce a metas
diversas. Una significación coherente de las advertencias de Jesús sería que a la puerta
ancha se une el camino ancho que conduce a la perdición, es decir, recorrer un camino
ancho siempre es agradable, pero esto no se dice en nuestro texto. Más bien parece
que Mateo coincide con el concepto judío de “camino”: siguiendo Dt 30,19 y Jr 21,8 se
encuentran dos caminos que se contraponen, el de la muerte y el de la vida. Saber
elegir entre dos modos diversos de vida es decisivo para entrar en el reino de los cielos.
El que elige la vía estrecha, la de la vida, debe saber que está llena de aflicciones; al
decir estrecha indica que en el sufrimiento se encuentra la prueba de la fe.
Medita
-¿Te dejas guiar y atraer por la vía estrecha y exigente del evangelio?
-¿Sigues más bien la vía ancha y fácil, que consiste en hacer lo que a uno le place o lo
que conduce a satisfacer los propios deseos, y que pasa por alto las necesidades de los
demás?
Invitación: «La decisión básica cristiana –ser cristiano- supone dejar de girar en torno a
uno mismo, alrededor del propio yo, y unirse a la existencia de Jesucristo» 4.
4
Joseph RATZINGER, Fe, esperanza, amor (Barcelona: Herder, 2012), 84.
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« ‘Levantaos, no tengáis miedo’. Esta invitación del Maestro se dirige obviamente a
cada cristiano. Pero con mayor motivo a quien ha sido llamado a dejarlo todo y, por
consiguiente, a arriesgarlo todo por Cristo. De modo especial es válida siempre que, con
el Maestro, se baja del monte para tomar el camino que lleva del Tabor al Calvario» 5.
Oración
Oh Señor, danos tu Espíritu para que nos enseñe a discernir cuál es el camino adecuado
que hemos de recorrer. Habla tú en nuestro corazón y repítenos continuamente: «Soy
yo, no temas», cuando ir contra la corriente y seguir el camino angosto nos parezca
únicamente una insensatez: que tu paz y tu alegría nos hagan estar siempre
íntimamente seguros de que tú -el Dios fiel- no defraudas nunca y que por tus caminos,
angostos al principio, corremos por la inexpresable suavidad del amor y llegamos a la
vida eterna. Amén.
Eucaristía
Monición de entrada
El amor de Dios hace que nuestra vida adquiera sentido, cuando nos invita a
permanecer en él, comprendemos que la esencia de nuestro actuar es hacerlo ver en el
mundo; lo cual es para nosotros, la misión en la que desgastamos todas nuestras
fuerzas. Ese amor que nos invita en este día a congregarnos en la mesa de la vida, nos
sostenga en el camino de consagración, a fin de ser siempre fieles al compromiso
adquirido cruzando día a día la puerta estrecha de la generosidad sin reproche.
5
Juan Pablo II, La vida consagrada 40.
Lector 1: Don Bosco, bajo la inspiración del Espíritu Santo, tuvo viva conciencia de ser
llamado por Dios a una misión en favor de los jóvenes más pobres, signos de lo alto,
cualidades naturales, consejos de personas prudentes y llenas de Dios, circunstancias
que se acumularon providencialmente, lo convencieron de que Dios lo había
enriquecido con dones singulares y lo llamaba a una entrega total a los jóvenes :
“Tengo prometido a Dios que incluso mi último aliento será para mis pobres jóvenes”.
Lector 2: El señor nos ha dado a don Bosco como padre y maestro, lo estudiamos e
imitamos admirando en él una espléndida armonía entre naturaleza y gracias.
Profundamente hombre de Dios y lleno de los dones del espíritu santo, vivía como si
viera al invisible. (C 21)
Lector 1: con la motivación de ser en medio de los jóvenes signos y portadores del amor
de Dios y sintiéndonos instrumentos de Él para anunciar su palabra desde nuestra
acción pastoral iniciemos este momento de encuentro comunitario.
Lector 1: Don Bosco sigue siendo el guía que ilumina nuestras opciones de hoy, lo
imitamos como modelo de servicio a los jóvenes. El decreto perfectae caritatis nos pide
volver a las fuentes y volver a las fuentes es dirigir nuestra mirada hacia nuestro
fundador, volver a don Bosco significa: amarlo, estudiarlo, imitarlo, invocarlo y hacerlo
conocer.
Lector 2: en el marco de estos ejercicios espirituales donde se nos pide ir tras las
huellas de Don Bosco, celebremos el don de Don Bosco para el mundo y para la Iglesia,
celebremos la santidad de un hombre que supo vivir con los pies en la tierra y con la
mirada puesta en el cielo. Al santo de la juventud, al santo de la mirada y el brazo
siempre abierto. El santo de la familiaridad y de la alegría que nos lleva a comprender a
un Dios que es Amor.
Presidente: Hermanos la comunión sacramental nos une a Cristo, por tanto estamos
llamados a vivir como Él con un estilo propio, con una forma de amar que se entrega sin
reservas, siendo visiblemente alegres lo que deriva de la donación libre y gratuita de sí,
con el corazón abierto a la oración humilde y constante, estos son valores evangélicos
de los que nosotros salesianos, tenemos particularmente necesidad para nuestra
misión. En el silencio de nuestro corazón los invito a que cada uno responda a las
siguientes preguntas:
Cantos Salesianos
Vísperas
Salmo 19
Comentador: Este breve himno propone un doble motivo para alabar a Dios: su infinita
grandeza, que trasciende todos los límites del universo, y su admirable
condescendencia, que lo mueve a “inclinarse” bondadosamente hacia la tierra, para
elevar a los más pobres y desamparados.
Oración de Laudes
Salmo 35
Comentador: Empezamos hoy nuestra jornada escuchando un salmo sapiencial que
puede ayudarnos a orientar, desde los primeros momentos del día, nuestra conducta.
Este salmo presenta ante nuestros ojos un doble cuadro: la conducta
del malvado arrogante y la actitud del hombre humilde que se acoge a la sombra de las
alas de Dios.
Salmo 46
Comentador: La comunidad religiosa está llamada a ser testigo de la paz escatológica
del Reino: en ella se ha de anticipar la seguridad de que Dios Padre ofrece la paz del
Espíritu.
Lectio Divina
Invocación al Espíritu Santo
Coro 1: Ven, Creador, Espíritu amoroso,
ven y visita el alma que a ti clama
y con tu soberana gracia inflama
los pechos que criaste poderoso.
Reflexión6
El evangelista Lucas se preocupa de contar, al comienzo de su evangelio, la infancia de
Juan el Bautista junto a la infancia de Jesús: un paralelismo literariamente bello y rico
desde el punto de vista teológico. Cuando «se le cumplió a Isabel el tiempo» (v. 57) dio
a luz a Juan: este nacimiento es preludio del de Jesús. Un niño que anuncia la presencia
de otro niño. Un nombre -el de Juan- que es preludio de otro nombre: el de Jesús. Una
presencia absolutamente relativa a la de otro. Un acontecimiento extraordinario (la
maternidad de Isabel) que prepara otro (la maternidad virginal de María).
6
Tomado de: http://www.santaclaradeestella.es/ORACIONES/LECTIO_DIVINA.
Una misión que deja pregustar la de Jesús. No viene al caso contraponer de una
manera drástica la misión de Juan el Bautista a la de Jesús, como si la primera se
caracterizara totalmente y de manera exclusiva por la penitencia y la segunda por la
alegría mesiánica. Se trata más bien de una única misión en dos tiempos, según el
proyecto salvífico de Dios: dos tiempos de una única historia, que se desarrolla
siguiendo ritmos alternos, aunque sincronizados.
Sabemos que la misión de Juan el Bautista fue sobre todo preparar el camino de Jesús;
de ahí que valga la pena meditar sobre el deber de preparar la manifestación de Jesús
tanto en las almas como en la historia. Es éste un deber que incumbe a cada verdadero
creyente. Preparar es más que anunciar. Es preciso poner al servicio de Jesús y de su
proyecto salvífico no sólo las palabras, sino toda la vida. Desde esta perspectiva
podemos captar el sentido de la presencia de Juan el Bautista en los comienzos de la
historia evangélica: con su comportamiento penitencial, Juan quiso hacer comprender
a sus contemporáneos que había llegado el tiempo de la gran decisión; a saber, la de
estar del lado de Jesús o en contra de él.
Con el bautismo de penitencia, Juan quería hacer comprender que había llegado el
tiempo de cambiar de ruta, de invertir el sentido de la marcha, precisa y exclusivamente
a causa de la inminente llegada del Mesías-Salvador. Con su predicación, Juan el
Bautista quería sacudir la pereza y la inedia de demasiada gente de su tiempo, que de
otro modo ni siquiera se habría dado cuenta de la presencia de una novedad
desconcertante, como fue la de Jesús. Ahora bien, fue sobre todo con su «pasión»
como Juan el Bautista preparó a sus contemporáneos para recibir a Jesús:
precisamente para decirnos también a nosotros que no hay preparación auténtica para
la acogida de Jesús si ésta no pasa a través de la entrega de nosotros mismos, a través
de la Pascua.
Medita:
La Iglesia ha visto siempre en Juan Bautista, aquel que prepara el camino del Señor.
¿Tiene esto alguna importancia para nuestra vida de discípulos misioneros?
San Juan afirmaba que él tenía que menguar para que el Cordero surgiera, en tus
labores pastorales de cada día ¿estás permitiendo que Jesús crezca y esforzándote
por disminuir cada día para gloria de su Nombre?
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Comparte con tus hermanos el mensaje que la palabra de Dios te ha dado en este día.
7
Joseph RATZINGER, Fe, esperanza, amor (Barcelona: Herder, 2012), 71.
Oración
Oh Dios de nuestros padres, tú nos llamas a ser «voz»: concédenos reconocer tu
Palabra, reconocer la única Palabra de vida eterna, para que anunciemos esta Verdad a
todos nuestros hermanos. Oh Dios de nuestros padres, tú nos llamas a ser «el amigo
del Esposo»; hazme solícito a preparar los corazones de los hombres, para que estén
bien dispuestos a acogerlo. Oh Dios de nuestros padres, tú nos llamas a señalar el
Cordero de Dios a los hombres: haz que nunca me ponga sobre él, sino que él crezca y
yo mengüe. Amén
Eucaristía
Comentario de entrada
Lector 1: Con júbilo nos unimos a la Iglesia para celebrar la gran solemnidad del
nacimiento de Juan el Bautista, el precursor de Nuestro Señor Jesucristo.
Lector 2: Iniciemos esta celebración eucarística con sentimientos de gratitud a Dios por
conceder a la Iglesia, hombres y mujeres entregados a la tarea de dar a conocer al
cordero y extender el Reino de Dios al mundo entero.
Presidente: Hermanos, nos reunimos en esta ocasión para orar y recordar el campo de
misión específico hacia el cual somos enviados: los jóvenes. Durante este momento de
oración y reflexión, pensando y profundizando en nuestras motivaciones y
convicciones, renovemos, desde la oración o el diálogo con Dios el compromiso que
hemos asumido con Él y las fuerzas que se agotan cada vez que emprendemos nuestra
misión. En el nombre del Padre, del Hijo…
Lectura y reflexión
Por bien de ellos ofrecemos generosamente tiempo, cualidades y salud: ‘Yo por
vosotros estudio, por vosotros trabajo, por vosotros vivo, por vosotros estoy dispuesto
incluso a dar mi vida’”.
Lector 2: ¿Cómo vivo en mi apostolado u obra específica esta predilección por los
jóvenes? ¿Qué acciones emprendo para que ellos se acerquen a Dios o profundicen en
su opción vocacional? ¿Soy testimonio y transparencia del amor de Dios? ¿Mi SER
salesiano refleja la predilección por los jóvenes?
(Momento de silencio)
Presidente: Señor, haz que, como Don Bosco, los jóvenes sean el campo predilecto de
nuestro trabajo pastoral y evangélico, para de tal manera llegar a ser signos de tu amor
misericordioso y redentor, para que sus vidas adquieran sentido y sean luz para otros
jóvenes. Amen.
(Momento de silencio)
Presidente: Dios, Padre bueno, tú que nos has llamado a seguirte más de cerca, con una
vocación específica, permítenos reconocerte, verte, oírte y sentirte en los jóvenes con
quienes, según nuestra obra específica, trabajamos a diario, entregando todas nuestras
fuerzas y siendo portador de tu amor para todos. Danos la gracia de perseverar en esta
misión que nos has encomendado. Amen.
(Momento de silencio)
Presidente: Señor Jesús, haz que, por la fuerza de tu Espíritu, seamos siempre para los
jóvenes como el buen pastor que se preocupa por sus ovejas. Enséñanos a perseverar
en la oración y en el testimonio visible, creíble y fecundo de nuestra consagración, para
que todos nuestros destinatarios tengan y alcancen la Vida que Tú nos das. Amen.
(Canto)
Creemos que Dios ama a los jóvenes. Tal es la fe que está en el origen de nuestra
vocación y que motiva nuestra vida y todas nuestras actividades pastorales.
Creemos que Jesús quiere compartir su vida con los jóvenes, que son la esperanza de
un futuro nuevo y llevan dentro de sí, oculta en sus anhelos, la semilla del Reino.
Creemos que el Espíritu se hace presente en los jóvenes y que por su medio quiere
edificar una comunidad humana y cristiana más auténtica. Él trabaja ya en cada uno y
en los grupos; les ha confiado una tarea profética para que la realicen en el mundo, que
es también el mundo de todos nosotros.
Creemos que Dios nos está esperando en los jóvenes, para ofrecernos la gracia del
encuentro con él y disponernos a servirle con ellos, reconociendo su dignidad y
educándolos en la plenitud de la vida... Amén.
Bendición final:
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amen.
Vísperas
Salmo 26 (A dos coros en sus dos partes)
Comentador: Este salmo evoca la felicidad de quienes, por nuestra comunión en Cristo,
somos también herederos de las bendiciones de la nueva alianza.
Laudes
Salmo 56
Comentador: Los consagrados corremos el peligro de sobrevalorar nuestras obras,
creyendo que ellas son la fuente de nuestro mérito, las que nos justifican ante Dios.
Podemos sentir una cierta satisfacción interior porque hemos «cumplido» con el
proyecto de oración, de trabajo y de servicios a los jóvenes, o porque observamos con
un cierto escrúpulo las Constituciones. Y, sin embargo, con todo ello nos vemos
precisados a decir con el salmo 142: “No llames a juicio a tu siervo, pues ningún hombre
vivo es inocente frente a ti”.
Salmo 47
Comentador: A Dios, que llama y congrega, se dirige este gran canto de acción de
gracias, pues “el Señor aprecia a sus fieles, que confían en su misericordia”.
Lectio Divina
Invocación al Espíritu Santo
Coro 1: Ven, Creador, Espíritu amoroso, ven y visita el alma que a ti clama, y con tu
soberana gracia inflama los pechos que criaste poderoso.
Coro 2: Tú que abogado fiel eres llamado, del Altísimo don, perenne fuente de vida
eterna, caridad ferviente, espiritual unción, fuego sagrado.
Coro 1: Tú te infundes al alma en siete dones, fiel promesa del Padre soberano; Tú eres
el dedo de su diestra mano, Tú nos dictas palabras y razones.
Coro 2: Ilustra con tu luz nuestros sentidos, del corazón ahuyenta la tibieza, haznos
vencer la corporal flaqueza, con tu eterna virtud fortalecidos.
Coro 1: Por ti nuestro enemigo desterrado, gocemos de paz santa y duradera, y siendo
nuestra guía en la carrera, todo daño evitamos y pecado.
Coro 2: Por ti al eterno Padre conozcamos, y al Hijo, soberano omnipotente, y a ti,
Espíritu de ambos procedente, con viva fe y amor siempre creamos. Amen.
Reflexión8
1. Pase de entrada al reino de Dios. Jesús señala una condición indispensable para
entrar en el Reino: cumplir la voluntad de Dios. Éste es el aval de pertenencia por el que
él nos reconoce como hijos suyos y discípulos de Jesús. No basta confesar a Cristo, tan
sólo de palabra, como Señor glorioso y resucitado de entre los muertos; hay que unir el
cumplimiento de la voluntad del Padre. Solamente así nuestra justicia, santidad y
fidelidad serán mayores que la de los escribas y fariseos, como deseaba Jesús.
Para ilustrar la necesidad de esta fe práctica, la fe que nos salva, la fe que actúa por la
caridad (Gál 5, 6), expone Jesús la parábola de las dos casas, construidas una sobre
roca y otra sobre arena. El verdadero discípulo de Cristo es el hombre sabio que edifica
sobre roca, y el falso es el hombre necio que construye su casa sobre arena movediza.
El primero escucha y cumple la palabra del Señor; el segundo la escucha, pero no la
pone en práctica. De ahí su ruina y descalificación, porque la fe sin obras es estéril; más
aún, está muerta (Sant 2, 17.20). “Obras son amores, y no buenas razones”, reza el
proverbio.
Dios nunca empieza exigiendo, sino dando. El imperativo moral cristiano se funda en el
indicativo del don de Dios, que nos hace hijos suyos, hombres nuevos por el bautismo
en Cristo muerto y resucitado. Lo primero es siempre le amor de Dios; después,
lógicamente, se nos urge una respuesta personal mediante la conversión del corazón y
la fidelidad cotidiana al Señor.
8
Tomado de: CABALLERO, Basilio. La palabra cada día. Madrid: Ediciones Paulinas, 1990. 402-403.
De esta manera uniremos fe y obras, creencias y conductas, y evitaremos un escollo
frecuente, causa del desprestigio y anti testimonio cristiano: el divorcio entre fe y vida
por parte de quienes se confiesan creyentes y practicantes.
No podemos soslayar los serios interrogantes que nos plantea la palabra de Jesús.
Amar a Dios amando a los hermanos es el cuadro completo de la voluntad divina sobre
cada uno de nosotros, que queremos construir sólidamente sobre la roca y piedra
angular que es Cristo.
Medita
¿A qué clase de cristianos pertenecemos? ¿Somos la casa sobre la roca o sobre la arena?
¿Nuestra vocación y consagración salesiana está sobre la roca o sobre la arena? ¿Soy
dócil y busco encontrar y asumir la voluntad de Dios en mi vida y apostolado? ¿Cuánto
considero que soy de Cristo para que no se me diga: “Nunca os he conocido”?
Invitación: «El sentido, es decir, el suelo en que nuestra existencia puede permanecer y
vivir, no se puede construir, solo se puede recibir»9
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La palabra de Dios es la fuente inagotable que alimenta nuestros corazones,
ayudándonos a afianzar en el interior, una actitud de continua conversión que se
proyecta en una vivencia más radical de nuestra consagración. La voz de nuestros
hermanos nos ayude a descubrir el mensaje de esperanza que en este día se nos ofrece.
A partir de las preguntas o inspirados por algún extracto del evangelio, compartamos
con nuestros hermanos aquello que nos ayude a continuar este camino de
afianzamiento de nuestra pertenencia a Dios.
Oración
9
Joseph RATZINGER, Fe, esperanza, amor (Barcelona: Herder, 2012), 21.
Padre bueno, dame prudencia para construir mi vida sobre la roca de tu Palabra,
afianza mi corazón en ti para que seas el suelo en el cual mi existencia pueda
permanecer y vivir. En tus manos quiero descansar señor, hazme siempre dócil a tu
gracia para que edifique firmemente en tu presencia una luz que ayude a iluminar la
tiniebla de la necedad que abruma la vida de nuestros hermanos. Confío en que eres mi
roca firme, ayúdame a edificar en ti un instrumento que te glorifique y santifique a mis
hermanos. Amen.
Eucaristía
Monición de entrada:
El seguimiento de Cristo, para que sea visible, creíble y fecundo, exige una perfecta
coherencia entre nuestras palabras y nuestras obras. Cuando lo que hacemos
manifiesta lo que creemos, la cosecha de nuestro trabajo apostólico será abundante. La
liturgia de hoy nos invita a que, buscando la voluntad de Dios, construyamos nuestra
casa sobre la roca.
LA CULTURA VOCACIONAL
Adoración Eucarística por las vocaciones
Canto de Entrada
Te pedimos que nos envíes tu Espíritu para que nuestra oración sea verdadera, y así
como ese mismo Espíritu transformó este pan en tu Cuerpo, así Él nos transforme en
ofrenda agradable al Padre, en la entrega a Él de todo nuestro ser, para ser de nuestra
condición de religiosos un medio con el que manifestemos tu amor a quienes nos
envíes y convierta a tu Iglesia en tu Cuerpo vivo y presente en el mundo.
Todos: Amén
Canto a la Palabra
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos (Mc. 10, 17-22.28-30)
En cierta ocasión se acercó un joven a Jesús y le preguntó: -«Maestro bueno, ¿Qué debo
hacer para obtener la vida eterna?» Jesús le respondió: -« ¿Por qué me llamas bueno?
Sólo Dios es bueno. Ya conoces los mandamientos: no matarás, no cometerás
adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre».
Él contestó: - «Maestro, todo eso lo he cumplido desde niño». Jesús lo miró con cariño
y le dijo: -«Una cosa te falta; vete, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres; así
tendrás un tesoro en el cielo. Luego, ven y sígueme». Ante esta respuesta, el joven se
entristeció y se alejó, pues poseía muchos bienes. Pedro le dijo a Jesús: -«Nosotros lo
hemos dejado todo y te hemos seguido». Jesús respondió: -«Les aseguro que todo
aquel que haya dejado casa o hermanos o hermanas o madre o padre o hijos o tierras
por mí y por el Evangelio, recibirá aquí en la tierra cien veces más de lo que ha dejado,
junto con persecuciones, y recibirán en herencia la ‘vita eterna’».
Palabra del Señor.
Por eso podemos exclamar: hemos creído en el amor de Dios. La seguridad y certeza de
nuestra fe se funda en una persona, en un amigo; repitámoslo una vez más: «no se
comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro
con un acontecimiento, con una persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con
ello, una orientación decisiva»11.
• Por la Iglesia de Cristo, para que sigamos siendo signo claro y visible de su amor
a los hombres y mujeres de hoy. Oremos al Señor.
• Por todos los hermanos en el mundo que hacen parte de la Sociedad de San
Francisco de Sales, para que sigamos siendo fieles al carisma de nuestro
fundador, San Juan Bosco. Oremos al Señor.
• Por nuestros destinatarios, para que en cada una de nuestras obras te vean a ti,
te conozcan y se sientan llamados a vivir según tus designios de amor en pro de
un mundo donde reine la justicia y la misericordia. Roguemos al Señor.
• Por todos los jóvenes en el mundo, para que en el encuentro con Cristo
Eucaristía descubran el plan de felicidad que Él ha propuesto para los que
acogen su Palabra. Oremos al Señor.
Presidente: Jesucristo, Salvador del mundo, que a orillas del mar de Galilea llamaste a
los apóstoles para constituirlos fundamento de la Iglesia y portadores del Evangelio, te
pedimos que hoy sigas fijando tu mirada en nuevos obreros de tu mies, Invitándolos a
seguirte en obediencia, pobreza y castidad, para mayor Gloria de tu nombre. Dales luz
que disipe sus dudas, decisión para que te sigan y se embarquen contigo hacia la
construcción del Reino del amor. Infúndeles confianza y sabiduría para llevar tu Palabra
y el testimonio de tu Amor a los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Tú que eres
nuestro Salvador, ayer, hoy y por los siglos de los siglos. Amén.
Canto Eucarístico
Oremos…
Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tu Pasión, te
pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu
Sangre, que experimentemos constantemente el fruto de tu redención. Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos.
R/: Amén
Bendición con el santísimo
Presidente:
Bendito sea Dios
Bendito sea su santo Nombre
Bendito sea Jesucristo, Dios y Hombre verdadero.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo Esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.
Señor danos Salesianos
Señor danos muchos Salesianos
Señor danos muchos Salesianos Santos
Canto Final
Vísperas
Salmo 29
Comentador: Sólo en la presencia de Dios lograremos la consistencia y la energía para
ejercer la misión. Somos como un soplo, como una sombra que pasa. Pero con la mano
del Señor podremos llevar adelante la misión victoriosa que nos ha confiado y
reconocerla cantando un cántico nuevo.
Salmo 31
Laudes
Salmo 62
Comentador: Cuando Dios mismo acusa y nos pone delante los pecados, el hombre
sólo puede reconocerse culpable; pero puede apelar a la misericordia de Dios. De este
modo se consuma la justicia, el plan de salvación que va preparando Dios.
Cántico: Dn 3, 57-88.56
Comentador: Cuando Dios nos justifica, nos salva, y de este acto magnífico de
misericordia es que nace el sentimiento de la plena gratitud, porque ha perdonado y ha
liberado al pueblo de su culpa y cautiverio. La alabanza es un acto adoración, de
agradecimiento por su justicia.
Salmo 149
Comentador: Dios, que creó el mundo por la palabra, nos ha enviado su Palabra, que es
el Hijo, para librarnos del destierro, para construir la nueva Ciudad Santa, para darnos la
paz, para establecer su reino, para darnos sus palabras, que son palabras de vida
eterna.
Lectio Divina
Invocación al Espíritu Santo
Solista: Ven Espíritu de Dios creador y visita el hogar de tus fieles; haz un templo de
Gracia su pecho con el don de tu santa presencia.
Asamblea: Tú el amor que consuela a los hijos, como eterno regalo del padre; caridad,
fuente viva de gracia, llama eterna de amor verdadero.
Solista: Ilumine tu luz nuestros ojos y tu amor se derrame en el alma, tu poder nos
sostenga en la lucha y renueve las fuerzas cansadas.
Asamblea: Haz que triunfen tus hijos del mal y que reine la paz en sus almas; sé la mano
que venza en sus luchas, el sendero que guíe sus pasos.
Solista: Muéstranos el misterio sagrado, el amor de Dios Padre y de Dios Hijo, fortalece
la fe del creyente que ha nacido a la vida divina.
Asamblea: Demos gloria por siempre a Dios padre y a Jesús triunfador de la muerte, y al
Espíritu, vida del alma, alabanza y honor para siempre. Amen.
Reflexión12
El anuncio testimonial de Jesús en la montaña termina con una frase de la multitud:
“Jesús enseña con autoridad y no como los maestros de la ley” (Mt 7, 29). El testimonio
de Jesús goza de la autoridad divina y no hace parte de las doctrinas de los teólogos
oficiales del judaísmo. El anuncio ahora evidencia la otra cara de la moneda, las
acciones compasivas de Dios.
Estamos delante de un círculo vicioso, el leproso solo puede acercarse a dios si está
limpio y puro, pero solo Dios lo puede purificar, pero como no puede acercarse vive sin
esperanza. Por eso Jesús extiende su mano, lo toca y le dice: “Quiero, queda puro”; y
de inmediato la lepra le desapareció. Para Jesús, la voluntad de Dios se anunció en el
Padrenuestro (Mt 6, 9-13), ya no hay barreras que les impidan a los seres humanos
acercarse y entrar en comunión con el Padre.
12
Tomado de: Cardona, Hernán. Pan de hoy. Medellín: Junio de 2015.
Para muchos judíos solo los puros y limpios podían acercarse a Dios, para Jesús, por el
contrario, la acogida del amor de Dios nos hace puros. Jesús trasgrede la ley y toca al
leproso; también el leproso quebrantó la ley porque se acercó a Jesús. Según la ley,
Jesús es ahora un impuro por tocar al leproso, pero como don de Dios, el leproso
queda curado.
Para ser admitido en la sociedad y en la familia, el recién curado debía recibir de los
sacerdotes un certificado de idoneidad (Lev 14, 1-32). El testimonio de Jesús al enviar al
purificado donde los sacerdotes, es otra índole, Dios actúa al contrario de cuanto
enseñan los maestro de la ley. Este testimonio es para los sacerdotes una invitación a la
conversión.
Invitación: «Por eso la fe, la confianza y el amor son, a fin de cuentas, una misma
cosa, y todos los contenidos en torno a los cuales gira la fe no son sino aspectos
concretos del cambio radical, del ‘yo creo en ti’, del descubrimiento de Dios en el rostro
del hombre Jesús de Nazaret»13
Oración
Señor, ayúdame a reconocer a mi prójimo como un compañero en el camino que todos
recorremos para encontrarnos contigo. Haz que vea tu obra en mí señor y que al
acercarme cada día a tu presencia, reconozca que estas actuando en mí, transformado
mi corazón para que vaya siendo siempre tuyo en medio de mis hermanos. Amén.
Monición de entrada:
El papa Francisco motivaba a los sacerdotes a acercarse al pueblo, estar en medio de
ellos para comprender sus necesidades y ayudarles profundamente. Nos motivaba a
“oler a oveja”. Celebremos la liturgia de hoy que nos recuerda a un Jesús, que saltando
13
Joseph RATZINGER, Fe, esperanza, amor (Barcelona: Herder, 2012), 27.
leyes excluyentes, se acerca al leproso y lo toca para curarlo. Acoger a cada persona,
sin importar su condición, es una actitud fundamental para quienes conforman el reino
de amor del Padre. En esta Eucaristía hacemos memoria de nuestros hermanos
salesianos difuntos que buscaron encarnar en su proyecto de vida la figura de Jesús
Buen Pastor, mediante la entrega de la vida en el servicio de los jóvenes más
necesitados.
Acción de gracias:
Dios Padre, Tú nos llamado para seguirte bajo el carisma específico y la espiritualidad
de nuestro padre Don Bosco. Te agradecemos que, aun conociendo nuestra debilidad y
humanidad, nuestras fortalezas y dificultades, nos hayas llamado a ser testigos de tu
amor para todos los jóvenes, en especial, los pobres, y que, estando con ellos,
motivemos la fe en tu amor y tu gracia, que limpia y purifica los corazones, dando
sentido a cada vida. Gracias, Señor, Dios Padre Bueno, por nuestra vocación específica
de salesianos religiosos y por la vida y el testimonio de tantos hermanos salesianos que
se encuentran ya gozando de tu presencia.
El agua del amor de Dios nos purifique de nuestra soberbia y nos haga permanecer
siempre en su presencia amorosa.
Monición de entrada
Lector 1: "Es más fácil ver la paja en el ojo ajeno, que la viga en el ojo propio". Por eso
es más cómodo descargar nuestras culpas sobre los demás, que aceptarlas como
propias y pedir perdón.
Lector 2: Nos estamos acostumbrando a que unos amontonen los méritos y a cargar las
culpas sobre los demás, sobre los pobres y sencillos, sobre los que siempre callan,
sobre el tonto de turno, sobre los marginados.
Lector 1: Nuestra miseria y "cara dura" llega hasta tal extremo que pretendemos
disculparnos, acusando a los demás y pidiendo justicia, cuando debemos pedir perdón.
El caso es no reconocer nuestras fallas, nuestras faltas y pecados.
Lector 2: Pero Jesús, en el Evangelio nos dice:- "El que esté libre de pecado que tire la
primera piedra". En esta Celebración Penitencial Comunitaria vamos a reflexionar sobre
este tema y vamos a reconocer nuestras faltas y pecados, para pedirle perdón a Dios.
No vamos a cargar nuestras faltas, una vez más, sobre los demás, sino que vamos a
sentirnos pecadores ante Dios, quien viene a acogernos con su misericordia infinita.
Canto
Saludo del sacerdote: Dios Padre, siempre dispuesto al perdón, esté con todos
nosotros…
Oración
Señor Jesús, tu nos enseñaste a no condenar sino a perdonar a todos, venimos a tu
presencia a reconocer que algunas veces hemos fallado al mandato del amor fraterno,
concédenos reconocer nuestra culpas y enmendar debidamente nuestra falta de
caridad. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amen.
Lector 1: El que acusa se cree inocente y se siente seguro de que no está cometiendo
falta y presume que se verá libre de caer en aquello que está acusando. Jesús no
condena a esta mujer. ¡Qué diferente es la actitud de Jesús!, el verdaderamente justo
en comparación a la actitud de estos fariseos que se tienen por justos y condenan a los
demás. También en la vida cotidiana ocurre algo semejante: No suelen ser los inocentes
los que acusan y condenan, sino más bien los culpables.
Breve silencio
Breve silencio
Lector 1: La mayor miseria del hombre y la más generalizada, consiste en no ver la viga
en los propios ojos y descubrir la paja en los ajenos. Por extraño que parezca, la
tremenda realidad de los propios pecados no le ciega a uno para ver las culpas de los
otros, antes bien induce a descubrirlas y a denunciarlas con mayor facilidad.
Breve silencio
Lector 2: ¿Cuándo corrijo a los demás, lo hago con caridad? ¿Me esfuerzo por ayudar a
transformar el ambiente comunitario y educativo a través del testimonio de escucha,
acogida y perdón? ¿He sido injusto al hablar de alguien, lo he juzgado mal?
Breve silencio
Breve silencio
Breve silencio
Lector 1: El reconocimiento del propio pecado nos pone en trance de comprender el
pecado de los demás y de saber perdonar como nosotros mismos hemos sido
perdonados por el Señor. Los que se reconocen pecadores y no inculpan a los demás
disimulando su propia culpa, entran así en un orden nuevo en el que brilla para todos el
sol de la misericordia infinita de Dios.
Breve silencio
Breve Silencio
Canto penitencial
Coro 1: Qué alegría saber que eres Padre, y también justo y recto,
y que juzgas sin chantajes ni partidismos.
Lo siento; yo nací manchado por la culpa
y antes de nacer estuve envuelto en tinieblas.
Coro 2: Dame vida, que yo amo el vivir, Tú que eres el Dios de la Vida.
Y con ella diré a los hombres y mujeres que contigo todo es posible.
Abre mi corazón y mis labios, hacia ti, Señor,
para que diga cuanto te quiero.
Presidente:
Haznos señor Jesús, como tú: Pobres, humildes, serviciales, solidarios, generosos,
castos y compasivos. Con la Oración que tú mismo nos enseñaste nos dirigimos a
nuestro padre y le suplicamos nos ayude en este propósito de conversión. Padre
Nuestro (cantado)
Acción de Gracias
(Unísono)
Dios, Padre bueno, te damos gracias por el perdón recibido.
Aquí nos tienes, dispuestos a hacer eficaz la luz recibida, abiertos a tu llamada.
Queremos proclamar que Tú vives, y que tu misericordia es eterna.
Bendito seas por los siglos de los Siglos. Amén.
Presidente
Dios Padre nos Bendiga y ayude a ser testigos del perdón celebrado. Y la bendición de
Dios todopoderoso, Padre, Hijo y espíritu Santo Descienda sobre Ustedes.
Canto Final.
Vísperas
Salmo 115
Comentario: Es ésta la alabanza que hoy está en nuestra boca; es ésta la alabanza que
hoy, humilde y ardorosamente, hemos de proclamar. Mantengamos encendida nuestra
antorcha. Enardezcamos su llama con el fuego de nuestro amor. Que las próximas
generaciones puedan recibir de nosotros su fuego encendido y su luz esplendorosa.
Que se difunda la memoria de su inmensa bondad. Que nuestra alabanza no tenga fin.
Salmo 125
Comentario: Es ésta la alabanza que hoy está en nuestra boca; es ésta la alabanza que hoy,
humilde y ardorosamente, hemos de proclamar. Mantengamos encendida nuestra antorcha.
Enardezcamos su llama con el fuego de nuestro amor. Que las próximas generaciones puedan
recibir de nosotros su fuego encendido y su luz esplendorosa. Que se difunda la memoria de su
inmensa bondad. Que nuestra alabanza no tenga fin.
Monición de Entrada
La primacía de Dios es plenitud de sentido y alegría para la existencia humana, porque
el hombre ha sido hecho para Dios y su corazón estará inquieto hasta que descanse en
él. Al finalizar nuestros Ejercicios Espirituales, convencidos de que el Señor nos llama a
renovar nuestra fe, pidamos en esta eucaristía por todas las necesidades de nuestra
congregación, las de nuestra inspectoría y las de todos nuestros destinatarios. Con la
alegría de sentirnos plenamente amados por Dios damos inicio a nuestra celebración.
SALMODIA
Salmo 118
Comentario: Nuestra vida no se hace inútil en la medida en que envejecemos: «En la
vejez seguirá dando fruto», «está lozano y frondoso». Vivir en la presencia del Señor es
la garantía del constante influjo de la Vida en nuestra carne mortal.
Salmo 116
Comentario: Nosotros, religiosos, lo hemos dejado todo para vivir plenamente nuestra
filiación divina y constituir entre nosotros la fraternidad de los hijos e hijas de Dios. Así
le damos melodía a este gran acompañamiento de toda la creación.
Tu gracias, padre,
La intercesión de María Santísima Auxiliadora,
De san José, de San Francisco de Sales
Y de san Juan Bosco,
Y mis hermanos salesianos,
Me asistan todos los días
Y me ayuden a ser fiel.
OFERTORIO
PAN Y VINO: cuando una fraternidad se alimenta del cuerpo y la sangre de Jesús, se
hace una sola cosa con El, y es capaz de contagiar la alegría que viene de Dios. Junto al
pan y al vino te presentamos Señor, nuestro trabajo fruto del Sí de cada uno de los
salesianos que conformamos esta comunidad inspectorial. Un sí de radicalidad un sí
que es para siempre.
ACCIÓN DE GRACIAS
Lector 1: Don Bosco hizo de su vida un continuo Magníficat, porque tenía la certeza de ser
elegido por Dios para contagiar su ternura siendo portador del mensaje de esperanza que da
serenidad y alegría.
Lector 2: al finalizar estos ejercicios espirituales, te damos gracias Señor por el don de nuestra
vocación, por ayudarnos a responder con generosidad y entrega durante todos estos años a tu
llamada, permítenos por tu gracia Padre, permanecer siempre fiel a ti, siendo dóciles al Espíritu,
solícitos en la caridad y alegres en el servicio de nuestros jóvenes.