MemorandumDeViaje Joaquin Rocha
MemorandumDeViaje Joaquin Rocha
MemorandumDeViaje Joaquin Rocha
POR
JOAQUIN ROCHA
CREGIONES AJdAZONICAS)
1905
DE V/AJE
PO R
JOAQUIN ROCHA
(REGIONES AMAZONICAS)
..::.:".'.::'::: ..::".:.-
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1905
_~-------
. •...-. __ ,.. , .
MEMORANDUM DE VIAJE
OAPITUI~O I
DE SAN AGVS1'f~ .A SAN SF,BAST.rA.N
ven-lad. J'rar.C3rrCIlle, cre o valer mas que mi criado. 51 a51 110 litera •. It
servirh yo' el."
bocas rcquerian otr as tantas espaldns (estas con sus
respeetivas bocas) para la oonduccio n de los VfVt~I'es
que debian servirnos de viatico ell el tl ansito de-
sierto de aquellns riscosas soledadr s, sin rm habi-
t.mtc :~r~~ueQuinch:ma hasta las Papas. ~'vii P<Js'.-I
r or alii demando, pues, nueve 6 diez hombres, mi-
mero qUI, autoriseba para dar a ese total el nombre
de trop~ 0 caravans, Habia que acampar todas las
tardes temprano para hacer 01 rancho on que habia-
rnos de dorrnir por h noche, y se salta al dia siguien
te tarde pOl' las dcmoras consiguientcs a la prepa-
racion del desayuno para lanta gellte, y a la refec-
. cion do las maletas deshechas la noche anterior. Por
tanto, avanzabamos a jornadas cortas y abrumados
todos pOl' el causancio de In noche, se perdia casi la
esperanza de Bogar [amas a San Sebastian, primera
etapa apenas de aqn-I interminable viaje.
J .a Oordrlleru esta alli doqulers cubierta do sel-
va, y la selva coronada de m, bes que se deshacen en
aguaceros en toda epoca delano; el cual tiene en
esa comarca dos estaciones : la Iluviosa 0 de invier-
a
no en que cae 80gua todas las horas del dia y de la
noche; y 180 seca 6 de verano, en que llueve a casi
todas las horas de la uoche y del dia, Esta ultima,
naturalmente, es la cscogida para viajar, y fue 180que
me toco en suerte ; mas a pesar do ser II' estacion
seca, no se encontraba en ninguna parte suelo seoo
para levantar los ranchos, sino sol8omente charcos 6
fango.
AW, sobre 01 lodo, se tendian hojas, sobre
estas, costales y sobre el costal Ia C90la; de manera
que se dorrnia con agua pOl' debajo y agua por enei-
rna, pues la que llovia del cielo coleba pOl' el mal
empajc del techo de nuestros cobertizos yempapaba
camas y cuerpos. Y esto-ri tiempo que en varios
puebl08 del Tolima )- del Osuca se hacian pnblioas
rogativas al cielo pidiendo lluvias para las semente-
ras que moriau pOl'falta del liquido elemento. ~Por
que tanta agua aqui y tanta sequia all" ~Y por que
. los Rothschild, los Astor y los Vanderbilt msnejan
centenares de millones en tanto quc otros a sn lado
no Ten blanca' &\:'or que mueren unos de indigestion
a ticmpo que otros mueren de huml.ret Ouestiones
de honda. Iilosofia eran cstas que dehatiau los peo-
nes durante la lnuneda velada, por supuesto sin las
citas itustres que acabo de huce r, sino con ul ras de
conocidos l"uyos de men or cuaut ia, nHis para ellos
opulentos, y en su rustico pero a veces gni1!eo len
guaje. Y al dia "i~uiente los filosofus de In noehe,
convertidos en bestias de ('arg-a, er-haban de nuevo
sobre las espnldas la pesads maleta para cont inuar
[adeantes la asceusion )lOI' Ins erupinadas cuestas de
este rugose nndo
do los cnlosales Andes.
Era el pr.ictico, haqn rn nu Y gui6n de la cara-
vana, el indio nmoingo Uuspi.m , la uotahilidad y el
hombre de pm de aqucl los cnntoruos, viejo como
el mundo al decir de las gont<·s, porn sin mas apa~
rienoiu flo edad qu~ la d e nn ho m 111"0 de cua renta
alios, doctor sapien tisuuo on c.uniuos y vercdas y
archivo viviente de lu c1'6nielt del t iempo de las
quinas ; formal, enfatico, serio y tan puntu«l on
materias de etiqueta y ann en familia, tan respetuo-
so, que jamas so atrevio a nombrar a BU consorte con
otro nornbre que 01 de seiiora Srinclwz. Desempeiio
el papel de mi oousejero uutor izado en esta que fue
marcha con visos de expedicion, y It su oportuna in-
tervencion y ayuda debi 01 ahorrartue IlO pocas cai-
das y contusiunes en nq uellos reshalosos senderos,
As], pues, no puedo uienus de ren dir hoinenaje en
estas paginl\s It su norubre, () Ii su rnemoria, si el
que Jo Ilevo tall dignrunente ha pasado a las regio-
nes de la imuortalidud.
IJl\ ferti lidud de aquellns 1I1OI1tafJas hast a IJa
Palma es asomhrosa, y 80 puede decir que e.Ias rea
lizan el hello ideal de> los ag-rienltorcs de In Sahana
de Bogota que pidon ag-Ita sleurpre, aunque e8M
lloviendo a. cants ros. rroda ep(l(';} es buena all] para
sembrar. 'Vi en L« Pulma lilal/, (h~ media. yarn de
alto, otro habia en cabello (1), (Ib" en ckoclo (2) y
(I) Llaruase asl el mai , c uan d o CHi e n 11,,(. Las fl ore s femeninas
sem ej a n ru bia s cat:>elleras ell que cad» u no j, lus ca be llos es U(1 e s rilo
con s a e ti g m a i.as florr-s l:"c.!sculi'1as so n l i s e=-;)jgas. En e l Ca uca 00
dice n los ag r lcultor es 01 e s r.i r cl !~1;1izen C~~Leil{l," c..mo e n ei Ce nt r o y
Norte del Tr.lirn a, sino til sriiar it r y h ast a h ,n Io rru «to cl g roresco
ver bc Bt/lorl'!laY el m a t«.
(I) Mazorca de .n ai z i ier r.o
-6-
OA PITlJLO n
DE SA~ SEBASTrA~ A IlESCANSE
CAPITULO III
DE HESCA~SE .A YlJNGUILI,O
CAPITULO IV
CONDAG U A Y :MOCOA
OAPITULO V
DB l\lOCOA ,i TRBSI~SQUINAS
BAtliCO DE LA REPUBLICA
IlRu·:nE::-. LUI$·-"HGEL ARANGO
CAT .U,O<lACION
----", --_. --------
(1) Fruto dei cr esecntia cujet«, cuya pulpa y semlllas se extraea pan.
h acer del endocarpio vases, a la manera de las calabazas vaciadas par~
us 5 se me james en otras partes.
- 52 --
OAPITULO VJ
TRES ESQUIN.AS
OAPITULO VII
A
quem.
HORJl. hablemos del hombre en 01 bajo Ca-
Los habltantes do aqui son dc dos clases : 108
blaneos y los indios salvajes. Al decir blancos, ex-
presion de que se ha venido usando en estas IHigi-
nas, no so ores que se habla de individuos todos de
raza blanca: los que se han Ilamado aqui asi, son
promiscuamente blaneos, mestizos, negro:", mulatos,
zambos eindios de las razas incorporadas In civi- a
lizaci6n desde 01 tiempo de In conquista espanola y
que haee siglos han perdido hasta 01 recuerdo do sus
antiguas costuuibres e idioma. Se hu nsado de In
denominacicn blaucos para tomar una cualquiera,
P0l'qllO las dennis de que pudieramos valernos l'on
igualmente impropias : la do civilizados no convie
a
ne muchas de estas gentes, que no s616 no ssben
leer ni escribir, sino quo ademas de.ser ignorantes
y de no tener edncaclon alguna, son supersticlosas
.ME~[ORANIHjM 5
- 66-
-:_~:l~elOl'tegnasli en la l'ordilmr~,'prieilta1;jm
- hi:lf'liei~ divisoriudel territor!o cotietToUina~yjo-
m'ando iiitecCi6n Noroeste t\ Este~8u'c1e8to l;O-ci"be' al
'OOOidente' el 'Rib 'detHacha', el :~n~P'tra~'e1;i:~'n8
agnas']as de laqnebrade 'de Ia (PEn~dl~';"a~nbo~,'el
no:! l~ q.v-ebra;~aJ_;naveg~tlle:" enca!;i§a,,' t ~,:?~tal!l
respecnves lllar~enes, estan .Bltuada~ ..l~~, .~~r,?e}a~,pe
snsDomhres.. Slgu,e, el Ortegnasa ~n 1~~AJ~eQ9~0fl-fln-
qc:ea~I.:3a_:~~l~~
dicada y recibe J>6t Ill, banda de Oneh-tee1 rIQ.ae
·t';ri~~·~~:
J:~~_~~ jfD'~~~~~~
mas abaj<r]a de·~e·ncyri,. A! Occi-aent,e':'reeib~.~e.
mas'del'Rio del' ;Haeha, la quebraUai'1J;q~hl~~~~el
.'l0:.~~iloquera~oy el ..rIo Pescauo, ]\a~~,a?,l~Y'in)t,~n
. (I) Es 10clerto, flO. b\\S~nte, que. ~stees . JIti>1l! .Rl{dor Yi~~C"""
cnandp,qd.ere a dondeiq'ulere, sl it re ipetu !?razos .!i.e,_~~~. p'~lr ~uc;hos
!i·'¥'Ia.
0
OAPITULovm
[I) Pre g un te a varios coreg uaj e s que sig nifica en su lengua la palabra
yur(, componc nte lie Yuriya, y no acertaron a respo nderme, par 10 eual
col ijo que es cor r upcion de ,uri. de manera que Yur iy a seria entonces
en ceona R{e tit! ""0. Estos indidos lingiiislicus me han he cho dar ere-
~ dito ala afi rrnac io n de varios blancos, quienes me han as eg urado que en
el Yuriya la frr ma cio n geologica es de oro de ; l u vlon , y a esto se ai\ade
10 que ulrlma rnente me ha dicho un minero de mi co nfia n za , el eual me
ha manifestado que ha hallado oro de alu vio n en los orlgenes del rio
Caiman, ro m t re del Meca ya en sus ca bece ra s, Est arul o e sta s inrnedla-
las a las del Yur iya , hay
n o por .ludar de que bote
que a rra e s
s tr s irnts-
OAPITULO IX
CHARUCANGUI
CAPITULO X
DE CJTA1WCANGUI AL ENCANTO
CAPITULO XI
EL ENCANTV
CA PITULO XII
Con respecto a
moralidad, a
juzgar por 10 que pude
ver de paso en la nr.cion de los achiotes, estos indios
aman 11. sus hijos peq .ieiiuelos y SOil arnados rle sus mu-
jeres, que les sirven sumis.i y carifiosnrnente. No si sc
pueda decirse de II)!) maridos que corl'e"f!onc'lan con
igual atnor al arnor do sus esposus. La uuica ligem cir-
cunstuncia de que pude tornar nota a
este rcspccto es la
de que, si los coreguojcs cazan para pro veer de carne a
sus mujeres y a sus hjos, en la Huitocia, donde In caza es
muy poco nbundantc, los varones se reservan Ill. carne
para S1, r\ prctexto ce que si Ius mujeres la probaran, la
ynea, ellyo cultivo cs obligada faena de elias, no produ-
cir ia bien, de modo qlle s<'llo les dejan comer de vez en
euundo ulg{1l\ miserable pececillo. Los capitaues son
polfg;lll1os, sin que sus harcn es paH'1l de tres () cuatro
mujeres, peru los subditos tieueu qU!~ eouformarse can
una sola.
~t) son h')nI'LI,<.hscomo los (;1 regIH.j(~:,:, (llW ticucn
la h(}nradcz rcla tiva que ya eXl'liuimos. L·:,; huito-
tos SOIl rateros iucorrogibles, roba n 10 qne uccesitan y
10 que no necesitan, 10 prccioso y III que no vule n.ida,
10 util y 10 infitil, pOl' el mero placer clt~ r..hnr. Mas con
In tacha de ladrones solo puede s'~fialarse:i Ius que,.
aunquc sometidos :l los blancos, viven nun ell estado
salvaje, p(Jrque de los que se h·IIl forrnado ul Indo de
estos, en las poblacioues ci vilizadas, conozco algurIos,
hombres y rnujeres, que sun probos 10 bastautc para ha-
bel' merccido la confiunzu de los amos ,1.quicucx sirveu.
Si pClr religion se entiende e! culto !lUll Sf~ rindc a
la divinidud, 110 tieuen
religi,Sn los huitotos. R[~ec)no-
ceu la cxistoncia (Ie 1111 SCI' Supremo, C'l Dios unico, a
quien l ln man Yusl-?J'1mui, pcro no Ie trihutau culto al-
gUllO, ni tienen tern plos, ni sacerdotes, ni h.u-eu ora-
ciull. Thy entre ellos tam bien crevncia su persticiosa en
10'3 espiritus. La neche qll"~ pas~illlo" ell la 1l:11:il'tll ub.m-
donadu de los, jinll:ncH, uuestros huitotos cargul:ros ceo
rraron cuidadosun.ente Ins puer t..s para impcd ir que
entraran los espiritus de Ius difuntos habitndores de la
casa, 'l'ienen adivinos, brujos 6 agol'cros, :i quienes de
signan con el nombre de yaima, los cuules SOil al mismo
tiernpo sus medicos y curau a Ius enfermos can exorcis-
rnos, para expeler del cuerpo los males espiritus, cau-
santes de las dolencias, seguu ellos.
- 138 -
CA.PITULO XI II
EL .r-;Al'O Y LA CUESTlO~ LDIITES CO~ ET, gClJADOR
EL PEIW Y nr, BRASfL
E L 4 de Agosto,
barcamos en elTumboriaco
a las ocho de tT~\-nl.Jliiana, nos em-
en una 1~onterf4 (1 )qlle habia
en 1<\agencia, monteria que hubo necesidad de refeccio
nar 1>al'a nuestro viaje, £lues ostaba-en rnalas condicio-
nes, pero en lu cual uua vez refeccionada, 10 hieirnos
con seguridad perfecta. . .
A medio di» entriimos al Napo, otro de los grandes
rios de mi ya larga peregriuaeion, mas grande que el
Putumayo, donde yo habin visto ciste, y con mnjestad
casi tan pomposa como lu del soberbio Caqueta, Sabre
la corrieute del Nnpo, pues, tranquila pero poderosa, se
siguio nuestro viaje COIl la rnisma uniforrnidad de todo
este a partir del Limon, salvo las cortas interrupciones
de los varaderos : todo 10 misrno, n ucstra barca deslizdn-
dose perpetuamente sabre una ~:lbana liquida. de longi-
tud inconmensurable ; por circunscrito horizontc la ili-
rnitada selva; ell las lIg1111S de vez en cuando los del fines
jugueteando; bandadas de palCH; blancos snrcundo las
ondas, () de garZ<lS rosadas, tendiendo el vuelo hacia las
parduzcas nubes ; 80b1'e nosotros un sol herrnosisimo ba-
fiando el espectaculo con oceanos rle Iuz; sabre el sol el
infinite cielo, y en In naturaleza toda el silencio, pero
silencio obstinado, absolute, ctcr no cornpafiero de aque-
lla soledad cuyos confines parecian inalcanzables.
EI so] eay6 en el horizonte, continuo la barca su
marcha a la luz de] crepusculo vespertino ; poblrise lue-
go Ill. boved.i azu l de sus mir iadas de m illones de astros
cuya apacible claridad alumbraba nuestro camino sabre
las aguas; mostrose despues la luna, como irresoluta y
timida salieudo de un cortinaje de doradns nubes que
tocnban, alli i ]0 lejos, COil 11\ superficie de las ondas;
avanzo eon irn ponento lentitud ell progreso ascendente
sobre el tachonudo firmamento y arrojo desde las altu-
ras, sobre el rio, .sobre los montes y sobre el espacio
sin limites, su esplendoroso manto.
N nestra barua na vega ba siem pre em pujada pOl' ]08
remos; eJ luminur de la noche recorrio su camino sobre
la celeste esfera y fue a hnndirse pOI' encirna de las
selvas en remotes y profundos horizontes; las estrellas
(I) Barqueta mas anchs que una canon, y no hecha del solo troneo
de un arhol como las canoas, sino de tablas y can quilla y timon.
- 141 -
I
~id(·) pOl' culpa de e·,t:l, :i 110 ~Wl' qll(~ sea elllpa .·1 l)()
CAPITULO XIV
IQUITOS Y EL AMAZON AS
E L dfll 5 de i\ gosto,
blnncos
pOI" la mnfia na, con cargueros
que lias dio el Sr. Andrnd«, porque la mllyor
parte de nuestros huitotos habian regresado desde
£1 Tnmbnriaco allovar carga de CaldN6n Herrnnnos,
tonuimos el vurudero del \1Hz:\n, V (h'STlllt;" de UIlIl
cortn «aminnda que no aleHnZ() :1 ser Ode- una horn, llegn·
rnos rt UII !)('quefio cnfio que nos ('\'lI<!lIjn 1'0 IHl('OS m«
nlt~llt()" :11Arnazouns, Grcilld~ era mi exp-ctativa :d Ile-
gar y me rl'cpaniba emocionado :1 saludur :t ese, el pri-
mero oe los rios del mundo, rna" nl desplegirse ante
mi vista y encontranne frr-nte al mouarca de las :lguas
dulce", solo pOl' saber que 10 era subsistio mi ernocion,
pucs no )0 h:dlc III colosul que yo me fignrnhll. sino de
tarnafio apenns como euxlquiera desus gralldes tributa-
rios, porqlle era 5610 uno de sus brazos Iii qne estubn de
presente. No obstante, al doblar ell llli mcn t e Ia ex ten-
sion liquidu que tenia delunte, me 1a rt~l'resent'~ ell la
tantes y como los de 0.;te ~isn vez son los del Apuri-
mac, que nace en el lago Villafro, provincia de Caillo-
rna, departamento de Arequipa, puede decirse que en
ese lago estd la fuente nas remota del Amazonas, la cual
esta a no mas do vointiseis leguas (pill' elevaci.in ) del
Oceano Pacifico, No e:-;esta fuente, pUCR, e1 lago Lauri-
cocha, como los de mi generaei6n hernos aprendido en
las clases de geogmfia, pero ni ann en este ultimo Iflgo
estdn los origenes del Marafi6n, porquo investigaciones
mas esmerudas han veuido a demostrar la incxactitud
dc ese aserto. En efecto, el rio que sale del Lu uricocha
y lIeva esc noinbre, se u ue COil el Neepe, estc tiene ma-
yor caudal, viene de rr tis 10j(l;' Y lit dircccion ql1c lleva
es la que toma 01 Maran()n T:HIC1s sabemos que el Ama-
zonas tiene una longit.Hl t\lt:d rie mil leguas, de cinco
kilometros cada una; u n ar:eho en su desembocadura
de scsenta, que penctra ell cJ Atldri tico sin mczcla con
cstc mar pOI' espacio de setcn ta leguaR y que su profun-
didad en algunos puntos es del cien brazas.
No me despediro de Iquitos en estas pdginas sin
consignar en elias una palnbr« de gratitud para el Sr.
D. Julio C, Arana, un 0 de Ies comerciantes mris respe-
tables de esa ciudad. Los buenos servicios de el me fue-
ron utilisirnos no s610 en dicha poblacion, sino tsmbidn
para. la continuaoion de mi viaje por el Norte del Peru
y aun hasta Guayaquil, pues las cartas de recomenda-
ci6n con que me favcrecid para sus amigos de las cia-
- 160 -
CAPITULO XV
DEL AMAZONAS A CAJAMARCA
CAPITULO XVI
DE: CAJAMARCA A UUAYAQUlL
Es imposible nombrar a
Cajamarca sin asociar a.
este nornbre el de Atahualpa, el ultimo de los incus que
ejercieron dominio en f'1 Peru, crnelmente sacrifioado
pOl' los audaces conquistadores espufloles ell est» misma
ciudad , Disminuye, sin ernbargo, nuestra cornpnsi.in por
el ernperarlor indlg-nna, sin que se atenue la odiosidad
del ntentudo de I,);';hombres de nuestra raza, al recor-
dar que por nmbicion idcntica :i In de estos, la de do-
rninar el pais C('JnO solo SOb01"tIIO, mando 01 inca dar
muerte a'1[-;\1 iern.ano II uuscar,
' con gUlcn,ienv pOl'
uor diISpOSl-
cion del padre de ambos, debia corn partir PI imperio.
A pe:,;ar de <jue Cnjamar oa r.ieue existent-in ante-
rior :l la oonquistn, 110 hay nlli c.lificios ni ruinas iucai-
cas, IIi las hay ell ningulia parte de la via que traje, ni
su pe t-unpoco cuul Iueru el camino p:ll'll Quito coustruf,
ell) l" 'I' l[ll1\i,Ja-Cal':I(', c.uuiuo, seglln los histori.idores,
de ~idl~;) och» II;l'lI'OS dl~ unch», y de construcci.in tan
soli.l« que III r(~~ist:i(l(J :\ la aceil)1I de 10-; siglus. Debi
cruzurlo al dirigirme <l la Costu, pcro no 10 vi en ningu-
na parte.
Cajnmnrca es ciudud de algun comercio, tanto
como el de Pasto en Columbia, y se ha fij.ido alii una
fuerte casa alernuna introductora de rnercancias. No ha
po<li(lo, sin €lIlba'gn, est» ciudad de 130 Sierra sostener
con HI trafico el Ierrocarril de Pacasrnayo, eon el eual
fie preteudio unir a al mar. Este ferrocarril \legeS unas a
poeaH ll'gufls de distancia de Cajarnarca, PCI'O despues se
han derrumbado sucesivamente muchos kilometres del
camino de rides, sin que se IUlJa heche esfuerzo alguno
para inteutar reparaciones, de sucrte que hoy esta la
ciudad atres jornadas d~ mula. distante de la prirnera
estacicin de 1:1. via ferrell, y es posible que se vaya aban-
donanclo 10 dernas de estu que continue destruydndose,
En tall pequcfias proporciones es el trafico, que los tre-
nes !lO hacen sino lin vinje sernanal.
Este ferrocar ril era el que yo debla tomar para ir
a Paeasrnayo a e mbarcurrne alii, pero como ese lugar
.estaba infestado aquellos dias porIa peste bubouica, ha-
bia cordon sanitario para impedir el acceso a el, y nin-
g{lI\ buque arrirne.ba Ii ese puerto. Hube, pues, de diri-
girlie mas al sur para tomar el ferrocarril de Ascope,
y hacer mi embarque de mar en Salaverri, pasando por
Trujillo.
12
- 174-
~b~ny b~jaban can las olas, que ro~~ que olas eran
imponentes masas de agua, las cuales, Ii su deseenso
parecian quere)' hundir a las fragiles barquillns. Asi,
con esa mar pieads desembarc6 el nuevo Prefecto de
Libertad y toe6me oil' en el muelle los di3cursos con
que fue recibido y Sll respuesta, y los cohetes y musica
de regocijo. En seguida me embarque en Ill. chalupa
que debla llevnrme :'\.1 Santiago, ..grail vapor de dos chi-
rneneas, contra cuya casco de hierro se azataban las olas
dejandolo impasible.
Concluyo aqui mi travesia del Amazonas al Paci-
fico, viaje tan largo y fatigante que no 10 haceu nunca
las familias. Cuando estas han monester trasladarse de
Iquitos al occidente del Peru, la VIa que ternan es la
del Amazonas al mr.r, y luego pOl' Colon y Panama al
Pacifico, y de ahi, pOl' ejemplo, pOl' el Callao a Lima.
Ilnicnrneute hombres solos hacen este viaje de tierra,
menos duro y peligroso, sin embargo, para mi que el del
Napo y Putumayo en canoa para venit a Mocoa y rio Pasto.
A las cinco de le, tarde se puso el bnque en movimien-
to y al salir a alta mar se arnanso la braveza de las olas.
EI 28 nos amanecio en Ill. rada de Eten, y alli puro el San-
tiago con mar afm mas picada que la de Salaverri el dia
anterior, dla en el cual, a 10 que me refirieron, se aho-
garon en Eten algunos individuos de la Aduana, por
haberse volcado el esguife en gue se transladaban a ha-
cer visita a otro buque que venia adelante de nosotros.
El 29, al salir de mi camarote, en la manana, a. la
barandilla del buque, tuve a la vista la hermosisima ba-
hia de Paita y 1n. pequefia cindad de este nornbre con
sus elegantes edificios de azote a frente a mi. La mar
ta~ hrava en Eten y Salaverri, es aqui phicidamente
bella, tranquila como uu lago, el viento RCa sopla sobre
la superficie de las ondas rizandolua apenas, en tanto que
alld las sacude con violeucia, las' eucrespa y produce tu-
multuoso oleaje. La mar es safiuda alld, aqui sonriente.
Arrimaban al Santiago no s610 botes sino tambien alma-
dias y canoas, trayendo fardos de algod6n en numero
tan considerable que se emple6 todo el dia en introdu-
cir esa carga 81 buque, de suerte que hasta bien avanza-
da la tarde no pudo zarpar este para dirigir su rumba,
directamente ahara a Guayaquil. Rube, pues, de decir
adios aqui a. 10. Republica del Peru.
- 180-
E L 30 en la manana al aproximarnos
carnbiado completarnente el grandioso
a
tierra habia
escenario de las
costas. Y & no era, CO'110 en los dias anteriores, el de una
mar bafiando, con apucible 6 con violento oleaje, blancos
arenulcs, () rojizas y arcillosas lomas. Al entrar al golfo
de Guayaquil la inuiensn mar azul besaba el manto de
eterno verdor de III Puna, la gaya isla de historicos reo
cuerdos, Y el litoral adyacente se extendia a uno y otro
lado cubierto de bosques, 15 de simple arbolado, 6 de
huertas )' grarnales y, contrastando COD el azul del mar y
el verdor de la esplendida vegetacion ecuatorial, se al-
zaban villas y lugares de blancas casas dominadas par
los altos campanarios de sus templos. L~\ naturaleza pa-
recia alii rejuvenecida y se mostraba alegre y sonrien-
te, el sol era brillante, el aire diafano y 10. brisa en 80-
plo leve venia del bosq ue impreguada de perfumes. En-
tramos al Guayas, 131 anchuroso do a
cuya orilla se yer-
gne Ill. eiudad emporio, la hermosa Guayaquil que com-
parte con Valparaiso el imperio del mar Pacifico en la
America del Sur.
EI espectaeulo del do y del puerto era animadlsi-
mo. So veian doquiern, entrando, saliendo, 6 anclados,
toda suertede bajeles en confuse variedad. Algun va-
pOl' de alto bordo avanzaba en majestuoso movimiento,
a tiempo que alguna balandra <5bergnntln desplegaba
sus velas blancus, cual gwiota sus alas y se lanzaba so-
bre Ia superficie lfquida en graciostsimo andar, y pulu-
laban aqui y :tIH pequeiios vapores, botes, cauoas y bal-
sas, cruzando los botcs y las canons de lado Ii lado, <>
yendo y viniendo apresurndos Ii esfuerzo de vigorosoa
rernos.
Se nos hizo parar al lado del gasdmetro hastn que
fuesen examinados los papeles del Comandanto del
Santiago y hastn se nos anienazd con cuurentena por
venir el buque de las regiones del Sur infestndas pOl' In
peste bubonica, rna!', halladas las patentes limpias, se
nos envi.i galantemente :i los pasajeros destiuados a
este puerto, un hate para 01 desernbarco que nos llevo Ii
tierra y lias dpj6 en el muelle de Ia adu.ma,
A la mauera quo pululuban ell 01 puerto las embar-
cnciones, hormigueaban en las calles de la ciudarl las gen-
tes. 'I'odo el malecon, principal arteria del comercio, era
actividad y bullicio : tranvias, caches, oarros, rodaban
por el pavimento y se cnrgabano descargaban de mer-
canclas estes til tirnos. No bustando el espacio para. los
almacenes y las. ventas, se iustalaban estas en las gale·
rias exteriores de los edificios, que todos las tienen, y
ademds In calle era recorrjda todavis pOl' vendedores
arubul.mtes. Para 01 mercado de viveres parecla iusufi-
ciente el tiern po del dia y se prolongaba hasta ultas ho-
ras de la noche. Y nsf y todo, se me dijo que Guayaquil
estaba decadente pOl' causa de In!';cuarentenas. De suer-
te que nfiadieudo eso mris que ahara Ie faltaba ernpuje
y movimiento, vcndria siendo este en esa respective es-
cal» comparable con el de la City de Loudres, 6 con el
de Broadwi1Y de Nueva York.
Guayaq uil es la capital comercial e intelectual del
Ecuador, as! como Quit» es su capital politica, con ban-
cos aquella, colegios, escuelas y diarisrno noticioso y
bien servido. Las rentas de su Municipulidad ascienden
a un millen de sucres y gilsta la ciudad munificente-
mente en institutes filantropicos y de educaciou el su-
peravit que queda despues de atendidas las necesidades
del cornun servicio del regimen cantonal.
Guayaquil es fenix que renace de sus cenizas. Azota·
la la calarnidad de los inceudios, mas despues de cada
uno de estos se levanta con nueva exuberancia de vida y
185 -
mayor ostentacion ae
hermosura. A pesar de 10 cual,
aunqlle tiene buen numero de edificios de hierro, son
muchisirnos toriaviu los que son simplernentc de made-
ra. EI cuerpo .le bomberos de lu ciudud es sn rnilicia
organizada, enl~arg(l.da de velar pOI" su segurid.id y, a
ls manera que ell otras partes el ejercito figura en las
publicas solamuidad es, aqui, en las 111isill as, desempcfia
importante pa pel esa tropu, encargada de combntes
iguulmente peligro~os y siernpre nobles.
De este eontillllU rejuvcuecer de la ciudad viene
BU aspecto enteramente moderno y el que span algunos
de sus diez temples, oonstrucciones dn gu:-to contempo-
nineo. Hay otros hue nos edificios pIlhlieos y se ulzau In
estatun del gral\ poeta, nucido orillas u,,1 Gunyns, en
la nvenida del nornbre eli: <lCJllel; Ia (}0 B)lIvar. en Ia
plaz:, y parque del nombre de e-tc, y la d\~ 1to(,iI('uerte,
el mode-to y belll:fieo rl'pub!ica, ell la ,,1:Iz;\ de San
Francis co.
Si el asp';cw de la eilltlac1 es il!od,:rllo. las costum-
bres llevnn II 5\1 Vt'Z cl "ello dei l'1·ogreso. 1'1)[' ejemplo,
en Quito y Bog(IL, sover.is y allt.i~\l;\s pre«cll paciollcs
vedan la entrada (le las senoras y senoritas ,L los (:afes y
restnurvntes. Ell Guayaqtlii, el sex» hermoso, C(J!fiO ell
cualquier ciudad de Norte Americ«, disfrutn con cl
sexo masculino (h; aquellas comodidades de la vida ci-
vilizadu ri. las cuales no hay pur que 110 tCllg;\ igllal de-
recho la mujer ell nuestrns ciudud es andiuus y costa-
nerns.
En Guayaquil me inforrne
mny circunstanciada-
mente sabre Ill. via de ese puerto u. Pasto y lit h:dll~ mas
nipida por Quito f.J.lle pOl' 'I'umaco y Barbacoas, y mucho
mas oornoda. De~pues de n uestra ultima y destructora
guerr:l, el camino de Pasto a
Barbacoas, descuidado par
complete durante tres afios, 5e destruyo casi enterumen-
te, y d vaporcito qne sirve :i la ll;.jvegacioll en el Patia,
sobre viajar COil muchs irregularidad, estuba en tal es-
tado de deterioro que era, 5iegull se me dijo, husta pe-
ligroso para el pasajero.
El 3 de Octubre, mny de manana, pase a bordo
del vapor en que hacen la travesia del Guayas los-via-
jeres que siguell en cl ferrocarril para Quito. Tome el
tren en In Estaci6n de Duran, en la orilla opues ta Ii la
de Guayaquil, y a poco atravesdmos pOI' cafe tales, ca-
- 186-
•••
APENDICE
sobre los idiomas del Caqueta
IDIOM A INGA
Segiin expresamos en el cuerpo de la obra, este dialecto tie-
ne las raices de sus palabras en el quechua, 6 son quechuas pu-
ras, pero hoy dia se han olvidado muchisimas palabras de esc
idioma y se han rcemplazado por las castellanas equivalentes.
De estas algunas han sufrido variaciones al pasar al inga,
sabre todo los verbos, en los cuales el castellano ha suministra-
do Ia raiz, y a esta se han ariadido las terminaciones del que-
chua, co!l\Q cuenlangapa, contar; pagasa, pagare: cociarca, dio
puntapies. 'Otras han quedado identicas, como sombrero, patio,
calle, tigre, oso. Algunas veces se ha tornado terminaci6n caste-
llana para agregarla a raices quechuas. Ejemplos: huanuchidor,
matador; apador, cargador; micudor, cornedor, de las rakes que-
chuas de gual1uchiy, rnatar; apay, cargar 6 llevar ; y lIli.kuy, comer.
De aqui la facilidad que tienen los sudcaucanos para apren-
del' el inga. Como los provincialismos del sur del Cauca, donde
hasta hace un siglo se habl6 quechua, tienen su origen en esta
Jengua, y estos provincialismos son en mimero de gran conside-
raci6n, y, como gran mimero de las palabras del inga son caste-
llanas, resulta que los sudcaucanos, a poco de habitat en Mocoa,
se enticnden ya con suma facilidad can los indios.
En cuanto a la gramitica, sigue el inga la del que chua, y
absolutamente nada la castellana, pero hay alguuas diferencias
can respecto a la del quechua. Ejemplo: cl inga tiene articulo
que es la diccion cuna, y el quechua no la tiene. En este, cuna
es la terrninacion del plural. El quechua tiene inflexiones para
el mimero y los cases, y el ing:1. no las tiene. La conjugaci6n
que es tan regular y 16gica en el quechua, me ha parecido muy
anarquica en el inga. Digo, sin embargo, me ha parecido, porquc
poco he podido hater el estuctio de ese dialecto, y como 10 he
aida mas a blancos que a indios, podria suceder que yo hubiera
tornado los errores de aquellos por yerros de logica en la gra-
matica del dialecto misrno.
Deciamos arriba que muchas palabras ingas son quechuas
puras. Darernos un eje rnplo en la siguicnte
LISTA. DE ALGUNAS PALADHAS mblTlCAS EN QUECHCA Y 1-::-<I~GA.
Pero en las mas de las palabras del inga hay algunas dife-
rencias de pronunciacion can respecto a las del quechua. Los
sonidos fuertes del quechua se han suavizado en inga; aspiracio-
nes de aquel se han perdido en este; y a la vez sonidos palata-
les en la lengua madre, se han convertido en aspirados en el
dialecto, y suaves del quechua han pasado a ser fuertes en el
inga. Sigue una
LlSTA DE ALGUNASDICCIONESEX LA LEXGUA.Y EN EL DIALECTO
PARADARSECUENTADE LOS CAMBIOS l"ONETICOS
(ADVEHTENCIA-K es sonido en quechua.vintermedio entre
C y G. La C tiene el sonido de nuestra C en tapa. La Q. q. es
este mismo sonido mas fuerte. Chh, es sonido mas fuerte que el
de la simple ch. Pp y Tt son mas fuertes que p y t sencillas. La
h es aspirada).
DIALECTO COREGUAJE
Como en el Ceona, el guion colocado sobre una letra indica
pronunciacion nasal. La diferencia entre la lengua madre (Ceona)
y el dialecto (Coreguaje) son pocas y entre los varios dialectos Co-
reguaje, Tama, Macaguaje, son tambien insignificantes. Me figu-
1'0 que no sean estos ni aun siquiera dialectos y que un Coregua-
- 200
CARIJONA
Con mas datos de los que poseo, emprendido el estudi-
cornparativo de las Ienguas carijona, huitota y quechua, se halla-
ria quiza que son hermanas las tres, mientras que hecho el rnis-
rna esturlio con respecto a la lengua ceona y las de los Llanos,
se hallaria tal vez que estas otras pertenecen it una rnisrna fami-
lia. (1) Podria deducirse entonces que los indios que hablan las
prirneras vinieron r.el Sur al territorio del Caqueta, y que vinieron
del Norte los que hablan las segundas.
Akira, Cafuche. Jarejo, Cliontaduro.
Arirnina, Mono churuco. jJbre-joji! [Cuidado!
Bebe, Palo, arbol, [uruji, Lienzo,
Bereke, Eslab6n. Kaikuche, Tigre II Perro.
Bokiri, Chicha. Kanawa, Canna.
Chana, Cuchillo pequefio. Kebci, Anzuelo,
Chare majoto, Pasarne fuego. Kenajoro, iQuien sabe!
Chitui, Aguja. Kinoro, Guacamaya,
Goto, Zahino. Kuma, Palma mil pesos.
Hua, No. Kuyuya, Pavao
Huanai, Poco. Machijuri, Danta,
Iguas;\, Machete grande. Maineclo, Vamos.
Iguasa Munguru, Machete pe- Mama, Madre.
quefio. Mesene, Espejo.
Ik6imo, Panjil. Monorne, Bastante.
[arnueirna, Sal. 1\1unguro, Nino pequerio.
(1) Otrll. ves en medto de la clvllIzac!llll, al releer obras quo ya. conocla,
balle que efectivlUlletite tamas y coreguajcs han habttado los Llanos de
Casanara y Sa.n M£.rdn, noclon que ya habra. olvidado.
B~CO DE LA REPUBLICA
202 -
HUITDTD
Sabre grarnatica huitota fue muy poco 10 que pude recoger.
S610 pude anotar que en los sustantivos, cuando hay sexo, ma es
Ja terrninacion del masculino y fio Ja del femenino; que las p,.epo-
siciones no deben llarnarse en huitoto as! sino posposiciones, por-
que, 10 rnismo que en el quechua, no preceden al consecuente
sino 10 siguen; y 10 siguiente sobre conjugaci6n, en la cual hay
la particularidad de que hay nurnero dual, como en el griego;
pero 5610 para la La y 2.a personas.
CONJUGACl6N DEL VERBO gili, COMER
rru-yie, Yucabrava.
achifiofia, Prostituta.
Kae, N osotros.
Mo-A. (Preposicion]. (En inga
rna, en quechua man)BPadre.
Moisoko, Calzones,
Kai-yake, Eslabon. Mokorede, Azul.
Kajuna, Caucho negro. (Casti- Morna, Padre.
lloa elastica). EI vocablo pa- Mona, Cielo. Mare mona, buen
rece derivado del castellano. dia.~De. (Preposicion}.
Ka-kafiete, No oigo. Mota, Padre.
Kafiika, Pindo 0 cafiabrava. Muinane, Gente de abajo,
Kanete, No oigo. Muruene, Gente de arriba.
Kafiike, Rodilla. Nache, Aguardate.
Kawana, Chicha. Naga-arnaga, Cuatro.
Kincgo, Cogollo de la palma de Nai. Pindo, canabrava.j Parti-
canangucho. cula afija a los pronombres
Kineke, fruto de id. de tercera persona.
Kinena, Palma de id. Nai-make, Varios,
Kinene, Gente del Canangu- Nairnani, El rio Puturnayo. (Rio
cho; tribu Hamada asf, de la canabrava),
Kiragna, Yarumc. (Creropia N aimorete, Dulce.
peltata). Nai-rnue, El. (Pronombre per-
Kirigue. Canasto, sonal).
Koko. (Pronombre personal, Nairide, Invierno.
dual), Til y yo. Nairiye, Nube.
Kokofiag, Hablemos (to y yo). Naiso, Camino.
Kornuine, Gente, indio. Najere, Todos.
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1I I. De Descanso a Y unguillo. . . • . . • • . . • .• .• . • 20