S12 Alteraciones Renales
S12 Alteraciones Renales
S12 Alteraciones Renales
Autólisis. La muerte celular consecuente con la muerte del organismo se inicia muy
pronto en los riñones, sobre todo en la nefrona. En las aves es más intensa por lo que las
muestras deberán ser fijadas rápidamente para evitar confusiones.
Hay que tener en cuenta las alteraciones post mortem producidas en:
Carbunco sintomático del ganado vacuno (Clostridium chauvei). A las pocas horas de
la muerte del animal, se presentan en la corteza renal pequeños focos de color amarillo-
grisáceo que, en forma de cuña, se extienden hacia el interior y que, generalmente
muestran una o varias cavidades. Hay en ellas carriorexis de las células epiteliales y en
los capilares intertubulares se observan numerosos bacilos. Las lesiones constituyen el
estado inicial de un órgano enfisematoso y no es el resultado de una necrosis en vida.
Displasia renal. Puede ser uni o bilateral y afectar a todo el riñón o sólo como una
lesión focal. Resulta de una diferenciación anormal. Microscópicamente hay
diferenciación asincrónica de las nefronas, persistencia de mesénquima que da al tejido
conectivo intersticial apariencia de tejido mixomatoso, persistencia de ductos
metanéfricos, epitelio tubular atípico (adenomatoide) y la presencia de cartílago o tejido
óseo. Aparece secundariamente a la lesión displásica primaria fibrosis intersticial,
Riñones fusionados (en herradura). Se aplica a los riñones que se fusionan por un polo
produciendo una estructura en forma de U centrada en la línea media del abdomen. Los
uréteres están intactos. Tienen funcionalidad normal.
3. NEFROHIDROSIS E HIDRONEFROSIS
Nefrohidrosis (quistes renales). Son cavidades del parénquima renal que se originan
por una distensión gradual de una nefrona cuyo desagüe se ha cerrado, existiendo falta
de comunicación a los túbulos colectores y la pelvis renal. Normalmente se producen
por la presencia de exudado o de tejido fibroso, aunque pueden tener origen congénito.
Macroscópicamente tienen paredes normalmente delgadas y transparentes, con un
contenido claro y acuoso (orina), quizás algo amarillento, que están tapizadas por un
epitelio simple plano y rodeadas por una lámina fibrosa. Pueden variar de tamaño, desde
apenas visibles hasta medir varios, o muchos, centímetros de diámetro. Pueden hacer
prominencia sobre la superficie o yacer en el profundo del parénquima. Su número es
variable desde uno a varios, cuando son numerosos se denomina riñón poliquístico.
Hidronefrosis. Es la dilatación de la pelvis renal. Se presenta como consecuencia de la
obstrucción grave o completa del flujo urinario en algún punto posterior a los riñones,
produciéndose incremento de la presión pélvica renal, dilatación de la pelvis renal y
atrofia progresiva del parénquima renal. Cuando la obstrucción es parcial, uni o
bilateral, el enfermo sobrevive y en unos meses desarrolla hidronefrosis con
agrandamiento gradual de la pelvis y cálices renales sin mucho trastorno del
parénquima. Microscópicamente, la dilatación de los túbulos de la nefrona no es
uniforme, mientras que los túbulos colectores están todos dilatados. Algún tiempo
después, el riñón afectado se convierte en un órgano hueco, de mayor tamaño que el
normal y en el que permanecen los tabiques que marcan los lóbulos fetales.
Microscópicamente sólo quedan algunos glomérulos atróficos entre pliegues fibrosos
delgados.
Las causas pueden ser isquemia (necrosis isquémica) y tóxicos (necrosis nefrotóxica).
En ambos casos, las altas concentraciones séricas son captadas por los túbulos renales,
contribuyendo a la hipotensión. Macroscópicamente se observan cambios de color en
corteza y médula, apareciendo coloraciones de pardo-rojizo a negro azulado.
Microscópicamente en la luz aparece material naranja rojizo característico del grupo
hem.
Nefrosis colémica. Altas concentraciones de bilirrubina sérica, como consecuencia de
problemas hepáticos, pueden originar cuadros de necrosis isquémica. Los riñones
aparecen hinchados y de color amarillo verdoso.
Micotoxinas:
Ocratoxina A, citrinina.
Otros:
Paraquat (herbicida), hidrocarburos clorados, fluoruro de sodio (fertilizante),
fluoroacetato de sodio (rodenticida).
5. ALTERACIONES CIRCULATORIAS.
Infarto renal. Son áreas de necrosis por coagulación debidas a isquemia por trombos o
émbolos en las arterias renales. Si afecta a una arteria interlobulillar se producirá una
zona focal en médula. Si es en una arteria arciforme tiene una disposición en forma de
cuña, con el vértice dirigido hacia el trombo o émbolo afectando a corteza y médula.
Macroscópicamente la zona isquémica presenta una coloración amarillenta o clara,
rodeada por un halo rojizo. Microscópicamente se observa una necrosis por coagulación
una zona de demarcación leucocitaria y una zona de hiperemia.
Es frecuente en vacuno y, especialmente, en porcino en relación a la endocarditis en el
mal rojo y en las pestes (africana y clásica). En caballos ocurre con poca frecuencia y
puede deberse a la migración de larvas de Strongylus vulgaris.
Cuando los infartos son continuados, hay numerosos y el proceso se vuelve crónico da
lugar al riñón fruncido de infarto, ya que las zonas van regenerando con fibrosis y
queda deprimida la superficie.
Necrosis cortical renal. Esta lesión resulta de la trombosis difusa de los capilares
glomerulares, arterias interlobulares y las arteriolas aferentes en la coagulación
intravascular diseminada. La necrosis cortical renal es parcial o completa y se presenta
en todas las especies animales. Se asocia a septicemias producidas por bacterias Gram
negativas o endotoxemias que producen daño endotelial con la consecuente trombosis
capilar. La corteza renal tiene color pálido difuso con una zona de hiperemia que separa
a la corteza necrótica del tejido viable; microscópicamente se observa trombosis,
hemorragias y necrosis por coagulación.