MemorandumDeViaje Joaquin Rocha

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r»: \IIAJE

POR

JOAQUIN ROCHA

CREGIONES AJdAZONICAS)

1905

.. CASfj EDI10RfAL DE 'EL MERCL,-JUCI


Carrera 7.", numer~ 318
{Illl,.i"
il1e1Jtotandunz
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DE V/AJE
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JOAQUIN ROCHA

(REGIONES AMAZONICAS)

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1905
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CASA EDITORIAL DE 'EL JllERCCRI(I'


Carrera 7.", nfimero 318
G .. Forero Franco, Propielarj(,
Bogota-Colombia
~~2""-~r;..
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MEMORANDUM DE VIAJE

OAPITUI~O I
DE SAN AGVS1'f~ .A SAN SF,BAST.rA.N

Se rompe la marcha-Las Iluvjas en la Cordi\leia-Los peones con-


vertidos en filosofos y los fi16sofos en mulas de carga-Cus.-
pian-EI pleito de San Agustfn-EI puente de Barandillas--
EI gran Magdalena empobrccido y anonadado-El Paramo de
las Papas--Error de los geografos sobre los orfgenes del Mag-
dalena y del Cauca--Los del Ca<juct<i--Nudo de los Andes-en
las I'apas--EI valle del Patfa--Es una neccsidad para el Sur
del Cauca y del Tolima la construcc.ion de un buen camino 50~
bre.a trocha por donde pase--Facilidadcs para abrirlo.

EL camino que desde San Agustin en el extremo


sur del Tolima siguo al Oauea, es una mala trocha
de a pie; pero fiado en lu habilidad y fuerza de un
magnifico par de mulas que traia desde Bogota, y
en mi eostnmbre adquirida de largo tiempo atraa de
trepar Ii caballo por recuestos ahrnpt08 de 18B sendas
de montana en In Cordillera Central, emprendi mar-
cha a Iomo de bestir ,;1. reservs de apearmo en 108
Impesahles "pasos" que aIHacadapasosepresent,n,
68 dec,v, que a la fatig-a del viaje a caballo del-ian
aoompafiars8 fa del v aje casi sirnultaneo a. pie. En
onanto a nri equipajo, corto « omo era, exigia cuatro
peunes C~trgueros que debfa.r Il. vui lo a la espalda, 10
que h aciu un personal de seis hOIUlJreR, iu('luido
yo y el paje que me fcollipahaba (1) y estas seis
[,] Dir e corno Lar ra , " Por esta v •. z sacrifice la urbanidad li l a

ven-lad. J'rar.C3rrCIlle, cre o valer mas que mi criado. 51 a51 110 litera •. It
servirh yo' el."
bocas rcquerian otr as tantas espaldns (estas con sus
respeetivas bocas) para la oonduccio n de los VfVt~I'es
que debian servirnos de viatico ell el tl ansito de-
sierto de aquellns riscosas soledadr s, sin rm habi-
t.mtc :~r~~ueQuinch:ma hasta las Papas. ~'vii P<Js'.-I
r or alii demando, pues, nueve 6 diez hombres, mi-
mero qUI, autoriseba para dar a ese total el nombre
de trop~ 0 caravans, Habia que acampar todas las
tardes temprano para hacer 01 rancho on que habia-
rnos de dorrnir por h noche, y se salta al dia siguien
te tarde pOl' las dcmoras consiguientcs a la prepa-
racion del desayuno para lanta gellte, y a la refec-
. cion do las maletas deshechas la noche anterior. Por
tanto, avanzabamos a jornadas cortas y abrumados
todos pOl' el causancio de In noche, se perdia casi la
esperanza de Bogar [amas a San Sebastian, primera
etapa apenas de aqn-I interminable viaje.
J .a Oordrlleru esta alli doqulers cubierta do sel-
va, y la selva coronada de m, bes que se deshacen en
aguaceros en toda epoca delano; el cual tiene en
esa comarca dos estaciones : la Iluviosa 0 de invier-
a
no en que cae 80gua todas las horas del dia y de la
noche; y 180 seca 6 de verano, en que llueve a casi
todas las horas de la uoche y del dia, Esta ultima,
naturalmente, es la cscogida para viajar, y fue 180que
me toco en suerte ; mas a pesar do ser II' estacion
seca, no se encontraba en ninguna parte suelo seoo
para levantar los ranchos, sino sol8omente charcos 6
fango.
AW, sobre 01 lodo, se tendian hojas, sobre
estas, costales y sobre el costal Ia C90la; de manera
que se dorrnia con agua pOl' debajo y agua por enei-
rna, pues la que llovia del cielo coleba pOl' el mal
empajc del techo de nuestros cobertizos yempapaba
camas y cuerpos. Y esto-ri tiempo que en varios
puebl08 del Tolima )- del Osuca se hacian pnblioas
rogativas al cielo pidiendo lluvias para las semente-
ras que moriau pOl'falta del liquido elemento. ~Por
que tanta agua aqui y tanta sequia all" ~Y por que
. los Rothschild, los Astor y los Vanderbilt msnejan
centenares de millones en tanto quc otros a sn lado
no Ten blanca' &\:'or que mueren unos de indigestion
a ticmpo que otros mueren de huml.ret Ouestiones
de honda. Iilosofia eran cstas que dehatiau los peo-
nes durante la lnuneda velada, por supuesto sin las
citas itustres que acabo de huce r, sino con ul ras de
conocidos l"uyos de men or cuaut ia, nHis para ellos
opulentos, y en su rustico pero a veces gni1!eo len
guaje. Y al dia "i~uiente los filosofus de In noehe,
convertidos en bestias de ('arg-a, er-haban de nuevo
sobre las espnldas la pesads maleta para cont inuar
[adeantes la asceusion )lOI' Ins erupinadas cuestas de
este rugose nndo
do los cnlosales Andes.
Era el pr.ictico, haqn rn nu Y gui6n de la cara-
vana, el indio nmoingo Uuspi.m , la uotahilidad y el
hombre de pm de aqucl los cnntoruos, viejo como
el mundo al decir de las gont<·s, porn sin mas apa~
rienoiu flo edad qu~ la d e nn ho m 111"0 de cua renta
alios, doctor sapien tisuuo on c.uniuos y vercdas y
archivo viviente de lu c1'6nielt del t iempo de las
quinas ; formal, enfatico, serio y tan puntu«l on
materias de etiqueta y ann en familia, tan respetuo-
so, que jamas so atrevio a nombrar a BU consorte con
otro nornbre que 01 de seiiora Srinclwz. Desempeiio
el papel de mi oousejero uutor izado en esta que fue
marcha con visos de expedicion, y It su oportuna in-
tervencion y ayuda debi 01 ahorrartue IlO pocas cai-
das y contusiunes en nq uellos reshalosos senderos,
As], pues, no puedo uienus de ren dir hoinenaje en
estas paginl\s It su norubre, () Ii su rnemoria, si el
que Jo Ilevo tall dignrunente ha pasado a las regio-
nes de la imuortalidud.
IJl\ ferti lidud de aquellns 1I1OI1tafJas hast a IJa
Palma es asomhrosa, y 80 puede decir que e.Ias rea
lizan el hello ideal de> los ag-rienltorcs de In Sahana
de Bogota que pidon ag-Ita sleurpre, aunque e8M
lloviendo a. cants ros. rroda ep(l(';} es buena all] para
sembrar. 'Vi en L« Pulma lilal/, (h~ media. yarn de
alto, otro habia en cabello (1), (Ib" en ckoclo (2) y
(I) Llaruase asl el mai , c uan d o CHi e n 11,,(. Las fl ore s femeninas
sem ej a n ru bia s cat:>elleras ell que cad» u no j, lus ca be llos es U(1 e s rilo
con s a e ti g m a i.as florr-s l:"c.!sculi'1as so n l i s e=-;)jgas. En e l Ca uca 00
dice n los ag r lcultor es 01 e s r.i r cl !~1;1izen C~~Leil{l," c..mo e n ei Ce nt r o y
Norte del Tr.lirn a, sino til sriiar it r y h ast a h ,n Io rru «to cl g roresco
ver bc Bt/lorl'!laY el m a t«.
(I) Mazorca de .n ai z i ier r.o
-6-

al misuio tiempo que so bacia Ia reooleccion del


grano duro y ,va scco, so sembraba 01 de la cosecha
futuro. Tanta Iortilidad ha ntraido a las montafias
de SanAgustin considerable munero de indios oau-
canes de In. Provincia de Oaldas, que han pretendido
alzarse con el santo y la limosna, negando 11 los pro-
pietarios do 1;\ hacienda de Saboyas, cuyos son estos
terrenos, to do derecho sobre ellos, y entablando el
famoso y eterno pleito del cual se oye hablur peren-
nemente en toda la extremidad Sur del Tolima. Ya
atribuyen al terrene la calidad do baldio, a 10 cual
contesta viotor-iosaureute In f10mpaftia duefia de Ia
hacienda exh ibiendo sus titulos do propiedad ; ora
pretenden tenor t.itnlos 111<\S antiguos, de resguardo
6 de antigna comunidad de indigenas, 10 oual, ser a
cierto (andan buscando dichos titulos todavia), de
ningunn manera red nudarin en heneficio de los an-
tiguos ocupante-, torasteros y advenedizos todos,
Entretanto tienen qne pagar arriendo y erogar can-
tidades a Ill. vez para costas del pleito y para pago
de los abogados y tinterillos que, a pretexto de 68to,
explotan a esos infelices, y son los unicos aprovecha-
dos de Ia aituacion qne adrede crean. Y resulta que
en tan feraees montafias, dunde debiera haber agri-
cultura floreciente, solo se van aqui y alli, rob res
cultivos de pastes, de maiz y de arracacha, y en la
parte baja de phituno.
Desde III (mbocadnra del Mulales, va el camino
ori.llando el rio l\1agdalena en ocasiones, y otras ve-
C(\Sa coda distancia de su curso hasta su nacimien-
to en 01 paramo, Algunos de sus afluentes, como el
Quincbana y el Ovejeras, so atraviesan en la via y
algunos se oyen tronar a It) lejos como el MajuRs.
En Baraudiltas so pasa a su vez el Magdalena so-
bre un pavoroso puente, pr imero do los do su gene-
ro que conoci y con los cun les me familiarice mas
tarde en el territorio del Oaqneta. El puente es 111Uy
sencillo: una vara tendida al largo del abismo, sobre
]3 cual 86 pisa; y otra que Ilarnan pasamano 6 bar.inda,
en que al pasal' debe apoyarse el transeunte, pero
tan delgada y debil, que apenas es dado tocarla; pnes
al hacer fuerza para sostenerse en ella se romperia,
y desequilibrado entoru es el cuerpo, la caida seria
-7-
inevitablo. Causa vertigo mirar desde el puente la
profnndidad pOl' don de corre el rio, y oil' el tragoro-
so ruido de sus aguas iracundas al sentirse estre-
chadas y como prisionoras en medio de pavorosas
rocas ; todo alli es horror y asi lin, de afrontarlo el
viajero y lanzarse sobre la delgada yam al paso del
abismo.
En Barandillas es el ultimo punto donde es im-
ponente 131 soberbio Magdalena. De alli para arriba
son ya raros e insignificantes los afluentes que le
rinden Sll tributo y as! ornpobrccid«, va tornandose
cada vez mas y mas pequefio, basta (lue, par ultimo,
al pie del paramo, se atraviesa a pie enjuto, saltan-
do sobre so escasa corriente pOl' una a otra piedra
y salvando su exigiia anchura en menos de un de
eimo de minuto.
Comparan los poetas a los grandes rios can los
magnates poderosos que tuvieron humilde origcn y
que, deavalidos y pobres en los comienzos de su ca-
rrera, fueron aorecentando caudales y poderio basta
llegar a opulenta y orgullosa majestad, Lnversa ima-
gen me presentaba en aquellos lugares el ahi pe-
quenuelo y desmedrado 1'10. Todos hemos conocido
hombres en plena posesion del podor, la riqueza y
108 honores; despnes los hemos contemplado como
astros rutilantes que no brillan; y luego de dia en
dia los hem os visto erupobrecerse y venir Ii monos
hasta llegar a1 punto de que de grandea todos des-
ciendan a miseras nonadas y de q 00 se Ies COIlOZC3,
no pOl' 10 que actnalmente son, sino por el recnerdo
de .10 que fueron, entidades un tiempo y a la pos-
tre tan 8610 un nombro. Asi nuestro raagno rio.
Lo vi en las Bocas de Ceniza en plena posesi6n de
su fuerza osando medirla con las forrnidables de 130
mar inmensa; despues desbordando sn magnifico
caudal sobre las llanuras y las selvas ; en seguids
cefiidas sus orillas pOl' las cordilleras, pero grande
y majestuoso todavia con el tributo de sus vasallos
afluentes ; mas arriba impetuoso, empero, oprimida
yestrechada !:IU corriente por altaneras pefias en
medio de los eontrafuertes de los Andes y al fin con-
vertido en simple tor rente, y lu6go en tenue htlo
- 8 --

de agua al salir de la laguna en donde tiene origen.


" i Grandiose :Magdalena!" fue mi exclamaoi6n al
verlo como un soberano en toda Ia pompa de an
gloria abajo de las bocas de Tacaloa. " i Pobro Mag'.
dalena! " exclame al pasarlo a sn descenso del pa-
ramo; como hubiera dicbo: " i Pobre Napole6n ! " al
vel' al Cesar de la epoca moderna en Ia 1'0030 de
Santa Elena oaido r destronado.
Comenzaba el ascenso al paramo, Los arboles
corpnlentns de la selva desaparecian para dar Ingar
a vcgetaoi6n menos altanera basta hacerse euana y
raquitica, pero tupida y aspera. A lOB lados del ca-
ruino los cerros dejaban ver por estructura en so
base masas de roea de form as y oontomos extrafios;
el frio se hacia cada vez mas intense ; 1a respiraci6n
anhelosa y fatigante. En Ia meseta encima, sustitn-
yeronse al matorral los pajonales r el frailejon
(cspeletia gl'a1ldijlO1'a) y soplaban impetnosas rafa-
gas de viento helado que casi rue derribaban de la
cabalgadura; luego se seguian solemne qnietody
silencio y se amontonaban a nn lado y otro; al
frente y atnis, nubes negras, 6 marchaban unas en
IloS de otras como sequito de oolosales fantasmas ;
toms ba a soplar el viento ya convertirse en hnra-
can y Janzaba a 10 lejos las nubes, 6 las disipaba del
todo. Al rasgarse en una de estas ocasiones el velo
de nieblas, se hizo patonte 01 801, Y u sn diafana cla-
ridad pndo vel', ala derechs del camino ya monos
do medio kilometre de distancia, la peqnena laguna
que llaman del Magdalena, humilde madre del po-
deroso rio, y poco mas 6 monos a igual distancia,
pero {l Ia izquierda, otra no menos hnmilde y madre
tambien de otro rio igualmente poderoso, 01 magno
Caqueta. -
Yerran los geografos al colocar el nacimiento
del rio Magdalena junto al del Caucu. Este nace
mas al Norte, bastante lejos de alll, en la laguna y
paramo del Buey en el Purace, .Es el Caqueta el
hermano del Magdalena, liijos ambos de un mismo
paramo cl de las Papas, y procedcntes los dos eomo
va dicho de dos lagunas cereanas que acaso se eo-
muniqucn ocultamonte entre 81. EI Mazamorras,
tributario del Magdalena, como mas abajo el Oau-
ca, es el hermanode este, pucs 08tO f';] tiene su mar-
nantial en la misma laguna, la del Buey, pew en
ninguna manera puede SCI' confundido con el Mag-
dalena, porque ni las gentes del pais 10 Ilaiuau as],
sino Mazamorras, ni ticne, ni con UlW'!IO, 01 cau-
dal del Magdalena, ni lleva tam poco la direc-
ci6n de este rio, que os Sud-Xorte, sino la de Noro-
este ~iSudeste.
Al transrnontar 01 paramo de las Papas, me
hall« ya en terr itorio del Departamento del Oauca,
y a8I COlllO antes habra seguido uri camino desde
Neiva, en direccion del Magdalene arriba, ora te-
niendolo a Ia vista, ora desaparecieudo de esta para
rcaparecer despues, ahora debia dirigirme Caqueta
abajo, l)or SU8 urillas a YCeC8 Y pOl' Btl hoya siempre,
basta ernbarcarme al tin sobre sus (Judas v viendo!o
transforrnarso de arrovo en torreute v de torr .te
en rio mas y uuis grande, liasta Ilcga;' a la inc Ill-
parable majestad que ostenta en la boca del OrLC-
guasa y Iuegoen la magnifica del Oaguan, de suer-
te que se realizaba en este rio el SIl1Ii! de los poetas,
quo a ]3, inversa, eontemple en el Mag-dalena. En el
valle de las Papas, a 2,880 metros sobre el nivel del
mar, on la confluencia del Sncuhunu con 01 Caque-
ta, deje pOl' un momen t.o a este y dosvio para llegar
8 San Sebastian, priuiora etapa como va dicho de
aquel tan largo y apenas comenzado viaje.
EI paramo de las Papas es uno de los lugares
mas importantes en la Geografla de nuestro pals,
no solamente pOl'que a lli esta situ ado el nacimiento
de dos de nuestros mas importantes rios, sino tam-
bien pOl' 01 nudo que forma ahi 1:\ cordillera de los
Andes, para bifurcarse en dos grandes ramales en
medio de 108 cuales yuce la hoya del Magdalena. EI
uno es la Cordillera Central, que se dirige al Norte,
separando los Departamentos del Tolima y del Can-
ca, so divide luego y ae subdivide Oil .vntloquia, en
multitud de estribos rorurando asi el Departamento
de tervitorlo mas quebrado en la Republioa, y ter-
milia a l cabo en el de Bolivar, corea al pueblo de
Ohinu. El otro es Ia Cordillera Oriental que divide
- 10-

las aguas que caen nl Mngdalena de las que pal" el


Caquetri van al Amazonas; y por 01 Guaviare el Meta
y el Arauca al Orinoco; y despues de orillar el De-
partamento del Tolima y de recorrer los de Onndi-
namarca, Boyacri y Santander, ontrn con el nombre
de Andes de Venezuela al territorio de estu Repu-
blica, para morir en ella,
Y DO solamente envia ag-uas este gran nudo de
la Cordillera ul Athirrtico por el Magdalena y el
Amazonas, sino ademas pOI' el Patia al Pacifico;
pues de las faldas occidontales del nudo so despren-
de la quebrada de Yunguilla, y otras que forman el
San JOI'ge, qne afluye COil 01 Guachicono nl Patia,
La.hoya del Il1ISmO Putia en considerable extension
se dcsplego a mi vista, al descender del paramo,
mostraudose en galatia Ilanura qUt1 tenia pOl' limite
el horiaonte, Y ostcnt.indose e \ riqufsuuo color verde
esmeralda al comienzo de la tarde, y a la oaida de
esta en esplendido rojo cuando la dcraron los rayos
del sol poniente, .
I.Ja senda de las Papas, entre San Agustin y San
Sebastian, es la via mas corta de oomunicacion en-
tre el Sur del Eolima y el SUI' del Canoa, y Ia obli-
gada p,ua 01 trafico entre est-as dos secclo nes del
pals; tr.iflco insigniflcante en IlL uctualidad pOl' 10
pesimo de la trocha existente, pew que adqulrir ia
considerables proporciones al transformarla en ca-
mino de herrad ura POL' cste quedaria Pitalito, im-
portunte poblacion del 'I'olhna, a ocho dias de Pas-
ta, cuatro menos quo de Bogota y Honda; y Garzon,
capital de la Provincia del Sur, en este (lltimo De-
partamento, cqnidistante de estas tres ciudades, con
facilidades por consiguien to aquellos pueblos de op-
tar entre los mercados del Athintico y 10" del Pa
cifico par<t 8U pr.rvisinn de mercancias extranjeras ;
aoreceutariase la fabricaci6n de calzado y articulos
de talabarteria que tan barato se producen en Pasto,
y que hallar ian consumo entonces en muclia parte
del interior de la Republica; tomaria incremento
el trrifico de allis y de ganados, casi el rinico que pOl'
esta via se haec hoy; y se extenderia el radio de
consumo de los frutos de tierra fria, abundantemen-
- II -

te producidos en el feraz 8ue10 del futuro decimo


Depa rtamon to. Este se 'hall J, pues, natu valmente inte-
resadisimo en la transmutacion de la vereda de a. pie
que uhora hay, en 01 necesario camiuo de herradura,
y clruua porquo al desmembrarse del Canca Ie per-
tenezca Ia Provincia de Oaldas, que es el arranque
de la via, }lues perteneciente al Norte, este que no
se beneficia de ella, no haria, nlngun csfuerzo por
nbrir 01 camino, ni una vez abierto, por conservarlo.
S11 construcciou no presonta dificultades se·
rias: transitau hoy pOl' alli ganados caballar y va-
cuu«, y 01 trabajo todo so redueiria a. levantar unos
cuuntos puentes, :i 10 cual se prestan las angosturas
de los rIOS y la abundaucia de maderas : y a unos
pocos empalizados, desagues y banqueos, estos quiea
ei: nun. parte <5en ninguna, s()~re roca que hubiera
de trabajarse COli explosives.

OA PITlJLO n
DE SA~ SEBASTrA~ A IlESCANSE

San Sebastian-e-La Palrna-s--Un viejo de ciento ochenta alios-


Paso al territorio del Caqueta y ;1.1.1 region de las selvas-s-El
crimen de las Vueltas - Santa Rosa-» Vicnen noticias de que
ha estallado 1.1 guerra - - Descanse- - Haraganeria de los zam-
bos y mulatos-i- Alimentacion can sabandijas-vReducido a la
carcel en Dcscansc-vPalacio Municipal-vSesiones del Senado
de Dcscanse al pic de la 01la-- Riquezas naturales-> Fieras,
viboras y vampires.

SAN Sebastian es un pueblo pequeiio, de casas de


teja y pajizas, it 2,220 metros sobre el nivel del
mar, resguardado de los vientos - tan desapacibles
en las lomos de las cordtlleras-e- pOl' las alturas que
10 rodean, y de climu suave y salutifero. Son pobres
BU ugriculturn y su ganaderia, y 01 muy poco movi-
miento que se vc en el pueblo os el trafico - en las
exiguas condiciones descrir as - con el vecino De -
partamento, Es verdaderamente un puerto de tie-
rra, pues despnes del tninsito desierto de la mont.v-
- 12 .-

Iia, se llega al] i para hallar ya albergue, poblaci6n


y recnrsos. Una <ez que se establezca el camino de
herradnra y tome el comereio eon el Tolima las
proporciones n qUE' debe Ilegar, San Sebastian al-
canzara considerable imporfancia, mas IlO es este
el {mien porvenir que tiene: en sus cercanias se en-
cnentran ficas minas do plata, de las euales es cono-
cida cient.ificamente la de Ia Argentina, y 108 filo-
ne- auriferos de Curiaco qne, segrin la expresion do
un ingeniero de minas competentisirno. a. estar si-
tuados en California 0 on Australia, valdrian millo-
nes de Iibras ester linas. Ouando haya capitales on
el pals disponibles para la explotacion minera, si
antes no ha habido inmigracion de capitales extran-
[eros, San Sebastia» y Almaguer, pueblo vecino a
este, seran dos de los cen tros metaliferos nnis ricos
de nuestra Republica.
Hastu aqui me acornpafia ron los peones que
habia traido desde el Tolima contratados basta est e
Iugar, y en eate, por consiguiente, debia conseguir los
cargueros que me Ilevaran mas adelanto, los euales
esta vez habian de serlo, no solo para el cquipaje
sino tam bien para mi, pues en la vereda que ahora
debia tornnr, menos trajinada y abierta que la ante-
a
rior, 13610 raros intervalos hubiera podido ir a lomo
de mula. Debian buscarse.ademris, en San Sebastian
las provisiones para el viaje y ann para la permanen-
cia que iba a hacer en ~anta Rosa, Iugar de poeoa y
difieiles recursos. Demore pues, a11a, el tiempo sufl-
ciente para obtener peones y provisiones, y, al fin, en
la tarde del noveno dia, pude sa HI' para esta ultima
poblacion y pernoctar en 1:1 Palma, a unas pocus
cuadras de distancia del pueblo de Santiago) a UBa
altura de 2,440 metros sobre el nivel del mar, y a la
vista del cerro de la Ventaua, pico de la cordillera
de forma singular.
En In. Palma conoci II Guillermo Becerra, viejo
de ciento ocbenta afios, si se ha de creer a las gentes
de alii. No pude obteuer dato alguno sobre In vero-
similitud del fundamento en que se apoyaban los
que fijaron en esa SlI edad, ni dato tam poco del mis-
roo anciano para cn lcularla yo nrismo, pOI·que tenia
13 -

perdidos, el, 01 juicio r la momoria. Recordandole


.epocaR pasadas, solo un nombre le impreaiono, el
.glorio:o;o de Bolivar, y pudo hacerme entender quo
D. SimoJl, como el le llanruba, habia pasado pOl'
AIm: gu<>r, camino de los pueblos, on tanto que sus
tropus so diriglun pOl' el Pati» a h acer sobre Pasto
la campafia que fiualizo con la plr rica victoria obte-
nida en BOIll bona.
Continuando la urarcha, trausmon te el dia si-
guiente la ouchil l« de Santo Domingo, cuyas ciruas
solo It 1,880 metros sobre el nivel del mar, marcan
el Iimite entre la Provinoiu de Caldas y 01 territorio
del Oaqueta, Este no es tarnpoco sino una Prov i..
cia del Departamento del Cauca, mucho mas ex-
tensa, empero, que varies de los reinos europeos y
que muchas c.e las Republicas lrispano-americanas .
.Alli toq ue ya al coruzon del Oontinente sudameri
cano, y entre de 1ICllO en la region de las selvas, en
Ia eual me sumergi para recorrerlas pOl' centenares
de mir iarnetros, y no abandonar las sino mucho
tiemph despues en la Republica del Peru.
A poe" audar llegamos al arroyo de las Vueltis,
donde en tieuipo de las quinas se cometio uu asesi-
11::1to particular pOI' la causa que 10 motive. No fne
esta vez Ia ambicidn, ni el desalmado anhelo de po-
sesion de riquezas n de honores, 6 de femenina bel-
dad In quo puso el arma de muerte en las man os
dol homicida: 01 objeto alH de la criminal codicia
del matador fue simplemeute un t rozo de qneso,
Poeos dlas despues de mi paso por el lugar, donde
afios antes se eometiera ese crimen, conoci en Santa
Rosa al nutor del deli to, y ann cupome en suerte ir
con c\, caballero sobre su robusta espalda, al quinal
de Santa lues. En su serena faz no se ve ninguna
huella de pesar ni de remordimiento, ni ha dado
Ingar so eondueta posterior a grave vituperio, y
probablemente terminara sus dins en paz, si alg6.n
accidente inesperado no haec que so cnmpla en el
la evangelica maldici6n: "lluien Ii hierro mata a hie-
rro muere.'
Al dia aiguiente atravesamos el paramo de
Santa Barbara, pai aje que llaman asi, no porqne sea
- 14-

demasiado frfo, sino pOl' SCI' pajonal en medio de la


selva y haber alii tembladales (1) y frailcj6n (espeletia
grandijlora.) Este es el punto de menor altura
(2,560 metros) sobre Ill, cual he visto crecer esta
planta caracteristica de los pttramos colombianos.
En cuanto Ii la mayor altitud de Ia cadena de mon-
tes de estetrayecto, se encuentra en Todos Santos Ii
2,700 me: ros, sin que haya en ella pajonal ni fraile-
j6n, como en Santa ::Rarbara, sino dondequiera en-
hiesto bosque.
Riogrande, que no es sino un rio pequeno, es el
priruero que merezca el nombre de rio de los que
afiuyen al Oaqueta en Ia Cordillera alta. Lo pase
sobre un puente congenere del de Baranditlss, y
esc mismo dia, adelante, cruce eI Oaqueta en una
angostura sobre un grueso tronco de arbot, no reo
cuerdo si caido alli, 6 de proposito derribado desde
antes para puente. A un lado, a mi derecha, ueje
despues el rio Curiaco, que en idiouia inga quiere
decir rio de 01'0, por el que arrustran SU8 arenas, pro-
cedente de los filones a los cuales da nombre. Re-
pase luego el Caqueta, y orillandolo, subi anna
lorna donde tuve Ii la vista el rio Chontillal, su
afluente mas considerable hasta aqui, y a. la otra
parte la poblacion de Santa Rosa, en medio do ver-
des gram ales como un ,oasis en aquel desierto de
selvas.
El case rio elilta cornpuesto solamente de una
pobre iglesiay de cinco 6 seis casas; estas y Ia igle-
sia pajizas y todas en rnina por obra de la guerra,
pero en 8U distrito se encuentrsn iuas de sesenta ha-
bitaciones anexas i sementeras, Debi6 su origen a
los trabajos de quinas y es fuudacion por coneiguien-
to nueva, compuesta de gentes de los pueblos de
,Sautiago, Rosa], San Sebastian y otros de Ill. Pro-
vincia de Caldas. No hay un individuo mayor de
veinte afios que haya nucido alli, excepto los de una
familia qoe se establecio en esos bosques antes de la
explotaci6n quinera, Todos los habitantes de Santa
Rosa son hombres trabajadoros, seneillos y hospi-

[r ] Suelo de te rrories de cespcd sobre e I cieno, que se hunde' al


plso del caminante, y v uelve ~ la superficic al Ieva ntar el pie.
-15-
talarios, t-anto que no llega alli forastero {t quien no
S6 crean obligados a obsequiar Y servir. 'I'ienen orb,
de ganados ell putreros quo han formado eon los
pastes que natui almente brota el terrene dcspues
de los desmontes; pastos tan ricos que las vacas dan
aqui la m ismu can tidad de lcche que las que so nli-
men tan en los artificiales Ievnntados en praderas en
el 'I'olirna. -POI" 10 dennis las sementeras son de pta-
bun dourinico
( mus« p((l'adit:daClf,), guinoo (mus«
sapientmn) r uu vegelal de In familia do las aniceas
que llaman alii viejo, cuya raiz PH tuberculos es
muy alimenticia, plantas todas quo so produce» en
cliuias suaves, y suavisimo es el de esc lugur con
1,800 metros do altitud y 18° de temperatura media.
No sin pesar me despedi do Santa Rosa cuando
fue tiempo de hacerlo rleflnifivamente. Ern, adeuuis,
el limite de las regioucs ternpladas de In cordil lera
c iban a seguirse para mi, esa vez ya, las ardientes,
pahidicas, malsanas de las vegas de los rfos pobla-
das de todos los animalesnocivos, grandes, pequefios
y mimisculos que hacen de la vida de las tierras
oalientes desiertas nn peligro y nn tormento de to-
dos los instantes.
En Santa Rosa reoibi simultrineos avisos, poria
via directa del 'I'oliuia y poria de Boll val', capital
de la Provincia de Caldas, de que la guerra habia es-
tallado. Fue una campanadn f'nnebre que resono en
todos 10_" ambitos.de la Pat ria. anunciando desgracia.
De cuantos amigos queridos no fue mi despedida,
para esta que parecia corta ausencia, despedida de-
flnitiva basta las negras regiones de ultratumba!
iOuantos hugares que conoci dichosos, supe despues
que se habian trocado en mansiones de amargura y
lagrimas; cuantos que fueron el nido de castos 0 de
santos aruores, el de In esposa querida, 6 el de la
madre idolatrada, eabafia 6 palacio, converti-
dos en ruinas y cenizas! Y yo tambien, por cir-
cnustancias emunadas de In guerra, circunstancias
que no seria oportuno enumerar aqui, en vez de
Ia corta irnnersicn que crei hacer en estas selvas,
me encontre suu.ergido en elIas pOl' espacios de
tiempo que parecieron eternidades, compurtlendo
16 -

con los habitadores de eatos desiertos an vida mi-


sera y salvaje.
Abandonando pOl' tiempo que crei corto litis
trabajos establecidos en Santa R08a, hnbe de alejar-
me a mayor distancia de los centres poblados.y tome
la via de Descanso.
El primer dia dejc a mi izquierda el 1'10 Aceca-
yaeo (rfo de los indios bravos 6 pagan os en inga), y
el <.11a de mi llegada a este ultimo oaserio menciona-
do, cruce el Rioblanco, ambos afluentes del Oaque-
ta, el primero pOl' el lado izquierdo bajando, y el
otro por el lado derecho. Este ultimo cine por sus
extremes norte y oriente el valle de Deseause, de-
presion de la cordillera con terrenos planes 6 llgera-
mente ondulados y feraces pOI' 108 detritus vegetales
que desprenden las lluvias de las fal.las de Ia mon-
tana y que encuentran alli asiento. Pero esta fera-
oidad no es sino muy escasamento aprovechada por
01 hombre, pues los que alii viven, zambos y mula-
tos, fie dcjan morir de bam hre pOl' no darse el leve
trabajo que se necesita pnra el cultivo en tan rico
suelo. Viven casi desnudos, cubiertos 8610 COil una
camisita sin cuello ni mangas y un corto calzoncillo
que les Ilega a menos de la mitad del muslo; mise-
rable vestido heche de bnrdo lienzo fabricado por
las mnjeres. Como entre los salvajes, son cstas las
que siem bran alii el algod6n para los tejidos, la
coca para la masttcacion y unas pocas matas de yuea
y plata no, y como posa sobre ellas la doble faena
de las tareas del bogar y las del campo, el sustento
y el vestido del marido y de 108 hijos, se comprende
que no alcanzando sus debiles fuerzas para tanto,
vivan las familias en perpetua carestla de todo, en-
medic de las facilidades que la prodigs naturaleza
brinda. Los hombres unicamente derriban el mente
para haeer la roza que han de cnltivar las mujeres,y
de r esto pretextan trabajar yendo de caza al monte,
all! donde la perpetua caceria ha ahuyentado 108
ani males, 6 desviando las quebradas para secarlas
y recoger en su le~ho algunos pececillos, escasa pi-
tanza, insnficiente aun para una de las cornidas del
dia. ~~ veers red ben de los forasteros ahi eatable-
- 17 --

cidos, que Bon los unicos que trabajan, vlveres 6 lien-


zo extrdonjerns para pagartos en caucho 0- en oro, y
pasan semanas . y meaes aprestandose, 6 acomoiM.ft-
dose, como ellos dieen, para irse al monte 6 ala
playa, pero sin aprestarse 6 acomodarse en realidad,
Incapaoes de abandonar elgrato pasatieiu po de he-
ber chicha y guarapo 6 de mascar coca sentados, 6
de dormir en el bosque las horas de trabajo del dia,
Si se van al monte, devuelvense del camino a heber-
se todo aquello de que hubieran tenido que ahste,
nerse durante 8U permanencia en lao montana, y ai
a 180 postre, aoosados por los acreedoros, hacen un
ultimo heroioo esfuerso para ir al trabsjo, Hille-
gar ya. es tiempo del regreso, pOl'que ha pasado el
verano y las crecientes cubren las playas donde
se lava el oro, y 108 agnaceros arrustran de los arbo-
les picados el latex del caucho.
Gentes que viven de esc modo se eoneibe que
tengan que alimentarse con 10 que {I la mano encuen-
tran, y SSl son comida corriente para ellos el juambog,
6 sapo de los agujer()~ de los arboles, los caracoles y los
gusanos, y miran como afortunado hallazgo el de dos
6 tres ratones q11C hayan ca1<10 a las ollas que al efeoto
dejan todas las noches con agua hasta la mitad, unica
trarnpa que Ita sabido inventar su pobre inteligencia.
En una de mis estadfas en Descanse se me ago~ pron-
to la provision de vi veres, y como estaba Ii largas dis-
tancias de los lug-arcs de donde pndiera hac.ei'l()fj venir,
hubiera tenido que ahmentarme It mi ves con sapos,
gussnos y.caracoles y r}ltones, pues con dinero nada
podia obtener, sila pasIon de los mulatos por el taba,
co no les hubiera hecho preferir a su sumo nceesario
los cabos de Ins cigarros que me fumaba, a trueque de
los cuales conseguf las yucas necesarias para mi sus-
tento de esos dias.
Y si no mod de hambro en Descanso, a 10 menos
no me libre dela ciircel, no pOl' delito civil 6 politico,
sino simplemente POl' no haUar otro cobertizo donde
alojarme. Este edificio publico es una enramada te-
chada de hoja y cereada con yaripa, nombre -~1lga q06
so da al cubnH800 Ia guadua (bmnbUl/a guatAui) abler-
to y plcado en. el sentido Iongitud, 10 qUe Ranum.
de sa
lata de guo,(l'ua en otras partes, y es 'uoicapared de
..~
- 18-

esa y las demas habitaciones de Descanse; por consi-


guiente no es muro dentro del cusl se puedan tener
con seguridad los presos. Para asegurarlos, los ponen
en el cepo, y este, y una mesa hecha de una sola tabla,
a
Iabrads fuerza de hacha del tronco de un arbol grue-
80, son el tinico mobiliario de aquel edificio, qua es
tambien Palacio .Municipal, y de ofioinas p6.blic8osre-
ducidss a una, 180Inspecci6n y Oorregiduria.
Alojado, pues, en 180carceI, toc6meen ella presen-
eiar las dsmandas civiles, oir los alegatos de las partes
y las salomonicas seutencias de los jueces, y it veces de
noche y de dla soportar 180obligada com pafiia de los
infract ores de las leyes, presos en el cepo. S610 Iss se-
siones del Consejo Municipel, cuando las hubo, JlO $e
oolebraban en el Palacio respective. Los miembrosde
este grave Senado preferfan reunirse en la cocina de
una casa mas abajo, 180de Francisca Becerra, 11 fin de
que ella les confcccionase el almuerzo y poderla ayu-
dar en la faena 801paso que discutian las profundaa
euestiones de in teres piiblieo y el modo de hacer 180
felicidad de Is patria. A veoes, enmedio del calor de 180
diseusion, sonaba en el recinto 180voz de 180eocinera con
Interrupciones como estas:" Secretario, atice 01 Io-
gon," 6 bien: "Vicepresidente, ponga lena," 6 ., senor
Predente, vaya a la quebrada a traer un viaje de
sgua, quo no hay con que lavarles los platos."
El pueblo se eompone de la iglesia, pajiza pero
con verdaderas paredes ; la oareel ; el convento, nom-
bre que dan en el Oauca Ii laaeasas curales, y cuatro
casas partioulares, todas estasde lIaripa, como 1M de":
mas de Descanse v del resto del -'l'erritorio. Las de los
campos eran 36, 'r p~)r todo aIbergab1n en 1901 una
poblaci6n de 200 almas,
La altcra en el pueblo son 1,000 metros sohre 01
nivel del mar, la tamperatura media 23°, yel clima
sana; p nes salvo la anemia, cormin en todas las tem-
peraturus sltaa y htimedas, no existe ani otra enft}r..
medad endemica, ni ninguna epidemica, ni hay toda-
via par aca paludismo. El nombro Deseanse as 00-
rrupci6n de la palabra indigena iscans6, nombre de
una yerbecilla, de 180familia de las sinantereos, Ii 18
eual atribuyen propiedades ,medicinales en el sud del
Oauca '
- 19-
. La a'P'icult~ es Ia ya descrita ; empero, habien-"
do brazos se podrian acometer cultivos de cacao ell-
f.rrande (scala en las magnifleas veg IS del Rioblanco y
del Cascabel, que convidan, con planicies dusninedas
por las aguas pa~a el riego, Ii plant ios de esta clase, 6
a la creacidn de praderas artificiales de pasto para;
oul tivos indicados por la naturaleza misms, .pU6S el
par(f, levanta casi espontaneo, y hay cacao silvestre en
el mon1e.
Algun Prefecto del Caqueta (no 11a habido quien
me indique cual) euvio a Descanse hace algunos alios
semijlas de trbaco h sbano. Las de esta procedencia,
que--Ie han sembrado l"11 el 'I'o lima. aun en las Iamo-
aas v-gas del Laqunilla, pierden, a la segunda gene-
racirin, su peculiar aroma y cualidades caracteristicas,
en tanto que en Descanse conservan aquel y estas,
en toda su plenitud, despues por 10 menos de doc e
anos de reproduccidn sin cam bio de simientc, Si los
que han hecho ahora recieuternente algunos plantlqs
dieran a'la hoja la cuidadosa proparaeidn ~ que se.so-
mete en e1 Norte del 'I'olima y del Oauca, que no as
todavia la esmeradisima de las vegas oubana-, se ten-
dria en Descanso un tabaco sin superior eu el mundo,
que podrla ir al Viejo Ooutinente y ser regalo alli de
aibaritas V millonaris.
En cuanto a III mineria, estau min sin descubrir-
se, Ii 10 menos con resultados definiti vas, las vetas
moores del oro que arrastran los rios Oasesbel, Blan-
co. Ourisoo y Ouriaquito (estos diferentes del Ouriaeo
deSanta Rosa) y del oro y In plata del riolPlatayaco.
En estemismo Platayaco (vease la historia de las mi-
nas de Colombia de D. Vicente Restrepo) se han lava.
do rubies, de suerte que aquellos riscos y soledades
guardan ell su seno incognitos tesoros.
Entretanto, el silencio de estos desiertos, donde
no es interrumnido por el frsgor clamoroso de los to-
rrentes, 10 es tan 8610 por el bramar de los tigres, y
pululan all! doquiera infinita varied ad de vfboras y
de iusectos venenosos. En Descanse principia 130 pl~ga
del mureielago vampire, que sa extiende hasta el Bra-
sil, e1 cual chupa traidoramente en las horas del sue-
no }a:~gre de hombres y ani male s, 'I'ambien alll,.t-
l~odel R'1'08Il'J1'f1lum .qalactodenilro'll, cuyo tronoo rMJ:%.I
- 20 -

de por incisiones una leche agradable y nutritiva
como 1a de vaca, se eneuentra el Rhua· juglandefolia,
euya sombra hincha y allaga al descuidado transerinte,
que bajo ella se coloque un memento. All! princi-
pian a padecerse las privaeiones v calamidades de 180
vida del desierto, que se acentiian nuis en el bajo Oa-
quetd y el bajo Putumaj o, y que hacen de esa vida
euadros a veces de horrir que pudieran figurJr en 10.8
paginas dantescas del Purgatorio y del Infierno.

CAPITULO III

DE HESCA~SE .A YlJNGUILI,O

Montado en el Corregidor de Santa Rosa y Descanse-Su tdiosin-


cracia de gobemante-e-Dialogo can cl-La cascada de Macana-
yaco-El tigre del Limon-Los indios de Yunguillo-s-Su ves--_
tido-Su idioma-La lengua coche-e--Costumbres de los inga-
nos-Pueblo de Yunguillo-Salina de Santa Barbara-s-La hOI-
miga cOllga-J,a vibora cstrc/la-Fuerza aniquiladora de la n:r
turaleza salvaje <leiTerritorio del Caqueta,

CONSEGUIDO~ los oargueros para mi eqnipaje


y para lUI, emprendi viaje a Mocoa, caballero esta .
vez sobre el lomo del m ismfsimo senor Corregidor de
Santa Rosa v Descanse, el func ionario de mas ele-
vada categoria en todo el mas Alto Caqueta, Nada
tiene de extraiio que el encargado del Poder Ejecn-
tivo me sirviera de caha llo de si.lla, si los miembros
del Poder J.•egisla 1 iYO desern pefiaban al mismo tiem-
po, bien q LJe en serv icio propio, las hurnildcs fUD-
ciones de pinches de cor-ina, Yn eramos amigos el
sefior Oorregidor y yo desde ~allta Rosa.donde tuve
el honor de conocer!o, y a St'l alliable obsequiosidad
habra debido el habcrure conseguido la carcel pOl'
posada, en 10. segunda capita l de la exten sa jurisdio-
- 2I

cion de !'lUR dominies. Son necesarias algunas~~


eaciones acerca de este importanta persousje -. __ :;~
Era el unico que podia servir de autoridafi,--,
estos lugares, en que esta no cuenta con soldadoe:lii·
policiales para hacerse respetar, porque el sabla'ba ..
cerse obedecer por lu forraleza de sa propio braze.
Cuando otros tndividuos nomhradbs InspectOf68.o·
Corregidores eran impotentcs para haeer ejeotltar
Ias obras piiblicas, caminos, puentes, edificios Y &SeO
de las poblaciones, l\J;iguel Velasco, alias Tunjano
(estos son sa nornhre, apellido y sobrenombre), era el
Ilamado, J al Ilalllamiento de la patria, necesitada
de sus aervioios, uoudia el de mil amores. J.Ja fnerza
-de las cosaslo ituponia: purecia que el empleo habia.·
sido creado para cl hombre, y el hombre para 81
empleo; y como el estiJoes el 1JOtnbre,juzguese de
BU idiosincraoia de gobern:lnte pOl' la siguiente nota
oficial escrita de sn puiio .r letra y con ortografia, no
como quiera, sino llJuy tolerable, y hasta pudi.~r&>
deeirse correcta, bien que no academjca, Esta es la
nota:

"Republic(~ de ColO1nbifl-])epartamento del Cau-


Ctt-I1llipecciull JlfunicijJal del Alto Oaqueta. -

Sr. Cornisa rio de PlllZ~ lle Desca nse

Siguen para esc lugar Ius Re\'creudos Padres


Misionel'os, Sirvase usted pouer la gento a
compo-
ner 01 camino basta Cbaupiplaya, asear la plaza,
abrir Ios callejones y acomodar el i.onvento. Al
que no le obedezca, cfijalo dol cogote, s3mpelo a Ia
oarcel y p6ngalo a blauquea» al palo (el cepo), mas
que pida misericordia. Y si a!'l no 10 haec usted,
detrasito de esta nota voy yo, y prepare las- canillas
porque el palo pesa,
Dios gnarde a usted.

Mas- no era la tuerza su unico modu« opera-Mi-;_,


Side aigunos santos vurones 80e ha dioho que teni~.~
_. - .:..=:.:....=:==:=
- 22 -

Is oandidez de 1a paloma y la sabiduria de la ser-


piente, este, igual al magnifico Septimio SeVer(I,.
sabia unir a la fuerza del le6n la astuoia de la zorra,
Fomentaba () paeiflcaba discordias segrin oonvenia
a 80S plane!', Hl~onos de e110s de ulterior y remote
desarrollo j habla ba, no dire entre dientes, porque
oarecia de ellos, sino entre las encies, para qnei.o
se supiera 10 que decia, y con ambajes y rodeos, sal-
vo que tuviera Interes en ser entendido y entonces
era claro como la luz meridiana; sabia todo 10 que
pasaba, aun lo mRs recondite, y 80 guardaha para sl
las notieias que no era de su conveniencia se hicie-
ran del dominio publico, 6 bien, era el vocero de la
farua, si uecesltsba que la fama las repitiera. A haber .
nacido en ln epoea del Renacimiento Italiano, 6 an;';'
tcs, hnbiera sido uno de los politicos presentados
por Maquiavelo en su Principe, a la contemplacion
de Ill. postoridad, para ensefianza de los hombres de
Esbdo
Ahora bien: sobre las espaldas de este hombre
foruido, n« indio, ni mulato, sinoblancc; no muy·
alto de euerpo, con menos edad y mas fuerzas de ]0
que <i prunera vi8ta parecia, -obre las espaldss do el,
digo, ilion Ie en Descanso, y en tanto que Ii sn paso de
buey 80gnia «aruin«, trate de amenizar, hast" don-
defuora posible, el fastidio del viaje haciendo char-
lar, l'i podia, Ii pel'~onalidad tan conspicua.- Y bien:
Tunjano, le dije, -~a. la vuelta de M.ocua me -acom-
paiia a Rancholargo?-Si, senor, rna replied, porque
tengo diligoncia alla, y me cataria; bien "ir ganando. _
_ Y, ique diligencia tiene'-Sacar a. Antonio Ver-
dugo )' a su mujer para que vengsn a eonfesarse,
ahora que vienen los Padres-~Y Dated, en su cali-
dad de Corregidor, intents obligarlos a a
venir cum-
pUr con la iglesia?-Sr, si no vienen pOl' las bu e-
nas,-Bien esta que los persuade para bien-del alma
de ellos y suya, pero si usted como autoridad los
obliga, infringe la Oonatitucion que garantiza la Ii-
bertad de conciencia.-Poco sa me da infringir la
Oonstltucion 0 no, fue Sll respuesta.- Pero ellos,
tome a replicarle, pueden acusarlo a nsted a su vez,
y Ievantarle un sumario y encausarl0,(-~Y que me
- 23-

importan a mi los swnarios' Mas de treinta tengo--


encima ~. no me han quebrado un solo hneso.
ASl oontinuamos platicando basta Ohanpiplaya
(rara platiea entre un jinete y su cabalgadura), y
pnde recoger de su boca maximas y reglas de vide
oaquetense, emanadas de la sabiduria lentamente
acumnlada en 01 curso de una vida, si no larga ya,
nntrida al menos de uccidentes y peripeciaa altas y
bajas de la fortuna,aventuras y drsv-nturas, porqne -
era. 61 uno de aquello i aventureros que en tiempo de
las quinas dejaron su hogar para laizarse a estas re-
motas selvas.como los buscadores de oro a los place-
res oaliforuianos: de aquellos cascarilleros que se ape-
d,.-eaban con pesos fuertes en el auge del negocio y
que en In deoadeucia de este tuvieron que empe·
fiar basta 11\camisa para vivir, Otros volvieron a 8U
casa y a su familia. Velasco quedo en el Alto Ca-
quota COIllO (H1ico «upaz de gobernarlo, y fuerza as
decirlo, 10 gobernaha l!() s610 cnergica sino adcmas
sabiamente, y tanto para su bien propio como para
el deesta su patria adoptive, .
-Bueno es hacer constar, empero, en relacion at
dhilogo con el referido, que segun supe mas tarde,
su interes en ir a Rancbolargo a sacar el individuo
qua nombr6, no era- precisamente con el fin de qua
. este arreglara lao conciencia, sino con el de que vi-
niera Ii 1:1 vez por sus propios pasos a Desoanse, y
llegado a.lli hacerle expiar en 01 palo nlgnnde88.fne-
ro becho a Btl persona 6 a sn autoridad de Oorre-
gidor.
---GhaupiplaYl\ es un paraje sobre el rio Oaqueta,
justamente en la mitad del camino de Desoanse a.
Yunguillo, circunstancia ala cual debe 80. nombre,
porque chaupi en inga significa. el media 6-10, mitail,
es deeir, que es la playa de la mitad del camino.
Puede mencionarse este lugar en la Geografla del
Ter~itorio, porque esta inmediato ala boca de O~
bel~-~ eusl, con caudal poco inferior aldel Oaqueta,
baja deSde 108 paramos de Aponte y S6bondoy y es
el rio m~ rico en Of 0 de 108 de esta region.
_Alit.-~niente, pues, pernoctamos en Ohsnpt- i

playa;t~6 el sendero para tomar las cnestas de


Canna y Kacanayaco. Este es asimlsmo el nombre
- 24-

de un arroyo que deseiende desde las alturas y for-


ma a oril1as del camino una bellisima cascada. Sus
agnas se convierten alli en velos de transparente
gase, y los rayos del sol en iris de luz; nubes tenses
de va.por se elevan al cielo, y el eco quejumbroso de
Ia cascada interrumpia el silencio solemne de la
selva. Vuelto del extaais en que me sumergi6 pOl'
nn momento la contemplaci6n de Uinta belleza, ae-
goi con la vista el arroyo que, ora desl izaba veloz
IIUS akuas cristalinas sobre aur@as y diamantinas
arenas, 6 choeaba contra las rucas, (, saltaba gvacio-
samente de pefia en pefia, tal como nina juvuetona,
odriada de estes montes, basta desaparecer ell l'api-
ds fuga detres de los cort.najes de verdura del bos-
quo secular.
Mas adelanto. cerea del sitio denominado El
Limon, hi6imos la ~scen!~i6nde otra peq uefia cuesta,
y reposamos lueg» unos instantes sentados sobre
troneos de arboles caidos en una pequefia meseta
donde afios atras bubo un rancho. En ese entonees
habia quedado solo un enfermo alli, mientras "su
eompanero iba en busca de ayuds para trasladar-
10 oargado sobre lomo de hombres it Yungnillo.
Ouando volvio el que habia ido, halld unicamentc
huesos con trozos de carne y charca de sangre;
era, pues,8u camarada ya, sobra- del banquete COil
que un tigre se habia regalado la vispera,
A eso de las doce del dia Ilegamos a Yunguillo,
pueblo de indios situado sobre una meseta que do-.
mina la vista del Oaqneta; meseta que es nna mina
de oro de aluvion. Los indios de aqui, como 108
de Condagua y Mocoa, visten ya eU8ma,es deeir,
tUnica sin mangas que les da a la rodilla, por todo
vestido : no nsan sombrero, y llevan siempre la
eabez . descubierta, abrigada solamerr'e poria ca-
bellera que dejan crecer Iibremente ; arlornan el
• cnello con chaquira, 6 sea collares de cuentas blan-
cas y de eolores, Y con colores vegetates se pintan
el rostro. Hablan lengua inga, y son Yunguillo y
Aponte los lugares mas septentrionales a donde al-
eanza el- idioma de Ius Lucas del Penu, EI inga de
aqui as un dialecto del quechua, caracterizado por
eambios foneticos y de estruotura graiuatioal, que..
- 25 --
se expliean en el apendice que signe a estas pa-
ginss, y mny mezclado ese dialecto con el caste-
llano, el cual ha suministrado copiosamente 1118
palebras que faltaban a la Iengua madre, y anu
ba snplantado con muchos vocables de su propio
caudal a. muehisimos que aquella poseia en tiem-
pos del Emperador Huaina-Oapac.
Es mas eufonioo el ioga que el quechua ; la
eonmnlacton de partioulas que enriquecen el que-
chua, haciendolo capaz de expresar varisdisimos
matioes del pensamiento con elegante concision, es
causa al mismo tiempo de cacofonia y de desa-
gradable dureza, al paso que las palabras del inga,
annque meum; .cotnplieadamente expresivas, sue-
nan como verso y las frases como estrofas ricas en
ritmo y munero. mas no han sabido elevarse los
infelices inganos del A.lto Oaqueta a la sublimi-
dad del verso ni del canto. Los cantares con que
acompafian sus bailes, se conponen solo de interjec-
eiones, gritos inarticulados y silsbas sin sentido, en
tanto que 8US hermanos salvajes los Huitotos y
Carijonos del Bajo Oaqneta, cul ti van la oratoria y
la pnesia en su propio idioma, tam bien hermosa-
mente sonoro.
So habla el inga en Yunguillo, Uondagua,
Mocoa y 1.J8 caserfos adyacentes 1-1 este ultimo
pueblo, hasta San Vicente en el Putumayo; en
Santiago y en ~an Andres, situados it las oabeeeras
de este 'rio, y en las vertientes orientales de la
Cordillera de Paste, y pOl' ultimo, en la Provincia.
uiisfna-de Pasto, en el pueblecillo de Aponte, que
demora en las rugosidades Occidentales ya de esta
misma Oordillera,
Es un hecho curioso la existemia de un idio-
rna, el eoche de Sebondoy, enterarnente diferente
del inga, ell medio de poblaciones que 8610 inga
hablan, EI coche (Iengua de marranos, slgniflcaen
inga), 68. idioma enteramente diferente de cste y
de las lenguas del Oaqueta y el Putumayo. Ha
habido .quien me diga que los Sebondoyes descien-
den de los Ohibcbas de Itt Sabana de Boe{)!fl, trai-
dos por Hern4D- Perez de Quesada, cuando BU ex-
pedici6n en busca del Dorado r dejados aqui, y
- 26-

en apoyo de esta atirmacion me han citado a 108


hlstorladores Groot y Piedrahita. No he podido
verificar 180 cita de Piedrahita, y nada eneuentro
en Groot qoe jostifiqoe 61 aserto. Las palabra14 de
chiboha que recuerdo, se diferencian totalmente
de las de igoal siguifloaoien en coobe, y 180 fone-
tica de este en nada se asemeja a. 180 de aquel. Al
paso qoe el ohibcha es de facil pronunciaci6n, el
eoche posee aspiracionea y guturalidades alJperas,
en 10 coal se asemeja mas bien 801 guahibo de!
Meta, de donde he concluido que si los Sebondo-
yes vinieron eon Perez de Quesada, este recogio
esos indios fuera de 180 Saban a de Bogota, qoiza
a su paso pOl' 108 Llanos.de San Martin, de.venida
Ii estas regiones. Pew me pareoe opini6n'inas
aeeptable 180 del Sr. Erazo, de Pas to, en una obra
que sobre las antigiiedades de esta ciudad est l es-
cribiendo, quien eree que los indigenas de que se
trata, fneron subdiros recien conquistados de los
Incas del Peru, transportados Ii estas comareas en
castigo de contumaz delito de rebelicn, se~6.n·pt3e~
tica oonsuetndinaria de aquellos raonarcas en oa-
sos semejantes.
Los indios de YungoilIo, 10 mismo que los
zambos de Descanse, muy poco trabajan. Siempre
estlin esperando fiestas de Iglesia, y viven de oaza
en los montes proveyendose de 180 carne que ban de
consumir en las festividades pOl' ellos anheladas,
las cuales celebran con groseros banquetes, 'y son nn
pretexto para reunirse a. heber chicba, bailar y can-
tar, 6,mas bien, vociferar, .Presenore noode.:s1il~~i~
lea: hombres y mujeres van unos detrasdeotr68,
de ellas algunas con el hijnelo a Ill. espalda, y des-
oriben un circulo en Ill. sala de Is casa, sin mas
musi-a que uua tambora y la que ohtienen ha-
ciendo ohocar pequefias tabletas y palillos 801 paso
. que bailan.
Tam bien vi 180 preparacion de 180 ohioha ("sua,
en inga) que hacen deyuca, 6 de chontaduro (hac-
trie gachepaea), 6 de platano maduro, Despojedos
estos frntos de su cascara los porreu a cocer, los
muelen Y en seguida los mascan : Ill. saliva reem-
plaza alIi al dulce, y es 01 agente de 180 fermenta-
"- 27 -
cion, pllra eonseguir Ja cual dejan en repose lao
111aS&mascada, poniendole agua, en 01la8, tinajas,
6 botijas, y cuando esta suflcientemente fuerte, 6
madura, como ellos dicen (pltCU8ca). tienen y" el
masato que, diluido en agua,eR Ia chicha. Llevan
este masato pOl' avio cuando van de viaje, y es en-
tonces este su solo via.tico y 8U unico alimento.
Cuando ya, ab .jo de :Mocoa, dosaparece la lengua
inga en el Territorio del Caqueta, desaparece 180 chi-
cha mascada y cuando reaparece el idioma en e1
Napo, en la montana, y luego en la Sierra, en el
Perri y en e: Ecuador, reaparece tambien la asque-
rosa bebida. De ella son apasionados tanto como
los indios mismos, muchos blancos, de los cuales
algunosdeeeutes, en todos respecto-, monos en este.
Mas ei es asqueroso esc licor, no es malsano. Los
indios inganos no beben monos de esa chicha que
los de Ia Sahana. de Bogota de la suya propia, y
entre aquellos jamas se ha sabido de alguu caso de
chichismo, de que tuueren tantos de los descendien-
tes de los subditos de N eruequene, Michna y
Snarnas.
Los Padres de Mocoa que administran estas
ya antiguas reducciones (datan del siglu antepasa-
do), casan a los indios apeuas llegan ii la edad de
la pubertad y antes de alcanznr su normal des-
arrollo, de manera que hay alli uiatriuionies de ni-
nos, 6 poco menus; y muy jovenes todavia, hom-
bres y .mujeres, tienen ya hijos creoidos.
SOil de indole muv suave. A{lO en sus borra-
eheras IKIVO rillen entre ai, ni c .n los blancos, ni
jamas 01 decir en el tieuipo de mi residencia en el
TerritOl·iu, que ninguno de his iuganos del rio Ca-
queta hubiera cometido dolito ni ostuviera eneau-
sad«.
Mientrus las mujeres trabajan, pasan los varo-
nes la vida dentro de sus moradas disfrutando del
dulceplacer de no hacer nada, 0 a veces afuera en
oacerias, como va dicho, que duran varies dias y
aun semanas. Antes de emprenderlas, y al entrar al
monte, tienen 1&singular eostumbre de pu:rgarsc con
una yerba que Haman yoco. No tienen escopetas,
poes son muy pobres para compra~a,t.; ni flechas
- 28-

con arco, sirro simplemente bodoqueras de fiecha


herbolada con el veneno que preparan los carijonaa
del Yarl, 6 que se trae de Tquitos. Y 8610 por' des-
oansar algunos dias del ocio 6 de la caza, se ocupan
entonces en laval' oro que siempre estan debiendo a
negociaut. s de Moeoa 6 del Tolima, sin que estas
deudas, I() mismo que las de los deseansefins. Ileguen
a saldarso por complete ,iamas. '
En cuanto a su gobierno, cada pueblo de indios
elige 8U Gobevnador, Alcalde Mayor y segundo, Eis-
cales, -Iustiolas y Rogidore'iJ, y COI!.O los mas de los
pueblos sou pequeiios, solamente de veinte 6 pocos
mas veeinos, resulta que CMi todos son funcionarlos
y autol'idades, y oasi son lDas los que mandan que
los que obedecen. Requierese para Ia va lidez de
estos nornbramientos la aprobacidn del Ali'alde del
Distrito Municipal de Mocoa 6 del de Sebondoy, en
los pueblos de la Cordi l lera.
Tal es 10 poco que pude observar a mi paso pOl'
Y unzuillo Y Oondagua .v durante mis cortas perma-
neneias en Mocoa, con respecto a. nsoe y costumbres
de los indios que hablan inga en el Territorio del
Oaqneta, " "
EI puehlecito de Yunguillo tienealguna.s ca:a8
mas que el do Descanso, supuesto que no 8610 ale n-
a
zan formal' una pequeiia plaza, sino tambien bay
nnas cuatro .:)cinco ali neadas forman do calle, La al-
titud es all i de 780 metros y Ia temperatura media de
27°. La pals bra ynnguillo se deriva del inga yunga,
que siguifica valle caliente, es decir, oastellanisada
y pnesta en diminutivo significa vaZlecillo calido.
Al pie de Ia meseta sobre la <mal est8. edificado
el pueblo, desem boca. en e1Caqneta el rio Villalobos,
que viene de la Cordillera. Oriental, la cual es la
Iinea divisoria 'I'erritorio con el Tolima.' Cerca
del
de este rio e:-;ta situada la salina de Santa Barbara,
fuente de agua salada perteneciente ~ la antigna
razon social Duran, Cuellar & O~ En las cpocas de
guerra, sobre todo en la ultima. ha sido. esa salina
de gran recurso para la parte alta del Territorio.
Sin ella, la sal del reino, como llaman en el Canes
Ia de Cundiuumarca, hubiera snbido alll :i precios
fabulosus, fuera e seddenoos I! pleacl lao bs de esas
- 29 -,

gentes, las mas pobres del pals, de suerte que las


que alii eomen sal (que no son todas tampoco), hu-
.--bieran tenido que abstenerse afios enteros de este
articulo de neoesidad tan imperiosa.
IJ8s prodncciunes agricolas en Yungnillo y Ia
vegetaeion de Btl comarca, son las misruas que en
Descanse, pero pOI' 10 mas calido el clima de -Yun.
guillo, es mas precoz aqui que alIa el desarrollo de
Iss plantas.
POl' 10 flue respecta a insectos uoeivos, en am-
bas regioues abundau igualmente y es [totable entre
estos la conga, bormiga grande y negra euya picadn-
__.ra causa fiehre que dura algunas veces no 11)(''-'08 de
a
tree .diaa, Y en cuanto viboras, poco. tiempo des-
pnes de mi rogreso de Mocoa por esta misma via,
ocurriri en Yunguillo un caso espantoso. Una info-
liz india fue seguida por una vibora de Ia clase que
aIH Haman estrella, que yo no be tenido ocasi6n de
vel'. Huyendo de la culebra trep6 a un arbol, pero
esta trepri en pos, la alcanzo aIH, y cuarenta veces
Ia biri6 con los colmillos haciendole cnarenta mor-
deduras. Ouando a los gritos de la infeliz ocurrie-
ron los snyos pudieron apenas matar la vibora, y
ser testigos tl~ 19 agonia de muerte de Ia india.
Fastidia el presentar en estas paginas, como 10
he hecho y hubrc de hacerlo toda via.tantos casos de
desiruccion tlrj l'crcs humanos por agresi6n de tiaras,
serpientes, () de sus sernejantos salvajes, 6 oivtliaa-
dos, pero hay que haoerse cargo de que este viaje,
con cuyanarrnoion estoy causando tedio quiz.i mas
bien que' prestando solaz y distraccirin, ha tenido
pOI' teatro, no las cercanias de la culta Bogota, ni la
extension de la ou ltisimn Europa, sino los remotes
desiertos. En eI 'I'err itorio del Cnqueta la naturale-
ZU, semejante a. la diosa Kali de los hindties, se os-
tenta a la YCZ en toda la grandiosidau do sn
belleza y en toda HI potencia homicidn .r trai-
dora. AUf-' el hombre en perpetuo contact» con
esa naturaleza salvaje, Beg-a a ser tan salvnje
como ella, )' lejos de las sanciones tnorales y 80-
oiales, cede ul imperio de sus pasiones, Ias cnales
se hacen tan formidables en su desborde como
aquells en sus energias de muerte y extcrurinio,
30 -

CAPITULO IV

CONDAG U A Y :MOCOA

Paso del Caqueta-Impudicia de las indias de Yunguillo-Conda-


gua-Pozo del Manduyaco-e-Plaeer al contemplar de nuevo
sok luz y campo abierto-Lo que fue Mocoa cuando la explo-
taci6n quinera-Lo que era cuando Ia visite en 1900-E~·
cuentro con un viejo amigo-Lo que es Mocoa hoy-EI cacao
am-No hay ya negocios-e-La agricultura actual-La colonia
agricola del Sr. Quintero-EI Jurmsoca-La rnineria en este
Distrito-El tigre de Mecca-s-A mi regreso a Descanse.

EN Yunguillo lmbo que esperar 180 fabricaci6n


de una balsa para pasar el Caqueta, pues a- pesar
de estar en toda la fuerzaclel verano (era el rues
de Noviembre), una gran creciente habia arreba-
tado y llevadose la balsa del pdSCTO y las de lot
indios. Afortunadamente e86 trabajo no era de in-
genierta ni exigia profundos conooimientos nanti-
cos ; toda 180 demora ccnsistia en buscar, cortar y
acarrear cuatro palos de balso (ocltToma lagopUIJ) y
arnarrarlos con bejucos, obrs que estuvo finalizada
en 10. tarde del dia siguiente. Kr.a rmsma tarde, des-
nndo de 10. cintura para abajo, me lance sobre los
onatro palos a los ohorros del rio, en los cuales, a.
oadagolpe del canalete, sumerglase 130 fragil alms-
dis con medio cuerpo mio, para salirdespnes (ncra
del agna, y tornaba a sumergirse ya saHr en segut-
da; bruseo y peligroso juegoa que.me somen, atenido
tan s610, para no ser arrastrado por la corriente y
ahogarme en aquel randal impetuoso, ala pericia
reconocida y eonsumada del boga.
Practicado el temeroso paso, peruoote en 01
Ooquero, en casa del Gobernador de Yun~uino, iles-
oansetio inganizado en idioms y vestido, y oasado
con una india de ahi. LOB indios hombres de Yun·
guillo pueden hablar y en tender el castellano, pero
las mujerea y 108 uifios n6, y por tanto, y aooaado
por 130 sed devoradora que sa sieute 8. todos momen-
tos en esos climas ardientes, entre a
130 coeina ili·
- 31 -
oiendo en inga "yaco oarahuai ' (regsleme 8g11a).
Ami voz crei que iban a sorprenderse avergonzadas
las Indias que alii habia, pues estaban sentadas tor-
eiendo alaodon con gentil descuido sobre las pier-
nas desnudas, mas no solo no fie sorprendleron, sino
que ni siquiera hicieron ademan de cubrirse, En
onanto '3 cortesia, una de ellas al pedirle el ago,
me seiial6 con el dedo 01 ealabazo que la contenta,
pero no se digno levantarse a aloanzarmela. En
Descanse, en identica situacirin las mulatcs, se btl-
bieran cubierto ruborizadas, y ami pedido me hn-
bieran servido 01 agua en su mejor v8sija. Si as,
puEl$, Oe.!canse el 161tilllO escalon de Ia civilizaei6n
colom'hiana, esta todavia dentro de la eiviliz8ci6n;
en tanto que Yunguillo es y~ Ia entrada al pi61ago
de la barbaric caquetense.
Al dia siguiente pernoctamos en frente Oon- a
dagua, otro pneblecito de indios, situado sobre una
loma al lado opuesto del rio, es decir, al lado mismo
deY.nuguillo. La altura era de 690 metros, en el
lugsr donde acampe, sobre el niveI del mar. La pa-
Iabra Oondagua es contracolon de las palabras que-
chuas kOlltay, gredal.y Ita.qua (1) encima de: signifi,
ca, pnes, encima det gredal, EI Oaqueta es ya bas-
tante grande allf, pero innavcgable aim pOl' los fuer-
tea ohoi ros contra los cuales se estrella su corrienre,
Poco abujo recibe el tributo del Ma':lduraco (rio ael
achiote),cuyas aguas cerca de su de-emboeadnra for-
man nn pozo profundo en el cnal dicen los indios
quessbullendo baeta el fondo, extraen de este en
poeas manotadas do arena, gruesas pepitas de 01'0.
Que las sacaban es evidente, porque vatias del peso
de una onza J mas Ilevaron vender aMocua; quea
fueran procedentes del charco es 10 dndoso. Bay
quien diga que los indios de Condagna tienen un
buen veneto en parte ignota del Oaq nets y mien ten
para desorientar Ii los hlancos. Un minero practioo
y mny competente, que antes de qua esto sa dijera
habia explorsdo cuidadosamente el J\Ianduyaco, me
ha mauifestado que no encontro en 8U cUt.SO, ni en
It't Segur:: pueden vet 101 que consulten el Ap~ndiee, muchisinaall de
laspa abras queehuas al PaaAr al inga cambian la t en ii, yeallf tod••
plerdcn la k asplrada.
- 32-

sns orillas, oro ninguno, ni indicio de qy-lo hubiese,


y que si fnere verdad que 108 indios extraen alguno
del pozo reterido, ha sido arrojado ialli adrede por
los remotos antepasados de ellos, quiza I ara S1l8~
traerlo asl a la oodioia de los espafioles 6 de tribus
enemigas.
No teniendo oro el Ma.nduyaco, teniendo muy
poco el Villalobos y ninguno el Ancayaco, todos lOB
cuales bajan de Ia Cordillera Oriental, del Iado del
Tolima, es natural suponer que esta parte de esa
Cordillera no tiene vetas, ni veneros, al menos ri-
cos del precioso metal.
En Oondagna, el camino que va para Moeoa, S6
aparta del ourso '(leI Caqueta, el eual adelante reci-
be otros dos afluentes, el Ticuanayoi (1) (corren-
toso, en quechua), que es pequefio.y el Mocoa, mas
considerable y de vade dificil COli poco que las Ilu-
vias aumenten su caudal.
. Al pasar el Mocoa se uue el camino que yo
traia (antiguo de Almaguer] con el que viene do
Pasto, e inmediatamente siguen pequenas praderas
de pasto artificial y platanales, debajo de cuya 80m-
bra prosperaban, r uaudo mi primer viaje esos In- a
gares, hermosas plantas de cacao ya en priucipio de
fructifioacion. Despues de muchos dias de recorrer
desiertas y Iobregas montafias, se siente indecible
placer lila vista de campo despejado, de eultivo, de
Inz y de sol, espectaculo de que no disfrutaba desde
Santa Rosa, pOl'que en Descanse, Yunguillo y Con-
dagua es tan poco 10 trabajado en Ia montana, que
no es suflciente la obra del hombre para verse en
medio de la selva, y adem as las plantas que siern-
bran los miseros cultivadores de esa region crecen
ahogadas pOl' el monte, el eual se reproduce alli no
bien se derriba, cuando no ha-y el cuidado constan-
te, que no tienen alla, de desherbar ian a menudo
COl~10 la fuerza de la vegetaci6n adventicia 10 re
qUlere.

(I) De" T'ik h u as , cor r ie n te , chiflon, remc.!ino." (Diccionario que.


ch..in del P. Lobatoj. V"l', eonvertida en inl(a en yoi, es la particula po-
sesrt"a. Se encueotra en ioga en muchos nombres propios de lugar. yen
casi t odos 103 apeliidos en los cuales equivale ;\ la ,. de los apellldos
c astel ta nos , . .
- 33-
Inmediainente despnes se pasa el puente de
Sangoyaca (arroyu de ntazamornt en inga), puente
a estilo caquetense y sigue el caserio del p\.eble,-
tinic« en el territorio que merezca tal nom bra. Ai la8
casas alli tambien SQI,l de yaripa, las hay al menos
en numero bastante para formal' una plaza y algu-
nas calles.
En tiempo de los trabajos de quina, el caserfe
ocupaba may 01' extension, y esta sin vacios como
ahora, sino toda colmada de casas. Un buque de va-
por navegaba el Putumayo, traia meroanciasjex-
tranjeras y regresaba can cargaruentos de--quinaj
partidas de mulas y bueyes recorrian los caminos y
oruzaban las calles; pululaban en estas trafloantes
y forasteros ; habra. almacenes de mercaucias r 1l111-
chas tiendas de telas, ropas y granos, y se oia don-
dequiera el retintin de las onzas y condores do oro
y de 108 pesos Iuertes colombianos, frunceses, me-
jicanos y peruanos. Se ofrecian a Ja venta todos 101
articules neeesarios no solo al sustento del hombre,
sino ademas a su cornodidad y aun a su placer. Ni
faltaba sooiedad escogids de caballeros. pues fS bien
sabidoque, en nuestra patria, los nacidos y educs-
dos enmedio del refinauiieuto y la riqueza de las
ciudades, los instruidos y hasta los ssbios abando-
nan los salones y el gabinete para acudir al campo,
a las selves y a los desiertos, :i dondequiera que tie-
nen perspectiva de trabajo remuncrador aunque
aparezca diticil y penoso
Ouando visite 01 lugar en 1899 y 1900, esta-
ba muj lejos de SCI' 10 que habia sido en ese otro
ent6nces, pero aun habia tiendas de mercancias ex-
tranjeras, iban y venian los indios cargueros santia-
guciios y sebondoyes, (ya que no las recuas do mules
y bueyes) llevando sobre las espaldas bultos, uo de
Ia rica cascarilla, pero si del no menus valioso cau-
cho y de articulos alimenticios y otras meroaderias ;
DO habra onzas de oro ni pesaa.fnertes, pero circu-
laban cantidad~s todavla considerables de billetes
del Banco N~pnal con universal aceptacidn y si
no existis unipersonal numeroso de gentes de hue ..
MEMORANDUM 3
- 34 -

n& sociedad, el poquisimo que quedabs era seleoto V


honorable. .
Ell l'uocoa halle, pnes, en esa ocasi6n las frni-
ciones sociales de qoe bacia meses habia oareoido,
y ann tuve un encuentro que, aunque esperado,
no fue por eso para mi monos placentero, el de
un antiguo cornpafiero de infacia y amigo qneri-
d18imo, Constantino Dlaz, que desempefiaba las
fonciones de Prefecto del Territorio. (Mocoa es la
eapital de cste). Diez y siete afios bacia que no nos
reiamos, y antes de mi viaje al Caqueta parecia que
fuese inrposible el que volvieseuios a· estar juntos
.jamas un s610 dia, Y habia de ser esta la ultima
Tez que 10 estnvieramos, porque tom6 parte poco
despnes en In guerra y murid a conseonencia de
heridas reeibidas en batalla.
Si Mocoa fun 10 quo he descrito en tiempo de
las qninas, y en los aiios de 1899 y 1900 cuando vol-
a
vi para ~cguil' Iquitos en 1903, habia llegado un a
periodo de decadencia, vecino ya del total aniquila-
miento. Muchas de las casas estaban abandouadas
y caidas, y habian emigrado lOB negociantes vende-
dores de mercancias y compradores de caucho pnr-
que no habia 11, quien vender ni que comprar. Los
extractores de la goma en el Putumayo y el Ouqne-
t8. no hallaban ya lo~ arboles que la dan en abnn-
dancia reuiuneradora, sino muy lejos, por los dos
rios abajo, de suerte que Ill. colectada en el primero
de estos, ba1l6 desde entonces BU mercado natural en
Iquitos, y la coleotada en el segundo, en las plazas
del 'I'olima, Y por tanto .ra no venian 11 Mocoa sino
partidns insignificantes.
Los arboles de cacao, halagiiefiamente prome·
tedores en 190fl, plantados sobre snelo arcil loso, vi-
vieron mientras tuvieron para alimentarse una li-
gera capa de detritus enteramente superficial, r ago-
tada est<l. perecieron ~1). Perecio tambien el gana-
do que pastaba en las pradoras de pas to artificial,
.-------_._-----
(I) EL anlq'lilamiento d.: los arboles de cacao h a sldo causado in
med;otam •.. ~ ,1Of el rnis-ro gusano (no clasificado zoo16gicamente que
yo sepa) qu'~ lo.deslruye en el T~l.ima. pero la pobr eza del suelo y ~I mal
cultivo son La co usa d irecta y e ficien te de 1.• muerte de las plantaclones,
ast en Moco a como e1 ,,1 Tolima. En tierra buena y en chma v atmos-
- 35 -

vlethna del muroielago vampiro que se multlplicd


horrorosamente, bien que algunos mocoanos tue sos-
tienen que el que mata 01 ganad(), -vieno pOI' in-
m;gracione~ como la langosta y que es variedad
diferente y de tamafio mas pequeiio quo 01 ljUe
chupa sangre humana.
En cuant» II monoda, la guerra po,. las inmen-
sas emisiones de billote a que oblige), 10 hizo depre
ciar en las proporcloues IIIonstruosas que todos
sabemos pero los mocoanos en vez de alzar el pro
cio a !lUS artlculos de cornercio CO\110 se ha hecho
en el 1'08to dol pais, repudiau 01 papel moneda no
recibiendo sino plata, Resultudo : los tolimeuses
que venian Ii Mocoa a
hacer compras con su unica
moneda, el billete, repudiado este, no volvieron, y
los pastusos que s610 Ii vender viveres vienen a est a.
poblacion, y que antes estaban constrefildos a reoi-
bir hillete,y con este coinprabau efectos para vender-
lOB en Pasto, pues no podian llevar moneda fiduciaria
que all! no circula, cesaron de cornprar toda vez
que volvian a sus casas con dinero efectivo, de rna.
nere qne se han llevado toda la poca moneda meta-
Iica qu€' liabia en Mocon, .Y de modo quesi antes ha-
bia aquiuna moneda cualqui-ra, el billete, hoy de
toda no ha quedado niuguna.
En consecuencia, actualmente no hay negocios
en Mocoa, y sOlo hay, como ya se ha dioho, casr s en
ruinas, soledad en las calles y tedio a todas horas, Si
algan rnido se oye, es el de las campenas que Ilaman
a Iosfleles a
las misas {, al rezo, tres veces al dia 6
mast 0 a los nifios y los indios, a 10. ensefianza doc-
trinal, y no se ve pasar casi mas gente por las calles
queIa que va a Ill. iglesia 0 viene de all], El unico
trsflco visible es el del aguardiente que se trae de
--------- .. _._--- ._~-----------
Cera apropiadas a la natu ralez a de estas pl a n tas, y c:ultlvando de acuerdo
COD sn_plolo&,fa vegetal, no apa rece nuoea 1& plaga, 81 SIt toman las pre-
ca~i~s lIee:esar!as para que 00 veoga de otra parte el contaglo, EI
Sr. -GabrleJ Perafan, eultivador de Moeoa, me ha. dicho que all1los ar.
boles de cacao abandooados e iovadidos por el monte, se conservan me-
jor yeargan fillS que 103 sostenidos COD Iimpleza (dcllherbandoj. Hay
rasones para DO dudar de ese aserto: ademas de que se ve al cacao
prosperar en las selvas en estado sllvestre, los despojos vegetates, ell
plantaclones abandonadas al monte, forman para allmento del arbel de
cacao, la l:apa de humus de que careee el suelo precozmeote agotado
en Mocoa.
Pasto y sigue a la region de los rio s, no porqne en
esta no pudiera producirse 6. obrenerse mas barato,
sino por imposicion de 13 ley de monopolio. Poqnl-
simas son las arrobas de caucho qne pasan por el
pueblo para seguir a aquella cindad, y son los ulti-
mos restos de una explotaci6n ya agonizaute: Al
morir los pocos blancos que ban qnedado retenidos
porIa fuerza y arraigados por esta al suelo, no que-
daran en Mocoa sino los l~everendos Padres y los
indios, si estos 6.ltiU108no toman el monte y se van
e110stambien.
EI pueblo esta situadoa 740 metros sobre el ni-
vel del mar y tiene 24 de temperatura
0
media. Es
incierta la etimologfa de Ia palabra MotJoa, pues los
vocables ingas y quechuas, de sonido aproximada-
mente igual, tienen signiticado que parcce no aco-
modarse a las condiciones fisicae (, gcognifieas de
la localidad.
Esta situada estaa monos de media Iegua de
distauoia del rio de su nombre, rodeada de corrien-
tes de agua pOI' todas partes y en torreno plano, en
que cabria una extensa ciudad, Su suelo no s6lo a
sus alredcdores, sino en una grande extension desde
Pavayaco, cerca de Condagua, basta El Limon, su
puerto sobre 01 Oaquet-i, es una arcilla compacta,
tenaz e impermeable, con tan ligera capa vegetal,
segun se expreso ya, que hastan en los terrenos des-
montados unos pocos aguaceros para arastrarla; por
consiguiento, no Lay por que esperar que en esas
planicies pueJa huber jamas agricultura floreciente.
La actual, alli no pasa, de muy.poco maiz, platano,
alguna ca iia y con mas abundancia yuca y chonta-
duro .. Mas Hi en las planicies que sO'extienden basta
lejos, ahnjo del Ingar, no hay Iisonjeras esperanzas
para futu rus cul ti VOH, 81 las hay con respecto Ii los
adyacentes raruales de la cordillera, en UQO de los
cuales, sobre la altura y a pocas leguas Jet pueblo,
prmcipio {t fundal' el progrcsista Sr. Alejandro Quin-
tero, una colonia. agricola para producir frutos de
tierra fria, donde todo 10 que sembro, segun se me
dice, so prollujo admirablemcnte. Fue Iastima que
Ia muerte de dicho senor hubiora hecho claudicar
- 3i-
tan benefice empress. eon esta no s610 la poblaci6n
hubiera dejado de ser tributaria de Paste por su con.
sumo de frutos alimenticios de clima trio, sino que
habrfa pasado a
ser exportadora, enviando la parte a
baja de los rios, Iquitosa ya
Man.io», las harinas y
Ia papa que al presente Hogan alii de lao America
del Norle y Portugal.
En los montes de Mocoa se eourienza u encon-
trar 01 Jsumsoca; que abunda mas adelante, Caque-
ta y Putumayo absjo. Es un arbol de fa familia de
las sapotaceas (mimusop8 balatrt), cuya resina ex-
traida del trouco por incisiones, y cooid» despues,
se emplea en el Oaqueta y 01 Putumayo para cala-
fetear embaroaciones. Preparado ellatex del Juan-
sooa como el del caucho, da pOl' resultants la bala-
ta, yu conooidu en el comercio como succedaneo de
la gutapercha, la cual, (esta ultima), se ha agota.do
casi del todo en la Ooeania, de donde Ill. toma el co-
meroio europeo. De otros paises del Nuevo Conti-
nente se exporta la balata al Viejo Mundo; por
oonsiguiente, es un articulo de porvenlr para estas
regiones, sobre to do si su consumo Hoga a ser mas
extenso por necesidades nuevas de Ill. industria. Ya,
par 10 que me han inform ado, so ha heoho en el Oa-
gusn alg(m ensayo de exportaci6n call la que tene-
mos en el territorio, pero ignoro el resultado. (1)
La minerla de las cercanias do Mocoa, esta re-
duoida al oro que se lava en las arenas del Oaqueta.
Asi como ha tenido nombre el pozo del Manduya-
co en Condagna, sa ha hablado en estos ultirnos
tiernpos do la playa de la 'I'ortuga, en 01 Oaqueta
mismo, como suflcienteinente rica para gauar tra-
ba jando en esta, crecido jornal los la vadores. E l oro
del Oaqueta es prooedeute de los rios de las rcgio-
----------------- ------._---------
(I) Lo he sabld» ultlmarnenre, La resina obtenida del Juansoea del'
Caguan. no es la verda.dera balata. Los bal areros de Maturtn-e-Verse-
zuela-dleen que el arbol que la da se eneuentr .•. en media de otrostan
semejantes.vque 5610 el ojo practico del extractor experto puerle hater la
distinci()n. ( Existira 1'1verdadera balata en el Ca que ta ? en medio del
]uans<)ca que serla la falsa, como ex iste el mtJntcqulUo 6 ctJud,iilJ al lado
del caucho, can el eual se confunden los caueheros noviciosr 5610 un ba-
latero pr;6cti.eo resolverla acertadarnente esra pregunta. traldo li los lu-
gares donde tinto abunda el Juansoca. Si este y la balata son simples
varledades de una mls'ma e5peele, tam poco las distinguiria. un botAnico
que no fuese tan prictioo en el asunto como un balatero de las Guaj anas.
- 38 --

nes de Santa Rosa y Descanse que hemos nornbra-


do. En euanto al 1\1000a, arrastra tam bien ~lgun
oro, pero en cantidad nmy peqnefia. .
Sobre fauna nada hay que afiadir a 10 dicho 80'-
bre la de Descanse y .J unguillo, que es )30misma de
aqui, Dire, si, que si log tigres (siempre los tigres en
este territorio), braman en Desoanse yse comen Ii
los enfermos on Junguillo, en Mocoa en tal grado
abundan, que han lIegado a verse en las calles del
lugar. A un mas. Una noebe, estando reunidos va-
rios sujeto- en una casa de las del centro del pueblo,
jngando naipes, entrd UII tigre que habia estado lle-
vandose desde antes gallinas, marranos y perros de
los solares y de las calles, entr6 01 tigre, digo, a la
sala de la casa donde se hallaban, baraja -en mano,
esas per8ona~, agarr» nn infeliz gozque que yacia
dnrmiendo en un riucon, y dando un largo brineo
por encima de la genie, salto afuera Ilevandose en
los dientes al perro, rodo con la rapidez del rayo y
dejando atonitos y espantados a 108 jugadoi es. Ell
tigro fue muerto a hall'. algunos dias despues dentro
de la poblacion misma. Autentico, perfectamente,
es el hecho ; oourrio poco antes de mi Ilezada Ii Mo-
C08; m« 10 reflrieron tnuchisimas personas, de ellas.
la mayor parte de notoria veracidad, que foeron
testigos, y todaviu se habla de ello alli cuando Bon
108 tig-ref{ el asunto do la conversacion.
Despues de una corta permanencis de cinco
dias y despachadas las diligencias que me habian Ile-
vado, despednne de Mocoa y de 108 amigos que de-
jara alli, para regresar a Descanse, porquo no fue
entonces sino mucho tiempo despues, cuando pro-
longue este viaje hasta Iqoitos.
En Descanse me encontre C011 nna novedad.
Las mu las yel caballo que habia traido desde el
Tolima, eran alli el objeto de las visitas y 180viva
cnriosidad de las mujeres, de los nifios pequefios y
de 108 muchachos crecidos de todo 01 veoindario.
8610 los mayorcs de veinte an os, que habian conoci-
do las recuas do Mocoa en tiempo de las qninas,6_
que habian salido fuera del territorio, acertaban a.
dar razon de aquella clase de animales extraordina-
- 39-
rios, mayores que 108 OSOS Y las dantas, unicoa eua-
drripedos grandes conocidos por lit generalidad. Des-
de las mas distantes lejanias de la comarca hacla
peregrlnacion el bello sexo a contemplar aquel as-
pectaculo, inaudito en Descanso, de esas enormes
bestias. 'I'amafios ojos abrian los espectadores cu.-
do algun atrcvido montaba en el corcel y andaba
68te con 61 encirna, y al rel incho del caballo y al re-
buzno de las mulas, se santiguaban las viejas, huian
las mozas, .loraban los chiqu illos y todo era pOI' un
momeuto scnsncion ." susto.

OAPITULO V

DB l\lOCOA ,i TRBSI~SQUINAS

Salida de Mocoa-s-Palermo-c La civilizacion en derrota en cl Caque-


ta y en todo Colombia-i-Paso de Rumiyaeo y Pepino-s-Los vam-
pires-Sus preferencias por 10. sangre de deterrninadas pcrso-
nas-s-Ncrnbres de puntos en rccuerdo del General
Obando->
Llegada 0.1 Lim6n-Grandiosidad del espectaculo alli del Ca-
queta-s-Quc rios 10 forman hastn ahf-Los Carnavales del
Lim6n-EI .JILlg! da a los indios facultad adivinativa-Mag-
nificas visiones-H6rridos terrores-s-El maestro Dimas-Em-
barque en el gran Caqueta-La angostura-Majestad del rio de
aqui para abajo -s Los habitantes de sus ondas-e-Cuales que abun-
dan en sus hermanos rios faltan en este, y por que- d Que se.han
hecho los innurnerables indios que habitaban en esta parte del
rio y de sus afluentes de aquI?-Los Macaguajes de Jose M:arla~
-Mauuel Morales-Quinor6-Adi6s al idioma inga-Los nor-
gros de Munungucte-Llegada i 'I'resesquinas.

E 7 de :Mayo de 1903, sali de Mocou para. Re·


guir pOl' el rio Oaqueta abajo, ircierto del punto que
debiera ser el tel'lhino de mi viaje y de la rnta quo
-40 -

hnbiera de tomar para el regreso. Fue mi cornpafie-


ro en la primera parte de este viaje el Sr. Joan Te-
ran, caballero a quien debo infinitos e inolvidables
servicios.
Dcspues de atravesar por puente la quebrada
deJ'Iulatoyaco, y a poco de andar, . pasarnos por el
lilt donde fue Palermo, cuatro afios antes hacienda
de eafias, cacao, potreros y ganado, y hoy s610 un
monte, sin vestigio de casas ni resto de explotacion
alguna. La vegetacion en 1a parte caliente del terri-
torio es tan energicamento precoz, que en tres 6 cna-
tro afios el rastrojo (I) casi en nada se distingue ya
del vrcino bosque secular. y lndgo, a poco, es menes-
tel' el conocimiento de los Iugarer para adivinar en
que punto hobo cult ivos y hahitaoiones, Triste cosa
es presenciar en la lucha de la civi'lizacidn con la
natnraleza salvaje, la derrota de la primera y In. vic-
toria decisiva de la ultima, y doloroso es confesar
que no solo en Mocoa, sino en todo Colombia, 01 si-
glo xx nos ha sorpreudido caminando para atraa y
desandar;-Oo 10 ya adelantado en el camino de la rio
qneza, y no solo en este sino aun en el de la morali-
dad y la cultura, eshlsjont.o con aquella los tres fac-
teres de Ia civilizaeidn .
Eneontramos el Rumiyaco (rio de las piedras),
a una bora de Palermo, tan crecido, pnes estaba-
mos en 10 fuerte de la estacion de las Ilnvias, que
no sin peligro lo pasamos, no tanto por el acrecenta-
do caudal de las aguas, 010 impetuoso de la corrien-
te, cuanto por las piedras grandes que esta arrastra
y que puedeu derribar al vadeador y arrojarlo los a
chonos, en lOBcuales es facil ahogarse, 0 bien cuan-
d.o menos quedar contuso y descalabrado,
"- En seguida hubo que va dear el Pepino, si no
con tau to peligro como el Romiyaco, si con mas tra-
bajo y poniendo palos largos, a guisa de puentes,
sobre las piedras que en la mitad del rio sobresalian
de las agaas, a fin de que pndieran pasar los indios
qoe cargaban nuestros viveres y equipaje. Ai otro
(1) Colombi anismo para significar el monte bajo que nace y crece
Ilonde ha habido cultivos, 6 donde se ha derribado P03qcC secular, En
el Peru para significar 10 mismo dicen pUrTIJ4.
lado, y& bien avansado el dia, que habiamos em-
pleado masen bregar con los vades que en caminar
sobre Ia tierra firme, resolvieron nuestros cargueros
que pernoctaramos, y a ese efecto, hioieron un ran-
cho, el cual fue invadido al cerrar 1a noehe pOI' los
vampires. Uno de estos tuvo Ia audacia, mientras
yo dorm fa, de bincar sn colmillo en mi talon, y fue
18 segunda vez durante mi permaneneia en el terri-
torio, que un murcielago hiciera press de mi, en tau-
to que a. otros los muerden repetidas voces y atin
todas las neches. Evidentemente, este bicho tiene
preferenoia pur la sangre de ciertas personas para
chuparla. Dormi varias veces en casas donde a mf
no me herinn, mientras que las demas personae que
dormi'an sIll mismo no salian ilesas, y ha sucedido
que algiin individuo, mordido ton as las neches, ha
carnbiado de oama con otro a qnien no tocaban, y
este so levantaba al nuevo diu iutacto y el otro siem-
pre Iu-rido.
EI 8 pOl· Ia manana pasamos el arroyo denorni-
nado Oboa: do-yaco, y mas adelanto, pOl' cerca de In
Oueva cU.1Obando, Ilamados asi el arroyo y Ia cuevs,
en recnerd» del General Jose Maria Obando, quien
durmio en la una y eayo 6 se bafio en el otro Ii sn
paso pOl' aqui despues de Ia batalla de Huilquipam.
ba, enque babiendo sido derrotado, tomo Ia via de
MOCOR para salir pr6fugo al Peru, pues a haber que-
dado en 01 pais, habria sido ajusticlado como SUPU6S-
to autor de la muerte del Gran Mariscal de Aya-
ouoho.
A algnnas cuadras de distancia, hay otra cue.
va, 6 sea un alero de roea, debajo del cual pneden
pernootar 801 abrigo de 180 intemperle unas cuarenta
6 eincuenta personas. Un individuo que .durmi6
8010 alri, fue hallado muerto al dia siguiente, lleno
de heridas caueadas pOI' los vampires que, en ban-
dadas, cayeron sobre el y coutra las ouales fue inti-
til toda defensa, segun se infiere.
Ese dia no pasarnos de Tigriplaya, a donde Ilega-
mOB temprano, porque adelanto teniamos a.Ohaqui.
ra-gaco (el rio del collar), invadeableacausa de las
avenidas, 1J0roastas pasaron pronto, de manera que
-42-
a Is. mafianasiguiente pudimos cruzar el rillcbuel~,
6 mejor, braze del rio Mocoa, y hora y media d~-
pnes, llegamos al Puerto del Lim6n. Unas dosoua-
dras arrfba de este puerto, se nne al Oaqneta 01 M~
coa, cuyo ourso (el de este ultimo), sigue 01 camino
que habiamos traldo desde el pueblo de sn nornbee.
En el Limon, despues de recibir alMocoa, asmne 61 .
€aqueta las proporciones de gran rio, y fue vetda-
derarnente grandioso el espeotaeulo que en 11\ tarde
de ese dia se despleg6 en ese sitio ante mi vista. El
rlo se divide en esc lugar en d-is 6 tres brazos, los
que desbordados entonces pOl' 01 perenne Hover, eran
sabanas inmensas de agua que penetraban a 10 lejos
en 13 selva, y de en medio de las cuales pareclan
surgir alla, en el remote ocas», rojas nuhes, dorados
oortinsjes de arrebol del raagnifico lecho en que se
hnndi6 el 801 despues de 8U r .uda carrera del dia
sobre los espacios inflrutos.
Para llegar el Oaqueta a la magnitud que aqui
ostenta, ha recibido el tributo de los rios r quebra-
das siguientes : Poria bauds norte, Sueubuno,
Ohontillal, Papas, Auoayaco, Ouriaquito, Villalo-
bos y Manduyaco, y pOl' Ia banda. meriodional, Rio-
grande, Curiaco, Cascahelito, T~rabita, Rioblanco-
Ohaupiyaoo, Cascabel, Ticuanayoi y Mocoa. Hasta
el Limon, 01 C'.11"80 del Oaqueta es de Noroeste a Sa-
deste, y desde alli comienza a correr mas sensible-
mente de Occidente a Oriente. Desde ese Ingar prin-
cipia tambien la navegaci6n en oanoa, put's ntras la
han impedido, aunque tiene agua bastante el 1"10,
los impetuosos ohorros y el· declive del terrene
que produce fuerte corrtente. La distaneia de Mo-
ooa aqui es un ala con carga : nosotros empledmos
tres dias en el viaje pOl' las diflcultades del patio de
los rios y pOl' 01 crudo invierno.
EI Lim6n es un caserio de indios inganos que
tiene iglesia y es famoso en Moooa y en el bajo rio,
no tanto por el oro que se lavaalli <manto pot so.
alegres camavales a los cuales eoncurren mncbos
blancos de los lugares menciouados. Segtin se me
ha dicho, a semejauza de lOB Oarnavales bolaudesee
que describe Edmundo de Amleis, son etltas aqni
- 43-

como slle, fiestas en que ,la:prostituci6n ,csmpeaiy


en que las pobres indias se entregan, en los clarno-
r08<18 bailes, a la postre de 18s abundantes 'liba~io-
nes de aguardienoo, do chicha y de guarap<l.
Las oostnmbres de los indios de este lugar son'
semejantesd las ya descritas de los indios de J un-
guillo, Oondsgua y M00oa) pero, ademas, haeen aBO
de vez en cuando de una bebida particular por 10$
efectos quc produce, bebida que toman, 6 bien como
pnrgante cuando el yeco no ha sido bastante energl-
co, 0 para provocar deli rio, on sus priuripios a~ra-
dabilisimo, como el causado pOl' el hatohis extl'aido
del catlamo de Oriente, y al cabo horrible, pero en
a
medio del cual tienen e1108 10 que creen, clara vi-
sioR del Jlorvenir y la facultad adivinativa que les
haeeconocer qnienes son sus enemigos, que aseohan-
zas estan forjando estos y euales son 108 medics de
combatirlas, cnales los otros rlesgos y peligros a qne
pneden hallarse expuestos ; d6ncle los lug-ares en
que encontraran oazs y las partes del riomae abun-
-dantes en pesca, de que color habnin de SOl' las cin-
tas de Iu playa mas ricas en oro y do esUin sitnados
]08 veneros del metal preoioso. El delirio en sus
priueipios es todo esplendores, sensaciones gratisi-
mas, goees del empireo. Varios blancos que ban
tornado el gage, me han referido sus visiones, supra-
mamente bellas, pero diferentes do acuerdo con lot
diversos gustos, :alUbiciones y apetitos. A- su deoir,
Is er~altnda imaginacion del mas ardiente poeta no
podrts ideal', ni expresar la lengua mas elocuente,
10 queson en toda su magnifieencia esosensuefios en
loades 6 tres primeros cn_rtos de hora que se si-
a
guen la libaci6n del magnifico lioor, La vi-ta se
recrea entonees sobre verdes llan nres, bajo cielo
azul can nacaradls nnbes ; ontrase luego a florldos
varjeles, donde at:,lcance de las manos onelgan de
lu,t"amas de 10sarfltJles frutas de aureos 0 rojos co-
l~'y(le gusto exquisitamente deliosde : el oido
se'gOza 'entre tanto, en mueica inefable;' y al saUr
de .~8 vetjeles, y al s6n de _esta, an otros verdes
c8.ftIlenea;.'d,anzan y can tan deliciosam:ente bayadenur
~: c*adas con el clasioo ooturno;: elegantes
44-
oual las palmeras del desierto; be~brag de blancas
y sonrosadas oarnes ; vestidas de rasos, terciopelos y
gasas ; desnudos 10& brazos, la garganta r el morbi-
do seno, cefiidos aquellos, esa y el donoso talle con
brazaletes, pulceras, collares y cintnrones en que
orillan deslumbradores diamantes, esmeraldas, zafl-
roe y rubies; mujeres de mirar que fascina, sonrisa
encantadora, boca dulce como la miel, hermosas, en
fin, como la esposa del can tar de los cautares, Y
terminada ]80 danza, brindan en copas de topacio al
sofiador, postradas ante el, arnorosas y sonrientes,
olimpioo nectar que embarga suavemente el pensa-
miento, Eso ven unos ; otros se suefian senores po-
derosos a cuyas plantas se humillan los emperado-
res y los reyes; aquellos deliran dnefios de todas las
rfqnezas del universo; quienes son mistlcos y van
coros de angeles y vfrgenes y al mismo Jehova sen-
tado sobre encendidas nnbes {I ocnlto .en la ardien-
te zarza ; cuales son epicureos y glotones, y se de-
Ieitan con ~ustosos manjares y sabrosas carnes de
monte; cabritos asados de rica sazdn y provocative
0101'; Y para terminal', 108 indios se ven en medio
de bosques poblados de caza, dantas y venados que
huyen veloces, pero que no se les escapanin, porq ue
eonvertidos los indios mismos en tigres, corren trag
la pieza con velocidad felina, 6 Men se sien ten gus-
tando de blando reposo a la som bra de frondosos
arboles y rodeados al propio tiempo de cantaros re-
bosantes de inagotablo y dorado licor de chonta-
duro.
Hasta aqui los efectos del narcotico son com-
parables a los dol opio, y 108 famadores de este y
los morflnomaniaoos, se deleitan r robablemente en
. sensasiones como las descritas, pero su despertar es
agradable ; la locura, dolorosa tal vez, que ataca a
108 opiomaniacos, no sobreviene inmediatamente,
sino a la larga, y el aniquilamiento y la preooz se-
nectud, SO.1 efectos relativamente remotos; pero Ii
las visiones placenteras del gage sa suoede con solo
el parentesis de una corta somnolencia, el deli rio de
10 horrible. Poseido de este el yaj6fago, siente via-
Ieutos dolores, y ebrin Ia mente, tremulos los- miem-
-45 -
I
bros y vacilante el cnerpo, para no caer, quicre aga- ..
rrarso de las mismas ramas de los arbole!'1 de donde
oogio las exquisitas frutas y las ramas se trueeanen-
tonces en eerpientes que se envuelven en el cuerpo
de 61 y rabiosas Ie muerden una y otra vez ;.la8 ba-
yaderas celestes se convierten en hidras y furias in-
fernales que le azotan ; los reyes y emperadores
que so humillaban delante de el, en verdugos que Ie
abofetean, le vapulan y Ie dan de punta pies : los an-
geles )T virgenes quo veian los misticos, ceden su
puesto a. los demonios que los sumergen en c:,Peras
de plomo derretido e hirviente, y el Dios bonda.Ioso
en Dios [nsticiero, que airado los entrega a Satanae.
De ahi por que no se han abandonado los inti lOS y lOB
blancos del Caqueta al vicio del yage como 108 chi-
nos al de fumar opio y los europeos a las inyecoio-
nes de morfina : la reaecion de hondos terrores y
de acerbo dolor que se sigue a la inefable delicia en
el uso del yage, es imnediata ; la de trastorno de las
funciones, debilidad, senectud y locura que produce
el opio, es mucho mas remota, y por tanto, no tan
temible para. esta infel iz naturaleza humana que
COHllH':l gustOS'l placercs nctuales con dolores fu-
turos
Fa yage es hejuco 0 arbustif lo que los indios no
dejan ver de los hla IlCO:;l y que, pOl' consiguiente, no
conozeo. 1..10 pl'oparan pam hebida cociendolo toda
nna uoclie y cuando tiene ya la apariencia de miel
espesa, 6sH en suzon para gustarlo, Atenuan sus
efectos ul aduriuistrarlo solo como purgante, mez-
clandolo eon utros vegetales, principalmente la yer-
ba quo llaman chirilutn.qrt que tarn poco conozco. EI
nso ud ya!Jc no esui exento de pcligros. Estando yo
en T"tl.-esqllinas, :-IUp0 que en 01 Oananguchal nn
pedn de eslt tincu 10 hibia to.: ado como purgante y
que quedo loco despues de beberlo, fue-e Forque hu-
biera apurado nuts dosis de la razonable, () pOl'que
sean sus erectos U1<lS 6 monos energieos segrin los
diversis temperameutos, Hash. uHima noticia que
tn ve de dicha persona antes de embarcarme para
Ohurucangui, estaba demente aun, ahullundo C0U10
can, bramando como toro Y encaramdndose como
tigre, pues sn mania era 10. de creerse trocado en in-
dividuo de 13 rasa felina.
Elyaqe es de nso peculiar a los indios de raza
ceona y en raz6n de 10. cercania y el consiguients y
frecuente trato con ellos, 10 han adoptado lOB inga-
nos de 'San Vicente, el Guineo y el Limon, pero esta
adopcion no se ha extendido a los inganos de Mo
coa, Condagua y Junguillo, y mucho menos a los
de 10. Oordillera, Hay quien le atribuya otras pro-
piedades medicinales, fuera de las eonocidas do pur-
gante : un italiano aseguraba haber con-eguido la
salud, tomandolo para un violento reumatismo que
le tenia tullido bacia meses, Y basta de gage.
Cuando nos vinimos de Mocoa temiamos mn-
clio 01 haber de bajar el Caqueta en potrillos, nom-
bre que dan Ii las canoas muy pequefias, que por ser-
Io tanto 80n muy suceptibles de volcarse en los
chonos. Grande fue, pues, nuestro. satisfaccitin 0.1
encontrar en el Guineo la cauoa de mi compaiiero
de viaje, embarcacion capa7. y de muy buen tama
.fio que 61 no esperaba hallar alli, mas habiala traido
el maestro Dimas Renteria, quien merece especial
meucion por ser una de las notabilidades del 00.-
quetay conocido alli con el nombre de rey de los
boqae. Mas no s610 en 01 Caquets le llaman con ese
nombre, sino tambien on las costas del Pacifioo, de
donde es oriundo r en el rio Esmeraldas, en el Ecua-
dor, donde ba vivido algun tlempo. Es un negro de
bien alta estatura, delgado, viejo, pero en plena. pose-
sion de sus fuerzas, Iba a bajar oon 11080tr08 sirvien-
donos de piloto y esa era otra garantla, 10. mayor de
rodas, de perfecta seguridad para nuestro viaje.
Ell! de Mayo nos embarcamos por fin en el
magnifico Oaqueta, y satisflce ese dia una de mis
aspiraciones de nifio que ya en nu vida de hombre
tenia olvidada. 'I'odavia, en Ia primera jornada del
Limon para ahajo, los chonos son muy fuertes y el
dia de nuestro em barque 10 estabau mas a causa de
In gran creciente provooada por la fuerza del Invier-
no ell las cabeceras del Caqueta, de todos sus afluen-
tes y en 01 rio mismo, pero ningun momento de
susto experimeutatnos, porque la csnoa iba oondu-
- 47-
eidapor aquel nuestro veterano piloto que nOB ins-
pit'aha conflanza sin Iimites. A poco dejamos a naes-
tfa derecha, bajando, a Sardinas, donde hay algn-
nas fanril ias de indios del Lim6n )' muy poco mas
abajo, Ii Pacayaeo, otro caserio de inganos; en ae-
guida a N egruna (Oabeza del Negro, en iuga), don-
de esUin las dos pritueras casas de colones blanoos
en 01 hajo Oaqueta J luego entrauios a la Angostn-
ra, donde l3e est: echa el rio en su curso y bay un
violent» chorro que hace muy pcligroso ese paso;
poro de este sullmos nosotros sin novedad alguna,
Desde la Angostura basta las grandes chorre-
r88 (raudales del Oaqueui), es navegable este en un
trayecro de cien leguas (contados los giros del rio),
por bnques de vapor, pelO solamente on la estacion
Ilnvjosa, es decir, en Abri l, Mayo, J unio, Julio,
Agosto :r parte de Septiem bre, cpoca en 130 cual las
aguas son suflcientes para cubrir y dejar en 10 hon-
do 108 bancos de arena que en In estacidn seca que-
dan a. descubierto, 6a flor de agua en medio del
rio 6 en sus orillas, formando extensas playas, Es
Incomparable la majestad del Oaqueta de aqni para
abajo: desde la mitad del al veo por doude navega-
ba nuestra canoa, so veian pequefios, no mas que
como arbustos, los jigantescos arboles de la selva
que cifie las orillas, y apenas se oyen Ii uno y otro
Iado lU8 monos cotudos (stentores) que can voz po-
tente atruenan y cansan los ecos de los bosques on
otras partes.
En esta poderosa masa de aguas y bajo los plie-
gnesde esta saban a li'quida, se ocultan y nadan el
boa constrictor, el horrible monstruo anflbio de Ia
region oriental y sndeste de nuestro pais; el gimno-
to electrico, provisto en sus costados de pilas voltai-
cas, y que al tocarlo descarga UR golpe igoal al do
una fuerte baterla, golpe que derriba a un hombre y
que recibido por un nadador en el agus, Ie hsce
perder el sentido pOL' el tiempo snfloiente para
que, impotente para nadar, se ahogne; el pufio,
pequefio tiburon de agua dulce, de sdlo unos
veinte a treiuta centituetros de longitud, pero que
mnerde con diente agudo y cortante como cnchilla,
- 48-

arranca 01 pedazo de carne r huye con el, y que,


como es gregario, reunid~ con sus com pafieros, es
capaz de vol vel' cecina y devorar a un hombre', si 86
abandon a a ellos ; y orfllando la playa sobre la do-
rada arena, pululan las rayas, de suerte que el que
desembarca no puede pisar bajo el agna, sino salter
directamente a tierra, porque elarponazo de Ia raya
con la armada cola, al tocarla con el pie, hace he-
rida y causa Uaga que para algunos es poco menos
que perpetua.
No existen en el Oaquetd, arriba de 108 rands-
les, grandes sino pequefiuelos caimanes (no babas
ni babillas que tam bien las hay) ni delflnes 6 bu- '
feos; ni manaties ni tortugas gruudes, acnatiles to-
dos C8tOS, que no pueden subir la chorrera, abajo
de la cual abundan, 10 mismo qnc en el Putumayo,
el Napa y el Aguarieo, pOlque estos rios no tienen
fuertes randales, saltos, ni potentes ChOITOS. Hay,
si, en el Oaquota, enorures bagres que sa.tan sobre
el agua y al caer az.itanla con el pesado euerpo y
producen por el inomcnto borboJIones y rernolinos.
:El primer dia despues de nuestra salida del
Limon, pernoctamos en Fotnto, tercera habitacion
de colona blanco ell el bajo rio, y al siguiente por
Ia manana P:UUiUIOS pOl' las bocas de los rIOS Fragua
y Yurayaco (Rioblanco en inga) region pobladisima
de aborigenes en el siglo antepasado y hoy silencio-
so desierto, i Que se han hecho los innumerables
indios, segun la expresion de los Misioneros y de la
histor ia, que habitaban las margenes del rio Fra-
gna, Pescado, Orteguasa y l\Iecaya 1 i las viruelas y
otras pestes 108 han hecho desaparecer j i 0 han
emigrado mas abajo y mezoladose con lox huitotos,
muinanes y andoquies, que en numero barto consi-
derabJe pueblan las uuirgenes del Putumayo y el
Caqneta liasta el Brasil? Sobre esto nada saben Ia
historia ni Ill, tradicion y toda esa gentilidad, para
copiar Ja expresion de los Misioneros Francisoanos,
ha quedado reducida a las mimisoulas tribns de
·Coreguajes, Tamas y Maeaguajes, que no alean-
zan a componer outre todas una poblacion de cna-
trocientas almus. I£n Yurayaco hubo pueblo basta.
- 49 --

Lace no rnuchos afioe, pero los mismos que recner .


dan haberlo oido nombrar no saben por que ba"des-
aparecido tan completarnents que nadie podria 8C-
fialar la localidad precisa en quo estnvo ubicad«.
Mames fiunruba en Ia geogratia de Royo im presa
en 1853. y ahora a duras penas pude hal lar 801a-
mente una persona que h uhiora oido pronunciar eS6
nombre, no como el de un pueblo sino como 01 de
una tribu, do la ella} y de 811 paradero no hay
actunlmente persona alguna que ue razon
La segunda jornada, despue.. de pasa)' pOi 01
Mandur (uchiote en inga), otra hnbuacion de colono
blanco, tuvo 811 termiuo en Jose Jlarfa, norubre de
un riachnelo y de una casa en que viven unos pocos
indios maeaguajcl'l «onocidos como ladrones, pero
ausente- entono. iii en »Igun» caceria, de suerte que
disfrutamos de su morada ('VIIJ() senores y duefios,
Entre los trastos y enseros que alli dejaran, unda
habra do Interesante ni curioso y s610 de hacer notar
Ius hojas de una melastomaoea quo encontnimos en
una olla, boja COil Ia cuul 80 frotan Ill. piel para dis-
minuir la irritacion causada en osta por las picadu-
ras de los mosquitos.
A la manana signiente, despuos de dos horas
de navegaci6n, llegamos a la boca de lu quebrada
de La Oanela, donde se han cstablecido dos 6 tres
familias de indios del Lim6n,.r despuo .• de otras
dos horus de camino de do dcsembarcaluoN en el
Oananguchal, donde ha establecido el Sr. Manuel
Morales nna pequefia agencia para cornpras de
canoho y una reducida explotaciou agricola de pas.
tos semhrados eon algodoneros, pastos en los cuales
cornen unas pocas hermosisimas vacas, las que viven
yprosperau a despecho del vampiro que acabo con
las de M:ocoa. l\Ii COlll!lanero de viaje tenia nego-
cios que arreglar con Morales y yo estaba ansio-
stsimo de una confereucia COli el mismo, para pe-
dirle datos sobre Ia geografia de Ill. region, particu-
Ill. ridades del pais, usos 6 costum bros 6 idioma de las
tribus del Oaqueta y del Putumayo, pues no s610
ha sido :Morales uno de los priineros blancos entre
los' queexisten hoy, que vtnteron Ii establecerse en
MEKORANDUM 4
- 5°-
lOBbajos rfos, sino que es ademae hombre observa-
dor e inteUgente, Y no nniC311lente eBO,sino que
tambi~Ii ouando e8ta. enmedio de ]01' indios. se her-
mana con ellos, habla sus lcngnas (inga, cocheice~~-
na) con la misma propiedad que los indigenes, adop-
ta su traje y sus costumbres Y es su medico, 8U adi-
vino y 8U jefe, aunqne innominado; todo esto sin.
e%plotarl08) sino desplegando aquella franca genero- .
sidad que conqnista siempre entre lOBsalvajes cari-
.0, estimaci6n, respeto y prestigio.
Oon esa necesidad mi compafiero y yo COIl tan
1'ehemcmte deseo, hubimos de permaneeer en el Ca-
nanguchal el resto del dia y parte del aiguiente, y a.
fe que no me peso, porque a mas de disfrutar de
18 bospitalidad del duefio de casa, satisflzo al am-
pliamente Ii todas mis preguntas y me dicto el
corto vocabulario de lengua crona que yo neceeitaba
para cunooimieuto de las raices de las palabras en
los dialectos Coregnnje, Macaguaje y Tama, si Ile-
gaba el caso de que me sobrara tiempo para intentar
.11 .studio.
Continue el viaje el 14 de Mayo y pernocte en
esa fecha en Qninor6, cacerio compuesto de seis ha-
bitaciones cuyos moradores son todos yernos, hijos 6
descendientes del Maestro Dimas. En el patio de 180
casa de este crece pobre y desmedradamente un arbo-
lillo de caucho negro (caetilloa elaatica), perjudicado
de seguro en su desarrollo por 180 exposioion 801 sol,
pOl'que tanto el cast illoa como las demas e-pecles
de caucho ricas ell latex, aman Is sombra y 8010
prosperan y so It:'~en abundantes en jugo en Is
atmosfera lnimed •.•·,0 los grandee bosques,
De este lugar ell adelanto los nombres do pa-
rajes dejan de ser de origen inga, Quinoro signi-
fica .quacwmnya en carijona, y mas al Oriente, a. ori-
Ilas del rio, hay otro sitio, Oaicuche, que en el mis-
mo idioma signiflca tigre, prueba de que los carijo-
nas que viven hoy a nnas setenta 6 mas Ieguas de
aqui, moraron en esta region 6 extendieron a estos
Ingares sus correrfas. Otro nombre de un sitio mas
abajo, Sachamate, es palabrainga, pero adoptada en
el castellano del Sur del Oauca, yes nombre impues-
- 51 -

to a l paraje por los blancos caucanos de la Provin-


cia de Pasto al fijarse ahi. Saehomate deaigna la va-
aija que llamamos totuma (1) en el resto de Ia Repn-
blica.
EI 15 de Mayo permanecimus en Quinoro. en
espera del boga que habia de Ilevarnos basta Tres
Esquinas, pOl'que el Maestro Dimas, presumiendo
que hubiese Iicores en esa agencia, temi6, al ir, en-
dendarse pOl' coruprar .aguardiente para emborra-
charse el con sus amigos, y 1'esolvi6 prudentemente
abstenerse de baj \1' hasta alla, EI 16, provistos del
hog a que nos dio en reemplazo suyo, nos embaroa-
DlOS muy temprano y pasamos por el mencionado
S'lchamate, caserio compuesto de unas tres habita-
ciones ; por Mununguete, donde hubo una agencia
del 81'. Bernardo de la Espriella, en que los peones.
negros traidos de la costa del Pacifico, cuando haMa
aguardiente se empefiabau ebrios en terribles rifias
de machete, basta que ala postre, en sueesivas 01'·
gias, ~e mataron todos unos COil otros ; pOI' Mayo
yoque, que signitica el collar, 11080 si en lengua oa-
rijolla 6 coreguaje ; por Nifiera, ell que hay una casa
(trion) de indios coreguajes, y por Sombreros, sitioa
estos ultimos que IlO s6 li que rleben sus Hombres
oastel lanus. .
El mismo dla 16, antes de la. una de ILL tarde,
estu vi 1l10S en la magnifica boca tiel Orteguasa, en
frente a la cual esta sttuado 'I'res Esquinns. Habia-
mas llegado a. la pr imera etapa de mi viaje pOl' 01
bajo Cuqueta,

BAtliCO DE LA REPUBLICA
IlRu·:nE::-. LUI$·-"HGEL ARANGO
CAT .U,O<lACION
----", --_. --------
(1) Fruto dei cr esecntia cujet«, cuya pulpa y semlllas se extraea pan.
h acer del endocarpio vases, a la manera de las calabazas vaciadas par~
us 5 se me james en otras partes.
- 52 --

OAPITULO VJ

TRES ESQUIN.AS

.•. que debe su nombre--Importante topografia de la localidad-e-


Condiciones actuales de saiubridad en el Caqueti-Imposibili·
.dad de la practiea de precauciones higienieas-s-El hambre 011
orden del dia en este territorio-Han aprendido a no comer
los caquetenses de mas elevada esfera-s-Escasez ahora de los
arboles de caucho y bajo precio a que se estaba pagando la
gorna en 1903-Desaliento de los caucheros-Por que se trabaja
aqui en invierno y en el alto Caqueta en verano-Prosperidad
pasada de los cxtractorcs -- Sus despilfarros entonccs-C6mo se
extrae y prepara cl caucho negro en cl Caqueta-s-Otras especies
de caucho-EI siringa alli-El cacao silvestre en las vegas del
rio y de sus afiucntes- Facilidad para levantar grandes plan-
tios-s-La gam a animi- La vainilla-EI volador-EI palo de
cruz-El cananoucho-La palma mil pesos-e-Carnes de monte-
EI zahlno-Peligro del cncuentro con una manada de estos-s-
Pavas, guacharacas, paujiles y panguanas--Peces-La ostra de
perla de las Iagunas cercanas al rio.

RES Esquinas <.lehesu nomhre a los tres cami-


T nos que en esc punto convergen: uno al Norte,
Ortegur sa arriba, que conduce a
los pueblos de fa
Ceja. Santa Librada J Ganon en Pol Tolimn y pOl' alii
, Neiva, y que toea de paso () comunica tamhien con
las agenoias del Andaqui, Maracaibo, I1JL Haella y
La Perdiz; otro al Occidente, t aqueta arriba, el
mismo que traiamos y que es Via para ~h:oc()a, y de
ahi por Sebondoi a
Pasto, {, por Descanso, Santa
Rosa y Almaguer a Popayan ; r el tercero al Orien-
te, Caqueta abajo, que Ileva a Oharuvangui ell la
Huitoeia, y de ahi aL Brasil y al vPerri. POl' tanto,
!fras Esquinas es lugar concurrido por viajeros y
traficantes, y quien esta alli no se siente enteramente
en el desierto sino en uredio del humano traro, con
Jtoticias de todas partes y HUlS al alcance de los re-
cursos que en 10 mas de Is parte alta del territorio
'1 que en macho de Ja parte baja.
- 53 -
Este sitio es, ademas, bellamente pintoresoo;
mas que eso, sublimemente hermoso. Para arriba,
para abajo, al Levante y alPoniente, se extiende fa
vista sobra la ~randiosa zona de agnas dol Oaqueti
que se sigue con la mirada basta perderse el rio ea
lao majestuosa selva ; y al frente otra sabans da
aguas, el Ortegnasa, se ostenta tambien en imponea-
te magnitud y se esconde al fin al Norte en los plie-
gues de otros distantes bosques, Encima, la hoveda
azul en toda KU infinita majestad, debajo la selva
en toda su extension indefinida y en media deasta
los dos grandea rios, argentadus franjas de esa tutii-
ca inmensa de verdura ; en ninguna parte cordillera
alguna que limite el alcance de la visualidad, /'lino
alla en remota lontananza el cielo tocando con eI
ilimi'ado bosque: doquiera seusaoien de 10 granae,
de 10 inconmensura i.le, de 10 infinito. He alii el ps,
norama de Tres Esquinas.
'I'res casas com ponen esta agencia: una para
hospederia do transeun tes, otra para ofloina y alma-
cen de mercancias eon deposito de cancho al Iado,
y otra para habitacinn del agente (Ssocio adru iuis-
trader. Como todas las viviendas de las ori lias del
rio desde Negruma, esti edifieada sobre horcones,
de suerte que 01 rio, en tiempo de crecientos, entra
por debajo del piso alto, so extiende mas alIa hatilta
donde quiere y quedan entonces los habitadores
como em harcados en una anclada nave, Mas arriba,
a. tres () cuatro cnadras, hay otra casa, boy abando-
nada, que fue agencia del Sf. Franoisco Gutierres,
antioquefiu, muerto haec poco, y arnbas ag-encias, la
que .:~sy la que fue, estiin situadas en u.ia misms
isla, en medio de dos brazos del rio.
EI clirna aqui y en 1,0<10 el bajo Oaqueta ha
mejorado considerablemente de algunos alios a esta
parte. En utro riem po venian partidas de cicnto 6
mas trabajadores, y todos enfermaban y machos
D10dHl: boy residentes, recien venidos y trunsetin-
tes disfrutan de relativa buena salud, No sucede 1.
misuio en los rfos Putumayo, Ortegnasa y Cagua ••
El primero, sano cuaudo el Caquets fne enfermize,
hoy 8(, ha trocado en muy insalubre ; los otros dOl,
- 54 -

que son Ja via de entrada del Tolima al territorio,


fueron antes terriblernente mortiferos, sobre todo el
Oaguan, y actualmente se conservan Ii la altura de
tnt antigua pesima reputacion, ci poco menos,
Mnchos de los que viniendo del Tolima caen
con las fiehres en el Caqueta, las ban contraido al
pie de la cordillera oriental y traen el germen mor-
b~J:icu al rio para estallar aqui, y Ia prneba de ello
ell que de las personas que entran y salen pOl' Mo-
coa, raras son las que en la cpoca actual han en
fermado al llegar a Mocoa 6 a Pasto misn.o, ann
I asando pOl' el paramo <10 Bordonoillos. (Es sabido
<Juo al pasar los paramus apareoen IaR fiebres en in-
dividuos que hasta entonces habian parecido refrao-
tarios a Itt. infeccion paludioa).
POl' 10 demas, Ia vida del desierto, en las for-
zadas circunstancias a que hay que someterse aqui,
no da lugar a. ninguna practil:a de preoauciones hi-
gj(~nkas.AI entrnr :i la canoa es preciso despojarse
del calzado, pOl"que a todo moraento bay necesidad
de pisar chat eos de ag-ua, 0 do humedecerse 108 pies
en el rio, 6 a In salida en los lugares Ii dunde se
salta Ii tierra, humedad con el pie calzado mas no-
elva quo con el pie desnudo, peru para quien e8m
acostnmbrado :1 tenerlo abrigado, ya esta sola des-
nudez origina propensiones morbosas, EI no salir
a pisar suelo, b a respirar am biente humedo, antea
de desayunar, es mera teo ria en estos parajes donde
no hay con frecuencia desayuno, ni a voces almuer-
zo, ni en muehas ocasiones coruida, ni cena. EI ali-
mentarse bien es uu desideratum a que no puede
.llegarse en esta regicn, donde aun en las agencias,
-patrones y peones viven padecieudo hambre, (} por-
que no bubo cazador para liacer la provision de
carries, 6 porqne DO hubo caza, agotada en las cer-
canias do las agencias, 6 porque naufrag6 la embar-
eacion en que de muy lejos venian los platanos 6 el
maiz, 6 porque no hnbo canna 6 hoga para traerlos.
A In verdad, 10 primero que tiene que apreuder el
que viene Ii Ill. parte alta, 6 baja del territorio, es It
sufrir hambre, y si no 10 ha aprendido, Ia8 eircnns-
tancias S6 10 ensefianin
'.:,
reoiamente. En cuanto a
-55-
los que viven en el bajo Oaqueta, 108 de esfera supe-
rior al menos, batt ndquirido alH de tal modo la vir-
tud <10 la templanza para los manjares, queaun
habiendo que comer, da grima. vel' sentarse ti.la
mesa it los pat-ones, agentes y empleados, los cualea
so Ilevan dos {}tres cncharadas a. 11\ hoca y sa levan-
tan en seguida. Veruad tambien es que no tieaen
en el cuerpo carnes qne alimental', porgue en l'a7..6n
de 10 ardiente de 180 temperatura las carnes se han
convertido en puro SUUOI', y los caqueteoses en aI'-
mazrin de huesos y nervios forrados poria piel y en
individuos delgados, como hebrs de hilo, 6 en seres
a6reos, pOJ"() osplritu b fugaces sombras.
A la inversa suoede alli mismo eon lostrabaje- .
dores que ejecntan 811 labor a. 6sfnerzomuscular.En
estos Iugares parece desmentida Ill. ley fi~iolOgic9 en
virtud do la cual, ai en los pafses f'rios nocesitan 8US
hahitantes provision abundante de alimentos para
la combustion interlor Clue resgnarda del frio exte-
rior, en los palses catidos al contrario el cuerpo
demands menor cantidad de combustlble y pOl' tan-
to mucha menor de alimento; si los trabajadoros
hindues so contentau con un puiiado de arroz por
racion de todo un dia, y los camelleros arabes, con
algunos datiles secos, 108 peones caucheros viven
p-setdos de voraz apetito, y cuando hay que comer
(ll'~c"":l' , Indo 10 qne so les ponga por delante, qui-
~a(:(H11t1 r..demnizacion presente pOl' lOR forzados
anteriores ayunos, () eompensacion pl'e",ia pl)r los
dia", de haurbre futures.
La grande importancia do 'I'resesquiuus hn eon-
8istido en '1!\8 extracciones U~ cauohn negro, abun-
dantes basta no hace ruucho, y boy poco meuos que
agotado 1'1 decir de 108 caueheros. Hay q u ieu ~\)~-
tenga, no obstante, quo en los intermed ius entre
quebrada y quebrada, Ii alguns distancia de e~ta8,
bay .oaatidades eonsiderahles todavia de arholes de
II. valiosft. goma, pero que los ext,l'~l(\tOl'es s610 explo-
tan los de las orillas do las corrieutes de a~nlt, de
donde pneden faeilmente llevar 01 :Hticl~lo ya pre-
parado Ii'las canoas, para su transporte ~ Ias ag~fl-
cias, de suerte que alli no hay la fatig(lnich~o~to
- 56-

de cargarlo a.la espalda de Iejos, como sueederla tra-


bajando el de los centres distantes de Ills vIas flu-
viales,
COfi1oquiera, pagada la goma en 'I'resesqutnas
&1bajo precio a que la abonaban cuando yo pase,
Is provision que de ella se haga ahi, tiene que ser
muy es(~asa.En Mayo de 1903 valia ana arroba
8150 bille/e, a. tiempo que un eslabdn COil mecha
y mech-ro valia $ 100, una vara de lienzo $ 25 y
una libru do p6Ivora $ 80. Estos precios, se com-
prende, no podian dar estfmulo a los extractores ;
de modo que cuando bajo al Oaqnet:i, en todas Iss
casas en don do lleg-aha enoontrabo Ii los contratis-
tas y tins peones di ver tidos en no bacer nada, per-
diendo la estacidn lluviosn, que es Ill. de trabajos en
caucho en el hajo rio y diflriendo la entrada a Ill.
montana con el pretexto de no haber polvora en la
a~eneia, <. de ser mula Ia que habia,
Y se hace necesario exphcar pur quo el invier;
no es la epoca de trahajos en el bajo Caqueta, en
tanto <IUO 011 el alt» eSa epooa es, al conlrario, la de
verano. 1.08 rios del alto Oaquet . no son navega-
bles, )' ell 01 tiempo de las crecientes so hacen inva-
doubles hasta el punto de interceptar toda comuni-
cacion, r 1'01' consiguiento de liacer imposible la ne-
cesaria pI ov is irin de viveres ; adenuis, la leche espesa
y esvasa de los cauchos blanco y C(hOraUO es barrida
.pOI' los ~lguaceros:.r se pierde, Ala inversa, en 01 bajo
Caquetri, ell la estacion lInviosa, todos los rios y
quebradas MIll nuvegables, y son esas las vias para
entrur al bosque, para llevar los viveres y para traer
la gOlllu, .r ell cuanto al hitex del oasrillua, Iejos de
ser pei judicado pOl' las aguas Iluvias, los extractores
10 mezclan con a],!ua para coagularlo y pr;'parar 01
oaucho. Ell el verano la mayor parte de las quebra-
das se secan del tod», <l pOI' lu perdida de aguas se
hacen innavegablas, Ii la vez que secus tambien 108
pOZO:-l, arroyos y mununtinles, falra del todo el liqui-
do elemento, para cocer los viveres y para satisfaeer
la sed. Asi, pues, los caucheros aqui, en la epoca del
verano no se ocupan sino en trabajos de agricultura
a 18 orilla del rio.
- 51 -

Por 10 que respects a. Is necesidad de p6lvora,


baste decir que no habiendo en el Oaquets, como ya
Ie ha dioho, m<ls carne que la de animales de monte,
para abastecerse de ella son de imprescindible nece-
aidad escopeta, fulminantes, pol vora y balas,
LOr( precios del eaucho de que se acaba de ha-
blar, no son imputables a. codicia de los empresarios
duenoa de 11\ agenda oompradora, EIJos hablan side
fijados entonces de acuerdo con las eircuustanoias
de guerra pOl' las cuales acababa de atravesar el
pais En medio de la guerra los pocos individuos
que en Neiva ternan recursos pam eomprar articn-
108 de exportacion, 6 prtvilegio del Gobierno para
embarcarlos, imponian los pi ecios que querian, y It
estos tertian que sujetarse los compradores del Ca-
qt eta que les vendian II e llos, a tiempo tIue por el
deprecio del billete, los custos del transporte desde
el rio 1], :Nei va subian {t can tidades en esos tiem pos
inauditas. E~ verdad que en ~larzo de 190;3 cuando
baje, hacia cuatro meses qu.o hahia terminado nues-
tra civil contienda, pero los negocios no so habian
normalizado aun y las alarmas aubsistian, como que-
dan snbsistentes siem pre en los rincones de nuestro
pais, Ia.rgo tiempo despues de terminada una revoln-
ci6n. Es de esperarse que a tiompo que escribo estos
renglones, vueltas todas las cosas :i su carril ordina-
rio, cesen para los extractores estas causas do pobre-
za y desalien to.
La epo(Oa inmediatamontc anterior y posterior
al comienzo de la guerra, fue la do verdadera pros-
peridad para los oxplutadores del caucho, tanto por
los altos precios a que <38tO habia subido, como por
160 abundancia do arbole.'l prod uctores .v las facilida-
des topogrdficaa para la explotacion. Solaruente, sin
embargo, unos poem; de los d uefios de agencias com-
pradoras y uno que otro uegociante pudieron hacer
entonces una moderada fortuna . En cuanto a 108
extractores directos y 1\ 108 peones, del mismo modo
que en los tiempos do las quinas, no supieron apro-
vechar circunstauoias quo una vez en la vida B6
presentan y que pOI' rarezs vuelven. Llegado el ve-
rano, salisn lOB caucheros pOI' centenares a. entregar
-58-
eusartfonlos en Tres~8quinas. No cabiendo en las
casas, Ievantaban ranchos y tiendas en Ia play~ del
. puerto de "18agencin, y aU{ ooasnmfan el' frntolle
.enatro 6 cinco meses de trabajo en conserves extran-
jeras, en cervezas, vinos generosos y champejta.cnan-
do los habia, y agotados los Iicores fino8,eontinna-
:ban conalruardiente, orglas que dnraban ~a{gtl~&8
'BEHlllJnas. Yell esas orgfas no falta.ban mnjere-, atr;al-
das a d-specho de las fiebres y de 10 penoso del via-
[e, desde los pueblos del Sur del Tolima, por las
generosidades de hombres que no sabian como gas-
tar no 8610 el dinero adquirido ya, sino el que.es-
peraban ganar "despues, Betirdbanse los canohe-
ros endeudados a sus casas, para volver en Ja esta- .
ci6n siguiente a la montana a saeer mas caucho des-
'tinado al cumplimiento de sus compromisos, cum-
plimiento que I~s daba derecho Ii nuevos recursos y
eredito para invertir en los mismos fotnros despil-
farros,
El resultado ha sido que, Ilegada Ia baja creada
pOl' las circunstancias de guel'ra J' sobreviniendo la
escasez de arboles enmnada del barbaro sistema de
derribar el arbol por lograr de uua vez el fruto todo,
ban quedado los prcdigos extractores endeudados
en cantidades que montan R.cincuenta, oehenta 6
cien arrobas de goma, sin esperanza de hallar de
d6nde obtenerlas, y este desaliento es quizd la causa.
mas poderosa de la inaetividad que 80 nota actual-
mente en ellos,
El oauoho negro se trabaju en el Oaqueta derri-
bando el ll!'bol como acaba de decirse; en eeguida
se le haeen incisioues al tronco, y el latex que estas
manan se recoge en pozetas abiertas en la tierra, en
las cnales se pone bejueo de batatillo.:una volvula-
cea que se halls dondequiera en esos lugares, y que
ticne la virtud de apresurar la coagulaolon. Obteni-
da eata, se lava la goma l?ara quitarle la tierra, asti-
118101, musgo y dermis impurezas ; despues ee prensa
a fill de extraerle el agua del lavado y se deja secar
en seguids (1). Si se destina el articulo a Paste va
(I) Sien el Caquets secaran el caucho al humo, como se hace coa
el sirinRa. y como se hlz o en el centro uel Tolima con eJ caucho virgen.
Oblenclrii'l mucho 11 ejor precio en el Extranjero,
- S9-
en planchaa ; .sia Iqnitos, donde en ests forma no
locompran aningnn precio, se hacen andnl1os,es
tiecir. tasajos detgados entretojidos unos con otrOs.
Ella.tex que ha coagnlado en al tronooo en tierra,
.fuora de la pozeta, sin mezcla de mas agua que la
del cielo, ni de batatillo, y que, aunque se lava. con-
ser\"a mas cantidad de impurezas, se llama ckaza y
obtiene un precio inferior.
Auuque ha sido abundante el castilloa en 01 Oa-
quota, no ha crecido nunca en tanta profusion como
CD Uribe, Intendencia de tlan Martin, en Ia regi6n
del Guayabero. AlH, cuando 180 montana estaba vir-
gen, se derribaban castllloas en tanta cantidad que
el terrene qnedaba despejado y limpio como si se
hubiese heoho desmonte para cnltlvo ; y esto que
aIM me han referido, 10 encontre comprobado yo
mismo con el hecho de ballar extensiones no peqne-
Das de tierra Ilana y de mesetas en 180 selva, con
abundancia de varas del arbol de 180 goma y arbus-
tillos del mismo en crecimiento, provenientes de las
semiltes que germinaron al calor del 801 en el terre-
no, despues de la gran tala heoha por 101il prhneros
explotadores, En el Oaqueta nunoa ha sucedido esto,
y me dicen los cauoheros que alli, solo a largos in-
tervalos, se encuentran en el bosque pequefias plan-
tas de oaucho negro en «reoimiento, y aun alguien
me ha expresado su temor de que terminada la de-
rriba de arboles que se ha estado haoiendo desde que
princi piaron las extracciones, la eSC88ezde 108 casti-
Ileas en esta regiOn llegue a tal punto que no que-
den de ellos sino raras mnestras en lOB montes.
No solo caucho negro bay en esta comarca,
Arriba del Quinoro y del Cananguchal hay otraa
especies que llaman allf -eaucho colorado y canoho
gris, que, segun entiendo, son congeneres del can-
eho blanco de la cordillera (8apium biglandulo811,m).
Tamhien trabajan estas especies donde abundan ar-
boles de ellas, aunque Soil men os ficas que el can-
oho negro ; pero, en general, desdefianlas los cau-
chews.
Existe tambi6n el liringa (aipkonitJ braailenria)
en el Oaqueta en 8U region media (Ilamaremos ssf
-60-

1& comprendida entre Ia Angostura y Oharucangni),


Sospeoho, ~mpero, que no 08 rico como el del Ama-
zonas. Ni el Caqueta ni sus afluentes Inundan per-
manontemonte los montes en Is. estaei6n llovi.-.s".
como 01 Amazonas y RU8 gran des tr'ibutarioa abajo
de Iquitos; y 08 condici6n indispensable para. II'
rique-a de esta espeoie, Ja do que erezca en terrene
'inundado grail parte del afio. Ell JIl region do Iqui-
tos de fuera del Amazonas, en el Napn, Paranapura
y otros muchos rios y quebradas do la misma, hay
taw bien airinga, pero tan pobre que no paga 101
gastos de explotaoron ani donde los [ornales son
caros ; y si en el Garaparana y el Ingara- parana, en
comarcas no inundadas, paga esos gafoltosy dejabne-
na utilidad, 0110 consiste en que en dichos 1'108 hay
brazos abundantes y baratos, los de 108 Huitotos,
En 01 Oaqnetd, donde no podrlan cnnseguirse sino
jorna1ems blanoos, traidos de muy lejo8 y pagados
apl·twios muy altos, es inutil pensar en el trabajo
del .~zrillg,t pobre quo ahi existe. No solo en 01 rlo
Oaqueui 10 hay, sino tambien en afiuentes suyos en
esta reg-ibn media, en Iu agencia de Ill. Perdiz, cerca
del Orteguas«, y en ol puerto del rio Guineo, afluen-
te del PutUIIIHVO
En las mai'genes del Oaqueta, del Puturuuyo,
del Oaguan J' del Orteguasa, hay e xtenaione- do
vega, mas {) 1110110. gran des, oubiertas de arboles de
cacao si Ivestre de la Jl1 isma variedad butanicu que
so cultiva en la isla de la Trinidad)' en otras de las
Antillas lIIellOI'CS, Tanto en aquella isla como on
Tl'esesq ulnas In he gustado en chocolate y leche
encontnindole el mismo buen sabor y las lIIislllOS:Pro-
piedades a l iment.icias que tiene la espeoie urig inaria

de Mejico (supongo), sernbrads universahnanta en


e1 Tolima, en el .•Oauca y en Venezuela. No se pue-
de concebir c6mo en los rIOS enunciados 1i0 dejen
casi mor-ir do harnbre las gentes, a riempo qne a. al-
gunas cuadras do distancia de so. residencia, yacen
pudrtendoso en 01 suelo, las doradas y moradas ina-
zorcss del theobroma que suministra aquella que 108
botanioos, en su entusiasmo al paladearla, de nomina,
ron bebida do los dioses,
- 61-

Como artfonle de exportaoi6n, BU valor quiza DO


cnbrirfa aqni los gastos de recoleccidn, preparacidn,
empsque Y transporte por 10 exageradamente oaro
de los fletes en esos rios, en Ianchas de vapor,
Pero para el consumo del inter-ior de la Repriblioa
serfa muy facH, a orillas del Orteguasa, dondo abnn-
dan mas que en los demas rIOS, nnir unas con ott-as
varia» de las manchas de cacaotal q no hay en sus
vegas, sembrando con semiltas do ahi mismo 108
espacios va.(~fos, Bin derribar el monte, sino unica-
mente soeoldndolo (1), por el sistema preconizado
por el 8,', MartInei'. Rib6n en su oprisculo sobre el
oultivo del cacao, sistema muy de acuerdo con Jas
condioienes bioIngjeas de esa espeeie vegetal y que
ha prcducido excelentes resultados en la practice.
Se tendrian aSI plantaciones exentas de In enferme
dad que devasta las del Toli ma y que ha acabado
con las de Autioquia, Ououta y otras partes. En
efecto, las de la isla de la Trinidad de 130 especie me.
jicana que yo digo, que perecieron .f las que estaban
a punto de perecer, s610 han podido ser reernplaza-
das por las de cacao silvestre, invulnerable al gusa-
no destructor, A pesar de que seria nece sario pagar
moy caros los jornales para ah'aer brazos al Orte-
guasa, me atrevo a asegurar que saldrfan nras bara-
tos los plan tios que POl' ·1 sistema descri to se h icie-
ran aqni, que los que tan Jabol'iosamente ae forman
en el 'I'olima ; tendran siernpro existencia precaria,
y no seran jarnas seguro patrimonio que pueda legal'
a BUS hijos un padre de familia.
Otro artioulo que podria explotarse en estas
selvas seria el copal 0 gomu animi, resina producida
por el arhol que los botanicos t Haman bimenea cur-
baril. Esta resina brota de los arboles al hacer in-
cisiones en el troneo y en las ramas, 6 por perfora-
cion en estas, 6 en aquel, practicadas pOl' los insec,
tos, 6 por lesiones producidas de cualquier otro
modo. Ouando los arboles son, como sucede con f re-
cnencia, gregarios y centenarios. la goma ha corrido
durante siglos por el cafion del tronco y eaido sobre
la tierra; sobre esta Be ha formado nueva capa de
(I) Socoiar , como decimos en Colombia, e. derribar la vegeta clon
baja, hermediaria entre los grandes 'rboles del bosque secular.
- 62-

tierra vegetal, la resina Be ba. foailiaado alli y se


presenta subterranea, en partes, en bsncee de COR-
siderable extension es vitrea y hermosataente tr~
parente, y alcanza en los mereados ingleses prOOi$8
de £ 6-10 S pm' quintal cnando esta limpia y bien.
purificada. Resistirla, pues, los gastos de export.-
cion pOl' Is via del Tolima, y aun por Is del' Putu-
mayo 8\ se hacen trutados con el Brasil y el Pem,
que allanen las diticultades que, por este ultimo
conducto, oponen las leyes y reglamentos aduane-
ros de esas dos republicas. Existe el himenea cur-
varil en la region de Tres Esquinas, pero me dicen
que abunda mncho mas en 180 del Oagnan.
Vainilla (vatdlla plonifolia) iambien se ve 001-
gante en los arboles de estos l."sques, pasando de
rama en rama y de arbul a arll01, pues es un bejuco
esta orquidea ; pcro en todos Ios parajes, aqui y don-
dequiera que vegeta en cstado ailvestre, esta muy
Iejos de dar lugar a exulotaciones en va-ta escala,
Cultivada ~.prncticad., la fecundaci6n artificial, Be
multiplican sus 111 oductos, mas tal cnltivo seria de
muy problematic« buen exito en estas remotes y
salvajes regioues.
Sobra cl iuansooa (mimU8tp~ balata) ya se ha
dicho In pertiueute al tratar de la region de Mocoa
y no hablare de zarzaparrrlla, ni de balsam OS, ni de
otras especies vegetules de valor comercial, espon-
taneas en la parte baja del territovio, porque elias,
como la vainilla, se prestarian s6111 a explotaciones
en pequefio. Monciollure unicamente como vegeta-
Ies curiosos dos. El uno es una asclefriadaoea cuya8
semillas estan revestidas de una lana auavfsima. Lla-
man esta colador, y empleanla en Mocoa para hacer
almohadas y 108 salvajes en el Oaqueta para dar
vuelo a sus flechas poniendo Ull puequeiio copo de
ella cerca de Ia punta del dardo, Es tina y brrllante
como la soda, pero no teniendo Ja reuacidad de 68ta
para el hilado, no es de esperarse que de aqueUal86
puedan hacer tejidos. EI otro e8 una madera que
Haman palo de cruz, la cual al brunirla y barnizarla
da bello y Iustroso pulimen to, y se em plea •••, r'\ ha-
cer bastones.
- 63-
Oon;o espeeies q~ prodaetos alimenticioe oita-·
remoll fuera del eMntadurq, bactri« gaclvipau, at,
osnengucho (mauritia fleuxosa), la misma elegante ..'
palma de hojes dispuestas en forma de abanico, Ua.•
mada moreche en Is. region del Orinoco, Is. cual ere-
oe aqui en cienagas y pantanos que por 6S0 llaman
cananguchaleo y cuyo fruto se come coeido y es 8Qli~
citada fruta de postre en Lquitos. }Jas importante ..
que eata, para ayoda de la subsistencia del hombre
en estas comarcas, es la palma mil peso« C. alfon-
sia oleifera '?) sus nueces ligeramente machacado -en
agoa tibia y puestas despues en agua fria, dau DO
licor qoe Haman loche de mil pello8, de sabur agra-
dable, y cocidss, producen un aceite diafano, que 88
empleepara el alnmbrado y como manteca para 108
usos cul inar-ios.
POl' 10 que respecta al reino animal, menciona-
remos COulOespecies principales de oaza, la danta,
cuya carne, insipida en la region frfa del territorio,
es en estas ardientes selvas de sabor casi tan 14U8-
tOSOCQU10 In. de vaca ; varias especies de m()D()II.~-que
alli son carne de corriente uso, como v~oeD
otras partes; venados, aunque no en tanta abundan-
cia como en Ia region fda; capivaras 6 yolas, co-
midos ,,010 por lo.~ indios, y dos espeoies depuercos
monteses. Es la una el cafuche que aqni denominan
oerrillo, corrupeion do cerdillo y el manao 6 zah.ino.
Este ultimo auda en manadas de ochents, ei~nto,
doscientos {. mas individuos; su aproximaciOn 88
anunoia por el grufiido do tantos ani males .jun.
tos como ruido de truenos de Iejanatempestad,
y por un olor lui generia Lien desngradable, El en-
cuentro de una de estas grandee manadas es peligro-
80 si no ha~' una rats en el suelo, un tronco 6 una
rauiu de arhol bastante baja para alcanear ella, sobre
la cual snbiendo Ii altura de siquiera llWdia van,
hay perfecta seguridad y se puedeu laneear cuan-
t08 zltbinoil so quiera, porque no huyen y no atacan
a quien este en 10 alto, por serles impos'bl.elevantar
la cabeza para herir con los COblliU~.J?~r08illo
hay a dond« subir para resguardarse, rodeado el In-
feliz cazado r por la manada, annque mate Ii. mnohos
- 64-

de BUS individuoe los restantes .no se intimidan 81m>


que ~tacanfuri08amente, derriban 801 cazador, Ie
pisotean y le devoran. El mismo jaguar, Ia dera rey
de estes bosqnes, teme el encuentro de eetail' mana·'·
das feroces,
En. onan to a aves, earn pean en las messs de 108
caquetenses, cuando la cllza ha side feliz, pan8 ne-
gras:y coloradas, guaoharacss; panjiles, camara1Wlf,
qne as nna espeoie del ~enero de estos y de carne
como 130 de ellos, de delicado gusto, y por ultimo la
paingvana, gallinacea de sabor muy semejante al de
sus congeneres dornestioados,
Los peoes del rio deben de ser de mueha diver-
sidad de especies, pero CHUlO viaje en tiempo de ave- .
nidas, euteramente desfavorable para la pesca, no
guste sino del bagre y del puno; el'te es el tiburoncillo
de agua dulce de que he hablado en una de las pt-
ginas anteriores,
Un molusco singular de las Iagnnas cercenas
al Oaqneta es la ostra de perla, Yo no Ia he visto,
pero nri fino amigo el Sr. D. Bernardo de Ia E8prie-
Ila.vuno de los oomeroiantes mas honorables de Pas-
to, costefio del Atlantico, antiguo residents en e 1
Territorio y caballero de intaehable veracidad, me
ha referido que ha visto indios coreguajes con nari-
gueras de concha de perla ; que, dudoso de 81 mis-
mo, llam6 a algunos de sus negros traidos por e1 de
lag costas del Pacifico, donde habian sido pescadores
de la preeiosa ostra, a fin de que examinasen e808
adornos coreguajes y que todos hallaron identioa Ia
concha a la de perla que ell os conocian tanto. Inte-
rrogados los indios, dijeron que la extraian de las
lagunas y aun dieron claras sefiales de las perl as
mismas que las ostras crian. Nada tiene de extrafio
esto, supuesto que en Europa bay criaderos de ellas,
bien que artificiales, en las aguas dulces, Seria si
Imposible haeerlas objeto de pasea en las lagunas
del Oaquets, pOl'que aiendo residencia favorita de
los boas e80S pequefios lagos, en sus aguas, de seguro
nadie osaria zabnlltr,
- 65 -

OAPITULO VII

LOS HABI1.'.ANTES DEL BAJO CAQUETA

Impropiedad de cualquier denominacion que se ernplec para desig-


nar a los que hernos Hamada blancos en estas piginas-Esta re-
partido el bejo Caqueta entre caucanos y tolimcnscs-e-Los toli-
menses en el Orteguasa- Falta de mujeres en cl bajo Caquetil-
Caso de diandria-Hay que preguntar quiln ('S ella despues de
todo homicidio cometido alll-Impotencia de la autoridad-e-De-
sidia de los caucheros-e-Hidrogrnffa de la region delOrteguasa-
Distribucion de las razas de indios en el tcrritorio-La raza ceo-
na-Su idioma-c-Coreguajes, tarnas y macaguajes-Sus casas,
utensilios y alimcntaci6n-Sus ocupacioncs-Sus orgias- Viajan
como bogas de los blancos con sus mujercs y si es posible COB
sus chicos--Con quienes negocian las tribus y de quienes depen-
den-Nombres propios de los indios-Son pollglotos- Su hon-
radez-s--Como usan nuestras monedas-s-Sus castigos-c-Sus Sit--
persticiones-e-El brujo Sin6n convertido ell tigre asalta la agen-
cia de Puerto-Principe-:t\lalcficios-- Vindicta de la tribu.

A
quem.
HORJl. hablemos del hombre en 01 bajo Ca-
Los habltantes do aqui son dc dos clases : 108
blaneos y los indios salvajes. Al decir blancos, ex-
presion de que se ha venido usando en estas IHigi-
nas, no so ores que se habla de individuos todos de
raza blanca: los que se han Ilamado aqui asi, son
promiscuamente blaneos, mestizos, negro:", mulatos,
zambos eindios de las razas incorporadas In civi- a
lizaci6n desde 01 tiempo de In conquista espanola y
que haee siglos han perdido hasta 01 recuerdo do sus
antiguas costuuibres e idioma. Se hu nsado de In
denominacicn blaucos para tomar una cualquiera,
P0l'qllO las dennis de que pudieramos valernos l'on
igualmente impropias : la do civilizados no convie
a
ne muchas de estas gentes, que no s616 no ssben
leer ni escribir, sino quo ademas de.ser ignorantes
y de no tener edncaclon alguna, son supersticlosas
.ME~[ORANIHjM 5
- 66-

ere) entes en agueros y absurd os; la de eristiano«


Inclniria a. los indios Inganos, sebondoyes y ceonas
del Pntumayo, que tienen todavia vestidos, costnm-
bres e idioma diferentes de J08 demas habitantes del
pais, sometidos a las leyes de la Reptiblica ; ra-
t'lionales. que los que aqui trato de designer, ban
adoptado en gran parte de la America espanola para
clistinguir8e de lOB indios '~alvajes, tampoco ouadra
, hombres que, como Oris6stomo Hernandez, el
conquistador de Ia Huitocia, han sido irracionales
y barbaros tanto como los salvajes mismos, exter-
minadorcs de tribus enteras, con mujeres y nifios,
Incendiaries .y asesinos. Digamos, pnes, blancos 6
.,aciQnales, sin enidarnospara el ieaso de la impro-
piedad de los termin08.· .
Y llamemos tambien regi6n del BajoOaqueta,
no 86101a baiiada pOl' el 1'10 mismo, sino toda la que
Be extiende al Norte de este hasta los Iimites del te-
rritorio con la Intendencia de San MartIn, en la oual
qneda comprendida la de los rfosOrteguasa, Oa
gnan y Yari. .
Esto entendido, aiiadamos alga-mas a 10 que
se ha dicho ya, acerea de los blanoos habitadores de
la region cuyos limites acabamos de sefialar,
Lo~ blancos moradoros del territorlo del Ca-
queta, dcsde Negruma hasta Sombreros, 10 mismo
que los del Putumayo, son en sn mayor parte can-
eanos ; muchos, los mas de ellos de las provincias
del SUI'. Los de Tres Esquinas para abajo y los del
Ortegu3lSa. Y el Oaguan, son, easi en su totalidad,
tolimenses. Hay uno que otro cundtnarnnrqnes, y
antioqueiios bubo unos cuantos, pero los venidos de
Antioquia no se fijan en ningrin Tugnr, {t menos
que encuentren lucro, Y una vez que cesa es~e,emi-
gran :i n:giones mas afortunadas por remotas que
esten j asi, pues, no pasan de dos 6 tres los indivi-
duos que ban quedado de aqnel Departamento.
Orio11u8, nacidos en el bajo territorio, los hay tam-
bien, y de estes, algunos hombre y mujeres, ya ma-
duros, los hijos y nietos de Ventura Ou611ar, toli-
menso qlW inmigro a los Oanelos, en 01 rio Orte-
guasa, ell tiempos bien anteriores a la cxplotaci6n
- 67':-'"

quinera, ahuyentado ,ae sus [ares .quiza ·llol·aJguna.'


de n\i(5str~tS gnctr:\8 intes\'inas, tal vez Is de 1860; y
primercolono blancode es~ inmensa regi6~. ABU.
ejemplo continuaron eatableclendose comj>atriotas
de Ouellar en ese mismo paraje y en otros del mis-
mo no, y en lao ultima guerra sa hizo mucho ma.
oonslderable la Inmlgracion del 'I'olima hash), el
punto de que, en la agencia de la Perdiz, hay snfi-
cientes habitantes para que se haya pensaIo en 180
fundacion de un pueblo. Esto fuera de lOR ernplen-
dos 'do las a?,cncias existentes alli en mayor numero
quee.ll' e1 rio Oaqueta, Estas son: La Perdiz, per-
teneciente a 180lllisina compaiila dueiia de Tres Es-
quinas';la del Racha, al Sr. Urbano Gutierrez; la
del Andaqtti', al Sr. Manuel M'!- M6mloz, y la de
Maracaibo, al S.', Manuel Antonio Angel En el
Andaqul, y sobre el 1'10 Pesoado, hay tambien, se·
gun me dicen, buen munero de pobladores eatable-
cidosoon casas y cultivos, y E'8 esa Ia via mas anti-
guapara eutrar al territorio del Judo del To!ima, la
misfutfde que se servian 10$ frailes francisoanos que
tuvieron Cole,gio de misioues en 11 Ceja, en el siglo
antcipflSl\tlo, Yestil es tutubie« Ill. unioa vla libra
paraentrar al telTitol'io v iniendo de ese Departs-
manto, porquo las deuuis perteuecen a erupresas par-
ticulares.
Rntiendo qlle en lu region del Orteguasa, en
esas "~rdflderas colonias, hay suflciente ntimero de
mujeres, de ellas muchas que son esposas Iegitlm as,
10 eual asegura lu estabil idad til> esas fundaciones.
Peroen {II Caq uet.i, el munero de umjeves 6S l 1:\-
mentablemente dcficiento. Los colones en el bajo
rio no pasan de (lie'l: )' seis () vciutc, cada uao de los
cuules tiene su esposa Iegitima c'l ilegitima ; mas en
IUS ~al~a8 y a.l arviuro de cllos, hay I)tr08 resideutea
~ontj'atistas oxtructores y lLJ~Ull uumero de peones,
los <'lI~lel'! tienen que pasarse si n la compania, 61
amory losserviolos de esta mitad del genero hu-
mano; mdispenaable Ii lao otra mitad, Dos caucheros
alli, y.es heche evidente, han resuelto el problema
aviniendose con una sola mujer para ambos, 18.cua1
pertenece pOI' dias, alternados, Ii cada uno de sus
- 68 -'

dos maridos, y es el unico caso)leelarado de dian-


drlA que qOD(>ZCO. Oomo lapasi,6b. del amor, empem,
es excl~slva'en sri objeto, no tq~9s los individuos
de esa infeliz comarca "podrian 'optar ,orla filos?-
:fica~80Inci6n con que se hSJI ~oJlf()fJi)ado "lOSd;08
refer.idosextractores, y 'aIll ha sido el entraren
cOlllpetenCias, infidelida'desy dt'sleaItiLdes que, des-
~rIH~jadamente. terminan en, sn J'flnyor parte de .nna
mal~~r:t tJ·agiea. Lo~ caqllet'ense~, pOl' regls general,
muorcn de mnerte violenta yen nl-Dgnna parte cabe
mejor que all], despues de perpetradonn homicidio,
Ia i're~urita i quUn es ella? que diz que no oltl'iten 108
buenos juecos del crimen. Onando,Y9 .pa~eyivia en
paz y t,ralJqnilid~d, a orillas del 'f<if URft, 'pareja ·qQ6.
acababa de desonrtarse del terce1',o' iinportuBu,el
marjdo, pOl' medio de' esestnato comefido por el
amante, y es caso que en esa region se ha presen-
tado repetldisimas voces. Los reos del delito esta-
ban sumal'iados en Mocoa, pero la acci6n de las
ltutoddades no alcanza a tan remotas lejanias.
'Hemus hablado de la desidia de los caueher08
para entrar al uronte y cualquiera creeria que una
vez que entran , y ya all], se consagran COli empeiio
al trahajo, mas no es asi, Cuando van a correi-Ia en
busca de los arboles de Ia goma, dondo quiera que
encuen trun cuza, matan 10 que hallan, no conel
objet o de hacer provision de carnes a fin de tener
para mas adelanto, sino con el de comerla toda ahf
rnismo. Sig-noll Ineg-H, y encontrando y iuataudo ma8
animates, ternan a parar dias enteros Y It comer
mas, Y pasan 8S1 la mayor parte de Ia epoca de sa
estadia en la montana. No so concibe que gentes
que 'vienon de tan lejos y para quienes la vida es tan
penosa en estas sn r vajes e iusalubres selvas, vengan
a perder asi lastilllosamente su tiempo, unico capi-
tal que po-een; ) as ese es 01 hecho, y salvo unas
poena honro:':ts e:\,.,cpcionas, parece que mas so onida
el cauohorn de comer y no trabajar, que de trabajar
para ganari'C una sub&istencia honrada.y ann haoer
un peq ueiio capital (q ne eso podrian) con el fin de
salirse 11 vi v i/' v ids Iaboriosa, peru mas desoansada
y COIl uienos padeeimientosy peligros, en lugares
-69-
de buen clima, en sociedad y
al ladodesu ra*¥lia
y con recnrsos. _ __
, .~·o 8610 h~y en el territorio cnltivo~;v~r~ vi;ve-
res,smo tambierrpotreros forrnados artifloialmente
para sostener ~gap ado - vacuno, del cnal hay algun
Inimel'o de cab~zas, enIas agencias del Hacha, La
,',Perdiz:' yTres"Esqoinasy en
Sachamatey er;¢a-
';;iia.ngnch~al,N ose en 108 otros puntos q nepersaCu-
, cion:es6xperimenfe. el ganado ~e parte .a~l~igl'e,
pero en 'I'res Esquinas, donde OIam08 bramar este
todas las neches at otrolado del, rio, no se 'h~ dioho
ntiJ.1<:~que la ~era haya hecho te~tativa.I.\Jguria:~o'1;Jre
.J.D Y~(\as de esa<agonoia. Unos me as~gnral1'que: la
.. ~t}l,acj(in del p{)ttero en isla, es Ia cansade estar ~la8
: rees n'81 favorecidas J' quo pOl' eso los caql:u~~n~e8
:'preftetcn las islas para. establecer SU~ ni?rad~a~; R~foS
aseveran que Jus ladridos de los perros de la. casa
abuyeiltan~elj~gu:ar. (I} '. ,::'1';; -\:.J
." :.y "antes 'de liasar a hablar aeto~imtiQ~J~al+a-
;~~~e:s~'Iti:l~~6;~~u;J:fu,~~'ad:~
o::gJi8tia de esta ultima. .• .: ..-/:L ,'.:

-:_~:l~elOl'tegnasli en la l'ordilmr~,'prieilta1;jm
- hi:lf'liei~ divisoriudel territor!o cotietToUina~yjo-
m'ando iiitecCi6n Noroeste t\ Este~8u'c1e8to l;O-ci"be' al
'OOOidente' el 'Rib 'detHacha', el :~n~P'tra~'e1;i:~'n8
agnas']as de laqnebrade 'de Ia (PEn~dl~';"a~nbo~,'el
no:! l~ q.v-ebra;~aJ_;naveg~tlle:" enca!;i§a,,' t ~,:?~tal!l
respecnves lllar~enes, estan .Bltuada~ ..l~~, .~~r,?e}a~,pe
snsDomhres.. Slgu,e, el Ortegnasa ~n 1~~AJ~eQ9~0fl-fln-
qc:ea~I.:3a_:~~l~~
dicada y recibe J>6t Ill, banda de Oneh-tee1 rIQ.ae

·t';ri~~·~~:
J:~~_~~ jfD'~~~~~~
mas abaj<r]a de·~e·ncyri,. A! Occi-aent,e':'reeib~.~e.
mas'del'Rio del' ;Haeha, la quebraUai'1J;q~hl~~~~el
.'l0:.~~iloquera~oy el ..rIo Pescauo, ]\a~~,a?,l~Y'in)t,~n
. (I) Es 10clerto, flO. b\\S~nte, que. ~stees . JIti>1l! .Rl{dor Yi~~C"""
cnandp,qd.ere a dondeiq'ulere, sl it re ipetu !?razos .!i.e,_~~~. p'~lr ~uc;hos
!i·'¥'Ia.
0

que_n ~)a que loll'puro{ en ')llfetI6'n de' t~bol!Iqlln (Ab eli


Uanu.,,~~}.l~jos 4era~fl~iJo~, 1>li~SP!k~iR.ue ~I ~'lIa~au
carne·f!tv(lrlta. Quiz;('~n'd~ rnA, -ble-n la, segurldad ac~~al de, 'Of sa-
.Id~-de 9U c:onon(ilbeJb..-y de la proxhnldad de las debesa~."I&S':tl'iaa
dl1l1abltacl~l\~ Il(s .~¥llo1ei.at IlI\pq,en ~petq a ~t; ..car~ow;(f;I;AO :
Ilelldo las vacas pocas y pequerio el-potr .•ro, no se retrran lejos y encuea-
tran protecc\6n en la presencia continua del hombre en las yiyiendaa
de bte.
-.70 -

en ,c?flP9ra,y:vi~ "como .se, ha ,~llfeslll1o, para, ,el ,4n-


If/(qUlY'la OeJ3. Sobre el Ortegu~~,finte~fifl,e SU I

~~_nf1HPIlC}a.~~ el ;Haoba,~ ~s~,Abic~d~!J,& ~~daci6n


~elf:H~i~~~·~~l.a.
C~si,en la ,~~j.l$~a, (}o,~llepp!a! .•.N>a-
~,,~.~~~f~~;;ny~:~eln~~g:~~,~a~~
~u.tt'titr~.e~ l~a!$~rH)de los Q~Jl~'~~'Ia)a·~~n~~ ,~~a.
I?g~,~~l
~.(~~aal f n eI O;~~gua~~) ~,on,.,copJ1QSQ ;.'~lWal
~e8g~8.,~n elOaqueta, en frellte, COlUO 8~ ll~f~~G'ho
repetidas' v~pelil,de la agencia de' Tre~ Esqninas,
~st() expresado, paEem08 a. tratar de los salva-
jes, .,~ J~.r,eg\qnjnedia del QaqQ.~i8.. Los, indios in-
g9.,,!OSI"()W~p,!ll1:~~ pa r to#\lta,dett~rdt,Oi-,iOY :1(1111 .llHcO
~e 13 h~Jil ,l~~~t;ala quebrada 4e,~ O.mel,s., ,~1l,Uflpte
del C~~:iucla. Y pur el PU~U\ll~YQ,hatita,S,an, VICeIlJ~ s
elGuineo. Sit:-!len luego en la.regi6n media de. am-
"bos rfos los indios do la raza eeonaque ~c;:mpar~J),lJn:l
extension considerable de torrltorlo y 9J1~~an .redu-
cldos hoy a unaspooas tdb~~ra ,la~,Aua:1es eigueu
.al$ur las de IQs hnitotos, dosdael otro l~~v:d~ .las
bocaa del Qagqant en. ,01 Saqp.~~~.~,~~sdQIGUepk~n
el Pntnmayo. En cuanto a lQI!~nJonas ClclJpan la
region aloccidentente delYarr.:'rJosrio,mbr~s de los
. rlos y ,qne~radas .indican 'POD certeza.que lndios, si
.'inga~os 0 ('e,oll~s, ocnpan 0 ha~o¢{lpa(},o:qIH\C;~~).~r-
ca, ',La teJ'!i!in,adon !laco.( a~u~) i~~l las~coni.enfp~~e
, :.agua, manifiesta quo so pisa et ~I;ptQrlO de los, .luga·
" »98• La term inacion !la, que .8ign.j,6.c.u~io() qu'ent:a.
,da enla d.e~,P~,f~i
1,~'}gllacoon a, es mU'a~t,f;)~ris#~ :9~n'
, fiP~d(). a hoi' a' ~n parte Y .antes J~n,!:lu t<lta1i~l'l:d'O;p,pr
rtnb.t18 deesta 'raza. 'All! Be eBcu~n~~.m.eomou:~,p·
',hr,es de 1'1011 y q uebradas, ~,6, ClJ'N1J.j~rIo.ae,,laR h~).rlP'!'
gas), COll,aya (quebrada dem~~ ~q8) Sf/1UJllVa trlO
; l1e 108 puercos), Peueqa (qo,~b;rada de ,l()s gl,lal!lll~),
-S!lrl8f.!Ill, (qn~bl'a,da ,de .lP~ ~QI¥lUitQ,S), Mi, '. ac.ifll9:{r'0
::d.611~onte). Y ademas, otros m~~~s,~Q~no ,C'fllmJll,
. ,o.flra.!g,ya., Ureua, Incu8iya,etc.,que-no-~ quesig-
· ·;~fican. .Los blancos ban c,ambi"doe:n algunos n0111-
· "Pies: la t,er~j~aci6n yae.n,6.l14 y,dicen Sen8'6llfl, 8u-
· ·rifM. lnct~la, #Stt1~trillft", de~~IJ4~;se~ 8e!~8f;Yl{,'~u-
;•."1/4, ,Jn~-ya, Sunn!la. En JacHultoCla no- hay:_-
..minaeicn caracteristioa para lo~ nombresde la8,~i)-
-71 -

rtientes, de agn&. 'Ilio ent.a-e hllitotos as mani, pero


DC) todos 108 "tiosJJevan estatermtuecton.
,OOInO deciamos, Ios.iudtos de la raaa ceona se
eaeadiof.eu en nntiempo 'hasta mueho mas rejoa
, de los Itmites del territorio qne hoy oonpan. 'Lo
peueba esa misma terminacidn ya, en 'los nombres
,40 rl<Nu)n pais habitado hoy por los carijonas,
como
,14aoaY8i; Oamuya,Itiya (ltilla dioen los blaneos
168
"1 ,aftl1ente del Van pes, que Ii su turao 10 es del
Bionegrc y cate del Amazonas), y por ultimo Dniya
(por corrupeion Unilla) quo sirve de linea divisorla,
ce1'C3 a. 13 cordillera, al territorio del Oaqueta con
Ja Iutendenoia «e,San Martin.
"En laspalabMs de Ill. lengua ceona hay mu-
;~Cta08- diptongos; caai todas ~ti6Ilen 01 aeento en la
:6ItUBa silaba como en 61 frallees; y como esta ulti-
malengua, la ceona es umy nasat.()aJa tribn tiene
, au; dilliecto aparte y se diferencian est08,los nnos de
loa otros, oesi no mas que por 01oambio de una leth
.ODl08 voeablos. ASl, ya 6 aya, no en Ia oeona del
Putumayo es cha () aclui en la de 108 ccregusjes ;
.,0, .hermano, so-combia en cJyi Y flire, quiero, en
'oAeir6 IS keir«: Paeden, pnes, las diferentes tribU8
entenderse facihnente unas COD otras.
Las de est3 r:.aKa qne pueblan el bajo Caqueta
50n las de 108 coreguajes (gentos de la garrdpata);
los Ma.eaguajes (gentes del monte) y los Tamas.
"LD8,Aiiaguajes (gentes de Ia serpiente) viven en el
Po.tmuayo, 10 ruismo que los Sanjoseee, Sandieg08,
_ete.: LOll coreguajes iaoran hoy, parte en Niftera y
. ,partQ: ~1l.~,olano (muy cerca arriba y abajo de Tres
:~BfJfluinas) ;108 Maeaguajes en' su mayor parte en
el.Seneeya, sfluente-del Caqueta y 'do! fumiliasen
~ :Maria, punto mencionado en eapithto anteriot,
y Ios Tamas .tienen una ramada de- tres casas en 011-
·saclUlti (10m a de mil pesos), sn asiento prinoipal.otre
,00DM de Ia boca del Oeteguasa, y- otra, 'finalmento,
a
~.ha. ido hace poco estebleceese con los oatijonas
-:enel Yal'l.
, Col'eguajes, Tam'ls y j\[acagnajes,lWn general-
,;IQ()tlte..de buena. estatura y bie~ fermados y'mu800.-
Isdos. Las mujeres, desflguradss por el carate, son
todas feas, sin excepci6n que yo haya conocido. Como
los, dennis indio! 001 bajo, Od.queta •..vadas familiae
viven en una miSmaC8811; de'IIRanera: quedos -hPlbi.
,·*antes de ona de. ~:alca:ban Ii 8ft,umtn~'~chen .
.__.0 mas almas, ChnBo, Ifftdice,-pue8, _ai ioa~tIe
'Jihdif)s en esta rogi6J1, entieildeile 'la reUJ~6n! de toda
una trihu6 parciaIidad. Noedificanesias mOl'ali48
como, loahlancos _snbre- lwrilol188.; __nnt-son;;pfil,'_&
.piso alto, sino de uii"soIn pieo ,y :.,(lOn8tnri~a8f!no
' ii las orillas del rio, .sino sobre ;1omas a. d&wda-neA.lf}.
gan Ias inuudaciones. Nada -mas seneillo que- ~ idb-
biliario y adminicnlos de .unadeesas casas: sen4as
Jaamacas pam los habitadores ;sendos, fogones para
coeinar los alitnentoa de llas-familias; J-as oUas'Y
calder-os necesarios para; el'0a8{),-YI31.-coladar para
pl'eparal~ 01 ca~aba yel ~ta"'dmano. ~eefJ bI8~~a
que se anade a Ia yuea'talJada,y que vierte d&i:ro()-
Iador, dentro del. oual queda aquella que sellama
~,cazahe euando ya esta asada, EI arco Y 13S fleehas,
-,pero mas generalmente .Ia eseopeta, :unaroofarpo-
, Des y anzuelos para 1& P68C1l, e6mJ)lat8uel t~nide
utensiJios de una de aqueUas moradas. . ': Li-I
En cuanto aalimentaeion,-,la yuea: boce:la:$a_
c,oi' parte del gastor yA~ venenosa, Uamada YUca
braoa por los blancos, 6s:)a'quo"mas usan, pew.la
qne estos prefieren y Haman yuoo, dulce la culti van
tarnbien los ceonas y ademas,maiz, plata no y cafia
de aeucar para el gnarapo.
La vida del coregnaje se pasa, 6 bien en viaji3s
£01110 hoga, profeshin en que CRt-os indios _son-1M-Hi-
1isimos; 6 en la caza yla;pesea,. 6 .en -tr.abajrnfde
agricultura; pero mas en bacanales en que 1&bfib.i-
. da es el guarapo de cafia, CU3o& 108 GOOonsBcuf1ti
en Nifiera, cuando IbS de So-Jan 0 en .'las. casas -de 'los
bmas en el Orteguasa, 6 esios:en las CaS:\8de llq:n~-
Ilos, 0 osos en las de estes Estast<()rgfas - ocupan la
mayor parte de sa tiempo, y POI"TresE8qninashay
nn perpctuopasar de lOB indios 0 indias en «anuM,
yendo a sus borraeheras:6 viniendu de estas. Ebrios
no respetan a sus jefes, y estos que han debido.sn
elecoidn a sus buenos Pdiios y -'ana fuertes brazos, y
a sus babilidades para lapalea, deben , t~mbien:a
.- 13 -
~llo~l n08~I~r aporread~~ e!1Jos~~om,e!:ge~~ias.,,~l
aguafdiente les p~ocJn?em~que_eU1bnagtH~.z,I.-l6J1-
'ra-,_~l'o.._lo~llra ;f~rio8a, -pt)seidos '(f~ Ia ctla'l'll'ri',I'~8-
~n af'mismo gerente de la agenCla de 'rrQS, ~
quinsa, que os para ellos su jefe supremo i de.suerte
, q1ie ,&te eontoda _8U suprernacla, btl de voucerrarse
niJclnltarse nli'entras'el slcl>bol tiene en ebullieidn
"~~I!>IPcere1;>r(j8',; . _"; - _ .-, -_
;,·Li, Tamftlil y'c()re~\1aj~s'anhtn'a-s'-6s'ni1'1jeres'ehij<iB,
--'y gnstan de no separarse de sa faillilia; 'ni ann -en
BUS viajes como bO~1l8. - Ossi ~iempre
Ilevan c.onsigo
a-8R esposa, qnien as mnt 6.tilc6l'no cocinera Iilos
'i~08.;bl~~osi-vi~j~rO~, t:eua;iHltdmyespp:ci<\ ~o-
'bb1tw-enlaeillbaiitmei6n',' viajim los Indios cQt1'alls
1OtItci1tiH~Btllnl bien:, - : (_ ,,' ' ,-,'. r'_,",'

"H "if!Mndlcionados a -dom13s,ticar ave's ae- 'to~~' cla-


"~,Ht~ntes, eamaranas, 'panjllee;" i}aJ~i'it:O~-~,te~·
,''q-.iera, monilias '1 ann cafuclies J'zahinQg: ,Cthitido
Iliaan' pajaros ;~<le. ;\herlndS~. plutilaJ~,~-I:'~h~dJ-nJ)i~l
d6n~tas plumas, 0 paravepderlas 'f,> ~e:gaJ,allla~~.l6s
-4ftaaooH,' () {1ArR'·e~galan~ry'lia;cer ,mas'c yJ:stilsas :las
~~eif'lalY;ct:m que se orlidi las sienes, "';_:", .
'1 -;·,!~~N•., se bft dieho jauMR:;de estos 'indies que 'em-
_p~n~~n ()~os~~ngan g~~~~~~ c~~~ra.0J!¥ ,triblIsdo
'BB~J-s:m,8, O'de~ferente~~~, nlqne"n.n~n,unQ8 con
oWos1\tera- de- siUj- 'borrBcbElra.s, 'ni 'cdn"tos blancos
-t81il-pt1tJtJ,' -- -.; ,_. - L'· ;;-,' -

-;;!,; "Los core,gWi~,s s'y talpa,s_,est~r(:emle.u~~~~)s[elf~e.


~~ciade Tr~~tIilif}M; "d'eCtl:to'·a:lnike.~' b~nWn~
"Uen'Zo para 'SUS'-; 4WMba8, pantalon'es"y;: 'n16~1uit0t98
heehos, escopetas.m uniqi~gy pol t~M-1~'l~clw-,n{a-
'8'!ete8 ;y'Mldffi'os~; y'p'a~'~rrservicio' de _,~og~~.6
'.eIi~tteh(l,,'Ta:ba'co y agdlinliente !JO comptan,pero
Mc~boo' euando con estos ~artfc1l1os ·108'iYb.aequian los
: MaWtXtS, Lejo~ de experimentar de paHe de estos
'i.tUbS tratamientos;' Boil ruimados por; los agentes de
1Tfwal' EA.qninll~- como 'niiios con'8entid()i!. y a e~s
~~-te8,: COffl{)' -esta'dicho;rinde.n 'tb'sltfdWs-bbed~en·
.'fm~Ucita, pa.rte
8inprete~i6n ''de hhpbn'~rl.a:~,~~
4o'3<fael1os. Onando lc~liilta- j~t~~~tig~~;nnol Vero
~;en.1a eleccien a
l&aprobaci6n~ del' gahmte no
la _a:~~~8"{Juien· laHa>sienrpre y, obteriida, entra
- 74-
';en fnnclones .~~nuevo ;~pi~p: LO':JP.ac4gu~4el
{Sen~ya dependen de.la ageJlAA",ue,6~pi, ell~ :fp-
J:u~ayo,y 108, de,Jo8eM~"del ,dv.,eiio:~6,1~.4.Dfa.
,d.etM:andur, ~tras men~.on84at.., ,,"; '.;"!: p
'~, "Escogen .par38,\($ mnj~r~.niiias peq~~;;y
.esperau para con8ul~r .131 m~~l'lmonioa,q~IllAg.ee
"Ia escogida ala edad de )a pubertad, ,~n fr~a
)lay' enla tribu ~l\ier~ fop,}J~ ijolte~: qjvitidal
~~6venes.,ler9; si lIay ~aJl~~ f :=Wae»nte1.con ~n~-
. 4ad, ser, e8ta.la eleg1(la del UidiQ!que .busoa . e&pO-
, .sa~,Onando vienen 10. pad,~ misioneroa easan a
estas parejas,quese. h~ unidQ:por, vORntat,l prDpja,
y han e8~ado .h!'ciWldo; e~r~~Q: ~iil~:~4~of'i'P·
dos los indivldaos ya form ados ~ir,QClb.j.dpfQU~41-
.tiSIDo, pero 108 npmb,r~ P'l~y (,lon.g.,a4cls por
Ja. ,!glesia les sirven ijolo .en ,8(18 -relaeionea con. ~~8
blancos, para ser conocidos y distioguidoa. por· ,~,
.porqne ellos entre S1 Be destgnancon ,otI'Oi· nombrea,
que son regularmentt);J()sde,~~J'u.petl~, ave8,,~
~ OOS Y vegetates, AHI".DIl;, 4'r:p,3., ~J;Qg\la~ 6" 'mMltgn_·
je, se Ilamara entre los' ~oyos . :W68k6~,qU~.8igQi~
danta j otro Nal¥.e 6.,~ttt1P; e~~e,maw alIa·lfl,e 6
,piiia. ,'/.J 'I:,' , '.;
Muchos de ellos ~,n, ido !i ·~ocoa y a L~ CN&,
Santa Librada, A:lta,mir41.Pitlllit0t. en el .~oliQ}a;
, Algunos conocen a Jquitos, y bay entre lo~co~~g\l"-
,jCB qnien haya estado ~J?: Man)~ y aun.creo que
.en Medellin, .Ilev.,do ~'.~: ,(ij,,,~ad~ an,tioqlJf>~8
;por D,. Francisco Gut,~rl'ez, !11l~guo dueno .~da
"agencia de Tre8,Ef,lqnj~ •..!i' ;r:!l " ;•. "; '.' ,.,
, Pecos son 1?8q1i,f(,lu~h~llet ~~t~~hcpl"~iqn-
.temente ; los mas, 10-:~~~ende.D,11~'ha~JP.1&lt:.J'
algunos, muy pOC08, del .todo iii 10 hablan ni 10"eB-
tienden. Son curiosas .JlIgt1o~ :de~8expreJio_
castellanas qqe, pueden formular. P,ara pr;egunUJ,r
,un boga coreguaje_i dORde dO~iremo8 '68h1:~'
-dira: 6nde. aoiianda (l Pero ,bie~:~, ma~!bab4dQ4·1qs
idion:ias, son estoe jlJfl~~; ;.pe~~lm~n te .poliglotps.
Oon un blanco se e~ijMdefl ,ep,f(p~t,eI~o.!lOQJl~.
indigena del Limdn ~njpga,<¥?»,. .nnode l~a~to·
cia, enhuitcto, y CQ~'~Il',~ijoJ1a,~n·car~jQD&.
Son honrados casi todos, excepto "los macagna-
-/5-

, jes.de JOS&.Haria, o'ili toman 10 ajeno. '401t;~


tibles, o;ta~, '10 'lne' 8Ed~va.n a hurladil~'88,: ~'ue
lo quo norindeo busnas euentaa, si artSoul~8 de 'csa
.olase les han sido ;~nfi.adOs.P8r(}eoMl de -valor,
especies luetalicas,-tels8 6 ntensili~;-pll&den: dejMse
,_en .el monte.slu QU8todia. y !lSD alcancey no losto-
o:",ao. Ni sa ha oid:oideeir ja.mas que haysn alsltt\do
a un blanco, ni annyendo este inerme y Boto;'P*t"s
matarlo y robarlo, 008a que 68 freeneIite iffi,tre:fus
guahibos de Oasanare y Ios mninanes y andoqnes
de mas abajo en el <taqueta. '.-.
No eonoeen el valor del dinero, como monada
c Instrum esto. de csmbio. sino como mercanele' de
,valor precioso. 8i vienen a. 8U poder eoles,pesos .00-
Iombianos, 0 cualesquiera otras mouedasde t>1a.t&,
las macbacau, hacen nuevas piezas dandoles forma
triangular, y, bien lisos y brillantes, usan 10l! argen·
tinos triangulos, como narigueras 6COll,O p'~ndientes
-:para las orejss. .
A veces son rigurosos en las penas que irnpo-
, nen a los SUyOR
mismos, Se me ha referido que nba
india, que debido a. no se quecironnst,ancia,'inon-
fdo en elr:desagrado de 8U tribu, fueoonaocia~ a
una playa remota y desierta r dejadaabisin viva-
res paraque muriese de hambre, o para ser vlcthna
de los .hambreados tigrea, 10 cual, sabido por el soeio
I,dministra.dor de' Tres Esquinas, Sr. Carlos Juno
Gomez, hizo traer de nuevo a la india a. II' casa
comun y ved6 a. los eoreguajes tanbarbaros cast~g~.
Son superticiosos en extreme, Hay una· oreen-
Qia entre eilloe que les es oomtm -eon los iuganos,'y
basta con machos blaneos, yno de los enteramell,te
ignllrantefl, sino de los que han corrldo y c-nocido
mundo y que tienen alguns inatrncoidn y trato de
gentes. Suponen ellos que el alma de algunos i,Bdi-
:viduos puede pasar al cuerpode 108 tigres, ya ~8
.:tigre8 de 'alma humana lOR Haman tigres 'mofa~ ;
Ii propesito.de 10 coal referire,un hecho oourridoen
.Ia.agencia de Puerto Prlucipe, cuando ann exietia
:Csta. Sahese que el. jaguar () tigre americano a~
, lo1amente 6.<188gentes debile8 e inermes, y sieml're
'Behre segnro y traidol"amente,o mny persegmdo'y
- 76-:'

"~do poe J06' cazadorell. Pues ·bieb :' acostadas a


![d4r~i!-" ,tr~8 6 c~abo, pel'8Oo8{t en Ia: casa fie 1&men-
L;ciQ~ada agencie, an, tigre':lmay hainbreadoo:enlo_
. ',Q-qooido,.salt6alcnartoen,qne y~fan,'as08 mdlvi-
'" duos ~ sus camas, no dormidos todli.vfa y aoometi6.
lea lllIi. ,Uno.;/wstuvo.la luoha & ,machete 'ootilla
.~~~, ;,Imt ..otTot ,S8 ,trop'aroo S. fas vigu del t;eoOOjy
l~~ode estQ,il tnvo la'adverteneib de: subirse clio'la
, ' esc<>p~ C4r8&da qae ,a" 1a oabacer •• de sn "echo ta-
..Q~a-:E8te b~ofuego sobre el:ja~u,*,.el Ct1al~rido
en una pierna, sali6 fuers de la calla ~and()', horri.
;bJ~s. pralpjdo!t, Por unos -dlas nU:'8e 'hab16Uc otra
.rcosa, ftl). ~odo&~queUQ$;coJitorn.()s, qua de Ill. a~i6n
y el atr~vimiento ~ltigre ;,jamas se"'habia:ofdotle-
.; cir eni:tQ~() al Caq\leta que un jaguar'hubieseosllao
.;~W1~a .asaltal' .una; babitaci6n bnmana; si tigre fuo
;~ ijora, tenia que ser tigTe mojano, porque.soloel
,.,!l)!ll3 de un hombre es capaz doe selilejantes valen-
tfas. Ahora bien; ~ que hombre o"a'~ que ,ll"bia
;transfa.ndidQsu alma en .el r.nerpo'"{}oun tigre, 6
+ ,ttansform~lose en esa 1ieraiPara los. ~()I'eguaj@:~la
-, respuesta noofreei6 .dificultad' n-inguna, ~ lQo:i~ln;e
i; p~dl~'trallBto:rmro'eQ'jaguar sioo~.B'br.ujo ~ :i,-Y:'q'be
prnjohaLiap*>rallf sino anode Iouuiamos 'O(~regoo-
! jes, .el brujo Simon"/ (Este erann viejo de SU' tribu,
(gue vivia alslado con su joven mnjerlejos'de-Ia oasa
" oomun). Y si era.nnocesarws. pruebasc!e qne el es-
tabaen ol cuerpo del' jaguar, asaltanCie de Puerto
.Principe, esas pruebaa exillHan porque- habia habido
qnien vtese.al hrujo, ,y no una persona, sino varias,
"curandose una herida. debala en un uluslo, del mis-
rno lado yen 01 mismo pnnto. en que 01 bigra hatiia
sido herido. ", [ ;
Las prevenciones contra Simon cpntinuaton ;
. tO$ meses, y los snos pasaban; la casa.,:de Puerto
'Erincipe cay6 y t,)davlf\ Siuuin sego,fatlhnu}oel'b'rn_
jo"Sillconte.ciaa,lguna desgraoia en oWrlquieJ':~8a
. de indica, aunquo lejos de eSB ossa vilJlaely .no .ha-
~,biaiest~d~) presents en eJ' cas.o,61 ao.tbrde ~oos-
.' gA"~C'i••. eJ"S Simon. Si moria alglina p,;traoml,deaqne-
,,1l~fl· que uno cree que .no deban ..morir, eloon SbS
_nUL}efi,ciosera qulen .la. habia mat~do. Una.oo-c.
-77-=-
guaje referia en mi presencia- cuando ya Sim6n
habia fenecido-c-ri nna mujer tolimense, en Tres Es-
quinas, que ella CIa coreguaja), habia tenido cinco
hijos, y que todos, uno tras otro, habian muerto vfc-
tima de las brujerias del nlalvado viejo. Al fin Ia
mujer de uno do los capitanes perecio ,Ii 8U tnr-
no. La medida desbor'daba, Era meuester que
cesare de existir el hrujo a fln de que vivieseu 108
dennis. Su n.uerte rue resnelta: una mafiana, un
mes, 0 dosantes de mi llegada Ii Tres Esquinas, los
capitanes de los coreguajes, con los nombres de sus
tribus, .rodearon la oasa de Simon, y 01 infeliz al
levantarse de 8U cama, fue asesinado acribillandolo
a balazos,
H'6 ahi Ins garantias con quo se vivo on medio
do los ,salvajes y de los ignorantes, irreBpo8ahl('~ de
sus hechos pOl' su ignorancia misma, Sin ~lnlJ<lrgo,
los coreguajes est/in mas lejos de la civiliaaoion hoy,
a tiompo de cometido ese asesinato, que 10 que esta-
ba nuestro pals casi en los albores del sigIoqne
acaba de pasar, Hamado el siglo de las luces, euando
erau quemados pOI' la san til. inquisici6n de Oarta-
gena, con aplauso de nuestros devotes abuelos, las
desgraciadas viejas que Ia opinion publica estigma-
tizaba con el xnismo caIiflcativo que dieron .Ios 881-
vajes a Simon. Y no estaba UlUy lejano, entonces,
tampoco, el tiempo en que en la cnItlsima'IngJate_
rra, se habiB ejecntado a. la {lltima bmja; llamada
tal en todos los ambitos de los tres reinosque com
ponen lit Ilastre Grall Bretafia de eetos dtas.:
- 78 -'

OAPITULovm

DE TRES ESQU1N A.Sk~ARUCA:NGUI

Salidade Tres Esquinas-s-Debo partir acorazado en defensa de los


mosquitos yzancudos-Los Sres, Angel y Gasca-Pernoctamos
en una playa en medio de 130 tempestad-Cacerfas-Curiplaya-
'l:d reino mineral en el ~o Caqueta-El chuarf-s-La plaga ala-
da-Latagua:..-EI Caqueta y el Putumayo a una [ornada dis-
tantes uno de otro-Los varaderos-El canal futuro p~a ~~ i
municar los dos rios- Vfctimas de los zancudos-s-La boca del
Chguan-Hidrograffa de laregi6n de ese rlo--Agencias dealll,
Salina 301 Tolima por esa vla-s-Los carijonas-e-La maya-Poe-
sia carijona-El rio Yarl-e-La piedra pintada. y las arpas eoli-
cas del Ajaju--Numancia-Suscercanias inexplotadas a. causa
de los mosquitos-s-Vegetacidn deesta parte del rIo-La calle, de
Guaquira-e-La uniforme monotona belleza del Caqueta-C6mo
se explica el que un marido llegue ~ ser infiel a. una consorte
hermosa-I.osgoces del Caqueta cantados por un bar do antio-
quefio, trabajador en Ia region-s-Llegsda a Charucangui,

EL 25 de Junio, a las nueve y media de la ma-


fiana, treinta y nuevo dias despues do baber llegado
'3 Tras Esquinas, sali doestaageucia.paraseguir mi
viaje rio abajQ~Voni~yo deedeMoeoa provisto de
mosquitero,' 6 toldillo para :defensil de los za.ncndos
poria noche; pero so me inform6 quo 10 necesitaba
tambien para en el dia, porque los 1ll08qUitOS diur-
nos que ya 1110 deseaperaban en 'I'res Esquinas, eran
alli benignos y en cantidad casi nula, comparados
con los del rio en el. trayecto qno me faltaba por
recorrer. En ofocto, el nuevo oompaiiero de viaja
quo ahora iba conrulgo hastaJ'a Huitocia, qnien no
era la primera vez quo hacia esa odisea, venia pro-
visto desde el Tolima de guantos y velil.lo para res-
guardar rostro y manos de la formidable plaga. Hube
a
de conformarmo con el USll,Y fa quo sin esa confer-
midad 10 hubiera pasado mucho peor do 10 que al
-79 -
princlpio me temia ; mas como no habia guantes en
el 'fI1~6n de 18 empress, ni msnera de conseguirlos
eD'"ithrgnna otra parte, bubo qnehabilitar detalesnn
par -de medias, En cUI1)to a calzado era. impoaible
de8pojarse de 61: la9 picaduras de los mosquitos en
pie;~) .piernas f!leirri~n y seInflaman hasta con-
veriina;enulcerss, las cnales siguen marcha rapida
de:BiCJ'lecentaIlliento en la atmosfera envenenada do
aquella deleterea regi6Jl basta Hagar a hacerso tan
gran des qUI;} cubren pie <5pierna, y antes de poder sa-
lira lugares mas favoreeidos por el clima y los re-
cUrSo!; ya hay carle en el hueso y quads. el paciente
invalidode por vida . .Entre una horrorosa Ilaga cop.
el peUgto consiguiente de la perdida de un miem-
bro, y un renmatismo, 0 una fiebre produoidos por
el ealsado nnmedo,la eleccion qua es entre 10 peor
y lo-melo.sebeoe optando por este segundo extreme
Pr&Yisto, pues, de 10 neeesario, me despedi de
miqnerido amigo el Sr. Teran y de 108 empleados
deIa.ageneia, a qnienes habfa debido flnas atencio-
nes,.en.tre en 10. canoa, empufiaron los bogas sus
remos, y a los pocos golpes de cst08, perdimos do
vista IsR' casas de Tros :fi1squinas. Senti infinitamen-
te no. haber encontrado alll al Sr .• Jesus Antonio
Angel, uno de los duefios fundadnres de osa empl'o-
sa, heroico adalid del trabajo en toda aquella co-
maroa; uno de los buenos arnigos quo habia hallado
enel territorlo r a quien debia finos y galantes ser-
vici'otl.Despues de una hora larga de navegaci6n,
lleg4in08,al brazuelo que conduce a OonsacIInt!!,.. :i
la8"-c&888 de los tamas, donde nos esperaba 01 :Sl'.
Aurelio Gasca, otro de los socios eapitalistas de la
empresa de Tres Esquinas, otro de los trtanes en la
Inoha contra 130 naturaleza en esa region y caballero .
cumplido, a quien <Jehu reconocimiento y gratitud
por sn solicita bondad ell provecrrne de cuanto no-
cesite pau, la oontinuaoidn de mi viaje, inclusive
una valiosa carta do reeomendacinn para 101\ Sres,
Oalderdn Hermanos, dol Garaparana, sin la eual,
llegado ahi, me hubiera visto qniza impotento para
contiuuar mi peregrmacidn basta Iquitos.
Pasamos ensegnida por Santa Marla y Bamira,
- 80-

no~nihl'es ~9,dqS!litip8 ,qqe sWl ~~rqs ~r~ea, d9~";


nohayhabitaciones hu~,~~, p~ "toAo.~
es una vasfa extension en qUA'.el desierto ~n~de;alh
desierto, doquiera snledady ailencio yporva~~,;
tinica en el espectaoulo el m~ rio ,de81~~~poca.
Iladainentesus ondas y bafiando con"ell~&, a ;wt"lIJl¥l,
y otro, el pie de los colosales If.rboles de 'mlJ.~I~,
grandiosa . " " , '. . .'
En Ia boca del Mecaya, en ;medio. de .violento-
temporal ,que impensadamente nos sobrevino, DOS
despedimos del Sr. Gasca, que. seguia ,ta~\>ie.n~.
Jquitos, pero por 1a via del Putumayo, porn.ecesl"
dad de nagar a 8U agencia de Giiepl,.~Olide, yari~.
quehaceres Ie retendrian alg4n tie;mpo. . ,
Un poconuis abajo, en 11\, primera.. p~ya que
encontramos v todavia en medic de la violenoia del
chubasco, desplegamos la tienda de campana para
pernoctar y pasamos la nacho sin haber podidopre-
parar alimeato algnno, por Ia .coutinna Iluvia que
no nos permitid prender fuego.
E126 salimos ide all! a las siete V media de la
manana, y poco despues paS.1mOB por ellugar donde
existio la agencia de .Puerto Principe, perteneciente
al Sr. Manuel Antonio Angel. AlH 5e levantan lo-
mas a uno y otro lado del rio, y en medio de
ellas se estrechn este considerablemente para en.
sancharse mas a bajo en hermosa amplitud ; Iuego
pasamos pOl' la boca de la quebrada de Oonsaya. En
seguida pOl' 8U1'U1':1, Ingar desierto como todos 108 .
menoionados en estas primeras jornadas; despues.
por Merendu, donde hay un platanal entre el monte,
aledaiio a una rasa de habitaci6n que en otro tiem-
pe-existio, 10 que prueba que Ill. civilizacion csta en
derrota aqui ; y a las cuatro de In tarde desetnbar-
camos en Curiplaya para plantar Ia tolda, hacer
rancho y pernoctar alli, sin que hubiese habido en
esa jornada otro incidente que los de Ill. caza con
las perij.ecias y emociones que a esta aeotnpafian.
Ese dia y los siguien tes eaian a tiros do escopeta y
carabina, ora una 6 dos pavas. lnego una caniarans,
despues un paujil, de snerte que en todo el visje
basta Charucangui en ninguna parte nos faltaron
- 81 -

exqnisitas carnes de monte. Los indios co-reguajes


que traiamos como bogas, SOH habiles t.iradorol'l y
casi tanto como ellos, algunos de lOR blanoos que
venian en las otras cannas cargadas eon la8 me rca-
derias de mi compaiiero. Certero era, nun de noche,
el tiro de los coreguajes : vi a uno de f}1l0S apuntar
a un pato que todos veiamos tan solo como un pun-
to lejano, e indeciso y movibl . y traerto loogo muer-
to, contribucidn suya ala ya abundante cena.
EI invierno, tiempo en que n080t1'08 viajaba-
mos, es la epoca en que hay menos oaza, de inane-
ra que es de presumirse cuanta se hallara en el ve-
rano, epoea en que abnnda tanto. Como todaesta
comaroa es un 8010 desierto y raras las embaroacio-
Des qne pasan, dondequiera se ven en esta ultima
estacion, segun me dicen, pajaros on el aire, y sobre
los arboles, pates en el agua y cuadriipedos en tie-
rra. Oerca de las agenoias y de las casas de indios,
perseguidos continuamente e808 animales, emigran
a constderables d istanclas, y cnando escasean 0 se
han retirado muy lejos, abandona sus babitaciones
toda una tribu para- trasladarse a
Iugares mas leja-
e
nos inbabitados afin de tener segura la provi-
si6n de cal De, de suerte que el asiento que en estas
paginas so ha asignado a Coreguajes, Tamas y Ma-
caguajes, puede muy bien haber camhiado dentro
de dos 0 tres afios, 0 menos.
EI noiubre de Curiplaya, de la playa en que
pernoetamos es inga, no ceono, y signifiea playa d,l
oro. Es verdad que los coreguajes, no teniendo en
su lengua palabra para dosignar el oro, que no se
conoce en sus tierras, han tom ado del inga la pala-
bra curi, Call que indiferenteurente denominan el
oro y lu plata. Pero la otra palabra playa, oompo
nente de Ouriplaya, es inga, 10 mismo que castella-
na EI inguno y el carijona toman palabras del cas-
tellano, cuya vocalizaoion y estructura fonetlca son
nmy semejuntes a la de sus respecti vos idiomas, No
aSI 108 que hablan en ceona, quienes solo muy difi-
cilrnente pueden pron unoiar los voeablos de nuestra
lengua, de modo que cuundo tienen necesidad de
designar nu ohjeto nuevo para ellos, aunque conoz-
){EMORA~'DL')1 ()
- 82-

can su nombre castellano forman palabra para se-


iialarlo POf composicion, POf onomatopeya, (} de
otro modo. Asi, llsman al toldillo 6 mosquitero
ka-'we oomposioion de ka, Iienzo, y 1ce, rasa; at fie-
rro le dicen kina, por imitaci6n del sonido kin que
cmiton al golpearlos, los utcnsilios y vasijas tie este
metal. Y de kin ban sacado kinare, lanza, y kina to-
tor6, caldero, literalmente, o11a de fierro. La die-
cion kurt es una de las poquisimas que hays tornado
el eeona de otras leng uas,
Esto entendido, ,pOl' que hay un Hombre inga
de Ingar a distanoia tan remota, al oriente J al oeci-
dente, de las regiones en que se habla ese idiorna I
A esta pregunta se me ha dado la respuesta, En
Ouriplaya ha habido oro y han venido Ii lavarlo
desde El Limon los inganos que dieron ese nombre
a la playa. Muy bien, ~ pero por que hay oro aqni
en el rio cuando ha dejado de haberlo desde poco
abajo de EI Lim6n y novuelvea encontrarse abajo en
todo el Caqueta ~ 'I'ambien me fue dada la respuests
a esta otra pregunta . .KI oro que hay en Curiplaya
no proviene del Caqueta, sino del Yuriya, afluente
del Mecaya, que trae las aguas de aquel al Oaqueta,
poco arriba de la playa de que tratamos (1).
Y es esto todo In que puede decirse aoerca tiel
reino mineral en el bajo Oaqneta y 10 que habia de-
jado para anotar en este capitulo. Al decir bajo
Caqueui, entiendase aqui, cl bajo rio, no la parte
baja del terrtturio, porque en los afluentes occiden-
tales del Putumayo y en el Aguarico (pais que se
disputan hoy peril"nos y ecnatorianos y que los co-
lombianos homos tenido como parte del nuestro)
han lavado siem re Ol'O 108 indios, y aun ba hahido

[I) Pre g un te a varios coreg uaj e s que sig nifica en su lengua la palabra
yur(, componc nte lie Yuriya, y no acertaron a respo nderme, par 10 eual
col ijo que es cor r upcion de ,uri. de manera que Yur iy a seria entonces
en ceona R{e tit! ""0. Estos indidos lingiiislicus me han he cho dar ere-
~ dito ala afi rrnac io n de varios blancos, quienes me han as eg urado que en
el Yuriya la frr ma cio n geologica es de oro de ; l u vlon , y a esto se ai\ade
10 que ulrlma rnente me ha dicho un minero de mi co nfia n za , el eual me
ha manifestado que ha hallado oro de alu vio n en los orlgenes del rio
Caiman, ro m t re del Meca ya en sus ca bece ra s, Est arul o e sta s inrnedla-
las a las del Yur iya , hay
n o por .ludar de que bote
que a rra e s
s tr s irnts-

rno a que l metal,


- 83-

una. mina trabaja.da por los espafioles, Ia de Santa


Barbara, ceroa de la poblacion de Santa Rosa del
bajo territorio
EI 27 salimos de Curiplaya a las seis de la ma-
nana, y despues de pasar por las bocas de Senseya
y Orotoya desembarcamos a las nueve en el Canan-
gochal de abajo, a fin de que los bogaa nos prepa-
rasen el almuerzo. Entre tanto tome mi bafio diario
en on bruzo del rio, en aguas donde pudiera ver 01
fondo pOl' precauoion contra las rayas, temblones
(gimnoto electrieo] Y pufios. No me ataco tam poco
el chuari. a pesar de las amenazas fnlminadlls en las
estrofas del Sr. Zuluaga, que mas adelante copiare ;
pero ya desde Descanse sabia yo 10 que era el
terrible animulilIo, J" por ox:periencia propia ha-
bia aprendido a temerlo, Un dia, despoes de bafiar-
me en 01 misrno Oaqueta, en las illmediaciones de
la poblaclon citada, senti como ai las ropas so me
hubieran trocado en fuego, y, ardido, abrasado, loco
de la desosperaci6n ya toda prisa, me despoje nue-
vamente del vestido, en 01 coal buscaba y rebuscaba,
sin hallm: al principio la causa de aqnel atroz bane
de llamas; pero ex:aminando nuis despacio pude at
fin distinguir unas casi imperceptibles hormiguillu
rojas, disl~minadas por todas partes en la ropa inte-
rior. Son estas el famoso chsiari, tan temible como
las avispas de mas venenosa ponzofia.
Reembal'cados luego, volvimos a desembareae
en una playa a las dos y media de la tarde, para
dormir ahi, por el ternor de no encontrar oportuna-
mente otra mas abajo para pasar Ia noche, pues ell
el monte los zancudos son nubes, y el suelo en Is
estacion de las Iluvias un fangal donde no hay pise
para levantnr l'aunho ni para plantar tienda, Oerca
do esa 1:'13Ja, mas abajo, esta situada la desemboca-
dura de 18 quebrada de Amana.
Al dIa, siguiente nos reembarcamos temprano,
y ontnimos a las rogiones en que los mosquitos rei-
nan como soberanos con poder ilimitado. Lmpoeible
un Jl)Olllcnto de sosiego. En tierra as preoiso estar
andando,porquo al parar vienen en iunumeras legio-
nes sobre uno, y en la canoa hay que resignarse &
- 84-

ser victima, porque penetran pOl' oualquier pliegue


del vestid», 6 pOl' cualquier agnjerillo de las medias,
\Sdel velo, 6 por debajo de este, y a. despecho de to-
das las def'ensas hacen pedasos 10. piel. . '
El 28 entramos a las oanoas, a las seis de la
manana, y desem barcamos unas cuatro horas des-
pnes en la Tagua para altnorzar. Aqui hay, en el
Oaqueta, la prirnera habitaci6n humane de para
abajo, despues de Consacunti, pel tenecienta aqnella
, un Sr. Paris, de Lbague, q uien tiene ahi semente-
ras que trabaja con peones blancos, La Tagna, si-
fuada en la banda meridional del rio, es el punto
en que se acercan nuis 81 Oaquets y el Pntumayo,
los <males quedan a distancia uno de otro, de un dia
de camino de a pie.
a y
Estos carninos de pie, entre rio rio, S6 deno-
minan »araderos en los bajos rios de Uolombia y del
Peru. LOF! varaderos trajinados para pasar del Oa-
queta al Putumayo son: l~ El del Mecaya, siguien-
do este rio para arriba, desde su desernbocadnr a
basta el punto en que se aproxima mas al Putuma-
yo, y desembarcando ahi y siguiendo camino de a
pie de tres dias hasta las aguas de este u.ltimo rio;
2.° EI del Senseya, que se signe de identica manera
basta encoutrar el 1'10 Oauoaya, que se sigue en em-
barcacion hasta llegar al Putnmayo; y 3~ El del
Garaparana, que era el que yo debia seguir. Para
tomar este se desem barca en Oharucaugui, S6 hacen
cuatro joruadas de a pie y cuatro de canoa en el
Garaparana hasta su eonfluencta con el Pntumayo.
Si alg(lU dia penetra la civilizaci6n en estas
comnrcas, sa abrirs indudablemente un canal de
comun icacion en Ill. 'I'agua entre los dos grandes
rios, 10 cual permitira navegar el Oaqueta en bnque
h.-sta salir pOl' el Puturnayo al Amazonas, obra me-
nos costosa y mas factible que la construeci6n de un
ferrocarril en lxs grandes chorreras, el cual nnpon-
dri», :dellH18, los costosos gastos de trasborde, afia-
didos al flete del camino ferreo.
El 2~, a las tres de la tarde, Ilegamos a un pun-
to sin nom ure. donde acababa de establecerse con
casa y cultivos un cauchero, Ricardo Carvajal, y
- 85 -
am resolvimos pasar Ill. noche. Si ese dia y 01 ante-
rior nos habian acotnpafiado nubes de mosquitos,
allf, al prinoipiar a obscurecer, nos asa1t6 tempes
tad de zancudos. Pronto tuviuios que meternos den-
tro de los mosq niteros Y ignai del que en el suyo
tuvo tsnsiquiera un minusculo ruto, I' rqufl pOl"Is
invisible aberturapenetro el pjerdto feroz, le atrond
con sn zuu.bido, Ie lauceri en cada linea cuadrada
de BU epidermis y le chupo sangre hasta <l;~jarle ane-
mieo!
El 29, a las cinco y cuarenta minutes de la ina-
fiana, continuamos viaje; a poco pasamos pOl' 11\ boca
de J etendti ; Ii las doce y media por 1:\ tlc8QIJI hoes-
dm a de la quebrada de Penoya, y a la una y uieuia,
do Is tarde por In del rio Oaguan, Estc es uno de 108
parajes del te r ritorio en que el espectaculo que se
ofrece a 1,. vista ostenta mas asomhrosa magnificen-
cia; mas atin que en la bor-a del Orteguasa en' 'I'res
Esquinas, por\l~e si el Orteguasa es grande, el Oa-
guanes much» mayor. A la verdad, en ese punto
queda nnnindeciso acerca Te emil de los dos cauda-
1080S dos eEl lIIa~ poderosarnente caudaloso, si elOa-
quota, queviene de Occidente, 6 el Cagnun, quese
ve perdvrse en el Septentrion, en 10:'\ co uflnes del'
horizonter '.
La re~6n del (jaguan es muy importante. AUi
se han extraido grandes eantidades de caucho negro
y no se ha agotado este aiin. }ijn las agencies, sobre
todo en Ias mmediatas al 'I'olima, se han fundado •
en grande p.(HrCI'IlS de pastos artlfloiules y pliinti"s
de cafia de azucur, de cacao y de castilloa. Itn los
de cacao se 11a oometido el enol' He sembrar seruilta
traida del Tolima, ell vez de cnltlvur la que espon-
taneamente da el suelo, y Ius de Oastitloa no han
prosperado, yo no, se par quo causas, quizli porque
han heche las plantaoiones, no a h sam bra del bos-
que; slnoeu terreno desrnon tado.
Expond:rcmos la hidrogratia de la region. y de
paso indiearemos los establecimien tos fundados all],
casi todos perteaecientes Ii compafiias particulares
tolimenses. N ace ,~\ Qag~all, 10 mismoqne el' Orte-
guasa, en Ia oorditleraorlental, en la linea divisoria
- 86-

del terr itorio con el Tolima, Oorre de Nwoeste a


8udeste, y recibe por Ia banda de Occidente el rio
Pescado, en euya confluencia con el Oaguan estai
a
situada la agencia de la Estrella, perteneci~nte los
8re"\. Perdomo Hermanos ; el de la Oeiba, la que-
brada de Ia Al'enosa, V el rio Guayas, de tanto cnrso
eomo el Oaguan misrno, yen cuya banda septentrlo-
Dsl esta. ubicada 180 agencia de 0016n, cuyo duefio es
el Sr. A.ugusto Buendiay en 180 meridional Puerto
Rico, del 81'. Ellas Cano, y mas 801 Sill', Monteoriato,
del Sr. Manuel Antonio Angel. IJ3 quebrada Sun-
siya, que es el riltiruo afluente de oonsiderecion por
eaa banda, cae al Oaguan mas }\1Sur, y despues do
ess quebrada no hay ningun otro que valga 180 pe na
de mencionarse a la misma banda. Por Ia oriental el
primer afluente as el 1'10 Pato, m uy 801 Norte; des-
pues muy lejos 91 Sur, Ia quebrada de Peneya; corea
de eats, II 180 banda norte se encuentra Is agencia de
Va.lparalso, perteneclanta al S.·, Elias Cano ; del
Iado sud de 180 quebrada, la oasa del 81'. Gerardo de
Ia Espriella ; mas al Sur, dos agencias inmediatas
una a otra, 180 Argentina, ouj-os duefios son los Sres,
Perdomo Hermanoa, y Ambato, que es del Sr. Au-
gusto Buendia. EI ultimo afluente poria banda de
Levante, 06 la quebrada Oarabiya, en cuya banda
sud esm situada la fundaci6n de Guamal 6 P U81·to
Principe.
Se me ha informado que a poca distancia de su
desembocadura, se angosta mucbo el Oagmin para
hacerse muy profundo, 10 que Ii ser a81, 10 haria ..,.
muy faciI de navegar en toda epoca del afio, En
eanoa 10 es basta el ponto denominado San Vicente,
mas arriba de la boca de la Oeiba ; de ahl hay cua-
tro jornadas de peon carguero hasta Ia Estrella, y
de aqui tres jornadas de a caballo basta, Oampoale-
gre, en el Tolima, ya muy cerca de Noiva, quiza
menos de medio dia, EI Gnayas no se basta que
punto es navegable, POl' este rio, la trocha de a pie
8eg6n entiendo, conduce al Gigante mds al sud de
(Jam poalegre.
Los indios de la region del Cagudn son 108 Hui-
totos,a la banda oriental del rio, y los carijonas al
- 87-

otro lado del Yari. Los carijonas, tantas veces men-


cionados en estas paginas, son los indios mas inte-
resantes del bajo Oaqueta, mas industriosos c inte-
Iigentes q lJC los demas salvajes del territorio, y
como valientes, temidos por los huitotos sus veci-
nos. Fabriean hamacas muy solicitadas poria oali-
dad de.ellas, auperiorea a las dermis de fabrioaoidn
indigena; curare {, veneno, elrnejor que puede con-
seguirse, mejor aiin que cl de Lamas traido de Lquj-
tOR; Y en vez de ousmas para veatirse ellos mismos,
camisas de la cascara de un {trboJ, primorosamente
Iabrada y eon fortaleza snflciente para no dejar pa-
sar la fleoha hasta la piel, de modo que esas oamisas
les sirven tambien de cotas de malla. Al decir de
los blanoos, aunque creo que en eso hay exagera-
cion, conocen muchas propiedades de las plantas,
y reservau para si esc oonocimiento como secreto
inviolable. Se habla tambien de un veneno, la'maya
que aplican espolvoreandolo en una hamaca, 0 cual-
quier mueble en que haya de sentarse 01 blanco 0
indio, a quien quieren aseeinar, y que ese polvo,
absorbido por boca y narices, 6 aun por 108 pores,
mata infalible c iustantaueamento. Se dice que
a.
cnando el oarijona va cosechur la mayac.espera a.
que el viento 80pJe pOI' el lado contrario a aquel por
el cnal necesita aproximarse a la planta y que Ie
seria fatal omitir esa preoaucion. 'Pengo mi sospe-
cbs de quo esa es una de tantas fabulas inventadas
quiza pOI' los indios mismos para haeerse temibles
a lOBblanoos y que de estos los ignorantes y senci-
1108 la~ oreen como hecho evidente.
Ya se ha dicho de 180 lengua carijona qe tiene
Is voealizaoion de la inga y de la oastellana, Es muy
eufonica y m uy pro pia, pOl' 10 armoniose, para. la
poesia y la eJocuencia. Acompafian eu baile con
canto, y cantan estroras relatives Ii los inoidentes de
III guerra {, de la oaza, 0 fabulas en que son prota-
gonistas euadrupedos, ayes 6 peces.
EI rio Yari viene tam bien de la cordillera. 01 ien-
tal y corre con el nombre de Peligro hasta Ia des-
embooadura del ~iio, por el Iado del Levante,
punto desde el cual asuma 6U nombre de Yarl. POl"
88 -

esa misma banda recibe, ademas, Ill. quebrada del


Tigre. el rio Oamuya y el Oajise, POl' el Oecidente
no se me ha hablado de mas tributario que la que-.
brada Ureya. EI Yari cao al Oaqueta ceroa de las
grande chorreras y como el Oaqueta tiene una, cer-
ca de sus desembccadura, ~~n ests eshi situado un
puerto de braaileros, desde el oual vnel ve a 8e1' ns-_
vegable el Oaqueta basta su conflnencia con el ~-\.m~
zonas.
Mas alIa del Yarl esta el Maeaya, tributario
del rio que en el mapa do Oodassi fignra eon 01
nr n..bre de Ajajee, a l cual los caucheros llaman
AJaJo y que mas abajo se denomina Apoporis, y es
otto de los ~randcs afluentes del Oaqueta,
Cerca del Ajajee hay una gran piedra (no es Ill.
del Oocece, Ia cual e8ta en la regidn del Rionegro)
con flguras de dantas y otros animates de caza. So
habla tambien de una campana fantastica cerca de
ess roca, sobre un cerro <5pefia, campana cuyo oca-
sional tafiido se oye de vez en cuando en medio del
sileneio del desierto, Si algo de eso que emita sonido
existe, sera cosa como las arpas eoHeas, que sngirle-
ron a Ius egipcios Ill. construocion de Ill. estatua de
un Memmo"J, la cual, como notgnora el lector, Ian-
zaba grito 6 soni Io, al her ir la los primeros rayos
dol sol Levante.
Y es esto todo 10 que tengo quo deeir sobre re-
gioues que no conozco sino de eidas.
El mismo dia que pasamos poria boca del Oa-
guan, llegamos a N umancia a las tres de la tarde.
Esta situada esta agencia al lado meridional del Oa
queta y tiene varadero al Pntumayo, el cnal rio que-
da distante s610 dos jornadas. La extension del te-
rreno que media entre los dosrlos aqui, es una de las
poeas, quiza la unica, de la cual digan los eaucheros
que es abundante todavia en el arbol de la goma,el
onal no habia explotado en 08t08 parajes, q uiza por
la terriblo plaga del mosquito, mas numeroso, mas
feroz, mas desesperante en Numancia que en nin-
gnna otra parte de 10 que yo habia conocido en 01
rfo. A esta circunstancia tam bien es imputable el
quo no haya sementeras en Ill. agencia, pues ningtin
- 89-

peOn quiere trabsjar a ningrin precio en labores de


agricnltura en f!'OS Iugares, donde no hay epidermis
que soporte los millones de lancetazos que se reel-
ben cada minute. Los viveres que se cons urn en en
Numancia, se traen de Pefiarroja, estableoimiento
sobre el Cagmin. que fue, 6 es, perteneciente a 108
Sres. Eranoisco Zuluaga )' Pedro Urtega, como fue
Numancia mismo antes de pertenecer a. la Oompa-
fifa, dueiia de 'I'res Esquinas. 'I'raidos los viveres de
lejos, estan las gentes de la agencia expuestas a ca-
recer de ellos pOl' tantas de 1M contingencias que en
esos lugares Re presentan.
En: Numanein permaneehuos a. la defensiva, y
fue.defensa heroica contra los mosquitos y zancndos
10 restante del dia 29 V todo el dia 30. EI dia 1.° de
Julio, a. las seis y media a. m., nos reembarcamos.
EI rio estaba desbordado y Ill.canoa marchaba rapi-
damente, ora por on medic del rio, ora pOl' cerca de
sus orrllas, no lejos de los gig-antesco8 arboles de oofl
tarari, de cuyas pepas se alimentan las pavas, y de
la palma chu-hana que a ma las ague del rlo, a cnyos
bordes eaM siem pre. La vegetacion habia venido cam
biandoInsensiblernonte. La ~uadua que desde Des-
cause .formaba a uno y otro Indo del rio inmensoa.
bosqaes, habta venido escaseandose mas y maadesde
Amana para aca, y por ultimo, ya en In H~itocia,
mas adelante, desaparecio por coiupleto, a 10 menos;
ni aUa la vi en el monte, ni como madera de. eons-
trnccien en Iss casas, para 10 eual es la casi exolusi-
vameate usada de Tres Esquinas para arriba.
A las tree de la tarde desembarcamos con el fin
de pernoctar en Ill. playa ell'! Mono, y el 2, a las seie
de In manana, salimos de al ii para hacer la ultima
jornada sohre el gran Caqueta. Pronto estuvimos en
1a calle de Guaq uira. Los navegantes del rio dividen
la longitud de este en uueltas y calles. V1telta es toda
1a extension del rio dentro de los limites de uno de
los giros que haec, y ealle es toda la extension longi-
tudinal del mismo que se alcanza con la vista hacia.
arriba y hacia abajo . .En cste sentidu la calle de Gua-
quira es la mas larga que el Oaqueta present a en
todo el trayeeto desde el Limon, y esa calle es, por
- 9 0-

eonsiguiente, uno de los puntos en que es mas mag-


nifloamente bello; pero COIllO su.belleza 6S doquiera
unifO,l'me, me hice por riltimo Indiferente a
ella, ep
esa larga nevegacion, en fuerza de tanta ruonotonia.
Me explique entonces, aunque no excuse, las veleida-
des de ciertos maridos: hay quien tonga consorte.
regiamente hermosa, que es la envidia de todos, a.
tiempo que 61, deseneantado ya de su antes amoroso
embeleso, vuela como la mariposa de flor en flor, en
busca no ya de iaual 6 mayor hermosura, sino del
placer.de Ja variedad y de las emociones de la mu-
taci6n.
IJNi C'6mo admirar tampoco belleza algona en
media de las nnbes de mosquitos que como enemigos
encaruivados nos perseguiau dirigiendo sn vuelo Ii
doqnier que vi rase nnestra embareacionj Si por un
momento, por el calor I) para comer, habia que qui-
tarse el velillo, 6 los guantes, las legiones del insecto
alado se dirigbn furiosamcnte sobre rostro y manos,
que poco despnes estaban llanos de edemus que CII-
brian Ia piel casi sin solucion de continuidad, causa.
dos por la venenosa tromps del mosqutllo. Dos infe-
Iioes indios canoanos de la cordillera que se dirigfan
a Iquitos en otra canoa, y quienes para aynda de
BUS costos, veuian sirviendo de improvisados bogas,
tenlsnya hinchados piernas .y pies, y uno de ellos,
a pecos dias, hubo de comenzar a padecer de una
Ilaga, de 180 cual, creo, no habra. sanado atin.
En media, pues, de semejantes horrores, desapa-
recia el sentimiento estetico, 6, si existia 68to, no
ocurria mas al pensamiento que el recuerdo de los
versos desert ptivos de las delicias del Oaqueta, de un
bardo antioqueiio, zapador de la civilizaci6n en estas
regiones, q nien aSI empufiaba el haoha, para derribar
los arboles del bosque secular, como pulsab., 13 vihue-
la en 108 dias dejolgorio, j.ara acompaiiarsc en el canto
de coplas, las mas improvisadas; trabajador y cants-
dor a la vez como buen antioqnefio, verdadero joll1l
good feUow, como dirian los hijos de la nebnlosa
Albion. Recitando mentalments esos versos, que tie-
nen el merito de la rigcrosa verdad y a los cuales
- 91 -

habia aludido antes en estas paginas, pasa sin darme


cue.ita por Ia boca do Ia quebrada de Jirimanl, y
por la de la quebrada de Manuel Delgado, donde de
aguas arriba vive un colono de ese nombre,
Oopiare las estrofas :

LAS DELICIAS DEL CAQUETA

Si la pasiou de viajes te domina,


o h.asti'o de los goces sientes ya,
Consiguete una carga de quinina
Y dirigete al bello Caquet a ,

Y si picnsas venir, lector querido,


Tre.e quintales de ungueuto mercurial,
Para matnr el chinche maldecido,
EI mirnisculo y picaro animal.

No 10 dire del territorio en mengua,


Pero es triste y purisima verdad
2U(' aqui ataca el carate hast a en In leniu.
Sin distinci6n de sexo ni de edad,

Ya sabras que calor insoportable


Bs un mal, no el menor de la regi6n
Y el bafio aqui, recurso impracticable,
No placer sino pura maldicion.

Quien se desnuda, t6.baoos convida


Y entrega sin defensa Sit pellejo,
Y en el agua Is raya le haec herida,.
Ulcera sicmpre hasta llegar a viejo.

Y acuden, pufios, con cortante diente


Y de sus carnes toman por racion,
Cada cual su pedazo competeote,
Cual se raciona godo bata1l6n.

Si por suerte del agna sale ileso,


La ropa se ha cundido de chuari,
Y al vestirse es la tunica de Neso,
o sinapismos de quem ante aji,
Si insistes en nair al tccritorio,
Consigue guantes, ~edi~_rTrij1h),
Porque hay en este horrible pargatcrio
Legiones infinitas de mosquillo.
Ejercito feroa y horripilante
Que at.aca por mil pantas a Ia Ve&
Y que trocara en patas de eIcfaute,
Si vas descalzos tus desnudos pies.

Y si Ii la noehe el bieho carnicero


Cesa en su obra y se marcha Ii su retire,
Ya entonees, al redor del mosquitero,
Aguardan los zancudos J el vampire,

Desgarra el toldo, en medio de tu suefio,


El murcielago de h6rrido colmillo,
Yentra J te mucrde y coo tenaz ernpefio
Chupa la sangre que deja el mosquillo,

Y entra tras ella nube zumbadora


De zancudos con mfisica infernal,
Y al son de trompa, pitos y tam bora
Pican y punzan con furor bestial.

Si afligieron Ii Egipto siete plagas,


Aqui hay seteota mil, y existe entre elias,
La de grandes cual queso, sueias llagas,
Fuera de ineordios, hubas y doncellas,

Soportar hamhre aqui es antigua mana,


Que viene por costumbre 6 tradicioa,
Yo ya tengo en las muelas telaraiia
Y en el gaznnte nidos de rat6n.

Y aguantar todo eso fuera nada,


Nada las fiebres, chinche, ni carate,
Zanc\tdos y mosquitos pamplinada,
Y quejarse del ehumbe, disparate.

Pues moriras en agua 6 en canoa,


AI golpe del electr ico gimnoto,
o serviras de almuerzo a tigre 6 boa,
o de ccna a antrop6fago huitoto,

Al conclnir Ia rocitaci6n gritaron los bogas 00-


regnajes: " ~Charucangui l " Habfamos llegado a la
segunda etapa de eats continnaci6ndel gran viaje,
y a. este singular pais de antrop6fagos, lao Huitocis,
- 93-

conquistado por una docena de valientes colombia-


D08, oopia en herofsmo de sus antepasados conq uis-
tadores espaiioles.

OAPITULO IX

CHARUCANGUI

Desembarco ':0 Charucangui-Rlos afluentes del Caqueta hasta alii


y desde El Lim6n--Las gran des chorreras-El Dr. Crevaux->
li1pirattL de los Andes-Cena de carne humana-Escapatoria
dclas garras de los antrop6fagos- Visitas de los huitotos a Cha-
rucangui-i- l.lega alli uno de los conquistadores de la Huitocia.
Su sequ;to.-Conversaci6n con Cl-Poblaci6n de esa comarca.
Los ind.os y los peones blancos vendidos como esclavos-s-Con-
quista de la Huitocia-Cris6stomo Hernandez.

. ESEMBAROAMOS sin mas incidente que un


D acertado tiro de carabina liecho por mi com-
pafiero de viaj~ a
una danta joven que atravesaba el
flO Ii Dado y de cuya exquisite carne se hizo provi-
sidn para los dias siguientes, bienvenida provisi6n
en aquellas tierras en que por el munero de habita-
dores se ba escaseado ya 180 caza.
Oharucaugui es el nombre de un capitan de
indios quo tnvo habitacion ceres de este puerto,
pero el nombre que dan los huitotos a ese lugar es
Kuira, y los blanoos de 'I'res Esquinas r
Numancia,
Puerto Pizarro, en honor de uno de 108 socios de 180
Empresa, a 180 cual pertenecen aquellos estableci-
mientos. La del Oharucangui actual, es casa no hace
mncho tiempo edificada pCil' los Sres. Zuluaga y
Ortega, abandonada Iuego y en su mitad caida, ha-
bitada solo transitortarnente pOl' los pasajeros que
alli Ilegan, y permanccen forzosarnente algunos
dias esperando, para el trans porte de sus meroancias
6 equipa]e, a los indios que tienen que mandar pe-
dir a
una de las agencias del Garaparana, lejanas de
aUi.
- 94-

Aqn! me despedi definitivamente del Caqneta,


mi ya. viejo compafiero, cnyo nacimiento habia visto
y cuyo desarrollo habia seguido, viendolo pasar de
ninoa grande, de pobre a rico y de rico Ii opulento
De Lim6n a Charucangui as reIativamente corto el
mimero de sus afluentes. RerapituIando, estos son:
pOl' la banda norte, los rIOS Fragna y Yura yaco, Ia
quebrada de la CaneJa, el rio Orteguasa, la quebra-
da de Oonsaya, la de Orotoya, la de Peneya, el rIO
Oaguan y las quebradas de Jirimani, Guaquira y
Manuel Delgado. POI' el Sur no hay mas trihutarios
que merezoan nota. que los rfos Mecaya y Senseya
y la quebrada de la 'l'agua.
A tres jornadas de Oharncangui eSUln sitnados
los grandesranuales del Oaqnsta, que IIaman eho-
rreras en el territoriu yque asuu.en proporctones
de catarata. Al terminal' estas ('i. Ja boca del Yad,
el gran rio toms 01 nombre (1(. Yapura, y la regi6n
qne sigue La sido muy poco pisada pOl' loa eolom-
bianos y frecuentada unieumente por los brasileros,
quienes vienen en Ianchas de vapor, y de los cnales
muchos han sido vidimas de los carijlJnas yotftS
tribns que los han saqueado y asesinado,
A] despedirllOS del Oaquets no 10 haremos sin
mencionar el yiaje del Dr. Orevaux.quien, Ii 10 que
entiendo, es el unlco eientista que ha recorrido el
rio en toda su extension navegable desde el Lim6n
basta su desembocadura en el Amazonas, viaje efeo-
tuado en epooa comparativamente reoiente. EJ gran-
de explorador frances, cnya estatna se alza hoy ell
Strasburgo, su ciudad natal, y euyo nombre tiene
en honor suyo una calle en Paris, snbid pOI' el Ama-
zonas arriba basta encontrar Ia boca del Putumayo,
suroo cste en un vaporcillo perteneciente a la (tom-
pafiia guinera, cuyo representante era el Sr. (hoy
General) Rafael RCJes, hasta el pun to en que cesa
en ese rio la uavegaci6n por vapor, y en segnida reo
010nt6 en canoa husta e) puerto de] Guinco. De allf
paso por tierra al puerto del Limon y tuvo que con.
aeguirss nn guia para la prosecucion de su intento,
que era el de navcgar pOI' el Oaqneta abajo, hasta el
.Amazonas otra YC7,; mas como 01 Caqueta era poco
-95-
6 nada trajinado pOI' blancos en aquella epooa
(afio de 1~79) y era en gran manera temido por es-
tar habitadas por ant-opofagos SU8 orfllas en la
region baja, fudle 301 Dr, Crevaux muy diffcil Is coo-
seoucion de es- guia, y al fin tuvo que conformarse
COD el que pudo ballar; un tal Santacruz, conocido,
segun el ilustre viajero, con 01 nombre de pirata de
iON Andes, y de q uien 80 decia (asi Io aseg'ura 01 Dr.
Orevaus.), que habia sido autor de Ill. muerte de un
ingles, al cual habia servido de guia al N apo y a.
quien asesino pOl' robarlo, Era, pues, Santacruz
hombre temible, y mas iba Ii scrlo para Orevoux,
porque los peone •• que bused para el viaje fueron
indios Ii su devocion, y Ia vida del doctor iha ., que-
dar a merced de el en aquellos desiertos. Admirable
valor el del viajero frances, por DO decir imprudencia
y Iocura el entregarse a un hombre de las condioio-
nes quo describe, A pesar de todo 10 cual embarc6se
el doctor con Ul en el Caqueta, was no fue de parte
del pirata de los Andes de quien tuvo que corral' mas
riesgos, sino de parte de los canibales huitotos, Al
Hagar Ii una u.ansion de indios, donde pidi6 aloja-
mieuto, presencio alli el reparto de Ill. cena. De las
ollas en que cocian esta vio sacar el doctor, cabezas,
brazos y piernas humanas, y depedazados estos miem
bros del cuerpo, vio servirlos en porciones a los ha-
bitantes de Ill. casa, con la misma indiferencia con
que se Ie serviria Il el, en un restaurante parisiense,
un estofado de tern era () un bifsteck a la Ohateau-
briand. A cual le tocaba en parte una tejada de pier-
na, Ii ouril una de brazo, a quien nn pie, -f este una
mano, al otro un gniso de se808. No recuerdo si re-
flere el doctor que a el Ie hubiesen ofrecido su plato
de potaje humano, ni, si ofrecid«, que gesto hizo el
al negarse Ii tornado. Impresionados pOl' este horro-
roso espectaculo.so retiraron 6\ y sns compafieros, no
a dormir sino a ocupar las camas en e1 cobertizo en
que los alojaron. Alii resol vieron, para no servir de
alrnuerzo Ii sus hospedadores, velar toda la neche aper-
oibidas las a rill as, Iistos para cualq uier emergencia
y haciendo centinela pOl' turnos, Y no fue todo eUo
en vauo, porqne si bien pasaron sin novedad todaa
las horas de la noche, en las primeras de la madru
gada sintieron 01 tropel rio 108 indios diriglendose
haoia e1108. A 10 cual oada uno do los vlajerostouxi
8U rifle, y, arma on mano, recibieron a los huitotos
que Ilogaban arm ados tambien : pero desconcerta-
dos ostos 801 ver fallida la sorpresa que intentaron
sobre los blanoos, discnlparon 8U presencia a bora
tan intempestiva, diciendo que venian ainvitarlos
al bafio. Los viajeros a sn vez fingieron aceptav ln in
vitacion, mas llegados al rio saltaron bruscamente
Ii su oanoa, cortaron 180 amarra y remaron con todas
sus fuerzas hasta el pnnto donde era mas violenta 180
oorriente, J al empnje de osta en po cos minutos se
hallaron fu6ra del alcance de 108 canibales.
Todo el relato que precede es sensaoional sin
dudaalguna, pero no pasa de ser una invenoion del
Dr. Orevaux, Su guta, a quien 61 describe COl110 un
forajido, era un f:obre y bnen hombre Ilamado, n6
Andrcs, como dice el doctor, sino Fernando Santa-
cruz, muy conocidn en Mocoa como sujeto honrado
y era ~enoralmente estimado por 108 blancos y muy
querido de los indios, los euales 10 recuerdan toda-
vfa, pues ya murio, con veneracidn, carifio y grati-
tud. En toda esa regi6n a nadie han llamado pirata
de los .Ande, en aquella epoca, ni antes, ni despues,
ni mncho menos a Fernando Santacruz, ni este con-
dnjo a ningun inglds al Napa, ni en ese entonces pe-
recio niugrin iugles alli asesinado. Al regresar San-
tacruz reflrio a sus amigos los incidentes de aquella
odisea, V no hizo menci6n de 180 cena de carne hu-
mana, Iii de la tentati va de los huitotos sobre el y
sus compafieros, episodio que 61 no hubiera olvidado
para recita rl 0, ni recitado 10 hubieran olvidado los
que 10 oyeron. No hay verosimilitnd tam poco en esta
parte de la narracion de Crevaux, pues los huitotos
no cornen carne humans ,. en familia," sino en fun-
cion solemne y Con ~Tandes ceremonias y aparato,
El episodic, pues, ha sido inventad» para dar inte
res a In. » arracion del viaje, como otros tantos de
viajeros, y asi en su casi totalidad son las aventu-
ras extraordinarias l0r ellos referidas.
- 97-
En Charuoangui permaneci doce dias mortales,
martir y victima de los mosquitos y zancudos, es-
perando los dos tercieros que hahia mandado pedir 8.
Oalder{m Hermanos para mi cama y mi bmil y
acompafiado por dos enfermos que no habian po dido
seguir mareha con mi corn pafiero de visje, De vez
en cuando mis oonciudadanos antrop6fagos, 108
hnitotes desnudos, venian a Ilevar oarga de caucho
dejada alli para trasladarln al Garaparana en VII'
para Tquitos. Al ver a un blanco que no conocen
sn infalible pregunt» ea j,Afuka mamekrt U como te
118mas') y esa Iue 180 que me hicieron todos los quo
venian, nuis no se conformaban con oir uri Hombre,
sino que 10 repetian varillR veces con 01 proposito
de fijarlo en Ill. memoria. ~~n seguidu me pregunta-
ban en cast.ellano ,Oapitan'! puos como capitan es.
el nombre que dan los colornbianos a los jeres de
tribus, ellos llaman Ii su vez capitanes Ii 108 blanco!
a quienes ven servidos, atendidos, 6 respetados por
los otros blancos, Y como todo el mundo es Popa,
yat) , inquieren no del forastero con quien no se
pueden entender, sino de los culomhianos estableci-
a
dos que hablan hnitoto, <Joe viene uno hacer, don-
de parara, cuanto tiempo ha de permanecer y si
trae 'algo P;\fS vender, exactamente como en los pue-
blos y eindades pequefias cuando llega un .extrafio,
6 pasajero, 10 mismo en el Peru que en Colombia,
y 8s1 en el Ecuador como en Venezuela.
EI vestido de los huitotos varones esta reduoido
a 8U minima expreaidn, tan solo una fa:ja, pafiuelo,
o taparrabo cualquiera en la cintura que no les cu-
bre del todo las verguenzas, y ni sombrero, gorro,
6 oualqnier cosa en 180 cabeza, Esto por 10 que res
pecta Ii los varones, que en cuanto a las mujeres,
MEMORANDUM 7
- 98-

y8 describiremos au tocado paradislaco euando Ile-


gue la oportunidad de introdncirlas al eonocimiento
del lector,
No demoraban los indios sino unos Instantes en
Oharucangui, 10 estriotamente necesario para haoer
BU pequefio tercio de una y media 6 dos arrobas, que
es todo 10 que pueden cargar, pues no estan acos
tumhrados a clio y sus fuerzas tienen que ser exi-
guas a juzgar por sus delgados miembros y debil
contextura. Los momentos que permanecen alIi, ata-
eada la indefensa pie I por millares de mosquitos,
Bon de tremenda desesperacion para aquellos infeli-
ces, de modo que adoloridos y febrrcitantes, em-
prendfan cuanto antes marcha precipitada hacia el
monte por donde va 61 camino, pues aUa a pooas
ouadras de distnnoia del rio, desaparece la plaga por
complete.
~ No sucede 10 mismo en Numancia ? Si Ut'I es,
si :1.alguna distancia del rio no hay yu mosquitos,
porque no se hac-ell al li a un kilometre, 6 dos, del
Oaquet.i, las semen terns de quo esta tan menesteroso
aquel establecimien to!
Otra visita hubo :1.Charuoangui y esta de un
personaje de la Huitocia, uno de los conquistadores
de la rcgidu y duefio de varias agencias con qhizu
mas de un millar de indios (. sn servicio. Su presen-
cia se anuucid pOl' varias detonaciones de csrabina
que hacian los cazadores do su sequito, ~ a poco
desciuburc«, pues venia. en canoa rio abajo, y se d i-
rigio:i la casa, seguido do tres () cuatro indios jove-
nes, vestidos con pantalon y camisa y cubiorta Ia
caboza COIl kepi do snldado y de una india vestida
de cusma coiuo IaH inganas y coreguajes, pero es de
advert ir que Ja cusura no cs el traje uacioual de la"l
- nn -
hnitotas, traje que prometimos describir despues,
sino 01 que hacen vestir los blancos a las que estau
agregla-las a su personal sorvicio, los blancos, empe-
1'0, que no tienen majores pretensionea a. la elegan-
cia, porque otros mantienen a las de sa casa vest.i-
das de enaguas, camisas, corpifios, saco, follado y
peinadas con mona atras a Is usanza de las mujeres
del pueblo en Iquitos.
Llegado el personaje, slguiose la presentacion,
se bajo Ii. los tobillos los pantolones que tenia re-
mangados hasta mas arriba de la rodilla y oubriose
asi: Iss piernas pintadss de carate como piel do tigre.
EntramoH eo convcrsacion, hablo largamente, narr6
todas las oonrrencias de actualidad en la Huitocia,
y pidi6 noticias en seguids de Colomhia, pues los
garaparaneoaea -e eonsideran Iuera del pais, quizd
pOl'que sus nogocios J transacciones se han efectua-
do sietnpre con gentes de otras nacionalidades, con
los peruaaos hoy y con los brasiloros antes, Por la
conversaeion, los modales y la expresion, vi que no
timia. nul.~ educacion que Ill. del monte, ni a un la
elemental cortesia de los hombres que han corrido
algun mundo, ni Iet.ras niugunas, quiza ni arm las
del alfabeto, y aunque es cierto que los baroues iu-
glesesque firmaron la magna carta, no las luvieron
tampoeo, este baron de la B uitocia, acaso no ha 8(\-
bido jarnas, como SUpiCl'01l ellos, flUC son derechos,
ni constitnci6n, ni libertudes. Mas no aspiraba tam-
poco a ser tenido pOl' 10 que no es. Refiri6me que
habia sido peon jornalero en el Alto Oaqueta, luego
boga en el bajo y despues negociante con los huito
tos, atin antes de la conquista colombiana, Despues
de pasareu nuestra eompafifa fa uoche, y digo pasar
porque 116 se durrnio, pues, a despecho de 108 toldi-
- 100 -

Ilos, los zancndos no permitieron el descanso ana-


die, el magnate a la manana siguiente se desp~di6
6 internose en via para una de las ageneias de 811
propiedad.
Hemos hablado de un millar de indios al ser-
vicio de este conquistador y como Bon varies los co-
Ionos blancos que cuentan alli con centenares y mi-
Ilares de indigenas para lOB trabajos de airinga y
como la mayor parte de las tribus huitotas quedan
sin conquistar, deducese que la poblucion de Is Hoi-
tocia es bastante considerable y q oe la aaignacidn
de 50,000 habitantes, hecha por nuestras geograffas
al terri torio del Uaq ueta desde el Gna via re .hasta el
Napo, peca por enorrne deflcioncia. Esta asercion
mia sera recibida con escepticlsrno pOl' el lector, y
esceptico me manifestaba yo tam bien cuando se me
hsblaba en el alto Caqneta, antes de ir al pais de los
huitotos, de los trece mil indios que trabajan s610
para Ia agenda de Ia Ohorreva, fuera de 10:\ trabaja-
dores de 108 demas estableeimientos, pero mi Inere-
dulidad foe cesando, al bajar en el Oaqueta basta
Tres Esquinas, a medida que fui adquiriendo noti-
cias de aquella region, comunicadas por los habita-
dores blancos del Garaparana que venian de alIi. Y
Iuego, al visitar el pals mismo, quede perfectamen-
te persuadido de la verdad de las aflrmaciones de
estos al respecto de 10 populoso de la comarca, Tie-
ne cada agenda sus libros de contabilidad y en ellos
constan las deudas de los Indios que las sirven con
el numero y nombre de los deudores JY e8tos traba-
jan y de endeudan en un solo establecimiento con
- absoluta exelusi6n de los demas, los cuales tiene n
cada uno sus trabajadores que le son exclusivos,
:Muchos de los colon os ban vendido, 0 permntado ea-
- 1(}~ :....0..

tte:.~ iotulMy,BalArah.wlB- tMO- h",~-,


o\o_ptil,iltveRtano, de 8uerteque exl.,q\l~.t-,-d·,
tioa.quo,perJDite formal' un cmnputD. a.pro~imaa.·
medte,~to-del numero de babit:mwft,J'lH}Ue falte
un eenMde pobla{)ioa. c6mputo b~auo ~.bl'e datOI
_ •. y ,ositi-Y'os, a difereneia del elliculo de 101.
gRgmar.: que a.bsoLQ.:tament-e no se fuuda sobre nin-
gunos (1).
Remos hablado incidentslmente aqut de las
ToMas €Wlas deudas de los indios y al expl'OSal'no8
asi ~petamoB la pl'opiadad de los termino!i1, porn en
flSlaei6n sl easo no se habll& con 1. misma propiedad
en eH~ngnaje c""!uet8n86, En e1 territol'in del Os-
queta se dice vendtYf los ind'iH, 6 hahlando de loa
trabajadores blancos, 't',nMr los peOlle8. como 1'\1 \l110"
l' otros fueran osclavos, Me 80rprendib la p,'imera.
"ez que 10 of, ese modo de alocucion y me lwrrori~6
sneonees el qUE) me dijeran en el alto Ol\qllota que
e1 so-ciogerente de Is agencia del OUepi en el Pu-
tumsyo, habia hajado a vender sus peones a I Ga~
parana y que nn jOlen, amigo mio, que h~lhla. ido ,
Iquito8 como empleado de una oasa de nll i edraoro.
fa de siringa, hab-fa 8ido mmdido por esa ea8l\ a,ot-~

(I) Lo {lnko que h a podido servlr de fund~m~nto i las induCGl<>ftn


de 105 eeocrafos son los dos hechos siguientes: 1.0 La parte del t~rrlto·
rlo mis cercaria a los pueblos y establecimientos de los blancos en k
epocaen queel calculo se bizo, ellt" ba totalmente explorad'" y se habbr.
hal.lado cas! del todo desierta; 2.° La parte mas 02j" <lei t"rrltorlo, pafl
poco ••o~i!io_en,once!l 10 era solamente Ii las orillas de Ins rlos finicOS
camlnos de los blancos, qulenes no hadan mb que p,,!<~r.yen ella!i'e
h~llaba.l1_muy pecos indios; por tanto pareela natural inferir <\\,1" en--CUt
corta propo-rci6n estuviese poblada 10 restante de b romarca. Mill en
esta conclusl6n f:SlUVO el error de ge6~.rafo5. porque pre~s~m!l!"t~ eo.l.-
oriUas de los rio. repugna a los indios tijar sus m"ns1ones. por ser am
donde ejerce Sll. horrible imperio Ia rrernenda plaga dt.I/I!lUlOlJqultol
~araiceros. Y sl las cercanlas de los e~tablerimienl~5 pJimitlvM de lat
fe!rtH'(lht";~adas SOft hoy extensiones deslertas. se d"be i quet<uS us-
tlJIJ08 h.~~\tadores lDdlge~",s huyeron del co ntacto COl\ .los ~l"ncos. 6 ,
que JI!lll·elltt<l1!mlas que trajeron (:stos. destruyeron la poblaclf~n del pal.
mts hl",c:diatafi ellos,

BANCO DE J.- REfiUBLlO\


&16U()TEC~ LUIS-"HQli.L ARANGQ
-102 -
extractol'ea del Ya'9'atl. N:o,fooronloa peon., -ni mil
alb i~o loli vendidos, -gino el valor de sua' deuc1u,·"" t;
ee 609& trii:Jteque soyerre en 01 Oaqueta '1 ~'.~.te .•
OOntra 81 buen deoir-ooeaa maDoratan deplDrable.i
Tambien homos heoho mencien tepetidaa-;vecea;
<'fit 180 eonquista de Is. Hultocia J' ya 01 tiempo da.
hablar de esa ccnqnista y de 10 que se entiende'-PDr:
eonqulstas de indios en este torritorio.
Oaando se encnentra una tribu do 8s1vajoa quo,
cSno 80 conooia antes, 6 no habia tonido trato con
108 blancos, S6 dice que Is. ha eonquistado 81 indivir;
dno que logra entrar 8D negoeios con los indiQal, d~
esa tribn y consegnir que 10 trabsjen en ~6Xtraoci6n
do osuoho y que Ie hagan sementeras y cas a, en 180
enal se queda Ii vivir en medio de ellos, A estos In-
dios 801 entrar aSI en la grande y oonnin labor de las
gentes civilizadas, so les puede considerar como ya
Ineorporados en 180 civilisaoion. En efccto,mncbo8 de
olios aprenden Ii hablar 01 castellano; al paso deal.
gun sacerdote por C808 lugares reciben el sacramento
del bautismo ; a veces adem as el del matrimonio y
toman nombre cristiano para hacerse eonocer con
6s.te de los blancos; nnos cnantos de e80S mismos in-
digenas salen a las poblaeiones de ostos y adquieren
Insensiblemeute ideas y conocimieutos nnevos y al.
guna de las necesidades de la gente civilizada. A
cambio del caucho que extraen y del trabajo en las
hnertas y como bogas, reciben del conquistador
Iieuzo, herramientas para el trabajo y espejos, cha-
qnira, agujas y otras bnjerias.
Pero no as 10 mas freouente que los salvajes,
perezosos de suyo y gentes de minimas neoesidades,
88 rindan a las artes de la persuacion y con vengan
en trabajar para 108 blancos y vivir en continuo tra-
- 108 -

to. .coo .11os. El sOlo becho'de proQar B p~nadirlOl··


b4ata "0 muolaas oeesioaes para que la tribu 16 an-:
~te y vaya 1\ fijar 8U lesidenoia. a. ignoto8 y leja •.
IWSlngarcs.A81, pnes, ai antes se presenta alguna
!llanera. de sorprenderlos con artificioa y estratage-
Jl\u,para. aP9derarse de 8US habitaciones y tener en
lpa primeros dfas a 8UB mujeres e hijos (los de los
irnliqs) COlnfi en rehenes, de seguro sera ese el medio
empleado por el sstnto conquistador. Beferire uno
de esG$ easoa, tal como me 10 han narrado, ocurrido
haoe poooa anos en 1&region del Aguarico.
Viajaba. un eanohero con sus peones de regreso de
a
una distante ageneia Ii. donde habia ido proveerse de
meroancias, y extraviado, 6 en exploraeion, 8igui6
a~nas arriba por una quebrada. Ya muy lejos de 108
lugares por ellos oonocidos, vieron senderos on el
monte y, desembaroando, hallaron huellas de pie'!
hnmeuos, ramss cortadas y otras seiias que en 811
oriterio de practico8 de estes bosques les hicieron
jusgar que por alli habia indios y por consiguiento
casa de estos. Y al decir casa de indios en 01 bajo
Oaqueta, recuerdese que on cada una de e"tas, viven
sesenta, oohenta, 6 cien indlviduos. OOlUO estuviera
esta oomarca a. muy remota distancia de las ,tFibus
reduoldasy conocidas, comprendieron que la qn
tenia -Stl mor:,da. en estos Iugarea era nueva para 108
blanooa, Importabales infinito, ya que hallaran esa
tribu, eonquistarla, para obtener con el trabajo d
ella, cancho I3n gran cantidad y 108 reOU1'808 .para el,
trabajo que, mas 6 monos, se hallan en cnalquier ai-
tio poblado, aunque 10 sea solo por salvajes. Besol-
vieron, pnes, 130 eonquista y se aporcibieron par"
.seta. y como el primer a80 debia SCI' ocultarse para
no aer vistoa an el dia por 10,9 indios a fin de quo
-1~4: -

Ittos DO bayeranLypodei'lfJ8: sorprtMldMi de, ~he ~.'


81l Blond.-, 8soondioron; au ~IiIlOa,lo8' oatlCMrotJ '1•••
ooaclierenseeil(J1 miswos en el monte .& ~tla'l'dari
las Iroms propioias enq_ 13 tritJa teda' e&OJrieMJi
reoogida en IUS' hahitaciones. A 18 mlldmgada" a ~.
luz de una. 68pIendida Iuna, tOlWWon los; Mancos' :1_
vla que por ser mas' ancOj! deth -de. Jleftrie8; 41 lao
caaade~dlJ, y haUuoD-esta" poee. a:nmw. Dea,r(lei
CUOBse oolooarona la plJ.ert8 con 81&8 arm&8 y el pa-
tron eon otros dos peoaeaarmadoa entr6 al reeinto,
Despiertos los Indios, todo fue ~ra ()8t08 sofpresa y ,
constern.aei6n, ni podfan hulr porque 108 c8DtiBelas
08t'raba.n' -el paso y vedabaa 10. salida 108 blaneea
acfueiiad08 del interior. Diel'On a..entender 108 em.
eheros a los indigenas en lengua de la tribn monos,
distante, la cual resulte Bet oonocida de uno 6, dDS
de losaterrados indios, que no venfan a
haeel'lfJI
daiio y que permitirtan 3Ii'lgU.UOS de 108 varOlWsqu
saHl'sen a traerles viveres. y que las mnjeres, a
qnie.:
nes 180 salida qnedaba rigorosamente prohibida, pre;.
pararian los aJimentos. IJ03 qnesalieron, regresaron
con los vfveres pedidos ; regalaroules lOB blanees al-
gun as bujerias y lesdieroD.>lienz08, hachas y rna•.
oIaetes, 8ignificaDdole~ al propio tiempo que debiaa
traerles oanoho en C8<m.biod'6 esos artioulos y que,
ellos qnedartan apodersdoa de la caaa y de las mu-
jeres y los ninos el tiempo que los varones emplea-
&ell en traer la goma. Estes, contentos con los rega-
10&recibidos y los generos oomprados, convinieroa
en ello, prop.iraron sa flarnbre para ir al monte",
rueron&e y algunos dias despnes regresaron yeutl"6i.
proD el caucho que causaran a
deber. N ecesltaron
en seguida nuevos artfoul08 de los que tenian loa
blanoos, contrajeron nuevo oompromiso y como re-
- 105 -

cibian bnen trato de 108 que ya eran sus patrones,


convinierou en hacer pal"a estos oasa y labranza, a
fin de que tuviesen como alimentarse y en donde
vivir al lado de la tribu y quedri as! consumada Is.
conquista de esa naciou, 0 casa de indios"
Mas 0 menos de esa manera se introdnjo Ori-
sostomo Hernandez en el afio de lS96 a 1897 entre
algunas tribus de hnltotos, faciles de conquistar por
ser exclusivamente agricultoras y por tanto ape-
gad as a Btl 80010. J.lalil que se negaron :i trabajar con
el, optaron por la, aIternativa de la guerra pues 1)1\-
reoia ser 01 lema de este conquistador, ., trabajo y
paz 0 guerra siempre." Hernande« trinnfo de las
tribus que cornbatieron contra cl eon la ayuda de laa
naciones primeramente conquistadas :r aSI mar-
chando de nacion en uacion, sometio toda la region
del Garaparana, y gran parte de la del Ingarapara-
nfl, poblada esta por indios mas guerreros y valien-
tes.
Mas no sa avanzaba en aquellas campafias siem-
pre de victoria eu victoria y ell nipida marcua
triunfal. Algunafl voces los colombianos mandados
por Orisostomo, nenos de una docena en mimero, S6
hallaron en situacion desesperada viendo inminente
Ia derrota, que era para olios la muerte. As] como
los conquistadores de Mexico se vioron acoedtados

en el palacio de Monsezuma, ellos, dOB 0 tres cente-
nares por deoenas J" acaso centenas de mites de in-
dios y los eonqnistadores del Peru de Ill. misma ma-
nera en la fortaleza del Cuzco, asi, tambien, Ori-
89stomo Hernandes, esa vez sin indios auxiliares
ningunos, con 8010 seis U siete compafieros blanoos,
estuvo sitiado en au tienda de campafis por millares
de huitotos, sin mas muros para resguardarse que
- tOo -

el fragillienso de la tolda. Y allf triunf6 al fin,' des-


pues de titanica lucba,la pericia de los hombres ci-
vilizados sobre el ,estupido coraje de los' ba'rbaros:'
En mi •.apido paso al traves de In Hni tocia, no
halle un 8010 blanco que me diers Ull detalle de
esas guerras. Algunos de 108 individuos a quienes
tuve la oportunidad de preguntar sobre ellos, se ex-
CUSal'OD de responderure rnanifestandome que ha-
bian venido at pais despues de su conquista; otros
comprendieron esa historia y me dieron de ella un
extracto tan diminuto y en terrniuos de tanta gene-
ralidad que no he podido presentar aqui sino 10
que me <lieron etlos, es decir, nada 6 casi nada.
Solo sobre Hernandez se me han suministrado al-
gunos datos y paso a trasmlttrlos al lector.
Orisost01l10 Herna.ndez era un mulato dcscan-
eefio.activo, vuroroso. bravo, inteligente y sagaz, de
caraotcr indomable y pasiones violcntas, iracuudo,
duro e implacable. Rubia. abandonado los cstubleci-
mientos colomhi.uios del Caqueta pOI' delitos como
tidos en esos Iu~ares " pr6fl1go en cstas otras ! cmo->
tas tierras y fuera fie la ley, se impuso Ii 10"\ indios
y:i los blancos IIt1e le acompafiaban con actos de
crucldad quo nuda costaban II su feroz oorazon. Oas-
tigaba los cr'imeues con crlmenes ot.roccs, la antro-
pofagia r la robeli6n eon 01 exterminio, y 01 delito
de uno eon con la muerte de todos, Hubo una tri-
bu, lao de los Uruhuai, :t fa cual 80 caluumiaba di-
oiendo que entre ellos eran oanibales no sMo los
hombres, comd: en 01 resto de la H nitoeia, sino las
mujeres tam bien y los niiios. POl' ese delito no com-
probado, paso Crisostomo a castigarlos con uno 6
dos compafieros blancos y algunos indios de los de
- 107 -

SIIconfianza, armados de machete y caravrna :r al


llegar a los cnarteles de aquellos antrop6fagos y pe-
netrar allf, mando segar cabezas eon ordcn absoluta
de no ahorrar ni aun R.los ninos qne muiuaban toda-
via la leche del materno seno. CO\110 uno de los blan-
cos (me In re nrio este mismo) dejase caer su arrna
tan solo sabre el cucllo de los adultos; Hernandez
que le observaba, colocandose tras 61 con (·1 machete:
"Te iuato, le gritu, si no matas los cluquillos", de
suerte que, viendo Ia cuchilla do su jefe suspendidu
sobre el, viose obligado el suba lterno a descagar h
suya sobre hombres y mujeres adultos y sobre plll'bu.
los (; Infantes en otroz prorniscuidad. Can actos
semejantes de terror cimentab . el mulato su con-
quista,
Esta como las detruis en cl Caquetri, implica
para los conquistados In obligueion de trabajar y
para. lOS conquistadores Ia de pazar 01 trabajo que
orden m hacer. Las tribus divididas en nacioncs (so
llama allllwci6n la reunion 00 dos (I tres caS:1S de
indios al mando de un solo capitan) fueron asignadas
a los compafioros de Orisristomo; estos hacen traba-
jar a los indios en la extracoirin de siringa y hoy
vienen lanchas do vapor de Iquitos a
comprar el
eaucho Y vender ar ticulns apropiados al consume
del pUI!', articulos que compran los colones para dis-
tribuirl os entre sus trabsjadorcs indigenas. En cuan-
to l'l Herruindez, una ls neha de vapor exclusivamen-
to para .el y sus indios St>, oarguba con efoctos en Ma-
naos y retornaba cargada de solo el siringa que le
extraian sus pi opios trabajadores. Y no bastandole
01 carg.unonto total de una lancha, hacian vinjes sus
agentes al 'I'olimu .1 tn;{'r!e pOi' la d;\ rlcl Oaqueni ell
- 108 _.

Tarias oanoas 108generos que aun neoesitsba.


No le fue dado gozar de las riqnesas que le pro-
curaran 8U genio y S08 crtmenes. Poco despues de
paoificado definitivamente el pais, a1 pasarle en una
ooesion cualquiera uno de BUS amigos una carabina
eargada, esoapeae el tiro y le hiri6 de muerte; ago-
niasute entonces y arrastraudose sobre las rod ill as.
S6 dirigi6 a nn rincon :1el aposento a tomar otra ar-
ma; palidecieron los elrounstantes porqoe Orisdsto-
roo era para elles el m6s temido de 108 hombres y
comprendieron 8U intenci6n de morir matando. An-
tes, empero, de que el arma estuviera 'su alcanoe,
exhal6 el ultimo aliento y cay6 'tierra, Alfperoei('
el feroz conquistador de la Huitocia,
- 109-

CAPITULO X
DE CJTA1WCANGUI AL ENCANTO

Adios a Charucangui-s-Me hallo en el monte solo en media de


los canibales--Palermo-Comienza en la Huitocia la cria
de ganados--Dominga Cuellar-Crisostomo, gran huito-
t61ogo-La nacion de los Achiotes-EI traje nacional de
las huitotas--Un lunch a la huitota-EI establecimiento
de Providencia-Jusikaina, Teniente General del Gran Ca-
pitan Eif~-JlIntas de Capitanes-La malaria entre estos in-
dios-No tienen, ni usan licores fuertes para embriagarse-
EI tabaco cociclo-Marcha precipitada al Garaparana y
robo de rnis ropas-La quebrada }usikaina-La Florida-
Agenda del Garapnrana-e--El telefono de los huitotos-
Toque de rnuerte del cautivo-Solemnidades del festin de
carne humana-Los huitotos conquistados 110 han olvidado
aun la antropofagia-Un blanco cristiano antrop6fago-
Agencias del Retiro, Filaclclfia, Argelia y 8;111 Antonio-i-
Baile de huitotos-e-Las vendimias entre ellos-s-El Sr. Ba-
rros-s-Llegada al Encanto.

AL fin llegaron los cargueros


para mi corto equipsje COil nii pe6n
que habia pedido
blanco, a quien
habia mandado fl,buscarlos. Los despache adelante.para
Palermo, Ill. agencia mas cercana, perteneciente a
los
Sres. Antouino Ordofiez y Antonio Martinez, deje 10
mas indispensable para que llevarn el peon tolimense
que debiu ir comnigo, y como este tardara en hacer SIl
maleta, resolvl ponerme en march» solo e
ir andando
en la creencin de que a
poco rato darla alcance ael
tan mal caminador como soy yo. Mas yo adelautaba
entre el moute, las horas pasaban, el peon no me al··
canzaba y yo iba sin mas cornpafi!n que lao de ill} mis-
rna por la solitarie sel va. En ella nto :i fieras, no habla
rnueho que temer alii, pOl'que la unica que en nuestros
bosques americunos rnerece tal nom bre, el tigre () jaguar,
huye, como se sabe, del hombre y no ataca a este sino
en eirounstancias excepcionales, y, pOl' 10 que mira. Ii
las serpientes, desdc nino he hnbitado en palses calidos
y me he acostumbrado a no temerlas. Pero otro peligro
podria presentarse alit En estas cornarcas recientemen-
te oonquistadas, los salvajes estan aun lejos de haber
olvidado el cnnibaliamo, y cuando hay una oportunidad
8
- lIO -

de pnladear III carne humana, In aprovechan si no yen in-


minentes In vindicta y el castigo de los blnncos , Con
respecto ami, recien llegado y forastero, podrfan jus-
gar ellos que mi desaparicidn no seria notada, y al en-
eoutrarme solo en el desierto, como iba yo en nqueila
hora, era de temer que atentasen contra mi. Iba pen-
sando en eso, pero juzgando el rieFogo muy remoto y
contingente, tunto que 110 crel valiera Iii. penR. de pa-
rarm e a esperur el peon, cuando me halle frente Ii
frente de un peloton de indios desnudos, seg uido por
otro y rlespues pOl' otros todavia, unos veinte hombres
par to do. No pnde ruenos de sobreeogerme (y lI1l1S al
ofr el grito COil que me saludaron) y llevar instintiva-
mente la mann al revolver, mas no 10 tome pOl' miedo
de mostrar miedo, pero, sl, Ii fin de hacer ver €'I arrna,
hice a un lado la capa de psja con qne me defeudia de
In 1I11via, piles llovla en esc instante, afin de qne caye·
ran en In cuenta los huitotos de que yo no cstuba iller-
me. Ellos, par~t f;eguir, desviaron a
UII lado del camino,
el cuul me dejaron ; uno me hablo en 5U idioms, yo a
el ell el rnio, y nos scparamos sin entendernos. Supe
IncW) pOI' mi peon que me alcanzo al fin, que iban a ,
traer la carga de mi cornpafiero de vinje, earga que
e!'te habia vendido ~i Calderdn Hermanos, y que los in-
dios habian sido enviados pOl' estes senores.
De neche, ex.inime de fatiga, molido Y quobran-
tados los huesos por tall larga camiuuda ,{ pic, Ilegue a
)1\ agcllcia de Palermo, situada en medic de oxtensns
sernenteras de maiz y yuca y de potreros formados ar
tificialmeute, en los cuales paeen unas pocas herrnosss
vucas trafdas del 'I'olima, que prosperan sirgularmente
en aquellos jngosos pastos, Comienznu, pne~, a intro-
ducirse gi'll;\clo.~ vn la Huitocia y DO han tenido que
expcrirnvn tar aun los ataques del vampire, como snce-
de ell MO(;O;i y ell Iquitos, donde el hcmof-go volritil
pur('cc (itlC h« de hacer irnposiblo 1<1 industria pecna-
ria. Haceu bien los colones de In Huitocia en prepa-
rarse una industria para mas tarde, cuando 110 hayan
de dar ya rendimiento los arboles de siringa. Aunque
estos se trabajan sin destruirlos, dejrindolos en pie, ha-
ciendoles incisiones y recogiendo la leche que rnanan
estas, su producido va y endo a menos de afio ell ana
hasta hacer improductivo al fin el trabajo, ]0 cual Slice-
- III -

oe en Ill. hoy a. del Amazonas, don de es mds rico en can-


eho, y 10 que en csta comarca, donde es pobre, aconte-
cent mal' en breve.
Aunquc es hermosa. In casa de Palermo y aun
cunndo tiene todas las cornodidades a.
que en aqnellos
lugarcs es dado aspirar, este edificio, como los dermis
de la Huitoci», no tiene paredes de adobe, 0 de baha-
reque, -i no de palos y noyaripa de g(Jadull, como mas
al occidoute en el territorio donde abun d« la barnbusa
que, como va dicho, ad ya 110 se encuentrn.
Alli permaneci uu diu y alIi conoci como aman en
flsa casa Ii Dominga Cuellar, simpdtica c
inteligentemu-
chncha, hija de padres tolimenses que, en la Hllittlcia,
en medio de los indios, antes de la conquista colombia-
na, vivieron sin temor y parece que siempre sin peli-
gro. Ella, [liles, se cri() entre los indigenes, y no es de
admiral' pOl' tunto que posea perfc<:tamente el idiorna de
estes, y es I" unica persona. ell 1<\ comarca que 10 posee
,1. foudo. Y 10 hay aotualmente all], fuera de ella, quien
se huya ad ucfiado de esta lenglla en el mismo grado
que Ia domhlS ell sus dfas Crisostomo el conquistador,
a. tal pnuto que los huitotos le colocaban ell rallgo igual
al de SlIS mr.s elocueutes oradores, Se HW refiere que,
en cuclillus, postura que S{~ torna entre elias para pro-
uuucinr las arengal", al ludo del hogar y mojnndo de
voz en cun nrlo (·~I dedo ell el vnso de tubaco cocido que
es de ntll entre los indios manteuer en el centro de
\IRQ
la reunion ;' [lflsando 1uego el dedo par los labios a. Ill.
manera hu itotu, pororaba desde las ocho de la noche
hast» las cuatro de la manana, ante una numerosa asam-
blea de c.q.rt.mes eon desbordante lIflllen<.:ia y tal poder
de seducci.in, que la junta de jefes ad'Jptabi\ pOl' una-
nimidad las resoluciones que el
propoula. Esto antes
de obteuer la omuipotencia a.
que lleg() pOl' el terror y
las victor-ins, de modo querimpuso BU dominacion a
nquellos iudlgcnas, tanto pOI' 11\ fuerza de las armas
como porIa fuerza de lu pulubra, y se exhibio ante
ellos ,I. ln vez como orador 1'1~rsuHsivo Y como gnerrem
invencihle, pero llego a ser pOl' esos medics mas que
eso, porqne fue pllr~los huitotos HU rcy y su dios,
Al siguiente df1t continue la march», y despues de
mucho andar, conoci que me iba aproximando otra a
vivienda de gentes. El huitoto que Ii m! y a.
mi pe6n
- HZ--

nos acompafl iba, me signific6 como mcjor pudo que


me lavara pies y piernas en un arroyo que alli cruzaba
el camino, can el intento de que lIegase a
sn easa lim-
pio, pues a
esta Ibamos a
1Iegar. Hecho el lavatorio y
pasada la corriente de aguR, estuvimos Ii Ill. UIlIt. de Is.
tarde en la nacion de los Achiotes. Compduese esta de
dos grnndas casas, cerradns par todos sus eostados y
can una. sola abertura para Ill. entrada. Pude, dentro,
arrojar una. mirada sobre las virgenes de la mansion y
sobre las respetables rnatronas huitotas.i las cuales, unas
y otras, aqul sf, vi usando su traje nacionul, y este es
exactarneute el mismo que nso I uestra madre Eva en
el parniso, antes de que, seducidn porIa serpiente, com-
prendiese la ciencia del bien y del mal; el mismo qu~
trae Ill. criatura en el momenta preciso de desprenderse
del vientre de la madre; el mismisimo qlle tendria
cualquier bel dad (I) fealdad) bogotana que 110 llevase
encima la mas minuscule pieza de ropa. Y llevan las
huitotas can tanto desenfado ese su traje nacional, como
una ~aIana pnrisiense SII vestido de flotantes faldas, can
la mds candorosa nonchalance y laisser-aller que ima-
ginllrse puedan.
Las huitotas son de mas agrndable fisonomiu que
las tamas y coreguajes, porque a
elias no las desfigura
el carate como a estss, mas en SUB casas \levan el pelo
recortado muy corto, pOl' orden de sus padres, maridos,
6 capitanes, con ('I intento.rse dice, de que parezcan de
esc modo feas \1 los blaneos, Creo que e.,to>" sin embar-
go, no se paran aIII en pelillos, y q lIe, pOl' pelo mas 6
men os, no las dejan de hallnr hermosas, como es de. I'll
z6n donde es fuerzs oonformarse con 10 que hay.
Alii corni unos bocados de cazabe, confeccion de
las senoras de una de las dos casas, mas no lIeg6 a tan-
to rni apetito que me atreviera :i probar el casaramo,
Hqnido sabre el cual flotan gusanos, lombrices y que
se yo cuantos animalillos que. Ie poneu para hacerlo
mas gustoso. Igual repugllancia, empero, 110 Inanities-
tan los colombianos y peruanos que viven en el pals,
pues com en de esos insectos, limpios 0 inmundos, can
e1 mismo gusto que los huitotos natives de la tierra.
Despues de descansar una hora all], continue marcha, y
comenzando Ii oscureeer y6, como el dis de la llegada
a. Palermo, llegueeste otro Q. Providenoia, estableci-
- 113 -

miento asimismo de Ordonez & Martinez, donde vive el


Sr. AntoDio Martinez, el uno de los dos soeios de esa
firma y el mas joven de los conquistadores de la Hui-
tocia,
Esa noche me fue presentado J usikaina, capitan de
nacion Y.teniente de Eife, este ultimo Ii su vez Capitan
General de una gran parte del pais. Hemos explicado
yll 10 que es una nacion en la Huitocia ; diremos ahora
que varies compor.en una tribu y que sobre una gran
tribu, 0 sobre vari.is, g(Jbierna un Capitan General que
tiene u. sus ordeue.s ~i todos los capitanes de las nncio
nes qlle componen aquella, por los cuales y pOI' los in-
dios de estas, es respetado y obedecido como un rey.
Pero parece que no torna ninguna resolucion importan-
te sino previa celebracion de Ill. Jllnta General de Capi-
tanes. AlIi se oyen los discursos de los varios oradores
reputados pOl' mas () menos diestros en el arte de In
palabra, y, despues de madura deliberacion y debate,
se resuelve )0 conveniente. Todo capitan ha estudiado
el arte de 1!1 aratoria y hay maestros que la ensefian. Un
capitan que no sea habil en la elocuencia, desmerece en
el concepto de su tribu tanto como hubiera desmereci-
do entre SIlS sfibditos, en la primera epoca del Imperio
romano, el emperador que no hubiese sido cap»z de
tomar 1a palabra y pronunciar ante el Scnado una ele-
gante peroraoion.
Tanto la dignidad de Capitan General como Ill. de
capitan de nacion es hereditaria de padres a hijos. J u-
sikaina, mi presentado, es hijo de Charuoangui, cuyo
nombre hemos citado ; vestia esa noche como eualquier
trabajador tolimense a caucano, y en el momenta en
que hablamos (pOl' media de intcrprete}, ostaba per-
fectamente borracho, pues habia lIegado aguardiente
a esa agencia, hnbla eoncurreneia de gentes y menno
deaban las libaciones, circunstuuciu li la cuul se debio
quiza el especial carino que el jefe indio me manifesto
en la eutrevista.
Con todo, los huitotos no son borrachos y si se
embrillglln PS cua ndo los bluncos los obsequian can
agllurdiente. En sus casas y en f;US diversionvs usau una
chicha que Haman kaioana, poco 0 nada fermentada.
Creo, no obstante, que si no tienen iicores fuertes para
embriagarse, sustituyen estos con el tabaco cocido, un
- II4-

vasillo del cual se coloca, Como se ha expresado, en el


centro del recinto donde se efectun cualquier reunion,
sea. que esta tenga pOl' objeto alglll1a solernnidud, como
11\ muerte y cornida del cautivo, (I bien que sea simple-
mente alguna junta de capitanes, <5mas sencillamente
nn baile cualquiera. En este vasillo introducen de cuan-
do en cuando los circunstantes el de do indice, llevan
este despues a Ia boca y In chupan, como los nifios en-
tre nosotros, el dedo untudo de miel.
EI viaje a In. manana signiente fu« procipitadlsimo
porque habin empefio de parte de todos (eramo:'! UJIl-
chos los viajeros y formdba mas desde Palermo U 111\
gran carnvaua, caravana que se aumento en Providen-
cia), habia empefio, digo, en alcanzar la lancha de va-
por que debia llegar dos dlas despues l'I la agencia del
Garaperand y regresar inmediatarnente. Un incidente de
consecuencias que me fueron muy desagmdablc!-', me
oCUlTiJ ~i tiempo de rnarcha, y fne que el peon toli-
mense, desconocido antes para ml, que truia desde 'I'res
Esquinas, (on plan premeditarlo de robnrrne, se fi11gi6
ebrio con el nguardielltc bebido 1/\ neche anterior in- e
capnz de scguir camino. Cuaudo murieudo de fatign,
hnbla Jlegado Ii Palermo, le eonfie por Ull iustunte la
llave de mi baul, y habia aprovechado el eso momenta
para extraer mi rupa, colocarla en SIl maleta y sustituir-
11\ COil su propia ropa que era de de-heche, y con varios
chismes inutiles que cargaba el y que puso en mi cofre,
El peon se quedo y el banl fue tornado por un indio
de la a;:em:ia para transportarlo Ii espalda hasta la Flo
rid», y cuando llegue a este otro establecimieuto y qui
se muclar de ropas cambiando las que el burro, male-
Z:ll'l y espinas rll~1camino hahian enlodado y dCFgRlTado,
par vestidos con qne pudiera aparecer con algnna nnls
deceucia delante de gentes, no hnlle en el cofre sino
los harnpos del pecin, y como la Florida y todas las
agendas estuviesen desprovistas de mercanciaa, pues
estuban agotadas todas las existencias y para renovnr-
las se esperabn ausiosarnente la lanchn, tuve que exhi-
birme ell todas aquellas partes, mientras h·lll~donde
cornprar vestidos, con los desgarrados y sucios gue
traia, presentll.ndo aparieneia rota y desonlabrada.
A medio dill de camino de tierra lIegtLffios la que- a
brada J usik.vin», llnmada RE( por correr cercn de la reo
- IIS-

sidencia de este jefe, nos embarcdmos en ella y bajd-


mos unas cuatro horas pOl' RUS agnas hastn el Garapa-
rand, del cual es afluente. Siguiendo este rio rlej,imos Ii
la derecha el establecirniento de Puerto Colombia, per-
teneciente Ii ln Compafiia Cabrera & Cuellar, y resideucin
del socio Braulio Cuellar, de esa firma. A las siet.e do la 110·
che llegamos a lu Florida, establccimieuto que ya hemos
nombrado, y q .ie tienc pOl' dueiios :i Calder.'ln 1l"l'lIH\-
nos. Vive alii 1:.110 de los socios, el Sr. 'I'eofilo Calderon,
ausente en esos d ias, mas recllmendado como iba yo a
In casn, recibi.ironme los jovcnes empleados de ella
COil toda clase de de1icadaR y cordiales atenciones y
disfrute CSIl noche del trato de caballeros educados de
que habiu estado privado pOl' ya huon nnrncro de <Has.
Ala madrugada signicnte torudmos rt embnrcarnos,
y :~ eso de Iss diez Ilt'gllmos a
la agenci:\ denominada
Garap:mll13., de la Compaiila Ord,jnez & ~ltrtrllrz, y reo
sidencia del socio Antonio Ordonez. L« casa del estn-
bleciruiento se lovanta sobre una toinn y se domina d es-
de alli con la vista, parte del rio y de in;; nlrerledores.
Fue la residencia de Crisostomo Hermindez y pOI' tan-
to, en vida de (;FltC, In capital de la lluitocia.
Hll;;;.taaqui vino conmig«, desde SII casa de Provi-
denciu, el Sr. Antonio Martinez (alias el Chllro) en dili-
gellcias propie.s, y rue hiz» los honores d« In e;I~;l en In
de su consocio, aunqu» c"ite cstuviese prescntc. Yu des-
de Providenci., me habia venido imponieudo este COli-
quistador de a:gllnos llSOS y costurnbres de los huitotos
y aqui me hizc vel' e1 rnaguan~ (l), 1:1 tumbora, telefono
de estos indios. Son dos las tnmborns quc cUIDponen el
maguure, hechus arnbas de corteza de arbol, una rnas
gfl:tndc y otra mas pequefin, y se hieren COil un tnazo de
caucho para hacerlas resonar. La grall(lc da sonidos
graves y 11\ pequefia agudos, qnc se trunsmiten ;\.largas
distancias, Si, pOl' ejcmplo, d csernbarca algllll blanco
en Charucangue, ell 1a nucirin mas cercaria al puerto
tocan el mngu.ire y en las naciones mas inrnediatas 10
oyen y transmiten los sonidos a las siguicntcl", y estas a
las otras, de n.anera qne en el mismo diu sabese la lie-
gada del blanco en toda la comarca cuan e xtensn es,
de extreme a extreme, de Norte a
Sur y
de Oriente a
(1) Maguare es la palsbrs, till vezcarijona. usada por los blancos. Jua·
,.ai es el vocablo huitoto para signlficar esc instrumento.
- 116-

Poniente, y no solo se sabe que ha venido, sino cuantos


80n sus acompafiantes, si viene armado 6 desarmado, y
todss Ills demas circunstancias de que importa a
los
huitotos estar impuestos. Ordeno Martinez a uno de sus
indios que tocase el instrumento para preguntar a una
nacion distante cuando se vendrla al Garaparana cierto
empleado de aqui que nlli estaba. La respuesta vino
mAS tarde, como una horn despues, y fue esta que al dfa
siguiente vendrfn, y en efecto al dia siguiente llego, No
creo por supuesto que se pueda hablarlo todo con el
maguare ; serla menester para ello que los indios hubie-
sen alcanzado a la invencion de un alfabeto de sonidos,
cnya cornbinacion diem, como en la escritura, todas las
palabras de la lengua. -Me figure, pues, que cier tos 80·
nidos tienen valor conveneional para representar cier-
tas ideas, algo como la eseritura ideogrsfica de los chi-
nos, pero can numero infinitamente menor de signos.
Emplean 10;; huitotos el maguare DO solarnente
como telefono sino ademas como instrumento musico
para sus grandes bailes y festividades. Me hicieron oir
el toque de muerte del eautivo a quien van a devorar, y
a la verdad el instrumento lanza entonces lugubres 80'.
nidos que llevan al corazon indefinible sensaeion de
horror.
He aqui como me han referido el modo de dar Ill.
muerte al infeliz prisionero y las ceremonias de la cele-
bracidn del horrido sacrificio, bien entendido que los
blancos, habitxntes de la region, hacen cada cual rela-
cion diferente, 10 que prueba que ninguuo ha presen-
ciado esas pavor osas solemuidades y que repiten 10 que
de diverso modo ha entendido cads uno &. los indios de
quienes las versiones han sido reeibidas.
Todos los individuos de 1/\ nacion que ha tornado
801 prisionero acuden a un recinto, 0 una area en el
campo, cuya entrada es absolutarnente prohibida &. las
mujeres, excepto £lor unos instantes a una que es pro-
tagonista durante estos en la tragedia, Y call exclusion
rigorosa tambien de los nifios. En el punta mns centri-
co esta el vaso con el ta bnco cocido para q ue 10 gusten
por turnos todos los circunstantes, y eu Ull extreme del
salon () del area esta el cautivo sentado en un banqui
110 0 taburete, y fuertemente atado con cnerdas.· Re-
suena el maguare y todos los salvajes presentes, forman-
- II7 -

do una gran fils, ahraaados nnos con otros, avanzan de


frente bailando al E,f)1l de It\ musica, hasta muy cerca de
la victima ; retroceden en seguida y vuelven a avanzar,
operaeion qne ejecutan unas cudntas veces, no sin que
se desprendan sucesivamente algunos de los individuos,
eslaboneade esta gran cadena, y se dirijan al centro a
tamar tabaco coeido. Calla luego el maguare, snspellde-
se el baile, para la fila de antropofagos, y, como para
que yea el infelizcuanto pierde al cesar de vivir, ingre-
sa al estrado la m.is bella. de las muchachas de la tribu,
regia mente ataviada COD plumas de los eolores mris va-
riados y brillantes de las aves de esos bosques, resuena
de nuevo la musica y dnnza la hermosa, esta vez ella
sola, delante del cautivo, aproximandose hasta casi to-
carlo, retrocediendo luego, tornando a avanzar, lanzan-
do sobre el miradas apasionadas y hacieudo ardientes
ademanes de amor, volviendo atr.is nuevumente y repi-
tiendo unas tres 'J cuatro veces esta evol ucion. Vase la
muchacha, cesa este segundo acto de la ~olemnidad y
sigue el tercero eon el baile de los vnroues como antes,
salvo que cada ves que llega la fila hnstn el prisionero,
se desprende de esta alguno de los danzantes y apos-
trofa a aquel con expresiones semejantes Ii estas : l'~Re-
cuerdas cuando los tuyos mataron a Jatijiko, de Hues-
tra nacion, Ii qnien no pudieron hacer prisionero porqne
supo morir antes. que dejarse anastral' Ilevado pOI' 108
vuestros? V limos a vengal' la In uerte de 151 en ti, cobar-
de, que no supiste morir en la batal]a como el." 0 bien:
"l Recuerdas cuando tu y los tuyos sorprendisteis ami
hermana Jifisifio en el bafio y la llevasteis cautiva, y,
viva, hicisteis festin eon su carne y la atormentasteis
hasta que exhale au ultimo aliento ? i, Recucrdas? Aho-
raa ti, maldito de Dios, to devornrernos vivo y no mo-
riras hasta que no veils en nu estras fauces tus sangrien·
tas carnes." Despues de dirigidas estas y mas reconven-
ciones, sigue el cuarto y ultimo acto de Ill. terrorHica
tragedia. Se adelautan uno <t uno los danzantes y cada
cual corta con su ouchillo y torna un trozo de 11\ carne
del prisionero que, en presencia de los estertores de la
agonia de este, cornen Ii medio asar, y cuando pOl' fin
muere 11\ victima acabanla de despednzar y siguen asan-
do '0 cociendo sus carnes y devordudolas hasta la ultima
particula.
- lI8 -

Como homos dicho, subsiste la antropofagfu entre


los huitotos, Ii pesar de los severos castigos impuestos
por los blanco". Cadn vez que crcen aquellos que pne·
dell estar seg uros de In impunidad por la ignnralH.:ia del
hecho de parte de estos, se entrr-gan a la satisfacciou
de e~OR SIlS bestiales apetitos. Ell los dial:; que y1) estuve
en aqnellos lugares, se averiguaba pOl' el pllradero de
una india que S!.~ l};lhia huido de la easa del Encanto y
de quien .;;e en-Ill que hubia sido cornida pOl' una de las
naciones de la depcndencin del estublecimiento de Sari
Antonio. Af.lrtllnal;laUlcnte resulto no ReI' a~l: la s()spe·
ch« prueba, ell1pero, que asi pudo ser.
Mas si PR lurneutabillsimo que los snlvnjes no ha-
yan olvidado ulli tau monstruoso vicio, mas deplorable
es afin que h:lya habido quien, cristiano y civilizado, 10
haya contraido. Siendo Prefecto del territorio del Caque
ta, en 1882, el Sr. Bernardo de let Espriell«, tu vo ell Mo-
eoa en prisiciu :i un tolimense f;il\dicado de antrop(lhgia.
can los huitotos, mas, como constaba que el no habra
matudo, ni IIYlldad •• :i mntar a ningun scr humane, para
comedo, sino qn(~ simplemente habia cornido c.nne hu-
mana eon que los huitotos le obscquiaban, rcsultaba
ullicamentcrespon,~ahlcdecnnjbalismo, y como cl cnniba-
Iisrno 110 es delito defiuido y cn~:iKau.1I I'll nuestrus ley es,
hubo e l Prefecto de poner en libertad al antropMrlgO
cristiano.
Costumbres rmis inocentes han adquirido en aqnel
pal:; los blnncos, tomadas de los salvajes, y una inocen-
tisima como de nifh8 pequefiuelas, han coutraido a III
vista de las indias de los establocimientos colombiauos,
las dos mnjeres blancas, unicas racionales del sexo fe-
menino IIlle existlan en la Huitociu, a rui paso pOl' alia.
El trnje de casa de estas sefioras es In cusma, de suerte
que una perunna, hija de italiano, esposa de un emplca-
do del Gars paransl, realmeute blanca, blanca no en
nornbre sino ell verdad, alta, elegunte, hermosa, se mos
traba en esc negl i[le ell presencia. de todos, COli el pecho,
los brazos y parte de las pi ern as en volu ptuosa desnu-
dez. Dildo que c' est le premier przs qui coure y que de
ese vestido :i 11\ desnudez absoluta no hay sino un paso
tambien, es de temer que si llega a estar la bella perua·
na en una nacion huitota, arroje a un lado la cusma,
que es poco 10 que cubre, y adopte alii el traje nacional
huitoto que todo 10 descubre,
- 119 -

Despues de unos tres dias de demora en In ngencil\


del Gafllparanrl, sCI~ui viaje en canoa POf el rio del mis-
mo nombre. Toql\~ en el ostablecimiento del Retiro,
pCfteneeiente Ii los Sres. Cuartas & Sorrauo, doocle esta-
bn invit.ido d almo rzar de paso pOl' cl S,', David S(~rl'ano,
uno de los socios de 111 Iirm», joven prodigo de at.encio-
lies para con (!l f,)ra~tcro, peron tenciones lIO de lao; consis-
tenter; ('\1 f,jnnulas de cortcsiu, sino de aq uellas q\l(~ de-
jan VPl" el coraZ()1I en l:t mano, periiOIl:l obsequiosisima,
tod« lleua de arnahle seucillez y de ingclllllL siuccr idad.
Rendi ln jornudu de esc dia ell Filadelfi», estable-
cimiento de Calderlln Hormauos, y resi.-lf'JI(;i'L del Sr.
'I'obias Cul.loron, uno d •.~ los miernhros de :lqueih fami-
lia de caballeros, tunilia qlltl d,~ja bien pnesto pI honor
del Tolima CIl eS;H lej.mns tierras (pue;; "I\n tolimenses
Ins Sres. Calderf>lles), y de la cuul l'(~cibi ()p()rt\lIlO~,
finos y valiosos favores que hicieron mllY agl'aJablt~ IHi
pago pOl' sus diversas casas y mi pCl'manencia ell IJlla de
elias, y Licil y t,111 comodo como pOl' (lila es po:.;il)ll>, mi
viaje' posterior hasta Iquitos.
Al dia sigl1ient.e, eu canna y eon b(ogas huitotos
que me surninistr.i el Gcrcnte de Filadclfl.r, segill Y des-
ernbnrquc a
las diez dt~ ln manana en la Argelil1, esta-
blecimiento del Sr. Hipolito Perez, uno de los mIlS
acomodados residentes CII el Garaparan:1. Al I\Wl(S de
otro conquistador, el de la v isita 1;' Charucangui, de
quien hc hablado, este senor, al elevurse en Ia escala
social desde tan iufimo puesto couio el otro, ndquirio
maneras y culture social tales, que parece que hubiese
hecho 611 oducacion, desdc nino, al ludo de ius mas cum-
nlidos caballeros,
• Ese dill pernocte en Jegdimll, un rancho desierto
de siringueros e n ln embocadura de la quebrada de
aquel nombre, y ul signiente temprano desemburque en
San Antonio, e;tHblt'cilUil~llto del Sr. Bernardo Carva-
jal, rlonde pase el resto del d ia y la I\Cl, .: he disfrutundo
igualmente de hell(~voia hospitulidad, hijn de las gene-
rosns condiciones que son geniales en la mayor parte
de lOR residentes en el Gar;\paranll.
Hubo ese dill. en in mansion del Sr. Carvajal, buen
nnmer o de huitctos, que en celebrucion de huber dado
remate a uno de 108 trabajos del establecimiento, se
ooupaban en lOB preparatives de un gran baile que iba
- 120 -

a tener Ingar en una de las noohes subsiguientes : mas


auheloso yo de ver ese modo de fiesta de los indigenas,
sin poder esperarme al dla fijado, satisfizo Carvajal bon-
dadosamente mi deseo, improvisando baile de un rata,
10 que fue fdcil porque habfs asimismo buen numero
de sirvientas indias en la casa. A 10 de indios pasdmos
pues, y alii vi en un extenso salon alumbrado pOl' alga-
nas Iamparas de petroleo, sin bancas, ni mas asieutos
que el suelo del recinto, a Ia usanza de los ahorigcnes,
yen el centro el indispensable tabaco eocido, all] vi,
digo, a. la concurreneia huitosa de ambos sexos npresu-
ran dose :i principiur la danza. Sin mds mnsica qne la de
un inarticulado canto, rompio el baile, colocados los va-
roues en una sola fila, dandose la rnano unos COIl otros, y
en otra fila, al frente, las mujeres, abrazndas estas, Cada
fila avauzaba aproxirndndose ala opuesta, alf'jandose
luego y tornando a aproximarse, y haciendo resonar ul
propio tiempo los hombres los cascabeles que llevaban
encima de los tobillos, el sonido de los cuales marcaba
81 oido el com pas de la danza. Entretanto habluba 'Con
solemne gmvedad el capitan de esa nacidn Ii 8U patron
en huitoto, y yo estaba atento al baile, a los sonidos y
gestos de la conversacion, a las succiones de tabnco en
que se gozaban los indios y a todo aquel espectacnlo
que me era grandemente interesante, pOl' 10 totalmente
nuevo para rni.
Alii y en otras partes me refirieron luego que los
huitotos, a semejanza de los romanos para. sus vendimias,
6 de los japoneses para la fiorescencia de sus plantas de
jardin, celebran con jolgorio de baile y festines las co-
sechas de los frutos de que hacen su vino , nacional, 18
katoana de que en este mismo capitulo habldmos ya i
mils como, scg6n dijimos, esa bebida no es fermentada,
aquellas fiestas de los huitotos estan lejos de ser 10 que
cran las bacanales de los romauos en la epoca de la co-
secha de la vid.
A la manana siguiente me reembarque. Unas dos
horas despues pase por el Dorado. estableoimiento que
habia sido perteneciente a un Sr. Barros, honorable ca-
ballero portugues, cuyo fin tragico era el acontecimiento
de que mas se hablaba en la Huitocia ell esos dias y con
general sentimiento por ser el' finado hombre de gran-
des dotes de espiritu y de corazon, al unanime decir de
todos los colornbiauos residentes en la comarca.
-- 121 -

Al diu siguiente llegne al Encanto, ultima. de las


agencias sobre el bajo Garaparand y la mas importante
de todas, perteneciente, como la Florida y varins otras,
a los Sres. Cnlderou Hermanos, fundadores de 11\ casa
de negocios de mas consideracion ell la Huitocia colom-
biana. Alli debia yo permanecer 111108 poco,,; dias ell la
espem de embarcacion y cornpafl ia para continuer el
viaje hasta Iquitos.

CAPITULO XI
EL ENCANTV

Animaci6n en esta ageucia-s-El comercio del Garaparana-ca-


restia de la vic.a alli-Por que son tan caros los articulos eX-
tranjeros y por que se hace el cornercio con cl Peru y no
con cl Brasil-c--Diferencia entre la conquista espanola y la
conquista colombiana-> Insurreccioncs de los inc1ios--Dere-
cho de propie.lad entre los huilotos-M uer te del Sr. Barros.
Suicidio de su matador-Establt:cimiento de autoridades en
la Huitocia-Creesc alii irnposihlc el buen cxito de una in-
surreccion general huilota-Poca cautidarl de nifios mesti-
zos-Saluhridad del clima-Las lnnchas Eloisa y Puiumayo,
Esta obligada en el Encanto a arriar la bandera peruana
para izar la cc.lornbiana.

AUNQn~ llegue al Encanto 012:3 de Julio, todavia


en esa foehn duraba alli la celebrncion de nuestru fiesta.
nacional y con ese mati vo y el del paso de In. la neha de
vapor (que yo habia eneontrado «erca al Dorado) ha-
bla en aquella ~Igeneia concurrencia de gentes, que no
f,Jlt6 en todos los dtas que se siguieron. Gran numero
de indios ocurr ieron a
traer sus ragos de caucho con 108
cunles debia cornpletarse Is cargs de la l.urcha Ii fill I'C
~re~o del alto Garnparana : algullos caucheros blancos
del AlgodlSn hablan veuido II proveerge de viveres y
otros menesteres ; varies ernpleados de otras agenoias
de los Sres, Calderoues, en Id interior, estaban alii y
hubo viajeros que Hcguian a
Iquitos ye,:;peraban el reo
g-reso del vapor para ernbarcarse. De suet te que en esos
d ias todo fue en el Encantc animacion y movimiento,
bullicio, ooupaciones y actividad.
EI lector ha eomprendido ya, sin duds 1l1gnns, que
el comercio del Garaparand como el de todo el Caqueta
- 122 -

estd roducido, por 10 que mira a la


exportacion, Ii un
nrticulo unico, el caucho, Con este fie pagan las mer-
candas introducidns, eonsisteutes en telas, ropa hecha,
eonservas en lutas, licores, chaquirn y herramienta para
el consume de Ius bluncos y de los indios. E!:;tos artfcu-
los SOil gencralmente rnuy caros ; una vnra de zaraz»,
par ejcrnplo, vale $ 0--60 plata de uoveciontos milesimos,
y UII sombrero de FH>ja extraniero que f!1I Iquitos se
compra ell $ I-GO, vale aqui $ 4. La. causa principal de
tan extrilordinaria curestia es el alto flete de 1;\ cl~rg:\
en In.lancha de vapor, el cual es del 50 pOl' 100 sobre el
valor de la mercuncia en Iquitos, Si se afiade U esto la
ganancia que es natural obtengan los comcrciantes, bien
entclldido IUC esta no puede ser Id moderada que se
haga en Bogota, pOl' ejemplo, donde 11\ vida es tall facil
y agradaule; agregalldo Iucgo la prima pOl' los riesgos,
pues en 1a Huitocia Re vende a
todo el muntin III fiado
y COil espera del caucho que deba entregurse, y compu-
tando adermis el iuteres del dinero pOl' lu espera. suma-
do todo csto, ('1 recargo sobre los precios de Iqnitos,
vieue sieudo cl 100 pOI' 100 por 10 menos ell las veutas
pOl' mnyor y algo rn.is en los expendios al detal.
Los dins ric nnvegacion desde el Eucanto hasta
Iquitos viencn sicndo, mas /, menos quince, plies hay que
bajar hasta la boca del Putumnyo en el Amazonas, que
esta :1 cousicleruble distancia, y Illfgo subir pOI' el ~rall
rio arriba, hasta la ciudad, que es otro trayecto bien
largo. Para uhorrarsc esta gran vueltn, han abierto Cal-
deron Herruunos una trocha de tierra que se combina
adelante con otrus de I\gUlt, camino que acorta la dis-
tancia en siete 11 ocho dias, pero que para el trasporte
de las mercnderlas s610 puede ser utilizado pOl' los re-
.sideutes en la Huitocia, quienes tienen suficiente nume-
ro de indios cargueros a su servicio, Es entendido que
los dueiios de Ill. via, como es natura], cobran el peaje a
los q ue hnceu su transporte pOl' esa troche.
Es nuis corea del Gal'aparalla'a Manaos que a. Iqui.
tos; por tanto en 108 prirneros dias del establecimiento
de los colomhianos en la H uitocin, todo el comercio se
hacla cou el Brusii, Hoy, excepto algilll caso mlly raro,
todo el tnifloo ~e hace COIl e\ Peru. Las circunstancias
que han causado estas variaciones son: los altos precios
de In mercancia en Manaos, mayores en mucho que en
- 123 -

Iquitos : <>1impuesto ad ualorem 801;ro eJ enncho en el


Brasil y el contiid.0rn· el PI:rtl como ~\Iya tcd:~ In rcgi(jn
del Pu tumavo, de UH'I'to que las JlIPI'(::lIII:I;tl'; dp. otra
1\1\(:il"\l (JlW ;'it>l)('ll d,·! Bra~il, f',,1,,'(' !,;Ig II' 1.'11 el Brasil
I·J implll>~t', de :\(lu:llla, tendrian (111i.' : ,agarl/) :\dcmas eu
el Peru.
Hemos euumerudo otr..s art iculos de ~·xP('lt:lci(~n
que podriun ser objeto 01: corncrr-io ('II (>1Lenitorio del
Caquer.i ; mils all] no h ,)' compr.ulores t.i,'", para CHU·
ch», IIi veudedores de 011'0 nrticulo fJIW c.rucho, Con
todo, en 1;1 region superior del rio, dOllde la goma esta.
ag<Jtandose, ya sieutcn I()" residentes 1a llf'('csidad de
ocupurse en otra ex plotaciou gm~ los sea 111<£S lucrative,
mas (:~t:~no pued« ser sino de efectos de prvcio en Ell-
ropa, aproximadarncnte tan alto como el del cnucho,
pues sit.uudo este tcrritorio en el corazon del Contineu-
te, J(J"; fletes tie nen :I'Je ser demasindumentc CO:o:tOKOR.
Dicho esto pocu sobro el co mercio de la region,
digamos ahorn algtlll1tS pulabras i;ul,l'c las eoudiciones
de vida cn la Huitocia pam los colouos alll.
Como dijimos }'~, hr.cha la conq uista distribuyo
Cri~(~str,m(). el conq uistador las naci.-ues de indios entre
los cornpnficros que: 1(' ay udaran en la CHlpresa. Cuando
Ja conquista espniiola, hicirironse r"parl()s de tcrritorio
ell t(,d:~ la AmericlI con el numbrc de e uoourieudus en·
tre los soldados eonqulstadores y pasaron lo~ indios
como pertenpllci:l de [a tierra, como siervos de h gleba,
a ser propiedud tIp los encomeudcros. NIl h:\ si.lo ese el
caso aqui. Scg-1W l.emos dicho antes, ••qui IlO hoy titulo
de dominio, sino sobre el travnJo d(~ I'.Ii'; iwlfg-elHls, titu-
lo adquirido y conservudo ell virt ud de 10'; avances ell
efectos heehos Ii elios, sin preteu-i.in algllll:l de parte
de los bbncos,:l1 dominic" propi,~dad l) prJsesi"JlI de la
tierra. Si 10'; huitotos se hulluu In)' !.>~,jl)Id [,CIJn de los
l.luucos, ello 1101'S sino ell virtud de In depcudencia en
quo gl~ne!'aJm._mte He coloca el dcudor CUll respecto Ii
su ucreedor. Los huitotos, verbigr aci». recihen una
h.u-ha y ll. carubio (10 eHta cstlin obligados l~ dar 10 que
se llama Ull pogo de caucho ; recil.en un mncheto y 10
pngau traycndo 1111bulto de ChllrucHllguc 0 de Tambo-
riaco, Perc sucede que los indios SOli uaturalmunte ha-
fllganes y que posponen el curnplimiento de sus corn-
promisos de dia en dia hasta hacer perder la esperanza
- 124-

de reintegro al blanco que ha negocia.do con elI os. H3Y


que constrefiirlosvd ese cumplirnieuto, y a este efecto
los duefios de las agendas envian dependientes suyos a.
las naciones a hucer trabajar a sus deudores. De suerte
que los blancos estdn diseminados en toda III Huitocia
y que los que se solicitan para peones pOl' los pro pi eta-
rios de los establecimientos a
Eon manera de agentes de
cobro, convertidos por lu fuerza de las cosas en sobres
tantes de los trabajos ejecutados por los indios para ha-
cer los pagos Ii que se han obligado estos.
Comoquiera, esta eonquista, como las demas, es la
imposicion de una raza sobre otra y los huitotos 10 sien-
ten aSI; so ven dominados par los blaneos y los odinn
como genel'almente toda colectividad dorninada aborre-
ce a sus dominadores, A la man era que en todos los
paises recicn eonquistados que viven forjando revolu-
ciones contra sus senores, basta que una serie de fraca-
sos los llevn a la callada y pasiva obediencia, HSI aqui
ha habido sublevaciones que Hernandez en sus dias re-
primio eon la severidad feroz con que los tiranos, en
otras partes, castigan 10 que elI os hal! llamado delitos
de lesa rnajestad. Posteriormente han dado pocovaglir
los indios Ii su empefio de fraguar planes" de levanta·
mien to, que tienen mal exito sierupre, porqne semejan-
tes a los niiios, los salvnjes son incapaces de reserva y
sigilo. A veces Ill. india que arna a
un blanco, IS el indio
que se ha criado con el y Ie sirv e, sor prenden el secreto
y 10 revelan. Mas en la Huitocia colombiann, despues
de la muerte de Crisostomo, no ee ha castigado jamas a
sangre y fuego el couato de sublevacion. Ouando se
sabe que una insurreccion va aestallar, se jnntan los
colonos en el lugar que les parece mas apropiado para
osperar arrnados el staque, y los indios, visto que su in-
tento de sorprender a aquellos ha sido descubierto, de-
sisten por incapacidad de sosteuer una lucha franca y
abierta.
Despues de In. ultima tentative, hecha en visperas
de mi Hegada, el Sr. Gregorio Calderon, jefe de la casa
Calderon Hermanos, Ii quien los huitotos llaman (lapi-
tan general de los racionales, convoco a los capitanes
inuigena3 comprometidos en la couspiracion, y les pre·
gunt6 que razones tenian para levantarse contra la gen-
te blanca. Respondierou que esta se habia aduefiado de
- 125 -

las tierras de ellos y que su anhelo era recu perarlas, a


10 cual repuso el Sr. Calderou qlle era patente que los
blancos no hablan ocupudo para sus sernenterus sino
partes no ocupadas pOl' los huitotos, y que aun estaa
vol verian a Ia posesiou de los indfgenas a] tiempo de la
marcha de los rncionales para S11 propio puis, Que este
razonamiento sea cf.caz :i aquietnr 01 tlnimo de los indios
y hacerlo menos ad verso u. sus dorn inadores, es postula-
do qnc el tiempo se enc:\rgani de cornprobar 6 refutal'.
Por 10 expue~tn, y dig::imos!o aqui abriendo un pa·
rentesis, se ve que existe entre los huitotos, ,i diferenci
de los dermis indies del Cuquet», el derecho de propi
dad sobre la tierra, y este derccho, srg(lt) 58 me expl
co, os tau plene y perfecto, que (~ada naciou tiene
fraccion de territorio sepnrudu de Ius de sus vecinos po
Iinderos arcifinios, rios, quebradas (I lomas, Y qlle s
l'e"[let:lll entre sl csas demarcacioues. Q1lien deutro de
las qUll corrcsponden a otru tribu sea halludo cazaudo
<> pcscnndo, se eXjlolle ~l las reclarnacioncs de la nucion
reput.uia duefla r ti la queja contra ~l ante el capitan
de su propia parcialidad. y en apelacion, si llega a ser
necesario, ante el OapitAn general. Hecha de paso esta
observacion, continuemos el usunto de las revoluciones
indias,
Si los levante mieutos generales de los huitotos no
han tenido exito para cllos liastn ahora, hu habido em-
pero sublcvnciones pnrcinles que han side Iunestas alos
bluncos dr.miuadores de ]a rpgi()1l particular que ha sido
cl teutro de cllas. No haec tanto ocurrio Ia de una de
las tribns de lu gran cliorrera del Cnqueta contra el Sr.
Emil io Gil tierrez, nutioq ue iio, C()[Jq uistador all f. Venia
61 del Brasil (y e;;te es UlIO de los casas recientes excep-
cionales de cornercio Call at{uel puis), adoude hubia ido
r;' llevur cauch» y ~;,traer mercnncias ; \leg,) al torritorio
de sn couqursta ; alojose ell ut: tambo cercano al rio;
mando Ii los peones a Il)S naciones de la propiedad de el
a hacer venir cargueros para tr» nsportar In mercancia
al interior, y quedo solo can trcs cornpafieros y una
mujer. Los indios esperaroll a
que el suefio les entrega-
se los blancos indefensos, penetraron al tumbo Ii favor
de lao oscuridad de 1a noche y alii mataron ~(. Gutierrez
y a sus compafieros dormidos. Un huitoto racional, es
decir, eriado entre los blancos en Mecca, logro salir del
9
- 126 -

rancho, merced a las tinieblas mismas que fuvorecieron


la acometida de los salvajes, en el momento preciso de
-Ill entrada de estof;, huyo al rio, tom6 una canoa que
alH habia, alej6se en breves instantes del lugar del su-
preme peligro, gracias l\ 1a rapidez de la corrieute, y
desembareando lejos lllego y rompiendo monte, sin co
mer en el trayecto, extenuado y moribundo de fatiga,
llego al cabo de varios dfas a los establecimientos co-
lombianos, todos lejanos del lugar del asalto, y trajo a
estos la alarrnante nueva. J untaronse los blancos y se
prcparaban a partir al castigo de la muerte de Gutie-
rez, cuando lIegaron noticias que llevaron al colmo la
ravedad de los acontecimientos. Mas de treinta racio-
ales, trabajadores de aquel y disperses por cuenta de
~
el entre las tribus de la gran Chorrera, hablan sido ase-
sinados, todos separadamente, pero Ii un tiempo mismo,
pOl' los indios levantados. Marcharou contra estos los
blancos lJevando huitotos aliados, y hallaron abandona-
das las habitaciones de las uaciones revolucionadas y,
mas adelanto, hombres de estas recogidos en una casa
fortificada, que no defendieron formalmente, y de Ia
cual se retiraron. Perseguidos pOl' los racionales, fueron
alcanzndos, hubo com bates parciules, murieron unos
cuantos de los fugitivos; algunos, muy pocos, cayeron
prisioneros de los blancos ; otros, tornados }\or los indios
auxiliares, fueron a III postre comidos pOl' estos, y los
mas lograron salvarse vhuyeudo a las selvas, donde la
persecuciou fue ya imposible.
. Es la sublevacion mas grave que ha habido en los
establecimientos de los colornbianos, pero en el perua-
no de la Chorrera (chorrera del J ngara-pararui), los ase-
sinatos de racionales y los castigos de indios han sido
mucho mas frecuentes.
Result», pues, que Is vida para los blancos en la
Huitocia esta pendieute de un hilo. En los d ias de mi
llegada acababn de salvarse milligrosamente el Sr. An-
tonio Martfnez de una eonspiracion de sus indios con-
tra el, y fue uno de los indios de su personal servidurn-
bre quicn mato a uno de los huitotos, su compatriota,
que iba a descargar el golpe de muerte contra el co
mun amo, e hizo tomar Ia fuga al otro complice del
atentado. Unos indigenes de Is dependencia del Sr.
Bernardo Carvajal preguntaban, en los dtas que yo es-
-- 127 -
tuve, a
varios blancos que 10 refirieron, si los otros blan-
cos no castigarian la muerte de aquel, caso que la inten-
tasen los huitotos de sus uaciones, que estaban listos
panl. ello.
MilS no de parte de los aborigenes ha estado ex-
puesta Ii mayores peligros In vida de los 00101105 de la
Huiticia, sino de parte de ellos mismos entre sf. Los ho-
micidios hin estado Ii la ord en del ella en aq uel pais.
De 11\ misma familia de' Emilio Gutierrez asesinado pOl'
los indios, dos herrnanos () primos, Salvador y Roberto
Gutierrez, fueron muertos pOl' un mismo individuo,
quien los atacado pOl'
Ill-"tt) ell os y en defensa propia,
con intervulo de alguuas sernanas cada ataque y cada
muerte, y uno de elias era respousable ya alli de homi-
cid io perpetrado en UIlO de sus propios compafieros. El
Sr. Barros, duefio del Dorado, de quien hemos hablado,
respetado Y querido de todos los colones, fue asesinado
pOl' su socio industrial. Este despilfarr6 una fuerte suma
que aquel le diera para ciertos negocios en el Peru, 0
en el Brasil, y
cuando volvio a
rendir cuentas su pa- a
tron, que era al misino tiempo su benefactor, la unica
respuesta. que dio Ii las moderadas reconvenciones de
aquel, fue descargarle un tiro de revolver y huir intne-
diatarncnte. MaH, nsaltado con violencia pOl' repentino
remordimiento, a
dos <5tres cuadras de distancia de la
casa de Burros, hizo alto en su fuga y descargo sobre si
otro tiro con que inmcdiatamente puso fin su propiaa
existencia antes del momenta mismo en que exbalaba
el ultimo estertor de IIgonia su patron, pOl' el
asesiuado.
Otros, por simples sospechas de que sus cornpaiieros <5
peones hubiesen sido cornprados por un cnemigo para
matarlos a elias, han crefdo deber anticipar 01 golpc, y
han dildo muerte :1 los supuestos traidores, Ell las baca-
nales y orglas, y en rifias de cbrios han perecido varies
y ha habido, en fin. incendios de establecimientos para
arruinar al duefio y anular su cornpetencia en negocios,
La vida de los blancos en la Huitocia ha sido, pues,
como la de los explotadores del oro en California en
the early dlJ,Ys (los primeros dias), can la sola diferencia
de que en California los mas facinerosos hubieron de
organizarse en comite de salud publica para ahorcar a
los otros faciuerosos, 10 que al fin impuso el orden, sin
el coal ni los mismos bribones podlan ya vivir, hlzose e
- 128 -

posible la instalacidn de las autoridades de los Estados


Unidos. En la Huitocia la eliminacion de los malos ele-
mentos de esa incipiente sociedad se ha estado cum
pliendo tambien, mas no sistematicamente y de propo-
sito deliberado, sino por proceso natural, pues de los
mas desalmados aventureros, unos han muerto a manos
de los otros, 6 de los indio!", <5 pOl' enferrnedad, y otr65
ban emigrado a mas remotas tierras, de suerte que vn
quedando solo el elcmento honora ble, y cornienza a ser
menos agitada y az.irosa la existencia de los colonos
alli. Comienz.m a mostrarse ya las autoridades colora-
biauus : bllj6 el inspector del Putumayo hnsta el Gal'a-
parana y nomhr6 nn comisario con residenoia en El
Encanto, 10 cual ocurrio en los dias inmediutos prece·
dentes ~t rni Ih'gada al mencionado establecimiento ; par
tanto, no puedo dar fe si ha Ilegado a imponerse nlli al
fin el imperio de la ley.
Ahor», si par el orden que llegue a estublecerse en
la Iluitoci« y pOl' el respcto cousiguiente {l lHS autori-
dudes se haec al fin tolerable la vida en eSR comnrca
para los blsncos, resta indngar si una. sublevacion gene-
ral de los indios no dada fin a la existeneia de 11\ colo-
nia oolombia na. A este respecto, me aseguraron los re-
sidentes que no abrigaban temor algunc porque !-i en
1
,

Ill. primer» epoca, cuando 110 pasabu de una docena el


numero de oolornbiunos, fueron cflpaces de resistir a to-
dos los lovantamientos y de sufocnrlos, ahara: cuando
pasan de ochenta los blancos del CLil'aparalla y del In-
garaparana, fuera de la guarnicion pcrnnna en este (d·
timo rio, un alzamiento de los huitotos serfs inuiediata-
mente reprimido. Juzgan, sf, los indigenas, que todo 1p
que se intente contra los blancos debe ponerse ell eje-
cucion Oil el poriodo de la vida de la generaci1hl pre-
sente, porque mas tarde, crecidos yii Ius hijos de los ra-
cionales, en perfecta posesiou del idioma y con eutron.
qnes de parentesco en el pais ruismo, la imposibilidad
de una sublevacion ser ia pOl' torlos conceptos absolute.
No he visto, sin ernbargo, sino muy pocos hijos de blau-
cos en el P:llS, y m'Jy euidadosamente he indagado que
poblncion infuutil mestiza estd levantnudo actualmente.
El nurnero es de insignificante consideraci6n, y eso me
ha pnreeido extraiio, porque hace ya mas de seis afios
a
est establecida Ill. colonia colombiana, y los que la com-
- 129 -

ponen han tornado mujeres en el pais desde su llegada,


de modo que he venido Ii pensfl.r, vista estu extruordi-
naria falta de nifios mestizos, que las in dias tom.in quiza
brebajes para no concebir, tal vez pOl' orden de los jefes
ind igenas y como mcdida policica' de estos.
La temperatura de El Encanto lIO es fuerte, a pesar
de la 1J0ca altura del sir.io sobre el nivel del mar Y la
corta distnnciu a Ill. linea ecuntorial, distancia que no
pasa oe dos grados. jUs suave aut) es el de las flgencias
del alto Garaparand y del IngClraparami. Me sorprendio
el que COIl solo subir u n centenar de metros de:~de el
Caquetd, hubiese hallado tau grato frescor en Palermo
y Provideucia, pues no so pl an alii brisas como so plan,
}lor ejernplo, los vientos alisios en Casanare y San ~Ln"
tin, ni h.iy proximidad de altas cordilleras, ni mucho
rnenos de novados, de snerte q ue la beniguirlad del
temple en aquellus latitudes no puede atribufrsc sino a
1:1 cotnposlciou del suelo, que absorb a los rayo:" solares,
sin dar lugar sino (t muy poca refracciou.
En cuanto a salubridad, es tau completa como pu·
diera desearse, y de scguro a esta causa se debe cl que
sea relativamente dens), la poblaciou indigeua en estes
lugares, en tanto que en los mas de los climas torridos
de nuestra republica, donde aun hay aborlgenes, su DU'
mero es tan reducido, que con razon llamamos desiertos
a aquellas vastas extensiones de selvas y saba nas,
La Eloisa, este era el nombre de la esperada lan-
ch», lleg(> al fin. Es ur.a remolcadora que arrastra un
batelon, en Ill. cual van Ill. carga y los pasajeros can la
estrechez consiguiente al pequeiio espacio. Era Ill. pri-
mera vez que hilda viaje al Garaparana, pot'que la que
ha viaj ado constantemente all! es La Puiunuujo, perte-
neciente al Sr. Julio C. Arana, del comercio de Iquitos,
y duefio del estublecimiento de Ill. Chorrera en el Inga-
raparanri, la casa rnds ricu y de mas vastos negocios en
toda Ill. Huitocia. Deciuse de estu ultima lancha que no
vol veda, pOl'que en su venida proxima anterior fue obli-
gada pur la uutoridad recientornente estu.blecida en El
Encanto - para qne F;~ le perrnitiera surcnr cl G'lrapa.
rami - a arr iar la bandera peruana IS izur la colombia-
na, 10 cual hizo lu lancha :i despecho SllYO. PW),:; las pre·
tensiones del Perij, como explicaremos mas adelaute, se
extienden no s610 al Putumayo, sino auu a sus tribut a-
rios navegables.
13° -

En La Eloiea debian embarcar mis compafieros de


visje su carga, para enviar est a par agl1a, en tanto que
ellos seguian conmigo par el camino de tierra. Embar-
cada Ill. carga, estuvimos expeditos nosotros para em:
prender marcha anuestra vez.

CA PITULO XII

DEL EXCANTO AL TAMllORIACO

Me despido de EI Encanto-Curso de los rios Garaparana e In-


garaparanri-s-Por que decimos Garaparand y Huitocia, y no
Carapanama y Huilota-s- EI Putumayo y EI Lago---Etimolo-
gia del nombre Pl~tult/ayo-Los bosques del Magdalena y
los del Caqueta, Putumayo y Napo-Los jimenes-La agri-
cultura huitota-La masticaci6n de la coca-Las estradas de
siringa-EI algod6n-Caridad huitota-La agencia del Toli-
rna y el rio Tamboriaco-EI idioma huitoto-Multiplicidad
de los dialectos-Los huitotos refractarios al aprendizaje de
las lcnguas-c En la region del Napa otra vez Ta lengua y la
raza incaicas-cNo pueden comer carne los que cultivan la
yuca-Ratcrfas de los huitotos- Rcconocen un Dios unico-
Brujos y medicos, y creencia en los espiritus-Bautismos de
los huitotos por los blancos, y de estes por los huitotos-
Extension y poblacion de la Huitocia-Huitocia peruana-s-
Nieg.r la Chorrera la obediencia al Gobierno colombia no.

H ECIIOS todos los preparatives de viaje, sin olvidar .


el indispensable vidtico de f<trilla y arroz, con dos ca-
zadores armados de escopetas, para I,), provision de car.
nes, y con buen numero de remeros huitotos, dije adios
:.l. mig buenos arnigos los Sres. Gregorio, Te6filo y
Alonso Calderon, aq uienes, repito, debi finos y
solfci-
tos servicios, al Sr. Serafin Vela, jefe de Ill. contabilidad
del establecimiento, y a otros caballeros con quienes
habia contruido relaciones de amistad en el Encanto, y
me ernbarque en una monteria con rnis nuevos compa·
fieros, lJeruanos ellos, para seguir por el rio Garaparana
abajo al Puturnnyo, y tornar luego el varadero que
lleva mas directamente a Iquitos.Preferi esta via mas
corta, aunque mas penosa, a la del Putumayo y el Ama-
zonas, puesurgiame lIegar cuanto antes a
aquella ciudad.
- 131 -

Ya en la tarde, despues de seis horns de navega-


cion, llegamos a la boca del Garaparana, el cual, al lIe-
gar aqui, tuve recorrido en toda su extension navega·
da, aunque no en toda In nuvegnble, pues 10 es, nun pOl'
vapor, hasta arriba de In quebrada J usiknina, pero no
habiendo establecitnientcs arriba, suben las lanchas has.
ta la Florida unicamente, Y es navegable este rio pOl'
vapor, 10 mismo que el Ingaraparana, en toda epoca del
ana. Si los vaporcillos 11(0 SIl ben en verano por estes dos
rios, no Cl:S porque no t.engan fondo suficiente en esa
estacion, . sino porqlle DO 10 t iene el Putnmayo para 11e-
gar a ellos,
Nace el Garaparana cerca de Nurnancia y corre en
direccion Noroeste a Sudeste !labta el Puturnayo, al cual
lleva ol tribute de sus agua>:. No Ie conoci a aqudl mas
afluentes que vaIgan In penn de anotnrse, que las que·
brarlas Jusikaina y Jigdima, arnbas y,1 menciouadas En
cuanto al Ingaraparana. t.iutas veces uouibrado en estas
pagina"l pero que yo no COIlOel, naco mas a] Oriente,
corre paralelamente III Garaparami en lu misma dircc-
cion en torla su longitud, y desemboca en cl Putumnyo
mas abajo.
Los rnus de Ius colombianos de In Huitocia desig-
nan al 0 il ril pal'!1 rni con e1 nom bre de CflrapmWJI1,;,. ~ os-
ot ros respetumos In etimolog ia y couservamos el primer
nornbrc con e l cual h« sido deuominado por 10:; brasi-
leros en la lengua qercl: En esa lenguu, poraiuc signifi-
ca bl'GZO de }'~o, « ofiuente, terminacion que se encuentra
tambien cu Avatf -par ana, Ingara-pal'llrJ:1, Miriti-pnra-
wi, etc. La primers parte del segundo de estes com·
puestos h escriben los brasileros Iggm'Cl, de modo que
las dos gees vulen rig, como en el gripgo.
'I'ambien decimos nosotros la Huiiocia, y no In Hui-
iota, como hernos oklo en Mocoa y Tres Esquinas Ii va-
rias persollas. Al pais de los hotentotes no se le llama la
Hoteniota, sino la Hoientocia, y de la mistna rua nera al
pals de los huitotos habra que lIamarlo no la Huitota,
sino la Huiiocia.
A las cuatro de lil tarde Ilegamos a
lao boca del Ga-
raparana, y se mostd a mi vista el gran Puturnayo, Pa-
reciome de menos caudal que el Caqueta, ·aunque es
vel' dad que yo habia navegado pOI' este en plena esta-
cion de lluvias, cuando desbordaban las aguns y cubrfan
- 132 -

doquiera las playas y los montes, en tanto que el 28 de


Julio, dfa en que conoci el Putumayo y navegue en el,
era ya principia de la estaci6n seca en esas regiones y
habia pasado 130 epoca de las grandes avenidas. En este
rio. bajo un sol de fuego, aunque el padre de la luz se
aproximaba ya a su oeaso, soportando de nuevo el tor-
mento de los mosquitos, los cuales, desde que abandone
a Oharucangui, cesaron de cebarse en mi, viendo de le-
a
JOB los delfines 0 bufeos, azotar el llg'ua con In cola,
navegdmos mas de dos horas pam arriba, y en seguidH,
bajo el rnmsje de los arboles de In selva y envueltos
en las primeras sombras de In neche, que, ayudadas pOl'
las del bosque. se resistian a In invasion de los rayos de
la naeiente luna, dejamos el Pntumayo para surcar un
canal angosto que nos condujo a un hermoso lago, en
cuya plateada superficie reflejaba su luz el astro ruti-
lante de la neche, triunfante ahora de las sornbras, El
firmarnento limpido y azul levantabase sobre nosotros;
nos circundaba doquiera In inmensa selva imperaba e
solernne silencio, Interrumpiolo nuestra barca al cortar
las dormidas ondas con los remos, cuyo golpe rltmico
era el unieo ruido alli, ruido que repercutian los ecos a
_.distanci».
A Ia orilla del Iago, en un tambo que all] habia,
pasdmos la noche, para tomar el dia siguiente el vara-
dero del Puturnnyo al Napa. Dice el General Reyes
(discurso en el Con grew Panamericano), \lue el nom-
bre Puiumatto signifiea en lengna econa II aguns claras."
Podra ser esta la etimologin del nombre, pero no en
econn, en el cual esa palabra nada significa, y repugna
al fonetismo de Ill. lengua, sino en quechua, en que puiu
podrfa ser oorrupciou de puzu, que significa blanquizco,
y en que mayo es rio, de suerte que asi Putumayo diria
do blauquizco, 0 aguas bla~lCas (1). Pero como tambien
hay ell quechua el voeablo puiu, que signifiea colabaza,
al pron unciar puiumosjo, se dice en quechuu 1';'0 de [(1
calobaza, nornbre rnucho menos poetico l>afa e-;e rey de
aquellas soledades.
A Ia manana siguiente pusimos el pie en el bosque
para ernpreuder camino. Las selvas del territorio del
Oaquetd ell la parte que yo conozco del Caqueta al

(1) En econa aqua« blanca" 6 rio blanco, Be diria po-oM 6 poyd.


- 133 -

Gllrapal'8na y del Putumayo al Napo, no son como las


del bajo Magdalena, verdadero conglomerado de arbo-
les, yerbus, arbustos y bej t}(JOS q ue se buscan, 81: tocan,
se abrazan y se eutreluzuu cual ell luchi perpetua, para
arrebatarse las un.is a
las otras el terreno, el espacio, el
aire y la luz. Aqui no so ostenta ln vcgetllcion CIl la
abrumadora. profusion que alld ; los colosales arboles,
separadoa unos de otros, elevan sus enhiestos troncos
para Iorruar en la altura su soberbio artesona.Io de ho-
jas y ramaje, y scrnejun columnas de u n inmenso tern-
plo. Los rirbolcs aqui, al pie de sus gig::llltnscos herrna-
nos, pareco qne los buscan tan s610 para medrar y ore-
eel' a su sombra protectora, en tanto que las ycrbas
tapizan cl suelo, formaudo u na alfombra de verdura, y
los bcjucos cuelgau y pasan de 11r1>01 a arbol, comu fes-
tones de la basilica soberbi». Es ln naturaleza trunsfor-
mada en rnagnifico tem plo, vcrdadcramcntc digno, en
BU grandiosidad iacomparable, del Dios que h creo.
A las cinco de la tarde Ileg,lmos al rio El'I~,que pa-
sdrnos en canon para llegar a
la cas a del Rccreo, agen-
cia del Sr. Aparicio .MUllOZ, donde tuvc el gusto de
encontrar al Sr. Roberto Gutierrez, caballero tolimen-
se, perteneciente a
una familia en la cual cnento varios
amigos y can quien pase ell agradable conversucion un
largo rato de la Lache.
EI 30, a las 9! a. m., continudrnos camino y J1ega.
mas a la casa abandonada de los jimenes (no Jim(;nez),
nacion huitota qne habla perecido toda hncia algunos
meses, pOl' consecuencia de yo lIO f'e que epidemia. La
casa estaba rodeada de :irholes frutales, entre ellos el
caimito (lucuma caimitos y de pifias ( anonaea sativa) y
de cafia de azucar. Esta la toman «hu puudo sn jllgo, sin
que hayun llegado nunca a
pretender oxtraerlo por pre-
sion para fcrmeutarlo y 11'I<:er, como los cnregufljes, el
gllarapo de cafia de tan extenso usn en Colombia. Los
huitotos son mill aficionados II las frutns y siembran '
abundnncia de frutales ell sus huertas, Como pl:lllta de
principal alimento culti vau la yuca bruv a, d,~ la cua,
hacen ellos cazu oe y c.rsararnnuo y los bl.mcos fariiial
preparacidn brusilera de la clase del caz« be, hecha para
fiambre de camino y para avio en los viajes largos. EI
pldtano, que en los mas de los climas calidos de nuestra
Republica es el sustento general, 10 siembran los huito-
- 134-

tOB, pero 10 usan como fruta, maduro y crudo, no coci-


do 6 asado, Siembran asimismo coca para la tnastica-
cion, mas no se practica esta en la Huitocia como en la
provincia eaucana de Caldas y en los pueblos de Santa
Rosa y Descanse, donde Ill. ternan mezclada can mambe
(piedra caliza 6 magndsica] sino con ceuiza de yarumo
(cecropia peltatQ). De .est. &ltima manera no se produ-
ce salivacion de baba groesa y asquerosa, ni se ennegre-
cen los labios, ni la Jengua, como rnezc1ada con mambe.
Mas dicen los adeptos a este vicio (<5 costumbre) que
sell. que se mastique u. 11\ manera sucia de los civilizados,
a
6 la manera decente de los sulvajes, Ill. coca da fuerza
para el trabajo, animo valeroso para el empefio, vence
al tedio en la inaccion, .acompafia en la soledad yean·
forta en el nbatimiento. Con tal acervo de ventajo.sas
condiciones, no es de admirer que los blancos en la
Huitocia hayan hecho, como 1015 indios, una necesidad
de esc uso y que anden provistos, adonde quieran que
van, del talego del,j(pia, nornbre que dan los huitotos
a la hoja cstimulante.
De los jirnenes hicirnos la siglliellte jornada Ii un
rancho que habia sido de cauchcros. En esta region,
entre el Putumayo y eJ Napa, se encuentra caucho ne-
gro explotado por los blancos, porque cl que trabajan
los huitotos en todo su territorio (alii no hay castilloa)
es el siring», mas no Ie dan la preparacion del fino de
Iquitos, que fie llama jeve, sino lu de caucho negro en
andullos. EI Sr. Hipolito Perez y la casa Calderon, cada
uno pOl' su parte, estrin ensayundo la apertura de estr a-
das, y he visto bolas de jeve preparado por ellos, exac-
tamente iguales ell apariencia Ii las de las estradas del
Amazonas. Estrada, camino en portugues y castellano,
es una extension de bosque poblada de arboles de sii-in-
ga que sc muutienen, aquella lirnpia de malezas y estes
limpios de bejucos. Abril' y sostener uua estrada os, pues,
J:J.acer una especie de cultivo, y quien abre estradas en el
Brasil y en el Peru, en tierras bald ias, adquiere pOl' esc
hecho la propiedad de los siringales que asi cultiva.
EI 31 de .Tulio, Ii las 6 8. m., nos pusimos en marcha,
ycomo a las dace del dfa llegarnos al rio Algodoo, donde
hay casa que se edifice con el pensamiento, abandonado
luego, de estableeer en ese lugar agencia. Pasdmos en
canoa el Algoddn, nfluente del Putumayo, y continua-
- 135 -

moo la interminable jornads de ese dia. Y a en la tarde


me sente por uu momento, poseido de abrurnador can-
sancio e inca paz casi del todo de proseguir la marcha,
pues las piernas rfgidas se resistian a ejecutnr sus fun-
ciones y dolianme los pies, la cintura y cuantas eran las
partes de mi molido cuorpo. Enfrente a
mi nn huitoto
de los que venian conmigo, rendido tarnbien de fatiga
bajo el peso de su fardo, descargo este y 10 vi eu situa-
cion identica a la m ia ; rna!' se busco rernedio al entu-
a
mecimiento y los dolores fricciomindose las piernas
con ortiga, heche 10 cual me pas(~ nuns hojas de la mis
rna yerba para que me hiciese yo lo mism«, oonrnisera-
cion y lastima de parte del huitoto, hacin un individuo
de la raza aborrecida, que me sorpreudio en un antro,
p6fago, a quien, como tal, debra yo considerur como
desalrnado y cruel. EI rernedio fue eficaa pal' unos mi-
nutos; fue como un cdustico estimlliallte pOl' 10 viole!!·
to; reaccionaron mis fuerzas y pu-le continual' 1:\ mar-
chn, Llegue al fin d e la joruada ala agcncia del 'I'olima,
a orillas del 'I'amboriaco ; es verdad que Begue arras-
trandorne, pero lIegue al fin, cosa (Ie que ya Uudaba.
Ei Tamboriaco es :dluente del Napo y la :lgPllcia.
del Tolima pertenece a Calderon Hermauos, l lusta el
Tolima llega lanchn de vapor y es pun todo escnla para
las mercaderias que vienen de Iquitos, las cuales una
vez all! son trasladadas aespaldas de indios hasta E1
Lago 80b1'e el Putumayo, donde torna ahacerse el trans-
porte en embarcaciones hasta el puerto del Garaparana
al cual vayan destinadas. EI trayecto de a
pic que hice
10 estimo en dieciscis leguas par camino tan bue no como
el mejor de montana.
Mientras se nos preparaba la ernbarcacicn que de
bia llevarnos por el Tamboriaco y el Na po, el Sr. Aqui-
leo Torres, agente de aquel estableeimicnto, me dict.i,
en sus ratos desocupados, las m.is de Ins palabras de
huitoto que vall en el apendice de este libro, COS" :i que
se presto bondadosamente, y aun me suministro algunos
datos sobre la conjrgacion huitotu, 10 que Ie Iue facil,
porque habiareoibido educaci6n escolar, u diferencia de
los mIlS de los colones de la region.
El huitoto no presenta dificultades para la proDuD-
ciacion, es lengus euf6nica y sonora como el carijona y
cl inga, segun habra podido notal' el lector en los pocos
- 136 -

nombres propios citadoa en estas pdginas, y tiene varie-


dad de infiexiones con que deriva palabras unas de
otras, y furma vocablos compuestos, A!'I, par ejemplo,
j-imena es Ill. palma del chontaduro, [imeke es 01 fruto de
estll, ,jimego el cogollo de la misma, y jimene Ill. gente
del chontaduro, nombre de la nacion extinguida, en cuya
casa dorrnimos el 30 de Julio. Esa facilidad para. formar
nuevas dicciones implica riqueza en el idiorna y provie-
ne indudablernente del empefiado estnero con que estos
salvajes han cultivado la elocuencia.
Hayen In lengua diversidad de dialectos quo va-
rian de nacion Ii naci6n y de tribu Ii tribu, pero cada
una de estes puede entenderse cen sus convecinas, no
em pero eon las situadns aremotas distancias, pol'q ue va
diferenciando el lenguajo amedida quo se haec mayor
)1\ lejania, de tal modo que el hublado por las tribus del
Occidente de Ill. Huitocia es tan desemejnnte de las del
extrerno Oriente, segun el Sr. Torres, como 10 es el pOl"
tugues del castellano.
No tienen estes indios la facilidad de los coregua·
jes para hablar las sjeuas lenguas. Los hombres y las
mujeres que han vivido con los blancos, par ya largo
tiernpo, han aprendido a entender el espanol, mas no
10 hablan nunca, Conozco un huitoto sirviente de un
amigo min, que ha residido desde nino en Mocoa y Tres
Esquinas siempre entre blancos, oyendo hablar solo
castellano, y, a despecho de ello, no puede explicarse
sino con gran dificultad y may deficientemente en nues-
tro idiom".
Tamboriaco es palabra quechua (Tambor-yaco), y
siguifica 1';0 del tambor. As!, pue!'l, vol via yo a encon-
trar la lengua de los incas, que no habia oido sonar des-
de el alto Cuqueta, la cual impera en Ia region del Napa,
habitada par la raza incaicn, diversa de la huitota. Pero
en el sitio preciso del 'I'olima, par depender esta agen-
cia de residentes en la Huitocia, son huitotos todavin la
servidum bre y 108 trabajadores, los estantes, los yeutes
y lOR vinientes, de manera que se puede decir que hasta
aqui se extiende In Huitocia, Mas como en este lugar
'Vamos :i dejarla defiuitivamente, sera pertinente decir
algo, 10 poco que sabernos, sobre )1\ moral y la religion
de estes indios, y sobre la geograffa, poblacion y ex-
tension do Btl territorio, puntos sobre los cuales no he-
mas tratado aun,
- 137 -

Con respecto a
moralidad, a
juzgar por 10 que pude
ver de paso en la nr.cion de los achiotes, estos indios
aman 11. sus hijos peq .ieiiuelos y SOil arnados rle sus mu-
jeres, que les sirven sumis.i y carifiosnrnente. No si sc
pueda decirse de II)!) maridos que corl'e"f!onc'lan con
igual atnor al arnor do sus esposus. La uuica ligem cir-
cunstuncia de que pude tornar nota a
este rcspccto es la
de que, si los coreguojcs cazan para pro veer de carne a
sus mujeres y a sus hjos, en la Huitocia, donde In caza es
muy poco nbundantc, los varones se reservan Ill. carne
para S1, r\ prctexto ce que si Ius mujeres la probaran, la
ynea, ellyo cultivo cs obligada faena de elias, no produ-
cir ia bien, de modo qlle s<'llo les dejan comer de vez en
euundo ulg{1l\ miserable pececillo. Los capitaues son
polfg;lll1os, sin que sus harcn es paH'1l de tres () cuatro
mujeres, peru los subditos tieueu qU!~ eouformarse can
una sola.
~t) son h')nI'LI,<.hscomo los (;1 regIH.j(~:,:, (llW ticucn
la h(}nradcz rcla tiva que ya eXl'liuimos. L·:,; huito-
tos SOIl rateros iucorrogibles, roba n 10 qne uccesitan y
10 que no necesitan, 10 prccioso y III que no vule n.ida,
10 util y 10 infitil, pOl' el mero placer clt~ r..hnr. Mas con
In tacha de ladrones solo puede s'~fialarse:i Ius que,.
aunquc sometidos :l los blancos, viven nun ell estado
salvaje, p(Jrque de los que se h·IIl forrnado ul Indo de
estos, en las poblacioues ci vilizadas, conozco algurIos,
hombres y rnujeres, que sun probos 10 bastautc para ha-
bel' merccido la confiunzu de los amos ,1.quicucx sirveu.
Si pClr religion se entiende e! culto !lUll Sf~ rindc a
la divinidud, 110 tieuen
religi,Sn los huitotos. R[~ec)no-
ceu la cxistoncia (Ie 1111 SCI' Supremo, C'l Dios unico, a
quien l ln man Yusl-?J'1mui, pcro no Ie trihutau culto al-
gUllO, ni tienen tern plos, ni sacerdotes, ni h.u-eu ora-
ciull. Thy entre ellos tam bien crevncia su persticiosa en
10'3 espiritus. La neche qll"~ pas~illlo" ell la 1l:11:il'tll ub.m-
donadu de los, jinll:ncH, uuestros huitotos cargul:ros ceo
rraron cuidadosun.ente Ins puer t..s para impcd ir que
entraran los espiritus de Ius difuntos habitndores de la
casa, 'l'ienen adivinos, brujos 6 agol'cros, :i quienes de
signan con el nombre de yaima, los cuules SOil al mismo
tiernpo sus medicos y curau a Ius enfermos can exorcis-
rnos, para expeler del cuerpo los males espiritus, cau-
santes de las dolencias, seguu ellos.
- 138 -

Los blancos, en una 0 dos ocasiones quo han veni


do frailes a la Huitocia, han hecho bautizar a algunos
de los indios de su inmediato servicio, A In vez los hui-
totos han bautizado con nombres de SIl I~nglla a algu.
nos de los colonos oolornbianos y cadn bautismo es una
fiesta en que el bautizado debe costear la carne y In ka-
'Wana del banquete, ceremoniu a que se someten y gas-
to que hacen COli gusto ]08 residentes, pOl' el natural
deseo de diver tirse y para captarse In buena voluntad
de los indios fraternizaudo con ellos.
Los huitotos viven ,i la banda norte de] Caque ta
desde eJ do Cagmin hast» el Yarf, y ell tre 01 Caqueta y
el Putumuyo, desde los 30' hasta los 4° longitud Oeste
de] meridiano de Bogota. Han pasado al otro lado del
Putumayo, entre este y el Napo, dado que n080tr08 108
hernos encontrado a In banda meridional del Ere. En la
poblacion conquistadn, segun se me iuforma, puedeu
computarse en 25,000 los hombres. dp. trabajo, 10 que
harfa no menos de 100,000 almas entre hombres, muje-
res y nifios, y como unanimernente se me afirma que
la no conquistuda es mucho mayor, puede fijarse la po-
blacion total huitota en unas 240,000 almas, divididas
-en tribus de venenos, piedras, yaboyanos, lunas, mo-
nos, muinaues, andoques, diablos, debes, mates, jerayes,
kiuenes, etc. etc.
Me figure, salvo mejor parecer y mas copia de in-
formes, que a csta misma densidad de la poblaci.in en
la region iudependiente, densidad fIe habitadores de
que hablau todos los que conocen estas com areas, se
debe el qne no hnya sido sornetida, pues debeo existir
poeas montes alli donde es necesario tanto cultivo y
pOl' tanto ha de escasear el siringa, a
el cual, haberlo,
hubiera provocado la con luista colomhiana, cualesquie-
ra que hubiesen sido /:lUS dificultades, de la misma ma-
nera que provocaba el oro, donde 10 habia, la conquista
espanola.
POI' el Putumayo arriba han avanzado log huitotos
hasta territorio ocupado antes por indios de raza ceona,
como se comprueba £lor los nombres de los rios en este
idiorna, a saber, Incusiya, Yaricaya, etc., en comarca
ooupuda pOl' los mirafias, que es la tribu huitota que ha
avanzado mas hacia el Occidente.
Hacienda un tratado de geografla dividirfamos Is
- 139-

Huitocia en Hnitocia' colombian a u. occidental, Huito


cia. central <5 peruana y Huitocia indepenrlien te, esta
sobre el Cnqueui (y[~ aqu i Yapura): esa sobre el Inga-
ra-pnrana y el Puunnayo, y aquella entre el Putumayo
y el Caqueta. Sill ellllllllgo, sobre el 1I1garap<iI'Hn:l hay
dos est.cblecimieutos colotubianos. el del Sr. Ildefou-
so N. y el del Sr. Carlos Lemus 'I ;Ie.
como es natural.
recouocen la autoridad de su pais. La Huitocia peruana
fue conquistada pOl' colornbianos, pero estos vcndierou
sus conquistas (deudus de los indios) ;t la casa pcrllana
del Sr. Julio C. Arana, y con este niotivo pasaron al
dominio del Peru, estan bajo la dependencia de las au-
toridades de Iquitos y auu huy gllarnicil)1\ dc esa na-
cion que en Julio de 1903 se trasludo de la casa de In.
Chorrera, la agenda. peruana, :i In. boca d(·1 liigara.
parana. EI Inspector del Pu tumayo, Sr. Bernardino
OChOH, ordeno a] Comisario que habia dejndo 110 rnbra-
do en EI Encsnto, que pasal'lt li la Cliorrera :i requerir
el reconocimiento de h autoridad
colombiana, los agen-
t.es alli, empero, uno de los cuales es colornbiano, se ne·
garon tcrrniuantemente a
tal reconocimiento. EI regre-
so del Cornisario ocunio en los dtas precisos en que yo
estuve ell Et Enctlnt<>, pOl' 10 cual pucdo dar fe de esa .
ocu rrcncia ,

CA.PITULO XI II
EL .r-;Al'O Y LA CUESTlO~ LDIITES CO~ ET, gClJADOR
EL PEIW Y nr, BRASfL

Embarque en el Tamboriaco-L1egada al Napo-e-Navegacion


diurna en este rio-Navegacion nocturna-El Phytclephas
macrocarpa - Ya pobladas las riberas del rio-El Maz;ln-
Renuncia de nuestras pretensiones a la Iroutera del ~apo-
Las pretensiones del Ecuador-Las del Pcru-s-Por que son
infundadas estas y por que deben de serlo aqucllas-s-El Tra-
tado tripartito-EI PCI'll duefio de heche de gran parte de
nuestro territor io del Caqueta y de grail parte del Oriente
ecuatoriano-e-Mala politica del Peru acerca del Aguarico-
lValen estos desierto s 10 que costarian en sangre y riqueza
ernpefiada una guer!";l por ellos entre naciones herrnanas?
Necesidad de llegar {. una solucion con eI Peru y el Ecua.
dor-La misma necesidad con respecto al Brasil-La con-
cesion Reyes-AnuJa el Peru los efectos de otra de que es-
taba en posesion el Sr. Manuel Maria Velez-EI estable-
cimiento de Aduana colombiana en el Putumayo agravaria
la situacion econornica de la region de ese rio-Las preten-
siones del Brasil.
- 140-

E L 4 de Agosto,
barcamos en elTumboriaco
a las ocho de tT~\-nl.Jliiana, nos em-
en una 1~onterf4 (1 )qlle habia
en 1<\agencia, monteria que hubo necesidad de refeccio
nar 1>al'a nuestro viaje, £lues ostaba-en rnalas condicio-
nes, pero en lu cual uua vez refeccionada, 10 hieirnos
con seguridad perfecta. . .
A medio di» entriimos al Napo, otro de los grandes
rios de mi ya larga peregriuaeion, mas grande que el
Putumayo, donde yo habin visto ciste, y con mnjestad
casi tan pomposa como lu del soberbio Caqueta, Sabre
la corrieute del Nnpo, pues, tranquila pero poderosa, se
siguio nuestro viaje COIl la rnisma uniforrnidad de todo
este a partir del Limon, salvo las cortas interrupciones
de los varaderos : todo 10 misrno, n ucstra barca deslizdn-
dose perpetuamente sabre una ~:lbana liquida. de longi-
tud inconmensurable ; por circunscrito horizontc la ili-
rnitada selva; ell las lIg1111S de vez en cuando los del fines
jugueteando; bandadas de palCH; blancos snrcundo las
ondas, () de garZ<lS rosadas, tendiendo el vuelo hacia las
parduzcas nubes ; 80b1'e nosotros un sol herrnosisimo ba-
fiando el espectaculo con oceanos rle Iuz; sabre el sol el
infinite cielo, y en In naturaleza toda el silencio, pero
silencio obstinado, absolute, ctcr no cornpafiero de aque-
lla soledad cuyos confines parecian inalcanzables.
EI so] eay6 en el horizonte, continuo la barca su
marcha a la luz de] crepusculo vespertino ; poblrise lue-
go Ill. boved.i azu l de sus mir iadas de m illones de astros
cuya apacible claridad alumbraba nuestro camino sabre
las aguas; mostrose despues la luna, como irresoluta y
timida salieudo de un cortinaje de doradns nubes que
tocnban, alli i ]0 lejos, COil 11\ superficie de las ondas;
avanzo eon irn ponento lentitud ell progreso ascendente
sobre el tachonudo firmamento y arrojo desde las altu-
ras, sobre el rio, .sobre los montes y sobre el espacio
sin limites, su esplendoroso manto.
N nestra barua na vega ba siem pre em pujada pOl' ]08
remos; eJ luminur de la noche recorrio su camino sobre
la celeste esfera y fue a hnndirse pOI' encirna de las
selvas en remotes y profundos horizontes; las estrellas
(I) Barqueta mas anchs que una canon, y no hecha del solo troneo
de un arhol como las canoas, sino de tablas y can quilla y timon.
- 141 -
I

apago.ron su luz tam bien y se sucedio el imperio de las


80m bras. Poco mds tarde, al trnves de 10. oscuridsd, tor-
nurnos a
vel' fulguraciones indecisas como de lejanas
antorchas, Era La Ualcuaponas, luucha de vapor del
Peru, armada en guerra, ell via para eJ Aguarico, pero
que en aquel rnornento anclaba cerca de Ill. orilla. Pasamos
de largo a su costado, nos alejamos de ella, y al dejurla
amis, In columbrumos desde lejos a
Ill. luz de au larnpara
de papa, como fantnsma erecto e
inmovil, sabre la masa
liquid».
Succdi.ise un arnanecer sin aurora, pues velaban
el cielo grllcsas y ap.fiadas nubes. Rompiolas 01 sol at
fin cuando ya em p,eno dia, dla que se sucodi» para
nosotros auna neche sin BUenO, pero noche de medita-
cion y de involuntario arrobumiento.
A las nueve del dia descmbarcrimos y bajo los lir·
boles del bosque hicirrios fuego. Micntras nuestros hui-
totos prepuraban el desayuno, di algunos pasos hacia el
interior del monte. Llam.ime Ia utencion In tagua
(pltytelepltas macrocarpas, no acaule alli, como 130 que yo
conocla en la base de los Andes, ni COli los frutos en
apifiadus cabezas casi hipogeus, sino campantes sobre el
Iefioso culmus, que extendia hojas at rededor ell todas
dirccciones: Inbia dejado de ser la plantu, en esto feraz
Y torrido suelo, una humilde ciclantucen para pitsar al
rango de las palmerns elegantes, Despedace can el Ina-
chete una cabeza de frutos para tornar como muestra
unas cudntas esferitas del marfil de nuestras solvus, y
vol VI a la orilla del do en busca del almuerzo ; un poco
de arroz, carnes en latas y el confortativo chocolate
fueron para nosotros el matinal banquete, despuchado
el coal tornamos a saltar sobre la mouteria para lunzar
nos de nuevo a Ill. corriente .
.l!;1rio se divide mas abajo en algunos brazos, de los
cuales hubimos de tamar cl de direcci6n mas recta. A
derecha e izquierda iban multi plied ndose Ius silios, es
decir, las habitacioues humauas, tan escasas al principio
de nuestra entrada. al Napa. Constituyen los siiios una
cas a Y una huerta, rl veces un campo de cafia de azucar
con su correspondiente trapiche, 6 bien sobre las que-
bradas afluentes aJgunas estradas de siringa, no este, el
rico de mas abajo en las vegas del Amazonas, sino toda-
via el pobre de la fa lejana Huitocia. A las cuatro de
10
b tnr.le habia desaparecido del todo Ia selva, reempla-
",:\da "hora por mus extensos cultivo s, de los cuales al-
gUllos dt~ IH:;luS artificiales, las casas estabu n mas cor
canas unas de otras y veianse c.rbezns de g:\Dfido.
Llegamos II. UII puerto q\Je debia (Ie scr eoucurrido, Ii

juzgar f>lli" ia~ varias cauoas, rnouterias y potrillos ama-


rrudos eon cadenas de hierro Ii postes estn ntes ell la
orilla. Saltdrnos a tierra Era, efecti v.uneute, el puerto
del Mar-lin, COil ost.ableeirniento en el m istuo, de propie
dad de los Sres. Elias y Ambrosio A ndrade, t io y so-
briuo, ecuatoriunos, de los cuales el ultimo, presents
esa vez en Ill. cusa, n06 dispense galante hospitalidad.
Aqu! hubiinos de descargar la rnonterfa, II. fill de hucer
transportal' nuestro equipaje por tierra al Amazonas, para
ahorrar camino, ptH'H siguiendo Napa abajo, hubiernmcs
tardado 1..:11 llegar Ii In boca del gran rio, y luego hubie
I'U sido nucesario rnmontar pOl' este, en tres 0 c\latro
dias, h.ista p.iraje al cual pOI' tierra habriamos aloauzado
al dh siguieute en monos de una horn. Ibamos Ii tomar,
pue~, nuevo varudero ..
El Napo, en los mapas de Codnzzi, nuestros ruapas
oficiales, figura como limite pOl' el Sur del territorio co-
Iornbinuo del Caqueta COil la Republica del Ecuador.
evil t()(10, 110 teuemos fuudameuto inconcuso en que
basal' nuestro dcrecho a fronteras sobrc ese rio, supues-
to 4 u e cl Dr. Auibal Galindo y d Sr. Luis 'I'uuco, uues-
tros Pleuipotcuciarios en Lima, en 1894, para debatir
lu cuestion de lunites con el Ecuador y el Peru, expre
saron en las conferencias que It este efecto tuvieron
lugur, que, segun las iustrucciones que teniau de sn Go-
bieruo, este aeeptarla como limite una linea que pasa-
se "pur ell medic de las tierras altas que forman el di-
viso aquarum entre las aguas que de un Indo van al
Napa y del otro al Putumayo, dejando pOl' nuestra par·
te, como es de estricia justicia, ceuatoriano el Napo ....
Esto soliciia, esto pide Colombia ... '! .,. emds, hace ya
muchos alios que los Prefectos de': u ,po nombran
comisarios en el Aguarico, y aun se-"' .cc que el
puesto de la antigua casa del comisario~. biano ha
sido el que ultimamente se han disputad> ano ar-
mada, ecuatorianos y peruanos. Losecn ... nos, sin
embargo, no solo claman por el dominic de. , aguada
integra del Napo con sus afluentes, sino tam. j
._ por la
- 143 -

del Pntumayo con los suyos, y afirman, funddudose en 11'


Ley colombiana de 25 de .J unio de 1824, qne 8\1 territo-
rio llega por el Norte al rio Caqueta, limite, seguu ellas,
entre su Republica y ia nuestra, de sucrte que Ius esta-
blecimieutos colombia no." de 'I'res Esquinas, L~ Tl1gua.,
Numancin, Charucaun» y todos 10:-' de In Huitoci»,
sedan, segun eso, de »ro piednd del Ecuador.
Mas sobre las (i,· Colombia. y del ECUI1(lo1' so han
levantado las preten-ioues perua nns. En virturl til' fa
real ce.Iula de 1802, se dispuso par el Rey Clll'Ls IV,
que dependiesen del virrcinato del Pi~ru l"s terri~(l'i"R
de Jnen, Quijos, Callejas y Mainas, y que esta co ,,;1/1·
dancia se extendieso pOI' el Norte hasta I(IS prim-res
saltos \) raudales inaccesiblcs que Iiruitnn ln Jlav('g:~,:i6n
de los rios Morena, Pnstuzn, ~:\P~, Putumayo y Sftpunl,
afluoutes del Amazonas. y por ('1 K ..te hasta las fronte-
ras brasil eras. Posterorment: -, independizado- de h me-
tropoli el Peru y Colomhia, adoptaron como principio
de derecho publico, ;\plic"blc ;t sus l imites internaciona-
IC8, el uti possidetis de 1810. y con 01:1'3 precision toda-
via pam e1 caso, en 1'1 'I'ratrdo de 182;), entre Colombia
y el Peru, so estipul.i que ambos po iscs aceptaban por
limites los que teniun antes de SII independencia. H~
ahi en toda su fuerza los argumentos con que 01 Peru
pretende demostrar que SOil suyos 198 territorios que
pertcnecieron u Espaila, bafiados pOI' los cfluentes sep-
tentrionales del Amnzouas.
A esto contcs.au los ecuntorinnos que In real ce·
dula de 1802, dercgnda p<H' Feruuudo VII en 1816, no
liege) a pouerse ell ejccuciiu, y qlw mientras tanto los
l imites continuaron sieudo !.) qn(~ hnbian side antes de
1802, en que la Gobernaci.i» de Mainus dependia de
Qnito. Los Ilmites anteriores :t 1802 erun, pues, los del
Ecuador (habl-m los ~'cn'\h)J'i,\n{)s) antes de su indepen-
dencia, y ese era e' uti possidetis de 1810.
En cuanto a. Colombia, lOR Pleuipotenciarios de
nuestro Gobieruo expusicron e n las confcrcncias de
Lima, en 1894, q'le la real ee(lllla de 1802 110 es de
demarcacidn territorial, sino una simple provideneia
encaminada a los fines de la oatequizacion y mas fdcil go-
bierno de las misioues, y que, pOl' tanto, dicha cedula no
tiene alcance politico sino mcrmnente religiose, yes por
consiguiente de significaciou identica aill. de 1768) en
- 144-

que pretendfa fundar Venezuela sabre parte de nuestro


territorio los derechos que le neg6 el Lando arbitral
de la Reina de Espana. Segfin.esto, tratandose de iden-
tico asunto. el Laudo de la Reina de Espana tendra que
sernos tan favorable como 10 fue en 1a misma cnesti6n
con Venezuela.
POl' 10 que respecta a las pretensiones de los ecna-
torianos, las fundan, hemos dicho, en la Ley colombiana
de 25 de J unio de l824. En dicha ley se expresan lOB
Cantones que componen los Departamentos de AZUllY,
Guayss y Ecuador, que formaron despues In Republica
del ultimo de estos nombres, asi como las de los demds
Departamentos que constituian la Gran Colombia, pero
como no se dan en dicha ley los lfmites de esos Canto-
nes, faltan medios practices de fijar los limites precisos
que separaban en aquellos desiertos el Departamento
de Quito del de Cundinamarca y al de Azuay del del
Cauca, oscuridad que viene desde las leyes espaiiolas
que fundaron las Audiencias de Snntafe y de Quito,
pue~ se expresan en terminos como Elsto!'): Que parla
la Audiencia de Santaje ierminoe por el Mediodta con la
Audiencia de QU1:to y lien-as no deecubiertae. No tene-
mas, pues, lfmites determinados can el Ecuador, y estos
deben precisarse en tratados en que so atienda a las
conveniencias mutuas de los dos paises, En consecnen-
cia, es prematuro por ahara el que esa Nucion se sefiale
par sf y para sf sus fronteras, de antemano, en eaas
partes.
Las conferencias de Lima en 1894 terminaron en
celebraci6n del Tratado tripartito en que estipularon
las tres partes contratantes que someterfan a la Reina
de Espafia la decision de la controversia. Los Congre-
iOS del Peru aprobaron el Tratado, el Ecuador no le dio
su aprobacion, 01 asunto no ha sid a llevado al estudio
de la Reina, y entretanto cada uno de los tres Gobler-
nos trata, como mejor puede, de ejercer su dominic
sabre la region disputada, Pero sean cuales fueren las
antoridades reconocidas en cad a paraje particular, quien
verdaderamente explota el territorio total y se aprove-
cha de el es el Peru, pues el caucho de la regi6n del
Putumayo, del Aguarico y del bajo Napo va a Iquitos,
donde 10 compran los negociantes peruanas, y toda la
mercancia que BO consume en la misma comarea viene
- 145 -

por Iquitos y ha pagado derechos en 111. aduana peru ana.


Y como son colombianos y ecuatorianos los extractores
de este caucho y 10:1 consurnidores de esta mercancia,
results que los colornbianos de los territories del Putuma-
, yo y losecuatorianos de los del Napo estun pagan do im-
puesto 11.1 Peru, y que quien deriva renta de Ill. region
diaputada es el Peru, sin tener el fisco de este pais el
gravamen de paga!." gobierno, es decir, de costear em-
pleados alli.
Eilosoficarnen te, pues, podia couformarse el Peru
en el Aguarico con continuar proveyendo de mercan-
cias esa region y eon tomarle su caucho, convirtiendo
asi a sus habitantes en pa gndores de sus impuestos y
acreciendo de ese modo sus rentas, mientras que con 111.
politic-a. que sigue boy de teuerla bloqueada sin dejarle
llegar nadn. disminuyen las compras hechas ,Llos co-
meroiantes de Iquitos pOl' los colones de alli y propor-
cionalmente los dercchos de aduaua, sin ohtener nada
en cambio (1). Pear politica todavia del Peru es pre-
tender arrebatnr, en el Agnaricn, puestos ecuatorianos
por la fuerza y con derrarnamieuto de saugrn, corno 10
ha hccho ultimaroente, si es cierto que el Peru haya
sido el primer agresor. No solo no valen esos territorios
las v idas y Ill. riqneza que so lIcgasen a sacrificar ell una
guerra internacional, como qui ere nn periodico de Iqui-
tos, pero ni aun Ill. sangre qne se vierta en ligeros com-
bates para hacerse <1,uno de aquellos rniserables sitios,
Se explicarla, aunque no se justificar!a, qUfl hubiesen
venido a las manos hrasileros y bolivianos por el Acre,
tierra superabundantemente rica hoy en siphonia y cas-
tilloa, con el intento de gozar cada uno de las primicias
de esa opulenta explotacion, pera par los rezagos de
esas gamas que hoy quedan ell Al Putumayo y el Napo,
no vale la pena de que nadie se quiebrc la cabezu. En
cuanto Ii territories para el futuro, un porve nir dorado
estit muy remoto para los de esos rios, y ann mny de
temerse es que. mientras no S~ cumbien las condieiones
climaterieas del globo y en un periodo geologico distante
del actual millares 6 milloues de <lnOS, hncieudose de

(I) Posteriorrnente hernos sabido que el Ecuador ha estahlecido


aduana en el Napo, de manera que ,i ese hloqueo esta contr ibuyendo el
Ecuador mismo, por Ia razon que en seguida diremos al tratnr de la adua-
na de Colombia mandada establecer eu cl Putumayo.
agradable y salubre clima las torridas regiones de la
zoua intertropical, Jo que sucedera cuando las zonas
templadas se conviertan en desiertos de hielo, mientras
no snceda eso y se transmuten asi las condiciones fisicas
del pla oeta, es muy posible que 01 coraz6n del Conti-
nente sudamericano continue siendo el dominio indis-
putado del boa, el cocodtilo y el tigre, y de las fiebres
paludicss y peruiciosas. l Que son, sino eso, el interior
de las Guayanas poseidas por Inglaterru, Francia y
Holandu? Con todo BU poderio, eSRS naciones euro-
peas ban sido impotentes pa.ra conolizar aqueIJos desier-
tos, de condiciones identicas a las regiones de que ha-
blames, y valen hoy mas las pampas de Buenos Aires,
COil sus buenos dimas, que los territorios donde busca-
ron el Dorado los Quesadas y los Raleigh.
Entretanto, valgan poco () mucho eSRS comarcas,
as bueno que cada uno sepa 10 que tiene y a que tiene
derecho, y que se arreglen Jas cuestiones de nuestros
Ilmites internacionales, ya que el principio del arbitra-
mento esh1 reconocido y aceptado por las naciones sud-
americanas y en particular pOl' las eomprometidas en el
presente litigio.
Urge igualmente resolver Ill. misma cuestidn con el
a
Brasil. El statu quo nadie perjudica mas que Ii Colom-
bia. El casiilloa y eJ sepkonia que se estan hallando hoy
en el Yari, eJ Itiya y el Vaupes, no pueden salir por el
Rionegro y el Amazonas, au via natural, sino pagando
el impuesto que en el Brasil se cobra sobre el caucho.
Asimismo, las mercancius extranjeras que en la region
del Itiya vayall 11 consumirse, y que por rlos brasil eros
tienen que cutrar, tendran que pagar derechos de adua-
na en aquella Republica. Para no pagar POl', el caucho,
ni pOl' las moreancias, seria men ester que existiesen
tratados de cornercio y navegacion entre Colombia y el
Brasil, y como no los hay, los impuestos se cobran rigu-
:rosamente en este ultimo pals. EI Brasil no recouoce el
prlncipio de derecho internacional en virtud del cnal el
pais dueno del' curse su perior de nn rio, tiene la libre
navegacion de tudu el, aunque el curso inferior del mis-
mo rio pertenczca <1 o tro Estado.
El Brasil, adenui-, huce inseparable el tratado de
navegacion del de llrnites, La concesion que para la Ii-
bre navegacidn del Putumayo hizo en 1875 at hoy Ge-
- 147 -

nernl R:dael Reyes fne especial y personal, Y al otor-


garb, ll'lI~c hines pic en el cardcter de personalidnd que
le da pOI' no huber sido posible Ull tratado fl(~ limites,
comorcio y n:weg'lcil)1l eon Colombia, que, li.jllzg'~r pc'l'
el texto de 1a conccsuin, no Sf: hu ];eg:Hlo acnrchra pOl"
culna de n nest.m RCI,{t!>! ica. Torks Fa bemo- q ItO h»f[1~

~id(·) pOl' culpa de e·,t:l, :i 110 ~Wl' qll(~ sea elllpa .·1 l)()

accedcr :t las exce"iv:ls preteusioncs ht'a"ilern". ?llfts


eu tret.uito, e" 10 eil'.,to que gl';11l part,'. r1c~!\llp--tro t.t··
rritorio (l.d Cnqueu' 11(' Sf'nl \·Xp1')I,.ble "inn p'Ii!"ll(l')
tribn t o '11 Brasil al rag;lrl •.• hIS ITkT1l;iolla,!ns illlpll'-'S·
t.(IS. (1)
Ya hernos vist» qtlf~ los ecuator i:t:IOS IF):' /i.i:\f) I;O:llc'
llmite el Caqueui. En 10:; mar'as (){ji~al(~,; )Wru·1110S es
iguallllPIlt.e e\ Caljllf't,i .:1 limite COIl Cll!Olllhi:1. 1p Pol'
fJnc hac!' ~I Br:,~i!. l,~ ('(~;\il'l (~I PerIl pnr pi 'L':':1\:\ll0 rl~
l imitcs 11(\ 18.51 tlla, h f'xU'nsi('ltl dl~ t.orritorio n!l\c,;;tro
«omurvudidn de.~d(' 11:1:1 lill(~:t n!<:b trHzarh de Tahatin·
ga h"lsta la d\I:-;('tnbl)(~a·llJril dp] do A.popnris en (~1Ya
punt y nuestrr-s vt'l'da;1i~ros limitos miis III Ol'j(~lit(\,
cesion contra 1a cua l i\r()t(~~t() Oflortlll\ar:-H~lIt'~ ,,1 Gobler
no colombiano. He »hi I"'!" (Ine sobr« parII' (leI ('ur"r;
del Putmnnyo, nl F>t.e (lt~ (·sa linea, ejeree jnri--diccion
ol Brasil. Pretcndo, a<lemds, el Brasil, como limite en 1a
extension que I\OS deja pI PI'1'11 en <.;1]8 mapa" oficiales.
una linea, 11., suhernos si T'E'I'.L, () sinuosa, desa(~ 1a boca
del Apoporis bast:l la pi,~r1ra !lei C(ICllY sobre el do
Negro, en fuerzn de \0 cunl, gran parte d(~1 curso de)
Vnupes pasaria It eer pro piedud brasil era, Esu CS, flues,
10 que quiere el Brasil que se le
., b
de
(t camhio d('.la lihre
navegaclOo 50 re n nestros nos que P:\SHIl u,. su terrrto-
'
rio, porque fundamento para derecho sobr« e~:IS n>gio-
nes no 10 tieue, como 10 demostro cl Dr. Jose Maria.
Quijano Otero en lurninoso tratado sobro (~1asunto.

(I) He aqui como habla el Gobierno del Brasil refiriendose


a la concesion gue habia otorgado: "Como V, Exc. sabe, 0 gover-
no da Republica, da Colombia, nao tern ate hojc chegado a urn
accordo como Brasil para a celebracao dos Tratados de lirnites,
commercio i.navecyao entre os dois Estados, preterinclo nssim as
gran des vantagems que, principalrnente para a Republica (el
Brasil era entonces Imperio), clevem provir dessos actos, entre
tanto que pretende a navegacao dos aftlucntes do Amaconas que
nasccrn no territorio colornbiano, e do mesrno Amaconas, inde-
pcndentemente de convencao com 0 Brasil, par un spuposto
direito perfeito que julgater como ribcir inho."
Como el Brasil, empero, fuera de la linea que pre-
a
tende, no aspira posesiones mas adelante, no v~ incon-
veniente en hacer concesiones, como hemos visto, para
la libre navegaci6n especificada, ya que no generales a
Colombia, 51 especiales a particulates colombianos. No
asi el Peru, porq ue segun este, todos los rlos de esa re
gi6n Ie pertenecen, en toda su extension navegable, con
e1 territorio que ellos bafian, y trata hasta donde es po·
sible de hacer efectivo 8U pretendido derecho, como se
comprueba con el caso de In lancha Nazareth, de qoe
pasamos a hablar.
Identica concesi6n a la del General Reyes para la na-
vegncion del Putumayo habia sido heche de nuevo por
el Brasil al Sr. Julio Benavides, quien Is traspas6 a1 ciu-
dadano colombiano Sr. Manuel Marfa Velez,'mas el Go-
bierno del Peru impidio que este senor la hiciera efec-
tiva. A1 pasar 18 lancha Nazareth del Sr. Velez par la
frontera f'1I el Pntumayo can el Brasil, que se ha demar-
cad a el Peru, un guarda de aduanas peruano se instalo
en la lancha colombian a y no perrnitio que el Sr. Velez
vendiese sus mercancias en el rio Garaparana, ni en
ningun puerto del Putumayo arriba, sino donde cesara
ya Ill. navegacion a vapo1·. As{ y todo, este guarda ex-
hibio menos pretensiones que las de 8U Gobierno, el
cual rec1ama como suya Ia propiedad del Putumayo
y de Jos afiuentes de este hasta el punto en que cese Ia
navegaci6n por canoa, es decir, hasta el puerto del rlo
Guinea, no seis leguas de Mocoa, y aun hasta mas arriba
pOl' el Putumayo mismo. En represalia de eete proceder
de las autoridades peruanas con la Iuncha Nazareth,
obligaron los colombianos del Garaparand a la lancha
peruana Putumasjo a. izar la bandera colombiana, como
referimos atras,
Si :i los empresarios del Garaparana se les oeurrie-
se exportar directarnente su caucho a Europa, no po
drian hacerlo sino teniendo su casa exportadora en
Iquitos para hacer la remesa desde esa ciudad, que no
estd situadu en la via del Garaparana a Europa, 10 que
implica aumento de costos poria mayor longituddel
trayecto. Ni pueden hacerse dueiios los colombianos de
una lancha de vapor para navegar el Putumayo, sino
con arreglo Ii la legislacidn peruana y bsjo los greva-
menes que e~ta impone. He ahf pOI' que, aunque se
haya instalado autoridad colombiana en Is Huitocia, esa
i49

regi6n estd, repetimcs, bajo la- dependencia del PCI'll, y


este es el pais _que estd sacando provecho de ella.
EI establecimiento de una aduana colombian» ell el
Putumayo, decretado pOl' el Congreso de 1903, ell VPZ
de poner remedio a
la situacion, In agravari«, porqlle
hsbrlan de cobrarse alii los derechos colnmbi:ulOS;1. 1118

tnercancfas europeas que, por el hecho de estar el baio


Putumayo en poder de los peruanos, no habr ian pc)d!do
entrar sino tocando en Iqnitos y pagando niH los lin-
puestos aduaneros ; de rnanera qne, lejos de dar pro-
teccidn a
los interesea eolornbianos en el Caquota, 10
que se lograria con esa medida seria impanel' doble im-
puesto a lostrabajadores de allf poria mercancia ex-
tranjera introducida.
Y si llegare Ii ser posible el estahlecimicnto de esa
aduana y si fuere posible impedir alii el contruln.ndo,
podrin suceder que ya no vinieran entonces ti el:i;lS co-
marcus mercancias extranjeras pOl' el Peru y el Brasil.
Vendrian SC)]o las procedentes de las costas del A tlanti-
co y del Pacifico co.ombianoaeu cuyas adnanas habrian
pagado los derechos de importacion nuestro fisco. a
Habriau cesado e8'18 regiones de ser tributarias del
Peru, pero en todo caso serian intolerables ya los pre-
cios- por los mayo-~csfl.etes desde tan rcmotas costas,-
para los colonos del Putumayo.
No hay, pues, mas solucion a
la situaciou economi-
ca de esos territories que la del arreglo de In. cnestion
Hmites. Buquese cuanto antes el arbitro impnrcial y
[usticiero, y si somos nosotros los que estamos, como 10
creemos, en el terre no del derecho, triunfaremos. Si el
derecho estuviere
de parte de los peruanos <5ecuatoria-
nos, dese al Cesar 10 que es del Cesar. (1)
(I) Escrito 10 que precede, tr ae El Grito del Pueblo de Guayaquil,
10 siguiente: "Tralado de lirnites entre Colombia y el I'cru---Lima, !) de
Mayo de J90!I·-lIoy flrruaron los Sres, JosP. Pardo, ~Iini;;tro de Rela-
clones Exteriores, y Tnnco, Plcnipotenciar io de Colombia, el Tratado de
arbitraje dirimeute de hrnites, Por el nuevo Tratudo, Colombia y el Peru
paclan un modus vivendi, eompromeuendose la primcra a abandonar el
Napo y la segunda cl Yapura. Adcrnas, se neutrul iza la zona del Putume-
yo y se cntl'ega al arhitruje del Rey de Espana cualquiern difercncia que
pueda surgir entre las des partes contratantes. Se dnra cuenta al Gobierno
del Ecuador." Ncutralizada la zona del Putumayo, hubr.i (lUI' entendcr
que mnguno de los dos Gobiernos podra cobrar derechos de aduana alii,
pero como 1'1mils hajo Puturnayo est a poseido pOl' el Brasil, can 1'1cual no
tiene Colombia tratados de navegacion y si los tiene el Peru, 561o los bu-
ques peru an os y eJ eolorr.biano del Sr, Velez podran hacer importacioues
- ISO -

CAPITULO XIV
IQUITOS Y EL AMAZON AS

Er Amazonas delante de ml- Un brazo solo ;i la vista, tan grande


coma cualquiera de los grail des aflueutes del grail rlo-Na-
vego en este-s-Las amazonas remeras-e-La garceta fascinada
par cl cocodrilo-Otra vez los znncudos-e-Llegada a Iqui-
tos-EI Hotel Storino'--Extcnsion y poblaci6n de la pequ~-
fia cimlad-Chinos, espafiolcs, judios, colombia nos, etc.-
Anirnacion de la ciudad-c-E! trnbajo ahuyenta alii al vieio-
Salllbriclad del clirna-e--Torrida ternperatura-c-Iquitos eu las
primeras horas de la noche-s-Vcstidos del bello sexo demo-
cratico, clel aristocratico y del sexo feo pohrc-El carrousscl.
EI asesinato de Storino-La que le Falla it Iquitas-Elccei()n
de via para el regreso-Mc decide por la del Peru-s-Zarpo
para Yurimaguas-EI Maranon y cI lTcayali-Longitucl, an-
chura y profundidad del Amazonas-A.di6s al coloso de las
aguas dukes.

E L dfll 5 de i\ gosto,
blnncos
pOI" la mnfia na, con cargueros
que lias dio el Sr. Andrnd«, porque la mllyor
parte de nuestros huitotos habian regresado desde
£1 Tnmbnriaco allovar carga de CaldN6n Herrnnnos,
tonuimos el vurudero del \1Hz:\n, V (h'STlllt;" de UIlIl
cortn «aminnda que no aleHnZ() :1 ser Ode- una horn, llegn·
rnos rt UII !)('quefio cnfio que nos ('\'lI<!lIjn 1'0 IHl('OS m«
nlt~llt()" :11Arnazouns, Grcilld~ era mi exp-ctativa :d Ile-
gar y me rl'cpaniba emocionado :1 saludur :t ese, el pri-
mero oe los rios del mundo, rna" nl desplegirse ante
mi vista y encontranne frr-nte al mouarca de las :lguas
dulce", solo pOl' saber que 10 era subsistio mi ernocion,
pucs no )0 h:dlc III colosul que yo me fignrnhll. sino de
tarnafio apenns como euxlquiera desus gralldes tributa-
rios, porqlle era 5610 uno de sus brazos Iii qne estubn de
presente. No obstante, al doblar ell llli mcn t e Ia ex ten-
sion liquidu que tenia delunte, me 1a rt~l'resent'~ ell la

sin png':lr inlroourrilin en el Brasil. ;,Como se ~ohernara cl Putumayo


neulrnliZ:ldo? ESpel'llI110Sla publicae ion del Tratado para saber-lo, Lo irn-
porlanle ahora, una vez aprobada 1<1 Convencion pOl' los dos Congresos, es
que sea elevado el lili/o\'io a arbit rajc. No era tratado de m-bitraje 10 que
haria f"lIa, ya teniamos cl Tratado tr-ipar-tite que no fue puesto en ejecu-
cion. Homos creido no deber suprimir este capitulo sobre Iim ites, tanto
Ilol'(lue el Trntado 110 esl:i ratiflcado todavia pOl' las respectivas legislatu-
ras, y pOl' ('ollsi!\"uiellle no es un hccho consnmado, como po1'rlue es hueno
que quede constancia dc Ins circunstancias que hacian de un arrcglo de
modus vivendi una neccsidad impcriosisima.
- lSI -

imaginacion magnificn.mente grandiosa y recornpuse as}


en el pensamiento al Amazonas en toda 811 porten tosa
magnitud. Pronto cooscguimos linn, cano.i en ahillilcr,
pusimos el pie ell ella, nn golpe de palauca ll\l~ :"t~p:ln)
de lu orilla, trabajl'l':oll los remos lucgo y rue vi SUl'I;;\ll-
do 11\ imponentc ruasa de aglla~ ell lenta U<lV('g'Ci"JlI,
que me perrnitia oxamiuar dctcllillamentc d pa.i:oajc.
EI Cuqueui, cl Putumayo y 01 Napo, al rutir« r -.us
aguas desbordantes, dejan patcntes playas:i '"!:iTS de
considerable exter.sion ; el Arnezouas, don tIe yo 10 vi,
muestra 5t)10 barraucus dcscubier tns. No Sl' retiru. pues,
alii sino desciende a nivel muy inferior <lei qnt; aklllZl1.
cunndo, en 18. estacion de las lluvias, ha aCl'I'.:llh su Si01I1-
pre opulentlsimo caudal.
La canon sub.a costeando ul pie de las barraneas y
encima de estas :;e veian con harta frecucnt-iu scrncllte-
ras y casas. No est.ibamos ahora ell I();; lk;.;ierto:-" ni
nuestra oouversac.on era la {llliea que surcul»i ;IqucllaR
ondas. En ocasiones algllna monteria e;ng~\da de pa~,\·
jews y de mercaucias bajaba porIa mit.«l (1<.<1 rio, () J()
atravesaban de lado a. lado algUlla::-; canons, y vimos alll
mnjeres bastunte atrovidss para 110 terner mallt~ji\rlll..<;.
segLlll en una presencil),llluS luibiluieute couducids pOl'
uua varo nil hija de Addn y como para justifi.:ur el nom
bro de Amazonas dado pOI' Orellana .i aquellas aguas.
Ell cuauto U buques de vapor, si 110 v e iuruos nil1g11llo,
era porque 51l usual camino va pur cl ol r» braze d\~ los
dos en que alli viene dividido el cauce.
Al doblar UII barranco, uu cairnuucillo, de 110 mao:
de unos sesenta centimetros de Ja.rgo, ~e tiro apre'
surado al rio, asustado por nuestra repentiua aparit'i(jn, y
dej.i la press que tenia en las gnrras. La victirna liber-
tada era una pequetia garza, ala CUIlJ, al parar la cauoa
para tomarla, halldrnos con las alas dustrozadns y cho-
rreando sangre. c!,C6mo esta ave 1\0 habra voludo estan-
do ell tierra al verse ameuazad« pOl' ei joven cocodri
10? Mis cornpafieros peruanos me 10 ex p licaron ; (,I
cocodrilo tiene el mismo poder fascinador de la~ :'l~r-
pientes, poder que ejerce 110 8t)!O sobre los pequefios
pajaritos, sino aun sobre aves de alguna maguitud, como
era aquella herida garcita que tenlarnos t'll las manos.
Mas adelante otro caiman, grande cste, asomc cubezu y
cuerpo a.la superficie de las aguas yvolvio a huudirse
haciendo remolino y produciendo horbollones en la co-
rriente, pero a diferencia del Magdalena y del Orinoco,
donde se encnentran por decenas estos monstruos de )08
rios, ese dia de navegacion en el Amazonas 8610 a.qne-
llos dos apurecieron.
Hablarnos salido tarde en la manana y tuvimos,
aunque poca, alguna de mora en el puerto del nuevo
embarque para eonseguir canon. POI' tanto, DO llcgamos
ese dia Ii Iquitos y hubimos de peruoctar en un 8~·tio
cerca de la boca del Nanay, Si en el dia los ataques de
los mosquitos 110 SOil tan formidables en el Amazonas
como en el Caqueta y el Putumayo, en cambio las Ie·
giones de zancudos son aun mas numerosas, compactas
y feroces, que en los mismos Numancia y Charucangui,
que habian sido para mt hssta aqui los mas temibles
asientos de In tremenda y desesperante plnga, As],
pues, si tuvimos una neche de contemplncion en el
Napo, soportarnos otra de martirio en el Amazonas.
Nada valieron los mosquiteros: () cedia la tela a] ernpu-
je de los alarlos, innumeros y zurnbadores batallones, y
penetraban estes rompidndola, <5estaban invisibles ocu-
pando el espacio don de se poni» el toldillo, porquo pres-
to pulularon dentro de los cortinajes y nos mortifica-
ron, nos asaetearon, nos enloquecieron. Era imposible
01 suefio, iruposible siquiera e1 descanso en las hamacas:
antes de amanecer estuvimos en pie, tomrimos un ligero
desayuno, arreglamos nuestras maletas, saltarnos Ii la
canoa y pasamos bogaodo en la oscuridnd par frente al
ingeuio del Nanny, cuando sono la campana can que
despiertan allla los trabajadores, antes de rllyar la au-
rora, Ii fin de q ne esten listos para las operaciones del
din que va a seguirse,
A las siete de la manana llegamos a Iquitos, pasa-
mas al Indo del muelle de hierro eu construccion, ya
casi terminado, y desembarcdmos en uno de los puertos
de la pequefla ciudad, situada a la banda septentrional
del rio y enfrente a la larga. isla que lleva eJ misrno
nornbre de la poblacion. A cuatro pasos del mnelle se
levanta la casa de hierro en que estaba instalado el ho-
tel Storino. Alii me condujo el Sr. Juan Angolo, uno
de rnis cornpafieros de viaje desde El Encanto, a quien
debi infinitos y buenos servicios prestados en el trayee-
to y posteriormente ell la ciudad. AI hallarme en ese
-- 153 -

hotel me vi slojado con las eomodidades de la civilize-


cion, por primers vez en to do el espacio de los cuatro
atlos transcnrridos desde que abandonara la ultima ciu-
dad del Tolima pam penetrar en la regi6n de las mon
tafias. El Storino estaba montado a la europea, con buen
servicio y excelente mesa, y no faltaba all! el sakin de
los hoteles europeos de que carecen los mejores de las
ciudadesde Colombia.
He Hamada :£ Iquitos pequefla, y 10 es en efeeto
est a reina oe 108 efluentes del Amazonas. No tiene mas
que una plaza y cuatro calles longitudinales en el sen·
tido de la direecion del rio, unidas entre S1 pOl' otras
mas cortas, La primera es la del malecon, la mas larga
de todas, y construida pOl' una fila de casas enfrente ul
rio, COD algunos kioskos del lado de este, en los cuales
se sirven frescos y licores, y hay billares y musica pOl' las
naches. Detras de la del malecon hay otra calle paralela
a esa y menos larga, :y en la una y la otra, y ell las de
comunicaoiou entre ambas, se encuentran los ricos al-
macenes de mercancias y los tnejores edificios de la ciu-
dad, belles y de gusto modern a ; a espaldas de eRta hay
una tereera calle ya mas corta, con s610 tiendas y veutas
por menor ; luego tras esta, la cuarta y ultima, de menos
longitud todavia, cas! apenas trazada, termiuada en sus
extremes pOl' casas pajizas, y mas nih! sigue la -elva 1'0-
dean do la poblaci6u. La plaza no ocupa el centro del
area edificada i esta mas bien cercana a
uno de los cos-
tados y en su mitad se levanta una pobre y pequefia
iglesia catolica que esta muy lejos de dar realce alguno
a esta capital del Departamento de Loreto.
Computan las Geografias del Peru en 10,000 los
habitantes de Iquitos, numero exagerado, a no ser que
incluya los transeuntes y forasteros. Es ciudad mas pe-
qucfia que Chachapoyas y a esta Ie dan los mismos geo-
grafos 3,500 moradores, de suerte que Iquitos a 10 sumo
alcanzara a esta ultima cifra, si se cuentan s610 los resi-
dentes. Entre ellos hay unos ochenta chinos y buen DU'
mero de espafioles, de los cuales unos cuantos, que creo
son catalanes, vinieron juntos. Se hizo sentir mas el pro-
greso de la ciudad desde la llegada de estos, merced a
sus habitos laboriosos y a las nuevas industries que traje-
ron. Abundan tamoien franceses, alemanes, portugue-
ses, italianos, brasileros y ann marroquies; de entre
.",....
154-

todos los cunles machos hay que son judlos en cuyas


mRIWS esta parte fiUy importante del comercio de Is
pohlscion. Los ingleses y norteamericanos estan en nfr,
mero bien reducido, y en cuanto Ii colombianos, poquf-
simos sou los que habitan la ciudad: residen de prefe-
rencia en las vegas de los rios de la jnrisdiccion, en
chacras, IS en siringnles, y de estes colombianos, algunos
que son laboriosos y sensatos, han lIegado al bienestar
Y la riqneza. Habiendo tantos extranjeros, es natural
que haya varies consulados, pOl' tanto se encuentran a
each paso escudos de arm as y pabellones de las diver-
sas nacionalidndos, incluidos los de los chinos que tam-
bien tienen su Consul, so club y reuniones aparte,
El puerto es muy animado. Llegan alli vapores de
alto bordo que traen directamente las mercancias euro-
peas y de los Estados Unidos, y se ven llegando, partien-
do, (, anoludos, vapores grandes, vaporcillos, remolcado-
res, montcr ias y cnnoas. En el malecon hay una buena
facto ria para las refecciones navales y para armar Ian-
chas de casco de fierro.
Igua! animacion hay en las calles de la oiudad :
gente trajinando ocupada, 0 comprando y vendiendo
en los almacenes, tS entrando y saliendo par las puertas
de los restaurantes, heladerias, cafes y licorerias, Pero
estus ultimas no son muy concurridas, ni los billares
tarn poco. Impidenlo en Iquitos los habitos de trabajo,
generadores en todas partes de los habitos de morulidad,
POCHS SOIl las personas alll que tienen bastante tiempo
Ii AU disposicion para holgnrse en el juego, 6 en la be-
bida ; todos andan npresurados, atentos a su negoeio, y
pOl' tanto no clan asidero a lOR vicios. Es verdad que
hay una ley de policia que castiga can arresto a lOR bo-
rrachos, pero hay alii quien la apliqne, en tanto que en
otras partes donde esa leyexiste, los que ejercen la all-
toridad son tan poco temperantes que tienen que ser
indulgentes con fultas para JaR cuales ellos mismos ne-
cesitan indulgencia, .y par eso In disposicion de policia
en esas partes ~e aplica poco y cae en desuetud a 180
large,
El clima de Iquitos es sano. No 01 decir nads de
fiebres paludicas, ni es visitada la ciudad par la fiehre
amarilla, como 10 es en ocasiones Manaos, situada mas
abajo. Presentanse mas bien cases de afecciones pulmo-
- 155 -
nares, oc.rsionadas por r1eSt~qlli\ibl'ios (le la telllpm'atum,
pues vienen :i veces brisns ' 1117ly fr(,"'~ll~ ,kl rl(\ :t tiom-
poqlle~e han estlido ~;()P(}l't;tlldrl t n ;"(,, y m:i" gr,\\lt-tf;
de calor ell la cpn,;:\ arIicnto del \'(,I'"r,".
Dna tarde c~tnv" el terrn.unetr» :;, 11"'::.('1 v trcs
grades, pOI' 10 que, c]""pllt:" de COIner, :,] 1"'\'''llr:'!I~I: de
la mesa, :i, las sie te de h Tloehe, me SI u t i illC:T:IZ de ,:'n
cerrarrne dentro de lns cuutro pHr,~dr'~ de mi . 1·Ii"rt.", y
sall :t la culle. Las <-'nlle" pst:thaJ1 t':ll llenas ell> gUlte
como ell el din, acaso rud-. De h In;:-':h:\ m'lllcr;r title: yo,
todos habian scntido lu I1ceesilhtl ,1,~ ,,:d;r de ,,\1 (';';;'\ a
rcspirar aire afuera y disfrutar 'Ie h bris« fl('~c<l de
la noche, 10 eunl en todas las de !JtWIl tif'tIIjlo es
prdctica y costuu.bre IH'er'Sltri:1 ell ('sa('lUidn tom-
perature. Despues di~ r('c(IlT~1' el mal{·(~t')n y las lltl'as
v ins ric In ciudnd. WI' .1irj~i ,; d()(\lli~ ih,;ll Jo:-'m,I'; d~ los
pascnnt.es y prontD l.. 1'):.7.a, q!li~ si(~m:\l'I~ 11'1'
p~tli ",: en
bilt visto dvsiertu l:li e\;in, v we h:tl~(: \'11 uno de los
cost.rdos (le ella en rue.lo d~~ lilt lllen':ldo de frutus y
dulces, coufituras y hizoochos del p:11S, horvhntas y licr.
res, mercado mllY coneurrirlo qne tieuo lngal':i la Inz
de los fnroles del nlurn orado l'tlhli(;(I'y ai) llis d,\ enda
mesilla dOlld(~ s~' instaLlIl LiS vent':l':l--. Alii obsequia-
ban k'!-i lilnarteJ:Hl(ls g:lhtlP-; d,·] 1q11~hll\ Jl"brf~:i las de
!D(wdti,':;s l)('l!ez<ls r!P I ·1 fia [ltd" y ("]('1'1,0 ('she:!'), es-
bclto porqne ,k,,,df'i'l:;n h~: inCq;III,di(ltd(~s y d calor de
las gorras, scmbrerr.s, l'l1:I1('S y r':tfillll'lll'~, h auseucia
de IIIi') cuales les dej:t lib.v 1'1 ellPrpo par:! ,dl'oSIJS movi-
mientos y les perruite lauznr ell' Ins ll~gr()S ojos miradns
chispeaute- de l uz ric. ,'!Yll'rtign:Hh pi'l' la sornbra de
esos 1'('\'('Zos. Cada nil: ,.~t:i "II 1a callo (;0100 en su
casa, em) ln cabcza, Ii,s h'.lllbros. la e"p:t1(h y Ia ciutura
patellt.,,;~ eURlJ gl'il.cill~aS S'-,l', sil' 11\3eu volt.orios que irn.
P')It()!l la «ostumhre () pohlaeiollns
(.j [':-iI, "ll de la
!:Is

cordillera. Pur las otril~; :w('!'(:~, "I emh;l!,!osan.os de la


plaza, paspabllll mris uristocrdticas belrlades duudo el
brazo a sus honorables padres, rnuridos 0 herrnanos, () a.
sus preteudientes ; preter dientes, digo, pOl' no SCI' per-
mitido llarnar galanes Ii los admirndores de las damas de
esa mas elevada esfera. Estas va llevaban ligeros som,
brerillos en la cabeza, miis pail adorno que -como abri-
go; ostentaban tam bien donoso talle y andar elegante
sin el aditamento de los pesadcs manto!", y mostmba~
en 8U porte la reserva que imponen las conveniencias.
Algunas de elias, en ves de los negros ojos y cabellos y
)8,morena tez de las hijas del pueblo de torridos climes,
dejaban verla alba piel y dorada cabell era, compafleres
de los ojos azules y ldnguidos de las hermosuras de
elevadas, remotas y extranjeras latitudes.
En cuanto al vestido de los hombres, desde el Ga-
raparana habia hallado proscrita Ia ruana, y aqul vi a
los pobres andar de chupa y chaleco y a los pauperrimoa
ell mangns de camiea.
Complaciame en arrojar miradas sobre el bello
sexo, sobre el sexo feo, sabre las ventas del mercado y
sobre el espectdculo ell masn, cuaudo OJ sonar los acor-
des de alegre musica que procedia de uno de los veci-
nos edificios, pOl' cuyas puertas entraban y saltun por
montones las gentes. Me dirigi allis me halle en un ca-
rroussel. Ell estn ciudad de grandes calores, no son los
nifios solameuto los usufructuaries de los cochecillos y
eaballitos ue
aquella maquina giratoria que ell las de·
mas partes t:s exclusive pasatiernpo infantil. Nines, j6-
venes, viejos, hombres y rnujeres, montan en 108 caba-
llos de madera, 6 88 sientan ell los coches y S6 abandouan
al placer de cortar el aire y hacerse brisa, s108 espec-
tadores mismos, sentados en escafios al rededor, rlisfru-
tan de la corriente de viento producida poria rapids
rotacion del aparato. ,;
A las nueve de la noche comienzan a.retirarse las
gentes del mercado y del carroussel y a irse los pasean-
tes a sus casas. A las diez lu plaza esta desierta, Ni en el
oarroussel, ui en el mercado, ni cn el paseo, ni en ningu-
na parte en medio de Mota animada concurrencia, la
mas de gentes del pueblo pobre, se oye una sola pala-
bra descompuesta G malsonante, ni hay rifias, ni se ve
nada que no sea correcto, respetuoso y decente, todo 10
rnismo que en los espectaculos cultos del civilizado Pa-
ris, Feliz pueblo y pueblo modele este que da vagal' a
los trabajos del dia can los pasatiempos inocentes de la
noche!
Con todo y a pesar de tanta moralidad, toc6me
presenciaI' un homicidio
en Iquitos, el fmioo per petra do
aqui en unos cudntos afios, acontecimiento que fue para
mi penosisimo, porque se agreg6 al horror del hecho el .
haber tenido por teatro el hotel en que me alojabs y
157 -
par victims al patrdn del rnismo hotel con quieu e-tabx
yo en el trato frecuente qu,~ es de suponerse. Habh I'":
/:i;lna yo a
1<\pla ntn baja del edifici« cuundo of, oucim»
en el cornedor, ruidos, voces y la.lr.u violeuto de perros;
inmediHtalnente SOIlI) Uti tir.. Y y,t ib:t II. touinr I.t escale-
t .. , ,tqnp; 'I'I, cuan d 0
fa ],;d"a -u rnr u ver que, Pili l'II s:~r t()(l(J
,oj que hajab;\ (;1 rnisrno St.irino eU:1 u n pllih: (_!. v.ido
en lu espnlda y arrojaudo por lu hcrirlu nna ;>lnrna de
roja R-l t1grl~; Ilev.ib alo d t~l brazo Il n com f):l triotu de (~l,
italian», )" le couduj» est(~ :i casi del JIlcllic('. <It',; cua-
dras distilnt(~. Hilst:t ahi [Judo and;ll' por sl nrism o : tr;lje-
ronlo Itlega ell camilla;
ese dla Sll estado se agl'av6 de
momeuto ell morne..to y a la madr!lg<lda ~ig:lielltf~ cxpi,
r<l. Su matador fue Uti chino que h·tbfa sid» socio "uyo
en la em presa d el hotel y cocincr« en este en los prime
ros <lfas de su pshb!ecillliellto. Liquidudu l» Compailiu,
vino e1 chino Ii pcdir ,11 itnlinno la dC\'olllcit)!1 ([I' su
cucntu de aportc, y COT\l1) dijera Storino que no tenia el
dinero, huudiol« :1 (:.~te el puii,d ell una de las cost.illas,
y hUYI." iumediutamente. Storino, herido y con cl iluual
clnvndo, salt6 Ii un cuarto iurnediat \ doude t(~llia _"U re
volver j- dcscarg,)lo sobre e] chino que hul.i, !!J,'I~ no
alcnuzo :i (~ste (~l tir o. Es de snheri>c que dh,>; antes el
chino "(~ habfu pres.cntndo ri las autnridadcs manif, .. .tan
do que ih:L a
rn nt.a r al ituliauo, runs ,f estu mauif-stuci.in
no dieron import.m-ia aqudllns, () par no cn~Cl U ;'qIH~1
capaz de ese atenta.Io, II porque creycron poder!c urre
glar SIl asunto con Stotino. EI chino fue apresudo ell la
calle mementos despues (lcl delito, pero luego h« sabido
que mas tarde se fug') de ln prisi.in.
8i Iquitos tieue un famoso muel1c de hierro y una
excelonto faotorla naval, fultale en su calirlad dt~ ciurlad
comercial y rica, 10 siguicllte: 1." Un banco, a]); (lollde
los ea pi t,tles encuen tran co!ocacio/l Hcil y rC1ll11 nerativa,
banco que multiplicarfa las hoy ya extensas remuuera-
cioues rnercantiles ; 2." Un tclegrafo electrico para Sill>
cornunicaoionss con Lima y call ~fallnos, nccesidnd qnc
reclamn energicarnente el movimieuto de los ncgocios
y el funcionarniento de la administraci6n publicu ; 3_n
Alumbrsdo electrico, piles allnqlle no hay caidas de
agua, ni raudulos para generur la electricidad, sobra
bosque donde tamar lena para la produccion de aquella
pOl' potencia de vapor; 4. Cuerpo de bomberos en clio
0
rna como ese de grandes cal ores donde, si hasta ahors ha
hsbido la fortuna de no haberse experimentado los estra-
gos de un incendio, no hay pOl' que no pueda presen-
tarse III desgracia de alguno que causaria perdidas de
varies millones. Y falta tarnbien, en ciudad tan civiliza.-
da, un eolegio, 0 establecimiento de instruccion secun
daria, 10 que es causa de que los padres de familia ten-
gaD que enviar a RUS hijos a recibir erlucaci6n hasta
Moyobamba, 6 hasta Oajamarca y ann hasta Lima, a.
grandisimas distancias. 8i el establecimiento de la ense-
fianza universitaria 6 profesional es casi <.> totalmente im-
posible en las pequeiias eiudades sudamericanas, Ill. de
liceos 6 colegios provinciales esta al alcance de muchas
localidades aun pequefias y mas todavla al de una ciu-
dad de los recursos de Iquitos.
Despachado de los asuntos que me Ilevaron a esa
poblacion, pense en el regreso. Dos vias tenia para efec-
tuar este, (S bien el camino que habia traido, 6 el de Yu-
rimllgn:lS, Moyobamba, Cajumarca y Pacasmuyo, Ia ma-
yor parte via de tierra, a embarcarrne en el Pacifico
y desembarcar en la Costa colombinna, en Tumaeo,
para seguir ~iPaste, ciudad Ii donde me \leva ban mis
qnehaceres. El primero hubiera sido viaje penosisimo e
interminablemente largo, porque si la bajada pOl' los
rtos es rripida, 180 ascension luchando contra III corrien-
te no se haee en canon sino con deseHperante lentitud,
y como yo 110 habia dejado negocios pendientes en el
trayecto recorrido que exigiesen mi vuelta pOl' el mis-
mo, hube de decidirme pOl' el camino del Peru, que me
[levnr ia al lugar de mi destino en dos moses, en tanto
que el otro, COil las dernoras consiguientes al transite
pOl' los desiertos donde r.o se obtienen sino muy difl-
cilrnente los medios de transporte, no me habria lleva-
do al rnismo lugar sino al ca.bo de cinco <) seis meses,
pOl' 10 menos.
As], pues, el 16 de Agosto, a las dos de la tarde,
pase Ii bordo del vapor Huallaq« para trasladarme a Yu
rimaguas, siguiendo el Amazonas arriba. Zarp6 el vapor
y al dejar despues atrlt8 180 isla de Iquitos vi el gran rio
junto en toda su anchura, no aqui con las dimensioues de
mar que tiene ceres a su boca en el Atlantico, pero S1
magnificamente grande como 10 imagine al verlo por
primera vez, dividido entonoes en dOB potentes brazos.
-- 159 -
Dos dfas despues nos eucontrarnos en la eonfluencia de
los dos rios factores del archimsgno Amazonas, el Uca-
yali que viene del Sur y el Marafidn del Occidente.
Este trae la direecidn que sigue despucs el Amazonas
en toda la extension de su curso, es dccir, de Occiden-
te a Oriente; aquel trao mayor caudal de agnlls y e~ de
longitud mucho mas considerab]o. Sabesc que hay otros
tres nombres para pi Amazonas: Maranon, Orellana y
Solimoes. Este (lltirno es SI)!O usado en el Brasil y en-
tiendo que es hoy y;l del todo desusurlo el de Orellana,
En cuanto al de Marafkin han restringido mny cucrda-
mente los geografos del Peril el signifieado de cse nom-
bre para designar al confiuente del Ucuyali y reservan-
do el de Amazon:ls p:,ra denominur al rio que resulta
de la reunion de los dos. Sieudo el Ucuyali el de mas
1O/lgltllf,
. ] en sus or'lgenc~
, .
tlenn aqllc'1 I os sny-os mas ens-
I'
r

tantes y como los de 0.;te ~isn vez son los del Apuri-
mac, que nace en el lago Villafro, provincia de Caillo-
rna, departamento de Arequipa, puede decirse que en
ese lago estd la fuente nas remota del Amazonas, la cual
esta a no mas do vointiseis leguas (pill' elevaci.in ) del
Oceano Pacifico, No e:-;esta fuente, pUCR, e1 lago Lauri-
cocha, como los de mi generaei6n hernos aprendido en
las clases de geogmfia, pero ni ann en este ultimo Iflgo
estdn los origenes del Marafi6n, porquo investigaciones
mas esmerudas han veuido a demostrar la incxactitud
dc ese aserto. En efecto, el rio que sale del Lu uricocha
y lIeva esc noinbre, se u ue COil el Neepe, estc tiene ma-
yor caudal, viene de rr tis 10j(l;' Y lit dircccion ql1c lleva
es la que toma 01 Maran()n T:HIC1s sabemos que el Ama-
zonas tiene una longit.Hl t\lt:d rie mil leguas, de cinco
kilometros cada una; u n ar:eho en su desembocadura
de scsenta, que penctra ell cJ Atldri tico sin mczcla con
cstc mar pOI' espacio de setcn ta leguaR y que su profun-
didad en algunos puntos es del cien brazas.
No me despediro de Iquitos en estas pdginas sin
consignar en elias una palnbr« de gratitud para el Sr.
D. Julio C, Arana, un 0 de Ies comerciantes mris respe-
tables de esa ciudad. Los buenos servicios de el me fue-
ron utilisirnos no s610 en dicha poblacion, sino tsmbidn
para. la continuaoion de mi viaje por el Norte del Peru
y aun hasta Guayaquil, pues las cartas de recomenda-
ci6n con que me favcrecid para sus amigos de las cia-
- 160 -

dades del transito, me pusieron en relaciones con suje-


tos de alta posicion, de los cuales obtuve cnantos datos
y facilidades hube. men ester para mis indagaciones y
para Ill. comodidad de lamarcha.
Al dirigir su rumba El Huallaga pOl' el Marafion,
deje pues el Amazonas, ese el mas colosal de los rios
del universo y que bafia tambien parte de nuestro te
rritorio. Mi itinerario de regreso pOl' el Peru y el Ecua-
dor sera en adelante mas laconico, El conocimiento de
estos dos paises importa menos que el del suyo propio
a. mis compntriotas y si me he extendido un poco al
tratar de Iquitos, situado en territorio peruano, es por-
que con esa ciudad se hace el comercio integro de 1a
mayor parte de nuestro territorio del Caquetd, No
meneionare sino 10 mas importante que eneuentre en
mi peregrinacion, pOl' las dos nombradas repfiblicas, de
aquello que juzgue yo guste quiza no ignorar a lOAlee
tores colorublanos. Suprimirc, pues, el fastidio de por-
menores que no omit! en la narracion de viaje par regio-
nes nuestras, porque los crei necesarios para el mejor
conocimiento de estas y por la utilidad que pueden te
ner para los que hayan de transitar par las mismas vias
que trajine yo.

CAPITULO XV
DEL AMAZONAS A CAJAMARCA

Yurimaguas-Navegaci6n pedestre en el Caehiyaeo-Los habi-


tantes de Balsapuerto-Via de a pie para Moyobamha-El
eseenario de la cordillera-Pumayaco-La diosa del torren-
te audino-e--Emerjo de la region de las selvas intracontinen-
tales-lleso e intacto, sin un rasgufio de las fieras, ni un
flechazo de los salvajes-Moyobamba-Rioja-Conocen mas
los peruanos nuestra literatura que los venezolanos y ecua-
torianos-Chachapoyas-Su comercio-Aridez de la cuesta
de dcscenso al Maranou-s-Los bandidos en el camino de la
costa-Me alcanza un transeunte amedrentado-Los arrieros
del Huauco-s-Me alcanza otro trnnseiinte igualmente ame-
drentado- Yo amedrentado a mi vez-Desarmado por los
arrieros-Noche angustiosa de la puna de Cajamarea-Li-
hrado par la Providencia Divina-s-Donde encuentro las cap-
sulas de mi revolver.
- 161 -

E L vapor en que yo navegsba siguio el curso del


Maran6n hasta I" confluencia del Huallagn, penetr6
en este rio y anclo en Yurimaguas el 21 de Agosto
despues de una varada que habia dnrado el 20 desde
las tres y media de la manana hasta las tres l1e la tarde
del mismo dia. Yurirnuguas es un pueblo de mil hubi-
tnntes, capital de Ia Provincia del Alto .Arnazonas, con
algunas buenus casas y buenas tiendas de comercio,
Mas arriba de ln poblucidn, sobre eJ misrno IT!lnllaga,
hay una rica mina de excelente s:t! gema, a
arrnncar la
cual y llevarla en canois para el consume en cl alto Ca-
queta, " veruan ell :IllOS
- ;) Ios WO('O,J nos, mns no
ra":l'lo~
han vuelto desde que eJ Gobierno del Peru grrrvo con
irnpuesto esa extrnccion.
En Yurirnag uas me embnrque en canon, el 23 de
Agosto, sabre el peqn efio rio Paranapura, ufluente del
Huallagu, y ltH~gn temp otro mas pequeiio, tributario de
aquel, eJ Cachiyaco, rio 0 quebrada PTJ que hicimos
nuestro camino de u n modo Inuy original. Est:ih'\lll"" y:t
en Ia fuerzn de In cstnciou seca de Hqill~lhs C"lil:i:'C";-; y
el Cachiyaco tenia tan poco fondo que 1:1 Calli',}, ;\, elida
paSl" tocubn COil \;,,\.o )' qucdaba nsent.rda ell 131, lIl' Ill;t-
nora (lue pam ponerl» a f1f)t(~ t.o n lu rnos que
baje r al
ngua los tres pasajen)s que ell ella Vl:IlIIltr\OS .Y andar,
dentro del rio, largoil traycctos, eon media Cl](~rpO des-
nudo, ell tanto que los trcs hngas empujaban Y n rrus.
trabnn la ernbaroacion, de S'H:rte que c';tn, si "irvi('. para
la conduccion del equipnje, nyudo po;,/) :i !a nuestra,
porqllc nosotros hicirr.os g-ran parte de 1:1 di~tilllcja por
este merl io de locomocion sui qeneris que pod(~rnl)s hall-
tizar con el nombre de navcg.icion ped,~"tr(~.
En la madrngada del :38 llcg.trnos U Btl";l plH'l'to, .
pequefia poblacion tlc edificios pajizos, habitada por
bluncos, pero cabccera de IJIl distrito poblado po1' in-
dios que hablan un idiom» diferente del qnechua, E::tOR
son menos atezarlos y de m ejores [actiones qlll~ Ins del
Caqueta, visten u Ia IHlI1Za de los peones blall<'o,; )' les
gusta estar bien puesf,os, en tanto l.i ue sus In ujercs me-
dio cubren In pro pin rlesnudez eon la pri mitivn cusmn,
segun 10 que (lillie vcr en las casas de cso<; iudigenas,
casas espaciosas y.icentes Ii. orillas de! Cuchiy aeo, don-
- 162 -

de los enCOD tramos gozdudoee en 01 dolce far nienie,


que es la ooupacion mas nsnal de los hombres de Ja
gran mayorla de las razas selvajes.
FUI tan afortuuado que en la manana del mismo
28 halle cargueros para mi cama y baules, y antes de
medio dia estu ve en marcha de a pie, via de Moyobam-
ba, porque no bay camino de herradurs para ir a esa
ciudad. A poco principie Ii trepar los estribos de la cor-
dillera, de suave ascenso por esos Iados, y comenznron a
cambiar completamente los paissjes, Troc6se la tnajes-
tuosa mouotonia del panorama de los gran des rIOS y de
las inmensas sel vas por las gracias de otra naturaleza
que se muestra aqui en pintoresca variedad. En vez del
silencio absolute de esas solcdades donde ponderosas
masas de agu:\s se arrastran en lento curse, en III cordi-
llera to do habla : murmuran las brisas al sacudir el m6-
vil follaje, hacen oir los arroyos alegres clamores al co-
rrer albornzados sobre su lecbo de lajas y pedrisco y
resuenan los torrentes al Ianzarse en gigantescos saltos
de pefiu en pefia. Entre estes, eI riachuelo Pumayaco
mcrece ser cantado par los poetas ; desliza rapido agnas
que son cristales y juguetea con los helechos y las flo-
res de la orilla; desciende luego a un alveo de roc as,
estrella contra estas 6U corriente y se deshace en blan-
quisimas espumas, EI vado atraviesa el Iugar mismo en
que apresura el torrente EU ya veloz carrera, para. arro-
jarse Ii 10 hondo de una canada. £1 paso parecia peli-
groso y avance en medio del agitado y turbulento
randal sondeandolo can mirada cuidadosa, mas, per-
suadido de que no habia riesgo alguno en admirar
aquel esceuario palpitaute de movimientos, de ruidos
y belleza, alee los ojos, y, sorprendidos estos, trope-
zaron con belleza mayor e inesperada. Sobre la roca,
estatica, de pie, majestuosa, alzabase una mujer, [oven,
blanca como aquelJas espumas, de mirar limpido como
aquellos cristalcs. Semejaba 18 estatua de marmol de
la diosa de esos rientes arroyos, pcro estatua como
aqudllas que solo los griegos supieron modelar. Pase
de largo sin saludarla, como no se saluda a la Venus
de Milo ni a la Minerv» del Partenon; paredame vul-
gar aIH el habla humuna, crei que habrla de des-
truirse el hechizo y la fascinacion del momento, trocan-
do a1 dirigirme Ii ella, con voz articulads, en simple
- 163 -

mujer a Is que me plaola contemplar como Ii diosa, 6


bada de los bosqnes, Supe despues quien era, y a des
pecho de todo, hallela entonces mas interesante como
mujer que como diosa. Pertenecia }l Ull grl1po de viaje-
ros, hombres y mujeres que habia yo visto en el tambo
del camino proximo a la quebrada; ib« ella en diroccion
a log rlos del Brasil, ri, la torrida reg-ic1n de las fiebres,
de los rnonstruos y d« 11):-\ iusectos de ponzofiu cnYCIII:'-
nada, para vivir al Indo de 511 joven C~P()S(I, trabajador
en esns solitarias selvas, pero duefio de tllllte.'; tesoros
de belleza y de arnor. , " j Y despues de eso sornos mu-
chos los que, pC1r n030tl'OS mismos no somes f,'li(;f'''', ne-
gamos que exista felicidad sobre la tierra!
El 1." de Septiembre llegue }i Moyobambu. Es~ dia
sali de In rcgi611 de [}IS selvus que cubren el coruzrin de
nuestra America Meridional, don de h.icia afios me ha-
biu surnergido somotiendorue rt inmedi.uo contact» con
su naturnleza salv'lj(:. Debo confesnr, sin cmhargo, que
no vi alli, como no viera antes en las regiolles I"1r:1 Ori-
noco y del Meta, ni 1"s tigres. ni los bons, Ili lof; gimno-
tos electricos de que esa~ cornarcas y las 11eJ Caqucta
estdn plagadas, animales que no he visto sino ell inver-
naculos y detnis de rejas 0 cristales, en los jurdincs zoo-
logicos de lu culta Europa. 8i vi salvnjes antropofagos,
,,01(1 10;-; oontemplc dourle est;lll bCljCt el domini" del
hombre civilizado, y ui de parte de uquellos, ni de las
fieras, ni de esa indornita naturnleza, me vi expuesto
nunca a peligros dernasiado serios. Creo, pOl' tanto, muy
poco en las relaciones de los vinj.uit es que so corn placen
en pintar maravillas y sobrenaturales peligros. POl' cor-
tas que sean las dotes de imaginacion de que pueda
jactarme, hubiera sido capuz de forjar aventuras de via-
je quizd sensacionales, pero me es repugnante apartflr-
'me de In. verdad. Cierto es que la presento desnuda,
mas asi y todo, la juzgo bastante iutcresa ntc, nunque
no sepa. revestirla t"e las galas (:011 que pudieran hacorla
seductora iugenios gaJIardos y floridos.
Dentro de una urea de ruinas casi tan extensa
como Ia de Lima mismo, se levantan los edifieios y se
extier.den Ia plaza y las calles del Moyobamha neural,
restos de una ciudud grande y hermosa. que ha descen-
dido del raugo de capital de departamento al puesto
mas humilde de capital de provincia, COli 1,500 habi-
tautes sin embargo todavia hoy, segun Ins geogra.f1as.
A ntes de ceder ese rango y aun se puede decir que su
poblscion :i Iquitos,-pncs gran parte de los' habitantes
peruanos de esta ultima ciudad son moyobambinos,-ya
estnba decalda aquella de SII antigua grandeza pOl' cau
sas que iglloro. Vive empcro de Iquitos, Ii la cual ali-
menta en parte con su ngricultura, y es el punto de es·
cala del comercio de los pueblos de la Sierra con la
reina de los rios peruauos. Fabrica ademas sombreros
de iraca icariudouica palmata), planta que llarnan alii
bombonaje, acogidos ultimarncnte, COIllO los uuestros,
por la me,da e n Europa ram uso en el est io. Los moyo
bambinos son hospitularios y laboriosos y las moyobarn-
binas hermosas, dulces, y aunquo entregadas a los que·
haceres del hagar, sociables y bien educadas, MOJO'
bambina era la estutua viva de la roca del Pumayaco.
T am ,·f c
oren estu ve atortuuac l'() ay III para conseguir. 1as
medius de transporte y continuacion de mi viaje inme
diatumeui«, y digo nfortunndo, {Jurque otros viajeros
hun teuido que parar, !JO una C) dos semanas, sino U1I
mes y mil" demorndos para haJlar cargueros en Balsa-
puerto, I) fletes de mula en Moyobamba. El db 2 de
Septiernbre, a las diez del dia, sail esta vez caballero en
mula, modo de locomotion que ya tenia casi olvidado,
con direccion Ii Ohachapoyas, pasaudo pOl' Rioja y Mo-
lino-pampa.
En Rioja, poblacion ocupada en hacer sombreros
como los de Moycbamba, estuve unas horas del dla si-
guiente, parte de las cuales pase muy agradablemente
con el Sr. D. Abel Alarco, para quien trais curta de
recotnendacidn de su cufiado D. Julio C. Arana, de
Iquitos. EI Sr. Alarco csta impuesto de nuestra litera-
turn, ha saboreado nuestros poetas, y sin haber esta-
do jamus en Colombia, Ill. conoee de corazou. la ama y
Iamenta uuestras desgracias, 10 que file amplio titulo a
mi efusiva estimacion que pOl' otra parte se habia con-
quistudo ya. con esos modules distinguidos y caballero-
80S, esa cordial frauqueza y amable trato que tall bien
decian de Ill. culta ciudad del Rimae de donde es oriun-
do, y donde su educaciou se hizo, No solo limefios, sino
muchos peruanas de otras procedencias conozco que
han hojeado nuestros libros y leen nuestros periddicos,
a diferencia de ecuatoriunos y veuezolanos, nuestros
- 165-

hermanos veciuos, can quienes estamos en mas Intimo


con tacto, entre los cuales no es tan popular este COIlO
cimiento de las letras colornbinnas, reservado en estus
dos naciones, a
III qUE p:\rl~ce, pnl'a los qlle se h:\I1 C)II:i:l
grade a
]a carr era litrraria.
Adelanto de Rioja sigue la zona de bo-ques de la~
faldas orientales de lu cor.Iiller« ill\dina, I:t cuul atn\Vf~-
sa,mos basta su borde superior qUf~ toea con Pisco-h'Pl'
fiunn, paramo (o]Juna como dicen los peruanos), l!ltllr;,
hast» la cuul 1I0S hahhmn,.; elevudo para dcsceudor hIe·
go a Molino-pampa, ror scnderos ~tbruptos ypclig'l"lsns,
a lo~ cuules, ::1duras pella::;, puede durse el uornbre de
carmnos.
El 10 de Soptiembre lleglle a Chachapoyns des-
PIH~'; de subir y hajar desde \folino-pampa cuestns :iri·
dus, con vegctaci 60 I ala de plan tas espi nosus, 1:1" mris
acacias y opuucins, Ii las cuales se sucedinu con huta
frecucucia, ~iorillas dl~1camino, chuimoyas (a?IOJ1ft cite
nOmolia), nrbustos de ,:,xqnisit:t fruta que tan abuudunte
es tambieu ell varia:'! partes tIe Colombia. La distmcia
que hice ell nuove dins, pOl' II) despacio que me tr«jo 01
£letero, hibla podido ser hechu descansadarnente en
cinco, <> Ii 10 ruas en seis,
Chaehapoj'lls es In capital oel departamento de
Amazonas, l lum«Io a . :;[ porque est~1 bafiado pOl' el rio
Marafi.in, (lUC Pi''' tenido pOI' el Amazonas rnisrno antes
de que los gcugrdus peruallOs, segun dijirnos, hubiernn
convenido ell dar este ultimo nornbro sola y ,:;"pceial-
mente al rio (lU(~ result» de la confluencia del MarafitSn
y el Ucayali. 0h:lehapoyas, con 3,500 habitantes, como
tarnbidn atnis ('XpreS;lI110S, es Sede episcopal y ticne
una catedr.i l, seis iglesias y tres capillus, Sus edifioios
publicos y privados datan en gran parte de la eroea de
la coloniu y, pOl' en de, presenta aspeeto venerable esta
chica ciudad de agradahle clima, baratura de vida y
comercio c.rsi insiguificuute, Tan PO(;I) ,~s all] cl movi-
mieuto d« P:l·-;:Ijl.~t'llS, qlj(~ no hay un solo hotel, ni foud».
POl' tanto, el vinjero que lleg'\ Ii esa poblaci.iu pOl' pri-
mora vez, rid)£} venit' provisto de n nu cart« d« reco-
mendacion para algllllll de los vecinos, en C11y:L casa
encuentru hll-;pitalidad gratis, cunforrne:i la cost-nnbre
colonial subsi-;tnnte I~II algunas ciudades de Columbia
hasta haee unos cunrent« afios, Mi hospedador, por re-
- 166-

comendacion del mismo Sr. Arana, fue el Sr. Pablo


More, aquien quede muy reconocido por sus delicadas
y finas atenciones ..
POl' 10 que vi, el fmico articulo irnportante de co-
mercio que tiene el departamento de Amazonas, oonsis-
te en sus gnnados gordos que envia hasta Iquitos. En
todn la sendn, desde Balsapuerto, encontre sucesivas y
gl'uesas partidas de elias, enc:uentro que pOl' cierto
constituye un peligro en el camino de Ii caballo desde
Rioja, pues es tan angosto aquel y tan cefiido de preci-
pieios 0 derrumbos, <5vu par tales angosturas, que pue-
de el viandante ser arrojado can su cabalgadur», pOl' el
empnje de los uovillos al abismo, <'I bien caer y ser ho·
llado, pisoteado y despedazado pOl' las patas de estes
en los Ingares donde no hay mas que un solo paso obli-
gado.
El 12 de Septiembre sali de Chachapoyas con di-
reccion a
Cajarnarca. Al segundo dia de camino atrave
se el pdramo de Callacalla, y al dia siglliente descendi
pOl' cuestas todavia mas dridas que las de antes de l1e-
gar a Chachapoyns, de suelo desuudo, sembrado de
rocas sohre las cuales vegetan solo algunos cactus y
equinocactus, algunas bombdccas, algunas acacias que
dan goma como las de Palestine y Arubia y arbustos
secas al parecer y sin una. sola hoj.i, y otros ~m,is eSC1-
80S), sin hojas tambien, pew agobiados de rumilletes de
florecillas nzules, {wico descanso de vez en cuaudo par!\.
la vista Iastidiada de tdnta desnudez, dosolacion y tris-
teza. El rio Maranon corre al pie de Ill. cuesta cuyo des-
censo acababn de hacer, pero hallelo bien pequefio e
innllveg'lble, ya tun siquiera par canoa y vadeable solo
en balsas de que han derivado su nombre este y la
alden de sus bordes a don-Ie llegumoe, par las em bar-
caciones de esa clase que alll se encuentran para el
paso. Ell las vegas del rio da ya la humedad alguna
fuerza a la vcgetacion, de suerte que en ellas se levan-
tan bosquecillos de arboles frutales y se hallan delicio-
sas nuranjas cuya grata acidez es remedio a la ardiente
sed de que viene devorado el trauseunte en esc calido
clima, bajo sol abrasador, y en aq uel ca mino donde los
arboles no tienen follaje, ni prestan sorubra.
Las gentes de criteria y bien iuformudas, tanto en
Iquitos como en Moyobamba y Chachapoyae, me habian
hablado sobre Is perfecta seguridad con que se viaja en
todo el trayecto desde esas oiudades basta Ill. costa del-
Pacifico. La epoca de los handidos ceso desde Ill. insta-
lacidn de los ferrocarriles, y si entouces era peligrosisi-
mo el camino desde Cajamarca al literal, hoy, me dije-
ron, Be puede viajur pOl' aIM con cargas de plata y oro
acufiadas y sin campania, con la misma seguridad con
que Be transitaria en plene dfa pOl' las calles de una ciu-
dad. P(Jr consiguiente, yo viajaba sin cuidado y me reia
de los temores de mi urriero de Chachapoyns, el cnal,
como todas las gentes ignorautes que gustan de alar-
marse, cuando no eon terrores snpersticiosos, con cual-
quiera otra clase de terrores imaginario5, crciau <}lIe en
el primer recodo del camino podian asaltarnos los ban-
doleros, El dia anterior ul de mi llegada a. Balsas me
alcanzo, montado sobre un potro rugosa, nn sujeto de
uno de los pueblo, mas al occideute, quien l1p.vaba el
mismo camino que yo hasta cierto punto adclant«, y
me manifesto su deseo de seguir conmigo, para. 1\0 via-
jar solo por aquellos parajes solitaries que, me dijo,
eran de riesgo, y me conto casas de pasajeros asaltndos
pOl' forajidos e historias de bandidos de esos lugares, a
quienes el habin conocido, y todo como ocurrido rccien-
temeute. Seruejante relacion, perfectarnente contradic-
toria can 10 que yo sabia, pero hecha por un vecino de
aquellos contorncs, me dio en que pensar pOl' el rna-
meuto. A la noche siguieote, ell unos tam bas del lado
de ad. del MU.l'\lfiJll, don de perncctamos, me sefialo uuos
iudividuos que pOI' «hi estaban, del pueblo del Huauco,
a donde yo iba a fletar remuda de mulas, y me dijo
que tuviera cuidado con ellos fl01"q ue era mala geute,
como toda Ill. de ese pueblo. A 1 db siguielltc nos pusi-
mas en marcha, 3' mas adelante, ul separnrse del mio el
camino que cl debia llevar, se despidio de tn i, y yo se
gUI solo con mi arriero en direccion ul III1:1I1Go. Antes
de las primeras casas del pueblo di con dos individuos,
com padres entre si, Begun'lne dijerou, quienes informs
dos de mi necesidad, se ofrecieron a fletarrne send as ca-
ballerfas, el uno la suya para In silla y el otro la de cl
para los baules, ,f me manifestaron que ambos irian con-
migo para acompafiarme y:arrear la bestia de carga. No
hubo dificultad par el pre cia, ni pOl' el momento de la
partida, para la cual no habia de haber mas tardanza
- 168 -

que la de traer las bestias, Mientras venlan est as, man-


. de preparar en una de las casas del pueblo un almuer-
zo; el arriero que me habia acompafiado desde Chacha-
poyas desensill6 y descarg6 sus mulas entretanto, se
despidio Iuego de mi y se fue llcvdndolns. A tiempo
que me llarnaron a
almorzar, llegaron los del HUlIlICO
con las suyns y deje a 8\1 disposicion el cuarto en que
estaban las mala", pam. que cnsiJlarany cnrgarall, y
quedaudo alli mi revolver tambien, pasd al cornedor.
Luego que al morce, volvi al cuarto, me cefii el revolver,
monte en mi cnbaJg;tdura ya ensillnda y lista, y segui
con los d,,~ nrrioros. Notense todos «stos detalles para
la mejor inteligenciu de 10 que vn :\ ~pguir. .'
H a hfa:) fijado 1"5 fleteros pa rn pernoctnr U 11:\ casa
adelunte ellel camino, mas despnc,; de buen andnr, al
Jlegar a esb, me dijproll que 1\0 era conveniente dorrnir
ahl, porque las bestius querlaban vn esc Ingar todavla
cerca a su dehes« y podian volv erse, y que aunque ca-
miruiscmos 1111 poco despucs do las seis de la tarde, mas
lejos habra dcnde pasar la neche. Ya cornenzanrlo os- a
curecer, l\(leknlC los arrieros, .vo un poco atnls, desier-
ta y solitnri« In pUlla,me ak" Ilz6 un viejo qlJe venia
Con un m uchncho, ambos :i. cab» 110 y nrreando dos po-
llinos cnjalrnados. Me dijo !.) viejo 1() mismo (tIlP. cl otro
compufiero de los dos dlas anteriores ; que habla apre
surado su pasf) para alcauzurrne afin de que \'igniese-
mos juntos !l:l!.;ieulollos rnutun (.nffipafHa; gnc cJ Ingar,
la hom y 105-' arrieros, todo --ra 1,,~ligroso ; qne aqncllos
eran mala gt'.llte, y me hizo com prnnder qne habin esta-
do imprudcnto en confiarrno ~ieso s hombre.", yo que
venia de Iquitos y .1 quien cldJia jllzgarse provisto de
buenas libr.», (·~terlilla8, COIlJO a todos los que de all!
vienen. SPin. -j;1 tl te ad vertenciu me irn presio 116 y tra je a
la mernori.r 1t~ circunst.mcins qlh~he \H)rmenol'ir.ado; la
marcha iume diutn (I'U~filcilital'OIl los arrieros ; III ningu-
nu dificuh.ad par:'! alquilarrno las caballerlas sin di-cu-
si611 sobr. prccios, y «sto con gentes con quieues no
puede h.icerse cl mri,; iufimo trato sino despues de em-
barazosr« l'cgatet's; (:1 huberse venido ambos nrrieros,
cuando b:\,;hb.\ UIlO para utender a In carg», y siendo
ellos com pu.lros, podi;L cuulquiera de los dos, al rt'gre·
so, traer ('fin h sl1ya la bestia del otro, Y pOl' ultimo, el
haberrno etl,!j',fia<lo diciendo que n os qucdur lamos ell la
-- 16«) -

oasa que habiamos dejado aLl'aS, para traerme despues


a la pampa desierta, Adem.ls, tanto el oompufiero del
dia anterior como el de estu noche calificaban de bri-
bones a los hombres del pueblo del Huauco, y el ulti-
mo de uquellos muy c;;pl.'c:i:'ilmeiltv ;1 uris dns arricros.
, Pero por que no ha'alan hecho de,;:tp:!l'\:Cd' e..;t'l'i mi re-
volver que tuvieron d. fill disposici.in !J{H:ll rnto mien
tras yo almorzabu ? La respuesta era f~il'il.Claro era que
si me hubiesen robado el revolver desde el !Juehlo, yo
hubiera descoufiudo de ellos, habria dc;:!J:ll'llta.lu el !I(~-

gada del alquiler y no me hubr!a venido. E..;o, piles,


naturalmente fue 10 que hubieron de pUlsar «llos, ~ jhf'
110 le habrlau sacado las ciipsulas :\1 arrua ell h confinu-
za de que yo no In exuminarfu al ccfiirme!n, exumeu
que efectivamente llO hice ell tal m.unento ? Ell todo
eso venia yo pensar.do, cuaudo lleg:illlos al lugill' desig.
nado para pasal' la neche, lugar cuulquiera rle la puna
a orillas de una laguneta. Me apee de mi be-tiu y me
hice aparte para examinar el revolver. Las c:ip~lI1as ha-
biau sido extr.ridas. Estaba yo, plies, perdido .... El
viejo y el muchacho 110 habrian <1'" ser incouveuiente
para un crimen del cunl podriun venir u ser victimas
ellos tambien.
La puna es 01 purarno, pujonul sin nn .Irbol, mu- a
chos kilometres a
[a redouda, pOl' c(lll~iguil~nV~no ha-
bia donde cortar unus vnrillas para POIWI" la tolda y
debla dorrnir a
la pampa en aquel frigidi,.;irno paraje,
ni habia tampoco de dunde hacer lena p:il'a l'reparar la
ceua, cosa que me importaba mny !Jueo ell aquellas cir-
cunstancius, Los viajeros armnrou mi outre de viaje, se
acosturon ell el sr.elo, uno a.
un Indo y 01.1'0,( otro, yo
debia qucdar en el catre en medio de los dos, y el viejo
y el muchaeho, temcrosos, ,), UllOS cuurenta pasos mas
alia. El frio era glacial y mis mantas iusuficientes para
abrigarme ; los arrieros me dieron ponchos de los suyos;
quer iau facilitar el suefio de su vlctima, Me acoste. No
aparente miedo, pero estaba poseido del terror del con-
deuado a muerte. Los arrieros para hacerrnc dormir me
contaban cuentos, Calla ron eli os. Yo aguardaba el gal.
pe fatal. Hora teas hora sacaba el reloj para ver la que
era. Las horas pasaban y los arrieros no S0 movian. Pa56
la media noche. Siguiel'Ouse lentamente una tras otru
las horaa de la madrugada. Me tranquilice al fin y des-
pues de las cuatro de la manana me dormi. Cnando nos
despertdmos era el dla claro. Di gracias 3. Ill. Providen-
cia por huberme salvado enviandome tan oportunamen-
te aqnel viejo y aquel nino: matar a tres personas DO
era tan facil como matar una, y los arrieros no se atre-
vieron intentar el golpe. Que 10 traian premeditado era
eviden te, y la prueba que no deja ba d uda era mi rev61·
vel' sin capsulas, extraidas por ellos ocultamente en el
momento que 10 tuvieron a su disposicion.
Ese nuevo dia, 17 de Septiembre, al llegar a Ca·
jamarca, despues de instalarme en el hotel, hube de
bUSCAl' algo que necesitaba en una cajita que tenia den-
tro de Ull baul, y alll dentro de 11\ cajita isorpresa gran·
de! halle las cinco capsulae de mi revolver (no habfa
tenido mas). lC()G}o habia podido ser aquello ? Imposi-
ble era que los arrieros hubiesen abierto las malas, en-
yas llaves 110 tenian, p&ra colocar en e1 cofrecillo las
capsulae. Registre mi memoria. Recorde entonces que
en Bnlsapuerto, temiendo una oaida en los barrancos
que hubiese en el camino y que el rev61ver disparase y
fuese causa de alguna desgracia, habra quitado yo mis-
mo las capsules y las habla guardado con mi propia
mano doude las encontraba ahora, Habia olvidado com-
pletumente esa circunstancia. Mi falta de memoria fue,
pues, principalmente Ill. causa de aquella noche de teo
rror, una de las rmis ungustiosas de mi vida. Pregunte
despucs en Cajamarca que clase de gente era la del pue-
blo del Huauco. Gente buena y houradn, me dijeron "
una VOZ, no una, sino varins personas honorables del
comercio y funcionarios y antoridades de esa ciudad.
Los pobres arrieros de quienes tan mal j usgue, no' ha-
bran tenino tal vez el mas remote pensamiento de ha-
cerme dafio alguno. LaR apariencias que parecian con-
denarlos eran razonamientos hijos del miedo, que de
una hormiga haee nn elefante y de un grano de arena
una montana.
- 171 -

CAPITULO XVI
DE: CAJAMARCA A UUAYAQUlL

Valle y ciudad de Cajamarca-e-Baratura de la vida alti-Los ba-


nos termales--La poetisa Amalia Puga-Su rnrn-mticn histo-
ria-El emperador Atahualpa-s-No hay ruinas de la epoca
incaica en Cajamarca-Comercio de esta ciudad-i-El ferro-
carril de Pacasrnayo-s-Porque tuve que hacer variaciones en
mi itinerario de viajc-i-Triunfa la lengua qucchua ('11 la Sie-
rra-El hotel de Namas-EI buen gusto alem.m-c-Los edi-
ficios para mercado publico en Ins poblaciones auu de me-
diana importancia en el Peru-a-Los areuales de la Costa-
Los riegos- E I camino per los lc..hos de los rios de la epo-
ca prehist6rica-Ascope-EI cultivo de la caiin de azucar en
la Costa peruana-s-Una beldad trujillana-c-Trujillo-e-Veo el
Pacifico par primera vez-s-Me embarco en el Santiaeo-«
Eten-c-Paita-c-Adios al Peni-s--Porvenir de esta republica->
Tiene Ierrocarriles y no tiene deuda exterior ni papcl-rnone-
da, ni partidos politicos que S~ odien entre si-Ll demo-
cracia alli. .

ANT ES Y despues de la puna doride habiamos pasado


la. neche, vestiun el terrene pajonales y pastos ua tura-
les que me parecici raro encontrar despoblados de gao
nados, pues unic ameute pequeiios gl'UpOS de vacas se
, ell una que otru parte y l,egtlla!1
veran , l'uego extensos
trayectos sin Ull solo animal. A poco habfa comenzado
a desceuder el terreuo y Ii medida que fue suuvizdndo
se el clima, se multiplicaron las hubitacionos y ya ~t 18.
tarde, desde las alturas todavia, aparecio a
la vista el
bellisimo valle de C<\jamarca, call hermosas semen teras,
prados y verdura, COli gralljM; 0 !-j:(ciclJ(las diseminudas
doquiera y reoortido pill' uu fJ"q'leilo rio, padre de
toda aquella frescurn y v errlor. SII_'; aguas se tomun con
acequius y se distribuyen lilego 1~1l~allgrias para regal'
la extension IlltcgT<\ del l lnno y fccundar Ill. madre tie-
rra que brota aSll11i CUll gcnerosa nbuudaucia rices ce-
reales, jugosos pastas y frutas regaladas. Recostada
contra el altanero Cumbe yace la ciudad, pOl' eneima
de cuyos tejados se destacan las torres 0 campanarios
de sus siete temples y el area triunfal conmemorativo de
Ia victoria obtenida por los peruanos sobre los chilenos
en San Pablo, obra arquitectOnica aquella de un colom-
biano, el Sr. Bogerio Holguin. EI golpe de vista del
valle y de la ciudnd es el de la sabana de Bogota, domi-
nada par nuestra capital andinu, todo reducido en Ca-
jamarca a proporciouus rnucho mas pequefias.
Ma~ si el panorama e:5 el de Bogotlt en miniatura,
Cajatnurca, en cuanto al area de lit ciudad, edificios,
clima, producciones y condiciones de su industria se
aserneja rnucho mas a Pasta. M!lyor baratura afm hay
en Cajamarca en las producciones agrfcolas, pues una
arroba de cebada no valia en lil ciudnd peruana, en los
dias que ahi estuve, sino 12t centavos plata, una de maiz
15 Y una de trigo 40.
Antes de llegar u la ciudad, viniendo por lu via
, tie encuentran Hgll<lS termules
que yo trilla, 1" tan canen-
tes que humcan, y son los Lands de Atuhualpa, mHS son
modern as con-truccioucs los edificios levautndos para
tornarla.
Esta ciudud es la patria y la residencia de ll-l poe
tisa Amali;t P!lga, quieu ticne ronuiutica histori», 10 que
no ha sido frecuento con las lila." de lns poetisas, al IOC'
nos con las que han honrudo las modernas letras en
America y Europa. Enviaba para publicarlas composi-'
ciones suyas :i Ill. Amedca Ilusirada de N ueva York,
tan ricas en numen y on cuyo estro cam peaba en dul-
ces acentos, ttinta sensibilidud de alma y se bacia paten.
te tanta elevaciou de penxamiento, tIll(' uno de los reo
dactores del periodico, el Sr. Losada, sin couocerln pcr.
sonalmente, poseido do ndmiracion pOl' las poesias, paso
del entusiasrno admirativo de estas, a admiraci.in, en.
tusiasmo y amor porIa autora. Pidio su rnauo, se C~H1-
jearon los retratos, Ill. poetisa dio el 81, y tanta fue la
amorosa impacioncia de Losada, que no pudiendo ir
inmediatarnent« el
mismo, el matrimonio se verified en
Lima. con apodcrado quP el
constituyo. Tan luego como
pudo abandonar I(JS quehacores que le habian impedido
easarse en persona, vino a
reunirse COli SIl e~po~a en
Lima, y pasaron de ahi a Cajumarca. Mas he aquf 10
que son las humanas dichus: apenas le fue dado entre,
verlas, porque til extender la mana para aleauzarlns,
fulmino lu muerte su rayo sobre el. Losada no disfruto
del periodo complete siquiera de la luna de miel, y la
poetisa troco "los blancos azahares de Ia novia, aun no
marchitos, par las negras tocas de la viudez," y en vez
de can tar himnos triuufalas de amor, tuvo que larnentar
en tristlsimas endechas sus amores idos para siempre.
- 173 -

Es imposible nombrar a
Cajamarca sin asociar a.
este nornbre el de Atahualpa, el ultimo de los incus que
ejercieron dominio en f'1 Peru, crnelmente sacrifioado
pOl' los audaces conquistadores espufloles ell est» misma
ciudad , Disminuye, sin ernbargo, nuestra cornpnsi.in por
el ernperarlor indlg-nna, sin que se atenue la odiosidad
del ntentudo de I,);';hombres de nuestra raza, al recor-
dar que por nmbicion idcntica :i In de estos, la de do-
rninar el pais C('JnO solo SOb01"tIIO, mando 01 inca dar
muerte a'1[-;\1 iern.ano II uuscar,
' con gUlcn,ienv pOl'
uor diISpOSl-
cion del padre de ambos, debia corn partir PI imperio.
A pe:,;ar de <jue Cnjamar oa r.ieue existent-in ante-
rior :l la oonquistn, 110 hay nlli c.lificios ni ruinas iucai-
cas, IIi las hay ell ningulia parte de la via que traje, ni
su pe t-unpoco cuul Iueru el camino p:ll'll Quito coustruf,
ell) l" 'I' l[ll1\i,Ja-Cal':I(', c.uuiuo, seglln los histori.idores,
de ~idl~;) och» II;l'lI'OS dl~ unch», y de construcci.in tan
soli.l« que III r(~~ist:i(l(J :\ la aceil)1I de 10-; siglus. Debi
cruzurlo al dirigirme <l la Costu, pcro no 10 vi en ningu-
na parte.
Cajnmnrca es ciudud de algun comercio, tanto
como el de Pasto en Columbia, y se ha fij.ido alii una
fuerte casa alernuna introductora de rnercancias. No ha
po<li(lo, sin €lIlba'gn, est» ciudad de 130 Sierra sostener
con HI trafico el Ierrocarril de Pacasrnayo, eon el eual
fie preteudio unir a al mar. Este ferrocarril \legeS unas a
poeaH ll'gufls de distancia de Cajarnarca, PCI'O despues se
han derrumbado sucesivamente muchos kilometres del
camino de rides, sin que se IUlJa heche esfuerzo alguno
para inteutar reparaciones, de sucrte que hoy esta la
ciudad atres jornadas d~ mula. distante de la prirnera
estacicin de 1:1. via ferrell, y es posible que se vaya aban-
donanclo 10 dernas de estu que continue destruydndose,
En tall pequcfias proporciones es el trafico, que los tre-
nes !lO hacen sino lin vinje sernanal.
Este ferrocar ril era el que yo debla tomar para ir
a Paeasrnayo a e mbarcurrne alii, pero como ese lugar
.estaba infestado aquellos dias porIa peste bubouica, ha-
bia cordon sanitario para impedir el acceso a el, y nin-
g{lI\ buque arrirne.ba Ii ese puerto. Hube, pues, de diri-
girlie mas al sur para tomar el ferrocarril de Ascope,
y hacer mi embarque de mar en Salaverri, pasando por
Trujillo.
12
- 174-

Pero antes de dejar Ii Cajamarca, Ill. cindad mas


importante de Ill. Sierra en los departamentoa septen-
trionales del Peru, habre de decir algd- muypoca
eosa - sobre una de las peculiaridades de esa regi6n, fs
nuts facilmente apreciable para quien, como yo, plls6
por alll con toda Ill. rapidoz que las circunstancias
permitieron. Lo que me llama muy particularmente Ill.
atencion y tiene que Hamar 1:\ del viajero oolornbiano,
en cuyo pais no hay en Ill. parte civilizada mas lengua
que In castellana, es 1<1 coexistencia de dos idiomas en
la regi6n peruana de que tratamos, el quechua y el es-
pafiol. Los peruanos de Ill. Sierra son bilingues, pero es
verdaderamente lamentable que, lejos de ser el caste-
llano la lengna que gana terre no, el quechua predorni-
na aun entre 13 misma raza blanca. Vi It varies blanccs
entenderse entre sf en quechua, de prefereneia a11\ len-
gua de Sll raza, y en la casa del fletero que me trajo de
Moyobamba a Chachapoyafl, su mnjer blanca, hablaba
ese idioma usual mente con las demas mujeres de la vee
cindad, que no eran tarnpoco de raza indigena, y solo
se explicaban en castellano cuando querlan que yo to-
mase parte en la conversacion. Por supuesto que esto
s610 sucede en la mnsa del pneblo ignorante, pero esta
aqui, como en todas partes, constituye la gran mayoria.
En Cajamarcutuve de mora de alguIIos dias por Ia
dificultad de consegnir fletes para ponerme en marcha.
Hallados estos, monte de vinje, pero no ya a
estilo anti-
cuado como en Moyobamba, no en silla de In. epoca del
Cid, como son las que estan aun en uso en la Sierra, ni
con montones de alforjas adelante y atras, como es cos-
turnbre all i; ni sin nada para resguardo de los pantalo-
nes y piernas, como si se tratase de un simple paseo
por las calles de Ill. ciudad, sino sabre silla ya mas seme-
jante aunque no identic\\. Ii las colombianas, expedito y
libre en mis movirnientos, sin las prisiones de las alforjas
y con botas altus, ala manera de los viajeros jinetes de
este siglo, y no como caballero de In epoca de Francis-
co Pizarro. Esa neche dorrni en N arnas, hotel ito a la
orilla del camino, perteneciente a la casa. alemana in .•
troductora de mercanctas, atras mencionada, y pude ver
alli 10 que puede el bnen gusto, sin el m enor esfuerzo,
para transformar en bellas las cosas mas comunes y vul-
gares.Dnas musdceas, es decir, nuestro pldtano comun,
-- 175 -

y algunos naranjos han servido para formar nn parqne-


cito 6 jardin, se ha rodeado la insignifioante plantaoidn
con una ceres de madera, It 18 cual se dio la apariencia
de verja de hierro, y manteniendo el suelo limpio de
yerbas y de hojas secas las musaoeas, sembrando algu-
nail matas de flores 81 pie del enverjado, y colocando en
el fondo, en medio de los arboles, una pajiza casa que
se mantiene limpia y blanqueada, y a la cual hay acceso
por una pequefia alameda, se ha remedado la cabana en
medio del verjel, de los parquos europeos, ell los cuales
todo no es sino imitacion mejorada de la naturaleza
tnisma, Y todo esto esta ala vista que se ha hecho sin
ningun costo, por los medias mas sencillos y sin preten-
siones a nada, en tanto que si el pequefto hotel de
Nllmas hubiera pertenecido a gentes de nuestra raza,
no habrla alli sino una casu. cualquiera y una semente-
ra ordinaria, sin cosa alguna en quefijar agradablemen-
te la vista por unos mementos siquiera.
Dos dias despues encontri; ~i Conturnaza, IllgHT de
dos mil habitantes, Hamada en el Peru ciudad, como se
llama alli a las poblaciones pOl' chicas que sean, con tal
que sean de teja de barre los techos de sus casas. No
mencionare esta localidad sino para tomar nota de que
tiene edificio de mercado publico, como todas las eiu-
dades, aun pequenas, en el Perri, en tanto que en Co-
lombia muchns ciudades irnportantes no los tienen, y
hay que hacer las compras de vfveres los dias de feria
a In pampa, sabre el lodo en el invierno, <5bajo sol que
quema en el verano, y en tanto tam bien que en el
Ecuador, en Quito, su misma capital, falta esa comodi-
dad tan elemental y necesaria.
Un dia adelante de Contumaza esta el pueblo de
SHII Benito, donde pase lin rato de la noche mientraa
1:1s caballcrias carnian alguna alfalf'«, .y ell segllida em-
prendi marcha nocturna, porque Of; terribicmente peuo-
so viajar por el desierto ~Irido que I-'e cxticnde hasta
cerca de Ascope, soportando el sol en esos arenales y
fin una gota de agua, que no la hay en el camino, para
refrescar lOB labios y In lengua resecos en esa atmosfera
de fuego. Fuera de .os declives orientales del rarnal
mas al Este de los Andes, todo el resto de la cordillera
en el Peru esta desprovisto de bosques, pero en la re-
gion de la Costa yft no son bosques 10 que falta, sino
por complete Ill. vegetaci6n. Esta se sostiene n.IH, don de
la hay, merced al esfuerao humane, a provechundo las
escasas corrien tes de aglla para el riego del suelo, a
cuyo influjo adquiere la tierra, en esos lugnres, feracidad
que parecla imposible a la vista del esteril arenal, Las
agutls y los rlos Ron, pues, en aq uellas comarcas, inesti-
mable riqueza que las gentes se disputan all] a vecesa
revolver, y por la cual se entra en eompetencias, tram
sacciones y litigios que Den pan mucha parte de la aten-
cion de los jueces y tribunales del pais.
El camino, al descender al llano no lejos de Ascope,
vienc por canones y gargantas de la sierra, que son in-
dndablemente e1 lecho de dOB no pleociuos, sino post-
diluviales, con sus giros y tortuosidades, y con lechos
igualmente murcados de tributaries afluentes, ~Qtle reo
volucion atrnosferica tuvo lugar aqui, que trajo la seque-
oad eva pnr:lndo las agnail de los mauantiales y los dOH?
Losmeteorologistas afirme n que la causa de aquella se-
qnedad Of; la coust.mciu de los vientos del S. B que se
deshacen de su humedad al pasar por el Oriente de
Sud America y dejan sus ultirnos restos de vapor de
agua convertidos en nieve en Ius picos mas enhiestos
de los Andes. Pero la coustancia de los vientos en esta
direccion ha debido estableccrse en algun perlodo geo-
1<5gico reciente, porque antes hnbo hurnedad bnstante
para que se generaran las corrientes de agua pOl' cuyo
lecho, seen hoy, se hall trazudo los caminos para hacer
el descanso de la cordillera al mar.
EI 26 llegue Ii Ascope, lindo pueblo can casas de
azotea, tieudns, almacenes y movimiento, e inrnediata-
mente, :i la una de Ill. tarde, tome el tren para Trujillo.
En esta llanura de la costa las Ilguas de riego han heeho
prodigins. Se ven dondcquiera haciendas e illgenios de
azucar montados en grande escala, can pastes para los
gHtH\(los, y plantios eonsiderables de arroz. Tan flare-
cientes son las haciendas de azucar que algunas tienen
rarnales de ferrocarril que las unen a 11\ cornun viafe-
rrea y otras, como 11\ hacienda. de Roma poseen su fe-
rrocarril particular 1'1 mar y su muelle en el puerto de
ernbarque. En 1898, aiio en que estuve en la isla de
Trinidad, halle alli en ruina, como en todaa las Anti.
llas, 130 industria azucarera y vi perdidos eu los montes
los rieles, las locomotoras y los vagones en que, de los
- 177 -

confines de los extensos plantios, se transportaba la cana


a. los ingenios centricos donde 01 jugo de csta venia a
convertirse en ron V azucar. Las Antillas estrin mas cer-
ca de los Estados Ullidos y Europa, los mercudos con-
sumidores del producto de los ingenios, que el Peru y,
con todo, en este ultimo pal". "in proteccion oficinl esa
industria, es madre de riquezt para gran parte de la
Costa, micntras que en las A ntillas con igtllllda(l de ba-
ratura de jor nales yean tierra superior en ferncidud,
estaban perdidas, como (lig-n, let misma clase de explo-
tacioues, ~1i paso por Trujillo fue t.m r.ipido que no
pude relacionarrne con personas bien iuforrnadas que
me explicaran la causa de It prosperidud de las hucien-
das de cafia aqui, en contraste COli 1:1 decadcncia y la
ruina de las de alll!. Lirnitaudomc :\, oonjeturus, creo
que pOl' Ia belligni<hd del clima es m.is rica en materia.
aacariua 1:\ cafia del PCI'll y, por oonsiguicnte, de Ollis
rendiruiento, mieutras qne en 01 clima ardicute de las
Antillas, si robusto 81 culmus de esa gramlnca y si con-
tiene jugo abundar te, este es en 5\1 mayor parte agua
, poco saturada de azucar,
Pero no toda la llanura ha recibido el beueficio del \
cultivo. 'I'ambicn hay extensiones Ii 10 largo de los rie- \
les, :i uno y otro lnclo, :i donde quiz,\' no han alcanzado
los l'iegoR, cubiertus de arenules, sobre los cuales vege-
tan unicnrneute acl.upallas (planta que me parecio de
lejos pertenecicnte Ii las bromeliriceas).
En la estacion de llama eutr.i al tren unu f'unilia
de la RIta sociedad de Trujillo, cr.mpuesta de una rna-
trona, una hija case.dn ell la flor Oil la e.Iad, 01 marido
de esta y otra sefiorita de dieciocho Ii veintc nfios, ele-
gantemente vestidas las dos jovenes :i la ultima l'igorORl\
mods parisiense, mas no fue h eleganci,\ del tocado, ()
01 Juju, () la observanui.i (~e lit moria 10 que llallll) viva-
monte mi utencion, sino la b\~lleza sin rival <l(~Ia mas
joven de las damas. 'I'uve ticmpo ole inirar llllly ruinu-
ciosamente y rasge por rasgo todos los de su hermosu-
ra incomparable, y ell verdad que 1\0 faltaba ell ella nin-
guno de aquellos qu~ pintiln los poctas ell lit enonrna-
cion de los ideales que sofiaron. Estatura regia, porte
lleno de donaire, l;valo de rostro de lineas «drnirables,
cejas en cnrva grucioslsima que parecian puestas adrede
con las crespas pestafias sobre los negros ojos para mi-
tigar un poco la luz demasiado esplendorosa de sn mi-
rada divina y copiando las expresiones de los yates,
II boca donde habla grana, corales y perlas," y nitida tez
de rosa que se retefiia hasta el carmin a imperio de las
eniociones y, sin olvidar los hoyuelos de las mejillas,
todo, todo Jo tenia Ia bella senorita trujillana pl\ra ser
tipo acabado de la perfeccion de la hermosura.
Llego el tren a Trujillo a las cuatro y media de 11\
tarde, me npee, me fui al Hotel Oosmos, y como habia
buque surto en Salaverri, que part fa para. Guayaquil al
dla siguiente, apenas me di tiempo para comer, y sali a
recorrer la ciudad. Es pequefia, aunque mayor que Cha-
chapoyas y Cajamarca, can 10,000 habitantes, con ca-
lles anchas y hermosos edificios, nueve temples, univer-
sidad, colegios, hospital, bello pante6n, teatro, plaza de
toros, biblioteca, banco, camara de comercio, junta de
obras publicas, trauvias, luz electrica, telcfono, plazas
que son parques, paseos publicos y casas particulares
que son palacios, un conjunto, en fin, que es ya la-civi-
lisacion y la riqueza. Hay grandes almacenes de .mer-
candas y mucho movimiento comercial; no falta un co-
'che en el zllgllltn de cada una de las casas ricas, y toda-
via, mas que el lujo de estas, es notable el buen gusto
con que estdn edificadas y deeoradas, No es Trujillo so-
lamente centro mercantil, sino ndemds centro de cultu-
ra intelectual: hay cuatro periodicos y no espera la voz
de orden de Lima para incorporarse al movimiento de
las ideas, del progreso, del arte, del gusto y de la moda.
Es la capital del Departamento de Libertad, y se dio
ese nombre :i esta seccion del pais pOl' el refugio que la
libertad tuvo en Trujillo cuando pared a proscrita en Is
joven republica, casi del todo reconquistada por los
ejercitos de la madre patria, durante uno de los porio-
dos de 18 guerra de la independencia.
Al dia siguiente, 27, a la una de la tarde tome el
tren para Salaverri, uno de los dos puertos de Trujillo,
y llegue a poco rato. Se despleg6 a mi vista, al llegar,
el gran Pacifico que yo no conocia. De la misma mane-
ra que, al mirar por la primera vez eJ colosal Amazo.
nas, no 10 .hnlle tan colosal, asi, lejos de hallar pacifico
at.. este oceano, 10 vi irritado y furibundo. Las olas se
romplan contra la costa. y se coronaban de blanoas es-
pumas, los botes y chalupas ancladas en el puerto se al-
179 -

~b~ny b~jaban can las olas, que ro~~ que olas eran
imponentes masas de agua, las cuales, Ii su deseenso
parecian quere)' hundir a las fragiles barquillns. Asi,
con esa mar pieads desembarc6 el nuevo Prefecto de
Libertad y toe6me oil' en el muelle los di3cursos con
que fue recibido y Sll respuesta, y los cohetes y musica
de regocijo. En seguida me embarque en Ill. chalupa
que debla llevnrme :'\.1 Santiago, ..grail vapor de dos chi-
rneneas, contra cuya casco de hierro se azataban las olas
dejandolo impasible.
Concluyo aqui mi travesia del Amazonas al Paci-
fico, viaje tan largo y fatigante que no 10 haceu nunca
las familias. Cuando estas han monester trasladarse de
Iquitos al occidente del Peru, la VIa que ternan es la
del Amazonas al mr.r, y luego pOl' Colon y Panama al
Pacifico, y de ahi, pOl' ejemplo, pOl' el Callao a Lima.
Ilnicnrneute hombres solos hacen este viaje de tierra,
menos duro y peligroso, sin embargo, para mi que el del
Napo y Putumayo en canoa para venit a Mocoa y rio Pasto.
A las cinco de le, tarde se puso el bnque en movimien-
to y al salir a alta mar se arnanso la braveza de las olas.
EI 28 nos amanecio en Ill. rada de Eten, y alli puro el San-
tiago con mar afm mas picada que la de Salaverri el dia
anterior, dla en el cual, a 10 que me refirieron, se aho-
garon en Eten algunos individuos de la Aduana, por
haberse volcado el esguife en gue se transladaban a ha-
cer visita a otro buque que venia adelante de nosotros.
El 29, al salir de mi camarote, en la manana, a. la
barandilla del buque, tuve a la vista la hermosisima ba-
hia de Paita y 1n. pequefia cindad de este nornbre con
sus elegantes edificios de azote a frente a mi. La mar
ta~ hrava en Eten y Salaverri, es aqui phicidamente
bella, tranquila como uu lago, el viento RCa sopla sobre
la superficie de las ondas rizandolua apenas, en tanto que
alld las sacude con violeucia, las' eucrespa y produce tu-
multuoso oleaje. La mar es safiuda alld, aqui sonriente.
Arrimaban al Santiago no s610 botes sino tambien alma-
dias y canoas, trayendo fardos de algod6n en numero
tan considerable que se emple6 todo el dia en introdu-
cir esa carga 81 buque, de suerte que hasta bien avanza-
da la tarde no pudo zarpar este para dirigir su rumba,
directamente ahara a Guayaquil. Rube, pues, de decir
adios aqui a. 10. Republica del Peru.
- 180-

Es bien sabido que a1 comenzar vida independien-


te las antiguas colonias espafiolas de Sud A merioa,
esta era Ill. mas rica de las nuevas repfiblicas, La opn-
lencia de sus salitreras y guaneras provoco Ill. codicia
de Chile, y esta nacion hermann, desentendida de las
tradiciones fraternales de las hijas de Bolivar y San Mar-
tin, entre en una guerra de conquista en que, para el ho-
nor de su Hombre, ojala jsmas hubiera pensado, La suer-
te de las armas fue adverse al Peru y al pet-del' parte de
su territor io y sus depositos de abonos naturales, miis
valiosos auu que sus minas de metales preciosos, se (:OTl-
sidero empobrecido, miserable y humillado. De en to n-
ces acd, repletos de odios sus hijos contra la nacion ven-
cedorn, snefian solarnento en el dia de Ja vindict» y Ill.
retaliaci6n y se halla hoy el Peru, con respecto a Chile,
en Ia situacirin que Francia COli respecto a Alernunia y
en igual grado de irnpotencia.Todo peruano se siente
empequeiiccido, y, al lanzar mirndas al porvenir, pare-
celes conternplar tan solo brumosus celajes .
.Masa ese respecto no tieuen 1'3U)n los peruanos.
Sin 01 tcrritorio y los tesoros que perdieron, aunque no
10 veun, sondeles todavin la esperanza. Si perdieron
parte considerable de sus riquezns, las que les quedan
afm bastnn para hacerles conquistar con el tiempo O(lU.
lencia igllal a la pasnda, si no mayor. La explotacion de
sus minerales de plata torna cada dia mas irnportante
incremento y los arenales de sus costas, vivificados pOl'
el riego, adquieren lu feracidud de aquellos suelos que
en otrus regiones han tenido vigor exuberante para ali-
mental' el bosque secular, a tiernpo que este litoral ('8
de temperatura tan benigna y clima tan sano, que atrae-
ra y auu actualrncnte esta atrayendo, laboriosa inruigra-
cion europca. Una vez que las empresas de trabajos hi.
draulicos al presente en operaciones y Ills nuevas que
se continuen organizando, hllyan conducido a los yer-
mas las aglHIS gue estos necesitan, los llridos desiertos se
transforrnaran en huertas y verjeles y brotaran de la tie
rra alii aldeus, villas y ciudades, La parte de lu sierra
que no contenga asientos minerales, no quedara pOl' eso
extraiia al movimiento de progreso, pues entrant en
marcha paralela de avance hacia la civilizaoion y la rio
queza con la regi6n de la costa, la cual, en razon a Is
mayor poblaci6n a que llegue, had mayores consumos
- I~I -

de los productos de lacordillera, y ya se sabe que agri-


cultura prospera sign ifiea pals prospero y florecien teo
Entre tanto el Peru marchabalibre de las trabas que
entorpecen el adelanto de otras republicas de b America
espanola. No tiene deu.la publica extranjera, piles los Ie-
rroearriles de la propiedad de su Gobierno fill-roll cedi-
dos, por sesenta y seis afios, ~( los teuedores r1~ la den-
da externa y e&a ccsi.iu basta para >ial<br esta deuda
a In vcz que esa red ferrea y la de propiedari particular,
par todo 2,000 kilometros de carninos de rieles siguen
prestaudo al pals mismo vulioso servicio, El PerIl e;,t:l.
en el gnce de plena circulnciou metdlica : el pil pel- rno-
neda, del cual se tuvo nlli experieucia de efectos desas-
trosos, fue repudi.«lo y, como recurso, quedo dcsacre-
ditado para siernprc. No hay alll tnmpoc» lus orliosida-
des lie los partidos flue en otras parks sO comhu ten cn-
carnizados Coil el furor de razas eucrnigas, () de sectas
de adversus y hosti'es religiones.
La politica que tanto prcocllpn. Ii los colombianos,
tiene lugar muy secundario en 1;\ mente y 11\" pasioues
de los habitantes del Peru. So puede decir que cuando
hay reunidos tres colombian os no tratan de otru cosa
que de poltticn ; tal tema de COllVPI'Sacl<Sn no oeupa el
tiernpo ni los ocios de los peruanu;;. Ni en Iquiros, ni en
Cajamarca, ni ell Chachapoyus, pude formarrne idea
exacta de los nom ores, principios, divisioncs y subdivi,
siones de los parti-los de la Republica perU:lIH\, pOI' no
haber quien me diera ideas claras y precisas, sino con-
tradictorias y confusas, u, estc particular de qne estaba
anheloso de impouerme.
Un caballero de 10 mas distinguido dtd cornercio
de Iquitos me dijo qne eran fracciones liberales las que
se hallabau ren el poder ell este antigun imperio de
los hijos del Sol. litl joven estudiunte de lu Univorsidad
de Lima y miernbr o entusiasta del Club directive lime-
no, dnl pari ido liberal mas avanzado, me clasifico aSI los
partidos de S'1 pais: civilistas, dernocratas y constitucio-
nales, que son p.irtidos conservadores ; liherales y ra-
dicalea, est.is ultirnos fcderalistas, que son partidos li-
berales. Dos de esas fracciones conservadoras, segun el
mismo joven estudiante, estan hoy en ejercicio del Po-
del'. Si bien con este enunciado quede impuesto, a. ren;
glon seguido uno de los mas altos funcionarios del Peru,
- 182 -

el Prefecto del Departamento de Oajamarca, que esta Ii


II' cabeza del gobierno de 430,000 de sus eonciudsda-
nOB, me confirm6 la aserci6n del comerciante de .Iqui-
t08, expresdndome que era liberal la fraccion gohernan-
te en esa Republica, a la vez que los peri6dieos de opo-
sicion la calificaban de conservadora. Se ve pues: 1.0
Que para saber 10 que es la polf tica alIa hay que diri-
girse a los hombres de la profesirin, y 0
2. Que estes
mismos no estan de acuerdo sobre el credo de los par·
tides.
Observe en este viaje que no hn penetrado la de-
mocraeia socialmente en el Peru, el Ecuador y las pro-
vincias mas a) sur de Colombia en 01 mismo gruda que
en el res to de Colombia y Venezuela. Sirvame deprue-
ba el lenguaje, pues dotras de las palabras estan lus co-
sas y ~stas se transparentan en aquellas. Acd.no usamos
el tuteamiento de superioridad sino con nuestros sirvien-
tes; alla lo usan, para cualquier individuo de las clases
inferiores, los de las otras clnses que se cousideran supe-
riores. En el Peru, en el Ecuador y en Pasta, en el len-
gnaje corriente, se dice la nobleza, en tanto que en COi
lombia, excepto Pasta, y en Venezuela, se dice la clase
dt'stinguida y, en efecto, los que componen esta en Bo-
gota, Cali, Caracas, Valencia, no son necesariamente in-
dividuos que tienen abolengo, muchos de los cuales es-
tan confundidos en la masa comun social, sino los que
han adquirido superior posicion por SIlS condiciones de
inteligencia y honornbilidad, acompafiadas de fortuna
bastante para sostener el brillo de ese mas alto rango.
En cuanto Ii garantias de sus derechos individuales por
parte de las :l.'i.oridades, estan las clases pobres a este
respecto en situaciou mucho mejor en Colombiaque en
el Peru y el Ecuador, auuque en Colombia subsista el
despiadado e inicuo reclutamiento militar, en la barbara
forma en que )0 tenemos todavia.
CA PITULO XVII
DI<JGUAYAQUIL AL cAReIII

Llegada at golfo de Guayr.quil-s-Pauorama de este-s-El rio Gua-


yas-e-Guayaquil-c-Animacion de su puerto y sus rnercados
de efectos extranjeros y de viveres-c-Es capital comercial c
inlelectual del Ecuador-c-Azotanla los incendios-s-Su cuerpo
de bornbcros-i-Su- progreso CIl todo-s-Nuevo carnbio de ite-
nerario-c-Partida para Quito-EI fcrrocarril-e-Desconterrto
infundaclo de rnuchos ecuatorianos contra los firrnantes del
contrato en virtud del cual se ha llevado ;1 cabo esa obra-
La diligcncia-c-Ambaro-> Latacunga-i-Paisnje alpestre-s-Qui-
to-El Observatorio-c-La: Alameda-s-Secuestrada Quito del
movimiento de progreso esta en visperas de incorporarse a
este con la llegada de la loconlotora-Otava.lo-Concurso de
indios-e-Sus vestidos-e-Panor.unas suizos y poblacion asiati-
c.i-e-Los nevados de.l Ecuador-e-Ibarra-i-San Gabriel y su
sencilla y primitiv.i hospitalidad-e-Tulcan-c-Triste saluda a la
patria.

E L 30 en la manana al aproximarnos
carnbiado completarnente el grandioso
a
tierra habia
escenario de las
costas. Y & no era, CO'110 en los dias anteriores, el de una
mar bafiando, con apucible 6 con violento oleaje, blancos
arenulcs, () rojizas y arcillosas lomas. Al entrar al golfo
de Guayaquil la inuiensn mar azul besaba el manto de
eterno verdor de III Puna, la gaya isla de historicos reo
cuerdos, Y el litoral adyacente se extendia a uno y otro
lado cubierto de bosques, 15 de simple arbolado, 6 de
huertas )' grarnales y, contrastando COD el azul del mar y
el verdor de la esplendida vegetacion ecuatorial, se al-
zaban villas y lugares de blancas casas dominadas par
los altos campanarios de sus templos. L~\ naturaleza pa-
recia alii rejuvenecida y se mostraba alegre y sonrien-
te, el sol era brillante, el aire diafano y 10. brisa en 80-
plo leve venia del bosq ue impreguada de perfumes. En-
tramos al Guayas, 131 anchuroso do a
cuya orilla se yer-
gne Ill. eiudad emporio, la hermosa Guayaquil que com-
parte con Valparaiso el imperio del mar Pacifico en la
America del Sur.
EI espectaeulo del do y del puerto era animadlsi-
mo. So veian doquiern, entrando, saliendo, 6 anclados,
toda suertede bajeles en confuse variedad. Algun va-
pOl' de alto bordo avanzaba en majestuoso movimiento,
a tiempo que alguna balandra <5bergnntln desplegaba
sus velas blancus, cual gwiota sus alas y se lanzaba so-
bre Ia superficie lfquida en graciostsimo andar, y pulu-
laban aqui y :tIH pequeiios vapores, botes, cauoas y bal-
sas, cruzando los botcs y las canons de lado Ii lado, <>
yendo y viniendo apresurndos Ii esfuerzo de vigorosoa
rernos.
Se nos hizo parar al lado del gasdmetro hastn que
fuesen examinados los papeles del Comandanto del
Santiago y hastn se nos anienazd con cuurentena por
venir el buque de las regiones del Sur infestndas pOl' In
peste bubonica, rna!', halladas las patentes limpias, se
nos envi.i galantemente :i los pasajeros destiuados a
este puerto, un hate para 01 desernbarco que nos llevo Ii
tierra y lias dpj6 en el muelle de Ia adu.ma,
A la mauera quo pululuban ell 01 puerto las embar-
cnciones, hormigueaban en las calles de la ciudarl las gen-
tes. 'I'odo el malecon, principal arteria del comercio, era
actividad y bullicio : tranvias, caches, oarros, rodaban
por el pavimento y se cnrgabano descargaban de mer-
canclas estes til tirnos. No bustando el espacio para. los
almacenes y las. ventas, se iustalaban estas en las gale·
rias exteriores de los edificios, que todos las tienen, y
ademds In calle era recorrjda todavis pOl' vendedores
arubul.mtes. Para 01 mercado de viveres parecla iusufi-
ciente el tiern po del dia y se prolongaba hasta ultas ho-
ras de la noche. Y nsf y todo, se me dijo que Guayaquil
estaba decadente pOl' causa de In!';cuarentenas. De suer-
te que nfiadieudo eso mris que ahara Ie faltaba ernpuje
y movimiento, vcndria siendo este en esa respective es-
cal» comparable con el de la City de Loudres, 6 con el
de Broadwi1Y de Nueva York.
Guayaq uil es la capital comercial e intelectual del
Ecuador, as! como Quit» es su capital politica, con ban-
cos aquella, colegios, escuelas y diarisrno noticioso y
bien servido. Las rentas de su Municipulidad ascienden
a un millen de sucres y gilsta la ciudad munificente-
mente en institutes filantropicos y de educaciou el su-
peravit que queda despues de atendidas las necesidades
del cornun servicio del regimen cantonal.
Guayaquil es fenix que renace de sus cenizas. Azota·
la la calarnidad de los inceudios, mas despues de cada
uno de estos se levanta con nueva exuberancia de vida y
185 -

mayor ostentacion ae
hermosura. A pesar de 10 cual,
aunqlle tiene buen numero de edificios de hierro, son
muchisirnos toriaviu los que son simplernentc de made-
ra. EI cuerpo .le bomberos de lu ciudud es sn rnilicia
organizada, enl~arg(l.da de velar pOI" su segurid.id y, a
ls manera que ell otras partes el ejercito figura en las
publicas solamuidad es, aqui, en las 111isill as, desempcfia
importante pa pel esa tropu, encargada de combntes
iguulmente peligro~os y siernpre nobles.
De este eontillllU rejuvcuecer de la ciudad viene
BU aspecto enteramente moderno y el que span algunos
de sus diez temples, oonstrucciones dn gu:-to contempo-
nineo. Hay otros hue nos edificios pIlhlieos y se ulzau In
estatun del gral\ poeta, nucido orillas u,,1 Gunyns, en
la nvenida del nornbre eli: <lCJllel; Ia (}0 B)lIvar. en Ia
plaz:, y parque del nombre de e-tc, y la d\~ 1to(,iI('uerte,
el mode-to y belll:fieo rl'pub!ica, ell la ,,1:Iz;\ de San
Francis co.
Si el asp';cw de la eilltlac1 es il!od,:rllo. las costum-
bres llevnn II 5\1 Vt'Z cl "ello dei l'1·ogreso. 1'1)[' ejemplo,
en Quito y Bog(IL, sover.is y allt.i~\l;\s pre«cll paciollcs
vedan la entrada (le las senoras y senoritas ,L los (:afes y
restnurvntes. Ell Guayaqtlii, el sex» hermoso, C(J!fiO ell
cualquier ciudad de Norte Americ«, disfrutn con cl
sexo masculino (h; aquellas comodidades de la vida ci-
vilizadu ri. las cuales no hay pur que 110 tCllg;\ igllal de-
recho la mujer ell nuestrns ciudud es andiuus y costa-
nerns.
En Guayaquil me inforrne
mny circunstanciada-
mente sabre Ill. via de ese puerto u. Pasto y lit h:dll~ mas
nipida por Quito f.J.lle pOl' 'I'umaco y Barbacoas, y mucho
mas oornoda. De~pues de n uestra ultima y destructora
guerr:l, el camino de Pasto a
Barbacoas, descuidado par
complete durante tres afios, 5e destruyo casi enterumen-
te, y d vaporcito qne sirve :i la ll;.jvegacioll en el Patia,
sobre viajar COil muchs irregularidad, estuba en tal es-
tado de deterioro que era, 5iegull se me dijo, husta pe-
ligroso para el pasajero.
El 3 de Octubre, mny de manana, pase a bordo
del vapor en que hacen la travesia del Guayas los-via-
jeres que siguell en cl ferrocarril para Quito. Tome el
tren en In Estaci6n de Duran, en la orilla opues ta Ii la
de Guayaquil, y a poco atravesdmos pOI' cafe tales, ca-
- 186-

caotales y plantfos de eana con BUS respectivoa edificios


de Ingenios, estos, '8) menos 108 que tuve " la Vj~tll, no
montados en la colosal escala de los peruanas. Vi tam-
bien un pequeno algodonal, pero se me dijo que la ca.
restla de los brazos impedia que se emprendiera en
grande, como en Paita, en e) cultivo de nuestra planta
textil americana. A la una de la tarde. despnes de pasar
sueeaivamente por unos cuantos pueblos, eruzaba el tren
los bosques seculares del pie de la cordillera y poco
despues subla serpenteando sobre los estribos de esta,
aridos aquf a desernejanza de los Andes colombianos
revestidos de selva desde el ni vel del mar hasts las al-
turas donde comienzan los paramos, pero no es tdnta Is
aridez en e) Ecuador como en el Peru, donde se extre-
rna basta el punto de causar tedio y tristeza. Ell Alaus!
pan) un momenta la mdquina, y allf vimos heridas y
contusas algunas personas, vfctimas del descarrilamien-
to del dia anterior, descarrilamienro que tuvo lugar en
una de las curvas :i que obliga tan peligrosa ascension,
Ya cerca do las seis de la tarde Ilegamos aGuamote,
lugar muy frio, donde existe la casa de la estaeion que,
can In de Duran, son las unioas construidas hasta hoy
para el servicio del ferrocarril. Hasta Guarnote llega
este despues de haber vencido las grandes dificultades
de la vla y de haber escalade atrevidamente los rapidos
declives de la sierra. Lo.quo sigue es camino mas llano
hast a la altiplanicie misma. 'I'raido hasta Guamote, la lle-
gada del enrielado a Quito es un hecho que se puede
dar par cansumado y, can eso, la pequefia Republica,
la hermana men or de las tres que componfan la gran .Co-
lombia, Ia que hasta hace pocos afios mirabarnos como
pabre y desvalida, habra traido camino de hierro, al
traves de los precipicios, hasta las cumbres de los An.
des, en tanto que la hermana primogenita, nuestra
nueva Colombia, can triple poblacion, ouddruple terri-
to rio y mucho mayor riqueza, no ha sabido construfr
vias para las locomotoras, sino sabre cortos espacios
que la naturaleza se ha encargado de nivelar,
No estrin contentos, empero, los ccuatorianos des-
pues de este triunfo. Semejantes a aquellos que persi-
guieron la satisfaccidn de una necesidad' de comodidad
de lujo, basta obtenerla, y una. vez obtenida s610 pien-
san en los costas y sacrificios que se impusieron para
- 187 -

llegar a ella, Ill. opinion publica ecuatoriana, en los dias


precisos en que viaje por el pals, alzaba In voz al cielo
contra sus mandatarios que al celebrar el contrato de
ferrocarril 10 hieieron, decian, en terminos ruiuosos
para 11\Republiea.
Basta ITer el trazado de la via ferrea para eornpren-
del' que el gllsto de los trabajos aliI ejecntados es supe.
rial' ~Llos recursos ordinarios de una naci6n como el
Ecuador. S{~mejHntes empresas requieren sacrlficios para
poderlas llevar :1cabo, y si estes sacrificios no se hacen,
Ia obra no He hard poco, Lo que importa es que el
tarn
preclo de los trunsportes en el camino de hierro sea
considerablemellte lIIas barato que en el antiguo cami-
a
no de mula, para que su vez nbaraten las mercandas
extranjeras de consumo en el pals Y para que mnchos
de S'JS frutos, que el alto coste de los Iletes impedia eu-
vial' al exterior, lleguon :i hucerse exportables eon pro·
VCdlO. Verificu.lo esto, aumeuturri la riq ueza del pais a.
tal puuto que lc SC1'll. f<tcil a
SIl gobierno repollcrse de
los quebrautos cnusudos pOl' empresa de tumafin mag-
n itud y no solo se indcmuizard del costo de esta, sino
que aderurls se habr.i creado para 1a nacion nnu fuente
de prosperidud de acrccirniento indefinido. ~() enuncia-
ria verdad tall trivial si no HC me hubiese dicho que los
flctes del fcrrocarril son tan caros que solo se hubia ga-
nado, sobro (~I co-to en mula, lit supresi.iu del fJ"gll de
los comisionis.ns en Babahoyo para el despach l)
de la
ca~:~a. Pero cr eo qne eHUS iuforrnes ernn voce:'> apasio-
nndas, pm'que el heche era. que el precio de las mulas
de carga hnbiu bajudo rnuch isimo, a COllSCCIWW:ill de la
venta de gran n{HI\I.~rO de recuas que han quedado sin
ocupaciou dcsde qUI~ llegan los trenes a Guamotc.
En este sitio tome lu diligencia pam la prosecucion
del viaje. Est» renuevu sus mulns a CHela hora de carni-
no. de suerte (lue pueden llevarlus los po:stillones If, pa.so
de carrera, Yl~f se a vanza mas en el dia, ell esta exten-
sion plana, que 10 que pucde adelantur el trcn cscalau-
do con cuidadosn lentitud 10 rmis ernpinado de la cor-
dillera. Salimos :i las ocho de 11\ rnaiiauu y a las tres y
media de la tarde estuvirnos en Ambato, bonita y pe·
quefia ciudad de agradable eli rna, donde se cnsaya el
I

cultivo de vifiedos, y patria inmortal de Montalvo, el pen-


sador y prosador de hermoso ingenio y fama americana.
- 188 -

A las cinco de la manana estuvimos de nuevo en


el coche, paramos en Latacunga a las diez para almor,
zar, y despues de pasar pOl' pI lindo valle de Machachf
Ilegdmos a Quito el cinco de Octubre Ii las cinco de Ill.
tarde. Hubia pasado sin verlos par 10 brumoso del tiem-
po, 0 al pie, de, 0 pOl' lugares donde hubieran sido vi.
sibles, el Sfl.ngay, el Altar, el Chimborazo y el Cotopaxi.
El camino habia atravesado, en 10 demas, no por terreno
perfectamente plano como el de la sabana de Bogota,
sino por paisajes alpestres con quiebras, aUtlque no hon-
das, bella sucesion de vaIlecilIos y coliuas, cultivos, tie-
rras de pastes, haciendas y pequefios pueblos. Quito
misrno en las faldas del Pichincha tiene topografia que
recuerda panoramas de Suiza.
La ci udad, ~ila cual el Sr. Roberto Andrade, en
au Geografia del Ecuador (afio de 1903) calcula 50,000
habitantes, tiene adem.is buenos y aUII notables edifi-
cios como el templo de la Cornpafiia y hay ademds
aqueIlos institutes y establecirnientos mas necesarios y
de que no pudiera carecer la capital de una Republi-
ca. Su paseo denominado La Alameda pudiera figural' con
honor en cualquier ciudad europea y su observatorio
astronomioo, aparte de que estd construido con sumo
gusto, ocupa el fan do del pal'que de la misma Alame-
da y presenta romdn tica y encantadora perspective.
Par 10 demas, no hace buen efecto en la ciudad el que
no haya ninguna calle can todns sus casas edificadas al
gusto moderno; a una de estas, hermosa y de arrogan-
te estilo contemporaneo, sigue otra vieja, pesada, tosca
y fea, y ann muchas de estas so suceden unas a otras,
pOI' largo trayecto, eu mas de una via publica. Despues
del movimiento de Guayaquil, sorprende la quietud y
el silencio de una ciudad grande como estu otra, ciudad
en que todos se conocen, en que se mira con atencion
Ia cam del forastero, en que no hay tranvias porque
nadie esta urgido de Hegar presto a
ninguna parte; en
que no hay pilluelos embetunadores de calzado, ni mas
que tres 0 cuatro periodicos que no traen noticias, por-
que nuda ocurre ; ciudad de la sierra, en fin, donde ha-
hitan en paz y comodidad Jos que poscen fortuna, y los
demas que alli moran estan, no para hacerla, que no
hay como, sino viviendo ahl porque ahi nacieron, 6
porque alguna colocacion 0 asunto oficial los trajo,
- 18<) -

Aquella cindad, encnmbrada en Is cordillera, dormida


1\1 pie de sus alturas y nevados ; rodeada de verdes pm·
dOB y colinas, est:t alii como aecuestrada en su modo de
SCI' y en sus US08 y co stumbres de todo truto y cornu-
nicacion con las naciones de ultrarnar que \levan la ha-
tuta del progreso. La comida, aunque agradable y SRM,
es enterarnente nacional, y en vano se buscaria, en 108
grandes hoteles de la ciudad, manjares y mesa a la fran-
cesa, El vino es alli carisimo, en mayor proporcidn de
10 que cuesta su trans.porte, por Ia sencilla ra7.,:)11 de que
los art.iculos que pocco se venden vnlen mucho (E'jemplo
los de botica) y poco se vende el vino en Quito pOl'que,
a sernejanza de la mesa del antiguo raizal bogotano, en
la del qnitefio ocnpa Ill. chicha el lugar del rojo zumo
del fruto de Ia vid. En los macadame no se veil los enol"
mes cilindros de piedra movidos pOl' vapor para apiso-
nar el suelo ; ni en los pastes, ganado de raza Durham,
ni caballos ingleses para padres, ni garafiones espafioles
para levantsr robustas muladns ; ni en los plantios ma-
quinas para cosechar la papa, ni nnda de 10 que esta-
rnos acostumbrados Ii, ver, tornado de la civilizada Eu-
ropa, en nnestra eiudad y sabana de Bogota, apartada
a mas remotas distancias ide los occnnos y por eode
alejada de todo foco de donde la civilizaci6n irradie,
Mejico y Bogota (sin osar comparar al pobre Bo-
gota con el opulento Mejico) son las unicas ciudades
andinas del interior del antiguo imperio espafiol en
America que. por circunstancias excepcionales, han po-
dido lJevar la voz del progreso y han sido, ell las alturas
de sus casi inaccesibles riscos, actives centres de exten-
so trafico mercantil. Mas esta hora e..,ta Ii puuto de so-
nar tarnbien para Qaito. EI camino de rieles ya Jlega a
sus puertas y al silbido de IH, locomotora dcspertara de
su marasmo, Be ponIra de pic y se ineorporara al mo-
vimiento de progreso.
Mas sino se levanta y anda l habra perdido algo
Quito ? ~Acaso el vivir rupidn y ver tigiuosa vida es todo
10 que eonstituye la dicha sobre la tierra? Quito signifi.
ca en quechua la pnloma y ~ no valdrla mas que que·
dara como paloma inuiaculadu en su nido, adorrnecien-
do a sus hijos con su dulcisimo arrullo ? 0 si se contem,
pla como hermosura dormida sobre el verde eesped,
orillas del arroyo, bajo sorubra de mirtos y rosales, yo
J3
190 -

qUi:a preferiria, como el solicito arnante, velar por sa


8Ue~(), »partando de s.u l.ado las tornasoladas mariposas,
haciendo callar 108 pajarillos Y pretendiendo hasta hacer
parar los cefiros pam que, con sus murmurios, su canto, <5
el soplo de sus alas, no interrumpiesen la placida 80m·
nolencia de mi amada.
Llegado mi equipaje el 8, de Guayaquil, el 9 me
puse en mareha en coehe hasta Pomasqui y luego a ca-
ballo por buen camino cuidadosa y constantemente
ntendido. A las cinco de Ia tarde, ceres aJ pueblo de
San Antonio, repase la linea equinocciaJ que habia
cruzado antes en el Caquetd, no Jejos de Numancia, y
luego ascendi a las alturas del paramo de Mojanda,
donde me sorprendio la noche, pero como fue clara y
serena, no tuve que experimenter, en aquella elevaoion,
rigor excesivo del frio.
A la manana siguiente, despues de pernoetar en
un sitio denominado Curnbi, llegue a
Otavalo en dfn de
feria y halle la plaza publica donde aquella se celebra,
repleta de indigenas vestidos a
11\ moda quechua, los
hombres con cusmas flotantes, lu cabellera trenzada y
sombrero de ghl.ndes alas vueltas hacia arriba, 6 sim-
plcmente en la frente la diadema que llaman llauio, y
las mujores sabre la cusma, un manteo atado por las
puntas y turbante en la cabeza, y UDOS Y otras Call co-
Hares en lu g,lrganta y anillos en los dedos. Desde que
a
asceud i Ill. cordillera, en los pueblos por donde atrave-
se. en Latacunga, en los suburbios de Quito, en los ca-
minos, en todas partes, habia visto, ora aislados, ora en
grupos, ora en multitudes, alos descendientes de los
subditos de Huaina Capac, llevnndo sus trajes piutores-
cos y hablando su native idioma q!1e la conquista y la
colonizacion espanola no han podido hacerles olvidar.
En Ill. Huitocia habls vista al lado de los blancos, sus
dominadorcs, a los indios desnudos y en pleno uso tam-
bien de su propia lengua; por tanto, alii me sentia en
neta America, al lado de sus salvajes, Ii orillas de SUg
rios y en medio de SIlS sel vas. Pero en las provincias de
la cordillera ell el Ecuador, el espectdculo era del todo
diferente .• , Rientes coliados se levanta.ban sobre pra·
deras de verde estueralda matizadas de asules floreci-
Has, fuentes
de aguas diamantinas las recorrian jngue-
teando como nifias locuelas en candide retozo," arboles
aislados daban su oopa al viento, bosquecillos interrum-
plan la continuidad de las pequef'ias llanuras : blancas
casas a111; mas ailli, aldeas ; no todo tan s610 al.egrias,
sonrisa y gracias, porque en 108 eofiues del horizonte se
alzaban mudos, majestuosos, solemnes, Cayambe a un
lado, a otro Ootacachi, enfrente Imbabura, Y!lI Norte
Chiles y Cumbal, piramides de porfido y granito, viojos
gigantes que escalaban el firmamento y que tocaban
con su alba cabell era de nieves el 37.11la<10 manto que
envuelve las esferus, Y ese pais de colinas y prados, de
alegres riachuelos y de pirarnides de blancura deslum-
brante, esa Suiia americana, la vela poblada, no pur los
rubios hijos de la raze :~ermiilliea, sino pOl' hombres co-
brizos, de facciones mongolicas y trajes nslaticos, de vcs
tidura talar, diadem» en la frente y collar en la goal'·
ganta, y en mucho mer.or numero por morenos deacon-
dientes de los h.jos de la Europa Meridional, amos y
senores de aq uellos hombres de la otra raza. Me sentla,
por tanto, como si estuviese en una Suiza poblada por
tartaros y couquistada por espafioles. Tiene, pues, el
Ecuador su sello caracteristico de pals sui generis que
no puede ser confundido con otro, Quien ve al Ecuador
no habra visto antes pals annlogo, ui vera despues otro
semejante.
Despues de Otavalo pase por Ibarra, poblaci6n
mas grande y mas tambien que Ambato y Latacunga,
pero que duerme sueiio LIas profunda que el de Quito,
y luego, pur ya males caminos, llegue a San Gabriel,
que figura en el mapa cen el nornbre de Tusa. En San
Gabriel, como en Chachapoyas, no hay fondas, pero no
se necesita carta de recorneudacion para ser albergado
y atendido. Cualquiera de las casas del pueblo es la del
forastero, Alii no RC pr(!gun ta a este como se llama,
quien es ni tl donde va, para ofrecerle " mesa, y lurnbre
y lecho." Disfrute de la hospitalidad del Sr. Fidel Arturo,
quien tomo como empei'io propio el de conseguirme
fletes para continuar camino al dia siguiente, 13 de Oc-
tubre. Ese dia pase por 'I'ulcan, lugar comercial donde
existe Ia aduana eouatoriana de la raya y llegue al
Carchi, la frontera de Ia pat ria colombiana, y d08 dias
despues habra de llegar a Pasta.
Estaba terminado mi viaje. Habia alcanzado basta
muy cerca del Brasil, cuya riqueza conoce el lector;
atravese el Peru, mas rico de 10 que S08 mismos hijos
creen, )' cruce el Ecuador, 11\pequefla Republica que los
colombianos nos representsmos tan pobre y que rnarcha,
eonducida pOl' gobiernos sensatos,.8. PRSO rapido, a to-
mar su puesto en el banquete de la civilizacicn. Colom-
bia ha quedado rezagada del Ecuador mismo en el via-
je de las naciones hacia la meta del porvenir. En los
tiempos en que estuvo nuestra Republica floreciente, la
empresll del ferrocarril del Norte fue considerada como
mera utopia de ilUBOS estadistas. El Ecuador con menos
recursos que Colombia entonces, ha emprendido y esta ;
llevando a cabo, despues de ejecutado 10 masdiflcil,
una obra semejante de alto alien to. Llevada su linea fe-
rrea hasta Qnito, habra construido camino de rides de
tanta longitud, pOl' 10 menos, como el que n080tr08, en
nuestros <Hasde prosperidad, sonabamos hasta la boca
de] Carare.
Vi pOl' doquiera en esta peregrinaci6n entre nacio-
nes hermanas abundancia, bienestar y paso firme bacia
mejores destinos. Colombia entretanto lanza la mirada a
todos lados para inapeccionar e) remoto horizonte; atrM
ve rojos arreboles de sangre, adelante nubes negras y
en el cielo parece apagado para siempre el fanal de la
esperanza. Al pasar el puente de Rumichaca, pensativo
despues de haber becho e80S paralelos y notal' aque-
1I0s oontrastes, y con el coraz6n oprimido, cay6 de mis
ojos una lagrima que oorri6 a confundirse con las agulls
del turbulento Carchi. As! saluda 8 la patria, como da el
osculo, a Is vuelta de remotes tierras, a. In madre infe-
liz, el bijo no menos desgraciado.

Aponte, Febrero de 1904

•••
APENDICE
sobre los idiomas del Caqueta
IDIOM A INGA
Segiin expresamos en el cuerpo de la obra, este dialecto tie-
ne las raices de sus palabras en el quechua, 6 son quechuas pu-
ras, pero hoy dia se han olvidado muchisimas palabras de esc
idioma y se han rcemplazado por las castellanas equivalentes.
De estas algunas han sufrido variaciones al pasar al inga,
sabre todo los verbos, en los cuales el castellano ha suministra-
do Ia raiz, y a esta se han ariadido las terminaciones del que-
chua, co!l\Q cuenlangapa, contar; pagasa, pagare: cociarca, dio
puntapies. 'Otras han quedado identicas, como sombrero, patio,
calle, tigre, oso. Algunas veces se ha tornado terminaci6n caste-
llana para agregarla a raices quechuas. Ejemplos: huanuchidor,
matador; apador, cargador; micudor, cornedor, de las rakes que-
chuas de gual1uchiy, rnatar; apay, cargar 6 llevar ; y lIli.kuy, comer.
De aqui la facilidad que tienen los sudcaucanos para apren-
del' el inga. Como los provincialismos del sur del Cauca, donde
hasta hace un siglo se habl6 quechua, tienen su origen en esta
Jengua, y estos provincialismos son en mimero de gran conside-
raci6n, y, como gran mimero de las palabras del inga son caste-
llanas, resulta que los sudcaucanos, a poco de habitat en Mocoa,
se enticnden ya con suma facilidad can los indios.
En cuanto a la gramitica, sigue el inga la del que chua, y
absolutamente nada la castellana, pero hay alguuas diferencias
can respecto a la del quechua. Ejemplo: cl inga tiene articulo
que es la diccion cuna, y el quechua no la tiene. En este, cuna
es la terrninacion del plural. El quechua tiene inflexiones para
el mimero y los cases, y el ing:1. no las tiene. La conjugaci6n
que es tan regular y 16gica en el quechua, me ha parecido muy
anarquica en el inga. Digo, sin embargo, me ha parecido, porquc
poco he podido hater el estuctio de ese dialecto, y como 10 he
aida mas a blancos que a indios, podria suceder que yo hubiera
tornado los errores de aquellos por yerros de logica en la gra-
matica del dialecto misrno.
Deciamos arriba que muchas palabras ingas son quechuas
puras. Darernos un eje rnplo en la siguicnte
LISTA. DE ALGUNAS PALADHAS mblTlCAS EN QUECHCA Y 1-::-<I~GA.

Cachi, Sal. H nata, Afio,


Cara, Cuero, piel. Mama, Madre.
Chaca, Puente. Maqui, Mano.
Chaqui, Pie. Nina, Fuego.
Chini, Ortiga, Puma, Leon.
Chupa, Cola, rabo. Quilla, Luna.
Huarmi, Mujer. Humi, Piedra.
H nasi, Casa, Yana, Negro.
- 194-

Pero en las mas de las palabras del inga hay algunas dife-
rencias de pronunciacion can respecto a las del quechua. Los
sonidos fuertes del quechua se han suavizado en inga; aspiracio-
nes de aquel se han perdido en este; y a la vez sonidos palata-
les en la lengua madre, se han convertido en aspirados en el
dialecto, y suaves del quechua han pasado a ser fuertes en el
inga. Sigue una
LlSTA DE ALGUNASDICCIONESEX LA LEXGUA.Y EN EL DIALECTO
PARADARSECUENTADE LOS CAMBIOS l"ONETICOS
(ADVEHTENCIA-K es sonido en quechua.vintermedio entre
C y G. La C tiene el sonido de nuestra C en tapa. La Q. q. es
este mismo sonido mas fuerte. Chh, es sonido mas fuerte que el
de la simple ch. Pp y Tt son mas fuertes que p y t sencillas. La
h es aspirada).

QUlI:CHUA. (1) INGJ. (2) CA.ITItLLA.:NO


Apancoray. Apangara. Cangreja.
Conca. Conga. Cuello.
Curnar. Cumal. Batata.
Kari. Care. Hombre.
Cusikuk, Cosicuco, Alegre.
Huakak. Huacaco, £1 que Ilora.
Mikusak. Micusa. Cornere,
Rimarkani. Rimarcani. Hable.
Senka. Singa. Nariz.
Halma. Ahua. Encima de.
Hacu. Aca. Harina de maiz tostado.
Kosni, Jusne. -Humo.
Kofii. Cuno. Caliente.
Yurak. Yura. Blanco.
Qquinti. Quinde. Tominejo o pajaro mosca.
Quepnani. Quibinai. Yo vornito.
Hamppi. Ambi. Medicina, remedio,
Chirnpa, Chimba, AI afro lado.
Ppenkay. Pingai. Vergiienza.
Kari. Curio Oro.
Ko!lque. Culqui, Plata.
Llahuarka. Yacuarca. Lami6.
Llanu, Yafio. Delgado.
t-1oqque. Yuki. lzquierdo.
Nan. Nambi. Camino.
Nihuai. Nihuai. Dime.
Noka. Nuca. Yo.
Inti. Inde, Sol.
Manta. Manda. De, par, can.
Rantiska, Randisca. Comprado.
Ttanta. Tanda, Pan.
Naupak. Nujpa. Primero, adelante.
(1) Advlertesa tambien que en quechua el acento va. en 1&penultlma
sflaba, aunque la dicci6n termlne en consonante 6 en dos vocal ell.
(2) En Inga Is. acentuaelon es como en castellano,
195 -
QUlWHUA. CA8TELLANO

Ppunchau. p'uncha. Dia.


Achca. Achica. Muchos.
Puchca. Puchica. Huso.
Uehcu. Uchucu. Agujero.
Sekarka. Sicarca, Subio,
Hamusak. Sarnusa. Vendre.
Huanqque. Huaujque, Herrnano.
Huiru, Huero. Cafia de maiz, caiia de
azucar.
Otras palabras del quechua han carnbiado de significacion
en inga. Ejemplos: Cuna, b:rminaci6n del plural en quechua y
articulo pefinido en inga, ell este significa adernas genie, verbi-
gracia, Achsca W11a cai puncha liarca, Ese dia huho rnucha gen-
te; Llachapa, andrajos, can ante posicion de i (illachapa) ha pa-
sado a significar en inga cotcha 6 cnaguas. Llapa, todo, converti-
do en yapa en el dialecto, fignifJca en este lI111i (quecha, Lla paa-
tipac, Todopoderoso ; inga, Yapa unguspa, muy enfermo}; Churl,
que significa hijo en quechua, ha pasado en la forma luri a sig-
nificar hermano en. inga.
Forma tarnbien el ingl palabras de raices quechuas que re-
sultan muy diferentes a las de ignal signiticacilJl1 en quechua.
Asi, maniuta que dice no, nada, ninguno, se ha farm ada <it: la
negacion mana, no, y del relative neutro inia, que, que cosa.
Maitaco, cuanto, ha sido forrnado de may, cu.in. (Quechua, [lIay
kat Cuantcr] De canclta, patio, corral, ha Iormado canclunna
para decir afuera. De ucu, cuarto, form6 chucu 111a , adcntro. De
esta clase son chi, esc, chi,lyi, alll; chillalata, alii rnisrno ; chiiuco,
dernasiado ; micapuan, siernpre ; 111} pica, entonces.
El quechua, 6 el inga, como dijirnos, ha dado grandisimo
numero de provincialisrnos al castellano del sur del Cauca; nu-
merosos al del Sur del Tolima y 11 Antioquia, y algunos al len-
guaje bogotano y al del resto de Ja Republica. De estes ultimos
son los que ponemos a continuacion:
QUBCBU.A. J.ENGUAJE HOGOTANO U COJ.OMHI.ANO

China-" Criada, moza del ser- China-Muchacha pequefia del


vicio." (Diccionario servicio.
quechua del P. Lo-
bato).
Huaccba-" Pobre." (Id.) Gl1ache-Hombre de la plebe
menos baja, pero mal
educado, insolente.
Huantu-" Anda ~ue lJevan en Guando-Andas para cargar en-
hom bros. ' (let) fermos.
Huaricha-e--" Mujer de cuartel, Guaricha-M ujer de cuartel, ra-
ramera." mera.
Konchu-" Heces, asiento del li- Cuneho-Heces, asiento del H-
quido." quido.
Koto-" Papera." Coto-Papera perenne.
Kucho-" Esquina, vertice de Cucho-e-Rlncon, cuarto muy
angulo." (Id.) Rincon, pequeno, casa peque-
en inga. nita.
QUECHUA Lli:NGU AJ1ll BOGOTANO 6 COLOMBIANO

Kuku-s-" Espantajo con que se Coco-c-Espantajo con que se


espantan a los nirios " asusta a los niftos,
(sic). (Id.)
Llampangu-s-" Sin zapatos, des- Napanga-Muchacha de la
calzo." (Id.) . plebe.
Muruchhu-" Duro, fuerte." Moroeho-Duro, fuerte.
Pucho-s-" Sobras." (Id.) Pucho-Cantidad pequeiia, pe-
dacite.
Yapana.-" Anadldura," (Id.) Napa-Afiadidura en 10 que se
compra <> se vende.
Para utilidad de los que viajen por el Alto Caqueta, inserto
a continuaci6n
ALGUNAS FRASES USUALES DE INGA

Caripuangue (saludando). Buenos dias.


AlIiIla (respondiendo al saludo). Buenos dias.
Yarcai. Rumo catohuui, Tengo harnbre, Vendeme yu-
cas.
Cal. Anehisito mican. T6malas. Estrin pequefias,
lMaituco balin? c!Cuanto valen?
Subya real. Iscai, Quimsa. Chus- Unreal. Dos. Tres. Cuatro.
co. Pichica. Sojta. Canchis, Cinco. Seis, Siete. Ocho.
Posa. Iseun. Nueve. Diez.
Chunga.-Su atahualpa cato- -Vendeme una gallina.
, huai.
Asua randihuai. Suma mican. Cornprame chicha. Esta buena.
Yaeo nayahuan. Yaco carahuai. Tengo sed. Regalarne agua,
Chirihuan. Catachihuai. Cata- Tengo frio. Cobijame, Cobi-
chi. jate.
Catafia manachihuai.s--Dai. Pasame la frazada.- Tomala.
lMunangui earga Yunquilloma ,Quieres lIevar maleta a Yun-
apangapa? guillo?
-A rica. lMaituco pagangui? -S1. 2Cuanto pagas?
-Iscai patacon arroba, -A dos pesos la arroba.
-lMunangi nucanchi ruanda -lQuieres ir conmigo?
ringapa?
Mana munane. 2Maituco apa- -No quiero, lCmintos cargue-
dor ministicu? ros neccsitas?
-Chusco apador ministido.- -Necesito cuatro cargueros.-
lIma punch a rincangui? lQue dia te vas?
-Caya tutamanda tutatica -Manana a la madrugada as-
risa, cnra 111<:: voy.
-Caya madrugai ministido. -Neeesito que madrugues rna-
, fiana,
-Manima ringapa canchu~- El no va.-Dijo que iba.
Risa mi nirca.
Nucanchi pirdirisea.-lMaipita Nos perdirnos, lD6nde esta eJ
fiambi tian? camino?
-,Maimanda samungui? -,De d6nde vienes?
-Moeoa manda misamucone. -Vengo de Mocoa.-cPara
lMaimata rincangui? d6nde vas?
-Risa masta Yunguillo. -Voy basta Yunguillo.
- 197-

-Nambi caillape.c-Maaima c~- -EI camino est a cerca.-No


to mican, esta lejos.
-Caipi mi nambi.-Yuqui rna- -Aqui esta el camino.-A la
qui.-AIIi maqui ],1(10. izquierda.-Al lado derecho.
-Caro ruanda misarnucone. -Vengo de lejos.
-l Yaco at un mican?- Uchulla -lEst\. grande e1 r1o?-Esta
mican. bajo.
-Chimbachihuai.-l\h.na pu- -Pasame al otro Iado.-No sc
dine huaitanga. nadar,
-Tamia sucurico.e-Tarnia ur- -Va a I1over.-Cay6 el agua-
maco, cero.
-Acu caitambo yaicuchingapa, -Entrcmon05 a este rancho.
(Vamos a eutrarnos {l este
rancho).
- Na ocsiriaco. Rinacusunchi. -Eseampo ya. Varnonos.
-lCamba cosa maipi sitiarca? -lD6ncle esta tu marido?-
-Chimba. AI otro lado.
-nichi mitopangui nuca cosa, -Vetc yadelante encontraras
;1 mi marido.
-Dios rnanda, amigo de mi -Hagamc el favor, amigo, de
vida, posadita manachihuai, darrne posada.-Bueno.
-Areca.
-Samui.- Yaicui.- Tiari. - Ven.- Entra-e-Sientate.
-lImasata micongapa?- Lo- -lQu6 comcremos?-Sanco-
gro. Ape. Patasca. cho. Mazarnorra. Mote.
-l Plata no yucangui·?-·Manima -(Tienes platanosj'-e-No hay.
yucan.
-Aicha cuascai.-Micusuncbi. -Dame carne.-Comamos.
Majllai chaque curio yacoa. Lavarne los pies con agua ca-
liente.
-Asua upuai.-Upiasunchi. Bebe (ttl) chicha.-Bebamos.
Puriunga munane. Tengo sueiio, (Quicro dorrnir).
Mandagri punungapa. Ticndeme la cama.
Na chu mandarcangui. Ya esta tcndida la carna.
-lMaitucu dibi?-Iscai cud -lCuanto te clebo?-Dos cas-
huarco. tellanos de oro.
-Sojta caucho libra. _ -Seis libras de caucho.
Su quillapi samungui. Nami Ven dentro de un rnes y te
cuas caqui dibichihuangui. dare 10 que te dcbo.
Lienzo iseun vara dibichiguai ; Fiarne nueve varas de lieuzo ;
pichica simanapi pagasa, dcntro de cinco sernanas te
10 pagare.
-Cure rnanda pagasa. - Te 10 pagare en oro.
(Ima suti?-J03C Sijindioi suti. lC6m() te Jlamas?-:'vlc llama
Jose Sijindioi.
Cunapuncha suma puncha. Hoy esta haciendo buen dia.
Caina tamiarca.c-Su ratucarna. Ayer llovi6.-Hasta luego.
Chisia cama.-Caya carna.e--Bu Hasta la noche.-Hasta mana-
punch a cama. na.s--Adios.
De quechua hay gramaticas y vocabularies. De inga no hay
10 uno ni 10 otro.
CaCHE a IDIOMA DE LOS INDIOS DE SEBONDO
NUMERACION

Kangui. . .. ... Uno. Chininguana. .. . . .. Seis.


Ota.. .. . . . . . .. Dos. Kaquisuktana.... • .. Siete.
Unga.. . .. . .. Tres. Pusuktana .•...•••. Ocho.
Kanta. Cuatro, Eskunukta , N ueve.
Sachina Cinco. Benesana .........• Diez.
AI escribir una Gramatica y Vocabulario de coche habria que
inventar caracteres significativos de sonidos espeeiales que tiene
esa lengua 6 brindar a determinada reunion de letras latinas, va-
lores foneticos convencionales, como para los idiornas teut6nieos
y el frances. En la lista siguiente, que incluye unas pocas pala-
bras de ese idioma, seria irnitil aspirar a dar la genuina pronun-
cion cache, tan aspera y dificil. Diremos solo que el sonido que
atribuirnos aqui i la combinaci6n sh es el que tiene esa misma
combinacion en ingles.
Ach, Yo. Juibian, C:Jr:J, rostra.
Aka, Til. J uitash, i\.Iuela.
Ayine, Si. jusi arna, Quiero beber.
Belsash, Cabeza, Kanya, Sol.
Binache, Camino. Katshata, Hermann.
Bitash, Hueso. Kuataya, Varnonos,
Blandacha, Platano, Kukuach, Mano.
Bokoi, Chicha. Kupjanse, Blanco.
Bokoi shrnacheta, Dame chicha. Machi, Maiz.
Bom6, Papa. Marnan shu, Entra til.
Bonete, Dia. Matabaja, alia.
Boya, Hombre. Mutebin, Sientate.
Buiish, Aguaj Rio. Nabasti, Buenos elias (saludan-
Buiishsa, Rio creeiclo. do).
(Domuikana kjab6? lDe d6nde Neshibe, Piedra.
vienes? Ninise, Palo, arbol,
lDomui ekusa? (Para d6nde Pushinibe, Ojo.
vas? Saba, Bueno.
Doni, No. Samiash, Rodilla.
Esnona, Te quiero. Shatojoi kjab6, Vengo de Mo-
Eskenine, Plato. coa,
Guchc, Barra. Shatojuka, Esta en Mocoa.
Guitebiash, Vila. Shima, Mujer.
Huahuanai, Cocina. Shindos, Yuca.
Huaitina, Esta lloviendo. Shinko huamense, Estoy caa-
Huajisaya, Raiz. sado.
lbita, Noehe. Shkina, Nosolros.
Ipna, Casa. Shlukse, Cola, rabo.
jagkonuka, Bardon, baculo. Shuka, Esta enfermo.
Huifie, Sangre. Sikuasch, Pie.
Huifie tukuhua, Sangre derra- Sikshag, AjL
mada. Singa, Negro.
Jajafie, Labranza, sementera. Singohua, Cintura.
Jasama, Quiero corner. Sinsh, Luna.
199 -

Skoa Bastoi, Vay para Pasto. Suguanacha, Rama II Hoja.


Sosachika, Esta Ilorando. Suksesekse, Dolor.
Soson, Nino. Tamil, Sal.
Suirie, Vive. Tuksobana, M urio.
Staganash, Cabello.

CEOKA DEL PUTUMAYO


EI gmon colocado sabre una letra hace su pronuncia-
cion nasal.
Asi-we, Me duele, Sairnc, Sal hi.
Aya, Rio. Sarnukua, Dos,
Ayo, Herrnano. Samuyo-cte, kua, Tres.
Birakucha, (Palabra que:hua): Semen6, Lengua.
EI hombre blanco. Sekauai, Todas.
Ernuke, Va1'6n.
lIjore nipi paikini? iQuien vive Kui! siakudi asi-we, Me duelen
aqui? todos los dientcs.
lasara, Puerto. z- ,
. , Q' d Sie, Nifio.
J ire, utero, arne. .r:ri aka,
Dame agua. Yi sii, Mi niiio.
juifie, Murio. Sinki-ke, Pierna.
Ka, Cusrna, Sino-puc, Cabeza.
Kaje-seka, Cuatrc, Sipaya, Dulce.
Kajoro, Oreja. Tekua, Uno.
Ke-urna, Pie. Tea, Fuego.
Toa-yoku, Buque de vapor.
Kufi, . Diente. T upue,'p a 10, arirb 0,I
K UStpC,, N '
' ariz. Tuir6, Sombrero.
Mue (Pronombreposesivo), Ttl,'f u-sara k'ca, C amrsa,
.
Mue d, k T U cusrna (Chibcha, Tu, surapuc, Mano II Cinco.
mue, tii).
N enke we, La casa de otro. WiI, Sal.
Nunka-o, Platano verde. We, casa.
O. Platano. Wejaike, Buenos dias.
Oko, Agua. Yai, Perro. Yai airce, Tigre.
Pake, Hombre. Yowati, Remo.
PO, Blanco. Pooko, aguas blan- Yaji-o, Platano maduro.
cas, aguas claras. Yankuas, Calzones,
Pake, Hombre. Yi (Pronornbre posesivo), Mi.
Romi, Mujer. Yoku, Canon.
Saiji, Vete,
En el Catalogo de la Biblioteca Nacional de Bogota he visto
una Grarnatica y Vocabulario de la lengua ceona, pero nunca ho
tenido el libro en rnis manos.

DIALECTO COREGUAJE
Como en el Ceona, el guion colocado sobre una letra indica
pronunciacion nasal. La diferencia entre la lengua madre (Ceona)
y el dialecto (Coreguaje) son pocas y entre los varios dialectos Co-
reguaje, Tama, Macaguaje, son tambien insignificantes. Me figu-
1'0 que no sean estos ni aun siquiera dialectos y que un Coregua-
- 200

je y un Magajue no se diferencien entre 5i en el lenguaje habla-


do, sino tanto como entre si un bolivarense y un antioqueiio, 0
un socorrano y un pastuso.
Seria curiosa comparar los dialectos de las tribus indias de
la Intendencia de San Martin, regi6n de los Llanos, sabre todo
los de las tribus del Guaviare can los dialectal' del Ceona del Ca-
queta.
Acha, Rio. Kane, IHola! (Interjecci6n).
Achi, Hermano. Kanu, Dorrnimos.
Air6, Monte. Ka-we, Mosquitero.
Ake, Padre. Keire, oko, Dame agua.
Aka, Madre. Kinare, Lanza.
Akuei-pue, Nariz. Kina-totoro, Caldera.
Ankuarnue, Tengo. Kiroj6, Marido. .
Ana, Culebra. Ko-ape, Pie.
Ans6, Yuca dulce.
Aure, Hamaca. Ko}i, Lengua.
Autuji, Cazabe. Konsa, Palma mil pesos.
Kore, Garrapata.
Awa, Yuca brava.
Awasa, Almuerzo. Kuija-oo, Platano verde.
Chaje-oo, Platano rnaduro. Kunti, Lorna.
Che-che, Calia dulce. Kud,.Gallina.
Chero sanu chii, Manana me Kuri, Oro, Plata (Inga).
voy, Majna-koo, Estrella.
Maka, Monte.
Chi, Nino. Marati, Pava colorada.
Chi-a, H uevo. Mejk6, Tembl6n (Gimnoto dec-
Chi-cpu, Boca. trico).
Chc-owi, Canoa. Meka, Hormiga.
Chowati, Canalete, Me6, Dedo.
Emu, Mono churuco.
Estaje, Sal tu. Misu, Raton.
Gaa, Chaquira, Mi-u, Aguja.
Gafia, Ca bell os. Moito, Tabaco.
Insi, Pina. Naikuamue, Noche.
Iosaro, Puerto. Nikuacha-a, Calzoncillos,
Jaine-kuame, Mucho. Nas6, Mono cotudo. (Stentor).
[anarnee, Raya. Namaroke, P61vora.
[auroro, Fulrninante de escape- ~anse, Yataro.
tao Naskowav Ojos.
Jawa, Hoja. :t'olat.1.mue, Dia.
Jawi, Escopeta, Nukuase, Cal zones.
Oirnaneje-c, No llores,
Jinte, Mano. Oko, Agua.
}i-one, Flecha. oe, Platano.
Joe, Tortuga. Orernue, Mentira.
jue-ka, Cusma. lPaike nipi we? lQuien vive eD
Jui-mue, Murio, esta casa?
J uina, Camarana. Painas6, Mono marimba, 6 bra-
Kaa, Frazada. cilargo.
Kajo, Oreja. Parniae, Luna.
Kana, Lienzo. Pene, Guamo (Genero Inga),
201 -

Pejawe, Playa. TOll, Fuego.


Peromu-chii, Esta enojado. To-ape, Pierna.
Pesa raiji, Yen aprisa. Tornio, Mujer.
Pi-a, Aji Tot6re-awa, Plato.
Totaro, Olla.
Pi,-a, Pajnro. Tuin'), Sombrero.
Pikokono, Aguardicnte. Dje, Pava negra.
Pisto, Anzuelo. U nsii, Sol.
Poawi, Bagre.
Raiji, Yen. \Va, Siil.
Saiji, Vete. Wajkini, Yarurno (Cecropia).
Sairnu, Adios. \Vati, Macheta.
Samu-vai, Perro. Wati-oje, Papaya (Carica pa-
Santi, v« monos. pay;).
Sense, Marrano. We, Casa,
Wea, i\Iaiz.
Sijo-puc. Cabeza. Weisarnue, Nose.
SUI, Paujil negro. Wcsk6, Dallta.
.Suka-puc, Cielo.
Sunkifii, Palo, arbol. Wija-wea, Mazorca de mala
Sunsi, Mosquito. tierno.
Sususui, Gallo. wu.; Caucho.
Su-upo, Hacha. VaL Tigre.

CARIJONA
Con mas datos de los que poseo, emprendido el estudi-
cornparativo de las Ienguas carijona, huitota y quechua, se halla-
ria quiza que son hermanas las tres, mientras que hecho el rnis-
rna esturlio con respecto a la lengua ceona y las de los Llanos,
se hallaria tal vez que estas otras pertenecen it una rnisrna fami-
lia. (1) Podria deducirse entonces que los indios que hablan las
prirneras vinieron r.el Sur al territorio del Caqueta, y que vinieron
del Norte los que hablan las segundas.
Akira, Cafuche. Jarejo, Cliontaduro.
Arirnina, Mono churuco. jJbre-joji! [Cuidado!
Bebe, Palo, arbol, [uruji, Lienzo,
Bereke, Eslab6n. Kaikuche, Tigre II Perro.
Bokiri, Chicha. Kanawa, Canna.
Chana, Cuchillo pequefio. Kebci, Anzuelo,
Chare majoto, Pasarne fuego. Kenajoro, iQuien sabe!
Chitui, Aguja. Kinoro, Guacamaya,
Goto, Zahino. Kuma, Palma mil pesos.
Hua, No. Kuyuya, Pavao
Huanai, Poco. Machijuri, Danta,
Iguas;\, Machete grande. Maineclo, Vamos.
Iguasa Munguru, Machete pe- Mama, Madre.
quefio. Mesene, Espejo.
Ik6imo, Panjil. Monorne, Bastante.
[arnueirna, Sal. 1\1unguro, Nino pequerio.

(1) Otrll. ves en medto de la clvllIzac!llll, al releer obras quo ya. conocla,
balle que efectivlUlletite tamas y coreguajcs han habttado los Llanos de
Casanara y Sa.n M£.rdn, noclon que ya habra. olvidado.

B~CO DE LA REPUBLICA
202 -

Najeje, Muri6. Tuna, Agua.


Nocha, Mujer. Ute-joja, Vine.
Numiyara, Dormir U-ui, Yuca brava.
Sukutume, EI negro (sustanti- Wajija, Plato.
vo), Wiwi, Hacha.
Tarnue, Tabaco.
Probablemente son palabras carijonas mahuare, la tambora
telefono de los huitotos y mayo yoke, chaquera, nombre de un
paraje a orillas del Caqueta. La palabra ttlul,guro, nino pequeno,
ha sido adoptada tanto por los huitotos como por los coreguajes
y tamas.
No existen grarnaticas ni vocabularies de carijona.

HUITDTD
Sabre grarnatica huitota fue muy poco 10 que pude recoger.
S610 pude anotar que en los sustantivos, cuando hay sexo, ma es
Ja terrninacion del masculino y fio Ja del femenino; que las p,.epo-
siciones no deben llarnarse en huitoto as! sino posposiciones, por-
que, 10 rnismo que en el quechua, no preceden al consecuente
sino 10 siguen; y 10 siguiente sobre conjugaci6n, en la cual hay
la particularidad de que hay nurnero dual, como en el griego;
pero 5610 para la La y 2.a personas.
CONJUGACl6N DEL VERBO gili, COMER

Presents (Encanto], Futuro (Yaboyano).


Singular. Singular.
Giiidike, Yo como. Iko-kue guiche, Despues co-
Guide-o, Ttl comes, mere.
Nai-rnue guide, EI come. Iko 6 giiiche, Despues cameras.
Dua.l. Iko nai-rnue giiiche (Id.), Co-
Giiidikoko, Til y yo comemos. mera.
Plural.
Dual.
Giiidikae, Varies comernos. Iko koko giiiche (I d.), Til Y yo
Giiide-oma, Vosotros corneis. cornerernos.
Naimake giiide, Varies cameo. Plural,

Preterite [Encanlo]. Iko kae giiiche (Id.), Varies co-


meremos,
Singular. Iko oma giiiche (Id.) Vosotros
Kue guiga, Yo corni, cornereis.
Ogiiiga, Til corniste. Iko nai make giiiche (I d.), Va-
Naimue giiiga, EI corni6. rios comeran,
Dual. Imperatioo.
Koko giiiga, Ttl y yo comimos, Gufio, Come tu.
Plural.
Kae giiiga, Varios comimos.
Orna giiiga, Vosotros comisteis.
Nai-rnake giiiga, Varios comieron.
- 203-

Como se ha dicho en el cuerpo de la obra bay varios dialec-


tos del Huitoto. No todos tienen futuro para la conjugacion. EI
futuro que aqui darnos es el del dialecto yaboyano. La siguiente
lista de palabras es del
HCITOTO DEI. ENCANTO

EI guion sobre la 1I (a) Ie cia el sonido de u francesa.


!).i_flJi, Veneno. Fano, Matalo. Faneno, No 10
i}U6ke, Paujil, mate.
~i-j;litekl:, Me ,,"ny. Fito, Sopla hi.
Aima, Brujo, medico. Fuino, Cornpon tIl.
Airnetaitike, Tengo hamhre. Fui-wi, Luna.
Aid, Cazabe. Gone-neke, Caria duke.
Akatc, Deseo, quiere. Giii, Comer.
Arna, Hqrmano. I-akima. Bagre.
Arnena, Arbol, palo. [-::e, Es. User-'de c-e, Es blanco.
Arikina, Aprisa. Ueri, Cuesta.
Atawa, Gallina. (Quechua, uta- Ifo, Sigue tu.
huallpu). Hoke, Cabeza.
Bincte, No ha veniclo. Hoke-keire, Sombrero. Quizis
Bite, Vino, llego, keifc es el castellano kepi, mllY
BiLi: Vieues. Para saludar al usado por sombrero entre los
que llega Ic diceu: .; Biti? indios vestidos de la Huitocia.
2Vienes? Ho-tire, Cabellos,
Bitike, Vengo. Iko, DeSPlleSJI Lugar.
Bitikue, Vengo. Ere mon,1 biii- Irua, Hombre.
hue, Vengo del Ere. Irnake, Gcnte.
Belate, Vi euto. Irnani, Rio.
Bu, ~Ql1e? ~C0Il10? Bile rigiii- Ini-roi, Vestidos,
nelo, : POI' que no comes? (En Ina, Gallinazo.
el dialccto del Caguan, bit cs Ipache, Pagas. Es voz tomada
muka ; M uka mamekei (Como del castellano. &Muka ipaclze'
te llamas?) ~Cuanto p.igas?
Chakuto, Estrella. Isito, Diellte.'
Cha-uta, Venado negro. Ite, H~y. tiene, Liicte, 110 hay,
no tiene.
Chikise. Carne.
Chobefe, Machete. Ito, Estas. lta'! Saludo equiva-
lente a buenos dias.
Chobcma, Hacha. I'Yalm:1. Cauitf .
api an, cacIque.
Chobe k a, E~scopeta. I k I)'
Ch o b e t era, C ue I11'II 0 peq ueno.
- ya re, cruz.
Daje, Uno.
J ag;lfe,
.
I~eI11o.
Jaiuoi, Agua. Jainoi kuemc ate.
Dofo, N ariz. D
D. ape- kui mfO, C'mco. arne agua .
Doritado, Escopeta. janeride, Pequeno.
Diiwe, Tabaco. [anoko-pcsa, Rancho.
Enie, Suelo, tierra. J ati-jiko, Tigre.
[atike, Monte.
Euche, Pie. [ayo, Culebra,
Ere, Cananguehito, va-iedad : [erie, Grande.
de Ia palma canangucho 0 jifisino, Gorrion.
moriche. Jifigogue, Caimito. iLucuma cai-
Fagosl, Anzueio. milo).
204 -

Jikadoma, Danta. Konirue, Joven. (Masculino).


Jiko, Perro. Korefio, Raya,
Jimeoo, Cogollo de la palma de Kue, Yo.IIMe y mi (casas pose-
chontaduro. siva y oblicuos).
Jimene, Una tribu Hamada asi.
Kue euche joko, Lavarne los
Gente del chontaduro,
pies.
Jimeke, Fruto de la misma
palma. Kuto, Venado colorado.
Jimena, Palma de chantaduro. Kuyo, Lombriz.
Jinike, Mosquito. Ma, Terrninacion del mascuJino
J ipia, Coca. (lirilh, oxyton peru- cuando hay sexo.
oianums, Maike, Yuca dulce.
jiri-kopu, Uva cairnarona, Maja, Cera.
[iro, Beber. J;ro akateke, Quie- Mamcke, Llarnarse, Bu mame-
ro be her, tengo sed. ke. l Como te llamas?
Jitafio, Joven (femenino). Mani, Tres.
Jito, Hijo. Kutf jito, mi hijo, Mafia, Va-mos. Mafia faitek«,
Jitoma, Sol. Varnonos, Mafia kokCJjaiki,
[itoro-kino, Nutria. Varnonos los dos.
[itulte, Negro (adjctivo). Marc, Bueno.
jiyaide, Colorado. Marifiete, Malo] Picaro,
[urai, Maguare. La tambora- Meido, Rastrojo.
telefono. Me-juai, Ve aver.
Juc, Boca. Mena, Dos.
Jui-mona, Verano. Mifio, Pago. AMuka minot ,Que
I uSefO,Ceniza.
uisi-piure, Palo de yuca brava.
Si-yamUi, Dias.
pagas?
Mirifio, Herrnana.
Miyu,ke, Camarana.

rru-yie, Yucabrava.
achifiofia, Prostituta.
Kae, N osotros.
Mo-A. (Preposicion]. (En inga
rna, en quechua man)BPadre.
Moisoko, Calzones,
Kai-yake, Eslabon. Mokorede, Azul.
Kajuna, Caucho negro. (Casti- Morna, Padre.
lloa elastica). EI vocablo pa- Mona, Cielo. Mare mona, buen
rece derivado del castellano. dia.~De. (Preposicion}.
Ka-kafiete, No oigo. Mota, Padre.
Kafiika, Pindo 0 cafiabrava. Muinane, Gente de abajo,
Kanete, No oigo. Muruene, Gente de arriba.
Kafiike, Rodilla. Nache, Aguardate.
Kawana, Chicha. Naga-arnaga, Cuatro.
Kincgo, Cogollo de la palma de Nai. Pindo, canabrava.j Parti-
canangucho. cula afija a los pronombres
Kineke, fruto de id. de tercera persona.
Kinena, Palma de id. Nai-make, Varios,
Kinene, Gente del Canangu- Nairnani, El rio Puturnayo. (Rio
cho; tribu Hamada asf, de la canabrava),
Kiragna, Yarumc. (Creropia N aimorete, Dulce.
peltata). Nai-rnue, El. (Pronombre per-
Kirigue. Canasto, sonal).
Koko. (Pronombre personal, Nairide, Invierno.
dual), Til y yo. Nairiye, Nube.
Kokofiag, Hablemos (to y yo). Naiso, Camino.
Kornuine, Gente, indio. Najere, Todos.
-- :20 5 ---

Nino, Donde, tNino mona bite' Rite, Cornia.


zOe donde vieucs? {Nino R,siye, Pifia. (Bromdia atl£J·

mojdidot ~Ad6ndc vas? nas).


"lion, Teje hi. Kirieuc nii:o, Te- Slli~(,-rake. Ficbre.
Siscr«, Caucho siringa. i Heuea
jcme un canasto.
Nogo, OBa. brasilo/sis).
Nojuike, Piedra. 'I'ir iki, Atiz.. til.
Nojuiko, Cascad.i, chorrer.v. Tei·-sac1e. Llueve.
r\'.,k· k:IC, C,moa. TCi-aka!e. On icre llovcr.
'1")0. 'L.:ml~r)r. (Gil/llZoto clcc-
Nuvo, HIM.
Se: No. (I) tricoi .
Uchek». Toturna,
:\:o. Tcrrni nacion del fer :H.:iii no
cuando b:ly sexo. Ccho-kut\ Platanillo. iHclico-
:\;(lila. ;\Jadr;:. nia),
O. Tu. (Pr'lnombre per';;lnal V U cho - kueinani. EI r i» Garapa-
rani.
,.P()S~~ ivo),
Q1O. Casa. l,:jkc. s:!
Ogoto, Platnno. lJise, OJ,;s.
O-giiis',:, Yuca. (Dinlecto del Unaide, Blanco. (Adjctivo).
l~agtl{nl). Uiiote -ku« Yo :ie.
0111:1, 'Vo,-;"tr,'''. Urarcta. Vaca.
Ur heuo, C~ll.da, cl g,t1lin,\zo co-
Onoche, Mano,
Oroi , Ves. iB/It; oroi ! (Qae loraclo.
vcs? Urito, Couservatc bien.
Oyeko. Cara, rostro. Uscve-rl«. Blanco. (Actjetivo).
Pisitc, Pequeno ell d dialccro Ui.uura, Tio.
del Cagua». (QllcclJl:a. Pis!). Gxufio, Ti".
Pouo, I-LIz tu. Cta, Ca\lilla.
Pnrii}O. Cat.rrro. Uyever. Pl<ltanill,) arborcsccn-
Po pai, ';\'ladcra rcsinosa de qnt: teo (Cl"t/lZi.J).
haceu hachone.. p,lra alum- Waikir OIlJ:\. Viejo.
brurse. c: Del qucchua, co- Witoto, Zaucudo. iDe ahi el
paU) nomin'c dado pOl' los hlancos
Raikc. Fueuo, Raik« pc-rIO, haz :i esta r.iza?
fucgo. . Yadina, Balso. (UchrOIl/Ll lago-
R;'tire. Perczn. pus).
I~ape, Hoja. (Quechua, Rappi). Yikie, Pez.
Hi:\ikc. Picrua. YUIIO, Di 1\1. Kuc 1110)'01/0. Dime.
Hioo, M ujer.

Del examen de es:e vocabulario es £:leil colcgir el modo de


c('mposici/Ill de ;Jglln:Js ralabr:ls en huitoto. En unas sc suprirne
la ultima silab.i de UIlO de los vocable . ; simples, como en jatijiko,
perro de monte. ,') tigr=, de jatik«, I,HllIlf: \. jiko, perro. En otras
se suprirne t:ll una de 'as dicciones la (tltima sil.iba y en la otra

(l ) :~" tntercr.la de la mlsma msncra que en 1'1quechlla las par'tfcu las


uiodlticat.i vas de los vr,rl,( s, «utre el radical y la u-riniuaclon para cxpresar
la negacion. Ejel'lplo: ue, hay; -!i1etc, no hay, YU1l;), dfjlJuf(hw, no
digas.
206-

la prirnera, como en nojuko, chorrera, lugar pedregoso en los


rios, compuesto de nojuike, piedra y de iko, lugar. Yen algunas
se suprimen rnuchas mas silabas del uno de los dos simples como
en los forrnados can kotnuine, gente, en que no queda sino Ja si-
lab a ne, ejernplo : mutnane, muruene, jimene, kinene; y en los de
omena, arbol, en que queda unicamente na, verbigracia, kajuna,
yadina, hiragna, jimena, .
No existe gramatica, ni -vocabulario de huitoto,
I:N"DIOE

Memorandum de viaje . . .. '" ....•.•......•..•.•.•.• III

Capitulo 1. De San Agustin a San Sebasti;in.... .......•.. 3


II. De San Sebastian a Descanse ,. I I

1I I. De Descanso a Y unguillo. . . • . . • • . . • .• .• . • 20

IV. De Yunguillo a Mocoa , .... 31


V. De Mocoa i Tresesquinas 39
V I. Trescsquinas ....•..•.••.•.•.•••..••.•...•• , S0
VI I. Los habitantes del Bajo Caqueta.i, •....•.•. 64
- VIII. Dc Tresesquinas it Charucangui. ....• .•.•...• 78
IX. Charucangui., ..........•....•.••...•..... 95
X. Dc Charucangui al Encanto.. . . . . . . . . . . . . . . 109

XI. El Encanto... . , '" 121

XII. Del Encanto al Tamboriaco......... ...• 130

- XIi I. EI 'Napa y la cuestion lirnites con el Ecuador,


cl Peru y el BrasiL.... ..•. 139
XIV. Iquitos y eJ Amazonas. .. . ••. .• . . . . . . . • . 150

XV. Del Amazonas {t Cajarnarca., , .•..•.... 160


XVI. De Cajarnarca a Guayaquil. 171
- XVII. De Guayaquil al Carchi. ... .. .. 183
Apendice sobre los idiomas del Caqueta , 193

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