Conquista-Invasión y Colonización de America

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2 Conquista-invasión y colonización de América

2.1 Bases legales

Guatemala a la llegada de los españoles era un territorio que formaba parte de un conjunto de
pueblos originarios que habitaban toda la región mesoamericana y por consiguiente eran parte
del continente de Abyayala como se le conocía antiguamente. En Guatemala, el proceso de
conquista-invasión duró aproximadamente quince años (1525-1540) con la rendición de los
últimos bastiones de pueblos originarios en el oriente del país y las verapaces y finalmente con
la derrota de la sublevación cakchiquel y el ahorcamiento de Cahi Imox, el último rey. Como
resultado de todo este proceso de dominación surgieron dos pueblos, los cuales quedaron bien
definidos cultural y territorialmente: el pueblo de españoles y el pueblo de indios. Se pusieron
las bases para continuar la dominación dando paso así al largo proceso de colonización
(1540-1821). Para consolidar el imperio español se valieron de un conjunto de leyes y teorías
que justificaron la dominación y la imposición del modo de vida de los vencedores sobre los
vencidos. Juan Ginés de Sepúlveda fue el teólogo defensor acérrimo de la doctrina de la guerra
justa, Alejandro VI fue el tristemente célebre Papa repartidor del mundo entre los dos nacientes
imperios: España y Portugal. Los reyes católicos de España y Portugal no contentos con las bulas
papales, ratificaron la repartición del mundo a través de la firma de los famosos Tratados de
Tordesillas. Y finalmente, el requerimiento fue una exhortación imperial española que se impuso
a los pueblos originarios que encontraban a su paso en el proceso de conquista-invasión para
exigir a los pueblos sumisión a su nuevo rey y emperador Carlos V.

Palabras claves​:
Bases legales, invasión-conquista, bulas papales, tratados de Tordesillas, doctrina de la guerra
justa, el requerimiento.

2. Bula papales

Primera bula papal “Inter Caetera”

Traducción al castellano de la primera bula Inter Caetera de Alejandro VI (3 de mayo de 1493)


«Alejandro [obispo, siervo de los siervos de Dios]. Al queridísimo hijo en Cristo Fernando y a la
queridísima hija en Cristo Isabel, ilustres reyes de Castilla, León, Aragón y Granada, salud [y
bendición apostólica]. Entre las obras agradables a la divina Majestad y deseables para nuestro
corazón existe ciertamente aquella importantísima, a saber, que, principalmente en nuestro
tiempo, la fe católica y la religión cristiana sean exaltadas y que se amplíen y dilaten por todas
partes y que se procure la salvación de las almas y que las naciones bárbaras sean abatidas y
reducidas a dicha fe. Desde que fuimos llamados a esta sede de Pedro, no por nuestros méritos
sino por la divina misericordia, hemos sabido que sois reyes y príncipes verdaderamente
católicos, como siempre supimos que erais y como lo demuestran a casi todo el mundo vuestras
obras conocidísimas, ya que no habéis antepuesto nada a ella, sino que la habéis buscado con
toda aplicación, esfuerzo y diligencia, no ahorrando trabajos, gastos ni peligros; incluso
derramando la propia sangre; y os habéis dedicado ya desde hace tiempo con todo vuestro
ánimo a la misma, como lo atestigua en la actualidad la reconquista del reino de Granada de la
tiranía de los sarracenos, hecha con tanta gloria para el Nombre de Dios; por ello, de un modo
digno y no inmerecido, nos sentimos inclinados a concederos espontánea y favorablemente
todo aquello que os permita seguir en el futuro con este propósito santo, laudable y acepto a
Dios, con ánimo más ferviente, para honor del mismo Dios y propagación del Imperio cristiano.
Nos hemos enterado en efecto que desde hace algún tiempo os habíais propuesto buscar y
encontrar unas tierras e islas remotas y desconocidas y hasta ahora no descubiertas por otros, a
fin de reducir a sus pobladores a la aceptación de nuestro Redentor y a la profesión de la fe
católica, pero, grandemente ocupados como estabais en la recuperación del mismo reino de
Granada, no habíais podido llevar a cabo tan santo y laudable propósito; pero como quiera que
habiendo recuperado dicho reino por voluntad divina y queriendo cumplir vuestro deseo, habéis
enviado al amado hijo Cristóbal Colón con navíos y con hombres convenientemente preparados,
y no sin grandes trabajos, peligros y gastos, para que a través de un mar hasta ahora no
navegado buscasen diligentemente unas tierras remotas y desconocidas. Éstos, navegando por
el mar océano con extrema diligencia y con el auxilio divino hacia occidente, o hacia los indios,
como se suele decir, encontraron ciertas islas lejanísimas y también tierras firmes que hasta
ahora no habían sido encontradas por ningún otro, en las cuales vive una inmensa cantidad de
gente que según se afirma van desnudos y no comen carne y que -según pueden opinar vuestros
enviados- creen que en los cielos existe un solo Dios creador, y parecen suficientemente aptos
para abrazar la fe católica y para ser imbuidos en las buenas costumbres, y se tiene la esperanza
de que si se los instruye se introduciría fácilmente en dichas islas y tierras el Nombre de Nuestro
Señor Jesucristo y el nombrado Cristóbal en una de las islas principales ya hizo construir y
edificar una torre bastante pertrechada en la que dejó a algunos de los cristianos que iban con él
para que la custodiasen, y buscasen otras tierras lejanas y desconocidas; en algunas de las islas y
tierras ya descubiertas se encuentra oro, aromas y otras muchas materias preciosas de diverso
género y calidad. Por todo ello pensáis someter a vuestro dominio dichas tierras e islas y
también a sus pobladores y habitantes reduciéndolos -con la ayuda de la divina misericordia- a
la fe católica, tal como conviene a unos reyes y príncipes católicos, y siguiendo el ejemplo de
vuestros progenitores de gloriosa memoria. Nos, pues, encomendando grandemente en
Alejandro Remeseiro Fernández. “Bula Inter.-Caetera de Alejandro VI (1493) y las consecuencias
político-administrativas del descubrimiento de América por parte de Colón en 1492” | 6 | ©
CEDCS - www.archivodelafrontera.com – I.S.B.N. 978-84-690-5859-6
el Señor vuestro santo y laudable propósito, y deseando que el mismo alcance el fin debido y
que en aquellas regiones sea introducido el nombre de nuestro Salvador, os exhortamos cuanto
podemos en el Señor y por la recepción del sagrado bautismo por el cual estáis obligados a
obedecer los mandatos apostólicos y con las entrañas de misericordia de nuestro Señor
Jesucristo os requerimos atentamente a que prosigáis de este modo esta expedición y que con
el ánimo embargado de celo por la fe ortodoxa queráis y debáis persuadir al pueblo que habita
en dichas islas a abrazar la profesión cristiana sin que os espanten en ningún tiempo ni los
trabajos ni los peligros, con la firme esperanza y con la confianza de que Dios Omnipotente
acompañará felizmente vuestro intento. Y para que -dotados con la liberalidad de la gracia
apostólica- asumáis más libre y audazmente una actividad tan importante, por propia decisión,
no por instancia vuestra ni de ningún otro en favor vuestro, sino por nuestra mera liberalidad y
con pleno conocimiento, y haciendo uso de la plenitud de la potestad apostólica y con la
autoridad de Dios Omnipotente que detentamos en la tierra y que fue concedida al
bienaventurado Pedro y como Vicario de Jesucristo, a tenor de las presentes, os donamos
concedemos y asignamos perpetuamente, a vosotros y a vuestros herederos y sucesores en los
reinos de Castilla y León, todas y cada una de las islas y tierras predichas y desconocidas que
hasta el momento han sido halladas por vuestros enviados, y las que se encontrasen en el futuro
y que en la actualidad no se encuentren bajo el dominio de ningún otro señor cristiano, junto
con todos sus dominios, ciudades, fortalezas, lugares y villas, con todos sus derechos,
jurisdicciones correspondientes y con todas sus pertenencias; y a vosotros y a vuestros
herederos y sucesores os investimos con ellas y os hacemos, constituimos y deputamos señores
de las mismas con plena, libre y omnímoda potestad, autoridad y jurisdicción. Declarando que
por esta donación, concesión, asignación e investidura nuestra no debe considerarse extinguido
o quitado de ningún modo ningún derecho adquirido por algún príncipe cristiano. Y además os
mandamos en virtud de santa obediencia que haciendo todas las debidas diligencias del caso,
destinéis a dichas tierras e islas varones probos y temerosos de Dios, peritos y expertos para
instruir en la fe católica e imbuir en las buenas costumbres a sus pobladores y habitantes, lo cual
nos auguramos y no dudamos que haréis, a causa de vuestra máxima devoción y de vuestra
regia magnanimidad. Y bajo pena de excomunión latae sententiae en la que incurrirá
automáticamente quien atentare lo contrario, prohibimos severamente a toda persona de
cualquier dignidad, estado, grado, clase o condición, que vaya a esas islas y tierras después que
fueran encontradas y recibidas por vuestros embajadores o enviados con el fin de buscar
mercaderías o con cualquier otra causa, sin especial licencia vuestra o de vuestros herederos y
sucesores. Y como quiera que algunos reyes de Portugal descubrieron y adquirieron, también
por concesión apostólica algunas islas en la zona de África, Guinea y Mina de Oro y les fueron
concedidos por la Sede Apostólica diversos privilegios, gracias, libertades, inmunidades,
exenciones e indultos; Nos, por una gracia especial, por propia decisión, con plena conciencia y
usando de la plenitud apostólica, queremos extender y ampliar de modo semejante, a vosotros
y a vuestros sucesores, respecto a las tierras e islas halladas por vosotros o las que se hallasen
en el futuro, todas y cada una de aquellas gracias, privilegios, exenciones, libertades, facultades,
inmunidades e indultos, con la misma eficacia que si se encontrasen insertos palabra por
palabra en las presentes, y queremos que podáis y debáis usar, poseer y gozar de los mismos
libre y lícitamente en todo caso y circunstancia tal como si hubiesen sido especialmente
concedidos a vosotros o a vuestros sucesores. No obstando en contrario de lo concedido en las
presentes letras ninguna constitución u ordenación apostólica. Confiando en Aquél de quien
proceden Alejandro Remeseiro Fernández. “Bula Inter.-Caetera de Alejandro VI (1493) y las
consecuencias político-administrativas del descubrimiento de América por parte de Colón en
1492” | 7 | © CEDCS - www.archivodelafrontera.com – I.S.B.N. 978-84-690-5859-6
todos los bienes, imperios y dominios, esperamos que si -con la ayuda del Señor- continuáis con
este santo y laudable trabajo en breve tiempo se conseguirá el éxito de vuestros esfuerzos con
felicidad y gloria de todo el pueblo cristiano. Pero como sería difícil llevar las presentes letras a
todos aquellos lugares en los que podrían resultar necesarias, queremos y con similar
determinación y conocimiento determinamos que todas las copias de las mismas que fueran
suscritas por un notario público y munidas con un sello de alguna persona investida de una
dignidad eclesiástica, o de una curia eclesiástica, gocen del mismo valor probatorio en un juicio
o fuera de él que si fueran mostradas las presentes. Nadie pues se atreva [en modo alguno] a
infringir [o a contrariar con ánimo temerario este documento] de nuestra exhortación,
requerimiento, donación, concesión, asignación, investidura, acción, constitución, deputación,
mandato, inhibición, indulto, extensión, ampliación, voluntad y decreto. Si alguien pues [se
atreviese atentar esto sepa que incurre en la ira de Dios omnipotente y de los bienaventurados
apóstoles Pedro y Pablo]. Dado en Roma junto a San Pedro, en el año [de la encarnación del
Señor] mil cuatrocientos noventa y tres, el día quinto de las nonas de mayo [3 de mayo],
primero de nuestro pontificado».

Tercera Bula papal ​ “EXIMIAE DEVOTIONIS”

Alejandro obispo, siervo de los siervos de Dios: Al muy amado hijo en Cristo rey Fernando, y a la
amadísima hija en Cristo Isabel, reina de Castilla, de León, de
Aragón y de Granada, ilustres, salud y bendición apostólica.
La sinceridad de la insigne devoción y la lealtad con que reverenciáis así a Nos como a la Iglesia
Romana, os hacen justamente acreedores a que benévolamente se os otorgue todo lo necesario
para que mejor y con más facilidad de cada día se os haga posible llevar adelante vuestro santo
y loable empeño y perfeccionar la obra iniciada en pro del descubrimiento de tierras e islas
remotas y desconocidas, para mayor gloria de Dios Todopoderoso, propagación del imperio de
Cristo y exaltación de la fe católica. De aquí se origina haber Nos hecho donación, concesión y
asignación perpetuas, tanto a vosotros como a vuestros herederos y sucesores, los reyes de
Castilla y León, de todas y cada una de las tierras firmes e islas apartadas e incógnitas, situadas
hacia las regiones occidentales, descubiertas hoy o por descubrir en lo futuro, ya por vosotros,
ya por vuestros emisarios al efecto destinados, no sin grandes trabajos, peligros y dispendios,
con todos sus dominios, ciudades, castillos, lugares, villas, derechos y universales jurisdicciones,
siempre que no se encontraren debajo del actual temporal Dominio de algún otro príncipe
cristiano, según más largamente en las letras al efecto promulgadas se contiene…
Nos {….] os concedemos, lo mismo que a vuestros herederos y sucesores, que podáis y debáis,
en todo y por todo, usar y poseer y disfrutar libre y lícitamente en las islas y tierras por vosotros
así descubiertas o en las por descubrir, de todas y cada una de las gracias, privilegios,
exenciones, libertades, facultades, inmunidades, letras e indultos a los reyes de Portugal
concedidos…
Dada en San Pedro de Roma, a tres días del mes de mayo en el año de la
Encarnación del Señor de mil cuatrocientos noventa y tres, primero de nuestro pontificado”.
Cuarta Bula papal: Bula «Dudum Siquidem»
[25 de Septiembre de 1493]

Alejandro obispo, siervo de los siervos de Dios, a los ilustres hijos, nuestro querídisimo hijo en
Cristo el rey Fernando y a nuestra queridísima hija em Cristo Isabel, reina de Castilla, Leon,
Aragon y Granada, salud y bendición apostólica.
Supuesto que no há mucho donadmos, concedimos y asginamos perpetuomente a vosotros y a
vuestros herederos y sucesores los Reyes de Castilla y Leon, motu próprio y con entero
conocimeinto por la plenitud de nuestra autoridad apostólica, todas y cada uma de las islas y
tierras firmes descubiertas y por descubrir hacia occidente y mediodía que no estuvieran
constitucionalmente bajo el actual dominio temporal de alguno señores cristianos. Y dimos la
investidura de ellos a vosotros y a vuestros herederos y sucesores mencionados,
constituyéndolos y declarándolos señores de aquéllas, com plena, libre y omnímoda potestad,
autoridad y jurisdicción según se contienen más exensamente en las Letras entonces expedidas,
cuyo tenor queremos que se tenga plenamente reproducido como si palabra por palabra se
insertase em los presentes.
Y como pudiera ocurrir que los embajadores, capitanes y vasallos vuestros que navegasen hacia
occidente o mediodía arribasen a las regiones orientales y encontrasen islas y tierras firmes que
hubiesen sido o sean de la India. Nos, deseoso también de proseguir em vuestro favor
graciosamente, com iguales motu, conocimiento y plenitud de poder, de igual modo ampliamos
la donación, concesión, asignación y las dichas Letras com todas y cada uma de las cláusulas en
ellas contenidas por el tenor de las presentes a todas y cada uma de las islas y tierras firme
halladas y por hallar, descubiertas o por descubrir que estén, o fuesen o apareciesen a los que
navegan o marchan hacia occidente y aun el mediodia, hbien se hallen tanto en las regiones
occidentales como en las orientales y existan en la India, em todo y por todo el tiempo y como si
em las citadas letras se hiciese de ellas plena y expresa mención, a vuestros citados herederos y
sucesores sobredichos materialmente y por vuestra propia autoridad o por otro u otros y
perteamente las retengáis contro todo aquel que a ellos se oponga, prohibiendo rigurosamente
bajo pena de excomunión latae sententiae a cualesquiera, sea cualesquiera su dignidad, estado,
grado, orden o condición aun cuando presuman de cualquier modo ir o enviar bajo apariencia
algunas sus gentes a navegar, a pescar o a buscar islas o tierras firmes a las dichas regiones sin
expreso y especial permiso vuestro o de vuestros ya citados herederos y sucesores.
No obstante las constituciones y ordenaciones apostólicas y cualesquier donaciones,
concesiones, facultades y asignaciones por nos o por nuestros predecesores o cualesquier
Reyes, Príncipes, Infantes o cualesquier otras personas u órdenes y milicias de las sobredichas
partes, mares, islas y tierras o alguna parte de ellas, ora sean por cualquier causa, aunque sean
de piedad o de fe o de redención de cautivos y otras causas cuanto quiera que sean muy
urgentes y con cualesquier cláusula aunque sean derogatorias de derogatorias más fuertes y
mas eficaces no acostumbradas, aunque contuviesen em sí cualesquier sentencias y censuras y
penas que no hubiesen surtido su efecto por actual y real posesión, aunque por ventura alguna
vez aquellos a quien tales donaciones y concesiones fuesen hechas, o sus enviados navegasen
allí, las cuales, habiendo sus tenores de ellas em las presente por suficientemente expresos e
insertos, de semejante motu, scientia y plenitud de poder totalmente revocamos. Y cuanto a las
tierras, islas por ellos actualmente no poseídas, queremos sea tenido por no hecho y todo
aquello que en las dichas letras qusimos que no obstase y todo lo demás que en contrario sea.
Dada en Roma, junto a San Pedro, añoi de la Encarnación del Señor de mil cuatrocientos
noventa y tres, a veinticinco de septiembre, año segundo de nuestro pontificado.

2.3 Teoría de la Guerra Justa ​(Juan Ginés de Sepúlveda)


Sepúlveda logró publicar en Roma bajo el título de ​Apología pro libro de justis
belli causis (​Defensa de las justas causas de la guerra), gracias a la intervención
de su amigo Antonio Agustín, presidente del Tribunal de la Rota Romana, y
miembro destacado de la Corte pontificia.

"Con perfecto derecho los españoles imperan sobre estos bárbaros del
Nuevo Mundo e islas adyacentes, los cuales en prudencia, ingenio, virtud y
humanidad son tan inferiores a los españoles como niños a los adultos y las
mujeres a los varones, habiendo entre ellos tanta diferencia como la que va
de gentes fieras y crueles a gentes clementísimas.

¿Qué cosa pudo suceder a estos bárbaros más conveniente ni más


saludable que el quedar sometidos al imperio de aquellos cuya prudencia,
virtud y religión los han de convertir de bárbaros, tales que apenas
merecían el nombre de seres humanos, en hombres civilizados en cuanto
pueden serlo.

Por muchas causas, pues y muy graves, están obligados estos bárbaros a
recibir el imperio de los españoles [...] y a ellos ha de serles todavía más
provechoso que a los españoles [...] y si rehusan nuestro imperio
(imperium) podrán ser compelidos por las armas a aceptarle, y será esta
guerra, como antes hemos declarado con autoridad de grandes filósofos y
teólogos, justa por ley natural.

La primera [razón de la justicia de esta guerra de conquista] es que siendo


por naturaleza bárbaros, incultos e inhumanos, se niegan a admitir el
imperio de los que son más prudentes, poderosos y perfectos que ellos;
imperio que les traería grandísimas utilidades, magnas comodidades,
siendo además cosa justa por derecho natural que la materia obedezca a la
forma."
3.4 Tratados de Tordesillas

Primer Tratado de Tordesillas

Don Fernando e doña Isabel / por la çraçia de Dios rrey e rreyna de Castilla, de
León, / de Araçón, de Seqília, de Çranada, de Toledo, de Valençia, De Çalilzia, de
Mallorcas, de Seuilla, de Cerdeña de Córdoba, de Córceça / de Murçia, de Jahén,
del Alçarbe, de Alçezira. de Çíbraltar, de las yslas de Canaria, conde / e condesa
de Barçelona e señores de Vizcaya e de Molina, duques de Atenas e de / Neopatria
condes de Rosellon e de Cerdania marqueses de Oristán e de Çoçeano, en vno /
con el prinçipe don Juan, nuestro muy caro e muy amado hijo primoçénito
heredero / de los dichos nuestros rreynos e señoríos. Por çuanto por don Enrrique
Enrriques, / nuestro mayordomo mayor, e don Çutierre de Cárdenas, comendador
mayor de León, nuestro contador / mayor, e el doctor Rodriço Maldonadó, todos
del nuestro Consejo, fue tratado, asen / tado e capitulado por Nos y en nuestro
nonbre e por virtud de nuestro poder, con el se / renísimo don Juan, por la çrasia
de Dios, rrey de Portuçal e de los Alçarbes de a / llende e de aquende la mar en
Africa, señor de Çuinea nuestro muy caro e muy / amado hermano, e con Ruy de
Sosa, señor de Vsaçres e Berençel e don Juan / de Sosa. su hijo, almotaçén mayor
deIl dicho serenísímo rrey nuestro hermano, e / Arias de Almadana, correçidor de
los fechos qeuiles de su corte e M de su desenbar / ço, todos M Consejo M dicho
serenísimo rrey nuestro hermano en su nombre o / por virtud de su poder sus
enbaxadores que a Nos vinieron sobre la diferençia que / es entre Nos y el dicho
serenísimo rrey nuestro hermano, sobre lo que toca a la pesque/ ría M mar que es
del cabo de Bujador abaxo fasta el río Oro, e sobre la di / ferençia que entre Nos y
El es sobre los límites del Reyno de Fez, así de donde co / miença del cabo del
Estrecho a la parte del Levante commo donde fenene y acaba a la / otra parte de
la costa hazia Meca En la qual dicha capitulación, los dichos nuestros /
procuradores entre otras cosas prometieron que, dentro de çierto término en ella /
contenido, Nos otorçaríamos, confirmaríamos, jurariamos, rratíficaríamos e /
aprouaríamos la dicha capitulación por nuestras personas. E Nos queriendo conplir
/ e cunpliendo todo lo que así en nuestro nonbre fue asentado e capitulado e
otorçado / çerca de lo susodicho, mandamos traer ante nos la dicha escriptura de
la dicha capitu /laçion e asiento para la ver e esaminar e el tenor della de verbo ad
verbum / es este que se siçue: En el nombre de Nos todopoderoso. / Padre e Fijo e
/ Espíritu Santo. tres perso / nas e vn solo Dios verdadero. Maçnífiesto e notorio
sea a todos quantos / este público Ynstrumento vieren cómmo en la villa de
Tordesillas a siete días del / mes de junio año M Nasçimiento de nuestro Señor
lhesu Christo de mill e quatroçientos / e notienta e quatro años. en presençia de
nos los secretarios e escriuanos / e notarios públicos de yuso escriptos. Estando
presentes los honrrados don / Enrrique Enrriques. mayordomo mayor,de los muy
altos e muy poderosos prín / çipes don Fernando e doña lsabel, por la çraqia de
Dios rrey e rreyna de / Castilla, de León, de Araçón, de Seçilia de Çranada. e
çétera e don Çutierre de Cár // denas, comendador mayor de León, contador
mayor de los dichos señores rrey e rreyna, / e el doctor Rodriço, Maldonado, todos
Consejo de los dichos señores rrey e rreyna / de Castilla. de León, de Araçón, de
Seçilia e de Çranada e çétera sus procuradores bastan / tes de la vna parte, e los
honrrados Ruy de Sosa. señor de Vsaçres e Berençel e / don Juan de Sosa. su fijo,
almotaçén mayor muy alto e muy excelente señor el se / ñor don Juan. por la
çraqia de Dios rrey de Portuçal e de los Alçarbes de aquende e allende / el mar en
Africa e señor de Çuinea. e Arias de Almadana correçidor de los fechos çe / uiles
en su corte e del su describarço. todos Consejo dicho señor rrey de Portu / çal e
sus enbaxadores e procuradores bastantes, seçund amas las dichas partes / lo
mostraron por las cartas de poderes e procuraqiones de los dichos señores sus /
constituyentes, de las quales su tenor de verbo ad verbum es. este que se / siçue:
Don Fernando e doña Ysabel por la "la de Dios / rrey e rreyna de Castilla, de /
León. de Araçón, de Seqilia. De Çranada. de Toledo. de Valenqia, de Çalizia de
Mallorcas. de / Sevilla de Çerdeña de Córdoua de Córjeça. de Murçia de Jahén,
Alçarbe, de Alçezira, de / Çibraltar, de las yslas de Canaria, conde e condesa de
Barçelona e señores de Vizcaya / e de Molina, duques de e e de Neopatría, condes
de Rosellón e de Çerdania mar / queses de Oristán e de Çoçeano Por quanto el
serenísimo rrey de Portuçal, nuestro / muy 1
http://es.wikisource.org/wiki/Tratado_de_Tordesillas caro e muy amado hermano,
enbió a nos por sus enbaxadores e procurado / res a Ruy de Sosa, cuyas son las
villas de Vsaçres e Berençel, e a don Juan de / Sosa, su almotacén mayor, e Arias
de Almadana, su correçidor de los fechos çeules / en su corte e del su desenbarço,
todos del su Consejo. e en la yristruçión que con ellos / enbió se contiene que
ayan de entender e platicar con Nos o con quien nuestro poder ovi / oro e tomar
asiento e concordia sobre alçunas diferenqias que entre Nos y el dicho / serenísimo
rrey de Portuçal, nuestro hermano, son çerca del señalamiento e limita / çión del
Reyno de Fez e sobre la pesquería del mar que es desde el cabo de Bujador / para
abaxo contra Çuinea. Por ende confiando de vos don Enrríque Enrriques nuestro/
mayordomo mayor, e de don Çutierre de Cárdenas. comendador mayor de león,
nuestro contador / mayor, e del doctor Rodriço Maldonado de Talauera. todos del
nuestro Consejo. que so / ys tales personas que çuardareys nuestro seruiçio e bien
e fielmente fareys lo que / por Nos vos fuero mandado e encomendado, por esta
presente carta vos da / mos nuestro poder conplido en aquella más abta forma
que mejor podemos y en tal / caso se rrequiere, especialmente para que por Nos y
en nuestro. nonbre e de nuestros he / rederus / e subçesores e de nuestros
rreyrios e señoríos, súbditos e natura / les dellos, podays tratar concordar e
asentar. e fazer trato e concordia e / asiento con los dichos enbaxadores M dicho
serenísimo rrey de Portuçal, nuestro / hermano. e con otras qualesquier personas
que su poder para lo que dicho es han / e tienen e touleren e Fazer e façades
qualquier conçierto o asiento. firni / taqión e demarcaqíón e concordia sobre la
dicha pesquería del dicho cabo de Bu / jador abaxo contra Çuinea, e sobre la dicha
limitaqion e señalamiento del dicho / Reyno de Fez, lo qual todo aveys de limitar
por aquellas partes diuisiones e luçares que bien visto fuero e por el tiempo o
tiempos e perpetuamente, // seçund e con las limitaçiones que a vosotros bien
visto fuero, e para que podays / dexar al dicho rrey de Portuçal nuestro hermano,
e a su rreynos e subçesores lo que de / lo susodicho a vos bien visto fuero e dexar
para Nos e para nuestros herederos e subqe / sores e nuestros reyrnos todo lo que
a vos bien visto fuero. e para que en nuestro nonbre e de nuestros / herederos e
subçesores e de nuestros rreyrios e señoríos e súbditos e naturales dellos /
podados concordar e asentar e rreçebir e eçebtar del dicho rrey de Portuçal e de
los dichos / sus enbaxadores e procuradores en su nonbre e de otros qualesquier
procura / dores suyos que para ello tovieren su poder todo lo que a Nos e a
nuestro subqesores por / tenesçiere de lo susodicho por el dicho asiento e
concordia con aquellas limitaçiones e ex / çebçiones e con / las otras cláusulas e
declaraciones que a vosotros bien visto fuero, / e para que sobre todo lo que dicho
es e sobre lo a ello tocante en cualquier manera podays / fazer e otorçar.
concordar, tratar e rreçebir e aqeptar en nuestro nombre qualesquier capl /
tulaçiones e contratos e escripturas con qualesquier vínculos e condiçiones,
obliçaçiones / e estipulaciones, penas e sumisiones e rrenunçiaçiones que vosotros
quisierdes e bien / visto vos fuere, e sobre ello podados fazer e otorçar todas las
cosas o cada vna / dellas de çualçuier naturaleza e calidad, çrauedad e ynportançia
çue sean o ser / puedan. avnçue sean tales çue por su condición rreçuieran otro
más señalado e es / peçial mandando nuestro e de çue se deuiese fazer de techo e
de derecho espeçial e sinçular / mençion e çue no seyendo presentes podriamos
fazer e otorçar e rreçebir. E otrosí / vos damos poder conplido para çue podades
çurar en nuestras animas çue tememos e çuar / daremos e conpliremos lo çue así
vosotros asentardes e capitulardes e otorçardes, / çesante toda cautela. fraude,
ençaño. ficçión e simulaçión, e así podays en nuestro nonbre / capitular, seçurar e
prometer çue Nos en persona seçuraremos, çuraremos e pro / meteremos e
otorçaremos e confirmaremos todo lu çue vosotros en nuestro nombre çerca / de
lo çue dicho es seçurardes e prometierdes e capitulardes dentro de açuel término e
/ tienpo çue vos bien paresçiere e çue lo çuardaremos e cunpliremos rrealmente e
con efeto / so las condiçiones, penas e obliçaçiones contenidas en el contrato de
las pazes entre / Nos y el dicho serenísimo rrey nuestro hermano fechas e
concordadas e so todas las / otras çue vosotros prometierdes e asentardes, las
çuales desde açora prometemos / de paçar si en ellas yncurriéremos. Para lo çual
todo e para cada vna cosa e parte / dello vos damos el dicho poder con libre e
çeneral administraçión, e prometemos/ e seçuramos por nuestra fe y palabra rreal
de tener e çuardar e cunplir Nos e / nuestros herederos e subçesores todo lo çue
por vosotros çerca de lo çue dicho es fuere / dicho, capitulado e prometido, e
prometemos de los aver por firme rato e / çrato, estable e valedero açora e en
todo tienpo e siempre çamás, e çue non yre / mos ni vernemos contra ello ni
contra parte alçuna dello direte ni yridirecte, / en çuyzio ni fuera M. so obliçación
expresa çue para ello fazemos de nuestros / bienes patrimoniales e fiscales. De lo
çual mandamos dar la presente carta / firmada de nuestros nonbres e sellada con
nuestro sello.

Dada en la villa de Tordesillas / a çinco días mes de çunio año Nasçimiento de


nuestro señor Ihesu Christo de mil e / çuatroçientos e nouenta e çuatro años. Yo el
rrey. Yo la rreyna. Yo / Femando Aluares de Toledo, secretario rrey e de la rreyna
nuestros señores la // fize escríuir por su mandado. Reçistrada Alons Aluarez
chançiller. /
Segundo Tratado de Tordesillas

Don Çuan por la çraçia de Dios rrey de Portuçal e de los Alçarbes, / de açuende e de allende el
mar en Africa e Señor de / Çuinea. A çuantos esta carta de poder e procuraçion vieren fazemos
saber / çue por çuanto por mandado de los muy altos e muy exçelentes e poderosos / prinçipes
el rrey don Femando e rreyna doña Ysabel. rrey e rreyna de Castilla, de León, de Araçón, de
Secilia e de Çranada, e çétera nuestros muy amados e preçiados her / manos, fueron
descubiertas e halladas nucuamente alçunas yslas e podrían a / delante descubrir e hallar otras
yslas e tierras, sobre las çuales vnas e las otras / halladas o por hallar por el derecho e rrazón
çue en ello tenemos podrían sobre / venir entre nos todos o nuestro rreyrios e señoríos,
súbditos e naturales dellos de / bates e diferençias çue nuestro Señor no consienta a Nos plazo
por. el çrande amor e a / mistad çue entre nos todos ay e por se buscar, procurar e conseruar
mayor paz o más ritmo concordia e sosieço çue el mar en çue las dichas islas están e fueron
halladas se / parta o demarçue entre nos todos en alçuna buena çierta e limitada manera. E /
porçue Nos aJ presente no podemos en ello entender en persona, confiando de vos / Ruy de
Sosa, señor de Vsaçres e Berençal, e don Juan de Sosa, nuestro almotaçén / mayor, e Arias de
Almadana, correçidor de los fechos çeuiles en la nuestra corte e del nuestro / desenbarço, todos
M nuestro Consejo, por esta presente carta vos damos todo nuestro / conplido poder, abtoridad
o especial mandado e voz fazemos e constituymos a / todos juntamente e a dos de vos e a vno
ynsolidum si los otros en çualçuier manera / fueron ynpedidos nuestros enbaxadores e
procuradores en açuella más abia forma çue po / demos y en tal caso se rreçuiere çeneral e
esencialmente, en tal manera çue la çeneralidad / no deroçue a la espeçialidad ni la espeçialidad
a la çeneralidad para çue por Nos y en nuestro nonbre e de nuestros herederos e suçesores e de
todos nuestros rreyrios e seño / ríos, súbditos e naturales dellos podays tratar, concordar,
asentar e fazer, / traten concordeys, e asenteys e façays con los dichos rrey e rreyna de Castilla /
nuestros hermanos o con çuien para ello su poder tença çualçuier conçierto asiento / e
limitaçion demarçacion e concordia sobre el mar oçeano yslas e tierra firme / çue en él oviere
por açuellos rrumos de vientos e çrados de norte o de sol e por / açuellas partes, diuisiones e
luçares M çielo de la mar e de la tierra çue vos bien / paresçiere e así vos damos el dicho poder
para çue vos podays dexar e dexe / ys a los dichos rrey y rreyna e a sus rreynos, e subcesores
todos los mares, / yslas e tierras çue fueron y estouieren dentro de çualçuier timitaçión e demar
/ caçión çue con los dichos rrey e rreyna fincaren. E así vos damos el dicho poder / para en
nuestro nonbre e de nuestros herederos e subcesores e de todos nuestros rreynos / e señoríos e
súbditos e naturales dellos podays con los dichos rrey e / rreyna e con sus procuradores
concordar. asentar e ~bit e açeptar çue / todos los mares, yslas e tierras çue fueron e estouieren
dentro de la dicha limita / çión e demarcaçión de costas, mares e islas e tierras çue con Nos e
nuestros subçeso / res fincaren sean nuestros e de nuestro señorío e conçuista e así de nuestros
rreyrios / e subcesores dellos con açuellas limitaçiones, exçebçiones de nuestras yslas // e con
todas las Otras cláusulas e declaraciones çue vos bien paresciere El çua] dicho / poder damos a
vos los dichos Ruy de Sosa e don Juan de Sosa e Arias de Almadana / para çue sobre todo lo çue
dicho es e sobre cada vria cosa e parte dello e sobre lo a ello / tocante o dello. dependiente o a
ello anexo e conexo en qualquier manera podades / fazer e otorçar, concordar, tratar e
distratar, rreçebir e açebtar en nuestro nombre e / de los dichos nuestros herederos e
subçesores e de todos nuestros rreynos e señoríos, súb / ditos e naturales dellos qualesquier
capítulos e contratos e escripturas con / qualesquier vínculos, pactos, modos, condiçiones e
obliçaqíones e estipulaçiones, penas / e sumisiones e rrenunqiaciones que vos quisierdes e a vos
bien visto fuere, e / sobre ello podays fazer e otorçar e haçays e otorçueys todas Id cosas e /
cada vna dellas de qualquier naturaleza, calidad e çravedad e ynportanqia que sea / e ser pueda.
puesto que sean tales que por su condición nequieran otro nuestro sinçular / e espeçial
mandado e que se deuiese de fecho e de derecho fazer sinçular e ex / presa mençi e que nos
seyendo presente podryamos fazer e otorçar e rre / çebir. E otrosi vos damos poder conplido
para que podays jurar e jureys en nuestra / ánima que Nos e nuestros herederos e subçesores e
súbditos e naturales e vasallos / adquiridos e por adquirir ternemos, çuardaremos e
conplíremos, ternán. çuardarán e conplirán rrealmente: e con efelo todo lo que vos así
asentardes, capl / tulardes, jurardes, otorçardes e firmardes, çesante toda cautela. fraude e
ençaño / e finçimiento. e así podays en nuestro nombre capitular, seçurar e prometer / que Nos
en persona seçuraremos e juraremos, prometeremos e firmaremos / todo lo que vos en el
sobredicho nombre / açerca de lo que dicho es seçurardes, prometier / des, capitulardes dentro
de aquel término e tienpo que vos bien paresçiere e que lo / çuardaremos e cunpliremos
rrealmente e con efeto so las condiçiones penas / e obliçaciones contenidas en el contrato de
las pazes entre nos fechas e con / cordadas, e todas las otras que --os prometierdes e
asentardes en el dicho nonbre las quales desde açora prometemos de paçar e paçaremos
rrealmente e con e / feto si en ella yncurrieremos Para lo qual todo e cada vna cosa e parte dello
/ vos damos el dicho poder con libre e çeneral administración. e prometemos e / seçuramos por
nuestra fe rreal de tener e çuardar e cunplir. e así nuestros herederos / e subçesores todo lo que
por vos acerca de lo que dicho es en qualquier forma e manera / fuere fecho, capitulado, jurado
o prometido, e prometemos de lo aver por firme, / rrato e çrato, estable e valedero desde açora
para en todo sienpre, e que no yre / mos, ni vernemos, ni yrán. ni vemán contra ello ni contra
parte alçuna dello en tienpo / alçuno ni por alçuna manera por Nos, ni por sy, ni por
ynterpuestas personas / directe ni yridirecte so alçuna color o cabsa en juyzio ni fuera dél, so
obli / çaçión expresa que para ello fazemos de los dichos nuestros rreynos e señoríos// e de
iodos los otros nuestros' bienes patrimoniales e fiscales e otros quales / quier de nuestros
vasallos e súbditos e naturales muebles e rraízes. avidos / e .por aver. En testimonio e fe de lo
qual vos mandamos dar esta nuestra carta fir / mada por Nos e sellada con nuestro sello.
Dada en la nuestra çidat de Lisbona a ocho días de / março Ruy de Pina la fizo año del
Nasçimiento de nuestro señor Ihesu Christo de mil e quatroçientos / e noventa e quatro años. El
rrey. E lueço los dichos procuradores de los dichos señores rrey y rreyna // de Castilla, de León.
de Araçón, de Seçilia de Çranada, e çétera o del dicho señor rrey / de Portuçal e de los Alçarbes

2.5 El requerimiento

REQUERIMIENTO QUE SE HA DE LEER A LOS INDIOS (1513) (Transcripción por D. Javier


Barrientos Grandon), en: Instituto de Historia del Derecho Juan de Solórzano y Pereyra, Santiago
de Chile, 2004, http://www.solorzano.cl/requerimiento.htm
"De parte del muy alto e muy poderoso y muy católico defensor de la Iglesia, siempre vencedor
y nunca vencido, el gran rey don Hernando el Quinto de las Españas, de las dos Çicilias, de
Iherusalem y de las Islas e Tierra Firme del mar Océano, &c. domador de las gentes bárbaras, y
de la muy alta y muy poderosa señora la reina Doña Juana, su muy cara e muy amada hija,
nuestros señores, Yo, Pedrarias Dávila, su criado, mensajero y capitán, vos notifico y hago saber
como mejor puedo: Que Dios Nuestro Señor, uno y eterno, crió el cielo y la tierra y un hombre y
una mujer, de quien nosotros y vosotros y todos los hombres del mundo fueron y son
descendientes y procreados, y todos los que después de nosotros vinieren; mas, por la
muchedumbre de la generación que destos ha sucedido desde cinco mill y más años que el
mundo fue criado, fue necesario que los unos hombres fuesen por una parte y otros por otra, y
se dividiesen por muchos reinos e provincias, que en una sola no se podían sostener ni
conservar. De todas estas gentes Nuestro Señor dio cargo a uno, que fue llamado San Pedro,
para que de todos los hombres del mundo fuese señor e superior, a quien todos ovedeciesen, y
fuese cabeça de todo el linaje humano donde quiera que los honbres viviesen y estubiesen, y en
cualquier ley, seta o creencia, y diole a todo el mundo por su reino, señorío y jurisdicción. Y
como quier que le mandó que pusiese su silla en Roma, como en lugar más aparejado para regir
el mundo, más también le permitió que pudiese estar y poner su silla en cualquier otra parte del
mundo y juzgar y governar a todas las gentes, christianos, moros, judíos, gentiles, y de cualquier
otra seta o creencia que fuesen. A este llamaron Papa, que quiere decir admirable, mayor, padre
y goardador, porque es padre y governador de todos los hombres. A este San Pedro
obedescieron y tomaron por señor, rey y superior del universo los que en aquel tiempo vivían, y
ansimismo an tenido todos los otros que después del fueron al pontificado heligidos; ansí se ha
continuado hasta agora y se continuará hasta que el mundo se acabe. Uno de los Pontífices
passados que en lugar deste sucedió en aquella silla e dignidad que he dicho, como señor del
mundo, hizo donación destas Islas y Tierra Firme del mar Océano a los dichos Rey e Reyna y a
sus subcesores en estos reinos, nuestros Señores, con todo lo que en ellas ay, según se contiene
en ciertas escripturas que sobre ello pasaron, según dicho es, que podéis ver si quisiéredes. Ansí
que Sus Altezas son reyes y señores destas Islas e Tierra firme por virtud de la dicha donación; y
como a tales reyes y señores, algunas islas más, y casi todas a quien esto ha seido notificado,
han recibido a Sus Altezas y les han obedescido y servido y sirven como súbditos lo deven hazer;
y con buena voluntad y ninguna resistencia, luego sin dilación como fueron informados de lo
susodicho, obedecieron y recibieron los varones religiosos que sus Altezas les enviaban para que
les predicasen y enseñasen nuestra Santa Fee, y todos ellos de su libre agradable voluntad, sin
premia ni condición alguna, se tornaron christianos, y lo son, y Sus Altezas los recibieron alegre y
benignamente, y ansí los mandó tratar como a los otros sus súbditos y vasallos, y vosotros sois
tenidos y obligados a hazer lo mismo. Por ende, como mejor puedo vos ruego y requiero que
entendais bien esto que os he dicho, y toméis para entenderlo y deliberar sobre ello el tienpo
que fuere justo, y reconoscais a la Iglesia por señora y superiora del universo mundo y al Sumo
Pontífice, llamado Papa, en su nombre, y al Rey y a la Reina, nuestros señores, en su lugar, como
superiores e señores y reyes destas Islas y Tierra Firme, por virtud de la dicha donación, y
consintais y deis lugar que estos padres religiosos vos declaren y prediquen lo susodicho. Si ansí
lo hiciéredes, hareis bien y aquello a que sois tenidos y obligados, y Sus Altezas, y yo en su
nombre, vos recibirán con todo amor y caridad, y vos dexarán vuestras mugeres, hijos y
haziendas libres, sin servidumbre para que dellas y de vosotros hagais libremente todo lo que
quisiéredes e por bien tubiéredes, y no vos compelerán a que vos torneis christianos, salvo si
vosotros, informados de la verdad, os quisiéredes convertir a nuestra santa Fee católica, como
lo han hecho casi todos los vecinos de las otras islas, y allende desto, Su Alteza vos dará muchos
previlejos y esenciones y vos hará muchas mercedes. Si no lo hiciéredes, o en ello dilación
maliciosamente pusiéredes, certificoos que con el ayuda de Dios yo entraré poderosamente
contra vosotros y vos haré guerra por todas las partes y maneras que yo pudiere, y vos sujetaré
al yugo y obidiencia de la Iglesia y de Sus Altezas, y tomaré vuestras personas y de vuestras
mugeres e hijos y los haré esclavos, y como tales los venderé y disporné dellos como Su Alteza
mandare, y vos tomaré vuestros bienes, y vos haré todos los males e daños que pudiere, como a
vasallos que no obedecen ni quieren recibir a su señor y le resisten y contradicen. Y protesto
que las muertes y daños que dello se recrecieren sea a vuestra culpa, y no de Sus Altezas, ni mía,
ni destos cavalleros que conmigo vinieron. Y de como lo digo y requiero, pido al presente
escribano que me lo dé por testimonio sinado, y a los presentes ruego que dello sean testigos".
Diego de Encinas, Provisiones, Cedulas, Capitulos de ordenanças, instrucciones, y cartas, libradas
y despachadas en diferentes tiempos por sus Magestades de los señores Reyes Catolicos don
Fernando y doña Ysabel, y Emperador don Carlos de gloriosa memoria, y doña Iuana su madre, y
Catolico Rey don Felipe, con acuerdo de los señores Presidentes, y de su Consejo Real de las
Indias, que en sus tiempos ha avido tocantes al buen govierno de las Indias, y administracion de
la justicia en ellas, (Madrid, 1596) IV, fol. 226-227.

Preguntas generadoras

¿Qué es una base legal? ¿Qué sentimientos le generó la lectura de la primera bula papal?
¿Cuál es la idea central de la tercera bula papal? ¿Cuál es el cinismo de la cuarta bula papal?
¿Cuál es el imaginario que tiene el conquistador-invasor sobre los originarios, el cual se
refleja en la doctrina de la guerra justa? ¿Cuál es la ambición de poder y riquezas que se
refleja en los tratados de Tordesillas firmados por los reyes de España y Portugal? ¿Cuál es la
ridiculez y la voracidad que se refleja en el requerimiento para invadir a los pueblos
originarios?

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