Gestión Del Clima Organizacional
Gestión Del Clima Organizacional
Gestión Del Clima Organizacional
ÍNDICE
Resumen………………………………………………………………………………….. 3
Introducción……………………………………………………………………………… 3
Objetivos…………………………………………………………………………………. 4
Revisión Teórica…………………………………………………………………………. 4
1. Gestión de Recursos Humanos…………………………………………………… 4
1.1. Teorías de la Gestión de Recursos Humanos……………………………... 5
1.2. Descripción de la Gestión de Recursos Humanos………………………… 8
1.3. La Gestión de Recursos Humanos en la actualidad………………………. 9
2. Clima Organizacional………………………………………………………………. 11
2.1. Evolución histórica del concepto de Clima Organizacional………………. 11
2.2. Teorías en torno al Clima Organizacional………………………………….. 11
- El concepto de Clima Organizacional……………………………………. 11
- Factores que inciden en el Clima Organizacional……………………… 15
- Consecuencias del Clima Organizacional………………………………. 19
- Modelo de funcionamiento del Clima Organizacional………………….. 21
- Dimensiones del Clima Organizacional…………………………………. 23
- Tipos de Climas Organizacionales……………………………………… 25
2.3. Importancia del Clima Organizacional………………………………………. 27
3. Gestión del Clima Organizacional………………………………………………… 28
3.1. Necesidad de cambiar el Clima Organizacional en una
Empresa……………………………………………………………………………... 28
3.2. Intervención en el Clima Organizacional……………………………………. 29
3.3. Medición del Clima Organizacional…………………………………………. 29
3.4. Cambio del Clima Organizacional…………………………………………… 32
3.5. ¿Existe el concepto de Gestión del Clima Organizacional?...................... 33
3.6. ¿Gestionar el Clima Organizacional? ¿Para qué?.................................... 35
Conclusiones…………………………………………………………………………….. 37
Bibliografía………………………………………………………………………………. 42
3
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
OBJETIVOS
• Específicos:
a. Sintetizar los principales enfoques teóricos relativos al Clima
Organizacional.
b. Explorar y describir conceptualizaciones vigentes relativas a la Gestión de
Recursos Humanos respecto del Clima Organizacional y/o Gestión del
Clima Organizacional.
c. Determinar la eventual existencia y definición del concepto Gestión del
Clima Organizacional.
d. Proponer una respuesta a la pregunta ¿Cuáles son las finalidades de
gestionar el Clima Organizacional en las Empresas?, y discutir sus
implicancias para los profesionales que trabajan a cargo de la gestión de
Recursos Humanos.
REVISIÓN TEÓRICA
permiten que funcionen todos los demás recursos y la Empresa avance hacia sus
objetivos. Y por el mismo hecho de ser un recurso de la Empresa, debe ser
administrado como los demás de la forma más eficaz y eficiente posible. De aquí
surge el concepto de Gestión, o Administración, de Recursos Humanos, que de
acuerdo a Chiavenato consiste en “la planeación, organización, desarrollo,
coordinación y control de las técnicas capaces de promover el desempeño
eficiente del personal” (Chiavenato, 2007, p. 122).
Esta gestión se lleva a cabo en la Empresa de acuerdo con una teoría dominante,
ya sea en ese tiempo o en ese lugar (o en ambos), que define la forma en que se
concibe a los Recursos Humanos y su administración.
Estas dos teorías son los extremos de un continuo, ya que en las Empresas
pueden existir distintos grados de acercamiento hacia una u otra (Chiavenato,
2007).
Ouchi (1982, en Chiavenato, 2007), propone una tercera teoría, la Teoría Z,
basándose en el estilo de trabajo existente en Japón. En ella se realza el sentido
de responsabilidad comunitaria como base para la cultura organizacional, por lo
que se considera que la productividad no aumenta por un trabajo más arduo,
sino por el trabajo cooperativo basado en la confianza. Es por esto que el
proceso de toma de decisiones es más bien participativo y consensual. El foco
está en las personas más que en la organización (Chiavenato, 2007).
Por otra parte, Likert (1975, en Chiavenato, 2007), sostiene que en todas las
Empresas existen distintos estilos de liderazgo y de administración de éstas, ya
que existen distintas condiciones internas y externas que la determinan. Propone
que existen cuatro sistemas distintos de administración:
• Sistema I: Autoritario-coercitivo. Es un sistema autocrático, en el que las
decisiones se toman sólo en la cúpula de la Empresa, las escasas
comunicaciones que existen son sólo descendentes, se procura reprimir al
máximo las relaciones informales entre los trabajadores y se enfoca la
atención más en los castigos y medidas disciplinarias, lo que produce un
ambiente de temor y desconfianza.
• Sistema II: Autoritario-benevolente. Es un sistema autoritario, pero menos
rígido que el anterior. El proceso de toma de decisiones sigue centrándose
en la cúpula de la Empresa, aunque algunas decisiones están delegadas a
niveles inferiores, pero de forma rutinaria y burocrática, y de todas formas
son sometidas a aprobación. Las comunicaciones también son verticales,
aunque hay un poco de comunicación ascendente, y se toleran más las
relaciones entre los trabajadores, aunque se ve con temor la formación de un
sindicato. El sistema además es menos arbitrario y da más recompensas,
aunque sigue centrándose en medidas disciplinarias.
• Sistema III: Consultivo. En este sistema, las decisiones se toman de forma
participativa y consultiva, aunque igual están sometidas a la aprobación de la
cúpula de la Empresa; además se han facilitado vías de comunicación para
que la información fluya de mejor manera para lograr los objetivos, se han
creado condiciones para generar relaciones informales sanas, y se enfoca la
atención en las recompensas materiales y simbólicas, aunque
ocasionalmente se puedan realizar sanciones.
7
Nivel de la
tecnología utilizada
Bajo Alto
Nivel educacional
de los trabajadores
Teoría X Teoría Y
Chiavenato, luego de revisar las diversas teorías que han surgido respecto a la
gestión de Recursos Humanos y las tareas que ésta implica, sugiere que hoy en
día su papel ya no está centrado en la conservación del statu quo de la Empresa,
sino que se debe ir gradualmente transformando en un área capaz de crear
organizaciones mejores, más rápidas, proactivas y competitivas. Sugiere que el
desafío es desplazar las características de la administración de Recursos
Humanos desde el sistema autoritario-coercitivo propuesto por Likert, hacia el
sistema participativo. Agrega que “se trata de desarrollar una especie de
revolución silenciosa, pero extremadamente poderosa: un cambio en la manera
de tratar a las personas, transmitiéndoles amplia libertad de acción, de
pensamiento, de formación, de relaciones humanas, de elección de los métodos
y procedimientos de trabajo” (Chiavenato, 2007, p. 109).
10
Hoy en día además, la Gestión de Recursos Humanos tiene una alta importancia,
porque, como dicen Tracey y Tews, “la gestión eficaz de los Recursos Humanos
es una de las preocupaciones fundamentales para crear y sostener una ventaja
competitiva a largo plazo” (Tracey y Tews, 2004, p. 298). En otras palabras, es
un punto central, porque conlleva resultados económicos para la Empresa.
2. Clima Organizacional
Por otra parte, Ávila y Rocha (2007), proponen que las definiciones del Clima
Organizacional se podrían agrupar de la siguiente manera:
1. Definiciones intuitivas y analógicas: se refieren a la organización como
un sistema viviente y por lo tanto el clima es parte de la “personalidad” de
la organización.
2. Definiciones basadas en factores organizacionales: toman lo que
existe en la realidad organizacional y que puede ser percibido por los
integrantes de ésta.
3. Definiciones basadas en factores individuales: el clima es la
representación que las personas se forman de lo que hay en la
organización, a partir de lo que perciben en ella.
4. Definiciones basadas en la interacción persona-situación: el clima es
un constructo que se crea a partir de la interacción entre las distintas
personas que perciben lo que ocurre en la organización.
5. Definiciones generales del concepto: más contemporáneas, integran
algunas de las anteriores y además aparecen términos como la
multidimensionalidad del clima.
Stringer (2002), por su parte, hace una descripción un poco más completa de lo
que él considera factores del Clima Organizacional. Presenta un listado de los
principales grupos de factores que causan el Clima Organizacional, y además
hace la distinción respecto de si son controlables o no por quienes dirigen la
organización. Según este autor, los 5 grupos de factores son:
• Prácticas de liderazgo: son los comportamientos diarios de los líderes
de la organización, y es a través de éstos que pasan las reglas,
reconocimientos, castigos, etc. hacia los trabajadores. Son el
determinante más importante del Clima Organizacional.
• Acuerdos organizacionales: son los aspectos formales de la
organización, que en algún momento han sido decididos por sus
miembros, como el lugar de trabajo, las políticas, los diseños de cargos,
etc. Estos factores influyen en la actitud de quienes trabajan, ya que
pueden ser vistos como barreras o incentivos a sus carreras.
• Estrategia: la estrategia de la organización puede tener un profundo
impacto sobre la forma en que las personas se desempeñan, ya que
pueden sentirse más motivadas o menos motivadas respecto de su
trabajo. Si la estrategia ha sido comunicada exitosamente a los
trabajadores, el Clima Organizacional empezará, con el tiempo, a reflejar
las prioridades estratégicas.
• Fuerzas históricas: son los hechos históricos que marcan una Empresa,
como el estilo de determinados líderes, arreglos sindicales, crisis
enfrentadas, tradiciones, negocios realizados, etc. Estas fuerzas
producen en las personas, entre otras cosas, expectativas de acuerdo a
lo que ha pasado antes en la Empresa. Las fuerzas históricas marcan la
identidad y la inercia con que una Empresa se mueve.
• Ambiente externo: son los factores externos a una Empresa, como la
realidad política y social del lugar donde se encuentran, las regulaciones
gubernamentales respecto del negocio, el momento económico por el que
esté pasando la región, los cambios tecnológicos y la presencia de
competencia en el mercado. Todos ellos influyen en el Clima
Organizacional, ya que determinan las prioridades y formas de trabajar en
la Empresa.
De estos 5 grupos de factores, los 3 primeros son controlables por la Empresa,
es decir, quienes la dirigen pueden hacer esfuerzos por cambiar lo que hay
actualmente en estos aspectos para generar cambios en el Clima
Organizacional. Los 2 últimos, en cambio, no son controlables por las personas
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A lo largo de los años, diversos autores han hecho un intento por graficar en un
modelo la forma en que funciona el Clima Organizacional dentro de una
organización. En la presente revisión se tomará el modelo realizado por Litwin
y Burke en 1992. Si bien no es el modelo más reciente encontrado en la
literatura revisada sobre el tema, se ha escogido por dos razones: la primera,
es que ha sido desarrollado por dos personas que llevan décadas en la
investigación del tema; se basa en las investigaciones llevadas a cabo por
Litwin a partir de los años sesenta (junto a Stringer, en 1968 y a Tagiuri el
mismo año), y en las décadas siguientes ha sido revisado y refinado por
diversos trabajos hechos por Burke y sus colegas. Además se han basado en
estudios de otros autores (Peters y Waterman, 1982; Weisbord, 1976; Nadler y
Tushman, 1977; en Litwin y Burke, 1992).
La segunda razón radica en la convicción de la autora, en base a lo leído, de
que el Clima Organizacional no es un ente aislado dentro del funcionamiento
organizacional. Este modelo precisamente grafica esta idea, y de hecho, es
presentado por los autores como un modelo del desempeño y cambio
organizacional, dentro de lo cual se encuentra, entre otros aspectos, el Clima
Organizacional. Y ya que el objetivo de la presente investigación se centra en
la administración que la Empresa hace del Clima Organizacional, no se puede
estudiar a éste de manera aislada.
El modelo desarrollado por Litwin y Burke (1992) está basado en la Teoría
General de Sistemas, donde cada sistema tiene un ambiente externo al que
influye (a través de outputs) y que a la vez le influye a él (a través de inputs).
Además, tiene subsistemas que se influyen todos mutuamente entre ellos, de
modo que si hay un cambio en uno de ellos, éste afectará a todos los demás
subsistemas en mayor o menor medida. Estos subsistemas han sido
denominados por los autores como variables que inciden en el desempeño
individual y grupal que obtiene la organización. Es decir, son factores que
directa o indirectamente lo afectan. Dentro de estos factores se encuentra el
Clima Organizacional, el cual a su vez también tiene factores que influyen en
él. El modelo presenta, de acuerdo con lo que dicen sus autores, variables
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AMBIENTE EXTERNO
LIDERAZGO
MISIÓN Y CULTURA
ESTRATEGIA ORGANIZACIONAL
PRÁCTICAS DE
ADMINISTRACIÓN
SISTEMAS (POLÍTICAS
ESTRUCTURA
Y PROCEDIMIENTOS)
CLIMA DE LA UNIDAD
DE TRABAJO
TAREA Y NECESIDADES Y
HABILIDADES MOTIVACIÓN VALORES
INDIVIDUALES INDIVIDUALES
DESEMPEÑO INDIVIDUAL Y
ORGANIZACIONAL
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Cabe agregar que los autores, junto con presentar este modelo, muestran su
inconformidad con el siguiente tema: si bien todas las variables se
interrelacionan entre ellas, por lo que un cambio en una afecta a todas las
demás, no todas tienen el mismo peso sobre todas, especialmente si se quiere
llevar a cabo un cambio en la organización. Por ejemplo, dicen ellos, la
estructura tiene un efecto más fuerte sobre los sistemas que viceversa (Burke y
Litwin, 1992). Esto se condice con lo visto previamente, respecto del consenso
existente en cuanto al peso que tienen las prácticas de liderazgo sobre el Clima
Organizacional, que es mayor que el peso que tienen otros factores. Todo esto
debe ser tomado en cuenta, a juicio de la autora, al momento de intentar
realizar cambios que tengan que ver con el Clima Organizacional, ya que todas
las variables lo afectan de una u otra manera.
del Clima Organizacional son agentes del entorno organizacional que pueden
afectar el comportamiento de quienes las perciben; “el elemento crucial, en
este punto, es la percepción individual de los estímulos, de las obligaciones y
de las posibilidades de refuerzo que dirigen el comportamiento de un individuo
en el trabajo” (Brunet, 1987, p. 43). Las dimensiones revisten importancia para
los investigadores, ya que permiten operacionalizar el Clima Organizacional,
para medirlo a través de las percepciones que las personas tienen de estas
dimensiones (Stringer, 2002).
Un ejemplo de esta divergencia está dado por Field y Abelson, que en 1982
hicieron un compendio de los estudios de distintos autores (Forehand y Gilmer,
Friedlander y Margulles, Gavin, Lawler et al., Likert, Litwin y Stringer, Meyer,
Payne et al., Pritchard y Karasick, Schneider y Bartlett, Steers, Halpin y Crofts,
Muchinsky) que postulaban que existe una variedad de distintas dimensiones
del Clima Organizacional, desde 2 hasta 11. Incluso Schneider (1975, en Field
y Abelson, 1982) postulaba que no se puede establecer un número fijo de
dimensiones del Clima Organizacional, porque éstas varían de una Empresa a
otra de acuerdo a sus prácticas y procedimientos.
En la última década la situación no ha variado mucho, por ejemplo Casales
(2000) sostiene que existen 12 dimensiones del Clima Organizacional, mientras
que Stringer (2002) refiere que en sus diversos estudios ha encontrado que el
Clima Organizacional puede ser descrito y medido en términos de 6
dimensiones distintivas. Guillén y Aduna (2008), en cambio, sostienen que
existen sólo 3 dimensiones fundamentales, cuando por otro lado James et al.
(2008), en base a lo propuesto por Locke en 1974, proponen dichas
dimensiones serían 4.
Sin embargo, de acuerdo a varios autores (Campbell, 1970, en Field y Abelson,
1982 y en Ávila y Rocha, 2007; Brunet, 1987), existen 4 dimensiones que
serían primordiales, ya que se presentan en la mayor parte de las
organizaciones, es decir, serían transversales (aparecen mencionadas en la
mayoría de los estudios relativos al tema). Estas 4 dimensiones son:
1. Autonomía individual: es la sensación de independencia y
responsabilidad personal que cada individuo tiene respecto de su propio
trabajo.
2. Grado de estructura que impone el puesto: es el grado en que los
individuos perciben que su trabajo está definido, tanto por las tareas
como por el rol que les toca cumplir, y la forma en que sus superiores se
lo comunican.
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proceso sería el mismo, pero con la diferencia de que el consenso debería ser
a un nivel mayor, a un nivel organizacional (Field y Abelson, 1982; Casales et
al., 2000; Stringer, 2002; Peraza y Rodríguez, 2004; Schulte et al., 2006). Field
y Abelson concluyen diciendo que “es posible que los 3 tipos de clima
(psicológico, grupal y organizacional) existan al mismo tiempo y tendrían un
impacto integrado sobre las expectativas e instrumentos”, y que la medida de
este impacto “sería dependiente del grado de consenso concerniente a estos
dos aspectos del clima. Parecería que mientras el consenso es más grande,
más grande es el poder predictivo de estos aspectos del clima” (Field y
Abelson, 1982, p. 196).
De acuerdo con lo visto anteriormente, Brunet afirma que “el clima es muy
importante en el desarrollo de una organización, en su evolución y en su
adaptación al medio externo. Un clima demasiado rígido, una estructura
organizacional mal definida y no evolutiva harán que una Empresa se deje
aventajar fácilmente por sus competidores y entre en una fase de decrecimiento
incontrolable. Por esto el estudio de los componentes y de las variaciones del
medio interno, procedentes de las propiedades mismas de la organización, se
advierten como particularmente importantes” (Brunet, 1987, p.11). Dice además
que el estudio del Clima Organizacional se puede realizar sin muchas
dificultades, ya que, por un lado, las organizaciones están delimitadas en el
30
espacio, por lo que sus partes pueden identificarse sin ambigüedad; y por otro
lado, en el interior de una organización existen distintas fuentes de información
como reportes, estadísticas, organigramas y las mismas percepciones de los
empleados, que proporcionan las bases que pueden servir para identificar el
clima de la organización (Brunet, 1987).
Hablando de las evaluaciones propiamente tales, Didier (2009) dice que “los
estudios de Clima Organizacional presentan diferentes aproximaciones
metodológicas, lo cual condiciona el alcance y aplicabilidad de los resultados. En
general estas aproximaciones están guiadas desde paradigmas clásicos de la
investigación en Ciencias Sociales: Positivismo, Neopositivismo, Interaccionismo
Simbólico, Constructivismo Social y Constructivismo Radical. En cualquier caso,
cada paradigma posee asociada una metodología particular, ya sea cualitativa o
cuantitativa (…) Ahora bien, una aproximación metodológica sólo condiciona la
generación de datos o información, pero permite varios grados de libertad
respecto a los diseños de investigación, como el análisis de datos. Es por esto
que es necesario hacer una revisión de los modelos de trabajo de investigación,
para determinar cuál es la viabilidad de ofrecer conclusiones con valor agregado
para las organizaciones” (Didier, 2009, p. 12).
Con respecto a la metodología cuantitativa como guía del estudio del Clima
Organizacional, Didier explica que la metodología cuantitativa de investigación en
Clima Organizacional se basa en un paradigma explicativo en el cual “el sujeto-
observador pretende comprender la realidad de un modo, en que éste aparta su
subjetividad del objeto de estudio” (Didier, 2009, p. 13). En base a esto, existen
tres diseños de investigación cuantitativa predominantes en el estudio de Clima
Organizacional: Predictores (se utilizan regresiones lineales y modelos
loglineales para poder determinar cuáles son las variables críticas del Clima
Organizacional en las cuales intervenir para poder garantizar mejores
resultados), Mediaciones y moderaciones (se identifica una variable que es
susceptible de ser intervenida, a partir de lo cual se traza un mapa respecto de
qué se debe intervenir para cambiar el status quo de una organización) y
Modelos complejos (se incluye el concepto de Clima Organizacional en modelos
de multinivel (como modelos lineales jerárquicos) o se utilizan modelos de
ecuaciones estructurales para dar cuenta de su influencia en distintos niveles)
(Didier, 2009). Una vez que los cuestionarios han sido contestados por los
trabajadores y analizados por los investigadores, se genera un “perfil” del estado
en el que está el Clima Organizacional de la Empresa en ese momento,
31
mostrando el nivel en el que han sido evaluadas cada una de las dimensiones
consideradas en el estudio. “Los perfiles de clima permiten a una compañía
formarse un juicio de su clima total, así como de los climas de varios
departamentos o divisiones. El cuestionario le da a la compañía un lenguaje para
administrar la cultura corporativa” (Stringer, 2002, p. 18). De acuerdo a Rainieri
(2006), la metodología cuantitativa, en el estudio del Clima Organizacional, tiene
la ventaja de evaluar directamente las creencias y percepciones de los
subordinados, que son quienes contestan los cuestionarios.
La metodología cualitativa, en cambio, “presenta una visión hermenéutica que
utiliza un proceso interpretativo más personal para comprender la realidad”
(Guillén y Aduna, 2008, p. 55). Esta metodología parte de la base que el
individuo interpreta y modifica la realidad en la que vive. Por lo tanto, resulta de
mucha utilidad para captar el significado que las personas han generado a partir
de las percepciones de su entorno laboral y entenderlas (Peraza y Rodríguez,
2004; Guillén y Aduna, 2008).
Por otra parte, respecto de qué evaluar concretamente, Tracey y Tews (2004)
hacen hincapié en que las mediciones del Clima Organizacional deben enfocarse
en elementos específicos del ambiente de trabajo que pueden tener una
relevancia estratégica en el logro de los objetivos organizacionales. Del mismo
modo, Stringer (2002), dice que se debe evaluar la percepción de la gente de su
ambiente más directo. Luego se irán juntando las evaluaciones de cada uno de
los equipos o unidades de trabajo; de modo que una impresión del Clima
Organizacional total se obtendrá por medio de la suma de todos los subclimas.
En la misma línea, Field y Abelson (1982) afirman que la medición del Clima
Organizacional (en cualquiera de sus tres niveles: individual, grupal u
organizacional) se basará en los cuestionarios psicométricamente relevantes
para el nivel de análisis que se quiera realizar.
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Respecto del mismo tema, Brunet (1987) afirma además que, y de acuerdo con
lo visto previamente, más que el tipo de cuestionario que se utilice en la
evaluación del Clima Organizacional, lo que importa es que éste contemple por lo
menos la evaluación de las 4 dimensiones más importantes del clima: Autonomía
individual, Grado de estructura que impone el puesto, Tipo de recompensa y
Consideración, agradecimiento y apoyo.
T, capacitaciones, cambios de políticas, etc. Agrega que “la eficacia del cambio
será mayor si se implican simultánea o conjuntamente todos los componentes
humanos (dirección y empleados) y físicos en la acción, sin que importe el tipo
de programa de DO que se utilice” (Brunet, 1987, p. 105).
De acuerdo a Brunet, quienes estén a la cabeza del proceso de cambio del Clima
Organizacional deberán tener muy en cuenta que “el programa que utilizará
(perfeccionamiento, grupo T, etc.) deberá estar de acuerdo con la voluntad de las
personas del lugar, con el estado de los componentes del clima de la
organización y con los objetivos que se quieran alcanzar” (Brunet, 1987, p. 108).
Rainieri, por otra parte, agrega que también hay que tener muy en cuenta que al
momento de intervenir en una organización “es importante entender las
características de la cultura laboral de un país para poder comprender cuáles
formas de trabajo y de relación son más aceptadas y/o promovidas por la cultura
y cuáles pueden ser consideradas contraculturales, y más difíciles de aceptar”
(Rainieri, 2006, p. 8). Además, Burke y Litwin (1992), indican que otro punto que
hay que tener en cuenta, como ya fue visto previamente, es que los factores del
Clima Organizacional se encuentran todos interrelacionados entre sí, por lo que
llevar a cabo una variación en uno de ellos puede tener repercusiones en todo el
sistema, no sólo en el Clima Organizacional.
Finalmente, se puede decir que no es fácil cambiar el clima de las
organizaciones. Es un proceso que requiere de paciencia, porque se necesita la
participación de todos los individuos a los que concierne y toma tiempo ver sus
resultados. En este sentido, es importante tener claro que las encuestas de clima
no arreglan nada por sí solas, y si quienes las aplican luego no hacen nada con
ellas, son una pérdida de dinero para la Empresa. En el fondo, es necesario que
la dirección quiera realizar los cambios requeridos en la Empresa y no tenga
miedo de los cuestionamientos que puedan surgir al funcionamiento de la
organización durante este proceso (Brunet, 1987; Stringer, 2002).
que también se hace por el bien de los trabajadores mismos (satisfacer sus
necesidades y asegurarles una buena calidad de vida en el trabajo). Esta
posición tiene una orientación más humanista, ya que implica poner al mismo
nivel (o por lo menos cerca) las prioridades del negocio con las prioridades de las
personas al momento de tomar decisiones importantes para la Empresa. Lo
central aquí es lograr los objetivos de la Empresa, pero de manera conveniente
tanto para ésta como para los trabajadores (Mujica y Pérez, 2007; Elvira y Dávila,
2005; Elvira y Dávila, 2006; Guillén y Aduna, 2008).
Esta diferenciación es sutil, pero puede tener implicancias prácticas en la
Empresa. Ya sea en la gestión cotidiana de los procesos organizacionales
(incluyendo la Gestión de Recursos Humanos) o en un proceso específico de
intervención en el clima de una organización, es importante que los actores
involucrados tengan claro cuáles son las expectativas que se tienen al respecto.
Puede ocurrir que existan diferencias entre algunos de estos actores; unos
tendrán como norte de este proceso tanto la mejora del desempeño tanto como
el bienestar de los trabajadores, mientras que otros tendrán como norte sólo la
mejora del desempeño. Si bien esta diferencia es sutil, genera distintas
expectativas, es decir, puede haber distintas prioridades en cuanto al trabajo que
se realizará, los pasos que se seguirán, etc., porque se buscarán resultados que
implican complejidades distintas para el proceso. Por ejemplo, quienes buscan
sólo la mejora del desempeño, podrían realizar las acciones que ellos consideran
necesarias (de acuerdo a su propio criterio) para que los trabajadores perciban
de buena manera su Clima Organizacional. Quienes buscan tanto la mejora del
desempeño como de la calidad de vida de los trabajadores, seguramente
considerarán necesario consultar y dialogar primero con los involucrados, antes
de tomar las decisiones y realizar las acciones necesarias para que se sientan a
gusto con el clima de la Empresa.
Si los que tienen prioridades distintas son integrantes de un mismo equipo
directivo, puede haber dificultades en cuanto a la toma de decisiones, la forma en
que éstas son comunicadas al resto de la Empresa y en que son llevadas a cabo,
si es que no se aclara este punto primero. Y esto puede generar controversias,
ya sea explícitas o implícitas entre quienes tomaron las decisiones, lo cual en
algún momento debe ser afrontado. Por otro lado, si los que tienen prioridades
distintas son integrantes de equipos distintos (por ejemplo, Directivos de Línea
respecto de la Gerencia de Recursos Humanos, o la Empresa respecto de los
consultores externos que vienen a apoyar en el proceso de intervención del
clima) también puede haber choques, ya que la Gerencia de Recursos Humanos
37
CONCLUSIONES
Respecto del Clima Organizacional, se pudo constatar que existen muchas teorías
en torno a éste, muchas definiciones e investigaciones respecto de qué es, cómo
funciona, cuáles son sus dimensiones, qué consecuencias tiene, etc. Esta
diversidad se explica porque existen distintos enfoques respecto de qué es el
Clima Organizacional y cómo funciona. Sin embargo, se pudo encontrar que hay
tres puntos en los que hay mayor consenso: el primero, corresponde a la
centralidad de las percepciones de los individuos en la concepción del Clima
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este tema puede resultar central en Empresas en las cuales existe diversidad
cultural, como por ejemplo, en aquellas que son de tipo transnacional. Los
profesionales de Recursos Humanos necesitan conocer qué posición tiene la línea
al respecto, ya que, como se ha estudiado, el factor que más incide en la
percepción del Clima Organizacional, son las prácticas de liderazgo que se llevan
a cabo dentro de la Empresa, y por lo tanto la visión que los líderes tienen del
Clima Organizacional propiamente tal influye potentemente en cómo se desarrolla
este tema. Pero al mismo tiempo, los profesionales de Recursos Humanos deben
tener clara su propia postura respecto del tema, ya que son ellos quienes
entregan el servicio de asesoría a la línea. Y deben ser capaces de llegar a un
acuerdo para trabajar en conjunto, aunque ese acuerdo no siempre implique un
consenso respecto de la finalidad de la Gestión del Clima Organizacional. Es
importante tener claro esto, además, porque estas posturas influyen en cómo se
enfrentan y resuelven los problemas que surgen cotidianamente en la Empresa,
tanto con los trabajadores como con los Directivos, lo cual, a su vez, también
influye en la percepción que los trabajadores se forman del ambiente de trabajo.
Esta idea permite plantear otra futura línea de investigación, que podría ser
respecto a qué buscan las numerosas Empresas chilenas que miden el Clima
Organizacional periódicamente. Incluso se podría hacer una investigación de
cuáles son las expectativas de la línea y cuáles son las de los trabajadores, y
compararlas. Este tema puede resultar de principal interés en las Empresas
transnacionales, ya que, como se ha visto, la tendencia a buscar tanto la calidad
de vida del personal como el aumento del desempeño es más bien
latinoamericana, mientras que desde Estados Unidos y Europa se habla
solamente de mejora del desempeño.
Otra línea a considerar, en la que se podría realizar investigación, es la
perspectiva metodológica. Si se piensa en que pueden existir dos tipos de
finalidad distintos (mejorar el desempeño o mejorar tanto el bienestar como el
desempeño), se puede plantear la pregunta respecto de cómo y en qué varían las
metodologías de Gestión de Recursos Humanos, y Gestión del Clima
Organizacional específicamente, en cada uno de los casos. Nuevamente, la
sistematización de estas diferencias por sectores, tipos de empresas o países,
podría ser de alta relevancia.
BIBLIOGRAFÍA